OS ARQUIVOS INSULARES (Atlântico e Caraíbas) APRESENTAÇÃO Alberto Vieira ARQUIVOS DO CARIBE Berarda Salabarría: Archivos Históricos de Cuba Delfina Fernández y Dolores Luque: El desarollo de los Archivos Historicos de Puerto Rico Roberto Cassa : Archivos Históricos de Santo Domingo Luis Miguel García Mora: Fuentes para el estudio de Cuba y Puerto Rico en los Archivos Españoles ARQUIVOS DAS ILHAS PORTUGUESAS • • • • • Pedro Medeiros : Os Arquivos da Região Autonoma dos Açores Maria Fatima Araujo Barros Ferreira y Gastão Duarte Teixeira de Sousa Jardim: Arquivo Regional da Madeira. A memoria insular portuguesa Isabel Branquinho : Documentação sobre Madeira e Açores nos Arquivos de Lisboa Caterina Kozitcka: Os roteiros do Atlântico desconhecidos encontrados nas Bibliotecas Checas Rocio Casas de Bustos : Las Açores en la política de Felipe II Su documentación en el Archivo General de Simancas ARQUIVOS DAS CANÁRIAS • • María del Carmen Ruiz Benítez de Lugo Mármol: Fuentes Documentales de Canarias. Provincia de Santa Cruz de Tenerife Enrique Pérez Herrero: Los Archivos de la Provincia de Las Palmas. Su importancia, valoración y centros • • • • • Alicia Fernandez Padron /Manuel Martin Arencibia: Processo de Recuperacion del Archivo Municipal de Arucas Gloria Díaz Padilla : Los protocolos notariales gomeros a mitad de la centuria decimonónica. Pasado y Presente. José Manuel Hernández Hernández: La acción cultural de los Archivos Municipales Canarios: utopía o evidente necesidad Santiago Luxan Melendez y Juan Antonio Martínez de La Fe: La recuperación de los Archivos de empresas canarias Georgette M. Dorn : Documentación existente en la Biblioteca del congreso de los Estados Unidos de América en relación con las islas del Atlántico. A novidade do IV Colóquio Internacional das Ilhas Atlânticas(9 a 14 de Outubro em Gran Canaria e Tenerife) foi o estabelecimento pela primeira vez, de um fórum de debate sobre os arquivos insulares. A política arquivistica, a disponibilização e divulgação dos núcleos documentais são agora motivo de debate nestes encontros. Todavia, as especificidades deste tema levaram-nos a avançar com um volume distinto de modo a que este apartado cumpra com plenitude a sua missão de divulgar e apoiar a investigação histórica insular. A valorização dos arquivos no contexto da política cultural é uma realidade recente nas ilhas, o que contribuiu, certamente para o estado em que se encontra parte significativa dos núcleos documentais. Hoje o repto que se coloca aos responsáveis por estas instituições não é mais resgatar a documentação perdida, mas sim partir para a valorização da disponível e apostar numa adequada política de incorporação dos núcleos recentes, que materializam a nova realidade política emergente neste fim de século. Os arquivos da autonomia ou da independência - para os novos países como Cabo Verde e S. Tomé e Príncipe - são o principal desafio do momento. No presente colóquio, de acordo com o percurso estabelecido pelo Instituto Tavera, pretendeu-se fazer uma primeira abordagem da problemática arquivística em geral e uma primeira tentativa de reorganização da informação documental de todos os arquivos insulares das ilhas do Atlântico e do Caribe. Foram ainda apresentadas algumas mais comunicações que aqui não se publicam porque os seus autores não enviaram os originais para publicação. São elas: • • Margarita Vázquez de Parga: El sistema archivistico español Carmen Sierra: El Cida y sus recursos de información documental • Luis Gonzalez Duque: El Archivo Municipal de La Laguna: legado vivo de la Historia de Canarias Agora a porta está aberta para outras iniciativas, que num futuro poderão levar a autonomização desta área, criando-se assim um fórum para os arquivos insulares, como foi manifesto desejo dos presentes a este encontro. O desafio está lançado e resta-nos aguardar pela sua evolução futura. Funchal/Las Palmas. 1.12.95 Alberto Vieira ARCHIVO NACIONAL DE CUBA. LOS FONDOS DE ARCHIVO DE LA REPUBLICA DE CUBA (HASTA 1900)-DIRECTORIO Berarda Salabarría Si bien es cierto que el origen del actual sistema de archivos de la República de Cuba podríamos encontrarlo en las Ordenanzas que los Reyes de España Felipe 11 y Felipe 111 dictaran para la protección y cuidado de libros y papeles, no fue hasta mediados del siglo XVIII que Antonio Ma. Bucarely, por aquel entonces Gobernador de la Isla, diera los primeros pasos en la organización de la documentación existente, para lo cual promovió la creación de la primera Secretaría de la Capitanía General donde se archivaban los documentos correspondientes a la gobernación civil y militar. Más tarde se crearon los archivos de la Intendencia de Ejército y Real Hacienda de la Isla de Cuba y del Consulado de Agricultura Industria y Comercio de la Habana por lo que al finalizar el siglo XVIII, existían en el pais tres archivos oficiales. En 1830 se pensó en reunir estos tres archivos en uno solo, para lo cual el Gobernador, Teniente General D. Joaquín de Ezpeleta, elevó a las autoridades reales el expediente formado al efectol quienes dieron su asentimiento y lo devolvieron acompañado por la Real Orden No. 531 del 28 de enero de 1840 emitida por la entonces Reina Gobernadora de España María Cristina de Borbón. Esta Real Orden dió nacimiento al Archivo General de la Isla de Cuba, quinto Archivo de América Latina, después de los de Argentina (1821), México (1823), Bolivia (1825) y Brasil (1838). Al momento de su creación este Archivo contaba con los documentos del Tribunal y de la Contaduría Mayor de Cuentas, los procedentes de la aduana de New Orleans, de la Louisiana, y los de la Isla de Santo Domingo, traídos para la Habana al cesar en estos territorios a cominacion espanola. Además a ese Archivo habían ingresado los documentos procedentes de San Agustín de las Floridas, los que llegaron a Cuba en 1821 en la goleta norteamericana "Adelina", cuando después de un litigio para apoderarse indebidamente de los mismos, el Gobierno norteamericano se vió precisado a entregarlos a España. A los documentos ya existentes, se adicionaron los papeles salvados del extinguido Ejército de Costa Firme y los provenientes del archivo de Puerto Cabellol que habían sido traídos de Santiago de Cuba en 1835, en la fragata francesa "Elizabeth" y que contenían, entre otros documentos, comprobantes de distintas clases, revisión de víveres del ejército y cuentas, desde 1817 hasta 1826. Muchos de estos documentos fueron quemados, debido a su mal estado de conservación. También ingresaron a este Archivo los documentos de la Real Audiencia de Puerto Príncipe al establecerse la nueva Audiencia de la Capital de la Isla en la Habana. Reclamados por el Jefe del Archivo, a principios de 1841 ingresaron en la Institución los documentos sobre Realengos, enviados por la Contaduría de Ejército a la Administración General Terrestre el 21 de enero de 1829. Sucesivamente y hasta 1845 el Archivo recibió una buena cantidad de documentos que fueron enriqueciendo sus fondos. En este propio año se recepcionaron algunos fondos como son los de la Escribanía Mayor de Real Hacienda; Contaduría General de Ejército y sus Cuentas; Cuentas de las Administraciones Principales de Cuba y Puerto Príncipe, las de las cajas de la Habana, las de las administraciones subalternas de toda la Isla y las de las corporaciones y establecimientos que las producían; las cuentas del Tribunal Superior Territorial pertenecientes a un quinquenio y las del Tribunal Mayor correspondientes a los años de 1731 a 1839. Ya en 1846 se hacían esfuerzos para lograr una nueva ubicación para el Archivo, puesto que las tres piezas que ocupaba en la Real Factoría de Tabaco resultaban insuficientes. Aunque la aglomeración de papeles llevó a quemar regularmente aquellos documentos que se consideraban "inútiles o de escaso valor para la tramitación de asuntos importantes", los papeles continuaron aumentando, lo que unido a la estrechez del local, obligó a trasladar el Archivo en 1856 para el tercer piso del convento de San Francisco. Por Real Orden del 31 de octubre de 1857 se suprime el Archivo de la Real Hacienda y se crea el que en lo adelante se denominará Archivo General de la Isla de Cuba "con los expedientes y documentos innecesarios para el despacho de lo corriente ó que ya no fuese preciso consultar, correspondientes á los ramos de Gobernación, Hacienda, Guerra y Marina". Por tanto, es esta disposición la que hace surgir, a nuestro criterio, el archivo histórico del país. Grandes fueron las vicisitudes por las que pasaron los archivos de Cuba en este período. El saqueo e incendio a que fue sometida la Habana por el corsario francés Jacques de Sores en 1555, que prácticamente destruyeron los archivos que exístían desde la fundación de la ciudad, fue una de las mayores desgracias acaecidas a los archivosZ pero no la única; a esto se unió a lo largo de muchos años, las quemas periódicas de los documentos; la destrucción de los mismos por el comején y la polilla, como fue el caso, en 1829, del pequeño Archivo del Ministerio del Ejército y Real Hacienda de Santiago de Cuba, cuyos documentos quedaron inservibles; los traslados de los documentos de un local a otro en inadecuadas condiciones, como por ejemplo la mudada para el Castillo de la Fuerza a cargo de los recogedores de basura; las inundaciones; los huracanes, como el que asoló a Matanzas en el año de 1870 y que destruyó un buen número de libros y legajos de importancia que se guardaban en el Archivo de la Junta Subalterna de Sanidad de esa ciudad, y el de La Habana, en 1876, que dañó las paredes del Archivo, dejó sin puertas la instalación y a las ventanas sin un solo cristal, a consecuencia de lo cual penetró el agua afectando los documentos; a lo que podemos añadir, entre otras cosas, la desidia y despreocupación de las autoridades en todo lo que se refería a la situación de los archivos. También conspiró contra la integridad de la documentación histórica de la Isla, la extracción de parte importante de sus fondos por el gobierno español de aquella época. En 1888, en cumplimiento de la Real Orden del 19 de abril, el Gobernador General nombró al Sr. Cornejo de Villarroel, Archivero Bibliotecario y Abogado del llustre Colegio de Madrid que a la sazón se encontraba en La Habana, para que seleccionara los valiosos documentos que, sin pérdida de tiempo, habrían de enviarse al Archivo de Indias por conducto del Gobernador de Cádiz. Como resultado se enviaron a España ciento ochenta y cinco cajas que contenían dos mil trescientos legajos, con los papeles de la Florida y Tierra Firme -esta última comprende las Capitanías Generales de Guatemala y Venezuela-, todos documentos de gran valor histórico entre los que se encontraban la correspondencia inédita de Florida Blanca, tratados diplomáticos, noticias interesantes sobre la emancipación de las colonias inglesas y expedientes curiosos relativos a la Inquisición, entre ellos el que hubo de seguirse al médico milanés Esteban Curti, llamado El Brujo. El 4 de junio de 1890 disponía el Gobierno de España, que para el enriquecimiento del Museo y la Biblioteca de Ultramar radicados en Madrid, se le enviaran los legajos de correspondencia de los gobernadores de Cuba con los de Yucatán. También se remitieron a la Direccion General de los Asuntos de Ultramar del Ministerio de Hacienda, documentos procedentes de la Comandancia General de Marina y Capitanía del Puerto de la Habana y los del Estado Mayor GeneralX correspondientes a los años 1868 a 1883, así como ciento setenta y cinco cajones con documentos de la suprimida Junta de la Deuda, relacionados con el servicio de las deudas creadas por la ley de 7 de julio de 1882. Más tarde, al cesar la dominación española sobre Cuba, el 10. De enero de 1899, fueron trasladadas a España más de quinientas cajas de papeles que fueron ingresadas en calidad de depósito en el Archivo Histórico Nacional, y luego remitidas al Archivo Histórico de la Guerra que radica en Segovia. La intervención norteamericana iniciada el 1ro de enero de 1899 hizo aún más difícil la situación del Archivo, y al proclamarse la República neocolonial el 20 de mayo de 1902, el entonces denominado Archivos Nacionales pasó a depender de la Secretaría de Gobernación y por decreto presidencial No. 386 de 20 de diciembre de 1904 cambió su nombre por el de Archivo Nacional. La incomprensión y el desprecio de las autoridades coloniales y neocoloniales hacia el trabajo archivístico hizo que los documentos estuvieran ubicados siempre en lugares inapropiados, hasta que en el año 1944 el amor y el tesón de su director Joaquín Llaverías hicieron posible que por primera vez el Archivo de la Nación tuviera un edificio digno. La primera iniciativa de Llaverías al ocupar la jefatura del Archivo en el año 1922 fue, aplicando los acuerdos del Congreso de Bibliotecarios y Archiveros de Bruselas, poner en práctica los nuevos sistemas de catalogación e indización por fichas, clasificadas cronológicamente por orden alfabético, de apellido o materias, a resultas de lo cual se pusieron al servicio del público innumerables documentos hasta el momento ignorados, entre los que se encontraban los de tres fondos de nueva creación: "Asuntos Políticos", que trata fundamentalmente de las relaciones de España con Cuba y el resto de América, y que abarca los siglos XVIII, XIX y XX; "Varios - Judicial", constituído con las actuaciones civiles recibidas por diferentes donantes y la documentación donada por Benigno Souza Rodríguez, compuesta por fotografías y láminas además de más de 10 000 mapas y planos con lo cual se elaboraron tres tomos de un catálogo que recogería todos los mapas, planos, croquis y árboles qenealógicos existentes en el Archivo. Se fundó la biblioteca de consulta con una gran cantidad de obras de Historia de Cuba, así como con las publicaciones del gobierno tales como la Gaceta Oficial, informes, estadísticas, aranceles, boletines, colecciones legislativas, periódicos varios, presupuestoss etc. A su gestión se debe también la promulgación de la Ley No.6 publicada el 7 de mayo de 1942 la cual estipulaba, entre otras cosas, cuáles documentos eran de utilidad publica, considerándolos como parte del patrimonio nacional, a los efectos de impedir su indebido comercio y evitar su destrucción o salida del territorio del Estado. Años más tarde, en 1960, con el objetivo de preservar la documentación que comenzaba a generarse, el Gobierno Revolucionario dispuso por la ley No.714, vigente en la actualidad, entre otras cosas, que nadie está facultado para destruir documento alguno sin autorización del Archivo Nacional, aunque lamentablemente esta disposición no garantiza el completamiento progresivo y la actualización de nuestra documentación. En nuestro país llamamos completamiento al reabastecimiento sistemático de los archivos estatales con documentos de valor permanente que perdieron su vigencia administrativa en los Organos de Gobierno, Organismos de la Administración Central del Estado y otras instituciones. Durante la etapa colonial esta actividad estuvo regulada mediante las Reales Ordenes, las que determinaban las instituciones que debían entregar sus documentos al Archivo, y en la forma en que debían hacerlo. En la Neocolonia los documentos eran remitidos al Archivo Nacional por las Secretarías o Ministerios, así como por los Gobiernos Provinciales y algunos Municipales. Esta remisiones, aunque numerosas, eran desorganizadas, lo que si bien hizo crecer día a día el volumen de documentos, la forma en que se recepcionaban, impedía ponerlos de inmediato al servicio de los investigadores. Así ingresaron, partir del 1ro de enero de 1899 al Archivo Nacional, una gran cantidad de documentos valiosos, entre los que podemos significar los fondos de la Delegación del Partido Revolucionario Cubano en Nueva York fundado por nuestro José Martí; los expedientes de la Escribanías de los Sres. Francisco de Castro, Mariano Guás, Arturo Galletti y Pedro Vidal Rodríguez; los correspondientes a la Secretaría de Gobernación; al Archivo Civil de la Revolución de 1895; las actas de sesión celebradas por distintos Ayuntamientos de la República; los expedientes del Ramo de Hacienda; el archivo personal del patriota y colaborador de Martí, Juan Gualberto Gómez, así como documentos de Antonio Maceo, entre otros . Con recursos propios del Archivo fueron compradas, además, colecciones de cartas de José Martí; documentos acerca de la conspiración de Vuelta Abajo y del comercio en la Isla de Cuba a fines del siglo XVIII y los papeles que conservaba en Lisboa el Sr. José Morales de los Ríos, referentes a la Guerra de los Diez años. Actualmente el trabajo de completamiento de nuestros fondos se realiza de una manera distinta, para lo cual se elaboran los documentos técnicos normativos que permiten seleccionar, de toda la producción creciente de documentación, aquella de más valor. Este trabajo comienza, pues, antes que el documento se produzca, eliminando lo que no tiene valor y conservando sólo lo que tiene interés social, por lo que la eficacia del sistema se traduce, entre otras cosas, en la selección de documentos de mayor calidad. La actividad de completamiento incluye la determinación de las instituciones consideradas fuentes de completamiento, la composición de los documentos que se van a recepcionar y el asesoramiento a esas entidades. entre otras actividades. La documentación que se atesora en el Archivo Nacional, está formada pordocumentos originales y auténticos por lo que constituye cada uno de ellos una pieza única e irremplazable. En el edificio sede se atesoran más de 25 kilómetros lineales de documentos depositados en 32 naves, los que se encuentran distribuídos en 626 fondos documentales. Este es un dato aproximado, que solamente podrá ser precisado con la culminación de la Guía General que en estos momentos estamos elaborando. Los fondos y colecciones que constituyen nuestro acervo documental corresponden a tres períodos históricos: el colonial, desde 1578 hasta 1898; el neocolonial, desde 1899 hasta 1958 y el período revolucionario desde 1959 hasta nuestros días, y son expresión de la actividad estatal y privada que se ha desarrollado en Cuba desde la colonización hasta la fecha. Aunque como excepción poseemos un antiquísimo documento original de 1435 -carta de privilegio por juro de heredad ascendente a 4500 maravedíes anuales, escrito en pergamino, que a pesar de los años transcurridos se conserva en buen estado y fué donado al Archivo en 1959-, los fondos más antiguos y de mayor volumen son los Protocolos Notariales. La obligatoriedad establecida por el Gobierno Metropolitano de dar carácter legal a todo acto realizado por los habitantes de la Isla por medio de las escribanías y notarías, posibilita que a través de estos Protocolos se pueda estudiar la sociedad cubana. Estos Protocolos incluyen a 302 notarios, entre los que se encuentran los de la escribanía de Regueyra -la más antigua que ha llegado a nosotros- y que posee un documento fechado en diciembre de 1578. En esta escribanía actuaron los escribanos más antiguos del país como Martín Calvo de la Puerta, Francisco Gaspar y Juan Pérez de Borroto, así como también Juan Baptista y Nicolás Guilisasti. Existen además cuatro escribanías del siglo XVII: Ortega (1633), Fornari (1638), Junco (1640) Salinas (1646) y Pontón (1659). La riqueza de datos que aparece en estos documentos permite tener un amplio conocimiento de la vida en la etapa colonial, y hacer su reconstrucción fiel -a partir de esas fuentes primarias- no sólo desde el punto de vista social, sino también económico, político y religioso. En ellos está presente toda la gestión de compra y venta de la época con la descripción y el valor de la mercancía, lo que nos habla de la oferta y la demanda de los productos y del poder adquisitivo de la población. Los testamentos; las cartas de dote; los contratos de compra de mercaderías, ricos en descripciones de ropas, telas y moblaje de casas; los documentos de ventas de esclavos con sus etnias y precios, sus enfermedades y condiciones físicas; la construcción de casas; el desarrollo de las industrias azucarera, tabacalera y de la ganadería; los contratos de oficios -que permiten conocer sus clases y salarios- y la construcción de barcos en los astilleros, son documentos que reflejan no sólo la riqueza existente en aquellos tiempos, el valor de la propiedad rústica y urbana, sino también el carácter y la vida social del pueblo, sus intereses y su mentalidad. La llegada de las flotas al puerto de la Habana para salir en conserva de la Armada para los reinos de España, determina una explosión en las actividades de la Villa. Todo está puesto en función de las flotas: los contratos por cumplir, el arrendamiento de casas para alojar a los viajeros y otros servicios que requerían la permanencia temporal de los viajantes y marineros en este puerto habanero, lo cual intensifica su vida social. Cada suceso se va haciendo constar en los documentos que se otorgan y ayudan a enmarcar la vida colonial; cada detalle está contenido en los protocolos, de ahí su importancia para los investigadores, cuya única fuente de conocimiento para estos siglos la constituyen esas manifestaciones de los vecinos y viajeros ante los escribanos y las actas del Cabildo. Los Protocolos de los siglos XVI, XVII y parte del XVIII están escritos en letra procesal y procesal encadenada, por lo que al llegar al Archivo Nacional surgió la necesidad de transcribirlos a la letra actual para hacer asequible a los investigadores ese caudal de datos necesarios sobre cualquier aspecto de la actividad propia de los primeros años de la colonia, sin requerir de ellos el dominio de la escritura paleográfica. Esto exigió profesionales con un conocimiento especializado y para satisfacer esta necesidad se inició en el Archivo Nacional la formación de paleógrafos; fue un profesor exiliado español, el doctor Genaro Artiles, paleógrafo y archivero del Municipio de Madrid, quien impartió el primer curso de esa disciplina; mástarde, a partir de los años ochenta, se han ofrecido cursos de palegrafía española, por especialistas cubanos, dirigidos no solamente a la formación de nuevos paleógrafos, sino también a ayudar a aquellos investigadores que tienen necesidad de ese conocimiento. En la actualidad el Archivo Nacional cuenta con un grupo de paleógrafos que trabaja en la transcripción de los Protocolos Notariales. Hasta el ano de 1987 estas transcripciones se hacían de forma literal, lo que resultaba lento y engorroso. De esta forma se procesaron los documentos comprendidos entre 1587 y 1602, pero actualmente hemos agilizado ese trabajo y se confeccionan fichas resúmenes, que después son automatizadas, lo que además facilita la búsqueda de la información. Nuestros paleógrafos han publicado materiales de gran importancia e interés, entre los que se destaca un documento encontrado en los protocolos de Regueyra del año 1603, publicado en el Boletín No.1 del Archivo Nacional de 1986, y que contiene la descripción de un ingenio de transición, con un molino vertical de tres mazas del cual se habla por primera vez en Cuba en 1618, en un informe de Juan de Villaverde al Rey, desde la ciudad de Bayamo. Este trapiche vertical de tres mazas fue la innovación tecnológica más importante operada en la producción azucarera en varios siglos, la cual no es superada hasta la primera mitad del siglo XX, cuando se difunden los trapiches horizontales. Describe este documento el ingenio de Nuestra Señora del Rosario de Buenavista, uno de los impulsados por el famoso préstamo de 40 000 ducados concedido por Real Cédula del 24 de julio de 1600, del que fue su dueño Antonio de Rivera, quien recibió la porción más alta de dicho préstamo por considerarse el ingenio mayor de Cuba. Refiere el documento no sólo las medidas y descripciones exactas de las viviendas, maquinarias, utensilios y esclavos, sino también el trato de los esclavos y programa de siembras, manejo y producción, dando una visión lo más completa posible de la vida en un ingenio. Otros dos documentos muy interesantes fueron encontrados en los protocolos de Regueyra el primero de los cuales trata sobre la venta de una botica de la ciudad de La Habana por el Bachiller Francisco de Ugarte al boticario Francisco Díaz Guerra en el siglo XVII. Su memoria nos deja conocer una botica de 1605: la relación de las medicinas más usadas en aquel tiempo, buena parte de las cuales se compraban en Nueva España, con sus precios; las cajas grandes de hierbas, drogas, redomas, botes, armazón, recetarios y utensilios para la preparación de medicamentos. Este documento fue transcripto y publicado en el Boletín No. 2 de 1989 del Archivo Nacional. El segundo se refiere a la apertura del testamento cerrado que otorgaron los marqueses de Montesclaros en la ciudad de los Reyes del Perú, el 26 de septiembre de 1614, ante Pedro González de Contreras, escribano público de número de esa ciudad. Su importancia estriba en que los otorgantes del mismo fueron don Juan Manuel de Mendoza y Luna, tercer marqués de Montesclaros y de Castelvayuela, Virrey del Perú y su mujer Ana Messía de Mendoza. El marqués, que fuera uno de los virreyes más jóvenes de Nueva España -solo contaba 32 años cuando lo designaron para ocupar este cargo el 19 de mayo de 1603-, y a quien se le atribuye una personalidad sumamente atractiva, que destacábase por su arrojo y valentía, por su interés en las cuestiones del gobierno y una vida personal intensa. Tomó posesión del virreinato del Perú el 22 de diciembre de 1607 y cesó el 18 de diciembre de 1615. Ya de regreso a España, y pocos días antes de llegar a la Habana, fallece en alta marla marquesa. El propio virrey otorgó poder ante Juan Bautista Guilisasti, escribano público de la Habana, a Don Rodrigo de Mendoza para que se hicieran las formalidades necesarias para la apertura del testamento que, una vez cumplidas, fue abierto, leído y publicado. Se depositó el cuerpo de la virreina en el altar mayor del convento de San Francisco, junto al Evangelio. Según consta en el libro primero de defunciones de españoles de la antigua parroquial Mayor, el 11 de agosto de 1616, se enterró y depositó a la virreina doña Ana, que murió en alta mar, sin firma ni nota alguna de que sus restos fueran reclamados y trasladados a España. El testamento resulta interesante por la categoría de los otorgantes, a lo que se une el desconocimiento de las causas del fallecimiento de la virreina, que no aclaran las informaciones tomadas a los testigos que venían en el viaje, y finalmente por el acontecimiento que su entierro constituyó en esta ciudad, con la presencia de las más altas personalidades de la misma. Este documento fue publicado en el Boletín No. 3 de 1989. Otros fondos de no menor importancia como son los de Intendencia General de Hacienda (1662-1899), Real Consulado de Agricultura, Industria y Comercio y Junta de Fomento, (1779-1877), Consejo de Administración de la Isla de Cuba, (1860-1898), Administración General de Rentas Terrestres (1764-1884), dan noticias del erario recaudado por la administración colonial por derechos de importación y exportación, por impuestos sobre la producción y comercialización del azúcar; nos informan sobre el deslinde de terrenos, la construcción de vías terrestres y de canales de navegación; fomento de las poblaciones, desarrollo de las operaciones bancarias y la aplicación de los adelantos científicos a la agricultura y a la industria. El Archivo de la Intendencia de Hacienda en Cuba, fué uno de los primeros que ingresó en nuestra Institución cuando ésta fué fundada en 1840. Entre sus documentos se pudieron encontrar interesantes materiales sobre el comercio con los distintos países de América y de Europa; una cancelación de caudales remitidos desde Veracruz a la Habana e Isla de Barlovento; inventario de los muebles y alhajas de los conventos de Santo Domingo, San Francisco y San Juan de Letrán.También se encuentran en este fondo documentos sobre contrabandos, corsarios, creación de líneas de correos, monedas y patentes de invenciones, entre otros. Muchos de estos documentos llevan la firma de importantes personalidades de la sociedad colonial como fueron los Intendentes José Pablo Valiente, Alejandro Ramírez y Claudio Martínez de Pinillos, conde de Villanueva. La esfera de la política está igualmente contenida en nuestros documentos. Los fondos Gobierno General (1633-1898), Gobierno Superior Civil(1746-1897), y Correspondencia de los Capitanes Generales (1745-1887) comprenden gran parte de la documentación generada por los instrumentos gubernativos instaurados por España en nuestro país. Además, la colección de Reales Ordenes y Cédulas (1523-1898) procedentes de la Capitanía General, y la de Documentos de la Administración Colonial Española en las Floridas (1746-1880) recogen todas las disposiciones de la Corona referentes a Cuba, la Louisiana y la Florida. Una parte importante de la documentación de este último fondo, fué enviada a España en 1888. Estos documentos nos informan sobre la administración del país, las construcciones civiles y militares, la actividad de los cabildos, el nombramiento y la disposición de funcionarios, el movimiento de corsarios y piratas, el traslado de tropas, la densidad de población de la Isla y sus relaciones con Europa y el resto de América. También el aspecto judicial de la Cuba colonial está ampliamente recogido en los fondos que conservamos. La documentación de la Audiencia de Santo Domingo, abarca de 1747a 1798 La Real Audiencia de Santo Domingo se puede considerar una institución clásica en cuanto a la administración de justicia en América, por ser la primada. Su archivo fue trasladado a la villa de Puerto Príncipe, en la costa norte de Cuba, luego de evacuar España la Isla de Santo Domingo en 1800, por cederla a Francia como resultado del Tratado de Basilea. Después su documentación pasó a la Audiencia Pretorial de La Habana y es el Archivo Nacional su actual depositario. En sus fondos podemos encontrar los autos sobre la fabricación de la cárcel de Santo Domingo, el expediente de la Proclamación del Rey Fernando VII y la declaración de guerra del Emperador francés Napoleón I, así como el inventario de los bienes de los marqueses de San Felipe y Santiagos entre otros. La Comisión Militar Ejecutiva y Permanente (1819-1898) es un fondo en el que se hallan los documentos de causas por delitos políticos tales como la Conspiración de la Escalera (1844) y la del Aguila Negra (1830). Esta Comisión fué creada por el Capitán General Dionisio Vives. Su función era juzgar, como tribunal de excepción, los delitos de infidencia y crímenes harto sangrientos, sustrayéndolos de la jurisdicción ordinaria. La Comisión fue uno de los recursos extremos a los que recurrió la metrópoli para evitar la pérdida de la colonia y desapareció por decreto del Capitán General Domingo Dulce en los primeros meses de 1868. El fondo Escribanía de Guerra (1779-1874) está conformado por 1173 legajos con la documentación del juzgado del mismo nombre en el que se impartia la justicia en el Ejército. Su funcionamiento estuvo regulado por las Ordenanzas de 1768 acompañadas de un grupo de Reales Ordenes aclaratorias. La Audiencia de Santiago de Cuba que abarca dos períodos: el colonial de 1870-1899 y el de república de 1900-1934, aunque tiene documentación desde 1709; y la Real Audiencia Pretorial de la Habana (1838-1876), son fondos que conservamos y en los cuales el investigador puede hallar las causas judiciales de su interés, a la vez que asuntos administrativos, criminales y civiles. El estudioso de las guerras de Independencia cubanas iniciadas en octubre de 1868 -con su período de tregua y reinicio en el año 1895-, tiene en el Archivo Nacional infinidad de documentos de obligada consulta para una valoración imparcial de este proceso. La documentación privada y oficial de nuestros libertadores: Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, Calixto García, Antonio Maceo, Máximo Gómez, Vicente García, se encuentra conservada en nuestros fondos y colecciones. Un amplio grupo de diarios de campaña está depósitado en el Archivo Nacional, entre los que se destacan el del general Máximo Gómez y los de Fermín Valdés Domínguez y Bernabé Bouza. En el fondo Gobierno de la Revolución de 1895 (1895-1905) tenemos los documentos generados por el Consejo de Gobierno de la República en armas, tales como nombramientos, certificaciones, informes, partes de operaciones militares y la correspondencia establecida por dicho Gobierno. La problemática de la guerra en sus más variados aspectos -táctica y estrategia militar, recaudaciones fiscales, recursos bélicos y abastecimientos, recibo de expediciones- está claramente reflejada en sus documentos. La política de embargo de bienes a los "desafectos a la metrópoli" está recogida en los documentos del Consejo administrativo de bienes embargados a infidentes (1830-1897). En este fondo, llegado al Archivo en 1902 procedente de la Secretaría de Hacienda, podemos encontrar los expedientes de los embargos realizados a los dirigentes independentistas Carlos Manuel de Céspedes, Salvador Cisneros Betancourt, Miguel Aldama y José Morales Lemus, entre otros muchos. Especial importancia tiene el fondo Delegación del Partido Revolucionario Cubano en New York (1895-1898), ya que guarda los documentos generados por la gestión de esta entidad en la emigración y en su oficina central en la mencionada ciudad. La correspondencia establecida por esta oficina con las agencias y subagencias, clubes y asociaciones del partido, se halla recogida de forma organizada en este fondo. Esta documentación fue depositada en 1906 en el Archivo por el primer Presidente de la República Don Tomás Estrada Palma. En el plano de la cultura en este período de la colonia es importante señalar la conservación en nuestros depósitos de los documentos que forman el fondo Liceo Artístico y Literario de La Habana (1844-1869). Esta institución fue fundada el 15 de septiembre de 1844, con el objetivo de fomentar las letras y las bellas artes en nuestro país. El Liceo organizaba funciones dramáticas, conciertos, bailes, exposiciones, y además contaba con una biblioteca y una galería de arte. Estaba dividido en diversas secciones, tales como literatura y lengua, música, pintura, arquitectura y declamación. La exquisita labor de fomento y propaganda que hicieron estas secciones del mejor arte de su epoca y de épocas anteriores, hizo que fuera el Liceo de la Habana, en sus 25 años de existencia el principal centro cultural de la Isla. La documentación de este fondo, llegada al Archivo en 1912, está integrada, entre otros documentos, por constituciones y reglamentos de la institución, actas de sus sesiones, catálogos de sus exposiciones, obras musicalesy literarias. Los materiales generados en las Asambleas Constituyentes del 1901, 1928 y 1940, se encuentran en el Archivo agrupados en fondos que llevan sus respectivos nombres: entre ellos se hallan expedientes sobre partidos políticos, diarios de sesiones, actas de las discusiones, reglamentos, resoluciones y los expedientes personales de los delegados. Los documentos del fondo Secretaría de la Presidencia (1860-1962), fueron generados por la institución del mismo nombre creada en 1902 y perduró todo el período de la neocolonia. Tenía a su cargo lo concerniente a la promulgación y custodia de las leyes y dependía directamente del jefe de Estado. En sus documentos podemos encontrar información sobre la gestión económica y el acontecer político y social del país. En este fondo se encuentran recopilados los datos que llegaban a Palacio enviados por las distintas secretarías y ministerios, cuyo propósito era utilizarlos en la elaboración de los mensajes que dos veces al año debía emitir el Presidente ante el Congreso. El fondo Congreso de la República (1902-1958) abarca la documentación generada por los Cuerpos colegisladores, Cámara y Senado, que constituían el poder Legislativo de la Nación: las proposiciones y proyectos de leyes, los diarios de las sesiones y los libros de actas en los que quedaban recogidas las discusiones de las distintas comisiones que integraban ambos Cuerpos. La cuestión económica en la Cuba mediatizada se refleja claramente en los documentos de muchos de nuestros fondos. Las funciones relativas a la agricultura, fuente principal de ingresoen nuestro país, fueron primeramenteasumidas por las secretarías de Agricultura, Industria y Comercio; más tarde la de Agricultura, Comercio y Trabajo y entre los años 1904 y 1934, por la de Agricultura y Comercio. Posteriormente esta actividad fue atendida por el Ministerio de Agricultura. La documentación de las tres primeras Instituciones se encuentra agrupada en un solo fondo. El Instituto Cubano de Estabilización del Azúcar, órgano creado para que representara a la industria azucarera cubana en conferencias internacionales y en negociaciones y convenios azucareros, generó uno de los fondos (1931-1954) más importantes para el análisis de la situación económica del país en esta etapa. Otro fondo cuya consulta resulta interesante es el de la Comisión Nacional de Estadísticas y Reformas Económicas (1913-1935), institución encargada de elaborar las estadísticas generales de la República, cuyos documentos contribuyen a la comprensión y análisis del comportamiento de la economia cubana en estos años. En los libros que integran este fondo tenemos información estadística sobre población y migraciones, instrucción pública y privada, comercio interior y exterior, tráfico marítimo, fluvial y terrestre, comunicaciones, producción agrícola e industrial, circulación monetaria, sanidad, higiene, beneficencia y otros muchos aspectos básicos de la economía y la sociedad cubana. En 1935, al desaparecer la Comisión, sus funciones pasan a ser ejecutadas por la Dirección General de Estadísticas, organismo dependiente de la Secretaría de Hacienda, fondo en el cual se encontrará la continuidad de la información sobre las estadísticas oficiales de la nación. La Comisión de Fomento Nacional (1942-1958) tuvo como finalidad atender y costear las obras públicas de todo el país en lo que respecta a la construcción de caminos vecinales, carreteras, mejoramiento de acueductos, puertos y otros. Esta Comisión era autónoma y tenía personalidad jurídica propia. Sus documentos dan una visión generalizadora de la situación de las construcciones estatales en el país antes del triunfo de la Revolución. En 1960 sus funciones pasan a la Junta Nacional de Planificación, más tarde Junta Central de Planificación, en la que el estudioso podrá hallar la continuación de la información deseada y posiblemente datos de interés y aplicación actual. La Comisión Nacional de Propaganda y Defensa del Tabaco Habano (1927-1962) fue creada el 12 de julio de 1927 y su objetivo era dirigir hacia todo el mundo la propaganda de la calidad del tabaco cubano. Realizaba, además, el estudio de los mercados y de las reglas del procesamiento del cultivo de esa planta, con vistas a aumentar y mejorar la cantidad y calidad del tabaco exportable y recomendaba reformas arancelarias para la comercialización del producto. De las recaudaciones del Estado se ocupaba la Secretaría y Ministerio de Hacienda (18971 962). La primera fué creada en el año 1897, a finales del período colonial, y mantuvo su vigencia hasta 1940, fecha en que cambió su nombre por el de Ministerio de Hacienda. Este cambio de denominación no trajo consigo ninguna transformación en las funciones de la entidad. La documentación más importante de la generada por ambas entidades se encuentra en nuestros depósitos. El interesado en la situación de la educación en Cuba encontrará respuesta a sus inquietudes en la colección Documentos sobre la Instrucción Pública (1730-1958). En ella se agrupan los materiales procedentes de la Junta Superior de Instrucción Pública, creada en 1863; de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, surgida en 1909 y de la Universidad de la Habana, cuya do-cumentación abarca desde 1949 hasta 1958. Todo lo relacionado con las escuelas públicas, los distritos escolares, las academias, institutos y escuelas normales, las escuelas de artes y oficios, las escuelas técnicas y la Universidad, está reflejado en esos documentos. Este fondo incluye además documentos referentes a la radiodifusión cultural, las misiones culturales, las publicaciones oficiales de índole cultural y la creación y funcionamiento de instituciones dedicadas a la educación física Las relaciones de Cuba con el exterior estuvieron regidas en el período de la neocolonia por diversas entidades. En anos de la Primera Intervencion norteamericana esta función la cumplió la Secretaría de Estado y Gobernación (1899-1902), cuya documentación trata fundamentalmente sobre cárceles y presidios, sanidad y beneficiencia, asuntos políticos y consulares, ayuntamientos, orden público y propiedad literaria, entre otros. Desde 1902 hasta 1908 estas funciones fueron asumidas por la Secretaría de Estado y Justicia (19021 908). A partir del año 1909 comienza a funcionar la Secretaría de Estado (1909-1940) sustituída en 1940 por el Ministerio de Estado (1940-1959) cuya única función era atender el complicado campo de las relaciones de la nación con el resto del mundo. La documentación de estos organismos se conserva en el Archivo Nacional desde la década del 60 y en ella se hallan los informes recibidos de las legaciones, embajadas, consulados y oficinas comerciales cubanas en el exterior; los documentos surgidos de la actividad de las representaciones diplomáticas y comerciales de otros estados en nuestro país; los convenios y tratados firmados por el gobierno cubano, la documentación relacionada con las visitas de jefes de Estado y funcionarios de diversos países, así como los referentes a las delegaciones que en representación de Cuba salieron al exterior. Las operaciones comerciales realizadas por nuestro país, las conferencias en las cuales participó, su actividad en organismos internacionales como la Liga de las Naciones y la ONU, los problemas presentados por el Estado Cubano ante la corte Internacional de Justicia de La Haya y otros muchos aspectos de la esfera de las relaciones exteriores, son el tema de los documentos conservados en estos fondos Posteriormente, por la ley No. 663 del 23 de diciembre de 1959, surge el Ministerio de Relaciones Exteriores (1959-1977), cuyos documentos son fiel exponente de las relaciones soberanas de nuestro país con el resto del mundo. En el ano 1929 se dispone que se guarde en el Archivo Nacional, con carácter provisional, el archivo de la Academia de la Historia, que constituye una preciosa fuente para el análisis de varios aspectos de nuestra vida nacional. La Academia de la Historia (1495-1961) fue creada por el Decreto No. 772 de 20 de agosto de 1910 y estuvo adscripta a la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes hasta julio de 1914, cuando es reconocida como una corporación oficial con personalidad jurídica propia. Sus funciones fueron las de investigar, coleccionar, adquirir, clasificar y presentar todos los documentos que contribuyeran al enriquecimiento y reconocimiento de la historia cubana. El fondo posee las actas de las sesiones de la Academia, los discursos, trabajos y expedientes de los académicos y contiene, además, una variada documentación referente a diversos acontecimientos históricos y documentos generados por personalidades relevantes de nuestro país. Integra el fondo también una colección de copias de documentos conservados en el Archivo de Indias, relativos a la conquista y colonización de Cuba. El Ministerio de Bienestar Social (1918-1961) fue creado por la Ley No. 49 del 6 de febrero de 1959 y estuvo funcionando hasta agosto de 1961. Su principal función fue la de desarrollar los estudios necesarios sobre las situaciones sociales capaces de pertubar el bienestar de la comunidadl la familia y el individuo, con el fin de darles solución y prevenirlos; vigilar y supervisar la organización, dirección, administración y funcionamiento de las instituciones de asistencia sociall y estimular la organización y desarrollo de las comunidades. Los documentos de esta institución se recibieron en el Archivo Nacional en 1962, procedentes de la Junta Central de Planificación, y son principalmente planes y programas de asistencia social, solicitudes de ayuda económica, trámites de donaciones, asignaciones en efectivo para becas, creación de comedores y entrega de viviendas, entre otros. Como dato curioso podemos mencionar que entre ellos se encuentran los documentos relacionados con la ayuda prestada por el Estado a los accidentados y familiares de las víctimas de la explosión de "La Coubre". La ley de Reforma Agraria promulgada el 17 de mayo de 1959, determinó la creación del Instituto Nacional de Reforma Agraria ( 1872-1971 ). Fue una entidad autónoma y con personalidad jurídica propia creada para repartir equitativamente la tierra a los campesinos. Entre sus funciones estaba, además, la de determinar las áreas y límites de las zonas de desarrollo agrario, así como disponer investigaciones y estudios sobre problemas agrícolas, áreas cooperativas, de créditos y servicios. En el fondo se encuentran documentos tales como declaraciones juradas, censos, registro de la propiedad, copias de escrituras, resoluciones, soluciones de títulos, tasaciones, expropiaciones y otros. El fondo Archivo de la Comisión Revisora y Liquidadora de los Haberes del Ejército Libertador (1902-1903), contiene documentos acreditativos de los cargos y nombramientos que tuvieron los ciudadanos durante la Guerra de Independencia y planillas de la plantilla nominal del Ejército, donde aparece el acuerdo de que sea liquidado o no como miembro activo, así como solicitudes de certificaciones de la permanencia en el mismo. En él aparecen, por cierto, los expedientes de los 542 canarios que participaron en la guerra cubana y que fueron legitimados como combatientes del Ejército Libertador y que constituyen alrededor del 70% de los espanoles que combatieron en las filas del Ejército Mambí. Aunque en su gran mayoría fueron soldados, cuatro llegaron a obtener el grado de General y uno de ellos, Manuel Suárez Delgado, combatiente desde la Guerra de los Diez Años, alcanzó el grado de Mayor General, con el que fué licenciado. La Comisión Revisora de las listas del disuelto Ejército Libertador presidida por el General Máximo Gómez, que generó este fondo, fue constiutída por el decreto 103 del 18 de agosto 1902. Los datos que aquí se encuentran, así como los del fondo Documentos de la Inspección General del Ejército Libertador (1898-1901) y Registro de Pasajeros (1866-1959) y otros ya mencionados como Gobierno Superior Civil, Gobierno General, Secretaría de Estado y Gobernación, Secretaría de Estado y Justicia, Ministerio de Estado y Ministerio de Relaciones Exteriores, nos han permitido acometer investigaciones que esclarecen aspectos importantes de la influencia española, incluída la canaria, en nuestra nacionalidad. De especial significación es el fondo Real Consulado de Agricultura, Industria y Comercio y Junta de Fomento, que contiene extensa documentación sobre los inmigrantes de las Islas Canarias, en la que se relata el proceso de su llegada a Cuba, las vicisitudes y enfermedades sufridas y las muertes acaecidas durante la travesía. Estos documentos nos hablan también de cómo, aunque inmigraban en calidad de colonos, parte de ellos, en realidad, fueron sometidos a un sistema de semiesclavitud. El estudio de la inmigración española a Cuba, a finales del siglo XIX y principios del XX, demuestra que de los grupos de inmigrantes residentes, agrupados por comunidades autonómicas, los canarios ocupan el tercer lugar, antecedidos por gallegos y asturianos. Esta inmigración canaria conformada principalmente por hombres solteros de alto potencial productivo, en edades de entre 23 y 49 años, y cuya ocupación fundamental fue la agricultura, se asentó en todas las provincias cubanas, principalmente en La Habana y Las Villas y en esta última, con una abrumadora mayoría en la ciudad de Cabaiguán. Los referidos inmigrantes se agruparon para fundar las sociedades canarias en La Habana desde el siglo pasado y en ellas realizaron diferentes tipos de actividades tales como asistencia sanitaria, ayuda, instrucción, recreo, cultura, deporte y política. La primera en fundarse fue la Beneficencia Canaria en el siglo XIX y posteriormente se crearon la Asociación Canaria, el Liceo Gran Canaria, el Partido Buen Gobierno de Socios de la Asociación Canaria y el Canaria Sporting Club. La Asociación Canaria, fundada el 21 de febrero de 1916, ha sido la de mayor importancia. A su amparo se creó la casa de salud Nuestra Senora de la Candelaria y un número considerable de delegaciones en todo el país. Sus fines, además de los ya mencionados, consistían en proporcionar auxilio a las necesidades de repatriación y protección al inmigrante; contribuir a su realce y progreso, así como desarrollar relaciones con otras colonias canarias de América. En 1942 se crea el Fondo de Protección al Socio Desvalido Estaba estatuído que en caso de disolución de la Sociedad, su patrimonio se distribuyera en ocho partes iguales, una de las cuales sería para la Casa de Beneficencia y Maternidad de la Habana y las restantes, para cada una de las siete islas que conforman el archipiélago canario. Los bienes inmuebles se venderían en subasta. El paso de los inmigrantes ‘sisleños" por Cuba ha dejado su huella en todas las esferas de la vida del país y se presume que su población y descendencia oscila en la actualidad en alrededor de las 600.000 personas. Ahora, en cuanto a los fondos personales, un valioso conjunto de documentos creados por muchas de las principales personalidades cubanas de los siglos XIX y XX, se conserva cuidadosamente en el Archivo Nacional. Estos fondos personales tienen un uso social diferente al de los archivos institucionales, pues su consulta permite un análisis desde el otro lado del poder, posibilitan la destrucción de ciertos mitos y una valoración de personalidades hasta entonces desconocidas o colocadas en un segundo plano,- y brindan al investigador una posibilidad de complementación y de confrontación de lo oficial con lo no oficial. Esta documentación, en la mayoría de los casos, se encuentra dispersa en varios de nuestros fondos y colecciones, por lo que la institución se esfuerza en unificarla y ponerla al servicio del público, mediante la elaboración de cátalogos y guías. Entre los fondos personales que atesoramos se encuentran los de los libertadores Máximo Gómez (1834-1934); Calixto García Iñiguez (1839-1968) y personalidades como Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano {Ortodoxo) (1907-1960); Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) Ramón Grau San Martín (1917-1954); Cosme de la Torriente Peraza (1818-1957); Conrado W. Massaguer Díaz (1777-1959); Emeterio Santovenia (1752-1952) Familia Valle Iznaga (1606-1950) y Carlos Márquez Sterling (1789-1960), entre otros. También en algunas colecciones encontramos inmersos fondos personales, como es el caso de Donativos y Remisiones, donde podemos encontrar el fondo personal de Enrique José Varona, donado por su hijo en 1950; la documentación de la prestigiosa pedagoga Ma. Luisa Dolz y Arango, de la cual se ha elaborado un catálogo para su publicación y el copioso archivo personal de Orestes Ferrara. Al revisar los ficheros de este fondo también el investigador encontrará referencias a documentos de Bachiller y Morales, Cirilo Villaverde, del poeta esclavo Juan Francisco Manzano, de Gabriel de la Concepción Valdés, de Brindis de Salas, de Ignacio Cervan tes, José Ma. Heredias Felipe Poey, Unamuno y otras personalidades. Además de la documentación del Archivo Nacional de Cuba, nuestro país cuenta con un total de 681 fondos documentales distribuídos en 10.000 metros lineales y localizados en 17 archivos provinciales y municipales pertenecientes a la Red Nacional de archivos históricos. Esta Red está en constante crecimiento por cuanto están en proceso de apertura distintas instituciones de archivo en todo el país. Fondos tales como Ayuntamientos, Protocolos Notariales, Registro Mercantil y de Asociaciones, Juzgados de diversas funciones, Tribunales y Audiencias, Colegios Profesionales, Centrales azucareros, Compañías eléctricas, entre otros, son comunes en nuestras instituciones de archivo. En ocasiones la documentación de unos y otros archivos se complementa} esto se explica por la tradición e importancia que han tenido determinadas regiones en la historia del país y los vínculos desarrollados entre ellas. El volumen de los fondos oscila notablemente en dependencia de la antigüedad e importancia de las distintas localidades, de la preocupación que haya existido por la preservación de su patrimonio, de las fechas de creación de los archivos, condiciones físicas de los depósitos y las incidencias de conmociones nacionales como las guerras de independencia. Con relación a la fechas de la documentación (1569-1990) también hay una gran variabilidad de una región a otra. Los acervos más antiguos corresponden a las localidades fundadas en los primeros tiempos de la colonia. Entre nuestra riqueza documental se encuentran también los mapas, planos y croquis cuyo volumen asciende a unos 40.000 aproximadamente, de los cuales 2300 corresponden a mapas. Los mapas originales más antiguos que se conservan pertenecen al siglo XIX, aunque hay reproducciones impresas de los siglos XVII y XVIII. Son múltiples las temáticas y las áreas geográficas representadas en estos documentos. El mayor volumen corresponde naturalmente a los mapas de Cuba. Entre las joyas cartográficas que conservamos se encuentra la "Carta Marítima de la Isla de Cuba", copia a color impresa en el siglo XIX del mapa editado en Madrid en el año 1783 por Juán López, pensionista de S.M.; la "Carta Geotopográfica de la Isla de Cuba" de Don Esteban Pichardo~ realizada entre 1872 y 1879, donde se utiliza por primera vez en Cuba la representación del relieve por el método de la máxima pendiente, y que constituye en su orden la obra más importante de la época colonial. Asimismo se destaca por su interés el primer Atlas Cubano confeccionado por Don Rafael Rodríguez en 1841, dedicado a los condes de Villanueva. Todos estos mapas y otros no menos importantes, aunque por razones obvias no citados, representan en sí documentos de incalculable valor para el estudio y la investigación. Los planos constituyen la mayor parte del volumen de las piezas que se conservan en la Mapoteca. Las temáticas más representativas, aparte de los planos geográficos, son las que se refieren a obras de ingeniería -puertos, caminos, carreteras, puentes, ferrocarilesy obras de arquitectura. Dentro de esta categoría, el documento más antiguo que se conserva es un plano original de la ciudad y el puerto de La Habana, el cual data de 1747, realizado a mano y en colores. También son muy valiosos los planos de la capilla de Nuestra Señora de Regla de 1814 y 1815; los planos de la Ciudad de la Habana confeccionados en 1857 por José Ma. de la Torre y los de sus fortificaciones, además de otras construcciones y edificaciones de gran valor arquitectónico e histórico. Aunque el portador fundamental de nuestros documentos es el papel, poseemos una magnífica colección de fotografías ascendente a 64.000 unidades entre las que se encuentran las tomadas a los cuadros de los Capitanes Generales, así como las de los presidentes cubanos desde la República en Armas hasta nuestros días, las de Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo y Francisco Vicente Aguilera, iniciadores de nuestras gestas independentistas del siglo pasado. Como aporte curioso está la colección de 21 estañotipos y una ferrotipia de fines de este mismo siglo. Se coleccionan, además, postales, pinturas y grabados de diferentes materias y personalidades entre las que se puede destacar la obra del caricaturista cubano Conrado Massaquer. Forman parte de los fondos del Archivo Nacional más de 1000 títulos de publicaciones seriadas y 7600 libros y folletos que pertenecen a la biblioteca, entre los que se encuentran publicaciones de inestimable valor por su contenido histórico y su antigüedad. Los libros más importantes se refieren fundamentalmente a la temática histórica. La Gaceta de Madrid, el Diario de La Habana, la Gaceta Oficial desde el siglo XIX hasta nuestros días, una colección de Decretos y Reales Decretos y Cédulas, una colección legislativa cubana de la colonia, la neocolonia y la época de la revolución, así como una valiosa reserva de libros antiguos del siglo XVIII, son parte de este valioso fondo. Lógicamente la biblioteca posee también diccionarios y enciclopedias, así como publicaciones sobre archivología. En cuanto a los fondos de los archivos de las instituciones de gobierno, organizaciones de la administración central del Estado, asociaciones y otras dependencias, podemos decir que la tipología documental de los mismos comprende memorias, informes de investigaciones, balances anuales, actas, libros y acuerdos de la juntas directivas, entre otros. El censo de archivos cubanos recién finalizado demostró que existen actualmente en el país 150 archivos de este tipo. Los archivos parroquiales que suman un total de 43 -según nuestro censo- y que abarcan el período de 1607-1992 están constituídos por documentación que incluye libros de Los archivos parroquiales que suman un total de 43 -según nuestro censo- y que abarcan el período de 1607-1902 están constituídos por documentación que incluye libros de bautismos, de nacimientos defunciones, matrimonios; divididos los más antiguos de acuerdo con el origen racial de los individuos. Se destacan de igual manera los archivos de otras denominaciones religiosas-bautistas, adventistas-, que según la clasificación de archivos religiosos no católicos definida en el censo, se cuantifican en 23, y los de las asociaciones fraternales como las logias masónicas que comprenden un volúmen de 19 archivos. La documentación en uno y otro caso se circunscribe a los libros de membresía, de las actas de sesiones, de tesorería y cuentas y correspondencia en general. DIRECTORIO DE ARCHIVOS CON DOCUMENTACION DE INTERES PARA LA HISTORIA DE IBEROAMERICA (HASTA 1900) ADMINISTRACION CENTRAL [001] ARCHIVO DEL MINISTERIO DE EDUCACION Fecha de Creación: 1902 Obispo No.160 No.160 e/San Ignacio y Mercaderes. Habana Vieja. Ciudad Habana Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Expedientes de trabajadores; 1900-1990 Resoluciones; 1900-1990 Circulares; 1900-1990 Expedientes Museables; 1900-1990 ADMINISTRACION DE JUSTICIA [002] ARCHIVO DE LA DIRECCION PROVINCIAL DE JUSTICIA Fecha de Creación: 1977 Maceo No.48 e/ Lucas Ortíz y Lico Cruz. Las Tunas. Prov.Las Tunas tel.4-2093 Metros Lineales: 2.83 FONDOS Y COLECCIONES: Expedientes de notarios; 1989-1990 Relación de emigrantes de la provincia; 1988-1990 Resoluciones de medios básicos,adjudicaciones, herencias, contratos privados; 19761990 Tomos de protocolos de los notarios de la provincia Tomos de nacimientos; 1901 -1990 Tomos de matrimonios; 1899-1990 Tomos de defunciones; 1809-1989 Tomos de ciudadanía: 1903-1989 [003] ARCHIVO DE LA DIRECCION PROVINCIAL DE JUSTICIA Fecha de Creación: 1976 Martí No.52 Sur e/ Raimundo de Pisa y Ernesto Valdés Muñóz. Sancti Spíritus. Prov. Sancti Spiritus Metros Lineales: 3.84 FONDOS Y COLECCIONES: -Asociaciones; 1835-1990 [004] ARCHIVO DEL ESTADO CIVIL Fecha de Creación: 1899 Calle Isabel Rubio No.118, Guane. Prov.Pinar del Río Metros Lineales: 16 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos; 1899-1990 Libros de defunciones; 1899-1990 Libros de matrimonios; 1899-1990 Libros de ciudadanía; 1902-1960 [005]ARCHIVO DEL ESTADO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Estévez No.63. San Juan y Martínez. Prov.Pinar del Río Metros Lineales: 4 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos; 1897-1988 Libros de matrimonios; 1897-1988 Libros de defunciones; 1897-1988 Libros de ciudadanía; 1932-1963 [006] ARCHIVO DEL ESTADO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Rafael Trejo No.131 e/ Sergio Dopico y Celso Maragoto. Viñales. Prov.Pinar del Río tel.9-3145 Metros Lineales: 3.59 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos; 1885-1988 Libros de ciudadanía; 1885-1988 Libros de matrimonios; 1885-1988 Libros de defunciones; 1885-1988 [007] ARCHIVO JUAN BAUTISTA VERMAY Fecha de Creación: 1963 Ave 31 No10006 e/ 100 y 102. Ciudad Habana tel.20-92-34 Metros Lineales: 191,2 FONDOS Y COLECCIONES: Biblioteca Especializada"Alejandro Ramírez" Libros(Arte y Literatura); 1947-1990 Laminarios(Arte); 1947-1990 Diapositivas(Arte); 1970-1990 Hemeroteca(Arte); 1947-1990 Archivo "Juan Bautista Vermay" Fondo l(Bajas); 1863-1989 Fondo 11 (Graduados); 1928-1989 Fondo IlI(Colonia); 1863-1900 Fondo IV(República); 1901 1959 -Fondo V(Revolución); 1959-1989 Fondo Vl(Personalidades); 1863-1989 [008] ARCHIVO DE PROTOCOLOS Fecha de Creación: ? Cisneros No164. Camagüey Metros Lineales: 6.50 FONDOS Y COLECCIONES: Protocolos Notariales; 1945-1986 Registro de Presentaciones; 1932-1992 Registro de Comerciantes; 1986-1992 Registro de Establecimientos; 1890-1992 Registro de Sociedades; 1890-1992 [009] ARCHIVO DE PROTOCOLOS NOTARIALES Fecha de Creación: 1863 Reloj No.367. Santiago de Cuba tel.6349 Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Protocolos notariales; 1900-1987 [010] ARCHIVO DE PROTOCOLOS PROVINCIAL Fecha de Creación: ? Cisneros No. 164. Camagüey Metros Lineales: 5.75 FONDOS Y COLECCIONES: Registro de presentaciones; 1932-1992 Registro de comerciantes; 1986-1992 Registro de establecimientos; 1890-1992 Registro de sociedades; 1890-1992 [011] ARCHIVO PROVINCIAL DEL REGISTRO CIVIL Fecha de Creación: 1884 Heredia No.309 esq. a Calvario. Santiago de Cuba Metros Lineales: 1071 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de defunciones; 1900-1989 Libros de matrimonios; 1900-1989 Libros de nacimientos; 1900-1989 Libros de ciudadanía; 1900-1989 [012] ARCHIVO DEL REGISTO DE LA PROPIEDAD Fecha de Creacion: 1880 Calle 3ra. No.73, Minas de Matahambre. Prov.Pinar del Río Metros Lineales: 1.95 FONDOS Y COLECCIONES: Libro de Certificaciones; 1880-1059 Diario de Operaciones; 1980-1986 [013] ARCHIVO DEL REGISTRO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Camilo Cienfuegos No.165 e/ Martí y Miguel Calzada. Trinidad. Prov.Sancti Spíritus Metros Lineales: 34.48 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos de Trinidad; 1926-1990 Libros de nacimientos de Casilda; 1885-1974 Libros de nacimientos de Guaniquical; 1885-1984 Libros de nacimientos de Cabaiguán; 1926-1974 Libros de matrimonios de Trinidad; 1926-1990 Libros de matrimonios de Casilda; 1902-1974 Libros de matrimonios de Guaniquical; 1902-1984 Libros de matrimonios de Cabaiguán; 1901-1974 Libros de defunciones de Trinidad; 1927-1990 Libros de defunciones de Casilda; 1901-1974 Libros de defunciones de Guaniquical; 1901 -1984 Libros de defunciones de Cabaiguán; 1901 -1973 Archivo Pasivo; 1970-1990 [014] ARCHIVO DEL REGISTRO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Avenida 36 No.3515 e/35 y 37, Candelaria. Prov.Pinar del Río Metros Iineales:55 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos; 1885-1988 Libros de defunciones; 1898-1988 Libros de matrimonios; 885-1988 Libros de ciudadanía: 1902-1967 [015] ARCHIVO DEL REGISTRO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Milanés No.29011 entre Santa Teresa y Zaragoza. Matanzas. Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Registros de nacimientos; 1885-1990 Registros de defunciones; 1885-1990 Registros de matrimonios; 1885-1990 Registros de ciudadanía; 1915-1949 [016] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD Fecha de Creación: ? Calle Estévez No.63, San Juan y Martínez. Prov.Pinar del Río Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: -Tomos; 1880-1973 [017] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD Fecha de Creación: ? Independencia No.31 e/ Antonia Romeros y Hermanos García. Remedios. Prov.Villa Clara Metros Lineales: 2.32 FONDOS Y COLECCIONES: Asientos de declaraciones de propiedad -Ayuntamiento de Remedios Oeste; 1880-1952 Ayuntamiento de Remedios Este; 1911 -1960 Ayuntamiento de Zulueta; 1918-1953 Ayuntamiento de Zulueta(Seccion de contratos agrícolas); 1922-1936 [018] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD Fecha de Creación: 1786 Calle Martí No.127 e/ Capitán Mariano y Máximo Gómez. San Luis. Prov.Pinar del Río Metros Lineales: 2.21 FONDOS Y COLECCIONES: Registro de propiedades; 1880 [019] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD Y MERCANTIL Fecha de Creación: 1984 Capitán Reyes No.62, San Cristóbal. Prov.Pinar del Río Metros Lineales 0 92 FONDOS Y COLECCIONES: Libro de fincas; 1894-1961 Libros de comerciantes; 1900-1964 Libros de establecimientos; 1900-1964 Libros de sociedades; 1900-1964 [020] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD Y PUBLICIDAD INMOBILIARIA Fecha de Creación: 1981 Calle Rafael Trejo No.131 e/ Sergio Dopico y Celso Maragoto, Viñales. Prov.Pinar del Río Metros Lineales: 2.0 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de fincas rústicas y urbanas; 1894-1963 Libros de arrendamientos; 1953-1961 [021] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD Y PUBLICIDAD INMOBILIARIA Fecha de Creación: 1880 Calle 36 No.3515 e/ 35 y37,Candelaria. Prov.Pinar del Río Metros Lineales 10.85 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de inscripciones; 1880-1964 Libros de medios básicos de identidades: 1980-1988 [022] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Calle Capitán Reyes No.62, San Cristóbal. Prov.Pinar del Río Metros Lineales: 5.42 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos; 1885-1988 Libros de matrimonios; 1885-1988 Libros de defunciones; 1885-1988 Libros de ciudadanía; 1885-1988 [023] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Calle Lugareño No. 361 esq. a Hnos. Agüero. Camagüey .tel. 9-3905 9-4977 Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Tomos de nacimientos; 1885-1965 Tomos de matrimonios; 1885-1965 Tomos de defunciones; 1885-1965 Tomos de ciudadanía: 1908-1934 [024]ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Calle Liberato D. Azcuy No.87 e/ Martí y Céspedes, La Palma Prov.Pinar del Río Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos; 1884-1990 Libros de matrimonios; 1985-1990 Libros de defunciones; 1928-1990 Libros de ciudadanía; 1903-1990 [025] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Calle 17 No.2208 e/ 22 y 241 Los Palacios. Prov.Pinar del Río Metros Lineales: 3.25 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos; 1897-1988 Libros de matrimonios; 1898-1988 Libros de defunciones; 1897-1988 Libros de ciudadanías; 1902-1961 [026] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL Fecha de Creación: 1885 Alameda No.12 e/ Ramón González Coro y Volcán. Pinar del Río Metros Lineales: 16 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos; 1885-1989 Libros de matrimonios; 1885-1989 Libros de Defunciones; 1 885-1 989 [027] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL Fecha de Creación: 18? San Francisco No.424 e/ Calvario y Carnicería. Santiago de Cuba tel.2-0230 Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de nacimientos; 1900-1989 Libros de defunciones; 1900-1989 Libros de matrimonios; 1900-1989 Libros de ciudadanía; 1900-1989 [028] ARCHIVO DEL REGISTRO PROVINCIAL DE TOMOS DUPLICADOS Fecha de Creación: ? Calle Cisneros No. 164(bajos). Camagüey Metros Lineales: 1.75 FONDOS Y COLECCIONES: Camagüey Tomos de nacimientos(norte); 1885-1965 Tomos de nacimientos(sur); 1934-1965 Tomos de nacimientos(camag. ); 1965-1992 Tomos de matrimonios(norte); 1885-1965 Tomos de matrimonios(sur); 1934-1965 Tomos de matrimonios(camag.); 1965-1992 Tomos de defunciones(norte); 1885-1965 Tomos de defunciones(sur); 1934-1965 Tomos de defunciones(camag. ); 1965-1992 Tomos de ciudadania(norte); 1908-1961 Tomos de ciudadanía(sur); 1934-1962 Florida Tomos de nacimientos(norte); 1924-1971 Tomos de nacimientos(sur); 1940-1971 Tomos de nacimientos(Florida); 1971-1992 Tomos de matrimonios(norte); 1924-1971 Tomos de matrimonios(sur); 1940-1971 Tomos de matrimonios(Florida); 1971 -1992 Tomos de defunciones(norte); 1924-1968 Tomos de defunciones(sur); 1940-1970 Tomos de defunciones(Florida); 1971-1992 Tomos de ciudadanía(norte); 1924-1968 Tomos de ciudadanía(sur); 1940-1951 Nuevitas Tomos de nacimientos; 1887-1992 Tomos de matrimonios; 1885-1992 Tomos de defunciones; 1885-1992 Tomos de ciudadanía; 1902-1949 Guáimaro Tomos de nacimientos; 1900-1992 Tomos de matrimonios; 1899-1992 Tomos de defunción;1899-1992 Tomos de ciudadanía; 1905-1968 Sibanicú Tomos de nacimientos; 1930-1992 Tomos de matrimonios; 1930-1992 Tomos de defunción; 1930-1992 Tomos de ciudadanía; 1930-1962 Santa Cruz del Sur Tomos de nacimientos; 1885-1992 Tomos de matrimonios; 1885-1992 Tomos de defunciones; 1885-1992 Tomos de ciudadanía; 1903-1932 Cascorro Tomos de nacimientos; 1885-1992 Tomos de matrimonios; 1885-1992 Tomos de defunciones; 1885-1992 Tomos de ciudadanía; 1902-1960 Esmeralda Tomos de nacimientos; 1922-1992 Tomos de matrimonios; 1922-1992 Tomos de defunciones; 1922-1992 Tomos de ciudadanía; 1925-1965 Minas Tomos de nacimientos; 1885-1992 Tomos de matrimonios; 1886-1992 Tomos de defunciones; 1885-1992 Tomos de ciudadanía; 1906-1992 Najasa Tomos de nacimientos; 1977-1992 Tomos de matrimonios; 1977-1992 Sierra de Cubitas Tomos de nacimientos; 1977-1992 Tomos de matrimonios; 1977-1992 Tomos de defunciones; 1991-1992 Sola Tomos de nacimientos; 1908-1973 Tomos de matrimonios; 1908-1973 Tomos de defunciones; 1908-1973 Jlmaguayu Tomos de nacimientos; 1978-1992 Tomos de matrimonios; 1978-1992 Altagracia Tomos de nacimientos; 1885-1901 Tomos de matrimonios; 1900-1910 Tomos de defunciones; 1901-1909 Tomos de ciudadanía; 1900-1909 Palacio de Camagüey Tomos de matrimonios; 1986-1992 Palacio de Guáimaro Tomos de matrimonios; 1986-1992 Vertientes Tomos de nacimientos; 1885-1992 Tomos de matrimonios; 1885-1992 Tomos de defunciones; 1885-1992 Tomos de ciudadanía; 1908-1968 Las Yaguas Tomos de nacimientos; 1885-1901 Tomos de ciudadanía; 1908 Algarrobo Tomos de nacimientos; 1901 -1973 Tomos de matrimonios; 1885-1973 Tomos de defunciones; 1885-1968 Tomos de ciudadanía; 1902-1966 Céspedes Tomos de nacimientos; 1977-1992 Tomos de matrimonios; 1977-1992 Tomos de defunciones; 1991-2992 ADMINISTRACION LOCAL [029] ARCHIVO DE LA DIRECCION MUNICIPAL DE LA VIVIENDA Fecha de Creación: ? Calle Francisco Cadabia No. 237 e/ Lino Pérez y Colón 1Trinidad. Prov.Sancti Spíritus Metros Lineales: 113.5 FONDOS Y COLECCIONES: Censo Urbano; 1986 Expediente Básico de vivienda; 1960-1990 Registro de la Propiedad; 1880-1980 Actas de los Consejos de Dirección; 1989-1990 [030] ARCHIVO DE LA DIRECCION PROVINCIAL DE SERVICIOS COMUNALES. SERVICIOS NECROLOGICOS Fecha de Creación: 1900 10 de Octubre s/n, e/ Caridad y Calzada de Regla. Regla. Ciudad Habana Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de enterramientos; 1889-1990 Registro de propiedades; 1965-? [03 1 ] ARCHIVO DEL PODER POPULAR PROVINCIAL Fecha de Creación: 1926 Aguilera e/Pío Rosado y San Félix. Santiago de Cuba tel.6581 ext 17 Metros Lineales: 561 FONDOS Y COLECCIONES: Gobierno provincial; 1868-1988 ARCHIVOS RELIGIOSOS NO CATOLICOS [032] ARCHIVO DE LA ASOCIACION CONVENCION BAUTISTA DE CUBA Fecha de Creación: 1981 Morell No.102. Diez de Octubre. Ciudad Habana Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Expedientes de pastores y líderes de la Denominación Bautista en Cuba; 1882-1990 Expedientes de iglesias,instituciones y departamentos; 1882-1990 Actas de las sesiones convencionales; 1907-1964 Libros de Actas de la Convención,Juntas Directivas, Departamentos e iglesias; 19051985 [033] ARCHI\/O DE LA IGLESIA BAUTISTA EL CALVARIO Fecha de Creación: 1902 Dragones No.53 e/ Zulueta y Prado. Habana Vieja. Ciudad Habana Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros Of iciales de Actas; 1 902-1 991 Libro Oficial de actas de la desaparecida Iglesia Bautista Getsemani Primera Iglesia Bautista Cubana; 1883-1904 Libro de membresía; 1902-1991 [034] ARCHIVO DE LA IGLESIA DE SAN ANDRES DE GUABASIABO Fecha de Creación: 1862 Miró No.122. Holguín. Prov.Holguín Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1862-1989 Libros de matrimonios; 1862-1989 Libros de defunciones; 1862-1989 Libros de confirmaciones; 1862-1989 [035]ARCHIVO DE LA IGLESIA DEL SANTISIMO SALVADOR Fecha de Creación: 1514 J .Joaqu í n Palma No. 1 30. Bayamo. Prov.Granma Responsable de la Institución: Jorge E. Palma Metros Lineales: 6.08 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1847-1990 Libros de matrimonios; 1869-1990 Libros de defunciones; 1869-1897 Libros de Confirmaciones; 1928-1990 [036]ARCHIVO DE LA IGLESIA EPISCOPAL Fecha de Creación: ? Calle 6 No.273 e/ 11 y 13. Vedado. Ciudad Habana Responsable de la Institución: Ma. Dolores Pérez Caballero Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: -Libros de bautismos; 1875-1991 -Libros de defunciones; 1907-1991 -Libros de matrimonios; 1901-1991 -Libros de confirmaciones; 1907-1991 [037] ARCHIVO DE LA IGLESIA SAN JOSE Fecha de Creación: 1819 Miró No.122. Holguín . Prov.Holguín Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de Bautismos; 1819-1989 Libros de matrimonios; 1819-1989 Libros de defunciones; 1819-1989 Libros de confirmaciones; 1819-1989 ASOCIACIONES FRATERNALES [038] ARCHIVO DE LA RESPETABLE LOGIA MASONICA Fecha de Creación: 1903 Lugareño No.311 e/ Martí y Hermanos Agüero. Camagüey tel.9-4817 Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Expedientes pasivos y activos; 1903-1916 Carta dispensa autorización para fundar la Logia de Camaguey; 1903 -Carta patente dando vigencia a la Logia "Unión"; 1880 Libro de actas No.1 de la Logia Popular Humanitaria "La casa del Padre"; 1913-1916 CENTROS DOCENTES [039] ARCHIVO JUAN BAUTISTA VERMAY.ESCUELA DE ARTES PLASTICAS SAN ALEJANDRO Fecha de Creación: 1963 Ave 31 No 10006 e/100 y 102. Marianao. Ciudad Habana Metros Lineales: 191.2 FONDOS Y COLECCIONES: Bajas; 1863-1990 Graduados; 1928-1989 Colonia; 1863-1900 República; 1901 -1959 Revolución; 1959-1989 Personalidades; 1863-1989 Biblioteca Biblioteca especializada Alejandro Ramírez Libros de Arte y Literatura 1947-1990 Laminarios de Arte; 1947-1990 Diapositivas de arte; 1970-1990 Hemeroteca; 1947-1990 [040] ARCHIVO DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA Fecha de Creación: 1728 San Lázaro y L. Vedado. Ciudad Habana FONDOS Y COLECCIONES: Expedientes docentes antiguos; 1728-1899 Expedientes administrativos antiguos; 1728-1899 Expedientes administrativos modernos; 1900-1990 Memorias; 1890-1980 ECLESIASTICOS [041] ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE SAN ROSENDO Fecha de Creación: 1688 Maceo esq. a Vélez. Pinar del Río Responsable de la Institución: Mario César Aguilar Metros lineares FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1763-1988 Libros de matrimonios; 1773-1988 Libros de reconocimiento de hijos naturales; 1848-1853 Libros de status animarum; 1899 [042] ARCHIVO DE LA IGLESIA DE LA SAGRADA FAMILIA Fecha de Creación: ? Calle No.53 e/ 4 y 6, Vista Alegre. Santiago de Cuba Responsable de la Institución: Pbro. José M. Herrera Metros lineales FONDOS Y COLECCIONES: Libro de bautismos; 1691 -1991 Libro de matrimonios; 1692-1991 Libro de confirmaciones; 1692-1991 Libro de entierros; 1692-1991 [043]ARCHIVO DE LA IGLESIA DE SANTA LUCIA NUESTRA SENORA DE LOS DOLORES Fecha de Creación: 1701 Calle Santa Lucía no.704 esq. a Carnicería, Santiago de Cuba. Prov.Santiago de Cuba tel. 2-4134 Responsable de la Institución: Pbro. Rafael A. López Metros Lineales: 21 FONDOS Y COLECCIONES: Libro de bautismos; 1804-1991 Libro de matrimonios; 1804-1991 Libro de defunciones; 1804-1965 [044] ARCHIVO DE LA IGLESIA DEL ESPIRITU SANTO Fecha de Creación: 1652 Agramonte No.358 oeste e/ Puente y Llano. Sancti Spíritus. Prov.Sancti Spíritus Responsable de la Institución: José Fusiño Metros Lineales: 7.30 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de negros; 1652-1895 Libros de bautismos de blancos; 1652-1895 Libros generales de bautismos; 1896-1990 Libros de matrimonios de blancos; 1652-1895 Libros de matrimonios de negros; 1652-1895 Libros generales de matrimonios; 1896-1990 Libros de confirmaciones de blancos; 1652-1895 Libros de confirmaciones de negros; 1652-1895 Libros de confirmaciones; 1896-1990 [045] ARCHIVO DE LA IGLESIA MUNICIPAL Fecha de Creación: ? Céspedes No.16 e/ Juana Romero y Martí. San Luis. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución: Oscar Carcelán Díaz Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismo; 1845-1990 Libros de matrimonio; 1845-1989 Libros de defunciones; 1845-1967 [046] ARCHIVO DE LA IGLESIA PARROQUIAL Fecha de Creación: 1769 Avenida 32 No.3202, Los Palacios. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución: Josef Bocktenk Tebroke Metros Lineales: 5.70 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1769-1991 Libros de matrimonios; 1769-1 991 Libros de confirmaciones; 1848-1979 Libros de defunciones; 1769-1918 [047] ARCHIVO DE LA IGLESIA SAN EUGENIO DE LA PALMA Fecha de Creación: 1804 Indepencia No.3 e/ Marcial Gómez y Honorato Castillo. Ciego de Avila. Prov.Ciego de Avila tel.2-2372 Responsable de la Institución: Mario Mestril Vega Metros Lineales 1 58 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1804-1991 Libros de matrimonios; 1 804-1 991 Libros de defunciones; 1804-1895 Libros de confirmaciones; 1855-1991 [048] ARCHIVO DE LA IGLESIA SAN MIGUEL Fecha de Creación: ? Avenida Camilo Cienfuegos. Manatí.Las Tunas Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libro de bautismos y confirmaciones; 1858-1985 Libro duplicado de bautismos; 1965-1985 Libro duplicado de matrimonios; 1951 -1973 Libro primero de matrimonio de blancos; 1863-1919 Libro de matrimonios; 1857-1952 Libro de pardos; 1859-1880 Libro de bautismos; 1857-1948 Libro de pardos de matrimonios; 1859-1880 Libro de entierros; 1860-1881 Libro de entierros; 1933-1935 [049] ARCHIVO DE LA PARROQUIA SAN MIGUEL DE CUBITAS Fecha de Creación: 1800 Pedro Mesa No.34. Esmeralda. Prov.Camagüey Responsable de la Institución: Pbro.Hector R. Meléndez Varona Motroslino 45 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1864-1991 Libros de confirmaciones; 1915-1990 Libros de matrimonios; 1 866-1 991 Libros de defunciones; 192 1-1941 Libros de índices; 1864-1991 [050] ARCHIVO DE LA PARROQUIA CATEDRAL DE SAN CARLOS BORROMEO Fecha de Creación: 1693 Milanés y Sacristía. Matanzas. Responsable de la Institución: Pbro. Joaquín Rodríguez Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Registros de bautismos; 1693-1990 Registros de matrimonios; 1693-1987 [051] ARCHIVO DE LA PARROQUIA CATOLICA Fecha de Creación: 1878 Calle Clodobeo Pedroso No.17, Las Martinas. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución: Pbro. Rolando Lara Gutiérrez Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1896-1992 Libros de martrimonios; 1896-1990 Libros de defunciones; 1896-1899 [052] ARCHIVO DE LA PARROQUIA CATOLICA Fecha de Creación: 1716 Calle José Martí No. 1 54J Mantua. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución: Pbro. Rolando Lara Gutiérrez Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1783-1991 Libros de matrimonios; 1766-1990 Libros de defunciones; 1767-1898 [053] ARCHIVO DE LA PARROQUIA Fecha de Creación: 1791 Agramonte No.60 A e/ Benito Morell y Callejón del Cura. Guáimaro. Prov.Camagüey tel.8-2536 Responsable de la Institución: Ernesto Pacheco López Metros Lineales: 1.98 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de blancos y españoles; 1791-1846 Libros de bautismos; 1846-1991 Libros de bautismos de color; 1791-1881 Libros de confirmaciones; 1836-1991 Libros de matrimonios; 1791-1 Libros de matrimonios de color; 1791-1868 Libros de defunciones; 1791-1895 Libros de defunciones de color; 1792-1868 [054]ARCHIVO DE LA PARROQUIA Fecha de Creación: 1819 Paseo de Céspedes No.80 e/ Maceo y Cisneros. Jatibonico. Prov.Las Villas Responsable de la Institución: Miguel A. Fernández Metros Iineares FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de blancos; 1819-1991 Libros de bautismos de color; 1819-1912 Libros de matrimonios de blancos; 1820-1991 Libros de matrimonios de color; 1821-1912 Libros de defunciones de blancos; 1820-1938 Libros de defunciones de color; 1820-1907 Libros de reconocimientos paternos de hijos naturales; 1849-1882 Libros de confirmaciones; 1881 -1981 Libros de índices generales; 1819-1991 Files de expedientes matrimoniales; 1862-1991 [055] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE LA DIVINA PASTORA Y SAN PEDRO APOSTOL Fecha de Creación: 1800 Calle 68 No.702 e/ Ave 7 y 9. Surgidero de Batabanó. Batabanó. Prov.Habana Responsable de la Institución: Bartolomé Vanrell Metros Linares 295 FONDOS Y COLECCIONES: Bautismos o inscripciones; 1800-1991 Libros de defunciones; 1800-1907 Libros de matrimonios; 1800-1990 Expedientes matrimoniales; 1800-1990 [056] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SENORA DE LA CANDELARIA Fecha de Creación: 1668 Calle Luaces No. 55 e/ Academia y República. Camagüey Responsable de la Institución: José Manuel García Metros Lineales 5 30 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1668-1991 Libros de matrimonios; 1668-1991 Libros de defunciones; 1778-1919 [057] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SENORA DE LA CARIDAD Fecha de Creación: 1795 Calle Céspedes No. 48 e/ A. Arango y M. Gómez, Nuevitas. Prov.Camagüey tel. 4-2167 Responsable de la Institución: Pbro. Raúl E. Fernández Metros Lineales: 3.49 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1794-1991 Libros de matrimonios; 1795-1991 Libros de defunciones; 1794-1846 Libros de confirmaciones; 1882-1991 [058] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SENORA DEL CARMEN Fecha de Creación: ? Aguilera No. 102 e/ José Antonio Saco y Paseo Martí. Florida. Prov.Camagüey Responsable de la Institución: Juan de la C. García Rdguez Metros linenles 3 AG FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1803-1991 Libros de matrimonios; 1814-1991 Libros de confirmaciones; 1926-1991 [059]ARCHIVO DE LA PARROQUIA Fecha de Creación: 1791 Agramonte 60 A e/ Benito Morell y Callejón del Cura. Guáimaro. Prov.Camagüey tel.8-2536 Responsable de la Institución: Ernesto Pacheco López Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de color; 1802-1869 Libros de Bautismos de blancos; 1836-1991 Libros de matrimonios de color; 1803-1879 Libros de matrimonios de blancos; 1804-1991 Libros de confirmaciones; 1911-1983 [060] ARCHIVO DE LA PARROQUIA Fecha de Creación: 1775 Calle Humara No. 1 37,San Cristóbal. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución: Claudio Ojeda Metros Lineales 3 0 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de blancos; 1775-1909 Libros de bautismos de color; 1773-1909 Libros de matrimonios de blancos; 1777-1899 Libros de matrimonios de color; 1774-1899 Libros de defunciones de blancos; 1773-1908 Libros de bautismos generales; 1909-1991 Libros de matrimonios generales; 1901-1990 Libros de defunciones generales; 1909-1967 [061] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SAN JERONIMO Fecha de Creación: ? Francisco Vega No.172. Las Tunas. Responsable de la Institución: Vicente Balaguer Gisbert Metros Lineales 5.5 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de entierros de personas de color; 1867-1881 Libros de matrimonios de personas de color; 1787-1878 Libros de defunciones del Hospital Materno Las Tunas; 1905-1906 Libros de índices; 1882-1906 Libros de bautismos; 1868-1971 Libros de transcripciones de bautismos; 1887-1952 Libro de la Asociación Oficial de Actas; s/f Libro de juramento(matrimoniales de la raza blanca); 1907-1911 Libros de bautismos de personas pardas,indios y morenos; s/f Matrícula de la Parroquia de San Jerónimo; s/f Libro de matrimonios y defunciones; 1877-1987 Libros de confirmaciones; s/f [062] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SAN JOAQUIN Fecha de Creación: ? General García No.354 e/ Moncada y Maceo.San Luis. Prov.Santiago de Cuba tel 8-2320 Responsable de la Institución: Arturo Niño Fernández Metros Lineales: 24 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de morenos y esclavos; 1775-1991 Libros de defunciones; 1775-1991 [063] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SAN JOSE Fecha de Creación: 1829 Avenida de los Mártires No.259 e/ Fernando de Zayas y Gonzalo de Quesada. Vigía. Camagüey Responsable de la Institucion: Pbro. Mariano Torné Barrado Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1828-1991 Libros de matrimonios; 1829-1991 Libros de confirmaciones; 1829-1991 Libros de difuntos; 1830-1881 Libros de enmiendas de partidas; 1927-1991 Libros de bautismos(Minas); 1875-1914 Libros de índices; 1829-1936 [064] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SAN JOSE Fecha de Creación: 1881 Avenida Libertad No.82. Puerto Padre.Las Tunas Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Libro de bautismos; 1950-1991 Libro de defunciones; 1881-1923 Libro de confirmación; 1883-1991 Libro de matrimonios; 1889-1991 [065] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SANTA ANA Fecha de Creación: ? General Gómez No.400. Camagüey Responsable de la Institución: Pbro. Arturo Niño Fernández Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1756-1991 Libros de matrimonios; 1756-1991 Libros de defunciones; 1758-1910 [066] ARCHVO DE LA PARROQUIA DE SANTO CRISTO DEL BUEN VIAJE Fecha de Creación: 1644 Villegas y Amargura. Habana Vieja. Ciudad Habana tel. 63-1767 Responsable de la Institución: Rev. P. Orlando Cejas Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de blancos; 1702-1907 Libros de bautismos de pardos y morenos; 1702-1895 Libro de bautismos general; 1895-1991 Libro La Baraja de matrimonios y entierros de todas clases; 1692-1718 Libros de matrimonios de blancos; 1712-1911 Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1718-1854 Libros de matrimonios de pardos y morenos.Primero General;1854-1914 Libro de matrimonios general; 1914-1991 Libros de entierros de españoles,pardos,morenos e indios; 1710-1718 Libros de entierros de blancos; 1718-1900 Libros de entierros de pardos y morenos; 1718-1878 Libro de entierros general; 1900-1961 Libro de confirmaciones general; 1855-1991 [067] ARCHIVO DE LA PARROQUIA Fecha de Creación: 1585 Francisco Javier Zerguera No.456 e/Fernando Hernández Echerri y R. M. Villena.Trinidad. Prov.Sancti Spíritus Responsable de la Institución: José M. Fernández Metros Lineales: 2080 FONDOS Y COLECCIONES: Parroquial Mayor(La Santísima Trinidad); 1585-1988 Parroquia San Francisco de Paula; 1824-1908 Parroquia Santa Elena de Casilda; 1864-1913 Parroquia de Río de Ay; 1798-1924 Parroquia de Palmarejo; 1745-1924 [068] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS DEL VEDADO Fecha de Creacion: 1889 Línea e/ C y D. Vedado. Ciudad Habana Responsable de la Institución: Isidoro Cañizares Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1892-1 Libros de matrimonios; 1892-1991 Libros de confirmaciones; 1896-1990 Libros de expedientes matrimoniales; 1892-1992 Libros de defunciones; 1892-1961 [069]ARCHIVO DE LA PARROQUIA DEL SANTO ANGEL CUSTODIO Fecha de Creación: 1689 Compostela No.2 e/ Cuarteles y Chacón. Habana Vieja.Ciudad Habana Responsable de la Institución: Mons. Carlos M. de Céspedes Metros.lineares: FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de blancos; 1702-19? Libros de bautismos de pardos y morenos; 1702-1897 Libros de matrimonios de blancos; 1694-19? Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1693-1897 Libros de defunciones de blancos; 1692-1958 Libros de defunciones de pardos y morenos; 1692-1897 [070] ARCHIVO DE LA PARROQUIA EL BUEN PASTOR DE JESUS DEL MONTE Fecha de Creación: 1689 Marqués de la Torre No.279 e/ Mangos y Quiroga.Ciudad Habana tel.9-2127 Responsable de la Institución: Pbro. Gerardo Moré del Río Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de pardos y morenos; 1689-1900 Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1689-1900 Libros de defunciones de pardos y morenos; 1689-1900 Libros de bautismos de españoles; 1689-1900 Libros de matrimonios de españoles; 1689-1900 Libros de defunciones de españoles; 1689-1900 Libros de confirmaciones; 1689-1991 Libros de bautismos general; 1901-1991 Libros de matrimonios general; 1901 -1991 Libros de defunciones general; 1901-1961 [071] ARCHIVO DE LA PARROQUIA LA PURISIMA CONCEPCION Fecha de Creación: 1819 Avenida 56 No.2902 e/ 9 y 31. Cienfuegos. Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de extranjeros; 1820-1850 Libros de bautismos de blancos; 1820-1893 Libros de bautismos de pardos y morenos; 1819-1893 Libros de defunciones de extranjeros; 1824-1850 Libros de defunciones de blancos; 1821-1896 Libros de defunciones de pardos y morenos; 1821-1893 Libro de defunciones general; 1896-1899 Libros de confirmaciones de blancos; 1853-1900 Libros de confirmaciones de pardos y morenos; 1882-1898 Libros de confirmaciones general; 1900 Libros de matrimonios de extranjeros; 1824-1850 Libros de matrimonios de blancos; 1821-1908 Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1824-1908 Libros de matrimonio general; 1908-1990 [072] ARCHIVO DE LA PARROQUIA MAYOR Fecha de Creación: 1652 Camilo Cienfuegos No.20 e/ José A.Peña y Parque. Remedios. Prov.Villa Clara Responsable de la Institución: Aguedo García B. y R Fernández Metros lineales:11.36 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de Bautismos de blancos; 1652-1990 Libros de Bautismos de negros; 1722-1905 Libro de Defunciones de blancos; 1763-1899 Libros de Defunciones de negros; 1777-1899 Libros de Matrimonios de blancos; 1701-1905 Libros de Matrimonios de negros; 1703-1905 Libros de Confirmaciones; 1742-1990 Libros de Matrimonios Generales; 1905-1990 Expedientes matrimoniales; 1905-1990 [073] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE CONSOLACION Fecha de Creación: 1690 Calle 62 No.51021 Consolación del Sur. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución: Carlos Portela Metros Lineales 2.0 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1692-1992 Libros de matrimonios; 1692-1992 [074] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA ASUNCION DE GUANABACOA Fecha de Creación: 1607 División 331.Guanabacoa 11. Ciudad de la Habana Responsable de la Institución: José María Martínez Metros Lineales: 25.41 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1669-1991 Libros de matrimonios; 1661 -1991 Libros de defunciones; 1680-1915 Libros de confirmaciones; ¿-1990 Libro de nuevas partidas; 1920-1989 Libros de índices; 1607-1962 Libros de visitas oficiales pastorales; 1908-1972 Fajos de expedientes matrimoniales; 1800-1991 [075] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA CANDELARIA Fecha de Creación: 1837 Calle 38 No.3807 e/ 33 y 35. Candelaria. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institucion: Mons. Adolfo Rodríguez H. Metros linales:11.15 FONDOS Y COLECCIONES: Expedientes de matrimonios; 1837-1988 Libros de matrimonios de blancos; 1837-191 6 Libros generales de matrimonios; 1916-1988 Libros de bautismos de blancos; 1837-1911 Libros de bautismos de morenos; 1837-1894 Libros generales de bautismos; 1905-1988 Libros de defunciones de blancos; 1837-1908 Libros de defunciones de morenos; 1837-1908 Libros de matrimonios de morenos; 1838-1894 Libros de bautismos de la Capilla de San Francisco Javier de Cayajabos; 1900-1988 Libros de matrimonios de la Capilla de San Francisco Javier de Cayajabos; 1894-1934. [076]ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA CANDELARIA Fecha de Creación: ? Martí No.16 e/ Maceo y Goicuría. Morón. Ciego de Avila. Prov.Camagüey Responsable de la Institución: José M. García Metros Lineales: 4.70 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1774-1991 Libros de Confirmaciones; 1855-1991 Libros de Matrimonios; 1788-1991 [077] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA CARIDAD Fecha de Creación: ? Plaza de la Caridad. Avenida de la Libertad esq. a Sociedad Patriótica. Camagüey Responsable de la Institución: Rev. Mariano Torné Barrado Metros Lineales: 5 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1809-1991 Libros de matrimonios; 1809-1991 Libros de defunciones; 1809-1898 [078] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA CARIDAD Fecha de Creación: 1755 Céspedes No.207 e/Silvestre Alonso y Rafael Rio Entero. Sancti Spíritus tel.2659 Responsable de la Institución: David Gustavo Vasallo Metros Lineales: 6.50 FONDOS Y COLECCIONES: Archivo de la Parroquia de la Caridad; 1755-1990 Archivo de la Parroquia de San Ignacio de Loyola; 1864-1990 [079]ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA GUADALUPE DE A. ROJAS Fecha de Creación: 1864 Calle 62 No.51021 Consolación del Sur. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución: Carlos Portela Metros Lineales: 2.0 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1864-1992 Libros de matrimonios; 1864-1983 [080]ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA SOLEDAD Fecha de Creación: ? República No.254.Camagüey .tel 9-2392 Responsable de la Institución: Francisco García Pérez Metros Lineales 9 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1795-1991 Libros de matrimonios; 1916-1991 Libros de defunciones; 1750-1918 [081] ARCHIVO DE LA PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA Fecha de Creación: 1832 San Vicente e/ San Rafael y Santa Rita. Pueblo Nuevo.Matanzas Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos de pardos y morenos; 1832-1893 Libros de bautismos de blancos; 1832-1893 Libros de bautismos general; 1893-? Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1832 Libros de matrimonios de blancos; 1832-1913 Libros de matrimonios general; 1913-? Libros de defunciones de blancos; 1832-1899 Libros de defunciones de pardos y morenos; 1832-1899 Libros de bautismos de hijos naturales; 1889 [082] ARCHIVO DE LA PARROQUIA Fecha de Creación: 1761 Calle Francisco Rivera, Isabel Rubio.San Juan y Martínez .Pinar del Río Responsable de la Institución: Oscar Francisco Galcerán Díaz Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1894-1992 Libros de matrimonios; 1897-1993 Libros de confirmaciones; 1897-1993 [083] ARCHIVO DE LA PARROQUIA SANTO CRISTO DEL BUEN VIAJE Fecha de Creación: 1795 Eugenio Sánchez No. 271. Plaza del Cristo. Camagüey tel.9-5565 Responsable de la Institución: Pbro. Osvaldo Cambra Casalás Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1795-1991 Libros de matrimonios; 1795-1991 Libros de defunciones; 1795-1898 [084] ARCHIVO DE LA PARROQUIA SANTO TOMAS APOSTOL Fecha de Creación: 1765 Félix Pena No.308 e/ Trinidad y Habana. Santiago de Cuba tel.2-4389 Responsable de la Institución: Pbro. Rafael Cos Salmón Metros Lineales: 17 FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1765-1991 Libros de matrimonios; 1765-1991 Expedientes matrimoniales; 1 765-1991 Libros de defunciones; 1765-? [085] ARCHIVO DE LA PARROQUIAL DE SAN IDELFONSO Fecha de Creación: 1602 Calle Manuel Lazo No.1 . Guane. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución: Pbro. Rolando Lara Gutierrez Metros lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1775-1988 Libros de matrimonios; 1776-1988 Libros de defunciones; 1775-1904 [086] ARCHIVO PARROQUIAL Fecha de Creación: 1822 Calle Salvador Cisneros No.70. Viñales. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución: Antonio Perujo Tiburcio Sanz Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Libros de bautismos; 1822-1988 Libros de matrimonios; 1824-1988 Libros de enterramientos; 1822-1961 [087] ARCHIVO DE LA SANTA BASILICA METROPOLITANA IGLESIA CATEDRAL Fecha de Creación: 1522 Calle Felix Pena e/ Heredia y San Basilio .Santiago de Cuba.Prov.Santiago de Cuba tel. 8502 Responsable de la Institución: Pbro. Rafael A. López Metros Lineales 34 FONDOS Y COLECCIONES: Indice de bautismos; 1665-1991 Libros de bautismos; 1665-1991 libros de matrimonios; 1668-1991 Libro de confirmaciones; 1887-1991 Libro de defunciones; 1610-1885 Biblioteca; 1779-1991 ECONOMICOS: EMPRESAS Y ENTIDADES BANCARIAS [088] ARCHIVO DEL BANCO NACIONAL DE CUBA Fecha de Creación: 1950 Amargura 158 e/Cuba y Aguiar. Habana Vieja. Prov.Ciudad Habana Tel.62-8011. Telex.1084 Metros Lineales 9 FONDOS Y COLECCIONES: Carpetas y libros del Banco Nacional de Cuba; 1950-1988 Carpetas y libros de otros Organismos; 1918-1988 Documentos Manuscritos; 1869-1988 [089] ARCHIVO DE LA ORGANIZACION BASICA ELECTRICA Fecha de Creación: ? Máximo Gómez No. 38 e/ Gerardo Medina e Isabel Rubio. Pinar del Río FONDOS Y COLECCIONES: Documentos con los gastos de la Planta Eléctrica; 1953-1955 Carpeta con documentos contables de Hernández y Hermanos; 1957 Documento que hace referencia a certificaciones de carácter legal de la fundación de la Compañía de Electricidad; 1892-1957 Carta de fecha 24 de agosto de Hernández y Hermanos S. en C. al Presidente del Banco de Desarrollo Económico y Social de Pinar del Río sobre el desarrollo eléctrico a partir de la medida dictada por el Gobierno Revolucionario en relación a la rebaja del fluído eléctrico; 1959 Carta de fecha 22 de julio de Hernández y Hermanos S. en C. al Presidente de la Comisión de Fomento Nacional adjuntando datos económicos y técnicos; 1959 Carta de fecha 7 de julio de la Companía Eléctrica de Occidente S.A. al Consejo Nacional de Servicios Públicos del Ministerio de Comunicaciones informando datos económicos; 1 960 Carpeta con datos históricos sobre construcciones hechas en los municipios de Pinar del Ríol San Juan, Consolación del Sur, San Luis y Mantua; 1953-1957 [090] ARCHIVO TECNICO DE PLANOS Y PROYECTOS Fecha de Creación: 1962 Zapata N0 1403 esq. a Carlos M. de Céspedes. Ciudad Habana tel.79-2300 Metros lineales: 80 FONDOS Y COLECCIONES: Proyecto de obras ya ejecutadas y típicos de vigencia actual; 1810-1990 [091]ARCHIVO DE LA UNIDAD PRESUPUESTADA MUNICIPAL DE DEPORTES Fecha de Creación: 1977 Alturas de Vista Hermosa s/n. Ateneo Deportivo de Santiago de Cuba. Santiago de Cuba tel.1322 Metros Lineales: 93 FONDOS Y COLECCIONES: Tarjetero histórico, invitaciones, diplomas y correspondencia; 1800-1991 Archivo jurídico; 1902-1991 ENTIDADES Y ASOCIACIONES RECREATIVAS, DEPORTIVAS, CULTURALES E HISTORICAS [092] ARCHIVO DE LA BIBLIOTECA ADRIANO Nl EVES Fecha de Creación: 1982 Calle Constitución No.85 e/ Ave. Libertad y Máximo Gómez, Guáimaro. Prov.Camagüey Metros Lineales: 5.10 FONDOS Y COLECCIONES: Documentos administrarivos; 1982-1991 Documentos históricos; 1800-1991 [093] ARCHIVO DE LA BIBLIOTECA CENTRAL RUBEN MARTINEZ VILLENA. UNIVERSIDAD DE LA HABANA Fecha de Creación 1728 San Lázaro y L. Vedado. Plaza. Ciudad de la Habana tel.7-5573. telex.512210 Metros Lineales:? FONDOS Y COLECCIONES: Fondo General de Libros Documentos Referativos; 1800-1989 Documentos Traducidos; 1981 -1990 Flujo Ascendente (Diplomas, Tesis); 1978-1990 Libros Raros y Valiosos; 1494-1959 [094] ARCHIVO DE LA CASA NATAL DE CARLOS MANUEL DE ESPEDES Fecha de Creación: 1968 Maceo No.57, Bayamo. Prov.Granma Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Documentos del Siglo XIX; 1819-1899 Documentos del siglo XX; 1902-1974 [095] ARCHIVO DE LA CINEMATECA DE CUBA Fecha de Creación: 1960 Calle 23 No.1155 e/ 10 y 12. Vedado. Ciudad de la Habana Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Documentación sobre cine mundial; 1914-1988 Fondos de películas; 1895-1988 [096] ARCHIVO DEL MEMORIAL MAYOR GENERAL VICENTE GARCIA Fecha de Creación: 1987 Calle Vicente García No.5. Las Tunas. Prov.Las Tunas Metros Lineales 2 FONDOS Y COLECCIONES: Documentos relativos a Vicente García; 1878-1939 Documento relacionado con Francisco Machado; 1898 Hoja de licenciamiento de Rafael Santana; 1855 Documento de la iglesia firmado por Salvador Manful; 1867 Cartas de personalidades; 1870-1944 [097] ARCHIVO DEL MUSEO CASA NATAL SERAFIN SANCHEZ VADIVIA Fecha de Creaclón: 1989 Céspedes No.112 Norte. Prov.Sancti Spíritus Metros Lineales: 7.40 FONDOS Y COLECCIONES: Guerras de independencia; 1868-1898 [098] ARCHIVO DEL MUSEO DE ARTE COLONIAL Fecha de Creación: 1967 Plácido No.74 esq. Avenida Jesús Menéndez.Trinidad. Prov.Sancti Spíritus tel.2-5455 Metros Lineales: 3 FONDOS Y COLECCIONES: Museo del Archivo Colonial; 1860-1990 [099] ARCHI\IO DEL MUSEO DE HISTORIA MUNICIPAL Fecha de Creación: ? Calle 32 e/ 33 y 35, Nueva Gerona. Prov.lsla de la Juventud Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Expedientes del Juzgado Municipal; 1882-1959 Expedientes del fondo personal Adolfo Kelm; 1902-1977 Hemeroteca; 1908-1959 [100] ARCHIVO DEL MUSEO DE LA CIUDAD Fecha de Creación: 1967 Tacón e/ Obispo y O’Reilly. Habana Vieja. Prov.Ciudad Habana Metros lineales:? FONDOS Y COLECCIONES: Actas del Cabildo; 1550-1955 Borradores de actas del Ayuntamiento; 1908-1947 Acuerdos y resoluciones de la JUCEI; 1963-1967 Acuerdos y resoluciones de la administración regional; 1967-1975 Acuerdos y resoluciones del Poder Popular; 1976-1990 Actas de acuerdos del Ayuntamiento; 1908-1947 [101] ARCHIVO DEL MUSEO EMILIO BACARDI MOREAU Fecha de Creación: 1899 Aguilera y Pío Rosadoo Santiago de Cuba tel.8-402 Metros Lineales: 21 FONDOS Y COLECCIONES: Emilio Bacardí; 1868-1928 Federico Pérez Carbó; 1899-1944 Patriotas; 1840-1920 Administrativo; 1760-1920 [102] ARCHIVO DEL MUSEO HISTORICO NAVAL Fecha de Creación: 1980 Avenida 60 y Calle 21. Cienfuegos. Prov.Cienfuegos Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Ceremonial marítimo; 1900 Diario de navegación del Manzanillo; 1943 Expediente de Capitanía del Puerto; 1956 Mapa de la batalla naval de Santiago de Cuba; 1920 Carta náutica; 1920 [103] ARCHIVO DEL MUSEO Fecha de Creación: 1984 Calle 1 s/n esq. a Carretera Central. Calixto. Magibacoa. Prov.Las Tunas Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Copias de poemas escritos por José Martí; s/f -Cartas de personalidades; 1879-1961 Proclamas del Comité Revolucionario Cubano; 1876 Acta de compra venta de los terrenos de la zona Omaja 2; 1918 Libreta de notas de veterano del Ejército Libertador; s/f -Bonos de M-26-7; s/f Carné de la Colonia Española; s/f [104] ARCHIVO DEL MUSEO MAXIMO GOMEZ Fecha de Creación: 1986 Ave.Salvador Allende y Luaces.Plaza. Ciudad Habana tel.79-88-50 Metros Lineales: 4,3 FONDOS Y COLECCIONES: Documentos de Máximo Gómez o relacionados con él; 1872-1905 Biblioteca Investigaciones; 1990-1991 Libros; 1899-1991 [105] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1981 Calle 36 No.3920,Caimito. Prov.Habana Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Fotografías; 1864-1982 Folletos; 1926-1984 Documentos Históricos; 1 889-1 984 Boletines: 1960-1985 [106] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Calle Vista Alegre esq. a San Lázaro,Diez de Octubre.Ciudad Habana FONDOS Y COLECCIONES: Documentos relacionados con la Guerra de independencia; 1895-1924 Documentos varios relacionados con la sociedad cubana del siglo XIX; 1836-1897 Documentos varios relacionados con el movimiento obrero y la sociedad cubana; 19021951 Documentos relacionados con la educación en el territorio; 1938-1957 Documentos del período de lucha contra Batista; 1952-1958 Documentos varios correspondientes al período posterior al triunfo revolucionario en la localidad; 1959-1985 Documentos relacionados con la lucha contra bandidos,Girón y los batallones de milicias en el municipio; 1959-1964 Campaña de Alfabetización; 1961 Documentos relacionados con la ayuda internacionalista de la localidad; 1936-1986 Documentos relacionados con las asociaciones e instituciones culturales territoriales; 1913-1982 Documentos de personalidades e intelectuales de la localidad Manuel Cofiño; 1981-1986 Raúl Roa; 1931-1980 Luis A. Vangüemert; 1975 Pastrana; 1937 Concepción Bosch; 1930 Herrera Fritot; 1937-1946 Anckerman; 1910 [107] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1981 Carretera Central No. 502 e/ Libertad y República, Florida. Prov.Camagüey tel. 5-4262 Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Prensa; 1832-1971 Folletos; 1936-1961 Volantes; 1927-1940 Reglamentos; 1926-1930 Boletines; 1948-1958 Diarios de campaña; 1895-1897 Listados; 1894-1897 Libros; 1935-1961 PLanos; 1884-1946 Cartas; 1939-1951 Fotografías; 1906-1980 Julio Alvarez Quijano; 1924-1980 [108] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1975 Calle Constitución No. 85 e/ Avenida Libertad y Máximo Gómez. Camagüey Metros Lineales: 20 FONDOS Y COLECCIONES: Expedientes de trabajadores; 1983-1991 Documentación histórica; 1842-1991 [109] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1982 Edificio 12 apto 1. Jimaguayú. Prov.Camagüey Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Colección de documentos históricos Cartas; 1886-1897 Bonos; 1957-1970 Carnés; 1953-1965 Folletos y Plegables; 1961-1980 Periódicos; 1895-1957 Boletines; 1896-1926 Expedientes; 1975-1986 Fotos; 1960-1970 Otros documentos; 1898-1989 Sistema de documentación de Museos Guión de Montaje; s/f Registro de entrada; 1985-1991 Actas de donación; 1985-1991 Código de valores; 1980-1991 Inventario de Monumentos; 1989-1990 Inventario Auxiliar; 1991 Préstamos; 1989-1991 Inventario de objetos históricos; 1985-1991 I nventario de numismática; 1985-1986 Inventario de armas; 1985-1986 Inventario de ciencias naturales; 1988-1989 Inventario de arqueología; 1988-1991 Archivo administrativo; 1989-1991 Plan técnico-económico; 1985-1991 Planes de trabajo y actividades; 1989-1991 Plan de investigaciones; 1981-1995 Informes estadísticos; 1985-1991 Actas del consejo de dirección; 1990-1991 Convenios de trabajo; 1985-1991 Investigaciones históricas; 1986-1991 Investigaciones de fondos; 1986-1991. [110]ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1982 Calle Marti No.92 e/ Cuartel y Rius Rivera. La Palma. Prov.Pinar del Río Metros Lineales: 1 FONDOS Y COLECCIONES: Fotos Históricas; Partidas de bautismo; 1830 Escritura por venta de negros; 1781 Orden de nombramiento a juez; 1865 Planos de fincas; 1885 Planos del pueblo; 1874 Ordenes de ascenso; 1891-1893 Recibos de pago del Ayuntamiento; 1893 [111] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1982 Calle Martí No.31 e/ Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Sagua de Tánamo. Prov.Holguín Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Copias de Actas del Ayuntamiento; 1879-1884 Actas capitulares del Ayuntamiento; 1880-1940 Libros de Resoluciones ordinarias del Gobierno Revolucionario Local; 1959-1960 Orden del Jefe de regimiento P.Tamayo al comandante Atilano Delgado haciendolo cargo del segundo Bon de Baracoa; 1898 Comunicaciones dirigidas al coronel Atilano Delgado; 1896-1898 Comunicación al subteniente Benito Luperón por el coronel jefe del segundo regimiento de Baracoa P. Tamayo; 1898 Certificado a favor del sargento de sequnda Eliseo Delgado; 1900 [112]ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1982 Calzada de Güines No.19507 e/ Pepe Prieto y Gabriel. Rpto La Rosalía. Ciudad Habana Metros Lineales: 5.50 FONDOS Y COLECCIONES: Historia de San Miguel del Padron; 1797-1982 Biblioteca; 1519-1986 Hemeroteca; 1920-1989 Mapoteca; 1851-1988 [113] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1980 Calle Simón Bolívar No.423 e/F. Gómez Toro y Gustavo Izquierdo, Trinidad. Prov.Sancti Spíritus Metros Lineales: 2.70 FONDOS Y COLECCIONES: Historia de Trinidad; 1818-1980 Hemeroteca; 1854-1989 Biblioteca; 1887-1989 [114] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1982 Calle 13 No.919 e/6 y 8. Vedado. Ciudad Habana Tel.3-7731 Metros Lineales ? FONDOS Y COLECCIONES: Diploma de Conrado Massaguer,otorgado por la Escuela de Periodismo de la Habana; 1944 Billete del Banco español de la isla de Cuba; 1896 Carta de Juan Marinello al pintor Ramón Loy; 1975 Carta de Ramón Loy a Joaquín Llaverías; 1948 Carta firmada por Fernando Figueredo; 1900 Carta de Esteban Borrero a Mr Alexis Frye; 1900 Escritura de traspaso de propiedad de nina esclava; 1857 Escritura de propiedad de una pareja de esclavos; 1855 Matrícula de Ramiro \/aldés Daussá; 1927 Licencia para portar armas de fuego a favor de Ramiro Valdés Daussá firmada por Antonio Gúiteras; 1933 Condecoración de Conrado Massaguer; 1951 Bono del Club revolucionario de Yucatán y Cuba; 1897 Recibo por donación Club "Oscar Primelles"; 1897 Recibo por donación de la Delegación de Cuba en New York; 1896 Carta de Gonzalo de Quesada; 1896 Título del Doctor Clemente Inclán; 1901 Contrato de la Compañía Asiática de la Habana; 1858 Cartas de Enrique José Varona; 1922-1929 Documentos personales de Pablo de la Torriente Brau; 1903-1931 Carne del Ala Izquierda Estudiantil; s/f Libreta de telefonos de Eduardo Chibás; s/f Historia clínica de José R. Rodríguez López; 1956 Boleta de notas académicas de Carlos Hernández(Chiqui); 1941 Carta de ciudadanía de Daniel Martín Labrandero; 1949 Diploma a H. de Blanck por 40 Aniv.de la Fundación del Conservatorio de música; 1925 Certificado de defunción de Esteban Borrero Echevarría; 1906 Orden "José Martí’ otorgada al Dr. Clemente Inclán Costa; 1953 Programa de Plaza de Toros; 1885-1886 Correspondencia de Máximo Gomez a Santos Fernandez; 1899-1902 Carta de Felipe Poey a Antonio Mestre; 1867 [115] ARCHIVO MUSEO MUNICIPAL POLIVALENTE Fecha de Creación: 1982 Ave 31 No.4013 esq. a 42. Candelaria Prov.Pinar del Río Metros Lineales: 6 FONDOS Y COLECCIONES: Historia (Universal,de Cuba y local); ¿-1988 Documentos Museables; 1788-1982 Hemeroteca; 1951-1969 [116] ÀRCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL ROSA CASTELLANOS Fecha de Creación: 1982 Edificio 6(apto 3) Cuatro Caminos. Najasa. Prov.Camagüey Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Planes de investigación del quinquenio; 1986-1990 Actas del Consejo de dirección; 1988-1991 Informes anuales del trabajo realizado por el Museo; 1984-1990 Actas del Consejo Técnico; 1988-1989 Actas de Comisión de Monumentos; 1984-1990 Libro de entrada y salida de préstamos y ventas relacionados con Gaspar Betancourt; 1884 Documentos que pertenecieron a Ramón Fonseca; 1896 Orden militar perteneciente a Rodolfo Parrado; s/f Relación Nominal de Mambises que laboraban en los talleres de la zona; 1898 Propaganda relacionada con la resistencia cívica; 1958 Propaganda del periódico Sierra Maestra relacionada con el M-26-7; 1957 Hoja de licenciamiento del Ejército Libertador relacionada con Fabian Suárez Hernández (mambí); 1898 Renta relacionada con Fabian Suárez Hernández; 1928 Folleto de versos sencillos de José Martí propiedad de Rolando Espinosa miliciano muerto en el ataque a Playa Girón; 1961 Papel timbrado relacionado con la tropa de Ramón Fonseca (mambí); 1895 Agenda relacionada con Dioscoxides del Pino; 1974 Cédula relacionada con las votaciones de 1957; 1957 Propaganda de la Campaña de Alfabetización; 1961 Carta relacionada con ei Ejército Libertador; 1899 Fotos y datos biógráficos relacionados con Rafael Pino Recio(alfabetizador); 1961 Album de la Campaña de Alfabetización; 1961 Periódico Iconografía de la Guerra del 1895; 1895 Diploma relacionado con Rolando Espinosa López mártir de Playa Girón; 1961 Fotos relacionadas con Rodolfo Parrado (mambí)a. 939 Escritos relacionados con Rodolfo Parrado; 1861-1939 Nota para los talleres mambises relacionada con Ramón Fonseca (mambí); 1896 Carta relacionada con Hector Martí Cangas (mártir internacionalista); 1979 Libro del año relacionado con Dioscoxides de Pino; 1966 Documentos relacionados con Dioscoxides del Pino; 1917-1974 [117] ARCHIVO DEL MUSEO PROVINCIAL Fecha de Creación: 1982 Francisco Maceo Osorio No.55 e/ José Joaquín Palma y Donato Mármol. Bayamo. Prov.Granma tel.42-412 Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Documentación de San Salvador de la Villa de Bayamo; 1567 Colección de documentos sobre mártires internacionalistas: 1972 [118] ARCHIVO DEL MUSEO PROVINCIAL IGNACIO AGRAMONTE Fecha de Creación: 1955 Avenida de los mártires No. 2 e/ Ignacio Sánchez y Rotario, Camagüey. tel. 8-2425 Metros Lineales 1 3. 95 FONDOS Y COLECCIONES: Ayuntamiento de Puerto Príncipe; 1719-1925 Tercer Cuerpo del Ejército Libertador; 1896-1898 Documentos; 1850-1930 -Mapas y planos; 1869-1932 Partituras musicales; 1860-191 2 -Publicaciones; 1833-1975 Archivo administrativo; 1941-1971 [119] ARCHIVO DEL MUSEO ROGELIO ROJAS TAMAYO Fecha de Creación: 1982 Calle 4 No.4 e/ 15 y 17. Central Jesús Menéndez. Chaparra. Las Tunas Metros Lineales: 2 FONDOS Y COLECCIONES: Certificados; 1870-1980 Partida de bautismo de José Dominicis Vázquez; 1822 Documento relacionado con José Dominicis Vázquez; 1895 Cartas; 1885-1979 Contratos; 1919-1947 [120] ARCHIVO DE LA OFICINA DE ASUNTOS HISTORICOS Fecha de Creación: 1964 Calle Linea No.1009 e/10 y 12. Vedado. Ciudad Habana tel.3-9901 al 03 Metros lineales 44 FONDOS Y COLECCIONES: José Martí Pérez,Fidel Castro Rúz, Juan Almeida Bosque, Raúl Castro Rúz, Camilo Cienfuegos, Ernesto Guevara de la Serna, Frank País, Celia Sánchez, Gobierno de la Seudorepública, Moncada, Lucha clandestina, Exilio, Ejército Rebelde, Causas, Otras organizaciones; 1837-1992 Fondos Fotográficos; 1929-1990 Hemeroteca; 1929-1992 Biblioteca; 1954-1992; Grabaciones; s/f [121] ARCHIVO DE LA SOCIEDAD DE BENEFICENCIA DE NATURALES DE CATALUNA Fecha de Creación: 1840 Calle Consulado No.68 e/ Genios y Refugio. Habana Vieja. Ciudad Habana Metros lineales FONDOS Y COLECCIONES: Registro de Asociados; 1840-1993 Libros de contabilidad; 1840-1993 Libros de actas de Juntas Generales y Juntas Directivas; 1840-1993 [122] ARCHIVO DE LA SOCIEDAD NATURALES DE GALICIA Fecha de Creación: 1871 Calle Prado No. 458, Habana Vieja. Ciudad Habana Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Memoria Social; 1871-1991 Registro de operaciones diversas; 1915-1991 Registro de Asociados; 1924-1991 ESTATALES [123] ARCHIVO HISTORICO Fecha de Creación: 1971 Calle 41 No.4625. Nueva Gerona. Isla de la Juventud. Metros Lineales: 30 [123] FONDOS Y COLECCIONES: Juzgado de Instrucción; 1909-1965 Juzgado Municipal; 1904-1958 Juzgado IVlunicipal en funciones de Correccional; 1919-1956 Juzgado Correccional; 1904-1955 Juzgado de Primera Instancia e Instrucción; 1903-1963 Juzgado de Instrucción y Correccional; 1904-1956 Juzgado de Primera Instancia; 1905-1955 Protocolos Notariales; 1911-1942 Colección de documentos compilados por Lolita Llagostera; 1905-1955 Mapoteca; 1880-1982 [124] ARCHIVO HISTORICO MUNICIPAL CAPITAN JOAQUIN LLAVERIAS Y MARTINEZ Fecha de Creación: 1975 Piro Guinart No.320 e/Rubén Mtnez Villena y Fernando Hdez Echerri.Trinidad. Prov.Sancti Spíritus Metros Lineales: 2.81 FONDOS Y COLECCIONES: Ayuntamiento; 1724-1961 Gobierno Político Militar (colonia)1840-1890 Registro Mercantil; 1900-1959 Anotaduría de Hipotecas; 1855-1880 Registro de la propiedad; 1880-1957 Notaría Benigno Aguirre; 1919 Notaría Carlos Aguirre; 1953-1966 Notaría José Francisco Aguirre; 1939-1965 Notaría Nicolás Alfonso Rodríguez; 1926-1951 Notaría Manuel Néstor Aparicio; 1874-1910 Notaría Eduardo Betancourt; 1915-1921 Notaría Santiago Cabrera; 1918-1929 Notaría José Jacinto Cacho Sierra; 1940-1964 Notaría Manuel Oscar Copado; 1929-1952 Notaría Felix Dixchisón Chatrán; 1919-1922 Notaría Rafael Espinosa; 1927-1928 Notaría José María Fernández del Cueto; 1878-1885 Notaría Francisco Fernández Quevedo; 1910-1938 Notaría Francisco Fornia; 1952-1969 Notaría Antonio Franklin; 1913-1918 Notaría Francisco Iznaga Alejo; 1935-1956 Notaría Nicanor López Somoza; 1914-1931 Notaría Antonio J: Mauri; 1929-1946 Notaría Felipe Miranda; 1929-1934 Notaría Mauricio Monteaguado; 1924-1925 Notaría Desiderio Montorio; 1900-1912 Notaría Enrique Morán de la Torre 1932 Notaría Máximo Rodríguez León; 1940-1947 Notaría Cipriano Villafuerte; 1874-1889 Escribanía Manuel NestorAparicio; 1842-1873 Escribanía Felipe María Dominguez; 1828-1834 Escribanía José María Fernández del Cueto; 1857-1871 Escribanía Pedro José García; 1788-1790 Escribanía Tomás Herrera; 1740-1767 Escribanía Juan Matamoros; 1811 -1828 Escriban ía Pedro Matamoros; 1797-1809 Escribanía Francisco A. Muñoz; 1769-1792 Escribanía Joaquín Orizondo; 1829-1850 Escribanía José A. Pichardo; 1872-1873 Escribanía Blas Dionisio Piedra; 1809-1827 Escribanía José María Piedra; 1791-1808 Escribanía Antonio Ramirez Barroso; 1752-1776 Escriban ía José A. Silva; 1836-1838 Escribanía Cipriano Villafuerte; 1835-1873 Escribanía Real Marina; 1779-1862 Escribanía Varios; 1851-1856 J uzgado de Paz(colonia); 1796-1897 Juzgado de Primera Instancia(colonia); 1831 -1902 Juzgado Municipal(colonia); 1880-1906 Juzgado de Instrucción(colonia); 1893-1902 Juzgado de Inatrucción(neocolonia); 1902-1955 Misceláneas; 1838-1959 Registro Civil; 1936-1966 Registro Civil(Casilda); 1906-1968 Registro Civil(Trinidad); 1959-1966 Registro Civil(Guaniquical); 1936-1966 Mapoteca; 1836-1960 Fototeca; 1868-1989 [125] ARCHIVO HISTORICO MUNICIPAL JOSE ANDRES MARTINEZ-FORTUN Y FOYO Fecha de Creación: 1977 Andrés del Río No.16. Remedios. Prov.Villa Clara Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Registro de Asociaciones; 1888-1929 Delegacion de Veteranos de la Independencia en Remedios; 1925-1929 Antigua Anotaduría de Remedios; 1772-1880 Registro de la Propiedad de Remedios; 1855-1966 Registro Mercantil de Remedios; 1900-1967 Donativos y Remisiones; 1878-1986 Protocolos Notariales; 1695-1965 Juzgado de Primera Instancia; 1903-1953 Juntas Municipales Electorales; 1908-1960 Mapoteca; 1681 -1976 [126] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL Fecha de Creación: ? Calle Martí No.52 esq. a República. Camagüey. Metros Lineales 3459 FONDOS Y COLECCIONES: Jorge Suárez Cano; 1881 -1940 Juzgado de Instrucción del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1890-1898 Juzgado de Instrucción del Partido Judicial de Camagüey; 1899-1954 Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Correccional del Partido Judicial de N uevitas; 1912-1954 -Anotaduría de Hipotecas de Puerto Príncipe; 1734-1880 Ayuntamiento de Camagüey; 1899-1958 Registro de Asociaciones; 1872-1974 Instituto de Segunda Enseñanza de Puerto Príncipe; 1880-1898 Ferrocarriles de Cuba. 1899-1939 Abelardo Chapellí Marín; 1871-1952 Diputación Provincial de Puerto Príncipe; 1879-1898 Raúl Masvidal Marín; 1906-1960 N="JUSTIFY">Gobierno Provincial (Neocolonia); 1899-1958 Colección de documentos Centrales Azucareros; 1905-1975 Colegio de pedagogos de Camagüey; 1940-1960 Tribunal de Urgencia de Camagüey; 1934-1959 Cárceles y prisiones; 1928-1958 Junta Provincial Electoral de Camagüey(Revolución); 1959-1972 Audiencia de Puerto Príncipe; 1800-1892 -Alcaldías Ordinarias de Camagüey; 1804-1878 Alcaldías Mayores de Puerto Príncipe; 1850-1873 Tenencia de Gobierno del Partido Judicial de Puerto Principe; 1807-1871 Juzgado de Paz del Partido Judicial de Puerto Principe; 1865-1879 Juzgado General de Bienes de difuntos del distritde Puerto Príncipe; 1811-1853 Comisión Militar del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1855-1869 Intendencia de Ejército y Real Hacienda de Puerto Príncipe; 1815-1853 Juzgado Municipal del Partido Judicial de Camagüey; 1899-1934 Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido Judicial de Ciego de Avila; 1910-1958 Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido Judicial de Florida; 1933-1954 Juzgado de Primera Instancia e Instruccioón del Partido Judicial de Morón; 1884-1898 Juzgado de Primera Instancia e Instrucción y Correccional de Santa Cruz del Sur; 19151954 Juzgado de Primera Instancia del Partido Judicial de Puerto Principe; 1890-1897 Juzgado de Primera Instancia del Partido Judicial de Camagüey; 1899-1958 Juzgado de Primera Instancia del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1873-1890 Juzgado de Instrucción del Partido Judicial de Camagüey(Revolución); 1859-1973 Club Rotario de Camagüey; 1945-1957 Colegio de Abogados de Camagüey; 1930-1958 Colegio Notarial de Camaqüey; 1876-1968 Instituto de Segunda Enseñanza de Camagüey(Neocolonia); 1899-1959 Colección de Documentos "Familia Agramonte"; 1830-1958 Audiencia de lo Criminal de Puerto Príncipe; 1892-1898 Gobierno Provincial de Camagüey; 1959-1961 Registro de Minas; 1886-1949 Audiencia de Camagüey; 1959-1976 Junta Municipal Electoral de Camagüey; 1935-1964 Juzgado Municipal del Partido Judicial de Camagüey; 1879-1898 Delegación del Juzgado Privativo de Vagos y Picapleitos de Puerto Príncipe y su Jurisdicción; 1837-1838 Juzgado Eclesiástico de Puerto Príncipe y su Jurisdicción; 1801-1845 Tenencia de Gobierno de Nuevitas; 1846-1857 Juzgado de Artillería del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1845-1854 Juzgado Militar del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1836-1870 Subdelegación de Real Hacienda de la Provincia de Puerto Príncipe; 1854-1860 Juzgado de Hacienda de Puerto Príncipe; 1859-1870 Alcaldía Mayor del Partido Judicial de Nuevitas;1855 Colección de Documentos Guerra de Independencia; 1855-1858 Colección de Documentos Movimiento Obrero; 1940-1958 Gobierno Provincial de Puerto Príncipe; 1857-1898 Ministerio de Salubridad y Asistencia Social; 1922-1961 Colección de Documentos Familias Camagüeyanas; 1569-1710 Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido Judicial de Morón; 1884-1956 Fondo Personal de Carlos Mueke Bertel; 1866-1947 Escuela Profesional de Comercio; 1930-1958 Partidos y Organizaciones Políticas; 1919-1959 Movimiento Estudiantil; 1915-1974 Movimiento Campesino; 1949-1968 Fondo Personal de Abel Marrero; 1868-1980 Colección de Documentos Guerra Civil Española; 1926-1939 Frente Camagüey; 1935-1986 Campaña de Alfabetización; 1961 -1986 Banco Agrícola Industrial; 1880-1886 Poder Local; 1965-1966 Junta de Coordinación,Ejecución e Inspección; 1961-1966 Instituto de Auxiliares de Aministración Rodolfo Martínez Esquivel; 1961-1970 Instituto de Administración y Comercio Cándido González Morales; 1959-1970 Protocolos Notariales Juan José Acosta; 1779 Gerónimo Agudo; 1700 José Acosta Velazco; 1786-1787 José Antonio Alcántara; 1727-1763 César Alvarez Fuentes; 1915-1945 José Alvarez González -1888-1924 José María Alvarez González; 1846-1853 Juan Santiago de Bilbao; 1907-1920 José Facundo Barrero; 1820-1837 Manuel Alonso Ambudia; 1813-1916 Francisco Arredondo; 1814-1880 Jose de Avila Díaz; 1883-1892 José Rudecindo Barranco; 1799-1809 José Manuel Barranco; 1759-1806 Gaspar Barrero Gastell; 1910-1945 Manuel Barreto Dueñas; 1909-1915 Federico Castellanos; 1869-1910 Esteban Castellanos Guillén; 1777-1797 José Rafael Castellanos; 1807-1868 José Simón Castellanos; 1901-1912 Armando Arango; 1916-1945 Darío E. Castillo; 1913-1945 E. José Comas Zaldívar; 1916-1920 Alonso de Cordero; 1857-1862 Luis Manuel de Córdova; 1825-1839 Rafael Flores del Monte-1912-1915 Jesús Díaz Piña; 1811-1876 Santiago Don; 1836-1858 Eneas Freyre; 1911-1936 Omelio Freire Cisneros;1920; Rafael G. Freire; 1916-1920 Alberto Freire Lloret; 1932-1933 Carlos Galán; 1874-1879 García Lanuza; 1905-1929 Arturo G. de Molina; 1906-1938 Juan Herrera Bautista; 1844 Julio Hodstman; 1914-1948 Francisco Huelga Ordóñez; 1728-1734 Esteban Iglesias; 1855-1882 Aurelio Izquierdo Machín; 1916-1925 Luis Leppy; 1912-1915 Protocolo de Marina; 1790-1865 Joaquín V. Martínez Díaz; 1909-1937 José J. Martínez Díaz; 1899-1909 Nicolás F. Martínez Fernández; 1808-1848 José Martínez Valdés; 1808-1848 Agustín de Miranda; 1846-1850 Crisanto Montero; 1920-1936 José Adriano Mora; 1782-1842 Juan Tomás Orelly; 1759-1864 Berenguer Polon Gomosena; 1904-1905 Francisco de Paula Plana; 1915 Ernesto Pérez Portela; 1907-1908 Francisco Pérez Vizcaí no; 1900-1940 Rafael del Pino; 1849-1870 Leopoldo Porro; 1919-1924 Real Hacienda; 1836-1857 Arturo Roca Silveira; 1900-1916 José Resurrección Rodríguez; 1840-1867 Jaleriano J. Canales; 1907-1920 Juan Ronquillo; 1840-1889 Ramón Roura Owen; 1906-1914 Socarrás; 1906-1920 Pedro G. Suvira; 1912-1920 José Tato Sánchez; 1911 -1916 Enrique Tomeu Adán; 1910-1936 José R. Romero; 1917-1920 Melchor de Silva; 1836-1871 Benjamín Agüero Pichardo; 1921-1945 José Alvarez Fuentes; 1922-1940 Jorge de la Torre Arredondo; 1921-1945 Manuel Tomen Varona; 1916-1945 Ricardo Ricardi; 1953 Diego Antonio de la Torre; 1735 José Ravelo; 1787-1798 Francisco León López; 1770-1777 Matías Arango; 1760-1761 Manuel Martínez Belséz; 1836-1837 Diego de la Torre Quesada; 1810-1811 Francisco de Quesada; 1761-1764 Enrique Morón de la Torre; 1908-1910 Julio Tomeo Adán; 1925-1931 Juan de Dios del Risco; 1790 Manuel Rodríguez Naplez; 1868 José de Varona Estrada; 1867 Agustín Hatuey Agüero; 1952-1971 Jorge Pijuán Suceda; 1952-1963 Actas del Consejo de Dirección; 1989-1991 I nformes anuales y mensuales; 1983-1991 Análisis e informes enviados a Cultura Provincial; 1989-1990 Informes Estadísticos; 1983-1990 Planes de Actividades del Archivo; 1987-1990 Evaluaciones Técnicas; 1976-1991 Evaluaciones Colectivas; 1986-1988 Informes de Restauración; 1986-1991 [128] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL Fecha de Creación: 1976 Calle 27 No.5201 e/ 52 y 54. Cienfuegos. tel.6957 Metros Lineales: 495.5 FONDOS Y COLECCIONES: Registro Mercantil; 1900-1967 Ayuntamiento de Cienfuegos; 1830-1927 Juzgado de Primera Instancia; 1910-1957 Registro de Asociaciones; 1888-1976 Protocolos; 1820-1948 Higinio Esquerra; 1896-1914 Juzgado de instrucción; 1910-1961 Juzgado Correccional; 1944-1970 Documentos del Instituto de Segunda Enseñanza; 1936-1974 Documentos de la Alfabetización; 1961 Documentos de la Escuela Normal; 1946-1957 Juzgado Municipal Oeste; 1934-1956 Juzgado Municipal Este; 1935-1957 Hipotecas; 1871-1891 Documentos del Liceo; 1901-1917 [129] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL Fecha de Creación: 1960 Maceo No.10 e/ Donato Mármol y José Martí. Bayamo. Prov.Granma Tel. 42-2411 Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Gobierno Municipal(Colonia); 1868-1901 Gobierno Municipal(Neocolonia); 1902-1958 Protocolos de escribanos; 1781-1889 Junta de Educación; 1889-1959 Asociación Cívica de Bayamo; 1943-1954 Asociación de veteranos; 1951-1960 Asociación de ganaderos; 1929-1944 Colección María Luisa Milanés; 1912-1982 Colección Teniente Coronel Estrada Mariño; 1895-1898 José E: Palma; 1918-1932 Juzgado de Primera Instancia; 1900-1915 JUCEI; 1961 Mapoteca; 1899-1958 [130] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL Fecha de Creación: 1983 Maceo No.191 e/ Cables y Angel Guerra. Holguín Metros Lineales: 29.67 FONDOS Y COLECCIONES: Gerencia de Gobierno de la jurisdicción; 1752-1878 Alcaldía de barrios de Holguín; 1878-1898 Ayuntamiento de Holguín (neocolonia); 1899-1958 Protocolos Notariales; 1737-1947 Comisionado JUCEI; 1960-1965 Administración regional; 1966-1976 Tribunal de Urgencia; 1953-1958 [131] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL Fecha de Creación: 1989 Joaquín de Agüero No.56(altos) e/ Francisco Varona y Adolfo Villamar. Las Tunas Metros Lineales: 25.17 FONDOS Y COLECCIONES: Gobierno Municipal de Victoria de Las Tunas; 1900-1959 Central Chaparra; 1908-1958 Juzgado de Primera Instancia de Victoria de Las Tunas; 1914-1945 Gacetas Oficiales; 1921-1958 [132] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL Fecha de Creación: 1969 Milanés No.38 e/ Matanzas y Jovellanos. Matanzas tel.4212 Metros Lineales: 1336 FONDOS Y COLECCIONES: Asociaciones; 1883-1960 Audiencias; 1892-1959 Gobierno Provincial; 1815-1933 Miscelánea de expedientes; 1750-1965 Secretaría de Obras Públicas; 1933-1940 Ministerio de Obras Públicas; 1940-1958 Tribunal de Urgencia; 1934-1958 Mapas y planos; 1905-1968 Bonifacio Byrne; 1823-1936 Colección de documentos de Juan Gualberto Gómez; 1887-1952 Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas; 1896-1984 Actas Capitulares; 1693-1958 Anotaduría; 1817-188? Audiencia de Matanzas(Colonia); 1815-1902 Audiencia de Matanzas(Neocolonia); 1902-1950 Audiencia de Matanzas(Revolución); 1959-1969 Gobierno Provincial(Colonia); 1815-1902 Gobierno Provincial(Neocolonia); 1902-1958 Gobierno Provincial(Revolución); 1959-1966 Colegio Notarial de Matanzas(Neocolonia); 1902-1958 Colegio Notarial de Matanzas(Revolución); 1959-1969 Casa de Beneficencia(Neocolonia); 1902-1958 Secretaría de Agricultura; 1935-1940 Compañía de electricidad(Neocolonia); 1933-1958 Compañía de electricidad(Revolución); 1959-1964 Colegio de Arquitectos(Neocolonia); 1937-1958 Colegio de Arquitectos(Revolución); 1959-1964 Aduana de Matanzas(Revolución); 1959-1968 Aduana de Matanzas(Neocolonia); 1902-1956 Creche de Matanzas(Neocolonia); 1947-1957 Creche de Matanzas(Revolución); 1960-1961 Secretaría de Obras Públicas; 1903-1936 Colegio Pedagógico de Matanzas(Neocolonia); 1951-1958 Colegio Pedagógico de Matanzas(Revolución); 1959-1963 Registro Mercantil de Matanzas(Colonia); 1884-1901 Registro Mercantil de Matanzas(Neocolonia); 1902-1958 Registro Mercantil de Matanzas(Revolución); 1959-1966 Registro de la propiedad de Matanzas(Colonia); 1882-1897 Registro de la propiedad de Matanzas(Neocolonia); 1903-1937 Delegación de Veteranos de Matanzas(Neocolonia); 1926-1956 Delegación de Veteranos de Matanzas(Revolución); 1959-1960 Ministerio de Salubridad(Neocolonia); 1943-1951 Protocolos Notariales; 1858-1923 Ministerio de Recuperación de bienes malversados Delegación Provincia de Matanzas(Revolución); 1959-1961 Ministerio de Hacienda(Neocolonia); 1944-1959 Ministerio de Obras Públicas(Revolución); 1959-1967 [133] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL Fecha de Creación: 1964 Heredia No.302 esq. a Pío Rosado. Santiago de Cuba. Metros Lineales: 1739 FONDOS Y COLECCIONES: Protocolos Notariales; 1686-1899 Gobierno Provincial; 1813-1967 Juzgado de Primera Instancia; 1714-1933 Cámara de Comercio de Santiago de Cuba; 1886-1965 Juzgado de Instrucción del Norte; 1901-1954 Juzgado Municipal de Sagua de Tánamo; 1871-1964 Juzgado Municipal del Norte de Santiago de Cuba; 1880-1925 Juzgado Municipal del Sur; 1863-1947 Juzgado Municipal de Yateras; 1864-1907 Juzgado Municipal de Fray Benito; 1883-1902 Juzgado Municipal de Guantánamo; 1860-1912 Juzgado Municipal El Caney; 1871-1934 Juzgado Municipal de Holguín; 1864-1958 Juzgado Municipal de El Cristo; 1887-1960 Juzgado Municipal de Bayamo; 1940-1944 Juzgado Municipal de Baracoa; 1879-1960 Registro Civil de Santiago de Cuba; 1887-1921 Colegio de Ingenieros Agrónomos; 1936-1958 Compañía Ron Bacardí S.A; 1880-1960 Central Manatí Sugar Company; 1902-1960 General Francisco Leyte Vidal; 1892-1928 Audiencia de Oriente; 1827-1957 Juzgado Correccional del Norte de Santiago de Cuba; 1902-1954 Sociedad Colonia Española; 1895-1965 Anotaduría de Hipotecas; 1784-1880 Emilio Bacardí Moreau; 1890-1919 Francisco Argilagos; 1861-1965 [134] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL Fecha de Creación: 1972 Avenida de Marta No. 161 e/ 7ma. y 9na. Santa Clara. Prov.Villa Clara tel.71958 Metros Lineales: 114.0 FONDOS Y COLECCIONES: Actas Capitulares; 1689-1907 Tribunal de Urgencia de Las Villas; 1934-1958 Registro de Asociaciones; 1880-1966 Colegio Provincial de Arquitectos; 1949-1964 Oficina Provincial de Agrimensura(Ledón-Uribe); 1837-1880 Censos de Población; 1919-1981 Juzgado de Primera Instancia de Santa Clara; 1846-1904 Ayuntamiento de Sagua la Grande; 1870-1956 Ferrocarriles de Sagua la Grande; 1858-1962 Archivo Personal de Manuel García Garófalo y Morales; 1830-1943 Haciendas Comuneras; 1858-1911 Protocolos Notariales de Sagua la Grande; 1867-1956 Gobierno Provincial; 1911 -1959 Fototeca; 1844-1981 Hemeroteca; 1919-1988 Biblioteca; 1853-1989 Mapoteca; 1896-1903 Donativos y Remisiones; 1855-1957 Colección de documentos del General José B. Alemán Urquía; 1891-1949 Colección de documentos del Movimiento 26 de Julio; 1956-1959 Colección de documentos del Ayuntamiento de Esperanza; 1881-1918 Colección de documentos del Centro de Veteranos de la Independencia(Delegación de Santa Clara); 1911-1970 Colección de documentos de la Guerra del 95; 1896-1898 Colección de documentos del Registro Minero "Lago de Oro" de Motembo; 1933-1960 Colección de documentos del Centro de Veteranos de la Independencia(Delegación Sagua la Grande); 1932-1943 Colección de documentos del Juzgado de Instrucción de Cienfuegos; 1890-1920 [135] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL MAYOR GENERAL SERAFIN SANCHEZ VALDIVIA Fecha de Creación: 1974 José Manuel García No.8 e/ Honorato del Castillo y Máximo Gómez. Sancti Spíritus Metros Lineales: 39.93 FONDOS Y COLECCIONES: Serafín Sánchez Valdivia; 1868-1967 Ayuntamiento de Sancti Spíritus (colonia); 1826-1899 Ayuntamiento de Sancti Spíritus (neocolonia); 1899-1958 Gobierno Revolucionario; 1958-1976 Federación Ganadera Espirituana; 1932-1960 Compañía Nacional de Alimentos de Sancti Spíritus; 1944-1959 Familia Valle Iznaga; 1837-1937 Registro Mercantil; 1900-1960 Manuel Francisco Aguilera Rodríguez; 1909-1935 Antonio Aballí Brunel; 1920-1922 Antonio Abad Cancio García; 1900-1919 Federico Antonio Carbonell Carbonell; 1917-1946 Juan Carbonell Virgut; 1870-1909 José Antonio Cazañas Abreu; 1923-1926 Benito Celorio Alfonso; 1913-1923 José Manuel de la Cruz Beci; 1919-1928 Fernando de la Cruz Chiner; 1930-1947 Ramón de la Cruz Pérez; 1900-1929 Pedro A. Díaz García; 1918-1945 José María Echemendía Cancio; 1918-1921 José María Echemendía (heredero); 1730-1876 José Agapito Ferrer Morejón; 1933-1947 José Antonio García López; 1936-1947 Bernabé García Madrigal; 1927-1933 Eugenio González Pérez; 1914-1930 Vicente Herrería Tejera; 1920-1935 Manuel T. Méndez Gómez; 1925-1947 Ricardo Ignacio Mandigutía López Regina; 1934-1947 Rubén J. Montero Beldarrín; 1944 Rafael Claudio Morales Díaz; 1920-1946 Emilio Morata Freyre; 1928-1948 Angel R. de la O. Roque; 1915-1918 Victoriano Rivas Méndez; 1921-1926 José Norberto Rodríguez Rincón; 1864-1899 Antonio G. Santamarina Rojas; 1929-1934 José María Serrano; 1768-1865 José Suárez Rivas; 1929-1934 Julio Héctor Smith Rilliot; 1915-1919 José F. Valdivia García; 1925-1947 Carlos Manuel Yara Ortega; 1937-1947 José Lilio Espinosa Martínez; 1937-1947 Martín Antonio Iglesias Abreu; 1927-1945 Pedro Armando de Lara Alvarez; 1922-1947 Antonio Cristóbal Márquez Pomar; 1927-1945 Arturo Santaló Pérez de Ituarte; 1910-1921 Eduardo J. Santaló Varela; 1929-1944 Donativos y Remisiones; 1827-1989 Hemeroteca; 1842-1989 Jose Ramón Alonso Gramatges; 1926-1947 Horacio Velazco López; 1923-1925 Haciendas Comuneras; 1715-1958 Ferrocarriles; 1857-1930 Tribunal de Urgencia; 1942-1958 Teatro Renacimiento; 1929-1940 Asociaciones; 1892-1960 Instituto Cubano de Radio; 1969-1975 Juzgado de Primera Instancia; 1941-1954 Mapoteca; 1860-1987 Juzgado de Instrucción; 1942-1960 Sandalio Romentería García; 1941 -1947 Susana Martínez Fortún; 1946-1947 Luis del Moral Noguera; 1945-1947 Antonio José Maoni Cortés.1945 Reinaldo Valle Valdés; 1945-1947 José Corrales Alvarez; 1947 [136] ARCHIVO HISTORICO MUNICIPAL Fecha de Creación: 1987 Independencia No.63. Municipio Yaguajay. Sancti Spíritus. Metros Lineales: 3 FONDOS Y COLECCIONES: Compilación de datos históricos; 1850-1910 Hemeroteca; 1910-1988 [137] ARCHIVO NACIONAL DE CUBA. MINISTERIO DE CIENCIAS, TECNOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE Fecha de Creación: 1840 Compostela No.906 esq. a San Isidro. Habana Vieja. Ciudad Habana tel.62-9470 FONDOS Y COLECCIONES: Administración General de Rentas Terrestres; 1764-1884 Aduana de Cárdenas; 1846-1902 Aduana de la Habana; 1827-1898 Anotaduría de Hipotecas; 1638-1880 Audiencia de Santiago de Cuba(colonia); 1709-1899 Audiencia de Santiago de Cuba(neocolonia); 1835-1934 Audiencia de Santo Domingo; 1747-1847 Audiencia Pretorial de la Habana; 1798-1958 Ayuntamiento de Marianao; 1800-1899 Casa de Beneficencia y Maternidad de la Habana; 1711-1961 Comisión Militar Ejecutiva y Permanente; 1819-1898 Consejo de Administración de bienes embargados a infidentes; 1830-1897 Consejo de Administración de la Isla de Cuba; 1860-1898 Correspondencia de Capitanes Generales; 1745-1887 Delegación del Partido Revolucionario Cubano en Nueva York; 1895-1898 Dirección de Obras Públicas; 1842-1957 Documentos de la Administración Colonial en Cuba (colección); 1759-1898 Documentos de la Administración Colonial Española en las Floridas, Luisiana y otros Territorios de Norteamérica (colección); 1746-1880 Documentos de la Hacienda Pública relativos a terrenos, realengos y baldíos(colección); 1705-1893 Documentos de la Inspección General del Ejército Libertador (colección); 1898-1901 Documentos sobre licencias para edificar pertenecientes al Ayuntamiento de La Habana; 1865-1874 Escribanías -Manuel Baños; 1874-1891 Luis y José Ramón Pimentel-Cabello; 1834-1871 Cayetano y Eugenio Pontón; 1659-1879 Ramón Portocarrero; 1873-1893 Pedro y Vicente Rodríguez Pérez; 1835-1872 Ventura Ruíz Pérez; 1873-1892 Gabriel Salinas; 1646-1872 José A. Valerio; 1830-1872 Escribanía de Camara del Juzgado General de Bienes de Difuntos; 1749-1854 Escribanía de Gobierno; 1752-1872 Escribanía de Guerra; 1779-1874 Escriban ía de Marina; 1745-? Escribanía Mayor de Real Hacienda; 1771-1865 Gobierno Autonómico; 1897-1898 Gobierno General; 1633-1898 Gobierno Superior Civil; 1746-1897 Junta Superior de Sanidad; 1817-1899 Juzgado de Primera Instancia de Guanabacoa; 1842-1886 Juzgado de Primera Instancia de Pinar del Río; 1818-1901 Intendencia General de Hacienda; 1662-1899 Liceo Artístico Literario de la Habana; 1822-1869 Negociado de bienes del Estado.Hacienda Colonial; 1707-1898 Ordenación General de Pagos; 1860-1898 Prisión de Mujeres de La Habana; 1880-1899 Prisión Nacional de Mujeres de Guanabacoa; 1885-1901 Protocolos Notariales -La Habana -Joaquín Abenza Molina; 1873-1866 José Amor Fernández; 1873-1874 Carlos Victoriano Amores Sanz; 1873-1891 Antonio Armengol; 1876-1894 Artillería e Ingenieros; 1811 -1874 José Salustiano Barreras; 1874-1891 Manuel Barreto; 1834-1880 Bienes de difuntos y escrituras; 1872-1855 Fernando Calves; 1873-1879 Elena de Castro; 1877-1883 Diezmos; 1788-1847 Juan Entralgo; 1823-1881 Francisco de Escobedo y sus continuadores Vicente Rodríguez Pérez y Manuel Padilla de Aguila; 1835-872 Factoría de Tabaco; 1789-1828 Fornaris; 1638-1892 Pedro Galindo, continuador de Sánchez Segovia; 1894-1899 Arturo Galleti; 1753-1900 José María Gamboa; 1873-1892 Francisco García Garófalo; 1898-1905 Gabierno y su continuador Francisco de Castro Flaquer; 1762-1905 Mateo González; 1873-1890 [138]ARCHIVO NACIONAL DE CUBA ( continuación ) Fecha de Creación: 1840 Compostela 906 esq. San Isidro. Habana Vieja. Ciudad Habana Metros Lineales 74 FONDOS Y COLECCIONES: Luis J. Marín; 1859-1891 Manuel y Andrés Zamora; 1782-1855 Rodolfo Armengol; 1892-1899 Pedro José González; 1813-1814 Ricardo González; 1886-1887 M. Massía Serret; 1879 José María Montes; 1836-1847 Pedro Plutarco Renté; 1848-1887 José Alejo Sánchez Cabrera; 1873-1892 José Ramón Sánchez; 1814-1830 Francisco Sánchez Curbelo; 1813-1881 Protocolos Notariales de Jaruco; 1777-1875 Aurelio Núñez; 1903 Jacinto Villageliú; 1876-1895 Alfredo Villageliú e Irola; 1894-1905 Protocolos Notariales de Marianao Esteban Quintana; 1894-1896 Protocolos Notariales de San Antonio de los Baños Pedro Acevedo; 1858-1863 Silvestre Anglada; 1908 Nicolás Arias; 1859-1867 José Joaquín Leal; 1841 -1867 Mateo Leal; 1795-1840 Cayetano Martínez; 1871 -1879 Antonio Porto; 1859-1911 Mariano Porto; 1817-1856 Manuel Albaladejo; 1880-1893 J.Alexander Alfonso; 1790-1791 Manuel Barroso; 1779-1781 Esteban Lugo Benítez; 1882-1883 José Antonio Betancourt; 1873-1879 Juan Bolet Durán; 1887-1905 Bonifacio Domínguez; 1872-1896 Joaquín de la Fuente; 1818-1844 Toribio Franes; 1788-1789 José Govín; 1835-1837 Félix Lancís; 1820-1827 Juan Larrey; 1895-1896 José M. Martínez de Velazco; 1741-1770 José Reino Mella; 1854-1874 Antonio C. Méndez; 1830-1837 Clemente Mihoura; 1852-1877 Francisco Mihoura; 1828-1859 Manuel Morales; 1840-1863 Andrés Moreno; 1862-1864 Juan J . Naranjo; 1843-1846 Manuel Padrón; 1862 Antonio Pérez Zelonio; 1785 Bernabé del Portillo; 1867-1869 Manuel del Portillo; 1864-1867 Arturo Rabrés Linares; 1906-1907 Antero Rivas; 1906-1909 Leopoldo Rubine; 1873-1892 A. Sandoval; 1875-1878 J. Valdés Sotolongo; 1792-1803 Juan N. Valiente; 1870-1872 S. L. de Villavicencio; 1804-1849 Nicolás Vinageras; 1873-1887 Carlos Ximénez; 1786 Manuel Zambrana; 1850-1893 Fernando Ziscka; 1852-1868 Santiago J.Zubieta; 1811 Luis Zuriarraín; 1860-1883 Protocolos Notariales de Cárdenas Carlos Acosta Spou; 1843-1858 Francisco de Paula Campos; 1879-1880 Higinio Ramos; 1882-1892 Antonio de Lago; 1895 Juan Larret; 1879-1894 Reino Mella; 1870 Pablo Ochoa; 1871 -1907 José Orts Giner; 1882-1892 Domingo Pérez Manso; 1862-1917 Emilio del Pino; 1862-1882 Ramón J. Rodríguez; 1861-1881 José de Salas; 1861-1865 Vicente Tormo; 1899-1909 Protocolos Notariales de Santa Clara Protocolos Notariales de los Alcaldes Mayores y Ordinarios; 1695-1715 Antonio Berenguer Sed; 1861 -1908 Juan del Cañal; 1875-1883 José de Cañizares; 1770-1777 Augusto yJosé Nicolás Cabrera; 1762 Augusto Corredera; 1716-1725 J. A. García; 1739 Mateo Cárdenas; 1861 -1874 Eusebio Hernández; 1780 Francisco de Lara y Flores Robio; 1765-1768 Carlos Lezcano y Arredondo; 1887-1903 Antonio Peláez; 1874-1903 José María Peláez; 1854-1872 José A. Pichardo; 1840-1848 José del Puerto y Juan José Marrero; 1782-1795 Pedro Querol; 1873-1876 José Gabriel Quiñones; 1796-1850 -Joaquín Machado; 1790-1889 Joaquin Marrero; 1786-1823 José Rafael Marrero; 1790-1801 Joaquín Noriega; 1740-1769 Miguel Palacio; 1802-1833 Pedro Quiñones; 1846-1852 A. Rivadeneyra; 1722-1725 Martín Ruíz Palacios; 1844-1865 Manuel Lino Surí; 1834-1880 Antonio de la Torre Aday; 1880-1903 Real Audiencia Pretorial de la Habana; 1798-1958 Real Consulado de Agricultura,lndustria y Comercio y Junta de Fomento; 1779-1877 Reales Ordenes y Cédulas(colección); 1523-1898 Sección de Atrasos; 1889-1898 Secretaría de Estado y Gobernación; 1899-1902 Tribunal de Comercio; 1794-1869 Tribunal de Cuentas(Colonia); 1711-1888 Audiencia de Santa Clara; 1783-1953 Cárcel de Guantánamo; 1843Cárceles y Presidios; 1843-1954 Documentos compilados por el Colegio Nuestra Señora de Belén(Colección); 15501958 Documentos compilados por el Museo Nacional(Colección); 1558-1957 Documentos Eclesiásticos(Colección); 179?