SOCIALIZACIÓN, EDUCACIÓN Y PROCESOS CIVILIZADORES
POOLI, João Paulo – ULBRA/UCS – [email protected]
Este trabajo analiza las contribuciones de la sociología del desarrollo de Norbert
Elías para la comprensión de los actuales procesos de socialización y educación de los
niños, discutiendo las concepciones clásicas que entienden la escuela en la modernidad
como una agencia de socialización. Dentro de ese contexto es altamente relevante
considerar la centralidad de la cultura como una perspectiva fundamental para analizar
el proceso civilizatorio actual.
Los acelerados procesos de globalización, inclusión, comunicación,
mediatización, informacionalización, tenologización y culturalización, están
provocando transformaciones sociales aceleradas que dinamizan los flujos espaciales y
temporales. Varios sociólogos han analizado la contemporaneidad mostrando su fluidez,
su liquidez, su falta de compromiso y su individualización radicalizada. Alain Touraine
(2006) defiende el desaparecimiento de las sociedades como sistemas integrados y
portadores de un significado general, planteando un análisis “no-social” de la realidad,
debido a la destrucción progresiva de las tradicionales “agencias de socialización”.
Podemos, sin mayores problemas, afirmar que actualmente los conceptos sociológicos
oscilan perdiendo la rigidez con la que fueron tradicionalmente configurados y no es
más posible operar con conceptos estáticos sino a través de conceptos que se adapten a
las dinámicas del mundo contemporáneo.
Eso significa que algunas categorías de análisis de la modernidad no consiguen
interpretar los nuevos problemas sociales, exigiendo que los investigadores utilicen
otros conceptos para captar, como sugiere Norbert Elias, la naturaleza del desarrollo de
las sociedades. Partiendo de estas premisas, la institución escolar no debería ser
comprendida como una agencia de socialización sino como una agencia civilizadora,
entendiendo por este vocablo un conjunto de modelos de auto-regulación individual de
impulsos de comportamiento momentáneo, condicionado por afectos y fuerzas, o
desviados para otras finalidades, pero sin un propósito o planificación objetiva y segura.
Esa perspectiva diluye la socialización en procesos no controlados, autónomos,
fragmentados, individualistas, ambivalentes, y desacralizados.
Este artículo esta dividido em dos partes. La primera parte presenta una
discusión sobre las configuraciones del mundo contemporáneo haciendo un corto
análisis sobre los procesos de globalización, comunicación, mediatización,
informacionalización, tecnologización y culturalización, que están provocando
transformaciones sociales aceleradas, dinamizando los flujos espaciales y temporales.
Analiza también las contribuciones de la sociología del desarrollo de Norbert Elias
enfocando principalmente la naturaleza procesal de las sociedades en todos sus
diferentes aspectos, como una estructura de referencia para la investigación en una
situación social dada. Dentro de esas circunstancias, considera a la cultura como una de
las dimensiones centrales para la comprensión de la modernidad. La segunda parte del
artículo presenta, a través de argumentos construidos en la sección anterior, un conjunto
de argumentos que pasan a entender la institución escolar como una agencia civilizadora
POOLI, J. P. SOCIALIZACIÓN, EDUCACIÓN Y PROCESOS CIVILIZADORES. In: SIMPOSIO
INTERNACIONAL PROCESO CIVILIZADOR, 11., 2008, Buenos Aires. Anais... Buenos Aires:
Universidad de Buenos Aires, 2008. p. 485-493.
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y no como una agencia de socialización, tal como es tradicionalmente concebida por la
sociología clásica.
1.- El hombre entre otros hombres-modos de vida y la cultura contemporánea
Comprender el tiempo presente es una de las cosas más difíciles para las ciencias
sociales. Difícil, porque estamos nosotros mismos sumergidos en sus circunstancias y
participando activamente de la evolución de sus procesos. Por tal motivo, es
extremadamente complicado comprender las dinámicas de la sociedad que, para Norbert
Elias (2001, p.148-150) precisan de alejamiento o auto-distanciamiento. Navegar la
nave de la sociología se constituye así, en una labor qu debe permanecer atenta a las
trampas impuestas por la ideología burguesa al convocar al sujeto para una lectura
polarizada, que prioriza o al individuo aislado e independiente o al individuo
completamente prisionero de las determinaciones sociales.
