Nuestra Revista del Memorial de América Latina N°41 - Año 2011 | 2º trimestre - R$8,00 LA ArquiteCtura ES La obra prima dEL museO Nacional de BelLas Artes dE Chile EL poder dE Las muJeres presidentes EN LATINOamÉrica Marta La “fIera” dEL fÚtbol femEnino EL desafÍo dE La economÍa En EL continente tranquilo DE La vida niemeyer A LOS 103 aÑos EL Coronel Fawcett EL Indiana Jones dEL AmazOnaS meDio ambiente UN debate contInuo FOTO: arquivo memorial Nuestra Revista del Memorial de América Latina N°41 - Año 2011 | 2º trimestre - R$8,00 Número 41 ISSN 0103-6777 EDITORIAL Fernando Leça AVENTURA Malcolm Forest HOMENAJE 04 06 12 Ana Candida Vespucci CULTURA 17 Renata M. Almeida Martins MIRADA Andre Lessa Nelson Antoine ARTE Milan Ivelic ECONOMíA Rubens Barbosa GOBERNADOR GERALDO ALCKIMIN SECRETARIO DE CULTURA ANDREA MATARAZZO FUNDAÇÃO MEMORIAL DE AMÉRICA LATINA CONSEJO CURADOR PRESIDENTE ALMINO MONTEIRO ÁLVARES AFFONSO SECRETARIO DE DESAROLLO GUILHERME AFIF DOMINGOS RECTOR DE LA USP – UNIVERSIDAD DE SÃO PAULO JOãO GRANDINO RODAS RECTOR DE LA UNICAMP – UNIVERSIDAD DE CAMPINAS FERNANDO FERREIRA COSTA RECTOR DE LA UNESP – UNIVERSIDAD ESTADUAL DE SÃO PAULO (actuante) JÚLIO CEZAR DURIGAN PRESIDENTE DE LA FAPESP CELSO LAFER JOSÉ VICENTE JORGE CALDEIRA DIRECTORIA EJECUTIVA DIRECTOR PRESIDENTE FERNANDO LEÇA DIRECTOR DEL CENTRO BRASILEÑO DE ESTUDIOS DE AMÉRICA LATINA ADOLPHO JOSÉ MELFI DIRECTOR DE ACTIVIDADES CULTURALES FERNANDO CALVOZO DIRECTOR ADMINISTRATIVO Y FINANCIERO SÉRGIO JACOMINI JEFE DE GABINETE JOSÉ OSVALDO CIDIN VÁLIO DIRECTOR PRESIDENTE MARCOS ANTONIO MONTEIRO DIRECTOR INDUSTRIAL TEIJI TOMIOKA DIRECTOR FINANCIERO MARIA FELISA MORENO GALLEGO DIRECTOR DE GESTIÓN DE NEGOCIOS JOSÉ ALEXANDRE PEREIRA DE ARAÚJO REVISTA NUESTRA AMÉRICA CIENCIAS 28 34 39 Ricardo Hernán Medrano Lilia Inés Z. de Medrano DIRECTOR FERNANDO LEÇA EDITORA EJECUTIVA / DIRECCIÓN DE ARTE LEONOR AMARANTE POLÍTICA COLABORACIÓN DE EDICIÓN ANA CANDIDA VESPUCCI Fernando Leça LECTURA FINAL (PRACTICANTE) ADRIANO TAKESHI MIYASATO LITERATURA ASISTENTE DE REDACCIÓN MÁRCIA FERRAZ 44 48 Pedro Meira Monteiro DISEÑO GRÁFICO (PRACTICANTE) FELIPE DE PAULA LOPES LANZAMIENTO DISEÑO GRÁFICO CHÁ COM NOZES PROPAGANDA/ JULIANA CARNIELLI E ALICE CORBETT Reynaldo Damazio ARQUEOLOGíA TRADUCCIÓN CHÁ COM NOZES PROPAGANDA REVISIÓN CHÁ COM NOZES PROPAGANDA/ ADEMAR LOPES JUNIOR COLABORARON EN ESTE NÚMERO Malcolm Forest, Ana Candida Vespucci, Renata Maria de Almeida Martins, Milan Ivelic, Rubens Barbosa, Ricardo Hernán Medrano, Lilia Inés Zanotti de Medrano, Fernando Leça, Pedro Meira Monteiro, Reynaldo Damazio, Denis Vialou, Agueda Vilhena Vialou, José Goldemberg, Andre Lessa e Nelson Antoine. CONSEJO EDITORIAL Aníbal Quijano, Carlos Guilherme Mota, Celso Lafer, Davi Arrigucci Jr., Eduardo Galeano, Luis Alberto Romero, Luis Felipe Alencastro, Luis Fernando Ayerbe, Luiz Gonzaga Belluzzo, Oscar Niemeyer, Renée Zicman, Ricardo Medrano, Roberto Retamar, Roberto Romano, Rubens Barbosa, Ulpiano Bezerra de Menezes. NUESTRA AMÉRICA es una publicación trimestral de la Fundacion Memorial de América Latina. Redação: Avenida Auro Soares de Moura Andrade, 664 CEP: 01156-001. São Paulo, Brasil. Tel.: (11) 3823-4669. FAX: (11)3823-4604. Internet: http://www.memorial.sp.gov.br Email: [email protected]. 50 52 Denis Vialou Agueda Vilhena Vialou MEDIO AMBIENTE José Goldemberg CORTAS Da Redação AGENDA Da Redação POESíA Rigoberta Menchú Los textos son de total responsabilidad de los autores, no reflejan el pensamiento de la revista. Se prohíbe expresamente la reproducción del contenido de la revista por cualquier medio. SECRETARIA DE RELAÇÕES INSTITUCIONAIS 22 GOVERNO DO ESTADO DE SÃO PAULO 3 58 62 64 66 Un nuevo año y una nueva década empiezan. El Memorial completa sus 22 años (el 18 de marzo) como un protagonista consolidado en el escenario de una América Latina que aumenta su integración, favorecida por un desarrollo económico constante y una madurez política y democrática que nos motivan cada vez más. La Revista Nuestra América, naturalmente, refleja dicho panorama. Sigue un resumen del contenido de este número. 4 ¿Qué le sucedió al coronel Fawcett? El explorador desapareció en 1925 cuando buscaba el “Eldorado” en la selva amazónica, junto con el hijo y un amigo. Se realizaron diversos intentos sin éxito para encontrarlo. El bisnieto del coronel Fawcett, el brasileño Malcolm Forest, rescata esta leyenda que recorrió el mundo y que ya llegó a las pantallas de los cines, con el actor Brad Pitt en el papel del coronel Fawcett. Un otro mis- terio: ¿cómo un profesional a los 103 años aún puede crear algo que encante al mundo? Pues Oscar Niemeyer continúa teniendo su tablero de diseño repleto de proyectos para el Brasil y el extranjero. Y como si fuera poco, él aún encontró tiempo para componer una “sambinha”. El libro Tintas da Terra, Tintas do Reino son dos volúmenes de tesis que abordan cuestiones relativas a la práctica del arte popular en todo Brasil, objeto de reflexión de Renata Maria de Almeida Martins, de la Universidad de São Paulo, que ofrece un resumen breve de su extensa investigación. Otra modalidad de “arte” brasileño, que tanto ha encantado al mundo en la actualidad, el fútbol femenino, ha llegado al nivel internacional más alto, con la jugadora Marta que ha sido elegida, por quinta vez, la mejor del mundo. En las páginas de Nossa América, se presentan algunos momentos extraordinarios de esta muchacha que hace coreografías con la pelota en los pies. El Museo Nacional de Bellas Artes de Chile es uno de los ejemplos arquitectónicos clásicos que enriquecen a la cultura latinoamericana. Su director, Milan Ivelic, recuerda la saga de la fundación de la institución y sus diversas sedes. Junto al vigor artístico incontestable, está el actual vigor económico de la región y el desafío para garantizar una posición en una economía globalizada, cuyos aspectos son tema de reflexión de Rubens Barbosa. Por otro lado, la América Latina también guarda buenas sorpresas: una de ellas es el eficiente Instituto Balseiro de Bariloche, un centro de estudios de física, objeto de interés de Ricardo Medrano, que traza un panel de los orígenes de la institución y discurre sobre las dificultades para mantenerla. De nuevo la mujer, que cada vez más ha alcanzado nuevos niveles en la política mundial. Latinoamérica es testigo de dichas conquistas, al tener en el poder a la presidente brasileña Dilma Roussef, la argentina Cristina Kirchner y la costarriqueña Laura Chinchilla. El profesor de literatura latinoamericana de la Universidad de Princeton (EE.UU.), Pedro Meira Monteiro, analiza algunos autores relevantes que contribuyeron para el reconocimiento de la producción literaria latinoamericana y señala a los más jóvenes talentos del área. Los primordios de esta América Latina, hoy tan activa, es el aparecimiento del Hombre en la región, así como también su evolución y su cultura, son los asuntos de los científicos franceses Denis y Agda Vialou, que cuentan con amplia experiencia en Brasil debido a sus estudios arqueológicos. El medio ambiente continúa siendo un tema actual. La deforestación, tema en que, según las investigaciones, Brasil no ha tenido resultados tan malos, la disminución de la emisión de otros gases contaminantes, con metas y plazos que no siempre se cumplen, en fin, un abanico de medidas necesarias continúa en debate permanente. El estado actual de este asunto en América Latina, después de las resoluciones de Cancún, es el tema desarrollado por el físico José Goldemberg, uno de los más destacados estudiosos del tema. Y, como siempre, la poesía tiene un espacio reservado en Nuestra América; en esta edición se publica a Rigoberta Menchú, escritora guatemalteca, de origen indígena y ganadora del premio Nobel de la Paz de 1992. ¡Buena Lectura! Fernando Leça es presidente de la Fundação Memorial da América Latina. 5 AVENTURA EN busca dE La ciUdad perdida Malcolm Forest E n el primer cuarto del siglo XX, antes del uso generalizado de la aviación comercial y militar, las lejanas selvas de la Cuenca Amazónica aún eran casi completamente desconocidas para el hombre civilizado. Aunque gran parte del Brasil ya hubiese sido explorado y, hasta cierto punto, poblado, en el Amazonas y en el norte de Mato Grosso, la naturaleza verde aún dormía en su esplendor primitivo. En ausencia de un conocimiento científico, la leyenda acechaba en cada curva del veloz río, encima de una u otra sierra que quebraba la monotonía del Infierno Verde. Corrían leyendas verdaderamente extrañas – antiguas torres de piedra donde habían luces que nunca se apagaban; bárbaros indios blancos de ojos azules y cabelleras rubias, llamados Murciélagos, que durante el día vivían en cavernas, porque la claridad del sol los dejaba ciegos y, 6 7 FOTO: arquivo malcolm forest capaces de ver en la oscuridad, hacían incursiones nocturnas, atacando a las tribus vecinas mientras dormían. Ni era menos extraña la leyenda de una fabulosa Ciudad Perdida, construida en estilo grecorromano, semienterrada en los sedimentos acumulados durante siglos o milenios que, entre tanto, aún se veía centellante como plata bajo el intenso sol del Brasil. Una tierra así tenía que atraer exploradores. Fue por eso que en 1920, y de nuevo en el 1925, el teniente coronel, dado de baja de la artillería británica, Percy Harrison Fawcett, salió a buscar la Ciudad Perdida, las torres y los Murciélagos. Distinguido con la medalla de servicios notables por su actuación en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial y miembro de la Real Sociedad Geográfica de Londres, Fawcett participó en acciones en Malta, norte de África, Hong Kong y Ceilán. Topógrafo y explorador competente, cultivaba un profundo interés por la arqueología y el misticismo. Estuvo en América del Sur por primera vez en el 1906, para cartografiar la frontera de Brasil con Bolivia, viaje al que se siguieron otros siete por la región como topógrafo y explorador. Al pasar por Río de Janeiro, leyó en la Biblioteca Nacional, por primera vez, sobre la Ciudad Perdida. Existe una descripción de lo anterior en un curioso documento, catalogado bajo el número 512, visto por el autor de este artículo y actualmente guardado en la sección de libros raros. Con sus páginas desgastadas por el tiempo, habría sido escrito, según se afirma, por los miembros de una expedición en 1753. La expedición se habría topado con la misteriosa ciudad por casualidad, cuando buscaba las legendarias minas de plata de Muribeca. Al final, el documento nº 512 reproduce una parte de las inscripciones encontradas en la ciudad, que dejaron a Fawcett pasmado al ver que eran idén- 8 ticas a unas inscripciones no descifradas ¡que había encontrado en Ceilán muchos años antes! Entonces, se sintió impulsado a buscar la legendaria ciudad. La ocasión era propicia; en 1911, Hiram Bingham había descubierto Machu Picchu. Apenas algunas décadas antes, Edward Thompson había descubierto el Pozo Sagrado de Yucatán. Dichos descubrimientos dieron un nuevo aliento a la tesis de que las culturas precolombinas eran meros remanentes de una civilización aún más grande, la de la Atlántida, el continente perdido. Además, los geólogos creían entonces que las planicies centrales brasileñas era el continente más antiguo del mundo, mientras que los demás todavía estaban cubiertos por agua. Lo anterior llevó a que Fawcett escribiera en su diario: “El vínculo entre la Atlántida y partes de Brasil no debe menospreciarse: aceptarlo – con o sin corroboración científica – permite explicar muchos problemas que de otra forma serían misterios sin solución”. Su sueño dorado era el de todo arqueólogo del siglo XIX: descubrir no sólo una ciudad perdida, sino que una civilización entera. En otra parte él había escrito sobre la tradición chilena de la Ciudad de los Césares, lugar alrededor del cual se decía que FOTO: arquivo malcolm forest había un poder mágico que lo volvía visible sólo a unos pocos elegidos e iniciados. En 1920, al penetrar hacia el interior por el litoral bahiano, el coronel Fawcett salió en busca de las misteriosas ruinas. Durante dicha expedición avanzó hasta el norte de Mato Grosso, local donde, según sus coordenadas geográficas (hoy algunos creen que él las falsificó para que nadie lo pudiera seguir), su caballo murió. Al local lo llamó Campamento del Caballo Muerto. Durante dicho trayecto, el explorador británico escuchó más historias de ciudades abandonadas en el interior, lo que aguzó aún más su empeño. A fines del 1924, después de conseguir recursos financieros, Fawcett organizó su valerosa y última expedición. Aunque estuviese con 58 años, tenía una confianza juvenil de que al final conseguiría el objetivo. El grupo expedicionario estaba compuesto apenas por él, su hijo más viejo, Jack y el amigo de éste, Raleigh Rimell, ambos jóvenes. Llegaron a Cuiabá, capital de Mato Grosso, el 4 de marzo de 1925. Allí Fawcett confidenció a un amigo, Eufrásio Cunha, que tenía un mapa cuya ruta secreta lo conduciría a una ciudad ciclópea de la perdida Atlántida. Partiendo de Cuiabá el 20 de abril, inició la jornada en dirección noroeste. De acuerdo con algunas noticias, los Murciélagos habitaban esa región, próxima a la naciente del río Arinos, al este del poblado de Diamantino. Si realmente vivían allí, Fawcett no lo mencionó en sus despachos. La próxima noticia sobre la expedición es la de que había llegado, el 15 de mayo, a un pequeño puesto avanzado del ejército brasileño, llamado puesto Bacairy. En carta escrita en Bacairy, Fawcett revela que estaba preocupado, sin saber si Rimell sería capaz de continuar el viaje, visto que estaba con el pié muy hinchado por causa de las picadas de los garrapatos y otros insectos. A pesar de eso, partieron de Bacairy el 20 de mayo, con rumbo norte. Entonces llegó su última noticia auténtica, con fecha de 20 de mayo de 1925, del Campamento del Caballo Muerto. La carta la trajeron a Cuiabá los cargadores de Fawcett, despachados porque él no quería que nadie lo acompañase en un “territorio absolutamente inexplorado”. En esa última carta, él se quejaba de las asperezas de la jornada y decía que esperaba encontrar indios y la gran catarata dentro de diez días. Lo restante es silencio. 