-1958 Documentos sobre asuntos políticos compilados por el Archivo Nacional(Colección); 1720-1954 Ferrocarriles de Cuba; 1844-1925 Gobierno de la Revolución de 1895; 18984-1905 Gobierno Municipal de Jaruco; 1886-1914 Instrucción Pública; 1730-1958 Jefatura de la Policía de La Habana; 1880-1905 Juzgado de Primera Instancia y Correccional de Guanajay; 1884-1923 Prisión de Matanzas; 1897-1949 Presidio de La Habana.1840-1938 Secretaría de Estado y Justicia; 1860-1908 Tribunal Supremo. 1886-1937 Academia de La Historia; 1495-1961 Audiencia de La Habana; 1820-1961 Biblioteca Hemeroteca; 1695 Bolsa de La Habana; 1898-1970 Colegio de Abogados de La Habana; 1891-196? Convento de San Francisco de Asís; 1836-1965 Donativos y Remisiones; 1418-1973 Fototeca; 1870-1970 Mapoteca; SigloXVI-1960 Registro de Asociaciones; 1888-1961 Registro de Marcas y Patentes; 1881-1972 Registros Mercantiles; 1886-1987 Secretaría y Ministerio de Hacienda; 1897-1962 Secretaría y Ministerio de Gobernación; 1893-1959 Unión de Fabricantes de Tabacos y Cigarros de Cuba; 1886-196? Miguel Aldama Alfonso; 1825-1880 Carlos Manuel de Céspedes y Castillo y Carlos Manuel de Céspedes y Quesada; 18191874 Documentos de la estancia de Maceo en Costa Rica; 1891-1902 Manuel Roque de Lara; 1847-1874 Bufete Carlos Luis y Rafael Azcárate y Rosell; 1884-1933 Tomás Estrada Palma; 1901-1906 Salvador García Ramos; 1825-1959 Máximo Gómez Báez; 1869-1946 Enrique Llaguno Ubieta; 1893-1951 Tirso Mesa García; 1897-1919 Emeterio Santovenia; 1752-1952 Familia Terry; 1832-1927 Cosme de la Torriente y Peraza; 1818-1957 Familia Valle Iznaga; 1606-1950 Carlos Márquez Sterling; 1789-1960 Conrado Walter Massaguer Díaz; 1777-1959 Jorge Quintana Rodríguez; 1523-1961 Julián Vivanco Díaz; 1779-1967 [139] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL Fecha de Creación: 1983 Calle Martí No.162 e/ Ciprián Valdés y Ave. Comandante Pinares. Pinar del Río tel.22-06 Metros Lineales: 356.6 FONDOS Y COLECCIONES: Audiencia de Pinar del Río; 1889-1956 Protocolos Notariales; 1775-1962 Juzgado de Primera Instancia(Colonia); 1777-1898 Actas Capitulares de Pinar del Río; 1858-1964 Educación; 1883-1965 Centrales Azucareros; 1921 -1963 Gobierno Provincial; 1858-1958 Asociaciones extinguidas; 1940-1987 Colegio Médico Municipal; 1951-1966 INSTITUCIONES CIENTIFICAS Y DE INVESTIGACION [140] ARCHIVO DEL INSTITUTO DE LITERATURA Y LINGUISTICA. MINISTERIO DE LA ClENCIAS, TECNOLOGIAS Y MEDIO AMBIENTE Fecha de Creación: 1976 Salvador Allende No.710 e/Soledad y Castillejo. Centro Habana.Ciudad Habana tel. 75405 Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Armando Leyva; 1904-1953 Archivo de Personalidades Cubanas; 1821-1968 Evelio Rodríguez Lendión; 1861-1917 Francisco González del Valle; 1841-1925 José María Chacón y Calvo; 1871-1969 José Enrique Varona; 1861-1955 Juan F.Sariol; 1895-1965 Mariblanca Sabas Alomá; 1929-1980 Nicolás Guillén; 1931-1978 Laura Mestre; 1903-1967 José María de Cárdenas y Rodríguez; 1845-1868 Familia Henríquez Urena; 1877-1972 José Antonio Ramos; 1886-1983 Mirta Aguirre; 1932-1988 Jorge Mañach; 1932-1960 Carolina Poncet; 1829-1964 Hermanos Urbach; 1890-1932 Jesús Castellanos; 1904-1907 PARTICULARES [141] ARCHIVO DE KENIA AULET RODRIGUEZ DEL REY Fecha de Creación: ? Estrada Palma No.716 e/ La Sola y Línea del Oeste. Diez de Octubre. Prov.Ciudad de la Habana Metros Lineales: ? FONDOS Y COLECCIONES: Fotografía del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador(2da. División, Brigada 1); 1895 Fotografía del Teniente Coronel del Ejército Libertador Arturo Aulet Aymerich; 1898 Diario Memorias de la Guerra; 1895-1898 Nombramiento del Teniente Rogelio Rodríguez del Rey firmado por Máximo Gómez; 1897 Hoja de licenciamiento de Rogelio Rodríguez del Rey; 1899 Recorte de prensa sobre el fallecimiento de Rogelio Rodríguez del Rey; 1924 Documentos relacionados con los mártires del 9 de abril de 1958 Documentos pertenecientes a Roberto Casals; s/f -Fotos de Roberto Casals; 1952-1957 Correspondencia recibida por Reynaldo Aulet; 1948-1950 Fotocopia de la Revista Noticia de los Tribunales (relacionada con Roberto Casals); s/f Carta abierta al Comité Ejecutivo firmada por Reynaldo Aulet y otros; 1954 Comunicación dirigida a Reynaldo Aulet por la Agrupación Martiana; 1954 Recortes de prensa relacionadas con los mártires del 9 de abril de 1958; ? Album de recortes de prensa relacionados con los mártires; s/f Fotografías de actividades efectuadas con motivo de la conmemoración del 9 de abril de 1958; 1959-1973 Fotografías de compañeros que participaron en las actividades del 9 de abril de 1958; 1959-1967 Poemas; 1967-1985 [142] ARCHIVO DE ROBERTO DE LOS REYES GAVILAN ALVAREZ Fecha de Creación: ? Milagros No.259 e/ Lawton y Armas. Lawton. Diez de Octubre. Ciudad Habana Tel.98-8475 Metros Lineales:? FONDOS Y COLECCIONES: Fotografías del Comandante del Ejército Libertador Rodolfo de los Reyes Gavilán de la Guardia; 1882-1902 Correspondencia recibida por Rodolfo de los Reyes Gavilán; 1898 Certificaciones referentes a la conducta de Rodolfo de los Reyes Gavilán; 1898-1902 Documentos oficiales de Rodolfo de los Reyes Gavilán; 1895-1919 Nombramientos; 1896-1899 Hoja de licenciamiento perteneciente a Rodolfo de los Reyes; 1899 Croquis y descripción de la trocha de Mariel-Majana realizados por Rodolfo de los Reyes; s/f Autobiografía de Rodolfo de los Reyes; s/f Diario de guerra I y 11 parte; 1896 Album de fotografías de la familia Reyes Gavilán; 185?-1991 Fotografías; 1881-1896 Fotografías del Teniente del Ejército Libertador Arturo de los Reyes Gavilán Cuní ; 1872-1895 EL DESARROLLO DE LOS ARCHIVOS HISTÓRICOS DE PUERTO RICO Maria Dolores Luque La archivística histórica es una disciplina relativamente nueva en Puerto Rico, toda vez que los repositorios destinados a salvaguardar el acervo documental del país nacieron en este siglo. Hasta entonces, los expedientes inactivos se mantenían en las instituciones que los originaban. Así, su preservación histórica quedaba a merced del celo de los funcionarios encargados y de otras circunstancias de diversa índole, entre ellas las derivadas del clima tropical. El conflictivo proceso histórico insular, inscrito entre dos imperios- primero bajo España y luego bajo los Estados Unidos- es pieza clave para entender la suerte aciaga de buena parte de la documentación que nos permitiría recuperar aspectos relevantes de nuestro pasado. También ayuda a explicar el tardío y lento desarrollo de los archivos históricos, la dependencia en repositorios extranjeros para reconstruir los siglos formativos de la sociedad puertorriqueña y, hasta cierto punto, los limitados recursos que se les asignan hoy día. A pesar de los formidables obstáculos que han entorpecido la consolidación óptima del patrimonio documental, los diferentes archivos públicos y privados con que cuenta Puerto Rico son importantes y conforman el apoyo principal que sostiene la dinámica actividad historiográfica que cobró fuerza a partir de los años setenta. Pasemos, pues, a examinar más detenidamente estos planteamientos. Los siglos formativos Puerto Rico desempeñó un papel estratégico de vital importancia para la defensa de los intereses de la Corona española en América. Ubicado en el centro del arco antillano, de todas las colonias del imperio español era, geográficamente, la más cercana a la metrópoli. Además, dominaba parte de las rutas de acceso del océano Atlántico hacia el mar Caribe, lo que hizo a la Isla presa apetecible para los enemigos del imperio. Como consecuencia, España la convirtió en un bastión militar de primera magnitud. La ciudad capital de San Juan fue una de las 10 plazas totalmente amuralladas y fortificadas que hubo en América. Durante los siglos 16 al 18 Puerto Rico vivió sometido a las incursiones de piratas y corsarios. A pesar de las medidas defensivas que se tomaron, San Juan sufrió grandes ataques por parte de los ingleses (1595,1598 y 1797) y de los holandeses (1625), que no triunfaron en sus propósitos de apoderarse de la plaza pero destruyeron la ciudad mediante el saqueo y el incendio. Así, desaparecieron importantes bibliotecas- como la del Obispo Balbuena cuando ocurrió el ataque holandés- y los documentos de la Capitanía General. El resto de la Isla no estuvo inmmune a las agresiones. La Villa de San Germán, fundada en 1510, fue destruida por ataques de los indios y de piratas franceses, al punto de que experimentó ocho asentamientos diferentes hasta que en el último tercio del siglo 16 se estableció definitivamente en el lugar que hoy ocupa, alejada del litoral. Como en el caso de San Germán, otros núcleos de población localizados en las costas eran víctimas de ataques constantes de indígenas y extranjeros, lo que obligaba a los vecinos a mudar una y otra vez los poblados. Debido a tales percances no quedó en la Isla rastro de la documentación de estos primeros asentamientos, al igual que había sucedido con la de la capital. De otra parte, la gran mayoría de los colonos vivía dispersa en los campos, por lo que los vínculos con la capital eran infrecuentes y laxos debido a la distancia que los separaba. Además, hasta 1799 hubo sólo dos ayuntamientos -San Juan y San Germán- de manera que el flujo de la documentación no fue tan voluminoso como sucedió en la próxima centuria, cuando se multiplicaron los municipios. Este panorama general hace comprensible que las fuentes documentales originales pertinentes a los tres primeros siglos sean inexistentes en Puerto Rico y se encuentren dispersas en archivos del exterior como los de España, México, Inglaterra, Francia, Portugal y Estados Unidos. Los archivos españoles, sin lugar a dudas, son los más importantes, particularmente el Archivo General de Indias y el Archivo de Simancas. De particular interés resulta el Archivo Nacional de México, puesto que ha permanecido casi inexplorado por la mayoría de los estudiosos de la historia de Puerto Rico. Como la Isla perteneció a la jurisdicción del virreinato de Nueva España, es indispensable la consulta de este caudal documental tan importante para la historia de la región del Caribe. La historiografía puertorriqueña ha circunscrito dichas relaciones al estudio del situado, que era una remesa de dinero que con más o menos frecuencia se enviaba desde México para el sostenimiento de las guarniciones militares en Puerto Rico. Sin embargo, una ojeada a las someras descripciones que existen sobre el tema nos permiten valorar cuán diversos y efectivos fueron los vínculos entre Puerto Rico y el virreinato. En los fondos coloniales del Archivo se encuentran las series Reales Cédulas (originales y duplicados), Correspondencia de Virreyes, Historia, Correspondencia de Gobernadores y Marina, entre otros ramos, que tienen abundante información sobre la Isla relacionada a los siglos 17, 18 y principios del 19. Casi todas, excepto la serie Historia, tienen instrumentos de consulta. Dichas series tratan asuntos tales como: Real Patronato (congruas, construcción de iglesias y conventos, vacantes y nombramientos para el obispado); evangelización de la región; relaciones comerciales; informe de los gobernadores sobre el estado de Puerto Rico; asientos de esclavos; envío de prisioneros y desterrados a la Isla; reclamaciones de vecinos; relación de los ataques enemigos a la plaza; moneda; movimientos migratorios para repoblar provincias ultramarinas diezmadas por enfermedades o amenazadas por poblamientos extranjeros; y relatos de expediciones geográficas. Pero el aspecto más sobresaliente es el papel destacado de Puerto Rico en la geopolítica del Caribe durante la época colonial, particularmente en las estrategias defensivas, como por ejemplo, la de servir de puerto-base a la Armada de Barlovento. La documentación brinda detalles sobre el estado de las tropas, fortificaciones, expediciones militares, etc. El Archivo General de la Nación ofrece un reto a la imaginación y la curiosidad de los historiadores de la geohistoria del Caribe y de la historia militar del imperio español. De igual manera diversos archivos europeos cuentan con abundante referencias sobre Puerto Rico relacionadas principalmente con las agresiones intercoloniales y el comercio legal y de contrabando. Como sabemos, la Isla fue punto de contención de las ambiciones de las potencias europeas -Inglaterra, Holanda, Francia y Portugalempeñadas en quebrar el exclusivismo español en América. La relación de los pobladores isleños con los extranjeros fue ambivalente, si bien por un lado combatieron valerosamente los ataques de los enemigos de la Corona, por el otro, la práctica del comercio furtivo representó un alivio para la penuria económica que experimentaban. Así, por ejemplo, en Holanda la Sección cartográfica del Algemeen Rijksarchief y la de la Universidad de Leiden poseen magníficas colecciones de mapas de Puerto Rico del siglo 17, período en que los holandeses atacan la Isla y sostienen un activo comercio en la zona. Asimismo, la colección documental británica Calendar of State Papers, Colonial Series, contiene testimonios sobre el contrabando entre las trece colonias inglesas y Puerto Rico. Desafortunadamente para este período desconocemos la documentación que pueda encontrarse en los repositorios franceses y portugueses. Es una tarea que está por emprenderse. La colonia productiva Al terciar el siglo 19, la implantación de las reformas borbónicas y los resultados de las guerras de independencia en América ejercieron una profunda influencia en el desarrollo político y socio-económico de Puerto Rico. Sin perder su condición de baluarte militar, la Isla se transformó en una posesión productiva. Las concesiones económicas de la metrópoli, otorgadas en gran medida para compensar las pérdidas que había sufrido al desmoronarse el imperio en la América continental, reemplazó la economía de subsistencia por una econocmía agro-exportadora basada en el monocultivo, primero de azúcar y luego de café. Así, pues, Puerto Rico se convirtió en una colonia competidora en el mercado internacional. Como consecuencia, hubo un incremento demográfico, los antiguos poblados de la costa cambiaron sus fisionomías y algunos de ellos se transformaron en hermosas ciudades. El interior montañoso se abrió a la migración y a la fundación de núcleo urbanos. Se impulsó la educación, florecieron las artes y la literatura. Más importante aún, surgió en los puertorriqueños un profundo sentido de identidad propia que tuvo resonancias ideológicas en cuanto a la relación con España. Es en este contexto que se consolidó un poder estatal centralizador y regulador de todos los aspectos de la vida colonial. En el ejercicio de tal autoridad se organizó la administración pública y se crearon nuevas instituciones: la intendencia, la Audiencia, la Diputación Provincial, los municipios, todas ellas emisoras y receptoras de documentos. Durante el siglo 19 cada una de dichas ramas del gobierno mantuvo sus propios fondos ya que no hubo intentos de crear un archivo general de la Isla. En contraste con los siglos anteriores, una parte de esta documentación se conservó. No obstante, otra se perdió debido a las condiciones de los depósitos donde se almacenaban. Estos eran los lugares más inapropiados -por lo regular, los sótanos, cobachas o el cielo raso de los edificios- propicios para la proliferación de hongos e insectos que deterioraban rápidamente los papeles. Además, las personas encargadas de la custodia -en la mayoría de los casos funcionarios que eran aves de paso en la Isla- no tenían el aprecio de los mismos o una conciencia clara de su valor histórico nacional. Una nueva metrópoli En 1898, Puerto Rico fue parte del botín que los Estados Unidos adquirieron al finalizar la Guerra Hispanoamericana. A partir de esa fecha, se iniciaron profundas transformaciones en el país. Las instituciones gubernamentales de la antigua metrópoli fueron modificadas sustancialmente o desaparecieron y se intentó con muy poco éxito el proceso de transculturación del país. Estos cambios afectaron la conservación y preservación del acervo documental de la Isla. El artículo 8 del Tratado de París ordenaba que los archivos y registros oficiales, así administrativos como judiciales, pasaban a manos de los Estados Unidos. En 1899, llegó a Puerto Rico Herbert Friedenwald, superintendente de la División de Manuscritos de la Biblioteca del Congreso en Washington, con el propósito de hacer una evaluación de los mismos. Al observar el estado de deterioro de la documentación, recomendó a las autoridades militares que se transfiriera a la Biblioteca del Congreso parte del material que ya no fuese de utilidad para la gestión del nuevo gobierno. De esta manera se empacaron con destino a Washington un total de 2246 legajos, pertenecientes al importante Archivo de la Capitanía General que estaba en Fortaleza (la residencia oficial de los gobernadores españoles destacados en Puerto Rico). Los documentos que se retuvieron en Puerto Rico fueron guardados en el edificio de la Intendencia. En la Biblioteca del Congreso sólo retuvieron una tercera parte de la documentación, pues se determinó que el resto todavía tenía utilidad administrativa. Se dispuso que se devolvieran estos legajos a Puerto Rico. Debido a que las cajas estaban mal rotuladas, durante la travesía quedaron abandonadas en un muelle de La Habana donde sufrieron pérdidas ya que estuvieron expuestas a los azotes de un ciclón. En 1943, las cajas que quedaron en custodia de la Biblioteca del Congreso fueron trasladadas a los Archivos Nacionales en Washington y allí permanecieron hasta la década de 1970. La creación del Archivo Histórico de Puerto Rico Las primeras cuatro décadas del siglo 20 en la Isla se caracterizaron por un intenso debate político y cultural. Fue un período de crisis y ambivalencias frente a la nueva metrópoli que si bien por un lado representaba el progreso y modernización de la Isla, por el otro regateaba la participación de los puertorriqueños en el gobierno propio y amenazaba con la absorción cultural. Como reacción a esto último los puertorriqueños buscaron en las raíces hispanas el fortalecimiento de su identidad nacional. Uno de los medios fue el acercamiento a las fuentes históricas para contestar preguntas fundamentales: ¿Quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos? Desde 1903 la Legislatura insular creó el cargo de historiador de Puerto Rico, pero no fue hasta el 1919 que aprobó la fundación del Archivo Histórico como sede del historiador incumbente. A tales efectos, ordenó que el recién creado archivo tendría como objetivo principal custodiar, ordenar, clasificar y catalogar todos los documentos pertinentes al antiguo gobierno y capitanía general de Puerto Rico y demás organismos del Estado, así como los de la Audiencia Territorial. Además, dispuso que el director tenía el deber de trasladar al Archivo Histórico cualquier documento de carácter histórico que se encontrase en los archivos municipales. El archivo fue ubicado en un edificio que no reunía las condiciones necesarias para la preservación de los documentos. Según revela la correspondencia del director dirigida a las autoridades coloniales norteamericanas, el depósito -que se encontraba en el sótanotenía la instalación eléctrica defectuosa, las paredes estaban minadas de comején y cuando llovía el agua penetraba y mojaba la documentación. No obstante, el gobierno permaneció indiferente ante estos planteamientos. A tal extremo llegó la situación, que en el 1926 ocurrió un lamentable incendio el cual destruyó gran parte de los papeles. Los que se pudieron salvar fueron trasladados a la Universidad de Puerto Rico. Por fortuna, quedaban los documentos de los archivos municipales que debido a las limitaciones de espacio y las condiciones del Archivo aún no habían sido incorporados. Otros fondos documentales todavía se encontraban en la Fortaleza y sobrevivieron el desastre. La década de los 30 marcada por la Gran Depresión Mundial sumió al país en una desesperante pobreza, lo que explica que se paralizara cualquier intento de reconstruir el Archivo Histórico. Las prioridades del gobierno se centraron en los programas de ayuda económica a la población, El proyecto populista En el contexto de la Segunda Guerra Mundial y los inicios de la Guerra Fría, se acentuó el carácter estratégico-militar de la Isla en relación con el área del Caribe. Esto propició que los Estados Unidos apoyaran un proyecto populista de iniciativa puertorriqueña el cual entroncaba con los que ya para estas fechas arraigaban en América Latina. Puerto Rico en el marco de la geopolítica caribeña de los Estados Unidos se convertió en "vitrina de la democracia" y en "puente entre dos culturas". Como resultado, en 1952 se aprobó por el Congreso norteamericano el texto de una Constitución que creaba el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Estos procesos tuvieron impacto en la vida cultural del país. Dos hechos son pertinentes a nuestro trabajo: la creación del Archivo General de Puerto Rico y la renovación de los estudios históricos, proyecto que correspondió al Departamento de Historia de la Universidad de Puerto Rico. Como bien ha señalado María de los Angeles Castro: La Historia también entró en la órbita de modernización que gestaba para todo el país en esa década el Partido Popular Democrático. La "nueva" escuela entendería la historia como un proceso superando la visión aracaica del "catálogo genealógico"...Así comenzó a cuajar un nuevo discurso histórico. Se profesionalizó la disciplina histórica y uno de los medios para llevar a cabo el plan fue la fundación, en 1946, del Centro de Investigaciones Históricas, adscrito al Departamento de Historia. El Centro tenía la finalidad de apoyar la docencia y estimular y promover la investigación histórica mediante el adiestramiento de un equipo de historiadores y el acopio de un acervo documental. Hoy día el Archivo General de Puerto Rico y el Centro de Investigaciones Históricas son los repositorios documentales más importantes del país. El Archivo General La Universidad de Puerto Rico jugó un importante papel en la creación del Archivo General, en 1955. El director del Departamento de Historia, Arturo Morales Carrión, fue el autor de las bases para el establecimiento de dicho organismo. Inicialmente la ley disponía que el Archivo dependería administrativamente de la Universidad de Puerto Rico. Pero, un año más tarde, por orden ejecutiva, se determinó que el recién creado Instituto de Cultura Puertorriqueña sería la entidad responsable del funcionamiento del Archivo. El Archivo General es el depositario oficial de todos los documentos públicos de Puerto Rico, aunque recibe donaciones privadas y puede también adquirir colecciones mediante compra. Cada agencia gubernamental y municipio tiene un administrador de documentos, quien se responsabiliza de preparar un inventario y enviarlo al Archivero. Este determina los que se incorporarán al repositorio. Actualmente el Archivo General alberga 52,000 pies cúbicos de material de valor histórico. Los fondos documentales del Archivo General Los fondos documentales que están organizados y que tienen inventarios son los que pertenecen a la administración colonial española del siglo 19. Estos son los siguientes: Audiencia Territorial; Diputación Provincial; Intendencia; Protocolos Notariales; Obras Públicas; Gobernadores Españoles; Municipios; Colecciones Privadas; Cartografía. 1. Audiencia Territorial- Es un fondo documental muy amplio. Trata sobre la creación e instalación de la Real Audiencia en Puerto Rico, en 1832, y contiene abundante documentación sobre los casos judiciales de todos los pueblos de la Isla. Además, comprende informes de visita de los gobernadores a los pueblos, justificaciones de limpieza de sangre, censos de almas y electorales, fundacioness de villas y ayuntamientos, nombramientos de alcalde mayores y corregidores. 2. Diputación Provincial. Debido al carácter administrativo de esta institución, cada ayuntamiento tiene un expediente, lo que en cierto modo suple la documentación que por diversas razones han perdido los municipios a lo largo del tiempo. Se conservan los libros de actas y acuerdos de la Diputación, que recogen el desarrollo de la vida municipal, particularmente lo relacionado con instrucción pública, salud y hacienda. 3. Protocolos Notariales. Por diposición de ley, al fallecer un abogado o cerrar un bufete los protocolos notariales pasan a los tribunales y luego de un período de 60 años se depositan en el Archivo General. Algunos de los libros datan de la última década del siglo 18. Son la fuente primaria más importante para la historia socio-económica del país. En ellos se encuentran las compraventa de tierras y esclavos, transacciones comerciales, hipotecas, testamentos, contratos, estipulaciones matrimoniales. El fondo está organizado por distritos, pueblos y notarios. También tiene una guía que provee información sobre los años, número de volúmenes, y las condiciones en que éstos se encuentran. 4. Obras Públicas. Es el más voluminoso de todos los fondos, abarca desde el siglo 19 hasta las primeras décadas del 20. Consta de unas 4,000 cajas. Por las series que lo integran se puede apreciar cuán inestimable es su valor. Entre ellas, se distinguen las siguientes: edificios religiosos, obras municipales, carreteras y puentes, comunicaciones y propiedad pública. Esta última comprende las peticiones y concesiones de tierras hechas durante el siglo 19. Sobresale también la del catastro, que consta de 174 volúmenes en los que se describen detalladamente las tierras urbanas y rurales y quiénes han sido los propietarios. Para los interesados, por ejemplo, en la historia urbana y en el desarrollo de la infraestructura insular esta documentación es de consulta obligada. Destaca la cantidad de planos y mapas que aparecen en cada una de las series, aproximadamente alcanzan la cifra de 50,000. En 1989 se inició el proyecto de automatización del Archivo, cuya primera fase se encaminó hacia la preservación y divulgación de estos planos. La aportación económica del Colegio de Ingenieros y Agrimensores ha contribuido a la tarea. Se le ha dado particular atención a la Serie de Carreteras y Puentes debido a que es la de mayor interés para este grupo de profesionales. 5. Gobernadores Españoles- Fue el fondo documental que a principios del siglo 20 se trasladó a Washington y permaneció bajo la custodia de los Archivos Nacionales hasta 1973, cuando fue devuelto al pueblo de Puerto Rico. Incluye siete series que son de vital importancia para todo investigador: Asuntos Políticos y Civiles, Militares, Navales, Eclesiásticos, Gubernamentales y Municipios. Como se puede observar, la documentación abarca diversos temas y es de consulta obligada puesto que complementa los demás fondos del Archivo. 6. Municipios- En 1973, el Archivo inició un programa mediante el cual se visitaron todos los pueblos de la Isla y se recogieron los documentos pertinentes al siglo 19 y primeras décadas del siglo 20 con el propósito de prevenir su deterioro y eventual desaparición. Solamente las ciudades de San Germán, Ponce, Mayaguez, Caguas y Vega Baja retuvieron la documentación debido a que las autoridades municipales mantenían controles y condiciones adecuadas para su preservación. El volumen de documentos varía con relación a cada pueblo. En su mayoría no tienen inventarios y algunos están sin organizar. La temática es variada: padrones (esclavos, libertos, jornaleros, tierra), reparto de subsidio, planillas de riquezas, relación de las milicias urbanas, correspondencia general, los libros de actas del ayuntamiento y de las Junta locales de instrucción pública, beneficencia y salud pública. Por lo mismo, resulta imprescindible para el estudio de la historia económica, social, política e institucional de Puerto Rico y el análisis comparativo de las diversas regiones de la Isla. 7. Colecciones particulares. Son de gran interés, pues proveen abundante información sobre prominentes personalidades de la vida política y cultural puertorriqueña. Además, arrojan luz sobre el trasfondo histórico en el cual se desenvolvieron. Otras colecciones. La colección cartográfica incluye mapas y planos desde los siglos 18 hasta el 20. El archivo de fotografías está integrado por colecciones privadas, organizadas por temas y cuenta con una guía descriptiva. Por último, el Archivo de Imágenes y Movimiento se inauguró en el 1992. Su objetivo principal es la adquisición, conservación, difusión y fomento de las artes cinematográficas del país. Desde su fundación ha restaurado alrededor de 25 películas, muchas de las cuales se han podido exhibir en la televisión y en festivales cinematográficos de Puerto Rico y del extranjero. La sala cuenta con equipo audiovisual que permite ver a los usuarios la película o el documental que interesen. Desde su creación el Archivo ha dedicado sus esfuerzos a ordenar y catalogar la documentación pertinente al siglo 19. En cambio, la de siglo 20 permanece intocada. Son varias las razones que explican esta situación, entre otras, podemos señalar la falta de recursos económicos, de personal debidamente adiestrado y de espacio donde organizar colecciones voluminosas. El Archivo General no es una entidad autónoma. Como mencionamos, está supeditado administrativamente al Instituto de Cultura Puertorriqueña, cuyas prioridades presupuestarias no atienden adecuadamente las necesidades del Archivo ni la urgencia de catalogar y preservar los fondos documentales. Es alarmante que de la totalidad de documentos públicos que se producen sólo entre un 2 y un 10% se conservan. El resto es destruido. Aún los que se salvan, son depositados, la mayoría de las veces, en lugares inapropiados para su preservación ya que el Archivo carece de espacio para recibir el caudal documental que generan anualmente las agencias del gobierno. En la actualidad hay cerca de 12,000 pies cúbicos que esperan ser transferidos al Archivo. A esta situación se añade que en Puerto Rico no existen programas académicos que eduquen y adiestren a los archiveros. Sólo se ofrecen cursillos y adiestramientos de corta duración. En general, el personal aprende mediante la práctica. Los archiveros e investigadores del país no han permanecido indiferentes a tales problemas. Conscientes de su responsabilidad de salvar el patrimonio cultural del país, han unido esfuerzos para tratar de afrontar la crisis. Uno de los más notables fue la creación de la Red de Archivos en octubre de 1988. Entre sus objetivos principales están: buscar formas de concienciar a las autoridades gubernamentales y a la opinión pública sobre la importancia de preservar las fuentes documentales y aunar esfuerzos para compartir recursos y divulgar preceptos básicos de archivística que orienten a los que sin ser archiveros profesionales han asumido la reponsabilidad de custodiar y preservar documentos históricos. Ante las dificultades que ha confrontado el Archivo, el Centro de Investigaciones Históricas desempeña un papel crucial en el acopio de fuentes documentales que han sirven de complemento a las del repositorio oficial. El Centro de Investigaciones Históricas Desde 1950 el Centro de Investigaciones Históricas inició un proyecto pionero de localización y microfilmación de documentos pertinentes a la historia de Puerto Rico en los archivos extranjeros. La búsqueda se inició en el Archivo General de Indias y en el Histórico Nacional de Madrid, mas pronto se extendió a Cuba, México, Londres, Francia, Dinamarca, Suecia y recientemente a los Estados Unidos. Este rico acervo documental -integrado por colecciones de micropelículas, filmillas, fotografías, fotocopias y transcripciones- abarca desde los siglos 16 al 20. Cada una de las colecciones tiene una guía que facilita la consulta. Tomemos como ejemplo la Colección de micropelículas. Esta es una de las colecciones más importantes que el Centro custodia, pues contiene más de 3,500 rollos de micropelículas. Se ha procurado microfilmar series que guarden relación temática y secuencia cronológica, con el propósito de facilitar a los investigadores fuentes lo suficientemente completas para llevar a cabo sus pesquisas. El fondo está organizado de acuerdo con el archivo de procedencia de los documentos. Como es lógico, entre ellos destacan los de las dos metrópolis: España y los Estados Unidos. Los documentos de España provienen de archivos tales como: la Biblioteca de la Universidad de Barcelona; el Archivo Histórico Municipal de Barcelona, la Biblioteca Nacional de Madrid, el Archivo de Simancas, el Archivo General de Indias y el Histórico Nacional de Madrid. Merece destacarse la documentación procedente de estos dos últimos archivos. Del Archivo General de Indias, se encuentran, entre otras, las series relacionadas con los juicios de residencia de los gobernadores (siglos 16 al 18), el situado, el comercio, las fortificaciones y los asuntos eclesiásticos. Es una amplia documentación de gran riqueza temática que permite reconstruir nuestro pasado desde diferentes ópticas. En lo que respecta al Archivo Histórico Nacional se han microfilmado de la Sección de Ultramar, la Serie de Fomento y los Mapas y Planos en su totalidad, además de numerosos legajos de las Series de Gobierno, Real Hacienda y Gracia y Justica. Este acervo del siglo 19 es un complemento muy importante para la documentación que sobre ese período alberga el Archivo General. Un aspecto medular del Archivo del Centro son los fondos documentales que provienen de los Estados Unidos. Debido a que el Archivo General no ha podido organizar el material relacionado al siglo 20, las micropelículas de los documentos custodiados en diferentes repositorios norteamericanos -Biblioteca del Congreso, New York Public Library, y la Universidad Berkeley- constituyen una fuente importantísima para el estudio de esta centuria. El grueso de la documentación procede de los Archivos Nacionales en Washington. Destacan los tres grandes "Records Groups" que tratan exclusivamente sobre Puerto Rico: el del Negociado de Asuntos Insulares del Departamento de Guerra, la Oficina de Territorios del Departamento del Interior y los de la Administración para la Reconstrucción Económica de Puerto Rico. Hasta el momento los temas que se han seleccionado para la microfilmación son los pertinentes al desarrollo socio-económico de la Isla bajo el gobierno norteamericano Así, pues, sobresalen los siguientes: emigración de puertorriqueños a los Estados Unidos, desarrollo de la industria azucarera y los programas de rehabilitación económica durante el período de la Depresión, los cuales fueron la base para el desarrollo industrial de Puerto Rico a partir de la década de 1940. Una de las adquisiciones más importantes son las planillas de los censos federales de población de 1910 y 1920 y el de población y riqueza agrícola que hizo, en 1934, la Administración para la Reconstrucción Económica de Puerto Rico. Esta trilogía es una de las fuentes más consultadas del Centro por los interesados en la historia social, económica y demográfica. En las planillas aparecen los nombres de las personas, edad, raza, ocupación, nacionalidad, estado civil, religión, número de hijos y lugar de residencia. Otro fondo documental importante son las series del Departamento de Estado de los Estados Unidos relacionadas con el área del Caribe. Así, por ejemplo, el Centro cuenta con una abundante información sobre Cuba que data de 1855-1954. Incluye diversas series de los Récords del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre los asuntos internos de Cuba, como son los "Narratives Agricultural Reports", que ofrecen un vasto inventario de la economía cubana. De la documentación procedente de los archivos extranjeros cabe mencionar las cartas de los cónsules franceses e ingleses enviados al Caribe. Por ejemplo, del Ministerio de Asuntos Extranjeros de los Archivos Diplomáticos de París, se encuentra la correspondencia consular del siglo 19 pertinente a Puerto Rico, La Habana y Saint Thomas. Del Public Record Office de Londres, se suman a las cartas consulares los informes sobre el comercio de esclavos. No menos importante que la Colección de Micropelículas son las Colecciones Particulares que custodia el Centro. Estas han sido donadas por individuos, familias o corporaciones. Aunque la mayor parte consta de documentos originales, incluye también fotocopias, micropelículas y transcripciones a maquinillas. Hasta el momento el Centro cuenta con 22 colecciones particulares. Varias de ellas pertenecen a destacadas personalidades de la política puertorriqueña del siglo 20, como la de Gilberto Concepción de Gracia, quien fue fundador del Partido Independentista Puertorriqueño. Recientemente, el Centro ha recibido algunas colecciones procedentes de la República Dominicana, entre ellas, la de Santiago Michelena, los papeles del Dr. Roberto Cassá relacionados con el movimiento obrero en Santo Domingo y una hermosa colección de fotografías de la Central Romana, uno de los colosos azucareros del Caribe. Es decir, que a lo largo de cinco décadas el Centro ha hecho un acopio de incalculable valor de la documentación que sobre Puerto Rico y el Caribe se encuentra dispersa en archivos de exterior. Este proyecto de microfilmación ha facilitado enormemente la labor de los investigadores a la vez que ha fomentado los estudios comparativos sobre la región del Caribe. Los archivos históricos especializados Durante las últimas décadas se han organizado diversos archivos históricos especializados, como son el Archivo de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico, el del Fideicomiso de Conservación, el Archivo de la Fundación Luis Muñoz Marín y el Archivo Histórico de la Migración Puertorriqueña en la ciudad de Nueva York. Este último reviste una importancia especial para la historia de Puerto Rico. Desde principios de siglo 20 la emigración de puertorriqueños a los Estados Unidos ha sido una constante. Pero a partir de la década de 1950, cuando comenzó el proceso de industrialización de la Isla, el flujo migratorio alcanzó un nivel insospechado. Con el fin de contrarrestar la alta densidad de población de la Isla y, en consecuencia, el desempleo, el gobierno de Puerto Rico fomentó el éxodo. En 1947, se creó en la ciudad de Nueva York la División de Migración, como una rama del Departamento del Trabajo de Puerto Rico. Dicha División facilitó al migrante la tramitación de documentos oficiales producidos en la Isla -actas de nacimiento, bautismo, matrimonio, etc.- y lo ayudó a obtener ciertos servicios de las comunidades norteamericanas, en particular los programas de beneficencia pública. Los datos vitales que se compilaron al ofrecer estas ayudas han permitido llevar a cabo diversos estudios sobre las características de los migrantes puertorriqueños y el proceso de su inserción en la sociedad norteamericano. De aquí que el Archivo tenga un valor incalculable para los estudios históricos y sociológicos sobre la comunidad puertorriqueña en los Estados Unidos. Conclusión La actividad archivística en Puerto Rico durante las últimas décadas denota una profunda preocupación por la conservación de las fuentes documentales que va a la par con la madurez de una conciencia histórica y un arraigado sentido de identidad. Este esfuerzo ha hecho posible una renovación en la producción historiográfica del país que se manifiesta en una rica y variada temática. A partir de la década de 1970, despunta una nueva generación de historiadores cuyas obras se destacarán por el análisis y la explicación de los procesos y el énfasis en los aspectos socio-económicos del desarrollo histórico del país. La disponibilidad de fondos documentales inaccesibles anteriormente -por ejemplo, los Fondos de Gobernadores Españoles, Municipios y Protocolos Notariales del Archivo General de Puerto Ricopermitieron que estos historiadores incorporaran a sus investigaciones fuentes primarias apenas utilizadas hasta entonces, como las planillas de riquezas, registros de jornaleros y padrones de esclavos. Desde esta nueva perspectiva surgió una historia que develó angulos insospechados de nuestra configuración como pueblo y permitió interpretaciones originales y rectificaciones de nuestro pasado histórico. Así, por ejemplo, temas como la institución de la esclavitud, el desarrollo del movimiento obrero, el mundo social de las plantaciones adquirieron una gran relevancia en la agenda de los historiadores. El Centro de Investigaciones Históricas ha sido puntal en el desarrollo y fortalecimiento del Programa Graduado del Departamento de Historia de la Universidad de Puerto Rico. Su acervo documental es una rica cantera para los trabajos de los profesores y sirve de base para las monografías y las tesis de Maestría y Doctorado de los historiadores en ciernes. Además, el Centro genera su propios proyectos de investigación y publicaciones. Entre éstas, se encuentra la revista Op. Cit. Uno de los objetivos principales de dicha revista es divulgar las fuentes documentales disponibles en el Centro y en otros archivos del país y del exterior. Además, ha contribuido a la organización de importantes archivos: el Archivo Eclesiástico y el de la División de Migrantes, en Nueva York. Los archivos especializados, como el de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico y el del Fideicomiso de Conservación, se han convertido en instituciones dinámicas que mediante exposiciones y publicaciones contribuyen con un alto grado de profesionalismo y excelencia a fomentar el conocimiento histórico. A pesar de estos logros, los archiveros y los historiadores puertorriqueños están conscientes de que aún queda un largo trecho por caminar. Es preocupación de todos la indiferencia del gobierno de no dotar a los archivos -particularmente al Archivo General- de los recursos suficientes para agilizar el proceso de preservación y accesibilidad de los documentos y mantener estructuras físicas que aseguren unas condiciones idóneas de trabajo para tan delicada y abnegada tarea. Documentos de las Milicias en el municipio Diez de Octubre -Fotografías de los primeros médicos milicianos; 1959 Expedientes de los batallones de las milicias del municipio Diez de Octubre; 1960-1962 Historia de las milicias de Diez de Octubre(l11 y 111 versión); 1993 Expediente de Miguel Galán Blanco, jefe de las milicias en la provincia Habana; 1959 Boletín Sierra Maestra; 1957 -Expediente de la columna no.1 del M 26-7, Brigada Angel Ameijeiras; 1959 DE LOS ARCHIVOS EN REPUBLICA DOMINICANA Roberto Cassá No es preciso insistir en la importancia que tiene la conservación de acervos documentales para una comunidad. La misma reviste una doble dimensión: por una parte, utilitaria, expresión de la institucionalización del estado y de la sociedad; más allá, se trata de un requerimiento de cultura, componente de la reproducción prospectiva de sentidos de cohesión. En lo que toca a la conformación de archivos, ambas dimensiones han registrado consuetudinariamente graves déficit en República Dominicana. La labor de archivística histórica apenas comenzó hace unos sesenta años, pero los logros alcanzados se han revertido. Hoy, como parte de la degradación inaudita de las funciones estatales y de los vacíos en la sociedad, la situación acusa niveles de desastre, lo que no constituye un fenómeno inédito. Valiosos fondos continúan sometidos a riesgos de destrucción o se degradan de manera acelerada. No existen medios ni instrumentos descriptivos para la ubicación de fondos y la determinación de su contenido, salvo en una parte de los que se encuentran en el Archivo General de la Nación. La actual debilidad de la archivística no hace sino culminar un sempiterno proceso de restringida emisión de documentos, de ausencia de cuidado en su conservación y de destrucciones sistemáticas. De la evaluación de la situación se derivan medidas dirigidas a detener la pérdida de fondos de valor y a que los existentes se pongan adecuadamente al servicio de la población y de los investigadores, en lo que respecta a ubicación, clasificación, inventariado y reproducción. Como el objetivo de mayores alcances de los archivos consiste en servir de memoria de la colectividad, la evaluación se hará desde el ángulo de sus potencialidades para la investigación histórica. A tal respecto, se establece un corte básico entre los períodos previos y ulteriores a la fundación del estado dominicano, en 1844. En virtud del papel estratégico de la documentación pública, este hecho significó un parteaguas en materia de emisión de fuentes y de su conservación en el país. Por lo tanto, hasta las primeras décadas del siglo XIX, grosso modo, la documentación en el exterior tiene mayor importancia que la local, aunque desde fines del siglo XVIII, fue cobrando peso la documentación localizada en depósitos dominicanos. La desigual riqueza de los fondos locales en los diversos periodos, junto a las potencialidades de los que se hallan en el exterior, constituyen referentes obligados para el trazado de las estrategias de la investigación histórica. Sinópsis de los emisores y fondos conservados hasta 1844 Hasta 1821, cuando se proclamó por primera vez la independencia nacional -abortada por la subsiguiente invasión haitiana- la generalidad del material documental conservado se encuentra en los archivos españoles, especialmente en el Archivo General de Indias y en el Archivo General de Simancas. Aparte de los factores favorables para la conservación en la península, debe tomarse en consideración que el centralismo metropolitano propiciaba que la documentación más sustanciosa no permaneciera en la isla. También en Francia e Inglaterra, sobre todo en el primer país, hay materiales de importancia relativos a las relaciones entre las colonia francesa y española de la isla durante los siglos XVII y XVIII y al involucramiento de Francia en la política del país entre 1795 y 1809, incluyendo el gobierno de 1802-1808. El material existente en los archivos ingleses se relaciona a la atención comercial que ese país prestó al país desde fines del XVIII y a su participación directa en diversos episodios. La importancia marginal que, en los hechos, concedieron las autoridades haitianas a lo que denominaban "Partie de l’Est", entre 1822 y 1844, se expresó en la escasa emisión de documentación pública en ese periodo. En los Archives Nationales de Port-auPrince, hasta donde se puede saber en la actualidad, es bastante reducido el material dominicano.1 Como en otras demarcaciones del imperio español, en la colonia de Santo Domingo las principales instituciones emisoras de documentos fueron las dependencias de la administración pública. Resaltan la Real Audiencia, creada en 1511, junto a las oficinas de la Real Hacienda y la tropa profesional que comenzó a operar a inicios del siglo XVII. Fuera de estas instancias, en el centro administrativo únicamente sobresalieron dos más: la Iglesia Católica, a través del Arzobispado y su Cabildo; y el Cabildo de Santo Domingo, medio sempiterno de cohesión de la élite terrateniente criolla. Adicionalmente a estos aparatos centrales, se encontraban, en primer término, los de autoridad local, básicamente los alcaldes y los cabildos de las villas. El otro gran conjunto lo conformaban los organismos de la Iglesia: las parroquias y las órdenes, estas últimas con sus superiores en la ciudad de Santo Domingo. No parece que hubiese otros focos importantes de emisión de documentación escrita a lo largo de los siglos coloniales.En una población casi universalmente analfabeta, la circulación de documentos competía básicamente a relaciones de autoridad y transacciones legales o se confinaba al ámbito eclesiástico. Hay razones para pensar que los estrictos criterios que pautaban el estamento burocrático imperial no se aplicaron con escrupulosidad en el espacio insular. Aparte del aludido centralismo metropolitano, esto explicaría la diferencia entre la abundante documentación conservada en la península y la contrastante cuantía mínima conservada en el interior del país. La burocracia colonial se caracterizó desde el principio por el ejercicio de graves irregularidades, al amparo de la distancia que la protegía de los intereses del centro. Aunque no existen informaciones explícitas en cuanto al desinterés por conservar la documentación, este se puede derivar de los grados de precariedad en que se desenvolvían las élites dirigentes. Cabría considerar, adicionalmente, el grado rampante de incultura característico de la vida colonial, contrastante con los mitos tan socorridos en la historiografía conservadora. La síntesis tradicionalista ha aducido, para explicar la pérdida de fondos, los efectos catastróficos de la cesión de la colonia a Francia por medio del Tratado de Basilea, en 1795. No cabe duda que este hecho tuvo consecuencias marcadas, pero no explica los vacíos in situ de registros de las oficinas centrales. Basta traer a colación que los fondos de la Audiencia trasladados a Cuba apenas arrancaban de la cuarta década del siglo XVIII. Dado que Francis Drake destruyó los archivos en 1586 y que posteriormente no se produjo ninguna otra ocupación enemiga de la ciudad amurallada, se comprueban otras causas en la pérdida de la documentación pública durante casi siglo y medio. No es casual, por lo demás, que no se conservaran muchas otras fuentes, lo que no puede ser achacado con exclusividad a la acción de bucaneros, piratas, corsarios e invasores haitianos. Todos ellos, ciertamente, tuvieron su elevada cuota destructiva en diversos puntos de la isla, pero no puede absolutizarse al respecto. Hay indicios en demasía acerca de la escasa estima de los españoles y dominicanos por el acervo documental insular: por ejemplo, a raíz del traslado de los archivos coloniales a Cuba en 1796, se señala la pérdida de numerosos documentos de la Iglesia a resultas de negligencia en la catedral de La Habana.2 En síntesis, la pobre conservación de fuentes puede atribuirse a varios factores: en primer término, los efectos de las deficiencias administrativas a lo largo del período colonial; las incursiones enemigas de fines del siglo XVI y del conjunto del XVII; la relativa dificultad de conservación de los papeles a causa del clima húmedo y la acción de insectos;3 las guerras desencadenadas, desde los últimos años del siglo XVIII, por la revolución haitiana y el Tratado de Basilea.4 A estos factores se agregó la inestabilidad de inicios del siglo XIX, producto de la cesión a Francia. Al interrumpirse la soberanía española, algunas administraciones fueron breves o se desenvolvieron en medio de guerras, despoblación y pobreza extrema. Ninguna logró dar lugar a un proyecto estable, por lo que no resultaba factible la organización de la documentación. Los franceses miraron siempre hacia Europa y los haitianos carecían de los recursos para acometer la tarea. La debilidad extrema del estado dominicano hasta aproximadamente 1880 constituyó un ingrediente suplementario en la escasez de fuentes antiguas, agravado por la escasa valoración social de las fuentes originales. Se han informado varias destrucciones de fondos hasta inicios de este siglo, pero, en verdad, la práctica se mantiene en el presente, aunque sobre fondos que no llaman la atención en igual forma. Los cambios políticos acaecidos desde el inicio del siglo XIX trajeron consigo innovaciones en los emisores de fuentes. En lo inmediato, aparecieron los registros de Estado Civil y se amplió el funcionamiento de los notarios. Más adelante se consolidaron los registros de los ayuntamientos, como antes dotados con libros de la propiedad inmobiliaria. De igual manera, la modificación de la administración judicial para acomodarse a la tradición francesa motivó que los nuevos juzgados se hicieron importantes emisores.5 No obstante, la generalidad de la documentación inicial se perdió, en lo que gravitaron destrucciones intencionales,6 o ha quedado dispersa, lo que demanda una evaluación en detalle. Así, desde el inicio del XIX se acrecentó el espectro de emisores de fuentes y la cuantía de las conservadas, aunque siempre en cuantía limitada hasta 1844, año en que se creó la República Dominicana y comenzó a cimentarse un sentimiento de cohesión a través del estado nacional. A continuación se detallan las fuentes más importantes conservadas en el país relativas a los procesos previos a la fundación del estado dominicano. 1. Villas del Este: Bayaguana, Higüey, Monte Plata y El Seybo. Los dos primeros archivos tienen catálogos, uno de ellos parcialmente publicado.7 El último es de descubrimiento bastante reciente y aún no ha sido descrito, pero se reporta de mayor importancia que los otros. Los centenares de legajos constituyen el conjunto más apreciable de fuentes coloniales conservadas en el país. Aunque se remonta a la primera mitad del siglo XVII, la documentación significativa se inicia en la última década de dicha centuria. Como se detalla en el anexo Directorio, se trata de documentos que informan fundamentalmente sobre la vida rural: inventarios de bienes (sobre todo de hatos), testamentos y procedimientos de partición de herencias, actos de venta de tierras y esclavos, obligaciones de tributos y capellanías.8 Aparte de esos documentos más comunes se conservaron otros atinentes a conflictos sociales9 o provenientes de la Audiencia y restantes instituciones centrales.10 La mayor conservación de fondos municipales en la región Este se explica por varias razones: fue la zona menos afectada por incursiones de bucaneros y piratas y no fue alcanzada por la invasión de J. J. Dessalines -jefe del estado haitiano- en 1805;11 a lo anterior se agregó una sucesión de casualidades favorables, como la no ocurrencia de incendios, accidentales o intencionales.12 2. Fondos de la Iglesia. Sobresale, por una parte, el Archivo del Arzobispado, contentivo de los fondos de la catedral. Como se explica en el Directorio, los materiales de los siglos coloniales son relativamente escasos, con excepción de los registros demográficos, pese a que el templo mayor no volvió a ser saqueado tras la invasión de Drake.13 No deja de sorprender la escasa disposición o capacidad para la conservación de sus documentos por parte de una institución como la Iglesia, pues parece que parte considerable del material se encuentra en mal estado. En segundo término, se encuentran los archivos parroquiales. Como se observa en la selección del Directorio, contienen fundamentalmente información demográfica desde fines del siglo XVIII o, más normalmente, desde las primeras décadas del XIX; de seguro pocas parroquias (como Higüey) conservan información más temprana, aparte de las dos de la ciudad amurallada. 3. Remisión del Archivo Nacional de Cuba. Es la sección Epoca Colonial del Archivo General de la Nación, que tan solo consta de 29 legajos, básicamente de la segunda mitad del XVIII.14 Con posterioridad se remitieron copias de otros documentos de la Audiencia de Santo Domingo conservados en La Habana, algunos de los cuales han sido editados.15 4. Protocolos notariales. Como series, se inician en las primeras décadas del XIX,16 aunque incluyen, en pequeña monta, escrituras de la segunda mitad del XVIII. La mayoría de los libros de notarios se hallan en el Archivo General de la Nación (AGN), en tanto que otros han sido heredados por notarios en ejercicio o han sido depositados en los juzgados de paz. 5. Títulos de propiedad inmobiliaria. En el Archivo del Tribunal de Tierras, en sus dependencias y en los archivos municipales -que normalmente constan de una sección de Catastro, también se encuentran múltiples documentos relativos a la propiedad inmobiliaria, sobre todo escrituras, expedidos por notarios o por autoridades municipales y judiciales a partir de aproximadamente 1765, cuando se llevaron a cabo las denominadas composiciones de títulos.17 Estos documentos se encuentran insertos en diversos tipos de expedientes, generalmente formados en épocas posteriores. Los fondos casi no han sido explorados, por lo que queda pendiente una labor de determinación de las fuentes de importancia que contienen.18. Respecto a la documentación relativa a la propiedad inmobiliaria, es de destacar que a inicios de este siglo fue objeto de destrucciones sistemáticas y de falsificaciones masivas de parte de notarios. 6. Registro Civil. Existen oficinas en todas las ciudades, con varias circunscripciones en las de cierta dimensión. Los primeros registros datan de la primera década del siglo XIX, pero, como se observa en el Directorio, se generalizan décadas después. Sólo una parte de los registros se encuentra en el AGN, fundamentalmente los de Santo Domingo. Fueron trasladados a Port-au-Prince los más antiguos de varias poblaciones del suroeste, vgr. Bánica, Azua, Las Matas de Farfán y San Cristóbal, correspondientes a lapsos variados iniciados entre 1825 y 1832.19 7. Archivo de José Gabriel García. Aunque su riqueza fundamental se refiere a la segunda mitad del siglo XIX, no deja de contener materiales de importancia para periodos previos. Por ejemplo, alberga parte de la correspondencia relativa a episodios de la guerra fronteriza entre 1793 y 1795. Sin duda la generalidad de varios de esos tipos de fuentes se encuentran en depósitos hoy no inventariados, sobre los cuales habría que realizar una labor urgente de ubicación y salvamento. Por ejemplo, en los archivos municipales existen importantes fondos sobre la propiedad inmobiliaria. En los juzgados de paz, además del material propiamente judicial y de los registros de Estado Civil, se conservan múltiples protocolos notariales, generalmente sin cuidado alguno o, peor aún, sufriendo destrucciones frecuentes.20 Las fuentes a partir de la Independencia Fue únicamente tras la fundación del estado dominicano cuando comenzaron a formarse y conservarse series de carácter gubernamental. Anteriormente los originales de los documentos se remitían a las sedes del poder central, fuera Madrid, París o Port-auPrince, puesto que los archivos locales tenían una importancia accesoria. La práctica de formar series continuas de documentos, como memorias de las oficinas y sus anexos, decisiva en el acrecentamiento de la documentación pública, fue producto de los requerimientos de un estado independiente.21 De todas maneras, en sus primeras décadas de existencia, el estado dominicano se caracterizó por una precariedad extrema. Esto provocó -como se muestra en el Directorio- que no se organizaran archivos públicos, sino, a lo sumo, depósitos informes. Hasta fines de los años 60 la documentación gubernamental conservada es reducida y sólo se encuentran algunas series de secretarías de estado, como Relaciones Exteriores, Interior y Policía y Guerra y Marina,22 además de actas de los poderes legislativos y las asambleas constituyentes.23 Aunque se llevaron muchos documentos, las autoridades españolas de 1861 a 1865 dejaron importantes fondos que fueron reunidos en una sección del AGN, la que cuenta con catálogo publicado.24 La permanencia en el país de dichos papeles debió responder a la aparición de un sentido de continuidad administrativa que a su vez daba cuenta del paulatino afianzamiento de los lazos estatales. Como parte de eso último, desde poco antes de 1870 comenzaron a conservarse de manera regular los informes originales de las secretarías con los anexos y las series de correspondencias y oficios. Para los años previos básicamente sólo se conservan los informes de los incumbentes de las carteras, muchos de ellos publicados en las diversas denominaciones de la Gaceta Oficial, hebdomadario vocero del Poder Ejecutivo, que principió a aparecer en 1851. Aun así, se mantuvo una situación irregular, expresada en destrucciones reiteradas de documentación. Por ejemplo, durante la dictadura de los Seis Años de Buenaventura Báez (1868-1873) se destruyó, posiblemente por consideraciones políticas o personales, el principal depósito de documentos antiguos del gobierno, mayoritariamente compuesto de fondos provenientes de los primeros años posteriores a la Independencia. Parte de las deficiencias que tiene para la investigación la documentación del periodo en cuestión se puede subsanar, en variados aspectos políticos y económicos, a través de la correspondencia diplomática y consular de España, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos; dichas series se acrecientan a partir del reconocimiento de la independencia dominicana por parte de estas potencias. Hacia 1880, al cesar las guerras intestinas y surgir un esquema más acabado de administración, no sólo comenzó a acrecentarse la documentación gubernamental conservada, sino también la de ayuntamientos, oficialías civiles, juzgados y notarías. Aunque no se crearon nuevos depósitos ni se reorganizaron sustancialmente los existentes, la mejoría de los servicios estatales coadyuvó a la conservación. La renovada creación del cargo de archivero público en 1884 comenzó a tener un mímino de consecuencias prácticas; aunque lejos de lo satisfactorio, permitió la congregación de series en un depósito de la Secretaría de Interior y Policía. No debe dejar de mencionarse que la injerencia estadounidense en el país, a través del protectorado aduanero de 1905 hasta culminar en la dominación militar directa entre 1916 y 1924, hace que la documentación en National Archives de Washington sea de relevancia. De todas maneras, en el país se han conservado materiales valiosos,25 que incluyen porciones de la documentación de la dictadura militar estadounidense.26 El volumen de la documentación producida y conservada tendió a incrementarse en forma sostenida, llegando a su clímax durante la dictadura de Trujillo (1930-1961). Hasta la Independencia, cada uno de los fondos importantes, como máximo contienen no muchas decenas de legajos, en los finales del XIX e inicios del XX se incrementan hasta alcanzar unos pocos centenares de legajos, mientras que durante el régimen de Trujillo se suman por miles. Esta multiplicación no fue ajena a que se produjera en el periodo un proyecto despótico de corte capitalista, que, entre otras cosas, se expresó en la centralidad de la élite intelectual. El grueso de la documentación de esas tres décadas se originó en organismos del gobierno central, expresión de la centralización consustancial al sistema político. A pesar del protagonismo exagerado del aparato estatal, el contexto de modernización hizo que afloraran múltiples instituciones en la sociedad. Con todo y el enorme progreso que se manifestó en la emisión y conservación de fuentes no estatales, no todas las instituciones mantenían archivos y la mayoría descuidaron la organización y conservación de sus fondos, tras perder utilidad operativa. Tras la muerte de Trujillo resulta equívoco efectuar un balance sobre los emisores de fuentes. La restringida democratización política no se ha acompañado por institucionalizaciones sólidas de los aparatos de la sociedad y del estado. Sin duda que se han expandido las organizaciones sociales y, en la misma medida, los emisores de fuentes. Pero, al mismo tiempo, no es difícil constatar la degradación de los criterios acerca de la formación y la conservación de fondos. La destrucción de documentos ha vuelto a ser una práctica corriente de la mayoría de instituciones. Sólo una minoría de las del sector público cumplen con la ley que establece la remisión de los documentos de más de cinco años al AGN. En general, son escasas las oficinas que han creado archivos bien organizados, de los cuales en el Directorio se presenta una muestra de algunos de los más importantes. Igualmente, en la mayor parte de las empresas privadas se conserva tan sólo la documentación que se juzga con valor utilitario, efectuándose periódicas destrucciones. Las organizaciones sociales, como asociaciones profesionales, clubes, sindicatos o cámaras empresariales, raramente han organizado archivos adecuados. Otro aspecto a destacar radica en que, en no pocos casos, el acceso a esas fuentes está vedado para quienes no tienen vínculos personales con directivos o propietarios. Como consecuencia de la situación descrita, la conservación de documentación con frecuencia se deriva de iniciativas personales. Es práctica común, que se extiende hasta las alturas del poder, la formación de archivos personales paralelos, de mayor importancia que los registros regulares de las oficinas; y no es raro que cuando un directivo cesa sus funciones en una institución se lleve los papeles que considera de utilidad para sus intereses. Ahora bien, pocas veces estos fondos quedan organizados correctamente y posteriormente se destruyen, cuando se juzga que han perdido utilidad. En lo que respecta a las personas que conservan documentos con sentido responsable, no parece que su número se haya acrecentado en las últimas décadas. Todavía la existencia de archivos privados parece incipiente, si se exceptúa a algunos historiadores que han contado con determinados recursos, como los finados Emilio Rodríguez Demorizi y Vetilio Alfau Durán. Pero, en estos casos, no se trata de archivos personales, sino de archivos históricos, de especialistas de la investigación. En menor dimensión se observa algo parecido en historiadores de provincia que han formado archivos históricos, parcialmente con el fin de salvar acervos en riesgo de pérdida. Un elemento accesorio a evaluar sería la justificación final de tal práctica, correlativa con el desastre de los archivos públicos, ya que a veces los coleccionistas depredan fondos y no los ponen al alcance de otras personas. Tampoco hay formas de acceso a los eventuales acervos conservados por determinadas familias, sobre los cuales a menudo se tienen noticias tras su destrucción por motivos variados, juzgados como carga molesta y controversial. Es común que muchos fondos se oculten, por asociarse a situaciones que interesa mantener fuera del conocimiento público en la medida de lo posible. Al respecto, parece existir un culto al secreto, correlativo a la fórmula conspirativa en que se desenvuelve parcialmente la actividad política en el país; en otro sentido, esto es extensible a la actividad empresarial. Pese a las destrucciones intencionales, agravadas por la defectuosa o nula relación del AGN con la sociedad, se ha podido detectar la existencia de una apreciable documentación dispersa, cuya eventual utilización por parte de los investigadores requeriría un sistemático trabajo de ubicación, catalogación, copiado y conservación. Ahora bien, esto requeriría de una ardua labor, así como de vencer reticencias de variados tipos e invertir sumas significativas de recursos, lo que actualmente no se hace ni siquiera para la conservación de las fuentes que yacen en el AGN. Organización de los archivos En razón de lo antes expuesto, no fue casual que la organización de la archivística histórica se dispusiera bajo la dictadura de Trujillo. Previamente tal concepto era desconocido en el país, ya que el gobierno se limitaba a conservar documentos con finalidad administrativa y utilitaria, pero nunca con un sentido historiográfico o de acervo cultural. En 1935 se creó por ley el Archivo General de la Nación. Un par de años después el AGN ya estaba en funcionamiento en la Secretaría de Guerra y Marina, reuniendo la generalidad de fondos dispersos entre distintas oficinas centrales. En 1941 se pasaron los depósitos a un local dedicado al efecto en la calle Arzobispo Nouel.27 El local actual fue inaugurado en 1954. Durante esos años se mantuvo una enérgica captación de fondos dispersos en la geografía nacional. En conjunto, la creación del AGN se acompañó de dispositivos cercanamente adecuados a lo que debe ser la tarea archívistica, lo que carecía de precedentes en el país. Por una parte, se incorporaron técnicos calificados, preparados fundamentalmente por refugiados republicanos españoles. Casi siempre la dirección de la institución se encontró en manos competentes, como los historiadores Emilio Rodríguez Demorizi y César Herrera. El gobierno proveyó de fondos al organismo, lo que además de permitir que se acometieran las labores de conservación e inventario contribuyó a que se familiarizara un público restringido en aspectos de las fuentes históricas por medio del Boletín del Archivo General de la Nación. Esta publicación periódica comenzó a aparecer en 1938 y complementó la labor de difusión iniciada pocos años antes por Clío, órgano de la Academia Dominicana de la Historia. Además de lo contenido en sus respectivas revistas, el AGN y la Academia de la Historia hicieron ediciones de valiosas fuentes, tanto de fondos locales como, sobre todo, del exterior.28 Las diversas tareas emprendidas permitieron, pues, poner al acceso del público corpus documentales, lo que tenía precedentes limitadísimos, como las ediciones de Emiliano Tejera en La Cuna de América, en la primera década del siglo, el cuarto tomo de la obra de Delmonte y Tejada29 y los cinco tomos de documentos copiados en Sevilla por Máximo Coiscou H.30 Por igual, en el AGN se puso al acceso del público un volumen significativo de documentación inédita, buena parte con catálogos o índices. Al respecto cabe considerar las características de la catalogación y descripción del material. Aunque la mayor parte de los fondos del AGN están articulados a un sistema de clasificación, su valor no pasa de orientador para la ubicación de materiales de acuerdo a la cronología de las oficinas emisoras. Contados fondos llegaron a ser dotados de verdaderos catálogos. En algunos casos, como los de la Secretaría de Interior y Policía, probablemente la documentación más abundante, los ficheros o inventarios no informan la ubicación física de los documentos. Dicho sistema se mantuvo hasta los documentos emitidos entre 1950 y 1952. Con posterioridad, la documentación ingresada al AGN únicamente consta de los índices que elaboran las instituciones estatales que remiten sus fondos. En virtud de las nociones más aceptadas acerca del proceso histórico, los trabajos de edición y de clasificación de fuentes plasmaban agendas de corte político. Esto, sin embargo, no dejó de tener su importancia, ya que puso en claro problemas debatidos acerca de la historia política del XIX. Más allá de esos planos de la síntesis político-militar-diplomática no se llevaban a cabo investigaciones. Esto determinaba que el AGN operara como depósito pasivo para todo aquello que no fueran materiales relativos a hechos relevantes de acuerdo a la conceptualización de tal síntesis historiográfica. También operaba el supuesto de rescate de los orígenes culturales hispánicos. Para ello, como los materiales existentes en el país eran escasos, se organizaron misiones en los archivos españoles, a cargo de Fray Cipriano de Utrera, Marino Incháustegui y César Herrera. En síntesis, el AGN inició lo que podría calificarse de una labor necesaria en relación al acervo de fuentes escritas, tanto en su centralización, conservación, catalogación y edición. Por desgracia las actividades del AGN desde hace años se han caracterizado por un deterioro catastrófico, lo que comporta varias vertientes. En la actualidad recibe documentación de una minoría de las oficinas públicas y no recibe donaciones de particulares. No se lleva a cabo ningún proceso de restauración de documentos, quedando en letra muerta lo que debe hacer CENTROMIDCA, institución anexa creada con apoyo de la Organización de Estados Americanos para microfilmar fondos. Desde hace años el AGN no edita ninguna fuente. Hasta donde se ha podido establecer, desde 1961 no se ha preparado ningún catálogo o índice, hechas las excepciones de la Fototeca y el fondo de la Comisión Nacional de Desarrollo. Lo más grave es que se han reportado sustracciones de documentos, mutilaciones de otros y destrucción por inadecuado manejo de documentos en mal estado. En algunos fondos la situación llega a planos delicados. Es el caso de las colecciones de periódicos del siglo XIX, a menudo sin otras copias, que se deterioran cada vez que se consultan, no tomándose medidas de conservación, como la reproducción para consulta. Lo mismo cabe observar respecto a fuentes antiguas. En algunos casos se han dispuesto medidas de rescate sin consecuencia alguna, a no ser la prohibición fáctica de consulta de unos cuantos fondos antiguos.31 Es notable que a la fecha el único otro archivo histórico sea el de Santiago. Es asimismo excepcional lo logrado en la Universidad Autónoma, dando lugar a condiciones correctas de conservación y catalogación orientadas en gran medida por criterios de servicio a la comunidad. Todo lo descrito revela que no existe, tanto en la sociedad como en el estado, conciencia acerca de la necesidad de la conservación y organización de las fuentes. El Archivo Histórico de Santiago no pasa de una iniciativa aislada, explicable por la fuerza del proyecto regionalista, y aun así en planos todavía incipientes de desarrollo. El interés de reiterar dicho ejemplo en otras ciudades, como Baní, hasta ahora no ha podido fructificar por falta de recursos. De la misma manera, aunque unas pocas instituciones gubernamentales tienen buenos archivos, no se han aproximado a la archivística histórica. En fin de cuentas, hasta ahora la conservación de documentación en forma adecuada, desde el punto de vista del servicio a la población, con excepción de contados archivos como el de la UASD o el de Santiago, se circunscribe básicamente al AGN. La generalidad de los otros acervos existentes que van más allá del simple depósito no alcanzan la categoría de archivos históricos, pues están concebidos con fines estrictamente administrativos. Es lo que se puede percibir en casos como el Palacio Nacional, la Secretaría de Relaciones Exteriores o los ayuntamientos. La situación de estos archivos públicos se caracteriza por desigualdades. En algunos existe un orden aparente, acompañado de medidas adecuadas de conservación, como el de Relaciones Exteriores. En cambio, otros de gran importancia para la historia económica, como los del Tribunal de Tierras, se desenvuelven en extremo desorden, producto de las conveniencias de intereses gravitantes, burocráticos o privados. Aun algunos bien organizados, por razones obvias, no se encuentran libres de destrucciones o sustracciones. Con mayor razón, corresponde extender la observación hacia depósitos y archivos de empresas y personas. Al encontrarse libres de toda regulación, se someten a frecuentes destrucciones. Casi todos, por lo demás, carecen de mecanismos adecuados de conservación. Una modificación del panorama de la archivística nacional requiere resolver la relación entre el sistema oficial y legal y los depósitos privados: respetando la propiedad de cada quien, se deben por igual demandar garantías de conservación y organización, así como de acceso al público después de un plazo prudente tras la emisión. De tal falta de valoración social y de la ausencia de criterios de conservación y protección, se deriva otro fenómeno nefasto: la venta de fondos al exterior. Un ejemplo de las consecuencias de la falta de criterios acerca de la conservación de los repositorios privados lo brinda el traslado a Puerto Rico, a través de una transacción metálica, del Archivo del Bufete Peynado y Peynado, el mejor en su género.32 Lo dramático del caso es que ese archivo se encontraba en proceso de pérdida, prácticamente abandonado por algunos de los descendientes que lo tenían a su cargo;33 de tal manera, la adquiriente Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, violando la ley dominicana y un decreto expreso del Poder Ejecutivo, no dejó de realizar un servicio de rescate. Empero, ese importantísimo fondo estará fuera del alcance de los investigadores dominicanos, con excepción de aquellos que puedan trasladarse a Puerto Rico durante plazos más o menos prolongados. Por una cuestión puramente legal, el gobierno dominicano está obligado a demandar la devolución de ese fondo, aun sea como medio de que se empiecen a aplicar reglas estrictas en materia de archivística que entorpezcan y sancionen la acción de depredadores y negociantes desaprensivos. En general existen restricciones difíciles de superar para tener acceso a una parte de estos materiales, impedimento que se agudiza cuando no se trata de archivos del sector público. Por tal razón, en la actualidad puede ser extemporáneo llegar a una conclusión categórica sobre la magnitud de conjunto de fuentes primarias dispersas en oficinas, empresas, instituciones privadas y personas. No obstante hay indicios de que son bastante escasos los archivos bien organizados en manos de familias, intelectuales, políticos, administradores o empresarios. Sólo algunas de las mayores empresas, por lo visto, han emprendido una labor ajustada a requisitos mínimos de conservación y organización. Frente a los procesos de destrucción, degradación o sustracciones, se precisa de un trabajo sostenido para detectar fondos dispersos, y no es descartable que aparezca un cúmulo de material significativo todavía no reportado. Pero no hay lugar a demasiadas ilusiones dada la escasa valoración social que se acuerda a los documentos en República Dominicana. Finalmente, a la destrucción sistemática, como fenómeno sempiterno, se ha agregado una relativa escasa emisión de documentos en variados aspectos de la vida social, expresión de primitivismo, débil institucionalización y de usos culturales premodernos en el conglomerado. La formación de un sistema nacional de archivos compensaría no pocos componentes de esa doble deficiencia, al poner al alcance de la población y de los investigadores conjuntos documentales que abren perspectivas para el conocimiento renovado. Propuestas posibles en búsqueda de soluciones Cualquier estrategia de soluciones al problema que presenta el estado arriba descrito de los archivos tiene que plantear como máxima prioridad la rehabilitación del AGN. Se deben buscar los medios para detener su degradación y ponerlo en condiciones de recuperarse para que garantice la conservación de sus fondos y desempeñe funciones que respondan a demandas de la sociedad. El valioso acervo del AGN continuamente pende de un hilo. Para ilustrar esa situación, vale rememorar que hace unos años existió el proyecto de trasladarlo a un local totalmente inadecuado, expresión de la consideración que merece a los burócratas. La denuncia de algunos historiadores evitó el despropósito, que hubiera acarreado destrucciones y un desorden colosal, perdiéndose mucho de lo logrado en la clasificación. Sin duda que la desastrosa situación del AGN no es aislada, aunque tiene connotaciones que hacen que sea una de las oficinas de menor categoría dentro del organigrama gubernamental. Basta indicar que continúa formando parte de la Secretaría de Estado de Interior y Policía, lo que se ha tornado en una de las trabas para que se pueda realizar cualquier acción con un mímino de significado. Como producto de dicho contexto, el personal no se selecciona en base a aptitudes profesionales y devenga las escalas mínimas de salarios del sector público. Frente a tal contexto institucional, la solución no debería consistir en el traslado a otra cartera, sino en el logro de la autonomía. Puesto que la sociedad no muestra la suficiente sensibilidad respecto a este problema, el sector que en la actualidad reúne las mejores condiciones para impulsar esa modificación es el conformado por los historiadores. Una institución autónoma, dotada de los recursos financieros mínimos, tendría los medios de definir políticas y, por lo menos, garantizar la conservación de los fondos. Lo crucial estriba en que el AGN pase a ser regido con criterio profesional, comenzando por su dirección, deseablemente designada por una junta directiva compuesta mayoritariamente por historiadores. En cualquier caso, para que cualquier progreso sea factible, la institución debe escapar a las compulsiones políticas de la generalidad de las oficinas del sector público. Esto implica, en primer término, criterios técnicos para el reclutamiento y remuneraciones adecuadas. Aunque el país cuenta con el personal para desempeñar las tareas que requiere la recuperación de la institución, es preciso detonar un proceso de actualización en técnicas modernas, fundamentalmente las computarizadas. En la actualidad, lo poco que se hace en el AGN se debe a la buena voluntad de contados empleados que han dado muestras de devoción por encima de los bajos salarios que perciben y del caos institucional. Pero se trata de una situación marginal que no puede detener los procesos de degradación ni dar lugar a iniciativa alguna de efecto tangible, dadas la falta de recursos materiales y la impronta de la descomposición global de las funciones técnicas y administrativas del estado. Es dudoso que en el corto plazo existan posibilidades del logro de autonomía o de cualquier otro enmarcamiento institucional que proteja al AGN de interferencias políticas o de la inercia burocrática. Primero deberá producirse una democratización en el sistema político y una capacidad de presión del estamento de historiadores y personas conocedoras de la historia. En lo inmediato, habría no más que una prioridad: detener la destrucción y el deterioro generalizados de fuentes en todo el país, empezando por el AGN. No obstante, esa misma prioridad remite a una reformulación de la situación de la archivística, pues, de lo contrario los alcances de un rescate de fuentes serían harto limitados y circunstanciales. De ahí que, para el caso hipotético de que se logre tal enmarcamiento institucional, se considera un conjunto de medidas para el mediano plazo que pueden tener efectos redefinidores. Ante todo se debe crear un sistema nacional de archivos, bajo coordinación del AGN. Esto conlleva la formación de una red, en que todas las partes conserven su autonomía operativa. Esto implicaría una relación institucional de los archivos públicos y hasta cierto punto voluntaria de los privados. Habría que estudiar las condiciones mediante las cuales todos los fondos queden sometidos a un sistema de reglas de conservación y catalogación. En vez de dar lugar a un reciclaje del centralismo, tal sistema debe conllevar la formación de varios archivos históricos en los lugares en que las condiciones lo permitan. En primer término, esto implica la transformación de depósitos de importancia en verdaderos archivos de carácter histórico. En varias instituciones dicho paso puede lograrse con relativa facilidad. En esa misma línea se debe aupar la creación de archivos en áreas temáticas de importancia, como la agricultura, en que confluyan los fondos de distintas instituciones y personas. En segundo término, en el contexto de un sistema nacional, se torna factible la creación de archivos históricos regionales -uno o dos, en las principales regiones-, encargados de recoger la memoria en sus respectivas zonas y, por ende, con capacidad de incidir en la recreación cultural. Se facilitaría enormemente la investigación acerca de los contextos espaciales y temporales en que discurre la vida de la mayoría de la población, un aspecto crucial en cualquier estrategia de desarrollo nacional. Esos archivos regionales no debieran operar como dependencias del AGN, sino con autonomía, quedando articulados con diversas instituciones regionales, como los ayuntamientos. Por otra parte, los archivos regionales tendrían la facultad de concentrar, para los fines de conservación y organización, todos los fondos dispersos en la demarcación correspondiente. Sería óptimo que copiaran los fondos emitidos en las regiones que reposan en el AGN, de forma que estén al alcance de los interesados de cada lugar. Hoy día los investigadores locales están a menudo obligados a trasladarse a Santo Domingo, lo que conlleva gastos elevados y pérdida de tiempo. Igualmente, deberían tener la misión de rescatar fondos dispersos o en peligro de destrucción. Pero no deben operar sobre la base de anular otras iniciativas de personas, instituciones o empresas, sino contribuyendo a fortalecer en la sociedad criterios en la materia y, por ende, estimulando la formación correcta de otros archivos. Tanto en relación a archivos institucionales como regionales, en vez de pretenderse el traslado íntegro de fondos al AGN, en lo adelante se debería fomentar la organización de nuevos archivos sobre la base de una conservación de copias (que normalmente se destruyen por problemas de espacio). Cuando en ciertos tipos de documentaciones no existan copias, se debe proceder al copiado de dichos acervos. En este esquema, el AGN debe quedar redefinido con la función de conservación de la documentación que ya tiene. Puede fijársele una fecha límite, salvo para la documentación que no pueda ubicarse con las debidas garantías en otros lugares. Por lo tanto, debe favorecerse la formación de archivos institucionales, siempre que sea posible, como medio de conservar la documentación de las décadas recientes. Como el AGN debe seguir desempeñando una función preponderante en caso de formación de un sistema nacional, conviene señalar algunas de las tareas a desplegar en el caso de que se lo dote de autonomía y condiciones financieras y técnicas imprescindibles. Como se ha enunciado, la cuestión primordial consiste en proceder a detener con presteza el proceso de degradación y destrucción, procediendo a reproducir, para uso del público, los fondos en mal estado o en riesgo de perderse, así como la generalidad de colecciones hemerográficas. Una segunda medida indispensable es el establecimiento de controles que eviten los hurtos y las mutilaciones. Pese a la falta de aprecio por los "papeles viejos" en los medios de coleccionistas, este problema reviste gravedad. Actualmente, el traslado de fondos al AGN no ofrece ninguna garantía de conservación y puede resultar contraproducente en caso de documentos que llamen la atención a coleccionistas, como sucedió al Archivo de José Gabriel García, confiscado por decreto. Estas medidas deben requerirse a todos los archivos públicos y a los privados de cierta importancia, habida cuenta de que donde menos ocurren las referidas lacras es en el AGN. En consecuencia, la formación del sistema de archivos debe tener como misión primaria la de proteccción, previniendo que instituciones y personas físicas o morales destruyan sus acervos. Y, en caso de que los propietarios no se avengan a garantías mínimas de conservación y organización, se debe propiciar una corriente de traslados de los fondos a archivos históricos. Dentro de la misma perspectiva imaginaria, la tarea siguiente estriba en la confección, a escala nacional, de diversos instrumentos de organización y descripción, en base a la tecnología informática. El copiado de fondos podría relacionarse a esta labor, que facilitaría la localización de materiales, potenciando la productividad de los investigadores. Tal sistema no debiera quedar restringido al AGN, sino a todos los archivos y depósitos que se incorporen al sistema, comprendiendo las reproducciones de documentación existente en el exterior. Precisamente el copiado de documentación en el exterior forma parte de las prioridades de esta propuesta. Empero, debe anotarse que un volumen importante de copias se encuentra ya en el país, distribuidas en varias colecciones, de lo cual no se ha ofrecido una información adecuada.34 Por último, hay que tratar de relacionar al público con la restructuración propuesta. La vía más adecuada parece la edición de fuentes, tarea que ha experimentado un sensible menoscabo tras el fallecimiento de Emilio Rodríguez Demorizi. En la actualidad el criterio de edición debe corresponderse con demandas potenciales de la sociedad. Otros mecanismos son necesarios para involucrar a la población en la estima y utilización de los documentos. En tal sentido, cabe conectar el concepto de la archivística con el de la "acción cultural".35 En esta línea se visualiza la realización de exposiciones sobre tópicos que puedan llamar la atención, en las cuales se podrían combinar fotografías, grabaciones y otros recursos museográficos, amén de los documentales, así como otros medios: programas de video, conferencias y mesas redondas. Otra de las tareas a derivarse de tal género de actividades podría ser un programa de testimonios orales, medio de incorporar matices más vivos sobre procesos recientes y dar la palabra a quienes no emiten documentos escritos. Tales actividades permiten replanteamientos sobre temas y épocas, contribuyendo al desarrollo socializado de la reflexión. Todas esas eventuales labores presuponen la restitución de la generación de conocimiento como síntesis que confiere sentido social a la conservación del acervo documental. Lograrlo supondría una modificación sustancial de los patrones sobre los cuales ha funcionado la labor archivística pública desde su creación. En lo inmediato conllevaría la eliminación de la impronta burocrática que norma el funcionamiento de los archivos públicos, incluyendo el AGN, trocándola por una normativa cultural. En función de dicho imperativo, el AGN y los restantes archivos históricos necesitan contar con equipos de investigadores; además de acometer las labores documentalistas, como la edición de fuentes o la preparación de catálogos y otros instrumentos descriptivos, tales equipos se conformarían como generadores de conocimiento, en colaboración con las universidades y centros de investigación. Lo sustantivo, en cualquier caso, radicaría en la restitución de la investigación, como aconteció en los años 70 y 80, cuando se lograron planos novedosos de síntesis historiográfica, no ajenos a la labor de historiadores y sociólogos sobre fondos del AGN. La mayoría de los investigadores contaron con el patrocinio de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), cuando desplegó políticas de investigación, hoy satanizadas. Potencialidades de los fondos Lo anterior remite a una evaluación preliminar de las potencialidades de los archivos existentes en el país para la investigación histórica. Sin duda que los mismos ofrecen una vasta posibilidad de alternativas, aunque con restricciones, especialmente en el periodo colonial. En términos de fondos originales locales, la etapa colonial puede ser trabajada básicamente a través del prisma de las relaciones sociales dentro de la vida rural. Resulta factible ampliar facetas todavía poco conocidas acerca de las características de la esclavitud y la actividad ganadera durante los siglos XVII-XIX. Aparte de los archivos del Este, es imprescindible utilizar la documentación dispersa en las notarías y en los registros de propiedad inmobiliaria. Estos últimos documentos, aunque solo se generalizan desde fines del XVIII, arrojan una dimensión regional en todo el país y permiten obtener planos novedosos acerca de variados aspectos económicos y sociales en los siglos XIX y XX. Es el caso de la evolución de los sistemas de propiedad territorial, temática que sigue envuelta en brumas, pese a las disquisiciones que ha concitado. En segundo lugar, está al alcance de la mano el abordaje de la evolución demográfica a partir de finales del siglo XVI, un gran ausente en las elaboraciones historiográficas. Los registros parroquiales permitirían conectar el examen de la población con vertientes sociales. Tales estudios cobrarían solidez desde fines del siglo XVIII, pues los fondos abarcan la generalidad del territorio. La supervivencia de documentación municipal a partir de las primeras décadas del XIX fortalece las posibilidades de investigaciones de historia regional y local. Hasta hoy, el grueso de la bibliografía acerca de historia de provincias, regiones o ciudades reviste un formato que articula lo político-narrativo36 con lo costumbrista.37 La explotación combinada de variados tipos de fuentes permite la incorporación de las relaciones económicas y sociales, las manifestaciones culturales, la vida cotidiana, etc. Existe un terreno virgen para estos estudios, factibles a partir de inicios del XIX. Ya comienzan a aparecer escritos contentivos de síntesis más actualizadas.38 En función de lo visto sobre las características de los fondos relativos a la segunda mitad del siglo XIX en adelante, se puede aseverar que existe un extenso campo para investigaciones. Determinados fondos aislados, bien explotados, serían suficientes para acometer temáticas todavía no tratadas. Por ejemplo, con los expedientes del Tribunal de Tierras se hace factible estudiar el proceso de formación del latifundio moderno.39 Múltiples facetas de movimientos sociales son susceptibles de conocerse en base a las correspondencias de autoridades locales a sus superiores jerárquicos: de los alcaldes a los ayuntamientos y gobernadores, de estos a la Secretaría de Interior y Policía.40 La simple revisión de varios de estos fondos implica incrementos significativos del conocimiento, por lo que debe formar parte de toda estrategia consistente de investigación. Esto incluye, por supuesto, síntesis relativamente convencionales de historia económico-política.41 Un abordaje distinto resulta factible para temáticas sobre las cuales, en principio, no existen fondos integrados; algunas de ellas revisten importancia de actualidad, como el de la historia femenina, sobre la cual son todavía mínimos los aportes con sustento en la erudición.42 La historia de los trabajadores y sus organizaciones, por igual, reviste dificultades debido a la cuasi inexistencia de archivos especializados sobre el tema, parcialmente compensada por el hecho de que en el AGN se encuentra una vasta documentación repartida en varias secciones.43 Si bien es abundante el espectro de temáticas que pueden ser cubiertas en base a los fondos del AGN, existen otros temas, incluso convencionales, que requieren la consulta de archivos de acceso restringido. Es el caso, para sólo mencionar uno, de cualquier estudio de las políticas públicas después de 1961, en base al Archivo del Palacio Nacional.44 Igualmente, la historia política reciente se enriquecería notablemente de ponerse a disposición de los investigadores los fondos privados, institucionales y personales, que adicionalmente contribuirían a ampliar no pocas perspectivas de la historia económica, social y cultural del presente siglo. Por ejemplo, el rescate de archivos de empresas industriales está llamado a arrojar luces sobre el aspecto micro de la actividad manufacturera, hasta ahora no tocado en la historiografía. En resumen: existe en los archivos dominicanos material para historiar múltiples aspectos de la vida de la colectividad, sobre todo en los últimos 150 años. La factibilidad de que esto se lleve a cabo dependerá de la creación de un enmarcamiento institucional adecuado para los depósitos del acervo documental y de la rehabilitación de instancias de investigación, primordialmente en la universidad estatal. Solo mediando el arranque de una dinámica de investigación en base a los materiales del país, podría producirse una incorporación sistemática de los existentes en otros países. DIRECTORIO DE ARCHIVOS DE REPUBLICA DOMINICANA NOTA ACLARATORIA Este Directorio debe entenderse como un esfuerzo preliminar por cuanto carece de precedentes. Su objetivo radica en determinar, de manera genérica, la situación en que se encuentra la conservación de las fuentes documentales. Completarlo, mediante el registro del mayor número posible de fondos, requiere de una labor prolongada que comprende la localización de archivos privados, que normalmente no se informan, así como la visita a todas las instituciones centrales del estado y a las de cabeceras municipales y provinciales. Deberá tomarse en cuenta un espectro mucho mayor de fondos que el ahora consignado. Es el caso de hospitales, escuelas, oficinas judiciales, agencias gubernamentales, o clubes y otras organizaciones recreativas. Por último, en contraste con la descripción somera que ahora se presenta, es de desear que se logre un reconocimiento minucioso de los fondos en cuestión. En el presente Directorio se ha tratado, por una parte, de dar cabida a las principales instituciones centrales del estado, radicadas en la ciudad de Santo Domingo. Mas, en virtud de la dinámica burocrática, no siempre ha sido factible obtener la información suficiente. En segundo lugar, se ha tomado una muestra de ciudades consideradas representativas, a fin de mostrar los tipos de los principales fondos públicos y privados detectados en sondeos preliminares. Las ciudades escogidas a ese respecto son Santiago, Puerto Plata, La Vega, Cotuí, Baní y San Juan de la Maguana. En tercer lugar, se incluye un número limitado de archivos municipales que por distintos motivos se juzgan de importancia. Lo mismo sucede con la muestra de archivos parroquiales, fundamentalmente tomados en cuenta en razón de la antigüedad de sus fondos. Si bien no se ha tratado de hacer listas de otros tipos de archivos, por lo menos se incluyen casos, a veces suficientemente representativos. Es el caso de los archivos personales y, en considerable menor medida, de grandes empresas. Debe consignarse que no pocos propietarios de archivos personales han expresado diversas formas de reticencia a que se reporten. Se ha optado por atender esas peticiones. Por otra parte, se ha decidido obviar los archivos personales reportados, cuyos propietarios resultan de difícil acceso, a causa de su condición de dirigentes políticos, altos funcionarios públicos o figuras del mundo empresarial. Se ha hecho un ejercicio imaginativo con el fin de detectar el mayor número de archivos personales o de diversos géneros de instituciones. Los resultados han sido limitados, lo que puede atribuirse, ciertamente, al tiempo dedicado a tarea, pero no menos a recelos y escasa organización que envuelven muchos fondos privados. Se ha podido detectar la destrucción frecuente de este tipo de fondos, sea porque se juzgan molestosos por el espacio que ocupan como por el temor a posibles implicaciones adversas; no pocos descendientes consideran que la utilidad del material queda restringida al propietario original. Lo anterior no es sino una de las tantas manifestaciones de la situación catastrófica en que se encuentra una porción considerable de los depósitos en el país, como ya se ha explicado más arriba. Es lo que sucede con una buena parte de la documentación que por ley queda fuera de la competencia del Archivo General de la Nación. Es de desear que la confección de esta lista de archivos contribuya a colocar en agenda la importancia que tiene la formación de un exhaustivo censo de archivos, o, por igual, depósitos y registros, tarea que a su vez debe proseguirse con la catalogación del mayor número posible de ellos. Además de poner los fondos al alcance de investigadores, esto debería inscribirse en la adopción de medidas tendentes a su conservación. Este Directorio hubiera tenido bastante menor información de no haberse contado con la cooperación de muchas personas. En la mayoría de instituciones visitadas se recibieron atenciones que sería prolijo detallar. Empero, es de justicia consignar que algunas personas brindaron informaciones acerca del estado de la documentación en varios tipos de instituciones y en las localidades del país visitadas. En el Archivo General de la Nación se contó con la cooperación de Eddy Jáquez. En relación a los ayuntamientos, fue vital la orientación de Ramón A. Delgado Bogaert. Para los documentos de la Iglesia Católica, se recibió la amable atención de monseñor Rafael Bello Peguero; y en lo concerniente a las órdenes religiosas se facilitó el trabajo gracias a la orientación de José Luis Sáez. En las ciudades en que se hicieron sondeos se contó con el apoyo de los siguientes amigos: Pedro Gómez y César Franco, en Santiago; Rafael Hernández y Ricardo Moya, en La Vega; Rafael Brugal y Carlos Finke, en Puerto Plata; Manuel Valera, en Baní; Ricardo Hernández, en Cotuí; y Leopoldo Figuereo y José A. Puello R., en San Juan de la Maguana. A Raimundo González se debe lo fundamental de las referencias anexas acerca de archivos españoles. ARCHIVOS NACIONALES 1) ARCHIVO GENERAL DE LA NACION (AGN) Modesto E. Díaz, Santo Domingo. (809) 533-1632. Ramón Alberto Font Bernard. Historia y cobertura legal Fundado por la ley 912 de 1935. A los pocos meses se complementó la ley con un reglamento. Al año siguiente tanto la ley como el reglamento fueron modificados. Su antecedente más antiguo data de 1845, año siguiente a la creación del estado dominicano, cuando se dispuso la creación de un archivo, sin efecto alguno. En 1847 se ordenó la concentración de la documentación previa a 1821 en la Suprema Corte de Justicia. Algunos de los ministerios creados en 1844 mantuvieron registros continuos desde poco tiempo después, aunque los más antiguos fueron destruidos. Con el fin de garantizar la conservación de los documentos emitidos por el Poder Ejecutivo, en 1859 se creó el cargo de archivero. Tal posición vino a tener efecto real en 1884, cuando fue renovada su existencia. Entonces se reunieron fondos en la Secretaría de Interior y Policía. Hasta 1930 existía otro depósito anexo a la Secretaría de Relaciones Exteriores. Ese año se dispuso su traslado a la Secretaría de Estado de Guerra y Marina. Tras su creación por ley, el AGN empezó a operar en un local provisional de la calle Arzobispo Nouel. Publica el Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN), que apareció de manera regular entre 1938 y 1962. Consta de doce depósitos principales y de algunos otros, organizados básicamente de acuerdo a una clasificación de las reparticiones gubernamentales. Según el reglamento adjetivo de la ley 1085, de 24 de marzo de 1936 -que modifica la del año anterior-, emitido por medio del decreto 1785, del 2 de enero de 1937, todas las instituciones del estado están obligadas a remitir sus fondos al AGN, acompañados de inventarios, cada cinco años. Aunque muchas dependencias no observan la disposición, otras siguen trasladando sus fondos de reciente emisión. Han sido exonerados de hacerlo, mediante disposición no localizada, el Poder Ejecutivo o Secretaría de Estado de la Presidencia, así como la Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas, que cuentan con sendos archivos. A ambas dependencias se les ha otorgado en los hechos la facultad de remitir lo que consideren conveniente; empero, hasta donde es posible colegir, la Presidencia nunca ha hecho remisiones de importancia y las Fuerzas Armadas dejaron de hacerlo con posterioridad a 1950. Tampoco lo hace, después de 1945, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la que por igual cuenta con su archivo. Se encuentran legalmente exceptuadas de enviar sus fondos las siguientes instituciones públicas: el Tribunal de Tierras y sus dependencias centrales y locales, el Registro y Conservaduría de Hipotecas, las oficialías de Estado Civil y los tribunales de Comercio. Se han acordado plazos más largos de entrega al AGN de los documentos judiciales, y, aun así, pocos tribunales cumplen con lo dispuesto. Organización de los fondos En el AGN han sido ubicados, de acuerdo al sistema de clasificación, los documentos emitidos hasta aproximadamente 1950. Parte de la documentación posterior también consta de inventarios, pero estos no se hallan integrados al sistema de clasificación. Actualmente se procura llevar a cabo una reorganización de todos los depósitos a partir de un sistema de numeración continua de los legajos; el mismo se ha completado en el Deposito Uno, el cual consta de más de 8,000 legajos. El aludido sistema de clasificación de la generalidad de la documentación en gran medida no se corresponde con la actual organización del estado. Mucha documentación reciente carece de cualesquiera guías descriptivas. Solo unos cuantos fondos constan de ficheros y otros tipos de catálogos que informan acerca de todos los documentos: casos del Archivo Real de Bayaguana, el Archivo Real de Higüey, la Sección de Relaciones Exteriores en el siglo XIX, o el Epistolario de Carlos Nouel, entre otros. Algunos de esos instrumentos descriptivos se han publicado en el Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN). Los otros tipos de índices no traspasan el plano cronológico más somero. Originalmente se establecieron diez secciones, a partir de una periodización política de la historia dominicana, de reducidos alcances ya que la inmensa mayoría de la documentación se inicia en la segunda mitad del siglo XIX, esto es a partir de la sección ocho. Dichas secciones son: 1) Epoca Colonial, 1492-1795; 2) Colonia Francesa, 17951809; 3) Colonia Española, 1809-1821; 4) Independencia Efímera, 1821-1822; 5) Ocupación Haitiana, 1822-1844; 6) Primera República, 1844-1861; 7) Anexión y Restauración, 1861-65; 8) Segunda República, 1865-1916; 9) Ocupación Militar Norteamericana, 1916-1924; 10) Tercera República, 1924 hasta el presente. El sistema de clasificación, correspondiente al grueso de la documentación, ubicada en doce depósitos, consta de las siguientes secciones: 1. Oficinas legislativas. Donaciones. Miscelánea. 2. Secretaría de Estado de Guerra y Marina. Jefe de Estado Mayor, Intendencia, Hospital Militar, Centro de Enseñanza, Regimientos, Comandantes de Departamentos del Ejército Nacional. 3. Secretaría de Estado de Interior y Policía. Gobernadores, Dirección General de Inmigración, Inspección en Junta Central Electoral, Turismo, Servicio de Seguridad, Policía Municipal, Policía Nacional, Consejo Administrativo de Santo Domingo, Ayuntamientos. 4. Secretaría de Estado de la Presidencia. Dirección de Estadísticas, Dirección de Presupuesto, Comisión de Servicio Público, Comisión de Pensiones. 5. Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores. Legaciones, Consulados, Viceconsulados, Embajadas. 6. Secretaría de Estado de Tesoro y Comercio. Tesorería, Aduanas, Rentas Internas, negociados, colecturías, Suministros, Contralor General, Bienes Nacionales, Impuesto sobre la Renta, Administración de Hacienda, Comisión de Reclamaciones de 1917, Cámara de Cuentas. 7. Secretaría de Estado de Agricultura. Agricultura, Colonización,Comercio, Meteorología, Publicaciones, Riego, Juntas Protectoras de Agricultura, Trabajo, Comercio, Industria y Agricultura, Industria, Estación Nacional Agronómica, Foresta, Veterinaria. 8. Secretaría de Estado de Comunicaciones y Obras Públicas. Correos y Telégrafos, Dirección de Obras Públicas, Oficina Construcciones, Oficinas de Distritos, Acueductos, Ferrocarril Central. 9. Secretaría de Estado de Sanidad y Beneficencia. Laboratorio Nacional.Hospitales, Manicomio, Leprocomio, Asilos, Dispensarios, Sanidad Nacional, Sanatorios, Sala de Socorro. 10. Secretaría de Estado de Educación Pública y Bellas Artes. Intendencias, Inspecciones, Escuelas, Conservatorio, Museo Nacional, Universidad de Santo Domingo. 11. Oficinas Judiciales. Secretaría de Estado de Justicia. Suprema Corte de Justicia. Procuraduría General, Cortes de Apelación, Procurador General de Cortes de Apelación, Juzgados de Primera Instancia, Procuradores Fiscales, Juzgados de Instrucción, Alcaldías. Como producto de esa clasificación es que se han distribuido los principales fondos. Se ofrece a continuación la ubicación física de los mismos en cada uno de los depósitos. Si se omite el número de legajos de una parte del material se debe a que es información no asequible. Depósito Uno. Secretaría de Estado de Interior y Policía, 1863-982. Constituye el grueso del depósito, alcanzando el número de legajos la cifra tentativa de 5,027. Senado, 1908-1929. Alrededor de 75 legajos. Centro Dominicano de Promoción de Exportaciones, 1971-77. 310 legs. Secretaría de Estado de Educación, 1908-1920. 333 legs. Secretaría de Estado de Salud Pública, 1966-1979. 716 legs. Secretaría de Estado de Turismo, 1979-1985. 377 legs. Instituto Nacional de Aguas Públicas y Alcantarillados, 1979-87. 652 legs. Junta Central Electoral, 1968-1984. Universidad de Santo Domingo. Sin fechas. Secretaría de Estado de Finanzas, 1961-76. 437 legs. Dirección Nacional de Presupuesto, 1969-78. 157 legs. Superintendencia de Bancos, 1938-1982. 350 legs. Cámara de Comercio del Distrito Nacional, 1943-76. 412 legs. Depósito Dos. Secretaría de Estado de Educación, 1921-76. Congreso Nacional. Secretaría de Estado de Finanzas. Secretaría de Estado de Interior y Policía. Secretaría de Estado de Industria y Comercio. Cronológico, 1966-1975. Depósito Tres. Alcaldías. Juzgados de Primera Instancia. Juzgados de Paz. Procuradoría General de la República, 1950-1955. Secretaría de Estado de Justicia e Instrucción Pública. Desde 1845. Depósito Cuatro. Secretaría de Estado de Interior y Policía. Hay dos colecciones con las mismas numeraciones. Una consta de 616 legajos, dividida en dos índices; la segunda colección tiene unos 300. Ayuntamientos. Consejo Administrativo de Santo Domingo. Gobernaciones. Migración. Junta Central Electoral. Depósito Cinco. Dirección Nacional de Estadísticas. Secretaría de Estado de Trabajo, 1945-1952. Partido Dominicano. Consejo Administrativo de Santo Domingo. Gobernaciones. Secretaría de Estado de la Presidencia. Depósito Seis. Secretaría de Estado de Agricultura, 1908-1984. Dirección de Riego. Dirección de Migración, hasta 1928. Dirección de Colonización. Depósito Siete. Protocolos Notariales, 1817-1960. Consta de los archivos de decenas de notarios entre inicios del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Registro de Conservaduría de Hipotecas, 1911-20. Secretaría de Estado de Finanzas. Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, 1845-1940. (El índice llega hasta 1905.) Incluye el área de Legaciones, con índices relativos a seis. Secretaría de Estado de Industria y Comercio. Depósito Ocho. Consejo Estatal del Azúcar. Secretaría de Estado de Guerra y Marina o Ejército Nacional, 1850-1950. Depósito Nueve. Universidad de Santo Domingo. Documentos diversos no clasificados. Documentos y copias de otros países. Depósito Diez. Secretaría de Estado de Salud Pública, 1919-1921 y 1951-1982. Superintendencia de Bancos, 1970-1986. Depósito Once. Secretaría de Estado de Hacienda y Comercio. Dirección de Aduanas. Dirección de Rentas Internas. Dirección del Impuesto sobre la Propiedad (o Renta) Secretaría de Estado de Obras Públicas. Secretaría de Estado de Fomento. Secretaría de Estado de Economía y Comercio. Cheques de las Obras del Estado. Dirección de Telecomunicaciones. Dirección de la Cédula de Identidad. Contraloría General de la Nación. Tesorería Nacional. Depósito Doce. Renovación de licencias de armas. (Se va a destruir). Secretaría de Estado de Tesoro y Comercio (luego de Finanzas), 1930-1980. Duplicados de periódicos y revistas. Depósito de Pre-Archivo. Fondos de reciente entrada en proceso de catalogación, de acuerdo a los criterios aplicados en el Depósito Uno para su próxima distribución en distintos depósitos. Dirección del Impuesto sobre la Renta. Más de 500 legajos. Cámara de Cuentas. Unos 40 legajos. Corporación Dominicana de Electricidad. Más de 200 legajos. Secretaría de Estado de Interior y Policía, años 70 y 80. Secretaría de Estado de Industria y Comercio, años 80. Secretaría de Estado de Educación, años 80. Juzgado de San Cristóbal, 1939-82. 744 legs. Secciones especiales Además del grueso de los fondos, existen otros que no se atienen a la clasificación de oficinas estatales y a los que se acuerda valor especial por su antigüedad. En su mayoría se localizan en el Depósito Especial, anexo a la oficina del director, y en el Depósito de Pre-archivo. Casi todos constan de catálogos, partes de ellos publicados. Epoca Colonial. 29 legajos, 1733-1795. Remisión del Archivo Nacional de Cuba en 1905 de documentos provenientes de la Real Audiencia de Santo Domingo, mayoritariamente de Real Hacienda. En gran parte se encuentran en mal estado. Por otra parte, el Archivo Nacional de Cuba remitió con posterioridad 29 tomos de fotografías de la documentación emitida en Santo Domingo que conserva en sus fondos de Audiencia de Santo Domingo y Asuntos Políticos. Archivo Real de Bayaguana y Archivo Real de Higüey. El primero consta de 50 legajos. Contienen transacciones de tierra, esclavos, ganado, obligaciones de tributos y capellanías, testamentos, inventarios de hatos y bienes personales, así como documentación oficial proveniente de la Audiencia y otras instancias. El documento más antiguo data de 1606. Se encuentran desde hace años en proceso de restauración en CENTROMIDCA. Nacimientos, Matrimonios y Defunciones. Registros de Estado Civil de los siglos XIX y XX. Los registros de nacimientos cubren los años 1807 a 1900, los matrimonios de 1824 a 1940, y las defunciones de 1830 a 1930. Anexión a España. 38 legajos, 1861-1865. Documentación emitida por las autoridades españolas durante ese periodo. Colección García. Dividida en dos partes, una de manuscritos, de 12 legajos, y la otra de cartas, de 50 legajos. Documentación pública y privada, casi toda del siglo XIX. De gran importancia por haberla recopilado el historiador nacional José Gabriel García cuando no existían archivos públicos organizados. Colección Lugo. Documentos transcritos a inicios de siglo por Américo Lugo en archivos de España y Francia. Casi toda se ha publicado en BAGN, años I-XXI (19381958) y en Documentación diplomática, Santiago, 1944. Colección Herrera. Alrededor de 30 volúmenes. Documentos transcritos en archivos españoles por César Herrera a fines de los años cincuenta. En su mayoría corresponden a los años 1861-1865. Correspondencia de Ulises Heureaux. Alrededor de 80 legajos. Cartas enviadas y recibidas por el dictador, sobre todo en los años 90 del siglo XIX. Algunos legajos han sido transcritos mecanográficamente. Gobierno Militar. Parte de la documentación emitida por el gobierno militar de ocupación de Estados Unidos entre 1916 y 1922. Organizado de acuerdo a reparticiones oficiales. Epistolario Nouel. Dos legajos de correspondencia dirigida a Carlos Nouel en la segunda mitad del siglo XIX, relativa a aspectos políticos, eclesiásticos y comerciales. Comisión Nacional de Desarrollo. 20 legajos correspondientes a sus primeros años de existencia (1966-1970), cuando actuó como relevante foro de intereses corporativos. Ordenado por la Marie France Balasse. Remisiones y Donaciones. Contiene pequeños archivos privados o documentación proveniente de donativos particulares en número superior a cincuenta. Algunos de estos fondos revisten interés para aspectos diversos de la historia política nacional o de algunas provincias. Hemeroteca Contiene colecciones parciales o completas de gran parte de las publicaciones periódicas del siglo XIX y de las primeras décadas del XX. Existen más de 300 títulos de periódicos en el inventario. Véase "Lista de publicaciones periódicas", BAGN, no. 107. Algunas de las colecciones tienen índices analíticos, como el Listín Diario, 1915-1942. Se mantiene al día en los diarios nacionales y en revistas de importancia, no así en publicaciones periódicas de menos circulación. Fototeca Integra fotografías de instituciones oficiales, donativos dispersos y archivos de algunos de los primeros fotógrafos del país, así como la serie de la Colección García. Se encuentra ubicada en el Depósito Tres. Véase "Iconografía", BAGN, no. 106. Mapoteca Tiene alrededor de 300 mapas a partir del siglo XVIII, aunque de verdadero interés sobre todo por la colección del siglo XX. 2) ARCHIVO DEL PALACIO NACIONAL Palacio Nacional, Moisés García. 686-4771. William D’Acosta Ramírez. Archivo del Poder Ejecutivo y sus dependencias inmediatas localizadas en el Palacio Nacional. Organizado tras la construcción del actual local, en 1948. El acceso está restringido al personal de alta jerarquía. Los investigadores y cualesquiera otras personas deben proveerse de una autorización de la Secretaría Administrativa de la Presidencia. En la actualidad no cuenta con instrumentos descriptivos a disposición de los visitantes. No hay información sobre la cuantía de la documentación, pero sin duda es abundante. Los fondos se encuentran ordenados en expedientes temáticos. Se han reportado daños por razones presumiblemente políticas. La documentación comienza a partir de 1924. Incluye originales o copias llegados al Poder Ejecutivo emitidos por las diversas reparticiones oficiales, principalmente las secretarías. Contiene el llamado Archivo Particular de Trujillo, que concluye en 1961, ordenado por expedientes personales de funcionarios y personas que merecían la atención del régimen. Existen expedientes especiales, relativos a temas delicados, como el contingente expedicionario de Cayo Confites, Cuba, en 1947, o la matanza de campesinos en Palma Sola, en 1962. 3) ARCHIVO DE LA SECRETARIA DE ESTADO DE RELACIONES EXTERIORES Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, Av. Independencia. 535-6280. Ana Aura Alvarez. Organizado en 1940 por María Ugarte. De acceso restringido, debiéndose obtener autorización del secretario o de la Presidencia. Después de concedido, no hay restricción a ningún expediente. Carece de instrumentos descriptivos completos, salvo el fichaje de visas o índices de algunas secciones. Consta de una sala principal, en que se hallan 300 archivadores, y de otras dos salas, en que aproximadamente hay el doble de material en anaqueles. Tiene una sección de documentos valiosos, como diplomas de tratados. Los fondos se encuentran organizados por expedientes sueltos, que combinan temática y cronología. Los documentos más antiguos datan de 1866, pero en su gran mayoría son posteriores a 1930. El sistema de catalogación se divide en las siguientes secciones: 1. Administrativa. 2. Asuntos internacionales de estado. 3. Relaciones políticas de estado. 4. Disponible. 5. Asuntos interiores de estado. 6. Comercio, industria, agro y comunicaciones. 7. Fiestas, conmemoraciones, monumentos. 