Gestión del Conocimiento Tradicional. Experiencias desde la Red GESTCON © Red Gestcon © De los artículos: los respectivos autores Primera edición 500 ejemplares Bogota. Colombia Diciembre de 2008 ISBN: 978-958-8096-84-1 Diagramación e Impresión Gente Nueva Editorial Directora de la Red: Clara Elisa Miranda Vera Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos, Cuba (CEAC Universidad de Cienfuegos (UCF) Coordinador de la Red en Brasil: Jose Ferreira Irmaño Universidad Federal Rural de Pernambuco (UFRPE). Coordinador de la Red en Colombia: Fabio Silva Vallejo Universidad de Magdalena (UM) – Oraloteca del Caribe Coordinador de la Red en Ecuador: Marco Álvarez Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL). Coordinador de la Red en Argentina: Griselda Silvina Sessa Fundación patagonia natural, argentina (fpn).: Coordinador de la Red en Chile: Cecilia Godoy Instituto de Ciencia y Tecnología – Universidad Arturo Prat Índice 1. Redes sociales de conocimiento: esencia, historia y trayectorias. 5 Clara Elisa Miranda Vera, Marianela Morales Calatayud, María Elena Castellanos González, Ángel Raúl León Pérez 2. Actores sociales y roles en las redes de conocimiento. Algunas consideraciones a partir de las experiencias de la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Áreas Costeras Red GESTCON. 17 Juana María Brito Delgado, Clara Elisa Miranda Vera 3. Los saberes tradicionales/populares. Un acercamiento desde el Interaccionismo Simbólico. 25 Yenisei Machado Trelles 4. Rescate de la memoria histórica del Parque Nacional Natural Tayrona. Santa Marta-Colombia 37 Fabio Silva Vallejo y Deybis Carrasquilla 5. Los retos de la gestión universitaria del conocimiento tradicional para la Universidad de Cienfuegos: apuntes para un estudio. 73 Lisbel Fumero Roldán 6. Educar, educador, educando: herramientas sistémicas para el abordaje de problemas ambientales Griselda Sessa, Alexandra Sapoznikow, María Cecilia Reeves, Rossana Galvagni, Juan Martín de la Reta 89 7. Desarrollo local, desafíos al conocimiento y la innovación. 103 Marianela Morales Calatayud, Francisco Becerra Lois, Yuderkis Padilla Reyes 8. Dinámica local innovativa: interpretación teórica de la relación entre conocimiento científico y tradicional. 135 Nereyda Moya Padilla, Yudy Águila Cudeiro, Ileanis Mena Fernández 9. La mediación de la tradición tecnoproductiva en el entorno regional. Un tema para el debate. 135 Marianela Morales Calatayud, Yoandra Olivert Fernández, Lisbel Fumero Roldán, Nereyda E. Moya Padilla 10. A energia como fator de transformação do conhecimetno tradicional em comunidades rurais do nordeste do Brasil 147 José Ferreira Irmão, Jacques Ribemboim, Pedro Bezerra de Carvalho Neto 11. Manejo Costero Integrado en la zona costera de la Patagonia Argentina 171 Griselda Sessa, Guillermo Caille, Jose María Musmeci 12. Conhecimento patrimonial e sua expressão sensível na pesca artesanal 177 Cristiano Wellington Noberto Ramalho 13. La educación ambiental en los municipios costeros del Golfo de Guayaquil en Ecuador. 211 Marco Alvarez Gálvez 14. Conocimiento tradicional, salud y desarrollo turístico. 219 Gelda Lhamas-Coelho 15. Las mujeres y el borde marino costero en la región de Los Lagos, Chile Cecilia Godoy, Elisa Pacheco y Jacqueline Salas Autores 4 245 253 Redes sociales de conocimiento: esencia, historia y trayectorias Clara Elisa Miranda Vera, Marianela Morales Calatayud, María Elena Castellanos González, Ángel Raúl León Pérez Introducción En la época contemporánea han cobrado una importancia extraordinaria los estudios sobre la sociedad, las múltiples relaciones que se establecen en su interior, y aquellas que se dan entre esta y la naturaleza. En sus resultados y modos de investigación se evidencia la complejidad de dichos fenómenos y la necesidad de que aquellos ayuden a comprender y orientar mejor esas relaciones con el objetivo de desarrollar una sociedad ambientalmente mejor informada, más sustentable y humana. En particular, el estudio sobre el funcionamiento y establecimiento de redes sociales, término con el cual se han venido entendiendo hoy las tradicionales relaciones entre los hombres, aquellas que identifican su naturaleza y esencia social; viene a ocupar un lugar importantísimo en el marco de las ciencias sociales. Son estudios que se orientan a descubrir la dinámica interna de las sociedades, su comportamiento y sus fortalezas, sobre la base del conocimiento del tipo de relaciones que las identifican, para enfrentar determinadas situaciones del contexto y de su existencia ante la adversidad (Miranda, Castellanos, & León, 2008). La preocupación por la realización de estos estudios surge asociada al poderoso avance de las comunicaciones modernas, por las que el hombre comienza a tener la posibilidad real de ampliar y modificar su red de relaciones sociales, trascendiendo las barreras físicas espaciales, en períodos muy cortos de tiempo en el proceso de la comunicación interpersonal. Múltiples cuestiones filosóficas y sociológicas se presentan a partir de este compor5 tamiento objetivo de modificación de las representaciones espacio – temporales de la realidad en la sociedad moderna. Sin embargo, es conocido que el hombre siempre vivió en red, pues el acto de comunicarse, transmitir experiencias, vivencias y conocimientos es parte de su naturaleza social y del carácter consciente de sus relaciones. “Las redes son…, una nueva versión del atávico acto colectivo de comunicarse y transmitir vivencias, conocimientos, certezas e ignorancias, que en definitiva fertilizan nuevas experiencias que desbrozarán el camino hacia nuevas formas de interacción;…” (Banús, 2006:11). La comprensión histórica de los procesos de socialización humana, centradas en la necesidad de trasmisión de la experiencia individual y colectiva garantizan la continuidad en la transformación consciente de la realidad ajustada a fines específicos, determinando los flujos de información, de transmisión de experiencia colectiva y contextualizando los mecanismos de comunicación. Es por ello que la organización consciente de estos entramados sociales identifica el significado y el patrón de orientación del flujo de información que se produce en el contexto contemporáneo. El estudio de ellos se convierte en una necesidad y una herramienta para el avance del conocimiento y su socialización. De ahí el propósito de este trabajo, orientado a sistematizar desde el punto de vista teórico, en lecciones aprendidas; experiencias concretas de formación de redes sociales del conocimiento con fines específicos. La sistematización de experiencias aportará sin lugar a dudas, información necesaria tanto para la comprensión del fenómeno en si, como para orientarlo de forma consciente y adecuada. 1. Las redes sociales del conocimiento, bases conceptuales para su comprensión Los elementos que facilitan hacer una mirada a la complejidad de las relaciones sociales en el contexto actual son, entre otros importantes factores del entendimiento de la modernidad, el avance del desarrollo tecnológico en las comunicaciones, donde se expresa el carácter artefactual y cultural de 6 la tecnología que media esas relaciones posibilitando el enfoque social de la ciencia y la tecnología. Este enfoque hace énfasis tanto en los factores determinantes de ese avance científico tecnológico como en las consecuencias sociales del mismo, haciendo correcciones sobre los aspectos contextuales de su manifestación. El enfoque social de la ciencia y la tecnología es importante si tenemos en cuenta que existe una visión tecnocrática, bastante generalizada, que privilegia la ponderación de lo tecnológico por encima de lo social, cuando en realidad lo tecnológico es también un proceso social donde interactúan lo técnico con los aspectos organizacionales y socioculturales (Pacey, 1990). La interpretación de la tecnología como actividad práctica presupone tomar en cuenta aspectos valorativos y de la naturaleza operativa de la tecnología que no es visible en la referencia al plano estrictamente técnico. Refiriéndose a las tendencias actuales del desarrollo de tecnologías de la información y las comunicaciones en el establecimiento de redes sociales, Peña (2003) señala que trabajar en red supone mucho más que el uso intensivo de las herramientas que nos proporciona Internet, mucho más que compartir información y abrir nuevos canales de comunicación. Desde este punto de vista, las redes sociales actuales se comportan como procesos tecnológicos, en particular una tecnología social, que integra lo técnico, lo cultural y lo organizacional (Pacey, 1990) y como resultado de lo cual, se genera el denominado capital social, beneficios mutuos que experimentan las personas al actuar colectivamente, en los que el conocimiento constituye el elemento central. De las redes sociales, emanan por tanto, las redes del conocimiento, redes en las que individuos, grupos u organizaciones, o también actores sociales en su conjunto; se interrelacionan en un intercambio dinámico para seleccionar, captar, apropiarse, transferir, difundir y crear conocimiento. Este elemento se constituye en un dinamizador importante de la gestión del conocimiento en las condiciones de desarrollo actual, o lo que es lo mismo, las redes sociales en el mundo hoy se orientan básicamente a la gestión selectiva de conocimientos, constituyéndose con una gran heterogeneidad de actores, donde cada uno juega un rol fundamental en el proceso. 7 En la red se combinan armoniosamente un team de proyecto, es decir, un grupo de personas que se identifican por ser una comunidad de práctica, estar involucrados en un trabajo similar y con una destreza similar, y bajo una comunidad de intereses (Vassiliadis et al., 1999; Miranda, Castellanos y Pérez, 2008). Ver Fig. 1. Fig. 1. Representación gráfica de una red social del conocimiento Los actores funcionan como nodos sociales del conocimiento, por ser portadores del mismo. La organización de estas redes potencia un proceso en la que se identifican necesidades, problemáticas y se descubren potencialidades para el avance colectivo. Constituyen ámbitos marcados por la heterogeneidad, la horizontalidad de las relaciones, la autonomía de sus miembros, la descentralización, la participación y la acción, el compromiso, la comunicación, la organización, la evaluación y el aprendizaje (García B., 2004). Existen diversos enfoques de interpretación de las redes sociales del conocimiento que se determinan a partir de los marcos conceptuales y principios con los que se constituyen y analizan las mismas. En algunos de esos enfoques se centra la atención en el proceso de génesis y desarrollo de la Red, bajo consideraciones históricas, otros lo hacen desde la naturaleza de los flujos del conocimiento y/o su modelo organizacional siguiendo un criterio 8 funcional, en otros se realiza un análisis formal concentrado en sus nodos y actores bajo un enfoque estructural. Otros acercamientos conciben la red como modos de coordinación social e institucional, también de carácter estructural. Es importante aclarar que los enfoques constituyen miradas puntuales, perspectivas de análisis que no agotan toda la complejidad que encierra un fenómeno, e incluso los diferentes autores que abordan el tema, pueden sostener diversos enfoques de interpretación del mismo. Es por ello que los enfoques deben complementarse en aras de una mirada integradora acerca del objeto de conocimiento. El presupuesto que sustenta este trabajo está basado en una interpretación de la red que visualiza no sólo el papel de los actores sociales, sino los procesos de integración que tienen lugar entre ellos, de modo que la dialéctica del conocimiento sea vista por el carácter de proceso de ese conocimiento, por su historicidad y su papel social en la red de actores (Miranda, Castellanos, & León, 2008). Estos elementos se conectan también con determinaciones socioculturales que intentan explicar los niveles de cohesión de la red, de modo que la observación de intereses, normas y patrones de comportamiento se acompañan de la lógica revisión de la forma en que se comparte un “modelo de opinión conceptual” sobre el objeto de conocimiento. Este elemento es significativamente relevante para ciertas redes de conocimiento asentadas en paradigmas de la ciencia y/o la tecnología. En este concierto se cruzan instituciones, países, y hasta modelos de opinión conceptual, que permiten atenuar los bordes de ciertas fronteras disciplinarias y la conformación de núcleos sólidos de comunidades científicas colocadas en relaciones contextuales diferentes. 2. Experiencias en el proceso de conformación de redes sociales del conocimiento: historia y trayectorias desde la Red MIZC hasta la Red GESTCON La Red de Gestión de Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Áreas Costeras (Red GESTCON) tiene su origen en la Red de Manejo Inte9 grado de Zonas Costeras (MIZC) que se gesta en Cuba a finales de los 90´s y bajo la necesidad de socializar el enfoque de MIZC. Este aparece en los países desarrollados, fundamentalmente Estados Unidos y Canadá; como un enfoque emergente hacia el desarrollo de las áreas costeras en función de mitigar los conflictos usuarios – usuarios y usuarios – naturaleza costera que se originan como consecuencia del desarrollo e impulsados por el avance científico tecnológico. La visión paradigmática del desarrollo, con imágenes triunfalistas de la ciencia y la tecnología, que promovió procesos de transferencias tecnológicas no contextualizados, dio lugar a que los mismos problemas, que motivaron el surgimiento del MIZC en los países desarrollados, tuvieran su expresión en los países en vías de desarrollo, pero con magnitudes y significados diferentes, de ahí que, en la Cumbre de Río en 1992, los jefes de estados participantes aprobaran en Agenda 21, en el capítulo 17 los principios rectores de este proceso para implementarlos en todos los países firmantes. La Red MIZC tuvo una esencia eminentemente académica con la participación de tres Universidades Cubanas (la Universidad de la Habana, Universidad de Cienfuegos y Universidad de Oriente) y dos Universidades Canadienses (Dalhousie University y Saint Mary University) como resultado de la cual se gestó e implementó el Programa de Maestría en MIZC en Cuba, desde cada una de estas Universidades cubanas y bajo la asesoría y experiencia de las universidades canadienses involucradas en el proyecto. El programa fue financiado por la Agencia Canadiense para el Desarrollo (CIDA) e institucionalizado por el Ministerio de Educación Superior (MES) en Cuba. Sin embargo, el propio proceso de formación que generó dicha Red propició su extensión a otros sectores de la sociedad, hacia actores sociales también importantes dentro del proceso de manejo integrado costero y que representan la realidad local en la que tiene lugar la implementación real del proceso y sin la cual este no sería posible: la comunidad. Los proyectos comunitarios que emanaron de la “Red Madre” – Red MIZC, fueron generando otras redes de conocimiento que ancladas en Programas Regionales, tales como el Programa de Manejo de Recursos Costeros Basado en Comunidades (MRCBC) ampliaron el carácter intersectorial, interinstitucional y de relaciones personales del propio proceso de MIZC, base de GESTCON. La Red de Manejo de Recursos Basado en Comunidades (MRBC) 10 y la Red de Comunidades Costeras Saludables (CCS) posteriormente, fueron redes que condicionaron procesos formativos pero a nivel comunitario, con el objetivo de extender el enfoque de MIZC a amplios sectores de la población y contextualizar en lo local la implementación real del mismo. Por tanto, un elemento importante en la conformación de estas redes lo ha sido la determinación de lo local como núcleo, desde el cual se despliega en distintos contextos el trabajo de las mismas. Lo local aparece asociado a la identificación de un territorio con coordenadas acotadas dentro de un territorio más amplio (Coragio, 2002:10) y parte de la comprensión del nodo como parte de un todo. a) La Red así mismo se orienta en sus objetivos al desarrollo local sobre la base de la integración de factores tales como: b) La idea de que en el nivel local es determinante la capacidad de participación de la comunidad, y los saberes populares en sus relaciones. c) La compresión de las tendencias de la práctica con un sentido movilizativo consciente. La emergencia de las perspectivas de la creación, en términos de resistencia y replanteamiento de necesidad de experiencias nuevas. Para los fines de la comprensión del funcionamiento de la Red es válida la interpretación de Espina (2006) que propone un conjunto de elementos que no pueden ser obviados al considerar el nuevo abordaje conceptual y anota en primer lugar, la noción universal de desarrollo y su carácter de proceso con potencialidad para el despliegue del autocrecimiento individual y colectivo, basado en aprendizajes. A ese crecimiento natural de la Red que la lleva a conformar Red de Redes, habría que asociar otros factores condicionantes de desarrollo de la misma tales como, el papel de los expertos, los líderes científicos, gestores de proyecto, las relaciones interpersonales, los contactos, la experticia, entre otros, que no se pueden obviar. Tienen aquí gran importancia los mecanismos del tipo movilizativo o formativo que generan esos factores, como pueden ser los procesos de capacitación, que permiten elevar la identidad territorial, la unidad nacional, la cultura general y del desarrollo y la cultura de gestión de los diferentes actores y la población. Para ello, resulta necesaria la existencia de sistemas de capa11 citación, superación y aprendizaje, así como sistemas de divulgación que contribuyan a crear esta cultura de desarrollo. La Red de Redes constituye una estructura compleja donde se dan interrelaciones entre redes, entre temas e instituciones, en la que se revela un entramado de conexiones institucionales e interpersonales diverso. En la estructura de la Red de Redes que se da en la trayectoria concreta de MIZC – GESTCON (Figura 2), resulta interesante como se revela a través de ese entramado la multiplicidad de conexiones que presentan instituciones como el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos y Universidad de Cienfuegos con las 4 Redes Temáticas que han ido apareciendo en la trayectoria (MIZC, CCS, MRBC y GESTCON), convirtiendo a estas instituciones en nodos sociales del conocimiento importantes por su grado de polarización para atraer instituciones, sin menospreciar las potencialidades de las restantes. Lo significativo de esta situación es que al historiar y trazar las trayectorias de las redes en su proceso de gestación se puede comprobar la construcción de capacidades de las instituciones para coordinar o participar en este entramado desarrollando capacidad de gestión de conocimiento en comunidades ubicadas en relaciones locales determinadas. Figura 2. Estructura de la Red de Redes en la trayectoria MIZC - GESTCON La integración de las redes en el campo de la gestión del conocimiento es de gran beneficio para reforzar la capacidad de la comunidad en el manejo de 12 sus recursos y en la construcción de espacios de socialización de su experiencia colectiva. Mientras ocurre un enriquecimiento de las redes con este proceso, se da lugar también a una fertilización del medio donde se crean esos nuevos conocimientos, lo cual favorece la aceleración de la innovación en los espacios de su implementación. Miranda, González y León (2008:8) señalan que en la “…dialéctica interna de la red de redes se da el caso que, mientras surgen objetivamente nuevas redes, también van muriendo otras o desaparecen radicalmente en su funcionamiento …”, los nodos se mantienen en la “…trayectoria descrita con una luz tenue, no llegan a apagarse, porque como las redes de conocimientos son el resultado de redes sociales, y por tanto de relaciones sociales donde se consolidan la cooperación y solidaridad, estos nodos quedan como una señal intermitente expresando sus potencialidades para nuevas conexiones”. La integración en una red de redes es el gran reto que debe enfrentar el proceso, desarrollando cooperación entre los nodos que emergen y los restos del anterior. Peña (2003) ha descrito los factores a tener en cuenta en este proceso y distingue: • La flexibilidad de la estructura de la red de organizaciones capaz de movilizar gran cantidad de recursos a nivel planetario. • La disponibilidad de gran cantidad de información de calidad y directa del origen. • Ampliación del impacto de las acciones con menos recursos • Mayor acceso a financiación –pública o privada– dados los crecientes requisitos de consorciación para acceder a aquellas o la demanda de impactos mediáticos para ésta. 3. Lecciones aprendidas en el proceso de conformación de redes sociales. Un aspecto importante de la comprensión del papel de las redes descritas y de la interpretación de sus elementos teóricos, lo constituye la integración de las universidades entre sí y hacia el entorno local, proceso que se ve favorecido por la universalización de la Educación Superior, que promueve la desmitificación de la ciencia, el reconocimiento a los saberes populares 13 y la movilización conciente de la comunidad hacia el desarrollo perspectivo de la creación. Al historiar y analizar las trayectorias de las redes en su proceso de gestación, se descubre que la construcción de capacidades de las instituciones para coordinar y participar en este entramado es fundamental, pues ello determina el establecimiento de relaciones interinstitucionales, que muchas veces, se desarrollan sobre la base de nexos formalizados por intereses de participación personal. Desde estas experiencias debe significarse que un campo del conocimiento emergente puede constituirse en motor impulsor de procesos de formación de redes sociales de conocimiento, por ser estas vías concretas de consolidación de esos saberes y que un enfoque integrador del conocimiento cataliza la formación de redes sobre todo de carácter interdisciplinar. Otro aspecto que puede ser significado está relacionado con el hecho de que el proceso indetenible de la universalización de la ciencia propicia la formación de redes, lo que favorece al mundo subdesarrollado y la transferencia y el intercambio de conocimientos en contextos donde estos pueden ser localmente significativos y relevantes para la solución de los problemas locales, propiciando el fortalecimiento del capital social del contexto local y el desarrollo endógeno. La Red de redes es una formación de conglomerados de redes que establecen compromisos, constituyéndose en vías de desarrollo humano coincidentes con los objetivos del proceso universalizador del conocimiento. Bibliografía consultada Banús, E. (2006). La Estrategia de Redes de Conocimiento adoptadas por UNESCO. En M. Albornoz, & C. Alfaraz, Red de Conocimiento, construcción, dinámica y gestión (págs. 11-14). Buenos Aires: Oficina Regional de Ciencia para América Latina y el Caribe de la UNESCO. Barret, G. (5 de abril de 2004). Comunidad y Capital Social. Material Inédito. Cienfuegos, Cuba: Universidad de Cienfuegos. Cicin-Sain, B., & Knecht, R. W. (1998). Integrated Coastal and Ocean Management. Concepts and Practices. Washington: Island Press. 14 Coraggio, J. L. (23-24 de julio de 2002). Universidad y Desarrollo Local. Seminario Internacional “La Educación Superior y las nuevas tendencias” . Quito, Ecuador: CONESUP, UNESCO y CIESPAL. Espina, M. (2006). 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Algunas consideraciones a partir de las experiencias de la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Áreas Costeras – Red GESTCON Juana María Brito Delgado y Clara Elisa Miranda Vera Introducción El conocimiento tradicional expresado en prácticas socioculturales concretas, está siendo revitalizado entre otras cosas, por los intentos de superar los determinismos imperantes hasta la década del setenta del siglo pasado, que limitaba el papel de hombres y mujeres como agentes de cambio. La tendencia a ignorar, subestimar, o a veces desautorizar otros sistemas de conocimientos propios de los países en desarrollo que a menudo se etiquetan como no científicos o no universales, se viene debilitando a partir del estudio de los sistemas de conocimiento tradicionales desde hace algunas décadas. Actualmente esos sistemas se comprenden mejor y son objeto de interés y apreciación crecientes. Ello obviamente fue el resultado de la maduración en el ámbito internacional de una nueva posición teórica y práctica respecto de la importancia y valor de la diversidad cultural para el desarrollo de la humanidad. La definición de conceptos tales como: diversidad biológica, recursos biológicos y recursos genéticos mueve a primeros planos, la apreciación sobre el conocimiento tradicional ya que el aprovechamiento eficaz de la biodiversidad supone poder contar con los conocimientos de quienes lo conocen. 17 “El conocimiento tradicional representa una herencia de los antepasados en experiencias con el ambiente natural a lo largo de milenios lo que mejora lógicamente la probabilidad de examen y diagnóstico de la bioactividad en los organismos que habitan el sistema de referencia” (Sagan, 1995). Teniendo en cuenta este presupuesto, en lo relativo a la diversidad biológica marina y costera, el suministro de información relacionada con los enfoques para la gestión de los recursos vivos marinos y costeros emanado del conocimiento de las comunidades indígenas y locales, es fundamental. La gestión integrada del conocimiento tradicional y el científico con independencia de la diferenciación que pueda existir entre ellos como sistemas de conocimiento, a causa de sus respectivos contextos y valores, principios organizativos, hábitos mentales, habilidades y procedimientos, utilización y difusión; es una auténtica necesidad. El reto radica en conseguir el mutuo reconocimiento y respeto, lo que permitiría trabajar conjuntamente para lograr el bienestar de la humanidad y el desarrollo sostenible, incluyendo el acceso a la sociedad del conocimiento. En la búsqueda de herramientas metodológicas orientadas a ese fin es que surge el Proyecto de la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Áreas Costeras – Red GESTCON (2008), una red que sustentada en la cooperación, busca fomentar vías de socialización y transferencia de conocimientos entre sus miembros en función de la temática en cuestión. Toda vez que una red de conocimiento es expresión de la complejidad que se manifiesta hoy en los flujos de información y saber, se hace necesario identificar y conocer quienes son sus actores sociales y sus roles, base de la estructura funcional que requiere para que tenga sentido su existencia y éxito en los objetivos que se propone. Desarrollo En el entramado de relaciones que se establecen en una red social del conocimiento, existe una estructura bien definida, que tiene además, una lógica funcional que denota al interior de la organización, la presencia de un orden. Personas, grupos y/o instituciones, constituyen actores sociales en el seno de la Red, los que cumplen una función y/o estatus social dentro de la mis18 ma, en correspondencia con la concepción de su organización interna. De tal modo, el rol social de los actores se define como el conjunto de funciones, normas, comportamientos y derechos definidos social y culturalmente, un status concreto que se asume en función de las necesidades y propósitos de la Red, y que debe ser asumido y aceptado por sus miembros. De esta manera en las redes existe una relación articulada que desarrolla la práctica de la intersectorialidad e integralidad y pertenecer a ella significa trabajar con otros, formando parte de un proceso donde se intercambia información, se generan nuevos conocimientos, se potencian las experiencias, se intercambian recursos, se hacen prácticas integradas y se construyen modelos replicables para otros proyectos. La utilización de recursos metodológicos resultado de las mejores prácticas en este sentido, nos hace sugerir el mapeo de actores ampliamente difundido en la teoría de las redes sociales, tales como el gestor principal, especialistas y académicos, gobernantes y pobladores en general que participan de una u otra forma. El protagonismo del gestor principal del conocimiento en la red, está dado por su responsabilidad en la creación de un ambiente que propicie la moderación y facilitación de los procesos de intercambio entre todos los componentes de la misma. Un ambiente que permita establecer interacción colaborativa y creativa entre las personas. El gestor en la guía del proceso, en el entorno de su accionar, debe contribuir a la intramediación que supone velar por la calidad de la transferencia del conocimiento, entiéndase reducción a la mínima expresión de los factores que pueden causar las confusiones y ruidos en la comunicación entre los integrantes de la red y debe además, contribuir con la metamediación que implica incrementar el poder de los procesos de gestión del conocimiento, velando por la calidad de los instrumentos y los canales de transferencia del mismo. De esta manera no sólo es importante que se conozca cual es el rol de los gestores del conocimiento sino que es importante conocer acerca de las competencias que debe exhibir para aportar eficiencia a su gestión. Los autores Gairín, Armengol y García San Pedro, hacen referencia al estudio realizado por Berge (1995), sobre las competencias de los gestores 19 del conocimiento en un modelo que por la flexibilidad de su interpretación, constituye un aporte metodológico en la comprensión de lo relacionado con el asunto. El modelo contempla: • Competencias de tipo pedagógico: en tanto el gestor se transforma en un facilitador, mediador, entre los distintos procesos de interacción con el conocimiento. • Competencias de tipo social: supone que el gestor contribuya a crear un ambiente que promueva el aprendizaje, las relaciones humanas que conforman la esencia de la comunidad, la consecución de objetivos grupales, etc. • Competencias de liderazgo: implica tener claros los objetivos y la agenda de la red, los procesos y sus elementos facilitadores, las reglas de actuación y las normas para la toma de decisiones, etc. • Competencias técnicas y tecnológicas: representan la capacidad de hacer transparente la tecnología, proveer los elementos para que los participantes se sientan cómodos en el uso de las tecnologías y sus programas. • Competencias en otras áreas: En este caso la teoría es enriquecida por la práctica misma del proceso de gestión en la medida en que se amplían los procesos participativos, lo que presupone entre otras consideraciones la revisión del marco conceptual para no apartarse de los presupuestos declarados. En el rol activo que desempeñan especialistas y académicos miembros de la red, que son a su vez gestores de conocimiento y nodos sociales de conocimiento, es necesaria una visión definida y programática de los fines, métodos y acciones de su intervención en los contextos donde se desarrollan su actividad. El especialista aparte del conocimiento de su campo específico de intervención, debe conocer y saber poner en práctica: el trabajo en equipo. En este caso, el tema sobre la interdisciplinariedad cobra una importancia extraordinaria. Se parte del cómo llegar a tener una visión clara y coherente sobre los fenómenos que nos interesan, de modo que los miembros de los equipos de investigación puedan comunicarse entre ellos; que 20 logren desarrollar una visión única del objeto de estudio, apoyándose en esa comunicación; que la visión única del objeto sea informada por las diferentes disciplinas, pero que no sea una suma aritmética de la visiones disciplinarias para que la aproximación a la realidad sea lo más fiel posible a la complejidad de esa realidad. De modo que la transdisciplina se impone. En la Red GESTCON los especialistas y académicos están convocados a reconocer y revalorizar el conocimiento tradicional en defensa del patrimonio natural, de las culturas autóctonas y de las mejores prácticas de los saberes populares ante el avance sostenido de la ciencia y la tecnología. Ello constituye un reto a la actuación y a las líneas de pensamiento, en ocasiones para ellos mismos y a las políticas de las instituciones donde pertenecen. El rol de los gobernantes resulta ser aparte de relevante, muy comprometido, al estar dotados del poder y la autoridad para la toma de decisiones en la sociedad. Lo local aparece como la manifestación adecuada de la gobernabilidad que lleva a involucrar tanto aspectos socio-económicos como culturales, un territorio con determinados límites es entonces sociedad local cuando es portador de una identidad colectiva expresada en valores y normas interiorizados por sus miembros. Este giro hacia lo local requiere la construcción de escenarios que creen las condiciones necesarias para un nuevo tipo de participación social. Es evidente que esta interpretación puede asumir la consolidación del conocimiento al colocar en las agendas de trabajo de los gobernantes lo relacionado con el conocimiento tradicional. Pero el conocimiento del sistema cultural no es sólo un problema de disponer de datos estadísticas culturales, diagnóstico de infraestructura, estudios económicos, y otros, sino de hacerse de un marco conceptual, estratégico, y ético desde el cual hacer comprensible ese dato y ponerlo en relación con una visión de la política, de la cultura y de la ciudadanía. La política a aplicar por los gobernantes debe sustentarse en intervenciones concientes, intencionadas, formales, racionales y estratégicas establecidas sobre la base de un marco institucional y legal adecuados, mecanismos y procedimientos e interrelaciones requeridas para lograr un uso sostenible, donde se corrijan las fallas, se compensen las carencias y se refuercen las potencialidades. Ejemplos oportunos constituyen la adopción de las dispo21 siciones jurídicas en materia de protección del conocimiento tradicional y la conservación de las áreas costeras y sus recursos naturales como garantía de futuro para la subsistencia de todas las actividades económicas, sociales, culturales y científicas que se desarrollan en este privilegiado espacio, los actores sociales implicados podrán establecer líneas de trabajo encaminadas a la conservación de nuestras costas que garanticen su futuro, para ello el rol de los pobladores, es medular como interlocutor natural, poseedor de un conocimiento de la realidad de cada lugar que todos deseamos transformar para elevar las condiciones de vida, proteger los ecosistemas frágiles, preservar todo lo amenazado por agotamiento o extinción, prohibir las actividades susceptibles a causar deterioro, algo que podrá lograrse compartiendo normas e integrando el conocimiento científico al conocimiento que ellos poseen del entramado social. La integración del conocimiento dentro de las comunidades, teniendo en cuenta su herencia, tradición y convivencia en el entorno específico, así como por su experiencia vivencial y el respeto que les debemos, permitirá explicar y comprender el entorno dónde viven, matizado de sentimientos de pertenencia e identidad. Conclusiones Compartir conocimiento tradicional y científico para una gestión del desarrollo más adecuada, es en la actualidad un reto. Por mucho tiempo la percepción interna y externa de considerar el conocimiento científico lo único válido para ordenar el mundo de la experiencia generó un paradigma que se tradujo en una visión tradicional que permanece. Superar este paradigma solo es posible bajo la integración de actores que interesados en el diálogo de saberes, estén conscientes de su actuación y el rol que deben desempeñar. La apropiación de marcos de interpretación y herramientas metodológicas en la búsqueda del acercamiento entre el conocimiento tradicional y el científico que supere el tratamiento unidisciplinar y sustente lo participativo y transdisciplinar en las redes sociales devenida estructura del desempeño del rol de diferentes actores, es un intento implícito en la misión de la Red GESTCON. 22 Bibliografía Albornoz, M. (2005). Ciencia, Tecnología y Ciudadanía en el Siglo XXI. Segundo Congreso Iberoamericano de Filosofía de la Ciencia y la Tecnología . Coleman, J. (1990). Foundations of Social Theory. Cambridge, MA: Belknap Press. Gairín, A. y. (2006). Modelo sobre competencias del gestor del conocimiento. Educar. Gallardo, H. (1996). Nuevos actores sociales en América Latina. Recuperado el 2008, de América Latina - Info: http://www.heliogallardo-americalatina.info/rev0013a.html Sagan, C. (1995). The Demon-Haunted World: Science as Candle in the Dark. New York: Random House. UNESCO. (2006). Reporte Final y Plan de Acción de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Ciencia, Tecnología e Innovación para un Desarrollo Sostenible. Ciudad Habana: UNESCO. 23 24 Los saberes tradicionales/ populares. Un acercamiento desde el Interaccionismo Simbólico. Yenisei Machado Trelles Introducción Los estudios del conocimiento tradicional, han irrumpido la esfera de la construcción teórica actual, por la importancia que revisten para los individuos y sociedades las cuales establecen sus estructuras y prácticas cotidianas a partir de la dinámica cultural, la historia y la información aprehendida, heredada y sistematizada. El saber tradicional había estado subvalorado como algo propio de individuos comunitarios, lo cual no tenía relevancia alguna para el conocimiento científico. Empero su estudio ha permitido generalizar pautas que posibilitan un adecuado desarrollo y mejora social en los entornos comunitarios. No como única alternativa sino como componente del proceso de interacción que tiene el individuo en la sociedad. Los conocimientos tradicionales ponen en tela de juicio muchas nociones fundamentales de los individuos. Pues en efecto, poseen un rico acervo de conocimientos específicos sobre el entorno natural y social así como una visión propia de la forma en que se deben efectuar las transformaciones y acciones sociales. El interaccionismo simbólico tiene puntos en común con la concepción del conocimiento tradicional desde la forma en que se manifiesta, las herramientas que utiliza para el estudio, la posición del individuo como agente promotor de la actividad, la significación y valor que le proporciona a las cosas el hombre, la observación o estudio del individuo-sociedad desde la concepción de parte y todo, la socialización, los significados, los símbolos 25 etc. Aunque sus principales desventajas radian en representar o exacerbar el individualismo (elementos microsociales) y en ignorar la cuestión relativa a la organización social de la producción, muestra un conocimiento de la comunicación e interacción individual como contraste con el funcionalismo estructural. En ese sentido, en el presente trabajo se pretende identificar las principales ideas del interaccionismo simbólico en función del conocimiento tradicional. Desarrollo Los saberes tradicionales son la base del conocimiento de los individuos, estos parten de los entornos familiares y los contextos locales, la socialización del individuo en círculos cercanos experimenta una dinámica de aprendizaje, acción e interacción muy particular que se objetiviza en la práctica cotidiana. Por conocimientos tradicionales se entiende el conjunto acumulado y dinámico del saber teórico, la experiencia práctica y las representaciones que poseen los pueblos con una larga historia de interacción con su medio natural. La posesión de esos conocimientos, que están estrechamente vinculados al lenguaje, las relaciones sociales, la espiritualidad y la visión del mundo suele ser colectiva (UNESCO, 2006). El conocimiento tradicional no presenta una clara definición, sus conceptualizaciones están sujetas a la actividad experencial, la capacidad y la habilidad del individuo de incorporar nuevos conocimientos sobre la práctica transformándolo según los recursos y prácticas culturales que posea. Sin embargo, las características identificadas por la UNESCO (2006), muestran elementos relevantes que reflejan al individuo como promotor de sus relaciones en su espacio, formas de socialización, las normas y pautas consensuadas, la aprehensión de lo cotidiano, la educación y la cultura. La concepción de Álvarez Licea (2005) corrobora y amplía dicha noción “… conocimiento adquirido a través de la práctica, de la experiencia, no solo del individuo, sino de la comunidad en su conjunto. Esos conocimientos se transmiten de generación en generación para integrarse en la identidad cultural, pero no permanecen estáticos, se modifican, enriquecen o transforman por la práctica individual y social generadora de movimientos, de cambios” (Álvarez, 2005: 28). 26 Los saberes tradicionales son una herramienta vital para el desarrollo social de los individuos. El conectarlo con las teorías sociológicas permite fundamentar y contrastar la validez que tienen para el hombre. El interaccionismo simbólico es una teoría sociológica que se ajusta a la concepción y práctica del conocimiento tradicional. Según Ritzer, este centra tres aspectos fundamentales: 1. El análisis de la interacción entre el actor y el mundo; 2. Una concepción del actor y del mundo como proceso dinámico y no como estructuras estáticas y 3. La enorme importancia asignada a la capacidad del actor de interpretar el mundo social (Ritzer, 2003: 215). Para entender los procesos o manifestación de lo tradicional necesariamente hay que remitirse a estos aspectos, el hombre será sujeto determinante en las relaciones con su entorno, siendo primordial su transformación y sus maneras de aprehender y ejecutar ante la sociedad. La interpretación y los códigos socializados desde la cultura e historia definirán al sujeto social. Es por ello que la comprensión del hombre se vuelve complicada y contradictoria pues cada contexto esta marcado por la acción y práctica cotidiana común. El conocimiento es una construcción social, al menos porque lo que lo constituye como conocimiento es el proceso de aceptación y consenso al que se le somete (Núñez, 2006: 10). El argumento anterior da lugar a una visión del conocimiento que no sólo se basa en destacar sus bases empíricas de la racionalidad sino que construye todo un sistema de ideas sistematizadas a través de la práctica social, e intervenida por el entendimiento colectivo. La producción de conocimiento tradicional es histórica, parte de la comunicación y la relación que se establece entre los individuos, de tal forma la cultura del conocimiento es heredada. El conocimiento científico es el proceso donde transcurren varias fases para el logro de generalizaciones, leyes o principios, racionalizados desde la información colectiva, la actividad práctica y cotidianidad de los individuos. En ambos procesos cognitivos se refleja la interacción social y la práctica como unidades donde se canaliza y regula el contexto social. El conocimiento tradicional presenta diversos elementos que se conectan con las teorías que influyeron en la concepción del interaccionismo simbólico: el pragmatismo, el conductismo radical, entre otras. Para los pragmáticos la verdadera realidad no existe “fuera” del mundo real; se crea activamente a medida que actuamos dentro y hacia el mundo, en 27 segundo lugar las personas recuerdan y basan su conocimiento del mundo sobre lo que se ha demostrado útil para ellas, suelen alterar lo que ya no funciona, y en tercer lugar, las personas definen los objetos físicos y sociales con los que tiene relación en el mundo de acuerdo con su utilidad para ellas (Ritzer, 2003: 215). El conocimiento asume dichas formas de interacción social, este se crea de la dinámica contextual de una organización o grupo social, su conformación deviene en una constante selección de información útil y relevante para los sujetos y sus definiciones estarán supeditadas a los resultados y productos que puedan obtener estos. La perspectiva nominalista del pragmatismo concibe a los individuos como actores existencialmente libres que aceptan, rechazan, modifican o en cualquier caso “definen” las normas, los roles, las creencias etc., de la comunidad de acuerdo con sus intereses personales y planes del momento (Ritzer, 2003: 215). El saber tradicional tiene en esta concepción una manera de conocer y transmitir particular en consonancia con los deseos y proyecciones del individuo, pues la asimilación y desarrollo de este necesariamente es regulado por lo experencial, el beneficio y los recursos. La perspectiva realista plantea por su parte, que los actores no son libres, sus cogniciones y conductas están controladas por el conjunto de la comunidad (Ritzer, 2003: 215). Desde esta concepción, para el conocimiento la comunidad es fuente de consenso y sistematización, por ello no se asume como una contradicción insuperable sino como complemento. En el conocimiento tradicional el individuo es el principal agente de promoción, transmisión, y aprehensión de la realidad. Es por ello la conexión existente con la perspectiva nominalista del interaccionismo simbólico. Por su parte, el interaccionismo psíquico sostiene que los significados de los símbolos no son universales y objetivos; sino individuales y subjetivos en el sentido de que es el receptor el que los “asigna” a los símbolos de acuerdo con el modo en que los interpreta (Ritzer, 2003: 216). Sin embargo esta concepción adolece del aspecto consensuado por la que es atravesada cualquier proyección humana. Para un individuo los instrumentos de trabajo utilizados históricamente pueden tener valores incorporados (significados) desde lo cultural o costumbrista, pero necesariamente para mantenerse o ser tradicional requiere de aceptación, diálogo, transmisión desde el grupo, 28 siempre en relación con la necesidad y recursos materiales disponibles, pues sino pierde el valor utilitario y cultural. Del conductismo radical, es importante señalar el estudio del “acto”, el que comprende tantos aspectos encubiertos como aspectos descubiertos de la acción humana. Dentro del acto, la totalidad de las diferentes categorías de las psicológicas ortodoxas tradicionales encuentran lugar. La atención, la percepción, la imaginación, el razonamiento, la emoción etc., son consideradas como parte del acto “… el acto, pues engloba todos los procesos implicados en la actividad humana” (Ritzer, 2003: 216). Este será una vía útil para identificar los procesos cognitivos tradicionales del hombre, que esencialmente individual delimita aspectos que matizan y atraviesan los saberes del hombre. Los símbolos significantes también hacen posible la interacción simbólica. Es decir las personas interactúan con otras no sólo con los gestos, sino también con los símbolos significantes (lenguaje). Esto, por supuesto, marca una diferencia y hace posible el desarrollo de pautas y formas de interacción mucho más compleja de organización social que las que le permitirían los gestos (Ritzer, 2003: 226). La significación que adquiere un hecho o símbolo está en comprender la vigencia del pasado en el presente, no como simple transmutación, sino como conservación de los aspectos más significativos que se manifiestan, convertido de hecho en sistema de valores que expresan la conciencia colectiva que permea la esencia de una práctica. Por tanto, las prácticas socioculturales se diferencian unas de otras no solo por el contexto y las condiciones en que se desarrollan, sino por los valores asociados que la tipifican (Quiñones, 2006). Los principios básicos del interaccionismo simbólico se resumen en: 1. A diferencia de los animales inferiores, los seres humanos están dotados de capacidad de pensamiento. 2. La capacidad de pensamiento esta modelada por la interacción social. 3. En la interacción social las personas aprenden los significados y los símbolos que usan en la acción y la interacción sobre la base de su interpretación de la situación. 4. Los significados y los símbolos permiten a las personas interactuar de una manera distintivamente humana. 29 5. Las personas son capaces de modificar o alterar los significados y los símbolos que usan en la acción y la interacción sobre la base de su interpretación de la situación. 6. Las personas son capaces de introducir esas modificaciones y alteraciones debidas, en parte, a su capacidad de interactuar consigo mismas, lo que les permite examinar los posibles cursos de acción, y valorar sus ventajas y desventajas relativas para luego elegir una. 7. Las pautas entretejidas de acción e interacción constituyen los grupos y las sociedades (Ritzer, 2003: 237). El saber tradicional recurre a dichos principios ajustándolos a la dinámica e interés del individuo. La descomposición de sus indicadores hacen referencia a diversas aristas e información experencial con las cuales el sujeto interactúa y personaliza (cultura, significados, valores, costumbres, lenguaje, organización, relaciones, experiencia, prácticas socioculturales, representaciones), desde ellas el individuo expresa determinada forma o modos de comportamiento que los sistematiza en el contexto social y prácticas cotidianas. Estos elementos se convierten en herramientas utilitarias para interactuar con el presente. La capacidad de pensamiento sostiene que los individuos en la sociedad humana no son considerados como unidades motivadas por fuerzas externas o internas que escapan a su control o situados dentro de los confines de una estructura más o menos establecida. Antes bien, son vistos como unidades reflexivas o interactivas que componen la entidad nacional (Ritzer, 2003: 238). Esta manera de ver al individuo permite darle mayor importancia al sujeto, a sus concepciones y por consiguiente a sus prácticas socioculturales. La capacidad de pensamiento prioriza en el individuo otras formas de expresión, lo convierte en diseñador de sus actos. Es evidente que sin la interacción de los actores sociales dicha capacidad no se sistematizara y reprodujera, pues es en la relación donde el hombre comparte, establece códigos, y se nutre de conocimientos populares y científicos. Los interaccionistas simbólicos se centran en una forma específica de interacción: la socialización que para los saberes humanos dicho fenómeno 30 constituye la base de lo aprehendido y consensuado. La capacidad humana de pensar se desarrolla en el proceso de socialización de la primera infancia y se va refinando durante la socialización adulta (Ritzer, 2003: 238). Refinado indica el proceso de asimilación y desasimilación en que el individuo se encuentra cuando interactúa con los demás miembros de la sociedad. Para el interaccionismo simbólico, la socialización es un proceso dinámico que permite a las personas desarrollar la capacidad de pensar de una manera distintivamente humana, no constituye un proceso unidireccional en que el actor recibe información, se trata de un proceso dinámico en el que el actor da forma y adapta la información a sus propias necesidades (Ritzer, 2003: 239). El interaccionismo simbólico se ha mantenido en esta dirección “…la preocupación central no reside en el modo en que las personas crean mentalmente los significados y los símbolos, sino en el modo en el que los aprenden durante la interacción en general y la socialización en particular” (Ritzer, 2003: 240). Los símbolos permiten a las personas relacionarse con el mundo social y material permitiéndoles nombrar, clasificar y recordar los objetos que encuentran en él. En este sentido, las personas pueden ordenar un mundo que, de otro modo, sería confuso. El lenguaje permite a las personas nombrar, categorizar y fundamentalmente, recordar con mayor eficacia de lo que harían mediante otros tipos de símbolos, dichos elementos para el saber popular 1 son básicos puestos que permiten un reconocimiento de los códigos, la forma de socializarlo y trasmitirlo a través del lenguaje del grupo. Así por ejemplo, el campesinado tiene sus propias formas y códigos de trabajar la tierra ya sea por los escasos recursos naturales o económicos, factores culturales 1 Álvarez Licea define detalladamente el “saber” que para la investigación constituye una herramienta conceptual de valor y sistematización…Mezcla de tradición y evolución de conocimientos adquiridos en la practica individual y social y en la relación con el entorno, saberes que la escolaridad no elimina o desvaloriza, más bien complementa y enriquece porque no hay oposición entre la modernidad y la sabiduría acumulada. El saber no es estático, es activo se construye y reconstruye en un continuo proceso de aprendizaje, de recepción y emisión que se manifiesta en el plano de las practicas indivi duales socializadas, mediante la comunicación el intercambio y la interrelaci ón colectiva (2005). 31 e históricamente heredados o alternativas innovativas, cualquiera de ellos ha formulado una manera de hacer intervenido por las prácticas individuales y colectivas. Los símbolos también incrementan la capacidad de las personas para percibir su entorno, el actor puede percibir ciertas partes del entorno mejor que otras, aumentan la capacidad de pensamiento (lenguaje), ensanchan la capacidad para resolver diversos problemas, valorar diversas acciones alternativas antes de elegir una de ellas, reduciendo la capacidad para cometer errores. Permite a los actores transcender en el tiempo, el espacio y evita que estos sean esclavos de su entorno, en lugar de ser personas pasivas se convierten en agentes activos, capaces de dirigir sus acciones. Todo ello muestra un proceso del cual se nutre el sistema de conocimiento de los individuos que a través de las interacciones sociales no queda establecido de una vez por todas, sino que será abierto y sometido al continuo reconocimiento por parte de los miembros de la comunidad. La acción e interacción se convierten en el interés fundamental de los interaccionistas simbólicos, dicha noción se sitúa en la influencia de los significados y los símbolos sobre la acción y la interacción humana. En el proceso de la interacción social las personas comunican simbólicamente a otra u otras implicadas en dicho proceso. Los demás interpretan esos símbolos y orientan su respuesta en función de su interpretación de la situación. En otras palabras, en la interacción social los actores emprenden un proceso de influencia humana (Ritzer, 2003: 241). Es este proceso, una de las herramientas que utilizan los saberes tradicionales para enseñar y afianzar sus nociones. La conducta encubierta, que se expresa en símbolos y significados, y la conducta abierta real del actor, reflejan concepciones marcadamente psicológicas sin embargo en el discurso de lo individual son utensilios para el reconocimiento de actitudes, valores u opiniones, pues en la mayoría de las acciones humanas intervienen ambos tipos de conducta. La elección, otro elemento a considerar; forma parte también del discurso del interaccionismo simbólico. Para los saberes populares, la elección es un objetivo fundamental, pues simboliza la capacidad de asimilar y determinar valores productivos o agregados que posibiliten mayores alternativas y soluciones de acuerdo a las condiciones naturales y relaciones grupales. La gente no necesita aceptar obligatoriamente los significados y los símbolos 32 que les vienen impuestos desde fuera. A partir de su interpretación de la situación según Manis y Meltzer los humanos son capaces de formar nuevos significados y nuevas líneas de significados (Ritzer, 2003: 242). El interaccionista atribuye cierta autonomía a los actores. Estos no están constreñidos o determinados, sino que son capaces de hacer elecciones independientes y particulares. Además son capaces de desarrollar una vida singular y un estilo propio. Optar, modificar, e intervenir constituyen variables de suma importancia para el desarrollo del individuo, potencia la participación, la administración y las decisiones. Herbert Blumer, presenta como premisas del interaccionismo simbólico varios aspectos que se han venido abordando en el discurso del trabajo, y que reunifican y concentran los factores relevantes que intervienen en la conceptualización del mismo, permitiendo una mayor objetividad y selección de las problemáticas que estudia. 1. Las personas actúan sobre los objetos de su mundo e interactúan con otras personas a partir de los significados que los objetos y las personas tienen para ellas, es decir, a partir de los símbolos. El símbolo permite, además, trascender el ámbito del estímulo sensorial y de lo inmediato, ampliar la percepción del entorno, incrementar la capacidad de resolución de problemas y facilitar la imaginación y la fantasía. 2. Los significados son producto de la interacción social, principalmente la comunicación, que se convierte en esencial, tanto en la constitución del individuo como en (y debido a) la producción social de sentido. El signo es el objeto material que desencadena el significado, y el significado, el indicador social que interviene en la construcción de la conducta. 3. Las personas seleccionan, organizan, reproducen y transforman los significados en los procesos interpretativos en función de sus expectativas y propósitos (Blumer, 2008). La preocupación central del interaccionismo simbólico son las interrelaciones entre el pensamiento y la acción del individuo, interés que le confirió una perspectiva distinta sobre las grandes estructuras de la sociedad. Asumir dicha premisa sitúa al investigador ante determinada lógica de pensamiento que lejos de entorpecer el camino de la investigación la complementa, con diversas nociones de lo social. La problemática de los saberes tradicionales 33 no se debe orientar hacia una sola arista, ni asumir una sola perspectiva, la integración de varias teorías mezclará de forma adecuada el conocimiento, produciéndose niveles mayores de análisis e interpretación del fenómeno en el contexto social, interacciones y redes grupales. Consideraciones Finales • Los conocimientos populares/tradicionales forman parte del acervo cultural de los actores comunitarios e intervienen en los procesos del individuo y la colectividad social como agente dinamizadores del desarrollo social, económico y cultural. • Desde la concepción del interaccionismo simbólico se evidencia la importancia que poseen los saberes populares, como núcleo primario de interacción y socialización del conocimiento. • Las interacciones, los símbolos, la socialización, lo social como principio, la práctica, la capacidad de pensamiento, la concepción del hombre como elemento dinámico y no como estructuras estáticas valorizan los supuestos del interaccionismo simbólico, convirtiéndose en una herramienta complementaria desde lo teórico y metodológico en la identificación y resolución de problemáticas sociales. • Aunque el interaccionismo simbólico presenta elementos confusos e imprecisos desde sus categorías, (individualismo, maximización de los proceso de la conducta, ignora la organización social de la producción, enfatiza en el momento activo de la persona (el yo) evadiendo así la cuestión relativa a la existencia de un sistema normativo de interacción social, etc.) su interrelación con demás formas de conocimiento pueden ser un complemento válido para entender comportamientos y valoraciones de los individuos. • El interaccionismo simbólico tiene como principales debilidades, la escasa atención a las emociones humanas y la despreocupación por las estructuras sociales elementos que demuestran que no es suficientemente psicológica, ni suficientemente sociológica, sin embargo su estudio se ha concentrado en los significados, los símbolos, la acción y la interacción elementos funcionales para el saber tradicional. 34 Bibliografía Blumer, H. (s.f.). Interaccionismo Simbólico. Recuperado el 2008, de Enciplopedia: http:// es.wikipedia.org/wiki/Interaccionismo_simb%C3%B3lico Licea Álvarez, D. M. (2005). La Ecología en la Cultura Campesina. Revista Temas - Cultura, Ideología y Sociedad, Número 44 , 28. Núñez Jover, J. (2006). La Ciencia y la Tecnología como procesos sociales. La industria científica se transforma. Ciudad de la Habana, Cuba: Material digitalizado. Quiñones Silva, S., & Soler Merchán, D. (2006). La festividad “Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua”. Tesis en opción al título de Licenciado en Estudios Socioculturales . Cienfuegos, Cuba: Universidad de Cienfuegos. Ritzer, G. (2003). Teoría Sociológica Contemporánea. Ciudad de la Habana: Editorial Félix Varela. UNESCO. (2006). Conocimientos tradicionales. Recuperado el 2008, de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Oficina de Información Pública: http://www.unesco.org/links Valdés Estrella, M., & Toledo García, J. A. (2000). Una aproximación al tema de la participación política. En C. d. autores, Teoría Sociopolítica. Selección de Temas. Ciudad de la Habana: Editorial Félix Varela. 35 36 Rescate de la memoria histórica del Parque Nacional Natural Tayrona (Santa Marta. Colombia)1 Fabio Silva Vallejo y Deybis Carrasquilla Introducción La idea de preservar áreas de gran riqueza biológica y grandes escenarios naturales, combinado con el acelerado deterioro del planeta, producto de la contaminación, principalmente de los países desarrollados, despertó el interés entre estos mismos por crear zonas dedicadas a la preservación del medio ambiente, buscando la recuperación del planeta o de por lo menos disminuir la acelerada contaminación. Años después, la articulación de Colombia a políticas globales de conservación del medio ambiente, generó que en el país se iniciaran acciones con las llamadas “zonas forestales protectoras” (Ley 2 de 1959) y posteriormente Parques Nacionales Naturales. Pero ¿qué ha sucedido en los escenarios locales específicos que han sido declarados como tal? Una de las primeras áreas a ser declaradas fue la que actualmente constituye el Parque Nacional Natural Tayrona. Es una superficie de 15.000 has, de las cuales 3.000 son marinas, posee una gran variedad de especies endémicas y ecosistemas marinos y lacustres únicos en el mundo, debido a la posición única de este territorio en el planeta tierra: su ubicación entre el Mar Caribe y la montaña litoral más alta del mundo, la Sierra Nevada de Santa Marta, es por eso que ensenadas como Cinto, Chengue y Cañaveral son contenedoras 1 Ensayo presentado por los antropólogos Deybis Carrasquilla y Fabio Silva Vallejo como resumen del proyecto de investigación: RESCATE DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE PERSONAL QUE HA TRABAJADO EN LA TERRITORIAL CARIBE. Financiado por La Unidad de Parques Naturales de Colombia y la Universidad del Magdalena. 