B O L S A-ESCOLA Educación para enfrentar la pobreza Marcelo Aguiar y Carlos Henrique Araújo Brasilia, noviembre de 2002 UNESCO 2002 Edición publicada por la oficina de la UNESCO en Brasil Los autores son los responsables por la opción y presentación de los hechos que contiene este libro, así como por las opiniones que expresa el mismo, que no son necesariamente las de la UNESCO, ni comprometen a su organización. Las indicaciones de nombres y la presentación del material a lo largo de este libro no implican que se manifieste cualquier opinión por parte de la UNESCO respecto a la condición jurídica de cualquier país, territorio, ciudad, región o de sus autoridades, ni tampoco la delimitación de sus fronteras o límites. Ediciones UNESCO BRASIL Consejo Editorial de la UNESCO en Brasil Jorge Werthein Cecilia Braslavsky Juan Carlos Tedesco Adama Ouane Célio da Cunha Comité para el Área de Educación Angela Rabelo Barreto Célio da Cunha Candido Gomes Lúcia Maria Resende Marilza Machado Regattieri Traducción: Idelso Espinosa Taset y Miguel Ángel Tumbarell Rodríguez Revisión: Idelso Espinosa Taset Comentarios y Sugerencias: Jorge Werthein, Célio da Cunha, Carlos Alberto Vieira e Julio Jacobo Asistente Editorial: Larissa Vieira Leite Diagramación: Fernando Brandão Proyecto Gráfico: Edson Fogaça Copyrigth ©2002, UNESCO Aguiar, Marcelo Bolsa escola: educación para enfrentar la pobreza / Marcelo Aguiar y Carlos Henrique Araújo. – Brasília : UNESCO, 2002. 152p. ISBN: 85-87853-72-4 1. Educación-Brasil 2. Problemas Sociales-Brasil 3. PobrezaBrasil I. Araújo, Carlos Henrique II. UNESCO III. Título. CDD 370 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura Representación en Brasil SAS, Quadra 5 Bloco H, Lote 6, Ed. CNPq/IBICT/UNESCO, 9º andar. 70070-914 – Brasília – DF – Brasil Tel.: (55 61) 321-3525 Fax: (55 61) 322-4261 E-mail: [email protected] SOBRE LOS AUTORES MARCELO AGUIAR Nació en Brasilia en 1962. Es arquitecto. Fue el jefe del Departamento de Articulación e Integración Interinstitucional del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (1993 - 1994) y Secretario Adjunto del Niño y de la Asistencia Social en el Gobierno del Distrito Federal (1995-1998). Actualmente es el secretario ejecutivo de la ONG Misión Niño. Fue consultor del Banco Interamericano de Desarrollo -BID- para la implantación del Programa Bolsa-Escola en Ecuador (1999), consultor de UNICEF para el desarrollo del Programa de Protección Social en Bolivia (2000), consultor del PNUD para el desarrollo y la implantación del Programa Adjunto de la Solidariedad en el Estado de Acre (2001) y consultor de UNICEF para el perfeccionamiento del Programa de Educación, Salud y Alimentación - PROGRESA- en México (2001) y para la implantación del programa Beca-Futuro en Bolivia (2002). Es el autor del libro A Força de uma Idéia – A história da Bolsa-Escola (2001) y de numerosos artículos sobre políticas sociales. CARLOS HENRIQUE ARAÚJO Nació en Brasilia en 1969. Tiene el título de maestría en Sociología por la Universidad de Brasilia (1995). Fue asesor especial del Gobernador del Distrito Federal (1995-1996) y del Gobernador del Estado de Amapá (1999-2000) y gerente de Investigaciones de la Compañía del Planalto Central (1996-1998). Es consultor para asuntos de encuestas de opinión pública. Fue consultor del PNUD en el desarrollo e implantación del Programa Adjunto de la Solidariedad en el Estado de Acre (2001) y en la implantación de la Bolsa-Escola en Santo Tomé y Príncipe (2001) y consultor de UNICEF para la implantación del programa Beca-Futuro en Bolivia (2002). Coautor del libro A Força de uma Idéia – A história da Bolsa-Escola (2001) y de diversos libros sobre niños, adolescentes y poblaciones en situación supervivencia en las calles, además de varios artículos sobre teoría sociológica, epistemología, metodología de investigación, políticas sociales y pobreza. Actualmente es el gerente de monitoreo y evaluación de la Misión Niño. ÍNDICE Presentación .................................................................................................... 9 Abstract ........................................................................................................ 13 1. Alternativas a la Exclusión Social ............................................................... 15 2. Breve Historia de la Bolsa-Escola ............................................................... 37 3. La Bolsa-Escola cruza fronteras ................................................................. 51 4. Los efectos de la Bolsa-Escola en la Construcción de la Cidadanía .............. 79 5. Propuesta para África .............................................................................. 113 6. Conclusión .............................................................................................. 135 Bibliografía .................................................................................................. 143 Bibliografía Complementaria ........................................................................ 147 PRESENTACIÓN La UNESCO es la defensora del patrimonio de la humanidad. Gracias a ella, millares de obras culturales o de paisajes naturales están protegidos contra el vandalismo de la modernización descontrolada. Con este libro, la UNESCO muestra que también busca proteger a los niños, que constituyen el más importante de los patrimonios de la humanidad. Además de constituir ellos mismos un patrimonio, los niños son los creadores de nuevos patrimonios futuros y los guardianes del ya existente. De nada vale proteger el patrimonio actual si la humanidad futura no será capaz de disfrutarlo; poco se logra con la protección del patrimonio actual si las generaciones futuras no cuidan a los niños. Sería triste que la humanidad tuviera solo un patrimonio antiguo para preservar y disfrutar, sin ampliarlo constantemente. Por todo eso, además de ser nuestro mayor patrimonio en sí, los niños son también los guardianes del patrimonio, los que lo enriquecen y sus futuros usuarios. Para ello es necesario no sólo que estén vivos y saludables, sino también que sean cultos y educados. Lamentablemente, en este mundo de principios del siglo XXI, 250 millones de niños trabajan en vez de estudiar. La modernidad está construida sobre los hombros de estos niños que no podrán disfrutar plenamente del patrimonio protegido hoy por la UNESCO, que colaborarán poco para ampliar ese patrimonio y mucho menos tendrán el gusto de protegerlo. Y es por eso que la UNESCO cumple su papel de promotora de la educación y de defensora del patrimonio de la humanidad al publicar este libro que expone al mundo una experiencia exitosa en la lucha por la universalización de la escuela, que representa la protección de nuestro mayor patrimonio. La Bolsa-Escola es una idea simple que permite proteger nuestro futuro mediante la protección del presente de nuestros niños al colocarlos en la escuela en lugar de las calles o del trabajo. Parte esta iniciativa de la necesidad urgente de resolver el problema de la niñez 9 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza abandonada fuera de la escuela sobre la base de una idea simple: si los niños no estudian porque sus familias son pobres, paguemos a sus familias para que los niños estudien. Así, al tiempo que creamos ingresos, alimentamos mejor a los niños y a sus padres, provocamos una dinámica económica local y, lo que es más importante, mantenemos a los niños en la escuela. Se trata de una idea formulada muchos años atrás, que se puso en práctica en Brasilia desde 1995 y se fue difundiendo poco a poco hacia otras ciudades y países. Hoy el programa se aplica en el ámbito nacional mexicano desde 1997, en todo Brasil a partir de 2001 y esta en fase de implantación nacional en Bolivia. En otros diversos países latino americanos el programa existe en carácter estadual o municipal. El número total de niños beneficiados se puede calcular en cerca de 20 millones. El resultado de esta iniciativa fue evaluado por diversas instituciones nacionales de los referidos países y por entidades internacionales como el Banco Mundial y ha recibido el apoyo y el incentivo del BID, UNICEF, UNESCO, OIT y del propio Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan. No hay dudas de que poco a poco la Bolsa-Escola se va convirtiendo en un programa mundial y que en breves años podrá cambiar la realidad de la infancia pobre, abandonada o trabajadora. Al publicar este libro, la UNESCO da una gran contribución en la divulgación de esta idea en el mundo entero. Esperemos que un número grande de personas comprometidas con la defensa de los niños, del patrimonio de la humanidad, y que anhelan una civilización futura equilibrada y justa, utilicen estos datos e informaciones para que juntos realicemos un gran programa mundial por la erradicación de la exclusión social, a través de la inversión en la educación de los niños, una suerte de Plan Marshall Social Global que costaría sólo 0,1% de la riqueza mundial anual para garantizar que todas las familias de niños pobres en el mundo puedan recibir ingresos mensuales por valor de US$40 dólares en media para que sus hijos estudien. De inmediato, este programa crearía ingresos en comunidades pobres y a mediano plazo eliminaría la exclusión social a través de la universalización de la educación. Lo que hizo el Plan Marshall después 10 de la II Guerra para recuperar la economía europea, los ricos del mundo lo harían ahora para recuperar la pobreza social. Si todos los niños del mundo terminaran la enseñanza media, en una generación el mundo tendría un patrimonio mucho mayor en materia de cultura, decencia, eficiencia y, sobre todo, solidaridad internacional. Esperemos que entre tantas otras acciones, la publicación de este libro también ayude en esta tarea. Y cuando eso suceda, el mundo agradecerá todavía más el trabajo de la UNESCO. Cristovam Buarque Jorge Werthein Profesor de la Universidad de Brasilia Senador Federal de Brasil Director de la UNESCO en Brasil 11 ABSTRACT A steady increase in social inequalities, such as extreme poverty, created a new phenomenon called social exclusion. This publication examines this phenomenon and investigates the growing gap between haves and have nots in the world. This situation is analyzed in the context of a modern world whose productive chain is characterized by constant and intense technological innovations. Certain social policy instruments need to be used in order to confront the enormous challenge of reducing poverty. The most important of these policies is the Bolsa-Escola (School Scholarship) program. It was established as an innovative pilot project in Brazil’s Federal in 1995. Ever since, the program has clearly demonstrated its success in many ways. This success included its expansion on a national basis, beginning in 2001. International experiences in Mexico, Ecuador and Argentina have proven the program’s effectiveness in keeping children in school. The indicators for these countries and Brazil show a decrease in school failure and dropout rates. The figures also illustrate increasing educational levels and better chances of job opportunities in the future. The indicators also demonstrate a reduction in child labor. Other gains related to the program include better planning skills and improvements in gender relations. In order to face the extreme poverty that characterizes the African continent, a proposal for the creation of an international fund is now offered, aiming to replicate the School Scholarship Program in Africa. Funds for the African program would be gathered by conditioning the diminishment of their external debt to raising school enrollment in those countries. The fund and its resources would be managed and monitored by one of the UN agencies, similar to a “Children’s Bank”. Finally, given the effects of unequal economic growth in reducing poverty on a global level, the authors offer a different strategy. This new strategy has an ethical base where social justice becomes the fundamental framework to be incorporated in sustainable development policies. 13 1. ALTERNATIVAS A LA EXCLUSIÓN SOCIAL “No existe ninguna cuestión de orden económico tan importante como la de saber por qué tanta gente es tan pobre”. (John Kenneth Galbraith, 1977). POBREZA, DESIGUALDAD Y EXCLUSIÓN SOCIAL Pobreza Parte de la población sin hogar, niños y adolescentes que piden limosnas o practican pequeños hurtos, barrios sin saneamiento básico, millares de analfabetos, desempleo, favelas, palafitos, violencia urbana, tráfico de drogas, personas azotadas por frío o la seca, mortalidad infantil, desnutrición y hambre son elementos de la tragedia colectiva que solemos llamar miseria. Se trata del infortunio de profundas raíces globales que determinan la historia de buena parte del planeta. Ser pobre no se limita a tener poco o ningún dinero, como ya insistieron numerosos economistas y especialistas, si bien en el mundo existen cerca de 1,3 mil millones de personas que viven con menos de un dólar por día. 1 La situación de pobreza se relaciona con diversas dimensiones de la condición humana. También se puede ser pobre por tener menos información, menos acceso a los bienes universales como la educación y la salud, por no tener derecho al transporte, a la casa para vivir, a la recreación, al tiempo para el descanso. Más de 113 millones de niños no tienen acceso a la educación fundamental y un sexto de la población mundial mayor de 15 años no sabe leer ni escribir (Matsuura, 2002:16). 1 MATSUURA, K. A UNESCO e os desafios do novo século. Brasília: UNESCO, 2002. p. 16. 15 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza El problema de la definición de la pobreza es extremadamente complejo. Generalmente, los análisis se restringen al problema de la renta porque ese dato es el más accesible. Sin embargo, en una definición más general, la situación de pobreza está directamente vinculada a los parámetros históricos culturales de los mínimos necesarios para tener una vida digna. En la sociedad occidental democrática, los mínimos necesarios no se limitan a los bienes materiales. Se deben tener en cuenta bienes materiales, simbólicos y de derechos fundamentales en la esfera de la política, del campo social y de la libertad. Según la definición utilizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que ve la pobreza como la ausencia de opciones y oportunidades básicas para el desarrollo de la vida humana, el fenómeno lo constituyen tres ejes fundamentales: la pobreza material, la pobreza intelectual y la pobreza social. 2 “Es evidente que la pobreza no puede ser definida de forma única y universal. No obstante, podemos afirmar que la pobreza se refiere a situaciones de privación en las que los individuos no logran mantener un nivel mínimo de vida en línea con las referencias socialmente establecidas en cada contexto histórico”.3 La reducción de las pequeñas infelicidades a una macro-pobreza económica esconde diversidades y detalles importantes para la comprensión del fenómeno y deben entenderse en sus matices e interrelaciones. La pobreza se diferencia inclusive internamente al considerar las características intrínsecas de las personas, un fenómeno marcado por diferenciaciones que el mercado y las relaciones prejuiciosas establecen. En el mundo hay casi 900 millones de analfabetos y en ese universo encontramos dos veces más mujeres que hombres. Los cálculos indican que 51% de la población de África sub-sahariana estará viviendo en condición de pobreza a partir de 20054 . En Brasil, hay diferenciaciones internas importantes para comprender la cuestión. Algunos ejemplos: en 2000, 13,63% de la población brasileña de 15 anos o más era analfabeta 2 3 4 16 WAISELFISZ, J.; ABRAMOVAY, M.; ANDRADE, C. Bolsa-escola: melhoria educacional e redução da pobreza. Brasília: UNESCO, 1998. p. 19. BARROS, R. P. de. A estabilidade inaceitável: desigualdade e pobreza no Brasil. In: HENRIQUES, R. Desigualdade e pobreza no Brasil. Rio de Janeiro: IPEA, 2000. p. 22. MATSUURA, K. Op. Cit. p. 16. (en la región Nordeste, ese porcentaje llegaba a 24,57%)5 ; en 1999, 8,27% de los blancos no sabía leer ni escribir y entre los no blancos – pardos y negros – 19,81% se encontraban en esa condición6 . “Reza el nuevo paradigma que el desarrollo no puede entenderse como la afluencia económica y que la calidad de vida humana depende de elementos no monetarios ni mesurables desde el punto de vista econométrico (como el PIB). Este enfoque amplio expone dimensiones no económicas ni cuantitativas, lo que abre espacio para respuestas sociales eficaces que superan el argumento simplista de que se combate la pobreza a través del crecimiento económico. O sea, al tomar en cuenta aspectos no monetarios de la pobreza, es factible pensar en contribuciones significativas que emanan de conocimientos generales, sin reducir la preocupación a los cánones de las teorías económicas”. 7 El efecto más estructural de la pobreza es la reducción substancial de la libertad de elegir. Para el pobre, los determinantes sociales y la poca oferta de bienes simbólicos y materiales reducen drásticamente las oportunidades de elección. Muchas veces, el padre no puede escoger la escuela para su hijo, tiene pocas oportunidades de ejercer su vocación y ningún derecho de planificar. La pobreza es, también, la reducción del espacio de las pequeñas y grandes libertades, desde la decisión sobre lo que se va a comer hasta por quien votar. Eso se refleja directamente en las naciones. Noventa por ciento de las investigaciones de punta están concentradas en los países del centro y dentro de ese porcentaje, 60% son investigaciones generadas por instituciones privadas.8 Por tanto, los pobres están sometidos a situaciones de privación de capacidades. Los ejemplos son abundantes: trabajadores rurales itinerantes y víctimas del frío o la seca obligados a dejar su tierra natal para sobrevivir; el trabajo infantil impuesto a las familias por una cuestión de vida o muerte; falta de acceso o acceso a educación y salud de mala calidad. 5 6 7 8 IBGE. Censo demográfico 2000. Brasília: IBGE, 2001. IBGE. Pesquisa nacional por amostragem domiciliar, 1999. Brasília: IBGE, 2000. UNESCO. UNESCO Brasil: novos marcos de ação. Brasília: UNESCO, 2001. MATSUURA, K. Op. Cit. p. 142. 17 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza “(...) la pobreza debe ser vista como privación de capacidades básicas en vez de un mero bajo nivel de renta, que es el criterio tradicional de identificación de la pobreza. La perspectiva de la pobreza como privación de capacidades no entraña ninguna negación de la idea sensata de que la renta baja es claramente una de las causas principales de la pobreza, pues la falta de renta puede ser una razón primordial de la privación de la capacidad de una persona”. 9 Hay otras diferencias muy significativas para entender el fenómeno de la pobreza. En barrios pobres de alguna gran ciudad de América Latina o del continente africano no hay áreas verdes, parques o espacios de convivencia para los jóvenes. En barrios de personas que tienen medios de subsistencia, en la misma gran ciudad, hay verdes, parques, instalaciones polideportivas y espacios de recreación. Un niño de clase media, de familia con medios de subsistencia, tiene acceso a la literatura, a la televisión por suscripción, al estudio de lenguas extranjeras, a viajes de vacaciones, a ropa a la moda, a fiestas de cumpleaños, a juguetes y a Internet10 . La vida cotidiana de un niño pobre es bien diferente. Su espacio lúdico es inmensamente reducido. Ese niño se transforma prematuramente en adulto debido al exceso de violencia en el barrio donde vive, a veces por la violencia doméstica, por el intenso trabajo en el hogar, por la falta de atención de las escuelas, por la falta de material escolar y, de forma definitiva, por el trabajo infantil – expresión máxima del proceso de exclusión de ese niño. Los adultos pobres generalmente están inmersos en el mercado de trabajo informal, sin perspectivas, luchando para sobrevivir y ayudar a los hijos a sobrevivir. Casi ninguno de ellos tiene acceso a los procesos de construcción de la ciudadanía ni a la más mínima participación política en las decisiones de sus ciudades, sus Estados o países. En el mejor de los casos sirven de números manipulables y se les somete a intereses diversos, contrarios a sus propios intereses. El resultado para los mayores puede traducirse en un índice: menor expectativa de vida. Viven menos que los 9 10 18 SEN, A. Desenvolvimento como liberdade. São Paulo: Companhia das Letras, 2002. p. 109. “La exclusión digital mantiene desconectada a, por lo menos, la mitad de la humanidad”. MATSUURA, K. Op. Cit. p. 47. más ricos. La expectativa media de vida en el mundo es de 66,9 años. Para los países ricos, esa tasa es de 78,2 años; para los pobres, 51,9. Para África sub-sahariana, 48,7 años11 . Otro efecto visible de la pobreza es el de que los pobres dependen estrechamente de la asistencia social. Ya desde su génesis, el estado social se constituyó no como un instrumento de compensación de oportunidades, sino como un modo de corregir y coaccionar a los individuos pobres, considerados en su mayoría como ineptos o vagabundos. La pobreza se entendía como un atributo del individuo y el papel del Estado era el de corregir la situación con el instrumento de la caridad y, sobre todo, de la coerción. A los pobres se les veía y percibía como especies de marginales. Estaban al margen, eran ineptos por características vistas como individuales y no sociales y colectivas. “La asistencia a los pobres durante casi todo el siglo XIX permaneció acompañada de medidas disciplinarias represivas que, aunque atenuadas temporalmente los últimos veinte años del siglo XVIII, no fueron abolidas. (...) El control de la pobreza se adjudicaba a una especie de policía de los pobres. A los ociosos y mendigos se les internaba en casas de trabajo y corrección”.12 Durante mucho tiempo, tal caracterización de la pobreza estuvo en boga de manera hegemónica en el mundo. Se hizo conocida entre los especialistas la idea histórica de que la cuestión social sería un asunto de policía. A los pobres del mundo se les veía y consideraba como individuos incapaces o como marginales a los que se debía reprimir. La caridad y la represión fueron pilares del control social durante los primeros siglos de la modernidad. Por los datos históricos se pueden percibir cambios significativos en el tratamiento a lo pobres. En la segunda mitad del siglo XX la asistencia social se transformó en un medio eficaz en la generación de relaciones demagógicas y paternalistas entre los desamparados y el Estado. En ese contexto, de importante instrumento de la democracia y de la libertad en 11 12 PNUD. Relatório do desenvolvimento humano. Brasília: PNUD, 2002. ALBER, J. Le origine del Welfare State: teorie, ipotesi, e analisi empirica. Revista Italiana di Scienza della Politica, v. 12, p. 420, 1982. 19 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza las sociedades occidentales, el voto se convirtió en un instrumento de mero canje en detrimento de lo que seria el ideal democrático: la elección racional a partir de intereses vinculados al futuro colectivo e individual. Se cambia el voto por algún tipo de beneficio inmediato sin consecuencias transformadoras para las estructuras económicas ni, inclusive, las situaciones de pobreza. “El gran desafío a enfrentar por las naciones coloniales (...) suponía dos premisas. De un lado, el reconocimiento de un cierto paradigma de política moderna, entendida como el mundo de los ciudadanos racionales y de los procedimientos públicos impersonales, un mundo existente de hecho en los países desarrollados. De otro lado, la necesidad de comprender una realidad social que se le enfrentaba, pues se basaba en parámetros tradicionales de autoridad – personalizada y emocional –, que no podían ignorarse ni menospreciarse, so pena de total fracaso.”13 Tal forma de relación entre el Estado y sus agentes políticos y los pobres marcó, y todavía marca de manera clara, el espacio público occidental, principalmente de los países considerados periféricos. Hay un inmenso mercado político que se explota de forma sintomática. Los trueques se están dando en función de las privaciones de los electores. Se trata, definitivamente, de una relación de trueques, pero sobre bases muy desiguales. La asistencia antes vista como una forma de coacción de los más humildes ahora se entiende y practica como una importante fuente de adhesiones y provecho político. El diagnóstico de la situación indica que sería fundamental reconstruir la práctica y la visión de asistencia social. Los pobres no deben servir de instrumentos. Se tenía la primera visión de que eran pobres por deméritos individuales y necesitaban ser corregidos. Posteriormente, se les consideró necesarios para la reproducción de los poderes, fundamentalmente de los poderes políticos. La transformación de las prácticas asistenciales en políticas sociales efectivas debe, además de considerar aspectos éticos, entender que el crecimiento de la pobreza y de la desigualdad introduce desvíos sociales serios, los cuales tienen 13 20 GOMES, A. C. A política brasileira em busca da modernidade. In: NOVAIS, F. A. (Org.). História da vida privada no Brasil. São Paulo: Companhia das Letras, 1998. p. 499. impacto en la estructura de funcionamiento de las sociedades. Un ejemplo sintomático de eso es el fenómeno de la violencia. La asociación del imperativo ético del combate a la pobreza con la percepción pragmática de las disfunciones sociales causadas con la generalización de la pobreza debe ser el eje orientador de las nuevas políticas sociales. Pobreza y Desigualdad La modernización hizo más compleja la vida social. Una serie de bienes de consumo que indujeron a los grupos sociales a tener deseos más variados y complejos invadió la vida cotidiana. El ejemplo más sintomático de ese fenómeno es el espacio doméstico. Antes un lugar simple, considerado solamente como el locus de la intimidad y el reposo, hoy el hogar es un espacio que comporta desde la intimidad hasta el esparcimiento y los instrumentos de comunicación global. El mundo social produjo una inmensa parafernalia de productos y equipos generados por la innovación tecnológica constante e intensa, que ahora se consideran imprescindibles para la vida humana. Con eso se aumentó drásticamente la distancia entre los desposeídos y los que tienen acceso a los bienes. Por eso, la definición de pobreza deberá tomar en cuenta nuevas dimensiones de la vida social. Para clasificar a quien es pobre y a quien no lo es, así como su grado de pobreza, los aspectos simbólicos y materiales son elementos analíticos esenciales. De esa forma, la desigualdad social no es exactamente un sinónimo de pobreza, aunque son conceptos indisociables14 . La desigualdad asume un papel fundamental para el nuevo entendimiento de la cuestión. En hipótesis, se puede pensar en un país pobre, pero sin desigualdad social. De la misma forma, se puede imaginar un país rico, mas con desigualdad. Un país puede tener pobres y desigualdad. Un ejemplo contundente es el de Brasil, un país con amplios recursos y elevado Producto Interno Bruto, que presenta los mayores índices de desigualdad del mundo. Ese fenómeno influye directamente en las disfunciones sociales. La desigualdad es motor generador de disfunciones. 14 “Durante los últimos años del siglo XX, creció la conciencia de que pobreza e desigualdad son problemas difícilmente disociables. Por pobreza se entiende el grado de elección de cada individuo. La pobreza significa que las alternativas personales están inmovilizadas por embarazos de orden económico y social”. UNESCO. Op. Cit. p. 27. 21 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Lo que se observa en el mundo moderno es una inmensa desigualdad planetaria: “(...) un planeta donde las desigualdades se profundizan y donde entre 5 mil millones de habitantes, apenas 500 millones viven cómodamente, mientras 4,5 mil millones están privados de lo necesario. Es un planeta donde la fortuna de las 358 personas más ricas, dueñas de miles de millones de dólares, es superior a los ingresos anuales de los 45% de habitantes más pobres, o sea, 2,6 mil millones de personas.”15 Actualmente, dos ideas sobre la pobreza son las más comunes. Una considera el fenómeno inherente a la economía liberal, puesto que el mercado tiene un alto grado de ineficiencia y de selectividad en la distribución de las riquezas. La otra entiende la pobreza como fruto de coyunturas económicas recesivas, generalmente causadas por la interferencia del Estado en el mercado. A priori, se considera que tales intervenciones generan ineficiencia en la economía. Por tanto, la pobreza debe ser combatida por el laissez faire y por la educación de los individuos, volviéndolos aptos para el mercado. No obstante, lo que se observó en el mundo contemporáneo es que el crecimiento económico por sí no distribuyó la riqueza, sea nacional o mundial, a todos los segmentos de la sociedad. Es evidente que el mundo de hoy es más cómodo, que la producción de alimentos con la intensa mecanización creció asustadoramente, que los bienes transformaron a los hogares en pequeñas fábricas que producen un bienestar nunca antes visto en la historia. Sin embargo, millones de habitantes dispersos por el mundo desarrollado y no desarrollado viven como habitantes medievales desde el punto de vista del consumo. El binomio pobreza y desigualdad determina las disfunciones. El deseo de una vida mejor y más placentera está arraigado y se percibe como único camino. Como es evidente que todos no podrán llegar a los niveles de consumo de un hombre medio, la paradoja de la modernidad y del mercado se impone. El equilibrio de los deseos y de las privaciones necesita un agente exterior mediador. Ese agente es la unión del Estado y de la sociedad civil, dos entidades que forman parte de aquello que se denominó sociedad moderna. Y las acciones deben incidir no solo sobre el combate – en el 15 22 RAMONET, I. Geopolítica do caos. Petrópolis, RJ: Vozes, 1998. p. 155. sentido estricto- de la pobreza con distribución de ingresos, sino también sobre el equilibrio de las tensiones derivadas de la desigualdad social. Desde el punto de vista ético, las desigualdades se deben reducir y controlar. La concepción de que la pobreza y de la desigualdad resultan de las imperfecciones del mercado y de que su combate es un problema del Estado y de la sociedad civil deriva de la percepción de que el mundo contemporáneo, desde el punto de vista de la organización social, es el resultado de la evolución de tres derechos básicos: derechos civiles, derechos políticos y derechos sociales. Las principales luchas políticas, desde la Independencia Americana y la Revolución Francesa hasta los movimientos más recientes se libraron por lograr el establecimiento de alguna de esas modalidades de derecho o, inclusive, de todas ellas. De acuerdo con la interpretación propuesta por diversos estudiosos de la política y de la sociedad, la contemporaneidad se puede describir como la “Era de los Derechos”. La secuencia clásica en que tales derechos se establecieron, especialmente en Europa y después en los Estados Unidos, en primer lugar los derechos civiles, en segundo los derechos políticos y, por último, la conquista de los derechos sociales. Los derechos civiles fueron el resultado de la lucha librada especialmente en Europa contra el absolutismo personificado por las monarquías de derecho divino. De manera general, los derechos civiles son aquellos fundamentales para la vida, la libertad, la propiedad, la igualdad ante a ley. Se manifiestan en la garantía de circular, de escoger el trabajo, de manifestar el pensamiento, de organizarse colectivamente, de la inviolabilidad del hogar y de la correspondencia, de ser preso apenas por una autoridad competente, de no ser condenado sin proceso legal regular. El fundamento para la definición de los derechos civiles es la noción de igualdad entre los hombres. Inicialmente, emergieron en sociedades marcadas por la desigualdad basada en criterios nobiliarios, donde hasta la distribución de la riqueza se realizaba sobre la base de la condición de nacimiento del individuo. Los derechos políticos están relacionados con luchas promovidas especialmente por las capas populares a lo largo del siglo XIX y principios del XX, para garantizar una participación en condiciones iguales en la esfera de la política. Los derechos políticos, de manera general, consisten en la prerrogativa de organizar partidos políticos, el derecho de votar y de ser 23 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza votado. Tales derechos tienen en los partidos políticos y los parlamentos libres y representativos sus principales instituciones. Son ellos los que le dan legitimidad a la organización política de la sociedad. Los derechos sociales los define la participación de todos en la riqueza del país. En ellos se incluyen los derechos a la educación, a la información, al trabajo, al salario justo, a la salud, a la vivienda, a la alimentación, a la cultura, a la recreación y a la jubilación. La materialización de los derechos sociales permite que las sociedades reduzcan los excesos de desigualdad y garanticen un mínimo de bienestar para todos. Los derechos sociales garantizan un mínimo de cohesión social sin la cual cualquier sociedad humana se desfigura y se disuelve. La idea central en la que se basan es la de la justicia social. “La aceptación del carácter social de la metrópoli abarca mucho más que simples cuestiones de alimentación básica, vivienda, asistencia médica, limpieza de las calles y seguridad en parques y jardines. Envuelve también otra dimensión, que es la del arte y de la planificación”.16 La definición clásica de la pobreza – que toma en consideración solo las variables alimentación, vestuario y vivienda – es, por tanto, insuficiente para describir o, incluso, cuantificar el fenómeno de la existencia de pobres en la sociedad pos-industrial. La nueva definición debe tomar en cuenta los tres ejes de derechos conquistados en la modernidad; en otras palabras, articular analíticamente pobreza y desigualdad con los derechos civiles, políticos y sociales. Cuando hay diferenciaciones de tratamiento entre las personas ante cualquiera de los derechos, se da una situación aguda de desigualdad social. Cuando un individuo se ve privado de cualquiera de los derechos, se da una situación de pobreza. Es necesario introducir otros elementos definidores de lo que quiere decir ser pobre, así como para mesurar las desigualdades sociales, puesto que los deseos y las necesidades aumentaron drásticamente y tienden al infinito. Se puede afirmar con algún grado de certidumbre que en la sociedad mundial pos-industrial una nación se considerará justa solo cuando sus habitantes tengan garantizados todos estos derechos fundamentales: los civiles, los políticos y los sociales. 16 24 GALBRAITH, J. K. A era da incerteza. São Paulo: Pioneira, 1982. p. 329. Los no pobres son aquellos que tienen acceso a la salud de calidad, al transporte eficiente, a la vivienda, a la seguridad pública, a la educación de calidad, así como la oportunidad de, por lo menos, tener contacto con los bienes culturales y estéticos de la humanidad y la garantía de los derechos fundamentales. Aunque exista la garantía de todo eso, todavía puede haber desigualdad social y, si esta es intensa, sobrevendrán disfunciones tales como la violencia. Por tanto, hay que añadir que una sociedad equilibrada y funcionando adecuadamente tiene que garantizar los mínimos necesarios además de controlar las desigualdades. Es un hecho que la forma de producir del mundo occidental fue pródiga en inventar y materializar artefactos para el confort de la vida humana en las grandes metrópolis. Por otro lado, creó nichos de extrema pobreza, donde viven personas sin acceso al conjunto de bienes esenciales, materiales o culturales, necesarios para romper la condición de miseria. Pobreza, Desigualdad y Exclusión Social Los procesos de aumento de las desigualdades sociales y de la pobreza están engendrando un nuevo fenómeno aún más radical. Hay conjuntos de personas sometidas a una situación de pobreza y desigualdad tan intensas que corren el riesgo de desagregarse socialmente. Están siendo desgarradas de la estructura moral, económica y social. Están siendo excluidas.17 Ese nuevo fenómeno se denomina, generalmente, exclusión social. Son conjuntos de personas a las que cada vez más se les considerada menos y, en la práctica, están en situación de abandono. Se les ve como impotentes e inútiles para la generación de bienes económicos y simbólicos culturales para el mundo. Ese efecto radical de la pobreza y de la desigualdad es el más inaceptable éticamente. Se trata de un proceso de rechazo del otro. Se les niegan los derechos fundamentales a los demás. En el mundo moderno ya comienzan a surgir de forma intensa ejemplos que demuestran esa situación. Cuando un policía invade sin mandato judicial una casa en algún barrio pobre y no hace lo mismo en otro barrio de personas con medios de subsistencia o ricas, hay una clara evidencia de exclusión social. Se 17 “En efecto, en ese aspecto, el mundo de este final de siglo se estructura a partir del modelo del archipiélago: en el Norte, islas numéricamente crecientes de pobres y excluidos; en el Sur, islotes cada vez más concentradas de ricos y acomodados.” RAMONET, I. Op. Cit. p. 154. 25 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza tiene exclusión social cuando grupos de exterminio asesinan a niños y adolescentes de las calles mientras duermen. De la misma forma, los barcos que salen de países africanos en dirección a Europa abarrotados de ciudadanos que huyen del hambre y de la dificultad de acceso a los modernos medicamentos de combate al SIDA por parte de millones de africanos enfermos son también ejemplos de exclusión social. La verdad es que existen grupos sociales al margen de los derechos civiles, sociales y políticos. Son inmensamente pobres, sufren un intenso proceso de desigualdad y se están volviendo “desemejantes”. Desarrollan otras estrategias de socialización y están fuera de la esfera productiva. Se puede formular la hipótesis de que en el futuro, con la intensificación del proceso de exclusión social, surgirán en el mundo tipos diferentes de seres humanos en sus aspectos esenciales. La promesa de igualdad de oportunidades de la modernidad está destruida internamente y amenazada frontalmente por el fenómeno de la exclusión social. “Si la democracia de la Grecia antigua excluía a los esclavos, a las mujeres y a los extranjeros, siendo, por tanto, limitada, la democracia moderna está asentada en el principio de que todos los hombres son iguales y, por eso, miembros por derecho del espacio público y de la gestión de los bienes comunes. De cierta forma, la exclusión social (...) es una amenaza constante, simultáneamente, a la existencia del espacio de iguales y a la inexistencia de exterioridades, características intrínsecas de la sociedad moderna (...) La constitución de la exclusión social es hoy la mayor amenaza a la construcción de la sociedad moderna, una amenaza directa a su ideario de igualdad (...)”.18 Se corre el riesgo de que en un proceso de intensificación de la exclusión, la sociedad moderna considere a los excluidos objetos desechables. No forman parte del proceso de producción ni de consumo. No están entre los que se pueden entender como semejantes. No viven, apenas sobreviven. Su cotidiano se resume a la preservación de la vida, al mantenimiento biológico.19 18 19 26 NASCIMENTO, E. P. Dos excluídos necessários aos excluídos desnecessários. In: BURSZTYN, M. (Org.). No meio da rua: nômades, excluídos e viradores. Rio de Janeiro: Garamond, 2000. p. 56. ESCOREL, S. Vivendo de teimosos: moradores de rua da cidade do Rio de Janeiro. In: Idem. p. 139. Hoy, el gran desafío ético de la humanidad es conseguir romper ese ciclo de desemejanza; es poder reincluir a esos ciudadanos; es retirarlos del proceso de cosificación, del proceso de transformación en no-humanos, dentro de lo que se entiende modernamente como humanidad. INCLUSIÓN SOCIAL, RENTAS MÍNIMAS Y BOLSAESCOLA Inclusión Social En un rápido análisis de las teorías sobre el desafío de la inclusión social por medio del trabajo para los países ricos, se perciben las dificultades para encontrar respuestas a esa cuestión insertada en el mundo pos-década de 197020 . A título de ejemplo, tenemos el planteamiento anterior a los anos 70, que asociaba la erradicación de la pobreza a la elevación de los niveles generales de educación formal de los individuos, que les permitiría una mejor calificación para insertarse en el mundo laboral, generando mayor productividad, con ventajas para la rentabilidad del capital y para la masa salarial. Esas recomendaciones se materializaron de forma contundente en los llamados tigres asiáticos. Pero hay que considerar una nueva contradicción determinante en el mundo de la producción. Diversos estudios empíricos comprueban que desde 1970, el aumento en la curva de la productividad en los países del centro no se asocia en el mismo ritmo al aumento de los puestos de trabajo y al de la masa salarial. El nuevo fenómeno se establece como la reducción de la necesidad del trabajo humano para el aumento de la productividad, puesto que los cambios en el proceso de producción y la innovación tecnológica reducen 20 “En cuanto a la pobreza y a la miseria, en la década de 1980 muchos de los países más ricos y desarrollados se sorprendieron otra vez acostumbrándose a la visión diaria de mendigos en las calles, e incluso al espectáculo más chocante de desabrigados protegiéndose en vanos de puertas y cajas de cartón (...) En el Reino Unido (1989), 400 mil personas fueron oficialmente clasificadas como ‘sin techo’. ¿Quién, en la década de 1950, o inclusive a principios de la de 1970 habría esperado eso?” HOBSBAWM, E. Era dos extremos: o breve século XX, 1914-1991. São Paulo: Companhia das Letras, 1999. p. 396. 27 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza la necesidad de mano de obra intensiva. El proceso de innovación tecnológica constante y la comunicación en tiempo real han generado desempleo estructural. En la economía mundial occidental, dominada por la mercancía, las últimas décadas han sido configuradas por una situación paradójica: la participación cada vez menor del trabajo humano en la producción de bienes. “La historia de los veinte años posteriores a 1973 es la de un mundo que perdió sus referencias y resbaló hacia la inestabilidad y la crisis. Sin embargo, hasta la década de 1980 no estaba claro cómo los cimientos de la Era de Oro habían desmoronado irrecuperablemente. (...) El desempleo en Europa Occidental subió de una media de 1,5% en la década de 1960 a 4,2% en la de 1970. En el auge del boom a fines de la década de 1980, estaba en una media de 9,2% en la Comunidad Europea y en 1993 era de 11%”.21 La paradoja descrita arriba genera dificultades para las políticas estatales de combate a la pobreza. Eso ocurre porque el Estado está preso al dinero para financiar sus programas. Él tiene que obtener recursos en el mercado para hacerle frente a las demandas sociales. A lo largo del tiempo, lo que viene ocurriendo es el crecimiento del volumen de obligaciones asumidas por el Estado en una escala que la recaudación no empareja por medio de sus formas clásicas. Los analistas más radicales afirman que la dependencia de la forma dinero para ganarse la vida exacerba la paradoja de una sociedad preparada para producir grandes cantidades de riqueza, pero también generadora de pobres, desigualdad y exclusión social. En esa fase es importante una diferenciación analítica e histórica. Los países del llamado Primer Mundo generan sus pobres a partir de la contradicción descrita arriba: productividad y generación de puestos de trabajo. Por otro lado, en los países conocidos como periféricos, como Brasil, por ejemplo, parece haber un espacio significativo para el crecimiento económico con gran necesidad de mano de obra. Eso es particularmente visible en la necesidad de infraestructura que tienen tales países como en la construcción de puentes, carreteras, construcción civil y saneamiento básico; o sea, sectores clásicamente empleadores. 21 28 Idem. P. 395-396. Para los países del centro, la historia es diferente. Ellos experimentan exclusión social directamente asociada a la crisis del desempleo estructural, causada por las innovaciones tecnológicas. Ese hecho es el que genera las actuales desigualdades y la nueva exclusión social. Sin embargo, hay en esos países redes de protección social. Lo que se tiene claro es que los accesos a los servicios esenciales, tales como educación y salud, ya están garantizados, sea por el Estado, sea por formas mixtas entre el Estado y el mundo privado. No se debe olvidar que los mínimos necesarios para una vida considerada digna están asegurados en los países del centro. En términos concretos, para citar solamente un ejemplo, sus niños ya están en las escuelas y presentes en las aulas de forma asidua. En los países periféricos eso no sucede. Parte significativa de los niños no está en la escuela y muchos de ellos suelen abandonar las salas de aula, principalmente los niños de las familias más pobres entre las más pobres. Dicho de otro modo, se puede afirmar que la exclusión social y la desigualdad en los países más pobres tienen otras razones, incluyendo la del desempleo estructural. Esas razones se refieren a los accesos a las redes básicas de servicio y a los derechos civiles, sociales y políticos. El pobre europeo, mal o bien, no muere en colas de hospitales, ni vive en barrios sin saneamiento básico, ni carece de acceso a la educación de calidad. El excluido africano no tiene ninguna protección en términos de salud y educación, además de vivir en lugares sin estructura sanitaria ni seguridad pública. Hay mucho por hacer. Además, los países de la periferia tienen que crecer mucho en términos económicos, principalmente en los sectores clásicamente empleadores de mano de obra. Esos países todavía necesitan enormes cantidades de mano de obra calificada. La educación entra como estrategia de combate a la exclusión y a la pobreza. Por todo eso, se puede afirmar, con razonable certeza, que hay caminos abiertos para el crecimiento económico de los países periféricos, pero tal crecimiento se debe orientar hacia el combate a la pobreza, a las desigualdades sociales y a la exclusión social. Solo el crecimiento económico no corregirá tales desvíos. Es necesaria la intervención real por medio de políticas sociales. 29 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Renta Mínima Diversos estudiosos se entregaron a lo largo de los años a la investigación de formas de combatir las inequidades del desequilibrio de la distribución de las riquezas y la existencia de pobres en el mundo. Las diversas maneras de superar la pobreza y disminuir las desigualdades sociales pueden ejemplificarse con los programas de renta mínima. Son propuestas, en general, de transferencia de renta universal para los pobres. En su mayoría se constituyen como derecho subjetivo, condicional y subsidiario, si bien existen diferenciaciones importantes en los detalles de las mismas. De modo sintético, la garantía de renta mínima funciona como una especie de mecanismo de protección social a los más pobres. Basado en las ideas de Thomas Moore, en su libro Utopía (1516), la primera propuesta en esos términos, elaborada por Juan Luis Vivès para la ciudad de Bruges, data de 1526. Presentes en los escritos de Marx y Keines, a principios del siglo XX, en los textos de Bertrand Russel y, en la segunda mitad del mismo siglo, en las elaboraciones del Impuesto Negativo, de Milton y Rose Friedmam, de la Renta Mínima Universal, de Alain Minc y Keit Robert, y del Maximin, de Rawls, tales propuestas se diseminaron por todo el mundo. Las contribuciones socialistas a los programas de renta mínima fueron denominadas mecanismo de repartición de renta. Son ejemplos la Renta Social, de André Gorz, y el Segundo Cheque, de Guy Aznar. Otro conjunto de propuestas se refiere al objetivo de reinserción del trabajador en el mercado. El ejemplo más significativo es la Renta Mínima de Inserción, implementada en Francia.22 Dinamarca (1933), Gran-Bretaña (1948), Alemania (1961), Holanda (1963), Bélgica (1974), EUA (1975), Irlanda (1977), Luxemburgo (1986), Francia (1988), España (1988) y Portugal (1996) son algunos de los países donde se implantaron programas semejantes a las primeras elaboraciones. En 1989, la Unión Europea recomendó en su Carta Social la extensión de la renta mínima a todos sus países 22 30 SUPLICY, E. M. Renda de cidadania: a saída é pela porta. São Paulo: Cortez: Fundação Perseu Abramo, 2002. miembros. En 1996, un grupo de economistas crea la Red Europea de Renta Básica – BIEN, como foro para debatir las experiencias de esos tipos de programa.23 En Brasil, los primeros que proponen una renta mínima en la forma de un impuesto negativo fueron los economistas Antonio Maria Silveira, en 1975, y Edmar Bacha y Roberto Mangabeira Unger, en 1978. El 6 de diciembre de 1991, el Senado Federal aprobó un proyecto del economista y senador brasileño, Eduardo Suplicy, pero nunca se implementó. Solo el 3 de diciembre de 1996, la Cámara de los Diputados aprobó otro proyecto de renta mínima, diferente y menos osado que el del Senado Federal, elaborado por el diputado, Nelson Marchezan. Después de pasar por los trámites legislativos, el proyecto fue aprobado en noviembre de 1997 y sancionado por el Presidente de la República brasileña el 10 de diciembre del mismo año. Lejos de ser unanimidad, los proyectos de renta mínima sufren críticas intensas en el debate sobre el combate a la pobreza y a la desigualdad social. Entre ellas se pueden destacar tres. La primera se refiere a la incertidumbre con relación al criterio de incondicionalidad para el recibimiento de una renta de subsistencia, generando desvíos de foco en el combate a la pobreza. La segunda es el hecho de que algunas proyecciones indican que el programa desestabilizaría aún más el mundo del trabajo, generando más informalidad y la quiebra de las protecciones sociales. De esa forma, se substituiría el trabajo por el asistencialismo. La tercera se refiere a las profundas incertidumbres sobre la cuestión de una renta que sea complementaria o substitutiva. La focalización de los proyectos de renta mínima también se critica mucho en Brasil por tener como público-meta básicamente a la población pobre que vive en los nichos de miseria de las grandes ciudades, excluyéndose a los pobres de áreas muy pobres en el medio rural. En otros términos, si el programa no es universal, tropieza 23 PAUGAM, S. L’Éurope face à la pauvreté: les experiences nationales de revenu minimum. Paris: Ministère de l’Émploi et de la Solidarité. 1999. 31 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza claramente con las delimitaciones de lo que es ser pobre y donde se localizan los pobres en las complejas diferencias regionales, así como con las casi inevitables ocurrencias de injusticia. “No tiene sentido discriminar a pobres de áreas ricas de pobres de áreas pobres y solo atender a los primeros, aunque se deba exigir un mayor esfuerzo fiscal de las localidades donde hay mayor capacidad contributiva, implicando mayor participación de los gobiernos locales de áreas ricas en el financiamiento de un conjunto más amplio de políticas sociales”. 24 En América da Latina es usual la existencia de disfunciones en la focalización de las políticas sociales. Normalmente, los beneficiarios no son los más pobres entre los pobres. Para la corrección de esa inequidad, es recomendable que el programa de renta mínima se desarrolle a través de mecanismos e instrumentos poderosos para identificar correctamente donde están y quienes son los más pobres entre los pobres. Al mismo tiempo, se deberían concentrar los recursos entre estos últimos. Se puede afirmar con certeza que los problemas enfrentados por América Latina en el combate a la pobreza no se restringen al volumen de recursos aplicados para ese fin. Buena parte de los recursos se desperdicia en la mala focalización y en una estructura burocrática cara, sin mencionar la corrupción y el desvío de consignaciones de sus objetivos primordiales (Barros, 2000). Finalmente, es posible afirmar que los programas de garantía de renta mínima, aplicados de forma aislada, no actúan efectivamente para romper los ciclos generacionales de pobreza, puesto que no inciden directamente en las causas del fenómeno de la pobreza y de la desigualdad en los países pobres. Esas condiciones no representan solo una cuestión de renta. Por más alta que sea, ninguna renta distribuida a los más pobres podría garantizar el mínimo de bienes y accesos a servicios básicos de calidad necesarios, según los parámetros modernos, para salir de la condición de pobreza y de la exclusión social. 24 32 LAVINAS, L. Programa de garantia de renda mínima e ação coordenada de combate à pobreza. Brasília: IPEA, 1998. p. 14. Para convertirse en un poderoso instrumento de combate a la pobreza y a la desigualdad, la renta mínima debería estar asociada a otras políticas sociales. Una familia pobre que tenga una renta mínima, pero que viva en un barrio sin saneamiento básico, tenga hijos sin acceso a la enseñanza fundamental, no tenga salud adecuada, no participe de forma protagónica en la esfera de la política y esté sometida a la arbitrariedad de las acciones policiales, continua en un proceso de pobreza, desigualdad social e, incluso, de exclusión. “Para evitar que los beneficiarios de los programas de renta mínima vuelvan a su condición de pobreza anterior, son necesarias la articulación y la integración de otras acciones sociales que tengan como objetivo la conquista de autonomía”.25 En términos de estrategia de políticas sociales, que deben asociar el imperativo ético del combate a la pobreza a la percepción pragmática de las disfunciones sociales causadas con su generalización, es fundamental articular la atención inmediata a la política de renta mínima con otras dimensiones y parámetros capaces de interferir directamente y estructurar un futuro de garantía de oportunidades y de capitales sociales más perennes, tales como la educación. Eso se traduce en el combate a la pobreza a largo plazo e interfiere en los mecanismos de reproducción de esa pobreza. En términos colectivos, se podrían modificar grandes estructuras y, al propio tiempo, insertar nuevos sujetos en las esferas de los derechos fundamentales y en la esfera del consumo y de la producción. En otras palabras, hace falta asociar la renta mínima a los derechos a la educación, a la salud, a la seguridad y a la ciudadanía material y simbólica. “El crecimiento es una prioridad lógica. (...) en el caso de la situación brasileña y en el del mundo subdesarrollado en general, hacen falta más crecimiento, más riqueza y más empleos. Para eso son necesarias muchas cosas: inversiones, políticas económicas, investigación y desarrollo, entrenamiento adecuado. (...) El hecho de admitir que hay una prioridad lógica de crecimiento no significa que tengamos que esperar el crecimiento para comenzar a hacer la redistribución necesaria, inclusive 25 Idem, p. 18. 33 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza porque a medio y largo plazos, la redistribución tiene efectos sobre la eficiencia. (...) fija la población, evitando la super población de las regiones urbanas (...) tiene un efecto importante en la mejora de la salud (...) y la educación. Si los niños van a la escuela y están bien alimentados, esto tiene el impacto de fortalecer el crecimiento del país. A pesar de la prioridad lógica del crecimiento, hacer una redistribución inteligente es una gran contribución para el crecimiento.” 26 Para los países de la periferia, hacen falta estrategias que garanticen el avance de las personas individualmente y el desarrollo cualitativo de la producción y de las colectividades. La renta es solo una estrategia para la supervivencia. Es necesario mucho más. El mayor ejemplo de programa social en el sentido de articulación de asistencia social inmediata e inversión en el futuro es la Bolsa-Escola. Al mismo tiempo que les garantiza una beca a las familias excluidas, implementa la posibilidad de que los hijos de esas familias puedan estudiar y mejorar sus posibilidades de colocación en el mercado de trabajo futuro. También contribuye a que, en el porvenir, haya saltos cualitativos en la mano de obra, se generen mayor productividad y consumo y se produzca mayor desarrollo. Bolsa-Escola El programa Bolsa-Escola es superior a los programas de renta mínima porque integra, de forma estratégica, la complementación de renta al acceso universal a la educación al tiempo que combate el abandono escolar. Es decir, incide directamente en el combate a la pobreza y en la mejoría de los índices de escolaridad a la vez que interfiere directamente en los ciclos generacionales de pobreza. Es evidente que si se le asocia a otras políticas, se convierte en el mayor y más robusto programa de combate a la pobreza que se haya pensado y aplicado. Independientemente de todas las cuestiones estructurales del nuevo modo de producir de la humanidad occidental, Brasil, como ejemplo, es una nación sui generis, así como otros países que luchan para desarrollarse. Conviven en su interior personas de tiempos diferentes. Para el nordestino del semiárido, que vive en un ambiente inhóspito, donde la lucha contra 26 34 PARIJS, V. Entrevista para o Jornal Folha de São Paulo, 25 ago. 2002. la naturaleza por la supervivencia es todavía la tónica, se puede referir a los siglos XVIII o XIX. El paulista o el carioca que habitan en megalópolis están frente a las grandes contradicciones del mundo del siglo XX: violencia urbana, caos en el tráfico, en fin, problemas de urbanización. En el siglo XXI, se tienen modernos condominios urbanos con acceso a Internet, edificios inteligentes, robótica y sistemas sofisticados de seguridad, salud y educación privadas. Combatir esa compleja desigualdad es un desafío para el futuro, más aún si se consideran los accesos desiguales a los derechos fundamentales. Tradicionalmente, las políticas de combate a la pobreza en Brasil simplifican a los pobres y sus situaciones. El programa Bolsa-Escola rompe con esa tradición. No se localiza en el terreno de las políticas residuales y compensatorias. La originalidad impactante de la Bolsa-Escola es su fundamento educacional. En esa diferencia radica la dimensión innovadora del programa. En ese sentido, se da un primer paso hacia la consolidación de los derechos fundamentales de la sociedad moderna. Estar en la escuela significa, de forma inmediata, acceso a un derecho social de la educación y puede significar, a medio y largo plazo, avances en los derechos políticos y civiles. Tendrán que darse otros pasos hacia la mejoría de las escuelas y de la enseñanza para la potenciación de los efectos de la inserción de los niños pobres en la escuela a través del Programa Bolsa-Escola. Las Naciones Unidas han sugerido medidas efectivas para mejorar los sistemas educacionales y la propia calidad de la enseñanza. En resumen, se pueden citar algunas de esas medidas. Primero, es preciso desarrollar una educación con métodos y contenidos adaptados a las realidades sociales y culturales de cada país. Segundo, desarrollar servicios de educación básica accesibles a todos, con énfasis en los más pobres. Tercero, movilizar las modernas tecnologías de información y de comunicación para todos. Cuarto, sustituir estructuras educacionales costosas, rígidas y culturalmente enajenantes por sistemas de distribución más flexibles, diversificados y al alcance de todos.27 27 MATSUURA, K. Op. Cit. p. 23. 35 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza La asociación del programa Bolsa-Escola a esas medidas tendrá mayores posibilidades de impacto en el desarrollo sustentable y en el combate a la pobreza, la desigualdad y la exclusión para eliminarlas. El programa apunta hacia la autonomía, pues sus efectos incide en el combate a las causas de la pobreza. El objetivo es romper el ciclo retro alimentador de la miseria, donde pobreza y miseria acaban generando más pobreza y miseria. Los beneficiarios son niños de familias muy pobres, que abandonarían el sistema escolar sin la beca mensual, manteniendo la misma baja escolaridad de sus padres y, consecuentemente, ingresando en el mercado de trabajo futuro, en la mejor de las hipótesis, en las mismas condiciones que la mayoría de sus familias. La lógica es elevar el grado de escolaridad de los niños para aumentar e, incluso, equilibrar las oportunidades. La Bolsa-Escola consiste en transferir un recurso mensual para las familias excluidas con la contrapartida de que todos los hijos en edad escolar estén asistiendo a clases, por lo menos, 90% de los días lectivos. Los próximos capítulos de este libro serán dedicados a contar la historia de la idea de la Bolsa-Escola, al desarrollo del programa en varias partes del mundo, a sus impactos entre las familias excluidas, a los sistemas de control y seguimiento de sus efectos y a las potencialidades de sus formas de reproducción. 36 2. BREVE HISTORIA DE LA BOLSA-ESCOLA “En algunas áreas de Brasil el programa de la BolsaEscola deposita una beca mensual en una cuenta familiar. Dicha importancia se puede extraer sólo después que la niña o el niño haya concluido exitosamente cuatro años de escuela. (...) Estos son ejemplos que verdaderamente inspiran y yo podría dar muchísimos más ”. (Kofi Annan, abril, 2000).28 Concebida en 1987, en el Núcleo de Estudios de Brasil Contemporáneo de la Universidad de Brasilia29 (UnB), la Bolsa-Escola tiene una historia de éxito. En todos los lugares donde ha sido adoptado el programa está contribuyendo a que los niños pobres permanezcan en las aulas. Formulado hace 15 años e implementado por primera vez en Brasil hace siete, esta iniciativa representa también una intensa transformación en el modo y en la concepción de las políticas sociales llevadas a la práctica. Con la Bolsa-Escola, tanto la lógica del combate a la exclusión social como el entendimiento de la cuestión se transformaron radicalmente. El programa rompe con la tradición del paternalismo y del populismo en las políticas públicas. Articula de forma ingeniosa la renta directa para las familias excluidas y exige como contrapartida la permanencia de los hijos en la escuela. La Beca escuela supera inclusive a los programas basados en propuestas de renta mínima. El Núcleo de Estudios del Brasil Contemporáneo, creado en 1986 en la UnB, es un grupo de reflexión sobre asuntos de la realidad brasileña. 28 29 ANNAN, K. Building a Partnership for Girls’ Education. In: WORLD EDUCATION FORUM. Address. Dakar, 26 April, 2000. Dakar: UNESCO, 2000. WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 33-40. 