8. Publicidad y cultura. Para el investigador las secciones más importantes son: la 2, que contiene política internacional del gobierno dominicano, informes políticos, legislación, conflictos y guerras; la 3, que incluye las relaciones con los gobiernos de otros países, los consulados, agencias diplomáticas, congresos y conferencias internacionales por áreas, tratados, régimen diplomático-consular, declaraciones; y la 5, con aspectos como naturalizaciones, residentes extranjeros, migraciones y colonización, concesiones a extranjeros, asuntos militares y eclesiásticos, actuaciones judiciales, etc. Bajo estas y otras secciones se localizan la correspondencia de la cartera con otros gobiernos e instituciones internacionales, la correspondencia de las embajadas y consulados dominicanos, la de las embajadas en el país, textos de protocolos de conferencias, acuerdos y tratados, visas, pasaportes, legalizaciones de documentos, exoneraciones de organismos internacionales y la documentación en general relativa a la política exterior. 3) SALA DOMINICANA DE LA BIBLIOTECA CENTRAL DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO Biblioteca de la UASD, Ciudad Universitaria. 533-9838. Dato Pagán. Durante mucho tiempo la Biblioteca de la hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) fue la más importante del país, haciendo las veces de Biblioteca Nacional. En la Sala Dominicana se trató de compilar el mayor volumen posible de materiales bibliográficos atinentes a la República Dominicana. Tiene diversos fondos de documentación original. Tesis. Colección íntegra, en principio, de las tesis de grado presentadas en la UASD, desde su etapa inicial de reorganización en el siglo XIX, cuando se denominaba Instituto Profesional. Tiene fichero, pero no cubre la totalidad de las tesis. Archivo de Tulio Cestero. Fondo privado donado a la Universidad. El propietario fue un connotado literato y diplomático. Consta de alrededor de 90 tomos y legajos de documentos diversos y recortes de prensa, tanto dominicana como de países en que estuvo en misión diplomática. No ha sido descrito. Contiene una documentación diplomática que arranca desde inicios del siglo XX hasta avanzados los años 40. Incluye copias de sus informes y de la correspondencia oficial que recibía. Uno de los aspectos más útiles del fondo se deriva de la participación de Cestero en la Comisión Nacionalista en Washington, durante la Ocupación Militar de 1916-24. Tiene correspondencia privada con intelectuales dominicanos y de otros países. Gráficos. Colección de mapas, grabados y planos en número indeterminado, en principio sin índice. Archivo Vertical. Contiene folletería y hojas sueltas, en gran volumen para los años 1930-1961, siendo a ese respecto un fondo único dado que por ley todos los autores e instituciones tenían que remitir copias a esta biblioteca. Además la Sala cuenta en sus fondos regulares con más de 1,500 títulos de folletos mayormente editados en el periodo de Trujillo. 4) ARCHIVO CENTRAL DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO Antiguo Hospital Marión, Ciudad Universitaria. 533-1620. José Medina Soto. Fundado en 1948 y reorganizado en 1966 por Celso Benavides. Aunque escasamente conocido, tiene dimensión nacional debido a la continuidad de la institución y su peso en la vida cultural del país, así como a que se trasladaron manuscritos anteriormente ubicados en la Biblioteca Central de la Universidad. Representa un laudable modelo de organización ya que mantiene al día un sistema de clasificación e inventarios. En 1801 se estatuyó un archivo universitario, pero se perdió a causa de la invasión haitiana de 1822. Desde la reapertura de la Universidad, en 1883, se creó un depósito, pero carecía de criterios archivísticos. El sistema de clasificación obedece a la estructura de la institución. Su organización se conecta con un sistema de centralización de los fondos de las diversas dependencias de la Universidad aprobado en 1974. Está dividido en tres secciones: pre-archivo, archivo activo y archivo histórico. Cuenta con catálogos tanto en el archivo activo como en el histórico. No hay restricción a los fondos, con excepción, en el archivo activo, de algunas áreas del funcionamiento administrativo de la institución. Ha editado un Boletín entre 1980 y 1986. El archivo activo, con 108 archivadores, comprende el conjunto de documentos emitidos hasta diez años atrás. Después de ese plazo se hace una selección para el traslado al archivo histórico. El archivo histórico está ordenado en legajos y libros, en número superior a mil. Además de los documentos de la Universidad, incluye el conjunto de sus publicaciones, así como materiales del movimiento estudiantil y algunos fondos relativos a la política nacional a inicios del siglo XX. Aunque hay documentos del siglo XVIII, la serie más antigua arranca de 1813. Con excepción de fondos extra-institucionales, la organización es temática, en las siguientes áreas, las que se acompañan de fechas extremas en la sección histórica: 1.Cláustro (1962-1977), 6 legs. 2.Consejo Universitario (1913-1980), 64 legs. y 80 libros. 3.Disposiciones Generales (1895-1965), 3 legs. 4.Estructura Universitaria (1813-1966), 28 legs. 5.Actividades Académicas (1918-1982), 135 legs. 6.Expedientes personales (1941-1978), 122 legs. y 300 libros. 7.Actividades financieras (1920-1981), 80 legs. y 30 libros. 8.Propiedades (1944-1966), 68 legs. y 6 libros. 9.Eventos (1930-1976), 60 legs. 10.Historial de la Universidad (1917-1977), 40 legs. y 200 libros. 11.Institutos (1971-1977), 9 legs. 12.Era de Trujillo (1930-1961), 19 legs. 5) BIBLIOTECA NACIONAL Plaza de la Cultura, calle César Nicolás Penson 169. 688-4086. Elida Jiménez. Colección Ortega Frier. Hasta donde se ha podido establecer, en la Biblioteca Nacional el único fondo de manuscritos es el archivo personal de Julio Ortega Frier, adquirido junto a su biblioteca. Esta colección contiene documentación de corte gubernamental durante la dictadura de Trujillo, así como documentos provenientes del bufete de abogados que dirigía, sobre todo relativos a actividades de compañías extranjeras. El fondo no está organizado, ha sido posiblemente objeto de sustracciones, se encuentra en pesimas condiciones de conservación y carece de instrumento descriptivo. ARCHIVOS MUNICIPALES Casi exclusivamente se trata de los fondos de los ayuntamientos. La situación de estos se caracteriza por mala conservación, que a veces llega a deplorable, criterios obsoletos de ordenamiento e inexistencia generalizada de instrumentos descriptivos. A menudo se destruye material, sin remitirse al AGN. En su mayoría, únicamente conservan fondos que no rebasan los 50 años, pues algunos de los ayuntamientos más importantes hicieron remisiones al AGN en los primeros tiempos de su existencia. En contraste, algunos ayuntamientos conservan registros que se inician en la segunda mitad del siglo XIX ya que nunca cumplieron con lo dispuesto por la ley que dio lugar a la creación del AGN o bien lo hicieron de manera parcial, conservando sobre todo los libros de actas y resoluciones, con la finalidad de no perder documentos reguladores de sus actividades, como ordenanzas o proventos impositivos. Como en el país hay 107 municipios no se ha podido hacer un inventario. A través de la muestra incluida se hace patente la desigualdad en la calidad de la documentación que albergan. Es de observar que en algunos municipios los archivos han sido destruidos, parcial o totalmente, o han sufrido sustracciones. Aunque los tipos de fondos pueden ser diversos, dadas las características apuntadas, lo que sobresale en casi todos los archivos municipales son los libros de actas y los registros catastrales. SANTIAGO 6) ARCHIVO HISTORICO DE SANTIAGO Restauración 124. 582-3801. César Franco. Unico de su tipo en el país, de significado en la vida cultural de la ciudad. Fundado en 1959 por Pedro Manuel Hungría y Román Franco, habiendo cabido a este último su organización. Es una dependencia del Ayuntamiento de Santiago, pero goza de autonomía funcional y cuenta con la cooperación de sectores de la sociedad. Está en proceso de reorganización en un sistema computarizado. Los documentos más antiguos datan de mediados del siglo XIX. Sobresalen las actas del Gobierno Restaurador (1863-65), cuando la ciudad albergaba el gobierno nacional. Tiene parte de la documentación antigua del Ayuntamiento no remitida al AGN, sobre todo actas y resoluciones. Asimismo cuenta con fondos sobre propiedad inmobiliaria. Posee manuscritos provenientes de los ayuntamientos de Monte Cristy y Puerto Plata, otras dos ciudades de la región norte. Además ha recibido donaciones de archivos privados. Todos los fondos tienen índices. La hemeroteca contiene colecciones íntegras de varios periódicos locales, sobresaliendo las de La Información y El Diario, ambas con índices analíticos computarizados. Cuenta con una colección de planos. La fototeca reúne materiales de localidades cercanas. El archivo de voces tiene alrededor de mil grabaciones a personas de la región. Tiene biblioteca. Realiza exposiciones de fotografías con cierta regularidad. Tendrá anexo un museo, en proceso de organización, contentivo de piezas arqueológicas, armas, pinturas y muebles. 7) AYUNTAMIENTO DE SANTIAGO Av. Juan Pablo Duarte. 582-6611. Los fondos más antiguos de la institución fueron transferidos en los años 40 al AGN y luego otros al Archivo Histórico de Santiago. Empero, quedan fondos cuyo traslado gestiona la última institución. Entre ellos sobresalen los Registros Catastrales de la provincia, así como, para los últimos cincuenta años, actas, resoluciones, correspondencia y registros de Tesorería. 8) AYUNTAMIENTO DE BANI Palacio del Ayuntamiento. Calle Sánchez. 522-3315. En lo fundamental cotiene documentación reciente, ya que hace envíos de fondos cada diez años al AGN. Por otra parte, muchos fondos se perdieron a causa de un incendio acontecido en 1940. Entonces se perdieron los protocolos notariales que se iniciaban a en la primera década del siglo XIX. Escasos protocolos notariales antiguos se encuentran en el Juzgado de Paz. Se divide en varias secciones, de acuerdo al organigrama de funcionamiento de la institución. La sección de Secretaría, en 20 libros, contiene las actas y resoluciones del cabildo, junto a su correspondencia regular. La sección de Sindicatura contiene la documentación administrativa. Por otra parte, en el Museo del Ayuntamiento hay legajos de documentos antiguos, como parte del epistolario de Francisco Gregorio Billini y papeles de Máximo Gómez. 9) AYUNTAMIENTO DE MONTE CRISTY 16 de Agosto 50. 579-2492. Es uno de los archivos municipales que cuentan con documentación más antigua del país. Se organizó en 1894 por Juan de la Cruz Alvarez, quien reunió materiales que se inician en el periodo colonial. Contiene oficios, cartas, contratos, actas y resoluciones y otros materiales que le confieren cierta dimensión de archivo histórico-político regional, habida cuenta del papel de la ciudad en lo que hoy se denomina Línea Noroeste. Los documentos más antiguos se encuentran deteriorados. Cuenta con un sistema de clasificación alfabético-numérico. Tiene varias colecciones de periodicos locales y de ciudades cercanas. 10) AYUNTAMIENTO DE PUERTO PLATA Separación 18. 586-2526. Los documentos se ajustan a las características de los archivos municipales. Las series comienzan alrededor de 1850, en particular los libros de actas. No se han hecho muchas remisiones al AGN. Se han perdido no pocos materiales y los existentes corren el riesgo de degradarse o ser destruidos. Aun así sigue siendo probablemente el depósito más rico en su género, conteniendo materiales acerca de sanidad, educación, catastro, alumbrado, agua y asuntos similares relativos a la administración municipal. Contiene correspondencias de personajes de la historia nacional en la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Conserva asimismo los protocolos de algunos notarios del siglo XIX. 11) AYUNTAMIENTO DE LA VEGA Palacio Municipal. Independencia esq. Restauración. 573-8544. Fundamentalmente consta de los libros de actas y resoluciones del Cabildo, así como del Registro de Títulos. 12) AYUNTAMIENTO DE SANCHEZ Calle Libertad. 552-7233. Esta ciudad portuaria tuvo peso económico durante el periodo 1890-1925. Hay documentos a partir de 1880. El ayuntamiento nunca ha efectuado remisiones al AGN. 13) AYUNTAMIENTO DE EL SEYBO Calle M. D. Jiménez. 552-3411. Esta población fue la más importante de la región Este hasta el auge de San Pedro de Macorís, iniciado hacia 1885. La Conservaduría de Hipotecas es probablemente una de las más importantes de las que se encuentran anexas a los ayuntamientos. Las series se inician hacia 1890. No se han hecho remisiones al AGN. 14) AYUNTAMIENTO DE SAN FRANCISCO DE MACORIS 27 de Febrero 87. 244-2862. Esta población fue tomando importancia en las primeras décadas del siglo XX hasta colocarse en la tercera por el número de habitantes. Se conservan fundamentalmente los libros de actas desde fines del XIX. 15) AYUNTAMIENTO DE SAN JOSE DE LAS MATAS Av. San Juan 2. 578-1522. Contiene documentos del periodo de Trujillo, cuando la demarcación abarcaba otras localidades de la región, que hoy cuentan con sus respectivos ayuntamientos. Mucho material se perdió por un incendio. 16) AYUNTAMIENTO DE AZUA Calle Duarte. 521-3302. Esta ciudad fue la más importante del suroeste hasta inicios del siglo XX. Además de libros de actas, en sus fondos se encuentran reproducciones de documentos del siglo XVIII provenientes de autoridades y notarios de poblaciones del sur, como San Juan de la Maguana, Hincha y Las Caobas; estas dos últimas hoy forman parte del territorio haitiano, resultado de que sus habitantes tomaron refugio en Azua y puntos aledaños desde los años finales del siglo XVIII. Hay, además, varios archivos notariales anexos, siendo el más antiguo de ellos el de Angel Noboa. En estos libros los documentos arrancan de la segunda mitad del XVIII, aunque los notarios que los integraron iniciaron su trabajo a partir de 1830. 17) AYUNTAMIENTO DE SAN JUAN DE LA MAGUANA Avenida Independencia. 557-3668. Gabriel Sandoval. Contiene la serie completa de los libros de actas de la institución a partir de 1868. Otros fondos en teoría han sido remitidos al AGN, donde no se los localiza, o han sido destruidos. 18) AYUNTAMIENTO DE MAO Avenida 27 de Febrero 34. 572-3397. Al igual que el anterior, conserva fundamentalmente las actas de la Sala Capitular relativas a todo el lapso posterior a 1882, fecha de creación de la común. ARCHIVOS DE OFICIALIA CIVIL Otro tipo de archivos a escala municipal son las Oficialías de Estado Civil, los esenciales para la historia demográfica reciente. Están anexos a los juzgados de paz. Normalmente los fondos se inician en la segunda mitad del siglo XIX. Para citar uno de los fondos más antiguos, de Puerto Plata, los nacimientos y matrimonios se inician en 1861 y las defunciones en 1869. Los registros de Santo Domingo, trasladados al AGN, arrancan en 1807. En una parte de estos archivos el material se encuentra desordenado o en mal estado y ha habido pérdidas por diversos motivos, como acción de insectos, humedad, incendios, traslados descuidados. Entre las localidades que cuentan con archivos de este tipo cabe mencionar a Baní, Azua, Bánica, San Cristóbal, Higüey y Los Llanos. Se ha consignado que uno de los mejores fondos era el de San Juan de la Maguana, pero quedó destruido en un incendio. Dada la dinámica de estas oficinas, solo una parte acató la ley que estipula remisiones al AGN. Como varían muchas características de estos archivos, es de importancia llevar a cabo diversas tareas: censarlos, con las fechas límite; evaluar su estado de conservación; establecer criterios de conservación, dado que buena parte se encuentran en proceso rápido de deterioro o destrucción; copiarlos e integrarlos a un registro nacional, que debería también contener las informaciones parroquiales. Respecto a lo último, la Iglesia Mormona ha hecho copiados de la generalidad de estos fondos, remitiéndolos a su sede central en Estados Unidos. ARCHIVOS JUDICIALES, BUFETES Y NOTARIAS En todos los centros urbanos, principalmente las cabeceras provinciales, se encuentra variada documentación judicial. Por una parte, existen juzgados de paz, de primera instancia y de apelación. El aparato judicial se corona con la Suprema Corte de Justicia y la Procuraduría General de la República. Accesoriamente se encuentra la judicatura relativa a la propiedad de la tierra, que consta de dependencias regionales. Aunque registros privados, los archivos de notarios forman parte del sistema judicial, por lo que se depositan en los juzgados de paz en caso de no ser heredados por otros notarios. Como fuente, los archivos notariales tienen especial importancia hasta inicios del siglo XX, ya que antes de la ley de Registro de Títulos de 1920 casi todas las transacciones de propiedades se hacían notarialmente. Esta ley permite actos de inmuebles catastrados bajo firma privada ante notario. Fue, por ende, desapareciendo el trabajo de los notarios en actos de venta. Desde hace unas décadas únicamente se hacen testamentos, actos de convenciones y estipulaciones por mutuo consentimiento, al igual que actos de venta no regidos por la ley de tierras, a fin de que el notario pueda expedir copias. Como existen juzgados en todas las provincias y municipios, sólo se informará acerca de otros materiales en las provincias escogidas. Queda pendiente la determinación, en censo exhaustivo, de la documentación efectivamente contenida en los diversos juzgados del país. SANTO DOMINGO 19) ARCHIVO DEL TRIBUNAL DE TIERRAS Av. Independencia esq. Enrique Jiménez Moya. Incluye propiamente los fondos del Tribunal de Tierras así como de oficinas anexas. No tiene la estructura de archivo abierto a los investigadores, ya que opera para fines utilitarios. Reviste importancia, empero, pues sus fondos están exonerados de remitirse al AGN. Abierto a los abogados que tratan aspectos de propiedad inmobiliaria. Otras personas requieren de autorización del presidente del Tribunal de Tierras. Se encuentra en estado caótico, a consecuencia de los procesos recientes de degradación del funcionamiento de las instituciones estatales. Por ejemplo, los expedientes se hallan fragmentados, y normalmente es difícil o imposible localizar información a menos de contar con ayuda especial de un empleado de la oficina. En sus expedientes los documentos más antiguos datan de la segunda mitad del siglo XVIII, integrados estos en la documentación de las parcelas que se ha conformado en virtud de la Ley de Registro de Títulos de 1920. Consta propiamente de cuatro fondos o archivos: Tribunal de Tierras, dividido en cuatro regiones: Distrito Nacional, Cibao, Sur y Este; Catastro; Registro de Títulos y Mensura. Además hay un archivo en la Oficina del Abogado del Estado ante el Tribunal de Tierras. 20) OFICINA TRONCOSO Y CACERES S. Sánchez 253. 689-2158. Es uno de los escasos bufetes de abogados que data de muchas décadas. Debe contener abundante material acerca de compañías nacionales y extranjeras. SANTIAGO 21) ARCHIVO NOTARIAL DE SANTIAGO REYNOSO Duarte 48. 582-0748. De importancia para aspectos de la historia económica e institucional de la provincia de Santiago y otras aledañas. Recoge los protocolos de los siguientes notarios: Narciso Román (1863-1878), Pedro M. Archambault (1878-1893), Joaquín Dalmau (18931916), José María Vallejo (1917-1930) y José E. Reynoso (1931-1954). Consta de 90 libros, a razón de uno por año. Los documentos más antiguos datan de la segunda mitad del siglo XVIII. Una parte de los libros tienen índices. 22) OFICINA J. M. CABRAL Y BAEZ Cuba 58. 583-7211. Federico Villamil y otros. Es el bufete más antiguo e importante de Santiago. Fundado por el licenciado José María Cabral a inicios de siglo, pasó luego a su hijo Marco Cabral. Los descendientes de este último no ejercen la abogacía. Estructurado en base a expedientes de los clientes, entre los cuales se cuentan las empresas más importantes de la ciudad. En principio no está abierto al público. Se desconoce si existen instrumentos descriptivos y el volumen de los fondos. 23) OFICINA DE FEDERICO CARLOS ALVAREZ Independencia 129. 247-3492. Federico Carlos Alvarez hijo. Es el segundo bufete de importancia de Santiago. Inaugurado por el licenciado Federico Carlos Alvarez en la tercera década del siglo, es continuado en la actualidad por su hijo del mismo nombre y por sus nietos. Ha cobrado relieve en las últimas décadas, siendo hoy el principal bufete de la ciudad, por lo que contiene voluminosas documentaciones de compañías. 24) ARCHIVO NOTARIAL DE AULIO HERNANDEZ. 30 de marzo 3. Aunque menos rico que el de Santiago Reynoso, contiene valiosos protocolos notariales del siglo XIX. Al igual que los restantes del país, contiene contratos, testamentos, actos de divorcio, protesto de documentos de comercio, inventarios de sucesiones de bienes comunitarios y abiertos, contratos de prenda. 25) ARCHIVO NOTARIAL DE PEDRO BORREL L. Pichardo edif. 13. 583-8207. Originalmente perteneció a Félix A. Rodríguez y contiene actos desde inicios del presente siglo. 26) JUZGADO DE PAZ DE LA PRIMERA CIRCUNSCRIPCION Se encuentran los protocolos de los notarios Juan A. Minaya y Darío Mañón, ambos no abogados, junto a algunos otros más recientes. LA VEGA 27) ARCHIVO NOTARIAL DE HUGO ALVAREZ Sánchez casi esq. Juan Rodríguez. 573-2588. Proviene de Francisco José Alvarez, padre del actual propietario, y parece ser el archivo notarial más rico de La Vega. 28) ARCHIVO DE LORENZO GOMEZ Calle Padre Billini. 573-4393. Porfirio José y Lorenzo Gómez. Tiene tres generaciones de notarios dentro de la línea de herencia familiar. Originalmente de Lorenzo Gómez, pasó a su hijo Porfirio Gómez y en la actualidad a los propietarios. 29) ARCHIVO DE ROBERTO ABREU García Godoy 19 A. 573-2713. Otro exponente de un nutrido archivo de abogado provincial, pero que básicamente arranca en los años sesenta de este siglo. BANI 30) ARCHIVO DEL JUZGADO DE PAZ Contiene protocolos notariales. Algunos se han destruido por intereses personales. COTUI 31) ARCHIVO DE SOCRATES NUÑEZ Ramón Oviedo 58. Los protocolos se inician en 1922, con los actos de Francisco Antonio Núñez, padre del actual propietario. Fundamentalmente consta de actos de ventas, hipotecas y testamentos. MONTE CRISTY 32) ARCHIVO DE FEDERICO JULIAO Duarte 42. 579-2334. Cubre documentación notarial desde inicios del siglo XX, relativa a Monte Cristy y poblaciones aledañas. PUERTO PLATA 33) ARCHIVO DE CARLOS FINKE Beller 51. 586-2444. Conserva, además de los suyos, los protocolos notariales de Amiro Pérez (1924-1977) y de Germán Ornes (década de 1930). En su archivo de abogado hay expedientes organizados de una parte de las principales compañías industriales y comerciales de Puerto Plata desde fines de la década de 1940. Por igual hay múltiples expedientes de ganaderos, que incluyen resoluciones de los aspectos legales de la propiedad. El propietario ha formado un archivo histórico, en proceso de reorganización, que, entre otros fondos, cuenta con una parte de los papeles de Ricardo Limardo, un prominente político de la ciudad. SAN JUAN DE LA MAGUANA 34) ARCHIVO DE JOSE A. PUELLO R. Calle 19 de Marzo 8. 557-2343. Contiene protocolos notariales desde la década de 1940 hasta la actualidad. No ha incorporado protocolos de otros notarios. El propietario tiene además un número limitado de documentos de carácter histórico. 35) ARCHIVO DE ARTURO RAMIREZ F. 16 de Agosto 49-b 557-2263. Los protocolos se inician en la década de 1940 y llegan a la actualidad. 36) JUZGADO DE PAZ DE SAN JUAN DE LA MAGUANA Se encuentran depositados varios archivos notariales, entre los cuales destacan los del Lic. Angel Canó Pelletier, el licenciado José Humberto Terrero, el doctor Isaías Herrera Lagrange y el de Manuel de Jesús Rodríguez Varona. Los tres primeros se inician aproximadamente en la primera mitad de la década de 1940, mientras el de Rodríguez Varona, no graduado de abogado, antecede a 1930. No se ha podido determinar si incluyen protocolos previos de otros notarios. ARCHIVOS INSTITUCIONALES PUBLICOS Y PRIVADOS SANTO DOMINGO 37) BIBLIOTECA DEL MUSEO DE LAS CASAS REALES Calle Mercedes esq. Las Damas. 682-4202. Eugenio Pérez Montás. Institución especializada en el periodo colonial. No conserva originales, sino copias de los archivos españoles, sobre todo del Archivo General de Indias, el Archivo General de Simancas y el Archivo Histórico Nacional de Madrid. Una parte de los mismos fueron traídos por Pedro Julio Santiago. Se conservan porciones de las colecciones documentales de César Herrera y Marino Incháustegui. El mayor volumen ha sido producto, en años recientes, de la misión dirigida por Vicente Rubio. 38) BIBLIOTECA DEL MUSEO DEL HOMBRE DOMINICANO Plaza de la Cultura, Pedro Henríquez Ureña. 687-3623. Fernando Morbán Laucer. Contiene una cuantía limitada de manuscritos de pioneros de la arqueología y la antropología social en República Dominicana, como Narciso Alberty B. 39) BIBLIOTECA DE LA CASA DE FRANCIA Las Damas esquina El Conde. 685-0840. Marie France Balasse. Tiene copias microfilmadas de fondos del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Francia, en particular correspondencia diplomática y consular de la primera mitad del siglo XX 40) UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO HENRIQUEZ UREÑA Autopista Duarte km. 51/2. 562-6601. Vicerrector de Administración. El archivo reúne la documentación relativa al historial de la institución, a partir de su fundación en 1966. 41) CORPORACION DOMINICANA DE ELECTRICIDAD Av. Independencia. 535-1100. Lesbia de León y Ana Socorro Salcedo. Se trata de un caso excepcional de conservación de registros por una empresa pública. Se refiere exclusivamente a temas administrativos, como concursos, contratos y proyectos de desarrollo. Los documentos más antiguos datan de la década de 1920, cuando fue creada la Compañía Eléctrica de Santo Domingo, antecesora de la actual, propiedad estatal desde 1954. Tiene cerca de 300 archivadores de 4 gavetas y un archivo de seguridad próximo a la planta de Timbeque, adonde se trasladan materiales que han perdido vigencia operativa. El archivo está organizado de acuerdo a un manual alfabético-numérico por asuntos. Por otra parte se lleva un cronológico de trámite y archivo de la administración general. No hay acceso al público, salvo autorización. 42) BANCO DE RESERVAS Isabel La Católica 201. 688-2241. Además de los propios registros, mantiene los de la sucursal del National City Bank, adquirido por el gobierno dominicano en 1941 como paso accesorio de la fundación de la institución. El National City Bank se estableció en el país a inicios del siglo XX y tuvo la importancia de haber sido, durante décadas, depositario de los fondos de la Receptoría General de Aduanas, medio por el cual los Estados Unidos mantuvieron el protectorado financiero entre 1905 y 1940. 43) BANCO CENTRAL Calle Pedro Henríquez Ureña. 221-9111. Como parte de la organización de esta institución, mantiene registros de sus actividades internas desde su creación en 1947. Incluye expedientes sobre asuntos financieros, endeudamiento externo, inversión extranjera, relaciones con organismos crediticios internacionales y con el gobierno de Estados Unidos. Su consulta requiere permiso del gobernador de la institución. INSTITUTO NACIONAL DE ESTABILIZACION DE PRECIOS Plaza de la Independencia. 561-0191. Se conserva documentación variada de esta oficina estatal, a partir de su fundación en la década de 1970. El depósito, al parecer, se encuentra en estado desorganizado. 45) CAMARA DE COMERCIO Y PRODUCCION DEL DISTRITO NACIONAL Arzobispo Nouel 206. 682-2688. Milagros Puello. La documentación original se inicia en los tiempos de la fundación de la institución, en la segunda década del siglo. Además de actas y correspondencia, contiene informaciones sobre empresas. No es abundante pues efectúa remisiones al AGN. 46) ASOCIACION DE INDUSTRIAS DE LA REPUBLICA DOMINICANA Av. Sarasota. 532-5523. Fundada en 1962. Contiene documentos sobre el funcionamiento de la institución, así como correspondencia con el gobierno acerca de aspectos legales y políticos. También existen materiales sobre las empresas miembro. Está organizado a través de libros cronológicos anuales. 47) SOCIEDAD INDUSTRIAL DOMINICANA Avenida Máximo Gómez 182. 565-2151. Julio Aquino. Este complejo agro-industrial, centrado en la producción de aceites vegetales, simboliza la industria dirigida al mercado interno. El archivo incluye materiales desde su fundación a fines de la década de 1930. Al igual que en toda compañía de consideración, incluye estados financieros, correspondencia, actas, etc. Por su naturaleza diversificada en múltiples rubros, tienen importancia los proyectos, estudios y planes de desarrollo. 48) BANCO POPULAR DOMINICANO Avenida John F. Kennedy 20. 544-8000. Se puede comparar a la anterior institución, en cuanto simboliza a la banca privada nacional. El archivo contiene información a partir de la fundación de la empresa en 1962. SANTIAGO 49) CAMARA DE COMERCIO Y PRODUCCION DE SANTIAGO Av. Las Carreras 7. 582-2556. Iván Reynoso. Dividido en archivo muerto y archivo vivo, el primero contentivo de documentación emitida a partir de 1914. La institución desempeñó importantes funciones hasta 1960. El archivo cuenta con las actas de su Consejo Directivo, la correspondencia, los sistemas legales relativos al comercio y la industria, registro mercantil, correspondencia con empresas del exterior, así como documentaciones de varios géneros de empresas industriales que requerían la intervención de la institución, como las licorerías. Además, contiene una colección completa de las memorias y otras publicaciones de la institución. El archivo muerto consta de 160 cajas y el vivo de 10 archivadores. Carece de catálogo por expedientes, pero cuenta con un Compendio de Fondos elaborado por Danilo de los Santos. Actualmente se reorganiza, con el fin de poner todos sus fondos al alcance del público. Por el momento, sólo hay acceso a las actas. 50) SOCIEDAD AMANTES DE LA LUZ Calle Las Carreras. 582-4058. Natividad Peralta. Institución cultural fundada en 1874 por Manuel de Jesús de Peña y Reynoso. Es la sociedad en su género más antigua del país, de notable peso en la historia cultural de la ciudad y la región. Hay publicada una reseña histórica, que informa sobre sus diversos fondos: Valentina Peguero, Peña y Reynoso y la Sociedad Amantes de la Luz, Santiago, 1985. Alberga en su biblioteca unas 25 colecciones de periódicos del siglo XIX y las primeras décadas del XX, en gran parte compuesta de ejemplares únicos. Tiene, además, unos 175 títulos de revistas, muchas de las primeras décadas del siglo. Las revistas más antiguas constan de índices analíticos. Por último, su colección de folletos y libros la hace insustituible para el estudio de la historia social y cultural del país y la región. Hay un número limitado de manuscritos raros, incluyendo originales de libros. El archivo de la sociedad contiene series incompletas de actas y correspondencias de las directivas, así como documentos financieros, todo a partir del mismo año de su fundación. 51) ALIANZA CIBAEÑA Beller 127. 582-5220. Originalmente se fundó como sociedad de artesanos, en los años 80 del siglo XIX. Es tal vez la institución más antigua del país en su género. Hoy es una sociedad dedicada al fomento de la cultura. Conserva, por ello, una valiosa biblioteca, en que sobresale la colección de folletos. Aparte de los registros relativos a sus actividades, tiene manuscritos que no se pudieron especificar por estar el edificio en reparación. 52) BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD CATOLICA MADRE Y MAESTRA Carr. Duarte km. 1.5. 580-1962. Colección de Marino Incháustegui. Papeles del fenecido historiador Marino Incháustegui, en que sobresale el copiado de numerosos expedientes de archivos españoles, especialmente el Archivo General de Indias. Hemeroteca. Colecciones completas de periódicos de inicios de siglo XX, algunos de ellos de Santiago. Donaciones. Ha recibido algunos fondos en donación, todavía no abiertos al público, entre los cuales se encuentra el archivo personal de Héctor Incháustegui Cabral. COMPAÑIA ANONIMA TABACALERA Duarte 9. 582-3151. Es una de las empresas más antiguas de la ciudad, la que ha logrado destacado peso en la vida regional. Conserva documentación a partir de su fundación, producto de la fusión de dos compañías en 1905. Además del aspecto propiamente empresarial, los materiales se refieren a la agricultura del tabaco y a aspectos variados de la vida social y económica de la ciudad. 54) J. ARMANDO BERMUDEZ Y CO. España 38. 247-4852. Es una de las empresas licoreras más importantes del país, y al igual que la anterior, ha tenido considerable incidencia en la vida de la ciudad. La actividad de la familia en el área se inició en el siglo XIX, pero es sólo con la creación de la compañía, en 1927, cuando se establecieron los registros sistemáticos. Estos incluyen libros de contabilidad, estados financieros, pago de impuestos, series de producción y correspondencia. LA VEGA 55) BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL CIBAO Aut. Duarte km. 1. 573-3863. Conserva una porción del archivo personal de Mario Concepción, el principal historiador de la historia de La Vega en las últimas décadas. La otra parte la conserva Oscar Torres Petitón. Contiene materiales variados sobre aspectos de la vida vegana, fundamentalmente en los últimos cien años. Los fondos en la Universidad no se conservan adecuadamente y están en proceso de destrucción. No parece que haya catálogo o inventario. 56) SOCIEDAD LA PROGRESISTA Calle Restauración. Parque Duarte. 573-7674. Rafael Espínola. La institución fue creada en el siglo XIX. Conserva documentación dispersa desde entonces sobre su funcionamiento y actividades culturales, que incluyó un teatro. La biblioteca aloja folletería de décadas previas. 57) BIBLIOTECA MUNICIPAL GUIDO DESPRADEL Y BATISTA Padre Adolfo esq. Padre Billini. En su hemeroteca se conservan algunas colecciones de periódicos de inicios del siglo XX. PUERTO PLATA 58) SOCIEDAD UNION PUERTOPLATEÑA Mella 10. 586-6363. Conserva los documentos corrientes de la entidad, fundada en el siglo pasado. Sobresale el fondo del hospital Las Mercedes, bajo su administración. Partes de los fondos se perdieron en un incendio reciente. 59) SOCIEDAD CULTURAL RENOVACION Duarte 41. 586-6240. En la hemeroteca se conservan varias colecciones de periódicos del siglo XIX, tanto de Puerto Plata como de otras localidades de la región. ARCHIVOS HISTORICOS PARTICULARES SANTO DOMINGO 60) ARCHIVO-BIBLIOTECA DE EMILIO RODRIGUEZ DEMORIZI Mercedes no. 317. 682-5849. Clara Rodríguez Demorizi. La colección bibliográfica del extinto historiógrafo es probablemente la más completa del país. Consta además de documentación inédita, tanto en originales como copias. Asimismo se señala la excepcional serie de publicaciones periódicas, en que se incluye prensa haitiana del siglo XIX. Tiene manuscritos de libros y otros escritos. Se conservan en sus fondos los archivos de Pedro Henríquez Ureña y Fray Cipriano de Utrera, de importancia respectiva para la historia intelectual y para el el periodo colonial. Al presente estos fondos no están al acceso del público. Existe el proyecto de crear una "Casa del Escritor" en el local de que aloja este archivo-biblioteca, pero no ha trascendendido si integrará sus fondos bibliográficos y documentales. No se conoce de la existencia de instrumentos descriptivos. 61) BIBLIOTECA DE VETILIO ALFAU DURAN Cayetano Rodríguez 51. 682-5417. Vetilio y Salvador Alfau Además de su excelente colección bibliográfica, una de las mejores del país, contiene una colección casi única de folletería y hojas sueltas. Incluye documentos originales de variados aspectos de la historia nacional emitidos en la segunda mitad del siglo XIX y en el primer cuarto del siglo XX. Por otra parte, contiene copias a máquina de miles de documentos originales existentes en archivos nacionales y del exterior, así como las fichas de trabajo del erudito historiador. 62) FUNDACION CULTURAL DOMINICANA José Ortega y Gasset. 566-3232. Bernardo Vega. Dada su especialización en historia moderna, especialmente del periodo de Trujillo, está compuesto básicamente por reproducciones de expedientes de National Archives and Record Administration, de Washington, así como de otros archivos de Estados Unidos. Asimismo hay fotocopias de expedientes del Archivo del Palacio Nacional. Partes han sido editados en diversos volúmenes de Bernardo Vega. 63) ARCHIVO DE CAROLINA MAINARDI Av. Francia. 689-7834. Contiene los fondos dejados por Leovigildo Cuello, esposo de la propietaria, dirigente político en los años 20 y luego una de las figuras prominentes del exilio anti-trujillista. Ha incorporado el archivo de Angel Morales, por igual uno de los máximos dirigentes del exilio. Este último fondo contiene correspondencia con Sumner Welles, subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos en los años 30. Tiene una colección de fotos. ARCHIVO DE ANTINOE FIALLO Av. Rómulo Betancourt 1906. 473-6589. Contiene varios fondos. El primero reúne papeles variados de la familia Billini. Dentro de estos se encuentra parte de la documentación dejada por el presidente Francisco Gregorio Billini y otros familiares, en especial consistente en correspondencia y materiales políticos de las últimas décadas del siglo XIX. Anexo se encuentra el material conservado por Hipólito Billini, hermano del anterior, básicamente relativo a sus actividades mercantiles, pero que incluye documentos políticos desde inicios del siglo XIX así como parte de la correspondencia de Francisco Xavier Billini. Por último, se encuentran los papeles de Cristina Billini Morales, contentivos de materiales del movimiento nacionalista (1916-1924), sobre todo cartas y volantes. El segundo conjunto corresponde a la familia Fiallo, sobresaliendo los papeles del licenciado Antinoe Fiallo Rodríguez, padre del propietario, y de su hermano Gilberto Fiallo, contentivos de materiales relativos a la acción de núcleos intelectuales de fines de los años 20 e inicios de los 30 de este siglo, así como a la lucha clandestina contra la dictadura de Trujillo y de la Unión Cívica Nacional, organización política de la primera mitad de la década de 1960. Hay, además, documentos conservados por Luisa López de Fiallo, que incluyen los de Fabio Fiallo. Por otra parte se incorporó un archivo perteneciente al lic. Miguel A. Gómez R., de la Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios (1928-1933), así como de Acción Cultural, agrupación de intelectuales existente en el mismo periodo que la anterior. Casi todos los fondos constan de índices. CASA DE FEDERICO HENRIQUEZ Y CARVAJAL Sánchez 262. 689-3315. Francisco A. Henríquez. En primer lugar, contiene documentación dejada por Federico Henríquez Carvajal, contentiva de correspondencia y materiales diversos sobre la cultura y la política en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX. Cabe destacar las correspondencias con Francisco Henríquez y Carvajal, Eugenio María de Hostos, Santiago Guzmán Espaillat y Federico García Godoy; contiene también materiales inéditos sobre el movimiento nacionalista. Otro fondo contiene los documentos colectados por Enriquillo Henríquez García, hijo de Henríquez y Carvajal, que incluyen documentación sobre la expedición de Cayo Confites y correspondencia con la Unión Patriótica Haitiana. Por último, se encuentran documentos guardados por Francisco Alberto Henríquez, de la tercera generación, historiador, relativos a la lucha interior y exterior contra la dictadura de Trujillo. 66) ARCHIVO DE EMILIO CORDERO MICHEL César Nicolás Penson 4. 682-2509. Está compuesto básicamente de papeles manuscritos y otros materiales emitidos por agrupaciones del exilio y por los medios de izquierda en la primera mitad de los años 60. Contiene parte del archivo del Movimiento de Liberación Dominicana de New York, correspondiente a los años 1959 a 1961. Sobresale, de igual manera, la correspondencia personal en el contexto del Movimiento 14 de Junio en los años 60. Otro fondo, formado por el padre del propietario, José Ramón Cordero Infante, reúne correspondencia de Ulises Heureaux y papeles diversos del también presidente Horacio Vásquez. 67) ARCHIVO DE MANUEL DE JESUS MAÑON ARREDONDO Respaldo Hatuey 1. 565-5210. Aparte de documentos varios de procedencia local, el archivo está compuesto por copias de documentos del Archivo General de Indias y de otros archivos del exterior. La mayor concentración de materiales se refieren a historia urbana, especialmente de la ciudad de Santo Domingo. Tiene un volumen significativo de folletería, así como colecciones de fotografías. 68) ARCHIVO DE JULIO G. CAMPILLO P. El Recodo 8. 532-6965. El propietario es especialista en genealogía, por lo que ha reunido materiales de familia y formado amplios apuntes personales en la materia. Tiene una de las mejores bibliotecas históricas del país. 69) ARCHIVO DE FIDELIO DESPRADEL Av. Paulo Tercero. 682-6386. Comprende fundamentalmente una extensa documentación del Movimiento 14 de Junio, en especial desde 1963 hasta su disolución en 1968. Contiene asimismo materiales de otras organizaciones de izquierda. Tiene un índice que cubre todos los expedientes, ordenados por temas. 70) ARCHIVO DE RAFAEL BAEZ PEREZ Calle Doctor Delgado. 689-3892. Incluye documentación interna del Movimiento 14 de Junio y del Movimiento Popular Dominicano, así como hojas sueltas, folletos y colecciones de prensa de dichas organizaciones. 71) ARCHIVO DE ROBERTO CASSA Max Henríquez Ureña 85. 562-1426. Principalmente contiene originales y copias relativos a los movimientos obreros y los partidos de izquierda hasta los años de 1970. Esto incluye colecciones de periódicos, entre ellos de organizaciones políticas y laborales. Asimismo contiene materiales sobre la historia intelectual de los siglos XIX y XX. Recibió la donación del archivo de Manuel Gil M., dirigente del Partido Nacionalista. También hay originales del Partido Socialista (proyecto) y el Movimiento de Unidad Socialista, entidades que existieron entre fines de los años 70 e inicios de los 80. Por último, tiene unas 200 entrevistas grabadas a protagonistas de movimientos sociales y políticos desde los años de 1920 hasta los de 1970 y reproducciones de documentos de archivos dominicanos y de otros países. BANI 72) ARCHIVO DE MANUEL VALERA Duarte 47. 522-3772. Al igual que otros, es producto de la preocupación por recopilar documentos diversos de Baní y, en menor medida, de otras ciudades de la región sur, con el expreso propósito de evitar que sean destruidos o se pierdan, dado el desorden que impera en diversas instituciones. El propietario es especialista en historia demográfica regional y se ha propuesto contribuir a la creación de un archivo provincial de Baní. PUERTO PLATA ARCHIVO DE RAFAEL BRUGAL Antera Mota 43. 586-9010. Está formado en base a documentos de la provincia de Puerto Plata. Hay documentos públicos y privados, los primeros adquiridos con el fin de evitar su destrucción o deterioro. Entre estos se cuentan partes de los libros de actas del Ayuntamiento de la ciudad. Ha reunido materiales diversos sobre personajes e instituciones de Puerto Plata. Conserva los protocolos íntegros del notario Leandro García, de los más antiguos de la ciudad (años 1825-1860). 74) ARCHIVO DE JOSE AUGUSTO PUIG Circunvalación Norte 27. 586-2703. Elvia Miller Vda. Puig. Contiene materiales acerca de la historia de la ciudad. Recibió donación del archivo de Pedro Spignolio y papeles de la familia de Gregorio Luperón. Entre los materiales más importantes se encuentran registros demográficos de Puerto Plata, en originales o copias. Sobresalen además expedientes acerca de los monumentos antiguos de la provincia. El doctor Puig, fallecido hace unos años, fue un connotado opositor a la dictadura de Trujillo, por lo que sus papeles incluyen materiales políticos de la época. SAN JUAN DE LA MAGUANA 75) ARCHIVO DE MAYOBANEX RODRIGUEZ Santomé esquina Pedro J. Heyaime. El propietario desempeñó funciones en el tren administrativo local, como gobernador provincial y síndico, lo que contribuyó a que pudiera reunir un número considerable de documentos. 76) ARCHIVO DE LORENZO PIÑA PUELLO Se considera la mejor colección de documentos de carácter históricos en la región. Se desconoce dónde se encuentra en la actualidad. ARCHIVOS ARZOBISPALES 77) ARCHIVO HISTORICO DEL ARZOBISPADO Palacio del Arzobispado de Santo Domingo. Isabel La Católica esq. Pellerano Alfau. 689-8676. Amancio Escapa, vicario general. Anteriormente era conocido como Archivo de la Catedral de Santo Domingo. No está abierto al público, requiriéndose autorización del arzobispo. Distribuido en alrededor de 35 archivadores de cuatro gavetas. Actualmente no cuenta con instrumento descriptivo pues se ha extraviado el que existía, confeccionado por Luis Rodríguez Guerra. Contiene los documentos más antiguos del país, los registros demográficos de la última década del siglo XVI correspondientes a la ciudad amurallada. Los anteriores fueron destruidos por el corsario Francis Drake, en 1586. En gran parte la documentación correspondiente al periodo colonial y parte del siglo XIX se encuentra en mal estado. La cuantía de los fondos conservados se acrecienta a fines del siglo XIX, quizá por el celo del arzobispo Meriño de organizar la correspondencia. Pero fue el arzobispo Nouel, en la segunda década de este siglo, que comenzó a concebir la idea de un archivo, y fue monseñor Beras, cuando era secretario del Arzobispado, en los años 40 este siglo, que le dio forma plenamente organizada. Se han hecho varias descripciones someras, siendo la más reciente la de Vetilio Alfau Durán: "El Archivo de La Catedral", La Nación, 29 de enero de 1946. Desde el punto de vista práctico la información de Alfau Durán carece hoy de validez pues el archivo fue reorganizado hace unos 15 años por el entonces vicario Antonio Camilo. Los fondos fueron reubicados desde cajas a archivadores metálicos. Los registros de bautismos, óbitos y matrimonios se encuentran en gavetas especiales, en gran parte con índices anexos. Los registros de bautismos constan de 50 libros, entre 1590 y 1892; los de óbitos y matrimonios se encuentran juntos, entre 1590 y 1601 y de 1610 a 1642; los más antiguos de matrimonios datan de 1644 y los de entierros de 1666. En la organización previa los libros de bautismos, óbitos y matrimonios se localizaban en el estante B, con un total de 80 cajas. Estos registros incluyen los libros correspondientes de las cuatro parroquias en que se dividía la ciudad de Santo Domingo hasta 1930, trasladados a causa del ciclón de San Zenón: Santa Bárbara, San Carlos, San Antonio y El Carmen; las parroquias de Santa Bárbara y San Carlos eran las únicas otras de lo que hoy es la ciudad durante el periodo colonial. De la misma manera esta sección se ha nutrido de libros parroquiales antiguos de El Seybo, Hincha, Higüey, Baní y otras poblaciones. El antiguo estante A, dividido en 40 cajas, contenía la correspondencia del arzobispo con el Vaticano, el gobierno dominicano y los párrocos. En el antiguo estante C, de 80 cajas, se reunían materiales disímiles, que incluían, entre otros, libros de las instituciones educativas, libros de capellanías, actas y resoluciones del Cabildo Eclesiástico, expedientes matrimoniales, expedientes sacerdotales, documentos pontificios, cartas pastorales, circulares y memorias de los arzobispos y sus sustitutos. Por último, hay un volumen considerable de fotos e impresos, antes localizados en el estante D, de 40 cajas. 78) ARCHIVO DEL ARZOBISPADO Se encuentra en el mismo edificio que el Archivo Histórico del Arzobispado, pero este se halla en la Cancillería del Arzobispado. Está integrado de documentación reciente, de unos cuarenta años de antigüedad a lo sumo, que la institución considera vigente para fines prácticos. Tiene unos 30 archivadores de cuatro gavetas cada uno. Tampoco consta de instrumentos descriptivos. Algunos de los fondos más importantes son la correspondencia oficial con la Santa Sede, el gobierno dominicano, las órdenes religiosas y los párrocos, así como los Nombramientos con sus libros manuscritos y de expediciones, los Decretos y los Matrimonios y Dispensas Matrimoniales. ARCHIVOS PARROQUIALES En todas las parroquias del país existen archivos, pero en su mayoría los fondos son de procedencia reciente. Algunas parroquias, en cambio, han logrado conservar registros demográficos desde la época colonial o inicios del siglo XIX. Se ha centrado la atención en algunos de los fondos con documentación más antigua. 79) ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTIAGO Catedral de Santiago, Parque Duarte. 582-2563. Contiene registros de bautizos, matrimonios y defunciones desde fines del siglo XIX. Está en la actualidad integrado al archivo de la diócesis de Santiago, contentivo de correspondencia con el arzobispo, los párrocos, instituciones de la ciudad y la provincia, etc. 80) ARCHIVO PARROQUIAL DE LA VEGA Catedral de La Vega, Parque Duarte. 573-2601. Carmen O. Peña. También conocido como Archivo de la Catedral. Está compuesto básicamente, como los demás, de actos de registro demográfico. Tiene la importancia de que La Vega cubrió extensas zonas contiguas en tiempos anteriores. Además de los correspondientes al obispado, contiene documentos civiles diversos relativos a la historia local y regional. 81) ARCHIVO HISTORICO DE LA PARROQUIA DE BANI Casa Parroquial, calle Sánchez (frente al Parque Central). 522-5892. Jorge González Bonilla, presbítero canciller. Al igual que los restantes, su importancia radica en los registros demográficos, de los más antiguos del país, pues se inician en la segunda mitad del siglo XVIII. Como los demás del género, consta esencialmente de los libros de bautismos, matrimonios y óbitos. Los libros de bautismos se inician en 1768 y llegan a la actualidad en forma íntegra; son los únicos que tienen índices actualizados. Los obituarios tienen dos partes: la primera cubre de 1771 a 1827 y la segunda arranca de 1845 hasta la actualidad. Los libros de matrimonios se inician en noviembre de 1803 hasta la actualidad. La documentación no demográfica en su mayor parte fue trasladada al Archivo Histórico del Arzobispado y una parte que permaneció en este archivo fue destruida en base a supuestos vinculados a la renovación institucional de los años 60. 82) ARCHIVO PARROQUIAL DE BAYAGUANA Iglesia del Santo Cristo de Bayaguana, 525-1482. Lorenzo Vargas. Contiene los registros demográficos más antiguos del país después de los existentes en la catedral de Santo Domingo pues se inician en el siglo XVII, tras la fundación de la villa. Los libros más antiguos se trasladaron al arzobispado. Los registros demográficos que conserva se inician hacia 1902. Contiene asimismo papeles varios de la parroquia desde un momento indeterminado. 83) PARROQUIA SAN DIONISIO DE HIGUEY Basílica. Calle A. Guerrero. 554-2291. Contiene los registros demográficos más antiguos fuera de Santo Domingo. Además de eje demográfico del extremo oriental, la población alberga un conocido santuario, por la parroquia contiene información relativa a variados aspectos de la vida regional. Los libros de bautizos comienzan en 1723. 84) ARCHIVO PARROQUIAL DE YAMASA Calle Principal. 525-0794. Similar a los otros localizados en la porción oriental del país, aunque la aldea no existía en el periodo colonial. Por eso los registros son más tardíos, iniciándose en la segunda mitad del siglo XIX. 85) ARCHIVO PARROQUIAL DE SAN JOSE DE LAS MATAS Padre Espinosa 30. 578-8277. Ramón Max Espinal. Organizado antes de 1970. Tiene la importancia de que San José de las Matas era la principal población durante el periodo colonial de la zona denominada La Sierra, de bastante peso demográfico. Cuando fue fundada, la parroquia tenía jurisdicción, además de La Sierra, sobre gran parte de lo que hoy se denomina Línea Noroeste, es decir el conjunto del territorio al oeste de Santiago hasta el de la parroquia de Monte Cristy. Además de las actas de bautismo, matrimonios y fallecimientos, contiene materiales relativos a la vida económica, como manumisiones de esclavos. 86) ARCHIVO PARROQUIAL DE PUERTO PLATA Calle Separación. 586-2362. Los libros de bautismo existen en las siguientes fechas: 1811-1821, 1826-1836, 18461857, 1877-1890, 1900-1918; las de matrimonios: 1868-1906, 1917-1924; y las de defunciones: 1841-1858, 1867-1907. 87) PARROQUIA INMACULADA CONCEPCION DE COTUI Calle Mella, frente al parque Duarte. 585-2213. Rafael Delgado. Una de las más antiguas del país. Consta fundamentalmente de los actos de bautismos, a partir de 1814 (115 libros), y los de matrimonios, a partir de 1844 (30 libros). Otros documentos fueron trasladados al Archivo Histórico del Arzobispado. ORDENES RELIGIOSAS Los archivos de las órdenes actualmente existentes en el país no tienen materiales antiguos debido a que todas ellas abandonaron el país después del Tratado de Basilea o la ocupación haitiana. Con posterioridad a la Independencia, la inestabilidad política dificultó la reimplantación de órdenes, al tiempo que Fernando A. Meriño, jefe de la Iglesia en las últimas décadas del pasado siglo y los primeros años del presente, se opuso exitosamente a su retorno por consideraciones de nacionalismo. 88) ORDEN DE FRAILES MENORES CAPUCHINOS Parroquia San Francisco de Asís. Sabana Larga 12, Ensanche Ozama, Santo Domingo. 594-4684. José María Guerrero. La documentación se inicia desde la instalación de la orden, en 1909. Incluye resoluciones de la curia provincial y vice-provincial, de las asambleas en América Latina y de las conferencias de capuchinos en el Caribe, América Central y México. Tiene tres archivadores divididos en expedientes personales y temáticos, sin indizar. 89) ARCHIVO DE LA PROVINCIA DE LAS ANTILLAS DE LA COMPAÑIA DE JESUS Curia de la Casa Provincial. Correa y Cidrón 28, Santo Domingo. José Saco y José Luis Sáez. Todavía está dividido en dos secciones: el Archivo de la Provincia (APA) y el Archivo Histórico de la Provincia (AHA). El segundo está supuesto a integrarse al primero y se encuentra bajo custodia de José Luis Sáez. Contiene documentación original a partir de 1936, fecha en que se reinstaló la orden en el país hasta el establecimiento de la Viceprovincia en 1961. Contiene sobre todo materiales de las parroquias de Dajabón y Loma de Cabrera así como de la residencia del Santo Cerro, avanzadas de la orden, junto a expedientes personales. Cuenta asimismo con copias de documentos de la sede central de la Compañía en Roma, correspondientes al siglo XVIII. Tiene dos archivadores de cuatro gavetas, en parte bajo inventario. El Archivo de la Provincia comenzó a organizarse en 1963, a poco de establecerse la sede vice-provincial, elevada a Provincia en 1968. Está catalogado por obras: colegios, parroquias, seminario. También tiene expedientes personales, de vivos y difuntos, actas, consultas y correspondencia oficial con Roma, los obispos y el gobierno dominicano. Consta de 13 archivadores de cuatro gavetas, todos con sus correspondientes índices por expedientes. El acceso requiere de autorización del provincial. José Luis Sáez da cuenta de aspectos de los fondos en Los jesuitas en la República Dominicana, 2 vols., Santo Domingo, 1988. 90) ORDEN DE LOS PREDICADORES Parroquia Santo Tomás de Aquino. Av. Independencia 103, Santo Domingo. 689-7713. Luis Oregui, vicario, y José Rodríguez, archivero. Aunque la orden operó en el país entre 1510 y 1822, de esos siglos todos los documentos se encuentran en la Provincia de España (centro y norte), en Roma y otros archivos. Reinstalada en el país en 1954, sus fondos incluyen actos de los superiores, correspondencias, reuniones de la provincia, destinos y la dirección del Liceo Ulises Francisco Espaillat de Santiago. No tiene instrumentos descriptivos. 91) SOCIEDAD DE MISIONES DEL SAGRADO CORAZON Despradel 15, Los Prados, Santo Domingo. 566-6998. Los documentos se inician en 1936, fecha en que la orden comenzó las actividades en el país. Contiene expedientes de sus miembros, casi todos canadienses al inicio y ahora muchos dominicanos, correspondencia con Roma y Quebec y los obispados del país, así como expedientes por obras, con su historial correspondiente. Tiene cuatro archivadores e índice alfabético-numérico por asuntos. ANEXO ALGUNOS ARCHIVOS EN EL EXTERIOR ESPAÑA Para los siglos coloniales, con excepción de los fondos arriba referidos, el grueso de la documentación se encuentra en archivos españoles. En otros países comienza a localizarse material de importancia desde el siglo XVIII, señaladamente en Francia a causa de la importancia que para ella tenía la colonia de Saint Domingue. Respecto al siglo XIX se encuentran abundantes fuentes en Inglaterra, Francia, España y Estados Unidos. El material en Estados Unidos se prolonga a todo el siglo XX. ARCHIVO GENERAL DE INDIAS. Sevilla. En lo fundamental los fondos se inician tras la creación del Consejo de Indias, en 1523, aunque contienen materiales de Santo Domingo entre 1492 y 1821. Se localiza principalmente en la sección Audiencia de Santo Domingo, dividida en partes secular (civil y militar) y eclesiástica, con unos 2,300 legajos. Porciones de estos legajos se refieren a Puerto Rico, Cuba y Venezuela. También es importante la sección Patronato, relativa a la etapa antillana de la expansión española y la inicial de México, con unos 300 legajos. Otras secciones son Justicia, Indiferente General, Contaduría, Contratación, Escribanía de Cámara, Estado y Casa de Alba. No tiene catálogos, sino inventarios someros, con excepción de Patronato y Mapas y Planos. ARCHIVO DE PROTOCOLOS DE SEVILLA. Contiene información sobre transacciones comerciales entre España y Santo Domingo desde la época de la conquista. Para Santo Domingo es de importancia durante el siglo XVI. Sobresale la Escribanía de Alonso de Cazalla, que cubre el grueso de la primera mitad del siglo XVI. ARCHIVO DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA Sobresale, para estos fines, la sección Tumbo de los Reyes Católicos (hasta 1515). ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE SEVILLA Debe contener información de la primera mitad del siglo XVI, mientras el obispado de Santo Domingo fue sufragáneo del Arzobispado de Sevilla, lo que concluyó en 1544, con la creación del Arzobispado de Santo Domingo. ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS. Valladolid. En la sección Reyes Católicos todavía se encuentra la mayor parte de la documentación previa a la creación de la Real Audiencia de Santo Domingo, en 1511. Para la primera mitad del siglo XVI son de importancia las secciones Guerra Antigua y Guerra Moderna, con expedientes de servicios de personajes relevantes. Para el siglo XVIII sobresale la sección Secretarías de Estado, debido a la pérdida de importancia del Consejo de Indias, bajo Felipe V. También son de anotarse las secciones Consejo Real de Castilla y Patronato Real. Sólo algunas secciones constan de catálogos. ARCHIVO HISTORICO NACIONAL. Madrid. En la sección Consejo de Castilla hay documentación de los siglos XVI y XVII. El siglo XVIII básicamente se encuentra en Ministerio de Ultramar y el periodo de Reincorporación a España, o Anexión, 1861-65, en Ultramar. Por último, cuenta con una documentación pequeña en Inquisición. Hay catálogo somero. BIBLIOTECA NACIONAL. Madrid. En la sección Manuscritos se encuentran donaciones de oidores y otros funcionarios en América de todo el periodo de dominación española. Hay catálogo actualizado. REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. Madrid. Básicamente interesa la Colección Muñoz, contentiva de copias y originales de documentos de los siglos XVI al XVIII. No pocos originales de los documentos copiados se han perdido. Tiene catálogo. ARCHIVO MILITAR. Segovia. Debe contener datos de las unidades militares del siglo XVIII, cuando existió el Regimiento Fijo de Santo Domingo. ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGON. Barcelona. En varias secciones se encuentra documentación de Santo Domingo, sobresaliendo la Compañía de Barcelona, entidad que gozó de franquicias monopólicas a mediados del siglo XVIII. ARCHIVO DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES. Alcalá de Henares. Por una parte contiene la documentación diplomática de los años 1821 a 1860 y, por la otra, desde 1865 hasta aproximadamente 1950, que incluye la sección consular. ESTADOS UNIDOS NATIONAL ARCHIVES AND RECORD ADMINISTRATION. Washington. Contiene series íntegras de la correspondencia diplomática y consular con República Dominicana, que se inicia regularmente poco después de la independencia nacional, en 1844. Se ofrece en venta en microfilmes. Otra sección de importancia es la de Marina, donde se encuentra la correspondencia del Gobierno Militar de Ocupación (1916-1922). MARINES CORP HISTORICAL CENTER. Washington. Dada la asignación del gobierno militar de 1916-22 a la Infantería de Marina, en este archivo se encuentran materiales consignados por Bernardo Vega acerca de República Dominicana. Entre ellos hay narraciones grabadas y expedientes personales de oficiales y soldados. BIBLIOTECA EISENHOWER. Abilene, Kansas. Se encuentran correspondencias, memorandums y notas del presidente estadounidense, casi todos de la década de 1950. BIBLIOTECA JOHN F. KENNEDY. Boston. Al igual que la anterior, relativa a actos gubernamentales de ese presidente estadounidense. Los documentos más importantes se refieren a la fase final de la dictadura de Trujillo y la transición hacia un nuevo sistema político. BIBLIOTECA LYNDON B. JOHNSON. Texas. Actas, memorandums y documentación diversa en que intervino el presidente de los Estados Unidos, en especial relacionada con la invasión de 1965. Todavía hay material parcialmente clasificado. FRANCIA ARCHIVES NATIONALES. Paris. Se encuentran documentos variados sobre los siglos XVI al XIX y parte de la documentación diplomática de los siglos XIX y XX. MINISTERE DES AFFAIRES ETRANGERES. París. Contiene la correspondencia diplomática y consular de Francia en los siglos XIX y XX. BIBLIOTEQUE NATIONALE. París. Manuscritos de libros y otros textos, sobre todo del siglo XVIII. INGLATERRA BRITISH MUSEUM Se han reportado documentos de variados tipos. FOREIGN OFFICE. En el Public Record Office se la documentación diplomática desde mediados del siglo XIX. CUBA ARCHIVO NACIONAL DE CUBA. La Habana. Hay varios fondos con material procedente de República Dominicana. Sobresale la sección Audiencia de Santo Domingo, con documentos sobre todo de la segunda mitad del siglo XVIII. En la sección Asuntos Políticos hay bastante documentación oficial posterior al Tratado de Basilea de 1795. Se debe ver también el Archivo de Máximo Gómez. BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA Aunque no se reportan hasta el momento manuscritos, contiene una colección de folletos dominicanos de fines del siglo XIX e inicios del XX. INSTITUTO DE LITERATURA Y LINGUISTICA. La Habana. Archivo Personal de la Familia Henríquez Ureña. Contiene correspondencia de los integrantes de la familia desde 1877 hasta 1973. También tiene originales de obras literarias, ensayos, conferencias, etc. Está descrito: Marcia Castillo Vega, Catálogo del Archivo Personal de la Familia Henríquez Ureña, Santo Domingo, 1994. Una parte considerable de los fondos se ha editado recientemente: Arístides Incháustegui y Blanca Delgado Malagón (comps.), Familia Henríquez Ureña. Epistolario, Santo Domingo, 1994. HAITI ARCHIVES NATIONALES. Port-au-Prince. Contiene documentación dominicana de la primera mitad del siglo XIX, en especial del periodo de la dominación haitiana (1821-1844). Gran parte de la documentación se ha perdido o se encuentra en pésimo estado. Hasta donde se ha podido establecer, no hay instrumentos descriptivos. BIBLIOTECA DE LOS PADRES DE SAINT LOUIS GONZAGUE. Port-au-Prince. Entre los materiales que contiene cabe destacar las colecciones de periódicos haitianos de la primera mitad del siglo XIX. No se ha reportado la existencia de manuscritos relativos a los dominicanos. PUERTO RICO ARCHIVO GENERAL DE PUERTO RICO Contiene documentación dominicana, especialmente relativa a los emigrados de finales de la primera década del siglo XIX. En la prensa puertorriqueña de fines del XIX e inicios del XX colaboraron intelectuales dominicanos. UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO. RECINTO DE RIO PIEDRAS Centro de Investigaciones Históricas. Fondo Santiago Michelena. Donativo de la familia Michelena, de origen puertorriqueño. Contiene información empresarial de las compañías de la familia y otros materiales. Se encuentra en el Centro de Investigaciones Históricas. Tiene catálogo. Archivo del Bufete de Francisco J. Peynado. Reciente adquisición de la Escuela de Derecho, en contravención con principios reconocidos en la materia. Es el más importante de República Dominicana en su género durante las primeras tres décadas del siglo XX. El bufete pasó a ser dirigido, desde fines de los años 20, por Julio Peynado, hijo del fundador. Presumiblemente contiene más de 10,000 expedientes de clientes, entre los cuales sobresalen compañías extranjeras. Está en proceso de catalogación y aún no abierto al público. 1 Información de M. H. Trouillot, su antiguo director, febrero de 1979. 2Gilberto Sánchez Lustrino, "Los archivos dominicanos", Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN), I (1938), 3-13. 3 En varios juicios de residencia y visitas se tomaba control de la documentación, al advertirse la dificultad de su conservación durante cierto tiempo. Información de Raimundo González. 4 A diferencia de los bucaneros y piratas, que aparentemente destruían toda la documentación que hallaban, los invasores haitianos respetaban los archivos eclesiásticos; en cambio, en principio se esmeraron en destruir documentaciones gubernamentales, siguiendo la tradición anti-esclavista. 5 Partes de los fallos durante el periodo de dominación haitiana han sido publicados por Ramón Lugo Lovatón, en "Sentencias penales de la época haitiana, de 1822 a 1831", BAGN, desde XVI (1953), 329-353. Estas fuentes han sido usadas para reconstruir episodios políticos, como el conato de sublevación contra el gobierno haitiano en 1823: Emilio Rodríguez Demorizi, "Apuntes y documentos. La revolución de Los Alcarrizos", BAGN, III (1940), 136-142. 6 Fue el caso del incendio del Palacio de Justicia en 1928, lo que se atribuyó a Rafael Leonidas Trujillo, entonces jefe del ejército, con el fin de borrar evidencias de actos delictivos de familiares. 7 Comienza en "Archivo General de Bayaguana, 1607-1920. Catálogo", BAGN, XX (1957), 156-174. Para una orientación sobre las sucesivas partes publicadas del catálogo, véase Tobías Cabral, Indice de Clío y del Boletín del Archivo General de la Nación, Santo Domingo, 1972, 134. 8 La autora de los catálogos hizo una descripción analítica de uno de los fondos: María Ugarte de Brusiloff, "El Archivo Real de Bayaguana", BAGN, V (1942), 155-163. 9 Por ejemplo, "Insurrección de negros esclavos, 1812-1813", BAGN, IX (1946), 285-288. Se trata de un documento proveniente del Archivo Real de Monte Plata. 10 Se han publicado selecciones de estos documentos: "Archivo Real de Higuey", BAGN, IX (1946), 157-172; "Archivo Real de Bayaguana", BAGN, IX (1946), 173-190. 11 Del Directorio se puede inferir que no siempre los invasores haitianos de 1805 atacaron todos las oficinas u otros locales, como los de templos parroquiales. No se registran destrucciones significativas en las invasiones haitianas de 1801 y 1822. Pero sí es posible que las hubiera en las incursiones en zonas próximas a la frontera, entre 1844 y 1856. 12 En 1849, por ejemplo, se quemó por accidente el archivo de la Parroquia de San Carlos, todavía villa vecina de la ciudad amurallada, hecho de consecuencias irreparables para la historia demográfica. Para referir un caso intencional, en 1900 se quemaron fondos de mediados del XIX por ser "muy viejos", entre los que se citan las actas de la Junta Central Gubernativa, primer gobierno dominicano de 1844, así como las de la Asamblea Constituyente de San Cristóbal, del mismo año. G. Sánchez Lustrino, "Los archivos", 5-6; Eliseo Grullón, "Acerca del Archivo Nacional", BAGN, VII (1944), 310-313. 13 Un primer inventario de los documentos existentes en la catedral está reproducido por Emilio Rodríguez Demorizi, "Apuntes y documentos. Inventario de la Catedral de Santo Domingo", Clío, XIV (1956), 45-59; véase, además, a Vetilio Alfau Durán, "El Archivo de la Catedral", La Nación, 29 de enero de 1946. 14 "Fondos del Archivo de la Nación, Documentos de la época colonial, 1733-1795," BAGN, VIII (1945), 8-22. 15 "Documentos del Archivo Nacional de Cuba", BAGN, XI (1948), 55-69, 160-167, 382-399; XII (1949), 25-37, 194-207, 326-339. 16 No se ha logrado establecer la causa de que no se localicen los libros de protocolos hasta la segunda década del XIX. Probablemente se trasladaron a Cuba o a España, pero no hay informes de su existencia en archivos de esos países. 17 Explicación que se debe a comunicación de Raimundo González. Añade que la revisión de la comisión de composición que él realizó en el Archivo General de Indias le permite concluir que anteriormente la generalidad de propietarios carecían de títulos. 18 Los estudios que se han publicado en base a ellos están concebidos desde un ángulo jurídico, aunque algunos contienen información histórica. Véase, por ejemplo, Alcibíades Alburquerque, Títulos de los terrenos comuneros en la República Dominicana, Ciudad Trujillo, 1961. 19 "Registros del Estado Civil, 1807-1923", BAGN, XX (1958), 237-242. 20 Información de Manuel Valera. 21 Desde muy pronto se editaron partes de esos materiales. Para el área judicial, por ejemplo, véase Colección de las sentencias dictadas por la Suprema Corte de Justicia de la República desde agosto de 1965 a la fecha, Santo Domingo, vol. I, (1875). 22 La más conocida, debido a la publicación de gran parte de su catálogo, es la serie de Relaciones Exteriores. Cubre gran parte de los números del órgano del AGN, iniciándose en "Indice general de los libros copiadores de oficios de la Secretaría de Relaciones Exteriores", BAGN, I (1938), 65-84. 23 Tal tipo de material, emitido entre 1844 y 1860, constituye el grueso de los volúmenes editados bajo dirección de Manuel A. Peña Batlle en 1944 con motivo del centenario de la Independencia. 24 "Fondos de la Anexión a España, 1861-1865. Catálogo, Archivo General de la Nación, Sección G", BAGN, XIX (1956), 162-239, 260337. 25 Por ejemplo, al retornar la administración de Aduanas al Estado dominicano, en 1940, se recibió el archivo de la Receptoría General de Aduanas, existente desde 1905 hasta ese año. Se encuentra en el AGN en unos 20 archivadores. La documentación propiamente financiera yace en el Banco de Reservas, debido a la adquisión por este de la sucursal del National City Bank, que hizo las veces de agente fiscal durante alrededor de 30 años. Véase Roberto Saladín. Historia del Banco de Reservas de la República Dominicana, 1941-1981, Santo Domingo, 1982. 26 Como se observa en el Directorio, hay una sección del AGN que reúne una documentación de algunas de las reparticiones centrales entre 1916 y 1924. Aunque consta de catálogo, no parece que haya sido publicado. Los anexos de las secretarías de estado siguieron engrosándose al igual que antes en los años previos. 27 Detalles adicionales sobre los precedentes se ofrecen en el Directorio. 28 Desborda las posibilidades de este escrito detallar el espectro de fuentes editadas en aquellos años, que es considerable. Baste señalar que Emilio Rodríguez Demorizi, el principal compilador, editó decenas de volúmenes de fuentes. Para la época colonial destacan Relaciones históricas de Santo Domingo, 3 vols., Ciudad Trujillo, 1942-1956; para la primera fase del Estado nacional, Documentos para la historia de la República Dominicana, 3 vols., Ciudad Trujillo, 1944-1959. En la segunda mitad de los años 50 la Academia promovió la edición de varias colecciones: entre otros véase de Marino Incháustegui, Documentos para estudio, 2 vols., Buenos Aires, 1957; del mismo autor, Reales cédulas y correspondencia de gobernadores de Santo Domingo, 6 vols., Madrid, 1958. 29 Antonio Delmonte y Tejada, Historia de Santo Domingo, 4 tomos, Santo Domingo, 1892. 30 Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, Documentos históricos provenientes del Archivo de Indias, 5 vols., Santo Domingo, 19241929. 31 Hasta donde se puede juzgar, la labor tangible de Centromidca en relación al AGN se redujo a la reproducción de unas pocas colecciones de periódicos del siglo XIX. Una parte de los microfilmes se han arruinado por la ausencia de criterios para su conservación. 32 El fondo ha sido ya descrito por Humberto García Muñiz, "El Bufete Corporativo Peynado y Peynado de la República Dominicana y su importancia para los estudios caribeños", Río Piedras, Instituto de Estudios del Caribe, agosto de 1994. 33 Una nieta de Francisco J. Peynado propuso, con autorización de su padre, Julio Peynado, que el archivo se declarara patrimonio del Estado. Josefina Peynado, "Mi oposición a la venta de la Biblioteca y Archivo de Francisco J. Peynado Huttlinger (Pancho), 1867-1933", Listín Diario, 19 de octubre de 1992. Posiblemente por este alegato, el presidente Joaquín Balaguer emitió el decreto 334-92, del 16 de noviembre de 1992, en que declara dicho fondo "riqueza histórica de la nación", prohibiendo expresamente su traslado fuera del país y creando una comisión dirigida por el presidente de la Academia Dominicana de la Historia. Que se sepa, dicha comisión no ha dado ningún paso ante la venta del acervo. Se agradece información al respecto a Emilio Cordero Michel. 34 En el Museo de las Casas Reales, por ejemplo, existen copias de grandes partes de las colecciones de Marino Incháustegui y César Herrera, además de documentos copiados por Pedro Julio Santiago y la misión dirigida por Vicente Rubio, todos provenientes de España. La Fundación Cultural Dominicana adquirió microfilmes de gran parte de la correspondencia diplomática estadounidense del siglo XX. En la Casa de Francia hay copias de una parte de la correspondencia de la legación diplomática francesa en el país desde el siglo pasado. 35 José Manuel Hernández, "La acción cultural de los archivos municipales canarios: ¿utopía o evidente necesidad?". Comunicación al IV Coloquio de Historia de las Islas del Atlántico, Gran Canaria y Tenerife, 9-14 de octubre de 1995. 36 No significa que dichos textos no contengan aportes. Al menos pueden útiles para derivar mecanismos del protagonismo de las élites políticas regionales. Para diversos casos, véanse: Guido Despradel y Batista, Historia de la Concepción de La Vega, La Vega, 1938; José Altagracia Robert, La evolución histórica de Barahona, Ciudad Trujillo, 1953; Miguel Angel Monclús, Historia de Monte Plata, Santiago, s. f. 37 La literatura al respecto tiene más calidad, tal vez sobre todo por su connotación literaria. Hay antecedentes en forma de memorias, como Emilio Joubert, Cosas que fueron, Ciudad Trujillo, 1936. Aparecen luego obras acabadas, sobresalientes en la historiografía nacional: por ejemplo, Sócrates Nolasco, Viejas memorias, Santiago, 1941; Francisco Moscoso Puello, Navarijo, Ciudad Trujillo, 1956. Posteriormente se desarrolló una abundante producción que, además de Santo Domingo, incluye a una buena parte de las poblaciones. Por ejemplo, Pedro R. Batista, Santiago a principios de siglo, Santo Domingo, 1976; Felipe González López, Leyendas y tradiciones puertoplateñas, Ciudad Trujillo, (1955); Sigfrido Objío, Baní, cosas antiguas, Ciudad Trujillo, 1958. 38 Entre otros se puede destacar el de José Antonio Sosa Jiménez, Hato Mayor del Rey, Santo Domingo, 1993. Entre sus aportes, este libro contiene información abundante acerca del bandidaje político y social de inicios del siglo XX. 39 En base a otras fuentes, Pedro San Miguel ha trabajado la historia agraria del Cibao, medio de establecer generalizaciones para el resto del país. Véase "The Dominican Peasantry and the Market Economy: The Peasants of the Cibao, 1880-1960", Tesis de doctorado en historia, Universidad de Columbia, New York, 1987. 40 Ya se han efectuado levantamientos de porciones de esos materiales. Por ejemplo, Emilio Cordero Michel, María Filomena González y quien esto escribe han fichado correspondencias sobre el bandidaje político a inicios del siglo XX y la resistencia rural a la intervención militar norteamericana de 1916. 41 Ejemplos sobresalientes son los volúmenes de Jaime Domínguez sobre el proceso político posterior a la Independencia: vgr. el último de ellos, La sociedad dominicana a principios del siglo XX, Santo Domingo, 1994. 42 Constituye la excepción a la regla la investigación realizada por María Angustias Guerrero en base a los ramos de Interior y Policía y Trabajo del AGN: Tras las huellas. La mujer dominicana en el mundo del trabajo, 1900-1950, Santo Domingo, 1991. 43 Un resultado de su parcial revisión es mi libro Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana, Santo Domingo, 1990. 44 Quien ha tenido mayor oportunidad, por lo visto, de consultar dicho depósito es Bernardo Vega. Véase, por ejemplo, Trujillo y Haití, t. I, Santo Domingo, 1986. DE LOS ARCHIVOS EN REPUBLICA DOMINICANA Roberto Cassá No es preciso insistir en la importancia que tiene la conservación de acervos documentales para una comunidad. La misma reviste una doble dimensión: por una parte, utilitaria, expresión de la institucionalización del estado y de la sociedad; más allá, se trata de un requerimiento de cultura, componente de la reproducción prospectiva de sentidos de cohesión. En lo que toca a la conformación de archivos, ambas dimensiones han registrado consuetudinariamente graves déficit en República Dominicana. La labor de archivística histórica apenas comenzó hace unos sesenta años, pero los logros alcanzados se han revertido. Hoy, como parte de la degradación inaudita de las funciones estatales y de los vacíos en la sociedad, la situación acusa niveles de desastre, lo que no constituye un fenómeno inédito. Valiosos fondos continúan sometidos a riesgos de destrucción o se degradan de manera acelerada. No existen medios ni instrumentos descriptivos para la ubicación de fondos y la determinación de su contenido, salvo en una parte de los que se encuentran en el Archivo General de la Nación. La actual debilidad de la archivística no hace sino culminar un sempiterno proceso de restringida emisión de documentos, de ausencia de cuidado en su conservación y de destrucciones sistemáticas. De la evaluación de la situación se derivan medidas dirigidas a detener la pérdida de fondos de valor y a que los existentes se pongan adecuadamente al servicio de la población y de los investigadores, en lo que respecta a ubicación, clasificación, inventariado y reproducción. Como el objetivo de mayores alcances de los archivos consiste en servir de memoria de la colectividad, la evaluación se hará desde el ángulo de sus potencialidades para la investigación histórica. A tal respecto, se establece un corte básico entre los períodos previos y ulteriores a la fundación del estado dominicano, en 1844. En virtud del papel estratégico de la documentación pública, este hecho significó un parteaguas en materia de emisión de fuentes y de su conservación en el país. Por lo tanto, hasta las primeras décadas del siglo XIX, grosso modo, la documentación en el exterior tiene mayor importancia que la local, aunque desde fines del siglo XVIII, fue cobrando peso la documentación localizada en depósitos dominicanos. La desigual riqueza de los fondos locales en los diversos periodos, junto a las potencialidades de los que se hallan en el exterior, constituyen referentes obligados para el trazado de las estrategias de la investigación histórica. Sinópsis de los emisores y fondos conservados hasta 1844 Hasta 1821, cuando se proclamó por primera vez la independencia nacional -abortada por la subsiguiente invasión haitiana- la generalidad del material documental conservado se encuentra en los archivos españoles, especialmente en el Archivo General de Indias y en el Archivo General de Simancas. Aparte de los factores favorables para la conservación en la península, debe tomarse en consideración que el centralismo metropolitano propiciaba que la documentación más sustanciosa no permaneciera en la isla. También en Francia e Inglaterra, sobre todo en el primer país, hay materiales de importancia relativos a las relaciones entre las colonia francesa y española de la isla durante los siglos XVII y XVIII y al involucramiento de Francia en la política del país entre 1795 y 1809, incluyendo el gobierno de 1802-1808. El material existente en los archivos ingleses se relaciona a la atención comercial que ese país prestó al país desde fines del XVIII y a su participación directa en diversos episodios. La importancia marginal que, en los hechos, concedieron las autoridades haitianas a lo que denominaban "Partie de l’Est", entre 1822 y 1844, se expresó en la escasa emisión de documentación pública en ese periodo. En los Archives Nationales de Port-auPrince, hasta donde se puede saber en la actualidad, es bastante reducido el material dominicano.1 Como en otras demarcaciones del imperio español, en la colonia de Santo Domingo las principales instituciones emisoras de documentos fueron las dependencias de la administración pública. Resaltan la Real Audiencia, creada en 1511, junto a las oficinas de la Real Hacienda y la tropa profesional que comenzó a operar a inicios del siglo XVII. Fuera de estas instancias, en el centro administrativo únicamente sobresalieron dos más: la Iglesia Católica, a través del Arzobispado y su Cabildo; y el Cabildo de Santo Domingo, medio sempiterno de cohesión de la élite terrateniente criolla. Adicionalmente a estos aparatos centrales, se encontraban, en primer término, los de autoridad local, básicamente los alcaldes y los cabildos de las villas. El otro gran conjunto lo conformaban los organismos de la Iglesia: las parroquias y las órdenes, estas últimas con sus superiores en la ciudad de Santo Domingo. No parece que hubiese otros focos importantes de emisión de documentación escrita a lo largo de los siglos coloniales.En una población casi universalmente analfabeta, la circulación de documentos competía básicamente a relaciones de autoridad y transacciones legales o se confinaba al ámbito eclesiástico. Hay razones para pensar que los estrictos criterios que pautaban el estamento burocrático imperial no se aplicaron con escrupulosidad en el espacio insular. Aparte del aludido centralismo metropolitano, esto explicaría la diferencia entre la abundante documentación conservada en la península y la contrastante cuantía mínima conservada en el interior del país. La burocracia colonial se caracterizó desde el principio por el ejercicio de graves irregularidades, al amparo de la distancia que la protegía de los intereses del centro. Aunque no existen informaciones explícitas en cuanto al desinterés por conservar la documentación, este se puede derivar de los grados de precariedad en que se desenvolvían las élites dirigentes. Cabría considerar, adicionalmente, el grado rampante de incultura característico de la vida colonial, contrastante con los mitos tan socorridos en la historiografía conservadora. La síntesis tradicionalista ha aducido, para explicar la pérdida de fondos, los efectos catastróficos de la cesión de la colonia a Francia por medio del Tratado de Basilea, en 1795. No cabe duda que este hecho tuvo consecuencias marcadas, pero no explica los vacíos in situ de registros de las oficinas centrales. Basta traer a colación que los fondos de la Audiencia trasladados a Cuba apenas arrancaban de la cuarta década del siglo XVIII. Dado que Francis Drake destruyó los archivos en 1586 y que posteriormente no se produjo ninguna otra ocupación enemiga de la ciudad amurallada, se comprueban otras causas en la pérdida de la documentación pública durante casi siglo y medio. No es casual, por lo demás, que no se conservaran muchas otras fuentes, lo que no puede ser achacado con exclusividad a la acción de bucaneros, piratas, corsarios e invasores haitianos. Todos ellos, ciertamente, tuvieron su elevada cuota destructiva en diversos puntos de la isla, pero no puede absolutizarse al respecto. Hay indicios en demasía acerca de la escasa estima de los españoles y dominicanos por el acervo documental insular: por ejemplo, a raíz del traslado de los archivos coloniales a Cuba en 1796, se señala la pérdida de numerosos documentos de la Iglesia a resultas de negligencia en la catedral de La Habana.2 En síntesis, la pobre conservación de fuentes puede atribuirse a varios factores: en primer término, los efectos de las deficiencias administrativas a lo largo del período colonial; las incursiones enemigas de fines del siglo XVI y del conjunto del XVII; la relativa dificultad de conservación de los papeles a causa del clima húmedo y la acción de insectos;3 las guerras desencadenadas, desde los últimos años del siglo XVIII, por la revolución haitiana y el Tratado de Basilea.4 A estos factores se agregó la inestabilidad de inicios del siglo XIX, producto de la cesión a Francia. Al interrumpirse la soberanía española, algunas administraciones fueron breves o se desenvolvieron en medio de guerras, despoblación y pobreza extrema. Ninguna logró dar lugar a un proyecto estable, por lo que no resultaba factible la organización de la documentación. Los franceses miraron siempre hacia Europa y los haitianos carecían de los recursos para acometer la tarea. La debilidad extrema del estado dominicano hasta aproximadamente 1880 constituyó un ingrediente suplementario en la escasez de fuentes antiguas, agravado por la escasa valoración social de las fuentes originales. Se han informado varias destrucciones de fondos hasta inicios de este siglo, pero, en verdad, la práctica se mantiene en el presente, aunque sobre fondos que no llaman la atención en igual forma. Los cambios políticos acaecidos desde el inicio del siglo XIX trajeron consigo innovaciones en los emisores de fuentes. En lo inmediato, aparecieron los registros de Estado Civil y se amplió el funcionamiento de los notarios. Más adelante se consolidaron los registros de los ayuntamientos, como antes dotados con libros de la propiedad inmobiliaria. De igual manera, la modificación de la administración judicial para acomodarse a la tradición francesa motivó que los nuevos juzgados se hicieron importantes emisores.5 No obstante, la generalidad de la documentación inicial se perdió, en lo que gravitaron destrucciones intencionales,6 o ha quedado dispersa, lo que demanda una evaluación en detalle. Así, desde el inicio del XIX se acrecentó el espectro de emisores de fuentes y la cuantía de las conservadas, aunque siempre en cuantía limitada hasta 1844, año en que se creó la República Dominicana y comenzó a cimentarse un sentimiento de cohesión a través del estado nacional. A continuación se detallan las fuentes más importantes conservadas en el país relativas a los procesos previos a la fundación del estado dominicano. 1. Villas del Este: Bayaguana, Higüey, Monte Plata y El Seybo. Los dos primeros archivos tienen catálogos, uno de ellos parcialmente publicado.7 El último es de descubrimiento bastante reciente y aún no ha sido descrito, pero se reporta de mayor importancia que los otros. Los centenares de legajos constituyen el conjunto más apreciable de fuentes coloniales conservadas en el país. Aunque se remonta a la primera mitad del siglo XVII, la documentación significativa se inicia en la última década de dicha centuria. Como se detalla en el anexo Directorio, se trata de documentos que informan fundamentalmente sobre la vida rural: inventarios de bienes (sobre todo de hatos), testamentos y procedimientos de partición de herencias, actos de venta de tierras y esclavos, obligaciones de tributos y capellanías.8 Aparte de esos documentos más comunes se conservaron otros atinentes a conflictos sociales9 o provenientes de la Audiencia y restantes instituciones centrales.10 La mayor conservación de fondos municipales en la región Este se explica por varias razones: fue la zona menos afectada por incursiones de bucaneros y piratas y no fue alcanzada por la invasión de J. J. Dessalines -jefe del estado haitiano- en 1805;11 a lo anterior se agregó una sucesión de casualidades favorables, como la no ocurrencia de incendios, accidentales o intencionales.12 2. Fondos de la Iglesia. Sobresale, por una parte, el Archivo del Arzobispado, contentivo de los fondos de la catedral. Como se explica en el Directorio, los materiales de los siglos coloniales son relativamente escasos, con excepción de los registros demográficos, pese a que el templo mayor no volvió a ser saqueado tras la invasión de Drake.13 No deja de sorprender la escasa disposición o capacidad para la conservación de sus documentos por parte de una institución como la Iglesia, pues parece que parte considerable del material se encuentra en mal estado. En segundo término, se encuentran los archivos parroquiales. Como se observa en la selección del Directorio, contienen fundamentalmente información demográfica desde fines del siglo XVIII o, más normalmente, desde las primeras décadas del XIX; de seguro pocas parroquias (como Higüey) conservan información más temprana, aparte de las dos de la ciudad amurallada. 3. Remisión del Archivo Nacional de Cuba. Es la sección Epoca Colonial del Archivo General de la Nación, que tan solo consta de 29 legajos, básicamente de la segunda mitad del XVIII.14 Con posterioridad se remitieron copias de otros documentos de la Audiencia de Santo Domingo conservados en La Habana, algunos de los cuales han sido editados.15 4. Protocolos notariales. Como series, se inician en las primeras décadas del XIX,16 aunque incluyen, en pequeña monta, escrituras de la segunda mitad del XVIII. La mayoría de los libros de notarios se hallan en el Archivo General de la Nación (AGN), en tanto que otros han sido heredados por notarios en ejercicio o han sido depositados en los juzgados de paz. 5. Títulos de propiedad inmobiliaria. En el Archivo del Tribunal de Tierras, en sus dependencias y en los archivos municipales -que normalmente constan de una sección de Catastro, también se encuentran múltiples documentos relativos a la propiedad inmobiliaria, sobre todo escrituras, expedidos por notarios o por autoridades municipales y judiciales a partir de aproximadamente 1765, cuando se llevaron a cabo las denominadas composiciones de títulos.17 Estos documentos se encuentran insertos en diversos tipos de expedientes, generalmente formados en épocas posteriores. Los fondos casi no han sido explorados, por lo que queda pendiente una labor de determinación de las fuentes de importancia que contienen.18. Respecto a la documentación relativa a la propiedad inmobiliaria, es de destacar que a inicios de este siglo fue objeto de destrucciones sistemáticas y de falsificaciones masivas de parte de notarios. 6. Registro Civil. Existen oficinas en todas las ciudades, con varias circunscripciones en las de cierta dimensión. Los primeros registros datan de la primera década del siglo XIX, pero, como se observa en el Directorio, se generalizan décadas después. Sólo una parte de los registros se encuentra en el AGN, fundamentalmente los de Santo Domingo. Fueron trasladados a Port-au-Prince los más antiguos de varias poblaciones del suroeste, vgr. Bánica, Azua, Las Matas de Farfán y San Cristóbal, correspondientes a lapsos variados iniciados entre 1825 y 1832.19 7. Archivo de José Gabriel García. Aunque su riqueza fundamental se refiere a la segunda mitad del siglo XIX, no deja de contener materiales de importancia para periodos previos. Por ejemplo, alberga parte de la correspondencia relativa a episodios de la guerra fronteriza entre 1793 y 1795. Sin duda la generalidad de varios de esos tipos de fuentes se encuentran en depósitos hoy no inventariados, sobre los cuales habría que realizar una labor urgente de ubicación y salvamento. Por ejemplo, en los archivos municipales existen importantes fondos sobre la propiedad inmobiliaria. En los juzgados de paz, además del material propiamente judicial y de los registros de Estado Civil, se conservan múltiples protocolos notariales, generalmente sin cuidado alguno o, peor aún, sufriendo destrucciones frecuentes.20 Las fuentes a partir de la Independencia Fue únicamente tras la fundación del estado dominicano cuando comenzaron a formarse y conservarse series de carácter gubernamental. Anteriormente los originales de los documentos se remitían a las sedes del poder central, fuera Madrid, París o Port-auPrince, puesto que los archivos locales tenían una importancia accesoria. La práctica de formar series continuas de documentos, como memorias de las oficinas y sus anexos, decisiva en el acrecentamiento de la documentación pública, fue producto de los requerimientos de un estado independiente.21 De todas maneras, en sus primeras décadas de existencia, el estado dominicano se caracterizó por una precariedad extrema. Esto provocó -como se muestra en el Directorio- que no se organizaran archivos públicos, sino, a lo sumo, depósitos informes. Hasta fines de los años 60 la documentación gubernamental conservada es reducida y sólo se encuentran algunas series de secretarías de estado, como Relaciones Exteriores, Interior y Policía y Guerra y Marina,22 además de actas de los poderes legislativos y las asambleas constituyentes.23 Aunque se llevaron muchos documentos, las autoridades españolas de 1861 a 1865 dejaron importantes fondos que fueron reunidos en una sección del AGN, la que cuenta con catálogo publicado.24 La permanencia en el país de dichos papeles debió responder a la aparición de un sentido de continuidad administrativa que a su vez daba cuenta del paulatino afianzamiento de los lazos estatales. Como parte de eso último, desde poco antes de 1870 comenzaron a conservarse de manera regular los informes originales de las secretarías con los anexos y las series de correspondencias y oficios. Para los años previos básicamente sólo se conservan los informes de los incumbentes de las carteras, muchos de ellos publicados en las diversas denominaciones de la Gaceta Oficial, hebdomadario vocero del Poder Ejecutivo, que principió a aparecer en 1851. Aun así, se mantuvo una situación irregular, expresada en destrucciones reiteradas de documentación. Por ejemplo, durante la dictadura de los Seis Años de Buenaventura Báez (1868-1873) se destruyó, posiblemente por consideraciones políticas o personales, el principal depósito de documentos antiguos del gobierno, mayoritariamente compuesto de fondos provenientes de los primeros años posteriores a la Independencia. Parte de las deficiencias que tiene para la investigación la documentación del periodo en cuestión se puede subsanar, en variados aspectos políticos y económicos, a través de la correspondencia diplomática y consular de España, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos; dichas series se acrecientan a partir del reconocimiento de la independencia dominicana por parte de estas potencias. Hacia 1880, al cesar las guerras intestinas y surgir un esquema más acabado de administración, no sólo comenzó a acrecentarse la documentación gubernamental conservada, sino también la de ayuntamientos, oficialías civiles, juzgados y notarías. Aunque no se crearon nuevos depósitos ni se reorganizaron sustancialmente los existentes, la mejoría de los servicios estatales coadyuvó a la conservación. La renovada creación del cargo de archivero público en 1884 comenzó a tener un mímino de consecuencias prácticas; aunque lejos de lo satisfactorio, permitió la congregación de series en un depósito de la Secretaría de Interior y Policía. No debe dejar de mencionarse que la injerencia estadounidense en el país, a través del protectorado aduanero de 1905 hasta culminar en la dominación militar directa entre 1916 y 1924, hace que la documentación en National Archives de Washington sea de relevancia. De todas maneras, en el país se han conservado materiales valiosos,25 que incluyen porciones de la documentación de la dictadura militar estadounidense.26 El volumen de la documentación producida y conservada tendió a incrementarse en forma sostenida, llegando a su clímax durante la dictadura de Trujillo (1930-1961). Hasta la Independencia, cada uno de los fondos importantes, como máximo contienen no muchas decenas de legajos, en los finales del XIX e inicios del XX se incrementan hasta alcanzar unos pocos centenares de legajos, mientras que durante el régimen de Trujillo se suman por miles. Esta multiplicación no fue ajena a que se produjera en el periodo un proyecto despótico de corte capitalista, que, entre otras cosas, se expresó en la centralidad de la élite intelectual. El grueso de la documentación de esas tres décadas se originó en organismos del gobierno central, expresión de la centralización consustancial al sistema político. A pesar del protagonismo exagerado del aparato estatal, el contexto de modernización hizo que afloraran múltiples instituciones en la sociedad. Con todo y el enorme progreso que se manifestó en la emisión y conservación de fuentes no estatales, no todas las instituciones mantenían archivos y la mayoría descuidaron la organización y conservación de sus fondos, tras perder utilidad operativa. Tras la muerte de Trujillo resulta equívoco efectuar un balance sobre los emisores de fuentes. La restringida democratización política no se ha acompañado por institucionalizaciones sólidas de los aparatos de la sociedad y del estado. Sin duda que se han expandido las organizaciones sociales y, en la misma medida, los emisores de fuentes. Pero, al mismo tiempo, no es difícil constatar la degradación de los criterios acerca de la formación y la conservación de fondos. La destrucción de documentos ha vuelto a ser una práctica corriente de la mayoría de instituciones. Sólo una minoría de las del sector público cumplen con la ley que establece la remisión de los documentos de más de cinco años al AGN. En general, son escasas las oficinas que han creado archivos bien organizados, de los cuales en el Directorio se presenta una muestra de algunos de los más importantes. Igualmente, en la mayor parte de las empresas privadas se conserva tan sólo la documentación que se juzga con valor utilitario, efectuándose periódicas destrucciones. Las organizaciones sociales, como asociaciones profesionales, clubes, sindicatos o cámaras empresariales, raramente han organizado archivos adecuados. Otro aspecto a destacar radica en que, en no pocos casos, el acceso a esas fuentes está vedado para quienes no tienen vínculos personales con directivos o propietarios. Como consecuencia de la situación descrita, la conservación de documentación con frecuencia se deriva de iniciativas personales. Es práctica común, que se extiende hasta las alturas del poder, la formación de archivos personales paralelos, de mayor importancia que los registros regulares de las oficinas; y no es raro que cuando un directivo cesa sus funciones en una institución se lleve los papeles que considera de utilidad para sus intereses. Ahora bien, pocas veces estos fondos quedan organizados correctamente y posteriormente se destruyen, cuando se juzga que han perdido utilidad. En lo que respecta a las personas que conservan documentos con sentido responsable, no parece que su número se haya acrecentado en las últimas décadas. Todavía la existencia de archivos privados parece incipiente, si se exceptúa a algunos historiadores que han contado con determinados recursos, como los finados Emilio Rodríguez Demorizi y Vetilio Alfau Durán. Pero, en estos casos, no se trata de archivos personales, sino de archivos históricos, de especialistas de la investigación. En menor dimensión se observa algo parecido en historiadores de provincia que han formado archivos históricos, parcialmente con el fin de salvar acervos en riesgo de pérdida. Un elemento accesorio a evaluar sería la justificación final de tal práctica, correlativa con el desastre de los archivos públicos, ya que a veces los coleccionistas depredan fondos y no los ponen al alcance de otras personas. Tampoco hay formas de acceso a los eventuales acervos conservados por determinadas familias, sobre los cuales a menudo se tienen noticias tras su destrucción por motivos variados, juzgados como carga molesta y controversial. Es común que muchos fondos se oculten, por asociarse a situaciones que interesa mantener fuera del conocimiento público en la medida de lo posible. Al respecto, parece existir un culto al secreto, correlativo a la fórmula conspirativa en que se desenvuelve parcialmente la actividad política en el país; en otro sentido, esto es extensible a la actividad empresarial. Pese a las destrucciones intencionales, agravadas por la defectuosa o nula relación del AGN con la sociedad, se ha podido detectar la existencia de una apreciable documentación dispersa, cuya eventual utilización por parte de los investigadores requeriría un sistemático trabajo de ubicación, catalogación, copiado y conservación. Ahora bien, esto requeriría de una ardua labor, así como de vencer reticencias de variados tipos e invertir sumas significativas de recursos, lo que actualmente no se hace ni siquiera para la conservación de las fuentes que yacen en el AGN. Organización de los archivos En razón de lo antes expuesto, no fue casual que la organización de la archivística histórica se dispusiera bajo la dictadura de Trujillo. Previamente tal concepto era desconocido en el país, ya que el gobierno se limitaba a conservar documentos con finalidad administrativa y utilitaria, pero nunca con un sentido historiográfico o de acervo cultural. En 1935 se creó por ley el Archivo General de la Nación. Un par de años después el AGN ya estaba en funcionamiento en la Secretaría de Guerra y Marina, reuniendo la generalidad de fondos dispersos entre distintas oficinas centrales. En 1941 se pasaron los depósitos a un local dedicado al efecto en la calle Arzobispo Nouel.27 El local actual fue inaugurado en 1954. Durante esos años se mantuvo una enérgica captación de fondos dispersos en la geografía nacional. En conjunto, la creación del AGN se acompañó de dispositivos cercanamente adecuados a lo que debe ser la tarea archívistica, lo que carecía de precedentes en el país. Por una parte, se incorporaron técnicos calificados, preparados fundamentalmente por refugiados republicanos españoles. Casi siempre la dirección de la institución se encontró en manos competentes, como los historiadores Emilio Rodríguez Demorizi y César Herrera. El gobierno proveyó de fondos al organismo, lo que además de permitir que se acometieran las labores de conservación e inventario contribuyó a que se familiarizara un público restringido en aspectos de las fuentes históricas por medio del Boletín del Archivo General de la Nación. Esta publicación periódica comenzó a aparecer en 1938 y complementó la labor de difusión iniciada pocos años antes por Clío, órgano de la Academia Dominicana de la Historia. Además de lo contenido en sus respectivas revistas, el AGN y la Academia de la Historia hicieron ediciones de valiosas fuentes, tanto de fondos locales como, sobre todo, del exterior.28 Las diversas tareas emprendidas permitieron, pues, poner al acceso del público corpus documentales, lo que tenía precedentes limitadísimos, como las ediciones de Emiliano Tejera en La Cuna de América, en la primera década del siglo, el cuarto tomo de la obra de Delmonte y Tejada29 y los cinco tomos de documentos copiados en Sevilla por Máximo Coiscou H.30 Por igual, en el AGN se puso al acceso del público un volumen significativo de documentación inédita, buena parte con catálogos o índices. Al respecto cabe considerar las características de la catalogación y descripción del material. Aunque la mayor parte de los fondos del AGN están articulados a un sistema de clasificación, su valor no pasa de orientador para la ubicación de materiales de acuerdo a la cronología de las oficinas emisoras. Contados fondos llegaron a ser dotados de verdaderos catálogos. En algunos casos, como los de la Secretaría de Interior y Policía, probablemente la documentación más abundante, los ficheros o inventarios no informan la ubicación física de los documentos. Dicho sistema se mantuvo hasta los documentos emitidos entre 1950 y 1952. Con posterioridad, la documentación ingresada al AGN únicamente consta de los índices que elaboran las instituciones estatales que remiten sus fondos. En virtud de las nociones más aceptadas acerca del proceso histórico, los trabajos de edición y de clasificación de fuentes plasmaban agendas de corte político. Esto, sin embargo, no dejó de tener su importancia, ya que puso en claro problemas debatidos acerca de la historia política del XIX. Más allá de esos planos de la síntesis político-militar-diplomática no se llevaban a cabo investigaciones. Esto determinaba que el AGN operara como depósito pasivo para todo aquello que no fueran materiales relativos a hechos relevantes de acuerdo a la conceptualización de tal síntesis historiográfica. También operaba el supuesto de rescate de los orígenes culturales hispánicos. Para ello, como los materiales existentes en el país eran escasos, se organizaron misiones en los archivos españoles, a cargo de Fray Cipriano de Utrera, Marino Incháustegui y César Herrera. En síntesis, el AGN inició lo que podría calificarse de una labor necesaria en relación al acervo de fuentes escritas, tanto en su centralización, conservación, catalogación y edición. Por desgracia las actividades del AGN desde hace años se han caracterizado por un deterioro catastrófico, lo que comporta varias vertientes. En la actualidad recibe documentación de una minoría de las oficinas públicas y no recibe donaciones de particulares. No se lleva a cabo ningún proceso de restauración de documentos, quedando en letra muerta lo que debe hacer CENTROMIDCA, institución anexa creada con apoyo de la Organización de Estados Americanos para microfilmar fondos. Desde hace años el AGN no edita ninguna fuente. Hasta donde se ha podido establecer, desde 1961 no se ha preparado ningún catálogo o índice, hechas las excepciones de la Fototeca y el fondo de la Comisión Nacional de Desarrollo. Lo más grave es que se han reportado sustracciones de documentos, mutilaciones de otros y destrucción por inadecuado manejo de documentos en mal estado. En algunos fondos la situación llega a planos delicados. Es el caso de las colecciones de periódicos del siglo XIX, a menudo sin otras copias, que se deterioran cada vez que se consultan, no tomándose medidas de conservación, como la reproducción para consulta. Lo mismo cabe observar respecto a fuentes antiguas. En algunos casos se han dispuesto medidas de rescate sin consecuencia alguna, a no ser la prohibición fáctica de consulta de unos cuantos fondos antiguos.31 Es notable que a la fecha el único otro archivo histórico sea el de Santiago. Es asimismo excepcional lo logrado en la Universidad Autónoma, dando lugar a condiciones correctas de conservación y catalogación orientadas en gran medida por criterios de servicio a la comunidad. Todo lo descrito revela que no existe, tanto en la sociedad como en el estado, conciencia acerca de la necesidad de la conservación y organización de las fuentes. El Archivo Histórico de Santiago no pasa de una iniciativa aislada, explicable por la fuerza del proyecto regionalista, y aun así en planos todavía incipientes de desarrollo. El interés de reiterar dicho ejemplo en otras ciudades, como Baní, hasta ahora no ha podido fructificar por falta de recursos. De la misma manera, aunque unas pocas instituciones gubernamentales tienen buenos archivos, no se han aproximado a la archivística histórica. En fin de cuentas, hasta ahora la conservación de documentación en forma adecuada, desde el punto de vista del servicio a la población, con excepción de contados archivos como el de la UASD o el de Santiago, se circunscribe básicamente al AGN. La generalidad de los otros acervos existentes que van más allá del simple depósito no alcanzan la categoría de archivos históricos, pues están concebidos con fines estrictamente administrativos. Es lo que se puede percibir en casos como el Palacio Nacional, la Secretaría de Relaciones Exteriores o los ayuntamientos. La situación de estos archivos públicos se caracteriza por desigualdades. En algunos existe un orden aparente, acompañado de medidas adecuadas de conservación, como el de Relaciones Exteriores. En cambio, otros de gran importancia para la historia económica, como los del Tribunal de Tierras, se desenvuelven en extremo desorden, producto de las conveniencias de intereses gravitantes, burocráticos o privados. Aun algunos bien organizados, por razones obvias, no se encuentran libres de destrucciones o sustracciones. Con mayor razón, corresponde extender la observación hacia depósitos y archivos de empresas y personas. Al encontrarse libres de toda regulación, se someten a frecuentes destrucciones. Casi todos, por lo demás, carecen de mecanismos adecuados de conservación. Una modificación del panorama de la archivística nacional requiere resolver la relación entre el sistema oficial y legal y los depósitos privados: respetando la propiedad de cada quien, se deben por igual demandar garantías de conservación y organización, así como de acceso al público después de un plazo prudente tras la emisión. De tal falta de valoración social y de la ausencia de criterios de conservación y protección, se deriva otro fenómeno nefasto: la venta de fondos al exterior. Un ejemplo de las consecuencias de la falta de criterios acerca de la conservación de los repositorios privados lo brinda el traslado a Puerto Rico, a través de una transacción metálica, del Archivo del Bufete Peynado y Peynado, el mejor en su género.32 Lo dramático del caso es que ese archivo se encontraba en proceso de pérdida, prácticamente abandonado por algunos de los descendientes que lo tenían a su cargo;33 de tal manera, la adquiriente Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, violando la ley dominicana y un decreto expreso del Poder Ejecutivo, no dejó de realizar un servicio de rescate. Empero, ese importantísimo fondo estará fuera del alcance de los investigadores dominicanos, con excepción de aquellos que puedan trasladarse a Puerto Rico durante plazos más o menos prolongados. Por una cuestión puramente legal, el gobierno dominicano está obligado a demandar la devolución de ese fondo, aun sea como medio de que se empiecen a aplicar reglas estrictas en materia de archivística que entorpezcan y sancionen la acción de depredadores y negociantes desaprensivos. En general existen restricciones difíciles de superar para tener acceso a una parte de estos materiales, impedimento que se agudiza cuando no se trata de archivos del sector público. Por tal razón, en la actualidad puede ser extemporáneo llegar a una conclusión categórica sobre la magnitud de conjunto de fuentes primarias dispersas en oficinas, empresas, instituciones privadas y personas. No obstante hay indicios de que son bastante escasos los archivos bien organizados en manos de familias, intelectuales, políticos, administradores o empresarios. Sólo algunas de las mayores empresas, por lo visto, han emprendido una labor ajustada a requisitos mínimos de conservación y organización. Frente a los procesos de destrucción, degradación o sustracciones, se precisa de un trabajo sostenido para detectar fondos dispersos, y no es descartable que aparezca un cúmulo de material significativo todavía no reportado. Pero no hay lugar a demasiadas ilusiones dada la escasa valoración social que se acuerda a los documentos en República Dominicana. Finalmente, a la destrucción sistemática, como fenómeno sempiterno, se ha agregado una relativa escasa emisión de documentos en variados aspectos de la vida social, expresión de primitivismo, débil institucionalización y de usos culturales premodernos en el conglomerado. La formación de un sistema nacional de archivos compensaría no pocos componentes de esa doble deficiencia, al poner al alcance de la población y de los investigadores conjuntos documentales que abren perspectivas para el conocimiento renovado. Propuestas posibles en búsqueda de soluciones Cualquier estrategia de soluciones al problema que presenta el estado arriba descrito de los archivos tiene que plantear como máxima prioridad la rehabilitación del AGN. Se deben buscar los medios para detener su degradación y ponerlo en condiciones de recuperarse para que garantice la conservación de sus fondos y desempeñe funciones que respondan a demandas de la sociedad. El valioso acervo del AGN continuamente pende de un hilo. Para ilustrar esa situación, vale rememorar que hace unos años existió el proyecto de trasladarlo a un local totalmente inadecuado, expresión de la consideración que merece a los burócratas. La denuncia de algunos historiadores evitó el despropósito, que hubiera acarreado destrucciones y un desorden colosal, perdiéndose mucho de lo logrado en la clasificación. Sin duda que la desastrosa situación del AGN no es aislada, aunque tiene connotaciones que hacen que sea una de las oficinas de menor categoría dentro del organigrama gubernamental. Basta indicar que continúa formando parte de la Secretaría de Estado de Interior y Policía, lo que se ha tornado en una de las trabas para que se pueda realizar cualquier acción con un mímino de significado. Como producto de dicho contexto, el personal no se selecciona en base a aptitudes profesionales y devenga las escalas mínimas de salarios del sector público. Frente a tal contexto institucional, la solución no debería consistir en el traslado a otra cartera, sino en el logro de la autonomía. Puesto que la sociedad no muestra la suficiente sensibilidad respecto a este problema, el sector que en la actualidad reúne las mejores condiciones para impulsar esa modificación es el conformado por los historiadores. Una institución autónoma, dotada de los recursos financieros mínimos, tendría los medios de definir políticas y, por lo menos, garantizar la conservación de los fondos. Lo crucial estriba en que el AGN pase a ser regido con criterio profesional, comenzando por su dirección, deseablemente designada por una junta directiva compuesta mayoritariamente por historiadores. En cualquier caso, para que cualquier progreso sea factible, la institución debe escapar a las compulsiones políticas de la generalidad de las oficinas del sector público. Esto implica, en primer término, criterios técnicos para el reclutamiento y remuneraciones adecuadas. Aunque el país cuenta con el personal para desempeñar las tareas que requiere la recuperación de la institución, es preciso detonar un proceso de actualización en técnicas modernas, fundamentalmente las computarizadas. En la actualidad, lo poco que se hace en el AGN se debe a la buena voluntad de contados empleados que han dado muestras de devoción por encima de los bajos salarios que perciben y del caos institucional. Pero se trata de una situación marginal que no puede detener los procesos de degradación ni dar lugar a iniciativa alguna de efecto tangible, dadas la falta de recursos materiales y la impronta de la descomposición global de las funciones técnicas y administrativas del estado. Es dudoso que en el corto plazo existan posibilidades del logro de autonomía o de cualquier otro enmarcamiento institucional que proteja al AGN de interferencias políticas o de la inercia burocrática. Primero deberá producirse una democratización en el sistema político y una capacidad de presión del estamento de historiadores y personas conocedoras de la historia. En lo inmediato, habría no más que una prioridad: detener la destrucción y el deterioro generalizados de fuentes en todo el país, empezando por el AGN. No obstante, esa misma prioridad remite a una reformulación de la situación de la archivística, pues, de lo contrario los alcances de un rescate de fuentes serían harto limitados y circunstanciales. De ahí que, para el caso hipotético de que se logre tal enmarcamiento institucional, se considera un conjunto de medidas para el mediano plazo que pueden tener efectos redefinidores. Ante todo se debe crear un sistema nacional de archivos, bajo coordinación del AGN. Esto conlleva la formación de una red, en que todas las partes conserven su autonomía operativa. Esto implicaría una relación institucional de los archivos públicos y hasta cierto punto voluntaria de los privados. Habría que estudiar las condiciones mediante las cuales todos los fondos queden sometidos a un sistema de reglas de conservación y catalogación. En vez de dar lugar a un reciclaje del centralismo, tal sistema debe conllevar la formación de varios archivos históricos en los lugares en que las condiciones lo permitan. En primer término, esto implica la transformación de depósitos de importancia en verdaderos archivos de carácter histórico. En varias instituciones dicho paso puede lograrse con relativa facilidad. En esa misma línea se debe aupar la creación de archivos en áreas temáticas de importancia, como la agricultura, en que confluyan los fondos de distintas instituciones y personas. En segundo término, en el contexto de un sistema nacional, se torna factible la creación de archivos históricos regionales -uno o dos, en las principales regiones-, encargados de recoger la memoria en sus respectivas zonas y, por ende, con capacidad de incidir en la recreación cultural. Se facilitaría enormemente la investigación acerca de los contextos espaciales y temporales en que discurre la vida de la mayoría de la población, un aspecto crucial en cualquier estrategia de desarrollo nacional. Esos archivos regionales no debieran operar como dependencias del AGN, sino con autonomía, quedando articulados con diversas instituciones regionales, como los ayuntamientos. Por otra parte, los archivos regionales tendrían la facultad de concentrar, para los fines de conservación y organización, todos los fondos dispersos en la demarcación correspondiente. Sería óptimo que copiaran los fondos emitidos en las regiones que reposan en el AGN, de forma que estén al alcance de los interesados de cada lugar. Hoy día los investigadores locales están a menudo obligados a trasladarse a Santo Domingo, lo que conlleva gastos elevados y pérdida de tiempo. Igualmente, deberían tener la misión de rescatar fondos dispersos o en peligro de destrucción. Pero no deben operar sobre la base de anular otras iniciativas de personas, instituciones o empresas, sino contribuyendo a fortalecer en la sociedad criterios en la materia y, por ende, estimulando la formación correcta de otros archivos. Tanto en relación a archivos institucionales como regionales, en vez de pretenderse el traslado íntegro de fondos al AGN, en lo adelante se debería fomentar la organización de nuevos archivos sobre la base de una conservación de copias (que normalmente se destruyen por problemas de espacio). Cuando en ciertos tipos de documentaciones no existan copias, se debe proceder al copiado de dichos acervos. En este esquema, el AGN debe quedar redefinido con la función de conservación de la documentación que ya tiene. Puede fijársele una fecha límite, salvo para la documentación que no pueda ubicarse con las debidas garantías en otros lugares. Por lo tanto, debe favorecerse la formación de archivos institucionales, siempre que sea posible, como medio de conservar la documentación de las décadas recientes. Como el AGN debe seguir desempeñando una función preponderante en caso de formación de un sistema nacional, conviene señalar algunas de las tareas a desplegar en el caso de que se lo dote de autonomía y condiciones financieras y técnicas imprescindibles. Como se ha enunciado, la cuestión primordial consiste en proceder a detener con presteza el proceso de degradación y destrucción, procediendo a reproducir, para uso del público, los fondos en mal estado o en riesgo de perderse, así como la generalidad de colecciones hemerográficas. Una segunda medida indispensable es el establecimiento de controles que eviten los hurtos y las mutilaciones. Pese a la falta de aprecio por los "papeles viejos" en los medios de coleccionistas, este problema reviste gravedad. Actualmente, el traslado de fondos al AGN no ofrece ninguna garantía de conservación y puede resultar contraproducente en caso de documentos que llamen la atención a coleccionistas, como sucedió al Archivo de José Gabriel García, confiscado por decreto. Estas medidas deben requerirse a todos los archivos públicos y a los privados de cierta importancia, habida cuenta de que donde menos ocurren las referidas lacras es en el AGN. En consecuencia, la formación del sistema de archivos debe tener como misión primaria la de proteccción, previniendo que instituciones y personas físicas o morales destruyan sus acervos. Y, en caso de que los propietarios no se avengan a garantías mínimas de conservación y organización, se debe propiciar una corriente de traslados de los fondos a archivos históricos. Dentro de la misma perspectiva imaginaria, la tarea siguiente estriba en la confección, a escala nacional, de diversos instrumentos de organización y descripción, en base a la tecnología informática. El copiado de fondos podría relacionarse a esta labor, que facilitaría la localización de materiales, potenciando la productividad de los investigadores. Tal sistema no debiera quedar restringido al AGN, sino a todos los archivos y depósitos que se incorporen al sistema, comprendiendo las reproducciones de documentación existente en el exterior. Precisamente el copiado de documentación en el exterior forma parte de las prioridades de esta propuesta. Empero, debe anotarse que un volumen importante de copias se encuentra ya en el país, distribuidas en varias colecciones, de lo cual no se ha ofrecido una información adecuada.34 Por último, hay que tratar de relacionar al público con la restructuración propuesta. La vía más adecuada parece la edición de fuentes, tarea que ha experimentado un sensible menoscabo tras el fallecimiento de Emilio Rodríguez Demorizi. En la actualidad el criterio de edición debe corresponderse con demandas potenciales de la sociedad. Otros mecanismos son necesarios para involucrar a la población en la estima y utilización de los documentos. En tal sentido, cabe conectar el concepto de la archivística con el de la "acción cultural".35 En esta línea se visualiza la realización de exposiciones sobre tópicos que puedan llamar la atención, en las cuales se podrían combinar fotografías, grabaciones y otros recursos museográficos, amén de los documentales, así como otros medios: programas de video, conferencias y mesas redondas. Otra de las tareas a derivarse de tal género de actividades podría ser un programa de testimonios orales, medio de incorporar matices más vivos sobre procesos recientes y dar la palabra a quienes no emiten documentos escritos. Tales actividades permiten replanteamientos sobre temas y épocas, contribuyendo al desarrollo socializado de la reflexión. Todas esas eventuales labores presuponen la restitución de la generación de conocimiento como síntesis que confiere sentido social a la conservación del acervo documental. Lograrlo supondría una modificación sustancial de los patrones sobre los cuales ha funcionado la labor archivística pública desde su creación. En lo inmediato conllevaría la eliminación de la impronta burocrática que norma el funcionamiento de los archivos públicos, incluyendo el AGN, trocándola por una normativa cultural. En función de dicho imperativo, el AGN y los restantes archivos históricos necesitan contar con equipos de investigadores; además de acometer las labores documentalistas, como la edición de fuentes o la preparación de catálogos y otros instrumentos descriptivos, tales equipos se conformarían como generadores de conocimiento, en colaboración con las universidades y centros de investigación. Lo sustantivo, en cualquier caso, radicaría en la restitución de la investigación, como aconteció en los años 70 y 80, cuando se lograron planos novedosos de síntesis historiográfica, no ajenos a la labor de historiadores y sociólogos sobre fondos del AGN. La mayoría de los investigadores contaron con el patrocinio de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), cuando desplegó políticas de investigación, hoy satanizadas. Potencialidades de los fondos Lo anterior remite a una evaluación preliminar de las potencialidades de los archivos existentes en el país para la investigación histórica. Sin duda que los mismos ofrecen una vasta posibilidad de alternativas, aunque con restricciones, especialmente en el periodo colonial. En términos de fondos originales locales, la etapa colonial puede ser trabajada básicamente a través del prisma de las relaciones sociales dentro de la vida rural. Resulta factible ampliar facetas todavía poco conocidas acerca de las características de la esclavitud y la actividad ganadera durante los siglos XVII-XIX. Aparte de los archivos del Este, es imprescindible utilizar la documentación dispersa en las notarías y en los registros de propiedad inmobiliaria. Estos últimos documentos, aunque solo se generalizan desde fines del XVIII, arrojan una dimensión regional en todo el país y permiten obtener planos novedosos acerca de variados aspectos económicos y sociales en los siglos XIX y XX. Es el caso de la evolución de los sistemas de propiedad territorial, temática que sigue envuelta en brumas, pese a las disquisiciones que ha concitado. En segundo lugar, está al alcance de la mano el abordaje de la evolución demográfica a partir de finales del siglo XVI, un gran ausente en las elaboraciones historiográficas. Los registros parroquiales permitirían conectar el examen de la población con vertientes sociales. Tales estudios cobrarían solidez desde fines del siglo XVIII, pues los fondos abarcan la generalidad del territorio. La supervivencia de documentación municipal a partir de las primeras décadas del XIX fortalece las posibilidades de investigaciones de historia regional y local. Hasta hoy, el grueso de la bibliografía acerca de historia de provincias, regiones o ciudades reviste un formato que articula lo político-narrativo36 con lo costumbrista.37 La explotación combinada de variados tipos de fuentes permite la incorporación de las relaciones económicas y sociales, las manifestaciones culturales, la vida cotidiana, etc. Existe un terreno virgen para estos estudios, factibles a partir de inicios del XIX. Ya comienzan a aparecer escritos contentivos de síntesis más actualizadas.38 En función de lo visto sobre las características de los fondos relativos a la segunda mitad del siglo XIX en adelante, se puede aseverar que existe un extenso campo para investigaciones. Determinados fondos aislados, bien explotados, serían suficientes para acometer temáticas todavía no tratadas. Por ejemplo, con los expedientes del Tribunal de Tierras se hace factible estudiar el proceso de formación del latifundio moderno.39 Múltiples facetas de movimientos sociales son susceptibles de conocerse en base a las correspondencias de autoridades locales a sus superiores jerárquicos: de los alcaldes a los ayuntamientos y gobernadores, de estos a la Secretaría de Interior y Policía.40 La simple revisión de varios de estos fondos implica incrementos significativos del conocimiento, por lo que debe formar parte de toda estrategia consistente de investigación. Esto incluye, por supuesto, síntesis relativamente convencionales de historia económico-política.41 Un abordaje distinto resulta factible para temáticas sobre las cuales, en principio, no existen fondos integrados; algunas de ellas revisten importancia de actualidad, como el de la historia femenina, sobre la cual son todavía mínimos los aportes con sustento en la erudición.42 La historia de los trabajadores y sus organizaciones, por igual, reviste dificultades debido a la cuasi inexistencia de archivos especializados sobre el tema, parcialmente compensada por el hecho de que en el AGN se encuentra una vasta documentación repartida en varias secciones.43 Si bien es abundante el espectro de temáticas que pueden ser cubiertas en base a los fondos del AGN, existen otros temas, incluso convencionales, que requieren la consulta de archivos de acceso restringido. Es el caso, para sólo mencionar uno, de cualquier estudio de las políticas públicas después de 1961, en base al Archivo del Palacio Nacional.44 Igualmente, la historia política reciente se enriquecería notablemente de ponerse a disposición de los investigadores los fondos privados, institucionales y personales, que adicionalmente contribuirían a ampliar no pocas perspectivas de la historia económica, social y cultural del presente siglo. Por ejemplo, el rescate de archivos de empresas industriales está llamado a arrojar luces sobre el aspecto micro de la actividad manufacturera, hasta ahora no tocado en la historiografía. En resumen: existe en los archivos dominicanos material para historiar múltiples aspectos de la vida de la colectividad, sobre todo en los últimos 150 años. La factibilidad de que esto se lleve a cabo dependerá de la creación de un enmarcamiento institucional adecuado para los depósitos del acervo documental y de la rehabilitación de instancias de investigación, primordialmente en la universidad estatal. Solo mediando el arranque de una dinámica de investigación en base a los materiales del país, podría producirse una incorporación sistemática de los existentes en otros países. DIRECTORIO DE ARCHIVOS DE REPUBLICA DOMINICANA NOTA ACLARATORIA Este Directorio debe entenderse como un esfuerzo preliminar por cuanto carece de precedentes. Su objetivo radica en determinar, de manera genérica, la situación en que se encuentra la conservación de las fuentes documentales. Completarlo, mediante el registro del mayor número posible de fondos, requiere de una labor prolongada que comprende la localización de archivos privados, que normalmente no se informan, así como la visita a todas las instituciones centrales del estado y a las de cabeceras municipales y provinciales. Deberá tomarse en cuenta un espectro mucho mayor de fondos que el ahora consignado. Es el caso de hospitales, escuelas, oficinas judiciales, agencias gubernamentales, o clubes y otras organizaciones recreativas. Por último, en contraste con la descripción somera que ahora se presenta, es de desear que se logre un reconocimiento minucioso de los fondos en cuestión. En el presente Directorio se ha tratado, por una parte, de dar cabida a las principales instituciones centrales del estado, radicadas en la ciudad de Santo Domingo. Mas, en virtud de la dinámica burocrática, no siempre ha sido factible obtener la información suficiente. En segundo lugar, se ha tomado una muestra de ciudades consideradas representativas, a fin de mostrar los tipos de los principales fondos públicos y privados detectados en sondeos preliminares. Las ciudades escogidas a ese respecto son Santiago, Puerto Plata, La Vega, Cotuí, Baní y San Juan de la Maguana. En tercer lugar, se incluye un número limitado de archivos municipales que por distintos motivos se juzgan de importancia. Lo mismo sucede con la muestra de archivos parroquiales, fundamentalmente tomados en cuenta en razón de la antigüedad de sus fondos. Si bien no se ha tratado de hacer listas de otros tipos de archivos, por lo menos se incluyen casos, a veces suficientemente representativos. Es el caso de los archivos personales y, en considerable menor medida, de grandes empresas. Debe consignarse que no pocos propietarios de archivos personales han expresado diversas formas de reticencia a que se reporten. Se ha optado por atender esas peticiones. Por otra parte, se ha decidido obviar los archivos personales reportados, cuyos propietarios resultan de difícil acceso, a causa de su condición de dirigentes políticos, altos funcionarios públicos o figuras del mundo empresarial. Se ha hecho un ejercicio imaginativo con el fin de detectar el mayor número de archivos personales o de diversos géneros de instituciones. Los resultados han sido limitados, lo que puede atribuirse, ciertamente, al tiempo dedicado a tarea, pero no menos a recelos y escasa organización que envuelven muchos fondos privados. Se ha podido detectar la destrucción frecuente de este tipo de fondos, sea porque se juzgan molestosos por el espacio que ocupan como por el temor a posibles implicaciones adversas; no pocos descendientes consideran que la utilidad del material queda restringida al propietario original. Lo anterior no es sino una de las tantas manifestaciones de la situación catastrófica en que se encuentra una porción considerable de los depósitos en el país, como ya se ha explicado más arriba. Es lo que sucede con una buena parte de la documentación que por ley queda fuera de la competencia del Archivo General de la Nación. Es de desear que la confección de esta lista de archivos contribuya a colocar en agenda la importancia que tiene la formación de un exhaustivo censo de archivos, o, por igual, depósitos y registros, tarea que a su vez debe proseguirse con la catalogación del mayor número posible de ellos. Además de poner los fondos al alcance de investigadores, esto debería inscribirse en la adopción de medidas tendentes a su conservación. Este Directorio hubiera tenido bastante menor información de no haberse contado con la cooperación de muchas personas. En la mayoría de instituciones visitadas se recibieron atenciones que sería prolijo detallar. Empero, es de justicia consignar que algunas personas brindaron informaciones acerca del estado de la documentación en varios tipos de instituciones y en las localidades del país visitadas. En el Archivo General de la Nación se contó con la cooperación de Eddy Jáquez. En relación a los ayuntamientos, fue vital la orientación de Ramón A. Delgado Bogaert. Para los documentos de la Iglesia Católica, se recibió la amable atención de monseñor Rafael Bello Peguero; y en lo concerniente a las órdenes religiosas se facilitó el trabajo gracias a la orientación de José Luis Sáez. En las ciudades en que se hicieron sondeos se contó con el apoyo de los siguientes amigos: Pedro Gómez y César Franco, en Santiago; Rafael Hernández y Ricardo Moya, en La Vega; Rafael Brugal y Carlos Finke, en Puerto Plata; Manuel Valera, en Baní; Ricardo Hernández, en Cotuí; y Leopoldo Figuereo y José A. Puello R., en San Juan de la Maguana. A Raimundo González se debe lo fundamental de las referencias anexas acerca de archivos españoles. ARCHIVOS NACIONALES 1) ARCHIVO GENERAL DE LA NACION (AGN) Modesto E. Díaz, Santo Domingo. (809) 533-1632. Ramón Alberto Font Bernard. Historia y cobertura legal Fundado por la ley 912 de 1935. A los pocos meses se complementó la ley con un reglamento. Al año siguiente tanto la ley como el reglamento fueron modificados. Su antecedente más antiguo data de 1845, año siguiente a la creación del estado dominicano, cuando se dispuso la creación de un archivo, sin efecto alguno. En 1847 se ordenó la concentración de la documentación previa a 1821 en la Suprema Corte de Justicia. Algunos de los ministerios creados en 1844 mantuvieron registros continuos desde poco tiempo después, aunque los más antiguos fueron destruidos. Con el fin de garantizar la conservación de los documentos emitidos por el Poder Ejecutivo, en 1859 se creó el cargo de archivero. Tal posición vino a tener efecto real en 1884, cuando fue renovada su existencia. Entonces se reunieron fondos en la Secretaría de Interior y Policía. Hasta 1930 existía otro depósito anexo a la Secretaría de Relaciones Exteriores. Ese año se dispuso su traslado a la Secretaría de Estado de Guerra y Marina. Tras su creación por ley, el AGN empezó a operar en un local provisional de la calle Arzobispo Nouel. Publica el Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN), que apareció de manera regular entre 1938 y 1962. Consta de doce depósitos principales y de algunos otros, organizados básicamente de acuerdo a una clasificación de las reparticiones gubernamentales. Según el reglamento adjetivo de la ley 1085, de 24 de marzo de 1936 -que modifica la del año anterior-, emitido por medio del decreto 1785, del 2 de enero de 1937, todas las instituciones del estado están obligadas a remitir sus fondos al AGN, acompañados de inventarios, cada cinco años. Aunque muchas dependencias no observan la disposición, otras siguen trasladando sus fondos de reciente emisión. Han sido exonerados de hacerlo, mediante disposición no localizada, el Poder Ejecutivo o Secretaría de Estado de la Presidencia, así como la Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas, que cuentan con sendos archivos. A ambas dependencias se les ha otorgado en los hechos la facultad de remitir lo que consideren conveniente; empero, hasta donde es posible colegir, la Presidencia nunca ha hecho remisiones de importancia y las Fuerzas Armadas dejaron de hacerlo con posterioridad a 1950. Tampoco lo hace, después de 1945, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la que por igual cuenta con su archivo. Se encuentran legalmente exceptuadas de enviar sus fondos las siguientes instituciones públicas: el Tribunal de Tierras y sus dependencias centrales y locales, el Registro y Conservaduría de Hipotecas, las oficialías de Estado Civil y los tribunales de Comercio. Se han acordado plazos más largos de entrega al AGN de los documentos judiciales, y, aun así, pocos tribunales cumplen con lo dispuesto. Organización de los fondos En el AGN han sido ubicados, de acuerdo al sistema de clasificación, los documentos emitidos hasta aproximadamente 1950. Parte de la documentación posterior también consta de inventarios, pero estos no se hallan integrados al sistema de clasificación. Actualmente se procura llevar a cabo una reorganización de todos los depósitos a partir de un sistema de numeración continua de los legajos; el mismo se ha completado en el Deposito Uno, el cual consta de más de 8,000 legajos. El aludido sistema de clasificación de la generalidad de la documentación en gran medida no se corresponde con la actual organización del estado. Mucha documentación reciente carece de cualesquiera guías descriptivas. Solo unos cuantos fondos constan de ficheros y otros tipos de catálogos que informan acerca de todos los documentos: casos del Archivo Real de Bayaguana, el Archivo Real de Higüey, la Sección de Relaciones Exteriores en el siglo XIX, o el Epistolario de Carlos Nouel, entre otros. Algunos de esos instrumentos descriptivos se han publicado en el Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN). Los otros tipos de índices no traspasan el plano cronológico más somero. Originalmente se establecieron diez secciones, a partir de una periodización política de la historia dominicana, de reducidos alcances ya que la inmensa mayoría de la documentación se inicia en la segunda mitad del siglo XIX, esto es a partir de la sección ocho. Dichas secciones son: 1) Epoca Colonial, 1492-1795; 2) Colonia Francesa, 17951809; 3) Colonia Española, 1809-1821; 4) Independencia Efímera, 1821-1822; 5) Ocupación Haitiana, 1822-1844; 6) Primera República, 1844-1861; 7) Anexión y Restauración, 1861-65; 8) Segunda República, 1865-1916; 9) Ocupación Militar Norteamericana, 1916-1924; 10) Tercera República, 1924 hasta el presente. El sistema de clasificación, correspondiente al grueso de la documentación, ubicada en doce depósitos, consta de las siguientes secciones: 1. Oficinas legislativas. Donaciones. Miscelánea. 