37 de una riqueza invaluable, aquellas formas de vida que habitan donde las aguas caribes se encuentran con los últimas huellas rocosas de la Sierra. El Parque Nacional Natural Tayrona queda ubicado al norte de Colombia, dentro de las inmediaciones de la ciudad de Santa Marta, donde la Sierra Nevada –en su cara norte- se encuentra con el mar Caribe. Limita en la parte occidental en la desembocadura del río Piedras y en la oriental con La Aguja, cerca al corregimiento de Taganga. Con la creación el Parque Nacional Natural Tayrona y otros más, se instauró en esta parte del continente la idea de la preservación de los ecosistemas. Con ello se hace necesaria la creación de entidades encargadas del manejo de estas zonas con fines de preservación. En este sentido, el Estado colombiano crea la Corporación Valle del Magdalena y el Sinú (C. V. M), el INDERENA y la UAESPNN, instituciones que en su tiempo de existencia han encargado del manejo de los Parques Tayrona y Sierra Nevada para el caso de Santa Marta. A partir de aquí las zonas protegidas del país han venido enfrentando diversas problemáticas relacionadas con el saneamiento de las tierras, su privatización, actores institucionales, la explotación de los recursos naturales y la lucha por el territorio. En base a estas problemáticas, en la primera conferencia mundial de parques nacionales, se acordaron normas y leyes para la administración de las zonas de preservación, en la cuales el tema central era el problema de la ocupación y explotación de las zonas protegidas (Amend, 1998). Sin embargo, la no explotación de los recursos naturales en estas zonas como lo explicaban las declaratorias, se negaba en la práctica, pues dentro de las áreas protegidas, se encontraban asentamientos humanos. A partir de esto surge la idea de introducir “el principio de zonificación”, para poder incluir en la lista de áreas protegidas a grandes extensiones de ecosistemas, que abarcaban zonas pobladas, en las cuales se hacía uso de sus recursos naturales. Así fue como en la XI asamblea general de UICN se acordó la zonificación en las áreas de los parques nacionales para establecer cuales eran las actividades permitidas o prohibidas en cada una de estas zonas de los parques, aceptando con esto la intervención de grupos humanos en ciertos escenarios de las áreas protegidas y donde se explotaran de manera controlada los recursos naturales que en ella existían (Amend, 1998). 38 Bajo este contexto, en cada uno de los parques de Colombia, se opta por desarrollar sus propios planes de manejo y de preservación de las zonas, teniendo como referentes inmediatos las líneas de acción, leyes o principios con los que se había venido trabajando a nivel internacional, pero atendiendo a las características particulares de cada parque. En el caso del Tayrona, durante el proceso de diseño de estos planes, sus problemáticas, debates y reflexiones, pero sobre todo por la necesidad de conocer los procesos desarrollados en él, surge la necesidad por parte de la UAESPNN de iniciar un proceso de rescate de la memoria histórica del Parque Natural Nacional Tayrona, con el fin de colmar los vacíos de información existentes, en cuanto a los manejos y administración de las áreas protegidas, es decir, para el conocimiento amplio de lo que ha venido sucediendo, desde el momento de su creación. Este proceso, se realizó inicialmente con la recopilación del conocimiento que tienen los funcionarios que trabajan o han trabajado en el Parque, acerca de él y de los diferentes manejos que se han llevado a cabo en estas áreas, es decir, de sus experiencias laborales. Además se complementó con el estudio de los proyectos realizados y del conocimiento que de la zona han construido durante su trabajo los funcionarios y que ahora reposan en algunos textos en los archivos de la oficina. No obstante, durante el proceso de la investigación fue inevitable darse cuenta de la importancia de rescatar también, casi de la misma manera y bajo el mismo interés, la visión de las personas que han habitado el Parque (pescadores, campesinos) y que de una u otra manera han sido protagonistas o espectadores de los procesos históricos desarrollados en esta área. De esta manera se consideró importante el contraste de dos visiones, para que además de que confrontaran diferentes versiones y contribuyeran en la construcción de la historia, se constituyeran también en gran parte, como instrumentos de medida (a través de sus conceptos o visiones) para la evaluación de las actividades desarrolladas en el Parque, cuyo fin ha sido el de preservar sus escenarios naturales, evitar la pérdida del patrimonio cultural, y dar a conocer a los colombianos y extranjeros las bellezas y diversos ecosistemas, formas de vida marina y terrestre. Analizando los procesos históricos del Parque Nacional Natural Tayrona, es fácil notar que a lo largo de la historia se ha venido desarrollando procesos 39 de ocupación y apropiación de terrenos. Inicialmente, durante la época prehispánica, alrededor del siglo XIV, con el desplazamiento de algunos grupos indígenas de la región, debido a la sequía de sus tierras, estableciéndose en zonas que le permitían mejor estabilidad alimentaría, construyendo a su vez caminos y sistemas de drenaje para adaptarse al medio. Con la llegada de los españoles, la conquista y dominación de estos territorios y sus pobladores 1501 - 1539 (Restrepo, 1975) los indígenas son desplazados de estas áreas, para dar paso a la importante economía española. Luego de la apropiación de estos escenarios por parte de los conquistadores, vuelve haber una apropiación de estos terrenos, esta vez relativamente reciente, a mediados del siglo XX. Tanto gobernadores como presidentes se apoderaron de diversas áreas. A mediados de los 50 hay una reapropiación mucho más informal, por parte de migrantes provenientes del interior del país que huían de la violencia de los cincuentas generada tras la muerte de Gaitán. En la década posterior, esta región fue vista como la base del desarrollo de aquellos lugares lejanos. Con esta expectativa se construye la Troncal del Caribe y junto a su construcción, aumenta la llegada de campesinos de diferentes partes del país desplazados por problemas de orden social, también se desplazaron gentes pertenecientes a Santa Marta, Bonda y Taganga. Estos emigrantes se asentaron en zonas que actualmente conforman el ya mencionado Parque Tayrona, donde construyeron casas y tenían pequeños cultivos de pan coger. A mediados de los 60 y 70 con la creación del Parque Nacional Natural Tayrona en el año de 1964 y redefinido en 1969 se comienza a trazar una expropiación por parte de la C.V.M y el INCORA inicialmente, y el INDERENA posteriormente, a todas esas personas que en un tiempo se establecieron en este lugar, dando paso a conflictos entre aquellos grupos humanos quienes habían establecido ya sus formas de vida de acuerdo a las nuevas circunstancias. No obstante lo anterior, el desalojo no fue completo, incluso, tiempo después de ser desalojados muchas personas regresaron a las tierras para seguir cultivando en ellas conociendo el acuerdo realizado con el Estado. Estas instituciones del Estado, al lado de la UAESPNN, son de gran importancia en el momento de describir los procesos históricos del Parque, ya que ellas (incluyendo los funcionarios), al lado de los habitantes de estos territorios, son los principales protagonistas del desarrollo histórico del Par40 que, en el sentido que históricamente han sido los actores estables que han interactuado constantemente con las formas más complejas de la naturaleza y por lo tanto han causado un impacto sobre un área natural importante, declarada como reserva nacional. Historia del territorio Antecedentes Prehispánicos La denominación de esta área protegida como Parque Tayrona, plantea una conexión de esta zona en algún momento de la historia, con grupos indígenas que la poblaron en tiempos prehispánicos. El exterminio y desplazamiento de las tribus que en tiempos prehispánicos habitaban los territorios que actualmente comprenden el Parque Tayrona, contribuyó a que estas tierras permanecieran sin ser habitadas hasta aproximadamente los años 50s, en un período de más de tres siglos. Muchas extensiones de tierra fueron históricamente heredadas entre las familias que conservaron sus títulos declarados por cédula real, habiendo sido recibidos por favores, compra o actividades realizadas a favor de la corona española, otras por el contrario fueron tierras vírgenes o baldías hasta el nuevo poblamiento de mediados de siglo. Los procesos de poblamiento de los territorios que actualmente constituyen el Parque Tayrona se desarrollaron de manera similar a toda la vertiente norte de la Sierra Nevada de Santa Marta. En algunas ocasiones con algunas diferencias, pero definitivamente articuladas como lo muestran Arenas (2003) y Molano (1988) a los procesos históricos generados en esta zona, a la región Caribe y a Colombia. En este sentido, la historia del Parque muestra como las actividades previas a su creación, se encontraban articulados a las dinámicas económicas y políticas del país. Por un lado en pro del desarrollo, pero también del contexto violento que se daba en Colombia por ese entonces, hecho que incentivó a que muchas personas del interior del país se asentaran en los terrenos del Parque. A partir de la declaración como área protegida, los procesos de habitación del Parque se vieron alterados, generando transformaciones en las dinámicas que hasta ese entonces se habían tejido. 41 A finales de los 50s y principios 60s se inicia el proceso de ocupación y poblamiento de los terrenos que actualmente corresponden al Parque Nacional Natural Tayrona y de sus alrededores. Este proceso se dio a partir de complejos procesos de ocupación del territorio. Personas del interior del país, principalmente de los departamentos de Cundinamarca, Tolima, Antioquia, Santander, que huían de los conflictos de orden social y político que se desarrollaban en ese entonces en el país, llegan a Santa Marta atraídos por rumores de que en los alrededores de la ciudad existen tierras vírgenes y baldías donde se podía trabajar. “Yo recuerdo que se regó la bola. Yo soy del Tolima y por allá llegaba la ola de que en Santa Marta había muchas tierras vírgenes, donde nadie interfería para trabajar. Entonces comenzaron a llegar gentes, entre esas, la camada de mis padres, mis abuelos y mis tíos. Entonces empezamos a trabajar las tierras, pero en aquel entonces nadie se apropiaba de que esto era mío. Nosotros entrábamos de una finca a otra y libremente cogíamos guayabas, aguacates, plátanos. Lo mismo el vecino era venir y nadie le decía nada. Y había mucha comida, había mucha pesca” (Entrevista, Rodríguez, 2006). “La mayoría de las personas llegaban al mercado público de Santa Marta donde esperaban encontrarse con algún familiar, conocido o amigo que los pudiera guiar en la búsqueda de aquellas tierras baldías. Al llegar, iniciaban delimitando los terrenos, labraban la tierra, aunque sin ningún titulo de propiedad ni escritura que los respaldara. Poco a poco se fue poblando esta zona y así la primera vereda llamada “La Revuelta” (Entrevista, Rodríguez, 2006). Esta vereda se fundó en manos de varios representantes de los campesinos, como la señora Ana Fuentes, y formaron la primera junta de acción comunal. Las veredas que existen en la actualidad son el resultado de esos procesos de poblamiento de los territorios del Parque y sus alrededores. Entre ellas se destacan Las veredas Palangana, Cacahualito, México, Las Tinajas, La Estrella, Aguas Frías, Calabazo. Las personas que llegaron, se articularon a actividades que ya conocían, como la tala de árboles, el cultivo y la pesca. Aprovechando el rico cause de los ríos, quebradas, y la riqueza del mar, se abastecían de pescados de 42 gran tamaño como lisa, coroncoro, guabino y la mojarra. En el mar se podían pescar jurel, y pargo. Se podían cazar pavas, mico, ñeque, guartinaja. También se cultivaba yuca, plátano, y cilantro, luego de esto también se criaron gallinas y con el tiempo el ganado. Con el proyecto de la construcción de la gran obra de infraestructura la “Troncal del Caribe” se dio una nueva ola de migración de personas del interior del país hacia esta zona. Eran en su gran mayoría campesinos que huían de los problemas de orden social que para esa época azotaba sus regiones, masacres, amenazas y una serie de circunstancias que llevaron a esas personas a abandonar sus hogares, para terminar habitando los terrenos del parque. Entre los ocupantes propietarios de terrenos, estaban grandes políticos y representantes del gobierno, como lo fue en la década de los 50 Virgilio Barco Vargas quien construyó casa de descanso en esta zona. [...] “En la década del 50 se destaca Virgilio Barco Vargas quien toma posesión de los bosques y tierras del litoral y piedemonte serrano al este del río Don Diego, los mismos hermanos Laserna el sector al oeste del río, Emilio Urrea (ex alcalde de Bogotá) al este del río Guachaca, el estadounidense William Flay la zona litoral al oeste del mismo río, los hermanos Crofts el área litoral al este del río Buritaca y finalmente el mismo Rojas Pinilla se asienta por estas tierras. El Presidente del golpe de opinión, toma posesión de 16.200 has entre el río Cañas y el Jeréz en el sector de Dibulla y hasta el sector de Camarones y Tigrera, ya en inmediaciones de Riohacha; y desde el mar también, pasando la carretera en tierra hacia arriba hasta donde llegue el ojo en la Nevada” (Arenas, 2003) Pero sin la construcción de la troncal el tránsito se hacía difícil por esta zona. Por lo que había que realizar una larga travesía entre montes y trochas. Virgilio Barco decide entonces construir una pista de aterrizaje dentro de sus predios, que permitiera solucionar el problema de la comunicación entre esta zona y las diferentes partes del país. Con la construcción de la pista de aterrizaje se da paso a la tala de árboles que fueron llevados y vendidos en otras regiones. Aunque este comercio no superaba los altos porcentajes de madera que se comercializaron en la época de la conquista. 43 El desmonte de los bosques, también está asociado por la gran ola de emigrantes del interior del país que para construir sus viviendas y llevar a cabo sus cultivos, desmontaron grandes zonas de selva, en la que se encontraron terrazas y piezas de oro y de cerámica de gran valor arqueológico. Con esto se dio paso a la guaquearía, que vendría a formar parte de la economía del sector o a una de las principales actividades para la consecución de los recursos. Aunque no fue el único producto de la región, en esta época la producción del banano se incrementó, dejando resultados económicos gratificantes. Es así como a finales de los años 50, campesinos del interior del país que huían a los problemas de orden político y social, como personas de Santa Marta, Taganga, Mamatoco, Bonda y La Guajira en su gran mayoría poblaron en gran medida esta región, atraídos por la existencia de grandes extensiones de tierras baldías y vírgenes, que además escondían una serie de riquezas que empezaban a llamar la atención de muchos. A mediados de los 60, el poblamiento de estos territorios toma dos rumbos que marcarían la configuración sociocultural de dos sectores del Parque. Los campesinos provenientes del interior del país, se ubicaron en lo que actualmente corresponde al sector de Cañaveral - Arrecifes, caracterizado por las actividades de cultivos de pan coger, entre los que se resaltan el plátano, coco, maíz, yuca y otros. Por el otro, el amplio sector de Neguanje y Bahía Concha, que fueron zonas pobladas por personas provenientes de áreas cercanas a Santa Marta, como Bonda y Taganga, donde se realizaba con mayor proporción la pesca y la ganadería. En pleno proceso de poblamiento, en 1959, durante el gobierno de Lleras Camargo, se crean las áreas de Reservas Forestales Protectoras mediante la ley 2ª y bajo el marco de esa misma Ley se declara como tal a la Sierra Nevada de Santa Marta, reglamentada por el Decreto 111 de 1959, con una extensión de 8.450 Km2. En ella quedan incluidos las áreas nevadas de la Sierra y sus zonas circundantes, e incluso todo el litoral norte entre Dibulla por el este y el sector de Palmarito por el oeste al interior del actual PNN Tayrona. Un poco más tarde, a mediados de los 60, el gobierno de Lleras Camargo acoge el programa Currie (Arenas, 2003), en el que se señalaba poco de44 sarrollo de la región, y que para lograr un desarrollo de la misma se planeó un programa de explotación de pesca, bosques, petróleo, y demás recursos minerales, al igual que infraestructura vial y ferroviaria. Bajo este mismo programa se crea La C.V.M (Corporación Autónoma Regional de los Valles del Magdalena y del Sinú). Mediante el decreto 1710 de 1960 quien iba a ser responsable del desarrollo económico de la región, la conservación y mantenimiento de los recursos naturales. Con la aparición de la C.V.M se presentó un hostigamiento a los campesinos que ya tenían tiempo de estar asentados, por parte de los guardias de la corporación, por tal motivo se creó una junta campesina para exigirle al Ministerio de Agricultura y a la C.V.M. el pago de sus mejoras, logrando llegar a un acuerdo con algunos funcionarios del gobierno quienes se comprometieron a solucionarles el problema, aunque lo único que se vio fue el cobro de impuestos por parte de los guardia de la C.V.M a aquellos que sacaran pieles y madera de la reserva. Paralelo a esto, en todo el territorio se incrementa la llegada de inmigrantes que se asientan en el cinturón cafetero donde desmontan grandes extensiones de selvas para construir sus viviendas sobre las terrazas Tayronas, y con esto la guaquería comienza nuevamente a surgir y dominar el piedemonte del litoral. Para el año de 1965 se intensifica aun más el poblamiento de esta región, hay extensiones de cultivo de marihuana, (Arenas, 2003) el contrabando de vacunos con Venezuela, y nuevamente surge la explotación de los bosques: [...] “Entre 1962 y 1965 es particularmente intensa la penetración de colonos en la vertiente norte de la Nevada al oriente del río Guachaca. Por estos años la carretera en tierra y sin puentes llegaba hasta el río Buritaca, pero dejando prácticamente abierto el frente norte de la Nevada para la colonización. Es ahora de nuevo común la tala y explotación de bosques secos y húmedos en las serranías de La Aguacatera, Lomas de Buritaca, del Frayle, Don Diego y Maroma, como también al oriente del río Palomino hasta Riohacha. Colonos extranjeros como los alemanes Claus y Uve se ubican en las bocanas de los ríos Guachaca, Buritaca y Don Diego. Tanto estos como William Flay, remueven bosques 45 de manglar y galería, y abren más fincas con siembras de coco y frutales. Tanto la caza de chigüiros y caimanes, como el pescado es abundante, la guaquería sobre los asientos prehispánicos que se descubren por doquier hace de ella una gran empresa. Intermediarios y comerciantes norteamericanos y europeos vienen a comprar piezas arqueológicas en el mismo litoral.” (Arenas, 2003). En 1960 y 1963 se incrementa el turismo venezolano hacia Santa Marta y es cuando Rojas Pinilla acompañado de otros propietarios de la zona piden a la C.V.M y al Ministerio de Obras Públicas, bajo la administración de Guillermo León Valencia que se construya la Troncal del Caribe, pero la construcción de esta solo se llevó a cabo con el gobierno de Lleras Restrepo, en 1967. Al rededor de 1968, sin haberse terminado la construcción de la carretera Troncal del Caribe, en Guachaca se establecieron numerosas familias que no contaban con tierras, puesto que para ese momento solo se podía tener acceso a ellas mediante la compra. Por tal motivo estas familias invadieron haciendas cercanas, en especial la hacienda de Emilio Urrea (Molano,). En varias oportunidades las familias fueron agredidas por policías pero con el tiempo volvían a invadir. Para esta época se inicia la construcción de un gran complejo hotelero “Caribe Inn” en sociedad con una compañía norteamericana y algunos propietarios de la zona. El gran centro turístico estaría ubicado entre las bocas del río Buritaca y la quebrada La Maria y contaba con un área de 1.500 has y diversos servicios turísticos. Pero la obra fue parada por dificultades financieras, después de un tiempo este complejo turístico era muy codiciado, sus construcciones sirvieron para el tráfico de marimba proveniente de la Sierra. Al rededor del 69, el “Caribe Inn” estaba completamente abandonado y con grandes maquinarias destruidas. En ese mismo año alrededor de 150 familias invadieron estos predios organizados por un “comité de pro-invasión”: “Primero entraron por el río Buritaca hasta el río Viejo, las familias invasoras venían de diferentes sitios de la carretera, desde palomino hasta Guachaca. En pocos días ya tenían ranchos, habían rozado la enmontada finca, que según ellos era “pura caleta de marimba”. Sembraron plátano, coco y yuca” (Molano, ????). 46 Luego de un tiempo llegaron los dueños de los predios y con el ejercito quemaron ranchos, hasta desalojar la finca, pero al cabo de un tiempo, alrededor de 200 familias volvieron a invadir, pero esta vez invadieron todo el predio, y cada familia le correspondió 3 hectáreas de tierras, aunque la fuerza publica llegó hasta el lugar para desalojarlos, las familias se le enfrentaron haciendo imposible su salida de estas tierras. Aunque este no fue el único intento de desalojo que enfrentaron estas familias, en el último intento las familias amenazaron con hacer una caminata hasta Santa Marta y quemar los carros de los funcionarios. Para la década de los 70s la bonanza marimbera se constituyó como el fenómeno económico generador de importantes ingresos y como la mayor violencia conocida en esta región. Su producción masiva en esta área inició alrededor del año 74, generando una nueva llegada de personas provenientes de los departamentos de Caldas, Santander, Antioquia y Bolívar. Estos colonos desmontaban para sembrar y cuando la cosecha estaba recogida muchas veces los asaltaban y mataban. Cuando la bonanza marimbera crecía sustancialmente, del mismo modo crecía cada vez más la lista de quienes querían participar en el negocio y obtener un buen capital. Con el auge de la marihuana se invadieron las haciendas de las zonas costeras, sus propietarios acudieron al gobierno, quien trató de mediar entre ambos grupos. Las invasiones se extendieron más allá del territorio Caribe, ocasionando procesos muy complejos, pues los propietarios se escudaban en sus títulos de propiedad con todo el apoyo de la fuerza pública, mientras tanto los invasores llevaron su organización de campesinos a horizontes profesionales, contaban con técnicos en invasiones, y se elaboró una teoría de la invasión para asegurar su éxito. Desde 1966 se tenía evidencias que había pequeñas parcelas de colonos que en su gran mayoría poblaban esta zona donde se cultivaba el alucinógeno al norte de la Sierra Nevada donde la cantidades eran exorbitantes y se pagaban por adelantado. Aunque el verdadero movimiento y progreso del negocio solo comienza en el 73 y 74, esta vez los derroches eran más notorios y las voces de esta economía no se demoró en llegar a los oídos de campesinos del interior del país que no dudaron en ver esta zona como una opción, no sólo para refugiarse de la gran ola de violencia que se vivían en sus territorios sino 47 como la gran oportunidad de ganar dinero, contribuyendo entonces al poblamiento de estas zonas, pero esta vez atraídos por la hierba o mejor llamada marihuana. Es así como con la llegada de estos campesinos la producción (y población) aumentó y llegaron a producirse hasta 800.000 libras mensuales del alucinógeno, ahora con una mejora en su producción, la llamada Santa Marta Goleen, que era muy apetecida en el mercado internacional de la marihuana (Molano, 19??). La mano de obra entonces para el cultivo de la marihuana eran principalmente del interior del país, algunos de ellos después de tener sus parcelas con cultivos lícitos los transformaron para cultivar la marihuana, o tumbaban árboles y bosques enteros para el cultivo de la hierba, dejando de lado sus cultivos de plátano, bastimento, maíz y yuca, viéndose obligados a comprar en Santa Marta para poder abastecerse. Los antiguos campesinos y pequeños agricultores se olvidaron de los cultivos de pan coger para venir a sembrar ahora marihuana, visto por ellos como la que le iba a dar para sembrar la papita que no podían sembrar y hasta para más, incluso los cultivos de café sufrieron enormemente con el cultivo de la marihuana, puesto que fueron abandonados y en varias oportunidades tumbados para el cultivo de la hierba dando como resultado que la participación de este ante el resto del país fuera baja. Con el tiempo, la marihuana se fue apoderando de predios y más predios, liquidando la agricultura local y posicionando la marihuana como cultivo oficial ilegal de la zona, involucrando dentro de su crecimiento y auge desmedido a los colonos provenientes del interior del país que huían de una violencia para participar en otra, como si se tratara de un juego del destino. Este gran auge de dinero y gran producción de la marihuana desató una fuerte violencia que llevó a la muerte a muchos de los campesinos. Con el gran impulso que llevaba el negocio no se dio a esperar aquellos empresarios, incluso las mismas autoridades para participar en el negocio, así que se pacta un acuerdo en el que los políticos se enriquecían con el negocio y por el otro los cultivadores respaldados por los políticos. Así se hizo y marchó sobre ruedas. Pero con el tiempo este pacto se esfumó y ahora el que prevalecía era el más fuerte, y con esto la gran violencia se desató, ahora miles de muertos eran enterrados incluso en los mismos cultivos de la marihuana, tal vez para que cuidaran de lo que se había convertido en 48 su obsesión, en ocasiones los narcotraficantes eran robados cuando iban a pagar y aquellos colonos, y campesinos era asesinados luego de entregar la marihuana, con el fin de no pagar o por temor a denuncias con la policía. Seguido a esto también se hicieron esfuerzos por evitar la guaquería pero estos no funcionan puesto que con el desmonte de las selvas para el cultivo de la marihuana va acompañada por guaqueros expertos que se unen a los colonos y a los empresarios para saquear las tumbas y llevarse todo lo que ellas se encontrara. A partir de esto en Santa Marta se toman medidas y se establecen leyes que sancionen aquellos que practiquen la guaquería y que ayuden a la preservación del patrimonio cultural, pero al reglamentar esta ley los guaqueros en pro de su protección y la de su trabajo, establecen un sindicato de guaqueros que cuenta con más de mil miembros con carné que los adjudica como guaqueros y amparados con una personería jurídica. Esta organización encontró su oposición con el trabajo del antropólogo Reichel Dolmatoff, alcanzando él con su labor, que se le negara la personería jurídica y otras concesiones a la organización. Sin embargo, las piezas arqueológicas que representaban a la cultura Tayrona continuaban comercializándose y siendo guaqueadas de los sitios de gran riqueza arqueológica que existen en el Parque. Tiempo después, una comisión del ICANH descubre Ciudad Perdida (Buritaca 200) y en 1977 el gobierno impulsa el Acuerdo Nº 25 del INDERENA para redefinir los límites del Parque Sierra Nevada y garantizar así la protección de Ciudad Perdida. Este se amplió entonces hasta cubrir 382.000 hectáreas. Se define el trazo de la Línea Negra y se solicita por parte de los indígenas el retiro de la Misión Capuchina por atentar contra la autonomía social, cultural y religiosa de sus comunidades. De acuerdo a lo arriba expuesto, los procesos de poblamiento del Parque Tayrona, se desarrollaron a partir de complejos procesos, en los cuales han sido determinantes factores de carácter nacional como la violencia en el campo del interior del país y la falta de empleo. Así mismo una serie de circunstancias que hacen parte de los hitos históricos de la ciudad y la región, fueron cruciales en la configuración ambiental, social y cultural de los territorios que actualmente comprenden el Parque Tayrona y sus zonas aledañas. Entendiendo estos procesos de ocupación de esta área, podemos sentar 49 como precedente una serie de aspectos claves para la comprensión de la situación del Parque. A manera de síntesis podemos decir que luego de la extinción conducida de los grupos indígenas que habitaron esta zona durante el siglo XVI, los territorios del Parque al parecer permanecieron sin ser explotados durante un período de más de tres siglos, hasta aproximadamente los años 50s. Tiempo suficiente para que se diera el proceso de renovación del bosque primario. Durante esos siglos, posiblemente el único movimiento humano por esos territorios fue el de los koguis que pasaban a recoger caracoles y sal a las playas de Chenge, Cinto y Neguanje. A partir de estas fechas y debido a hechos en los que ya hemos insistido, llegó a Santa Marta la primera ola de inmigrantes provenientes del interior del país y se establecieron en territorios baldíos. Allí se ocuparon de diversas actividades para su subsistencia ocasionando un fuerte impacto sobre la fauna y flora. Con la primera declaratoria de Áreas Forestales Protegidas que incluía un amplio sector del Tayrona y la Sierra Nevada de Santa Marta, la C. V. M. Inicia los primeros procesos de desalojo y negociación de predios. Esto generó descontento entre la población, por la desigualdad en la forma en que se realizaba el proceso y por el valor tan bajo ofrecido por sus tierras. Las pocas personas que negociaron con esta entidad o con el INCORA, en su gran mayoría se ubicaron en sectores aledaños, contribuyendo a la formación de nuevos veredas o caseríos como Los Achiotes, Calabazo o para el crecimiento de corregimientos como Guachaca. Calmados los ánimos de muchos propietarios y coincidiendo con la nueva delimitación y creación del Parque Tayrona, se realizó una nueva ocupación de los territorios, esta vez como la primera, articuladas a los movimientos migratorios del país, de la región y de la ciudad. Para los dos últimos hay que tener en cuenta los procesos de la Sierra Nevada (Molano, ¿?; Arenas, 2003) y el declive de la ciudad con los problemas del banano, tras la liquidación de la Compañía Bananera la Magdalena Fruit Co. Pocos años después, en la década de los 70s los procesos generados en torno a la marihuana desarrollaron ampliamente la ocupación de los territorios de la cara norte de la Sierra Nevada. La llegada de personas fue amplia, pero con el tiempo se llegaron a establecer dos grupos. Por un lado los gua50 jiros que dominaban ampliamente el negocio incursionando a la ciudad con camionetas cuatro puertas (machito) y armando parrandas con vallenato y wiskey de contrabando. El segundo grupo lo constituía la gente del interior del país que durante las últimas décadas se habían ubicado en las inmediaciones del Parque. Entre estos básicamente se desarrolló una lucha por el territorio. Unos con el fin de garantizar el éxito de su negocio, los otros por aferrarse a un territorio que ya sentían como suyo. Habiendo superado la etapa de terror y muerte que vino con la temporada de la marihuana. En el Parque, con el trabajo del INDERENA se reiniciaron los trabajos de extinción de terrenos, pero esta vez los problemas no vinieron con invasiones, sino con la venta y ensanche de predios. Los pobladores y sus actividades Los grupos sociales que durante los últimos 50 años han venido ocupando los territorios del Parque y zonas cercanas, desarrollaron una serie de actividades para su subsistencia teniendo en cuenta el trabajo que realizaban en sus lugares de procedencia y las circunstancias que se generaron durante su permanencia en estos territorios. A continuación se describe el desarrollo de estas actividades y por ende la transformación en las formas de vida y de producción de estas personas, que pasaron de depender de la tierra en diferentes formas de cultivo, a trabajarla como principales preservadores y promotores de un gran potencial de especies y escenarios propicios para el ecoturismo. La primera ola de inmigrantes que llegaron a la región, se articularon inmediatamente a las actividades de la tierra. Principalmente a cultivos de pan coger, para su autosostenimiento. Con el tiempo estos cultivos de plátano, yuca, maíz y algunas legumbres, fueron suficientes para ser comercializados en el mercado de Santa Marta, no obstante la dificultad del camino. Para la subsistencia se abastecieron de la fauna del sector, cazando diversas especies, entre las que se destacaba el ñeque, la guartinaja, zaino e iguanas, además de la pesca del mar y río. Sin embargo, una de las principales fuentes de trabajo fue la tala de árboles para madera, hecho que contribuyó notablemente al deterioro de los ecosistemas. 51 En el sector de Bahía Concha y Neguanje, las actividades se dieron de formas diferentes. En su gran mayoría, se concentraron en la pesca y el trabajo en las fincas. La mayoría de personas que habitan o laboran en estos sectores, son de la región Caribe, en su gran mayoría de La Guajira y Santa Marta, de esta última de Mamatoco, Bonda y de pescadores tagangueros, quienes poco a poco fueron extendiéndose a las playas del Parque. A diferencia del sector de Arrecifes, la mayoría de las personas mantiene una relación con la ciudad de Santa Marta, teniendo allá a sus familias o lugares de vivienda. En tiempos anteriores a la llegada de emigrantes a este sitio, habían grandes extensiones de tierras baldías y con mucha vegetación, con el tiempo los colonos empezaron a talar los árboles, formando lo que ellos denominaron aserríos, los cuales, consistían –cuando se trataban de grandes árboles– en formar un andamio alrededor del él, para que cómodamente dos hombres se dedicaran a cortarlo haciendo uso de sierras manuales, hachas y machetes. Después de varios años estos pobladores se decidieron por la cría de ganado (unas cuantas vacas) y gallinas. Todos estos campesinos que se localizaron en este caso en la zona de cañaveral, hicieron sus parcelas y en muchos casos invadieron haciendas, hasta conformar lo que hoy en día podemos observar. Mientras tanto en la zona de Neguanje su proceso de poblamiento fue un poco distinto, puesto que la mayoría de personas que habitan hoy día esta área, fueron llegando de Bonda, Taganga y en varias ocasiones de Gaira, estas personas a diferencia del primer grupo de pobladores se instalaron en esta parte y tomaron como su principal actividad la pesca. La mayoría de personas que poblaron esta zona llegaron alrededor de los 70s donde la pesca era con mayor abundancia, y se pescaba en muchas ocasiones con dinamita, aunque en la actualidad todo a cambiado, con los nuevos proceso de conservación que se viene gestando en el Parque Tayrona ya no se pesca con dinamita, pero ahora la pesca no deja nada de ganancias, pues a veces no pescan nada. Anteriormente en esta zona había muchas clases de especies como lo era el róbalo, macabí, zabalete, pargo y langosta. Seguido a estos procesos de poblamiento que se daban en las zonas de Neguanje y Cañaveral, el programa de desarrollo económico Currie es acogido por el gobierno de Lleras en 1960, dentro de este programa el Caribe colombiano se definió como la política agraria, explotación pesquera, minera, 52 bosques, política petrolera y de gas natural, y como principal producto del plan Currie se crea mediante el decreto 1710 de 1960 la corporación Autónoma Regional de los Valles del Magdalena y el Sinú C.V.M, esta corporación pasó a ser la encargada de la conservación y administración de los recursos naturales que vendría a tener su jurisdicción en toda la región del Caribe colombiano. Con la creación de la C.V.M que en pro de hacer cumplir sus normas y llevar a cabo sus objetivos de proteger los recursos naturales, planteó a los campesinos que habían hecho sus parcelas lo que era zona de reserva natural por lo que sus parcelas habían sido levantas dentro de zona de reserva natural que debían desalojar, con esto se funda un enfrentamiento entre los campesinos y los funcionario de la C.V.M quiénes por su parte debían cumplir a cabalidad con los propósitos de su creación y los campesinos defendían sus parcelas y se negaban a salir, pero con el tiempo algunos fueron cediendo y por temor a quedarse sin nada decidieron venderle sus tierras a la C.V.M. por un precio muy bajo según los mismos habitantes de la zona. Con la liquidación de la C.V.M entra al juego en 1969 el instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables INDERENA, que posteriormente por Acuerdo No. 4 de 1969, el INDERENA crea el Parque Nacional Natural Tayrona, y lo diferencia del Parque Sierra Nevada. Se generan enfrentamientos entre los propietarios principalmente samarios de algunas áreas de las bahías y ensenadas del Tayrona, con los hacendados provenientes del interior del país establecidos al oriente del río Piedras, sobre la jurisdicción del área protegida. Los primeros reclaman y cuestionan por que el nuevo parque se estableció en sus propiedades y no en la de estos últimos. El INDERENA que fue el que más presionó a los campesinos, ya que si estos no querían vender le expropiaban la tierra, aunque en medio de todo estos enfrentamientos algunos campesinos se negaron a salir y aun sobreviven dentro de lo que hoy en día ya se conoce como Parque Tayrona, además la parte privada, es decir, todos aquellos hacendados con mucho poder y prestigio en la región nunca fueron tocados durante los conflictos aun cuando estos se tornaban más fuertes, dentro de estos están los Dávila y Méndez. Con la expropiación que gestó el INDERENA a los campesinos, estos se vieron obligados en gran parte a vender la tierra, dentro de unas tarifas impuestas por el gobierno, mientras que el resurgimiento de la marimba se convirtió en la puerta de salida a todos los problemas económicos que su53 frían aquellos campesinos; aunque ya había habido cultivos de marihuana en 1966 (Molano, 19??), fue a mediados de los 70s que este comercio se fue ampliando rápidamente, pero en el 73 y 74 es que llega la verdadera bonanza marimbera, y alrededor de los 80 en casi toda la Sierra Nevada se cultivaba marihuana, donde se llegaron a talar cientos de hectáreas de bosques vírgenes, para el cultivo de la marihuana, con esto el impacto ecológico en la sierra fue devastador, los causes de los ríos disminuyeron, pero al llegar el invierno, grandes avalanchas, arrasaban con todo a su paso. Pero la economía de la marimba no sólo se manejaba en la Sierra, el Parque Tayrona fue el escenario más importante en esta economía, puesto que el Tayrona se había convertido en el punto de comercialización y exportación de la hierba, los barcos mercantes entraban por estas zonas y cargaban dos y tres barcos en la noche, y a veces tardaban hasta tres y cuatro días en cargar un barco. En muchas ocasiones traían hasta cien personas provenientes de Santa Marta, e incluso ocupaban a los campesinos y pescadores del sector, que se atrevían a cargar estos barcos por el pago de unos dólares. Repetidas veces eran tomadas a la fuerza personas para que ayudaran a cargar los grandes barcos y eran amarrados hasta terminar el trabajo. Mucha de la marihuana que se vendía y exportaba en medio de los predios del Parque Tayrona no sólo provenían de la Sierra Nevada, también era traída en lancha de la Guajira, Cienaga y Fundación. Cuando empieza el desplome de la marihuana el gobierno de Turbay y luego el de Betancourt realizan fumigaciones que aun persisten, ya no por el cultivo de la marihuana, si no por el de coca. Con estas fumigaciones se ha venido afectando grandemente la productividad de las tierras y el resurgimiento de la agricultura, las avionetas y helicópteros que esparcían los químicos fumigaban mucho más allá de los cultivos de marihuana, la agricultura es altamente afectada, e incluso a la población habitante del Parque y la Sierra Nevada. Con las fumigaciones se descubren nuevos asentamientos tayronas y en 1984 se descubre Ciudad Perdida. Alrededor de 1985 la cara norte de la Sierra Nevada quedó abandonada y se comienzan a formar en la vertiente norte grandes haciendas ganaderas, que se ampliaron a raíz de la compra de las mejoras de campesinos que aun permanecían después de la crisis de la bonanza marimbera. 54 Con el desplome del comercio de la marihuana muchas personas quedaron sin trabajo, muchos de los pobladores regresaron a sus lugares de origen, pero otros se quedaron como trabajadores en aquellas grandes haciendas que comenzaban a formarse, otros se comenzaron a establecer en aquellos sitios aun vírgenes, y otro grupo se dedicó a asaltar camiones y buses en las vías que comunican a Santa Marta, con Riohacha. A mediados de los años ochenta nace nuevamente una bonanza, pero esta vez de madera. La extracción de madera se fue constituyendo como la nueva fuente de ingresos para los campesinos. En el sector del Mamey, los ríos Guachaca, Buritaca y Don Diego la extracción de caracolí amarillo y rosado, además del cedro y el roble solventaron los aserraderos. La multinacional Morrinson, quien era la encargada de la construcción del proyecto carbonífero El Cerrejón, en La Guajira, fue la principal empresa compradora. Con esto se asentó la nueva economía esta vez maderera que generó el establecimiento de aserríos, con tal auge que en los retenes de policía y aduana se establecieron tarifas para los camiones que transportaban la madera. Esta bonaza maderera afectó grandemente esta área, hasta el punto que, como algunos afirman, el clima cambió, incluso se afirma que esta bonanza fue un intermedio entre la marihuana y la coca. Con el derrumbe de la marihuana, dos procesos surgen a partir de este hecho, el primero el resurgimiento de la lucha del movimiento campesino, empobrecidos encuentran nuevamente un negocio que iba a solventar las necesidades económicas de campesinos, colonos, líderes profesionales, entre otros, que con el derrumbe de la marihuana se empobrecieron. Como segundo, aquellos que supieron enriquecerse en la época de la marihuana, abren nuevas tierras y comienzan el cultivo de una nueva droga. Así que este nuevo negocio se convirtió en la tabla de salvación de aquellos que habían quedado empobrecidos con la bonanza de la marihuana, y para otros la oportunidad perfecta para enriquecerse. A partir de esto las antiguas pistas de aterrizaje y los puertos vuelven a funcionar, la coca entonces se convierte en la droga por excelencia y en pro de ella los carteles, como el cartel de Medellín, pero esta vez los derroches de dinero son menos, todo debe mantenerse en total discreción para asegurar la rentabilidad y perduración del negocio. En esta nueva bonanza participaron gobernantes y políticos 55 que no querían quedar fuera del negocio, para poder ganarse algunos dólares, pues la nueva droga era un negocio mucho más fructífero que la marihuana. Con esta nueva y aun más prometedora bonanza, se hace inevitable el choque de intereses, por un lado el movimiento campesino que por su descontento, amenaza con volver a invadir haciendas, debilitando el poder de aquellos grandes hacendados. En medio de estos conflictos aumenta la presión de la guerrilla en estos territorios, y seguido a esto se conforman en la región los frentes guerrilleros de la FARC y el ELN. Aunque en un comienzo su presencia entre campesinos y colonos es débil, muchos campesinos vendieron sus parcelas por presencia de narcotraficantes, y para la construcción de centros vacacionales. Los nuevos frentes guerrilleros que se habían consolidado en la región prometían por un lado apoyo político a los campesinos, y ellos a cambio le brindarían solidaridad y la lucha. Por otro lado a los empresarios se pedía la colaboración económica a cambio de su seguridad y orden local. Al principio, este se convirtió en un acuerdo que fue supuestamente aceptado por todos, pero con el tiempo este acuerdo se rompió y con ello se desata una ola de violencia, esta vez más dura y feroz que la de la marihuana. Para la guerrilla el acceso al mar era el camino estratégico y seguro para abastecerse de armas y muchos otros elementos para llevar a cabo sus ideales, pero este mismo factor era igualmente importante y fundamental para los narcotraficantes, puesto que es por el mar por donde entraba gran parte del contrabando con la que se lavaba dinero proveniente de la coca. De esta manera comienza la guerra entre la guerrilla y los narcotraficantes, la lucha del acceso al mar, por el territorio. Debido a esta situación los narcotraficantes levantaron las antiguas cuadrillas que se habían conformado con la caída de la marimba, estas resucitadas cuadrillas estaban ahora organizadas como los más fuertes cuerpos privados que habían logrado darle seguridad al negocio de la coca, y por su puesto asegurar su éxito, además de ser estas cuadrillas el camino para tomar nuevos predios para el sembrado de coca, tomando una fuerza incontrolable hasta tal punto de poder enfrentársele a la guerrilla. Desde ese entonces a mediados de 1987 fuertes combates se presentaron entre narcotraficantes y guerrilleros por el control de los valles del río guachaca y el río Buritaca. 56 Los combates y la intensa lucha no cesan ahí, cayeron líderes populares, socios del narcotráfico, lideres de organizaciones comunales y un gran desplazamiento de campesinos, pudiendo con esto obtener mayores predios en la vertiente norte para el cultivo de la hoja de coca y lógicamente ampliar el negocio. A finales de los 80s la fuerza pública se mantenía neutral y tolerante ante lo hechos de masacre y terror que se manejaban en la región. Durante esta década entre los ríos Guachaca y Jeréz se desarrolló un ambiente de terror, generado bajo el poder de los socios de la coca. En ese momento las cuadrillas privadas dedicadas de la seguridad del negocio, se encontraban cada vez más afianzadas, para asegurar el éxito de los laboratorios construidos para el procesamiento de la droga. Definitivamente este grupo privado había tomado cuerpo y se había consolidado dentro de los campesinos, como en la misma fuerza pública, estos grupos ahora se convertirían en las autodefensas que luchaban en contra de la guerrilla, del secuestro y el maltrato. Durante estos enfrentamientos, como siguiendo la historia, los indígenas y campesinos terminaron siendo las victimas. Aun con los problemas de orden público ocasionados en mayor medida por los cultivos ilícitos de la coca que se manejaban en la región, para la década de los 80s se comenzó a fomentar e impulsar el turismo hacia esta zona del país, especialmente en la costera. Este interés por el turismo viene acompañado de una serie de factores, uno de esos la imparable e irrecuperable crisis de la economía bananera, y por el otro lado la necesidad del lavar dólares provenientes del narcotráfico. Con el fenómeno del turismo se hicieron muchas construcciones como hoteles y edificios de propiedad horizontal, tanto en Riohacha como en Santa Marta, y aunque estas grandes inversiones se hicieron con dineros legales, la mayoría de estos proyectos turísticos fueron realizados con dinero proveniente del narcotráfico. Con estas construcciones se llevó a cabo la adecuación de escenarios costeros para la construcción de clubes vacacionales y hoteles. Con el desarrollo económico que trajo consigo el turismo, se afectó grandemente a los grupos étnicos. En Riohacha por ejemplo, este fenómeno del desarrollo generó un proceso de expropiación de las tierras de los indígenas, 57 donde estos se vieron obligados a abandonar sus viviendas y actividades como el pastoreo, para incursionar en el esquema del gran desarrollo, y bajo este escenario comienzan a llegar personas del interior del país atraídos por las voces de nuevas oportunidades económicas relacionadas con la explotación de gas y carbón (Arenas, 2003). Así es como a mediados de la década de los 90s el litoral se centra como la zona más estratégica y adecuada para la exportación del carbón y se dieron desarrollos importantes en cuanto al cultivo del banano en litoral de la Sierra Nevada. Para esta misma época en el Parque Tayrona se encrudeció el conflicto entre las élites economistas como la de las autoridades locales por abrir las puertas a un turismo internacional. A finales de esta misma época los cultivos ilícitos comienzan a crecer gradualmente debido a que los otros productos agrícolas presentaban baja rentabilidad, permitiendo con esto que el cultivo de narcóticos en la Sierra continuara, alrededor de 2.000 hectáreas de hoja de coca están siendo cultivadas en ríos Mendiguaca, Buritaca, Don Diego y Palomino (Arenas, 2003). A pesar de que ahora la coca sea la actual empresa que promete, la marihuana no ha dejado de cultivarse, aunque esta vez su producción es muy baja comparada con la gran producción que tuvo esta en los años 70. Ahora ha surgido un nuevo cultivo, el de la amapola que aunque no supera las siembras de la hoja de coca se cree que su cultivo no es poco. Dentro de este marco de cultivos ilícitos se han ido conformando grupos al margen de la ley que han entablado lazos de alianza con los narcotraficantes, incluso desde comienzos del auge de la marihuana, muchos permanecen en la actualidad, y su escenario por excelencia es la Sierra Nevada, e incluso, durante mucho tiempo, el Parque Nacional Natural Tayrona, quien también estuvo como escenario de tantas masacres y hechos de la violencia, de la que también fueron victimas funcionarios y trabajadores del Parque. Estos enfrentamiento en el afán de lograr el dominio total del terreno ha ocasionado que en los últimos años el parque tayrona y la sierra nevada han venido siendo los escenarios para el enfrentamiento entre los diferentes grupos armados que operan en estas zonas, y han provocado asesinatos a funcionarios y trabajadores del parque tayrona. Dichos enfrentamientos entre los diferentes grupos al margen de la ley que operan en el sector de Guachaca 58 llevó a que en repetidas ocasiones se de la orden de cerrar indefinidamente el parque nacional natural tayrona, esta medida se tomó debido que se quería evitar que los visitantes turistas que constantemente visitan el parque pudieran ser objetivo de los grupos armados. Además en diferentes ocasiones los funcionarios de el parque han sido a asesinado o amenazados. Para reabrir el parque tayrona solo se logro cuando la policía garantizara el orden. Durante los procesos de poblamiento que se daban en estas zonas se crearon juntas de acción comunal que garantizara una representatividad de estas nuevas comunidades ante el gobierno local. De esta manera se crea la junta de acción comunal de Guachaca, declarada como centro, al ser este corregimiento el que en su gran mayoría realizó gestiones a favor de los desplazados y campesinos, liderando foros regionales, nacionales. A pesar de que todo parecía mejorar con la creación de las juntas de acción comunal, los líderes de esas juntas comenzaron a ser asesinados en el marco del contexto de violencia desarrollado en esta área del país. En la actualidad con 48 veredas entre la parte baja y alta del corregimiento de guachaca, donde diferentes lideres lucharon por crear un puesto de salud, inspección de policía, iglesia, colegio de primaria y uno de bachillerato, este ultimo creado en 1985 funcionaba en una de las instalaciones que el INDERENA había hecho para la realización de unos viveros, así que los lideres comunales se dirigieron al INDERENA para que les donara las instalaciones. La primera entidad que se vinculo a la educación y preparación de las personas que conformaban estas veredas fue el SENA en 1970. El SENA logró entrar con muchas dificultades al igual que el ICA, con sus programas de mejoras de vivienda, el SENA por su parte empezaba a dictar cursos en industrias menores, primeros auxilios, relaciones humanas, ganadería, vacunación, agricultura, horticultura, apicultura. Y a través de la Caja Agraria las personas que querían hacer un crédito lo hacían, debido a la capacitación que le había brindado el SENA. Luego de la creación del parque tayrona, se crean programas para trabajar con las personas habitantes de las zonas amortiguadoras del parque, dentro de este programa se trabajo los acueductos, programas educativos y comités de ecología que le permitirían hacer un buen manejo de los recursos naturales del tayrona, y a la vez crear una conciencia protectora del medio 59 ambiente puesto que anteriormente los pobladores de estas zonas que hoy conforman el Parque Tayrona talaban, tiraban dinamita al río donde luego se recogía el pescado, y una familia podía sacar 6 o 7 bultos con pescado. Aunque muchos de las personas que hacían parte e este programa se sintieron inconformes pues esperaron un programa que les brindara más beneficios, aunque otros asegurar que las capacitaciones han permitido que la explotación excesiva y desmedida sobre los recursos del parque disminuya, y por el contrario a lo que otros creen se les brindó trabajo dentro de las mismas zonas protegidas en atención al turismo, ahora los habitantes que en un tiempo poblaron estas zonas actualmente se encuentran vinculados a los programas de conservación del medio ambiente, además de poder solventarse un salario en ventas al turismo. Las actividades de los pobladores que se vinieron asentando en los territorios del Parque y en los cercanos a él, se concentraron, hasta aproximadamente mediados de los 90s, en actividades relacionadas con la explotación de la tierra. Inicialmente para la obtención del sustento diario con cultivos variados a pequeña escala y luego en una proporción un poco más amplia, pero que sin embargo, representaban formas comunes de producción campesina. Con la creación del Parque, los conflictos por la tenencia de tierras y el deterioro de flora y fauna no se hicieron esperar, no obstante no alcanzaron a generar una gran ola de violencia como en los años siguientes. La bonanza de la marihuana transformó ampliamente las dinámicas sociales, económicas y culturales que hasta ese momento se habían generado en estos sectores entre los campesinos colonos. La llegada de una nueva ola de migrantes, la lucha por el poder y la conformación de grupos armados, fueron determinantes para la llegada de la ola de violencia, en esta primera etapa del narcotráfico. Sin embargo, pocos fueron los desplazados en comparación a los que llegaron, importándoles más el dinero que el contexto violento en el que tocaba vivir. En este proceso nuevamente se atenta contra la naturaleza tras la tala de bosques, para ampliar los cultivos, deteriorando otra vez los ecosistemas localizados entre las faldas de la Sierra Nevada y las playas del mar Caribe. Las diferentes bonazas que influenciaron notablemente los procesos sociales y culturales de estos territorios, muestran que la tierra era el elemento principal para la explotación, muy paradójico bajo el marco de las políticas de 60 preservación con las que se crea todo parque o área protegida. En este sentido se plantea una tensión entre la explotación de la tierra y la preservación de los ecosistemas, la misma que se extendía en términos de lo económico –ambiental, desarrollo– preservación y trabajo ambiente. Sin embargo, es a partir de 1995, con la creación de la UAESPNN y el programa de Parques con la gente, que se genera una nueva orientación en las personas habitantes del Parque y su área de amortiguación con relación al uso de los recursos naturales. Creación del Parque N. N. Tayrona En el marco del diseño de planes de ordenamiento territorial, y bajo la idea de preservar grandes extensiones de tierra que presenten características especiales de flora y fauna, se da inicio a la creación de parques nacionales. La primera denominación como tal, se realizó en Estados Unidos, con la creación del Parque Yellowstone en el año de 1872. “En una expedición, el científico Wishborn y sus acompañantes llegaron al valle del río Yellowstone. Contemplando la belleza excepcional del paisaje, desarrollaron la idea de conservar el área para la humanidad, es decir, para el público en general sin distingos de clase o descendencia, y de esta manera, protegerlo para el disfrute de las futuras generaciones. Este concepto, en el siglo actual, se hizo famoso bajo el nombre de manifiesto de Yellowstone y tuvo influencia fundamental para el movimiento en defensa de áreas naturales protegidas” (Amend,:457). El manifiesto de Yellowstone señala, que el área protegida situada cerca del curso superior del río Yellowstone “queda reservada y separada de la colonización, ocupación o venta bajo las leyes de los Estados Unidos y dedicada y apartada para parque público o terrenos de recreo para el beneficio y disfrute del pueblo” (US Departament of de Interior, 1933; trad. Amend; Citado en: Amend,: 458). En este sentido, se establecen las principales designaciones conceptuales y políticas relacionadas con la idea de las áreas de preservación, como en el caso del concepto de parque nacional: “La elección del término parque nacional se debe al hecho de que se entiende como ‘parque’ un área puesta bajo protección para el disfrute de la población; la palabra ‘nacional’ se utilizó para darle 61 una connotación más precisa, puesto que un ‘parque nacional’ debía describir un área que es propiedad de la nación y es administrada por el gobierno nacional” (Amend,19 : 458). Las políticas de preservación y conservación del medio ambiente llevaron a la creación de otros parques nacionales. A finales del siglo, este concepto ya lo habían aplicado Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Más tarde la colonia inglesa en África y la India crean extensas reservas para la protección de la fauna y flora silvestre, en 1909 la idea de conservación del medio ambiente llega hasta Europa. A pesar de que las políticas de conservación de los ecosistemas se habían expandido casi por todo el mundo, no existía una noción clara del concepto o sobre el manejo de estos parques nacionales. En este sentido, en 1940 se redacta la Convención para la Protección de la Flora, de la Fauna y de las Bellezas Escénicas de los Países de América, también conocida como la convención de Washington. La idea de esta convención, intentaba difundir a partir de la firma del acuerdo, la creación de áreas protegidas o la creación de nuevas áreas para el caso de los países que la tenían. “En la convención se acordó usar la denominación de parque nacional solamente para un área que se establece con el fin de conservar elementos de flora y fauna de importancia nacional o bellezas escénicas sobresalientes, al cual el público en general tiene acceso para el disfrute, y que es puesto bajo vigilancia oficial” (Amend, 1998: 458). En 1958 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN) estableció la comisión Internacional de Parques Nacionales donde se acordaron leyes más específicas para establecer los parques nacionales en América del norte. La principal norma consistió en que para que un área pueda ser nombrada como parque nacional, debía estar bajo amplia protección legal, que la guardara de la explotación de sus recursos naturales. Sin embargo, dentro de este principio se establecieron ciertas excepciones, debido a que en determinadas áreas de la mayoría de parques nacionales estaban habitadas y por consiguiente se platicaban diferentes actividades, como la agricultura, la ganadería y caza, por lo cual se decidió entonces que estas actividades deberían ser realizadas solo en pequeñas áreas de los parques. 