37 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Funciona dentro del Centro de Estudios Avanzados Multidisciplinarios de la Universidad. Fue en ese núcleo donde se iniciaron los debates que redundarían en las formulaciones iniciales de la propuesta de Bolsa-Escola30 . En aquella época, intelectuales, profesores, alumnos y miembros externos a la institución se reunían, una vez por semana, con el objetivo de reflexionar sobre los grandes problemas nacionales y formular políticas para resolverlos. Era un esfuerzo para crear ideas factibles, asequibles y eficientes en la solución de los problemas brasileños. Desde el inicio de los trabajos, el Núcleo tomó la situación de la educación básica como problema más inmediato y pasó a debatir soluciones que permitiesen universalizar la escuela para todos los niños y jóvenes brasileños hasta el final de la enseñanza media y garantizarles la máxima calidad. Conviene indicar que los datos escolares de Brasil en los años de 1980, no eran muy animadores: la tasa media de matrícula en la enseñanza básica al final de la década era de aproximadamente 85%, y existían en el país 15% de niños analfabetos de 10 a 14 años. En una de las reuniones del Núcleo, a principios de 1987, Cristovam Buarque, su coordinador, exponía su preocupación con el acceso a la educación. Partiendo del presupuesto de que hay una fuerte correlación entre las altas tasas de evasión escolar y la pobreza de los niños que abandonan las escuelas, al profesor se le hizo la siguiente pregunta: “Si los niños no estudian porque las familias son pobres, por qué no pagarles a los padres para que los hijos no falten a las clases?”. Las reacciones a ese cuestionamiento fueron diversas. Los argumentos contrarios versaban sobre los siguientes aspectos: se presumía un alto costo para la ejecución de la propuesta; se dudaba de los impactos de un programa de ese tipo, así como de su desarrollo nacional; se argumentaba que ya sería una obligación de las familias enviar a sus hijos para la escuela; se temía el crecimiento de la natalidad; se suponía que una política en tales moldes produciría incentivos adversos al trabajo de los padres; se pensaba en la posibilidad de que las familias utilizaran el dinero para otros fines y no en la educación de los hijos, entre otras. 30 38 SUPLICY, E. M. Op. Cit. p. 125. Tras las intensas discusiones sobre esos argumentos, se llegó a algunas verificaciones que reforzaban la Bolsa-Escola como propuesta viable. Algunas de ellas: sería un programa que se pareciera al incentivo del postgrado (becas de estudios para maestros y doctores) practicado en Brasil hacía años; se estimó el costo en 1% del presupuesto de la Unión; se pensó en pagar por familia y no por niño, lo cual no incentivaría el aumento de la natalidad; entre las familias pobres la cuestión de enviar a los hijos a la escuela no es una cuestión moral o de mera obligación legal, a veces las familias muy pobres necesitan la renta obtenida en el trabajo infantil para sobrevivir; los miembros de las familias excluidas no trabajan, no por desinterés esencial al trabajo, sino porque no hay trabajo; en caso de que no tuviesen la Bolsa-Escola, estarían igualmente desempleados. Al realizarse el pago del beneficio directamente a las madres, se alcanzaría el objetivo de que los recursos se utilizaran con libertad, asegurando su mejor uso en función de toda la familia. La idea se fue consolidando poco a poco, seguida de otras que vinieron después y que fueron formuladas por el coordinador del Núcleo, en un documento mimeografiado de 1987, titulado “Una Agenda para Brasil – Cien medidas para cambiar Brasil”, que circuló entre los miembros. En 1990, ese documento se transformó en un libro mal encuadernado con el título de “La Revolución en las Prioridades – de la Modernidad-Técnica a la ModernidadÉtica”. En 1993, dicho documento se le entregó a una editora y fue lanzado como libro a principios de 1994. El libro “La Revolución en las Prioridades” propone soluciones para la reorientación del modelo de desarrollo brasileño. Su argumento central sugiere la opción por una “modernidad ética” y el abandono de la “modernidad técnica”. Ofrece 103 ideas de medidas para reformar Brasil, divididas en diez grandes prioridades que contemplan desde la “Educación” hasta la “Soberanía Nacional”. La primera de las prioridades, “Modernidad es una población educada y culta”, contaba con 33 medidas, entre ellas la Bolsa-Escola, que en el texto no estaba designada de esa forma. El nombre surgiría solamente en 1994. Lo que se proponía objetivamente era la creación de un sistema de atención a los niños en edad preescolar, la garantía de una beca para cada familia con hijos en la escuela pública y la implementación del Ahorro Escolar para alumnos de la red oficial de enseñanza. 39 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza En 1987, se esbozó la concepción general de la Bolsa-Escola como propuesta para combatir el trabajo infantil y garantizar la universalidad de la educación básica a todos los niños, por medio de la concesión de becas a las familias pobres, mediante la contrapartida de que los hijos en edad escolar frecuenten la escuela regularmente. Como se concibió la Bolsa-Escola en 1987 “La solución está en la garantía de becas oficiales que mantengan en la escuela a los niños más pobres de Brasil.El Gobierno tendrá que garantizar una renta mínima por familia pobre que tenga hijos en la escuela”. 31 ¿Qué es el Ahorro Escolar? “En una cultura que no da prioridad a la educación, no basta un salario para mantener a los alumnos más pobres en la escuela e incentivarlos a continuar los estudios hasta el final de la enseñanza media. Aunque el principal atractivo sea la calidad de la escuela, serán necesarios otros mecanismos, al menos por algunos años. Para eso, se establece una cuenta de ahorro en beneficio de cada alumno en la escuela pública, la mitad de lo disponible sería liberado al final del nivel primario y el resto para los que terminen el nivel secundario Anualmente, cada alumno recibiría un depósito de U$ 50 en la cuenta de ahorro que sólo sería liberado con la comprobación de la conclusión de los cursos. Al final de todo el curso, lo que llevaría once años, el alumno recibiría cerca de U$ 800, gracias a los intereses acumulados”. 32 Entre 1987 y 1994, la propuesta fue divulgada por medio de repetidas ediciones del libro “La Revolución en las Prioridades – De la Modernidad-Técnica a la Modernidad-Ética”. En el período de enero a septiembre de 1993, hubo debates con más de 5.000 personas en 22 grandes ciudades brasileñas. En enero de 1990, la propuesta fue incluida en el Gobierno Paralelo, creado por el entonces candidato a la Presidencia de la República Luís Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT). En 1992, el 31 32 BUARQUE, C. A revolução nas prioridades: da modernização técnica à modernização ética. Brasília: INESC, INED, 1987. (mimeografado). p. 37. BUARQUE, C. A revolução nas prioridades: da modernização técnica à modernização ética..São Paulo: Paz e Terra, 1994. p. 133. 40 proyecto volvió a ser presentado en una reunión de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB). La idea formaba parte del programa de gobierno del PT en las elecciones presidenciales de 1994. Un programa muy semejante a la Bolsa-Escola se implementó en 1989 en Venezuela con este nombre. Consistía exactamente en pagar una beca a familias pobres que tuviesen hijos matriculados en la escuela. De allá para acá, el programa ha sufrido modificaciones esenciales en su diseño estratégico inicial, inclusive añadiendo una cesta básica para las familias33 . En 1993, el economista brasileño José Márcio Camargo publicó un artículo en el periódico Folha de S. Paulo en el que proponía algo muy parecido a la Bolsa-Escola, conforme a la idea original. Camargo sugería modificar un proyecto de renta mínima, del Senador brasileño Eduardo Suplicy, con el sentido de “crear un programa que complementase la renta de todos los trabajadores, con la condición de que coloquen a sus hijos en escuelas públicas”.34 Dos años después de la publicación del artículo de José Márcio Camargo, el ayuntamiento de Campinas, en el interior del Estado de São Paulo, inició un proyecto de renta mínima que buscó atender familias con miembros adultos, niños y adolescentes en situación de riesgo y en la calle. Sin embargo, diferentemente de la Bolsa-Escola, que pretende asociar el recibimiento de una beca a la elevación de la escolaridad de los niños y adolescentes de familias pobres, la Renta Mínima funciona fundamentalmente como un programa de protección a la familia. La Bolsa-Escola, a su vez, actúa como política de acceso de todos a la enseñanza básica. El público meta al que se le da prioridad en el programa de Campinas es típicamente el de la asistencia social; por otro lado la BolsaEscola privilegia fundamentalmente al público escolar. Esa única diferencia marca una gran distancia estratégica entre los dos programas. El entonces Alcalde de Campinas, José Roberto Magalhães Teixeira, responsable de la implementación, enfatizó, en artículo publicado en la Folha de S. Paulo, el objetivo de la renta mínima. 33 34 SUPLICY, E. M. Op. Cit. CAMARGO, J. M. Os miseráveis. Folha de São Paulo, 23 mar. 1993. 41 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza “Es rescatar la dignidad de la persona, garantizar su subsistencia, darle los primeros instrumentos para erguirla a través del trabajo y de la generación de su propia renta y asegurarle la cohesión familiar, y la posibilidad de darle atención a los niños, sacándolos de la mendicidad”. 35 Por tanto, el enfoque principal de la Renta Mínima no era la Educación de los niños y adolescentes. No tenía como objetivo estratégico devolverles el derecho a los niños pobres de frecuentar las aulas – diferencia esencial cuando se compara la Bolsa-Escola con la Renta Mínima. El Instituto de Estudios Especiales de la Pontifícia Universidad Católica de São Paulo, con apoyo de la UNICEF, realizó en 1997 un estudio de evaluación de la renta mínima de Campinas y llegó a la conclusión de que el programa: “(...) tiene su locus en la política de asistencia social, se trata de un programa volcado principalmente, a la protección social. Busca garantizar mínimos sociales a través de complementación de renta que les permita a las familias la superación de un nivel de pobreza extrema que las aprisiona en condiciones de exclusión de beneficios y servicios más elementales”.36 Con todas esas discusiones y la implementación de programas semejantes, las condiciones teóricas se estaban dando para que se perfeccionase la propuesta de la Bolsa-Escola. Se idealizó que el pago del beneficio a las familias pobres sería llevado a cabo bajo dos condiciones: tener a todos los niños en edad escolar en la enseñanza oficial y que ninguno de ellos faltara a más de dos días de clase durante el mes. A pesar de su intensa divulgación, en ese momento faltaban las condiciones políticas para que la Beca se transformase en un programa gubernamental en Brasil. Esas condiciones sólo vinieron cuando Cristovam Buarque, ex rector de la Universidad de Brasilia, asumió el cargo de gobernador del DF en 1994. 35 36 42 TEIXEIRA, J. R. M. Uma alternativa se abre. Folha de São Paulo, 12 ago. 1995. CARVALHO, M. C. B. de; BLANES, D. N. Caminhos para o enfrentamento da pobreza: o Programa de Renda Mínima de Campinas. São Paulo: IEE/PUC-SP, UNICEF, 1997. p. 27. Cristovam Buarque puso en práctica el programa en 1995 y lo expandió en sus cuatro años de gestión.37 A finales de 1998, eran 25.680 familias y 50.673 niños beneficiados. El costo total de ejecución de la política no ultrapasó 1% del total del presupuesto anual del Distrito Federal. Durante su implementación, el Programa obtuvo adhesiones y atrajo la atención de la prensa nacional e internacional. En noviembre de 1995, fue objeto de un reportaje de portada de la revista Time. En 1996, recibió el premio Niño y Paz, de UNICEF. Por otro lado, importantes periódicos relataron innumerables veces programas similares en Brasil y el exterior, al tiempo que se elaboraron y publicaron diversas tesis académicas. La adopción de la Bolsa-Escola en México, dentro del programa mayor llamado Progresa, generó artículos en la prensa internacional, inclusive del Premio Novel de economía Gary Becker, publicado en la revista Business Week en 199738 . De noviembre de 1997 a febrero de 1998, la Bolsa-Escola del Distrito Federal fue objeto de evaluación. La UNESCO reunió técnicos para medir los resultados e impactos del Programa entre las familias atendidas. Ese trabajo contribuyó a fortalecer los argumentos en favor de la Bolsa-Escola, demostrando que se le debería reconocer en otras ciudades y países. En términos generales, se verificó que el programa “articula, en un movimiento único, tanto el combate a la pobreza como la mejoría de las condiciones educacionales de la población, contribuyendo a corregir las desigualdades en torno del acceso, la permanencia y el éxito de los niños en la escuela básica.39 Además de los resultados e impactos positivos apuntados por la evaluación, las muchas repercusiones y premios de la Bolsa-Escola de Brasilia hicieron que poco a poco fuera expandiéndose hacia diversos municipios de Ayuntamientos gobernados por partidos políticos de los más diferentes matices ideológicos. En 1997, inspirado en la misma idea, el Gobierno Federal también creó el Programa de Erradicación del Trabajo Infantil (PETI). 37 38 39 En el Capítulo 03 se podrá encontrar la descripción de la implantación y evolución del Programa Bolsa-Escola en el Distrito Federal. IS THERE ANY WAY TO STOP CHILD LABOR ABUSES? Business Week, n. 3526, 12 may 1997. p. 22. WERTHEIN, J. R.; KAYAYAN. Prólogo. In: WAISELFISZ, J. (Coord.). Bolsa-escola: melhoria educacional e redução da pobreza. Brasília: UNESCO, 1998. p. 14. 43 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza El PETI se volvió un instrumento importante en el combate al trabajo infantil precoz en las carboneras, las zonas de corte de caña, de recolección de sisal y otras actividades que comprometen el desarrollo físico-social de los niños. Con beca paga mensualmente a las familias, los niños que estaban envueltos en el trabajo penoso y de alto riesgo volvieron a frecuentar la escuela. En 1998, el Ministerio de Educación brasileño lanzó un programa de Bolsa-Escola, denominado Programa de Garantía de Renta Mínima, evidenciando geográficamente que: los municipios con renta y recaudación tributaria per cápita inferior a la media de su Estado podrían integrar una sociedad con el Gobierno Federal, que financiaría la mitad de los costos del Programa, nuevamente vinculando el recibimiento del beneficio a la asistencia obligatoria a la escuela. En diciembre de 1999, según fuentes ministeriales, 504.000 familias en 1/5 de los municipios brasileños (la mayoría situada en áreas rurales) recibían un beneficio mensual. Más de un millón de niños estarían participando del programa. A finales de 2001, la Bolsa-Escola Federal ya estaba presente en 5.470 municipios, beneficiando a 8,2 millones de niños y 4,8 millones de familias. Entre 1995 y 1999, varios Estados de la Federación introdujeron la Bolsa-Escola: en Amapá, Mato Grosso do Sul, Alagoas, Minas Gerais, Rio de Janeiro, Goiás y Acre. En cada una de esas unidades federativas, el programa adquirió características propias y algunas diferencias del programa original, inclusive nombres específicos pero todos preservaban el eje central de la Bolsa-Escola: acceso a la educación básica y combate a la evasión escolar como estrategias de desarrollo. La idea de la Bolsa-Escola estaba diseminada en todo el país y diversas ciudades y Estados tenían programas similares. No obstante, el programa todavía no estaba consolidado nacionalmente. Para luchar por eso, fue creada una institución no-gubernamental: la Misión Niños, presidida por Cristovam Buarque. El objetivo era no dejar morir una experiencia de éxito en el Distrito Federal. Como organización de la sociedad civil, La Misión Niños inició un proceso de divulgación y cooperación técnica con Municipios, Estados brasileños y otros países en la elaboración de programas de combate a la exclusión. Con la Bolsa-Escola como locomotora, también implementó un proyecto piloto, denominado Bolsa-Escola Ciudadana, cuyo diseño prevé 44 la concesión del beneficio con recursos recaudados por medio de donaciones de empresas privadas, donadores individuales e instituciones internacionales, además de los trabajos realizados por la organización. La estrategia de la Misión era involucrar la sociedad en la responsabilidad del combate a la exclusión social por medio de la Educación. Atendiendo a una invitación de UNICEF y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Misión Niños contribuyó con su know-how en la implementación de la Bolsa-Escola en Ecuador, en 1999, y hoy el país ya atiende a más de 40 mil familias que se benefician del programa. En 2002, el nuevo Gobierno boliviano, decidido a universalizar la enseñanza en el país, solicitó la cooperación técnica de la Misión Niños en la implementación de la Bolsa-Escola y su puesta en operación está prevista para enero de 2003. También como parte de un proceso de cooperación técnica, la institución fue indicada por el Gobierno brasileño para colaborar en la implementación de la Bolsa-Escola en países africanos como São Tomé y Príncipe y Mozambique; así como en El Salvador y Guatemala, en la América Central. Conviene resaltar que todos esos proyectos cuentan con la sociedad de la UNESCO y de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), del Ministerio de Relaciones Exteriores. Lo que permitiría transformar una idea nacida en Brasilia en el mayor programa social de todo el mundo fue el lanzamiento del programa BolsaEscola Federal por el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso en abril de 2001. Desde su lanzamiento, el programa Bolsa-Escola Federal se expandió por todo el País. Una etapa fundamental de la historia de la Bolsa-Escola estaba cumplida. Casi 5.500 municipios de Brasil ya podían contar con los recursos para que familias pobres recibiesen auxilio financiero siempre que mantuviesen a sus hijos en la escuela. Más de cuatro millones de familias se benefician y más de ocho millones de niños asisten asiduamente a las aulas, a pesar de algunos problemas de diseño e implementación.40 La Bolsa-Escola está siendo ampliamente difundida. Uno de los momentos ejemplares de esa realidad tuvo lugar en abril de 2000, cuando 40 Una descripción del Programa Bolsa-Escola Federal podrá ser vista e el Capítulo 3 de este libro. 45 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en la apertura del Forum Educación para Todos, en Dakar, Senegal, afirmó que la BolsaEscola era uno de los cuatro programas que debían reproducirse en otras partes del mundo.41 La Declaración de la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobiernos Ibero-americanos realizada en Panamá, en diciembre de 2000, incluyó la Bolsa-Escola entre los instrumentos de lucha por la universalización de la escuela donde quiera que haya graves déficit educacionales. En mayo de 2001, la propuesta de la Bolsa-Escola fue presentada bajo el nombre de MISA – Minimum Income School Attendance, en la Conferencia de Bruselas, de la UNCTAD y OIT, como importante instrumento para aliviar la pobreza en los países más pobres y endeudados del mundo. En reciente conferencia en Londres, en 2002, y en un artículo del periódico The Guardian, del día 26 de enero del mismo año, el ex-presidente norteamericano Bill Clinton recomendó el programa Bolsa-Escola como instrumento decisivo en la lucha contra la pobreza y, por consiguiente, también en la lucha contra el terrorismo. “En comparación con el costo de luchar contra una nueva generación de terroristas, colocar 100 millones de niños en la escuela en todo el mundo es una propuesta nada cara y que puede realizarse. En Brasil, por ejemplo, 97% de los niños van a la escuela porque el gobierno paga mensualmente a las madres que están en el nivel inferior de las familias más pobres??? si sus hijos asisten a clases. La guerra afgana le cuesta a los Estados Unidos cerca de mil millones de dólares al mes. Con 12 mil millones de dólares al año, los Estados Unidos podrían dar más que su contribución justa al programa que he mencionado.” 42 La Bolsa-Escola abarca su madurez en términos de divulgación y seducción de los gobernantes para implementarla. Agrada tanto a líderes gubernamentales como a representantes del mercado y del pensamiento empresarial. El inversionista George Soros, en el Encuentro de Jefes de 41 42 46 ANNAN, K. Op. Cit. THE GUARDIAN. Londres: 26 jan. 2002. Estado en Monterrey, en México, defendió la Bolsa-Escola diciendo que si pudiese recomendarla, concentraría en ese programa los recursos necesarios para reducir el cuadro de pobreza en el mundo. En este sentido, George Soros, en su reciente libro “On Globalization”, propone que parte de los recursos del SDR??? de los países más ricos del mundo se apliquen en la implementación de la Bolsa-Escola en los países más pobres. “Tomemos como ejemplo el trabajo infantil. En lugar de introducir una ley en la OIT para prohibir el trabajo infantil, debemos suministrar los recursos para la educación primaria universal. Así, podríamos exigir que los receptores de esa ayuda eliminaran el trabajo infantil como condición para recibir dicho auxilio. En Brasil funciona un exitoso programa piloto denominado Bolsa-Escola que paga un subsidio a familias pobres si sus hijos asisten regularmente a clases. Se ha propuesto un proyecto adicional que abriría una cuenta de ahorros como recompensa para las niñas que hayan cursado ocho años de estudios. Este es el tipo de proyecto que podría implementarse a gran escala con ayuda internacional. Su planteamiento derribaría cualquier obstáculo relativo a la soberanía de los Estados, puesto que la aceptación del auxilio sería voluntaria (...) Otro importante elemento serían los estipendios para fines educacionales dentro de los parámetros desarrollados por la Bolsa-Escola, el programa brasileño que otorga subsidios a las familias más pobres con la condición de que sus hijos asistan a clases regularmente. Grandes segmentos de la población podrían salir de la pobreza a través de la combinación de estipendios educacionales, asistencia médica y pequeños préstamos.”43 En la reunión de la Gobernación Progresista, en Estocolmo, entre los días 22 y 23 de febrero de 2002, el Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, presentó la idea de la Bolsa-Escola para los otros 12 Presidentes. Sugirió la adopción de ese programa para África. Al mes siguiente, en la Asamblea Anual del BID, en Fortaleza, Capital del Estado de Ceará, en Brasil, él volvió a presentar la propuesta para los países latinoamericanos y del Caribe. 43 SOROS, G. George Soros on globalizacion. New York: Public Affairs, 2002. p. 37, 84. 47 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza “Existe la posibilidad de que el Programa Bolsa-Escola se lleve a diferentes partes del mundo, especialmente a países afectados por el trabajo infantil. Una especie de Plan Marshall’ de alcance social global, esta iniciativa podría eliminar el trabajo infantil, fortalecer la educación entre los pobres, así como garantizarles renta y otros beneficios indirectos a esas familias. La expansión de ese programa no sería difícil, si se dieran nuevos pasos con la participación de liderazgos mundiales tanto del sector público como del sector privado. Una Bolsa-Escola de alcance global no está fuera de las posibilidades generadas por la riqueza mundial”. 44 Hoy se puede estimar en cerca de 20 millones el número de niños que ya están siendo o que serán atendidos por programas inspirados en la Bolsa-Escola. En esa cuenta están incluidos los 10,7 millones previstas por el programa del Gobierno Federal Brasileño, los cinco millones que ya reciben el beneficio en México y los dos millones previstos para ampliación en ese país, además de cerca de tres millones de niños y jóvenes beneficiados por programas variados en otros países, como Ecuador y Argentina, además de programas especiales de gobiernos municipales y de entidades no gubernamentales. La idea adquirió inmensa fuerza. La ampliación y la propagación del Programa Bolsa-Escola se convirtieron en un ejemplo a seguir durante años. Todo el trabajo de difusión de esta idea como una forma genuinamente brasileña de combate a la exclusión social tuvo éxito, conquistando amplia aceptación internacional. Lo que importa ahora es llevar adelante la idea de que el Programa se extienda a todos los países donde esté presente el trabajo infantil y los niños fuera de la escuela, como fue sugerido por Cristovam Buarque al Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan. “Vine para sugerirle a V. Excia. continuar aquel discurso asumiendo el liderazgo de un movimiento para pensar la conveniencia y la viabilidad de la ampliación de programas del tipo Bolsa-Escola en los países donde exista trabajo infantil, iniciándose por países del grupo HIPC. Con esta finalidad se deben usar recursos de 44 48 CARDOSO, F. H. Bolsa-escola: programa de educação e redução da pobreza para países em desenvolvimento. In: REUNIÃO DE CÚPULA DE ESTOCOLMO SOBRE GOVERNANÇA PROGRESSISTA. Documento. Estocolomo, 22-23 fev. 2002. instituciones internacionales, como el Banco Mundial y demás bancos de desarrollo, de gobiernos y contribuciones personales de personalidades internacionales. Creo que la participación de las Naciones Unidas, llevando adelante evaluaciones más cuidadosas, especialmente de costo / beneficio, y, posteriormente, la defensa del programa en el ámbito internacional, puede traer la esperanza de un programa concreto para el mundo, que al mismo tiempo en que asegura escolaridad para los niños más pobres del mundo, crea un mecanismo de renta capaz de auxiliar a las familias, sin necesidad de usar el trabajo infantil o de vivir de la asistencia social”45 . 45 Carta de Cristovam Buarque al Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, 31 de octubre de 2001. 49 3. LA BOLSA-ESCOLA CRUZA FRONTERAS "(...) En Brasil, por ejemplo, 97% de los niños van a la escuela porque el gobierno paga mensualmente a las madres que están en el nivel inferior de las familias más pobres ??? si sus hijos asisten a clases. La guerra afgana le cuesta a los Estados Unidos cerca de mil millones de dólares al mes. Con 12 mil millones de dólares al año, los Estados Unidos podrían dar más que su contribución justa al programa que he mencionado." (Bill Clinton, 2002). INTRODUCCIÓN En este capítulo se relatan programas de Bolsa-Escola implementados en Brasil en tres niveles político-administrativos: federal, estadual y municipal. También forma parte del capítulo, la descripción de programas en países latinoamericanos. Es importante resaltar que los ejemplos que aquí se ofrecen no recogen todas las experiencias de programas de Bolsa-Escola. Son experiencias escogidas con el objetivo de mostrar la diversidad de aplicación del proyecto, así como su funcionamiento en diferentes niveles de organización política y administrativa, de culturas y de situación económica y educacional. En el Distrito Federal (DF), Capital de Brasil, se beneficiaron cerca de 50 mil niños de más de 25 mil familias en 1995. Fue una experiencia pionera que ayudó a la expansión del Programa a varios municipios y Estados brasileños, además de algunos países que partieron de la misma para implementar sus respectivos programas. En 1997 se implementó la Bolsa-Escola en el municipio de Recife, capital del Estado de Pernambuco, una de las grandes ciudades del 51 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Nordeste brasileño. Son por tanto, cinco años de experiencia. Hoy el programa beneficia a cerca de 7.600 familias, que suman un total aproximado de 19.000 niños de 6 a 16 años. El tercer ejemplo es el del Gobierno Federal, iniciado en 2001. El Programa abarca a más de cinco mil municipios brasileños, beneficiando a cerca de seis millones de familias y a más de diez millones de niños de 6 a 15 años. El programa de México es el cuarto objetivo de este capítulo. Constituye una experiencia nacional pionera implantada también en 1997, con el nombre original Progresa y posteriormente de Oportunidades (2001), para atender a un total de cuatro millones de familias, y abarcar a cerca de 21 millones de personas, incluyendo a los individuos y a niños de esas familias. En el quinto programa descrito se encuentra Ecuador, cuya BolsaEscola se inició en el año 2000 y hoy atiende a más de 40.000 familias, beneficia a más de 70.000 niños. En 2002, el programa ecuatoriano se expandió a otras 18.000 familias y a cerca de 34.000 niños, lo que significó un incremento de 43,19%. El sexto programa que se tomó como ejemplo fue La Bolsa-Escola de Buenos Aires, creada por decreto del Alcalde de esa ciudad el 6 de junio de 2001 e implementado en carácter piloto y con el nombre de Beca Estudiantil, para atender a los alumnos de las escuelas de nivel medio de la capital Argentina. BRASIL El Distrito Federal La idea de la Bolsa-Escola comenzó a tomar cuerpo y a tener posibilidades de una efectiva puesta en práctica durante la campaña electoral para el gobierno del Distrito Federal en marzo de 1994. En esa ocasión resultó electo gobernador el Sr.Cristovam Buarque y a partir de ese momento se iniciaron los trabajos para implementar el programa. El Distrito Federal tiene cerca de dos millones de habitantes distribuidos en 19 ciudades. Brasilia y las llamadas ciudades satélites constituyen un gran centro urbano que tiene como característica fundamental la desigualdad económica. A pesar de ser el Estado brasileño con mayor renta per cápita del 52 país, tiene ciudades muy pobres con gravísimos problemas, entre los que se encuentran el desempleo y la violencia. Para que se tenga una idea clara de esta situación, basta citar que en algunas ciudades satélites la mayoría de las familias vive con una renta bruta media mensual inferior a tres salarios mínimos (cerca de 54 dólares según el cambio referente al mes de octubre de 2002) y las más ricas, con una renta bruta mensual superior a 35 salarios mínimos (1892 dólares por el mismo cambio). En el Lago Sul, que es la región administrativa más rica del Distrito Federal, la renta bruta mensual familiar es 14,3 veces mayor que en Paranoá, la ciudad más pobre. Fue justamente en Paranoá donde se inició el Programa Bolsa-Escola del DF, en enero de 1995 después de las elecciones. Como la focalización del Programa exigía que se atendiesen a las familias más pobres de la Capital, se desarrolló un sistema de puntuación socioeconómico que daba prioridad a las más necesitadas entre todas las solicitantes. La puntuación socioeconómica era mayor a medida que la renta fuera menor y la situación económica peor. Como componente de análisis de la situación, se tuvo en cuenta el hecho de que la familia fuera monoparental, tuviera mayor número de hijos y pocos bienes, enfrentara enfermedades crónicas entre sus miembros y condiciones difíciles en los hogares, entre otros factores. El beneficio se le pagaría mensualmente en dinero a las madres, por medio de una tarjeta bancaria magnética. Todos los criterios adoptados por el Programa tenían el propósito de evitar que el beneficio se transformara en moneda política. La impersonalidad en la selección de las familias constituyó un punto fundamental para impedir que el control de la distribución de la beca se individualizara o que fuera controlado por agentes externos al programa. La participación de la comunidad por medio de la Comisión Ejecutiva Local del Programa fue lo que garantizó la transparencia. Los problemas relativos a la Bolsa-Escola podían resolverse directamente entre las madres y la Comisión Ejecutiva, responsable del funcionamiento del Programa. Al cumplir los requisitos y al contabilizar los mayores índices de pobreza, todos los solicitantes tenían derecho al beneficio dentro del monto de recursos previamente destinados a la Beca. No era posible garantizarle la Bolsa-Escola a todos los alumnos de las escuelas públicas de Brasilia debido a la escasez de recursos. De 53 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza ahí que el beneficio se limitara a las familias más pobres, o sea, las que ganaban como máximo medio salario mínimo per cápita (cerca de US$ 50,00 en la época). El valor de la Bolsa-Escola se fijó en un salario mínimo mensual (en aquella época de R$ 131, 00, equivalentes a US$ 131, 00) para la familia, cualquiera que fuese el número de hijos y se le pagaba siempre y exclusivamente a la madre. Los idealizadores y principales ejecutores de la Bolsa-Escola en el DF la consideraban una inversión. La frase de efecto era: en el futuro, los hijos de los actuales becarios no necesitarán la beca. Sería una inversión tan importante como las becas de estudio para universitarios y para que los profesores perfeccionaran sus conocimientos. Por tanto, quisieron inaugurar un instrumento de combate a la tasa de alumnos repetidores y a la evasión escolar y de aumento progresivo de la escolaridad de los más pobres, evitando la exclusión social y rompiendo el ciclo generacional de la pobreza. Para que el Programa fuera administrativamente viable, se montó un verdadero sistema. Las escuelas hacían el control de la asistencia y lo informaban a la Secretaría de Educación, que lo transmitía a la Secretaría de Hacienda, responsable de administrar los recursos y de transferir el valor mensual necesario para una cuenta bancaria individual a nombre de las madres. Al completar el diseño administrativo del Programa, se tuvieron en cuenta diversos aspectos: • Criterios detallados para la inscripción de los candidatos al beneficio; • La forma de divulgar el programa entre las familias interesadas; • Criterios para seleccionar a las familias con derecho al beneficio; • Los modos y procedimientos para fiscalizar la asistencia de los niños a clases; • El recibimiento de esas informaciones en la coordinación del Programa; • Los procedimientos para permitir el pago mensual a las familias; • La evaluación y el monitoreo sistemático y periódico del Programa. 54 Con el tiempo, la idea se transformó en un proyecto concreto y modelar, incluyendo procedimientos y procesos uniformes. La Secretaría de Educación del Gobierno del Distrito Federal publicó los documentos necesarios que orientaron el programa Bolsa-Escola. La idea estaba lista para su ejecución. Los criterios para la inscripción en el Programa Bolsa-Escola eran: tener matriculados en la escuela pública a todos los hijos de 7 a 14 años de edad cumplidos; haber residido en el DF durante cinco años consecutivos; tener una renta familiar mensual inferior a la media máxima de la mitad de un salario mínimo por persona; comprobar su inscripción en los programas de empleo y renta de la Secretaría del Trabajo del DF en caso de estar desempleado o ser trabajador autónomo. El criterio de residencia mínima de 5 años en el DF se incluyó a partir de verificar la necesidad de tener algún mecanismo para evitar la migración en masa. Durante mucho tiempo Brasilia fue símbolo de la modernidad en Brasil; vivió casi exclusivamente del sector público y de la construcción civil y exhibió sus potencialidades de crecimiento a ritmo acelerado, tanto económica como demográficamente. En la última década, la Capital se convirtió en un centro urbano con graves problemas sociales y económicos y, sobre todo, en un Estado de gran desigualdad social y de renta. Después del término de la construcción de la Capital, el número de inmigrantes pobres aumentaba cada día. Se construyeron más ciudades – que no eran más que precarios aglomerados habitacionales denominados asentamientos. Hoy, el proceso de exclusión espacial se consolidó con el aumento de la población. Frente al cuadro de crecimiento demográfico, cualquier política social responsable debe contar con criterios que no incentiven aún más el flujo migratorio. Ese fue el caso de la Bolsa-Escola. Para inscribirse las familias necesitaban rellenar el formulario de registro y presentar los siguientes documentos: La tarjeta de desarrollo del niño de 0 a 6 años, emitido por la Fundación Hospitalaria del DF; la tarjeta de vacunación, emitida por los puestos de salud de esa misma institución; el certificado de nacimiento del hijo nacido en el DF con edad mínima de 5 años; el expediente escolar de los hijos; otros documentos para comprobar el tiempo de residencia en el Distrito Federal, además de la dirección residencial actualizada. 55 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Se les daba prioridad en la selección a las para familias que tuvieran: • Niños y adolescentes bajo protección especial; • Adolescentes cumpliendo medidas socioeducativas; • Dependientes ancianos o personas portadoras de deficiencia incapaces de garantizar el propio sustento; • Niños desnutridos bajo la asistencia de la Red Pública de Salud; • Mayor número de dependientes; • Domicilio en regiones administrativas identificadas como más necesitadas desde el punto de vista educacional, social y de infraestructura urbana. El organigrama de funcionamiento de la Bolsa-Escola46 estaba estructurado por una Comisión Ejecutiva compuesta por las Secretarías de Educación, Desarrollo Social, del Trabajo, de la Agricultura / EMATER, la Fundación Educacional, por el Consejo de los Derechos de los Niños y del Adolescente y por el Movimiento de los niños de la calle, además de una Secretaría Ejecutiva compuesta por las Secretarías de Educación, de Desarrollo Social, del Trabajo y por la Fundación Educacional. Contaba también con una Comisión Local, que tenía como integrantes la División Regional de Enseñanza, el Centro de Desarrollo Social y una entidad popular designada por la comunidad. El decreto de creación del programa Bolsa-Escola se firmó el 11 de enero de 1995 y fue publicado en el Diario Oficial con el número 16.270 y reglamentado en la resolución número 16 el 9 de febrero de 1995. La primera madre que recibió la beca fue Selma Ferreira Rodrigues, de la ciudad de Paranoá, región administrativa del DF. De enero a abril de 1995, se realizaron todas las acciones necesarias para la implementación y ejecución del proyecto piloto. Al iniciar el año lectivo, el Gobierno del Distrito Federal pagó mensualmente, en dinero, un salario mínimo a las familias seleccionadas. La coordinadora técnica de la Bolsa-Escola, Marisa Pacheco, relata el primer momento de implementación del programa: 46 56 GOVERNO DO DISTRITO FEDERAL. Manual de execução dos programas bolsa-escola e poupançaescola. Brasília: GDF, 1995. “En Paranoá hicimos una gran reunión con todos los representantes de la escuela y de la comunidad; les explicamos qué era el programa, lo que pensábamos y lo que teníamos previsto y cómo sería la participación y la selección. Entrenamos a las personas que trabajarían con nosotros y creamos un manual de instrucción. Todo se discutía dentro de la Comisión Ejecutiva. Hacíamos reuniones, traíamos el manual, el material se revisaba y discutía. Comenzamos usando la escuela como base de todo, de las inscripciones y de la divulgación del Programa. Trabajamos junto con la red de enseñanza y fue con ella que construimos eso porque fuimos con algo listo, pero que se discutía siempre”. 47 Concluida la parte normativa y con los resultados de la experiencia piloto, que permitieron una visión sistemática del programa, el equipo de coordinación pudo decidir con seguridad la expansión del mismo hacia otras ciudades del Distrito Federal, como se puede ver en el siguiente cuadro: Atención Final del Programa por Regiones Administrativas (RA) y Año de inclusión Gobierno del Distrito Federal / Secretaría de Educación – Secretaría de Hacienda / SIAFEM Como se puede observar, a finales de 1998 se beneficiaron 25.680 familias y 50.673 niños. Se superó la meta en 5.680 (25%). Asimismo, la beca costó menos del 1% del total del presupuesto anual del DF. Por esa 47 WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 41. 57 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza época, el Programa atendía a todas las regiones administrativas identificadas como más pobres desde el punto de vista educacional, social y de infraestructura urbana. Fue en Brasilia donde el Programa se inició y también donde se realizó la primera avaluación técnica de impactos en las familias beneficiadas con la Bolsa-Escola48. Los impactos en las familias pobres de la Capital del país fueron fuertes en el combate a la tasa de alumnos repetidores, a la evasión escolar y a la exclusión social y en el impulso a la universalización de la matrícula. Además, ese fue el programa modelo para otros municipios, Estados y países. El Municipio de Recife Recife es la capital del Estado de Pernambuco y una de las mayores ciudades del Nordeste brasileño. Tiene cerca de 1,4 millones de habitantes y el 50% de ellos está distribuido en 600 favelas. De un contingente de casi 370 mil familias, cerca de 100 mil tienen una renta per cápita mensual inferior a R$ 60,00 o US$ 16,00 – lo que representa casi el 30% del número total de familias. El Programa Bolsa-Escola se inserta en esa realidad a partir del ejemplo de Brasilia, que combatía la pobreza y la exclusión social por medio de la educación. El programa data del 23 de mayo de 1997. El órgano gestor estaba compuesto por la Secretaría de Educación del Municipio, por intermedio de la Secretaría Ejecutiva creada para ese fin y compuesta por representantes de las Secretarías de Educación, Salud, Finanzas, Políticas Sociales y la Coordinación de la Niñez y el Adolescente, además de las comisiones locales en cada región administrativa de la ciudad. Era una organización administrativa muy parecida a la que se utilizó en el DF. Al inicio del Programa, el público meta estaba constituido por familias con una renta per cápita mensual inferior a 1/3 del salario mínimo (40 reales – 24 US$ en la época) con niños en edades de 7 a 14 años y con cinco años de residencia mínima en el municipio. Ese último criterio servía para evitar la migración de personas de las ciudades localizadas en los alrededores de Recife. 48 58 Idem. La edad para obtener la beca se modificó y pasó a ser de 6 a 15 años a partir del año 2000. Adicionalmente, se utilizaron otros criterios como índices de preferencia en la selección: • Familias con niños: a) Trabajando. b) Desnutridos. c) Bajo la asistencia de la red pública de salud. d) Bajo medida de protección social. • Familias con: a) Adolescentes cumpliendo medidas socioeducativas. b) Mayor número de dependientes ancianos o portadores de deficiencia incapaces de garantizar su propio sustento. c) Mujeres o abuelos como jefes de domicilio. El primer desafío que enfrentó el equipo administrador del Programa fue desarrollar un modelo de atención institucional que abarcara la ciudad como un todo para enfocarlo hacia las familias más pobres entre las pobres. Fue necesario crear indicadores capaces de administrar el proceso de selección de las familias. La realización de un análisis de la ciudad a partir de la elaboración de un mapeo georeferenciado permitió demostrar que las familias con renta per cápita inferior a la mitad del salario mínimo estaban localizadas en regiones de alto contraste social. El estudio del perfil de esas familias permitió caracterizar las condiciones de la composición familiar, de la renta, de la vivienda y de los bienes de consumo; la existencia de saneamiento básico, la escolaridad de los individuos, la necesidad de protección social y la condición escolar de los alumnos y sus respectivos datos personales (edad, color, sexo, grado). Siguiendo el mismo modelo de Brasilia, la Bolsa-Escola de Recife siempre tuvo la preocupación de que el programa sirviese como puerta de entrada de la familia hacia la conquista de la autonomía. De esta forma, los padres desempleados debían comprobar su inscripción en cursos de preparación profesional y programas que generaran empleo y renta. Además, después de seleccionada la familia, se debía firmar un documento en el que esta se comprometería a hacer un uso correcto del beneficio. 59 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Los alumnos becarios contarían con una red de protección social que les permitiría desarrollar actividades socioeducativas. Se buscaba instituir una propuesta pedagógica capaz de abarcar la identidad de la comunidad escolar y la diversidad de los contextos de convivencia sociocultural, generando una alternativa concreta de inclusión e intervención. El programa se amplió después de casi ocho años de implementación. De 1600 familias en 1997 pasó a contemplar 7.566 familias en 2002.Las familias con apenas un niño en edad escolar fueron atendidas con becas de R$ 100,00 (mitad del salario mínimo). Para las familias con más de dos niños en edad escolar, el valor de la beca era de un salario mínimo. Del total de familias atendidas en el 2002, 6.942 eran solicitantes mujeres, lo que representaba el 91,8%, y 624 hombres, el 8,2% del total. Es importante resaltar que el 27,2% de las familias tiene renta inferior a la mitad del salario mínimo y 41% son monoparentales femeninas, un número alto si se compara con la media en Brasil, que es de un 24%. En general, las familias beneficiadas están constituidas por cinco miembros con renta per cápita media de 17 reales mensuales. En esas familias, el 17% de las madres son analfabetas y el 59% no tiene ninguna escolaridad formal. En el 2000 se incorporaron cambios importantes al Programa de Recife con el objetivo principal de promover la inclusión social, mediante actividades intersectoriales. Tales iniciativas contribuyen al ejercicio del derecho a la educación, a la salud y a la inserción en el mercado de trabajo. La familia se empezó a ver como una unidad integral. El programa tiene la intención de viabilizar la construcción de acciones conjuntas permitiendo el acceso a la salud, a la renta, al empleo y a la educación, además de desarrollar actividades socioeducativas con los becarios. Se establecieron sociedades significativas y se inició el proceso de integración de políticas sociales. La articulación de la Secretaría de Educación con la Secretaría de las Políticas de la Asistencia Social propició, por ejemplo, incrementar el apoyo a las familias, así como insertar a sus miembros en los programas de calificación para el trabajo y en la política de micro crédito. En términos generales, la transformación realizada podrá contribuir de forma efectiva al combate a la exclusión social. Se profundizó la articulación de las políticas para la atención general de toda la familia y seguramente se potenciarán los resultados. Se recomienda que la 60 articulación de políticas funcione de manera harmoniosa e integrada y que dichas políticas atiendan a los niños, a los jóvenes y a los miembros adultos de las familias. El Programa Federal de la Bolsa-Escola La desigualdad social en Brasil constituye una de sus principales características económicas. Este fenómeno estructural de la sociedad brasileña reduce las oportunidades de movilización social de muchos niños y familias. A pesar de poseer inmensas riquezas, el país presenta expresivas desigualdades regionales en gran parte gracias al pasado esclavista relativamente reciente (la abolición de la esclavitud tuvo lugar en 1888). A Brasil se le conoce como recordista en mala distribución de renta. Según los criterios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Brasil es, actualmente, de 0,757, lo que lo sitúa entre los países de medio desarrollo humano y en la 73a posición en el ranking mundial. En realidad, “ Brasil no es un país pobre, sino un país con muchos pobres”.49 Algunos datos merecían ser citados: los pobres son el 34,1% de la población total, y el 14,5% son indigentes. Según el Índice de Gini, poderosa herramienta para medir la desigualdad de la renta, Brasil se sitúa entre los peores del mundo. El valor de 0,60 (1999) coloca al país entre los cuatro más desiguales del planeta. El alto grado de desigualdad se relaciona fuertemente con la débil estructura educacional brasileña. Es verdad que se amplió la matrícula en los últimos 10 años, pero todavía se convive con altas tasas de evasión escolar en la enseñanza básica. La enseñanza media en el país aún está muy lejos de ser satisfactoria. En la actualidad atiende solo al 32,6% de los jóvenes de 15 a 17 años, según datos de 1999. Los datos de la realidad educacional y social fueron determinantes para que el Gobierno Federal lanzase el programa nacional de BolsaEscola en marzo de 2001 con la meta de atender a 5,9 millones de familias y 10,7 millones de niños de 6 a 15 años en todo el país. El valor monetario 49 BARROS, R. P. de. Op. Cit. p. 21. 61 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza de la Bolsa-Escola del Gobierno Federal es de 15 reales por niño hasta un máximo tres por familia, o sea, 45 reales por familia o poco más de 16 dólares (según la tasa de cambio de octubre de 2002). Es un programa osado en términos cuantitativos y seguramente el mayor de este tipo que ya se haya puesto en práctica. Entre los factores decisivos para el éxito del programa federal destacan, por un lado, la presencia de la Caixa Econômica Federal como agente operador para el pago de los beneficios y, por otro, la retirada directa de la beca por parte de las madres a través de una tarjeta magnética en las 2.000 agencias y cajeros automáticos y 8.500 casas de lotería del país sin aglomeraciones ni colas interminables. El protagonismo de la madre en la ejecución del programa fortalece el papel de la mujer y le da una nueva dimensión a su participación en la política educacional. Al retirar el beneficio, ella sabe que la condición que se exige es la matrícula del hijo en la escuela y, por eso, su autoestima se refuerza y su relación con la familia adquiere una perspectiva cultural. Así, se diseña un escenario al que la UNESCO le dispensa una atención especial por garantizar la participación de la familia en la lucha por una educación de cualidad para todos. En términos generales, el Programa del Gobierno Federal es relativamente diferente del modelo del Distrito Federal. El foco de la política federal es fundamentalmente el niño y no la familia. Otro dato relevante es el contexto en que fue lanzado. El Programa presentó muchas dificultades para su implantación. No se tomó en cuenta toda la sistematización de la implantación, el monitoreo y la evaluación que una política social de ese tipo exige. Otro problema de diseño fue el proceso de selección y seguimiento. Al transferir esas tareas a los municipios, se aumentó riesgo de perder eficiencia y desvirtuar sus objetivos centrales. La mayor parte de las administraciones municipales carece de recursos humanos capacitados para el trabajo con las familias, todo ello sin citar el hecho de ser tradición en gran parte de las ciudades brasileñas la utilización política y electorera de recursos públicos destinados a los pobres. Otro factor que se puede criticar se refiere al sistema de datos sobre las familias beneficiarias. Para tener una idea clara de esto, basta citar que el formulario de registro, base de alimentación del banco de datos, es de tipo 62 bancario. Es un instrumento inadecuado frente a la realidad de las familias excluidas brasileñas y poco eficiente para posibilitar el monitoreo de los impactos y resultados efectivos de la Bolsa-Escola. Otros problemas se relacionan con el formato de la Bolsa-Escola Federal y el valor de la transferencia a las familias. La asistencia a clases se contabiliza por cada niño y no por todos los hijos en edad escolar pertenecientes a la familia. Desde el punto de vista de una acción de costo y beneficio, la familia podrá optar por incluir algunos hijos en el Programa y mantener otros en el trabajo infantil o en las calles. Con relación al valor de transferencia a las familias, es evidente que un niño que esté en alguna actividad laboral en una gran ciudad, recauda por mes mucho más que la cuantía que paga la Bolsa-Escola Federal. En las modalidades de trabajo infantil en las calles, tales como limpiar zapatos y vigilar carros en los aparcamientos, el niño obtiene mucho más renta. En investigaciones realizadas directamente con niños y adolescentes que andan por las calles del Distrito Federal50, se llegó a la conclusión de que la renta media conseguida en las calles, en los años de 1997 y 1998, fue de más de R$ 6,00 (seis reales) por día, cerca R$ 130,00 (ciento treinta reales) por mes, computados solamente los días útiles, lo equivalente a US$ 35,00 (treinta y cinco dólares), valor mucho mayor que los US$ 5,3 por niño. No obstante, hay municipios brasileños donde el valor que se paga por el Programa Federal es significativo para las familias. Son situaciones de extremada pobreza y de pocas posibilidades alternativas de trabajo, aunque se trate de trabajo infantil. Es el caso de las pequeñas ciudades del interior del país, en su mayoría rurales. Con relación al monitoreo, sería fundamental que un programa como este tuviese un sistema de monitoreo nacional, bajo la dirección del Ministerio de Educación e integrado a otros ministerios, así como un trabajo detallado y fino con los municipios. Hasta diciembre de 2001, 5.470 municipios ya habían implementado ese modelo de programa. Con el valor estipulado por niño, habrá poco impacto en la reducción de la pobreza a corto plazo. Eso, evidentemente, 50 ARAÚJO, C. H. A face jovem da exclusão: perfil das crianças e adolescentes em situação de rua em Brasília. Brasília: CODEPLAN, 1998. 63 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza compromete la eficacia y difícilmente podrá superar la situación de pobreza que aflige a la población meta o garantizar la permanencia de los niños en la escuela. Resumen de los principales problemas encontrados en el Programa Bolsa-Escola Federal: i) Falta de planificación: en vez de optar por una implantación cuidadosa, lenta y rigurosamente controlada, el programa nacional prefirió su ampliación rápida para todo el universo de los 10,7 millones de familias en el plazo de dos años. Sacrificó, al mismo tiempo, el cuidado en la selección de las familias y el control de la asistencia a las clases. ii) Responsabilidad sobre los niños: la asistencia a las aulas, contabilizada por niño y no por todos los hijos en edad escolar, no evita que los padres o responsables opten por incluir a algunos hijos en el Programa y mantener a otros en el trabajo infantil o en las calles. iii) Descontrol de la asistencia: la implantación no paulatina del programa y cierta falta de rigor en sus directrices, parecen estar llevando a un descontrol de la asistencia a las aulas. El sistema no se adecua al monitoreo mensual de la asistencia. iv) Bajo valor: en lugar de definir el valor de la beca teniendo en cuenta las necesidades y el costo de oportunidad de cada niño, de acuerdo con la ciudad de su domicilio, el programa definió un valor único y extremadamente bajo. Para ejemplificar, basta citar que el programa mexicano paga cerca de US$20 por niño, tres veces más. Se Puede concluir que el mayor programa nacional de Bolsa-Escola necesita modificaciones esenciales en su diseño institucional, así como en detalles importantes para el mejor aprovechamiento de sus impactos. A continuación se enumeran algunos elementos centrales para la corrección de rumbos del programa: 1. Es necesario aumentar los valores de transferencia a la familia. Para lograrlo se deben tener en cuenta las diferencias de las economías regionales; 2. Se deben crear mecanismos de evaluación y monitoreo útiles para las modificaciones de detalles; 3. Es saludable que se cuente con un sistema de monitoreo que permita el flujo de informaciones entre los municipios y el Gobierno Federal; 64 4. El programa debe ser familiar y no apenas enfocado en el niño; 5. La fiscalización de la asistencia debe ser mensual; 6. Se recomienda trabajar de forma más integrada con los municipios, incluyendo en el programa a las redes de protección social de las ciudades; 7. Es necesario incluir las redes de protección social de los gobiernos estaduales; 8. Se debe calificar a los gestores municipales del programa; 9. Es necesario involucrar a la sociedad civil en el proceso de administración, monitoreo y fiscalización del programa, además de su incorporación en el financiamiento, por medio de fondos públicos. Los problemas presentados aquí no invalidan la iniciativa de implementar la Bolsa-Escola en el ámbito nacional. La experiencia representa un primer e importante paso en la transformación de las políticas sociales en Brasil. Es señal de una ruptura basada en modelos tradicionales, eminentemente asistencialistas y compensatorios. Si se adoptan las sugerencias presentadas, seguro que el programa se colocará entre las mayores iniciativas de combate a la exclusión social y de promoción educacional, tanto en términos cuantitativos como cualitativos. AMÉRICA LATINA México En agosto de 1997, el gobierno de México implantó el Progresa – Programa de Educación, Salud y Alimentación. Su objetivo central fue promover acciones intersectoriales en las áreas de educación, salud y alimentación, atendiendo a familias en condición de extremada pobreza en el medio rural. Se trata de una política social de concepción integral, implantada dos años después del inicio del programa en Brasil. Para los que formularon la política mexicana, era de fundamental importancia conjugar las acciones de educación y salud. Se perseguía el objetivo de evitar que el desempeño escolar fuera afectado por deficiencias nutricionales y de salud en general. Los primeros siete Estados de México atendidos por el Progresa fueron Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz. 65 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Hasta el año 2001, se atendieron a cerca de tres millones de familias en todo el territorio, lo que representa, 40% de toda la población rural de México.51 El 5 de marzo de 2002, el nuevo gobierno reformuló el decreto de creación del Progresa y creó Oportunidades. Se Mantenía el objetivo central del anterior, pero agregándole nuevas acciones. Además de promover estrategias intersectoriales para la educación, la salud y la alimentación, se buscaba coordinarlas con otros programas sociales, fomentando el empleo, la renta y el ahorro de las familias pobres. Las áreas urbanas se incorporaron progresivamente. Con la nueva política hubo un incremento de manera horizontal, pasando de 2,6 millones de familias, en el año 2000, a 4 millones en 2002. Así, los beneficiarios directos del programa pueden estimarse en más de 21 millones de personas, lo que prácticamente duplicó a los del año 2000. Esa cobertura supera a la de cualquier otro programa en América Latina, con excepción del brasileño. Algunos objetivos del Programa Oportunidades se asemejan mucho a los del programa implementado en el Distrito Federal de Brasil. Ambos buscaban disponer de recursos suficientes para que los hijos de familias pobres completasen la educación básica. Además, incentivaban la participación y la responsabilidad de los padres y de todos los integrantes de las familias en la mejoríadelaeducacióndeloshijos.LaoriginalidaddelProgramaestájustamente en la unión de la Bolsa-Escola brasileña con acciones de salud y alimentación para las familias más pobres de manera integrada. Los tres grandes componentes de Oportunidades son: • Bolsa-Escola, incentivando a niños y adolescentes a cursar la educación básica completa, fomentando la matrícula, la asistencia y la participación de los padres para un mejor aprovechamiento escolar de sus hijos; • Atención a la salud básica de todos los miembros de la familia, al mismo tiempo en que promueve una nueva actitud ante la utilización de los servicios de salud, por medio de un enfoque predominantemente preventivo; 51 66 CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIAS ECONÓMICAS. Evaluación del Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA) a partir de indicadores de seguimiento: evaluación y seguimiento, 1998/2001. Mexico: Encuestas de Evaluación, 2001. • Distribución de cestas de alimentos para mejorar el consumo alimenticio y el estado nutricional de los miembros de las familias pobres. Algunos objetivos específicos del Programa pueden describirse como los siguientes: • Aumentar las tasas de matrícula entre los grupos más pobres de la población; • Combatir la evasión escolar y el trabajo infantil; • Estimular el término de la educación básica; • Contribuir a la reducción de la migración del campo para la ciudad. La Bolsa-Escola mexicana fue la primera experiencia en el ámbito nacional. Por eso, exigió del gobierno el montaje de un aparato administrativo con una coordinación centralizada. De esa forma fue posible articular e integrar acciones conjuntas con Estados y municipios en todo el país. Las políticas y las normas generales de funcionamiento del programa se definen por el equipo central. Cabe a éste establecer las líneas generales del programa, asignar los recursos necesarios para su operación, así como el mantenimiento, el monitoreo y la evaluación. La Secretaría de Desarrollo Social fue la responsable de la coordinación general del programa desde 1997, inicialmente por medio de la Coordinación Nacional del Progresa. A partir de marzo de 2002, dicha coordinación la realizó la Coordinación Nacional del Programa de Desarrollo Humano – Oportunidades. Cabe a ese órgano la coordinación, el monitoreo, la supervisión y la avaluación de la ejecución del programa. También contribuye la vinculación de sus acciones a los programas de desarrollo regional, de empleo y de combate a la pobreza. En el ámbito regional, son los gobiernos estaduales los responsables de los servicios de educación básica y salud. El primer paso en la ejecución de la política es la selección de los beneficiarios. Posteriormente, en asambleas comunitarias, las familias se incorporan al programa. En esas convenciones, se eligen representantes de las familias seleccionadas, las llamadas Promotoras. Tales representantes sirven de vínculo entre las madres y la administración del programa, lo que constituye otra innovación. 67 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Las Promotoras permiten que las madres de familias beneficiarias sean protagonistas de la política, al tiempo que posibilita el desarrollo de un debate transparente sobre los criterios de selección y de exclusión de beneficiarios. La indicación de una de las madres como interlocutora de todas las beneficiarias con la administración del Programa crea una relación de coparticipación y de corresponsabilidad, lo que establece un vínculo más directo entre las madres y los gestores locales en la solución de los eventuales problemas de funcionamiento de la Bolsa-Escola. La metodología de implementación del Programa está constituida por tres etapas: 1) Selección de las localidades; 2) Selección de las familias dentro de las localidades escogidas; 3) Depuración de la lista de familias beneficiarias en las asambleas comunitarias, considerándose las sugerencias de las familias excluidas o incluidas incorrectamente. Entre otros factores, el valor de las becas se determinó según la renta que un niño obtendría incorporado a la fuerza de trabajo o mediante su contribución a la producción familiar. Para las niñas, las Becas Escolares son un poco más altas, ya que en México ellas tienden a dejar la escuela más temprano. El Oportunidades da asistencia básica de salud por medio de acciones preventivas. Se entregan suplementos alimenticios; se ejecutan acciones pedagógicas en las áreas de higiene y salud y se transfieren recursos para la adquisición de alimentos. En ese sentido, se les da prioridad a los niños menores de cinco años y a las mujeres embarazadas o lactantes. Una de las novedades del programa es la exigencia de que los niños visiten los centros de salud para monitorear su estado nutricional. En las zonas rurales de México, la utilización de los servicios de salud es extremadamente baja en comparación con otros países de América Latina. De manera general, los mexicanos realizan, en media, menos de una visita al médico por año. Para que se tenga una idea, la clase media realiza cerca de 0.8 visitas; sin embargo, los pobres van al médico aproximadamente 0.65 veces por año. Esos números comprueban la necesidad de promover el acceso de las familias pobres al sistema de salud. El mecanismo de pago de las becas es idéntico al del programa en Brasil. El recurso se les entrega exclusivamente a las madres de familia. 