2. Secretaría de Estado de Guerra y Marina. Jefe de Estado Mayor, Intendencia, Hospital Militar, Centro de Enseñanza, Regimientos, Comandantes de Departamentos del Ejército Nacional. 3. Secretaría de Estado de Interior y Policía. Gobernadores, Dirección General de Inmigración, Inspección en Junta Central Electoral, Turismo, Servicio de Seguridad, Policía Municipal, Policía Nacional, Consejo Administrativo de Santo Domingo, Ayuntamientos. 4. Secretaría de Estado de la Presidencia. Dirección de Estadísticas, Dirección de Presupuesto, Comisión de Servicio Público, Comisión de Pensiones. 5. Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores. Legaciones, Consulados, Viceconsulados, Embajadas. 6. Secretaría de Estado de Tesoro y Comercio. Tesorería, Aduanas, Rentas Internas, negociados, colecturías, Suministros, Contralor General, Bienes Nacionales, Impuesto sobre la Renta, Administración de Hacienda, Comisión de Reclamaciones de 1917, Cámara de Cuentas. 7. Secretaría de Estado de Agricultura. Agricultura, Colonización,Comercio, Meteorología, Publicaciones, Riego, Juntas Protectoras de Agricultura, Trabajo, Comercio, Industria y Agricultura, Industria, Estación Nacional Agronómica, Foresta, Veterinaria. 8. Secretaría de Estado de Comunicaciones y Obras Públicas. Correos y Telégrafos, Dirección de Obras Públicas, Oficina Construcciones, Oficinas de Distritos, Acueductos, Ferrocarril Central. 9. Secretaría de Estado de Sanidad y Beneficencia. Laboratorio Nacional.Hospitales, Manicomio, Leprocomio, Asilos, Dispensarios, Sanidad Nacional, Sanatorios, Sala de Socorro. 10. Secretaría de Estado de Educación Pública y Bellas Artes. Intendencias, Inspecciones, Escuelas, Conservatorio, Museo Nacional, Universidad de Santo Domingo. 11. Oficinas Judiciales. Secretaría de Estado de Justicia. Suprema Corte de Justicia. Procuraduría General, Cortes de Apelación, Procurador General de Cortes de Apelación, Juzgados de Primera Instancia, Procuradores Fiscales, Juzgados de Instrucción, Alcaldías. Como producto de esa clasificación es que se han distribuido los principales fondos. Se ofrece a continuación la ubicación física de los mismos en cada uno de los depósitos. Si se omite el número de legajos de una parte del material se debe a que es información no asequible. Depósito Uno. Secretaría de Estado de Interior y Policía, 1863-982. Constituye el grueso del depósito, alcanzando el número de legajos la cifra tentativa de 5,027. Senado, 1908-1929. Alrededor de 75 legajos. Centro Dominicano de Promoción de Exportaciones, 1971-77. 310 legs. Secretaría de Estado de Educación, 1908-1920. 333 legs. Secretaría de Estado de Salud Pública, 1966-1979. 716 legs. Secretaría de Estado de Turismo, 1979-1985. 377 legs. Instituto Nacional de Aguas Públicas y Alcantarillados, 1979-87. 652 legs. Junta Central Electoral, 1968-1984. Universidad de Santo Domingo. Sin fechas. Secretaría de Estado de Finanzas, 1961-76. 437 legs. Dirección Nacional de Presupuesto, 1969-78. 157 legs. Superintendencia de Bancos, 1938-1982. 350 legs. Cámara de Comercio del Distrito Nacional, 1943-76. 412 legs. Depósito Dos. Secretaría de Estado de Educación, 1921-76. Congreso Nacional. Secretaría de Estado de Finanzas. Secretaría de Estado de Interior y Policía. Secretaría de Estado de Industria y Comercio. Cronológico, 1966-1975. Depósito Tres. Alcaldías. Juzgados de Primera Instancia. Juzgados de Paz. Procuradoría General de la República, 1950-1955. Secretaría de Estado de Justicia e Instrucción Pública. Desde 1845. Depósito Cuatro. Secretaría de Estado de Interior y Policía. Hay dos colecciones con las mismas numeraciones. Una consta de 616 legajos, dividida en dos índices; la segunda colección tiene unos 300. Ayuntamientos. Consejo Administrativo de Santo Domingo. Gobernaciones. Migración. Junta Central Electoral. Depósito Cinco. Dirección Nacional de Estadísticas. Secretaría de Estado de Trabajo, 1945-1952. Partido Dominicano. Consejo Administrativo de Santo Domingo. Gobernaciones. Secretaría de Estado de la Presidencia. Depósito Seis. Secretaría de Estado de Agricultura, 1908-1984. Dirección de Riego. Dirección de Migración, hasta 1928. Dirección de Colonización. Depósito Siete. Protocolos Notariales, 1817-1960. Consta de los archivos de decenas de notarios entre inicios del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Registro de Conservaduría de Hipotecas, 1911-20. Secretaría de Estado de Finanzas. Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, 1845-1940. (El índice llega hasta 1905.) Incluye el área de Legaciones, con índices relativos a seis. Secretaría de Estado de Industria y Comercio. Depósito Ocho. Consejo Estatal del Azúcar. Secretaría de Estado de Guerra y Marina o Ejército Nacional, 1850-1950. Depósito Nueve. Universidad de Santo Domingo. Documentos diversos no clasificados. Documentos y copias de otros países. Depósito Diez. Secretaría de Estado de Salud Pública, 1919-1921 y 1951-1982. Superintendencia de Bancos, 1970-1986. Depósito Once. Secretaría de Estado de Hacienda y Comercio. Dirección de Aduanas. Dirección de Rentas Internas. Dirección del Impuesto sobre la Propiedad (o Renta) Secretaría de Estado de Obras Públicas. Secretaría de Estado de Fomento. Secretaría de Estado de Economía y Comercio. Cheques de las Obras del Estado. Dirección de Telecomunicaciones. Dirección de la Cédula de Identidad. Contraloría General de la Nación. Tesorería Nacional. Depósito Doce. Renovación de licencias de armas. (Se va a destruir). Secretaría de Estado de Tesoro y Comercio (luego de Finanzas), 1930-1980. Duplicados de periódicos y revistas. Depósito de Pre-Archivo. Fondos de reciente entrada en proceso de catalogación, de acuerdo a los criterios aplicados en el Depósito Uno para su próxima distribución en distintos depósitos. Dirección del Impuesto sobre la Renta. Más de 500 legajos. Cámara de Cuentas. Unos 40 legajos. Corporación Dominicana de Electricidad. Más de 200 legajos. Secretaría de Estado de Interior y Policía, años 70 y 80. Secretaría de Estado de Industria y Comercio, años 80. Secretaría de Estado de Educación, años 80. Juzgado de San Cristóbal, 1939-82. 744 legs. Secciones especiales Además del grueso de los fondos, existen otros que no se atienen a la clasificación de oficinas estatales y a los que se acuerda valor especial por su antigüedad. En su mayoría se localizan en el Depósito Especial, anexo a la oficina del director, y en el Depósito de Pre-archivo. Casi todos constan de catálogos, partes de ellos publicados. Epoca Colonial. 29 legajos, 1733-1795. Remisión del Archivo Nacional de Cuba en 1905 de documentos provenientes de la Real Audiencia de Santo Domingo, mayoritariamente de Real Hacienda. En gran parte se encuentran en mal estado. Por otra parte, el Archivo Nacional de Cuba remitió con posterioridad 29 tomos de fotografías de la documentación emitida en Santo Domingo que conserva en sus fondos de Audiencia de Santo Domingo y Asuntos Políticos. Archivo Real de Bayaguana y Archivo Real de Higüey. El primero consta de 50 legajos. Contienen transacciones de tierra, esclavos, ganado, obligaciones de tributos y capellanías, testamentos, inventarios de hatos y bienes personales, así como documentación oficial proveniente de la Audiencia y otras instancias. El documento más antiguo data de 1606. Se encuentran desde hace años en proceso de restauración en CENTROMIDCA. Nacimientos, Matrimonios y Defunciones. Registros de Estado Civil de los siglos XIX y XX. Los registros de nacimientos cubren los años 1807 a 1900, los matrimonios de 1824 a 1940, y las defunciones de 1830 a 1930. Anexión a España. 38 legajos, 1861-1865. Documentación emitida por las autoridades españolas durante ese periodo. Colección García. Dividida en dos partes, una de manuscritos, de 12 legajos, y la otra de cartas, de 50 legajos. Documentación pública y privada, casi toda del siglo XIX. De gran importancia por haberla recopilado el historiador nacional José Gabriel García cuando no existían archivos públicos organizados. Colección Lugo. Documentos transcritos a inicios de siglo por Américo Lugo en archivos de España y Francia. Casi toda se ha publicado en BAGN, años I-XXI (19381958) y en Documentación diplomática, Santiago, 1944. Colección Herrera. Alrededor de 30 volúmenes. Documentos transcritos en archivos españoles por César Herrera a fines de los años cincuenta. En su mayoría corresponden a los años 1861-1865. Correspondencia de Ulises Heureaux. Alrededor de 80 legajos. Cartas enviadas y recibidas por el dictador, sobre todo en los años 90 del siglo XIX. Algunos legajos han sido transcritos mecanográficamente. Gobierno Militar. Parte de la documentación emitida por el gobierno militar de ocupación de Estados Unidos entre 1916 y 1922. Organizado de acuerdo a reparticiones oficiales. Epistolario Nouel. Dos legajos de correspondencia dirigida a Carlos Nouel en la segunda mitad del siglo XIX, relativa a aspectos políticos, eclesiásticos y comerciales. Comisión Nacional de Desarrollo. 20 legajos correspondientes a sus primeros años de existencia (1966-1970), cuando actuó como relevante foro de intereses corporativos. Ordenado por la Marie France Balasse. Remisiones y Donaciones. Contiene pequeños archivos privados o documentación proveniente de donativos particulares en número superior a cincuenta. Algunos de estos fondos revisten interés para aspectos diversos de la historia política nacional o de algunas provincias. Hemeroteca Contiene colecciones parciales o completas de gran parte de las publicaciones periódicas del siglo XIX y de las primeras décadas del XX. Existen más de 300 títulos de periódicos en el inventario. Véase "Lista de publicaciones periódicas", BAGN, no. 107. Algunas de las colecciones tienen índices analíticos, como el Listín Diario, 1915-1942. Se mantiene al día en los diarios nacionales y en revistas de importancia, no así en publicaciones periódicas de menos circulación. Fototeca Integra fotografías de instituciones oficiales, donativos dispersos y archivos de algunos de los primeros fotógrafos del país, así como la serie de la Colección García. Se encuentra ubicada en el Depósito Tres. Véase "Iconografía", BAGN, no. 106. Mapoteca Tiene alrededor de 300 mapas a partir del siglo XVIII, aunque de verdadero interés sobre todo por la colección del siglo XX. 2) ARCHIVO DEL PALACIO NACIONAL Palacio Nacional, Moisés García. 686-4771. William D’Acosta Ramírez. Archivo del Poder Ejecutivo y sus dependencias inmediatas localizadas en el Palacio Nacional. Organizado tras la construcción del actual local, en 1948. El acceso está restringido al personal de alta jerarquía. Los investigadores y cualesquiera otras personas deben proveerse de una autorización de la Secretaría Administrativa de la Presidencia. En la actualidad no cuenta con instrumentos descriptivos a disposición de los visitantes. No hay información sobre la cuantía de la documentación, pero sin duda es abundante. Los fondos se encuentran ordenados en expedientes temáticos. Se han reportado daños por razones presumiblemente políticas. La documentación comienza a partir de 1924. Incluye originales o copias llegados al Poder Ejecutivo emitidos por las diversas reparticiones oficiales, principalmente las secretarías. Contiene el llamado Archivo Particular de Trujillo, que concluye en 1961, ordenado por expedientes personales de funcionarios y personas que merecían la atención del régimen. Existen expedientes especiales, relativos a temas delicados, como el contingente expedicionario de Cayo Confites, Cuba, en 1947, o la matanza de campesinos en Palma Sola, en 1962. 3) ARCHIVO DE LA SECRETARIA DE ESTADO DE RELACIONES EXTERIORES Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, Av. Independencia. 535-6280. Ana Aura Alvarez. Organizado en 1940 por María Ugarte. De acceso restringido, debiéndose obtener autorización del secretario o de la Presidencia. Después de concedido, no hay restricción a ningún expediente. Carece de instrumentos descriptivos completos, salvo el fichaje de visas o índices de algunas secciones. Consta de una sala principal, en que se hallan 300 archivadores, y de otras dos salas, en que aproximadamente hay el doble de material en anaqueles. Tiene una sección de documentos valiosos, como diplomas de tratados. Los fondos se encuentran organizados por expedientes sueltos, que combinan temática y cronología. Los documentos más antiguos datan de 1866, pero en su gran mayoría son posteriores a 1930. El sistema de catalogación se divide en las siguientes secciones: 1. Administrativa. 2. Asuntos internacionales de estado. 3. Relaciones políticas de estado. 4. Disponible. 5. Asuntos interiores de estado. 6. Comercio, industria, agro y comunicaciones. 7. Fiestas, conmemoraciones, monumentos. 8. Publicidad y cultura. Para el investigador las secciones más importantes son: la 2, que contiene política internacional del gobierno dominicano, informes políticos, legislación, conflictos y guerras; la 3, que incluye las relaciones con los gobiernos de otros países, los consulados, agencias diplomáticas, congresos y conferencias internacionales por áreas, tratados, régimen diplomático-consular, declaraciones; y la 5, con aspectos como naturalizaciones, residentes extranjeros, migraciones y colonización, concesiones a extranjeros, asuntos militares y eclesiásticos, actuaciones judiciales, etc. Bajo estas y otras secciones se localizan la correspondencia de la cartera con otros gobiernos e instituciones internacionales, la correspondencia de las embajadas y consulados dominicanos, la de las embajadas en el país, textos de protocolos de conferencias, acuerdos y tratados, visas, pasaportes, legalizaciones de documentos, exoneraciones de organismos internacionales y la documentación en general relativa a la política exterior. 3) SALA DOMINICANA DE LA BIBLIOTECA CENTRAL DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO Biblioteca de la UASD, Ciudad Universitaria. 533-9838. Dato Pagán. Durante mucho tiempo la Biblioteca de la hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) fue la más importante del país, haciendo las veces de Biblioteca Nacional. En la Sala Dominicana se trató de compilar el mayor volumen posible de materiales bibliográficos atinentes a la República Dominicana. Tiene diversos fondos de documentación original. Tesis. Colección íntegra, en principio, de las tesis de grado presentadas en la UASD, desde su etapa inicial de reorganización en el siglo XIX, cuando se denominaba Instituto Profesional. Tiene fichero, pero no cubre la totalidad de las tesis. Archivo de Tulio Cestero. Fondo privado donado a la Universidad. El propietario fue un connotado literato y diplomático. Consta de alrededor de 90 tomos y legajos de documentos diversos y recortes de prensa, tanto dominicana como de países en que estuvo en misión diplomática. No ha sido descrito. Contiene una documentación diplomática que arranca desde inicios del siglo XX hasta avanzados los años 40. Incluye copias de sus informes y de la correspondencia oficial que recibía. Uno de los aspectos más útiles del fondo se deriva de la participación de Cestero en la Comisión Nacionalista en Washington, durante la Ocupación Militar de 1916-24. Tiene correspondencia privada con intelectuales dominicanos y de otros países. Gráficos. Colección de mapas, grabados y planos en número indeterminado, en principio sin índice. Archivo Vertical. Contiene folletería y hojas sueltas, en gran volumen para los años 1930-1961, siendo a ese respecto un fondo único dado que por ley todos los autores e instituciones tenían que remitir copias a esta biblioteca. Además la Sala cuenta en sus fondos regulares con más de 1,500 títulos de folletos mayormente editados en el periodo de Trujillo. 4) ARCHIVO CENTRAL DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO Antiguo Hospital Marión, Ciudad Universitaria. 533-1620. José Medina Soto. Fundado en 1948 y reorganizado en 1966 por Celso Benavides. Aunque escasamente conocido, tiene dimensión nacional debido a la continuidad de la institución y su peso en la vida cultural del país, así como a que se trasladaron manuscritos anteriormente ubicados en la Biblioteca Central de la Universidad. Representa un laudable modelo de organización ya que mantiene al día un sistema de clasificación e inventarios. En 1801 se estatuyó un archivo universitario, pero se perdió a causa de la invasión haitiana de 1822. Desde la reapertura de la Universidad, en 1883, se creó un depósito, pero carecía de criterios archivísticos. El sistema de clasificación obedece a la estructura de la institución. Su organización se conecta con un sistema de centralización de los fondos de las diversas dependencias de la Universidad aprobado en 1974. Está dividido en tres secciones: pre-archivo, archivo activo y archivo histórico. Cuenta con catálogos tanto en el archivo activo como en el histórico. No hay restricción a los fondos, con excepción, en el archivo activo, de algunas áreas del funcionamiento administrativo de la institución. Ha editado un Boletín entre 1980 y 1986. El archivo activo, con 108 archivadores, comprende el conjunto de documentos emitidos hasta diez años atrás. Después de ese plazo se hace una selección para el traslado al archivo histórico. El archivo histórico está ordenado en legajos y libros, en número superior a mil. Además de los documentos de la Universidad, incluye el conjunto de sus publicaciones, así como materiales del movimiento estudiantil y algunos fondos relativos a la política nacional a inicios del siglo XX. Aunque hay documentos del siglo XVIII, la serie más antigua arranca de 1813. Con excepción de fondos extra-institucionales, la organización es temática, en las siguientes áreas, las que se acompañan de fechas extremas en la sección histórica: 1.Cláustro (1962-1977), 6 legs. 2.Consejo Universitario (1913-1980), 64 legs. y 80 libros. 3.Disposiciones Generales (1895-1965), 3 legs. 4.Estructura Universitaria (1813-1966), 28 legs. 5.Actividades Académicas (1918-1982), 135 legs. 6.Expedientes personales (1941-1978), 122 legs. y 300 libros. 7.Actividades financieras (1920-1981), 80 legs. y 30 libros. 8.Propiedades (1944-1966), 68 legs. y 6 libros. 9.Eventos (1930-1976), 60 legs. 10.Historial de la Universidad (1917-1977), 40 legs. y 200 libros. 11.Institutos (1971-1977), 9 legs. 12.Era de Trujillo (1930-1961), 19 legs. 5) BIBLIOTECA NACIONAL Plaza de la Cultura, calle César Nicolás Penson 169. 688-4086. Elida Jiménez. Colección Ortega Frier. Hasta donde se ha podido establecer, en la Biblioteca Nacional el único fondo de manuscritos es el archivo personal de Julio Ortega Frier, adquirido junto a su biblioteca. Esta colección contiene documentación de corte gubernamental durante la dictadura de Trujillo, así como documentos provenientes del bufete de abogados que dirigía, sobre todo relativos a actividades de compañías extranjeras. El fondo no está organizado, ha sido posiblemente objeto de sustracciones, se encuentra en pesimas condiciones de conservación y carece de instrumento descriptivo. ARCHIVOS MUNICIPALES Casi exclusivamente se trata de los fondos de los ayuntamientos. La situación de estos se caracteriza por mala conservación, que a veces llega a deplorable, criterios obsoletos de ordenamiento e inexistencia generalizada de instrumentos descriptivos. A menudo se destruye material, sin remitirse al AGN. En su mayoría, únicamente conservan fondos que no rebasan los 50 años, pues algunos de los ayuntamientos más importantes hicieron remisiones al AGN en los primeros tiempos de su existencia. En contraste, algunos ayuntamientos conservan registros que se inician en la segunda mitad del siglo XIX ya que nunca cumplieron con lo dispuesto por la ley que dio lugar a la creación del AGN o bien lo hicieron de manera parcial, conservando sobre todo los libros de actas y resoluciones, con la finalidad de no perder documentos reguladores de sus actividades, como ordenanzas o proventos impositivos. Como en el país hay 107 municipios no se ha podido hacer un inventario. A través de la muestra incluida se hace patente la desigualdad en la calidad de la documentación que albergan. Es de observar que en algunos municipios los archivos han sido destruidos, parcial o totalmente, o han sufrido sustracciones. Aunque los tipos de fondos pueden ser diversos, dadas las características apuntadas, lo que sobresale en casi todos los archivos municipales son los libros de actas y los registros catastrales. SANTIAGO 6) ARCHIVO HISTORICO DE SANTIAGO Restauración 124. 582-3801. César Franco. Unico de su tipo en el país, de significado en la vida cultural de la ciudad. Fundado en 1959 por Pedro Manuel Hungría y Román Franco, habiendo cabido a este último su organización. Es una dependencia del Ayuntamiento de Santiago, pero goza de autonomía funcional y cuenta con la cooperación de sectores de la sociedad. Está en proceso de reorganización en un sistema computarizado. Los documentos más antiguos datan de mediados del siglo XIX. Sobresalen las actas del Gobierno Restaurador (1863-65), cuando la ciudad albergaba el gobierno nacional. Tiene parte de la documentación antigua del Ayuntamiento no remitida al AGN, sobre todo actas y resoluciones. Asimismo cuenta con fondos sobre propiedad inmobiliaria. Posee manuscritos provenientes de los ayuntamientos de Monte Cristy y Puerto Plata, otras dos ciudades de la región norte. Además ha recibido donaciones de archivos privados. Todos los fondos tienen índices. La hemeroteca contiene colecciones íntegras de varios periódicos locales, sobresaliendo las de La Información y El Diario, ambas con índices analíticos computarizados. Cuenta con una colección de planos. La fototeca reúne materiales de localidades cercanas. El archivo de voces tiene alrededor de mil grabaciones a personas de la región. Tiene biblioteca. Realiza exposiciones de fotografías con cierta regularidad. Tendrá anexo un museo, en proceso de organización, contentivo de piezas arqueológicas, armas, pinturas y muebles. 7) AYUNTAMIENTO DE SANTIAGO Av. Juan Pablo Duarte. 582-6611. Los fondos más antiguos de la institución fueron transferidos en los años 40 al AGN y luego otros al Archivo Histórico de Santiago. Empero, quedan fondos cuyo traslado gestiona la última institución. Entre ellos sobresalen los Registros Catastrales de la provincia, así como, para los últimos cincuenta años, actas, resoluciones, correspondencia y registros de Tesorería. 8) AYUNTAMIENTO DE BANI Palacio del Ayuntamiento. Calle Sánchez. 522-3315. En lo fundamental cotiene documentación reciente, ya que hace envíos de fondos cada diez años al AGN. Por otra parte, muchos fondos se perdieron a causa de un incendio acontecido en 1940. Entonces se perdieron los protocolos notariales que se iniciaban a en la primera década del siglo XIX. Escasos protocolos notariales antiguos se encuentran en el Juzgado de Paz. Se divide en varias secciones, de acuerdo al organigrama de funcionamiento de la institución. La sección de Secretaría, en 20 libros, contiene las actas y resoluciones del cabildo, junto a su correspondencia regular. La sección de Sindicatura contiene la documentación administrativa. Por otra parte, en el Museo del Ayuntamiento hay legajos de documentos antiguos, como parte del epistolario de Francisco Gregorio Billini y papeles de Máximo Gómez. 9) AYUNTAMIENTO DE MONTE CRISTY 16 de Agosto 50. 579-2492. Es uno de los archivos municipales que cuentan con documentación más antigua del país. Se organizó en 1894 por Juan de la Cruz Alvarez, quien reunió materiales que se inician en el periodo colonial. Contiene oficios, cartas, contratos, actas y resoluciones y otros materiales que le confieren cierta dimensión de archivo histórico-político regional, habida cuenta del papel de la ciudad en lo que hoy se denomina Línea Noroeste. Los documentos más antiguos se encuentran deteriorados. Cuenta con un sistema de clasificación alfabético-numérico. Tiene varias colecciones de periodicos locales y de ciudades cercanas. 10) AYUNTAMIENTO DE PUERTO PLATA Separación 18. 586-2526. Los documentos se ajustan a las características de los archivos municipales. Las series comienzan alrededor de 1850, en particular los libros de actas. No se han hecho muchas remisiones al AGN. Se han perdido no pocos materiales y los existentes corren el riesgo de degradarse o ser destruidos. Aun así sigue siendo probablemente el depósito más rico en su género, conteniendo materiales acerca de sanidad, educación, catastro, alumbrado, agua y asuntos similares relativos a la administración municipal. Contiene correspondencias de personajes de la historia nacional en la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Conserva asimismo los protocolos de algunos notarios del siglo XIX. 11) AYUNTAMIENTO DE LA VEGA Palacio Municipal. Independencia esq. Restauración. 573-8544. Fundamentalmente consta de los libros de actas y resoluciones del Cabildo, así como del Registro de Títulos. 12) AYUNTAMIENTO DE SANCHEZ Calle Libertad. 552-7233. Esta ciudad portuaria tuvo peso económico durante el periodo 1890-1925. Hay documentos a partir de 1880. El ayuntamiento nunca ha efectuado remisiones al AGN. 13) AYUNTAMIENTO DE EL SEYBO Calle M. D. Jiménez. 552-3411. Esta población fue la más importante de la región Este hasta el auge de San Pedro de Macorís, iniciado hacia 1885. La Conservaduría de Hipotecas es probablemente una de las más importantes de las que se encuentran anexas a los ayuntamientos. Las series se inician hacia 1890. No se han hecho remisiones al AGN. 14) AYUNTAMIENTO DE SAN FRANCISCO DE MACORIS 27 de Febrero 87. 244-2862. Esta población fue tomando importancia en las primeras décadas del siglo XX hasta colocarse en la tercera por el número de habitantes. Se conservan fundamentalmente los libros de actas desde fines del XIX. 15) AYUNTAMIENTO DE SAN JOSE DE LAS MATAS Av. San Juan 2. 578-1522. Contiene documentos del periodo de Trujillo, cuando la demarcación abarcaba otras localidades de la región, que hoy cuentan con sus respectivos ayuntamientos. Mucho material se perdió por un incendio. 16) AYUNTAMIENTO DE AZUA Calle Duarte. 521-3302. Esta ciudad fue la más importante del suroeste hasta inicios del siglo XX. Además de libros de actas, en sus fondos se encuentran reproducciones de documentos del siglo XVIII provenientes de autoridades y notarios de poblaciones del sur, como San Juan de la Maguana, Hincha y Las Caobas; estas dos últimas hoy forman parte del territorio haitiano, resultado de que sus habitantes tomaron refugio en Azua y puntos aledaños desde los años finales del siglo XVIII. Hay, además, varios archivos notariales anexos, siendo el más antiguo de ellos el de Angel Noboa. En estos libros los documentos arrancan de la segunda mitad del XVIII, aunque los notarios que los integraron iniciaron su trabajo a partir de 1830. 17) AYUNTAMIENTO DE SAN JUAN DE LA MAGUANA Avenida Independencia. 557-3668. Gabriel Sandoval. Contiene la serie completa de los libros de actas de la institución a partir de 1868. Otros fondos en teoría han sido remitidos al AGN, donde no se los localiza, o han sido destruidos. 18) AYUNTAMIENTO DE MAO Avenida 27 de Febrero 34. 572-3397. Al igual que el anterior, conserva fundamentalmente las actas de la Sala Capitular relativas a todo el lapso posterior a 1882, fecha de creación de la común. ARCHIVOS DE OFICIALIA CIVIL Otro tipo de archivos a escala municipal son las Oficialías de Estado Civil, los esenciales para la historia demográfica reciente. Están anexos a los juzgados de paz. Normalmente los fondos se inician en la segunda mitad del siglo XIX. Para citar uno de los fondos más antiguos, de Puerto Plata, los nacimientos y matrimonios se inician en 1861 y las defunciones en 1869. Los registros de Santo Domingo, trasladados al AGN, arrancan en 1807. En una parte de estos archivos el material se encuentra desordenado o en mal estado y ha habido pérdidas por diversos motivos, como acción de insectos, humedad, incendios, traslados descuidados. Entre las localidades que cuentan con archivos de este tipo cabe mencionar a Baní, Azua, Bánica, San Cristóbal, Higüey y Los Llanos. Se ha consignado que uno de los mejores fondos era el de San Juan de la Maguana, pero quedó destruido en un incendio. Dada la dinámica de estas oficinas, solo una parte acató la ley que estipula remisiones al AGN. Como varían muchas características de estos archivos, es de importancia llevar a cabo diversas tareas: censarlos, con las fechas límite; evaluar su estado de conservación; establecer criterios de conservación, dado que buena parte se encuentran en proceso rápido de deterioro o destrucción; copiarlos e integrarlos a un registro nacional, que debería también contener las informaciones parroquiales. Respecto a lo último, la Iglesia Mormona ha hecho copiados de la generalidad de estos fondos, remitiéndolos a su sede central en Estados Unidos. ARCHIVOS JUDICIALES, BUFETES Y NOTARIAS En todos los centros urbanos, principalmente las cabeceras provinciales, se encuentra variada documentación judicial. Por una parte, existen juzgados de paz, de primera instancia y de apelación. El aparato judicial se corona con la Suprema Corte de Justicia y la Procuraduría General de la República. Accesoriamente se encuentra la judicatura relativa a la propiedad de la tierra, que consta de dependencias regionales. Aunque registros privados, los archivos de notarios forman parte del sistema judicial, por lo que se depositan en los juzgados de paz en caso de no ser heredados por otros notarios. Como fuente, los archivos notariales tienen especial importancia hasta inicios del siglo XX, ya que antes de la ley de Registro de Títulos de 1920 casi todas las transacciones de propiedades se hacían notarialmente. Esta ley permite actos de inmuebles catastrados bajo firma privada ante notario. Fue, por ende, desapareciendo el trabajo de los notarios en actos de venta. Desde hace unas décadas únicamente se hacen testamentos, actos de convenciones y estipulaciones por mutuo consentimiento, al igual que actos de venta no regidos por la ley de tierras, a fin de que el notario pueda expedir copias. Como existen juzgados en todas las provincias y municipios, sólo se informará acerca de otros materiales en las provincias escogidas. Queda pendiente la determinación, en censo exhaustivo, de la documentación efectivamente contenida en los diversos juzgados del país. SANTO DOMINGO 19) ARCHIVO DEL TRIBUNAL DE TIERRAS Av. Independencia esq. Enrique Jiménez Moya. Incluye propiamente los fondos del Tribunal de Tierras así como de oficinas anexas. No tiene la estructura de archivo abierto a los investigadores, ya que opera para fines utilitarios. Reviste importancia, empero, pues sus fondos están exonerados de remitirse al AGN. Abierto a los abogados que tratan aspectos de propiedad inmobiliaria. Otras personas requieren de autorización del presidente del Tribunal de Tierras. Se encuentra en estado caótico, a consecuencia de los procesos recientes de degradación del funcionamiento de las instituciones estatales. Por ejemplo, los expedientes se hallan fragmentados, y normalmente es difícil o imposible localizar información a menos de contar con ayuda especial de un empleado de la oficina. En sus expedientes los documentos más antiguos datan de la segunda mitad del siglo XVIII, integrados estos en la documentación de las parcelas que se ha conformado en virtud de la Ley de Registro de Títulos de 1920. Consta propiamente de cuatro fondos o archivos: Tribunal de Tierras, dividido en cuatro regiones: Distrito Nacional, Cibao, Sur y Este; Catastro; Registro de Títulos y Mensura. Además hay un archivo en la Oficina del Abogado del Estado ante el Tribunal de Tierras. 20) OFICINA TRONCOSO Y CACERES S. Sánchez 253. 689-2158. Es uno de los escasos bufetes de abogados que data de muchas décadas. Debe contener abundante material acerca de compañías nacionales y extranjeras. SANTIAGO 21) ARCHIVO NOTARIAL DE SANTIAGO REYNOSO Duarte 48. 582-0748. De importancia para aspectos de la historia económica e institucional de la provincia de Santiago y otras aledañas. Recoge los protocolos de los siguientes notarios: Narciso Román (1863-1878), Pedro M. Archambault (1878-1893), Joaquín Dalmau (18931916), José María Vallejo (1917-1930) y José E. Reynoso (1931-1954). Consta de 90 libros, a razón de uno por año. Los documentos más antiguos datan de la segunda mitad del siglo XVIII. Una parte de los libros tienen índices. 22) OFICINA J. M. CABRAL Y BAEZ Cuba 58. 583-7211. Federico Villamil y otros. Es el bufete más antiguo e importante de Santiago. Fundado por el licenciado José María Cabral a inicios de siglo, pasó luego a su hijo Marco Cabral. Los descendientes de este último no ejercen la abogacía. Estructurado en base a expedientes de los clientes, entre los cuales se cuentan las empresas más importantes de la ciudad. En principio no está abierto al público. Se desconoce si existen instrumentos descriptivos y el volumen de los fondos. 23) OFICINA DE FEDERICO CARLOS ALVAREZ Independencia 129. 247-3492. Federico Carlos Alvarez hijo. Es el segundo bufete de importancia de Santiago. Inaugurado por el licenciado Federico Carlos Alvarez en la tercera década del siglo, es continuado en la actualidad por su hijo del mismo nombre y por sus nietos. Ha cobrado relieve en las últimas décadas, siendo hoy el principal bufete de la ciudad, por lo que contiene voluminosas documentaciones de compañías. 24) ARCHIVO NOTARIAL DE AULIO HERNANDEZ. 30 de marzo 3. Aunque menos rico que el de Santiago Reynoso, contiene valiosos protocolos notariales del siglo XIX. Al igual que los restantes del país, contiene contratos, testamentos, actos de divorcio, protesto de documentos de comercio, inventarios de sucesiones de bienes comunitarios y abiertos, contratos de prenda. 25) ARCHIVO NOTARIAL DE PEDRO BORREL L. Pichardo edif. 13. 583-8207. Originalmente perteneció a Félix A. Rodríguez y contiene actos desde inicios del presente siglo. 26) JUZGADO DE PAZ DE LA PRIMERA CIRCUNSCRIPCION Se encuentran los protocolos de los notarios Juan A. Minaya y Darío Mañón, ambos no abogados, junto a algunos otros más recientes. LA VEGA 27) ARCHIVO NOTARIAL DE HUGO ALVAREZ Sánchez casi esq. Juan Rodríguez. 573-2588. Proviene de Francisco José Alvarez, padre del actual propietario, y parece ser el archivo notarial más rico de La Vega. 28) ARCHIVO DE LORENZO GOMEZ Calle Padre Billini. 573-4393. Porfirio José y Lorenzo Gómez. Tiene tres generaciones de notarios dentro de la línea de herencia familiar. Originalmente de Lorenzo Gómez, pasó a su hijo Porfirio Gómez y en la actualidad a los propietarios. 29) ARCHIVO DE ROBERTO ABREU García Godoy 19 A. 573-2713. Otro exponente de un nutrido archivo de abogado provincial, pero que básicamente arranca en los años sesenta de este siglo. BANI 30) ARCHIVO DEL JUZGADO DE PAZ Contiene protocolos notariales. Algunos se han destruido por intereses personales. COTUI 31) ARCHIVO DE SOCRATES NUÑEZ Ramón Oviedo 58. Los protocolos se inician en 1922, con los actos de Francisco Antonio Núñez, padre del actual propietario. Fundamentalmente consta de actos de ventas, hipotecas y testamentos. MONTE CRISTY 32) ARCHIVO DE FEDERICO JULIAO Duarte 42. 579-2334. Cubre documentación notarial desde inicios del siglo XX, relativa a Monte Cristy y poblaciones aledañas. PUERTO PLATA 33) ARCHIVO DE CARLOS FINKE Beller 51. 586-2444. Conserva, además de los suyos, los protocolos notariales de Amiro Pérez (1924-1977) y de Germán Ornes (década de 1930). En su archivo de abogado hay expedientes organizados de una parte de las principales compañías industriales y comerciales de Puerto Plata desde fines de la década de 1940. Por igual hay múltiples expedientes de ganaderos, que incluyen resoluciones de los aspectos legales de la propiedad. El propietario ha formado un archivo histórico, en proceso de reorganización, que, entre otros fondos, cuenta con una parte de los papeles de Ricardo Limardo, un prominente político de la ciudad. SAN JUAN DE LA MAGUANA 34) ARCHIVO DE JOSE A. PUELLO R. Calle 19 de Marzo 8. 557-2343. Contiene protocolos notariales desde la década de 1940 hasta la actualidad. No ha incorporado protocolos de otros notarios. El propietario tiene además un número limitado de documentos de carácter histórico. 35) ARCHIVO DE ARTURO RAMIREZ F. 16 de Agosto 49-b 557-2263. Los protocolos se inician en la década de 1940 y llegan a la actualidad. 36) JUZGADO DE PAZ DE SAN JUAN DE LA MAGUANA Se encuentran depositados varios archivos notariales, entre los cuales destacan los del Lic. Angel Canó Pelletier, el licenciado José Humberto Terrero, el doctor Isaías Herrera Lagrange y el de Manuel de Jesús Rodríguez Varona. Los tres primeros se inician aproximadamente en la primera mitad de la década de 1940, mientras el de Rodríguez Varona, no graduado de abogado, antecede a 1930. No se ha podido determinar si incluyen protocolos previos de otros notarios. ARCHIVOS INSTITUCIONALES PUBLICOS Y PRIVADOS SANTO DOMINGO 37) BIBLIOTECA DEL MUSEO DE LAS CASAS REALES Calle Mercedes esq. Las Damas. 682-4202. Eugenio Pérez Montás. Institución especializada en el periodo colonial. No conserva originales, sino copias de los archivos españoles, sobre todo del Archivo General de Indias, el Archivo General de Simancas y el Archivo Histórico Nacional de Madrid. Una parte de los mismos fueron traídos por Pedro Julio Santiago. Se conservan porciones de las colecciones documentales de César Herrera y Marino Incháustegui. El mayor volumen ha sido producto, en años recientes, de la misión dirigida por Vicente Rubio. 38) BIBLIOTECA DEL MUSEO DEL HOMBRE DOMINICANO Plaza de la Cultura, Pedro Henríquez Ureña. 687-3623. Fernando Morbán Laucer. Contiene una cuantía limitada de manuscritos de pioneros de la arqueología y la antropología social en República Dominicana, como Narciso Alberty B. 39) BIBLIOTECA DE LA CASA DE FRANCIA Las Damas esquina El Conde. 685-0840. Marie France Balasse. Tiene copias microfilmadas de fondos del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Francia, en particular correspondencia diplomática y consular de la primera mitad del siglo XX 40) UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO HENRIQUEZ UREÑA Autopista Duarte km. 51/2. 562-6601. Vicerrector de Administración. El archivo reúne la documentación relativa al historial de la institución, a partir de su fundación en 1966. 41) CORPORACION DOMINICANA DE ELECTRICIDAD Av. Independencia. 535-1100. Lesbia de León y Ana Socorro Salcedo. Se trata de un caso excepcional de conservación de registros por una empresa pública. Se refiere exclusivamente a temas administrativos, como concursos, contratos y proyectos de desarrollo. Los documentos más antiguos datan de la década de 1920, cuando fue creada la Compañía Eléctrica de Santo Domingo, antecesora de la actual, propiedad estatal desde 1954. Tiene cerca de 300 archivadores de 4 gavetas y un archivo de seguridad próximo a la planta de Timbeque, adonde se trasladan materiales que han perdido vigencia operativa. El archivo está organizado de acuerdo a un manual alfabético-numérico por asuntos. Por otra parte se lleva un cronológico de trámite y archivo de la administración general. No hay acceso al público, salvo autorización. 42) BANCO DE RESERVAS Isabel La Católica 201. 688-2241. Además de los propios registros, mantiene los de la sucursal del National City Bank, adquirido por el gobierno dominicano en 1941 como paso accesorio de la fundación de la institución. El National City Bank se estableció en el país a inicios del siglo XX y tuvo la importancia de haber sido, durante décadas, depositario de los fondos de la Receptoría General de Aduanas, medio por el cual los Estados Unidos mantuvieron el protectorado financiero entre 1905 y 1940. 43) BANCO CENTRAL Calle Pedro Henríquez Ureña. 221-9111. Como parte de la organización de esta institución, mantiene registros de sus actividades internas desde su creación en 1947. Incluye expedientes sobre asuntos financieros, endeudamiento externo, inversión extranjera, relaciones con organismos crediticios internacionales y con el gobierno de Estados Unidos. Su consulta requiere permiso del gobernador de la institución. INSTITUTO NACIONAL DE ESTABILIZACION DE PRECIOS Plaza de la Independencia. 561-0191. Se conserva documentación variada de esta oficina estatal, a partir de su fundación en la década de 1970. El depósito, al parecer, se encuentra en estado desorganizado. 45) CAMARA DE COMERCIO Y PRODUCCION DEL DISTRITO NACIONAL Arzobispo Nouel 206. 682-2688. Milagros Puello. La documentación original se inicia en los tiempos de la fundación de la institución, en la segunda década del siglo. Además de actas y correspondencia, contiene informaciones sobre empresas. No es abundante pues efectúa remisiones al AGN. 46) ASOCIACION DE INDUSTRIAS DE LA REPUBLICA DOMINICANA Av. Sarasota. 532-5523. Fundada en 1962. Contiene documentos sobre el funcionamiento de la institución, así como correspondencia con el gobierno acerca de aspectos legales y políticos. También existen materiales sobre las empresas miembro. Está organizado a través de libros cronológicos anuales. 47) SOCIEDAD INDUSTRIAL DOMINICANA Avenida Máximo Gómez 182. 565-2151. Julio Aquino. Este complejo agro-industrial, centrado en la producción de aceites vegetales, simboliza la industria dirigida al mercado interno. El archivo incluye materiales desde su fundación a fines de la década de 1930. Al igual que en toda compañía de consideración, incluye estados financieros, correspondencia, actas, etc. Por su naturaleza diversificada en múltiples rubros, tienen importancia los proyectos, estudios y planes de desarrollo. 48) BANCO POPULAR DOMINICANO Avenida John F. Kennedy 20. 544-8000. Se puede comparar a la anterior institución, en cuanto simboliza a la banca privada nacional. El archivo contiene información a partir de la fundación de la empresa en 1962. SANTIAGO 49) CAMARA DE COMERCIO Y PRODUCCION DE SANTIAGO Av. Las Carreras 7. 582-2556. Iván Reynoso. Dividido en archivo muerto y archivo vivo, el primero contentivo de documentación emitida a partir de 1914. La institución desempeñó importantes funciones hasta 1960. El archivo cuenta con las actas de su Consejo Directivo, la correspondencia, los sistemas legales relativos al comercio y la industria, registro mercantil, correspondencia con empresas del exterior, así como documentaciones de varios géneros de empresas industriales que requerían la intervención de la institución, como las licorerías. Además, contiene una colección completa de las memorias y otras publicaciones de la institución. El archivo muerto consta de 160 cajas y el vivo de 10 archivadores. Carece de catálogo por expedientes, pero cuenta con un Compendio de Fondos elaborado por Danilo de los Santos. Actualmente se reorganiza, con el fin de poner todos sus fondos al alcance del público. Por el momento, sólo hay acceso a las actas. 50) SOCIEDAD AMANTES DE LA LUZ Calle Las Carreras. 582-4058. Natividad Peralta. Institución cultural fundada en 1874 por Manuel de Jesús de Peña y Reynoso. Es la sociedad en su género más antigua del país, de notable peso en la historia cultural de la ciudad y la región. Hay publicada una reseña histórica, que informa sobre sus diversos fondos: Valentina Peguero, Peña y Reynoso y la Sociedad Amantes de la Luz, Santiago, 1985. Alberga en su biblioteca unas 25 colecciones de periódicos del siglo XIX y las primeras décadas del XX, en gran parte compuesta de ejemplares únicos. Tiene, además, unos 175 títulos de revistas, muchas de las primeras décadas del siglo. Las revistas más antiguas constan de índices analíticos. Por último, su colección de folletos y libros la hace insustituible para el estudio de la historia social y cultural del país y la región. Hay un número limitado de manuscritos raros, incluyendo originales de libros. El archivo de la sociedad contiene series incompletas de actas y correspondencias de las directivas, así como documentos financieros, todo a partir del mismo año de su fundación. 51) ALIANZA CIBAEÑA Beller 127. 582-5220. Originalmente se fundó como sociedad de artesanos, en los años 80 del siglo XIX. Es tal vez la institución más antigua del país en su género. Hoy es una sociedad dedicada al fomento de la cultura. Conserva, por ello, una valiosa biblioteca, en que sobresale la colección de folletos. Aparte de los registros relativos a sus actividades, tiene manuscritos que no se pudieron especificar por estar el edificio en reparación. 52) BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD CATOLICA MADRE Y MAESTRA Carr. Duarte km. 1.5. 580-1962. Colección de Marino Incháustegui. Papeles del fenecido historiador Marino Incháustegui, en que sobresale el copiado de numerosos expedientes de archivos españoles, especialmente el Archivo General de Indias. Hemeroteca. Colecciones completas de periódicos de inicios de siglo XX, algunos de ellos de Santiago. Donaciones. Ha recibido algunos fondos en donación, todavía no abiertos al público, entre los cuales se encuentra el archivo personal de Héctor Incháustegui Cabral. COMPAÑIA ANONIMA TABACALERA Duarte 9. 582-3151. Es una de las empresas más antiguas de la ciudad, la que ha logrado destacado peso en la vida regional. Conserva documentación a partir de su fundación, producto de la fusión de dos compañías en 1905. Además del aspecto propiamente empresarial, los materiales se refieren a la agricultura del tabaco y a aspectos variados de la vida social y económica de la ciudad. 54) J. ARMANDO BERMUDEZ Y CO. España 38. 247-4852. Es una de las empresas licoreras más importantes del país, y al igual que la anterior, ha tenido considerable incidencia en la vida de la ciudad. La actividad de la familia en el área se inició en el siglo XIX, pero es sólo con la creación de la compañía, en 1927, cuando se establecieron los registros sistemáticos. Estos incluyen libros de contabilidad, estados financieros, pago de impuestos, series de producción y correspondencia. LA VEGA 55) BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL CIBAO Aut. Duarte km. 1. 573-3863. Conserva una porción del archivo personal de Mario Concepción, el principal historiador de la historia de La Vega en las últimas décadas. La otra parte la conserva Oscar Torres Petitón. Contiene materiales variados sobre aspectos de la vida vegana, fundamentalmente en los últimos cien años. Los fondos en la Universidad no se conservan adecuadamente y están en proceso de destrucción. No parece que haya catálogo o inventario. 56) SOCIEDAD LA PROGRESISTA Calle Restauración. Parque Duarte. 573-7674. Rafael Espínola. La institución fue creada en el siglo XIX. Conserva documentación dispersa desde entonces sobre su funcionamiento y actividades culturales, que incluyó un teatro. La biblioteca aloja folletería de décadas previas. 57) BIBLIOTECA MUNICIPAL GUIDO DESPRADEL Y BATISTA Padre Adolfo esq. Padre Billini. En su hemeroteca se conservan algunas colecciones de periódicos de inicios del siglo XX. PUERTO PLATA 58) SOCIEDAD UNION PUERTOPLATEÑA Mella 10. 586-6363. Conserva los documentos corrientes de la entidad, fundada en el siglo pasado. Sobresale el fondo del hospital Las Mercedes, bajo su administración. Partes de los fondos se perdieron en un incendio reciente. 59) SOCIEDAD CULTURAL RENOVACION Duarte 41. 586-6240. En la hemeroteca se conservan varias colecciones de periódicos del siglo XIX, tanto de Puerto Plata como de otras localidades de la región. ARCHIVOS HISTORICOS PARTICULARES SANTO DOMINGO 60) ARCHIVO-BIBLIOTECA DE EMILIO RODRIGUEZ DEMORIZI Mercedes no. 317. 682-5849. Clara Rodríguez Demorizi. La colección bibliográfica del extinto historiógrafo es probablemente la más completa del país. Consta además de documentación inédita, tanto en originales como copias. Asimismo se señala la excepcional serie de publicaciones periódicas, en que se incluye prensa haitiana del siglo XIX. Tiene manuscritos de libros y otros escritos. Se conservan en sus fondos los archivos de Pedro Henríquez Ureña y Fray Cipriano de Utrera, de importancia respectiva para la historia intelectual y para el el periodo colonial. Al presente estos fondos no están al acceso del público. Existe el proyecto de crear una "Casa del Escritor" en el local de que aloja este archivo-biblioteca, pero no ha trascendendido si integrará sus fondos bibliográficos y documentales. No se conoce de la existencia de instrumentos descriptivos. 61) BIBLIOTECA DE VETILIO ALFAU DURAN Cayetano Rodríguez 51. 682-5417. Vetilio y Salvador Alfau Además de su excelente colección bibliográfica, una de las mejores del país, contiene una colección casi única de folletería y hojas sueltas. Incluye documentos originales de variados aspectos de la historia nacional emitidos en la segunda mitad del siglo XIX y en el primer cuarto del siglo XX. Por otra parte, contiene copias a máquina de miles de documentos originales existentes en archivos nacionales y del exterior, así como las fichas de trabajo del erudito historiador. 62) FUNDACION CULTURAL DOMINICANA José Ortega y Gasset. 566-3232. Bernardo Vega. Dada su especialización en historia moderna, especialmente del periodo de Trujillo, está compuesto básicamente por reproducciones de expedientes de National Archives and Record Administration, de Washington, así como de otros archivos de Estados Unidos. Asimismo hay fotocopias de expedientes del Archivo del Palacio Nacional. Partes han sido editados en diversos volúmenes de Bernardo Vega. 63) ARCHIVO DE CAROLINA MAINARDI Av. Francia. 689-7834. Contiene los fondos dejados por Leovigildo Cuello, esposo de la propietaria, dirigente político en los años 20 y luego una de las figuras prominentes del exilio anti-trujillista. Ha incorporado el archivo de Angel Morales, por igual uno de los máximos dirigentes del exilio. Este último fondo contiene correspondencia con Sumner Welles, subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos en los años 30. Tiene una colección de fotos. ARCHIVO DE ANTINOE FIALLO Av. Rómulo Betancourt 1906. 473-6589. Contiene varios fondos. El primero reúne papeles variados de la familia Billini. Dentro de estos se encuentra parte de la documentación dejada por el presidente Francisco Gregorio Billini y otros familiares, en especial consistente en correspondencia y materiales políticos de las últimas décadas del siglo XIX. Anexo se encuentra el material conservado por Hipólito Billini, hermano del anterior, básicamente relativo a sus actividades mercantiles, pero que incluye documentos políticos desde inicios del siglo XIX así como parte de la correspondencia de Francisco Xavier Billini. Por último, se encuentran los papeles de Cristina Billini Morales, contentivos de materiales del movimiento nacionalista (1916-1924), sobre todo cartas y volantes. El segundo conjunto corresponde a la familia Fiallo, sobresaliendo los papeles del licenciado Antinoe Fiallo Rodríguez, padre del propietario, y de su hermano Gilberto Fiallo, contentivos de materiales relativos a la acción de núcleos intelectuales de fines de los años 20 e inicios de los 30 de este siglo, así como a la lucha clandestina contra la dictadura de Trujillo y de la Unión Cívica Nacional, organización política de la primera mitad de la década de 1960. Hay, además, documentos conservados por Luisa López de Fiallo, que incluyen los de Fabio Fiallo. Por otra parte se incorporó un archivo perteneciente al lic. Miguel A. Gómez R., de la Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios (1928-1933), así como de Acción Cultural, agrupación de intelectuales existente en el mismo periodo que la anterior. Casi todos los fondos constan de índices. CASA DE FEDERICO HENRIQUEZ Y CARVAJAL Sánchez 262. 689-3315. Francisco A. Henríquez. En primer lugar, contiene documentación dejada por Federico Henríquez Carvajal, contentiva de correspondencia y materiales diversos sobre la cultura y la política en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX. Cabe destacar las correspondencias con Francisco Henríquez y Carvajal, Eugenio María de Hostos, Santiago Guzmán Espaillat y Federico García Godoy; contiene también materiales inéditos sobre el movimiento nacionalista. Otro fondo contiene los documentos colectados por Enriquillo Henríquez García, hijo de Henríquez y Carvajal, que incluyen documentación sobre la expedición de Cayo Confites y correspondencia con la Unión Patriótica Haitiana. Por último, se encuentran documentos guardados por Francisco Alberto Henríquez, de la tercera generación, historiador, relativos a la lucha interior y exterior contra la dictadura de Trujillo. 66) ARCHIVO DE EMILIO CORDERO MICHEL César Nicolás Penson 4. 682-2509. Está compuesto básicamente de papeles manuscritos y otros materiales emitidos por agrupaciones del exilio y por los medios de izquierda en la primera mitad de los años 60. Contiene parte del archivo del Movimiento de Liberación Dominicana de New York, correspondiente a los años 1959 a 1961. Sobresale, de igual manera, la correspondencia personal en el contexto del Movimiento 14 de Junio en los años 60. Otro fondo, formado por el padre del propietario, José Ramón Cordero Infante, reúne correspondencia de Ulises Heureaux y papeles diversos del también presidente Horacio Vásquez. 67) ARCHIVO DE MANUEL DE JESUS MAÑON ARREDONDO Respaldo Hatuey 1. 565-5210. Aparte de documentos varios de procedencia local, el archivo está compuesto por copias de documentos del Archivo General de Indias y de otros archivos del exterior. La mayor concentración de materiales se refieren a historia urbana, especialmente de la ciudad de Santo Domingo. Tiene un volumen significativo de folletería, así como colecciones de fotografías. 68) ARCHIVO DE JULIO G. CAMPILLO P. El Recodo 8. 532-6965. El propietario es especialista en genealogía, por lo que ha reunido materiales de familia y formado amplios apuntes personales en la materia. Tiene una de las mejores bibliotecas históricas del país. 69) ARCHIVO DE FIDELIO DESPRADEL Av. Paulo Tercero. 682-6386. Comprende fundamentalmente una extensa documentación del Movimiento 14 de Junio, en especial desde 1963 hasta su disolución en 1968. Contiene asimismo materiales de otras organizaciones de izquierda. Tiene un índice que cubre todos los expedientes, ordenados por temas. 70) ARCHIVO DE RAFAEL BAEZ PEREZ Calle Doctor Delgado. 689-3892. Incluye documentación interna del Movimiento 14 de Junio y del Movimiento Popular Dominicano, así como hojas sueltas, folletos y colecciones de prensa de dichas organizaciones. 71) ARCHIVO DE ROBERTO CASSA Max Henríquez Ureña 85. 562-1426. Principalmente contiene originales y copias relativos a los movimientos obreros y los partidos de izquierda hasta los años de 1970. Esto incluye colecciones de periódicos, entre ellos de organizaciones políticas y laborales. Asimismo contiene materiales sobre la historia intelectual de los siglos XIX y XX. Recibió la donación del archivo de Manuel Gil M., dirigente del Partido Nacionalista. También hay originales del Partido Socialista (proyecto) y el Movimiento de Unidad Socialista, entidades que existieron entre fines de los años 70 e inicios de los 80. Por último, tiene unas 200 entrevistas grabadas a protagonistas de movimientos sociales y políticos desde los años de 1920 hasta los de 1970 y reproducciones de documentos de archivos dominicanos y de otros países. BANI 72) ARCHIVO DE MANUEL VALERA Duarte 47. 522-3772. Al igual que otros, es producto de la preocupación por recopilar documentos diversos de Baní y, en menor medida, de otras ciudades de la región sur, con el expreso propósito de evitar que sean destruidos o se pierdan, dado el desorden que impera en diversas instituciones. El propietario es especialista en historia demográfica regional y se ha propuesto contribuir a la creación de un archivo provincial de Baní. PUERTO PLATA ARCHIVO DE RAFAEL BRUGAL Antera Mota 43. 586-9010. Está formado en base a documentos de la provincia de Puerto Plata. Hay documentos públicos y privados, los primeros adquiridos con el fin de evitar su destrucción o deterioro. Entre estos se cuentan partes de los libros de actas del Ayuntamiento de la ciudad. Ha reunido materiales diversos sobre personajes e instituciones de Puerto Plata. Conserva los protocolos íntegros del notario Leandro García, de los más antiguos de la ciudad (años 1825-1860). 74) ARCHIVO DE JOSE AUGUSTO PUIG Circunvalación Norte 27. 586-2703. Elvia Miller Vda. Puig. Contiene materiales acerca de la historia de la ciudad. Recibió donación del archivo de Pedro Spignolio y papeles de la familia de Gregorio Luperón. Entre los materiales más importantes se encuentran registros demográficos de Puerto Plata, en originales o copias. Sobresalen además expedientes acerca de los monumentos antiguos de la provincia. El doctor Puig, fallecido hace unos años, fue un connotado opositor a la dictadura de Trujillo, por lo que sus papeles incluyen materiales políticos de la época. SAN JUAN DE LA MAGUANA 75) ARCHIVO DE MAYOBANEX RODRIGUEZ Santomé esquina Pedro J. Heyaime. El propietario desempeñó funciones en el tren administrativo local, como gobernador provincial y síndico, lo que contribuyó a que pudiera reunir un número considerable de documentos. 76) ARCHIVO DE LORENZO PIÑA PUELLO Se considera la mejor colección de documentos de carácter históricos en la región. Se desconoce dónde se encuentra en la actualidad. ARCHIVOS ARZOBISPALES 77) ARCHIVO HISTORICO DEL ARZOBISPADO Palacio del Arzobispado de Santo Domingo. Isabel La Católica esq. Pellerano Alfau. 689-8676. Amancio Escapa, vicario general. Anteriormente era conocido como Archivo de la Catedral de Santo Domingo. No está abierto al público, requiriéndose autorización del arzobispo. Distribuido en alrededor de 35 archivadores de cuatro gavetas. Actualmente no cuenta con instrumento descriptivo pues se ha extraviado el que existía, confeccionado por Luis Rodríguez Guerra. Contiene los documentos más antiguos del país, los registros demográficos de la última década del siglo XVI correspondientes a la ciudad amurallada. Los anteriores fueron destruidos por el corsario Francis Drake, en 1586. En gran parte la documentación correspondiente al periodo colonial y parte del siglo XIX se encuentra en mal estado. La cuantía de los fondos conservados se acrecienta a fines del siglo XIX, quizá por el celo del arzobispo Meriño de organizar la correspondencia. Pero fue el arzobispo Nouel, en la segunda década de este siglo, que comenzó a concebir la idea de un archivo, y fue monseñor Beras, cuando era secretario del Arzobispado, en los años 40 este siglo, que le dio forma plenamente organizada. Se han hecho varias descripciones someras, siendo la más reciente la de Vetilio Alfau Durán: "El Archivo de La Catedral", La Nación, 29 de enero de 1946. Desde el punto de vista práctico la información de Alfau Durán carece hoy de validez pues el archivo fue reorganizado hace unos 15 años por el entonces vicario Antonio Camilo. Los fondos fueron reubicados desde cajas a archivadores metálicos. Los registros de bautismos, óbitos y matrimonios se encuentran en gavetas especiales, en gran parte con índices anexos. Los registros de bautismos constan de 50 libros, entre 1590 y 1892; los de óbitos y matrimonios se encuentran juntos, entre 1590 y 1601 y de 1610 a 1642; los más antiguos de matrimonios datan de 1644 y los de entierros de 1666. En la organización previa los libros de bautismos, óbitos y matrimonios se localizaban en el estante B, con un total de 80 cajas. Estos registros incluyen los libros correspondientes de las cuatro parroquias en que se dividía la ciudad de Santo Domingo hasta 1930, trasladados a causa del ciclón de San Zenón: Santa Bárbara, San Carlos, San Antonio y El Carmen; las parroquias de Santa Bárbara y San Carlos eran las únicas otras de lo que hoy es la ciudad durante el periodo colonial. De la misma manera esta sección se ha nutrido de libros parroquiales antiguos de El Seybo, Hincha, Higüey, Baní y otras poblaciones. El antiguo estante A, dividido en 40 cajas, contenía la correspondencia del arzobispo con el Vaticano, el gobierno dominicano y los párrocos. En el antiguo estante C, de 80 cajas, se reunían materiales disímiles, que incluían, entre otros, libros de las instituciones educativas, libros de capellanías, actas y resoluciones del Cabildo Eclesiástico, expedientes matrimoniales, expedientes sacerdotales, documentos pontificios, cartas pastorales, circulares y memorias de los arzobispos y sus sustitutos. Por último, hay un volumen considerable de fotos e impresos, antes localizados en el estante D, de 40 cajas. 78) ARCHIVO DEL ARZOBISPADO Se encuentra en el mismo edificio que el Archivo Histórico del Arzobispado, pero este se halla en la Cancillería del Arzobispado. Está integrado de documentación reciente, de unos cuarenta años de antigüedad a lo sumo, que la institución considera vigente para fines prácticos. Tiene unos 30 archivadores de cuatro gavetas cada uno. Tampoco consta de instrumentos descriptivos. Algunos de los fondos más importantes son la correspondencia oficial con la Santa Sede, el gobierno dominicano, las órdenes religiosas y los párrocos, así como los Nombramientos con sus libros manuscritos y de expediciones, los Decretos y los Matrimonios y Dispensas Matrimoniales. ARCHIVOS PARROQUIALES En todas las parroquias del país existen archivos, pero en su mayoría los fondos son de procedencia reciente. Algunas parroquias, en cambio, han logrado conservar registros demográficos desde la época colonial o inicios del siglo XIX. Se ha centrado la atención en algunos de los fondos con documentación más antigua. 79) ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTIAGO Catedral de Santiago, Parque Duarte. 582-2563. Contiene registros de bautizos, matrimonios y defunciones desde fines del siglo XIX. Está en la actualidad integrado al archivo de la diócesis de Santiago, contentivo de correspondencia con el arzobispo, los párrocos, instituciones de la ciudad y la provincia, etc. 80) ARCHIVO PARROQUIAL DE LA VEGA Catedral de La Vega, Parque Duarte. 573-2601. Carmen O. Peña. También conocido como Archivo de la Catedral. Está compuesto básicamente, como los demás, de actos de registro demográfico. Tiene la importancia de que La Vega cubrió extensas zonas contiguas en tiempos anteriores. Además de los correspondientes al obispado, contiene documentos civiles diversos relativos a la historia local y regional. 81) ARCHIVO HISTORICO DE LA PARROQUIA DE BANI Casa Parroquial, calle Sánchez (frente al Parque Central). 522-5892. Jorge González Bonilla, presbítero canciller. Al igual que los restantes, su importancia radica en los registros demográficos, de los más antiguos del país, pues se inician en la segunda mitad del siglo XVIII. Como los demás del género, consta esencialmente de los libros de bautismos, matrimonios y óbitos. Los libros de bautismos se inician en 1768 y llegan a la actualidad en forma íntegra; son los únicos que tienen índices actualizados. Los obituarios tienen dos partes: la primera cubre de 1771 a 1827 y la segunda arranca de 1845 hasta la actualidad. Los libros de matrimonios se inician en noviembre de 1803 hasta la actualidad. La documentación no demográfica en su mayor parte fue trasladada al Archivo Histórico del Arzobispado y una parte que permaneció en este archivo fue destruida en base a supuestos vinculados a la renovación institucional de los años 60. 82) ARCHIVO PARROQUIAL DE BAYAGUANA Iglesia del Santo Cristo de Bayaguana, 525-1482. Lorenzo Vargas. Contiene los registros demográficos más antiguos del país después de los existentes en la catedral de Santo Domingo pues se inician en el siglo XVII, tras la fundación de la villa. Los libros más antiguos se trasladaron al arzobispado. Los registros demográficos que conserva se inician hacia 1902. Contiene asimismo papeles varios de la parroquia desde un momento indeterminado. 83) PARROQUIA SAN DIONISIO DE HIGUEY Basílica. Calle A. Guerrero. 554-2291. Contiene los registros demográficos más antiguos fuera de Santo Domingo. Además de eje demográfico del extremo oriental, la población alberga un conocido santuario, por la parroquia contiene información relativa a variados aspectos de la vida regional. Los libros de bautizos comienzan en 1723. 84) ARCHIVO PARROQUIAL DE YAMASA Calle Principal. 525-0794. Similar a los otros localizados en la porción oriental del país, aunque la aldea no existía en el periodo colonial. Por eso los registros son más tardíos, iniciándose en la segunda mitad del siglo XIX. 85) ARCHIVO PARROQUIAL DE SAN JOSE DE LAS MATAS Padre Espinosa 30. 578-8277. Ramón Max Espinal. Organizado antes de 1970. Tiene la importancia de que San José de las Matas era la principal población durante el periodo colonial de la zona denominada La Sierra, de bastante peso demográfico. Cuando fue fundada, la parroquia tenía jurisdicción, además de La Sierra, sobre gran parte de lo que hoy se denomina Línea Noroeste, es decir el conjunto del territorio al oeste de Santiago hasta el de la parroquia de Monte Cristy. Además de las actas de bautismo, matrimonios y fallecimientos, contiene materiales relativos a la vida económica, como manumisiones de esclavos. 86) ARCHIVO PARROQUIAL DE PUERTO PLATA Calle Separación. 586-2362. Los libros de bautismo existen en las siguientes fechas: 1811-1821, 1826-1836, 18461857, 1877-1890, 1900-1918; las de matrimonios: 1868-1906, 1917-1924; y las de defunciones: 1841-1858, 1867-1907. 87) PARROQUIA INMACULADA CONCEPCION DE COTUI Calle Mella, frente al parque Duarte. 585-2213. Rafael Delgado. Una de las más antiguas del país. Consta fundamentalmente de los actos de bautismos, a partir de 1814 (115 libros), y los de matrimonios, a partir de 1844 (30 libros). Otros documentos fueron trasladados al Archivo Histórico del Arzobispado. ORDENES RELIGIOSAS Los archivos de las órdenes actualmente existentes en el país no tienen materiales antiguos debido a que todas ellas abandonaron el país después del Tratado de Basilea o la ocupación haitiana. Con posterioridad a la Independencia, la inestabilidad política dificultó la reimplantación de órdenes, al tiempo que Fernando A. Meriño, jefe de la Iglesia en las últimas décadas del pasado siglo y los primeros años del presente, se opuso exitosamente a su retorno por consideraciones de nacionalismo. 88) ORDEN DE FRAILES MENORES CAPUCHINOS Parroquia San Francisco de Asís. Sabana Larga 12, Ensanche Ozama, Santo Domingo. 594-4684. José María Guerrero. La documentación se inicia desde la instalación de la orden, en 1909. Incluye resoluciones de la curia provincial y vice-provincial, de las asambleas en América Latina y de las conferencias de capuchinos en el Caribe, América Central y México. Tiene tres archivadores divididos en expedientes personales y temáticos, sin indizar. 89) ARCHIVO DE LA PROVINCIA DE LAS ANTILLAS DE LA COMPAÑIA DE JESUS Curia de la Casa Provincial. Correa y Cidrón 28, Santo Domingo. José Saco y José Luis Sáez. Todavía está dividido en dos secciones: el Archivo de la Provincia (APA) y el Archivo Histórico de la Provincia (AHA). El segundo está supuesto a integrarse al primero y se encuentra bajo custodia de José Luis Sáez. Contiene documentación original a partir de 1936, fecha en que se reinstaló la orden en el país hasta el establecimiento de la Viceprovincia en 1961. Contiene sobre todo materiales de las parroquias de Dajabón y Loma de Cabrera así como de la residencia del Santo Cerro, avanzadas de la orden, junto a expedientes personales. Cuenta asimismo con copias de documentos de la sede central de la Compañía en Roma, correspondientes al siglo XVIII. Tiene dos archivadores de cuatro gavetas, en parte bajo inventario. El Archivo de la Provincia comenzó a organizarse en 1963, a poco de establecerse la sede vice-provincial, elevada a Provincia en 1968. Está catalogado por obras: colegios, parroquias, seminario. También tiene expedientes personales, de vivos y difuntos, actas, consultas y correspondencia oficial con Roma, los obispos y el gobierno dominicano. Consta de 13 archivadores de cuatro gavetas, todos con sus correspondientes índices por expedientes. El acceso requiere de autorización del provincial. José Luis Sáez da cuenta de aspectos de los fondos en Los jesuitas en la República Dominicana, 2 vols., Santo Domingo, 1988. 90) ORDEN DE LOS PREDICADORES Parroquia Santo Tomás de Aquino. Av. Independencia 103, Santo Domingo. 689-7713. Luis Oregui, vicario, y José Rodríguez, archivero. Aunque la orden operó en el país entre 1510 y 1822, de esos siglos todos los documentos se encuentran en la Provincia de España (centro y norte), en Roma y otros archivos. Reinstalada en el país en 1954, sus fondos incluyen actos de los superiores, correspondencias, reuniones de la provincia, destinos y la dirección del Liceo Ulises Francisco Espaillat de Santiago. No tiene instrumentos descriptivos. 91) SOCIEDAD DE MISIONES DEL SAGRADO CORAZON Despradel 15, Los Prados, Santo Domingo. 566-6998. Los documentos se inician en 1936, fecha en que la orden comenzó las actividades en el país. Contiene expedientes de sus miembros, casi todos canadienses al inicio y ahora muchos dominicanos, correspondencia con Roma y Quebec y los obispados del país, así como expedientes por obras, con su historial correspondiente. Tiene cuatro archivadores e índice alfabético-numérico por asuntos. ANEXO ALGUNOS ARCHIVOS EN EL EXTERIOR ESPAÑA Para los siglos coloniales, con excepción de los fondos arriba referidos, el grueso de la documentación se encuentra en archivos españoles. En otros países comienza a localizarse material de importancia desde el siglo XVIII, señaladamente en Francia a causa de la importancia que para ella tenía la colonia de Saint Domingue. Respecto al siglo XIX se encuentran abundantes fuentes en Inglaterra, Francia, España y Estados Unidos. El material en Estados Unidos se prolonga a todo el siglo XX. ARCHIVO GENERAL DE INDIAS. Sevilla. En lo fundamental los fondos se inician tras la creación del Consejo de Indias, en 1523, aunque contienen materiales de Santo Domingo entre 1492 y 1821. Se localiza principalmente en la sección Audiencia de Santo Domingo, dividida en partes secular (civil y militar) y eclesiástica, con unos 2,300 legajos. Porciones de estos legajos se refieren a Puerto Rico, Cuba y Venezuela. También es importante la sección Patronato, relativa a la etapa antillana de la expansión española y la inicial de México, con unos 300 legajos. Otras secciones son Justicia, Indiferente General, Contaduría, Contratación, Escribanía de Cámara, Estado y Casa de Alba. No tiene catálogos, sino inventarios someros, con excepción de Patronato y Mapas y Planos. ARCHIVO DE PROTOCOLOS DE SEVILLA. Contiene información sobre transacciones comerciales entre España y Santo Domingo desde la época de la conquista. Para Santo Domingo es de importancia durante el siglo XVI. Sobresale la Escribanía de Alonso de Cazalla, que cubre el grueso de la primera mitad del siglo XVI. ARCHIVO DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA Sobresale, para estos fines, la sección Tumbo de los Reyes Católicos (hasta 1515). ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE SEVILLA Debe contener información de la primera mitad del siglo XVI, mientras el obispado de Santo Domingo fue sufragáneo del Arzobispado de Sevilla, lo que concluyó en 1544, con la creación del Arzobispado de Santo Domingo. ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS. Valladolid. En la sección Reyes Católicos todavía se encuentra la mayor parte de la documentación previa a la creación de la Real Audiencia de Santo Domingo, en 1511. Para la primera mitad del siglo XVI son de importancia las secciones Guerra Antigua y Guerra Moderna, con expedientes de servicios de personajes relevantes. Para el siglo XVIII sobresale la sección Secretarías de Estado, debido a la pérdida de importancia del Consejo de Indias, bajo Felipe V. También son de anotarse las secciones Consejo Real de Castilla y Patronato Real. Sólo algunas secciones constan de catálogos. ARCHIVO HISTORICO NACIONAL. Madrid. En la sección Consejo de Castilla hay documentación de los siglos XVI y XVII. El siglo XVIII básicamente se encuentra en Ministerio de Ultramar y el periodo de Reincorporación a España, o Anexión, 1861-65, en Ultramar. Por último, cuenta con una documentación pequeña en Inquisición. Hay catálogo somero. BIBLIOTECA NACIONAL. Madrid. En la sección Manuscritos se encuentran donaciones de oidores y otros funcionarios en América de todo el periodo de dominación española. Hay catálogo actualizado. REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. Madrid. Básicamente interesa la Colección Muñoz, contentiva de copias y originales de documentos de los siglos XVI al XVIII. No pocos originales de los documentos copiados se han perdido. Tiene catálogo. ARCHIVO MILITAR. Segovia. Debe contener datos de las unidades militares del siglo XVIII, cuando existió el Regimiento Fijo de Santo Domingo. ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGON. Barcelona. En varias secciones se encuentra documentación de Santo Domingo, sobresaliendo la Compañía de Barcelona, entidad que gozó de franquicias monopólicas a mediados del siglo XVIII. ARCHIVO DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES. Alcalá de Henares. Por una parte contiene la documentación diplomática de los años 1821 a 1860 y, por la otra, desde 1865 hasta aproximadamente 1950, que incluye la sección consular. ESTADOS UNIDOS NATIONAL ARCHIVES AND RECORD ADMINISTRATION. Washington. Contiene series íntegras de la correspondencia diplomática y consular con República Dominicana, que se inicia regularmente poco después de la independencia nacional, en 1844. Se ofrece en venta en microfilmes. Otra sección de importancia es la de Marina, donde se encuentra la correspondencia del Gobierno Militar de Ocupación (1916-1922). MARINES CORP HISTORICAL CENTER. Washington. Dada la asignación del gobierno militar de 1916-22 a la Infantería de Marina, en este archivo se encuentran materiales consignados por Bernardo Vega acerca de República Dominicana. Entre ellos hay narraciones grabadas y expedientes personales de oficiales y soldados. BIBLIOTECA EISENHOWER. Abilene, Kansas. Se encuentran correspondencias, memorandums y notas del presidente estadounidense, casi todos de la década de 1950. BIBLIOTECA JOHN F. KENNEDY. Boston. Al igual que la anterior, relativa a actos gubernamentales de ese presidente estadounidense. Los documentos más importantes se refieren a la fase final de la dictadura de Trujillo y la transición hacia un nuevo sistema político. BIBLIOTECA LYNDON B. JOHNSON. Texas. Actas, memorandums y documentación diversa en que intervino el presidente de los Estados Unidos, en especial relacionada con la invasión de 1965. Todavía hay material parcialmente clasificado. FRANCIA ARCHIVES NATIONALES. Paris. Se encuentran documentos variados sobre los siglos XVI al XIX y parte de la documentación diplomática de los siglos XIX y XX. MINISTERE DES AFFAIRES ETRANGERES. París. Contiene la correspondencia diplomática y consular de Francia en los siglos XIX y XX. BIBLIOTEQUE NATIONALE. París. Manuscritos de libros y otros textos, sobre todo del siglo XVIII. INGLATERRA BRITISH MUSEUM Se han reportado documentos de variados tipos. FOREIGN OFFICE. En el Public Record Office se la documentación diplomática desde mediados del siglo XIX. CUBA ARCHIVO NACIONAL DE CUBA. La Habana. Hay varios fondos con material procedente de República Dominicana. Sobresale la sección Audiencia de Santo Domingo, con documentos sobre todo de la segunda mitad del siglo XVIII. En la sección Asuntos Políticos hay bastante documentación oficial posterior al Tratado de Basilea de 1795. Se debe ver también el Archivo de Máximo Gómez. BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA Aunque no se reportan hasta el momento manuscritos, contiene una colección de folletos dominicanos de fines del siglo XIX e inicios del XX. INSTITUTO DE LITERATURA Y LINGUISTICA. La Habana. Archivo Personal de la Familia Henríquez Ureña. Contiene correspondencia de los integrantes de la familia desde 1877 hasta 1973. También tiene originales de obras literarias, ensayos, conferencias, etc. Está descrito: Marcia Castillo Vega, Catálogo del Archivo Personal de la Familia Henríquez Ureña, Santo Domingo, 1994. Una parte considerable de los fondos se ha editado recientemente: Arístides Incháustegui y Blanca Delgado Malagón (comps.), Familia Henríquez Ureña. Epistolario, Santo Domingo, 1994. HAITI ARCHIVES NATIONALES. Port-au-Prince. Contiene documentación dominicana de la primera mitad del siglo XIX, en especial del periodo de la dominación haitiana (1821-1844). Gran parte de la documentación se ha perdido o se encuentra en pésimo estado. Hasta donde se ha podido establecer, no hay instrumentos descriptivos. BIBLIOTECA DE LOS PADRES DE SAINT LOUIS GONZAGUE. Port-au-Prince. Entre los materiales que contiene cabe destacar las colecciones de periódicos haitianos de la primera mitad del siglo XIX. No se ha reportado la existencia de manuscritos relativos a los dominicanos. PUERTO RICO ARCHIVO GENERAL DE PUERTO RICO Contiene documentación dominicana, especialmente relativa a los emigrados de finales de la primera década del siglo XIX. En la prensa puertorriqueña de fines del XIX e inicios del XX colaboraron intelectuales dominicanos. UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO. RECINTO DE RIO PIEDRAS Centro de Investigaciones Históricas. Fondo Santiago Michelena. Donativo de la familia Michelena, de origen puertorriqueño. Contiene información empresarial de las compañías de la familia y otros materiales. Se encuentra en el Centro de Investigaciones Históricas. Tiene catálogo. Archivo del Bufete de Francisco J. Peynado. Reciente adquisición de la Escuela de Derecho, en contravención con principios reconocidos en la materia. Es el más importante de República Dominicana en su género durante las primeras tres décadas del siglo XX. El bufete pasó a ser dirigido, desde fines de los años 20, por Julio Peynado, hijo del fundador. Presumiblemente contiene más de 10,000 expedientes de clientes, entre los cuales sobresalen compañías extranjeras. Está en proceso de catalogación y aún no abierto al público. 1 Información de M. H. Trouillot, su antiguo director, febrero de 1979. 2Gilberto Sánchez Lustrino, "Los archivos dominicanos", Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN), I (1938), 3-13. 3 En varios juicios de residencia y visitas se tomaba control de la documentación, al advertirse la dificultad de su conservación durante cierto tiempo. Información de Raimundo González. 4 A diferencia de los bucaneros y piratas, que aparentemente destruían toda la documentación que hallaban, los invasores haitianos respetaban los archivos eclesiásticos; en cambio, en principio se esmeraron en destruir documentaciones gubernamentales, siguiendo la tradición anti-esclavista. 5 Partes de los fallos durante el periodo de dominación haitiana han sido publicados por Ramón Lugo Lovatón, en "Sentencias penales de la época haitiana, de 1822 a 1831", BAGN, desde XVI (1953), 329-353. Estas fuentes han sido usadas para reconstruir episodios políticos, como el conato de sublevación contra el gobierno haitiano en 1823: Emilio Rodríguez Demorizi, "Apuntes y documentos. La revolución de Los Alcarrizos", BAGN, III (1940), 136-142. 6 Fue el caso del incendio del Palacio de Justicia en 1928, lo que se atribuyó a Rafael Leonidas Trujillo, entonces jefe del ejército, con el fin de borrar evidencias de actos delictivos de familiares. 7 Comienza en "Archivo General de Bayaguana, 1607-1920. Catálogo", BAGN, XX (1957), 156-174. Para una orientación sobre las sucesivas partes publicadas del catálogo, véase Tobías Cabral, Indice de Clío y del Boletín del Archivo General de la Nación, Santo Domingo, 1972, 134. 8 La autora de los catálogos hizo una descripción analítica de uno de los fondos: María Ugarte de Brusiloff, "El Archivo Real de Bayaguana", BAGN, V (1942), 155-163. 9 Por ejemplo, "Insurrección de negros esclavos, 1812-1813", BAGN, IX (1946), 285-288. Se trata de un documento proveniente del Archivo Real de Monte Plata. 10 Se han publicado selecciones de estos documentos: "Archivo Real de Higuey", BAGN, IX (1946), 157-172; "Archivo Real de Bayaguana", BAGN, IX (1946), 173-190. 11 Del Directorio se puede inferir que no siempre los invasores haitianos de 1805 atacaron todos las oficinas u otros locales, como los de templos parroquiales. No se registran destrucciones significativas en las invasiones haitianas de 1801 y 1822. Pero sí es posible que las hubiera en las incursiones en zonas próximas a la frontera, entre 1844 y 1856. 12 En 1849, por ejemplo, se quemó por accidente el archivo de la Parroquia de San Carlos, todavía villa vecina de la ciudad amurallada, hecho de consecuencias irreparables para la historia demográfica. Para referir un caso intencional, en 1900 se quemaron fondos de mediados del XIX por ser "muy viejos", entre los que se citan las actas de la Junta Central Gubernativa, primer gobierno dominicano de 1844, así como las de la Asamblea Constituyente de San Cristóbal, del mismo año. G. Sánchez Lustrino, "Los archivos", 5-6; Eliseo Grullón, "Acerca del Archivo Nacional", BAGN, VII (1944), 310-313. 13 Un primer inventario de los documentos existentes en la catedral está reproducido por Emilio Rodríguez Demorizi, "Apuntes y documentos. Inventario de la Catedral de Santo Domingo", Clío, XIV (1956), 45-59; véase, además, a Vetilio Alfau Durán, "El Archivo de la Catedral", La Nación, 29 de enero de 1946. 14 "Fondos del Archivo de la Nación, Documentos de la época colonial, 1733-1795," BAGN, VIII (1945), 8-22. 15 "Documentos del Archivo Nacional de Cuba", BAGN, XI (1948), 55-69, 160-167, 382-399; XII (1949), 25-37, 194-207, 326-339. 16 No se ha logrado establecer la causa de que no se localicen los libros de protocolos hasta la segunda década del XIX. Probablemente se trasladaron a Cuba o a España, pero no hay informes de su existencia en archivos de esos países. 17 Explicación que se debe a comunicación de Raimundo González. Añade que la revisión de la comisión de composición que él realizó en el Archivo General de Indias le permite concluir que anteriormente la generalidad de propietarios carecían de títulos. 18 Los estudios que se han publicado en base a ellos están concebidos desde un ángulo jurídico, aunque algunos contienen información histórica. Véase, por ejemplo, Alcibíades Alburquerque, Títulos de los terrenos comuneros en la República Dominicana, Ciudad Trujillo, 1961. 19 "Registros del Estado Civil, 1807-1923", BAGN, XX (1958), 237-242. 20 Información de Manuel Valera. 21 Desde muy pronto se editaron partes de esos materiales. Para el área judicial, por ejemplo, véase Colección de las sentencias dictadas por la Suprema Corte de Justicia de la República desde agosto de 1965 a la fecha, Santo Domingo, vol. I, (1875). 22 La más conocida, debido a la publicación de gran parte de su catálogo, es la serie de Relaciones Exteriores. Cubre gran parte de los números del órgano del AGN, iniciándose en "Indice general de los libros copiadores de oficios de la Secretaría de Relaciones Exteriores", BAGN, I (1938), 65-84. 23 Tal tipo de material, emitido entre 1844 y 1860, constituye el grueso de los volúmenes editados bajo dirección de Manuel A. Peña Batlle en 1944 con motivo del centenario de la Independencia. 24 "Fondos de la Anexión a España, 1861-1865. Catálogo, Archivo General de la Nación, Sección G", BAGN, XIX (1956), 162-239, 260337. 25 Por ejemplo, al retornar la administración de Aduanas al Estado dominicano, en 1940, se recibió el archivo de la Receptoría General de Aduanas, existente desde 1905 hasta ese año. Se encuentra en el AGN en unos 20 archivadores. La documentación propiamente financiera yace en el Banco de Reservas, debido a la adquisión por este de la sucursal del National City Bank, que hizo las veces de agente fiscal durante alrededor de 30 años. Véase Roberto Saladín. Historia del Banco de Reservas de la República Dominicana, 1941-1981, Santo Domingo, 1982. 26 Como se observa en el Directorio, hay una sección del AGN que reúne una documentación de algunas de las reparticiones centrales entre 1916 y 1924. Aunque consta de catálogo, no parece que haya sido publicado. Los anexos de las secretarías de estado siguieron engrosándose al igual que antes en los años previos. 27 Detalles adicionales sobre los precedentes se ofrecen en el Directorio. 28 Desborda las posibilidades de este escrito detallar el espectro de fuentes editadas en aquellos años, que es considerable. Baste señalar que Emilio Rodríguez Demorizi, el principal compilador, editó decenas de volúmenes de fuentes. Para la época colonial destacan Relaciones históricas de Santo Domingo, 3 vols., Ciudad Trujillo, 1942-1956; para la primera fase del Estado nacional, Documentos para la historia de la República Dominicana, 3 vols., Ciudad Trujillo, 1944-1959. En la segunda mitad de los años 50 la Academia promovió la edición de varias colecciones: entre otros véase de Marino Incháustegui, Documentos para estudio, 2 vols., Buenos Aires, 1957; del mismo autor, Reales cédulas y correspondencia de gobernadores de Santo Domingo, 6 vols., Madrid, 1958. 29 Antonio Delmonte y Tejada, Historia de Santo Domingo, 4 tomos, Santo Domingo, 1892. 30 Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, Documentos históricos provenientes del Archivo de Indias, 5 vols., Santo Domingo, 19241929. 31 Hasta donde se puede juzgar, la labor tangible de Centromidca en relación al AGN se redujo a la reproducción de unas pocas colecciones de periódicos del siglo XIX. Una parte de los microfilmes se han arruinado por la ausencia de criterios para su conservación. 32 El fondo ha sido ya descrito por Humberto García Muñiz, "El Bufete Corporativo Peynado y Peynado de la República Dominicana y su importancia para los estudios caribeños", Río Piedras, Instituto de Estudios del Caribe, agosto de 1994. 33 Una nieta de Francisco J. Peynado propuso, con autorización de su padre, Julio Peynado, que el archivo se declarara patrimonio del Estado. Josefina Peynado, "Mi oposición a la venta de la Biblioteca y Archivo de Francisco J. Peynado Huttlinger (Pancho), 1867-1933", Listín Diario, 19 de octubre de 1992. Posiblemente por este alegato, el presidente Joaquín Balaguer emitió el decreto 334-92, del 16 de noviembre de 1992, en que declara dicho fondo "riqueza histórica de la nación", prohibiendo expresamente su traslado fuera del país y creando una comisión dirigida por el presidente de la Academia Dominicana de la Historia. Que se sepa, dicha comisión no ha dado ningún paso ante la venta del acervo. Se agradece información al respecto a Emilio Cordero Michel. 34 En el Museo de las Casas Reales, por ejemplo, existen copias de grandes partes de las colecciones de Marino Incháustegui y César Herrera, además de documentos copiados por Pedro Julio Santiago y la misión dirigida por Vicente Rubio, todos provenientes de España. La Fundación Cultural Dominicana adquirió microfilmes de gran parte de la correspondencia diplomática estadounidense del siglo XX. En la Casa de Francia hay copias de una parte de la correspondencia de la legación diplomática francesa en el país desde el siglo pasado. 35 José Manuel Hernández, "La acción cultural de los archivos municipales canarios: ¿utopía o evidente necesidad?". Comunicación al IV Coloquio de Historia de las Islas del Atlántico, Gran Canaria y Tenerife, 9-14 de octubre de 1995. 36 No significa que dichos textos no contengan aportes. Al menos pueden útiles para derivar mecanismos del protagonismo de las élites políticas regionales. Para diversos casos, véanse: Guido Despradel y Batista, Historia de la Concepción de La Vega, La Vega, 1938; José Altagracia Robert, La evolución histórica de Barahona, Ciudad Trujillo, 1953; Miguel Angel Monclús, Historia de Monte Plata, Santiago, s. f. 37 La literatura al respecto tiene más calidad, tal vez sobre todo por su connotación literaria. Hay antecedentes en forma de memorias, como Emilio Joubert, Cosas que fueron, Ciudad Trujillo, 1936. Aparecen luego obras acabadas, sobresalientes en la historiografía nacional: por ejemplo, Sócrates Nolasco, Viejas memorias, Santiago, 1941; Francisco Moscoso Puello, Navarijo, Ciudad Trujillo, 1956. Posteriormente se desarrolló una abundante producción que, además de Santo Domingo, incluye a una buena parte de las poblaciones. Por ejemplo, Pedro R. Batista, Santiago a principios de siglo, Santo Domingo, 1976; Felipe González López, Leyendas y tradiciones puertoplateñas, Ciudad Trujillo, (1955); Sigfrido Objío, Baní, cosas antiguas, Ciudad Trujillo, 1958. 38 Entre otros se puede destacar el de José Antonio Sosa Jiménez, Hato Mayor del Rey, Santo Domingo, 1993. Entre sus aportes, este libro contiene información abundante acerca del bandidaje político y social de inicios del siglo XX. 39 En base a otras fuentes, Pedro San Miguel ha trabajado la historia agraria del Cibao, medio de establecer generalizaciones para el resto del país. Véase "The Dominican Peasantry and the Market Economy: The Peasants of the Cibao, 1880-1960", Tesis de doctorado en historia, Universidad de Columbia, New York, 1987. 40 Ya se han efectuado levantamientos de porciones de esos materiales. Por ejemplo, Emilio Cordero Michel, María Filomena González y quien esto escribe han fichado correspondencias sobre el bandidaje político a inicios del siglo XX y la resistencia rural a la intervención militar norteamericana de 1916. 41 Ejemplos sobresalientes son los volúmenes de Jaime Domínguez sobre el proceso político posterior a la Independencia: vgr. el último de ellos, La sociedad dominicana a principios del siglo XX, Santo Domingo, 1994. 42 Constituye la excepción a la regla la investigación realizada por María Angustias Guerrero en base a los ramos de Interior y Policía y Trabajo del AGN: Tras las huellas. La mujer dominicana en el mundo del trabajo, 1900-1950, Santo Domingo, 1991. 43 Un resultado de su parcial revisión es mi libro Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana, Santo Domingo, 1990. 44 Quien ha tenido mayor oportunidad, por lo visto, de consultar dicho depósito es Bernardo Vega. Véase, por ejemplo, Trujillo y Haití, t. I, Santo Domingo, 1986. APROXIMACIÓN GENERAL A LOS FONDOS DOCUMENTALES MANUSCRITOS CUBANOS DEPOSITADOS EN LOS ARCHIVOS ESPAÑOLES. Luis Miguel García Mora Centro de Estudios Históricos, C.S.I.C./ Fundación Mapfre América. La presente comunicación es producto de un proyecto más amplio que en la actualidad está desarrollando la Fundación Mapfre América dirigido por Silvia Hilton e Ignacio González Casasnovas y titulado Centro de Referencias Refmap. En el mismo se pretende la localización y posterior puesta a disposición del investigador de cualquier instrumento de investigación impreso que describa fuentes manuscritas, conservadas en cualquier biblioteca o archivo del mundo y que sean de interés para la historia de América entre 1492 y los principios del siglo XX. El primer fruto de este proyecto es la publicación Fuentes manuscritas para la historia de Iberoamérica. Guía de instrumentos de investigación, aparecida este mismo año, en la que se reúnen más de 3.700 referencias, de las que la biblioteca de la Fundación Mapfre posee sobre la 1.900. En la actualidad el número de referencias asciende más de 4.100, de las que la biblioteca de la Fundación dispone sobre las 2.200. Sobre el conjunto de estas referencias está elaborada esta comunicación. Pretendemos una aproximación general a los fondos cubanos más relevantes depositados en los archivos españoles. La dilatada relación colonial de Cuba con España y la importancia que esta relación tuvo en todos los ordenes, nos induce a pensar que en la mayoría de los archivos históricos españoles podremos encontrar un documento que directa o indirectamente haga referencia a Cuba. En esta comunicación sólo nos centraremos en las colecciones documentales de mayor envergadura. Nos proponemos diferenciar entre, las colecciones documentales públicas depositadas en archivos públicos y las colecciones documentales privadas radicadas en archivos de acceso público. Quizás los fondos del Archivo General de Indias sean los más conocidos, por la importancia que este archivo tiene para los tres primeros siglos de la historia de colonial de España en América. Por ello, nos centraremos más el siglo XIX en donde Cuba, emancipado el continente americano, se convierte en la principal colonia de la monarquía española. En esta determinación nos ratifica la cercanía del centenario de la crisis de 1898, que puede animar a nuevos investigadores a abordar la historia de Cuba de fines del siglo XIX. 1.- Colecciones documentales públicas en archivos públicos. Sin lugar a dudas se pude catalogar al Archivo General de Indias como el más importante del mundo con respecto a la historia de Hispanoamérica entre 1492 y 1825. En sus distintas secciones se deposita un rico acervo documental solo en parte explorado y del que tendrán que salir muchas de las futuras investigaciones históricas que nos expliquen el pasado de América para comprender su presente. Noticias sobre Cuba podemos encontrar en casi todas las secciones del Archivo, pero nosotros sólo nos centraremos en describir aquellos fondos que por volumen de información y por la calidad de la misma son los más relevantes. De esta manera, la Sección Primera, Patronato, ofrece información para la Cuba del siglo XVI. Allá encontramos en la serie 3ª, leg. 51, información de méritos y servicios de descubridores y conquistadores, entre 1532 y 1600. En la misma sección, en la serie 5ª, papeles y cartas de buen gobierno, los legajos 177 y 178 se dedican a describir lo que pasaba en Cuba entre 1514 y 1603. Las secciones IV, Justicia y VI, Escribanía de la Cámara de Justicia, son complementarias y si en el Archivo de Indias se encuentran separadas obedece a la distinta procedencia de sus fondos. Mientras que los papeles de Justicia fueron trasladados desde el Archivo de Simancas, los de la Escribanía provienen del antiguo Consejo de Indias de Madrid. Dentro de la sección IV, Justicia, interesan para Cuba los papeles de la serie titulada Audiencia de Santo Domingo con un ámbito cronológico que va de 1515 a 1600. En la primera parte de esta serie se recogen los autos vistos en las audiencias de Indias y que fueron remitidos en apelación al Consejo Real de Indias. De esta parte nos interesan los legajos 1-106. La segunda parte alberga los autos vistos en el Consejo de Indias y de ellos nos conciernen los que van del 971 al 1003. De la sección VI, Escribanía de la Cámara de Justicia, que como hemos dicho antes en complementaria de la cuarta y por ello las tratamos de manera conjunta, nos vuelve a atraer la documentación acomodada en la Audiencia de Santo Domingo. Los papeles se dividen, según los asuntos que traten en pleitos, juicios de residencia a los empleados coloniales y comisiones. Para el caso de Cuba, nos concierne concretamente el acervo colocado bajo el epígrafe Gobernación de la Habana, que se corresponde con los legajos número 36 al 118, abarcando información de 1574 a 1731. La sección V del Archivo de Indias, Gobierno, quizás se la que más información sobre Cuba disponga de todo el Archivo. Fue sobre la documentación de estos fondos sobre la que se basó la publicación del Catálogo de los fondos cubanos del Archivo General de Indias que se publicó en Sevilla entre 1929 y 1983. Dentro de la Sección V es la parte de Cuba de la Serie Audiencia de Santo Domingo la que nos atañe. La documentación de Cuba se divide en 4 epígrafes de acuerdo con el origen de la misma: 1.Documentación de Simancas, con una cronología que abarca de 1519 a 1701 y que se corresponde con los legajos número 99 al 154. 2.número 324 al 534. Secretarías, con documentación entre 1601 y 1833, en los legajos 3.Registros, que viene a ser el Boletín Oficial manuscrito de América, en donde podemos encontrar toda la legislación indiana. Los límites cronológicos van de 1529 a 1816, correspondiéndose con los legajos del 1121 al 1125. 4.Consejo y Ministerios. Recoge documentación de 1558 al 1858 en los legajos 1127 al 2279. Para los interesados en la esclavitud en Cuba es de obligada consulta un grupo de legajos de la serie Indiferente General, números 2729 al 2765, de la Sección V agrupados bajo el título "Asiento de Negros", con documentación que va de 1536 al 1818. La sección X, Ultramar, y la XI, Capitanía General de Cuba, del Archivo General de Indias complementan los fondos instalados en la sección V, siendo a su vez estos continuados por las series del ministerio de Ultramar depositadas en el Archivo Histórico Nacional de Madrid. De la sección X, Ultramar, nos interesan los legajos que van del 1 al 401 y que abarcan de 1745 a 1864. La sección XI, Capitanía General de la isla de Cuba, comprende documentación generada por esta Capitanía o por territorios que desde allí fueron gobernados como la Luisiana y la Florida, Santo Domingo o las relaciones con México y el continente tras la independencia. Por ello, aunque la serie de Capitanes Generales, 1766-1845 y legajos 1049 al 2266 y también el legajo 2350, es la que más directamente tiene que ver con Cuba, en las otras series quizás también se puedan localizar documentos relevantes para la historia de la grande antilla. Nos quedan por reseñar tres últimas secciones del Archivo General de Indias con documentación sobre Cuba. La sección VIII, Correos, tiene documentación cubana referente a este ramo (diarios de navegación, correos marítimos y vapores correos, correspondencia y expedientes) en la serie titulada Habana, con un ámbito cronológico de 1764 a 1845, comprendiendo los legajos del número 256 al 331. La sección IX alberga los papeles del Ministerio de Estado (lo que en la actualidad se conoce con Asuntos Exteriores) que tienen que ver América. Es una documentación que se complementa y continúa tanto con la depositada en el Archivo Histórico Nacional, como con los fondos del Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores. De esta sección novena nos interesa la documentación agrupada en la serie Santo Domingo que guarda papeles de Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, Luisiana y Florida, en 19 legajos entre 1729 y 1834. Es una documentación fundamental para conocer la Cuba de fin de siglo, de la Revolución Francesa y de la Independencia del Continente. Aunque el primer documento de la serie está fechado en 1729, el grueso de la documentación parte de 1785, con algunos documentos anteriores que hacen alusión a la toma de La Habana por los ingleses en 1762. La sección XV, Tribunal de Cuentas, recoge los fondos americanos de este tribunal. En la serie B, titulada Isla de Cuba, encontramos las cuentas de la administración colonial de Cuba entre 1851 y 1887, catalogando la documentación a la partir de las 38 cabezas de distrito en que estaba dividida la isla a mediados del siglo XIX. No quisiéramos acabar estas referencias generales al Archivo de Indias sin decir algunas palabras sobre un archivo privado, pero depositado por deseo expreso de sus dueños en el Archivo de Indias. Nos referimos al Archivo del General Polavieja ubicado en la sección de Diversos. La documentación, que se extiende cronologicamente entre 1876 y 1898, contiene informes de su actuación en Cuba y Filipinas, además de encontrarse noticias sobre la guerra de Cuba: fotografías, recortes de prensa, telegramas, diarios de operaciones, revistas políticas, correspondencia oficial, etc. El Archivo Polavieja está dividido en 2 grupos Cuba y Filipinas, con un total de 502 documentos, 315 sobre Cuba (legajos 7 al 25) y 287 sobre Filipinas. Están organizados por orden cronológico y temático. Aunque el grueso de la información se refiere a los años de 1878-81 y 1890-92, en los que Polavieja fue Gobernador de Puerto Príncipe y Gobernador General de la Isla de Cuba, también hay numerosos documentos entre estas fechas y hasta 1898, producto de las profundas relaciones que Polavieja mantuvo con distintos personajes y autoridades coloniales cubanas. Los fondos americanos del Archivo General de Simancas son, indudablemente, de menor importancia que los del Archivo de Indias, pero en gran medida completan la documentación depositada en el archivo sevillano. Para el caso de Cuba la documentación consignada en Simancas pertenece en su gran mayoría al siglo XVIII. En la sección Secretaría de Marina, serie de asientos, podemos encontrar papeles sobre la Compañía de Comercio de La Habana, que cubren algunas de las lagunas que sobre esta Compañía tienen los documentos del Archivo de Indias, que recientemente han sido catalogados. La información disponible abarca de 1720 a 1789 (Legs. 597 al 659). Otra información de interés es la relativa a la toma de La Habana por los ingleses y su posterior reconquista. En la sección Secretaría de Guerra es quizás donde mayor información de Cuba encontremos. La serie 104, titulada Cuba, nos ofrece aspectos como la correspondencia con los capitanes generales de Cuba, informes sobre el estado de las fuerzas militares de la isla y sobre la formación del regimiento fijo de Cuba. Comprende documentación de 1787 a 1800 (legs. 6840-6883). En la serie 117 del mismo fondo aparecen las hojas de servicio de los militares que sirvieron en Cuba, entre 1786 y 1809 (legs. 7259-7265). A partir de la información de esta serie podemos determinar la estructura y composición de las distintas unidades que sirvieron en el ejército de Cuba como fueron los Escuadrones de Dragones, Milicias Urbanas, Batallones de Voluntarios Blancos, Batallones de Pardos y Morenos libres, etc. A su vez la documentación de esta serie se culmina con la siguiente, serie 118, en donde ser recogen las revistas de inspección pasadas a los ejércitos de Cuba entre 1787-1800 (legs. 7299-7300). También incluye documentación de la toma de La Habana por ingleses en 1762. Dentro de la extensa sección de Hacienda, la sub-sección Secretaría y Superintendencia de Hacienda alberga documentación de fines del siglo XVIII (1764-1799, legs. 234250) sobre el establecimiento y rentas de la Intendencia de La Habana. Otra sub-sección de Hacienda, Dirección General de Rentas, en su serie número 36 tiene información sobre la industria y comercio del tabaco en Cuba entre 1726 y 1780. Si para las primeros siglos de presencia española en Cuba son fundamentales los fondos del Archivo General de Indias y Simancas, sin duda alguna el Archivo Histórico Nacional dispone de la principal colección documental española para la historia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en el siglo XIX. Allí están depositados, desde el año 1900, los fondos producidos por la administración del Ministerio de Ultramar entre 1863 y 1899, encontrándose alguna documentación de etapas anteriores que fue integrada al archivo, procedente de los distintos organismos que entre 1790, año en que desaparece la Secretaría de Despacho de Indias, y 1863 se habían hecho cargo de los asuntos de Ultramar. Del análisis de los papeles del Ministerio de Ultramar se pude reconstruir la evolución social, política y económica de las últimas posesiones del imperio ultramarino español. Los temas de guerra y diplomáticos no eran competencia exclusiva del Ministerio de Ultramar y es por ello, que en la Sección de Ultramar de este archivo no se encuentra el grueso de la información referente a la última guerra. Sus distintos fondos y series contienen información sobre el período que complementa a la existente en los archivos militares y del Ministerio de Asuntos Exteriores. La documentación de este archivo se desperdigó más a partir de 1920, tras la aplicación de una real orden, por la que se trasladaron algunos expedientes al Ministerio de la Guerra. Desconocemos el criterio que los funcionarios del Ministerio de la Guerra aplicaron a la hora de requisar los documentos de la Sección de Ultramar, pero principalmente se llevaron documentación de expedientes relacionados con la Guerra de Independencia cubana (1895-1898), algunos relativos a la Guerra de los Diez Años y distintos documentos relacionados con incidentes políticos ocurridos entre 1878-1898. La Sección de Ultramar está compuesta por 4 Fondos, Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico -estos dos últimos catalogados e inventariados-, y Filipinas, sin catalogar, así como una Serie Adicional. El Fondo Cuba contiene más de tres mil legajos, escritos en caligrafía de la época e impresos, y varios libros que ofrecen información sobre el registro de documentos de las distintas series (de gran utilidad para aquellas que están sin inventariar, por ser el único instrumento a través del que se puede acceder de una manera más o menos sistemática al contenido de las series). Además también encontramos colecciones de reales ordenes, información sobre los censos electorales de 1879 a 1886 y parte del expediente general de colonización asiática, entre otros asuntos de menor interés. Las principales series del fondo cubano de la Sección de Ultramar del Archivo Histórico Nacional se encuentran en la actualidad en proceso de inventariado. La serie de Fomento, inventariada al 100%, contiene 293 legajos (1833-1899) y alberga una documentación referente a obras públicas y colonización; Hacienda consta de 727 legajos (1830-1900), hasta el momento se ha inventariado el 21% y su información es de carácter fundamentalmente económico; Gobierno, contiene 1.095 legajos (18331901), inventariado el 10%, aportando datos fundamentalmente políticos; y Gracia y Justicia, documentación de carácter legal, contiene 447 legajos (1824-1899), y en la actualidad sólo se ha inventariado el 19%. Dentro de la Sección de Ultramar se encuentra la Serie Adicional, llamada a desaparecer, procedente de las Capitanías de Marina de diferentes puertos de América. En el caso de Cuba encontramos documentación de distinto carácter, contenido y años. Tras la evacuación de las tropas españolas y la retirada del gobierno, parte de la documentación traída de la isla se depositó en este archivo y otra pasó al depósito de guerra. Esta serie contiene un poco de todo, desde correspondencia del siglo XVIII, a asuntos de aduanas, y documentos relativos a la guerra de 1895-98: insurrección, telegramas de guerra, partes, deportados, detenidos, correspondencia, asuntos de gobierno, de orden público, comunicaciones de guerra, etc. Otro gran repertorio documental se halla en el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores. La información de este archivo está dividida en dos grandes bloques: Archivo Histórico y Archivo Renovado, cuyo límite cronológico entre ambos está fijado en 1931. Dentro del Archivo Histórico nos interesan las series de Correspondencia y Política ambas complementarias. La serie Correspondencia, con un carácter más general al de la serie Política, contiene documentación varia sobre Ultramar entre 1854 y 1890 (legajos 1260-1261). En la serie Política, debemos distinguir entre la subserie política exterior que tiene información sobre Cuba desde 1891 a 1931 (legajos 1430-1432), y política interior, donde bajo el epígrafe Ultramar y Colonias encontramos información sobre Cuba en general entre 1824-1900 (legajos 2.905-2.951), papeles relacionados con los antecedentes inmediatos y la Guerra de Independencia de Cuba (legajos 2.894-2.904) y sobre la Guerra Hispano-norteamericana (legajos 2.881-2882). El Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores nos ofrece la vertiente internacional del colonialismo español en Cuba. Aquí se depositaron los distintos expedientes que los funcionarios diplomáticos españoles elaboraban sobre las actividades de los independentistas cubanos en el exilio, antes y después de iniciarse la guerra en 1895. En la correspondencia diplomática nos indica la actitud mantenida por los distintos países latinoamericanos, europeos y, en especial, de los Estados Unidos con respecto de Cuba. Gran interés reviste la correspondencia enviada por los distintos agentes consulares españoles al ministro de Estado español informándole del estado de la opinión pública de cada país con respecto al conflicto hispano-cubano y posteriormente al hispanonorteamericano. Generalmente, esta correspondencia diplomática iba acompañada de recortes, extractos de prensa y valoraciones emitidas por distintos periodistas extranjeros que enriquecen la información de los agentes diplomáticos. Por otra parte señalar que el Archivo de Asuntos Exteriores es donde se encuentran el grueso de documentación cubana en España para el siglo XX. Dentro de la serie correspondencia del Archivo Histórico destacar los epígrafes titulados Correspondencia con embajadas y legaciones (1902-1930), Consulados (1899-1930) y Viceconsulados y Consulados Honorarios (1899-1930). Luego en la serie Política hay información sobre Cuba en el fondo Guerra Europea (1914-1818) y el en titulado Expulsión de españoles (1913-1929). A partir de 1931 los fondos cubanos se depositan en lo que se conoce como Archivo Renovado. Allí encontramos una serie llamada Cuba con información sobre la isla entre 1931 y 1959. Finalmente señalar que algunos legajos del Archivo Renovado han sido trasladados al Archivo General de la Administración. En ese archivo encontramos la serie política interna, Cuba (1931-1959) y la serie Consulados (1931-1959). El Archivo General Militar de Segovia es uno de los archivos que más información contiene sobre la guerra Hispano-cubana-norteamericana. A pesar de estar catalogado e inventariado, algunas secciones han sido enviadas a otros archivos militares de Madrid y Guadalajara, hecho que dificulta su consulta. La documentación del archivo está estructurada en cuatro secciones, que a su vez se dividen en fondos cada uno de los cuales contiene diferentes series. Las cuatro secciones contienen información militar sobre la guerra, aunque el grueso de la documentación se halla en las secciones de Ultramar y Ultramar (B). En este archivo se encuentran depositados 5.225 documentos sobre Cuba, de los cuales 2.767 corresponden al período de 1890-1899. En la sección de Asuntos hemos localizado documentación desde 1893 a 1898, referida, fundamentalmente, a voluntarios, movilizaciones, alistamientos, instrucciones, etc. Dentro de esta sección es interesante la serie de Reclutamiento en la que se encuentran los voluntarios enviados desde España y otros países como Argentina, en 1896, o cuestiones relativas a los batallones de voluntarios. En la sección de Ultramar el fondo Asuntos de Cuba y Puerto Rico, que comprende varias series, es el que contiene información militar más interesante: operaciones de campaña, diario de operaciones militares, movilizaciones, guerra con Estados Unidos, desaparecidos, heridos ingresados en distintos hospitales, etc. Los fondos de está sección se encuentran en la actualidad divididos al haber sido enviados al Servicio Histórico Militar de Madrid y al Archivo Militar de Guadalajara. En cuanto al fondo Material de Ingenieros hay que destacar los documentos sobre Defensas y Artillería en general y Material de Acuartelamiento, que contienen junto a la información oficial sobre avituallamiento, inventarios de materiales de guerra, armamento, etc., otros informes sobre la evacuación de las tropas de Cuba en 1898 y de la Comisión Liquidadora, en 1899. La sección Ultramar (B) contiene 17 series. Las series que más nos interesan son Cuba y Ultramar en General. La serie Cuba está compuesta por 1.402 documentos referentes a los años que duró el conflicto. Esta documentación hace alusión a operaciones de campaña, diferentes cuerpos del ejército español, voluntarios, insurrectos, órdenes, política de guerra, colecciones de bandos de los gobernadores generales Emilio Calleja, Arsenio Martínez Campos, Valeriano Weyler y Ramón Blanco, expedientes sobre donativos, recortes de prensa sobre la intervención de Estados Unidos en la guerra, enfermedades, hospitales, sanidad, rebelión de fuerzas españolas, expulsión de extranjeros, así como correspondencia con militares. En el Servicio Histórico Militar de Madrid, en la sección Ultramar se encuentran parte de los documentos que han sido remitidos desde el archivo de Segovia. También tiene fondos del denominado Depósito de la Guerra, fundado en 1810 y del antiguo museo y biblioteca del cuerpo de ingenieros militares. Su documentación se completa con los fondos cartográficos del Servicio Geográfico del Ejército, en donde el investigador puede encontrar gran cantidad de mapas, en su mayoría del siglo XVIII, referentes a fundación de ciudades, fortalezas, etc. En la actualidad, los fondos del Servicio Histórico Militar están microfilmados pero sin inventariar. En la serie Cuba están integrados documentos de carácter administrativo y militar: suministros, armamento, avituallamiento en general, enfermos, fallecidos, evacuación de tropas, etc., así como informes sobre la distribución de las tropas españolas en algunas zonas y las medidas militares adoptadas para enfrentar la guerra con Estados Unidos. No hay diarios de operaciones, que quizá estén en el Archivo Militar de Guadalajara, ni partes de guerra, tan sólo algunas comunicaciones que dan noticia sobre el estado de la misma. Sí se encuentran algunos informes sobre operaciones militares terrestres y navales, pero en su gran mayoría parece que están en el Archivo de Guadalajara, al que todavía no se puede acceder. También de carácter militar es la información contenida en el Archivo General de Marina "Don Alvaro de Bazán" situado en el Viso del Marqués en la provincia de Ciudad Real y en el Archivo del Museo Naval de Madrid. La organización del primero de estos archivos en secciones generales y series en las que no se especifican ni los países ni los años contenidos en la documentación hace más difícil la búsqueda, localización y consulta. Tan sólo en la primera sección Archivo Histórico se encuentra material a primera vista sobre la guerra de Cuba repartido en la serie Operaciones Militares Navales y la serie Expediciones, Convoyes y Transportes: comprende noticias de Filipinas y de América, informes sobre muertos, prisioneros y sobrevivientes, así como documentación de la Escuadra de Cuba (1895-1898), campañas de Cuba y Filipinas (1897-1902), firma del protocolo de la paz con Estados Unidos y algunos combates como el de Santiago de Cuba o Cavite. De los 67 legajos de esta sección 10 están relacionados con Cuba. La documentación de este archivo en cuanto a la guerra de España con Estados Unidos se complementa con la depositada en el Archivo Museo Naval. En la sección Manuscritos y Documentos se encuentra documentación relativa a la guerra hispanonorteamericana y algunas informaciones sobre operaciones del ejército español, evacuación de la isla y la firma del protocolo de paz. Esta información puede ser completada con los libros impresos, entre 1902 y 1908, referentes a dicha guerra, escritos por norteamericanos, depositados en la biblioteca del Museo. En este archivo, que posee una serie cartográfica sobre Cuba, 1745-1895, no hay mapas militares de operaciones. Tampoco se encuentran diarios de campaña u otra información referente a la guerra de Cuba. Otro fondo interesante con respecto a Cuba que contienen los Archivos del Museo Naval y del Archivo General de la Marina son la documentación de las distintas expediciones científicas que fueron a América y estuvieron en Cuba. En este sentido destaca la documentación generada por las expediciones de Ventura Barcaiztegui, entre 1790-1793 y la del Conde de Mopox y Jaruco a la Isla de Cuba entre 1796 y 1802. En el Archivo Histórico del Banco de España en Madrid se encuentran fondos sobre deuda pública, bancos, finanzas, las emisiones de billetes al Banco de Cuba, en 1898, la correspondencia del gobernador del Banco de España de Cuba con el gobernador de la isla y con el gobernador del Banco de España para efectuar un préstamo a Cuba en 1895, y otros expedientes relativos al anticipo de préstamos concedidos y créditos del Banco de España con el Banco de Londres y el Banco de París, entre 1895 y 1898. En general contiene información de carácter financiero relativa a Cuba en la segunda mitad del siglo XIX. Esta información está integrada en la sección de Secretaría, serie Comunicaciones, Dependencias Oficiales, Particulares y Administración Interna del Banco, subserie Ministerio de Ultramar. La catalogación del archivo permite que se puedan localizar los documentos también a partir de materias, fechas, nombres, etc. El Archivo del Congreso de los Diputados es otro de los archivos españoles con fuentes para la historia de Cuba. De este archivo cabe destacar la sección de Documentación Parlamentaria que contiene dos series. En la serie Documentación Electoral en la que se encuentran las actas electorales de los distintos procesos electorales celebrados en Cuba entre 1878 y 1898, con sus resultados, incidencias e impugnaciones de los distintos partidos políticos que tomaban parte en las mismas. Es una información complementaria de la que sobre temas electorales contiene el Archivo Histórico Nacional y el Archivo del Senado, de donde también se pueden obtener información biográfica de los distintos senadores electos por las Antillas. La serie General de Expedientes alberga los asuntos sometidos a las Cortes para su estudio. En esta serie podemos encontrar algunos oficios de 1898 relativos a la reclamación de billetes que se habían emitido para la guerra, un presupuesto general de la guerra, de 1895 a 1898, así como el nombramiento de comisarios para la evacuación de Cuba y Puerto Rico, repatriaciones, recompensas de guerra, asuntos relacionados con el ejército, sanidad, piratería, etc. Del Archivo del Palacio Real de Madrid nos interesa de manera principal la sección Mayordomía Mayor que está integrada por la serie Asuntos Militares, que comprende a su vez varias subseries: Guerra de Cuba y Filipinas, Guerra de Filipinas, Guerra de Cuba y Puerto Rico, Sanidad, Ingenieros, Personal Militar, Intendencia, Personal Naval, etc. Contiene 56 documentos del período comprendido entre 1895-98, desde cartas privadas e informes oficiales a telegramas y recortes de prensa. En su gran mayoría es correspondencia privada a la reina regente con los gobernadores generales de Cuba Ramón Blanco y Arsenio Martínez Campos en las que se informa sobre la situación y evolución de Cuba y la guerra. En esta correspondencia también aparece información sobre insurrectos, estado del armamento, etc. También se halla correspondencia diplomática remitida a la reina por los embajadores españoles, en las que se notificaba la actitud tomada por otros países europeos ante la guerra hispano-cubana. En otra sección, Planos y Dibujos, hemos localizado un mapa parcial de Cuba con las marchas y contramarchas de los generales del ejército libertador Máximo Gómez y Antonio Maceo en 1895. Otros dos archivos en los que el investigador podrá encontrar información sobre el ultramar español son el Archivo del Consejo de Estado y la Biblioteca Nacional. En la sección de Ultramar, compuesta de 100 legajos inventariados al 100%, del Archivo del Consejo de Estado se han recogido, fundamentalmente, los informes sobre la preparación de leyes y la aplicación de las mismas en el ámbito ultramarino. En la mayoría de los casos, la documentación son las respuestas que el Consejo de Estado da a las consultas planteadas por las autoridades ultramarinas, teniendo que buscarse los orígenes de la consulta en la documentación del Archivo Histórico Nacional, en donde, en ocasiones, también aparecen las respuestas del Consejo de Estado. Es por ello un "archivo de último recurso" dado que, en palabras del archivero-jefe del Archivo del Consejo de Estado, sus papeles son en muchos casos el último vestigio documental del asunto al que se refieren. El ámbito cronológico en que se sitúa la documentación del Archivo del Consejo de Estado va de 1835 a 1903 teniendo interés sus fondos para la esclavitud, abolición, medidas de colonización blanca y asuntos relacionados con la administración colonial en general. La Biblioteca Nacional de Madrid en su Sección de Manuscritos tiene una importante colección de documentos americanos, pero, lamentablemente, son muy escasos los dedicados a Cuba. En la documentación cubana de la Biblioteca Nacional podemos distinguir entre los papeles de la segunda mitad del siglo XVIII y primeros años del XIX. En estos años los temas que nos describe la documentación hace referencia a el ejército de América (Colección de documentos provenientes de la biblioteca de Pascual Gayangos), otros importante conjunto de papeles hace referencia a las actividades de la orden de los mercedarios en Cuba y otros asuntos desperdigados por distintos documentos como la toma de La Habana por los ingleses, fomento de la esclavitud y la génesis de la industria azucarera a fines del XVIII. La documentación del siglo XIX constituye el otro gran conjunto documental sobre Cuba en la Biblioteca Nacional. Fundamentalmente son papeles que proceden del archivo del historiador Justo Zaragoza quien se preocupó por la historia de Cuba en el siglo XIX. Por ello en la sala de Manuscritos de la Biblioteca Nacional hay conjuntos de documentos sobre las gobernaciones de los generales Concha, Serrano, Dulce, Caballero de Rodas, entre otros. También bajo el epígrafe de "Papeles relativos a Ultramar" nos encontramos un conjunto de documentos de carácter político, que pertenecieron a Enrique Alonso Sanjurjo. Son 37 documentos que van de 1820 a 1874, no sólo dedicados a Cuba, sino también a Puerto Rico y Filipinas. De la biblioteca de Augusto Ulloa posee la Biblioteca Nacional un fondo documental alusivo a los presupuestos de la isla entre 1840 y 1862. Por otro lado, dentro de la documentación relativa al siglo XIX depositada en la Biblioteca Nacional, destacan un conjunto de expedientes relativos a la represión de la trata de esclavos, sobre la importación de culies chinos y distintas memorias sobre el fomento de las obras públicas. Sobre la guerra de 1895-1898, destacar que recientemente, en junio de 1992, la Biblioteca Nacional ha comprado un conjuntos de documentos relativos al ejército de Cuba entre 1895 y 1898. También debemos resaltar las colecciones de cartas y poesías enviadas al periódico El Imparcial de Madrid con motivo de la guerra, así como una transcripción de las conferencias mantenidas por las delegaciones española y norteamericana que concluyeron con la Paz de París de 1898. Por último nos gustaría señalar la importancia que para la historia de Cuba tienen algunas de las colecciones documentales depositadas en la Real Academia de la Historia en Madrid. De la colección de Juan Bautista Muñoz hay papeles diversos sobre Cuba y su gobernación entre 1519 y 1555, que fueron producto de su obra dedicada a la Historia del Nuevo Mundo. Además destacar de esta colección un informe de comercio y navegación de la isla de Cuba de 1760, cartas del gobernador Diego Velázquez al rey entre 1519 y 1522, así como una detallada relación del oro fundido en Cuba entre 153435. Otra colección de la Real Academia de la Historia con fondos americanistas es la Salazar y Castro. La información sobre Cuba es de poca importancia, limitándose a la descripción de las genealogías de algunas familias importantes de Cuba como los Alarcón, Pedroso, Rojas etc. genealogías que cubren entre 1550 y 1650. Finalmente hay dos colecciones en la Real Academia de la Historia que esta en exclusiva dedicada a Cuba. Nos referimos a la Colección Caballero de Rodas y Fernández Duro. La colección Caballero de Rodas llegó a la Academia por donación de la familia en 1922 y se compone de 7 legajos que contienen 2676 documentos. La documentación recoge las actividades de los gobernadores generales de Cuba entre 1868 y 1881, años que se corresponden con las dos primeras guerras de independencia cubanas: la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y la Guerra Chiquita (1879-1880). Así estas dos guerras, como la política reformista que la Revolución de Septiembre y la Primera República quisieron llevar a Cuba, son temas principales que se abordan en esta documentación. Otra fuente de gran importancia depositada en la Real Academia de la Historia para el estudio de la Guerra de los Diez Años es la Colección Fernández Duro. Cesáreo Fernández Duro fue secretario del gobierno superior civil de Cuba entre 1868 y 1869 y su colección responde en parte a los papeles que se trajo consigo a la Península cuando cesó de su cargo. Lo más interesante de los diez legajos que componen la colección y que cubren los años de 1868 a 1870 es la información que ofrece sobre las actividades del ejército independentista cubano, al incorporar la Colección Fernández Duro documentos intervenidos a las fuerzas independentistas cubanas. Además de la guerra vista desde la óptica independentista, la colección ofrece información sobre orden público, operaciones militares del ejército español e informes sobre una posible anexión de Cuba a los Estados Unidos. No queremos terminar este apartado sobre las colecciones documentales públicas en archivos públicos sin mencionar la posibilidad que desde 1994 tienen los investigadores españoles y extranjeros de consultar un fondo del Archivo Nacional de Cuba del que guarda copia microfilmada la Universidad de Salamanca. Se trata de los siete legajos del Fondo Gobierno Autonómico compuesto por la documentación generada por la breve etapa de autonomía política que vivió Cuba en 1898. El fondo tiene dos series, en orden a los organismos que produjeron, Cámara de Representantes y Presidencia del Consejo de Secretarios, en las que se da cuenta de los pormenores de las actividades de estas dos instituciones del gobierno autonómico. 