Superar esta polarización es lo que constituye el objetivo de la sociología del
desarrollo de Norbert Elias, principalmente cuando trabaja con el concepto de
configuración (o figuración) abarcando los seres humanos en sus formaciones. Así, los
procesos de socialización e individualización suceden simultáneamente – lo social
universaliza y lo individual diferencia – a través de los aprendizajes configuracionales
específicos apropiados y /o re-significados del patrimonio institucional, cultural y
simbólico ya en curso. Esas configuraciones tienen características estructurales que las
identifican, y es donde los seres humanos transitan sus vidas reproduciendo y/o
transformando, con relativa autonomía, las circunstancias encontradas
Analizar las dinámicas sociales que están en curso actualmente nos encamina
inicialmente para una caracterización de algunas propiedades comunes, universales, que
configuran el desarrollo social. Si durante un largo tiempo habíamos considerado la
economía como la principal fuerza motriz del poder social (Elias 1994, p. 205) hoy y no
podemos afirmar lo mismo. Varios sociólogos han pensado el mundo contemporáneo en
función de las intermediaciones culturales que se constituyen como medios de
orientación, subjetivación, representación y producción de significado para los sujetos
en las contingencias de la vida social.
La cultura viene provocando transformaciones estructurales significativas en el
modo de vida de los sujetos, asumiendo una posición central y privilegiada en todas las
dimensiones de la vida social. Entiendo cultura en el sentido que le da Raymond
Williams al definirla como un sistema de significaciones (2000, p.13), que produce
prácticas culturales específicas formateando visiones de mundo. Para Stuart Hall(1997)
la cultura es central tanto en el plano de la realidad empírica inmediata a través de los
productos culturales, como en las cuestiones relacionadas a la producción de
conocimiento, al estructurar discursos que organizan nuestra comprensión del mundo.
No me refiero a la cultura como un modelo explicativo de sentido único sino como un
conjunto de intermediaciones plurales de significado que se mueven, de desarrollan, se
transforman y se trasladan libremente por el tejido social.
Así, concuerdo con Johan Goudsblom (2001) al considerar la expresión “proceso
de civilización” como un equivalente dinámico del concepto de cultura (p. 243). No se
pueden separar los comportamientos, los afectos, los impulsos, las estrategias, los usos
y costumbre, los rituales, las maneras de verse y sentirse de los procesos culturales
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(sociales) que transforman esas formas auto-reguladas en “realidad”. Al utilizar el
concepto de figuración eso queda más claro, considerando que:
[...] apenas os seres humanos formam figurações uns com os outros. O modo
de sua vida conjunta em grupos grandes e pequenos é, de certa maneira,
singular e sempre co-determinado pela transmissão de conhecimento de uma
geração para outra, portanto, por meio do ingresso do singular no mundo
simbólico específico de uma figuração já existente de seres humanos.
(ELIAS, 2006, p. 25)
La cultura va a actuar exactamente en los campos simbólicos traduciendo,
clasificando, seleccionando, a través de discursos, significados “universales” que
interpelan individuos y sociedad al mismo tiempo. Para Norbert Elias, el conocimiento
se constituye como significado social de símbolos construidos por los hombres, tales
como palabras o figuras dotadas de capacidad para proporcionar a los humanos, medios
de orientación. Los seres humanos son obligados a adquirir por el aprendizaje los
símbolos sociales, con sus correspondientes significados, que sirven como medios de
comunicación y orientación. Esas redes de significación son modificables y pueden ser
utilizadas para comprender los objetos y/o establecer conexiones entre ellos.(Elias,1994,
p.55).
1.1 Tecnología y cultura
La tecnología ha transformado la cultura de manera importante, en tanto
producción de significado, en el mundo contemporáneo. A través de medios
electrónicos que se multiplican por las tecnologías informáticas, los significados se
desparraman por el tejido cultural haciendo con que cada punto nodal de esa inmensa
red de difusión e imposición de significados, procese interpretaciones, construya nuevos
imaginarios, produzca nuevas identidades, a través de movimientos de formación y
deformación de la realidad cotidiana.
Si a lo largo de los siglo XIX y XX la lógica principal era acumular bienes de
capital “pesados” hoy nos transformamos en consumidores voraces de culturas. Sea ella
fijada en películas, coches, zapatos, imágenes, gafas, tatuajes, remedios, blogs,
ordenadores portátiles, iPods, home pages, literatura, ciencia, etc. Esos bienes cada vez
más incorporan contenidos culturales que modifican los modos de vida en las
sociedades contemporáneas.