68 La concentración de las transferencias en las madres y la magnitud del Programa sugieren que es significativo el impacto potencial en el aumento del poder de negociación de las mujeres dentro de las familias.52 La Bolsa-Escola mexicana se paga cada dos meses. El valor de las becas se establece en función de la edad y del sexo de los niños. Por ejemplo, en el segundo semestre del año 2000, variaba entre 90 pesos (US$ 9,51) para un niño de tercer año hasta un máximo de 335 (US$ 35,41) pesos para una chica de octavo grado. Tal hecho se da en las áreas de mayor concentración de pobreza en México, donde las chicas generalmente dejan la escuela primero que los chicos. Con el propósito de cambiar esa tendencia, las becas para el nivel básico son aproximadamente 15 % mayores para las chicas. Además de todas esas acciones, se paga una beca para la adquisición de kits escolares dos veces por año con valores que se establecen por nivel escolar. Para los becarios de los años iniciales el apoyo llega a 180 pesos (US$ 19,00) por ciclo escolar y en el caso de los grupos más avanzados, los beneficios llegan a 225 pesos (US$ 23,78). Son diversas las circunstancias que impiden que las familias pobres envíen a sus hijos a la escuela. Las principales son relativas a la pobreza, al trabajo infantil y a la poca escolaridad de los padres. El Oportunidades representa un aumento en la renta familiar, un combate al trabajo infantil y, simultáneamente, un estímulo a la percepción de la escolaridad como mecanismo de ascenso social. Era común en las primeras etapas del Programa mexicano el atraso en el pago del beneficio. Eso se debía, en parte, a la compleja naturaleza del esquema que se utilizaba para registrar la asistencia escolar. Compilar, rellenar y devolver los formularios demandaba mucho tiempo. Con la simplificación de los formularios por el nuevo programa se redujo el tiempo requerido para rellenarlos.53 52 53 INSTITUTO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN POLÍTICAS ALIMENTARIAS; INTERNATIONAL FOOD POLICY RESEARCH INSTITUTE. ¿Está dando buenos resultados Progresa? síntesis de la evaluación de impacto. Buenos Aires: IIIPA, IFPRI , 2000. ADATO, M.; COADY, D.; RUEL, M. Operation evaluation of Progresa from the perspective of beneficiary promotors, school directors, and health staff: final report. Washington, D.C.: International Food Policy Research Institute, 2000. 69 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza En resumen, el Programa mexicano utilizó el modelo del Distrito Federal y le añadió otras políticas sociales para potenciar sus efectos entre las familias pobres. Ecuador Fue en 1999 cuando surgió la posibilidad de implementar la BolsaEscola en Ecuador. Era un período de crisis profunda. En términos económicos, las dificultades se expresaban en una disminución del PIB del orden de un 7%. La erosión de la institucionalidad democrática y de sus formas de representación así como la explosión de intereses corporativos y regionales caracterizaban la situación política. Los indicadores de la crisis social eran dramáticos. La pobreza, medida por un nivel de renta inferior a US$ 2,00 diarios por persona, creció de un 37.9%, en 1998, a 43.8% en 1999. El desempleo pasó de 8.5% de la PEA, en mayo de 1998, a 15.6% en mayo de 1999, debido a la pérdida de empleos en el sector formal de la economía. El salario mínimo real cayó cerca del 22% entre enero de 1998 y junio de 1999. Las restricciones fiscales determinaron el atraso del pago de salarios a los profesores y al personal del área de la salud, generando conflictos y huelgas. Un hecho especialmente grave fue el aumento de la desigualdad medido a través del Índice de Gini, pasando de 0,54, en 1995, a 0,58 en 1998. El sistema de educación ecuatoriano, así como el de toda América Latina, tenía problemas de falta de calidad. Presentaba una reducida capacidad de inversión y estaba afectado por constantes huelgas y al borde de un colapso. A esa situación se asociaban los efectos de la crisis. En conjunto, tales factores podrían comprometer aún más la formación de capital humano, principalmente entre las familias pobres, más vulnerables y propensas a retirar a sus niños de la escuela, lo que se refleja en el aumento de las tasas de evasión escolar. En 1998 se hizo una investigación de calidad de vida, cuyos datos arrojaron que aproximadamente 340 mil niños entre 6 y 15 años de edad o sea un 13%, no formaban parte del sistema escolar y cerca de 250 mil; el 20%, vivían en zonas rurales. Esta situación se agrava en el área rural, cuyos habitantes poseen un nivel de renta más bajo y registran el 24% de niños entre 6 y 15 años que no asisten a la escuela. 70 Los datos obtenidos de una investigación con los beneficiarios del Bono Solidario54 indicaban que la evasión escolar estaba aumentando. Entre los meses de abril y julio de 1999, 153 mil familias, 15% de las familias beneficiarias del Bono, no enviaron a, por lo menos, uno de sus hijos a la escuela. Eso significó que 230 mil niños entre 6 y 15 años salieran del sistema escolar. En la región litoral, cerca de 150 mil niños no se matricularon en el 2000. Según la misma investigación, el trabajo infantil tendió a aumentar: entre enero y julio de 2000, el número de niños trabajadores menores de 15 años creció en 33.500, de 153 mil a 187 mil. El análisis de las tasas de asistencia por estratos y por edades simples indica que el 24% de los niños de seis años (año de entrada en la escuela en Ecuador) en los estratos más pobres no ingresaban en las escuelas y que a partir de los 12 años, la asistencia se redujo de manera dramática. La tasa de asistencia pasó de 83% a los 12 años, a 65% a los 13 años, 53% a los 14 y 47% a los 15 entre las familias más pobres. La tasa de matrícula en la enseñanza primaria entre 1998 y 1999 en el litoral cayó de 75,2% a 65,3% entre las familias pobres. En el medio urbano, esa tasa cayó de 91% a 81,7% dentro del mismo grupo (SIISE y ECV-99). Entre los alumnos pobres, público meta de la Bolsa-Escola, la tasa de matrícula cayó de 82,1% a 72,5%, una baja de casi 10%. De acuerdo con la misma fuente (SIISE e ECV-99), en 1999, 53,8% de las familias pobres no matriculó a sus hijos en la escuela por problemas económicos. En 1998 esas tasas eran de 35%. Posteriormente, los resultados de la investigación “Encuesta Escolar de Alerta Temprana”, realizada por SIISE, SINEC y UNICEF, demostraron que no había evidencia de una baja significativa de la matrícula en el nivel nacional. Pero hubo un leve descenso de la matrícula en el litoral del país en 1998, causada probablemente por el fenómeno “El Niño”. En función de esos datos y fundamentalmente de la “Investigación sobre las Condiciones de Vida” (Encuesta de Condiciones de Vida) de 1999 se concluyó que había evidencias de problemas estructurales, puesto que el 22,7% de los niños más pobres del litoral entre 5 y 15 años no se matricularon ese año. 54 En aquella época, en Ecuador había un programa de transferencia de renta a familias pobres llamado Bono Solidario, que no exigía contrapartida. Era un Programa inspirado en las iniciativas de Renta Mínima. 71 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Fue en la Carta de Intenciones al Fondo Monetario Internacional en el año 2000, cuando el Gobierno de Ecuador se comprometió a crear un Programa de Protección Social que se orientaría a los grupos sociales más afectados por la crisis económica y tendría como estrategia el combate a la pobreza a corto plazo. Se comprometió también a crear un programa con impacto a medio plazo, orientado a establecer las condiciones para la formación de capital humano. En aquella ocasión la propuesta era que el financiamiento viniera de la reorientación de los recursos existentes en el presupuesto del Gobierno, además de nuevos créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Banco Mundial (BIRD) y de otros organismos multilaterales. El Programa de Protección Social estaba compuesto por acciones de impacto a corto plazo. Contenía acciones que ya estaban en curso, pero que deberían ajustarse para aumentar su eficiencia y eficacia, además de crear nuevas iniciativas orientadas a resolver problemas que surgieran con la crisis. En ese segundo caso se encuentra la Bolsa-Escola: “Todos los niños y niñas a la escuela”. Elaborado a finales de 1999 con la cooperación técnica de la ONG brasileña Misión Niño, por invitación del BID y de UNICEF, el programa tuvo tres objetivos básicos muy semejantes al originalmente pensado para la Bolsa-Escola brasileña: mejorar las tasas de matrícula entre los grupos más pobres, combatir la tasa de alumnos repetidores y la evasión; mejorar las tasas de asistencia y estimular la conclusión de la educación básica, además de incrementar la formación del capital humano por medio de un estímulo a la demanda por educación. A corto plazo, el programa sería un instrumento de transferencia de recursos hacia las poblaciones pobres. A medio y largo plazos, aumentaría los niveles de educación de los pobres y contribuiría a eliminar los mecanismos de transferencia intergeneracionales de la pobreza. La focalización de las acciones se hizo en las zonas rurales en los estratos más pobres y en las edades iniciales y finales de 6 a 15 años. Se esperaba atender a 286 mil familias y a 572 mil niños por año – 74% de esas familias viven en el sector rural. El modelo de gestión operativa del programa de la Bolsa-Escola ecuatoriana es muy parecido al programa brasileño desarrollado en el Distrito Federal. 72 El Programa estaba compuesto inicialmente por tres acciones: • Bolsa-Escola para las familias con hijos de 6 a15 años que asistan a clases por lo menos el noventa por ciento de los días lectivos; • Ahorro Escolar con transferencia monetaria a los niños que terminen cada año escolar; • Premios a los profesores que no falten a la escuela y se esfuercen por mejorar el nivel de asistencia de sus alumnos. El valor de la beca está estimado en US$ 10 por familia, con lo cual se cubriría la suma de los gastos mensuales de la educación de los niños y su costo de oportunidad en el mercado de trabajo. Según la Investigación de Calidad de Vida de 1998, los costos directos mensuales con la educación por niño, son de $25 mil sucres (US$ 3,35), y el costo de oportunidad (medido como la renta de los niños que trabajan) es de $12 mil sucres (US$ 1,60) mensuales. El valor de la Bolsa-Escola, US$ 10 por mes (o $75 mil sucres en 1998), cubre los costos de oportunidad y los costos directos para dos hijos en media por familia. Se entiende por costos directos el total de los gastos en matrículas, uniformes, libros, materiales escolares y transporte. Esos costos se calcularon para todos los niños que tienen entre 5 y 15 años y están frecuentando la escuela. Costo indirecto o de oportunidad es la renta que un niño puede generar con alguna actividad laboral y que, en caso de que estudie y no trabaje, sería renta perdida. El valor de la Bolsa-Escola se fijó a partir de esos estudios en los primeros meses del año 2000. Es consenso en la Coordinación Nacional de la Bolsa-Escola de Ecuador que el modelo de dolarización adoptado en el país no consiguió contener las altas tasas de inflación, por lo que fue indispensable la actualización de los valores del beneficio. El objetivo central del Programa es garantizar el acceso de todos los niños a la escuela. Se busca alcanzar una escolaridad universal invirtiendo en los niños y se pretende darles la oportunidad de que puedan prepararse mejor para que en el futuro tengan empleo y renta suficientes para librarlos de la pobreza, construyendo una sociedad más digna, eficiente y justa.55 55 BERMEO, F. E. Por qué es necesario ejecutar el Programa Bolsa-Escola en Equador. Equador: Programa de Protección Social, Ministério de Bienestar Social, Ministério de Educación y Cultura, 2002. (mimeografado). 73 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza La Bolsa-Escola en Ecuador se concibió como un Programa de protección frente a la crisis y de universalización de la educación, lo que permite fortalecer los efectos positivos de los procesos de calidad de la misma. Otro programa propuesto y asociado a la Bolsa-Escola era el Ahorro Escolar, que buscaba estimular a los niños a terminar la enseñanza básica sin suspender. Consiste en un depósito equivalente a un mes de la BolsaEscola, al inicio del año, en favor de los alumnos beneficiados que no suspenden. Los recursos del Ahorro Escolar son administrados por un Fondo que está a disposición del Gobierno y que se puede usar bajo la forma de crédito para la ejecución de programas de generación de empleos, especialmente destinados a los jóvenes. Otro Programa relacionado con los dos anteriores era el de Incentivo a los Profesores, que buscaba disminuir las faltas al trabajo, especialmente frecuentes en las zonas rurales y en las regiones pobres. Consistía en premiar a los profesores que hicieran un esfuerzo para mejorar la asistencia de los niños. La propuesta era que el premio fuese de US$ 25 por mes. Con relación a la ejecución de la Bolsa-Escola, las condiciones para la obtención del beneficio fueron las mismas del Distrito Federal de Brasil: • Tener a todos los hijos de 6 a 15 años matriculados y frecuentando la escuela pública; • Todos los hijos deben tener como mínimo la frecuencia mensual de 90%, lo que significa que si uno de los hijos de la familia falta más de dos días por mes injustificadamente, la beca no se paga ese mes; • La renta per cápita mínima mensual de la familia debe ser inferior a US$ 2,00 diarios; • Tener a todos los hijos de 6 a 15 años cumpliendo las normas del Ministerio de la Salud con relación a los controles de salud y vacunas. Por tratarse de un programa de transferencia directa de recursos a las familias pobres, fue necesaria la construcción de una base de datos altamente confiables. Sólo así sería posible identificar y seleccionar a las familias en función de los criterios establecidos. Para divulgar el programa entre las familias potencialmente beneficiarias, se promovió una campaña cuyos elementos aclaraban los criterios del programa y los documentos exigidos para la inscripción en el mismo. 74 Según el“Informe de Avance del Programa Bolsa-Escola”, en 2001 estaba previsto atender a 35.000 familias con la Bolsa-Escola. En agosto de 2002, ese número llegó a 43.793 familias atendidas, un total de 70.675 niños beneficiados.56 El Programa prevé una fase de expansión para 18.917 familias más, 33.910 niños, con un incremento de 43,19%. Argentina – Buenos Aires En mayo de 1999 Argentina tenía el 55,7% de los jóvenes buscando empleo para complementar la renta familiar. La casi totalidad de los jóvenes que trabajaban o buscaban trabajo no habían concluido la enseñanza media. Ese porcentaje aumentaba en el grupo de edades entre 14 y 17 años, llegando al 65%. El abandono de la escuela en busca de trabajo entre las familias más pobres llegó al 69% de los jóvenes. El desempleo juvenil llegaba a 26,7% de la PEA. Entre las familias más pobres, ese número era de 44,8% (Secretaría de Empleo del Ministerio del Trabajo, 2000). Se caracterizaba como un gran problema de calificación de mano de obra, alta tasa de alumnos repetidores y evasión escolar en la enseñanza media. El sistema educacional argentino se organiza en cuatro niveles. El inicial – de 45 días a 5 años; el primario obligatorio básico – de 6 a 12 años; el nivel medio – 13 a 17 años; y el nivel superior o terciario técnico. La enseñanza es universal en el nivel básico, con progresiva ampliación, pero con tasa de deserción creciente en el nivel medio. De 13 a 17 años los índices de evasión son de 5% a 45%, según el IIPE / UNESCO (2002). Es en los sectores más pobres donde se concentran los mayores niveles de defasaje edad / grado y abandono a partir de los 13 años. Casi el 20% de los adolescentes entre 15 y 17 años y el 38,3% entre 18 y 24 años no frecuentaban la escuela. Cerca de 7,2% de esos adolescentes no estudiaban ni trabajaban. Ese número sube para 21,7%, cuando se considera exclusivamente a la población más pobre (Informe SIEMPRO – Ministerio del Desarrollo Social en 1999). 56 ECUADOR. Ministério de Bienestar Social; Ministério de Educatión y Cultura. Informe de avance del Programa Bolsa Escola: Frente Social, Programa de Protección Social. Ecuador: Ministério de Bienestar Social, Ministério de Educatión y Cultura, UNICEF, 2002. 75 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza En Buenos Aires, la capital del país, la tasa de escolarización es de 71,8%, a pesar de que el 84,4% de la población entre 13 y 18 años estudiaban (Mychaszula, 2002). En 1991, 15,6% de la población de 13 a 18 años estaba fuera del sistema escolar, lo que representa 39.113 jóvenes. En la escuela de nivel medio se calcula que solo el 69% de los matriculados en primer año completen el ciclo. La capital tiene un problema que le es peculiar: altos niveles de pasaje de la enseñanza primaria a la media, pero con altos índices de alumnos repetidores y evasión en el primer y el segundo años del nivel medio (DGPL, 2001). Existen casi 26.000 alumnos matriculados en primer año y 15.000 en el quinto año, una pérdida estimada de 11.000 alumnos (DI, Relevamiento Anual 2001, datos provisionales). Esos números justificaban plenamente la implementación de la Bolsa-Escola que se creó por decreto del Alcalde de la Ciudad de Buenos Aires el 6 de junio de 2001, con el número N° 737/2001. A partir de 2001, el Programa se implementó en carácter piloto. Denominado Beca Estudiantil, atiende a las escuelas de nivel medio y está ligado administrativamente a la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tiene como finalidad primordial estimular la continuidad de los estudios de los alumnos de 1º y 2º año del nivel medio, especialmente entre los más pobres, donde la necesidad de trabajo compite con la asistencia a la escuela. El valor de la Beca varía de 250 (US$ 67,8) a 500 pesos argentinos (US$ 135,6) y los requisitos para recibirla son: ser alumno regular del 1º o 2º año en las escuelas de nivel medio de la ciudad de Buenos Aires, pertenecer a una familia pobre, no ser beneficiario de ningún otro programa de características similares y cumplir con el mínimo de 90% de asistencia a clases. Las Becas se pagan por alumno y se extienden acumulativamente hasta tres estudiantes por familia. Los responsables legales o ellos mismos reciben los pagos si fueran mayores de edad. La selección de los beneficiarios se hizo a partir de la construcción de un índice ponderativo que permitió la clasificación de los alumnos solicitantes de acuerdo con un orden de prioridad definido sobre la base de diversas características de pobreza y vulnerabilidad, suyas y de su familia. Así, los indicadores para el establecimiento de tal prioridad fueron el nivel 76 de pobreza, la vulnerabilidad socio-ocupacional del jefe de la familia, la vulnerabilidad del alumno y el tamaño de la familia. Vale mencionar que los beneficiarios pueden ser inclusive inmigrantes de otros países. Para los que formularon el programa, en el actual contexto de emergencia económica del país la educación constituye uno de los instrumentos centrales de inclusión social, donde la Bolsa-Escola es uno de sus principales elementos. “Si la Beca permanece tan sólo dentro de la lógica asistencial, es difícil que se traduzca en experiencias de calidad en el paso de los sectores sociales más desfavorecidos por la escuela”, Carina Kaplan, Coordinadora del programa Becas Estudiantiles, en presentación al Seminario Internacional de Bolsa-Escola, Brasil, 2002. Todas esas experiencias relatadas anteriormente, tanto las brasileñas como las latinoamericanas, fueron objeto de investigaciones. En el Distrito Federal fue evaluada por la UNESCO, en Recife, por la OIT, en México, la evaluación la hizo el Bird, en Buenos Aires, la municipalidad y, finalmente, en los Estados brasileños de Mato Grosso do Sul y Alagoas, por la Organización No Gubernamental Misión Niño. Los datos producidos permiten concluir que hay innumerables efectos positivos entre los beneficiarios de la Bolsa-Escola. En términos generales, el programa contribuyó a aumentar la tasa de matrícula de niños pobres y a combatir la alta tasa de alumnos repetidores y la evasión escolar. Muchos otros impactos se pueden comprender por medio de las evaluaciones del Programa. El próximo capítulo será dedicado a esa tarea. 77 4. LOS EFECTOS DE LA BOLSA-ESCOLA EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA CIDADANÍA “La Bolsa-Escola tiene el potencial de transformar la Educación en una prioridad para las familias. El programa lleva la importancia de la educación para el seno del hogar y eso tiene un enorme impacto en el desempeño escolar de los niños”. (Reiko Niimi, Representante de UNICEF en Brasil, octubre de 2001). PREÁMBULO Este capítulo tiene como base las conclusiones de especialistas, descritas en investigaciones y evaluaciones de la Bolsa-Escola en diversas localidades brasileñas, así como en México y Argentina. Además de los datos de esos especialistas, se utilizaron declaraciones de madres beneficiarias del Programa, que describen y reflexionan sobre como la Bolsa-Escola cambió sus vidas, la de sus hijos y la de su familia. El capítulo está dividido en ocho tópicos. El primero, “La importancia de las evaluaciones”, aborda la necesidad del seguimiento, la evaluación y corrección de los rumbos de las políticas públicas, principalmente de la Bolsa-Escola. En el segundo, “Notas Metodológicas”, se describen las metodologías utilizadas en las evaluaciones de los diversos programas, tanto en Brasil como en México y Argentina. El tercer tópico, “Impactos en la evasión, la promoción y el número de alumnos repetidores”, relata el impacto del programa en la permanencia de los niños en la escuela, los efectos en la promoción escolar, así como los indicadores de mejoría del desempeño de los alumnos becarios. El cuarto, “Impactos en la Salud, la Nutrición y la Alimentación”, trata de los resultados en la mejoría de la alimentación, la nutrición y los indicadores de salud de la familia. 79 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza El quinto tópico, “Impactos en el trabajo infantil”, aborda los efectos del programa en la retirada de los niños de la vida laboral y la asociación estructural entre pobreza y no-distribución de escolaridad. El sexto, “Cambios en la economía familiar”, analiza los cambios significativos en la estructura económica de las familias que fueron encontrados por las diversas evaluaciones realizadas en las principales experiencias de la Bolsa-Escola. El séptimo y penúltimo tópico, “Aumento de poder, aumento de la autoestima y perspectiva de futuro”, analiza el impacto de la Bolsa-Escola en las relaciones de poder entre el hombre y la mujer, en los cambios del modelo de relación familiar y en los procesos de toma de decisiones en el sentido de una mayor influencia de la mujer en el hogar. El último tópico, “Conclusiones”, busca establecer un conjunto específico de efectos de la Bolsa-Escola, además de sugerir su potenciación a través de intervenciones específicas de otras políticas sociales con la articulación de acciones para generar la infraestructura necesaria que garantice la autonomía de las familias. Se recogieron relatos de muchas transformaciones positivas en el seno de las familias beneficiarias a partir de investigaciones que asociaban técnicas cualitativas y cuantitativas. En general se les dio prioridad a las declaraciones y percepciones de las madres de los niños y adolescentes becarios. Las transformaciones en la economía doméstica, en la vida escolar de los hijos, en la relación familiar, en la conquista de autoestima y de ciudadanía aparecen junto a descripciones sobre la vida anterior a la beca, marcada por situaciones de exclusión social y de extremada pobreza. A partir de todo lo que se recopiló y evaluó, se puede afirmar que la Bolsa-Escola es una inversión en el ser humano. El programa maneja situaciones complejas que incluyen desde elementos psico-sociales hasta la lucha por la supervivencia. Dentro de las situaciones complejas, la Bolsa-Escola está generando fuerzas de combate a la pobreza y a la exclusión social por medio de la Educación. “Siempre tuve ganas de que mis hijos aprendieran a leer porque yo no sé leer. Lo que pueda hacer por mis hijos yo lo hago. Voy a dar hasta mi última gota de sangre para que mis hijos estudien”. (Doña Eunice, madre de tres hijos becarios, vecina de Paranoá, cuidad del Distrito Federal). 80 IMPORTANCIA DE LAS EVALUACIONES Elaborar y poner en funcionamiento sistemas de evaluación de políticas públicas de carácter social se vuelve cada vez más fundamental para el desarrollo de programas y proyectos que pretendan solucionar y combatir la pobreza y promover la ciudadanía. Evaluar, corregir rumbos y añadir nuevos elementos a los programas permite perfeccionar las políticas sociales, además de medir sus verdaderos efectos en la solución de los problemas propuestos. Es consensual que buena parte de los países en desarrollo no tienen tradición de evaluar sus políticas sociales. Se desperdician muchos recursos en complicadas redes burocráticas, en la mala focalización e, inclusive, en los desvíos de recursos. El resultado es que tal vez la menor parte de las inversiones en políticas sociales llega a los beneficiarios. La gestión de los gastos sociales se vuelve irracional sin un proceso de evaluación y fiscalización. Muchas veces se utilizan medios ineficientes e ineficaces para alcanzar los fines propuestos. Se debe considerar, además, que las políticas sociales actúan en un ambiente de elevada incertidumbre, debido a la necesidad de adaptarse dinámicamente a las condiciones locales altamente variables. La planificación permite reajustes de rumbo y las acciones planificadas necesitan cierto grado de flexibilidad, lo que también impone la necesidad de rastrear los efectos de tales acciones, es decir, de medir su desempeño y su impacto en las condiciones de vida del público meta. Pero no es solo lo anterior. Un buen sistema de evaluación debe permitir que el gestor de la política social planifique la implementación, la ejecución y objetiva focalización del proyecto y mida su impacto en los beneficiarios. Si se realizan bien, esas fases aseguran una mayor racionalidad en la ejecución y fiscalización del programa, e inclusive, en la utilización de los recursos. Consecuentemente, es imprescindible disponer de adecuados mecanismos de seguimiento y evaluación con la utilización de indicadores estructurales y sintéticos capaces de señalar tendencias en un corto período de tiempo, en conjunto con estudios más profundos, efectuados periódicamente sobre muestras poblacionales dentro de las 81 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza áreas-meta seleccionadas para intervención prioritaria. Con tales procedimientos es posible identificar desvíos y corregirlos en tempo útil en el ámbito de la gestión, así como saber si el programa está siendo eficiente y eficaz. Es fácil verificar que la acumulación de conocimiento sobre el funcionamiento interno, las repercusiones externas y los efectos y problemas de las políticas sociales ayuda a perfeccionar los programas y aumenta la eficiencia del combate a la pobreza. Por tanto, cualquier política pública debe acompañarse de un sistema de evaluación y corrección de rumbos. Ese sistema debería ser parte integrante de las políticas sociales y articular todos los actores sociales e instituciones involucradas en la implementación y gestión de los programas. En muchos casos, no conocer los efectos de un programa social es tan grave como la mala gestión del mismo. “El aumento de la racionalidad puede ayudar a que lleguen más recursos y, también, a multiplicar el rendimiento de los que están disponibles. Esto sólo será posible midiendo la eficiencia en su utilización y comprobando la eficacia con la que se alcanzan los objetivos y, consecuentemente, la será mayor la equidad”.57 El rastreo periódico de los resultados e impactos de una política pública de combate a la exclusión social como la Bolsa-Escola, por medio de la educación, permite realizar estudios específicos sobre detalles de ejecución y grados de eficiencia de la implementación del programa y de sus reales efectos sobre los usuarios. Un sistema de seguimiento que indique, en tempo útil, las condiciones reales de las familias beneficiadas es un poderoso instrumento de gestión y de evaluación del impacto. Posibilita que las acciones a incidir sobre las familias puedan programarse en tiempo hábil, además de conocer con rapidez el real impacto de las mismas. De esa manera, el sistema dota a sus coordinadores de instrumentos para cambiar el rumbo, introducir otras medidas y hasta renovar las existentes. 57 82 COHEN, E.; FRANCO, R. Avaliação de projetos sociais. Petrópolis, RJ: Vozes, 1993. p. 19. Las evaluaciones deben hacerse a través de la medición cualitativa y cuantitativa del impacto causado por el programa entre las familias beneficiadas y en las comunidades. Deben seguir indicadores generales y específicos, dependiendo del diseño final de la política social y dar los instrumentos necesarios para la gestión administrativa de la marcha cotidiana del Programa. NOTAS METODOLÓGICAS Se ha avanzado mucho en el caso de la Bolsa-Escola. El Programa tuvo su mayor expresión en el Distrito Federal de 1995 a 1998, cuando fue evaluado por la UNESCO, con el apoyo de UNICEF, del Instituto Polis y de la Fundación Esquel. También provocó numerosas discusiones en institutos como el IPEA y sirvió de objeto de investigación para diversos trabajos académicos en niveles de maestría y doctorado en universidades brasileñas y extranjeras. El Programa mexicano – Progresa / Oportunidades – fue evaluado por el BIRD. La OIT investigó los efectos de la Bolsa-Escola en Recife, una de las grandes capitales del Nordeste brasileño. El Gobierno de la ciudad de Buenos Aires llevó a cabo una investigación sobre el Programa Becas Estudiantiles, implementado allí – a pesar de ser un programa con algunos aspectos diferenciados de los demás, principalmente por su focalización, mantiene como eje central los postulados de la Bolsa-Escola. La ONG Misión Niños evaluó el impacto del programa en las familias beneficiarias en los Estados do Mato Grosso do Sul y Alagoas y realizó diversos grupos focales en varias localidades brasileñas. De manera general, la mayoría de las evaluaciones llegó a conclusiones muy semejantes. Aunque hayan empleado métodos diferentes, las investigaciones comprobaron que el impacto de la BolsaEscola en las familias beneficiarias – desde el punto de vista económico, social, de transformaciones familiares y educacionales – es muy parecido, a pesar de la diversidad peculiar a cada país o región donde haya sido implementado el programa. Dicho de otro modo, se descubrió que, aún en situaciones y localidades diferentes, los efectos de la Bolsa-Escola son prácticamente los mismos. 83 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza A continuación se describen, en resumen, los procedimientos metodológicos y las técnicas empleadas en cada una de esas evaluaciones. Es saludable recordar que la exposición de esas investigaciones no pretende ser exhaustiva ni conclusiva. Existen otras evaluaciones de diversas extensiones y numerosos trabajos de análisis sobre el tema. Se optó por escoger algunas que se consideran las más importantes y diversificadas. Hay programas nacionales evaluados, como el mexicano; estaduales, como los de Mato Grosso do Sul y Brasilia; municipales, como los de Recife y de Buenos Aires; y un programa administrado y financiado por el tercer sector, como la Bolsa-Escola Ciudadana, de la ONG Misión Niños. 1. Estudio de la UNESCO La UNESCO realizó una de las primeras y más importantes evaluaciones de la Bolsa-Escola. El trabajo investigó el programa en Brasilia, capital de Brasil, con la finalidad principal de conocer el impacto educacional y, más específicamente, entender los comportamientos, ideas, valores y opiniones de los alumnos, los padres y profesores con relación al Programa, tratando de identificar los cambios ocurridos en la vida de los beneficiarios. Realizada entre los meses de noviembre de 1997 y febrero de 1998, o sea, después de casi cuatro años de implementación de la Bolsa-Escola en Brasilia, la investigación adoptó la técnica de abordaje extensivo y comprensivo. La técnica de análisis extensivo consistió en evaluar, a partir del análisis de los datos, el comportamiento del universo integrado por familias beneficiarias y no beneficiarias, alumnos becarios y no becarios, profesores y gestores escolares. En el estudio de los alumnos becarios y no becarios se les aplicó un cuestionario a 1.071 estudiantes de 5o a 8o grados de la enseñanza fundamental en ciudades de elevada concentración de familias beneficiadas: Paranoá, Brazlândia y Ceilândia. El cuestionario aplicado buscaba identificar las características socioeconómicas de la familia, de la escuela y del trabajo, la percepción de los alumnos sobre la Bolsa-Escola, indicios de aumento de la tolerancia y de la ciudadanía y la visión de futuro de los entrevistados. 84 Se utilizó la base de datos del SAEB/9758 como segunda fuente de informaciones. El objetivo de su utilización fue evaluar la competencia cognitiva y el aprovechamiento curricular de los alumnos de 4o à 8o grados en las áreas de portugués, matemáticas y ciencias. El sistema de evaluación del SAEB utilizó dos cuestionarios, uno de caracterización sociocultural de las familias de los alumnos y otro de hábitos de estudio de la asignatura objeto de teste. La UNESCO reelaboró la base de datos para la identificación de los alumnos de la beca y analizó los resultados de las investigaciones sobre los alumnos del 4o grado de la enseñanza fundamental. La muestra de la evaluación extensiva se compuso de cuatro grupos: uno de alumnos becarios, otro de alumnos que nunca solicitaron la beca, uno de alumnos que perdieron la beca y, finalmente, uno de alumnos que solicitaron la entrada en el Programa, pero no se les concedió. En la primera etapa de estructuración de la muestra se sortearon 16 escuelas y posteriormente hubo un sorteo de grupos proporcionales al tamaño de las escuelas. Fueron 42 grupos. Entre los días 7 y 26 de noviembre de 1997, los propios alumnos rellenaron el cuestionario en el aula y, finalmente, se realizó el análisis de los resultados encontrados en el SAEB y en la recopilación específica de datos. Para el abordaje comprensivo, que buscaba entender el sentido y el contenido de las manifestaciones de la vida social y la acción y relación de los encuestados con los demás, se emplearon técnicas de investigación con grupos focales. Para el análisis del conjunto de ideas, valores y opiniones acerca de la Bolsa-Escola, se formaron ocho grupos con estudiantes becarios, uno de alumnos no becarios y otro grupo mixto de becarios y no becarios. Para la investigación en el universo de las madres, se formaron siete grupos de madres beneficiarias, dos de madres desvinculadas del programa, uno de madres que se inscribieron y no fueron incorporadas, uno mixto de madres inscritas pero no incorporadas y de madres que se desvincularon del programa, y seis grupos de profesionales de la enseñanza. En total, formaron parte de los grupos focales 79 niños y adolescentes, 89 madres y padres e 33 profesionales de la enseñanza. 58 Sistema Nacional de Evaluación de la Educación Básica, que consiste en una recopilación de datos representativa de cada unidad de la federación, realizada cada dos años. La que se realizó en 1997 estaba interesada, sobre todo, en la competencia de los alumnos de la enseñanza fundamental. 85 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Además, se realizaron entrevistas con el gestor local del programa en cada una de las tres ciudades estudiadas y otras diez entrevistas con actores claves. El objetivo de esas investigaciones era captar, en esos actores, su percepción sobre la escuela, la situación del trabajo entre los niños y adolescentes, las nociones de ciudadanía y las esperanzas de los niños y madres beneficiarias. 2. Encuesta OIT / BIRD / IPEA El objetivo de la encuesta realizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en sociedad con el Banco Mundial y el IPEA, fue evaluar el Programa Bolsa-Escola en la ciudad brasileña de Recife, capital del Estado de Pernambuco. Los procedimientos de la encuesta se realizaron en el primer semestre de 2000. Con la comparación de los cambios observados en dos momentos (T0 e T1) de dos grupos distintos (beneficiarios y grupo de control), se buscó comprobar el impacto de la Bolsa-Escola en las familias beneficiarias en lo concerniente a la influencia que dicho beneficio ejerce sobre el nivel de actividad laboral – es decir, si genera incentivos adversos al trabajo- y sobre los ingresos de los adultos. La encuesta también verificó el impacto del programa en la erradicación del trabajo infantil entre los becarios así como el aprendizaje de los niños. Finalmente, evaluó los efectos sobre la reducción de la pobreza a corto plazo. La base de datos utilizada para lo que se denominó tiempo cero (T0) fue la ficha de registro del Programa Bolsa-Escola del municipio. Dicha ficha, bastante detallada, contiene un extenso conjunto de informaciones relativas a las familias, caracterizando no sólo lo referente al Programa, sino también a su universo familiar. Para el tempo uno (T1), se utilizó la reinscripción de las familias, realizada los primeros meses del 2000, cuando se incluyeron en la ficha original de registro algunas preguntas que permitieron una evaluación educacional de los alumnos beneficiados así como la proyección de la participación de la familia en programas sociales. La evaluación del impacto se realizó mediante la comparación de las alteraciones observadas en los dos momentos (T0 e T1) de los grupos de beneficiarios y de control, este último compuesto por familias con características socioeconómicas próximas a las de las familias beneficiarias 86 y que, aún habiendo rellenado las fichas en los dos tiempos, no llegaron a ser beneficiadas. En los dos momentos (T0 e T1), los grupos analizados estuvieron integrados por 1218 familias beneficiadas y 268 familias del grupo de control. Se les aplicó también un test a los alumnos del tercer grado de la enseñanza fundamental de escuelas preseleccionadas para evaluar si la beca tenía un impacto positivo en el aprendizaje. Los tests se les aplicaron a 271 alumnos becarios y a 409 no becarios. 3. Encuesta en México El Instituto Internacional de Investigación en Políticas Alimentarias / International Food Policy Research Institute (IFPRI) realizó la encuesta ¿Está dando buenos resultados Progresa? En la investigación, se investigaron familias beneficiadas y familias inscritas pero no beneficiadas. Las informaciones iniciales se extrajeron del registro general del Programa obtenido en octubre de 1997. La otra base de datos fue una encuesta sobre las condiciones socioeconómicas de las familias de las zonas rurales, que tuvo su primera etapa realizada en marzo de 1998 y la segunda, antes de comenzar la entrega de las becas en mayo de 1998. Se realizaron otras recopilaciones de datos en octubre de 1998 y en junio y noviembre de 1999. En todas esas investigaciones, se usaron como instrumentos los cuestionarios formales; las entrevistas estructuradas y semiestructuradas, los grupos focales y los seminarios con los individuos involucrados en el programa. La investigación estableció como público meta los beneficiarios, los dirigentes y funcionarios locales, los gestores centrales, los médicos de los centros de salud, las enfermeras y profesores de las escuelas donde se encontraban los becarios. La muestra consistió en observaciones repetidas, realizadas con 24 mil familias de 506 localidades, de las cuales 320 se definieron como unidades de análisis y 136 como grupo de control. Entre las localidades involucradas se cuentan siete de los Estados – Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Vera Cruz- en los que se iniciaron las operaciones de implementación del programa. Con preguntas básicas, los cuestionarios tenían el objetivo de recopilar los datos relativos a la composición demográfica y al nivel 87 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza socioeconómico de cada familia beneficiaria o no. Posteriormente, se aplicaron cuestionarios con preguntas sobre los antecedentes familiares de los cónyuges, los bienes agregados en el matrimonio, los índices de escolaridad, la salud y la utilización de los servicios de salud, las actitudes y aspiraciones de los padres en cuanto a la escolaridad de sus hijos, el consumo de productos alimenticios y la utilización del tiempo de los miembros de las familias en el trabajo y en otras actividades diversas. Las informaciones se complementaron mediante entrevistas con el personal de las escuelas y de los centros de salud, donde se acopiaban datos sobre el rendimiento de los becarios. Además, se buscó ampliar la fuente de datos, analizando los registros administrativos de las escuelas y centros de salud. También se realizaron investigaciones sobre la eficiencia operacional del programa, con encuestas cuantitativas y cualitativas. Las primeras se hicieron a partir de observaciones repetidas en el universo de las familias beneficiarias, en las escuelas y en los centros de salud. Las segundas incluyeron entrevistas semiestructuradas con personas involucradas en el programa (directores de escuela y de centros de salud) y grupos focales con las promotoras del programa, con beneficiarios y no beneficiarios. Se organizaron 23 grupos focales con 230 participantes: 80 beneficiarios de 8 comunidades, 80 no beneficiarios de 8 comunidades e 70 promotoras de 70 comunidades. 4. Estudio de la Misión Niños La ONG Misión Niños realizó tres investigaciones en Brasil con familias beneficiadas por los programas de la Bolsa-Escola que ella administraba y los que se implementaron en los Estados de Mato Grosso do Sul y Alagoas. La encuesta en Mato Grosso do Sul59 constó de entrevistas profundas con grupos de madres beneficiarias y grupos de control. El objetivo central de la evaluación era investigar cómo el beneficio de la beca influiría en la vida económica, social y cultural de la familia en cuestión. De esa forma, se verificaría la importancia del beneficio y sus implicaciones en la vida familiar y en la vida escolar del niño, según la 59 88 MISSÃO CRIANÇA. Programa Bolsa-Escola em Mato Grosso do Sul: relatório de avaliação quantitativa e qualitativa. Campo Grande: Missão Criança, fev. 2000. percepción de los responsables. Se buscó extraer las opiniones sociales sobre el Programa, el impacto del mismo en la vida familiar y los posibles cambios de actitud con relación a la escuela y a la escolaridad de los hijos. Las familias se seleccionaron a partir del sistema de registro de la BolsaEscola de Mato Grosso do Sul, con el control de datos socioeconómicos para la composición de los dos grupos semejantes. Los resultados fueron reunidos en cuatro conjuntos de impacto, verificados a partir de las declaraciones y un tópico más sobre las percepciones acerca de la beca: • Impacto económico; • Impacto social; • Impacto en el trabajo infantil; • Impacto en la vida escolar de los hijos; • Percepciones sobre la Bolsa-Escola. La segunda y la tercera encuestas, que informarán sobre las principales consideraciones de este tópico, se realizaron con las familias beneficiarias de la Bolsa-Escola en el Entorno del Distrito Federal y el Estado de Alagoas y se desarrollaron con la utilización de la técnica de investigación cualitativa por medio de grupos focales de discusión. Se organizaron dos grupos con los responsables de familias beneficiadas del Entorno del Distrito Federal, en su gran mayoría madres beneficiarias de la Bolsa-Escola. El foco del estudio en Maceió, la capital de Alagoas, lo constituyeron dos grupos de madres beneficiadas por el Programa. En términos generales, se trató de mantener los mismos objetivos específicos de la encuesta en Mato Grosso do Sul, o sea, investigar las percepciones sociales alrededor del Programa, el impacto en las relaciones familiares y los posibles cambios de actitud con relación a la escuela y a la escolarización de los hijos, los problemas enfrentados por los responsables con respecto a la beca, así como recoger las sugerencias de los investigadores para el perfeccionamiento de la Bolsa-Escola. 5. Estudio en Argentina El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires procedió a una investigación sobre el Programa Becas Estudiantiles en dos etapas. 89 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza En la primera etapa, el objetivo central fue la evaluación del alcance del Programa, mientras que los específicos fueron describir los perfiles socio-educativos de los beneficiarios en comparación con los no beneficiarios aspirantes; analizar los criterios de selección de los beneficiarios, teniendo en vista el mantenimiento y la mejoría del programa en el año 2002; y comparar las situaciones sociales de los beneficiarios y no beneficiarios con el propósito de identificar a la población pobre no atendida por el Programa. La evaluación se realizó entre los meses de agosto de 2001 y marzo de 2002. El objetivo central y general de la segunda etapa fue realizar una evaluación comparativa de la evolución de las distintas dimensiones del rendimiento de los alumnos becarios con respecto a los no becarios. Como objetivos específicos se destacan la búsqueda del conocimiento de los cambios en la situación educacional de los becarios a lo largo del año lectivo 2001 y principios de 2002 y la existencia de vínculos entre los cambios educacionales y los cambios generales de los alumnos en sus escuelas, tales como número de alumnos repetidores, evasión, permanencia y éxito. Por último, se buscó conocer las formas de utilización del beneficio. La metodología aplicada incluyó el análisis estadístico de los formularios rellenados por los alumnos becarios al ingresar en el Programa y una segunda recopilación de datos realizada con los alumnos beneficiados durante la matrícula final de 2001 en las escuelas. Además, los adultos responsables fueron entrevistados para identificar las formas de uso del beneficio y relatar los comportamientos y la vida estudiantil de sus hijos. RESULTADOS GENERALES DE LAS EVALUACIONES Impactos en la Evasión, la Promoción y el Número de Alumnos Repetidores En esta parte se relatará el impacto del Programa Bolsa-Escola en lo que se refiere a la permanencia de los niños en la escuela, los efectos en la promoción escolar, así como los indicadores de mejoría de desempeño de los alumnos becarios. Las conclusiones se basan en investigaciones de diversas instituciones, generalmente en la forma de estudios detallados de comparación entre alumnos becarios y no becarios. 90 Parece existir consenso sobre los efectos del Programa Bolsa-Escola en la evasión escolar y en el número de alumnos repetidores. Las verificaciones de las encuestas y evaluaciones llaman la atención hacia la disminución substancial de la evasión y del número de alumnos repetidores entre los niños y los adolescentes becarios en todos los sitios en los que se implementó el programa. La Bolsa-Escola ha demostrado eficacia en la promoción del acceso a la permanencia del alumno en la escuela. De forma enfática, hubo impactos en la evasión escolar y en los índices de alumnos repetidores en el Distrito Federal brasileño, por ejemplo. En 1996, para que se tenga una idea más precisa, la tasa de evasión escolar en la Capital entre todos los alumnos matriculados en la red pública de enseñanza, fue de 7,4%, y la de alumnos repetidores de 18,1%. Entre los alumnos de la Bolsa-Escola, los índices fueron respectivamente de 0,4% e 8%60 . Esos datos también fueron analizados por Moraes y Sant’Ana61 . Según la evaluación de la UNESCO, la primera y más amplia que se haya realizado sobre la Bolsa-Escola, el Programa cumple, por así decir, su objetivo fundamental de garantizar la permanencia del niño en la sala de aula durante todo el año lectivo. El Programa serviría para mantener a los hijos en la escuela, incentivarlos para que estudien y retirar a los niños de las calles. Dichos resultados perduran inclusive después de la salida de los niños del Programa. Son cambios en la percepción sobre la importancia de la educación para el futuro de las familias pobres. “Uno de los resultados indirectos del paso por el programa es el cambio de percepción que algunos niños / adolescentes y sus familias tienen sobre la educación y de su papel como ciudadanos. Aún perdiendo la Beca, parece que muchos de los padres continúan controlando la asistencia a la escuela y exigiendo los deberes de casa”.62 Por medio de la beca se refuerza la idea de que la educación sería la única herencia a dejar para los hijos. De ese modo, se produce una renovación en la valoración de la educación como medio de ascenso social, 60 61 62 Índices citados y analizados en ARAÚJO, C. H. Op Cit. MORAES A.; SANT’ANA, S. R. Avaliação do Programa Bolsa-Escola do GDF. Brasília: Fundação Esquel, UNICEF, UNESCO, 1997. WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 123. 91 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza generando esperanza entre las familias pobres. Ese es otro hallazgo de la evaluación que hizo la UNESCO. Se comprobó, por los datos recogidos, el aumento substancial de la asistencia a clases entre los alumnos becarios. Esos mismos efectos verificados en el Distrito Federal de Brasil se pueden encontrar también en el Programa mexicano de Bolsa-Escola. Aumento de matrícula, crecimiento en el nivel de escolaridad, disminución de la evasión escolar y aumento de las oportunidades de conquistar mejores puestos de trabajo en el futuro son ejes de impactos que están muy claros en Oportunidades / Progresa. Los datos que constan en el informe del Instituto Internacional de Investigación en Políticas Alimentarias63 , publicado en 2001, muestran que hubo un incremento de 5% a 8% en la tasa de matrícula para los alumnos y de 11% a 14% para las alumnas becarias. Se puede afirmar que los niños mexicanos beneficiados por la política tendrán cerca de 0,7 años adicionales de escolaridad después de recibir el beneficio. Los estimados indican también que los ingresos a lo longo de la vida de los niños becarios podrán ser 8% mayores, pues hay una conocida correlación entre capital escolar y mejor posición en el mercado de trabajo. En el mismo sentido, en Argentina se comprobó que los alumnos beneficiados por la Bolsa-Escola permanecen en la escuela, o sea, el Programa cumple su principal finalidad: combatir la evasión escolar. Según una encuesta realizada en julio de 2002, los alumnos becarios argentinos tienen nivel de permanencia de 95,9%, mientras que entre los no becarios ese índice es de 90,5%.64 En Recife, capital del Estado de Pernambuco en el Nordeste brasileño, se verificaron conclusiones muy parecidas de incentivo a la escolarización de los más pobres. Para los realizadores de la evaluación de la OIT / BIRD / IPEA: “(...) la obtención de la beca moviliza positivamente a las familias y a las escuelas en favor de la escolarización de los niños”. En términos macro, hay un efecto colectivo en el sistema de enseñanza al provocar un impacto también en la permanencia de los niños en la escuela. Para la misma evaluación: 63 64 92 INSTITUTO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN POLÍTICAS ALIMENTARIAS. Op. Cit. GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES. Secretaría de Educación. Becas estudiantiles 2001: informe de seguimiento. Buenos Aires: GCBA, jul. 2002. “(...) el efecto más importante del programa es la destrucción de los mecanismos usados tradicionalmente por la escuela para excluir a los alumnos más pobres. La Bolsa-Escola compromete a las familias con el mantenimiento de los niños en la escuela y, al mismo tiempo, obliga a la escuela a mantener a los alumnos que registran alta probabilidad de evasión. Ellos sólo permanecen por causa de la beca.”65 Con relación a los índices de aprobación, en la mayoría de las evaluaciones realizadas se puede verificar que los alumnos becarios han superado la diferencia que antes existía respecto a los no becarios. En Argentina, por ejemplo, los efectos del Programa en la promoción de año demostraron que entre los becarios hubo una tasa de éxito de 53,1%. Ese mismo índice entre los no becarios fue de 52,4%. Evidentemente, como los becarios son los más pobres entre los pobres, era de esperarse índices bastante diferentes y bien menores que los alcanzados por los no becarios. “Asumiendo que hubiera sido esperable que la promoción fuera menor en el grupo más vulnerable – como el caso de los becados – la conclusión anterior indica una promoción elevada en términos comparados.”66 Por su parte, en los índices de alumnos repetidores, la distancia que separaba a los alumnos pobres y a los demás ha disminuido en función de la Bolsa-Escola. Según el estudio de la UNESCO, 40,9% de los alumnos becarios en Brasilia nunca repitieron el año, 35,1% repitieron una vez, 14,8% dos veces, 6,7% tres veces y 2,5% tres veces o más, de acuerdo con los datos extraídos del Sistema Nacional de Evaluación de la Educación Básica – 1997. Entre los no becarios, los datos son los siguientes: • 61,9% nunca repitieron; • 23,2% repitieron una vez; • 9,8%, dos veces; • 3,4%, tres veces; • 1,8%, tres veces o más. 65 66 LAVINAS, L.; BARBOSA, M. L. Avaliação do Programa Bolsa-Escola do Recife. Brasília: OIT, Bird, Ipea, out. 2000. GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES. Op. Cit. p. 92. 93 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza De acuerdo con la misma fuente, la aproximación de los porcentajes de alumnos repetidores entre becarios y no becarios en los últimos grados de la enseñanza fundamental es todavía mayor. Entre los becarios del 5o al 8o grado, 54,8% nunca repitieron el año escolar mientras entre los no becarios ese índice fue de 50,1%. La UNESCO también analizó datos sobre la tasa de alumnos repetidores entre los becarios. En una muestra estratificada en niveles sociales, se separaron dos grupos: becarios y no becarios y se estudiaron los datos de alumnos repetidores. Las conclusiones a las que se llegó señalan que tanto en el total de la muestra como en cada uno de los estratos sociales, dicha tasa es siempre menor entre los becarios que entre los no becarios. Sin embargo, el mayor impacto en la disminución de ese índice entre los becarios se localizó en los estratos inferiores. En el estrato E – económicamente menos favorecido – dicho índice entre los becarios representó prácticamente la mitad del registrado entre los no becarios. El impacto más fuerte, empero, fue la inversión en la pirámide de alumnos repetidores entre los becarios. Si entre los no becarios la probabilidad de repetir disminuye a medida que aumenta el estrato social del alumno, entre los becarios sucede lo contrario. Tasa de alumnos repetidores del 5o al 8o grados en la transición 1996/1997 por estrato educacional familiar según la situación con respecto a la Bolsa-Escola (en %) 67 En la misma investigación realizada en Brasilia se evaluó, mediante tests de competencia, el rendimiento de los becarios y no becarios a efectos de comparación y se observó que las diferencias entre los dos grupos fueron 67 94 WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 131. mucho menores de lo que se esperaba. Los becarios salieron mejor en las áreas de Matemáticas y Lengua Portuguesa, y el grupo no-becario, en Ciencias. “Esta ausencia de diferencia entre los dos grupos muestra un aspecto positivo del programa Bolsa-Escola. Diversos estudios nacionales e internacionales son unánimes en comprobar el peso de la situación socioeconómica del aluno en su aprovechamiento escolar. De ese modo, si los becarios, que por los requisitos de acceso a la Bolsa-Escola son los que se encuentran en la posición inferior de la escala, presentan rendimiento semejante a la media del universo de las escuelas públicas, esto ya representa un gran avance”.68 Impactos en la Salud, la Nutrición y la Alimentación El impacto del Programa en la mejoría de las condiciones de salud y alimentación de las familias beneficiarias es el tema de este tópico. Hay que resaltar el carácter también universal de ese impacto cuando se analizan los resultados de las diversas investigaciones en distintos países. En el estudio Bolsa-Escola: mejoría educacional y reducción de la pobreza, en el Distrito Federal brasileño, por ejemplo, se diagnosticó que la mayor parte de los recursos del programa sirve fundamentalmente para la supervivencia de la familia, o sea, la compra de alimentos. Consecuentemente, hay una mejoría considerable en la nutrición y el bienestar social de los niños y de toda a familia. En México, algunos efectos de la Bolsa-Escola (Oportunidad / Progresa) entre las familias beneficiadas se concentran en el área de la salud y el desarrollo. Hubo aumento medio en la estatura de los niños becarios en cerca de 16% en correlación con el aumento observado en la calidad y cantidad de la alimentación de las familias beneficiarias. En el caso del programa mexicano se articulan acciones de diversas políticas públicas integradas, fundamentalmente educación, asistencia social y salud pública. Por tanto, sus impactos son más intensos en la alimentación y en la mejoría de la salud familiar69 . Se puede afirmar que el Programa toma en cuenta los llamados determinantes básicos de la pobreza: educación, salud y alimentación. 68 69 Idem. p. 135. GERTLER, P. J. An evaluation of the impact of progress on health care utilization and health status: final report. Washington, D.C.: International Food Policy Research Institute, jul. 2000. 95 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Al comparar grupos semejantes -niños beneficiados con la beca y niños del mismo perfil socioeconómico, pero no beneficiados con la mismase llegó a la conclusión de que los becarios mexicanos tuvieron 12% menos enfermedades. Por el mismo método, se registró entre los adultos beneficiados con la beca una reducción de 19% en el número de días que enfermaron. Los estudios confirman una progresiva mejoría en la salud y la alimentación de todos los miembros de las familias beneficiadas, así como un aumento en el consumo, fundamentalmente de las que viven en zonas rurales. Es bueno recordar que la primera fase del Programa tuvo como foco a las familias pobres de las áreas rurales mexicanas. En Mato Grosso do Sul, Centro-Oeste brasileño, parece haber consenso en el interior de las familias sobre la utilización del nuevo recurso en la compra de alimentos70 . No hay registros de tensiones entre los padres sobre la forma de utilizar el dinero. Se sabe que el beneficio se otorga por el hecho de que el niño está matriculado y tiene que asistir a clases. El dinero serviría, sobre todo, a ese fin. Pero si la situación alimenticia de la familia es de penuria, algo que tiene que ver con la supervivencia de los individuos, lo más justo es que el recurso sirva para la alimentación. Por tanto, las declaraciones son enfáticas en el sentido de la utilización del recurso para mejorar la alimentación y aumentar su cantidad. En las evaluaciones realizadas en Brasil, las madres declararan que antes de la beca pasaban necesidades diarias. Como los jefes de familia estaban desempleados y dependiendo de pequeños servicios, muchas de esas madres preparaban una única comida al día, generalmente compuesta de arroz y frijol, alimentación básica del brasileño pobre. Por tanto, el efecto más aparente de la introducción de la Bolsa-Escola en la vida de las familias se da en la alimentación de sus miembros. Según declaración de las madres, la renta mensual se utiliza en la compra del desayuno (pan y leche) para los hijos y en la mejoría de las compras quincenales y mensuales. Se introducen la carne, las frutas y las legumbres en la dieta familiar. De la misma forma que se reveló mejoría en la alimentación de las familias beneficiadas en Brasil, en México hubo un aumento progresivo en la utilización de los recursos en la compra de alimentos. En 1999, el 70 96 MISSÃO CRIANÇA. Op. Cit. gasto medio en alimentación de las familias mexicanas beneficiadas por el programa fue 13% mayor si se compara con los mismos gastos de familias similares, pero no beneficiadas por la Bolsa-Escola. El aumento no fue solamente cuantitativo. Hubo también mejorías cualitativas en la alimentación. Se verificó un aumento medio de 10,6% en la ingestión de calorías por parte de las familias beneficiadas y mayor calidad en la alimentación después de ingresar en el programa.71 En Argentina los estudios indican que el dinero de la beca también se utiliza para el sustento de las familias. Revelan también que buena parte de los recursos se emplea para facilitar la permanencia de los hijos en la escuela. Según el estudio, 63,9% de los beneficiarios declararon utilizar el dinero en la adquisición de material escolar, 56,8% en la compra de ropa, zapatos y tenis; 47% en alimentos; 36,6% en el pago del transporte para el acceso a la escuela. Las respuestas son múltiples, o sea, los entrevistados podían relatar más de un gasto.72 Impacto en la Reducción del Trabajo Infantil Este tópico se convierte en uno de los más importantes temas cuando se trata de combatir la exclusión social y elevar los niveles educacionales de los niños y adolescentes económicamente menos favorecidos. Uno de los grandes desafíos de la Bolsa-Escola es librar a los niños del trabajo precoz. Es evidente el vínculo del trabajo infantil con la no-matrícula y la evasión escolar. La distancia entre los estratos sociales hace que el capital escolar se concentre en los más ricos y en el caso de los niños y adolescentes trabajadores, es de suma importancia esa asociación estructurada entre pobreza y no-distribución de escolaridad. En Brasil, por ejemplo, a pesar de la ampliación de la enseñanza fundamental en la segunda mitad del siglo, ese fenómeno hace que los niños pobres tengan que dejar las escuelas para complementar el ingreso familiar. La tasa de evasión escolar y de matrícula en Brasil no es la misma 71 72 HODDINOTT, J.; SKOUFIAS, E. The impact of progress on consumption: final report. Washington, D.C.: International Food Policy Research Institute, Aug. 2000. SEMINARIO INTERNACIONAL DE BOLSA-ESCOLA. Ponencia. Buenos Aires, may 2002. Buenos Aires: Secretaria de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, 2002. 