2.- Colecciones documentales privadas en archivos de acceso público. Además de los archivos de carácter oficial, algunos de los personajes públicos que a lo largo de su vida tuvieron relación con el Ultramar tomaron la precaución de conservar documentos en archivo particulares que ofrecen al historiador una visión diferente y, en muchos casos, más sincera de lo que verdaderamente ocurrió de la que nos dan los archivos oficiales. Un conjunto de archivos privados a disposición del historiador son aquellos que originaron distintos ministros de Ultramar. Procediendo por orden cronológico nos encontramos con el Fondo Documental de los hermanos León y Castillo depositado en el Archivo Histórico Provincial en Las Palmas. A nosotros nos interesan los 29 legajos que se refieren a la actividad pública de Fernando León y Castillo, Ministro de Ultramar entre 1881 y 1883 y embajador de España en Francia en 1898, en el momento que se discutía la Paz de París. Del fondo documental de Fernando León y Castillo destacamos: 1.Legajo 3º : correspondencia oficial como Ministro de Ultramar (que se extiende de 1874, en que Fernando León y Castillo era Subsecretario del Ministerio de Ultramar, hasta 1884). 1892). 2.- Legajo 11º: correspondencia varia sobre asuntos de Ultramar, (1881- 3.- Legajo 12º : participación en la negociación de la Paz de París de 1898. 4.- Legajo 19º: Reales decretos de Ultramar y Gobierno. 5.Legajo 26º: Copia de las deliberaciones de la Junta de Reformas de Ultramar de 1866. El segundo archivo de antiguos Ministros de Ultramar es el Archivo-Museo Víctor Balaguer localizado en Vilanova i La Geltrú, provincia de Barcelona. Ministro de Ultramar en dos ocasiones, cubre la información de Cuba entre 1868 a 1898. Fundamentalmente el Archivo de Victor Balaguer contiene un amplio epistolario que alcanza hasta 1898, entre Balaguer y distintos personajes cubanos y peninsulares relacionados con la política colonial cubana. De toda ella desatacar los siguientes legajos: 233 (Correspondencia particular con la Isla de Cuba), 307 (Correspondencia oficial del Ministro de Ultramar con el Gobernador General de Cuba) 505 (correspondencia privada dirigida a Victor Balaguer sobre asuntos ultramarinos), 512 (correspondencia privada del Ministro de Ultramar). Además de esta interesante correspondencia destacar algunos informes sobre bandolerismo, sobre relaciones comerciales con los Estados Unidos, sobre la crisis azucarera y estudios sobre una reforma de los aranceles antillanos. El último archivo de antiguos Ministros de Ultramar es el Archivo Histórico de la Fundación Antonio Maura. Maura fue ministro de ultramar de 1892 a 1894 y en su mandato se intentó una reforma radical del sistema de colonial antillano que, sobre la base de la descentralización administrativa, asegurase sobre cimientos más sólidos las relaciones metrópoli-colonia. De esta manera, en este archivo se encuentra depositada la documentación de carácter particular y oficial generada por el paso de Antonio Maura por el Ministerio de Ultramar, entre diciembre de 1892 y marzo de 1894, siendo los apuntes, cartas e informes relativos a la reforma colonial intentada por Maura los que tienen más interés. La información localizada hace referencia a diferentes asuntos internos de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. También se encuentran folletos e informes de prensa sobre diversos aspectos de la gobernación española en estas islas: sociales, políticos y económicos. Los fondos de interés para nuestro estudio son los siguientes: Correspondencia con Ultramar (1893/94); Correspondencia con el Gobernador General de Filipinas (1893/94); Correspondencia con las autoridades de Ultramar (1893/94); Política cubana (1893/94); Trabajos de Ultramar (1893); Reformas Antillanas (1896), y Fondo Antonio Maura (1860-1930). Destacar también los apuntes autógrafos y los distintos discursos que Maura pronunció entre 1898 y 1899 en los que el antiguo Ministro de Ultramar analizaba el conflicto del 98 contraponiéndola con las dificultades de realizar una política colonial más moderna. Quisiéramos terminar esta comunicación dando alguna información de otros archivos privados abiertos al historiador interesado en la historia de Cuba. En Barcelona está el Archivo Histórico de la Compañía Trasatlántica, empresa que desde 1861 monopolizó el transporte marítimo oficial de España con Cuba a través del servicio de los vapores correos a las Antillas. De sus fondos se han sacado importantes datos para conocer los flujos de migración española a Cuba entre 1860 a 1898, así como el transporte de los distintos contingentes militares que tomaron parte en las guerras de Cuba. Finalmente señalar que en el Fondo del Museo Naval de la Diputación Foral de Guipuzcoa se encuentran los diarios de navegación de la familia Acha, muy relacionados con el transporte de mercancías a Cuba entre 1825 y 1874, siendo una buena fuente para conocer el flujo del comercio colonial entre la Península y Cuba en el siglo XIX. BIBLIOGRAFÍA. BERMÚDEZ PLATA, Cristóbal. Catalogo de documentos de la sección novena del Archivo General de Indias. Vol 1, series 1 y 2: Santo Domingo, Cuba, Puerto Rico, Luisiana, Florida y México, Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1949. BERMÚDEZ PLATA, Cristóbal. Archivo General de Indias. Catálogo de documentos de la sección novena. Vol 1: 1724-1834. Santo Domingo, Cuba, Puerto Rico, Luisiana y Florida, Sevilla, Imprenta de la Gavidia, 1945. BORREGUERO GARCÍA, E. 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TORTELLA, Teresa "El archivo del Banco de España: cuatro años después" en Fuentes para la historia de la Banca y del comercio en España: actas del segundo congreso sobre archivos económicos de entidades privadas, Madrid, Banco de España, 1988, págs. 193200. VIGÓN SÁNCHEZ, Ana María. Guía del Archivo General de la Marina Don Alvaro de Bazán, Madrid, Instituto de Historia y Cultura Naval, 1985. OS ARQUIVOS DA REGIÃO AUTÓNOMA DOS AÇORES PEDRO PACHECO MEDEIROS Pretende esta comunicação traçar um panorâmica geral da situação dos arquivos públicos da Região Autónoma dos Açores(RAA), referindo a sua criação, especificidade da autonomia nesta matéria, legislação e política regional existente. Salientam-se também alguns fundos que, pelo seu "valor histórico-cultural", poderão interessar aos investigadores This communication intends to give a general picture of the RAA Public Archives, referring its establishment, the peculiarity of autonomy in this subject, the existing legislation and related regional policy. We give special attention to some Archive groups that, due to their historical and cultural value, may be of particular interest to researchers. 1. Os arquivos da RAA Os arquivos públicos da RAA, sediados nas três principais cidades do arquipélago, Ponta Delgada, Angra do Heroísmo e Horta, foram criados, respectivamente, em 1931, 1948 e 1965. A implantação destes arquivos distritais inseriu-se no contexto da política nacional de arquivos de então. Em 1887 havia sido criada a Inspecção Geral de Bibliotecas e Arquivos Públicos, entidade essa que exercia tutela sobre as bibliotecas e arquivos. Em 1912, "(...) nomeado Júlio Dantas para o cargo de Inspector das Bibliotecas Eruditas e Arquivos, lugar que ocupar durante trinta e quatro anos"(1). Tendo-se apercebido que a política de centralização de todo o património documental do Estado Português na Torre do Tombo, em Lisboa, era de todo inviável, não só pela exiguidade das instalações, mas também devido a uma certa resistência por parte das autoridades locais, que se recusavam a enviar para Lisboa a documentação de incorporação obrigatória, optou por seguir uma política descentralizadora, criando arquivos públicos nas sedes de distrito, os quais se destinavam a recolher e a inventariar os fundos documentais dispersos nas respectivas áreas geográficas. No entanto, convém referir que cabia às Juntas Gerais ou às Câmaras Municipais a execução dos projectos e a responsabilidade financeira dos mesmos(2). É, portanto, no seguimento desta política que são criados os arquivos públicos no arquipélago açoriano, nas três sedes de distrito. Assim, o Arquivo de Ponta Delgada recolhia a documentação referente às ilhas de São Miguel e Santa Maria; o de Angra do Heroísmo, a documentação das ilhas Terceira, São Jorge e Graciosa; o da Horta, a documentação das ilhas do Faial, Pico, Flores e Corvo. Pelo Decreto-lei n1/420.484, de 6 de Novembro de 1931(3), criado, anexo Biblioteca Pública e dela fazendo parte para efeitos administrativos, o Arquivo Distrital de Ponta Delgada. Os encargos financeiros cabem Junta Geral do Distrito, estando no entanto directamente subordinado Inspecção Geral das Bibliotecas e Arquivos, tal como as outras instituições congéneres do país. Conforme o consignado no decreto, são de incorporação obrigatória os seguintes fundos: Cartórios eclesiásticos; Cartórios paroquiais; Cartórios notariais; Documentação dos extintos conventos ainda existentes na direcção e repartições de finanças; Processos cíveis, crime e orfanológicos findos; Documentos provenientes das repartições extintas e serviços cessantes. Curioso ser notar que, antes da criação oficial do Arquivo, já a Biblioteca Pública(4) desta cidade recebia alguns fundos arquivísticos, como o caso do Arquivo do Tribunal de Relação dos Açores, incorporado parcialmente em 1910, após a extinção desta entidade, com a proclamação da República. Instalada desde a sua fundação no extinto Convento da Graça(5), encontra-se actualmente em fase de construção o futuro edifício (adaptação do antigo Colégio dos Jesuítas de Ponta Delgada) no qual funcionar o a Biblioteca Pública e Arquivo. Quanto ao Arquivo de Angra do Heroísmo, a iniciativa da sua criação partiu do Instituto Histórico daquela ilha, fundado em 1944. Os esforços desenvolvidos por aquele Instituto e pela Junta Geral do Distrito, que tomou sua responsabilidade os encargos administrativos resultantes da instalação e funcionamento do arquivo, levaram à criação do mesmo, através do Decreto-lei nº.36.842, de 20 de Abril de 1948(6) . Foi convidado a dirigir os trabalhos de instalação e organização o então bibliotecárioarquivista da Biblioteca da Assembleia Nacional, Manuel C. Baptista de Lima. Como o Palácio Bettencourt, imóvel cedido pela Junta para instalação do referido Arquivo se encontrava ainda ocupado pela Esta o dos CTT de Angra do Heroísmo, ficou o mesmo a funcionar provisoriamente no edifício da Escola Infante Dom Henrique. Na sequência das obras de restauro, ampliação e adaptação do Palácio Bettencourt, concluídas em 1957, foi criada uma Biblioteca Pública no Arquivo Distrital de forma a rentabilizar o espaço. Assim, o Arquivo Distrital e a anterior Biblioteca Municipal fundem-se numa só instituição(7) , cuja designação oficial passou a ser a de Biblioteca Pública e Arquivo Distrital de Angra do Heroísmo(8). O Arquivo da cidade da Horta foi criado pelo Decreto-lei nº 46.350, de 22 de Maio de 1965(9). Este diploma legal inicia uma nova etapa na criação de arquivos distritais, muito embora uma boa parte deles não comece a funcionar de imediato(10), como o caso do Arquivo da Horta. Aliás, o próprio diploma, salientando os esforços desenvolvidos nos últimos anos, chama a atenção para o facto de tanto as bibliotecas como os arquivos no nosso país estarem longe de cumprir a sua missão. O Arquivo da Horta só iniciou as suas actividades a partir de 1977, data da criação da Biblioteca Pública dessa cidade. Aliás, como vem expresso no decreto-lei acima referido, propiciava-se a criação de bibliotecas públicas junto dos arquivos distritais, como foi o caso de Angra do Heroísmo e de Ponta Delgada. Com a "Revolução dos Cravos" em Abril de 1974, e, consequentemente, os movimentos de descolonização dos territórios africanos, alteraram-se as relações institucionais entre o continente português e os arquipélagos dos Açores e da Madeira. A criação das regiões autónomas marca uma nova forma de relacionamento entre o poder político nacional e os territórios insulares(11). As aspirações autonómicas das regiões insulares, que remontam no caso dos Açores, última década do século XIX, concretizam-se de uma forma mais plena em 1976, pois para além da autonomia administrativa e financeira, essas regiões passam a ter autonomia política, com órgãos de governo próprios; passam a dispor "(...) de um amplo conjunto de poderes, entre os quais se destacam o de legislar, com respeito pela Constituição e pelas leis gerais da República, sobre matérias de interesse específico para a região que não estejam reservadas aos órgãos de soberania"(12). Entre outras matérias, as regiões autónomas passam a administrar e dispor do seu património(13) . Do ponto de vista da subordinação administrativa, os arquivos insulares passam a estar directamente dependentes dos governos regionais, através das respectivas - secretarias no caso dos Açores, da Secretaria Regional da Educação e Cultura. Esta nova realidade política implica o desaparecimento da anterior divisão administrativa em distritos. Assim, os Arquivos perdem a designação de distritais, muito embora na prática tudo se mantenha igual, tanto as áreas de jurisdição, como a documentação de incorporação obrigatória(14). 2. Legislação e política arquivística regional(15) A existência de legislação referente aos arquivos essencial não só para uma política de planeamento arquivístico, como constitui também um meio para que os arquivos atinjam os seus fins. Como atrás afirmámos, os Arquivos da RAA são serviços dependentes da Secretaria Regional da Educação e Cultura (SREC), sob a superintendência da Direcção Regional dos Assuntos Culturais (DRAC). Assim, é de estranhar que a lei orgânica(16) desta Secretaria não foque especificamente tantos os arquivos como o património arquivístico da Região. Ao longo do diploma, a palavra "arquivo" aparece mencionada três vezes, duas das quais referindo-se ao próprio arquivo corrente da Secretaria. O único diploma legal que se refere explicitamente ao património arquivístico da Região é o Decreto Regional nº.13/79, de 16 de Agosto de 1979(17) , decreto esse que define o património cultural da RAA e estabelece as normas relativas à sua protecção. A restante legislação regional por nós analisada referente aos quadros de pessoal das Bibliotecas Públicas e Arquivos e ao estabelecimento dos prazos de conservação da documentação de arquivo nos organismos da administração regional(18) . Neste último ponto, convém salientar que a legislação produzida com o intuito de tornar mais funcionais os serviços. Após o acima exposto, resta-nos lançar a seguinte pergunta: existe ou não uma política arquivística na Região? Tanto quanto conseguimos deduzir, e tendo em conta a situação dos Arquivos da Região, ou não existe política alguma, ou no caso de existir, tão ténue que não nos apercebemos dela. A DRAC tem como atribuições superintender os serviços dependentes da SREC na área da cultura, definindo orientações e coordenando actividades. Assim, deveria funcionar como órgão coordenador dos Arquivos da Região, papel esse que, na nossa perspectiva pessoal, não tem assumido. A coordenação do sistema de arquivos fundamental, não só para a concertação das políticas(19) a adoptar nos arquivos públicos da Região, como também para procurar incluir no sistema os arquivos privados e os arquivos correntes dos diferentes serviços da administração regional, promovendo um contacto mais estreito entre as entidades produtoras da documentação e os arquivos definitivos. Para além da existência de legislação que institucionalize e legalize o sistema e de um órgão coordenador eficaz, dinâmico, conhecedor da realidade do que são os arquivos, outros aspectos estruturais há a considerar. É preciso garantir os meios financeiros, materiais e humanos(20) que possibilitem a realização de uma política regional de arquivos. Os meios financeiros, recursos materiais e equipamentos devem ser assegurados pelo Governo Regional, muito embora o recurso ao mecenato não seja uma hipótese a desdenhar. Neste caso particular, através da legislação, devem ser concedidas contrapartidas, nomeadamente de carácter fiscal, às entidades privadas que eventualmente colaborem com o Governo. As funções de um arquivo são: RECEBER, CUSTODEAR E SERVIR. Assim, só podemos considerar que um arquivo cumpre os seus objectivos quando estas três vertentes estão devidamente desenvolvidas. Não podemos considerar os arquivos como meros armazéns de documentação, pois é fundamental que cumpram a sua função social. Entendemos por "servir" todo o trabalho de organização de instrumentos de descrição documental que permitam a recuperação da informação e facultem a interacção entre a comunidade e o Arquivo. Muitas vezes, devido falta de instrumentos de referência, o acesso aos fundos fica limitado a um número reduzido de pessoas, e encontrar documentos passa a ser uma tarefa que exige tempo, paciência e muita conversa com os funcionários. É claro que numa perspectiva puramente economicista e imediatista, o papel da arquivística é ridículo, pelo que, muitas vezes, investimentos nesta área são considerados pela classe política como estéreis (21). No entanto, é também verdade que um país ou região "(...) que negligencia a informação e, como tal, os seus arquivos, põe em causa as suas origens, a sua identidade e condiciona o seu desenvolvimento"(22) . 3. Algumas fontes de história local Não é fácil destacar, no conjunto dos acervos documentais da região, alguns fundos que, pelo seu valor secundário (histórico-cultural), possam constituir fontes importantes para os investigadores. Somos de opinião que não compete aos arquivistas, enquanto profissionais da informação, destacar este ou aquele fundo, pois cabe aos investigadores o trabalho de selecção das fontes. Por outro lado, seleccionar alguns fundos em detrimento de outros, é uma tarefa que implica juízos de valor, tarefa essa sempre subjectiva, para qual não nos sentimos preparados. No entanto, é um risco que temos que correr e, nesse sentido, esta comunicação deve ser encarada como um pequeno contributo para a divulgação de alguns dos fundos existentes na região. Dado a inexistência de um "Guia dos Arquivos da Região Açores"(23), enviámos aos Arquivos Públicos três questionários(24). No que concerne ao Arquivo de Angra do Heroísmo, não obtivemos qualquer resposta. Quanto aos outros dois Arquivos da região, o da Horta prontamente nos enviou as suas respostas e, em Ponta Delgada, cederam-nos um guia (provisório) dos fundos documentais existentes naquela instituição. Para além da informação relativa aos três arquivos públicos, debruçar-nos-emos também sobre o acervo documental da Universidade dos Açores, instituição na qual trabalhamos. Excluímos do âmbito do nosso trabalho, por razões óbvias, todo um conjunto de instituições detentoras de arquivos históricos importantes, como é o caso, entre outras, de algumas Câmaras Municipais, Misericórdias e Igrejas Paroquiais, que mantêm os seus acervos nas respectivas instituições. No que diz respeito à Universidade, encontram-se depositados nos Serviços de Documentação dois arquivos de família (Brum da Silveira/José do Canto e Raposo d’Amaral), e um arquivo pessoal (Mont’Alverne de Sequeira). Este tipo de fundos, que se incluem no vasto conjunto dos arquivos privados, "(...) vãose assumindo cada vez mais como universo privilegiado para o estudo do homem nos seus espaços, com as suas gentes"(25) Uma das grandes dificuldades que se apresentam a quem tem de organizar um arquivo de família é justamente o facto de estes serem constituídos por documentação tipologicamente bastante heterogénea, onde as séries têm muitas vezes uma reduzida expressão documental e uma organicidade nem sempre muito vincada(26). A "riqueza" destas fontes é por demais evidente, pois muitas vezes complementam as informações da documentação produzida institucionalmente. Dos três fundos depositados na Universidade dos Açores, só o Arquivo Mont’Alverne de Sequeira(27) se encontra organizado e disponível para consulta através de catálogo. Médico e político açoriano, participou activamente no primeiro movimento autonomista insular, tendo sido por duas vezes eleito para a Câmara dos Deputados. A série mais importante deste fundo é justamente a "Correspondência Recebida", relativa, sobretudo, ao período compreendido entre 1894 e 1906, que corresponde justamente ao desempenho de actividades políticas. Para além desta série que testemunha o seu percurso político, salientamos outra, constituída por um conjunto de manuscritos relativos à sua produção literária e científica. Os outros dois fundos depositados nos Serviços de Documentação, Arquivo Brum da Silveira/José do Canto e Arquivo Raposo d’Amaral(28) (em fase de organização), constituem um instrumento privilegiado para o estudo da família e da história económica-social do Arquipélago nos últimos dois séculos. A documentação de natureza económica permite, entre outras coisas, determinar as formas de exploração da propriedade, as técnicas de cultivo, as relações entre proprietários e assalariados, enfim, traçar todo um conjunto de novos "caminhos" ainda por "desbravar". Quanto aos arquivos públicos, relembramos que são de incorpora o obrigatória os fundos paroquiais, judiciais e notariais das respectivas áreas de jurisdição. A cidade de Angra do Heroísmo, no espaço compreendido entre o século XVI-XIX, exerceu uma hegemonia incontestável sobre as restantes ilhas dos Açores(29). Assim, o Arquivo desta cidade contém no seu acervo fundos de várias instituições que detinham poder de decisão ou estavam em contacto directo com o poder central. Chamamos a atenção para os seguintes fundos: Capitania-Geral das Ilhas dos Açores(30); Mitra (1535-1927)(31); Câmara Municipal da Praia da Vitória(32); Misericórdias de Angra do Heroísmo, da Praia da Vitória e de S. Sebastião; Junta Geral do Distrito(33). No Arquivo da Horta destacamos os fundos paroquiais, por estarem inventariados. Os restantes fundos que constituem o acervo estão em fase de organização. De entre esses salientamos: Governo Civil do Distrito da Horta, Misericórdia da Horta (inclui documenta o que remonta ao século XVI), Grémio da Lavoura da Horta, Casa Bensaúde (1868-1957) e a Colecção Thiers de Lemos(34). No que concerne ao Arquivo de Ponta Delgada, encontram-se identificados até data 136 fundos, dos quais 58 são fundos paroquiais. No entanto, uma grande parte destes fundos ainda não pode ser consultada, por ao estar inventariada, nem ser possível qualquer tipo de recuperação da informação (conforme é salientado na página 7 do guia provisório daquela instituição). Assim, chamamos a atenção para os fundos da Junta Geral do Distrito Autónomo de Ponta Delgada (1833-1976)(35); Provedoria dos Resíduos de Ponta Delgada ([15--][1863]) (36) e Paroquiais (1541-1892)(37). Quanto aos arquivos do Tribunal de Relação dos Açores e do Governo Civil do Distrito de Ponta Delgada, estão em parte acessíveis, nomeadamente, a série testamentos do Tribunal de Relação e o chamado "arquivo histórico" do Governo Civil. A Colecção Ernesto do Canto(38) e o Arquivo da Câmara Municipal de Ponta Delgada estão também acessíveis através das respectivas relações de entrega da documentação. No que diz respeito aos fundos Judiciais, em relação aos arquivos dos Tribunais de Comarca, há cadastros para quase todas as séries, com registo dos processos e respectivos intervenientes. Os Notariais possuem quase todos relações de entrega da documentação e já se iniciou a inventariação de alguns fundos. Acresce-se ainda que este grupo de arquivos, para além dos instrumentos de descrição documental referidos, possui ainda, em alguns casos, um "Guia do Tabelionado" e listagens abreviadas das etiquetas dos maços. Os fundos Monásticos estão a ser reconstituídos à medida que decorre a inventariação e consequente identificação das unidades de instalação. 4. Conclusão Depois de tudo o que foi dito, resta-nos concluir que há um longo caminho a percorrer. Em primeiro lugar, pensamos que se deve come ar pela legislação. Esta, deve estar adequada realidade regional, definindo claramente o que deve ser considerado património documental. A lei deve abranger tanto os arquivos públicos como os arquivos privados e arquivos correntes da administração regional, de modo a que possa iniciar-se um processo de "Gestão Integrada da Documentação", que contemple o circuito desde o momento da produção da documentação até à sua integração nos arquivos históricos. Assim, a legislação para além de estabelecer os princípios de incorporação da documentação nos arquivos públicos, deve também definir os prazos de conservação/eliminação da mesma, assim como a competência dos organismos oficiais em matéria de gestão dos seus documentos, incluindo o regime da sua comunicabilidade(39) . Por outro lado, a lei deve estabelecer qual o órgão coordenador (órgão de gestão), definindo as relações entre as diferentes instituições que compõem o sistema (rede regional de arquivos). Paralelamente à acção legislativa, este órgão de gestão deve delinear as políticas a seguir e acompanhar de perto a sua execução. Pensamos ser fundamental a publicação de um Guia dos Arquivos da RAA que contribua, simultaneamente, para a salvaguarda e divulgação do património arquivístico da região, nem que para isso seja necessário recorrer a equipas móveis que efectuem um trabalho de recolha por todo o arquipélago. Nesse sentido, esperamos que esta comunicação seja um ponto de partida ou um "despertar de consciências" para o muito que há a fazer nesta matéria. ANEXO I QUESTIONÁRIOS ENVIADOS AOS ARQUIVOS PÚBLICOS DA RAA MOD. 01- (Instituição) 1- Identificação do Arquivo e área territorial abrangente 2- Descrição do edifício (e anexos) 3- Breve historial da instituição 4- Meios humanos 5- Condições de admissão à sala de leitura 6-Serviços prestados aos utilizadores 7- Horário de atendimento ao público 8- Outros dados relevantes MOD. 02- (Fundos organizados) 1- Identificação do Fundo 2- Breve historial da entidade produtora da documentação 3- Data de incorporação e regime legal (compra, doação ou depósito) 4- Descrição genérica da documentação que constitui o fundo 5- Datas extremas 6- Nº e tipo de items (Lv, m , pt, rl, cx) 7- Dimensão (m/l) 8- Acessibilidade*** e comunicabilidade 9- Outros dados que considere relevantes Cada questionário deve corresponder a um fundo. Nos fundos paroquiais, caso seja possível, faça um tratamento ao nível do Grupo de Arquivos, tentando apresentar uma relação de todas as paróquias com as respectivas datas extremas da documentação. **Caso seja possível, refira a temática geral, tipologia documental, organização e estrutura do conjunto de documentos e respectivo estado de conservação ***Refira o(s) instrumento(s) de descrição documental existente(s) MOD. 03- (Fundos por organizar) 1- Identificação e breve historial da entidade produtora 2- Descrição da documentação (estado de conservação, datas extremas, nº e tipo de items, dimensão e, se possível, temática geral) 3- Data de entrada no Arq. 4- Outros dados que considere relevantes NOTAS: (1) Manuel Real, Gestão do património arquivístico nacional, in: "2º Congresso Nacional de Bibliotecários, Arquivistas e Documentalistas", Coimbra, Minerva, 1987, p.213 (2) Ibid., p. 213 (3) Diário do Governo, I série, nº258, 7 Nov. 1931 (4) A primeira determinação governamental para a sua constituiçã0 remonta a 1834, mas só é criada legalmente em 1841, por determinação expressa no artº 7, do Decreto de 10 de Dezembro de 1841, publicado no Diário do Governo nº300 de 20 de Dezembro de 1841 e pela Lei de 12 de Março de 1845, publicada no Diário do Governo nº63 de 15 de Mar o do mesmo ano; v. José de Almeida Pavão, A Biblioteca Publica e Arquivo de Ponta Delgada. "Insulana". Ponta Delgada, Instituto Açoriano de Cultura, vol.48, 1992, p. 270-272 (5) A Biblioteca Pública foi inicialmente instalada na ala nascente do convento, edifício onde funcionava também o ensino primário e secundário de Ponta Delgada. Posteriormente, repartições de outros serviços também aí estavam instalados, como por exemplo, o Tribunal Judicial da Comarca e a Conservatória do Registo Predial do Concelho. (Cf. João de Simas, Biblioteca Pública e Arquivo Distrital de Ponta Delgada (1946-1948). "Anais das Bibliotecas e Arquivos". Lisboa, Inspecção Superior das Bibliotecas e Arquivos, vol.20, nº75-76, 1948, p.82 (6) Diário do Governo, I série, nº91, 20 Abr. 1948, p. 316-317 (7) Decreto-lei nº40.574 de 16 de Abril de 1956 (8) V. Manuel C. Baptista de Lima, Na inauguração da Biblioteca Pública e Arquivo Distrital de Angra do Heroísmo no Palácio Bettencourt, Angra do Heroísmo, [s.n.] , [1957] , p. 3-5 (9) Diário do Governo, I série, nº114, 22 maio 1965, p.718-724 (10) Manuel Real, Op. cit. , p.215-216 (11) História de Portugal, vol.8, Lisboa, Círculo de leitores, 1994, p.177 (12) Eduardo Paz Ferreira, O poder autonómico, in: "Portugal vinte anos de democracia", Lisboa, Círculo de Leitores, 1994, p.106 (13) Conforme o consignado no art.33, alíneas p) e q) do Estatuto Político-Administrativo da RAA, são consideradas matérias de interesse específico os Museus, Bibliotecas e Arquivos, assim como a classificação, protecção e valorização do património cultural da região (14) Continuam a ser de incorporação obrigatória os fundos paroquiais, notariais e judiciais. No entanto, convém referir que estas incorporações muitas vezes não respeitam os prazos estipulados pela lei, pois dependem da disponibilidade das Conservatórias, Cartórios, Secretarias Judiciais e dos recursos humanos e físicos do próprio Arquivo. (15) Este ponto da presente comunicação tem por base um trabalho de grupo, elaborado conjuntamente com as colegas Maria de Lurdes Rocha e Celeste Pereira Freitas, para a disciplina de Legislação e Noções de Direito para Arquivo, do plano curricular do Curso de Especialização em Ciências Documentais, opção Arquivo. (16) Diário da República, I série B, supl., nº26, 1 Fev.1993 Paralelamente, é curioso notar que, na Região Autónoma da Madeira, no Decreto Regulamentar Regional nº23/89/M, que aprova a orgânica da Secretaria Regional do Turismo Cultura e Emigração, o artigo 46º todo ele dedicado ao arquivo regional, sendo definidas as atribuições do mesmo e as incorporações obrigatórias por lei. É interessante referir que, para além da documentação de incorporação obrigatória nos arquivos distritais do país, prevê-se também a incorporação da documentação proveniente dos serviços do governo e das autarquias locais da Região. (17) Diário da República, I série, nº188, 16 Ago. 1979 (18) Salutamos esta preocupação com os arquivos correntes dos organismos da administração pública, uma vez que estes constituir o as fontes da história do amanhã. Com esta legislação procura-se evitar a destruição aleatória da documentação, salientando-se as vantagens funcionais e económicas da eliminação, após terem sido seleccionados os documentos que, pelo seu interesse histórico-cultural, sejam de conservação permanente. Aliás, todo este trabalho preliminar, ao nível do arquivo corrente e intermédio, facilita o futuro ingresso da documentação nos arquivos definitivos. (19) Quando falamos em concertação de políticas referimo-nos à normalização da terminologia, à elaboração de quadros de classificação, enfim, a todo um conjunto de normas e procedimentos técnico-administrativos que permitam a uniformização de critérios no tratamento dos fundos documentais da região. (20) No que concerne à formação de pessoal especializado, convém referir que a Universidade dos Açores tem realizado, por iniciativa da Directora dos Serviços de Documentação Dr.ª M.ª da Graça Correia, cursos de especialização na área, concretamente em 1982/83 e 1993/94. (21) V. José Mattoso, O futuro dos arquivos em Portugal. "Cadernos BAD". Lisboa, Associação de Bibliotecários, Arquivistas e Documentalistas, (2) 1992, p. 7-8 (22) Maria João Pires de Lima, Os arquivistas, a formação, a profissão. "Cadernos BAD". Lisboa, Associação de Bibliotecários, Arquivistas e Documentalistas, (2) 1992, p.22 (23 Não queremos deixar de referir que no Departamento de História da Universidade dos Açores se iniciou em 1978 um trabalho de recenseamento dos fundos existentes no arquipélago, trabalho esse que infelizmente ainda não foi concluído. Trabalharam neste projecto vários docentes do Departamento, efectuando a recolha da documentação, em fichas, dos arquivos por eles consultados. (24) Cada questionário destinava-se a um fim diferente. O modelo 1 era referente à instituições ( historial, meios humanos e materiais); o modelo 2 recolhia informação relativa aos fundos organizados (essa informação deveria ser retirada dos inventários); o modelo 3 recolhia informação relativa aos fundos por organizar (v. anexo I). É com base na informação recolhida que agora podemos apresentar dados relativos aos acervos dos arquivos públicos. (25) V. a comunicação apresentada por Pedro de Abreu Peixoto no V Congresso Nacional de Bibliotecários, Arquivistas e Documentalistas. (26) V. Armando Silva, Arquivos de família e arquivos pessoais, in:"4º Congresso Nacional de Bibliotecários, Arquivistas e Documentalistas", Braga, Associação Portuguesa de Bibliotecários, Arquivistas e Documentalistas, 1992, p. 273-274 (27) Parte da documenta o que constitui este fundo (cerca de 1/3) já se encontra publicada. V. A. H. de Oliveira Marques, Francisco de Carvalho Louro, Mont’Alverne de Sequeira: correspondência (1881-1931), Ponta Delgada, Instituto Universitário dos Açores, 1980 (28) Estas famílias constituem dois bons exemplos de grandes Casas da elite terra-tenente do arquipélago. A família Brum da Silveira, de origem flamenga, possuía uma importante casa vincular, com propriedades distribuídas por várias ilhas dos Açores (Faial, Pico, Terceira, São Miguel). Fidalgos-cavaleiros da Casa Real desde a segunda metade do século XVII, padroeiros de algumas capelas e conventos, desempenharam importantes cargos administrativos e militares. V. Marcelino Lima, Famílias faialenses, Horta, [s.n.], 1922, p. 135-186; M.ª de Jesus dos Mártires Lopes, Epistolário de um açoriano na Índia: D. António Taveira da Neiva Brum da Silveira (1750-1775), Ponta Delgada, Universidade dos Açores, 1983 A família Raposo d’Amaral tem um percurso diferente. Oriunda de uma camada social que não pertencia propriamente à elite local, dedicaram-se inicialmente ao comércio. Nicolau M.ª Raposo (1737-1816) desenvolveu uma importante actividade comercial com o Brasil, era armador e contratador dos dízimos reais, detinha o monopólio da venda do sal e possuía uma indústria de salga de peixe e de carne. Os lucros provenientes desta actividade comercial eram investidos na compra de bens fundiários, o que permitiu a consolidação da base económica e do prestígio social da família. V. Carlos Cordeiro, As relações comerciais de Nicolau Maria Raposo com o Brasil(1775-1784), in: "Boletim do Instituto Histórico da Ilha Terceira", Angra do Heroísmo, Vol XLII, 1985, p.245-345 (29) Recordamos que foi em Angra que o Corregedor teve o seu principal assento (a partir de 1514) e que são criadas nessa cidade as sedes do Bispado (1534) e da Capitania Geral (1766) dos Açores. (30) Em 1983, a Biblioteca Pública e Arquivo de Angra do Heroísmo possuía um inventário dos fundos paroquiais e notariais. Publica-se então roteiro provisório dos 348 livros que constituem o fundo, trabalho esse que viria a ser o ponto de partida para a elaboração de um roteiro do Arquivo. V. Mariana Mesquita, Roteiro provisório dos livros da Capitania Geral das Ilhas dos Açores (...). Arquipélago, Série Ciências Humanas, Ponta Delgada, Universidade dos Açores, 1983 (nº esp.), p. 237 (31) Inclui o Arquivo do Cabido (1690-1920) do Bispado de Angra. Existe uma relação dos livros e maços que constituem este fundo. (32) Constituído por 214 lv. e 57 m v. Manuel C. Baptista de Lima, Op. cit., p.12 (33) Incluí a documentação da Direcção de Obras Públicas (documentação anterior a 1900-494 pt., 583 lv, 99 m e 390 plantas). Acrescentamos ainda que se encontram em fase de organização os fundos do Governo Civil e da Câmara Municipal da Praia da Vitória. (34) Documentação comprada por Thiers de Lemos Direcção de Finanças da Horta, em 1959, quando esta instituição vendeu 15 toneladas de papel a uma fábrica em São Miguel. Entre esta documentação encontram-se livros dos extintos conventos. A documentação da Casa Bensaúde é imprescindível para a compreensão da história económica desta ilha, na 2ª metade do século XIX e 1ª metade do século XX. (35) Inventário em fichas (36) Entidade à qual eram prestadas contas pela administração de vínculos e legados pios. Esta documentação foi incorporada juntamente com a documentação do Tribunal de Relação. A recuperação da informação é efectuada através de um índice alfabéticotopográfico que contém o nome do instituidor vincular, nome do administrador à data de extinção, nº do processo e do maço. (37) Inventário informatizado em ARQBase (nível da série). (38) Ernesto do Canto (1831-1900) reuniu um vasto património documental, nomeadamente, parte da documentação da Alfândega de Ponta Delgada (1620-1879), arquivos de várias famílias, designadamente, Canto e Castro, Borges Bicudo, Costa Chaves e Melo, livros de conventos, tombos de testamentos, etc. V. Inventário dos livros, jornaes, manuscriptos e mappas do Dr Ernesto do Canto legados à Biblioteca Pública de Ponta Delgada (Ilha de São Miguel), e entregues por sua viúva D. Margarida Leite do Canto.Évora, Minerva Commercial, 1905 (39) V. Maria José da Silva Leal, Planeamento das redes de serviços de arquivo, in "Actas do VII Congresso da BAD", p. 123-124 ARQUIVO REGIONAL DA MADEIRA A MEMÓRIA INSULAR PORTUGUESA Maria Fátima Barros Gastão Jardim 1. Introdução É no contexto de uma nova historiografia insular que privilegia a História das Ilhas do Atlântico, espaço marcado por singularidades e simultaneamente por vivências comuns, e no intuito de divulgar o nosso património arquivístico e fomentar um renovado conhecimento das fontes documentais, que apresentamos esta comunicação. Este perspectivar da história insular evidencia naturalmente os fundos arquivísticos regionais, pois eles conservam parte importante da informação que constitui a memória viva destas regiões ou, como soe dizer-se, a sua memória colectiva. O ARM é detentor de um espólio documental privilegiado e único para o estudo da história e cultura atlântica portuguesa, nomeadamente do Arquipélago da Madeira, o qual remonta ao século do povoamento insular. De facto, se pensarmos no protagonismo assumido pela Madeira no povoamento do mundo atlântico, se atentarmos na multiplicidade de contactos entre esta ilha e o reino, e posteriormente com as cidades do Mar do Norte e do Mediterrâneo e, não menos importantes, nas interligações entre as próprias ilhas atlânticas; se pensarmos ainda que a diocese do Funchal foi, durante algum tempo, metrópole eclesiástica dos nossos domínios ultramarinos, então não temos dúvidas em afirmar que estamos perante documentos preciosos para o estudo da história e cultura insular portuguesa, posto que, a informação contida nos documentos de arquivo está directamente relacionada com as funções e actividades desenvolvidas por cada instituição produtora. Isto permite-nos, entre outros, constatar pontualmente o interesse social, judicial e penal dos fundos Judiciais; do administrativo e militar dos Governadores e Capitães Generais; do fiscal e aduaneiro da Provedoria e Junta da Real Fazenda e da Alfândega do Funchal; do económico e jurídico dos Notariais; do político e demográfico do Governo Civil; do institucional, cultural e educativo da Junta Geral do Distrito do Funchal; e o religioso dos fundos eclesiásticos. Porém esta informação, ligada às funções e actividades próprias de cada organismo, multiplica-se de uma forma acessória e eventual ao referir-se a pessoas, acontecimentos, lugares e circunstâncias, ao longo do tempo e do espaço. Por isso, podemos afirmar que fundos tão homogéneos como os das Câmaras municipais, com principal relevo para a Câmara Municipal do Funchal, onde se destacam os livros de vereações, - os mais remotos do espaço atlântico, sublinhe-se, - de posturas e os registos gerais, são riquíssimos em informações de todo o tipo relativas à vida pública e privada, à religião, à política, à administração dos povos, ao direito, à sociedade, à economia agrícola, pecuária e pesqueira, ao comércio, à indústria, aos transportes, às comunidades políticas, sociais e religiosas, às mentalidades e à cultura do arquipélago da Madeira. Esta diversidade de informações é comum a outros fundos, como os Paroquiais, e em outros absolutamente díspares por natureza, como são os Familiares, ricos em informação variada, ainda que, como ocorre com os Eclesiásticos, as Misericórdias e as Confrarias e Irmandades, grande parte da documentação se refira aos seus bens e posses e à administração dos mesmos. Convém mencionar ainda, o fundo da Polícia de Segurança Pública e a colecção "Diário de Notícias", importantes para qualquer estudo da vida quotidiana madeirense nos séculos XIX e XX. Por conseguinte, todos estes fundos e as séries documentais que os compõem são de utilização indispensável em qualquer monografia de cariz insular e atlântico, pela abundância, preciosidade e variedade de suas informações. Na apreciação do tema proposto pareceu-nos que o melhor seria dar a conhecer um pouco desta instituição responsável pela custódia e divulgação deste património documental, da sua criação e atribuições, dos seus serviços e actividades e, sobretudo, despertar a atenção dos investigadores para a riqueza e diversidade dos seus fundos documentais. 2. Criação e dependência orgânica do ARM O Arquivo Distrital do Funchal foi criado pelo decreto nº19952 de 27 de Junho de 1931, com nova publicação rectificada em 30 de Julho, e visava , sobretudo, "recolher, instalar, inventariar e facultar à consulta dos estudiosos os núcleos documentais dispersos no respectivo distrito". O decreto nº20690 de 30 de Dezembro do mesmo ano, estabeleceu as condições de funcionamento do arquivo recém-criado, ficando a sua administração financeira a cargo da Junta Geral do Distrito do Funchal, mas tecnicamente dependente da Inspecção Geral das Bibliotecas e Arquivos, integrada na Direcção Geral do Ensino Superior e das Belas-Artes do Ministério da Instrução Pública. Importa referir que anteriormente, por imposição do decreto de 2 de Outubro de 1862 e posterior portaria de 9 de Junho de 1886 foram incorporados nos Arquivos Nacionais/Torre do Tombo valiosos fundos documentais pertencentes a algumas instituições desta ilha, designadamente a Provedoria e Junta da Real Fazenda, a Alfândega do Funchal, o Cabido da Sé e os Conventos de Santa Clara e Nossa Senhora da Encarnação. A Junta Geral, em Janeiro de 1932, instalou provisoriamente, o Arquivo numas dependências do Palácio da Encarnação. Foi seu primeiro director João Cabral do Nascimento, o qual, juntamente com o conservador Álvaro Manso de Sousa, havia fundado em 1931 a revista Arquivo Histórico da Madeira que passou a assumir a qualidade de órgão informativo do Arquivo Distrital. Em Maio de 1933, por solicitação da direcção do Arquivo, a Câmara do Funchal determinou a transferência das suas instalações para o Palácio de São Pedro, antiga residência dos Condes de Carvalhal, ocupando presentemente, além daquele espaço, um anexo próximo do dito palácio. Através do decreto-lei nº287/80 de 16 de Agosto a subordinação administrativa do Arquivo Distrital do Funchal foi transferida para o Governo da Região Autónoma da Madeira, constituindo um organismo dependente da Secretaria Regional do Turismo e Cultura no âmbito da Direcção Regional dos Assuntos Culturais, designando-se hoje Arquivo Regional da Madeira. 3. Funções e serviços Compete ao ARM proceder à recolha , conservação, tratamento e divulgação da documentação produzida por instituições e organismos públicos e privados, famílias ou indivíduos da Região Autónoma da Madeira ou com ela relacionada, cujo valor informativo e/ou probatório justifique a sua conservação permanente. É obrigatoriamente incorporada no Arquivo Regional da Madeira a documentação: Dos serviços do Governo e das autarquias locais da RAM; Das conservatórias dos registos civil, predial, comercial e dos cartórios notariais; Dos cartórios paroquiais; Dos tribunais; Dos serviços extintos; Qualquer outra, cuja incorporação seja prescrita por disposição legal. Como consequência destas atribuições temos que os fundos arquivísticos produzidos por instituições e organismos da Região Autónoma da Madeira estão concentrados no Arquivo Regional. Todavia, encontra-se muita documentação por incorporar, em virtude de não haver um levantamento sistemático dos arquivos existentes, por um lado, e por outro, em consequência da manifesta escassez de espaço com que se debate o ARM. Para além da sala de leitura que possibilita a consulta de fundos e colecções e o acesso a uma biblioteca de apoio, o ARM dispõe ainda de serviços de reprografia e de emissão de certidões dos documentos de que é detentor, e sempre que solicitado, fornece informações orais ou escritas, designadamente na área da genealogia. As instalações integram também uma pequena secção de encadernação e restauro e outra de microfilmagem. Por outro lado, o ARM colabora na orientação de visitas de estudo e apoia iniciativas de índole científica e cultural. QUADRO DE CLASSIFICAÇÃO DOS FUNDOS DO ARQUIVO REGIONAL DA MADEIRA(Em Junho de 1995) Fundos Públicos Datas extremas livros Administração do Concelho da Calheta 1836-1937 118 Administração do Concelho do Funchal 1834-1936 457 Administração do Concelho da Ponta do Sol 1834-1929 159 Administração do Concelho do Porto Santo 1834-1946 37 Administração do Concelho de Santa Cruz 1837-1942 134 Administração do Concelho de São Vicente 1843-1877 13 Alfândega do Funchal 1752-1958 294 Governadores e Capitães Generais 1683-1834 117 Governo Civil 1834-1975 907 Polícia de Segurança Pública 1866-1939 123 caixas maços pastas 10 1 548 2.570 1.1. ADMINISTRAÇÃO CENTRAL DELEGADA 225 313 1 peç Provedoria e Junta da Real Fazenda 1775-1833 4 1836-1976 99 Câmara Municipal da Calheta 1760-1944 341 Câmara Municipal de Câmara de Lobos 1835-1934 258 Câmara Municipal do Funchal 1470-1940 1702 Câmara Municipal de Machico 1606-1895 155 Câmara Municipal da Ponta do Sol 1595-1934 357 Câmara Municipal do Porto Moniz 1866-1893 7 Câmara Municipal do Porto Santo 1705-1946 125 Câmara Municipal de Santa Cruz 1515-1951 380 Câmara Municipal de Santana 1874 1 Câmara Municipal de São Vicente 1801-1894 9 1.2 ADMINISTRAÇÃO DISTRITAL Junta Geral do Distrito do Funchal 90 1.3 ADMINISTRAÇÃO LOCAL 3 24 48 1 3 3 1.4 JUDICIAIS Juízo dos Órfãos* s.XVI-XIX Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas** s.XV-XIX Juízo Geral de Fora e Tribunais Comarcãos** s.XVII-XX 112 16 137 153 1.229 1.5 NOTARIAIS Cartórios Notariais 1551-1973 6.710 1538-1893 10.102 1837-1908 35 19 1.6 PAROQUIAIS Cartórios Paroquiais 1.7 PESSOAS COLECTIVAS DE UTILIDADE PÚBLICA ADMINISTRATIVA Escola Médico-Cirúrgica do Funchal SUBTOTAL FUNDOS PÚBLICOS 22.660 2. FUNDOS PRIVADOS 2.1 ASSOCIAÇÕES Associação do Coração de Jesus 1878-1887 1 1.953 17 5 891 2.668 Associação Humanitária dos Bombeiros Voluntários do Funchal 1889-1953 22 Associação de Socorros Mútuos dos Artífices Funchalenses 1896-1924 8 Associação dos Socorros Mútuos D. Filipa de Vilhena 1920-1947 24 Associação de Socorros Mútuos "O Futuro" 1925-1947 18 Associação de Socorros Mútuos Pedro Álvares Cabral 1917-1955 57 Associação de Socorros Mútuos dos Sapateiros Funchalenses 1896-1912 13 2.2 CONFRARIAS E IRMANDADES* 1579-1909 132 19 12 2.3 FAMÍLIAS Bettencourt Mimoso 1544-1948 Bettencourt Perestrelo 1688-1916 3 Freitas Lomelino s.XVI-XX 18 Ornelas Vasconcelos** s.XVI-XX 10 Torre Bela s.XV-XX 2.4 ECLESIÁSTICOS DIOCESANOS 1 1 33 14 Câmara Eclesiástica 1801-1839 2 Juízo do Resíduo Eclesiástico* s.XVIII-XIX 2 Recolhimento do Bom Jesus da Ribeira 1662-1934 34 Convento de Nossa Senhora da Encarnação 1645-1895 35 Convento de Nossa Senhora das Mercês 1645-1895 7 Convento de Nossa Senhora da Piedade 1705-1710 1 Convento de Santa Clara 1634-1897 15 Convento de São Bernardino 1783-1832 1 1843-1969 3 Misericórdia da Calheta 1535-1885 34 Misericórdia do Funchal 1477-1922 761 2.5 ECLESIÁSTICOS MONÁSTICOS 2.6 ECLESIÁSTICOS REFORMADOS Igreja Presbiteriana da Madeira 2.7 MISERICÓRDIAS 281 6 Misericórdia de Machico 1543-1560 1 Misericórdia de Santa Cruz 1620-1817 2 Misericórdia do Porto Santo s. XIX 1 SUBTOTAL FUNDOS PRIVADOS 1.205 330 18 19 3. COLECÇÕES 3.1 DOCUMENTOS TEXTUAIS Biblioteca "Dr. Nuno Porto"** s.XVI-XX 3.000 Colecção "Diário de Notícias" 1821-1983 761 Documentos Avulsos** 1461-1932 12 Fragmentos* s.XVIII-XX 52 Livraria dos Jesuítas* s.XVI-XIX 376 3.2 DOCUMENTOS FIGURATIVOS Colecção Cartográfica (mapas e plantas) 3.3 DOCUMENTOS AUDIOVISUAIS s.XVII-XIX 16 Colecção Fotográfica (fotografias e postais) 4.4 SUBTOTAL COLECÇÕES 4.137 64 TOTAL 28.002 2.353 * Fundo ou Colecção por tratar. ** Fundo ou Colecção em organização. 5. Caracterização dos fundos e colecções FUNDOS PÚBLICOS ADMINISTRAÇÃO CENTRAL DELEGADA ADMINISTRAÇÕES DOS CONCELHOS Conjunto constituído pelos fundos das administrações concelhias da Calheta (18361937), Funchal (1834-1936), Ponta do Sol (1834-1929), Porto Santo(1834-1946), Santa Cruz (1837-1942) e São Vicente (1842-1877). O administrador do concelho, cargo de nomeação régia e subordinado ao governador civil, criado pelo decreto de 18 de Julho de 1835, veio substituir o antigo provedor do concelho e teve como atribuições a superintendência das forças policiais, a fiscalização das contribuições, da saúde, do cumprimento dos legados pios, a vigilância e inspecção dos diversos estabelecimentos de piedade, beneficência e ensino público, o registo civil e de testamentos, e o recrutamento militar. Relativamente ao fundo da Administração do Concelho do Porto Santo interessa referir que os seus livros estão misturados com os da Câmara e só quando procedermos a uma nova inventariação será possível separá-los devidamente. Retiramos apenas aqueles cuja procedência era evidente, tais como os livros do Registo Civil. 4.4 903 2.687 4.4 Os arquivos das Administrações dos Concelhos de Câmara de Lobos, de Machico e do Porto do Moniz nunca foram incorporados e o de Santana desapareceu num incêndio ocorrido em 1948. ALFÂNDEGA DO FUNCHAL A documentação da Alfândega do Funchal incorporada no ARM, remonta na sua globalidade a 1834, existindo apenas um livro do século XVIII. Encontra-se por organizar na sua quase totalidade e somente a série de processos de navios entrados no porto do Funchal de 1934 a 1942, acondicionados nas referidas 225 caixas, se acham inventariados. Neste fundo merecem especial destaque, por exemplo, o registo geral da Alfândega e o registo de correspondência expedida e recebida desde 1834. Não foi possível, de momento, contabilizar os maços de documentação avulsa. Os documentos mais antigos da Alfândega, criada em 1477 - superintendida pela Contadoria do Duque, senhor da Ilha, e depois de 1508 pela Provedoria da Real Fazenda - desapareceram. O que deles restou foi incorporado nos AN/TT em virtude da portaria de 9 de Junho de 1886. Totaliza o arquivo da Alfândega então transferido para Lisboa 255 livros, o mais remoto dos quais data de 1727. Supomos, porém, que parte da documentação alfandegária, encontra-se englobada no arquivo da Provedoria e Junta da Real Fazenda do Funchal igualmente incorporada nos AN/TT. Acrescente-se que na "Colecção Pombalina" do Instituto da Biblioteca Nacional e do Livro de Lisboa, encontram-se também diversos livros da Alfândega do Funchal. GOVERNADORES E CAPITÃES GENERAIS Esta documentação acha-se indevidamente inventariada com a proveniente do Governo Civil, instituição apenas criada em 1835. Dela, restam apenas um códice do século XVII e cerca de 38 livros datados de setecentos, sendo os restantes do século XIX. É fácil verificar o ostracismo a que foi votada a preciosa documentação desta instituição criada logo após a União Ibérica de 1580. O responsável pelo desaparecimento parcial deste espólio documental foi precisamente o secretário geral do Governo Civil, Curado Campos, que, numa atitude inqualificável, protagonizou, cerca de 1890, um lamentável "auto-de-fé" no calhau fronteiro ao edifício da Alfândega - em cuja água furtada se guardava então este arquivo - fazendo queimar toda a documentação dos séculos XVI e XVII e certamente também do século XVIII (in Elucidário Madeirense, vol. I, p.387). Um livro de correspondência do governador e capitão general José Correia de Sá (17591767) acha-se incorporado nos AN/TT no fundo da Provedoria e Junta da Real Fazenda do Funchal. Possuímos informações de que muitos documentos que constituíram o arquivo dos Governadores e Capitães Generais param em mãos de particulares, alguns deles comprados ao desbarato na Feira da Ladra em Lisboa. Não será de excluir a hipótese de muita documentação ter sido usurpada aquando das duas ocupações da Madeira pelas tropas britânicas no início do século passado. Basta dizer, por exemplo, que o mapa da Madeira, levantado pelo engenheiro das obras reais Bartolomeu João, em 1654, que seguramente se encontrava no Palácio de São Lourenço, residência oficial dos Governadores e Capitães Generais, foi adquirido em Londres, nos anos trinta do nosso século, por um súbdito britânico radicado na cidade do Funchal, o Sr. Paul Alexander Zino. Não é pertinente, de momento, estabelecer quaisquer considerações sobre o facto dos governadores terem sido intitulados de "capitães-gerais", durante a União Ibérica, de 1580 a 1640, e, depois, de "capitães-generais" de 1640 a 1834, uma vez que as funções inerentes a tal cargo permaneceram idênticas. GOVERNO CIVIL Instituição criada em 1835. Mantivemos neste fundo a documentação da Prefeitura da Província - organismo que a precedeu logo após a restauração da monarquia constitucional de 1834 - e de igual modo a da chamada Administração Geral, instituída após a Revolução de Setembro de 1836, que perdurou até 1842. Tratam-se, em suma, de alterações de denominações meramente circunstanciais, mantendo aquelas instituições idênticas prerrogativas não obstante a mudança de designação. A figura de governador civil, cargo de nomeação régia, superior magistrado administrativo do distrito e imediato representante do Governo Central, foi definitivamente restabelecida em 1842, sendo extinta apenas em 1976, com a implantação do regime autonómico. Do seu arquivo salientamos as extensas séries de correspondência com os diversos Ministérios, Administrações dos Concelhos, Câmaras Municipais e outras autoridades e ainda as séries de processos de passaportes, de livros de registo de passaportes e de listas de passageiros, fundamentais para o estudo da emigração madeirense. Todavia, uma parte substancial deste fundo, com destaque para diversa legislação que remonta a 1769, encontra-se ainda por incorporar no ARM, achando-se depositada na Secretaria Regional das Finanças desde 1976, aquando da extinção do Governo Civil. POLÍCIA DE SEGURANÇA PÚBLICA Desde o século XV que o Funchal vinha sendo patrulhado, especialmente durante a noite, pelos denominados quadrilheiros dirigidos por um alcaide, então apresentado pelo capitão do Funchal, na sua qualidade de alcaide-mor, os quais estavam incumbidos da vigilância das áreas populacionais. Somente em 1834, após a consolidação da monarquia constitucional, foi criado um corpo policial efectivo cuja superintendência esteve, primeiro, a cargo da Provedoria do Concelho e, depois, do organismo que a substituiu, a Administração do Concelho. Reestruturada por diversas vezes ao longo da segunda metade do século XIX, aquela polícia civil passou a ser dirigida por um comissário e, mais tarde, já no nosso século, foi designada Polícia de Segurança Pública. O seu arquivo foi incorporado em 1950 destacando-se do mesmo, entre outras espécies, vários processos de legados pios e os livros de registo de casas de toleradas e de meretrizes de especial interesse para o estudo da vida quotidiana da época. PROVEDORIA E JUNTA DA REAL FAZENDA DO FUNCHAL Organismo administrativo que superintendia a arrecadação fiscal dos direitos reais e procedia ao pagamento das despesas do Estado. Num primeiro momento, na década de 60 do século XV, foi criada a Contadoria do Duque, senhor da Ilha, que dirigia os três almoxarifados existentes, um em cada capitania, passando também a superintender a Alfândega do Funchal, instituída em 1477, estrutura aduaneira incumbida de arrecadar, no porto mais importante do arquipélago, os réditos fiscais provenientes do comércio marítimo, ou seja, as dízimas sobre as mercadorias importadas e exportadas. Em 1508 é criada a Provedoria da Real Fazenda que fica a controlar toda a actividade financeira da Coroa e o respectivo aparelho fiscal. Em 1775 a Provedoria foi reestruturada e criada em sua substituição a Junta da Real Fazenda dirigida colegialmente, entre outras entidades, pelo governador e capitão general, pelo corregedor e pelo juiz de fora. Foi extinta em 1834. O que restou do seu precioso arquivo foi transferido para a Torre do Tombo por disposição duma portaria do Ministério do Reino datada de 9 de Junho de 1886, totalizando 1636 códices. No ARM existem apenas 4 livros desta instituição merecendo especial destaque o índice do registo geral da Provedoria da Real Fazenda do Funchal. ADMINISTRAÇÃO DISTRITAL JUNTA GERAL DO DISTRITO DO FUNCHAL Corpo administrativo criado em Julho de 1835, efectuou a sua primeira reunião em Julho do ano seguinte, procedendo-se à sua instalação definitiva em Junho de 1837. A documentação incorporada no ARM - proveniente do Governo Civil - remonta a 1836, verificando-se, porém, uma profunda lacuna a partir dos anos 80 do século passado. A incorporação mais recente realizou-se em 1992, sendo então transferida para o ARM a custódia da documentação da Direcção de Serviços Industriais, Eléctricos e de Viação desde o início do século até à sua extinção em 1976. Falta, portanto, efectuar a incorporação da documentação produzida pelos outros departamentos da extinta Junta Geral como sejam: Estação Agrária, Direcção das Obras Públicas, Direcção Escolar, Intendência de Pecuária e Inspecção de Saúde. ADMINISTRAÇÃO LOCAL CÂMARAS MUNICIPAIS Constituem este conjunto os fundos das Câmaras Municipais da Calheta (1760--1944), Câmara de Lobos (1835-1934), Funchal (1470-1940), Machico (1606-1895), Ponta do Sol (1595-1934), Porto do Moniz (1866-1893), Porto Santo (1705-1946), Santa Cruz (1515-1951), Santana (1874) e São Vicente (1801-1894). A documentação mais antiga da Câmara da Calheta, criada por carta régia de 1 de Julho de 1502, desapareceu, embora o registo geral iniciado em 1760 contenha treslados de vários documentos que remontam ao século XV. O arquivo da Câmara Municipal de Câmara de Lobos, instituída em 1835, foi parcialmente incorporado neste Arquivo Regional em 1990. Também no que se refere à Câmara do Funchal, o seu registo geral, elaborado em 1517, contém treslados de documentos que remontam a 1433. A colecção designada Documentos Avulsos engloba originais pertencentes a esta Câmara, o mais antigo dos quais data de 1461. Porém, merecem especial relevância as actas de vereações, datadas de 1470, que se assumem como as mais remotas do espaço atlântico. O inventário deste fundo só regista 1405 códices inventariados, mas existem livros numerados até o 1673 e os restantes 29, para perfazer o total de 1702, não estão, nem inventariados, nem tão pouco numerados. Relativamente à Câmara de Machico, criada em meados do século XV, a vereação mais antiga data de 1606 e o registo geral de 1637, tendo , lamentavelmente levado descaminho, no século passado, o precioso tomo I, que remontava ao século de quatrocentos. Quanto à Câmara da Ponta do Sol, estabelecida por carta régia de 2 de Dezembro de 1501, a vereação mais antiga é de 1595 e o registo geral data de 1684. Da Câmara do Porto do Moniz, criada em 1835, possuímos apenas 7 livros provenientes do Governo Civil. A documentação mais remota da Câmara do Porto Santo, instituída no século XV, desapareceu em consequência dos diversos saques praticados por corsários, o mais violento dos quais, efectuado pelos argelinos, ocorreu em 1617. A vereação mais antiga data de 1705 e o registo geral de 1769. Não contabilizámos para este fundo os livros de várias confrarias inclusos no mesmo. Grande parte da documentação da Câmara de Santa Cruz, criada em 25 de Junho de 1515, igualmente desapareceu. Do século XVI existe apenas 1 livro de vereações fragmentado e a vereação seguinte data somente de 1793. O registo geral remonta a 1733. Dos 380 livros pertencentes a este fundo, 149 não estão descritos, o mesmo sucedendo com 3 caixas de documentos respeitantes a recenseamentos e recrutamentos militares dos séculos XIX e XX. A Câmara de Santana, estabelecida em 1835, recusou-se em 1932 a incorporar a sua documentação no então Arquivo Distrital, e em Janeiro de 1948 o edifício camarário foi completamente destruído por um incêndio. O único livro encontrado até agora é de recenseamento militar e provém do Governo Civil. O arquivo da Câmara de São Vicente, criada em 25 de Agosto de 1744, e igualmente o da Administração do Concelho foram quase totalmente destruídos num tumulto popular ocorrido em 12 de Abril de 1868. Possuímos apenas 9 livros, datados de 1801-1894, faltando incorporar a documentação a partir de 1868. De modo geral, destacamos nos fundos da administração local, entre outras espécies, os livros de vereações, de posturas e os registos gerais, onde se encontram exaradas as diversas determinações prescritas pela administração central e insular em tudo o que diz respeito ao arquipélago da Madeira, nomeadamente ao comércio, à indústria, à agricultura e, em suma, aos restantes aspectos do quotidiano social, económico e político madeirense. Acerca do valor informativo e documental destes arquivos afirmam o Padre Fernando Augusto da Silva e Carlos Azevedo de Menezes no Elucidário Madeirense " o mais importante e copioso repositório de informações e notícias que interessam à história deste arquipélago encontra-se no arquivo da Câmara Municipal do Funchal, que contém muitos e valorosíssimos documentos, sobretudo dos séculos XV, XVI e XVII..." (Elucidário Madeirense, vol. I, p. 386). JUDICIAIS Não nos é possível apresentar uma relação completa e segura dos vários fundos que compõem este grupo, pois esta documentação não está totalmente organizada nem inventariada. Para além do Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas e dos Juízos dos Órfãos, este grupo de documentação judicial é constituído pelos fundos do Juízo Geral de Fora, dos Tribunais Judiciais das Comarcas Ocidental e Oriental do Funchal, das Comarcas do Funchal, de Santa Cruz, da Ponta do Sol e de São Vicente, dos Julgados e Juízes de Paz de algumas freguesias deste arquipélago e ainda do Tribunal de Comércio do Funchal. A documentação do Juízo Geral de Fora e das instituições que o substituíram - as Comarcas Ocidental e Oriental, criadas em 1838, e os Tribunais das Comarcas do Funchal, de Santa Cruz, da Ponta do Sol e de São Vicente, todos instalados em 1876 estimada em cerca de 85.000 processos judiciais, alguns dos quais, os mais antigos, remontam ao fim do século XVII, encontra-se num estado caótico, em consequência dum incêndio que deflagrou na torre do Palácio de São Pedro, onde se achava arquivada, em Janeiro de 1947. Foi possível apenas, até agora, proceder à classificação de 4.194 autos de inventários orfanológicos, dos séculos XIX e XX, oriundos do Tribunal da Comarca de Santa Cruz, acondicionados em 325 caixas, e efectuar um pré-tratamento de milhares de processos cíveis e crimes, que foram guardados em cerca de 900 caixas. Estes fundos, que se prolongam até meados do século XX, englobam ainda diversos livros e documentos de carácter administrativo, consequentes do funcionamento dos próprios tribunais. Diga-se que a documentação produzida desde o século XV até grande parte de seiscentos desapareceu por completo. O Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas foi um tribunal existente na antiga organização judiciária portuguesa que tinha como principais atribuições zelar pelo cumprimento das disposições testamentárias, prover sobre as capelas, hospitais, albergarias e confrarias, e nos primeiros tempos, fiscalizava ainda toda a matéria referente a órfãos. Esta instituição foi extinta pelo decreto de 16 de Maio de 1832, contudo a cobrança dos legados não cumpridos, de acordo com o decreto de 7 de Agosto de 1834, passou a ser efectuada pela Santa Casa da Misericórdia do Funchal, para a qual transitaram os respectivos autos das capelas, uma vez que um terço daqueles réditos reservava-se às misericórdias dos distritos onde eram cobrados. Dos restantes dois terços, metade destinava-se ao Hospital de São José e a outra metade à Santa Casa da Misericórdia de Lisboa. Posteriormente, em 1842, os mesmos autos foram transferidos para a Administração do Concelho do Funchal, a qual, não obstante haver-se promulgado a desoneração dos encargos pios sobre bens vinculados, continuou, até aos anos setenta do século passado, a proceder à tomada de contas das pensões não satisfeitas, anteriores a 1860. Da sua actividade fiscalizadora e judicial resultaram várias séries documentais, de que destacamos os processos de tomada de contas de testamentos (séc XVII a XIX) e de capelas (séc. XVI a XIX), onde encontramos múltiplas informações sobre a instituição vincular neste arquipélago. Estes processos de tomada de contas de testamentos encontram-se indevidamente misturados com os do Juízo do Resíduo Eclesiástico e guardados em 281 caixas de folha zincada. Relativamente ao índice dos processos do Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas, decidimos mantê-lo neste fundo apesar de ter sido elaborado pela Misericórdia do Funchal, instituição que herdou o cartório deste tribunal, conforme já referimos. O Juízo dos Órfãos era igualmente uma antiga repartição judicial destas ilhas, tendo o respectivo juiz a função de prover sobre os órfãos e suas fazendas, nomeadamente registar em livro próprio quantos existiam na sua jurisdição e quais os seus bens, verificar se os mesmos estavam bem geridos e consequentemente os correger; tinha também a incumbência de mandar proceder ao inventário dos bens dos órfãos menores de 25 anos, e de nomear tutores e curadores para os órfãos e menores que os não tivessem, substituindo os pouco zelosos e castigando os culpados. O juiz dos órfãos tinha ainda jurisdição em todos os feitos cíveis em que os órfãos fossem autores ou réus até à sua emancipação. No século XV existia um Juízo dos Órfãos em cada capitania da ilha da Madeira, um no Funchal e outro em Machico. A partir do século XVI e após o estabelecimento das vilas da Ponta do Sol, Calheta e Santa Cruz, o juiz dos órfãos de Machico tinha jurisdição na vila de Santa Cruz e, por sua vez, o do Funchal exercia funções no concelho da Ponta do Sol. Excepcionalmente, criou-se um Juízo dos Órfãos no concelho da Calheta, certamente devido à sua grande extensão territorial. Mais tarde, com o surgimento dos novos concelhos foram instituídos juizes dos órfãos em São Vicente, Câmara de Lobos, Santana e Porto do Moniz. Hoje existem no Arquivo Regional da Madeira 112 maços de processos desta instituição, ainda não inventariados, que julgamos pertencer ao Juízo dos Órfãos do Funchal. Noutros fundos do ARM encontrámos livros do Juízo dos Órfãos que futuramente serão integrados nos respectivos núcleos, a saber: Câmara Municipal de Câmara de Lobos - 1 ; Câmara Municipal da Ponta do Sol - 1; Câmara Municipal de Santa Cruz - 5; Câmara Municipal do Funchal - 37; Administração do Concelho da Ponta do Sol - 12. Nos fundos dos Tribunais Comarcãos existem também livros e processos do Juízo dos Órfãos de várias localidades, ainda não inventariados. Verificou-se, entretanto, que 42 maços incluídos nos 153 que constituem a documentação ainda por tratar do Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas não pertencem, na sua totalidade, a esta instituição. Efectivamente, grande parte dos documentos que os compõem são processos de inventários do Juízo dos Órfãos, quase todos do termo do Funchal, os mais antigos dos quais remontam ao século XVI. NOTARIAIS A documentação mais remota produzida pelos Cartórios Notariais desapareceu na sua quase totalidade, restando apenas fragmentos do século XVI de vários notários da Ribeira Brava e de um do Funchal, os quais, se encontram em mau estado de conservação. Do século XVII chegaram aos nossos dias variados fragmentos e dois livros de notas completos, igualmente da Ribeira Brava. Os quatro cartórios existentes no Funchal nos fins do século XVIII, que guardavam documentação notarial dos séculos precedentes, foram completamente delapidados, existindo séries completas só a partir de 1725, que prosseguem até ao século XX. Quanto aos fundos notariais das localidades rurais o panorama é idêntico. Os livros mais antigos dessas localidades estão datados dos seguintes anos: Calheta - 1840; Câmara de Lobos - 1777; Machico - 1783; Ponta Delgada - 1784; Ponta do Sol.- 1734; Porto do Moniz - 1838; Porto Santo - 1771; Ribeira Brava - 1694; Santana - 1838; Santa Cruz - 1794; São Vicente - 1770. Os Cartórios Notariais, incorporados no ARM desde 1932, são constituídos, maioritariamente, por livros de notas e ainda por livros de notas para testamentos, de aprovação de testamentos cerrados, de certidões de missas, de instrumentos e mais autos fora das notas, de abertura de sinais e de protestos de letras. Existem numerosos maços de documentos respeitantes aos livros de notas que não foi possível, de momento, contabilizar. PAROQUIAIS O registo dos assentos paroquiais foi estabelecido na Madeira em 1538. Nesse ano, D. Martinho de Portugal, arcebispo do Funchal, apesar de nunca ter estado na sua arquidiocese, enviou à Madeira uma visitação eclesiástica constituída por Álvaro Dias, capelão do prelado, e Jordão Jorge, ouvidor geral, com instruções expressas para se proceder , sem delongas, à execução do registo dos assentos paroquiais. Esta diligência surtiu efeitos imediatos, pois no referido ano, ou no seguinte, surgem de facto os primeiros registos em algumas paróquias madeirenses. Este conjunto de fundos compreende os livros de registo paroquial dos baptismos, casamentos e óbitos provenientes dos cartórios paroquiais das 50 freguesias deste arquipélago, num total de 6.387 livros, além de 25 livros pertencentes a diversas paróquias relativos a receita e despesa das respectivas fábricas, provimentos, visitações eclesiásticas e inventários. De notar que existem 3690 duplicados das 41 freguesias rurais relativos ao período de 1860 a 1889, e que dispomos em microfilme dos registos paroquiais até 1911. É evidente que esta documentação apresenta certas lacunas, tendo-se perdido irremediavelmente, por circunstâncias diversas, determinados registos de algumas freguesias, sendo o caso mais significativo o da freguesia de Santa Maria do Calhau cujo arquivo paroquial desapareceu para sempre na catastrófica aluvião ocorrida em 1803. Por outro lado, certos registos datados de quinhentos, como por exemplo os do Caniço e da Ribeira Brava, chegaram aos nossos dias em virtude de terem sido oportunamente copiados pelos respectivos párocos nos fins do século XVIII ou princípios do século XIX, por já nessa época evidenciarem um degradado estado de conservação. Escusado será referir a importância destes fundos para o estudo da população não só madeirense mas também da comunidade nacional e estrangeira aqui radicada ou flutuante, contendo também numerosas e pertinentes informações para o estudo da história social e económica e da evolução da própria cidade do Funchal e vilas do arquipélago madeirense. PESSOAS COLECTIVAS DE UTILIDADE PÚBLICA ADMINISTRATIVA ESCOLA MÉDICO - CIRÚRGICA DO FUNCHAL A Escola Médico-Cirúrgica do Funchal foi criada na sequência do decreto de 29 de Dezembro de 1836, que determinava que em cada uma das capitais dos "distritos ultramarinos" houvesse uma escola Médico-Cirúrgica. A Comissão Administrativa da Santa Casa da Misericórdia do Funchal instalou a escola no hospital, no espaço que fora ocupado pela antiga enfermaria dos súbditos ingleses, tendo iniciado a sua actividade em Outubro de 1837. Nos seus setenta e três anos de existência, este estabelecimento de ensino formou 250 médicos, tendo sido extinto pelo decreto de 11 de Novembro de 1910. A biblioteca da Escola Médico-Cirúrgica encontra-se hoje depositada parcialmente na Biblioteca Municipal do Funchal e o seu acervo documental foi incorporado no Arquivo Regional da Madeira, incluindo, entre outras espécies, livros de registo dos termos de matrícula dos alunos e de parteiras, de actas do conselho da escola, de receita e despesa, destacando-se neste espólio, cinco interessantes volumes de anatomia com gravuras do corpo humano, algumas contendo indicações dos seus autores, data de impressão e explicações em latim. FUNDOS PRIVADOS ASSOCIAÇÕES Este conjunto de fundos é composto pelos arquivos da Associação Humanitária dos Bombeiros Voluntários do Funchal e das Associações de Socorros Mútuos dos Artífices Funchalenses, D. Filipa de Vilhena, O Futuro, Pedro Álvares Cabral e dos Sapateiros Funchalenses e ainda da Associação do Coração de Jesus. A documentação dos Bombeiros Voluntários do Funchal deu entrada no ARM a 11 de Maio de 1957, a da Associação do Coração de Jesus em 1950 e a das restantes associações, que se encontrava depositada nas instalações do Tribunal do Trabalho do Funchal, foi incorporada a 15 de Março de 1995. CONFRARIAS E IRMANDADES CONFRARIAS Tratam-se de fundos constituídos pelos livros e documentos produzidos pelas confrarias das ilhas da Madeira e do Porto Santo. Existem 75 livros e 11 maços, já inventariados no núcleo das confrarias. Retirámos, porém para a presente contabilização, diversos espécimes incluídos indevidamente nos seguintes fundos: Governo Civil - 24 (L), 1 (M); Administração do Concelho do Funchal - 4 (L); Câmara do Porto Santo - 13 (L); Câmara da Ponta do Sol - 4 (L); Misericórdia do Funchal - 1 (L). Restam ainda por descrever 5 livros que perfazem na sua totalidade 126 códices. Nas caixas da Câmara da Ponta do Sol encontram-se vários documentos de confrarias daquela freguesia e, por sua vez, no fundo do Governo Civil, que ainda se acha por organizar no anexo do ARM, existem igualmente vários documentos de confrarias. Diga-se também que, no arquivo do Cabido da Sé, incorporado nos AN/TT, encontramse diversos livros de confrarias. IRMANDADES - ORDEM TERCEIRA DE SÃO FRANCISCO Trata-se de uma irmandade religiosa da Ordem de São Francisco de Assis constituída por indivíduos leigos de ambos os sexos. A Ordem Primeira destinava-se aos irmãos professos e a Ordem Segunda às professas do sexo feminino, as denominadas clarissas. Acham-se incorporados no ARM apenas 6 livros desta irmandade. Importa referir ainda, que encontra-se no arquivo da Provedoria e Junta da Real Fazenda do Funchal, incorporado nos AN/TT, um livro desta instituição. FAMÍLIAS Os arquivos de família documentam a memória das famílias que os produziram ao longo de gerações e oferecem aos investigadores um conjunto de informações surpreendente pela sua diversidade e riqueza, sendo muitas vezes complemento das informações obtidas nos arquivos públicos. Também se revelam pertinentes para a reconstituição da História Regional, quer na vertente social e económica ou da administração local, se pensarmos por exemplo, na importância assumida pelos vínculos de morgados e capelas instituídos neste arquipélago. Compõem este grupo vários fundos arquivísticos, como sejam os fundos das famílias Bettencourt Perestrelo, Bettencourt Mimoso, Freitas Lomelino, Ornelas Vasconcelos e Torre Bela. O arquivo da família Bettencourt Mimoso integra documentos que abarcam os anos de 1544 a 1948, num total de 137 documentos, e o da família Bettencourt Perestrelo 388 documentos, datados de 1688 a 1916. Quanto ao arquivo da família Freitas Lomelino, os documentos estão reunidos em 18 códices factícios, que abrangem os séculos XVI a XX. O acervo da família Ornelas Vasconcelos contém documentos dos séculos XVI a XX, estando a sua organização e inventariação numa fase terminal. Vários membros desta família desempenharam importantes funções na administração pública, na vida política, militar, religiosa e nas províncias ultramarinas, merecendo especial destaque o arquivo pessoal de Agostinho de Ornelas Vasconcelos, eminente político e diplomata do último quartel do século XVIII e inícios do século XIX, e o de seu irmão D.Aires de Ornelas, arcebispo de Goa e primaz do Oriente. A título de curiosidade, diga-se que encontrámos alguns documentos cujos intervenientes residem nas Ilhas Canárias, por exemplo, uma escritura efectuada por D. Mariana Josefa Dable e seus filhos, da Ilha de Tenerife, e correspondência com Frei Francisco Xavier da Silva, residente em Las Palmas (ARM, Fam. Ornelas Vasconcelos, Cx.4, Docs. nº 106 e 107). O fundo da família Torre Bela, incorporado a 2 de Maio de 1959, está também numa fase de organização, sendo que alguns dos seus documentos remontam ao século XV. ECLESIÁSTICOS DIOCESANOS CÂMARA ECLESIÁSTICA O arquivo da Diocese do Funchal encontra-se na Câmara Eclesiástica que funciona junto ao Paço Episcopal. Apenas dois livros deste arquivo foram, casualmente, incorporados no ARM, um respeitante a "Mandados de dispensas matrimoniais e respectivos emolumentos" (18351839) e outro a "Matrículas de estudantes de Geometria, Filosofia, Retórica, Latinidades e Gramática" (1801-1803). JUÍZO DO RESÍDUO ECLESIÁSTICO Tribunal privativo da Diocese do Funchal, pouco se conhece sobre a sua criação e funcionamento. No que respeita à função de fiscalização do cumprimento dos testamentos e legados pios, sabemos que era exercida paralelamente pelo juiz do Resíduo Eclesiástico e pelo juiz dos Resíduos e Provedoria das Capelas, embora em meses alternados. Procedente desta instituição possuímos processos de tomada de contas de testamentos que se encontram guardados em 281 caixas e indevidamente misturados com os processos da mesma natureza do Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas, não sendo possível neste momento contabilizá-los. Quanto ao índice dos processos produzidos pelo Juízo do Resíduo Eclesiástico mantivemo-lo neste fundo apesar de também - como aconteceu com o Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas - ter sido elaborado pela Misericórdia do Funchal, a qual recebeu os processos das duas referidas instituições e ficou encarregue de tomar contas dos encargos aos testamenteiros e administradores de capelas. RECOLHIMENTO DO BOM JESUS DA RIBEIRA Fundado pelo Dr. Simão Gonçalves Cidrão, arcediago da Sé do Funchal, este recolhimento estava unicamente sujeito ao prelado da diocese não só no que dizia respeito à sua direcção interna, como ainda à administração dos seus bens, não sendo por isso uma ordem monástica. Não sabemos exactamente a data da sua abertura, no entanto parece que somente em 1666 deram ali entrada as primeiras recolhidas, sendo o recolhimento aprovado pelo bispo D. Gabriel de Almeida. Desde 1910 o recolhimento é administrado e dirigido por uma comissão nomeada pelo Governo Civil, estando actualmente sob a tutela da Diocese do Funchal. O seu arquivo deu entrada no ARM no dia 26 de Agosto de 1961, e integra documentação desde 1662 a 1934. ECLESIÁSTICOS MONÁSTICOS Constituem este conjunto os fundos dos Conventos de Nossa Senhora da Encarnação (Funchal), de Nossa Senhora das Mercês (Funchal), de Nossa Senhora da Piedade (Santa Cruz), de Santa Clara (Funchal), e de São Bernardino (Câmara de Lobos). Estes conventos pertenciam à Ordem Seráfica ou Franciscana, a única implantada na Madeira, e foram, juntamente com outras ordens religiosas, extintos pelo decreto de 1834, que também determinou o encerramento destes estabelecimentos religiosos. Importa referir que no arquivo da Provedoria e Junta da Real Fazenda do Funchal, incorporado nos AN/TT, encontram-se 17 livros dos seguintes conventos: São Bernardino, São Francisco (Funchal), Nossa Senhora da Piedade, São Sebastião (Calheta), Nossa Senhora da Porciúncula (Ribeira Brava). Foram também transferidos para aquela instituição, de acordo com a referida portaria, 48 livros do Convento de Nossa Senhora da Encarnação e o precioso cartório do Convento de Santa Clara, constituído por 28 livros e 16 maços o qual remonta ao século XV e engloba uma parcela do arquivo particular do 1º e do 2º capitães-donatários do Funchal. Do mesmo modo, no Arquivo Histórico do Ministério das Finanças, hoje na Torre do Tombo, encontram-se os cadastros dos bens destes conventos franciscanos madeirenses, com a excepção do de Nossa Senhora da Porciúncula, efectuados no século passado. Porém, grande parte dos arquivos da Ordem Seráfica desapareceram. Basta dizer que a mais antiga documentação do Convento de São Francisco do Funchal, fundado em 1473, remonta apenas ao século XVIII. ECLESIÁSTICOS REFORMADOS IGREJA PRESBITERIANA DA MADEIRA Também conhecida por igreja escocesa, foi fundada em 1842 estando hoje instalada na rua do Conselheiro José Silvestre Ribeiro, junto ao Jardim Municipal. O seu arquivo, incorporado em 1 de Fevereiro de 1989, compõe-se de um livro de registo de nascimentos e baptismos, um de casamentos e outro de óbitos e enterramentos. MISERICÓRDIAS Este grupo é constituído pelos fundos das Misericórdias do Funchal, da Calheta, do Porto Santo, de Santa Cruz e de Machico, instituições pias que tinham a seu cargo a assistência aos pobres, doentes, órfãos e necessitados em geral, administrando paralelamente os seus bens, por vezes avultados, provenientes das doações piedosas. O arquivo mais rico e abundante pertence à Misericórdia do Funchal, que possui registos de 1477, anteriores à criação da sua confraria em 1508, sendo que em 1514 passou a superintender e administrar o Hospital do Funchal. Para além dos livros de entrada de doentes, de foros, de inventários da Santa Casa, de testamentos e doações, salientamos os volumes de receita e despesa, cujas folhas de rosto têm a particularidade de se apresentar artisticamente iluminadas. A Misericórdia da Calheta data de 1535, sendo a determinada altura muito activa e próspera, mercê dos legados e doações que lhe eram feitos, o que se pode constatar nos livros de registos e inventários de foros, de receita e despesa, e sobretudo, no tombo II e no inventário dos bens efectuado em 1731, que contém referências a imagens, objectos de ouro e prata, móveis e alfaias. Da Misericórdia de Santa Cruz, fundada no início do século XVI, restam apenas dois livros datados de 1620 a 1817, e da Misericórdia de Machico um livro, que abrange os anos de 1543 a 1560, e inclui títulos de eleições, de defuntos e de inventários de bens. Da Misericórdia do Porto Santo, existe apenas uma cópia oitocentista do respectivo compromisso e o que resta do seu arquivo encontrava-se em 1966 na igreja paroquial do Porto Santo (Eduardo C. N. Pereira, "Misericórdia do Porto Santo", in Arquivo Histórico da Madeira, vol. XIV, p. 240). COLECÇÕES DOCUMENTOS TEXTUAIS BIBLIOTECA "DR. NUNO PORTO" Adquirida em 1960 ao bibliófilo Dr. Nuno de Vasconcelos Porto é constituída por cerca de 3.000 volumes, relativos à História de Portugal e Universal, em perfeito estado de conservação e luxuosamente encadernados. Trata-se por certo, no seu género, de uma das mais preciosas bibliotecas particulares madeirenses que, em boa hora, foi alienada ao ARM. Contém edições excepcionalmente raras, tais como "The Historie of the Kingdom of Portugall to the Crowne of Castill", impressa em Londres em 1600 ou a edição de 1613 de "Os Lusíadas" de Luís de Camões. COLECÇÃO "DIÁRIO DE NOTÍCIAS" Esta preciosa colecção, quase toda constituída por periódicos da imprensa madeirense, que pertenceu ao Diário de Notícias do Funchal, foi doada ao Arquivo Regional pela administração daquele jornal em Maio de 1980. De indiscutível importância para o estudo da História Insular nos séculos XIX e XX, é composta por 248 títulos catalogados e inclui "O Patriota Funchalense", o primeiro periódico publicado na Madeira em 1821. Compreende 761 volumes encadernados, o mais recente dos quais data de 1983. Refira-se, porém, que algumas destas publicações não são madeirenses como, por exemplo, o periódico britânico "The Illustrated London News". DOCUMENTOS AVULSOS Compreende variada documentação procedente de diversas instituições, tais como a Câmara do Funchal e a Misericórdia da Calheta, que, num futuro tratamento, passará a integrar os respectivos fundos. Assumem particular relevo, por exemplo, as cartas régias e bem assim os diplomas expedidos pelos antigos donatários da ilha, o mais recuado dos quais data de 1461. Totalizam 1601 documentos catalogados, acondicionados em 12 caixas. Porém, muitas centenas de documentos encontram-se por tratar. FRAGMENTOS Dizem respeito a variada documentação, completamente mutilada, proveniente de diversas instituições, a qual foi recolhida, provisoriamente, em 52 caixas. Os documentos mais antigos são do século XVIII. LIVRARIA DOS JESUÍTAS Constituída por 376 volumes, na sua maioria impressos e em latim, supõe-se terem pertencido à livraria do antigo Colégio de São João Evangelista do Funchal. Foi encontrada, em péssimas condições, numa arrecadação da Junta Geral nos anos sessenta. DOCUMENTOS FIGURATIVOS COLECÇÃO CARTOGRÁFICA (MAPAS E PLANTAS) Compreende 16 documentos cartográficos sobre o arquipélago da Madeira, figurando em alguns deles outras ilhas do Atlântico. Os mais antigos são do século XVII, porém, de desenho pouco rigoroso. Destacam-se nesta colecção uma carta geo-hidrográfica da Madeira levantada em 1842 mas só publicada em 1879 e ainda duas plantas da cidade do Funchal: uma desenhada pelo capitão Skinner em 1775 e a outra traçada pelos engenheiros Faria Maia, Adriano Trigo e Aníbal Trigo em 1894. Diga-se, a propósito, que as plantas do Funchal mais preciosas, graças à rigorosa precisão do seu levantamento, encontram-se fora da Madeira. Referimo-nos à de Mateus Fernandes, desenhada cerca de 1570 e que se acha na Biblioteca Nacional do Rio de Janeiro, e a outra, de não somenos relevância, traçada pelo Brigadeiro Oudinot em 1804, depositada no Instituto Geográfico e Cadastral de Lisboa, as quais constituem dois documentos cartográficos de extraordinária importância para a história urbana da cidade do Funchal. DOCUMENTOS AUDIOVISUAIS COLECÇÃO FOTOGRÁFICA (FOTOGRAFIAS E POSTAIS) Composta por cerca de 4.430 negativos e algumas centenas de documentos fotográficos, antigos e actuais, este conjunto iconográfico apresenta variados aspectos da arte sacra existente nas igrejas e capelas do arquipélago, de diversos objectos e manifestações de carácter etnográfico e ainda do valioso património urbano e rural edificado no território insular, incluindo elementos que, infelizmente, desapareceram para sempre. 6. Conclusão O ARM detém cerca de cinco quilómetros lineares de documentação proveniente de instituições quer públicas quer privadas do Arquipélago da Madeira, contabilizando-se na actualidade (Junho de 1995) um total de 33.945 unidades de instalação das quais 28.002 são livros e 5.493 dizem respeito a caixas, maços e pastas. Destas quantidades, correspondem a fundos públicos 28.172 unidades de instalação, 1.572 a fundos privados, e a colecções 4.201 unidades de instalação, contabilizando-se ainda, separadamente, um certo número de documentos especiais (figurativos e audiovisuais) que somam 4.446 peças. Esta massa documental coloca o ARM entre os arquivos históricos mais volumosos do país. A incorporação de outros fundos documentais (sendo o ARM muitas vezes solicitado para tal), encontra-se gravemente limitada em face das suas reduzidíssimas instalações que, de modo algum, os comportam. A solução (já prevista) passa pela construção de um edifício de raiz destinado ao ARM, que albergue a documentação custodiada e a passível de ser incorporada, a qual se prevê atingir, até o fim deste milénio, mais de dois quilómetros lineares. Considerando a globalidade dos fundos do ARM, quanto ao seu estado de conservação, podemos afirmar que muitos documentos anteriores ao século XIX foram danificados por bibliófagos ou pelo excesso de luminosidade, e também, pela acção cáustica da tinta com que foram redigidos. No entanto, os dos séculos XIX e XX, cujo suporte - papel industrial de baixa qualidade e frágil - não obstante serem mais recentes, evidenciam, em alguns casos, problemas de conservação mais graves que os dos séculos anteriores. Os ataques de fungos não são tão frequentes como seria de esperar, tendo em conta o clima da Madeira, mas, por outro lado, a documentação é sujeita a valores de temperatura e humidade relativa muito longe dos 17º C e dos 47 %, considerados como valores ideais. As formas de acondicionamento e de instalação da documentação, não são, de todo, as mais correctas apesar de haver já uma aparente preocupação pela utilização de estantaria de metal, verificando-se ainda a prática generalizada do acondicionamento das espécies documentais com materiais não recomendados (caixas de cartão não alcalino, papel ácido, etc.) extremamente prejudiciais à conservação dos documentos. Em termos de organização e descrição documental, a situação não se afigura diversa. É notória a necessidade de renovar critérios e práticas em função da evolução da arquivística, nomeadamente delineando e concretizando um programa de tratamento documental que passa por rever, completar e actualizar os instrumentos de descrição existentes, como pela inventariação e classificação dos fundos ainda por tratar. Neste trabalho, contou-se com a colaboração, realizada com o rigor e perfeccionismo que o caracteriza, de Jorge Valdemar Guerra; colaboração preciosa, sem a qual a presente comunicação seria ainda mais imperfeita. Para finalizar, esperamos que, de algum modo, os tenhamos alertado para o melhor e o pior a encontrar no ARM. Para o pior, existem soluções, para o melhor, esperamos que possam desfrutá-lo, visitando-o. E já agora aproveitamos para lançar o seguinte alvitre: porque não a realização de um Fórum de Arquivistas das Ilhas Atlânticas, espaço onde se trocariam experiências, e se debateriam as políticas arquivísticas seguidas nestas ilhas? ALGUNS NÚCLEOS DOCUMENTAIS RELACIONADOS COM OS ARQUIPÉLAGOS DOS AÇORES E DA MADEIRA EXISTENTES EM ARQUIVOS E BIBLIOTECAS DE LISBOA Isabel Branquinho Este trabalho não passa de um esboço, à laia de farragoso exórdio, sobre a localização e conteúdo de alguns núcleos documentais relacionados com os Açores e a Madeira, existentes em arquivos e bibliotecas de Lisboa estando, por isso, totalmente aberto a todo tipo de correcções, reformulações e aumentos que pessoas sabedoras tenham a amabilidade de fazer. ARQUIVOS NACIONAIS / TORRE DO TOMBO Endereço: Alameda da Universidade 1600 Lisboa Telefone: 7937212/21 Fax: 7937230 Horário — 2ª a 6ª feira: 10H00-19H30; sábado: 10H00-12H30 Seguem-se os principais núcleos da Torre do Tombo onde se pode encontrar documentação de importância para o estudo da história dos arquipélagos dos Açores e da Madeira. A ordem pela qual são apresentados os referidos núcleos é a que consta nos Instrumentos de descrição documental, ANTT; Lisboa, 1992. CARTÓRIO JESUÍTICO Consultar o índice L 0304 da Sala dos Índices. Exemplos de documentos existentes neste núcleo: "Alvará para serem pagos os padres da Companhia do colégio da cidade do Funchal da ilha da Madeira" (Mç 39, nº 27); "Confirmação aos padres da ilha Terceira para mandarem trazer o pão para o Reino para se vender" (tem juntos vários requerimentos e um rol do trigo despachado em 1753) (Mç 39, 84-90). CHANCELARIAS RÉGIAS As chancelarias de interesse directo para o nosso tema são: D. Duarte (1433-1438); D. Afonso V (1438-1481); D. João II (1481-1495); D. Manuel I (1495-1521); D. João III (1521-1557); D. Sebastião e D. Henrique (1557-1580); D. Filipe I (1580-1598); D. Filipe II (1598-1621); D. Filipe III (1621-1640); D. João IV (1640-1656); D. Afonso VI (1656-1683); D. Pedro II (1683- 1706); D. João V (17061750); D. José I (1750-1777); D. Maria I (1777-1816); D. João VI (1792-1826); D. Pedro IV e D. Miguel; D. Pedro IV. Existem índices onomásticos (Próprios) e Comuns para todas as chancelarias faltando, no entanto, a indicação da data do documento. Tipologia documental: padrões, confirmações gerais, doações, privilégios, apostilas, ofícios e mercês, extinção de capelas, perdões, legitimações, etc. CORPO CRONOLÓGICO Veja-se: PEREIRA, Fernando Jasmins, Documentos sobre a Madeira no séc. XVI existentes no Corpo Cronológico. Análise Documental. Vol I. Sumários. Vol. II. Índices, Lisboa, 1990. Para os Açores falta um trabalho deste género. GAVETAS O principal instrumento de trabalho para este núcleo é As Gavetas da Torre do Tombo, C.E.H.U., 12 vols., Lisboa, 1960-1977. Nestes volumes encontram-se publicados os documentos das Gavetas I-XXIII, sendo alguns deles referentes aos Açores e à Madeira. NÚCLEO ANTIGO Veja-se o excelente instrumento de trabalho: Inventário do Núcleo Antigo, AN/TT, Lisboa, 1995. A documentação mais directamente relacionada com os Arquipélagos encontra-se em: 2. Contos de Lisboa / Contos do Reino e Casa 2. 1. Contabilidade Geral 2. 1. 2. Livro do sumário dos rendimentos das chancelarias e das alfândegas e almoxarifados do Reino e Ilhas — 1511-[…]-1535 2. 3. 11. Despesas com gente de mar e de guerra e com navios 2. 3. 11. 1. Companhias e navios portugueses Listas de gente de cavalo e de companhias de Vila Franca do Campo e seu termos. d. 2. 3. 11. 3. Registo de contas apresentadas por capitães e mestres de navios espanhóis — 1582-1584; 1586 2. 5. Contas das Ilhas 5. 1. Ilha da Madeira 5. 1. 1. Capitania do Funchal Almoxarifado do Funchal Livro dos estimos do açúcar de 1494 Treslado de nomeações para diversos cargos, entre os quais dignidades da Sé — 15141516 Almoxarifado dos quartos/quintos Rol dos produtores que pagaram o quarto a Benedito Morelli (1509-1511). Funchal: Livro dos quartos (1504-1505); Livro dos quintos (1530) Calheta: Livro dos quartos (1509); Livro dos quartos (1513-1514); Livro dos quintos (1534) Ponta do Sol: Livro dos quintos (1526); Livro dos quintos (1537) ; Ribeira Brava: Livro dos quintos (1517); Livro dos quintos (1536) Alfândega do Funchal Receita e despesa (1505-1506); Livro de entradas e saídas (1523); Despesas das obras da Alfândega Nova e pagamento aos operários (1515) 2.5. 1. 2. Capitania do Machico Almoxarifado de Machico Direitos do açúcar (1530; s. d.) Alfândega de Santa Cruz Livro de receita e despesa (1522-1523) Livro de saída (1524) 2. 5. 2. Açores Receita e despesa do almoxarife da Ilha de S. Miguel, João Tavares (1527) 3. Ementas da Casa Real CONSELHO DA FAZENDA Veja-se: O Conselho da Fazenda. Inventário, AN/TT, Lisboa, 1993. (L 0560) 1.1. 5. A administração dos bens dos Próprios da Coroa. 1. 1. 5. 1. Tombos e descrições de bens e direitos. 1. 1. 5. 1. 2. Tombo dos bens confiscados aos Jesuítas na Ilha do Pico e avaliação dos respectivos foros (1819, Dez.) — 1 lv. 1. 1. 5. 3. A gestão dos bens dos Próprios da Coroa 1. 1. 5. 3. 1. Administração dos bens confiscados aos Jesuítas na ilha do Faial (registo) (1760 Jan.-1783 Dez.) — 1 lv. 1. 1. 5. 3. 2. Administração dos bens confiscados aos Jesuítas na ilha de S. Miguel (registo) (1769 Dez.-1796 Jan.) — 1 lv. 3. Repartição das Ilhas e Mestrados das Ordens Militares 3. 1. O despacho jurídico-administrativo, patrimonial e financeiro 3. 1. 2. A doutrina fazendária 3. 1. 2. 1. Consultas sobre negócios das Ilhas, Ordens Militares e Obra Pia (registo) (1741 Abr.-…-1774 Nov.) — 3 lv. 3. 1. 2. 2. Consultas sobre negócios das Ilhas, Ordens Militares, Obra Pia e Praça de Mazagão (registo) (1777 Jul.-…-1813 Jul.) — 3 lv. 3. 1. 3. A promoção da política fazendária 3. 1. 3. 1. Provisões, ordens e despachos expedidos para oficiais e magistrados da Fazenda (registo) (1776 Maio-1814 Jun.) — 1 lv. 3. 1. 4. O recebimento das rendas e direitos 3. 1. 4. 1. A contratação 3. 1. 4. 1. 1. Escrituras dos contratos de recebimento dos almoxarifados e alfândegas das Ilhas dos Açores e Madeira, das Mesas Mestrais das Ordens Militares e do Imposto das terças (registo) (1762 Ago.-1826 Jan.) — 1 lv. 3. 1. 5. As obrigações da Fazenda 3. 1. 5. 1. "Registos da Fazenda" (1778 Jun.-…-1827 Mar.) — 4 lv. 3. 1. 6. As despesas do Estado 3. ilhas 1. 6. 1. Ordenados pagos pelos rendimentos dos almoxarifados e alfândegas das 3. 1. 6. 1. 1. Assentos de ordenados das ilhas da Madeira e Porto Santo (1756 Nov.1776 Jun.) 1 lv. 3. 1. 6. 1. 2. Assentos de ordenados das ilhas Graciosa, Pico e S. Jorge (registo) (1757 Jan.-1768 Nov.) 1 lv. 3. 1. 6. 1. 3. Assentos de ordenados das ilhas de S. Miguel e Faial (registo) (1756 Out.-1772 Abr.) 1 lv. 3. 2. A gestão do expediente e controle dos documentos. 3. 2. 1. O expediente entrado. 3. 2. 1. 1. "Livros de Porta" (1775 Jan.-…-1809 Jul.) 3 lv. 3. 2. 3. O expediente distribuído pelos oficiais da repartição. 3. 2. 3. 1. Distribuição da redacção e cópia de diplomas e consultas sobre negócios das Ilhas e Ordens Militares, e de África, Contos e Terças (registo) (1791 Jan.-1833 Jun.) 1 lv. 4. Vedoria e Repartição da Índia e Armazéns / Repartição da Índia e Ordens. 4. 1. O despacho jurídico-administrativo, patrimonial e financeiro. 4. 1. 2. A doutrina fazendária. 4. 1. 2. 1. Consultas sobre a Índia e Armazéns, Ilhas e Ordens Militares (registo) (1748 Dez.-…-1833 Abr.) 15 lv. 5. Vedorias e Repartições de África, Contos e Terças, das Ilhas e Mestrados das Ordens Militares, e da Índia e Armazéns. 5. 1. O despacho jurídico-administrativo, patrimonial e financeiro. 5. 1. 1. As fontes jurídicas e instruções administrativas recebidas. 5. 1. 1. 1. Decretos (1732-1799) — 10 mç. 5. 1. 1. 2. Avisos enviados para as Vedorias e Repartições de África, Contos e Terças, das Ilhas e Mestrados das Ordens Militares, e da Índia e Armazéns (1741-1799) — 6 mç. 5. 1. 2. A doutrina fazendária. 5. 1. 2. 1. "Consultas originais" (1649-1799) — 13 mç. 5. 1. 2. 2. "Lembretes de consultas" (1732-1799) — 30 mç. 5. 1. 3. Diversas matérias 5. 1. 3. 1. "Papéis obrados" (1705-1799) — 81 mç. 7. 1. 1. 2. 2. Bens de Hospitais e Misericórdias. 1. 1. 2. 2. 2. Relação e descrição de bens incorporados (1829 Dez.-1833 Abr.) — Cota: Liv. 466. Erário Régio Contadoria da Corte e Província da Estremadura e Contadoria do Reino e Ilhas Alfândegas Outras Alfândegas do Reino e Ilhas: Angra do Heroísmo; Faial; Funchal; Graciosa; Ponta Delgada. CONSELHO DE GUERRA Instrumentos de trabalho: (L 0213) Avisos, consultas, livros de registo. Inventário Manuscrito. (L 0215-219) Synopse dos decretos remettidos ao extincto Conselho de Guerra. Índice manuscrito. (L 220 A-220 F) SANTOS, H. Madureira dos Catálogos dos decretos do extinto Conselho de Guerra na parte não publicada pelo General Cláudio de Chaby, 7 vols. Lisboa, 1957-1968 (Separata do Boletim do Arquivo Histórico Militar). (L 0221) Livro de registo(1640-1834). Inventário manuscrito. DESEMBARGO DO PAÇO Instrumentos de pesquisa: inventário manuscrito. Para melhor compreensão deste núcleo veja-se: LOPES, José Manuel Louzada O Desembargo do Paço (1750-1833), 2 vols., Lisboa, 1994. No Vol. II. p. 2 e 3 da citada obra (item I. 1. 3.: Núcleo da Sala dos Índices do AN/TT) pode ler-se: "Trata-se de instrumentos de acesso à documentação e de registos formados por livros e ficheiros, a saber: a) Livros sobre a "Leitura de Bacharéis" (L 0259-L 0260); b) Livros das repartições do Desembargo do Paço com entrada por nome próprio (L 0238-0242; L 0246-L 0254); c) Livros com entradas por comuns (L 0245; L 0255; L 0257; L 0258); d) Livro sobre a extinção de morgados e capelas (L 0258 A); e) Diversos ficheiros (v. relação no cap. II); e os livros dos índices das chancelarias de D. João V (L 0106-L 0136), D. José I (L 0137-L 0162), D. Maria I (L 0164- L 0186), D. João VI (L 0187- L 0203) e D. Pedro IV (L 0204-L 0206) e o Suplemento aos Índices (L 0163). Do Item I. 1. 4. "Roteiros e inventários": "— Diversos inventários avulso encadernados no L 0237 da Sala dos Índices do AN/TT. Rodrigues, Ana Maria "Inventário Geral dos Livros do Desembargo do Paço", Memória, nº 1, 1989, p. 189-207. LEAL, Maria José Silva; PEREIRA, Miriam Halpern Roteiro de Fontes da História Portuguesa Contemporânea, Lisboa, INIC, 1984. (2 vol.)" Do vol. I (pg. 165-183) item II. 4 — As tipologias documentais Embargos, provisões para citar, agravos, aforamentos de baldios, inventários e tutorias, cartas de legitimação, extinções de morgados ou capelas, cartas de doação, pautas, partidos de médicos, naturalizações, cartas de emancipação, alvarás de fiança, cartas de seguro, provas de direito comum, licença para usar arma de fogo… Repartição da Corte e Estremadura e Ilhas: L 0246-0255/2 Próprios: L 0246-L 0254 Comuns: L 0255, L 0255/1, L 0255/2 Exemplos concretos de documentação: "Abadessa e mais religiosas e discretas do Mosteiro de S. João Baptista" (1798), mç 68, nº 2; "Abadessa e religiosas do Convento da Encarnação da cidade do Funchal" (1764), mç. 28, nº 18; "Açores: representação dos moradores das ditas ilhas sobre nomeação de corregedor" (1762), mç. 2068, nº 65; "Administradores e mordomos da Misericórdia da cidade do Funchal" (1796), mç. 1926, nº 2; "Angra (cidade de): Isabel de Azevedo de Bettencourt institui capela na dita cidade" (1801), mç. 2128, nº 89; "Bispo de Angra: contestação sobre o seu espólio" (1775), mç. 2103, nº 37; "Nobreza e Povo da Vila da Água da Paz, Ilha de S. Miguel" (1787), mç. 1987, nº 24; "Confrades da Confraria de S. Jorge e Irmãos do Santíssimo Sacramento da Freguesia do mesmo Santo da Ilha da Madeira" (1767), mç. 999, nº 22; "Curador Geral dos órfãos, dementes e ausentes da cidade de Angra" (1788), mç. 1789, nº 21; "Custódio Provincial e mais religiosos da Custódia dos Menores observantes da Ilha de S. Miguel" (1803). MESA DA CONSCIÊNCIA E ORDENS Cativos Mamposteiros mores dos cativos de : (…), Ilhas de S. Miguel, Terceira e madeira (…). Documentação incluída nos maços 1-18 (s. XVII-1832). MINISTÉRIO DO REINO Vejam-se na Sala dos Índices as cadernetas: C 0174-C 0254 — Decretamentos de serviços (registos de documentos que referem pessoas que prestaram serviços nos arquipélagos dos Açores e Madeira) e o inventário L 0382. A partir do Inventário L 0382 obtemos os seguintes dados: Governo do Porto e Angra: Câmaras Municipais dos Açores (1828-1833), 1 mç.; Câmara Municipal do Porto (1832-1833), 1 mç.; Comissões diversas (1830-1833), 1 mç.; Papéis diversos (1828-1833), 2 mç.; Junta Consultiva (1831-1832), 1 mç.; Prefeitura de Angra e sub-prefeitura de Ponta Delgada (1832-1833), 1 mç.; Ministério e Comissão do Tesouro (1832-1833), 1 mç.; Requerimentos (1828-1833), 8 mç.; Canhoneira nº 1, ofícios e mapas diários do comandante (1818), 1 mç. Ultramar e Ilhas: Correspondência, representações e outros papéis diversos, 4 mç.; Açores e Madeira: papéis diversos relativos a estas ilhas, 4 mç. Livros e maços Ilhas dos Açores: registo de providências administrativas (1798); Junta Provisória de Angra: registo de actas (1828-1832), 13 mç. Documentos que não vieram do Ministério do Reino Compromisso da confraria do glorioso S. Roque na capela de Nossa Senhora do Faial (1768), 1mç. MINISTÉRIO DOS NEGÓCIOS ECLESIÁSTICOS E JUSTIÇA Vejam-se os IDD’s: L 0380 (dactilografado) e C 0623/1-C0623/25. Exemplos de documentação: Mç. 1: Ordem de Cristo. Bispado do Funchal. Provimento de Igrejas (1827-1830). (65 docs.); Mç. 23, nº 3: Documentos do reinado de D. Pedro II (Câmara do Machico); Mç. 68, nº 4: Papéis Pombalinos: negócios das Ilhas Adjacentes (1766); Mç. 134, nº 1-7: Governo Liberal: Junta Provisória dos Açores (1828); Mç. 139, nº 1-3: Governo Liberal da Ilha Terceira (1828-1831); Mç. 140, nº 1-8: Governo Liberal dos Açores; Mç. 200, nº 1: Devassa contra o antigo Governador e Capitão General da ilha da Madeira, João António de Sá Pereira (1776-1779); Mç. 250: Ordem de Cristo. Bispado: provimento de igrejas (…) (1801-1824), (98 docs.); Mç. 369, nº 6: Mapas de Estatística Criminal dos Açores (…) (1867-1873). MINISTÉRIO DOS NEGÓCOS ESTRANGEIROS Veja-se: FARINHA, Maria do Carmo Jasmins Dias, Os documentos dos Negócios Estrangeiros na Torre do Tombo, Lisboa, 1990. Correspondência do Governo com o Corpo Diplomático e com os Ministros (correspondência da Regência em Angra): (1832), Liv. 292 (1833), Liv. 293 Correspondência ostensiva externa (1833), Liv. 294 Correspondência reservada (1832-1833), Liv. 295 Correspondência reservada (1833), Liv. 296 Correspondência para as legações e para os consulados portugueses. REAL MESA CENSÓRIA Veja-se: Inventário Preliminar, Lisboa, 1994 (L 0572): 1. 4. 5. Controlo dos livros em circulação. 1. 4. 5. 1. Requerimentos para entrega de livros retidos nas Alfândegas na Casa de Revisão ou na Secretaria da Mesa. 1. 4. 5. 1. 2. Livros vindos das ilhas dos Açores e Madeira. Arquipélago dos Açores (1776-1824) — cx. 149. Arquipélago da Madeira (1795-1816) — cx. 149. Ilhas não especificadas (1769-1820) — cx. 149. 1. 4. .5. 10. Requerimentos para obtenção de licença de envio de livros. 1. 4. .5. 10. 2. Livros destinados às ilhas dos Açores e da Madeira Arquipélago dos Açores (1769-1826) — cx. 146 Arquipélago da Madeira (1769-1826) — cx. 149 Ilhas não especificadas (1769-1820) — cx. 148 Relacionado com a Real Mesa Censória no núcleo do Desembargo do Paço: • Corte, Estremadura e Ilhas: Licenças para Impressão (1795-1796), mç. 1833; Consultas, mç. 1593. REGISTO GERAL DE MERCÊS Este núcleo encontra-se inteiramente informatizado. Nele encontram-se uns milhares de documentos alvarás, apostilas, cartas de padrão, cartas de confirmação, cartas patente, certidões negativas, decretos, portarias… sobre os Açores e a Madeira. D. Afonso VI; D. Pedro II; D. João V; D. José I; D. Maria I; D. JoãoV; D. José I; D. João VI; D. Pedro IV; D. Maria II; D. Pedro V; D. Luís I; D. Carlos I; D. Manuel II; Chancelaria; República; Ordens; Torre do Tombo. Exemplos de documentos: Carta Patente de Tenente-General da ilha da Madeira a Inácio da Câmara Leme. 12/04/1660. D. Afonso VI, Lv. 12, fl. 262. Carta de mamposteiro-mor dos cativos da Ilha da Madeira a Manuel Gomes Bulhões. 18/05/1666. Chancelaria de D. Afonso VI, Lv. 8, fl. 13. Carta de Provedor das Armadas e Naus da Índia nas Ilhas dos Açores a Manuel Canto e Castro. 01/04/1678. D. Pedro II, Lv. 3, fl. 38. Carta de Capitania e Governo da ilha de Porto Santo com sua jurisdição a Estevão de Vasconcelos Perestrelo e Bettencourt. 21/03/1682. D. Pedro II, Lv. 4, fl. 356. Carta de Escrivão da Câmara e Ouvidoria da Vila da Horta na Ilha do Faial a Manuel Dutra de Medina. 28/11/1696. D. Pedro II, Lv. 10, fl. 5 v. Carta de Escrivão do Almoxarifado e Alfândega da Ilha de S. Jorge (Açores). 27/03/1697. D. Pedro II, Lv. 10, fl. 6 v. Alvará de Provedor da Fazenda dos Açores por 3 anos a Francisco de Almeida e Brito. 14/07/1699. D. Pedro II, Lv. 4, fl. 7v. Provisão a Pedro de Melo de Alvim para Corregedor das ilhas dos Açores, servindo nelas todo o tempo que exercitar o cargo de Conservador do Tabaco das mesmas ilhas. 11/01/1707. D. João V, Lv. 1, fl. 268v. Carta de Corregedor das Ilhas dos Açores a António Ferreira de Macedo. 13/11/1729. D. João V, Lv. 5, fl. 380. Alvará a Diogo Bettencourt Perestrelo para Juiz dos Órfãos da Vila de Machico na Ilha da Madeira. 05/06/1743. D. João V, Lv. 34, fl. 137. Alvará de Secretário nas Ilhas dos Açores a Bartolomeu D. de Barros. 27/08/1766. D. José I, Lv. 4, fl. 207. Carta de ofício de Escrivão da Correição da Ilha da Madeira a Julião António de Gamboa. 10/11/1781. D. Maria I, Lv. 11, fl. 185. Carta Patente de Governador Capitão Geral das Ilhas dos Açores a D. Lourenço de Almada, Conde de Almada. 15/07/1795. D. Maria I, Lv. 27, fl. 366. Carta de confirmação de doações de bens. Vila do Porto na Ilha de Santa Maria, Açores. 25/06/1854. D. Pedro V, Lv. 5, fl. 50. Carta a Jerónimo Moreira da Câmara Botelho Gusmão nomeando-o Juiz de 2ª Instância para a Relação dos Açores. 13/12/1883. D. Carlos I, Lv. 1, fl. 10. Alvará de Escrivão da Correição das Ilhas dos Açores, a João Mendes de Vasconcelos (Fidalgo da Casa Real). 16/01/1645, T.T., Lv. 13, fl. 61v-62. Alvará para que as religiosas do convento de Nª Sr.ª da Luz da Vila da Praia se possam mudar para a cidade de Angra. 29/04/1652. T.T., Lv. 19, fl. 392-392v. Alvará a Matias Rodrigues concedendo-lhe o benefício na Igreja de S. Bento do lugar de Ribeira Brava da Ilha da Madeira. 26/02/1655. Ordens, Lv. 4, fl. 107 v. Alvará a Francisco Pereira de Bettencourt para que possa servir os ofícios de escrivão da Fazenda Real, nos Açores, Madeira e Espírito Santo, no impedimento de seu pai. 21/11/1658. Ordens, Lv. 12, fl. 223v-224. Carta de confirmação na Capitania da Ilha da Madeira, por sucessão, a D. Maria de Lencastre Vasconcelos da Câmara (Condessa de Castelo Melhor). 30/03/1662. Doações da Chancelaria, Lv. 7, fl. 196v-206. VÍNCULOS Exemplos de documentos: Calheta — 1545 Abreo (Izabel de) instituidora em 1545 na Villa da Calheta. Processo nº 1 (Funchal) — 1864. Vila da Lagoa — 1520 Affonso (Catharina) instituidora em 1520, em Villa da Lagoa. Processo nº 16 (Ponta Delgada) — 1865. Vila Franca do Campo — 1653 Arruda (Manuel d’) instituidor em 1653, na Villa Franca do Campo. Processo nº 16 (Ponta Delgada) — 1865. Ponta Delgada — 1572 Baldaia (Gaspar do Rego) instituidor em 1572, em Ponta Delgada. Processo nº 17 (Ponta Delgada) — 1864. Vila Franca do Campo — 1553 Costa (João d’Arruda) instituidor em 1553, em Villa Franca do Campo. Processo nº 23 (Ponta Delgada) — 1867. Horta — (?) Lopes (Amador) instituidor em (?) na Horta. Processo nº 3 (Horta) — 1867. Horta — 1754 Pereira (Manuel de Oliveira) e sua mulher Victoria da Luz, instituidores em 1754 na Horta. Processo nº 1 (Horta) — 1864. Ilha Terceira — (?) Couto (Manuel Moniz Barreto do) administrador do vínculo instituído em (?) na ilha Terceira. Processo nº 3 (Angra do Heroísmo) — 1862. ALFÂNDEGA DE LISBOA Instrumentos de pesquisa: L 0566 3. Casa da Índia 3. 6. Administração e tesouraria 3. 6. 1. Administração 3. 6. 1. 1. Matrícula dos cem soldados da ilha da Madeira para socorro do reino de Angola. ALFÂNDEGA DO FUNCHAL Veja-se o IDD seguinte: RODRIGUES, Maria do Carmo Jasmins Pereira Alfândega do Funchal, ANTT, 1968 (dactilografado): Arrematação de mercadorias sem dono (1774-1806). Livro caixa do rendimento (1777-1783). Contribuição para faróis mil e quinhentos e escaler (1804-1841). Despachantes e mercadorias despachadas (1828-1835). Despachos (apontamentos diversos) (1813-1815). Despachos livres de direitos (1826-1834). Despachos para saída (1773-1775). Despachos e dízima da madeira (1769-1770). Diário dos despachos para entrada (18161818). Direitos do açúcar e mais géneros do Brasil (1773-1774). Direitos da cerveja e genebra (1818). Distribuição dos guardas do número (1812-1833). Dízima — fazendas e géneros vendidos em leilão (1766-1776). Dízimas da madeira e mais géneros e despachos por saída (1768-1769; 1771-1772). Dízimas da madeira e mais géneros — livro dos feitores do contrato (1771-1773). Termos dos requerimentos para franquias. dos géneros que hão-de pagar o direito de 4%. (1777-…-1819). Leilões (1777-1778; 1777-1779). Licenças para barcos de pesca (1843-1849). Matrículas dos homens que hão-de servir no Calhau: livro de termos (1796-1806); livro das arqueações (1816-1841). Mercadorias dizimadas em espécie (1777-…-1791). Mercadorias entradas abertura (1759-…-1834); apontamento de (…); • carga para o reino e conquistas; • com a condição dos 4% (1708-…-1827). Mercadorias entradas e saídas (1813-1815); livro do fiel dos armazéns (manifesto da carga dos vinhos) (1819-…-1834); da Casa do Selo (livro do selador) (1779-…-1824). Mercadorias isentas de direitos para saída exportadas para o reino e conquistas (1769-1773). Mercadorias juramentos e estimações relativas à sua origem (1814). Autos de tomadias de mercadorias. Mesa Grande — fianças de despachos (1771-1776); idem e arrematação de fazendas e géneros pertencentes à dízima (1752-1760); fianças de navios para o reino e conquistas (1727-…-1774); fianças de navios e despachos (1811-…-1829). Navios arqueações e avaliações (distribuição dos oficiais (1803-1831); • buscas (livro de termos) (1822-1827); • descarga (livro do feitor) (1775-…-1833); • entradas (1727-…-1834); entradas: índice dos navios que descarregaram no porto do Funchal (1829-1831); • franquias (1768-1772); • juramentos aos capitães (1824-1825); livros das cargas dos navios vindos do Brasil (1760-1767; 1802-1810); manifestos das cargas de navios estrangeiros (tradução) (1823-…-1826); • matrícula de equipagem (1822-1824); • notificação aos capitães (1818-…-1833); • visitas a bordo (livro de termos (1742-…-1812). Ordens à Alfândega, expedidas pelo serviço da Real Fazenda (1775-…-1833). Pauta das avaliações de artigos de produção e indústria inglesa (1811). Pauta Geral da Alfândega Grande de Lisboa (1782; 1836). Pauta Geral e Inglesa pelas quais se devem regular as avaliações das mercadorias despachadas na Alfândega (1834). Provimentos dos oficiais da Alfândega (1816-1833). Termos extraordinários (1818-1834). Vinho — exportação (livro do feitor do embarque) (1789-…-1834). JUNTA DO COMÉRCIO Veja-se o índice L 0305 da Sala dos Índices. Exemplos: Mç. 301 Exportação do tabaco e sabão de Lisboa para as Ilhas, extraída dos bilhetes das guias (1819). Setúbal. Importação e exportação com as Nações e Ilhas (1819). Exportação de Viana para as Ilhas. Importação das Ilhas na Figueira. Exportação da Figueira para as Ilhas. Primeiro resumo (1819). Exportação do Porto para a América e Ilhas. Primeiro resumo (1819). Importação e exportação das Alfândegas que tem portos de mar com América e Ilhas. Segundo resumo (1819). Importação da América, África e Ilhas em Lisboa. Segundo resumo (1819). Ilhas. Primeiro resumo de exportação de Lisboa pelo Consulado (1819). Ilhas. Segundo resumo de exportação de Lisboa pelo Consulado (1819). Mç. 302 Ilhas. Primeiro resumo (1821). Ilhas. Segundo resumo. Exportação de Lisboa pelo Consulado (1821). Importação e exportação das Alfândegas e portos de mar para o Brasil, África e Ilhas. Segundo resumo (1821). Alfândega do Porto. Importação da América e Ilhas (1821). Mç. 303 Alfândega de Setúbal. Segundo Resumo (1824). Segundo resumo de importação e exportação pelas Alfândegas de portos de mar com o Brasil, África, Ilhas e Buenos Aires (1824). Ilhas. Segundo resumo de exportação de Lisboa (1824). Porto. Importação do Brasil e Ilhas (1824). Importação do Brasil, África e Ilhas da Madeira e Açores em Lisboa (1824). Mç. 308 Exportação de Lisboa para a Ilha de Santa Maria (1799). Exportação de Lisboa para a Ilha Graciosa (1799). Exportação de Lisboa para a Ilha da Madeira (1799). Exportação de Lisboa para a Ilha Terceira (1799). Exportação de Lisboa para a Ilha do Faial (1799). Exportação de Lisboa para a Ilha de S. Miguel (1799). Entrada da Ilha de S. Miguel em Lisboa (1799). Exportação de Lisboa para a Ilha de Santa Maria (1800). Importação da Ilha da Madeira em Lisboa (1800). Exportação de Lisboa para a Ilha Graciosa (1800). Exportação de Lisboa para a Ilha de S. Miguel (1800). Exportação de Lisboa para a Ilha do Faial (1800). Exportação de Lisboa para a Ilha Terceira (1800). Mç. 307 Entrada Geral da América, África e Ilhas, pelos livros da Alfândega (…) (1831). Porto. Exportação para o Brasil, África, Ásia e Ilhas (1831). Primeiro resumo. Ilhas. Exportação de Lisboa pelo Consulado (1831). Segundo resumo. Ilhas da Madeira e Açores. Exportação de Lisboa pelo Consulado (…) (1831). Importação das Ilhas, África e Brasil em o Porto (1831). PROVEDORIA E JUNTA DA REAL FAZENDA DO FUNCHAL Veja-se: RODRIGUES, Maria do Carmo Jasmins Pereira, Provedoria e Junta da Real Fazenda do Funchal, ANTT, 1969 ( IDD dactilografado): I — Alfândega (s. XVII-XIX); II — Almoxarifado e alfândega (1761-1779); III — Francisco de Andrada. Cartas (…) (1646-1738); IV — Angola. Assentos dos 100 soldados (…) (1758); V — Brasil. Assentos dos 50 soldados (…) (1735); VI — Capela de João de Betencourt (1812-1826); VII — Comissão da Fazenda (s. XIX); VIII — Repartição do Concelho (s. XVIII-XIX); IX — Avaliação das côngruas do Bispo do Funchal e das igrejas do Bispado (1775); X — Contadoria Geral (s. XVII-XIX); XI — Corporações religiosas (s. XVII-XIX); XII — Correio Marítimo (s. XVIII-XIX); XIII — Provedoria dos defuntos e ausentes (1767-1819); XIV — Direitos (s. XVI-XIX); XV — Repartição do Erário (s. XVIII-XIX); XVI — Erário Régio (s. XVIII-XIX); XVII — Fortificação e defesa (s. XVIII-XIX); XVIII — Repartição da Inconfidência (s. XVIII-XIX); XIX — Junta da Real Fazenda (s. XVIII-XIX); XX — Moeda (1664); XXI — Navios (s. XVII-XIX); XXII — Notário Joaquim José de Mendonça (1828-1829); XXIII — Ofícios (1603); XXIV — Ordinárias (1825-1830); XXV — Documentação sobre a administração da Real Fazenda na ilha de Porto Santo (1781-1792); XXVI — Professores (1775-1814); XXVII — Professores e substitutos (1770-1820); XXVIII — Registo Geral da Fazenda e contos (1569-1775); XXIX — Registo de títulos reais (1775-1825); XXX — Registos diversos (1809-1840); XXXI — Relação de livros da Fazenda e Alfândega (1514-1638); XXXII — Juízo dos resíduos e capelas (1725-1834); XXXIII — Governador José Correia de Sá. Registo de correspondência (…) (17591767); XXXIV — Bula da Santa Cruzada (s. XVII); XXXV — Secretaria (1785-1843); XXXVI — Repartição do subsídio literário (s. XVIII-XIX); XXXVII — Tesouraria (s. XVIII-XIX); XXXVIII — Tesouraria das folhas (s. XVIII-XIX); XXXIX — Tribunal da Junta (1775-1835); XL — Registo dos bens de D. Guiomar Madalena de Sá e Vilhena (…) (1791-1809). MANUSCRITOS DA LIVRARIA Veja-se o IDD F 040. Exemplos: Mss. nº 2663 — "História da Restauração da Ilha Terceira despois da felis acclamação do Senhor D. João quarto Rei de Portugal, feita em o anno de 1641". Mss. nº 2641 — "Ilhas dos Açores". (Aponta acontecimentos vários desde a sua descoberta até 1710). INQUISIÇÃO Veja-se FARINHA, Maria do Carmo Jasmins Dias Os Arquivos da Inquisição, ANTT, Lisboa, 1990: Conselho Geral do Santo Ofício in Correspondência recebida (1574 - 1628), Liv. 9: correspondência do bispo de Angra Inquisição de Lisboa Ilhas — Açores e Madeira (p. 205 de Os Arquivos da Inquisição) Visitação em 1591 - 1593, por Jerónimo Teixeira Cabral Denúncias Lº 1 (Açores) — Liv. 786 Ratificações Açores — Liv. 787 Madeira — Liv. 788 Registo da visita e de receita e despesa — Liv. 789 Relação dos culpados da ilha da Madeira — Liv. 789 Visitação em 1618 - 1620, por Francisco Cardoso de Torneo Confissões e Reconciliações — Liv. 791 Denúncias Lº 1 (1618 - 1619) — Liv. 792 Lº 2 (1619 - 1620) — Liv. 793 Ilhas (Açores), Alentejo e Beira (Guarda) em 1575 - 1576, por Marcos Teixeira (1º deste nome) Denúncias Lº 1 — Liv. 794 Reconciliações — Liv. 796 CABIDO DA SÉ DO FUNCHAL Vejam-se os IDD’s L 0491 e F 0078. A — Livros B — Documentos (34 maços) I - Arquivo II - Bispado III - Bulas IV - Cabido V - Capelas (Administração e Fundação) VI - Clérigos VII - Confrarias VIII - Fábrica IX - Igrejas X - Misericórdia, Santa Casa XI - Partilhas, Cartas de XII - Testamentos XIII - Documentos não agrupados XIV - Documentos que segundo um índice de 1803 não pertencem ao Arquivo do Cabido CONVENTO DE SANTA CLARA DO FUNCHAL Ver L 0286 e F 0078. CONVENTO DE NOSSA SENHORA DA ENCARNAÇÃO DO FUNCHAL Ver L 0286 ORDENS MILITARES Ordem de Cristo / Convento de Tomar Tombo da Comenda da Ilha de Santa Maria, sendo comendador D. Jerónimo Coutinho (1594). Cota actual : Liv. OC/CT 272 (cota antiga: Mç. 62) ARQUIVO HISTÓRICO DO MINISTÉRIO DAS FINANÇAS Endereço: v. Arquivos Nacionais / Torre do Tombo Situação dos edifícios de institutos religiosos ao serviço do Estado e das Corporações. Alguns exemplos: Instituições masculinas Localização — Invocação (Ordem) Angra — Stº António dos Capuchos (S. Francisco); Nª Sr.ª da Graça; S. Francisco (S. Francisco). Horta — Colégio dos Jesuítas (Companhia de Jesus); Nª Sr.ª do Carmo (Carmelitas Calçados); Nª Sr.ª da Glória; S. Francisco (S. Francisco); S. João Baptista. Ilha de Santa Maria — S. Francisco (S. Francisco). Lajens — S. Francisco (S. Francisco). Ponta Delgada — Nª Sr.ª da Graça (Agostinhos Calçados); S. Francisco (S. Francisco); S. João Evangelista (S. João Evangelista). Vila da Calheta — S. Sebastião. Vila Franca do Campo — S. Sebastião; Nª Sr.ª do Rosário. Vila da Praia — Nª Sr ª da Luz; S. Francisco (S. Francisco); Mosteiro do Senhor Jesus Crucificado. Vila de Santa Cruz — Nª Sr.ª da Piedade (S. Francisco); S. Boaventura (S. Francisco); S. Francisco (S. Francisco). Vila de S. Roque — S. Pedro de Alcântara (S. Francisco). Vila do Topo — S. Diogo (S. Francisco). Vila das Velas — S. Francisco (S. Francisco). Instituições femininas Localização — Invocação (Ordem) Angra do Heroísmo — S. Gonçalo (Urbanistas); S. Sebastião (Capuchas). Funchal — Nª Sr.ª da Encarnação; Nª Sr.ª das Mercês; Stª Clara. Horta — Nª Sr.ª da Glória. Ponta Delgada — Nª Sr.ª da Conceição; Nª Sr.