Norbert Elias, en un texto titulado : tecnización y civilización (2006) argumenta
que esos dos términos están entrelazados, significando que un avance en el desarrollo
tecnológico implica en construir nuevos modos de vida social.
Por exemplo, ao compararmos os quatro estágios da revolução nos
transportes [1. a máquina a vapor; 2. os veículos com motor de explosão; 3. o
avião e 4. os veículos espaciais e a energia nuclear], podemos ver que cada
uma dessas inovações tecnológicas não foi apenas uma invenção particular de
um período, mas também um desenvolvimento: cada uma foi, em si mesma,
um processo social, no qual se pode distinguir um período de
experimentação, de não-saber, de riscos e perigos, e outro de (na falta de
palavras melhores) amadurecimento ou maturação. O mais relevante, do
ponto de vista sociológico, é o fato de que a experimentação tecnológica
normalmente anda lado a lado, desde muito cedo, com experiências
relacionadas à organização social (ELIAS, 2006, p.42) .
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Las transformaciones en los transportes son acompañadas, al mismo tiempo, de
modificaciones sustanciales de modo de vida de las personas, de la organización del
trabajo, de las políticas del Estado, de las distancias entre lugares y personas, de la
circulación de las mercancías y los mercados, de la reorganización de las ciudades y del
desarrollo de políticas de tránsito y tráfico. Los procesos de tecnización y procesos
civilizadores (culturas) se entrelazan produciendo nuevas políticas de significación,
rearticulando identidades, discursos y visiones de mundo.
En la contemporaneidad, el desarrollo tecnológico continúa en expansión, pero
asociado a una inmensa transformación en el campo de las tecnologías de la
información y de los medios electrónicos, principalmente en lo que s relacionan las
redes de producción, difusión, accesibilidad, portabilidad, virtualidad, interactividad,
informacionalidad, mediatización de las informaciones y de los conocimientos
científicos y culturales.
Varios investigadores han analizado de diversas formas esos procesos (Harvey,
1993; Castells, 2001; Bauman, 2001; 2007; Buckinghan, 2002; Levy, 1999; MartinBarbero, 2002; Sennet, 2006), destacando la concomitancia entre las transformaciones
tecnológicas, en especial las relativas a las tecnologías informáticas, y las consecuentes
modificaciones en los escenarios de la vida social.
A integração potencial de texto, imagens e sons no mesmo sistema –
interagindo a partir de pontos múltiplos, no tempo escolhido (real ou
atrasado) em uma rede global, em condições de acesso aberto e de preço
acessível – muda de forma fundamental o caráter da comunicação. E a
comunicação, decididamente, molda a cultura porque, como afirma Postman
“nós não vemos... a realidade... como “ela” é, mas como são nossas
linguagens. E nossas linguagens são nossas mídias. Nossas mídias são nossas
metáforas. Nossas metáforas criam o conteúdo de nossa cultura”. Como a
cultura é mediada e determinada pela comunicação, as próprias culturas, isto
é, nossos sistemas de crenças e códigos historicamente produzidos são
transformados de maneira fundamental pelo novo sistema tecnológico e o
serão ainda mais com o passar do tempo (CASTELLS, 2001, p. 354).
La velocidad con que esas tecnologías se desparraman en el tejido social vía
televisión, parabólicas, cables ópticos, satélites y la red llegaron a la inmensa mayoría
de las personas que viven en el medio urbano. Incluso, en las ciudades más
desarrolladas, sus áreas rurales observaron un gran avance tecnológico tanto en la
producción como en la distribución de la producción agrícola. Eso tuvo como una de
sus consecuencias una rápida incorporación de la cultura urbana, por lo menos en sus
aspectos más globalizados. En esos locales es difícil no encontrar todos los
equipamientos de comunicación presentes en las residencias urbanas, siendo por ello
inevitable que la cultura urbana sea la referencia e imponga un modelo de vida
especifico. Mismo para una población que tradicionalmente construyó modos
particulares de subjetivación, que tenían por referencia su relación económica con la
tierra. Conforme UN-Habitat, en 2007, por vez primera, la población urbana rebasó la
rural en nivel mundial, lo que refuerza el predominio de la cultura urbana.
