ATRAVESSAR
Nº 5 • 1º SEMESTRE DE 2015
ATRAVESSAR
Nº5 – 1º SEMESTRE DE 2015
ASSOCIAÇÃO DE ACOMPANHAMENTO TERAPÊUTICO (AAT)
Rua Vergueiro, 1421 cj 1609.
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CORPO EDITORIAL
EDITOR RESPONSÁVEL
Profa. Dra. Luciana Chaui-Berlinck
Associação de Acompanhamento Terapêutico, São Paulo, SP - Brasil
Nupsi, USP.
CONSELHO EDITORIAL
Profa. Dra. Ana Celeste Pitiá
Prof. Dr. Andrés Eduardo Antúnez (IP – USP)
Profa. Dra. Olgária Feres Matos (FFLCH – USP)
Prof. Dr. Kleber Duarte Barretto (UNIP, AAT)
Prof. Dr. Marco Antônio Macías Lopes (UAQ – México)
Prof. Dr. Marcos Vinicius de Oliveira Silva (UFBA)
CONSELHO CIENTIFICO
PRODUÇÃO EDITORIAL
EDITORA RESPONSÁVEL
ACOMPANHAMENTO EDITORIAL
REVISÃO
SECRETARIA
Prof. Dr. Fernando Genaro Júnior
Prof. Dr. Marcelo Soares da Cruz (UNIP, Habitat, AAT)
Maria Laura Frank (Fundacion Sistere, UNC, AATRA – Argentina)
Ms. Roberta Elias Manna (FIG, Gerações)
Profa. Dra. Sandra Silveira de Carvalho (MCAAT – Hamilton – Canadá)
Profa. Ms. Tânia Possani (Habitat, AAT)
Profa. Dra. Luciana Chaui-Berlink
Livia Stefaneli
Hailton Yagiu
Livia Stefaneli
Ana Carla dos Santos
ATravessar – ano 3, n. 5 (jan – jul /2015)
São Paulo: Dobra Editorial, 2015, 108 p.
16x23 cm
Semestral
ISSN 2316 – 7092
1. Acompanhamento Terapêutico (AT) – Periódicos. I. Título
Índice para catálogo sistemático
1. Acompanhamento Terapêutico (AT): século 21 : Brasil
3
EDITORIAL
É com satisfação que apresentamos o número 5 da ATravessar: Revista de
Acompanhamento Terapêutico. Os artigos publicados neste número foram selecionados
dentre aqueles apresentados no I Congreso Uruguayo y IX Internacional de Acompañamiento
Terapéutico, realizado em Montevideo nos dias 20, 21 e 22 de Novembro de 2014, cujo tema
foi: Integrando Identidades. Desta maneira, a missão principal desta revista científica
especializada no campo do AT vai sendo realizada quando mantemos registrada a memória
dos eventos deste campo, veiculamos e divulgamos sua produção científica e, destarte,
contribuímos para a ampliação do conhecimento no campo do AT, assim como para o
enriquecimento profissional daqueles que trabalham com essa prática, bem como vemos
socializado o conhecimento produzido por aqueles que pesquisam e/ou atuam nesse campo.
Neste número o leitor encontrará artigos publicados nas línguas originais nas quais foram
apresentados no Congresso, portanto, não estão todos em português. São doze artigos que
tratam de diversos assuntos relacionados ao AT como a questão da necessidade de criação
quando das vivencias de estranhamento, tão comuns a esta prática, passando pela história da
institucionalização do AT na Argentina, o trabalho com a terceiraidade e com as
incapacidades, reflexões tanto sobre o at e a família como a interdisciplinaridade e a saúde
mental, o at e a educação, a supervisão e a formação de ats e ainda sobre a vida cotidiana.
Todos os temas são muito interessantes e importantes para este campo de intervenção.
Desejamos que os diversos temas e enfoques teóricos tratados aqui possam contribuir para as
futuras discussões e reflexões de nosso leitor.
Luciana Chaui-Berlinck
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Sumário
LO SINIESTRO Y LA CREACIÓN EN EL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO ................ 6
Pablo A. Dragotto
HISTORIA INSTITUCIONAL DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO .......................... 17
Carlos Graiño
POR VIR: PARA AMPLIAR O CUIDADO NO ENVELHECIMENTO ...................................... 31
Luciana Goulart Mannrich
EL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO EN LA DISCAPACIDAD ...................................... 37
Lic. Verónica Evangelina Fernández
ESTRÉS Y ADAPTACIÓN FAMILIAR: UN MODELO PARA LA EVALUACIÓN DE
FAMILIAS QUE ENFRENTAN EVENTOS VITALES NO NORMATIVOS .............................. 41
Cecilia Cracco Cattani
NOVAS DEMANDAS DA CLÍNICA: ACOMPANHAMENTO TERAPÊUTICO COM
IDOSOS, ONG- GER-AÇÕES, SÃO PAULO, BRASIL.................................................................. 49
Katia Cherix
EL AT Y LA INTERDISCIPLINA COMO SOPORTE A LA NO INTERNACION
PSIQUIATRICA .................................................................................................................................. 57
Marcela Sánchez Arheli Bueno
PROPUESTA DE UNA VIDA MEJOR, CON EQUILIBRIO MENTAL ...................................... 63
Arian Herrera
A REFORMA PSIQUIÁTRICA E SUA INFLUÊNCIA SOBRE O A.T ........................................ 67
Carla Rodrigues Luiz, Lívia Duarte Brunialti, Luciana Chaui-Berlinck
ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO: CONSTRUYENDO ANDAMIOS PARA LA
INTEGRACIÓN EDUCATIVA.......................................................................................................... 74
María Carolina Méndez, Heidy Blangero, Sofia Brugger
EL LADO C DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO, DE LO QUE NO SE HABLA ..... 86
Karina Laura González, María Laura Frank, Cristina Rossi, Pablo Dragotto
ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO Y VIDA COTIDIANA .................................................. 93
María Laura Frank
5
SOBRE A REVISTA.......................................................................................................................... 104
INSTRUÇÕES AOS AUTORES ...................................................................................................... 105
6
LO SINIESTRO Y LA CREACIÓN EN EL ACOMPAÑAMIENTO
TERAPÉUTICO
Pablo A. Dragotto1
RESUMEN
Trabajo presentado en el 1er Congreso Uruguayo y 10 Congreso Internacional de
Acompañamiento Terapéutico. Montevideo. 21 de noviembre de 2014
Este breve trabajo no pretende ser una exposición acabada acerca de temas tan complejos
como el proceso de creación o la vivencia de lo siniestro. Apenas si me propongo aquí
advertir a los jóvenes acompañantes que se inician en esta tarea respecto de la posibilidad de
emergencia de ciertas vivencias de extrañeza en las que por momentos podemos sentir esa
experiencia de lo ominoso en la que parece diluirse los límites entre realidad y ficción, locura
y cordura, paciente y acompañante.
En su trabajo cotidiano, el acompañante terapéutico (at) vivencia sentimientos
contratransferenciales de gran intensidad. Aprender a manejar esa contratransferencia es parte
importante de la formación del acompañante. La intensidad de estas vivencias al trabajar con
pacientes severamente perturbados, justifica y hace necesaria la complejidad del dispositivo de
acompañamiento terapéutico (AT), que, como ya hemos dicho, para nosotros incluye en el
dispositivo mismo a la supervisión, al trabajo en equipo y al análisis del at. (Dragotto, 2012)
Palabras-clave: Acompañamiento Terapéutico, el proceso de creación, siniestro
Este breve trabajo no pretende ser una exposición acabada acerca de temas tan
complejos como el proceso de creación o la vivencia de lo siniestro, que han merecido tantas
páginas de los autores más brillantes del psicoanálisis y de otras disciplinas. Apenas si me
propongo aquí advertir a los jóvenes acompañantes que se inician en esta tarea respecto de la
posibilidad, bastante frecuente, de emergencia de ciertas vivencias de extrañeza en las que
por momentos podemos sentir esa experiencia de lo ominoso en la que parece diluirse los
límites entre realidad y ficción, locura y cordura, paciente y acompañante.
En su trabajo cotidiano, el acompañante terapéutico (at) vivencia sentimientos
contratransferenciales de gran intensidad, algunos positivos otros negativos. Aprender a manejar
esa contratransferencia es parte importante de la formación del acompañante. La intensidad de
estas vivencias al trabajar con pacientes severamente perturbados, justifica y hace necesaria la
complejidad del dispositivo de acompañamiento terapéutico (AT), que, como ya hemos dicho,
para nosotros incluye en el dispositivo mismo a la supervisión, al trabajo en equipo y al análisis
del at. (Dragotto, 2012)
1
[email protected]
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Es decir que, en general, los ats estamos advertidos de la complejidad y la dificultad de
nuestro trabajo: como en otras profesiones de riesgo, nos preparamos y nos entrenamos para
enfrentar nuestra tarea, aun cuando no podamos anticipar la particularidad de cada encuentro
con la locura en la vida
cotidiana. Como músicos de jazz ensayamos,
practicamos,
supervisamos, nos analizamos, para poder improvisar con la mayor libertad posible en el
momento de actuar, sin salirnos de escala ni perder el compás.
No obstante, todo at ha pasado por momentos de impasse en los que se ha sentido
paralizado, aterrorizado o ha actuado compulsivamente a partir de dichas vivencias sin poder
ligarlo a una intencionalidad o ni siquiera a otro registro que el de la necesidad de huir de la
situación.
No escasean las referencias a tales momentos en los relatos de experiencias de AT,
muchas veces zanjadas con las risas que provocan las anécdotas al ser compartidas.
Sobrevivimos para contarlas. Otras veces son calificadas como actings-out o pasajes al acto del
at, o ligeramente descalificadas como “falta de análisis” en el at. Sin embargo, dichas vivencias
no son privativas de los at que recién comienzan a trabajar; les suceden también a los at con
mucha experiencia y con muchos años de análisis. Estamos lejos de entender si dichas
situaciones son parte inherente a la función de at, qué se pone en juego en esos momentos y qué
podemos hacer en esos casos.
En otro trabajo2 (Dragotto, 2012) nos hemos referido a la vivencia de extrañeza y
malestar que caracteriza a la situación de extranjería, como inherente a la posición de at: el
contacto con lo ajeno del otro en el territorio del loco.
Pero aquí nos referimos a otra sensación, mas angustiante e inquietante, que irrumpe en la
mente y el cuerpo del acompañante paralizándolo en su capacidad de entender la situación y
permanecer junto al paciente. Esta vivencia de lo siniestro aparece como un plus de angustia
en determinados momentos, más allá del grado de experiencia, formación, supervisión y
análisis personal del at. Por supuesto que estos elementos del dispositivo ayudan mucho, y
2
“los sentimientos de extrañeza, el miedo, la ansiedad, etc. Son inherentes al trabajo del at en casa del paciente; no
son un error ni un acting out. Constituyen una reacción esperable y lógica de la subjetividad del at en situación de
extranjería. (…)Es entonces cuando cobra plena relevancia el dispositivo del AT que, a nuestro entender incluye: al o a los
aa.tt., al paciente, el análisis del a.t., el equipo terapéutico y la supervisión. (…)La vivencia de extranjería como inherente de
la situación de A.T. contiene una riqueza y una potencialidad únicas para el devenir del tratamiento, en la medida en que
pueda ser transitada, registrada y analizada a posteriori.”
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que el at experimentado, formado y analizado, posiblemente se angustie menos que el at
novel, sin embargo, el dispositivo no es un antídoto contra la aparición de lo siniestro.
Esos momentos en los que emerge la vivencia de lo siniestro, suelen ser situaciones que
imponen al at la urgencia de salir de la escena.
Como en el caso de Rita que acudió a un apartamento en el centro de la ciudad de
Córdoba, para su primer día de trabajo con una paciente de 70 años con diagnóstico de
esquizofrenia. Ya había hablado con la hija de la paciente, con el terapeuta y con su
coordinador. El apartamento le sorprendió por el silencio y la oscuridad. La paciente
fumaba un cigarrillo tras otro, mirando a la nada, sentada en una silla de un dormitorio
oscuro. A los pocos minutos de ser presentada por la hija de la paciente, Rita escucha que
ésta saluda y sale del apartamento, cerrando la puerta con llave. La esperaban tres horas
de acompañamiento a la paciente, para lo cual se había preparado, no obstante, la
certeza de saberse encerrada en el departamento sin posibilidad de salir, despertó en Rita
una angustia desbordante que no podía superar. Telefoneaba a la hija de la paciente pero
esta no respondia. Decidió entonces llamar al coordinador del acompañamiento. Éste sí
atendió la llamada, conversaron, pensaron alternativas, no había mucho para hacer mas
que esperar y acompañar, pero la posibilidad de hablar con otro que estaba fuera de la
escena, le permitió sobrellevar la situación hasta el regreso de la hija de la paciente.3
Conversando estas ideas con distintos acompañantes, la mayoría puede identificar esta
vivencia de lo siniestro en algún momento de su trabajo como at., diferenciándola claramente de
la ansiedad, la preocupación o incluso la angustia que muchas veces sienten en esta tarea. Es una
angustia y preocupación extrema, acompañada de un sentimiento fugaz de extrañeza. Las
distintas situaciones en la que lo han experimentado tienen en común la vivencia de encierro,
aislamiento y de no contar, aunque sea momentáneamente, con la posibilidad de salir de la
escena. A veces incluyen sentimientos de miedo extremo por la propia seguridad o la del
paciente.
3
En la discusión de esta viñeta durante la presentación de este trabajo, Clarissa Metzger señalaba con
pertinencia que poner en juego la palabra hablando con otro, restituye la falta y por ende, aplaca la angustia y
diluye la sensación ominosa.
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Como le sucedió a Juan quien acompañaba a Ignacio, paciente psicótico en tratamiento
ambulatorio por su adicción a las drogas. Juan era el único at en esa etapa del
tratamiento, después de que Ignacio hubiera rechazado a otros dos acompañantes, las
semanas anteriores. El vínculo de Juan e Ignacio era bastante bueno. Esa tarde, cuando
Juan llegó al apartamento del paciente, éste estaba drogado y a los pocos minutos le dijo:
“Ya vengo. Esperame que voy a lo de X y vuelvo. En cinco minutos estoy acá”. Sin dar
tiempo a la respuesta de su at, Ignacio salió y cerró la puerta con llave, dejando a Juan
encerrado y preocupado por lo que pudiera suceder. A medida que los minutos pasaban
la angustia lo fue invadiendo, con una particular opresión y con fantasías catastróficas
respecto del paciente y de sí mismo.
Lo ominoso.
En su artículo “Das Unheimliche” (Lo ominoso) del año 1919, Sigmund Freud
(Freud, 1986) se propone dar cuenta y explicar dicho sentimiento al cual califica como un
tipo especial de afecto angustioso, cercano a lo horroroso e inquietante, que tiene la
particularidad de estar ligado a lo familiar o consabido de antiguo. Comienza realizando un
minucioso análisis lingüístico y etimológico en distintas lenguas, del cual nos interesa
resaltar que “heimlich, entre los múltiples matices de su significado, muestra también uno en
que coincide con su opuesto unheimlich (…) esta palabra heimlich no es univoca, sino que
pertenece a dos círculos de representaciones que sin ser opuestos, son ajenos entre sí: el de
lo familiar y agradable, y el de lo clandestino lo que se mantiene oculto.(…) Schelling (…)
nos dice que unheimlich es todo lo que estando destinado a permanecer en secreto, en lo
oculto, ha salido a la luz.” (pp. 224-225)
A lo largo del artículo, Freud enumera distintas situaciones que suelen despertar en el
sujeto la vivencia de lo ominoso, ya sea en la vida real o como efecto de la ficción literaria.
Entre ellas destaca el fenómeno del doble, la animación de lo inanimado, el permanente
retorno de lo igual, el presunto contacto con los muertos, entre otros. Al explicarlo lo
relaciona con distintos factores como la relación con lo reprimido, con la etapa del narcisismo
y principalmente con la compulsión de repetición; también con el complejo de castración. En
relación al fenómeno del doble, intentando explicar su carácter ominoso y “el empeño
defensivo que lo proyecta fuera del yo como algo ajeno”, afirma que “es una formación
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oriunda de las épocas primordiales del alma ya superadas, que en aquel tiempo poseyó un
sentido más benigno. El doble ha devenido una figura terrorífica del mismo modo como los
dioses, tras la ruina de su religión, se convierten en demonios” (Ibídem p.236). Así la
vivencia de lo ominoso estará relacionada con características de la etapa narcisista como la
omnipotencia del pensamiento y el animismo. La angustia es indicadora de la represión. Los
contenidos ligados a lo ominoso no son algo nuevo, de allí que la lengua alemana haga pasar
“lo heimlich (familiar) a su opuesto unheimliche, pues esto ominoso no es efectivamente
algo nuevo o ajeno, sino algo familiar de antiguo a la vida anímica, solo enajenado de ella
por el proceso de la represión.” (ibídem p.241)
Freud dirá que algunas vivencias de lo ominoso se relacionan con la cuestión del
examen de realidad, de una cuestión de la realidad material, en la que hay un retorno de
modos de pensar superados en la evolución de la humanidad.
“Otra cosa sucede –dice Freud- con lo ominoso que parte de complejos infantiles
reprimidos, del complejo de castración, de la fantasía de seno materno, etc.;” (…)”el
distingo entre ambos (grupos) es muy importante para la teoría. En lo ominoso que
proviene de complejos infantiles no entra en cuenta el problema de la realidad
material, remplazada aquí por la realidad psíquica. Se trata de una efectiva represión
de un contenido y del retorno de lo reprimido, no de la cancelación de la creencia en la
realidad de este contenido. (…) lo ominoso del vivenciar se produce cuando unos
complejos infantiles reprimidos son reanimados por una impresión, o cuando aparecen
ser refirmadas unas convicciones primitivas superadas.” (ibídem p.248)
José Luis Valls (Valls, 1995), por su parte, describe la sensación de lo siniestro como
“un tipo especial de sensación angustiosa, con características cualitativas propias
pertenecientes al orden de lo terrorífico y el horror”. Especifica que al afecto
displacentero sentido, “sumamos la cualidad perceptual del hecho que está siendo
vivido y la cualidad representacional de las representaciones preconscientes
(representantes de las representaciones-cosa Inc. ante la Cc.) a las que remite y que en
gran parte son las generadoras del afecto.” (p.580) y agrega que “la impresión de lo
familiar que deviene en terrorífico es la marca de lo traumático de la sexualidad en la
infancia (…) La identificación y el hecho de que el yo se forma principalmente a través
de ella le da mucha fuerza a la figura del doble, además del narcisismo en ella
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implícito, en la formación de situaciones sentidas como siniestras. (…) el sentimiento
de lo siniestro surge de una no perfectamente delimitada ensambladura principalmente
cualitativa de todas aquellas situaciones de la sexualidad infantil. De la compleja
ensambladura de todas estas situaciones provenientes del Inc. y su vinculación con
hechos de la realidad, en la persona adulta, surge el sentimiento de lo siniestro.
(ibídem p.581)
Por nuestra parte y en relación al acompañamiento terapéutico, pensamos que la
aparición de la sensación de lo siniestro en el at, corresponde a situaciones en las que a la
situación de extranjería, propia del AT, se suma (a) la movilización de núcleos primarios,
arcaicos, del inconsciente del acompañante; (b) a la aparición en la escena de figuraciones
que desarman momentáneamente la ventana fantasmática del acompañante,
(c)
particularmente cuando éste percibe que están cerrados los caminos comunicacionales con el
afuera de la escena.
En el primer caso nos apoyamos en los desarrollos de Norberto Marucco
(Marucco)quien sostiene que,
El «yo ideal» tiene un «lugar». ¿Cuál? El de desmentir la castración (mortalidad)
parental.
Hay bastante acuerdo en que el psicótico está fascinado, inmóvil en ese «lugar». Pero
¿basta haberse corrido para no ser un psicótico? ¿Y quién se ha librado por completo
de la fascinación paralizante, incluso de la pasajera? ¿Cómo saber que se ha
ingresado por la puerta en el orden simbólico y no por la ventana? Es decir, ¿qué
distingue a las palabras del deseo de las palabras del no-deseo? (…)
Los representantes verbales nos ayudan a dar cuenta de todo lo reprimido de la
estructuración edípicas. Pero, en cambio, dejan mudo a lo que era mudo, a. lo
desmentido, constitutivo del yo, lo mudo que no cesa de retornar, que intenta hacerse
entender. Lo siniestro es el eterno retorno de lo mismo. Lo siniestro no responde al
principio del placer. ¿Por qué destaco en este ensayo al doble como parte estructural
de un yo escindido? Porque ese narcisismo primitivo no se expresa con representantes
verbal, sino con un sentimiento (lo siniestro), además de con la compulsión repetitiva.
Sentimientos que hablan de una historia tal como las repeticiones también son una
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historia. No habrá para ellos representantes verbales. Habrá, sí, una nueva historia
vivida, mediante la repetición transferencial, que le permita al analista reconstruir la
historia, otorgarle significación simbólica, para que ese sentimiento inquietante,
familiar y extraño, deje de serlo.
Lo siniestro y la creatividad.
Por otro lado, no podemos dejar de tener en cuenta que distintos autores afirman que
la fuente del sentimiento de lo siniestro es la misma que la del arte y la creatividad.
Enrique Pichon-Rivière profundo conocedor de la locura y del arte, dedicó mucho
tiempo y esfuerzo a comprender el proceso creador en el ser humano. En esa búsqueda se
apoyó en el artículo de Freud “Lo siniestro”, al cual considera un aporte fundamental para el
análisis psicológico del arte. Pichon investigó profundamente la obra de Isidoro Ducasse, uno
de los poetas malditos quien publicara los Cantos de Maldoror bajo el seudónimo de Conde
de Lautremont. Su corta vida, cargada de tragedias y abandonos conmovió a Pichon desde
temprana edad dando lugar a una identificación con Lautremont. En alguno de sus textos
definirá a lo siniestro como la antítesis de lo maravilloso. Asimismo, el proceso creador
implicará la superación y reparación en una espiral dialéctica superadora. En 1966 afirmaba
que:
“ (la obra de todo creador) sigue un curso no rectilíneo sino dialectico. Se embarca en
el tobogán de la espiral, creando, destruyendo el objeto estético para reconstruirlo en
un nivel diferente y con técnicas diferentes. Partiendo de un primer período que es el
del descubrimiento y deslumbramiento o encuentro fortuito de algo que puede guardar
aun las señales de una destrucción previa, necesitó para su creación o reconstrucción
un conjunto instrumental que caracterizara justamente al yo del artista. Se crea así por
primera vez, un vínculo vocacional con un objeto que, por la operación, se ha
transformado en un objeto estético. El objeto primario, fragmentado y disgregado, es
reparado por el artista; cada fragmento de ese todo anterior sufre una metamorfosis
totalizante, es una nueva forma y permanece a la espera de ser externalizada sobre la
pantalla de la tela. Es el triunfo de la vida sobre la muerte, de la salud sobre la locura.
Las contradicciones previas que habitaban el contexto de la creación, es decir su
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mundo interno se van resolviendo sobre la marcha. Así es como lo siniestro se
transforma en lo maravilloso, el contenido y la forma en su síntesis recrean una nueva
estructura.” (Pichon-Rivière, 2011)(p. 26)
En ese sentido coincide con los aportes que desde la teoría lacaniana afirman que
fenómenos como la despersonalización y la vivencia de lo siniestro no son privativos de la
psicosis solamente, sino también de momentos de vacilación fantasmática en la neurosis,
incluso como producto del análisis o “en ciertos casos precede (…) al momento fecundo de
una creación artística” (Diaz, 2004).
Para Lacan la vivencia de lo siniestro se relaciona con la caída del velo con el que el
fantasma nos filtra el contacto con lo Real. El objeto a, no simbolizable ni imaginarizable,
debe estar ausente para que el campo perceptual se constituya y por lo tanto nuestra realidad.
La falta de la falta, la aparición de algo del objeto a en el campo perceptual está ligado al
fenómeno de lo siniestro.
Algo que no debería estar en el cuadro, aparece provocando angustia. Algo que
recuerda demasiado directamente a lo más intimo, lo más reprimido. Pero no es cualquier
angustia. Es la angustia ligada a lo primordialmente reprimido, lo no simbolizable ni
procesable por la palabra.
Si el fenómeno del doble es siniestro, lo es, precisamente, porque habitualmente no nos
vemos en la escena. El campo de la mirada supone la exclusión del sujeto en el campo visual.
Entonces podríamos decir que eso que llamamos lo Real y que por definición está por fuera
de lo que podemos aprehender en los registros de lo simbólico y lo imaginario, eso es la
fuente de fenómenos disímiles: por un lado la creación y la creatividad, por otro la vivencia
de lo siniestro.
¿Cómo pasar de uno a otro? Ojalá pudiéramos saberlo…
Provisionalmente podemos decir que:
La vivencia de extranjería es distinta que la de lo siniestro:
La vivencia de extranjería implica cierta angustia y extrañamiento pero eso es ajeno,
esta puesto en el otro, en su mundo al que sentimos extraño, inquietante. Fabio Araujo lo
menciona como obstáculo a la hospitalidad (Araújo, 2006).
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En la vivencia de lo siniestro estamos demasiado implicados. Es una angustia del orden
del horror ante lo que debía permanecer oculto. Aparición de lo impensable, lo innombrable.
Pero no solo en el otro sino en mí mismo. Esto incluye lo no analizado en el at, pero, sobre
todo, lo no analizable.
Si la hospitalidad puede devenir un ideal que obstaculice la función de at, lo siniestro
está más allá (o más acá) del ideal, ligado a lo reprimido primordial, a lo no representable.
De ahí que las vivencias sean del orden del pánico o de la desrealización fugaz. Muchas
veces los at evitan hablar de estas vivencias en los espacios de supervisión o de coordinación,
quizás pensando que no está bien tener esas sensaciones.
Dicen los at: “es algo de lo que hay que salir rápido e irse.” “Uno lo niega y
sigue…”
Sucede en situaciones en las que se intuyen cuestiones de abuso. “Las capto”. “las huelo”
dicen los acompañantes. Rituales familiares como una escenificación perversa en la que el at
queda como testigo impotentizado.
Si ante la vivencia de extranjería puedo salir, irme y luego regresar; ante lo siniestro
siento que no podré salir, que quedaré encerrado allí, o que eso invade mi mundo (el mundo
privado del acompañante).
Las películas de terror y los cuentos infantiles producen miedo pero son catárticos y
permiten elaborar o dar curso a miedos y fantasías inconscientes. Lo ominoso paraliza, es
confusional. El acompañante siente que no puede discriminar si eso que emerge, tan loco, es
del paciente o es suyo. ¿Es su locura o mi locura?