9 Desde entonces, nunca más hubo cualquier comunicación auténtica de Fawcett, ni cualquier noticia fidedigna de que hubiera sido visto, vivo o muerto. Él le había dicho a Brian, su hijo más joven, y al cónsul alemán en Cuiabá, que probablemente volvería sólo en 1927. Así, aunque 40 millones de lectores de periódicos en todo el mundo estuvieran acompañando su reportaje, nadie se preocupó demasiado con el hecho de que lo que faltaba de 1925 y hasta todo el 1926 terminaran sin que se recibiera ninguna otra noticia de él. Sin embargo, a inicios de 1927 sus amigos y familiares empezaron a preocuparse seriamente. ¿Estaría muerto? ¿Habría encontrado aquella antigua civilización, quedándose allí? ¿Habría caído prisionero de los indios? O, habiendo fracasado y con vergüenza de admitirlo, ¿habría vuelto obscuramente y de incógnito a la civilización? Aunque fuese improbable que Fawcett aún estuviese vivo, una expedición de socorro fue patrocinada por la North American Newspaper Alliance a fines de 1927. Era comandada por un explorador norteamericano, el capitán de fragata George Miller Dyott. Dyott luego llegó a la conclusión de que el Campamento del Caballo Muerto no podía estar situado en las coordenadas citadas por Fawcett, sino que más al sur, cerca del Río Batovi y relativamente próximo al puesto Bacairy. Habría sido físicamente imposible recorrer por tierra, en tan sólo nueve días, la distancia entre Bacairy y el local del Campamento del Caballo Muerto, además, con la pierna enferma de Rimell, el viaje habría durado mucho más tiempo. Por suerte, al haber encontrado un indio bacairy, que había sido uno de los últimos guías de Fawcett, la comitiva de Dyott finalmente llegó a una aldea de los Kalapalos, a las márgenes del río Culuene (también escrito como Colue- 10 ne y Kuluene). Los indios dijeron que Fawcett y sus hombres habían estado allí tres años antes, siguiendo después hacia el este del Culuene. A camino de aquel campamento, Dyott encontrara un indiecito usando como collar una plaquita de latón grabada con el nombre del fabricante de los baúles de Fawcett y también un pequeño baúl de metal que, según se imaginó, perteneciera a Fawcett. Confiando que estaba a punto de encontrar a Fawcett, Dyott planeaba caminar cinco días hacia el este del Culuene. Sin embargo, se le habían acabado los regalos para los indios, lo que los enfureció. Sus provisiones se estaban acabando. Fue entonces que, rodeado por un número cada vez mayor de indios aparentemente hostiles, resolvió desistir de la búsqueda y escabullirse escondido. Dyott ya había enviado telegramas a la prensa, comunicando su conclusión de que los miembros de la expedición de Fawcett habían sido masacrados por indios hostiles en julio de 1925, a unos cinco días de distancia del Culuene. Su familia, no obstante, rechazó aceptar la conclusión de Dyott, alegando que el baúl y la placa de metal encontrados por él habían sido abandonados por la expedición de 1920 y no significaban necesariamente que Fawcett hubiese estado allí en 1925. En los años 30 las leyendas sobre Fawcett se multiplicaron. Casi todos los aventureros que avanzasen unas pocas leguas hacia el norte de Cuiabá volvían afirmando haber visto a Fawcett, muerto o vivo. Nada menos que 50 declaraciones diferentes fueron registradas en notaría, todas ellas dando información sobre el paradero del inglés. Un “garimpeiro” viera tres esqueletos en pie en una gruta y estaba convencido de que se trataba de los desaparecidos. Un cazador afirmaba que se había topado con el explorador vivo y que intentara persuadirlo a volver, pero él se recusaba a admitir el fracaso. están convencidos de que los tales Murciélagos son un simple mito. ¿Y la Ciudad Perdida? En el siglo XIX varias expediciones brasileñas no consiguieron encontrarla. Ya en el 1869 se creía que el documento nº 512 fuese pura ficción, obra de algún aventurero de imaginación fértil. ¿Qué fin habrá tenido Fawcett? Es probable que haya sido muerto por los indios Suya, Nafuqua o Kalapalo, en algún punto próximo al Culuene. Esa es, esencialmente, la conclusión de varias expediciones y parece ser la más lógica. Sin embargo, no hay pruebas conclusivas. Otra teoría es que el grupo sencillamente murió de hambre, sed y cansancio, por causa de su precario estado físico, referido por los Kalapalos y algunas personas que salieron a buscar a Fawcett. Después de intercambiar ideas con diversos geógrafos brasileños eminentes, yo me atrevería sugerir otra hipótesis. Los ríos de Mato Grosso son traicioneros. Las corrientes tienen una fuerza tremenda. Los saltos maltratan a las canoas virándolas fácilmente, incluso a las más sólidas. El más importante explorador de Mato Grosso, el mariscal Cândido Rondon, insistía que aquellos ríos eran uno de los mayores peligros de la región. Muchos “sertanistas” ya perecieron en sus aguas claras sin dejar señales. A pesar de todo, es bueno soñar. ¿Quién sabe si Fawcett, el iniciado, un Sir Gallahad moderno en busca de su propia versión del Santo Grial, no encontró justamente su Ciudad, invisible como la Ciudad de los Césares para todos los no iniciados? ¿Quién sabe si, en este o en otro mundo, no encontró la luz que nunca se apaga? Para nosotros, él dejó Mato Grosso y la historia para vivir en la leyenda. Malcolm Forest es historiador, compositor, director de teatro y autor, graduado en la Universidad de California. 11 FOTOs: arquivo malcolm forest Un sujeto lo “vió” en el río Tocantins, casado con cuatro indias y adorado como un dios. En 1930, un periodista norteamericano, Albert de Winton, se metió a buscar a Fawcett, pero desapareció en el agreste de Mato Grosso. Un cazador suizo llamado Stefan Rattin aseveró haber conversado con Fawcett, prisionero de indios, el 18 de octubre de 1931. En 1932, con dos compañeros, Rattin regresó para salvarlo, sin embargo los tres también desaparecieron sin dejar vestigios. En abril de 1951, el “sertanista” e indigenista brasileño, Orlando VillasBoas, en conversación con los Kalalos, obtuvo una “confesión” de su cacique, Izari, que habría matado a Fawcett y sus dos compañeros a mazazos y enterrado al explorador junto a una laguna cerca del Culuene. Condujo a Villas-Boas a una sepultura rasa donde realmente fueron encontrados restos humanos. Entonces se divulgó, por medio de la prensa mundial, que finalmente se habían encontrado los huesos de Fawcett, resolviéndose así el enigma. No obstante, los huesos fueron llevados a Inglaterra para ser comparados con el registro de las medidas de los tres y con las dentaduras extras que Fawcett había dejado. Nada se encajaba. Los peritos del Real Instituto Antropológico de Londres y del Museo Nacional de Río de Janeiro fueron unánimes al negar que los restos fuesen los de cualquier persona del grupo de Fawcett. En enero de 1952 hubo lo que se podría llamar la última de las expediciones formales de investigación. ¿Qué decir entonces de las leyendas? En octubre de 1973, una tribu de indios blancos, rubios y de ojos azules, fue descubierta cerca de Altamira, en las márgenes del río Igarapé Ipixuna, en Pará. Pero no son los famosos Murciélagos. No viven en grutas, tienen visión diurna y no hacen incursiones nocturnas. Hoy en día, los más eminentes peritos en asuntos indígenas brasileños Arriba, el Coronel Fawcett, un año antes de desaparecer. En la siguiente, escenas de la expedición y foto de su hijo Jack Fawcett, también dado como muerto. HOMENAJE VIda Tranquilo DE La FOTO: divulgaCIÓN Ana Candida Vespucci O scar Niemeyer es un fenómeno! A fin de cuentas ¿quién llega a los 103 años con la mesa de trabajo repleta de proyectos solicitados por países de los cuatro cantos del mundo? Solo él mismo, que no sosiega ni hospitalizado. Con una energía que contradice la edad, diariamente se desplaza desde el barrio de Ipanema, donde vive, hacia su oficina en Copacabana. Durante las reuniones con su equipo, evita usar la silla de ruedas reservada para situaciones de mucho esfuerzo. En el ambiente de trabajo él aún encuentra tiempo para leer, estudiar y editar la revista Nosso Caminho, dedicada a la arquitectura y a la cultura. Sus 103 años fueron celebrados el día 15 de diciembre, con fiesta e inauguraciones, entre ellas la de la sede de la Fundación Niemeyer, en Niterói, estado de Río de Janeiro. 13 FOTOs: divulgaCIÓN El edificio forma parte del “Caminho Niemeyer”, un conjunto de edificaciones que bordean la costa fluminense y que es el proyecto al que más se ha dedicado. Es una idea que el Alcalde de Niterói, Roberto Silveira (gran amigo del arquitecto) lanzó antes incluso de la inauguración del Museo de Arte Contemporánea, tarjeta postal enclavada en la región sur de la ciudad.. 14 Brasil cuenta aún con decenas de proyectos en la extensa cola de espera, como la renovación del edificio de la Brahma, en el “Sambódromo” de Río de Janeiro; el acuario del Complejo Cultural y Turístico de Búzios, en Río de Janeiro; y los 3 edificios que completan el “Caminho Niemeyer” – el Museo BR de Cinema, la torre panorámica y el nuevo terminal de barcazas. En la página anterior, Auditorio de Ravello, en Italia; Museo de Arte Contemporánea de Niterói y Auditorio Ibirapuera, en Brasil. 15 Centro Cultural Oscar Niemeyer Avilés - Espanha Pero Niemeyer es un genio reconocido mundialmente y todo el mundo solicita sus proyectos. España, en el mismo día del cumpleaños del arquitecto, inauguró el Centro Niemeyer, en la ciudad de Avilés, en las Asturias. Argelia, Argentina, Portugal e Italia también ya encomendaron sus obras, cuyo mayor destaque es el Puerto de la Música, en Rosario, Argentina, teatro con capacidad para dos mil personas, y el Auditorio de Ravello, en Italia. Ciertamente otros proyectos aún van a tocar su puerta y él atenderá los pedidos. Si incluso en una cama de hospital no se contuvo, tomó el lápiz y compuso una samba llamada “Tranquilo com a Vida”, ¿hay alguien que dude de su disposición? Sin embargo, para quien lo imagina permaneciendo en esta área, él avisa que va a ser un compositor ocasional, porque lo que realmente le gusta es diseñar. Ana Candida Vespucci es periodista de cultura y colaboradora de edición de la Revista Nuestra América. 16 Tranquilo com a Vida (Oscar Niemeyer / Edu Krieger / Caio Almeida) Hoje em dia minha vida vai ser diferente Calça de pijama, camisa listrada, sandália no pé Andar pela praia vou fazer toda manhã E até moça bonita vai ter se Deus quiser Vou parar nos cafés pra ouvir historinhas Coisas da vida que um dia vão ter que mudar Quero ser um mulato que sabe a verdade E que ao lado dos pobres prefere ficar E assim vou eu Tranquilo com a vida À espera da noite já solta no ar Como um manto de estrelas com que se anuncia E se multiplica nas águas do mar Da minha favela eu vejo os grã-finos Morando na praia, de frente pro mar Não devemos culpá-los São prestigiados Que um dia entre nós vão voltar a morar CULTURA TINTAS DE LA TIERRa TINTAS DEL REINO FOTOs: arquivo Renata maria de almeida martins Renata Maria de Almeida Martins 17 ¿Implantaron también los jesuitas sus misiones en el norte de Brasil? ¿Existieron misiones jesuitas en el Amazonas? ¿Existen remanentes artísticos de las antiguas fundaciones de la Compañía de Jesús en Pará? Sin duda estas fueron las preguntas más frecuentes durante los seis años de investigación, a través de la cual navegamos por el “grande mar”, el “Grão-Pará” (Pará: del tupi, mar), en busca de conocer y estudiar su patrimonio jesuita. Un viaje de fascinar, nacido de uno de los más bellos encuentros promocionados por la historia del arte: el de las tradiciones artísticas europeas (del reino) e indígenas (de la tierra), en el Amazonas de los siglos XVII y XVIII. Tintas de la Tierra, Tintas del Reino: Arquitectura y Arte en las Misiones Jesuitas del “Grão-Pará” (1653 - 1759), es el título de la tesis presentada en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo en octubre de 2009, bajo la orientación del profesor Dr. Luciano Migliaccio, y por decirlo así, el relato de nuestra jornada. La confluencia de tradiciones, europeas e indígenas, en sus infinitas combinaciones, transferencias y adaptaciones, fue responsable por crear un conjunto artístico innegablemente nuevo y original en Pará; y son estas obras (de tintas nítidas o incluso ya descoloridas por el tiempo) que todavía están presentes en distintas localidades paraenses en que la Compañía de Jesús actuó, y que necesitan ser conocidas y preservadas. Aún hoy, cuando se habla de las Misiones Jesuitas en Brasil, es común que se establezca una relación inmediata con aquellas que se ubican en la Región Sur, puesto que siempre han sido mucho más contempladas, tanto por los trabajos académicos, como también por la industria del turismo; ambos factores decisivos cuando está en juego conocer y preservar el patrimonio artístico de un país. La casi total falta de conocimiento de la existencia, de la importancia y de la amplitud de la obra de la Compañía de Jesús en el 18 norte de Brasil, es lo que compromete, muchas veces de manera