62 Teniendo en cuenta las características de los parques, en cuanto a fauna, flora, valor histórico o arqueológico o presencia humana, se decide zonificar las áreas, y establecer qué actividades son permitidas o prohibidas en cada una de ellas, debido a esto se definieron zonas, de acuerdo a: naturales protegidas, de protección integral, recursos bajo manejo, primitiva o silvestre, antropológicas protegidas, ambiente natural con culturas humanas autóctonas, con antiguas formas de cultivo, interés especial, protegidas de interés arqueológico o histórico. La idea de la creación de áreas protegidas llegó también e América del sur, iniciando en 1926, cuando Chile declara su primer Parque Nacional y automáticamente se convierte en la primera área protegida en América del sur. Más adelante, en 1929 le sigue Guayana con la creación del Parque Nacional lkaieteur; Argentina en 1932 con el Parque Nacional Nahuel huapi y Ecuador con el Parque de Galápagos. En 1937 Brasil y Venezuela se unen a la gran ola de creación de parques nacionales y crean por su parte, Brasil, el parque nacional Itaitaia y Venezuela, el parque Henry Pittier o Rancho Grande. Ya para 1948 Colombia se une a las políticas mundiales de conservación del medio ambiente y declara su primera área protegida, la reserva biológica de la Macarena. En Colombia la primera designación de un área como parque nacional natural se presenta en el año de 1960, con el nombre de Cueva de Los Guácharos en el departamento de Huila, Sin embargo, los antecedentes de protección de áreas para la reserva, se remontan a 1959, a comienzos del frente nacional durante el mandato del presidente Lleras Camargo. Esta designación se realiza mediante la ley 2ª de 1959, en la cual se establecen las zonas forestales protectoras y Bosques de interés general, entre ellos el zona de reserva forestal del pacífico, central, la del río Magdalena, la zona de reserva forestal de la Sierra Nevada de Santa Marta, la de la Serranía de los Motilones, del Cocuy y de la Amazonia. El área de Reserva Forestal Protectora de la Sierra de Santa Marta es reglamentada por el Decreto 111 de 1959, con una extensión de 8.450 Km2. En ella quedan incluidas las áreas nevadas de la Sierra y sus zonas circundantes. En el año de 1964 se crea el Parque Nacional Natural Tayrona con 12.000 has. Mediante resolución número 191 del 31 de agosto de 1964, expedida por el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria INCORA y ratificada 63 por el gobierno nacional conforme a la resolución ejecutiva número 255 de 1964 (INCORA, 1964). Desde su creación, el Parque Tayrona ha atravesado por diferentes procesos, la mayoría de ellos articulados a las dinámicas de la región y del país, y vinculados con hechos políticos y económicos de gran trascendencia regional y nacional. En este marco, es importante resaltar los directamente relacionados con la designación de este territorio como área protegida, y en este sentido, las actividades, políticas y líneas de acción o planes desarrollados por cada una de las instituciones que han tenido como tarea el manejo de los recursos naturales, no sólo en términos de preservación, sino de impulso económico y conocimiento de los parques. En este sentido, inicialmente la entidad encargada del Parque Tayrona fue la Corporación Autónoma de los Valles del Magdalena y el Sinú C.V.M. Sobre la cual recayó la labor de la adquisición de tierras, con el respaldo del INCORA. Años después es reemplazada por el INDERENA, instituto que durante 24 años se encargó de los parques y áreas de reserva, además de otra serie de aspectos relacionados con la conservación de los recursos naturales. Con la creación del Ministerio del medio ambiente en 1993 y obedeciendo a una tendencia mundial en los temas de la preservación, en Colombia se crea la Unidad Administrativa del Sistema especial de parques Nacionales Naturales UAESPNN, como una institución nacional encargada de la administración de los parques, divididas en territoriales y parques. Con esta última se inicia un proceso de trabajo con la comunidad habitante de los parques a partir de la educación ambiental, en miras a un cambio en la conciencia que estas personas tienen de su en torno. La C. V. M. De manera inmediata a la creación del Parque Tayrona en 1964, se autoriza a la Corporación Autónoma del Valle del Magdalena y el Sinú C.V.M., para que sea la encargada de administrar los recursos del Parque y dirigir las acciones encaminadas a su establecimiento. Derivado del interés del gobierno nacional por el desarrollo del territorio norte del país, la C.V.M. es creada mediante el decreto 1710 de 1960: 64 “siguiendo el modelo de la T. V. A. (Autoridad del Valle de Tennessee) creada por la administración Roosevelt en 1934, es la responsable del desarrollo económico en la región y la conservación, defensa, administración y fomento de los recursos naturales. Su jurisdicción es toda la región Caribe colombiana, pero su domicilio se establece en la ciudad de Bucaramanga. Inmediatamente Lleras Camargo abre los créditos extraordinarios con el BIRF para cumplimiento al decreto citado” (Arenas, 2003). No obstante la cobertura regional de la C.V.M., su actividad por la vertiente norte de la Sierra Nevada y territorios del Parque Tayrona, se dieron a partir de la designación de las áreas protegidas. Su plan de manejo estaba ampliamente orientado hacia el desarrollo económico, a partir de la explotación de los recursos naturales, tal como aparece en su texto directriz “Programa de desarrollo económico del valle del Magdalena y norte de Colombia” (1960). Su actividad, durante su corta existencia, estuvo orientada hacia el monitoreo y vigilancia de las prácticas relacionadas con la explotación de los recursos naturales, con cierto énfasis en la pesca, tala de bosques y manejo de los recursos hídricos. No obstante, una de sus tareas de mayor trascendencia fue el proceso adelantado para la adquisición de tierras que se encontraban entre los límites del Parque y que en esos momentos estaban ocupadas por alrededor de 211 familias (Correa et al, 1978:), la mayoría de las cuales poseían títulos de propiedad. Inicialmente la C.V.M., con la entrada en funcionamiento de la ley 2ª de 1959, adelantó estudios sobre las áreas que cumplieran con los requisitos de dicha ley. Con los conceptos técnicos de consultores canadienses contratados para este efecto y con la asesoría de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, solicitó al gobierno nacional, la reservación y delimitación como Parques Nacionales Naturales, tres áreas ubicadas en el departamento del Magdalena (Acuerdo Nº 4 de 1969). Luego de la creación del decreto 191, la C.V.M. adelantó los estudios de tenencia de predios, para que el INCORA adelantara los procesos respectivos2. Durante el mandato de Lleras Restrepo es liquidada la C.V.M. y creado el INDERENA, sin embargo, su funcionamiento se extiende hasta 1968. Entre 2 Para ver un estudio de los desalojos del Parque N. N. Tayrona ver: (Correa, et al, 1978). 65 este tiempo y luego de la creación del Parque, la C.V.M. estableció una especie de política de manejo del Parque Nacional Tayrona, señalada por la junta directiva, durante la sesión del dia 15 de Julio de 1967, siendo presidente de la junta directiva Francisco Dávila Riascos. En esta reunión, después de amplias exposiciones de diferentes propuestas y teniendo en cuenta la alternativa más conveniente a los intereses nacionales y al desarrollo del Parque, la junta directiva decidió lo siguiente: “Adquirir la totalidad de las tierras que forman el Parque Nacional Tayrona. Autorizar el director ejecutivo para que proceda a solicitud propuestas de firmas especialistas, con el fin de que se proceda a la elaboración del estudio de factibilidad y del plan de desarrollo de la zona. Autorizar al director ejecutivo para que proceda a gestiones a los recursos de créditos necesarios para el adelantamiento de tales estudios. Autorizar al director ejecutivo para que, por medio del INCORA y por fondos administrados por este, se proceda a la mayor brevedad posible de las adquisiciones de las tierras citadas, por los procedimientos y dentro de las normas señaladas por las leyes vigentes. Se entiende que la C.V.M entregara al INCORA el estudio de tenencias de tierras en el área para que este adelante las adquisiciones del caso. Ordenar al director ejecutivo que en los casos en que sea posible las tierras adquiridas se dejen de preferencia en poder de los agricultores actuales mediante arrendamiento o contrato semejante. Sugerir una vez terminados los estudios de la promoción turística y la búsqueda de la financiación para el desarrollo del parque se hagan mediante un comité privado, que oportunamente seria designado por la junta. Autorizar la publicación de esta decisión y encarecer la coordinación de la C.V.M con el INCORA, con la corporación nacional de turismo y con las demás entidades que sean del caso con el proyecto que se emprende”. (INDERENA, Citado en: Correa et al, 1978: 21-22). 66 La C.V.M., una institución del Estado con cobertura regional, aparece en la historia del Parque Tayrona como la primera entidad encargada de su administración. Aunque su tiempo de existencia fue corto, es protagonista de uno de los momentos más importantes: su creación. La información más detallada en cuanto a su actividad es poca, debido quizás a que su tiempo de funcionamiento sólo se extendió de 1964, con la creación del Parque, a 1968, año en que entra a cumplir sus funciones el INDERENA. El Inderena En 1964 lleras Restrepo liquida la Corporación de los Valles del Magdalena y el sinú C.V.M y es creado el Instituto de Desarrollo de las Reservas Naturales Renovables INDERENA, facultado para delimitar, reservar y administrar las áreas que presentan condiciones especiales de fauna y flora mediante ley 65 de 1967. La C.V.M. sólo deja de intervenir en 1968, cuando el INDERENA inicia su intervención en la Sierra Nevada, mediante resolución 128 de 1968 cuando se hace la sustracción de la reserva forestal de la Sierra Nevada creada en 1959. El INDERENA entró entonces a dirigir las acciones de protección de los recursos naturales del Parque Tayrona. Años después de su entrada en funcionamiento, a finales de los 70s, su administración se guió de acuerdo a las directrices mundiales. En ese momento señalaban que uno de los puntos clave en los planes de preservación estaba ligado a la diferenciación de zonas dentro de los parques, definidas a partir de las características y usos. La diferenciación de zonas dentro de los parques, había surgido debido a una fuerte crítica. Amplios sectores juzgaban por qué el concepto de parque nacional era únicamente aplicado a paisajes naturales sin zonas intervenidas, existiendo un gran número de estos escenarios con notables vestigios de ocupación humana, que en muchos casos no le restaban importancia o belleza a los escenarios naturales (Amend, 1998: 460). Debido a esto “Ya en la XI Asamblea General de la UICN (1972 en Banff, Canadá) se anexó a la definición de Nueva Delhi notas explicativas que suavizaron algunos puntos de este documento. De acuerdo con estas, se aceptó el principio de organizar un sistema escalonado de zonas de protección dentro de los parques nacionales. Fueron 67 acordadas las siguientes zonas de aplicación mundial (Cf. UICN 1977, Preámbulo 5, trad. Amend): 1) Zonas naturales protegidas: a)Zona de protección integral. b)Zona de recursos bajo manejo. c)Zona primitiva o silvestre (wilderness zone). 2) Zonas antropológicas protegidas. a) Zona de ambiente natural con culturas humanas autóctonas. b) Zona con antiguas formas de cultivo. c) Zona de interés especial. 3) Zonas protegidas de interés arqueológico o histórico. a) Zona de interés arqueológico. b) Zona de interés histórico” (Amend, 1998). Los cambios no sólo se reflejaron en la zonificación, sino que también hicieron más flexible el tema de la ocupación de los parques, en este caso asumiendo a los pobladores como parte del ecosistema (a partir de las zonas antropológicas, orientadas hacia grupos étnicos). En Colombia, esta nueva orientación fue implementada a partir del Decreto 622 de 1977, en el cual se implementan los principios de zonificación y se definen cada una de estas categorías: “Zonificación. Subdivisión con fines de manejo de las diferentes áreas que integran el Sistema de Parques Nacionales Naturales, que se planifica y determina de acuerdo con los fines y características naturales de la respectiva área, para su adecuada administración y para el cumplimiento de los objetivos señalados. La zonificación no implica que las partes del área reciban diferentes grados de protección sino que a cada una de ellas debe darse manejo especial a fin de garantizar su perpetuación. Zona primitiva. Zona que no ha sido alterada o que ha sufrido mínima intervención humana en sus estructuras naturales. Zona intangible. Zona en la cual el ambiente ha de mantenerse ajeno a la más mínima alteración humana, a fin de que las condiciones naturales se conserven a perpetuidad. 68 Zona de recuperación natural. Zona que ha sufrido alteraciones en su ambiente natural y que está destinada al logro de la recuperación de la naturaleza que allí existió o a obtener mediante mecanismos de restauración un estado deseado del ciclo de evolución ecológica lograda la recuperación o el estado deseado esta zona será denominada de acuerdo con la categoría que le corresponda. Zona histórico-cultural. Zona en la cual se encuentran vestigios arqueológicos, huellas o señales de culturas pasadas, supervivencia de culturas indígenas, rasgos históricos o escenarios en los cuales tuvieron ocurrencia hechos trascendentales de la vida nacional. Zona de recreación general exterior. Zona que por sus condiciones naturales ofrece la posibilidad de dar ciertas facilidades al visitante para su recreación al aire libre, sin que esta pueda ser causa de modificaciones significativas del ambiente. Zona de alta densidad de uso. Zona en la cual por sus condiciones naturales, características y ubicación, pueden realizarse actividades recreativas y otorgar educación ambiental de tal manera que armonice con la naturaleza del lugar, produciendo la menor alteración posible. Zona amortiguadora. Zona en la cual se atenúan las perturbaciones causadas por la actividad humana en las zonas circunvecinas a las distintas áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales, con el fin de impedir que llegue a causar disturbios o alteraciones en la ecología o en la vida silvestre de estas áreas. Plan maestro. Guía técnica para el desarrollo, interpretación, conservación, protección, uso y para el manejo en general, de cada una de las áreas que integran el Sistema de Parques Nacionales Naturales; incluye las zonificaciones respectivas. Comunidad biótica. Conjunto de organismos vegetales y animales que ocupan un área o lugar dado. Dentro de ella usualmente cumplen su ciclo biológico al menos alguna o algunas de sus especies y configuran una unidad organizada. 69 Región fisiográfica. Unidad geográfica definida por características tales como drenaje, relieve, geomorfología, hidrología; por lo general sus límites son arcifinios. Unidad biogeográfica. Area caracterizada por la presencia de géneros, especies y subespecies de plantas o animales silvestres que le son endémicos o exclusivos. Recursos genéticos. Conjunto de partículas transmisoras de caracteres hereditarios dentro de las poblaciones naturales de flora y fauna silvestre, que ocupan un área dada” (Decreto 622 de 1977). Bajo este marco conceptual y de políticas de preservación, se diseña para el Parque Nacional Natural Tayrona el plan de manejo en 1986. En él se implementan por primera vez las políticas de zonificación en el Parque Tayrona, siguiendo los criterios anteriores, pero adecuadas a las características específicas del Parque. El Inderena en ese entonces operó una política de manejo que consistía en estrategias de conservación, con la cual se buscaba proteger los ecosistemas terrestres y marinos del parque, a partir de la concientización de los ciudadanos acerca de lo que significa el patrimonio común, además del control y vigilancia sobre aquellos acciones que atenten a el bienestar del parque y una adecuada organización de los recursos financieros. Políticas de interacción, que busco un bien común que sea accesible a científicos, visitantes. Políticas de operación, con esta política busco suministrar la infraestructura suficiente para el buen desempeño y manejo del parque tayrona. El plan de zonificaron que estableció el INDERENA para el Parque Nacional Natural Tayrona tomo en cuenta como punto esencial los factores de destrucción ambiental que venían gestándose en el parque por lo que se hacia necesario controlar o en el peor de los casos eliminar las actividades que estaban afectando o destruyendo los recursos ambientales del tayrona, dentro de esos factores de perturbación se encontraban asentamientos permanentes de colonos, parcelas, pastoreo de animales, y visitantes. Además se encontraban caminos y vías que habían sido creadas por los pobladores de esta zona para u transito por este lugar. Se practicaba de forma muchas veces desmedida la tala de bosques, caza, pesca, extracción de minerales, 70 deportes acuáticos y terrestres y saqueo de recintos arqueológicos. A partir de esto el plan de zonificación creo unos objetivos que permitieran corregir estos factores, el delimitar en los territorios terrestres y marítimas, las zonas propias de un parque nacional natural. Dentro de este plan de zonificación se muestran cuáles son las áreas que han quedado zonificadas entre ellas esta la zona de recuperación natural, donde existen cultivos dispersos. Dentro de la zona histórico-cultural esta todas las áreas comprendidas entre cañaveral y arrecifes, pueblito, el cielo y el cedro, no se ve, Neguange, Gairaca y Chengue; y se declaran zonas de recreación y esparcimiento playas de Concha, Gairaca, Neguange y arrecifes. Dentro de la zona primitiva se encuentra formada por siete áreas terrestres y cuatro marinas. (plan de manejo 1986) Con todo esto queda establecida la zonificación en el Parque Nacional Natural Tayrona, por parte del inderena y con ello especificada las actividades que deberían cumplir sus funcionarios, entre hacer respetar cada una de las normas que deberían seguirse según el área y la norma impuesta según su zonificación, además de tener la capacidad de encarcelar a todo aquel que pudiera atentar contra los ecosistemas no solo del parque tayrona, se tienen datos en que muchas ocasiones funcionarios del INDERENA encarcelaban a personas por encontrarlas cazando o derribando algún árbol. Bibliografía Arenas, Pedro. 2003. Perspectiva Histórica del Desarrollo en el Espacio Litoral de la Vertiente Norte de la Sierra Nevada de Santa Marta. Molano, A. et.al. 1988. Aproximación a una historia oral de la colonización de la Sierra Nevada de Santa Marta. Parte II. Recuento analítico. Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta. Santa Marta. 22-24 pp. Correa, Felipe, et al. 1978. Los desalojos en el Parque Nacional Tayrona “Estudios Sociopolíticos. Tesis de Grado. Universidad Tecnológica del Magdalena. Santa Marta. Amend, Stephan y Thora. 19?? Habitantes en los Parques Nacionales ¿una contradicción insoluble? Restrepo, Ernesto. 1975. Historia de la Provincia de Santa Marta. Colcultura. Bogotá. Apéndice X. Programa de desarrollo económico del valle del Magdalena y norte de Colombia. Informe de una Misión. 1960. 375-377 pp. 71 72 Los retos de la gestión universitaria del conocimiento tradicional para la Universidad de Cienfuegos: apuntes para un estudio Lisbel Fumero Roldán Introducción Desde que en el 2002, José de Souza Silva planteó que “…todas las organizaciones (requieren) una revisión y eventual ajuste, reconfiguración o reemplazo de nuestros modos de interpretación e intervención, porque la humanidad está experimentando un cambio de época, no una época de cambios”(De Souza, 2002), la idea de un cambio comenzó a incluirse en la interpretación de la cuestión institucional de la educación superior a escala global; y la crisis del modelo clásico de generación del conocimiento se convirtió en un asunto frecuentemente discutido e incorporado,- por no pocos teóricos-, al discurso científico contemporáneo tanto en países “centrales o desarrollados” como “periféricos / semiperiféricos o subdesarrollados”. Desde entonces, la universidad ha sido colocada ante nuevas exigencias; y el conocimiento universitario, - o sea, el reconocido por Souza Santos como “el conocimiento científico producido en las universidades o en otras instituciones del ethos universitario” (Souza Santos, 2006: 37) enfrenta la transición, de un modelo caduco, fundamentalmente disciplinario y descontextulizado, a uno contextualizado, comprometido y complejo en relación con las urgencias de la cotidianeidad de nuestras sociedades. Por tanto, la utilidad de la comprensión del conocimiento tradicional en la gestión universitaria del conocimiento y la innovación para el desarrollo local, es una alternativa nada despreciable para la debida contextualización y coherente orientación de la investigación, comunicación o aplicación de conocimientos en los espacios locales cubanos. 73 Desde esta visión es posible profundizar en el conocimiento necesario e imprescindible para interpretar las realidades socioculturales vinculadas con las prácticas cotidianas de los escenarios locales, pues ellas implican procesos profundos vinculados a las formas de expresión del ser social como actores imprescindibles de la localidad. Apoyados en las características de la tradición tecnoproductiva, en la evolución de los centros universitarios e investigativos y en la intencionalidad política en pos del desarrollo local, el estudio del conocimiento tradicional, específicamente el conocimiento que cotidianamente los grupos culturales utilizan para dar soluciones a los problemas tecnoproductivos de un grupo, una localidad o una región, puede contribuir a reconceptulizar y a desconstruir muchos presupuestos epistemológicos, metodológicos, estéticos y políticos que han sido construido por el clásico y “caduco científicamente” modo de generación de conocimiento. Comprender el proceso de aprendizaje de creencias populares representado en prácticas tecnoproductivas, permite la inclusión y recuperación de todo un legado cultural que forma parte de las prácticas culturales e históricas de los pueblos, solo disponible en las personas y organizaciones. Se estaría recogiendo un conocimiento cotidiano, de incalculable valor, apoyado en tradiciones culturales que con frecuencia no son reconocidos en el campo científico, y que no tienen por que ser considerados anticientíficos. Esta investigación centra miras en la recuperación de esos saberes como parte de la cultura. Los fundamentos teóricos de la Gestión Universitaria del Conocimiento y la Innovación para el desarrollo local: los derroteros de la Universidad cubana del siglo XXI. Es obvio que la actual “organización y el ethos universitario” fueron formadas por un modelo “tradicional” de conocimiento, en que la producción de conocimiento universitario y la distinción entre conocimiento científico y otros conocimientos es absoluta, tal como ha estado marcada la relación entre Ciencia, Cultura y Sociedad; la universidad produce conocimiento y la 74 sociedad lo aplica o no, alternativa que por más importante que sea socialmente, resulta indiferente o irrelevante para las exigencias del conocimiento producido en el siglo XXI. La universidad, al “especializarse” en el conocimiento científico y al considerarlo la única forma de conocimiento válido, contribuyó de manera activa a la descalificación e incluso, a la destrucción de mucho conocimiento no científico (sobre todo en países como los de América Latina y África), y con ello a la exclusión de grupos sociales que solo tiene a su disposición y legitiman esas formas de conocimiento. Con todo y las radicales transformaciones interpretativas que con profundo sentido antropológico, fueron configurando la relación de la Ciencia y la Educación durante la segunda mitad del siglo XX, el cambio, teóricamente hablando, más revolucionario se produjo en el último cuarto de siglo, cuando se criticó en el nivel macro, los pilares de la civilización occidental y desafió los valores de la sociedad industrial de consumo; cuestionamiento que incluyó también las formas de generación, distribución y apropiación de conocimiento (comprensión), del poder (fuerza) y la riqueza (capital). El análisis crítico de las características del modo clásico de generación de conocimiento reveló sus límites y distorsiones y se empezó a percibir la declinación de varios paradigmas científicos y de desarrollo, y el surgimiento de varias iniciativas para construir nuevos modos de interpretación e intervención (tradicionalmente vistos de forma aislada e inconexa), incluso para la generación de conocimiento. A contrapelo del conocimiento científico descrito tradicionalmente, la nueva comprensión del conocimiento lo coloca de forma contextual de manera en que el principio organizador de su producción y reproducción transita por la aplicación que se le pueda dar. La iniciativa por resolver problemas científicos debe partir del proceso de intercambio o diálogo, entre saberes, entre investigadores y usuarios. “Se trata de un conocimiento transdisciplinario que, por su propia contextualización, obliga a un diálogo, más que confrontación, con otros tipos de conocimiento, lo que lo hace internamente heterogéneo y más adecuado, al ser producido en sistemas abiertos menos perennes y de organización menos rígida y jerárquica” (Souza Santos, 2006: 38). 75 La diversidad, pluralidad y complejidad de contextos obliga al conocimiento científico a “enfrentarse” a otros conocimientos y exige un nivel de responsabilidad social mayor a las instituciones que lo producen y, por tanto, las universidades deben repensar sus objetivos, políticas, estrategias y prácticas científicas y comenzar un acercamiento inmediato, no agresivo y abierto a sustantivos cambios.1 El conocimiento basado en el modo contexto-céntrico (Modo 2) sustituye la unilateralidad por la interactividad, el diálogo y la convivencia activa de saberes bajo el presupuesto de que todos, incluido el científico, pueden enriquecerse con el diálogo. En 1994, Gibbons plantea que esta transición de un Modo 1 (Ofertista o Interactivo2) a un conocimiento de Modo 2 (centrado en el contexto), abre espacio a una heterogeneidad que no solo desestabiliza la naturaleza institucional específica actual de la universidad, sino que rechaza cualquier hegemonía y la legitimidad de esta, en la medida en que la obliga a replantearse prácticas tradicionales sistemas de relación, a partir de criterios discrepantes entre sí. Boaventura De Souza Santos, en 2006, reconoce la impostergable participación de tres agentes fundamentales para lograr el cambio institucional; por un lado, la propia universidad; por otro, los Estados Nacionales y sus representaciones gubernamentales; y finalmente, los individuos, los colectivos organizados, los grupos sociales, las organizaciones no gubernamentales y sus redes. Donde los gobiernos locales “progresistas”, se interesen por fomentar articulaciones cooperativas entre universidad y los intereses sociales que representan. La necesaria transición de la indiferencia a la sensibilidad filosófica, teórica y metodológica que el modo contexto-céntrico de generación de conocimiento 1 2 76 Al menos en la experiencia cubana este no ha sido un camino hondamente recorrido, aunque ya se evidencian casos con notables resultados asociado al Programa Ramal GUCID El llamado “modelo ofertista” basado en el “modelo lineal de innovación”, se gún el cual las instituciones productoras de conocimiento, las universidades entre ellas, generan conocimiento a través de la investigación, el cual en su momento generará tecnologías e innovaciones, propio del siglo XX (Nuñez, 2006:13) propone, es apropiada para ayudar a las universidades a aproximarse más a la sociedad en general y a los actores del desarrollo en particular. Si el desarrollo incluye gente, la investigación del desarrollo debe presentar un alto grado de sensibilidad filosófica, teórica y metodológica. El desarrollo, como proceso permanente de transformación, ocurre en un espacio para el encuentro entre sociedad, cultura y naturaleza. Basado en el criterio de Souza da Silva, en el modo “contexto-céntrico” el conocimiento generado (en términos prácticos) asume varios atributos: “conocimiento contextual, complejo, transdisciplinario, ético y democrático” (De Souza Silva, 2002). Contextual, en la medida en que se asume el contexto como fuente de comprensión irremplazable (El contexto es clave). Complejo, porque los problemas y desafíos del contexto cambiante son siempre problemas y desafíos complejos, que demandan un conocimiento necesariamente complejo para su interpretación y manejo. La complejidad de la realidad es la razón para el surgimiento de éste modo constructivista. Transdisciplinario, porque es una comprensión amplia, profunda y sistémica, imposible de ser generada con esfuerzos disciplinarios (típicos de la vieja tradición clásica), incorporar el conocimiento tácito de los actores locales es medular para la interpenetración de los “saberes” de los especialistas y de los actores locales porque permite una interpretación negociada de la complejidad de la realidad; social, el contexto es socialmente construido y reconstruido por muchos actores y sus organizaciones, mientras el modo clásico excluye su participación, el modo contexto-céntrico los incluye, aumentando el grado de correspondencia entre las iniciativas planificadas y el contexto de su aplicación e implicaciones. Etico, el modo contexto-céntrico es reflexivo, se auto-analiza de forma permanente, además de exigir de los participantes la habilidad de “ponerse en los zapatos de los otros”, para entender mejor sus razones y aspiraciones. El conocimiento contextualmente generado es un conocimiento socialmente comprometido con el contexto de su aplicación (dimensión práctica) e implicaciones (dimensión ética). El reto para la universidad interesada en la incorporación de las características del modo contexto-céntrico radica en crear un espacio para la reflexión, 77 debate y negociación de las implicaciones de dicha decisión con los agentes socioculturales que intervienen en el proceso. Y eso demanda un contenido programático o estratégico, la creación de un nuevo comportamiento tiene innumerables implicaciones internas y externas y los cambios correspondientes son difíciles de implementar en una dirección no participativa. Al tratarse de una transición en el paradigma institucional y político- educacional de gestión del conocimiento para el desarrollo global, que afecta la “estabilidad” universitaria de países tanto centrales como periféricos, vale aclarar que las consecuencias son muy diversas, pues contribuye enormemente al agravamiento de desigualdades ya evidente entre países del Norte y del Sur. El caso de Brasil es representativo en la tentativa de aplicar esta lógica en la semiperiféria3*. La experiencia cubana en el proceso de construcción de una “Nueva Universidad” en el siglo XXI, toma como puntos de anclaje los principios del modelo contexto-céntrico que hemos venido tratando hasta ahora. Y aunque el verdadero desarrollo de la universidad cubana tiene lugar a partir del año 1959, como parte de todo el profundo proceso de transformaciones sociales que acompañó el triunfo revolucionario, el desarrollo de la Educación Superior (la pertinencia social en su expresión regional) ha crecido en los últimos años, en la medida en que las universidades logran una cobertura territorial más completa, alcanzando una dimensión local apreciable en municipios donde radican grandes empresas, sistemas productivos complejos y entidades nunca antes vistas como eje o parte fundamental de gestión e innovación territorial de un entorno. Las Sedes Universitarias Municipales: la nueva visión para el cambio Con esto como punto de partida, y visto desde un horizonte cubano, a continuación se enfatiza en el papel que las Sedes Universitarias Municipales (SUM) han desarrollado en la transformación de la Educación Superior en 3 78 En la defensa de la reforma de la universidad pública en Brasil se destacan los estudios de Marilena Chauí. Véase Chauí, Marilena. A universidade pública sob nova perspectiva. Conferencia inaugural de la XXVI Reunión de la ANPED, Poco de Caldas, 5 de Octubre del 2003. Cuba, específicamente en Cienfuegos, y se propone la discusión sobre la existencia mutua de diferentes tipos de conocimientos que aún la institución educacional cienfueguera no ha estudiado adecuadamente ni descubierto a plenitud sus potencialidades. Sobre todo para la pertinencia de los procesos investigativos en entornos locales, generalmente agrícolas y con serios problemas en la conducción de un crecimiento económico sustentable, la producción suficiente de alimentos, el perfeccionamiento de los procesos productivos, la protección de la salud, la participación popular en la solución de problemas comunes, el cuidado del medio ambiente, la protección y adecuada gestión del patrimonio entre otras. La “nueva universidad” alude a la más reciente etapa de la universalización4 de la Educación Superior cubana, expresada, entre otras cosas, en el amplio acceso a la educación superior y la creación de Sedes Universitarias Municipales (SUM) como espacios de formación superior para producir, difundir y aplicar conocimientos en los más diversos escenarios provinciales y municipales. Desde el año 2001, la universalización de la Educación Superior cubana está conduciendo a notables transformaciones en la composición, estructura, funcionamiento y proyección social de las universidades, las que se resumen en las siguientes ideas: • Oportunidades nuevas al desarrollo social basado en el conocimiento; desarrollo fuertemente apoyado en el aprendizaje social y promotor de un amplio proceso de apropiación social del conocimiento. • Transición paulatina del “modelo interactivo” tradicional de la universidad cubana a un “modelo contexto-céntrico”. • Interacciones entre actores para impulsar la gestión del conocimiento (considerada en toda su complejidad) y la innovación. También destacamos el papel de la política y los valores. Desde 1961, con el empeño y logro de erradicar definitivamente el analfabetismo en todo el territorio nacional, se comenzaron a crear las condiciones propicias para el desarrollo de todo el sistema educativo cubano y como parte integrante también la universidad; este conjunto de transformaciones constituyó la idea básica de la universalización de la Educación Superior en Cuba que fue transitando hacia una “Nueva Universidad”. 4 79 Aún dentro de los límites que hoy le atribuimos a la “Nueva Universidad”, quedan muchos aspectos por comprender y proyectar suficientemente, entre ellos el tema que aquí interesa: la gestión del conocimiento, donde se reconoce al conocimiento tradicional como un fuerte candidato. Este tipo de comprensión (con más o menos fricciones inidentificables por los diferentes actores) no es extraña sino más bien una inevitable realización de la tentativa de hacer una ciencia diferente, o como mínimo, tiene que ver con la conceptualización, comprensión e investigación de diferentes tipos de conocimientos y competencias legítimas para el contexto local. La noción de “Nueva Universidad” está fuertemente asociada a la posibilidad de generar sólidos nexos e interrelaciones entre los agentes socioculturales de entorno local: las instituciones de educación superior (vía SUM), los centros de investigación, la administración local, las empresas, las organizaciones profesionales y sociales, los representantes locales de los ministerios, y finalmente, los individuos, los colectivos organizados, los grupos sociales, las organizaciones no gubernamentales y sus redes. Es obvio que esta concepción, llamémosle amplia, de las funciones de las SUM, plantea numerosos problemas conceptuales y prácticos. La manera en que los centros de Educación Superior actúen y cómo ellas deben ser pensadas para que contribuyan al desarrollo local, es un asunto que requiere de políticas que descansan en reflexiones argumentadas. Hacerlo demanda la existencia o construcción de una intención estratégica, que se caracteriza por la existencia o construcción previa de: una visión de futuro (un sueño compartido) para la universidad; una fuerte convicción para que se transforme en realidad; una voluntad política suficiente para permitir salir del discurso a la acción, con la cual se cuenta; ciertas decisiones políticas que apoyen la gerencia alta e intermedia al proceso de innovación; y la determinación para asumir las dificultades como desafíos a ser interpretados y manejados. En fin, “conocimiento necesario para el desarrollo sostenible” (Nuñez, 2006:13). La expresión desarrollo local “basado en el conocimiento”, enfatiza que el alcance de las metas propuestas por tendencias más actuales en las teorías del desarrollo, deben apoyarse fuertemente en el conocimiento; cuyo impacto deben favorecer no solo en la creación de nuevas condiciones de vida sino en la propia calidad de vida de los pobladores. 80 La complejidad epistemológica asociada al modo de producción “contextocéntrico” ilumina bastante bien el tipo de conocimiento que deberán gestionar las SUM para atender los problemas del territorio. Todos los conocimientos pueden ser útiles para el desarrollo. Importan los conocimientos científicos y tecnológicos, las ciencias sociales, las humanidades, los saberes legos, populares, tradicionales, urbanos, campesinos, costeros, es decir, el conocimiento que circula en la sociedad, el saber humano íntegro. Lo importante es que tanto la población como los centros universitarios (vía SUM) interactúen e incorporen elementos de esos saberes y pueda emplearlos fructíferamente. Este conocimiento, denominado por algunos autores “conocimiento relevante” (Lage, 2005), se caracteriza por ser: a) Colectivo (incorporado a las organizaciones); b) Combinatorio (fuentes y disciplinas diversas); c) Concreto (vinculado a las aplicaciones); d) Local; e) Tácito (frecuentemente no estructurado). Por su parte Núñez Jover plantea que no solo es importante generar conocimientos científicos, técnicos para resolver con la propia capacidad un problema dado, es preciso saber “qué se sabe”, “quién sabe”, “cómo hacerlo” y acudir a esa fuente (Nuñez, 2006). Esa capacidad es esencial para el desarrollo y conduce por el camino de la relación que se establece entre conocimiento codificado o formal y el tácito. El primero, sea teórico o no, debe ser sistemático para poder ser escrito o guardado. Se encuentra expresado en publicaciones, patentes, artefactos. De algún modo es el conocimiento tácito que llega a codificarse de esas maneras. “El conocimiento tácito no está disponible en los textos; reside en las personas o en las organizaciones y la transmisión exige un proceso de aprendizaje continuo por personas y organizaciones” (Luna, M., 2003 en Nuñez, 2006) Este aprendizaje tiene un fuerte componente cultural. En el caso particular que se pretende traer a debate,- el conocimiento tradicional sobre procesos productivos como el cultivo del café, del arroz, etc., -, y descansa en “… el conjunto acumulado y dinámico del saber, de experiencia práctica y representaciones que poseen los grupos con una larga historia de interacción con su medio natural. La posesión de esos conocimientos, que están estrechamente vinculados al lenguaje, las relaciones sociales, la espiritualidad y la visión del mundo, suele ser colectiva”(UNESCO) y se expresan en habilidades, instrumentos, materiales, procedimientos, formas de 81 organización, estructuras, formas organizativas y prácticas productivas que forman parte de las prácticas históricas y culturales de los grupos humanos en un contexto histórico - espacial concreto. La transición a la que estamos llamados, impone la búsqueda de vasos comunicantes entre la ciencia y la cultura como una tarea de primer orden en pos de un desarrollo sostenible de nuestras múltiples realidades, lo que en definitiva, constituye un fuerte punto de anclaje para la comprensión de la tecnología como práctica sociocultural que configura escenarios signados por lo cotidiano, lo popular y tradicional que debe, puede y tiene un necesario espacio para cualquier emprendimiento para el desarrollo. La utilidad de la comprensión del conocimiento tradicional en la gestión universitaria del conocimiento y la innovación para el desarrollo local es una alternativa nada despreciable para la debida contextualización y coherente orientación de la investigación, comunicación o gestión del conocimiento en los espacios locales cubanos. Apoyados en las características de nuestra tradición tecnoproductiva, en la evolución de nuestros centros universitarios e investigativos y en la intencionalidad política en pos del desarrollo local, el estudio del conocimiento tradicional, específicamente el conocimiento que cotidianamente los grupos culturales utilizan para dar soluciones a los problemas tecnoproductivos de una cultura, puede contribuir a reconceptulizar y a desconstruir muchos presupuestos epistemológicos, metodológicos, estéticos y políticos que han sido construido por el clásico y “caduco científicamente” modo de generación de conocimiento. La Universidad de Cienfuegos y su papel en la gestión universitaria del conocimiento tradicional en Cienfuegos. Se trae a discusión cuestiones epistemológicas, metodológicas, históricas y prácticas que marcan el desarrollo y el tipo de interacción que en la actualidad establece la Universidad de Cienfuegos (UCF) con el conocimiento tradicional, haciendo énfasis en el expresado en prácticas tecnoproductivas como el café, el arroz, etc., de comunidades que viven una realidad rica en tradiciones poco estudiada y escasamente comprendida como punto de partida, que permite evaluar el papel de la universidad en la comprensión de proyectos de desarrollo local y que expresan estadios de evolución de la universidad cienfueguera dentro de un contexto global, nacional y local. 82 La UCF es un Centro de Educación Superior que tiene sus orígenes en 1972, cuando se crea la Filial Universitaria, que posteriormente, por acuerdo del Consejo de Estado y de Ministros de Cuba, en 1979 se convierte en Instituto Superior Técnico de Cienfuegos en respuesta a las necesidades de una sociedad socialista cubana en construcción y despegue, y a la intención estratégica de convertir a Cienfuegos en un fuerte polo industrial que impulsaría el desarrollo del país. Consecuentemente sus primeras Facultades fueron: Mecánica y Economía, y por tanto, su trayectoria como institución desde sus orígenes estuvo fuertemente ligada al desarrollo de estas dos disciplinas. Tanto por las condicionantes de su surgimiento, como por la visión “estratégica” propia de un modelo basado en la interacción Universidad-Sociedad con un fuerte punto de anclaje en el desarrollo industrial, la participación de la universidad en el proyecto de desarrollo de la región siempre estuvo enfocada sobre la innovación tecnológica y gestión empresarial de las grandes entidades del circuito industrial del puerto cienfueguero, siguiendo la connotación que se ha dado tradicionalmente a la innovación. Hace poco menos de una década la Universidad de Cienfuegos ha emprendido interesantes experiencias en el estudio de los grupos humanos y las soluciones que cotidianamente dan a sus problemas tecnoproductivos como una contribución al desarrollo de estos grupos y por consiguiente a la reafirmación de un proyecto socialista aun en construcción; el interés de la institución y demás centros del ethos universitario (entiéndase SUM), en la comprensión de su aporte al desarrollo local ha venido tomando distancia de los enfoques exclusivamente empresariales o técnicos, en nuestro centro educacional. En el año 2001, con la apertura de la maestría en “Manejo Integrado de Zonas Costeras” como marco para el proyecto de investigación territorial “Gente de Costa”5, gestado desde la apenas creada Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas6, los escenarios costeros y el modo de vida de sus habitantes se convierten en objeto de estudio y realidad observable por la UCF. 5 6 Ambos coordinados por la Dra. Clara Elisa Miranda Vera. En el año 1999 con la apertura de la Licenciatura en Estudios Socioculturales se abren nuevos horizontes para el estudio de agrupaciones humanas a los más diversos niveles de resolución sobre todo el comunitário. 83 Como resultado de tres años de trabajo de un equipo de profesores y estudiantes de la SUM de Cienfuegos y de la sede central, en el proyecto “Gente de Costa”, se logra el diseño del plan de acción comunitaria que se ha convertido en instrumentos de la gestión comunitaria en manos del consejo popular y la inserción en un Programa de Educación Ambiental en la Escuela de la Comunidad a la que se le aportaron materiales educativos sobre la flora y la fauna del lugar, evidentes transformaciones sociales y ambientales en la comunidad en cuanto a la limpieza de la playa, la recogida de desechos sólidos, los servicios de agua, transporte, entre otros y finalmente, la defensa y discusión de los resultados de la investigación en cinco tesis de diploma y una maestría traducidas en estrategias y puntos de encuentro entre prácticas cotidianas de los pobladores de zonas costeras y estrategias Como una derivación de este proyecto aparece el Proyecto “Luna” como parte de los procesos investigativos que toman fuerza en el centro y que centra miras en los temas costeros y la actividad vital de esas comunidades, la pesca, una de las prácticas más complejas, por su dinámica socioeconómica, innovativa, grupal, comunitaria y cultural que redunda en la calidad de vida de los miembros de la comunidad; se estudia la identidad cultural y prácticas cotidiana de grupos de pescadores del entorno costero cienfueguero, es el primer paso para el diálogo entre saberes. Este proyecto impulsado por la universidad se nutrió fundamentalmente de estudiantes y profesores de la SUM Cienfuegos, que como grupo gestor, establecieron interacciones y conexiones entre entidades del territorio como el la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente - CITMA, la Oficina Provincial de Patrimonio, la Red de Museos, específicamente la Fortaleza de Nuestra Señora de Jagua, el Gobierno y los pobladores de las comunidades costeras que viven fundamentalmente de la pesca. Otro ejemplo, está vez impulsado por el Centro de Estudios de Tecnología Agraria Sostenible - CETAS, en el mismo año, es la implementación del proyecto: Gestión Participativa de los recursos fitogenéticos en el cultivo de los granos en la provincia Cienfuegos, que comprendía la gestión nacional y local de semillas de diferentes especies de cultivo de un alto valor genético, como parte de la estrategia de conservación y reproducción con fines de la mejora de la calidad genética de la semilla en la provincia, con la por primera vez consensuada y necesaria participación de los productores locales, que 84 hasta el momento constituía uno de los problemas focales unido a la pérdida de diversidad y genofondo para establecer estrategias por cultivo económico. El proyecto aportó la implementación de un sistema de manejo de los recursos fitogenéticos con participación comunitaria en el cultivo del frijol. En todos los casos expuestos la participación de la SUM en la concreción de estos proyectos, desde su gestación, identificación de problemáticas, organización del trabajo, proyección de posibles soluciones etc., ha estado fuertemente basada en la conformación de grupos de trabajo científico estudiantiles encargados de la recogida, procesamiento y presentación de resultados a actores que intervienen en el proceso o fenómeno, algunos bajo la orientación de investigadores de la sede central que responden a líneas investigativas trazadas, en ocasiones por las facultades, lo que no satisface concretamente las demandas del territorio. Claro que en el total de ocho sedes disponibles en el territorio de Cienfuegos, existen disparidades aún no resueltas en la aplicación consecuente de estas experiencias. Primeramente, porque las condiciones y características del medio natural han sido un factor determinante en su participación, (con un peso de la lógica de interacción en sentido Sede Central - SUM, y no a la inversa), segundo, la participación de las instituciones científicas, políticas y de gobierno en el desarrollo local es fundamental para la gestión del conocimiento, presenta particularidades muy propias en cada uno de los municipios; y por último, a pesar de que la ciencia y la investigación no deben gestionarse de forma “autárquica”, penden de la visión, el grado de experiencia en la actividad, etc., del personal destinado para su gestión en las mismas sedes. Conclusiones Todavía es prematuro hablar de consolidadas redes de actores de conocimiento en Cienfuegos, más allá de alguna muy consolidada como la de Manejo Integrado de Zonas Costeras, de interacción y desarrollo de procesos de aprendizaje recíproco de espacios locales de conocimiento pues aún no se generan favorablemente para el desarrollo de procesos de innovación. Aunque se avanza en la identificación de agentes, la calidad e intensidad de sus interacciones para la resolución de problemas todavía es un enfoque que 85 paulatinamente incorporamos a nuestras prácticas cotidianas como miembros de una comunidad universitaria. Aunque existen disparidades en la capacidad de participación de las instituciones políticas y de gobierno desde el nexo universidad-desarrollo local, la dimensión política es fundamental para la gestión del conocimiento con un fuerte impacto en el desarrollo local, tanto para el espacio intrauniversitario como en su interacción con el territorio. Ha ocurrido, sobre todo en aquellos casos donde puede dominar una racionalidad economicista y de corto plazo, que la política científica, entendida como proyectos y estrategias científicas y tecnológicas de largo aliento, articuladas a estrategias sociales más amplias, ha sido desplazada por la gestión, vista como una actividad a más corto plazo y con un enfoque más “micro”, que involucra empresas, universidades, etc. y se orienta a obtener un cierto resultado. La experiencia cienfueguera desde el año 2003, en su orientación a la gestión de conocimiento tradicional ha avanzado paulatinamente hacia el cambio de enfoque, pero aún continúa primando, por cuestiones que pasan incluso por el carácter de la capacitación y la superación parcializada, una visión donde aparece todavía con fuerza la interacción sede Central- SUM, y no a la inversa Contexto- SUM- Sede Central, como demanda la “Nueva Universidad Cubana”. Bibliografía Alfonso, G. (1997). La polémica sobre la identidad. 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Para el 35% de la población de Chubut la contaminación constituye el principal problema ambiental, los siguen en orden de importancia la pesca abusiva con el 16,9% la degradación del suelo con el 8,2%, los incendios con el 7,8% y la tala de bosques con el 5,8% En cuanto a las creencias sobre la situación ambiental actual en la provincia, el 37,7% de la población de Chubut encuestada piensa que la situación es positiva: el 4,1% piensa que es muy buena y el 33,6% piensa que es buena. Por otro lado, el 47,8% piensa que es regular y por ultimo el 11,9% piensa que es negativa (mala o muy mala). En relación a quienes son los responsables de resolver la situación ambiental, el 36% piensa que el responsable es el gobierno provincial, el 28,7% cree que es el gobierno nacional mientras que el 18,8% cree que le compete a las empresas. Finalmente solo el 3,5% piensa que las ONG son las responsables de resolver el problema. En cuanto a las acciones que se deben llevar a cabo para mejorar la situación medioambiental el 38,2% opina que hay que implementar mayores controles y mejorar las leyes y el 34,2% que hay que mejorar la educación. 89 Por otra parte, de acuerdo al trabajo realizado en el Área de Educación de Fundación Patagonia Natural hemos detectado que en general hay cierto desconocimiento del medio ambiente local por parte de los niños y de los docentes. Además, los docentes expresan la necesidad de adquirir nuevas herramientas y metodologías para desarrollar los temas ambientales en el aula como así también la carencia de material de divulgación con información clara y sencilla acerca de la problemática ambiental local. Fundamentación La zona costera patagónica presenta una problemática de conservación compleja relacionada con el mal uso de sus recursos. Por un lado, en la zona terrestre, el principal problema es la desertificación. Este es un fenómeno complejo que involucra un conjunto de procesos asociados al deterioro de ambientes áridos, semiáridos y subhúmedos. Tal deterioro involucra la extinción local de especies, la erosión del suelo, la modificación de la estructura de la vegetación y la disminución de la productividad biológica del ecosistema. Todos estos procesos pueden ocurrir espontáneamente debido a la acción de agentes naturales y/o a la dinámica interna del ecosistema. Las principales actividades económicas en la Patagonia continental son la ganadería ovina y la explotación petrolera. Ambas actividades promueven cambios en la vegetación y los suelos. Las tres cuartas partes de la superficie del país padecen signos de desertificación. En particular el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) aseguró que el 85% de la superficie total de la Patagonia sufre algún grado de desertificación, mientras que el 12% presenta condiciones irreversibles (INTA). Por otro lado, el mar patagónico presenta las siguientes problemáticas: el exceso de capacidad de pesca que lleva al colapso de las principales pesquerías (merluza, calamar, langostino), la captura incidental de aves y mamíferos marinos y el descarte, el decaimiento pesquero por el desarrollo de pesquerías sobre niveles tróficos inferiores, la contaminación por actividades de explotación y el transporte de hidrocarburos, la contaminación por asentamientos costeros. Dada esta situación, que coincide en cierto grado con la percepción de los habitantes de Chubut acerca de los principales problemas ambientales loca90 les, y ante la necesidad declarada por los encuestados de mayor educación para solucionar estos problemas, la Fundación Patagonia Natural genera la propuesta educativa analizada en este trabajo. Marco Teórico La resolución de problemas ambientales forma parte de una perspectiva didáctica más amplia, conocida como metodología por investigación en didáctica de las ciencias (p. ej. Gil, 1993), o por investigación del medio en general (Cañal y otros, 1981). Dicha perspectiva ha estado evolucionando durante los últimos años, mostrándose coherente con la naturaleza compleja de los problemas ambientales, y con una visión constructivista del aprendizaje (García, 2004). Estos problemas difieren de los que se suelen resolver en la enseñanza de las ciencias durante la educación secundaria o en la vida universitaria. De hecho, la Conferencia Internacional de Educación Ambiental, celebrada en Tbilisi en el año 1977, ya afirmaba que: “Una Educación Ambiental no puede ser impartida bajo la forma de lecciones, en la que la sucesión y la continuidad están rigurosamente programadas por adelantado e impuestas por los profesores. La iniciación al medio ambiente se hace a través de problemas planteados por las actividades funcionales de los alumnos y por la exploración de sistemas de la biosfera”. Algunas de las características de los problemas ambientales (García, 2002; Álvarez y Rivarosa, 2000) son: 1) su resolución puede constituir un fin en sí mismo, es decir, convertirse en un objeto de aprendizaje, o en un medio para la consecución de otros conocimientos, 2) no poseen una solución única que sea del todo satisfactoria. 3) son problemas complejos, abiertos, cambiantes, que precisan de reflexión y de investigación, poniendo en juego la inventiva y la creatividad, actitudes imprescindibles para hacer frente a una realidad llena de incertidumbres. 4) para resolverlos se hace necesario contar con el conocimiento cotidiano, pero también con el conocimiento científico. 5) los problemas hacen referencia a ámbitos muy diversos de la actividad humana (salud, consumo, ambiente, desigualdades sociales, etc.), por lo que requieren un planteamiento curricular no disciplinar que los considere como ejes organizadores de la currícula. 6) son problemas significativos y funcionales para la vida presente y futura de las personas, lo que implica que deben 91 conectar con los intereses y con las preocupaciones de los alumnos y docentes, de modo que cobren sentido para ellos, que sean aplicables a la vida cotidiana, y que movilicen contenidos culturales socialmente relevantes. Como puede suponerse, este planteamiento para la enseñanza de la Educación Ambiental no está exento de dificultades: Los contenidos escolares generalmente no se formulan como si fueran problemáticas ambientales, se dan hechos. Los contenidos procedimentales no suelen considerarse como parte del significado de conocer, o simplemente se toman en cuenta como tales algunos métodos simples como son la recopilación de información o el trabajo de laboratorio rutinario. A los contenidos actitudinales, aunque es frecuente que se enuncien, no se les suele conceder el importante papel que desempeñan en las problemáticas ambientales. No es corriente que se contextualicen las temáticas escogidas con la realidad cotidiana, vivencial, experiencial y de interés para alumnos y para adultos. Por lo general, faltan referencias a contextos sociohistóricos, anecdóticos, narrativos, etc., que favorezcan la configuración de la situación problemática, y que permitan comprender cómo se establecieron las variables, las hipótesis orientadoras, los criterios metodológicos, las anticipaciones de resultados, y, sobre todo, los errores y los obstáculos en la resolución. Subyace muchas veces en las problemáticas ambientales una hipótesis oculta, que sostiene que la solución de estos problemas está en “los otros”; entendiendo por “otros” a los que gobiernan, a los actúan, a los que toman decisiones políticas y económicas, a los que planifican estrategias, etc. La formación ambiental (cursos, trayectos y carreras) en los últimos veinte años se ha apoyado, en líneas generales, en un “saber sobre el mundo” de tipo descriptivo, sin sujetos y sin acciones humanas deliberadas. Ha predominado un enfoque disciplinar (con acento en las Ciencias Naturales) que no ha impulsado criterios de interdisciplinariedad que sean coherentes con las prácticas de investigación en este campo. Además, al centrarse básicamente en perspectivas naturalistas, no ha contemplado los múltiples perfiles que surgen en la relación sociedad-naturaleza: evolución cultural, historias y geografías, tecnología y economía, comunicación e ideología. Consciente de la dificultad de los docentes de trabajar los temas ambientales en el aula, y por ende, del poco acercamiento que tienen los niños en edad escolar a su ambiente local, la Fundación Patagonia Natural, desde el año 92 1990, comenzó a desarrollar actividades educativas de forma tal de abordar este problema. Objeto de la investigación Nuestro objeto de investigación son los docentes y niños participantes de las propuestas educativas desde el año 2005; entre los que se encuentran docentes de nivel inicial (y estudiantes de la carrera), primario y secundario de ciudades costeras patagónicas, profesionales que trabajan en educación no formal y alumnos de 6to grado de las escuelas de la Ciudad de Puerto Madryn. Objetivo: Presentar las propuestas educativas implementadas desde el Área de Educación de la Fundación Patagonia Natural y analizar el impacto de las diferentes propuestas metodológicas sobre los docentes y alumnos participantes. Metodología de trabajo El Área de Educación actualmente tiene en marcha 2 tipos de programas: Capacitación Docente, Interpretación ambiental; los cuales se complementan con la producción y entrega de material didáctico. Todos ellos se organizan en el marco del Proyecto GEF ARG/02/G31”Consolidación e Implementación del Plan de Manejo de la Zona Costera Patagónica para la Conservación de la Biodiversidad”, y se ofrecen en forma gratuita. Capacitación docente: La opción por la capacitación docente fue una decisión estratégica del Programa desde sus inicios, y una de las líneas de acción más desarrolladas. Si los docentes se apropian de los lineamientos, contenidos y aspectos metodológicos que caracterizan a la educación ambiental y los incorporan a su práctica en las aulas, es esperable un efecto sobre los alumnos y las comunidades que multiplicaría el mensaje de conservación a un importante número de destinatarios. En este sentido, existen dos propuestas: “La enseñanza de la ecología en el patio de la escuela” y “La biodiversidad costera patagónica: conservando los recursos naturales desde el nivel inicial. La Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela La Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela (EEPE) es una propuesta pedagógico-didáctica, enfocada principalmente hacia la educación en 93 ciencias naturales, en particular en ecología, pero cuyo alcance puede incluir las ciencias sociales y otras áreas temáticas del currículo escolar; promovida en Latinoamérica por el Dr. Meter Feinsinger. Busca promover entre docentes de educación básica primaria y secundaria, investigadores y científicos, la construcción de una propuesta novedosa para enfrentar los retos de dar a los estudiantes una formación integral de conocimientos y habilidades. En términos amplios, la EEPE busca proveer a los niños y niñas a través de sus educadores, de una herramienta de aprendizaje novedosa, sencilla y a la vez poderosa y pedagógicamente sofisticada, que podrán seguir usando cuando sean mayores. Dicha herramienta, el Ciclo de Indagación de primera mano, les permite estudiar, comprender, analizar y reflexionar sobre temáticas particulares. A su vez, involucra no solamente el ámbito de la escuela y su patio donde se lleva a cabo la indagación (investigación) propiamente dicha sino también un entorno más amplio sobre el cual los niños y niñas con sus docentes van a reflexionar. A largo plazo, el uso de esta herramienta podrá ayudar a los estudiantes a ser miembros activos de su comunidad, fortaleciendo su capacidad para pensar y decidir crítica y concienzudamente sobre la conservación de la biodiversidad, el medio ambiente en general y las costumbres y culturas locales. La propuesta pedagógica de la EEPE es aprender haciendo y reflexionando, mediante un proceso que vincula de forma inseparable la acción y la reflexión. Es una propuesta que se apoya en la pedagogía constructivista, donde los docentes y sus estudiantes construyen preguntas sobre su entorno (natural, social y cultural) y las responden a través de la acción propia. Sus objetivos específicos son: a) Estimular a los maestros, maestras y otros miembros de la comunidad para que incorporen la enseñanza de ecología en sus actividades y currículos escolares a partir de su entorno inmediato, el patio de la escuela. b) Impulsar el uso de la metodología denominada Ciclo de Indagación de primera mano en el desarrollo de iniciativas y procesos curriculares de las comunidades escolares, integrando contenidos de ecología con otros espacios curriculares, 94 c) Promover el trabajo conjunto de docentes e investigadores (y alumnos universitarios) para que, basándose en la complementariedad de sus conocimientos y habilidades, establezcan iniciativas de indagación de primera mano para las escuelas de su localidad. Desarrollo de los cursos: Los cursos de la EEPE están destinados a docentes de todos los niveles de la educación que trabajen en ciudades costeras de las provincias de Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Se dictan utilizando la modalidad taller a lo largo de tres días de 8 horas cada uno. A estos talleres asisten docentes de todos los niveles y en lo posible se invita a participar a profesionales de las ciencias naturales como por ejemplo biólogos, ingenieros agrónomos, licenciados en gestión ambiental y guías de turismo, con la intención de que compartan sus conocimientos con los docentes locales y además se pueda formar a fututo, una red de personas que trabajan en distintas áreas de la ciencias naturales. La biodiversidad costera patagónica: conservando los recursos naturales desde el nivel inicial Este curso de capacitación docente, propone a los maestros de nivel inicial y estudiantes de la carrera acercarse al ambiente natural local e incorporar conocimientos de geología, biología y ecología de las distintas especies que conforman el ambiente costero patagónico. El eje de trabajo de esta capacitación esta constituido por el conocimiento del ambiente, el respeto por cada ser vivo con el que interactuamos, y por la creatividad para diseñar experiencias que permitan a los niños su realización como personas y miembros activos de la sociedad, valorando su entorno y formándose como ciudadanos críticos, respetuosos y responsables de su cuidado. La interacción con el medio pone al niño desde pequeño en contacto con entidades y procesos que ocurren en la naturaleza, que son el punto de partida para comenzar a plantearse interrogantes. Indagar el ambiente permite el conocimiento y la comprensión de todo aquello que conforma la realidad significativa para el niño, que esta al alcance de su percepción y experiencia y que tiene sentido para el. Las experiencias cotidianas serán un punto de 95 partida para profundizar y modificar lo que el niño ya sabe permitiéndole acceder a nuevos conocimientos e iniciándose en la formación de competencias y capacidades de pensamiento, acción y valoración del entorno natural y de las interacciones que en él ocurren. Esta propuesta pedagógica, pretende capacitar a los docentes para que ellos promuevan en sus alumnos de nivel inicial, la construcción progresiva de esquemas de conocimiento, sentimientos y valoración de los recursos naturales, para que puedan comprender la realidad local y regional desde una visión que les permita colaborar activamente en el mejoramiento y conservación del ambiente. Por otra parte se busca que los docentes brinden a los niños la oportunidad de construir conocimientos partiendo de la exploración de los objetos y fenómenos que lo rodean, permitiéndoles interactuar con el ambiente, describir, comparar, observar, ponerse en contacto con distintas fuentes de información, seguir procedimientos mas sistemáticos, experimentar, y compartir los resultados obtenidos. Los objetivos de esta propuesta son: Generales a) Proveer a las maestras y maestros de nivel inicial, de conocimientos geológicos, biológicos y ecológicos de su entorno local y de las herramientas para que puedan trasmitirlos a sus alumnos Específicos a) Capacitar a los docentes en contenidos de ciencias naturales en general, con énfasis en ejemplos locales, para que puedan reconocer las características específicas de su zona b) Brindar herramientas para la apropiación de conocimientos significativos, previamente seleccionados, a través de procesos críticos y reflexivos en una amplia gama de situaciones y circunstancias, factibles de ser aplicados en proyectos medioambientales de nivel inicial. Desarrollo del curso: En cada encuentro un especialista (biólogo, geólogo) diserta sobre un tema particular correspondiente a cada uno de los cuatro ejes del curso: Geomorfología de costas, Fauna y flora de la estepa, Intermareal y Vertebrados ma96 rinos. Estos especialistas acompañan sus disertaciones con presentaciones audiovisuales, fotografías y material biológico y geológico. Además se realiza una salida de campo acompañados por los especialistas, que sirve para enriquecer y contextualizar dando significatividad a los aprendizajes. Por otro lado, al finalizar cada eje temático, se plantean estrategias didácticas que el docente podrá utilizar para trabajar en el aula. Interpretación Ambiental: La Interpretación Ambiental es una de las herramientas características de la Educación Ambiental en la educación no formal. Al ser compatible con el desarrollo de actividades al aire libre, se alternan distintas técnicas de enseñanza. El contacto directo con la Naturaleza y el juego permiten que el participante descubra las relaciones que conforman el medio ambiente y es posible que se reconozca como parte de un sistema sensible al cual es necesario proteger. En este marco, actualmente, se desarrolla el programa “Los chicos de las escuelas van al Doradillo, una visita para descubrir la naturaleza en Punta Flecha” “Los chicos de las escuelas van al Doradillo, una visita para descubrir la naturaleza en Punta Flecha” El objetivo general de este programa es promover en las niñas y niños de la ciudad de Puerto Madryn y, a través de ellos, en sus familias, una conciencia ambiental que los lleve a ser partícipes activos en la conservación del ambiente a través del conocimiento del mismo y de las distintas especies que coexisten en él. Este programa se está desarrollando desde el año 2005, durante la temporada de reproducción de Ballenas Francas Australes (mayo a septiembre) Sus objetivos específicos son: a) Promover la comprensión de las relaciones entre los distintos componentes del sistema costero patagónico y la importancia de su conservación. b) Ayudar al reconocimiento de las especies más representativas de la estepa y de la costa, despertando un nuevo interés en niñas y niños por descubrir otros integrantes del ambiente que los rodea. c) Promover en las y los participantes una visión global e integrada del ambiente marino y terrestre. 