Los artistas tienen una capacidad diferente al resto de los mortales para tolerar y
contactar con la propia locura y el caos del cual podrá surgir la creación. Esa capacidad
difiere de un sujeto a otro. ¿Puede desarrollarse o entrenarse? No lo sé. Desde mi experiencia
como at y como supervisor de acompañantes diría que esas vivencias son parte de este
oficio/arte de riesgo. Hay que estar advertidos de ello. De los riesgos del encuentro con lo
siniestro en todas sus manifestaciones incluso las mas desubjetivantes, del contacto con la
locura del otro y la propia. La salida de esas impasses en el at son a través de actos y palabras
en el trabajo con otros en el dispositivo: actos de recurrir a otro, quien por medio de la
escucha pueda contener y recomponer la función de at (analista, coordinador, supervisor, otro
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acompañante…) otros que conozcan de esa experiencia y como se juega en el at. Actos
creativos con intervenciones impensadas. A veces actos de huida que son actings out.
Lo siniestro social.
Muchas veces lo siniestro, en nuestra Latinoamérica, toma la forma del contacto con
lo Real del abandono, la pobreza, la resignación y el abuso de miles de personas a las que no
vemos tras el fantasma social de las generalizaciones y las estadísticas. Cuando,
azarosamente, contactamos con ellas, entonces cobran un rostro y tienen un nombre. Allí nos
topamos con nuestros límites para cambiar algo de su situación. Atisbamos algo fugaz de lo
Real del sistema social. Lo siniestro en lo social puede manifestarse también como un retorno
de aquello de lo que la sociedad reniega. Hace pocos días, un colega que trabaja en la
asistencia a víctimas de la represión de estado durante la última dictadura militar, me contó
que habían localizado a dos personas que habían estado detenidas ilegalmente y torturadas
hace treinta años. Estas personas actualmente eran mendigos que solían estar en la plaza
principal de Córdoba, la Plaza San Martín. Justo en frente de uno de los lugares que
funcionaron como centros clandestino de tortura y desaparición: el Cabildo y la temible D2.
Mendigos psicotizados por la tortura y el terrorismo de estado, invisibilizados a la vista de
todos. Su cuerpo presente y vivo aún en la plaza principal de mi ciudad, con miles de
personas pasando a su lado todos los días, sin mirarlos. Al igual que a los veteranos de la
guerra de Malvinas, que han muerto más después de la guerra que durante la misma. Como a
tantos otros.
Como ats podemos hacer mucho con y por los excluidos por este sistema. Hay
muchos otros que también hacen mucho. Pero nuestro trabajo, uno por uno, en contacto con
la intimidad de sus vidas cotidianas, implica riesgos. Uno de ellos es la aparición de estos
aspectos siniestros en el vínculo y por lo tanto en nosotros. No puede ser un acercamiento
ingenuo. Hay que ir preparados y junto a otros disponibles para acompañarnos y escucharnos.
De esa manera, quizás podamos poner en juego nuestra creatividad, en lugar de huir.
Montevideo, 21 de noviembre de 2014-
16
BIBLIOGRAFÍA.
Araújo, F. (2006). Um passeio esquizo pero acompanhamento terapêutico: dos especialismos
à politica de amizade. Niteroi: Edición del autor.
Diaz, I. (2004). Despersonalización. En R. Chemama, B. Vandermersch, & (dir), Diccionario
del psicoanálisis (2da. edición ed., pág. 768). Buenos Aires: Amorrortu.
Dragotto, P. (2012). Acompañando acompañantes. Notas acerca de la indicación, la
coordinación y la supervisión en acompañamiento terapéutico. En P. Dragotto, & F. ML,
Acompañantes. Conceptualizacines y experiencias en A.T. (pág. 240). Córdoba: Brujas.
Dragotto, P. (2012). Hospitalidad y extranjería en el acompañamiento terapéutico. En P.
Dragotto, & M. L. Frank, Acompañantes. Conceptualizaciones y experiencias en A.T. (pág.
240). Córdoba: Brujas.
Freud, S. (1986). Lo ominoso. En S. Freud, Obras Completas. Vol XVII (pág. 304). Buenos
Aires: Amorrortu Editors.
Marucco, N. (s.f.). Introducción de lo siniestro en el yo. Ficha de Catedra Freudiana.
Asociacion Psicoanalitica de Cordoba.
Pichon-Rivière, E. (2011). El proceso creador. En E. Pichon-Rivière, El proceso creador. Del
psicoanalisis a la psicología social (III) (1a Edición, 18º reimpresión ed., pág. 120). Buenos
Aires: Nueva Visión.
Valls, J. L. (1995). Diccionario Freudiano. Buenos Aires: Julián Yebenes.
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HISTORIA INSTITUCIONAL DEL ACOMPAÑAMIENTO
TERAPÉUTICO
Carlos Graiño
RESUMEN
Si bien en Bahía Blanca, comenzamos a dictar los Cursos de Acompañante Terapéutico en
el año 1994, nos resultaba casi impensable que en muy poco tiempo la función del
Acompañante Terapéutico había logrado introducirse en tan diversos ámbitos de la Ciudad.
Aquí no me cabe mejor frase que la de poder pensar que el psicoanálisis en tanto política,
podrá resguardar un lugar. El lugar del Sujeto, en tanto y en cuanto logre renunciar a un
Saber. El curso nace en base a una política: El síntoma. El Síntoma Institucional enquistado
en una Clínica Neuropsiquiátrica de tinte manicomial. Síntoma que había que desarticular
de alguna manera.
Palabras-clave: Acompañamiento Terapéutico, Síntoma Institucional, política
Tango de otros tiempos
“Eras un gran varón,
altivo y compadrón,
de una palabra sola...
Rimaba tu cantar
con la emoción triunfal
del bandoneón de Arolas...
Pero empezó tu decadencia
cuando te dieron tanta ciencia...
y refinao en tus modales
dejaste los barriales
que te vieron nacer.
Me da pena, tango,
viendo que has cambiao
tu rincón de fango
por el alfombrao.
Llevo en mi alma un cacho
de tu ayer feliz...
cuando el fueye macho
del glorioso Pacho,
te lloraba así...
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
18
Noches de Maldonao,
donde fuiste mimao
de la dulce Paquita...
abrojo de arrabal
prendido en el percal
del barrio 'e las Cañitas...
Pero esos tiempos ya pasaron,
allá en París te afrancesaron...
y hoy, arrugándote cabrero,
un lagrimón fulero,
enturbia tu canción...”
Juan Alberto Ulderino Caserio
Nace Asociación Civil Línea Vida – Acompañantes Terapéuticos –
Si bien en Bahía Blanca, comenzamos a dictar los Cursos de Acompañante
Terapéutico en el año 1994, nos resultaba casi impensable que en muy poco tiempo la
función del Acompañante Terapéutico había logrado introducirse en tan diversos ámbitos
de la Ciudad.
Aquí no me cabe mejor frase que la de poder pensar que el psicoanálisis en tanto
política, podrá resguardar un lugar. El lugar del Sujeto, en tanto y en cuanto logre renunciar
a un Saber. El curso nace en base a una política: El síntoma. El Síntoma Institucional
enquistado en una Clínica Neuropsiquiátrica de tinte manicomial. Síntoma que había que
desarticular de alguna manera.
En muy poco tiempo, de haber comenzado con dos Cursos cerrados a estudiantes
avanzados del profesorado en psicología, para realizar prácticas sanatoriales dentro de esa
Clínica Neuropsiquiátrica, habíamos pasado sin proponerlo, a trabajar en el Hospital
Público dentro de un Programa Provincial, en la Municipalidad, con los Tribunales de
Menores y en diferentes colegios y jardines de la Ciudad.
Se trabajaba en el fango, como diría el gran maestro Enrique Pichón Riviere en
cancha embarrada. Apenas egresados los primeros Acompañantes, se acerca un grupo de
profesionales que venían trabajando la problemática del suicidio en la Ciudad y nos
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
19
proponen colaborar con ellos para sostener un programa de atención telefónica al suicida
durante las veinticuatro horas.
La idea era poder contar con Acompañantes Terapéuticos que pudiesen ayudar en el
trabajo de contención al paciente suicida y a la familia. En resumidas cuentas, el proyecto
contaba con na línea telefónica de tres dígitos que era atendida en el Hospital las 24 horas
del día.
Como podrán imaginar la demanda de trabajo y solicitudes de AT nos comenzó a
superar y decidimos durante el año mil novecientos noventa y seis reunirnos varios
profesionales para crear una Asociación Civil que nucleara a las personas que trabajábamos
en ese proyecto, y en especial a los Acompañantes Terapéuticos. Éste es el motivo por el
cual La Asociación llevó el nombre de “Línea Vida - Acompañantes Terapéuticos .
Como la tarea se realizaba en el Hospital Interzonal, comenzaron a aparecer otras
demandas de Acompañamientos, en particular relacionados con la problemática del
maltrato infantil y la violencia familiar.
En esos momentos en la Ciudad de Bahía Blanca, no contábamos con ningún
organismo público, ni a nivel nacional, provincial o municipal que diera atención a esta
problemática social.
Ingenuamente creíamos que al constituirse la ONG, recibiríamos rápidamente el
apoyo político desde el gobierno, pero nada de eso fue así.
El 20 de febrero de 1997, luego de arduos trámites administrativos y gracias a la
ayuda desinteresada de muchos profesionales entre ellos la Escribana Dra. Silvia
Francischetti y el Señor Daniel Hernández, se constituye nuestra Asociación Civil.
La primer presidente de la primer Asociación que nucleó a los Acompañantes
Terapéuticos tanto en este país como en el mundo, fue la Lic. Verónica E. Fernández. Ella
comandó los primeros pasos de nuestra Asociación con decisiones más que asertivas,
respecto a la proyección política de la ONG (Organización No Gubernamental).
El año 1997 da inicio el “Curso Anual de Acompañante Terapéutico ”, con una
diferencia sustancial respecto a los anteriores. El mismo está auspiciado por “Asociación
Civil Línea Vida- Acompañantes Terapéuticos”.
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
20
Esta frase que hasta hace unos años sonaba desconocida por donde se la nombrara,
empezaba a aparecer en el ámbito público y privado de la comunidad: “Acompañante
Terapéutico”.
Por qué Asociarnos
Quizá no tenga mejor manera de explicar el porqué de crear una Asociación que
nuclee a los Acompañantes Terapéuticos, que hacer referencia al resumen de mi
presentación en la Mesa Redonda del Segundo Congreso Nacional de Acompañamiento
Terapéutico realizado en la Universidad Nacional de Córdoba entre el 5 y el 7 de
septiembre de 2001 y que consta en el libro “Eficacia Clínica del Acompañamiento
Terapéutico” publicado por la Editorial Pólemos. Esa mesa redonda la compartí con los
Licenciados Guillermo Altomano y Eduardo Cossi y fue coordinada por el Lic. Federico
Manson. No será casual que tres de los cuatro integrantes de esa mesa al finalizar la
presentación fuéramos miembros fundadores de la Asociación de Acompañantes
Terapéuticos de la República Argentina –AATRA-. Ya me extenderé con esto más
adelante. A continuación transcribo las palabras que pronuncié en el marco del Segundo
Congreso Argentino:
“Ante todo quiero agradecer al Comité Organizador del Congreso por la posibilidad
que me otorgaron de participar en esta mesa redonda junto a colegas que si bien son
de otras latitudes responden a un deseo común que es pugnar por el reconocimiento
formal de la práctica del acompañante terapéutico.
La Asociación de Acompañantes Terapéuticos es una Asociación Civil sin fines de
lucro, que posee una personería jurídica con Matrícula N° 16.247, Legajo:1/84695
de fecha 20 de febrero de 1997. Como toda Asociación Civil, cuenta con una
comisión directiva, encargada de tomar las decisiones correspondientes al
funcionamiento y a la financiación de la Institución. La misma fue creada debido a
que el acompañante terapéutico una vez realizado el Curso Anual Teórico-práctico
de capacitación y obtener el certificado correspondiente al mismo, quedaba
marginado del campo laboral y/o profesional debido a que no poseía un ámbito
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
21
institucional donde insertarse para seguir capacitándose o que regulara el
funcionamiento de su desempeño laboral.
Otro de los motivos que nos llevó a fundar la Asociación fue la falsa publicidad
encontrada en los clasificados de los periódicos donde surgía el ofrecimiento
cotidiano de Acompañantes Terapéuticos sin formación previa.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es la falta de reconocimiento a nivel
educativo, ya que si bien se han presentado programas de estudio y se han abierto
expedientes a nivel ministerial, nunca obtuvimos respuesta concreta para al menos
intentar que el curso se reconozca a nivel oficial. Uno de los antecedentes que nos
motivó a formar la Asociación fue que en Bahía Blanca durante la dictadura militar
al no ser reconocida la profesión de psicólogo, nuestros colegas se reunían en
Asociaciones, única manera de poder ejercer una difícil y riesgosa profesión para la
época. Cabe aclarar que nuestra intención es que a partir de nuestra constitución
como Asociación, se logre iniciar una serie para que se constituyan Asociaciones de
Acompañantes Terapéuticos en otras latitudes y las mismas tengan mayor peso
político con el objetivo de formalizar una profesión cada vez más requerida.
En el orden formal, en lo que respecta a convenios con Obras Sociales, Mutuales o
atención privada, el Acompañante siempre trabaja en conjunto con un médico,
psicólogo o gabinete escolar. Cada acompañante posee una ficha personal con una
fotografía y datos personales, además del currículum, a fin de ubicar para cada caso
requerido el mejor perfil de derivación. Todos los acompañamientos terapéuticos,
deben pasar por la comisión de derivación, la cual evalúa cada caso y determina el
acompañante para el mismo, evitando de este modo la arbitrariedad en la mayor
medida posible. Una vez que comienza el acompañamiento, el acompañante deberá
realizar supervisiones con la comisión de supervisión. Cabe señalar que las mismas
son absolutamente a cargo de la Asociación, quien le abona la consulta al
profesional supervisor, quien deberá ser psicólogo matriculado en el Colegio de
Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires.
También la Asociación cuenta con una comisión pedagógica, cuya intención es crear
un espacio de coordinación y facilitación para todos los temas referidos al proceso
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
22
de enseñanza-aprendizaje, lo cual incluye perfeccionamiento de programas teóricos,
control de lugares de pasantías, trámites relacionados al otorgamiento del puntaje de
los cursos e intento de reconocimiento oficial de los mismos.
La comisión biblioteca, cuenta con una base de datos que posee bibliografía,
artículos, videos y demás herramientas que sirven tanto para aumentar el deseo de
capacitación de los miembros de la Asociación como también de aporte a la
actividad docente.
Cada acompañante cuenta con un carnet habilitante otorgado por la Asociación y
renovable en un año (a principio de año el carnet cambia de color y formato) que
consta de fotografía y datos personales con sello y firma del presidente en la parte
posterior, a fin de identificar al mismo. Este dato es muy importante ya que el
acompañante en muchos casos realiza su trabajo en la calle con un paciente y ante
cualquier dificultad que suceda es necesario que pueda identificarse ante quien lo
requiera.
Como en toda Asociación Civil, las decisiones se toman en Asambleas, las cuales
pueden ser de carácter ordinario, es decir Comisión Directiva o de carácter
extraordinario, las cuales se realizan cada tres meses y participan todos los
miembros de la Asociación. En estas últimas se invita a participar a los miembros
con un mes de antelación y es importante la presencia, por ejemplo cuando se
produce alguna modificación estatutaria o renovación parcial de Comisión Directiva
o convocatoria a elecciones, etcétera.
La Asociación cuenta con un asesor legal y contable, quienes nos ayudan en las
decisiones de carácter profesional como situación ante la ley tributaria, contratos
con Obras Sociales, responsabilidad civil, etcétera.
En lo que respecta al financiamiento, actualmente contamos con una matrícula de
cincuenta y dos miembros, cada uno paga dos pesos de cuota mensual y si al
momento del pago está realizando algún acompañamiento la cuota asciende a cinco
pesos mensuales. Además los cursos que auspicia la Asociación son cursos pagos y
los docentes a cargo de los mismos rinden a tesorería un diez por ciento de la
recaudación mensual de los cursos.
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
23
Contamos con un Código de Ética que posee treinta y tres artículos y puede ser
consultado en nuestra página web: www.aatbb.com.ar”.
Hasta aquí la presentación en la mesa redonda que veremos más tarde desencadenó
otro Acto de fundación, el de AATRA.
Pero vayamos bajando las barajas de a una y veamos por qué fundamos.
Nuestra idea quizás un poco idealista para estos tiempos que corren es:
“Acompañante Terapéutico: Un Título a Confirmar”. Esto quiere decir que el Acompañante
Terapéutico confirme su deseo de SER Acompañante todos los días, que lo confirme en su
práctica cotidiana y en su formación constante como tal. Hasta el momento esta modalidad
de trabajo nos llevó a contar solamente con logros en estos veinte años de trabajo.
Logramos que sea una profesión donde “el que se duerme pierde” como ese juego
que hacen los chicos en los “Pijamas Party”. El Acompañante debe estar despierto todo el
tiempo en su deseo incansable de formación y compromiso profesional, deseo que no lo
garantiza ningún título universitario con post matrícula “ad eternum” que le garantizará no
formarse más y dormirse en los laureles. Ya sabemos por experiencia que todos los
dispositivos que se implementan para consolidar la práctica desde el estado lo que logran es
quebrarla. La planificación que intenta ordenar la marcha y por tal motivo dirigirla, lo
desvía o lo detiene. Las “buenas” intenciones por fortalecerlo terminan por debilitarlo, y
debilitarlo no en cualquier aspecto sino en el deseo. Uno se cansa de observar profesiones
que por lograr una currícula oficial y obtener una matrícula estatal, se garantiza que esa
persona abandone su deseo de continuar en formación. No se puede comparar a un AT con
un Plomero matriculado con todo el respeto que merece la profesión de Plomero. Si de algo
estoy seguro es de que jamás trabajamos para llegar a eso y temo que estemos cerca de
lograrlo.
Esta posición ética y política, fue entonces uno de los puntos a sostener, al momento
donde aparece la demanda laboral, para que no funcionásemos como bolsa de trabajo. El
otro tema a tener en cuenta para sostener esto que vengo diciendo respecto al compromiso
con el deseo de los Acompañantes Terapéuticos es el Código de Ética que rige nuestra
práctica institucional.
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
24
Dicho Código fue elaborado por Asociación Civil Línea Vida – Acompañantes
Terapéuticos – en el año 2000. Nos acompañó durante diez años hasta que elaboramos en
base al mismo el Código de Ética de AATRA en el año 2010.
De Bahía Blanca al Mundo
El Salto Cuantitativo y Cualitativo del Acompañamiento Terapéutico
Hasta aquí podría decir en este recorrido, todo lo hecho por la Asociación hasta el
momento, y diría sin mentir que podría dar cuenta hasta acá de que lo actuado no había
cruzado los límites del partido de Bahía Blanca.
Una de las buenas costumbres que tenemos en la Asociación es reunirnos los
primeros martes de cada mes, en un espacio abierto a todos los Asociados, donde tratamos
temas referidos a la Formación del AT, ateneos y supervisiones por un lado y temas
vinculados a los convenios que se van haciendo con las obras sociales y las Instituciones
por el otro. A esto le agregamos la información que se transmite respecto a Jornadas y
Congresos, a los fines de determinar nuestra participación en los mismos. En esos espacios
se constituyen comisiones de trabajo y se organizan diferentes actividades que se van
proponiendo.
Un buen día allá por el año 2000, en una reunión de los martes, se me ocurre
empezar a ojear una publicación de Imago- Agenda, revista perteneciente a la conocida
Editorial Letra Viva de Raimundo Salgado. En dicha revista, había una publicación que
decía algo así como: “Segundo Congreso Argentino de Acompañamiento Terapéutico” –
Universidad Nacional de Córdoba – 5, 6 y 7 de Septiembre de 2001 – con el lema: “Hacia
una Inscripción Académica e Institucional del Acompañamiento Terapéutico”.
Indescriptible fue la sorpresa que nos llevamos al leer dicha publicidad. De creer
que éramos los únicos en el mundo (ya veremos que en parte no estábamos tan
equivocados), nos desayunábamos que se estaba organizando un Congreso Nacional y que
encima no era el Primero. Otra cuestión que nos concernía y mucho, era que la segunda
parte del lema “Hacia una Inscripción Institucional” nos tocaba de lleno a nuestros
propósitos.
Ya veremos las consecuencias de nuestra presencia en ese Congreso.
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
25
En la publicidad había cuatro teléfonos, dos de Córdoba y dos de Buenos Aires. Dado que
en ese momento viajaba a Capital Federal con suma periodicidad y que ya existían los
teléfonos celulares, no dudé un momento y decidí llamar a uno de los números de Capital
Federal en plena reunión de Acompañantes. De más está decir que no podíamos con nuestra
intriga.
Del otro lado del teléfono en Buenos Aires me atiende nada más ni nada menos que
el Lic. Gabriel Pulice, co-autor de una de las primeras publicaciones sobre
Acompañamiento Terapéutico junto con los licenciados Federico Manson y Gustavo Rossi.
En esa conversación me identifico como Presidente de la Asociación de Acompañantes
Terapéuticos, cosa que a Gabriel lo sorprende notoriamente. Le comento que estábamos en
una reunión de la Asociación que realizamos los segundos martes de cada mes y antes de
comenzar la misma nos encontramos con ésta grata sorpresa.
Que nos gustaría participar en el Congreso, a lo que Gabriel me responde que la
sorpresa es de él dado que es la primera vez que escucha hablar de una Asociación de
Acompañantes Terapéuticos.
Coordinamos un encuentro para la otra semana en Capital Federal y nos reunimos
en el Consultorio de Gabriel Pulice en calle Bulnes, domicilio que será en los próximos
años la primera Sede de la Asociación de Acompañantes Terapéuticos de la República
Argentina.
Cabe señalar que éste fue el inicio de una serie de apasionantes y fructíferas
reuniones donde se sumaron Federico Manson, Gustavo Rossi, Guillermo Altomano,
Karina Chayán, Gustavo Racca Pablo Dragotto Y Laura Frank, Verónica Fernández, entre
otras personas que con el tiempo se constituirán en miembros fundadores de AATRA.
En ese primer encuentro Gabriel Pulice nos comenta a Verónica Fernández y a mí, que
ellos hace muchos años que vienen trabajando en Acompañamiento Terapéutico, que la
función del AT ha tomado mayor peso en este último tiempo en Capital y Provincia,
aunque el peso fuerte a nivel formación se remite al logro de haber podido constituir la
Cátedra “Fundamentos Clínicos del Acompañamiento Terapéutico” en la Universidad de
Buenos Aires como materia optativa dentro de la carrera de Psicología y que los
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
26
Acompañantes Terapéuticos eran por lo general psicólogos o estudiantes avanzados de
dicha carrera.
Se sorprende cuando le comento que nosotros si bien desde el año mil novecientos
noventa y cuatro veníamos formando Acompañantes Terapéuticos, habíamos logrado
constituir la Asociación en mil novecientos noventa y siete y ya teníamos convenios con
Obras Sociales, Hospitales, Prepagas, Tribunales de Menores entre otras instituciones a
nivel provincial y municipal.
Que dicha Asociación no era de hecho solamente sino de derecho ya que contaba
con una Personería Jurídica,
estatutos, reglamentación y hasta un Código de Ética
Profesional.
Al preguntarle al Lic. Pulice donde y cuando había sido el Primer Congreso
Nacional, Gabriel me regala y me dedica el libro con las actas del mismo fechado en el año
1994, que bien cabe aclarar, se reconoce como el primer Congreso de Acompañamiento
Terapéutico realizado en el mundo y que para quienes deseen interiorizarse de lo que allí se
debatió, se encuentra editado en un libro publicado por Ediciones “Las Tres Lunas”, siendo
los compiladores Gabriel Pulice y Federico Manson y Gustavo Rossi.
Destaco las palabras proféticas de los tres compiladores en el prólogo del mismo:
“Nos sentimos sumamente satisfechos de poder consumar nuestra apuesta para este
Congreso: una marca, una huella, un primer paso que inaugure un camino por
venir. Confiamos en que la divulgación científica del trabajo realizado en un campo
siempre problemático como lo es el que nos ocupa, no puede sino contribuir a
sentar las bases de ese camino, y que los interrogantes que se abran darán ocasión
a nuevos encuentros, en el marco de la investigación de las diversas posibilidades
de abordaje para ese campo: el tratamiento de las psicosis, adicciones, crisis
neuróticas graves, entre otros”.
Palabras que a la distancia nos vuelven a conmover y nos obligan a reconocer, como
es el intento de este trabajo,
la tarea incesante de los que fuimos pioneros en esta
apasionada profesión que día a día fue y va ganando más lugar dentro del terreno de la
Salud.
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
27
En esos tiempos AAT, Asociación de Acompañantes Terapéuticos, representaba la
denominación de lo que años atrás en 1997 habíamos fundado. El propio Logo habla por sí
mismo. No era AATBB, Asociación Acompañantes Terapéuticos de Bahía Blanca como lo
es hoy, para poder diferenciar la Institución de otras Asociaciones pertenecientes a otras
geografías y eso por el simple hecho de que éramos la primer Asociación de Acompañantes
Terapéuticos no sólo en la República Argentina sino en el mundo entero.
Esa denominación fue la que dio lugar a constituir de hecho y de derecho AATRA.
Recuerdo que en la Mesa Redonda sobre Aspectos Legales del Acompañamiento
Terapéutico en el Congreso Nacional de Córdoba que comparto con Guillermo Altomano y
el Dr. Cossi, el coordinador de dicha Mesa fue Federico Manson. Momentos antes de
disertar hablamos con Federico que el Congreso Cordobés organizado entre otros pioneros
por los Licenciados Pablo Dragotto y Laura Frank, ya había sido un éxito.
Participaron del mismo no sólo Acompañantes Terapéuticos de la Argentina, sino
de diferentes países de américa latina y de España. Esto llevó a plantearnos que el próximo
congreso Argentino debería ser en Buenos Aires. Veníamos pensando en esos días junto a
colegas de diferentes provincias y de otros países que sería bueno que se realizara en el año
2003 y que tomara el rango de Tercer Congreso Argentino y Primer Congreso
Iberoamericano, dado el compromiso asumido por los colegas extranjeros, entre ellos los
españoles.
Federico me dice en voz baja que ese próximo congreso no podía ser convocado por
personas solamente sino que sería muy bueno que lo convoque una Institución. Acuerdo
con su idea y le digo que en ese caso habría que crearla.
Federico me responde que si nosotros habíamos creado la Asociación de
Acompañantes Terapéuticos en Bahía Blanca, el nombre podría ser Asociación de
Acompañantes Terapéuticos de la República Argentina, le digo ¡suena lindo AATRA!
Federico me responde: ahora en la Mesa lo digo en voz alta con todas las letras “El
próximo Congreso que tendrá carácter de Tercer Congreso Argentino y Primer Congreso
Iberoamericano de Acompañamiento Terapéutico para el año 2003 en la Ciudad de Buenos
Aires y será organizado por AATRA Asociación de Acompañantes Terapéuticos de la
República Argentina”.