97 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza para todos los segmentos de la población. En la literatura especializada en ese asunto se conoce que la tasa de evasión aumenta progresivamente cuanto menor sea el nivel de ingresos. Ocurre lo contrario con la tasa de matrícula. El fenómeno se asemeja al del mercado de trabajo infantil. La mayoría de las veces, los niños de las familias económicamente más pobres dividen el tiempo de la escuela con el trabajo o con la calle. En otras palabras, los niños pobres necesitan complementar la renta familiar con pequeños servicios eventuales o con el ingreso en el mercado de trabajo, generalmente en su sector más precario o en el mercado informal. El tiempo dedicado al trabajo dificulta e impide su pleno desarrollo en la escuela, pudiendo, inclusive, apartar al niño definitivamente de la sala de aula. Otro efecto del trabajo infantil ocurre en el mercado de trabajo para los jefes de familia o cónyuges. Un niño en el competitivo mercado de trabajo compite con un adulto y afecta de ese modo el rendimiento medio del asalariado. El salario o el servicio pago a un niño siempre cuesta menos según la lógica del mercado. El niño no está preparado ni protegido socialmente en términos de derechos laborales y la óptica del mercado es pagarle menos a un menor por la realización de un determinado trabajo. El efecto de ese raciocinio es perverso y genera un círculo vicioso: el desempleo entre adultos jefes de familia fuerza a nuevos niños a buscar trabajo para completar la renta familiar y el trabajo los aparta de la escuela y los inserta en el mercado de trabajo o los lleva de vuelta a las calles. Por tanto, la Bolsa-Escola sería en tesis un Programa de combate al trabajo infantil e inversión en el futuro del niño que tendría mayores oportunidades de que sus padres consiguieran trabajos mejores a largo plazo. Los estudios comprueban que se están materializando los indicios de esos efectos. En general, a través de diversos estudios se probó la eficiencia de la Bolsa-Escola para devolverles a los niños pobres el derecho de poder asistir a clases y alejarse del trabajo infantil. Aún cuando muchos niños ya estaban matriculados, su asiduidad era perjudicada por la pobreza y la necesidad de trabajar para complementar los ingresos de la familia. El beneficio les dio a las familias económicamente muy pobres la posibilidad de garantizar la asistencia de sus hijos a, por lo menos, 90% de los días lectivos. 98 La UNESCO diagnosticó que en el Distrito Federal, la Bolsa-Escola evita el trabajo infantil y observó en los miembros adultos de la familia la percepción de que “ el lugar de los niños es la escuela”. “Hay familias que tienen muchos niños y colocan al de diez, once años, en una casa de familia para que ayude. El niño se queda sin estudio y le da prioridad al trabajo debido a la necesidad” (madre de un niño beneficiado en Ceilândia). Al mismo tiempo, diversos relatos comprobaron la existencia de trabajo entre los niños y adolescentes de forma generalizada. En términos generales, las niñas ejercían las funciones de domésticas y niñeras y los niños, otras diversas actividades, tales como limpiar zapatos, cargar compras de supermercados y ferias y cuidar coches en las calles de la ciudad. Había la percepción entre los becarios, principalmente adolescentes, de que el beneficio era dado por el Gobierno y que serviría para alejar a los niños del trabajo infantil. “Si no tuviera la beca, tendría que faltar para poder trabajar” (alumno becario en Paranoá, 12/14 anos). “Hay gente a las que les gustaría venir para la escuela, pero no tienen como; los padres son pobres, no tienen condiciones; las madres están desempleadas y el hijo tiene que trabajar cuidando coches.”(alumna becaria, Ceilândia, 12/14 anos).73 Nuevamente en México, el impacto registrado en las familias beneficiarias es semejante al encontrado por los estudios de investigadores brasileños. El Instituto Internacional de Investigación en Políticas Alimentarias verificó reducciones en las tasas de participación de los niños de las familias beneficiarias en el mercado de trabajo. En el Distrito Federal de Brasil se registraron índices de reducción de la participación de los niños en el mercado de trabajo que coinciden con la expansión del Programa. En 1996 y 1997, hubo una disminución de 31,2% en la tasa de ocupación de niños de 10 a 14 años y de 13,08% de la población económicamente activa entre 10 y 17 años, mientras que la población creció 5,19%enelmismoperíodo.Portanto,esdesuponerqueelvolumende recursos 73 WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 121. 99 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza distribuido por la beca, entre otros factores, haya aumentado la renta de la parte más pobre de los habitantes de la capital y con ello haya conseguido retirar a los niños del mercado de trabajo.74 Junto con la disminución de la tasa de participación de los menores de edad en el mercado de trabajo, entre septiembre de 1996 y septiembre de 1997 se verificó una reducción del 36% en el número de niños y adolescentes que vivían en las calles de Brasilia, lo que de cierta forma también se puede asociar al Programa 75 . Un proyecto similar desarrollado en Campinas, importante ciudad del interior del Estado de São Paulo, que asociaba la renta mínima a la obligatoriedad de la matrícula y la asistencia a clases de los niños en edad escolar, obtuvo resultados semejantes con relación a los niños y adolescentes que estaban en las calles, inclusive con más intensidad puesto que ese grupo era un objetivo prioritario del Programa. En Campinas se registró una gran reducción en el número de niños y adolescentes que vivían en las calles: se pasó de 550 menores, en 1995, a 47 en marzo de 1997. 76 En los grupos focales oídos en 2000 y 2001, algunos relatos muestran el impacto del Programa en la reducción del trabajo infantil. Buena parte de las madres entrevistadas siente embarazo al hablar sobre el trabajo infantil que realizaban sus hijos antes de su integración a la Bolsa-Escola, pero a medida que avanza del proceso de encuesta, comienzan a revelar que la labor de los niños buscaba, fundamental, complementar el presupuesto familiar. Todos los encuestados tienen alguna historia de trabajo infantil en la familia. Las madres y los padres que trabajan en la recogida de basura siempre contaron con la ayuda cotidiana de sus hijos, inclusive de los de menor edad. Otros tenían niños que vivían de pequeños 74 75 76 Para mayores detalles ver ARAÚJO, C. H. Bolsa-escola: renda mínima associada à educação. In: CACCIA-BAVA, S. et al. Programas de renda mínima no Brasil: impactos e potencialidades. São Paulo: Pólis, 1998. ARAÚJO, C. H. Bolsa-escola. Op. Cit. e ARAÚJO, C. H. A face jovem da exclusa. Op. Cit. BEJARANO, S. R. Programa de Garantia de Renda Mínima: a experiência de Campinas. In: CACCIA-BAVA, S. et al. Programas de renda mínima no Brasil: impactos e potencialidades. São Paulo: Pólis, 1998. 100 trabajos en las calles de las ciudades como limpiabotas o cuidadores de coches. También hay relatos de niños que trabajaban en el corte de caña de azúcar, los llamados bóias frias. En las ciudades nordestinas generalmente los hijos vendían dulces, cuidaban coches o hasta pedían limosnas en los centros de las ciudades. En el interior, hacían lo posible por ayudar a sus madres a sobrevivir. Todas las declaraciones coinciden en que los ingresos obtenidos por los hijos serían de fundamental importancia para el sustento de la familia. En los entrevistados hay una clara percepción de que el trabajo infantil competía directamente con la escuela y acababa por apartar a los niños definitivamente de los estudios. No obstante, confirman la necesidad de tener algún dinero extra, generado por los hijos, para complementar el presupuesto doméstico y hasta comprar alimentos y ropas. Transmiten el sentimiento de que la situación del trabajo infantil es humillante para toda la familia y se declaraban impotentes ante ese hecho. Las madres beneficiadas por la Bolsa-Escola consideran justo, y hasta promisorio, que los niños dejen el trabajo como condición para recibir la beca. El trabajo de los hijos en la recogida de basura es aún más humillante, según declaraciones de madres que trabajan en esa actividad., quienes afirman que muchas veces sus hijos enfermaban, faltaban a clases y alguna que otra vez comían basura. Hay un fuerte indicio de que la disminución del trabajo infantil es uno de los efectos más importantes de la política pública de asociación de la educación a la renta mínima. Todas las declaraciones indican que el impacto de la Bolsa-Escola sobre el trabajo infantil se da en el sentido de eliminarlo. Hay relatos de hijos que sufrían con la violencia de las calles, en las que trabajaban diariamente como limpiabotas. A pesar de ganar más, no apreciaban un trabajo siempre envuelto en violencia y sujeto a las intemperies típicas de las grandes y medias ciudades. Con el dinero de la beca, los chicos y las chicas dejaron de trabajar espontáneamente. Las madres declararon que después de recibir la beca, los hijos pasan el tiempo principalmente en la escuela y estudiando y que eso los ha alejado de la violencia de las calles y del trabajo “duro”. 101 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza En Campo Grande se comprobó con énfasis el abandono del trabajo precoz de los niños en la recogida de basura después de recibir el beneficio. De manera clara, el acceso a la escuela y la asistencia asidua pasan a competir con el trabajo de los niños, derrotando al trabajo infantil. Es verdad que hay declaraciones en el sentido de que algunos niños todavía trabajan, pero con reducción de los días y de las horas laborales. En el grupo de control, las madres dicen que sus hijos contribuyen de alguna forma con la renta familiar– las del basurero, de forma más intensa. Declararon también que los ingresos recibidos por los hijos son de importancia fundamental para el sustento del hogar. Por tanto, está confirmado por contraste que los niños que no tuvieron acceso a la Bolsa-Escola trabajan, mientras que los beneficiados por ese programa abandonan poco a poco el trabajo infantil. Está confirmado el significado fundamental del Programa, puesto que a los niños se les retiró del mercado de trabajo precario y de las calles, al tiempo que se les devolvió el derecho de estudiar. Cambios en la Economía Familiar En este tópico se analizarán los cambios significativos en la economía familiar que se detectaron en las diversas evaluaciones realizadas en todas las experiencias de la Bolsa-Escola. Mediante dichas evaluaciones, también es posible entender las micro dinámicas y las estrategias de supervivencia de las familias en la utilización de los nuevos recursos oriundos del beneficio. En general, en el seno de las familias se introduce un incremento en la compra de comida, la adquisición de material para reformas en la casa y bienes básicos para uso doméstico, como camas, colchones, duchas y cajas de agua. En el estudio de la UNESCO se verificó por primera vez el aumento de racionalidad económica en el uso de los recursos de la beca por parte de la madre. Como era de esperarse, la madre se consolida como administradora de las necesidades del hogar y ahora pasa a ser considerada importante en la economía de la familia. Tanto en las encuestas brasileñas como en los cuestionarios mexicanos se vio a las madres usar racionalmente el dinero. Ahora se pueden programar, asumir un pago a plazos o ahorrar recursos que serán aplicados en la satisfacción de sus deseos. La vida económica de esas familias es generalmente inestable. Viven de servicios eventuales y pequeños trabajos, que dependen excesivamente de una demanda espontánea. Están 102 excluidas de los derechos laborales y del derecho a un mínimo de previsión financiera. Por tanto, la garantía de un recurso mensual da la posibilidad de desarrollar la planificación familiar en la aplicación de recursos, nociones de prioridades y ahorro. Muchas madres entrevistadas explican esa ventaja. “Cuando me lo dan (beneficios monetarios) algunas veces ellos (mis hijos) tienen zapatos y ropa, lo guardo para comida y si veo que mis hijos necesitan un par de pantalones o algo parecido, compro un par de pantalones para mis hijos. Pero siempre es para ellos. Yo soy la que toma las decisiones acerca del dinero que me dan, porque yo soy la que sabe qué necesitan”. Promotora.77 En los estudios realizados sobre el programa mexicano y los programas brasileños se encontraron semejanzas con relación a la utilización de los recursos oriundos del beneficio. La Bolsa-Escola mexicana les permite un aumento de aproximadamente 10,5% del consumo medio a las familias beneficiadas.78 También se ha utilizado el programa como garantía para la compra de bienes duraderos. En diversos municipios brasileños el fenómeno se repite. Los investigadores79 verificaron que las madres beneficiarias guardan mensualmente parte de los recursos procedentes del Programa para después invertir en la compra de electrodomésticos, como neveras y radios. Los propios niños y adolescentes participan en la toma de decisión sobre la utilización de los recursos de la beca. Según la percepción de los jóvenes beneficiados en Brasilia80 , hay una especie de distribución del dinero entre las varias necesidades propias y las de los demás miembros de la familia. El beneficio facilita el acceso al material y al uniforme escolares a la vez que posibilita la compra de otros artículos (ropas, zapatos, comida, muebles, objetos para la casa, remedios), la realización de obras y el pago de tarjetas de crédito, de la cuenta de luz y de agua, entre otros gastos. 77 78 79 80 Declaración de uma madre mexicana electa como representante de un conjunto de madres en la asamblea de incorporación al programa. In: INSTITUTO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN POLÍTICAS ALIMENTARIAS. Op. Cit. HODDINOTT, J. Op. Cit. MISSÃO CRIANÇA e UNESCO auditoria de ONGs: relatório final. WAISELFISZ, J. Op. Cit. 103 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza El beneficio proporciona cambios en la vida de los beneficiarios en lo tocante a mejorías en el hogar. Se verificó la ampliación y construcción de nuevas habitaciones, la mejoría de las condiciones de higiene, el cambio en el modelo sanitario y la sustitución de revestimientos en las habitaciones, entre otros. “El tópico construcción aparece en varias declaraciones como cambio en la medida en que la casa es un valor fundamental en la vida de esta población, puesto que permite acumular un pequeño capital, alcanzar una cierta seguridad económica y mejorar su calidad de vida. La casa propia no sólo tiene un valor instrumental, sino que es una forma de afirmación e independencia”.81 En las evaluaciones realizadas hasta el momento no se detectó ningún tipo de incentivo a la ociosidad. Las familias beneficiadas declaran considerar la beca como una ayuda, un complemento al ingreso familiar. En todas las afirmaciones aparece muy clara la idea de que sólo la BolsaEscola no garantiza el sustento, por lo que hace falta obtener algún tipo de ingreso adicional. Esa noción refrenda dos aspectos importantes: 1) la conciencia de que el valor del beneficio de la Bolsa-Escola es insuficiente para sustentar a una familia y; 2) que los padres no dejarían de buscar empleo o el propio sustento por causa del beneficio. Al mismo tempo, el rendimiento mensual permite que los padres busquen trabajos más dignos y eso sucede especialmente con las madres que antes vivían de la basura. En el estudio “Evaluación de la Bolsa-Escola de Recife, OIT, BIRD, IPEA – 2000”, se verificó que 96% de las familias beneficiarias se encontraban en la banda de ingresos de 40 reales per cápita al ingresar en el Programa. Un año después de recibir el beneficio, ese porcentaje cayó 18%. “la primera constatación que salta a los ojos es que el recibimiento del beneficio no parece constituir un desestímulo al trabajo, puesto que la renta familiar extra beneficio de esas personas extremadamente pobres y marginadas aumenta, poco, pero indiscutiblemente aumenta”.82 81 82 Idem. LAVINAS, L.; BARBOSA, M. L. Op. Cit. 104 También en Recife quedó claro que el número de familias que permanecen por debajo de la línea de indigencia se redujo de 78% a 38% entre las beneficiadas. Por tanto, el Programa promovió de forma efectiva una mejoría significativa de las condiciones de vida de la población meta, no sólo en los aspectos relativos a la cuestión nutricional de las familias, sino también en los más diversos gastos. Además, aumentó la participación de los hijos y de las madres en la toma de decisiones sobre la utilización de los recursos, permitiendo el desarrollo de nociones de planificación, ahorro y elección de prioridades. Aumento de Poder, Aumento de la Autoestima y Perspectiva de Futuro El tema de este tópico es el impacto del Programa en las relaciones de poder entre el hombre y la mujer, en los cambios de parámetro de relación familiar y en la toma de decisiones en el sentido de una mayor influencia de la mujer en el hogar. Los sub elementos de este análisis son la manera en que la opinión de las madres pasó a tener más fuerza después de formar parte del Programa y cómo pasaron a discutir más sobre los problemas de la casa, de los estudios de los hijos y del presupuesto doméstico. El fenómeno del aumento del poder femenino con la Bolsa-Escola lo revelan los estudios realizados en México y Brasil. Las evaluaciones de la UNESCO, de la OIT, del BIRD y de la Misión Niños verificaron importantes cambios en la vida de las madres beneficiarias. Son resultados muy semejantes. La posición de la mujer en la familia se transformó fundamentalmente en la medida en que ella pasa a ser gestora de una complementación de renta familiar. Su autonomía e importancia en la estructura de la familia aumentan substancialmente. El hecho de ser ellas las que reciben los recursos es, en realidad, un elemento de seguridad para que el dinero se gaste en algo necesario para la familia. Ellas mismas afirman que ese hecho les permite elegir en qué gastar. Además, con el dinero de la beca en la mano, la madre puede buscar los lugares más baratos para comprar, economizando para enfrentar otras necesidades. Consideran las madres que con la beca pueden cuidar mejor a sus hijos y fiscalizarles los estudios. En suma, se le tiene a la mujer como más responsable y consciente de las necesidades de los hijos que al hombre, a quien seleconsideraegoístaeirresponsable.(Weiselfizs,Abramovayy Andrade, 1998). 105 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza “El hecho de que las mujeres sean gestoras del dinero, les da la autonomía de decidir cómo, dónde y cuánto gastar e, inclusive, la oportunidad de gastar consigo mismas, aunque lo hagan poco. Contar con el dinero que les pertenece puede volverlas más libres de la dependencia diaria de los maridos”. 83 La evaluación realizada en México detectó que más que en el aumento de la autoestima, las madres se beneficiaron también en otros aspectos como el aumento en la confianza en sí mismas y mayor conciencia y control de sus acciones y de los recursos de la familia. En Brasil hay declaraciones de madres que creen que el pago del recurso de la beca sirvió para organizar la vida de los hijos, obligándolos a frecuentar la escuela. Relatan que los hijos se sienten mejor después del recibimiento de la beca y que también ganaron en autoestima. En el curso de las encuestas algunas madres que realizaban trabajos penosos recuerdan las numerosas humillaciones y discriminaciones sufridas. Cuentan casos de tentativas de suicidio por no soportar la humillación de trabajar en los basureros, por ejemplo. Ahora afirman que creen más en sí mismas, que han aprendido a buscar sus derechos y que, por primera vez, se les tratada como iguales. Se detectaron muchos otros efectos a partir de las declaraciones comparadas de las familias beneficiadas y no beneficiadas por la BolsaEscola en Brasil, así como en los grupos focales84 . De forma general, se puede observar en los niños becarios un aumento de la autoestima, cosa que se verificó también entre las madres, junto con el despertar del interés por retomar los estudios. La autoestima es un dato que las madres siempre recuerdan y que se verifica en todas las recopilaciones de datos. Argumentan las madres que con la beca pasaron a tener que prestarles más atención a los estudios de los hijos y que notan la necesidad de auto superarse. La escuela, el estudio y la expectativa de ascenso social se incluyen en la pauta familiar e, inclusive, en las conversaciones cotidianas. Hablan de sueños como el de pagar cursos de preparación profesional para los hijos y opinan que con un ingreso regular y los hijos distantes del trabajo infantil, pasarán a gozar de más credibilidad en la comunidad 83 84 WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 86. MISSÃO CRIANÇA. Op. Cit. 106 Igualmente se observan cambios significativos en las relaciones de toda la familia. Hay madres y padres que declaran que ha mejorado la relación de la pareja después de recibir la beca. Según declaraciones de las madres, la mayor fuente de conflictos era la falta de dinero para satisfacer las necesidades básicas de la familia, lo que constituía un tema de constante embarazo familiar, principalmente entre marido y mujer. De modo general, los niños pasaron a ser considerados como miembros importantes de la familia. Hay relatos sobre el interés del niño en el propio uso de la beca. De cierta forma, están preocupados con la utilización del dinero y, así, pasan a demostrar mayor complicidad con la situación familiar y con el principal agente administrador de los recursos, la madre. Esos niños se sienten responsables del nuevo recurso de la familia. Las madres comenzaron a interpretar la escuela como la gran oportunidad para que los más pobres consigan un empleo mejor, que los retire de una situación generalmente humillante. Consideran que la educación es sinónimo de futuro y de mejores expectativas y explican que uno de los efectos de la beca fue hacer que los hijos pasaran a ser ejemplos. La perspectiva positiva de futuro, escasa debido a la situación económica y cultural de las familias, pasa a formar parte de la imaginación de esas madres y, de manera más tangible, de los deseos de sus hijos. Se desarrolla un nuevo anhelo de ascenso social, de tener un empleo mejor que el de los padres. Las implicaciones del aumento de la autonomía de las madres se reflejan en la propia educación de los hijos. Ellas se sienten más responsables del estudio de los niños y hasta de la formación familiar en el sentido más amplio. Comienzan a exigirles más en su desempeño y comportamiento en la escuela. Constantemente las madres les recuerdan a sus hijos que si faltan a clases, ya no tendrán más la beca y, por tanto, perderán los beneficios. La autoestima de la madre crece substancialmente y hay crecimiento en términos psicosociológicos y de ciudadanía femenina. En ese sentido, hubo relatos sobre la reducción de la violencia doméstica. Parece haber correlaciones seguras entre ese aumento de autoestima y ciudadanía con la disminución de la violencia practicada contra la mujer. Lo mismo comienza a ocurrir con los hijos, a quienes ahora se les considera importantes para o sustento de la familia y, en la medida en que tienen 107 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza más contacto con la escuela, se vuelven más seguros y protegidos. Por tanto, en ese caso también hay indicios de reducción de violencia doméstica. (Weiselfizs, Abramovay y Andrade, 1998). Por último, de acuerdo con los relatos recogidos, se nota que muchas madres se sienten motivadas a volver a estudiar. Eso se debe a algunos factores: • Progresivo aumento de la importancia de la educación en la vida familiar, puesto que el vínculo hijo-escuela pasa a ser fundamental para el sustento de la familia; • Creciente presencia de la madre en la escuela; • La educación aumenta su importancia en la planificación futura; • La introducción o la intensificación del factor de la escolaridad como elemento de movilidad social. Esos aspectos agregados despiertan en las madres el deseo de progresar a través de la educación, un sentimiento o percepción que se puede aprovechar en la enseñanza de adultos. La Bolsa-Escola reaviva la esperanza de ascenso social a través del estudio. CONCLUSIONES Tomando como base los estudios relatados sobre el impacto de la Bolsa-Escola en las familias beneficiadas, es posible establecer conjuntos específicos de efectos inmediatos y de efectos potenciales del Programa en los niños, las familias y la comunidad. Los efectos inmediatos son los que se procesan de forma automática con la llegada del nuevo rendimiento mensual y la obligación de asistir a la escuela. Otro conjunto de efectos está en la dimensión de las posibilidades futuras. Son impactos leves, que necesitan un seguimiento delicado e, inclusive, una potenciación por medio de intervenciones específicas de otras políticas sociales, siempre articuladas e integradas. Esa clasificación se vuelve importante, puesto que la introducción del Programa Bolsa-Escola entre las familias muy pobres genera una serie de consecuencias y potencialidades no previstas. Dichas potencialidades o indicios tendrán una mayor o menor contribución en la transformación de la realidad de los beneficiados, dependiendo de su 108 articulación a acciones sociales específicas. Por tanto, la conjunción entre políticas sociales de atención a las familias y la Bolsa-Escola generaría la infraestructura necesaria para la construcción de la autonomía de las familias objeto del beneficio. La cuestión teórica detrás de la integración de políticas sociales es el reconocimiento de que los problemas son complejos y de causas muy variadas. Los excluidos lo son en diversas dimensiones de la vida moderna. No se les excluye apenas porque reciben bajos ingresos y no tienen capital escolar, sino porque no tienen acceso a la salud, a agua potable, a alcantarillado, a un hogar dentro de un barrio servido de infraestructura urbana, a los medios de comunicación, al arte y a la cultura, para citar algunos ejemplos. Ninguna política social por sí sola podrá dar respuesta a toda esa complejidad. Por otro lado, en la sociedad todavía no existe la concepción del excluido como sujeto integral que vive e interactúa con el universo que lo cerca y, por tanto, tiene comportamientos que reflejan su vivencia social. La integración de programas y proyectos sociales en el sentido de atender a los excluidos aumenta la eficacia y, sobre todo, la eficiencia de las intervenciones necesarias. En el caso de los jóvenes, ese dato es evidente. “Lo más relevante es que la cuestión de la juventud es compleja. Comprende múltiples dimensiones interconectadas y en constante cambio. Significa que ninguna intervención gubernamental específica puede, por sí sola, crear las condiciones favorables para la inserción social integrada. (...) Así como el abordaje analítico debe experimentar múltiples facetas de la cuestión, las intervenciones deben tener igualmente este carácter, por medio de acciones integradas. No sólo se gana energía, sino sobre todo, comprensión y eficiencia”. 85 Además de contribuir a racionalizar los recursos humanos y físicos utilizados por la administración en sus acciones sociales en la comunidad, la Bolsa-Escola refuerza la cultura innovadora de una “gestión pública integrada para enfrentar los graves problemas sociales”. 85 NASCIMENTO, E. P. Juventude: novo alvo da exclusão social. In: BURSZTYN, M. (Org.). No meio da rua: nômades, excluídos e viradores. Rio de Janeiro: Garamond, 2000. p. 121. 109 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Los siguientes cuadros explican, en una clasificación provisional, cuales serían los efectos inmediatos y potenciales de la Bolsa-Escola entre las familias beneficiadas y, por tanto, los elementos que deben considerarse en la articulación de las políticas sociales para enfrentar la exclusión. Efectos inmediatos y potenciales sobre evasión, promoción y número de alumnos repetidores Efectos inmediatos y potenciales de la Bolsa-Escola en la salud, la nutrición y la alimentación Efectos Inmediatos y Potenciales de la Bolsa-Escola sobre el Trabajo Infantil 110 Aumento de poder, aumento de autoestima y perspectiva de futuro Los cuadros sugieren la necesidad de integrar la Bolsa-Escola a otras políticas de combate a la pobreza y a la exclusión social.86 Por ejemplo: la preparación para el trabajo y el micro crédito para los miembros adultos de las familias beneficiadas podrían componer un cuadro de condiciones objetivas para librarlas de la exclusión. Esas medidas deben acompañarse de políticas de combate al analfabetismo y de calificación para el trabajo. Se pueden dar otros ejemplos concretos de integración de políticas en busca de la materialización de los efectos potenciales de la Bolsa-Escola en las familias beneficiadas. Para el desarrollo pleno de la Bolsa-Escola y de sus potencialidades, sería de gran valor la realización de programas de seguimiento de la salud de los miembros de las familias. Dicho de otro modo, hace falta integrar la Bolsa-Escola a políticas sociales diversas, que promoverán en conjunto la energía necesaria para librar a las familias de la exclusión social. La Bolsa-Escola sería, por tanto, un portal de entrada de la acción social en el seno de las familias más pobres. No obstante, esa política sola no responde a la complejidad de privaciones a las que los excluidos están sometidos. La Bolsa-Escola es el inicio del proceso de redención de la exclusión social, es una estrategia de entrada que genera potencialidades y se debe transformar en un sistema más eficaz de inversión en las familias. 86 “(...) no se puede enfrentar la pobreza efectivamente y con éxito si las respuestas a todas sus dimensiones no están plenamente integradas. Una concepción amplia del alivio a la pobreza necesita captar tanto las dimensiones económicas como las humanas, y exige una estrategia basada en planteamientos integrados e intersectoriales”. MATSUURA, K. Op. Cit. p. 19. 111 5. PROPUESTA PARA ÁFRICA “En lugar de destruir la igualdad natural, el pacto fundamental substituye, al contrario, una igualdad moral y legítima a toda la desigualdad física, que entre los hombres lanzara la naturaleza, hombres que pudiendo ser desiguales en la fuerza, o en el ingenio, se vuelven todos iguales por conversión y por derecho”. (Jean Jacques Rousseau, 1762) En este capítulo, se propone la Bolsa-Escola como una de las alternativas de combate a la exclusión social y educacional en países de África. El continente africano es una de las regiones del mundo en las que, según proyecciones, la pobreza podrá crecer y profundizarse hasta el año 2020. Dieciocho países del continente figuran entre los más pobres del mundo: Benin, Burkina Faso, Camerún, Gambia, Guinea, Guinea Bissau, Madagascar, Malawi, Malí, Mauritania, Mozambique, Níger, Ruanda, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Tanzania, Uganda y Zambia. Existen más de tres millones de refugiados en África, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Más del 20% de los países africanos han sido víctimas de algún tipo de destrucción en su infraestructura básica, interrumpiendo programas escolares debido a conflictos armados. La productividad de la fuerza de trabajo africana está comprometida por el bajo nivel educacional y técnico de su población. El sistema de salud no consigue atender a los habitantes del continente, causando grandes rupturas sociales, agravadas por epidemias como la malaria y el SIDA. Esa situación justifica un proyecto de recuperación inspirado en el Plan Marshall, promovido por los Estados Unidos para recuperar la economía de 17 países europeos después de la Segunda Guerra Mundial. 113 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Los EEUU temían que la pobreza y el desempleo del período de posguerra pudieran reforzar la influencia del comunismo y decidieron financiar la rehabilitación de las economías europeas. En un breve lapso, los 17 países desarrollaron sus economías; los valores occidentales se reforzaron y la economía de los Estados Unidos se benefició gracias al comercio internacional. Cincuenta años después, el mundo occidental alcanzó un nivel de vida nunca visto. No obstante, hoy subsisten preocupaciones de suma importancia: pobreza, desempleo, desarticulación de la población, violencia, drogas y un creciente aumento de la diferencia entre pobres y ricos. En lugar del pavor del comunismo, ahora son la desigualdad, la pobreza y la exclusión social las que constituyen un factor de desagregación social en todo el mundo. La falta de estudio de los niños en las naciones pobres representa una fuerte amenaza para la próxima generación. Sin embargo, ellos pueden ser la solución del problema si se aplica un plan global para combatir la pobreza que les dé prioridad. UN PLAN MARSHALL SOCIAL Lo que se propone es un Plan Marshall Social: convertir parte de la deuda de los países más pobres en inversiones en educación. Ese sería un contrato social para combatir el ciclo generacional de la pobreza, o sea, niños pobres que se vuelven adultos pobres, los cuales tienen hijos pobres. Es una propuesta elaborada por el senador brasileño, Cristóvam Buarque, defendida por la UNESCO, a través de su Representante en Brasil, Dr. Jorge Werthein87 , y asumida por el Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, en discurso durante la reunión de la Gobernación Progresista, en Estocolmo, en febrero de 2002. El combate a la pobreza debe abolir el trabajo infantil y devolver a todos los niños a la escuela. Ese instrumento ya se construyó y probó con resultados reconocidos públicamente por la UNESCO, la UNICEF, el BIRD 87 WERTHEIN, J.; CUNHA, C. da. Políticas de educação: idéias e ações. Brasília: UNESCO, 2001. (Cadernos Unesco Brasil. Série educação; 6). p. 27. 114 y el BID. La Bolsa-Escola debe figurar entre las principales estrategias para combatir la pobreza. Sería el eje central del Plan, además de priorizar a los niños y a la educación como elementos centrales. De acuerdo con datos do Banco Mundial, se evidencia que en los propios países pobres hay recursos suficientes, utilizados con otros fines, para pagarle una Bolsa-Escola a cada familia africana, cuyos hijos se encuentren fuera de la escuela. Para que se tenga una idea, el total del Producto Nacional Mundial es de aproximadamente 30 mil billones de dólares anuales88 , y el costo de la Bolsa-Escola para atender a todos los niños africanos no llega a más de siete mil millones de dólares anuales. No se trata de donación o de la utilización de los recursos de los demás países, sino de la posibilidad de que los acreedores internacionales perdonen parte de las deudas externas del continente africano con la contrapartida de utilizar esos recursos en programas educacionales. Cerca de 0,02% de la riqueza mundial podría canalizarse hacia África, a partir del perdón de parte de la deuda de los países africanos mediante un Plan Marshall Social que puede implementarse a través de un fondo internacional administrado por una de las agencias de la ONU. Dicho fondo actuaría como una especie de Banco del Niño y sería el responsable de administrar los recursos derivados de la conversión de parte del servicio de la deuda externa, de controlar la aplicación de los recursos locales y de fiscalizar y evaluar el programa. Hay hechos históricos que demuestran que varios países africanos cortaron sus gastos en el área social, particularmente en la de la educación, debido a la enorme deuda externa que compromete la economía de la mayoría de esos países, así como las inversiones en educación y salud públicas.89 En algunos países, la deuda anual cuesta más del doble o el triple de sus presupuestos para la educación. Esos factores ayudan a deteriorar la calidad del sistema educacional, lo que lleva a reducir el número de niños matriculados y que asisten a clases, sobre todo, en la enseñanza fundamental. 88 89 THE WORLD BANK. Global development finance: country tables. Washington, D.C.: The World Bank, 1999. ASSOCIATION POUR LE DÉVELOPPEMENT DE L’ÉDUCATION EN AFRIQUE. Étude prospective/bilan de l’éducation en Afrique: projet de synthèse pour la biennale. Paris: ADEA, 1999. 115 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Hay cerca de 90,5 millones de niños fuera de la escuela en África, según datos del Informe Estadístico Anual de la UNESCO (1998). Considerando una media de tres niños por familia y una Bolsa-Escola media de US$ 20 por mes, el Programa para toda África costaría cerca de 7,3 mil millones de dólares por año. El cuadro siguiente describe el número de niños fuera de la escuela en cada país y cuánto costaría anualmente mantenerlos a todos estudiando. Costo aproximado de la Bolsa-Escola para países africanos 116 Costo aproximado de la Bolsa-Escola para países africanos continuación Fuente: Anuario Estadístico de la UNESCO / 1998 Si comparamos el costo de un poco más de siete mil millones anuales con el total del Producto Nacional Mundial, de unos US$ 30 mil billones, es posible ver que el sacrificio de los países sería insignificante para atender a los niños pobres de África. Estamos hablando de apenas el 0,02 % de ese total para abolir el trabajo infantil y atender a todos los niños africanos en el sistema educacional. 117 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Como se puede ver en el cuadro siguiente, considerando el costo directo sobre los 55 países involucrados, para financiar un Programa de Bolsa-Escola para África sería necesario cerca del 28% de lo que ellos pagaron por concepto de servicio de la deuda externa. Relación entre el costo de la Bolsa-Escola y los servicios de las deudas externas de los países africanos 118 Relación entre el costo de la Bolsa-Escola y los servicios de las deudas externas de los países africanos continuación Fuente: Coutry Tables – Global Development Finance, The World Bank. Los costos considerados hasta aquí son sólo estimados y tomaron en cuenta la posibilidad de implementación universal del programa, pero es necesario que se considere la imposibilidad de esa universalización a corto plazo. Eso dependerá de las condiciones políticas en cada localidad, de la oferta de equipos escolares y de dificultades en su puesta en práctica en regiones distantes y aisladas. Si se opta por una aplicación gradual del Programa, el costo inicial sería mucho menor y crecería de forma lenta, a medida que sus resultados comenzaran a demostrarse. 119 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Los números presentados permiten un primer análisis de los costos. Se obtuvieron a partir de los datos de UNICEF sobre educación y del Global Development Finance del FMI, 1999 y necesitan ser ajustados en sus detalles. Como el Banco Mundial, el BID, el FMI, la OIT, la UNESCO, el PNUD y la UNICEF disponen de vastas informaciones sobre esos países, no es difícil ajustar los datos e identificar los tres indicadores necesarios para detallar el costo de la Bolsa-Escola en cada país. Los tres indicadores serían el número de niños pobres fuera de la escuela o en riesgo de evasión, la media de niños por familia y el costo-oportunidad del trabajo de los niños. Además del costo, se deben analizar otros nueve aspectos para que previamente se defina la viabilidad de la Bolsa-Escola en cada país africano: • Los criterios de selección de las familias; • Los procedimientos de fiscalización de la asistencia de los niños a clases; • La evaluación de disponibilidad de infraestructura educacional; • La definición de un cronograma para la implantación del programa; • Los mecanismos de pago a utilizar; • La identificación de otras fuentes de financiamiento; • La evaluación de los impactos sociales y macro económicos; • El sistema de monitoreo, evaluación y auditoria; y • La articulación e integración del Programa a otras políticas sociales. Uno de los aspectos más importantes para el éxito de la BolsaEscola es la garantía de que las familias beneficiarias adquieran autonomía, o sea, aseguren por sus propios esfuerzos los medios mínimos de supervivencia sin que para ello los niños abandonen la escuela y vuelvan para el mercado de trabajo. Para eso, como proceso complementario, es necesario que un conjunto de acciones diferenciadas incidan sobre esas familias. Se trata de acciones de alfabetización, de calificación profesional, de inserción en los sistemas de generación de empleo e ingresos, de acceso al micro crédito y otras modalidades que los califiquen y les permitan acceder al empleo y a la renta. 120 Por tanto, se necesitan acciones en el sentido de una gestión integrada de políticas de combate a la pobreza y a la exclusión social, por medio de la educación. El eje articulador de esas directrices sería el programa Bolsa-Escola, una puerta de entrada para la atención y la inclusión de familias en situación de privación. Hay que decir que la implementación de un programa como la Bolsa-Escola debe considerar algunas fases técnicas de suma importancia. Si se cumplen bien, dichas fases pueden fortalecer al programa en sus efectos fundamentales. Las que se proponen son las siguientes: 1. Focalización, 2. Movilización, 3. Intersectorialidad, 4. Rastreo. La disponibilidad de instrumentos eficaces de focalización es esencial para identificar y alcanzar a las capas más vulnerables de las poblaciones atendidas. Esos grupos son los objetivos prioritarios de las políticas de combate a la pobreza. La ausencia de focalización es una de las causas del impacto limitado de tales políticas. Desde el punto de vista operacional, los instrumentos de “focalización geográfica” son particularmente útiles para la Bolsa-Escola. Los mismos pueden basarse en sistemas de geoprocesamiento dedicados a la elaboración de mapas de vulnerabilidad social y educacional. El éxito de las políticas de combate a la pobreza también presupone flexibilidad y capacidad de adaptación a las necesidades locales, así como la adhesión de los beneficiarios a los objetivos y procedimientos de las mismas. Para eso se necesitan un enfoque participativo e instrumentos de movilización que les permitan identificar y expresar sus demandas y potencialidades a los grupos-meta prioritarios, o sea, que participen de forma activa en la planificación y gestión de las políticas sociales del tipo Bolsa-Escola. Para ello se propone el uso de técnicas de Proyección Rápida y Participativa para la generación de datos que alimenten “de abajo hacia arriba” los sistemas operacionales y de informaciones para el Programa. Si hay recursos disponibles, puede utilizarse un sistema geoprocesado de informaciones para apoyar la toma de decisiones. 121 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza La pobreza y la exclusión social son el producto de diversos factores que interactúan entre sí, formando un complejo de múltiples variables interpuestas de forma necesaria. El éxito de las políticas de combate a la pobreza y a la exclusión social depende de la capacidad de atacar las diferentes dimensiones del mismo problema de forma eficaz y eficiente. Desde el punto de vista operacional, eso requiere la articulación intersectorial de políticas y programas en favor de grupos-meta comunes en el mismo espacio social y geográfico. Normalmente, los sectores de las administraciones públicas actúan de forma aislada los unos de los otros, mientras que las políticas intersectoriales requieren una ingeniería institucional que permita trabajar por objetivos, con programas especiales directamente coordinados de forma harmoniosa en términos de indicadores, metas, plazos, así como de recursos asignados. Para la implementación de una Bolsa-Escola articulada con los diversos sectores, es productivo adoptar un enfoque geográfico de actuación específica. Hay que tener equipos de diferentes sectores para que se articulen en áreas claramente delimitadas, compartiendo informaciones sobre un público-meta común que hagan explícitos los vínculos entre los problemas sectoriales. La gestión intersectorial se debe focalizar, necesariamente, sobre objetivos claramente delimitados y problemas de origen común. Además de la aplicación de los procesos de focalización, intersectorialidad y movilización, es fundamental controlar periódicamente los efectos de la Bolsa-Escola. El constante cambio de rumbo y las readaptaciones a las condiciones de cambio y permanencia son imprescindibles. En ese sentido, la planificación y la ejecución del programa deben contar con instrumentos que permitan reajustes de rumbo y medidas flexibles para potenciar los efectos positivos de la Bolsa-Escola para toda la familia beneficiada, incluidos los niños y los miembros adultos. Por tanto, es imprescindible que el Programa comporte sistemas de rastreo de sus efectos. Dichos sistemas deben ser capaces de medir el desempeño y los impactos de la Bolsa-Escola en las condiciones de vida del público-meta, así como señalar los desvíos que puedan surgir en medio del camino. En otras palabras, es importante disponer de mecanismos 122 adecuados de monitoreo y evaluación, con la utilización de indicadores sintéticos, que sirvan para indicar tendencias en un tiempo rápido de respuesta. Al propio tiempo, se debe disponer de estudios periódicos más profundos sobre muestras poblacionales dentro de las áreas-meta prioritarias para la intervención y actuación de la Bolsa-Escola en compañía de otras políticas sociales intersectoriales. A continuación se presentarán procedimientos sugeridos para la puesta en práctica de las cuatro directrices: focalización, movilización, intersectorialidad y rastreo. El proceso de focalización inicia todos los pasos sucesivos de la metodología de aplicación de la Bolsa-Escola. Los procedimientos de focalización están basados en el uso de la “focalización geográfica” y presentan las siguientes ventajas: • Simplicidad y menor costo administrativo – es más fácil identificar grupos vulnerables a partir de su lugar de vivienda que de características individuales; • La localización del grupo-meta en el territorio facilita la propia implementación de acciones; • También se pueden usar indicadores sobre la disponibilidad local de equipos y servicios con el fin de definir acciones para cada contexto; • La focalización geográfica se recomienda en proyectos locales que necesitan una fuerte interrelación con la comunidad; • Se recomienda la utilización de mapas locales, puesto que son de fácil interpretación también para el público no especialista, facilita las comparaciones visuales y se convierte en un instrumento de participación; • La focalización geográfica logra los mejores resultados cuando las unidades territoriales de análisis son pequeñas – sectores censatarios, barrios. La técnica tiene como objetivo identificar y delimitar áreas con elevada concentración de indicadores críticos (riesgos) y la presencia de entidades, servicios o programas con capacidad de actuación (oportunidades). El procedimiento demanda la utilización de datos analizados en secuencia, produciendo mapas distintos, sucesivamente superpuestos para identificar las áreas prioritarias. 123 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Los siguientes datos son imprescindbles para ser georeferenciados y analizados: • Datos oficiales sobre la situación de los barrios y de sus familias; • Datos de otras fuentes sobre niños y adolescentes en riesgo y sus familias; • Datos sobre entidades, programas y servicios; • Datos de otros sectores relevantes, como salud y empleo, entre otros. Después del análisis de los datos es posible escoger las áreas que recibieron prioridad para la implementación de la Bolsa-Escola. La Proyección Rápida y Participativa es un conjunto de técnicas de recopilación de datos objetivos o subjetivos entre informantes-claves locales – de la comunidad, de los servicios y por medio de la observación directa. La finalidad de esa técnica es la de complementar los datos oficiales con informaciones recogidas en las áreas útiles para focalizar o contextualizar mejor las problemáticas locales. Permite, además, abrir y estructurar canales de comunicación, sensibilización y movilización en las comunidades. El instrumento es, por tanto, un medio para incluir el ponto de vista de la comunidad – sus necesidades y demandas, capacidades y vocaciones – en la planificación y en la gestión de las políticas sociales. A partir de las informaciones analizadas anteriormente y de los debates con representantes de la comunidad, se identifican los aspectos a estudiar. Sucesivamente se elaboran cuestionarios (normalmente poco estructurados) y se seleccionan y entrenan personas de la comunidad indicadas por las entidades locales socias del programa. Dichas personas podrán convertirse en monitores del proyecto. Enseguida se recogen y analizan los datos. Finalmente, se sistematizan las informaciones en bases de datos y se localizan en el mapa. Los nuevos datos se añadirán a los ya disponibles y se podrán ver y utilizar según la necesidad. Al final, la técnica permite identificar “micro-áreas homogéneas” que recibirán prioridad para la implementación del Programa, garantizando la focalización adecuada, es decir, alcanzar a los más pobres entre los más pobres. A partir de los resultados de la focalización y de la movilización, un paso imprescindible lo constituye la intersectorialidad, que significa integrar las políticas sociales a partir de la necesidad de combatir la pobreza 124 y la exclusión. Por ejemplo: la preparación para el trabajo y el microcrédito para los miembros adultos de familias beneficiadas con la BolsaEscola, acompañados de políticas de combate al analfabetismo y de calificación para el trabajo. Se pueden ofrecer otros ejemplos concretos de integración de políticas para hacer efectivos los efectos potenciales entre las familias pobres. Asociar salud, educación y formación profesional sería una forma de integración eficiente. En términos generales, es preciso conocer las necesidades de los futuros beneficiados y articular las políticas adecuadas para que incidan en los miembros de las familias. Son necesarios un plan de atención y un fluxograma explicando los pasos de implementación de las políticas asociadas a la Bolsa-Escola. Al mismo tiempo en que se implementan las políticas de combate a la pobreza, y siguiendo el procedimiento establecido por la focalización, la movilización y la intersectorialidad, es necesaria la creación de una forma de rastrear los efectos y problemas derivados de la ejecución del programa. Para ello, la propuesta es el establecimiento de un fino sistema de monitoreo y evaluación de los impactos del programa en las familias beneficiadas y en la comunidad en la que ellas estén insertadas. Un sistema de monitoreo que indique, en tiempo útil, las condiciones reales de las familias beneficiadas por el Programa es un poderoso instrumento de gestión porque permitirá que las acciones que deben incidir sobre las familias puedan programarse en tiempo hábil, así como conocer con rapidez el real impacto de esas acciones, dándoles a sus coordinadores la posibilidad de cambiar el rumbo, introducir otras medidas y renovar las existentes. La evaluación debe hacerse por medio de la medición cualitativa y cuantitativa específicas de los impactos causados por el programa en las familias beneficiadas y en las comunidades, siguiendo indicadores generales y específicos, conforme el diseño final de la política social integrada. Cabe recordar que esos indicadores serán aplicados desde el inicio en el proceso de focalización de los beneficiarios. Las metodologías adoptadas deben privilegiar siempre los estudios comparativos. Esa evaluación se hace necesaria para que se puedan medir los impactos causados en las familias beneficiadas en el sentido del combate a la exclusión social. He aquí algunos ejemplos de indicadores generales que se podrán mejorar para su efectiva utilización: 125 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza • Asistencia y rendimiento escolar de los niños y de las familias beneficiadas; • Disminución de la evasión escolar; • Disminución del trabajo infantil; • Inserción del adolescente en el mercado de trabajo y en la convivencia social; • Disminución de la participación de niños y adolescentes en la violencia urbana y el consumo de drogas; • Elevación del capital simbólico, físico y cultural; • Aumento del acceso al sistema público de salud; • Cambios en el presupuesto doméstico; • Mejoría en la relación familiar (reducción de ansiedades, aumento de la cohesión social, disminución de la violencia doméstica); • Aumento de la autoestima de las mujeres y de los niños; • Inserción de los miembros adultos de las familias en el mercado de trabajo; • Aumento de la participación política de los miembros de las familias; • Disminución del índice de analfabetismo; • Dinamismo de la economía local; • Inserción política de los miembros de las familias en la comunidad; • Creación de oportunidades de acceso al crédito; • Ampliación de la capacidad de consumo; • Mejoría de la capacidad gerencial de los pequeños negocios; • Aumento de la racionalidad y de la planificación económica. El rastreo periódico de los efectos e impactos de la Bolsa-Escola permitirá, entre otras medidas, estudios específicos a respecto de detalles de ejecución y grados de eficiencia de implementación del programa, así como de sus reales efectos sobre los beneficiarios. A continuación se ofrecen algunos ejemplos de estudios que se podrán generar con la aplicación del sistema de rastreo: • Estudio del tiempo de duración del beneficio, definiendo un período en que se dé la condición fundamental para que las familias puedan realmente librarse de la exclusión social; 126 • Re-evaluación de los criterios de acceso y permanencia en el Programa; • Aclaración sobre los detalles de los impactos del Programa; • Estudios socio-económicos; • Estudios sobre costo y beneficio del Programa; • Estudios con vistas a perfeccionar Programa. Los instrumentos a utilizar para la implementación del proceso de rastreo periódico del programa Bolsa-Escola asociada a otras políticas de combate a la exclusión social se pueden explicar de la siguiente forma: 1. Aplicación de un registro de los beneficiarios que recogerá las informaciones cuantitativas necesarias de todas las familias beneficiarias del Programa; 2. Introducción de los datos en un sistema informatizado, que permita la retirada de informes estadísticos e individualizados; 3. Estudios cuantitativos periódicos, de muestras o censuales, con el objetivo de actualizar los datos y, posteriormente, analizar estadísticamente los resultados y efectos del Programa; 4. Estudios cualitativos periódicos para la evaluación de resultados a partir de indicadores de carácter subjetivo; 5. Estudios específicos y recogida de datos micro económicos del ambiente social y económico en el que están insertadas las familias, así como la evolución de dichos datos. En principio, la periodicidad de la aplicación de las referidas técnicas se debe ejecutar de la siguiente manera: 1. Registro: aplicado ya al inicio del programa – T0; 2. Sistema: herramienta que permitirá el uso cotidiano de los datos; 3. Evaluación: se debe aplicar periódicamente, de preferencia cada seis meses, a partir de la fecha de inicio del beneficio – T1; 4. Evaluación cualitativa: se debe aplicar periódicamente, de preferencia anualmente, a partir de la fecha de inicio del beneficio – T1.2; 5. Estudio de ambiente: aplicado desde el inicio, renovado cada año. Es importante resaltar que la periodicidad de la renovación de datos del rastreo se deberá repensar, de acuerdo con las especificidades y los recursos de cada local donde se implantará el programa. Finalmente, la 127 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza implementación completa del rastreo permitirá, en tiempo hábil, la toma de decisiones por parte de los gestores con el fin de mejorar y optimizar la Bolsa-Escola en sus aspectos gerenciales y técnicos. Hay que resaltar también el factor cultural, muy fuerte en el continente, para el acceso de cualquier iniciativa que se lleve a cabo en esos países. Las diferencias lingüísticas, de costumbres, de raza y las relaciones tribales en convivencia con la modernidad son algunos de los problemas a enfrentar en la implementación de una política de combate a la pobreza y a la exclusión social en el continente. Como se ha podido ver en las directrices descritas anteriormente, una de las técnicas propuestas junto con la Focalización, la Intersectorialidad y el Rastreo es la Movilización, o sea, permitirles a los beneficiarios locales que identifiquen y expresen sus demandas y potencialidades. En ese momento, seguramente aflorarán las cuestiones culturales a tratar. La participación de la comunidad local, de forma activa, en la planificación y gestión de políticas sociales como la Bolsa-Escola permitirá ajustes de forma y contenido, sin que eso signifique desvirtuar el Programa. LAS PRIMERAS EXPERIENCIAS AFRICANAS Mientras no se instituye toda la propuesta aquí descrita, algunas experiencias no gubernamentales de Bolsa-Escola se están ejecutando en el continente africano. Son experiencias que se realizan en virtud de dos términos de cooperación técnica entre el gobierno brasileño, a través de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), y los gobiernos de Santo Tomé y Príncipe y Mozambique con la participación de la ONG brasileña, la Misión Niños, que desarrolla una versión diferenciada del modelo gubernamental de la Bolsa-Escola. Tal modelo consiste en el financiamiento de las becas con recursos privados y de organismos internacionales. La misma ONG implanta un programa similar en Tanzania, en sociedad con otra organización no gubernamental Ark Foundation, de aquel país. El proyecto tiene el objetivo de transferir la metodología, la tecnología y el conocimiento formulado y desarrollado para otros países interesados. Se destacan como objetos de cooperación y transferencia los procedimientos técnicos y operacionales para la selección, el registro y el 128 monitoreo de la situación socioeconómica de las familias beneficiarias, así como el entrenamiento de los gestores. Se transfiere el conocimiento sobre la organización del sistema de pago a los beneficiarios, el control sobre el cumplimiento de las directrices operacionales del programa y la fiscalización de la asistencia escolar de los niños. La ejecución del proyecto se da por medio del entrenamiento de equipos en los países para aplicar el Programa Bolsa-Escola. Dichos entrenamientos se proyectan en varias actividades, tales como la capacitación en los procedimientos para la realización de estudios socioeconómicos, en la selección y en el censo de las familias que serán beneficiadas por el Programa. La ONG Misión Niños es la responsable técnica de la ejecución de los proyectos pilotos y cuenta con la sociedad institucional y financiera de la oficina de la UNESCO en Brasil para la implantación del programa en esos países africanos. La UNESCO ha venido observando y evaluando los resultados del proyecto, además de financiar algunas becas. En resumen, la cooperación técnica consiste en capacitar y sensibilizar a los dirigentes escolares y a los profesores; sensibilizar a los miembros adultos de las futuras familias beneficiarias, así como fiscalizar y evaluar la implementación de los proyectos pilotos para su futura y pertinente ampliación. El primer proyecto piloto se ejecuta en Santo Tomé y Príncipe, un país archipiélago de pequeña extensión geográfica y poca población, localizado en el Golfo de Guinea a 300 kilómetros de la costa africana. Tiene una extensión territorial de 1000 Km2 y una población aproximada de 135000 habitantes, según datos del Informe de Desarrollo Humano (PNUD, 1998). Su economía se basa en el sector primario, produciendo cacao y café, fundamentalmente, productos que exporta in natura. De acuerdo con el citado Informe de 1998, Santo Tomé y Príncipe tiene un índice de desarrollo humano (IDH) de 0.534, considerado bajo. Ocupa la 125a posición en el ranking de 175 países. El órgano de estadística de Santo Tomé y Príncipe estimó su PIB per capita en 234 dólares, en 1994. Después de la independencia hubo un gran esfuerzo gubernamental en favor de la escolarización de los habitantes de las islas. Un ejemplo de esto es la reducción del analfabetismo. En 1974, 129 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza cerca de 80% de la población no sabía leer ni escribir. Esa tasa se redujo a 30% en 1990. Según datos del Banco Mundial (1996), la tasa de escolarización en el país es bastante elevada: 90% de los niños de 6 a 12 años van a la escuela, mientras que la tasa media de alumnos repetidores supera el 30%. Hay que resaltar que los gastos en educación primaria son bajos, de aproximadamente 0,4% del PIB. Los docentes tienen baja calificación. Cerca de la mitad del contingente de profesores de la enseñanza primaria no tiene formación específica adecuada y ese porcentaje sube para 80% en la enseñanza secundaria. Consecuentemente, se tiene una baja calidad de enseñanza a pesar de los esfuerzos gubernamentales. Los índices de pobreza son altos. En 1994, el 46% de la población estaba por debajo de la línea de pobreza que en su expresión extremada alcanza al 35% de los habitantes. Los indicadores de salud también son críticos. Todos los niños del país son portadores de algún tipo de parásito intestinal. La malaria o paludismo azota a 87% de la población y es la causa de la mitad de la mortalidad infantil. Existe un evidente cuadro de inseguridad alimentaria, puesto que el 10% de la población come sólo una vez al día, mientras que el 50% lo hace dos veces. De manera general, la ingestión de calorías diarias es inferior a la media africana. El proyecto en Santo Tomé y Príncipe atiende actualmente a 100 familias de los barrios más pobres de la capital, Santo Tomé. Neves, Milagrosa y Monte Café fueron los barrios escogidos para la implementación del Programa, financiado con recursos de la UNESCO y del PNUD. La selección de esos barrios se realizó de acuerdo con los siguientes criterios para la focalización: menor ingreso de los vecinos, mayor grado de degradación del medio ambiente, menor nivel de urbanización y saneamiento, mayor número de niños en el trabajo infantil, mayor grado de enfermedades entre las familias, menor ciudadanía formal y mayor índice de mujeres jefes de familia. La Bolsa-Escola en Santo Tomé se realiza en sociedad con la UNESCO y el Programa Alfabetización Solidaria 90 . De alfabetizarse, 90 El Programa Alfabetización Solidaria es un programa brasileño de combate al analfabetismo administrado por la ONG Alfabetización Solidaria con el apoyo de la UNESCO. 