97 d) Contribuir a la toma de conciencia del impacto de las actividades humanas en el ambiente y de la responsabilidad que cada individuo tiene en su conservación. Desarrollo del programa. El programa se ofrece a través de una invitación formal a todas las escuelas de Puerto Madryn. Luego, las escuelas interesadas se comunican con la Fundación Patagonia Natural y se acuerdan las fechas de realización. El programa educativo comprende actividades dentro del establecimiento escolar y en el Área Natural Protegida Municipal “El Doradillo” y Observatorio de Ballenas Punta Flecha. El primer encuentro consiste en una charla participativa dentro del aula con una duración aproximada de una hora e incluye una presentación audiovisual donde se realiza una breve descripción de las características del ambiente a visitar y sus problemáticas ambientales. Al finalizar el encuentro se le entregan al docente actividades didácticas sobre los temas tratados en la charla para su posterior realización en el aula, entre dichas actividades pueden mencionarse la construcción de un catalejo, entretenimientos (crucigramas, sopas de letras, etc.), actividades para realizar con una lámina que trata el proceso de desertificación, como soporte didáctico. Por último se invita al grupo de alumnas/os a pensar con sus docentes en un mensaje relacionado a la conservación del ambiente que será instalado en un panel, durante la posterior visita al observatorio. Luego de una o dos semanas se realiza la visita al Observatorio; durante la misma se refuerzan los conceptos introducidos en el primer encuentro y se simula ser investigadores junto a niñas y niños, estudiando a través de la experimentación: • Flora: adaptaciones, diversidad, características generales y usos domésticos. • Proceso de desertificación: a través de una pregunta disparadora que, mediante experimentación directa ellos mismos responderán en el momento “¿Cómo varía la dureza del suelo entre un camino y la zona vecina no pisoteada?” 98 Estos contenidos se desarrollan mediante una actividad basada en la metodología de “La Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela (EEPE)” Y a través de la observación: • Ballenas, aves marinas, fauna terrestre: su comportamiento, adaptaciones y sus interacciones con el ambiente Luego se realiza una caminata por el sendero hasta playa Las Canteras, se hace una merienda en la playa y, como actividad de cierre durante la cuál se afianza el mensaje de conservación generado en toda la actividad y se genera un espacio para la libre expresión de las/os alumnas/os y docentes, dando por finalizada la salida. Resultados EEPE Los curso de la EEPE se han dictado desde finales de 2006 en las ciudades de Puerto Madryn, Trelew y Comodoro Rivadavia en la provincia de Chubut; en las ciudades de Sierra Grande, General Conesa y Viedma en la provincia de Río Negro y en la ciudad de Caleta Olivia en la Provincia de Santa Cruz, en total han participado 250 docentes de distintos niveles. La biodiversidad costera patagónica: conservando los recursos naturales desde el nivel inicial La capacitación de nivel inicial se ha dictado en el año 2007 en la ciudad de Puerto Madryn y en el año 2008 en la ciudad de Comodoro Rivadavia, habiendo participado un total de 57 docentes. Como resultado de estos cursos, y a modo de evaluación, los docentes presentan propuestas didácticas donde utilizan la metodología y los contenidos aprendidos en el curso. Así, realizan proyectos áulicos donde trabajan los siguientes temas, entre otros: diversidad de insectos, adaptaciones de los animales a los cambios de luminosidad, adaptaciones de la vegetación autóctona e introducida, diversidad de aves en las costas, impacto de la erosión del suelo sobre la flora patagónica, impacto de la basura en el ambiente, características del paisaje costero, relaciones entre las características de las 99 playas y la diversidad de aves, los peces como recurso económico y problemas asociados a la sobrepesca y efectos de las pesquerías sobre aves y mamíferos marinos. Las opiniones de los docentes participantes de estas capacitaciones han sido en todos los casos positivas. En sus apreciaciones al finalizar el curso declaran que las propuestas han sido dinámicas e interesantes. Destacan la manera progresiva en que se trabajan los aspectos metodológicos, llevándolos a la reflexión, y a cuestionarse sobre sus propias prácticas. Coinciden en que los recursos utilizados para desarrollar los encuentros fueron atractivos y el material interesante. En cuanto a la propuesta metodológica, sienten que es útil para su proceso de enseñanza-aprendizaje. Los chicos de las escuelas van al Doradillo, una visita para descubrir la naturaleza en Punta Flecha Actualmente existe un total de 30 escuelas de nivel primario en la ciudad de Puerto Madryn. Durante la temporada 2008 se ha invitado a participar en el programa a 25 de ellas; 14 de las cuales han confirmado su participación (por el momento, dado que el programa está en curso). Las mismas representan un total de 1013 alumnos. Desde el inicio del programa el porcentaje de escuelas participantes ha ido en aumento. Del total de escuelas invitadas en el 2005 el 32% participó; en el 2006 el 41%; en el 2007 el 64%. Actualmente las escuelas que han confirmado su participación representan el 56% del total. Si bien los alumnos participantes del programa de Punta Flecha son habitantes de la ciudad de Puerto Madryn, para muchos de ellos esta visita al Doradillo es su primer acercamiento a las ballenas en un contexto de interpretación de la naturaleza. Entre sus comentarios durante la visita se destaca la preocupación por disfrutar de este ambiente, cuidándolo, y protegiéndolo para que cada especie continúe viviendo en el lugar. Conclusiones Todas las propuestas resultaron de gran interés, lo que se vió reflejado en la alta participación y en la creciente demanda de nuevas capacitaciones y material informativo y didáctico. 100 A través de las propuestas de capacitación los docentes acceden a un mayor conocimiento del ambiente local e incorporan nuevas herramientas metodológicas para el tratamiento de temas ambientales. Dado que ambas propuestas de capacitación hacen hincapié en el desarrollo de estrategias metodológicas, acompañadas de contenidos conceptuales, los docentes logran aplicar lo aprendido en su tarea áulica. De éste modo, incorporan la temática ambiental en sus actividades y currículas escolares; involucrando a sus alumnos y generando un compromiso con el ambiente. Por otro lado, mediante las actividades de interpretación ambiental, los niños logran comprender las relaciones entre los distintos componentes del ecosistema, obtener una visión global e integrada del ambiente marino y terrestre, y tomar conciencia de los problemas ambientales y de las pequeñas acciones que ellos pueden realizar por la conservación de su entorno. Discusión La Educación Ambiental se centra más en las causas que producen los problemas ambientales que en el estudio de los síntomas. Esta postura sostiene que la Educación Ambiental es el proceso de reconocer valores y aclarar conceptos que estimulen aptitudes necesarias para comprender las interrelaciones entre el hombre, su cultura y el medio físico. Entre los valores universalmente reconocidos se puede mencionar: la ética de la responsabilidad en relación con el uso de los recursos naturales, el reconocimiento del carácter finito de los recursos naturales y de la necesidad de racionalizar su uso, la actitud crítica ante el reparto desigual de los recursos entre los pueblos del planeta, la cooperación para resolver los problemas ambientales, el respeto por todas las formas de diversidad existente. De este modo la Educación Ambiental no puede cirncunscribirse a la enseñanza de una sola materia, como la Ecología, ya que su objetivo básico no es conocer determinados conceptos, sino transmitir valores y promover comportamientos, lo cual es difícil de conseguir a partir del marco teórico de una sola materia, por rica que esta sea. El análisis de la problemática ambiental y de sus posibles vías de solución requiere obligatoriamente el aporte de los conocimientos y métodos de disciplinas muy variadas. En el proceso educativo se considera que los individuos logran una verdadera comprensión cuando logran reproducir los mecanismos que originariamente 101 han sido puestos en juego para la elaboración de determinados conceptos o mas específicamente de una teoría. De esta manera se fomenta en los alumnos el espíritu crítico, se pone en juego su creatividad y el derecho a pensar libremente. Nuestras tres propuestas educativas apuntan a la educación en valores y a la apropiación de saberes de una manera activa, donde tanto docentes como alumnos a través de la acción participan en la construcción del conocimiento. Somos concientes de las dificultades que se plantean al intentar generar cambios actitudinales en cuanto a la valoración y respeto por el ambiente, y en la implementación de nuevas metodologías educativas. Sin embargo creemos que este es un camino que puede aportar soluciones. La educación es un proceso a largo plazo y, aunque aún desconocemos el real impacto de nuestras acciones en niños y docentes; estamos trabajando en el diseño de mecanismos de seguimiento de nuestras propuestas para obtener indicadores de éxito de las mismas. Bibliografía Álvarez, P., y Rivarosa, A. (2000): Problemas ambientales, en F. J. Perales (coord.): Resolución de problemas, Madrid, Ed. Síntesis. Brown A., Martinez Ortiz U., Acerbi, M. y Corcuera J. (2006) (Eds) La situación ambiental Argentina 2005, Fundación Vida Silvestre, Buenos Aires,. Cañal, P.; García, J. E., y Porlán, R. (1981): Ecología y escuela. Teoría y práctica de la educación ambiental, Barcelona, Laia. Damin, R. y Monteleone, A. (2002). Temas ambientales en el aula: una mirada critica desde las ciencias sociales. Editorial Paidos. Garcia, J. E. (2002): Proyecto docente (inédito), Sevilla, Facultad de Ciencias de la Educación García, J. E. (2004): Educación ambiental, constructivismo y complejidad, Sevilla, Diada. Gil, D. (1993): Contribución de la historia y filosofía de las ciencias al desarrollo de un modelo de enseñanza/aprendizaje como investigación», en Enseñanza de las Ciencias, Barcelona, 11, 2, pp. 197-212. Levinas, M.L.(1998). Conflictos del conocimiento y dilemas de la educación. Editorial Aique. UNESCO (1977) Seminario Internacional de Educación Ambiental (Belgrado 1975), Informe Final, Paris, UNESCO/PNUMA. 102 Desarrollo local, desafíos al conocimiento y la innovación Marianela Morales Calatayud. Francisco Becerra Lois. Yuderkis Padilla Reyes. Introducción La emergencia de la institucionalización de los procesos tradicionales universitarios en los espacios locales, de nivel municipal en Cuba, ofrece oportunidades excepcionales para el desarrollo de las capacidades de gestión del conocimiento orientada al mejoramiento de las condiciones tecnológicas, sociales y culturales de esos espacios. Los núcleos conceptuales básicos por donde transitan los proyectos que deben ser avanzados en coordinación con los gobiernos de esas instancias, las sedes universitarias y las universidades centrales a las que aquella se adscriben, pasan por la comprensión del desarrollo entendido ahora en una nueva escala, el conocimiento y la innovación. Sobre estos aspectos en sentido general vale destacarse que los procesos históricos y culturales a los que la sociedad contemporánea ha asistido en los últimos 20 años, por tomar como referencia al menos las últimas décadas del siglo XX y los primeros años del siglo XXI, han planteado un cuestionamiento importante de los asuntos ligados a la comprensión del desarrollo y las posibilidades que el conocimiento y las transformaciones tecnológicas, mediante los procesos innovativos pueden ofrecer a este. Las complejidades del desarrollo en la escala macro de los sistemas políticos y económicos estandarizados en la modernidad, han venido reclamando desde los años 70 y 80 del siglo anterior una comprensión nueva, por lo que en este período emergen conceptualizaciones que intentan atrapar esas complejidades desde la interpretación económica, política, social y de la cul103 tura en general, intentando corregir la correspondencia entre el objeto y su teoría. Entre estos intentos aparecen como muy comunes en la literatura nuevas orientaciones en relación a los estudios de la ciencia, la teoría de la educación, la teoría del desarrollo y la politología. Emergentes son de los años 70 los Estudios sociales de la ciencia y la tecnología, comúnmente llamados estudios Ciencia, tecnología, sociedad (CTS), los estudios sobre manejos ambientales (con la disímil expresión que esto va luego alcanzando: ambiente natural, ambiente cultural, ambiente humano) Teoría de la innovación, Teoría de la dirección, de la información, de los sistemas de ciencia y tecnología, luego de innovación, Estudios sobre gestión, en el más amplio sentido del término, etc. En este entorno aparece como clave la Teoría del desarrollo y los nuevos procesos que contribuyen, tal parece definitivamente a este: el conocimiento y la innovación. Entre los objetivos que persigue este trabajo se encuentran las sistematizaciones de algunas nociones que permiten entender el lugar de las conceptualizaciones básicas de interpretación con las que pueden ser conectadas la gestión del conocimiento y la innovación en un contexto particular de local cuya tendencia debe expresarse hacia el desarrollo. Las preguntas fundamentales para nosotros, que intentamos visualizar desde este abigarrado plano teórico el papel que institucionalmente se nos ha dado hoy al compartir actividades de gestión de conocimientos y gobernabilidad, desde un proceso de reforma educativa coincidente con la universalización del conocimiento, son sin lugar a dudas: Qué es el desarrollo local? y qué desafíos plantea al conocimiento y la innovación? Estas preguntas tienen sólo significación si se entiende que cualquier acción desde la universidad para gestionar o contribuir a gestionar conocimientos, lo debe ser sólo en el sentido de que estos tengan significados para el desarrollo local y sean respuestas a los problemas planteados desde el mismo. A fin de lograr coincidencia de compartir marcos comunes de interpretación sobre ese aspecto colocaremos algunas ideas que nos parecen definitorias al respecto, orientaremos la base referencial donde parecen estar reunidas las claves de comprensión del asunto y formularemos un conjunto de interro104 gantes que pueden permitirse ser contestadas desde el lugar que ocupamos hoy en la gestión universitaria. Qué entender por desarrollo local? 1. El desarrollo local, y su lugar en la Teoría general del desarrollo Existe una gran cantidad de acercamientos conceptuales que nos permiten distinguir las claves de este asunto. Para ello debe ser entendido ante todo un tema que es sustancial. ¿Es esta una teoría homogénea? ¿qué relaciones guarda la comprensión del desarrollo local con la Teoría general del desarrollo? El desarrollo ha sido un tema de interés permanente en el pensamiento universal, aunque expresándolo a través de distintos términos, entre los que vale mencionar (Becerra, 2008; Bell, 2007): • Riqueza. • Progreso. • Evolución. • Desarrollo. En la literatura contemporánea, el término más frecuentemente en los estudios sobre el desarrollo, este tiene el sentido de expresar la meta que aspiran alcanzar los países subdesarrollados, o lo que es lo mismo, un determinado tipo de movimiento y transformación. Como se observa, se trata de un sentido restringido del término, que parece sugerir que los países desarrollados tienen resueltos los problemas del Desarrollo, afirmación que carece de rigor científico. (Becerra, 2008) Aunque el término desarrollo tiene una historia en las ciencias sociales, su uso con el sentido que se le da actualmente ganó carta de ciudadanía después de la II Guerra Mundial. La expresión desarrollo fue utilizada inicialmente por la escuela económica austríaca (Ander-Egg, 1986:137), pero fue el presidente estadounidense Truman quien le dio un sentido emblemático en su discurso de toma de posesión en 1949. El discurso anunciaba que se abría para el mundo la era del desarrollo. 105 En el comienzo se identificaba crecimiento económico y desarrollo, en tanto los indicadores que lo referían eran el Producto y el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, por consiguiente, desarrollarse consistía en lograr el aumento de ingreso por persona en las áreas subdesarrolladas. Aún los informes del Banco Mundial clasifican a los países en agrupaciones que van de desarrollados a menos desarrollados de acuerdo al PIB per cápita. Las experiencias, las frustraciones y los análisis llevaron a percibir que no sólo el desenvolvimiento de la actividad económica bastaba para resolver los problemas del desarrollo, comenzó a plantearse que los aspectos sociales no podían ir separados de los aspectos económicos y que existía una inter vinculación entre ambos. Fueron los problemas prácticos y sobre todo la búsqueda de explicaciones por las cuales no daban resultados las políticas económicas encaminadas a promover el desarrollo las que fueron dando un nuevo contenido al concepto. En los últimos años han tomado fuerza determinadas concepciones del desarrollo que privilegian aspectos relacionados con el bienestar de las personas. Entre ellas el concepto desarrollo humano, en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Se define el desarrollo humano como: “un proceso en el cual se amplían las oportunidades del ser humano. En principio estas oportunidades pueden ser infinitas y cambiar con el tiempo. Sin embargo, a todos los niveles del desarrollo, las tres más esenciales son: disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente”. (PNUD 1990: 34) En la actualidad tiene gran uso también el concepto desarrollo sustentable o sostenible, que alude al que satisface las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. La expresión desarrollo sustentable es ambigua, pero se ha impuesto en el discurso internacional. Si bien con esta formulación se persigue captar la idea de la protección y conservación de los recursos naturales, progresivamente se precisa y contextualiza su definición. Una de sus dimensiones más importantes se refiere a que las necesidades son la de los pobres y a promoción de valores que estimulen patrones de consumo dentro de los límites ecológicamente posi106 bles. El problema mayor radica en la contradicción entre el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación y otros efectos negativos sobre el medio ambiente y la acumulación capitalista. (Díaz, 1997: 33-34) Sin embargo esa definición se hace difusa, pues todos sus voceros fundamentales, desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, pasando por las distintas Agencias de la ONU, hasta la academia y las fuerzas de izquierda hablan de los problemas sociales y del desarrollo sustentable con un lenguaje muchas veces similar, que tiene en realidad un distinto significado. Siguiendo a Bell (2004: 3), a partir del conjunto de consideraciones anteriores que nos planteamos, se aprecia en la comprensión del desarrollo que: - no es un proceso sólo económico, aunque la economía esté en primer plano, es un proceso social real, político en primer lugar, en que a partir de la relación de poder se persigue un reordenamiento de la sociedad en interés y beneficio de las clases sociales mayoritarias, el pueblo. - es un concepto con el que pretendemos captar un proceso mediante el cual se producen cambios cuantitativos y cualitativos en todas las estructuras de una sociedad en interés de las clases populares. 2. Nuevos acercamientos al entendimiento del desarrollo Los nuevos conceptos del Desarrollo surgidos al calor del proceso de Globalización, principalmente en la década de los años 90, han sido promovidos por los organismos internacionales y regionales, pero otros provienen de fuentes heterogéneas. La formulación de nuevos conceptos expresa un resurgir del tema en la agenda mundial, por lo que resulta importante valorar críticamente en qué medida esos conceptos sirven de base para la adopción de acciones prácticas en las condiciones imperantes en la actualidad. 2.1 Desarrollo sostenible Durante mucho tiempo se examinaron el concepto Medio Ambiente y Desarrollo como resultados de análisis de fenómenos independientes. Por el camino, incluso se llegó a considerar que era una relación conflictiva. En la 107 actualidad muchos comprenden que esta inter-relación puede ser positiva, siempre y cuando los hombres se propongan un desarrollo que armonice con la naturaleza, de modo que al referirnos a desarrollo sostenible es importante el análisis de cuál ha sido la evolución del pensamiento universal en cuanto a la relación que media entre ambos procesos. Por eso, el concepto Desarrollo Sostenible constituye un avance en el pensamiento universal acerca del desarrollo que nos permite identificar cuáles son los elementos que lo forman y valorar qué hay de nuevo en él con respecto a otras formulaciones. Entre los aspectos que deben valorarse se debe: - Integrar la dimensión ambiental a la concepción del desarrollo. - Incorporar la noción de Equidad Intergeneracional. - Advertir el carácter global del desarrollo. - Proponer un nuevo patrón de desarrollo que no pretende reducir la producción, pero que modifica su calidad. Para interpretar adecuadamente la trascendencia del concepto Desarrollo Sostenible para los países subdesarrollados, resulta necesario comprender el círculo vicioso que se establece entre el subdesarrollo y el deterioro ambiental. Cualquier estrategia de desarrollo que se elabore en estos países, deberá contemplar la dimensión ambiental, es decir, tendrá en consideración el impacto ambiental de la estrategia que se propone aplicar, no para simplemente conocerlo, sino para realizar una valoración de largo plazo que permita concluir si la orientación del cambio social, económico o ambiental es viable o no. Teniendo en cuenta que muchos problemas ambientales tienen un carácter global, es decir, que sus efectos se extienden más allá de las fronteras nacionales, resulta importante entender por qué el Desarrollo Sostenible constituye un tema de conflicto entre el Norte y el Sur. Muchas de las reglas del juego del actual orden internacional, levantan barreras al desarrollo sostenible de los países del Sur. Por ello, las exhortaciones a un Desarrollo Sostenible que realizan los organismos internacionales en la actualidad, no se corresponden con los procesos prácticos que dimanan del orden internacional. Por lo visto, estamos en presencia de un nuevo concepto sobre desarrollo que constituye, indiscutiblemente un paso de avance en la noción o interpre108 tación del desarrollo, pero está formulado en un contexto de globalización neoliberal mundial que resulta poco favorable para su implementación práctica. 2.2 Desarrollo humano Este es otro de los nuevos conceptos sobre desarrollo. Su origen se debe al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y aparece por primera vez en el Informe sobre Desarrollo Humano, publicado en 1990. En particular, resalta el hecho que, de acuerdo con el Desarrollo Humano, el crecimiento constituye un medio, pero nunca es la finalidad perseguida. De lo que se trata, es de poner al ser humano en el centro de la atención y crear y ampliar sus oportunidades, entre las cuales, las más esenciales son: disfrutar de una vida prolongada y saludable; adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para lograr una vida decente. Resulta importante entender las razones que aconsejan promover el desarrollo humano en países subdesarrollados, en lugar de suponer que basta con alcanzar tasas de crecimiento económico superiores. Al propio tiempo, cabe subrayar que el concepto Desarrollo Humano, al hacer énfasis en toda una serie de dimensiones no económicas del desarrollo, está reconociendo, de hecho, la importancia de la implementación de políticas de desarrollo social. Con ello, se aparta de aquellas consideraciones que asumieron que el desarrollo social sería una consecuencia del crecimiento económico. 2.3 Desarrollo social Este concepto fue centro de un debate mundial ocurrido en la Cumbre sobre Desarrollo Social efectuada en Copenhague, 1994, organizada por la UNESCO. La expansión inusitada de la pobreza en la década anterior, el sentimiento de injusticia que todo ello creó en el ámbito mundial, unido al temor de frente al peligro de inestabilidad política nacional e internacional que traería, fueron las claves que situaron el tema del desarrollo social en la agenda mundial. La miopía social del neoliberalismo había conducido al deterioro de servicios sociales básicos, la elevación del desempleo y la distribución de los ingresos se había hecho aún más desigual. La UNESCO (la organización de Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura), al igual que antes lo hiciera el PNUD, desde mediados de 109 los años 90, elaboró y difundió una concepción acerca del Desarrollo Social, cuyo contenido fue objeto de análisis en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social, efectuada en Dinamarca en el año 1994, en un escenario internacional muy similar al de nuestros días: Más de 1,200 millones de personas viviendo en la pobreza extrema y degradante; más de 1,000 millones de desempleados y la incertidumbre, inseguridad y el riesgo de desintegración social que todo ello acarrea. Desde varias décadas antes, la UNESCO venía insistiendo en la idea de que el desarrollo constituye un fenómeno muy amplio, que trasciende el crecimiento económico. Entendiendo a éste como motor, pero nunca como fin en sí mismo, el desarrollo es, ante todo y por encima de todo, un desarrollo social, indisolublemente ligado con la paz, los derechos humanos, la democracia, el medio ambiente, la cultura y estilos de vida de la gente. Modificar la visión prevaleciente, requeriría elaborar visiones mucho más abarcadoras de los problemas sociales de la humanidad. El concepto del Desarrollo Social propuesto por la UNESCO en la Cumbre del Desarrollo Social y sus antecedentes parte de la idea de la necesidad de formular objetivos principales que deberían proponerse todos los países, así el mismo guarda relación con los conceptos anteriormente analizados: el desarrollo sostenible y el desarrollo humano. 2.4 Desarrollo local o endógeno Pese a que las disparidades territoriales constituyen una de las manifestaciones más importantes del subdesarrollo, sólo algunas corrientes del pensamiento (el marxismo y los estructuralistas) han incorporado esta problemática en sus estudios sobre el desarrollo, aunque no puede afirmarse que arribasen a una interpretación satisfactoria sobre el modo de enfrentarlas. Es importante que se observen los elementos básicos de las iniciativas de desarrollo local e interpretar el concepto Desarrollo Endógeno o Local. Es importante que se observe además la ambigüedad de este concepto; de una parte, se aviene perfectamente al paradigma neoliberal, toda vez que es coincidente con la política de descentralización (más de problemas que de recursos) y la idea de que las causas de las disparidades territoriales se tienen que resolver “desde dentro” de cada territorio, con sus recursos propios 110 y sin pretender ayuda del exterior, ya que los externos no son responsables de lo que allí ha acontecido. De otra parte, no cabe dudas de que en el contexto de la globalización neoliberal, las iniciativas de desarrollo local se convierten en una estrategia de supervivencia nada desestimable. Las potencialidades que tienen las comunidades, para dar respuesta a múltiples necesidades con los recursos locales, son indudables. Suponer que bastaría el despliegue de las iniciativas de desarrollo local para acabar con el subdesarrollo, carece de rigor y resulta engañoso sin embargo el mismo es viable, siempre que se movilicen los recursos de la comunidad y se constituyan redes locales. 3. Complejidades del entendimiento de lo local. Una aproximación El entendimiento de lo local sin embargo coloca aquella noción en un punto crítico de análisis, sus vínculos con la comprensión de lo territorial y las tendencias en su entendimiento son múltiples y pueden provocar múltiples confusiones. La bibliografía sobre el tema destaca varias tendencias de interpretación, vinculadas fundamentalmente con la comprensión de qué es lo local. Entre ellas se pueden distinguir por un lado la reducción de lo local al análisis comunitario, como la posibilidad de desarrollo de una comunidad, como noción de espacio de vida, mientras que por otro lado lo local aparece entendido como lo territorial, definido esencialmente por los bordes de la distribución política. En ambas tendencias esta comprensión se da la mano con su carácter opuesto a lo nacional, contrario a la globalización en términos de tendencia y como un tránsito de comprensión de las potencialidades de su despliegue, pasando de factores exógeno a lo endógeno (Bitar, s/f). Así mismo ambas tendencias lo subrayan como sentido alternativo al entender procesos históricos de límites muy complejos, correlacionado a la localización de algo, a la noción de nodo, con coordenadas en un territorio ( Coragio, 1996). “Lo local está así asociado a localización de alguna cosa o proceso en un lugar fijo, con coordenadas bien acotadas dentro de 111 un territorio más amplio. Aparece como opuesto a global, a planetario y, por tanto, asociado a pequeño, limitado, alienado, débil. También, más recientemente este término apela a la noción de nodo (parte) con referencia a una red de flujos (todo)”.(Coragio, 2002:10) Espina (2006: 54) señala que en las nuevas concepciones sobre el desarrollo se apela frecuentemente a la noción de territorio, para desatacar aquellos procesos ligados a estrategias que toman en cuenta un escenario particular de trabajo, un nivel específico para abordar las características, contexto en el que el “territorio adquiere condición de concepto que desborda la idea de espacio determinado y se extiende en su definición hacia el conjunto de relaciones y redes económicas sociales, culturales, políticas, ambientales e históricas que convierten a dicho espacio en una unidad o subsistema, conectado con un conjunto de mayor y menor generalidad, pero con una estructuración y conectividad interna propias”. Estas peculiaridades le confieren al entendimiento de lo local relativa autonomía y especificidad en su funcionamiento debido, entre otras razones, a las peculiaridades ambientales y de recursos naturales propias del contexto, el tamaño y capacitación de sus recursos, sus tradiciones, costumbres, el grado de desarrollo de su estructura económica y la articulación de sus actores. Esta referencia conecta un entendimiento de lo local y lo territorial donde se reconoce la importancia de enfoques localistas y endógenos por la significación que ello tiene objetivamente como un espacio de cambio con una línea crítica que emerge de la consideración de la diversidad y la participación como elementos básicos. Al respecto puede revisarse el trabajo de Ïñiguez y Ravenet (2006), dode se aborda el asunto desde la consideración del desarrollo local y la heterogenidad territorial . Al referirse a lo local, Guzón (2006: 64-65) señala que es imposible afirmar que la identificación de lo local sea común a todos los que utilizan el término, sin embargo distingue como destacado la recurrencia en todos los que utilizan el término a dos elementos fundamentales: identidad y territorio. En este sentido sigue las formulaciones que con respecto al tema distingue Arocena (1995) en “Desarrollo local, un desafío contemporáneo”. 112 No obstante parece adecuado sumar a esa interpretación de lo local la consideración de un entorno natural que lo constituye y unas acciones de sujetos que viven en él. Este elemento nutre el sentido del valor de lo local como una escala singular de organización y nexos entre necesidades y recursos disponibles y por tanto de participación, donde lo novedoso es, en palabras de Pena (2006:30), “… el realce de la discrecionalidad del proceso de crecimiento”. En lo local se ponen de manifiesto varias dimensiones, donde el reconocimiento de la dinámica con lo global expresa las posibilidades de desarrollo de una comunidad, en un contexto histórico y unas relaciones sociales y económicas determinadas. Sobre este particular Bitar (s/f) propone como sus dimensiones: a) Una identidad dinámica o lo que es igual un contexto donde la identidad, los valores culturales se generan y afirman haciendo distintivos modos de actuar, de solución de problemas, prácticas culturales determinadas. b) El nivel de la sociabilidad entendida como un conjunto de relaciones políticas, sociales y económicas propias. c) El conjunto de las interacciones institucionales y un específico ámbito de articulación mediante redes. Los elementos anteriores nos permiten comprender el desarrollo desde lo local y lo endógeno, en una escala nueva de referencia al crecimiento y la acumulación de la riqueza, entendida en un ámbito muy flexible desde el patrón de crecimiento económico hasta el crecimiento social, cultural, ambiental sostenible y humano. La pregunta básica, para los fines del entendimiento del papel de las “sedes universitarias locales” es esclarecer, en medio de la complejidad conceptual, qué es el desarrollo local? Pena (2006: 28) señala, siguiendo a Moncayo (2001), que en los años 80 del siglo pasado en Estados Unidos y Europa aparecieron una serie de trabajos apoyando la idea de que el proceso de crecimiento en las regiones dependía en lo esencial de las dinámicas propias de ellas y de la habilidad de las poblaciones e instituciones para hacer usos provechosos del arsenal tecnológico disponible. Este elemento se conecta con la emergencia de un nuevo paradigma tecnoproductivo: la especialización flexible, lo que hace que el eje 113 de competencia se traslada de los precios para productos homogéneos a la innovación. Es por ello que en el nivel micro se destacan como tendencias en la comprensión del desarrollo local: a) el papel de los factores sociales y las instituciones en la promoción del crecimiento, lo que sería más adecuado decir de las transformaciones. b) el énfasis en la acción colectiva y la conformación de redes de colaboración y estrategias de trabajo. c) el enfoque del entorno innovador. (Moncayo, citado por Pena, 2006) Para Espina (2006:47-53) la noción de progreso constituye la base de la comprensión del desarrollo la que puede ser identificada más o menos en cada etapa de su comprensión, incluso en la conectada a la visión de la dimensión territorial del desarrollo (coincidente en esta lectura con la dimensión local). En su reemergencia crítica de los 90 a hoy, el desarrollo local integra según Montero, (2000): d) La concepción de que en este nivel la comunidad, la participación y los saberes populares son relaciones. e) Una idea de la liberación de la praxis como movilización consciente y de sentido crítico de sus tendencias. f) La redefinición del papel del científico social como actor y constructor del conocimiento. g) La emergencia crítica de perspectivas diferentes de creación, lo que llama perspectiva de la resistencia. Para los fines de este trabajo en válida la interpretación de Espina (2006) que propone un conjunto de elementos que no pueden ser obviados al considerar el nuevo abordaje conceptual y anota en primer lugar la noción universal de desarrollo y su carácter de proceso con potencialidad para el despliegue del autocrecimiento individual y colectivo, basado en aprendizajes. A estos elementos agrega la sustentabilidad, la que en nuestra opinión debe ser entendida en términos de la existencia de una cultura de la sustentabilidad, la centralidad de los actores sociales, la capacidad de reflexividad en la 114 construcción de grupos. Y distingue además la orientación a la participación, la contradicción, la recuperación de la dimensión territorial y la sinergia entre su escala y otras, y el entendimiento de lo local como un ámbito estratégico legítimo en su dimensión cultural. En palabras de Arocena, (1995) citado por Guzón (2006:72), supone incluir el carácter de un complejo proceso a esa escala, “…como un proceso orientado… resultado de una acción de los actores o agentes que inciden, con sus decisiones en un territorio. La preminencia de las decisiones de los actores locales es lo que lo define. “Cabe definirlo como trayectorias específicas que se configuran en elementos históricos, geográficos y en mentalidades, se transforman y evolucionan por sus propias prácticas, combinadas con coyunturas y circunstancias que lo favorecen”. De un modo conclusivo Guzón (2006:73) señala que el desarrollo local “…es el proceso que orienta los actores locales mediante acciones de transformación del territorio en una direccion deseada, es de naturaleza continua, aún cuando se propongan metas parciales a modo de escalamientos. Por esto, para hacer un reconocimiento de los marcos de comprensión deseados del mismo, el desarrollo local debería cumplir unos principios, que funcionan en calidad de orientación de su estado: 1. Enfoque integral y sistémico del desarrollo. (nexos otros niveles) 2. Aprovechamiento de las estructuras existentes. 3. Ampliación y aprovechamiento de los espacios y canales. 4. Diseño de capacitación y de herramientas de información. 5. Gestión del conocimiento. 6. Identificación y movilización de los potenciales productivos. A los elementos anteriores nos parece conveniente sumar un par de aspectos claves en la comprensión de las trayectorias de desarrollo: 7. La identificación de los saberes tradicionales, explicables en términos de la estabilización de prácticas culturales, de modos de hacer propios, basado en aprendizajes 8. El establecimiento de una base de comunicación pública de conocimientos significativamente relevantes en ese ámbito. 115 Esta interpretación es coherente con la apreciación de Padilla (2007), para quien …“El desarrollo local es un proceso de cambio multidimensional sostenido de los individuos, los colectivos y localidades, a partir de la actuación consistente y concertada de los actores sociales orientados a la transformación del medio en consonancia con el propósito del desarrollo sostenible, necesariamente acompañado del continuo crecimiento económico equilibrado, estable y democrático como base y resultado de los cambios estructurales que potencien la solidaridad y la justicia sociales, la calidad de vida y el uso racional de los recursos escasos con que cuenta la localidad…” 3.1 Los factores del desarrollo local El punto de partida de cualquier proceso de desarrollo para un espacio dado, lo constituye el conjunto de recursos (naturales, históricos, culturales, humanos, tecnológicos, económicos, institucionales y materiales) que forman su potencial de desarrollo (Vázquez, 1999: 32), o lo que es igual el conjunto de elementos relacionados con su Potencial Endógeno de Desarrollo. Este punto de partida, al tener un carácter histórico concreto, provoca que tanto cuantitativa como cualitativamente sea diferente para los distintos países, regiones y localidades. Sin embargo, desde el punto de vista conceptual, constituye la “capacidad que tiene un territorio de generar una determinada cantidad de riqueza (material, humana, cultural o espiritual), que sea dedicada a garantizar la elevación del bienestar actual y otra al progreso que va a dar respuesta futura al crecimiento de la población, de las necesidades y retroalimentar el propio proceso de cambio de una forma continuada y sostenible (Pérez, 2004: 16) Así, la primera fuente de desarrollo es el potencial que posee el sistema territorial. Esta fuente originaria puede ser alimentada por otras, desde dos direcciones diferentes, pero que se complementan. Una tiene un carácter exógeno y viene dada por la corriente de riqueza (histórica, cultural, humana, tecnológica, económica, institucional y material), que viniendo desde fuera del sistema nacional o territorial, se integra a éste y es utilizado para ampliar en el territorio el bienestar, el progreso del ser humano, o ambos inclusive, gracias a los mecanismos de redistribución que existan en sistemas de orden superior, o a los que se logren por lo atractivo del territorio (Padilla, 200). 116 La otra fuente tiene un carácter endógeno, mediante el cual el propio sistema es capaz de generarlo o incrementarlo desde dentro, gracias a la coherencia de su organización, que le permite aprovechar toda la sinergia que es capaz de desplegar y que se encuentra latente en su capacidad interna. Las teorías del desarrollo endógeno, tal y como se comprenderá desde las apreciaciones que anteceden este acápite, han venido tomando cuerpo a partir de la nueva concepción del espacio como un entramado de agentes y elementos económicos, históricos, sociales, culturales, políticos e institucionales, que poseen modos de organización y de regulación específicos. Es por ello que se considera como el primer factor del desarrollo desde la endogeneidad al elemento más dinámico de los que intervienen en el proceso, o sea, las personas que encarnan los diferentes actores del desarrollo. En ellas se materializa y toma cuerpo el sistema de relaciones socioeconómicas del territorio, y son las portadoras de toda la dinámica de generación de riquezas, conocimientos, tecnologías, iniciativas y soluciones para los problemas del desarrollo (Padilla, 2007) . Tienen aquí gran importancia los mecanismos del tipo movilizativo o formativo, como pueden ser los procesos de capacitación, que permiten elevar la identidad territorial, la unidad nacional, la cultura general y del desarrollo y la cultura de gestión de los diferentes actores y la población. Para ello, resulta necesaria la existencia de sistemas de capacitación, superación y aprendizaje, así como sistemas de divulgación que contribuyan a crear esta cultura de desarrollo. Otro factor importante desde lo endógeno son los flujos de innovación, en los cuales la sinergia se produce de manera similar a lo que ocurre en una tormenta de ideas, cuando un grupo se encuentra trabajando en la solución de un problema. En ese caso, una idea se fertiliza con otra, complementándose y creando una solución incremental compartida. Asimismo, la red de innovación incremental se fertiliza y complementa y va creando condiciones para elevar la competitividad de ese sistema productivo territorial y propiciando procesos de gestión de conocimientos, con alto valor para el desarrollo. 117 4. La gestión del conocimiento en el desarrollo local Es muy común la consideración de la gestión del conocimiento como el conjunto de procesos que gobiernan la creación, diseminación y utilización del mismo para su aplicación en el proceso de gestión estratégica y en especial en la toma de decisiones. No obstante nos parece adecuado establecer que ella constituye un ámbito de la actividad práctica humana, que como proceso se orienta a la transformación de las bases de conocimiento mediante la recuperación, selección de información, asimilación de saberes y comunicación de conocimientos, para la transformación de la realidad. Supone el establecimiento consiente de unos mecanismos propiciadores de lo anterior y de la ampliación de la capacidad de dominio de la realidad (Morales, 2008). Estos mecanismos plantean una postura anticipatoria con relación al conocimiento, identificadora de las trayectorias similares, discriminatoria y con reconocimiento del déficit de saber para dominar la realidad. En el ámbito de la gestión del conocimiento una de las competencias sobre la que más se ha trabajado ha sido la relacionada con las actitudes que facilitan crear y compartir el conocimiento, así como las que preparan para el aprendizaje a lo largo de la vida (O’Sullivan, 2002). En relación con la creación de conocimiento, expertos en la gestión del conocimiento consideran que dicha generación se produce cuando las personas interactúan con la información (Davenport, 1998; Martín, 1999). Tomando como punto de partida dicha premisa, se evidencia el hecho de que formar a los profesionales para interactuar de manera efectiva con la información, es decir, para que sean competentes informacionalmente, es un reto imprescindible en el marco de la implementación de programas de gestión del conocimiento. Núnez (2007), señala en su intervención en el Tercer Taller del Programa GUCID que la gestión del conocimiento supone colocar los conocimientos que son necesarios para conectar la innovación con el desarrollo local. Así mismo Lage (2005) señala que los aspectos que reclama la gestión del conocimiento, orientada por su papel en el desarrollo local son: Identificar los actores; construir redes de cooperación; de capacidad de conectividad; 118 estimular interacciones; crear capacidad para asimilar conocimientos; armar ciclos cerrados; selección de los cuadros; capacitar para toda la vida; construir infraestructura y crear indicadores para poder contrastar y “medir” sus niveles. Las acciones de gestión de conocimientos orientadas al desarrollo local determinan una concepción de la innovación en esa escala que desborda su tradicional entendimiento en el ámbito empresarial, para colocarse en sintonía con los fines de transformación y modificación social que los actores locales necesitan implementar. Así la innovación, entendida como la transformación de una idea en un producto o proceso nuevo o mejorado y la subsiguiente utilización exitosa en la esfera de la producción material o espiritual de la sociedad, abarca tanto aspectos tecnológicos-productivos, referidos a la gerencia empresarial, la dirección y la organización, como los relativos a la innovación social con capacidad de cambio desde la cooperación y las interacciones. La innovación en su relación dinámica con la gestión del conocimiento orientada localmente se convierte en el centro de atención de una región y en la manera de constatar las potencialidades de su desarrollo. (Pena, 2006) 4.1 Retos del desarrollo local a la gestión del conocimiento y la innovación Como quiera que tanto la gestión del conocimiento como la innovación constituyen procesos que se insertan en contextos de estabilización de prácticas tradicionales orientadas desde órganos de subordinación diversos, la concertación de acciones, la determinación de prioridades y la comprensión de la necesidad de búsqueda de conocimiento relevante para ese nivel se hace sumamente complejo. Vale por esta razón destacar alguno de los retos que el desarrollo local impone a la gestión del conocimiento y la innovación: 1. Establecer el nivel local del desarrollo, pues la gestión del conocimiento y la innovación están sujetas a la determinación de su unidad, si intenta ser coherente con su primer factor y elemento más dinámico: los actores y destacar su segundo factor de determinación: los flujos de innovación. 119 2. Identificar y movilizar del potencial productivo para el desarrollo de actividades de innovación. 3. stablecer capacidad de enlace de los agentes locales con otros agentes regionales, nacionales y provinciales donde se ha operado acumulación de experiencia práctica e intelectual sobre los temas relevantes al entorno local de desarrollo (Núñez, Montalvo y Pérez, 2006). 4. Generar alternativas de enlace a la inteligencia local en torno a temas de significación y relevancia social, ambiental, productiva e intelectual, creando los espacios de trabajo para ello. 5. Comprender el desbordamiento de las interpretaciones tradicionales de la innovación, orientando la creatividad y la transformación social. 6. Propiciar procesos de apropiación social de conocimientos en el sentido de la creación de los mecanismos facilitadores para que la sociedad se comporte como agente de conocimiento. En este sentido vale destacar la referencia que al respecto señalan Núñez, Montalvo y Pérez, (2006:209) al significar los diferentes sentidos de ello, destacando: a) proceso por el que la gente accede a los beneficios del conocimiento de gran interés social, sobre la base de la comprensión de sus necesidades, b) proceso mediante el cual la gente participa de actividades de producción, transferencia, evaluación y adaptación de tecnologías y c) Extensión de una cultura científica, expresada en el sentido de usar los beneficios del conocimiento en las decisiones personales. 7. Desarrollar interpretaciones de los asuntos básicos que interesan a la comunidad, así como de reconocimiento de los problemas fundamentales de su desenvolvimiento mediante enfoques que propicien la colaboración intersectorial y el abordaje multi e interdisciplinario de los asuntos. 8. Identificar el conocimiento relevante que Lage (2005) destaca como colectivo, combinatorio, concreto, local y tácito. 9. Superar las formas estanco en que se gestiona la inteligencia y el conocimiento experto desde los programas de formación universitario en todos sus niveles, modificando la acción de los Consejos de sedes universitarias municipales, fuera de la formalidad de su desarrollo y desde una perspectiva de privilegio del servicio a la sociedad. 120 10. Ordenar en el entorno local una política del conocimiento (Lage, 2005) propiciadora de la capacidad de innovar sobre la base de la transformación de los entornos locales, utilizando los medios que ayudan a ese fin. 11. Ordenar los sistemas de capacitación integrados, desde programas que privilegien tanto la selección para la capacitación de expertos, políticos, así como sectores de la población cuyo desempeño sobre la base del conocimiento es fundamental para el desenvolvimiento de la localidad y la solución de los problemas del desarrollo. 12. Establecer un sistema de orientación para la formación profesional y el ingreso a las actividades de formación universitaria que parta de las necesidades del desarrollo local y oriente a los individuos en su futura responsabilidad con el mismo. 13. Diseñar estrategias de innovación cuyo centro lo constituye una interpretación amplia de ella, entendida como la capacidad para mejorar todos los procesos, incluida la innovación social. 14. Desarrollar una gestión de gobierno, que con los referentes de sus necesidades y la plataforma de trabajo orientado a la explotación de su recursos internos ayude a crear los espacios de integración adecuados para la gestión del conocimiento y su colocación en los procesos de transformación. 15. Mejorar, desde la gestión integrada de la ciencia, la tecnología y el medioambiente, las estrategias locales de dirección para ese fin (Márquez, 2006) 16. Constituir estilos de trabajo y dirección orientados al desarrollo local desde la creación y dirección de proyectos que supongan ciclos cerrados, evitando la dispersión y el atrincheramiento innovador y la incapacidad de la gestión (Lage, 2005). 17. Crear una cultura de la sustentabilidad ambiental, entendida esta en todos los ambientes (económicos, culturales, naturales, sociales) 18. Colocar la red de instituciones de educación superior en las localidades en un entorno de extensión de sus actividades que desborde su modo tradicional de operar el conocimiento y el servicio a la comunidad. 121 19. Superar la falta de identificación clara de los recursos de las localidades y de la realización de diagnósticos en paralelo, poniéndolos al alcance de la formulación de estrategias de futuro desarrollo. (Guzón, 2006) 20. Colocar a la sede universitaria (todas las sedes) en posibilidad de contribuir al rescate del patrimonio local y en posesión de sus catálogos de tecnología y modos de actividad práctica local. 21. Conformar mapas de riesgos y recursos (GUCID, 2007). 22. Crear los espacios propios de socialización y discusión de los asuntos relevantes para el conocimiento, con una amplia base de participación y utilizando la inteligencia local. 23. Utilizar de modo efectivo los beneficios que ofrece al desarrollo local los resultados de los movimientos de amplia participación para la aceleración de la actividad científica y tecnológica (FORUM, BTJ). Los aspectos antes citados no son los únicos retos que el desarrollo local plantea a la gestión del conocimiento. Otros podrán engrosar la lista de los referidos y contribuir al menos a visualizar que las complejidades de la escala local están más determinadas por el bajo reconocimiento que hacemos de sus potencialidades ,que por los recursos objetivos con que se cuenta en esta escala para orientar sustentablemente sus tendencias de desenvolvimiento. Conclusiones La institucionalización de los procesos universitarios en el nivel municipal en Cuba, ofrece oportunidades particulares para la utilización de la inteligencia local en el despliegue de sus capacidades orientadas al mejoramiento de las condiciones sociales y culturales de esos espacios. Para este fin la adecuada orientación del conocimiento, basada en aquellos que son relevantes en el entorno, propician acciones de innovación generadas desde los factores endógenos del desarrollo local. Las tendencias de interpretación del desarrollo local están vinculadas fundamentalmente a la comprensión de qué es lo local, distinguiéndose como las más frecuentes la reducción de lo local a lo comunitario, como noción de 122 espacio de vida, y lo local como lo territorial, definido esencialmente por los bordes de la distribución política. Aclarar esta postura es básico para poder realizar acciones de gestión de conocimiento relevante y proyectar la orientación de la innovación, más allá de su tradicional entendimiento tecnológico y empresarial, como innovación social. El entendimiento de lo local tiene una autonomía y especificidad propia determinada por las peculiaridades ambientales y de recursos naturales de su contexto, la capacitación de sus recursos, sus tradiciones, costumbres, el grado de desarrollo de su estructura económica y la articulación de sus actores. Por esta razón es importante destacar que los retos que el desarrollo local impone a la gestión del conocimiento y la innovación, están directamente relacionados con las trayectorias propias de los contextos y los procesos de articulación de sus factores esenciales. Bibliografia Becerra, Francisco. Teorías sobre el desarrollo. Maestría en Estudios sociales de la ciencia y la tecnología. Universidad de Cienfuegos, 2008 Bell Lara, José. Política y economía en las perspectivas de desarrollo de Cuba. VI encuentro internacional de estudios político. Universidad de la Habana, 13 al 17 de enero de 2004. Bitar, Miguel A. Los componentes del desarrollo local. 