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
28
Entérese todo aquel que le concierna el Acompañamiento Terapéutico, que así, en
esa precipitación, en ese Acto, nace AATRA.
Finalizadas las palabras de Federico, se escuchan aplausos y alegría en el público
presente. Se daba lugar a las proféticas palabras del noventa y cuatro. Era otra marca, otra
huella del camino, ya no por venir, sino recorrido.
De ahí en adelante la rueda no se detuvo más. Federico fue el primer Presidente de
AATRA, acompañado por Guillermo Altomano en la vicepresidencia. Como no recordar el
esfuerzo incansable de Federico Manson que junto al Contador José María Santángelo
hicieron lo imposible para que en mayo de 2003, seis meses antes del Tercer Congreso
Argentino y Primer Congreso Iberoamericano de Acompañamiento Terapéutico, AATRA
contara con Personería Jurídica, y estuviera constituida su Federal Comisión Directiva por
personas de diferentes latitudes del país.
El acta constitutiva del 3 de Mayo del 2003 manifiesta:
“Las personas nombradas dejan constituida la Asociación Civil sin fines de lucro
denominada
ASOCIACIÓN
DE
ACOMPAÑANTES
TERAPÉUTICOS
DE
LA
REPÚBLICA ARGENTINA, con domicilio legal de esta Ciudad de Buenos Aires, capital
de la República Argentina. Son miembros fundadores de esta Asociación Civil: Verónica
Evangelina FERNÁNDEZ, Federico Guillermo MANSON, Gabriel Omar PULICE,
Gustavo Pablo ROSSI, Pablo Alberto DRAGOTTO, María Laura FRANK, Karina Gabriela
CHAYAN, Gustavo Alejandro RACCA, María Mirta VARGAS, Guillermo Jesús
ALTOMANO, Carlos Alberto GRAIÑO, Silvia Mónica AZPILLAGA, y Wanda Elizabeth
CAMPISE.
Son los que describo tiempos inaugurales, tiempos de fundación inolvidables para
aquellos que hemos formado parte de los mismos y tiempos que todo aquel que se diga
Acompañante Terapéutico, más allá del lugar en donde se haya formado o de la asociación
o grupo a la que pertenezca, no puede dejar de conocer y reconocer.
No me cabe duda que sin éstos primeros pasos a pura convicción y coraje hoy el
Acompañamiento Terapéutico no tendría el lugar que ocupa en la sociedad.
Es éste mi humilde homenaje a Federico Manson que si bien hoy no nos acompaña
físicamente, podría afirmar que su deseo está presente en cada Congreso, en cada Jornada y
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
29
me atrevo a decir en cada uno de los acompañamientos terapéuticos que se realizan en el
país y en el mundo.
Hoy AATRA cuenta con filiales y Asociaciones en diferentes provincias de la
Argentina y se han constituido Asociaciones de Acompañantes Terapéuticos (una marca,
una huella, un primer paso AAT), por todo el mundo como son las filiales de AATRA en
las diferentes Ciudades y Provincias como son Mar del Plata donde Sebastián García,
Eugenia Rossi y Leonardo Pontoriero vienen trabajando desde hace también veinte años,
Filiales en Santa Fé, Rosario, Entre Rios, Córdoba, Catamarca y otras provincias, más las
Asociaciones de Brasil, Perú, México, Uruguay, España por nombrar algunos países.
No puedo dejar de mencionar mi temor de que desafortunadamente esta hermosa
profesión que venimos descubriendo día a día hace ya más de dos décadas y que apuntaba
en su fundación a liberar a los pacientes de las cadenas de los hospicios, se mimetice en
algunos años con el orden establecido, para reproducir sus jerarquías y vanidades. Cuando
algo se hace tan grande todos quieren sacar tajada, desde el estado hasta los más simples
privados y por lo general muchos de esos fondos son buitres oportunistas de los que
debemos aprender a defendernos. Debemos luchar juntos para que en la medida que avanza
el reconocimiento oficial no se queden con los logros los organismos de poder se llamen
Universidades, Organismos del estado o lo que fuere que terminan asumiendo un rol,
desconociendo y desmintiendo luego a la manera de la perversión a quienes sostuvimos y
sostenemos las bases de esta práctica desde hace tantos años.
Si no fuera por lo que se trabajó desde las Asociaciones de Acompañantes
Terapéuticos hubiese sido posible la desmanicomialización? Como pensar la externación
psiquiátrica sin los AT? Hubiese sido posible la entrada de los AT en las escuelas para que
los niños con capacidades diferente puedan ser incluidos en las aulas de escuelas comunes?
Todo esto se produjo en los últimos veinte años y sin estar oficializados.
Por eso digo que el “título oficial y la matrícula nacional o provincial”, si no es
consensuada con las Asociaciones que venimos sosteniendo la Práctica, termina por
legitima el discurso de sus portadores y sobre todo los ubica en una relación de podersaber, investidos de autoridad, pasando las ONG a un lugar de desmentida. Como soy un
amante de la historia, podría decir que esta “política de lo verdadero” no es nueva, tiene
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
30
sus raíces en los colonizadores hispanos que implementaron en américa ese método de
conocimiento y dominación hace ya cinco siglos y nosotros no podemos desconocer que
somos en esta campo de la salud y la educación, los pueblos originarios.
Uno puede ser acompañante terapéutico con minúscula y conformarse con hacer una
currícula, matricularse burocráticamente en el estado y trabajar a la buena de Dios o puede
ser un Acompañante Terapéutico con Mayúscula, esto es que más allá de haberse formado
en una Universidad, desee compartir con otros esta apasionante tarea que por cierto no es
solitaria, ni individualista. El AT con Mayúscula es el que se compromete con su
Asociación, el que continúa formándose, supervisa su tarea y juega su pertenencia a un
lugar. La elección es solo una cuestión de Ética, Si! hablo de Ética, una palabra que en la
actualidad corre peligro de extinción.
Historia Institucional del Acompañamiento Terapéutico
31
POR VIR: PARA AMPLIAR O CUIDADO NO ENVELHECIMENTO
Luciana Goulart Mannrich
RESUMO
A Por Vir entende o envelhecimento como um processo construído por cada sujeito de
maneira singular e assim, oferece um cuidado que abrange a complexidade de cada história
e de todos os sujeitos envolvidos no cotidiano do idoso. Ao idoso oferecemos o serviço de
Acompanhamento Terapêutico (AT) focada na busca de projetos que deem sentido e prazer
à vida do idoso. Á família, oferecemos suporte e orientação e aos cuidadores promovemos
uma reflexão que traz a nossa marca de acreditar em um cuidado diferenciado pela escuta
do desejo do idoso e promoção de sua autonomia mesmo em situações de dependência
física ou enfermidades graves. Apresentamos um recorte do atendimento de um casal que
ilustra o manejo único e a criatividade que podem surgir no encontro de profissionais
disponíveis e idosos numa situação de cuidado.
Palavras-chave: Acompanhamento Terapêutico, envelhecimento, processo
Abstract
“Por Vir” understands aging as a process lived by each subject in a unique way and thus
provides a care that covers the complexity of each story and all those involved in daily life
of the elderly. To de elderly patient we offer “Acompanhamento Terapêutico (AT)”, a form
of therapeutic relationship that focus on finding projects that give meaning and enjoyment
to life. To the family, we offer support and guidance, to the caregivers we promote a
reflection that shows our way to care as listening to the patient’s desires and promote their
autonomy even in situations of physical dependence or serious illnesses. We present an
extract of a situation of care of a couple that illustrates the unique management and
creativity that can arise at the meeting of professionals available and elderly in a care
situation.
Por Vir: Para ampliar o cuidado no envelhecimento
Desde que fiz seis anos pinto o que vejo à minha volta. A partir dos cinquenta
anos, publiquei trabalhos uns atrás dos outros. Mas, até fazer setenta anos, a
minha obra não tinha grande valor. Só aos setenta e três anos compreendi um
pouco da anatomia dos animais e da vida das plantas. Se me esforçar, aos oitenta
continuarei a fazer progressos e aos noventa conseguirei desvendar os últimos
segredos. E quando chegar enfim aos cem, as linhas e os pontos isolados vão de
per si encher-se de vida. Queira o Deus da longa vida cuidar para que estas
minhas convicções não sejam meras palavras vazias.
O texto acima é de autoria do artista japonês Katsushica Hokusai, que nasceu em
1760 e faleceu em 1849. Tendo dedicado sua vida à pintura e produzido uma vasta obra
Por Vir: Para ampliar o cuidado no envelhecimento
32
composta por pinturas, cadernos de desenhos e poemas, realizou seus trabalhos mais
importantes, entre eles 36 vistas do Monte Fugi, a partir dos 60 anos de idade.
O que nos estimulou a iniciar a apresentação com um poema de Hokusai foi sua
maneira de encarar a passagem do tempo: não a partir das perdas que acarreta, mas sim das
oportunidades que apresenta. É a partir desse ponto de vista que a Por Vir – Cuidado
ampliado no envelhecimento, pretende pensar e trabalhar com o envelhecimento,
compreendendo que se trata de um processo que é construído por cada sujeito que
envelhece de maneira singular e que pode ter como meta a construção de novos projetos de
vida.
O cenário atual apresenta uma crescente expectativa de vida que, aliada aos avanços
da medicina, permite que as pessoas envelheçam com mais qualidade de vida. A previsão
para o Brasil é que em 2050, metade da população seja composta por idosos. Para além de
todas as questões sociais que isso acarreta e da necessidade de pensar políticas públicas que
deem conta dessa realidade, o modo como as mudanças trazidas pelo envelhecimento
afetam idosos e famílias exige a criação de dispositivos de atendimento capazes de fornecer
uma escuta e amparo para múltiplas formas de existência e sofrimento.
A equipe Por Vir pretende oferecer um cuidado no envelhecimento que possa abranger sua
complexidade sem perder de vista as particularidades de cada processo. Para isso, criamos
uma equipe que procura abarcar todos os sujeitos envolvidos no cotidiano do idoso.
Família
Em nossa prática percebemos que a demanda por cuidado costuma vir da família.
Ao se deparar com o envelhecimento de um de seus membros e com a complexificação do
cotidiano que isso acarreta, a família passa a encontrar dificuldades para se relacionar com
o idoso e manejar os novos arranjos necessários.
Os familiares que nos procuram são acolhidos em nosso consultório para que
possamos entender a demanda e pensar uma possível entrada de um profissional da equipe
na residência do idoso para um primeiro contato.
Por Vir: Para ampliar o cuidado no envelhecimento
33
Além de orientar e amparar a família para melhor lidar com o envelhecimento buscamos
coletar elementos que facilitem o início do nosso trabalho com o idoso visto que muitas
vezes a entrada do at é recusada justamente por advir de uma demanda familiar.
Idosos
A entrada na velhice é marcada pelo modo como vivencia determinada perda que
evidencia para o sujeito sua finitude irrevogável. Lidamos com nossa própria mortalidade
durante toda a vida, mas na velhice isso se torna mais contundente. As perdas, mais comuns
nessa etapa da vida, podem ser vividas de maneira penosa e desencadear uma paralisação
no sujeito e a inviabilização de seus projetos de vida.
Diante da primeira marca de perda do envelhecimento (um luto, uma queda na rua)
o idoso antecipa um futuro de desamparo e dependência e se volta para seus objetos
internos e externos para lidar com esta angústia. Se encontrar amparo nestes objetos poderá
fazer o trabalho de luto e se adaptar às novas modificações trazidas pela realidade sem
perder sua identidade. A isso Manoel Berlink denominou “envelhescência”: aceitar o
envelhecimento e abrir mão de projetos que já não são mais possíveis (BERLINK, 2008)
Se essas malhas - interna de coesão do aparelho psíquico e externa do ambiente - não
oferecerem sustento suficiente o idoso pode apresentar psicopatologias como demência,
depressão e se descolar da realidade por não conseguir fazer o trabalho de luto necessário
para integrar as perdas à sua nova identidade. O processo de envelhecimento e o estigma
social podem levar o sujeito a reviver angústias infantis e se fechar para as mudanças que o
presente lhe apresenta, mantendo-se ligado a reminiscências do passado. O passado passa a
ser supervalorizado em lugar de ser resignificado (BARBIERI, 2013).
Diante dessa situação de maior vulnerabilidade e fragilidade, a entrada do
acompanhante terapêutico (at) pode constituir um campo fértil. A confecção do projeto
terapêutico se dá junto ao idoso e pode envolver as atividades mais diversas. É importante
lidar com a ansiedade da família e escapar da ânsia tarefeira de realizar grandes saídas. O at
deve se ater ao que faz sentido para o idoso e encontrar na relação o que é mais
significativo, ainda que isso envolva pequenos passeios pela sala de estar.
Por Vir: Para ampliar o cuidado no envelhecimento
34
Na visita domiciliar do at, o idoso vê uma oportunidade de conversar com alguém
que não é da família e que se oferece, completamente disponível, para acompanhar o idoso
na sua rotina, atividades da vida diária, fragilidades, medos, angústias e até delírios.
Através de um vínculo seguro, marcado pela transferência e pela escuta psicanalítica é
possível ao idoso reatualizar conteúdos do passado, ligando-os a experiências do presente e
repensar projetos de futuro.
Cuidador
Aos cuidadores, propomos um espaço para pensar a maneira como atuam e os
impactos que este tipo de trabalho tem na sua subjetividade. A proximidade física e
psíquica presentes na experiência do cuidado de alguém fragilizado desperta angústias
primitivas que precisam ser identificadas e cuidadas para que não interfiram na relação
profissional do cuidador com o idoso.
Além disso, há a questão do assujeitamento, como se o idoso deixasse de ser sujeito
porque passou a depender de alguém. O cuidador passa a responder por tudo que diz
respeito à vida da pessoa como se ela não tivesse mais condição ou direito de falar por si
mesma. Outro risco sempre presente é a presença ausente do cuidador: está ao lado do
idoso, mas não se conecta a ele, não cria vínculos.
A equipe Por-Vir preza por um cuidado marcado pela escuta do desejo do idoso e
promoção de sua autonomia mesmo em situações de dependência física ou enfermidades
graves.
Recorte clínico
Optamos por fazer um recorte clínico com o intuito de ilustrar o atendimento
oferecido pela Por Vir. Trata-se um casal acompanhado pela nossa equipe há 5 anos. Greta,
56 anos, com diagnóstico de transtorno bipolar e Ringo, 60 anos, com dor crônica e lado
esquerdo do corpo paralisado por conta de um tumor no cérebro que foi retirado há 25 anos.
Eles vivem juntos há mais de 30 anos e a situação de saúde dele vem se deteriorando com o
tempo, com perdas motoras e neurológicas mais significativas recentemente.
Por Vir: Para ampliar o cuidado no envelhecimento
35
No início do acompanhamento Greta cuidava de Ringo sozinha. O pequeno
apartamento deles era muito precário, refletindo a organização psíquica desse casal que
vivia numa simbiose. Nessa época, Greta estava muito desamparada e agressiva, cansada
pela demanda de cuidar de seu companheiro sozinha e pela falta de amparo e cuidado para
si.
A entrada de uma acompanhante terapêutica na casa possibilitou o início de certa
organização da rotina, da alimentação, dos cuidados de saúde. Greta passou a ser
acompanhada por uma psicanalista e por uma psiquiatra e lentamente começou a aderir ao
tratamento medicamentoso. Essa entrada também marcou o início da separação dessa dupla
tão simbiótica.
O início do tratamento marca também a necessidade de uma rede de cuidados mais
densa e contratamos uma cuidadora para auxiliar Greta nos cuidados a sua casa e seu
marido. No início eram poucas as horas em que Greta podia contar com esse auxílio. Com o
tempo, a situação de saúde de Ringo se agravou e o suporte por parte das cuidadoras se
intensificou. Hoje eles contam com 12 horas diárias de uma cuidadora e vamos constatando
a necessidade de uma presença noturna, face ao agravamento da situação.
O único familiar em contato com esse casal é a irmã de Greta, que disponibiliza a
ela certa quantia mensal. O contato delas é bastante limitado a essa relação financeira,
embora Greta tente certa aproximação ao mesmo tempo em que a rechaça e condena por
não ser mais presente e amorosa. Com essa irmã, nos encontramos a cada três meses no
consultório da psicanalista para fazer um balanço do atendimento e para reavaliar os
contratos.
Gerenciar esse caso é uma tarefa bastante complexa. Com o tempo, percebemos que
apenas uma at não era capaz de dar conta da transferência maciça da paciente/casal e de
toda a rotina da casa, além de supervisionar as cuidadoras e manter-se em contato com a
irmã. Optamos por colocar mais uma at com o intuito de criar algum tipo de separação:
uma at fica responsável pela equipe de cuidadoras e pelo gerenciamento do dinheiro e a
outra mais voltada para a paciente.
Ringo encontra-se em franco declínio físico e mental, demandando mais suporte e
atenção. Greta, sua companheira há mais de 30 anos, se aflige diante dessa situação (como
Por Vir: Para ampliar o cuidado no envelhecimento
36
qualquer um de nós o faria!), entretanto, diferente do que acontecia antes, consegue lidar
com sua angústia e pedir ajuda antes de surtar. Podemos pensar que a rede criada pela
equipe de atendimento foi capaz de dar a Greta amparo suficiente para que lidasse com essa
crise de maneira mais estruturada.
Considerações finais
O trabalho que realizamos na Por Vir tem como marca a crença de que é possível
envelhecer bem, o que não quer dizer envelhecer como a sociedade espera que se faça, mas
encontrar uma maneira singular de lidar com o limite que nos impõe a finitude da vida e ser
capaz de, a partir disso, olhar para o futuro com esperança.
Voltemos para Hokusai e seu poema tão belo e cheio de esperança. Talvez o que
haja de mais surpreendente seja justamente sua crença de que envelheceria sendo capaz de
aprender sempre mais. Messy nos diz que a maneira como alguém envelhece é a mesma
como viveu, o que pode servir como um lembrete de que somos responsáveis pelo modo
como envelheceremos.
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BARBIERI, Natalia Alves. Escuta e criação de projetos: observações sobre a clínica do
acompanhamento terapêutico e o envelhecimento. In: Barbieri, Natália Alves; Baptista,
Carolina Guimarães (orgs): Travessias do tempo: acompanhamento terapêutico e
envelhecimento. São Paulo, Casa do Psicólogo, 2013.
BERLINK,Manoel. Psicopatologia Fundamental. São Paulo, Editora Escuta, 2008.
MESSY apud Cherix, Katia. Viver com demência: relato de um acompanhamento
terapêutico em instituição. In Barbieri, Natália Alves; Baptista, Carolina Guimarães (orgs):
Travessias do tempo: acompanhamento terapêutico e envelhecimento. São Paulo, Casa
do Psicólogo, 2013.
GOLDFARB, Delia Catullo. Velhices fragilizadas: espaços e ações preventivas.
http://geracoes.org.br/novo_site/velhices-fragilizadas-espacos-e-acoes-preventivas/
Por Vir: Para ampliar o cuidado no envelhecimento
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EL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO EN LA DISCAPACIDAD
Lic. Verónica Evangelina Fernández¹
RESUMEN
En el transcurso del tiempo, se ha producido una evolución de la percepción de la
discapacidad. La visión que se le ha dado a lo largo del siglo XX estaba relacionada con
una condición considerada deteriorada respecto del estándar general de un individuo o de
su grupo. El término, de uso frecuente, se refiere al funcionamiento individual e incluye
discapacidad física, discapacidad sensorial, discapacidad cognitiva, discapacidad
intelectual, enfermedad mental o psicosocial. En nuestra sociedad actual se cuida la
adaptación del entorno a las personas con discapacidades para evitar su exclusión social.
La discapacidad puede pensarse, desde la perspectiva psicoanalítica, como una marca real
que acompaña al Sujeto pero que no es el Sujeto mismo. A partir de esa problemática surge
pensar en profundizar respecto a su atención para una futura integración a la sociedad, y en
la realización de cada uno de ellos como seres humanos en búsqueda de su propia felicidad
e independencia. Cuando nuestra intervención es requerida para trabajar con niños
pequeños, por lo general se tratará de colaborar en la construcción de un espacio de
separación respecto de la madre y el niño, propender la integración al grupo de pares, y/o la
inserción en distintos ámbitos, respetando sus características singulares.
Palavras-clave: discapacidad, exclusión social, Acompañante Terapéutico
Para abordar ésta temática debemos saber que la Discapacidad es una realidad
humana percibida de manera diferente en distintos períodos históricos y civilizaciones.
En el transcurso del tiempo, se ha producido una evolución de la percepción de la
discapacidad. La visión que se le ha dado a lo largo del siglo XX estaba relacionada con
una condición considerada deteriorada respecto del estándar general de un individuo o de
su grupo.
El término, de uso frecuente, se refiere al funcionamiento individual e incluye
discapacidad física, discapacidad sensorial,
discapacidad cognitiva, discapacidad
intelectual, enfermedad mental o psicosocial.
En nuestra sociedad actual se cuida la adaptación del entorno a las personas con
discapacidades para evitar su exclusión social.
La discapacidad puede pensarse, desde la perspectiva psicoanalítica, como una
marca real que acompaña al Sujeto pero que no es el Sujeto mismo. A partir de esa
El Acompañamiento Terapéutico en la Discapacidad
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problemática surge pensar en profundizar respecto a su atención para una futura integración
a la sociedad, y en la realización de cada uno de ellos como seres humanos en búsqueda de
su propia felicidad e independencia.
Cuando nuestra intervención es requerida para trabajar con niños pequeños, por lo
general se tratará de colaborar en la construcción de un espacio de separación respecto de la
madre y el niño, propender la integración al grupo de pares, y/o la inserción en distintos
ámbitos, respetando sus características singulares.
Será importante también la contención de esos padres que seguramente siguen
aturdidos frente a la “diferencia” respecto de lo que esperaban de su pequeño.
Lamentablemente luego de terminado el ciclo educativo de la persona discapacitada, se
encuentran, aún hoy, con serios problemas de integración en todo los sentidos (personales,
laborales, sociales, vinculares, comunicacionales, etc.), es allí también donde cobra vital
importancia nuestra tarea como Acompañantes Terapéuticos para facilitar la reinserción a
la sociedad.
Solemos encontrarnos en contextos donde prevalece una mirada discapacitante, con
lo cual estamos marginando y discriminando. No debemos detenernos en los obstáculos, y
sí hay que ver siempre las posibilidades.
Si bien las personas con alguna discapacidad poseen una marca real de por vida, lo
debemos repensar en su condición de ser humano integral, desde una mirada más amplia y
abarcativa con la cual aparece naturalmente un ser humano en toda su integridad, dos
personas con la misma limitación pueden tener necesidades diferentes, percibirlo dependerá
de nuestra mirada, por lo cual trabajar en equipos interdisciplinarios y multidisciplinarios es
fundamental para contribuir al desarrollo integral del paciente como:
- Persona digna, libre y justa que, desde el seno de la familia como núcleo de la
sociedad, procure recreación sana como forma de promoción de su salud física,
mental y emocional.
- Ciudadano autorrealizado y formado para el ejercicio participativo de la
democracia, integrado al mundo, capaz de discernir y competir.
- Productor y producido desde el punto de vista de sus habilidades, aprendizajes,
destrezas, y de búsqueda del conocimiento creador.
El Acompañamiento Terapéutico en la Discapacidad
39
- Capaz de comunicarse con el mundo, de manera que, tome decisiones, con identidad
propia, flexibilidad y visión crítica.
Atender hoy a la Discapacidad, es atender a la diversidad y en ella a las diferencias que le
son propias a cada sujeto.
La diversidad y aquellas diferencias a las que hacemos referencia nos da cuenta de tener
una mirada a lo distinto a lo no esperado a la contingencia y una escucha diferente a lo
conocido.
En la variedad de encuentros a los que el A. T. tiene acceso, se hace imprescindible
conocer especificidades que caracterizan en general al sujeto con el cuál ha de relacionarse,
pero sin desconocer su posición frente al trabajo a realizar como AT, estando advertido de
los prejuicios que podrán hacernos caer en la trampa de
significar, dar sentido, indicar a nuestro acompañado, cercenando la posibilidad de que se
produzca la subjetividad esperada.
Sin dudas el Acompañante Terapéutico deberá contar con un sustento teórico para
afrontar la tarea, pero creo que el desafío más grande es el de mantener una posición ética
respecto de la abstinencia, de la supervisión y formación constante, dando cuenta de su
clínica regularmente y apostando a la mejora en la calidad de vida de cada uno de nuestros
pacientes y sus familias tratando de desarrollar todo el potencial posible y de optimizar el
trabajo en equipo.
La legislación argentina contiene un compendio de leyes de discapacidad amplio,
muchas complementarias entre sí.
Con la Ley 22.431 sancionada y promulgada el 16 de marzo de 1981 Argentina ha
reunido un conjunto integral de leyes de discapacidad, ello coincide con la iniciación del
Decenio de los Discapacitados proclamado por la Organización de las Naciones Unidas
(ONU). Con ello inició una etapa con normas conjugando gran parte de los intereses de los
discapacitados, produciendo una recopilación de medidas al respecto.
Una de ellas es la obtención del Certificado Único de Discapacidad.
El Certificado Único de Discapacidad es un documento público.
El Acompañamiento Terapéutico en la Discapacidad
40
Es la llave de acceso al Sistema de Salud y a los beneficios instituidos por la
normativa en la materia, para las personas con discapacidad.
El trámite es voluntario y consta de una evaluación interdisciplinaria en la que los
profesionales determinarán, de acuerdo a la documentación presentada por el interesado, si
se encuadra o no dentro de las normativas vigentes de certificación de discapacidad.
Mi posición respecto de este Certificado es, nuevamente, el de preservar la
subjetividad de cada paciente, intervenir con el equipo actuante, ya que pareciera que lo que
le ocurre a la mayoría de las familias, es el apuro por “aprovechar” todo lo que el
certificado de discapacidad puede ofrecer gratuitamente, entorpeciendo el desarrollo de
cada niño, avasallando sus tiempos libres y atormentándolos con una actividad tras otra.
Aún con la función del AT cuando muchas veces es convocado pero con otra intensión...
Sin ninguna duda el Acompañante Terapéutico ha logrado un importante lugar en el
abordaje de todas estas patologías, que creo deberá sostener materializando en la práctica
de cada acompañamiento la esencia de este trabajo artesanal que nos caracteriza,
enmarcados en la estrategia terapéutica acordada con el equipo interdisciplinario.
NOTAS:
Miembro Fundadora Asociación Acompañantes Terapéuticos Bahía Blanca, Miembro
Fundadora Asociación Acompañantes Terapéuticos de la República Argentina
BIBLIOGRAFIA:
Manual didáctico sobre acompañamiento terapéutico. Susana Schneerof-Sonia Edelstein,
Editorial Akadia.
