1. EL ESTADO DE LA CIENCIA 10 EL ESTADO DE LA CIENCIA UN PERÍODO DE CRECIMIENTO CON ALTIBAJOS Gráfico 1. Evolución del PBI 170 160 150 140 130 120 110 100 90 80 1996 1997 1998 Europa 1999 2000 Asia En dólares corrientes. Base 1996 = 100 2001 2002 2003 América del Norte 2004 ALC 2005 La evolución del producto bruto interno (PBI) en el período 1996-2005 muestra a lo largo de la década una tendencia general al crecimiento en todas las regiones, aunque con una diversidad de tasas que oscila entre algo más del 30% y el 60% (Gráfico 1). Excepto en el caso de América del Norte, cuyo crecimiento fue lineal y sostenido, en el resto de las regiones se evidenciaron altibajos. Los países de América Latina y el Caribe en su conjunto vieron aumentar su producto hasta un 35%, alcanzando la misma tasa final que el conjunto de países asiáticos. Sin embargo, la trayectoria latinoamericana muestra los efectos de las crisis experimentadas por algunos de los países de mayor tamaño, con repercusiones en el conjunto regional. En efecto, después de haberse recuperado de una caída que refleja la crisis de la economía brasileña de mediados de los noventa, para alcanzar un cierto pico en 2001, el producto de la región cayó en 2002, para luego volver a subir a partir de 2003. La crisis de la economía argentina sin lugar a dudas fue determinante de este desempeño. Europa, por su parte, subió casi un 50%, aunque repitiendo el patrón de caída hacia la mitad del período. 11 Si la medición se realiza en paridad de poder de compra, la tendencia general se mantiene, aunque alcanzando valores más altos (Gráfico 2). También el orden relativo de las diferentes regiones muestra modificaciones ya que, por ejemplo, la tasa de crecimiento más pronunciada es en este caso la de Asia, con algo más del 90%. Los países de América Latina y el Caribe muestran un crecimiento cercano al 50% y, en este caso, las caídas sufridas a consecuencia de las crisis de la mitad del período se muestran más atenuadas. Con todo, el punto alcanzado en 2005 por la región es el de menor crecimiento en el conjunto de regiones consideradas. Gráfico 2. Evolución del PBI 200 180 160 12 1. LA INVERSIÓN EN I+D 140 Para caracterizar la situación de la ciencia y la tecnología en Iberoamérica no es posible soslayar el bajo nivel de inversión en I+D en comparación con los países de mayor desarrollo relativo. Este indicador recibe objeciones, ya que resulta difícil determinar si la baja inversión en I+D es la causa de los problemas o la consecuencia de la configuración estructural de la economía de los países de la región. No obstante, si bien no es la causa, un nivel adecuado de inversión en I+D es una condición necesaria para el despegue de los países iberoamericanos en ciencia, tecnología e innovación. 120 100 80 1996 1997 1998 1999 Europa 2000 Asia 2001 2002 2003 América del Norte 2004 2005 ALC En PPC. Base 1996 = 100 Gráfico 3. Evolución de la inversión en I+D La evolución de la inversión en I+D En el conjunto de las regiones consideradas, la inversión en I+D acompañó la tendencia de crecimiento del PBI, con un resultado final de incremento que oscila, según la región, entre el 35% y el 60% (Gráfico 3). Los países de América Latina y el Caribe registraron al final de la década un incremento superior al 40%. Europa, en cambio, mostró un fuerte crecimiento desde 2001, que sólo se ha desacelerado en 2005. 170 160 150 140 130 120 110 100 90 En 1996 la inversión mundial en I+D se repartía en partes muy similares entre los países de América del Norte, Europa y Asia, con un predominio de la primera (36,5% del total), seguida por Europa (31,3%). En aquel año, los países de América Latina y el Caribe contribuyeron con un 1,7% de la inversión mundial medida en dólares corrientes, superando el porcentaje de Oceanía. En 2005 el panorama global sufrió modificaciones y registró un fuerte aumento relativo del conjunto de países de América del Norte (40,1%), a expensas de los otros dos grupos más fuertes. Europa se mantiene estable, 80 1996 1997 1998 Europa 1999 2000 Asia En dólares corrientes. Base 1995 = 100 2001 2002 2003 América del Norte 2004 ALC 2005 Gráfico 4. Inversión mundial en I+D (dólares corrientes) 1996 2005 ALC Africa1,7% 0,2% América del Norte 36,5% Africa ALC 0,3% 1,6% Oceanía 1,3% América del Norte 39,1% Europa 31,3% Oceanía 1,5% Asia 29,0% Gráfico 5. Inversión mundial en I+D (PPC) 2005 1996 ALC Africa 2,7% 0,7% América del Norte 38,7% Oceanía 1,4% ALC Africa 2,5% 0,9% Europa 28,9% Asia 27,7% cerca del 31%. En este último año, la participación de los países de América Latina y el Caribe se redujo levemente (1,6% del total mundial) y al mismo tiempo la de Oceanía ascendió a idéntico valor (Gráfico 4) Si la comparación se establece sobre la base de la paridad de poder de compra, en 1996 se Europa registraban los mismos tres bloques 31,2% preponderantes, aunque América del Norte (con el 38,7%) superaba con algo más de holgura a Europa (28,9%) y Asia (27,7%). Los países de América Latina y el Caribe, en tanto, aportaban un porcentaje significativamente mayor al que les Asia corresponde cuando la medición se realiza en 26,3% dólares corrientes: el 2,7%; esto es, una participación que duplica largamente aquel porcentaje. En 2005 se percibe el avance del conjunto de países asiáticos, cuya participación (34,4%) prácticamente iguala la de los países de América del Norte, reducida a un 35,1%. El mayor peso relativo de Asia se produce también a expensas del conjunto de Europa, que sufre un retroceso en su participación proporcional (25,7%). Los países de América Latina y el Caribe también retroceden hasta el 2,5% de la inversión mundial (Gráfico 5). Europa 25,7% América del Norte 35,1% Oceanía 1,3% Asia 34,4% Gráfico 6. Evolución de la inversión en I+D 400 350 300 250 200 150 100 50 0 1996 1997 1998 Argentina España 1999 2000 Brasil Resto ALC En dólares corrientes (Base 1996 = 100). 2001 2002 Chile Total ALC 2003 2004 2005 México Total Iberoamérica En lo que hace a la evolución de la inversión en I+D en América Latina y el Caribe en el período 1996-2005, se evidencia una gran dispersión de trayectorias, sobre todo a partir de 2001 (Gráfico 6). La tendencia de la región está fuertemente condicionada por la curva de Brasil, en razón del fuerte peso relativo de este país. México es el único que muestra un crecimiento sostenido a lo largo de la década, más que triplicando su inversión en dólares corrientes al cabo del período. La curva de Argentina refleja los efectos de la devaluación de enero de 2002, aunque con posterioridad se inicia una recuperación importante que, de todas maneras, no permite alcanzar todavía los valores iniciales de la década. En efecto, Argentina es el único país que en 2005 muestra un valor nominalmente inferior al de 1996. También Brasil sufrió una caída, aunque no tan pronunciada, entre 2001 y 2003, pero su recuperación posterior lo lleva a terminar el período en un valor algo superior al de 1996. El efecto de los períodos críticos en la trayectoria de cada país es claramente perceptible en la “fotografía” de la distribución relativa del esfuerzo en I+D de la región. En 1996 Brasil representaba casi dos tercios de la inversión en I+D de los países de América Latina y el Caribe (63,3%). En segundo lugar, Argentina aportaba el 12,1%, seguida por 13 México con el 10,8% y Chile con el 4,2%. En 2005 el panorama ha sufrido modificaciones muy fuertes. Lo más significativo es el impresionante aumento de la participación mexicana, cuyo crecimiento, que se advierte en el gráfico 8, le lleva a contribuir con un 26,1%. Con ello la participación brasileña cae casi diez puntos y queda reducida a un 53,8% del total. En cuanto a Argentina (6,2%), el efecto de la crisis en este indicador es catastrófico, ya que su participación se reduce a la mitad de lo que era diez años antes: queda relegada al tercer lugar, cuadruplicada por México y casi alcanzada por Chile (5,9%) (Gráfico 7). Gráfico 7. Distribución de la inversión en I+D en ALC (dólares corrientes) Resto ALC 9,7% 14 El análisis de la evolución de la inversión en I+D en relación con el PBI en las diferentes regiones, si se la mide en PPC, revela que Asia es la que más creció, con algo más del 10% (Gráfico 10). No obstante ello, el indicador muestra una caída a partir de 2004 y llamativamente todas las regiones, excepto América Latina y el Caribe, registraron algún grado de retroceso en el tramo final de la serie. Los países latinoamericanos y caribeños crecen algo más del 5% al cabo del período, con respecto al punto inicial en 1996, pero alcanzan un valor más alto en 1998 y una depresión posterior en 2001, replicada en 2004. Significativamente, América del Norte muestra un leve retroceso entre 1996 y 2005, luego de haber alcanzado un pico positivo hacia 2001. Resto ALC Argentina 6,2% 7,9% Argentina 12,0% México 10,8% México 26,1% Chile 4,2% Brasil 53,8% Chile 5,9% Brasil 63,3% El gráfico 8 refleja la evolución de la inversión iberoamericana entre 2001 y 2005, medida en dólares. En ella se advierte el significativo avance de España a expensas del resto de los países, excepto México, y el marcado retroceso de Argentina en 2003, debido a los avatares de su economía. También es perceptible, no obstante, la moderada recuperación en 2005. El gráfico 9 presenta una selección de países, de los cuales sólo Japón supera largamente el 3% del PBI como equivalente de su inversión en el año 2005. Un sólo país de los aquí discriminados, Estados Unidos, alcanza un valor intermedio en el rango de 2% a 3%. En la franja inferior, Canadá está muy próximo al 2%, y la media europea es de 1,74%, por lo que hay que advertir que países europeos individualmente considerados superan la barrera del 2%. En la franja anterior, China (1,34%) y España (1,13%) superan el listón casi mítico del 1%. Ningún país latinoamericano alcanza tal valor, siendo los que más se aproximan Brasil (0,82%) y Chile (0,68%). La media latinoamericana es del 0,54%. 2005 1996 Gráfico 8. Inversión de Iberoamérica en I+D 2005, 6,9% 2003, 7,0% 2005, 5,4% 2003, 5,7% 2001, 5,5% 2005, 3,0% 2001, 9,5% 2003, 2,6% 2001, 6,7% 2005,12, 7% 2003,14, 3% 2001, 14, 4% 2005, 26, 2% 2003, 24, 3% 2001, 31, 2% 2001, 32, 7% 2003, 46, 2% 2005, 45, 8% Argentina Brasil España México Portugal Resto de Iberoamérica Gráfico 9. Inversión en I+D con relación al PBI 2005 o último año disponible Japón EEUU Canadá Europa 1,34% China 1,13% España 0,82% Brasil 0,68% Chile 0,54% ALC 0,51% Cuba 0,46% Argentina 0,46% México 0,25% Panamá 0,09% Paraguay Guatemala 0,03% 0,00% 0,50% 1,00% 1,50% 3,33 % 2,60% 1,98% 1,74% 2,00% 2,50% 3,00% 3,50% Gráfico 10. Evolución de la inversión en I+D en relación al PBI en PPC 125 120 115 110 105 100 95 90 85 80 1996 1997 1998 1999 Asia 2000 2001 2002 América del Norte 2003 ALC 2004 2005 Europa Base 1996 = 100 Gráfico 11. Inversión en I+D con relación al PBI en Iberoamérica en dólares corrientes El análisis de la evolución de la inversión en I+D en relación al PBI en Iberoamérica (Gráfico 11) muestra trayectorias muy dispares. México posee el mejor desempeño, aumentando casi un 50% al final del período, aunque debió absorber una fuerte caída en el año 2000 y una moderada evolución en 2004. Brasil, por su parte, había crecido en forma sostenida hasta 2001, pero luego descendió también en forma constante hasta 2005. Su saldo final es moderadamente positivo, con un 15% de aumento sobre el comienzo del período, pero con un 20% de disminución con respecto al mejor año de la serie. Chile muestra, en general, un comportamiento estable, antes de 2001 y a partir de 2002. No obstante, entre esos dos años experimentó un salto cualitativo de treinta puntos. Argentina, pese a la crisis de 2002, también termina con un porcentaje levemente favorable, lo mismo que el conjunto de América Latina. España es el segundo país en aumento neto y sigue una trayectoria con un formato parecido al de México, aunque sin la abrupta caída de 2000. 160 150 140 130 120 110 100 90 80 1996 1997 1998 1999 2000 Argentina México 2001 2002 Brasil Total ALC Chile 2003 2004 2005 España Resto ALC La inversión en I+D por habitante medida en dólares aumentó a lo largo de la década (Gráfico 12). La inversión de los países de América Latina y el Caribe evolucionó de casi 21 dólares por habitante en 1996 hasta un valor de 26 en 2005. Incluyendo España y Portugal, la inversión en I+D por habitante pasó de 30 dólares en 1996 a 48 dólares en 2005. En Estados Unidos evolucionó de casi 744 dólares por habitante a un valor de 1091 dólares. La participación del sector privado Base 1996 = 100 Gráfico 12. Inversión en I+D por habitante, en dólares 1200 1100 1000 900 800 700 600 500 400 Si se desagrega la inversión en I+D en Iberoamérica por sectores de origen del financiamiento, se pone en evidencia que casi las dos terceras partes de ella son sostenidas económicamente por el presupuesto público y poco más de un tercio por otras fuentes, entre las que predominan las empresas. En cuanto a la ejecución de estos recursos, casi el cuarenta por ciento se invierte en investigación llevada a cabo en las universidades. Esta estructura de financiamiento contrasta con la de los países industrializados, ya que en ellos la relación es inversa y aproximadamente las dos terceras partes de los recursos para I+D provienen de las empresas. 300 200 100 1996 1997 1998 1999 2000 Estados Unidos 2001 2002 Iberoamérica 2003 ALC 2004 0 2005 La participación de las empresas en el financiamiento de la I+D es probablemente el criterio diferencial más importante, en esta materia, entre los países industrializados y los países en desarrollo, ya que refleja una 15 componente estructural básica: el dinamismo del sector privado. El gráfico 13 muestra la diferencia de comportamiento en las distintas regiones del planeta, según su desarrollo y grado de industrialización relativa. Entre 1995 y 2005 los países de América del Norte registraron una participación del sector privado que osciló entre el 60% y el 70% de la inversión total en I+D, con un pico de casi el 75% en 2000. Europa, durante todos los años del período, obtuvo registros entre el 50% y el 60% para el sector privado, aunque en 2005 el promedio fue inferior al 50%. Ello puede ser atribuible a la ampliación de la comunidad a los países del Este, con un grado de desarrollo capitalista menor que el del conjunto comunitario previo. En la dimensión de los países de América Latina y el Caribe, en tanto, la participación del sector privado a lo largo del período se sitúa en la franja que oscila entre el 30% y el 40%. Con ello, la región se ubica a la saga en este rubro, si bien desde 2002 muestra una tendencia al incremento que alcanza su pico en 2005. Gráfico 13. Participación de las empresas en el financiamiento de la I+D Europa Oceanía América del Norte 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 0,0% 10,0% 20,0% 30,0% 40,0% 50,0% Argentina Brasil I+D y desarrollo humano b) Bajo IDH con alto esfuerzo en I+D: ningún país ocupa este cuadrante, lo que seguramente está relacionado con el hecho de que en sí mismo este casillero implica una contradicción, ya que es difícilmente pensable que un país con bajo IDH pueda realizar un alto esfuerzo en I+D. Por otra parte, es posible pensar que lo más probable sería que una alta inversión en I+D habría de proyectar al país hacia un mejor desempeño en el IDH, con lo cual avanzaría hacia el primer cuadrante. 80,0% 42,14% 45,66% España 48,04% México 41,09% 64,94% Estados Unidos América Latina y el Caribe 0,00% 37,83% 10,00% 20,00% 30,00% 40,00% 50,00% 60,00% 70,00% Gráfico 15. Relación entre IDH e inversión en I+D como % del PBI Gasto en I+D como % del PBI, año 2004 a) Equilibrio positivo: corresponde al conjunto de países que realizan una mayor inversión en I+D como porcentaje del PBI y obtienen un mejor indicador de desarrollo humano. Este casillero está ocupado por países desarrollados pertenecientes a la OCDE, destacándose Japón, Estados Unidos, Corea y Alemania. Para Iberoamérica se trata de un casillero vacío. 70,0% 31,02% Chile La correlación entre la inversión en I+D como porcentaje del PBI, con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) determina cuatro conjuntos posibles (Gráfico 15): 60,0% Gráfico 14. Financiamiento de I+D por empresas en varios países y regiones Si se desglosa el análisis de esta variable por países (Gráfico 14), se aprecia que España está en el 48%, seguida por Chile (45,6%), Brasil (42,1%) y Argentina (31%). 16 ALC 3,50% Japón Corea EEUU Alemania OCDE Francia Canadá Australia Reino Unido Noruega 1,75% China Rusia Brasil Chile N. Zelanda Irlanda Italia España Portugal ALC México Argentina Colombia Panamá C. Rica 0,00% 0,65 0,83 Índice IDH - Año 2004 1,00 Gráfico 16. Investigadores y tecnólogos EJC en el mundo c) Alto IDH con bajo esfuerzo en I+D: varios países europeos, entre ellos el Reino Unido, España, Italia, Noruega, Irlanda y Portugal ocupan este cuadrante. También Nueva Zelanda ocupa este espacio. Del grupo de América Latina y el Caribe, tanto Chile como Argentina y Costa Rica acceden a él. 140 135 130 125 120 d) Equilibrio desfavorable: ambas variables tienen los más bajos valores relativos. China. Rusia, Brasil y México, así como el promedio de América Latina, ocupan este casillero. 115 110 105 100 95 90 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 En el período analizado, la cantidad de recursos humanos dedicados a la I+D en el mundo, medidos en equivalencia a jornada completa (EJC), creció de manera notable y sostenida, alcanzando un incremento neto del 35% al final de la década (Gráfico 16). Evolución de cantidad de investigadores a nivel mundial Base 1996 = 100 Gráfico 17. Investigadores y tecnólogos EJC por bloque geográfico 180 170 160 150 140 130 120 110 100 90 1996 1997 1998 Europa 1999 Asia 2000 2001 2002 2003 2004 América del Norte ALC Base 1996 = 100 Gráfico 18. Investigadores EJC por bloque geográfico 2005 1996 Africa 0,3% ALC Africa 3,7% 0,5% ALC 2,9% América del Norte 26,3% América del Norte 27,6% Europa 23,7% Oceanía 1,6% Oceanía 1,6% Asia 43,9% 2. RECURSOS HUMANOS 2005 Al discriminar por regiones este aumento en los recursos se observa que las variaciones han sido menos pronunciadas que en lo relativo a la inversión, lo cual resulta lógico, considerando que las tendencias en la formación de recursos humanos son necesariamente más estables (Gráfico 17). Con todo, lo que llama la atención es que la región del mundo que hizo un esfuerzo más potente hacia el aumento de estos recursos fue América Latina y el Caribe, cuyos países, en promedio, durante el período analizado aumentaron su dotación de investigadores y tecnólogos en algo más de un 70%, como resultado de la aplicación de políticas destinadas a fortalecer su base de recursos humanos. Este buen desempeño se pone en evidencia en la participación del conjunto de América Latina y el Caribe en la base científica mundial. En 1996 (Gráfico 18) el escenario de los recursos humanos a nivel mundial estaba dominado por los países asiáticos, a los cuales correspondía el 43,9% de los recursos humanos. La segunda posición era para América del Norte con el 27,6%. El conjunto de Europa aportaba un 23,7%. Los países de América Latina contribuían con un Europa 2,9%, cifra superior a la participación regional 23,1% en el financiamiento. Diez años después, la hegemonía de las naciones asiáticas se había consolidado y -a la inversa- la participación de los países de América del Norte había decrecido, si bien de manera leve. Europa, por su parte, se mantenía en valores proporcionales semejantes. La participación de los países de América Latina y el Caribe aumentó significativamente hasta Asia el 3,7% del total, lo cual significa una 44,8% contribución muy saludable de la región, ya 17 que implica una participación en la escena mundial de la ciencia y la tecnología en un orden que se aproxima al de su participación en el comercio internacional. El gráfico 19 da cuenta de la cantidad de investigadores y tecnólogos en el sector privado. En América del Norte, durante la mayor parte de los años del período 19952005, osciló entre el 70% y el 80%, llegando en 2005 llegó a un pico que superó el 80%. Europa osciló entre el 45% y el 50%, también con tendencia creciente, alcanzando prácticamente este valor en 2005. América Latina no fue ajena a este proceso de creciente importancia de las empresas como sede de los investigadores y tecnólogos, sólo que su evolución transcurrió en niveles más bajos: entre 1995 y 1999 osciló entre el 10% y el 20%, con tendencia siempre creciente. Entre 2000 y 2004 osciló entre el 20% y el 30%. Ya para 2005 el porcentaje superó holgadamente el 30%, lo cual refleja tanto la “normalización” latinoamericana de acuerdo con los parámetros internacionales como el creciente empuje de sus sectores empresariales. 