ª da Esperança (Franciscanas); Stº André. Ministério da Fazenda Alfândegas Livro de registos, tomo 1. Cota: Liv. 3732. Casa Real Viagens à Madeira e aos Açores. Cota: Cx. 6451. Genealogias diversas. Cota: Cx. 7092. Diversos Livro de foros da ilha do Faial e da Horta (1669-1718). Cota: XX/Z/80 (IV). Livro de sumário de auto (inquirição). Horta (Faial). (1760-68). Cota: XX/Z/80 (I). Santa Casa da Misericórdia (Horta). Actas de reuniões (1678-1703). Cota: XX/Z/80 (VII). Testamento de António Vicente Peixoto (…). Ilha das Flores (1881). Cota: XX/Z/79 (VII). Registos de baptismo referentes à ilha das Flores (1720). Cota: XX/Z/80 (V). Autos de querela (Horta e Faial) (c. 1764-c. 1809). Cota: XX/Z/80 (II). Registos de testamentos da freguesia do Capelo (Santíssima Trindade), concelho da Horta, ilha do Faial (1782-1794). Cota: XX/Z/80 (III). ARQUIVO DISTRITAL DE LISBOA Endereço: v. Arquivos Nacionais / Torre do Tombo. Cartórios Notariais Contratos de fretamento e obrigação, vendas de navios, etc. BIBLIOTECA NACIONAL Endereço: Rua Ocidental ao Campo Grande, 83 1751 Lisboa Codex Telefone: 7935097, 7935046, 7935827 Horário — 2ª a 6ª feira: 9H30-19H30. Sábado: 9h30-17h30. A "Divisão de Reservados encontra-se encerrada aos sábados. Área de Manuscritos da "Divisão de Reservados" CÓDICES Alguns exemplos: Açores COD. 175 — Notícias eclesiásticas; COD. 306; COD. 470-471 — Descobrimento das ilhas, governadores, genealogias, etc.; COD. 472 — Descrição da ilha de S. Miguel em redondo pela costa do mar, começando na cidade de Ponta Delgada para Leste (letra do s. XVIII); COD. 475; COD. 550 — Breve notícia do Faial (original) (1739); COD. 598 — Açores e Madeira. Extractos da obra "History of the Azores" por T. A, capitão de dragões, redigido por J. J. Haydor (1821) (cópia de 1832); COD. 599 — Mapa do rendimento da Alfândega de Angra do Heroísmo desde 1820 até 1834; COD. 600; COD. 737; COD. 887 — Terramoto de 1563. Notícia dada pelo Padre Manuel Furtado; COD. 6585; COD. 7626 — Açores. Decretos que lhe dizem respeito (1645-1646) Contos, terças e embaixadas; COD. 7638; COD. 8570; COD. 8571 Luiz Gonçalves de Figueirôa, provedor da fazenda processado em 1593. Perda do Galeão de Malaca no porto de Angra; COD. 11077 — Ensaio sobre a corografia, costumes e governo dos açorianos (1824). Madeira COD. 303; COD. 306; COD. 472 — Lista das freguesias da ilha da Madeira feita no ano de 1744; Lista dos governadores da ilha da Madeira (desde João Gonçalves Zarco seu descobridor até Jorge de Sousa de Menezes - 1420 até depois de 1715)"; COD. 598 — Cultura da vinha - notas de 1832; COD. 599; COD. 600 — Comércio de importação dos Estados de 1798 a 1828; COD. 737; COD. 887 — Corsários franceses em 1556: armada de socorro. Castigo que teve Gaspar Caldeira, Antão Luíz e o piloto Contreiras; COD. 1324-25; COD. 1352 — Árvores de costados das famílias da ilha da Madeira 1764; COD. 2686; COD. 6705 — Vestuários civis e militares (1817); COD. 6705 — Descrição por Paulo Dias de Almeida. Com desenhos; COD. 6999 — Arquipélago da Madeira. Documentos para a História das ilhas deste arquipélago; COD. 7016; COD. 7017; COD. 7210; COD. 7626 — Madeira e Porto Santo. Decretos que lhes dizem respeito (1645-1649); COD. 7704-7706 — Cancioneiro e romanceiro do Arquipélago; COD. 8022 — Colecção das ordens e providências militares, civis e económicas… na ocupação pela força inglesa sob ordens de Clinton (mss in folio, chega a 1815); COD. 8023; COD. 8391 — Registo da antiga Provedoria da Real fazenda, com algumas notícias e sucessos da ilha da Madeira de 1419 a 1775, extinção da Provedoria; COD. 10848; COD. 10926 — reflexões promovidas sobre o estado actual da ilha da Madeira (1814) COD. 10935 — Memórias sobre a creação e aumento do estado eclesiástico na ilha da Madeira, s. d. Instrumentos de descrição Bibliotheca Nacional de Lisboa. Inventário. Secção XIII. Manuscriptos / [José António Moniz]. — Lisboa: Biblioteca Nacional, 1896. Abrange os códices 1-739. Para os códices 741 a 850, existem na Sala de Leitura de Reservados catálogos em fichas de formato internacional. Para os códices a partir do COD. 11353, existe, também na Sala de Leitura de Reservados, um catálogo dactilografado, ordenado topograficamente. Os restantes códices desta colecção estão descritos, juntamente com a colecção de manuscritos, num catálogo dicionário em fichas (autores, títulos e assuntos), incompleto e antiquado. Existe na Sala de Leitura de Reservados um catálogo em fichas, actualizado, com a bibliografia corrente e edições relativas a esta colecção. COLECÇÃO POMBALINA Alguns exemplos: Açores Alfândega — PBA. 454, PBA. 458; Angra. Provisão do Chantre — PBA. 461; Bula da Cruzada — PBA. 632; Câmara contra extracção de trigo (1768) — PBA. 632; Câmbios (1787) — PBA. 462; Colégios de Jesuítas — PBA. 641; Colonos naufragados no Brasil — PBA. 159; Colonos para o Pará — PBA. 159, PBA. 618; Comércio — PBA. 456, PBA. 458; Deportados para a Terceira (1810). Lista — PBA. 686; Descrição das Ilhas — PBA. 105; Governo de D. Antão de Almada (1766) — PBA. 616; Ilha de São Miguel — PBA. 458, PBA. 475, PBA. 645, PBA. 649; Idem. Armada do conde de Essex (1597) — PBA. 490; Idem. Doações a D. Rodrigo da Câmara — PBA. 669. Idem. Fazenda — PBA. 458. Idem. Memorial de J. Medeiros da Costa e Albuquerque — PBA. 649; Ilha Terceira — PBA. 93, PBA. 122, PBA. 686; Idem. Deputados de 1810 — PBA. 686; Idem. Descrição da ilha por António do Couto — PBA. 105; Idem. Regimento do Governador — PBA. 122; Idem. Terremoto — PBA. 686; Luiz Mendes de Vasconcellos em S. Miguel — PBA. 645; Moeda estrangeira — PBA. 466; Monopólio de trigos — PBA. 455, PBA. 632; Navegação livre — PBA. 456; Ordenanças em S. Miguel — PBA. 475; Passaportes. Lei — PBA. 453; Pescarias — PBA. 464, PBA. 468; Representações das Câmaras (1720) — PBA. 472, PBA. 632; Terremotos — PBA. 686. Ilha da Madeira Administração eclesiástica — PBA. 458, PBA. 633; Agravo de M. Gomes Camacho — PBA. 475; Águas de rega. Pleito — PBA. 472; Alfândegas — PBA. 454, PBA. 472; Bispado do Funchal. Leis — PBA. 461; Bispo contra Governador (1805) — PBA. 633; Bispos do Funchal — PBA. 499; Certamen Literário (1728) — PBA. 126; Colonos para o Brasil — PBA. 458; Comércio da Madeira e Açores — PBA. 458; Conde de Vila Franca e Gonçalo Vaz — PBA. 644; Contratos dos dízimos da Alfândega — PBA. 472; Convenção de 1808 com os ingleses — PBA. 685; Correspondência oficial (1763-65) — PBA. 458; Curral das Freiras, freguesia nova — PBA. 463; Curral d’El-Rei, prazo — PBA. 504; Descrição Histórica da Madeira — PBA. 475; Dinamarqueses comerciantes — PBA. 458; Doação de Machico — PBA. 458; Famílias nobres — PBA. 270, PBA. 271, PBA. 296; Fazenda — PBA. 453, PBA. 454, PBA. 458, PBA. 460, PBA. 461, PBA. 462, PBA. 465, PBA. 466, PBA. 472; Fome em Porto Santo — PBA. 459; Fortificações — PBA. 458; Galera Santo Ambrozio — PBA. 655; Informação secreta: o que é a ilha e como deve portar-se o novo governador (17…) — PBA. 526; Ingleses contra espanhóis no mar — PBA. 656; Ingleses ocupam a ilha — PBA. 651; Idem. Restituição (1808) — PBA. 642; Ingleses presos — PBA. 638; Ingleses, questão de vinhos — PBA. 634; Jesuítas. Colégios — PBA. 474, PBA. 475, PBA. 641; Jesuítas. Ribeira Brava, pleito — PBA. 475; Juiz do Povo processado — PBA. 457; Juiz de resíduos — PBA. 461; Naufrágio de ingleses e suecos (1774) — PBA. 459; Nobiliários — PBA. 270, PBA. 271, PBA. 296; Passaportes. Leis — PBA. 453; Patrão-mor do Funchal — PBA. 465; Pescarias — PBA. 464, PBA. 468; Petições várias — PBA. 458; Pipas aferidas — PBA. 466; Presas marítimas — PBA. 460; Prisão de homiziados — PBA. 647; Propinas a diversos — PBA. 460; Protesto de Balthazar Radich — PBA. 683; Restituição pelos ingleses (1808) — PBA. 642; Salinas — PBA. 464; Terremoto de 1748 — PBA. 475. Ilha de Porto Santo — PBA. 453, PBA. 459, PBA. 527. Instrumentos de descrição: Bibliotheca Nacional de Lisboa. Inventário. Secção XIII. Manuscriptos / [José António Moniz]. — Lisboa: Biblioteca Nacional, 1889. Contém um índice de assuntos e um índice de autores. MANUSCRITOS AVULSOS Alguns exemplos: Açores MSS. 5, nº 12; MSS. 16, nº 41; MSS. 30, nº 207; MSS. 31, nº 42; MSS. 35, nº 16; MSS. 43, nº 24; MSS. 207, nº 124; MSS. 224, nº 255-257; MSS. 225, nº 126-127. Madeira MSS. 27, nº 146; MSS. 30, nº 50-55, nº 195, nº 199, nº 223; MSS. 41, nº 31; MSS. 43, nº 6, nº 8, nº 9; MSS. 45, nº 37; MSS. 72, nº 8; MSS. (ou PGS?). 73, Nº 6; MSS. 98, nº 122; MSS. 199, nº 91; MSS. 203, nº 46; MSS. 219, nº 29; MSS. 235, nº 44… Instrumentos de descrição: Para os manuscritos a partir do MSS. 250, nº 25, existe na Sala de Leitura de Reservados um catálogo dactilografado, ordenado tipograficamente. Os restantes manuscritos desta colecção estão descritos, juntamente com os códices, num catálogo dicionário em fichas, incompleto e antiquado. " Área de impressos da "Divisão de Reservados Exemplos: Res. 1472-74 A; Res. 1530 A; Res. 1591 A — Frank Dillon Sketches in the island of Madeira (…), Londres, 1850; Res. 1734 (7) V; Res. 2034; Res. 2131 (17) V — Manuel Caetano César de Freitas Representação ao Supremo Governo Provisório da Ilha da Madeira(…), Lisboa, 1821; Res. 2422 V — A report of the truth of the fight about the Isles of Açores, Londres, 1591; Res. 2351 V — T. A. (captain Light Dragons) History of the Azores (…), Londres, 1813; Res. 2518 V; Res. 2957 V; Res. 2963-64 V — Thomas Edward Bowdich Excursions dans les isles de Madere et de Porto-Santo (…), Paris, 1826; Res. 3205 (9) P; Res. 3205 (11) P — Sebastião José Xavier Botelho História verdadeira dos acontecimentos da Ilha da Madeira (…), Lisboa, 1821; Res. 3205 (14) P; Res. 3301 (3) P; Res. 4066 P — Antonio de Herrera Cinco libros de Antonio de Herrera de la Historia de Portugal (…), Madrid, 1591; Res. 4156 P. BIBLIOTECA DA AJUDA Endereço : Ala Norte do Palácio Nacional da Ajuda 1300 Lisboa Horário — 2ª a 6ª feira: 10H30-17H00 A consulta dos manuscritos da Biblioteca da Ajuda relacionados com a história dos Açores e da Madeira encontra-se facilitada pelas referências contidas num inventário manuscrito de autoria da Sr.ª Dr.ª Conceição Geada. Transcrevem-se em seguida algumas cotas onde se podem encontrar documentos relativos aos Açores e à Madeira: Arquipélago dos Açores 44-XII-16; 44-XIII-8, 32, 52; 44-XIV-1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 46-IX-11, 14; 46-XIII-23 47-VIII-2, 4, 6, 7, 8, 10, 14, 15, 16, 17 49-V-8 50-I-53; 50-III-11; 50-IV-1, 3; 50-V-22, 37, 39 51-II-15, 24, 26, 71; 51-IV-33; 51-V-17, 44, 71, 79, 84; 51-VI-19, 21, 25, 30, 42, 43, 45, 52; 51-VII-32, 46, 57; 51-VIII-4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 16, 17, 18, 19, 21, 22, 25, 26, 29, 30, 43; 51-IX-4, 7, 18, 23, 28, 33, 34, 38, 42; 51-X-1, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 19 52-IX-26 54-IV-34; 54-V-12; 54-VI-12; 54-VII-1, 2, 3, 6, 7, 9, 10, 14, 24; 54-VIII-19, 31, 36, 37, 38; 54-IX-6, 7, 10, 18, 24, 42, 45, 46, 47, 52, 53, 54; 54-X-2, 4, 7, 8, 9, 14, 17, 18, 20, 23, 31, 32, 33; 54-XI-1, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 13, 28, 29, 36, 38, 43, 45; 54-XIII-3, 4, 8, 15, 16, 17, 21, 22, 25, 28, 32 Madeira e Porto Santo 44-XII-16; 44-XIII-26, 32; 44-XIV-1, 2, 3, 6, 7, 8, 9, 10, 23 46-IX-11; 46-X-14; 46-XI-6, 12; 46-XIII-23 47-VIII-11, 16, 17, 18 49-III-56 50-I-31; 50-IV-1 51-II-13, 26, 70; 51-IV-33; 51-V-71, 79, 84; 51-VI-1, 2, 6, 7, 19, 21, 30, 40, 43, 46, 52; 51-VII-15, 32, 57; 51-VIII-4, 6, 7, 8, 9, 11, 15, 17, 18, 19, 21, 22, 26; 51-IX-6, 23, 31, 32, 33, 39; 51-X-1, 2, 4, 5, 7, 8, 28; 51-XI-34 52-IX-26 54-V-12, 24; 54-VI-12, 9, 53; 54-VII-1, 3, 9, 10, 46; 54-VIII-6; 54-IX-4, 5, 18, 37, 42, 45, 46, 47, 53, 56; 54-X-7, 9, 15, 17, 20, 31, 32, 33; 54-XI-3, 4, 6, 9, 10, 15, 23, 28, 38, 44; 54-XIII-3, 6, 15, 17, 22, 26, 32, 38, 44, 46 Veja-se também a cota 15-XII-28 (impresso): CORDEIRO, António, História Insulana das Ilhas a Portugal sugeytas no Oceano Occidental, Lisboa, 1717. ARQUIVO GERAL DA MARINHA Localização: Instalações Navais de Alcântara Praça da Armada 1300 Lisboa Telefone: 3963461 Horário — 2ª a 6ª feira: 9H00-12H00; 13H30-17H00 Fundos documentais do Arquivo Histórico com interesse para o estudo da História dos arquipélagos dos Açores e da Madeira: A) Códices I A. Livros provenientes do Arquivo Histórico Ultramarino Direcção-Geral da Marinha Registo de correspondência da 1ª Direcção. 1ª Repartição. Recrutamento marítimo. Departamento do Centro, Norte, Sul e Açores (1860-62). Registo de correspondência da 1ª Direcção. 1ª Repartição. Recrutamento Marítimo. Departamento dos Açores (1861-63). Comando-Geral da Marinha Registo de entrada de navios e embarcações no Porto de Lisboa (1840-41; 1883-84). Navios Registo de derrotas do brigue Douro. Diário do comandante na viagem para as ilhas de S. Miguel, Madeira e Cabo Verde e regresso pelas ilhas Brava, Faial, Terceira e S. Miguel (1844-46). V. tb. Diários Náuticos de vários navios. Recibos das embarcações que levaram despachos para a ilha da Madeira, ilhas dos Açores, Cabo Verde e Rio de Janeiro (1813). A) Códices II Aviação Naval Centro de Aviação dos Açores (s. XX). Comandos Navais Comando da Defesa Marítima dos Açores (s. XX); Comando da Defesa Marítima da Horta (s. XX). B) Documentação Avulsa Alfândegas: Funchal (1868-94), cx. 6; Horta (1855-1908), cx. 6; Ilha das Flores (1851), cx. 6; Ilha Graciosa (1851), cx. 6. Arsenal Naval e Militar da Ilha da Madeira (1836-37), cx. 13. Associação Comercial dos Açores (1883-1908), cx. 49. Associação Comercial do Funchal (1885-1903), cx. 49. Câmaras Municipais. Açores: Angra do Heroísmo (1883-88), cx. 84; Calheta (1883), cx. 84; Corvo (1893), cx. 84; Flores (1871-1883), cx. 84; Graciosa (1883), cx. 84; Horta (1867-96), cx. 84; Lajes do Pico (1873-1877), cx. 84; Santa Maria (1883), cx. 84. Madeira: (1833-79), cx. 84. Capitanias. Açores: Angra do Heroísmo (s/d-1839-1910), cx. 85; Calheta (1868), cx. 85; Corvo (1898), cx. 85; Horta - Faial (1840-1910), cx. 85/88; Pico (1864-1909), cx. 88; Ponta Delgada e São Miguel (1839-1910), cx. 88/89; Vila das Velas (1851-58), cx. 89. Madeira: Funchal (s/d-1838-1910), cx. 89/90; Machico (1900), cx. 90; Porto Santo (1898), cx. 90. Departamentos Marítimos. Açores (1863), cx. 190. Empresa Insulana de Navegação (s/d-1880-1909), cx. 218. Empresa de Navegação para África, Açores e Algarve (1865-1905), cx. 221. Entrada e saída de navios nos portos de: Angra (1832-1910), cx. 224/225; Cais do Pico (1888-1910), cx. 227; Calheta-S. Jorge (1893-1905), cx. 227/228; Corvo (1884-1910), cx. 229; Faial (1839-1910), cx. 231/232; Funchal (1838-1910), cx. 233/235; Graciosa (s/d-1888-1908), cx. 236/237; Horta (1839-1910), cx. 237; Ilha das Flores (1890-1907), cx. 237; Ilha do Pico (1893-98), cx. 237; Ilha das Flores e Corvo (1865), cx. 237; Lajes do Pico (1905-10), cx. 237. Escola de Pilotagem de Ponta Delgada (1895), cx. 307. Estação de Saúde na Horta (1868-1910), cx. 316. Estatística geral dos navios mercantes nacionais nas diferentes praças do Continente, do Reino e Ilhas Adjacentes (1863-1874), cx. 323. Expedições: Açores (1823-30), cx. 324; Ilha da Madeira (1823-32), cx. 324; Liberal (1832-1833), cx. 324. Governadores. Açores: Faial e Horta, cx. 336. Madeira, cx. 336. Governos Civis. Açores (s. XIX-XX), cx. 336. Madeira (1844-91), cx. 337. Ilha da Madeira (s/d-1800-1853), cx. 348. Intendência de Marinha dos Açores (s/d-1834-1870), cx. 358. Navegação. Vapor para a Madeira e Algarve (1873), cx. 461. V. tb. Navios. V. tb. Navios mercantes portugueses. Porto Artificial do Faial (1884-1910), cx. 967; Porto Artificial do Funchal (s/d-1860-1902), cx. 967; Porto Artificial da Horta (s/d-1866-1906), cx. 967; Porto Artificial de Ponta Delgada e Horta (s/d-1868-1910), cx. 967. Santa Casa da Misericórdia dos Açores (1839-1840), cx. 1247. Ultramar. Açores (s/d-1823-1909), cx. 1339. Madeira (1836-1909), cx. 1340. Uniformes e fardamentos (s/d-1700-1910), cx. 1343/1344. D) Sección de Cartografia Portuguesas. Continente, Açores, Madeira (…) (1883-1982). ARQUIVO HISTÓRICO MILITAR Endereço: Museu Militar Largo dos Caminhos de Ferro 1196 Lisboa Codex Telefone: 8882131/9 Horário — 2ª a 6ª feira: 9H45-12H30; 14H00-17H00 A documentação encontra-se organizada em três conjuntos temáticos que se denominam "divisões". A 1ª Divisão agrupa os documentos relativos às campanhas na Metrópole e na Europa o os factos ocorridos em períodos intermédios. A 2ª Divisão divide-se em dez secções: nove com documentação relativa a cada uma das antigas províncias ultramarinas e uma que reúne documentos comuns a mais de uma de elas. A 3ª Divisão reúne documentos de diversa proveniência. As três divisões agrupam vários fundos e colecções arquivísticas que se designam genericamente por "secções". Para o conhecimento cabal dos fundos documentais deste arquivo veja-se: Arquivo Histórico Militar, Lisboa, 1978, e também "Índice onomástico, didascálico, temático e toponímico dos trabalhos publicados nos primeiros 60 volumes [do Boletim do Arquivo Histórico Militar]", Boletim do Arquivo Histórico Militar, LX, 393-460. CENTRO DE ESTUDOS ARQUEOLÓGICOS DE ENGENHARIA MILITAR Endereço: Travessa das Freiras, nº 2 Campo de Santa Clara 1100 Lisboa Telefone: 8861151 Horário — 2ª a 6ª feira: 14H30-16H30 Os fundos documentais deste arquivo compõem-se essencialmente de cartas geográficas, desenhos, mapas e plantas, fruto da actividade desenvolvida pela Engenharia Militar. Como instrumentos de pesquisa documental existem na Sala de Leitura cinco volumes dactilografados com índices por assuntos, onde se inclui informação respeitante à espécie documental em questão e cota: Vol. I — Fortificações; Vol. II — Carreiras de tiro, edifícios, edifícios militares, estabelecimentos, hospitais, paióis, prédios militares, propriedades, propriedades militares, quartéis, servidões, tombação; Vol. III — Barras, cartografia, costas, hidrografia, triangulação; Vol. IV — Divisão administrativa, divisão judicial, divisão militar, itinerários, reconhecimentos, operações militares, transmissões; Vol. V — Caminhos de ferro, canais, construção civil, estradas, hidráulica, pontes, portos, urbanização. Informação complementar e detalhada encontra-se nos ficheiros da Sala Leitura. Alguns exemplos da muita documentação existente sobre os Açores e a Madeira: nº 284 — "Planta do Porto de Angra com os castellos e baterias que fazem a sua defeza. Levantada por ordem do Ill.mo Ex.mo Snr. Brigadeiro João Maria Xavier de brito. Em Janeiro de 1822 pelo tenente-coronel Eng.º José Carlos de Figueiredo". nº 286 — "Planta do Castello de S. João Baptista e a cidade de Angra, capitão das Ilhas dos Açores feitas por ordem do Ilmº e Exmº Senhor Conde de S. Lourenço, Cappitam General e Governador destas Ilhas pello Sargento Mor do Real Corpo de Engenheiros José Rodrigo d’Almeida, em 1805". nº 287 — "Planta das Forteficações e Bahías da Ilha do Fayal: levantada pelo Sarg.to Mor do Real Corpo de Engenheiros Rodrigo de Almeida em 1804". nº 1097 — "Carta esférica das Ilhas dos Açores copiada no Real Archivo Militar por Pedro Celestino Soares, anno de 1826". nº 1097/I — "Planta parcelar do forte da Arrochela na freguesia de S. Mateus da Vila da Praia, Ilha Graciosa". nº 1098 — "Planta e perfil d’uma muralha marítima na Villa de Povoação, Ilha de S. Miguel" (9 Set. 1872). nº 1101 — "Reconhecimento do terreno pelo qual deve passar a Estrada Central na Ilha de S. Miguel (…)" (1841). Por Caetano Alberto Maia. nº 1103 — "Costa da Ilha de S. Miguel desde Ponta Delgada até à Villa de Lagoa". nº 1104 — "Perfil do projecto actual para conclusão e remate do molhe, mostrando as prições e dimensões dos muros de abrigo do caes e terrapleno intermedios" (Junho de 1873). nº 1105 — "Planta do edefficio do extinto convento de S. João em Ponta Delgada e das obras que nelle se fiserão ou se projectão fazer, para servir de quartel ao Batalhão de Caçadores nº 1. Por Jozé Maria da Silva Carvalho, Cappitão Engenheiro, Ponta Delgada (3 Jun. 1838). nº 1109 — "Projecto das alterações que deve soffrer a Igreja do extincto convento da Conceição em Ponta Delgada, a fim de servir de Quartel-General, Por C. A. Maia, Capitão do Corpo de Engenheiros em 1839". nº 1110 — "Planta do actual Quartel de S. João na cidade de Ponta Delgada". (Ass.) Francisco Maria Montano, Capitão do Estado-Maior de Engenharia. Ponta Delgada, 10. Nov. 1863. nº 1111 — "Projecto de Quartel Militar na cidade de Ponta Delgada, para um corpo de seis companhias, feito em Novembro de 1863, por Francisco Maria Montano, Capitão de Estado-Maior de Engenharia". nº 1115 — "Planta do Paiol Geral da Ilha de S. Miguel pelo Capitão do Estado-Maior de Engenharia Francisco Maria Montano, 1853". Copiado no Archivo Militar por J. E. Penaguião, em 1853. Angra do Heroísmo, 6. Ago. 1853. Arquivo Geral da Alfândega de Lisboa Endereço:Rua do Terreiro do Trigo 1100 Lisboa Telefone: 8865921 O núcleo mais directamente relacionado com os arquipélagos da Madeira e dos Açores (e das Canárias) encontra-se inventariado sob o número 115, tanto por Bélard da Fonseca como por Fernando António Fontes Martins. É um conjunto de 18 volumes provenientes da "Alfândega Grande do Açúcar" que contêm "A reformação dos Alfabetos dos primeiros seis extratos das coisas mais consideráveis do livro chamado ‘novo’ e o registo, com seus índices das provisões, alvarás, decretos, regimentos, etc. em razão de se haverem queimado com os próprios livros de registo no incêndio que houve na dita Alfândega depois do terramoto do 1º de Novembro de 1755, tudo composto por ordem do Desembargador António da Costa Freire e mandado continuar pelo Desembargador Francisco Xavier Porcille", na segunda metade do s. XVIII, com o objecto de recuperar os registos e documentos básicos da Alfândega de Lisboa que se perderam no terramoto de 1755. Para os códices aduaneiros portugueses do séc. XIX guardados na Alfândega de Lisboa v. Abrunhosa, João e Lima, Tomás Machado de, Códices Aduaneiros Portugueses do séc. XIX guardados na Alfândega de Lisboa: Angra do Heroísmo Livro de contas correntes (1832-1840), 1 vol.; Papéis avulsos (1839-1849), 2 vols.; Livro de receita geral (1849-1847(sic)), 8 vols.; Livro de rendimento (1853-1856), 2 vols.; Livro de débito e crédito (1854-1855), 1 vol. Faial, Ilha do Receita e despesa (1833-1836), 4 vols.; Escrituração dos ordenados mensais pagos aos empregados (1836-1838), 1 vol.; Contas correntes dos direitos por entrada e saída (1836-1844), 2 vols. Graciosa Receita e despesa (1833-1859); Receita e despesa do cofre da Recebedoria Geral (1834-1836), 1 vol.; Rendimentos (1835-1836), 1 vol.; Rendimento do Conselho (1835-1836), 1 vol.; Livro do imposto do décimo (1836), 1 vol.; Tabelas do Tribunal de Contas (1844-1846), 1 vol.; Livro de direitos de entrada (1850-1851), 2 vols.; Receita Geral (1850-1859), 9 vols. Horta Lançamento dos ordenados (1830-1840), 1 vol.; Suplemento do livro das contas correntes dos direitos de entrada e saída (1839), 1 vol.; Contas correntes de todas as receitas provenientes de Decreto de entradas e saídas (1849-1851), 1 vol.; Caixa das receitas (1851-1854), 2 vols.; Receita (1852-1853), 1 vol.; Caixa (1852-1853), 1 vol.; Receita geral (1856-1858), 2 vols.; Receita despesa geral (1858-1859), 1 vol. Ponta Delgada Receita e despesa (1833-1858), 13 vols.; Contas correntes (1836-1844), 7 vols.; Livro de ordenados (1836-1839), 3 vols.; Receita e despesa geral (1838-1859), 5 vols.; Imposto adicional nos géneros e mercadorias estrangeiras (1841-1842), 1 vol.; Depósitos (1845-1847), 1 vol. S. Jorge , Ilha de Tribunal de Contas (1843-1859), 1 vol.; Direitos de entradas de géneros e mercadorias (1848-1852), 3 vols.; Receita geral (1849-1859), 12 vols.; Receita geral classificada (1850-1856), 5 vols. Funchal Livro dos rendimentos dos direitos por entradas e saídas e despesa geral (1834-1838), 3 vols.; Livro de pagamentos (1837), 1 vol.; Tabelas de ofícios e cobranças enviadas ao tribunal de contas (1837-1860), 1 vol.; Livro de direitos de entradas e saídas e despesa geral (1839-1842), 1 vol.; Direitos de importações e exportações (1843-1845), 1 vol.; Livro de rendimentos de direitos de importação e exportação e despesa geral (18451848), 1 vol.; Receita geral classificada (1845-1859), 7 vols.; Despesa geral (1848-1851), 1 vol.; Livro de rendimentos por importação e exportação e despesa geral (1851-1858), 6 vols. ARQUIVO HISTÓRICO DO TRIBUNAL DE CONTAS Endereço : Avenida da República, nº 65 - r/c 1100 Lisboa Telefone: 7935071, 7936011 Horário — 2ª a 6ª feira: 9H15-12H00; 14H15-17H00 O Arquivo Histórico do Tribunal de Contas encerra documentação de grande interesse para o estudo da História Económica de Portugal (segunda metade do s. XVIII-primeira metade do s. XIX). O núcleo mais importante deste Arquivo é o do Erário Régio (1761-1834), com documentos provenientes da Tesouraria-Mor, das Tesourarias Gerais e das Contadorias Gerais da Corte, Províncias do Reino, Ilhas dos Açores e Madeira e Domínios Ultramarinos. Para este núcleo é de consulta indispensável: MOREIRA, Alzira Teixeira Leite, Inventário do Fundo Geral do Erário Régio, A.H.T.C., Lisboa, 1977, onde se discriminam os seguintes pontos: Contadoria Geral das Províncias do Reino e Ilhas dos Açores e da Madeira Livros Mestre da Contadoria Geral das Províncias do Reino, Ilhas dos Açores e Madeira (1762-1833), 17 vols. Diários da Contadoria Geral das Províncias do Reino e Ilhas dos Açores e Madeira (1762-1784), 15 vols. A.— Cofre de Correntes I. — Províncias do Reino Inventário das rendas na Contadoria Geral das Províncias destes Reinos e Ilhas dos Açores e Madeira (1756-1762), 1 vol. Livros de registo de folhas de ordenados expedidos pelo Conselho da Fazenda ou folhas de assentamento de ordenados, ordinárias, juros e tenças impostas no rendimento dos almoxarifados e alfândegas das Províncias e Ilhas dos Açores e Madeira (1762-1774), 3 vols. Livros dos ordenados que se não pagaram e são depositados no Real Erário na Repartição da Contadoria Geral das Províncias e Ilhas dos Açores e Madeira (17621781), 6 vols. Livros de registo de ordens em forma de provisões e mandados que se expedem pela Contadoria Geral das Províncias e Ilhas dos Açores e Madeira (…) (1764-1833), 15 vols. Livro de registo de ordens expedidas no tempo dos franceses pela Contadoria Geral das Províncias e Ilhas dos Açores e Madeira (Dezembro 1807-Setembro 1808), 1 vol. Livros de registo de cartas de quitação assinadas por Sua Magestade que pela Repartição das Províncias e Ilhas se passam aos Tesoureiros, recebedores e mais oficiais do recebimento da Real Fazenda (1761-1785), 1 vol. Livros da Porta ou Índice dos requerimentos e papéis que vem desta Contadoria Geral das Províncias do Reino e Ilhas dos Açores e Madeira para ver e informar (1775-1834), 9 vols. II.— Ilhas dos Açores e Madeira Livros de registo do balanço da receita e despesa da Capitania das Ilhas dos Açores (1820, 1824-1827), 5 vols. Livro de registo de expediente das Ilhas dos Açores (1815-1834), 2 vols. Livro de entrada das contas, consultas e informações da Junta da Real Fazenda da Capitania das Ilhas dos Açores (1797-1807), 1 vol. Pasta com vários cadernos pertencentes à Madeira e Açores sobre transacções de letras (1804-1811), 1 vol. Livro de registo do Juízo da Comissão de troca de Dinheiro das Ilhas dos Açores segundo Alvará de 8 de Janeiro de 1795, (…) (1795), 1 vol. Compêndio e mapa geral da Comissão de Troca da Moeda das Ilhas dos Açores em execução do Alvará de 8/1/1795, extraído dos livros de escrituração que serviram na dita Comissão (1795-1798), 1 vol. Livro de registo de manifestos apresentados ao Juízo da Comissão de Troca da Moeda das Ilhas dos Açores em execução do Alvará de 8/1/1795 (1795), 1 vol. Livro de registo de entrada de contas, consultas e informações da Junta da Real Fazenda da Ilha da Madeira (1775-1807), 3 vol. Livro de registo de expediente da Ilha da Madeira (1825-1834), 2 vols. Livro de registo de emprazamentos e foros de Próprios da Coroa nas Ilhas dos Açores e Madeira (1826-1829), 1 vol. Livro de registo de provisões e cartas régias dirigidas à Junta da Real Fazenda da Ilha da Madeira (1808-1819), 1 vol. Índice das provisões e cartas expedidas à Junta da Fazenda Real da Capitania da Ilha da Madeira (1774-1789), 1 vol. Livro de consultas e informes da Real Fazenda da Ilha da Madeira (1809-1820), 1 vol. Livro de registo das letras sacadas sobre a Ilha da Madeira (1826-1828), 1 vol. Livro de registo das letras sacadas pela Junta da Fazenda da Ilha da Madeira a favor da Tesouraria do Real Erário (1770-1804), 1 vol. Livro de registo de decretos, provisões, cartas régias e ofícios para a Junta da Fazenda Real da Capitania da Ilha da Madeira (1775-1833), 5 vols. Livro registo de decretos, alvarás, avisos e cartas régias expedidas pela Secretaria de Estado e provisões do Real Erário participadas à Junta da Real Fazenda (1799-1822), 2 vols. Livro de registo de ordens dirigidas à Junta da Real Fazenda da Capitania Ilhas dos Açores ou Junta da Administração e Arrecadação da Real Fazenda das Ilhas dos Açores (1781-1833), 3 vols. B.— Cofre do subsídio literário Livro de contas correntes da arrecadação e rendimentos do subsídio literário dos vinhos, águas ardentes e vinagres das comarcas do Alentejo, Algarve e Ilhas Adjacentes (17731785), 1 vol. C.— Cofre de cativos e igrejas vagas Livro de registo de cartas e avisos expedidos pela Contadoria Geral das Províncias destes Reinos e Ilhas dos Açores e Madeira respeitante aos Cativos (1775-1824), 1 vol. D.— Cofre dos bens confiscados Livro de registo de ordens, provisões e avisos expedidos pela Contadoria Geral das Províncias, Açores e Madeira sobre as restantes dependências dos ex-jesuítas proscritos (1802-1824), 1 vol. Contadoria Geral das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos Livro Mestre da Contadoria Geral das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos (18291833), 1 vol. Livro Caixa de correntes da Contadoria das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos (1829-1833), 1 vol. Livro de registo de informações e representações (1831-1833), 1 vol. Livro de registo de decretos, avisos, portarias e despachos (1828-1832), 1 vol. Livro de registo de ofícios, portarias, provisões e avisos expedidos pela Contadoria Geral das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos (1832-1833), 1 vol. Livro de registo de ofícios e mais expediente respeitante à divida pública escriturada na Contadoria Geral das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos (1828), 1 vol. Livros de registo de decretos, provisões, cartas régias e ofícios expedidos pela Junta da Fazenda Real da Capitania da Ilha da Madeira (1831-1836), 2 vols. Livro de registo de representações e informações particulares privativas da repartição do Expediente das Ilhas Adjacentes (1831-1833), 1 vol. Existem ainda documentos sobre as Ilhas nos seguintes núcleos: Cartórios Avulsos. Como instrumento de pesquisa indica-se: MOREIRA, Alzira Teixeira Leite, Cartórios Avulsos. Inventário Preliminar, Lisboa, 1981 (dactilografado). Tesouro Público e Tribunal de Contas. MOREIRA, Alzira Teixeira Leite, Do Tesouro Público ao Tribunal de Contas. Inventário preliminar dos núcleos existentes no AHTT (1779-1933), Lisboa, 1981 (dactilografado). ARQUIVO HISTÓRICO ULTRAMARINO Endereço: Palácio da Ega Calçada da Boa Hora, nº 30 1300 Lisboa Telefone: 3638019 Horário — 2ª a 6ª feira: 13H30-19H00; sábado: 9H30-12H00 Códices e documentos avulsos referentes às Ilhas dos Açores e Madeira CÓDICES: Ver: FITZLER, M. A. Hedwig, "Códices do extinto Conselho Ultramarino", in Inventário da Secção Ultramarina da Biblioteca Nacional, Lisboa, 1928. Alguns exemplos: Cód. 406 — Registo de Ordens e Ofícios para as diferentes autoridades das Ilhas dos Açores, 1 vol. (1772-1800). Cód. 504 — Registo de consultas relativas a negócios de serviço público (27/III/16356/XI/1636). Cód. 523-Cód. 528 — Registo de Ordens régias, avisos e ofícios relativos ao governo da Ilha da Madeira, 6 vol. (24/II/1753-30/XII/1839). Cód. 529-Cód. 536 — Decretos, alvarás, ordens régias e mais papéis de serviço remetido às diferentes autoridades das ilhas dos Açores (2/VIII/1756?66?-26/XI/1839). Cód. 1162 — "Livro do Funchal" (1673), 1 vol. (O códice traz a nota seguinte: "Encontrado no archivo do extincto Conselho Ultramarino em 12 de Abril de 1889. A. Basto". O códice contem a correspondência que um comerciante dirigiu do Funchal para Lisboa, Maranhão, Amsterdão, etc. (1673-1693). Cód. 1169 — Índex do Livro IV das ilhas do Açores (1800-1803). Cód. 1203 — "Observações sobre a Ilha de S. Miguel recolhidas pela Comissão enviada à mesma Ilha em Agosto de 1825, por Luís da Silva Mouzinho de Albuquerque e seu ajudante Ignácio Pitta de Castro Menezes. Lisboa, na Imprensa Régia, ano de 1826", 1 vol. Cód. 1277 — Carta particular do Governador Manuel Saldanha de Albuquerque. Carta dada a S. M. (…) (1751-1755). DOCUMENTOS AVULSOS: MADEIRA Totais datas extremas: 1562-1859 nº de caixas: 93 Instrumentos de pesquisa: AHU, Inventário Preliminar da Madeira datas extremas: 1562-1859 e s/d nº de caixas:49 CASTRO E ALMEIDA, Eduardo, Archivo de Marinha e Ultramar. Inventário, 2 vols., Coimbra, 1907-1909. (Vol. I: Madeira e Porto Santo, 1613-1819; vol. II: Madeira e Porto Santo, 1820-1833). datas extremas: 1739-1833 nº de caixas: 44 nº de documentos: 12846 AÇORES AHU, Inventário Preliminar dos Açores datas extremas: 1607-1834 nº de caixas: 255 Cartografia e iconografia das Ilhas dos Açores e Madeira CASTRO E ALMEIDA, Eduardo, Catálogo de Mapas, Plantas, Desenhos, Gravuras e Aguarelas, Coimbra, 1908. ACADEMIA DAS CIÊNCIAS DE LISBOA Endereço: Rua da Academia das Ciências, 19 - 1º 1200 Lisboa Horário: 2ª, 3ª 4ª e 6ª feira — 9H30-12H00 /14h15-17H00 5ª feira — 9H30-12H00 A Academia das Ciências de Lisboa encerra dois grandes núcleos documentais: a chamada Série Vermelha também conhecida por "Documentos dos Frades" constituída por manuscritos do fundo proveniente do antigo Convento de Nossa Senhora de Jesus e a Série Azul composta pelos manuscritos que têm vindo a ser incorporados aos fundos da instituição desde 1779 até hoje. São de destacar também as Memórias apresentadas à Academia (s. XVIII-s. XIX) e uma colecção de legislação portuguesa compilada por Francisco Manuel Trigoso de Aragão Morato. Para consultar a Série Vermelha veja-se o seguinte instrumento de trabalho: Catálogo de manuscritos, Série Vermelha, vol. I (nº 1- nº 499), Academia das Ciências de Lisboa, Lisboa, 1978; Catálogo de manuscritos, Série Vermelha, vol. II (nº 500-nº 980), Academia das Ciências de Lisboa, Lisboa, 1986. Nestes dois volumes podemos encontrar referências a alguma documentação de interesse para o tema que temos entre mãos. Ex.: Mss. nº 32 — "Colecção de Papéis, cartas e representações, etc.". "Reflexões sobre a decadência da Ilha da Madeira e modo de a remediar"; Mss. nº 169 — Cópia de uma carta; Mss. nº 677 — "Memória sobre o dinheiro falso que tem corrido nas ilhas no anno de 1795, feita pelo Dezembargador António Luís Borges da Silveira"; Mss. nº 941 — "Descripção do Ilheo de Villa Franca do Campo na Ilha de S. Miguel". A consulta dos fundos da Série Azul leva-nos em primeiro lugar às gavetas dos ficheiros da biblioteca da Academia. Passo a referir alguns dos títulos encontrados: Mss. nº 97 — "Alvará de Lei e Regimento para os Governadores e Capitães Generais da Ilha da Madeira (s. XIX, cópia); Mss. nº 488 — "Avisos para os Governadores e Capitães Generais das Ilhas da Madeira e Porto Santo"; Mss. nº 648 — "Collecção de manuscritos importantes compilados pelo coronel J. P. Cardoso Casado Giraldes na Ilha da Madeira (1814-1824)". "Memória sobre a Ilha de Porto Santo, sua geographia, historia (…)". "Discurso sobre a Ilha da Madeira, pronunciado na Sociedade dos amigos das Sciencias por Luiz António Jardim (…)"; Mss. nº 778 — Regulamento para a defesa da costa da Ilha de S. Miguel (…). 1820. SOCIEDADE DE GEOGRAFIA DE LISBOA Endereço: Rua das Portas de Santo Antão, 100 1100 Lisboa Horário — 2ª a 6ª feira: 10H00-13H00; 15H00-18H00 Os fundos documentais mais importantes são: Secção de Reservados Secção de Cartografia A consulta destes fundos pode ser feita mediante autorização. A Sociedade de Geografia de Lisboa possui ficheiros com índices didascálico, ideográfico e onomástico e alguns índices e catálogos publicados. Exemplos: "Bergantim Galgo" (1793) — documentação manuscrita. "Escuna Andorinha" (1814-1822) — documentação manuscrita. "Escuna Circe" (1817-1820) — documentação manuscrita. "Escuna Ligeira" (1810-1823) — documentação manuscrita. "Escuna Tetis" (1809-1813) — documentação manuscrita. "Escuna Voadora" (1798-1825) — documentação manuscrita. ARQUIVO HISTÓRICO DA CÂMARA MUNICIPAL DE LISBOA Endereço: Paços do Concelho Praça do Município 1194 Lisboa Codex Horário: 2ª a 6ª feira — 14H00-20H00 Para obter dados relacionados com os Açores e a Madeira, ver: Fundo Histórico — Impostos e rendas — Marco dos navios — Este núcleo é formado por 199 códices em que se regista a data da entrada de navios nacionais e estrangeiros no porto de Lisboa, proveniência, carga, receita e despesa do direito de entrada. Cód. nº 1 a nº 60 — Livros de entradas de navios portugueses no porto de Lisboa (17721775-…-1834). Cód. nº 61 — Livro primeiro do movimento dos navios nacionais e estrangeiros no porto de Lisboa (1834-1835). Cód. nº 62 — Livro segundo do movimento dos navios nacionais e estrangeiros no porto de Lisboa (1835-1836). Cód. nº 63 a nº 130 B — Livro das entradas do marco dos navios (1770-1837). Cód. nº 131 a nº 195 — Livro de receita do marco dos navios (1772-1834). OS ROTEIROS DO ATLÂNTICO DESCONHECIDOS ENCONTRADOS NAS BIBLIOTECAS CHECAS Katerina Kozicka Roteiro é um tipo da literatura de marinharia que surgiu em consequência com as necessidades de registar os dados de navegação, de carácter descritivo-técnico. Em dependência com o desenvolvimento da técnica de navegação mudava-se o conteúdo dos roteiros. Os mais primitivos que foram utilizados pelos navegadores do Mediterrâneo mencionaram as distâncias entre os portos e outros lugares de importância nas costas, verificados por estimativa, e os rumos indicados pela Bússola. Para além disso descreveram as costas, as profundidades e naturezas do mar, baixos e outros perigos, recomendaram os portos ou lugares de abastecimento. Com o procedimento das navegações de descobrimentos ao mar livre, sem a terra em vista, a técnica de navegação costeira deixou de ser conveniente. Foi necessário começar a observar as estrelas às noites e o Sol de dia para, através dos cálculos, adquirir os dados de latitudes. Assim foi iniciada a nova navegação chamada oceânica ou astronómica e com ela surgiu um novo tipo do roteiro que ofereceu as novas informações em relação às diferentes condições para a navegação. Continha os dados de latitudes de importantes lugares nas costas marítimas, dos portos, baías e cabos, os dados das distâncias, dos rumos verdadeiros e os valores da declinação magnética. Descrevia o regime dos ventos e correntes dos oceanos e recomendava os ancoradouros mais convenientes. Em comparação com o roteiro tradicional, o novo não descrevia as costas inteiras mas apenas as partes ao longo das quais a navegação se realizou. Podia também recomendar a altura mais conveniente para a navegação ou o curso diferente em relação com os ventos e correntes diferentes ao longo do ano.1) Alguns novos roteiros foram identificados numa fonte importante para a história das viagens marítimas de descobrimento, quer dizer no manuscrito MS c 29, chamado DEROTERO, que foi encontrado na Biblioteca de Dobrovský, administrada pela Biblioteca do Museu Nacional, em Praga,2) e que representa o exemplar mais novo dos sete Livros de Marinharia manuscritos e registados em português. Para além de uma parte do relato sobre a viagem para as Filipinas empreendida em 1564 por Legazpi e Urdaneta; de uma parte náutica inclusive as regras graficamente apresentadas de carácter cosmográfico; e de uma parte que documenta os conhecimentos de então referentes aos remédios recomendados para as doenças apanhadas a bordo; a maioria do DEROTERO é constituída pelos roteiros que descrevem a costa ocidental da África, a Carreira da Índia, a costa do Índico e o Oriente, a rota ao Mar das Caraíbas, Nova Espanha e Peru, e inclui também um grupo dos roteiros de Flandres.3) Dos roteiros incluídos no manuscrito de Praga e que contêm os dados de navegação referentes à área do Atlântico vou referir-me, nesta comunicação, aos que descrevem a costa ocidental africana, aos capítulos - Roteiro da ponta do Cabo Verde E toda Sua Costa E conhecenças Entradas de baças E braças ate as Ylhas brauas (fls. 37r-72r), Roteiro do Ryo das galinhas Ate o cabo das palmas por toda a costa da malageta (fls. 73r-79r) e Roteiro desta cidade de Lyxboa - pera a yndia E do cabo da esperança pera todo o descuberto (fls. 1r-4r). Quanto ao primeiro roteiro, descreve a navegação ao longo da costa ocidental africana a partir da Península do Cabo Verde até ao Cabo da S.ta Ana que se encontra atrás do actual Cabo de Sierra Leoa. A descrição detalhada está dedicada no roteiro à área do Rio de Berbecim (do actual Salum River), da Península de Cabo Verde, dos Rios Joala, Gâmbia, de São Pedro, de Casamansa, de S. Domingos (actual Rio de S.Cacheu), do Cabo Roxo, da boca do Rio Grande (hoje Rio Geba), menciona as Ilhas de Jeta e Bissau, o Arquipélago dos Bijagós e continua com a descrição dos pontos importantes na costa do actual estado da Guiné e Serra Leoa até ao Cabo Ledo (Cape Sierra Leone) e termina com as Ilhas Bravas (Banana Islands) que se encontram ao sudoeste da Península Sierra Leone.4) capítulo contém também uma menção sobre as povoações de Cacheu e Bogendo5) que funcionaram como centros portugueses do comércio com os escravos, marfim, arroz, etc., e sobre uma fortaleza que o rei português mandou construir para se resgatar o oiro.6) O roteiro contém as informações detalhadas sobre a costa marítima, os sinais que indicam a presença de baías, cabos e ilhas, o aspecto do fundo do mar, a existência da flora e fauna marítima, o acesso aos portos e suas profundidades, os baixos e outros perigos. Não contém as informações sobre as latitudes nem as direcções do vento e das correntes marítimas; não se encontram os dados sobre a distância e rumos entre os pontos da costa. Todo o texto está escrito em forma das instruções náuticas dirigidas ao leitor, apenas no fim do roteiro encontra-se uma menção sobre a participação do autor na navegação que de repente continua a escrever o texto na primeira pessoa sobre a sua própria experiência durante o percurso.7) O roteiro não está datado nem rubricado pelo autor. Comparando-o com os roteiros portugueses da segunda metade do século XVI e do século XVII que descrevem a costa ocidental africana8), tem semelhança nas primeiras páginas das folhas 37r-43r com o Roteiro da Costa de Guiné que está incluído no capítulo Derrota do Cabo Verde, Rios de Guiné, Serra Leoa, até aos Baixos de Sancta Anna, e Mina (fls. 31v-42v) que faz parte do texto de António de Mariz Carneiro.9) O texto do capítulo do DEROTERO é mais extenso do que o trabalho de Carneiro que podia servir ao escrivão desconhecido como modelo para parafrasear a parte inicial do roteiro de Praga. Entretanto pressupõe-se que serviu como modelo para os dois textos outro roteiro desconhecido. Nas folhas 43r-48r está ainda conservada pelo menos a estrutura do trabalho de Carneiro mas desaparece gradualmente até altura em que quando outro escrivão utilizou como modelo para a transcrição provavelmente de algum texto de outro trabalho desconhecido. Não é possível excluir a possibilidade de que o escrivão-navegador começou a completar o texto partindo da sua própria experiência adquirida durante a viagem a bordo. A relação do capítulo do DEROTERO com o trabalho de Carneiro confirma o facto de que o texto do roteiro contém os topónimos utilizados pela primeira vez por Carneiro. Há alguns topónimos que não estão incluídos no texto de Carneiro mas sim no de Donelha e Almada8). É de admitir, portanto, que o texto de algum destes autores não foi desconhecido ao autor do roteiro de Praga. Em comparação com este capítulo, as notas muito mais detalhadas sobre o comércio encontram-se no Roteiro do Ryo das galinhas Ate o cabo das palmas por toda a costa da malageta (fls. 73r-79v). Descreve a costa ocidental africana a partir da Península Sierra Leone até ao Cabo das Palmas. Este roteiro é muito interessante quanto à variedade das informações. O roteiro é resumido na descrição de navegação ao longo da costa. Nas primeiras duas folhas menciona apenas os Baixos de Santa Ana, a boca do Rio das Galinhas, continua ao redor do Cabo do Monte e Cabo Mesurado até ao Rio Mesurado e Rio dos Cestos, e termina com o Cabo das Palmas.10) O roteiro contém informações sobre a costa, inclusive os cabos e as fozes dos rios, e menciona os sinais especiais que indicam a aproximação. Contudo, não existem dados sobre o fundo do mar, a flora e fauna, o acesso aos surgidouros e a profundidade. Também não menciona as latitudes mas refere sobre as direcções do vento e correntes marítimas, os baixos e outros perigos que podem acontecer durante a navegação. Depois da introdução geográfica seguem as instruções por onde navegar em função do tempo durante o ano. A partir do mês de Outubro até Fevereiro recomenda navegar ao longo da costa há uma légua da terra, pois naquela altura os ventos sopram do continente em direcção ao mar e as correntes marítimas seguem a costa em direcção ao equador (trata-se da acção da Corrente Marítima de Guiné). Ainda, o autor alerta que se o navio afastar-se há duas léguas da costa, vai ser apanhado pela corrente oposta que o levará ao sudeste, quer dizer justamente ao contrário ao rumo do navio (o autor menciona sobre o perigo da Corrente Equatorial Sul).11) Nos outros meses do ano recomenda a navegar o mais longe possível da costa, pois nesta área há tormentosas, chuvas e ventos.12) Depois um autor desconhecido explica que não descreve a costa a partir do Cabo das Palmas até ao Rio de Lagos, i.e. Costa do Marfim e Costa da Mina, ‘’por que he nauegação que não cumpre a naos merchantes por ser nauegacam (sic) da carreira da mina pera onde não nauegam senão armadas del Rej ...’’.13) Aqui o autor alude ao monopólio do comércio do Rei com o oiro.14) Igualmente não menciona a costa então chamada Costa dos Escravos situada entre o Rio de Lagos e o Cabo Formoso, nem a costa que continua até à Angra d’El Rei porque "sam costas e Rios e Resgates de todos conheçidos".15) A parte seguinte do roteiro contém as informações sobre ‘’Resgates de cada Ryo e dadiuas del Rey e de fidalgos.’’ Na introdução à parte comercial o autor apresenta a lista das coisas em troca das quais é possível realizar o comércio: ‘’... a principal mercadoria que as-de leuar ha-de ser ygo que se chamão buzios da yndia muita cantidade delle e coral o mais que poderes e o mais //E o mais (sic) groso e manilha de latam das que vam pera a mina algum vinta quatrem vermelho algum Ruam aluo alguma margarideta não muita e com ysto se faz a armação e roupa e pedra’’.16) Depois continua a enumerar a quantidade necessária de cada artigo destinado ao comércio em Benim para ser trocado por panos. É interessante que no texto não há nenhuma menção sobre a venda dos escravos, comércio local de uma grande importância que se realizou entre Benim e Mina. Segue a parte que indica o volume de um caravelão, quer dizer quanto de cada produto destinado ao comércio com os membros da nação dos "yabus" possibilita levar um caravelão. O texto apresenta os preços de cada produto, isto é quanto custa uma galinha e quantas galinhas são necessárias para um pano em função da sua qualidade. Não faltava a recomendação de que em cada missão comercial deve se oferecer um presente ao representante mais alto do Povo. No fim da parte referente ao comércio com os membros do tribo dos "yabus" aconselha a levar também um intérprete, "huma lingoa omem ou molher que saiba muito bem falar a lingoa"17) , e que o navio deveria ser bem reparado e preparado para a próxima viagem. Outra parte do roteiro menciona o comércio no Rio Real, i.e. no rio actual de Calabar. Segundo o escrivão desconhecido não se vende lá nada mais do que "escrauos e azeite e ysteras" e que o artigo se troca por manilhas. O último comércio do qual o roteiro se ocupa é acerca dos membros do tribo de "anbous". O resgate realiza-se na ilha de Mocanbo a troco de manilhas de latão e de cobre pelas quais é possível receber além das galinhas outros mantimentos como azeite e malagueta vermelha. No fim de todo o roteiro o autor começa a referir na primeira pessoa como "eu". Refere que já não é necessário descrever toda a costa a partir do Cabo Formoso até Benguela, pois trata-se da costa sem perigos. Entretanto, avisa apenas sobre dois lugares problemáticos para a navegação. Até ao mesmo aconteceu-lhe que o seu navio naufragou na angra de Nazaré. Segundo o autor outro lugar também perigoso é ao aproximar-se ao Cabo de Lopo Gonçalves. Os dois capítulos do DEROTERO em cima referidos estão acompanhados pelas chamadas vistas da costa, na maioria dos casos sem qualquer comentário ao texto. Apenas na fl. 61v encontra-se a inscrição Calaxaqua fuj e na fl. 62r Calaxaquafuj e cagaluma. Outros desenhos dos relevos da costa vista do mar, coloridos a mão, representam o Cabo do Monte (fl. 74v), as montanhas do Rio dos Cestos (fl. 75r), as montanhas que indicam a presença do Cabo das Palmas (fl. 75v), e a Ilha de S. Príncipe (fl. 79r). Outro roteiro do manuscrito de Praga que se refere à área do Atlântico, embora parcialmente, é intitulado Roteiro desta cidade de Lyxboa - pera a yndia E do cabo da esperanca pera todo o descuberto (fls. 1r-4r). Trata-se do roteiro típico da chamada Carreira da Índia ou Cabo da Rota18). Descreve a navegação de Lisboa ao redor da Ilha da Madeira, passa pelas Ilhas das Canárias, quer dizer Ilha das Palmas. Depois, a navegação recomendada continua, devido aos efeitos dos ventos do sudeste, ao Cabo de Santo Agostinho. Outra mudança do curso realizou-se passando as Ilhas de Tristão da Cunha donde foi possível navegar graças a vento ocidental até ao Cabo de Boa Esperança. A parte do roteiro que trata da descrição da navegação pelo Índico já não é tão resumida. Depois de dobrar o Cabo de Boa Esperança menciona duas possibilidades da navegação por dentro, i.e. pelo Canal de Moçambique ao longo da Ilha de Moçambique em direcção às Ilhas das Comores, ou por fora, quer dizer ao longo da costa oriental da Ilha de S. Lourenço. Segue a descrição da navegação ao redor do Cabo das Agulhas, Cabo do Infante, Cabo Talhado, ao longo da Baía Fermosa, os Ilheus Chãos, a Ponta Primeira da Terra do Natal, a Ponta Derradeira da Terra do Natal, a Terra dos Fumos, Cabo das Correntes e Ilhas das Comores que são, no roterio de Praga, consideradas pela Ilha de Camarão. O roteiro menciona os Ilheus Queimados que ficam perto da costa ocidental da Índia e os Baixos de Pádua que se encontram ao norte do arquipélago das Laquedivas. O roteiro termina com a lista das latitudes dos portos de importância na costa ocidental da Índia: Goa, Batecala, Cananor, Calecute, Cochim, Coulão, Travancor, Cabo de Camorim e Ilha de Angediva.19) Ao lado dos dados sobre as latitudes dos lugares convenientes à abordagem, o roteiro contém também as indicações dos verdadeiros rumos e distâncias entre os portos, e da direcção do vento. Não informa sobre as correntes marítimas e o fundo do mar. Para além de uma referência sobre o Vasco da Gama e a sua segunda viagem à Índia (fl.3r), no texto já não há outros dados sobre o piloto ou capitão de outra expedição, nem o autor ou escrivão do roteiro. Se compararmos o roteiro do manuscrito de Praga com os roteiros portugueses da Carreira da Índia do século XVI e a primeira metade do século XVII20) é possível concluir que o capítulo sobre a Carreira da Índia, encontrado no DEROTERO, é a cópia do mesmo roteiro incluído nos Livros de Marinharia de João de Lisboa21) e André Pires22). Estes três roteiros diferem-se na maioria dos casos nos dados referentes aos rumos, às distâncias entre os portos e outros lugares, e as latitudes. Para concluir, os roteiros acima referidos não contêm nenhum dado sobre o seu autor ou escrivão nem a data. Os três roteiros foram transcritos pelo punho do mesmo autor provavelmente na segunda metade do século XVI embora e a primeira do século XVII. O roteiro da Carreira da Índia do manuscrito de Praga provém do capítulo dos Livros de Marinharia de João de Lisboa e André Pires. O que diz respeito ao roteiro a partir da Península do Cabo Verde até às Ilhas Bravas, a parte inicial foi parafraseada do capítulo ‘’Roteiro da Costa da Guiné’’ de autoria de António de Mariz Carneiro, entretanto prossupõe-se que serviu como modelo para os dois textos outro roteiro desconhecido. Quanto ao roteiro a partir da Península de Sierra Leone até ao Cabo das Palmas não foi encontrado, por enquanto, semelhante a este, contudo é de destacar o seu carácter comercial. O roteiro confirma o interesse dos navegadores à estas áreas que foi exclusivamente comercial. Não devemos deixar de mencionar o facto de que os referidos roteiros representam exemplos de roteiros oceânicos, no caso do roteiro da Carreira da Índia roteiros atlânticos ou de navegação quanto aos outros dois roteiros que demonstram as características transicionais entre os que se utilizaram no Mediterrâneo e os Oceânicos. REFERÊNCIAS 1)Vd. Avelino Teixeira da Mota, A arte de navegar no Mediterrâneo nos séculos III-XVII e a criação da navegação astronómica no Atlântico e Índico, sep. Anais do Clube Militar Naval, Lisboa, 1957; idem, A evolução da ciência náutica durante os séculos XV-XVI na cartografia portuguesa da época, Separata III - Secção de Lisboa, Agrupamento de Estudos de Cartografia Antiga, Junta de Investigações do Ultramar, Lisboa, 1961, idem, Evolução dos roteiros portugueses durante o século XVI, Discursos e Comunicações, Estudos de Cartografia Antiga, Coimbra, 1970, pp. 201-228; Luís M. de Albuquerque, Curso de História da Náutica, Coimbra, 1972, p. 257. Derotero, manuscrito MS c 29, Biblioteca de Dobrovský, antiga Biblioteca de Nostitz, Praga. Comp. Josef Vítezslav Simák, Rukopisy majorátní knihovny hr. z Nostitz a Rhienecka v Praze (Manuscritos da Biblioteca dos Condes de Nostitz e Rhieneck em Praga), Praga, 1910, no. 118. Vd. Josef Polisenský, Simona Binková, As fontes para a história dos descobrimentos portugueses na Checoslováquia, A Abertura do Mundo. Estudos de história dos descobrimentos europeus, Lisboa, Editorial Presença, 1987, vol. II, pp. 183-189; Katerina Kozická, Um manual português para os navegadores da segunda metade do século XVI da Biblioteca de Dobrovský (outrora Nostitz) em Praga, Ibero-Americana Pragensia, XXI, Praga, 1987, pp. 175-177; idem, Outras fontes referentes à história de viagens de descobrimentos na Biblioteca de Dobrovský em Praga, Ibero-Americana Pragensia, XXIV, Praga, 1990, pp. 279-287; idem, Uma notícia sobre a expedição de Legazpi para as Filipinas achada em Praga, Ibero-Americana Pragensia, XXV, Praga, 1991, pp. 117-137; idem, O interesse pelo Novo Mundo do ponto de vista dos navegadores na segunda metade do século XVI, Ibero-Americana Pragensia, XXVI, Praga, 1992, pp. 259-262; idem, A repercussão da expansão atlântica nos documentos checoslovacos dos séculos XV-XVII, Actas do III Colóquio Internacional de História da Madeira, Funchal, 1992, pp. 795-800; Simona Binková, Katerina Kozická, El dominio marítimo español en los materiales cartográficos y náuticos de Praga, Suplemento de Anuário de Estudios Americanos, Tomo XLIX, No.1, Sevilla, 1992, pp. 47-54. 4) No que se refere à toponímia da costa ocidental africana vd. Abel Fontoura da Costa, Descobrimentos portugueses no Atlântico e na costa ocidental africana do Bojador ao Cabo de Catarina, Congresso do Mundo Português - Publicações, vol. II, tomo 1, Lisboa, Secção de Congressos, 1940, pp. 243-286; Avelino Teixeira da Mota, Topónimos de Origem Portuguesa na Costa Ocidental de África. Desde o Cabo Bojador ao Cabo de Santa Catarina, Bissau, 1950, comunicação para o Colóquio Internacional de Estudos Luso-Brasileiros, No. 17; idem, A Descoberta da Guiné, Boletim Cultural da Guiné Portuguesa, vol. I, Bissau, 1946, No. 1 (pp. 11-68), No.2 (pp. 273-326), No. 3 (pp. 457-510); Africa Pilot, Part I, 10a. ed., London, 1939, Part II, 10a. ed., London, 1951, Part III, 10a. ed. London 1939. 5) Vd. Derotero, ob. cit., fl. 41v. 6) Vd. Derotero, ob. cit., fl. 71r. 7) Vd. Derotero, ob. cit., fls. 70v, 71v, 72r. 8) Vd. André Álvares d’Almada, Tratado breue dos Reinos de guine do cabo verde fto.. pollo capitão Andre alluares d’allmada natural da cidade e Jlha do cabo verde cursado e pratiqo nas ditas partes. 1a. ed., Diogo Kopke, Lisboa, 1841, Biblioteca Nacional de Lisboa, Fundo Geral, no. 297. Comp. André Álvares d’Almada, Tratado Breve dos Rios de Guiné do Cabo-Verde; Desde o Rio de Sanagá até aos Baixos de Sta.Ana; de todas as Nações de Negros que há na dita Costa, e de seus Costumes, Armas, Trajes, Juramentos e Guerras, 2a. ed., Luís Silveira, Lisboa, 1946. André Donelha, A Descrição do Cabo Verde, Lisboa, Centro de Estudos de Cartografia Antiga, 1975. António de Mariz Carneiro, Regimento de pilotos e roteiro da navegaçam e conquistas do Brasil, Angola, S. Thome, Cabo Verde, Maranhão, Ilhas & Indias Occidentais, 1a. ed., 1642; 5a. ed., 1655, Biblioteca Nacional de Lisboa, Fundo Geral, no. 331. Francisco de Azevedo Coelho, Descripção da Costa de Guiné desde Cabo Verde athe à Serra Lioa com todas as ilhas e rios que os brancos assistentes nella navegão. Biblioteca Nacional de Lisboa, Fundo Geral, no. 307. Comp. Francisco de Lemos Coelho, Duas descrições seiscentistas da Guiné, ed. Damião Peres, Lisboa, Academia Portuguesa da História, 1990, pp. 1-88. Francisco de Lemos, Discripção da Costa de Guine e situação de todos os portos e rios della; e roteyro para se poderem navegar todos seus rios, feita pello capitam [...] em San Thiago de Cabo Verde no ano de 1684. Biblioteca Nacional de Lisboa, Fundo Geral, no. 332. Comp. Francisco de Lemos Coelho, Duas descrições seiscentistas da Guiné,ob. cit., pp. 89-250. 9) António de Mariz Carneiro, Regimento de pilotos e roteiro da navegaçam e conquistas do Brasil, Angola, S. Thome, Cabo Verde, Maranhão, Ilhas & Indias Occidentais., ob. cit., Roteiro da Costa de Guiné, fls. 31v-42v. 10) Sobre a toponímia desta região vd. a nota no. 4. 11) Comp. Max Justo Guedes, A Carreira da Índia-Evolução do seu Roteiro, Sep.-Monografias, no. 5, Lisboa, Museu de Marinha, 1984, pp. 7-20. 12) Vd. Derotero, ob. cit., fl. 74r. 13) Vd. Derotero, ob. cit., fl. 76r. 14) Quanto à problemática do comércio na costa ocidental africana vd. William Blake,European Beginnings in West Africa, 14541578, London, 1937; Vitorino Magalhães Godinho, Os Descobrimentos e a Economia Mundial, Lisboa, Editorial Presença, 2a. ed., 19821984, vol. I, pp. 139-182, vol. II, pp. 145-158, vol. IV, pp. 161-166; Avelino Teixeira da Mota, Alguns aspectos da colonização e do comércio marítimo dos portugueses na África Ocidental nos séculos XV e XVI, sep. Anais do Clube Militar Naval, 1976, pp. 677-710; Maria Emília Madeira Santos, Viagens de ExploraçãoTerrestre dos Portugueses em África, Lisboa, Centro de Estudos de Cartografia Antiga, 1978; idem, Contactos e caminhos comerciais na costa da Mina durante as duas primeiras décadas do século XVI, A Abertura do Mundo. Estudos de História dos Descobrimentos Europeus, vol. II, Lisboa, Editorial presença, 1984, pp. 109-122; idem, Rotas Atlânticas, o Caso da Carreira de S. Tomé Separata 226, Lisboa, Centro de Estudos de História de Cartografia Antiga, 1990. 15) Vd. Derotero, ob. cit., fl. 76r. 16) Vd. Derotero, ob. cit., fls. 76r-76v. 17) Vd. Derotero, ob. cit., fl. 78r. 18) Sobre a Carreira da Índia vd. Luís M. de Albuquerque, Escalas da Carreira da Índia, Separata CX, Coimbra, Centro de Estudos de Cartografia Antiga, Separatas, 1978; Charles Ralph Boxer, The Tragic History of the Sea. 1598-1622, Cambridge, 1959; Max Justo Guedes, A Carreira da Índia - Evolução do Seu Roteiro, ob. cit.; Artur Teodoro de Matos, Os Açores e a Carreira das Índias no Século XVI, Estudos de História de Portugal- Homenagem a A. H. de Oliveira Marques, Lisboa, Estampa, vol. II, 1983, pp. 93-110; idem, As Escalas do Atlântico no Século XVI, Separatas 197, Lisboa, Centro de Estudos de História e Cartografia Antiga, 1988; Joaquim Rebelo Vaz Monteiro, Estudos Cartográficos de uma Viagem à Índia no Século XVI, Porto, Faculdade de Letras, 1970; idem, Uma Viagem Redonda da Carreira da Índia (1597-1598), Coimbra, Biblioteca Geral da Universidade, 1985; Virgínia Rau et allii, Les Escales de la "Carreira da Índia"(XVeXVIIIe Siècles), Les Grandes Escales, vol. II, Les Temps Modernes, Bruxelles, Libraire Encyclopédique, 1972, pp. 7-28; Maria Emília Madeira Santos, O Carácter Experimental da Carreira da Índia. - Um Plano de João Pereira Dantas, com Fortificação da África do Sul (1556), Discursos e Comunicações, Coimbra, Estudos de Cartografia Antiga, 1970, pp. 59-112; José Augusto do Amaral Frazão de Vasconcelos, Subsídios para a História da Carreira da Índia, sep. Boletim da Agência Geral do Ultramar, 1958-1959. 19) Sobre a toponímia da Carreira da Índia vd. Africa Pilot, ob. cit.; Red Sea and Gulf of Aden Pilot, 9a. ed., London, 1944; West Coast of Indian Pilot, 8a. ed., London, 1937; Dois Roteiros do Século XVI, de Manuel Monteiro e Gaspar Ferreira Reimão, Atribuídos a João Baptista Lavanha, ed. Humberto Leitão, Lisboa, Centro de Estudos Históricos Ultramarinos, 1963; Livro de Marinharia de Bernardo Fernandes, ed. Abel Fontoura da Costa, Lisboa, Agência Geral das Colônias, 1940; Roteiros Portugueses Inéditos da Carreira da Índia do Século XVI, ed. Abel Fontoura da Costa, Lisboa, Agência Geral das Colônias, 1940. 20) Rota de Portugal para a Índia, Livro de Marinharia de João de Lisboa, Tratado da Agulha de Marear, ed. Jacinto Ignácio de Brito Rebello, Lisboa, Libanio da Silva, 1903, pp. 211-214; Roteiro da navegação daqui [Lisboa] para a Índia, Livro de Marinharia de Manuel Álvares, ed. Luís M. de Albuquerque, Lisboa, Junta de Investigações do Ultramar, 1969, pp. 63-76; Regimento de Portugal para a Índia. Da navegação, Livro de Marinharia de Bernardo Fernandes, ed. Abel Fontoura da Costa, Lisboa, Agência Geral das Colônias, 1940, pp. 55-64; Navegação de Portugal para Goa, Roteiros portugueses inéditos da Carreira da Índia do século XVI, ed. Abel Fontoura da Costa, Lisboa, Agência Geral das Colónias, 1940, pp. 99-107; Roteiro da carreira da Yndia, dos rumos a que se a-de gouernar em toda ella e dos sinais que em toda esta viagem se acham e em que paragem são particulares, com as diferenças d’agulha feito por Vicente Roiz [Rodriques] piloto-mor della, Roteiros Portugueze [sic] da Viagem de Lisboa à Índia nos séculos XVI e XVII, ed. Gabriel Pereira, Lisboa, Imprensa Nacional, 1898, pp. 15-26; Roteiro da navegação da Índia e derrotas com a agulha ferrada debaixo da flor de lis e diferenças dela, e sinais, correntes de água e ventos que em diversas paragens se achamm, Dois Roteiros do século XVI, de Manuel Monteiro e Gaspar Ferreira Reimão, atribuídos a João Batista Lavanha, ed. Humberto Leitão, Lisboa, Centro de Estudos Históricos Ultramarinos, 1963, pp. 43-79; Roteiro e advertências da navegação da Carreira da Índia, feito por Gaspar Manuel da Vila do Conde, por elle mesmo emendado, Roteiros Portugueze [sic] da Viagem de Lisboa à Índia nos séculos XVI e XVII, ob. cit., pp. 40-60; Roteiro da navegação e carreira da Índia, com seus caminhos & derrotas, sinaes & aguageis, & differenças da agulha: tirado do que escreueu Vicente Rodrigues & Dioguo Afonso Pilotos antigos. Agora novamente acrescentado a viagem de Goa por dentro de São Lourenço, & Moçambique, e outras muitas cousa, e advertências, por Gaspar Ferreira Reimão, cavaleiro do hábito de Santiago, & Piloto mor destes Reinos de Portugal, por el Rei nosso senhor, 2.a ed., Abel Fontoura da Costa, Lisboa, Agência Geral das Colônias, 1939, pp. 7-60; Roteiro da navegação da carreira da Índia etc. feito por Aleixo da Mota, Roteiros Portugueze [sic] da Viagem de Lisboa à Índia nos séculos XVI e XVII, ob. cit., pp. 93-139; Roteiro de Lisboa à Índia, O Livro de Marinharia de André Pires, ed. Luís M. de Albuquerque, Lisboa, s.d., pp. 220-222. 21) Livro de Marinharia de João de Lisboa, Tratado da Agulha de Marear, ob. cit., pp. 211-214. 22) O Livro de Marinharia de André Pires, ob. cit., pp. 220-224. LAS AZORES EN LA POLÍTICA DE FELIPE II. SU DOCUMENTACIÓN EN EL ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS. Rocio Casas de Bustos La anexión del reino de Portugal a la Corona española va a determinar una serie de circunstancias históricas que se ven reflejadas fielmente en la documentación existente en el Archivo General de Simancas y, por ello, centramos el objetivo de nuestro trabajo en desvelar la importancia y cuantía de la información que aparece en los fondos simanquinos acerca de las islas portuguesas del Atlántico, dada la trascendencia que tuvo su incorporación a la monarquía española, pues supuso para Felipe II la posibilidad de dominar toda la orla atlántica de la Península Ibérica e Islas Canarias, en un momento en que resultaba evidente que el destino del imperio hispano se decidiría en el Atlántico1 . El simple hecho de que estas islas formaran parte de la ruta de la Carrera de Indias 2 hace que su defensa se convierta en objetivo primordial dentro de la política filipina 3. Pretendemos destacar el gran volumen de documentos que el Archivo de Simancas puede aportarnos para el estudio de una época y un área geográfica que hasta ahora no ha tenido un amplio tratamiento en la bibliografía existente, si exceptuamos las obras monográficas de autores como Artur Teodoro de Matos o Avelino de Freitas de Meneses 4, cuyos estudios se han nutrido de la abundancia y riqueza que los fondos de Simancas reunen para la historia de las islas. Desde que en 1580 se produce la anexión de ambos reinos peninsulares, el portugués aún manteniendo buena parte de sus propias instituciones 5 (el juramento de las Cortes de Tomar en 1581 así lo aseguraba)-, queda incluido dentro de la administración castellana, y como tal, recibirá el tratamiento institucional que afecta al resto de regiones bajo dominio castellano. Así, las secciones documentales del Archivo General de Simancas que desglosamos a continuación traducen los aspectos de carácter político, militar y hacendístico que determinan el periodo que tratamos. Asuntos políticos. I- 1. Sección de SECRETARIA DE ESTADO Pese a no constituir la sección que mayor volúmen de documentación recoge para nuestro presente estudio, es quizá la más relevante, ya que, el Consejo de Estado es el organismo que dicta las grandes líneas de actuación de la política emprendida por los monarcas, con facultad para intervenir en los asuntos y ver las consultas de los otros Consejos. Sus competencias eran muy amplias y no estaban sujetas a ningún reglamento; sin embargo, atendía preferentemente a las cuestiones exteriores, tales como paces, guerras, alianzas, relaciones, convenios, comercio, etc. Por tanto, no es extraño que a la hora de efectuar la incorporación de la Corona lusa dicho Consejo adquiera una indudable notoriedad, puesto que interviene al unísono en todas las competencias arriba mencionadas. De hecho, los legajos que agrupan los años de 1580 a 1582 son los más numerosos respecto al resto de años que trata la documentación de esta sección para el periodo de Felipe II 6. Todo ello es el fiel reflejo de la trascendencia que tenía la ascensión de este monarca al trono luso, pues no significaba la incorporación de un reino más a los dominios de España, sino el segundo mayor Imperio colonial de la época. En esta disminución del volúmen documental a partir de 1582, influirá el hecho de que, en atención a la autonomía solicitada para el Reino, Felipe II crea en esta fecha el Consejo de Portugal, aunque sólo lo convirtió en el brazo ejecutor de las deliberaciones reales y, en realidad, el Consejo de Estado lusitano fue un órgano que intervino muy poco en las actuaciones de gobierno. Los documentos que integran esta sección tratan, entre otros asuntos, sobre: las incidencias de la navegación de las armadas enviadas al ámbito portugués hasta su definitiva integración bajo la Corona, el peligro de corsarios en las costas ibéricas, la adopción de medidas contra los enemigos (en su mayoría de nacionalidad inglesa), las disposiciones tomadas cada vez que se produce la pérdida de naos de Indias en la costa portuguesa, las constantes noticias sobre la llegada de las flotas de América y de la India, etcétera. I- 2. Sección de SECRETARIAS PROVINCIALES La documentación que recoge esta sección presenta muchas analogías, en cuanto a la forma y los asuntos, con la de la Secretaría de Estado, ya que contiene las consultas del órgano administrativo del reino de Portugal. Sin embargo, en comparación con la abundante documentación referente a las Azores que encontramos en otras secciones las referencias que apuntamos aquí resultan ciertamente escasas, pero no por ello carentes de interés, puesto que incluyen información sobre las colonias lusas en América y Oriente que no aparecen en otras secciones, lo cual consideramos necesario para un mejor conocimiento del ámbito histórico portugués 7. II.- Asuntos militares. II- 1. Sección de GUERRA Y MARINA (o GUERRA ANTIGUA). Está constituida por la documentación procedente de la secretaría del Consejo de Guerra, cuya competencia estaba dirigida al ramo de guerra, y todas las cuestiones relacionadas con ella, tal y como las judiciales, los problemas de presas y contravenciones de tratados, por lo que, en muchas ocasiones, se asemeja al Consejo de Estado, si bien, pudieramos decir que el de Guerra se convierte en el ejecutor militar de las premisas proporcionadas por el de Estado. Creemos que esta sección constituye el cuerpo documental de Simancas más importante para el estudio de la historia del archipiélago de las Azores, dado que incluye infinidad de noticias a lo largo de cerca de 400 legajos relativos al reinado de Felipe II. En torno a esta documentación creemos poder definir dos momentos muy marcados en que el protagonismo portugués es más evidente. Por una parte, la fecha de 1580 y los años inmediatos a la anexión del Reino de Portugal y la definitiva incorporación de la Terceira, último bastión fiel al Prior de Crato, y por otra, los últimos años de esta misma década, cuando tras el desastre naval de la Armada Invencible la presión corsaria se hace mayor sobre las costas atlánticas del imperio español, tratando de interceptar la llegada de la flota de 1589, con importantes cantidades de oro y plata que tan necesarios eran en ese momento para el monarca castellano. En ambas épocas existe una preocupación común, como es la de proporcionar la mayor seguridad posible a la navegación de la Carrera de Indias, centrando la actividad defensora sobre las islas Azores y la banda atlántica al completo, pues se pretende armar una flota permanente con un doble fín: defender el litoral y proteger los navíos venidos de las Indias Occidentales y Orientales. En los numerosos legajos que hacen referencia a esos primeros años de intervención castellana en el Reino de Portugal, concretamente los años 1580 a 1583 8, se hace patente el interés que despiertan las islas Azores en la política que se pondrá en marcha a partir de este momento. Para la defensa de las Azores y la seguridad de las flotas de Indias se pone en funcionamiento la compleja maquinaria del Estado para la utilización de todos los recursos de que dispone. Una serie de Juntas consultivas donde intervienen navegantes experimentados darán su parecer sobre la importancia que tiene el archipiélago para el comercio de las Indias 9 e, igualmente, tratarán el modo de mejorar la seguridad de las costas a ambos lados del Atlántico, así como la navegación en América. A este respecto, queremos destacar la especial atención prestada a la navegación a lo largo de la costa de Brasil 10, que aparece en la documentación vinculada a la preparación de la llamada Jornada del Estrecho de Magallanes, dentro de un claro intento de hacer efectiva la influencia castellana en el sur del cono americano. La disponibilidad de los puertos brasileños anima la ejecución de la expedición de Magallanes, ya que se pone en marcha apenas se produce la unión de ambos reinos, para así aprovechar los puertos atlánticos de Portugal y los conocimientos naúticos de los marineros lusos. Pero no sólo es la vertiente atlántica de los dominios de este vasto imperio la que merece la atención especial de la Corona, sino que la navegación hacia Oriente, el otro ámbito colonial heredado por la anexión, también habrá de seguir las nuevas pautas promovidas desde la monarquía. Así sucede en el caso de la India 11, cuya navegación también es objeto de estudio por parte de esas Juntas de navegantes consultadas por Felipe II. Igualmente se destaca en esta documentación los cálculos de tipo económico sobre el gasto de sueldos y mantenimiento de las naves que se preparan para la defensa de Azores y el "acompañamiento" de las flotas de Indias y propuestas para mejorar las condiciones de navegación, e iniciar el envío de armadas, gente de guerra, pertrechos, etc., bien, desde los puertos de Andalucía, bien desde los puertos del Cantábrico, donde también se procede a la construcción de navíos que posteriormente serán enviados a Lisboa. A través de todos estos legajos podemos comprobar la extraordinaria organización de recursos llevada a cabo desde la corona española, ya sea con el envío de gente de guerra de todas clases, o de escuadras bien equipadas y dotaciones de gente de mar numerosa, así como la fortificación de plazas 12. Si por una parte las etapas de gran actividad bélica se traducen en abundancia de documentación, los periodos de relativa paz también quedan reflejados por una cierta escasez de noticias, tal como sucede tras la pacificación de la Tercera, cuando lo que se está produciendo es una asimilación del territorio vecino y ya no es necesario activar todos los medios militares de que dispone la Corona. En consecuencia, la documentación que recoge referencias a las Azores en estos años intermedios de la decada de los 80 es algo parca. Por otra parte, hay que tener en cuenta que, una vez solucionada la insumisión azoriana, Felipe II se centra nuevamente en los graves problemas que afectan a Flandes. Asimismo, si durante 1587 y, sobre todo, 1588, los esfuerzos se centraron en la preparación de la Armada para la "Jornada de Inglaterra", con el evidente protagonismo de Lisboa como centro neurálgico de dichos preparativos, el año 1589 centra de nuevo la atención sobre las islas Azores, donde se producirá la llegada de la flota de Nueva España y Tierra Firme, cuyas naves se ven obligadas a desembarcar grandes cantidades de plata en las Azores debido al peligro corsario y las tempestades que hacen zozobrar las naos de la flota. Esta decisión genera nuevamente un incremento de documentación, pues se hace necesario formar una armada que vaya al archipiélago a recoger y convoyar, hasta su arribada última en Cádiz, la plata depositada en las islas. Dentro de la política exterior desarrollada en este momento, tanto las islas del ámbito portugués como las Canarias reciben ahora un nuevo impulso defensivo y mientras el vértice azoriano recibe innumerables envíos de naves y pertrechos, el archipiélago canario contará con un nuevo gobernador general -Don Luis de la Cueva Benavidesque intentará organizar la vida y defensa de estas islas con una mejor eficacia, puesto que de la seguridad de este área también dependerá el correcto funcionamiento del sistema de flotas. La atención a ambos archipiélagos seguirá caminos paralelos. El año de 1589, que mencionabamos anteriormente, va a ser reflejado en una nueva presencia de noticias sobre las Azores, ya que en esa fecha confluyen el debilitamiento de la marina hispano-portuguesa con la presión corsaria más enconada a la espera de la flota. Veremos la incidencia de las arribadas de las flotas de las colonias españolas de América en las Azores y en qué forma se atiende a cuestiones tan importantes como la pérdida de navíos en las costas portuguesas o las disposiciones tomadas ante el planeado ataque de corsarios, caso de Drake a Lisboa. Destacamos entre esta documentación las numerosas relaciones, o listados, de la artillería que existe en los distintos castillos de la costa portuguesa, que ahora son provistos de bastimentos desde España 13, así como las distintas islas que conforma en archipiélago azoriano, donde llegan pertrechos de todo tipo a lo largo de este reinado. 2. LIBROS REGISTRO (Guerra Antigua). Como complemento a los legajos de esta sección de Guerra Antigua queremos destacar la existencia de una serie de libros de registro que recogen los numerosos nombramientos efectuados para la gente de guerra destinada a Portugal, incluyendo en ocasiones ordenes directas sobre la actuación que deben seguir. A través de estos libros podemos comprobar cómo se va disponiendo las bases del poder que sustentará la estabilidad del vasto imperio filipino. El nombramiento de personas para Portugal es costante desde el primer momento, especialmente todo lo que se refiere a los cargos que controlarán los envíos de tropas para el ejército. De esta forma Felipe II ensaya una estrategia de centralización administrativa y reforzamiento del sistema defensivo que cimentará su poderío político y militar en el archipiélago. Pero no sólo se reunen en estos libros los nombramientos de individuos para ocupar los cargos de dirección de tropas, navíos, etc, sino que también se atiende a las cuestiones de fortificación (caso de la Tercera y el Castillo de Brasil), aspecto éste de trascendental importancia, pues afecta tanto al litoral peninsular como al archipiélago portugués y canario 14, y a esta tarea se dedica un elevado número de recursos. Asimismo, no es infrecuente encontrar datos de tipo hacendístico, relativos a las cantidades pagadas a las naves que participan en las jornadas militares; en otras ocasiones de trata de nombramientos para evitar dispendios en la hacienda. III. Asuntos hacendísticos. Son muy diversas las secciones del Archivo de Simancas que recogen documentación de carácter hacendístico por lo que la referencia a los múltiples órganos que conforman la organización de la Hacienda Real harían este trabajo interminable, por lo cual apuntamos a pie de página un breve esquema orientativo 15 y nos centramos directamente en los apartados siguientes: III- 1. Sección de CONTADURIA MAYOR DE CUENTAS Se trata del órgano fiscalizador de la Hacienda que lleva el control del gasto público y presenta la pormenorización de las cuentas originadas por la actividad dirigida desde la Corona. Su función estaba muy bien bien determinada: intervenir las cuentas de todos los que hubieran tenido cargo de administrar una parte cualquiera de los caudales públicos. Constituye ésta una sección muy poco conocida, debido, fundamentalmente a la dificultad de su consulta, ya que sólo hay un inventario muy poco detallado donde sólo aparece un breve título seguido de las fechas aproximas que la documentación recoge, pero en numerosas ocasiones este título no corresponde al contenido real de los legajos. No obstante, consideramos de gran interés la cantidad de legajos que se refieren a las Azores y a la jornada de Portugal, que nos permitirían hacer una valoración, paso a paso de los esfuerzos dedicados por la Corona española a los preparativos en las islas. Aquí podemos ver ya en la práctica lo que supone el apresto de navíos para la realización de las disposiciones de la Corona, pues es muy distinto elaborar una teoría ideal de defensa en que se incluya, por ejemplo, la utilización de 4 naos de 400 toneladas, que proceder a calcular los datos detallados que tal medida conlleva. Se hace necesario disponer del dinero para pagar los sueldos de al menos 80 hombres en cada una de esas naos, así como la cantidad de comida que han de llevar dependiendo del número de días que durará la navegación, o las armas necesarias para artillar las naves. Todo ello siempre que el Consejo de Hacienda permita disponer de ese caudal, ya que la mayor parte de las veces se hace necesario acudir a préstamos de particulares. Todo lo cual ha de quedar reflejado, hasta el último maravedí, en las cuentas de los pagadores que encontramos en esta sección. 2. Sección de CONTADURIA del SUELDO. La diferencia que señalabamos en el caso de la sección de Secretarías Provinciales respecto a la de Estado, la encontramos también en la Contaduría del Sueldo, pues nos proporciona menos ejemplos que el gran órgano fiscalizador constituido por la Contaduría Mayor de Cuentas, sin embargo no por ello dejamos de destacar el hecho de que se trata de una documentación referente al aspecto global de la contabilidad, incluyendo copias de libranzas dadas por el Presidente del Consejo de Hacienda, de gran importancia dentro del complejo sistema hacendístico instaurado con los Austrias. Como consideración final, reiteramos la importancia de los fondos de Simancas para la historia de las islas del Atlántico, cuya abundancia se debe al importante papel que juegan las islas en la carrera comercial que se establecen entre las tierras de Oriente y América y los puertos peninsulares de Lisboa y Sevilla, que pasan por las Azores en su ruta de retorno, transformando el archipiélago en una importante pieza de soporte del comercio ultramarino que no cesa de aumentar. A través de esta documentación seguimos el desarrollo de los eventos que tienen lugar en torno a este archipiélago, donde las naos de Indias se reagrupaban para, después de haberse enfrentado a una serie de dificultades naturales, prepararse, de forma concertada, a escapar o resistir la persecución de los corsarios que actuaban en todo el area entre Azores y Cabo de S. Vicente. Angra funcionaba como un importante centro de información de comercio ultramarino donde se obtenían noticias de la llegada de armadas, los cargamentos que transportaban y el precio de ciertos productos. Lamentamos la imposibilidad de ofrecer en esta ocasión el resultado completo de la revisión de documentación que hemos realizado a lo largo de distintos periodos de investigación, ya que su extensión supera ampliamente el espacio de que disponemos. APENDICES ×ANEXO I. I. 1. Sección de la SECRETARIA DE ESTADO. Los legajos correspondientes a Portugal son los números 367 (1524) a 438 (1618), de los cuales, se refieren al reinado de Felipe II los legajos 396 a 434. La correspondencia de legajos y años es la siguiente: leg. 396 a 401: 1578 y 1579 leg. 402 a 428: 1580 y 1582 leg. 413 a 420: 1580 (exclusivamente) leg. 429: 1583-1587 leg. 430: 1584 leg. 431: 1588-1589 leg. 432: 1590-1591 leg. 433: 1594-1595 leg- 435: 1596-1599 El contenido que aparece en los mismos es muy variado. Incluimos a continuación, a manera de ejemplo, algunos folios del número 431, relativo a los años 1588 y 1589. Leg. 431. fol. 1-4. "Lo suçedido al armada de su magestad de que es capitán general el Marqués de Santa Cruz en la vatalla que dio a la armada de Françia que la traía don Antonio en las yslas de las Açores". fol. 4-14. Relación de navíos y bastimentos. (1587-1588). fol. 14-17. Derrotero para la armada que fue a la expedición de Inglaterra. (marzo 1588). fol. 45. "Relación de los galeones, navíos, pataches y zabras, galeaças, galeras y otros navíos que van en la felicísima armada que su Magestad ha mandado juntar en el río de la ciudad de Lisboa, de que es capitán general el Duque de Medina Sidonia y el porte dellos y la gente de guerra y mareante y los bastimentos, armas, artillería, pólvora y otros pertrechos de guerra que llevan y el tiempo para que los dichos bastimentos podrán servir." fol. 81. Puntos de lo que es necesario en Portugal (castillos e artillería en ellos.) fol. 117. Marcos de Aramburu. Reflexión sobre el peligro de corsarios en las costas españolas y mejor forma de enviar las flotas. fol. 166. Plata hallada en el mar y en la arena en la parte donde dio al través la nao Nuestra Señora del Rosario. fol. 170. "Lo que el almirante Marcos de Aramburu y Sevastián de Haro havemos echo en Setuval y los que han escapado de la nao Nuestra Señora del Rosario y la naves de Joan de Goyaz y Philipe Andino después que dexaron la plata en la Terçera." fol. 199. Sobre la llegada de las naos de la India. I. 2. Sección de SECRETARIAS PROVINCIALES. En esta ocasión se trata de Libros y no legajos. Lº 1550. Cartas originales del Cardenal Archiduque, Virrey de Portugal a Su Majestad sobre todo género de negocios del año de 1586. Lº 1551. Cartas originales del Virrey de la India, personas públicas y otras particulares de aquel país a Su Majestad sobre diversos negocios de 1587 a 1589. Lº 1579. Registro de órdenes que dio Don Alvaro de Bazán Marqués de Santa Cruz, Capitán General del Mar Oceano a los que servían bajo de sus ordenes desde 1580 a 1587; entre ellas se hallan varias ventajas que concedió por servicios. __________ ×ANEXO II. II. 1. Sección de GUERRA Y MARINA. Hemos revisado varios legajos de cada uno de los años que se integran en esta sección, lo cual nos ha proporcionado infinidad de noticias. Debido a su extraordinaria cuantía, se hace imposible la inclusión de todas ellas en este trabajo, por lo que hemos detallado sólo algunas referencias de los primeros años de la anexión, con objeto de disponer de ejemplos suficientes que nos ilustran sobre el contenido de los documentos, para después, apuntar los legajos extremos dentro de cada año donde hemos consignado documentación azoriana. =Leg. 96 (1580) fol. 178. Se solicita informe del Marqués de Santa Cruz sobre la importancia de las Azores para el comercio de las Indias. =Leg. 98 (1580) fol. 224. Se organiza una escuadra para oponerse a la que los portugueses mandan a las islas Terceras; se confía a D. Alvaro de Bazán, hermano del Marqués de Santa Cruz.(también para la seguridad de las naves que vienen de las Indias. Mandan disponer 15 naos con 2.500 soldados, además de gente mareante, con artillería y municiones de la Casa de la Contratación...) =Leg. 104 (1580) fol. 13,17,18,25,148. Expedición de D. Alonso de Bazán para las Azores a fin de defender la flota de Indias. "...para el viaje de las Azores es menester buenas naos de carena y estancas porque el golfo es grande y malo, de lo qual soy yo buen testigo y mi hermano, porque lo abemos pasado muchas vezes, y para andar por costa qualesquier naos pueden servir, aunque no ayan dado carena de algunos días a esta parte ..." "...las chalupas se tomarán de las del Armada que están en orden y combendrá que sean tres por poder embiar las dos estando sobre las Islas de los Açores esperando la flota a descubrir y dar nueva de la armada que la está esperando, cada una por su parte y quedar otra con la dicha Armada..." =Leg. 106 (1580) fol. 97: Lo que convendría enmendar en lo de las armadas de la India. Alvaro de Bazán. "... haviendome informado de lo deste trato, comercio y navegación y por la plática que tengo de las cosas de la mar y viajes que las naos hazen así a la Indias de Portugal, como a las de Castilla y de la manera qeu se procede en las cargazones y despacho de las armadas, he hecho el memorial que va con ésta, advirtiendo a v.md. que son negoçios de mucha consideración por que como los oficiales que los tratan por los Reyes son tan interesados de traer entre sí el manejo de máquinas semejantes siempre dan a entender las ganancias y lo que se gasta lo van disimulando y embarazando para que no se sepa, dando a entender a los Príncipes que les conviene y está muy bien ganar ellos lo que ganarían las personas con quien se podría contratar cosas semejantes y aunque por la forma que yo doi en el disminuir el tamaño de las naos ganará V.Mag. en los cinco viajes que hazen de ordinario las naos que aora van a la India 409.800 cruzados, yendo las doze que en el memorial advierto, que en su lugar convendría hazer por ser menos costosas y más manejantes que las que aora van que son de 600 toneladas de Portugal, que hazen más de 1.200 de Castilla. Esta mudanza de naos contradirán los oficiales que las despachan porque como la carga y aprovechamiento de V.Mag. por ser especería es de peso y no volumen en las naos grandes pueden llevar mayores cámaras, que ésto es causa de aprovechamiento a los maestres, pilotos y oficiales de las naos y al ir y venir llevan en ellas mercadurías y cosas de ganancia que son más de volumen que de peso y siendo las naos menores ternan en ésto la mitad menos de aprovechamiento ... tener las naos en este rio de Lisboa no conviene pues se menoscaban y gastan más de amarras con los tiempos tormentosos que en él ay que otras naos ganan y que sería mejor tenerlas en el rio de Sacaven, que es dos leguas desta ciudad adonde con dos cabos de esparto y dos hombres estarían seguras y sin menoscabarse, ni con riesgo de perderse por no entrar allí mar que les pueda hazer daño y tner mucho abrigo que las naos que usan por se tan grandes no pueden entrar en el dicho río ni tampoco dexarían de entrar en los puertos de la Indias y hazer la navegación más a fín de estar allá el verano por negociar y despacharse sin riesgo.. pues si entrasen en los puertos de la India con más facilidad y sin riesgo harían la carga y descarga y tantear el tiempo de su partida y navegación de manera que la puediesen hacer con más seguridad ... redundaría ser más breves y menos peligro los viajes .. y siendo las naos de a 600 toneladas de Castilla por que las de 1.200 que ahora navegan traen los inconvenientes ya dichos, aunque pasando en este negocio más adelante y teniendo consideración a que traer naos los Reyes de este reyno lo hazian y se ha de hazer para dos efectos: el primero y principal es tener en pie el trato y comercio de la India que es de la importancia que se dexa considerar pues si este faltase vendría este reyno en gran disminución. Lo otro es por ganar los derechos que los reyes llevan de las especerías, drogas, pedrería y perlería y otros géneros de mercadurías que vienen de aquellas partes ... mejor si se hallasen mercaderes con quienes contratar que tomanse por su cuenta el navegar estas naos, dandoselas V.Mag. hechas y aparejadas y que ellos ganasen los fletes ... fabricar y hazer naos, que se podría hacer en Vizcaya, donde costarían la cuarta o quinta parte menos que aquí por la abundancia de ay de leñame, clavazón y oficiales y sería de mejor garbo que las que aquí se hazen ..." fol. 143. Junta que tuvo el marqués de Santa Cruz en Lisboa en 26 de nov. 1580, sobre las armadas que convendría hazer para la guarda de la folta de la India y Indias de Castilla: "Que se haga una armada de doze navíos que los quatro dellos sean de trezientas a quatroçientas toneles de Portugal, que son setecientos u ochocientos de Castilla, y que los otros quatro sean la mitad de menos porte y los otros quatro sean de ochenta a çien toneles de Castilla, con la gente y artillería necesaria y que los seys de estos navíos salgan de Lisbona por março y corran la costa de Portugal y Galizia y vayan a las Islas de los Açores por fin de junio y los otros seys salgan de Cádiz por el mimso tiempo y corran la costa del Algarve, cabos de Santa María y San Vicente y se hallen en las dichas islas por fín de Junio adonde se an de juntar los dichos doze navíos debaxo de una cabeça y correr las Islas de los Açores y tenerlas limpias de cosarios y vengan en acompañamiento de las flotas de las dichas Indias los seys con las de Portugal y las otras seys con las de Castilla hasta meterlas en los Rios de Lisbona y Sevilla y que se entretengan en la mar por todo el mes de otubre en guarda de las dichas costas. Que se tornen a armar siete u ocho galeras en este Reino con los cinquenta mil cruzados que ay del subsidio para ellas y que estas atiendan en este Rio al despacho del armada de la India y de verano a la guarda de la costa del Algarve. Que se haga un fuerte sobre las islas de las Berlingas, que es doze leguas de Lisbona a la bande de Galizia, por ser surgidero de cosarios y sería de grande importancia no dexarles azer pie allí por que esperan en aquel surgidero, teniendo su atalaya en lo alto de las dichas islas los navíos que vienen a Lisbona así de mar en fuera como de luego de costa, y hecho el fuerte no podrían surgir allí los dichos corsarios y si viniesen dando caça a algún navio se ampararían con el artillería del dicho fuerte el qual havría de tener dos pieças de a quarenta quintales y dos sacres de xx quintales y otros dos de a doze y tres artilleros y otros diez ombres de guarda y su alcayde. Tratose que porque los cosarios que vienen a hazer daño a la costa de Portugal y Islas de los Açores pasan a la costa de Guinea a hazer rescate de negros sería muy conviniente de que en la dicha costa de Guinea hubiese dos galeotas de a veynte y dos bancos, aunque al Proveedor Luis Cesar duda que se puedan sustentar bien allá y Tristán Baez dize que andrarán muy bien y serán de mucho servicio. Que en los navíos que tiene aquí el Rey podrá haver quatro o cinco para la armada y los demás será menester buscarlos." =Leg. 107 (1580) fol. 42. Gasto del sueldo y mantenimiento de las doce naves que el Duque de MedinaSidonia prepara para la defensa de los Reinos de España, islas Azores y acompañamiento de las flotas de las Indias. =Leg. 109 (1581) fol. 225. Armada al Estrecho de Magallanes. "... que la armada se divida ... la otra parte se reserve para la Tercera, que es el todo, por ser el paso de las flotas de la India y Indias..." fol. 233. Consideraciones sobre si es necesario detenerse en Brasil en la jornada del Estrecho de Magallanes. fol. 240. Relación del camino que ha de seguir: "Saliendo de Sanlucar al sur oeste a las islas de Canaria, de allí al sur sur oeste por entre las islas de Cabo Verde, de allí al sur sur oeste hasta 5 grados y de llí al sur hasta la linea. De allí al sur y sur sur oeste hasta veinte grados, que es el este sur este con la capitaní del SpirituSanto, ciento y treinta leguas de la costa del Brasil. De allí por el sur oeste hasta veinte y tres grados, que es el este sur oeste con Cabo Frío y Rio de Janeiro, en el Brasil, cinquenta leguas. De allí por el sur oeste hasta el Estrecho. Esta relaçión se a hecho de la navegaçión que la armada del Estrecho a de llevar y según ella no paresçe que a de ir muy apartada de la Costa del Brasil ...." fol. 268, 269, 274, 279, 281. Depósito de plata en la isla de Madera. fol. 381. Copia de dos capítulos de la instrucción que se dió a Don Pedro de Valdés para lo que a de hazer con el armada que lleva a su cargo. "Y llegadas las naos de la India Oriental, que siempre suele ser antes que las occidentales, o quando os paresçiere combenir según tuvieredes los avisos, pasareis adelante no sólo de la Isla Terçera, pero de todas las Islas de los Açores por la derrota que an de venir para asegurar y limpiar aquella Carrera de corsarios y advertir a las flotas que vinieren de las Occidentales del estado que tuviere lo de la isla Terçera, embiando ansimismo a encontrarlas si os paresçiere çien leguas antes alguna caravela con los avisos que combiniere darles, porque en caso que la Isla Terçera no estuviese a la saçón en nuestra ovediençia no vayan a tomar puerto en ella por el incombiniente que desto les podría subçeder y sigan y vayan por su derrota derecha a entrar en Sanlucar de Barrameda como lo acostumbrarn hazer. Y demás dello, quando vieredes que es tiempo de venir la dicha armada de la India y las otras de Tierra Firme y Nueva España yreis a pasar como esta dicho con la dicha armada todas las Islas a encontrarlas para que no estando la Isla Terçera a nuestra devoçión y servicio las podais avisar que no toquen ni entren en ella y de donde las topareredes encaminareis la armada de la India a Lisboa y las de Tierra Firme y Nueva España a Sanlucar, procurando de venir asegurando las unas y las otras hasta ponerlas en salvo y seguridad, según vieredes combenir y os paresçiere, adviertiendo que siempre viene muy más temprano la de la India y que en este caso aveis de procurar de encaminarla y asegurarla y desde donde vieredes que lo está bolver a hazer lo mismo a las de Tierra Firme y Nueva España y si por caso viniesen todas juntas lo qual es de creer que no arán usareis en encaminarlas y asegurarlas cada una a la parte que a de veinr de lo que os paresçiere combenir trayendo junta esa armada, adviertiendola para asegurarlas según lo que más combiniere y que todo venga con recaudo y no les pueda subçeder incombiniente ni resçivir ningún daño de cosarios a que se a de tener el principal fin como cosa de que redundaría tanto incombiniente con qualquier navío que lo Dios no permita tomasen de las dichas armadas pues para obiarlo y asegurarlo vais con la dicha armada." fol. 407. Salida de la Armada hacia el Estrecho de Magallanes. fols. 431 a 441. Todos ellos proporcionan interesantísima información sobre navegación y seguridad en las costas a ambos lados del Atlántico. fol. 448 a 471. "Copias de los despachos que lleba Diego Flores para las yslas de la Madera y Cabo Verde y las partes del Brasil, que se despacharon por los del consejo de Portugal." fol. 451. Relación de la navegación que se a de hazer para la costa del Brasil y de los puertos que ay en ella. "... Han de partir a fin de octubre, o 15 de noviembre a más tardar, porque para llegar a Brasil han menester dos meses y medio o tres y hasta el Estrecho es necesario un mes y medio o más y conviene que esto sea en tiempo que el sol ande en la banda del sur cuando se pasa, que es marzo en adelante, sin las nieve y tormentas ... invernar en los puertos de Brasil para esperar el verano qeu viene, de septiembre en adelante. La derrota ordinaria de esta armada es ir a la Madeira o Canarias y de ahí a Cabo Verde, después a Cabo de Santo Augustinho y después corriendo la costa conforme a la orden que llevan. El monzón de Brasil por el estrecho a la entrada de diciembre y todo Enero poder embocar el estrecho con la fuerza del verano. Grados 6 y medio - Paraiba 7 y un tercio - Tamaraqua, a 12 leguas de Paraiba, puerto para navíos pequeños. 8 - Fernanbuco 8 y medio - Cabo de Santo Augustinho 10 y un tercio - Rio de San Franciso 13 - Baya Tinhare 15 - Ylheos de Lucas 16 - Porto Seguro 20 - Spiritu Santo 22 un tercio - Baya Fermosa 23 - Rio de Janeiro 24 - San Vicente de Martín Alfonso de Sousa 25 y medio - Cananea 28 - Ylha de Santa Catalina 40 y medio - San Mathias fol. 452. "... sobre el puerto más recomendable para invernar el armada, dicen que el de Rio de Janeiro, por ser muy bueno y tener muchas comodidades y buena vecindad y abundancia de carnes y harina de pan y agua; no se dañarían las naos con la broma que suele haber en los puertos de mar y los franceses y corsarios acuden más de ordinario allí y por que desde él se puede acudir a la necesidad de la banda norte ..." (también tratan sobre la muerte del Gobernador de Brasil y la forma en que se deberá tratar este asunto) fol. 457. Construcción de galeones en Vizcaya para la guarda de la carrera y costa de Indias, ordenado desde Lisboa. fol. 458. Carta al gobernador de Brasil, relativa a la invernada de la Armada y jornada del Estrecho de Magallanes. 1582: legajos 129 a 140 1583: legs. 141 a 157 1584: legs. 159 a 173 1585: legs. 176 a 182 1586: legs. 185 a 195 1587: legs. 196 a 215 1588: legs. 219 a 243 1589: legs. 244 a 275 1590: legs. 280 a 315 1591: legs. 318 a 343 1593: legs. 371 a 398 1594: legs. 398 a 422 1595: legs. 423 a 450 1596: legs. 451 a 480 1597: legs. 481 a 510 II. 2. LIBROS REGISTRO DE GUERRA ANTIGUA. Los libros relativos al reinado de Felipe II son cerca de 50 y en todos ellos podría encontrarse alguna referencia a las Azores. Con objeto de abreviar tal extensión, sólo apuntamos los folios que consideramos tienen cierta significación para nuestro estudio. Lº 34- 2º (1578-1580) Nombramiento de Fernán Alvarez de Toledo, Duque de Alba, como Capitán General del ejército que se junta para entrar en Portugal. (fol. 401) Lº 35 (1579-1586) Nombramiento de Bernabé de Pedroso como veedor y contador de la artillería de Lisboa y su comarca. (168-169). Lº 36 (1580-81) Gastos de Alonso Rodríguez en Tomar y Lisboa. (239). Título de capitán ordinario de mar a Juan Ramos, piloto mayor de la Carrera y Guarda de las Indias.) Servicio bajo Pero Menedez de Avilés, Cristobal de Eraso y Diego Flores de Valdés (a Magallanes). 12 junio 1581. (271-272). Nombramiento de Cristóbal Díaz Laso como pagador y tenedor de bastimentos de la armada que se junta para ir a la isla Tercera. (292-293). Cantidades debidas a las naves de la armada de Portugal y sueldos de los reformados en dicho ejército y armada. Detalle de sus nombres. (307-313). Cantidades pagadas a naves que han ido a las islas Azores. (329-330). Título de contador y veedor de las obras y fortificación del puerto de Setúbal. (333335). Lº 38 (1582-84) Relación de dinero para la paga del ejército del Reino de Portugal del mes de agosto de 1582 (2-3,57,86..... siguen las pagas de diferentes meses de 1582, 1583). Puede verse la localización de las distintas compañías empleadas en esta campaña, así como las cantidades pagadas a quienes llevaron y trajeron despachos hacia y desde las islas. Cantidades debidas a las urcas "osterlingas" de la armada de las Azores y sueldos de su gente mareante. Sus patrones. (97). Título de contador de la gente de guerra de la isla de San Miguel al capitán Agustín Iñiguez. (193). Título de maestro de campo de diecisiete compañías en la isla de San Miguel a Agustín Iñiguez de Zárate. 17 mayo 1583. (202). Relación de dinero para pagar a los tercios que van a las islas Terceras. Nombres de tercios con sus capitanes. 244-246. Lº 40 (1584-86) Título de médico y cirujano de la gente de guerra en la isla Tercera al licenciado Lucas Losa de Salamanca. (145-146). Nombramiento de Antonio Hurtado de Mendoza como cabo de ocho pataches y ocho zabras que debe llevar a Lisboa. (305-306). Título de Proveedor General de la Armada en el Reino de Portugal a Francisco Duarte. 307-311. Lº 42 (1584-87) Nombramientos de castellanos en castillos portugueses. (33-34,37-38,231). Lº 43 Instrucción a Alonso de Vargas, Comendador de Socobos, "para lo que se os a encargado de mi servicio en Portugal". (314-315). Lº 49 (1588-1589). (Practicamente todo él está dedicado a Portugal). Nombramiento de Francisco de Toledo como Maestre de Campo de la Infantería española de Portugal. (31). Nombramiento del capitán Martín de Bertendona como cabo de escuadra de ocho naves levantiscas de Portugal. 31-32. Nombramiento del bachiller Vizconte como cirujano de la Armada de Portugal. Nombramiento del licenciaco Zárate como cirujano de la Armada de Portugal(34). Instrucción a Juan Alonso de Guzmán el Bueno, Duque de Medina Sidonia, Capitán general del Mar Océano, sobre el repartimiento de las presas. (61-63). Título e Instrucción al Duque de Medina Sidonia. (Por muerte del Marqués de Santa Cruz. Son 16 los puntos de la instrucción.) (111-116). Alonso de Bazán, capitán general de las galeras. (402-403). Nombramiento temporal de Esteban de Ibarra como proveedor general de las armadas de Ato Bordo en el Reino de Portugal. (424-426). Sueldos de maestres, contramaestres y guardianes de galeones y zabras de la Corona de Portugal. (475-476). Lº 50 Nombramiento provisional de Juan de Cea Mariño como teniente de Capitán General de Artillería en Portugal. (16-17). Id. doctor Fernán Ruiz Lóbrego, como auditor general de la gente de guerra de Portugal. (21). Titulo e instrucción de Capitán General de la gente de guerra del Reino de Portugal a Pedro Enríquez, Conde de Fuentes. (22-23). Nombramiento provisional del capitán Nuño Orejón como teniente de Capitán General de Artillería en Portugal. (57). Lº 56 (1589-1590) Nombramiento de castellanos en puntos de la costa Portuguesa: Lisboa (7-8, 10-12), Cascaes (132-133), Coimbra (134-135), Viana do Castelo (178-179). Lº 59 (1590-1592) Nómina para gente de guerra de las islas Azores. (224-225). Nombramiento de Antonio de Puebla como maestre de campo de la gente de guerra de las islas Azores. (246-248). Alférez Diego de San Vicente como capitán de la compañía de infantería de Pedro Enríquez en la isla Tercera. (248-249). Lº 63 (1592-1594) Nombramiento de Pedro de Lumbreras como teniente de Capitán General de artilleria de las Azores. (77-78). Lº 68 (1592-1595) Revisión de cuentas en la isla Tercera. (21-30). Título e instrucción a Juan de Silva, Conde de Portalegre como capitán general de la gente de guerra del Reino de Portugal. (34-46). Isidro Fernández pagador y tenedor de bastimentos, armas y municiones de la gente de guerra de la isla Tercera. (336-337). Lº 71 (1595-1596) Comisión a Diego Montero de Cavalho y Miguel Ponce para averiguar delitos y comportamiento de los oficiales reales de la isla Terceira. (69-78). Nombramiento de Francisco de la Ruda y Acuña como pagador y tenedor de bastimentos de la isla de San Miguel. (117-118). Capitán Antonio Centeno como maestro de campo de la gente de guerra de las islas Azores (146-147) Manuel Carvallo como pagador de la gente de guerra en la isla de Madeira. (171-172). Lº 75 (1596-1597) Francisco de Aduna, veedor de las islas Azores. (155-161). Lº 77 (1596-1598) Relación de armas y municiones entregadas a Luis de Ribera, maestre de campo y a Juan de Pisa, sargento mayor de la isla Tercera. (196-198). Alejo de Cisneros, mayor domo de artillería de la isla Tercera. (207-209). Lº 86 (1598-1600) Nombramiento e instrucción al capitán Diego de Miranda Quirós como castellano del castillo de Brasil en la isla Tercera. (158-164). Nombramiento e instrucción a Cristobal de Moura, Marqués de Castel-Rodrigo, como capitán general del Reino de Portugal. (245-260). Ampliación de la instrucción a Diego de Miranda Quirós, castellano del castillo de Brasil en la isla Tercera. (269-270). Instrucción sobre las fortificaciones y castillos de la Ribera de Lisboa. (292-293). ______________ ×ANEXO III III. 1. Sección de CONTADURIA MAYOR DE CUENTAS. Primera Epoca: Leg. 1751.- Cuentas fenecidas de carabelas y barcones que sirvieron para la Armada de Portugal. 1581-1582. Segunda Epoca: Leg. 490.- Asuntos del Armada del Marqués de Santa Cruz. Cuentas de bastimentos de Portugal.- Asientos de Capitanes de Infantería. 1579-1587: Relación de los bastimentos que se entregaron a los maestres de la armada de Tierra Firme de Miguel Eraso y Aguilar en 1587 para provisión de las seis galeras que fueron en conserva de la dicha flota. (2 a Santo Domingo, 2 a la Habana, 2 a Tierra Firme). Bastimentos enviados a Lisboa. Naves que sirvieron en la armada de 1583. Todo sobre bastimentos, municiones, víveres, cargos con sus capitanes ... Leg. 491.- Cuentas de bastimentos de la Armada que salió de la Isla Tercera.- Id. de pagadores de la Armada. 1581-1583: Sueldos, pertrechos, certificaciones de todos los pagos efectuados. Cargo y data de provisiones y pertrechos proporcionados desde diversas partes de la Península. Leg. 494.- Cuentas de Francisco Portillo, pagador general del ejército y Armada de su Magd. Cargos de bastimentos a capitanes y Maestro de naos que sirvieron en la Armada de su Magd. 1580-1583. Leg. 498.- Cuentas de Gerónimo de Aranda, pagador del ejército y Armadas de la Isla Tercera. Cuentas del Pagador Martín de Arriaga. 1582-1597. Leg. 505.- Cuentas del sueldo de la Infantería española que se juntó para la empresa de la isla Tercera. Cargos de pertrechos de guerra a los capitanes y maestres de naos. 15821593. Leg. 516.- Libranzas y recaudos del Mayordomo del Artillería. Relación de bastimentos a capitanes y maestres que fueron de la Isla Tercera. Asientos. 1579-1597. Leg. 517.- Cuentas de Gerónimo de Aranda, pagador del ejército de las Islas Terceras, de los que fueron a la empresa. 1582-1584. Leg. 518.- Cuentas de los que sirven en el ejército y armada en las Islas Terceras. 1582-1583. Leg. 519.- Asientos del capitán general y oficiales de la Isla Tercera. Id. para la conducción de provisiones de Gibraltar. 1583-1591. Leg. 520.- Cuentas de pagadores de gente de guerra y bastimentos de artillería de las Islas Terceras. 1583-1595. Leg. 521.- Cuentas de las dos Armadas de la Isla Tercera de bastimentos y pertrechos. 1580-1584. Leg. 522.- Cargos a maestres de naos de municiones y bastimentos. Alonso de Inesta. Cargos de bastimentos. Cargos de maravedís para la armada de la Isla Tercera. 15801597. Leg. 526.- Cuentas de bastimentos, municiones y pagos a la gente de guerra de las islas Terceras. 1583-1592. Leg. 527.- Cuenta particular que se tiene con el Capitán General, Ministros y Oficiales, marineros y personas particulares que sirven en la Armada y ejército para la empresa de la Isla Tercera. Cuenta de Gonzalo Ribero, Mayordomo de artillería y municiones de la isla Tercera. 1583-1584. Leg. 528.- Cuentas del pagador Martín Ruiz de la gente de guerra, obras y fortificaciones de la Isla Tercera. Cuentas de la Armada de Andalucía. 1582-1584. Leg. 542.- Cuentas de tenedores de bastimentos. Asiento de oficiales, artilleros y gente de guerra en la Isla Tercera. 1579-1595. Leg. 773.- Cuentas y libranzas y recaudos de Juan de Haro del despacho que fue a la Isla Tercera. Cargos y cuentas de los maestres de las naos que fueron a la Tercera. Leg. 1158.- Pagadores de la Armada. Mulas y caballos llevados a la Tercera por Cristobal de Atienza. 1582 a 1584. -Antonio Ronco, capitán de la nao nombrada Sancta María de la Costa. Maravedís, bastimentos, municiones y otras cosas que recibió los años de 1582 y 1583, sirviendo en las armadas de la Tercera de que fue Capitán el Marqués de Santa Cruz. Leg. 1159.- Pagadores de la Armada de la Tercera. 1583. Leg. 1160.- Id. 1583. Francisco de Lorriaga. Cargo y data de artillería de fundición de Portugal. Víveres para distintas naves. Diferentes cuentas de navíos de estos años. Leg. 1164.- Id. Gaspar Gonzalez, maestre de la nao S.Miguel, que salió de Andalucia a la campaña de Portugal. 1583. Leg. 1185.- Naves que participaron en la jornada de Portugal 1580. Zabras para la jornada de Portugal 1579-80; mulas y caballos que se desembarcaron en la isla de San Miguel; Armada que fue a la Tercera a cargo de Lope de Figueroa. 80-83 Leg. 1187.- Naves y artillería 1574, 1580, 1588. Diferentes personas que sirvieron en el ministerio de la artillería del reino de Portugal, 1580-81. "Cuentas de Domingo de Garate por la nave nombrada la Madalena de que fue maestre Martín Ruyz de Bidaçaval, una de las de la esquadra de Juan Martínez de Recalde, que sirvió a su magestad en la jornada que hizo el marqués de Santa Cruz a las Islas de los Açores el año de ochenta y siete y en el 58 el duque de Medina Sidonia a la costa del reino de Inglaterra y armadas que trajo Alonso de Baçán para guarda de las costas de España ..." Estevan de Ibarra y cuentas de julio 589 11 caravelas que se aprestaron en la ría de Lisboa para llevar dos compañías de soldados a las islas Terceras, jornales de carpinteros y calafates .... Tercera Epoca: Leg. 2510.- 3.- Las naves y navíos de la armada de Su Majestad. 1579-1581. III. 2. Sección de CONTADURIA DEL SUELDO. Segunda Serie. Leg. 25.- Armada del Oceano. asientos del capitán general y demás personas de dicha Armada. 1583 en adelante. Leg. 26.- Cargos contra maestres y despenseros de la naos y con otros particulares que sirvieron en dicha armada. 1587. Leg. 28.- Cargo y data de Francisco de Paredes, pagador de la armada y ejército 1588 en adelante. Leg. 29.- Cuentas fenecidas con comisarios de la proveeduría y otras personas de dicha armada. 1589 en adelante. Legajos 273 a 296.- Armada de Inglaterra. (Incluye datos de todo tipo de las naves de esta época.) 1.La política de Felipe II a lo largo de estos años ha sido ampliamente tratada por la bibliografía y aquí sólo queremos incidir en un hecho básico como es, que la actuación sobre el marco marítimo será el factor que permita al monarca español hacer frente a su compleja política exterior en el ámbito europeo, marcada por los conflictos en los Países Bajos. 2.El archipiélago de las Azores desempeñó una función esencial debida principalmente a su situación geográfica, ya que la necesidad de escalar en las Azores en el viaje de retorno provoca un área de actuación de corso y piratería, en un espacio que constituye el vértice de un triángulo comprendido entre el Sudoeste de la Península Ibérica, las Canarias y las Azores, cuyo dominio resultará vital para la Corona castellana. 3.MARTIN ACOSTA, Emelina: El dinero americano y la política del Imperio. Madrid, Ed. Mapfre, 1992. pp. 143-200. En esta obra se analiza al detalle cómo la llegada de los tesoros americanos a través de esa Carrera de Indias condicionará el desarrollo de la historia del reinado de Felipe II. 4.De entre todas los estudios dedicados por dichos autores a la historia de las Azores, destacamos estas dos obras, que consideramos más directamente relacionadas con el tema que nos ocupa en el presente trabajo: MATOS, Artur Teodoro de: As Açores e a carreira das Indias no seculo XVI. [s.l.],[s.n.], 1983. Separata de: Estudos de Hª de Portugal. Vol.II. P. 95-110. MENESES, Avelino de Freitas de: As Açores e o dominio filipino: 1580-1590. Angra do Heroismo: Instituto Hª da Ilha Terceira, 1987. 5.SANTAELLA STELLA, Roseli: O Dominio Espanhol no Brasil durante a Monarquia dos Filipes: 1580-1640. São Paulo 1993. En su tesis doctoral, esta autora analiza la forma en que Portugal fue agregado al sistema polisinodial de Consejos, que permitió a los Austrias conducir los designios de su vasto Imperio, así como la intervención política española en el Portugal metropolitano y sus colonias. 6.Ver Anexo I. 7. Ver anexo I. Este fondo se confirma especialmente rico para el siglo XVII, sin embargo, no hemos querido completar nuestro análisis sin incluir aquí las breves referencias halladas para el reinado de Felipe II. 8.Ver Anexo II. Solamente para estos años disponemos del siguiente número de legajos:1580: legajos 96 a 109.1581: 109 a 1211582: 122 a 1401583: 141 a 158. 9.Anexo II. Legajo 106. Marqués de Santa Cruz en Lisboa. 10.Ver Anexo II. Legajo 106 y 109. 11.Ver anexo II. Leg. 106 y 109. 12.En este anexo II aparecen múltiples ejemplos de fechas en que se está tratando la fortificación de plazas portuguesas. 13.Leg. 110 - fol. 15 y siguientes. Muestran el continuo trasiego de artillería de unos puertos a otros. 