130 las madres beneficiarias de la Beca formarán parte del Programa de alfabetización, verificándose aquí la integración de dos programas esenciales en el combate a la exclusión social. Otro avance lo constituye la decisión del gobierno de Santo Tomé y Príncipe de implantar el Programa a nivel nacional con el financiamiento oriundo de parte de los “royalties” de la explotación del petróleo, recién descubierto en la costa del país. El segundo proyecto piloto se ejecuta en Mozambique, país que tiene una población de más de 17 millones de habitantes, en una extensión territorial de 799.300 Km2. Está localizado en la costa oriental de África austral, constituyendo puerta de entrada de seis países africanos del interior. Además del portugués, en esta nación se hablan trece lenguas principales. Su economía se concentra en el sector primario, donde destacan las exportaciones de camarón, algodón, marañón, azúcar y té. Se debe mencionar que, entre sus recursos naturales, hay potencial de energía hidroeléctrica, gas, carbón, minerales y maderas. En 1998, el PIB per capita era de 236 dólares, muy próximo al de Santo Tomé y Príncipe. El ingreso per capita del país es de US$ 210.00, de acuerdo con datos del Secretariado de la UNCTAD.91 Los datos educacionales son precarios. Mozambique tiene una tasa de analfabetismo total de 56.8% y hay un evidente desequilibrio entre los hombres y las mujeres con relación al número de analfabetos, que en el caso de los primeros es de 40,3% contra 71,2% entre las segundas. En 1981, la tasa bruta de matrícula en el primer grado de la enseñanza primaria alcanzó casi el 100%. Sin embargo, la crisis económica y la guerra redujeron drásticamente ese índice a 54% en 1994. Aunque en la actualidad la tasa de matrícula tiende a recuperarse, todavía es bajo el número de alumnos que concluyen ese nivel de enseñanza que termina en el 7ª grado. Las niñas representan el 44% de los niños que ingresan en el 1ª grado, pero sólo 39% de ellas llega al 5ª grado, y un pequeño porcentaje logra transitar hacia el nivel siguiente. El número de jóvenes que nunca fue a la escuela es bastante elevado. Cerca de 1/3 de los niños en edad 91 UNITED NATIONS CONFERENCE ON TRADE AND DEVELOPMENT. Statistical profiles of the least developed countries. New York : United Nations, 2001. 131 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza escolar no está matriculado. La esperanza de vida al nacer es de 45,3 anos. La tasa de mortalidad infantil es bastante alta, alcanza los 129,4 por mil nacidos vivos. El proyecto piloto en Mozambique atiende a 150 familias de Maputo, la capital del país, en los barrios Laulane, Mahotas y Albazine, escogidos básicamente según los mismos criterios utilizados en Santo tomé y Príncipe. El financiamiento de la Bolsa-Escola en Mozambique lo aportan la entidad inglesa Parthenon Trust, un grupo de empresarios negros brasileños y la UNESCO. También se desarrolla en sociedad con el Programa Alfabetización Solidaria. La tercera experiencia piloto es la de la República Unida da Tanzania, un país con una superficie 945.086 km2 y 31.270.820 de habitantes. Es uno de los países más pobres del mundo. Su economía depende de la agricultura, que aporta el 56% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 85% de las exportaciones, además de garantizar el empleo de 90% de la fuerza de trabajo. La topografía y las climáticas del país limitan su área cultivable a 4% de la tierra. La industria representa el 15% del PIB. El índice de desarrollo humano es de 0,421, el PIB per capita es de 580 dólares, mientras que el índice de la población que está debajo de la línea de pobreza es de 51.1%. Cerca de 99% de su población está formada por grupos étnicos nativos distribuidos en más de 130 tribus, de los cuales el 95% son Bantúes, pero hay menor énfasis en las divisiones tribales que en otros países africanos. El otro 1% está constituido de asiáticos, europeos y árabes. La tasa de analfabetismo en el país es bastante alta. Cerca del 67.8% del total de la poblaciónes analfabeta. Esa experiencia piloto se ejecuta en Dar es Salaam, capital del país a través de la sociedad de la Misión Niños y la ONG tanzana, Ark Foundation. La Bolsa-Escola en ese país atiende a 100 familias y también está financiada por la fundación inglesa Parthenon Trust y la UNESCO. La Bolsa-Escola en Tanzania es una experiencia pionera que atiende a 167 niños menores de 15 años. “Al fin puedo mandar a mis 5 nietos a la escuela todos los días. Era muy difícil para mí mandarlos a la escuela sin ninguna ayuda, pues tengo 72 anos de edad, mi hija murió del SIDA y dejó 5 niños bajo mis cuidados y ningún dinero. Antes de la 132 implantación del programa Bolsa-Escola, los niños asaban mandioca en el mercado local tres veces por semana para ayudar a nuestra familia. La educación no es importante si no se tiene algo para comer. Ahora la Bolsa-Escola me ayuda a mandar y mantener a los niños en la escuela todos los días, pues sé que tendrán comida en casa.”. Janeth Emmanuel (abuela de cinco niños de 6 a 13 años de edad). Los tres proyectos descritos anteriormente se desarrollan en sociedad con una Organización No Gubernamental y el gobierno brasileño y tienen el objetivo de ampliar el Programa Bolsa-Escola hacia el exterior y dar continuidad a la prestación de cooperación técnica bilateral a los países de menor desarrollo relativo. Constituyen una iniciativa de implementar proyectos pilotos que, a medio plazo, se puedan ampliar. El objetivo de la experiencia es influir en la política publica, además de crear una red de cooperación para promover, difundir y expandir la idea, adaptándola a cada realidad económica y cultural. Se trata, en fin, de una contribución de Brasil al continente africano. 133 6. CONCLUSIÓN “Lo que el mundo social hizo, el mundo social lo puede deshacer, armado de este saber. En todo caso, es cierto que nada es menos inocente que el laissez-faire: si es verdad que la mayoría de los mecanismos económicos y sociales que están en la base de los sufrimientos más crueles, sobre todo los que regulan el mercado del trabajo y el mercado escolar, no son fáciles de detener o modificar, también es cierto que toda política que no aprovecha plenamente las posibilidades -por reducidas que estas sean- ofrecidas para la acción y que la ciencia puede ayudar a descubrir, puede considerarse culpada de no prestar auxilio a las personas que están en peligro. ” (Pierre Bourdieu, 1997).92 Las políticas sociales y económicas implementadas hasta el presente contribuyeron poco a reducir la pobreza, la desigualdad y la exclusión social. El gran crecimiento económico a lo largo del último siglo confirma esta afirmación puesto que el mundo se industrializó, se urbanizó y transformó radicalmente sus estructuras económicas y sociales, pero mejoró muy poco sus índices sociales. Hasta los años 70, el crecimiento económico era un instrumento distributivo, que aumentaba la riqueza, la esparcía por toda la sociedad y reducía la pobreza. La tendencia era la de una continua reducción de la desigualdad social y consecuente eliminación de la pobreza si las tasas de crecimiento se hubieran mantenido positivas en estas condiciones. El mundo caminaba hacia la justicia social 92 BOURDIEU, P. A miséria do mundo. Petrópolis: Editora Vozes, 1997. p. 735. 135 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza Sin embargo, en las últimas dos décadas se percibió un cambio en estos vectores. La riqueza pasó a crecer como un cono, concentrándose en una pequeña parcela de la población y dejando a la otra parte al margen y condenada a la pobreza. Llegamos al final del siglo con un mundo donde nunca hubo tanta riqueza, pero en el que la pobreza no cede y la distancia entre ricos y pobres aumenta. La tendencia en el inicio del siglo XX es la del continuo aumento de la desigualdad social y del agravamiento del cuadro de pobreza. Por tanto, existe el riesgo de que se abra una brecha tan grande entre ricos y pobres que, en breve, ocurra en cada país un crecimiento separado y una posible partición de la especie humana en dos grupos distintos que ya no se sientan semejantes entre sí. Después de cien años de elevado y continuo crecimiento, con excepción de cortos períodos de recesión, ni el desarrollismo ni el socialismo lograron construir un mundo sin pobreza. El actual modelo de desarrollo está ampliando las desigualdades y construyendo una humanidad dividida. Por eso, la estrategia de lucha contra la pobreza necesita modificarse. Ya no hay ideas que ofrezcan una utopía general para toda la sociedad y ya no parece haber una base de apoyo político para construir ninguna de las utopías tradicionales. La base para la superación de la pobreza no se construirá apenas con las alianzas políticas, sino en un bloque compuesto por aquellos que tengan la comprensión del problema y el compromiso con la abolición de la pobreza. Lo que unifica a aquellos que se proponen a luchar contra la pobreza no es un partido político ni, inclusive, una ideología, sino un sentimiento ético. Por eso, la estrategia para el enfrentamiento del problema de la pobreza exige una base ética que, en primer lugar, no continúe viendo la reducción de la pobreza como una consecuencia del aumento de la riqueza ni como el resultado de una mejor distribución de renta que no beneficia a los realmente pobres porque se produce sólo entre los que están incluidos en el sector moderno del proceso productivo. La lucha contra la pobreza tiene que librarse con la óptica de la pobreza y no con la de la economía. Para hacer lo anterior, el bloque ético tiene que mirar al mundo con la óptica de los excluidos, ver al mundo como los que tienen acceso a la 136 educación y los que no lo tienen, los que tienen acceso a los servicios preventivos y curativos en la salud y los que no lo tienen, los que se sienten seguros y los que viven en la inseguridad. El mundo se tiene que ver, entender y enfrentar con los ojos de los excluidos: los niños sin futuro, especialmente aquellos que están fuera de las escuelas y en general trabajando; las mujeres excluidas sobre las pesan más las consecuencias de la pobreza y de la violencia doméstica; los enfermos sin asistencia médica cuando la necesitan; los desempleados permanentes. Por esa misma razón, Pierre Sané, Sub-Director-General para Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, argumenta que a la hora de establecer las metas del desarrollo para el nuevo Milenio, las Naciones Unidas fijó como la más importante de ellas reducir a la mitad el número de personas que viven en pobreza extremada dentro de los próximos 15 años. No obstante, aunque esta meta resulta sumamente loable, no resuelve por sí sola la cuestión de la da pobreza. Este objetivo no se alcanzará con facilidad y, aunque lo fuera, el problema de la miseria permanecería intacto: ¿podremos seguir tolerando la perpetuación de la pobreza?– pregunta y advierte Sané. Es necesario, dice él, colocar la cuestión en términos muy diferentes. Mientras se siga abordando la pobreza como un déficit cuantitativo natural – incluyendo el cualitativo – que hay que reparar, no se logrará movilizar la voluntad política necesaria para reducirla. La pobreza extremada sólo se acabará el día en el que se reconozca que la misma constituye una violación de los derechos humanos y que, por consiguiente, se declare su abolición. Importa saber ahora el por qué y el cómo. Sané añade que si se define la pobreza en términos relativos, ella se mostrará inagotable e incurable porque seremos obligados a aceptarla indefinidamente y a gastar recursos y más recursos para reducirla sin cesar. De ahí la necesidad de proclamar su abolición, lo que significaría introducir el reconocimiento del derecho de los pobres. Sin embargo, ella no desaparecería de forma milagrosa o por arte de magia, sino con la creación de las condiciones para que la causa abolicionista se erija en prioridad de prioridades por ser del interés común de todos. La aplicación del principio de la justicia y el rigor del derecho colocados al servicio de esa causa son fuerzas extremadamente potentes. Así se 137 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza consiguió abolir la esclavitud y combatir el colonialismo y el apartheid. Importa destacar y advertir que la pobreza está deshumanizando a la mitad de los habitantes de nuestro planeta en medio de una indiferencia generalizada mientras que la esclavitud y el apartheid fueron rechazados y combatidos.93 Las grandes revoluciones se hicieron del Estado a la Sociedad y de la Nación a lo Local. Ciertamente, la voluntad nacional es la que le imprime una velocidad mayor a la erradicación de la pobreza cuando las soluciones se expanden ejecutadas localmente, pero con el apoyo y la decisión nacionales. Aún cuando las decisiones deban tomarse al más alto nivel de la administración nacional, la mayor parte de las acciones simples exige la participación directa local. Para esto, se debe pensar en la justicia social como la directriz más fundamental a incorporar al desarrollo sustentable. Las políticas sociales constituyen medios para ampliar y consolidar los derechos sociales y deben tomar en cuenta toda las complejidades regionales y específicas de los tipos de pobreza, tanto económicas como culturales. Una política de consolidación de los derechos sociales tiene que atacar necesariamente los diversos tipos de pobreza, tales como la pobreza de renta, la derivada de la falta de escolaridad, la de acceso a informaciones de contenido, la pobreza cultural y la pobreza de participación política, entre otras. Igualmente se deben considerar los diversos tipos de pobres, así como los elementos que caracterizan tal pobreza. Esa identificación es un instrumento para la concentración de recursos en aquel segmento en el que son más urgentes las acciones. Se pueden imaginar escalas de diferenciación de los tipos de pobres, como, por ejemplo, la presencia en un extremo negativo, de personas que pasan hambre y, en el extremo positivo, de niños hijos de la clase media sin acceso a los microcomputadores. Estos últimos comen, van a la escuela, tienen algún tipo de recreación, pero todavía son analfabetos digitales. En resumen, es necesario tener políticas tanto de combate al hambre como para posibilitarles a los más pobres el acceso a los computadores y a la red 93 SANÉ, P. Abolir la pobreza no es una utopia, sino todo lo contrario... Paris: UNESCO. (mimeografado). 138 mundial de comunicación. Es necesario vencer barreras económicas, culturales y educacionales. La erradicación de la pobreza comprende el aumento de la renta y la garantía de acceso a los bienes y servicios esenciales para todos. És preciso enfatizar que el combate a la exclusión social se deberá llevar adelante en una nueva agenda que en su implementación no podrá dejar de consolidar la ampliación de los derechos políticos, sociales y civiles. Sin alguno de estos elementos no se estarán combatiendo de manera efectiva las máculas sociales. La cuestión no es simple y el problema es complejo y urgente. Las consecuencias de la formación de un mundo subterráneo y de la exclusión de millares de familias de los derechos políticos, civiles y sociales generaron problemas estructurales de difícil solución para la vida cotidiana. Parece crecer cada vez más el consenso de que esta situación debe ser combatida. En otras palabras, el tema está orientando la agenda política mundial. Sin embargo, lo que se ha visto hasta ahora son acciones fragmentadas, no eficientes y limitadas. Las excepciones son pocas y la mayoría de las veces las políticas sociales se han revelado ineficientes e ineficaces. Una agenda de combate a la pobreza y a la exclusión social que abarque el mundo subterráneo debe considerar los tres derechos fundamentales – civiles, políticos y sociales – para la consolidación de una sociedad por lo menos liberal y abierta. Darles acceso a los niños que todavía no están en la escuela o fueron excluidos de ella es un imperativo ético y la Bolsa-Escola es un incentivo social, una remuneración que moviliza a las familias pobres, especialmente a las madres. Si se mantiene esa política por varios años, evitando la discontinuidad y la fragmentación de las acciones, especialmente hasta el final de la enseñanza media, se reduce el riesgo de que los jóvenes continúen en la pobreza extremada y también la probabilidad de que caigan en la exclusión social cuando adultos. Para alcanzar la meta fundamental de reducir la pobreza es necesario perfeccionar las políticas públicas. Uno de los graves problemas en la puesta en práctica de esa políticas es su falta de integración y de articulación de las diferentes acciones. Los recursos de combate a la pobreza y de ampliación de los derechos sociales tienden a ser insuficientes si se aplican de forma no integrada y sin un fino monitoreo y evaluación 139 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza de sus resultados y efectos. Por eso hay que evaluar y corregir rumbos. Esas acciones permitirán perfeccionar las políticas sociales y medir sus verdaderos efectos en la solución de los problemas. Hay muchas formas de concebir un Programa social. La más tradicional entiende que los gobiernos y la sociedad deben donar algo. Por otro lado, se puede imaginar que la mayoría de las veces lo ideal es establecer un trueque. Esta concepción permite romper el asistencialismo, responsabilizar al beneficiario, y aumentar su autoestima, haciéndolo constructor de los beneficios que obtiene. Esa concepción está en el origen de la formulación de la Bolsa-Escola. El pronunciamiento del Presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, En la Reunión Cumbre de Estocolmo sobre Gobernación Progresista, en febrero de 2002, expresa la voluntad de poder contribuir con África a partir de la ampliación del Programa Bolsa-Escola para ese continente: “Existe la posibilidad de que la Bolsa-Escola se lleve a diferentes partes del mundo, especialmente a países afectados por el trabajo infantil. Esta iniciativa, que es una especie de “Plan Marshall Social” de alcance social global, podría eliminar el trabajo infantil, fortalecer la educación entre los pobres y garantizarles ingresos y otros beneficios indirectos a esas familias. La expansión de ese programa no sería difícil si se dieran nuevos pasos con la participación de los liderazgos mundiales tanto del sector público como del sector privado. Una Bolsa-Escola de alcance global no está fuera de las posibilidades generadas por la riqueza mundial. Para rescatar a todos los 250 millones de niños sin escuela en el mundo, mediante una contribución mensual de US$ 40 a las familias más pobres, sería necesaria una suma total de US$ 40 mil millones. Para suministrar en media US$ 20 mensualmente por familia a los 90 millones de niños fuera de la escuela en África, serían necesarios aproximadamente US$ 7,3 mil millones. 140 Si se le pagan en media US$ 20 por mes a cada familia, serían necesarios US$ 5,2 mil millones para garantizarles el acceso a la escuela a 64 millones de niños de 41 países altamente endeudados (HIPCs). Con relación a América latina, con US$ 3,6 mil millones, se les podrían garantizar la educación y la liberación del trabajo infantil a 22 millones de niños que hoy no están en la escuela. Eso significaría pagar US$ 40 mensuales por familia. La red para la Gobernación Progresista podría adoptar el Programa Bolsa-Escola como contribución para una globalización ética. Como el desarrollo económico por sí solo no erradica la pobreza, la expansión de la Bolsa-Escola podría ser una forma de romper el círculo vicioso que perpetua la pobreza y en el que, de generación en generación, cada niño pobre está condenado a volverse un adulto pobre, de quien nacerán niños pobres, perpetuándose el ciclo. Si se invierte en educación, es posible construir el tan necesario puente entre ricos y pobres, de forma que en el siglo XXI podamos tener la esperanza de vivir en una sociedad mejor y más igualitaria.” 94 También la UNESCO, como organismo de las Naciones Unidas en el área de educación y cultura, ha venido evaluando y siguiendo de cerca los impactos y efectos del Programa en las familias más pobres desde las primeras experiencias de la Bolsa-Escola iniciadas en Brasil. Además, ha divulgado la experiencia en otros países y defendido la propuesta de cambiar la deuda por la Bolsa-Escola, como afirma su representante en Brasil, Dr. Jorge Werthein: “ellas (las experiencias de Bolsa-Escola) de hecho pueden ayudar en la lucha mayor de la UNESCO que es hoy la de garantizar educación de calidad para todos. Estamos intentando ahora llevar esa propuesta, por intermedio de la UNESCO en Paris, a la Cumbre de las Naciones Unidas (...). La propuesta que formulamos para entrar en la agenda del Diálogo entre las Culturas y las Civilizaciones, o de forma más específica entre las naciones pobres y ricas, consiste en cambiar la parte 94 CARDOSO, F. H. Pronunciamiento en la Reunión Cumbre de Estocolmo sobre Gobernación Progresista, febrero de 2002. 141 BOLSA-ESCOLA: Educación para enfrentar la pobreza de la deuda externa de los países pobres por Bolsa-Escola. Estoy cada vez máss seguro de que sólo por intermédio de la solidariedad entre las nacioness será posible construir estratégias duraderas de combate a la pobreza.” 95 Es en este sentido que Brasil, un país con la población más expresiva de afro-descendientes en todo el mundo, que reconoce el sistema esclavista de negros africanos como crimen contra la humanidad y que tiene entre sus principales objetivos el combate a la pobreza y la exclusión social, propone una especie de reparación de la indignidad de la esclavitud, un imperativo ético para nuestro pueblo. Es importante ser más audaz, contribuir para que el continente africano supere su condición de pobreza. Con esta voluntad es que Brasil comienza a repensar su papel en el sentido de intercambiar experiencias y cooperar técnicamente con los países africanos en la implementación de programas de combate a la exclusión. Tanto África como Brasil, desgraciadamente, todavía necesitan programas como la Bolsa-Escola, así como becas que permitan asimilar conocimientos imprescindibles para el desarrollo auto sustentable. Es preciso destacar el papel protagónico de la educación de los niños en la estrategia de combate a la exclusión social y en la destrucción del círculo generacional de la pobreza. La historia se encargará de mostrar que este es un buen camino, descubierto hace 15 años e implementado hace 7 por brasileños preocupados con las contradicciones centrales de nuestra sociedad y dispuestos a encontrar soluciones para sus problemas. 95 WERTHEIN, J.; CUNHA, C. da. Op. Cit. p. 27. 142 BIBLIOGRAFÍA ADATO, M.; COADY, D.; RUEL, M. Operation evaluation of Progresa from the perspective of beneficiary promotors, school directors, and health staff: final report. Washington, D.C.: International Food Policy Research Institute, 2000. ALBER, J. Le origine del Welfare State: teorie, ipotesi, e analisi empirica. 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As indicações de nomes e a apresentação do material ao longo deste livro não implicam a manifestação de qualquer opinião por parte da UNESCO a respeito da condição jurídica de qualquer país, território, cidade, região ou de suas autoridades, nem tampouco a delimitação de suas fronteiras ou limites. edições UNESCO BRASIL Conselho Editorial da UNESCO no Brasil Jorge Werthein Cecilia Braslavsky Juan Carlos Tedesco Adama Ouane Célio da Cunha Comitê para a Área de Educação Angela Rabelo Barreto Célio da Cunha Candido Gomes Lúcia Maria Resende Marilza Machado Regattieri Revisão: Francisco de Assis Balthar Comentários e Sugestões: Jorge Werthein, Célio da Cunha, Carlos Alberto Vieira e Julio Jacobo Assistente Editorial: Larissa Vieira Leite Diagramação: Fernando Brandão Projeto Gráfico: Edson Fogaça Copyrigth ©2002, UNESCO Aguiar, Marcelo Bolsa escola: educação para enfrentar a pobreza / Marcelo Aguiar e Carlos Henrique Araújo. – Brasília : UNESCO, 2002. 152p. ISBN: 85-87853-72-4 1. Educação-Brasil 2. Problemas Sociais-Brasil 3. PobrezaBrasil I. Araújo, Carlos Henrique II. UNESCO III. Título. CDD 370 Organização das Nações Unidas para a Educação, a Ciência e a Cultura Representação no Brasil SAS, Quadra 5 Bloco H, Lote 6, Ed. CNPq/IBICT/UNESCO, 9º andar. 70070-914 – Brasília – DF – Brasil Tel.: (55 61) 321-3525 Fax: (55 61) 322-4261 E-mail: [email protected] NOTA SOBRE OS AUTORES MARCELO AGUIAR Nasceu em Brasília, em 1962. Arquiteto, foi Chefe do Departamento de Articulação e Integração Interinstitucional do Instituto Nacional de Colonização e Reforma Agrária (1993/1994) e Secretário-Adjunto da Criança e Assistência Social do Governo do Distrito Federal (1995-1998). É, atualmente, Secretário-Executivo da ONG Missão Criança. Foi consultor do Banco Interamericano de Desenvolvimento BID para a implantação do Programa Bolsa-Escola no Equador (1999), consultor do UNICEF para o desenvolvimento do Programa de Proteção Social na Bolívia (2000), consultor do PNUD para o desenvolvimento e implantação do Programa Adjunto da Solidariedade no Estado do Acre (2001), consultor do UNICEF para o aperfeiçoamento do Programa de Educación, Salud y Alimentación PROGRESA, no México (2001) e para a implantação do programa Beca-Futuro na Bolívia (2002). Autor do livro A Força de uma Idéia A história da Bolsa-Escola (2001) e de inúmeros artigos sobre políticas sociais. CARLOS HENRIQUE ARAÚJO Nasceu em Brasília, em 1969. Mestre em Sociologia pela Universidade de Brasília (1995). Foi Assessor Especial do Governador do Distrito Federal (1995-1996) e do Governador do Estado do Amapá (1999-2000). Gerente de Pesquisas da Companhia do Planalto Central (1996-1998). É consultor para assuntos de pesquisa de opinião pública. Foi consultor do PNUD no desenvolvimento e implantação do Programa Adjunto da Solidariedade no Estado do Acre (2001) e na implantação da Bolsa-Escola em São Tomé e Príncipe (2001), na África, e consultor do UNICEF para a implantação do programa Beca-Futuro na Bolívia (2002). Co-autor do livro A Força de uma Idéia A história da Bolsa-Escola (2001) e de diversos livros sobre população de rua e crianças e adolescentes em situação de rua, além de diversos artigos sobre teoria sociológica, epistemologia, metodologia de pesquisa, políticas sociais e pobreza. É atualmente Gerente de Acompanhamento e Avaliação da Missão Criança. SUMÁRIO Apresentação ..................................................................................................................... 9 Abstract ............................................................................................................................ 13 1. Alternativas à Exclusão Social ................................................................................. 15 2. Breve História da Bolsa-Escola .............................................................................. 37 3. A Bolsa-Escola Cruza Fronteiras ........................................................................... 51 4. Os Efeitos da Bolsa-Escola na Construção da Cidadania ................................ 79 5. Proposta para a África ........................................................................................... 113 6. Conclusão ................................................................................................................. 135 Bibliografia .................................................................................................................... 143 Bibliografia Complementar ........................................................................................ 147 APRESENTAÇÃO A UNESCO é a defensora do patrimônio da humanidade. Graças a ela, milhares de obras culturais ou de paisagens naturais estão protegidas contra o vandalismo da modernização sem controle. Com este livro, a UNESCO mostra que procura proteger também o mais importante dos patrimônios da humanidade: as crianças. Alem de serem elas próprias um patrimônio, as crianças são as criadoras de novos patrimônios futuros e as guardiãs do patrimônio já existente. De nada vale proteger o patrimônio atual se a humanidade futura não for capaz de usufruir dele; pouco adianta proteger o patrimônio atual, se as gerações futuras não o guardarem; e seria triste que a humanidade tivesse apenas um patrimônio antigo a guardar e usufruir, sem ampliá-lo constantemente. Por tudo isso, alem de serem elas próprias nosso maior patrimônio em si, elas são também os guardiãs e enriquecedores do patrimônio e seus usuários futuros. Para tanto, elas precisam, não apenas estar vivas e saudáveis, mas serem cultas e, portanto, educadas. Lamentalvemente, no mundo do começo do século XXI, 250 milhões de crianças estão trabalhando no lugar de estudarem. A modernidade é construída por cima dos ombros destas crianças que não serão capazes de usufr uir plenamente do patrimônio, hoje protegido pela UNESCO, e pouco colaborarão para ampliar o patrimônio atual e ainda menos terão o gosto pela sua proteção. E por isso que a UNESCO cumpre seu papel de promotora da educação e de defensora do patrimônio da humanidade, ao publicar este livro que trás para o mundo uma experiência exitosa na luta pela universalização da escola: a proteção de nosso maior patrimônio. A Bolsa Escola é uma idéia simples que permite proteger o nosso futuro protegendo o presente de nossas crianças, ao colocálas na escola, no lugar da rua ou do trabalho. Ela parte de uma urgência na solução do problema da infância abandonada fora da escola e de uma idéia simples: se as crianças não estudam porque suas famílias 9 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza são pobres, paguemos a suas famílias para que as crianças estudem. De uma vez, criamos renda, alimentamos melhor as crianças e os pais, provocamos uma dinâmica econômica local e, o mais importante, seguramos as crianças na escola. Trata-se de uma idéia formulada, muitos anos atrás, e testada, a partir de 1995, na cidade de Brasília, e que aos poucos foi se espalhando por outras cidades e outros paises. Hoje, o programa é nacional no México desde 1997, em todo o Brasil a partir de 2001, e está em fase de implantação nacional na Bolívia. Em diversos outros paises latino- americanos, o programa existe em caráter estadual ou municipal. No total, pode-se estimar em cerca de 20 milhões o numero de crianças beneficiadas. O resultado foi avaliado por diversas instituições nacionais desses paises e por entidades internacionais, como o Banco Mundial, tendo recebido apoio e incentivo do BID, UNICEF, UNESCO, OIT e do próprio Secretario Geral das Nações Unidas, Kofi Annan. Não há duvidas que aos poucos a Bolsa-Escola está se tornando um programa mundial e que poderá, em poucos anos, mudar a realidade da infância pobre, abandonada ou trabalhadora. Ao publicar este livro, a UNESCO dá uma grande contribuição na divulgação da idéia no mundo inteiro. Esperemos que um número grande de pessoas, comprometidas com a defesa das crianças, do patrimônio da humanidade, e ansiosas pelo futuro de uma civilização equilibrada e justa, utilize estes dados e informações para realizarmos um grande programa mundial pela erradicação da exclusão social, investindo na educação das crianças. Uma espécie de Plano Marshall Social Global que custaria apenas 0,1% da renda mundial, por ano, para garantir que todas as famílias de crianças pobres no mundo possam ganhar uma renda de US$40 dólares em media, por mês, para que seus filhos estudem. Este programa, de imediato, criaria uma renda em comunidades pobres e, no médio prazo, teria eliminado a exclusão social através da universalização da educação. O que fez o Plano Marshall, depois da II Guerra, para recuperar a economia européia, os ricos do mundo fariam agora para recuperar a pobreza social. Em uma geração, com 10 todas as crianças do mundo terminando o segundo grau, o mundo teria um patrimônio muito maior em cultura, decência, eficiência e, sobretudo, solidariedade internacional. Esperemos que, entre tantas outras ações, a publicação deste livro também ajude nesta tarefa. E quando isso acontecer o mundo será grato ainda mais ao trabalho da UNESCO. Cristovam Buarque Professor da Universidade de Brasília Senador Federal do Brasil Jorge Werthein Diretor da UNESCO no Brasil 11 ABSTRACT A steady increase in social inequalities, such as extreme poverty, created a new phenomenon called social exclusion. This publication examines this phenomenon and investigates the growing gap between haves and have nots in the world. This situation is analyzed in the context of a modern world whose productive chain is characterized by constant and intense technological innovations. Certain social policy instruments need to be used in order to confront the enormous challenge of reducing poverty. The most important of these policies is the Bolsa-Escola (School Scholarship) program. It was established as an innovative pilot project in Brazils Federal in 1995. Ever since, the program has clearly demonstrated its success in many ways. This success included its expansion on a national basis, beginning in 2001. International experiences in Mexico, Ecuador and Argentina have proven the programs effectiveness in keeping children in school. The indicators for these countries and Brazil show a decrease in school failure and dropout rates. The figures also illustrate increasing educational levels and better chances of job opportunities in the future. The indicators also demonstrate a reduction in child labor. Other gains related to the program include better planning skills and improvements in gender relations. In order to face the extreme poverty that characterizes the African continent, a proposal for the creation of an international fund is now offered, aiming to replicate the School Scholarship Program in Africa. Funds for the African program would be gathered by conditioning the diminishment of their external debt to raising school enrollment in those countries. The fund and its resources would be managed and monitored by one of the UN agencies, similar to a Childrens Bank. Finally, given the effects of unequal economic growth in reducing poverty on a global level, the authors offer a different strategy. This new strategy has an ethical base where social justice becomes the fundamental framework to be incorporated in sustainable development policies. 13 1. ALTERNATIVAS À EXCLUSÃO SOCIAL Não existe nenhuma questão de ordem econômica tão importante quanto a de saber por que tanta gente é tão pobre. (John Kenneth Galbraith, 1977). POBREZA, DESIGUALDADE E EXCLUSÃO SOCIAL Pobreza Parcela da população sem teto, crianças e adolescentes pedindo esmola ou praticando pequenos furtos, bairros sem saneamento básico, milhares de analfabetos, desemprego, favelas, palafitas, violência urbana, tráfico de drogas, flagelados do frio ou da seca, mortalidade infantil, desnutrição e fome são elementos da tragédia coletiva a que se habituou chamar de miséria. Trata-se de infortúnio com profundas raízes globais que determinam a história de boa parte do planeta. Ser pobre não é somente ter pouco ou nenhum dinheiro, como já insistiram inúmeros economistas e especialistas, mesmo que no mundo existam cerca de 1,3 bilhões de pessoas que vivem com menos de um dólar por dia. 1 A situação de pobreza relaciona-se com diversas dimensões da condição humana. Pode-se ser pobre também por ter menos informações, menos acesso a bens universais como educação e saúde, não ter direito a transporte, a casa para morar, a lazer, a tempo para o descanso. Mais de 113 milhões de crianças não têm acesso à educação fundamental, e um sexto da população mundial com mais de 15 anos não sabe ler e escrever (Matsuura, 2002, pág.16). 1 MATSUURA, K. A UNESCO e os desafios do novo século. Brasília: UNESCO, 2002. p. 16. 15 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza O problema da definição da pobreza é extremamente complexo. Geralmente, as análises se restringem ao problema da renda porque esse dado é o mais acessível. Entretanto, em uma definição mais geral, a situação de pobreza está diretamente vinculada aos padrões históricos culturais dos mínimos necessários para se ter uma vida digna. Na sociedade ocidental democrática, os mínimos necessários não se restringem aos bens materiais. Devem-se levar em consideração bens materiais, simbólicos e de direitos fundamentais, na esfera da política, do campo social e da liberdade. Segundo a definição utilizada pelo Programa das Nações Unidas para o Desenvolvimento (PNUD), que vê a pobreza como ausência de escolhas e oportunidades básicas para o desenvolvimento da vida humana, o fenômeno é constituído por três eixos fundamentais: a pobreza material, a pobreza intelectual e a pobreza social.2 A pobreza, evidentemente, não pode ser definida de forma única e universal, contudo podemos afirmar que a pobreza refere-se a situações de carência em que os indivíduos não conseguem manter um padrão mínimo de vida condizente com as referências socialmente estabelecidas em cada contexto histórico. 3 A redução das pequenas infelicidades a uma macropobreza econômica esconde diversidades e detalhes importantes para o entendimento do fenômeno. Estes devem ser compreendidos em suas nuanças e inter-relações. A pobreza se diferencia inclusive internamente, levando em conta características intrínsecas às pessoas. Esse fenômeno é marcado por diferenciações realizadas pelo mercado e por relações preconceituosas. Há no mundo quase 900 milhões de analfabetos, destes duas vezes mais mulheres que homens. Estimativas indicam que 51% da população da África subsaariana estará vivendo em condição de pobreza a partir de 2005 4 . No Brasil, há diferenciações internas importantes para se 2 3 4 WAISELFISZ, J.; ABRAMOVAY, M.; ANDRADE, C. Bolsa-escola: melhoria educacional e redução da pobreza. Brasília: UNESCO, 1998. p. 19. BARROS, R. P. de. A estabilidade inaceitável: desigualdade e pobreza no Brasil. In: HENRIQUES, R. Desigualdade e pobreza no Brasil. Rio de Janeiro: IPEA, 2000. p. 22. MATSUURA, K. Op. Cit. p. 16. 16 compreender a questão. Alguns exemplos: 13,63% da população brasileira de 15 anos ou mais, em 2000, era analfabeta (na região Nordeste, esse percentual chegava a 24,57%) 5 . Em 1999, 8,27% dos brancos não sabia ler e escrever, entre os não brancos pardos e negros 19,81% se encontravam nessa condição 6 . Reza o novo paradigma que o desenvolvimento não pode ser compreendido como a afluência econômica. E que a qualidade de vida humana depende de elementos não monetários nem mensuráveis do ponto de vista econométrico (como o PIB). Este enfoque amplo traz à tona dimensões não econômicas nem quantitativas, fato que abre espaço para respostas sociais eficazes que excedem o argumento simplista de que se combate a pobreza por meio de crescimento econômico. Ou seja, ao levar em conta aspectos não monetários da pobreza, é factível pensar em contribuições significativas que emanam de conhecimentos gerais, não mais reduzindo a preocupação aos cânones das teorias econômicas.7 O efeito mais estrutural da pobreza é a redução substancial da liberdade de escolha. Para o pobre, os determinantes sociais, a pouca oferta de bens simbólicos e materiais, reduzem drasticamente as oportunidades de escolha. Muitas vezes, o pai não pode escolher a escola para o seu filho, tem poucas oportunidades de exercer sua vocação, não possui o direito de planejar. A pobreza é, também, a redução do espaço das pequenas e grandes liberdades, desde o que comer até em quem votar. Isso se reflete diretamente nas nações. Noventa por cento da pesquisa de ponta estão concentrados nos países do centro e, dentro dessa porcentagem, 60% são pesquisas geradas por instituições privadas.8 Portanto, os pobres estão submetidos a situações de privação de capacidades. Os exemplos são abundantes: retirantes ou flagelados obrigados a deixar sua terra natal para sobreviver; o trabalho infantil imposto às famílias por uma questão de vida ou morte; falta de acesso ou acesso somente a educação e saúde de má qualidade. 5 6 7 8 IBGE. Censo demográfico 2000. Brasília: IBGE, 2001. IBGE. Pesquisa nacional por amostragem domiciliar, 1999. Brasília: IBGE, 2000. UNESCO. UNESCO Brasil: novos marcos de ação. Brasília: UNESCO, 2001. MATSUURA, K. Op. Cit. p. 142. 17 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza (...) a pobreza deve ser vista como privação de capacidades básicas em vez de meramente como baixo nível de renda, que é o critério tradicional de identificação da pobreza. A perspectiva da pobreza como privação de capacidades não envolve nenhuma negação da idéia sensata de que a renda baixa é claramente uma das causas principais da pobreza, pois a falta de renda pode ser uma razão primordial da privação da capacidade de uma pessoa.9 Outras diferenças são muito significativas para se entender o fenômeno da pobreza. Em bairros pobres, em alguma grande cidade da América Latina ou do continente africano, não há verdes, parques ou espaços de convívio para os jovens. Em bairros de pessoas remediadas, na mesma grande cidade, há verdes, parques, quadras poliesportivas e espaços de lazer. Uma criança de classe média, de família remediada, tem acesso à literatura, à TV por assinatura, às línguas estrangeiras, a viagens de férias, à roupa da moda, às festas de aniversários, aos brinquedos, à Internet10 . A vida cotidiana de uma criança pobre é bem diferente. Seu espaço lúdico é imensamente reduzido. Essa criança transfor ma-se prematuramente em adulto devido ao excesso de violência no bairro onde mora, por vezes pela violência doméstica, pelo intenso trabalho no lar, pela desatenção das escolas, pela falta de material escolar e, de forma definitiva, pelo trabalho infantil expressão máxima do processo de exclusão dessa criança. Os adultos pobres geralmente estão mergulhados no mercado de trabalho informal, sem perspectivas, lutando para sobreviver e ajudar os filhos a sobreviverem. Quase nenhum deles tem acesso aos processos de construção da cidadania e à participação política, mesmo que mínima, nas decisões de suas cidades, seus Estados ou países. Estão alijados, quando muito servindo de números manipuláveis, sendo submetidos a interesses diversos, contraditórios aos deles. O resultado para os mais velhos pode ser traduzido por um índice: menor expectativa de vida. Vivem menos que os mais ricos. No mundo. a expectativa média de 9 10 SEN, A. Desenvolvimento como liberdade. São Paulo: Companhia das Letras, 2002. p. 109. A exclusão digital mantém desconectada, pelo menos, a metade da humanidade. MATSUURA, K. Op. Cit. p. 47. 18 vida é de 66,9 anos. Para os países ricos, essa taxa é de 78,2 anos; para os pobres, 51,9. Para a África subsaariana, 48,7 anos11 . Outro efeito visível da pobreza é a dependência estreita dos pobres à assistência social. Já no seu princípio, o estado social foi constituído não como um instrumento de compensação de oportunidades, mas como um modo de corrigir e coagir os indivíduos pobres, considerados em sua maioria como ineptos ou vagabundos. A pobreza era entendida como um atributo do indivíduo, e o papel do Estado era o de corrigir a situação, tendo como instrumento a caridade e, sobretudo, a coerção. Os pobres eram vistos e percebidos como espécies de marginais. Estavam à margem, eram ineptos por características vistas como individuais e não sociais e coletivas. A assistência aos pobres por quase todo o século XIX permaneceu acompanhada de medidas disciplinares repressivas que, embora atenuadas temporariamente nos últimos vinte anos do século XVIII, não foram, todavia, abolidas. (...) O controle da pobreza era adjudicado a uma espécie de polícia dos pobres. Os ociosos e mendigos eram internados em casas de trabalho e correção. 12 Tal caracterização da pobreza por muito tempo esteve em voga de maneira hegemônica no mundo. Tor nou-se conhecida entre os especialistas a idéia histórica de que a questão social seria uma questão de polícia. Os pobres do mundo ora eram vistos e entendidos como indivíduos incapazes, ora como marginais a serem reprimidos. A caridade e a repressão foram pilares do controle social durante os primeiros séculos da modernidade. Pelos dados históricos, podem-se perceber mudanças significativas no tratamento dos pobres. A assistência social, na segunda metade do século XX, foi transformada em um meio eficaz na geração de relações demagógicas e paternalistas entre os desprovidos e o Estado. O voto nas sociedades ocidentais, importante instrumento da democracia e da liberdade, tornou-se, nesse contexto, instrumento de mera troca em 11 12 PNUD. Relatório do desenvolvimento humano. Brasília: PNUD, 2002. ALBER, J. Le origine del Welfare State: teorie, ipotesi, e analisi empirica. Revista Italiana di Scienza della Politica, v. 12, p. 420, 1982. 19 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza detrimento do que seria o ideal democrático: a escolha racional a partir de interesses ligados ao futuro coletivo e individual. Troca-se o voto por algum tipo de benefício imediato, sem conseqüências de transformação das estruturas econômicas e mesmo das situações de pobreza. O grande desafio a ser enfrentado pelas nações coloniais (...) envolvia duas premissas. De um lado, o reconhecimento de um certo paradigma de política moderna, entendida como o mundo dos cidadãos racionais e dos procedimentos públicos impessoais, mundo existente de fato nos países desenvolvidos. De outro lado, a necessidade de compreensão de uma realidade social que com ele se confrontava, pois se fundava em padrões de autoridade tradicionais personalizada e emocional , que não podiam ser ignorados e menosprezados, sob pena de total insucesso.13 Tal forma de relacionamento entre o Estado e seus agentes políticos e os pobres marcou e ainda marca de maneira clara o espaço público ocidental, principalmente dos países ditos periféricos. Há um imenso mercado político explorado de forma sintomática. As trocas estão se dando em função do desprovimento dos eleitores. É, definitivamente, uma relação de trocas, mas em bases muito desiguais. A assistência antes vista como uma forma de coação dos mais humildes agora é entendida e praticada como uma importante fonte de adesões e lucro político. O diagnóstico da situação indica que seria fundamental reconstruir a prática e a visão de assistência social. Os pobres não devem ser instrumentalizados. Tinha-se a primeira visão de que eram pobres por deméritos individuais, precisavam ser cor rigidos. Posteriormente, foram vistos como necessários à reprodução dos poderes, fundamentalmente dos poderes políticos. A transformação das práticas assistenciais em políticas sociais efetivas deve, além de levar em conta aspectos éticos, entender que o crescimento da pobreza e da desigualdade introduz desvios sociais sérios, os quais têm impacto na estrutura de funcionamento das sociedades. Exemplo sintomático 13 GOMES, A. C. A política brasileira em busca da modernidade. In: NOVAIS, F. A. (Org.). História da vida privada no Brasil. São Paulo: Companhia das Letras, 1998. p. 499. 20 disso é o fenômeno da violência. A associação do imperativo ético do combate à pobreza com a percepção pragmática das disfunções sociais causadas com a generalização da pobreza deve ser o eixo norteador das novas políticas sociais. Pobreza e Desigualdade A modernização tornou a vida social mais complexa. A vida cotidiana foi invadida por uma série de bens de consumo que induziram os grupos sociais a possuir desejos mais variados e complexos. O exemplo mais sintomático desse fenômeno é o espaço doméstico. Antes, um lugar simples, entendido tão-somente como o locus da intimidade e do repouso, o lar hoje é um espaço que comporta desde a intimidade até o lazer, bem como os instrumentos de comunicação global. O mundo social produziu imensa parafernália de produtos e equipamentos gerados pela inovação tecnológica constante e intensa, os quais, agora, são considerados imprescindíveis à vida humana. Com isso, aumentou-se drasticamente a distância entre os despossuídos e os que têm acesso aos bens. Para tanto, a definição de pobreza deverá levar em conta novas dimensões da vida social. Aspectos simbólicos e materiais são elementos analíticos essenciais para classificar quem é pobre e quem não é, bem como o grau de pobreza. Dessa for ma, a desigualdade social não é exatamente um sinônimo de pobreza, porém são conceitos indissociáveis 14 . A desigualdade assume papel fundamental para o novo entendimento da questão. Por hipótese, pode-se pensar em um país pobre, mas sem desigualdade social. Da mesma forma, pode-se imaginar um país rico, porém com desigualdade. Um país pode ter pobres e desigualdade. Um exemplo contundente é o do Brasil, país com amplos recursos e elevado Produto Interno Bruto, que apresenta os maiores índices de desigualdade do mundo. Esse fenômeno influi diretamente nas disfunções sociais. A desigualdade é motor gerador de disfunções. 14 Durante os últimos anos do século XX, cresceu a consciência de que pobreza e desigualdade são problemas dificilmente dissociáveis. Por pobreza entende-se o grau de escolha de cada indivíduo. A pobreza significa que as escolhas pessoais encontram-se tolhidas por constrangimentos de ordem econômica e social. UNESCO. Op. Cit. p. 27. 21 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza O que se assiste no mundo moderno é a uma imensa desigualdade planetária: (...) um planeta onde as desigualdades se aprofundam e onde, entre 5 bilhões de habitantes, apenas 500 milhões vivem confortavelmente, enquanto 4,5 bilhões estão privados do necessário. Um planeta onde a fortuna das 358 pessoas mais ricas, bilionários em dólares, é superior à renda anual dos 45% de habitantes mais pobres, ou seja, 2,6 bilhões de pessoas.15 Atualmente, duas idéias sobre a pobreza são as mais comuns. Uma considera o fenômeno inerente à economia liberal, pois o mercado possui grau alto de ineficiência e de seletividade na distribuição das riquezas. Outra entende a pobreza como fruto de conjunturas econômicas recessivas, geralmente causadas pela interferência do Estado no mercado. A priori, consideram que tais intervenções geram ineficiência na economia. Portanto, a pobreza deve ser combatida pelo laissez faire e pela educação dos indivíduos, tornando-os aptos ao mercado. Contudo, o que se observou no mundo contemporâneo é que o crescimento econômico por si não distribui a riqueza, seja nacional ou mundial, a todos os segmentos da sociedade. Evidentemente, o mundo de hoje é mais confortável, a produção de alimentos com a intensa mecanização cresceu assustadoramente, os bens tornaram os lares pequenas fábricas produzindo bem-estar jamais visto pela História. Por outro lado, milhões de habitantes espalhados pelo mundo, desenvolvido e não-desenvolvido, vivem como habitantes medievais do ponto de vista do consumo. O binômio pobreza e desigualdade determina as disfunções. O desejo de uma vida melhor, mais aprazível, está enraizado e é percebido como único caminho. Como é claro que todos não poderão chegar aos patamares de consumo de um homem médio, o paradoxo da modernidade e do mercado se impõe. O equilíbrio dos desejos e das carências precisa de um agente exterior mediador. Esse agente é a união do Estado e da sociedade civil, aliás, duas entidades estruturadoras daquilo que se denominou de sociedade moderna. E as ações devem incidir não só sobre o combate, em sentido estrito, da pobreza com distribuição de renda, mas também equilibrar as tensões advindas da 15 RAMONET, I. Geopolítica do caos. Petrópolis, RJ: Vozes, 1998. p. 155. 22 desigualdade social. Do ponto de vista ético, as desigualdades devem ser reduzidas e controladas. A concepção da pobreza e da desigualdade como resultados das imperfeições do mercado e de que seu combate é um problema do Estado e da sociedade civil deriva da percepção de que o mundo contemporâneo, do ponto de vista da organização social, é o resultado da evolução de três direitos básicos: direitos civis, direitos políticos e direitos sociais. As principais lutas políticas, desde a Independência Americana e a Revolução Francesa até os movimentos mais recentes, foram movidas pela busca de estabelecer alguma dessas modalidades de direito ou mesmo, todas elas. De acordo com a interpretação proposta por diversos estudiosos da política e da sociedade, a contemporaneidade pode ser descrita como a Era dos Direitos. A seqüência clássica em que tais direitos se estabeleceram, especialmente na Europa e depois nos Estados Unidos, foi: direitos civis em primeiro lugar, direitos políticos em segundo e, por último, a conquista dos direitos sociais. Os direitos civis foram resultado da luta travada, especialmente na Europa, contra o absolutismo personificado nas monarquias de direito divino. De maneira g eral, os direitos civis são aqueles fundamentais à vida, à liberdade, à propriedade, à igualdade perante a lei. Eles se desdobram na garantia de ir e vir, de escolher o trabalho, de manifestar o pensamento, de organizar-se coletivamente, da inviolabilidade do lar e da correspondência, de ser preso apenas por uma autoridade competente, de não ser condenado sem processo legal regular. O fundamento para a definição dos direitos civis é a noção de igualdade entre os homens. Inicialmente, emergiram em sociedades marcadas pela desigualdade por critérios nobiliárquicos, onde até mesmo a distribuição da riqueza era feita observando-se a condição de nascimento do indivíduo. Os direitos políticos estão relacionados às lutas promovidas, especialmente pelas camadas populares ao longo do século XIX e início do século XX, para garantir uma participação em condições iguais na esfera da política. Os direitos políticos, de maneira geral, consistem na prerrogativa de organização de partidos políticos, do direito de votar, de ser votado. Tais direitos têm nos partidos políticos e nos parlamentos 23 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza livres e representativos suas principais instituições. São eles que conferem legitimidade à organização política da sociedade. Os direitos sociais são definidos pela participação de todos na riqueza do país. Neles estão incluídos os direitos à educação, à informação, ao trabalho, ao salário justo, à saúde, à habitação, à alimentação, à cultura, ao lazer e à aposentadoria. A efetivação dos direitos sociais permite às sociedades reduzirem os excessos de desigualdade e garantir um mínimo de bem-estar para todos. Estão garantindo um mínimo de coesão social, sem a qual qualquer sociedade humana se desfigura e se dissolve. A idéia central em que se baseiam é a da justiça social. A aceitação do caráter social da metrópole abrange muito mais do que simples questões de alimentação básica, habitação, atendimento médico, limpeza das ruas e segurança em parques e jardins. Envolve também uma outra dimensão, que é a da arte e planificação.16 A definição clássica da pobreza que leva em consideração somente as variáveis alimentação, vestuário e habitação é, portanto, insuficiente para descrever ou mesmo quantificar o fenômeno da existência de pobres na sociedade pós-industrial. A nova definição deve levar em conta os três eixos de direitos conquistados na modernidade. Em outros termos, articular analiticamente pobreza e desigualdade com os direitos civis, políticos e sociais. Quando há diferenciações de tratamento entre as pessoas perante qualquer um dos direitos, tem-se uma situação aguda de desigualdade social. Quando um indivíduo se vê privado de qualquer um dos direitos, tem-se uma situação de pobreza. É preciso introduzir outros elementos definidores do que quer dizer ser pobre, bem como para mensurar as desigualdades sociais, pois os desejos e as necessidades aumentaram drasticamente e tendem ao ilimitado. Podese afirmar, com algum grau de certeza, que uma nação, na sociedade mundial pós-industrial, só será considerada justa se seus habitantes tiverem garantido todos estes direitos fundamentais: os civis, os políticos e os sociais. 16 GALBRAITH, J. K. A era da incerteza. São Paulo: Pioneira, 1982. p. 329. 24 Os não-pobres são aqueles que têm acesso à saúde de qualidade, transporte eficiente, endereço, segurança pública, educação de qualidade, bem como a oportunidade de ter, pelo menos, contato com os bens culturais e estéticos da humanidade e garantidos os direitos fundamentais. Mesmo que haja a garantia disso tudo, pode-se ter ainda desigualdade social e, se ela for intensa, disfunções virão, tais como a violência. Portanto, acrescenta-se que uma sociedade equilibrada e funcionando adequadamente tem que garantir os mínimos necessários e ainda controlar as desigualdades. O fato é que a forma de produzir do mundo ocidental foi pródiga em inventar e materializar artefatos para o conforto da vida humana nas grandes metrópoles. Por outro lado, criou bolsões de extrema pobreza, onde vivem pessoas sem acesso ao conjunto de bens essenciais, sejam materiais ou culturais, necessários ao rompimento da condição de miséria. Pobreza, Desigualdade e Exclusão Social Os processos de aumento das desigualdades sociais, bem como da pobreza, estão engendrando novo fenômeno, ainda mais radical. Conjuntos de pessoas estão sendo submetidos a uma situação de pobreza e desigualdade tão intensas, que correm o risco da desagregação social. Estão sendo desgarradas da estrutura moral, econômica e social. Estão sendo excluídas.17 Esse novo fenômeno é denominado, geralmente, de exclusão social. São conjuntos de pessoas cada vez mais desconsideradas e, na prática, em situação de abandono. São vistas como impotentes e inúteis para a geração de bens econômicos e simbólicos culturais para o mundo. Esse efeito radical da pobreza e da desigualdade é o mais inaceitável eticamente. É um processo de rejeição do outro. Negam-se os direitos fundamentais para os outros. Exemplos de evidência dessa situação já começam a surgir de forma intensa no mundo moderno. Quando um policial invade sem mandado judicial uma casa em algum bairro pobre e não faz o mesmo em outro bairro de pessoas remediadas ou ricas, tem-se clara evidência de exclusão social. Quando 17 Com efeito, nesse aspecto, o mundo neste final de século estrutura-se a partir do modelo do arquipélago: no Norte, ilhas, em número cada vez maior, de pobres, excluídos; no Sul, ilhotas, cada vez mais concentradas, de ricos, abastados. RAMONET, I. Op. Cit. p. 154. 25 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza crianças e adolescentes em situação de rua são assassinadas enquanto dormem, por grupos de extermínio, tem-se exclusão social. Dessa mesma forma, os barcos que saem de países africanos em direção à Europa abarrotados de cidadãos fugindo da fome, a dificuldade de acesso aos modernos medicamentos de combate à Aids por parte de milhões de africanos doentes são também exemplos de exclusão social. O fato é que existem grupos sociais à margem dos direitos civis, sociais e políticos. São imensamente pobres, sofrem intenso processo de desigualdade e estão se tornando dessemelhantes. Desenvolvem outras estratégias de socialização e estão fora da esfera produtiva. Podese formular a hipótese de que, no futuro, com a intensificação do processo de exclusão social, surgirão no mundo tipos diferentes de humanidade em seus aspectos essenciais. A promessa de igualdade de oportunidades da modernidade é implodida e ameaçada frontalmente pelo fenômeno da exclusão social. Se a democracia da Grécia antiga excluía escravos, mulheres e estrangeiros, sendo, portanto, restrita, a democracia moderna está assentada no princípio de que todos os homens são iguais e, assim, membros de direito do espaço público e da gestão dos bens comuns. De certa forma, a exclusão social (...) é uma ameaça constante, simultaneamente, à existência do espaço de iguais e a inexistência de exterioridades, características intrínsecas da sociedade moderna (...) A constituição da exclusão social é hoje a maior ameaça à construção da sociedade moderna, uma ameaça direta ao seu ideário de igualdade (...).18 Corre-se o risco de, em um processo de intensificação da exclusão, a sociedade moderna considerar os excluídos objetos descartáveis. Não fazem parte do processo de produção nem de consumo. Não estão entre o que se podem entender como semelhantes. Não vivem, apenas sobrevivem. Seu cotidiano se resume na preservação da vida, na manutenção biológica.19 18 19 NASCIMENTO, E. P. Dos excluídos necessários aos excluídos desnecessários. In: BURSZTYN, M. (Org.). No meio da rua: nômades, excluídos e viradores. Rio de Janeiro: Garamond, 2000. p. 56. ESCOREL, S. Vivendo de teimosos: moradores de rua da cidade do Rio de Janeiro. In: Idem. p. 139. 26 O grande desafio ético da humanidade hoje é conseguir romper esse ciclo de dessemelhança. É poder reincluir esses cidadãos. Retirálos do processo de coisificação, do processo de transformação em nãohumanos, dentro do que se entende modernamente como humanidade. INCLUSÃO SOCIAL, RENDA MÍNIMA E BOLSA-ESCOLA Inclusão Social Em uma rápida análise das teorias sobre o desafio da inclusão social por meio do trabalho para os países ricos, percebem-se as dificuldades de encontrar respostas a tal questão inserida no mundo pós-década de 197020 . A título de exemplo, tem-se a abordagem, anterior aos anos 70, que associava a erradicação da pobreza à elevação dos níveis gerais de educação formal dos indivíduos, que os permitiria melhor qualificação para se inserirem no mundo do trabalho, gerando maior produtividade, com ganhos para a rentabilidade do capital e para a massa salarial. Essas recomendações materializaram-se de forma contundente nos chamados tigres asiáticos. Mas há que se considerar uma nova contradição determinante no mundo da produção. Diversos estudos empíricos comprovam que o aumento na curva da produtividade não se associa no mesmo ritmo ao aumento dos postos de trabalho e ao da massa salarial, desde 1970, para os países do centro. O novo fenômeno se estabelece como a redução da necessidade do trabalho humano para o aumento da produtividade, pois as mudanças no processo de produção e a inovação tecnológica reduzem a necessidade 20 Quanto à pobreza e miséria, na década de 1980 muitos dos países mais ricos e desenvolvidos se viram outra vez acostumando-se com a visão diária de mendigos nas ruas, e mesmo com espetáculo mais chocante de desabrigados protegendo-se em vãos de portas e caixas de papelão (...) No Reino Unido (1989), 400 mil pessoas foram oficialmente classificadas como sem teto. Quem na década de 1950, ou mesmo no início da de 1970 teria esperado isso? HOBSBAWM, E. Era dos extremos: o breve século XX, 1914-1991. São Paulo: Companhia das Letras, 1999. p. 396. 27 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza de mão-de-obra intensiva. O processo de inovação tecnológica constante e a comunicação em tempo real têm gerado desemprego estrutural. Na economia mundial ocidental, dominada pela mercadoria, as últimas décadas vêm sendo configuradas por uma situação paradoxal: trata-se da participação cada vez menor do trabalho humano na produção de bens. A história dos vinte anos após 1973 é a de um mundo que perdeu suas referências e resvalou para a instabilidade e a crise. E, no entanto, até a década de 1980 não estava claro como as fundações da Era de Ouro haviam desmoronado irrecuperavelmente. (...) O desemprego na Europa Ocidental subiu de uma média de 1,5% na década de 1960 para 4,2% na de 1970. No auge do boom em fins da década de 1980, estava numa média de 9,2% na Comunidade Européia, em 1993, 11%.21 O paradoxo acima descrito gera dificuldades para as políticas estatais de combate à pobreza. Isso ocorre porque o Estado está preso ao dinheiro para financiar seus programas. Ele tem que obter, junto ao mercado, recursos para fazer frente às demandas sociais. Ao longo do tempo, o que vem ocorrendo é o crescimento do volume de obrigações assumidas pelo Estado em uma escala que não é acompanhada pela arrecadação, por meio de suas formas clássicas. Os analistas mais radicais afirmam que a dependência da forma dinheiro, para ganhar a vida, exacerba o paradoxo de uma sociedade preparada para produzir grandes quantidades de riqueza, porém geradora de pobres, desigualdade e exclusão social. Nessa fase, é importante uma diferenciação analítica e histórica. Os países chamados de Primeiro Mundo geram seus pobres a partir da contradição acima descrita: produtividade e geração de postos de trabalho. Por outro lado, nos países ditos periféricos, como o Brasil, por exemplo, parece haver um espaço significativo para o crescimento econômico com necessidade grande de mão-de-obra. Isso é particularmente visível na necessidade de infra-estrutura que tais países possuem, como na construção de pontes, estradas, construção civil e saneamento básico, ou seja, setores classicamente empregadores. 