18 La evolución de los investigadores y tecnólogos EJC en los países de Iberoamérica muestra un incremento general a lo largo del período (Gráfico 20). El aumento más significativo es el de México, seguido por España. Argentina, en tanto, tuvo el menor crecimiento, aunque debió superar una merma de su dotación de investigadores y tecnólogos en 2001 y 2002, producto de la crisis y de la marcada migración que se dio en aquellos días. Gráfico 19. Participación de los investigadores y tecnólogos (EJC) en las empresas Europa América del Norte 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 0,0% 10,0% 20,0% 30,0% La cantidad de investigadores y tecnólogos por cada mil integrantes de la población económicamente activa (PEA) creció a lo largo del período 1996-2005 en todo el mundo (Gráfico 22). En efecto, el total mundial pasó de 3,63 investigadores y 40,0% 50,0% 60,0% 70,0% 80,0% 90,0% Gráfico 20. Evolución de los investigadores y tecnólogos EJC en los países de la región 230 210 190 170 150 130 110 90 1996 1997 1998 1999 Argentina Cuando se observa el reparto por países de la cantidad de investigadores y tecnólogos (Gráfico 21), se aprecia que en 1996 poco más de la mitad de los investigadores y tecnólogos eran brasileños (51,6%). El segundo país en este rubro era Argentina (19,7%), seguida por México (16,2%) y Chile (4,6%). En 2005 Brasil sigue siendo el país preponderante, si bien con una leve caída (48,2%) (Gráfico 21). Es notable el incremento de la participación de México (20,8%), que pasa al segundo lugar, relegando al tercer puesto a Argentina (15,1%), que ve descender su participación. Chile muestra también un aumento muy notable (8,1%), casi duplicando su porcentaje. ALC 2000 2001 Brasil Total ALC 2002 2003 2004 2005 México España Total Iberoamérica Gráfico 21. Investigadores y tecnólogos EJC por bloque geográfico 1996 Resto ALC 8,3% 2005 Resto ALC 7,8% Argentina 19,7% Argentina 15,1% México 20,8% México 16,2% Chile 4,6% Chile 8,1% Brasil 51,2% Brasil 48,2% Gráfico 22. Investigadores y tecnológos por cada 1000 integrantes de la PEA 4 2 1996 1997 1998 1999 Total 2000 2001 Iberoamérica 2002 2003 2004 0 2005 tecnólogos por cada 1000 integrantes de la PEA en 1996 a 4,24 en 2005. América Latina evolucionó de 0,64 en1996 a 0,87 en 2005. Si se considera el conjunto de Iberoamérica, esto es, incluyendo España y Portugal, se pasó de 0,87 en 1996 a 1,28 en 2005. La educación superior es el sector que mayor cantidad de investigadores y tecnólogos convoca en América Latina y el Caribe (Gráfico 23). No obstante, el sector ha venido decayendo en su peso relativo, desde un 61% en 1997 hasta un 51% en 2005. El proceso inverso se dio con las empresas, que en 1997 apenas absorbían el 16% de los investigadores y tecnólogos y en 2005 duplicaban esa participación (32%). ALC Formación de graduados Gráfico 23. Investigadores y tecnólogos en Iberoamérica (EJC) 2005, 2% 2005, 15% 2003, 3% 2003, 15% 2001, 2% 2001, 17% 1999, 2% 1999, 20% 1997, 2% 1997, 21% 2005, 51% 1997, 16% 2003, 55% 1999, 21% 2001, 59% 2001, 22% 1999, 57% 2003, 27% 1997, 61% Gobierno 2005, 32% Empresas Educación Superior Org. priv. sin fines de lucro Gráfico 24. Titulados de grado (ALC) 900000 800000 700000 600000 500000 400000 300000 200000 100000 0 2005 2003 2001 1999 1997 Cs. Naturales Ciencias Ciencias y Exactas Médicas Sociales Ingeniería y Ciencias Tecnología Agrícolas Humanidades El número de graduados universitarios aumentó sensiblemente en los países de América Latina y el Caribe durante la década considerada, pasando de un total de 736.966 graduados en todas las disciplinas en 1997, a un doble de ese valor en 2005 (1.434.536). Liderando esta tendencia general, el número de graduados en ciencias sociales aumentó espectacularmente, dando un salto de casi cuatrocientos mil en 1997 a casi novecientos mil en 2005. La evolución de los graduados en ingeniería y tecnología acompañó en buena medida la tendencia, con una graduación que evolucionó de poco más de ciento veinte mil en 1997 a doscientos quince mil en 2005 (Gráfico 24). El sector universitario en América Latina, como se ve, está fuertemente orientado hacia la formación de grado de profesionales en ciencias sociales. Esa tendencia, lejos de disminuir, ha ido en aumento y, en términos de su participación en el conjunto, pasó del 53,8% en 1997 al 61% en 2005 (Gráfico 25). En ingeniería y tecnología, en cambio, se ha disminuido de un 16,8% en 1997 a un 15% en 2005. También las ciencias exactas disminuyeron, aunque en menor medida, del 6,8% en 1997 al 6% en 2005. Lo que es probablemente más grave, en términos del perfil productivo de la región, es que la formación de graduados en ciencias agrícolas disminuyó su peso relativo de un 2,9% a un 2% en el período considerado. Las ciencias médicas no fueron ajenas a ese proceso, viendo caer su participación de un 13% a un 12%. El desplazamiento hacia las carreras de ciencias sociales es notorio y requiere explicaciones de fondo, dado que no se condice con las necesidades productivas de la región y hasta llega a constituir una amenaza para su futuro desarrollo, debido a su masividad, particularmente en términos de 19 perfiles ocupacionales, prestigio social y calidad de la formación. Gráfico 25. Graduados en carreras de grado de América Latina y el Caribe 2005, 6% Egresados de maestrías 2005, 4% 2003, 4% Un fenómeno de crecimiento aún más acentuado se produjo en el nivel de egresados de maestrías, cuyo número total fue algo superior a treinta y un mil en 1997, para duplicarse largamente en 2005, alcanzado casi los setenta y seis mil graduados (Gráfico 26). En este caso, nuevamente el contingente más numeroso y el de mayor crecimiento ha sido el de los egresados correspondientes al área de las ciencias sociales, con un contingente de casi doce mil en 1997, que prácticamente se triplicó en 2005. El segundo grupo en orden decreciente es el de los egresados de maestrías en humanidades, que evolucionaron de 6.646 en 1997 a 16.946 en 2005. Los egresados de ingeniería y tecnología ocuparon el tercer lugar, con un desempeño que los llevó de 4.502 en el primer año de la serie, para alcanzar el valor de 10.599 en el último. 20 El conjunto de los egresados de maestrías en ciencias sociales, que representaban el 38,2% del total en 1997, había aumentado su participación al 41% del total en 2005. Al mismo tiempo, el peso relativo de los graduados en ciencias exactas y naturales descendía de un 10,8% en 1997 a tan sólo un 9% en 2005 (Gráfico 27). El número de egresados del nivel de maestría en ingeniería y tecnología se mantuvo aproximadamente constante en torno a un 14%, en tanto que los de ciencias agrícolas disminuyeron del 6,6% al 5% entre los años considerados. 2001, 3% 2003, 5% 2005, 15% 2001, 5% 2003, 15% 1999, 5,1% 2001, 16% 1997, 6,8% 1999, 16,5% 1999, 3,4% 1997, 16,8% 1997, 6,3% 2005, 12% 2003, 13% 2001, 13% 1997, 53,8% 1999, 12,5% 1999, 59,8% 1997, 13,4% 2001, 61% 2005, 2% 2003, 61% 2003, 2% 2005, 61% 2001, 2% 1999, 2,7% 1997, 2,9% Ciencias Naturales y Exactas Ingeniería y Tecnología Ciencias Médicas Ciencias Agrícolas Ciencias Sociales Humanidades Gráfico 26. Titulados de maestría (ALC) 35000 30000 25000 20000 15000 10000 5000 0 Cs. Naturales Ciencias y Exactas Ciencias Médicas Sociales Ingeniería y Ciencias Tecnología Humanidades Agrícolas 2005 2003 2001 1999 1997 Doctores Un problema adicional en la mayor parte de los países iberoamericanos es la baja cantidad de doctores que se forman por año. En el total de la región, en 1996 se graduaron 5.143 doctores. En 2005 la cifra se aproximaba a los doce mil, lo que representa un importante crecimiento, pero un valor absoluto todavía muy bajo para todos los países a excepción de Brasil. En parte, esto se debe a una tradición universitaria que privilegiaba la excelencia de la formación de grado, con una extensión curricular muy superior a la de los países anglosajones. Brasil predomina por sobre otros países en mayor medida que en otras variables. Ello se debe a que a partir de los años sesenta puso en práctica una potente política, perdurable en el tiempo, de formación de doctores. A ello Gráfico 27. Graduados en maestrías de América Latina y el Caribe 2005, 22% 2003, 21% 2001, 22% 1999, 23,8% 1997, 21,3% 2005, 14% 2003, 13% 2001, 13% 1999, 14,4% 1997, 14,4% 2005, 41% 1999, 36,4% 2001, 42% 1999, 36,4% 1997, 38,2% 1997, 38,2% 1999, 36,4% 2005, 9% 2001, 42% 2003, 9% 2003, 43% 2001, 8% 2005, 41% 1999, 9,4% 1997, 6,6% 1997, 8,7% 1999, 6% 2001, 6% 2003, 5% 2005, 5% Ciencias Naturales y Exactas Ciencias Agrícolas Ingeniería y Tecnología Ciencias Médicas Ciencias Sociales Humanidades Gráfico 28. Titulados de doctorado (ALC) ( se agrega el hecho de que su sistema universitario, desarrollado en forma tardía con respecto al resto de la región, tomó como referencia el modelo anglosajón, antes que el resto de los países iberoamericanos. Estos últimos han comenzado tardíamente a homologar sus sistemas universitarios con las tendencias prevalecientes a nivel internacional y, si bien los graduados universitarios de países como Argentina, Chile y México acreditan una formación de calidad, la formación de doctores, con su gran incidencia sobre la formación de investigadores y tecnólogos, es aún una asignatura pendiente. ) 3000 2500 2000 1500 1000 500 2005 2003 2001 1999 1997 0 En cuanto a la orientación, el contingente más numeroso corresponde a los de ciencias exactas y naturales (2.875 en 2007), lo que refleja una tendencia propia de la cultura de estas disciplinas (Gráfico 28), más proclives al doctorado que otros campos disciplinarios. Cs. Naturales Ciencias Ciencias y Exactas Médicas Ciencias Sociales Ingeniería y Agrícolas Humanidades Tecnología Gráfico 29. Graduados en doctorados de América Latina y el Caribe 1997, 9,9% 2005, 20% 2005, 24% 2003, 19% 2003, 25% 2001, 20% 2001, 27% 1999, 18,7% 1999, 26,6% 1997, 20% 1997, 30% 1999, 12,4% 2001, 12% 2003, 14% 1997, 13,9% 2005, 14% 1999, 14,8% 1997, 8,9% 1997, 17,2% 2001, 15% 1999, 9,9% 1999, 17,5% 2003, 14% 2001, 11% 2001, 15% 2005, 14% 2003, 12% 2003, 16% 2005, 12% 2005, 16% Ciencias Naturales y Exactas Ingeniería y Tecnología Ciencias Médicas Ciencias Agrícolas Ciencias Sociales Humanidades 3. RESULTADOS DE LA I+D Gráfico 30. Publicaciones en SCI 210 190 170 150 130 110 90 1996 1997 España Base 1996 = 100 1998 1999 Estados Unidos 2000 2001 2002 América Latina y el Caribe 2003 2004 Iberoamérica No obstante, tal predominio ha ido menguando con el tiempo, ya que en 2005 la participación de las ciencias exactas y naturales en el total de los doctorados de América Latina y el Caribe alcanzaba el 24%. También decreció, aunque en forma leve, el número de doctores en ciencias médicas. Las humanidades, por su parte, mantuvieron un porcentaje constante en torno al 20%. También el conjunto de doctores en ingeniería y tecnología se mantuvo constante en aproximadamente un 14%. La tendencia ascendente estuvo dada en las ciencias sociales, que crecieron de un 9,9% en 1997 a un 14% en 2005, y las ciencias agrícolas, que pasaron del 8,9% al 12% (Gráfico 29). 2005 Total Los resultados de la I+D en términos comparativos se miden en publicaciones y patentes. Se trata de un método que ofrece muchas limitaciones, en particular para dar cuenta del impacto social de las investigaciones reflejadas en el conjunto de publicaciones, pero al mismo tiempo es uno de los pocos que permiten la comparabilidad internacional. En tal sentido, cabe señalar que el indicador de publicaciones en bases de datos internacionales conserva un nivel explicativo importante para dar cuenta de procesos tales como la contribución de la ciencia y la tecnología de los países a la corriente principal de la ciencia. En cambio, el indicador de patentes debe ser analizado con precauciones especiales, debido a que en su desempeño tienen gran incidencia aspectos regulatorios, pero especialmente aquellos ligados al perfil y desempeño de la actividad económica. 21 Publicaciones La producción científica de América Latina y el Caribe medida a través del indicador de publicaciones en el Science Citation Index (SCI) se duplicó a lo largo de la década 19962005, habiendo alcanzado de este modo el mejor desempeño entre todas las regiones del mundo (Gráfico 30). 22 Que se trata de un fenómeno estrictamente latinoamericano lo marca el hecho de que la inclusión de España y Portugal para determinar el conjunto de Iberoamérica se traduce en una disminución del 10% en la pendiente de crecimiento. Esto se corrobora por el hecho de que el crecimiento de España en términos proporcionales al comienzo de la serie fue inferior al del conjunto latinoamericano. Estados Unidos tuvo el menor crecimiento, lo cual no es de extrañar porque sus publicaciones constituyen el mayor volumen, y en esta materia la elasticidad para el aumento es inversamente proporcional al volumen neto de las publicaciones. Pese a esta advertencia en el sentido de moderar el significado de tan notable incremento, bajo la óptica de que el punto de partida era poco significativo, no quita mérito al desempeño latinoamericano en su conjunto, ni al de cada país en particular, entre los que destaca Brasil. Por su parte, la productividad en materia de publicaciones en el SCI aumentó solamente de manera moderada a lo largo del período; en efecto, el incremento del total de publicaciones no alcanzó a compensar el aumento, mayor aún, en la cantidad total de investigadores y tecnólogos en la región (Gráfico 31). Es por ello que en los últimos años el número de publicaciones por investigador ha venido decreciendo, si bien no en forma significativa. Gráfico 31. Inversión en I+D, investigadores EJC y publicaciones SCI (ALC - Base 1996=100) 250,00 200,00 150,00 100,00 50,00 Inversión en I+D Investigadores EJC Publicaciones SCI 0,00 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Gráfico 32. Participación de ALC en distintas bases de datos 8,0% SCI 7,0% INSPEC 6,0% PASCAL 5,0% 4,0% 3,0% La presencia latinoamericana en las principales bases de datos internacionales se vio incrementada a lo largo del período, aunque mantuvo en términos generales su perfil (Gráfico 32). En las dos bases de datos genéricas América Latina mostró un fuerte incremento. En efecto, en el SCI la región pasó del 2% en 1996 a más del 3% en 2005, mientras que en la base PASCAL el incremento fue aún más notable (de menos del 2% a más del 3,5%). La presencia preponderante de la región se da en la base CAB, orientada a las ciencias agropecuarias, donde América Latina se acerca al 8%. 2,0% 1,0% COMPENDEX CAB 0,0% MEDLINE CA BIOSIS 1996 2005 Comentario El desarrollo de capacidades en ciencia, tecnología e innovación resulta decisivo para que los países de Iberoamérica puedan competir e integrarse con éxito en el contexto económico mundial. Asimismo, las capacidades científicas, tecnológicas e innovadoras pueden y deben contribuir a mejorar la capacidad institucional del Estado y los mecanismos de reproducción de la sociedad civil, a fin de contribuir a mejorar las sociedades iberoamericanas. Gráfico 33. Solicitudes de patentes en ALC en miles 60,00 50,00 40,00 30,00 20,00 10,00 0,00 1996 1997 1998 1999 Residentes 2000 2001 2002 No residentes 2003 2004 2005 Total Patentes Las solicitudes de patentes, por su parte, mostraron un incremento neto a lo largo del período, pasando de algo menos de 40.000 en 1996 a aproximadamente 55.000 en 2005 (Gráfico 33). No obstante, vale la pena hacer notar que la mayor parte de estas solicitudes provienen de no residentes en cada país y, en este sentido, no son expresión cabal del dinamismo innovador de las empresas de la región. Es más: las solicitudes presentadas por no residentes son las que explican el crecimiento del total de las patentes solicitadas, mientras que las presentadas por residentes se han mantenido prácticamente estables entre 1996 y 2005, más allá de las vicisitudes de la economía latinoamericana en tal período, lo que refuerza la percepción de su escasa vinculación con la actividad económica real. Los indicadores disponibles otorgan dimensión a la distancia que separa a la región del grupo de países de mayor desarrollo industrial. La brecha es de tal magnitud que por sí misma reafirma la necesidad de que el desarrollo científico y tecnológico iberoamericano se apoye sobre ideas originales e innovadoras y no se limite a la simple aplicación de recetas generadas para otros contextos sociales, económicos y políticos. El examen de la trayectoria seguida por la economía de los países de Iberoamérica durante las décadas más recientes muestra rasgos comunes de debilidad con relación a la realidad tecnológica y productiva. En tal sentido, se destacan varios desajustes impuestos por la condición periférica; entre ellos, el desajuste entre el potencial de I+D y la producción de tecnología, como lo sugieren los indicadores de patentes. En definitiva, el acceso a las herramientas del conocimiento es una de las principales estrategias y capacidades a las que pueden apelar las sociedades para lograr un desarrollo social, equitativo y sustentable. Sin embargo, los datos presentados ponen en evidencia dificultades provenientes, por ejemplo, del perfil disciplinario que prevalece entre los egresados universitarios, tanto de grado, como de maestría y doctorado. Adicionalmente, el mapa de las capacidades científicas y tecnológicas en la región tiene una distribución directamente proporcional al mapa de la distribución de la riqueza. Las herramientas del conocimiento, por lo tanto, son una condición necesaria para alcanzar las metas de desarrollo y cohesión social a la que aspiran los países de América Latina. 23 2.1. ALTERNATIVAS METODOLÓGICAS Y SU IMPACTO EN LA COMPARABILIDAD INTERNACIONAL DE LOS INDICADORES RODOLFO BARRERE1 Y ERNESTO FERNÁNDEZ POLCUCH2 En el terreno de la toma de decisiones en políticas de Estado, una utilidad central de la información estadística en general, y científica y la tecnológica en particular, es la posibilidad de establecer comparaciones entre países. Los indicadores comparativos permiten matizar los datos locales ubicándose en el contexto internacional, evaluar el impacto de las decisiones de manera comparativa y fijar metas que contemplen los resultados obtenidos por otros países. La medida en que las estadísticas son comparables internacionalmente es, en tal sentido, uno de los componentes principales de la definición de calidad estadística, junto con criterios tales como la confiabilidad y la legitimidad, la relevancia para su utilización en la toma de decisiones, la actualidad y puntualidad, su potencial de desagregación (para producir datos subnacionales o sectoriales), la coherencia entre fuentes, la claridad y transparencia, la facilidad de acceso a un costo adecuado, la consistencia en el tiempo y espacio, y la utilización eficiente de los recursos para obtenerlas.3 Los indicadores de ciencia y tecnología sólo pueden ser considerados comparables internacionalmente si en las distintas etapas de la producción de información, desde el relevamiento de datos, hasta su procesamiento y 1. Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT). 2. Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS). 3. Ver Denise Lievesley (2001), Making a Difference: A Role for the Responsible International Statistician?, Journal of the Royal Statistical Society: Series D (The Statistician) 50 (4), 367-406. doi:10.1111/1467-9884.00285. presentación, se aplican lineamientos y metodologías comunes y estandarizadas. En el caso de los indicadores de investigación y desarrollo (I+D), el Manual de Frascati4 de la OCDE presenta las propuestas metodológicas más ampliamente aceptadas a nivel mundial, adoptadas también por los países latinoamericanos en el marco de la RICYT y asimismo refrendadas por la UNESCO para su utilización en países en desarrollo. El Manual de Frascati contiene lineamientos generales para la construcción de indicadores, que fueron desarrollados teniendo en cuenta fundamentalmente las características de los procesos de investigación y desarrollo en los países miembros de la OCDE, así como sus sistemas estadísticos nacionales. Debido a esto, su aplicación a la realidad de los sistemas de ciencia y tecnología de los países latinoamericanos no es necesariamente directa ni está exenta de problemas. Para que los datos recabados reflejen adecuadamente el estado de la I+D en países con un menor nivel de desarrollo científico-tecnológico, las recomendaciones metodológicas del Manual de Frascati deben ser adaptadas al contexto de cada país. Por esta razón, si bien todos los países iberoamericanos generan sus indicadores de I+D tomando en cuenta estas normas internacionales, existen matices en las técnicas utilizadas que pueden influir en los resultados obtenidos. 4. OCDE (2002), “Propuesta de norma práctica para encuestas de investigación y desarrollo experimental - Manual de Frascati”, OCDE, Paris. 23 Esas diferencias de aplicación metodológica están muchas veces relacionadas con las capacidades instaladas para la tarea estadística y la construcción de indicadores en las instituciones responsables de la producción de estadísticas de ciencia y tecnología, ya sean los organismos nacionales de ciencia y tecnología (ONCYT), o las oficinas nacionales de estadísticas, o ambas instituciones a la vez. América Latina presenta una marcada heterogeneidad en este aspecto. Si bien casi ningún país ha alcanzado el nivel de complejidad, dinamismo e integración en los sistemas nacionales de información científica y tecnológica de los países desarrollados, los países más grandes de la región cuentan con unidades formales establecidas encargadas del relevamiento, procesamiento y difusión de la información científica y tecnológica. Frecuentemente, estas unidades se encuentran en los ONCYT, pero cuentan con fluidas relaciones con la oficina nacional de estadísticas y, en algunos casos, participan formal y realmente del sistema estadístico nacional. Paralelamente, otro grupo de países está realizando esfuerzos para consolidar sus sistemas de información, y existen aún muchos países que se encuentran en etapas anteriores, con distintos niveles de desarrollo. En la mayoría de éstos, sólo un funcionario del ONCYT tiene a su cargo la producción de información estadística y no siempre es ésta su ocupación principal. 24 Más allá del contexto institucional, las principales divergencias en la aplicación de las metodologías propuestas en el Manual de Frascati están relacionadas con las fuentes de información utilizadas, las definiciones operativas y los métodos de estimación aplicados para complementar los datos obtenidos por relevamiento. Con el objetivo de contribuir a incrementar la medida en la que los indicadores de la región son comparables entre sí y en el plano internacional, la RICYT, junto con el Instituto de Estadística de la UNESCO, organizó un taller que reunió a los responsables de estadísticas de ciencia y tecnología de los países latinoamericanos. El encuentro tuvo lugar en San Pablo, Brasil, en el marco del VII Congreso Iberoamericano de Indicadores de Ciencia y Tecnología, y generó un enriquecedor intercambio de experiencias y buenas prácticas cuya aplicación contribuirá sin lugar a dudas a mejorar la calidad de la información estadística en ciencia y tecnología en la región. En lo que resta de este trabajo se detallan los principales resultados de la reunión, junto con algunos casos específicos recopilados en distintos países de la región. Fuentes de información La fuente de información privilegiada para la producción de estadísticas e indicadores de insumo en I+D es la realización de encuestas específicas a las unidades ejecutoras de este tipo de actividades. Sin embargo, esto no siempre es posible en América Latina y, como se discutirá a continuación, muchos países utilizan fuentes secundarias para obtener la información necesaria o como complemento de encuestas de carácter más limitado. Tanto la selección de fuentes como los criterios adoptados para su utilización tienen impacto en los resultados obtenidos y en la calidad de los indicadores, tanto desde el punto de vista de la confiabilidad de los resultados, como de la posibilidad de establecer sólidas comparaciones internacionales. Siguiendo las normas del Manual de Frascati, las encuestas a unidades ejecutoras, que buscan llegar a todas las instituciones que realizan I+D, tienen la ventaja de ofrecer datos muy precisos tanto por su amplia cobertura como por utilizar definiciones específicas y adecuadas a los fenómenos que se busca medir y que muchas veces no pueden rastrearse con tanta exactitud en fuentes secundarias disponibles. Por otra parte, al limitar su alcance a las actividades realizadas dentro de las unidades encuestadas -I+D intramuros- se consigue evitar las duplicaciones en la contabilización. Este es, además, el método principal para acceder a la información del sector de empresas, ya que las actividades de I+D no están normalmente reflejadas en documentos públicos, ni en el caso del gasto, ni del personal. Sin embargo, llevar a cabo con éxito una encuesta de estas características requiere de un esfuerzo económico y organizacional importante. Esto incluye entablar una amplia red de contactos en las instituciones del sistema científico y tecnológico. Este entramado no es fácil de establecer, ya que requiere tiempo y buena voluntad por parte de los actores del sistema, ni de mantener, en el marco de sociedades cuyas instituciones parecen estar en constante cambio y evolución. Un sistema basado en encuestas requiere asimismo acciones importantes por parte de los ejecutores de la encuestas para capacitar a los encargados de responder y para mantener tasas de respuesta lo suficientemente altas. El elemento de capacitación no es marginal en este esquema, ya que en el caso de las encuestas, la aplicación de las definiciones queda a cargo de las personas que responden el cuestionario, quienes deben decidir sobre asuntos tales como qué miembro de su institución debe ser considerado “investigador”, o qué elemento de gasto debe ser tenido en cuenta al calcular el gasto total en I+D, y qué elementos excluir en este cálculo. La calidad de la información obtenida depende en gran medida de la voluntad de los nodos de esta red para responder la encuesta y de su idoneidad en la identificación de los elementos que constituyen el personal y el gasto de I+D. La utilización de fuentes secundarias -como registros contables y administrativos, presupuestos institucionales o nacionales, encuestas de población o bases de datos temáticas- tienen como ventaja la rápida disponibilidad de los datos en relación con un relevamiento mediante encuestas y que los costos relacionados con la producción de los indicadores es, comparativamente, también mucho menor. Evidentemente, estas ventajas están condicionadas por las características de los sistemas de información y las estructuras institucionales de cada país, de modo que el acceso a datos, que muchas veces tienen un carácter altamente sensible (como es el caso de cierta información económica o de datos personales), puede verse en mayor o menor medida dificultado. Por otra parte, existen factores que hacen a la información obtenida de fuentes secundarias menos adecuada para la construcción de indicadores de I+D. En primer lugar, dado que los registros disponibles suelen tener una cobertura adecuada del sector público pero no así del resto de los actores del sistema, siempre se obtiene sólo una medida parcial del esfuerzo realizado. En segundo lugar, las clasificaciones utilizadas a efectos administrativos (por ejemplo, categorías de personal y disciplinas vinculadas) suelen diferir de las utilizadas internacionalmente con fines estadísticos, por lo que se requiere un esfuerzo de traducción de categorías que indefectiblemente conlleva algún margen de error. Finalmente, al trabajar con datos obtenidos de diversas instituciones, no siempre es posible establecer un punto de corte exacto que delimite el período temporal que se busca relevar. El caso típico de esto es la información sobre el financiamiento de proyectos plurianuales, que no siempre cuentan con información de lo ejecutado año por año. En el caso de la utilización del presupuesto nacional para estimar el gasto en I+D, debe tenerse en cuenta que el presupuesto generalmente se refiere a “Ciencia y Tecnología” y no solamente a I+D, por lo que el valor resultante es una sobreestimación del gasto en I+D. Por otra parte, en muchos casos es difícil contar con los valores del presupuesto ejecutado, y no solamente con el valor del presupuesto inicial otorgado por la ley. En muchos países ambos valores pueden variar significativamente, nuevamente sobreestimando el dato real. Cada país de la región, de acuerdo a sus características y posibilidades, utiliza encuestas o fuentes secundarias de información para la construcción de sus indicadores de I+D. En muchos casos se utiliza una combinación de ambas, de acuerdo a las posibilidades de relevamiento de datos en los diferentes sectores. En otros casos, si bien se realizan encuestas, se utilizan fuentes secundarias para hacer controles de consistencia de la información obtenida o para obtener rápidamente datos preliminares. Esta última estrategia es altamente recomendable para incrementar la calidad de la información. La tabla 1 sintetiza la utilización de fuentes de información en algunos casos seleccionados. Tabla 1. Ejemplos de la utilización de fuentes en países seleccionados ENCUESTAS Argentina Brasil Todos los sectores Sector privado Colombia Sector privado Chile Cuba El Salvador España Mèxico Panamá Uruguay Sector privado Todos Todos Todos Todos los los los los sectores sectores sectores sectores FUENTES SECUNDARIAS Controles Sector público y Ed. Superior Sector público y Ed. Superior Sector público y Ed. Superior Todos los sectores Todos los sectores Controles Controles En el caso de Argentina, desde 1994 la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (SECYT) ejecuta un relevamiento anual de los sectores gobierno, educación superior y organizaciones privadas sin fines de lucro, a través de una encuesta con carácter censal. El relevamiento al sector de las empresas se realiza con periodicidad variable a través de una muestra. La información es complementada con otras fuentes secundarias, en su mayoría disponibles en la propia administración pública. De manera similar, en el caso de España, los sectores de la administración pública, la educación superior y las instituciones privadas sin fines de lucro son relevados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) mediante un cuestionario sobre I+D. Por su parte, la información referida a la innovación tecnológica y las actividades de I+D en empresas es relevada de forma coordinada con carácter censal a las firmas potencialmente investigadoras. Este tipo de utilización de fuentes se repite en varios países, como México, Panamá y Uruguay, que realizan encuestas para todos los sectores. En Brasil, dado el tamaño de su sistema de I+D, el MCT apela al uso de muestras especialmente encargadas al Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE); en algunos casos, las muestras son relevadas con frecuencia bianual. Otros países utilizan información secundaria. En el CONICYT de Chile, por ejemplo, la fuente para relevar el gasto del Estado en I+D reside en la información sobre la ejecución presupuestaria del sector público, que permite identificar los fondos, programas tecnológicos e instituciones de gobierno que realizan estas actividades. En lo que hace a las empresas, cada dos años el Ministerio de Economía realiza una encuesta de innovación tecnológica, que también cubre datos relativos a las actividades de I+D en las empresas públicas y privadas. Las organizaciones sin fines de lucro son relevadas mediante un encuesta breve que recoge datos referidos a sus gastos en I+D. Para el sector educación superior se consideran los registros secundarios tanto de las universidades privadas como de las pertenecientes al consejo de rectores. En el caso del Observatorio Colombiano, para la recolección de la información que se requiere para el cálculo de estas estadísticas, se emplean diferentes mecanismos, 25 dependiendo del indicador. En algunos casos se aplican encuestas (específicamente en el sector privado), en otros se han construido sistemas que permiten el registro de información, y en otros casos se recurre a la información que almacenan las mismas instituciones. El Salvador, por su parte, está realizando esfuerzos para la construcción de indicadores mediante la consulta de fuentes secundarias. La selección de fuentes de información y metodologías está condicionada de manera muy directa por las capacidades instaladas para ello en los ONCYT, incluyendo recursos humanos, financiamiento y capacitación. La falta de alguno de estos elementos genera obstáculos a la hora de encarar la construcción de indicadores internacionalmente comparativos. Esos obstáculos pueden ser agrupados en dos grandes tipos: por un lado, aquellos relacionados con problemas operativos en los sistemas de recolección de información; por otro lado, aquellos referidos a la falta de capacitación de los actores encargados de proporcionar esta información. 26 Entre los problemas operativos se han identificado falencias de distinta índole. En algunos casos, como por ejemplo el de Colombia, se ha señalado cierta inadecuación de los instrumentos de recolección de información sobre actividades de I+D, lo cual dificulta contar con información detallada sobre los recursos en este ámbito. Tal insuficiencia con respecto a los instrumentos utilizados también ha sido mencionada en los casos de Argentina y Brasil en referencia a la recolección de la información del sector privado, el cual por su tamaño plantea problemas de cobertura para las herramientas disponibles. En cuanto a los obstáculos referidos a la falta de capacitación de los actores a cargo de brindar la información en ciencia y tecnología, se ha señalado que los encuestados que deben informar sobre los recursos destinados a las actividades de I+D no siempre poseen un conocimiento cabal de lo que ellas significan. Se trata, principalmente, del desconocimiento de las definiciones o categorías solicitadas en los relevamientos, por lo que es necesario un esfuerzo importante de parte del encuestador para capacitar y asistir a quienes deben responder el relevamiento. Dentro de esta clase de problemas también pueden ser considerados los relativos a la ausencia de una cultura que dé importancia a la disponibilidad de información estadística, tanto entre los informantes como -en ocasiones- incluso entre quienes deberían exigir contar con esta información para tomar decisiones. Este fenómeno, que varía fuertemente de acuerdo con cada país y su tradición en el uso de información estadística, junto con la disponibilidad de recursos económicos condiciona fuertemente las posibilidades a la hora de definir la metodología de recolección de información a seguir. Con el fin de salvar estos obstáculos, muchos países han puesto en marcha proyectos para perfeccionar sus sistemas nacionales de indicadores de ciencia y tecnología. En general, los esfuerzos apuntan a mejorar la normalización de la información contenida en diversas bases de datos, a fin de homologarlas y lograr así que éstas puedan ser utilizadas conjuntamente. Tal es el caso de Colombia. En un sentido similar, Argentina apunta a la implementación definitiva de su sistema de información de ciencia y tecnología con la intención de mejorar de manera sustancial la información, fundamentalmente del sector público. En otros casos, como por ejemplo el de México, se apunta a mejorar la calidad de los relevamientos, procurando lograr una estructuración más óptima de las preguntas con el fin de hacerlas de fácil comprensión y respuesta para el informante. Los países de menor desarrollo relativo en esta materia también realizan esfuerzos, muchas veces incipientes, para lograr una mejor información en ciencia y tecnología. Tal es el caso de El Salvador, por ejemplo, que apunta a definir en el corto plazo un plan para determinar la metodología a seguir para el relevamiento de información en ciencia y tecnología. DEFINICIONES OPERATIVAS Otras particularidades que impactan en la calidad de la información desde el punto de vista de su utilidad para las comparaciones internacionales tienen que ver con las definiciones operativas utilizadas. Dado que los manuales metodológicos sólo ofrecen guías conceptuales, los encargados de la construcción de indicadores en cada país deben encajar la información disponible condicionada en buena medida por las características propias de sus sistemas científicos y tecnológicos- en las categorías utilizadas a nivel internacional. Un ejemplo de esto es la definición de investigador. Según el Manual de Frascati, “los investigadores son profesionales que trabajan en la concepción o creación de nuevos conocimientos, productos, procesos, métodos y sistemas y en la gestión de los proyectos respectivos”. Como se mencionó anteriormente, esta definición debe ser materializada en criterios que permitan distinguir a los investigadores del resto del personal. En El Salvador, por ejemplo, se utiliza el criterio de pertenencia a instituciones que realizan investigación. En ese país se considera investigador al personal de universidades, centros de investigación, institutos, laboratorios y otros que desarrollan proyectos en las diferentes áreas temáticas de Ciencia y Tecnología. En Colombia es requisito también la pertenencia a un grupo de investigación, aunque se incorpora la restricción de contar con producción científica. Se considera investigadores a las personas activas en un grupo de investigación con proyectos en curso y produciendo resultados de investigación. El investigador propiamente dicho es quien ha obtenido resultados de investigación convalidados en los dos años anteriores al relevamiento y estos resultados deben ser tangibles, verificados y estar en circulación. En Cuba, en cambio, la definición operativa está relacionada con la obtención de una categoría en el marco de una evaluación de pares. Se considera