irreversible, su preservación (la demolición y el abandono de iglesias y colegios, la pérdida y el robo de esculturas y pinturas originales, las restauraciones sin criterio, etc.). En nuestro itinerario fueron visitadas doce localidades en el estado de Pará (ciudades donde los jesuitas implantaron colegios, antiguas villas, aldeas y haciendas), además de la capital del estado de Maranhão, São Luís. En dichos locales estudiamos y catalogamos obras de pintura, escultura y arquitectura de gran valor, especialmente, como mencionamos antes, por su originalidad. Para hacer posible este aun pequeño recorrido (dada las dimensiones geográficas del estado de Pará), fue necesario, siempre partiendo de la ciudad de Belém, recorrer el interior del estado, en barco, balsa y también en automóvil. Nuestra responsabilidad aumentaba en la proporción que adquiríamos conciencia de que la mayor parte de las antiguas iglesias jesuitas del interior del estado de Pará visitadas, aún no contaba con un inventario de su acervo. Lo que creemos que sucede, principalmente, por la gran dificultad de juntar recursos para hacer posible todo aquello que involucra largos viajes por el “gran río”. Lamentablemente, una buena parte de lo que, con mucho esfuerzo, conseguimos catalogar en los últimos ocho años, quizá hoy se ha deteriorado, o aun más grave, desaparecido por completo. Emerge así, a través del trabajo de campo en las antiguas aldeas, la presencia y el papel fundamental de la población ribereña para la preservación de dicho patrimonio, especialmente en aquellas localidades más geográficamente aisladas. Casi siempre sin medios, la comunidad del lugar muchas veces tiene mayor interés y es la mayor responsable de la conservación del acervo de las iglesias jesuitas de las antiguas aldeas y haciendas como, por ejemplo, pudimos comprobar en la Aldea de Cabu (Isla Colares), en la Hacienda de Gibirié (Barcarena Velha), en la Hacienda de Ma- En la página 17, Iglesia y colegio jesuita de Santo Alexandre, en Belém, actual Museo de Arte Sacra de Pará. En esta página, detalles de uno de los Ángeles Antorcheros de la Iglesia. 19 Púlpito de la Iglesia de São Francisco Xavier del Colegio de Santo Alexandre. 20 mayacú (Porto Salvo), en la Hacienda de São Caetano (São Caetano de Odivelas) y en la Aldea de Maracanã (de igual nombre). Otros antiguos asentamientos misioneros visitados, actualmente son algunas de las principales ciudades y municipios del estado de Pará: Santarém (antigua Aldea de Tapajós), Monte Alegre (antigua Aldea de Gurupatuba), Bragança (antigua Aldea de Caethé), Barcarena (antigua Aldea de São João Batista de Mortigura), para mencionar algunas localidades. Queda expuesta así de manera bastante clara la importancia de las misiones de la Compañía de Jesús también en la formación y consolidación de la red urbana de la región como, además, muchos especialistas en Historia del Urbanismo han destacado. Belém y Vigia en Pará, y São Luís do Maranhão, fueron las ciudades donde los jesuitas implantaron los colegios más importantes del norte de Brasil; siendo que dichos colegios estuvieron en la ruta de algunos de los jesuitas más notables que actuaban en la América portuguesa: Luís Figueira, José de Moraes, Antônio Vieira, João Felipe Bettendorff, João Daniel, entre tantos otros. En los Colegios de São Luís y Belém funcionaron los dos talleres artísticos más importantes de todo el estado de Maranhão y “Grão-Pará”, donde artistas indios, negros, mestizos y jesuitas trabajaron para hacer posible la construcción y ornamentación de iglesias y colegios. En diferentes escritos, crónicas y cartas de los misionarios que hemos mencionado, aparece que hubo, desde los primeros tiempos, una flexibilidad de los jesuitas en adoptar concientemente los modelos europeos ya consagrados a las condiciones materiales de la región amazónica, inclusive valorando las capacidades técnicas y los conocimientos de los “naturales” para, cuando fuese conveniente, utilizarlas para sus propias finalidades: tintas de la tierra y tintas del reino. Con relación a las obras, es muy poco conocido, por ejemplo, el gran reta- blo del siglo XVII conservado en la antigua Iglesia de Nuestra Señora de la Luz (actual Catedral de Nuestra Señora de la Victoria) en São Luís do Maranhão, obra que contó con el diseño del luxemburgués João Felipe Bettendorff (1625 - 1698), y que tuvo trabajo de tallado realizado por Francisco, indio de Maranhão, y por Manuel Manços, tallador portugués. El retablo de la iglesia jesuita de São Luís es uno de los últimos ejemplares conservados de tallado seiscentista en Brasil y, además, como se mencionó, con autoría documentada. La experiencia en la construcción de la Iglesia y del Colegio de Nuestra Señora de la Luz en el siglo XVII será llevada a Belém do Pará a través de la circulación de jesuitas e indígenas, como también de artistas negros y mestizos, que trabajaran en la construcción y ornamentación de la Iglesia y del Colegio de Santo Alexandre, en el siglo XVIII. Dentro y a través de una “geografía artística” propia de la Compañía, los jesuitas repiten con éxito en el “Grão-Pará” el proceso anteriormente exitoso en Maranhão. En Pará, frente a la gran cantidad de obras estudiadas y que merecerían ser presentadas, optamos aquí por mencionar apenas los ángeles antorcheros y el par de púlpitos, obras de tallado del siglo XVIII, pertenecientes a la Iglesia de São Francisco Xavier del Colegio de Santo Alexandre en Belém do Pará (hoy, Museo de Arte Sacra de Pará); en especial por haber sido citadas en la importante crónica de autoría del jesuita João Daniel (1722 -1776), escrito fundamental para el estudio del Amazonas setecentista, el “Thesouro Descoberto no Máximo Rio Amazonas”, que justamente nos dice en el capítulo decimotercero, dentro de la óptica del misionario jesuita, “De la gran habilidad y aptitud de los indios” del Amazonas. Tratándose específicamente de la metodología y de los resultados alcanzados en la tesis, podemos dividir la investigación en dos etapas, que serían antes y después de la lectura de la documentación primaria, todavía no disponible en Brasil. El divisor de aguas: la visita al archivo de los jesuitas en Roma, en el año 2007. En el Archivum Romanum Societatis Iesu (ARSI), estaba localizado todo el inventario hecho por los jesuitas poco antes de su expulsión del estado de Maranhão y del “Grão-Pará” (1759 - 1760), además de cartas y documentos fundamentales para el estudio de las obras identificadas en las visitas de campo. Por su importancia para la historia de las misiones jesuitas en el norte de Brasil, este material inédito fue incorporado al segundo volumen de la tesis. ¿Fin de la jornada? Ni toda la documentación que trajimos de Roma fue analizada, y ni todo lo que leímos, estudiamos, analizamos e incluso hasta escribimos puede estar presente en la redacción final de la tesis. Muchos documentos aún esperan ser leídos, transcritos y analizados. De igual forma, los antiguos asentamientos del “Grao-Pará”, que comprobadamente aún cuentan con remanentes artísticos de las misiones, no fueron visitados, como por ejemplo, la antigua Aldea de São Miguel Arcanjo, actual Melgaço, ubicada en la Isla de Marajó. Aún hay mucho que navegar. La variedad de caminos nos parece infinita. Distintos puertos aguardan otras investigaciones, nuevas jornadas. Pero, ¿cómo hacen los marineros? Divirtiéndose en rutas sin conclusión, siempre en el mismo barco, siguen navegando. Quizá nuestro viaje por el “Grande mar”, verdaderamente, sólo ahora está empezando. Quizá cambiar nuestros rumbos. Quizá vislumbrar nuevos e inesperados paisajes. Quizá. Renata Maria de Almeida Martins es posgraduada de la FAU-USP/FAPESP, investigadora del proyecto temático “Plus-Ultra: La Recepción y la Transferencia de la Tradición Artística Clásica entre la Europa Mediterránea y la América Latina”, FAU-USP/FAPESP y profesora de la Escuela de la Ciudad. 21 MIRaDA olé! La “ginga” de la mejor jugadora del mundo Andre Lessa e Nelson Antoine C uando Marta entra al campo las adversarias suben la guardia. No es para menos. Elegida cinco veces consecutivas como la mejor jugadora del mundo, ella ha elevado el nivel del deporte en su categoría. Con su talento y técnica, finalmente puso a las mujeres en el mapa del deporte más popular del planeta. La atacante terminó su contrato de algunos meses con el Santos Futebol Clube y, para tristeza del fútbol brasileño, dejó el país para volver a los estadios norteamericanos, con la camisa del Western New York Flash. En Brasil ella deja una marca, literalmente. La marca de sus pies, con la de Pelé, Romário y otros nombres sagrados, está eternizada en la Calzada de la Fama del Maracanã, hecho que hasta ahora sólo una mujer alcanzó. 22 23 FOTO: agência Estado 24 25 FOTOs: agência Estado 26 27 FOTO: agência Estado Arte CHILE MUSEO nacional DE belLas artes de Espacio democrático para formar observadores Milan Ivelic 28 FOTOs: arquivo museu nacional de belas artes do chile 29 La primera idea de crear un museo de arte fue del escultor José Miguel Blanco que, en 1879, propuso reunir los objetos artísticos que existían en los diferentes edificios públicos y exhibirlos en algunos salones del Parlamento o del Congreso Nacional, sede del poder Legislativo. La idea tomó cuerpo, principalmente, porque no implicaba en mayores gastos. Así, el 18 de septiembre de 1880, día de la conmemoración de la Independencia Nacional, un espacio de exposiciones, en dos salas cedidas por los legisladores con aproximadamente 140 obras, la mayor parte pinturas, fue inaugurado por el presidente de la República, Aníbal Pinto. Algunas de ellas, originales, fueron hechas por artistas chilenos, mientras que otras eran copias hechas por artistas europeos o incluso becados nacionales que se encontraban en Europa, principalmente en Paris. Este espacio funcionó hasta 1887. Más tarde, la colección ganó un local en un edificio conocido como Partenón, por sus características clásicas, ubicado en la Quinta Normal, dentro de un grande parque de recreación. Durante años hubo pedidos para cambiarse debido a la necesidad de ampliar las áreas de exposiciones, y así surgió la idea de construir un edificio exclusivo para el museo. El gobierno apoyó la iniciativa de construir un nuevo edificio, amplio y en los alrededores del río Mapocho. En 1849 fue fundada la Academia de Pintura y, después, fueron abiertas las secciones de escultura y de arquitectura, bajo el nombre de Academia de Bellas Artes de Santiago. Se acordó que en el edificio también se abrigaría la enseñanza de las artes, bajo el nombre de Bellas Artes. En su entorno fue proyectado el Parque Forestal. En el año 1903, se decidió realizar un concurso público para elegir el proyecto del museo y, el 4 de mayo de 1905, se aprobó el proyecto de Emile Jecquier, cuya matriz arquitectónica era la del Petit Palais de Paris, con su estética neoclásica. 30 El edificio debería estar terminado en 1910, para las conmemoraciones del Centenario de la Independencia (1810 - 1910), pero la ceremonia inaugural se realizó sólo el día 21 del mismo mes, con tres días de atraso. Además de este contratiempo, sucedió un hecho insólito e inesperado: el presidente de la República, Pedro Montt, que debería presidir la ceremonia, falleció el día 18 de agosto de aquel año. Su sucesor, el vicepresidente Elías Fernández Albano, que había sido designado, también falleció. Por último, el ministro de Justicia, Emiliano Figueroa, fue el encargado de cortar las cintas. ¡En un solo mes el país tubo tres presidentes! La autora del proyecto, Emile Jecquier (1866 - 1949), estudió arquitectura en Paris y proyectó obras emblemáticas en Chile, como la estación Mapocho, el edificio de la Bolsa de Comercio y los Tribunales de Justicia. El proyecto del Museo Nacional de Bellas Artes de Chile describía el edificio de la siguiente manera: “Habrán sótanos para bodegas y cuartos para los empleados. En dichos sótanos serán construidos dos niveles de pisos para las instalaciones del museo y de la escuela de arte”. El documento todavía resalta que: “El primer piso abrigará un grande salón central de a lo menos veinte por treinta metros. Esta sala tendrá en su elevación los dos pisos del edificio y una galería al nivel del segundo piso. El techo será cubierto de vidrio en toda su extensión, dando origen a una cúpula envidrada con más de veinte metros de altura”. (Memoria histórica de la Escuela de Bellas Artes. Santiago, 1910) Inicialmente, el museo fue proyectado como una institución erudita que serviría para abrigar un imaginario supuestamente universal. El proyecto fue de una época culturalmente vinculada a los intereses de la clase de hegemonía política y económica. Se sabe que fue más conocido como “palacio de las bellas artes”, con la ambición de que entraran grupos sociales más pobres. Hoy, cien años después de su inauguración, el museo es, sin duda, un espacio democrático que acoge igualmente a todos. Este es el mayor éxito alcanzado. No obstante lo anterior, ha sido un proceso arduo y perseverante a partir de la idea de que la acumulación y el enriquecimiento de las obras no tiene sentido si no se activan, no se interpretan ni reinterpretan constantemente. Se trata de movilizar las colecciones y de ponerlas en ejercicio, de colocarlas a disposición para un diálogo con el público. Hoy, más que nunca, el museo es un espacio socialmente aceptable para que se produzca dicha relación destinada a formar observadores y no simplemente transeúntes que pasan fugazmente de una obra a otra. Hay que colocar luces rojas en algunos espacios de circulación que sirvan para llamar la atención y que las personas se detengan. Aquí la estrategia museológica es indispensable. Es necesario tener en cuenta que las obras de arte no se limitan a instancias, sino que implican en actos de pensamiento que las orientan y convidan a reflexionar sobre los aspectos y las situaciones de la condición humana y su 31 Líneas clásicas en el proyecto de inicio de siglo firmado por la arquitecta Emile Jecquier. 