21 Idem. P. 395-396. 28 Para os países do centro, a história é diferente. Eles experimentam exclusão social diretamente associada à crise do desemprego estrutural, causada pelas inovações tecnológicas. Esse fato é o que gera as atuais desigualdades e a nova exclusão social. Porém, há nesses países redes de proteção social. O que se tem claro é que os acessos aos serviços essências, tais como educação e saúde, já estão garantidos, seja pelo Estado, seja por formas mistas entre o Estado e o mundo privado. Não se deve esquecer que os mínimos necessários a uma vida considerada digna estão garantidos nos países do Centro. Em termos concretos, para citar somente um exemplo, suas crianças já estão nas escolas e presentes às aulas de forma assídua. Nos países periféricos, isso não acontece. Parte significativa das crianças não está na escola, e muitas delas evadem-se das salas de aula comumente, principalmente as crianças das famílias mais pobres entre as mais pobres. Em outras palavras, pode-se afirmar que a exclusão social e a desigualdade nos países mais pobres têm outras razões, incluindo a do desemprego estrutural. Essas razões referem-se aos acessos às redes básicas de serviço e aos direitos civis, sociais e políticos. O pobre europeu, mal ou bem, não morre em filas de hospitais, nem mora em bairros sem saneamento básico ou não tem acesso à educação de qualidade. O excluído africano está sem nenhuma proteção em termos de saúde e educação e ainda mora em lugares sem estrutura sanitária e segurança pública. Há muito por fazer. Além disso, os países da periferia têm muito que crescer em termos econômicos, mais ainda nos setores classicamente empregadores de mãode-obra, e ainda necessitam de enormes quantidades de mão-de-obra qualificada. A educação entra como estratégia de combate à exclusão e à pobreza. Por tudo isso, pode-se afirmar, com razoável certeza, que caminhos estão abertos para o crescimento econômico dos países periféricos, porém tal crescimento deve ser orientado no combate à pobreza, às desigualdades sociais e à exclusão social. Somente o crescimento econômico não corrigirá tais desvios. A intervenção real por meio de políticas sociais se faz necessária. Renda Mínima Diversos estudiosos debr uçaram-se ao long o dos anos na investigação de formas de combater as iniqüidades do desequilíbrio da distribuição das riquezas e a existência de pobres no mundo. As diversas 29 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza maneiras de superar pobreza e minorar as desigualdades sociais podem ser exemplificadas com os programas de renda mínima. São propostas, em geral, de transferência de renda universal para os pobres. Em sua maioria são constituídas como direito subjetivo, condicional e subsidiário, embora haja diferenciações importantes nos detalhes das mesmas. De modo sintético, a garantia de renda mínima funciona como uma espécie de mecanismo de proteção social aos mais pobres. Baseada nas idéias de Thomas Moore, em seu livro Utopia (1516), data de 1526 a primeira proposta nesses termos, elaborada por Juan Luis Vivès para a cidade de Bruges. Presentes nos escritos de Marx, Keynes, e no início do século XX, nos textos de Bertrand Russel e, na segunda metade do mesmo século, nas elaborações do Imposto Negativo, de Milton e Rose Friedmam, da Renda Mínima Universal, de Alain Minc e Keit Robert, e do Maximin, de Rawls, tais propostas se disseminaram por todo o mundo. As contribuições socialistas para os programas de renda mínima foram denominadas de mecanismo de repartição de renda. Exemplos são a Renda Social, de André Gorz, e o Segundo Cheque, de Guy Aznar. Outro conjunto de propostas refere-se ao objetivo de reinserção do trabalhador no mercado. O exemplo mais significativo é a Renda Mínima de Inserção, implementada na França.22 Dinamarca (1933), Grã-Bretanha (1948), Alemanha (1961), Holanda (1963), Bélgica (1974), EUA (1975), Irlanda (1977), Luxemburgo (1986), França (1988), Espanha (1988) e Portugal (1996) são alguns dos países onde se implantaram programas semelhantes às primeiras elaborações. Em 1989, a União Européia recomendou, em sua Carta Social, a extensão da renda mínima a todos os seus países membros. Em 1996, um grupo de economistas cria a Rede Européia de Renda Básica BIEN, como fórum para debater as experiências desses tipos de programa.23 No Brasil, os primeiros a proporem uma renda mínima na forma de um imposto negativo foram os economistas Antonio Maria Silveira, 22 23 SUPLICY, E. M. Renda de cidadania: a saída é pela porta. São Paulo: Cortez: Fundação Perseu Abramo, 2002. PAUGAM, S. LÉurope face à la pauvreté: les experiences nationales de revenu minimum. Paris: Ministère de lÉmploi et de la Solidarité. 1999. 30 em 1975, e Edmar Bacha e Roberto Mangabeira Unger, em 1978. Em 6 de dezembro de 1991, projeto de autoria do economista e senador brasileiro Eduardo Suplicy foi aprovado pelo Senado Federal, mas nunca implementado. Somente em 3 de dezembro de 1996, a Câmara dos Deputados aprovou outro projeto de renda mínima, diferente e menos ousado do que o do Senado Federal, de autoria do deputado Nelson Marchezan. Passando pelos trâmites legislativos, o projeto foi aprovado, em novembro de 1997, e sancionado pelo Presidente da República brasileira, em 10 de dezembro do mesmo ano. Longe de se constituírem em unanimidade, os projetos de renda mínima sofrem críticas intensas no debate sobre o combate à pobreza e à desigualdade social. Entre elas, podem-se destacar três. A primeira referese à incerteza em relação ao critério de incondicionalidade para o recebimento de uma renda de subsistência, gerando desvios de foco no combate à pobreza. A segunda é o fato de algumas projeções indicarem que o programa desestabilizaria ainda mais o mundo do trabalho, gerando mais informalidade e a quebra das proteções sociais. Dessa forma, substituiria o trabalho pelo assistencialismo. A terceira diz respeito às profundas incertezas sobre a questão de uma renda que seja complementar ou substitutiva. A focalização dos projetos de renda mínima também é muito criticada no Brasil por terem como público-alvo basicamente a população pobre habitante dos bolsões de miséria das grandes cidades, ficando de fora os pobres de áreas muito pobres, inclusive no meio rural. Em outros termos, caso o programa não seja universal, esbarra claramente nas delimitações do que seja pobre e onde os pobres estariam nas complexas diferenças regionais, bem como nas quase inevitáveis ocorrências de injustiça. Não faz sentido discriminar pobres de áreas ricas de pobres de áreas pobres e só atender os primeiros, embora se deva exigir esforço fiscal maior das localidades onde há maior capacidade contributiva, implicando maior participação dos governos locais de áreas ricas no financiamento de um conjunto mais amplo de políticas sociais. 24 24 LAVINAS, L. Programa de garantia de renda mínima e ação coordenada de combate à pobreza. Brasília: IPEA, 1998. p. 14. 31 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Na América Latina, é usual haver disfunções na focalização das políticas sociais. Normalmente, os beneficiários não são os mais pobres entre os pobres. Para a correção dessa iniqüidade, é recomendável que o programa de renda mínima seja desenvolvido por meio de mecanismos e instrumentos poderosos de identificação correta de onde estão e quem são os mais pobres entre os pobres. Ao mesmo tempo, dever-se-iam concentrar os recursos entre estes últimos. Pode-se afirmar com certeza que os problemas enfrentados pela América Latina no combate à pobreza não se restringem ao volume de recursos aplicados para esse fim. Boa parte dos recursos é desperdiçada na má focalização e em uma estrutura burocrática cara, sem mencionar a corrupção e o desvio de verbas dos seus objetivos primevos (Barros, 2000). Por fim, é possível afirmar que programas de garantia de renda mínima, aplicados de forma isolada, não atuam efetivamente na quebra dos ciclos geracionais de pobreza, pois não incidem diretamente nas causas do fenômeno da pobreza e da desigualdade nos países pobres. Essas condições não representam somente uma questão de renda. Nenhuma renda, por mais alta que seja, distribuída aos mais pobres, poderia garantir o mínimo de bens e acessos a serviços básicos de qualidade necessários, nos padrões modernos, para sair da condição de pobreza e mesmo da exclusão social. A renda mínima, para se tornar poderoso instrumento de combate à pobreza e à desigualdade, deveria estar associada a outras políticas sociais. Uma família pobre que tenha uma renda mínima, mas que more em um bairro sem saneamento básico, tenha filhos sem acesso ao ensino fundamental, não tenha saúde adequada, não participe de forma protagônica na esfera da política e esteja submetida à arbitrariedade das ações policiais, continua em um processo de pobreza, desigualdade social e mesmo exclusão. Para se evitar que os beneficiários dos programas de renda mínima retornem a sua condição de pobreza anterior, são necessárias a articulação e a integração de outras ações sociais que tenham como objetivo a conquista de autonomia.25 25 Idem, p. 18. 32 Em termos de estratégia de políticas sociais, que devem associar o imperativo ético do combate à pobreza à percepção pragmática das disfunções sociais causadas com a sua generalização, é fundamental a articulação do atendimento imediato, com a política de renda mínima, a outras dimensões e padrões capazes de interferir diretamente e estruturar um futuro de garantia de oportunidades e de capitais sociais mais perenes, tais como a educação. Isso se traduz no combate à pobreza em longo prazo e interfere nos mecanismos de reprodução dessa pobreza. Em termos coletivos, poder-se-iam modificar grandes estruturas e ao mesmo tempo inserir novos sujeitos nas esferas dos direitos fundamentais e na esfera do consumo e da produção. Em outros termos, é preciso associar renda mínima aos direitos à educação, à saúde, à segurança e à cidadania material e simbólica. O crescimento é uma prioridade lógica. (...) no caso da situação brasileira e no mundo subdesenvolvido em geral, é preciso mais crescimento, mais riqueza e mais empregos. Para isso são necessárias muitas coisas: investimentos, políticas econômicas, pesquisa e desenvolvimento, treinamento adequado. (...) O fato de admitir que há uma prioridade lógica do crescimento, não significa que nós temos que esperar o crescimento para começar a fazer a redistribuição necessária. Mesmo porque no médio e longo prazos a redistribuição tem efeitos sobre a eficiência. (...) fixa a população, evitando a superpopulação das regiões urbanas (...) tem um efeito importante na melhora da saúde (...) melhora na educação. Se as crianças vão à escola, são bem alimentadas, isto tem um impacto de fortalecer o crescimento do país. Apesar da prioridade lógica do crescimento, fazer uma redistribuição inteligente é uma grande contribuição para o crescimento.26 Para os países da periferia, são necessárias estratégias que garantam o avanço para as pessoas individualmente e o desenvolvimento qualitativo da produção e das coletividades. A renda é somente uma estratégia para a sobrevivência. É necessário muito mais. O maior exemplo de programa social no sentido de articulação de assistência 26 PARIJS, V. Entrevista para o Jornal Folha de São Paulo, 25 ago. 2002. 33 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza social imediata e investimento no futuro é a Bolsa-Escola. Ela ao mesmo tempo garante uma bolsa às famílias excluídas e implementa a possibilidade de que os filhos dessas famílias possam estudar e melhorar suas possibilidades de colocação no mercado de trabalho futuro. Também contribui para que, no porvir, haja saltos qualitativos na mão-de-obra, gerem-se maior produtividade e consumo, culminando com maior desenvolvimento. Bolsa-Escola A Bolsa-Escola é superior aos programas de renda mínima porque integra, de forma estratégica, complementação de renda ao acesso universal à educação, bem como combate a evasão escolar. Isto é, incide diretamente no combate à pobreza, bem como na melhoria dos índices de escolaridade e interfere diretamente nos ciclos geracionais de pobreza. Evidentemente, se associada a outras políticas, torna-se o maior e mais robusto programa de combate à pobreza até então pensado e aplicado. Independentemente de todas as questões estruturais do novo modo de produzir da humanidade ocidental, o Brasil, como exemplo, é uma nação sui generis, assim como outros países que lutam para se desenvolver. Convivem em seu interior pessoas de tempos diferentes. Para o nordestino do semi-árido, que vive em ambiente inóspito, onde a luta contra a natureza pela sobrevivência é ainda a tônica, pode-se referir aos séculos XVIII ou XIX. O paulista ou o carioca que habita megalópoles está diante das grandes contradições do mundo do século XX: violência urbana, caos no trânsito, problemas da urbanização enfim. Têm-se, até o século XXI, modernos condomínios urbanos com acesso à Internet, edifícios inteligentes, robótica e sistemas sofisticados de segurança, saúde e educação privadas. Combater essa complexa desigualdade é um desafio para o futuro. Ainda mais se se consideram os acessos desiguais aos direitos fundamentais. Tradicionalmente, as políticas de combate à pobreza no Brasil simplificam os pobres e suas situações. O programa Bolsa-Escola rompe com essa tradição. Não se localiza no terreno das políticas residuais e compensatórias. A originalidade impactante da Bolsa-Escola é sua ancoragem educacional. Nessa diferença reside a dimensão inovadora do programa. 34 Nesse sentido, um primeiro passo é dado para a consolidação aos direitos fundamentais da sociedade moderna. Estar na escola significa, de forma imediata, acesso a um direito social da educação e pode significar, em médio e longo prazo, ganhos nos direitos políticos e civis. Outros passos terão que ser dados visando à melhoria das escolas e do ensino para a potencialização dos efeitos da inserção das crianças pobres na escola, via Programa Bolsa-Escola. As Nações Unidas têm sugerido medidas efetivas para a melhoria dos sistemas educacionais e da própria qualidade do ensino. Em resumo, podem-se citar algumas dessas medidas. Primeiro, é preciso desenvolver uma educação com métodos e conteúdos adaptados às realidades sociais e culturais de cada país. Segundo, desenvolver serviços de educação básica acessíveis a todos, com ênfase nos mais pobres. Terceiro, mobilizar as modernas tecnologias de informação e de comunicação para todos. Quar to, substituir estr uturas educacionais custosas, rígidas e culturalmente alienadoras por sistemas de distribuição mais flexíveis, diversificados e ao alcance de todos. 27 A associação da Bolsa-Escola a essas medidas terá ainda mais chances de ter impacto no desenvolvimento sustentável e no combate à pobreza, desigualdade e exclusão social de forma a eliminá-las. O programa aponta em direção à autonomia, pois seus efeitos incidem no combate às causas da pobreza. O objetivo é romper o ciclo retroalimentador da miséria, onde pobreza e miséria acabam gerando mais pobreza e miséria. Os beneficiários são crianças de famílias muito pobres, que se evadiriam do sistema escolar sem a bolsa mensal, mantendo a mesma baixa escolaridade dos pais e, conseqüentemente, no futuro ingressando no mercado de trabalho, na melhor das hipóteses, nas mesmas condições da maioria de suas famílias. A lógica é elevar o grau de escolaridade das crianças para aumentar e mesmo equilibrar as oportunidades. A BolsaEscola consiste em repassar um recurso mensal para as famílias excluídas com a condição de que todos os filhos em idade escolar estejam freqüentando pelo menos 90% dos dias letivos. 27 MATSUURA, K. Op. Cit. p. 23. 35 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Os próximos capítulos deste livro serão dedicados a contar a história da idéia da Bolsa-Escola, o desenvolvimento do programa em várias partes do mundo, seus impactos entre as famílias excluídas, os sistemas de controle e acompanhamento dos seus efeitos e potencialidades e suas formas de replicação. 36 2. BREVE HISTÓRIA DA BOLSA-ESCOLA "Em algumas áreas do Brasil, o programa da Bolsa-Escola deposita o valor de uma bolsa mensal numa conta da família, que só pode ser retirada depois que a criança - menino ou menina - tiver completado com êxito quatro anos de escola. (....) Estes são exemplos realmente inspiradores, e eu poderia citar-lhes ainda muitos outros". (Kofi Annan, abril de 2000). 28 Concebida em 1987, no Núcleo de Estudos do Brasil Contemporâneo, da Universidade de Brasília29 (UnB), a Bolsa-Escola tem uma história de sucesso. Onde quer que tenha sido adotado, o programa vem contribuindo para que crianças pobres permaneçam nas salas de aula. Formulada há 15 anos e implementada pela primeira vez no Brasil há sete, a Bolsa-Escola representa também uma intensa transformação no modo e na concepção de políticas sociais até então concretizadas. Com a Bolsa-Escola, a lógica do combate à exclusão social transformou-se radicalmente, bem como o entendimento da questão. O programa rompe com a tradição do paternalismo e do populismo nas políticas públicas. Articula de forma engenhosa renda direta para as famílias excluídas e exige como contrapartida a manutenção dos filhos na escola. A Bolsa supera inclusive os programas baseados em propostas de renda mínima. O Núcleo de Estudos do Brasil Contemporâneo, criado em 1986 na UnB, é um grupo de reflexão sobre assuntos da realidade brasileira. Funciona dentro do Centro de Estudos Avançados Multidisciplinares 28 29 ANNAN, K. Building a Partnership for Girls Education. In: WORLD EDUCATION FORUM. Address. Dakar, 26 April, 2000. Dakar: UNESCO, 2000. WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 33-40. 37 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza da Universidade. Foi nesse núcleo que se iniciaram os debates que redundariam nas formulações iniciais da proposta de Bolsa-Escola 30 . Naquela época, intelectuais, professores, alunos e pessoas de fora da instituição reuniam-se, uma vez por semana, com o objetivo de refletir sobre os grandes problemas nacionais e formular políticas para resolvêlos. Era um esforço para criar idéias factíveis, exeqüíveis e eficientes na solução dos problemas brasileiros. Desde o início dos trabalhos, o Núcleo tomou a situação da educação básica como problema mais imediato e passou a debater soluções que permitissem universalizar a escola para todas as crianças e jovens brasileiros até o final do ensino médio e garantir-lhes máxima qualidade. Convém indicar que os dados escolares do Brasil, nos anos 1980, não eram muito animadores: a taxa média de matrícula no ensino fundamental, no final da década, era de aproximadamente 85%, e existiam no país 15% de crianças analfabetas, de 10 a 14 anos. Em uma das reuniões do Núcleo, no começo de 1987, Cristovam Buarque, seu coordenador, explanava sua preocupação com o acesso à educação. Partindo do pressuposto de que há forte correlação entre as altas taxas de evasão escolar e a pobreza das crianças que abandonam as escolas, formulou-se ao professor a seguinte pergunta: Se as crianças não estudam porque as famílias são pobres, por que não pagar aos pais para que os filhos não faltem às aulas?. As reações a esse questionamento foram diversas. Os argumentos contrários versavam sobre os seguintes aspectos: presumia-se alto custo para a execução da proposta; duvidava-se dos impactos de um programa desse tipo no desenvolvimento nacional; argumentava-se que já seria uma obrigação das famílias enviar seus filhos para a escola; temia-se o crescimento da natalidade; supunha-se que uma política em tais moldes produziria incentivos adversos ao trabalho dos pais; pensava-se na possibilidade de as famílias utilizarem o dinheiro para outros fins que não a educação dos filhos, dentre outras. 30 SUPLICY, E. M. Op. Cit. p. 125. 38 Com as intensas discussões acerca desses argumentos, chegou-se a algumas verificações que reforçavam a Bolsa-Escola como proposta viável. Algumas delas: seria um programa que se assemelhasse ao incentivo à pós-graduação (bolsas de estudos para mestres e doutores) praticado no Brasil havia anos; estimou-se o custo em 1% do orçamento da União; pensou-se em pagar por família e não por criança, o que dessa forma não incentivaria o aumento da natalidade; entre as famílias pobres, a questão de enviar os filhos à escola não é uma questão moral ou de mera obrigação legal, já que, por vezes, as famílias muito pobres precisam da renda auferida no trabalho infantil para sobreviver; os membros das famílias excluídas não trabalham, não por desapego essencial ao trabalho, mas porque não há emprego; caso não tivessem a Bolsa-Escola, estariam igualmente desempregados. Além da liberdade propositadamente pensada na utilização dos recursos, o pagamento do beneficio seria feito diretamente às mães, o que garantiria melhor utilização do beneficio para toda a família. Aos poucos, a idéia foi se consolidando, ao lado de outras que foram depois escritas pelo coordenador do Núcleo, em um documento mimeografado de 1987, intitulado Uma Agenda para o Brasil Cem medidas para mudar o Brasil, que circulou entre os membros. Em 1990, esse documento foi transformado em uma brochura com o título de A Revolução nas Prioridades da Modernidade-Técnica à ModernidadeÉtica. Em 1993, a brochura foi entregue a uma editora e lançada como livro no começo de 1994. O livro A Revolução nas Prioridades propõe soluções para a reorientação do modelo de desenvolvimento brasileiro. Seu argumento central sugere a opção por uma modernidade ética e o abandono da modernidade técnica. Oferece 103 idéias de medidas para reformar o Brasil, divididas em dez grandes prioridades que contemplam desde a Educação até a Soberania Nacional. A primeira das prioridades, Modernidade é uma população educada e culta, contava com 33 medidas, entre elas a Bolsa-Escola, que no texto não era assim designada. O nome surgiria somente em 1994. O que se propunha objetivamente era a criação de um sistema de atendimento às crianças em idade pré-escolar, a garantia de uma bolsa para cada família com filhos em escola pública e a implementação da Poupança-Escola para alunos da rede oficial de ensino. 39 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Ainda em 1987, foi esboçada a concepção geral da Bolsa-Escola como proposta para combater o trabalho infantil e garantir a universalidade da educação básica a todas as crianças, por meio da concessão de bolsas às famílias pobres, mediante a contrapartida de que os seus filhos em idade escolar freqüentem a escola regularmente. Como foi concebida a Bolsa-Escola em 1987 A solução está na garantia de bolsas oficiais que mantenham na escola as mais pobres crianças do Brasil. O Governo teria que garantir uma renda mínima por família pobre que tivesse filhos na escola. 31 O que é Poupança-Escola Em uma cultura que não prioriza a educação, não basta um salário para manter os alunos mais pobres na escola e incentivá-los a continuar os estudos até o final do segundo grau. Embora o principal atrativo seja a qualidade da escola, serão necessários outros mecanismos, ao menos por alguns anos. Para isso, estabelece-se uma poupança em benefício de cada aluno na escola pública, a metade do disponível seria liberada no final do primeiro grau e o resto para os que terminem o segundo grau. A cada ano, cada aluno receberia um depósito de US$50 em caderneta de poupança que só seria liberada com a comprovação da conclusão dos cursos. Ao final de todo o curso, o que levaria onze anos, o aluno receberia cerca de US$800, graças aos juros acumulados. 32 Entre 1987 e 1994, a proposta foi divulgada por meio de repetidas edições do livro A Revolução nas Prioridades Da Modernidade-Técnica à Modernidade-Ética. No período de janeiro a setembro de 1993, houve debates com mais de 5.000 pessoas em 22 grandes cidades brasileiras. Em janeiro de 1990, a proposta foi incluída no Governo Paralelo, criado pelo então candidato à Presidência da República Luís Inácio Lula 31 32 BUARQUE, C. A revolução nas prioridades: da modernização técnica à modernização ética. Brasília: INESC, INED, 1987. (mimeografado). p. 37. BUARQUE, C. A revolução nas prioridades: da modernização técnica à modernização ética..São Paulo: Paz e Terra, 1994. p. 133. 40 da Silva, do Partido dos Trabalhadores (PT). Em 1992, o projeto voltou a ser apresentado em uma reunião da Conferência Nacional dos Bispos do Brasil (CNBB). A idéia fez parte do programa de governo do PT nas eleições presidenciais de 1994. Um programa muito semelhante à Bolsa-Escola foi implementado em 1989 na Venezuela com o nome de Bolsa-Escola. Consistia exatamente em pagar uma bolsa para famílias carentes que tivessem filhos matriculados na escola. De lá para cá, o programa tem sofrido modificações essenciais em seu desenho estratégico inicial, inclusive acrescentando uma cesta básica para as famílias33. Em 1993, o economista brasileiro José Márcio Camargo publicou artigo no jornal Folha de S. Paulo no qual propunha algo muito parecido com a Bolsa-Escola, conforme a idéia original. Camargo sugeria modificar um projeto de renda mínima, do senador brasileiro, Eduardo Suplicy, no sentido de criar um programa que complementasse a renda de todos os trabalhadores, desde que coloquem seus filhos em escolas públicas.34 Dois anos depois da publicação do artigo de José Márcio Camargo, a Prefeitura de Campinas, no interior do Estado de São Paulo, iniciou um projeto de renda mínima que procurou atender famílias com membros adultos, crianças e adolescentes em situação de risco e rua. Entretanto, diferentemente da Bolsa-Escola, que procura associar o recebimento de uma bolsa à elevação da escolaridade das crianças e adolescentes de famílias pobres, a Renda Mínima funciona fundamentalmente como um programa de proteção à família. A Bolsa-Escola, por sua vez, atua como política de acesso de todos ao ensino fundamental. O público-alvo priorizado no programa de Campinas é tipicamente o da assistência social, por outro lado a Bolsa-Escola privilegia fundamentalmente o público escolar. Somente essa diferença marca uma grande distância estratégica entre os dois. O então Prefeito de Campinas, José Roberto Magalhães Teixeira, responsável pela implementação, enfatizou, em artigo publicado na Folha de S. Paulo, o objetivo da renda mínima. 33 34 SUPLICY, E. M. Op. Cit. CAMARGO, J. M. Os miseráveis. Folha de São Paulo, 23 mar. 1993. 41 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza É resgatar a dignidade da pessoa, pela garantia da sua subsistência, dar-lhe os primeiros instrumentos para reerguer-lhe através do trabalho e da geração de sua própria renda e assegurar-lhe a coesão familiar, pela possibilidade de dar atenção às crianças, tirando-as da mendicância. 35 Portanto, o enfoque principal da Renda Mínima não era a Educação das crianças e adolescentes. Não tinha como objetivo estratégico devolver o direito às crianças pobres de freqüentar a salade-aula diferença essencial quando se compara a Bolsa-Escola com a Renda Mínima. O Instituto de Estudos Especiais da Pontifícia Universidade Católica de São Paulo, com apoio do UNICEF, realizou em 1997 um estudo de avaliação da renda mínima de Campinas e chegou à conclusão de que o programa: (...) tem seu locus na política de assistência social. É, assim, um programa voltado, primeiramente, à proteção social. Busca garantir mínimos sociais através de complementação de renda que permita a famílias a superação de um patamar de pobreza extrema que os aprisiona em condições de exclusão de benefícios e serviços os mais elementares.36 Com todas essas discussões e a implementação de programas semelhantes, as condições teóricas estavam sendo dadas para que se aprimorasse a proposta da Bolsa-Escola. Idealizou-se que o pagamento do benefício às famílias pobres seria feito sob duas condições: ter todas as crianças em idade escolar no ensino oficial e nenhuma delas faltar a mais de dois dias de aula durante o mês. Apesar da intensa divulgação, faltavam nesse momento as condições políticas para que a Bolsa-Escola se transformasse em um programa governamental no Brasil. Essas condições só vieram quando, 35 36 TEIXEIRA, J. R. M. Uma alternativa se abre. Folha de São Paulo, 12 ago. 1995. CARVALHO, M. C. B. de; BLANES, D. N. Caminhos para o enfrentamento da pobreza: o Programa de Renda Mínima de Campinas. São Paulo: IEE/PUC-SP, UNICEF, 1997. p. 27. 42 em 1994, Cristovam Buarque, ex-reitor da Universidade de Brasília, assumiu como governador do Distrito Federal. Cristovam Buarque implementou o Programa em 1995 e o expandiu em seus quatro anos de gestão.37 No final de 1998, eram 25.680 famílias e 50.673 crianças beneficiadas. O custo total da execução da política não ultrapassou 1% do total do orçamento anual do Distrito Federal. Durante sua implementação, o Programa obteve adesões e atraiu a atenção da imprensa nacional e internacional. Em novembro de 1995, foi objeto de matéria de capa na revista Time. Em 1996, recebeu o prêmio Criança e Paz, do UNICEF. Programas similares no Brasil e no Exterior foram inúmeras vezes relatados por importantes periódicos. Diversas teses acadêmicas começaram a ser elaboradas e publicadas. A adoção da BolsaEscola no México, dentro de programa maior chamado Progresa, gerou artigos na imprensa internacional, inclusive do Prêmio Nobel de economia Gary Becker, publicado na revista Business Week em 199738 . De novembro de 1997 a fevereiro de 1998, a Bolsa-Escola do Distrito Federal foi objeto de avaliação. A Unesco reuniu técnicos para medir os resultados e impactos do Programa entre as famílias atendidas. Esse trabalho contribuiu para fortalecer os argumentos em prol da Bolsa-Escola, demonstrando que ela deveria ser replicada em outras cidades e países. Em termos gerais, verificou-se que o programa articula, em um movimento único, tanto o combate à pobreza, quanto a melhoria das condições educacionais da população, contribuindo para corrigir as desigualdades em torno do acesso, permanência e sucesso das crianças na escola fundamental.39 Além dos resultados e impactos positivos apontados pela avaliação, as muitas repercussões e prêmios da Bolsa-Escola de Brasília fizeram com que aos poucos ela fosse espalhando-se para diversos municípios de prefeituras governadas por partidos políticos dos mais diferentes matizes ideológicos. Em 1997, inspirado na mesma idéia, o Governo Federal também criou o Programa de Erradicação do Trabalho Infantil (PETI). 37 38 39 No Capítulo 03 poderá ser encontrada a descrição da implantação e evolução do Programa Bolsa-Escola no Distrito Federal. IS THERE ANY WAY TO STOP CHILD LABOR ABUSES? Business Week, n. 3526, 12 may 1997. p. 22. WERTHEIN, J. R.; KAYAYAN. Prólogo. In: WAISELFISZ, J. (Coord.). Bolsa-escola: melhoria educacional e redução da pobreza. Brasília: UNESCO, 1998. p. 14. 43 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza O PETI tornou-se instrumento importante no combate ao trabalho infantil precoce nas carvoarias, zonas de corte da cana-de-açúcar, colheita do sisal e outras atividades que comprometem o desenvolvimento físico-social das crianças. Com bolsa paga mensalmente às famílias, crianças que estavam envolvidas no trabalho penoso e de alto risco voltaram a freqüentar a escola. Ainda em 1998, o Ministério da Educação brasileiro lançou um programa de Bolsa-Escola, denominado Programa de Garantia de Renda Mínima, focalizado geograficamente: os municípios com renda e receita tributária per capita inferiores à média do seu Estado poderiam integrar uma parceria com o Governo Federal, que financiaria metade dos custos do Programa, novamente vinculando o recebimento do benefício à freqüência obrigatória à escola. Em dezembro de 1999, segundo fontes ministeriais, 504.000 famílias em 1/5 dos municípios brasileiros (a maioria situada em áreas rurais) recebiam um benefício mensal. Mais de um milhão de crianças estariam participando do programa. Ao final de 2001, o Bolsa-Escola Federal já estava presente em 5.470 municípios, beneficiando 8,2 milhões de crianças e 4,8 milhões de famílias. Entre 1995 e 1999, vários Estados da Federação implementaram a Bolsa-Escola: Amapá, Mato Grosso do Sul, Alagoas, Minas Gerais, Rio de Janeiro, Goiás e Acre. Em cada uma dessas unidades federativas, o programa adquiriu características próprias e algumas diferenças do programa original, inclusive nomes específicos. Mas todos preservavam o eixo central da Bolsa-Escola: acesso à educação fundamental e combate à evasão escolar como estratégias de desenvolvimento. A idéia da Bolsa-Escola estava disseminada em todo o país, e diversas cidades e Estados tinham programas similares. Contudo, o Programa ainda não estava consolidado nacionalmente. Para lutar por isso, foi criada uma instituição não-governamental: a Missão Criança, presidida por Cristóvam Buarque. O objetivo era não deixar morrer uma experiência bem-sucedida do Distrito Federal. A Missão Criança, como organização da sociedade civil, iniciou um processo de divulgação e cooperação técnica com municípios, estados brasileiros e outros países na elaboração de programas de combate à exclusão, tendo a Bolsa-Escola como carro-chefe. Além disso, implementou um projeto-piloto, denominado Bolsa-Escola Cidadã, cujo 44 desenho prevê a concessão do benefício com recursos arrecadados por meio de doações de empresas privadas, doadores individuais e instituições internacionais, além dos trabalhos realizados pela organização. A estratégia da Missão era envolver a sociedade na responsabilidade do combate à exclusão social por meio da Educação. Atendendo a convite do UNICEF e do Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID), a Missão Criança contribuiu com seu knowhow na implementação da Bolsa-Escola no Equador, em 1999, e hoje o país já atende a mais de 40 mil famílias com o benefício do programa. Em 2002, o novo governo boliviano, decidido a universalizar o ensino no país, solicitou a cooperação técnica da Missão Criança na implementação da Bolsa-Escola. O início da operação do programa está previsto para janeiro de 2003. Também como parte de um processo de cooperação técnica, a instituição foi indicada pelo Governo brasileiro para colaborar na implementação da Bolsa-Escola em países africanos como São Tomé e Príncipe e Moçambique; assim como em El Salvador e Guatemala, na América Central. Convém ressaltar que todos esses projetos contam com a parceria da Unesco e da Agência Brasileira de Cooperação (ABC), do Ministério de Relações Exteriores. Mas o que permitiria transformar uma idéia nascida em Brasília no maior programa social de todo o mundo foi o lançamento do programa Bolsa-Escola Federal pelo presidente brasileiro Fernando Henrique Cardoso em abril de 2001. Desde seu lançamento, o programa BolsaEscola Federal espalhou-se por todo o País. Uma etapa fundamental para a história da Bolsa-Escola estava cumprida. Quase 5.500 municípios do Brasil já podiam contar com os recursos para que famílias pobres recebessem auxílio financeiro desde que mantivessem seus filhos na escola. Mais de quatro milhões de famílias estão sendo beneficiadas e mais de oito milhões de crianças permanecem assíduas nas salas de aula, apesar de alguns problemas de desenho e implementação. 40 A Bolsa-Escola vem sendo amplamente difundida. Um dos momentos exemplares disso aconteceu em abril de 2000, quando o 40 Uma descrição do Programa Bolsa-Escola Federal poderá ser vista no Capítulo 3 deste livro. 45 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Secretário Geral das Nações Unidas, Kofi Annan, na abertura do Fórum Educação para Todos, em Dacar, Senegal, afirmou que a Bolsa-Escola era um dos quatro programas a serem copiados em outras partes do mundo.41 A Declaração da Conferência de Chefes de Estado e de Governos Ibero-americanos realizada no Panamá, em dezembro de 2000, incluiu a Bolsa-Escola entre os instrumentos de luta pela universalização da escola onde quer que haja graves déficits educacionais. Em maio de 2001, a proposta da Bolsa-Escola foi apresentada sob o nome de MISA Minimum Income School Attendance, na Conferência de Bruxelas, da Unctad e OIT, como importante instrumento a ser usado para aliviar a pobreza nos países mais pobres e endividados do mundo. Em recente palestra em Londres, em 2002, e em artigo no jornal The Guardian, do dia 26 de janeiro do mesmo ano, o ex-presidente norteamericano Bill Clinton recomendou o programa Bolsa-Escola como instrumento decisivo na luta contra a pobreza e, por conseguinte, também na luta contra o terrorismo. "Comparado com o custo de combater uma nova geração de terroristas, colocar cem milhões de crianças na escola em todo o mundo acaba sendo uma proposta barata. E que pode ser concretizada. No Brasil, por exemplo, 97% das crianças vão à escola, porque o governo paga, todos os meses, às mães que se encontram no terço inferior das famílias mais pobres, uma certa quantia, se os seus filhos vão às aulas. A guerra no Afeganistão custa aos Estados Unidos cerca de um bilhão de dólares por mês. Com doze bilhões de dólares por ano, este país poderia cobrir mais do que sua parcela de participação, em todos os programas que mencionei".42 A Bolsa-Escola atinge sua maturidade em termos de divulgação e sedução dos governantes para implementá-la. Agrada tanto a líderes governamentais quanto a representantes do mercado e do pensamento empresarial. O investidor George Soros, no Encontro de Chefes de Estado em Monterey, no México, defendeu a Bolsa-Escola dizendo que 41 42 ANNAN, K. Op. Cit. THE GUARDIAN. Londres: 26 jan. 2002. 46 se pudesse recomendar, concentraria nesse programa os recursos necessários para reduzir o quadro de pobreza no mundo. No mesmo sentido, George Soros, em seu recente livro On Globalization, propõe que parte dos recursos do SDR ??? dos países mais ricos do mundo sejam aplicados na implementação da Bolsa-Escola nos países mais pobres. Tomemos o caso do trabalho infantil. Em vez de apresentar na Organização Mundial do Trabalho uma norma que proíbe o trabalho infantil, deveríamos oferecer recursos para custear a educação primária universal. Poderíamos então exigir que os beneficiários dessa ajuda eliminem o trabalho infantil, como condição para continuarem a receber tal apoio. No Brasil, um programa-piloto vitorioso, chamado Bolsa-Escola, paga subsídios às famílias pobres, se todos os seus filhos freqüentarem a escola regularmente. Propõese agora um novo mecanismo que recompensaria as meninas com uma conta de poupança, se elas completarem a oitava série. Este é o tipo de esquema que, com a assistência internacional, pode ser implementado em escala bem mais ampla. Tal enfoque venceria os obstáculos apresentados pela soberania dos estados, uma vez que seria voluntária a aceitação dessa ajuda (....) Outro elemento importante seriam os estipêndios destinados a fins educacionais, seguindo o modelo desenvolvido pela Bolsa-Escola, programa brasileiro que paga subsídios às famílias mais pobres, desde que os seus filhos freqüentem as aulas regularmente. A combinação de subsídios educacionais com atendimento médico e micro-empréstimos poderia retirar da pobreza grandes segmentos da população.43 Na reunião da Governança Progressista, em Estocolmo, entre os dias 22 e 23 de fevereiro de 2002, o Presidente do Brasil, Fernando Henrique Cardoso, apresentou a idéia da Bolsa-Escola para os outros 12 Presidentes. Sugeriu a adoção desse programa para a África. No mês seguinte, na Assembléia Anual do BID, em Fortaleza, Capital do Estado do Ceará, no Brasil, ele voltou a apresentar a proposta para os países latino-americanos e do Caribe. 43 SOROS, G. George Soros on globalizacion. New York: Public Affairs, 2002. p. 37, 84. 47 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Existe a possibilidade de que o Programa Bolsa-Escola seja levado a diferentes partes do mundo, especialmente a países afetados pelo trabalho infantil. Uma espécie de Plano Marshall de alcance social global, esta iniciativa poderia eliminar o trabalho infantil, fortalecer a educação entre os pobres, bem como garantir renda e outros benefícios indiretos a essas famílias. A expansão desse programa não seria difícil, se novos passos fossem dados envolvendo as lideranças mundiais tanto do setor público quanto do setor privado. Uma Bolsa-Escola de alcance global não está fora das possibilidades geradas pela riqueza mundial.44 Hoje, pode-se estimar em cerca de 20 milhões o número de crianças que já estão sendo ou que serão atendidas por programas inspirados na Bolsa-Escola. Nessa conta, são incluídos os 10,7 milhões, previstos pelo programa do Governo Federal brasileiro, os cinco milhões que já recebem o benefício no México e os dois milhões previstos para ampliação nesse país, além de cerca de três milhões de crianças e jovens beneficiadovss por programas variados em outros países, como Equador e Argentina, além de programas especiais de governos municipais e de entidades nãogovernamentais. A idéia adquiriu imensa força. A ampliação e a propagação do Programa Bolsa-Escola tornaram-no exemplo a ser seguido durante anos a fio. Todo o trabalho de difusão da idéia, como uma forma genuinamente brasileira de combate à exclusão social, foi bem- sucedida, conquistando ampla aceitação internacional. Importa, agora, levar adiante a idéia de que o Programa se estenda a todos os países que possuam trabalho infantil e crianças fora da escola, como sugerido por Cristovam Buarque ao Secretário Geral das Nações Unidas, Kofi Annan. Vim para sugerir à V. Exa. a continuação daquele discurso assumindo a liderança de um movimento para pensar a conveniência e a viabilidade da ampliação de programas do tipo Bolsa-Escola nos países onde exista trabalho infantil, iniciando-se por países do grupo HIPC. Usando para esta 44 CARDOSO, F. H. Bolsa-escola: programa de educação e redução da pobreza para países em desenvolvimento. In: REUNIÃO DE CÚPULA DE ESTOCOLMO SOBRE GOVERNANÇA PROGRESSISTA. Documento. Estocolomo, 22-23 fev. 2002. 48 finalidade recursos de instituições internacionais, como o Banco Mundial e demais bancos de desenvolvimento, de governos e contribuições pessoais de personalidades internacionais. Creio que o envolvimento das Nações Unidas, levando adiante avaliações mais cuidadosas, especialmente de custo/benefício, e, posteriormente, a defesa do programa a nível internacional, pode trazer a esperança de um programa concreto para o mundo. Que ao mesmo tempo em que assegura escolaridade para as crianças mais pobres do mundo, cria um mecanismo de renda capaz de auxiliar suas famílias, sem necessidade de usar o trabalho infantil ou de viver da assistência social45 . 45 Carta de Cristovam Buarque ao Secretário Geral das Nações Unidas, Kofi Annan, 31 de outubro de 2001. 49 3. A BOLSA-ESCOLA CRUZA FRONTEIRAS "(...) No Brasil, por exemplo, 97% das crianças vão às aulas porque o governo, todos os meses, paga às mães que se encontram no terço inferior das famílias mais pobres, desde que seus filhos freqüentem a escola. A guerra no Afeganistão custa aos Estados Unidos cerca de um bilhão de dólares por mês. Com doze bilhões de dólares por ano, este país poderia cobrir mais do que sua parcela de participação em todos os programas que mencionei" (Bill Clinton, 2002). INTRODUÇÃO Neste capítulo, são relatados prog ramas de Bolsa-Escola implementados no Brasil em três níveis político-administrativos: federal, estadual e municipal. Faz parte do capítulo, ainda, a descrição de programas em países latino-americanos. É importante ressaltar que os exemplos aqui oferecidos não esgotam todas as experiências de programas de Bolsa-Escola. São experiências escolhidas com o objetivo de mostrar a diversidade de aplicação do projeto, bem como o seu funcionamento em níveis diferenciados de organização política e administrativa, diferenças culturais e de situação econômica e educacional. A primeira data de 1995 e ocorreu no Distrito Federal (DF), capital do Brasil, onde foram beneficiadas cerca de 50 mil crianças de mais de 25 mil famílias. Foi a experiência pioneira e responsável pela disseminação do Programa. Vários municípios e estados brasileiros, além de alguns países, partiram dessa experiência para implementarem seus programas. A segunda, a Bolsa-Escola do município do Recife, capital do Estado de Pernambuco, uma das grandes cidades do Nordeste brasileiro, 51 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza foi implementada em 1997. São, portanto, cinco anos de experiência. Hoje, o programa beneficia cerca de 7.600 famílias, perfazendo um total aproximado de 19.000 crianças atendidas, de 6 a 16 anos. O terceiro exemplo é o do Governo Federal, iniciado em 2001. O Programa atinge mais de cinco mil municípios brasileiros, beneficiando cerca de seis milhões de famílias e mais de dez milhões de crianças de 6 a 15 anos. O programa do México é o quarto objeto deste capítulo. Experiência nacional pioneira, o Programa, implantado em 1997, denominado inicialmente de Progresa e posteriormente de Oportunidades (2001), atende um total de quatro milhões de famílias, atingindo cerca de 21 milhões de pessoas, incluindo adultos e crianças dessas famílias. No Equador o quinto programa descrito a Bolsa-Escola teve início no ano de 2000 e hoje atende mais de 40.000 famílias, beneficiando mais de 70.000 crianças. Em 2002, a Bolsa-Escola equatoriana expandiuse. Foram atendidas mais 18.000 famílias, cerca de 34.000 crianças, um incremento de 43,19%. A Bolsa-Escola de Buenos Aires é o sexto programa pinçado como exemplo. Foi criado por decreto do prefeito da Cidade de Buenos Aires no dia 6 de junho de 2001, implementado em caráter piloto. Denominado de Bolsa Estudantil, atende alunos das escolas de nível médio da capital argentina. BRASIL O Distrito Federal Foi em março de 1994, durante a campanha eleitoral para o governo do Distrito Federal, que a idéia da Bolsa-Escola começou a tomar corpo e ter chances efetivas de implementação. Cristovam Buarque foi eleito Governador e, com isso, iniciou os trabalhos para implementar o programa. O Distrito Federal possui cerca de dois milhões de habitantes em 19 cidades. Brasília e as chamadas cidades-satélites constituem um grande centro urbano, que tem como característica fundamental a desigualdade econômica. Apesar de ser o estado brasileiro com maior 52 renda per capita do país, possui cidades muito pobres, com gravíssimos problemas, como o desemprego e a violência. Para se ter uma idéia clara, basta citar que em algumas cidadessatélites a maioria das famílias vive com renda bruta média mensal de menos de três salários mínimos (cerca de 54 dólares segundo o câmbio de outubro de 2002) e outras, as mais ricas, com renda bruta mensal de mais de 35 salários mínimos (1892 dólares pelo mesmo câmbio). Na região administrativa mais rica do Distrito Federal, Lago Sul, a renda bruta mensal familiar é 14,3 vezes maior que na cidade mais pobre, o Paranoá. Foi justamente no Paranoá que, em janeiro de 1995, após as eleições, iniciou-se o Programa Bolsa-Escola do DF. Como a focalização do Programa exigia que se atendessem as famílias mais pobres da Capital, foi desenvolvido um sistema de pontuação socioeconômico que priorizava as mais necessitadas entre todas as requerentes. A pontuação socioeconômica era maior à medida que a renda fosse menor e a situação econômica, pior. Levava-se em conta, como componente de análise da situação, o fato de a família ser monoparental, ter o maior número de filhos, possuir poucos bens, enfrentar doenças crônicas entre os membros e condições difíceis nos lares, dentre outros fatores. O benefício era pago às mães, mensalmente, em dinheiro, por meio de um cartão bancário magnético. Todos os critérios adotados pelo Programa visavam a evitar que o benefício se transformasse em moeda política. A impessoalidade na seleção das famílias foi ponto fundamental para impedir que o controle da distribuição da bolsa se individualizasse ou mesmo fosse controlado por agentes estranhos ao programa. A participação da comunidade, por meio da Comissão Executiva Local do Programa, foi mais uma garantia de transparência. Os problemas com a Bolsa-Escola podiam ser resolvidos diretamente entre as mães e a Comissão Executiva, responsável pelo funcionamento do Programa. Todos os requerentes, ao cumprirem os requisitos e ao contabilizarem os maiores índices de carência, passavam a ter o direito ao benefício, dentro do montante de recursos previamente destinados à Bolsa. Garantir Bolsa-Escola para todos os alunos das escolas públicas de Brasília não era possível devido à escassez de recursos. O benefício ficou, assim, limitado às famílias mais pobres, definindo-se uma linha 53 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza limite para que a família pudesse ser considerada como possível beneficiária: o máximo de até meio salário mínimo per capita (cerca de US$ 50,00 à época). O valor da Bolsa-Escola foi estipulado em um salário mínimo mensal (naquela época de R$ 131, 00, equivalentes a US$ 131, 00) para a família, qualquer que fosse o número de filhos. A Bolsa-Escola era paga sempre e exclusivamente à mãe. Para os idealizadores e principais executores da Bolsa-Escola no DF, o Programa era entendido como um investimento. A frase de efeito era: no futuro, os filhos dos atuais bolsistas não precisarão da bolsa. Seria um investimento no mínimo tão importante quanto as bolsas de estudo para universitários e para professores aprimorarem seus conhecimentos. Portanto, desejaram inaugurar um instrumento de combate à repetência e à evasão escolar e de aumento progressivo da escolaridade dos mais pobres, evitando a exclusão social e quebrando o ciclo geracional da pobreza. Para tornar o Programa administrativamente viável, foi montado verdadeiro sistema: o controle da freqüência era feito pelas escolas, que informavam a Secretaria de Educação, a qual indicava para a Secretaria da Fazenda, responsável pela administração dos recursos, o valor mensal necessário, e esta, finalmente, transferia o dinheiro para o banco em nome das mães, em conta individual. Ao completar o desenho administrativo do Programa, levaram-se em conta diversos aspectos: Critérios detalhados para a inscrição dos requerentes, possíveis beneficiários; A forma de divulgar o programa às famílias interessadas; Critérios para selecionar as famílias com direito ao benefício; Os modos e procedimentos para fiscalizar a freqüência das crianças às aulas; O recebimento dessas informações pela coordenação do Programa; Os procedimentos para permitir o pagamento mensal às famílias; A avaliação e o monitoramento sistemático e periódico do Programa. 54 Aos poucos, uma idéia transformou-se em projeto concreto e modelar, incluindo procedimentos e processos padronizados. A Secretaria de Educação do Governo do Distrito Federal publicou os documentos necessários, que passaram a nortear o programa Bolsa-Escola. A idéia estava pronta para ser executada. Os critérios para a inscrição no Programa Bolsa-Escola eram: ter todos os filhos em idade de 7 a 14 anos completos, matriculados em escola pública; residir no DF há cinco anos consecutivos; ter renda familiar mensal que não ultrapassasse a média máxima de meio salário mínimo por pessoa; comprovar inscrição nos programas de emprego e renda da Secretaria do Trabalho do DF, no caso de desempregado ou autônomo na família. O critério de residência mínima de 5 anos no DF foi incluído a partir da verificação da necessidade de se ter algum mecanismo para evitar a migração em massa. Brasília, por muito tempo, foi símbolo da modernidade no Brasil, viveu quase que exclusivamente do setor público e da construção civil e exibiu suas potencialidades de crescimento em ritmo acelerado, tanto econômica quanto demograficamente. Na última década, a Capital constitui-se em um centro urbano com graves problemas sociais e econômicos e, sobretudo, em um Estado de grande desigualdade social e de renda. Mesmo após o término da construção da Capital, o número de imigrantes pobres aumentava a cada dia. Mais cidades foram constr uídas precários aglomerados habitacionais, denominados assentamentos. Hoje, o processo de exclusão espacial consolidou-se com o inchaço populacional. Diante do quadro de crescimento demográfico, qualquer política social responsável deve conter critérios que não incentivem ainda mais o fluxo migratório. Esse foi o caso da Bolsa-Escola. Para as famílias se inscreverem, precisavam preencher o formulário cadastral e apresentar os seguintes documentos: o cartão de desenvolvimento da criança, de 0 a 6 anos, emitido pela Fundação Hospitalar do DF; cartão de vacina, emitido pelos postos de saúde da Fundação Hospitalar do DF; certidão de nascimento do filho nascido no DF, com idade mínima de 5 anos; histórico escolar dos filhos; outros documentos para comprovar o tempo de residência no Distrito Federal, além do endereço residencial atualizado. 55 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza As prioridades na seleção eram para famílias que possuíssem: Crianças e adolescentes sob proteção especial; Adolescentes cumprindo medidas sócioeducativas; Dependentes idosos ou pessoas portadoras de deficiência incapazes de prover o próprio sustento; Crianças desnutridas, em acompanhamento pela Rede Pública de Saúde; Maior número de dependentes; Domicílio em regiões administrativas identificadas como mais carentes do ponto de vista educacional, social e de infraestrutura urbana. O organograma de funcionamento da Bolsa-Escola46 era estruturado por uma Comissão Executiva composta pelas Secretarias de Educação, Desenvolvimento Social, do Trabalho, de Agricultura/EMATER, Fundação Educacional, pelo Conselho dos Direitos da Criança e do Adolescente e pelo Movimento dos Meninos e Meninas de Rua, além de uma Secretaria Executiva composta pelas Secretarias de Educação, de Desenvolvimento Social, do Trabalho e pela Fundação Educacional. Por fim, contava também com uma Comissão Local, que tinha como integrantes a Divisão Regional de Ensino, o Centro de Desenvolvimento Social e uma entidade popular designada pela comunidade. O decreto de criação do programa Bolsa-Escola foi assinado no dia 11 de janeiro de 1995, publicado no Diário Oficial com o número 16.270 e regulamentado em Portaria nº16, de 9 de fevereiro de 1995. A primeira mãe a receber a bolsa foi Selma Ferreira Rodrigues, da cidade do Paranoá, região administrativa do Distrito Federal. De janeiro a abril de 1995, foram realizadas todas as ações necessárias à implementação e execução do projeto-piloto. No início do ano letivo, o Governo do Distrito Federal passou a pagar mensalmente, em dinheiro, um salário mínimo às famílias selecionadas. A coordenadora técnica da Bolsa-Escola, Marisa Pacheco, assim relata o primeiro momento de implementação do programa: 46 GOVERNO DO DISTRITO FEDERAL. Manual de execução dos programas bolsa-escola e poupança-escola. Brasília: GDF, 1995. 56 No Paranoá, fizemos uma grande reunião com todos os representantes da escola, da comunidade, e explicamos o que era o programa, o que estava sendo pensado e previsto, como seria a participação e a seleção. Fizemos o treinamento das pessoas que trabalhariam conosco e criamos um manual de instrução. Tudo era discutido dentro da Comissão Executiva. Fazíamos reuniões, trazíamos o manual, o material era revisto e discutido. Começamos usando a escola como base de tudo, das inscrições e divulgação do Programa. Trabalhamos junto com a rede de ensino, foi com ela que construímos isso porque fomos com algo pronto, mas que era sempre discutido.47 Concluída a parte normativa e com os resultados da experiênciapiloto, que permitiram uma visão sistêmica do programa, a equipe de coordenação pôde decidir com segurança a expansão do mesmo para outras cidades do Distrito Federal, como pode ser visto no quadro a seguir: Atendimento Final do Programa por Região Administrativa (RA) e Ano de inclusão Governo do Distrito Federal/Secretaria de Educação Secretaria de Fazenda/SIAFEM Como se pode observar, no final de 1998, havia 25.680 famílias e 50.673 crianças beneficiadas. Superava-se a meta em 5.680 (25%). Ainda assim, a bolsa custou menos que 1% do total do orçamento anual do 47 WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 41. 57 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza DF. Ao final de 1998, o Programa atendia todas as regiões administrativas identificadas como mais carentes do ponto de vista educacional, social e de infra-estrutura urbana. Foi em Brasília que o Programa teve início e também onde se realizou a primeira avaliação técnica de impactos junto às famílias beneficiárias da Bolsa-Escola48 . Os impactos junto às famílias pobres da capital do país foram robustos no combate à repetência, evasão escolar, universalização da matrícula e exclusão social. Além disso, esse foi o programa modelo para outros municípios, estados e países. O Município do Recife Uma das maiores cidades do Nordeste brasileiro, Recife é a capital do Estado de Pernambuco. Tem cerca de 1,4 milhão de habitantes, e 50% deles distribuem-se em 600 favelas. De um contingente de quase 370 mil famílias, cerca de 100 mil têm renda per capita mensal inferior a R$ 60,00 ou US$ 16,00 quase 30% do número total de famílias. O Programa Bolsa-Escola insere-se nessa realidade a partir do exemplo de Brasília, que combatia a pobreza e a exclusão social por meio da educação. O Programa data de 23 de maio de 1997. Como órgão gestor, tinha a Secretaria de Educação do Município, intermediada por uma Secretaria Executiva criada para esse fim e composta por representantes das Secretarias de Educação, Saúde, Finanças, Políticas Sociais e Coordenadoria da Criança e Adolescente, além das comissões locais em cada região administrativa da cidade. Era uma organização administrativa muito parecida com a utilizada no DF. No início do Programa, o público-alvo eram famílias com renda per capita mensal inferior a 1/3 do salário mínimo, R$40,00 reais US$24.00 dólares, à época- com crianças na faixa etária de 7 a 14 anos e com cinco anos de residência mínima no município. Esse último critério, da mesma forma que no DF, servia para evitar a migração de pessoas das cidades ao redor do Recife. 48 Idem. 58 A partir do ano 2000, a faixa etária da bolsa foi modificada para 6 a 15 anos. Adicionalmente, outros critérios foram utilizados como itens de preferência na seleção: Famílias com crianças: a) Trabalhando. b) Desnutridas. c) Acompanhadas pela rede pública de saúde. d) Sob medida de proteção social. Famílias com: a) Adolescentes cumprindo medidas sócioeducativas. b) Maior número de dependentes idosos ou portadores de deficiência incapazes de prover o próprio sustento. c) Mulheres ou avós como chefes de domicílio. O primeiro desafio enfrentado pela equipe administradora do Programa foi desenvolver um modelo de atendimento institucional, que compreendesse a cidade como um todo e focalizasse as famílias mais pobres dentre as pobres. Foi preciso criar indicadores capazes de gerenciar o processo de seleção das famílias. A realização de uma análise da cidade, a partir da execução de um mapeamento georeferenciado, permitiu demonstrar que as famílias com renda per capita inferior a meio salário mínimo estavam localizadas em regiões de alto contraste social. O estudo do perfil dessas famílias permitiu levantar as condições da composição familiar, da renda, da moradia e dos bens de consumo; a existência de saneamento básico, escolaridade dos indivíduos, necessidade de proteção social e a condição escolar dos alunos e seus respectivos dados pessoais (idade, cor, gênero, série). Seguindo o mesmo modelo de Brasília, a Bolsa-Escola do Recife tinha a preocupação de que o programa servisse como a porta de entrada da família rumo à conquista da autonomia. Assim, os pais desempregados deviam comprovar a inscrição deles em cursos profissionalizantes e programas de geração de emprego e renda. Além disso, a família, depois de selecionada, teria que assinar um documento pelo qual se comprometeria a dar correta destinação ao benefício. 59 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Os alunos bolsistas passaram a contar com uma rede de proteção social que permitiria o desenvolvimento de atividades socioeducativas e procurava instituir uma proposta pedagógica capaz de abarcar a identidade da comunidade escolar e a diversidade dos contextos de convivência sociocultural, gerando uma alternativa concreta de inclusão e intervenção. Depois de quase oito anos de implementação, o programa ampliouse. De 1600 famílias, em 1997, passou a contemplar 7.566 famílias em 2002. As famílias com apenas uma criança em idade escolar foram atendidas com bolsas de meio salário mínimo (R$ 100,00). Para as famílias com mais de duas crianças em idade escolar, o valor da bolsa era de um salário mínimo. Do total de famílias atendidas em 2002, 6.942 eram requerentes mulheres, um percentual de 91,8%, e 624 homens ou 8,2% do total. Convém ressaltar que 27,2% das famílias têm renda inferior a meio salário mínimo e 41% são monoparentais femininas, número alto se comparado com a média no Brasil, 24%. Em geral, as famílias beneficiadas são constituídas de cinco membros, com renda per capita média de 17 reais mensais. Nessas famílias, 17% das mães são analfabetas e 59% não têm nenhuma escolaridade formal. Em 2000, foram incorporadas mudanças importantes no Programa do Recife. Entre elas, o objetivo principal da Bolsa-Escola passou a ser promover a inclusão social, mediante atividades intersetorializadas. Tais iniciativas contribuem para o exercício do direito à educação, à saúde e à inserção no mercado de trabalho. A família passou a ser entendida como unidade integral. O programa tenta viabilizar a construção de ações conjuntas, permitindo acesso à saúde, à renda, ao emprego e à educação, além do desenvolvimento de atividades socioeducativas com os bolsistas. Foram estabelecidas parcerias significativas e iniciou-se o processo de integração de políticas sociais. A articulação da Secretaria de Educação com a Secretaria das Políticas da Assistência Social propiciou, por exemplo, incrementar o apoio às famílias, bem como inserir seus indivíduos nos programas de qualificação para o trabalho e na política de microcrédito. Em termos gerais, a transformação realizada poderá contribuir de forma efetiva para o combate à exclusão social. Aprofundou-se a articulação das políticas para o atendimento geral de toda a família. Os resultados cer tamente serão potencializados. Aliás, esta é uma 60 recomendação: a articulação de políticas deve funcionar de maneira harmoniosa e integrada, e elas devem atender as crianças, os jovens e os membros adultos das famílias. O Programa Federal de Bolsa-Escola O Brasil tem a desigualdade social como uma de suas principais características econômicas. Fenômeno estrutural da sociedade brasileira, ela cerceia as oportunidades de mobilização social de muitas crianças e famílias. Apesar de possuir imensas riquezas, o país apresenta expressivas desigualdades regionais, em grande parte graças ao passado escravocrata relativamente recente (a abolição da escravatura deu-se em 1888). O Brasil é conhecido como recordista em má distribuição de renda. Vale citar que, pelos critérios do Programa das Nações Unidas para o Desenvolvimento (PNUD), o Índice de Desenvolvimento Humano (IDH) do Brasil é, atualmente, de 0,757. O Brasil situa-se entre os países de médio desenvolvimento humano. Ocupa a 73a posição no ranking. Certamente, o Brasil não é um país pobre, mas um país com muitos pobres.49 Alguns dados merecem ser citados: os pobres são 34,1% da população total, e 14,5% são indigentes. O Brasil situa-se, segundo o Índice de Gini, poderosa ferramenta para medir a desigualdade de renda, entre os piores do mundo. O valor de 0,60 (1999) posiciona o país entre os quatro mais desiguais do planeta. O alto grau de desigualdade correlaciona-se fortemente com a fraca estrutura educacional brasileira. É verdade que se ampliou a matrícula enormemente nos últimos 10 anos, porém ainda se convive com altas taxas de evasão escolar no ensino fundamental. O ensino médio no país ainda está muito longe de ser satisfatório. Atende hoje, conforme dados de 1999, somente 32,6% dos jovens de 15 a 17 anos. Os dados da realidade educacional e social foram determinantes para que, em março de 2001, o Governo Federal lançasse o programa nacional de Bolsa-Escola, com uma meta de atendimento de 5,9 milhões de famílias e 10,7 milhões de crianças de 6 a 15 anos em todo o país. 49 BARROS, R. P. de. Op. Cit. p. 21. 