Esas nuevas formas de utilización de las tecnologías están constituyendo nuevos
sistemas de representaciones y nuevas formas de producción de identidades, que se
vinculan directamente a las configuraciones sociales en proceso. Aceptando la premisa
elisiana de que la constitución de los seres humanos exige que sus productos culturales
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sean específicos de su propia sociedad (Elias 2002, p. 7) podemos considerar que : las
nuevas tecnologías de comunicación; el desarrollo del conocimiento, en lo que
concierne a lo veloz y lo obsoleto; las tecnologías intelectuales de acceso a las
informaciones (conforme Levy (1999, p.157) caracterizadas por la :navegación por
hiperdocumentos, caza a la información a través de mecanismos de investigación,
knowbots o agentes de software, investigación contextual a través de mapas dinámicos
de datos, nuevos estilos de razonamiento y conocimiento, tales como simulación), están
configurando la contemporaneidad a través de otros estilos de comportamiento social e
individual.
É impossível separar o humano de seu ambiente material, assim como
dos signos e das imagens por meio as quais ele atribui sentido à vida e ao
mundo. Da mesma forma, não podemos separar o mundo material – e menos
ainda sua parte artificial – das idéias por meio das quais os objetos técnicos
são concebidos e utilizados, nem dos humanos que os inventam, produzem e
utilizam. Acrescentamos, enfim, que as imagens, as palavras, as construções
de linguagem entranham-se nas almas humanas, fornecem meios e razões de
viver aos homens e suas instituições, são recicladas por grupos organizados e
instrumentalizados, como também por circuitos de comunicação e memórias
artificiais (LEVY, 1999, p.22).
Si algo está cambiando aceleradamente a través de las tecnologías informáticas,
esos cambios se refieren inmediatamente a los modos con que estamos comprendiendo,
significando y viviendo nuestras vidas. Norberto Bobbio (2000) prudentemente afirma
que las palabras cambian mucho más rápido que las cosas, aunque el cambio de las
palabras lleve a creer que las cosas también hayan cambiado (p.373). Eso significa que
nuevas formas de aprender, comprender y vivir la contemporaneidad están siendo
instituidas y deben constituir un nuevo conjunto de conocimientos e informaciones.
Educación y civilización
Los procesos educacionales, a través de la escuela, han sido convocados para
auxiliar en la inserción de nuevas generaciones en ese “nuevo” mundo tecnológico. Sin
embargo, las configuraciones de las escuelas aún mantienen sus estructuras muy
vinculadas a la modernidad.
La escuela que conocemos hoy fue inventada con varios propósitos y
atribuciones, en el contexto de la consolidación de una sociedad moderna, burguesa,
democrática y capitalista. Se configuró a partir de discursos y prácticas específicas de
disciplina, clasificación, dominación y jerarquía.
La escuela no es sólo un lugar de aislamiento en el que se va a
experimentar, sobre una gran parte de La población infantil, métodos y
técnicas avalados por el maestro, en tanto que “especialista competente” o
mejor, declarado como tal por autoridades legitimadoras de saberes y
poderes; es también una institución social que emerge enfrentándose a otras
formas de socialización y de transmisión de saberes que se verán relegadas y
descalificadas por su puesta en marcha.(VARELA & ALVAREZ-ÚRIA,
1991, p. 38).
La idea principal era que desde pequeños los niños pudieran aprender a “vivir en
sociedad” entendiendo eso como un proceso de adaptación al modelo de organización
social en curso. No era otro el objetivo de Comenius (2002) sino enseñar todo a todos
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buscando la verdadera cultura, las buenas costumbres, la piedad más profunda, las
reglas de vida sana, a partir de una naturaleza inmutable de las cosas (p.13-14). Por otro
lado, Condorcet, después de nombrado presidente del Comité de Instrucción Pública,
tenía como proyecto de escolarización una educación republicana, laica, democrática,
liberal y gratuita para todos. La idea iluminista central era la construcción del ciudadano
por la vía de la educación.
Émile Durkheim, por medio de algunos textos específicos sobre educación
(2001), promovió una aproximación entre la sociología y la educación defendiendo el
carácter socializador de los procesos educativos considerando a la escuela como lugar
de “socialización metódica de la nueva generación” . Ella tiene como objetivo “
superponer, al ser individual y a-social que somos al nacer, un ser enteramente nuevo”
(p. 67). A partir de esa concepción socializadora de la escuela, que se generalizó durante
el siglo XX, la educación escolar fue comprendida como una instancia fundamental para
la iniciación e introducción de los niños en el mundo social. En esas circunstancias, el
discurso sobre el carácter socializador de la educación escolar se fijó en el imaginario
social pasando a exigir que la escuela asuma efectivamente ese papel de formación del
“ciudadano”, principalmente en relación al comportamiento social, que ha significado
una aprobación e incorporación de un conjunto de normas sociales formuladas,
clasificadas y establecidas como modelo, a ser seguido por todos los individuos.