Psicoanálisis y Discapacidad Mental en el Psicoanálisis en la clínica de bebés y niños
pequeños. Elsa Coriat. Capítulo XVI. Editorial De la Campana. La Plata 1996.
Redes, vínculos y subjetividad. Schust-Contreras
Lacán, Jacques. Dos notas sobre el niño, 1969
Wikipedia
Ley Discapacidad 22431
El Acompañamiento Terapéutico en la Discapacidad
41
ESTRÉS Y ADAPTACIÓN FAMILIAR: UN MODELO PARA LA
EVALUACIÓN DE FAMILIAS QUE ENFRENTAN EVENTOS
VITALES NO NORMATIVOS
Cecilia Cracco Cattani¹
RESUMEN
El trabajo presenta los modelos de Estrés y Adaptación Familiar desarrollados por Hill y
McCubbin y colaboradores, como una herramienta útil para la evaluación e intervención
con familias que enfrentan estresores no normativos como puede ser el diagnóstico de
Trastorno del Espectro Autista a uno de sus miembros. El modelo plantea que el nivel de
adaptación que logre la familia frente a un estresor de este tipo, dependerá de la interacción
de una serie de factores –acumulación de estresores, recursos, significados y estrategias de
afrontamiento- con capacidad para explicar cursos familiares resilientes y otros que
implican aumento de la vulnerabilidad familiar. El trabajo presenta técnicas de evaluación
de cada uno de los factores así como resultados de investigaciones que tomaron el modelo
para profundizar en la comprensión de las familias y aportar elementos de la intervención.
Palavras-clave: discapacidad, exclusión social, Acompañante Terapéutico
En este trabajo se presentan los modelos de estrés y adaptación familiar como
herramienta para la evaluación e intervención con familias que enfrentan estresores no
normativos. Se toma el diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA) para
ejemplificar distintos factores del modelo, reseñar investigaciones anteriores y ofrecer una
reflexión sobre el dispositivo de acompañamiento terapéutico, dentro de este marco
conceptual.
El diagnóstico de TEA constituye para cualquier familia un evento de altísima
significación. El período previo al diagnóstico y el diagnóstico en sí, implican a la familia
en un proceso doloroso, en que difícilmente podrán pensarse sin el trastorno. Sin embargo,
las familias varían notablemente en su capacidad de adaptación aún en circunstancias tan
difíciles. ¿Qué explica que algunas familias logren adaptarse y continuar con su desarrollo
y otras no? Esta no es una pregunta nueva.
Estrés Y Adaptación Familiar: Un Modelo Para La Evaluación De Familias Que Enfrentan Eventos Vitales
No Normativos
42
En la década del 50, los trabajos de Reuben Hill procuraron comprender por qué
familias sometidas a un mismo estresor variaban en su capacidad de ajuste y recuperación.
Hill (1958) desarrolló el modelo ABC-X of family crisis, en el que establece que: A
(estresor), interactuando con B (recursos) e interactuando con C (significado atribuido al
estresor por la familia) – produce X (crisis). La idea principal es que la crisis es resultado
de una función entre los factores y no la única respuesta posible frente al estresor. Este
modelo sigue siendo la base de los modelos de estrés y afrontamiento familiar (Price, Price
y McKenry, 2010) y es el antecedente directo de los modelos Double ABC-X y Resilience
Model of Stress, Adjustment and Adaptation desarrollados por el equipo de Hamilton
McCubbin (Weber, 2011).
Al analizar la situación de una familia con un miembro con TEA, debemos
comprender la naturaleza de ese estresor junto a las otras demandas que simultáneamente
debe afrontar la familia o que podrían asociarse al trastorno diagnosticado. Un evento
estresor por definición, tiene el potencial de elevar el nivel familiar de estrés, pero no todos
los estresores son iguales. Boss (2002) propone clasificarlos según su fuente (internos o
externos), duración (crónicos o agudos), densidad (aislados o acumulativos) y tipo
(voluntarios o involuntarios, normativos o no normativos, ambiguos o definidos).
El diagnóstico de TEA, podría clasificarse como un estresor interno a la familia, de
carácter crónico, involuntario y no normativo (es decir, fuera de las expectativas asociadas
al curso vital). El carácter de ambiguo o definido es otro modo de clasificar a los estresores.
Boss (2002) llama “pérdida o adquisición ambigua” a las situaciones en las que existe
ambigüedad respecto a la presencia o ausencia de un miembro de la familia. La autora
señala dos tipos ambigüedad que se genera cuando una persona está físicamente ausente
pero psicológica o emocionalmente presente, o cuando una persona está físicamente
presente pero psicológica o emocionalmente ausente. Para Boss, (1992, 2002) el carácter de
ambigüedad reviste a las situaciones de mayor estrés. En este sentido, es importante
considerar el proceso que transcurre antes de que se arribe al diagnóstico de TEA, como un
tiempo en que será especialmente complicado para la familia poner en marcha mecanismos
de afrontamiento.
Estrés Y Adaptación Familiar: Un Modelo Para La Evaluación De Familias Que Enfrentan Eventos Vitales
No Normativos
43
McCubbin y sus colaboradores (Lavee, McCubbin y Olson, 1987; McCubbin et al.,
1980) insistieron en que las familias difícilmente deben manejar un único estresor y que es
la acumulación de eventos estresores más que la naturaleza de un estresor asilado lo que
determina el nivel de estrés familiar. Los autores sostienen que si un excesivo número de
tensiones afecta a la familia en un corto período de tiempo, aumenta la probabilidad de una
declinación en el funcionamiento familiar, con correlatos negativos en los miembros
individuales. El diagnóstico de TEA coexistirá, por lo menos, con otros estresores
asociados al curso vital de la familia y la existencia de estresores diarios. Helms, Walls y
Demo (2010) definen los estresores diarios como aquellos eventos relativamente menores,
previsibles e imprevisibles (limpieza y orden de la casa, cuidado de los niños, cuentas a
pagar, etc.), que pueden ser determinantes más importantes del estrés familiar que los
estresores mayores y tienen un efecto inmediato y directo en el bienestar de las personas
(Almeida, 2005).
Según los modelos de estrés y adaptación familiar, los estresores generarán distintos
niveles de impacto en la familia en función de los recursos que la misma posea y del
significado familiar que se le otorgue tanto a los estresores como a los recursos.
Lavee, McCubbin y Patterson (1985) definieron los recursos como rasgos,
características o habilidades de los miembros de la familia, del sistema familiar y de la
comunidad que pueden ser utilizados para enfrentar las demandas que genera el estresor.
Los recursos personales incluyen la inteligencia, educación, recursos financieros, salud
física y rasgos psicológicos de extroversión, alta autoestima y seguridad en uno mismo
(Hernández, 1997). La cohesión, adaptabilidad y comunicación familiar, han recibido la
mayor atención de los investigadores en tanto recursos del sistema familiar (Lavee y Olson,
1991; Musitu y Cava, 2001). Los recursos comunitarios refieren a las capacidades de
personas o instituciones hacia las cuales las familias pueden dirigirse para obtener
información, apoyo emocional o instrumental. Según Palomar y Cienfuegos (2007), las
personas o instituciones capaces de brindar ayuda se conocen como redes sociales y es a
través de ellas que la familia recibe los recursos psicológicos y materiales que necesita. El
apoyo social es positivo sólo si es dado en la dirección, cantidad, calidad y momento en el
Estrés Y Adaptación Familiar: Un Modelo Para La Evaluación De Familias Que Enfrentan Eventos Vitales
No Normativos
44
que el sujeto lo requiere (Palomar y Cienfuegos, 2007). Gracia, Herrero y Musitu (2002)
plantean que las características de los estresores son uno de los determinantes del apoyo
social. Según los autores, la visibilidad de los estresores y su carácter de crónico o agudo
son aspectos relevantes ya que es bastante poco probable que estresores escasamente
visibles generen conductas espontáneas de apoyo. Además, los estresores crónicos, como
un TEA, representan problemas a largo plazo que implican la movilización continua de la
red que puede desgastarse o volverse menos eficaz en tanto las personas avanzan en el ciclo
vital y enfrentan nuevos desafíos asociados al trastorno. La estigmatización de
determinados sucesos estresantes puede explicar también, la reducción del apoyo social
disponible (Gracia et al, 2002).
El significado atribuido a los estresores incluye componentes como el valor que el
hecho tiene para la familia, el grado de controlabilidad del mismo y la magnitud del cambio
que implica (Hernández, 1997). Las definiciones pueden generar una visión de los
estresores como desafío y oportunidad de crecimiento o como amenaza inmanejable. Boss
(1992, 2002) destaca el valor de los significados sobre los recursos y plantea que las
familias no utilizarán ni desarrollarán sus recursos si no tienen la percepción de que esas
acciones marcarán una diferencia. En relación al significado, Antonovsky denominó
“sentido de coherencia” a la orientación global sobre las circunstancias familiares, que
supone un sentimiento de confianza duradero, dinámico y generalizado sobre el carácter
estructurado, predecible y explicable de los estresores en el curso de la vida, la capacidad
de las personas para encontrar y manejar los recursos necesarios y el valor de tales
demandas en tanto desafíos en los que vale la pena invertir tiempo y compromiso
(Antonovsky y Sourani, 1988).
El modelo Double ABC-X incluye los procesos de afrontamiento familiares. El
afrontamiento interactúa con los significados y los recursos y refiere a los esfuerzos
concretos, exitosos o no, que las familias realizan para manejar los estresores (Price et al.,
2010). El afrontamiento familiar se ha conceptualizado en términos de respuesta de acción
directa, respuesta intrapsíquica, o control de las emociones generadas. Estas respuestas
pueden ser utilizadas aisladamente, consecutivamente o en variadas combinaciones y se van
Estrés Y Adaptación Familiar: Un Modelo Para La Evaluación De Familias Que Enfrentan Eventos Vitales
No Normativos
45
modificando con el tiempo en función de los estresores y de los momentos vitales
(McCubbin et al., 1980; Price et al., 2010).
La particular interacción de los factores antes mencionados explicará los distintos
niveles de adaptación familiar. Una buena adaptación, se caracteriza por: a) buena salud
física y emocional de sus miembros, b) estímulo y promoción del desarrollo individual, c)
óptimo funcionamiento del rol de cada uno, d) mantenimiento de una unidad familiar que
pueda cumplir con sus tareas de desarrollo, e) mantenimiento de la integridad familiar y de
un sentido de control sobre la influencia ambiental. Una mala adaptación, por el contrario,
se caracteriza por un desequilibrio constante en el funcionamiento familiar, por el
mantenimiento del equilibrio a costa del deterioro de la salud o del desarrollo de los
miembros, o por el deterioro de la integridad, autonomía o habilidad familiar para cumplir
con las tareas del desarrollo (Hernández, 1997; Lavee et al., 1985).
Los investigadores de los grupos de McCubbin y Olson desarrollaron instrumentos
de evaluación para prácticamente todos los factores del modelo doble ABC-X4. Este
desarrollo instrumental ha permitido la realización de numerosas investigaciones que
arrojan luz sobre procesos de adaptación más o menos exitosos de las familias en distintas
circunstancias. En relación al diagnóstico de TEA se encuentran las investigaciones
realizadas por Bayat (2007), Dabrowska y Pisula (2010), Greeff y van der Walt (2010),
Kapp y Brown (2011), Manning y Wainwright (2011), y Pozo, Sarriá y Méndez (2006).
Estas investigaciones dan apoyo empírico al modelo teórico presentado. Los
resultados muestran que las familias con un miembro con TEA reportan altos niveles de
estrés. Asimismo, las investigaciones han identificado recursos, significados y estrategias
de afrontamiento que explican buenos niveles de adaptación familiar. Algunas de las
variables identificadas refieren a aspectos del funcionamiento familiar como la cohesión,
4
Family Inventory of Life Events and Changes (McCubbin, Patterson, & Wilson, 1981); Family Strengths (Olson, Larsen, &
McCubbin, 1985); The Family Hardiness Index (McCubbin, McCubbin, & Thompson, 1987); Family Adaptation and
Cohesion Evaluation Scales (FACES) (Olson, Portner, & Lavee, 1985); Family Problem-Solving Communication Index
(McCubbin, McCubbin, & Thompson, 1987); Family Crisis-Oriented Coping Evaluation Scales (McCubbin, Larsen, & Olson,
1983); Family’s Sense of Coherence Index (FSOC) (Antonovsky & Sourani, 1988); Family Satisfaction (Olson, Wilson, &
Wilson, 1985); Family Index of Resiliency and Adaptation (FIRA-G) (McCubbin & Thompson, 1991). El lector puede
encontrar una lista completa de estos y otros instrumentos de evaluación familiar en Fischer y Corcoran (2007).
Estrés Y Adaptación Familiar: Un Modelo Para La Evaluación De Familias Que Enfrentan Eventos Vitales
No Normativos
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comunicación abierta, establecimiento de rutinas familiares y creencias compartidas;
espiritualidad y visión positiva de la vida; fuerte apoyo social y buenas condiciones
socioeconómicas. Las familias que logran mejores niveles de adaptación dan cuenta de
mayor uso y variedad de estrategias de afrontamiento.
El acompañante terapéutico, como integrante del equipo profesional que trabaja con
la familia, constituye parte de los recursos institucionales o comunitarios que serán de
fundamental importancia para apoyar a estas familias. Podemos comprender, sin embargo,
que la existencia en sí del recurso no asegura su utilización en el despliegue de estrategias
de afrontamiento adecuadas a la situación. Los significados que la familia ha construido y
continuará co-construyendo con otros, serán determinantes en cuanto a la posibilidad de un
trabajo conjunto familia-equipo terapéutico, que genere las mejores condiciones para la
adaptación de la familia.
NOTAS:
1- Magíster en Psicología Clínica orientación Familiar Sistémica, Universidad Católica del
Uruguay
REFERENCIAS:
Almeida, D. (2005). Resilience and vulnerability to daily stressors assessed via diary
methods. Current Directions in Psychological Science, 14(2), 64-68.
Antonovsky, A. y Sourani, T. (1988). Family sense of coherence and family adaptation. En
P. Boss (2003) (Ed.), Family stress. Classic and contemporary readings, (pp. 3-18).
California: Sage.
Bayat, M. (2007). Evidence of resilience in families of children with autism. Journal of
Intellectual Disability Research, 51(9), 702-714.
Boss, P. (1992). Primacy of perception in family stress theory and measurement. Journal of
Family Psychology, 6(2), 113-119.
Boss, P. (2002). Family stress management. A contextual approach (2a ed.). California:
Sage.
Estrés Y Adaptación Familiar: Un Modelo Para La Evaluación De Familias Que Enfrentan Eventos Vitales
No Normativos
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Dabrowska, A. y Pisula, E. (2010). Parenting stress and coping styles in mothers and
fathers of pre-school children with autism and Down syndrome. Journal of Intellectual
Disability Research, 54(3), 266-280.
Fischer, J., y Corcoran, K. (2007). Measures for clinical practice and research.
Sourcebook. Couples, families and children (4a ed.). Oxford: Oxford University Press.
Gracia, E., Herrero, J., y Musitu, G. (2002). Evaluación de recursos y estresores
psicosociales en la comunidad. Madrid: Síntesis.
Greeff, A. y van der Walt, K. (2010). Resilience in Families with an Autistic Child.
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49
NOVAS DEMANDAS DA CLÍNICA: ACOMPANHAMENTO
TERAPÊUTICO COM IDOSOS, ONG- GER-AÇÕES, SÃO PAULO,
BRASIL
Katia Cherix¹
RESUMO
Com o aumento da expectativa de vida, o processo de envelhecimento passa a ser alvo de
grande interesse. Novos dispositivos se fazem necessários para lidar com novas demandas.
Diante da perda de independência, idosos e seus familiares buscam cuidado. Como oferecer
cuidado sem tirar o idoso do lugar de sujeito? Através de exemplos clínicos, esta
apresentação partilha experiências de Acompanhamento Terapêutico (AT) com Idosos em
diferentes contextos e discute temas que aparecem na escuta desta clínica. Ao envelhecer,
não deixamos de ser quem somos, porém vivenciamos um grande numero de perdas reais e
simbólicas em pouco tempo, exigindo assim, um importante trabalho de luto. A Psicanalise
nos oferece ferramentas teóricas para pensar no envelhecimento não só como um fenômeno
complexo e interdisciplinar (biopsicossocial) mas também como uma etapa da vida onde os
conflitos são tão intensos que a coesão do aparelho psíquico é colocada à prova. Em 2012, a
ONG Ger-Ações, lança o livro “Travessias do Tempo: Acompanhamento Terapêutico de
idosos”, primeiro livro de Acompanhamento terapêutico e envelhecimento lançado no
Brasil. O núcleo de AT da Ger-ações estuda questões ligadas às demandas e manejos no AT
de idosos além de capacitação de cuidadores de idosos e profissionais da área do
envelhecimento.
Palavras-chave: Envelhecimento; idosos; Acompanhamento Terapêutico; Psicopatologias;
Psicanalise.
Envelhecimento e contemporaneidade
Com o aumento da expectativa de vida, a reflexão sobre o cuidado dos idosos é
essencial. O Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), em pesquisa de 2008,
aponta mudanças na estrutura etária da população brasileira. Em 2000, para cada pessoa
com 65 anos ou mais, aproximadamente 12 estavam na faixa etária chamada de
potencialmente ativa. Em 2050, para cada pessoa com 65 anos ou mais, menos de 3 estarão
na faixa etária potencialmente ativa. Os avanços da medicina e as melhorias nas condições
de vida repercutem elevando a idade média que chegará ao patamar de 81 anos em 2050.
Para famílias, comunidades e cidades há, igualmente, a necessidade de se adaptar a
essas mudanças; com a conquista de uma vida mais longa é necessário encontrar meios para
Novas Demandas da Clínica: Acompanhamento Terapêutico com Idosos, Ong- Ger-Ações, São Paulo, Brasil
50
que os anos continuem a serem significativos, com qualidade de vida. Viver por mais
tempo, muitas vezes, implica em viver sob os cuidados de alguém. Dados da ABRAZ
(Associação Brasileira de Alzheimer) mostram que no mundo existem 35 milhões de
pessoas com Alzheimer, no Brasil a estimativa é de um milhão de pessoas.
O envelhecimento é um processo complexo que vem sendo estudado de forma
interdisciplinar. Fatores biológicos, psicológicos, familiares, sociais e culturais influenciam
o modo de se envelhecer. Para Brandão (2009), a identidade é construída em um processo
entre o lugar da onde se vem (genética, família, cultura) e os grupos de destinos para onde
se vai durante a vida e onde se viverá a velhice. A maneira como se vive e como se
envelhece dependeria de múltiplos fatores como a genética, as experiências vividas,
escolhas e como tudo é articulado subjetivamente e em constante diálogo com o olhar do
outro.
Do ponto de vista biomédico, o processo de envelhecimento se caracteriza por
perdas das funções e declínio das performances. Do ponto de vista social, o velho perde seu
papel como provedor e autoridade na família, perde reconhecimento social por não estar
mais inserido no mercado de trabalho e diminuir sua capacidade de consumo. Para a
Psicologia, esta etapa da vida demanda cuidado, pois além de fragilizado fisicamente e
desamparado socialmente, o idoso defronta-se com limitações reais e simbólicas que
demandam energia para um intenso trabalho de elaboração de lutos e perdas.
Envelhecimento e Psicanálise
Psicanalistas também têm usado seu referencial teórico para iluminar este
fenômeno. A maneira como se envelhece teria uma ligação com a maneira como se
estruturou a psique e como se estabeleceu a psicodinâmica do sujeito e sua relação com o
mundo desde as experiências mais primitivas. No final da vida, o sujeito se vê diante de
lutos importantes tanto simbólicos (aposentadoria, mudanças no corpo) quanto reais (morte
de familiares e amigos). Para Birman (1995), a questão da velhice está começando a
receber certa visibilidade social, mas falta o reconhecimento simbólico. Uma sociedade que
cultua a juventude e os valores ligados à aparência e ao poder econômico, tende a excluir
aqueles que fazem lembrar as limitações. No imaginário social, o idoso é visto como pouco
Novas Demandas da Clínica: Acompanhamento Terapêutico com Idosos, Ong- Ger-Ações, São Paulo, Brasil
51
ativo e tendo pouco a oferecer, estaria esperando a chegada da morte. Sem reconhecimento
social, só o passado lhe pertence, o presente e o futuro não. Sem um investimento da
cultura, o velho corre o risco de identificar-se com o vazio.
Messy (2007), psicanalista francês com longo percurso no estudo do
envelhecimento, mostra que no final da vida pode existir uma tendência de se retirar as
emanações da libido dos objetos de amor e voltar sobre o Eu a energia libidinal. Esta
diminuição quantitativa favorece uma regressão a estados pré-genitais, um retorno ao
narcisismo primário. Segundo o autor, do mesmo modo que o sujeito passou pela fase do
espelho quando reconheceu-se numa imagem, o que permitiu que ele integrasse as partes do
seu Eu, o adulto passa pela fase do “Espelho Quebrado”. Ou seja, ao ver uma imagem que
não reconhece no espelho, antecipa o desregramento do Eu, a ideia de perda do controle de
sua unidade corporal e da própria morte. O que vê à sua frente e no futuro não é mais a
possibilidade de ser algo melhor, de se chegar numa imagem de completude como o Ideal
de Eu, e sim um “Eu Feiúra” refletido no espelho e no olhar do outro. Esta experiência seria
extremamente violenta, pois quebraria a relação do Eu com as antigas imagens que o
constituíram.
Ferrey & Le Gouès (2008), também trazem um olhar interessante para o fenômeno
do envelhecimento. Para eles, o jogo entre as forças destrutivas (Pulsão de Morte) e do
narcisismo (Pulsão de Vida), se intensificam no envelhecimento. O Eu procura uma nova
posição em que poderia ser amado, em conformidade com as exigências do mundo externo.
No envelhecimento, as possibilidades sociais de investimento em novos objetos diminuem
e o circuito de troca de energia libidinal que alimenta o narcisismo se vê empobrecido. Por
isso que, ao sentirem-se desinvestidos pelo ambiente, alguns idosos podem voltar para si a
energia que lhes resta como indicado acima por Messy. A qualidade do investimento
libidinal em novos objetos é afetada pela história psíquica do sujeito e pelas oportunidades
que o ambiente oferece para trocas afetivas. As trocas podem ajudar a melhorar a
circulação da libido do sujeito, além de permitirem que ele se imagine no futuro como um
sujeito inteiro, capaz de manter projetos de vida ao invés de paralisar-se frente à
possibilidade de um esfacelamento psíquico anunciado pelo “Espelho Quebrado”.
Novas Demandas da Clínica: Acompanhamento Terapêutico com Idosos, Ong- Ger-Ações, São Paulo, Brasil
52
Podemos pensar que no envelhecimento acontece um desencontro entre o
inconsciente atemporal e o corpo temporal. Diante de um futuro desconhecido e da morte, o
sujeito é convocado a redesenhar sua história, imagem e identidade. Frente ao limite
colocado pela finitude, pelo tempo e pela decadência do corpo físico o sujeito se reavalia
diante de seus ideais. A “envelhescência” seria o encontro com esse limite e poderia
acontecer em qualquer momento da vida. Depois da aceitação deste limite seria possível se
ver como sujeito digno e aproveitar a vida neste novo relacionamento com o futuro e os
ideais (BERLINK; 2008, p.197).
É possível fazer este trabalho de re-avaliação na velhice e construir novos projetos
de vida levando em conta possibilidades e limitações se o Eu tiver uma estrutura sólida e o
ambiente oferecer objetos de investimento. Por outro lado, se as mudanças impostas pela
realidade não conseguirem ser elaboradas, pode acontecer uma regressão e surgimento de
psicopatologias no envelhecimento.
Para Peruchon (1992), psicopatologias no envelhecimento poderiam ser afetadas
pela defusão da Pulsão de Morte. A meta da Pulsão de Morte é romper relações e vínculos.
Em certas patologias, como as demências, a desconstrução progressiva do aparelho
psíquico pode chegar a uma desertificação mental. Além de cortar as ligações com os
objetos, o trabalho da Pulsão de Morte também diminui as ligações dentro do próprio
aparelho psíquico, dificultando a simbolização e representação. O sujeito passa a não
conseguir mais se comunicar ou pensar. A realidade passa a não fazer mais entendida pois
as novas percepções não conseguem ser ligadas com representações de experiências
anteriores. Sem entender o presente, o sujeito se desliga desse e passa a catexizar as
lembranças do passado afim de preservar o sentimento de identidade abalado pelas perdas.
A repetição das lembranças seria uma última forma de organização para sobreviver em um
tempo suspenso. Seria possível supor que a psique demente volta a um estado primitivo
com um antigo modo de satisfação e uma defesa precoce, a alucinação. Sem possibilidade
de elaboração secundária (realidade, separação interior/exterior, sem referências tempoespaciais, sem um campo simbólico e representações verbais e de imagem) o desejo toma a
via compensatória da percepção alucinatória do objeto (como a criança que alucina o seio).
Novas Demandas da Clínica: Acompanhamento Terapêutico com Idosos, Ong- Ger-Ações, São Paulo, Brasil
53
O investimento no sistema perceptivo é retirado e a fantasia do desejo assume o sistema de
percepção.
Fica claro que maneira como se envelhece tem uma ligação com a forma como se
estruturou a psique e como se estabeleceu a psicodinâmica do sujeito e sua relação com o
mundo desde as experiências mais primitivas. Diante da intensidade das perdas, a coesão
do aparelho psíquico é colocada à prova e o relacionamento com os antigos e os novos
objetos pode ser essencial na definição do destino do processo de envelhecimento.
Demandas e manejos no AT com idosos
Diante deste novo contexto, o AT, dispositivo clínico que surgiu nos anos 70 em
meio à reforma psiquiátrica, vem sendo cada vez mais usado para acompanhamento de
idosos. Na minha experiência, são os familiares que buscam os ATs para melhorar a
qualidade de vida de idosos que estão com depressão, câncer ou Alzheimer.
O at começa oferecendo escuta ao idoso e à família para entender os motivos dos
conflitos e as fontes de angustia. Em alguns casos, as visitas e a escuta fazem efeito grande
no idoso que passa a poder falar de assuntos do passado, ligando aos poucos com eventos
do presente e fazendo projetos de futuro. Muitos idosos sentem-se carentes de ter alguém
com quem possam conversar sobre a história da família, mágoas, assuntos não resolvidos e
temas considerados “tabus” como sexualidade, relacionamentos afetivos, medos e a morte.
O diálogo e escuta da família também são importantes para melhora do convívio
familiar. Com a presença da at, a família sente que o idoso está recebendo atenção e passa a
entender e acolher os comportamentos do idoso de outra forma. Durante essas conversas, o
at cria espaço para que o idoso possa manter autonomia e sua condição de sujeito apesar de
limitações físicas e mentais que possam aparecer como conseqüência do envelhecimento ou
de patologias.