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Las SUM en tanto innovación educativa materializada en el contexto educación superior cubana, ocupa a su vez un lugar central en los procesos innovativos que tienen lugar en los territorios a partir de la estrecha articulación desde ella, de los factores y actores sociales implicados en la dinámica innovativa local. Introducción La actividad de las SUM se ha transformado a partir de la experiencia de su implementación, en un proceso que articula el uso de conocimientos, creatividad, innovación y enfoques proactivos. Desde esta perspectiva las SUM se han convertido en el espacio, que dentro de una localidad, región o territorio permiten dinamizar los procesos de gestión del conocimiento en toda su magnitud. Desde nuestra perspectiva las SUM se sitúan hoy como una “estructura de interfaz” de carácter especial, cuyo rol ha variado y continua complejizán1 La universidad cubana desde el año 2001 transita por un proceso denominado universalización que ha desplegado el entorno universitario a los contextos de la estructura municipal, por ello en cada municipio del país se conformaron las SUM. 125 dose. Ya que en tanto “unidad establecida en un entorno que dinamiza en materia de innovación tecnológica a los elementos del mismo… fomenta y cataliza las relaciones entre ellos”. (Castro, 2001) Las SUM además de mediador en la transferencia del conocimiento, ha ganado espacio y organización dentro de la perspectiva de desarrollo local, transformándose en un gestor de la producción, difusión, aplicación de conocimientos y en eje de la dinámica de innovación en su entorno.. Estas funciones requieren que las mismas desarrollen capacidades de gestión y aprendizaje del conocimiento, por tal motivo, es importante que identifiquen y analicen el conocimiento disponible en los territorios, tanto el conocimiento tácito como el explícito, planifiquen y controlen las acciones para generar activos de conocimientos que permitan alcanzar los objetivos propuestos en las diferentes áreas de la actividad académica, científica y productiva. Por ello gestionar adecuadamente el conocimiento y dinamizar la innovación se transforma en un reto que tiene en su base la necesidad de un reenfoque de los ejes conceptuales de su concepción. Las SUM han impuesto un nuevo enfoque de la interrelación Universidad / Comunidad y fundamentan la necesidad de una interpretación en un sentido más amplio de la labor extensionista de la universidad. Dinámica Local innovativa: Nuevos planteos en la relación universidad/comunidad. Las profundas transformaciones que se están operando en la Universidad Cubana actual, son la expresión de las tendencias de cambio que a escala global ocurren en la educación superior. La significación de este nivel de enseñanza se refleja hoy en las estrategias y políticas tanto de las universidades, como de los organismos internacionales. La sociedad del conocimiento, sitúa el saber como la garantía del desarrollo por lo que se replantea tanto desde la óptica de los actores sociales de la actividad, como por los que están recibiendo directamente sus impactos. Como expresión de los cambios operados en la Educación Superior Cubana, se desplegó el proceso de universalización de la Educación Superior, la que ha ido transitando por diversas etapas y que hoy esta signada por los problemas que ocurren a nivel global en todas las esferas de la vida social, 126 unido a los que se producen a escala nacional, al tener que insertarse el país en un nuevo modelo de relaciones económicas, y a profundas transformaciones sociales, en la que las universidades son protagonistas a través de su pertinencia, masividad y en los nuevos planteos que en su interrelación con la sociedad adquieren los procesos de gestión del conocimiento y de innovación tecnológica. Este proceso de universalización, hace efectivo el derecho de todos a la educación y a la idea de ofrecer oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida, es decir la formación continua, lo que ha constituido el logro mayor de nuestro sistema educativo. Los cambios que desafían la exitosa continuidad en su desarrollo exigen transformar profundamente la organización y sus normativas, esto conlleva a romper con el esquema de ofrecer opciones y propuestas homogéneas para necesidades heterogéneas. De ahí que el carácter marcadamente innovativo de las SUM se revele con inusitada fuerza en los entornos locales. Es criterio generalizado que el desarrollo social se potencia con la presencia y actuación de las universidades, por cuanto hay cada vez una orientación mayor de las mismas a reforzar su pertinencia en el entorno social, orientada hacia las necesidades de la industria, del mercado de trabajo, de los ámbitos educativos, de salud y del desarrollo socio-espacial y cultural, lo que desborda la tradicional visión economicista basada en la simplificada expresión del desarrollo entendido como la sumatoria del crecimiento económico y la “modernización tecnológica”. En las SUM se asume el proceso de innovación comprendido en su sentido más amplio e integral que va más allá de lo tecnológico, o lo empresarial para interpretarse en sentido social, lo que implica reconocerlo desde la creación de nuevos productos y de nuevos procesos productivos hasta los cambios en los enfoques, en la introducción de prácticas novedosas o tradicionales, nuevas formas de distribución, nuevos sistemas de dirección, formas organizativas, y en la capacidad innovativa que el proceso de gestión del conocimiento impone. Desde esta perspectiva se asimila por nuestro equipo de investigación a la dinámica innovativa local como el proceso de transformaciones sociales que de forma acumulativa, gradual y continua se desarrolla en, para y desde el contexto local, de forma integral y sostenida, y donde los procesos asociados 127 a una adecuada gestión del conocimiento se transforman en variables estratégicas, ya que juegan un papel fundamental para la acumulación y desarrollo de nuevas capacidades tanto en el entorno tecnoproductivo, organizacional, en el aumento del talento humano y por ende en la generación de nuevos conocimientos. Al mismo tiempo y en sentido marcadamente dialéctico la mejora de las capacidades se convierte en un punto de partida, o núcleo generador de aprendizaje permanente y de creación de nuevo conocimiento. Ciertamente, la mejora y desarrollo de la capacidad innovativa va a demandar el incremento de la base de conocimientos sobre las diversas aristas de la vida social de la localidad, en las que se imbrican el conocimiento generado en los marcos académicos o explícito y el conocimiento basado en la práctica tecnoproductiva y la experiencia de los diversos actores sociales del entorno comunitario. En este último tipo de conocimiento, definido como tácito se distinguen dos elementos fundamentales que adquieren especial significado, según H. Vessuri, 2001, “el sentido común local y la tradiciones”, a lo que sumamos todo el conjunto de elementos identitarios que generan y son generados por los contextos y sus prácticas tecnoproductivas fundamentales. El nuevo conocimiento necesario para desarrollar la capacidad innovativa local puede ser generado tanto a lo interno del contexto o puede ser obtenido de fuentes externas o exógenas, que se articulan en la dinámica innovativa en la misma medida que se ajusten adecuadamente con el entramado de relaciones a que son transferidos y por tanto asimilados por los actores individuales y sociales. Por lo antes señalado vale subrayar que “además de las dos anteriores tipologías que distinguen entre conocimiento externo e interno, y conocimiento individual y organizativo, otras de las clasificaciones más utilizadas es la que diferencia entre conocimiento explícito y tácito. El primero se puede codificar y formalizar, siendo, por tanto, fácil de transmitir o compartir. El conocimiento tácito, por su parte, es difícil de codificar y transmitir, ya que está insertado en las creencias personales y en la experiencia.” (García L. Francisco, et. al, 2004) Es en esta modalidad de conocimiento tan significativa para el desarrollo de lo local, donde juega un papel esencial el planteo de la necesidad de revalorizar el sentido común y la (re)construcción de las tradiciones. 128 En esta misma dirección los autores antes mencionados plantean un modelo de creación interna de conocimiento propuesto por Nonaka y Takeuchi (1995), que si bien está referido únicamente al contexto empresarial consideramos que puede ser ajustado a lo que asumimos como dinámica innovativa local en su sentido amplio y marcadamente social. En concreto refieren cuatro modalidades de conversión: • Socialización: este proceso tiene la finalidad de generar conocimiento tácito compartido a partir del conocimiento tácito de cada uno de los individuos. Con la socialización, los individuos comparten modelos mentales, experiencias y habilidades técnicas a través de la observación, de la imitación y de la práctica. • Externalización: consiste en convertir el conocimiento tácito en posesión de los individuos y de los grupos, en conocimiento explícito, de forma que se pueda codificar y plasmar en fórmulas o documentos, y, de esta forma, favorecer su transferibilidad. Esta externalización del conocimiento tácito facilita su utilización y asimilación por- otras personas o grupos dentro de la empresa. • Combinación: con este proceso se convierten determinados conocimientos explícitos en otros del mismo tipo, los cuales van a ser fruto de la combinación de los conocimientos iníciales. El objetivo es generar nuevos conceptos, ideas o innovaciones, y para ello se hace uso de determinados procesos sociales (reuniones, conversaciones) para realizar esa combinación. • Internalización: supone la generación de nuevo conocimiento tácito a partir de la interiorización del conocimiento explícito, fundamentalmente a partir del aprendizaje por experiencia. Estos procesos se suceden de forma continua, generando una espiral que emerge de la interacción entre el conocimiento tácito y el conocimiento explícito a nivel individual y dentro de los distintos grupos que conforman un entorno local. (García L. Francisco, et. al, 2004) En los entornos locales en que ejercen su acción y actividad las SUM, estos elementos, unidos a los distinguidos por Vessuri y los obtenidos por trabajos precedentes de nuestro equipo de investigación, constituyen factores vitales para una comprensión 129 en sentido amplio de la dinámica innovativa local a partir de una adecuada gestión del conocimiento. Es por ello que una de las aristas de la investigación se orientó a lograr información acerca de la percepción que sobre las SUM y sus impactos esenciales poseen los diferentes actores de la localidad teniendo en cuenta lo aportado por Vessuri sobre sentido común y tradiciones en los marcos CTS. Para esta autora, el sentido común es “uno de esos conceptos ubicuos, cuyos límites semánticos cambian constantemente respecto a otras formas de conocimiento. Se admite que se encuentra en todas las culturas… Como la ciencia es conocimiento acerca del mundo. Hay diferencias muy grandes entre la ciencia y el sentido común pero no hay un límite claramente delineado entre ellos: es una cuestión de grados.” (Vessuri. Op. Citada, p. 252) En el entorno comunitario en que se ubican las SUM, es crucial la comprensión de este aspecto por parte de todos los actores vinculados a la actividad innovativa, se hace necesaria una intercomunicación que permita la “traducción conceptual” del sentido común local, así como la asimilación e intercambio abierto entre los poseedores de ese tipo de expresión del conocimiento de la comunidad y los científicos, tecnólogos y decisores en los proyectos de I+ D en los gobiernos locales. Unido a ello como factor identitario esencial, la tradición “ayuda a establecer o simbolizar la cohesión social o la membrecía en grupos, comunidades reales o artificiales, instituciones, relaciones de status o de autoridad y a reforzar la socialización la inculcación de creencias, sistemas de valores y convenciones de comportamiento. En un proceso de endogenización de la creatividad cultural, la existencia de la tradición legitimadora es un ingrediente muy importante.” (Ibíd., p. 253) Los factores antes descritos son elementos centrales para la actividad innovativa local, la que de manera general ha carecido de un marco de interpretación conceptual de referencia que comprenda la multitud de formas de conocimiento local que puede utilizarse para articular los esfuerzos de los sistemas de I+D. En las actuales condiciones en la realidad cubana las SUM son el espacio en el que estos elementos se articulan, proyectando 130 adecuadamente el uso de todas las capacidades cognoscitivas e innovativa de los Municipios. En la SUM se verifica que “La interconexión de los problemas intelectuales del conocimiento y los problemas humanos de la vida están íntimamente ligados.” Estos elementos circunscriben el campo de la “endogenización de la creatividad tecnológica”, donde no es suficiente ni válida la imitación que ha sido la puerta de entrada inicial de los procesos de transculturación y por ende de transferencias de tecnologías. (Vessuri. p. 246) A diferencia de lo que de forma evidentemente crítica plantea esta autora acerca de las prácticas y realidades del contexto latinoamericano, nuestro entorno se ha caracterizado por la activa participación popular en la dinámica innovativa local y nacional para lo que se han generado importantes espacios, a los que se ha integrado con un rol protagónico y fundamental las SUM, cobrando con ello gran relevancia su papel en la misma medida que logren satisfacer lo que ella explicita como una impostergable solución en el contexto latinoamericano “la necesidad de una participación mucho más amplia del grueso de la población en cuestiones técnicas” Como resultado el trabajo nos permitió, situados estos marcos conceptuales evaluar: a) La utilización de las capacidades y conocimientos (dando prioridad a los tradicionales) y su imbricación en los sistemas de I+D que se establecen en la comunidad. b) La capacidad y dinámica innovativa de la comunidad y la contribución de las SUM a la misma. c) Cambios en la relación universidad y comunidad, en particular en la concepción extensionista de la Universidad a partir del proceso de municipalización de la Educación Superior. En este último aspecto es preciso señalar que se arriba a una comprensión de la contribución de la universidad a la sociedad, en especifico a las comunidades, a partir de las funciones sustantivas que la misma cumple, y que se reproducen en las SUM desde las peculiaridades que la misma posee las que permiten que jueguen un significativo rol en la dinámica innovativa comunitaria. 131 Representamos los nexos universidad/ sociedad y como ellos generan un imprescindible cambio de su labor extensionista, la que partiendo de una adecuada gestión del conocimiento se transforma en una apropiación de la cultura innovativa comunitaria. LA RELACIÓN UNIVERSIDAD /SOCIEDAD. Conclusiones U N I V E R S I D A D PREGRADO POSTGRADO S O I E D A D FORMACIÓN DE CAPACIDADES POTENCIACIÓN DE CAPACIDADES APLICACIÓN DE CAPACIDADES INVESTIGACIÓN EXTENSIÓN UNIVERSITARIA. PRODUCCIÓN APLICACIÓN DIFUSIÓN CONOCIMIENTO INNOVACIÓN MODO DE CREACIÓN Y GESTIÓN 132 CULTURA CIENTIFICA TECNOLÓGICA Y DE INNOVACIÓN EN LA COMUNIDAD El entorno social en que desarrollan y proyectan su actividad las SUM se hace cada vez mas dinámico, cambiante y complejo exigiendo de las mismas una adecuada comprensión de su rol para con el entorno comunitario. Las SUM en tanto expresión del dinamismo que se impone al proceso educativo cubano, necesitan mover de manera constante y sistemática los marcos conceptuales que rigen su funcionamiento y en particular la comprensión de su pertinencia en el entorno de las comunidades en las que se encuentra ubicado. En los proyectos desarrollados por el equipo de investigación de la Cátedra CTS+I del Departamento de Ciencias Sociales, de la Universidad de Cienfuegos, se ha generado una interpretación conceptual del papel de la SUM en la dinámica innovativa comunitaria, lo que genera un replanteo de los marcos en que se establecen las relaciones universidad Bibliografía Castro Díaz-Balart. Ciencia innovación y futuro. Instituto Cubano del Libro, 2001. 507 p. Dagnino, Renato, Hernán Thomas. Elementos para una renovación explicativa-normativa de las políticas de innovación latinoamericanas. Revista Espacios. Volumen/ 25 N. 1 2004. González Álvarez, Nuria Mariano Nieto Antolín y María Felisa Muñoz Doyague. La gestión del conocimiento como base de la innovación tecnológica: el estudio de un caso. Revista Espacios. Volumen/ 25 N. 1 2004. Ibarra, Andoni y José A. López Cerezo. Desafíos y tensiones actuales en Ciencia, Tecnología y Sociedad. Editorial Biblioteca Nueva OEI. Madrid 2001. 365 p. López Cerezo, José A y José M. Sánchez Ron. Ciencia Tecnología, Sociedad y Cultura en el cambio de siglo. Editorial Biblioteca Nueva OEI. Madrid 2001. 365 p. Innovación y Transferencia de Tecnología. Las Ciudades de Europa centros de cultura de la innovación. V. 2, 02 Marzo 2002. Núñez Jóver, Jorge y José A López Cerezo. Innovación Tecnológica, innovación social y estudios CTS en Cuba. En Ibarra, Andoni y José A. López Cerezo. Desafíos y tensiones actuales en Ciencia, Tecnología y Sociedad. Editorial Biblioteca Nueva OEI. Madrid 2001. 314 p. Vessuri, Hebe. De la transferencia a la creatividad. Los papeles culturales de la ciencia en los países subdesarrollados. En Ibarra, Andoni y José A. López Cerezo. Desafíos y tensiones actuales en Ciencia, Tecnología y Sociedad. Editorial Biblioteca Nueva OEI. Madrid 2001. 314 p. 133 134 La mediación de la tradición tecnoproductiva en el entorno regional. Un tema para el debate Marianela Morales Calatayud, Yoandra Olivert Fernández. Lisbel Fumero Roldán. Nereyda E. Moya Padilla. Introducción Los estudios regionales constituyen un fuerte punto de anclaje en la actualidad para abordar problemáticas de nuestra realidad, en tanto nos permiten un conocimiento científicamente fundamentado, que nos libera de estereotipos, homogeneidades y perspectivas hegemónicas de intervención que suelen regularmente lastar las mirada sobre las peculiaridades distintivas de nuestra nación, a través de sus regiones, de su historia y cultura. Es propósito nuestro fundamentar sobre la base teórica creada para los estudios de región cultural: su reconocimiento como parte de un todo mayor, como un territorio ocupado por el hombre, que en su acción transformadora genera entornos económicos, sociales y culturales peculiares donde se desenvuelve el sujeto de la cultura y trascurre el complejo proceso de la identidad cultural. Las regiones históricas y culturales son resultado de su actividad vital, expresada en su capacidad de producir y reproducir un modo determinado de creación de bienes para satisfacer necesidades y de organizar su experiencia social, y es necesario fomentar el pensamiento de que deben ser interpretadas tomando en cuenta el carácter de las tecnologías con las que convive y crea. La importancia del análisis en la regionalistica de la tradición tecnoproductiva obliga a ubicar dentro del amplio espectro de enfoques regionales aquellos elementos teóricos que ayudan a conformar un esquema de estudio que parte del centro vivo de la región, la zona, la localidad el territorio: su actividad 135 productiva y las múltiples configuraciones socioculturales que se generan y concretan en una identidad cultural. 1. Dimensión tecnológica en los enfoques teóricos sobre región. Con el fin de fundamentar nuestra propuesta, y sin ánimos de hacer historia al respecto, es conveniente desarrollar algunas aproximaciones teóricas que contribuyan al estudio del carácter y la dinámica de lo regional en Cuba, que si bien su comprensión implica una marcha lenta dentro de la historiografía cubana es notable su avance, sobre todo a partir de evidencias en publicaciones periódicas y eventos científicos. Los estudios regionales constituyen un fuerte punto de anclaje para abordar nuestra realidad, en tanto, nos permita un conocimiento más científicamente fundamentado, que nos libere de estereotipos, homogeneidades y perspectivas hegemónicas de intervención que lastaran la mirada sobre las peculiaridades distintivas de nuestra nación, a través de sus regiones: de su historia y cultura. Ahora bien, la interrogante aun planteada es ¿cómo precisar los límites de las zonas o regiones? 1.1 La región: definiciones y conceptos En la bibliografía especializada existe variedad de criterios al respecto, que potencian indistintamente los elementos geográficos, demográficos, económicos, sociales y políticos; los puntos de vista, el grado de exhaustividad, la selección de indicadores pueden ser diferente entre distintos autores pero es un criterio que se emplea en diferentes campos la interpretación de la región, a partir de un sentido espacial, –con preponderancia del espacio geográfico–, o sea, la región como parte de una unidad espacial superior. La base teórica creada reconoce que región implica pues, “delimitación espacial, con independencia de que sus límites puedan ser más o menos continuos o discretos. Tal distribución esta siempre asociada a la distribución o el comportamiento de uno o varios fenómenos (indicadores) excepto en el caso de las regiones como unidades territoriales de la división político-ad136 ministrativa que sirven a los objetivos de la administración gubernamental.” (Zamora, 2000) Los estudios de regionalización en Cuba no escapan a esta dinámica (se han movido sobre todo en la esfera de las Ciencias Naturales). En le campo de Ciencias Sociales, específicamente en la historia, merecen especial atención autores como Juan Pérez de la Riva; que si bien no se puede hablar estrictamente de regionalización, su ensayo “Una isla con dos historias” (Pérez de la Riva, citado por Zamora, 2000) fundamenta con criterio económicos la división de Cuba en le siglo XXI en dos grandes regiones: Cuba A y Cuba B. Otro ángulo del tema es el que pretendemos seguir y está relacionado con el tipo estudios regionales económicos-social que plantean mayor urgencia. No es posible desarrollar ninguna aproximación a cuestiones, demográficas, culturales o tecnológicas, en una región determinada, sin tomar como base las peculiaridades de la formación socioeconómica del caso estudiado. Y no se puede partir del presupuesto epistemológico del mismo patrón de desarrollo económico para toda una nación, implicaría entonces dar razón a lo que precisamente esta llamado a ser superado. Moya (2003) en su tesis doctoral, “Impacto de la tecnología en la Identidad Cultural. Estudio de Caso de la región de Cienfuegos. 1850-1898.” Construye una interesante teoría sobre la el papel de la tecnología del ferrocarril en la conformación de la identidad cultural en la región central del país. Los fundamentos históricos que en su conjunto conforman la Identidad cultural, son un fuerte anclaje del concepto de región, en tanto generalización en la que se concretan las relaciones básicas y esenciales que identifican o diferencian a individuos y grupos humanos a través de los que se puede discernir una identidad peculiar y específica. Los trabajos sobre regionalización cultural, de los cuales el referido anteriormente, es un abanderado plantean la necesidad de ver la región como un territorio ocupado por el hombre, que en su acción transformadora genera entornos económicos, sociales y culturales peculiares donde se desenvuelve el sujeto de la cultura y trascurre el complejo proceso de la identidad cultural. 137 2. Elementos teóricos de la identidad cultural en la interpretación de la actividad tecnoproductiva Asumir el estudio de una región exige plantearnos algunos elementos teóricos y de referencia que se presentan como antecedentes obligados para el análisis. Regularmente se tiende a establecer en los elementos históricos una prevalencia a los acontecimientos de orden político que olvida la dinámica central de modo histórico de ser: la actividad tecno-productiva, en tanto es en ella donde se realiza la producción y reproducción de los componentes sociales que determinan el carácter peculiar de una región y pueblo. Identificamos las regiones históricas y culturales a partir de los resultados de su actividad vital, expresada en su capacidad de producir y reproducir un modo determinado de creación de bienes para satisfacer necesidades y de organizar su experiencia social, tomando en cuenta el carácter de las concepciones artefactuales con las que convive y crea. Ese aspecto es importante si tenemos en cuenta cómo de modo teórico no podemos referirnos a la identidad regional o local sin aludir a las formas peculiares en que se expresa su identidad Tecnoproductiva de ella, o lo que es igual, sin referirnos al conjunto de elementos que se reconocen diferenciadores de una comunidad en relación al carácter de los instrumentos y artefactos que operan, del modo en que se organizan, consecuentemente con ellos, el modo de ser y vivir de la comunidad Darcy Ribeiro (1993), quien toma como punto de partida la construcción teórica de Stuward, al definir el proceso civilizatorio general interrelaciona las nociones de revolución tecnológica, formación sociocultural –como modelo teórico de respuesta cultural a dichas revoluciones– y civilización –como entidad histórica concreta cristalizada a partir de una formación dada. Pero considera revolución tecnológica como factor causal básico de los procesos civilizatorios. Esta comprensión general del desarrollo humano (entendido como Civilización) se traduce a las escalas y niveles nacionales, regionales y locales (Zamora, 2000), permitiendo hacer una interpretación de la significación de la base tecnológica en la comprensión de la identidad. 138 Las actividades productivas básicas de cada región y el factor geográfico han dado origen a rasgos territoriales peculiares en la síntesis de cultura (Zamora, 2000:197). Lo que se traduce en la identidad cultural y donde la relación del sujeto de la identidad con el paisaje, –entendido éste como un sistema territorial dialécticamente integrado por los componentes naturales y derivados de la acción modificadora del hombre–, condiciona su sistema de respuestas de identidad. También las migraciones condicionan tales respuestas, desde luego la procedencia cultural y el comportamiento del movimiento migratorio del grupo o los grupos que actúan en el contexto es necesario estudiarlo, aunque ha esto le estaremos prestando atención más adelante. Partiendo del criterio que la Identidad Cultural de una región es la resultante de un proceso contradictorio en el que se correlacionan y articulan los signos distintivos que la caracterizan, fundamentados en su “proceso general histórico social de transculturación y de las particularidades nacionales que al mismo tiempo incluyen también lo uno y lo diverso” (Araujo, citado por Moya, 2003), es que es factible asimilar la transferencia de la actividad tecnoproductiva y en qué medida esta práctica expresa las interelaciones con los demás factores sociales ,incidiendo en la conformación de un tipo específico de práctica tecnológica y valores culturales. Los significativos cambios en lo económico, los modos y niveles de vida que alcanza la región al implementarse nuevas tecnologías, manifiestan, cómo en correspondencia con el contexto histórico, económico y social, el progreso técnico implica el progreso social (Moya,2003). Y a pesar del fracaso tecnológico que muchas veces se deriva de la intención de transferir sistemas tecnoproductivos, modos de vida, cultivos, etc., de unos ecosistemas a otros muy diferentes, el hombre termina por adaptarse a las nuevas condiciones refuncionalizando su herencia cultural en un proceso de asimilación que le permite asegurar su subsistencia y alcanzar el máximo de eficiencia. Desde nuestra perspectiva de análisis, tanto la técnica comprendida como “un sistema de acciones humanas conscientemente orientada a la transformación de objetos concretos para conseguir de forma eficiente un resultado valioso” (González, López y Luján, 1996), la actividad tecnoproductiva como una práctica sociocultural determinada en un contexto específico. 139 Al respecto Medina y Kowiatovska (2000) argumenta, las innovaciones tecnocientificas, al igual que las demás realizaciones culturales, configuran sistemas culturales, es decir los procedimientos y formas de acción e interacciones reproducibles, transmisibles y generalizables y por tanto, generadores de cultura. Por ello al distinguir dentro de un conjunto de signos identitarios, uno de los componentes esenciales es la cultura técnica, que aporta “contenidos simbólicos o representacionales, el componente práctico y el componente valorativo o axiológico” (Moya, 2003:30) los que se incorporan a través de los sujetos de la actividad social. Con esta percepción que conecta de forma dialéctica las dos culturas (técnica y humanista) argumentamos el significado que para la identidad cultural tiene la implementación de la actividad tecnoproductiva. Esta interpretación sociocultural de la actividad tecnoproductiva no puede asumirse desde una visión lineal y esquemática en torno al progreso social, ni establecer el viejo y rígido paradigma que mecánicamente establece una determinación causal sin mediaciones entre estos fenómenos. García Alonso (2000:77) en su modelo teórico para el estudio de la identidad cultural impulsado por el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello señala que la cultura es un “Sistema vivo que incluye un sujeto socialmente definido que actuando de determinada manera en una situación histórica y geográfica específica produce objetos materiales y espirituales que lo distinguen. En la literatura sobre la tecnología se encuentra una gran diversidad de conceptos, que reconocen aspectos de sus nuevas formas de interpretación, caracterizando los cambios y las peculiaridades de sus nexos con la actividad científica contemporánea, los modos en que transforma el mundo cultural y material (Winner, 1987; Pacey, 1990; Mitcham, 1994), y la aceptación de las formas intangibles de su manifestación. En sentido general la concepción de la tecnología está ligada a las ideas básicas de necesidad y utilidad, lo que la conecta con el reconocimiento de su diversidad (Bassalla, 1991) y su esencia cultural. Estas nociones han primado en la postura reiterada que considera a las tecnologías como extensión de los órganos, al cumplir funciones específicas desde su naturaleza diversa y desde su carácter histórico. 140 La idea de la diversidad de la tecnología coloca el centro de reflexión en su carácter ilimitado que permiten identificar la correlación que se establece entre el desarrollo de las tecnologías, los cambios en el modo de vida y en las relaciones del hombre con el entorno y el carácter histórico, que vincula lo anterior con la discontinuidad en el proceso tecnológico, y determina una concepción del cambio tecnológico y la noción del desarrollo. Esas modificaciones no sólo se asientan en la diversidad de formas que adopta la satisfacción de sus necesidades sino, en la propia gestión del conocimiento y la innovación, apuntaladas sobre un conjunto peculiar y diverso de principios de acción y valores, que manifiesta una pluralidad axiológica desbordando el plano instrumental y epistemológico, conectando valores sociales generales y éticos particulares, no fundados en la naturaleza de esos planos, sino en su manifestación como forma de la actividad humana. La postura de Evandro Agazzi (1996) al respecto clarifica los marcos interpretativos del fenómeno, al definir la tecnología como un estadio histórico del desarrollo de la técnica, que supone bases cognoscitivas de nivel científico, características del mundo contemporáneo. La técnica es un hacer eficaz que, sobre la base del descubrimiento de reglas de acción, permite la obtención de determinados objetivos de modo preciso, mientras la tecnología alude a una dimensión de la racionalidad asentada en un saber cómo y por qué. Así se reproduce como manera de operar sustentada en un conocimiento teórico de carácter científico, en un ambiente axiológico determinado y un contexto particular. En la tecnología se reconoce un modo operativo de ser, de conducirse, que se sostiene en un amplio nivel de conocimiento teórico, capaz de distinguirse por su regularidad necesaria y esencial, así como por la modificación del resto de los valores culturales a él asociado. En general éstas constituyen formas de interpretación que presentan la tecnología como un proceso, en tanto destaca los factores sociales, y estructura una manera de manejo de la realidad. La concepción de la tecnología como proceso tiene su centro de interpretación en una dimensión cognoscitiva que expresa tradiciones prácticas en el modo de hacer, un sistema organizativo para ello y su funcionamiento efectivo en circunstancias propias. Las peculiaridades tecnoproductivas de una región se encuentran así subordinadas a dos elementos teóricos básicos que distinguen su nivel de 141 desarrollo y realización cultural. Por un lado a las peculiaridades de las condiciones geonaturales en que se desempeña ella y por otro lado a las sucesivas incorporaciones que a las peculiaridades técnicas hagan las diferentes migraciones, especialmente la de los grupos étnicos que mezclados en el grupo modifican los elementos asentados en la tradición tecno-productiva. Este factor constituye en nuestro caso un punto esencial si tenemos en cuenta que a nivel cultural macro, nacemos de una diversidad étnica que al confluir en este entorno fue capaz de fundir una diversidad tecno-productiva que generó una forma de organización social propia y la asunción de nuevos patrones y actitudes de producción interetnicos. Si hoy somos capaces de distinguir la tradición tabacalera de Pinar del Río, o la ganadera de Camagüey, no sólo lo es por la presencia allí de condiciones naturales excepcionales para el desarrollo de determinadas soluciones tecnológicas que permitieran su fomento, sino por la presencia allí de grupos gestores de ellas que incorporaron y fundieron su capacidad productiva a partir de sus experiencias anteriores. Esa visión explica porqué reconocemos los rasgos característicos de las actividades tecno productivas en diferentes relaciones temporales. (Guanche, 1996) La interpretación general de ese fenómeno a nivel sociológico macro explica la conformación teórica de los rasgos característicos de una etnia en 3 niveles de análisis que conjugan elementos de identidad psicológicos del plano espacio temporal del grupo y de determinación físico-biológicos y donde se incluyen en el segundo los del modo de producción y pertinencia territorial y de organización estatal. En la idea de tradición Tecnoproductiva en correspondencia con lo antes anotado significamos el conjunto de rasgos que tipifican los oficios sobre la base de las soluciones tecnológicas y de las formas básicas que un grupo desarrolla así como de los valores por los que podemos reconocerlos según el carácter de su actividad y la aceptación social de su organización en un espacio y tiempo determinado. Para poder evaluar esos elementos no podemos dejar de evaluar al menos los siguientes componentes que caracterizan al grupo en una región determinada (Guanche, 1996). 142 • La historia étnica de la región, que permite hacer énfasis en la valoración de las aportaciones que las diferentes migraciones, particularmente la hispánica y la africana, por su peso específico en nuestro caso, han realizado desde el siglo XVI. La observación de los elementos incorporados por vía de las tradiciones productivas africanas arrancadas se su lugar de origen y transformados por los nuevos oficios que impone la tradición Hispana. • El tipo de asentamientos –la valoración de estos según su carácter urbano o rural, nos indican no solo los factores y elementos propios de la tradición tecno-productiva, sino los factores de transformación, la incorporación de los elementos foráneos al grupo inicialmente asentado y el modo en que al mezclarse los individuos se mezclan los intereses técnicas y modos de productivos de generación en generación. • El carácter de los instrumentos de producción –la aparición de las diferentes técnicas de elaboración de productos, la parición de los oficios y el modo en que ello se inscribe en los hábitos culturales de la región, es un punto necesario de atención. • La naturaleza de las artesanías especialmente la consideración de aquellos que se generan con carácter utilitario-productivo. Atendiendo a los elementos comentados es posible iniciar el estudio de las peculiaridades regionales y locales que nos lleven a identificar qué tipos de formas de la actividad productiva le son propias y qué rasgos de las características culturales están mediados por el tipo y formas de las relaciones tecnológicas, así como el significado que en la ruptura de la tradición tienen las formas que adopta la organización administrativa y estatal. Un ejemplo que permite reconocer estos aspectos se expresa en la interpretación de los procesos urbanos desde la implementación y o transferencia de determinadas tecnologías, tal y como es el caso del papel del ferrocarril en la conformación de espacios urbanos en determinadas circunstancias históricas en la región centro – sur de Cuba (Moya, 2003; Martín,1998) El conjunto de signos históricos – culturales y la posibilidad de su reconocimiento en la relación igualdad – diversidad, permanencia-cambio, (Araujo, 14) son perfectamente delimitables en esta región. 143 Los cambios que se produjeron en los factores tecnoproductivos, el auge comercial y el desarrollo de una floreciente cultura material, son características identitarias de la época con expresión en los factores espirituales, es decir el conjunto de constantes culturales que conforman tradiciones, hábitos, costumbres, estilos de vida, valores personales, patrones de conducta, y contribuyen a los procesos de institucionalización y desarrollo la creación artístico–literaria, aportando en su conjunto un sello distintivo a la región. A la movilidad social que la tecnología impuso a la modernidad en las formas de viajar y comunicarse, se unen en los marcos de nuestra región, los aportes que esta implementación produjo en el proceso de urbanización, y sus dos “variables autónomas: la demográfica y la cultural” (Venegas, 2001:21) La primera verificable en las oleadas migratorias, y en la formación de nuevos núcleos poblacionales, lo que alcanza su clímax, con la creación de la ciudad de Cienfuegos. La ciudad refleja el conjunto de valores culturales que en diferentes planos han asumido los pobladores. En el orden estético la utilización de materiales específicos, la escala de las edificaciones, el uso del color, etc., los que se convierten en regularidades empíricas fácilmente identificables. La transformación que sufren los espacios urbanos a partir de la colocación de la línea del ferrocarril provoca que adopte un giro hacia el nordeste, lo que rompe la cuadrícula perfecta que había mantenido la ciudad. La construcción del ramal urbano de la calle de Dorticós, implicó tomar en consideración los volúmenes de carga a mover, la distribución de los espacios y desarrolló la infraestructura en función de favorecer los intereses de los comerciantes y almacenistas, al extenderse este ramal hasta el puerto. Se revelan en ello la dimensión cultural y organizativa de la práctica tecnológica materializada en la región, y consecuentemente, los elementos axiológicos o valorativos que determina. La incidencia del ferrocarril en la conformación de la Identidad Cultural cienfueguera se resume desde la perspectiva de los efectos primarios y secundarios que provoca la tecnología al ser insertada en un contexto social y económico. Las transformaciones económicas que presentó la región son el impacto directo, que a su vez condiciona todo un conjunto de cambios en los elementos espirituales, así como en los elementos institucionales que los sustentan. 144 En los años que conforman la segunda mitad del siglo XIX, Cienfuegos transformó su entorno urbano y rural, basado en las ideas del progreso estructurándose una localidad peculiar, ante todo por sus factores naturales o geográficos, las construcciones que se realizaron en la época asumieron el estilo neoclásico. Se transformó en una ciudad moderna. La Ciudad es la resultante más directa de la implementación del ferrocarril, en la que se conjugan un conjunto de funciones sociales que permiten a sus pobladores satisfacer necesidades materiales y espirituales y al mismo tiempo conformar, recrear y signar una Identidad Cultural específica que todavía se mantiene De manera conclusiva podemos señalar que: Las actividades productivas básicas de cada región y su integridad con el factor geográfico han dado origen a rasgos territoriales peculiares en la síntesis cultural que tienen expresión en la identidad. La tecnología como una estructura compleja, una actividad práctica, un proceso social y cultural de producción, distribución, y asimilación de esos conocimientos, habilidades operativas, capacidades y resultados que comprende elementos técnicos, cognoscitivos, valorativos, culturales, organizativos y sociales, así como relaciones éticas que incluyen presuposiciones y modos de comportamiento, en los que se involucran sistemas políticos y económicos presentes y pasados es una dimensión fundamental para el estudio y conformación de una región • La concentración de la producción industrial, la aparición de nuevos núcleos poblacionales y el desarrollo de Cienfuegos como región industrial, constituyen indicadores que permiten ubicar el proceso ocurrido en la región. Las peculiaridades de este proceso en la región la diferencian del entorno nacional. • El caso peculiar de Cienfuegos en la segunda mitad del siglo XIX, nos permite comprender cómo y en qué límites el progreso técnico es corolario del progreso social, sin asumirlo desde posiciones lineales ni mecanicistas. 145 Bibliografía Agazzi, Evandro. El bien y el mal en la ciencia; Las dimensiones éticas de la empresa científico– tecnológica. Editorial Tecnos, Madrid, 1996. Aguilar Fons, María. Un enfoque geográfico de la investigación cultural: relación cultura, hombre,n naturaleza y regionalización. En: Pensamiento y Tradiciones populares: estudios de identidad cultural cubana y latinoamericana. Centro de investigación y desarrollo de la cultura cubana Juan Marinello, La Habana, 2000. Bassalla, George. La evolución de la tecnología. Editorial Crítica, Barcelona, 1991. González, Marta; J.A. López Cerezo y J.L. Luján. Ciencia, tecnología y sociedad. 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Editorial Gedisa, Barcelona, 1987. 146 A energia como fator de transformação do conhecimetno tradicional em comunidades rurais do nordeste do Brasil* José Ferreira Irmão, Jacques Ribemboim, Pedro Bezerra de Carvalho Neto Resumo O trabalho resume resultados da pesquisa “Modelos de Uso de Fontes Energéticas Renováveis para Produção em Comunidades Distantes da Rede de Distribuição Elétrica”, que teve o apoio da Companhia Hidrelétrica do São Francisco - CHESF, no âmbito do Programa de P&D da Agência Nacional de Energia Elétrica – ANEEL. Nesta pesquisa, procurou-se identificar formas de aproveitamento econômico e produtivo da eletricidade disponibilizada para promoção do desenvolvimento local. Privilegiou-se, em especial, o entendimento de como a utilização da energia pode transformar o conhecimento tradicional, nos processos de produção, em conhecimento moderno. A metodologia utilizada consistiu em um levantamento de dados por meio de questionários aplicados em famílias de 42 comunidades visitadas em sete estados nordestinos, na maioria das vezes, em assentamentos da reforma agrária. Verificou-se, ao final, a existência de grandes potenciais de aumento da produtividade agrícola, principalmente a partir da aplicação do conhecimento moderno na irrigação, com utilização de energia elétrica para bombeio de água, bem como para a alimentação de animais com uso de máquinas forrageiras. Pôde-se deduzir, adicionalmente, que há possibilidades bastante razoáveis para a aplicação da energia no beneficiamento do produto primário e em atividades não-agrícolas, tais como de artesanato, ecoturismo etc. Não * Este trabalho foi originalmente apresentado no IV Encontro da Associação Nacional de Pós-Graduação e Pesquisa em Ambiente e Sociedade (ANPPAS), em Brasília, entre os dias 04 e 06 de Junho de 2008. A sua publicação em livro se faz pela primeira vez com pequenas adaptações. 147 obstante, a pesquisa conclui que, embora os programas de eletrificação rural atenuem as desigualdades campo-cidade, a eficácia desses programas não é assegurada, se não acompanharem programas complementares e setoriais, sobretudo de educação e introdução de novas tecnologias, que permitam ao homem rural fazer uso adequado dessa nova energia que lhe chega, contribuindo, assim, para transformação das suas condições tradicionais de produção. Introdução A oferta de energia elétrica para melhoria da qualidade de vida das famílias rurais no Brasil é um importante instrumento para o desenvolvimento no campo. De um lado, a chegada da energia pode ser aproveitada para consumo doméstico e iluminação pública, e, de outro, pode ter aplicação direta na produção agropecuária, em seu beneficiamento, ou na prestação de serviços. A aplicação da energia como insumo produtivo pode propiciar o aumento do produto, a sua melhoria qualitativa ou mesmo a introdução de novas culturas e diversificação. Nestes casos, a carga e a qualidade da energia entregue precisa atender padrões específicos, geralmente mais sofisticados do que no caso de consumo doméstico. No Brasil, o programa Luz Para Todos1, iniciado em 2004, consiste em um monumental esforço de eletrificação rural no âmbito federal, em parceria com estados e municípios, tendo como meta a universalização da cobertura de atendimento até o final de 20102, com exceção de alguns poucos pontos remotos ou de ocupações muito recentes. Em estados como Pernambuco, por exemplo, o programa já se encontra praticamente concluído, sendo cada vez mais raro se encontrar comunidades rurais ou casas isoladas que ainda permaneçam desprovidas de eletricidade. De um modo geral, contudo, programas de energização rural têm custos bastante elevados e, mesmo em se considerando os seus benefícios sociais, 1 2 148 “Programa Nacional de Universalização do Acesso e Uso da Energia Elétrica - Luz para Todos”, instituído em 2004. Inicialmente, o Programa previa o ano de 2008 como prazo final para a universalização. Este prazo foi alterado para 2010, pelo Decreto 6.442 de 25 de abril de 2008, passando de 2 milhões para 3 milhões o número de domicílios a serem atendidos. podem não ser eficientes do ponto de vista econômico se não estiverem devidamente alicerçados em critérios técnicos que considerem as distintas especificidades de uso, ou caso sejam empreendidos de forma unilateral, sem o acompanhamento de programas complementares, os quais possam ensinar e permitir aos usuários do campo uma correta e eficiente utilização da nova energia que lhes chega (Menezes e Ribemboim, 2007, p.3, p.10) O critério de eficiência econômico-social se torna central nos programas que têm como objetivo a erradicação da pobreza e a redução das desigualdades –como é o caso de programas de fornecimento de energia rural–, justamente para que não resultem em desperdícios que possam acarretar a frustração nas expectativas destas famílias. De outro lado, cumpre sempre lembrar, o custeio da eletrificação é rateado pelo conjunto da sociedade, mais precisamente pela classe média urbana, constituindo um fluxo de transferência de recursos das cidades para o campo. Isto contribui, sim, para diminuir as desigualdades socioeconômicas destes dois espaços geográficos, porém às custas de uma classe média urbana já bastante sobrecarregada de tributos e encargos sociais que nem sempre lhes são devolvidos na forma de serviços públicos de qualidade. Transferências interpessoais e entre cidade e campo com propósitos de melhoria na distribuição de renda no país são válidos, mas, quando possível, atendendo aos critérios de eficiência e ótimo de Pareto3. O modelo Procura-se uma forma de se levar energia para o homem rural e elevar seus padrões de consumo e renda de modo eficiente, sob a ótica econômica e, em especial, sob a ótica social. Em termos práticos, muitas vezes a eletrificação 3 Economistas, cientistas políticos e sociólogos já são familiarizados com este termo. Aos demais leitores, um critério é dito “ótimo de Pareto” ou “Pareto-ótimo” quando atende ao princípio “ninguém perde e ao menos alguém ganha”. Em casos de transferências de renda para redução de desigualdades, o processo pode requerer algum tipo de “compensação de Kaldor”, para que se torne, de fato, Pareto-ótimo, de modo a compensar a classe média em um período posterior. Processos ótimos de Pareto são geralmente bem aceitos pela sociedade. Processos de transferências emergenciais ou por motivação humanitária não precisam se submeter a este critério. 149 pode ser de difícil execução. A distância entre a rede de distribuição elétrica e o seu local de uso residencial ou produtivo pode ser demasiado grande e, nestes casos, passa a ser viável e preferível a aplicação de sistemas autônomos de geração, a partir de motores de combustão ou fontes renováveis tais como energia eólica, solar, hidráulica, de biomassa etc. O diagrama, representado na Figura 1, mostra os fluxos de materiais e energia, em uma comunidade com um vetor de características próprias (idade média, tamanho padrão da família, grau de instrução, nível de emprego, organização e instituições internas, relações com o meio externo etc), as quais lhe conferem uma série de possibilidades de produção, seja para consumo próprio, seja para a geração de excedentes destinados ao mercado. A energia é considerada como um fator de desenvolvimento que transforma o modo de produção tradicional, atrelada que vem à inovação e tecnologia que se passa a adotar nos processos de produção locais. Essa comunidade encontra-se a uma certa distância (geográfica) “D” da rede de distribuição elétrica, à qual se pode atribuir um fator de qualidade “d”, em função das condições do percurso, topografia, tipo de terreno etc. Estas condições podem elevar em muito os custos da eletrificação, ocasião em que poderá ser preferível a instalação dos sistemas autônomos já mencionados. De um modo geral, não se deve esperar que o pequeno agricultor possa arcar com os custos da instalação da linha. O modelo, portanto, deve prever a possibilidade de incorporar uma variável externa (exógena) da mais alta importância para a exeqüibilidade do projeto: a tarifa “t” a ser cobrada do usuário. Esta tarifa é, no mais das vezes, determinada por decisão política. Deste modo, e a partir das possibilidades de uso da energia e da tarifa que será cobrada, espera-se que a eletrificação propicie uma melhoria na estrutura produtiva da comunidade, seja em substituição de culturas tradicionais de subsistência por outras, irrigadas ou de maior valor agregado, fazendo uso, por exemplo, de bombeio para irrigação, máquinas forrageiras para preparação de alimento para o gado, cercas eletrificadas, unidades frigoríficas, empacotamento etc. De um modo geral, não se deve esperar que o pequeno agricultor possa arcar com os custos da instalação da linha. O modelo, portanto, deve prever a possibilidade de incorporar uma variável externa (exógena) da mais alta 150 REDE ∆R = f(t,∆E). Distância D, com qualidade d comunidades insumos energéticos “E” a preço “t” insumos não energéticos, L,T,K a preços w, 0, r ou unidades familiares população com características específicas C (ambiente interno) produtos (excedentes) quantidades Q a preços P , equivalente à Renda R (ambiente externo) Figura 1: Modelo de eletrificação para fins produtivos em uma comunidade distante da rede de distribuição importância para a exeqüibilidade do projeto: a tarifa “t” a ser cobrada do usuário. Esta tarifa é, no mais das vezes, determinada por decisão política. Deste modo, e a partir das possibilidades de uso da energia e da tarifa que será cobrada, espera-se que a eletrificação propicie uma melhoria na estrutura produtiva da comunidade, seja em substituição de culturas tradicionais de subsistência por outras, irrigadas ou de maior valor agregado, fazendo uso, por exemplo, de bombeio para irrigação, máquinas forrageiras para preparação de alimento para o gado, cercas eletrificadas, unidades frigoríficas, empacotamento etc. Assim, o modelo procura estabelecer a relação ∆R = f(t,∆E). Aplicação do modelo Em modelos de eletrificação rural, é preciso se conhecer suas metas e objetivos maiores. De um modo geral, pode-se dizer que se deseja melhorar 151 as condições de vida das populações rurais eletrificadas, transformando as suas condições de produção tradicionais com a chegada da energia. Mas, em quanto deve ser graduada esta suposta melhoria? Os objetivos podem variar, podem ser, por exemplo, “maximizar a renda das famílias, dada uma restrição de custos” ou podem ser “minimizar os requisitos de energia de modo a se obter um patamar razoável de renda mínima”. Neste último caso (patamar de renda a ser atingido), pode-se estabelecer uma renda equivalente ao salário-mínimo ou ao salário-sombra do trabalhador urbano como sendo a meta quantitativa do programa. Dado que a energização rural resultará em uma transferência de recursos do setor urbano para o setor rural e baseando-se na premissa de que a pobreza no campo é maior do que nas cidades, a transferência só teria sentido distributivo até que se obtivesse a equalização das rendas das famílias pobres, tanto em meio rural, quanto em meio urbano, em níveis de consumo acima dos de subsistência. Neste trabalho, entende-se que a eletrificação tem como objetivo a promoção do desenvolvimento no campo e não um programa de renda mínima. Deste modo, o objetivo é o de utilização plena e eficiente dos recursos nas comunidades rurais, dada uma determinada quantidade de energia disponível. Se a energia for abundante (ou oferta infinita), a quantidade de energia será determinada pela demanda, a qual, por sua vez, estará submetida à disponibilidade ou não dos fatores de produção (neste caso, a quantidade de energia do modelo seria determinada endogenamente, dependendo da tarifa estabelecida e da existência de terra, mão-de-obra e capital físico). Em outras palavras, a quantidade de energia a ser utilizada poderá depender de fatores exógenos (tarifa) ou endógenos (fatores de produção). De uma maneira geral, a energia funciona como um veículo de mudança de padrões de produção tradicionais para modernos processos de produção onde a produtividade dos fatores e os retornos esperados são maiores. O perfil das comunidades estudadas Para compor a massa de dados desta pesquisa, foram selecionadas 42 comunidades nos estados do Piauí, Ceará, Rio Grande do Norte, Paraíba, Pernambuco, Alagoas e Sergipe. Esta amostra foi construída a partir de informações colhidas junto a instituições públicas desses Estados, tais como 152 Secretarias Estaduais, representações de órgãos federais de agricultura e reforma agrária, Prefeituras, Sindicatos de Trabalhadores Rurais e empresas do setor elétrico, particularmente, a partir da base de dados disponibilizada pela Chesf, a qual coordena o Programa Luz Para Todos no Nordeste. A Tabela 1, a seguir, apresenta os quantitativos dessas populações. Tabela 1. Municípios e Comunidades Visitadas por Estado do Nordeste Estados Alagoas - AL Ceará - CE Paraíba - PB Pernambuco - PE Piaui - PI Rio Grande do Norte - RN Sergipe - SE Total Municípios Comunidades Famílias Pessoas 6 6 358 1660 3 6 214 1060 8 9 266 1189 3 5 863 4532 4 6 1218 4882 4 5 508 2094 5 5 300 1460 33 42 3727 16877 Fonte: Modelos de uso de fontes energéticas renováveis para produção rural em comunidades distantes da rede de distribuição elétrica. Chesf/Fadurpe/UFRPE, 2007 Foram aplicados questionários diretamente às famílias ou às lideranças comunitárias (dois tipos de questionários), buscando obter variáveis relativas aos seguintes itens: a) nome e localização da comunidade; b) serviços sociais e comunitários presentes; c) organização social e participação da população nas decisões locais; d) problemas e potencialidades identificados pela comunidade; e) projetos implantados recentemente; f) atividades produtivas não-agrícolas realizadas na comunidade; g) técnicas agropecuárias utilizadas; h) situação de endividamento e crédito; i) formas de comercialização da produção agrícola; j) infra-estrutura comunitária de apoio à produção; 153 k) situação das moradias e do patrimônio individual; l) informações sobre eletrificação na comunidade e formas de energia usada. Os dados permitiram obter características sócio-demográficas tais como aquelas apontadas na Tabela 2. Ao todo, são 3.727 famílias que integram a amostra selecionada, com uma população total de 16.877 pessoas. Tabela 2: características sócio-demográficas das comunidades estudadas Tamanho médio da família Número de pessoas que trabalham Número de pessoas assalariadas 60 60 80 75 5,00 5,00 4,71 7,50 15 18 60 55 5 6 0 0 57 280 4,91 180 15 PB PB PB 58 60 10 250 220 55 4,31 3,67 5,50 175 160 30 20 30 5 PB PI PI PI PI PI PI CE CE 30 22 80 55 35 1000 26 27 53 109 132 400 275 175 3800 100 108 250 3,63 6,00 5,00 5,00 5,00 3,80 3,85 4,00 4,72 80 65 160 250 150 1500 65 125 85 26 15 120 12 0 50 0 0 15 CE 36 210 5,83 208 2 CE CE CE RN RN 17 55 26 10 166 72 220 200 32 600 4,24 4,00 7,69 3,20 3,61 72 55 180 15 400 0 0 20 4 0 Comunidade UF Saco dos Goitis Várzea dos Bois Timbó de Cima Timbó de Baixo Sítio Santo Estevão Sítio Maria Soares Serra Branca Murici Lajedo de Timbaúba Tabatinga Morcego Marinbondo Cachoeira Amolar Papa Pombo Camará Bom Jesus Assentamento Alegre Comunidade Luciano Sítio Brejo Seco Catolé Frei Damião Santa Clara PB PB PB PB 12 12 17 10 PB 154 Famílias Pessoas Palheiros José Milanez Guarapes Poço do Icó Pau Ferro Sítio do Mosquito Lagoa da Pedra Conceição das Creoulas Che Guevara D. Helder Câmara N. S. de Lourdes Vitória da União Florestan Fernandes Timbaúba Fazenda de Baixo Vitória da Conquista Luciana Tucuns Pedrão Total RN RN RN PE PE 100 132 100 26 26 500 462 500 130 104 5,00 3,50 5,00 5,00 4,00 250 264 225 60 78 25 0 20 0 0 PE PE 16 45 68 230 4,25 5,11 68 50 0 0 PE SE 750 20 4000 120 5,33 6,00 1750 100 250 0 SE SE SE 20 55 150 40 250 800 2,00 4,55 5,33 32 175 80 8 15 20 SE AL AL 55 22 100 250 150 600 4,55 6,82 6,00 250 80 300 0 5 0 AL AL AL AL 17 70 29 120 3727 80 300 180 350 16877 4,71 4,29 6,21 2,92 4,52831 45 100 30 150 8190 5 10 20 35 758 Fonte: Modelos de uso de fontes energéticas renováveis para produção rural em comunidades distantes da rede de distribuição elétrica. Chesf/Fadurpe/UFRPE, 2007 A análise das características produtivas das comunidades indica a existência de várias cadeias produtivas de interesse para o desenvolvimento local. Na verdade, a maior parte das comunidades visitadas já possui energia colocada pelo Programa Luz para Todos, necessitando apenas de um reforço da potência instalada ou de assistência técnica e equipamentos. Assim, a grande maioria dos sistemas de produção agrícolas identificados situa-se em torno da combinação “milho-feijão-mandioca”, sendo que, em alguns casos, há a complementação de renda por meio de uma terceira ou quarta cultura, tais como banana, coco, caju, algodão, frutas outras, hortícolas etc ou, ainda, por meio da criação de bovinos, caprinos, ovinos, suínos e aves. 155 Os sistemas de produção identificados denotam potencial relativamente grande de desenvolvimento, se forem apoiados por políticas públicas de eletrificação e de desenvolvimento local. A exploração destas potencialidades (mostradas na Tabela 3) pode resultar em arranjos produtivos que permitam aumento da renda e do emprego rural, bem como, a inserção da agricultura familiar nos contornos da economia de mercado. Diversos sistemas são aplicáveis, a depender das cadeias produtivas mais adaptáveis em nível local e regional, tais como frutas tropicais, verduras e hortaliças, algodão herbáceo, inhame, coco verde, cana-de-açúcar, caju, banana etc. Essas culturas atingem maiores níveis de agregação local de valor e podem ser produzidas com irrigação a partir da energia disponibilizada. A Tabela 3 apresenta uma relação de recursos e fatores já existentes para o aproveitamento da energia, de acordo com os depoimentos dos moradores locais entrevistados. Tabela 3: Potencialidades identificadas pela comunidade Comunidade Município Estado Saco dos Goitis Sta. Luzia PB Várzea dos Bois Itaporanga PB Fazenda Timbó de Cima Pitimbu PB Timbó de Baixo Pitimbu PB Sítio Santo Estevão Santa Terezinha PB Sítio Maria Soares Conceição PB Serra Branca São Mamede PB Murici Piancó PB Soledade PB Batalha PI Lajedo de Timbaúba Tabatinga 156 potencialidades Água abundante do rio, solos bons, clima bom, pé de serra Boas terras para produção, muita água do rio Piancó, base comunitária Solos bons, terras boas, invernos regulares Solos bons, proximidade da cidade, invernos regulares Fruticultura, solos bons, água da barragem, disponibilidade de terra Água da barragem de Condado, Barragem Sta. Inês, solos bons, várzeas produtivas Solos bons, disponibilidade de mãode-obra União das famílias, força de vontade, disponibilidade de mão-de-obra Organização de jovens, trabalho comunitário, presença de água Organização associativa Morcego Pedro II PI Marimbondo Batalha PI Cachoeira Batalha PI Amolar Floriano PI Papa Pombo Floriano PI Camará Quixeramobin CE Bom Jesus Assentamento Alegre Comunidade Luciano Sítio Brejo Seco Itapipoca CE Produção de caju, beneficiamento do caju, forrageira para caprinovinocultura organização comunitária, grupos de jovens, atividades culturais Existência de posto médico, baixios para plantio, terras suavemente onduladas Bom acesso, proximidade da sede do Município, terras suavemente onduladas Solos bons, disponibilidade de água, melhor distribuição da água - Quixeramobin CE - Milagres CE Solos bons, disponibilidade de água Milagres CE Catolé Milagres CE Frei Damião Santa Clara Palheiros Assentamento José Milanez Guarapes Serro Corá Serro Corá Assu RN RN RN Solos bons, disponibilidade de água Plantio de culturas alimentares, hortas, mamona, fruticultura Àgua de poço, exploração pecuária - Lagoa Nova RN - Jandaira Santa Maria da Boa Vista RN Pau Ferro Salgueiro PE Sítio do Mosquito São José do Belmonte PE Lagoa da Pedra Santa Maria da Boa Vista PE Conceição das Creoulas Salgueiro PE Terra fértil, disponibilidade de mãode-obra Biomassa para energia, terras para horticultura solo fértil, possibilidade para poços, potencial para irrigaçõ, experiência dos agriculturoes, união da comunidade mão-de-obra qualificada, caating, bons solos, acompanhamento técnico Solos bons, resíduos para energia disponíveis, disponibilidade de terra, matéria-prima disponível (caroá), mão-de-obra qualificada, oferta de terras Poço do Icó PE 157 Che Guevara D. Helder Câmara Na. Sa. de Lourdes Poço Redondo SE - Itaporanga SE - Na.Sa. da Glória SE Agricultura, palma Vitória da União Santa Luzia SE Máquina forrageira, biodigestores, fruticultura Florestan Fernandes São Cristovão SE Faltou informação Timbaúba Colégio AL Fazenda de Baixo Dois Rios AL Assentamento Vitória da Conquista AL Luciana Tucuns Pedrão Fleixeiras Palmeira dos Indios Porto Real do Colégio Olho Dágua das Flores AL AL AL Mão-de-obra, disponibilidade de água, bons solos Bons solos, recursos de água, bons invernos Bons solos, Disponibilidade de água, fruticultura Disponibilidade de água, força de trabalho, festas familiares Bons solos, terras para trabalhar, água de boa qualidade Disponibilidade de água, assistência à saúde Fonte: Modelos de uso de fontes energéticas renováveis para produção rural em comunidades distantes da rede de distribuição elétrica. Chesf/Fadurpe/UFRPE, 2007 Custos e tecnologias disponíveis Um programa de eletrificação rural precisa levar em conta os custos (sociais) da energia disponibilizada. Neste sentido, uma iniciativa oportuna foi tomada no âmbito da pesquisa “Modelos de Uso de Fontes Energéticas Renováveis para Produção em Comunidades Distantes da Rede de Distribuição Elétrica” (Chesf-Fadurpe, 2007), com a realização de um workshop especificamente destinado a esta questão. O encontro foi realizado na UFRPE, sob o título “Energias Renováveis e Produção Rural”, no Recife, em junho de 2007, e contou com especialistas nas diversas formas de geração de energia. Como foi mencionado, os custos de geração por meio de fontes alternativas ainda são relativamente altos para a pequena produção rural, o que não invalida a adequação de uso de fonte solar, eólica ou de biomassa em lugar da eletrificação via rede ou do gerador a diesel. Às vezes, o transporte de óleo diesel torna-se demasiado alto. Outras vezes, a eletrificação por extensão 158 da rede de distribuição pode não valer à pena, por conta das distâncias, da logística ou da qualidade e tipo da energia requisitada. Há casos em que os custos da eletrificação rural para fins de consumo doméstico, por meio de postes e fios, mesmo utilizando o sistema MRT (monofilar com retorno por terra, considerado o mais barato), atinge valore muito altos para as pequenas demandas domésticas (geralmente entre 30 e 40 kwh/mês). Deste modo, os custos da energização por extensão da malha podem assumir valores tão altos, que justifiquem o uso de fontes alternativas locais sustentáveis, sobretudo quando se tem como pano de fundo a necessidade de redução do ritmo de emissão de gases-estufa pelo país. As tecnologias alternativas, a partir de fonte solar, eólica etc,bem como o uso do “velho” gerador a diesel podem servir como uma espécie de “batente” ou “limite” para os custos da eletrificação, isto é, toda vez em que estes custos subirem muito, será preferível, em princípio, o uso da alternativa energética local ou de sistemas autônomos. R$/kWh eletrificação rural via expansão da rede geração a diesel tecnologia de backstop (solar) Pdiesel Peletrificação urbana eletrificação diesel solar distância ao centro de distribuição Figura 2: custos da energização e backstop technology 159 Parte da literatura especializada reconhece este mecanismo como o nome de tecnologias de “backstop”, que permitem estabelecer um valor acima do qual seria preferível produzir a energia a custos marginais constantes em relação à geração e/ou nulos em relação à distância do local de uso. No gráfico acima, estão representados três tipos de fornecimento energético. No primeiro caso, a linha tracejada representa eletrificação rural via expansão da rede e os custos marginais podem ser crescentes ou decrescentes. Por exemplo, distâncias muito grandes podem requerer equipamentos adicionais de segurança, podem acarretar perdas maiores por dissipação, podem enfrentar topografias complicadas, acarretando custos crescentes, ou pode-se imaginar que, em determinado momento, ao invés de casinhas isoladas, a linha chegue a uma comunidade com diversas casas, reduzindo o custo “per capita” da instalação, ou, ainda, encontrar novos ramais. Enfim, o formato da linha que representa a função de custos em relação à distância não é algo definitivo, nem mesmo sob o ponto de vista teórico. No segundo caso, em linha pontilhada verde, é de se esperar um melhor comportamento para a função de custos. Aqui está representada a energização por meio de geradores a diesel, considerando-se o custo marginal como sendo uma função-afim da distância à fonte de suprimento (postos e distribuidores urbanos). Esta relação pode ser assumida, tomando-se a relação descrita na Equação 1, em que k é o frete por quilômetro rodado e d é a distância ao centro distribuidor4. PkWh = 0,29 Pdiesel = 0,29 (Pdistribuidor + k.d) Eq. 1. A tecnologia de backstop está representada por uma linha horizontal contínua em cinza. Não depende de distâncias nem da densidade populacional, mas tão somente do preço do kit unitário de célula-conversor-bateria, considerando-se que o frete não depende do local da entrega, uma vez que os custos do kit já embutem o preço do seguro e frete5. Do ponto de vista exclusivo de custos, e assumindo-se as representações gráficas da Figura 2, pode-se concluir que a partir do ponto “A” seria preferível a instalação de gerador diesel à eletrificação rural e, a partir do ponto “B” seria preferível a tecnologia de backsop (solar). 