investigador al personal categorizado como tal por las comisiones correspondientes, considerando las categorías de Investigador Titular, Investigador Auxiliar e Investigador Agregado. Estos ejemplos son claramente expresivos de las diferencias que pueden existir al comparar los indicadores de los diferentes países. Especialmente en los casos presentados de Colombia y Cuba, el criterio utilizado para obtener la definición difiere del utilizado en el Manual de Frascati. Según las normas internacionales, un investigador sería considerado como tal debido a la actividad que lleva a cabo (la I+D), y no debido a un rango escalafonario obtenido (como es el caso de Cuba) o debido a los resultados de esa actividad (como en el caso mencionado de Colombia). Sin embargo, se entiende que ciertos contextos lleven a la aplicación de diferentes criterios. En el caso de Cuba, como de otros países del mundo donde existe una categoría oficial de investigador y tal vez un “estatuto del investigador”, está claro que esa es la definición tomada por el país para caracterizarlo y las estadísticas difícilmente podrían contradecirlo. En el caso de Colombia, si bien la definición utilizada difiere claramente del Manual de Frascati, se aproxima en gran medida a la respuesta que frecuentemente los propios investigadores encuentran a la pregunta “qué es un investigador”. Debe mencionarse, por fin, que en cualquier caso estas definiciones proveerán una subestimación en el número total de investigadores, en términos de su comparación internacional. Dado que las definiciones internacionales deben servir como denominador común para la comparación entre países, necesariamente deben tener un carácter general y no pueden responder a las características específicas de la organización de la I+D en cada país. Resulta imposible eliminar entonces los matices introducidos por la manera en que cada uno interpreta esas definiciones de acuerdo a las limitaciones impuestas por la información disponible. Es importante, sin embargo, contar con metadatos de los indicadores que señalen esas interpretaciones particulares de las definiciones, así como mantener a lo largo del tiempo los criterios escogidos de manera que sea posible observar de manera confiable la evolución temporal de las variables medidas. MÉTODOS DE ESTIMACIÓN A menudo, ya sea tomando como fuente encuestas específicas de I+D o registros secundarios, aparecen faltantes de información cuyo valor es necesario estimar. Esto puede deberse a falta de respuesta total o parcial por parte de una unidad en el caso de las encuestas o a limitaciones propias de los datos disponibles en las fuentes secundarias. En todos estos casos es recomendable utilizar diferentes técnicas, adecuadas a cada caso, para completar la información ya que un valor estimado siempre será más cercano a la realidad que interpretar la falta de respuesta como valor cero. Por supuesto, en este caso también las técnicas utilizadas para la estimación influyen en la calidad de los indicadores resultantes. En un intento por normalizar los procesos de estimación, el Manual de Frascati recomienda la utilización de métodos de imputación, que estiman los valores utilizando información adicional disponible. El método más simple es el de utilizar la respuesta dada por la misma unidad en el periodo anterior. En caso de no disponer tampoco de estos datos, se recomienda tomar datos de instituciones de similares características para el periodo a estimar el dato buscado. La estimación no debe ser considerada una solución de compromiso ante la falta de respuesta, sino una parte muy importante de la actividad en la construcción de indicadores, sobre todo en algunos sectores específicos. En el sector de la enseñanza superior, por ejemplo, en la mayoría de los países de la OCDE las estadísticas se basan en una combinación de encuestas y de procedimientos de estimación. Es importante tener en cuenta que no es posible establecer un norma de estimación completamente estandarizada, dado que definir la técnica más adecuada en cada caso requiere un conocimiento importante del sistema científico y tecnológico en el que se está trabajando, así como la situación económica y social del país. Sin embargo, es también vital mantener a lo largo del tiempo las mismas metodologías para garantizar coherencia en la evolución temporal de las variables que se miden. En el caso de Argentina se siguen los lineamientos estipulados en el Manual de Frascati, empleándose la información de años anteriores o bien de otras del mismo año y similares características. Brasil y Chile apelan al mismo procedimiento, sobre todo para el terreno de la información sobre educación superior. En Colombia, en cambio, se opta por establecer rangos máximos y mínimos. La metodología consiste en determinar un rango de incertidumbre en el que la cifra más confiable es la cota inferior, que está dada por la cantidad que, se puede afirmar sin duda, se ha invertido efectivamente en actividades estrictamente de ciencia y tecnología. También se estima un límite superior para este rango, que es optimista y que se fija suponiendo que todo lo presumible haya sido invertido. El valor exacto está entre estos dos límites. Se considera, que este rango es más confiable que una cifra aislada, además la forma en que el rango evoluciona en el tiempo es una buena aproximación a la dinámica. Sin embargo muchos países, sobre todo los de menor desarrollo relativo en términos de indicadores, no realizan estimaciones de ningún tipo para producir resultados estadísticos más robustos, independientemente de que los datos iniciales estén basados en encuestas o en fuentes secundarias. El intercambio de experiencias entre los responsables de producir estadísticas de ciencia y tecnología se vuelve en este caso muy necesaria, ya que 27 se aportan ideas y metodologías que permiten mejorar la calidad de cada uno de los datos a nivel de país, incluyendo la comparabilidad de los resultados finales. CONCLUSIONES La tarea de la RICYT en más de una década de acción en la región, en conjunto con el compromiso asumido por los países de producir más y mejores indicadores de ciencia y tecnología, han devenido en un importante caudal de estadísticas de ciencia y tecnología disponible para su utilización en la toma de decisiones en los planos nacional e internacional. La comparabilidad de la información publicada es sin embargo un blanco móvil, planteando cotidianamente nuevos desafíos a los organismos productores de estadísticas. El Instituto de Estadística de la UNESCO, más recientemente, ha manifestado su compromiso en contribuir al mejoramiento de la calidad de la estadística de la CyT en el mundo, y ha unido sus esfuerzos en América Latina a los de la RICYT para continuar este camino. 28 Uno de los desafíos actuales en el mejoramiento de la calidad de la información es el fortalecimiento de la comparabilidad internacional de los indicadores de I+D. Si bien se han identificado diferencias en las metodologías utilizadas por los distintos países de Iberoamérica, el panorama obtenido resulta alentador, ya que las variaciones metodológicas en la región no difieren sustancialmente de las que se pueden observar en otras regiones, incluyendo los países de mayor trayectoria en la materia de la OCDE. Con respecto al mundo en desarrollo, América Latina se encuentra en una situación privilegiada debido a la abundancia y calidad de estadísticas e indicadores de CyT disponibles, en comparación con otras regiones. El diálogo entre los expertos a cargo de la producción de estadísticas y la construcción de indicadores de ciencia y tecnología en cada uno de los países de la región, y con los responsables de la producción de estadísticas regionales e internacionales, aparece como un camino muy prometedor para armonizar metodologías y mejorar aún más la calidad y comparabilidad de la información estadística. El taller internacional realizado en San Pablo en 2007 permitió retomar exitosamente este diálogo en Iberoamérica. La amplia y a su vez detallada discusión de experiencias y el intercambio de recomendaciones operativas tendrá un impacto casi inmediato sobre la calidad de la información producida en la región. La posibilidad de explicitar y discutir abiertamente la información metodológica subyacente facilitará asimismo la interpretación de los datos por parte de los usuarios. Esto deberá ser complementado con nuevos criterios para la publicación de “meta datos” a ser desarrollados por la RICYT con la colaboración del Instituto de Estadística de la UNESCO. Todas estas consideraciones reafirman la necesidad de continuar realizando este tipo de encuentros de manera periódica, procurando continuar mejorando la calidad de los indicadores de I+D, así como de otros indicadores de ciencia, tecnología e innovación en Iberoamérica. 2.2. INDICADORES DE GOBIERNO ELECTRÓNICO: MÉTRICAS DERIVADAS DE LA EXPERIENCIA DE MÉXICO SALVADOR ESTRADA* 1. PRESENTACIÓN La utilización de tecnologías de información en las administraciones públicas posibilita grandes transformaciones no sólo en las tareas de apoyo administrativo sino en la propia concepción del Estado. La cesión del poder a la representación ciudadana ya no es un acto puntual, sino uno de acompañamiento. Esta nueva forma de influencia requiere de un nuevo contrato social. No de tipo coercitivo sino voluntario, donde las dos partes acuerden la base de distribución del poder, una continua y fluida comunicación, expresión en tiempo real de demandas y acciones, así como una constante supervisión del desempeño. Esta transición es compleja, requiere tiempo e inversión así como ajuste con los subsistemas económicos y sociales donde está inserta. En esta coyuntura se encuentra la sociedad mundial, donde los países buscan integrarse a un ideal denominado Sociedad de la Información. El desarrollo de nuevas tecnologías basadas en información ha prometido una senda de bienestar y bonanza que genera grandes expectativas que es posible no se cumplan si la propia sociedad y el gobierno no son capaces de transformarse1. No existe una definición consensuada sobre gobierno electrónico. La propuesta de la OCDE, la asocia con la explotación de las tecnologías de información para alcanzar un buen gobierno, aunque acota las tecnologías * Universidad Autónoma Metropolitana, Consorcio SOL I+D, México. Universidad de Guanajuato, México. 1. Estrada 2003. a las aplicaciones en Internet.2 Otras definiciones institucionales son más ambiciosas y le atribuyen el cambio organizacional y desarrollo de nuevas habilidades para mejorar los servicios públicos, los servicios democráticos y el apoyo a las políticas públicas.3 Otras son más escuetas pero más sugerentes al considerar su utilización en todas las actividades gubernamentales.4 Entonces, los elementos constitutivos de una estrategia de gobierno electrónico serían el marco legal y regulatorio que facilite el ambiente y las iniciativas de fomento, las aplicaciones que incrementen la eficiencia de las labores operativas y sustantivas de las administraciones públicas, la provisión electrónica de servicios, en particular con aplicaciones en la red, y la utilización de tecnologías que favorezcan la participación en los asuntos públicos, tanto de los ciudadanos como de otros grupos de interesados. La habilidad del gobierno para utilizar y explotar eficientemente las tecnologías de información ha despertado el interés de académicos, consultores e instituciones internacionales. Un documento reciente de la CEPAL constata que entre 1999 y 2005, este tema ha producido en torno a 73 artículos en las revistas más influyentes de Administración y Políticas Públicas.5 Como constituyente de la Sociedad de Información, se han desarrollado diferentes metodologías de medición y cuantificación de los esfuerzos gubernamentales reflejados en índices de preparación entre los que se 2. 3. 4. 5. OCDE 2003. Comisión Europea 2003. Hilbert 2001 citado en RICYT et al. 2006. Gil García, et al. 2007. 29 inscriben los elaborados por organismos multilaterales (ONU, Banco Mundial, OECD, Foro Económico Mundial, APEC, CEPAL) instituciones académicas (Universidad de Harvard, Universidad de Brown) y empresas (Accenture y el Consejo de Ejecutivos Tecnológicos6). De acuerdo con una extensa revisión realizada por la institución bridges.org,7 estas metodologías no incluyen con gran detalle el aspecto del e-gobierno. Se pone mayor énfasis en el marco regulatorio (privacidad, comercio, propiedad intelectual, firma electrónica), algo menos en los servicios electrónicos y casi nada en los aspectos políticos (apertura, democracia). Para países en desarrollo y transición estos últimos aspectos pueden requerir cambios drásticos por lo que su consideración resulta vital. La medición del gobierno electrónico contribuye a una mejor comprensión de la Sociedad de la Información. Para algunas economías, el gobierno puede ser clave en la introducción y difusión de tecnologías de información además de incidir, directamente, en la competitividad por una mejora en la eficiencia de la operatoria diaria y la interacción con los ciudadanos y empresas. Así la medición responde a la contabilidad social de la acción del gobierno y a la retroalimentación para el diseño e implementación de políticas públicas. 30 En Iberoamérica diversas instituciones han propiciado la inclusión de la Sociedad de la Información en las agendas públicas, entre las que podemos citar la Conferencia de Autoridades Iberoamericanas de Informática, el Instituto para la Conectividad de las Américas, la Red sobre el Impacto Social de las Tecnología de la Información y Comunicación o la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, entre otras. Además habría que destacar las actividades de investigación y desarrollo de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT) para homogenizar los criterios y métodos para la recolección de información y elaboración de indicadores sobre la Sociedad de la Información. En el terreno de los estudios, investigaciones y reuniones académicas y profesionales son invaluables las contribuciones de la Comisión Económica para América Latina y el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo. El desarrollo de las estrategias de gobierno electrónico en Iberoamérica es reciente. Incluso para España y Portugal, dado que la iniciativa e-Europa comenzó en 1999. En América Latina diversos países iniciaron su experiencia, también en los últimos años del decenio de los noventa. Entre los pioneros podemos mencionar a Brasil, Chile, Argentina, México, Colombia, Perú y Costa Rica. Existen voces críticas que evalúan en forma negativa la aplicación de las TIC’s en el sector gobierno dada la limitada participación de diversos sectores sociales y la secular 6. El Technology CEO Council está conformado por las empresas estadounidense líderes en la industria de tecnologías de información tales como Applied Materials, Dell, EMC2, HP, IBM, Intel, Motorola, NCR y Unysis. 7. bridges.org 2005. falta de transparencia.8 Sin embargo, estos gobiernos están acompañando sus procesos de modernización y puesta en red de sus administraciones con iniciativas de acceso público y comunitario, alfabetización informática y sistemas de acceso a la información pública. 2. LA EVOLUCIÓN DEL GOBIERNO ELECTRÓNICO: EL CASO DE MÉXICO El desarrollo y la difusión de las tecnologías de información han estado acompañados de los gobiernos nacionales. Esta coevolución no había seguido una estrategia explícita sino que se constituía por respuestas coyunturales a los patrones de desarrollo perseguidos, a las demandas sociales y al incierto cambio tecnológico. Actualmente, la globalización y creciente competitividad, la apertura democrática y la irrupción de las tecnologías de información y comunicaciones demandan contar con una clara estrategia para guiar y aprovechar la utilización de tecnologías de información en el gobierno. El caso de México es ilustrativo para ejemplificar los diversos roles y actividades ejecutadas por el gobierno. Como en muchos países de América Latina, los cambios en la administración pública federal estuvieron influidos por la agenda de reformas administrativas y regulatorias de organismos multinacionales. Con la llegada de la alternancia democrática, expresada por la ruptura en la hegemonía de un partido dominante, se abrió una ventana de oportunidad: se apostó por un modelo inspirado en la Nueva Gestión Pública donde se proponía aplicar un estilo de conducción gerencial de la administración pública en el que sobresalía el uso de la informática y las telecomunicaciones. Desde un principio la agenda de gobierno electrónico fue asumida por el propio presidente con lo cual se consiguió una rápida difusión en la Administración Pública, sin embargo, enfrentó problemas de implementación al quedar relegada en las prioridades de los secretarios y dejarlo en manos de los jefes administrativos y técnicos informáticos. Al interior de las secretarías se conformaron grupos de trabajo para hacer la planeación de las adquisiciones y desarrollos tecnológicos pero sin haber una autoridad para mediar los conflictos y disputas, avalar o modificar las decisiones. La falta de colaboración propició la duplicación y repetición de iniciativas, servicios y registros. Muchos de los cuales quedaron sin efecto por su desvinculación con los tomadores de decisiones presupuestarias. Otra barrera difícil de franquear ha sido el desarrollo de estándares tecnológicos de interoperabilidad y utilización de una misma plataforma tecnológica para la integración de la información, servicios y trámites. Este impedimento se ha visto asociado a la inflexibilidad y rigidez en la normatividad interna de las propias secretarías que ha dado como resultado una falta de transparencia e 8. Kaufman 2003. inconsistencia en la compra de tecnologías de información. También, ha operado negativamente un insuficiente marco legal en políticas de salvaguarda de la privacidad, mecanismos de seguridad y certificación de firma electrónica. En cuanto a la comunicación con el ciudadano, el talón de Aquiles sigue siendo la brecha digital. Para abatirla, el gobierno mexicano ha puesto especial atención al desarrollo de Centros Comunitarios Digitales, para propiciar la familiaridad con las tecnologías de información, en zonas rurales y de acceso remoto. La propuesta de tener un sistema centralizado de planeación de adquisiciones informáticas, si bien no dio los resultados esperados, proporcionó registros administrativos sobre la infraestructura, capacidades y esfuerzos de la Administración Pública Federal.9 La autoevaluación que hace la Administración Pública Federal de su estrategia electrónica,10 recoge una visión del uso de TIC’s centrada en el Internet o servicios electrónicos. La principal apuesta era hacia la constitución de una red privada virtual o Intranet gubernamental, lo cual no se logró, entre otras cosas, por la falta de consenso sobre la adopción de estándares. En materia de colaboración se destaca el trabajo conjunto para operar y poner en marcha la Ley Federal de Transparencia y de Acceso a la Información Gubernamental. La obtención, búsqueda y organización de datos supone una estrecha comunicación entre servidores públicos -unidades de enlace o ventanillas únicas de atención- así como con los ciudadanos. El diseño y operación del Sistema de Solicitudes de Información (SISI), permite canalizar a una dependencia determinada una solicitud específica -la cual es recibida instantáneamente-, monitorea el tiempo de respuesta, emite la notificación al ciudadano, y en el caso, la fundación de la respuesta negativa ante información reservada o confidencial. Este sistema pretende facilitar el acceso a la información, evitar desplazamientos innecesarios -con el consabido ahorro de molestias para el ciudadano-, impedir la corrupción -al evitar el contacto cara a cara- y fiscalizar la información mediante la supervisión del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI). Otra cuestión a destacar es el mantenimiento de una estrategia multicanal para que la ciudadanía se ponga en contacto con el gobierno. Entre estos medios sobresalen los call centers por su gran uso (p.ej. Chambatel, para vincular demandantes con oferentes de empleo, Infonatel, para el mismo propósito en el mercado inmobiliario o el Sistema de Atención Telefónica a la Ciudadanía, o SACTEL, el cual cumplía funciones varias como por 9. Información sobre los Recursos de TIC de la Administración Pública Federal (IRTICAPF), sistema operado por INEGI con cobertura temática sobre, infraestructura computacional, personal de TIC, presupuesto informático, recursos de software y desarrollo de sistemas. 