Alguns idosos encontram-se isolados, com patologias sérias. Era o caso de Iris a
única pessoa que permitia que entrasse no quarto era a at. Em outros casos, idosos mostram
desejo de retomar algum projeto do passado ou de expandir seus espaços de convivência
social, como o caso de Mirian, que optou por fazer aulas de francês durante os ATs e visitar
diferentes cafés da cidade.
Novas Demandas da Clínica: Acompanhamento Terapêutico com Idosos, Ong- Ger-Ações, São Paulo, Brasil
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O at também pode ser chamado para atender idosos que não têm parentes próximos
e necessitam de alguém que possa oferecer, além de escuta e continência para angustias,
uma gestão domiciliar. É o caso de Nadia e Domênico. Ela com transtorno bipolar e ele
com câncer, moravam sozinhos e tinham pouca convivência com outras pessoas até a
chegada da at. A partir do estabelecimento de vinculo de confiança foi possível organizar
uma equipe para melhor ampará-los com médico psiquiatra e cuidadoras.
Nestes casos, o at pode ficar “gerenciando” a equipe e a rotina da casa. O contato
com as cuidadoras é ponto importante do trabalho do at de idosos. Também necessitam de
escuta e acolhimento para poderem elaborar os modelos que tem de cuidado e aprenderem a
oferecer um espaço de cuidado que respeite as vontades e opiniões do idoso. São comuns
dificuldades de relacionamento, já que o contato das profissionais com o idoso é muito
íntimo e pode desencadear lembranças primitivas.
Outro tema presente no acompanhamento de idosos é o das Instituições de Longa
Permanência para Idosos (ILPIs). O at precisa, muitas vezes, avaliar o momento de fazer a
internação de um idoso. Foi o caso de Norma. Diante do diagnóstico de Alzheimer e da
crescente dependência de Norma, a família trouxe-a para morar com eles. A empregada da
família passou a ajudá-la com higiene porém Norma sentia-se muito desamparada e
deprimida. Os cuidados em casa não foram suficientes e chegou o momento da internação.
Núcleo de AT Ger-ações
Para o núcleo de AT do Ger-ações não há uma especificidade do AT de idosos. A
escuta psicanalítica é a mesma que com os outros pacientes porém alguns temas se fazem
mais presentes como perdas, lutos, autonomia, solidão e finitude. Em “Demências” (2006),
Goldfarb trabalha com a hipótese psicogênica para o surgimento das demências. O idoso
passaria por uma angustia muito forte ao sentir-se desamparado diante de uma possível
situação de dependência e medo da morte. A fragilidade física e o desamparo frente à
dependência do outro fariam o idoso reviver angústias infantis.
Assim, oferecer escuta e amparo para questões do envelhecimento seria uma forma
de prevenir o agravamento de patologias que viessem a isolar o sujeito e trazer uma “morte
em vida”. No meu mestrado (Cherix,2013), tive experiência de entrevistar idosos em um
Novas Demandas da Clínica: Acompanhamento Terapêutico com Idosos, Ong- Ger-Ações, São Paulo, Brasil
55
Centro de convivência5. Neste contato, pude perceber que além de atividades físicas e
oficinas de artesanato, idosos buscam um outro com quem possam trocar. Buscam
companhia na sua jornada. O Estatuto do Idoso (2003) coloca que é dever da família cuidar
do idoso. Na prática, isso não é possível então novas formas clínicas e coletivas de cuidado
precisam ser criadas para dar conta desta demanda.
NOTAS
1- Psicóloga, pertence a ONG GER-AÇOES
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CHERIX, K. (2013) Dando voz aos idosos: expectativas a respeito da rede do SUAS,
Novas edições acadêmicas, Saarsbruken, Deutschland
FERREY, Gilbert; LE GOUES, Gerard. Psychopathologie du sujet âgé. Issy-lesMoulineaux: Elsevier-Masson, 2008.
GOLDFARB, D. Demências. São Paulo: Casa do Psicólogo, 2006
5
As entrevistas foram feitas em dispositivos da rede do Sistema Único de Assistência Social (SUAS) que
ofereciam atividades para idosos.
Novas Demandas da Clínica: Acompanhamento Terapêutico com Idosos, Ong- Ger-Ações, São Paulo, Brasil
56
IBGE Uma abordagem demográfica para estimar o padrão histórico e os níveis de
subenumeração de pessoas nos censos demográficos e contagens da população,
Pesquisa
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2008,
disponível
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em:
Novas Demandas da Clínica: Acompanhamento Terapêutico com Idosos, Ong- Ger-Ações, São Paulo, Brasil
57
EL AT Y LA INTERDISCIPLINA COMO SOPORTE A LA NO
INTERNACION PSIQUIATRICA
Marcela Sánchez Arheli Bueno
RESUMEN
Todos sabemos la importancia y el impacto del trabajo interdisciplinario; en este rubro
habalremos del AT ( Acompañamiento Terapéutico)mostrando los efectos del dispositivo
en el tratamiento de un paciente con Esquizofrenia Paranoide, caso que venimos abordando
desde hace cinco meses resaltando las interacciones sociales y vinculares en la familia para
la no internación del paciente.
Palabras-clave: Acompañamiento Terapéutico, Esquizofrenia, interdisciplina
Todos sabemos la importancia y el impacto del trabajo interdisciplinario; en este
rubro habalremos del AT ( Acompañamiento terapéutico)mostrando los efectos del
dispositivo en el tratamiento de un paciente con Esquizofrenia Paranoide, caso que venimos
abordando desde hace cinco meses resaltando las interacciones sociales y vinculares en la
familia para la no internación del paciente.
La Unidad de Atención Psicoanalítica e Interdisciplinaria (UAPI) se forma para dar
respuesta a las demandas que surgen de los diversos casos con padecimientos de orden
emocional, ya sean graves o agudos, presentados dentro de las diferentes facultades de la
Universidad Autónoma de Querétaro en México.
Por tal motivo se reúne un grupo de profesionales para realizar y comentar acerca de
un posible tratamiento en la Unidad de Atención Psicoanalítica e Interdisciplinaria (UAPI);
institución que ofrece atención integral para contingencias emocionales e intervención en
casos agudos o urgentes para la comunidad universitaria (estudiantes, docentes,
administrativos y sus familias).
La razón de la consulta y derivación a esta unidad de servicios, se dio por el proceso
de selección que se llevó a cabo para el ingreso de una alumna a un posgrado en la Facultad
de Química, siendo requisito la entrevista y evaluación psicométrica; ella refirió que tenía
problemas en su entorno familiar con respecto a las actitudes que estaba presentado un
El At y la Interdisciplina como Soporte a la no Internacion Psiquiatrica
58
miembro de su familia, comentó que tiene un hermano que es agresivo y pasa la mayor
parte del tiempo aislado en casa; en la entrevista se puso énfasis en buscar atención para su
hermano por ser una problemática que influye en su entorno familiar y emocional, sobre
todo para su desarrollo académico; se le informó de la existencia de la unidad de atención
(UAPI) para atender a su hermano, proporcionándole la dirección y teléfono.
Posteriormente acudieron a la institución madre e hija para solicitar atención y una
cita para su hermano, a quien llamaremos Alejandro de 21 años de edad, con escolaridad
trunca de preparatoria; el motivo de consulta hecho por la madre fue:
“Está psicotizado, últimamente realiza cosas muy extrañas, se aísla, se siente muy
inseguro en casa, dice que siente que alguien quiere hacerle daño a él y a nosotros;
estos posibles ataques se los atañe a nuestros vecinos, quienes según él, pasan
gritándoles cosas para molestarlo. Últimamente ha estado muy agresivo, no habla
con nadie y evita salir a la calle. No sé, creo que todo esto empezó desde que estaba
en la secundaria, donde hubo un incidente con sus compañeros; en una ocasión
tuvieron una reunión, estuvieron bebiendo mucho, le tomaron una fotos que subieron
a las redes sociales y cuando las vio se sintió muy mal, era algo que no se esperaba,
y desde ese momento empezó a cambiar, desconfiaba de todo mundo”
Así eran las palabras que utilizaban los familiares de Alejandro para describirlo; ante
la mirada social una situación alarmante, pero cuando comenzamos a trabajar el caso, nos
enfrentamos a una historia llena de matices que fueron dando estructura a esta historia.
Se dio respuesta a partir de dicha demanda y se orienta a una intervención interdisciplinaria
con los miembros del equipo.
El equipo interdisciplinario planteó una estrategia para tratamiento, asignando a
cada uno, un miembro de la familia para intervenir ante la situación de la demanda.
Asimismo se propuso una primera entrevista con la familia con el objetivo de hacer un
vínculo y poder llevar un trabajo conjunto.
Esta forma de intervención pretende unirse desde sus diferentes puntos en la
práctica de cada especialista; abriendo la posibilidad de involucrar sus conocimientos
El At y la Interdisciplina como Soporte a la no Internacion Psiquiatrica
59
(médico psiquiatra, psicólogos y acompañantes terapéuticos) en función de la no
internación y establecer estrategias de trabajo.
En reunión del equipo tratante con la familia, se explica la manera de trabajo de
cada uno de los ahí presentes, se habló de las responsabilidades de internación dentro de un
psiquiátrico como la medicación, y las visitas frecuentes por parte de los familiares para no
abandonarlo dentro de la institución. Se dejó en claro que el paciente presenta un
padecimiento subjetivo grave y por ello es necesario que la familia colabore continuamente
y no sólo mientras se restablece emocionalmente.
El psiquiatra a cargo de la medicación presente durante la reunión hizo algunas
puntualizaciones respecto al tratamiento para una internación en casa, con la indicación de
que Alejandro no debía estar solo, por el contrario, siempre debe permanecer acompañado
por alguien mientras se da una estabilización y cuidando la administración del
medicamento de acuerdo a la prescripción y con la finalidad de disminuir la conducta
agresiva.
Con ello, se considero poner en marcha el dispositivo de acompañamiento
terapéutico lo antes posible, así que se llego a la conclusión que se comenzaría de
inmediato.
La intervención con la familia y el acompañante terapéutico.
El acompañamiento de Alejandro no se pudo iniciar como se tenía planeado, ya que
la madre se comunicó para decir que no podía recibirme en su casa. En este contexto se le
llamó nuevamente para proponerle que se realizara el acompañamiento el día siguiente, a lo
cual respondió que Alejandro se puso agresivo y lo llevaron a CESAM (Centro de Atención
en Salud Mental), institución de gobierno. El diagnóstico del médico fue esquizofrenia
paranoide por lo que, le dieron medicamentos para preparar su traslado al Distrito Federal e
ingreso al Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez.
El traslado no se realizo, ante ello el equipo sugirió algunas posibilidades a la
familia: Uno, seguir las indicaciones del CESAM e internarlo, o dar oportunidad a la UAPI
de intervenir al día siguiente y poder dar apertura para que el equipo interdisciplinario lleve
el tratamiento de Alejandro.
El At y la Interdisciplina como Soporte a la no Internacion Psiquiatrica
60
El encuentro con el otro
La casa lucía totalmente olvidada, sus rincones escondían una infinidad de escenas
de descuido, nadie quería estar ahí, habitar ese sitio; en el ambiente reinaba incredulidad
ante las posibilidades que se abrían con mi llegada, pero todos mostraban mucha atención
ante lo que estaba aconteciendo, ante ello en mi corrían diversos cuestionamientos, entre
ellos, ¿Cómo sostener cercanía con alguien a quien se le ha quitado su sitio, que se
encuentra ausente y anestesiado por el medicamento?
Mi llegada fue un poco desconcertante para él, me recibió en su cuarto, su cuerpo,
aun estaba ausente de la realidad, apenas si podía mantener los ojos abiertos, su habitación
era un túnel obscuro, que brillaba de vez en vez dejando ver movimientos en las paredes, de
colores verdes, morados, cafés y negros, los cuales mostraban una necesidad de decir, de
pensar, de ser escuchado.
Nuestro encuentro fue fugaz, un intercambio de miradas y palabras simples, ¿Cómo
estas?, ¿Cómo te sientes?, Estoy aquí para acompañarte…
¿Por qué tener que meter el cuerpo en una situación así?, si se podría estar en la
comodidad de un consultorio, sin exposición, en un ambiente controlado, sin las
particularidades de lo que conlleva entrar a un espacio irreconocible, ajeno.
Durante el inicio de los acompañamientos mi corazón latía a mil por hora, se decía
que estaba corriendo un riesgo innecesario, me exponía al ir a la casa de una persona que ni
siquiera se reconocía, que podría actuar en cualquier momento de forma ofensiva sin medir
fuerza ni consecuencia de lo que estaba ejecutando, me relataban sin fin de casos en donde
el sujeto en un estado de desconexión total había lastimado e incluso dado muerte a las
personas que se encontraban a cargo del cuidado de su salud, se llego a cuestionarme ¿De
Quien era la trasferencia, el interés de estar ahí presente? ¿Qué hacía yo ahí si no existía
una demanda de su parte?
El interés de evitar la internación hospitalaria y poder utilizar como dispositivo de
intervención el AT y hacer que el discurso psiquiátrico fuera una parte mas del tratamiento
pero no la prínceps, fueron mas allá de mis miedos, las sesiones las inicié con temores,
pensando en que podría no saber como manejar las situaciones que se me presentaran.
El At y la Interdisciplina como Soporte a la no Internacion Psiquiatrica
61
Al llegar a su casa me ubicaba únicamente en el comedor de la sala, donde sólo salía de su
cuarto me saludaba y se metía en una habitación adjunta, permanecía ahí hasta el término
del tiempo del acompañamiento retirándose a su habitación nuevamente; fueron así varias
sesiones donde tuvimos que cargar con las angustias de la familia, para quienes desde su
mirada no se estaba observando ningún avance, se consideraba que era improductiva mi
presencia, pero he aquí la parte que estaba logrando un movimiento en Alejandro, “mi
presencia”, el estar, sin falla, sin falta a los encuentros que ya teníamos establecidos, el
que él me esperara, aunque sea para poder intercambiar un par de miradas y palabras.
Los días habían girado en torno al -no entiendo que haces aquí, de que me puede
servir que tu vengas y estés en mi casa, cuando quienes pueden ayudarme es mi familia,
sólo ellos- A partir de ese día eso había quedado atrás. El lunes después del festejo de su
cumpleaños, nos encontrábamos en el patio de sus casa y pudo por primera ves externar
todo lo que había estando viviendo, sus miedos y enojos hacia sus vecinos – me gritan
cosas todo el día, groserías, no soporto que lo hagan, sólo lo hacen para molestarme, mi
familia me dice que estoy loco, les he dicho sobre imágenes que veo en mi cabeza y que no
me gustan. Mi familia sabe algo sobre mi, sobre lo que tengo y no me lo quieren decir. Ya
te había dicho, no se que haces aquí, nadie me puede ayudar, no lo necesito yo estoy bien;
si quieres venir esta bien pero que sea una vez al mes, ya no tan seguido -. Después de un
tiempo mas de estar conversando acordamos que el acompañamiento lo dejaríamos
exclusivamente los días lunes y que podríamos comenzar a realizar algunas de las
actividades que a él le gustaran, se decidió que la próxima semana empezaríamos a dibujar.
Este fue el inicio de constantes avances, dentro de ellos podría mencionar como cruciales el
que preguntara a la mamá y hermanas cada viernes si yo iría a verlo, fue muy importante
poder tener un acuerdo con él ya que era una decisión propia y un compromiso que había
adquirido el conmigo.
Con esto podemos observar cuan importante y necesario es la formación de grupos
de trabajo interdisciplinarios para elaborar estrategias en salud mental abriendo la
posibilidad de contribuir a minimizar los efectos estigmatizados de un hospital psiquiátrico
y las consecuencias que de el se desprenden.
El At y la Interdisciplina como Soporte a la no Internacion Psiquiatrica
62
Este hecho nos demuestra la posibilidad de abrir espacios de atención integrando las
disciplinas en un contexto abierto y dinámico en sus conocimientos para sostener el
concepto de interdisciplina, abriendo opciones a tratamiento y la internación sea una opción
transitoria, posibilitando la escucha de los síntomas para dar lugar al tratamiento
psicoanalítico, evitando el aislamiento y reanudando el lazo social. Pensando la forma de
intervención con la experiencia de varios profesionales no siendo solo una sola disciplina
para el abordaje de casos agudos, integrar conocimientos y sobre todo construir formas que
ayuden para tratar la locura.
El At y la Interdisciplina como Soporte a la no Internacion Psiquiatrica
63
PROPUESTA DE UNA VIDA MEJOR, CON EQUILIBRIO MENTAL
Arian Herrera
RESUMEN
Comenzare para retomar una visión del perfil del hombre mexicano, mencionando lo que
Ramos expresa de la cultura de nuestro país, con una formación en la Universidad
Autónoma de México como Filosofo refiriendo valores de Ortega Y Gasset, para transmitir
su percepción del alma mexicana y sus valores autóctonos, así puedo mencionar como la
seguridad te puede significar como individuo, verificando la eficacia de su desarrollo como
sujetos en el poder.
Palabras-clave: Acompañamiento Terapéutico, equilibrio mental, trabajo
“La Anarquía y el pueblo mexicano”
Comenzare para retomar una visión del perfil del hombre mexicano, mencionando
lo que Ramos expresa de la cultura de nuestro país, con una formación en la Universidad
Autónoma de México como Filosofo refiriendo valores de Ortega Y Gasset, para transmitir
su percepción del alma mexicana y sus valores autóctonos, así puedo mencionar como la
seguridad te puede significar como individuo, verificando la eficacia de su desarrollo como
sujetos en el poder. Así entre más veces te digan el éxito obtenido va a generar una
conciencia de los individuos, causando así una seguridad para actuar llevando a la sociedad
a un acto irracional latente e ignorados por la misma esencia que caracteriza a los
Mexicanos. La adaptación del ser vivo genera un éxito, en situaciones específicas en que
lleva acabo sus actos y ponerse al nivel de ellas. Y en la mayoría de los casos es claro ver
que el sujeto es inferior a lo que es pedido por la sociedad y un gobierno lleno de
imposiciones que generan límites y estructuras, aun corrompiendo la integridad del
individuo para tener un espíritu más débil ante circunstancias externas. Tomando lo que
necesitas sin formar un seguimiento del capitalismo, consumismo y odio, al final todo es
parte de todo, somos iguales bajo nuestra piel seas quien seas hombre o mujer. De esta
manera puedo mostrar que siguen hilando tejidos filosóficos, donde entra la población a un
esquema reprimido, denominando nuestra forma de vida, por imposición con la posición de
elegir lo que tú seas realmente. Todos deseamos estar bien, con salud, deseando la
Propuesta de una Vida Mejor, con Equilibrio Mental
64
liberación interna, sirviéndose en la libertad que empezó con límites, esto surgirá solo si se
deja de servir al amo, no tener que arrastrarse y humillarse ante ningún hombre, por el
miedo del mañana, cuando se vive en el hoy. La pregunta es ¿porque no buscar, la salud,
libertad y bien estar, ayudándonos unos a los otros? ¿O acaso podemos asegurar nuestra
salud, libertad y bien estar, de una manera mejor luchando y matándonos unos a los otros?
¿O no existe otro camino? Tomando en cuenta que el individuo en lo particular forma parte
del Otro en la integración colectiva. Actualmente nadie puede vivir por su propio trabajo,
tiene que ser ayudado por el trabajo de los demás. Por consiguiente todo lo que tenemos
toda la riqueza, es el producto del trabajo de mucha gente, incluso de generaciones.
La ley castiga el robo, la autoridad llamada ley, la que dice que tu empresario no
roba nada de ti, porque lo hace con tu consentimiento, sea cual fuere tu trabajo sea quien
seas siempre se llega a lo mismo, se tiene que trabajar para él, no puedes impedirlo, estas
obligado, solo cabe señalar que los empresarios guardan su riqueza como su ganancia,
mientras que el trabajador consigue tan solo un salario, lo justo y suficiente como para
seguir viviendo, de modo que pueda seguir produciendo más riqueza para su empresario, se
llame Coca-Cola, Nike, la televisión, o tu propia universidad, ya sea privada o pública, el
rol de imposición á estado presente desde el comienzo de la humanidad. El genio y el
trabajo del hombre han conquistado las fuerzas de la naturaleza y han utilizado la luz y el
aire para el servicio de la humanidad. La ciencia y la invención, el trabajo y el esfuerzo
humano han producido riquezas indecibles. Los humanos hemos triunfado sobre el espacio,
y los rincones más lejanos del globo que se hayan aproximado. La pobreza y el crimen
llenan cada país. Manda quien tiene más dinero, aquí y en todo el mundo, los hombres son
presa de la enfermedad y de la locura, la guerra destruye a millones y trae a los que viven la
tiranía y la opresión.
De este modo la vida ha perdido su único significado verdadero, de gozo y de
belleza; la existencia se ha convertido en algo irracional, danzará alrededor del becerrero de
oro, como la mitología de una adoración loca del Dios Mammon. De esta manera
sacrificara todas sus cualidades más delicadas del corazón y del alma: la amabilidad y la
justicia, el honor y la virilidad, la compasión y la simpatía hacia los demás. Aunque
también la caza desesperada del dinero y no de un camino espiritual con un balance mental,
Propuesta de una Vida Mejor, con Equilibrio Mental
65
para no desencadenar, los peores rasgos del hombre, la codicia, la envidia y el odio
desencadenado por su propio contexto social, económico, ambiental, físico y emocional,
creciendo corrompido, se hace injusto, recurriendo al engaño, el robo, y el asesinato, ya sea
físico o por la palabra. Mira más cerca y considera cuántas maldades y crímenes se cometen
en todas la ciudades del mundo, en tu país, en tu lugar de nacimiento, familia y
organizaciones individuales, a causa del dinero de la propiedad y de la posesión. El mundo
está lleno de pobreza y de miseria, mira como miles de pobladores del mundo caen presos
de la enfermedad y la locura, del destino y del ultraje, del suicidio, asesinato, todo esto por
las condiciones inhumanas y embrutecedoras en las que vivimos. Aterrizando la idea la
razón por la que ves a los hombres aprovechándose unos de otros, ¿cuánto puede
beneficiarse con ello?, cuando se lo dictan sus intereses. No son los males y los crímenes
castigables por la ley lo que causan más daño en el mundo. Son los males legales y los
crímenes no castigables, justificados y protegidos por la ley y el gobierno, los que llenan la
tierra con la miseria y la necesidad, con la revuelta y el conflicto, con la lucha de las clases
sociales, la matanza y la destrucción, que comenzó siendo propia.
Los problemas del mundo hacen que surjan los rebeldes, y los rebeldes surgen por
los problemas del mundo. Pueblo quieto, pueblo esclavo, pueblo muerto. Ricardo Flores
Magón.
Quiero decir que todo el trabajo y los productos del trabajo son sociales hechos por
la sociedad como un todo. El ABC del comunismo libertario Alexander Berkman (18701936).
BIBLIOGRAFÍAS DE REFERENCIA:
Alexander Berkman – El ABC del comunismo Libertario – Ediciones Hormilla Libertaria
(2009).
EZLN – Documentos y Comunicados – Escritos por Ejercito Zapatista de Liberación
Nacional (México), Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska.
Historia de México -Enciclopedia General
Propuesta de una Vida Mejor, con Equilibrio Mental
66
Mauro Rodriguez Estrada Patricia Ramirez Buendía – Psicologia del Mexicano en el
trabajo (1996).
Samuel Ramos - El perfil del hombre y la cultura en México Ciencias y Humanidades –
Edit Colección Austral España (1934-1951).
Propuesta de una Vida Mejor, con Equilibrio Mental
67
A REFORMA PSIQUIÁTRICA E SUA INFLUÊNCIA SOBRE O A.T
Carla Rodrigues Luiz
Lívia Duarte Brunialti
Luciana Chaui-Berlinck
RESUMO
Este texto busca refletir sobre a Reforma Psiquiátrica Brasileira e o trabalho do
Acompanhamento Terapêutico na desospitalização, partindo da experiência do caso de AT
e das dificuldades encontradas nos atendimento em dois hospitais psiquiátricos com o
paciente Carlos (nome fictício). O rapaz obteve alta hospitalar, porém seus familiares
recusaram-se á retirá-lo do hospital dado o diagnóstico apresentado de déficits cognitivos
degenerativos provenientes de encefalite; esquizofrenia, epilepsia e uso de entorpecentes.
O objetivo de nosso trabalho como acompanhantes terapêuticos, na desospitalização, visava
contribuir na inclusão social e reabilitação psicossocial do paciente, identificando o nível de
autonomia e independência de Carlos, averiguando a possibilidade de convívio
independente fora do hospital, pois sua família recusava-se ofertar cuidados e acolhimento
no ambiente familiar.
Buscamos compreender o receio da família e desmistificar sua
visão com relação à patologia do paciente. Quanto ao objetivo deste texto procuramos
apresentar a precariedade da Reforma Psiquiátrica em São Paulo e como ela poderia ser
facilitadora do trabalho do AT.
Palavras-Chave: Acompanhamento Terapêutico, Reforma Psiquiátrica, desospitalização
Introdução
Este texto busca refletir sobre a Reforma Psiquiátrica Brasileira e o trabalho do
Acompanhamento Terapêutico na desospitalização, partindo da experiência do caso de AT
e das dificuldades encontradas nos atendimento em dois hospitais psiquiátricos com o
paciente Carlos (nome fictício). O rapaz obteve alta hospitalar, porém seus familiares
recusaram-se á retirá-lo do hospital dado o diagnóstico apresentado de déficits cognitivos
degenerativos provenientes de encefalite; esquizofrenia, epilepsia e uso de entorpecentes.
O
objetivo
de
nosso
trabalho
como
acompanhantes
terapêuticos,
na
desospitalização, visava contribuir na inclusão social e reabilitação psicossocial do
paciente, identificando o nível de autonomia e independência de Carlos, averiguando a
possibilidade de convívio independente fora do hospital, pois sua família recusava-se
ofertar cuidados e acolhimento no ambiente familiar.
Buscamos compreender o receio da
família e desmistificar sua visão com relação à patologia do paciente. Quanto ao objetivo
A Reforma Psiquiátrica e sua Influência Sobre o A.T
68
deste texto procuramos apresentar a precariedade da Reforma Psiquiátrica em São Paulo e
como ela poderia ser facilitadora do trabalho do AT.
1.0 Breve histórico da Reforma Psiquiátrica Brasileira
Segundo o Ministério da Saúde (2005) a Reforma Psiquiátrica no Brasil iniciou a
partir do Movimento Sanitarista que ocorreu a partir do ano de 1970, com o objetivo de
favorecer as mudanças no que tange a atenção, gestão e práticas de saúde.