32 entorno, muchas de las cuales se ocultan y se vuelven invisibles. El lado luminoso del museo en los días de hoy constituye su capacidad convocatoria y, también, la promesa de iluminación, aunque esa finalidad no se consiga. Hay indicios alentadores para avanzar en ese objetivo. Cada vez son menos los excluidos y los límites están cada vez más apagados entre el arte y la vida, entre la alta cultura y las otras, marginales y periféricas. Hoy en día surgen con intensidad el plural y lo diverso, apoyados en sistemas de producción de obras con base en la movilidad de los soportes, la incorporación de nuevos medios y materiales, la participación de los recursos visuales provenientes de las comunicaciones que se concentran en las pantallas de los televisores y computadoras y, últimamente, de los teléfonos móviles. Se vive una apasionante revolución de la imagen que tensiona profundamente el concepto de realidad. El lado oscuro del museo está en sus escasos recursos económicos que originan un presupuesto siempre deficitario. En un país que sigue una política económica mercantilista, el valor de las artes se mide en términos cuantitativos como una inversión más, como un simple valor de cambio. No es concebible para una mentalidad economicista el valor de la gratuidad. No se quiere comprender que el museo no es una empresa lucrativa. El diario La Tercera, de Santiago de Chile, del 17 de enero de 2010, nos informa que en Paris fue abierta una bolsa de valores para obras de arte. Milan Ivelic es crítico, curador, historiador y director del Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile. 33 ECONOMíA BRASIL & AMÉRICA LATINA A Rubens Barbosa mérica Latina vive un momento especial en su historia de muchos desaciertos políticos y económicos. De acuerdo con análisis de la Cepal (Comisión Económica para América LatinaY El Caribe), la América Latina y el Caribe crecieron 6% en 2010, casi el doble del promedio mundial. Este resultado muestra una rápida recuperación a partir del crecimiento de 1,9% en 2009, consecuencia de la crisis económica que explotó en 2008. El Cono Sur fue el principal responsable de este excelente número, con un crecimiento del 6,6%. En 2011, América del Sur se mantendrá por encima del promedio, con una expansión proyectada del 4,5%. El desempeño regional depende mucho del desempeño del Brasil (7,7%), que responde por un tercio de la región. Paraguay y Uruguay son los que más crecieron (9%). 34 FOTOs: divulgaCIÓN permitir que las exportaciones de productos brasileños para Asia salgan desde puertos de Perú y Chile, lo que es estratégico para nuestros intereses comerciales a medio plazo. Los ajustes económicos que ocurrieron en casi todos los países del área explican los buenos resultados e indican una tendencia de convergencia en los principales indicadores de la economía. Inflación en ligera elevación, desempleo en disminución, déficit público creciente y desequilibrio moderado en las cuentas corrientes. La continuidad en el equilibrio de las cuentas públicas y el enorme flujo de dólares que llega a la región son los grandes desafíos que los países latinoamericanos deberán enfrentar en 2011. La región fue capaz de mantener la estabilidad económica, dispone de una variedad de productos agrícolas y minerales con fuerte demanda en el exterior y cuenta con un mercado interno en franco desarrollo por cuenta de una clase media que emerge con vigor. Así, la consolidación de los avances macroeconómicos representa el gran desafío de todos en 2011. El desempeño de muchos países de América del Sur estará afectado por el comportamiento de la economía china, en virtud del grado de dependencia generado por las exportaciones de productos primarios en los últimos años. Argentina, Brasil, Chile y en menor escala Perú, son los países que más dependen de las importaciones chinas. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) divulgó recientemente un estudio sobre las relaciones entre América Latina y China en la primera década del siglo XXI. Las conclusiones del trabajo muestran que los países de la región tuvieron inicialmente una visión romántica e ingenua de las ventajas del intercambio con el país asiático. Sólo la soya, las aleaciones y el mineral de fierro representan el 57,8% de todo lo que se vende a China. Aún así, sólo cuatro países de la región registraron en la década saldos positivos en la balanza comercial con los chinos. Chile obtuvo el saldo más favorable con un 28% del total comercializado. En los 36 últimos años Brasil presenta continuos déficits en la balanza comercial y un altísimo déficit en la balanza industrial. Sería virtualmente imposible para China mantener una tasa de crecimiento de dos dígitos sin importar las crecientes cantidades de productos básicos, sobre todo de América del Sur, donde estos productos pueden encontrarse en abundancia, como señala el estudio del BID. En contrapartida, con reservas superiores a los 3 trillones de dólares, China se transformó en la quinta mayor inversora del mundo. En 2010, las inversiones alcanzaron más de 50 mil millones de dólares en adquisiciones de minas de minerales de fierro, pozos de petróleo, empresas y terrenos, principalmente en América Latina y África. No obstante, China poco ofreció a los países de la región. Las inversiones prometidas, principalmente en infraestructura, no se efectivaron. Las barreras no tarifarias, como las creadas para permitir inversiones extranjeras, y aquellas tarifarias que continúan elevadas, son los principales escollos para una balanza comercial más equilibrada, principalmente entre Brasil y China. De acuerdo con el estudio del BID, China cobra una tarifa promedio del 9,1% sobre los productos industrializados procedentes de América Latina y sólo el 1,3% sobre los bienes minerales. Brasil no tendrá opción sino reexaminar el enfoque de la relación con China. La visión ingenua del inicio de la década como, por ejemplo, la concesión a China del status de economía de mercado diez años antes de lo previsto por la OMC, debería evolucionar a una actitud más objetiva y crítica, sobre todo en la defensa comercial, en virtud de las prácticas agresivas de la competencia desleal en el mercado brasileño. La defensa de la industria nacional exige no sólo el refuerzo y la mejora de los mecanismos de defensa comercial sino que también la discusión sobre la reducción de las barreras comerciales chinas para permitir un intercambio comercial más equilibrado entre ambos países, aún más distorsionado por la gran desvalorización de la moneda china. Aunque América del Sur sea la prioridad principal de la política exterior del gobierno brasileño y en ella la integración regional ocupe un papel central, como ha sido reafirmado por la presidente Dilma Roussef y por el ministro Antonio Patriota, Brasil no aprovecha el buen momento por el que pasa la economía de la región para ampliar su presencia económica y comercial. Asia y Europa están al frente de América del Sur como los principales socios comerciales de Brasil. En términos de inversiones, las empresas brasileñas están disminuyendo su presencia en el mercado regional, de 5,9% del total invertido en 2006 para el 1,7% en 2010. El estancamiento del proceso de integración, inclusive las dificultades institucionales del Mercosur, la inestabilidad de las reglas en muchos países de la región y las oportunidades que se abrieron con la crisis económica en Europa y Estados Unidos explican en gran medida la pérdida de interés relativo de Brasil en el último año. El país hizo poco para estancar la fragilidad institucional del Mercosur, consecuencia del continuo incumplimiento del Tratado de Asunción. Las recientes medidas para intentar revitalizar el Mercosur tendrán pocas chances de éxito. El Mercosur hoy es una unión aduanera imperfecta y sus críticos quieren que vuelva a ser un área de libre comercio. En caso de que esto ocurra, la desaparición de la Tarifa Externa Común podría, a medio plazo, ser contraria a los intereses de la industria brasileña debido a la pérdida de preferencias y por la inevitable triangulación, principalmente con China. Las divergencias y las diferencias polí- ticas que surgieron con la aparición del movimiento bolivariano liderado por Hugo Chávez y, en los últimos años, el surgimiento de China como principal socio comercial de muchos países de la región, inclusive Brasil, convirtieron el ejercicio de negociación en el ámbito del Mercosur más difícil y con pocas posibilidades de éxito. En el complejo cuadro de transición que la región atraviesa, en una visión estratégica de medio y largo plazo, sería del interés brasileño dinamizar el intercambio comercial y promover la expansión de las empresas brasileñas. Para eso, sería urgente: tomar decisiones concretas de acuerdo con la prioridad atribuida a Sudamérica y orientar la actitud en relación a los vecinos según los valores defendidos internamente (democracia y derechos humanos) y por el estricto interés nacional; negociar la ampliación de los acuerdos bilaterales con todos los países sudamericanos, garantizando a nuestros vecinos una amplia apertura del mercado brasileño; negociar acuerdos de garantía de inversiones para proteger las empresas nacionales y de doble tributación para facilitar la entrada en los mercados regionales; mantener la prioridad del proceso de integración regional con atención especial a la infraestructura, la energía y el intercambio comercial; reanudar los proyectos de construcción de carreteras y ferrocarriles para permitir que las exportaciones de productos brasileños para Asia salgan de puertos del Perú y de Chile, lo que es estratégico para nuestros intereses comerciales de medio plazo; mantener el apoyo al Mercosur como un proceso que llevará, a largo plazo, a una creciente integración comercial de los países del Cono Sur. Para el beneficio de todos los países miembros, la Resolución que determina que los miembros del Mercosur negocien acuerdos comerciales como una única voz, debería FOTOs: reproduCCIÓN Sería imposible para China mantener su tasa de crecimiento sin la importación de productos básicos de la América del Sur. flexibilizarse para permitir que cada país pueda negociar individualmente su lista de productos. La equivocada entrada de Venezuela al Mercosur es una cuestión de tiempo y una evaluación objetiva sobre sus efectos hoy parece difícil, como se vio en la reciente concesión de condiciones privilegiadas del BNDES para financiar la participación de Chávez en la construcción de una refinería en Pernambuco; reexaminar la mejor forma de participación de Brasil en las recién creadas instituciones sudamericanas (Unasur, CELALC, Consejo de Defensa). El cada vez mayor peso económico de Brasil en Sudamérica y en el contexto global, además de la intensa participación en las discusiones sobre temas globales 38 y en el grupo de los BRIC, exigirán de Brasil una definición clara de nuestro interés y respuestas rápidas y transparentes a los desafíos presentados por el nuevo cuadro político en la región. La expansión de Brasil para más allá de América del Sur, en caso de que la economía continúe en crecimiento a tasas elevadas de manera sustentable en los próximos años, no debe disminuir nuestro interés en el mercado regional que representa más de 350 millones de consumidores. Rubens Barbosa es economista y científico político, y fue embajador de Brasil en Washington. CIENCIAS NO SOLO DE LA NIEVE VIVE BARILOCHE Instituto de Física José Antonio Balseiro Ricardo Hernán Medrano e Lilia Inés Zanotti de Medrano L a ciudad de San Carlos de Bariloche, localizada en la provincia argentina de Río Negro, enclavada en un marco natural de extraordinaria belleza junto a la Cordillera de los Andes, es principalmente conocida como un importante centro turístico. Sin embargo, pocos saben que Bariloche es también un efervescente polo de desarrollo científico y tecnológico de referencia nacional e internacional. Esta historia tiene su inicio en 1955, con la creación del Centro Atómico Bariloche y del Instituto de Física José Antonio Balseiro. La odisea de su creación, los personajes involucrados, su peculiar concepción, su trayectoria, los numerosos físicos que se formaron allí y que vinieron al Brasil donde encontraron un ambiente propicio para desarrollar sus carreras, son las reflexiones que proponemos en este artículo. Existe una estrecha relación entre 39 los importantes acontecimientos históricos de la primera mitad del siglo XX y el gran desarrollo científico y técnico producido. El área nuclear suscitaba en esa época un gran interés, no sólo por las aplicaciones que se vislumbraban, sino que también por las enormes implicaciones geopolíticas, como quedó evidenciado por las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki. En ese panorama turbulento, nombres destacados de la ciencia fueron obligados a emigrar, como Albert Einstein, Hermann Weyl, Eugene Wigner, Johann Von Neumann, Enrico Fermi, Emílio Segre, Sergio Benedetti, Leo Szillard, Eduard Telles, entre otros, la mayor parte para los Estados Unidos, que supo aprovechar ese potencial intelectual creando programas de estudio sobre energía