10. Presidencia de la República 2006. ejemplo consultas y asesorías, gestiones, quejas y denuncias, seguimiento a irregularidades, solicitudes, sugerencias y reconocimientos). La descripción de la situación mexicana denota un claro esfuerzo de modernización de la administración pública federal, por lo que puede tener importantes lecciones que ofrecer a la comunidad Iberoamericana. Sin embargo, se requiere de un marco metodológico y analítico que permita un análisis comparativo. En este sentido, el Manual de Lisboa y las directrices de la RICYT pueden resultar en una herramienta sumamente útil. 3. UN ESFUERZO ORGANIZADO: LAS RECOMENDACIONES DEL MANUAL DE LISBOA Para contar con información fidedigna sobre el fenómeno de la Sociedad de la información, la RICYT ha elaborado el Manual de Lisboa, una guía de procedimientos que intenta revelar qué y cómo, quienes y con qué medir la Sociedad de la Información. Su principal aportación metodológica es una Matriz de Indicadores de la Sociedad de la Información y el Conocimiento, donde cuatro sectores constituyen la base para su conformación: la Educación, la Ciencia y la Tecnología, la Informática y los Servicios de Alto Valor Agregado, los cuales aportan el entorno donde los agentes y actores sociales aprovechan la oferta de bienes y servicios intensivos en conocimiento y las herramientas para crear y gestionar información. Dichos agentes son las empresas, los hogares, el gobierno e instituciones sin fines de lucro. Cada uno provee y utiliza recursos y capacidades, realiza diferentes esfuerzos, acciones y aplicaciones para aprovechar el conocimiento. Estas funciones se agrupan en cuatro categorías a saber infraestructura, capacidad de los recursos humanos, inversiones y esfuerzos así como aplicaciones Así el cruce de los cuatro actores -en las filascon las cuatro categorías -en las columnas- conforma una submatriz denominada de difusión y aprovechamiento de la información y el conocimiento. El llenado de la submatriz nos permite tener un diagnóstico de la situación de la Sociedad de la Información en una demarcación política. El caso del sector gobierno se muestra en el Cuadro 1. 31 En los ámbitos de infraestructura, capacidades, esfuerzo/inversión existe información relevante proporcionada por organismos multinacionales así como por las agencias nacionales. En la celda correspondiente a las aplicaciones existen públicas que proporcionan fuentes información sobre las oferta de servicios electrónicos o su demanda tales como el número y nivel de desarrollo de los servicios en línea, e incluso valoraciones sobre los contenidos, servicios, formatos y prestaciones de los portales gubernamentales. Sin embargo la información sobre las aplicaciones que permitan ganancias en la eficiencia o una mejor comunicación con los gobernados, o incluso su empoderamiento en la toma de decisiones es escasa. De la experiencia de la administración pública federal en México se podrían plantear una familia de indicadores de aplicaciones. Estos podrían agruparse en tres conjuntos: los que den cuenta de la interacción, los relativos a la búsqueda de mejoras y aquellos que se asocien a cambios en el paradigma del gobierno ( ver Cuadro 2). 32 Los indicadores de interacción tienen que estar basados en la evaluación de la percepción ciudadana. Dicha evaluación nos permitiría entender los alcances de las aplicaciones del gobierno electrónico, los factores que lo impulsan o limitan, los riesgos y factores negativos de su implementación.11 Es de notar que el conjunto de variables de eficiencia, tienen un contenido hipotético (como todas las políticas públicas en su diseño), donde se plantea que estas acciones buscan la mejora en las aplicaciones y prestaciones de los servicios del gobierno electrónico. En este sentido las encuestas de valoración aplicadas a los propios servidores públicos nos darían una idea del impacto de las aplicaciones sobre la gestión pública. Los indicadores de cambio de paradigma buscarían devolver la credibilidad al gobierno, en cuanto a su eficacia y su respeto por el estado de Derecho, así como motivar la participación en la discusión de la agenda pública, las propuestas y orientación de la política, su asignación presupuestaria así como su evaluación. Cuadro 1 Gobierno Infraestructura Capacidad Parque informático. Computadoras en red. Dominios gubernamentales . Personal informático en la Administración Pública. Demanda Pública. Presupuesto Informático. Aplicaciones Solicitud de información. Descarga de formularios. Presentación de formularios. Contratación de servicios. Concursos/ licitaciones públicas. Pagos en línea. Cuadro 2 Indicadores Propuesta de medición Propuesta de gestión Interacción G2C Servicios electrónicos a ciudadanos Usabilidad de portales: encuestas de satisfacción y percepción de beneficios Unidad de política informática. INEGI. Eficiencia en la gestión: búsqueda de mejoras Servicios electrónicos a Medida de la empleados interoperabilidad de equipos No. de redes privadas virtuales / unidades gubernamentales % redes privadas virtuales interconectadas Complementariedad de Participación de los servicios los servicios electrónicos electrónicos en la estrategia de atención multicanal (%) Gestiones presenciales/ Trámites en línea Capacidad de procesamiento masivo de información Sustitución de formularios de papel Documentación electrónica gubernamental Automatización de procesos Sistemas integrales de planeación de recursos gubernamentales Cambio de paradigma E- transparencia E-seguridad y privacidad E-participación 11. Para el caso de Colombia, Sánchez Torres (2006) ha diseñado una metodología con esta lógica y la ha aplicado a profundidad. Esfuerzo/ Inversión Medida de capacidad relativa (Terabytes/ registros en depósitos de Bases de Datos) No. de centros de información (basados en aplicaciones de Data Warehouse) Ahorro en gastos de oficina No. de bibliotecas digitales (p.ej. normatecas) No. de unidades gubernamentales con procesos apoyados en TIC’s % de sistemas interconectados No. de procesos certificados Sistema de acceso a la información pública. Sistema Electrónico de Contrataciones Gubernamentales Registro de personas jurídicas Medida del compromiso de confidencialidad Red de autoridades certificantes de firma electrónica No. de consultas a la ciudadanía vía Internet % de participación con respecto al padrón electoral. Unidad de política informática. INEGI. Unidad de política informática INEGI. Unidad de política informática. INEGI. Unidad de política informática. INEGI. Secretaría de la Función Pública. Unidad de política informática. INEGI. Secretaría de la Función Pública. Unidad de política informática. INEGI. Unidad de política informática. INEGI. Unidad de política informática INEGI. Secretaría de Hacienda. Unidad de política informática. INEGI. Unidad de política informática. INEGI. Unidad de política informática. INEGI. Unidad de política informática. INEGI. Secretaría de la Función Pública Unidad de política informática. INEGI. Instituto de Acceso a la Información Pública Unidad de política informática. INEGI. Secretaría de la Función Pública. Unidad de política informática. INEGI. Secretaría de la Función Pública. Unidad de política informática. INEGI. Secretaría de la Función Pública. Unidad de política informática. INEGI. Secretaría de la Función Pública. Unidad de política informática. INEGI. Secretaría de Gobernación. Unidad de política informática. INEGI. Instituto Federal Electoral. El énfasis de estas propuestas está en la disponibilidad de las aplicaciones, sin embargo, dada la dinámica evolutiva de la adopción, esta familia de indicadores quedaría desfasada por lo que habría que pensar en una segunda etapa para desarrollar la siguiente generación de indicadores que mostraran índices de penetración y utilidad para los usuarios (ciudadanos, funcionarios, empresas). Cuadro 3 Elementos a considerar Financiamiento oportuno Transparencia Avances en el marco legal Indicadores Gestión la disponibilidad de recursos ONG. Secretaría de Indicadores cualitativos sobre Utilizando medidas de Transparencia Internacional o del Latinobarómetro Indicadores cualitativos Organismo internacional. Hacienda Organismo internacional Agencia de regulación de las políticas de sobre la regulación ONG. Promoción de Mediciones de e-inclusión Organismo multilateral. privacidad y seguridad. infraestructuras Distribución de los servicios e infraestructuras de redes Customisation (intensidad de focalización de las políticas) Grado de institucionalización mediante la cuantificación de infraestructuras tales como centros públicos de acceso Estimación de un coeficiente Instituto Nacional para el diferencias interpaís Municipal de concentración para captar Indicadores cualitativos del grado de orientación hacia requerimientos específicos ciudadanos Medidas del liderazgo, compromiso de las altas esferas, acciones jerárquicas y centralizadas o competencia distribuida de Integración con políticas de profesionalización del servicio público. Contribución a otras metas la estrategia digital Indicadores cualitativos: % funcionarios capacitados, incentivos que reflejen capacitación en TIC’s Federalismo y Desarrollo Unidad de política informática. ONG´s Secretarías y dependencia gubernamentales Secretaria de la Función Pública Secretaría de la Función Pública Medidas que reflejen el Secretaría de la Función agenda de gobierno, el Presidencia. grado de interacción con la plan nacional de desarrollo o la coordinación con otras Participación ciudadana Presidencia políticas públicas Indicadores de cultura política, participación de ONG ‘s en la vida política Pública. Secretaría de Gobernación. Secretaría de Gobernación. Instituto Federal Electoral. 4. HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO TIPO DE INDICADORES La situación mexicana revela que la adopción de un gobierno electrónico es más una cuestión institucional que técnicoadministrativa por lo que el empuje y valoración de las iniciativas deben partir del análisis de ciertas condiciones de base. Así, la interpretación de los indicadores actuales debe estar acompañada de una valoración del ambiente que favorece u obstaculiza la adopción de tecnologías de información en el gobierno. Algunos de los elementos a considerar se presentan en el cuadro 3. Muchos de estos indicadores habría que construirlos y derivarlos de estudios de caso comparativos, otros se desarrollan en el ámbito de la valoración de la gestión pública, pues tienen que ver con el gobierno físico y no el virtual. En este sentido, las agencias nacionales podrían buscar una colaboración con instituciones y agencias que se dedican al estudio comparativo de la gestión pública como el Consejo Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), la organización Internacional Transparency, o la United Nations Online Network in Public Administration and Finance (UNPAN). 5. CONCLUSIONES La constitución de un gobierno electrónico tiene como sustento al gobierno real, de ahí que la sola adopción de las tecnologías de información no llevará a cabo cambios sustantivos sino que tenderá a reproducir tendencias y prácticas existentes. Así la gestión de un buen gobierno implica cambios organizacionales en los procesos sustantivos para poder explotar eficientemente el potencial de las nuevas tecnologías de información. El diagnóstico de la situación del gobierno electrónico debe acompañarse de variables contextuales que permitan referencias las condiciones de base del gobierno real, en que forma están relacionados y si están facilitando la adopción de la estrategia digital. 33 Un estudio que valoraba la calidad del gobierno electrónico, encontró que el desempeño digital sigue una tendencia paralela con el entorno ético, político, institucional, social y económico, sin embargo, para algunos países de América Latina el gobierno electrónico adelantaba la probidad pública o se rezagaba con respecto a la calidad democrática.12 La adopción de soluciones basadas en Internet para la provisión de servicios públicas es una definición muy limitada del gobierno electrónico, incluso, por que este ejercicio demanda de cambios sustanciales en la infraestructura, habilidades y costos para el registro, almacenamiento, procesamiento, distribución. recuperación y tratamiento de la información para su puesta en línea, recaptura, encriptación y validación. Esto es, se requieren cambios para la adopción de tecnología de soporte o trastienda -backoffice-. Si consideramos además otras dimensiones en la definición -tales como la ganancia de eficiencia, la promoción de las interrelaciones o el marco regulatario- la transformación será más radical pero de un impacto capital en la transición hacia la Sociedad de la Información. 34 De aquí que la adopción de una estrategia de gobierno electrónico debe ser más que un proceso técnico uno institucional, donde estén involucrados no sólo los especialistas sino la burocracia general y las autoridades al más alto nivel. Junto con la evidencia en la administración federal mexicana comentada en este trabajo, en ámbitos locales y, en particular, en localidades pequeñas el liderazgo es esencial para implementar medidas exitosas.13 Entre los problemas de gestión de la trastienda quisiéramos destacar la falta de competencia e imaginación para desarrollar las aplicaciones, el compromiso necesario entre los dueños de proceso y la disposición de los informáticos para armar equipos de trabajo de alto impacto donde los miembros estén facultados (empoderados) no sólo para desarrollar aplicaciones sino para realizar la reingeniería de procesos, la necesidad de comprometer a las dirigencias del más alto nivel, así como disponer de sistemas de incentivos para la adopción de TIC’s y sus aplicaciones por la burocracia. Otras limitaciones de orden técnico se asocian con problemas de homogenización de sistemas, escasez de uso de las redes privadas virtuales para la colaboración interorganizativa así como cuestiones de modernización financiera. El énfasis en este trabajo está en la contabilidad de la disponibilidad de las aplicaciones, esto es se sugiere una lista de verificación de indicadores cualitativos que permitan la comparabilidad internacional. Pero la generación de indicadores no se agota con este registro sino que debiera acompañarse de encuestas sobre ámbitos de aplicación reales y potenciales así como de percepción de beneficios (en cuanto ahorro, conveniencia, generación de valor público, etc.). 12. Tesoro et al. 2002. 13. Bonina 2005. REFERENCIAS Bonina, C. (2005) Tecnologías de Información y Nueva Gestión Pública: experiencias de gobierno electrónico en México. Documento de Trabajo 167. México. 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CONSIDERAÇÕES INICIAIS O acesso às tecnologias de informação e comunicação TICs tem sido, freqüentemente, considerado decisivo no debate sobre a transição dos países em desenvolvimento para a sociedade da informação. Nesta transição, a universalização do acesso às TICs, em especial à Internet, é vista como requisito essencial para a inserção dos indivíduos como cidadãos na sociedade global. Neste sentido, os países não desenvolvidos têm utilizado como estratégia de política pública a adoção de conectividade coletiva para as localidades que não dispõem - ou dispõem de forma precária - de serviços de telecomunicações. Esta estratégia, que passa a privilegiar a conectividade comunitária com acesso à banda larga, vem sendo considerada uma nova tendência na busca de acesso universal. Indicadores de Ciencia y Tecnología, realizado em maio de 2007, em São Paulo,1 insere-se naquele âmbito de discussão e se propõe a olhar a universalização do acesso sob a ótica dos centros digitais de acesso público, com ênfase no acesso comunitário. Nesta versão, privilegiou-se o olhar sobre as estatísticas e indicadores que vêm sendo propostos, levantados e/ou compilados, em países da América Latina, para se monitorar o alcance das políticas governamentais voltadas à inclusão digital, com foco na ação do setor público federal. Tem-se, então, por objetivo final, a sugestão de indicadores de acesso público que possam, no curto prazo, serem compilados e divulgados de forma organizada e sistemática na região. O presente estudo, uma versão resumida do trabalho apresentado no VII Congreso Iberoamericano de Para alcançar as proposições enunciadas, acompanhouse o debate e as propostas que vêm ocorrendo, sobre as questões assinaladas, em vários eventos regionais e internacionais - reuniões, conferências, taller etc. no contexto tanto da International Telecommunication Union ITU (Unión Internacional de Telecomunicaciones - UIT na sigla em espanhol) e da Cúpula Mundial da Sociedade da Informação - CMSI, realizada sob o patrocínio da Secretaria da Organização das Nações Unidas, quanto dos organismos regionais de telecomunicações. No quadro regional destaca-se a Comissión Interamericana de Telecomunicaciones - CITEL - que elaborou, em 2003, a “Agenda de Conectividad para las Américas - Plan de Acción de Quito”,2 e o Foro Latinoamericano de Entes Reguladores de Telecomunicaciones - REGULATEL - que * Pesquisadora, Doutora em Ciência da Informação, [email protected] ** Pesquisador do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística IBGE Doutorando em Epistemologia da Universidade Federal do Rio de JaneiroUFRJ, [email protected] 1. A apresentação do trabalho encontra-se em http://www.ricyt.org/VII_congreso/ {Programa. 2. http://www.citel.oas.org/sp/Agenda%20Conectividad.asp em Agenda y el Plan de Acción de Quito Nesta nova concepção, considera-se que as TICs têm modificado radicalmente os meios de acesso pessoal ao conhecimento, à informação e à comunicação, tornando possível viabilizar a prestação de um serviço universal com ênfase no acesso coletivo. Altera-se, assim, a visão de acesso universal que pretendia disponibilizar linhas telefônicas para todos os domicílios. 37 vem implementando o Sistema de Indicadores Regionales de Telecomunicaciones - SIRTEL,3 que tem um de módulo de indicadores de Acesso Público à Internet. Com atuação mais direcionada à definição e harmonização de um conjunto de indicadores básicos para a mensuração estatística da sociedade da informação, vêm se destacando: o Partnership on Measuring ICT for Development. Grupo criado no âmbito da CMSI, formado pela ITU, OECD, Unctad, Unesco Institute for Statistics, UN Regional Commissions (Eclac/CEPAL, Escwa, Escap, ECA), UN ICT Task Force e o Banco Mundial, que vem se preocupando com a redução do gap internacional de disponibilidade dessas informações. Propõe-se a dar assistência aos países em desenvolvimento, mobilizando recursos e/ou criando capacidade local.4 Neste processo, a CEPAL vem tendo marcante atuação na região. Cabe ressaltar que o estudo se baseia, fundamentalmente, em informações provenientes de buscas na Internet. São, portanto, informações que constam de sites oficiais de organizações internacionais, regionais, de organizações da sociedade civil, de congressos e seminários etc., bem como sites de ministérios nacionais e dos portais dos programas de inclusão digital a eles vinculados e, ainda, de notícias divulgadas em revistas e jornais especializados. 