14.Los numerosos nombramientos expedidos para el archipiélago portugués tienen su correspondencia en el caso de las islas Canarias, que aparecen igualmente incluidas en esa política defensiva de Felipe II. 15.Organos directivos: Sección de Consejo de Hacienda " " Consejo y Juntas de Hacienda Organos contabilizadores: Sec.Contadurías Generales (Ingresos) " Contaduría del Sueldo (Gastos) Organos fiscalizadores: Sec. de Contaduría Mayor de Cuentas LAS FUENTES DOCUMENTALES EN LOS ARCHIVOS DE CANARIAS: PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE Mª del Carmen Ruíz Benítez de Lugo Mármol "El archivo atrapa....Está organizado para ser leído y comprendido por numerosas personas; intenta anunciar y crear un pensamiento, modificar un estado de cosas con la exposición de una historia o de una reflexión. Se ordena y se estructura según sistemas más o menos fácilmente descifrables, y, sea cuál fuere la apariencia que reviste, existe para convencer y transformar el orden de los conocimientos." Los archivos nacen con el lenguaje escrito y las sociedades organizadas. Sus documentos son producto del desarrollo de unas funciones y unas actividades propias, y que se conservan en un principio como garantía de unos derechos, es su valor primario o administrativo, y en segunda y última instancia con fines históricos. Por tanto la conservación de esos testimonios escritos se considera hoy en día como algo primordial en cualquier país moderno, pues esos testimonios también ejemplifican y dan constancia de la transparencia democrática de la institución o personas que los producen. Tradicionalmente los profesionales de los archivos incidían de forma especial en esa función de conservación que debe realizar todo archivo, junto con la recogida de documentación que supone la formación de éste. En la actualidad a estas funciones tradicionales hay que añadir la difusión de sus fondos y servicios, con la cuál logramos que los archivos alcancen esa proyección social que les corresponden como centros de custodia y conservación de nuestro Patrimonio Documental, parte indiscutible de nuestro Patrimonio Histórico, pero a la vez tan olvidado y relegado de él. El principal objetivo que se plantea hoy en día el archivero, es romper con el aislamiento y la falta de comunicación entre el archivo y el ciudadano. La mayoría de los ciudadanos ignoran no sólo la función de los archivos, sino incluso su propia existencia. Por lo tanto esa función de difusión de sus fondos y servicios se considera actualmente prioritaria y básica para lograr así una concienciación a nivel no sólo de la Administración sino del público en general, de la necesidad de la protección y defensa de nuestro Patrimonio Documental. La defensa del Patrimonio Documental es algo tangible y queda reflejado en la legislación que en materia de Patrimonio Documental y Archivos se ha desarrollado en nuestro país, a partir de la Constitución de 1978 y de la transferencia a las Comunidades Autónomas de las competencias en materia de archivos. Esta realidad y la problemática que lleva aparejada fué objeto de nuestro estudio en la ponencia presentada en las II Jornadas de Documentación en Canarias, sobre el Patrimonio Documental y los Archivos de Canarias. A ella nos remitimos. Según la legislación vigente, forman parte del Patrimonio Documental "los documentos de cualquier época, generados, conservados o reunidos en el ejercicio de su función por cualquier organismo o entidad de carácter público, por las personas jurídicas en cuyo capital participe mayoritariamente el Estado u otras entidades públicas y por las personas privadas, físicas o jurídicas, gestoras de servicios públicos en lo relacionado con la gestión de dichos servicios" (art.49.2) " los documentos con una antigüedad superior a los cuarenta años" que no teniendo el carácter de públicos, hayan sido " generados, conservados o reunidos en el ejercicio de sus actividades por las entidades y asociaciones de carácter político, sindical o religioso y `por las entidades,fundaciones y asociaciones culturales y educativas de carácter privado" (art.49.3) . Y por último, todos los documentos de más de cién años, así como cualquier otro documento, que no estando recogido en lo anteriormente expuesto, merezca dicha consideración a criterio de la Administración del Estado (art. 49.4 y 49.5) . Centrándonos ya en nuestra Comunidad Autónoma el preámbulo de nuestra ley autonómica deja bién claro su espíritu: " La presente Ley se propone la custodia, conservación,inventario,protección y difusión del Patrimonio Documental de Canarias, a través del Sistema Canario de Archivos" . Somos conscientes de que el marco jurídico es fundamental para el logro de una veraz protección de nuestro Patrimonio Documental, y si bién nuestra ley adolece de un Reglamento para su adecuado desarrollo, si se han llevado a cabo una serie de actuaciones, que aunque desconexas, van haciendo cambiar nuestro panorama en materia de patrimonio documental y archivos, nada alentador hasta el momento. En este sentido cabe resaltar la realización del Censo de Archivos, contemplado en nuestra ley, en su artículo 20: "El Gobierno de Canarias procederá a la confección de un censo de archivos y fondos documentales constitutivos del Patrimonio Documental Canario, en cada una de las islas" El Censo de Archivos de nuestra Comunidad Autónoma se ha realizado siguiendo las directrices del Centro de Información Documental de Archivos (C.I.D.A.), dependiente del Ministerio de Cultura, y cuya creación se regula por la Orden de 7 de agosto de 1978. EL CIDA reúne la información documental y bibliográfica relativa a archivos españoles y extranjeros con el fin de difundirla a nivel nacional e internacional. Entre las funciones que se le asignan hay que destacar la redacción y publicación del Catálogo del Patrimonio Documental de nuestro país, así como toda la información relacionada con los fondos documentales custodiados en nuestros archivos. El Censo de Archivos es la herramienta de trabajo utilizada para la elaboración de ese catálogo del Patrimonio Documental que nos permitirá un control de dicho Patrimonio, tratando así de evitar su desaparición. Las ventajas que presupone, además del control de los fondos documentales, es la difusión del Patrimonio Documental Canario, puesto que toda la información recavada se volcará en la base de datos CARC- censo-guía de los archivos españoles- , y su consulta se realizará a través de los PIC- puntos de información cultural- distribuidos por toda la geografía nacional, y conectados con Sudamérica, diferentes universidades extranjeras, el Instituto Cervantes etc.. El proyecto de elaboración del Censo de Archivos de Canarias, se ha llevado a cabo desde la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, en quién recaen las competencias en materia de archivos de la Comunidad Autónoma, y en colaboración con el Ministerio de Cultura. Para el área de los archivos de la Iglesia y privados de otra índole, se ha contado con la colaboración de la Fundación MapfreGuanarteme. Los trabajos de campo han sido coordinados y dirigidos por los directores de los archivos históricos provinciales, en su provincia correspondiente, procediéndose a la contratación de censadores con la formación archivística adecuada en cada una de las islas. La recogida de información se ha efectuado con el modelo de impreso del CIDA, que a través de los P.I.C. nos ofrecerá los siguientes datos: nombre, dirección y teléfono del archivo clasificación del archivo tipo de archivo dentro de la calsificación relación general y orientativa de materia de los fondos del archivo servicios del archivo: restauración, reprografía etc.. títulos publicados: catálogos, guías, inventarios.... relación de los fondos del archivo indicando el volumen, las fechas extremas que comprende la documentación y si están inventariados y catalogados. Por otra parte el censo se ha llevado a cabo en diferentes fases. Se comenzó el año 1993 por la realización de los censos de los archivos municipales de las islas capitalinas, Tenerife y Gran Canaria. A continuación se contrató el personal necesario para confeccionar el censo de archivos municipales de las islas periféricas, uno por isla. Pararelamente, y en colaboración con la Fundación Mapfre-Guanarteme, comenzamos la tarea en los archivos de la Iglesia, para concluir con los archivos privados. En las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro se han censado también los archivos de los Cabildos Insulares. Por falta de tiempo nos es imposible valorar los resultados, lo cuál haremos en otra ocasión. Trataremos de plasmar estas fases en diferentes apartados. Sí queremos dejar constancia de que no pretendemos con esta ponencia hacer una relación de los fondos documentales custodiados en los diferentes archivos canarios, lo que además sería bastante tedioso para una exposición. Lo que pretendemos es hacer una valoración de esos fondos documentales en lo que se refiere a su nivel de organización, tipologías documentales, características de sus instalaciones, estado de conservación y un tema prioritario y ampliamente problemático tal y como hemos podido constatar, el acceso a dichos fondos documentales. ARCHIVOS MUNICIPALES El archivo municipal está formado por " el conjunto de documentos que ha generado y genera el Ayuntamiento en el transcurso de su gestión, conservados y organizados por los propios administradores ". Durante muchos años con los archivos municipales ha ocurrido como con el resto de los archivos. Se les daba valor a los documentos históricos, y se les consideraban más "depósitos de papeles" que otra cosa.Hoy en día, y desde que se tiene en cuenta la formación del archivo desde el momento que se genera el documento en el archivo de gestión u oficina, ante la necesidad de encontrar la documentación como medida ineludible para una adecuada gestión administrativa de la institución, comienza a abandonarse esa inclinación hacia la conservación única de los documentos históricos, y se aborda la necesidad y práctica de la organización del archivo municipal como tal, sin diferenciar entre archivo administrativo y archivo histórico. Es el Grupo de Trabajo de Archiveros de la Comunidad de Madrid quien afrontó de forma seria y racionalizada la organización de los archivos municipales, en unas jornadas anuales que han permitido redactar y publicar estudios y manuales referidos al tema, que han hecho realidad la elaboración de herramientas de trabajo fundamentales para acometer la organización de estos archivos, tales como el cuadro de organización de fondos de archivos municipales, sobre el cuál nos hemos basado para la elaboración de los censos de los archivos municipales de nuestras islas. Tratando de dar un orden a esta exposición para su mejor comprensión, con la información recogida trataremos de conocer las fuentes documentales que se conservan en estos archivos, a través de la valoración de diferentes tipologías documentales. El tipo documental es la expresión de las diferentes actuaciones de la Administración reflejadas en un determinado soporte y con unos mismos caracteres internos específicos para cada uno, que determinan su contenido. Los tipos documentales se derivan de las funciones desarrolladas por los órganos de las instituciones. Cada función se refleja en uno o varios tipos documentales. Los tipos documentales junto al órgano o la función productora de los mismos originan las series. Por otra parte nos interesa dejar constancia del nivel de organización de estos fondos documentales, muy a la par con las características de sus instalaciones, que a su vez nos marcarán la pauta para la comprensión de su estado de conservación. Por último haremos especial hincapié en la problemática del acceso a estos fondos municipales, muy en relación a su vez, con su organización, características de sus instalaciones y estado de conservación. TENERIFE De los 31 municipios de la isla, hemos censado 28 archivos municipales. A los tres restantes nos ha sido imposible su acceso por su lamentable estado de organización. Hay que hacer una aclaración de tipo histórico en lo que respecta a la evolución de estas instituciones en el caso concreto de Canarias y que se vé reflejada en su documentación. Hasta la Constitución de 1812 los vecinos pobladores de una misma isla formaban un municipio único, que hacía las veces de villa o de ciudad a la vez que abarcaba todo el ámbito insular, en lo que respecta a las islas de realengo. Así desde el punto de vista administrativo La Laguna es Tenerife e, inversamente, Tenerife es La Laguna. La planta de la administración municipal en Canarias data entonces de 1812. Hasta ese momento la isla se dividía en partidos judiciales bajo la jurisdicción de alcaldes pedáneos. Sin embargo desde el siglo XVII, (La Orotava-1642) y el XVIII algunos lugares obtienen la consideración de villas exentas, lo que les confiere determinada autonomía judicial, no se había establecido aún la separación de poderes, y representa el precedente de la autonomía municipal plena. El cuadro de organización de fondos utilizado para la realización del censo, tiene en cuenta las funciones y series de los archivos que conservan documentación del Antiguo Régimen. Establece tres secciones en la documentación generada por el Ayuntamiento. La primera referida a los órganos de gobierno. La segunda donde se comprenden todos los documentos procedentes de secretaría , y la tercera y última donde está incluído todo lo referente a la hacienda de la institución. A su vez estas secciones se subdividen en diferentes subsecciones, con sus series documentales correspondientes. Entrando ya en materia, los documentos de más antigüedad que se conservan en los archivos municipales de Tenerife están fechados en 1496 y corresponden a Reales Cédulas custodiadas por el Archivo Municipal de La Laguna. Este archivo por tanto merece mención aparte no sólo por lo dicho anteriormente, lo cuál explica su cuadro de clasificación de fondos tan peculiar e impactante en lo que se refiere a la riqueza de su documentación, sino también porque es una excepción por la atención que ha recibido por parte de las autoridades municipales, que sin duda alentadas por la acción de las instituciones culturales, los investigadores y hoy en día por la profesionalidad de su archivero, han hecho de este archivo un modelo a seguir por el resto de los ayuntamientos. Custodia este archivo además de la documentación procedente del antiguo Cabildo de Tenerife (municipio- isla) , alguna del Gobierno de los Adelantados, así como del Corregimiento y Alcaldía Mayor de la Isla, y como es natural la del propio Ayuntamiento de La Laguna. Este archivo, como heredero del Antiguo Régimen, es el que más documentación conserva de éste período. Destacaremos la rica serie de Reales Cédulas, fechadas entre 1496 y 1816, y la muy completa serie de Libros Capitulares desde 1497, e Inspección Militar desde 1555. La valoración de las fuentes documentales de los archivos municipales la acometeremos de forma global, dada la enorme cantidad de tipologías documentales que generan estas instituciones, fiel reflejo de sus funciones y actividades que han ido aumentando con el paso del tiempo. Por todo ello, y siguiendo el cuadro de clasificación de fondos elegido, el del Grupo de Trabajo de Archiveros de la Comunidad de Madrid, de las tres grandes secciones en que divide la documentación generada por el ayuntamiento, hemos seleccionado algunas tipologías que se repiten de forma constante a lo largo del tiempo, que se conservan en la mayoría de estas instituciones, y que creemos que son relevantes de cara a la investigación histórica. Las tipologías seleccionadas son entonces: De la sección Órganos de Gobierno, las Actas De la sección Secretaría, la documentación generada por el Pósito Municipal y lo que se refiere a Quintas. De la sección de Hacienda, los Presupuestos del ayuntamiento. Antes de entrar de lleno en ello si queremos hacer una aclaración en cuanto a los datos que aquí se ofrecen. Debido a diferentes factores que luego estudiaremos, nivel de organización, dificultades de acceso a estos archivos, etc.., la información que presentamos es la que se nos ha permitido y hemos podido recavar, no descartando la posibilidad de que exista algo más, pero desde luego en el momento de la realización del censo no asequible. El Acta es la relación oficial escrita de lo tratado o acordado en las Sesiones de la Corporación Municipal o de sus Comisiones y que extiende el Secretario para dar fé. Una vez transcrita al Libro de Actas puede expurgarse. De ahí que en la mayoría de los ayuntamientos lo que se conserva son estos libros de actas. El Libro de Acta es un instrumento público solemne, que contiene las Actas extendidas por el Secretario para dar fé de los asuntos tratados y de los acuerdos adoptados en las sesiones celebradas por la Corporación. Estos libros si se conservan de forma definitiva, y son fundamentales para el conocimiento y estudio de la institución. Su valor histórico entonces es incalculable.Como dato curioso , la mayoría de las veces estos libros de actas no se encuentran en el archivo sino que están en manos del Secretario, en su propio despacho. Las actas más antiguas que se conservan son las del antiguo Cabildo-municipio de La Laguna fechadas en 1497, un año después de su institución como tal. Del siglo XVII no se conservan actas en ningún ayuntamiento, dado que como ya hemos apuntado los municipios no se instituyen como tales hasta la Constitución de 1812. Sin embargo si aparece documentación definida como tal antes de esa fecha, en el siglo XVIII en algunos lugares que deben haber iniciado cierto movimiento de segregación del municipio- cabildo aunque sólo fuera en el terreno judicial (alcaldes pedáneos). (tabla 1) En lo que se refiere a la documentación generada por los Pósitos Municipales la valoración es la que sigue. En primer lugar expresar que estos Pósitos Municipales tienen sus orígenes en la Edad Media. Los Pósitos Agrícolas, desde su inicial carácter de entidades que en épocas de escasez garantizaban el suminstro de pan a la población rural y el cereal a los agricultores, hasta el papel que representan en el momento actual, como ayuda financiera para las necesidades puntuales de la población local, han experimentado modificaciones diversas. Los pósitos no se establecen de forma simultánea en todas las localidades. El establecimiento de pósitos o alhóndigas es un proceso que comienza a finales del siglo XVI, y se prolonga durante el siglo XVII. Es un jalón más, junto con el establecimiento de parroquias, en la consecución de la autonomía municipal. Es revelador que el edificio del pósito en la práctica totalidad de los municipios albergaron las Casas Consistoriales, hasta que ya en el siglo XX se construyen edificios de nueva planta, lo cuál ha supuesto el derribo de los anteriores. La documentación más antigua generada por los pósitos corresponde al año 1593, y se conserva en el archivo de Los Silos. De los 28 archivos censados se conservan libros de pósito en 18. (tabla 2) Hay que hacer una aclaración con respecto a la identificación de las tipologías en la documentación más antigua, donde los libros del pósito recogen tanto acuerdos, como cuentas, deudores etc, es decir información de lo más diversa. Más adelante si están bién definidas las tipologías: libros de obligaciones del pósito, de entrada y salida tanto de dinero como de grano, etc... Como conclusión hacer constar la enorme pérdida que ha sufrido la documentación de los pósitos, pérdida en la que no están ajenos factores como desastres naturales, pero sobretodo la falta de conciencia por parte de las autoridades municipales que consideran esta documentación más ajena a ellos, no dándole la importancia que en realidad tiene. Como fuentes para la historia local su importancia es muy notable en diversos aspectos: producción agrícola, estudios sociales, económicos, toponimia etc... La documentación referente a Quintas, desde hace unos años es muy utilizada para la elaboración de diversas investigaciones históricas. Las diferentes tipologias, tales como actas de reclutamiento, expedientes de quintas, oficios de quintas y expedientes de prófugos, contienen información variada y rica: relación de nombres, residencia, profesión, declaración de soldados, prófugos, excluidos ,exceptuados del servicio militar, países de destino, año de partida, comparecencia familiar, nivel de instrucción , etc....Con todo ello se podrán elaborar trabajos de emigración, demografía, estudios sociales, etc.. Esta documentación se conserva de forma muy completa en casi todos los archivos a partir del siglo XIX. Sólo el Archivo Municipal de La Laguna conserva documentación en materia militar más antigua: la que se refiere a inspección militar fechada en 1555, sin que esto signifique que hablemos de una continuidad tipológica. De los 28 archivos censados conservan documentación de Quintas, 26. Hay que tener en cuenta que esta es una función del Gobierno Militar que realizan los ayuntamientos. (tabla 3) Los presupuestos de los ayuntamientos generan gran cantidad de documentación.Se reflejan en diferentes tipologías documentales, y al ser documentación sometida a fiscalización y de la que depende la gestión del ayuntamiento, necesitan conservarla. Pero sólo 23 de los ayuntamientos censados custodian en su archivo documentación referida a los presupuestos, si bién hay que apuntar que esta documentación junto con la de quintas, con el paso del tiempo y por ocupar mucho espacio, no se expurga en la mayoría de los casos, pero sí queda relegada, y por lo tanto su localización es dificultosa. Tenemos constancia de reitaradas disposiciones de instancias superiores, la más antigua 9 de agosto de 1937, donde se ordena la entrega de cuentas y presupuestos municipales con más de 10 años , por considerarse "ütiles tan sólo para cuestiones de estadística". Ello nos refleja la poca consideración hacia esta documentación, fundamental para acometer el estudio de cualquier institución ya que en función de los presupuestos, de su aumento o disminución, se refleja, la mayor o menor actividad del propio ayuntamiento. (tabla 4) En lo que respecta a las islas menores la valoración de sus fondos es la que sigue: En la isla de La Palma se han censado 13 archivos de los 14 municipios de dicha isla. Al de San Andrés y Sauces nos fué imposible su acceso por estar "empaquetado" para su traslado aún por determinar. La Palma, como municipio- isla, conserva en el archivo municipal de Santa Cruz de La Palma un gran volumen de documentación del Antiguo Régimen que se refiere a todos los términos de la isla antes de su segregación en 1812. A pesar de ser conquistada antes que Tenerife, ha perdido gran parte de sus fondos documentales por la invasión de los franceses en 1553. El libro de actas de más antigüedad corresponde a 1554, del antiguo Cabildo. Se conserva un libro de actas anterior a la propia constitución de los municipios como tales, procedente de Los Llanos de Aridane, fechado en 1773, que refleja las reformas de Carlos III (1766) que introdujeron unos incipientes órganos de gobierno municipal en Canarias. Sólamente un municipio conserva actas desde su fundación en 1812, Mazo. El resto las conservan desde bien avanzado el siglo XIX, o bién desde el XX. (tabla 5) De Quintas y Milicias lo más antiguo es de Santa Cruz de La Palma de 1823. (tabla 6) Del Pósito se conserva documentación histórica en 4 archivos. En el de Santa Cruz de La Palma desde 1560. Dos del siglo XVIII, Mazo y Puntagorda; Los Llanos de 1882.El resto del siglo XX. (tabla 7) La serie que se conserva de forma más completa de las estudiadas, es la de Presupuestos. La más antigua, Fuencaliente de 1824. En S/ Cde La Palma no se conservan presupuestos hasta 1836. (tabla 8) Como conclusión, excepto la documentación histórica del Antiguo Régimen, el resto ha desaparecido en casi su totalidad. La Gomera presenta un panorama desolador. De las series seleccionadas el documento más antiguo es de 1867, presupuesto ordinario de Vallehermoso. Caso muy impactante el de la capital de la isla, que no conserva documentación anterior al siglo XX. Hay ayuntamientos con total ausencia de documentación de series tan importantes como las referidas a expedientes de remplazo. (tabla 9) De El Hierro la documentación más antigua que conserva es de 1894, y corresponde a documentación de la Banda de Música del Ayuntamiento de Valverde. Hay que tener en cuenta que en 1899 se produjo un incendio que acabó con la totalidad de la documentación anterior a esa fecha. Frontera conserva documentación desde 1912, cuando se crea el municipio como trámite burocrático imprescindible para la constitución de un Cabildo en una isla. Hay que hacer constar que nos referimos a los Cabildos Insulares restablecidos en esa fecha, como órganos de gobierno insular. Por todo ello su actividad como municipio en las primeras décadas es muy escasa, lo cuál se refleja en la documentación. (tabla 10) Una vez hecha la valoración de las tipologías documentales seleccionadas, pasaremos a estudiar el nivel de organización en que se encuentran los archivos municipales. Todo ayuntamiento produce una documentación generada por sus actividades y funciones. Esa documentación se produce siguiendo un orden natural, y por lo tanto nace ya clasificada. El problema es que ese orden natural se pierde pues los funcionarios como "manipuladores" de esos documentos, no atienden a esa clasificación original y desorganizan la documentación. La realidad es tal que estos documentos ni siquiera llegan a constituirse en archivos, sino en meros depósitos de papeles. Ni que decir tiene que no se llevan a efecto las transferencias documentales pertinentes, considerando como tales no un simple traslado de documentación, sino un traslado, previo estudio y valoración de los documentos y su posterior expurgo, de tal manera que sólo se conserve la documentación seleccionada. Está claro que para conservar hay que eliminar. El resultado de todo ello es que cuando llega al "archivo"- depósito de papeles, una nueva remesa de documentación, en el peor de los casos se "expurga" la más antigua, sin ningún criterio científico de valoración y selección, y en el mejor de los casos, como no existe una previsión en el espacio para la instalación de los documentos se mezclan todas las secciones e incluso series documentales. La solución suele consistir en retirar la documentación más antigua hacia los altillos de la estantería. El mecanismo del desorden se completa cuando los funcionarios "bajan" o "suben" en busca de expedientes archivados. Colocan la caja sobre la mesa-si la hay- y sacan varios expedientes, que normalmente no volverán a su caja, ni la caja la vuelven a colocar en su estantería. Rápidamente se acumulan cajas y expedientes formando torres de precario equilibrio. Periódicamente, cuando se constata la necesidad de imponer un orden, se retiran las cajas, se arrinconan, pero no se restablece el orden y la desorganización se ha consumado Con respecto a la clasificación sólo 6 ayuntamientos de Tenerife siguen la clasificación del Grupo de Archiveros de Madrid. Uno más la lleva a cabo con la documentación a partir del año 1975. El resto siguen unas clasificaciones "sui generis" en las que se suele diferenciar entre archivo histórico y archivo administrativo. Uno de ellos la hace "por materias", muy significativo , pues la persona encargada del archivo lo es también de la biblioteca. Otras veces se dá carta blanca a un investigador, por lo general "local" que organiza los fondos según la conveniencia de sus investigaciones. Pero la situación más kafkiana de la inercia de los procedimientos burocráticos es la de un archivo municipal que durante cierto tiempo , un trabajador que siempre ha estado ligado a los servicios culturales del ayuntamiento en cuestión, fué encargado del Archivo como "castigo político" según sus propias palabras. Con la pretensión de realizar un buén trabajo se informó de las técnicas archivísticas. Impuso a los funcionariosla obligación de cumplimentar las "hojas de remisión de fondos" cuando "bajaban" la documentación al archivo. Hoy ya no está esa persona, ni nadie que se encargue de éste. Los funcionarios siguen "bajando" la documentación; los documentos se apilan en el depósito, pero con sus hojas de remisión. Con respecto a la descripción de los documentos, excepto en los archivos bién organizados, se pueden encontrar diversas casuísticas. Por lo general se realiza por medio de contratos a personas sin la formación adecuada, y sin previamente haberse procedido a la organización del archivo. Como resultado de ello, se confeccionan instrumentos de descripción que ni siquiera cuentan con algo tan imprescindible como es la signatura topográfica, con lo cuál es imposible la localización de los documentos. Sin embargo si hay archivos en la isla de Tenerife en los que se respeta los principios de la Archivística. Coinciden invariablemente con los que cuentan con personal que los atienda y con la formación archivística adecuada. En este sentido hacer referencia a la labor realizada por el Archivo Municipal de La Laguna que ha desarrollado una importante labor de formación con la realización de cursos y otras actividades, que está viendo su rentabilidad en la formación de un grupo de trabajo de archiveros municipales , que junto con otras iniciativas y otros profesionales está haciendo posible un cambio en toda la situación planteada. En este sentido la propia realización del Censo, ha hecho tomar conciencia a muchos ayuntamientos de la necesidad de acometer la organización de sus fondos, y de proceder a la contratación del personal con la formación adecuada. (tabla 11) En el resto de las islas la situación es la siguiente. La Palma tiene sólamente dos archivos que podríamos considerar organizados con personal a su cargo, aunque en uno de ellos por temporadas, pero se ha logrado mantener el archivo organizado. A pesar de la enorme importancia del Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma, que cuenta con un inventario para la documentación considerada histórica, su estado de organización es deficiente y su acceso muy complicado. La Gomera presenta una situación muy deficiente sin ningún archivo debidamente organizado, ni personal a su cargo, lo cuál está generando una continua pérdida de documentación. El Hierro, en cuanto a su organización hay que ensalzar el esfuerzo del Ayuntamiento de Valverde, y de su Secretario que ha hecho posible no sólo la debida organización de su archivo, sino incluso su informatización. Ejemplo que en breve, según nos han informado su Secretario, llevará a la práctica el archivo del Ayuntamiento de Frontera, en este momento en lamentable estado. En cuanto a las instalaciones de estos archivos son en general precarias. Los depósitos, tal y como habíamos apuntado son almacenes. En algunos la estructura amenaza ruina. Los documentos conviven con los más variopintos inquilinos: señales de tráfico, comestibles, trajes de carnaval, todo tipo de material de oficina etc..A menudo existen varios depósitos como sede de los archivos.Sin embargo los archivos que están más ó menos organizados, sino tienen las instalaciones más adecuadas por lo menos son dignas, y sino se plantean el tenerlas. Por lo general la organización del archivo trae consigo la pretensión, sino realidad, de unas adecuadas instalaciones. Ya habíamos apuntado la relación existente entre la conservación de los fondos y las instalaciones Sin unas adecuadas instalaciones sería muy difícil una buena conservación de los documentos. Así los daños producidos pòr unas inadecuadas condiciones ambientales y de instalación traen consigo la aparición de hongos, insectos, acidez del soporte. Los locales que albergan los archivos, se dividen entre "archivos de azotea" o archivo palomar, y archivo de cochera o bodega. Los dos tipos son igualmente peligrosos. La azotea por los cambios bruscos de temperatura, los sótanos por la humedad y falta de ventilación. Pero en la conservación de los fondos inciden otros factores. En primer lugar hay que atender a la propia actividad de las instituciones y el consiguiente proceso de génesis documental. El proceso de división municipal en las islas es muy reciente, y se llevó a cabo de manera vacilante. Algunos municipios (Punta del Hidalgo, Taganana) tienen una vida efímera; otros (EL Rosario) se constituyen, desaparecen como entidades administrativas, y vuelven a constituirse más adelante. Debemos suponer que el funcionamiento, en sus primeras épocas, con sus modestísimos presupuestos no generó gran actividad, que habría de traducirse en documentación. Otra causa de pérdida de documentos según se ha podido constatar, son los desastres naturales o provocados por la acción intencionada de los hombres. Es raro el archivo que no ha ardido en alguno de los momentos de la atormentada vida española. En Tenerife podemos destacar los incendios de La Orotava, El Sauzal, Granadilla etc.. Garachico sufrió un temporal en la década de 1850 que llevó en casi su totalidad el archivo. Granadilla perdió sus fondos históricos en el derrumbe del Convento de San Francisco en 1963.... Otras veces es la simple ignorancia o barbarie la causa de la pérdida. Por orden de algún alcalde se han tirado a la basura libros viejos- actas plenarias y libros de pósitorescatados posteriormente por un funcionario. En alguna ocasión por la desidia de la administración en el cuidado y control de estos archivos, la documentación es "conservada" por personajes relevantes de la localidad, que por su cargo o interés tienen acceso a estos archivos, que sin control alguno extraen los documentos de ellos, y no los devuelven. Esto lo hemos podido constatar a la hora de estudiar los archivos privados familiares, que la mayoría de las veces responden mejor a la nomenclatura de archivos privados-públicos, públicos-privados o archivos de rapiña como los hemos definido en alguna otra ocasión. También desde las más altas instancias de la Administración Pública se han generado destrucciones documentales. Así debemos señalar las campañas promovidas por los gobiernos civiles para el reciclaje de papel, que implicó elaboración de inventarios, y "expurgos". En otro orden de cosas y entrando en el sangrante tema de la accesibilidad de los archivos municipales, en los últimos años los archiveros hemos reivindicado en toda ocasión la doble función de los archivos: reunir y conservar la documentación por una parte, y de otra difundirla a través de la elaboración de los instrumentos de descripción adecuados y otras actividades que revelan la función social de los archivos. El archivo tal y como se considera hoy en día debe cumplir una función social: de testimonio, de información administrativa, ciéntifica e histórica. Para el cumplimiento de esa función social es ineludible hacer posible el acceso a sus fondos. En los últimos tiempos toda la legislación referente al Patrimonio Documental y Archivos deja bién patente ese espíritu "liberalizador" de libre acceso. Pero existe lo que Romero Tallafigo define como "fronteras técnicas o archivísticas" Está claro que es imposible acceder aunque la ley lo permita, a archivos que no están organizados, y que no cuentan en tonces con los instrumentos de descripción adecuados. Está claro que la figura del archivero es imprescindible para la consecución de estos objetivos. Ya comprobábamos anteriormente la interrelación entre archivo organizado y personal cualificado a su cargo. Ahora ahondamos aún más, archivo organizadopersonal cualificado-archivo accesible. Estas dificultades en el acceso las hemos podido comprobar incluso como censadores, que a veces nos han llevado a situaciones surrealistas. Copiando literalmente de la Memoria de unos de los censos donde se relata lo siguiente: " No se encuentra la llave del archivo. Espero durante dos horas mientras se producen cruces de llamadas entre las oficinas. Por fin, uno de los empleados marcha a su casa para ver si la encuentra. Al cabo de unos minutos aparece con la llave: se la había dejado olvidada en el bolsillo de la camisa, y puesta a lavar ésta, la llave había quedado en el interior de su lavadora". Sin comentarios. En otros casos han sido los propias personas encargadas del archivo quiénes han presentado toda serie de dificultades para la realización del censo. Afortunadamente las menos. Quienes si son muy reacios son algunos Secretarios, siempre coincidente con los archivos peor organizados y en lamentable estado de conservación e instalación. Si nosotros hemos encontrado dificultades actuando "oficialmente", con credenciales incluso, imaginamos la situación en que se encuentran los investigadores, a no ser que seas amigo, conocido o pariente de algún político o funcionario. Como conclusión, los archivos deben cumplir tres funciones esenciales de cara a la sociedad: garantizar los derechos de los ciudadanos conservando y custodiando la documentación; hacer posible una adecuada y eficaz gestión administrativa de la institución, y permitir a todo el que quiera la investigación para mantener la memoria, en este caso del municipio. Difícilmente se atenderá la primera y segunda cuestión en archivos desorganizados. En cuanto a la última responderemos con un hecho incontrovertible: prácticamente en la gran mayoría de los ayuntamientos se ha podido obtener un dato tan elemental como la fecha de fundación del municipio. Sin testimonios escritos no es posible hacer historia. Expresar la enorme labor de los realizadores del Censo de Archivos Municipales: Emilio Alfaro Hardisson - Tenerife-, Jaime Arteaga- La Gomera-, Teresa Ruíz- El Hierro- y Armando González- La Palma-. También nuestro agradecimiento a todo el equipo de trabajo del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, quienes han hecho posible en gran medida la realización de este estudio. ARCHIVOS DE LA IGLESIA La elaboración del Censo de los archivos de la Iglesia se ha llevado a cabo en colaboración con la Fundación Mapfre-Guanarteme. Las actuaciones llevadas a cabo en la provincia de Tenerife se han centrado en el Archivo Diocesano y los archivos parroquiales de la isla de Tenerife, no pudiendo acometer la realización del censo de las islas menores de nuestra provincia, tal y como fué nuestra intención en un primer momento. La metodología de trabajo ha consistido en primer lugar en la contratación de una persona con la formación archivística adecuada, que ha hecho realidad este censo. Por otra parte y para facilitar y hacer posible el acceso a estos archivos, se informó por escrito a los diferentes párrocos, y se le facilitó a la persona que realizó el censo una autorización por parte de la Iglesia, para llevarlo a cabo. Desde el punto de vista técnico, se estableció un cuadro de clasificación de fondos de los archivos parroquiales, a partir del estudio e identificación de las diferentes tipologias documentales, lo cuál nos permitió establecer un organigrama de estas instituciones. Para llevar a efecto la recogida de datos se elaboró un impreso acorde con la información que queríamos recavar: Fecha Breve historia del archivo Tipología del archivo Descripción de fondos y colecciones Instrumentos de descripción Otras publicaciones La información se completaba con una Memoria donde se hacían constar las incidencias en el desarrollo del trabajo, así como otro tipo de información referente al estado de conservación de los documentos, características de su instalación etc..A esta Memoria se adjunta un apéndice fotográfico, ya que consideramos que "una imagen vale más que mil palabras". Hay que hacer constar la colaboración inestimable de D. Julio González, director del Archivo Diocesano, quién nos facilito el acceso a las diferentes parroquias cuando surgía algún tipo de problema, así como a los diferentes parrocos que con su atención han hecho posible la realización de este trabajo. La toma de datos la llevó a cabo Mª Victoria Méndez Arozena, quién ha desarrollado un magnífico trabajo de recogida de información, y lo que es más importante, con su entusiasmo que ha logrado transmitir a los párrocos, muchos de ellos han tomado conciencia de la importancia de la documentación que custodian, hasta tal punto que se han planteado la adecuada organización de su archivo y a su vez han descubierto la riqueza de sus fondos, cuyo desconocimento en general era palpable. Como conclusión entonces el censo realizado se ha centrado en los 38 archivos parroquiales de la isla de Tenerife y el Archivo Diocesano. Entrando ya en materia, hay que decir que una de las consecuencias de la reforma tridentina fué el resurgimiento de la "diócesis", con su obispo al frente. Hasta el Concilio de Trento el obispo- cabildo era la forma de gobierno principal de la diócesis, de ahí que en ese cabildo se haya concentrado toda la documentación propia de la diócesis en la Edad Media. Con Trento el obispo comienza a tener personalidad propia, y la diócesis gira en torno a él como tal. De esta manera también la parroquia comenzará a ser la institución "urbana y moral" de la diócesis, organizándose como institución propia. La diócesis y la parroquia generarán entonces una documentación, que no se conservará en el archivo catedral, sino en las propias instituciones y es de esta manera como nacen los archivos diocesanos y parroquiales. ARCHIVO DIOCESANO DE TENERIFE La Diócesis de Tenerife se erige, a petición de Fernando VII, por el Papa Pío VII el 1º de febrero de 1818. Se señala como sede la parroquia de los Remedios de La Laguna. El 27 de agosto de 1819 el monarca confirma la creación de la nueva diócesis dotando el culto de la Catedral y su personal.Hasta ese momento existía solamente una diócesis para toda Canarias. Se le adjudicaron las islas de Tenerife, La Palma La Gomera y El Hierro. El 3 de agosto de 1859 se suprime la Diócesis y se nombra Administrador Apostólico al Obispo de Canaria y la Catedral queda como Colegiata. El 27 de febrero de 1877 se restablece la Diócesis. El archivo diocesano tiene como función custodiar la documentación que se genera por la actividad del obispo, de su diócesis y de su parroquia. El documento más antiguo que custodia el Archivo Diocesano de Tenerife data de 1504. ¿ Que tipo de documentación custodia el archivo diocesano?. (tabla 12) La relación del obispo con su diócesis, su clero y sus fieles, y sus relaciones pastorales, han dejado constancia en diferentes tipologías documentales. Así la documentación correspondiente al Clero que custodia este archivo, abarca un volumen de 10 cajas, referida a materias tales como sacerdocio, culto, licencias para predicar y confesar, expolios de bienes y seminarios. Por otra parte hay que hacer mención a la documentación de carácter parroquial reflejada en los expedientes matrimoniales, bautismos: bautismos de adultos y correcciones y entables de partidas, tributos y rentas, actas de visitas pastorales, partidas de defunciones. Mención aparte merecen los Padrones Parroquiales por su gran volumen, unas 23 cajas. Esta documentación se conserva desde fechas muy antiguas, no pudiendo constatar las fechas exactas debido a su estado de organización y descripción. La institución de Capellanías y las Fundaciones Pías dejan constancia de las diferentes fórmulas jurídicas de los beneficios de las parroquias. Se conservan de ellas unas 272 cajas con fechas posteriores a 1710. El fondo matrimonial es bastante amplio, unas 600 cajas aproximadamente, con fechas entre 1615 y la actualidad. La acción de gobierno y unidad de la diócesis está también presente en los fondos de este archivo con cierta relevancia. Así los documentos referidos a Curia y Secretaría del Obispado, abarca los siglos XIX y XX en unos 110 libros. Existen otras tipologias documentales típicas de .los archivos diocesanos que están presentes en este Centro, pero su relación se haría interminable. Con respecto a fondos no eclesiásticos conservados en el archivo diocesano, los hay en relación con diferentes instituciones tales como la Universidad de La Laguna. Documentación de gran relevancia por su valor histórico, es la referida a Conventos y Centros de Beneficencia, producto de la desamortizaciricon, de gran volumen y sin datar por las dificultades antedichas. En lo que se refiere a donaciones y legados, custodia este archivo, diferentes archivos privados de gran importancia histórica tales como el Van- devalle que abarca documentación de los siglos XVIII y XIX. Así mismo el archivo del Conde Sietefuentes en fase de organización. Por todo lo dicho anteriormente el Archivo Diocesano de Tenerife es de gran importancia tanto por el volumen de sus fondos, como por el valor histórico de la información contenida en sus documentos. LOS ARCHIVOS PARROQUIALES La parroquia según el Código del Derecho Canónico es una porción del territorio diocesano con su iglesia especial, pueblo determinado y rector propio, que tiene la cura de las almas de aquel pueblo en aquel territorio. La parroquia entonces es una institución con una producción documental bien definida. Por una parte los documentos producidos por ella en el desarrollo normal de sus actividades: crecimiento y desarrollo demográfico; administración de sus bienes; actividades pastorales desarrolladas por el párroco; relaciones con las autoridades eclesiásticas: obispo, curia diocesana, arciprestes, organismos nacionales y civiles. De otra parte la documentación recibida en la parroquia y emanada de las instituciones y organismos referidos anteriormente. Pero también hay que hacer constar la presencia de otros fondos no parroquiales en estos archivos. Esto queda verazmente reflejado en el cuadro de clasificación de fondos establecido para los archivos parroquiales. (tabla 13) Teóricamente la antigüedad del archivo parroquial debería coincidir con la parroquia cuyos fondos documentales conserva. El primer documento de un archivo parroquial debería ser entonces el documento de erección de la parroquia. Pues bién, de los 38 archivos parroquiales censados sólo conservan su documento de erección 4: Cristo Salvador de la Matanza, San Fernando de Santiago del Teide, San Juan Degollado de Arafo y San Antonio Abad de Arona. En otro orden de cosas, las disposiciones del Concilio de Trento constituyen el punto de partida oficial de los archivos parroquiales porque obligaba a los párrocos a "llevar, anotar, conservar y custodiar diligentemente cuantos libros fueran necesarios para constancia y testimonio del ejercicio de sus ministerios" Estas funciones tuvieron su reflejo en cuanto producción documental se refiere, en la elaboración de los libros parroquiales o registros sacramentales. Estos libros recogen las actas de bautismos, matrimonios, defunciones y confirmaciones. A ellos hay que añadir los libros borradores de partidas, los expedientes matrimoniales y las minutas de notas marginales. Los libros sacramentales se encuentran en todas las parroquias censadas. Hay que hacer una aclaración con respecto a los libros de confirmaciones que están ausente en muchas de ellas. Esto es debido a que las confirmaciones se apuntaban en una nota marginal del libro de bautismo. Si tenemos en cuenta que el obispo se trasladaba a confirmar a una zona y no volvía hasta 20 ó 30 años después, donde se confirmaba desde el recién nacido hasta una persona mayor, es lógico que esto sucediese. El libro de bautismo más antiguo que se conserva en las parroquias de la isla data de 1530 y corresponde a la iglesia de Sto. Domingo de La Laguna cuando se constituía como Parroquia de los Remedios . (tabla 14) El primer libro de bautismo coincide con la fecha de inscripción de cada parroquia. Hay que hacer notar en algunos casos la gran diferencia de tiempo que transcurre entre la fecha de fundación de algunas parroquias, y la fecha de inscripción de las mismas. (tabla 15) Los datos que se reflejan en ellos han ido evolucionando a lo largo del tiempo. En el siglo XVI apenas se constataba el nombre del bautizado y sus padres y la fecha del bautismo y nacimiento. Siempre se ha destacado el nombre del Ministro con todos sus títulos y el del padrino. Asi mismo se especifica si se puso Oleo y Crisma. Más tarde fueron aumentando los datos: apellidos, vecindad, abuelos . En el margen izquierdo las anotaciones posteriores del matrimonio. Los libros de matrimonio tienen una estructura similar a los de bautismo y también han variado con el tiempo. El libro de matrimonio más antiguo que se conserva es del año 1549 , y corresponde a la parroquia de San Santiago del Realejo Alto. (tabla 16) Como documentación complementaria a éstos y como consecuencia de su tramitación, se producen los expedientes matrimoniales que tienen por finalidad la de proteger al matrimonio contra los peligros de la irreverencia y nulidad. Estos expedientes están presentes en todas las parroquias censadas. Los libros de defunciones han sufrido en su elaboración también diversos cambios. En diversas épocas se dió mucha importancia a la otorgación o no de testamentos, siendo en algunos casos los únicos que se anotaban. A partir del siglo XVIII se comienza a dar más importancia al hecho demográfico. Esto es del todo interesante de cara a la investigación histórica, y hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de hacer valoraciones demográficas. Los libros de más antigüedad que se conservan son los correspondientes a la parroquia de Dulce Nombre de Jesús de la Guancha, y datan de 1607. Del siglo XVI no se conserva ningún libro. (tabla 17) Los libros de confirmaciones más antiguos datan de 1526: Parroquia de la Concepción del Realejo Bajo, muy anterior a la fecha de su fundación. Esto es debido a que existían lo que se denominaba "ermitas con derecho a pila", es decir que tenían la facultad de impartir sacramentos, sin tener aún el reconocimiento de parroquias. De ahí que custodien estas parroquias, reconocidas posteriormente como tales, documentación referente a los libros sacramentales, anterior a su fecha de fundación. (tabla 18) La valoración histórica de los Libros Sacramentales es enorme si tenemos en cuenta que se consideran las únicas fuentes demográficas veraces hasta la aparición de los registros civiles. Por otra parte también contienen un alto valor para los estudios de genealogía e historia local por la cantidad y riqueza de los datos que sobre las personas registradas se consignan en ellos. Otra de las series documentales más interesantes y más constantes en los archivos parroquiales son los Libros de Fábrica. En estos libros se anotan los gastos e ingresos de la fábrica de la parroquia. La partida de gastos incluye los honorarios de los maestro de las obras, de los artistas y los gastos de construcción de las capillas, construcciones del templo, adquisición de imágenes, mobiliarios etc...Todo ello nos permite conocer la evolución histórica del templo. Aparecen en todas las parroquias censadas, excepto en la de Sta. Ana de Candelaria. De las 38 parroquias, 22 Libros de Fábrica son posteriores a la fecha de inscripción de la parroquia, 12 anteriores y sólo 3 coinciden con la fecha de inscripción. No se conservan de forma completa. (tabla 19) Con respecto a su valoración como fuentes para la historia, salta a la vista la importancia y el interés para los historiadores del arte, pues a través de estos libros sabemos los autores de las obras artísticas, ya sean del templo o de su mobiliario. En ellos podemos encontrar las copias de las escrituras de contratación para la realización de las diferentes obras, con la cantidad de información que ello conlleva. También es muy importante desde el punto de vista económico, pues las iglesias poseían su propio patrimonio. La gestión y administración de éste produce documentación muy rica en datos tales como: producción agraria, rendimiento, precios etc.. En los libros de diezmos y tazmías se llevaba la contabilidad del régimen tributario de las parroquias. Su aparición en nuestros archivos es muy rara, conservándose sólo en dos de ellas: Santa Úrsula (1720-1755) y la Peña de Francia del Puerto de la Cruz ( 1823-1826). Su valor histórico es económico pero de gran importancia pues a través de estos libros se puede estudiar la producción agraria y pecuaria de nuestros pueblos. En lo que respecta a la documentación generada por Hermandades y Cofradías no suele agruparse en una tipología. Por lo general son libros donde se recogen las reglas y estatutos de estas hermandades y cofradías. Las cuentas de la hermandad o cofradía se llevaban en libros aparte por los mayordomos, y muchos de ellos quedaban en sus manos. De ahí la presencia de ellos en diferentes archivos privados. Estos libros aparecen en todas las parroquias censadas. Llama la atención la escasa presencia de ellas, en las inscritas a finales del siglo XVIII en la zona sur de la isla, donde al parecer se perdió la tradición de su fundación. (tabla 20) La cantidad de Hermandades y Cofradías que aparecen en las parroquias está en función de su tamaño.Así en las parroquias de mayor población, hay una mayor presencia, repitiéndose con más frecuencia la del Santísimo Cristo y la de la Misericordia. Esta documentación es muy importante desde el punto de vista económico pero también para la historia del arte, por los inventarios de los patronatos; así como para los estudios de beneficencia y asistencia social, funciones desarrolladas por muchas de ellas. También es muy interesante lo referente a pleitos entre cofrades, pagos de deudas, tributos. Los libros de visitas y mandatos, aunque son más propios de los archivos diocesanos, no faltan en los parroquiales con cierta densidad de población. De ahí que sólo aparezcan en 13 parroquias de las censadas. Se pueden encontrar de varias formas, libros de visitas, libros de mandatos y los dos juntos. En este libro se recogen las visitas tanto del Obispo como del Vicario Visitador, que suele ser más frecuente, teniendo en cuenta que en nuestro caso la sede del obispado se encontraba en Gran Canaria, Recogía las irregularidades en la gestión y administración de la parroquia, así como las visitas a Hermandades y Cofradías. Otro tipo de documentación que aparece de forma regular es la generada por la institución de las Capellanías, así como los Testamentos. Es curioso que las parroquias custodien tal cantidad de testamentos, pero hay que tener en cuenta que en ellos se contienen la relación de bienes que el testador deja a la parroquia, siendo para la parroquia un documento infalible para cualquier reclamación. (tabla 21) La institución de las capellanías reflejan los bienes y tributos que se pagan a la parroquia a cambio del rezado de misas, que a su vez queda plasmado en el cuadrante de misas, documento de gran curiosidad. Al igual que ocurría con las cofradías y hermandes, la institución de capellanías dejó de realizarse de forma regular a finales del siglo XVIII, en el sur de la isla. (tabla 22) El resto de la tipología documental de los archivos parroquiales no aparece con tanta regularidad como las descritas anteriormente. Con respecto al volumen de documentación que se conserva en relación a las tipologías documentales, fué toda una sorpresa constatar que el mayor volumen corresponde a la documentación referente a Hermandades y Cofradías, y no a los Libros Sacaramentales, como intuíamos. Si bién hay que tener en cuenta que estas Hermandades y Cofradías generan una mayor cantidad de tipologias documentales. Quizás ahí se encuentra la explicación. ( gráfica 23) En alguna parroquia hemos encontrado documentación totalmente ajena a ella. Que sirva de ejemplo Sto Domingo de La Laguna con documentación referente a la guerra civil; San Marcos de Tegueste de La Alhóndiga y el Realejo Bajo del Molino Harinero. Pero por lo general y dada las instruciones claras recibidas por los párrocos, las tipologías documentales se repiten en todas ellas y son una constante a lo largo del tiempo. En lo que se refiere al estado de conservación de los docuemntos custodiados en estas parroquias consideramos que es bueno en la gran mayoría de las parroquias. Sólo en seis de ellas se puede considerar malo. Los agentes que producen el deterioro son los de siempre : humedad, químicos: tintas ferrogálicas y bibliófagos. Hay que hacer resaltar los daños por la acción de las tintas. El nivel de organización e instalación en que se encuentran actualmente los archivos parroquiales de Tenerife es el siguiente: 15 archivos parroquiales están más o menos bién organizados 11 lo están de forma regular 12 muy mal organizados Con respecto a la instalación de los mismos, se pueden considerar 16 como bién instalados, 13 regular y 9 muy mal, con la documentación incluso por los suelos. Muchos de los párrocos a propósito de la elaboración del censo aseguraron que trasladarían el archivo a un lugar más adecuado y procederían a su organización. Para ello , se les facilitó el cuadro de clasificación de fondos y nos comprometimos a enviarles los resultados del censo. En lo que toca a la elaboración de instrumentos de descripción por parte de las parroquias, sólo 6 de ellas cuentan con algunos índices de la documentación que custodian. Con respecto al personal que atiende estos archivos, la mayoría están custodiados y atendidos por los propios párrocos. Sólo en algunas parroquias había una persona que ayudaba al párroco, en forma de secretario en las tareas de despacho. Com ejemplo de organización, instalación e instrumentos de descripción, ofreciendo por tanto un inmejorable servicio al público, la Parroquia de la Concepción de Santa Cruz con el Padre Moor al frente, así como la de Sta. Úrsula Mártir en la localidad de Sta. Úrsula. Con todo lo expuesto nadie duda del interés y valor histórico de la documentación custodiada en los archivos parroquiales. Los investigadores por tanto querran utilizar todo ese material para sus estudios e interpretaciones. Pero de todos es sabido las dificultades de acceso a estos archivos. Los archivos parroquiales son propiedad de la Iglesia y por lo tanto privados, por lo cuál el acceso a sus fondos es rentrigido, pero dado el interés cultural de su documentación su acceso no debe estar limitado. El Código de Derecho Canónico permite el libre acceso a los investigadores, con limitaciones sobre la docuentación de caracter reservado. Por otra parte la ley de Patrimonio Histórico Español considera que los documentos generados por instituciones religiosas forman parte del Patrimonio Histórico a partir de los 40 años. La ley de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias, así mismo contempla su inclusión el el Patrimonio Documental Canario de este tipo de documentos a partir de los 45 años. En la práctica desde luego existen dificultades para el acceso a estos archivos.Como protagonistas del censo el acceso a los archivos y la colaboración de los párrocos fué buena, pero siempre habiendo tomado contacto con ellos y adaptánmdonos a su horario. Los investigadores también encuentran estas dificultades a la hora de acceder a estos archivos, muchas veces agravada por la actitud de algún párroco que se considera "obispo" en su parroquia. De todas maneras creemos que existen otros problemas mayores tal y como la dispersión goegráfica de estos archivos, el abandono en que se encuentra la documentación "vieja", el recelo de ciertos párrocos a que se conozca el estado en que se encuentra esa documentación y la ausencia casi total de inventarios y guías. Con respecto al primer problema planteado, la Iglesia ya se ha percatado de ello y se tiende a la concentración de la documentación en los Archivos Diocesános, al menos para la de más de 100 años. En este sentido en nuestra isla se ha desarrollado una labor muy importante con la microfilmación de todos los Libros Sacramentales de la Diócesis, que se encuentran al servicio del público en el Archivo Diócesano, Por otra parte esta concienciación archivística de La Iglesia, también se ha reflejado en una mejora de las instalaciones sobre todo en los Archivos Diocesanos. En nuestro caso el Archivo Diocesano de Tenerife es un claro ejemplo de ello, donde se está procediendo a la adecuada organización e instalación de sus fondos. Pero se debe ir más alla con la elaboración de unos instrumentos de descripción, pues sin ellos es practicaqmente imposible el acceso a la información contenida en los documentos. Como punto final hacer mención del reglamento de los archivos eclesiásticos españoles que es un reconocimiento a la problemática y dificultades en que se encuentran los archivos de la Iglesia, y un cauce que trata de resolver gran parte de ellos. Creemos que con la simple aceptación de la realidad y con medidas que regulen la consecución de unos objetivos, es posible resolver toda la problemática planteada.. ARCHIVOS PRIVADOS El Censo de los archivos privados, ha sido la última fase del Censo de Archivos de Canarias y por lo tanto se ha visto muy mediatizado por el tiempo. Por todo ello sólo ha podido acometerse en dos archivos, sin embargo sus consecuencias han sido, si cabe, en la inmediatez más importantes que para el resto de los archivos. Si consideramos que los archivos privados están compuestos por documentos que provienen de individuos y personas jurídicas privadas ya sean familias, asociaciones, fundaciones, empresas etc.. nos encontraríamos con diferentes tipos según la procedencia de sus fondos. Tendríamos que diferenciar entonces en una primera aproximación, los archivos de empresas e instituciones y cualquier entidad privada, de los archivos familiares. Su importancia es relevante por varios aspectos. En primer lugar por la información contenida en ellos. Los archivos privados son un complemento claro de la información contenida en los archivos públicos, máxime cuando la mayoría de los archivos de nuestras instituciones se encuentan en el estado de desidia y abandono que hemos podido constatar con la realización del Censo. Por otra parte, por la enorme variedad de tipos de documentos que custodian. En este sentido es en los archivos familiares donde más variedad aparece entre sus fondos documentales. Así podemos encontrar desde documentación de carácter patrimonial, documentos genealógicos y heráldicos, documentos de carácter personal , hasta los denominados documentos de función, que provienen del ejercicio de las diferentes actividades desarrolladas por un individuo, tanto públicas como privadas. Los archivos privados censados han sido, un archivo de empresa, el de Hamilton y Cia. y un archivo familiar, el de la Casa de Nava- Marqués de Villanueva del Prado. El Archivo de Hamilton y Cia. es el prototipo de archivo de empresa, lo cuál se aprecia por las tipologías documentales que se han podido identificar. El fondo se compone de 540 libros y 356 legajos que abarcan un período cronológico entre los años 1819 y 1985. Las series más destacables son: gastos del Puerto (1819 ); cargos y abonos (1821-1831); libros de existencias; pedidos y cuentas de vino (1875-1920); copiadores de cartas ( 1891-1961) y una gran cantidad de correspondencia. (tabla 24) Su valor histórico es muy importante para el estudio social y económico de un período cronológico importante para la economía canaria. Según A. Guimerá Ravina que ha estudiado en profundidad esta documentación: "Si observamos con detenimiento la evolución del activo de Hamilton entre 1883 y 1930, podemos delimitar una serie de subperíodos que se corresponden perfectamente con la dinámica general de la economía canaria...." Este archivo y como consecuencia del la realización del censo, ha sido cedido por la empresa al A. H. P. de Santa Cruz de Tenerife. En este momento se está procediendo a su organización, clasificación y descripción para su posterior puesta al público. El otro archivo censado, el de la Casa de Nava se encuentra custodiado en la Real Sociedad Económica de Amigos del Pais. Es el prototipo de archivo custodiado por una institución cultural que entre sus actividades se dedica a la recogida de fondos documentales con la problemática que esto entabla , pues la mayoría de las veces por falta de medios económicos y personal cualificado, estos fondos se relegan, no se organizan y por lo tanto no están al servicio del público. Este no es el caso. Este archivo custodia todo tipo de documentación de un archivo familiar, ya definida anteriormente. A través de ella se aprecia la evolución de la historia de la familia, que a partir de 1665 ostenta el título de marqueses de Villanueva del Prado, dada a D. Tomás de Nava Grimón, "primer caballero que tituló en la Ysla de Tenerife; y antes que él no había en las Canarias, más título que el Conde de La Gomera y el Marqués de Lanzarote..." La documentación abarca un período entre 1535 y 1879. A través de su inventario apreciamos la riqueza de sus fondos. (tabla 25) Como conclusión la realización del censo de archivos privados nos ha hecho apreciar la importancia de estos archivos para el Patrimonio Documental de Canarias, tan maltratado y saqueado en algunas ocasiones. Pero lo que es más importante, ha tenido unas consecuencias inmediatas de gran importancia para la conservación de este Patrimonio, como es haber iniciado un proceso de sensibilización en los dueños de estos archivos, de la importancia histórica de la documentación que conservan, y que se ha visto concretado en la cesión al Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife del ya mencionado Archivo Hamilton, y en estos últimos días con la consecución de otra cesión, la de unos de los archivos familiares más importantes de Canarias: el Archivo Zárate- Cólogan. Este archivo está constituido por la agregación de diversos fondos familiares como resultado de sucesivos enlaces matrimoniales entre las familias patricias y comerciantes del valle de La Orotava, entre las que destacan los Valois y los Cólogan.. Se compone de alrededor de 300 libros de contabilidad en todas sus variantes, y un número aún por determinar de correspondencia, documentación genealógica, judicial y personal, que ocupa unos 50 ml., y abarca desde 1530 hasta casi la actualidad. Su valor histórico es incalculable y fundamental para la historia del comercio. Creemos que estas cesiones de archivos privados a centros especializados, es la única forma de evitar la pérdida de este tipo de archivos, que de otra manera se disgregarían o desaparecerían para siempre. El archivero hoy en día no puede permitirse una actitud pasiva ante el reto de la conservación de nuestro Patrimonio Documental. Todo lo contrario, debe salir en busca de él, controlarlo, saber donde está, como se encuentra y tratar de recuperarlo y ponerlo al servicio del público en general. Es esa función social del archivo la que en una sociedad democrática como la nuestra debe imperar. TENERIFE ACTAS PLENARIAS S. XV SIGLO XVIII SIGLO XIX SIGLO XX San Cristóbal 1497* Puerto de la Cruz 1772 S/C de Tenerife. 1803 Güímar 1901 S. Miguel de Abona 1798 Tegueste 1812 La Guancha 1910 Los Silos 1814 Vilaflor 1924 El Tanque 1818 Granadilla 1924 Icod 1822 Fasnia 1924 Sta. Úrsula 1843 Arico 1924 Arafo 1843 El Sauzal 1932 S. J. de la Rambla 1850 Buenavista del N. 1862 Garachico 1868 El Rosario 1874 Adeje 1876 La Victoria 1877 Santiago del Teide 1886 Tacoronte 1890 Guía de Isora 1883 La Orotava 1884 *Corresponden al antiguo Cabildo. FUENTE: Elaboración propia. TENERIFE ACTAS DEL PÓSITO MUNICIPIO S.XVI S.XVII S.XVIII S.XIX ARICO 19 BUENAVISTA 1646 GARACHICO 1855 LA GUANCHA 19 GÜÍMAR ICOD DE LOS VINOS 1834 1597 LA LAGUNA 1618 LA OROTAVA 1866 EL ROSARIO SAN MIGUEL (Pósito de Vilaflor) S 19 1596 SANTA ÚRSULA 1805 SANTIAGO DEL TEIDE 19 EL SAUZAL 19 LOS SILOS 1593 TACORONTE 19 EL TANQUE 1620 TEGUESTE 19 LA VICTORIA 19 FUENTE: Elaboración propia. TENERIFE EXPEDIENTES DE REEMPLAZOS. MUNICIPIO S. XIX ADEJE S.XX 1940 ARAFO 1804 ARICO 1875 ARONA 1924 BUENAVISTA 1936 FASNIA GARACHICO 1907 1856 GRANADILLA 1964 LA GUANCHA 1886 GUÍA DE ISORA 1885 GÜÍMAR ICOD DE LOS VINOS 1900 1855 LA LAGUNA LA OROTAVA 1897 PUERTO DE LA CRUZ 1820 EL ROSARIO 1933 SAN MIGUEL 1827 SANTA ÚRSULA 1846 SANTIAGO DEL TEIDE 1934 EL SAUZAL 1934 LOS SILOS 1817 TACORONTE 1858 EL TANQUE 1930 TEGUESTE 1831 LA VICTORIA 1879 VILAFLOR 1940 FUENTE: Elaboración propia. TENERIFE PRESUPUESTOS MUNICIPIO S.XIX ADEJE 1845 ARAFO 1845 S.XX ARICO 1978 ARONA 1930 BUENAVISTA 1837 FASNIA 1881 GARACHICO 1928 GRANADILLA 1963 LA GUANCHA 1975 GUÍA DE ISORA 1922 GÜÍMAR 1845 ICOD DE LOS VINOS LA LAGUNA 1837 LA OROTAVA 1841 PUERTO DE LA CRUZ 1837 EL ROSARIO 1935 SAN MIGUEL 1845 SANTA CRUZ DE TENERIFE 1840 SANTA ÚRSULA 1844 SANTIAGO DEL TEIDE 1926 EL SAUZAL 1950 LOS SILOS 1933 EL TANQUE 1935 TEGUESTE 1840 LA VICTORIA 1893 VILAFLOR 1950 FUENTE: Elaboración propia. LA PALMA ACTAS PLENARIAS MUNICIPIO S.XVI S.XVIII BARLOVENTO S.XIX 1884 BREÑA ALTA 1912 * BREÑA BAJA 1833 FUENCALIENTE 1837 GARAFÍA 1886 LOS LLANOS DE ARIDANE S.XX 1773 MAZO 1812 EL PASO 1846 PUNTAGORDA 1887 PUNTALLANA 1883 SANTA CRUZ DE LA PALMA 1554 TAZACORTE 1925 TIJARAFE 1974 FUENTE: Elaboración propia. LA PALMA ACTAS DEL PÓSITO MUNICIPIOS S.XVI S.XVIII S. XIX S.XX BARLOVENTO 1907 BREÑA ALTA 1906 BREÑA BAJA 1923 FUENCALIENTE 1983 GARAFÍA 1935 LOS LLANOS MAZO 1882 1775 EL PASO PUNTAGORDA PUNTALLANA 1970 1737* 1950 SANTA CRUZ DE LA PALMA 1560** TAZACORTE 1950+ TIJARAFE 1949 *LIBRO DE ENTRADA DE GRANO. **CUENTAS DEL PÓSITO. +LIBRO DE OBLIGACIONES DEL PÓSITO. FUENTE: Elaboración propia. LA PALMA PRESUPUESTO ORDINARIO MUNICIPIOS S. XIX S.XX BARLOVENTO 1904 BREÑA ALTA 1951 BREÑA BAJA 1934 FUENCALIENTE 1824 GARAFÍA 1883 LOS LLANOS 1848 MAZO 1846 EL PASO 1837 PUNTAGORDA 1867 PUNTALLANA 1881 SANTA CRUZ DE LA PALMA 1836 TAZACORTE 1925 TIJARAFE 1913 FUENTE: Elaboración propia. LA GOMERA ACTAS PLENARIAS MUNICIPIO S.XIX S.XX AGULO 1905 ALAJERÓ 1925 HERMIGUA 1880 SAN SEBASTIÁN 1973 VALLE GRAN REY 1924 VALLEHERMOSO 1945 EXPEDIENTES DE REEMPLAZOS MUNICIPIO S.XIX AGULO S.XX 1919 ALAJERÓ 1880 HERMIGUA 1882 SAN SEBASTIÁN 1920 VALLE GRAN REY VALLEHERMOSO PRESUPUESTOS ORDINARIOS MUNICIPIO S.XIX S.XX AGULO ALAJERÓ HERMIGUA 1955 1875 SAN SEBASTIÁN 1970 VALLE GRAN REY 1923 VALLEHERMOSO FUENTE: Elaboración propia. 1867 LA GOMERA ACTAS PLENARIAS MUNICIPIO S.XIX S.XX AGULO 1905 ALAJERÓ 1925 HERMIGUA 1880 SAN SEBASTIÁN 1973 VALLE GRAN REY 1924 VALLEHERMOSO 1945 EXPEDIENTES DE REEMPLAZOS MUNICIPIO S.XIX AGULO 1919 ALAJERÓ 1880 HERMIGUA 1882 SAN SEBASTIÁN VALLE GRAN REY VALLEHERMOSO S.XX 1920 PRESUPUESTOS ORDINARIOS S.XIX MUNICIPIO S.XX AGULO ALAJERÓ 1955 HERMIGUA 1875 SAN SEBASTIÁN 1970 VALLE GRAN REY 1923 VALLEHERMOSO 1867 FUENTE: Elaboración propia. EL HIERRO ACTAS PLENARIAS MUNICIPIO S.XIX FRONTERA VALVERDE EXPEDIENTES DE REEMPLAZOS S.XX 1912 1899 MUNICIPIO S.XIX S.XX FRONTERA 1913 VALVERDE 1901 ACTAS DEL PÓSITO MUNICIPIO S.XIX S.XX FRONTERA 1990 VALVERDE 1964 PRESUPUESTOS ORDINARIOS MUNICIPIO S.XIX S.XX FRONTERA 1950 VALVERDE 1900 FUENTE: Elaboración propia. TENERIFE ORGANIZACIÓN DE ARCHIVOS Municipio Tipo de organización Personal Adeje Organigrama Un archivero. Alterna con biblioteca. Arafo Cuadro de Archiveros de Madrid Sí. Un archivero. Arico Ninguna No Arona Sólo desde 1975 Sí. Un archivero. Buenavista del Norte Ninguna No Candelaria Ninguna No Fasnia Ninguna No Garachico Cuadro de Archiveros de Madrid Sí. Un archivero. Granadilla Ninguna No La Guancha Espacial No Guía de Isora Sólo una serie: Obras partic. No Güímar Cuadro de Archiveros de Madrid Sí. Un archivero Icod de los Vinos Ninguna No La Laguna. Fondo histórico: materias, herencia del siglo pasado. Sí. 2 Archiveros. 1 Ayudante Fondo administrat.: Cuadro de Archiveros de Madrid La Matanza de Acentejo. Ninguna No La Orotava. Cuadro de Archiveros de Madrid 1 Archivero, 2 Ayudantes Puerto de la Cruz Fondo histórico/administra-tivo, éste último, Cuadro de Archiveros de Madrid. 2 Archiveros Los Realejos No se pudo determinar 1 Archivero El Rosario Admón gral. (2 subsecc.) Admón financiera. 1 Archivero que alterna con la bibliot San Juan de la Rambla Ninguna No San Miguel de Abona Ninguna No Santa Cruz de Tenerife. 3 Secciones: Clases, Personal y Obras. 1 Archivero, 2 ayudantes de archivo. Santa Úrsula Sección Histórica/Administrativa. No Organización parcial. Santiago del Teide Ninguna No El Sauzal Relativa clasif. Espacial según Organigrama No Los Silos Cuadro de Archiveros de Madrid 1 Archivero Tacoronte Ninguna No. El Tanque Establecida por un investigador. No Tegueste Por materias. A tiempo parcial, alterna con bibliotec La Victoria Espacial Sí. 1 Animador Cultural Vilaflor Archivo muerto/Archivo Vivo No FUENTE: Elaboración propia ARCHIVO DIOCESANO FECHAS EXTREMAS TO CULTO Y CLERO S.F. 7 CURIA Y SECRETARÍA S.XIX - XX 11 EXPEDIENTES DE BAUTISMO 1840 - 1930 61 EXPEDIENTES MATRIMONIALES 1560 - 1956 78 PADRONES PARROQUIALES S.F. 23 CAPELLANÍAS 1710 - 1893 27 FUNDACIONES PIADOSAS 1883 - 1965 89 LEGADO : VAN DE VALLE S.XVIII - XIX 34 LEGADO : CONDE DE SIETE FUENTES - - TIPOLOGÍA Tabla 14: Libros de Bautismos Parroquia FECHA INSC FECHA INIC. Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna) 1530 1530 Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista) 1531 1531 Nº U.I. Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana) 1540 1540 Ntra Sra.de la Concepción (Orotava) 1540 1540 Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo) 1540 1540 San Santiago (Realejo Alto) 1542 1542 Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna) 1547 1547 Santa Ana (Garachico) 1553 1553 San Pedro (El Sauzal) 1554 1554 Santa Úrsula (Adeje) 1569 1569 San Marcos Evangelista (Icod) 1569 1569 San Pedro Apóstol (Vilaflor) 1576 1576 Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria) 1592 1592 Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz) 1594 1594 Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) 1603 1603 Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604 1604 Santa Ana (Candelaria) 1604 1604 San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 1606 San Pedro (Daute/Garachico) 1606 1606 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 1610 San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 1610 Cristo Salvador (La Matanza) 1614 1614 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 1614 1623 1623 San Bartolomé (Tejina) 1626 1626 San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 1630 Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 1631 San Juan Bautista (Arico) 1639 1639 San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 1665 San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 1680 San Juan Bautista (Orotava) 1681 1681 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 1738 San Andrés Apóstol (San Andrés) 1747 1747 San Juan Degollado (Arafo) 1795 1795 San Joaquín (Fasnia) 1796 1796 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 1796 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) San Antonio Abad (Arona) 1796 1796 San Francisco de Asís (Sta. Cruz) 1868 1868 TABLA 15:FECHA DE INSCRIPCIÓN S. XVII S. XVIII S. XIX ) 1530 Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) 1603 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 San Francisco de Asis (Sta. Cruz de Tenerife)1868 ) 1531 Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604 San Andrés Apóstol (San Andrés 1747 40 Santa Ana (Candelaria) 1604 San Juan Degollado (Arafo) 1795 540 San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 San Joaquín (Fasnia) 1796 San Pedro (Daute/Garachico) 1606 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 San Antonio Abad (Arona) 1796 o) 1540 1547 San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 Cristo Salvador (La Matanza) 1614 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623 San Bartolomé (Tejina) 1626 San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 ria) 1592 Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 ) 1594 San Juan Bautista (Arico) 1639 San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 San Juan Bautista (Orotava) 1681 Fuente: Elaboración propia CUADRO DE CLASIFICACIÓN DE FONDOS DE ARCHIVOS PARROQUIALES 1. FONDOS DOCUMENTALES 2. Libros Sacramentales 3. Libros de Bautismos 4. Libros Matrimoniales 5. Libros de Defunciones 6. Libros de Confirmaciones 7. Expedientes Matrimoniales 18. 22. 8. Libros de Fábrica 9. Diezmos 10. Testamentos 11. Fundaciones Pías 12. Hermandades y Cofradías 13. Libro de Visitas 14. Padrones Parroquiales 15. Bulas 16. Capellanías 17. Correspondencia LEGADOS Y DONACIONES 19. Instituciones 20. Asociaciones Piadosas 21. Privados COLECCIONES 23. Colecciones Documentales 24. Colecciones Bibliográficas Acta Apostólicae Sedis Boletín Oficial del Obispado Boletín Oficial del Estado Tabla 16: Libros de Matrimonios Parroquia FECHA INSC FECHA INIC. Nº U.I. Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna) 1530 1566 20 Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista) 1531 1593 6 Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana) 1540 1592 7 Ntra Sra.de la Concepción (Orotava) 1540 1568 13 Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo) 1540 1583 8 San Santiago (Realejo Alto) 1542 1549 10 Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna) 1547 1586 20 Santa Ana (Garachico) 1553 1567 9 1554 1565 5 Santa Úrsula (Adeje) 1569 1665 5 San Marcos Evangelista (Icod) 1569 1589 10 San Pedro Apóstol (Vilaflor) 1576 1575 11 Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria) 1592 1735 2 Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz) 1594 1593 20 Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) 1603 1603 6 San Pedro (El Sauzal) Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604 1604 9 Santa Ana (Candelaria) 1604 1665 4 San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 1767 5 San Pedro (Daute/Garachico) 1606 1606 2 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 1573 7 San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 1612 11 Cristo Salvador (La Matanza) 1614 1625 7 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 1617 7 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623 1667 4 San Bartolomé (Tejina) 1626 1667 7 San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 1643 3 Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 1631 12 San Juan Bautista (Arico) 1639 1649 5 San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 1665 8 San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 1681 6 San Juan Bautista (Orotava) 1681 1681 9 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 1738 7 San Andrés Apóstol (San Andrés) 1747 1747 4 San Juan Degollado (Arafo) 1795 1796 3 San Joaquín (Fasnia) 1796 1796 4 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 1796 3 San Antonio Abad (Arona) 1796 1796 4 San Francisco de Asís (Sta. Cruz) 1868 1868 5 Tabla 17: Libros de Defunciones Parroquia FECHA INSC FECHA INIC. Nº U.I. Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna) 1530 1647 22 Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista) 1531 1667 7 Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana) 1540 1690 5 Ntra Sra.de la Concepción (Orotava) 1540 1635 17 Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo) 1540 1651 10 San Santiago (Realejo Alto) 1542 1657 9 Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna) 1547 1628 26 Santa Ana (Garachico) 1553 1643 13 San Pedro (El Sauzal) 1554 1666 5 Santa Úrsula (Adeje) 1569 1608 5 San Marcos Evangelista (Icod) 1569 1630 16 1576 1608 5 Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria) 1592 1735 5 Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz) 1594 1670 38 Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) 1603 1759 6 Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604 1750 7 Santa Ana (Candelaria) 1604 1675 5 San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 1666 3 San Pedro (Daute/Garachico) 1606 1804 1 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 1789 4 San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 1660 11 Cristo Salvador (La Matanza) 1614 1654 5 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 1666 10 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623 1607 4 San Bartolomé (Tejina) 1626 1671 5 San Pedro Apóstol (Vilaflor) San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 1695 3 Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 1664 18 San Juan Bautista (Arico) 1639 1659 4 San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 1693 9 San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 1680 6 San Juan Bautista (Orotava) 1681 1681 17 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 1738 7 San Andrés Apóstol (San Andrés) 1747 1747 5 San Juan Degollado (Arafo) 1795 1796 3 San Joaquín (Fasnia) 1796 1796 4 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 1796 4 San Antonio Abad (Arona) 1796 1796 5 San Francisco de Asís (Sta. Cruz) 1868 1803 14 Tabla 18: Libros de Confirmaciones Parroquia FECHA INSC FECHA INIC. Nº U.I. Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna) 1530 1617 7 Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista) 1531 1859 3 Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana) 1540 1871 4 Ntra Sra.de la Concepción (Orotava) 1540 1604 3 Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo) 1540 1526 4 San Santiago (Realejo Alto) 1542 1605 2 Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna) 1547 1577 11 Santa Ana (Garachico) 1553 1794 10 San Pedro (El Sauzal) 1554 1626 1 Santa Úrsula (Adeje) 1569 1732 1 San Marcos Evangelista (Icod) 1569 1604 12 San Pedro Apóstol (Vilaflor) 1576 1584 10 Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria) 1592 1738 7 Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz) 1594 1601 4 1603 1633 1 Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604 1877 2 Santa Ana (Candelaria) 1604 1734 4 San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 1818 1 Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) San Pedro (Daute/Garachico) 1606 1804 5 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 1776 2 San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 1671 1 Cristo Salvador (La Matanza) 1614 1616 3 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 1618 4 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623 S.XX San Bartolomé (Tejina) 1626 1794 3 San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 1794 3 Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 1633 9 San Juan Bautista (Arico) 1639 11679 9 San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 1759 5 San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 1745 9 San Juan Bautista (Orotava) 1681 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 S.XX San Andrés Apóstol (San Andrés) 1747 1889 3 San Juan Degollado (Arafo) 1795 1804 6 San Joaquín (Fasnia) 1796 1804 3 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 1804 1 San Antonio Abad (Arona) 1796 San Francisco de Asís (Sta. Cruz) 1868 1873 1 Parroquia FECHA INSC FECHA INIC. Nº U.I. Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna) 1530 1662 4 Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista) 1531 1733 1 Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana) 1540 1662 9 Ntra Sra.de la Concepción (Orotava) 1540 1604 6 Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo) 1540 1532 6 San Santiago (Realejo Alto) 1542 1591 4 Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna) 1547 1541 18 Santa Ana (Garachico) 1553 1605 60 San Pedro (El Sauzal) 1554 1661 2 Santa Úrsula (Adeje) 1569 1610 3 San Marcos Evangelista (Icod) 1569 1796 25 Tabla19: LIBROS DE FÁBRICA San Pedro Apóstol (Vilaflor) 1576 1568 5 Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria) 1592 1610 6 Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz) 1594 1580 8 Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) 1603 1574 2 1604 1612 1 Santa Ana (Candelaria) 1604 1678 1 San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 1530 3 San Pedro (Daute/Garachico) 1606 1605 7 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 1544 3 San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 1600 3 Cristo Salvador (La Matanza) 1614 1614 9 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 1615 4 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623 1596 2 San Bartolomé (Tejina) 1626 1803 4 San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 S.XX Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 1830 3 San Juan Bautista (Arico) 1639 1785 19 Santa Catalina Mártir (Tacoronte) San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 1665 1 San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 1584 3 San Juan Bautista (Orotava) 1681 1641 3 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 1677 2 San Andrés Apóstol (San Andrés) 1747 1781 1 San Juan Degollado (Arafo) 1795 1856 1 San Joaquín (Fasnia) 1796 1796 1 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 1820 10 San Antonio Abad (Arona) 1796 1673 2 San Francisco de Asís (Sta. Cruz) 1868 1874 3 Parroquia FECHA INSC FECHA INIC. Nº U.I. Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna) 1530 1629 29 Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista) 1531 --- --- Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana) 1540 1630 6 FUENTE: Elaboración propia Tabla 20: HERMANDADES Y COFRADÍAS Ntra Sra.de la Concepción (Orotava) 1540 1560 18 Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo) 1540 1590 34 San Santiago (Realejo Alto) 1542 1584 11 Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna) 1547 1567 107 Santa Ana (Garachico) 1553 1606 8 San Pedro (El Sauzal) 1554 1601 4 Santa Úrsula (Adeje) 1569 1661 12 San Marcos Evangelista (Icod) 1569 1684 25 San Pedro Apóstol (Vilaflor) 1576 1606 3 Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria) 1592 1609 12 Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz) 1594 1664 18 1603 1579 7 Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604 1602 16 Santa Ana (Candelaria) 1604 --- --- San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 1614 1 San Pedro (Daute/Garachico) 1606 1602 6 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 1600 8 Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 1600 1 Cristo Salvador (La Matanza) 1614 1617 8 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 1625 17 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623 1596 10 San Bartolomé (Tejina) 1626 1702 5 San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 --- --- Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 1723 5 San Juan Bautista (Arico) 1639 1665 22 San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 1626 6 San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 1643 7 San Juan Bautista (Orotava) 1681 1681 6 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 1710 8 San Andrés Apóstol (San Andrés) 1747 1747 5 San Juan Degollado (Arafo) 1795 1804 1 San Joaquín (Fasnia) 1796 1804 2 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 1796 4 San Antonio Abad (Arona) 1796 --- --- San Francisco de Asís (Sta. Cruz) 1868 --- --- Parroquia FECHA INSC FECHA INIC. Nº U.I. Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna) 1530 1575 26 Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista) 1531 1678 2 Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana) 1540 1552 3 Ntra Sra.de la Concepción (Orotava) 1540 1542 11 Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo) 1540 1664 2 San Santiago (Realejo Alto) 1542 1646 5 Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna) 1547 1539 12 Santa Ana (Garachico) 1553 1780 2 San Pedro (El Sauzal) 1554 1595 8 Santa Úrsula (Adeje) 1569 1750 1 San Marcos Evangelista (Icod) 1569 1703 8 San Pedro Apóstol (Vilaflor) 1576 1590 8 FUENTE: Elaboración propia Tabla 21: TESTAMENTOS 1592 1610 10 Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz) 1594 1508 12 Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) 1603 1570 4 Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604 1600 13 Santa Ana (Candelaria) 1604 --- --- San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 1669 2 San Pedro (Daute/Garachico) 1606 1550 2 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 1566 8 San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 1645 7 Cristo Salvador (La Matanza) 1614 1618 15 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 1641 27 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623 1617 17 San Bartolomé (Tejina) 1626 1603 2 San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 --- --- Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 1682 1 San Juan Bautista (Arico) 1639 1637 6 San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 1669 4 Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria) San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 1677 3 San Juan Bautista (Orotava) 1681 1647 6 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 1674 4 San Andrés Apóstol (San Andrés) 1747 1628 2 San Juan Degollado (Arafo) 1795 1725 1 San Joaquín (Fasnia) 1796 1797 1 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 1796 1 San Antonio Abad (Arona) 1796 1837 1 San Francisco de Asís (Sta. Cruz) 1868 1803 1 Parroquia FECHA INSC FECHA INIC. Nº U.I. Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna) 1530 1632 2629 Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista) 1531 1666 1 Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana) 1540 --- --- Ntra Sra.de la Concepción (Orotava) 1540 1545 11 FUENTE:Elaboración propia Tabla 22: CAPELLANÍAS Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo) 1540 1605 11 San Santiago (Realejo Alto) 1542 1605 11 Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna) 1547 1600 43 Santa Ana (Garachico) 1553 1617 16 San Pedro (El Sauzal) 1554 1664 5 Santa Úrsula (Adeje) 1569 1647 6 1569 1628 19 San Pedro Apóstol (Vilaflor) 1576 1638 8 Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria) 1592 1677 3 Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz) 1594 1512 5 Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) 1603 1604 2 Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604 1621 8 Santa Ana (Candelaria) 1604 --- --- San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 --- --- San Pedro (Daute/Garachico) 1606 1671 3 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 1733 4 San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 1614 3 San Marcos Evangelista (Icod) Cristo Salvador (La Matanza) 1614 1668 3 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 1668 5 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623 1667 5 San Bartolomé (Tejina) 1626 --- --- San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 --- --- Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 1663 6 San Juan Bautista (Arico) 1639 1670 3 San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 1647 3 San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 1680 3 San Juan Bautista (Orotava) 1681 1687 6 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 1739 3 San Andrés Apóstol (San Andrés) 1747 --- --- San Juan Degollado (Arafo) 1795 --- --- San Joaquín (Fasnia) 1796 1826 1 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 --- --- San Antonio Abad (Arona) 1796 1836 1 San Francisco de Asís (Sta. Cruz) 1868 --- --- FUENTE: Elaboración propia Tabla 22: CAPELLANÍAS Parroquia FECHA INSC FECHA INIC. Nº U.I. Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna) 1530 1632 2629 Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista) 1531 1666 1 Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana) 1540 --- --- Ntra Sra.de la Concepción (Orotava) 1540 1545 11 Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo) 1540 1605 11 San Santiago (Realejo Alto) 1542 1605 11 Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna) 1547 1600 43 Santa Ana (Garachico) 1553 1617 16 1554 1664 5 Santa Úrsula (Adeje) 1569 1647 6 San Marcos Evangelista (Icod) 1569 1628 19 San Pedro Apóstol (Vilaflor) 1576 1638 8 Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria) 1592 1677 3 Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz) 1594 1512 5 San Pedro (El Sauzal) Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) 1603 1604 2 Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604 1621 8 Santa Ana (Candelaria) 1604 --- --- San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606 --- --- San Pedro (Daute/Garachico) 1606 1671 3 San Juan Bautista (S.J. de La Rambla) 1610 1733 4 San Pedro Apóstol (Güimar) 1610 1614 3 Cristo Salvador (La Matanza) 1614 1668 3 Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614 1668 5 Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623 1667 5 San Bartolomé (Tejina) 1626 --- --- San Antonio de Padua (El Tanque) 1630 --- --- Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz) 1631 1663 6 San Juan Bautista (Arico) 1639 1670 3 San Antonio de Padua (Granadilla) 1665 1647 3 San Fernando Rey (Santiago del Teide) 1680 1680 3 San Juan Bautista (Orotava) 1681 1687 6 Ntra. Sra. De la Luz (Guía) 1738 1739 3 San Andrés Apóstol (San Andrés) 1747 --- --- San Juan Degollado (Arafo) 1795 --- --- San Joaquín (Fasnia) 1796 1826 1 San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona) 1796 --- --- San Antonio Abad (Arona) 1796 1836 1 San Francisco de Asís (Sta. Cruz) 1868 --- --- FUENTE: Elaboración propia ARCHIVO HAMILTON. SERIES LEGAJOS FECHAS EXT. Gastos del puerto (en inglés) 1 libro 1819 Cargo y abono 2 libros 1821 1831 "Duelas y arcos de hierro espedidos (sic) y vasos fabricados" 1 libro 1848 1905 Correspondencia: entrada 135 legajos 1910 1932 Correspondencia: salida 89 legajos 1890 1932 Cash Payments-pagos caja 24 libros 1916 1956 Sundry sales book 71 libros 1916 1955 Libros existencias pedidos y cuentas de vino 16libros 1875 1920 Balance de caja 6 libros 1909 1945 Diario (journal) 84 libros 1900 1940 Mayor 53 libros 1900 1945 Copiadores de cartas (copy books) 66 libros 1891 1961 Inventarios diversos 8 libros s. XX Depósito gral. diario 9 libros 1920 1939 Lloyds: certificaciones 4 libros 1909 1920 Petty cash 6 libros 1909 1922 Facturas 69 libros s. XX FUENTE:Elaboración propia TABLA 25 ARCHIVO CASA DE NAVA. Marqueses de Villanueva del Prado CASA DE NAVA NOBLEZA Y SERVICIOS I 1535 NOBLEZA Y SERVICIOS II 1646-1860 NOBLEZA Y SERVICIOS III 1698-1820 PATRONATO PROVINCIA DE S. AGUSTÍN IV 1648-1814 CARTAS FAMILIARES V 1651-1868 JOVEL-GRIMÓN VI 1558-1809 ALVARADO- BRACAMONTE VII 1623-1788 LLARENA VIII 1660-1792 LLARENA-ALGUACILAZGO MAYOR DE TENERIFE IX 1643-1808 SALAZAR DE FRÍAS X 1655-1879 CASA DE NAVA Y ALIANZAS AGUILAR-PONCE DE LEÓN PORLIER BENÍTEZ DE LUGO PÉREZ DE BARRADA CASA DE NAVA: VI Marqués de Villanueva del Prado PRODUCCI ONES LITERARIAS XI 1787-1819 TRABAJOS GENEALÓGICOS XII S.F ASUNTOS POLÍTICOS Aldea de San Nicolás XIII 1700-1824 Personería General XIV-XV 1788-1814 Montepío de Labradores XVI 1788-1814 OBISPADO DE TENERIFE XVII 1782-1820 JARDÍN BOTÁNICO XVIII 1788-1820 JUNTA SUPREMA DE CANARIAS XIX-XXII 1808-1819 UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA XXIV-XXVII 1710-1837 FUENTE: Elaboración propia 1.-Farge, Arlette: La atracción del archivo. Edicions Alfons El Magnánim. Institució Valenciana D’Estudis i Investigació. Valencia, 1991 2.-Gallego Domínguez, Olga. López Gómez, Pedro: Introducción a la archivística. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. Vitoria, 1989 3.-Alberch, Ramón y Boadas, Joan: La Función cultural de los archivos. IKERLANAK III. Gobierno Vasco. Bergara, 1991. 4.- Pérez Herrero, Enrique y Ruíz Benítez de Lugo, Mª del Carmen: Documental y Archivos de Canarias. ( Estado de la cuestión ). II Jornadas de Documentación en Canarias. La Laguna. En prensa. 5.-Ley 6/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E.nº 155, de 29 de junio). 6.- Ley 3/1990, de 22 de febrero, de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias. (B.O.C. nº 27, de 2 de marzo). 7.- Ley 3/1990, de ... 8.- Benito Fernández, Soledad y otros: Manual del Alcalde. Banco de Crédito Local de España. Madrid, 1986. 9.- Cortés Alonso, Vicenta: Manual de Archivos Municipales.2ª ed. ANABAD. Madrid, 1989. 10.- Grupo de Trabajo de Archiveros Municipales de Madrid: Manual de tipología documental de los municipios. Consejería de Cultura. Comunidad de Madrid. Madrid, 1988 11.- Cioranescu, Alejandro: Historia del Cabildo Insular de Tenerife.Cabildo Insular de Tenerife, 1988. 12.- Rosa Olivera, Leopoldo de la: Catálogo del Archivo Municipal de La Laguna (Sucesor del antiguo Cabildo de Tenerife). Revista de Historia. Universidad de La Laguna, 1944-1960. 13.- Grupo de trabajo de archiveros municipales de la Comunidad de Madrid: ob. cit. 14.- Fernández Hidalgo, Mª del Carmen y García Ruíperez, Mariano: Municipales y su documentación. A.N.A.B.A.D. Madrid, 1989 15.- Castellano Gil, J.M: Quintas,prófugos y emigración: La laguna 1886-1935. C.C.P.C. La laguna ,1990 16.- A.H.P. de Santa Cruz de Tenerife. Mancomunidad Interprovincial. Comisión Permanente . C 45. 15.- Ruiz Benítez de Lugo Mármol, Mª del Carmen: Primera aproximación a los archivos privados en Canarias. VII Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote. En prensa 18.- A:H. P. de Santa Cruz de Tenerife. Mancomunidad Interprovincial. Comisión Permanente. C 48 19.- Serra Navarro, Pilar: Los archivos y el acceso a los documentos. Ministerio de Cultura. Madrid, 1980 20.- Romero Tallafigo, Manuel: Archivística y archivos: soportes, edificios y organización. S&C ediciones. Carmona, 1994 21.- Fernández Catón, José Mª: Los archivos parroquiales 22.- González Sánchez, Julio: Obispos y Vicarios Capitulares de la Diócesis de Tenerife. Inédita. 23.- Rubio Merino,Pedro: Tipología documental en los archivos parroquiales. Archivística, estudios básicos. Sevilla, 1981. 24.- Rubio Merino, Pedro: ob. cit. 25.- González Sanchez, Julio: Valoración histórica de la documentación conservada en los archivos parroquiales. Inédita. 26.- González Sánchez, Julio: ob.cit. 27.- Rubio Merino, Pedro: ob. cit 28.- Ley 16/ 1985 de Patrimonio Histórico Español. art. 49 ( B.O.E. nº 155 de 29 de junio). 29.- Ley 3/1990 de Patrimonio Docuemntal y Archivos de Canarias. art.1º ( B.O.C. nº 27, de 2 de marzo). 30.- Fernández Catón, José María:Los Archivos Parroquiales.Los Archivos de la Iglesia en España. León, 1978. 31.- Fernández Catón, José María: Ob.cit. 32.- Ruíz Benítez de Lugo Mármol, Mª del Carmen: privados en Canarias VII Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote. En prensa. 33.- Guimerá Ravina, Agustín: 1837-1985. Hamilton y Cia. Santa Cruz de Tenerife, 1989. 34 .- Archivo de la Casa de Nava. T 2º. Nobleza y servicio. doc 2º. 35.- Guimerá Ravina, Agustín: Burguesía extranjera y comercio Atlántico: La empresa comercial irlandesa en Canarias (1703-1771). Santa Cruz de Tenerife, 1985 LOS ARCHIVOS DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS SU IMPORTANCIA, VALORACIÓN Y CENTROS. ENRIQUE PÉREZ HERRERO ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL LAS PALMAS 1- INTRODUCCIÓN Escriptura es cosa que aduze todos los fechos a remembrança: e porende los escriuanos, que la han de fazer, ha menester que sean buenos e entendidos. (Partida 2-IX-VIII) Hasta el presente no se ha hecho una valoración completa de los archivos canarios ni, por consiguiente, del Patrimonio Documental de la Provincia de Las Palmas. Con ello no pretendemos confundir el animo del lector con la esperanza de encontrar en las páginas subsiguientes la respuesta a este vacío, que cada vez se hace más imperdonable. La verdadera historia de los archivos canarios y la personalidad de sus fondos aún está por nacer, aunque podemos decir con cierta ilusión que su gestación ha nacido bajo esta pluma, pluma modesta pero esperanzada, que sólo espera contar con la tinta y el tiempo suficiente para ver madurar el fruto. En este trabajo pretendemos avanzar en el camino, valorando y comentando el estado de ciertos archivos y sus fondos: los municipales, los parroquiales y el Archivo Histórico Provincial. Por lo tanto, queda fuera de estas aulas un grupo numeroso de archivos de otras titularidades, de los que nos ocuparemos en otro momento. Se han elegidos los tres tipos de archivos mencionados, tomando como base el deseo de conocer los centros principales en los que se custodia documentación de interés para la investigación histórica, aun a sabiendas de que existen otros archivos muy importantes para la confección de la historia más inmediata. En definitiva, estas líneas tienen como objetivo principal, no el único, ofrecer al historiador una visión de conjunto de los principales archivos existentes en la Provincia, algunos de ellos más bien depósitos de documentos que centros archivísticos. La valoración del estado de los archivos estudiados, lo que nos dará las necesidades a implantar, los logros obtenidos hasta la fecha y las deficiencias, no podría faltar para con ello contribuir al conocimiento pleno del estado real en el que se inscribe nuestro Patrimonio Documental. Unas conclusiones resolverán teóricamente los puntos deficitarios detectados, y ayudarán para marcar una política archivística general, ya de responsabilidad de políticos y administradores, que no tanto de archiveros e investigadores. Mas todo ello no tendría explicación alguna si antes no dedicásemos algunas líneas a justificar la importancia que los documentos tienen, a comprender la importancia de los archivos, a aclarar que la Historia no es posible sin los dos primeros postulados y a demostrar la necesidad de valorar el Patrimonio Documental de cara a su conocimiento exacto y puntual. LOS DOCUMENTOS, LOS ARCHIVOS Y LA HISTORIA La importancia de los documentos y la necesidad de su conservación: No es la primera vez que en aulas similares a la presente traemos a colación la importancia que el Patrimonio Documental representa para las sociedades que directamente describe y para los pueblos y sus gentes a nivel general. Asimismo, ya hemos hecho hincapie en el espíritu de intranquilidad que ha eclosionado recientemente en defensa de la integridad física, control, difusión, uso y disfrute de los testimonios escritos, productos éstos emanados del afán del hombre por dejar constancia permanente de sus relaciones, de sus derechos adquiridos, de sus obras y vidas. Igualmente nos hemos detenido en la importancia que los documentos tienen como perfectas manifestaciones meditadas de la voluntad del hombre, originadas por lo que hoy se viene denominando fenómeno de la comunicación, como solución estimable para la transmisión de los derechos adquiridos, como eficaces herramientas para la consecución del procedimiento administrativo, como "remembrança de las cosas passadas"36, y, en definitiva, para fijar los mensajes lingüísticos, a todas luces procesos acústicos temporales, perecederos e irrepetibles. A nadie (o a casi nadie) se le escapa ya la importancia y el interés de los documentos. Por tanto, hay que conceptuar al Patrimonio Documental Canario como la memoria de nuestra comunidad, como el sedimento fosilizado de su historia, como el archivo definitivo de nuestro recuerdo. Así, quien la destruye, quien la cercena o, simplemente, quien la oculta premeditadamente o indirectamente por ausencia o retardo en su difusión o dificultosa accesibilidad, atenta contra la comprensión de nuestro devenir37. No obstante el reconocimiento generalizado sobre la importancia de los documentos y sobre la necesidad de su conservación, poco se ha hecho al respecto, por lo que no debemos considerar anacrónicas las palabras, tristes palabras, que D. Antonio López Botas escribió en 1879 refiriéndose a los archivos canarios, los cuales "desgraciadamente yacen hoy, en su mayor parte, hacinados sin orden y concierto en olvidadas localidades, siendo pasto del tiempo, del polvo y de la polilla... como si los intereses generales de la Provincia, del Municipio y de las familias no mereciesen sino olvido e indiferencia"38. Este lamento se podría hacer extensible a hoy, como en los archivos municipales, salvo honrosas excepciones laguneras, en la mayoría de los archivos parroquiales, etc., que siguen en un letargo e inmovilidad peligrosos. El archivo, centro de conservación: Los documentos necesitan un marco idóneo en el que residir, organizarse y servir a las administraciones, a los administrados y a la investigación. Y este marco no es otro que el archivo, entendido siempre bajo el trinomio de institución, continente y contenido. Trinomio cuya existencia nos transmite el concepto verdadero y único del significado de la palabra, pues de adolecer simplemente de alguno de estos tres soportes, el trinomio se descompensa y fenece por lo tanto, y el concepto de archivo desaparece, se volatiliza, dando paso a alguna otra cosa, como por ejemplo, depósito de papeles, almacén con documentos sin ningún futuro y productividad, etc., pero nunca archivo, como es corriente y ofensivo escuchar en boca de los responsables de algunas administraciones públicas. Por tanto, podemos seguir pensando que el archivo es la única solución posible, no sólo para la conservación material de la masa documental de un país, región comunidad, localidad o institución, sino también para algo igualmente fundamental e ineludible, como es su organización y uso, dado que el patrimonio documental no es cosa inerte o lujo banal, sino todo lo contrario. Este aserto nos lo demuestra la propia Historia, por cuanto nos habla de la tradición milenaria en la búsqueda de una fórmula que permita alcanzar la solución adecuada para el buen recaudo y acondicionamiento de los documentos, que no es otra que el Archivo. La usanza, la norma, la costumbre de conservar los documentos nos vienen a probar la necesidad de mantenerlos como pruebas fehacientes de los derechos adquiridos, como instrumentos insustituibles para la defensa de los intereses, y como herramientas de gestión necesarias para la validez de la actuación pública, económica, administrativa y cultural. De ello emana la utilidad de su conservación, rendimiento que se manifiesta a través de la dilatada vida de los archivos, vida que corre paralela y cercana a la aparición de los documentos, al menos desde el momento en que surge la necesidad de su conservación. Sólo a través de su historia y evolución, podremos comprender que no es una creación graciosa o caprichosa, sino algo pragmático y eficaz. En resumen, la Historia nos viene a demostrar que la necesidad de los archivos para conservar los documentos producidos es un hecho que hay que admitir, y que la legislación antigua y contemporánea sobre este extremo no persigue más que reglamentar e institucionalizar una situación ya creada. Y volviendo la vista a Canarias, en concreto a las Ordenanzas de la Real Audiencia (1531, copia de 1775), podemos comprobar este deseo cuando en ellas leemos que "en la Audiencia ay una sala contigua a la del Acuerdo compuesta fuera de ella a donde se ponen y guardan los procesos terminados en todas instancias conforme a las Leyes del Reyno... y que para buscar y sacar los pleytos del archivo se ha de entender con el archivero... y ha de estar muy limpia la pieza del archivo"39. Estas disposiciones no lograron el deseo pretendido de concienciar a los responsables de nuestros archivos en la necesidad imperiosa de su conservación y orden, pues los siglos se sucedieron sin comprender su alta conveniencia social y su personalidad de puente de unión entre lo pasado, lo presente y lo por venir. Y volviendo a la pluma de López Botas leemos con desasosiego que "el Archivo General del Tribunal de la Audiencia se halla en tal estado, que la mayor parte de los protocolos se hallan reducidos a polilla, desencuadernados, repelados o incompletos, sin guardarse siquiera en ellos el orden de fechas; y en local tan poco aparente, tan poco ventilado y tan desaseado, que causa dolor y vergüenza"40. Si traemos a colación el ejemplo de este riquísimo archivo, no es por ninguna otra razón que la sincera y alegre de poder decir hoy que dicho fondo se ha salvado de la incertidumbre y del olvido tras su transferencia, catalogación, ordenación y descripción (ésta en vías de terminarse) al Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. No podemos decir lo mismo de otros archivos, que siguen en el mismo lamentable estado que hace años, como si el tiempo y la evolución no los afectase para nada, por lo que, por el momento, no queremos ni nombrarlos. El interés público reclama actuaciones conducentes a realizar lo no acometido hasta el momento, y son nuestras autoridades, corporaciones y responsables en esta línea de cosas a los que incumbe trabajar con ilusión y empeño para rescatar el patrimonio documental del olvido, para ponerlos al uso de cuantos lo reclamen, para subsanar las faltas, para evitar que el desorden y los males que aquejan a nuestros archivos no aumenten día a día y para que no se sigan destruyendo testimonios cargados de recuerdos, de comprobaciones y de enseñanzas. Al margen del abandono sintomático, más por razones de incuria que de convencimiento, desde tiempos remotos se han venido disponiendo normas, leyes, reglamentos, recomendaciones, etc., para el buen gobierno de los archivos y para la defensa de los documentos, sin haber alcanzado los frutos apetecidos41. Sólo recordar dos de las leyes que inciden crucialmente al presente en el mundo de los documentos y de los archivos, como lo son la Ley del Patrimonio Histórico Español42 y la Ley del Patrimonio Documental y Archivos de Canarias43, ambas de interés indudable para la defensa, conservación y organización del Patrimonio Documental Canario. El archivo, centro de investigación y estudio: No sólo los archivos se han de entender como centros de custodia y de permanencia de documentos, testimonios de las actividades y de la vida de los hombres, sino que además han de cumplir un beneficio social de estudio y de investigación. En otras palabras, han de ser útiles a las sociedades que describen, bien para rememorar el pasado o bien para testimoniar una relación entre administrados y administración. La finalidad de los archivos no alcanza su máximo nivel hasta que no se proyecta hacia el exterior, fin pragmático que justifica y da valor a los otros objetivos, como lo son la recogida de la documentación útil como parte de los bienes culturales de un país, la conservación segura y ordenada de los fondos recibidos, la organización inteligente de sus fondos con arreglo a la estructura genética de los documentos, la descripción de los mismos para posibilitar su uso de cara a la información, y la difusión de su contenido para que la gente sepa de sus existencia y de los recursos que se le ofrece. Todo ello, por tanto, no se explica si no se persigue un fruto último, como lo es el uso y la investigación de los documentos custodiados. El uso de los documentos se hace posible sólo a través de los archiveros, pues su oficio no se comprende en toda su extensión si, además de custodiar y organizar los documentos, no "guardan los papéles para dár cuenta de ellos quando se necessiten"44. Este fin utilitario de nuestro Patrimonio Histórico justifica todas las medidas de protección, que "sólo cobran sentido si, al final, conducen a que un número cada vez mayor de ciudadanos pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo"45. Y de este criterio renovador nace la moderna definición de archivo, que va a suplantar al antiguo concepto de mero "lugar público donde se guardan los papeles e instrumentos originales, en que se contienen los derechos del Príncipe y particulares, dándoles mayor fe y autoridad la circunstancia del lugar"46, por el lugar custodio de documentos y, además, centro de investigación: "Se entiende por archivos el conjunto orgánico de documentos o la reunión de varios de ellos, completos o fraccionados, producidos, recibidos o reunidos por las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, con fines de gestión administrativa, información o investigación histórica, científica o cultural"47. Este fin no se logra si antes no se han realizado las operaciones anteriores, previas a la localización y consulta de los documentos. Un archivo con fondos no organizados y no descritos es un archivo mudo, ciego, inservible, que oculta información y reduce, por no decir impide, la investigación. Y tanto es así, que uno de los criterios a la hora de elegir el nivel de descripción es la demanda de los investigadores. Los usuarios condicionan la elaboración del instrumento de información, ya que a ellos va dirigida la descripción de los documentos. A la Administración le basta con poder localizar el documento, pero al investigador no le es suficiente, ya que precisa una información más completa, exhaustiva. El archivero, pues, es un servidor del usuario de los archivos. Para él trabaja. De estas aseveraciones entresacamos la siguiente conclusión: la investigación justifica la organización de los fondos, su aséptica conservación e instalación y su oportuna descripción; y los archivos así organizados posibilitan el uso de los documentos para la investigación de nuestro pretérito. Es un binomio cuyos elementos se necesitan mutuamente para justificar un todo. Los archivos se convierten, de tal suerte, en "silos y talleres para la ciencia en general y para la Historia en particular"48. Silos en los que no se pueden entremezclar los granos, lo que en Archivística se conoce bajo el término de "principio de procedencia", ni permitir la entrada a roedores y otros agentes destructores (bibliófagos, humedad, fuego, robo). Los archivos se constituyen en la memoria de los pueblos, memoria olvidadiza que necesita de un auxiliar para hacerla fija, permanente y duradera, por lo que "fue menester que fuesse fallada scriptura, porque lo que antes fuera fecho, non se oluidase, e supiessen los ome por ella las cosas"49. Esta condición fue reconocida desde antiguo, al igual que la necesidad de dejar por escrito los actos en evitación de su desaparición, ya que la "antiguedad de los tiempos, es cosa que faze a los omes oluidar los fechos passados"50. No es infrecuente leer en los preámbulos de muchos documentos la benignidad de dejar constancia por escrito de las relaciones humanas, en especial, de las transmisiones patrimoniales, con éstas u otras palabras similares: "ea que fiunt in tempore a memoria elabuntur nisi scripture beneficio perhennentur"51. Los historiadores se sirven precisamente de esa prudencia en dejar los testimonios inmersos en soportes más o menos permanentes, pues sólo a través de ellos pueden conocer, comprobar, cotejar e incluso corregir la Historia de nuestros antepasados, que da vida a la nuestra o, al menos, nos la explica. Este extremo queda perfectamente claro en la Ley del Patrimonio Documental y Archivos de Canarias, pues se considera a los archivos como "la memoria de las mismas (de las instituciones y de las personas de nuestra comunidad) y como tal deben estar al servicio de los ciudadanos, tanto en el ámbito de la gestión administrativa, como en el de la investigación histórica y la actividad cultural"52. Y una vez dentro de su articulado, el Título Cuarto defiende la consulta libre de los archivos constitutivos del Sistema Canario de Archivos y el acceso a la información en ellos contenida (art. 26), salvo en los casos regulados reglamentariamente. Los historiadores son auténticos arqueólogos de la palabra y del pensamiento; buscan sus huellas fosilizadas en el pergamino y en el papel, fósiles que se encuentran decantados en los depósitos de los archivos; y las herramientas que emplean para su localización y valoración no son otras que los instrumentos de descripción que los archiveros ponen a su alcance. Los archivos custodian y conservan el patrimonio documental, los archiveros los organizan y ofrecen a los investigadores, y éstos valoran, critican y analizan la información en ellos contenida para la reconstrucción de nuestro pasado olvidado. Por ello vemos que los archivos están estrechamente ligados a la investigación histórica, y que los archiveros, los fondos documentales y sus correspondientes instrumentos de descripción juegan un papel inexcusable en el desarrollo de la información. Los archivos deben, por lo tanto, facilitar a los usuarios y público en general los catálogos, inventarios, ficheros y bibliografía actualizados para resolver cualquier trabajo de búsqueda de datos, tanto para el investigador como para la consecución de las tareas administrativas, que cada vez requieren, éstas últimas, un mayor apoyo por parte de los archivos administrativos, de los intermedios o generales y de los históricos o definitivos. La Historia no puede resolverse sin acudir a los archivos. No es suficiente un conocimiento superficial o aproximado de un país, de una región o de un pueblo, por lo que es obligado consultar e interpretar los documentos de la época y del lugar que se pretende estudiar, testimonios escritos que nos ilustran de las costumbres, de la legislación, de las actividades comerciales, de las creencias religiosas, de los movimientos de población, de las actividades políticas y de un larguísimo etcétera. No es difícil comprender, por lo tanto, que los archivos se hacen imprescindibles por ser depósitos de información, que pacientes y silenciosos esperan el momento de prestar importantes servicios al investigador que con cautela los visita, los consulta, los usa. Por otra parte, la integración de los archivos en la vida administrativa y cultural, la modernidad de la metodología y de los instrumentos de descripción, obligan a los archiveros a abandonar su erudición de otras épocas para dedicar su tiempo y esfuerzos a las innumerables tareas de gestión y de organización de sus centros de trabajo. De gestión, porque cada vez más el archivero se ve arrastrado por las labores administrativas a que se le obliga (contactos con la Administración de que depende; confección y defensa de los presupuestos anuales, etc.); y de organización, pues de él dependen las programaciones y proyectos a desarrollar (exposiciones documentales, servicios educativos, adecuación de los locales a las modernas soluciones de conservación, instalación, vigilancia y seguridad, microfilmación y digitalización de fondos, etc.). Por desgracia, cada vez más, se ve arrastrado por la actividad y la agitación de la vida moderna, que aumenta la producción documental y el número de transferencias, todo lo cual ha de asimilar con rapidez y exactitud para poder ofrecer un exacto y pronto servicio. Si los archivos son centros de investigación histórica, los archiveros se encuentran ante una doble responsabilidad. De una parte, se han de esforzar en la organización y control de los fondos de que son custodios; de la otra, deben ser auténticos asesores de los usuarios que requieran de sus consejos y orientaciones. De este contacto entre ambos profesionales, se genera un evidente enriquecimiento mutuo. El archivero, a través de este relación productiva, alcanza a comprender las necesidades de los investigadores y la evolución o cambio que sufren la metodología y los objetivos historiográficos, cambios cualitativos que habrán de alcanzar eco en los instrumentos de descripción. Por contra, el investigador halla en el archivero un guía óptimo para localizar los documentos que le son necesarios, y un asesor en la búsqueda de temas de investigación arropados por abundante documentación, o para ponerse en guardia ante las dificultades y desilusiones que supone una línea de investigación a desarrollarse sobre una o unas fuentes documentales fragmentarias y sin la continuidad suficiente para la comprensión del tema a dilucidar53. Es más, no son sólo puntos de conservación y guarda de documentos y centros de investigación, sino también lugares de estudio y de preparación de estudiantes universitarios y de futuros historiadores. Los podemos conceptuar como auténticos gimnasios donde adquirir una profunda preparación sobre paleografía, diplomática, sigilografía y otras ciencias auxiliares de la Historia. Por ello, los archivos deben estar preferentemente próximos a las Universidades, mimar a sus profesores y atraer a sus alumnos, pues éstos son mayoritariamente los visitantes asiduos a las salas de investigación de los archivos, aserto que estadísticamente se puede demostrar. El archivo y la tradición oral: No hay que olvidar otra tradición de transmisión, quizá más antigua, pero más fungible y manipulable, como es la oral. En un primer momento, se identifica como el vehículo de las leyendas, por lo que es repudiada por los eruditos humanistas e historiadores academicistas, quienes sólo ven la verdad de los hechos en la letra impresa. Bien es verdad que esta modalidad de fuente informativa tuvo su importancia y se mantuvo viva hasta hace poco54. No obstante, el deseo y la necesidad de convertir las noticias orales en algo tangible y perdurable, tras la desaparición del emisor o cifrador, obligó desde antiguo a volcarla en un soporte material permanente, a través de unos signos gráficos o códigos que representaran los objetos y conceptos abstractos (pictografías e ideogramas) o los sonidos y fonemas cargados de significado (alfabeto fonético). De tal suerte, emitido el mensaje, desaparecido el emisor o emisores, permanece la noticia, que puede ser comprendida en cualquier momento y lugar, duplicada con toda exactitud e, incluso, transportada a largas distancias sin temor a modificaciones de cualquier índole. El documento escrito suplanta y anula al documento oral, convirtiéndose el primero en la perfecta memoria de los pueblos, concepto que se mantiene en la actualidad pues, aunque hayan cambiado los soportes, no ha sido sustituido por otra solución más eficaz. La historiografía oral actual (diríamos que de moda hoy) reconoce la importancia de la fuente oral, pero la congela de inmediato para su manejo y control, primero en cinta (entrevista) y luego en papel (transcripción o registro del discurso). Se convierte el mensaje lingüístico en estructura material, en documento escrito. En otras palabras, se convierten las señas fonéticas o sonoras portadoras de información emitidas por un emisor, en un código gráfico soportado por un canal material permanente. A la postre, el documento tradicional aparece de nuevo al final del proceso, con lo que prepondera la afirmación de todos conocida de que "sin documentos (los escritos evidentemente) no hay historia". Y este documento tradicional final es el único medio sobre el que ejercer el análisis crítico esperado. Katia Braum considera la benignidad del documento escrito obtenido, pues es el acceso más común al documento oral, ya que presenta tres ventajas a considerar: facilita el trabajo de análisis de contenido, es un testimonio tangible del trabajo realizado y es una manera de mejorar la entrevista gracias a los detalles complementarios que suscita la relectura de la primera versión55. Para terminar, decir que la tradición oral se convierte en tradicional por reconversión, con lo que llegamos al punto de partida de estas disquisiciones. No obstante, toda expresión oral recogida en cualesquier de los soportes materiales posibles se conceptúa como documento por la Ley 3/1990, del Patrimonio Documental y Archivos de Canarias y, por tanto, su lugar de residencia conveniente es el archivo: "Se entiende por documento... toda expresión en lenguaje oral o escrito, natural o codificado, recogida en cualquier tipo de soporte material, incluidos los mecánicos o magnéticos". NECESIDAD DE LA VALORACIÓN DEL PATRIMONIO DOCUMENTAL Desconocimiento del Patrimonio Documental Canario: Llegados a este punto, una vez comprendida la utilidad de los documentos y la necesidad de los archivos como perfectos laboratorios de historia, vemos que queda plenamente justificada la obligatoriedad de valorar y conocer nuestro patrimonio para, a renglón seguido, proceder al diseño de un programa archivístico de control y descripción de los fondos documentales que lo configuran, sea cual sea su titularidad, cronología, ubicación y estado de conservación, instalación y accesibilidad. ¿Conocemos con detalle todos estos extremos?. ¿Podemos informar al investigador dónde se encuentran las fuentes documentales que le son de interés para elevar a tesis las hipótesis que le mueve en sus investigaciones?. La respuesta se nos presenta fácil. No se pueden facilitar las fuentes documentales hasta sus últimas consecuencias, simplemente porque se desconocen. Por tanto, la primera medida a adoptarse es la de fijar en el espacio y en el tiempo los fondos documentales, como los pecios y yacimientos en las cartas arqueológicas o las hospederías en las rutas de viaje, si se me permite el símil. Por el contrario, el investigador en archivos carece de esta orientación a la hora de proceder a la confección de su programa de estudio, por lo que se ve desorientado a la hora de consultar los archivos, los fondos y las colecciones. El norte de su buen rumbo lo ha de ir analizando constantemente para no ir a la deriva, ya que no se le brinda la posibilidad de apoyarse en una exacta carta de navegación en la que se le señalen los puertos y los bajíos, es decir, los archivos con la documentación que precisa en su investigación y los que no aportan documentación relevante para lo mismo. Esta orientación, denominada carta arqueológica por unos (los conservadores de museos), inventario histórico-artístico por otros (historiadores del arte), está perfectamente nombrada y definida en el ámbito del patrimonio que nos ocupa (el documental), y que no es otra que el llamado Censo de los Archivos. A nadie se le escapa ya que a la hora de diseñar una política archivística, comunitaria en nuestro caso, se ha de contar de antemano con el conocimiento exacto de la realidad del campo de actuación, lo que nos lo ofrece el simple pero no fácil hecho de conocer la personalidad que caracteriza a los archivos radicados en el área de la acción, entre cuyos aspectos cabe señalar la localización, la titularidad, los fondos, el volumen, el estado, la organización, la accesibilidad y demás información que se precise pertinente. El censo de archivos es la herramienta que nos ofrece estos datos. El censo de archivos: El censo anunciado viene a llenar las lagunas de información y a evitar el desconocimiento lamentable sobre nuestros archivos y fondos. El censo pretende localizar y describir en su conjunto cada uno de los archivos existentes, como un mapa de minería señala los centros mineralógicos y su producción. El censo de archivos, en otras palabras, es un instrumento de descripción no propio de ninguna de las edades de los archivos, que nos ofrece una valoración global del patrimonio documental de un país, región, comunidad autónoma, localidad, etc., dependiendo del alcance que se le quiera dar. Nos facilita una primera aproximación a la masa documental producida, recibida y conservada por las diferentes administraciones y entidades públicas o privadas. Como instrumento de descripción que es, ofrece al usuario de forma sistemática, aunque no de forma exhaustiva, los archivos y sus secciones, series, datas crónicas extremas, entre otros datos, todo lo cual ofrece una primera información sobre las fuentes documentales susceptibles de ser consultadas. No obstante lo dicho, el censo es algo más, pues se puede conceptuar como medida de control; como solución eficaz de cara a la conservación, información y valoración del patrimonio documental; como herramienta imprescindible para la confección de otros descriptores; y como instrumento político, muy en boga éste último en la actualidad56. El censo de archivos se puede definir como un "instrumento de control y difusión, actualmente automatizado, que permite reunir y coordinar la información sobre archivos y fondos documentales que forman el Patrimonio Documental, y sobre su accesibilidad"57. Según el "Mapa de necesidades culturales", de acuerdo con los datos obtenidos del Censo de Archivos del Ministerio de Cultura, existen en España más de 33.500 archivos censados, generados por un amplio espectro de organismos y entidades públicas y privadas en el desempeño de su actividad58. Tristemente sólo dos de los archivos canarios, los Históricos Provinciales, están incluidos en este elevado número, por lo que quedan fuera del censo prácticamente la totalidad de los archivos canarios, ausencia que se intenta remediar en parte al presente. El censo de los archivos canarios: En Canarias, desde el año de 1894 hasta la actualidad, se han producidos varios intentos de censos, aunque ninguno de ellos alcanzó los resultados apetecidos, bien por ausencia de constancia en la culminación de los proyectos, bien por haber sido intentos simples carentes de un criterio unificador o de diseño operativo59. No obstante, no fueron los esfuerzos improductivos, ya que favorecieron la sedimentación de un estrato potente de conciencia sobre el que se erigiría más tarde el verdadero censo, es decir, el censo supeditado a una estructura racional y definida de antemano, a unos plazos de actuación, a una coordinación e inspección, y apadrinados por organismos oficiales de máxima competencia. En 1994, la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias inició el censo del Patrimonio Documental en las siete islas, aunque por razones obvias nos vamos a referir exclusivamente a las actuaciones desarrolladas en la provincia de Las Palmas (Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura). El proyecto, en su primera fase, se inició con el censo de los archivos municipales, esos gran ignorados. Para ello se contrató a tres censoras, una por isla60, coordinadas por el director del Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. El cuestionario de recogida de datos fue el diseñado por el C.I.D.A., dada su proyección universal a través de la base de datos del Ministerio de Cultura consultable desde cualquier terminal informática de los Puntos de Información Documental (P.I.C.)61. Igualmente se han censado los parroquiales, aunque solamente los de la isla de Gran Canaria por el momento. Este segundo censo ha sido subvencionado por la Fundación Mapfre Guanarteme, en la misma línea de trabajo y de coordinación que en los anteriores62. A estos archivos censados hay que sumar el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, que fue el primero, hace ya algunos años, que recibió esta atención , y se incluyó en la base de datos del Ministerio de Cultura, consultable por los Puntos de Información Cultural. No obstante, quedan otros muchos por censar, aunque se recogen en el proyecto general, como los archivos de los Cabildos Insulares, los de la Administración Central Delegada y los judiciales (salvo el de la Delegación de Gobierno de Canarias y el del Tribunal Superior de Justicia en Canarias, por haber sido transferidos en su totalidad al Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, en cuyo censo se incluyen), los del Gobierno de Canarias, el Archivo Catedralicio y el Diocesano (para los cuales no se nos facilitó la preceptiva autorización), los particulares y familiares (de inmediata confección, de prosperar conversaciones y contactos), los institucionales como el del Museo Canario, Gabinete Literario, Sociedad Económica del País, los de los heredamientos de aguas (que los hay muy interesantes e importantes), los de asociaciones y fundaciones, los archivos de empresas, etc. Esta primera aproximación de la masa documental de nuestros fondos en modo alguno ha de ser el objetivo final y último, sino el punto de arranque para seguir profundizando en la comprensión de la personalidad de nuestros documentos y archivos. Se habrá de continuar el camino con la confección de otros descriptores más profundos, como las guías (descripción de los archivos y sus secciones), los inventarios (ídem de las series documentales), los catálogos (ídem de los documentos) y los índices o entradas rápidas a la información (localización de sustantivos o expresiones substantivadas con fuerte carga informativa63). Si bien, el censo es responsabilidad de la Administración, los instrumentos de descripción citados los han de confeccionar los profesionales, los archiveros. LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS LA PROVINCIA Y SU TERRITORIO: La provincia de Las Palmas es una de las dos que constituyen la Comunidad Autónoma de Canarias. Las Palmas es la provincia occidental de la Comunidad, y está formada por las islas de Gran Canaria (1.560,10 km2), Fuerteventura (1.659,71 km2) y Lanzarote (845,90 km2), con una superficie total de 4,065,71 km2. Está dividida en 34 municipios, de los que 21 corresponden a la isla capitalina de Gran Canaria (Agaete, Agüimes, Artenara, Arucas, Firgas, Gáldar, Ingenio, Las Palmas de Gran Canaria, Mogán, Moya, San Bartolomé de Tirajana, San Mateo, San Nicolás de Tolentino, Santa Brígida, Santa Lucía de Tirajana, Santa María de Guía, Santa Cruz de Tejeda, Telde, Teror, Valsequillo, Valleseco), 6 a la Fuerteventura (Antigua, Betancuria, La Oliva, Pájara, Puerto del Rosario, Tuineje) y 7 a la de Lanzarote (Arrecife, Haría, San Bartolomé, Teguise, Tías, Tinajo, Yaiza). El número actual de habitantes en la provincia es de 832.447, acaparando Gran Canaria el mayor porcentaje de población, siguiendo Lanzarote y Fuerteventura. POBLACIÓN DE DERECHO REFERIDA A 1 DE ENERO DE 1994[29.Datos facilitados por la Delegación Provincial de Las Palmas del Instituto Nacional deEstadística.] GRAN CANARIA FUERTEVENTURA LANZAROTE Agaete 5.461 Arrecife Antigua 2.714 Agüimes 17.513 Haría 3.164 36.783 Artenara 1.142 6.284 A rucas * San Bartolomé 9.156 La Oliva Teguise 9.279 Pájara 6.055 Firgas 6.152 Tías 9.817 Gáldar 22.081 Tinajo 3.615 Tuineje 7.599 Ingenio 22.884 Yaiza 3.296 Mogán 10.772 Moya 8.388 Las Palmas de G.C 371.787 S. Bartolomé de Tirajana 34.098<> San Nicolás de Tolentino 8.409 Santa Brígida * Santa Lucía 36.831 Santa María de Guía * Tejeda 2.441 Telde 84.078 Teror 11.276 Valsequillo 7.136 Valleseco 4.457 San Mateo * (*) No se dispone de cifras a 1/01/1994. [MAPA DAS ILHAS] PROVINCIA DE LAS PALMAS Presunción es intentar demostrar la utilidad de los archivos municipales como centros de información de cara, al menos, a la historia local, por ser tema ya hartamente tratado. No obstante, no queremos dejar pasar la oportunidad para hacer constar que la confección del censo y su valoración nos permitirá evaluar, en primer lugar, la documentación conservada y, en segundo lugar, la documentación esperada y no hallada, lo que nos habla evidentemente de información perdida por una u otras causas. Desafortunadamente, en la mayoría de los municipios, se ha perdido documentación por desidia, falta de conciencia hacia el patrimonio documental, accidentes, reciclaje de papel, guerras, inundaciones, riadas, incendios, termitas, etc. El esmero en la conservación de lo que queda, por lo tanto, ha de ser más fuerte y de mayor responsabilidad, en evitación de que desaparezca la documentación que ha escapado incólume a los hechos luctuosos mencionados. La identidad del municipio está constituida esencialmente por su pasado, pasado que se perpetúa y se hace vivo a través de los documentos que de él hablan. No es difícil comprender que este tipo de documentación haya sido defendida desde antiguo por la formulación legal al respecto que, desde antiguo hasta nuestros días, se ha venido sucediendo con idénticas finalidades. Probablemente la primera disposición legal sobre estos archivos haya que encontrarla en la Pragmática del 9 de junio de 1500, en la que se especifica que se pongan "a buen recaudo" las escrituras y demás documentos generados por los concejos. Desde ese momento se fue sucediendo un sinnúmero de disposiciones particulares a estos archivos, que duraron hasta el siglo XX, en que se les somete a la legislación general sobre Patrimonio Documental65. De todo ello podemos comprender no sólo su propia existencia, sino también el interés que en todo momento han supuesto y suponen para nuestro tesoro artístico, su importancia como testimonios eficientes de las actividades administrativas que configuran nuestro país, como constancia irrefutable de los derechos adquiridos por los ciudadanos, y como eco de un pasado no olvidado precisamente por la existencia de documentos que de él nos habla y a él nos permite acercarnos. Los ayuntamientos son las instituciones político-administrativas que conservan los fondos documentales más antiguos de su municipio, sin olvidar a los archivos parroquiales. Por otro lado, es frecuente encontrar, a nivel nacional, documentación ajena a los mismos por haberse hecho cargo de la documentación producida por instituciones desaparecidas. Este caso no es frecuente en nuestra Provincia, aunque sí se da en el archivo de Puerto del Rosario (Fuerteventura), que conserva documentos del Consejo, de la Junta Local y de la Jefatura Local del Movimiento, documentación sobre Señales Marítimas y de otras titularidad de la Administración de Justicia. Así pues, los archivos municipales son la memoria insustituible de los ayuntamientos que los han producido y el espejo que sabe captar de forma permanente las vicisitudes de la vida de los municipios, de sus corporaciones y de sus gentes. Y la calidad de dichas vicisitudes va en consonancia con la cantidad de los fondos conservados. Es por ello por lo que se hace necesaria, u obligada en caso de desidia concejil, su conservación. Y si fuese necesario "que hagan arca donde esten los privilegios y escrituras del Concejo á buen recaudo, que á lo ménos tengan tres llaves, que la una tenga la Justicia, y la otra uno de los Regidores, y la otra el Escribano del Concejo, de manera que no se puedan sacar de allí"66. Buen ejemplo a tenerse en cuenta. Si el archivo es el cerebro, y su forma de recuerdo no es otra que los documentos, llegamos a la conclusión inmediata de que según éstos vayan aumentando, a igual ritmo irá creciendo su memoria. Es decir, a mayor número de metros lineales de documentación, mayor capacidad cognoscitiva, y viceversa. Cuanto más completos son los archivos, más amplia es la información sobre el devenir del municipio. Una doble vertiente se puede encontrar en estos archivos, personalidad que no encontramos en otros tipos, como en los eminentemente históricos con documentación fenecida administrativamente. El archivo municipal es un órgano de gestión administrativa, pero también es un centro de investigación histórica. Pero lo genuino es que no se produce distinción entre una y otra documentación. Ésta se produce como un fluir ininterrumpido que se genera como herramienta administrativa, y que va adquiriendo valor histórico prácticamente sin darse cuenta, sin la necesidad de la existencia de un hito temporal que le adjudique una u otra calificación, pues es en estos archivos donde con mayor rigor se produce y se mantiene uno de los principios de la Archivística, que no es otro que el reconocimiento de la unidad de la documentación y su no parcelación en documentos administrativos y en documentos históricos. Como muy bien dice Heredia Herrera "todos los fondos producidos por la administración son y serán historia de la institución, participando lo administrativo de lo histórico y viceversa"67. En verdad, parcelar los documentos en dos grandes grupos cronológicos (los vivos y los muertos) no tiene ninguna lógica, salvo la intención de delimitar unos derechos y unas obligaciones siempre marcados por cierta temporalidad o caducidad administrativa. La riqueza de los fondos municipales es enorme. Tanto es así que sería tarea imposible en las presentes líneas pretender abarcar la totalidad de la exuberancia en información que nos brindan los fondos de los archivos municipales. Valgan varios ejemplos para intentar justificar lo expresado. Los libros de actas del Ayuntamiento Pleno, de las Comisiones Municipales Permanentes y de las Comisiones Informativas Especiales nos ilustran sobre todos lo tratado, discutido y acordado en las sesiones celebradas por la corporación, autenticadas con la rúbrica del alcalde y el sello del ayuntamiento. Se tratan de instrumentos públicos solemnes de custodia permanente, del máximo interés por contener en sus páginas todo lo relativo a la actividad municipal y los documentos que éstos producen. A este interés hay que sumar otro de no menor importancia, como es el hecho de que las actas mencionadas dan información contenida en muchos documentos y expedientes que no se conservan. Es general el cuidado que muestran los secretarios por la custodia de los libros de actas y la despreocupación por la conservación del resto de la documentación municipal (al menos en la provincia que nos ocupa). Tanto es así, que se suele recomendar su microfilmación como medida oportuna para salvaguardar la información, al menos, ante cualquier evento no deseado. El padrón de habitantes es un tipo documental que nos ofrece riquísima información sobre los habitantes del término, su número, nombres de los cabezas de familia y profesión, fechas de nacimiento, nombres de calles, etc. Se trata de documentos imprescindibles para estudios demográficos, genealógicos, estudio de profesiones, índice de natalidad, etc. Ello justifica, como en el caso anterior, que sea tipología documental no expurgable, sino de custodia permanente. Los expedientes personales de los trabajadores al servicio del ayuntamiento no se pueden olvidar, dado que reflejan las incidencias de la vida laboral de cada uno ellos. Cada uno de estos expedientes aporta abundantes datos sobre la vida y méritos del titular, con datos del nacimiento, estudios realizados, contrato de trabajo, cambios en la situación familiar, partes de enfermedades y accidentes y un largo etc. Máxime si alcanzó renombre social, político, económico, profesional o fama de otra índole. Los expedientes de obras mayores, tan del gusto de historiadores del arte y urbanistas, nos ilustran de las obras nuevas, de sus ampliaciones y demoliciones, cambios de titularidad y similares. Su consulta es la forma adecuada para comprender las corrientes y modas arquitectónicas que se jalonan a lo largo de la urbe. Gracias a este tipo documental conocemos la paternidad de los emblemáticos edificios de la ciudad de Las Palmas, y la obra de los grandes arquitectos de los siglos XIX y XX, que engrandecieron arquitectónicamente esta ciudad capitalina, como Laureano Arroyo, Rafael Masanet Faus, Fernando Navarro, Miguel Martín-Fernández de la Torre, entre otros. Los expedientes anuales de festejos son testimonios fehacientes del solaz de la población y de cuantas conmemoraciones se celebraron en la localidad. Por ellos conocemos el júbilo por la mayoría de edad de Isabel II (1844), los actos en el cuarto centenario del Descubrimiento de América (1892), el campeonato ciclista en la ciudad de La Laguna (1913), carnavales y piñatas, sobre compañías de ópera, cines, circos y bailes sociales, etc. Para estudios económicos destacan los expedientes de presupuesto ordinario y extraordinario, los libros de actas de arqueo, los libros de caja, los diarios de intervención de ingresos y de gastos, los expedientes de modificación de créditos, los expedientes sobre impuestos municipales y tasas, etc. Esta cita de tipologías concretas no es más que una muestra para a través de ellas poder señalar la riqueza informativa que se atesora en los archivos municipales, auténticas minas para el investigador que, con la paciencia suficiente, sepa enhebrar tal cúmulo de información. Y pasando de las tipologías documentales a una sinopsis temática, podríamos citar, sin pretensión de agotarlos, los siguientes: cementerios, amillaramientos, beneficencia, calamidades públicas, elecciones municipales, instrucción pública, quintas y reemplazos, sanidad, inventarios de bienes municipales, etc. Por todo ello, los archivos municipales son insustituibles e imprescindibles para la historia local y sus conexiones con el mundo que les rodea, e inalienables e inembargables por formar parte del Patrimonio Documental Español. ESTADO DE UNA SITUACIÓN DESEABLE: La legislación vigente relativa al Patrimonio Documental y Archivos nos indica por sí misma el marco deseable en el cual se debe inscribir el legado documental y los archivos de la Comunidad Autónoma de Canarias. La Ley 3/1990, de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias, nos define cómo debe ser un archivo: "Se entiende por archivo el conjunto orgánico de documentos o la reunión de varios de ellos, completos o fraccionados, producidos, recibidos o reunidos por las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, con fines de gestión administrativa, información o investigación histórica, científica o cultural". Para mayor abundamiento, también define el archivo como institución: "Asimismo, se entiende por archivo los centros que institucionalmente recogen, conservan y sirven para los fines mencionados, los conjuntos de documentos"68. Estas definiciones hablan por sí mismas, ya que resumen en su contexto qué es un archivo, para qué sirve, cuál es su finalidad, qué es lo que debe custodiar en sus instalaciones y cómo se debe tratar la documentación que atesoran. Por otro lado, la Ley del Procedimiento Administrativo de 1958 ordenaba que "los expedientes se guardarán y registrarán en orden riguroso de incoacción en asuntos de homogénea naturaleza"69, imperativo que no queremos olvidar, aunque dicha ley haya quedado obsoleta por la aprobación de la ley sobre lo mismo de 199270. Estos son los puntos claves, de cumplirse, para poder considerar a una red de archivos operativa y que cumple con todos sus cometidos y finalidades propuestos. La definición de un archivo municipal no ha de ser diferente a las ofrecidas por las normas jurídicas generales, pero, no obstante, los especialista y archiveros municipales tienden, por preferir, una definición particular a estos centros. Así cabe decir "que un Archivo Municipal está formado por el conjunto de documentos que ha generado y genera el Ayuntamiento en el transcurso de su gestión, conservados y organizados por los propios administradores"71, que no es otra que la aplicación en el terreno municipal de la definición que Cortés Alonso ofrece para el concepto general de archivo72. Atendiendo a esta definición de archivo, y como producto lógico resultante, se puede definir el documento municipal como "todo escrito que está intitulado, dado y refrendado por el Concejo (Ayuntamiento), por algunos de sus miembros y oficiales (en su nombre o por razón del cargo), por otra persona ajena al Concejo, que haya sido elegida para representarlo o por la propia Comunidad"73, definición que, por ser oportuna, acepta sin reparos Cayetano Martín74. Estas palabras nos expresan el cómo ha de ser un archivo. Nos referimos a las expresiones vistas de "conjunto orgánico de documentos" y de "conjunto de documentos..., conservados y organizados por los propios administradores". En cambio, no nos ilustran sobre el procedimiento a seguir para alcanzar esa situación tan loable, pero, por desgracia, no lograda en innumerables ocasiones. Es la Archivística la que se va a encargar de hacer realidad lo pretendido, entendida ésta como la disciplina (para algunos ciencia) que se ocupa de los aspectos teóricos y prácticos de los archivos y del tratamiento archivístico de sus fondos. Entre dichos aspectos sobresale con cierto orgullo merecido la organización, que no es otra cosa que la suma de dos fases, totalmente diferenciadas aunque estrechamente vinculadas, como lo son la clasificación y la ordenación. La clasificación es la adaptación de un fondo a la estructura jerárquica de la institución generadora, lo que permite tener una masa documental perfectamente distribuida, en cuya distribución cada sección, serie, expediente y unidad documental ocupan el lugar que le corresponde genéticamente. Es decir, la clasificación es el cauce inteligente de la labor archivística, y permite, según todo lo dicho, dar una estructura lógica al fondo con lo que favorecer la localización racional de los documentos a utilizar, bien por motivos de gestión administrativa, bien por razones de investigación. Y la herramienta que lo materializa es el llamado por todos cuadro de clasificación, que se define como "instrumento de consulta que refleja la organización del fondo documental y aporta los datos esenciales de su estructura (denominación de secciones y series, fechas extremas, etc)"75. En la archivística municipal (es una expresión, no un intento de defender una archivística propia de estos centros), el cuadro de clasificación se encuentra perfectamente normalizado y definido en un cuadro común, por lo tanto, valedero para todos los archiveros de este campo76. Esta universalidad en el empleo de un único cuadro de clasificación tiene su explicación. El aislamiento de los archivos municipales y la búsqueda en solitario, por parte de sus archiveros, de soluciones archivísticas a idénticos problemas no tiene razón de ser. A idénticas metas, a similares fondos documentales y a objetivos administrativos y de investigación parecidos, iguales soluciones y remedios. A los archiveros compete la búsqueda de un esquema de cuadro de clasificación único, y al político corresponde la aplicación, en los centros de que es responsable, de esta herramienta primera de control de la documentación77. Los primeros parecen haber obtenido el éxito apetecido; los segundos no parecen, por el momento, haberse dado cuenta de su existencia, al menos, en los municipios canarios, como se verá a continuación. Pero no es suficiente recoger, conservar y organizar, sino que hay que facilitar y difundir los fondos mediante su descripción, para que el gestor administrativo o el investigador puedan recuperar el o los documentos de su interés, con los que realizar un acto administrativo o una investigación histórica. Describir en archivos supone acercar el contenido de los fondos a los usuarios, facilitarles la información en ellos inmersa, sin la necesidad de recurrir a la lectura sistemática del fondo documental. Un fondo sin descriptores es una masa inerte, muda e inservible, para ser usada e investigada. El archivo alcanza su más alta razón de existir en el momento en que se convierte en útil para sus tres usuarios principales: administración, administrados o ciudadanos e investigadores. L as tareas y responsabilidades vistas hasta el momento no cobran verdadero significado si no tienen una proyección social para la cultura y para el desarrollo y testimonio de las actividades del hombre. Un archivo perfectamente conservado, organizado y descrito no redunda en beneficio del grupo humano en el que se inscribe, no vale para nada, si no abre sus puertas y ofrece al uso los documentos que atesora. El archivo es un centro útil, vivo, abierto, necesario, que ha de facilitar la consulta de sus fondos con lo que posibilitar el derecho de los ciudadanos a la consulta del Patrimonio Documental, de acuerdo con la normativa vigente. Este pequeño preámbulo no persigue hacer ciencia de los archivos, sino que pretende crear simplemente un ambiente propicio a la formulación de la interrogación siguiente: ¿La red de archivos municipales de las islas de la provincia de Las Palmas cumplen con estos ruisitos y objetivos?. Veámoslo. ESTADO REAL DE LA CUESTIÓN: La situación de los archivos de los 21 municipios de la isla de Las Palmas de Gran Canaria, los 7 de Fuerteventura y los 6 de Lanzarote, sin exclusión de ninguno de ellos, se caracteriza por un abandono y por una falta de conciencia relativos a la importancia del Patrimonio Documental, amén de una despreocupación casi total por el recto procedimiento administrativo, que en manera alguna se puede desarrollar sin la presencia de archivos ágiles en los que custodiar y organizar su respectivas producciones documentales, día a día cada vez más voluminosa. Se puede decir, sin temor a equivocarse uno en exceso, que la gestión documental municipal apenas sobrevive más allá del nivel de oficina o, por otro nombre, de los archivos de gestión. Una vez cumplido el documento y el expediente con su finalidad puramente administrativa, pasan al archivo central de la institución (en el mejor de los casos), perdiendo por ello no sólo su vigencia, sino también su valor informativo, tanto para el administrado como para la investigación, por falta de un seguimiento y control que los haga localizables y útiles. Harto frecuente es encontrar situaciones alarmantes por no poderse localizar para su consulta tal o cual expediente, por el simple hecho de haber sido transferido, con todas las características de irregularidad inimaginables, al archivo central, en la actualidad llamado injustamente "archivo histórico municipal", pues no son más que un rimero de papeles sin organización alguna y sin responsable directo conocido. Esta situación se alcanza por la falta de personal adecuado, por la carencia de infraestructura y medios oportunos, por la inexistencia de toda posibilidad de su difusión e investigación, por la falta de los preceptivos instrumentos de descripción de fondos, por la existencia de locales deficientes y por la preocupación escasa en la conservación oportuna de los fondos documentales, tanto física como orgánicamente. No obstante, hay que reconocer que se ha despertado recientemente una honorable preocupación por la adecuación (por no decir rescate) de los archivos de los municipios, aunque este desvelo no ha alcanzado aún sus frutos esperados. Una preocupación no es suficiente, pero sí, al menos, es un punto de arranque para lograr "a posteriori" una política archivística operativa y coherente. Ante esta situación se nos plantea un reto, no para resolver un estado a todas luces mejorable, pero sí para hacer pública una situación conocida por todos, aunque silenciada por la mayoría, como cómoda solución para no responder a la exigencia inmediata de proceder a una actuación casi de salvamento para interrumpir, al menos, el declive por el que discurren los archivos de nuestras corporaciones. En las presentes líneas, nos proponemos dar a conocer los archivos municipales canarios, a través de la aportación de una información real y sopesada del estado físico de dichos depósitos, con una doble intención. Por un lado, la de hacer patente el abandono que desgraciadamente define al patrimonio documental municipal de la provincia en cuestión, y de la necesidad de rescatarlo del olvido y concienciar, al tiempo, que los documentos son tan merecedores de conservación y de respeto como sus hermanos más considerados, como lo son los bienes inmuebles, muebles, arqueológicos y demás bienes histórico artísticos en general. Por otro lado, para servir de orientación de la personalidad de estos depósitos en cuanto a calidad y cantidad se refiere. Por supuesto, esto no es lo único que se habrá de hacer, pero sí lo primero para concienciar a los responsables de las necesidades de dotar a sus archivos de cuantas medidas sean precisas para que cumplan sus objetivos, como lo son la recogida y custodia de documentos, su instalación oportuna, la descripción conveniente y su uso correcto por parte de la Administración, administrados e investigadores de la historia de su localidad. Estos quejumbres, que pudieran parecer muy locales, son casi universales, pues los archivos municipales (y los de otras titularidades también) han venido siendo centros cerrados e inaccesibles para todo tipo de consulta, en la que incluimos a la propia institución productora ante la imposibilidad de localizar un documento concreto en un momento determinado. Se ha dicho, y con evidente acierto, que los archivos están supeditados a un movimiento pendular (de estar cerrados a cal y canto, a estar abiertos de par en par sin ningún control de consulta y de los ingresos de nueva documentación78). Ambos extremos han ocasionado una situación incontrolable, y han motivado silenciosas pérdidas irrecuperables de nuestro patrimonio documental, con la consiguiente perdida de información y de testimonio de cara a nuestra Historia. Y si a esto añadiésemos otros motivos como inundaciones, ataques piráticos, incendios (como el del Ayuntamiento de Las Palmas en 1842) y otros actos luctuosos79, podremos comprender el material sacrificado y destruido, aunque no su cuantificación, al menos hasta que todo el Patrimonio Documental Canario se encuentre censado y valorados sus resultados. No obstante, los tiempos que corren han supuesto el inicio de una sentida preocupación por los archivos, tanto a nivel continente como de su contenido, pasando de ser "los grandes olvidados", a ser centros de atención por parte de los políticos y administradores responsables, como medida de atracción de seguidores y votantes. El camino iniciado es lento pero continuo, y ya se empiezan a ver los primeros movimientos en defensa de los archivos y sus documentos, como la construcción de nuevos locales (Las Palmas de Gran Canaria, Telde), o la mejora de los ya existentes. Las perspectivas son sugestivas, pero es mucho el camino a recorrer y grandes las inversiones a realizar. Pero veamos estadísticamente el estado real de la cuestión, a través del estudio y contraste del censo recientemente realizado. A).