nuclear. En esa misma época surgen en Latinoamérica las primeras iniciativas para consolidar el campo de la investigación científica. En Brasil, la creación de la Universidad de São Paulo (1934), y de la Universidad de Brasil (1937), en Río de Janeiro, fue decisiva para el inicio sistemático de investigaciones en las áreas de la Física Moderna, Radiación Cósmica, Física Atómica y Nuclear, que más tarde, en 1949, también 40 contaría con el Centro Brasileño de Investigaciones Físicas, en Río de Janeiro. Desde el principio, el intercambio con investigadores europeos fue esencial. En el área de la física, el principal protagonista fue Gleb Wataghin, de origen ruso, cuyo conocimiento contribuyó para la formación de brillantes científicos como César Lattes, Oscar Sala, Mário Schenberg, Roberto Salmeron, Marcello Damy de Souza Santos, Jayme Tiomno y Paulus Aulus Pompéia, entre otros. En el caso argentino, en las primeras décadas del siglo XX, los principales centros donde se realizaban trabajos científicos eran la Universidad de La Plata y el Observatorio Astronómico de Córdoba. En la primera, el desarrollo del conocimiento científico entre los años 1990 y 1925 estuvo a cargo de algunos profesores extranjeros como Emil Bose, Richard Gans y Walter Nerst y otros argentinos como Ramón G. Loyarte y Teófilo Isnardi, que obtuvieron doctorado en dicha Universidad. En el Observatorio Astronómico de Córdoba, desde su fundación por Sarmiento, en 1871 y hasta 1936, la mayor parte de los científicos que allí trabajaban eran de origen estadounidense, y pocos argentinos se habían formado en ese campo. Esta situación cambió cuando el físico Ramón Enrique Gaviola fue convidado para dirigir el Observatorio – de 1943 a 1947 – y empezó la construcción de un telescopio, junto con Ricardo Platzeck, que revolucionó el saber en ese campo. Gaviola fue un personaje fundamental en ese inicio y era considerado por sus congéneres como el más destacado científico argentino de las primeras décadas del siglo XX. Dueño de una sólida formación (obtenida en Alemania, adonde llegó en 1922, tuvo como profesores a Max Planck, Max Born y Albert Einstein, entre otros) aceptó la tarea de establecer las bases científicas de la física en Argentina, y fue uno de los principales protagonistas en los primeros años del Instituto Balseiro. Gaviola también fue el responsable por la llegada a Córdoba, en 1943, de Guido Beck, personaje fundamental para la formación de físicos en Brasil, donde también residió, y en Argentina, en la implantación del Instituto Balseiro. Muchos de los principales científicos argentinos le deben a su presencia. Mario Bunge, Ernesto Sábato, José Antonio Balseiro, Alberto Maiztegui, Fidel Alsina Fuertes, Cecília Mossin Kottin y Daniel Canals Frau, entre otros. Guido Beck, austríaco, perteneció al grupo de prestigiosos científicos que por diversas razones tuvieron que salir de Europa, trayendo en el equipaje un profundo conocimiento de los más recientes avances que se realizaban en los centros de excelencia en el viejo continente. Pero un hecho que marcó la historia del Instituto Balseiro fue la implantación del Proyecto Huemul, que tenía por objetivo la construcción de un laboratorio destinado a la generación de energía atómica a partir de la fusión nuclear, por iniciativa del físico austríaco Ronald Richter y con el apoyo del entonces presidente Juan Domingo Perón, que gobernó el país desde 1946 hasta 1955. Sin embargo, los dudosos resultados obtenidos, comprobados por especialistas nombrados por la Comisión de Energía Atómica, integrada por José Antonio Balseiro, Mario Bancora, Manuel Beninson, Pedro Bussolini y Otto Gamba, llevaron al cierre inmediato del polémico proyecto. Si por un lado la experiencia de Ronald Richter no alcanzó éxito, por otro, movilizó a los físicos argentinos para que invirtieran en la formación de una mayor FOTOs: acervo Ricardo Hernán Medrano e Lilia Inés Zanotti de Medrano 41 cantidad de investigadores capaces de dirigir los destinos de la Física en el país, especialmente en áreas destinadas al uso pacífico de la energía atómica. Dicha idea ya estaba presente en los primeros años de la década de 1950, cuando, desde la Dirección Nacional de Energía Atómica (DNEA) – que empezó a funcionar en el día 31 de mayo de 1950, más tarde llamada Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) –, se proyectaba la creación de una institución de desarrollo y docencia que funcionase lejos de los grandes centros urbanos y a la sombra de la interferencia de las manifestaciones políticas en la actividad científica. Era una idea arrojada, innovadora y pionera, una vez que su objetivo era reunir investigadores y alumnos en un mismo espacio de convivencia profesional y humana. Bariloche tenía, entonces, alrededor de diez mil habitantes, y el Centro Atómico estaba a una distancia de aproximadamente diez kilómetros de la ciudad. La vida transcurría casi toda en el campus, donde estaban las diversas instalaciones científicas y también las residencias de los alumnos y de los profesores. La concreción de este proyecto fue impulsada principalmente por el Dr. José A. Balseiro, con el consenso de los demás físicos, en especial del Dr. Enrique Gaviola. De este modo, contando con los equipos recuperados de la experiencia de Richter y con una plantilla de profesores argentinos y extranjeros de alto nivel, se creaba en 1955, en San Carlos de Bariloche, una institución con la misión de “formar investigadores en los diferentes dominios de la Física, como las ciencias puras y de aplicación tecnológica, y estimular particularmente las orientaciones que le interesan a la Comisión de Energía Atómica”. Las actividades del Instituto de Física se iniciaron el día 1º de agosto de 1955, bajo la dirección de José Antonio Balseiro y con la asistencia del primer curso con 15 alumnos que, como en los años siguientes, 42 recibieron una beca integral. Era dado un gran énfasis a una sólida formación básica que sirviera de preparación para los nuevos desafíos de la ciencia. Más tarde, debido a la necesidad de adecuarse a las demandas científicas y tecnológicas de la sociedad, el Instituto incorporo títulos de grado y postgrado en Ingeniería Nuclear e Ingeniería Mecánica; especialización en Aplicaciones Tecnológicas de la Ingeniería Nuclear y tres grados de maestría, en Ciencias Físicas, en Ingeniería y en Física Médica. Al ya existente doctorado en Física se añadieron el de Ingeniería Nuclear y el de Ciencias de la Ingeniería. Actualmente, la región posee una alta concentración de actividades de investigación y empresas de tecnología avanzada. Hay que destacar la actuación pionera de la empresa INVAP y la notable contribución del Dr. Conrado Franco Varotto, físico del 5° curso del Instituto Balseiro. Algunas reflexiones finales caben en este artículo. Desde la creación del Instituto Balseiro hasta los días de hoy, Argentina vivió momentos de crisis económicas y políticas que afectaron a la sociedad en general y al mundo de la ciencia en particular, lo que provocó el éxodo de científicos que buscaban otros horizontes profesionales. Europa y los Estados Unidos fueron los principales destinos y, en Latinoamérica, Venezuela, México y Brasil. Particularmente en el campo de la física, no sería posible enumerar las diversas motivaciones que provocaron la ida de los físicos formados en el Instituto Balseiro al Brasil, una vez que a los factores profesionales deben añadirse los personales. No obstante, podemos señalar un momento de atracción al país, cuando el gobierno brasileño adoptó una política de incentivar las investigaciones científicas y sus aplicaciones tecnológicas, al renovar y ampliar la plantilla de investigadores y docentes en las instituciones existentes, independientemente de las orientaciones ideológicas y al otorgar prioridad a la calidad científica. Dentro de ese contexto, muchos de los físicos formados en el Instituto Balseiro, así como profesores de dicha institución, fueron contratados para las nuevas universidades y centros de investigación del país. Para finalizar, nos gustaría mencionar a los profesionales, formados o antiguos profesores del Instituto de Física de Bariloche, que residen hoy en Brasil o permanecieron algún tiempo en el país. En el Instituto de Física de la Unicamp: Zoraide Primerano (brasileña), Doracy Primerano (brasileña), Carlos Alberto Argüello, Carlos Fontenla, Mario Eusébio Foglio, Ricardo Enrique Medrano (primeramente en el Departamento de Materiales de la UFSCar), Roberto Luzzi, Carlos Alberto Luengo e Ivan Cisneros; en el Instituto de Física de São Carlos-USP: Aldo Craievich, (después Director Científico del Laboratorio de Luz Sincrotrón, en Campinas, y ahora en el Instituto de Física de la USP) y Cristina Terrile; en el Departamento de Matemática de la UFSCar, São Carlos: Susana Fernandez Long; en el Centro Brasileño de Pesquisas Físicas (CBPF), Río de Janeiro, Constantino Tsallis (primeramente en la UnB), y Alberto Mignaco (después en el Instituto de Física de la UFRJ); en el Centro Latinoamericano de Física (CLAF), Río de Janeiro: Luis Másperi (Director); en la UFRJ, Río de Janeiro: Raúl Edgardo Rapp y Daniel Corbella; en el Instituto Militar de Engenharia (IME): Roberto Pascual (actualmente en Canadá); en el CTA, São José dos Campos: Raquel Pavioti; en la UFMG, Belo Horizente: Dora Fainstein; y en la UFRGS, Porto Alegre: Francisco Kiss. Ricardo Hernán Medrano es doctor en Arquitectura y Urbanismo graduado en la USP; Lilia Inés Zanotti de Medrano es doctora en Historia graduada en la USP, investigadora y profesora de Historia de América en la PUCC. En lo alto, a la izquierda, José Balseiro en la sala del director. En la otra foto, de izquierda a derecha, Mario E. Foglio, Suzana Long (posteriormente profesores en la Unicamp y en la UFSCar, respectivamente), Tommy Buch y Gino Moretti; la residencia de los profesores. 43 POLÍTICA EL PODER ES DE LAS MUJERES EN LA AMÉRICA LATINA Fernando Leça E n una perspectiva actual, pero también histórica, la elección de Dilma Roussef en Brasil amplía la participación de las mujeres en el poder en Latinoamérica. Ella comparte, desde que asumió la presidencia el 1º de enero, el dominio femenino en el poder de la región con Cristina Kirchner y Laura Chinchilla, presidente de Costa Rica. Hace casi un año, una mujer extraordinaria, Michelle Bachelet, terminaba su participación en ese club con altos índice de aprobación al frente del gobierno de Chile, aunque no haya logrado elegir como su sucesor a Eduardo Frei (hijo), candidato de la Concertación. Antes de ellas, es bueno recordar, otras cinco mujeres han sido presidentes en América Latina: la primera fue María Estela Martínez de Perón, en Argentina, que ocupó el cargo por sólo dos años. Posteriormente hubo la elección 44 FOTOs: ReproduCCIÓN À esquerda, Dilma Roussef, presidente do Brasil e, à direita, Cristina Kirchner, presidente da Argentina. de Violeta Chamorro para la presidencia de Nicaragua (1990/97) y la de Mireya Moscoso en Panamá (l999/2004). Además, en calidad de interinas, ocuparon la presidencia de sus países la boliviana Lidia Gueller Tejada, en 1997, y la ecuatoriana Rosalia Arteaga, en el mismo año. Dilma Roussef, la primera mujer elegida presidente del Brasil, escogió Argentina para iniciar su periplo inaugural, en un evidente homenaje a su colega Cristina Kirchner, pero también atenta a la condición estratégica del país vecino, como su principal socio económico en la región. Con entusiasmo proclamó que este va a ser “el siglo de América Latina”. Quizá realmente lo sea: en la más reciente edición del Foro Económico Mundial de Davos, América Latina recibió, en general, análisis bastante positivos. Todavía es temprano para definir con nitidez el perfil de presidente de Dilma y, por ende, las diferencias entre ella y su antecesor, Lula. Entre tanto, se percibe en las decisiones y en la postura, un estilo más moderado y más pragmático de la nueva presidente. La agenda internacional va a dar más claridad a esa definición, principalmente las repercusiones del encuentro con Barack Obama. De todas maneras, ya se sabe que continuará la prioridad de fortalecer los arreglos geopolíticos regionales, especialmente el Mercosur, y que continuarán también los esfuerzos para que Brasil ocupe un lugar en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas. El nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, que fue secretario general del Itamaraty con Celso Amorim y, antes, embajador de Brasil 45 en Estados Unidos, deberá traer una pauta de mayor proactividad con Estados Unidos, aunque no distante del nacionalismo tradicional de la política brasileña, como acentúa un informe del propio gobierno norteamericano, que se filtró hace poco tiempo por el sitio Web WikiLeaks. En el plano regional, además de Argentina y del conjunto de los integrantes del Mercosur, también Chile, Perú y México deben constituirse en prioridades. Cristina Kirchner, más que un padre simbólico, tuvo un marido casi tan carismático como Lula, a quien el destino contrarió, no permitiéndole una nueva candidatura. La enfermedad lo corroyó y acabó por sepultar su 46 viejo proyecto de poder, y debe hacer de nuevo rehén a Cristina – aunque voluntaria – de ese mismo proyecto. Falta su definición personal por una nueva candidatura, pero las encuestas, hoy, le otorgan una amplia ventaja. En caso de que esto suceda (las elecciones se harán el 16 de octubre de este año), los dos mayores países sudamericanos podrán tener, por un largo periodo, dos mujeres en el comando de las mayores economías de la región, con una población de más de 230 millones de personas. Abogada, igual que Néstor Kirchner, con quien estudió y se casó, Cristina quizá nunca hubiese soñado con la posibilidad de ser presidente de su país. Indi- FOTOs: Reprodução cada por su marido para ser candidata a su propia sucesión, fue elegida en 2007, y las circunstancias deben llevarla a aceptar la disputa de un nuevo mandato. Laura Chinchilla, también la primera mujer a presidir Costa Rica, fue elegida a inicios de 2010. La conocí cuatro años antes, entonces era vicepresidente electa, al lado de Oscar Arias, vencedor de un pleito presidencial disputadísimo, cuyo resultado sería contestado, sin éxito por el perdedor. País que presenta índices excelentes en las áreas de la salud y de la educación, no cuenta con fuerza armadas, lo que le permite, al lado de los ingresos provenientes del turismo y de las actividades industriales de alto valor agregado, sobre todo en el campo de las tecnologías modernas, mantener por más de 60 años un estado de bienestar social bastante singular en Latinoamérica. No obstante, su plataforma de gobierno ha puesto énfasis en el combate a la falta de seguridad y al narcotráfico, por el contagio con México al norte y, en menor escala, con Colombia, que también constituyen una amenaza para otros países centroamericanos. Fernando Leça es presidente de la Fundação Memorial da América Latina. 