Es evidente que Durkheim manifiesta el “espíritu” de su tiempo. Al final del
siglo XIX e inicio del siglo XX, se depositaban grandes esperanzas en que la escuela
pudiera imponer a los hombres una condición cultural sin grandes heterogeneidades.
Durkheim estaba convencido de que la sociedad solamente podría subsistir si existiera
entre su miembros una homogeneidad suficiente, que sería suministrada por la
educación. Una sociedad única y cohesionada en sus ideas era el deseo político
manifestado por la consolidación del Estado Moderno desde las grandes Revoluciones
americana, inglesa y francesa.
Norbert Elias (1994) analizando la relación entre poder y conocimiento
argumenta que la red de instituciones educativas, desde las escuelas infantiles hasta las
universidades, tiene la función de transmitir secciones específicas del fondo social de
conocimientos de un país para las nuevas generaciones. Ese fondo especial de
conocimientos se ha vuelto indispensable para que los niños puedan llevar una vida
adulta normal, dentro del actual modelo de desarrollo social. D esa forma, junto con la
familia, la escuela es la más importante agencia civilizadora de los niños, cumpliendo
incluso funciones que no están incluidas en los programa de enseñanza. Esas funciones
encaminan a los niños para el aprendizaje de conocimientos, habilidades y desarrollo de
la conciencia (p.98).
El proceso de aprendizaje y apropiación de símbolos (el lenguaje, por ejemplo)
son fundamentales para que los seres humanos se orienten y se comuniquen en las
configuraciones que son parte de su mundo.
Além de sua língua, as crianças adquirem, inevitavelmente, partes do
fundo de conhecimento da sociedade em que crescem, as quais se interligam,
de forma sistemática, com o conhecimento que pode ser adquirido através de
própria experiência. O conhecimento adquirido por uma criança a partir da
sua experiência pessoal e o conhecimento que faz parte do fundo social de
conhecimento tendem a ficar intimamente ligados, tornando-se difícil
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distingui-los. Desde os primeiros dias, portanto, todo experiência individual
tem um aspecto lingüístico. Os seres humanos integram-se num universo de
conhecimento que resulta das experiências de muitas outras pessoas. As
experiências pessoais são impregnadas por esse conhecimento. (ELIAS,
2006, p.38)
Los esquemas de auto-regulación aprendidos producen tanto la socialización
como la individualización que, para Elias, son nombres diferentes para l mismo proceso
(2006, p.26). Al socializarse, los sujetos se individualizan por la acción de las
configuraciones específicas de la cual son parte.
¿Cuál es la diferencia entre las concepciones de Émile Durkheim (la escuela
como una agencia civilizadora), y la de Norbert Elias (la escuela como una agencia
civilizadora)? La primera comprende la educación escolar como una instancia de
incorporación pasiva del sujeto en una sociedad harmoniosa y homogénea. Cada
sociedad tiene un ideal de hombre y ése es en cierta medida el mismo para todos los
ciudadanos. La educación perpetúa y refuerza esa homogeneidad (así como una cierta
diversidad) fijando con antecedencia en el alma del niño las semejanzas esenciales que
la vida colectiva exige (2001, p.51-52). Es la sociedad que libera el sujeto de su
egoísmo natural, dominando sus pasiones e instintos, subordinando los objetivos
personales a objetivos más elevados, y que son naturalmente sociales. (p.57).
Para Elias, esa concepción comprende la sociedad como estando “en equilíbrio”,
en estado de reposo. Todas sus partes están, por regla general, harmoniosamente
sintonizadas unas con otras:
Todos os que a ela pertencem são geralmente sintonizados, pelo
mesmo tipo de socialização, às mesmas normas. [...] Supõem-se tacitamente
que, nesse “sistema”, haja um grau relativamente alto de igualdade entre as
pessoas uma vez que a integração repousa na idêntica socialização das
mesmas, na uniformidade de seus valores e normas em todo o sistema .
(ELIAS, 1990, p. 232).
Para Elias, no hay una imposición unilateral de conocimientos de la sociedad
sobre el individuo pasivo, que se somete integralmente a la cultura. Los sujetos
construyen figuraciones singulares y utilizan el mundo simbólico (los símbolos
socialmente aprendidos) como forma de orientación y no como forma de reproducción.
