La puerta del Tabernáculo: sus medidas, accesos y dimensiones Sl 68:24; Sl 29:9), “En todo Dios deseaba que Su pueblo leyese Su propósito para con el ser humano.” Sarah Elizabeth Peck afirma que “cada detalle del santuario fue establecido con un significado espiritual.” 1. White, Educação 36. 2. Sarah Elizabeth Peck, The Path to the Throne of God California: Educational Felt Aids, s.d.), 6, 7. I El tabernáculo estaba compuesto por elementos que desempeñaban funciones tipológicas, figurativas, simbólicas y o estructurales. Por ejemplo: las argollas del altar del incienso y de la mesa de los panes de la Presencia, no asociaban cualquier significado tipológico, pero cumplían una función estructural. Entretanto, a través de esta ponencia yo les quiero proponer que la puerta del atrio, sus medidas, acceso y dimensiones, cumplía ambas funciones estructural y tipológica. II Contexto donde estos medios fueron implementados Los anfitrionas, huéspedes del santuario fue un pueblo que acababa de salir de la esclavitud. No tenían la habilidad de decodificar mensajes representadas por signos. Deste modo, dificilmente recursos de outra natureza reuniriam as condições necessárias à comunicação de realidades invisíveis, quanto o visual. El, pueblo, estaba acostumbrado a las representaciones materiales de la divinidad, y estas de la más degradante naturaleza, les era extremamente difícil de concebir la existencia o el carácter del Ser invisible. Condoliéndose de sus debilidades, Dios les dio un símbolo de Su presencia. Educação, 35). (White, III Como aprendemos Especialistas en el área de comunicación han afirmado que aprendemos: 83% de las informaciones del mundo exterior a través de la visión; 11% a través de la audición; 6% distribuidos entre el tacto, el olfato y el paladar. Segundo Stephen R. Covey, una de las peculiaridades de la mente humana es su capacidad de ser transformada por lo que contempla. “A nivel humano, ser es ver. Aquello que vemos está profundamente inter ligado con lo que somos. Es imposible ir muy lejos en la iniciativa de mudar lo que vemos sin simultáneamente alterar nuestro ser, y viceversa.” Ellen G. White afirma que la transformación se da a través de la contemplación. En función del conocimiento que Dios tiene de las leyes que rigen la mente humana, y la necesidad cultivada por los israelitas de alguna manifestación visible de la Divinidad, debido el largo contacto con la idolatría en los años de esclavitud, la providencia divina forneció elementos que fuesen visualizados diuturnamente en el transcurso de los 40 años de peregrinación. Ellen G. White declara que "o desejo de alguma manifestação visível de sua presença fora satisfeito com a coluna de nuvem e de fogo que guiava os seus exércitos, e pela revelação de sua glória sobre o monte Sinai” (Ellen G. White, "Olhando Para o Alto", Meditações Matinais 1983 [Santo André, São Paulo: Casa Publicadora Brasileira, 2000], 316). Outro aspecto que indica que este edifício deveria apelar para o visual, foi sua localização erigido no centro do arraial. Suas cerimônias seriam executadas de tal modo que todos pudessem visualizá-las, compreendendo e assimilando as verdades que o Senhor se propunha comunicar. No centro estava o tabernáculo, a morada do Rei invisível. Em redor estavam estacionados os sacerdotes e levitas. Além destes estavam acampadas todas as outras tribos. PP La puerta del Tabernáculo: sus medidas, accesos y dimensiones El concepto “puerta” en la Biblia abarca un significado muy amplio. Su empleo oscila desde el significado natural de un punto de acceso físico hasta la idea de Jesús como una “Puerta” al cielo. 24 7, 8); (Is 26:2); (Mt 7:13); (Ap 3:20) etc.. Entretanto, ninguno de los significados es tan acepto es adoptado como el empleado por Juan, refiriéndose a Cristo como la puerta (Jo 10:7-9), cuyo ministerio integra por objetivo religar o Cielo e a Terra, separados pelo pecado (Hb 10:20; Is 59:1, 2). Mas, con a queda da humanidad, ele asumió una función a mas, esto es, la solución de la rebelión cósmica e a seguridad del Universo. Adams, R. (1993). The Sanctuary Hagerstown Review and Herald Publishing Association. Las líneas arquitectónicas e estructurales del tabernáculo bosquejadas en el libro de Éxodo tenia por finalidad despertar en los adoradores una dimensión