47 En la página al lado, Violeta Chamorro, ex presidente de Nicaragua, y Michelle Bachelet, presidente de Chile; Encima, Cristina Kirchner, presidente de Argentina, Laura Chinchilla, presidente de Costa Rica, y Dilma Roussef, presidente de Brasil. LITERATURA MIRADA ABARCADORA SOBRE AMÉRICA LATINA FOTOs: ReproduCCIÓN Pedro Meira Monteiro Los escritores Carola Saavedra, chilenobrasileña, Alejandra Pizarnik y Ricardo Piglia, argentinos. Una línea imaginaria nos separa, a nosotros que fluctuamos orgullosos en la isla Brasil, de los vecinos hispanoamericanos. La idea de “saltar Tordesillas” y lanzar una mirada abarcadora sobre América Latina no es nueva y viene ganando fuerza últimamente. Ejemplos no faltan. Que se piense en el eje Buenos Aires – São Paulo – Rio, fortalecido alrededor de la revista Grumo, en la cual se juntan críticos y escritores como Diana Klinger, Mario Cámara o Paloma Vidal. O entonces, apuntando hacia el Caribe, pienso en el canto de Marina de la Riva, donde Cuba y Brasil se entrelazan y dicen, uno al otro, a qué vienen y de dónde vienen sus tradiciones musicales. 48 Significativamente, tales cruzamientos provienen sobre todo de los emigrados, de gente que se sitúa en un “entre-lugar”, como lo denominó Silviano Santiago: ni aquí ni allá. Paisaje con dromedario (Compañía de las Letras, 2010), de la escritora chileno-brasileña Carola Saavedra, sorprende con uno de esos cruzamientos. Hay, en el romance, un topos de la literatura latinoamericana: una máquina, prendida, cuenta una historia. En 22 “grabaciones”, la narradora entreteje su voz luctuosa con los sonidos circundantes, en una isla extrema en que la soledad es puesta a prueba y en que la distancia infranqueable de los entes que- ridos hace con que cualquier sentido se desvanezca. Momento en el cual la voz tiende al murmullo, escurriendo como agua límpida para pasar de largo cualquier explicación, lanzando preguntas sin siquiera adivinar una respuesta. (El tema de la separación ya dio el tono del romance epistolar Flores azules, de 2008.) En cierto momento de la narrativa, una provocación es lanzada para aquél que está escuchando: ¿quién sabe si, oyendo los sonidos que se sobreponen a la voz grabada, podamos, como en un cuento de detectives, descubrir el sentido de todo, mapear el espacio y los designios de quien habla? Sin embargo, la ausencia de sentido resuena, bajo como un ruido blanco: “es tan reconfortante saber que, sea como fuere, todo tendrá sentido al final. Y no esos ruidos, esa música que nosotros no oímos, ese murmullo silencioso y la constante sensación de que nos estamos perdiendo alguna cosa”. El grabador es la figuración de una máquina por donde fueron transferidos los misterios de una pasión cruzada y atormentada. Pero, paradójicamente, la maquina no revelará nada más allá de la propia pérdida, sosteniendo aquello que está irremediablemente lejos, como en el epígrafe donde la autora toma a la poeta argentina Alejandra Pizarnik: “Se fuga la isla/ Y la muchacha vuelve a escalar el viento”. No será difícil percibir allí ecos del diálogo de Ricardo Piglia, en su Ciudad ausente (Iluminuras, 1997), con el Museo de la novela de la Eterna (que la Cosac Naify publicará a la brevedad), de Macedonio Fernández. En el caso de Piglia, su ficción está tomada por un problema: la narración como resistencia a la supresión de la historia. Por un lado, la búsqueda paranoica del sentido; por el otro, una historia que permanece viva en una máquina, a despecho de los esfuerzos “oficiales” por apagarla. En resumen: frente a la amenaza de la aniquilación, la voz se sostiene guardada en una máquina que es la propia narrativa. En el caso de Carola Saavedra, se atenúa el tenor político que aún es fuerte en Piglia, cuya ficción se sitúa en el marco del pos-dictadura en América Latina. Allí, surge una pregunta: ¿qué sucede cuando los “enemigos” ya no están activos, o cuando se ocultan? En el marco pos-dictatorial, la narrativa es la permanencia de historias no contadas que, formando una tela colectiva, insisten en resonar al margen del discurso oficial, en un espacio que es el de la literatura misma, en desdoblarse en breves utopías. ¿Pero, una vez que los enemigos se han ido, que será hecho con la tela colectiva de la historia? ¿Narrar seguirá siendo una forma de resistencia? ¿Pero resistencia a qué? ¿A la supresión del sujeto, del individuo? En Piglia, una comunidad de “desaparecidos” revive en la fuerza discreta de la narrativa. ¿Pero y cuando el desaparecido está solo, y es el propio narrador? Quizás no haya una respuesta para tal pregunta. O quizás Paisaje con dromedario sea una respuesta posible, tan precaria y transitoria como pertinente. Pedro Meira Monteiro es profesor asociado del Departamento de Portugués y Español de la Universidad de Princeton. 49 lanZamIento MODERNISMO EN LA ARGENTINA Buenos Aires de 1920 a 1930 FOTOs: ReproduCCIÓN Reynaldo Damazio Beatriz Sarlo, la respetada crítica argentina. 50 Beatriz Sarlo es hoy una de las más importantes críticas de la literatura y cultura de América Latina. Profesora de literatura contemporánea en la Universidad de Buenos Aires y en varias universidades norteamericanas, tales como Cambridge, Berkeley, Columbia y Minnesota, cuenta con una obra respetada y que se ha convertido en referencia en el medio académico, por su abordaje audaz e interdisciplinar sobre los fenómenos artísticos en el contexto de la historia y de la ideología. Con la misma desenvoltura y originalidad, Sarlo aborda el cine, teatro, televisión, música y arte pop, la cultura diseminada socialmente a partir de los shopping centers, al mismo tiempo en que escribe sobre figuras emblemáticas como Walter Benjamin y Jorge Luis Borges. En el libro Modernidad periférica – Buenos Aires 1920 y 1930, lanzado recientemente en el Brasil, la autora realiza un estudio esmerado y provocativo sobre el modernismo en la Argentina. Ella buscó delinear los matices del proceso de cambio estético en la perspectiva de los escritores e intelectuales que le dieron forma, en el programa de las revistas que lanzaron las bases tanto literarias como políticas de la renovación, en los debates y en los comportamientos de la época que contribuyeron para la contestación del pasado y consolidaron el terreno para la modernización, por más que fuera tensa y contradictoria. Según Beatriz Sarlo, su propuesta fue escribir “un libro mezclado sobre una cultura (la urbana de Buenos Aires) también mezclada”. Quizás esta idea de mezcla, o del cruzamiento entre elementos locales y extranjeros, entre propuestas políticas y estéticas, entre lo nuevo y la tradición, entre la experimentación vanguardista y el criollismo, sea uno de los puntos centrales de reflexión de Sarlo y apunte hacia una característica de la formación histórica y cultural de países periféricos y de origen colonial, como el Brasil y la Argentina. El proceso de renovación cultural, para la autora, no puede ser entendido como algo cerrado en sí, o una instancia autónoma, sino que debe ser analizado en su tensión dialéctica con los cambios sociales, políticos y económicos. Las transformaciones en el espacio urbano de Buenos Aires, por ejemplo, se reflejan en el debate exacerbado entre intelectuales, artistas y escritores. O como escribe la autora, “son cambios sociales, económicos y topográficos muy acelerados, que modifican la percepción colectiva del espacio y la productividad estética de esta percepción.” Más que en el modernismo brasileño, la discusión política sobre la identidad nacional y los rumbos de la política en la Argentina – o sobre el papel de la literatura como elemento de transfor- mación histórica – estaba a flor de piel y lejos de generar un consenso, por así decirlo, estéticamente apaciguador. No se trataba apenas de una discusión entre lo nuevo y lo viejo, por más que la novedad y la renovación fuesen de hecho cuestiones de orden y de principio, sino de una rediscusión acerca de la tradición y de sus desdoblamientos ideológicos. Sarlo mapea la producción creativa y el pensamiento de importantes escritores, artistas e intelectuales argentinos, como Xul Solar, Borges, Norah Lange, Victoria Ocampo, Roberto Arlt, Alfonsina Storni, Macedonio Fernández, Leopoldo Lugones, Ricardo Güiraldes, entre otros, y la intervención combativa de revistas literarias como Prisma, Inicial, Martín Fierro, Proa y Sur para “imaginar, nuevamente, el impacto de la modernización urbana y rural en las subjetividades”. En la construcción de la “nueva” propuesta en el modernismo argentino, Sarlo identifica que “tanto desde el punto de vista ideológico como desde el estético, los escritores descubren nuevos principios de valor literario: la cuestión de la identidad cultural, que preocupaba a sus antecesores inmediatos, las facciones de izquierda contraponen sus proyectos de reforma o de transformación radical de la sociedad, y las estrategias de renovación o de los recursos del realismo y del sencillismo”. Imposible, por lo tanto, separar el compromiso estético del modernismo argentino de sus entroncamientos subjetivos, programáticos e ideológicos con la modernización urbana y social de Buenos Aires. Es lo que Beatriz Sarlo demuestra con inteligencia y sutiliza. Reynaldo Damazio es sociólogo y periodista, autor de Horas perplexas (Editora 34), entre otros. 51 Arqueología ASENTAMIENTO Y PREHISTORIA EN AMÉRICA C Denis Vialou e Agueda Vilhena Vialou ristóbal Colón convirtió en bastante singular la conquista de América! Es obligatoriamente en el plural en que se debe hablar de la población del inmenso continente, que se convirtió en insular en función de las transgresiones marinas durante el Cuaternario. Son varios lugares de penetración y diversas rutas de migraciones para toda la población que fueron surgiendo en el continente desde el Pleistoceno hasta el momento del descubrimiento histórico por parte del famoso navegador genovés. En aquél vasto espacio y el más estirado del Norte al Sur, un mosaico de pueblos y de culturas se establecieron allí en pocos milenios, de una manera fulgurante, comparado con lo que sucedió en Eurasia (Europa y Asia) desde los primeros linajes humanos, hace cerca de 3 millones de años. Esta corta y rápida trayectoria humana de América pertenece 52 FOTOs: acervo denis vialou e agueda vilhena vialou Pintura rupestre en la Pedra Furada, en Ceará. totalmente al Homo sapiens y, actualmente, todos nosotros somos universalmente los únicos herederos genéticos de ese hombre anatómicamente moderno de la prehistoria. Las glaciaciones ritmaron los balances climáticos y ecológicos que se impusieron a los hombres a lo largo de su irradiante evolución. La última glaciación, durante el Pleistoceno superior, termina hace unos 12.000-10.000 años. Plataformas continentales inmersas durante las etapas interglaciares quedan así emergidas. Es así que se forma la Beringia (espacio de tierra que ligaba Siberia y Alaska, luego cubierta por agua, hoy conocida como el Estrecho de Bering), reapareciendo varias veces durante el Pleistoceno y particularmente durante el Pleistoceno superior (hace unos 130.000 años), período correspondiente a la extensión de los linajes sapiens en África y Eurasia. De largura superior a un millar de kilómetros de norte a sur, la Beringia unía, por lo tanto, la parte del extremo oriental de Siberia y la actual Alaska. Plantas y animales, dependientes del frio dominante, ocupaban esas tierras de la misma manera en que ocupaban las tierras asiáticas y norteamericanas. Fueron los paleolíticos siberianos, cazadores de bisontes, caballos, renos o mamuts que se convirtieron, sin saberlo, en beringianos y en los primeros americanos… Cuando la Beringia estaba así poblada, el inlandsis, un gigantesco casquete glaciar que formaba una barrera infranqueable hacia el este, a la altura de 53 Grafismo rupestre en la Serra da Capivara, en Piauí. las montañas Brooks (más o menos en el límite actual entre el Lasca y el Yukón en Canadá), cubría todo el norte del continente americano, hasta la latitud de Nueva York y de Detroit. La Beringia nunca fue un puente entre Asia y América, como se dice con frecuencia y erróneamente. Fue ante todo la extensión continental esporádica del extremo oriente