4 5 160 A demonstração pode ser encontrada em Ribemboim et al, 2008. Ibid. No caso geral, quanto mais distante e rarefeita for o padrão de ocupação territorial das famílias, mais caro será a instalação (custos marginais crescentes). Um exemplo disto é a planilha de custos do Programa Luz Para Todos, em suas diversas fases. Conforme os dados da Chesf recebidos pela COELCE, no Ceará, os valores previstos pelas concessionárias para fazer as ligações estão listados na Tabela 3. Contudo, é preciso se ressaltar que estes valores não foram aqueles de fato desembolsados pela Empresa, uma vez que, durante o processo de ligação os custos se apresentaram menores que os previstos. Tabela 3: Custos da eletrificação rural no Ceará (Programa Luz Para Todos) Etapa do objetivo Programa FASE I FASE II FASE III Atendimento de 70% das 73.000 unidades cadastradas Atendimento de 70% de 33.000 unidades cadastradas Atendimento de 70% de 21.000 unidades cadastradas Custo da ligação p/domicílio (valores aproximados) R$ 3.900,00 R$ 4.500,00 R$ 6.500,00 Fonte: Modelos de uso de fontes energéticas renováveis para produção rural em comunidades distantes da rede de distribuição elétrica. Chesf/Fadurpe/UFRPE, 2007 Levando-se em consideração todos estes aspectos, alguns estudiosos alegam que, no caso de uso da energia elétrica para sistemas de bombeamento de água e uso em bombas para irrigação ou uso doméstico, para potências acima de 4kW, torna-se vantajoso o uso de sistemas de geração fotovoltaica a partir de 4,0 Km de extensão de linha MRT, sendo o valor presente dos custos de bombeio, utilizando-se uma bomba solar, mais baixo que os custos de uma bomba a diesel, para horizontes de bombeio superiores a 3 anos6. O Conhecimento tradicional dos pequenos produtores rurais A foto 01 mostra a constituição típica de uma vila de comunidade rural no Nordeste do Brasil. As famílias moram próximas umas das outras e trabal6 Anhalt, 2007. 161 ham nos roçados, muitas vezes afastados, com os trabalhadores da família. As vilas do interior muitas vezes são desprovidas dos mínimos recursos necessários a atender as necessidades básicas das famílias, como água, saúde, educação, acesso viário e eletricidade. Foto 1 - Uma vila típica de comunidade rural no interior do Nordeste. Produtores que exploram culturas de subsistência, com conhecimento tradicional, no interior do Piaui. Plantam milho, feijão e mandioca, com a utilização de tecnologias primitivas, e estão submetidas ao risco de perderem as colheitas por força das estiagens periódicas (falta de chuvas) que ocorrem na região. Vê-se, na imagem, a plantação de mandioca com conhecimento tradicional, o que ocorre na maior parte das regiões do interior nordestino. Alguma criação de pequena escala: suínos, caprinos, ovinos, eqüinos e galinhas lhes permitem melhorar a dieta alimentar de subsistência. Foto 2 – Mulher plantando mandioca 162 Residência de família pobre, em uma comunidade no Nordeste, com péssimas condições de saúde ambiental e humana. Pequenos animais soltos no terreiro, coxos de água e latada de apoio à colheita de produtos de subsistência, como a batata doce, a macaxeira, a mandioca, o feijão de corda e o milho. A imagem mostra a situação típica de famílias que vivem à base de tradições, completamente imbricadas com a natureza. A relação do homem com os recursos naturais é no sentido de explorá-los até o ponto que permitam a manutenção de sua sobrevivência sob condições primitivas. Foto 3 – Residência de família pobre Casa isolada no meio do mato na comunidade de Morcego no Piaui. O acesso é por uma estrada vicinal em péssimas condições de conservação, praticamente intransitável no período de janeiro a março. Não há energia elétrica na comunidade. Esses pequenos proprietários rurais trabalham em lotes dispersos, com áreas variáveis entre 10 e 50 hectares. Os sistemas predominantes são de cultivo consorciado de feijão, milho e mandioca e a coleta extrativa de caju. Existe criação pecuária de caprino, suínos e aves. A imagem mostra a residência de uma família que vive em total isolamento do mercado e explorando a agricultura com o conhecimento tradicional. 163 Foto 4 – Casa no interior do Nordeste Mulher cozinhando comida local na comunidade de Timbó de Cima, na Paraíba. A comunidade possui umas 20 famílias que cultivam frutas e verduras com base em técnicas tradicionais, sem aplicação de conhecimento técnico. A comunidade não possui energia até hoje, por isso não consegue aumentar os seus níveis de produtividade no cultivo de produtos que são geralmente vendidos nas feiras locais. Com a chegada da energia, as famílias poderão adotar técnicas modernas de produção, aumentar os seus níveis de Foto 5 – Mulher cozinhando renda e melhorar a sua condição de bem estar social. A energia poderá ser o veículo para promoção do desenvolvimento local na comunidade. A comida é feita na base de tradições que remontam ao conhecimento tradicional dos ancestrais de dois ou três séculos de história. Mulher produzindo verduras na comunidade de Pau Ferro no estado de Pernambuco. Trata-se de uma comunidade bem organizada, com produção 164 agrícola de tomate, mamão, graviola, acerola, cebola e diversas hortaliças (alface, pimentão, berinjela, quiabo), comercializada, aos sábados, diretamente na feira de Salgueiro, onde dispõem de 10 pontos de venda. Alugam um caminhão para o transporte da mercadoria. Utilizam motor diesel para irrigação ou esta é feita manualmente. A maioria dos moradores possui cisternas para o abastecimento familiar em suas residências. Utilizam muito pouco agrotóxicos na produção Foto 6 – Conhecimento tradicional transformado de hortaliças. Solo muito bom para o desenvolvimento da horticultura. Não possuem trator e todas as atividades de cultivo são realizadas por tração animal ou pelos próprios agricultores. Possuem uma pequena criação de bovinos, principalmente para a produção de leite (consumo da família) e queijo vendido na feira. Criam caprinos confinados para evitar roubos. Demonstraram interesse na produção de mel. A comunidade não possui energia e tem atividades produtivas expressivas, tendo em vista que se localiza às margens do Rio Piancó. Possui muita água para desenvolvimento de todas as suas atividades produtivas. Existem 12 famílias na comunidade que estão todas trabalhando na agricultura, cultivando lavouras de subsistência e comerciais. Algumas culturas comerciais começam a se desenvolver, embora a carência de energia esteja dificultando o desenvolvimento das atividades produtivas. Foto 7 – Crianças sem esperança A presença de muita água – o Rio Piancó é permanente – facilita todo tipo de atividade produtiva. 165 Uma comunidade bem próspera às margens do rio Piancó, na Paraíba. Possui muita água para desenvolvimento de todas as suas atividades produtivas. Existem 12 famílias na comunidade que estão todas trabalhando na agricultura, cultivando lavouras de subsistência e comerciais. Algumas culturas comerciais começam a se desenvolver, embora a carência de energia esteja dificultando o desenvolvimento das atividades produtivas. As lavouras de subsistência são o milho, o feijão e o arroz Culturas comerciais, salientamse a banana, a manga e plantação de capim para o gado. Ademais da agricultura, as famílias cultivam a pecuária, em especial a pecuária leiteira. A comunidade utiliza energia para melhorar a produtividade das lavouras de subsistência, explorando a disponibilidade de recursos naturais com o conhecimento tradicional transformado em conhecimento moderno. Foto 8 – Conhecimento transformado Resultados e Recomendações As famílias rurais produzem culturas agrícolas e as vendem a um vetor de preços P. Uma das metodologias aplicadas para se avaliar a renda agrícola dessas famílias é aquela recomendada pela FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations), por meio de análises gráfica e computacional, relacionando a área do terreno agrícola e a renda gerada, em confrontação ao “Patamar de Reprodução Social” - PRS, o nível de renda que permite se avaliar o quanto deve ser plantado (em hectares) para que uma família possa subsistir. Em acréscimo, a renda acima do PRS seria um excedente que permite investimento e crescimento da produção ou aumento do nível de consumo. O PRS é estabelecido em função da remuneração diária da hora-homem no local. As diárias não variam muito de localidade para 166 localidade. Os valores da contratação esporádica de mão-de-obra agrícola nos municípios visitados oscilaram entre R$ 10,00 e R$ 15,00. Os gráficos referentes às comunidades visitadas são do tipo da Figura 3, a seguir. Dadas as peculiaridades da maioria dos entrevistados, foram desprezadas as parcelas de depreciação dos equipamentos e instalações. No exemplo hipotético da figura, são apresentados os valores reais da produção, a média regional (considerando a produtividade média para aquelas culturas), o patamar de reprodução social naquela área, a produtividade com aporte energético (na quase totalidade dos casos, bombeio de água para irrigação e aquisição de máquinas forrageiras). Note-se que os modelos obtidos são simplificados, sem a inclusão da renda pecuária (que, segundo os dados da pesquisa aumentam a renda da família em cerca de 30%). Na grande maioria dos casos, a solução vem com o emprego de culturas diversificadas e com o aumento da produtividade por via da irrigação. Em casos mais raros, identifica-se a possibilidade de produção de doces, sucos, licores e, ainda, aproveitamento da energia para fins de desenvolvimento turístico local. Figura 3: Exemplo de potencialidade agrícola e aporte energético Conclusões Os níveis de renda e demais indicadores de qualidade de vida têm melhorado sensivelmente no Nordeste rural durante os últimos dez anos. Para isto con167 tribuíram, sem dúvidas, programas do tipo “renda mínima”, de transferências diretas, tais como o Bolsa-Família, e outros programas de combate à pobreza rural. No setor de energia, esforços como o PRODEEM7 e o Programa Luz Para Todos também trouxeram melhorias significativas, o primeiro, fornecendo energia a escolas, enfermarias e centros comunitários e, o segundo, fornecendo eletrificação aos domicílios rurais, na maioria das vezes para consumo doméstico. No caso de uso de fontes energéticas locais renováveis para fins produtivos, há um grande potencial de aumento da produção e da produtividade agropecuária nas comunidades visitadas, resultantes da abundância relativa (disponibilidade) de terra e mão-de-obra que, com a chegada da energia, poderiam ser melhor aproveitados, sobretudo com uso de irrigação. Outras atividades, contudo, foram identificadas com possibilidades de aproveitamento da energia para serviços de beneficiamento da produção, artesanato e turismo. Utilizando-se a metodologia da FAO para análise das condições de vida e níveis de renda entre os trabalhadores rurais, pôde-se avaliar que a maioria das famílias não subsiste exclusivamente da atividade agrícola, sendo freqüente o emprego não-agrícola, normalmente na sede do município, em atividades de prestação de serviços. A chegada da energia poderá propiciar aumentos significativos na renda destas famílias. Contudo, é preciso que haja complementaridade entre as políticas de apoio a estas famílias de modo a explicar ao homem do campo como melhor aproveitar a nova energia disponibilizada. Uma vez que a estrutura tarifária embute transferências reais de recursos das famílias urbanas para as famílias rurais, é preciso cuidados especiais para se identificar em que momentos será preferível o uso de sistemas autônomos de geração à eletrificação via expansão da rede, sobretudo na eletrificação de comunidades e propriedades rurais muito distantes. Referências bibliográficas Aneel. Atlas de Energia Elétrica no Brasil, Agência Nacional de Energia Elétrica, Brasília, ANEEL, 2001. 7 168 Programa de Desenvolvimento Energético de Estados e Municípios. Anhalt, Jorg Dieter. Custos da Energia Solar Fotovoltaica: estudos de casos. Workshop Energia Renovável e Produção Rural, CHESF/FADURPE. Recife: mimeo e video, 18 e 19/junho de 2007 Bègue, Brigitte. Les biocarburants, pas bio du tout. 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São Paulo: PENSA/USP Editora Pioneira, 2000. 170 Manejo Costero Integrado en la zona costera de la Patagonia - Argentina Griselda Sessa, Guillermo Caille, Jose María Musmeci Características y objetivos generales La iniciativa de Manejo Costero Integrado (MCI) que impulsa la Fundación Patagonia Natural (FPN), abarca un conjunto de proyectos de cooperación técnica, desarrollados entre 1993 y 2009 con fondos internacionales no retornables (Proyectos GEF PNUD ARG/92/G31, y ARG/02/G31), aplicados a la protección de la biodiversidad de la Zona Costera de la Patagonia Argentina (ZCPA), en el marco del manejo sustentable de los recursos costeros y dentro de las necesidades y realidades de una región que tiene un rápido desarrollo en las últimas décadas. Los objetivos principales son: i. aumentar nuestro conocimiento sobre la zona costera y su diversidad, ii. desarrollar ensayos y medidas de mitigación de las amenazas sobre la biodiversidad costero marina de la región, iii. capacitar al personal técnico de los gobiernos en aspectos de manejo y conservación, iv. integrar una acción efectiva de los gobiernos y facilitar la generación de un compromiso amplio por parte de la comunidad para conservar la biodiversidad de este ecosistema altamente productivo y económicamente importante. Algunas de las líneas de acción para llegar a estas metas son: i. mejorar la interacción entre las instituciones que actúan en la ZCPA y consolidar el fortalecimiento institucional. 171 ii. promover el análisis interdisciplinario de las problemáticas ambientales, iii. implementar la formación de recursos humanos, iv. desarrollar la educación ambiental y la concientización ciudadana, v. generar y difundir la información necesaria para la toma de decisiones relacionadas con el manejo costero y el uso responsable de sus recursos. Área de enfoque La “Zona Costera de la Patagonia Argentina” (ZCPA) conforma uno de los grandes ecosistemas costero-marinos (GEMs), de mayor productividad y mejor conservados del planeta, y abarca más de 3000 km de costa, desde la desembocadura del Río Negro, sobre los 41° Sur en su límite norte, hasta el Canal Beagle, sobre los 55° Sur, como límite sur de la ZCPA. Incluye los golfos y bahías, y una zona contigua, hacia la plataforma marina de unas 12 millas náuticas. Contexto general Las actividades de carga y transporte de petróleo crudo, y la actividad en la zona austral de las plataformas de extracción de petróleo en el mar, continúan presentes como una amenaza a la biodiversidad (confirmada por los eventos de empetrolamiento de pingüinos de Magallanes y otras aves costeras, registrados en Cabo Vírgenes en 2005 y 2006 y en Caleta Córdova, en el Golfo San Jorge fines de 2007). Las nuevas zonas de exploración y explotación en el mar, como las ya realizadas en la cuenca del Golfo San Jorge en 2009, podrían extender esta amenaza a toda la ZCPA. La iniciativa de creación de un parque marino en el Norte del Golfo San Jorge, concretada en 2008, fue una de las principales acciones a las que FPN contribuyó frente a esta amenaza. Si bien los gobiernos incluyen en sus agendas la necesidad de evaluar los efectos no deseados de la pesca sobre la biodiversidad y los ecosistemas marinos, resulta necesario ampliar y consolidar los avances hacia una pesca más sustentable. Las mejoras en las prácticas pesqueras y en la gestión participativa, de las pesquerías en la ZCPA, promovidas por los gobiernos y FPN, se presentan como una oportunidad para mitigar algunos de los efectos no 172 deseados sobre la biodiversidad y los propios recursos pesqueros. Aunque las administraciones pesqueras han conseguido avances en el ordenamiento pesquero y el sostenimiento de los stocks, aspectos centrales del manejo, como la reducción de los descartes, del by-catch y de las capturas incidentales de fauna, aún necesitan de acciones concretas. Sin embargo, algunas de las Provincias donde FPN ha venido trabajando en forma sostenida durante varios años, han avanzado en sus agendas para elaborar Planes de Manejo Pesquero con enfoque ecosistémico. Como en años anteriores, el Turismo mantiene su crecimiento cada año, y ha consolidado su importancia en la economía de la ZCPA, junto a la actividad petrolera e industrial, y la pesca. Este crecimiento representa su principal desafío; ya que para asegurar su continuidad deberá evitar el aumento de sus posibles efectos negativos sobre la biodiversidad de la cual depende, y consolidar los avances hacia un turismo responsable en la región. La contaminación urbana e industrial se mantiene como amenaza, que aún se concentra en las ciudades costeras de la Patagonia. Los cambios para mejorar el tratamiento de los desechos sólidos y líquidos están en sus primeras etapas de ejecución. Algunas Provincias y Municipios, sin embargo, avanzan en implementar iniciativas para solucionar esta problemática. La superficie costera y marina bajo áreas protegidas es aún insuficiente para abarcar los sitios relevantes para la conservación de la biodiversidad. En los últimos diez años FPN avanzó en iniciativas que promueven la creación de nuevas áreas protegidas costeras y marinas en la región, que amplíen y consoliden las actuales, y que permitan mejorar su manejo. La creación del “Parque Inter-jurisdiccional Costero-marino Patagonia Austral”, en las costas del Norte del Golfo San Jorge, uno de los mayores desafíos que tomó FPN, se concretó en el 2008. También hay avances en la articulación de las áreas naturales protegidas en sitios clave para especies amenazadas, como los sitios de importancia para las aves playeras migratorias en las costas patagónicas (sitios RHAPM y Ramsar) y los espacios naturales de interés para la conservación (ENICs). El propósito principal de la iniciativa “MCI en la Zona Costera de la Patagonia Argentina” (Proyectos GEF PNUD ARG/92/G31 y ARG/02/G31), es lograr avances significativos en la conservación de biodiversidad costero-marina y la sustentabilidad del desarrollo en la ZCPA. 173 Actualmente, se trabaja en implementar mecanismos para consolidar estos avances en la región. Para ello son prioridades: i) Implementar acciones duraderas que promuevan la conservación de la biodiversidad y su uso sustentable; promoviendo la participación ciudadana y la adopción de buenas prácticas de uso. ii) Aumentar en forma relevante la superficie de las áreas naturales protegidas, en sitios clave para la conservación de la fauna marina, y mejorar significativamente la gestión de estas áreas. iii) Avanzar en un manejo de la costa articulado entre las cuatro Provincias de la ZCPA, para que las actividades económicas más relevantes (basadas en el uso extractivo de los recursos), se basen en criterios de decisión y bases técnicas compartidas y responsables. iv) Favorecer el intercambio de información y de herramientas de manejo, basadas en criterios con consenso, que promuevan la conservación de la biodiversidad y den sustentabilidad al desarrollo. Algunos Resultados alcanzados Creación del marco institucional Interprovincial para la ZCPA (Acuerdo 2004). Creación del Parque Marino Inter-jurisdiccional Patagonia Austral, Golfo San Jorge, aprobado en Diciembre de 2008 por Ley Nacional Número 26446. Planes de manejo participativos en marcha para las Áreas Naturales Protegidas costero-marinas. Capacitación y entrenamiento de más de 100 agentes de conservación, provinciales y nacionales, fortaleciendo además a las respectivas autoridades de aplicación en la región. Diagnóstico del grado de contaminación costera y urbana en la ZCPA, que incluye a los 18 municipios costeros. Creación de Programas de Observadores Pesqueros a Bordo en las 4 Provincias Patagónicas, con más de 200 observadores capacitados, instancia que 174 hoy incluyen en sus presupuestos ordinarios las 4 jurisdicciones (lo que da sustentabilidad financiera a los Programas). Obtención del premio “Runner up - Smart Grant” 2007 (de WWF) para un dispositivo original (sencillo, de bajo costo y que no genera dificultades operativas ni riesgos en su uso), que evita la mortalidad de aves marinas, principalmente albatros, en las artes de pesca en uso en la ZCPA; basado en los ensayos realizados junto a los pescadores en el Golfo San Jorge. Procesos participativos, a escala municipal y provincial, logrando una mejor articulación y aumentando la participación de los actores locales en el manejo costero. Destacando los logros obtenidos en las 4 Provincias de la ZCPA, en la implementación de Audiencias Públicas frente a los Estudios de Impacto Ambiental (EIA). Ensayos de buenas prácticas de pesca, realizados junto a los pescadores y cámaras pesqueras para avanzar en mejoras en la selectividad y en la reducción de mortalidad de fauna en las artes de pesca en uso en las pesquerías costeras. Participación activa, junto a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) y la Subsecretaría de Pesca de la Nación para la elaboración y aprobación en 2008 del “Plan de Acción Nacional para la Conservación y el Manejo de Condríctios (rayas y tiburones)” (PAN_Tiburones), que se enmarca en los instrumentos internacionales de conservación de la FAO (IPOA-Sharks). Capacitación docente en las cuatro provincias de la ZCPA, con más de 400 docentes capacitados en temas de conservación de la biodiversidad y en estrategias didácticas. Programas educativos destinados a niños de la Patagonia, con la participación de unos 6000 estudiantes. Materiales educativos y comunicacionales sobre conservación y biodiversidad costero-marina de Patagonia distribuidos anualmente en más de 1900 escuelas de la región. Primer post-grado en “Periodismo y Ambiente”, junto a la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de la Patagonia, destinado a comunicadores de la región (con una primera generación de graduados en 2009). 175 Consideraciones finales Las comunidades locales y regionales, las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil desempeñan un papel cada vez más activo en la concientización y reacción ante políticas que inciden sobre los recursos naturales de su localidad o región, y que afectan la autonomía y el plan de vida de los ciudadanos. Si se considera que las acciones y decisiones (y también su ausencia) en relación con el uso y manejo de los “recursos naturales” afecta a todos (en el presente y en el futuro); es necesario procurar que la información relevante esté disponible para la ciudadanía, y propiciar los medios para promover su participación en las deliberaciones y decisiones que afecten al ambiente. Es por ello que impulsar la capacitación en participación ciudadana y promover la conciencia ambiental a través de la educación, resulta crucial para asegurar el involucramiento de las comunidades en el uso responsable y la conservación de la biodiversidad y para avanzar hacia el logro de una mayor equidad y de mejoras en la calidad de vida de los habitantes de la región En sus 20 años de vida, la Fundación Patagonia Natural ha trabajado en forma sostenida para contribuir en dar más protagonismo a la sociedad civil, avanzando en un manejo más participativo y con enfoque ecosistémico en la zona costera de la Patagonia Argentina. 176 Conhecimento patrimonial e sua expressão sensível na pesca artesanal Cristiano Wellington Noberto Ramalho* 1. Apresentação O presente texto aborda o tema do conhecimento patrimonial existente entre pescadores artesanais da praia de Suape, litoral sul do estado de Pernambuco, que se localiza na região do Nordeste brasileiro. A idéia é discutir esse conhecimento a partir de uma de suas dimensões na pesca artesanal, o sentir dos sentidos dos pescadores. Sendo assim, o corpo e a educação sensível tornam-se elos essenciais de expressão desse conhecimento patrimonial pesqueiro e de sua ancestralidade material e imaterial de convívio e apropriação do espaço aquático e dos pescados (peixes, lagostas, camarão). Este artigo é fruto de uma pesquisa etnográfica desenvolvida durante 2 anos (2004-2006). Ao longo da escrita, entrecruzam-se depoimentos dos pescadores com teorias sociológicas, no intuito de melhor compreender a relação íntima entre conhecimento patrimonial pesqueiro e o sentir dos sentidos dos homens que trabalham em alto-mar. 2. O Corpo Educado para a Pesca Artesanal O mar beijava-lhe o corpo. A brisa passava pelos seus cabelos. O entendimento lhe vinha pelos sentidos aguçados (José Lins do Rego, Riacho doce) Há um território sobre o qual se faz pescador e que é inescapável a qualquer pessoa que volta sua atividade produtiva para o setor pesqueiro: os sentidos humanos. 177 O depoimento abaixo de um pescador é esclarecedor neste aspecto: O corpo vai sendo formado no tempo. No início, o pescador mais novo tem que ficar mais parado, olhando o cara que sabe fazer. De primeiro, ele aprende a se equilibrar no barco e a ficar em pé, porque, se não equilibrar o corpo, ele não faz nada. Também ele aprende a ver e a ouvir, lá no mar (seu Gidinha, pescador mestre1, 70 anos). O corpo é base de efetivação da pesca e do conhecimento patrimonial pesqueiro. Ele é o esteio, instalação e concretização do mundo cognitivo, “sendo formado pelo tempo” (seu Gidinha) da lida no mar. O corpo e seus sentidos são também partes essenciais da própria ontologia do ser social, porque o pescador “aprende a ver e a ouvir lá no mar” para poder existir, sobreviver. Se é pela consciência efetivada no trabalho que o homem faz-se cada vez mais social, é pelos sentidos humanos que o ser pescador objetiva-se, concretiza-se em sua atividade produtiva, na relação com a natureza e com outros homens. Nesse sentido, os sentidos humanos são categorias sociais ontológicas. Podemos aqui nos ocupar somente da ontologia do ser social. Contudo, não seremos capazes de captar sua especificidade se não compreendermos que um ser social só pode surgir e se desenvolver sobre a base de um ser orgânico e que esse ultimo pode fazer o mesmo apenas sobre a base do ser inorgânico (LUKÁCS, 1978, p. 03). Entre pescadores, não há um discurso que oponha saber-fazer pesqueiro tradicional do uso das forças naturais humanas inerentes ao seu corpo, aos seus sentidos. Aliás, o corpo é peça-chave e local de realização do trabalho da pesca, sendo lapidado de acordo com as situações inerentes às condições de vida, às ações produtivas e às compreensões cognitivas. É pela fruição sensível que se revela o seu metabolismo constante e renovado com o meio ambiente, consigo próprio e, principalmente, com a sociedade da qual faz parte local, nacional e globalmente. 1 178 Pescador mais hábil e o que comanda a embarcação e os homens no mar. Em relação ao mestre de pescaria, vale ler: Maldonado (1994; 2002) e Ramalho (2007; 2008; 2009). De fato, o corpo é o momento inicial de aprendizagem e também de identidade dos grupos humanos, fato valorizado por uma diversidade de autores. Para Marx (2004, p. 112, grifo do autor), “a sensibilidade tem de ser a base de toda ciência”; segundo Mauss (2003, p. 407), “o corpo é o primeiro e o mais natural instrumento do homem”; na leitura de Hegel (1996, p. 133), “a consciência sensível é, no homem, a primeira, a que precede todas as outras”; e para Foucault (1979, p.151), “’é pelo estudo dos mecanismos que penetram nos corpos, nos gestos, nos comportamentos, que é preciso construir a arqueologia das ciências humanas”. Mesmo generalizando essa importância do saber sensível, cabe frisar que “o corpo do burguês não é o corpo do artesão ou do operário (LE GOFF; TRUONG, 2006, p. 30) e, tampouco, do pescador. Dessa maneira, formas de sociabilidades produzem educações corporais e sensitivas distintas no transcurso do tempo e nas mediações sociais particulares, seja em seus aspectos materiais, seja nos ingredientes simbólicos. O mundo sensitivo enseja a descoberta de tipos de educação, conformação, conhecimento e posição social diferenciadas, que se ligam à própria ontologia do ser social. Assim, “não só pensar, portanto, mas com todos os sentidos o homem é afirmado no mundo objetivo” (MARX, Idem, p. 110, grifo do autor), efetivando-se enquanto ser social especialmente pelo trabalho. Desta feita, para existir como pescador, o homem tem que se afirmar na fruição dos seus sentidos efetivamente, concretamente, através de seu dia a dia, nos diálogos que realiza com o mar, de sua atividade produtiva. O cabra tá pescando aí mudou, formou o tempo. A gente viu. Aí vem um vento e a gente sente lá dentro, na água. A gente vê no mar, mas tem que sentir, ouvir pra poder pescar (seu Neneu, pescador mestre, 67 anos). Não basta apenas ter um corpo humano para ser pescador, já que é essencial desenvolver uma educação sensitiva singular em termos socioculturais, que traduz seu conhecimento patrimonial. Aquele que volta sua vida para os recursos aquáticos “tem que sentir, ouvir para poder pescar” e “vê no mar” (seu Neneu) o que pode ser humanamente apreendido, por meio de um conjunto de talentos adquiridos no fazer cotidiano para que seu trabalho aconteça e se conhecimento tradicional revele-se. 179 No corpo repousa-se o primeiro aprender humano, a certeza sensível, que nunca deixou de ser parte constitutiva da sua natureza, das forças humanas essenciais à realização da própria vida (físico-espirituais) e do trabalho, além de ser ele portador de experiências sociais, jeitos de ser e de sentir. Em relação ao corpo e aos seus sentidos, criaram-se uma série de discursos científicos, práticas de poder, representações populares e religiosas, preconceitos, doutrinas, medos, transgressões, etc., bem como se constituíram formas de existir, manifestações estéticas da vida2. Essa questão da fruição dos sentidos não é simples, na medida em que a vida instrumental e utilitária potencializou deformações educativas das forças essenciais humanas: intelectuais e físicas. Pode-se dizer que a estética da existência instrumental imposta pelo capitalismo bloqueou realizações de “uma vida cheia de sentidos” (ANTUNES, 2000, p. 143) e, com isso, esterilizou possibilidades de humanização do próprio mundo sensitivo de homens e de mulheres3. Sem o poder do capital e da necessidade de consumo estimulada agudamente por sua lógica, a estética instrumental não emergiria e/ou, tampouco, teria força para continuar existindo e moldando negativamente o sentir dos sentidos humanos. Portanto, a razão instrumental do capital precisa, na mesma medida, de um corpo também instrumental para que possa existir, porque, no entendimento de István Mészáros (1981, p. 129), “[...] se tudo está subordinado à necessidade de acumulação de riqueza, é irrelevante se 2 3 180 Por exemplo, Bakthin (1987) mostrou como o corpo tornou-se uma fonte rica de contestações sociais, no realismo grotesco expresso nas obras de François Rabelais em plena Idade Média. Sem dúvida, “o corpo tem, portanto, uma história” (LE GOFF; TRUONG, Idem, p. 177) para contar, revelar, manifestar, e o mesmo pode ser dito em relação ao universo do corpo, da esfera sensível dos pescadores artesanais. A razão utilitarista não aprisiona apenas o sentir humano no mundo do trabalho, mas, como processo necessário à reprodução do capital, se situa enormemente no espaço do consumo direcionado ao tempo de lazer (tempo livre) regido pelo fetiche da mercadoria, no qual o aparente tem peso preponderante e acaba, para se estabelecer, superlativizando aquele órgão humano prioritário na captação do mundo consumista: a visão. Segundo Monica Daniels (1999, p. 23), “uma nova dimensão da realidade se faz sempre através da universalidade do espetáculo e o homem se faz essencialmente olhar, em detrimento dos outros sentidos”, tendo em vista que as imagens, signos e símbolos são componentes integrantes para a venda dos produtos. as necessidades assim criadas são propriamente humanas, ou são necessidades indiferentes, ou mesmo desumanizadas”. Acredito que se insurgindo contra esse valor absoluto do capital, situa-se o modo de vida dos pescadores artesanais suapenses, em sua sociabilidade do trabalho, em sua educação sensitiva, isto é, há entre os pescadores uma estética que, invés de unilateralizar utilitariamente o sentir dos sentidos humanos, transforma a fruição das energias vitais de sua vida em utilidades humanas de resistência, de irredentismo e, portanto, não em utilidades presas à realização do mundo da mercadoria4. O interessante a observar-se é que as determinações do existir e as mediações parciais dos pescadores, de Suape, ligam-se às suas capacidades de resistências apoiadas na força da sociedade do trabalho e na sua cultura produtiva insubmissa, que se inscrevem também no corpo. Desta feita, mesmo diante dos limites de viver dentro dos marcos capitalista, a sociabilidade do trabalho da pesca artesanal tenta transformar seu mundo cotidiano em utilidades humanas5. No caso da pesca artesanal, essa utilidade humana apresenta-se tanto na busca do valor de uma vida liberta a ser sempre almejada –com a inter4 5 Max Weber, ao definir a ética protestante enquanto ancoradouro firme do “espírito” do capitalismo, descreveu uma ética da utilidade que pautou as práticas cotidianas dos adeptos do puritanismo, a partir de sua profissão, e que permitiu –sem que esse fosse o objetivo fim– o desenvolvimento do capitalismo: “[...] a valorização ética das “boas obras”, ela via, sim, na ambição pela riqueza como fim o acúmulo da culpa, mas na obtenção da riqueza como fruto do trabalho em uma profissão, a benção de Deus. Eis porém algo ainda mais importante: a valorização religiosa do trabalho profissional mundano, sem descanso, continuado, sistemático, como o meio ascético simplesmente supremo e a um só tempo comprovação o mais segura e visível da regeneração de um ser humano e da autenticidade da fé, tinha que ser, no fim das contas, a alavanca mais poderosa que se pode imaginar da expansão da concepção de vida que aqui temos chamado de “espírito” do capitalismo. E confrontando agora esse estrangulamento do consumo com essa desobstrução da ambição do lucro, o resultado externo é evidente: acumulação de capital mediante coerção ascética à poupança. Os obstáculos que agora se colocavam contra empregar em consumo o ganho obtido acabaram por favorecer seu emprego produtivo: o investimento de capital ” (WEBER, 2004, p. 156-157, grifos do autor). Guardadas às devidas proporções, pode-se dizer que, em alguma medida, na pesca ar- tesanal de Suape: “A carência ou fruição perderam, assim, a sua natureza egoísta e a natureza sua mera utilidade (Nützlichkeit), na medida em que a utilidade (Nutzen) se tornou utilidade humana ” (MARX, 2004, p. 109, grifos do autor). 181 nalização deste dever-ser (uma utopia existencial)–, quanto, ao menos, na não submissão direta do seu trabalho ao capital, objetivando manter uma autonomia mais que possível no tempo presente, concretamente. O valor de vida do pescador, que atinge diretamente seu pôr teleológico, é o território da rebeldia à lógica utilitária do capitalismo enquanto projeto existencial de efetivação da utilidade humana na pesca. Dever-ser que encontra na externação sensível do seu saber-fazer o campo da alternativa possível de concretização do valor da vida liberta, na qualidade de algo inegociável para esses homens do mar; fato esse que alimenta seu enfrentamento cotidiano de irredentismo diante dos limites societários existentes e inescapáveis do capital. A partir disso, avalio que o modo de vida dos pescadores - em suas práticas sociais (materiais e simbólicas) - está incluída no tipo de resistência passiva descrita por Marx sobre o operariado em sua luta pela diminuição da jornada de trabalho, antes de se opor, através de manifestações políticas diretas, à burguesia, a saber, na época, “os trabalhadores tinham oferecido uma resistência até então passiva, embora inflexível e cotidianamente renovada” (MARX, livro 1, vol. 1, 1982, p. 332) à hegemonia do capital. Portanto, acredito que o conhecimento patrimonial e a educação sensitiva pesqueira seja essa resistência passiva ungida de uma sociabilidade “inflexível e cotidianamente renovada” frente ao mundo instrumental, à sociedade de consumo e ao domínio direto do capital sobre o trabalho. Por isso, para os pescadores suapenses, pertencer (de corpo e mente) ao capital, às empresas de pesca e aos atravessadores do setor é tornar-se obrigado e submisso aos ditames externos. Ser artista do mar, então, é resistir a essas possibilidades e suas instrumentalizações. Dessa maneira, como frisou o pescador mestre Genildo (35 anos), “não quero ficar preso à empresa ou à comerciante nenhum. Sou livre”. Entre os pescadores, corpo e razão não são antônimos. A capacidade racional, no seu modus operandi, e a certeza sensitiva, saber corpóreo, são partes da constituição do trabalhador pesqueiro, compondo-o, materializando-o, objetivando-o, cujos sentidos informam e educam o homem, e o saber tradicional (saber racional) alimenta-se, conecta-se e molda o universo sensível sem negar ou diminui os sentidos humanos. A representação da autonomia societária, para os pescadores, privilegia a ambos, pois a arte da 182 pesca artesanal é sintetizadora dessas esferas, da compreensão intelectual e expressão corporal. O ato de pensar não tem qualquer valia se não for traduzido no manejo do corpo capaz de lançar uma rede no momento preciso sobre o cardume, no puxar o covo, na ação de equilibrar-se a bordo na hora em que se retira ou coloca a rede no mar, etc. Na pesca o cara pensa e faz (José Edson, pescador mestre, 41 anos). O bom uso corporal é forte ingrediente do que é chamado de arte da pesca em diversas localidades brasileiras, devido à rica técnica que compõe a execução do trabalho pesqueiro e da qual nenhum pescador pode abster-se. O equilíbrio que deve possuir o pescador na hora do “lanço” é uma “arte” à parte, sobretudo quando há forte maresia. De pé no estreito batente que fica à beira da canoa, “tem que balançar o corpo de acordo com as ondas e o movimento da canoa para não cair n’água” – diz um pescador. Ao mesmo tempo em que faz um esforço considerável para jogar a rede ao mar é obrigado a equilibrar-se apenas sobre as duas pernas na beirada da canoa, recebendo muitas vezes o forte impacto das ondas no casco desta. A rapidez com que deve ser lançada a rede vai depender da velocidade do vento; quanto mais veloz estiver maior agilidade vai exigir dos lançadores (MELLO, 1985, p. 116). Desde a entrada na pescaria, o corpo assume papel também de destaque. A vida no mar e suas dinâmicas exigem adaptações do organismo humano à sua rotina para que os homens pesquem, como se observa nas transcrições das vozes: Já fiz algumas pescarias boas com o meu filho, mas só que ele começava a vomitar e a sentir aquele enjôo. Aquele negócio ruim. Aí eu tinha que dizer: “Meu filho, vá pegar um facão e vá cortar cana, mas não penda pra pescaria. Não vai dá resultado”. Ele ficava desanimado pra pesca, porque toda vez que ele ia mais eu ele vomitava. Agora, se ele agüentasse, eu dizia vamos pescar pra ganhar mais dinheiro (seu Luiz Augusto, pescador mestre, 66 anos). 183 A pessoa pra pescar, lá fora, tem que ter estrutura física, porque se não for acostumado ele pode enjoar, perder a cor, vomitar. Agüentou o tranco pode embarcar. Agora lá pra fora tem que ter uns 18 anos acima pra agüentar. O balanço lá é danado. Tem que ter força nas pernas para agüentar o mar (Conrado, pescador mestre, 39 anos). Comecei a pescar com 15 anos. Quando entrei na pesca, o meu corpo tava numa fase boa pra poder pescar. Tá numa fase boa é o corpo tando em forma, a mente também e a vontade de pescar. Também, aos poucos, fui me acostumando, pois quando meu pai ia, eu também ia. Entrevistador: me fala mais sobre esse corpo em forma? Em forma é tando numa fase que uma pessoa de 10 anos não tem. Assim, estrutura boa. Já depois dos 15 anos já tem aquele macete pra pesca (Marco, pescador mestre, 32 anos). Para pescar em alto-mar, no entendimento de Conrado, “tem que ter estrutura física”, pois “o balanço lá é danado”, podendo provocar enjôos. Por isso, são necessários costumes e resistências orgânicas; elementos primordiais do fazer-se marítimo. Tal questão mostra que, embora haja o desejo de ser pescador, o ser humano não pode descartar seu elemento físico, biológico, já que “na natureza orgânica, onde o processo de reprodução significa ontologicamente adaptação ao ambiente, pode-se falar de êxito ou fracasso (LUKÁCS, 1978, p. 07) na efetivação, no existir, no objetivar-se como pescador artesanal. A consciência não está deslocada da natureza orgânica do ser social, necessitando dela para sempre efetivar-se em si mesmo e no meio ambiente. Essa não adaptação física é manifestada no discurso dos pescadores. A impossibilidade de acesso ao trabalho pesqueiro, devido ao mal-estar, apresenta-se nas reações sensitivas, que o metabolismo humano manifesta para lidar com o oceano. A não adaptação orgânica obriga o deslocamento para outro trabalho, realizando quase que uma “seleção natural” entre os próprios pescadores. Por isso, o conselho do pescador seu Luiz Augusto: “meu filho, vá pegar um facão e vá cortar cana, mas não penda pra pescaria. Não vai dá 184 resultado”. Sem a adaptação física ao meio ambiente marinho, as barreiras orgânicas não poderão ser suplantadas6. Nessa linha, Loureiro (1985) constatou, ao estudar pescadores paraenses, norte do Brasil, que o forte empecilho capaz de bloquear o acesso de homens ao mar seria o enjôo, a não adaptação física ao ambiente marinho e as complexas exigências destes7. Ademais, o pescador Conrado expressa que, na atividade da pesca, “tem que ter força nas pernas” para realizar o metabolismo social com a ação rítmica do mar quando se encontra embarcado, porque essa comunhão é necessária à pescaria (puxar rede, pôr armadilhas na água, limpar o convés, andar pela embarcação, etc.). Segundo o pescador Marco, há uma condição central a possibilidade de pescar, a qual compreende como fase boa: a forma física e intelectual somada ao desejo de ser pescador. Isto é, “tá numa fase boa é o corpo tando em forma, a mente também e a vontade de pescar”. Corpo e mente em forma são elos que compõe o homem que pesca, seu saber-fazer tradicional. Corpo em forma, além disso, vai representar a capacidade que a corporeidade já tem para cumprir determinações cognitivas. Se antes não se conseguia realizar certas tarefas, agora o mundo sensível está preparado para fazê-lo. Decerto, não se estabelece uma disjunção entre espírito e matéria ou mente e corpo, mas se reforça e se valoriza a ambos. “Nesse caso, braços e mentes ainda andam juntos” (ROMERO, 2005, p. 86). Nessa sociedade do trabalho, não haveria possibilidade de ser pescador apenas com o domínio 6 7 No encantador filme O carteiro e o poeta, dirigido por Michael Radford e lançado no ano de 1995, o personagem Mario Ruoppolo, o carteiro – vivido pelo talentosíssimo ator Massimo Troisi –, em diálogo com seu pai, um velho pescador italiano, na primeira cena do longa-metragem, tenta justificar a sua indisposição para a pesca, como fruto daquilo que seria uma inaptidão física. Depois de não ter ido mais uma vez ao mar, Mario Ruoppolo fala ao seu pai, que acabara de retornar da pescaria, sobre o corriqueiro motivo do seu não novo embarque. Disse-lhe Mario - “Eu estava com o nariz entupido esta manhã. Deve ter sido a umidade do barco. É só eu colocar o pé no barco... Talvez eu seja alérgico. Mesmo o barco estando parado, sinto a umidade. Não sei como você pode passar a noite toda nisso e não pegar nada. É só eu botar o meu pé ...” (0:03:11 – 0:03:46). “Há, entretanto, um fator físico-psíquico que dificulta e freqüentemente impede o ingresso de novos pescadores e que constitui a principal e única limitação definida claramente – sentirem enjôos e vômitos durante as viagens” (LOUREIRO, 1985, p. 60). 185 de uma dessas esferas sem que a consciência se humanize no mundo sensível ao humanizar-se também. É claro que o mestre torna-se mais saber do que fazer, porém seu saber foi (e é) reconhecido pela força e a qualidade de seu fazer, ao longo da vida, não havendo, portanto, uma falsa dicotomia. Ademais, a “vontade de pescar” unge o movimento da vida destinada a transformar o homem em pescador. De fato, “o homem é um ser que dá respostas” (LUKÁCS, 1969, p. 132), ao problematizar as causalidades ambientais e sociais, buscando incorporá-las em sua teleologia do trabalho pela organização e fruição corporal, dos sentidos humanos, em sua eterna conexão com o meio ambiente. Para os pescadores, a idade reflete tanto o amadurecimento dos sentidos do corpo, quanto das capacidades de seu conhecimento. Nas falas dos suapenses, entra-se na pesca de alto-mar em torno dos 15 a 18 anos, pouco mais tarde que o trabalho agrícola, visto que “a pesca requer certa compleição física para possibilitar o manejo dos aparelhos e resistência orgânica para suportar o frio e as chuvas freqüentes” (LOUREIRO, Idem, p. 57-58)8. A melhor compleição física é ressaltada também por outros autores como fator inescapável ao ato da pesca (BRITTO, 1999; LIMA, 1997). No entanto, não é só isso. Decerto que uma maior estrutura orgânica tem seu valor, porém o mar e os pescados colocam componentes complexos para a compreensão, tanto para ter sucesso na pescaria, quanto para obter segurança no mar. Assim, tempo mais demorado, mente mais trabalhada e preparada para as águas. Técnica e força juntam-se na realização humana nas águas, ou seja, saberfazer projetado nas plenitudes sensitivas e cognitivas, que educa os sentidos na tomada de consciência e, por isso, na humanização do próprio corpo (no saber pesqueiro), na qualidade de faces de uma mesma moeda. A questão da educação corporal voltada à pesca começa a ser desenvolvida logo cedo dentro da própria família em sua socialização, fundando-se no trabalho. Inicialmente, tarefas menores são repassadas aos filhos, que ainda 8 186 A autora identificou que a média de idade de entrada na pesca embarcada circulava entre os 12 aos 18 anos. Mesmo assim, ainda continua sendo mais tarde que a dos agricultores. não possuem estrutura física para suportar tempos maiores nas águas e nem detêm força suficiente para puxar e retirar redes do mar. A pesca nossa, aqui, era tainheiro [rede pra pegar o peixe tainha], sauneiro [rede pra pegar o peixe sauna]. Na época, eu com 13 anos de idade não podia puxar o arrasto todo, aqui dentro (seu Luiz Augusto da Silva, pescador mestre, 66 anos). A pesca mais difícil é a de covo, pois depende de força pra colocar ela pra cima. Já de linha é maneira e eu podia fazer (Conrado, pescador mestre, 39 anos). Retirar a rede do mar ou o covo exige esforços físicos maiores, já que, além de aumentar consideravelmente de peso quando ela está molhada no caso da rede, essas armadilhas trazem pescados, no êxito do trabalho, exigindo, assim, maior uso da força muscular dos proeiros comum àquelas pessoas de maior estrutura corporal9. Os primeiros passos, no mundo embarcado, eram (e são) dados na companhia do pai em pescarias próximas à costa, antes da arrebentação, ou, quando muito, em poucas horas em mar-alto, realizando trabalhos não pesados e sempre auxiliados pelo pai. Quando vai para o mar-de-fora, os mais jovens ficam no meio do barco, porque na ponta fica o melhor proeiro e na popa vai o mestre, cabendo ao recém marítimo observar e fazer o que eles pedem. O barco também tem seus territórios do saber-fazer e seus momentos de conquistas. Tudo isso socializa o jovem dentro de um saber sensível direcionado ao trabalho pesqueiro, fato que prepara o seu sentir para desafios agudos. Eu ajudava a puxar a rede ou arrumar uma corda com pai. Era o mais maneiro, porque pela minha idade eu não podia pegar ainda uma coisa mais pesada, aí fazia isso no mar (José Edson, pescador mestre, 41 anos). 9 Loureiro (op. cit.) identificou: “Aguardam duas a três horas com a rede n’água antes de recolhê-la. O ato de recolher a rede mobiliza os esforços de toda a tripulação, posto que o peso da rede após molhada aumenta consideravelmente e a ele se acresce o peso dos peixes e a resistência da água: dois pescadores puxam a rede, enquanto um terceiro vai retirando os peixes e se houver um quarto, este vai arrumando a rede ordenadamente na escotilha” (p. 84). 187 Eu entrei na pescaria acho que com uns 14 anos. Eu estudava pela tarde e de manhã eu ia pro mar. Sai as 04:30 hs, da manhã, mais meu pai. Pescava até 08 ou 09hs e descansava um pouquinho pra ir pro colégio. Na época, era pescaria de linha. Não muito pesada. Depois ele começou a me ensinar pra gente pescar de mergulho perto da barra quando a água estava limpa. A gente pegava serra, xaréu, garajuba, essas qualidades de peixes (Gildo, pescador proeiro10, 45 anos). Aos 10 anos, fazia pesca de arrasto, de sauneiro. Arrastava pra praia logo que entrei pra pescaria. Pescava a tainha, que era pesca de cerco, redonda. Depois, já maior, fui pescar lá fora e abandonei essas pescarias (seu Neneu, pescador mestre, 67 anos). Quem entra na pesca fica no meio do barco, pra desmalhar ou pesca de linha, mesmo. Ele não pode puxar rede, que ele não sabe. Não tem técnica e nem manobra nas pernas, devido ao balanço do mar (seu Gidinha, pescador mestre, 70 anos). Esse contato inicial, com as linguagens do mar, possibilita, logo cedo, a construção de entendimentos humanos naturais acerca da natureza marinha e, especialmente, da própria fruição das forças essenciais do homem para melhor lidarem com as águas, ora apresentadas na capacidade de compreender os tipos de ventos e os movimentos das marés, ora explicitadas na habilidade para descobrir pesqueiros e ouvir e sentir as mudanças náuticas e metereológicas. Além disso, permite ao futuro pescador conhecer a si, com vistas a desenvolver melhor sua fruição sensível. O aprendizado marítimo sempre foi feito em conjunto, por meio da convivência prática, onde a cultura produtiva da pesca encarna suas habilidades e se objetiva no existir corporal de homens e na sua insujeição. No fazer corporal, no seu (re)criar sensível encontram-se os aspectos das respostas às eternas necessidades humanas. Dessa maneira, “[...] a ação de satisfazê-la e o instrumento de satisfação já adquiridos conduzem a novas necessidades” (MARX; ENGELS, 1996, p. 40) espirituais e sensíveis, que precisam ser novamente respondidas, assim como o próprio conhecimento tradicional. 10 188 Proeiro é o pescador que atua na proa do barco, pescando sob a orientação do mestre. Ao executar isso, o pescador funda e se alimenta nas práticas sócio-culturais típicas de seu modo de vida. Segundo Lukács (1969), Tudo que a cultura humana criou até hoje nasceu não de misteriosas motivações internas espirituais (ou coisa que o valha), mas do fato de que, desde o começo, os homens se esforçaram por resolver questões emergentes da existência social. É a série de respostas formuladas para tais questões que damos o nome de cultura humana (Idem, p. 170). O corpo do pescador é lapidado e construído no fazer da cultura marítima, na busca do dever-ser, no fazer-se artista da pesca artesanal e no fugir da sujeição. No mundo da pescaria, o verbo faz-se carne, a abstração concretizase e, então, o mais jovem tenta tornar-se pescador feito, um artista do mar, fazendo-se no ato de fazer. A transcrição da fala de um pescador elucida bem isso: Eu comecei na pesca de linha. Coisa maneira. Depois vai aumentando, né. A gente vai ficando mais forte, né. Aprende a usar o corpo e saber o que vai fazer. O corpo do pescador... o cabra fica já pronto mesmo pra pescar, pra vida dele. Sabe usar o corpo em tudo (seu Neneu, mestre, 67 anos). Na fala de seu Neneu, o momento em que o pescador “aprende a usar o corpo e saber o que vai fazer” clarifica que o corpo não se desvincula da história, das determinações de existir dos pescadores, onde não há uma mera adaptação biológica e sim a constituição de um complexo processo sociocultural transmitido nos sentidos, como condição para o desenvolvimento de uma cultura humana específica11. 11 A força do verbo fazer não está restrito à pesca, encontrando-se presente no imaginário dos trabalhadores das usinas de açúcar de Pernambuco e no atributo de artistas que eles conferem a poucos trabalhadores das oficinas, que executam sua atividade produtiva com base na cooperação simples e, portanto, no não parcelamento das tarefas, segundo José Sérgio Leite Lopes (1976): “O fazer do artista ressalta o aspecto artesanal de seu trabalho, no sentido de ver sua obra acabada após ter percorrido ele próprio as etapas necessárias à sua realização. Nesse sentido, os diversos grupos de operários, trabalhando na mesma oficina mas fazendo trabalhos que não se complementam no seu processo de produção organizam-se sob a forma da cooperação simples. Os operários da oficina chegam a 189 Como se percebe, a prática – o fazer - é o piso sobre o qual se assenta a legitimidade do saber, da previa-ideação. Contudo, mesmo assim, apesar de se encontrarem nesse aspecto, para os pescadores artesanais, o caráter de subalternidade imposto pelo assalariamento na usina negaria o atributo de artista em seu mundo do trabalho, por ferir de morte o princípio da condição liberta de sua atividade, do uso do seu corpo, do pôr teleológico pesqueiro vivificado na busca da liberdade e de uma maior autonomia como valor de vida presente em sua arte. Luiz Duarte (1999) descreveu que, para os pescadores de Jurujuba, no estado do Rio de Janeiro, trabalhar como assalariado em barcos industriais (as traineiras) retira o atributo de arte de sua ação produtiva, tendo em vista que assalariar-se apresenta-se “como lugar da subverção do código da arte” (Idem, p. 95), seu empobrecimento cognitivo e material. Independentemente dessa questão, o fazer não se destitui de um saber, porque ele é um tipo de saber - o corporal -, que confere legitimidade ao código da arte desde seu nascimento (ao sentir a matéria) até sua finalização (na transformação do dado), sendo o lócus também da não sujeição. Pode-se concluir que: O corpo como base do saber e do conhecimento. O corpo como instalação de nossa existência no mundo é parâmetro último para as avaliações de nossas ações e atitudes (DUARTE Jr, 2004, p. 218). Na pesca, os momentos inaugurais de sua pedagogia apóiam-se na feitura de pequenos esforços físicos e cognitivos intrínsecos à formação dos pescadores, situação que se repete a cada geração na constituição do saber sensível orientado de perto pelo mestre, no processo de socialização marítima. Desta feita, o sentir dos sentidos dos pescadores são lapidados pelo toque das vogas, do sol, da brisa, do som que brota do mar, da visão dos ter uma imagem da organização da produção na oficina que corresponderia a um caso limite de cooperação simples e que se exprime na ênfase à intercambilialidade de tarefas próprias a diversas artes e a conseqüente possibilidade de várias artes [grifo do autor]” (Idem, p. 36-37). É esse fazer amplo e concreto que diferencia o trabalhador artista de outros profissionais na usina. Para Lopes, “o código da arte, interno aos operários, não necessita de um “teste” formal diante do chefe: o “artista mesmo” é reconhecido por sua prática cotidiana” (Ibidem, p. 39). 190 cardumes, na pesca e despesca, no manter-se em pé no barco, no enfrentar os balanços do mar e, principalmente, no conviver social diário. Assim é que as crianças vão-se iniciando nas atividades da pesca, fazendo pequenos serviços como “pontas-de-cabo”, e logo que tenham “físico” para remar, já podem passar a companheiros-de-remo (LIMA, Idem, p. 168). Apesar das diferenças ambientais, que chegam a permitir a entrada ainda mais cedo nos rios do Amazonas - por conta da “maior facilidade” de lidar com a pesca interiorana em comparação à marítima -, Lourdes Furtado desnudou o processo de educação inicial daqueles que um dia tornar-se-ão pescadores feitos. Desde cedo, por volta dos cinco anos de idade, os meninos já começam a ir com seus pais ou parentes para a pescaria, para ajudar nas pequenas tarefas. Ajudar a transportar um remo para a canoa, ajudar a pilotar a montaria, escoar a água acumulada no fundo da canoa, vigiar uma malhadeira que ficou arriada num determinado lugar para capturar o peixe; ajudar na gapuia ou na tapagem de um igarapé para pegar peixes, ou ainda, simplesmente para ir com o pai para aprender a pescar, são algumas das tarefas realizadas pelos meninos (FURTADO, Idem, p. 201, grifos da autora). Quem decide o momento de ir ao mar-de-fora não é somente o jovem, mas o mestre, que é seu pai, tio ou irmão mais velho; fato repleto de cuidados, visto que perder um membro da tripulação é forte demérito para um bom mestre, além de envolver, na maioria das situações, sentimentos filiais. É claro que as necessidades materiais, de ter mais gente da família pescando para prover a casa de alimentos e renda monetária conta e muito, porém é o mestre quem avalia os momentos de preparo para acumular e/ou passar para certas funções, como sabe o tempo certo para ir ao encontro do mar-alto. “Agora você pode ir, viu!? Já tá no tempo, né”. Meu pai me guiou para ajudá-lo no mar (Santiago12, pescador proeiro, 52 anos). 12 Este é um nome fictício, visto que o presente pescador solicitou que sua identidade não fosse revelada. 191 Orientar e saber o momento certo do corpo e do amadurecimento intelectual necessário para a faina no mar projetada no jeito de trabalhar e desenvolver a pescaria em técnicas manuais, visuais, rítmicas para pôr e retirar a rede, esse é um dos papéis do mestre. Corpo e mente devem ser um só no que for possível na pesca. O deslocamento para atividades mais sofisticadas “depende fundamentalmente da avaliação do mestre” (LIMA, Ibidem, p.169), da sua certeza de que determinado indivíduo pode realizar, de agora em diante, tal tarefa e não mais somente aquela. São os percursos iniciais para se alcançar o todo, a arte da pesca. Assim, “o mestre testa os proeiros sem eles saberem: “Olha, faz isso!”” (seu Gidinha, mestre) para observar aptidões presentes ou não. 3. Os Sentidos Humanos e Suas Teorias Pesqueiras Não precisava de uma bússola para lhe indicar onde é que ficava o sudeste. Só precisava sentir os ventos alísios e o enfunar das velas (Ernest Hemingway, O velho e o mar). Há o que pode ser classificado de uma progressão na pesca artesanal, onde a ascensão de atividades é definida sem imposições individuais. Evidentemente que cabe ao mestre avaliar cada um, porém os critérios são conhecidos coletivamente e ganham o aval também da tripulação, haja vista que a qualidade do pescador deve ser demonstrada objetivamente no seu criar sensível, diariamente, que confirma o apuro de seu conhecimento patrimonial. Assim, a passagem a outra função, no barco, torna-se natural. Esse processo não conduz, mecanicamente, o pescador ao posto de mestre, no decorrer de sua vida. Ele pode ser considerado um artista do mar, mas sem atingir jamais a sua graduação máxima, a mestrança, por não ter adquirido os talentos sensitivos e abstratos em plenitude. Os pescadores não negam que essa feitura é cheia de dureza, já que a sua faina no mar traduz esse componente na formação de seu corpo. Marco certa vez me disse: Muda tudo. Meus dedos engrossaram demais. É... engrossam. É muito trabalho de força, de puxar e consertar rede. É muito 192 diferente de um cara de escritório. Se um cara de escritório for uma vez com a gente, ele fica com o dedo todo cortado, porque o couro dele é muito fino, e o da gente não. A gente, com o costume, o couro vai engrossando, pescando e levando sol. Cada vez mais que a gente vai trabalhando o couro vai engrossando (Marco, pescador mestre, 32 anos). No caso do talento marítimo, a agudização da habilidade encarna-se nas funções assumidas no barco. Os mais jovens exercem atividades de menor complexidade e ficam, normalmente, no centro da embarcação. Todavia, isso não é o mesmo que afirmar que eles não sejam importantes, visto que, ao cumprir atividades essenciais como, por exemplo, desmalhar os peixes e, às vezes, colocá-los no gelo, o pescador mais novo deixa os outros proeiros livres, para assumirem tarefas mais exigentes. Quando não há pescadores jovens, o trabalhador menos hábil também não deixa de assumir papel valioso, só que com exigências bem maiores que as colocadas aos mais novos. Decorrente disso, o melhor proeiro por deter sofisticada capacidade de externar seu saber e fazer localiza-se na ponta do barco, lançando e retirando as redes, pegando com o bicheiro (uma vara de mais de 2 metros com um gancho na ponta) as bóias dos covos e redes, etc, quando o barco – muitas vezes – está em pleno movimento, sendo auxiliado pelo proeiro do centro e também pelo que fica mais atrás, principalmente. Este último é mais capacitado que o do centro, por ser responsável em puxar a rede e alinhá-la no momento de sua retirada do mar. Ele é chamado, por alguns, de chumbeiro por pegar essa parte da rede na hora de puxá-la do oceano. No que concernente ao proeiro da ponta, esta é a derradeira função, antes da mestrança. A ascensão só ocorrerá se o proeiro conseguir realizar a marcação13. A ação produtiva executada por tal trabalhador é rica em destreza. Sua leitura e manejo corporal ágeis revestem-lhe de papel essencial no mundo produtivo, ganhando reconhecimento dos demais proeiros e admiração advinda do próprio mestre. Em várias oportunidades, o mestre lê os gestos do proeiro, da ponta, para depois poder agir e vice-versa, onde a comunicação é plenamente corporal, devido ao som do motor e/ou para não 13 Forma de mapear o mar, suas áreas mais produtivas, piscosas. Sobre isso ler: Ramalho (2006; 2007; 2009). 