61 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza O valor monetário da Bolsa-Escola do Governo Federal é de 15 reais por criança, até no máximo três crianças por família, ou seja, 45 reais por família ou pouco mais de 16 dólares (segundo câmbio de outubro de 2002). É um programa ousado em termos quantitativos, certamente o maior programa de Bolsa-Escola até então experimentado. Entre os fatores decisivos para o êxito do programa federal, destacam-se, por um lado, a presença da Caixa Econômica Federal como agente operador para o pagamento dos benefícios e, por outro, a retirada direta da bolsa pelas mães por intermédio de cartão magnético nas 2.000 agências, terminais de auto-atendimento e 8.500 lotéricas do país tudo isso sem atropelos ou filas intermináveis. O protagonismo da mãe na execução do programa fortalece o papel da mulher e redimensiona sua participação na política educacional. Ao retirar o benefício, ela sabe que a condição exigida é a matrícula do filho na escola. Devido a isso, sua auto-estima recebe reforço novo e seu relacionamento com a família adquire perspectiva cultural, delineando um cenário a que a UNESCO dispensa especial atenção, qual seja o do envolvimento da família na luta por uma educação de qualidade para todos. Em termos gerais, o Programa do Governo Federal é relativamente diferente do modelo do Distrito Federal. O foco da política federal é fundamentalmente a criança e não a família. Outro dado relevante é o contexto em que foi lançado. O Programa apresentou muitas dificuldades para ser implementado. Não foram levados em conta toda a sistematização de implantação, o acompanhamento e a avaliação que uma política social desse tipo exige. Outro problema de desenho foi o processo de seleção e acompanhamento. Ao repassar essas tarefas aos municípios, aumentouse a chance de perda de eficiência e mesmo desvirtuamento de seus objetivos centrais. A maior parte das administrações municipais carece de recursos humanos capacitados para o trabalho junto às famílias. Isto sem citar o fato de ser tradição em grande parte das cidades brasileiras a utilização política e eleitoreira de recursos públicos destinados aos pobres. Outro fator passível de crítica refere-se ao sistema de dados sobre as famílias beneficiárias. Para se ter uma idéia clara disso, basta citar que o formulário de cadastramento, base de alimentação do banco de dados, 62 é um cadastro bancário. É um instrumento inadequado frente à realidade das famílias excluídas brasileiras e pouco eficiente para possibilitar acompanhamento dos impactos e resultados efetivos da Bolsa-Escola. Outros problemas estão relacionados com o formato da BolsaEscola Federal e ao valor repassado às famílias. A freqüência às salas de aula é contabilizada por cada criança e não por todos os filhos, em idade escolar, pertencentes à família. Do ponto de vista de uma ação de custo e benefício, a família poderá optar por incluir alguns filhos no Programa e manter outros no trabalho infantil ou nas ruas. Em relação ao valor a ser repassado às famílias, é evidente que uma criança, em alguma atividade laboral numa grande cidade, arrecada por mês muito mais que a quantia paga pela Bolsa-Escola Federal. Mesmo nas modalidades de trabalho infantil nas ruas, tais como engraxar sapatos e vigiar carros nos estacionamentos, a criança aufere muito mais renda. Em pesquisas realizadas diretamente com crianças e adolescentes em situação de rua no Distrito Federal50, chegou-se à conclusão de que a renda média conseguida nas ruas, nos anos de 1997 e 1998, foi de mais de R$ 6,00 (seis reais) por dia, cerca R$ 130,00 (cento e trinta reais) por mês, computados somente os dias úteis, o equivalente a US$ 35,00 (trinta e cinco dólares), valor muito maior que os US$ 5,3 por criança. Contudo, há municípios brasileiros onde o valor pago pelo Programa Federal é significativo para as famílias. São situações de extrema pobreza e de poucas possibilidades alternativas de trabalho, mesmo de trabalho infantil. É o caso das pequenas cidades do interior do país, muitas delas rurais. Com relação ao acompanhamento, seria fundamental que um programa como esse tivesse um sistema de monitoramento nacional, sob a égide do Ministério da Educação, integrado a outros ministérios, bem como um trabalho detalhado e fino junto aos municípios. Até dezembro de 2001, 5.470 municípios já implementaram esse modelo de programa. Com o valor estipulado por criança, haverá pouco impacto na redução da pobreza de curto prazo. Isso, evidentemente, 50 ARAÚJO, C. H. A face jovem da exclusão: perfil das crianças e adolescentes em situação de rua em Brasília. Brasília: CODEPLAN, 1998. 63 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza compromete a eficácia e dificilmente poderá superar a situação de pobreza que aflige a população-alvo ou mesmo garantir a permanência das crianças na escola. Pode-se, portanto, assim resumir os principais problemas encontrados no Programa Bolsa-Escola Federal: i) Falta de planejamento: em vez de optar por uma implantação cuidadosa, lenta e rigorosamente controlada, o programa nacional preferiu sua ampliação rápida para todo o universo de 10,7 milhões de famílias no prazo de dois anos. Sacrificou, ao mesmo tempo, o cuidado na seleção das famílias e o controle da freqüência às aulas. ii) Responsabilidade sobre as crianças: a freqüência às aulas, contabilizada por criança e não por todos os filhos em idade escolar, não inibe que os pais ou responsáveis optem por incluir alguns filhos no Programa e manter outros no trabalho infantil ou nas ruas. iii) Descontrole da freqüência: a implantação não-paulatina do programa e, aparentemente, certa falta de rigor com suas diretrizes, parecem estar levando a um descontrole da freqüência às aulas. O sistema não está adequado ao monitoramento mensal da freqüência. iv) Baixo valor: no lugar de definir o valor da bolsa, tendo em conta as necessidades e o custo de oportunidade de cada criança, conforme a cidade de seu domicílio, o programa definiu valor único e extremamente baixo. Para exemplificar, basta citar que o programa mexicano paga cerca de US$20 por criança, três vezes mais. Pode-se concluir que o maior programa nacional de BolsaEscola necessita sofrer modificações essenciais em seu desenho institucional, bem como em detalhes importantes para melhor aproveitamento de impactos. Eis alguns elementos centrais para a correção de rumos do programa: 1. É preciso aumentar os valores repassados à família. Para tanto, devem-se levar em conta as diferenças das economias regionais; 2. Devem-se criar mecanismos de avaliação e acompanhamento úteis para modificações de detalhes; 3. É salutar ter-se um sistema de monitoramento que permita o fluxo de informações entre os municípios e o governo federal; 4. O programa deve ser familiar e não apenas focado na criança; 5. O monitoramento da freqüência deve ser mensal; 64 6. Recomenda-se trabalhar de forma mais integrada com os municípios, incluindo no programa as redes de proteção social das cidades; 7. É preciso incluir as redes de proteção social dos governos estaduais; 8. Devem-se qualificar os gestores municipais do programa; 9. É necessário o envolvimento da sociedade civil no processo de administração, acompanhamento, monitoramento e fiscalização do programa, além de incorporá-la no financiamento, por meio de fundos públicos. Os problemas aqui apresentados não invalidam a iniciativa de implementar a Bolsa-Escola em nível nacional. A experiência representa um primeiro e importante passo na transformação das políticas sociais no Brasil. Sinaliza uma r uptura com os modelos tradicionais, eminentemente assistencialistas e compensatórios. Adotando-se as sugestões aqui apontadas, certamente a Bolsa-Escola estará entre os maiores programas de combate à exclusão social e educacional, tanto em termos quantitativos quanto qualitativos. AMÉRICA LATINA O México O governo do México implantou, em agosto de 1997, o Progresa Programa de Educação, Saúde e Alimentação. Seu objetivo central foi promover ações intersetoriais nas áreas de educação, saúde e alimentação, atendendo famílias em condição de extrema pobreza no meio rural. Tratase de uma política social de concepção integral. Portanto, sua implantação deu-se dois anos após o início do programa no Brasil. Para os formuladores da política mexicana era de fundamental importância conjugar as ações de educação e saúde. Perseguia-se o objetivo de evitar que o desempenho escolar fosse afetado por carências nutricionais e de saúde em geral. Os primeiros sete Estados do México atendidos pelo Progresa foram Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí e Veracruz. 65 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Até o ano de 2001, foram atendidas cerca de três milhões de famílias em todo o território, isto é, 40% de toda a população rural do México.51 Em 5 de março de 2002, o novo governo reformulou o decreto de criação do Progresa e criou o Oportunidades. Mantinha-se o escopo central do anterior, mas agregando-lhe novas ações. Além de promover estratégias intersetoriais para a educação, saúde e alimentação, buscava-se coordená-las com outros programas sociais, fomentando o emprego, a renda e a poupança das famílias pobres. As áreas urbanas foram progressivamente incorporadas. Houve, com a nova política, um incremento de maneira horizontal, passando de 2,6 milhões de famílias, no ano 2000, para 4 milhões em 2002. Assim, os beneficiários diretos do programa podem ser estimados em mais de 21 milhões de pessoas, praticamente o dobro do ano 2000. Essa cobertura supera a de qualquer outro programa na América Latina, com exceção do Brasil. Alguns objetivos do Programa Oportunidades muito se assemelham àqueles do programa implementado no Distrito Federal do Brasil. Ambos buscavam dispor para os pais de família recursos suficientes para que seus filhos completassem a educação básica. Além disso, incentivavam a participação e a responsabilidade dos pais e de todos os integrantes das famílias na melhoria da educação dos filhos. A originalidade do Programa está justamente na união da Bolsa-Escola brasileira com ações de saúde e alimentação, de maneira integrada, junto às famílias mais pobres. Os três grandes componentes do Oportunidades são: Bolsas-Escola, incentivando as crianças e os adolescentes a cursarem a educação básica completa, fomentando a matrícula, a freqüência e a participação dos pais no melhor aproveitamento escolar de seus filhos; Atenção à saúde básica de todos os membros da família, ao mesmo tempo em que promove uma nova atitude perante a utilização dos serviços de saúde, por meio de um enfoque predominantemente preventivo; 51 CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIAS ECONÓMICAS. Evaluación del Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA) a partir de indicadores de seguimiento: evaluación y seguimiento, 1998/2001. Mexico: Encuestas de Evaluación, 2001. 66 Distribuição de cestas de alimentos para melhorar o consumo alimentício e o estado nutricional dos membros das famílias pobres. Alguns objetivos específicos do Programa podem ser descritos como os seguintes: Aumentar as taxas de matrícula entre os grupos mais pobres da população; Combater a evasão escolar e o trabalho infantil; Estimular o término da educação básica; Contribuir na redução da migração do campo para a cidade. A Bolsa-Escola mexicana foi a primeira experiência em nível nacional. Por isso, exigiu do governo montar um aparato administrativo com uma coordenação centralizada. Dessa forma, foi possível articular e integrar ações conjuntas com Estados e municípios em todo o país. As políticas e as normas gerais de funcionamento do programa são definidas pela equipe central. Cabe a esta estabelecer as linhas gerais do programa, alocar os recursos necessários para sua operação, bem como a manutenção, o acompanhamento e avaliação. A Secretaria de Desenvolvimento Social foi a responsável pela coordenação geral do programa desde 1997. Inicialmente por meio da Coordenação Nacional do Progresa. A partir de março de 2002, ela foi substituída pela Coordenação Nacional do Programa de Desenvolvimento Humano Oportunidades. Cabe a esse órgão a coordenação, o acompanhamento, a supervisão e a avaliação da execução do programa. Ele também contribui na vinculação de suas ações aos programas de desenvolvimento regional, de emprego e de combate à pobreza. Em nível regional, são os governos estaduais os responsáveis pelos serviços de educação básica e saúde. O primeiro passo na execução da política é a seleção dos beneficiários. Posteriormente, em assembléias comunitárias, as famílias são incorporadas ao programa. Nessas convenções, são eleitas representantes das famílias selecionadas, as chamadas Promotoras. Tais representantes servem de vínculo entre as mães e a administração do programa. Essa é outra inovação. 67 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza As Promotoras permitem que as mães de famílias beneficiárias sejam protagonistas da política. Permite-se um debate transparente sobre os critérios de seleção e de exclusão de beneficiários. A indicação de uma das mães como interlocutora de todas as beneficiárias junto à administração do Programa cria uma relação de co-participação e coresponsabilidade. Ainda permite um vinculo mais direto entre as mães e os gestores locais na resolução dos eventuais problemas de funcionamento da Bolsa-Escola. A metodologia de implementação do Programa consistiu em três etapas: 1) Seleção das localidades; 2) Seleção das famílias dentro das localidades eleitas; 3) Depuração da lista de famílias beneficiárias nas assembléias comunitárias, levando-se em consideração as sugestões de famílias excluídas ou incluídas incorretamente. O valor das bolsas foi determinado, entre outros fatores, segundo a renda que uma criança obteria incorporada à força de trabalho ou sua contribuição na produção familiar. Para as meninas, as BolsasEscola são um pouco mais altas, já que no México elas tendem a deixar a escola mais cedo. O Oportunidades proporciona assistência básica de saúde, promovendo a atenção médica por meio de ações preventivas. São entregues suplementos alimentares, executadas ações pedagógicas nas áreas de higiene e saúde, assim como transferidos recursos para a aquisição de alimentos. Nesse sentido, são priorizadas as crianças menores de cinco anos e as mulheres grávidas ou lactantes. Uma das novidades do programa é a exigência de que as crianças visitem os centros de saúde para monitorar seu estado nutricional. Nas zonas rurais do México, a utilização dos serviços de saúde é extremamente baixa em comparação com outros países da América Latina. De maneira geral, os mexicanos realizam, em média, menos de uma visita ao médico por ano. Para se ter uma idéia, a classe média realiza cerca de 0.8 visitas, enquanto os pobres vão ao médico aproximadamente 0.65 vezes por ano. Esses números comprovam a necessidade de promover o acesso das famílias pobres ao sistema de saúde. 68 O mecanismo de pagamento das bolsas é idêntico ao do programa no Brasil. É feito exclusivamente às mães de família. A concentração das transferências nas mães e a magnitude do Programa sugerem que o impacto potencial no aumento do poder de negociação das mulheres no interior das famílias é significativo.52 A Bolsa-Escola mexicana é paga a cada dois meses. O valor das bolsas é estabelecido em função da idade e do sexo das crianças. Por exemplo, no segundo semestre do ano 2000, variava entre 90 pesos (US$ 9,51) para um menino do terceiro ano até um máximo de 335 (US$ 35,41) pesos para uma menina da oitava série. Tal variação decorre do fato de que, nas áreas de maior concentração de pobreza no México, as meninas geralmente deixam a escola antes dos meninos. Visando mudar essa tendência, as bolsas para o nível básico são aproximadamente 15 % maiores para as meninas. Além de todas essas ações, duas vezes por ano paga-se uma bolsa para a aquisição de kits escolares. O valor diferencia-se por nível escolar. Para os bolsistas dos anos iniciais, o apoio chega a 180 pesos (US$ 19,00) por ciclo escolar e, no caso das séries mais avançadas, os benefícios chegam a 225 pesos (US$ 23,78). São diversas as circunstâncias que impedem as famílias pobres de enviarem seus filhos à escola. As principais se relacionam à pobreza, ao trabalho infantil e à pouca escolaridade dos pais. O Oportunidades representa aumento na renda familiar, combate o trabalho infantil e simultaneamente estimula a percepção da escolaridade como mecanismo de ascensão social. Era comum nas primeiras etapas do Programa mexicano o atraso no pagamento do benefício. Isso se devia, em parte, à complexa natureza do esquema que se utilizava para registrar a freqüência escolar. Compilar, completar e devolver os formulários demandava muito tempo. Com a simplificação dos formulários, feita agora pelo novo programa, reduziuse o tempo requerido para seu preenchimento.53 52 53 INSTITUTO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN POLÍTICAS ALIMENTARIAS; INTERNATIONAL FOOD POLICY RESEARCH INSTITUTE. ¿Está dando buenos resultados Progresa? síntesis de la evaluación de impacto. Buenos Aires: IIIPA, IFPRI , 2000. ADATO, M.; COADY, D.; RUEL, M. Operation evaluation of Progresa from the perspective of beneficiary promotors, school directors, and health staff: final report. Washington, D.C.: International Food Policy Research Institute, 2000. 69 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Em resumo, o Programa mexicano utilizou-se do modelo do Distrito Federal. Mas o aprimorou na medida em que agregou outras políticas sociais para potencializar os seus efeitos entre as famílias pobres. O Equador Foi em 1999 que surgiu a possibilidade de implementar a BolsaEscola no Equador. Era um período de crise profunda. Em termos econômicos, as dificuldades eram expressas por uma diminuição do PIB da ordem de 7%. A erosão da institucionalidade democrática e de suas formas de representação assim como a eclosão de interesses corporativos e regionais caracterizava a situação política. Os indicadores da crise social eram dramáticos. A pobreza, medida por um nível de renda inferior a US$ 2,00 diários por pessoa, cresceu de 37.9%, em 1998, para 43.8% em 1999. O desemprego passou de 8.5% da PEA, em maio de 1998, para 15.6% em maio de 1999, devido à perda de empregos no setor formal da economia. O salário mínimo real caiu cerca de 22% entre janeiro de 1998 e junho de 1999. As restrições fiscais determinaram o atraso do pagamento de salários aos professores e ao pessoal da área de saúde, gerando conflitos e greves. Um fato especialmente grave foi o aumento na desigualdade medido por meio do Índice de Gini, passando de 0,54, em 1995, para 0,58 em 1998. O sistema de educação equatoriano, assim como em toda América Latina, tinha problemas de falta de qualidade. Possuía reduzida capacidade de investimento e era afetado por greves constantes, entrando em colapso. A essa situação associavam-se os efeitos da crise. Em conjunto, tais fatores poderiam comprometer ainda mais a formação de capital humano, principalmente entre as famílias pobres, mais vulneráveis e propensas a retirar suas crianças da escola, o que se refletia no aumento das taxas de evasão escolar. De acordo com a pesquisa de qualidade de vida de 1998, cerca de 340 mil crianças entre 6 e 15 anos, ou seja, 13% das crianças nessa faixa etária, estavam fora do sistema escolar. A maioria deles, cerca de 250 mil, 20% das crianças nesse grupo de idade, pertencia à zona rural. A situação é ainda mais grave para os habitantes da área rural do mais baixo estrato de renda. Neste, 24% da população de 6 a 15 anos não freqüentava a escola. 70 Os dados de uma pesquisa com os beneficiários do Bono Solidário54 indicavam que a evasão escolar estava aumentando. Entre os meses de abril e julho de 1999, 153 mil famílias, 15% das famílias beneficiárias do Bono, não enviaram um ou mais de seus filhos à escola. Isso significou que 230 mil crianças, entre 6 e 15 anos, saíram do sistema escolar. Na região litorânea, cerca de 150 mil crianças não se matricularam em 2000. Segundo a mesma pesquisa, o trabalho infantil tende a aumentar: entre janeiro e julho de 2000, o número de crianças trabalhadoras menores de 15 anos cresceu em 33.500, de 153 mil a 187 mil. A análise das taxas de freqüência, por estratos e por idades simples, indica que 24% das crianças de seis anos (ano de entrada na escola no Equador), nos estratos mais pobres, não estão ingressando nas escolas, e que, a partir de 12 anos, a freqüência se reduz de maneira dramática. A taxa de freqüência passa de 83% aos 12 anos, para 65% aos 13 anos, 53% aos 14 e 47% aos 15 entre as famílias mais pobres. A taxa de matrícula no ensino primário, entre 1998 e 1999, no litoral, caiu de 75,2% para 65,3% entre as famílias pobres. No meio urbano, essa taxa caiu de 91% para 81,7% dentro do mesmo grupo (SIISE e ECV-99). Entre os alunos pobres, público-alvo da Bolsa-Escola, a taxa de matrícula caiu de 82,1% para 72,5%, queda de quase 10%. De acordo com a mesma fonte (SIISE e ECV-99), em 1999, 53,8% das famílias pobres não matricularam seus filhos na escola, por problemas econômicos. Em 1998, essas taxas eram de 35%. Posteriormente, os resultados da pesquisa Encuesta Escolar de Alerta Temprana, realizada por SIISE, SINEC e UNICEF, demonstraram que não havia evidência de uma queda significativa da matrícula em nível nacional. Porém houve leve decréscimo da matrícula no litoral do país em 1998, provavelmente causada pelo fenômeno El Niño. Em função desses dados e fundamentalmente da Pesquisa sobre as Condições de Vida (Encuesta de Condiciones de Vida) de 1999, onde se pode ver que 22,7% das crianças do litoral entre 5 e 15 anos, das famílias mais pobres, não foram matriculados em 1999, concluiu-se que existiam evidências de problemas estruturais. 54 Havia no Equador, naquela época, um programa de transferência de renda a famílias pobres chamado Bono Solidário, que não exigia contrapartida. Era um Programa inspirado nas iniciativas de Renda Mínima. 71 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Foi na Carta de Intenções ao Fundo Monetário Internacional, em 2000, que o Governo do Equador comprometeu-se a criar um Programa de Proteção Social. Este seria orientado aos grupos sociais mais afetados pela crise econômica e teria como estratégia o combate à pobreza em curto prazo. Além disso, comprometeu-se também a criar um programa com impacto em médio prazo, orientado a estabelecer as condições para a formação de capital humano. A proposta, naquela ocasião, era de que o financiamento viesse da reorientação e realocação dos recursos existentes no orçamento do Governo, além de novos créditos do Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID), do Banco Mundial (BIRD) e outros organismos multilaterais. O Programa de Proteção Social foi composto por ações de impacto em curto prazo. Continha ações que já estavam em curso, mas que deveriam ajustar-se para aumentar sua eficiência e eficácia, além da criação de novas iniciativas orientadas para resolver problemas que surgiram com a crise. Nesse segundo caso, encontra-se a Bolsa-Escola: Todos los niños y niñas a la escuela. Elaborado no final de 1999, com a cooperação técnica da ONG brasileira Missão Criança, a convite do BID e do UNICEF, o programa teve três objetivos básicos, muito semelhantes ao originalmente pensado para a Bolsa-Escola brasileira: o de melhorar as taxas de matrícula entre os grupos mais pobres, combater a repetência e a evasão, melhorar as taxas de freqüência e estimular a conclusão da educação básica, além de incrementar a formação do capital humano por meio de um estímulo à demanda por educação. Em curto prazo, o programa seria um instrumento de transferência de recursos para as populações pobres. Em médio e em longo prazo, aumentaria os níveis de educação dos pobres e contribuiria para eliminar os mecanismos de transferência intergeracionais da pobreza. A focalização das ações foi feita nas zonas rurais, nos estratos mais pobres e nas idades iniciais e finais de 6 a 15 anos. Esperavam-se atender 286 mil famílias e 572 mil crianças por ano 74% dessas famílias vivem no setor rural. O modelo de gestão operativa do programa da Bolsa-Escola equatoriana é muito parecido com o programa brasileiro desenvolvido no Distrito Federal. 72 Inicialmente, o Programa foi composto por três ações: Bolsa-Escola para as famílias com filhos entre 6 e 15 anos que freqüentem pelo menos noventa por cento dos dias letivos; Poupança-Escola com transferência monetária às crianças que terminem cada ano escolar; Prêmios aos professores que não faltem à escola e se esforcem por melhorar o nível de freqüência de seus alunos. O valor da bolsa foi estimado em US$ 10 por família, com o qual se cobririam a soma dos gastos mensais da educação das crianças e seu custo de oportunidade no mercado de trabalho. Segundo a Pesquisa de Qualidade de Vida de 1998, os custos diretos mensais com educação, por criança, são de $25 mil sucres (US$ 3,35), e o custo de oportunidade (medido como a renda das crianças que trabalham) é de $12 mil sucres (US$ 1,60) mensais. O valor da Bolsa-Escola, US$ 10 por mês (ou $75 mil sucres em 1998), cobre os custos de oportunidade e os custos diretos para dois filhos em média por família. Por custos diretos entende-se o total dos gastos em matrículas, uniformes, livros, materiais escolares e transporte. Esses custos se calcularam para todas as crianças entre 5 e 15 anos que estão freqüentando a escola. Custo indireto ou de oportunidade é a renda que uma criança pode gerar com alguma atividade laboral e que, em caso de estudar e não trabalhar, seria renda perdida. A fixação do valor da Bolsa-Escola deu-se com base nesses estudos nos primeiros meses de 2000. É consenso na Coordenação Nacional da Bolsa-Escola do Equador que o modelo de dolarização adotado no país não conseguiu conter as altas taxas de inflação, sendo indispensável atualizar os valores do benefício. O objetivo central do Programa é garantir o acesso de todas as crianças à escola. Procura-se alcançar uma escolaridade universal investindo em suas crianças. Pretende-se dar a elas a oportunidade de se prepararem melhor e ter, no futuro, emprego e renda suficientes para livrálas da pobreza, construindo uma sociedade mais digna, eficiente e justa. 55 55 BERMEO, F. E. Por qué es necesario ejecutar el Programa Beca Escolar en Equador. Equador: Programa de Protección Social, Ministério de Bienestar Social, Ministério de Educación y Cultura, 2002. (mimeografado). 73 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza A Bolsa-Escola no Equador foi pensada como um programa de proteção diante da crise e que universaliza a educação. Permite também fortalecer os efeitos positivos dos processos de qualidade da educação. Outro programa proposto e associado à Bolsa-Escola era a Poupança-Escola, que buscava estimular as crianças a terminar o ensino básico, sem reprovações. Consiste num depósito no início do ano, para os alunos beneficiados, de um valor equivalente a um mês da BolsaEscola, se estes não são reprovados. Os recursos da Poupança-Escola são administrados por um Fundo que fica à disposição do Governo, podendo ser usado, sob a forma de crédito, para a execução de programas de geração de empregos, especialmente para os jovens. Outro Programa, relacionado aos dois anteriores, era o de Incentivo aos Professores, que procurava diminuir as faltas ao trabalho, especialmente freqüentes nas zonas rurais e nas regiões pobres. Consistia em premiar os professores que fizessem esforços para melhorar a freqüência das crianças. A proposta era que o prêmio fosse de US$ 25 por mês. Com relação à execução da Bolsa-Escola, as condições para a obtenção do benefício foram as mesmas do Distrito Federal do Brasil: Ter todos os filhos entre 6 e 15 anos matriculados e freqüentando a escola pública; Todos os filhos devem ter no mínimo a freqüência mensal de 90%. Isso significa que se um dos filhos da família falta mais de dois dias por mês, sem justificativa, a bolsa não é paga naquele mês; A renda per capita mínima mensal da família deve ser inferior a US$ 2,00 diários; Ter todos os filhos entre 6 e 15 anos cumprindo as normas do Ministério da Saúde, com relação aos controles de saúde e vacinas. Por tratar-se de um programa de transferência direta de recursos a famílias pobres, foi necessária a construção de uma base de dados altamente confiável. Só assim seria possível identificar e selecionar as famílias em função dos critérios estabelecidos. Para divulgar o programa junto às famílias potencialmente beneficiárias, foi promovida uma campanha que continha elementos de esclarecimento sobre os critérios do programa e quais documentos exigidos para a inscrição nele. 74 Segundo o Informe de Avance del Programa Bolsa-Escola, em 2001, previa-se o atendimento de 35.000 famílias com a Bolsa-Escola. Em agosto de 2002, esse número chegou a 43.793 famílias atendidas, um total de 70.675 crianças beneficiadas. 56 O Programa prevê uma fase de expansão para mais 18.917 famílias, 33.910 crianças, um incremento de 43,19%. A Argentina Buenos Aires A Argentina tinha, em maio de 1999, 55,7% dos jovens à procura de trabalho para complementar a renda familiar. Quase a metade dos jovens que trabalhava ou procurava trabalho não havia concluído o ensino médio. Esse percentual aumentava no grupo etário entre 14 e 17 anos, chegando a 65%. Entre as famílias mais pobres, o abandono da escola em busca de trabalho chegou a 69% dos jovens. O desemprego juvenil chegava a 26,7% da PEA. Entre as famílias mais pobres, esse número é de 44,8% (Secretaria de Empleo del Ministério del Trabajo, 2000). Estava caracterizado um grande problema de qualificação da mão-de-obra, repetência e evasão escolar no ensino médio. Na Argentina, o sistema educacional se organiza em quatro níveis. O inicial de 45 dias a 5 anos; o primário obrigatório básico de 6 a 12 anos; o nível médio 13 a 17 anos; e o nível superior ou terciário técnico. O ensino é universal no nível básico, com progressiva ampliação, mas com taxa de deserção crescente no nível médio. Entre 13 a 17 anos, os índices de evasão são de 5% a 45%, segundo o IIPE/Unesco (2002). É nos setores mais pobres que se concentram os maiores níveis de defasagem idade/série e abandono a partir dos 13 anos. Quase 20% dos adolescentes entre 15 e 17 anos e 38,3% entre 18 e 24 anos não freqüentavam a escola. Cerca de 7,2% desses adolescentes não estudavam nem trabalhavam. Esse número sobe para 21,7%, quando se considera exclusivamente a população mais pobre (Informe SIEMPRO Ministério del Desarrollo Social, em 1999). 56 ECUADOR. Ministério de Bienestar Social; Ministério de Educatión y Cultura. Informe de avance del Programa Beca Escolar: Frente Social, Programa de Protección Social. Ecuador: Ministério de Bienestar Social, Ministério de Educatión y Cultura, UNICEF, 2002. 75 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Em Buenos Aires, a capital do país, a taxa de escolarização é de 71,8%, apesar de que 84,4% da população entre 13 e 18 anos estudavam (Mychaszula, 2002). Em 1991, 15,6% da população de 13 a 18 anos estavam fora do sistema escolar, 39.113 jovens. Na escola de nível médio, projeta-se que somente 69% dos matriculados no primeiro ano completam o ciclo. A capital tem um problema que lhe é peculiar: altos níveis de passagem do ensino primário para médio, porém com altos índices de repetência e evasão no primeiro e no segundo anos do nível médio (DGPL, 2001). Existem quase 26.000 alunos matriculados no primeiro ano e 15.000 no quinto ano, uma perda estimada de 11.000 alunos (DI, Relevamiento Anual 2001, dados provisórios). Esses números justificavam plenamente a implementação da Bolsa-Escola. O Programa foi criado por decreto do prefeito da Cidade de Buenos Aires, no dia 6 de junho de 2001, com número 737/2001. A partir de 2001, o Programa foi implementado em caráter piloto. Denominado de Bolsa Estudantil, atende as escolas de nível médio e é ligado administrativamente à Secretaria de Educação do Governo da Cidade de Buenos Aires. Tem como finalidade primordial estimular a continuidade dos estudos dos alunos de 1º e 2º anos do nível médio, especialmente entre os mais pobres, onde a necessidade de trabalho concorre com a freqüência à escola. O valor da Bolsa varia de 250 (US$ 67,8) a 500 pesos argentinos (US$ 135,6). Os requisitos para recebê-la são: ser aluno regular do 1º ou do 2º ano nas escolas de nível médio da cidade de Buenos Aires, pertencer a família pobre, não ser beneficiário de nenhum outro programa de características similares, cumprir com o mínimo de 90% de freqüência às aulas. As Bolsas são pagas por aluno e podem ser acumuladas por até três estudantes, por família. Elas são pagas aos responsáveis legais pelos estudantes ou aos mesmos se forem maiores de idade. A seleção dos beneficiários deu-se a partir da construção de um índice ponderativo, que permitiu classificar os alunos solicitantes, de acordo com uma ordem de prioridade, definido a partir de diversas características de pobreza e vulnerabilidade, suas e de sua família. São quatro os indicadores para o estabelecimento de tal prioridade: nível de 76 pobreza, vulnerabilidade socio-ocupacional do chefe da família, vulnerabilidade do aluno, tamanho da família. Vale mencionar que os beneficiários podem ser inclusive migrantes de outros países. Para os formuladores do programa, no atual contexto de emergência econômica do país, a educação constitui um dos instrumentos centrais de inclusão social, onde a Bolsa-Escola é um dos seus principais elementos. Se a Bolsa permanecer exclusivamente dentro da lógica assistencial, o programa dificilmente se traduzirá em experiências de qualidade, durante a passagem pela escola, dos setores sociais mais carentes. Carina Kaplan, Coordenadora do Programa Bolsas Estudantis [Becas Estudiantiles], Apresentação no Seminário Internacional de Bolsa-Escola, Brasil, 2002. Todas essas experiências relatadas anterior mente, tanto as brasileiras quanto as latino-americanas, foram objeto de pesquisas. No Distrito Federal, foi avaliada pela Unesco. No Recife, pela OIT. No México, a avaliação foi feita pelo Bird. Em Buenos Aires, pela municipalidade e, finalmente, nos Estados brasileiros do Mato Grosso do Sul e Alagoas, pela Organização Não-Governamental Missão Criança. Os dados produzidos permitem concluir que há inúmeros efeitos positivos entre os beneficiários da Bolsa-Escola. Em termos gerais, o programa contribuiu para aumentar a taxa de matrícula de crianças pobres e combater a repetência e a evasão escolar. Muitos outros impactos podem ser compreendidos por meio das avaliações do Programa. O próximo capítulo será dedicado a essa tarefa. 77 4. OS EFEITOS DA BOLSA-ESCOLA NA CONSTRUÇÃO DA CIDADANIA A Bolsa-Escola tem o potencial de transformar a Educação em uma prioridade para as famílias. O programa traz a importância da educação para dentro da casa das pessoas, e isso tem enorme impacto no desempenho escolar das crianças. (Reiko Niimi, Representante do UNICEF no Brasil, outubro de 2001). PREÂMBULO Este capítulo tem como base conclusões de especialistas descritas em pesquisas e avaliações da Bolsa-Escola em diversas localidades brasileiras, assim como no México e na Argentina. Foram utilizados, além dos dados dos especialistas, depoimentos de mães beneficiárias do Programa, que descrevem e refletem sobre como a Bolsa-Escola mudou suas vidas, a de seus filhos e a de sua família. O capítulo está dividido em oito tópicos. O primeiro, A importância das avaliações, trata da necessidade do acompanhamento, avaliação e correção de rumos das políticas públicas, principalmente a Bolsa-Escola. No segundo, Notas Metodológicas, são descritas as metodologias utilizadas nas avaliações dos diversos programas, tanto no Brasil quanto no México e na Argentina. O terceiro tópico, Impactos na evasão, promoção e repetência escolar, relata o impacto do programa na permanência das crianças na escola, os efeitos na promoção escolar, bem como indicadores de melhoria de desempenho dos alunos bolsistas. O quarto, Impactos na Saúde, Nutrição e Alimentação, trata dos resultados na melhoria na alimentação e nutrição e nos indicadores de saúde da família. 79 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza O quinto tópico, Impactos no trabalho infantil aborda os efeitos do programa na retirada das crianças da vida laboral e da associação estruturada entre pobreza e não-distribuição de escolaridade. O sexto, Mudanças na economia familiar, analisa as mudanças significativas na estrutura econômica das famílias, encontradas pelas diversas avaliações realizadas nas principais experiências de Bolsa-Escola. O sétimo e penúltimo tópico, Empoderamento, ganho de autoestima e perspectiva de futuro, analisa o impacto da Bolsa-Escola nas relações de poder entre os gêneros, nas mudanças de padrão de relacionamento familiar e nas tomadas de decisões no sentido de uma maior influência da mulher no lar. O último tópico, Conclusões, busca estabelecer um conjunto específico de efeitos da Bolsa-Escola, além de sugerir uma potencialização por meio de intervenções específicas de outras políticas sociais com a necessária articulação de ações para a geração da infraestrutura necessária à construção da autonomia das famílias. Os relatos de muitas transformações positivas no seio das famílias beneficiárias foram coletados a partir de investigações que associavam técnicas qualitativas e quantitativas. Geralmente, foram privilegiados depoimentos e percepções das mães bolsistas e crianças e adolescentes beneficiários. Transformações na economia doméstica, na vida escolar dos filhos, no relacionamento familiar, na conquista de auto-estima, na conquista de cidadania, são acompanhadas de descrições sobre a vida anterior à bolsa, marcada por situações de exclusão social e de extrema pobreza. Por tudo o que se coletou e avaliou, pode-se afirmar que a BolsaEscola é um investimento em pessoas. O Programa lida com situações complexas. Conta com aspectos que contemplam desde elementos psicossociais até a luta pela sobrevivência. Dentro das situações complexas, a Bolsa-Escola está gerando forças de combate à pobreza e exclusão social por meio da Educação. Eu sempre tive vontade que meus filhos aprendessem a ler, porque eu não sei ler. O que eu puder fazer para os meus filhos, eu faço. Eu vou dar até a minha última gota de sangue para os meus filhos estudarem. (Dona Eunice, mãe de três filhos bolsistas, moradora do Paranoá, cidade do Distrito Federal). 80 IMPORTÂNCIA DAS AVALIAÇÕES Elaborar e implementar sistemas de avaliação de políticas públicas de caráter social torna-se cada vez mais fundamental para o desenvolvimento de programas e projetos que pretendam solucionar e combater a pobreza e promover a cidadania. Avaliar, corrigir rumos e agregar novos elementos aos programas permite o aprimoramento das políticas sociais, além de mensurar seus verdadeiros efeitos na resolução dos problemas a que se propõem. É consensual que boa parte dos países em desenvolvimento não tem tradição em avaliar suas políticas sociais. Muitos recursos são desperdiçados em complicadas malhas burocráticas, na má focalização e mesmo nos desvios de verbas. O resultado é que somente uma parte, talvez a menor, dos investimentos em políticas sociais chega aos beneficiários. A gestão dos gastos sociais, sem um processo de avaliação e monitoramento, torna-se irracional. Muitas vezes são utilizados meios ineficientes e ineficazes para se alcançarem os fins a que se propõem. Em adição, deve-se considerar que as políticas sociais atuam num ambiente de elevada incerteza, devido à necessidade de adaptarem-se dinamicamente às condições locais altamente variáveis. O planejamento permite reajustes de rumo. As ações planejadas precisam de certo grau de flexibilidade em sua implementação. Isso, por sua vez, comporta a necessidade de rastrear os efeitos de tais ações, isto é, de medir seu desempenho e seu impacto nas condições de vida do público-alvo. Não somente isso, porém. Um sistema de avaliação deve permitir ao gestor da política social planejar a implementação, a execução, uma objetiva focalização e mensurar o impacto junto aos beneficiários. Essas fases bem realizadas permitem maior racionalidade na execução e no monitoramento. Viabiliza, inclusive, maior racionalidade na utilização dos recursos. Conseqüentemente, é imprescindível dispor de mecanismos adequados de acompanhamento e avaliação, com a utilização de indicadores estruturais e sintéticos capazes de apontar tendências em curto período de tempo, em conjunto com estudos mais aprofundados, 81 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza efetuados periodicamente sobre amostras populacionais dentro das áreas-alvo priorizadas para intervenção. Com tais procedimentos, é possível identificar desvios e corrigi-los em tempo útil em termos de gestão, bem como saber se o programa está sendo eficiente e eficaz. É fácil verificar que o acúmulo de conhecimento sobre o funcionamento interno, as repercussões externas e os efeitos e problemas das políticas sociais trazem benefícios de aprimoramento aos programas e aumenta a eficiência do combate à pobreza. Portanto, qualquer política pública deve ser acompanhada de um sistema de avaliação e correção de rumos. Esse sistema deveria ser parte integrante das políticas sociais. Além disso, deveria articular todos os atores sociais e instituições envolvidas na implementação e gestão dos programas. Em muitos casos, não saber os efeitos de um programa social é tão grave quanto a má gestão do mesmo. O aumento da racionalidade pode ajudar que cheguem mais recursos, e também a multiplicar o rendimento dos que estão disponíveis. Isto somente será possível medindo a eficiência em sua utilização e comprovando a eficácia com que se alcançam os objetivos e, conseqüentemente, a equidade.57 O rastreamento periódico dos resultados e impactos de uma política pública de combate à exclusão social, por meio da Educação, como a Bolsa-Escola, permite estudos específicos a respeito de detalhes de execução e graus de eficiência de implementação do Programa, bem como dos seus reais efeitos sobre os beneficiários. Um sistema de acompanhamento que indique, em tempo útil, as condições reais das famílias beneficiadas é um poderoso instrumento de gestão e de avaliação do impacto. Possibilita que as ações a incidir sobre as famílias possam ser programadas em tempo hábil, além de conhecer com rapidez o real impacto dessas ações. Fornece, assim, instrumentos aos seus coordenadores para mudar o rumo, introduzir outras medidas e mesmo renovar as existentes. 57 COHEN, E.; FRANCO, R. Avaliação de projetos sociais. Petrópolis, RJ: Vozes, 1993. p. 19. 82 As avaliações devem ser feitas por meio da medição qualitativa e quantitativa do impacto causado pelo Programa entre as famílias beneficiadas e nas comunidades. Devem seguir indicadores gerais e específicos, dependendo do desenho final da política social. Além disso, dará os instrumentos necessários à gestão administrativa do cotidiano do Programa. NOTAS METODOLÓGICAS No caso da Bolsa-Escola, tem-se avançado muito. O Programa, que teve sua maior expressão no Distrito Federal nos anos de 1995 a 1998, foi avaliado pela Unesco, com apoio do UNICEF, do Instituto Polis e da Fundação Esquel. Despertou também inúmeras discussões, em institutos como o IPEA, e diversos trabalhos acadêmicos, nos níveis de mestrado e doutorado, em universidades brasileiras e estrangeiras. O Programa mexicano Progresa/Oportunidades foi avaliado pelo BIRD. A OIT pesquisou os efeitos da Bolsa-Escola no Recife, uma das grandes capitais do Nordeste brasileiro. O Governo da Cidade de Buenos Aires levou a cabo uma investigação sobre o Programa Becas Estudiantiles, implementado naquela cidade apesar de ser um programa com alguns aspectos diferenciados dos demais, principalmente por sua focalização, mantém como eixo central os postulados da Bolsa-Escola. A ONG Missão Criança avaliou o impacto do Programa junto às famílias beneficiárias nos Estados do Mato Grosso do Sul e Alagoas e realizou diversos grupos focais em várias localidades brasileiras. De maneira geral, a maioria das avaliações chegou a conclusões muito semelhantes. As pesquisas, embora tenham empregado métodos diferenciados, verificaram que os impactos da Bolsa-Escola junto às famílias beneficiárias tanto do ponto de vista econômico, social, de transformações familiares e educacionais são muito parecidos, a despeito da diversidade peculiar a cada país ou região onde tenha sido implementada. Em outros termos, descobriu-se que, mesmo em situações e localidades diferentes, os efeitos da Bolsa-Escola são praticamente os mesmos. A seguir, são descritos, sumariamente, os procedimentos metodológicos e as técnicas empregadas em cada uma dessas avaliações. É salutar lembrar que a exposição dessas pesquisas não pretende ser 83 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza exaustiva nem conclusiva. Existem outras avaliações de diversas extensões e mesmo inúmeros outros trabalhos de análise sobre o tema. Optou-se por escolher algumas, consideradas as mais importantes e diversificadas. Há programas nacionais avaliados, como o mexicano; estaduais, como os de Mato Grosso do Sul e Brasília; municipais, como os do Recife e de Buenos Aires; e um programa administrado e financiado pelo terceiro setor, como a Bolsa-Escola Cidadã, da ONG Missão Criança. 1. Pesquisa Unesco A Unesco realizou uma das primeiras e mais importantes avaliações da Bolsa-Escola. O trabalho investigou o programa em Brasília, capital do Brasil, tendo como finalidade principal o conhecimento do impacto educacional e, mais especificamente, entender os comportamentos, idéias, valores e representação dos alunos, pais e professores a respeito do Programa, procurando identificar as mudanças ocorridas na vida dos beneficiários. Realizada entre os meses de novembro de 1997 e fevereiro de 1998, ou seja, depois de quase quatro anos de implementação da BolsaEscola em Brasília, a pesquisa adotou técnica de abordagem extensiva e compreensiva. A técnica de análise extensiva consistiu, a partir da análise de dados, em estimar o comportamento do universo, composto de famílias beneficiárias, famílias não beneficiárias, alunos bolsistas e não-bolsistas, professores e gestores escolares. No estudo dos alunos bolsistas e nãobolsistas, foi aplicado um questionário em uma amostra de 1.071 estudantes da 5a à 8a série do ensino fundamental, em cidades de elevada concentração de famílias beneficiadas: Paranoá, Brazlândia e Ceilândia. O questionário aplicado buscava identificar as características socioeconômicas da família, da escola e do trabalho, a percepção dos alunos sobre a Bolsa-Escola, indícios de aumento da tolerância e da cidadania e a visão de futuro dos entrevistados. Uma segunda fonte de informações foi utilizada, a base de dados do SAEB/97 58 . O objetivo ao utilizá-lo foi avaliar a proficiência 58 Sistema Nacional de Avaliação da Educação Básica, que consiste em um levantamento amostral representativo de cada unidade da federação, realizado a cada dois anos. O que foi realizado em 1997 estava interessado, sobretudo na proficiência dos alunos do ensino fundamental. 84 cognitiva e o aproveitamento curricular dos alunos da 4 a à 8 a série nas áreas de português, matemática e ciências. O sistema de avaliação do SAEB utilizou dois questionários, um de caracterização sociocultural das famílias dos alunos e outro de hábitos de estudo da disciplina, objeto de teste. A Unesco retrabalhou a base de dados para a identificação dos alunos da bolsa e analisou os resultados dos levantamentos dos alunos da 4a série do ensino fundamental. A amostra da avaliação extensiva foi composta da seguinte forma: quatro grupos, sendo um de alunos bolsistas, outro de alunos que nunca solicitaram a bolsa, um de alunos que perderam a bolsa e, por fim, alunos que solicitaram a entrada no Programa, mas não foram aceitos. Na primeira etapa de estruturação da amostra, foram sorteadas 16 escolas e, posteriormente, houve o sorteio de turmas proporcionais ao tamanho das escolas. Foram 42 turmas. O questionário foi preenchido em sala de aula pelos próprios alunos entre os dias 7 e 26 de novembro de 1997. Por fim, deu-se a análise dos resultados encontrados no SAEB e no levantamento específico. Para a abordagem compreensiva, que visava a entender o sentido e o conteúdo das manifestações da vida social, ação e relação dos pesquisados com os outros, foram empregadas técnicas de pesquisa com grupos focais. Para a análise do conjunto de idéias, valores e representações acerca da Bolsa-Escola, foram compostos entre os estudantes oito grupos de alunos bolsistas, um grupo de alunos não-bolsistas e um grupo misto de alunos bolsistas e não-bolsistas. Para a investigação junto às mães, foram formados sete grupos de mães beneficiárias, dois grupos de mães desligadas do Programa, um grupo de mães que se inscreveram e não foram aceitas, um grupo misto de mães inscritas e não aceitas e de mães que foram desligadas do Programa, e seis grupos de profissionais de ensino. No total, fizeram parte dos grupos focais 79 crianças e adolescentes, 89 mães e pais e 33 profissionais de ensino. Além disso, foram realizadas entrevistas em profundidade com o gestor local do Programa em cada uma das três cidades investigadas, além de dez outras entrevistas, em profundidade, com atores-chave. O objetivo dessas investigações era captar junto a esses atores a percepção sobre a escola, a situação de trabalho entre as crianças e adolescentes, noções de cidadania e esperanças de futuro das crianças e mães beneficiárias. 85 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza 2. Pesquisa OIT/Bird/IPEA O objetivo da pesquisa realizada pela Organização Internacional do Trabalho (OIT), em parceria com o Banco Mundial e o IPEA, foi avaliar o Programa Bolsa-Escola na cidade brasileira do Recife, capital do Estado de Pernambuco. Os procedimentos de pesquisa deram-se no primeiro semestre do ano 2000. Buscou-se, com a comparação das mudanças observadas entre dois momentos distintos (T0 e T1) de dois grupos distintos (beneficiários e grupo-controle), verificar, junto às famílias beneficiárias, o impacto da Bolsa-Escola no que concerne a influência que o beneficio exerce sobre o nível de atividade laboral isto é, se ele gera incentivos adversos ao trabalho e sobre a renda dos adultos. Também verificou o impacto do programa na erradicação do trabalho infantil entre os bolsistas, bem como sobre o aprendizado das crianças. Finalmente, avaliou os efeitos sobre a redução da pobreza no curto prazo. A base de dados utilizada para o que se denominou tempo zero (T0) foi a ficha cadastral do Programa Bolsa-Escola do município. Essa ficha, bastante detalhada, contém extenso conjunto de informações a respeito das famílias, caracterizando não só o requerente do Programa, como também todo o seu universo familiar. Para o tempo um (T1), utilizou-se o recadastramento das famílias realizado nos primeiros meses de 2000, quando foram incluídas na ficha cadastral original algumas perguntas no sentido de permitir uma avaliação educacional dos alunos beneficiados, bem como o mapeamento da participação da família em programas sociais. A avaliação de impacto ocorreu por meio da comparação das alterações observadas nos dois momentos (T0 e T1) dos grupos de beneficiários e de controle, composto por famílias com características socioeconômicas próximas às das famílias beneficiárias que, mesmo tendo preenchido o cadastro nos dois tempos, não chegaram a ser contempladas. Os grupos analisados foram compostos nos dois momentos (T0 e T1) por 1218 famílias beneficiadas e 268 famílias do grupo de controle. Aplicou-se também um teste em alunos da terceira série do ensino fundamental, de escolas pré-selecionadas, para estimar se a bolsa tem impacto positivo no aprendizado. Os testes foram aplicados para 271 alunos bolsistas e 409 alunos não-bolsistas. 86 3. Pesquisa México O Instituto Internacional de Investig ación en Políticas Alimentarias / International Food Policy Research Institute (IFPRI) realizou a pesquisa ¿Está dando buenos resultados Progresa? Na avaliação, investigaram-se famílias beneficiadas e famílias cadastradas, mas não beneficiadas. As informações iniciais foram retiradas, tendo como base o cadastro geral do Programa obtido em outubro de 1997. A outra base de dados foi uma pesquisa sobre as condições socioeconômicas das famílias das zonas rurais, que teve sua primeira etapa realizada em março de 1998 e a segunda, antes de começar a entrega das bolsas de maio de 1998. Outros levantamentos de dados foram realizados. Um, em outubro de 1998, outro, em junho de 1999 e, por fim, outro, em novembro de 1999. Em todas essas investigações, os instrumentos utilizados foram: enquetes formais; entrevistas estruturadas e semi-estruturadas, grupos focais e seminários com os envolvidos no programa. A investigação estabeleceu como público os beneficiários, os dirigentes e funcionários locais, os gestores centrais, os médicos dos centros de saúde, enfermeiras e professores das escolas onde se encontravam os alunos bolsistas. A amostra consistiu em observações repetidas, realizadas com 24 mil famílias de 506 localidades, das quais 320 foram definidas como unidades de análise e 136 como grupo de controle. As localidades foram sete dos Estados em que se iniciaram as operações de implementação do programa: Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí e Vera Cruz. Os questionários, com perguntas básicas, tinham como objetivo o levantamento da composição demográfica e do nível socioeconômico de cada família beneficiária ou não. Posteriormente, foram aplicados questionários com perguntas sobre os antecedentes familiares dos cônjuges, os bens agregados no matrimônio, índices de escolaridade, saúde e utilização dos serviços de saúde, atitudes e aspirações dos pais quanto à escolaridade de seus filhos, consumo de produtos alimentícios e a utilização do tempo dos membros das famílias no trabalho e em diversas outras atividades. Os levantamentos foram complementados por entrevistas com o pessoal das escolas e dos centros de saúde, onde se colhiam informações 87 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza sobre o rendimento dos bolsistas. Além disso, buscou-se ampliar a fonte de dados, pesquisando os registros administrativos das escolas e centros de saúde. Também foram realizadas investigações sobre a eficiência operacional do programa, com pesquisas quantitativas e qualitativas. As pesquisas quantitativas foram feitas a partir de observações repetidas junto às famílias beneficiárias, às escolas e aos centros de saúde. As investigações qualitativas compreenderam entrevistas semi-estruturadas com pessoal envolvido no programa (diretores de escola e dos centros de saúde) e grupos focais com as promotoras do Programa, beneficiários e não-beneficiários. Foram organizados 23 grupos focais com 230 participantes: 80 beneficiários de 8 comunidades, 80 não-beneficiários de 8 comunidades e 70 promotoras de 70 comunidades. 4. Pesquisa Missão Criança A ONG Missão Criança realizou três investigações no Brasil junto às famílias beneficiadas dos programas de Bolsa-Escola por ela administrada e dos programas implementados nos Estados do Mato Grosso do Sul e Alagoas. A pesquisa em Mato Grosso do Sul 59 constou de entrevistas em profundidade com grupos de mães beneficiárias e grupos de controle. O objetivo central da avaliação era investigar como o fato de a família ser beneficiária da bolsa influenciaria sua vida econômica, social e cultural. Dessa forma, verificar-se-ia a importância do benefício e suas implicações na vida familiar e na vida escolar da criança, sempre segundo a percepção dos responsáveis. Procurou-se extrair as representações sociais em torno do Programa, o impacto do mesmo na vida familiar e as possíveis mudanças de atitude em relação à escola e à escolarização dos filhos. As famílias foram escolhidas a partir do sistema de cadastro da Bolsa-Escola de Mato Grosso do Sul, com o controle de dados socioeconômicos para a composição dos dois grupos semelhantes. Os resultados foram reunidos em quatro conjuntos de impacto, verificados a partir dos depoimentos, e mais um tópico sobre as percepções a respeito da bolsa: 59 MISSÃO CRIANÇA. Programa Bolsa-Escola em Mato Grosso do Sul: relatório de avaliação quantitativa e qualitativa. Campo Grande: Missão Criança, fev. 2000. 88 Impacto econômico; Impacto social; Impacto no trabalho infantil; Impacto na vida escolar dos filhos; Representações sobre a Bolsa-Escola. A segunda e a terceira pesquisa, que informarão as principais considerações deste tópico, foram realizadas com as famílias da BolsaEscola do Entorno do Distrito Federal e do Estado de Alagoas e promovidas com a utilização da técnica de pesquisa qualitativa por meio de grupos focais de discussão. Foram organizados dois grupos com os responsáveis pelas famílias beneficiadas do Entorno do Distrito Federal, em sua grande maioria mães beneficiárias da Bolsa-Escola. Em Alagoas, dois grupos com mães beneficiadas com o Programa foram o foco do estudo em Maceió, capital do Estado. Em termos gerais, procurou-se manter os mesmos objetivos específicos da pesquisa em Mato Grosso do Sul, ou seja, investigar as representações sociais em torno do Programa, o impacto nas relações familiares e as possíveis mudanças de atitude em relação à escola e à escolarização dos filhos, os problemas enfrentados pelos responsáveis relacionados à bolsa, bem como coletar as sugestões dos pesquisados para o aprimoramento da Bolsa-Escola. 5. Pesquisa Argentina O Governo da Cidade de Buenos Aires procedeu a uma investigação sobre o Programa Becas Estudiantiles em duas etapas. Na primeira etapa, o objetivo central foi o monitoramento do alcance do Programa. Os específicos foram descrever os perfis socioeducativos dos beneficiários em comparação com os nãobeneficiários, aspirantes; analisar os critérios de seleção dos beneficiários, tendo em vista a manutenção e melhoria do programa no ano de 2002; e comparar as situações sociais dos beneficiários e não-beneficiários com o fito de identificação da população pobre não atendida pelo Programa. A avaliação foi realizada entre os meses de agosto de 2001 e março de 2002. 89 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza O objetivo central e geral da segunda etapa foi realizar um acompanhamento comparativo da evolução das distintas dimensões do rendimento dos alunos bolsistas, sempre em comparação com os não-bolsistas. Como objetivos específicos destacam-se a busca do conhecimento das mudanças na situação educacional dos bolsistas ao longo do ano letivo de 2001 e início de 2002 e a existência de vínculos entre as mudanças educacionais e mudanças gerais dos alunos em suas escolas, tais como repetência, evasão, permanência e sucesso. Por último, procurou-se conhecer as formas de utilização do benefício. A metodologia implicou a análise estatística dos formulários preenchidos pelos alunos bolsistas, quando da entrada no Programa, e um segundo levantamento de dados aplicado na matrícula final de 2001, nas escolas com alunos beneficiados. Além disso, os adultos responsáveis foram entrevistados para a identificação das formas de uso do benefício, bem como relatar os comportamentos e historiar a vida estudantil de seus filhos. RESULTADOS GERAIS DAS AVALIAÇÕES Impactos na Evasão, Promoção e Repetência Escolar Nesta parte, será relatado o impacto do Programa Bolsa-Escola no que se refere à permanência das crianças na escola, os efeitos na promoção escolar, bem como os indicadores de melhoria de desempenho dos alunos bolsistas. As conclusões são baseadas em pesquisas de diversas instituições, geralmente estudos detalhados de comparação entre alunos bolsistas e não-bolsistas. Parecem ser consenso os efeitos do Programa Bolsa-Escola na evasão escolar e na repetência. As verificações das pesquisas e avaliações chamam a atenção para a diminuição substancial da evasão e da repetência escolar entre as crianças e os adolescentes bolsistas em todos os locais em que o Programa foi implementado. A BolsaEscola tem demonstrado eficácia em promover o acesso e a permanência do aluno na escola. De forma enfática, houve impactos na evasão escolar e nos índices de repetência no Distrito Federal brasileiro, por exemplo. Em 1996, 90 para se ter uma idéia mais precisa, a taxa de evasão escolar na Capital, entre todos os alunos matriculados da rede pública de ensino, foi de 7,4%, e a repetência escolar, de 18,1%. Entre os alunos da BolsaEscola, os índices foram respectivamente de 0,4% e 8% 60 . Esses dados também foram analisados por Moraes e SantAna61. Segundo a avaliação da Unesco, a primeira e mais abrangente já realizada sobre a Bolsa-Escola, o Programa cumpre, por assim dizer, seu objetivo fundamental de garantir a permanência da criança em sala de aula durante todo o ano letivo. O Programa serviria para manter os filhos na escola, incentivar para que estudem e retirar as crianças das ruas. Esses resultados, inclusive, permanecem após a saída das crianças da Bolsa-Escola. São mudanças na percepção sobre a importância da educação para o futuro das famílias pobres. Um dos resultados indiretos da passagem pelo programa é a mudança da percepção que algumas crianças/adolescentes e suas famílias têm sobre a educação e do seu papel como cidadão. Mesmo com a perda da Bolsa, parece que muitos dos pais continuam controlando a freqüência na escola e cobrando os deveres de casa.62 Por meio da bolsa, reforça-se a idéia de que a educação seria a única herança a ser deixada aos filhos. Dessa forma, há uma renovação na valorização da educação como meio de ascensão social, gerando esperança entre as famílias pobres. Esse é outro achado da avaliação realizada pela Unesco. Verificou-se, pelos dados coletados, aumento substancial da freqüência entre os alunos bolsistas. Esses mesmos efeitos verificados no Distrito Federal do Brasil podem ser encontrados também no Programa Bolsa-Escola mexicano. Aumento de matrícula, crescimento no nível de escolaridade, 60 61 62 Índices citados e analisados em ARAÚJO, C. H. Op Cit. MORAES A.; SANTANA, S. R. Avaliação do Programa Bolsa-Escola do GDF. Brasília: Fundação Esquel, UNICEF, UNESCO, 1997. WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 123. 