siberiano. La progresión terrestre en América del Norte sólo puede haber sido hecha durante las retiradas progresivas del inlandsis, llevando a término su unión con la masa de glaciares cubriendo las montañas Rocosas, ellas mismas retrayéndose durante los interglaciares. Mientras que un estrecho (el actual Bering) substituía a Beringia y separaba nuevamente el Viejo y el Nuevo Mundo, el “corridor” (de acuerdo a la terminología de los paleoclimatólogos norteamericanos) fue utilizado por 54 los grandes mamíferos que se adentraron en el continente y, juntamente con ellos, sus cazadores. Estos desarrollaron, entre 12.000 y 10.000 años antes del presente, culturas conocidas con el nombre genérico de Paleoindio, caracterizadas por las puntas de proyectiles talladas en piedra de manera notable por su terminación, las puntas Clovis y Folson, y por sus campamentos de caza y de corte principalmente de mamuts y bisontes. La posibilidad de una progresión por el litoral Pacífico no puede ser excluida, a pesar de presentar grandes dificultades. Esta hipótesis implica en parte la cuestión de una paleonavegación de cabotaje, en las proximidades de las costas litorales. Los pueblos por vía marítima, Pacífico o Atlántico, sólo se conoce a partir de la segunda mitad del Holoceno. Ellos son ajenos a la problemática de los pueblos prehistóricos del continente americano, aún si los más antiguos de ellos escapan de la Historia propiamente dicha. Definitivamente, los pueblos por vías terrestres (y litorales, si posible, según las modalidades todavía desconocidas arqueológicamente) continúan siendo las únicas pruebas puestas en evidencia por la Arqueología mediante un centenar de sitios descubiertos y excavados adecuadamente, de Yukón (Canadá), como la gruta Blue Fish, cuya datación es anterior a 20.000 años, hasta la provincia chilena de Magallanes, en donde el hábitat prehistórico de la cueva Fell fue datado en 11.000 años atrás. Actualmente, ya está bien admitido y reconocido que todo el continente ya se encontraba habitado in extenso antes del final de Pleistoceno. Intensamente debatida, la cuestión de los primeros pueblos continúa abierta. Hoy en día las pocas centenas de vestigios óseos humanos, que se refieren con seguridad a los períodos prehistóricos encontrados en América, pertenecen todos, sin ninguna excepción, al linaje de Homo sapiens. En el sitio de Monte Verde, en la costa chilena, fueron evidenciados vestigios notables de habitaciones confeccionadas con huesos y pieles de mastodontes. Igualmente notable es el sitio de caza y corte a cielo abierto de TaimaTaima, situado en la costa noroeste de Venezuela. Una punta de proyectil lítica fue encontrada adjuntada a la cintura pélvica de un mastodonte. En pleno centro de América del Sur, el abrigo rupestre de Santa Elina, en el Estado de Mato Grosso, contiene vestigios arqueológicos excepcionales, comprobando la presencia humana en coexistencia con la fauna fósil. Se trata de la asociación de utensilios confeccionados en piedra con restos óseos de Perezoso gigante fósil (Glossotherium letsomii). Estos hallazgos son interesantes dado que representan un caso metodológico perfecto y único en América. Los huesos de esqueleto y esos vestigios óseos de la piel del Glossotherium encontrados en la capa más antigua provienen de la parte anterior del animal, lo cual significa el abatimiento y corte fuera del sitio. Por último, dos osteodermos (entre las decenas de millares encontrados in loco) fueron abrasados para ser transformados en elementos de adorno. Los raros sitios de América del Sur que son pleistocénicos y los numerosos que pertenecen al Holoceno comprueban la población integral del continente americano, por medio de todos sus componentes del medio ambiente, incluso aquellos que parecían menos favorables para las ocupaciones prolongadas. La costa del Pacífico fue poblada incluso antes del final del Pleistoceno, como atestiguan los sitios del Perú, a partir de los cuales fue definido el Paijaniano, una cultura de cazadoresrecolectores que creó un tipo de punta proyectil en piedra tallada de manera notable. Los límites cronológicos sitúan el asentamiento durante el período de los grandes cambios climáticos entre el Pleistoceno y el Holoceno. Los Andes fueron poblados antes del final del Pleistoceno, lo cual atestigua una notable adaptación a las rigurosas condiciones climáticas ritmadas por las pulsaciones glaciares, así como las regiones australes chilenas. La inmensidad de los altiplanos y planicies del continente, drenados por gigantescas redes hidrográficas, principalmente el Amazonas y la Cuenca del Paraná, fueron también conquistadas en los últimos milenios del Pleistoceno. El litoral atlántico ofrece una importante serie de sitios ligados a la exploración de recursos marinos: los más famosos son los sambaquís de la costa brasileña, siendo que los más antiguos llegan a tener ocho mil años. La ausencia de dataciones directas (posibles sobre los pigmentos de naturaleza 55 orgánica) de las representaciones rupestres americanas no permite situarlas con precisión en la cronología de las ocupaciones prehistóricas del continentes, norte y sur. Es muy posible que las más antiguas lleguen hasta el Pleistoceno, como en todo el mundo, sobre todo en Europa occidental durante la última glaciación. El arte rupestre prehistórico, en el sentido más amplio, cubre la totalidad del continente, desde los grabados del Bouclier (especie de área terrestre) canadiense datando desde su asentamiento, en los orígenes de la Historia, ocurrido luego de la retirada de los inlandsis, a los abrigos de la Patagonia. En América del Sur, el arte rupestre es generalmente conocido por todo el lugar, abundancia en sus abrigos rupestres andinos, domesticados en parte, o entonces, las figuraciones de peces en zonas densamente irrigadas o próximas del litoral. El bestiario corresponde a las elecciones simbólicas valorizando este o aquél animal, como tótems. Figuraciones de grandes aves, vistas de frente, con las alas en cruz, son frecuentes: simulan siluetas de bípedos, creando una ambigüedad simbólica con figuras humanas también vistas de frente. Al final de cuentas, el arte rupestre sudamericana constituye un notable conjunto rupestre, con el mismo valor y riqueza estética y simbólica que en otras regiones del Viejo Mundo. donde los afloramientos rocosos ofrecían paredes propicias para recibir esas imágenes expresadas por los hombres prehistóricos para singularizar sus territorios. Las técnicas, estilos y temas, principalmente animales, de figuras humanas y de los dibujos geométricos, símbolos gráficos variando según las sociedades que los creaban, sus disposiciones elaboradas sobre las paredes rocosas fundan su diversidad cultural. El bestiario refleja una parte de la fauna, cazada o no, existiendo en el momento de su figuración rupestre. El arte rupestre proporciona así informaciones sobre el medio ambiente, eventualmente sobre el período, como por ejemplo, los camélidos, figurados en Durante el Holoceno, asentamientos prehistóricos de todos los ambientes, formando el mosaico ecológico y climático de América del Sur, se intensificaron. En la segunda mitad de ese período, nuevos asentamientos se dispersan a partir de los océanos, particularmente el Pacífico. Nuevas prácticas domésticas y económicas fueron establecidas, aun así sin jamás difundirse en la totalidad de los territorios poblados: las cerámicas, las grandes urnas funerarias y a veces los silos caracterizaban nuevos modos de implantación favoreciendo el acopio de alimentos y bebidas de la misma forma que la conservación de los despojos de los muertos, muy próximos a los vivos. La domesticación de las plantas, como 56 el maíz (que dataría de 7.000 años BP en México, 6.000 años en el Perú) conduce a prácticas horticultoras acentuando la sedentarización, aglomeración y la expansión demográfica de los grupos sociales. La domesticación de ciertas especies animales, como los camélidos, en los Andes, lleva progresivamente a una racionalización de la adquisición y de la distribución social de los recursos animales, no solamente para la alimentación (leche, carne, gordura) sino también para los equipamientos domésticos y para las vestimentas. La domesticación de plantas y de animales no provoca el fin de las cosechas oportunistas, ni de la caza de los pueblos que la practicaban. industrial europea del siglo diecinueve. Las poblaciones indígenas encontradas a partir del siglo dieciséis por los conquistadores europeos, ceramistas o no, criadores de animales o no, habían logrado mantener sus sistemas sociales y económicos de autosuficiencia en la propia naturaleza, favorecidas así por la débil densidad de las ocupaciones territoriales en América del Sur. Nuevo Mundo de la Prehistoria, América parece bastante original comparada con la Eurasia y el África sometida a una intensa multiplicidad de población distribuidos en duraciones bastante largas. En América, las culturas prehistóricas parece que se desar- En algunas regiones, como en la Mesoamérica, en los Andes y en la propia Amazonia, se dispersaron desarrollos de culturas con manifestaciones de sociedades nítidamente jerarquizadas que dejaron testimonios arquitectónicos (pirámides), tejidos, trabajos en metal (oro), además de una cerámica elaborada. Como conclusión, parece pertinente notar que las nuevas técnicas y prácticas sociales y económicas ocurridas en América del Sur, sobre todo durante los últimos milenios, se refieren únicamente respecto a una parte de las poblaciones y no provocaron aquellos “progresos” imaginados de manera inevitable por las ideologías histórico-económicas que se impusieron desde la era rollaron y se sucedieron en un ritmo acelerado, comprimidas en un corto período de las colonizaciones terrestres y marítimas condicionadas por las fluctuaciones climáticas y ambientales de las vías septentrionales de migración. Ellas se quedaron distanciadas de los procesos históricos de desarrollo de las civilizaciones antiguas de Eurasia, hasta el sorprendente momento de su redescubrimiento inesperado y determinante de un nuevo destino. Denis Vialou y Agueda Vilhena Vialou son profesores del Muséum National d’Histoire Naturelle (Paris) y profesores visitantes de la Universidad de São Paulo. 57 Inscripciones muestran trazos diferenciados del bestiario prehistorico. MEdIO AMBIENTE CANCÚN ¿FRACASO O éxito? E José Goldemberg l principal resultado de la Conferencia de Cancún fue mantener vivo el Protocolo de Kyoto, que ahora está como los pacientes de la UTI de un hospital, donde se los mantienen vivos con respiración artificial con una expectativa de vida de 2 años, hasta el 2012, a la espera de algún tratamiento novedoso que pueda salvarlos. Japón, Inglaterra y otros se cansaron de realizar esfuerzos para cumplir con las metas fijadas por el Protocolo, mientras que Estados Unidos y China (los mayores emisores mundiales que responden por más del 50% del total) no hicieron lo mismo. Abandonar el Protocolo de Kyoto (que concluye en el 2012) sin substituirlo por otro sería un desastre, debido a que los mecanismos del Protocolo (como el Mecanismo de Desarrollo Limpio) dejarían de ser atractivos y el valor de los certificados de reducción de emisiones, los cuales son objeto de transacciones comerciales, caería a cero. 58 Actualmente, este mecanismo pone en movimiento billones de dólares que benefician a varios países en desarrollo, incluso el Brasil. La solución encontrada en Cancún fue posponer el problema para la COP-17 en Durban, en Sudáfrica. Hasta entonces, continúa vigente. El Protocolo solo entró en vigencia en el 2005 y la Unión Europea realizó esfuerzos en el sentido de cumplirlo, sin demasiado éxito. Sin embargo, como Rusia y otros países de Europa Oriental entraron en una fuerte recesión en la década de 1990, el conjunto de emisiones de los países en el Anexo I (excepto los Estados Unidos) se mantuvo prácticamente constante hasta el 2009, a pesar de haber aumentado mucho en varios países que no cumplieron con sus compromisos. Las presiones para abandonar Kyoto eran muy fuertes y los únicos que lo defendieron fueron algunos países de la Unión Europea, pero que representaban, desafortunadamente, menos del 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Los países en desarrollo, por razones radicalmente diferentes, incluso el Brasil – que tiene una posición de liderazgo entre ellos – también defienden el mantenimiento del Protocolo. Mientras tanto las emisiones de los países en desarrollo aumentaron y continúan aumentando en su conjunto como se observa en la Figura más abajo. La Convención del Clima adoptada en 1992 decidió, de hecho, que habría un tratamiento diferente entre los dos Emisiones mundiales de CO2 a partir de la quema de combustibles fósiles (1990 – 2007) 59 grupos, el de los países industrializados y el de los demás (países en desarrollo). El Protocolo de Kyoto impuso a los países industrializados la obligación de reducir sus emisiones hasta el 2012, pero eximió de hacerlo a los países en desarrollo. El principal argumento para justificar tal estrategia es el de la “responsabilidad histórica” de los países industrializados que emitieron gases de efecto invernadero sin límites en el pasado. Ocurre que cuando la Convención del Clima fue adoptada, los países en desarrollo emitían menos de un tercio de las emisiones globales. Hoy emiten más de la mitad y están creciendo a más de 4% al año, principalmente debido a China, que ya es el mayor emisor global, superando a los Estados Unidos. Cerca de la mitad de las emisiones mundiales