As contribuições de Franco Basaglia, no que tange a Reforma Psiquiátrica Italiana,
serviram como base para a Reforma Psiquiátrica Brasileira. Este foi um movimento
identificado como o percurso para a desinstitucionalização, para o surgimento de uma
psiquiatria mais democrática e implantação de redes de psiquiatria alternativa. Neste
contexto, Antunes e Queiroz (2007) descrevem que as proposta de Franco Basaglia
envolvia a redução de leitos em hospitais psiquiátricos, bem como a construção de redes de
apoio para a comunidade, amparada por uma equipe interdisciplinar para atender as
demandas tanto de pacientes como dos seus familiares.
Com relação à Reforma Psiquiátrica Brasileira, de acordo com Fraga, Souza e Braga
(2006), o movimento foi composto por trabalhadores da saúde mental e gradativamente foi
sendo envolvido por diferentes setores sociais que demonstravam preocupações com a
forma de assistência psiquiátrica que estava sendo ofertada no Brasil. Ainda segundo as
autoras as discussões iniciais deste movimento visavam explicitar as situações degradantes
encontradas tanto nos asilos quanto nos hospitais psiquiátricos.
É por intermédio do projeto de Lei Paulo Delgado e a consequente promulgação da
Lei 10.216 (lei da Reforma Psiquiátrica), que surgem modificações significativas, pois esta
Lei objetiva a assistência em saúde mental, beneficiando o tratamento em serviços de base
comunitária, dispondo da proteção e dos direitos dos indivíduos que portam transtornos
mentais. Ainda, a publicação desta lei, impõe um impulso no processo da reforma
psiquiátrica no Brasil, conseguindo aprovar em grande parte do território nacional, a
substituição dos leitos psiquiátricos por uma rede de atenção a saúde mental. (Mello, 2007)
Dentre as alternativas de apoio, segundo Mello (2007), surge o CAPS (Centro de
Atenção Psicossocial) com a função de conceder atendimento clínico, a fim de evitar as
internações em hospitais psiquiátricos, promovendo a inserção dos indivíduos com
A Reforma Psiquiátrica e sua Influência Sobre o A.T
69
transtornos mentais na sociedade, dando suporte por meio das portas de entrada de
assistência em saúde mental na rede básica de saúde, organizando a rede de atenção á esses
indivíduos nos municípios.
Ainda de acordo com a Reforma Psiquiátrica, surge outra medida preventiva e
assistencial, que segundo Chaui-Berlinck (2012), refere-se ao Acompanhamento
Terapêutico na perspectiva de:
“...uma alternativa à internação, como mais um recurso no tratamento
psíquico, e acontece numa época, que traz em seu bojo toda uma demanda
de transformação em relação à figura do doente mental”. (Chaui-Berlinck,
2012, p. 23).
Ainda de acordo com a autora, a reforma psiquiátrica brasileira abordava as
questões de cidadania, e com relação à saúde mental visava à organização do projeto das
pessoas tidas como “loucas” o reconhecimento de sujeitos de vontade e de razão.
2.0 Estudo de Caso
Carlos residiu com a avó até a adolescência; como a mesma não tinha mais
condições de cuidar do neto devido a sua idade e problemas de saúde, convocou a filha
(mãe de Carlos) para assumir a responsabilidade. Esta por sua vez não se sentia “capaz”
para cuidar do filho.
Carlos tem histórico de uso de entorpecentes e bebidas alcoólicas desde a
adolescência. Adquiriu o quadro de epilepsia desde outubro de 2012. Teve encefalite em
janeiro de 2013, ficando com algumas sequelas neurológicas cognitivas e comportamentais,
tais como agressividade, confusão mental e inadequação. Nestes episódios houve tentativa
de suicídio.
Por essa razão, foi internado em um Hospital Psiquiátrico na cidade de São Paulo,
observando as seguintes condições em sua chegada: um padrão de sono ruim, aparência e
higiene em um estado negligenciado e más condições nutricionais. Durante essa internação
houve remissão dos episódios de agressividade e convulsão, melhora na confusão mental e
inadequação. Por não apresentar mais comportamento alucinatório e agressivo, obteve alta
hospitalar, sendo que permaneceu internado neste hospital por mais cinco meses após a
alta, pois a família recusava-se levá-lo para casa. O hospital afirmava que a continuidade na
internação não traria ganhos ao paciente, sendo assim, recomendou que o mesmo fosse
A Reforma Psiquiátrica e sua Influência Sobre o A.T
70
acompanhado em tratamento no modo ambulatorial regime CAPS (Centro de Atenção
Psicossocial) e em ambulatório de Neurologia devido às crises de epilepsia e encefalite.
Com o intuito de atender aos objetivos da desospitalização que são propostos pela
Reforma Psiquiátrica, a Prefeitura do Estado de São Paulo rompeu o contrato com o
hospital no qual o paciente se encontrava internado. No hospital em questão, a partir deste
rompimento, não seriam mais aceitos pacientes do Sistema Único de Saúde – SUS. Devido
a essa circunstância, os familiares foram em busca de medidas judiciais para que Carlos
permanecesse internado, uma vez que não possuíam condições financeiras para pagar pela
internação privada. Durante este processo, o paciente foi transferido, pela prefeitura, do
hospital em que se encontrava para outro hospital psiquiátrico em outra região da cidade de
São Paulo.
Ao longo dos atendimentos, observamos que o paciente necessitava do apoio dos
familiares e de equipamentos alternativos de cuidados, pois devido seu quadro de saúde ser
degenerativo e não possuir autonomia e independência suficientes não tinha condições para
viver sozinho. Nós buscamos a aproximação dos familiares e nos colocamos a disposição
para ajudá-los com o processo de retorno do paciente para casa, na adequação do ambiente
familiar e na compreensão da família quanto as suas necessidades e limitações.
Paralelamente, buscamos, como alternativa, as residências terapêuticas públicas e
particulares, pois notávamos resistência da família quanto à possibilidade de recebê-lo no
ambiente familiar. Com o intuito de promover sua reintegração na sociedade, buscamos a
rede de apoio, o CAPS (Centro de Atenção Psicossocial) de referência, para oferecer um
suporte a partir do lugar onde o paciente estivesse alocado.
Devido a transferência de hospital começamos um novo contato junto à equipe de
profissionais, para poder dar continuidade ao acompanhamento do paciente, no entanto,
nos deparamos com muitos obstáculos, pois a equipe dificultou a nossa entrada e nos
procuravam apenas quando tinham interesses em obter informações sobre a família, uma
vez que o hospital anterior não encaminhou o prontuário na transferência do paciente,
mostrando a falta de comunicação entre eles. O nosso contato com o paciente foi restrito ao
horário comum da visita de todos os familiares, dificultando assim o acompanhamento do
mesmo, mostrando a falta de interesse tanto do trabalho do AT, como em relação a atenção
ao paciente.
A Reforma Psiquiátrica e sua Influência Sobre o A.T
71
Podemos
perceber
que
não
existe
uma
comunicação
eficiente
dos
multiprofissionais, pois de forma individual realizam suas práticas técnicas especificas de
cada profissão, não havendo uma integração entre as diferentes modalidades de cuidado,
assim não atingindo o objetivo comum. Ainda neste contexto, as portas foram fechadas
para o trabalho do acompanhante terapêutico, desta forma, dificultando também a
comunicação do AT com os profissionais da Instituição, promovendo o distanciamento da
família com o paciente e afastando a possibilidade de desospitalização do mesmo.
As equipes do CAPS deveriam acolher os indivíduos, desenvolver projetos
terapêuticos e trabalhar em atividades de reabilitação. Na prática, notamos que este
equipamento não se comunica com o hospital e nem com a família do paciente para a
realização de um projeto que ofereça apoio. Desta forma a família não percebe este
equipamento como um recurso substitutivo a internação.
Conforme descreve a Cartilha de Orientações Técnicas do Centro de Referência de
Assistência Social (2009), o CRAS (Centro de Referência de Assistência Social), teria que
prevenir situações que possam provocar vulnerabilidade e riscos sociais, desenvolvendo
potencialidades, fortalecendo os vínculos familiares e comunitários, possibilitando o acesso
á rede de proteção e de assistência social. No entanto, percebemos pouco investimento em
se comunicar com a família e oferecer este apoio, pois a mãe de Carlos foi procurada uma
única vez pela equipe do CRAS, sendo esta visita apenas para oferecer remuneração para os
cuidados de Carlos, e, por não compreender direito o que lhe estava sendo ofertado, a ma~e
do paciente recusou a ajuda e após a recusa nesta primeira visita eles não retornaram mais.
Em nossa busca por Residências Terapêuticas averiguamos que as públicas são
ofertadas apenas para os pacientes que não possuem familiares, sendo assim, não seria
possível para Carlos obter uma vaga uma vez que ele tem a família identificada, desta
forma, os responsáveis deveriam arcar com o pagamento de residências terapêuticas
particulares (entretanto o custo é inviável para a família do paciente). Outro dado
importante é referente aos pacientes que permanecem internados em situação de abandono,
pois estão aguardando vagas há muitos anos, devido ao número restrito de residências
terapêuticas no Estado de São Paulo, vivem segregados aguardando por uma vaga.
A Reforma Psiquiátrica e sua Influência Sobre o A.T
72
Conclusão
Podemos perceber com as nossas experiências que a Reforma Psiquiátrica não prevê
as condições psicossociais de familiares que acabam acarretando no abandono do paciente.
Outro fator é a falta de integração entre os equipamentos de suporte e a família, sendo que
ao longo do nosso trabalho como Acompanhantes Terapêuticos, notamos a ausência de
apoio e dificuldade de acesso aos diversos serviços que deveriam auxiliar no processo de
desospitalização.
Com a falta de comunicação entre as instituições e ausência de preparo entre as
equipes de multiprofissionais, encontramos dificuldades em realizar o objetivo principal
deste Acompanhamento Terapêutico, ou seja, a desospitalização do paciente e sua volta
para casa não ocorreu.
Desta maneira, compreendemos que os preceitos da Reforma Psiquiátrica
influenciam e dão base para a prática do Acompanhamento Terapêutico, entretanto, se o
estabelecido na lei não for cumprido e bem realizado pela Rede de Atenção Psicossocial o
trabalho do at também é afetado e pode não conseguir atingir o seu propósito como no caso
descrito acima.
REFERÊNCIA
AMARANTE, Paulo. Uma aventura no manicômio: A trajetória de Franco Basaglia.
História, Ciências, Saúde-Manguinhos; vol.1, n. 1, pp. 61-77, outubro, 1994.
A constituição de novas práticas no campo da Atenção Psicossocial: análise de dois
projetos pioneiros na Reforma Psiquiátrica no Brasil, Saúde em Debate, Rio de janeiro,
vol. 25, n. 25, n. 58, pp. 26-34, maio/agosto, 2001.
ANTUNES, Sônia Marina Martins de Oliveira; QUEIROZ, Marcos de Souza.A
configuração da reforma psiquiátrica em contexto local no Brasil: uma análise
qualitativa.Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23(1):207-215, jan, 2007.
BERLINCK, Luciana Chauí. Novos andarilhos do bem: caminhos do Acompanhamento
Terapêutico. Belo Horizonte: Autêntica Editora, 2012. 174 p.
BRASIL. Ministério da Saúde. Secretaria de Atenção à Saúde. DAPE. Coordenação Geral
de Saúde Mental. Reforma psiquiátrica e política de saúde mental no Brasil.
Documento apresentado à Conferência Regional de Reforma dos Serviços de Saúde Mental
: 15 anos depois de Caracas. OPAS. Brasília, novembro de 2005.
A Reforma Psiquiátrica e sua Influência Sobre o A.T
73
FRAGA, Maria de Nazaré de Oliveira, SOUZA, Ângela Maria Alves & BRAGA, Violante
Augusta Batista. Reforma psiquiátrica brasileira: muito a refletir. Actapaul.
enferm.,
São
Paulo
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19, n.2, Junho 2006.
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MELLO, M. F. de. Epidemiologia da Saúde Mental no Brasil. Porto Alegre: Artmed,
2007.
Orientações Técnicas: centro de referencia de assistência Social – CRAS / Ministério
do Desenvolvimento Social e Combate a Fome. – 1. Ed. – Brasilia: Ministério do
Desenvolvimento
Social
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Fome,
2009,
72p.
Disponivel:>file:///H:/7%20semestre/AAT/11%20Cras%20Orienta%C3%A7%C3%B5es%20T%C3%A9cnicas.pdf> - Acesso em:
14/09/2014.
A Reforma Psiquiátrica e sua Influência Sobre o A.T
74
ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO: CONSTRUYENDO
ANDAMIOS PARA LA INTEGRACIÓN EDUCATIVA
María Carolina Méndez
Heidy Blangero
Sofia Brugger
RESUMEN
Este trabajo es un emergente del camino que hemos elegido transitar y compartir, como
acompañantes terapéuticas (AT), compañeras de la primera generación de la Tecnicatura en
Acompañamiento Terapéutico. Este es el resultado de compartir los desafíos y
gratificaciones de ser las primeras AT, las que emprendieron y contribuyeron a materializar
la profesionalización de nuestra práctica. Práctica, quehacer y vocación que hoy elegimos
seguir haciendo, apreciando la importancia de que nuestra función al pretender ser
terapéutica, debe devenir en humanizante.
Nos proponemos abordar cuestiones que hacen a la práctica del acompañamiento
terapéutico en instituciones educativas regulares, en el marco de la integración educativa
específica de niños que presentan trastorno del espectro del autismo (TEA), desde en el
entendido que se requiere especificidad de conocimiento en el área e intervenciones que
contemplan las diversas modalidades de manifestarse y de ser de cada niño.
Por otro lado, en el desarrollo del trabajo tendremos en cuenta aspectos teóricos referidos a
la Integración - Inclusión Educativa. A su vez, nos proponemos abordar algunas de las
dificultades y desafíos actuales a las que se enfrenta el AT en este tipo de encuadre.
Analizaremos aspectos concretos de nuestra práctica, como aquellos que implican la
posibilidad de establecer una estrategia común de abordaje entre la institución educativa y
el equipo terapéutico, así como también las expectativas y la incidencia de la familia.
Problematizaremos algunas creencias y preconceptos sobre el AT y la integración
educativa, así como se plantearán aspectos inherentes a la técnica, ética, límites y alcances
de la intervención.
Palabras-clave: Acompañamiento Terapéutico, profesionalización, integración educativa
Acompañamiento terapéutico en Instituciones de Educación regular.
El Acompañamiento Terapéutico en el ámbito educativo escolar, promueve la
materialización de un proceso de integración, enfatizándose sobre las dimensiones
emocional, social y conductual -o comportamental- del ser humano. El acompañante
terapéutico (AT) se ubica para ser un eslabón más de la cadena que subyace
a la integración educativa. Oficia entonces como un espacio “entre” lo terapéutico y lo
pedagógico. Se propone trabajar en equipo con el equipo tratante, la familia, y la
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
75
maestra/docentes, coordinando y procurando mantener una buena comunicación entre todos
los actores involucrados en la educación de ese niño.
Asimismo, es parte del rol - y nada menor - trabajar en aspectos que hacen a la
sensibilización y concientización social, ayudando por ejemplo, al grupo de pares de niños
a comprender y aceptar la singularidad de su compañero/a integrado/a, así como la figura y
el rol del AT.
Distinguiendo Integración de Inclusión Educativa
Partiendo de un enfoque de diversidad es que compartimos la idea de que “ (...)
podemos comprender la función educativa como aquella que instrumenta para el ejercicio
democrático del derecho a la igualdad de oportunidades, el respeto de las diferencias, y el
derecho a la libertad de efectuar elecciones sin recibir trato discriminatorio.” (Perés, 2013)
Compartimos lo que Jorge Méndez, responsable del Área de Educación del Programa
Nacional de Discapacidad (PRONADIS), plantea en torno a la continuidad Educativa de las
personas con discapacidad; al sostener que: “La participación (tener parte, formar parte y
ser parte), es el objetivo fundamental de la escuela. Esta intencionalidad conlleva valorar la
diferencia como aquella condición que nos asegura la pluralidad de miradas y, desde éstas,
el encuentro de ideas, puntos de vistas, posicionamientos, es decir, en última instancia
pensamientos diversos.”
Teniendo en cuenta esto, creemos necesario esclarecer brevemente las diferencias
que existen en las concepciones de integración e inclusión educativa, ya que entendemos
que en ocasiones dichos términos son empleados de manera indistinta y creemos necesario
distinguirlos a la hora de adentrarnos en procesos de institucionalización escolar de niños
con necesidades educativas especiales.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en su Ciclo de
debates: Desafíos de la Política Educacional - Inclusión de niños con discapacidad en la
escuela regular, (2001); plantea su concepción de integración educativa, la cual consiste
básicamente en re-convertir la educación especial para apoyar la educación de los niños que
se integran a la escuela común, por lo que en muchos casos, lo que se hace es trasladar el
enfoque individualizado y rehabilitador, propio de la educación especial, al contexto de la
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
76
educación regular. Esto implica que se hagan ajustes y adaptaciones solo para los alumnos
etiquetados como “especiales”, y no para los otros alumnos de la escuela. En este proceso
basta con “asimilar” a los diferentes sin afectar demasiado la dinámica institucional. Por el
contrario, la idea de inclusión supone desde un principio que “todos somos diferentes” y
plantea a la institución regular el desafío de la modificación substancial de la estructura,
funcionamiento y propuesta pedagógica de las escuelas para responder a las necesidades
educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, de manera que el aprendizaje resulte
exitoso y que haya igualdad de condiciones para la participación de todos.
Abordajes especializados en Trastorno del Espectro del Autismo
En el caso de de la integración de niños con TEA es esencial la especificidad de
conocimiento en el área. Como por ejemplo conocer sus estilos de aprendizaje, tener claro
en qué necesita más apoyo, contemplar sus propios tiempos, su modo singular de ser
ubicando nuestra intervención desde su potencial y no desde la carencia.
Creemos que la mejor calidad de la intervención podrá ser brindada en la medida
que haya una combinación de un profundo conocimiento tanto de la situación clínica como
por sobre todo, de la singularidad del niño a quien acompañamos. Para ello se
hace importante valorar los contextos y no sólo las conductas del niño, incluir una
observación muy detallada y en la interacción con el niño reconocer qué actividades y
propuestas son gratificantes para él y cuáles no.
Muchas veces el AT se convierte en quien tiene más conocimiento de ese niño dada
la cantidad de información referida a los aspectos sociales, emocionales, cognitivos,
familiares, académicos, etc. ya que comparte con él diferentes situaciones que se
desprenden de las múltiples interacciones que se dan cotidianamente y eso es lo que hay
que tener en cuenta para trabajar juntos con el equipo docente, la familia y el equipo
tratante.
Entendemos y adherimos a la aceptación internacional, de que los TEA, más
comúnmente conocido como TGD, compromete el desarrollo evolutivo y que conlleva
anomalías del sistema nervioso central , viéndose afectadas las funciones cerebrales
superiores, siendo las áreas que puntualmente se ven más afectadas :la comunicación y el
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
77
lenguaje, interacción social, teoría de la mente y las funciones ejecutivas; así como tiende a
asociarse un patrón de intereses restringidos y/o conductas estereotipadas y también se
vislumbran alteraciones en el procesamiento sensorial, aspecto que en ocasiones se pasa
por alto y no es nada menor.
Asimismo, se ha establecido que las causas son mayoritariamente biológicas y no
psicosociales; desde esta concepción de los trastornos del espectro autista es que nos
apoyamos en determinados abordajes y técnicas que se basan en la especificidad que hace
al cuadro y de allí nos proponemos adaptarlo a la singularidad de cada niño.
Técnicas y abordajes especializados: Programa Neurocognitivo.
El enfoque neurocognitivo se trata de un principio global que señala una posición
determinada frente al abordaje clínico del Trastorno del Espectro del Autismo.
Entiende a la conducta de la persona como externalización de hipotéticos modos de
funcionamiento de su cerebro en diálogo con el ambiente objetivo y subjetivo, centrándose
en la persona como un sujeto individual que experimenta, siente, piensa, decide y hace en el
tiempo y espacio en que despliega su trayectoria (Garcia Coto, Grupo Cidep. 2014).
Dentro de esta modalidad de abordaje podemos mencionar los modelos
conceptuales desde los que se apoyan las técnicas: Dentro de la teoría de aprendizaje
estarían las técnicas TEACCH (Desarrollada por Eric Schoopler y Gary Mesibov). ACA
(Análisis del Comportamiento Aplicado) -ABA (Applied Behavior Analaysis) en inglés. A
partir de la teoría comunicacional, podemos trabajar con la metodología de comunicación
aumentativa / alternativa, comunicación mediante el lenguaje oral, así como también se
integran diversas técnicas de la Teoría Cognitivo-Conductual: psicoeducación, habilidades
sociales, estrategias de autocontrol y automonitoreo, ensayo discreto, reforzamiento,
técnicas operantes y sistemas de organización de contingencias, modelado, y análisis
funcional de la conducta.
Priorizamos y constatamos que el uso de las técnicas aportadas por el modelo
TEACCH resultan muy efectivas y beneficiosas en lo que es la organización y eventual
autonomía del niño en lo que hace en cada jornada escolar. El modelo se centra en la
enseñanza estructurada, utiliza herramientas como claves visuales (agendas), adaptación del
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
78
material, estructuración física del lugar de trabajo, focalizándose en las fortalezas de la
persona con autismo. Es el caso de los sistemas de agenda o cronograma basados en apoyos
visuales en el cual el niño puede anticipar qué actividad viene, cuál va después, ya sea con
el uso de pictogramas o de la escritura, dependiendo de las posibilidades del niño. Estos
ayudan a que el niño comprenda que es lo que se “espera” que realice en cada actividad o
que acontecerá, otorgándole así control de la situación. Además en niños con poco lenguaje
ayudan a evocar palabras, y en definitiva conceptos. Podemos decir que teniendo en cuenta
la modalidad de muchos niños con TEA, los apoyos visuales en agendas facilitan los
procesos de adaptación y autorregulación así como la autonomía, que representa el
objetivo fundamental del acompañamiento terapéutico a nuestro entender. Por ende, las
herramientas que contribuyen a la organización y autonomía del niño, terminan por
promover un mayor disfrute y apropiación de las actividades que de las que participa día a
día en la institución, logrando entonces una real integración.
Tomando los aportes de Daniel Valdéz, psicólogo argentino especializado en
Necesidades Educativas Especiales, este conceptualiza tres funciones para quien oficia de
puente integrador y con las que coincidimos totalmente:
- Intervenir promoviendo la relación del docente con el niño, tal como el referente
hace con el resto el grupo.
- Intervenir en el relacionamiento con pares, promoviendo la interacción social en el
aula, recreos, cumpleaños, actividades recreativas, así como alentar a que el niñ@
invite amigos a su casa y viceversa.
- Intervenir en las tareas de aula: puede implicar, adaptaciones curriculares, de
contenido, propuestas alternativas que contemplen la modalidad de aprendizaje del
niñ@, integración de elementos creativos (como pueden ser propuestas de tipo más
lúdicas) que promuevan la motivación para el desempeño de dichas actividades.
De todos modos Valdez , considera que llamar Acompañante Terapéutico a la figura
que representa el “puente integrador” del niño, es una “extrapolación del ámbito clínico”
que resultaría inapropiada al contexto educativo, por lo que prefiere llamarlo “maestro
integrador”. Aún así, a nuestro entender, no resulta el término más oportuno, sino más bien,
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
79
el de “AT en integración educativa”, dada su formación y su especificidad en el rol y por
aspectos técnicos y éticos específicos que hacen a su función y no así a la de un maestro.
Aspectos técnicos y éticos del del Acompañamiento terapéutico en Integración
educativa.
Creemos necesario destacar la versatilidad del dispositivo del rol del AT, en cuanto
a la capacidad de poder adaptarse a diferentes encuadres, necesidades y situaciones
cotidianas en las que se entrama el vínculo con quien acompaña y que entendemos
caracteriza, y por ello diferencia, el concepto de maestro integrador. El AT en integración
escolar es una modalidad que requiere considerar en la estrategia y los objetivos el aspecto
institucional, el cual tiene una importante incidencia en toda su labor. Aun así el abordaje
no queda reducido ni culmina en la institución educativa. El AT escolar tiende a realizar y
trabajar muchos elementos que hacen a su función fuera a del encuadre diario de trabajo,
por ejemplo: preparar y coordinar las adaptaciones curriculares en caso de que así se
requieran, informar y coordinar periódicamente con el equipo tratante, supervisar , agendar
reuniones con el equipo y/o integrantes de la institución educativa, así como con la familia,
y en lo posible ser el promotor de la coordinación de estrategias con todos los actores
involucrados en la integración y la terapéutica de ese niño.
Dificultades concretas de la práctica del AT
Se presentan dificultades para conciliar las visiones de la institución educativa y la
del equipo terapéutico, así como las expectativas de la familia en torno a la integración.
Sobre los recursos de la institución, disposición y flexibilidad: En ocasiones se generan
resistencias institucionales ante propuestas innovadoras del AT o equipo terapéutico, que
surgen para acompañar y promover el proceso de integración, que respetan y consideran la
singularidad de ese niño.
La complejidad de poder establecer y llevar a la práctica un discurso unificado entre
todos los actores de la integración: que estabilice a ese niño y lo ayude a generalizar; siendo
el máximo beneficio para él y que a su vez, la responsabilidad y gratificación inherentes de
los logros terapéuticos, resulte compartida.
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
80
Por otro lado, en nuestro caso en Uruguay, tienden a generarse dificultades en
torno la contratación/remuneración del AT por el hecho de ser un rol aún no reconocido y
legitimado, es decir, que aún no consta de respaldo legal. La tendencia es que el AT sea
contratado por la familia de manera privada, en general (son muy pocos los colegios que
contratan al AT como parte de su equipo de funcionarios) en este encuadre de
acompañamiento diario el pago es mensual, o puede ser por hora, acordado entre el AT y la
familia.
Aquí creemos que existen dos aspectos complejos: uno es el que estas familias
asumen un gasto excesivo y sufrido en torno a la terapéutica y educación de sus hijos,
teniendo que además cubrir por su cuenta el AT. Entendemos que recurso no debe quedar
limitado a los sectores socio-económicos pudientes, como pasa actualmente, los sectores
más vulnerables tienen el mismo derecho a la integración educativa,
acorde a sus
necesidades y pueda para ello contar con un AT. Entendemos necesario y
urgente promover una política social que integre el acompañamiento terapéutico para todos
los sectores que así lo requieran, volviéndose un derecho social.
Algunas creencias y preconceptos sobre el Acompañamiento Terapéutico y la
Integración Educativa
Estos aspectos fueron planteados por Daniel Valdez; los mismos se generan en el
imaginario social e institucional; los cuales no adhieren a los objetivos y función del AT.
-
Si el AT no asiste a la institución educativa, se cuestiona que el niño/a asista, o se
considera la posibilidad de acortar su permanencia en la institución. ¿Se
compromete la institución realmente con el proceso que hace ese niño?