- Falta de personal técnico: La tónica general es la ausencia en las plantillas de los ayuntamientos de archiveros que organicen, describan y sirvan los fondos documentales. Y si los hay, no son especialistas en la materia, sino simples funcionarios que comparten obligatoriamente tareas propias de sus destino laborales con la responsabilidad de intentar organizar, en ratos sueltos en la mayoría de los casos, el archivo a ellos encomendados. Solamente el 62% de los ayuntamientos en la isla de Gran Canaria cuentan con un archivero, sinónimo de simple encargado del archivo, lo cual suponen en dígitos que sólo trece municipios cuentan con personal para estas labores y los ocho restantes carecen de archivero o "encargado". En un municipio se conoce al encargado (no me atrevo denominarlo archivero) simplemente por "el niño". En cuanto a la titulación académica del personal adscrito a los archivos, es también una situación lamentable. Las titulaciones son las siguientes: TITULACIONES DEL PERSONAL ADSCRITO A LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA ISLA DE GRAN CANARIA Licenciados universitarios(Teror, Telde)................... 2 Con grado medio (Las Palmas y ............................................................. 2 Auxiliares administrativos a tiempo parcial (Agaete, Arucas, Mogán, Moya, Santa Lucía, San Mateo, San Nicolás de Tolentino) ............................................................. 8 Sin estudios (peón) (San Bartolomé de Tirajana)........................................................ 1 Archivos carentes de cualquier tipo de personal.......................................................... 8 En cuanto a las islas menores, la situación no es mejor. En Fuerteventura, el 83,3% de los archivos municipales están encomendados a auxiliares administrativos a tiempo parcial de su jornada. Sólo el municipio de Puerto del Rosario cuenta con archivero por oposición. En Lanzarote el declive es alarmante, pues lo tristemente generalizado es la ausencia de personal (en toda la extensión de su significado) destinado en los archivos (85,7%). Únicamente el municipio de Teguise cuenta al presente con archivera. El porcentaje global resultante en la provincia de Las Palmas es el siguiente: PERSONAL ADSCRITO A LOS ARCHIVOS MUNICIPALES EN LA PROVINCIA DE LAS PALMAS Archivos carentes de personal....................................................... 14 41,2% Archivos con aux. administrativos a tiempo parcial...................... 13 38,2% Archivos atendidos por licenciados universitarios........................ . 4 11,7% Archivos atendidos por personal de grado medio................... ....... 2 5,9% Archivos atendidos por personal sin estudios............................ .... 1 3.0% B).- Dimensiones de los locales destinados a archivo: En cuanto a la dotación de infraestructura, la situación no es mucho mejor. Las instalaciones o el archivo continente no suelen ser las apropiadas, sino que la norma es aprovechar habitaciones, insalubres en muchos casos, del edificio del ayuntamiento, cuando no pasillos o rincones sin posibilidad de otras utilizaciones. El estado de los locales destinados a archivo es preocupante. Como no deseamos juzgar personalmente estos extremos, dejo al Derecho Administrativo Provincial y Municipal de 1876 para que nos indique de cómo ha de ser el estado adecuado de los locales, aunque con ciertas apreciaciones entre paréntesis que nos vuelvan a la realidad. Hace más de un siglo (119 años) se exigía que "han de elegirse para la custodia de sus papeles las piezas que tengan mejores condiciones de conservación (en la actualidad, salvo excepciones, son inhóspitas e inservibles); y como toda precaución es poca tratándose de los documentos de un archivo (hoy no parecen preocupar tanto), conviene evitar las humedades en todas direcciones (en la actualidad, sí preocupan pero no se tratan de evitar sea cual sea su dirección), y por medio de una limpieza periódica y frecuente (se desconoce el empleo de la escoba o del aspirador en las dependencias vistas y censadas) precaver los estragos que en ellos causan la polilla y otros enemigos, ocasionando a veces por culpable descuido perjuicios y pérdidas irreparables (los bibliófagos parecen ser constantes, llegándose incluso a precintar un archivo repleto de termitas para evitar su proliferación). Los legajos no deben tocar las paredes del edificio (esto suele ser verdad, pues están en el suelo sin más), porque se impide la ventilación, y excusado nos parece recomendar que importa mucho no escasear las precauciones contra los incendios"80. Los metros cuadrados destinados a archivos fluctúan entre los 7 y los 212 mts2, viéndose, por lo tanto, una enorme diferencia entre los municipios de la isla. METROS CUADRADOS DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS GRAN CANARIA 7 mts2: Santa Brígida. 10 mts2: Valsequillo. 16 mts2: Artenara. 17 mts2: San Nicolás de Tolentino. 20 mts2: Moya. 26 mts2: Valleseco. 27 mts2: Agaete. 28 mts2: Arucas. 37 mts2: Gáldar. 39 mts2: Telde (el depósito censado.) 40 mts2: Firgas. 57 mts2: Santa María de Guía. 61 mts2: Tejeda. 62 mts2: Agüimes. 64 mts2: Santa Lucía de Tirajana. 89 mts2: San Mateo. 90 mts2: Teror. 99 mts2: Mogán. 148 mts2: Las Palmas de Gran Canaria. 149 mts2: Ingenio. 212 mts2: San Bartolomé de Tirajana. LANZAROTE 16 mts2: Haría. 18 mts2: Yaiza. 19 mts2: Tinajo. 24 mts2: San Bartolomé. 38 mts2: Tías. 53 mts2: Teguise. 63 mts2: Arrecife. FUERTEVENTURA 26 mts2: Betancuria. 29 mts2: La Oliva. 40 mts2: Tuineje. 42 mts2: Antigua. 72 mts2: Puerto del Rosario. 99 mts2: Pájara. C).- Carencia de medios materiales: Todo archivo para ser operativo necesita de una serie de herramientas de trabajo para poder llevar a buen fin las labores encomendadas. No basta con colocar las unidades archivonómicas en sus puntos de instalación, sino que, además, se ha de proceder a su organización (clasificación y ordenación), a su descripción (guía, inventarios, catálogos, índices de entrada rápida a la información) y a su difusión (consulta por la Administración e investigación por parte del historiador). Para todo ello se requiere contar, además de personal competente, con unas herramientas de trabajo con las que poder realizar todo lo expuesto. Estas herramientas de trabajo no son de excesivo coste, por lo que su ausencia se debe a una falta de interés más que a una carencia de presupuesto. Máxime cuando, una vez hecha la inversión (no gasto), no es necesario ni oportuno invertir anualmente nuevos fondos, salvo, claro está, cuando se pretenda ampliarlos o mejorarlos. Estas herramientas de trabajo son, hoy en día, sencillas y casi habituales ya a toda administración. Sólo se requiere un ordenador (o en su defecto una máquina de escribir), una fotocopiadora y, para mayor abundamiento, un lector de microfilm. No obstante, la Administración Local de la provincia que nos ocupa parece no haber descubierto aún que las técnicas modernas de trabajo son aplicables a sus archivos y a sus fondos documentales, aunque sí a otros niveles administrativos, pues es notorio que muchos negociados, en concreto los recaudatorios, ya cuentan con soportes informáticos. De los 21 municipios de la isla de Gran Canaria, sólo seis cuentan con máquina de escribir (Arucas, Gáldar, Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana, Teror y Valleseco), uno con fotocopiadora (Gáldar), uno con ordenador (Valleseco) y uno con lector de microfilm (Gáldar). Es sintomático que estos medios de trabajo sólo se reparten entre seis municipios, de lo que resulta que quince carecen de toda herramienta de trabajo. De Lanzarote y Fuerteventura no tenemos datos fidedignos, aunque sabemos que sólo Teguise (Lanzarote) cuenta con ordenador y scanner, e intuimos que los restantes, hasta 12 archivos, o no cuentan con ningún tipo de medios materiales o, a lo sumo, disponen de una máquina de escribir. Los medios de instalación, dada la línea general caracterizada por la poca preocupación y las escasas inversiones, no nos ha de asombrar si la tónica general es la de uso de estantería metálica fija. Sólo en tres archivos (San Bartolomé de Tirajana, Las Palmas de Gran Canaria y Puerto del Rosario) se ha instalado estantería móvil. No obstante, se van tomando iniciativas aún no cumplidas en la instalación de estantería compacta o móvil, como en el caso del Ayuntamiento de Telde, que al presente está construyendo un nuevo local moderno donde ubicar su archivo central, en la actualidad dividido en dos depósitos. D).- Accesibilidad a la investigación: Si la difusión de los fondos y el acceso a la información es otro de los elementos que ha de definir todo archivo, se comprueba fácilmente que este aspecto tampoco es un elemento que caracterice a los archivos de la Administración Local; unas veces por falta de personal que pueda atender a los lectores, otras por carencia de los más elementales instrumentos de descripción y otras por falta de espacio físico donde acomodar a los investigadores. Se puede afirmar que las salas de lectura y de investigación no existen. Lo más corriente es que, llegado el caso, se instale al lector en las mesas de los propios funcionarios o en mesas adyacentes adquiridas para otros menesteres, pero que se aprovechan para estas circunstancias. Sólo el archivo de Arucas sobresale de la generalidad, al menos en 1991, ya que contaba con 80 plazas para investigadores, plazas que se comparten con los lectores de la biblioteca. Sigue, ya muy por debajo, el ayuntamiento de Tejeda con seis asientos. El resto, o no posee o dispone de una o dos solamente. Todo ello se comprueba fácilmente en el número de usuarios que en el año de 1991 (único período de que disponemos datos ofrecidos por los propios ayuntamientos, y sólo relativos a la isla de Gran Canaria) han consultado los fondos documentales municipales. La relación es la siguiente: LECTORES EN 1991 EN LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE GRAN CANARIA81 Datosofrecidos por los secretarios de los ayuntamientos recogidos en una encuesta realizada por la Viceconsejería de Cultura y Deportesen 1992.] 0 lectores Agaete - Santa María de Guía - Valsequillo 1 lector Artenara - Santa Brígida - Valleseco 2 lectores Firgas - Gáldar - Ingenio - Santa Lucía - San Nicolás de Tolentino Santa Cruz de Tejeda 3 lectores Mogán - Moya 4 lectores Telde - San Mateo 5 lectores Agüimes 6 lectores San Bartolomé de Tirajana 8 lectores Las Palmas de Gran Canaria 10 lectores Teror 15 lectores Arucas E).- Valoración de los fondos en metros lineales: La valoración de los metros lineales de los fondos de los archivos municipales de la Provincia de Las Palmas es aproximada, dado que, en la mayoría de ellos, los documentos y archivadores se encuentran instalados en líneas simples y dobles en las estanterías, en el suelo en confuso montón o aprovechando cualquier hueco susceptibles de recibir documentación. METROS LINEALES DE DOCUMENTACIÓN DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS: ISLA DE GRAN CANARIA 39 mts.Santa Cruz de Tejeda 45 mts. Valsequillo 66 mts. Artenara 78 mts. San Nicolás de Tolentino 89 mts. Santa Brígida 97 mts. Arucas 100 mts. Moya 115 mts. Telde (Sólo censado uno de los dos depósitos). 122 mts. Santa María de Guía 125 mts. San Mateo 126 mts. Santa Lucía de Tirajana 144 mts. Valleseco 175 mts. Firgas 200 mts. Gáldar 200 mts. Mogán 203 mts. Teror 442 mts. Agüimes 475 mts. Ingenio 1.310 mts Las Palmas de Gran Canaria 2.343 mts. San Bartolomé de Tirajana 2.453 mts. Agaete METROS LINEALES DE DOCUMENTACIÓN DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS: ISLA DE FUERTEVENTURA 62 mts. Antigua 112 mts. Betancuria 199 mts. La Oliva 208 mts. Tuineje 270 mts. Pájara 359 mts. Puerto del Rosario ISLA DE LANZAROTE 54 mts. Tinajo 82 mts. Yaiza 105 mts. San Bartolomé 130 mts. Haría 139 mts. Teguise 415 mts. Arrecife 469 mts. Tías De lo que obtenemos un total de 11.551 mts. lineales de documentación municipal custodiada en los 34 municipios grancanarios, repartida en la siguiente forma: 8.947 mts. lineales en la isla de Gran Canaria, 1.394 mts. lineales en Fuerteventura y 1,210 mts. lineales en Lanzarote. F).- Falta generalizada de instrumentos de descripción: La documentación sin el apoyo de los instrumentos de descripción, en toda la gama de sus niveles descriptivos, no es abordable ni aprovechable para su uso, análisis e investigación, ya que no hay entradas con las que valorar y seleccionar la información contenida en las series documentales. Son, por tanto, fondos no descritos, anónimos y ciegos, y sólo comprendidos por la paciente lectura de toda la masa documental. Hay archivos que poseen inventarios e índices, que pueden ser útiles en determinados momentos, pero no son los adecuados para cumplir la finalidad esperada y correcta. Suelen ser relaciones de entrega de documentación o listados carentes de toda norma archivística. En muchos casos, sólo comprensibles y utilizables por el funcionario que los confeccionó, dado su carácter personal. La primera condición que se ha de acometer antes de proceder a la confección de los instrumentos de descripción es la organización de los fondos, es decir, su clasificación, ordenación y correcta instalación, pues ¿cómo se podría describir un fondo si no conocemos de antemano las series documentales que lo conforman y sus respectivas personalidades?. Dicha organización crea el nivel de descripción más elemental, pero el de mayor importancia, como lo es el Cuadro de Clasificación de Fondos, sin el cual los siguientes niveles descriptivos no son posibles. Desgraciadamente, a pesar de la necesidad de los cuadros de clasificación, que reproducen la estructura orgánica de la institución, de la cual los archivos han de ser eco y fiel reflejo, no es práctica frecuente ni conocida por los archiveros municipales, salvo en casos contados y aislados. En resumidas cuentas, la descripción de los fondos municipales está por hacer, no sólo para que sirvan de información de cara a la Administración que los han generado, sino también de cara a su utilización por parte de los administrados que los necesiten como testimonio de su actos y derechos y por los investigación de nuestro pasado histórico. Algunos archivos, haciendo gala de iniciativa propia y despreciando la experiencia de profesionales en archivística municipal, han optado en discurrir por derroteros propios poco recomendables, como informatizar sus documentos mediante un criterio cronológico sin tener en cuenta el respeto a la unidad documental (que lo es el expediente administrativo). Es el caso de los archivos de Valleseco y Artenara. En Lanzarote y Fuerteventura tampoco existen descriptores de fondos en el verdadero sentido moderno de la palabra. G).- Antigüedad de los documentos: La antigüedad de los documentos es un dato que interesa a los investigadores, simplemente para eludir la visita de aquellos archivos que no contienen información sobre el período que estudian. Por otra parte, la comprensión de las fechas extremas de los archivos municipales nos hablan de posibles pérdidas de fondos documentales. En la isla de Gran Canaria, todos los archivos municipales comienzan en el siglo XIX, menos uno, el de Gáldar, cuyo documento más antiguo se data en el año de 1749. En Lanzarote, sólo dos tienen documentación anterior al siglo XIX, como Teguise (1627) y Arrecife (1798). En Fuerteventura, el municipio con documentación más antigua es Betancuria (1813) y Pájara (1832). FECHAS DE LOS DOCUMENTOS MÁS ANTIGUOS EN LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS GRAN CANARIA 1749. Gáldar 1811. Firgas 1811. Teror 1816. Moya 1817.Agüimes 1821. Santa María de Guía 1823. Telde 1825. Arucas 1833. Artenara 1833. Las Palmas de G. C. 1835. Mogán 1835. Ingenio 1837. San Mateo 1842. Valleseco 1845. Valsequillo 1850. Agaete 1850. S. Cruz de Tejeda 1870. S. B. de Tirajana 1870. S. N. de Tolentino 1871. Santa Brígida 1894. S. Lucía de Tirajana LANZAROTE 1627. Teguise 1798. Arrecife 1802. Tinajo 1830. Haría 1837. San Bartolomé FUERTEVENTURA 1868. Tías 1874. Yaiza 1813. Betancuria 1832. Pájara 1835. Puerto del Rosario 1872.Tuineje 1875. La Oliva 1897. Antigua H).- Cuadro de clasificación de fondos: En líneas anteriores ya nos hemos referido a estos instrumentos de descripción, por lo cual no vamos a incidir en el tema desde un punto teórico. Pero sí vamos a dedicar un tiempo para ver cómo se encuentran los archivos municipales de la Provincia en esta actividad. Adelantando acontecimiento, vemos que el empleo de cuadros de clasificación, como medio para organizar la documentación (controlarla, localizarla y servirla), no es frecuente ni conocido. Su demostración es sencilla. En la isla de Gran Canaria, 14 archivos no emplean ningún cuadro de clasificación (66,7%)82, 4 conocen y siguen el cuadro de clasificación promocionado por el Grupo Municipal de Archiveros Municipales de Madrid (19%)83 y 3 emplean un cuadro un tanto "sui generis" que, en absoluto, se acerca a la práctica archivística (14,3%)84. Estos últimos merecen que nos detengamos brevemente para explicar en qué consiste su personalidad, más cercana de la alarma y de la preocupación, que de la enseñanza y del aprovechamiento. Son archivos que no han adoptado ningún tipo de clasificación, pues han prescindido de ella totalmente, y se han preocupado en "ordenar cronológicamente" sus fondos. De tal guisa, las secciones no han sido respetadas y las series se han convertido en simples períodos anuos, cuyo hilo conductor es la data crónica. Por tanto, ni se respeta el principio de procedencia, ni la unidad documental del expediente como reflejo del acto administrativo. Al parecer, lo único que se ha valorado ha sido la temporalidad del documento simple, sin relacionarlo ni siquiera con su antecedente (por el que se justifica), ni con sus subsecuentes (que originan y justifican a la vez). Las técnicas modernas de la informática incluso han sido aplicadas, como en el caso de Valleseco, a esta nueva modalidad de intentar controlar una masa documental. Las islas de Fuerteventura y de Lanzarote no escapan de la norma vista en la isla capitalina. En Fuerteventura, cinco archivos municipales desconocen cualquier tipo de clasificación85 y sólo uno lo aplica y defiende (Puerto del Rosario). En Lanzarote encontramos idéntica situación: cinco carecen de cuadro de clasificación86, uno sigue el del Grupo de Municipal de Archiveros de Madrid (Teguise) y otro (Haría) cuenta con un cuadro desarrollado por los propios funcionarios del Ayuntamiento. Y si los datos parciales vistos por islas los unimos para obtener la globalidad de la Provincia, los resultados son preocupantes: el 70,58% de los archivos municipales de la misma carecen (no usan, no conocen) de cuadro de clasificación, de lo que se deduce que el patrimonio documental correspondiente no está custodiado en auténticos archivos, sino en simples depósitos en los que se hacinan los documentos; el 17,64% sí conoce y emplea el cuadro de clasificación87; y el 11,76% opta bien por una organización improcedente, bien por un cuadro excesivamente particular. Esta valoración, no obstante, nos aporta una conclusión positiva. Los archivos municipales dotados con plaza de archivero técnico cuentan con cuadro de clasificación, y los adscritos a otros tipos de categorías profesionales no aplican este instrumento de trabajo, pues su bagaje de conocimientos está ocupado evidentemente por otras disciplinas y otras preocupaciones que las puramente archivísticas, por lo que suelen pergeñar sin resultado alguno en todos los casos. I).- Procedimiento para solucionar la precaria situación descrita: Detectadas y especificadas las deficiencias que caracterizan a los archivos municipales de la Provincia, surge la legítima preocupación para resolver la situación y encauzar esta parte de nuestro patrimonio documental, no sólo para evitar el declive en que se encuentra, sino también para rescatarlo de cara a un uso eficiente, tanto para la Administración como para la investigación. La única solución posible inmediata es la de actuar a nivel centro, ya que cada municipio es el responsable directo del patrimonio que atesora, al margen de una política archivística general que recomiende (por no decir, obligue) el recto tratamiento de la masa documental repartida por nuestra geografía. Es el municipio el que ha de conservar su patrimonio, como primer responsable del mismo. Si bien son los secretarios de los ayuntamientos los máximos responsables del archivo a su cargo, son los profesionales de archivos (archiveros) los únicos que podrán, por saber, tratar los documentos según marcan los principios de la Archivística. Por ello, pensamos que la primera medida a tomar, a nivel centro, como antes apuntábamos, es el nombramiento de un archivero (1ª necesidad). Será este profesional el que se encargue de realizar las tareas propias de la profesión, como lo son la transferencia y el expurgo, la clasificación y la ordenación, la descripción de los documentos a su cargo y el servicio de los mismos, tanto para la administración productora, como de cara a los usuarios e investigadores exógenos (1ª consecuencia). Una vez culminadas estas labores, surgirá una segunda consecuencia lógica: la necesidad de un archivo continente adecuado para albergar el archivo contenido, con lo que se crea ya una verdadera institución cultural. Como resultado final, se obtiene lo que se pretende alcanzar, es decir, tener controlado y organizado el fondo documental generado y recibido por el ayuntamiento en cuestión (3ª consecuencia). En resumen, la necesidad de la figura del archivero se hace inexcusable en los archivos municipales. Es la primera piedra sobre la que levantar la obra, y es precisamente donde, por razones administrativas y de presupuesto no comprensibles, se pretende ahorrar. Grave error. Gráficamente el procedimiento para el control de los archivos municipales, tratados independientemente, podría ser el siguiente: [ESQUEMA] DESCRIPCIÓN SUCINTA DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES: La descripción particular de cada uno de los archivos refleja la situación vista en septiembre de 1995. Algunos archivos se encuentran realizando mejoras o proyectos de adecuación, que, por no estar culminados, no se detallan por desconocerse su realidad final. ISLA DE GRAN CANARIA AGAETE. Local: consta de un depósito en buenas condiciones con tres ventanas sito en la tercera planta del propio Ayuntamiento. La documentación, en archivadores de cartón y sueltos, se reparte entre una estantería fija y el suelo. Desordenado. Sin medidas de seguridad ni cuadro de clasificación. En la actualidad no se está haciendo ninguna labor archivística. Ha desaparecido documentación por incendio y por expurgo irregular. Tiene objetos decomisados por la policía. Un auxiliar administrativo se encarga de colocar la documentación que llega de las diferentes oficinas. Accesibilidad: necesidad del permiso que concede el Secretario. El investigador autorizado cuenta con absoluta libertad para buscar, extraer y consultar los documentos. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ Antonio de Armas, 1. 35480 - Agaete. Tfno.: 928/89-80-02. AGÜIMES. Local: consta de dos habitaciones limpias en el sótano del propio edificio del Ayuntamiento. Una solo ventana. La documentación está toda colocada en estantería fija. Un funcionario se encarga del archivo cuando tiene tiempo. Existe un inventario realizado en 1945. No se está haciendo labor archivística. Accesibilidad: necesidad del permiso que concede el Secretario. El investigador autorizado cuenta con absoluta libertad para buscar, extraer y consultar los documentos. Los funcionarios tiene acceso libre y directo a los fondos. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ Joaquín Artiles, 1. 35260 - Agüimes. Tfno.: 928/78-41-00. ARTENARA. Local: consta de una habitación, sin ventana ni aireación, en la primera planta del edifico del Ayuntamiento. La puerta de acceso está rota. Un incendio, al parecer provocado, lo destruyó completamente el 11 de octubre de 1895. Sin medidas de seguridad. Guarda, junto con los documentos, material de los festejos populares y botes de pintura. Todos los documentos están instalados en archivadores de cartón y en estantería fija. No se está haciendo labor archivística alguna. La documentación tiene una ordenación cronológica. Existe un inventario realizado en 1905. Accesibilidad: necesidad del permiso que concede el Secretario. El investigador autorizado cuenta con absoluta libertad para buscar, extraer y consultar los documentos. Los funcionarios tienen acceso directo y libre a los fondos. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Avda. Matías Vega, 1. 35350 - Artenara. Tfno.: 928/65-84-57. ARUCAS. Local: consta de una habitación en muy malas condiciones, con goteras, humedad y escasa ventilación, en la sede de la Casa de Cultura, antiguo edificio del Ayuntamiento. Los documentos colocados en cajas de cartón y en estantería fija están al presente protegidos con unos plásticos para evitar que se mojen con las lluvias. Sin medidas de seguridad. Un auxiliar administrativo, cuando tiene tiempo, se dedica a "poner un poco de orden". Una parte de la documentación fue clasificada en época anterior, cuando el archivo contaba con un contratado en calidad de archivero. En la actualidad, no se realiza ninguna labor archivística. Cuenta con varios inventarios realizados en 1927, 1932 y 1936. Accesibilidad: necesidad del permiso que concede el secretario. El investigador es atendido por el funcionario de turno. Horario: de 9h a 13h. Dirección: c/ Gourié, 3. 35400 - Arucas. Tfno.: 928/60-11-74. FIRGAS. Local: consta de una habitación sucia, húmeda, sin ventana ni ventilación, en las dependencias de la Policía Municipal, y fuera del propio edificio del Ayuntamiento. La documentación se encuentra en estantería fija, en el suelo, en forma de legajos y en montones de documentos sueltos. Se ha llegado a un estado tal de abandono, que la documentación de nuevo ingreso se tira directamente al suelo, donde se amontona entremezclada con objetos de la Oficina de Tráfico. No se realiza ninguna labor archivística. Inexistencia de personal destinado, ni en ratos libres y fugaces, al archivo. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. La documentación está tan desordenada que el acceso es prácticamente imposible. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Plaza de San Roque, s/n. 35430 - Firgas. Tfno.: 928/62-52-36. GÁLDAR. Local: consta de dos habitaciones no muy adecuadas por su escasa ventilación, existencia de puntos de humedad, altura excesiva de sus estanterías, situadas en la planta baja del edificio del Ayuntamiento. Se trata de una edificación antigua de estilo canario con los consiguientes problemas de adaptación a un uso administrativo moderno. Se encuentra en organización interrumpida atendiendo a la contratación por temporadas de su personal. Cuenta con descriptores parciales. Se está procediendo a su microfilmación. Sin medidas de seguridad. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario, Alcalde o Concejal de Cultura. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Plaza de Santiago, 1. 35460 - Gáldar. Tfno.: 928/88-16-86. INGENIO. Local: consta de una sola habitación en el sótano del edificio del Ayuntamiento en precarias condiciones por su suciedad, desorden, polvo. Tiene dos puertas de ingreso, una de las cuales conecta directamente con el garaje de Protección Civil. La estantería es fija repleta de documentación, que también se reparte por el suelo junto con material viejo de oficina y papelería a espera de ser empleada. No obstante, no se ha apreciado humedad. Carece de personal y el que por razones se destina a labores momentáneas lo considera como un castigo laboral. La bibliotecaria hace a veces de archivera, pero sin compromiso alguno. Se pretende trasladar a otro enclave. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Los funcionarios tienen entrada libre. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ Candelaria, 1. 35280 - Ingenio. Tfno.: 928/78-30-37. LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Local: consta de tres depósitos muy alejados entre sí. Un depósito sito en la planta baja del edificio del Ayuntamiento, antiguo edificio de un hotel adaptado a su nuevo cometido. Cuenta con estantería móvil casi repleta de documentos y alguna que otra por el suelo. El segundo depósito, con la documentación más antigua, se encuentra en el edificio del antiguo Ayuntamiento en una situación muy precaria por su abandono, suciedad, peligro de incendio por inadecuada instalación eléctrica y contaminado por termitas. Se han realizado microfotografías espantosas de la colonia de termitas en plena labor de deglución documental muy didácticas y aleccionadoras. Por ejemplo, de un expediente de una antigua fábrica de chocolate, sólo han quedado las grapas y una fotocopia realizada con la técnica del amoníaco. El Ayuntamiento ha fumigado el edificio al completo para combatir la plaga, cuyos resultados desconocemos. El tercer depósito lo constituye unas habitaciones en el antiguo Castillo de Mata, que fue sede de la Legión. La documentación se reparte entre el suelo y una estantería metálica oxidada. Sin medidas de seguridad en ninguno de ellos. Tres contratados laborales se ocupan del archivo. La documentación más antigua (desde comienzos del siglo XIX hasta mediados del XX) se encuentra perfectamente instalada, protegida, descrita y consultable en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Accesibilidad: sólo es consultable la documentación custodiada en el primer depósito mencionado y los libros de actas, que conserva el Secretario en su propio despacho. Estos últimos han sido microfilmados por el Archivo Histórico Provincial y consultables en su sala de investigación. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ León y Castillo, 270. 35005 - Las Palmas de Gran Canaria. Tfno.: 928/2427-84. MOGÁN. Local: consta de una habitación en el propio Ayuntamiento y dos más en un edificio cercano. Son depósitos desordenados y prácticamente abandonados, en los que se entremezcla la documentación con objetos decomisados por la Policía. Los documentos se reparten por unas estantería de hierro muy oxidada y el suelo. En ocasiones un auxiliar administrativo se ocupa del archivo, fundamentalmente para buscar y ordenar los boletines oficiales. No se está haciendo labor archivística alguna. Accesibilidad: necesaria la autorización del Secretario, que sólo concede cuando un auxiliar administrativo puede acompañar al investigador. Horario: según posibilidades de contar con un auxiliar acompañante. Dirección: c/ General Franco, 11. 35140 - Mogán. Tfno.: 928/56-93-50. MOYA. Local: consta de una habitación de reducidas dimensiones en la primera planta del edificio del Ayuntamiento. La documentación se encuentra enlegajada y suelta en una estantería fija. Parte de los libros de Intervención se encuentran en una especie de sobretecho inaccesible. Un auxiliar administrativo se encarga a ratos de poner un poco de orden. No se realiza labor archivística. Cuenta con algunos descriptores realizados en 1938, 1948 y algunos índices incompletos sin fecha de realización. Accesibilidad: necesidad de autorización del Secretario. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ Miguel Hernández, 13. 35420 - Moya. Tfno.: 928/62-00-02. SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA. Local: consta de dos depósitos, uno sito en Santiago de Tunte y el otro en Maspalomas. Son habitaciones con escasa ventilación, sin medidas de seguridad. La documentación se encuentra físicamente bien instalada en archivadores y en estantería, que es fija en el depósito de Tunte y móvil en el de Maspalomas. Carece de personal adecuado, ya que el depósito de Tunte está controlado por un peón de mantenimiento y el de Maspalomas por un vigilante de escuela. Sólo Tunte cuenta con una especie de inventario general. Accesibilidad: necesidad de autorización del Alcalde. El investigador disfruta de acceso libre y directo a los fondos. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Plaza de Santiago, s/n (Tunte). Plaza de la Constitución, 1 (Maspalomas). 35290. Tfno.: 928/12-74-02. SAN MATEO. Local: consta de una habitación en bastante buen estado, aunque con cierta humedad, en el sótano del edificio del Ayuntamiento. Sin medidas de seguridad. No hay documentación en el suelo. La estantería es fija. Los funcionarios tienen acceso directo y libre a los fondos, y suelen tomar café en una mesita que existe para tal menester en un rincón del archivo. No se está haciendo labor archivística, aunque está "arregladito y curioso". Presenta cierta organización. Un auxiliar administrativo se preocupa de vez en cuando del archivo. Accesibilidad: necesidad de autorización. El investigador autorizado disfruta de acceso libre y directo a los fondos. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Plaza de Santa Ana, 3. 35320 - San Mateo. Tfno.: 928/66-13-81. SAN NICOLÁS DE TOLENTINO. Local: consta de dos habitaciones ciegas, una en buenas condiciones, la otra en pésimas con documentos sueltos, abandonados y sucios. La estantería es fija. Un auxiliar administrativo se encarga de colocar en la estantería la documentación de nuevo ingreso, pero sin realizar ninguna otra labor archivística. Existen inventarios parciales. Accesibilidad: necesidad de autorización del Secretario. El investigador autorizado disfruta de acceso libre y directo a los fondos. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ General Franco, 28. 35470 - San Nicolás de Tolentino. Tfno.: 928/89-2305. SANTA BRÍGIDA. Local: se trata de un pasillo sin ningún tipo de puerta, en la segunda planta del Ayuntamiento, carente de toda condición para archivo. La estantería es de madera y acristalada.. Sin medidas de seguridad. No se está haciendo ninguna labor archivística, aunque hay cierta intención de adecuar una habitación y proceder a su arreglo definitivo. No existe personal adscrito a este servicio. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta de acceso libre y directo a los fondos. Los funcionarios tienen acceso libre. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ Manuel Hernández Muñoz, 21. Santa Brígida. Tfno.: 928/64-14-30. SANTA LUCÍA DE TIRAJANA. Local: consta de tres habitaciones, una en la primera planta y dos en la segunda del edificio antiguo del Ayuntamiento. No reúne condiciones, con humedades, sin medidas de seguridad. Una auxiliar administrativa vigila con su sola presencia el edificio, y atiende las consultas del personal del Ayuntamiento y de los investigadores, sin realizar labor archivística. Los boletines oficiales sí están ordenados y controlados. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta de acceso libre y directo a los fondos. Los funcionarios tienen acceso libre. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ Leopoldo Matos, 2. 35280 - Santa Lucía de Tirajana. Tfno.: 928/79-80-06. SANTA MARÍA DE GUÍA. Local: consta de una habitación en malas condiciones, con humedades, goteras, suciedad y abandono, sita en la primera planta de un colegio público. Las ventanas tienen algunos cristales rotos. La estantería es fija y la documentación se reparte entre ésta y el suelo. Actualmente carece de archivero y de personal de otra categoría administrativa, pero hace años hubo personal contratado para su organización. No se está haciendo labor archivística. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta de acceso libre y directo a los fondos. Los funcionarios tienen acceso libre. Horario: de 9h. 13h. Dirección: Carretera de la Atalaya, 1. 35450 - Santa María de Guía. Tfno.: 928/88-2150. TEJEDA. Local: consta de tres pequeñas habitaciones sitas en la segunda planta del edificio del Ayuntamiento, con goteras y humedad preocupantes. La documentación no se encuentra organizada, y se reparte por una estantería de hierro y apilada en montones en el suelo. Sin medidas de seguridad. Un auxiliar administrativo se ocupa en ratos libres de intentar poner un poco de orden y control. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta de acceso libre y directo a los fondos, busca, consulta y guarda la documentación. Los funcionarios tienen acceso libre. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ Nuestra Señora del Socorro, s/n. 35360 - Tejeda. Tfno.: 928/65-80-01. TELDE. Local: consta de dos depósitos. Sólo ha se ha podido censar uno de ellos, el más actual. Queda, pues, por censar, el de documentación más antigua y de mayor volumen, pero su estado de accesibilidad y orden lo ha hecho imposible por el momento. Este depósito, según se dice, está pendiente de traslado y de organización. Estanterías fijas, sin medidas de seguridad. Existe un proyecto bastante avanzado de construcción de un archivo municipal en condiciones. El depósito censado, que es más bien un archivo de gestión, está atendido por un funcionario del Ayuntamiento que ordena e intenta controlar la documentación, especialmente los boletines oficiales. El depósito no censado está atendido por un contratado que al presente está organizando la documentación a su cargo con arreglo al cuadro de organización de fondos del Grupo de Archiveros Municipales de Madrid. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado es atendido por el encargado del archivo. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ Inés Chemida, s/n. 35200 - Telde. Tfno.: 928/69-81-52. TEROR. Local: se trata de un edificio moderno, exento, de una sola planta, para uso exclusivo del archivo municipal. Se apercibe cierta humedad ambiente. Estantería fija. Las ventanas está protegidas por rejas y la puerta de ingreso cuenta con una cancela de metal. Tiene extintores de mano. La documentación está toda en estantería, sin documentación por el suelo. Las unidades de instalación vistas son archivadores y legajos con balduque. El fondo está todo organizado conforme al cuadro de clasificación del Grupo de Archiveros Municipales de Madrid. Se está realizando el inventario general. Cuenta con un archivero de titulación universitaria que reparte su horario con otras labores administrativas. Accesibilidad: el archivero atiende al investigador. Horario: de 9h. a 14h. Dirección: c/ Padre Cueto, 2. 35300 - Teror. Tfno.: 928/63-00-75. VALSEQUILLO. Local: consta de una habitación en la primera planta del edificio del Ayuntamiento. No reúne condiciones ni como depósito ni como lugar de trabajo. Está totalmente desordenado, abandonado, sucio; es un verdadero caos. La documentación se reparte a capricho por la estantería fija y en el suelo, en archivadores, en documentos sueltos y en cajas de cartón. La escasa organización de tiempos pasados se está, poco a poco, perdiendo. Todo el mundo puede entrar a su libre albedrío. Sin medidas de seguridad. No se está haciendo, como se puede comprender, ni la más mínima labor archivística. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta de acceso libre y directo a los fondos. Los funcionarios tienen acceso libre. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ León y Castillo, 1. 35217 - Valsequillo. Tfno.: 928/70-50-11. VALLESECO. Local: consta de una habitación en la primera planta del edificio del Ayuntamiento, bastante limpia, aseada y sin humedades. Toda la documentación se encuentra instalada en estantería fija. La documentación ha sido organizada por orden cronológico e informatizada bajo este criterio. Sin medidas de seguridad. La entrada a la documentación se realiza a través de la base de datos resultante, siendo el año del documento que se solicita el descriptor principal de entrada. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Las peticiones de documentos por parte de los investigadores se hacen directamente al Secretario. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ León y Castillo, 10. 35340 - Valleseco. Tfno.: 928/61-82-32. ISLA DE LANZAROTE ARRECIFE. Local: consta de una sola habitación en el semisótano del edificio moderno del Ayuntamiento. Es de reducidas dimensiones, con escasa luz, insuficiente ventilación y huellas de haberse producido goteras por el agua de la lluvia. Sin medidas de seguridad. Es paso obligado para acceder al cuarto en el que se encuentran las palancas generales de luz y fuerza del edificio y de las llaves de paso del suministro del agua. Tiene estantería fija aún no repleta de documentación. En el archivo se suele guardar objetos de las ferias populares, mesas de oficina inservibles pero inventariadas y similares. Posee inventarios parciales. Al presente, parece haber reclamado la atención y el interés de la Coorporación, en tantose está estudiando la fórmula para su adecuación y organización. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Avda. Vargas, 1. 35500 - Arrecife . Tfno.: 928/81-27-50. HARÍA. Local: consta de una habitación en el edificio del Ayuntamiento. Es de pequeñas dimensiones, tiene estantería de madera totalmente ocupada por documentación por lo que ésta se prolonga por el suelo. Sin medidas de seguridad y con escasa ventilación. Al presente, se están clasificando los fondos por los propios funcionarios municipales, que siguen unas directrices que en nada se asemejan a las elaboradas por el Grupo de Archiveros Municipales de Madrid. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Plaza de la Constitución, 1. 35520 - Haría. Tfno.: 928/83-50-09. SAN BARTOLOMÉ. Local: consta de dos habitaciones en la segunda y tercera planta de la Torre del Reloj del Ayuntamiento, que está coronada por un palomar, por lo que no es infrecuente encontrarse dentro del archivo plumas, excrementos y alguna que otra paloma con afán de investigar. La documentación se reparte por la estantería fija y por el suelo, no siempre enlegajada. En general, presenta un estado deplorable. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Plaza de León y Castillo, 8. 35550 - San Bartolomé. TEGUISE. Local: se trata de un edificio antiguo que ha sido rehabilitado para archivo municipal. Estantería fija. Su estado general es bueno e incluso deseable. Ejemplo a seguir por el resto de los municipios de la isla. Cuenta con fotocopiadora, equipo informático, deshumidificador y lector de microfilm. Una archivera nombrada por el Ayuntamiento se ocupa del archivo, labores que comparte con otras culturales y exposiciones. Posee instrumentos de descripción de parte de la documentación. Accesibilidad: libre. Horario: de 9h. a 13,30h. Dirección: c/ Carnicería, 8. 35530 - Teguise. Tfno.: 928/84-54-67. TÍAS. Local: consta de una habitación en buenas condiciones, aunque de reducidas dimensiones. Tiene estantería móvil, con toda la documentación bien enlegajada, aunque carece de cuadro de clasificación. Tiene extintor de mano. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: c/ Libertad, 50. 35572 - Tías. Tfno.: 928/83-35-57. TINAJO. Local: consta de dos habitaciones, una de ellas con claras señales de humedad y suciedad. Escasa ventilación. Estantería fija. Un auxiliar administrativo comparte sus labores propias con las de archivo y Secretaría. Se ha comenzado el inventario general. Sin medidas de seguridad. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Plaza de San Roque, 1. 35560 - Tinajo. Tfno.: 928/84-00-21. YAIZA. Local: consta de una habitación de reducidas dimensiones, de escasa ventilación y con falta de limpieza. La estantería es fija y se encuentra totalmente repleta de documentación, por lo que ésta se prolonga por el suelo y se acumula encima de una mesa. Carece de medidas de seguridad. Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Horario: el propio del Ayuntamiento. Dirección: Plaza de los Remedios, 1. 35570 - Yaiza. ISLA DE FUERTEVENTURA ANTIGUA. Locales: consta de una habitación con mucha humedad y en pésimas condiciones. La documentación se reparte en estantería metálica fija, en el suelo y sobre una mesa. Existe una pequeña habitación en peor estado si cabe, que no ha podido ser censada debido a la gran cantidad de material viejo que impedía físicamente el acceso y a la recogida sistemática de datos. Accesibilidad: necesario permiso del Secretario. Horario: L-V: de 8,30h a 14,30h. S: de 9h. a 12h. Dirección: Plaza de la Iglesia, 1. Antigua. Tfno.: 928/87-85-01. BETANCURIA. Locales: consta de una habitación de pequeñas dimensiones, limpia, ventilada y luminosa. La documentación se encuentra en archivadores de plástico, lo cual no es recomendab le por obvias razones. Sin medidas de seguridad, salvo un extintor de mano. Al parecer, se pretende mejorar la instalación y la organización de los fondos cuando se presenten las oportunidades precisas. Accesibilidad: necesario permiso del Secretario. Horario: L-V: de 8h a 15h. S: de 9h. a 12h. Dirección: c/ Amador Rodríguez, s/n. Betancuria. Tfno.: 928/87-80-92. LA OLIVA. Locales: consta de tres habitaciones con estantería fija. En general, buenas condiciones. Sin sistemas de seguridad. Un auxiliar administrativo comparte sus labores propias con las del archivo. Accesibilidad: necesario permiso del Secretario. Horario: L-V: de 8,30h a 14,30h. S: de 8h. a 12h. &sp; PÁJARA. Locales: consta de tres habitaciones. Una de ellas en muy mal estado, humedad, suciedad, escasa ventilación y falta de espacio, lo que impide, esto último, el empleo de una escalera de mano para alcanzar a las baldas más altas, por lo que es preciso "trepar" incómodamente y con el riesgo consiguiente. Las otras dos habitaciones se encuentran en mejor estado, pero tampoco excesivo o ejemplar. Accesibilidad: necesario permiso del Secretario. Horario: L-S: de 9h a 14h. Dirección: Plaza de la Regla, s/n. Pájara. Tfno.: 928/16-14-83. PUERTO DEL ROSARIO. Locales: consta de cuatro habitaciones, dos de ellas en el propio Ayuntamiento, y las dos restantes en los sótanos de la Biblioteca Municipal, junto a un aljibe de agua, con el que comparte pared. Tiene estantería móvil en el depósito principal que se encuentra en el Ayuntamiento. En el resto, estantería fija. El archivo cuenta con archivero municipal por oposiciones, quien ha comenzado a organizar los fondo convenientemente y según es deseable. Posee instrumentos de descripción parciales. Accesibilidad: necesario permiso del Secretario. El investigador es atendido por el archivero. Horario: L-V: de 9h. a 13h. Dirección: c/ Fernández Castañeyra, 2. 35600 - Puerto del Rosario. Tfno.: 928/85-0110. TUINEJE. Locales: consta de una habitación en el sótano del edificio del Ayuntamiento, a la cual se accede por una escalera estrecha y excesivamente pendiente, lo que dificulta enormemente el traslado de la documentación. Escasa ventilación y luminosidad, tanto natural como artificial, lo que, junto con la existencia de cucarachas, arañas y cartones en las zonas de circulación interior, cualquier consulta se convierte en desagradable, peligrosa y desaliñada. Accesibilidad: necesario permiso del Secretario. Horario: L-V: de 8,30h a 14,30h. S: de 9h. a 12h. Dirección: Plaza de San Miguel, 1. Tuineje. Tfno.: 928/16-40-45. CONCLUSIONES RELATIVAS A LOS ARCHIVOS MUNICIPALES: Atendiendo a todo lo expuesto anteriormente, se llega a las siguientes conclusiones: 1.- El estado real de la cuestión no coincide en absoluto con el estado deseable. 2.- Carencia de archiveros que se ocupen de los fondos municipales, salvo excepciones muy contadas. La solución de esta carencia supondría erradicar en gran medida los problemas que caracterizan a la mayoría de estos archivos. Como solución, se habría de instar a los ayuntamientos a dotar plazas de archiveros superiores (facultativo) y técnicos (ayudante), ya que las otras categorías administrativas (auxiliares administrativos) no son las adecuadas para el control de los archivos municipales, aunque ésta sea la práctica consuetudinaria en los archivos canarios. 3.- Unificar las oposiciones a archivero municipal y crear los dos niveles (facultativo y ayudante) con lo que erradicar la rutina de cubrir las plazas de los archivos con otras categorías administrativas. 4.- Mantener una formación permanente por parte de los Ayuntamientos de sus archiveros profesionales. 5.- Carencia en casi todos los municipios de la infraestructura propia y característica de todo archivo (espacio, estantería, medidas de seguridad, control, etc.). La única solución posible es la construcción inmediata de edificios convenientes, o, al menos, de depósitos oportunos, en los que ubicar correctamente los fondos documentales municipales. En otras palabras, construir verdaderos archivos. 6.- Carencia de medios. Aquellos archivos que cuentan con ordenador no lo emplean para la informatización de sus fondos, sino como instrumentos de simple escritura. 7.- Los instrumentos de descripción documental, en el más amplio sentido de la palabra, brillan por su ausencia, o son incompleto y antiguos. 8.- Recomendar e instar al empleo del cuadro de clasificación único en todos los archivos, y establecer criterios homogéneos en el diseño de los instrumentos de descripción, a fin de facilitar la labor a desarrollar y la búsqueda de la información por los usuarios de estos archivos. 9.- Imposibilidad de atender convenientemente a los investigadores por no contar con salas de lectura, descriptores, archiveros y personal cualificado que los orienten, y por no existir un horario permanente fijo de apertura y consulta. 10 .- Necesidad de que la Administración Local se mentalice de la importancia y de la necesidad de estos centros. La característica principal o generalizada en la que hasta el presente vienen inscribiéndose estos centros es, salvo excepciones, la de un desinterés y abandono por parte de los municipios desde antiguo, ya que no han recibido la atención deseada para cumplir la misión a ellos encomendada y de ellos esperada. Dichos archivos carecen de personal cualificado y suficiente, de las más mínimas infraestructuras y medios, de los correspondientes instrumentos de descripción y, por supuesto, de la posibilidad de cumplir el fin social, administrativo y de investigación de los que se consideran merecedores. 11.- Práctica consuetudinaria es la de transferirse series documentales desde los archivos de gestión al central sin los correspondientes y preceptivos boletines de entrega y sin el cotejo de la masa documental transferida, tanto por parte del remitente como por parte del receptor, en el caso de existir. Por ello, a la hora de buscar un documento, la única solución posible es la de sumergirse en los fondos, sin los más mínimos elementos de búsqueda, esperando poderlo localizar con la única referencia del recuerdo de donde lo colocó el encargado del servicio en ese momento. Si la propia institución no es capaz de acceder al documento, más difícil lo será para el investigador. 12.- Sería recomendable y conveniente que por parte de la Administración Local se dictasen recomendaciones y normas para que los gestores de la documentación respetasen la clasificación, la ordenación y la conservación de las series documentales en su conjunto y de los expedientes administrativos en particular. Igualmente se hace necesario regular los expurgos y las transferencias documentales desde las dependencias del Ayuntamiento al Archivo Central, que en la realidad se caracterizan por ser lo más irregular inimaginable. 13.- Diseñar unas directrices generales para, a partir de ellas, elaborar el Reglamento de los Archivos Municipales Canarios. 14.- Sería recomendable igualmente llevar a cabo una política archivística de inspección con la que mirar por el buen estado de los archivos y de sus fondos, y expropiar temporalmente (art. de la Ley 3/90) en tanto no se garantice su buena instalación y control. 15.- Desarrollar la Ley 3/1990, de 22 de febrero, de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias y aplicarla de inmediato, pues motivos existen para ello. 16.- Publicación de los censos de los archivos municipales. CUADRO RESUMEN DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DELAS PALMAS: MUNICIPIO ARCHIVERO/ENCARGADO TITULACIÓN MTS2 MEDIOS ESTANTERIA MTSLINEAL DESCRIPTOR D Agaete No/Sí Aux.Adminis. 27 Ninguno Fija 2.453 No 18 Aguimes No/No Nadie 62 Ninguno Fija 442 Sí(de 1945) 18 Artenara No/No Nadie 16 Ninguno Fija 66 Sí(de 1905) 18 Arucas No/Sí Aux.Adminis. 28 MQ.escribir Fija 97 Sí(de 1927, 1932 y 1936) Firgas No/No Nadie 40 Ninguno Fija 175 No 18 Gáldar Sí/No Grado Medio 37 FC-MQ-LF Fija 200 Sí 17 Ingenio No/No Nadie 149 Ninguno Fija 475 No 18 Las Palmas de Gran Canaria No/Sí Grado Medio 148 MQ.escribir Fija+Comp 1310 No 18 Mogán No/Sí Aux.Adminis. 99 Ninguno Fija 200 No 18 Moya No/No Nadie 20 Ninguno Fija 100 Sí(antiguo) 18 S. Bartolomé de Tirajana No/Sí Sin estudios 212 MQ. escribir Fija+Comp 2343 Sí(parcial) 18 San Mateo No/Sí Aux.Adminis. 89 Ninguno Fija 125 No 18 San Nicolás de Tolentino No/Sí Aux.Adminis. 17 Ninguno Fija 78 Sí(parcial) 18 Sta Brígida No/No Nadie 7 Ninguno Fija 89 No 18 Sta. Lucía de Tirajana No/Sí Aux.Adminis. 64 Ninguno Fija 126 No 18 Sta. Maria de Guía No 57 Ninguno Fija 122 No 18 Santa Cruz de Tejeda No/Sí Aux.Adminis. 61 Ninguno Fija 39 Sí(parcial) 18 Telde Sí/No Licenciado 39 Ninguno Fija 115 Sí(parcial) 18 Teror Sí/No Licenciado 90 MQ.escribir Fija 203 Sí(parcial) 18 Valsequillo No/No Nadie 10 Ninguno Fija 45 No 18 Valleseco No/No Nadie 26 MQ.-OR. Fija 144 Sí(cronológ.) 18 CUADRO RESUMEN DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DELAS PALMAS: MUNICIPIO ARCHIVERO/ENCARGADO TITULACIÓN MTS2 MEDIOS ESTANTERIA MTSLINEAL DESCRIPTOR Arrecife No/No Nadie 63 Ninguno Fija 415 Sí(parcial) Haría No/No Nadie 16 Ninguno Fija 130 No San Bartolomé No/No Nadie 24 Ninguno Fija 105 No Teguise Sí/No Licenciada 53 TV,Video,FC, OR, MQ,Scanner, LF Fija 139 Sí(parcial) Tías No/No Nadie 38 Ninguno Fija+Comp 469 No Tinajo No/Sí Aux.Adminis. 19 Ninguno Fija 54 No Yaiza No/No Nadie 18 Ninguno Fija 82 No CUADRO RESUMEN DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DELAS PALMAS: MUNICIPIO ARCHIVERO/ENCARGADO TITULACIÓN MTS2 MEDIOS ESTANTERIA MTSLINEAL DESCRIPTOR D Antigua No/No Nadie 42 Ninguno Fija 62 No 18 Betancuria No/Sí Aux.Adminis. 26 MQ.escribir Fijq 112 No 18 La Oliva No/No Nadie 29 Ninguno Fija 199 No 18 Pájara No/No Nadie 99 Ninguno Fija 270 No 18 Puerto del Rosario Sí/No Licenciado 72 MQ.escribir Fija+Comp 359 Sí(parcial) 18 Tuineje No/No Nadie 40 Ninguno Fija 208 No 18 TV: televisión; FC: fotocopiadora; OR: ordenador; MQ: máquina de escribir; LF: lector de microfilm; COMP: estantería compacta. LOS ARCHIVOS PARROQUIALES LOS ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA DIÓCESIS DE CANARIAS LA DIÓCESIS DE CANARIAS. TERRITORIO Y ARCIPRESTAZGOS: La Comunidad de Canarias se divide territorialmente en dos provincias civiles, correspondiendo a cada una de ellas, con idéntica extensión y límites, una diócesis, ambas sufragáneas de Sevilla. La Diócesis de Canarias (Canariensis-Rubicensis) y la Diócesis de Tenerife (Nivariensis) o San Cristóbal de La Laguna (Sancti Christophori de Laguna). La segunda se escindió de la primera por bula de erección de uno de febrero de 1818 (Pío VII), por motivos, entre otros, de dar mayor atención espiritual a los fieles de las islas orientales, laboriosa ya por el crecimiento demográfico experimentado y por las dificultades en las comunicaciones con Gran Canaria, sede del obispado insular en aquel entonces. Se entiende por diócesis al territorio eclesiástico cuya administración se delega a un obispo, denominación que no hay que confundir con el de "parrochia", sinónimo de diócesis en otros tiempos. Los concilios visigóticos designaron indistintamente con uno u otro nombre el territorio confiado a un obispo. Fue a partir de 1234, con la promulgación de los Decretales de Gregorio IX, cuando fue adquiriendo preponderancia el término de diócesis para significar el área de acción del obispo, concepto terminológico que se mantiene en la actualidad. A su vez, la diócesis se divide territorialmente en parroquias88 cuya jurisdicción espiritual ejerce el párroco, actividad que queda reflejada en libros y documentos, es decir, en el archivo parroquial. Según el Código de Derecho Canónico, se define el concepto como "una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano se encomienda a un párroco, como su pastor propio"89, comunidad que se caracteriza por poseer un carácter eminentemente territorial90. Varias parroquias próximas entre sí pueden unirse en grupos peculiares, denominados arciprestazgos, con el objeto de facilitar la cura pastoral mediante una actividad común91; y varios de éstos, a su vez, en zonas pastorales, al frente de las cuales figura el vicario episcopal, agrupaciones denominadas también vicarías. La Diócesis de Canarias fue erigida de forma canónica y solemne por Benedicto XIII, por bula de siete de julio de 1404, con sede inicial en la isla de Lanzarote (Diócesis de San Marcial de Rubicón), aunque no tardaría en ser transferida por Sixto IV a la ciudad de Las Palmas en 1483. Anterior a la Diócesis de Canarias existió la Diócesis de Telde (Teldensis), fundada por Clemente VI en 1351, y que no perduró más allá de la última década del siglo. Muchas dudas suscita este primitivo obispado de Telde92, de efímera duración y de origen aún no bien conocido, aunque tuvo mucho que ver, sin duda, con la primera época colonizadora. Lo que sí es verdad, es que la creación de la diócesis de Rubicón supuso la tácita desaparición del obispado de Telde. La diócesis consta, según la nueva división, de 19 arciprestazgos (9 en 1967), de los que corresponde uno a la isla de Lanzarote (arciprestazgo de Lanzarote), otro a la de Fuerteventura (arciprestazgo de Fuerteventura), y el resto a la isla de Gran Canaria, repartidos nueve en la ciudad de Las Palmas de Gran Canarias (arciprestazgos de San José, de Guiniguada, de Centro Ciudad, de Guanarteme, de La Isleta, de Ciudad Alta 1, de Ciudad Alta 2, de San Vicente de Paul y de San Lorenzo), y ocho entre los pueblos del interior (arciprestazgos de Arucas, de Santiago de Gáldar, de Teror, del Centro Isla, de Telde, de Agüimes, del Sur 1 y de Vecindario). El número total de parroquias de la diócesis de Canarias es de 153, de las que diez se ubican en el arciprestazgo de Fuerteventura, catorce en el de Lanzarote, nueve en el de San José, cinco en el de Guiniguada, ocho en el de Centro Ciudad, cinco en el de Guanarteme, seis en el de La Isleta, cinco en el de Ciudad Alta 1, seis en el de Ciudad Alta 2, cuatro en el de San Lorenzo, tres en el de San Vicente de Paul, diez en el de Arucas, once en el de Santiago de Gáldar, diez en el de Teror, diez en el del Centro Isla, catorce en el de Telde, once en el de Agüimes y seis en el del Sur 1 y seis en el de Vecindario. La relación de parroquias, con especificación del arciprestazgo, fecha de erección y localidad, es la siguiente93: ARCIPRESTAZGOS PARROQUIAS LOCALIDAD ERECCIÓN FUERTEVENTURA Santa María de Betancuria Betancuria 1581/09/08 Nuestra Senora de regla Pájara 1711/10/11 San Miguel Tuineje 1790/12/17 San Diego de Alcalá Gran Tarajal 1943/03/19 San Marcos Tiscamanit 1915/10/01 Santa maría de la Antigua La Antigua 1785/09/11 Santa Ana Casillas del Angel 1790/12/08 Nuestra Senora del Rosario Puerto del Rosario 1906/02/02 Santo Domingo Tetir 1777/01/24 Nuestra Senora de Candelaria La Oliva 1711/04/11 San Ginés de Clemont Arrecife 1798/06/25 Nuestra Senora de Guadalupe Teguise 1455 LANZAROTE San Andrés y Ntra. Senora del Socorro Tao-Tiagua 1943/03/28 San Cristo de las Aguas Guatiza y Mala 1915/05/10 Nuestra Senora de la Encarnación Haría 1631/03/09 San Francisco Javier Yé 1943/03/28 San Roque Tinajo 1796/06/05 San Bartolomé San Bartolomé 1796/04/02 Nuestra Senora de la Candelaria Tías 1796/09/05 Ntra. Sra. los Remedios y San marcial Yaiza y Femés 1728/08/20 San José Obrero Santa Coloma-Arrecife 1961/12/08 Nuestra Senora del Carmen Valterra-Arrecife 1972/03/25 San Antonio María Claret Alta Vista-Arrecife 1972/03/25 Santa María de la Vega Arrecife 1972/03/25 SAN JOSÉ San Cristóbal San Cristóbal 1941/10/01 (Capital) San José San José 1938/02/27 San Juan Bautista San Juan 1942/01/17 San Francisco Javier Hoya de la Plata 1969/03/19 Santa Clara Virgen Barriada de Zárate 1969/04/01 Nuestra Senora de Fátima Barriada Pedro Hidalgo 1971/02/11 Santa Teresa de Jesús San Cristóbal 1978 Nuestra Senora de los Remedios Casablanca 1 1971/02/11 (pendiente de denominación) El Lasso ? GUINIGUADA San Roque San Roque 1939/01/01 (Capital) San Nicolás de Bari San Nicolás 1939/05/02 San José Artesano Lomo Blanco 1971/02/11 Nuestra Senora del Rosario de Fátima El Batán 1961/02/06 San Francisco de Sales Barriada de S. Francisco 1976/02/06 CENTRO CIUDAD San Agustín* Vegueta 1852/09/15 (Capital) Santo Domingo Vegueta 1841/08/04 * San Francisco de Asís Triana 1840/06/16 San Bernardo y San Telmo Triana 1849/08/20 Corazón de María Los Arenales 1939/01/01 Santa Teresa del Nino Jesús Los Arenales 1939/01/01 Santa Catalina Ciudad Jardín 1939/01/01 Santa María del Mar El Lugo 1990/12/13 GUANARTEME Sagrada Familia Alcaravaneras 1943/03/19 (Capital) Santa Maria del Pino Santa Catalina 1939/01/01 San Pablo Santa Catalina 1939/11/24 Santisimo Cristo Crucificado Guanarteme 1943/03/19 Nuestra Senora del Pilar Guanarteme 1938/01/29 LA ISLETA Nuestra Senora de la Luz* Puerto 1900/10/01 (Capital) San Pedro Las Puntillas 1940/12/15 Nuestra Senora del Carmen Puerto 1938/01/15 * * San Pío X La Isleta 1958 El Salvador Nuestra Isleta 1969/11/08 Nuestra Senora de Fátima Las Coloradas 1974/08/15 CIUDAD ALTA 1 Santa Isabel de Hungría Escaleritas 1961/12/08 (Capital) San Antonio María Claret Las Chumberas 1961/12/08 Espíritu Santo Buena Vista 1969/04/01 Nuestra Senora del Atlántico Feria del Atlántico 1980/09/08 Ascensión del Senor Las Torres 1969/02/10 CUIDAD ALTA 2 sagrados Corazones Schamánn 1961/01/01 (Capital) Nuestra Senora de los Dolores Schamánn 1961/01/01 Nuestra Senora de la Paz Rechoyas Bajas 1969/04/01 María Madre de la Iglesia Cruz de Piedra 1973/11/? San Antonio de Pauda El Polvorín 1939/03/19 Santa Cruz Miller Bajo 1969/02/10 SAN LORENZO San Lorenzo* San Lorenzo 1681 (Capital) La Milagrosa Altos de San Lorenzo 1943/03/19 San Antonio Abad Tamaraceite 1937/12/08 Nuestra Senora de la Encarnación Tenoya 1937/12/08 San Vicente de Paul Lomo Apolinario 1941/09/08 San Esteban Protomártir La Paterna 1969/04/01 (Capital) Cirsto Rey Vuelta de los Tarahales 1969/04/01 ARUCAS San Juan Bautista* Arucas 1515/04/18 (Pueblos del Interior) Nuestra Senora del Carmen Santidad 1943/03/19 Nuestra Senora del Rosario La Goleta 1943/03/19 San Isidro Labrador Montana Cardones 1915/10/01 San Pedro Banaderos 1891/08/02 Nuestra Senora del Pilar Casablanca de Firgas 1934/03/19 San José de la Montana Trapiche 1938/01/02 SAN VICENTE DE PAUL * San Andrés y San Felipe Banaderos 1949/03/19 Nuestra Senora de la Candelaria Moya 1515/04/18 San Bartolomé Fontanales 1915/10/01 SANTIAGO GÁLDAR* Santa María de Guía* Guía 1533 (Pueblos del Interior) San Pedro Atalaya de Guía 1943/03/19 Santiago Apóstol Gáldar 1487 San Isidro Labrador San Isidro de Gáldar 1943/03/19 Nuestra Senora de la Concepción Agaete 1594 San Pedro Valle de Agaete 1943/03/19 San Nicolás de Tolentino S. Nicolás de Tolentino 1783/02/09 Nuestra Senora de Fátima Montana de Gáldar 1963 San Francisco de Asís Tres Palmas 1943/03/19 San José de la Montana Montana Alta 1940/04/10 San José Caideros 1940/03/01 * * * TEROR San Roque Firgas 1845/01/19 * Nuestra Senora del Pino Teror 1503 (Pueblos del Interior) Sagrado Corazón de Jesús* Arbejales 1940/06/09 Nuestra Senora de las Nieves El Palmar 1943/03/19 San Vicente Ferrer Valleseco 1846/11/22 San Luis Gonzaga Valsendero 1943/03/19 San Matías Artenara 1782/04/09 Santo Domingo de Guzmán Juncalillo 1928/10/10 Nuestra Senora del Socorro tejeda 1639 * La Milagrosa La Solana 1943/03/19 CENTRO ISLA La Inmaculada Concepción Tafira Alta 1848 * San Juan Crisóstomo Tafira Baja 1943/03/19 Pueblos del Interior Santa Brígida Santa brígida 1583 San José y San Juan Bautista Monte Coello 1943/03/19 * * Santo Cristo Atalaya de Santa Brígida 1943/03/19 Ntra. Sra. de la Virgen del Madronal Madronal 1943/03/19 San Mateo San Mateo 1800/10/28 Santa Mónica Utiaca 1943/03/19 San Bartolomé Lagunetas 1915/10/01 * María Auxiliadora Arinez 1943/03/19 TELDE La Inmaculada Concepción Jinámar 1940/04/10 (Pueblos del Interior) San Juan Bautista* Telde 1487 San Isidro La Pardilla 1949/03/19 San Gregorio Telde 1848/03/05 Santo Cura de Ars Melenara 1943/03/19 Nuestra Senora de las Nieves Lomo Magullo 1943/03/19 San Roque Valle de San Roque 1941/03/01 San Miguel Valsequillo 1800/10/14 * San Juan Bautista Tenteniguada 1943/03/19 San José de Las Longueras Las Longueras 1969/03/19 San Pedro Éjido 1965 San hermenegildo Mártir Valle de los Nueve 1969/04/01 Nuestra Senora de Fátima El Calero 1969/04/01 Santa Rita de Casia Ojos de Garza 1969/04/01 AGUIMES Nuestra Senora de la Candelaira Ingenio 1815/11/30 * Nuestra Senora del Buen Suceso Carrizal 1907/01/01 (Pueblos del Interior) San Sebastián Aguimes 1602 San Miguel Temisas 1915/10/01 Santa Lucia Santa Lucia 1814/09/19 San Bartolomé S. Bartolomé de Tirajana 1590/03/10 El Salvador Risco Blanco 1943/03/19 San José Fataga 1928/02/01 * * * Santo Cristo Ingenio 1969/03/19 San José Artesano Cruce de Arinaga 1969/03/19 Nuestra Senora del Pino Playa de Arinaga 1971/08/15 SUR 1 Santísima Trinidad Tablero 1949/03/19 (Pueblos del Interior) Santa Agueda Arquineguín 1943/03/19 San Antonio Mogán 1814/05/14 San Fernando Maspalomas 1982/07/15 El Salvador(Templo Ecuménico) Playa del Inglés ? San Agustín Playa de San Agustín 1992/12/08 VECINDARIO San Nicolás de Bari Sardina 1915/10/01 (Pueblos del Interior) Arcángel San Rafael Vecindario 1943/03/19 Santa Cruz Castillo del Romeral 1943/03/19 San Juan Evangelista Cruce de Sardina 1969/04/01 San Juan Mártir Doctoral 1969/04/01 * * Nuestra Senora de Fátima Aldea Blanca * Archivos parroquiales censados por ser su erección anterior a 1900 inclusive. LOS ARCHIVOS PARROQUIALES: Toda institución pública o privada y toda administración realizan una actividad, del tipo que le corresponda, que ha de manifestar y proyectar a través de un conducto físico permanente y transmisible, que evidencie la acción realizada. Este conducto no es otro que el documento o testimonio material del acto realizado en el ejercicio de sus funciones, bien sea en lenguaje natural, convencional o en cualquier otra expresión gráfica, sonora o en imagen. La Iglesia Católica, entendida como gobierno o administración general del Sumo Pontífice, concilios y prelados, genera, para manifestarse y para dejar constancia de sus decisiones y actos, una serie de documentos muy particulares a sus fines; es decir, una documentación sujeta a una tipología muy concreta. Al mismo tiempo, comprendió la necesidad de conservar los documentos, en aras al buen gobierno y conducción de las almas y para la recta administración temporal de sus bienes. Los archivos eclesiásticos, entre los que se incluyen los parroquiales, son las instituciones que recogen y agrupan dichos fondos. El conjunto de estos fondos forma parte del patrimonio histórico y artístico de la Iglesia y, como dice la Constitución Apostólica Pastor Bonus, el patrimonio documental se ha de custodiar en archivos, que deben constituirse en cada lugar, y encomendarse a encargados competentes para que no se pierda94. Por tanto, los archivos de las parroquias son los depósitos en los que se conserva y custodia la documentación que dicha institución genera o recibe en cumplimiento de su servicio pastoral. Son la memoria fehaciente de la parroquia, memoria que, desde el momento de su erección, nos habla de su devenir, actividades e incidencias propias. El poder civil les concede, además de la personalidad vista, el carácter de registros públicos, por contener de forma oficial asientos y apuntamientos sobre la existencia, estado civil y condiciones de las personas. Y tanto es así que en España, hasta 1870, el único medio de prueba del estado civil lo constituían únicamente los libros registros parroquiales. Es más, el párroco, con indubitable autoridad para expedir documentos con valor fuera y dentro del ámbito de su demarcación apostólica, posee potestad para validar y autenticar los documentos y certificados testimoniales por él signados con el sello parroquial95. De tal suerte, el párroco se convierte en archivero; primero por obligación, por ser responsable de un archivo; y después por necesidad, para poder controlar con efectividad el fondo que custodia, usa y acrecienta, por la simple realización de su labor pastoral. La pugna se suscita en que no recibe una verdadera preparación en Archivística, ya que esta disciplina no se encuentra incluida en los planes de estudios en los seminarios españoles96. Tampoco existía ni existe un manual de archivística 1992/12/08 eclesiástica, por lo que los conocimientos sobre esta materia, escasos evidentemente, los recibía el futuro párroco por medio de los manuales de Procedimientos y Formularios, de Teología pastoral y Práctica parroquial (enseñan los deberes del párroco, siendo el archivo un elemento insustituible para el gobierno pastoral) y de Arqueología eclesiástica (ilustra sobre Bellas Artes, y el archivo es un tesoro documental que el párroco ha de cuidar, manejar e investigar). Al menos, recibía un cierto acercamiento al mundo de los archivos y los documentos. Ese estado de cosas hace que el párroco, a nivel general, comprenda la importancia de los archivos, asuma su responsabilidad en su diligente conservación, reconozca la información histórica en ellos guardada, pero no más. No quedan preparados para realizar una labor archivística bien entendida, salvo por una preparación posterior de iniciativa personal. Excepciones hay dignas de galardón, no obstante. Y si a esto sumamos la simultaneidad de las tareas propias del párroco, el orden de prioridades relega a los últimos puestos la dedicación al archivo. La generalidad de los párrocos se contentan con lograr un cierto orden en la documentación de trámite, como los últimos años de los libros sacramentales, por cuanto necesitan expedir certificados de los mismos y asentar la administración de los sacramentos. Lo que no es muy comprensible es la ausencia de una archivística eclesiástica frente a otra civil, ésta muy desarrollada y conocida, como si forzosamente los principios y objetivos de una y otra fueran diferentes. Otra cosa sería hablar de una diplomática civil y otra eclesiástica, dada las diferencias tipológicas generadas por ambas administraciones. No faltan verdaderos intentos de resolver la ausencia de la archivística eclesiástica, entendida ésta como una zona especializada dentro de una disciplina general, la Archivística97 Forma parte del Patrimonio Documental, en su doble vertiente de ser documentos generados por un organismo gestor de servicios públicos, y por poseer testimonios con una antigüedad superior a los cuarenta años98. En concreto, el Patrimonio Documental Canario también está formado por "los documentos, recogidos o no en archivos, con una antigüedad superior a los cuarenta y cinco años, producidos o recibidos en el ejercicio de su función por las entidades eclesiásticas, a salvo de lo previsto en los Convenios entre la Santa Sede y el Estado Español y los órganos de las diferentes confesiones religiosas radicadas en las Islas Canarias"99. El Convenio suscrito entre el Gobierno de Canarias y la Iglesia Católica en esta Comunidad sobre Patrimonio Histórico de la Iglesia en Canarias vuelve a hacerse eco de esta integración, ya que ambas partes no sólo consideran que el Patrimonio Documental de la Iglesia Católica de Canarias es parte importantísima del acervo cultura de Canarias, aunque de evidente titularidad eclesiástica que no se cuestiona (se ratifica), sino que también reconocen que forma parte del Patrimonio Histórico de Canarias100. En definitiva, la documentación de que venimos hablando dará origen al archivo parroquial. Y éste reflejará la vida social, económica, demografía, espiritual, vínculos familiares, etc., a través de sus documentos y libros, especialmente de los sacramentales o registros parroquiales, libros de fábrica, jocalías y cabreos, libro de Statu Animarum, y un largo etcétera. Desde antiguo la Iglesia se preocupó en defender y conservar sus documentos y, por extensión, sus archivos. Pero, en realidad, hasta el Concilio de Trento (1545-1563), con la organización de la curia diocesana, los archivos eclesiásticos, en concreto los diocesanos, no van a alcanzar el interés histórico y el volumen documental que de ellos cabría esperar. La Iglesia, comprendiendo con mayor amplitud la importancia de la conservación de sus fondos, comienza a instalarlos y a ordenarlos convenientemente en función del servicio que de ellos pueda recibir. Los archivos de los cabildos reclaman dependencias propias en las catedrales, y se hace necesaria la figura del archivero para el control de la masa documental que va aumentando día a día. La función práctica de estos depósitos se hace patente, pues se convierten en útiles para la entidad a la que pertenecen, como testimonios verídicos de los derechos adquiridos, aunque la consideración de fuentes para la Historia no la van a adquirir hasta finales del siglo XIX, función primordial que se defiende y procura en la actualidad. Poco a poco van apareciendo reglamentos, normas, recomendaciones, códigos, etc., para el buen gobierno de los archivos eclesiásticos101. En el área que al presente nos interesa y ocupa (los archivos parroquiales de la Provincia de Las Palmas exclusivamente), las normas básicas aplicables se pueden reducir al Concilio de Trento, Código de Derecho Canónico, las disposiciones de la Conferencia Episcopal Española, el Reglamento de los Archivos Eclesiásticos Españoles, la legislación civil general sobre Patrimonio Documental y el Convenio de colaboración, ya mencionado, suscrito entre el Gobierno de Canarias y la Iglesia Católica en Canarias. Esta cita de normas legales, disposiciones y convenios, individualmente tratados, enmascaran los problemas jurídicos, teóricos y prácticos que ocasiona la coincidencia de dos administraciones con legislaciones propias (estatal y canónica) que tienen por objetivo idénticos bienes, el Patrimonio Histórico Español102. Dado que no tratamos en conjunto toda esta inconmensurable riqueza cultural, sino unos centros archivísticos muy concretos, eludimos su tratamiento. Bien sabemos que esto no lo es todo, pero no pretendemos entrar en disquisiciones, sino simplemente ofrecer unos apuntes para la comprensión del cómo y del porqué de este tipo de archivos. No obstante, nos contentaremos con citar dos disposiciones que por su importancia merecen recordarse, aunque sea nominalmente: la circular de Mons. Ragonesi dando normas para la conservación, custodia, uso y descripción documental de los archivos eclesiásticos (21-07-1914); y la del nuncio Tedeschini, sobre reorganización de los archivos de la Iglesia (01-10-1929). Es un hecho el que los archivos parroquiales se institucionalizaron por el Concilio de Trento103. Se legisla sobre la vida parroquial con minuciosidad; pero lo que más reclama nuestra atención es cuando se dice que el párroco ha de anotar en un libro todo cuanto se estime pertinente para constancia de su ministerio, libro que ha de conservar con toda diligencia. Con ello nacen los llamados libros sacramentales, que son auténticos registros con el significado moderno del concepto, y comunes a todas las parroquias. Son los libros de bautismos, matrimonios, defunciones y confirmaciones. Asimismo surgen otros libros no menos importantes, como los de fábrica, cofradías, hermandades, visitas, etc. El Código de Derecho Canónico promulgado por vez primera en 1917 y renovado en 1983 por S.S. Juan Pablo II, se convierte en ayuda para la organización y otros extremos del archivo parroquial, a falta de normativas específicas sobre el tema. Es lástima que la renovación de 1983 no haya dedicado mayor esmero en lo que se refiere a la conservación y organización de los fondos documentales de la Iglesia. Prácticamente no amplia y ni mejora el Código de 1917. Hace mas hincapie en los archivos diocesanos y catedralicios, que en los parroquiales. Y refiriéndonos en exclusiva al archivo parroquial, el Código es algo ambiguo por cuanto lo define como "estantería o archivo donde se guardan los libros parroquiales, juntamente con las cartas del Obispo y otros documentos que deben conservarse por motivos de necesidad o de utilidad" (Canon 535,4). Como complemento a esta parca descripción física de archivo continente, no vamos a encontrar otras descripciones que la amplíen o mejoren, salvo escasas recomendaciones, como la que aconseja que el archivo ha de ser "conveniente y apto" (Canon 1.284,9). Igual acontece con las prescripciones para la conservación de los documentos. Se responsabiliza al párroco para que los guarde "diligentemente" (Canon 535,1), en especial los libros parroquiales más antiguos (Canon 535,5). Es de notar que se considera importante la custodia diligente de los fondos del archivo, por cuanto se encomienda la comprobación de la buena guarda de los mismos al Obispo diocesano (Cánones 491,1 y 535,4) y, por si fuera poco, también al arcipreste, quien vigilará que se cumplimenten y guarden adecuadamente (Canon 555,1,3º). Tan manifiesto cuidado por estos fondos, se haya o no logrado (el censo de los archivos lo dirá), no es sino un claro exponente de la importancia que presentan estos registros eclesiásticos, que, además, no se pueden falsificar, ni alterar, ni destruir ni ocultar (Canon 1391). Y poco más nos ilustra el referido Código al respecto, aunque, como decíamos más arriba, parece preocuparse más por los archivos diocesanos (Cánones 486, 487, 488, 491 y 1.283) y por los archivos secretos (Cánones 489, 490, 1.133 y 1.139). En el campo de la descripción documental, vemos que ésta es obligada, y que se responsabiliza al Obispo diocesano para "que se hagan inventarios o índices en doble ejemplar, uno de los cuales se guardará en el propio archivo, y el otro en el archivo diocesano" (Canon 491,1). Los tipos de documentos que ha de conservar el archivo parroquial, los encontramos en menciones muy repartidas por todo el Código. En general, se defiende la custodia de cuantos documentos se refieran a la parroquia (Canon 486,1), y en concreto los libros parroquiales, es decir, los de "bautizados, de matrimonios y de difuntos, y aquellos otros prescritos por la Conferencia Episcopal o por el Obispo diocesano" (Canon 535,1). Es obligación del párroco, no sólo conservarlos, sino cumplimentarlos diligentemente. Ha de anotar sin demora en el libro de bautismos el nombre y otros datos personales del neófito (Canon 877,1); en el registro matrimonial, los nombres de los cónyuges, del asistente, de los testigos y la fecha y lugar de celebración (Canon 1.121,1); en el libro de difuntos, el entierro culminado (Canon 1.182); y en el libro de confirmaciones, "que ha de guardarse en el archivo parroquial", todos los datos pertinentes de la administración de éste sacramento (Canon 895). Quedan fuera del ámbito parroquial, el registro de los matrimonios celebrados en secreto, cuya custodia corresponde al archivo secreto de la Curia (Canon 1.133). Los libros de bautismos contienen una información mixta, ya que en ellos se habrá de anotar el dato de la confirmación y el referido al estado canónico del feligrés por razón de su matrimonio (Canon 1.122,1). Al margen de estos libros, cabe citar otros, como los libros de estipendios o de misas (Canon 955,3-4); los libros de contabilidad (rentas, pagos y cobros, inversiones, préstamos, entrada y salida de caudales, presupuestos, etc.) propios de la parroquia y necesarios para la defensa y administración de sus bienes (Canon 1.284); los inventarios exactos y detallados de los bienes eclesiásticos recibidos por el administrador o párroco al tiempo de iniciar su función (Canon 1.288); las actas de la bendición de la iglesia y de los cementerios, de las que se guardarán "un ejemplar en la curia diocesano, y otro en el archivo de la iglesia", iglesia parroquial en nuestro caso (Canon 1.208); los inventarios o índices del archivo (Canon 491,1), etc. En definitiva, el archivo parroquial está constituido por todos "los libros parroquiales, la documentación histórica, las obras bibliográficas que en él se conservan, y toda aquella documentación moderna que se recibe en la parroquia, o que en la misma parroquia se produce, y que vaya orientada hacia la vida de la comunidad parroquial, formada por el pastor y sus fieles; toda esta documentación, íntegra y en forma ordenada, debe ingresar anualmente en el archivo parroquial"104. Un esfuerzo muy importante, de brillo indudable, fue la aparición del Reglamento de los Archivos Eclesiásticos Españoles, aprobado en la Conferencia Episcopal Española el 26 de febrero de 1976105. En resumen, podemos señalar que corresponde a los Obispos el regular los archivos de sus respectivas Diócesis, archivos que no tienen el único fin de la simple y tradicional custodia, sino que abren ya sus puertas y ofrecen sus fondos a la investigación. Se define una sencilla red de archivos formada por los archivos Diocesano, Catedralicio, Parroquiales, del Seminario y los de cualquier otra institución dependiente de la Diócesis. Se apunta la posibilidad de la concentración de los fondos eclesiásticos en un único centro, si ello fuese motivo y justificación para una mejor conservación y una más amplia y ágil accesibilidad. Esta iniciativa la juzgamos no sólo recomendable, sino también deseable, al menos, para los archivos parroquiales dispersos por la geografía de nuestras islas, y no en todos los casos atendidos con un conveniente trato archivístico, aunque siempre con cariño y respeto. No está ausente el deseo (no hecho realidad por el momento) de la aplicación de las nuevas técnicas de reproducción y difusión en la creación de un archivo central de microfilms, donde duplicar los documentos más importantes. El Reglamento no pasó por alto, afortunadamente, temas importantes como los relativos al personal archivero, movimiento de fondos, instrumentos de descripción, conservación y restauración, expurgo, sistemas de clasificación y ordenación, instalaciones y servicios, accesibilidad, etc. Aparte del aplauso merecido que dedicamos al Reglamento, y en defensa de los archivos parroquiales, cabe la reflexión de considerarlos muertos por la transferencia de sus fondos con más de 100 años de antigüedad al archivo diocesano o al archivo centralizado correspondiente. Los archivos parroquiales, pues, se van a ver descargados de su documentación histórica para convertirse en simples "archivos de gestión". Evidentemente, es una medida (de llevarse a cabo) que favorece la investigación por concentración documental y asegura su mejor instalación, conservación, servicio y dedicación de su personal. La concentración propuesta ya se ha iniciado en algunas diócesis, como en la de Albacete, Avila, Barcelona, Bilbao, Burgos, Ciudad Real, etc. En la Diócesis de Canarias no se ha iniciado una concentración sistemática de fondos parroquiales en el Archivo Diocesano, aunque nos consta que éste guarda algunos documentos extraídos de determinadas parroquias. Es importante subrayar la trascendencia que tuvo, para la revitalización y dignificación de los archivos eclesiásticos, la creación de la Asociación de Archiveros Eclesiásticos en 1969 y la aprobación de sus Estatutos en 1988. Los objetivos de la Asociación son claros y enérgicos: reunir solidariamente a los archiveros eclesiásticos, contribuir a la buena conservación y organización de los archivos de la Iglesia, promover las actividades científicas y profesionales de sus asociados, fomentar la colaboración y cooperación entre los centros a su cargo, promover reuniones para el estudio y desarrollo de sus actividades y representar a los asociados ante la Conferencia Episcopal Española y ante los organismos internacionales y nacionales. Todo ello supone una madurez de organización, de objetivos y de intereses, todo lo que redundará evidentemente en el control de los archivos de la Iglesia Católica. En Canarias, el Patrimonio Documental Eclesiástico ha reclamado un convenio de colaboración106 entre el Gobierno Autonómico y la Iglesia, supeditado a las normas de la Constitución Española, al Estatuto de Autonomía y a los acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede. Ambas partes reconocen que el patrimonio de la Iglesia es parte importantísima del acervo cultural de Canarias, y que la titularidad exclusiva corresponde a la Iglesia. El objeto del convenio es buscar la colaboración de ambas partes en la protección y conservación de los bienes de titularidad eclesiástica integrantes del Patrimonio Histórico de Canarias, a través de una Comisión Mixta, entre cuyas responsabilidades tiene la de buscar ayuda económica y técnica, que mayoritariamente se pretende obtener del Gobierno de Canarias y de otros organismos, casi siempre dependientes de la Administración Pública. De ello se deduce que la responsabilidad de la conservación depende del esfuerzo económico del Gobierno, ya que entendemos, tras la lectura de su articulado, que la Iglesia sólo aporta los bienes a conservar. Como contrapartida garantiza su exhibición al público en museos y su accesibilidad individual al investigador, siempre y en cuanto no se reduzca con ello su disposición para el uso litúrgico, o sea perjudicial para su conservación. En resumidas cuentas, el compromiso de la Iglesia se reduce a autorizar e inspeccionar cualquier acción que el Estado pueda acometer, como restauración, inventarios y censos, préstamos de objetos a exposiciones temporales, etc.; es decir, estar informada de cualquier acción que pueda afectar a la conservación o valor del patrimonio cultural de la Iglesia en Canarias. LOS ARCHIVOS PARROQUIALES Y LA HISTORIA: A nadie se le escapa ya la creencia de que los archivos parroquiales constituyen la fuente primordial, y diríamos que casi única, del conocimiento de la actividad comunitaria de la parroquia. Veamos porqué. El archivo es la memoria del grupo social que describe. El documento es una solución eficaz para la perdurabilidad de los actos y de los derechos adquiridos, entendido todo ello como la perpetuación de las acciones y del lenguaje humanos, que por otra manifestación (el mensaje lingüístico, por ejemplo) perecerían una vez emitidos o se olvidarían con el transcurrir del tiempo, que en su huida arrastra cualquier recuerdo o pensamiento no fosilizado en la materia, soporte sustentante (papel o pergamino) y soporte sustentado (tinta), como diríamos en nuestra jerga profesional. No cabe duda del interés de los documentos parroquiales, de su importancia para comprender el ya largo devenir de nuestros pueblos, y de su utilidad para las sociedades que describen, bien por ser herramientas del acto administrativo, bien por instruirnos en actividades pretéritas. Por tanto, el archivo parroquial es la extensión de la memoria, y nunca mejor dicho, de los parroquianos, es el sedimento fosilizado de su historia, de su pensamiento, de su vida llena de ilusiones y esperanzas, unas materiales y otras espirituales, por lo que su perfecta conservación y uso equivale a un aumento de su recuerdo, como si poseyera un almacén de conocimientos que le permitiera saber de dónde procede, sus raíces como hoy se dice, y hacia a dónde va. El documento escrito es, como colofón de lo hasta aquí dicho, el archivo definitivo de nuestra memoria. Estos conceptos los recoge la Ley del Patrimonio Documental y Archivos de Canarias107, cuando dice que "los archivos contienen los testimonios de las actividades de las instituciones y de las personas de nuestra comunidad. Son la memoria de las mismas". El uso de los fondos de los archivos parroquiales ha evolucionado exageradamente, pasando de un uso estrictamente práctico, de constancia, administrativo, por la expedición de certificados, a otro más elevado, de investigación, sin por ello menospreciar el primero, tan necesario para la vida cotidiana. En efecto, en los entrepaños de los casi siempre nobles anaqueles que se reparten entre sacristías, coros y demás dependencias parroquiales, con libros y documentos en aparente orden, los datos demográficos se agolpan presurosos por escapar de los balduques que los aprisionan, y manifestar que los índices de mortalidad y de natalidad, por ejemplo, han descendido, o que los matrimonios prefieren otras bendiciones menos sacrosantas pero de más débiles ataduras, u ofrecernos lazos y parentescos para con ellos fornecer genealogías, tan de actualidad. En verdad, los libros sacramentales aportan a la investigación innumerables datos sobre los parroquianos fieles: sus vecindades y naturalezas, nombre de sus padres, edades de los intervinientes en el sacramento, nombres de testigos, estado civil, profesiones incluso, datos todos ellos insustituibles (a no ser en todo caso por los archivos municipales) para el estudio de la población de un lugar y tiempo determinados, pulsando las fluctuaciones de los nacimientos, defunciones y matrimonios. Recuérdese que en España, hasta 1870, no existieron los registro civiles, por lo que las fuentes demográficas anteriores al citado año se encuentra únicamente en los registros parroquiales de bautismo, matrimonios y defunciones. Los investigadores de la demografía canaria anterior a 1870 sólo cuentan, pues, con esta documentación como única fuente de información registral. Los libros de bautismos nos indican la natalidad producida, la fecundidad matrimonial y la edad de los progenitores, el número de hijos por matrimonio, la tasa de crecimiento y las relaciones amorosas fuera del matrimonio, ilegitimidad según los códigos decimonónicos, o de filiación no matrimonial según la legislación actual vigente. Los libros de defunciones nos ofrecen la edad media de la vida del hombre en una época determinada y el índice de mortalidad, estudios que, para ser exactos, habrán de ir acompañados de otros relativos a edades y sexos, que asimismo nos ofrece la documentación de estos archivos parroquiales. Los libros de matrimonios, como cabe esperar, nos ilustran sobre la nupcialidad y su coeficiente, sobre la edad y naturaleza de los contrayentes, nombres de los padres y testigos, etc. Pero no todo ha de ser demografía. La Historia del Arte también encuentra socorro y ayuda en estos archivos. Los libros de fábrica nos dan a conocer la evolución artística de la iglesia como edificio. Nos facilitan los gastos ocasionados en la obra, en reformas, mejoras y añadidos del templo; las nóminas pagadas a los alarifes, orfebres, carpinteros, maestros-pintores, arquitectos, aparejadores y contratistas, pues son libros que, al igual que los anteriores, perduran en la actualidad. Y las almas no podían faltar en este cúmulo de información riquísima. Los libros de Statu Animarum se ocupan de analizar la espiritualidad de la feligresía, de la moralidad pública, la asiduidad a misa y el cumplimiento pascual. Quizá sean producto de una subjetividad más que de una objetividad pero, en resumidas cuentas, institucionalizado y reglamentado por la Curia. Los libros de visitas levantan acta de la presencia del obispo o de su delegado en la parroquia. Tienen un carácter de inspección y de control a título de régimen interno de la Iglesia para, con estas presencias, animar a conservar las buenas costumbres, corregir las malas, comprobar el estado del templo parroquial y de sus enseres y comprobar las cuentas de fábrica y las rentas, diezmos y tazmías. Todo quedaba reflejado en el libro, con inclusión del inventario de los objetos muebles vistos y de las incidencias y temas tratados, ofreciendo una riquísima información muy completa de la parroquia visitada. Y con el resto de las tipologías ocurre lo mismo. En cualesquiera de los casos, el historiador, el sociólogo, el diplomatista, el paleógrafo, el sigilógrafo, el historiador del arte, el estudioso de la demografía, el historiador local, el cronista, etc., tiene visita obligada a esta red de archivos. TIPOLOGÍA DOCUMENTAL DE LOS ARCHIVOS PARROQUIALES: Una de las llaves para introducirse científicamente en un fondo archivístico es, indudablemente, tener ciertos conocimientos sobre tipología documental. Dicho así parece innecesario, y más humanístico que práctico. Pero la verdad es otra muy diferente. Quien tiene conocimiento amplio sobre los tipos documentales, de antemano puede hacer una selección de las series documentales que necesita consultar por conocer el tipo de información en ellas contenidas. Con ello va directamente a la información de su interés, y no pierde tiempo en escarceos inútiles. Se entiende por tipo documental a las unidades documentales producidas por un mismo organismo en el desarrollo de una competencia concreta, regulada por una norma de procedimiento y cuyo formato, contenido informativo y soporte son homogéneos108. En otras palabras, son documentos cuyas características externas (soportes sustentantes y sustentados) e internas (cláusulas concatenadas del discurso diplomático) son idénticas a todos ellos, aunque supeditado todo ello a los cambios que ocasionan la evolución diplomática y las técnicas de escritura. Así, el libro de defunciones está formado por un número determinado de documentos ordenados bajo una secuencia cronológica, que sólo se diferencian en el nombre y circunstancias personales, fecha y lugar del finamiento, si testó, causa de la muerte, etc. Por otro lado, las tipologías nos hablan en todo momento de las series documentales, las que, a renglón seguido, nos permiten construir el cuadro de clasificación o relación entre la documentación de archivo y los niveles administrativos productores de la mismas, o viceversa, según sea el orden de conocimiento. Una vez alcanzada la clasificación de la masa documental dispar en agrupaciones de documentación homogénea, se podrá acometer la tarea subsiguiente de descripción documental inevitable y fundamental, como lo es el inventario. A partir de este momento tenemos, desde el punto de vista del archivero, controlado el fondo. Ya podemos deambular con conocimiento de causa por ese piélago de fácil navegación y con rumbo conocido. Lo incierto ya no es posible; un mejor conocimiento sí, a través de una descripción más exhaustiva, que se reserva a las series más importantes por su información, por su cronología, por su rareza, por su unicidad y por su trascendencia, entre otras razones. A partir de este momento, del conocimiento pleno y exacto de los tipos documentales propios y acostumbrados de los archivos parroquiales, ya podremos emprender otras acciones, como, por ejemplo, la reunión de estos fondos en el archivo diocesano correspondiente o archivo concentrado, uno de los objetivos planteados en el Reglamento de Archivos Eclesiástico al que antes nos referíamos, o la microfilmación selectiva y siempre sistemática de determinados fondos. Y por supuesto, al acceso directo al dato concreto. Nos surgen ahora unas preguntas. ¿Los archivos parroquiales de la isla de Gran Canaria cuentan con cuadros de clasificación? ¿Tienen sus fondos organizados (clasificados, ordenados y descritos)? ¿Se conocen, por tanto, los tipos documentales? ¿Se repiten los mismos fondos en todos ellos o existen diferencias?. El censo realizado nos contesta a todas estas preguntas, al cual nos remitimos aunque no incluimos por razones de espacio y de objetivos. La contestación es negativa a las tres primeras preguntas. La cuarta pregunta podríamos resolverla diciendo que sí existen diferencias, cuya explicación quizá esté en el mayor o menor esmero en la conservación o al no haber sufrido incendios, inundaciones y otros hechos luctuosos accidentales o forzados (ataque piráticos, guerras...). Los tipos documentales que el censo realizado recientemente nos aporta se reduce al siguiente listado. Pretendemos con ello conocer globalmente la personalidad de los fondos de estos archivos para que sirva a la confección de un cuadro de clasificación único para todos ellos. TIPOS DOCUMENTALES DE LOS ARCHIVOS PARROQUIALES A Antiphonario (partituras), libro Arreglo de sillas, libro de Asociaciones piadosas, libros de I Inquisición, documentos sobre Inventarios B Bautismos, libro de Bautismos, libro índices Biblioteca auxiliar (algunas interesantes) Boletín oficial del obispado Bulas de Gregorio XV y Benedicto XIV, libro de M Mandatos y legados, libros de Mandatos, libros de Matrimoniales, libros Matrimonios, libros índices de Matrimonios reservados, libros de Matrimonios, libros de Memorias, libreta de Misa, libros cuadrantes de Misas Pro Populo, libros de C Capellanías, libros cuadrantes de Casamientos, libros de Cementerio, libro del Cementerio, libros de propiedades de sepulcros Colecturía, libros de Conferencias para sacerdotes, libro de Confirmaciones, libros de Consejos y consentimientos para matrimonios, libro de Constituciones sinodales del obispo Muro de 1497 Constituciones, libros de Contabilidad moderna, libros registro de Crónica parroquial, libro de 0 Obras y restauraciones de templos, documentación sobre Oficios del provisorato, circulares y correspondencia D Defunciones, libros de Defunciones, libros índices de Diario de la Virgen, libro Dispensas matrimoniales, libro de P Padrón parroquial o matrícula, libros Patronatos Virgen del Pino, libros del Pósito de San Bartolomé, Primeras comuniones, libro registro de Privilegios de sentarse los canónicos en sillas, carpeta con Programas de fiestas (siglo XX) Protocolos de testamentos E Entierros, libros de Erección de la parroquia, libro de la Ermita de los Reyes, libro de la Ermitas, legajo de Escrituras, libros de Expósitos, libro de R Reconocimientos, libros de Relaciones, libro de F Fábrica, libros de cuentas de Funerales, libro de S Sacramentales castrenses, libros Sepelios, libro de Sermones y homilías Statu Animarum G Genealogías, libros de T Tributos y escrituras H Hermandades y cofradías, libros de V Varios y sin clasificar Visitas, autos de Visitas y mandatos pastorales, libros de Estas son las series documentales vistas y ordenadas por orden alfabético encontradas en los archivos parroquiales canarios censados. Pero no es lógico ni conveniente ofrecer una ordenación alfabética, como si de materias independientes se tratase. Hay que lograr una estructura inteligente que las clasifique y ubique en un conjunto, cuyos elementos se encuentren relacionados entre sí, obteniéndose una figuración armónica y homogénea, pero al mismo tiempo respetando las individualidades que lo conforman. Ya se han realizado trabajos sobre tipologías documentales y clasificaciones de los archivos parroquiales con resultados diferentes109. En unos, los más (historiadores e investigadores), se prefiere una ordenación temática independiente, fácilmente alfabetizable; en otros, los menos (archiveros y diplomatistas), una clasificación funcional. Si partimos del hecho de que la parroquia carece de una estructura orgánica jerárquica y compleja que la divida o parcele en diversas aéreas de responsabilidad, por ser el párroco el único administrador responsable, tanto en lo espiritual como en lo material, queda fuera de lugar diseñar un cuadro de clasificación atendiendo a un sistema orgánico, tan propio de la administración civil e incluso eclesiástica, pero de otros niveles. Teniendo en cuenta el principio de procedencia, llegamos a la conclusión de que todos los tipos documentales emanan del párroco, sin ninguna distinción jerárquica, salvo la de ser más o menos interesantes o importantes, con lo que tendríamos, al final, una ordenación temática simple. Es decir, una oficina con un solo administrador (el párroco) y con una única dependencia administrativa (la oficina parroquial generadora y receptora de documentos). En cambio, sí sería posible una clasificación funcional, basada en las funciones desempeñadas por cada uno de los documentos, emanados todos de la diversidad de cometidos del párroco, entre las que vemos labores administrativas comunes propias de cualquier organismo (gestión económica, de mantenimiento, registros, etc.) y labores administrativas específicas, por las que se diferencia de cualquier otro (la administración de los sacramentos, culto parroquial, etc.). Pilar Gay110 hace una distribución tripartita de los documentos: Gobierno, Administración General, y Administración de Bienes Materiales/Hacienda. Posteriormente, Rogelio Pacheco111 propone la agrupación de la documentación parroquial en cuatro grupos: documentos fundacionales y nombramiento del personal; documentos de carácter espiritual, documentos de carácter económico/ administrativo, fundaciones y cofradías. El camino para el estudio definitivo de los tipos documentales parroquiales y su clasificación, con estos trabajos, está comenzado y posiblemente cercano a su meta. Sobre estos esquemas, y partiendo de los tipos documentales encontrados en las parroquias de la isla de Gran Canaria, estamos trabajando al presente para obtener un cuadro de clasificación único para las parroquias de nuestra provincia, que se incluirá en la publicación del censo de los archivos parroquiales. ESTADO REAL DE LA CUESTIÓN: Uno de los objetivos del IV Coloquio Internacional de Historia de las Islas del Atlántico fue sin duda la ilusión, por necesaria, de poder presentar el censo de los archivos parroquiales con documentación anterior al año 1900, documentación que se vino a designar bajo el nombre de documentación histórica. Bajo este prisma, se realizó el censo de estos archivos en la isla de Gran Canaria cuya fecha de erección de su parroquia correspondiente fuese anterior a 1900, soslayándose, por tal motivo, 124 archivos de parroquias creadas posteriormente a este fecha. Las islas de Lanzarote y Fuerteventura quedaron, por razones presupuestarias, fuera del proyecto presente, aunque se espera acometer en breve. En general, estos archivos se podrían describir bajo una misma definición, por estar todos cortados por el mismo patrón: estantería de metal fija o armario en sacristías, casas parroquiales, coros y dependencias similares; carencia de instrumentos de descripción; ausencia de salas de investigación en las que recibir adecuadamente a sus asuarios; conservación e instalación de la documentación expuesta a los más mínimos peligros, etc. Pero lo que más nos llama la atención son las escasas posibilidades de consulta e investigación, en todo momento sujeta a un horario (en general) muy reducido y supeditado a los propios quehaceres de los párrocos archiveros, que van desde dos horas a la semana hasta un caso en que el archivo está abierto 26 horas a la semana. Con ello vemos que las prescripciones de facilitar la documentación eclesiástica a la investigación propuesta en el Reglamento de los Archivos Eclesiásticos no ha sido, hasta el momento, de aplicación en la isla. Uno de los principios básicos y generales del Reglamento especifica que el archivo eclesiástico no se ha de limitar a la custodia y conservación de los documentos, sino que además "debe abrir su campo a una misión cultural e investigadora, disponiendo la documentación para que pueda ser consultada"112, sin que ello obste a las medidas restrictivas en cuanto al acceso, investigación y publicación, en defensa del bien común e individual de las personas y de la propia institución. Los metros lineales totales de documentación de los archivos parroquiales creados antes de 1900 es de 446 mts. Dada la extensión lineal total, el proyecto de centralización de los fondos parroquiales en un único centro, digamos que en el Archivo Diocesano, no es una labor ni complicada, ni costosa, ni comprometida, aparte de su completa y puntual descripción previa a la realización del proyecto, labor no compleja en exceso, siempre y en cuanto se reduzca a un nivel de inventario y no a catálogo o inventario analítico, lo que siempre se podrá acometer una vez cumplida la concentración. La Diócesis de Tenerife, de creación más reciente que la de Canarias, pero más avanzada que la nuestra en cuestiones de protección documental, ha realizado la microfilmación de todos los registros parroquiales, esfuerzo ejemplar que ha de ser imitado sin tardanza en la isla de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, por dos razones. La primera, asegurar la información, al menos, ante cualquier riesgo imprevisto que pudiera menoscabar los fondos documentales. La segunda, la de facilitar el acceso a los datos sin necesidad de exponer la integridad física de los citados libros sacramentales a los riesgos que ello conlleva, como la abrasión, la manipulación inadecuada y otras razones extrínsecas de degradación mecánica. CONCLUSIONES RELATIVAS A LOS ARCHIVOS PARROQUIALES: 1.- Es urgente terminar el censo de los parroquiales desde 1901 hasta 1995 en la isla de Gran Canaria. 2.- Es urgente realizar el censo de los parroquiales en las islas de Lanzarote y de Fuerteventura. 3.- Publicación inmediata de los censo de los archivos parroquiales. 4.- Animar a la concentración de los archivos parroquiales, siempre en cuanto dicha reunión mejore el control, la conservación y la accesibilidad o servicio. 5.- Microfilmar todos los libros sacramentales y libros de fábrica, en principio, en beneficio de un servicio más aséptico y una mejor protección y salvaguarda de dichos tipos documentales, dado su uso frecuente y solicitud de fotocopias, todo lo que, por manejo, menoscaba la conservación física de los documentos. 6.- Preparar a los párrocos, mediante cursos o charlas, en Archivística General, tanto teórica como práctica, con lo que ilustrarles en el tratamiento documental. 7.- Es urgente mejorar la accesibilidad y uso de los archivos parroquiales de cara a la investigación. CUADRO RESUMEN DE LOS ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA ISLA DEGRAN CANARIA (ANTERIORES A 1900) Arciprestazgos Parroquias Localidad FechaErección Documen-to +Antiguo Mts2 Metroslinealesdocu-menta-ción Horasapertura a lasemana CENTRO CIUDAD(Capital) San AgustínSanto DomingoSan Francisco de AsísSan Bernardo y San Telmo Las PalmasLas PalmasLas PalmasLas Palmas 1852/09/151841/08/041840/06/161849/08/20 1842166418211775 ???? 23,5024,501422 125205 LA ISLETA(Capital) Nuestra Señora de la Luz 6,25 22 12 SAN LORENZO(Capital) 12 La Isleta 1900/10/01 San Lorenzo San Lorenzo 1681 1640 ? ARUCAS(Pueblos del Interior) San Juan BautistaSan PedroNtra. Señora de Candelaria ArucasBañaderosMoya 1515/04/181891/08/021515/04/18 151518781515 ?1714 22715 833 1885 10 SANTIAGO DE GÁLDAR(Pueblos del Interior) Santa María de GuíaSantiago ApóstolNtra. Sra. de la ConcepciónSan Nicolás de Tolentino GuíaGáldarAgaeteSan Nicolás de Tolentino 1533148715941783/02/09 1565150615111721 ?26?10 1524,50119,60 8,30652 TEROR(Pueblos del Interior) San RoqueNuestra Señora del PinoSan Vicente FerrerSan MatíasNuestra Señora del Socorro FirgasTerorVallesecoArtenaraTejeda 1845/01/1915031846/11/221782/04/091639 18451558173516791635 12??4? 6,50241168,80 Tardes ?)6No existe(?)Todos losdías (?) CENTRO ISLA(Pueblos del Interior) La Inmaculada ConcepciónSanta BrígidaSan Mateo Tafira AltaSanta BrígidaSan Mateo 184815831800/10/28 184115831800 ?412 8,5515,4111 2262 TELDE(Pueblos del Interior) San Juan BautistaSan GregorioSan Miguel TeldeTeldeValsequillo 14871848/03/051800/10/14 149717531670 362322 22308,65 792 AGÜIMES(Pueblos del Interior) Nuestra Señora de CandelariaSan SebastiánSanta LucíaSan Bartolomé IngenioAgüimesSanta LucíaSan Bartolomé de Tirajana 1815/11/3016021814/09/191590/03/10 1815150618141537 15131210 12,3031517,40 62022 SUR 1(Pueblos del Interior) San Antonio Mogán 1814/05/14 3 1814 12 8 EL ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE LAS PALMAS "JOAQUÍN BLANCO" LA NECESIDAD DE LOS ARCHIVOS HISTÓRICOS PROVINCIALES: De todos es conocido que los Archivos Históricos Provinciales surgieron como resultado de una necesidad que se venía gestando desde tiempos remotos. En un primer momento, los ayuntamientos comprendieron la necesidad de recoger la documentación de carácter provincial bajo el nombre de Archivo de Provincia, preocupación compartida por la Administración a indicación de las propias provincias, que reclamaban socorro, dado que por sí mismas eran incapaces e insuficientes para resolver el problema de la recogida y conservación de la masa documental que les recaía, cual amenaza insoslayable. En Galicia, esta situación menesterosa está bien estudiada. De tal forma, la Junta del Reino de Galicia se ve obligada a pedir a la Corona la "formación en cada capital de un archivo para la recogida de las notas de los escribanos, como medio de atajar los inconvenientes que se sucedían"113. La documentación se agolpa, bien por la desaparición de antiguas instituciones tras el fenecimiento del Antiguo Régimen, bien por la incorporación al Estado de documentación eclesiástica tras la Desamortización. El Estado va adquiriendo una documentación que no puede asimilar con resultados convenientes. Se atraganta con la documentación procedente de los conventos, hospitales y monasterios desamortizados, con la documentación de los suprimidos corregimientos provinciales y, porqué no decirlo también, con la propia documentación que genera y no sabe dónde guardar. En definitiva, toda esta documentación, buscando un hueco donde recalar, se va reuniendo y centralizando en Madrid, primero en la Academia de la Historia, después en el Archivo Histórico Nacional creado en 1866. Para el control de toda esta masa documental se tuvo que crear un cuerpo técnico y específico, el Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios (más tarde Arqueólogos), el cual asumió el cuidado y la responsabilidad de la mayor parte del tesoro artístico, bibliográfico, documental y artístico de la Nación. Mas estas medidas no resolvieron el problema creado, y no hicieron olvidar la necesidad de instituir en provincias centros operativos en los que recoger, conservar y organizar el gran caudal documental que preocupaba e, incluso, entorpecía. Mientras tanto, el Archivo Histórico Nacional iba creciendo y las provincias se iban desinflando en igual proporción. Se producen intentos para justificar y crear lo que luego se habrían de llamar Archivos Históricos Provinciales. Las opiniones fueron muchas y dispares, pero todas coinciden en que con la creación y puesta en marcha de estos nuevos archivos se evitarían los despojos y las destrucciones cometidos, se podría mejor organizar y controlar el Patrimonio Documental Español y se evitaría la salida de la documentación de su lugar de origen, de los puntos de procedencia, lugares donde alcanza su verdadero significado y sentido, donde se entiende, estudia y aprovecha. En definitiva, el campo estaba abonado para la creación de esta red de archivos. En 1931 se crean los Archivos Históricos Provinciales para recoger los protocolos notariales centenarios, para lo que se nombre en cada provincia una Junta de Patronato con el fin de estimular la creación de dichos archivos114. A partir de esta fecha, fueron surgiendo los tan esperados centros. En 1957115, el Ministerio de Justicia estima conveniente y autoriza a los Registradores de la Propiedad para que entreguen a estas instituciones los libros de Contaduría de Hipotecas. Determinaciones concretas como ésta se van a ir sucediendo, en cuya línea se encuadra una Orden del Ministerio de Hacienda, por la que se ordena la transferencia de los fondos de más de veinticinco años de antigüedad de este Departamento a los Archivos Históricos Provinciales116. De tal suerte, éstos van tomando cuerpo y centralizando entre sus muros la documentación de administraciones diversas. Una vez más, pasados unos años, se van a manifestar en defensa de la documentación de fenecido valor administrativo que asfixiaba a los archivos de la Administración Civil del Estado, Ministerios, Direcciones Generales y demás organismos, agobio que indolentemente provocó la destrucción de parte de la documentación oficial, tanto histórica como de plena vigencia administrativa. En 1969117, por tales motivos, se dispone que la documentación producida por los servicios provinciales de la Administración Central o Institucional sea concentrada en los Archivos Históricos, adquiriendo éstos, por lo tanto, una nueva personalidad, la de Archivos Provinciales de la Administración Civil o de Intermedios, a imagen y semejanza del Archivo General de la Administración Civil (Alcalá de Henares). Esta potestad de recoger y concentrar toda la documentación generada por la Administración del Estado en un único centro por provincia, medida beneficiosa para la investigación y consulta, es reconocida posteriormente en la Ley del Patrimonio Histórico Español118. Hay que recordar que la tendencia hacia una concentración en los Archivos Históricos Provinciales de la producción documental generada en su ámbito geográfico, es una medida muy conveniente desde varios puntos de vista. El primero, por ser una eficaz solución para el mejor control, uso y disfrute, bajo un mismo esfuerzo, de un patrimonio no diseminado. El segundo, por facilitar la información y la investigación al agrupar en un único laboratorio de historia el material oportuno. Medidas de concentración podemos rastrear a lo largo de la historia de los archivos españoles. Ya en 1588 se denota una preocupación por el control de los fondos documentales y archivos, no evidentemente a través de la realización del censo, pero sí mediante la práctica de la concentración en un único depósito, el Archivo de Simancas, de los documentos dispersos por la geografía peninsular119. Intentos de concentración se han visto en otras administraciones, como en la municipal, que, según la Circular de la Dirección General de Administración de 1945120, se podrán trasladar estos archivos locales a los Archivos Provinciales "para procurarles un acondicionamiento más perfecto y facilitar su examen al mayor número posible de estudiosos". En esta línea se manifiesta claramente el "Reglamento de los Archivos Eclesiásticos Españoles", por cuanto aconseja la concentración de estos archivos en un único centro "a fin de facilitar la investigación y asegurar su mejor instalación, conservación, servicio y dedicación del personal"121, en este caso en el Archivo Diocesano o archivo concentrado. La concentración, pues, es oportuna, si seguimos al preámbulo del decreto citado de 1969, para garantizar la conservación de los documentos, para descongestionar las oficinas públicas y agilizar la actuación administrativa y para facilitar la información e investigación científica. En las comunidades autónomas, con idéntico espíritu de conservación y control, son sus archivos generales los encargados de acumular orgánicamente la masa documental producida. En Canarias, el Archivo General será el encargado de "recoger, conservar y servir toda la documentación de las instituciones propias de la Comunidad Autónoma de Canarias en el ejercicio de sus funciones". Y por si fuera poco, además "recopilará, en el soporte adecuado, la documentación histórica de interés obrantes en los demás archivos de Canarias"122. Vemos que el intento de concentrar la documentación en un único depósito llega hasta las últimas consecuencias, ya que se pretende incluso proceder a la reproducción de archivos enteros, pues prácticamente todos tienen documentación histórica de interés para Canarias (Archivos Históricos Provinciales, archivos municipales, parroquiales, Diocesano, Catedralicio, Sociedad de Amigos del País, archivos particulares, Gabinete Literario, Museo Canario, de instituciones, etc.). Como vemos, prepondera la investigación y la conservación sobre cualquier otra razón, aunque sin que por ello tengan que perder las entidades la propiedad sobre sus respectivos archivos, que siempre se instalarán de forma independiente en el archivo centralizado o concentrado, según la terminología de la Iglesia, o intermedio e histórico, según la Administración Civil. La concentración de los documentos quizá no sea una medida política de cara al concepto de Patrimonio Histórico, que defiende la permanencia de los bienes de los pueblos en el mismo ámbito geográfico en que se generaron: pero no se justifica por ser poco aprovechado por sus herederos (en el caso del Patrimonio Documental, al menos), pues o bien reclama poco su atención, o no se comprende por no ser un objeto bello y atractivo por contemplación directa (como una escultura, un lienzo, un edificio, un resto arqueológico, etc.), salvo en el caso de captarlo a través del intelecto y la razón, activados por un aprendizaje anterior impartido en centros de enseñanza superiores y Universidades. En la actualidad creemos ver una tendencia al coleccionismo, más que a la creación de verdaderos archivos, de ciertas instituciones en su afán de recoger determinados fondos, que no les corresponden desde el punto de vista legal, pero que sí les interesan por ser campo de su investigación. Ejemplo de ello muy difundido es el afán de las Facultades de las Universidades españolas en recoger archivos para el uso personal de profesores y alumnos dilectos. Mas esto no lo es todo. Una nueva carga y responsabilidad se les habrá de adjudicar (el Archivo Histórico de Las Palmas no iba a ser menos) al suscribirse los convenios entre el Ministerio de Cultura y las Comunidades Autónomas sobre la gestión de los archivos de titularidad estatal. Por el convenio entre el Estado y la Comunidad Autónoma de Canarias123, los ingresos del Archivo Histórico de Las Palmas se podrán ver acompañados por fondos generados por esta Comunidad, en calidad de depósitos como propietaria o mandataria de un tercero, posibilidad que se recoge asimismo en la Ley del Patrimonio Histórico Español (art. 63,2). Concretando, la misión de estos archivos es la de recoger, custodiar, organizar y servir toda la documentación o patrimonio documental de carácter provincial, tanto público como privado, para investigarlo, disfrutarlo y transmitirlo a nuestros herederos. EL ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE LAS PALMAS "JOAQUÍN BLANCO124: Acabado de estrenar el año de 1947, el Excmo. Sr. Gobernador Civil de Las Palmas de Gran Canaria, en calidad de Presidente del Patronato Provincial para el fomento de los Archivos, Bibliotecas y Museos, se dirigió al Ministerio de Educación Nacional para trasladarle una comunicación del Presidente del Cabildo Insular, D. Matías Vega Guerra, en el que renovaba su deseo y preocupación por la creación de un Archivo Histórico en esta Provincia, con el fin de salvaguardar el Patrimonio Documental. Tan generosa colaboración tendría más tarde su apetecido fruto. El Ministerio de Educación Nacional, por Orden de 20 de septiembre de 1948125, creaba el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas de Gran Canaria. A él habrían de pasar "los Protocolos notariales de más de cien años de antigüedad..., la documentación histórica de las Audiencias y Juzgados, de las Delegaciones de Hacienda y de otras dependencias oficiales de la provincia", extremos que, con idénticas palabras, se indican un año antes en el Decreto de 24 de julio de 1947126. Asimismo, podrá recoger en depósito, para su mejor custodia, conservación y estudio, cuanta documentación histórica le entreguen las corporaciones, organismos y particulares que lo deseen. En un primer momento, asentó sus reales en la calle Murga 42, junto al Instituto de Higiene. Ironía de la vida fue éste su primer asentamiento, dado su estado precario de salud; quizá fuese premonición de que a partir de aquel entonces se velaría no sólo por mejorar su estado, sino por aumentar sus fondos. Fuese lo que fuese, su desarrollo fue en aumento y su trato cada vez mas cuidadoso. De aquí, instalación a todas luces transitoria, pasó a la Casa de Colón, primera institución cultural de la provincia, donde permanecería, aun cambiando de ubicación, hasta el año de 1987, fecha en que salió de ella para abrigarse en edificio propio. Remodelaciones posteriores hicieron oportuno volver al peregrinaje en busca de nuevos espacios, aunque ya sin salir de la Casa de Colón. Emprendió viaje en bisectriz para recalar en las dependencias del ángulo opuesto que dan a la Plaza del Pilar Nuevo, en su esquina próxima a la trasera de la Catedral. Quizá ya la tranquilidad de haber encontrado ubicación, si bien aún no definitiva pero sí ciertamente duradera, hizo posible la ordenación de sus fondos de forma sistemática. El ingreso de fondos documentales no estuvo exento de ciertas particularidades y anécdotas, humorísticas unas, tristes otras. El fondo primordial del Archivo Histórico Provincial viene constituido por los protocolos notariales centenarios de la Provincia. A este fondo notarial primigenio se sumó el archivo histórico de la Real Audiencia. Había nacido el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Dos meses después, el que podríamos llamar lote fundacional del Archivo, se vio aumentado con la incorporación de los protocolos centenarios de la isla de Lanzarote. El 28 de enero de 1952, el Museo Canario entregó los protocolos de Fuerteventura que poseía por entrega del Ayuntamiento de Antigua, que a su vez llegó a disfrutar por depósito de la Audiencia, cuando el único escribano que existía en aquella isla fue trasladado a Guía de Gran Canaria. Se abrió al público el 15 de enero de 1950 bajo la dirección de D. Benjamín Artiles Pérez, su primer director. En 1956, D. José de la Cámara y Peña, Inspector de la Zona Sur de la Dirección General de Archivos y Director del Archivo de Indias, visitó las islas para traer al Archivo de las Palmas dos importantes series documentales: los documentos judiciales relativos a Canarias que se atesoraban en la Audiencia de Territorial de Sevilla (Fondo Canario) y el fondo procedente de conventos y hospitales desamortizados, depositados en aquel entonces en la Delegación Provincial de Hacienda de Santa Cruz de Tenerife. Por constituir Las Palmas provincia aparte, era lógico que tal documentación revirtiera a su localidad de origen. Poco a poco los fondos fueron creciendo. El Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria entregó el archivo particular de D. Fernando León y Castillo, el de D. Juan León y Castillo y el de D. Leopoldo Matos y Massieu, personalidades que ya tienen cabida dentro de la historia de C