ocurrieron a partir de 1980, de modo que la “responsabilidad histórica” es difícil de justificar. Además de ello, no se tenía, antes de 1992, claridad sobre la gravedad del problema, de modo que asumir “responsabilidades históricas” sería el equivalente a aceptar una culpa retroactiva. Si tal argumento fuese aceptado, los españoles deberían indemnizar a México por los daños que causaron al haber destruido el imperio azteca. El Acuerdo de Copenhague, en diciembre de 2009, sustituyó la “arquitectura” del Protocolo de Kyoto de decisiones tomadas de “arriba para abajo” 60 (con metas y calendarios para cumplirlas) por un proceso de “abajo para arriba” de compromisos unilaterales adoptados por los países, sujetos, aún así, a verificaciones internacionales. Este camino ya había sido propuesto por Japón en 1996, pero fue rechazado debido a la euforia que caracterizó a la Conferencia de Kyoto en 1997 en la cual “todo parecía posible”, inclusive decisiones multilaterales que obligarían a las grandes potencias a cumplirlas. Significativamente, el Acuerdo no mencionó “responsabilidades históricas”. Lo cual significa que es necesario mirar para adelante y no para atrás y reconocer la importancia del uso del mercado de emisiones para promover actividades de mitigación. Este punto es importante debido a que el Protocolo de Kyoto tiene tres mecanismos de flexibilidad: “aplicación conjunta”, “intercambio de emisiones” entre los firmantes del Protocolo y el “Mecanismo de Desarrollo Limpio” (MDL) que permite acciones de los países industrializados en los países en desarrollo. El Acuerdo de Copenhague tiene dos apéndices: en el Apéndice I deberían ser incluidos los compromisos asumidos por los países industrializados que, en teoría, serían obligatorios; mientras que los compromisos de los países en el Apéndice II serían voluntarios. Bajo este punto de vista los compromisos de los Estados Unidos deberían en realidad ser listados en el Apéndice II junto con Brasil y China. Es claro, por lo tanto, que en algún momento en el futuro será necesario conciliar esos compromisos. La COP-18 de 2012, que deberá ser en Rio de Janeiro, en donde se hará un balance de los 20 años de la Convención del Clima, podría hacerlo. La COP-17 en Durban (Sudáfrica) será apenas una reunión preparatoria para aquella. Mientras tanto, el Protocolo de Kyoto continúa vigente. Estas decisiones son esenciales porque otro resultado de la Conferencia fue el de reconocer la necesidad de cortar las emisiones de gases de “efecto invernadero”, para evitar que la temperatura de la Tierra aumente más de 1,5 grados centígrados. El valor utilizado como referencia hasta ahora era de 2,0 grados centígrados. La decisión todavía requiere de estudios que serán evaluados en el 2015 y por esa razón no pasa de ser una exhortación, dado que no quedó claro quién debe hacer qué para cumplirla. De cualquier manera, quedó aún más evidente que, sin acciones concretas de los países en desarrollo, esto no será logrado, lo cual refuerza la necesidad de ampliar el Protocolo de Kyoto con metas y plazos que incluyan a China y otros. En este telón de fondo un poco pesimista, se logró algún progreso en Cancún para colocar en operación el “Fondo Verde” que será administrado por el Banco Mundial, a pesar de la preferencia de los países por una nueva agencia independiente. Los países industrializados se comprometieron en Copenhague a de- sembolsar 30 billones de dólares hasta el 2012, pero hasta ahora las contribuciones han sido pequeñas e incluyen programas que ya están en marcha de modo que no se sabe realmente cuánto es “dinero”. Por último, la reglamentación del mecanismo de reducción de emisiones originadas por la deforestación y degradación de bosques (REDD) – que busca ayudar a países como Brasil, Indonesia y Nigeria para que reduzcan sus tasas de deforestación y otras – tuvieron algún progreso: esto podría ser incluido en el Mecanismo de Desarrollo Limpio, lo cual significa que si un país contribuye a preservar el bosque amazónico, el carbono almacenado en los árboles valdrá créditos que podrán ser comercializados en el mercado internacional. Existen alrededor de 100 toneladas de carbono por hectárea en el denso bosque amazónico; si cada tonelada de carbono tuviera el valor de 10 dólares, esto significaría que mantener una hectárea de bosque en pie rendiría 1.000 dólares para el propietario de la tierra. Aplicar este mecanismo (REDD) en los países de América Latina, que tiene bosques tropicales para ser conservados, abre, por lo tanto, nuevas oportunidades para la protección del clima. José Goldemberg es físico y uno de los principales científicos brasileños, especializado en cuestiones climáticas y energéticas. 61 CORTAS de la integración latinoamericana Una región “desgarrada por fronteras e incomunicaciones”, como dijo en cierta ocasión el escritor uruguayo Eduardo Galeano, “¿qué integración puede realizar?”, preguntó. Aún así, mucha gente soñó con la unidad latinoamericana y con un organismo capaz de promoverla, como el Memorial de América Latina. El gobernador de São Paulo, Franco Montoro, acarició y maduró la idea y otro gobernador la concretizó: Orestes Quércia (en la foto, izando la bandera en la inauguración del Memorial de América Latina), que había sido vice de Montoro y falleció en diciembre de 2010. Como dice el historiador Shozo Motoyama, autor del libro Memorial de América Latina 21 años, Quércia tuvo una destacada acción cultural. “Su imagen era la de un político pragmático, pero lo que mucha gente no sabía era que el gobernador percibió la importancia del mundo intelectual para su trayectoria política, de concejal, diputado, intendente de Campinas, senador, vicegobernador y gobernador.” El hecho es que él se rodeó de profesores y científicos renombrados y, de esa manera, uno de sus hechos notables en el área fue la concesión de autonomía financiera para las universidades estatales paulistas. En cuanto al Memorial, él mismo comentó: al estudiar, entre otros, el pensamiento de Celso Furtado, él se convirtió en “un entusiasta de la integración latinoamericana. Aún siendo candidato a gobernador del Estado, soñaba con la construcción del Memorial”. FOTO: divulgaCIÓN 1 Entusiasta 62 ¿Disney + Dalí? 2 No fue la casualidad que reunió en 1946 a dos grandes artistas: Salvador Dalí y Walt Disney. Fue Destino, película animada con alma surrealista. Pocos la conocen y nadie la había visto: el proyecto fue encajonado debido a sus altos costos y encontrado recientemente por empleados de los estudios Disney. Está insertado en Fantasia 2000, versión de Fantasia rellenada con varios extras, una película animada lanzada por Disney en los años 40. En realidad, Dalí fue contratado por Walt Disney y ambos trabajaron juntos en el proyecto durante ocho meses, período en el que se convirtieron en grandes amigos. De producción efectiva, Destino alcanzó apenas 20 segundos, pero Dalí había hecho el storyboard completo, el cual quedó archivado todo este tiempo. Fantasia y Fantasia 2000 están en el mercado desde noviembre del año pasado en DVD y en Blue-ray. Hecho inédito en la Argentina 3 La Argentina se convirtió, junto con los Estados Unidos e Italia, en uno de los tres países del mundo capaces de clonar caballos de alta calidad. El hecho fue logrado en la ciudad de Baradero, 150 kilómetros al norte de Buenos Aires por un laboratorio privado. El potrillo criollo fue llamado BS Nandubay Bicentenario, debido a que fue clonado a partir de células de un caballo premiado llamado Nandubay. Centros de los Estados Unidos y de Italia ya produjeron más de 30 ejemplares clonados, una tecnología importante para los caballos de competiciones deportivas, como salto y polo. FOTO: ReproduCCIÓN 4 FOTO: ReproduCCIÓN FOTO: ReproduCCIÓN IDH mejora en la región En la evaluación de la Organización de las Naciones Unidas, el Índice de Desarrollo Humano de América Latina y del Caribe se aproxima a los índices registrados en la región europea y en los Estados Unidos, en cuanto a la expectativa de vida y las matriculas escolares. En los años 1970, poco más del 40% de los niños en América Latina frecuentaban la escuela, hoy este número alcanza el 80%. El ranking de educación considera a 135 países y los que más progresaron desde entonces fueron Bolivia, Guatemala y Brasil. En cuanto a la expectativa de vida, el crecimiento también fue significativo: Bolivia, por ejemplo, saltó de 46 años en la década de 1970 a 66 años actualmente; el Brasil, de 53 a 72 años. 63 NDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AG AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGEND FOTO: COLECCIÓN INSTITUTO VALENCIANO DE ARTE MODERNA Experimentalismo en la producción femenina 64 De las reflexiones sobre la belleza en la pintura a las conquistas político-experimentales, la producción femenina, a lo largo de los años, redefinió el sentido autoral de la obra de arte. Casi nada escapó de la mirada aguda de un grupo de artistas que provocó una relectura de los límites de las artes visuales. Todo lo que ya fue realizado por ellas refuerza el espíritu transgresor del arte. La colectiva organizada por el IVAM – Instituto Valenciano de Arte Moderno, que hace parte de su acervo, en sociedad con el Memorial, nos trae artistas venidas de países tan diferentes como sus estilos o generaciones. Todas tienen en común la persistencia de los creadores geniales que, en algunos casos, se afirmaron internacionalmente ejerciendo realidades individuales, sin que sean autobiográficas. La muestra, que ocupó la galería Marta Traba, reúne desde el modernismo francés, con la ruptura y la densidad de las telas de Sonia Delaunay, pasando por la objetividad de Diane Arbus, dos integrantes de la vanguardia histórica, llegando a la contemporaneidad con la mirada aguda de la celebrada fotógrafa norteamericana Cindy Sherman, y de la española Carmen Calvo (foto). Otros nombres igualmente simbólicos del experimentalismo vivido por artistas mujeres rozan la creatividad y el raciocinio, expandiendo el vocabulario plástico. Leonor Amarante es editora da Revista Nuestra América, curadora y crítica de arte. GENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA DA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGEN Festibero de Teatro En su cuarta edición, el Festival Iberoamericano de Teatro de São Paulo recibió en marzo 17 montajes teatrales provenientes de 10 países. Éxito de público, la muestra presentó autores clásicos y contemporáneos de diferentes lenguajes, de los tradicionales a los vanguardistas. Además de ello, como sucede todos los años, actores, directores, productores, dramaturgos y otros profesionales del área discutieron los rumbos del hacer teatral en tiempos de globalización. FOTO: divulgaCIÓN Flusser promueve la Fiesta de la Lengua A festa da língua – Vilém Flusser es el libro que el Memorial de América Latina está lanzando para registrar el seminario sobre este pensador, que el año pasado atrajo un público inmenso a la Biblioteca Victor Civita, del Memorial. Filósofo, él nació en Praga, donde inició sus estudios, y vivió en Brasil durante 33 años enseñando en importantes instituciones de São Paulo. Fue uno de los intelectuales más provocativos en el área de filosofía de la comunicación. Ante al interés de profesionales del área, la publicación propone presentar y aclarar algunos aspectos de la producción intelectual de este filósofo checo-brasileño. Salud & Cátedra de América Latina Enfermedades Descuidadas de América Latina es el foco de la cátedra que el Memorial realiza en el primer semestre de 2011. El tema, elegido por su pertinencia y actualidad, será conducido por un especialista en el área, el profesor Erney P. de Camargo, graduado, doctorado y libredocente por la Universidad de São Paulo, además de doctor honoris causa de la Universidad Nacional de Ingeniería del Perú. El curso de extensión universitaria para estudiantes del área o profesionales ligados a la salud, como los gestores públicos, involucrará a otros especialistas de renombre para hablar sobre la enfermedad de Chagas, filariasis, fiebre amarilla y hantavirus, entre otros acometimientos comunes en la región neotropical. 65 POESÍA CRUCÉ LA FRONTERA Crucé la frontera amor No sé cuándo volveré. Tal vez cuando sea verano, cuando abuelita luna y padre sol se saluden otra vez, en una madrugada esclareciente, festejados por todas las estrellas. (...) Crucé la frontera empapada de tristeza. (...) Lloran los mapaches, lloran los saraguates, los coyotes y zenzontles totalmente silenciosos, los caracoles y los jutes desean hablar. (...) Crucé la frontera cargada de dignidad. Llevo el costal lleno de tantas cosas de esta tierra lluviosa, llevo los recuerdos milenarios de Patrocinio, los caites que nacieron conmigo, el olor de la primavera, olor de los musgos, las caricias de la milpa y los gloriosos callos de la infancia. (...) Crucé la frontera amor. Volveré mañana, cuando mamá torturada teja otro güipil multicolor, cuando papá quemado vivo madrugue otra vez, para saludar el sol desde las cuatro esquinas de nuestro ranchito. Entonces habrá cuxa para todos, habrá pom, la risa de los patojos, habrá marimbas alegres. Habrán lumbres en cada ranchito, en cada río para lavar el nixtamal en la madrugada. Se encenderán los ocotes, alumbrarán las veredas, los barrancos, las rocas y los campos. Rigoberta Menchú, detentadora del Premio Nobel de la Paz de 1992, es una poeta guatemalteca, descendiente de Quiché Maya, y la primera mujer de origen indígena en recibir el consagrado premio de la Academia Sueca. 66 publicaciones memorial IMESP Grafica