193 afastar peixes mais sensíveis e que poderiam fugir diante de sonoridades estranhas. Tem proeiro muito bom, que é o da frente, e ele é quase mestre. Falta somente marcar. Agora todos, do barco, são importantes (Genildo, pescador mestre, 35 anos). O proeiro que fica na ponta ele tem a maior prática. Ele é proeiro. Todo aquele que não é mestre é proeiro. Todos eles são proeiros. Agora tem um que sabe mais, aí ele fica lá na frente, porque ele tem a prática de pegar a bóia, puxar âncora, largar a rede. Ele é quem faz o primeiro movimento. Ele sempre trabalha ao contrário na proa do barco. Ele não pode puxar uma rede pra frente do barco. Ele tem que puxar e dar as costas pro mar e tem que ter equilíbrio ao mesmo instante (José Edson, pescador mestre, 41 anos). O proeiro da frente sabe fazer as coisas e se equilibrar de costa pra voga do mar. Ele vira de costa pra puxar a rede. A proa do barco tá ali e eu tô puxando a rede de costa pra proa e olhando pro mestre. Pra o mestre entender o que a gente quer, a gente com a mão e o mestre já entende: “aumenta! diminui!”. Pra diminuir eu baixo a mão. Ninguém fala. É tudo no gesto. A gente se comunica com os gestos, com os braços, batendo com o pé no barco para diminuir ou parar a embarcação, essas coisas (Gildo, pescador proeiro, 45 anos). De fato, o da ponta “sabe mais” que os outros proeiros, porque “ele é quem faz o primeiro movimento” e decisivo ato, com talento agudo por estar de “costas pro mar e tem que ter equilíbrio ao mesmo instante” (José Edson), “olhando pro mestre” (Gildo) para saber se tudo se encontra em bom termo, para que a equipe possa de modo integrado e no ritmo correto efetivar o processo de cooperação essencial à pesca. A feitura hábil e sofisticada do proeiro, da ponta, o deixa na condição de “quase mestre”, precisando apenas realizar seu desfecho decisivo e final para o controle definitivo da arte de ser pescador: “falta somente marcar” (Genildo). De maneira geral, toda a atividade feita a bordo é respeitada, porque ela é central para o sucesso da pescaria. Sem dúvida, “todos, do barco, são im194 portantes” (Genildo) e necessários para que a sociedade do trabalho aconteça. Não há, entre os pescadores, desrespeitos ou funções consideradas sem valor ou de valor menor. Tudo tem seu grau de significância para o funcionamento do barco, e, por isso, os ganhos são repartidos igualmente através do quinhão (questão salientada em capítulo anterior), cabendo apenas ao mestre sua parte e a que é destinada à rede, especialmente por ela ficar sob sua responsabilidade no que diz respeito aos reparos necessários da malha. O corpo é o espaço do diálogo, dos sinais e signos produtivos utilizados pela tripulação para se entender no mar, formando uma semiótica da pescaria. No barco, “ninguém fala” por palavras, pois “a gente se comunica com os gestos” (Gildo) típicos do saber-fazer pesqueiro. Essa é uma forte linguagem, a do uso corporal. Cascudo (1957, p. 31) escreveu que “o pescador é profissional do silêncio”, pois, durante seu trabalho no mar, “as ordens são dadas quase por sinais, gestos, acenos na sugestão da manobra imediata, feita sem rumor pessoal. O ressôo da voz humana afugentaria o peixe dos pesqueiros como explosão de mina submersa” (Idem, p. 31). No trabalho artesanal marítimo a prática da mestrança é o próprio dever-ser individual da arte de ser pescador. Sua técnica expressa-se não no uso da força - tendo em vista que os mestres, em boa parte dos casos, são os pescadores com mais idade -, mas no refino humanizador dos sentidos corporais que um homem deseja atingir no mar, no autocontrole psicológico e físico, na realização da sua auto-atividade embarcada. Saber usar os sentidos é fundamental para atingir a prática da mestrança, o último e mais completo estágio da arte de ser pescador14. O mestre é portador das leituras sensitivas e mentais mais elaboradas, cuja tradução apresenta-se no ato talentoso de encontrar pesqueiros, de marcálos e saber guiar-se no mar, posto que “o mais difícil no mar é marcar” (seu 14 Sobre os mestres de pescaria de Portugal, explicitou Raul Brandão (s/d): “O mestre não é apenas um observador – é um bruxo. Para largar a rede é preciso saber não só onde está o peixe - e o mestre advinha o cardume -, mas calcula de antemão a qualidade e a quantidade da sardinha que se vai tirar no lanço porque não vale a pena fazer a manobra por uma pequena porção” (Idem, p 146). 195 Neneu, pescador). É ter roteiros aquáticos, sabendo o tempo necessário para alcançá-los, matematicamente. Com vento mais forte é um tempo para ir a um pesqueiro, sem ele é outro tempo. A gente sabe tudo, como se fosse na matemática (Marco, pescador mestre, 32 anos). Marcar as áreas mais piscosas do mar – de acordo com mapas cognitivos - é trazer a natureza marinha à humanização edificada pela história cotidiana desses homens das águas, por meio da capacidade dos seus sentidos que a consciência trabalhou artesanalmente ao longo do tempo. Afinal, a primazia na hierarquia da pesca que se atribui ao Mestre se constrói em grande medida sobre a sua capacidade de “marcar”, isto é, de construir roteiros, de localizar pedras e de orientar-se no mar, criando lugares (MALDONADO, 1994, p. 97). Por isso, sons na água, sinais de cor, formações de nuvens, tipos de marés são decifrados como elos indissociáveis da relação humana com a natureza, ao introduzi-los como componentes relevantes do modo de vida do pescador e da sua reprodução ao longo dos anos. Todos os embarcados detêm atributos de refinadas leituras sensitivas náuticas e pesqueiras, porém ninguém igual ao mestre. Desmistificar o mundo aquático e as variáveis que o formam e o articulam é fator determinante da mestrança. O mestre sabe usar melhor a visão e o ouvido. Sabe mais os locais de pescar (Gildo, pescador proeiro, 45 anos). Ele descobre o pesqueiro quando o peixe tá fazendo batida e tem brilho diferente ou o pescador sente mais peixe no anzol ou desconfiado pôs a rede e veio mais peixe. O peixe tá passando por ali. Aí ele fica pra ele (seu Milton, pescador mestre, 67 anos). Marcar tem que ter muita alembração. O esquecimento é ruim (seu Gidinha, pescador mestre, 70 anos). A fala do pescador Gildo indica que marcar é saber usar bem o corpo, sua fruição. O mestre, como nenhum outro ser humano, “sabe usar melhor a visão e o ouvido” para compreender o que o mar mostra e diz, objetivando encontrar os pesqueiros “quando o peixe tá fazendo batida e tem brilho diferente” (seu Milton) no mar; depois é marcar na consciência o que foi 196 decodificado sobre a vida marinha para que se possa “saber mais os locais de pescar” (Gildo), e “aí ele fica pra ele” (seu Milton), envolvendo - o ponto de pesca descoberto - em segredo. O corpo humanizado desse pescador resulta de “muita alembração” (seu Gidinha) acerca dos lugares marinhos, de uma aguda consciência, para estabelecer uma comunhão insofismável com as águas, através de seu saber-fazer e dos comandos precisos no mar. “Assim, o pescador feito é o resultado de um fazer paulatino que vai ao mesmo tempo fazendo quem faz. A ‘senioridade’ do mestre é também uma senioridade física e mental” (DUARTE, Ibidem, p. 95, grifos do autor), pelo amadurecimento das faculdades humanas e de seu autocontrole na condução do mundo embarcado. Seu apuro – edificado no tempo da vivência – traduz-se em um eterno deverse para que a pesca se atualize e se realize exitosamente, como trabalho autônomo15. A sociedade pesqueira educa seus integrantes dentro de práticas (simbólicas e materiais), que dialogam intimamente com a construção social do corpo. Mauss formulou que, concernente às técnicas de utilizar o corpo, de modo geral, “os fatos de educação predominavam” (Ibidem, p. 405, grifo do autor). Antes de qualquer coisa, a figura do corpo humano incorpora determinações sociais, formas de ser. 15 Na compreensão de Marx e Engels (1996), a educação do corpo é algo fundamental à própria existência de homens e mulheres, visto que é por meio dela que se realiza a produção e reprodução dos meios de vida, o sociometabolismo com a natureza e a relação também com outros seres humanos no dia a dia: “O primeiro pressuposto de toda história humana é naturalmente a existência de indivíduos humanos vivos. O primeiro fato a constatar é, pois, a organização corporal destes indivíduos e, por meio disto, sua relação dada com o resto da natureza. [...] Pode-se distinguir os homens dos animais pela consciência, pela religião ou por tudo que se queira. Mas eles próprios começam a se diferenciar dos animais tão logo começam a produzir seus meios de vida, passo este que é condicionado por sua organização corporal” (MARX; ENGELS, op. cit., p. 27, grifo dos autores). Sendo assim, a reprodução da vida não é apenas mera reprodução biológica ou física, mas uma existência antropológica dos indivíduos, com sua “determinada forma de manifestar sua vida, determinado modo de vida dos mesmos. Tal como os indivíduos manifestam sua vida, assim são eles” (MARX; ENGELS, op. cit., p. 27, grifo dos autores), e isso se articula, dentre outros aspectos, com a educação sensitiva voltada ao como e ao que produzir. Nesse sentido, a ação corporal humana está inserida dentro de uma sociabilidade que lhe forma e educa. 197 Os sentidos humanos dos que pescam adquirem conformações moldadas por seu modo de vida assentado no trabalho, desenvolvendo singularidades e revelando complexidades frente a outros trabalhos que parcelam e unilateralizam o corpo, a consciência sensível. Na pesca, não só um, mas vários sentidos devem atuar precisamente sobre a totalidade do ambiente, forjando uma compreensão totalizante do próprio mar tão essencial para transformálo em utilidades humanas, apoiando-se, desse modo, no tato, na visão, na destreza manual e no manejo do equilíbrio das pernas, na audição e, às vezes, no olfato. A aprendizagem e a efetivação sensitiva e seu desenvolvimento voltam-se para dar conta de como e do que produzir na pesca artesanal de modo mais autônomo, de acordo com as especificidades que cercam seu trabalho e seu modo de vida. No trabalho pesqueiro, construir os problemas e respondê-los é tentar apropriar-se das condições necessárias à reprodução social da vida enquanto manifestação sociocultural, onde o irredentismo estético é fundamental. As citações abaixo são bastante elucidativas nesse aspecto: Entrevistador: Como o Sr. sabe dos tipos de vento quando está no mar? Se você estiver vendo a terra, você sabe. O vento empurra o barco para um lado. Eu sinto na pele (seu Gidinha, pescador mestre, 70 anos). A cor na água diz que tem peixe. Já o vento, as folhas dos coqueiros ajudam pra entender que tipo é, além da gente sentir ele (Joaquim16, pescador proeiro, 25 anos). Olhando os coqueiros, de um lado, e os morros, da serra, de outro, aí você marca os locais de dar lanço (Genildo, pescador mestre, 35 anos). Puxar a rede no mar é difícil, ruim, porque vai puxar o peso e tem que saber ficar no barco pra não cair. Se você for bom no equilíbrio de perna, não cai. E não cai mesmo. Você vai pela onda do 16 198 Este também é um nome fictício. Atendi a solicitação do pescador de omitir seu verdadeiro nome. mar. Ele tem que tombar. Se ele não tiver bom equilíbrio, ôxente, o cabra se atola, cai na água. Por isso, o camarada tem que tá prestando atenção no mar (seu Milton, pescador mestre, 67 anos). Tem peixe que a gente sabe pela sua batida na água e a cor. Além disso, na pesca de linha, a gente usa também o cabo de vassoura. A borda do barco é furada e aí pega ele e coloca, colocando o náilon em cima do cabo. A gente mela em cima dele com óleo diesel. Aí quando o peixe puxa faz zoada (Conrado, pescador mestre, 39 anos). Tava pescando lagosta. Tava dando aquele vento terral, aquele vento que bota a gente pra fora, aí eu fui dar outro mergulho e tinha certeza, quando voltei de baixo, que senti... havia cheiro de lagosta, que eu trazia de lá, nas coisas que peguei. Aí direcionei o barco mais pra frente. Desceu eu e mais um e tinha lagosta (José Edson, pescador mestre, 41 anos). Nos depoimentos dos pescadores suapenses, percebe-se a riqueza de saberes que são externados pelas - e surgidos a partir das – criações sensíveis, atividades corporais. Por isso, no mar, identifica-se o tipo de vento, visualmente, quando ele “empurra o barco” ou quando “eu sinto na pele” seu ir e vir, fato que permite, ao pescador Gidinha, planejar e executar rapidamente decisões. Além disso, o saber-fazer pesqueiro “olhando” leva o pescador Genildo a marcar caminhos marítimos em busca dos pesqueiros, da segurança produtiva e de vida dos homens nas águas, tomando por referência o balançar das folhas dos coqueiros que “ajudam pra entender que tipo” (Joaquim) de vento é, para melhor navegar. Tudo isso se soma ao “saber ficar” em pé e seguro “no barco pra não cair” no mar no “equilíbrio de perna”, tendo que “tombar” ritmado pelas ondas, “prestando atenção” (seu Milton) nelas para que a pesca artesanal possa concretizar-se no fazer da retirada e no colocar de covos e redes, no seu lançar em lugares corretos. Porém, a pesca também é o identificar de espécies de acordo com a “batida na água e a cor” que os peixes fazem e/ou têm. Sem dúvida, saber ouvir é fundamental, para Conrado, pois quando o peixe puxa a linha “faz zoada” e, assim, é a hora de trabalhar para levá-lo ao barco. Ademais, o olfato, em 199 algumas situações, pode permitir, segundo Edson, direcionar “o barco mais pra frente” em busca da captura de lagostas. Um conjunto amplo e multifacetado de práticas sensitivas une-se como ações manifestas da vida de pescador, da condição de trabalhador das águas, onde o pôr teleológico17 transforma-se em alternativa ao externalizarse pela atuação ampla dos sentidos, dos usos e fruição das energias físicas, devido à rica complexidade que compõe e dar razão de ser ao fazer artesanal da pesca em seu ato criativo e não aprisionado de sua previa-ideação. Cada vez mais na vida, o corpo do pescador torna-se menos preso ao plano unicamente biológico, embora sem nunca deixar de aboli-lo, e passa a ganhar conformidade sociocultural. Assim, o sentir, o olhar, a audição, assumem características oriundas de determinações societárias e passam a significar categorias de manifestações de vida, de sociabilidades pesqueiras e de suas particularidades. Portanto, o metabolismo social deixa, ao longo da vida dos que pescam, de ser simplesmente um contato físico com o ambiente para tornar-se conceitos e objetivações do existir humano. O corpo humaniza-se saltando dos limites imediatos para conexões mais complexas forjadas pela consciência sem nunca negar o valor ontológico do trabalho (teleologia) no processo de socialização da vida pesqueira e sem que a consciência jamais negue que se encontra vinculada ontologicamente aos sentidos humanos. Para evitar equívocos, vale a pena realçar novamente que o fato de a consciência se elevar a “momento essencial ativo” no ser social, de deixar ser mero epifenômeno, não significa que deixem de existir as determinações advindas do fato de que essa consciência está sempre ontologicamente ligada a um corpo biológico e, ao fim e ao cabo, de estar a serviço da reprodução deste mesmo corpo (LESSA, 2002, p. 182). Em tal processo o vento, quando toca na pele do pescador ou é percebido pelos olhos no movimento das marés ou das nuvens, assume categorias sociais de ventos bons ou maus para a pescaria; favoráveis a esse ou aquele peixe; calmos ou agitados; legais ou ruins; perigosos ou convidativos; companheiros ou inimigos; de esperança ou de agouro; fracos ou fortes; fêmeas 17 200 O pôr teleológico (pensar e fazer) é o trabalho concretizado (LUKÁCS, 1981). ou machos; são ventos terrais, sul, sudeste, norte, noroeste. Não são mais ventos sem sentido social, apenas de natureza inorgânica e só. Muito pelo contrário, tais ventos são humanizados no sentir dos sentidos humanos e fazem parte da existência societária dos pescadores e de sua arte liberta. O vento ele... o pescador gosta de vento calmo. Vento forte o mar fica agitado, e o vento calmo o mar fica brando, fica legal. E esse vento sul faz a água correr pro norte e o vento norte faz a água correr pro sul. O terral, o de terra, faz a água subir. Eu sinto esses ventos por eles tocarem em mim. Pode virar o rosto assim e você sente ele topar de um lado, ele mais na frente (Conrado, pescador mestre, 39 anos). O mais difícil pro pescador é o mau tempo. O mar fica violento. Já chovendo não. Mas quando tá ventando, ôxente, só navio. O vento fica ruim, porque o mar fica vagueado, voga18 alta. Vento assim o mar fica vagueado. O vento brabo faz o mar embrabecer. Tem o vento leste, de fora, é bom pra pescar. Ele vem de fora. O vento fica brandinho e é bom pra pescaria. Tem o vento gerar e ele é ruim. É sudoeste. Terral é um vento mais manso, ele é da terra pro mar (seu Milton, pescador mestre, 67 anos). O melhor é o vento do leste, sendo o do leste vento branco, porque limpa a água. A água fica clarinha. Ele vem do sol pra terra (seu Luiz Augusto, pescador mestre, 66 anos). Em relação ao fundamental papel que o vento tem na pesca artesanal, o suapense Marco confere o atributo de ciência à capacidade que os homens marítimos possuem em desmistificar esse ente natural (o vento), trazendo-o ao seu fazer societário a partir de observações cotidianas, de análises, de procedimentos, sistematizações e de certezas. Entrevistador: Me fala do vento? A importância do vento é muita, viu, porque tem tipo de vento que o peixe não dá... não quer brincadeira. O melhor vento que tem é o daqui, do meio sul. Ele trás muito peixe. O melhor que tem é 18 Segundo os pescadores locais, voga significa onda do mar. 201 esse, porque... é... ele trás peixe. Já o vento norte, ele não é muito bom. É bom só pra tipo de peixe como bagre. Aqui, nessa região de Suape, ele é mais bom no verão, pra serra. Tudo isso é uma ciência. Ah, tudo na pesca é uma ciência. Entrevistador: Como é que funciona essa ciência? Eu aprendi... pela posição dele [do vento] a gente sente. Eu sinto, porque boto o rosto assim e ele bate em tal lado do rosto. Vamos supor, eu direciono o rosto pro mar, se ele tiver batendo aqui... meu rosto defronte pro mar e ele batendo na parte direita de meu rosto, ele é sul; e pegando d’outro lado ele é norte. Também pela posição das nuvens. Você tá em casa e não dá pro cara se orientar. Você olha pras nuvens e vê se a nuvem tá vindo mais do sul, tá vindo mais do leste, do norte. Aí sabe (Marco, pescador mestre, 32 anos). O aprender dessa ciência, dessa arte, não deixa de fundamentar-se no sensível um só momento e de voltar a ele moldando-o, como percurso de feitura do pensamento, para concretizar-se no ato de pescar, no movimento de humanização do corpo ao saber o que é significativo para sua condição de artista marítimo no uso do sentir dos sentidos. Assim, os órgãos corporais constituem fontes de informação e de confirmação da arte da pesca, de um modo de saber extremamente diversificado e aprofundado acerca das variáveis e suas interconexões que envolve a captura dos pescados e da vida no mar. A estética pesqueira é a base ontológica da consciência do pescador. Por ser feitura da consciência vivificada no fazer, “tudo na pesca é uma ciência” (Marco, pescador) empírica, com suas técnicas, elaborações teóricas e experimentos cotidianos de manejos, que se desdobram em conclusões produtivas (territórios de pesca, comportamentos de espécies marinhas, fluxo e refluxo de marés, condições climáticas, armadilhas adequadas, velocidade a ser imposta ao barco, melhores meios a serem utilizados na busca de atingirse ao fim pensado na pescaria, etc.). Negócio de vento é um segredo danado (seu Milton, pescador mestre, 67 anos). 202 A preponderância conferida ao vento resulta e/ou liga-se às suas influências sobre as marés, pescados em certas épocas do ano ou locais, mudanças metereológicas e estações do ano; questões que não se restringem à pesca de Suape, obviamente. Por exemplo, ao estudar comunidades pesqueiras na Espanha, Allut concluiu: Os pescadores buscam o semblante e olham para onde ele corre, os traços que tem, a densidade, o tamanho e a forma das nuvens, ou como o vento joga com elas; assim dizem que existem nuvens gordas, trovões, nuvens leves. Observam também os matizes e tons da cor: nuvens negras, nuvens cinzas, brancas. Observam a direção assim com a altura e a velocidade com que se movem. Desse modo, os ventos podem ser baixos ou altos, correr muito ou pouco. [...] Às vezes, distinguem elementos associados com o vento como temperatura (ventos frios, quentes), grau de umidade: ventos que trazem chuva, ventos secos; a intensidade: ventos fortes ou ventos duros, ventos frescos, adquirindo distintos significados segundo a estação do ano [grifos do autor] (ALLUT, 2000, p. 107-108). A apreensão humana das potencialidades naturais não pára aí, nos ventos. Para encontrar pescados, a audição19 e, mais uma vez, a visão20 e o tato são também centrais, na medida em que se tornam categorias sociais acerca dos melhores momentos e locais para se pescar, ao apontar onde tem, onde não há ou pode existir pescados (os pontos de pesca). Pela forma que os peixes batem no mar, pela mudança de coloração das águas ou pela força 1 2 Mais uma vez, Lourdes Furtado (1993, p. 211) contextualizou algo semelhante na região amazônica: “O ronco do peixe é outro fato curioso que, só quem vive num contato íntimo, pode conhecer o ruído, entre outros que se pode ouvir, quando se está num lago, rio ou igarapé. Certos peixes fazem ruídos característicos quando vêm à superfície, quer para buscar oxigênio ou para pegar alimentos (frutos, insetos, folhas). O som característico que produzem nessa hora alerta o pescador para a existência de grande ou pequena quantidade desse peixe e/ou dos que o acompanham”. O olho é um órgão sensitivo extremamente valioso também na pesca. Sobre a visão apurada do pescador, Diegues (1983, p. 98) escreveu: “O bom mestre de traina, pela ardentia ou brilho de um cardume de sardinha em noite escura, pode avaliar sua profundidade e volume com boa precisão. O jangadeiro do Nordeste guarda seu ponto de pesca, no mar alto, por um complexo sistema de triangulação de marcas situadas na costa (pontos de morro, etc.)”. 203 colocada na mão que segura a linha de pesca, peixes são encontrados e distinguidos (aracioba, cavalas, garajuba, serra, tainha, sardinhas, agulhas, bagres) para que, a partir daí, se saiba utilizar os meios mais adequados para capturá-los (redes mais apropriadas de acordo com a malha, profundidade, tipos e tamanhos da linha, isca especial e outros) com vistas a alcançar o fim pensado, para que a teleologia aconteça. Quando a gente tá perto de uma área de pesca a gente escuta. A gente escuta a lapada que o peixe dá com a calda n’água, aí a gente diz: “Tá batendo aracioba por ali”. A gente sabe pela lapada que ela dá, que é mais forte que a de outros peixes. Quando a garajuba bate ela faz a superfície ficar diferente, pois ela é amarela. O xixarro é um pouco esverdeado e a cavala vem um pouco cinza (Gildo, pescador proeiro, 45 anos). O peixe quando bate na água ela sai diferente mesmo em maré branda. A garajuba pula um pouquinho da água e bate com a calda em cima, pra pegar a comidinha. A cavala é mais brilhosa (Santiago, pescador proeiro, 52 anos). Quando eu pesco o serra de linha... o serra dá uma carrerinha curta, mas é curta, ele volta logo. Eu sinto sua carreira na mão (seu Gidinha, pescador mestre, 70 anos). Essa musicalidade marítima – sons na e da água - é filtrada subjetivamente, de acordo com a educação estética recebida em vida, assim como acontece com os demais sentidos. Para alguns, o som do mar é o som da força da natureza incógnita, do momento de contemplação, espaço inóspito ao ser humano, de medo ou de receio diante do desconhecido, mundo completamente natural ou anti-social; para o pescador, a sonoridade aquática é parte da sua existência social, chão do trabalho, de conhecimentos acumulados, de práticas simbólicas, de organização societária, lugar de confirmação da sua vida. Portanto, a voz do mar está cheia de sentidos para os pescadores por ele estar cheio de sentidos educados para experienciar humanamente a música das águas marítimas, como fruição das suas forças essenciais, vitais, entendidas subjetivamente e afirmadas objetivamente no seu trabalho. Assim como a música desperta primeiramente o sentido musical do homem, assim como para o ouvido não musical a mais bela 204 música não tem nenhum sentido, é nenhum objeto, porque o meu objeto só poder ser a confirmação de uma das minhas forças essenciais, portanto só pode ser para mim da maneira como a minha força essencial é para si como capacidade subjetiva, porque o sentido de um objeto para mim (só tem sentido para um sentido que lhe corresponda) vai precisamente tão longe quanto vai o meu sentido, por causa disso é que os sentidos do homem social são sentidos outros que não os do não social (MARX, 2004, p. 110, grifos do autor). Seguindo essa linha, o olhar dos pescadores sobre o mar não é uma visão pautada pelo ato do respeito diante daquilo que se desconhece e que se teme quase como um adversário, mas, ao contrário, são olhos de respeito por aquilo que se conhece bem e que se compreende enquanto universo importante para a existência humana. A experiência estética do pescador revela a humanização do mar e, mais do que isso, mostra como, ao longo da sua vida, “os sentidos humanos deverão se transformar em elaboradores de teorias” (LUKÁCS, 1978, p. 17) para que os marítimos atinjam a condição de artífices do oceano da liberdade, enquanto resultado de sofisticadas elaborações cognitivas expressadas no seu criar sensível, no seu saber-fazer. Todos os sentidos humanos atuam de modo conectado numa tessitura sólida e indispensável para que os pescadores possam reproduzir-se, no tempo e no espaço. Nunca é demais lembrar que também essa questão relaciona-se sempre com a processualidade histórica e a totalidade social, tendo em vista que as mudanças impostas pelo capital ao ambiente costeiro, como a urbanização e a chegada do complexo portuário de Suape, precisam ser (re)apropriados pelo campo sensível, pela previa-ideação e pelas alternativas externadas no pôr teleológico dos pescadores suapenses. Hoje marco, de noite, vendo as luzes da cidade, que estão vindo mais de com força. Antigamente, os pescadores olhavam mais pra estrelas pra vim pra costa (Conrado, pescador mestre, 39 anos). 205 Tem que escutar os navios quando eles vêm, pra não ter problema (Genildo, pescador mestre, 35 anos). Então, as mudanças tecnológicas ocorridas nas embarcações ao longo dos séculos – de jangada de rolo para a de vela triangular e depois para barco motorizado21 – e nas redes – de fio de macaíba, ticum ou algodão para de náilon - revelam conteúdos históricos e diálogos inelimináveis com a totalidade social. De fato, “não obstante, não se pode buscar um conteúdo concreto e histórico sem encontrar de antemão uma determinação da totalidade” (LUKÁCS, 2003b, p. 60)22, isto é, o conhecimento patrimonial e os sentidos humanos do pescador artesanal movimenta-se e responde aos seus tempos históricos e situações locais, regionais, nacionais e/ou globais. 4. Conclusão A educação corporal, do sentir dos sentidos, dos pescadores artesanais promove a indissolúvel aliança entre saber e fazer tradicionais, objetivando preparar aqueles que dedicam suas vidas para o trabalho no mar, a partir da sua esfera sensível. Ter o controle do corpo orgânico (humano) é fazê-lo capturar as emanações que emergem do corpo inorgânico (natureza), resignificando a ambos de acordo com valores socioculturais e possibilidades de utilidades humanas oriundas de práticas societárias materiais e simbólicas essenciais para os pescadores artesanais. O fazer-se pescador artesanal e portador de um conhecimento tradicional é também um fazer-se dos sentidos, um ato que lapida e confecciona o fazer corporal nunca apartado da esfera cognitiva, do saber pesqueiro, de um valor existencial, fazendo com que o sentir dos sentidos ganhe forma, conteúdo e significado social. Por outro lado e sendo parte ineliminável disso, o mar se humaniza no mesmo instante em que se humanizam o sentir dos sentidos humanos daqueles 21 22 206 Cabe um alerta importante. Essas transformações não representam que tais equipamentos de trabalho não coexistiram (ou coexistam) no mesmo tempo e espaço geográfico, pois ainda é comum a presença de jangadas (de velas latinas ou até mesmo sem elas) em regiões litorâneas nordestinas, como se dá no estado de Pernambuco, Alagoas, Rio Grande do Norte, a título de exemplo. Tradução minha. que pescam, recebendo deles suas potencialidades, suas determinações e manifestações do existir. As práticas sociometabólicas dos pescadores, suas relações socioambientais com as águas marinhas e os pescados, anunciam e revelam a presença de um conhecimento tradicional que irradia sociabilidades não instrumentalizadas – inclusive as sensitivas - pelas vontades utilitaristas do capitalismo e que, por isso, recheiam de significados outros a vinculação desse grupo social com a natureza, de maneira mais humanizada, apesar de receber as tensões do capital. Referências bibliográficas Allut, Antonio Gracía. O conhecimento dos especialistas e seu papel no desenho de novas políticas pesqueiras. In: DIEGUES, Antonio Carlos (Org.). Etnoconservação: novos rumos para conservação da natureza. São Paulo, NUPAUB-USP; Hucitec, 2000. p. 101-123. Antunes, Ricardo. Os sentidos do trabalho: ensaios sobre a afirmação e a negação do trabalho. São Paulo, Boitempo, 2000. Bakthin, Mikhail. A cultura popular na Idade Média e no Renascimento: o contexto de François Rabelais. 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A pesar que Ecuador ha realizado por 25 años actividades de control ambiental en el filo costero a partir de la participación ciudadana, hoy el problema siga latente. Hemos dejado que nuestro destino nos alcance por el deterioro ambiental por falta de visión y liderazgo. Los conflictos siguen igual y mas agresivos que en la ultima década, y no contamos con ese liderazgo por falta de visión de nuestras gentes que incluyen tanto a gobernantes como usuarios. En las zonas costeras (continentales y marinas) se desarrolla una serie de actividades antropogénicas (humanas) incompatibles y muy pero muy susceptibles de producir conflictos entre si, y a lo peor el minar este potencial que tenemos, siendo el mas grave elemento de la dicotomía humana. • Uso de bienes del capital natural de cada sector de la costa, tales como las aguas en escorrentías, del subsuelo, el impacto paisajístico, arqueológico, desvío de ríos por taponamiento del cauce natural, por los asentamientos humanos sin administración territorial. • Producción agrícola realizada con fertilizantes químicos, que contamina el suelo y cursos de agua subterráneos, y que puede afectar base de recursos pesqueros. 211 Figura 1. Lugar de asentamiento de los municipios menores a 100 mil habitantes del filo costero del estuario del Río Guayas, Ecuador. Municipios de Salinas, Playas. La Libertad, Duran, Naranjal, Samborondon. Fuente Atlas del Ecuador. IGM.2006. • La polución de los municipios con mas de un millón de habitantes, por descargas domesticas • Producción industrial, que con sus efluentes contamina la calidad del agua. • Asentamientos humanos no planificados, importantes productores de desechos sólidos y lixiviados, los mismos que muchas de las veces no son manejados adecuadamente. • Actividad turística, también importante productora de desechos sólidos y lixiviados que contaminan la calidad del agua marina. • Acuicultura, que deforesta manglares, invade salitrales, posibilita la intrusión de aguas salinas a tierra firme y contamina la calidad del agua del mar. • Actividad pesquera, artesanal e industrial, que afecta base de recursos por la sobrepesca y contamina el agua marina con desechos, especialmente, de lubricantes. 212 • Transporte fluvial y marino, principalmente de hidrocarburos, que contamina el agua marina con desechos de lubricantes. • Uso del recurso hídrico con fines industriales. • Estructuras costeras mal concebidas, entre otras. Conclusiones y Recomendaciones La Administración Municipal de los cantones del filo costero denominados municipios pequeños por el numero de habitantes que los componen, cuentan con una buena actitud para el desarrollo de su gestión, lo que se expresa en la capacidad de liderazgo, visión positiva ejercida por los Alcaldes, la misma que no queda sol en las “ganas de hacer las cosas” sino en su buena organización administrativa de las instituciones, lo cual se refuerza por la presencia de un grupo humano de colaboradores técnicos comprometidos con el desarrollo de las instituciones para mejorar el nivel y la calidad de vida de los habitantes. Gracias al trabajo de concienciación ciudadana que ya empezaron, por la Administración Municipal de estos cantones y en el mejoramiento en la prestación de servicios públicos se ha logrado credibilidad y confianza en la institución que se traduce en el incremento en el pago de impuestos por parte de la ciudadanía. Sin embargo, constituyen una limitante para cumplir a cabalidad los propósitos de cualquier Administración Municipal, el bajo presupuesto económico que reciben estos Municipios por parte del Estado por un lado, y la insuficiente asistencia técnica para ampliar la capacidad de gestión, en el campo pecuario, agrícola, turístico, pesca, acuicultura, Pequeños y medianos productores (PYMES), y a la falta de socialización de la información tanto interna como externa. Se prevé que la capacitación ambiental a los diferentes sectores de la comunidad se constituye como una fortaleza como vehiculo hacia sociedades sostenibles. En las Unidades de gestión ambiental (UGA´s) se deberá contemplar el Plan de Desarrollo Estratégico Cantonal, para su proyección a futuro, sin embar213 go, la falta de ordenanzas existentes para el desempeño de las funciones de esta Unidad limita la capacidad de servicio que puede brindar a la comunidad y para garantizar la conservación de la base de los recursos naturales existentes como puntales para el desarrollo del Cantón. Los principales conflictos ambientales Han sido identificados en los Cantones del filo costero la contaminación por ejemplo, causados por camaroneras y laboratorios en el uso de insumos químicos residuales con un alto nivel de toxicidad, contaminación por descargas de aguas residuales y el incorrecto manejo de los desechos sólidos, emanación de malos olores por parte de empresas procesadoras de harina de pescado, ante lo cual se plantea el control de estas actividades a través de auditorias para el control de los usos de productos químicos. 1. Conflictos existentes al interior del Municipio • El funcionamiento de dos o más secciones Municipales en el mismo espacio físico, provocando aglomeramientos de público, lo que requiere la construcción de nuevos locales. • Dificultad para cumplir con mayor agilidad los trámites que demanda la comunidad, por falta de materiales de oficina y apoyo logístico. • Problemas con la oportuna de pagos de sueldos y salarios; se les adeuda sus emolumentos hasta en dos meses. • No se tiene transporte y logística para hacer inspecciones de campo. 2. Conflictos existentes entre la comunidad y la Institución Municipal • Se reclama en la comunidad que el servicio de recolección de basura no es suficiente, la misma que no puede cumplirse al 100% por falta de herramientas de trabajo. • Hay un sector de la comunidad cerca del 25% que no paga los impuestos municipales como demanda la ley municipal; se aduce que no lo hace porque no les alcanza sus recursos económicos, o porque siendo asentamientos ancestrales nunca han cancelado esos valores. 214 • Falta el relleno sanitario. • La letrinización como proyecto municipal es nulo. Asi se cree que será necesario establecer un verdadero programa municipal • Al no tener un control municipal en los sitios de diversión, los altoparlantes perturban al buen vivir, por parte de bares, especialmente en las fiestas religiosas. • Se hace necesario la reubicación urgente de los comerciantes del mercado central, y que la edificación existente sirva como centro artesanal. • Lotizadores y propietarios de terrenos no cumplen con lo establecido en la Ordenanza de cierre de solares, lo que origina invasiones de los mismos y crea conflictos a los Departamentos de salud por ser botaderos de basura. • Los contribuyentes quieren inmediata solución a sus demandas, pero el Municipio debe seguir procedimientos legales y reglamentarios. 3. Las normas legales La existencia del Plan de Desarrollo Estratégico Cantonal es un avance para su proyección a futuro, así como la creación de nuevas unidades y departamentos incorporados a la Institución, tal como la Unidad de Gestión Ambiental y el Departamento de Turismo. Sin embargo, la falta de ordenanzas existentes para el desempeño de las funciones de esta Unidad limita o anula la capacidad de servicio que puede brindar a la comunidad y para garantizar la conservación de la base de los recursos naturales existentes como puntales para el desarrollo del Cantón. Entre los principales conflictos ambientales identificados sin ley u ordenanza en los cantones y que son necesarias las normativas están: • la falta de una ley que regule la máxima capacidad de carga en épocas de turismo. • la contaminación causada por las bananeras por el uso de herbicidas y fungicidas. • las camaroneras. 215 • actividades productivas como la minería y maderera, • descarga de aguas residuales como vertidos al sistema de estuario del Río Guayas. Ante lo cual se plantea el control de estas actividades a través de auditorias para el control de productos químicos utilizados en los ciclos productivos. Un ejemplo en la figura # 02. Fig. #02. Playa de Olon. Generación de desechos en época de turismo. Fig. #03 Playa de Ballenita. Impacto de turistas y buses en época alta de turismo. 216 Olsen estableció entre otras estrategias que a mediano y largo plazo, deberían enfocarse hacia los diferentes asuntos de manejo de los recursos costeros: • Para la Degradación de los ecosistemas de manglar como estrategia de educación ambiental el preparar una propuesta para un nuevo enfoque que haga énfasis en la planeación y uso sostenido a nivel comunitario. • Para Pesquerías artesanales sostenidas Ayudar a las comunidades pesqueras a desarrollar y mantener la infraestructura y los servicios requeridos para hacer productos de calidad tomando en cuenta costobeneficio. • Maricultura: Traer como experiencia internacional para usarla y dirigir asuntos prioritarios de la maricultura y proteger su base ambiental de la industria. • Desarrollo del frente costero, zonificar por Zonas Exclusivas de manejo y crear efectos multiplicadores en el resto del filo costero desde el punto de vista turístico, recreacional, industrial, entre otros. Fig. 03. Grupo de pescadores en Encuentro binacional Chile-Ecuador,2009 217 • Saneamiento ambiental utilizar saneamiento ambiental como medio para movilizar pequeñas comunidades no calificadas para recibir de otras fuentes apoyo económico. Diseñar e implementar un programa de muestreo intercalibrado para la calidad del agua enfocado en los asuntos relacionados a la maricultura del camarón. • Finalmente es posible concluir que los desafíos que encara un programa de educación ambiental es de gobernante, que no es desarrollo económico o protección de la biodiversidad, sino mas bien que integra a las sociedades que son los verdaderos fuerzas del cambio para el manejo y usos del filo costero. Bibliografía Ecuador: Establecimiento de un programa de manejo costero en un ambiente inestable. Olsen S, 1988. Programa de Manejo de Recursos Costeros (PMRC), 2004. Alvarez M. Resumen técnico. Agenda de Manejo de los municipios costeros, 2007. 218 Conocimiento tradicional, salud y desarrollo turístico Gelda Lhamas-Coelho Introducción La presente ponencia se refiere a avances del proyecto de investigación del conocimiento tradicional en cuencas, una contribución a los objetivos de la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas. El escenario de la investigación son los distritos, villas y poblados de la ciudad de Lima Duarte, los cuales pertenecen a la cuenca del rio do Peixe, una de las sub-cuencas de la cuenca del río Paraíba do Sul. La cuenca del Rio Paraiba do Sul tiene un área de 55.400 km2, pasando por tres estados (São Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro), inserto en la región hidrográfica del Atlántico Sureste, caracterizada por ocupar un bioma marcado por la Mata Atlántica y por tener sus aguas utilizadas por más de 25 millones de personas - uso doméstico, agrario e industrial. Además de la pertenencia en una cuenca llave para el desarrollo socio-económico de una gran parte de la población brasileña, estos distritos, villas y poblados también son de interés pues en ellos, desde la creación del Parque Estadual do Ibitipoca en 1973 (área de 14.880.000 m2), se puede percibir un fuerte desarrollo de la actividad turística, el llamado ecoturismo, mayormente en el distrito de Conceição do Ibitipoca. Esto se debe al hecho de que la entrada principal del parque está a meros 3 kilómetros del distrito de Conceição do Ibitipoca; fundado en 1692 cuando de la descubierta de oro en Brasil; por lo que en las dos últimas décadas este ha cambiado mucho, con impactos para su población, el medio-ambiente 219 y el desarrollo (BEDIM & TUBALDINI, 2006; BOTELHO, 2003; CAMPELO & SANTOS, 2008), fenómeno que viene, más recientemente, se desplazando para otras villas y poblados del municipio de Lima Duarte y otros municipios que hacen divisa con el parque. Con base en estudios anteriores (LHAMAS-COELHO, 1999; 2000); los cuales nos condujeran a listar las más variadas críticas a propuestas de ecoturismo, una supuesta interacción entre el turista y la naturaleza que se está extinguiendo; para el área en cuestión se puede destacar que: i) existe impactos en el paisaje natural del parque por lo que su condición de santuario natural se encuentra amenazada. Además, existe contaminación por desechos sólidos (basura, materiales de construcción etc.) en todos los poblados cercanos al parque, con perdida de flora, fauna y vegetación y deterioro del suelo, incluso por erosión hídrica. ii) hay agudización en el uso del agua, lo que ha conllevado a la percepción de su escasez por parte de la población local, mayormente por parte de los agricultores. Esto propicia su encarecimiento como recurso fundamental a cualquiera actividad social o productiva; iii) hay agudización de problemas relacionados a la colecta de aguas residuales, toda vez que el distrito, así como el área del parque y todos los poblados y villas en estudio, carecen de redes de colecta o cualquiera sistema de tratamiento, lo que implica en que toda la población se sirva de pozos negros; iii) ha habido cambios en la agricultura con la intención de tornarla más apropiada al consumo del turista (producción y consumo de productos ajenos a los locales o la introducción de un menú que suele ser reconocido como comida típica – en este caso comida mineira, un menú de descendencia africana); iv) ha despojo de tierras rurales por parte de especuladores inmobiliarios, pequeñas y medianas empresas turísticas, debido a la gran procura por parte de los turistas de todo el mundo por hoteles, posadas y otros; v) ha habido inserción de algún tipo de conexión en comunicación (telefonía, internet etc.) y accesibilidad vial (construcción de calles, carreteras etc.) muy por arriba de las necesidades de la población local. 220 Como forma de minimizar impactos en el paisaje natural, adentro del Parque Estadual do Ibitipoca, varias normativas fueron impuestas para su visitación por parte del gobierno del estado de Minas Gerais, con base en estudios y levantamientos hechos por expertos de la Universidade Federal de Juiz de Fora (UFJF), Universidade Federal de Minas Gerais (UFMG), Fundação João Pinheiro e Instituto Estadual de Florestas (IEF). Una de estas normas establece que el número de visitantes/día en el parque no puede exceder a las 800 personas y que visitantes tienen que ser acompañados por guías entrenados. A todo esto hay que añadir un impresionante desarrollo urbano sin planeación o control de la municipalidad de Lima Duarte, la cual es responsable por la administración de la villa. Esto se debe a la construcción de casas y apertura de calles por parte de muchos ex-turistas, los cuales hoy tienen allá sus casas de campo o sus negocios relacionados al turismo ecológico, por lo que se puede afirmar que en la villa se ha establecido un coto, es decir, una exportación de privilegiados espacios donde los turistas pueden continuar desarrollando su modo de vida, aunque su entorno sea rústico. Hay que añadir que todo lo anterior se ha desplazado por otras villas y poblados, en la búsqueda por sitios cada vez más cercanos a una naturaleza por descubrir. Destaque debe ser dado al aumento expresivo de población flotante en épocas de vacaciones y días festivos, lo que hace con que la población, principalmente de Conceição do Ibitipoca, aumente mucho, incluso con repercusiones en la movilidad vial – embotellamientos de coches y gentes. Con base en este escenario ambientalmente impactado en su relación con el desarrollo turístico, se hizo de importancia para los propósitos de la investigación en desarrollo, abundar en consideraciones acerca de impactos culturales que pueden estar se dando en las comunidades tradicionales que allí habitan, con sus referencias al pasado, teniendo en vista la dinámica de apropiación social del espacio de áreas antes olvidadas para el desarrollo turístico. De una somera revisión, llegase a la conclusión de que nuevas variables de análisis deben ser incorporadas a la investigación y con base en esta demanda, fue hecha una identificación de las diferentes maneras de se abordar los conocimientos tradicionales y su relación con la salud y con el desarrollo turístico, objetivando: (i) levantar datos para análisis y nuevas variables; (ii) levantar diferencias de abordaje; (iii) identificar diseños e implementaciones de acciones de gestión de conocimientos tradicionales. 221 La metodología adoptada se constituyó del uso de Internet y en el análisis documental, notadamente visando aquellos artículos y estudios elaboradas por científicos de países participantes de la Red, con énfasis en estudios brasileños. Relación conocimiento tradicional y salud La relación del conocimiento tradicional con la salud empieza cuando de la reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Alma Ata (1976) y en Ginebra (1978), cuando fue creada la Oficina de Medicina Tradicional, una invitación a todos los países miembros a explorar las medicinas tradicionales y complementarias, considerando que ellas pueden ofrecer valiosas herramientas para la mejoría de la salud de la humanidad. La articulación conocimiento tradicional y salud, ha planteado una serie de pautas de integración, con destaque para: • La Declaración de Panamá: Medicina Tradicional y Plantas Medicinales firmada por Ministros de los países centroamericanos y del Caribe (1999); • Planteamiento de Estrategias en Desarrollo y Fortalecimiento de los Sistemas de Salud Tradicionales, en el marco del Plan de Acción 19951998 de la OMS, para el impulso de la integración salud-conocimiento tradicional en la Región de las Américas. Además de esto, la propuesta de la OMS fue corroborada en su Asamblea Mundial (1991) y hoy, el reto de la investigación en medicina tradicional es asumido por diversos Ministerios de Salud del mundo, con énfasis en países como China, India, Nigeria, Egipto y Sudáfrica (los dos primeros emergentes, lo tres últimos en desarrollo). En el contexto de América Latina, el desarrollo de la iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se ha dado con más énfasis en países como Guatemala, Honduras, Bolivia y Brasil (los tres primeros países en desarrollo, el último país emergente). Posteriormente, en el año 2002, la OMS emite la Estrategia Mundial de Medicina Tradicional 2002-2005. 222 Contextualmente, la propuesta de la OMS se suma a la propuesta de Atención Primaria en Salud (APS), con énfasis en la prevención, toda vez que el modelo biomédico adoptado a más de 150 años pasó a ser considerado como extremadamente hegemónico (vacunación en masa de niños y adultos, atención más curativa que preventiva y más recientemente la genética etc), presentando resultados contradictorios. Si por un lado la expectativa de vida ha aumentado en todo el planeta, así como ha disminuido la mortalidad infantil, por el otro recientes brotes de epidemias, tales como tuberculosis, paludismo, cólera y dengue, para citar algunas, han puesto el modelo en tela de juicio, a pesar de los esfuerzos preventivos y terapéuticos (MACHADO & GUIZARDI, 2004; ZALUAGA, 2006; UCHÔA, 2009). Otro problema que enfrenta el modelo biomédico es resultado mismo de la modernidad, con las enfermedades metabólicas convertidas en una pandemia para el hombre occidental - la hipertensión arterial, arterioesclerosis, diabetes y las consecuentes enfermedades cardio y cerebro vasculares, por lo que crece la idea de que la prevención debe hacerse con cambios de hábito de vida: disminución en el consumo de sal y azúcar, aumento de alimentos de origen vegetal, campañas contra el tabaco y el licor, fomento de la actividad física, medidas para el estrés y promoción de un ambiente saludable. En así siendo, de la reunión de la OMS en Ginebra, sale una primera definición para “medicina tradicional”: “Se entiende por medicina tradicional la suma de todos los conocimientos teóricos y prácticos, explicables o no, utilizados para diagnóstico, prevención y supresión de trastornos físicos, mentales o sociales, basados exclusivamente en la experiencia y la observación, y transmitidos verbalmente o por escrito de una generación a otra” (OMS in ZALUAGA, 2006). La necesidad de un marco conceptual adecuado para abordar lo que sea medicina tradicional hace con que otras definiciones, mas abarcadoras o más acordes a contextos geográficos o culturales específicos, sean propuestas. Como ejemplo de contextos geográficos, tenemos que para la región amazónica, “medicina tradicional es un conjunto de conocimientos y prácticas, que tiene como fundamento el saber médico ancestral de la población, modificado a lo largo de los siglos por la influencia de la medicina popular europea, la religión cristiana, la tradición africana y los elementos popularizados de la medicina occidental. Es una práctica que se transmite por la tradición 223 familiar o comunitaria, que tiene sus propios agentes de salud y sus ideas específicas sobre la enfermedad y la curación” (ESTRELLA, 1995). Según Zaluaga (2006), las numerosas propuestas de definición de medicina tradicional apuntan a distintas direcciones y resultan poco comprehensivas porque: • En un principio las definiciones buscaban establecer la frontera y la diferencia con la medicina moderna, más que intentar definirla por sus características intrínsecas. • También ha querido definirse a partir del período histórico de conformación, sobre todo en relación con el surgimiento de la medicina moderna o del pensamiento científico occidental. • Una acepción difícil y polémica encierra la noción discriminatoria de que la medicina tradicional tiene su origen en un pensamiento no racional o de cualquier modo distinto del pensamiento científico. Términos como empírica, experiencial, producto de ensayo-error, mágica, supersticiosa, folclórica se colocan como opuestos o contradictorios a ciencia. Algunos, tratando de ser respetuosos sólo llegan al punto de oponer ciencia y tradición, para explicar la diferencia entre medicina moderna y tradicional, respectivamente. • Más recientemente, dada la diversidad cultural que aún encontramos en el planeta, se ha preferido hablar de medicinas tradicionales, en plural, intentando así evitar la homogenización de conceptos y prácticas tradicionales. Estas críticas llevan en consideración de que si bien la biomedicina evidencia un continuo proceso de cambio tecnológico y de expansión, el saber popular también puede ser caracterizado como un proceso constante de modificación, en el cual se sintetizan provisionalmente concepciones y prácticas derivadas de diferentes saberes incluido el biomédico (MENÉNDEZ, 1994). De ahí que surgen propuestas de más que medicina tradicional, intentar comprender los sistemas tradicionales de salud (GREBE, 1988) toda vez que cada cultura, dentro de su proceso de desarrollo histórico, ha identificado formas de responder a los problemas fundamentales en salud/enfermedad/ atención, creando variables, modelos, ideas, prácticas, etc. muy propios, 224 que dependen de la cosmovisión, la historia social - y económica - y el ámbito geográfico -naturaleza- en el que se asienta cada cultura. Por ello, las respuestas no necesariamente son idénticas ni válidas para todas las culturas, y para trabajar con medicina tradicional o sistemas integrales de salud se hace necesario partir de las relaciones intrínsecas que tiene la salud con la naturaleza y la cultura, es decir, la relación sociedad-naturaleza gana espacio en la conformación de propuestas, sean teóricas o prácticas. Esta es la preocupación de muchos los que estudian la propuesta de la articulación de elementos positivos de las medicinas tradicionales con los sistemas formales de salud de la OMS, teniendo en vista reconocer las ventajas intrínsecas del reconocimiento de la medicina tradicional para la cobertura y la eficacia de la promoción de salud (GREBE, 1988; MENÉNDEZ, 1994; MACHADO & GUIZARDI, 2004; ZALUAGA, 2006; UCHÔA, 2009). Esto hace que la investigación propiamente dicha refleje niveles de complejidad creciente, pues no se puede olvidar que: • Los sistemas médicos tradicionales difieren mucho unos de otros, dependiendo del pueblo en que operan, los factores culturales que los rodean, el grado de pureza o aculturación que se ha sufrido, la distancia con el llamado mundo occidental y el ecosistema de donde se obtiene una relación entre naturaleza y salud; • Los sistemas médicos tradicionales no son estáticos, se encuentran en permanente transformación, de acuerdo con los cambios históricos de cada pueblo y cultura; • Las últimas décadas presentan los sistemas médicos tradicionales en proceso de adaptación al fenómeno de la globalización y de la imposición de modelos culturales y de desarrollo homogenizantes, fenómeno que también afecta y obliga a cambios en el propio modelo biomédico de atención a la salud. Así siendo, se hizo necesario reconocer como se ha estado trabajando con el concepto conocimiento tradicional, toda vez que el término tampoco ha sido aceptado en forma unánime. Algunos autores prefieren hablar de sabiduría popular, otros de saberes tradicionales, en una espiral de discusiones semánticas que generalizan y aceptan, sin mucha discusión, la dicotomía 225 Ciencia – Conocimientos Tradicionales, referenciada a grandes sistemas de conocimiento, de un lado, el de la sociedad moderna y de otro, el de las sociedades tradicionales (SÁNCHEZ et al in ZALUAMA, 2006). Se parte del presupuesto que las sociedades tradicionales han adquirido conocimientos y que forman parte del acervo cultural de cada pueblo. Son conocimientos relacionados con la supervivencia, los modos de producción, las expresiones artísticas y religiosas, los modelos de salud y cualquier creencia, concepto, valor o técnica que se utilice en la vida cotidiana por lo que conceptuar conocimiento tradicional se constituye en un reto difícil, por abarcar un extenso campo, a veces ambiguo. Sin embargo, se ha puesto de manifiesto el papel y la importancia del conocimiento tradicional principalmente cuando relacionando este conocimiento a grupos específicos, como los de los países en desarrollo, los cuales poseen un amplio abanico de conocimientos, tecnologías y prácticas que son consideradas como ambientalmente amistosas y que han aprovechado de una serie de recursos biológicos y genéticos como alimentos y medicamentos, para su supervivencia. Así siendo, gran importancia es dada al conocimiento tradicional relacionado al valor de la biodiversidad y la necesidad de conservarla, lo que ha enmarcado la discusión internacional sobre los derechos de propiedad intelectual, como puede ser observado en los documentos de la Convención de Biodiversidad de Río de Janeiro, la cual buscó reglamentar las condiciones para el acceso a los recursos genéticos. En este contexto, de la ratificación del Convenio sobre Diversidad Biológica por parte de los países de la Comunidad Andina de Naciones, la cual estableció un Régimen Común sobre Acceso a los Recursos Genéticos (Decisión # 391), se puede visualizar una referencia explícita a los conocimientos tradicionales, considerados como un componente intangible de los recursos genéticos. Este conocimiento es definido como “todo conocimiento, innovación o práctica individual o colectiva, con valor real o potencial asociado al recurso genético o sus productos derivados o al recurso biológico que los contiene, protegido o no por regímenes de propiedad intelectual” (Comisión del Acuerdo de Cartagena, 1996). 226 Además, se reconocen y valoran en el mismo Convenio, los derechos y la facultad para decidir de las comunidades indígenas, afroamericanas y locales, sobre sus conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales asociados a los recursos genéticos y sus productos derivados. Más recientemente, el Seminario de Expertos de América Latina y El Caribe sobre Indicadores Pertinentes para las Comunidades Indígenas y Locales y El Convenio sobre Diversidad Biológica, realizado en Quito, Perú (2006), lanzó una definición sobre conocimientos tradicionales: “conocimientos que se vinculan con el entorno o la naturaleza, y no solamente con los recursos biológicos o la medicina indígena, muy importante, por otra parte, para la vida de los pueblos indígenas; se asocia con el manejo forestal; cantos, danzas; tratamiento terapéutico; agricultura; manejo de ecosistemas; sitios y lugares sagrados; artesanía; clasificación y almacenamiento de semillas; sistema de derecho propio y consuetudinario”. Los conocimientos tradicionales, como parte integral de la vida de todos los pueblos indígenas es, en síntesis, el saber de los pueblos originarios, que surge como resultado de la combinación de experiencias ganadas a través de los siglos y en el ambiente local. Se transmite en “vivo” de generación en generación, de modo oral. Estos conocimientos son culturalmente compartidos y comunes a todos los miembros que pertenecen a una misma sociedad. Los mismos permiten la aplicación de los recursos del entorno natural para la satisfacción de necesidades familiares, animales, vegetales y/o ambientales, tanto de orden material como espiritual. En Menéndez (1994), de su revisión de la producción bibliográfica sobre medicina tradicional para América Latina, se puede identificar amplia gama los grupos (en forma aislada o conjunta) que a priori son definidos como “tradicionales” y mantenedores de conocimiento tradicional: los grupos étnicos amerindios, el campesinado indígena, pero también el criollo y/o el mestizo, los denominados grupos folk, una parte de los “marginales urbanos” (sobre todo referidos por algunos autores a los “indios que viven las ciudades”), además de los “quilombolas” en Brasil. A esta gama de grupos hay que añadir aquellos marginados de la periferia de la mayoría de las ciudades del mundo desarrollado, los excluidos del desarrollo hegemónico económico, social y biomédico (ALBUQUERQUE & STOTZ, 2004; MACHADO, & GUIZARDI, 2004; UCHÔA, 2009). 