-
El docente y/o maestra puede sentir amenazada su autoridad con la presencia del
AT. La idea es trabajar en equipo y no perder para nada de vista, ni opacar, el
lugar y función de la maestra como referente del grupo. Trabajamos para que el
niño adopte como referente a la maestra y no solo al AT, ayudamos al niño a que
entienda y respete la figura de la maestra, al tiempo que promovemos y abrimos
espacio a que se genere un buen vínculo entre el niño/a y la maestra.
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
81
-
Fantasía de que se genere una simbiosis entre el niño/a y el AT que no favorezca
la integración, o que el niño/a se vuelva dependiente del acompañamiento
terapéutico.
-
Los objetivos principales del AT pasan por promover el mayor grado de
autonomía y autovalimiento posibles, y al mismo tiempo contribuir a la mejor
calidad de vida de ese chico/a.
-
Temor de que la metodología y técnica del AT (propuestas, materiales,
alternativas, etc.) sean más atractivas que la aplicada por el docente. Justamente
en ocasiones se hace necesario adherir propuestas o metodologías de aprendizaje
que contemplan las necesidades y preferencias del niño/a a quien acompañamos.
-
Fantasía de que la integración escolar es aquella en la que no es necesaria una
presencia auxiliar dentro del aula. Creemos que esto significa resistencia miedo
al juicio, rigidez, negación de requerir especialización técnica para estar atentos a
las necesidades específicas y así poder contener institucionalmente a ese niño.
-
La figura del AT puede vivirse como alguien que evidencia la integración del
niño/a y sus dificultades. Una postura que no es realista ni considerada con la
situación del niño. Hace falta entonces, reflexión teórica y sistematización sobre
el rol, funciones, límites y alcances del AT en prácticas integradoras o
inclusivas, entendemos que es un rol en plena construcción en nuestro medio.
Creemos esencial contextualizar las cuestiones inherentes a la integración escolar en
nuestra comunidad; la Institución Educativa, sea escuela o colegio, es un sistema complejo
circunscripto a los sistemas culturales y atravesados por las políticas de gobierno.
En nuestra experiencia en Uruguay, constatamos que en los últimos 5 años viene creciendo
progresivamente la demanda de inserción de un AT para la integración de niños con
necesidades educativas especiales en la escuela regular, siendo en muchas ocasiones una
condicionante a la hora de aceptarlo en la institución.
Nos preguntamos: ¿Esto tiene que ver con que las instituciones apelan a este recurso
por una real necesidad de personal técnico y especializado en el tema, por falta de
información en la materia y solicitan apoyo, reconociendo sus necesidades y carencias, de
manera responsable?
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
82
¿Se trata sólo de un recurso en el que se termina depositando al niño, siendo el
AT como una suerte de “salvavidas”, del cual la institución no se implica ni se
compromete de manera integral?. Hemos constatado experiencias de ambos tipos.
A su vez al momento en que la institución solicita un AT entendemos la predominancia de
dos tipos de demandas: se solicita el AT como condición para que el niño sea aceptado a
la institución, o se solicita posteriormente al ingreso de ese niño, en consecuencia de
no contar con las herramientas o con la disposición necesaria para integrarlo.
Por las características de nuestro sistema educativo regular, de momento se vuelve
una utopía pensar en una educación de tipo inclusiva. Si bien dichas prácticas forman parte
una cultura de la integración, de hecho suelen implementarse de forma específica, aislada
y mayoritariamente de manera privada, por lo que creemos que existe aún camino
para consolidar una ideología que sea en principio, integradora.
La salud mental, es un derecho humano fundamental y que debe apuntar a brindarse
a todos por igual, así como la educación común constituye un derecho del niño, establecido
en la ley social.
Sin
embargo,
desde
un
posicionamiento
ético
y
respetuoso
debemos
preguntarnos:¿Todos los niños con TEA deben ser integrados en una escuela regular?¿
Como evaluar si la integración es beneficiosa para el niño? Entendemos que integrar no es
equivalente a que cualquier chico forme parte de la escuela común. Consideramos que
dadas las peculiaridades aún “homogeneizantes” que hacen a la escuela regular, existen
casos en los cuales la integración puede resultar iatrogénica, generando vivencias de
excesiva frustración, desorganización y des-atendimiento de las necesidades específicas de
ese chico.
Es preciso reconocer que la educación “encasillada” en formatos tradicionales
tiende a disminuir su capacidad de respuesta, al igual que ceñirse a etapas evolutivas
clásicas, por tanto, el derecho a la educación se ejerce en la medida en que todos los
sujetos tengan la posibilidad de cumplir con los requisitos que establece la legislación, pero
que ello no debiera implicar que el chico deba adaptarse forzosamente a la educación
regular para ejercer su derecho.
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
83
Muchas veces el AT, por no aceptar la frustración de su quehacer o aún así por no
poder aceptar a ese niño a quien acompañamos, puede terminar siendo a-terapéutico, en el
sentido de forzar la integración, vulnerando el psiquismo de ese niño. No se trata de forzar
la teoría a la práctica, sino al revés. No olvidarnos de la importancia de la escucha, de lo
que deviene en la inmanencia del encuentro con el otro, aspecto que subyace a toda
intervención que pretende ser ética.
Consideraciones finales: Límites y alcances del Acompañamiento Terapéutico en la
institución educativa regular
Entendemos nuestro rol de ATS como una suerte de “bisagra” entre la familia, la
institución, y el equipo tratante, decimos que es un juego permanente entre “el adentro y el
afuera”.
Si bien el encuadre es en la institución, es un encuadre que tiene que tener
características de flexibilidad, encuadre que varía a su vez acorde a los objetivos
terapéuticos y etapas de la intervención. Aún así, consideramos que en buena medida,
nuestro quehacer hace a una suerte de estructura, muchas veces actuamos como un
elemento organizador de la rutina de ese chico, entendiendo, flexibilizando y más que nada,
sosteniendo y conteniendo desde el vínculo.
Parte de nuestra función pasa por revisar constantemente lo conciliado en la
estrategia preestablecida entre todos los actores involucrados en la integración de ese niño y
ser capaces de visibilizar si funciona, si hay que hacer cambios, si es favorable para el niño,
si le sirve, si lo ayuda.
A partir de nuestra práctica y de la necesaria reflexión permanente, constatamos que
en ocasiones el AT puede verse por momentos “atrapado” en la rigidez institucional,
perdiendo de vista las necesidades reales, los objetivos y el vínculo terapéutico con quien
acompaña.
El juego entre la flexibilidad y la rigidez (así como el del adentro y el afuera) resulta
un juego sutil para el AT. Si bien la condición sine qua non del AT creemos que es la
flexiblidad, debemos virar en ocasiones puntuales hacia una cierta firmeza o rigidez. Esto
se traduce en mantener nuestros planteos de forma consistente, postura que nos hace fieles
Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
84
a nuestra meta terapéutica. Por ejemplo, ante un eventual boicot o resistencia de la
institución o de la familia. Esta firmeza consideramos que da continuidad y coherencia en
el abordaje terapéutico. Lo que no excluye estar re-evaluando y supervisando nuestras
estrategias e intervenciones de forma permanente, respetando así los devenires del proceso
terapéutico y pudiéndose amoldar a éste.
Quien forma parte de este rol, tan complejo de sintetizar en una sola función y en un
solo espacio, entiende que es un trabajo responsable, comprometido y jugado, involucramos
nada más y nada menos que nuestra psiquis con la de un otro, que espera de nosotros
contención y empatía.
El trabajo del AT es aquel que se caracteriza por poner el cuerpo y la mente, que
hay que cuidar, entender y conocer para poder respetar y así ayudar a otro de
manera saludable.
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Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
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Acompañamiento Terapéutico: Construyendo Andamios para la Integración Educativa
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EL LADO C DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO, DE LO
QUE NO SE HABLA
Karina Laura González
María Laura Frank
Cristina Rossi
Pablo Dragotto
RESUMEN
El trabajo que se presentará emerge de la práctica cotidiana, de años de recorrido y de
caminar junto a la “locura”. Se desarrollará un caso clínico de un joven al que llamaré
Manuel, de 38 años de edad, y a quien acompañé durante 7 meses, hace ya tiempo. Su
diagnóstico era esquizofrenia, con consumo de sustancias, y actitudes de auto y
heteroagresión, con un entorno familiar muy hostil y un equipo terapéutico con el cual no
fue posible el trabajo interdisciplinario propiamente dicho.
El objetivo que se persigue es poder reflejar la importancia del trabajo interdisciplinario, de
la supervisión, del análisis personal, de la formación y actualización constante, pero
principalmente de las limitaciones que se nos presentan como acompañantes terapéuticos
en nuestra praxis, de la complejidad del rol y de las patologías con las que solemos trabajar,
en donde las expectativas deberán acotarse a las particularidades del caso, comprendiendo
que no depende de la buena voluntad y deseo de evolución del paciente el bienestar del
mismo, sino de muchos otros factores.
Se articularán cuestiones prácticas y teóricas, repensando las dificultades que atravesamos
en cada encuentro con otros, los sentimientos que producen los embates transferenciales de
nuestros acompañados y su entorno.
Palabras-clave: Acompañamiento Terapéutico, trabajo interdisciplinario, supervisión
Un mañana suena el teléfono, se comunica conmigo el psiquiatra de una institución
muy prestigiosa,
menciona que necesita un acompañante terapéutico, en carácter de
urgencia, para un paciente de 38 años con diagnóstico de esquizofrenia, quien tiene
episodios de auto y hetero agresividad y además consumo de sustancias. Convenimos en
reunirnos al día siguiente para analizar juntos la demanda, ver de qué manera trabajar y con
qué objetivos.
La historia de Manuel era tan dura como confusa, marcada por una gran
fragmentación en su relato, lo único claro era que todas las personas significativas en su
vida lo habían abandonado. Su madre biológica, quien tenía el mismo diagnóstico, sostenía
tratamiento ambulatorio de manera regular en una institución neuropsiquiátrica, pero tras
El lado C del Acompañamiento Terapéutico, de lo que no se habla
87
una desestabilización generada por un abuso sexual reingresa a internación. Producto de ese
abuso la mujer queda embarazada, para luego de siete meses, y a causa de una crisis, dar a
luz a Manuel. Debido a la condición de su mamá, que le impedía cuidar de él, es dado en
adopción a una pareja absolutamente desconocida, ni familiar, ni allegados, dos absolutos
extraños. Así, los tres se van a vivir otra ciudad, el panorama no era muy prometedor, las
discusiones entre aquella pareja eran constantes, muchos entredichos, demasiada violencia.
La mamá adoptiva de Manuel no soportó tantos maltratos físicos y psíquicos recibidos por
su pareja y decide abandonar el hogar, y con ello al niño, quien tenía tan solo 4 años y
queda a cargo de su papá adoptivo. Él recuerda perfectamente esa escena, llorando
desconsolado tras las rejas que dividían su jardín de la vereda, gritando que no se vaya.
Menciona la oscuridad que sintió, el frio en el pecho y la desolación, dice que nada volvió a
ser lo mismo desde aquel día, que desde allí él empezó a morirse por dentro, que su alma se
fue con ella.
Cuando conocí a Manuel vivía sólo junto a su padre, con quien tenía un vínculo
bastante conflictivo. Como at creía que era posible allí un cambio, creía que era posible
propiciar un vínculo desde otro lugar, con otra presencia. A veces el compromiso social, la
buena voluntad, el deseo de bienestar del paciente, y ni siquiera la formación y supervisión
de la tarea son suficientes para alcanzar los objetivos que se establecen. Por ello sabía que
no sería sencillo, llevaba años dedicándome al AT de pacientes con Psicosis, con vínculos
mortíferos, en donde el amor asfixia, la presencia devora, donde no existen márgenes. En
este caso me encontré con otro tipo de vínculo padre e hijo, con otras características, pero
igualmente anulador y aniquilante, un par impar, donde no existía nada, nada más que la
exclusión, la expulsión. Una apropiación del cuerpo del otro, de su deseo, sin ningún tipo
de enmascarada afectiva, el otro ubicado en lugar de desecho. Su padre lo quería lejos, pero
lo necesitaba cerca. Un sujeto que lejos de ser sujetado es todo el tiempo arrojado al vacío.
Alrededor de este vínculo nadie, ningún familiar, ningún amigo, ningún vecino.
En varias oportunidades el paciente había huido de su casa, consumía marihuana
cada vez que podía, fumaba al menos tres etiquetas de cigarrillos diarias, venía ya de
muchas internaciones, varías recaídas, demasiado dolor. En una de las últimas
internaciones, con el deseo del paciente de no volver allí, el aviso de que la próxima
El lado C del Acompañamiento Terapéutico, de lo que no se habla
88
internación sería definitiva y no habría vuelta atrás, él acepta a asistir a hogar de día tres
veces por semana, viajando largas horas para llegar, ya que no vivía en la misma ciudad en
la realizaba su tratamiento. Así mismo asiente en continuar con el tratamiento
farmacológico y psicológico que allí tenía y como extensión del mismo AT tres veces por
semana, los días que no asistía a hogar de día. Manuel ya había tenido muchos
acompañantes, un fracaso tras otros, todos abandonaban, nadie soportaba, nadie podía
sostener.
Hoy me pregunto. ¿Cómo crear un vínculo en donde no hay más que imposición?
¿Cómo establecer una transferencia positiva cuando quien acompaña es parte de la
condición? Difícil apertura, ante semejante cierre.
Acompañé a Manuel durante siete meses, el recibimiento era siempre el mismo, sin
invitación, sin bienvenida, como algo que debe acontecer. Los encuentros transcurrían en
absoluto silencio, silencio difícil de sostener, sin luz, en penumbras, sin movimiento. Las
sensaciones me invadían, la casa era muy fría, muy oscura, el olor a suciedad y humedad
eran muy intensos, sin embargo no tan intensos como la hostilidad del paciente. Me
preguntaba muchas veces ¿Qué hago aquí? ¿Aporta algo mi presencia o solo genera mayor
malestar? En reiteradas ocasiones me decía “Me siento controlado, invadido, parezco un
nene con niñera”, “No puedo salir si no es con vos, soy preso de mí mismo, de mis actos,
que no son los míos sino lo que provoca mi historia, mi viejo”. Su mirada se perdía, el
vacío lo invadía, la desazón lo avasallaba, las voces lo aturdían.
La única razón para permitir la presencia del at allí era porque esa fue su única vía
de escape, sí de escape, no de salida, no era “con”, era por “medio de”. Difícil situación,
dos sujetos caminando a la par sin poder encontrarse, dos rieles paralelos que no se cruzan,
sin embargo permiten que algo se mueva, se desplace.
Con el transcurrir de los encuentros empezaron a circular los mates, las palabras, los
juegos de cartas, y aunque la tensión era constante, fuimos encontrando un nuevo clima
para tal encuentro, un tono para semejante silencio, que más que silencio era vacío. Pudo
empezar a contarme cómo se sentía, qué le sucedía, cómo las voces que escuchaba todo el
tiempo lo atormentaban, cómo las cosas que veía lo asustaban. Comenzó a permitirme que
sea cómplice de sus deseos, aliada de los momentos más vitales, yendo al encuentro de
El lado C del Acompañamiento Terapéutico, de lo que no se habla
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alguno de sus intereses, dentro del abanico de posibilidades existentes, ya que su padre no
le daba “nada” de dinero. Fuimos varios meses a Karate Do, actividad gratuita en un centro
de su localidad, mencionando Manuel que era un momento en que se relajaba.
Generalmente íbamos a un club a jugar al básquet, y aunque quedaba a veintidos cuadras y
medias, caminábamos para poder jugar allí 20 minutos, 20 minutos de juego, juego de a
dos, intercambio de risas, de disfrute, uno de los pocos momentos en que lo vi sonreír.
Recordaba cuando era más chico y jugaba en un club al básquet, lo compartido con sus
amigos, se reencontraba con lindos, pero tan lejanos recuerdos.
No era sencillo encontrar esos momentos de disfrute, debíamos lidiar con cada
escusa puesta por su padre, con los avasallamientos generados, pero valía la pena. Del
mismo modo sucedía con los logros alcanzados por Manuel durante la semana, su bienestar
se desmoronaba cada domingo. ¿Qué sucedía? Nunca supimos con precisión, sólo veíamos
en él un aplanamiento emocional considerable, desazón, apatía, desgano y desmotivación
de aquellas cosas que tanto lo entusiasmaba hacer. Cada lunes era un recomenzar, con
intensa frustración, con enojo, retomando nuevamente lo emprendido. El primer día de la
semana siempre se quedaba dormido, la casa estaba más oscura y cerrada que de
costumbre, no tenía ganas de hablar, ni de hacer nada. Generalmente durante el fin de
semana huía de su casa, y el lunes por propia voluntad decidía internarse, decía que prefería
estar en un loquero que verse enloquecido por su padre. Las internaciones por su propia
voluntad no duraban más que un par de días, pero la última nunca caducó, ya no volvió a
salir. Su padre no quiso que volviese a su casa, decía que la situación, el malestar entre
ambos era insoportable, que él ya era grande y no podía salir a buscarlo cada vez que se iba
o internarlo cada vez que consumía. Así decidió dejar todo en manos de la justicia. Manuel
siente nuevamente el abandonado. Desde el equipo del neuropsiquiátrico en el que residía
se decide continuar con el AT, esta vez sólo dos veces a la semana, sin un claro norte, con
poca contención por parte del equipo hacia la tarea de AT. Así viaje hasta aquella ciudad
durante dos meses. El vínculo que se había logrado establecer se deterioraba de manera
progresiva, estaba irritable, quería salir de allí, era la única persona con la que tenía un
vínculo que ingresaba desde afuera, quería que yo lo sacase, que estableciera contacto con
una tía lejana o con su padre para que lo fuesen a buscar, que pida permiso para salir por la
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ciudad, que le llevase golosinas, cigarrillos, plata, me pedía que convenciese al equipo de
que él estaba bien, que podía irse solo. Mi abstinencia ante ello despertaba su ira, las
últimas veces que fui no me recibía, o lo hacía con desgano, sólo mencionaba: “¿Hoy
salimos? ¿Cuándo me vienen a buscar? La última vez que fui a acompañarlo me dijo, sin
saludo previo: “¿Otra vez vos acá? ¡No sé para qué venís, no me servís si no salimos, no
vengas más para eso! ¡Seguramente vos venís acá a buscar información para pasársela al
forro de mi viejo! ¡Queres convencerme con tu psicología barata, yo no tengo ganas de
esperar, quiero salir ya!”. Aunque intentaba alivianar tal situación, insistía: “Vos no me
entendes, lo decís porque vos ahora salís y te vas, soy yo el que quedo encerrado días y
días. Ya te saqué la ficha, sos una chetita bárbara”. Eran muy movilizantes y agresivas sus
palabras, hacía mucho esfuerzo para ir, viajaba muchas horas, y sentía que lejos de sumar,
restaba bienestar. La hora completa de AT se dio de esa manera, me exigió en reiteradas
oportunidades que me fuera, y aunque con mi presencia manifestaba no querer hacerlo,
finalmente le dije que lo entendía y que si así lo prefería no continuaríamos con el
acompañamiento. No alcance a terminar la oración cuando, sin mediar palabra se fue a su
habitación, solo pude balbucear un chau. La angustia me invadía, el nudo en la garganta
presionaba fuertemente mi pecho, salí de la institución, subí al primer colectivo y lloré,
lloré con gran pena aquel cierre, me cuestionaba qué hice mal, me preguntaba si alguna vez
hubo apertura, si alguna vez hubo vínculo, qué falló.
Escribo este trabajo después de mucho tiempo, hasta hoy tenía la firme convicción
de que todo había salido mal, que no hubo vínculo, que no hubo encuentro ni
acontecimiento, que el cierre fue poco propicio, que no fue suficiente la formación, el
análisis personal y supervisión para sostener el acompañamiento. Y si, nada salió según lo
esperado, pero si hubo un otro vínculo, hubo acontecimiento, hubo cierre, no el que el at
esperaba, sí el que Manuel necesitaba. Así con la idea de psiquismo abierto, la subjetividad
adquiere nuevas posibilidades de producción, y cada encuentro significa el acontecimiento
de algo diferente, habilita otros modos de estar, de ser. Devuelve la oportunidad al sujeto de
elaborar, construir, crear, darle otro sentido y articular un hacer ante lo sufrido
pasivamente. Parafraseando a Kuras y Resnizky: “Las condiciones inaugurales no son
El lado C del Acompañamiento Terapéutico, de lo que no se habla
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determinantes en la medida en que queda habilitado el camino para la inclusión del azar y
del acontecimiento”.
El acompañamiento terapéutico posibilitó a Manuel la interrupción de lo que no
cesaba de repetirse, permitió dejar otra marca, una nueva inscripción, pudo dejar de ser el
abandonado, el maltratado, el rechazado, para esta vez ser él quien ocupase un lugar activo
en aquella relación dual, aniquilante de toda posibilidad de movimiento, pudo encontrar una
alternativa para salir de la quietud mortífera en la que se encontraba.
La transferencia es aquello que se reedita en cada vínculo, aquello que vuelve casi
compulsivamente a producirse sin modo de inscripción, aquello que tiende a ubicar al otro
y a sí mismo en un mismo lugar. Pero ¿Qué puede posibilitar allí algo del orden del
acontecimiento? Eso será justamente la introducción de lo diferente, de la devolución de
otro reflejo por parte del espejo. El at a pesar de los intensos sentimientos
contratransferenciales que pueda sentir, y esperable es que así sea, no obra desde allí, y
aunque no sea fácil, no actúa en respuesta, tolera, realiza un proceso de metabolización,
depositando en cada instancia lo necesario para reprocesar y devolver, sin más, una
intervención terapéutica. Hoy comprendo el valor de aquello que tanto malestar me
generaba, hoy entiendo la importancia que tuvo para Manuel el que yo no haga “nada”, el
que yo me abstenga en cada paso, soporte y sea soporte. Mi quietud permitió su
movimiento, mi resistencia a irme su esfuerzo para ser el quien abandone, quien se vaya.
La escritura nos permite preguntarnos, cuestionarnos sobre lo que parecía cerrado,
posibilita la apertura de lo hermético, hace surgir de las dudas pensamientos, de las certezas
incógnitas. La escritura nos reencuentra con las vivencias, con las palabras, pone a
funcionar nuevamente la maquinaria, pone a producir nuevos decires, nuevas
significaciones, corre el velo de lo que nuestra propia subjetividad nos impedía ver.
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Porto, M. (2003). Fragmentos sobre la (no) indicación de un acompañamiento terapéutico.
El lado C del Acompañamiento Terapéutico, de lo que no se habla
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ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO Y VIDA COTIDIANA
María Laura Frank
RESUMEN
Tomando como punto de partida tres elementos definitorios del rol del acompañante
terapéutico: el trabajo en equipo, el vínculo y la vida cotidiana, intentamos pensar cuál es la
especificidad del acompañante terapéutico en la vida cotidiana del paciente como campo de
inserción. Es necesario definir subjetividad y vida cotidiana para entender la posición del
acompañante como un agente que con su presencia puede hacer visible aquello que la
cotidianeidad oculta. Devela prácticas desubjetivantes, roles estereotipados que no permiten
modificaciones saludables, observa la forma de habitar el espacio, el tiempo y el ritmo del
otro. Esto es posible por la circulación del acompañante por los distintos espacios del
dispositivo acompañamiento lo que permite sostener cierta distancia necesaria para
favorecer la eficacia terapéutica
Palabras claves: Acompañamiento terapéutico – dispositivo – vida cotidiana – obvio presencia
“… la mejor manera de conocer una ciudad es perderse en ella: correr el riesgo de entrar
por callejuelas apartadas, callejones oscuros, explorar, sin la urgencia de llegar a ningún
lado y sin culpa de haber escogido el trayecto erróneo…”
Walter Benjamin
El acompañamiento terapéutico como dispositivo implica la condición de insertase
en la vastedad de vida cotidiana del otro y porqué no de perderse en ella, en las callejuelas
apartadas, los callejones oscuros del territorio desconocido, ajeno a nosotros.
No me propongo en este espacio desarrollar nuevas nociones o ideas novedosas que
no hayan sido esbozadas anteriormente en otros espacios, pretendo simplemente reunir
algunos conceptos a cerca del rol del acompañante en la vida cotidiana del paciente, ya que
observo que aun siendo un aspecto central en su desempeño manifiesta muchas dificultades
a la hora de ingresar y plantear estrategias y actitudes terapéuticas que trabajen con y desde
la cotidianidad; ya sea por quienes se recién se inician como por la complejidad que por la
multiplicidad de factores que abarca.
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Para ordenar un poco las ideas comenzaré definiendo y conceptualizando el
concepto de subjetividad y de vida cotidiana en sus diferentes aspectos para luego articular
lo con el rol y la función del acompañante terapéutico.
Recorriendo los mapas de la cotidianeidad, conceptualizaciones
Pensamos al acompañamiento terapéutico como un rol en construcción, la
vertiginosidad de su crecimiento y expansión a nuevas fronteras nos obliga a estar alertas
sobre los aspectos específicos de este dispositivo. Dijimos en otros espacios que según
nuestra perspectiva hay tres elementos definitorios del rol que están siempre presentes
independientemente del área, o situación a abordar, ellos son: El trabajo en equipo, Lo
vincular y Lo cotidiano.
En primer lugar el trabajo en equipo responde a la herencia del at en argentina
surgido como un rol auxiliar, el acompañante nunca trabaja solo, se incluirá en una
estrategia terapéutica a partir del lugar que le hace quien dirige el tratamiento. El AT es
pensado en los últimos años como un “dispositivo”, incluyendo así la complejidad de
aspectos, actores y escenarios que lo constituyen. Es imprescindible a nuestro entender el
trabajo con otro / otros , interlocutores del trabajo en común, permite delinear estrategias
terapéuticas desde los aportes de la distintas miradas.
Segundo en este orden pero no menos importante, el vínculo que se establece es el
fundamento de esta clínica particular, es la herramienta y el aspecto central del acompañar.
El AT en definitiva puede ser pensado como una oferta vincular diferente. Un vínculo
respetuoso de la ética, en abstinencia que de lugar a lo nuevo, algo del orden del
acontecimiento. Es a través de la transferencia y su instrumentación que esta presencia
deviene terapéutica
Finalmente la vida cotidiana el at se inserta en la cotidianeidad del paciente donde
este se encuentre ya sea una institución, su casa u otro lugar. Este aspecto del rol es propio
del acompañamiento terapéutico marcando un campo propio, distinto de los demás
miembros del equipo terapéutico.
Tengo la impresión que muchas veces cuando decimos que “el a.t. ingresa en la vida
cotidiana del paciente” lo hacemos ligeramente, refiriendo la cotidianeidad como un lugar o
una circunstancia. Quizás aun arrastramos la tendencia de otras disciplinas (psicología,
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psicoanálisis) e imaginamos que nos desplazamos hasta la casa del paciente para hacer allí
lo mismo que haríamos en otro lugar. El acompañante se inserta en la vida cotidiana para
hacer otras cosas, para tomarla como campo de trabajo, abordando no solo el sujeto
singular sino también el mundo que lo rodea, su mundo material y su mundo de relaciones.