38 2. PROPOSTA ATUAL DE CONSTRUÇÃO DE INDICADORES DE ACESSOS PÚBLICO E COMUNITÁRIO: LADO DA OFERTA X LADO DA DEMANDA De forma sintética, são apresentados, a seguir, os principais desenvolvimentos conceituais quanto à construção de indicadores de acesso público e comunitário. Os desenvolvimentos se relacionam a duas óticas distintas na construção dos indicadores, a da oferta e a da demanda. A primeira busca mensurar os locais de acesso, os tipos de centros, sua infra-estrutura e distribuição geográfica. A segunda busca quantificar e qualificar os indivíduos que acessam a internet a partir dos centros público de acesso. sofrendo qualquer depuração. Neste caso, têm-se dados administrativos e não estatísticas administrativas. As estatísticas oficiais seguem metodologias internacionais, consistentes e sedimentadas, recomendadas e coordenadas pelos gestores desta produção estatística. Tais gestores são organizações internacionais que se ocupam com a padronização e/ou a harmonização das estatísticas no mundo, como o Partnership e a CEPAL. 2.1 Indicadores de oferta São tomados como as principais referências para a indicação da proposta atual de construção de indicadores de acesso universal, com ênfase no acesso comunitário: os Talleres mundial de indicadores de acceso comunitario a las TIC, realizados no México em 2003 e 2004, promovidos pela ITU e do qual participaram Estados membros, agências reguladoras e organismos regionais, e o V Encontro Mundial de Telecomunicações - organizado pela ITU e realizada em outubro de 2006, em Genebra, que teve como um de seus focos o debate dos indicadores TICs, no contexto da harmonização das estatística coletadas. No Taller 2004,5 levando-se em consideração: i) a falta de aderência do indicador - número de linhas telefônicas fixas por 100 habitantes - e dos indicadores de telecomunicações atuais para a mensuração do impacto da adoção da conectividade comunitária; ii) as propostas do “Planos de Ação” da CMSI, com seus desdobramentos ao nível da região, como consubstanciado o “eLAC 2007”, o “Plano de Ação da América Latina e Caribe” e iii) as propostas dos países e das organizações internacionais e regionais, bem como os debates celebrados nos Grupos de Trabalho regionais e das discussões tida no Taller, os Estados Membros da ITU formularam várias recomendações.6 Entre elas pode-se destacar a adoção dos indicadores de acesso comunitário acordados no Taller, cuja atribuição caberia em primeira instância à ITU, e a compilação de dados e de informações oficiais necessários para se obter periodicamente os indicadores em questão. As referidas óticas se valem de informações de distinta natureza. A da oferta faz uso de registros administrativos e a da demanda utiliza informações estatística oficiais, provenientes particularmente de pesquisas domiciliares. Cabe a elas, também, qualidade diferenciada, uma vez que os registros administrativos recebem, na maioria dos casos, pouco tratamento estatístico, muitas vezes, não Além das recomendações, o documento final do Congresso convida as organizações internacionais e regionais, encarregadas de compilar dados sobre as TICs, a participarem desta iniciativa e também convoca os Estados Membros a adotar os indicadores propostos. Os Estados são incentivados a começar a compilação de informações e dados oficiais em estreita relação com os Institutos Oficiais de Estatísticas e de outras instituições nacionais encarregadas de questões relativas à conectividade comunitária das TICs. 3. http://www.regulatel.org/eventos/public/2TALLER_IND/Programa%20taller% 20v%20final%2015%20de%20marzo.pdf 4. O Partnership on Measuring ICT for Development foi anunciado no evento Unctad XI, em São Paulo, em junho de 2004. Este grupo realizou diversas atividades cabendo destacar os inventários regionais das estatísticas oficiais relacionadas à sociedade da informação, os Workshops regionais realizados para se analisar os resultados de tais inventários e o estabelecimento de um conjunto de indicadores básico a serem construídos pelos países de cada região. 5. http://www.itu.int/ITU-D/ict/mexico04/index-es.html 6. http://www.itu.int/ITU-D/ict/mexico04/annex/index-es.html Fica claro que para a construção efetiva dos indicadores de acesso universal propostos é fundamental e urgente o envolvimento dos agentes nacionais produtores de dados: estatísticas oficiais e registros e estatísticas administrativos. Só assim, a ITU poderá cumprir sua missão de compilar, harmonizar, organizar e sistematizar as informações sobre o acesso comunitário. O V Encontro Mundial de Telecomunicações - ITU (Fifth World Telecommunication/ICT Indicators Meeting) pretendeu, no que toca ao acesso universal, tratar a questão da definição e harmonização dos “community access indicators”. Foram destacados aspectos centrais das dificuldades de mensuração do acesso comunitário, como a definição de localidade e o levantamento do número de centros comunitários de acesso. É fruto do Encontro o documento “Draft definitions: Key telecommunication/ICT indicators”,7 onde são descritos os conceitos dos indicadores chaves de telecomunicações que compõem a base de dados da ITU, entre os quais os do segmento TIC. Como não poderia deixar de ser, os conceitos dos indicadores de acesso comunitário guardam grande aderência com os acordados nos Talleres, promovidos e coordenados pela própria ITU. Os indicadores ITU demandados aos países membros são em menor quantidade que os sugeridos pelos Talleres, mas guardam a mesma complexidade no que se refere ao levantamento das informações requeridas. São poucos os países da América Latina que têm disponíveis estes indicadores, ainda, considerados de mensuração complexa, com questões metodológicas e operacionais a serem resolvidas. 2.1.1 Conceitos adotados no Taller 2004 Em seu Anexo VII, o Taller 20048 considera que tendo em vista a atual política de conectividade comunitária que disponibiliza ao público em geral, através de centros comunitários digitais, o acesso aos serviços de Internet e aos de telecomunicações, há necessidade, inicialmente, de se distinguir os indicadores de acesso universal e os de serviço universal.9 Serviço universal deva contar pelo menos com os seguintes indicadores, em geral, provenientes dos Institutos Nacionais de Estatística - INEs: Domicílios que contam com eletricidade; rádio; televisão; telefonia desagregada por só telefonia fixa, só telefonia móvel, telefonia fixa e móvel; computador; acesso à Internet e; TV por assinatura. Acesso universal: refere-se ao número de pessoas de um país que tem cobertura das TICs, o que requer a infraestrutura necessária para prestar os diferentes serviços que suportam estas novas tecnologias. O acesso universal pode ser garantido de várias maneiras, domicílio, trabalho, escola etc., sendo uma delas através dos centros públicos de acesso à Internet - CPAIs. O documento estabelece-se, então, os conceitos: Os CPAIs são lugares, centros ou estabelecimentos de ensino onde o público pode ter acesso à Internet, em tempo integral ou parcial. Entre estes cabe destacar os centros comunitários digitais, os cibercafés, lan houses, as bibliotecas, os centros educativos e outros estabelecimentos similares, desde que permitam o acesso à Internet ao público em geral. Centro público de acesso à Internet - CPAI Os CCDs são lugares onde o público pode acessar serviços de Internet a partir de terminais postos à sua disposição. Os CCDs são resultados de medidas governamentais visando garantir o acesso universal. Devem oferecer um acesso eqüitativo, universal e exeqüível. Centro Comunitário Digital - CCD Os centros que não se enquadram no conceito de CCD são os denominados Outros CPAIs. ao menos um computador; uma velocidade mínima de conexão ao provedor de serviços de Internet (PSI) de 64 kbps por centro e uma largura de banda aceitável a disposição dos usuários; ao menos uma impressora; apoio e manutenção técnicos; horário de abertura mínimo por semana: 20 horas. Requisitos mínimos para considerar um CPAI como um CCD: É sugerido que se desagreguem os estabelecimentos em privados e públicos. A partir do conjunto de critérios apresentados para a classificação de um CCD é fator determinante a questão de ele ser proveniente de medidas governamentais de acesso universal. Isto garantiria, em muitos casos, acesso gratuito e recursos humanos colocados à disposição dos usuários e para manutenção. 2.1.2 Indicadores propostos: Taller 2004 e ITU A lista de indicadores do Taller, por ser mais extensa, foi tomada por referência, tendo sido acrescentado os indicadores ITU (“Draft definitions: Key telecommunication/ICT indicators”), ao lado daqueles que lhes correspondem. Indicadores Territoriais • Número de Municípios (Pueblos) com CPAI - ITU 39.3 É o número total de municípios do país que tem pelo menos um CPAI. Desagregação dos CPAIs por: faixas de tamanho da população e/ou por zonas urbanas e rurais e por públicos/governamental e privados • Porcentagem das Localidades com CPAI - ITU 39.4 7. http://www.itu.int/ITU-D/ict/wict06/index.html em List of draft definitions. 8. http://www.itu.int/ITU-D/ict/mexico04/doc/index-es.html em Doc 6, p.1 9. http://www.itu.int/ITU-D/ict/mexico04/annex/index-es.html - Anexo 1 a la recomendación, p.2. • Porcentagem de População que tem um CPAI em seu Município - ITU 39.5 Mede o número de habitantes do país que têm em seus municípios um CPAI em relação à população total. 39 Indicadores de Usuário • População Potencial É o número de todos habitantes do país que têm mais de 6 anos. • Número de usuários de Internet que não são usuários de CCDs Corresponde ao número de usuários que tem acesso à Internet de pontos de acesso diferentes de CPAIs (residência,escola, trabalho etc.). • População Objetivo para os serviços dos CCDs - ITU 39.6 É a população potencial subtraída do número de usuários de Internet que não são usuários de CCDs. Indicadores de Uso e Infraestrutura • Número Total de CPAIs - ITU 39 É um somatório de todos os CPAI existentes. • Número Total de CCDs - ITU 39.1 É um somatório de todos os CPAI classificados como CCDs. • Número Total de Outros CPAIs - ITU 39.2 É um somatório de todos os CPAI não classificados como CCDs ou; 40 É a diferença entre o número total de CPAIs com o número de total de CCDs. • Número Total de Computadores nos CCDs - ITU 39.7 É um somatório de todos os computadores existentes em todos os CCDs. • Número Médio de Computadores nos CCDs É obtido pela divisão do número total de CCDs pelo número total de computadores nos CCDs. • Número de Total de Usuários por CPAIs É um somatório dos usuários em cada um destes centros; • Número de Usuários por Tipo de CPAI: CCD e Outros CPAI É obtido pelo somatório de usuários cadastrados nos CCDs e nos Outros CPAIs. Utilização dos Indicadores de Infraestrutura • Porcentagem de Utilização Real - ITU 39.8 É calculado dividindo-se o número de usuários reais pela população objetivo dos serviços dos CCDs (o usuário real acessa a Internet ao menos uma vez ao mês). • Taxa Média de Utilização dos CCDs É calculado dividindo-se o tempo total de utilização dos CCDs pelo tempo total disponível nos CCDs (incluem taxas de eficácia como a taxa de inoperância dos computadores, cortes de energia elétrica e outros). • Densidade dos CCDs nas áreas Urbanas - Questionário ITU Taller É calculado dividindo-se o número de CCDs nas áreas urbanas pela população objetivo nessas mesmas áreas e multiplicando-se o resultado por 1000 habitantes. • Densidade dos CCDs nas áreas Rurais - Questionário ITU Taller É calculado dividindo-se o número de CCDs nas áreas rurais pela população objetivo nessas mesmas áreas e multiplicando-se o resultado por 1000 habitantes. São, ainda, apontados no Taller 2004 indicadores adicionais que vêm sendo objeto de estudo na região, considerados de 2ª prioridade: - CCDs desagregados por tipo de custo do acesso, em % (gratuito, subsidiado, a preço de custo); - Usuários desagregados por categorias sóciodemográficas (sexo, idade, profissão, nível educativo, etnia); - Principal objetivo do usuário ao usar Internet (educação, comunicação, informação, comercio, trabalho, administração, recreação); - Número de terminais de acesso (conectados e não conectados); - Largura de banda por computador conectado nos CCDs. 2.1.3 Características dos dados de oferta: registros administrativos A maioria dos indicadores prioritários apresentados são indicadores de oferta provenientes de registros administrativos oriundos dos programas de inclusão digital que possuem variados tipos de inserções: órgãos públicos, organizações da sociedade civil e do setor privado, bem como formas combinadas destas. Tantas fontes de dados geram registros administrativos dispersos, de difícil manipulação, sistematização e totalização, que passam a requer tratamento estatístico adequado para sua utilização. De fato, tratar registros dispersos requer um árduo trabalho de compatibilização ex ante, isto é, para se ter uma saída de dados passíveis de tratamento, totalização, agregação é necessário que se parta de conceitos e variáveis harmonizadas (na entrada). Assim, poucos são os países que possuem reais condições de fornecer à ITU os indicadores solicitados. OLAYA (2004), em sua apresentação no Taller 2004, cita a Venezuela, o Equador, o México e o Chile como países da América Latina que coletam/divulgam dados de oferta. Segundo a autora contabiliza-se na Venezuela: “Número de centros de acceso de telecomunicaciones”; no Chile: “Número de infocentros (incluye bibliotecas públicas - no incluye ciber-cafés privados)”; no Equador: “Cuadro de locales registrados y autorizados de cybercafes clasificados por provincia indicando cuales pertenecen al plan “Internet Para Todos” e no México: “Cantidad de centros de acceso comunitario según tamaño de la población en pueblos y ciudades” e, ainda, a “Poblacion asistida por los CAC.” A partir das denominações das estatísticas/indicadores apresentados para os referidos países, uma inferência possível é a de que os dados obtidos não são informações comparáveis entre si, isto é, não parecem ser dados harmonizados no contexto regional. Nomenclaturas diferentes podem estar envolvendo, também, conceitos diferentes. Assim, parece que o México e o Chile estão contabilizando os CCDs; o Equador os cybercafes privados e os que contam com subsídios governamentais, este últimos seriam considerados CCDs; e a Venezuela os CPAIs. 2.2 Indicadores de demanda Uma outra fonte de informação relacionada ao acesso comunitário é proveniente das estatísticas domiciliares (encuestas de hogares) levantadas pelos Institutos Nacionais de Estatísticas - INEs. Neste caso, nota-se que a tendência dos gestores da produção oficial de estatísticas da região é a de buscar levantar os indivíduos que realizam acesso à Internet a partir de centros de acesso grátis e centros de acesso pagos. Tal conceituação não leva em conta se se trata de um CCD ou de um Outro CPAI, tipo cybercafés, lan houses etc.. Na pesquisa domiciliar recomendada aos países da região, pela CEPAL/OSILAC: no quesito [H-6] “¿Dónde utilizó el Internet más frecuentemente en los últimos 3 meses?”, são sugeridas as alternativas para acesso público: os Centros de acceso público gratis (denominación específica depende de la práctica nacional) e os Centros de acceso público comerciales (denominación específica depende de la práctica nacional). Já o “Partnership on Measuring ICT for Development: Core Indicators” - recomenda, no quesito [HH9]: “Location of individual use of the Internet in the last 12 months”, a pergunta “Where did you use the Internet in the last 12 months?” considera: Community Internet access facility (Includes access at community facilities such as public libraries, publicly provided Internet kiosks, other government agencies; access is typically free or low cost) e Commercial Internet access facility: Includes access at Internet or cyber cafés, hotels, airports; even though the venue is commercial, the cost is not necessarily at full market price. Países da América Latina que possuem tais informações são: Chile, Colômbia, México e Peru (OLAYA, 2004) e mais recentemente o Brasil, com o Suplemento da Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios - PNAD 2005. Fica, então, uma pergunta: em que medida os Centros Comunitários Digitais - CCDs, definidos como lugares para o público ter acesso a serviços de Internet, proveniente de medidas governamentais para garantir o acesso universal, correspondem aos centros de acesso gratuitos levantados nas pesquisas domiciliares? É compreensível o uso de termos abrangentes para o levantamento estatístico do acesso universal, uma vez que não há na América Latina um uso uniforme de termos. São vários os termos utilizados: telecentro, infocentro, centro de acesso comunitário, pontos de acesso etc.,10 envolvendo definições diferentes entre e intra países. Como vários são os centros de acesso comunitário que recebem subsídios do governo - federal, estadual ou municipal - e por isto cobram preços baixos para acesso, mas nem por isto deixam de ser CCDs, a associação parece não proceder. Haveria uma subestimação do número de pessoas que utilizam centros comunitários de acesso, proveniente de medidas governamentais. Caberá, então, mais uma pergunta: estes centros subsidiados são mesmo CCDs ou Outros CPAIs? Também as simplificações público/governamental e privado/comercial como acordados no Taller 2004 são problemáticas. A REGULATEL (2006, Anexo 4, p.2) oferece exemplos de diferentes tipos de telecentros com financiamento misto: comercial, franquia, organizações não governamental, universidades, escolas, governo (nos diferentes níveis), multi-propósitos.11 É claro que o “mundo das estatísticas” é uma redução do mundo real. Mas é importante qualificar, o mais precisamente possível, as reduções e distorções contidas nas estatísticas. 3 Considerações indicadores finais e sugestões de De acordo com os muitos sites governamentais12 e documentos avaliados nesse estudo existe na região uma grande carência de estatísticas sistematizadas para se conhecer e mensurar os centros de acesso público às TICs, os CPAIs, e os centros de acesso comunitários, os CCDs. Com algumas exceções, boa parte dos países da região não dispõe de informações consideradas básicas para o entendimento da necessidade e do atendimento da população em relação às TICs. Dificuldades adicionais decorrem das várias denominações utilizadas para os centros comunitários digitais - Telecentro, Infocentro, centro tecnológico comunitário etc. -, sendo usadas ora como sinônimos, ora 10. OLAYA (2004, p.5) fornece as seguintes nomenclaturas: Infocentro (Chile, Venezuela, El Salvador); Telecentro (Chile); Locutorio (Argentina); Cabina pública (Perú, El Salvador); Centro de comunicaciones (Venezuela); Centro de conexiones (Venezuela); Centro tecnológico comunitario (Argentina); Centro de Acceso Comunitario (México); Servicio Público (México); Cibercafé - café Internet (Ecuador, Colombia). A Regulatel (2006,) em seu Anexo 4: Modelos de Telecentros, apresenta realizações exitosas como Cabinas - Peru; Compartel Colômbia; GESAC - Brasil, Acessa São Paulo - Brasil, Piraí Digital - Brasil etc. 11. Ver também a tipologia proposta por Maseo & Hilbert (2006) num estudo realizado pela CEPAL. 