Elias afirma que: la forma que la configuración tomada no será determinada por planes
deliberados o por las intenciones de algunos de sus miembros, ni por grupos de ellos, ni
mismo por todos ellos en conjunto (1980, p. 180). Aunque sean parte del mismo
proceso, individualización y socialización, significan que cada ser humano es al mismo
tiempo semejante y diferente de otros seres humanos.
La utilización de los conceptos dinámicos de figuraciones y de procesos sociales
hace posible comprender de qué forma las transformaciones tecnológicas en la
contemporaneidad, citadas al comienzo de este artículo, están modificando las
configuraciones sociales, modificando consecuentemente las relaciones entre los
individuos, principalmente en relación a los procesos de auto-regulación, funciones
sociales, control y poder. Lo que antiguamente denominábamos como humanidad –
vinculada a una imagen ideal distante, pacífica, harmoniosa, hoy se refiere a una
realidad rica en conflictos y tensiones (Elias, 2006, p.31). Sin embargo, esos conflictos
y tensiones provocados por las nuevas tecnologías de información hoy producen
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también altos niveles de inestabilidad cuando se remiten a las nuevas formas de autocontrol, diferenciación e integración social e individual.
El problema que se presenta es que las nuevas tecnologías, más específicamente
las tecnologías informáticas, están rompiendo los modelos tradicionales de transmisión
de conocimientos de una generación para otra más joven. El aprendizaje de los símbolos
lingüísticos era hecho de forma metódica, con alguna consistencia y concomitancia con
el desarrollo social. La configuración social poseía un desarrollo de medio y largo plazo
fácilmente reconocible por el conjunto de individuos que participaban de ese proceso, y
eso volvía el aprendizaje del fondo de conocimiento y la propia institución escolar,
estabilizados en relación a las lentas transformaciones tecnológicas.
Diferentemente del tiempo de Norbert Elias, varias generaciones están viviendo
períodos concomitantes de desarrollo, dejando muy reducidas las diferenciaciones
culturales y muy intensas las integraciones sociales. Las nuevas tecnologías perturban lo
que Elias denomina como ajuste de los medios de orientación humanos a aquello que
ellos simbolizan, como medios de comunicación, orientación y control. De cierta forma,
los procesos de desarrollo tecnológico han provocado un avance significativo de los
procesos de desarrollo social no-planificado de corto y medio plazo.
Elias ya constataba que estaba sucediendo, por cuenta de los cambios no
planificados, un movimiento en la dirección de disminuir las desigualdades entre
“outsiders” y establecidos y que ese hecho, aunque constituyéndose como progreso, no
evitaba un aumento de las tensiones sociales y los conflictos (2006, p.202). La
democratización de los usos de las tecnologías, en gran parte incentivadas por los
intereses económicos, por el consumismo masivo y por las nuevas directrices políticas
que desobstruyen los caminos de La globalización, están empujando a los sujetos a
desestabilizar sus creencias y, por consecuencia, a las instituciones encargadas de
fijarlas.
Es un lugar común encontrar en textos sociológicos una referencia abundante a
las crisis de la educación, del Estado, de la familia, la iglesia y la sociedad. Eso no es
otra cosa que una evidencia de que tal vez los modelos actuales de comprensión social
no logran más, con las actuales herramientas, resolver esa tarea. Si era un problema,
como afirma Elias, para las ciencias sociales pensar en un presente estático, también se
está constituyendo en un problema pensar en un presente excesivamente dinámico, que
vuelve los sistemas de orientación demasiado líquidos.
Comprender las dinámicas sociales en la contemporaneidad y principalmente la
enorme influencia de las tecnologías informáticas y de la media electrónica en las
estructuras de la sociedad y de la personalidad, parece constituirse en una de las tareas
más urgentes en las ciencias sociales. Empíricamente, ya podemos observar que las
transformaciones tecnológicas están cambiando la manera como la sociedad y los
individuos producen sentido a través de los signos, de los significados, de los
lenguajes...de la cultura. Esos hechos ejercen una presión enorme sobre las tradicionales
agencias civilizadoras como el Estado, la escuela y la familia, impulsándolos en
dirección a una “nueva epidemia de civilización”.
Dentro de una perspectiva elisiana, vivimos en un mundo en movimiento, y ese
debe ser el punto de partida de las investigaciones sociológicas, y los procesos sociales
492
que buscamos comprender además de no-planificados, son inacabados. Intentar explicar
lo que está sucediendo, sin preocuparse si esas transformaciones son para mejor o para
peor, ésa es la tarea que está planteada.
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