Si bien la cotidianeidad ha sido abordada por diferentes disciplinas, como la
psicología social, la etnografía, la sociología, entre otras; es justamente la circulación que
hace el acompañante de entrar y perderse en el mundo del paciente, para luego volver al
propio mundo y en otro momento recorrer los espacios de diálogo con el equipo, lo que irá
construyendo los engranajes que hacen del dispositivo acompañamiento terapéutico una
herramienta de alta eficacia clínica y lo propio del campo de nuestro rol.
Esta circulación permite el abordaje del paciente en su singularidad, promoviendo el
respeto de la subjetividad más allá del diagnostico, la edad o las circunstancias que este
atravesando.
Si entendemos al sujeto siguiendo a Najmanovich “no como una sumatoria de
capacidades, propiedades o constituyentes elementales sino como una organización
emergente El sujeto adviene como tal en la trama relacional de su sociedad…6, el trabajo
del at en la vida cotidiana implica el trabajo con la subjetividad del otro.
Parafraseando a Isidoro Berenstein, devenimos sujetos a través del vínculo con los
otros, el otro tiene un lugar primordial en el proceso de constitución psíquica y de
subjetivación, por lo tanto podríamos decir que “Somos en la medida que somos con otros”.
La subjetividad se constituye a través de los vínculos que constituimos, de lo que hacemos,
lo que pensamos y lo que sentimos, en un lugar y tiempo determinado.
Cotidianeidad es mucho más que un lugar, es condición de subjetivación y el
acompañante trabaja allí con ella. El acompañante que se inserta en la vida cotidiana
ingresa en el mundo real, representacional y de relación, no es un ingreso circunstancial, el
trabajo en lo cotidiano implica el trabajo en la subjetividad.
Ana Quiroga define vida cotidiana como “…la manifestación inmediata, en un
tiempo, con un ritmo, en un espacio, de las complejas relaciones sociales que regulan la
vida de los hombres en una época histórica determinada… se manifiesta en un conjunto de
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hechos, actos, objetos, relaciones y actividades que se nos presentan como acciones, un
mundo en movimiento”
El at se incluye en este mundo en movimiento, se pierde en las callejuelas, poniendo
el cuerpo, viviendo el ritmo, relacionándose con los otros de ese mundo relación. Lo hace a
través de acciones, de presencia y no solo de palabras; lo hace entrando en ese ritmo
particular que es el ritmo del otro, entra a ese espacio respetando, sintiendo, sabiendo que
tiene objetivos pero que debe esperar que llegue el momento para intervenir.
Mundo en movimiento que no puede ser representable en una idea, un pensamiento
para ser enunciada al terapeuta, el acompañante terapéutico a través de la acción, poniendo
el cuerpo, compartiendo su mundo, lo recorre, accede a él desde otro registro.
El sujeto esta allí en ese mundo - ese mundo es el sujeto - es esa multiplicidad con
la que el acompañante trabaja, no solo lo que el paciente dice sino lo que hace, donde,
como y con quien lo hace y el at lo trabaja haciendo, sintiendo allí donde las cosas suceden.
Ana Quiroga manifiesta que, “La vida cotidiana se manifiesta como un conjunto
heterogéneo y multitudinario de hechos, actos, objetos, relaciones, actividades, que se nos
presentan en forma "dramática", es decir, como acción … La conforman la familia que
constituimos, la revista que leemos, la televisión, el cine, el teatro, la casa que habitamos,
etc. Se organiza alrededor de la experiencia de la acción del aquí de mi cuerpo y del ahora
de mi presente, un mundo subjetivo, social, compartido, que yo experimento y que vivo con
otros…La forma que adquiere día tras día nuestra historia individual…Implica
reiteraciones de acciones vitales, en una distribución diaria del tiempo. La cotidianidad es
espacio, tiempo y ritmo…es predominantemente experiencia de acción, mecanismo
irreflexivo, no es consciente…Los hechos se aceptan como partes de un todo conocido,
autoevidente. “como que simplemente es”
Uno de los aspectos centrales que los autores remarcan es este aspecto no
voluntario, no visible para quien experimenta la vida cotidiana, Canales Cerón, refiere que
“En la esfera de los eventos cotidianos todo ocurre con la evidencia de lo sabido: no hay
acontecimiento o irrupción de sentido a interpretar. El sujeto observa y se observa en
medio de un mundo-sabido, donde todo ocurre según lo previsto. Mundo de la obviedad.
Hay dos modos de indicar lo obvio: como lo que no se ve y como lo que se da por visto…
En ese fluido de normalidad la conciencia observadora ni pregunta ni interpreta. Todo ya
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está situado en su lugar y entre ellos, el sujeto transcurre sin hacerse presente como el que
soporta todas las distinciones que estructuran esa realidad…
La cotidianeidad engloba los vínculos, las relaciones, los roles que desempañamos
en el entorno social, “La cotidianeidad es particularmente pertinente por esta nota: lo
social se hace opaco. Momento en que lo social es al mismo tiempo más real que nunca toda la cotidianeidad es juego de roles, actuación de libretos, desempeños sociales- y
menos visible” (Canales Cerón)
Ana Quiroga refiere que esta valoración de lo cotidiano como autoevidente e
incuestionable se realiza a través de un mecanismo de la ideología dominante. Encubre lo
cotidiano lo muestra como “la realidad”. La ideología naturaliza lo social, universaliza lo
particular y atemporaliza lo histórico. La vida cotidiana se vuelve de orden natural,
universal, inmodificable.
Sin embargo la autora, “plantea que es posible interpelar los hechos,
problematizarlos. Desmitificar, al romper el velo de la familiaridad se produce una
distancia que permite que el sujeto sea cognosente.” Es interesante como platea desde la
psicología social la posibilidad de realizar una crítica a la cotidianidad. Dice, Primero
experimentándola viviéndola, segundo establecer una ruptura con lo familiar.
Senderos del acompañamiento terapéutico por la cotidianeidad
El acompañante ingresa a esa vida cotidiana pero no lo hace solo, sino que a través
del vínculo/ los vínculos que atraviesan ese escenario y lo hace junto a otros actores.
Interlocutores que
por fuera de la escena de la cotidianeidad, dan sentido, prestan
contenido simbólico, permiten procesar, sostener una estrategia que respete y no tapone la
subjetividad del paciente. Permitiendo despejar y comprender para no actuar los
sentimientos contratransferencia a veces insoportables, como las transferencias desplegadas
tanto por el paciente como la familia, los compañeros o los otros implicados en ese
escenario de lo cotidiano. La vivencia que tiene el acompañante de la cotidianidad es muy
intensa, penetrante, solemos decir de trinchera. Por ello incluimos dentro del andamiaje del
acompañamiento terapéutico tanto la coordinación de los acompañantes, como las
supervisiones y la terapia personal del propio at.
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Leonel Dozza plantea …“intervenir en los contextos comunitario y domiciliario
impone un cambio paradigmático en la práctica clínica, y a su vez conceptualizaciones
acordes con esta otra estructura que es la Clínica de lo Cotidiano.”
Cambios necesarios que nos permitan pensar que nuestro trabajo en la cotidianeidad
es para trabajar con ella y no a pesar de ella. Evitando trasladar encuadres de otros
abordajes con el riesgo de convertirnos en psicólogos a domicilio, si nos centramos solo en
nuestro paciente nos perdemos la riqueza de las interacciones con los otros tanto con los
significativos como aquellos otros representantes de la sociedad, chofer, cajero de un
negocio, mozo, etc. La manera de caminar la ciudad, habitar su casa, el trato con las
mascotas, los hábitos de higiene y alimentación. Situaciones que están veladas en el
escondite de la cotidianeidad y no son cuestionadas por él.
Este mundo que plantea Ana Quiroga en el cual nos incluirnos, nos familiarizarnos,
sin cuestionar, ni juzgar, formar parte de ese mundo de esa vivencia. Para luego y
respetando los tiempos del otro ir marcando, preguntando, interviniendo
Nos relata una aacompañante (Juliana): :Coral no come, Coral se corta. Cuando
conocí a Coral me impactaron su delgadez y su piel de muñeca de porcelana. Dentro de su
casa (que es la casa de una muñeca de porcelana) Coral “combina” con los adornos
antiguos, los almohadones perfectos, el piano y las ventanas diminutas…Resonaban
algunos dichos del equipo: “si continúa sin comer morirá”…
Sorprende la expresión, “combina”, es que cada uno combina con su mundo… La
acompañante ingresa, mira, vive, siente y delata; muñeca de porcelana, sin vida, en
composé con la decoración de la casa, en relación a los otros habitantes de ese hogar, de la
familia. Juliana y el equipo de at que realizaban una internación domiciliaria desde el
ingreso a la casa de Coral tuvieron oportunidad de hacer este registro, de pensarlo, de
trabajar con esto en una estrategia que le permita ser alguien vivo, en un ambiente que
tendrá que ser modificado
El acompañante, puede con su presencia hacer una ruptura con lo natural, lo obvio, lo
familiar, puede preguntar, interpelar algunos aspectos de esa realidad y de los vínculos. Su
simple presencia desnaturaliza, pone evidencia, saca al otro de ese ritmo de la rutina del
mundo en movimiento.
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Somos observadores de aquello que el otro no puede ver. Si el trabajo del
acompañante implica el surgimiento de la subjetividad, la ruptura del velo de la
familiaridad permitirá que el sujeto devenga cognoscente, ó sea que se vuelva sujeto activo
en su propio mundo con posibilidad de elegir, de transformar. Poner una luz que ilumine
aquello que le parece ·normal” ya sea de los objetos, los espacios y las relaciones, que
tapona posibles practicas desubjetivizantes.
El acompañante puede preguntar, sorprenderse, hacer chistes sobre algún suceso de
la vida cotidiana infinidad de recursos e intervenciones que implican señalar, mostrar, dar
lugar a aquello que no se ve y que es necesario modificar en el curso de un tratamiento.
La cotidianidad es ese espacio, tiempo y ritmo. Los acompañantes trabajamos en el
espacio, Dice Palombini “Concibiendo al cuerpo como espacio, al mismo tiempo exterior e
interior, con el cual el hombre se encontraría parcialmente identificado aunque
indisolublemente vinculado, Bollnow considera de forma análoga la relación del hombre
con su casa, a la cual toma como una expresión parcial de la totalidad de la persona
incidiendo sobre sus determinaciones y teniendo el poder de transformarla.”
El entrar en la casa o la institución permite a los acompañantes el acceso a la
observación de muchos detalles que permiten comprender el mundo subjetivo del paciente.
Me refiero a la distribución de los lugares, la disposición de la casa, las habitaciones, las
camas, las ventanas, las puertas, el uso que la familia y el paciente hacen o no de esos
espacios.
Recuerdo una paciente pronta a ser dada de alta luego de una internación
psiquiátrica planteaba a su psicóloga que ·”no había espacio para ella en su casa” y por ello
no quería ser externada·, la acompañante registró en las salidas con permiso del hospital
para trabajar la externación, el hecho que en la casa no había una silla para ella. Debían
comer primero su mama y su hermana y luego ella. No era la fantasmática era la realidad,
no había lugar para ella en esa casa en el vinculo simbiótico de su mamá y su hermana, su
casa la expulsaba una y otra vez a vivir en la calle
Igualmente la vivencia subjetiva del tiempo el acompañante entra en esa vivencia
cotidiana del tiempo del otro, tan disímil como variable, ajustada o desajustada. La vivencia
del tiempo sin tiempo de las instituciones totales, del tiempo detenido de la psicosis, el
tiempo acelerado o a veces saltando , no solo en las distintas patologías sino también en las
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distintas circunstancias que nos toca vivir, el tiempo a veces se nos pasa volando a veces
lento, eterno. La vivencia del tiempo en las distintas etapas de la vida también impone una
impronta particular. El acompañante ingresa a ese tiempo y en un primer momento se
adapta así como el viajero debe ajustar su reloj de acuerdo al huso horario del país que se
encuentre.
Finalmente los Ritmos de lo cotidiano, la rutina, repetición acompasada de hechos
movimientos
tres dimensiones de la cotidianeidad, tres dimensiones del rol del
acompañante terapéutico en la vida cotidiana.
Relata Noelia una acompañante en el espacio de supervisión, “cuando entre a la
casa de Clau no lo podía creer, había cajas y cajas por todos lados, no se podía caminar,
no había donde estar. Le pregunte que había en las cajas, me responde “cosas que algún
día puedo necesitar” abro una caja estaba llena de plantillas de zapatillas que ya no debe
tener más”. Quedo asombrada, le digo “Y esto para que te puede servir?·” ella responde
“no sé! Las voy a lavar así quedan limpias!”
Noelia acompaña a Clau va a su casa, toman mate revisan las cajas van ordenando
tirando cosas, a veces Clau no quiere desprenderse Noelia la respeta, la espera.. respeto del
ritmo del otro, una casa que guarda pero no permite la circulación de lo nuevo, cajas, cajitas
que contienen fragmentos de otros tiempos. El espacio, el tiempo, el ritmo de la vida
cotidiana se conjugan en cada intervención de los acompañantes.
El trabajo que se va haciendo con los objetos de la casa va modificando la vivencia
la subjetividad, un cambio en la posición de Claudia en relación a sus cosas, sus espacios
que redundan en la posibilidad de nuevos espacios para ella en el afuera, meses después
sale busca un grupo juvenil del cual pueda formar parte
El espacio, es la casa, la institución, la ciudad, la calle, Noelia se sorprende del paso
de Clau por la ciudad, lo hace de manera desordenada, alterada, apurada da la sensación
que quiere volver rápido, “Un día habíamos planeado que íbamos a entregar curriculums
ella me esperaba lista salimos, fuimos a varias instituciones que ella tenía en una lista,
después de caminar varias horas al rayo del sol, yo estaba agotada y me di cuenta que
íbamos y volvíamos que estábamos haciendo un camino sin sentido volviendo siempre al
mismo lugar, ella estaba contenta y entusiasmada por que había cumplido su objetivo yo
estaba cansada, molesta, enojada” Esta vivencia fue trabajada en supervisión, le dimos
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lugar, entendimos que Clau vive de esta manera el espacio, que Noelia podía ayudar a
armar un recorrido planificar su día, Si la vida cotidiana es acción, detenerse a reflexionar,
a planificar, a observar y observarse implica un movimiento en la relación del sujeto con si
mismo y con el mundo que lo rodea.
El rol del acompañante en la vida cotidiana implica esto, haber ido sin cuestionar,
acompañar el recorrido alocado de Claudia por la ciudad, para luego detenerse, sentir el
enojo pero no actuarlo, pensarlo en otros espacios con otros interlocutores para luego
volver al terreno del acompañamiento.
Para finalizar quiero abordar sintéticamente el tema de los vínculos, lo obvio de la
cotidianeidad invisibiliza también los roles que desempeñamos en la red de relaciones, el
que desenvuelven los pacientes en el contexto de sus familias, de la institución, de su
entorno.
Correr el velo de la oscuridad de lo obvio en el juego de los roles de las relaciones
con los otros, relaciones vinculares que constituimos y nos constituyen, que a veces se
rigidizan, estigmatizan. Cuando trabajamos con personas aquejadas por patologías graves al
ingresar en su mundo podemos observar, registrar, sentir movimientos de la cotidianeidad
que obturan la posibilidad de desplegar la subjetividad, de permitir cambios
transformadores.
Sujetos que no son escuchados, que no tienen un espacio propio, que se los ubica en
un lugar del que no puede, no sabe, por lo tanto no va a poder no va a saber. El
acompañante puede allí introducir una cuña un signo de pregunta que permita un
movimiento es esa modalidad vincular
Karina es acompañante y nos relata que en un acompañamiento de una niña de 11
años con retraso mental a causa de hipoxia perinatal, con presunto diagnostico de psicosis y
obesidad (107 Kilos) “Estábamos en un período de trabajo respecto a la alimentación de la
niña y a proveerle alternativas más sanas, con menos calorías, Un día llego a la casa de Luli
en horario en el que la familia desayuna, y a pesar que el día anterior habíamos estado junto
a la mamá de Luli pensando recetas que se adapten a los requerimientos pedidos por la
nutricionista, la niña estaba comiendo sándwiches de milanesa …, los cuales preparaba su
padre muy gustoso. Luego de haber comido dos, mientras su padre prepara el tercero, le
pregunta a la niña: “¿No te parece que es mucho para desayunar?”. Luli piensa, asiente y
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rechaza el sándwich diciendo: “No quiero más”. Su padre insiste en que lo coma y ella
reitera: “Papá ya no quiero más, mejor lo dejamos para el almuerzo”
Esta escena cotidiana, quizás se repita de la misma manera mil veces pero esta vez
hay un testigo, un interlocutor que advierte que puede frenar, advertir la no conveniencia de
comoer un tercer sándwich, colaborar para que esta niña pueda ser escuchada.
El trabajo como acompañante en lo cotidiano presenta algunos riesgos entre ellos
está la posibilidad de que los acompañamientos prolongados este mundo compartido se
vuelve cotidiano para el acompañante, el acompañante puede ingresar en este mundo
irreflexivo que se resiste al cambio y dejar de ver. El sistema absorbe de manera tal que su
presencia que se vuelve natural y no devela sentidos con el riesgo de dejar de ser
terapéutico.
El dispositivo de acompañamiento terapéutico, nos permite este circular por los
distintos espacios, por la coordinación, la reunión de equipo, la terapia personal, el espacio
de supervisión, de manera de habitar este vinculo en la vida cotidiana sin ser parte del
todo de ella, para no perder en la intervención la condición de viajero en ese tiempo, ese
espacio, ese ritmo develando la oscuridad del mundo de lo obvio.
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Publicado en el Año 6 N° 14 de “Utopía y Práxis Latinoamericana”, Revista Internacional
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Palombini A (2004) La psicosis en el espacio y tiempo de la ciudad: soportes teóricos. En
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UFGRS Editora
Quiroga A (2012) Psicologia social y critica de la vida cotidian. Introduccion a la segunda
edición. En Psicologia de la vida cotidiana. Pichon Riviere & Quiroga A. buenos aires: Ed
Nueva Visión
Acompañamiento terapéutico y Vida Cotidiana
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SOBRE A REVISTA
A revista “ATravessar: Revista de Acompanhamento Terapêutico” é uma publicação
semestral da Associação de Acompanhamento Terapêutico (AAT). Publica artigos originais
referentes à atuação do at, à pesquisa, ao ensino ou à reflexão crítica sobre a produção de
conhecimento no campo do AT. Sua missão principal é contribuir para a ampliação do
conhecimento no campo do AT, assim como para o enriquecimento profissional daqueles
que trabalham com essa prática, bem como socializar o conhecimento produzido por
aqueles que pesquisam e/ou atuam nesse campo.
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INSTRUÇÕES AOS AUTORES
A revista “ATravessar: Revista de Acompanhamento Terapêutico” é editada pela AAT
(Associação de Acompanhamento Terapêutico). Propõe-se a ser um periódico científico
semestral temático, com o objetivo de publicar investigações/ desenvolvimentos teóricos,
relatos de pesquisa, debates, entrevistas e resenhas que contenham análises, críticas e
reflexões sobre temas, fatos e questões do AT. Publicar também artigos voltados à
interlocução entre o AT e vários campos do saber.
Processo de avaliação por pares
A revista “ATravessar: Revista de Acompanhamento Terapêutico” aceita textos
redigidos preferencialmente em português; espanhol e inglês. Os manuscritos devem ser
inéditos e originais. Ao serem recebidos, os trabalhos passam por uma conferência
preliminar, relativa aos dados exigidos pelas Instruções aos Autores (o não cumprimento
das orientações implicará na interrupção deste processo). A seguir, são remetidos aos
membros da comissão editorial para emissão de parecer, em sistema “duplo cego” (double
blind review), preservando a identidade do autor e do avaliador. Os trabalhos aprovados são
encaminhados ao coordenador da referida comissão e todos os autores são notificados sobre
a aprovação, reprovação ou necessidade de reformular seu trabalho. Neste caso, fica a
critério do autor acatar ou rejeitar a orientação de reformulação. No caso de recusa da
reformulação o autor deverá justificá-la e caberá ao coordenador da comissão editorial, se
julgar a justificativa insuficiente, recusar o trabalho ou solicitar a um outro parecerista que
o avalie novamente. Pequenas modificações no texto serão feitas pela comissão editorial,
mas as modificações substanciais serão solicitadas aos autores. Os artigos assinados
expressam a opinião de seus autores. É permitida a reprodução parcial dos artigos desde
que citada a fonte. A proposta deve preencher rigorosamente os requisitos e normas abaixo
para que seja apreciada pela comissão editorial.
Todo Título, Crédito, Palavras-Chave e Resumo devem ser apresentados nos três
idiomas.
Adotaremos
o
seguinte
padrão
para
Abreviações:
utilizar
AT
para
Acompanhamento Terapêutico/ Acompañamiento Terapéutico. Para acompanhante
terapêutico/ acompañante terapéutico utilizar at (em negrito) e ats para o plural.
106
Formatação padrão
- word for windows, versão 6.0 ou superior, com extensão .doc
- digitado em fonte 12, Times New Roman, formato A4.
- Espaço 1,5.
Forma e preparação de manuscritos
- Tipos de texto:
1.
Estudos teóricos/ensaios – análises de temas e questões fundamentadas
teoricamente, envolvendo reflexão crítica e questionamentos aos modos de pensar e
atuar existentes e proposição de elaborações novas e oportunas (preferencialmente
de 20 a 25 laudas em espaço duplo);
2.
Relatos de pesquisa – investigações originais de alta qualidade, baseadas em dados
empíricos, recorrendo à metodologia quantitativa e/ou à qualitativa. Importante que
haja uma discussão crítica dos resultados e que seja explicitada a contribuição para
a produção do conhecimento. Nesse caso, é necessário conter introdução, método,
resultados, discussão e conclusões (preferencialmente de 20 a 25 laudas em espaço
duplo);
3.
Relatos de experiência profissional – relatos de experiência profissional de interesse
e relevância para as diferentes práticas do AT (preferencialmente de 15 a 20 laudas
em espaço duplo).
Tabelas, gráficos e imagens (em formato JPEG) devem constar no corpo de texto.
Todos os endereços de páginas na Internet (URLs), incluídas no texto (Ex.:
http://www.aat.org.br) devem estar ativas e prontas para clicar.
Notas e referências bibliográficas
1. Notas: Deverão constar no final do texto. Desta forma deve-se fazer a opção
NOTAS DE FIM e NÃO Notas de rodapé.
2. Artigos e capítulos de livros
Fazer referência bibliográfica na seguinte ordem: autor, título do artigo/capítulo,
nome do autor do livro, título do livro (em itálico), subtítulo (sem itálico), edição,
107
local de publicação (cidade), editora, data de publicação, volume, capítulo, páginas
(inicial e final), série ou coleção. Exemplos:

Autor do capítulo e do livro
BARRETTO, Kleber Duarte. Onde se adentra no campo da transicionalidade e se
discute a participação da pessoa do terapeuta no trabalho clínico. In:
. Ética e
Técnica no Acompanhamento Terapêutico: andanças com Dom Quixote e Sancho
Pança. 3ª edição. São Paulo: UNIMARCO e Edições Sobornost, 2005.

Autor somente do artigo ou capítulo
TORRE, Daniela Della. Clariceando o acompanhamento terapêutico. In: Antúnez,
A. E. A. (Org.) Acompanhamento Terapêutico: casos clínicos e teorias. 1. ed. São
Paulo: Casa do Psicólogo Editora, 2011. v. 1. 216 p.
3. Artigos publicados em periódico científico
Indicar: autor do artigo, título do artigo: subtítulo do artigo, título da revista (em
itálico), local de publicação (cidade), título do fascículo se houver (suplemento ou
número especial), volume, número, páginas (inicial e final), mês e ano. Exemplo:
SAFRA, Gilberto. Placement: modelo clínico para o acompanhamento terapêutico.
Psychê, São Paulo, v.10 n.18, p. 13-20. São Paulo set. 2006.
4.
Citações no corpo do texto – Referências Bibliográficas
As citações, quando forem literais, devem ser precisas, grafadas em itálico e entre
“aspas”. No corpo do texto deve constar o sobrenome do autor, seguido da data e
páginas da publicação. Ex.: (Chaui, 2004, p. 170).
Nas Referências Bibliográficas, o sobrenome do autor citado deve ser posto em
ordem alfabética (em maiúsculas), prenome, título do livro (em itálico), subtítulo
(sem itálico), edição, local da publicação (cidade), editora, ano de publicação,
volume, série ou coleção (entre parênteses).Exemplo:
ANTÚNEZ, A. E. A. (Org.) Acompanhamento Terapêutico: casos clínicos e teorias.
1. ed. São Paulo: Casa do Psicólogo Editora, 2011. v. 1. 216 p.
5.
Dissertações e Teses
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As referências de Tese de Doutorado ou Dissertação de Mestrado devem conter:
nome do autor, título (em itálico), subtítulo (sem itálico), data, número de páginas
ou volumes, categoria (grau e área de concentração), identificação da instituição,
local, data de publicação. Exemplo:
CHAUI-BERLINCK,
Luciana.
Andarilhos
do
bem:
os
caminhos
do
acompanhamento terapêutico. 2011. 173p. Tese (Doutorado) – USP, São Paulo,
2011.
POSSANI, Tania. A experiência de ‘sentir com’ (Einfühlung) no acompanhamento
terapêutico: a clínica do Acontecimento. 2010. 108p. Dissertação (Mestrado) –
USP, São Paulo, 2011.
Nota importante: caso necessite de um guia mais completo favor consultar Diretrizes para
apresentação de dissertações e teses da USP: documento eletrônico e impresso (Cadernos
de Estudos 9, 2004) http://www.teses.usp.br/info/diretrizesfinal.pdf
Envio de manuscritos
Os artigos devem ser inéditos, e seus originais serão submetidos a exame pela
comissão editorial. Os originais não serão devolvidos.
O fluxo de artigos que chegam à revista da AAT é o seguinte: 1) avaliação preliminar
pela comissão editorial; 2) encaminhamento para dois pareceristas; 3) encaminhamento do
parecer para a comissão editorial para decisão final; 4) informação para o autor: se
recusado, se aprovado ou se necessita de reformulações (nesse caso, é definido um prazo de
30 dias, findo o qual o artigo é desconsiderado, caso o autor não o reformule); 5) para os
aprovados, encaminhamento para a revisão de português, sendo que poderão ser efetuadas
modificações na forma do texto, mantendo o conteúdo; 6) após revisão, encaminhamento
para composição e diagramação; 7) publicação.
Os artigos devem ser remetidos para:
Associação de Acompanhamento Terapêutico (AAT)
Eletronicamente pelo: [email protected].
Visite: www.aat.org.br.
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