12. O trabalho completo, apresentado VII Congreso Iberoamericano de Indicadores de Ciencia y Tecnologia (Cf. Nota 1) contém dois estudos de caso (Brasil e Chile), onde se observou os programas de inclusão digital desenvolvidos como políticas de acesso comunitário, com foco na questão das estatísticas e dos indicadores por eles gerados, tendo como referência a proposta atual dos indicadores Taller 2004 e ITU. A preocupação central relacionou-se com a possibilidade atual dos países construírem os indicadores sugeridos para a mensuração da extensão e do alcance das políticas de acesso coletivo realizadas. 41 com eventuais nuances entre um e outros, a depender do país, o que acarreta certa confusão nas estatísticas da Região. Levando-se em conta tais dificuldades, esta última seção é dedicada à sugestão de indicadores de acesso público e comunitário para a região. Os indicadores sugeridos guardam as seguintes características: periodicidade curta, anual de preferência; disponíveis para um número considerável de países; passíveis de totalização para o país; provenientes de fontes confiáveis: agências de governo e/ou organismos internacionais; disponibilidade imediata (ou quase). Sob estas condições, e, certamente, sob as orientações dos gestores das estatísticas TICs, foram, então, selecionados 5 indicadores. Para orientar a seleção dos 5 indicadores foi elaborado o quadro, a seguir, contendo a disponibilidade e a indicação do tipo de fontes das informações, para os países: Brasil, Chile e México, este último tomados como exemplo de melhores práticas no Taller 2004. 42 O primeiro indicador - de demanda - referese à (1) População Objetivo para os serviços dos CCDs (Taller 2004 e ITU 39.6), que é o número de pessoas que hoje encontram-se em “déficit tecnológico”. Esse número é obtido a partir das estatísticas oficiais domiciliares: a população por idade e por “Local de utilização da Internet”. Ele é calculado pela subtração do número de pessoas do país com 6 anos e mais (população potencial) do número de pessoas que têm acesso não comunitário à Internet (têm acesso a partir de outros locais como domicílio, trabalho e escola). É um indicador de fácil obtenção, uma vez que tem, como fonte, estatísticas dos INEs. Sabe-se que Brasil, Chile, Colômbia, México, Peru, Trinidad y Tobago, Belize e Barbados, possuem estas informações. (OLAYA, 2004). A tendência é que, no curto prazo, mais países venham a ter esta informação, pois esta é a recomendação dos gestores da produção oficial de estatística. Caberia, no entanto, uma ressalva a respeito de se estar considerando idades diferentes no cálculo do indicador. Para a população a referência é 6 anos ou mais e para o local de utilização a população investigada é de 10 anos e mais. Não seria mais consistente considerar a população de 10 anos e mais para os dois termos da equação? Um indicador importante, derivado deste, porém, de difícil obtenção, seria (1a) Quadro de disponibilidade de indicadores de acessos publicos e comunitários â internet Fonte de Indicadores México Dados Acordados Indicadores Chile Brasil ITU Indicadores Territoriais Número de localidades (municípios, pueblos) com CPAIs RA √ √ √ /! 39.3 Percentagem das Localidades com CPAIs RA √ √ √ /! 39.4 Porcentagem de População que tem um CPAI em seu Município RA / EH √ √ √ /! 39.5 Indicadores de Usuário População potencial EH √ √ √ √ 39.6 Número de Usuários de Internet não comunitários EH √ √ √ √ 39.6 População objetivo para os serviços dos CCD EH √ √ √ √ 39.6 Número Total de CPAIs RA √ √ /! /! 39 Número Total de CCDs RA √ √ √ /! 39.1 Número Total de Outros CPAIs RA √ √ /! /! 39.2 Número Total de Computadores nos CCDs RA √ √ √ X 39.7 Número Médio de Computadores nos CCDs RA √ √ √ X Número Total de Usuários de CPAIs RA √ X /! X Número de Usuários de CPAIs RA √ X X X Número de Usuários de CCDs RA √ X √ X Número de Usuários de Outros CPAIs RA √ X X X Porcentagem de Utilização Real RA √ X /! X Taxa Média de Utilização dos CCDs RA √ √ ? X Densidade dos CCDs nas áreas Urbanas RA / EH √ √ √ X Densidade dos CCDs nas áreas Rurais RA / EH √ √ √ X Indicadores de Uso e Infraestrutura Utilização dos Indicadores de Infraestrutura Legendas - Resumo Tipo / Fonte EH Estatística oficial de Hogares (Domicílios) RA Registro administrativo √ Tem / Tem parte ou terá brevemente ! Tem sem apuração/organização X Não tem ? Não sabemos Disponibilidade da informação 39.8 Percentual de cumprimento, como apresentado pelo México (Anexo 1) ou “Actual DCC usage percentage”, como denominado pela ITU 39.8. O indicador seria calculado dividindo-se a População Atendida pelos CCDs pela População Objetivo para os serviços dos CCDs, multiplicando o resultado por 100. A dificuldade está na obtenção da população atendida, que seria proveniente do somatório de registros administrativos referentes aos atendimentos dos CCDs, num dado período de tempo. Isto pressupõe um cadastro desses centros atualizado, e, sobretudo, harmonizado. O segundo indicador - de oferta - seria o (2) Número de Centros Públicos de Acesso - CPAIs: CCDs, Cybercafés e Outros CPAIs. O problema é que são poucos os países que possuem a totalização dos centros de acesso público - CPAIs. Tomando-se por referência os países que responderam ao questionário ITU para o Taller 2004, apenas o México, Honduras, Peru, Suriname e Venezuela13 possuem este dado. Para os Centros Comunitários Digitais - CCDs, os provenientes de políticas governamentais, segundo o conceito firmado no Taller 2004, acredita-se que o Chile e os demais países citados, e talvez outros mais, possuam a informação. Uma alternativa, que poderia englobar ainda mais países, seria a de circunscrever este indicador ao Número de Centros Comunitários Digitais existentes em Programas Governamentais. Muitos são os ministérios e as secretarias de Governo que vêm criando ambientes comunitários para fomentar seus propósitos sociais específicos, oferecendo, cada um à sua maneira, acesso às TICs, particularmente à Internet. Esta poderia ser uma possibilidade para os países que não têm Coordenação e nem Cadastro Nacionais, que coletem e sistematizem estas informações. Certamente é uma alternativa mais fácil totalizar os dados dos programas vinculados às políticas governamentais, aí incluídos os programas de governos estaduais e municipais. Mas, também neste caso, se faz necessário o estabelecimento de uma instância governamental forte, que realize um intenso e amplo esforço de coordenação dos dados gerados pelos programas, que envolve um grande trabalho que vai desde a harmonização dos dados coletados, tratamento e armazenamento (entrada) até a disponibilização final de informações (saída). 14 Já o Número de Cibercafés poderia ser obtido, também, por estatísticas oficiais, a partir das estatísticas de empresas. Claro que isto depende das características das pesquisas existentes, da classificação de atividade e/ou do cadastro de empresas de cada INE. Seria desejável 13. Os autores agradecem a Sra. Vanessa Gray da ITU/Telecomunication Development Bureau/Market Economics and Finance Unit por esta e outras informações enviadas. 14. Talvez uma nova instância inserida nos próprios sistemas nacionais de estatísticas que, em geral, já possuem a atribuição de coordenador das informações estatística oficiais. saber se os Cibercafés recebem algum subsídio de políticas de governo ou são empresas que contam somente com recursos próprios de mercado. Isto, no entanto, exigiria um esforço maior dos INEs. Para se totalizar os CPAIs, há necessidade de informações sobre demais Outros CPAIs, ou seja, centros digitais que não contam com recursos de governos. Muitas são as organizações da sociedade civil, ONGs e outras, que, com aporte financeiro do setor privado, implementam centros comunitários de acesso e/ou de capacitação digital. Instituições financeiras e outras empresas, também, fazem investimentos sociais de inclusão digital. Esta é, no entanto, uma informação pouco provável de existir, no curto prazo, de forma organizada nos países da região. No Brasil, um possibilidade a ser explorada, visando alcançar dados de CCDs e Outros CPAIs, que não Cybercafés ou Lan Houses privados, e de execução relativamente fácil pelo IBGE (o INE brasilero), seria a utilização da pesquisa administrativa municipal, Pesquisa de Informações Básicas Municipais15 - MUNIC, que levanta informações sobre a oferta dos serviços municipais, programas sociais, infra-estrutura urbana etc., através de um gestor municipal que responde ao questionário. O número de centros comunitários existente no município, com e sem recursos de governos poderia, então, ser objeto de pesquisa deste questionário. Uma alternativa para os municípios de menor porte, os de maior capilaridade e com pouco registro de dados. De fato, como foi observado pelo representante da Fifth World Conatel, Venezuela, na Telecommunication/ICT Indicators Meeting “Unless PIACs need to register, it is very difficult to know how many centers exist and how many people are using them.” Das observações feitas, conclui-se então que, no curto prazo, a opção é a de priorizar os CCDs e, neste sentido, a construção de um Cadastro Nacional de CCDs é fundamental para se alcançar uma melhor quantificação destes centros. O terceiro indicador, de temática amplamente conhecida pelos países da Região, é relativo ao Fundo de Universalização de Telecomunicações, especificamente quanto a seu uso em programas de universalização do acesso às TICs. O indicador (3) Percentual de Utilização do Fundo de Universalização em Programas de Acesso Comunitário mostraria o quanto o Governo está investindo recursos do Fundo em tais programas. O índice que seria calculado dividindo-se o valor dos recursos do Fundo utilizados em programas de acesso comunitário no ano pelo total arrecadado pelo Fundo no mesmo ano, multiplicando o resultado por 100. 15. Em: http://www.ibge.gov.br/home/estatistica/economia/perfilmunic/default.shtm, acessado em maio de 2007. 43 No Brasil, por exemplo, os recursos do Fundo Nacional dos Serviços de Telecomunicações - FUST - estão sendo captados há anos, porém não estão sendo utilizados, por conta de problemas de regulamentação defasada. Pelo arcabouço regulatório atual “quando se fala em universalização, está se tratando do Serviço Telefônico Fixo Comutado, por ser esse o único serviço vigente de telecomunicações no regime de prestação público. (Brasil - MC, 2006, p.5)”. Através do documento Regulatel (2006, cap.V, pp..3-13), verifica-se que na Argentina o fundo “nunca se ha establecido” e na Bolívia “fue propuesto, pero nunca aprobado por el Parlamento”, diferentemente do Chile e da Colômbia que muito bem aplicam os recursos do fundo. O México, que apesar de não ter fundo de universalização de acesso na legislação do país, criou um fundo temporário “FCST” para tal fim e vem aplicando-o de forma eficiente. A existência de um Fundo dessa natureza, ainda que temporário, é condição sine qua non para acelerar as práticas democráticas de inclusão, desde que aplicado em atividades que justifiquem a sua arrecadação. O quarto indicador seria (4) Número total de computadores nos CCDs (ITU 39.7) e/ou o Número médio de computadores nos CCDs (Taller 2004). Este número daria uma idéia do tamanho médio dos centros de acesso comunitário. É um indicador de oferta que vai depender da existência de um Cadastro Nacional de CCDs. México e Chile possuem a informação. 44 O último indicador refere-se a um indicador composto amplamente divulgado pelo Fórum Econômico Mundial: (5) Network Readiness Index ou “Índice de Potencial para la Conectividad”, que mede a capacidade dos países em usar as TICs para incentivar a competitividade global. O índice é proveniente de um amplo leque de variáveis (64) que se relacionam à situação de mercado; ao entorno normativo político, à infra-estrutura; ao grau de preparação do governo, das empresas e das pessoas; e a utilização das TICs. É um índice de metodologia complexa, sendo as variáveis reduzidas a uma escala numérica, o que impõe alguns limites à interpretação dos resultados. Porém, considera-se que o índice de potencial para la conectividad resultante oferece um “instantâneo” útil do grau de preparação de uma nação para participar e beneficiar dos avanços das TICs. Embora ainda não se tenha um conhecimento detalhado da metodologia, mas se creditado ao Fórum respeitabilidade e seriedade no tratamento e uso dos dados coletados, acredita-se, a princípio, que este indicador anual e de alta comparabilidade, possa ser tomado como um reflexo do potencial das TICs em cada país. Em resumo são sugeridos os Indicadores: (1) População Objetivo para os serviços dos CCDs (Taller 2004 e ITU 39.6); (1a) Percentual de cumprimento (Taller 2004 e ITU 39.8); Número de Centros Públicos de Acesso - CPAIs: (2) CCDs, e Outros CPAIs (Taller 2004 e ITU 39; 39.1; 39.2); (3) (4) (4a) (5) Opção: Número de CCDs (Taller 2004 e ITU 39.1) ; Percentual de Utilização do Fundo de Universalização em Programas de Acesso Comunitário; Número total de computadores nos CCDs (ITU 39.7); Número médio de computadores nos CCDs (Taller 2004). Capacidade dos países em usar a TIC incentivar a competitividade (Fórum Econômico Mundial Para finalizar, se quer re-enfatizar que se buscou propor indicadores que pudessem ser compilados de forma organizada e sistemática, no curto prazo. Neste sentido, cumpre destacar a maior dificuldade que envolve a questão da totalização dos CPAIs. A melhor opção seria focar os CCDs, pois, além de serem mais facilmente mensuráveis, eles cumprem melhor o papel de integração comunitária. Certamente, quanto maior a aderência dos CCDs aos anseios e/ou aos projetos da comunidade, maior a chance de sucesso. É o engajamento da comunidade que fortalece e dinamiza os projetos de inclusão digital. 4. BIBLIOGRAFIA BÁSICA BRASIL - Governo Eletrônico. Oficinas de Planejamento Estratégico - Relatório Consolidado. 2004, p.4, 12-4. In: http://www.governoeletronico.gov.br/governoeletronico/ind ex.html - Publicações, acessado em abril de 2007. CEPAL. 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Existen múltiples factores que contribuyen a la internacionalización de la ciencia y la tecnología, entre ellos se encuentra la creciente necesidad de complementación para el desarrollo de la investigación debido a la interdisciplinaridad, el abordaje de problemas complejos e interdependientes, la participación en infraestructuras y equipamientos singulares o la optimización de los grupos de investigación. Asimismo la generalización de las temáticas actúa como un elemento de cohesión de las comunidades científicas a nivel internacional y la estandarización de indicadores comunes para la I+D está contribuyendo a universalizar enfoques y metas en las políticas científicas. Otros factores no menos importantes son los programas de fomento de la cooperación internacional, el desarrollo de las TICs y las facilidades para la movilidad. La internacionalización de la ciencia se expresa de numerosas maneras, que pueden dar lugar al diseño de indicadores para su medición y la caracterización del grado y naturaleza de la internacionalización de la investigación de un país o una institución. * Centro de Información y Documentación Científica (CINDOC). Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Madrid Entre las diferentes manifestaciones o expresiones de la internacionalización se pueden señalar la movilidad internacional de estudiantes de postgrado. La formación doctoral y postdoctoral, que tradicionalmente ha generado un importante flujo de estudiantes entre los países desarrollados y entre los países de menor desarrollo con los de mayor desarrollado, se ha incrementado mediante programas y políticas explícitas de captación de estudiantes extranjeros. La atracción de estudiantes graduados es especialmente notable en USA, observándose un incremento continuado a lo largo de los últimos años. En el caso de los investigadores postdoctorales, 25.430 eran extranjeros en 2002, representando el 56% del total. La movilidad de investigadores está experimentando un creciente aumento como resultado del incremento de la colaboración científica y el auge de las redes de investigación. Por otra parte, flujos migratorios de investigadores están dinamizados por el desarrollo de la economía del conocimiento y la competencia internacional por superar carencias nacionales de investigadores y tecnólogos. Las demandas y facilidades de los países más desarrollados, que han generado tradicionalmente corrientes migratorias de científicos desde los países de menor desarrollo, se están profundizando en la actualidad, con las consiguientes consecuencias para estos últimos. Los procesos de “brain drain” y “brain gain” tienen actualmente importantes consecuencias para el desarrollo y estabilización de las capacidades científicas y tecnológicas de los países, por lo que el conocimiento detallado de los mismos es fundamental para sustentar las políticas de formación y empleo de científicos y tecnólogos. 47 Las actividades internacionales de I+D diversifican las fuentes de financiación, produciéndose transferencias entre países como consecuencia de inversiones directas, cofinanciaciones, pago de cuotas, préstamos y donaciones. La asociabilidad en la investigación es una manifestación explícita de la internacionalización, que se expresa en el creciente peso de la dimensión internacional en la producción científica. Los estudios bibliométricos de las publicaciones científicas muestran un gran crecimiento del número de copublicaciones internacionales (publicaciones científicas firmadas por autores de más de un país). Alemania y Francia han pasado de tener un 10% de su producción científica indexada como copublicaciones internacionales a finales de los 70 al 34% a finales de los 90. En este período Estados Unidos ha pasado del 5,6% al 18% y Japón, del 3,5% al 16%. La clara tendencia en el incremento del número de copublicaciones internacionales tanto en los países de mayor como en los de menor desarrollo, muestra que la colaboración internacional es actualmente un componente intrínseco de los procesos de generación de conocimiento, independientemente de las capacidades existentes. La internacionalización ofrece muchas oportunidades pero también plantea amenazas causadas por las asimetrías en las asociaciones, la escasa idoneidad y compromiso de los socios, la falta de liderazgos y la dependencia. 48 La importancia actual de la dimensión internacional en la organización de los Sistemas Científico-técnicos (SCT) y en los procesos de generación, difusión y utilización del conocimiento justifican el diseño de herramientas para medir tanto la intensidad de esta dimensión, como su evolución y las características de la misma en las instituciones de I+D y los sistemas nacionales. 