227 Además de esta gama de grupos tradicionales, otra característica que relaciona conocimiento tradicional a la salud se encuentra en la concepción comparativa entre los grupos tradicionales identificados, toda vez que unos serían más tradicionales que otros. Por esta concepción, cuanto más intocado por los efectos del desarrollo hegemónico socioeconómico que también hace parte de los programas de atención a la salud, más tradicional es este grupo y más tradicionales son sus conocimientos. Aunque pese este contexto de discusiones semánticas y tipologías, se puede percibir que ha habido avances en el reconocimiento de que el conocimiento tradicional no es un saber estanque pero sí dinámico, que se construye y trasmite de generación en generación, que se enriquece en el intercambio de conocimientos con otras culturas, es decir, el saber tradicional también se caracteriza como un proceso constante de modificación, en el cual se sintetizan provisionalmente concepciones y prácticas derivadas de diferentes saberes incluido el biomédico (MENÉNDEZ, 1994; BOSSIO, 2007). En relación a la promoción de la salud comunitaria, de la revisión en curso es posible percibir que lo que se busca es trabajar principalmente con el diálogo entre el conocimiento tradicional, también referenciado como popular, y el científico en la búsqueda de una atención integral a la salud del individuo o de la comunidad (ALBUQUERQUE & STOTZ, 2004; LUZ, 2005; UCHÔA, 2009). Esta propuesta de integración demanda cambios no sólo en la visión que el profesional tiene acerca del individuo; ahora visto como un ser total y no más como un ser fragmentado; así como en la del propio individuo, el cual está comprometido a indicar y a participar de todas las acciones volcadas a la mejoría de la salud, individual y colectiva. Sin negar experiencias que vienen siendo implementadas en la mayoría de los países en desarrollo, o emergentes; en atención a las demandas de la OMS; a los propósitos de la investigación en desarrollo, pretende-se abundar en políticas del gobierno brasileño y prácticas que se han dado en el país. El diálogo entre conocimiento tradicional y científico en el país ha ganado destaque por el reciente reconocimiento del gobierno brasileño de la Fitoterapia y de remedios fitoterápicos (tradicionales, artezanales y/o industriales), incorporados a la Política Nacional de Prácticas Integradoras y Complementarias del Sistema Único de Salud (SUS). Además de la Fitoterapia, la Acupuntura, la 228 Homeopatía y el Termalismo se hacen presentes en la implementación de acciones y servicios relativos a las prácticas integradoras y complementarias. Desde los años 80´s, otros pasos en dirección a la integralidad han sido dados, como la adopción del programa médico de familia; inspirado en la experiencia cubana; la atención multiprofesional (médicos, nutricionistas, sicólogos, trabajadores sociales etc.) dirigida a grupos de enfermos crónicos, los grupos de discusión de enfermos de la misma enfermedad con orientación sicológica o de parte de un trabajador social (Ministerio de la Salud). Además de esto, la municipalización del SUS por parte de muchos municipios del país, en los tres niveles de atención – primaria (prevención), secundaria (asistencia medica) y terciaria (hospitalización); aunque sea un gran problema para las secretarias de salud de los municipios principalmente en términos económicos y deficiencias en la atención terciaria; ha servido para la creación de interrelaciones con las comunidades facilitando la organización y la movilización social. En este mismo sentido, la adopción del programa de agentes de salud, mayormente personas que hacen parte de una comunidad, ha ayudado a responder a la problemática de salud y sus determinantes, a través de la abogacía, las alianzas estratégicas y la información-comunicación. Con esto, los conocimientos tradicionales de atores sociales antes olvidados, pasan a tener un importante papel como soporte a la implementación de políticas y programas de salud en el país. Cierto es que el diálogo se presenta de modo muy particular con los segmentos populares, ya que estos reafirman y al mismo tiempo niegan su propio saber/hacer, en contradicción con la práctica médica dominante. Esto se da a partir de la utilización de un conjunto variado de recursos y estrategias en salud, a saber (HELMAN 1994; MADU & BORGES da SILVA, 2000; LUZ, 2005; UCHÔA, 2009): La medicina casera Esta es muy común entre as mujeres pobres brasileñas, las cuales se utilizan de recursos y estrategias en salud, paralelos a la práctica médica oficial, sobretodo en los espacios urbanos periféricos o rurales con fuerte interacción con el medio urbano. 229 En estos espacios se puede observar la utilización de una variedad muy amplia de elementos naturales vegetales (hojas, cáscaras, raíces de plantas variadas, frutas, semillas) y animales (miel, huevos, grasa etc). Los usos medicinales se dan de modo específico como baños, bebidas, cocimientos y aplicaciones en la piel y sirven no sólo para la prevención de los más variados procesos de salud-enfermedad como también son utilizados en asociación con las medicinas alopáticas. Las prácticas religiosas Las prácticas médico-religiosas son una constante en Brasil y atingen a todas las camadas sociales, debido al alto grado de sincretismo religioso del país y se asocian a las prácticas caseras. Las más comunes son prácticas religiosas cristianas (bendiciones, rezos) y aquellas de origen africana (orixás, candomblé), aunque hoy día, las dos prácticas pueden ser consideradas como inaceptables por parte de personas de un mismo grupo, lo que refleja valores trabajados por las religiones de las que participan (los llamados evangélicos, en su mayoría, son los más críticos de estas prácticas). Sin embargo, la relación religión-salud adentro de los grupos urbanos periféricos, es vista como una respuesta a la adversidad social y política, referida a la injusticia del mundo, lo que implica deseos de cambios, y exprime un sentimiento de impotencia en relación al opresor. La religión, además de ser el opio del pueblo, sirve para estos grupos como un polo de resistencia en una sociedad donde la ciudadanía nos es para todos y donde la opresión es regla de la existencia social de las camadas populares (CHAUÍ, 1993). La auto-medicación y la consulta al profesional de la farmacia (botica). Aunque se reconozcan los riesgos de la auto-medicación, esta es una práctica muy común a todas las camadas sociales en Brasil. Sin embargo, tradicionalmente, el dueño de la farmacia, o un profesional, tiene prestigio para los grupos en destaque toda vez que hay una cierta proximidad de elementos culturales entre ellos, lo que favorece su procura. Además, 230 el contacto muy cercano es señal de rapidez de respuestas a las demandas, lo que casi nunca acontece en los sistemas oficiales de atención a la salud. La búsqueda de orientación por medio de los agentes locales de la salud La búsqueda se da principalmente por las facilidades de comunicación toda vez que el agente de salud es también miembro del grupo y vivencia los mismos problemas además de que posee conocimientos de medicina legitimados socialmente. Por supuesto que hay quejas de parte de los asistidos, por la percepción de que el agente de salud muchas veces se aísla de su misma comunidad por sentirse “superior” en razón del conocimiento que detiene. En todo caso, la penetración de los agentes de salud en los grupos urbanos periféricos se expresa por la unión de dos aspectos relativos a la atención médica muy valorada por sus miembros: la cercanía/acogimiento y el acceso al conocimiento científico. Auto-producción de cuidados en salud Además de consumidores de recursos y servicios en salud, generalmente grupos urbanos periféricos son reconocidos como productores de salud en su medio en razón de un conjunto de conocimientos e prácticas que aplican a sus necesidades, en el cuidado de la familia, de vecinos, de amigos y de conocidos de su comunidad. En este caso específico, el papel de las mujeres va ganando peso toda vez que ellas son las que primero: • son capaces de evaluar situaciones de salud-enfermedad, identifican grados de agravio de problemas vivenciados y los riesgos presentes y, se hay necesidad, buscan diferentes recursos en salud. • son capaces de identificar las causas, hacer diagnósticos, definir y aplicar cuidados y tratamientos, dando solución ellas mismas a ciertas situaciones, hasta desarrollando acciones como parteras empíricas, lo que también está siendo incorporado al SUS. Según los levantamientos hasta ahora realizados, los conocimientos y prácticas de las mujeres de estos grupos urbanos periféricos poseen caracte231 rísticas propias y se organizan a partir de conocimientos tradicionales adquiridos junto a familiares, a personas que comparten sus vidas, a partir de sus propias experiencias y contactos con la medicina oficial y el sistema de comunicación, que refuerzan o no valores dominantes (MADU & BORGES da SILVA, 2000). Cuando la mujer de estos grupos actúa como agente de salud, ella no solamente repasa sus conocimientos como agente, como también aprende y construye otros influenciados por el saber médico, con el cual tiene contacto directo o mismo indirectamente, a través de otras instituciones y procesos. Todo este saber es absorbido e incorporado a sus conocimientos, valores y prácticas de una manera recriada, según sus necesidades, intereses, posibilidades y límites. Todo esto enmarcado por un espíritu de solidariedad por disponerse a ayudar a quienes necesitan de cuidados. Otro punto importante en el análisis de la apropiación del conocimiento tradicional en la promoción de la salud son las acciones volcadas a la calidad de vida que no demandan intervención medicamentosa por lo que conllevan a transformaciones de comportamiento individual y colectivo. Estas acciones están relacionadas al rescate de la cultura local, del arte y de la educación y buscan contribuir para la construcción de la ciudadanía y en cambios del imagen de los espacios urbanos periféricos. Generalmente esto se traduce en orgullo cívico, en hacerse ciudadano y en la mejoría de la calidad de vida por la mejoría de los indicadores de desarrollo (UCHÔA, 2009). Generalmente, se hace uso del arte, la cultura, las actividades físicas y laborales, el esparcimiento y la socialización como alternativas en la creación de una mayor integración entre el usuario y el agente de salud; hasta mismo como alternativa al Programa Salud de la Familia del gobierno brasileño. Estas acciones son desarrolladas a través de propuestas pedagógicas - resignificación de los juegos infantiles, grupos de teatro, contadores de historias, teatro de títeres etc; de las danzas (capoeira, danzas afro-brasileñas, street-dance y biodanza); manifestaciones musicales; artesanía, aprendizaje de otros oficios, visando generación de ingresos, etc. Además de estas, se hace uso de videos; mayormente hechos con declaraciones de miembros de las comunidades acerca de sus relaciones con los programas institucionales de salud y sus vivencias comunitarias; de la alimentación alternativa y de la medicina casera (ALBUQUERQUE &STOTZ, 2004). 232 En este contexto, la participación de ONG´s se destaca en trabajos de formación, movilización y articulación de grupos populares en el campo de la promoción de la salud, con intervenciones objetivando el rescate y la valoración de sus diversos conocimientos, una perspectiva de trabajo que es adecuada a las características fundadoras de las ONG´s, tanto de Brasil como de América Latina, a saber: (i) valoración de la competencia técnica, profesionalización de la militancia y la especialización; (ii) la tendencia a multiplicidad y a la diversificación; (iii) la perspectiva internacional; (iv) la autonomía del Estado. En relación a alianzas formadas entre comunidades tradicionales y ONG´s, algunos puntos son importantes para la investigación: las ONG´s que conforman grandes redes internacionales, son organizaciones burocráticas con sus propias agendas y políticas, cuyos centros de decisión operan a una considerable distancia geográfica, cultural y lingüística de las comunidades tradicionales con las que trabajan, lo que puede conllevar a la simplificación o la romantización de las muchas realidades de estas poblaciones. Situaciones como estas suelen legitimar demandas de los grupos que claramente se adaptan a las agendas de estas ONG´s y en la formación de frentes de representación sin relativizar la complexidad y las diferencias culturales entre las diversas poblaciones tradicionales, incluso diferencias rivales que pueden existir adentro de un mismo grupo (DIAS & COSTA, 2008). Continuando con el rol de la mujer en la relación conocimiento tradicionalsalud, en Brasil su importancia está consagrada en la Constitución de 1988, toda vez que importantes principios acerca del rol de la familia fueron determinantes en el establecimiento de políticas públicas y programas en el sector de salud, educación, financiación que generaron importantes impactos sobre la vida de las mujeres y su participación en el proceso de decisión de dichas políticas. Cuando a esta relación agregase un componente a más, como son los recursos hídricos, el rol de las mujeres gana todavía más destaque, con referencias institucionales, como la creación del Consejo Nacional de los Derechos de la Mujer, en el año 1985, añadida a la creación de la Secretaría Especial para Políticas de Mujeres (2003); además de los consejos estatales de la mujer; y la creación de la Secretaría de la Igualdad Racial y de la de Derechos 233 Humanos, todas visando mitigar las desigualdades de oportunidades entre géneros y razas. La perspectiva de género en la tomada de decisión sobre los problemas con este recurso natural se ha dado bajo las siguientes referencias a un nivel mundial: • La Conferencia de Dublin sobre el agua y desarrollo (1992) • Cumbre de la Tierra, en Rio de Janeiro (1992) • La declaración de La Haya, por ocasión del II Forum Mundial del Agua (2000) • La Alianza del Género y del Agua – GWA, inaugurada en Paris (junio, 2000). • La Conferencia sobre Agua Dulce (Dublín + 10), en Bonn, Alemania. • La Cumbre de la Tierra (Río + 10), en Johannersburg, África del Sur (2002) • III Forum Mundial del Agua, en Kioto (2003) Con base en estas referencias, la relevancia económica y social del rol jugado por las mujeres se torna un principio de gestión de las cuencas hidrográficas brasileñas, principalmente de aquellas situadas en regiones muy pobres y también donde el agua es un recurso escaso, como suele acontecer en el Noreste de Brasil. Otro punto que hace con que las mujeres sean tan importantes para acciones en el campo de la gestión de los recursos hídricos es el creciente número de aquellas que se envuelven en el proceso participativo con el objetivo de ofrecer su contribución. Es dentro de esta perspectiva que el gobierno de Brasil responde a las metas del milenio para el agua (Principio 18 de la Declaración Final de la Cumbre de la Tierra de 2002), una propuesta que busca garantizar el acceso al agua por lo menos a la mitad de las personas de todo el mundo, permitiendo a las mujeres equidad en el acceso al agua y otros recursos, lo que es sumamente importante para la mitigación de cuadros de pobreza e indigencia en que la mayoría de ellas vive en todo el mundo (IBAMA/Brasil). 234 Relación conocimiento tradicional y desarrollo turístico Otro punto importante para el desarrollo de la investigación es el turismo como vector del desarrollo comunitario y su relación con el conocimiento tradicional. De los levantamientos hasta ahora realizados, se encuentra que el turismo en esta relación añade un concepto más – el concepto de desarrollo sostenible, o sustentable (DS), toda vez que el turismo es considerado como un área particularmente apropiada para enfatizar el enfoque integrado de aspectos ambientales, sociales y económicos del DS (CARTA DEL TURISMO SOSTENIBLE, 1995; RAO, 1997, UNED-UK, 1998; LHAMAS-COELHO, 2000; MIRANDA ZAMBRANO, 2008). Los principios del turismo sostenible fueron definidos por la Organización Mundial del Turismo en 1988 (OMT, 1988). Se concibe así esta modalidad turística como la conducente a la gestión de todos los recursos de tal forma que se satisfagan todas las necesidades económicas, sociales y estéticas al tiempo que se respeta la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas de apoyo a la vida. De la Río/92 y la Cumbre de la Tierra y convenciones y acuerdos de trascendencia mundial, tenemos que el turismo convencional, o de masa, se presentó como un problema, lo que dio cabida brindar al turismo sustentable la oportunidad de poner en práctica la propuesta conciliadora: economíaecología. A partir de ello, mundialmente se reconoce el turismo alternativo al convencional como tema en primacía, instalándose su prioridad en la agenda internacional, como la declaración de la ONU - con el apoyo de la OMT y PNUMA – del año 2002 como “Año Internacional del Ecoturismo”. De la misma forma, la Unesco declara también al 2002 como el “Año Internacional de la Protección del Patrimonio”, enmarcado en el decenio de la Cultura de Paz y la conmemoración de los 30 años de la Convención del Patrimonio Mundial (MIRANDA ZAMBRANO, 2008). En este contexto, en el 2004, la OMT lanza las directrices para el desarrollo sostenible del turismo y las prácticas de gestión sostenible, las cuales son aplicables a todas las formas de turismo en todos los tipos de destinos, 235 incluidos el turismo de masas y los diversos segmentos turísticos y propone que los principios de sostenibilidad se refieren a los aspectos ambiental, económico y sociocultural del desarrollo turístico, debiéndose establecer un equilibrio adecuado entre esas tres dimensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Abundando los en marcos conceptuales de la OMT, tenemos: Sostenibilidad Ambiental - Dar un uso óptimo a los recursos ambientales que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica. Sostenibilidad Social - Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales arquitectónicos y sus valores tradicionales, y contribuir al entendimiento y a la tolerancia intercultural. Sostenibilidad Económica - Asegurar actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas y, que contribuyan a la reducción de la pobreza. Enmarcados en esta propuesta, muchas son las organizaciones gubernamentales, mayormente en países en desarrollo, y no gubernamentales (ONG´s) que han surgido en las últimas décadas con vistas a facilitar y promover espacios y procesos de concertación, análisis y reflexión sobre el deber ser del turismo sostenible, impulsando la cultura de la conservación a través del intercambio de información y experiencias en diversos ámbitos (Red de Turismo Sostenible de Colombia, por ejemplo). De la revisión sobre el turismo sustentable, se puede desplegar: • 236 que ha habido avances significativos en la formulación de lineamientos estratégicos para su planificación y múltiples mecanismos de concertación y promoción multisectorial, con destaque para: inventarios sostenibles, capacidad de carga de los destinos turísticos, diseños arquitectónicos, capacitación, promoción, comercialización y marketing, estrategias de autofinanciamiento, propuestas de planificación, herra- mientas de intervención para el monitoreo y variables de evaluación, marcos normativos (propuestas de ley, cartas de intención, códigos de ética, propuestas de planificación e incluso herramientas de intervención para el monitoreo etc.); • que hay redundancia en la misma denominación de turismo sustentable, o sostenible, como contraposición al turismo convencional: ecoturismo, turismo rural, etnoturismo, turismo de naturaleza, turismo de aventura (andinismo y montañismo), turismo cultural, agroturismo/agri-turismo, turismo vivencial, turismo verde, turismo científico, turismo solidario y turismo comunitario, entre otros. En relación al turismo sustentable, volcado a comunidades, y organismos de cooperación internacional, se pueden percibir dos tendencias de análisis: i) aquellas que lo defienden, identificando valores y contribuciones, propugnándolo como una propuesta viable, sea de financiamiento, regulación o normatividad por parte de las entidades internacionales - Unesco, OIT, ONU, PNUD, WWF, BID, BM, OMT o de aquellas de muchos países, mayormente los subdesarrollados o emergentes, actuantes en el sector del turismo; ii) aquellas que desnudan sus intenciones e intereses, advirtiendo definitivamente que hay un discurso oculto y amenazante, pues el contexto del capitalismo donde se desarrolla tiene como finalidad misma el despojo (otra vez) de la naturaleza, es decir, el “lavado ecológico” o “greenwashing”, y de las culturas. Esta segunda opción viene perfilando su interés por mostrar resultados de experiencias ecoturísticas comunitarias sustentables, distinguiéndose cierto interés por referir experiencias de empoderamiento y/o defensa y resistencia por los recursos y patrimonio que sustentan los pueblos además de las posibilidades de producción social de conocimiento (LHAMAS-COELHO, 2000; MUNDO NATURAL, 2006; CAÑADA, 2009). Otra relación que se hace particularmente importante para la investigación en curso es aquella que se da entre salud y turismo de manera principal aquéllas en que notoriamente el impacto es positivo o negativo, o ambos, en la salud del turista o de las poblaciones que los reciben. 237 Cuanto a la salud de los turistas, esta es estudiada a la luz de la relación con el ambiente (procesos de contaminación, y la degradación del ecosistema, la disposición de los desechos sólidos y líquidos, el abastecimiento del agua y el control de su calidad, la higiene y la protección alimentaria), además de otros que los nichos ecológicos pueden condicionar, como es el caso del desarrollo de vectores que facilitan transmisión de algunas enfermedades ajenas al medio de origen del turista (la propagación de la leishmaniose, por ejemplo). Cuanto a la salud de la población local, estudios apuntan que la prevención juega un papel de primer orden ya que existe la posibilidad de que algunas enfermedades puedan ser transmitidas por los turistas a la población local. Esta situación es condicionada por diferencias en los estilos de vida y hábitos y por la velocidad de los medios de comunicación, que no permiten acciones eficaces de control u observación en las personas que llegan (la propagación del SIDA y de otras enfermedades sexualmente transmisibles EST, por ejemplo) (Ministerio de la Salud, Brasil). Según la OMS, con apoyo de la OPS y de diversos gobiernos, las perspectivas de desarrollo de la interacción salud y turismo son amplias y demandan: (i) dinamizar y promover a los diferentes sectores, organismos y la comunidad misma; (ii) puede se dar de una manera planificada y eficiente, por la preservación, protección y fomento a la salud de los turistas; (iii) desplegar acciones concertadas que llevarán a un proceso de mejoramiento paulatino y sostenido de las condiciones de salud de áreas turísticas y de sus poblaciones. Del levantamiento hasta ahora realizado, verifica-se que, una vez más, la cuestión del género es sobresaliente principalmente cuando las mujeres, muchas de las veces, son las líderes de sus comunidades o viven en sociedades que giran alrededor del género, es decir, cuando las relaciones humanas en la vida económica, social y cultura, lo mismo que en el marco político, están determinadas y mediadas por las percepciones de género, caso de la mayoría de los países en desarrollo (RAO, 1997; UNED-UK, 1998; ICRW, 2009; CAÑADA, 2009). En este contexto, las perspectivas de género en la discusión del turismo son percibidas, entre otras: 238 • En relación a la industria turística, la cual ofrece diversas oportunidades para actividades independientes de generación de ingresos y, al mismo tiempo, afecta las vidas de las mujeres en las comunidades destinos; • En relación a la creación de estereotipos, como por ejemplo, aquello relacionado al turismo sexual toda vez que, mientras más rápido es el proceso de liberalización y globalización, mayor es la difusión del turismo sexual. • En relación a la agricultura la cual permite no solo combinar las responsabilidades domésticas de las mujeres (que son tanto nutricionales como reproductoras) con el trabajo turístico; • En relación al mantenimiento de la tenencia de propiedades por la preservación del suelo y el manejo de la tierra (no al uso de pesticidas agrícolas, agricultura en pequeña escala etc). Cuanto al conocimiento tradicional y su relación con el desarrollo turístico, se ha verificado que el tema es tratado en dos reglones: • el conocimiento tradicional como atracción turística; • las oportunidades de enriquecimiento cultural por parte de ambos los actores – la comunidad y el turista. Los conocimientos tradicionales como atracción turística aparecen en propagandas de santuarios ecológicos donde el turista puede utilizar de la cultura local en baños de hierbas en aldeas indígenas en las Américas, por ejemplo. Esto es muy explotado por los propios locales, sin ayuda, con ayuda gubernamental, como parte del paquete de turismo de cada país, o con apoyo de ONG’s locales o internacionales. Todas las iniciativas buscan crear oportunidades de empleo en la actividad turística y ayudar en iniciativas de desarrollo comunitario – educación, salud, agricultura, saneamiento, empoderamiento etc. En este contexto, verificase que cuanto más cerrada, excéntrica, o pobre es la comunidad, más atractiva ella se muestra para el desarrollo del turismo alternativo. Cuanto a las oportunidades de enriquecimiento cultural por parte de ambos los actores, la comunidad y el turista, se reconoce que el desarrollo de 239 actividades turísticas en el campo y en áreas en las que el principal motivo de atracción tiene que ver con la propia vida de la comunidad es (CAÑADA, 2009): • una oportunidad para el turista, generalmente un ser urbano, de revalorización y reconocimiento de lo rural, su cultura material (arquitectura, trabajos, cocina,...) y sus distintas expresiones culturales artísticas (música, bailes, canciones,…). • bueno para los locales toda vez que el contacto con población de otros lugares y países puede se tornar una oportunidad especial para conocer, intercambiar y enriquecerse culturalmente. Para ambos casos queda de manifiesto el turismo alternativo como un acto solidario basado en el voluntariado, mayormente de jóvenes, en comunidades campesinas, pobres urbanas e indígenas (ocio y trabajo), y en la solidaridad internacional donde la atención a la educación y a la salud de la comunidad como un todo son la razón del turismo. En relación a ellos, las ONG´s y las más diversas asociaciones solidarias toman el relevo de agencias de viajes en su promoción (SCI, 2009), al organizar rutas que buscan beneficiar a la población local toda vez que: (i) considera que el conocimiento de otras culturas fomenta la tolerancia, la comunicación y el entendimiento; (ii) emplean servicios de proveedores locales y alojamientos de la zona en vez de cadenas extranjeras; (iii) compran a proveedores locales la comida y el equipamiento necesarios para el viaje; (iv) apoyan la economía autóctona usando guías, restaurantes y tiendas locales. A modo de cierre Lo que aquí se presenta son las maneras de comprensión del conocimiento tradicional en su relación con la salud y el desarrollo turístico bajo la constatación de que nuevas variables de análisis se presentaran como importantes para el logro de los objetivos específicos de la investigación en desarrollo - fortalecer el banco de datos de la Red a través del estudio de una cuenca, trabajando con tres ejes de investigación/análisis: (i) turismo alternativo; (ii) explotación de las capacidades culturales, históricas y ecosistémicas e (iii) impactos sociales por la creación de áreas protegidas/parques turísticos. 240 Lejos de ser conclusivo, todo lo que aquí se presenta debe ser trabajado a la luz del reconocimiento de que sigue habiendo incremento de la actividad turística, principalmente en áreas de gran biodiversidad, como es el caso de los parques, áreas de preservación ambiental, áreas rurales y áreas costeras. Además de esto, no se puede perder de vista que la actividad turística ha cambiado muchísimo y tiene, como marcada característica, desvendar y hacer uso del todo y para esto se presenta en las más variadas versiones, creando problemas semánticos con repercusiones en lo social, aquí definido como conocimiento tradicional. En lo que a la salud en su relación con los conocimientos tradicionales se refiere, se constata que este es un tema bastante explotado, principalmente en los enlaces con la salud pública, razón por la cual textos y proposiciones son en su mayoría de la rama de aquellos que trabajan o investigan en el área (salud colectiva, biomédicas, enfermería etc). Es importante destacar que esta variable se hizo presente en todo aquello referido solamente a la salud y en aquello referido al turismo. También se hace necesario abundar en la cuestión del género para que haya realmente efectividad de la incorporación de su perspectiva en la investigación en curso, toda vez que esta fue una variable que también se hizo presente en las dos relaciones trabajadas. Por lo tanto, y teniendo como escenario una cuenca hidrográfica, la incorporación de la variable género en la investigación se puede dar: (i) en relación a la educación formal y en el contexto de la capacitación social bajo el principio de la decisión participativa que integra la legislación de recursos hídricos en Brasil; (ii) en la perspectiva de que estos avances se han tornado un abanico de oportunidades para las mujeres, las minorías de distintas modalidades, como las de raza y otras más. Pero lo más interesante de las aportaciones a la presente revisión es referido a las estrategias de enfrentamiento de los impactos del desarrollo, en los marcos del capitalismo, no importando el tipo de área referida. Esto puede ser ilustrado por las estrategias utilizadas en áreas urbanas periféricas de Brasil en los marcos del Programa Salud de la Familia (PSF) así como en áreas costeras, como lo descrito en el Estudio piloto colaborativo cubanomexicano-canadiense sobre el impacto del turismo sobre género y salud en 241 comunidades costeras, casos de Caibarien y Cardenas (Reporte del Proyecto Globalización, Organización Social y Salud, s/f). En ambas propuestas, para el logro del desarrollo comunitario y la producción y gestión social de su salud, la pedagogía del oprimido está presente, partiendo del diálogo como esencia de la educación y práctica de libertad para enfrentamientos (FREIRE, 1970). En este contexto es que son utilizadas estrategias que involucran: participación ciudadana; información y capacitación popular en círculos de interés de salud y medio ambiente; médicos y agentes de programas de atención a la familia; círculos de la tercera edad; desarrollo de una conciencia ambientalista en la población joven y realización de actividades socioculturales (juegos y competencias; actividades recreativas por edades; proyección y discusión de videos didácticos; encuentro y debates entre mujeres, jóvenes y niños; actividades culturales que potencien las señas de identidad y cultura popular municipal). Bibliografía Albuquerque, P. C.; Stotz, E. N. (2004) A Educação popular na atenção básica à saúde no município: em busca da integralidade. Comunicação, Saúde, Educação, v.8, n.15, p.259-74, mar/ago 2004 (Brasil – accesso internet: septiembre 2009). Bedim, B. & Tubaldini, M. A. 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Muchos historiadores reconocen que desde épocas prehispánicas, los grupos familiares y entre ellas las mujeres, habitaban zonas costeras, orillas de ríos y estuarios, sosteniendo una relación directa con las actividades de pesca, recolección y aprovechamiento de los recursos que estos ecosistemas brindaban a sus comunidades. Es innegable el rol de las mujeres como productoras de alimentos y uso sustentable de la biodiversidad, constituyéndose hoy en día en la vía para encontrar soluciones innovativas a los problemas de hambre, como también a lo referente a su contribución positiva a la conservación de la naturaleza contrarrestando las consecuencias del cambio climático (L, Aguilar, 2009) Sin duda el rol de las mujeres ha ido evolucionando en las últimas décadas, de ama de casa dedicada a la crianza de los hijos y los quehaceres domésticos, a colaboradora indispensable y a veces única, de la economía familiar. Pero, siempre ha existido una tendencia a ignorar el hecho de que las mujeres desde su trabajo en la esfera reproductiva, en su rol como encargadas del bienestar de sus familias, usan, conservan y aportan conocimientos especializados sobre la biodiversidad y son parte activa del desarrollo local. En muchos países, el papel que desempeñan las mujeres en la actividad pesquera se desarrolla a lo largo de toda la cadena productiva, siendo la pesca continental en muchas ocasiones responsabilidad de las mujeres, y en muchas zonas, son ellas las que han asumido también un papel destacado en el rápido crecimiento de la acuicultura. A menudo llevan a cabo la mayor 245 parte de las tareas relacionadas con la alimentación y la captura de recursos marinos, al igual que su manipulación, procesamiento y posterior venta. Se estima que el mayor porcentaje de trabajadores que se desempeñan en la etapa de procesamiento en las plantas pesqueras son mujeres, las cuales poseen mayor habilidad para aquellas tareas que requieren prolijidad y mayor tiempo de dedicación (http://www.rlc.fao.org/mujer). Pero a pesar de esta representación laboral, la mayoría de las mujeres en América Latina y el Caribe que trabajan en el sector pesquero, carecen de acceso a recursos materiales o capital, al proceso de toma de decisiones, a puestos de responsabilidad, a capacitación y enseñanza académica. Es así como en algunos sectores trabajan como operarias en industrias de transformación, además de desarrollar actividades a nivel artesanal, como recolección de mariscos y larvas o encarnadoras, a menudo sin remuneración y de alto esfuerzo físico (http://www.rlc.fao.org/mujer). Chile no ha estado ajeno a esta búsqueda y reconocimiento, aunque no existe un catastro de investigaciones/acciones, el SERNAM realizó una recopilación de investigaciones sobre la mujer y el campo laboral y familiar realizadas entre los años 1993 y 2003. En esta recopilación, no aparecen estudios específicos de la actividad pesquera artesanal ligados a la mujer, pero si algunos de ellos dejan de manifiesto que los cambios en las percepciones y una mayor flexibilidad en los roles sólo puede lograrse al visualizar la importancia de ambos sexos en diversas materias del diario quehacer y una forma de ello son registros de la actividad desarrollada por ambos sexos en la sociedad actual (SERNAM, 2004). Casos de estudio: Chiloé y la costa de Osorno. En nuestro primer caso de estudio ubicado en Chiloé, zona que se extiende desde el Canal de Chacao por el norte y el sector de Quellón por el sur, conformado por un archipiélago con una isla mayor de 180 kilómetros de largo por 40 de ancho y con islas menores a su alrededor, cubriendo una superficie total de 9.185,5 km2 correspondientes a 13,7% del territorio delimitado por la Región de Lagos (67.013 km2). La conexión entre las diferentes ciudades de la provincia se realiza por medio de la Ruta 5, Panamericana Sur, que recorre con caminos asfaltados desde la ciudad de Ancud hasta Quellón (Figura 1). 246 Figura 1. Mapa de Chile a la izquierda y de la Isla de Chiloé y la Isla Grande de Chiloé y la costa de la Provincia de Osorno. En la Región de los Lagos se concentra el 49,3% de los pescadores artesanales de Chile los cuales se ubican principalmente en la Provincia de Chiloé, (44,4%). De este total no hay referencias de sexo, ni actividad en particular desarrollada por las mujeres. Durante el 2005 se realizó el Primer Catastro de Mujeres que Trabajan Formal e Informalmente en la Pesca Artesanal en Chiloé (Godoy, et al, 2005), Este estudio pionero en la visibilización de las mujeres pescadoras artesanales, tuvo como objetivo detectar la frecuencia e importancia de las mujeres y sus familias en las actividades productivas relacionadas con el borde marino – costero. Con este fin, se visitaron 10 comunas de Chiloé y más de 100 lugares, entre ellos, todas las caletas reconocidas por la autoridad marítima en la zona y en ellas se levantaron encuestas directas a mujeres que desarrollaban alguna actividad en el borde costero. Entre los resultados más notables destaca que: las mujeres entrevistadas (1.571) conformaron el grupo etáreo de mayor actividad, entre los 20 y 40 años, detectándose niñas y adultos mayores realizando actividades de bordemar. La principal actividad registrada es la recolección de algas y moluscos (88,2%), la cual es realizada sin registros pesqueros, sin previsión social y en general de baja remuneración (U$90 cada quince días). 247 Esta actividad de recolección, no necesita de entrenamiento específico y logra satisfacer las mínimas necesidades de quienes la realizan y representa la actividad tradicional realizada por mujeres y sus familias en la Isla de Chiloé. Esta herencia de bordemar se transmite por generaciones, siendo la principal vía las mujeres, las cuales extienden las labores del hogar y la cocina hacia el borde costero donde encuentran los recursos marinos y terrestres para su alimentación y medicina. En nuestro segundo caso de estudio, ubicado en el borde costero de la Provincia de Osorno, se encuentran organizaciones de pescadores indígenas y conformados por hombres y mujeres de mar, que principalmente recolectan los recursos distribuidos en su borde marino – costero (Paineo, A. 2007). Estas comunidades viven además, de la extracción y comercialización de alerce muerto y conforman la única Red de Parques Indígenas llamado Mapu Lahual (Tierra de Alerces). Hace un par de años atrás, decidieron solicitar áreas de manejo, como una forma de resguardar el territorio y su entorno. Recolección de pelillo (alga), en la Isla de Chiloé 248 Las gestiones realizadas por sus líderes junto a representantes de la pesca artesanal de Bahía Mansa, apoyaron en 2006, la creación de un Área Marina y Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) Lafken Mapu Lahual (Mar y Tierra de Alerces). Durante el 2008, la Subsecretaría de Pesca desarrollo un análisis del Área de Manejo de Caleta Cóndor en la costa de la Provincia de Osorno (Araneda y Pinto, 2008), poniendo en evidencia que el rol reproductivo, asociado a las tareas domesticas y responsabilidades asociadas al cuidado y crianza de los niños, rol asociado a la sobrevivencia familiar, es preferentemente femenino, pero también observándose cada día más la activa participación de los hombres. Respecto del rol productivo que corresponde a la producción de bienes y servicios para el consumo y el comercio, esta es una acción prioritariamente realizada por hombres, mientras que el rol comunitario, que representa las actividades desarrolladas en el ámbito público y que implica generalmente un trabajo asociativo y no remunerado, lo realizan especialmente mujeres. Las encuestas también revelaron que las mujeres son las que toman decisiones del cuidado de los hijos y mejoras de la casa, pero los hombres son lo que toman las decisiones respecto de las Áreas de Manejo. Cabe mencionar que cada día más se ven estas organizaciones al mando de mujeres. Las dos situaciones antes descritas, demuestran que la participación de la mujer ha sido esencial, no tan solo en su incorporación paulatina como dirigentas y por tanto tomadoras de decisiones y lideres políticos, sino también, en el resguardo del conocimiento tradicional y el patrimonio natural y cultural. Durante noviembre del 2007, la Subsecretaría de Pesca celebró el “Primer Encuentro Internacional de Mujeres en la Pesca Artesanal y Acuicultura de Pequeña Escala”. En dicha reunión, realizada en la ciudad de Valparaíso, participaron representantes nacionales e internacionales (Argentina, Ecuador, Nicaragua, Honduras, Panamá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Perú) y cuyo objetivo era la promoción de un espacio de dialogo y reflexión en torno a la actividad de la mujer en temas pesqueros y de bordemar. Estas acciones son de suma importancia para la construcción de una mirada con enfoque de género en ámbitos considerados netamente masculinos, en 249 donde las diferencias no son de sexo sino sociales y de cómo las mujeres enfrentan desafíos a futuro. Según Andrade (2007) citando a Suely ….¨las mujeres serían como las palmeras, que por mas que la tormenta venga por la noche, se renuevan, levantan sus hojas y están lista para un nuevo día. Conclusiones Los dos casos ejemplificados en este trabajo, resumen el importante rol de las mujeres en actividades pesqueras y de manejo de recursos marinos, siendo en muchos casos la única proveedora familiar. Su rol social ejercido desde siempre, además de satisfacer la demanda de alimentos de su familia, también ha constituido un gran aporte en la conservación de flora y fauna nativa. De esta forma, la participación de las mujeres en temas de bordemar ha sido y seguirá siendo crucial para el mantenimiento de una buena salud ambiental, social y económica y cultural. Eyssartier, C et al (2008), resalta que las mujeres indígenas en su papel histórico has sido guardianas y protectores de la vida, teniendo el rol fundamental e la transmisión del conocimiento tradicional, de generación en generación. En los últimos años ha habido esfuerzos tanto de los servicios gubernamentales como de Universidades y otras entidades privadas en primero visibilizar la presencia de las mujeres en el sector pesquero artesanal y acuicultor y luego en promover su mayor participación. Las estadísticas muestran que ha habido un aumento, aunque aun es precario. De todas formas hay una brecha aún importante que ir mejorando y acortando y que así lo expresaron las dirigentas convocadas al “Primer Encuentro Internacional de Mujeres en la Pesca Artesanal y Acuicultura de Pequeña Escala”, en Valparaíso, Chile. Las conclusiones más importantes de resaltar son la promoción de programas de asociatividad comercial y productiva, como también los relacionados con la capacitación tanto individual como organizacional, de planificación y nivelación de estudios. Finalmente, se considero de gran importancia conformar una red de comunicación entre y con las usuarias a nivel nacional y latinoamericano, de manera de monitorear y avanzar en propuestas que mejoren la calidad de vida de las mujeres, sus familias, sin dejar de valorar los conocimientos tradicionales en el borde marino costero de esta zona de Chile. 250 Referencias bibliograficas L. Aguilar, 2009. ¿Por qué las mujeres están ausentes en el manejo y conservación de la biodiversidad? WEB . 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Oficina Regional de la FAO para América Latina y El Caribe http://www.rlc.fao.org/mujer SERNAM. 2004. Estudios realizados por el Servicio Nacional de la Mujer entre los años1992 – 2003. Documento de Trabajo Nº87. 196 pp. 251 252 Los autores Alexandra Sapoznikow: Biologa argentina. Investigadora de la Fundación Patagonia Natural Ángel Raúl León Pérez: Biologo cubano. Profesor e Investigajdor de la Universidad de Cienmfuegos. Pertenece al Grupo Coordinador de la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Areas Costeras Clara Elisa Miranda Vera: Filosofa y amabientalista cubana. Doctora en Ciencias Filosóficas (Universidad de la Habana, 2000), Master en Medio Ambiente y Desarrollo Integrado (Instituto Politécnico Nacional de México, 1997). Investigadora Titular del Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos (CEAC) y Profesora Titular de la Universidad de Cienfuegos (UCF), Cuba. Coordinadora Académica de la Maestría en Manejo Integrado de Zonas Costeras de la UCF. Coordinadora General de la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Áreas Costeras (GESTCON) del Programa CYTED. Investigadora con amplia experiencia en la gestión de proyectos, organización y participación en eventos científicos nacionales e internacionales. Más de 30 artículos publicados y coordinadora y coautora de 7 libros. Presidente del Consejo Provincial de las Ciencias Sociales en Cienfuegos, Cuba. Actualmente Directora de Capacitación y Desarrollo Profesional del CEAC. Cristiano Wellington Noberto Ramalho: Graduação em Ciências Sociais (ênfase em Sociologia Rural) pela UFRPE (1999) , Mestre em Sociologia pela UFPE (2002) e Doutor em Ciências Sociais pela Universidade Estadual de Campinas, Unicamp (2007). Possuo experiência nas seguintes áreas do 253 conhecimento: Sociologia Rural, Sociologia da Pesca, Sócio-Antropologia Marítima, Sociologia do Trabalho e Teoria Social. No final de 2005, recebi o prêmio de melhor dissertação em Ciências Sociais do Projeto Capes/Procad, que envolveu UNICAMP, UFPE, UFRN e UFCG, sendo a pesquisa, em decorrência disso, publicada em livro, com o título: Ah, esse povo do mar!: um estudo sobre trabalho e pertencimento na pesca artesanal pernambucana. São Paulo, Editora Polis; Campinas, Ceres/Unicamp, 2006. Atualmente sou pesquisador da Fundação Joaquim Nabuco (Fundaj), na qualidade de bolsista Recém-Doutor DCR - Facepe/CNPq. Recentemente fui aprovado em 2 concursos - ambos em primeiro lugar - para professor adjunto (efetivo) em sociologia para a Universidade Federal de Campina Grande (UFCG) e a Universidade Federal de Sergipe (UFS), esperando ser chamado para assumir a vaga. Deybis Carrasquilla: Antropologo colombiano. Investigador de la Oraloteca de la Universidad del Magdalena. Candidato a Magister en estudiso del Caribe. Universidad Nacional de Colombia. Sede San Andrés. Elisa Pacheco: Ingeniera chilena. Investigadora y profesora de la Universidad dArturo Prtt de Chile. Fabio Silva Vallejo: Antropólogo colombiano de la Universidad Nacional de Colombia. Filólogo, especialista en literatura, Universidad INCCA de Colombia. Candidato a Magíster en estudios del Caribe. Universidad Nacional de Colombia. Sede San Andrés. Coordinador del proyecto de creación del Programa de Antropología. Universidad del Magdalena 1999-2000 (Único en la costa caribe colombiana). Director y profesor del mismo por siete años (segundo semestre del 2000 hasta el segundo semestre del 2007). Director del grupo de investigación Grupo de Investigación Oralidad, Narrativas Audiovisuales y Culturas Tradicionales del Caribe Colombiano (Colciencias, C) y del proyecto Oraloteca del Caribe. Par de Colciencias. Se ha especializado en estudios de la tradición oral y la cultura popular en la costa atlántica colombiana. Coordinador para Colombia de la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Áreas Costeras GESTCON. Financiada por el CYTEC. Ha sido editor, autor de libros y varios artículos, entre los que se destacan Las Voces del Tiempo, Editorial Arango Editores. Mitos y Leyendas de Colombia. Editorial Panamericana. Mitos y 254 leyendas del Mundo. Editorial Panamericana. Coautor en el libros Respirando el Caribe II “Balance de la Antropología en el Caribe Colombiano” Observatorio del Caribe. 2005. Cartagena. Editor de la revista Jangwa Pana, del programa de antropología de la Universidad del Magdalena. Editor y coautor del libro “Pensando la Región. Etnografías propias para la construcción de un discurso regional” Universidad del Magdalena. 2007. Director y Editor de la Revista Oraloteca. Editor y coautor del libro: Los mil y un Caribe: 16 textos para su (des) entendimiento. Universidad del Magdalena. 2009. Escritor de libros para niños y jóvenes con Panamericana Editorial: Yo y mi Mundo, Cuentos para leer antes de dormir. Mitos griegos adaptados para niños. Francisco Becerra Lois: Economista cubano. Graduado de Licenciatura en Economía de la Universidad de La Habana (1984). Master en Economía y Desarrollo (1998) de las Universidades de Oviedo, España y Central de Las Villas, Cuba. Desarrolló su tesis de Doctorado por la Universidad de Camaguey sobre la “Evolución del desarrollo socio-económico a escala territorial: el caso de la provincia Cienfuegos”, la cual fue defendida en la Universidad de La Habana y aprobada por unanimidad. Tiene 23 años de experiencia en la educación superior. Ha impartido docencia y ha participado en la formulación de proyectos de investigación en Universidades de varios países: ESPOL, Ecuador; Universidades de Valladolid y Vigo, España; Universidad de Guadalajara, México; UNITEC, Honduras y en la Universidad de Cape Breton y el Colegio de St. Andrews en Canadá. Durante cinco años fue Coordinador por la parte cubana del Programa de Negocios Internacionales para América Latina (Internacional Business Program Latim Americam Studies) en colaboración con New Brunswick Community College, de St. Andrews, Canadá. Ha publicado 25 trabajos relacionados con las principales temáticas que investiga, destacándose entre ellas: publicaciones en la revistas Economía, Sociedad y Territorio, de México, así como Economía y Desarrollo y Centroazúcar, de Cuba; el libro “Negocios en Español: Aspectos esenciales para la elaboración de un plan de negocios”- ISBN: 959-257-001-9, en cooperación con NBC St. Andrews, Canadá; Griselda Sessa: Biologa Argentina. Coordinadora del Área Educación Ambiental del Proyecto ARG/02/G31 GEF-PNUD. Desde el año 2005 se desempeña como coordinadora del Área de Educación Ambiental para el Proyecto Consolidación e Implementación del Plan de Manejo de la Zona Costera 255 Patagónica para la Conservación de la Biodiversidad (ARG/02/G31 GEF/ PNUD). Es Coordinadora Nacional por Argentina de la “Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Áreas Costeras” (GESTCON) del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo – CYTED. Es miembro de la Comisión de Educación y Comunicación (CEC) de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). Gelda Lhamas-Coelho. Investigajdora brasileña investigadora invitada del grupo de la Universidad Federal Rural de Pernambuco, Brasil Ileanis Mena Fernández: Investigadora cubana. Licenciada en Filosofía (Universidad de La Habana, 2000), Master en desarrollo Local, (Universidad de Cienfuegos, 2006). Participó en los proyectos de investigación, Gente de Costa y en el Proyecto Gestión Universitaria del Conocimiento del programa ramal del MES. Investiga, publica y participa en eventos nacionales e internacionales sobre desarrollo local comunitario. Es profesora Asistente del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Cienfuegos. Ha cursado el diplomado en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología y es miembro del equipo cubano de GETSCON. Jacques Ribemboim: Economista brasileño. Mestre em Economia Ambiental (University College London, 1994) e Doutor em Economia (UFPE, 2000). Professor Adjunto da UFRPE. Tem experiência profissional em Economia, Engenharia Mecânica e Engenharia de Petróleo e Gás, atuando principalmente nos seguintes temas: Região Nordeste; Economia da Energia Renovável, População e Desenvolvimento, Economia Ambiental, Meio Ambiente Urbano, Desenvolvimento Rural, Economia da Pesca e Teoria do Comércio Exterior. É presidente da “Civitate - Recuperando Espaços Urbanos”, ONG voltada à melhoria da qualidade ambiental urbana. Jacqueline Salas: Investigadora Chilena José Ferreira Irmão: O economista brasileiro. Universidade Federal Rural de Pernambuco, Departamento de Letras e Ciências Humanas, Area Economia Rural. Rua Dom Monoel de Medeiros. Doutorado em Economia. University College London, UCL, Inglaterra. Mestrado em Economia. Yale University, YU, Estados Unidos. 256 Jose María Musmeci: Ecologista argentino. Vicepresidente de la Fundación Patagonia Natural. Coordinador General del Proyecto “Consolidación e Implementación del Plan de Manejo de la Zona Costera Patagónica Se desempeñó como Guardafauna en la Península de Valdés durante la década del 80. Desde 1989 como miembro fundador de la FPN desarrolla una intensa actividad ambientalista en la Región Patagónica. Participó en Congresos nacionales e internacionales. Ha publicado diferentes informes técnicos referidos a la costa patagónica en la serie Informes Técnicos de la FPN. Tiene una especialidad en Manejo Integrado Costero del CRC de la Univ. de Rodhe Island. Tiene una amplia participación en Congresos Nacionales e Internacionales. Es integrante de la Red Latinoamericana de Manejadores Costeros Ecocostas. Es integrante de la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Áreas Costeras” (GESTCON) del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo – CYTED. Ocupó la Dirección y/o Coordinación Nacional de Proyectos Internacionales en reiteradas ocasiones. Ocupó el cargo de Subsecretario de Política Ambiental en la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable hasta Enero de 2009. Actual Coordinador del Comité Argentino de la UICN. Juan Martín de la Reta: Biologo Argentino. Investigador de la Fundacion Patagonia Natural Juana María Brito Delgado: Investigadora y profesora cubana. Licenciada en Educación en la especialidad Física por la Universidad Central de las Villas, Master en Ciencia Tecnología Sociedad por la Universidad de La Habana , cuenta con una experiencia de 35 años en el ejercicio de la docencia del nivel medio superior y superior en la provincia de Cienfuegos, Cuba. En la actualidad se desempeña como asesora de la Rectoría de la Universidad de Cienfuegos para la atención del acceso a la Educación Superior, labor que alterna con la impartición de docencia e investigación en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas. Posee diferentes trabajos que abordan la orientación profesional del nivel preuniversitario así como temático relacionado con la Educación CTS. Es autora de diferentes artículos publicados dentro y fuera de Cuba. Participante en un número significativo de eventos nacionales e internacionales donde se destacan los Congresos de Universidades auspiciados por el Ministerio de Educación Superior de Cuba, ha sido invitada a encuentros y jornadas de capacitación en diferentes países. Pertenece 257 al Grupo Coordinador de la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Areas Costeras y participa a su vez como miembro de la Red Iberoamericana de Gestión Educativa que auspicia AECID. Lisbel Fumero Roldán: Profesora cubana. Lic.Estudios socioculturales. 2004. Profesora asistente de la carrera ESC de la UCF. Se dedica en la educación de pregrado a la impartición de varias asignaturas entre las que se encuentran la Metodología de la investigación sociocultural y la intervención sociocultural. En la actualidad cursa la maestría en Sociología de la UH. Desde el año 2001 desarrolla estudios comunitarios sobre las configuraciones socioculturales de los sistemas socioproductivos en la franja costera y zonas montañosas de la región central de Cuba, específicamente sobre los saberes tradicionales. Tiene publicado varios artículos relacionados con las temáticas investigadas en memorias de eventos y monografías. Marco Álvarez Gálvez. Especialista en pesca ecuatoriano. Posee 30 años de experiencia en el área de Acuicultura y Pesca tanto en el sector público, privado y universitario. Realizo como asesor, consultor y director de proyectos en la FAO en Mozambique, África, UNDP/FAO (México y Cuba), AID y BID (Ecuador) en los últimos 20 años. A nivel nacional se ha desarrollado como facilitador de agendas de trabajo como la Agenda Nacional del sector pesquero artesanal (febrero /2007) presentada al Sr Presidente de la Republica. El sector obtuvo 50 millones de dólares como ayuda para la construcción de facilidades pesqueras en el territorio nacional.. Profesor en la Universidad de Guayaquil (1975- 1988) y en la Espol desde 1981 hasta la actualidad. Ejerce en la Espol, la dirección de la Escuela de Biología y coordina la materia básica de Biología para ingenierías para 1200 estudiantes en cada año lectivo. La Espol esta considerada entre las 50 mejores universidades de Latinoamérica. Ha sido profesor visitante de las Universidades de Patricio Mondlane en Mozambique y Universidad de Camaguey- Cuba. Ha dictado conferencias en la Universidad Simón Bolívar en Venezuela, La UCA en Nicaragua y UNAM de México. Posee 3 títulos de especialista: en Pesca (680 curso de primer instructor pesquero en EP/ Manta/ Tuna Comissión, EEUU en programa de colaboración internacional, (1975) y en Acuicultura Universidad Auburn EEUU, ATP/81 (620 horas). Hawai University .Shrimp Hatcheries. Aquamorient Inc., 1985 (60 horas). Titulo de cuarto nivel de Master sobre Evaluación 258 de Impactos Ambientales en la Universidad de Málaga-España. Actualmente es candidato a Ph.D en biología animal. Algunas de sus publicaciones son: “Manual para las buenas practicas en camaroneras”. FIMCM-ESPOL. 80pp (en prensa) “Pautas preliminares para la propuesta técnico económica en el rediseño de políticas y el futuro desarrollo del centro nacional de investigación en ciencias, tecnología, sociedad e innovación (cts+i).“Programa piloto para el desarrollo de la maricultura en la costa ecuatoriana” (EspolmarECU-001). María Cecilia Godoy Ampuero: Ecologista chilena. Máster en Ciencias, Mención Ecología, Universidad Austral de Chile, 1986. Se ha desempeñado en Chile por más de 20 años como asesor de organizaciones de pescadores artesanales y organismos públicos (Instituto de Fomento Pesquero) y empresas privadas, en temas de manejo de recursos marinos, desarrollo local y medio ambiente. Ha participado como profesor part time en universidades regionales en temas de acuicultura, ecología y medio ambiente. Es coordinadora regional del Proyecto GEF - PNUD - Conama ¨ Conservación de la biodiversidad a lo largo de la costa de Chile¨ y que tiene como objetivo impulsar una Red de Áreas Marinas y Costera Protegidas en Chile, promoviendo el desarrollo local. Es coordinadora nacional de redes internacionales como la Red Iberoamericana de Gestión del Conocimiento Tradicional en Cuencas Hidrográficas y Areas Costeras (RED GESTCON). Es investigador asociado de la Universidad Arturo Prat y evaluador de fondos nacionales como FONDEF, FIP y Fondo de Fomento para la Pesca Artesanal. Es mamá de dos bellas niñas de 10 y 12 años. María Cecilia Reeves: Biologa argentina. Investigadora de la Fundacion Patagonia Natural. María Elena Castellanos González: Graduada en Licenciatura en Química, en la Universidad de La Habana, Cuba, en 1980. Master en Manejo Marino en la Universidad DALHOUSIE, Canadá en el 2000 y Master en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología, en la Universidad de Cienfuegos (2002), Cuba. Profesora auxiliar e investigadora auxiliar en temas ambientales y sociales. Ha participado en más de 50 eventos de carácter provincial, nacional e internacional, ha publicado más de 15 artículos en revistas de reconocido prestigio y ha sido coautora de 3 libros. Es miembro del Comité Académico 259 de la Maestría de Manejo Integrado de Zonas Costeras. Ha fungido como tutora de múltiples tesis de maestría, y trabajos de diplomas, así como oponente o miembro de tribunal de estos ejercicios académicos. Marianela Morales Calatayud: Filosofa y ecologista cubana. Licenciada en Filosofía. Universidad de La Habana. 1982. Máster en Ciencia, Tecnología y sociedad. Universidad de La Habana. 2001. Doctora en Ciencias Filosóficas. Universidad de La Habana. 2001. Profesora Titular del Centro de Estudios Socioculturales de la Universidad de Cienfuegos. Tiene una amplia experiencia de trabajo en el postgrado en programas curriculares de doctorado y maestrías relacionadas a las interpresatciones sociales de la ciencia y la tecnología, los aspectos ambientales del desarrollo social y tecnocientífico y los problemas de la gestión del conocimiento. Es miembro de varios grupos de expertos y de los comités académicos de varios programas de maestría y doctorado. Es coordinadora Cátedra Ciencia-Tecnología-Sociedad e Innovación (CTS+I), de su Programa de Maestría homónimo en la Universidad de Cienfuegos.Ha trabajado como profesora invitada de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y en universidades de México, España, Suecia, Dinamarca y Noruega En la investigación ha desarrollado trabajos sobre el estudio del pensamiento filosófico y sociológico cubano, la caracterización tecnológica de la región de Cienfuegos, los estudios de género, de desarrollo local, la actividad científico- tecnológica, y el manejo ambiental y cultural de áreas costeras. Tiene publicados varios artículos en revistas especializadas y libros sobre sus áreas temáticas de investigación. Nereyda Moya Padilla: Filosofa y ecologista cubana. Dra. en Ciencias Filosóficas, (Universidad de La Habana, 2002), Master en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología, (Universidad de La Habana, 2001). Profesora Titular del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Cienfuegos. Coordinadora Nacional por Cuba de la Red Iberoamericana GESTCON. Coordinadora de la Maestría en Estudios Históricos y de Antropología Sociocultural Cubana. Dirige proyectos de investigación en el programa ramal del MES y en Proyecto del CITMA. Participa en eventos internacionales. Publica más de 25 artículos en revistas nacionales e internacionales. Participó en la confección de libros (4) en calidad de autor y coautor. Integra el Consejo Asesor Internacional de la Revista “Ciencia y Sociedad”, de Santo Domingo. 260 Pedro Bezerra de Carvalho Neto: Engenheiro brasileiro. Graduado em Engenharia Elétrica pela Universidade Federal de Pernambuco, especialização em Engenharia de Sistemas Elétricos pela Universidade Federal de Itajubá. Engenheiro da Companhia Hidro Elétrica do São Francisco há mais de 30 anos, atualmente é Gerente do Departamento de Tecnologia e Desenvolvimento de Alternativas de Geração– DTG. Coordenador Internacional do Grupo de Trabalho de Energias Renováveis na Área de Geração & Transmissão da Comissão de Integração Regional, CIER. Há mais de 20 anos atua na área de fontes alternativas de energia, atuando, entre outras atuações, como: Coordenador do Comitê Gestor Estadual do Programa Luz Para Todos, no Estado do Rio Grande do Norte (2004-2007), Coordenador Nacional de Energias Renováveis e do Programa de Desenvolvimento Energético de Estados e Municípios – PRODEEM, no Ministério de Minas e Energia (2000-2001), Coordenador do Centro de Referência para Energia Solar e Eólica Sérgio de Salvo Brito - Cresesb – no Centro de Pesquisa em Energia Elétrica da Eletrobrás – Cepel, no RJ (1997/1998), Pesquisador visitante do Instituto Alemão de Sistemas de Energias Renováveis, ISET, Kassel, Alemanha, com enfoque em tecnologia fotovoltaica, heliotérmica e eólica (1991-1993), coordenador do Programa de Pesquisa de Energias Renováveis: Projeto de sistema híbrido para a ilha de Fernando de Noronha na Cooperação Brasil/Alemanha (1989/1991). Rossana Galvagni: Biologa y profesora argentina. Investigadora de la Fundacion Patagonia Natural. Yenisei Machado Trelles: Investigadora cubana. Licenciada en Estudios Socioculturales (2006), profesora del departamento de Ciencias sociales de la Universidad de Cienfuegos. Ha participado en eventos nacionales e internacionales. Es miembro del Grupo de Estudios de Cultura Científico - Tecnológica (GECITEC) y de la Cátedra CTS+I en la Universidad de Cienfuegos, enmarcada en el Programa de Ciencias que desarrolla la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Ha cursado el Diplomado en Sociedad Cubana (CIPS) y el diplomado Ciencia, Tecnología y Sociedad (Universidad de Cienfuegos), actualmente cursa la Maestría en Sociología de la Universidad de la Habana. Yoandra Olivert Fernández: Investidora cubana. Profesora e investigadora de la Universidad de Cien fuegos. 261 Yuderkis Padilla Reyes: Investidora cubana. Profesora e investigadora de la Universidad de Cien fuegos. Yudy Águila Cudeiro: Economista cubana. Master en Desarrollo Local, (Universidad de Cienfuegos, 2006, Licenciada en Economía,(Universidad de Cienfuegos 2003.Profesora Asistente del Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanística en la Universidad de Cienfuegos. Miembro de la Red Iberoamericana GESTCON. Participa en eventos internacionales y nacionales. Ha participado en la elaboración de libros y monografías en calidad de autora y coautora. El tema que investiga es el desarrollo a escala local y regional. Cursa el doctorado curricular en Ciencias Económicas de la Universidad de La Habana. 262