invisible por intermedio de lo visual. Las propias medidas comunicaban verdades (Hb 8:5). White afirma “En todo Dios deseaba que Su pueblo leyese Su propósito para con el ser humano.” White, Educação, 36. Tres accesos? Hb 9:14 Las tres aberturas, formada por las cuatro columnas, cuyas medidas eran desproporcionales las dimensiones del patio por donde el adorador podía allí ingresar, transmite una lección espiritual al pecador: la amplitud de la puerta (Jo 10:9), con su triple acceso (Padre, Hijo y el Espíritu Santo; Hb 9:14; Mt 3:16, 17; 28:19; 2Co 13:14), indica que la entrada la cual los pecadores tienen acceso la salvación, integra toda la Divinidad (Cl 2: 9). Los eternos dignitarios celestes - Dios, Cristo y el Espírito Santo - dotándolos [a los discípulos] de energía sobre-humana, ... avanzarían con ellos para la obra y convencerían el mundo del pecado. EV La Divinidad fue conmovida de compasión por la raza humana, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se entregaron a Si mismos al establecieren el plan de la redención. Conselhos Sobre Saúde. “Nuestra santificación es obra del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Es el cumplimiento del concierto que Dios hizo con los que con El se unen, para permanecer con El, con Su Hijo, y con el Espíritu Santo, en santa comunión. […] Cooperad, entonces con los tres Grandes Poderes del Cielo actuando en vuestro favor.” The Sings of the Times, 19/06/1901. A porta do átrio do tabernáculo era tecida com o mesmo material da porta do Santuário e do véu que separava o Santo do Santíssimo, portanto, havia uma íntima relação entre eles (Ex 26:33, 36). As Cores. A ciência descobriu que as cores têm a surpreendente faculdade de agir sobre os nossos sentimentos, sensibilidade e humor. Ellen G. White afirma que as cores desempenharão uma função de comunicação no próprio céu. A vermelha, por exemplo, será empregada para identificar os mártires. No trajeto encontramos uma multidão que também contemplava as belezas do lugar. Notei a cor vermelha na borda de suas vestes, o brilho das coroas e a alvura puríssima dos vestidos. Quando os saudamos, perguntei a Jesus quem eram eles. Disse que eram mártires que por Ele haviam sido mortos. Com eles estava uma inumerável multidão de crianças que tinham também uma orla vermelha em suas vestes. Cada cor, com seu matiz, expressava um significado simbólico, encontrando seu verdadeiro sentido em Cristo [1]José Maria Barbosa, "Variedade de Adoração," Ação Jovem, 2 (Ano 20), (Tatuí, São Paulo: Casa Publicadora Brasileira, 2º Trimestre de 1998) 5. Quatro cores predominavam os matizes do Santuário: o azul, púrpura, carmesim e o branco . (White, Patriarcas e Profetas, 347). 1. A arca e a mesa eram cobertas por um pano de cor 4. azul (Nm 4:6, 7). 2. O peitoral que o sumo sacerdote usava sobre o coração era suspenso por um cordão azul e fixado à cintura também por um cordão azul (Ex 28:2-39). 3. A mitra ou turbante (Ex 28:36, 37), era de cor branca presa por um laço azul a uma lâmina con a inscrição “Santidade ao Senhor”. A arca era o único artigo da mobília santa que estava coberta com um pano azul (ou violeta), para distinguir-la quando era levada de um lugar a outro. Quando o pecador penitente viesse ao santuário, o azul o levaria recordar os mandamentos, aquela lei a qual ele tinha transgredido, (Nm 15:37-40). O púrpura, é a mistura de partes iguais do azul com o vermelho; esta era atribuída como a cor oficial da realeza. Deste modo, púrpura, ou violeta (Jz 8:26; Jn 19: 2); os levava a entender que um rei entregaria sua vida em favor deles. O vermelho faria referência Àquele que não conheceu pecado e se fez pecado por ele (Is 1: 18; 2 Co 5: 21). E finalmente o branco, simbolizando a pureza em que se tornariam as suas vestimentas ao lavá-las no sangue do cordeiro (Ap 19: 8). Os adoradores, assim, ao ingressarem no santuário, recebiam quatro mensagens através das cores ali existentes: o azul os recordava de que uma lei santa havia sido transgredida; o carmesim o persuadia de que eram pecadores e o salário do pecado é a morte (Rm 6:23); a púrpura, cor da realeza, o lembrava do rei “... que não conheceu pecado, ele o fez pecado por nós;” (2Co 5:21); finalmente, o branco dava ao adorador a certeza de que seus pecados se tornariam como a neve (Is 1:18; Ap 3:18).