2. UTILIDAD DE LOS INDICADORES INTERNACIONALIZACIÓN DE LA I+D DE El diseño de un sistema de indicadores de internacionalización de la I+D tiene diferentes utilidades. • Facilita la sensibilización de los actores y países sobre las oportunidades y características de la internacionalización de los Sistemas Científico-técnicos. Los indicadores en el ámbito de la I+D tienen actualmente no solamente un papel instrumental para la medición de determinados parámetros, sino que ayudan a construir un marco operativo para el diseño y desarrollo de políticas. En este sentido la existencia de un sistema de indicadores de internacionalización puede inducir a una mejor percepción sobre su significado y pertinencia. • Facilita los procesos de autoevaluación del grado de internacionalización de instituciones de I+D y de los SCT de los países. Los indicadores contribuyen a sistematizar las múltiples expresiones de la internacionalización, permitiendo diagnosticar fortalezas y debilidades, además de ofrecer información sobre el modelo de internacionalización. • Facilita la elaboración, seguimiento y evaluación de políticas explícitas de fomento de la internacionalización. En la medida que la internacionalización se está convirtiendo en un objetivo de las políticas científicas, la existencia de un sistema de indicadores organizado por la tipología de actividades y de resultados de la I+D, simplifica los procesos de seguimiento y evaluación expost. • Permite, de acuerdo con los objetivos de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología, los análisis comparados entre los países de la RICYT de la intensidad y características de la dimensión internacional de sus SCT. • Facilita el diseño, implementación y seguimiento de estrategias y programas multilaterales de fomento de la cooperación internacional, entendiendo la cooperación como un instrumento fundamental para la internacionalización de la I+D. 3. PROCESO DE ELABORACIÓN DEL MANUAL DE SANTIAGO El Manual se ha elaborado por mandato del VI Congreso de la RICYT celebrado en 2005 dentro de la política de la Red de abrir nuevos ámbitos para la medida de las actividades de I+D. La metodología para el diseño de los indicadores ha incluido las siguientes etapas: • Análisis de los indicadores de internacionalización utilizados por los principales organismos que elaboran indicadores de ciencia y tecnología, especialmente la OCDE, NSF y Unión Europea. • Primer Taller de expertos1 celebrado en 2005 en Santiago de Chile para analizar el papel de la RICYT en la elaboración de una familia de indicadores de internacionalización, definir los enfoques y criterios para la selección de los indicadores y hacer una preselección para analizarlos en mayor profundidad. Se analizaron las diferentes modalidades de expresión de la dimensión internacional en los componentes estructurales y funcionales de un SCT, así como las modalidades de la proyección internacional de los resultados y productos de la investigación e innovación desde una visión sistémica. El resultado del análisis mostró que la expresión de la internacionalización en cada uno de los componentes analizados es diferente en intensidad y significado. La caracterización de esta heterogeneidad ha sido considerada fundamental para una adecuada selección de los componentes y aspectos que pueden ser más idóneos para la medida de la internacionalización y el diseño de un sistema de 1. Los participantes el Taller fueron: Mario Albornoz (Argentina), Alberto Cabezas (Chile), Alvaro Campo Cabal (Colombia), Rafael Correa (Chile), Enrique D’Etigny (Chile), Margarita Garrido (Colombia), Ximena Gómez de la Torre (Chile), Cristina Lazo (Chile), Anna María Prat (Chile), Julio Raffo (Argentina), Jesús Sebastián (España) y Judith Sutz (Uruguay). indicadores. En el Taller se realizó un ejercicio preliminar de caracterización aplicando tres criterios: Relevancia, Viabilidad y Utilidad. Adicionalmente se trató de identificar la naturaleza cualitativa o cuantitativa de los posibles indicadores y la necesidad de estudios para definir esta naturaleza. En general se pudo constatar que los componentes referidos a instrumentos, actividades y resultados pueden ser más sencillos para el diseño de indicadores en una primera etapa que los correspondientes al marco político, al marco institucional y los impactos. • Constitución de un grupo de trabajo2 para elaborar un borrador de Manual. El Grupo de trabajo trabajando en red y en dos reuniones en Chile definió los indicadores en cada uno de los componentes, dando lugar a un borrador de Manual. • Segundo Taller de expertos3 celebrado en Santiago en 2007 para analizar el borrador del Manual y definir los aspectos relacionados con la aplicación de los indicadores y la interpretación de los resultados de su aplicación. El segundo Taller se centró en primer lugar, en la revisión del sistema de indicadores propuesto y en la selección de la llamada “lista corta” y en segundo lugar en el desarrollo de la metodología para la implementación de los indicadores de esta lista y en algunas consideraciones sobre el análisis y la interpretación de los resultados de su aplicación. • Elaboración del Manual de la RICYT de Indicadores de Internacionalización de la ciencia y la tecnología, denominado Manual de Santiago, en reconocimiento del apoyo recibido por la Comisión Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICYT) de Chile y la Universidad de Chile. 4. ENFOQUE RICYT DEL DISEÑO DE INDICADORES DE INTERNACIONALIZACIÓN DE LA I+D El enfoque de la RICYT para el diseño de los indicadores de la internacionalización de la ciencia y la tecnología se caracteriza por entender la internacionalización como un proceso dual mediante el cual la dimensión internacional se incorpora y expresa al interior de los SCT de los países y por otra, las capacidades, resultados y productos fruto de la I+D se proyectan en un espacio internacional. En consecuencia, los indicadores deberán ser de utilidad tanto para conocer el grado de internacionalización de los elementos estructurales, funcionales y relacionales de un SCT, como para conocer el grado de proyección internacional de los outputs de este sistema. Ambos están 2 El grupo de trabajo ha estado formado por: Carlos Bianco (Argentina), Alvaro Campo Cabal (Colombia), Rafael Correa (Chile), Anna María Prat (Chile) y Jesús Sebastián (España) 3. Los participantes en el II Taller fueron: Ignacio Ávalos (Venezuela), Carlos Bianco (Argentina), Rafael Correa (Chile), Enrique D’Etigny (Chile), Regina C. Figueiredo (Brasil), Rafael Hurtado (Colombia), Cristina Lazo (Chile), Lucas Luchilo (Argentina), Anna María Prat (Chile), Inguelore Scheunemann de Souza (Brasil) y Jesús Sebastián (España) relacionados, pero la distinción entre estas dos caras de la internacionalización puede favorecer los diagnósticos y la elaboración de políticas explícitas para acelerarla. Este enfoque es característico de la RICYT frente a los enfoques de los organismos internacionales que se centran fundamentalmente en la proyección internacional y no tanto en medir la dimensión internacional al interior de las instituciones y del sistema, aspecto que es, probablemente, de mayor interés en los países latinoamericanos de la RICYT. La segunda característica de la RICYT es el enfoque sistémico. El diseño de los indicadores se ha basado en el análisis de la expresión de la dimensión internacional en el conjunto de elementos estructurales y funcionales de un SCT considerado en su conjunto. La tercera característica es el enfoque específico de la internacionalización. La mayoría de los enfoques de los organismos internacionales consideran el carácter transversal y horizontal de la dimensión internacional e incluyen algunos indicadores de internacionalización en cada una de las familias de indicadores convencionales. La RICYT considera que concediendo una especificidad a estos indicadores, se puede mejorar la comprensión de los procesos de internacionalización y hacer mayor énfasis en su importancia, especialmente en países en los que todavía estos procesos son muy débiles. Por ello, se ha optado por crear una familia específica de indicadores de internacionalización, para aumentar su peso, visibilidad y facilitar las relaciones entre los propios indicadores, reflejando las interrelaciones existentes en los procesos de internacionalización. La selección y diseño de los indicadores ha tratado de tener en cuenta la heterogeneidad de los países pertenecientes a la RICYT, tanto en el desarrollo de la dimensión internacional, como en el peso de la cooperación internacional en el desarrollo de sus actividades de investigación e innovación, las asimetrías, liderazgos y dependencias que están asociados a los procesos de internacionalización, así como la disponibilidad de la información necesaria para la aplicación de los indicadores. Por ello, se han identificado familias de indicadores para cada componente del SCT de manera que en su implementación se puedan seleccionar los más adecuados para cada país en sus ejercicios de autoevaluación. 5. PROPUESTA DEL SISTEMA DE INDICADORES DE INTERNACIONALIZACIÓN DE LA I+D La elaboración del sistema de indicadores ha partido del análisis de los siguientes componentes de los SCT: • Marco político • Entorno científico y tecnológico: comunidad científica, instituciones públicas y privadas • Marco funcional: Instrumentos operativos • Entorno financiero: Recursos y flujos • Actividades de I+D • Resultados y productos de la I+D 49 De los seis componentes se seleccionaron para el diseño de indicadores de internacionalización: • Políticas e instrumentos operativos y financieros • Actividades de I+D • Resultados y productos de la I+D Se han definido un total de 137 indicadores a los diferentes correspondientes componentes seleccionados. La Tabla 1 muestra la distribución de los indicadores. El Manual ofrece una descripción de cada uno de los 137 indicadores y señala la información que es necesaria para su implementación, indicándose que existe información disponible para algunos de los indicadores pero que es necesario organizar una estrategia de recopilación de la información para la implementación de otros. Los indicadores están clasificados, además de por el ámbito al que corresponden dentro de los componentes del SCT, por criterios que permiten diagnosticar las características de la internacionalización. La tabla 2 muestra los criterios definidos y la distribución de los indicadores entre los mismos. 50 6. APLICACIÓN DE LOS INDICADORES DE INTERNACIONALIZACIÓN DE LA I+D Los 137 indicadores de internacionalización de la ciencia y la tecnología propuestos en este Manual pueden aplicarse con un doble objetivo: • Autoevaluación del grado y modelo de internacionalización de un país o una institución de I+D, especialmente universidades, organismos y centros de I+D. El sistema de indicadores propuesto se puede utilizar como una guía en el proceso de autoevaluación. • Medición estandarizada del grado de internacionalización de los países y establecimiento de las correspondientes comparaciones internacionales. Para ello se requiere la selección de un pequeño número de indicadores representativos y su adopción formal por parte de los países miembros de la RICYT. La autoevaluación es un proceso que permite a un país o una institución de I+D conocer el grado y características de la internacionalización de su SCT nacional o institucional. La diferenciación que se ha Tabla 1. Distribución de los indicadores de internacionalización de las I+D Componente del SCT Políticas e instrumentos para la internacionalización Actividades de I+D Elemento del SCT Políticas explícitas nacionales para el fomento de la internacionalización Políticas instrumentalizadas a través de Acuerdos y Convenios internacionales Formación, flujos y movilidad de los recursos humanos 14 11 12 Programas y proyectos de investigación 12 Infraestructuras y centros internacionales 14 Redes y consorcios Resultados y productos de las actividades de I+D Número de Indicadores 15 Producción científica: Publicaciones: Autoría, difusión e impacto 22 Empresas de base tecnológica 4 Producción tecnológica: Patentes Comercio internacional de tecnología Acreditación y certificación internacional Premios y liderazgos científicos 12 9 6 6 Tabla 2. Criterios de internacionalización de la I+D Criterio Intensidad Definición Indicadores Número de Grado de presencia de la dimensión internacional en las políticas, instrumentos, actividades y resultados de la I+D 53 Concentración Grado de participación de la comunidad científica nacional en actividades y resultados de la I+D con dimensión internacional 12 Género Equilibrio de género en la comunidad científica nacional en actividades y resultados de la I+D con dimensión internacional 11 Grado de participación de la comunidad científica nacional en la dirección, coordinación de actividades internacionales de I+D 9 Grado de participación de la financiación externa para actividades internacionales y de equilibrio de la balanza tecnológica 8 Atracción Capacidad para captar recursos humanos y financieros de otros países 8 Diversidad temática Grado de distribución temática de las actividades internacionales de I+D 8 Diversidad geográfica Grado de distribución geográfica de las actividades y resultados de I+D 7 Visibilidad Capacidad de difundir las actividades y resultados de la I+D en los ámbitos y flujos internacionales de la ciencia y tecnología 7 Simetría Balance entre el esfuerzo nacional y la participación de otros países en las actividades y resultados internacionales de la I+D 6 Impacto Grado de integración internacional de los resultados de las actividades de I+D 6 Grado de multilateralidad de las actividades internacionales de I+D 2 Liderazgo Dependencia Asociabilidad realizado en este Manual para el diseño de los indicadores entre elementos dentro del SCT permite conocer las fortalezas y debilidades, en cuanto a su internacionalización, de estos elementos y obtener información relevante para orientar políticas de fomento de la las internacionalización. Además, al clasificarse los indicadores por criterios que caracterizan la internacionalización permite conocer la y características de la naturaleza internacionalización del país o de la institución. La aplicación de los indicadores requiere una diferente consideración de algunos de ellos dependiendo de que se trate de un país o una institución. En uno y otro caso permite una radiografía del grado de internacionalización en cada uno de los elementos considerados. Con relación a la utilización de los indicadores para la caracterización de la internacionalización de un SCT o una institución hay que señalar que los procesos de internacionalización son complejos y relacionales, cuya comprensión requiere estudios cualitativos y análisis pormenorizados. Debe señalarse, por ejemplo, el papel de políticas que no son estrictamente del ámbito de la I+D y de los marcos normativos asociados a estas políticas. La aplicación de los indicadores cuantitativos descritos ofrece una primera imagen de la internacionalización que deberá completarse con otros tipos de estudios y análisis. Medición estandarizada del grado de internacionalización de los países y establecimiento de las correspondientes comparaciones internacionales. El sistema de 137 indicadores propuesta para los ejercicios de autoevaluación resulta excesivamente numeroso para su aplicación regular y periódica por todos los países a efectos comparativos. Por ello, se ha realizado una selección de los indicadores siguiendo diferentes criterios con el objetivo de que los indicadores seleccionados puedan adoptarse y aplicarse por los países miembros de la RICYT. La tabla 3 muestra los criterios que se han utilizado para la selección de los indicadores. El análisis de la viabilidad ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar estudios para facilitar el acopio de la información necesaria e incluso para la mejor caracterización de los indicadores. El diferente grado de viabilidad puede permitir una clasificación de los indicadores en maduros, potenciales y futuribles. 51 Cada uno de los indicadores ha sido valorado tomando en cuenta los seis criterios. Para la selección final se ha considerado también que en el conjunto de los indicadores seleccionados exista una representación del grado de internacionalización de los diferentes elementos del SCT. En un primer ejercicio para la selección de los indicadores se ha obtenido una “lista larga” con 22 indicadores y en un segundo ejercicio se ha elaborado una “lista corta” de siete indicadores que se muestra en la tabla 4. La decisión para la utilización por parte de los países de la “lista larga” o la “lista corta” debería adoptarse entre los responsables de la elaboración de las estadísticas nacionales de I+D. 52 Uno de los problemas planteados en el proceso de selección de los indicadores de la lista corta se refiere a los correspondientes a “actividades de I+D”. El indicador “Porcentaje de proyectos de I+D ejecutados conjuntamente entre investigadores de dos o más países respecto al total de proyectos de I+D ejecutados en el país”, seleccionado inicialmente por el grupo de trabajo de la RICYT, tuvo que ser finalmente eliminado por plantear problemas de comparabilidad y viabilidad. 7. CONSIDERACIONES FINALES El Manual de Santiago está actualmente en proceso de edición por la RICYT y se espera su publicación a principios de 2008 para su difusión entre los Organismos nacionales de Ciencia y Tecnología, las instituciones y los investigadores interesados. El Manual es un instrumento provisional para medir la internacionalización de la I+D que deberá revisarse en función de su aplicación, previsiblemente en algunos países piloto. Las mayores dificultades se pueden encontrar en el acopio de la información necesaria para su implementación. Una lección aprendida en el proceso de elaboración del Manual es la necesidad de propiciar estudios para profundizar conceptualmente sobre los procesos de internacionalización y metodológicamente sobre los indicadores más idóneos para medir estos procesos, además de analizar las claves para la interpretación de los resultados de la implementación de los indicadores en el contexto de los países de la RICYT. Tabla 3. Criterios para la selección de indicadores Criterio Relevancia Comparabilidad Viabilidad Cobertura Autonomía Utilidad Definición Importancia del indicador para caracterizar el grado de internacionalización. Importancia del indicador para la comparación de la información entre los países de la RICYT. Facilidad de acceso a la información necesaria para la implementación del indicador. Amplitud del criterio de viabilidad entre los países miembros de la RICYT. Grado de independencia del indicador respecto a otros Grado de importancia del indicador para la toma de decisiones de política científica y tecnológica. Tabla 4. Indicadores de internacionalización seleccionados (lista corta) 1 2 3 4 5 6 7 Porcentaje del gasto público nacional en I+D con asignación específica a acciones con una dimensión internacional respecto al total del gasto público nacional en I+D. Porcentaje del gasto financiado por fuentes externas respecto al total del gasto público nacional en I+D. Porcentaje de investigadores con grado de doctor obtenido en el extranjero respecto al número total de investigadores residentes en el país con grado de doctor. Porcentaje de copublicaciones científicas internacionales respecto del total de publicaciones del país. Porcentaje del total de citas de artículos científicos del país en el conjunto total de citas en una base de datos determinada. Porcentaje de copatentes internacionales diferentes solicitadas en oficinas nacionales e internacionales en las que aparecen investigadores del país y de otros países entre los inventores respecto al total de patentes solicitadas por el país en un período de tiempo dado. Relación entre ingresos y pagos tecnológicos (balanza tecnológica) 8. REFERENCIAS Archibugi, D., Howells, J., Michie, J. (editors) (1999) Innovation Policy in a Global Economy . Cambridge University Press. Cambridge Bordons, M., Gómez, I. (2000) Collaboration networks in Science. In The Web of knowledge: A Festschrift in Honor of Eugene Garfield. Editado por B. Cronin y H.B. Atkins. ASIS Monograph Series. Bozeman, B., Corley, E. 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