91 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza diminuição da evasão escolar e ganho de chances de conquista de melhores postos de trabalho no futuro são eixos de impactos muito claros no Oportunidades/Progresa. Dados constantes no relatório do Instituto Internacional de Investigación en Políticas Alimentarias63 , publicado em 2001, mostram que houve incremento de 5% a 8% na taxa de matrícula para os alunos, e de 11% a 14% para as alunas bolsistas. Pode-se afirmar que as crianças mexicanas beneficiadas pela política terão cerca de 0,7 anos adicionais de escolaridade após o recebimento do benefício. As estimativas indicam também que a renda ao longo da vida das crianças bolsistas poderá ser 8% maior, pois há uma conhecida correlação entre capital escolar e melhor posicionamento no mercado de trabalho. Na Argentina, no mesmo sentido, verificou-se que os alunos beneficiados com a Bolsa-Escola permanecem na escola, ou seja, o Programa cumpre sua principal finalidade: combater a evasão escolar. Segundo pesquisa realizada em julho de 2002, os alunos bolsistas argentinos têm nível de permanência de 95,9%, enquanto que entre os não bolsistas esse índice é de 90,5%. 64 No Recife, capital do Estado de Pernambuco, no Nordeste brasileiro, conclusões muito parecidas de incentivo à escolarização dos mais pobres foram verificadas. Para os pesquisadores da avaliação realizada pela OIT/Bird/Ipea: (...) a obtenção da bolsa mobiliza positivamente as famílias e as escolas em favor da escolaridade da suas crianças. Em termos macro, há um efeito coletivo no sistema de ensino, ao provocar impacto também na permanência das crianças na escola. Para a mesma pesquisa: (...) o efeito mais importante do programa é a quebra dos mecanismos usados tradicionalmente pela escola para excluir os alunos mais pobres. A 63 64 INSTITUTO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN POLÍTICAS ALIMENTARIAS. Op. Cit. GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES. Secretaría de Educación. Becas estudiantiles 2001: informe de seguimiento. Buenos Aires: GCBA, jul. 2002. 92 Bolsa-Escola compromete as famílias com a manutenção das crianças na escola e, ao mesmo tempo, obriga a escola a manter alunos que registram alta probabilidade de evasão. Eles só permanecem por causa da bolsa.65 Com relação aos índices de aprovação, pôde-se verificar, na maioria das avaliações realizadas, que os alunos bolsistas têm superado a diferença existente antes em relação aos alunos não bolsistas. Na Argentina, por exemplo, os efeitos do Programa na promoção de ano demonstraram que entre os bolsistas houve uma taxa de sucesso de 53,1%. Esse mesmo índice entre os não-bolsistas foi de 52,4%. Evidentemente, como os bolsistas são os mais pobres entre os pobres, era de se esperar índices bastante diferentes e bem menores do que os alcançados pelos não-bolsistas. Presumindo-se que a dimensão fosse menor no grupo mais vulnerável como no caso dos bolsistas a conclusão anterior aponta uma elevação dos índice em termos comparados. 66 Por sua vez, nos índices de repetência, a distância que separava os alunos pobres e os outros tem diminuído em função da Bolsa-Escola. Em Brasília, segundo o estudo da Unesco, 40,9% dos alunos bolsistas nunca repetiram o ano, 35,1% repetiram uma vez, 14,8% duas vezes, 6,7% três vezes e 2,5% três ou mais, conforme dados extraídos do Sistema Nacional de Avaliação da Educação Básica 1997. Entre os não-bolsistas, os dados são os seguintes: 61,9% nunca repetiram; 23,2% repetiram uma vez; 9,8%, duas vezes; 3,4%, três vezes; 1,8%, três ou mais vezes. 65 66 LAVINAS, L.; BARBOSA, M. L. Avaliação do Programa Bolsa-Escola do Recife. Brasília: OIT, Bird, Ipea, out. 2000. GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES. Op. Cit. p. 92. 93 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza De acordo com a mesma fonte, a aproximação dos percentuais de repetência entre bolsistas e não-bolsistas, nas últimas séries do ensino fundamental, é ainda maior. Entre os bolsistas da 5a à 8a série, 54,8% nunca repetiram o ano escolar, entre os não-bolsistas esse índice foi de 50,1%. Dados sobre repetência escolar entre bolsistas também foram analisados pela Unesco. Em uma amostra estratificada em níveis sociais, separaram-se dois grupos: bolsistas e não- bolsistas. Estudaram-se os dados de repetência. As conclusões foram que tanto no total da amostra quanto em cada um dos estratos sociais, a repetência dos alunos bolsistas é sempre inferior à dos alunos não-bolsistas. Porém, o maior impacto na diminuição da repetência entre os alunos bolsistas foi encontrado nos estratos inferiores. No estrato E economicamente menos favorecido a repetência dos bolsistas representou praticamente a metade da dos não-bolsistas. O mais forte impacto, entretanto, foi a inversão na pirâmide de repetência entre os bolsistas. Se entre os não bolsistas a probabilidade de repetência diminui à medida que aumenta o estrato social do aluno, entre os bolsistas acontece o contrário. Repetência dos alunos da 5a à 8a série na transição 1996/1997 por estrato educacional familiar segundo situação com respeito à Bolsa-Escola (em %)67 Na mesma pesquisa realizada em Brasília, avaliou-se, por meio de testes de proficiência, o rendimento dos alunos bolsistas e não-bolsistas para efeito de comparação. Observou-se que as diferenças entre os dois grupos foram muito menores do que se esperava. Os bolsistas saíramse melhor nas áreas de Matemática e Língua Portuguesa, e o grupo nãobolsista, em Ciências. 67 WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 131. 94 Esta ausência de diferença entre os dois grupos mostra um aspecto positivo do programa bolsa-escola. Diversas pesquisas nacionais e internacionais são unânimes em comprovar o peso da situação socioeconômica do aluno em seu aproveitamento escolar. Assim, se os alunos bolsistas que pelos requisitos de acesso à bolsa são os que se encontram em posição inferior da escala, apresentam rendimento semelhante à média do universo das escolas públicas, isto já representa um grande avanço.68 Impactos na Saúde, Nutrição e Alimentação O impacto do Programa Bolsa-Escola na melhoria das condições de saúde e alimentação das famílias beneficiárias é o tema deste item. Há que se ressaltar o caráter também universal desse impacto, quando analisados os resultados das diversas pesquisas em distintos países. No estudo Bolsa-Escola: melhoria educacional e redução da pobreza, no Distrito Federal brasileiro, por exemplo, foi diagnosticado que a maior parte dos recursos da Bolsa-Escola serve fundamentalmente para a sobrevivência da família, ou seja, a compra de alimentos. Conseqüentemente, há uma melhora considerável na nutrição e bemestar social das crianças e de toda a família. No México, alguns efeitos da Bolsa-Escola (Oportunidade/ Progresa) entre as famílias beneficiadas se concentram na área de saúde e desenvolvimento. Houve aumento médio na estatura das crianças bolsistas em cerca de 16%. Isso se deu correlacionado ao observado aumento na qualidade e na quantidade da alimentação das famílias bolsistas. No caso do programa mexicano, são articuladas ações de diversas políticas públicas integradas, fundamentalmente educação, assistência social e saúde pública. Portanto, seus impactos são mais intensos na alimentação e na melhoria da saúde familiar 69 . Pode-se afirmar que o Programa leva em conta os chamados determinantes básicos da pobreza: educação, saúde e alimentação. 68 69 Idem. p. 135. GERTLER, P. J. An evaluation of the impact of progress on health care utilization and health status: final report. Washington, D.C.: International Food Policy Research Institute, jul. 2000. 95 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Ao se compararem grupos semelhantes, crianças beneficiadas com a bolsa e crianças com o mesmo perfil socioeconômico, porém não beneficiadas com a bolsa, chegou-se à conclusão de que os bolsistas mexicanos tiveram 12% menos doenças. Pelo mesmo método, registrouse, entre os adultos beneficiados com a bolsa, redução de 19% no número de dias em que eles adoecem. Pesquisas confirmam progressiva melhoria na saúde e na alimentação de todos os membros das famílias beneficiadas, bem como aumento no consumo, fundamentalmente das que moram nas zonas rurais. É bom lembrar que a primeira fase do Programa teve como foco as famílias pobres das áreas rurais mexicanas. No Mato Grosso do Sul, Centro-Oeste brasileiro, parece haver consenso no interior das famílias sobre a utilização do novo recurso na compra de alimentos70 . Não há registros de tensões entre pais na forma de utilização do dinheiro. Sabe-se que o benefício é dado pelo fato de a criança estar matriculada e ter que freqüentar a escola. O dinheiro serviria, sobretudo, a esse fim. Por outro lado, se a situação alimentar da família é de penúria, e esse é um item que diz respeito à sobrevivência dos indivíduos, nada mais justo que o recurso sirva para a alimentação. Portanto, os depoimentos são enfáticos no sentido da utilização do recurso na melhoria da alimentação e mesmo no aumento de sua quantidade. Nas avaliações realizadas no Brasil, as mães declararam que, antes da bolsa, passavam necessidades diárias. Muitas delas, devido ao fato de os responsáveis estarem desempregados, realizando apenas pequenos biscates, faziam somente uma refeição por dia, geralmente composta de arroz e feijão, alimentação básica do brasileiro pobre. Portanto, o efeito mais aparente da introdução da Bolsa-Escola na vida das famílias dá-se na alimentação de seus membros. A renda mensal, segundo declaração das mães, é utilizada na compra de café da manhã (pão e leite) para os filhos e na melhoria das compras quinzenais ou mensais. A carne é introduzida no cardápio familiar, além de frutas e legumes. Da mesma forma que se revelou melhora na alimentação das famílias bolsistas do Brasil, no México houve aumento progressivo na utilização dos recursos na compra de alimentos. Em 1999, o gasto 70 MISSÃO CRIANÇA. Op. Cit. 96 médio das famílias bolsistas mexicanas em alimentação foi 13% maior, se comparado com os mesmos gastos de famílias similares, porém não beneficiadas pela Bolsa-Escola. O aumento não foi somente quantitativo. Houve também melhorias qualitativas na alimentação. Verificou-se aumento médio de 10,6% na ingestão de calorias por parte das famílias beneficiadas e maior qualidade na alimentação após a entrada no programa. 71 Na Argentina, as pesquisas indicam que o dinheiro da bolsa também é utilizado para a manutenção das famílias. Revelam também que boa parte dos recursos é empregada para facilitar a permanência dos filhos na escola. Segundo a pesquisa, 63,9% dos bolsistas declararam utilizar o dinheiro na aquisição de material escolar, 56,8% na compra de roupa, sapato e tênis; 47% em alimentos; 36,6% no pagamento de transporte para acesso à escola. As respostas são múltiplas, ou seja, os entrevistados podiam relatar mais de um gasto. 72 Impacto na Redução do Trabalho Infantil Este item constitui-se em um dos mais importantes temas quando se trata de combater a exclusão social e elevar os níveis educacionais das crianças e adolescentes economicamente menos favorecidos. Um dos grandes desafios da Bolsa-Escola é livrar as crianças do trabalho precoce. O vínculo do trabalho infantil com a não-matrícula e a evasão escolar é evidente. A distância entre os estratos sociais faz com que o capital escolar seja concentrado nos mais ricos. É essa a associação estruturada entre pobreza e não-distribuição de escolaridade, a qual, no caso das crianças e adolescentes trabalhadores, é de suma importância. No Brasil, por exemplo, esse fenômeno, apesar da ampliação do ensino fundamental no país na segunda metade do século, faz com que as crianças pobres tenham de deixar as escolas para complementar a renda familiar. A taxa de evasão escolar e matrícula, no Brasil, não é a mesma para todos os segmentos da população. É conhecido, na literatura 71 72 HODDINOTT, J.; SKOUFIAS, E. The impact of progress on consumption: final report. Washington, D.C.: International Food Policy Research Institute, Aug. 2000. SEMINARIO INTERNACIONAL DE BOLSA-ESCOLA. Ponencia. Buenos Aires, may. 2002. Buenos Aires: Secretaria de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, 2002. 97 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza especializada nesse assunto, que a taxa de evasão aumenta progressivamente quanto menor for o nível de renda. Ocorre o contrário com a taxa de matrícula. O fenômeno assemelha-se ao do mercado de trabalho infantil. As crianças das famílias economicamente mais pobres, na maior parte das vezes, dividem o tempo da escola com o trabalho ou com as r uas. Em outras palavras, as crianças mais carentes precisam complementar a renda familiar com pequenos biscates ou com o ingresso no mercado de trabalho, geralmente no setor mais precário dele ou mesmo no mercado informal. O tempo gasto no trabalho dificulta e impede o desenvolvimento pleno na escola, podendo, inclusive, afastar definitivamente a criança da sala de aula. Outro efeito do trabalho infantil ocorre no mercado de trabalho para os chefes de família ou cônjuges. Uma criança no competitivo mercado de trabalho concorre com um adulto e afeta assim o rendimento médio do assalariado. O salário ou o serviço pago a uma criança sempre custa menos segundo a lógica do mercado. A criança é despreparada e desprotegida socialmente em ter mos de direitos trabalhistas. Na ótica do mercado, é vantagem pagar menos para um menor realizar determinado trabalho. O efeito desse raciocínio é perverso e gera um círculo vicioso: o desemprego entre adultos chefes de família força novas crianças a buscarem trabalho para completar a renda familiar, e o trabalho as afasta da escola e as insere no mercado de trabalho ou as leva de volta às ruas. A Bolsa-Escola, portanto, seria em tese um Programa de combate ao trabalho infantil e investimento no futuro da criança, a qual teria chances maiores do que seus pais de ter trabalhos melhores no longo prazo. As pesquisas verificaram que indícios desses efeitos estão se concretizando. No geral, por meio de diversas pesquisas, provou-se a eficiência da Bolsa-Escola em devolver o direito da criança economicamente carente de poder freqüentar a sala de aula e afastar-se do trabalho infantil. Mesmo que muitas crianças já estivessem matriculadas, sua assiduidade era prejudicada pela pobreza e pela necessidade de trabalhar para complementar a renda da família. O benefício deu 98 possibilidade às famílias economicamente muito pobres de garantir a freqüência dos filhos a pelo menos 90% dos dias letivos. A Unesco diagnosticou, no Distrito Federal, que a Bolsa-Escola evita o trabalho infantil e observou a percepção, por parte dos membros adultos da família, de que lugar de criança é na escola. Tem família que tem muita criança e pega a de dez, onze anos e coloca numa casa de família para ajudar. A criança fica sem estudo e dá prioridade ao trabalho devido à necessidade (mãe de criança beneficiada em Ceilândia). Ao mesmo tempo, diversos relatos comprovaram a existência de trabalho entre as crianças e adolescentes de forma generalizada. Em termos gerais, as meninas exerciam as funções de domésticas e babás, e os meninos, diversas outras atividades, tais como engraxar sapatos, carregar compras de supermercados e feiras e vigiar carros nas ruas da cidade. Havia a percepção entre os bolsistas, principalmente adolescentes, de que o benefício era dado pelo Governo e que serviria para afastar as crianças do trabalho infantil. Se não tivesse a bolsa teria que faltar para poder trabalhar (aluno bolsista no Paranoá, 12/14 anos). Tem gente que gostaria de vir para a escola, mas não tem jeito, os pais são pobres, não tem condições, as mães desempregadas, e o filho tem que ficar trabalhando de vigiar carro.(aluna bolsista, Ceilândia, 12/14 anos).73 No México novamente, o impacto registrado junto às famílias beneficiárias é semelhante ao encontrado pelas investigações de pesquisadores brasileiros. O Instituto Internacional de Investigación en Políticas Alimentarias verificou reduções nas taxas de participação dos meninos das famílias beneficiárias no mercado de trabalho. No Distrito Federal do Brasil, foram registrados índices de redução da participação de crianças no mercado de trabalho, que coincidem com a expansão do Programa. Nos anos de 1996 e 1997, houve diminuição de 31,2% na taxa de ocupação de crianças de 10 a 14 anos e de 13,08% 73 WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 121. 99 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza da população economicamente ativa entre 10 e 17 anos, enquanto que a população cresceu 5,19% no mesmo período. Portanto, é de se supor que o volume de recursos distribuído pela bolsa tenha, entre outros fatores, aumentado a renda do primeiro percentil mais pobre dos habitantes da Capital e com isso ter conseguido retirar crianças do mercado de trabalho.74 Adicionalmente à diminuição da taxa de participação dos menores de idade no mercado de trabalho, verificou-se redução de 36%, entre setembro de 1996 e setembro de 1997, no número de crianças e adolescentes em situação de rua em Brasília. Isso também pode ser associado, de certa forma, ao Programa 75 . Projeto similar desenvolvido em Campinas, importante cidade do interior do Estado de São Paulo, que associava renda mínima com a obrigatoriedade de matrícula e freqüência à sala de aula para crianças em idade escolar, obteve resultados semelhantes em relação às crianças e adolescentes em situação de rua, até mesmo com mais intensidade, pois esse grupo de crianças era alvo prioritário do Programa. Em Campinas, houve grande redução no número de crianças e adolescentes em situação de rua: passou-se de 550 menores, em 1995, para 47, em março de 1997. 76 Nos grupos focais, ouvidos em 2000 e 2001, alguns relatos mostram o impacto do Programa Bolsa-Escola na redução do trabalho infantil. Boa parte das mães entrevistadas sente constrangimento ao falar sobre o trabalho infantil de seus filhos, anterior à integração deles à Bolsa-Escola. Com o andamento do processo de pesquisa, começam a revelar que o labor das crianças era fundamental no complemento do orçamento familiar. 74 75 76 Para maiores detalhes ver ARAÚJO, C. H. Bolsa-escola: renda mínima associada à educação. In: CACCIA-BAVA, S. et al. Programas de renda mínima no Brasil: impactos e potencialidades. São Paulo: Pólis, 1998. ARAÚJO, C. H. Bolsa-escola. Op. Cit. e ARAÚJO, C. H. A face jovem da exclusa. Op. Cit. BEJARANO, S. R. Programa de Garantia de Renda Mínima: a experiência de Campinas. In: CACCIA-BAVA, S. et al. Programas de renda mínima no Brasil: impactos e potencialidades. São Paulo: Pólis, 1998. 100 Entre os pesquisados, todos têm alguma história de trabalho infantil na família. As mães e os pais que trabalham como catadores de lixo sempre contaram com a ajuda cotidiana de seus filhos, inclusive os mais novos. Outros tinham crianças vivendo de pequenos trabalhos nas ruas das cidades. Executavam atividades como engraxate e vigia de carros. Há relatos também de crianças que trabalhavam com o corte da canade-açúcar, os chamados bóias frias. Nas cidades nordestinas, os filhos, em geral, vendiam doces, flanelavam (vigiavam carros) ou mesmo pediam esmolas nos centros das cidades. No interior, ajudavam como podiam suas mães a sobreviver. Todos os depoimentos coincidem: a renda obtida pelos filhos seria de fundamental importância no sustento da família. Há a clara percepção, por parte dos entrevistados, de que o trabalho infantil concorria diretamente com a escola e acabava por afastar definitivamente as crianças dos estudos. Entretanto, confirmam a necessidade de ter algum dinheiro extra dos filhos para o complemento do orçamento doméstico, inclusive na compra de alimentos e roupas. Transmitem o sentimento de que a situação de trabalho infantil é humilhante para toda a família. Consideravam-se impotentes diante do fato. Deixar o trabalho como condição para o recebimento da bolsa é visto como justo e mesmo promissor pelas mães da Bolsa-Escola. O trabalho dos filhos na coleta de lixo é ainda mais aviltante, segundo declaração das catadoras. Afirmam que muitas vezes seus filhos ficavam doentes, faltavam às aulas e, vez por outra, comiam lixo. Há forte indício de que um dos mais importantes efeitos da política pública de associação da educação à renda mínima seja a diminuição do trabalho infantil. Todos os depoimentos indicam que o impacto da BolsaEscola sobre o trabalho infantil dá-se no sentido de eliminá-lo. Há relatos de filhos que sofriam com a violência das ruas, nas quais trabalhavam diariamente como engraxates. Apesar de ganharem mais, não apreciavam um trabalho sempre envolvido com violência e sujeito às intempéries típicas das grandes e médias cidades. Com o dinheiro da Bolsa, os meninos e as meninas deixaram espontaneamente de trabalhar. Declararam ainda que, após tornarem-se bolsistas, os filhos preenchem o tempo principalmente com a escola e os estudos, e que isso os teria afastado da violência das ruas e do trabalho duro. 101 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Em Campo Grande, verificou-se, com ênfase, o abandono do trabalho precoce das crianças como catadoras de lixo após o recebimento do benefício. De maneira clara, o acesso à escola e a freqüência assídua passam a concorrer com o tempo de trabalho das crianças, derrotando o trabalho infantil. Há declarações de que algumas crianças ainda continuam trabalhando, mas com redução dos dias e horas de labuta. No grupo-controle, as mães dizem que seus filhos contribuem de alguma forma com a renda familiar as do Lixão, de forma mais intensa. Declararam ainda que a renda auferida pelos filhos é de fundamental importância no sustento do lar. Portanto, é confirmado por contraste que crianças que não tiveram acesso à Bolsa-Escola trabalham, e as beneficiadas deixam aos poucos o trabalho infantil. O significado fundamental do Programa é confirmado. Foram retiradas crianças do mercado de trabalho precário ou das ruas, e foi devolvido a elas o direito de estudar. Mudanças na Economia Familiar Neste item, serão analisadas as mudanças significativas na estrutura econômica familiar encontradas nas diversas avaliações realizadas em todas as experiências de Bolsa-Escola. É possível ainda, por meio das avaliações, entender as microdinâmicas, bem como as estratégias de sobrevivência das famílias na utilização dos novos recursos oriundos do benefício. No geral, é introduzido no seio das famílias um incremento na compra de comida, aquisição de material para reformas na moradia e bens básicos para uso doméstico, como chuveiros, caixas dágua, camas e colchões.. Na pesquisa da Unesco, foi verificado pela primeira vez o ganho de racionalidade econômica no uso dos recursos da bolsa pela mãe. Como era de se esperar, a mãe reforça-se como administradora das necessidades do lar e, agora, passa a ser vista como importante na economia da família. Tanto nas pesquisas brasileiras, quanto nas enquetes mexicanas, evidenciaram-se mães desenvolvendo racionalidade no uso do dinheiro. Agora, podem se programar, assumir uma prestação ou poupar recursos a serem aplicados na satisfação de seus desejos. A vida econômica dessas famílias geralmente é instável. Vivem de biscates e pequenos trabalhos, que dependem excessivamente de uma demanda espontânea. Estão excluídas dos direitos trabalhistas e do direito a um mínimo de previsibilidade financeira. Portanto, a garantia de um recurso mensal dá a 102 possibilidade do desenvolvimento de um planejamento familiar na aplicação de recursos, noções de prioridades e poupança. Esse ganho é explicitado por muitas mães entrevistadas. "Quando me dão (ajudas em dinheiro) e em algumas vezes eles (meus filhos) têm sapatos e roupa, eu guardo o dinheiro para comida. Se eu vejo que meus filhos precisam de calças ou algo parecido, compro uma caça para meus filhos. Mas é sempre para eles. Sou eu quem toma as decisões sobre o dinheiro que me dão, porque sou eu quem sabe aquilo de que eles precisam". Promotora.77 Com relação à utilização dos recursos advindos do benefício, semelhanças foram encontradas entre estudos realizados tanto sobre o programa mexicano, quanto sobre os programas brasileiros. A BolsaEscola mexicana permite às famílias beneficiadas um aumento de aproximadamente 10,5% do consumo médio.78 A Bolsa-Escola tem sido utilizada também como poupança para a compra de bens duráveis. Em diversos municípios brasileiros, o fenômeno se repete. Pesquisadores 79 verificaram que mães da Bolsa-Escola guardam mensalmente parte dos recursos advindos do Programa para depois investir na compra de eletrodomésticos, como geladeiras e rádios. As próprias crianças e adolescentes participam da decisão sobre a utilização dos recursos da bolsa. Segundo a percepção dos jovens beneficiados em Brasília 80, há uma espécie de distribuição do dinheiro entre as várias necessidades deles próprios e dos outros membros da família. Facilita o acesso ao material e ao uniforme escolar e possibilita a compra de outros itens (roupas, sapatos, comida, móveis, objetos para a casa, remédios), a realização de obras, o pagamento de crediários, o pagamento de conta de luz, de água, dentre outras despesas. 77 78 79 80 Depoimento de mãe mexicana eleita como representante de um conjunto de mães na assembléia de incorporação ao programa. In: INSTITUTO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN POLÍTICAS ALIMENTARIAS. Op. Cit. HODDINOTT, J. Op. Cit. MISSÃO CRIANÇA e UNESCO auditoria de ONGs: relatório final. WAISELFISZ, J. Op. Cit. 103 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Há um eixo de mudanças na vida dos bolsistas que diz respeito às melhorias no lar, proporcionadas pelo benefício. São verificadas mudanças como: ampliação e construção de novos cômodos, melhoria das condições de higiene, mudança no padrão sanitário, substituição dos revestimentos da habitação, dentre outras. O item construção aparece em vários dos depoimentos como mudança, na medida em que a casa é um valor fundamental na vida desta população, pois permite acumular um pequeno capital, obter uma certa segurança econômica e melhorar sua qualidade de vida. A casa própria não tem somente um valor instrumental, mas é uma forma de afirmação e independência.81 Nas avaliações realizadas até então, não foi verificado nenhum tipo de incentivo à ociosidade. As famílias com bolsa declaram ver o benefício como uma ajuda, um complemento da renda familiar. Em todas as afirmativas, aparece muito clara a idéia de que somente com a renda da Bolsa-Escola, não é possível o sustento. É preciso auferir algum tipo de renda para se acrescentar à bolsa. Essa noção referenda dois aspectos importantes: 1) a consciência de que o valor do benefício da Bolsa-Escola é insuficiente para sustentar uma família; 2) os pais não deixariam de procurar emprego ou o próprio sustento por causa do benefício. Ao mesmo tempo, o rendimento mensal permite aos pais procurarem trabalhos mais dignos. Isso acontece, em especial, com as mães que antes viviam do lixo. Na Bolsa-Escola do Recife, verificou-se, na pesquisa Avaliação da Bolsa-Escola de Recife, OIT, BIRD, IPEA 2000, que 96% das famílias beneficiárias encontravam-se na faixa de renda de 40 reais per capita ao ingressar no Programa. Um ano depois do recebimento do benefício, esse percentual caiu 18%. A primeira constatação que salta aos olhos é que o recebimento do benefício não parece se constituir num desincentivo ao trabalho. Pois a renda familiar extrabenefício dessas pessoas 81 Idem. 104 extremamente pobres e marginalizadas aumenta. Aumenta pouco, mas indiscutivelmente aumenta.82 Ainda no Recife, ficou claro que o número de famílias que permanece abaixo da linha de indigência caiu de 78% para 38% das beneficiadas. Portanto, de forma efetiva, o Programa promoveu melhora significativa das condições de vida da população-alvo, não somente nos aspectos diretamente envolvidos com a questão nutricional das famílias, mas também nos mais diversos gastos, além de incrementar a participação dos filhos e das mães nas decisões sobre a utilização dos recursos, permitindo inclusive o desenvolvimento de noções de planejamento, poupança e escolha de prioridades. Empoderamento, Ganho de Auto-Estima e Perspectiva de Futuro O impacto do Programa nas relações de poder entre os gêneros, nas mudanças de padrão de relacionamento familiar e nas tomadas de decisões no sentido de uma maior influência da mulher no lar é o tema deste tópico. Como a opinião das mães passou a ter mais força após fazerem parte do Programa e como elas passaram a discutir mais sobre os problemas da casa, dos estudos dos filhos, bem como do orçamento doméstico, são os subelementos de análise. O fenômeno do empoderamento feminino com a Bolsa-Escola é revelado pelas pesquisas realizadas no México e no Brasil. As avaliações feitas pela Unesco, pela OIT, pelo Bird e pela Missão Criança verificaram importantes mudanças na vida das mães beneficiárias da Bolsa-Escola. São resultados muito semelhantes. Fundamentalmente, a posição da mulher na família transforma-se, na medida em que ela passa a ser gestora de uma complementação de renda familiar. Sua autonomia e importância na estrutura da família aumentam substancialmente. O fato de elas receberem os recursos é certamente um elemento de segurança para que o dinheiro seja gasto em algo necessário à família. Elas próprias afirmam que o fato de a mãe receber em dinheiro permite 82 LAVINAS, L.; BARBOSA, M. L. Op. Cit. 105 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza a ela escolher em que gastar. Além disso, com o dinheiro da bolsa em mãos, a mãe pode procurar os lugares mais baratos para comprar, economizando para aplicar em outras necessidades. Acham que, com a bolsa, podem cuidar melhor de seus filhos e monitorá-los nos estudos. Em suma, a mulher é tida como mais responsável e ciosa do que o homem, com relação às necessidades dos filhos. O homem é considerado egoísta e irresponsável.(Weiselfizs, Abramovay e Andrade, 1998). O fato de as mulheres serem gestoras do dinheiro lhes dá a autonomia de decidir como, onde e quando gastar, dando-lhes inclusive a chance, ainda que o façam pouco, de gastarem consigo próprias. Contar com o dinheiro que é delas pode torná-las mais livres da dependência diária dos maridos.83 A avaliação realizada no México detectou que, mais que aumentar a auto-estima, as mães, com a Bolsa-Escola, beneficiaram-se também em outros aspectos como aumento na confiança em si mesmas e maior consciência e controle de suas ações e dos recursos da família. No Brasil, há declarações de mães que acreditam que o pagamento do recurso da bolsa serviu para organizar a vida dos filhos, obrigando-os a freqüentar a sala de aula. Elas relatam que os filhos se sentem melhor depois do recebimento da bolsa. Ganharam também em auto-estima. Mães que viviam em trabalhos penosos relembram, nas situações de pesquisa, as inúmeras humilhações e discriminações sofridas. Contam casos de tentativa de suicídio por não suportar a humilhação de trabalhar no lixo, por exemplo. Agora, afirmam acreditar mais em si mesmas, terem aprendido a procurar os seus direitos e, pela primeira vez, serem tratadas como iguais. Muitos outros efeitos foram detectados a partir de depoimentos comparados de famílias bolsistas e não-bolsistas do Brasil, bem como nos grupos focais 84 . De forma geral, pôde-se observar nas crianças bolsistas aumento da auto-estima. Entre as mães da Bolsa-Escola, verificou-se também aumento de auto-estima e o despertar do interesse pela retomada dos estudos. 83 84 WAISELFISZ, J. Op. Cit. p. 86. MISSÃO CRIANÇA. Op. Cit. 106 A auto-estima é um dado sempre lembrado pelas mães e verificado em todos os levantamentos. Argumentam que, com a bolsa, passaram a ter que prestar mais atenção nos estudos dos filhos. Percebem a necessidade de se auto-aprimorarem. A escola, o estudo e a expectativa de ascensão social são incluídos na pauta familiar e mesmo nas conversas cotidianas. Falam em sonhos como o de pag arem cursos profissionalizantes para os filhos. Acreditam que, com a renda regular e os filhos distantes do trabalho infantil, passaram a gozar de mais credibilidade na comunidade. Igualmente, são observadas mudanças significativas nas relações de toda a família. Há mães e pais que declaram haver melhorado o relacionamento do casal após o recebimento da bolsa. A maior fonte de conflitos, segundo declarações de mães, era a falta de dinheiro para suprir as necessidades básicas da família. Esse era um tema de constante constrangimento familiar, principalmente entre marido e mulher. De modo geral, as crianças passaram a ser percebidas como membros importantes da família. Há relatos da existência de interesse da criança pelo próprio uso da bolsa. Elas, de certa forma, estão preocupadas com a utilização do dinheiro e, com isso, passam a demonstrar maior cumplicidade com a situação familiar e com o principal agente administrador dos recursos, a mãe. Essas crianças passam a se sentir responsáveis pelo novo recurso da família. As mães começaram a interpretar a escola como a grande oportunidade para os mais pobres conseguirem um emprego melhor, que os retire de uma situação geralmente humilhante. Acreditam que educação é sinônimo de futuro e de melhores expectativas. Explicitam que uns dos efeitos da bolsa foi o de fazer com que os filhos passassem a ser exemplos. A perspectiva positiva de futuro, escassa devido à situação econômica e cultural das famílias, passa a fazer parte do imaginário dessas mães e de maneira mais profícua aos desejos de seus filhos. Há o desenvolvimento de um novo anseio de ascensão social, de ter um emprego melhor do que o dos pais. As implicações do ganho de autonomia para as mães refletem-se na própria criação dos filhos. Elas se sentem mais responsáveis com o estudo dos meninos e mesmo com a formação familiar em sentido mais amplo. Passam a cobrar mais o desempenho e o modo de agir 107 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza deles na escola. As mães continuamente relembram a seus filhos que, caso eles faltem às aulas, não terão mais o benefício da bolsa e, portanto, perderão o conforto dela advindo. A auto-estima da mãe cresce substancialmente, há ganhos em termos psicossociológicos e de cidadania feminina. Nesse sentido, houve relatos sobre a redução da violência doméstica. Parece haver correlações seguras entre esse ganho de auto-estima e cidadania com a diminuição da violência praticada contra a mulher. O mesmo passa a ocorrer com os filhos. Eles, agora, são vistos como importantes para o sustento da família e, na medida em que têm mais contato com a escola, tornam-se mais seguros e protegidos. Portanto, há indícios também, nesse caso, de redução de violência doméstica. (Weiselfizs, Abramovay e Andrade, 1998). Por último, percebe-se pelos relatos colhidos, que muitas mães se sentem motivadas a voltar a estudar. Isso se deve a alguns fatores: Progressivo aumento da importância da educação na vida familiar, pois o vínculo filho-escola passa a ser fundamental para o sustento da família; Crescente presença da mãe na escola; A educação ganha em grau de importância no planejamento do futuro; A introdução ou a intensificação do fator da escolaridade como elemento de mobilidade social. Esses itens agregados despertam nas mães o desejo de progresso pela educação. Esse é um sentimento ou percepção que pode ser aproveitada no ensino de adultos. A Bolsa-Escola reaviva a esperança de ascensão social pelo estudo. CONCLUSÕES Com base nas pesquisas relatadas sobre o impacto da BolsaEscola nas famílias beneficiadas, é possível estabelecer conjuntos específicos de efeitos imediatos e efeitos potenciais do Programa junto às crianças, às famílias e à comunidade. Os efeitos imediatos são os 108 que se processam de forma automática com o advento do novo rendimento mensal e a obrigação de freqüentar a escola. Outro conjunto de efeitos está na dimensão das possibilidades futuras. São impactos leves, os quais precisam de acompanhamento delicado e mesmo de uma potencialização por meio de intervenções específicas de outras políticas sociais, sempre articuladas e integradas. Essa classificação torna-se importante, pois a introdução do Programa Bolsa-Escola entre famílias muito pobres gera uma série de conseqüências e potencialidades não previstas. Tais potencialidades ou indícios terão maior ou menor contribuição na transformação da realidade dos beneficiados caso sejam articuladas a ações sociais específicas. Por tanto, a conjunção entre políticas sociais de atendimento às famílias e a Bolsa-Escola geraria a infra-estrutura necessária à construção da autonomia das famílias foco do benefício. A questão teórica por trás da integração de políticas sociais é o reconhecimento de que os problemas são complexos e de causas multivariadas. Os excluídos são excluídos em diversas dimensões da vida moderna. Não são excluídos apenas porque auferem rendas baixas e não têm capital escolar. São excluídos porque não têm acesso à saúde, à água potável, ao esgotamento sanitário, a um lar dentro de um bairro servido de infra-estrutura urbana, aos meios de comunicação, à arte e à cultura, para citar alguns exemplos. Nenhuma política social por si só poderá dar conta de toda essa complexidade. Por outro lado, ainda não há, na sociedade em geral, a concepção do excluído como sujeito integral, que vive e interage com o universo que o cerca e, portanto, tem comportamentos que refletem sua vivência social. A integração de programas e projetos sociais no sentido de atender aos excluídos aumenta a eficácia e, sobretudo, a eficiência das intervenções necessárias. No caso dos jovens, esse dado é evidente. O mais relevante é que a questão da juventude é complexa. Compreende múltiplas dimensões, interligadas e em constante mudança. Significa, assim, que nenhuma intervenção governamental específica pode, por si só, criar as condições favoráveis da inserção social integrada. (...) Assim como a abordagem analítica deve tentar múltiplas facetas da questão, as 109 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza intervenções devem ter igualmente este caráter, por meio de ações integradas. Ganha-se não apenas em sinergia, mas, sobretudo, em compreensão e eficiência. 85 Além de contribuir para racionalizar os recursos humanos e físicos utilizados pela administração nas suas ações sociais na comunidade, a Bolsa-Escola reforça a cultura inovadora de uma gestão pública integrada para o enfrentamento dos graves problemas sociais. Os quadros abaixo explicitam, em uma classificação provisória, quais seriam os efeitos imediatos e potenciais da Bolsa-Escola entre as famílias beneficiadas, portanto, os elementos que devem ser considerados na articulação das políticas sociais para o enfrentamento da exclusão. Efeitos imediatos e potenciais sobre evasão, promoção e repetência escolar Efeitos imediatos e potenciais da bolsa-escola na saúde, nutrição e alimentação 85 NASCIMENTO, E. P. Juventude: novo alvo da exclusão social. In: BURSZTYN, M. (Org.). No meio da rua: nômades, excluídos e viradores. Rio de Janeiro: Garamond, 2000. p. 121. 110 Efeitos Imediatos e Potenciais da Bolsa-Escola sobre o Trabalho Infantil Empoderamento, ganho de auto-estima e perspectiva de futuro Os quadros sugerem a necessidade de integrar a Bolsa-Escola a outras políticas de combate à pobreza e à exclusão social.86 Por exemplo: a preparação para o trabalho e o microcrédito para os membros adultos das famílias beneficiadas poderiam compor um quadro de condições objetivas para livrar as famílias da exclusão. Essas medidas podem ser acompanhadas de políticas de combate ao analfabetismo e de qualificação para o trabalho. Outros exemplos concretos podem ser dados de 86 (...) a pobreza não pode ser enfrentada efetivamente, e com êxito, se as respostas a todas as suas dimensões não estiverem plenamente integradas. Uma concepção abrangente do alívio à pobreza precisa captar tanto as dimensões econômicas como as humanas, e exige uma estratégia baseada em abordagens integradas e intersetoriais. MATSUURA, K. Op. Cit. p. 19. 111 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza integração de políticas visando a efetivar os efeitos potenciais da BolsaEscola junto às famílias beneficiadas. Programas de acompanhamento da saúde dos membros das famílias seriam de grande valia para o desenvolvimento pleno da Bolsa-Escola e de suas potencialidades. Em outros termos, é preciso integrar a Bolsa-Escola a políticas sociais diversas, as quais promoverão, em conjunto, a energia necessária para livrar as famílias da exclusão social. A Bolsa-Escola seria, portanto, um portal de entrada da ação social no seio das famílias mais pobres. Contudo, essa política sozinha não dá conta da complexidade de carências a que os excluídos estão submetidos. A Bolsa-Escola é o início do processo de redenção da exclusão social, é uma estratégia de entrada. Com isso, gera por si potencialidades. Deve-se transformar em um sistema mais eficaz de investimento nas famílias. 112 5. PROPOSTA PARA A ÁFRICA Em lugar de destruir a igualdade natural, o pacto fundamental substitui, ao contrário, uma igualdade moral e legítima a toda a desigualdade física, que entre os homens lançara a natureza, homens que podendo ser dessemelhantes na força, ou no engenho, tornam-se todos iguais por conversão e por direito. (Jean Jacques Rousseau, 1762) Neste capítulo, a Bolsa-Escola é proposta como uma das alternativas de combate à exclusão social e educacional em países da África. O continente africano é uma das regiões do mundo em que, segundo projeções, a pobreza poderá crescer e se aprofundar até o ano 2020. Dezoito países do continente figuram entre os mais pobres do mundo: Benin, Burkina Faso, Camarões, Gâmbia, Guiné, Guiné Bissau, Madagascar, Malawi, Mali, Mauritânia, Moçambique, Niger, Ruanda, São Tomé e Príncipe, Senegal, Tanzânia, Uganda e Zâmbia. Existem mais de três milhões de refugiados na África, segundo a Organização das Nações Unidas (ONU). Mais de 20% dos países africanos têm sido vítimas de algum tipo de destruição em sua infra-estrutura básica, interrompendo programas escolares devido a conflitos armados. A produtividade da força de trabalho africana está comprometida pelo baixo nível educacional e técnico de sua população. O sistema de saúde não consegue atender aos habitantes do continente, causando grandes rupturas sociais, agravadas por epidemias como malária e AIDS. Essa situação justifica um projeto de recuperação inspirado no Plano Marshall, promovido pelos Estados Unidos para recuperar a economia de 17 países europeus logo após a Segunda Guerra Mundial. 113 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Os EUA temiam que a pobreza e o desemprego do período pós-guerra pudessem reforçar o apelo ao comunismo e decidiram financiar a reabilitação das economias européias. Em curto período, os 17 países desenvolveram suas economias. Os valores ocidentais foram reforçados, e a economia dos EUA foi beneficiada graças ao comércio internacional. Cinqüenta anos depois, o mundo ocidental atingiu um padrão de vida jamais visto. Todavia, hoje restam preocupações de suma importância: pobreza, desemprego, deslocamento de população, violência, drogas e um crescente aumento da diferença entre pobres e ricos. Em vez do pavor do comunismo, agora são a desigualdade, a pobreza e a exclusão social que se constituem em fator de desagregação social em todo o mundo. Entre as nações pobres, a falta de estudo das crianças representa uma forte ameaça à próxima geração. Elas podem, no entanto, ser a solução do problema, caso um plano global para combater a pobreza seja aplicado e as priorize. UM PLANO MARSHALL SOCIAL O que se propõe é um Plano Marshall Social: a troca de parte da dívida dos países mais pobres por investimentos em educação. Esse seria um contrato social para combater o ciclo geracional da pobreza, ou seja, crianças pobres que se tornam adultos pobres, os quais têm filhos pobres. É uma proposta elaborada primeiramente pelo senador brasileiro Cristóvam Buarque, defendida pela UNESCO, por intermédio de seu Representante no Brasil, Dr. Jorge Werthein87 , e assumida pelo Presidente do Brasil, Fernando Henrique Cardoso, em discurso durante a reunião da Governança Progressista, em Estocolmo, em fevereiro de 2002. O combate à pobreza deve abolir o trabalho infantil e trazer todas as crianças para a escola. Esse instrumento já foi construído e testado, com resultados positivos, e reconhecido publicamente por UNESCO, 87 WERTHEIN, J.; CUNHA, C. da. Políticas de educação: idéias e ações. Brasília: UNESCO, 2001. (Cadernos Unesco Brasil. Série educação; 6). p. 27. 114 UNICEF, BIRD e BID. A Bolsa-Escola deve figurar entre as principais estratégias para combater a pobreza. Seria o eixo central do Plano, além de priorizar as crianças e a educação como elementos centrais. De acordo com dados do Banco Mundial, evidencia-se que nos próprios países pobres há recursos suficientes, utilizados para outros fins, para pagar uma Bolsa-Escola para cada família africana, cujas crianças se encontram fora da escola. Para se ter uma idéia, o total do Produto Nacional Mundial é de aproximadamente 30 trilhões de dólares anuais88 , e o custo da Bolsa-Escola para atender a todas as crianças africanas não chega a mais de sete bilhões de dólares anuais. Não se trata de doação ou utilização dos recursos dos outros países, mas a possibilidade de perdão de parte das dívidas externas do continente africano pelos credores internacionais com a contrapartida de utilização desses recursos em programas educacionais. Cerca de 0,02% da riqueza mundial poderiam ser canalizados para a África, a partir do perdão de parte da dívida externa dos países africanos, mediante um Plano Marshall Social que pode ser implementado por meio de um fundo internacional administrado por uma das agências da ONU. Esse fundo atuaria como uma espécie de Banco da Criança. Seria o responsável pela administração dos recursos advindos da troca de parte do serviço da dívida externa, por controlar a aplicação dos recursos locais e pelo monitoramento e avaliação do Programa. Fatos históricos têm mostrado que vários países africanos cortaram seus gastos na área social, particularmente na área da educação. Isso ocorreu devido à enorme dívida externa, que compromete a economia da maioria desses países, assim como os investimentos em educação e saúde públicas.89 Em alguns países, a dívida anual custa mais que o dobro ou até o triplo de seus orçamentos para educação. Esses fatores contribuem para a deterioração da qualidade do sistema educacional, o que leva ao declínio do número de crianças matriculadas e freqüentando as escolas, sobretudo de ensino fundamental. 88 89 THE WORLD BANK. Global development finance: country tables. Washington, D.C.: The World Bank, 1999. ASSOCIATION POUR LE DÉVELOPPEMENT DE LÉDUCATION EN AFRIQUE. Étude prospective/bilan de léducation en Afrique: projet de synthèse pour la biennale. Paris: ADEA, 1999. 115 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Existem cerca de 90,5 milhões de crianças fora da escola na África, segundo dados do Relatório Estatístico Anual da UNESCO (1998). Considerando uma média de três crianças por família e uma Bolsa-Escola média de US$20 por mês, o Programa custaria para toda a África cerca de 7,3 bilhões de dólares por ano. O quadro a seguir descreve o número de crianças fora da escola em cada país e o quanto custaria por ano para mantê-las todas no banco escolar. Custo aproximado da Bolsa-Escola para países africanos 116 Custo aproximado da Bolsa-Escola para países africanos continuação Fonte: Anuário Estatístico da UNESCO / 1998 Se compararmos o custo de um pouco mais de sete bilhões anuais com o total do Produto Nacional Mundial, ao redor de US$30 trilhões, é possível ver que o sacrifício dos países seria insignificante para atender as crianças pobres da África. Seria de apenas 0,02 %, abolindo o trabalho infantil e atendendo todas as crianças africanas no sistema educacional. 117 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Como pode ser visto no quadro abaixo, considerando o custo diretamente sobre os 55 países envolvidos, seria necessário cerca de 28% do que eles pagaram de serviço da dívida externa para financiar um Programa de Bolsa-Escola para a África. Relação entre o custo da Bolsa-Escola e os serviços das dívidas externas de países africanos 118 Relação entre o custo da Bolsa-Escola e os serviços das dívidas externas de países africanos continuação Fonte: Coutry Tables Global Development Finance, The World Bank. Os custos considerados até aqui são apenas estimados e levaram em conta a possibilidade de implementação universal do programa. Mas é necessário que se considere a impossibilidade dessa universalização em curto espaço de tempo. Isso dependerá das condições políticas em cada localidade, da oferta de equipamentos escolares e de dificuldades na implementação em regiões distantes e isoladas. 119 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Optando-se por uma aplicação gradual do Programa, o custo inicial seria muito menor e cresceria de forma lenta, na medida em que seus resultados começassem a ser demonstrados. Os números apresentados permitem uma primeira análise dos custos. Foram obtidos com base nos dados do UNICEF sobre educação e do Global Development Finance do FMI, 1999. Eles precisam ser ajustados em seus detalhes. Como o Banco Mundial, o BID, o FMI, a OIT, a UNESCO, o PNUD e o UNICEF têm vastas informações sobre esses países, não é difícil ajustar os dados e identificar os três indicadores necessários para se detalhar o custo da Bolsa-Escola em cada país. Os três indicadores seriam o número de crianças pobres fora da escola ou em risco de evasão, a média de crianças por família e o custooportunidade do trabalho das crianças. Além do custo, outros nove aspectos devem ser analisados para que previamente se defina a viabilidade da implementação da BolsaEscola em cada País africano: Os critérios de seleção das famílias; Os procedimentos de fiscalização da freqüência das crianças às aulas; A avaliação de disponibilidade de infra-estrutura educacional; A definição de um cronograma para a implantação do programa; Os mecanismos de pagamento a serem utilizados; A identificação de outras fontes de financiamento; A avaliação dos impactos sociais e macro-econômicos; O sistema de monitoramento, avaliação e auditoria; e A articulação e integração do Programa a outras políticas sociais. Um dos aspectos mais importantes para o sucesso da Bolsa-Escola é a garantia de que as famílias beneficiárias adquiram autonomia, ou seja, assegurar por seus próprios esforços os meios mínimos de sua sobrevivência, sem que para isso crianças abandonem a escola e voltem para o mercado de trabalho. Para tanto, como processo complementar, é necessário que um conjunto de ações diferenciadas incidam sobre essas famílias. Ações de alfabetização, de qualificação profissional, de inscrição nos sistemas de geração de emprego e renda, de acesso ao microcrédito e outras modalidades que lhes qualifiquem e lhes permitam acender ao emprego ou à renda. 120 Portanto, são necessárias ações no sentido de uma gestão integrada de políticas de combate à pobreza e à exclusão social, por meio da educação. O eixo articulador dessas diretrizes seria o programa BolsaEscola. Uma porta de entrada para o atendimento e a inclusão de famílias carentes. É salutar dizer que a implementação de um programa como a BolsaEscola deve levar em conta algumas fases técnicas de suma importância. Tais fases, se bem feitas, podem tornar o programa mais robusto em seus efeitos fundamentais. São quatro as diretrizes propostas: 1. Focalização, 2. Mobilização, 3. Intersetorialidade, 4. Rastreabilidade. A disponibilidade de instrumentos eficazes de focalização é essencial para identificar e alcançar as camadas mais vulneráveis das populações atendidas. São esses grupos os alvos prioritários das políticas de combate à pobreza. A ausência de focalização é uma das causas do impacto limitado de tais políticas. Para a Bolsa-Escola, são particularmente úteis, do ponto de vista operacional, instrumentos de focalização geográfica. Estes podem ser baseados em sistemas de geoprocessamento dedicados à elaboração de mapas de vulnerabilidade social e educacional. O sucesso das políticas de combate à pobreza pressupõe ainda flexibilidade e capacidade de adaptação às necessidades locais, assim como a adesão dos beneficiários aos objetivos e procedimentos das mesmas. Para tanto, há a necessidade de um enfoque participativo e de instrumentos de mobilização que permitam aos grupos-alvo priorizados identificarem e expressarem suas demandas e potencialidades, ou seja, participarem de forma ativa no planejamento e na gestão das políticas sociais, tais como a Bolsa-Escola. Propõe-se, para tanto, o uso de técnicas de Estimativa Rápida e Participativa para geração de dados que alimentem de baixo para cima os sistemas operacionais e de informações para o Programa que, caso haja recursos disponíveis, pode ser um sistema geoprocessado de informações, utilizado em apoio à tomada de decisões. 121 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza A pobreza e a exclusão social são o produto de diversos fatores que interagem entre si, formando um complexo de múltiplas variáveis interpostas de forma necessária. O sucesso das políticas de combate à pobreza e à inclusão social depende da capacidade de atacar as diferentes dimensões do mesmo problema, de forma eficaz e eficiente. Do ponto de vista operacional, isso requer a ar ticulação intersetorial de políticas e programas, em prol de grupos-alvo comuns, no mesmo espaço social e geográfico. Normalmente, os setores das administrações públicas atuam de for ma isolada uns dos outros. Políticas intersetoriais requerem uma engenharia institucional que permita trabalhar por objetivos, com programas especiais diretamente coordenados de forma harmoniosa, em termos de indicadores, metas, prazos, assim como de recursos alocados. Para a implementação de uma Bolsa-Escola articulada com os diversos setores, é produtivo adotar um enfoque geográfico de atuação específica. Há de se ter equipes de diferentes setores para se articularem em áreas claramente delimitadas, compartilhando informações sobre um público-alvo comum que tornem explícitas as ligações entre os problemas setoriais. A gestão intersetorial deve necessariamente ser uma gestão focalizada sobre alvos claramente delimitados e problemas de origem comum. Além da aplicação dos processos de focalização, intersetorialidade e mobilização, faz-se fundamental o controle periódico dos efeitos da Bolsa-Escola. São necessárias a constante mudança de rumo e as readaptações às condições de mudança e permanência. Nesse sentido, o planejamento e a execução do Programa devem contar com instrumentos, permitindo reajustes de rumo e medidas flexíveis para potencializar os efeitos positivos da Bolsa-Escola para toda a família atendida, incluindo as crianças e os membros adultos. Portanto, é imprescindível ao Programa comportar sistemas de rastreamento de efeitos. Tais sistemas devem ser capazes de medir o desempenho e os impactos da Bolsa-Escola nas condições de vida do público-alvo, bem como apontar para os desvios que possam surgir no meio do caminho. Em outros ter mos, é impor tante dispor de mecanismos adequados de acompanhamento e avaliação, com a 122 utilização de indicadores sintéticos. Esses serão úteis para apontar tendências em um tempo rápido de resposta. Em paralelo, deve-se dispor de estudos mais aprofundados, efetuados periodicamente sobre amostras populacionais, dentro das áreas-alvo priorizadas para inter venção e atuação da Bolsa-Escola, acompanhada de outras políticas sociais intersetoriais. A seguir, serão apresentados os procedimentos sugeridos para operacionalização das quatro diretrizes: focalização, mobilização, intersetorialidade e rastreabilidade. O processo de focalização inicia todos os passos sucessivos da metodologia de aplicação da Bolsa-Escola. Os procedimentos de focalização estão baseados no uso da focalização geográfica, apresentando as seguintes vantagens: Simplicidade e menor custo administrativo é mais fácil identificar grupos vulneráveis a partir de onde vivem do que de características individuais; A própria implementação de ações é facilitada pela localização do grupo-alvo no território; Podem ser usados também indicadores sobre a disponibilidade local de equipamentos e serviços, visando à definição de ações para cada contexto; A focalização geográfica é recomendada em projetos locais que necessitam de forte interação com a comunidade; A utilização de mapas locais é recomendada, pois são facilmente interpretáveis também por um público leig o, facilita as comparações visuais, torna-se um instrumento de participação; A focalização geográfica consegue os melhores resultados quando as unidades territoriais de análise são pequenas setores censitários, bairros. A técnica tem como objetivo identificar e delimitar áreas com elevada concentração de indicadores críticos (riscos) e presença de entidades, ser viços ou prog ramas com capacidade de atuação (oportunidades). O procedimento pede a utilização de dados analisados seqüencialmente, produzindo mapas distintos, sucessivamente sobrepostos para identificação das áreas prioritárias. 123 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Alguns dados são imprescindíveis para ser geo-referenciados e analisados: Dados oficiais sobre a situação dos bairros e de suas famílias; Dados de outras fontes sobre crianças e adolescentes a risco, e suas famílias; Dados sobre entidades, programas e serviços; Dados de outros setores relevantes, como saúde, emprego, dentre outros. Após a análise dos dados é possível escolher as áreas priorizadas para a implementação da Bolsa-Escola. A Estimativa Rápida e Participativa é um conjunto de técnicas de levantamento de dados objetivos ou subjetivos junto a informantes-chave locais da comunidade, dos serviços, e por meio de observação direta. A finalidade dessa técnica é complementar os dados oficiais com informações coletadas nas áreas úteis, sejam para focalizar ou contextualizar melhor as problemáticas locais. Além disso, permite abrir e estruturar canais de comunicação, sensibilização e mobilização junto às comunidades. O instrumento é, portanto, um meio para incluir o ponto de vista da comunidade suas necessidades e demandas, capacidades e vocações no planejamento e na gestão das políticas sociais. A partir das informações analisadas anteriormente e dos debates com representantes da comunidade, identificam-se os itens a serem pesquisados. Sucessivamente, elaboram-se questionários (nor malmente pouco estruturados), selecionam-se e treinam-se pessoas da comunidade indicadas pelas entidades locais eleitas parceiras do programa. Essas pessoas poderão tornar-se monitores do projeto. Levantam-se e, em seguida, analisam-se os dados. Enfim, sistematizam-se as informações em bases de dados, e elas são localizadas no mapa. Os novos dados vão se acrescentar aos já disponíveis, podendo ser visualizados e utilizados conforme a necessidade. A técnica permite, ao final, identificar microáreas homogêneas a serem priorizadas para a implementação do Programa, garantindo a focalização adequada. Em outros termos, alcançar os mais pobres entre os mais pobres. A partir dos resultados da focalização e da mobilização, um passo imprescindível é a intersetorialidade, a integração das políticas sociais a partir da necessidade de combater a pobreza e a exclusão. Por exemplo: a 124 preparação para o trabalho e o microcrédito para os membros adultos de famílias beneficiadas com a Bolsa-Escola, acompanhados de políticas de combate ao analfabetismo e de qualificação para o trabalho. Podem-se fornecer outros exemplos concretos de integração de políticas visando a efetivar os efeitos potenciais entre as famílias pobres. Associar saúde, educação e formação profissional seria uma forma de integração eficiente. Em termos gerais, é preciso conhecer as necessidades dos futuros beneficiados e articular as políticas adequadas para que incidam entre os membros das famílias. São necessários um plano de atendimento e um fluxograma explicitando os passos de implementação das políticas associadas à Bolsa-Escola. Ao mesmo tempo da implementação de políticas de combate à pobreza, seguindo o procedimento estabelecido pela focalização, mobilização e intersetorialidade, é necessária a criação de uma forma de rastreamento dos efeitos e problemas advindos da execução do programa. Para tanto, a proposta é o estabelecimento de um fino sistema de acompanhamento e avaliação dos impactos do programa nas famílias beneficiadas, e entre a comunidade em que elas estejam inseridas. Um sistema de acompanhamento que indique, em tempo útil, as condições reais das famílias beneficiadas pelo Programa é um poderoso instrumento de gestão. Permitirá que as ações que devem incidir sobre as famílias possam ser programadas em tempo hábil, como também permitirá saber com rapidez do real impacto dessas ações, dando aos seus coordenadores a possibilidade de mudar o rumo, introduzir outras medidas e mesmo renovar as existentes. A avaliação deve ser feita por meio da medição qualitativa e quantitativa específicas dos impactos causados pelo programa entre as famílias beneficiadas e nas comunidades, seguindo indicadores gerais e específicos, conforme o desenho final da política social integrada. Cabe lembrar que esses indicadores serão aplicados desde o início, já no processo de focalização dos beneficiários. As metodologias adotadas devem privilegiar sempre estudos comparativos. Essa avaliação faz-se necessária para que se possam mensurar os impactos causados nas famílias beneficiadas no sentido do combate à exclusão social. Eis alguns exemplos de indicadores gerais que poderão ser aprimorados para a efetiva utilização: 125 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Freqüência e rendimento escolar das crianças das famílias beneficiadas; Diminuição da evasão escolar; Diminuição do trabalho infantil; Inserção do adolescente no mercado de trabalho e no convívio social; Diminuição de envolvimento de crianças e adolescentes com a violência urbana e o consumo de drogas; Ganho de capital simbólico, físico e cultural; Aumento do acesso ao sistema público de saúde; Mudanças no orçamento doméstico; Melhoria de relacionamento familiar (diminuição de ansiedades, aumento da coesão social, diminuição de violência doméstica); Aumento da autoestima das mulheres e das crianças; Inserção dos membros adultos das famílias no mercado de trabalho; Aumento de participação política dos membros das famílias; Diminuição do índice de analfabetismo; Dinamização da economia local; Inserção política dos membros das famílias na comunidade; Oportunização de acesso ao crédito; Ampliação da capacidade de consumo; Melhoria na capacidade gerencial dos pequenos negócios; Ganho em racionalidade e planejamento econômico. O rastreamento periódico dos efeitos e impactos da Bolsa-Escola permitirá, entre outras medidas, estudos específicos a respeito de detalhes de execução e graus de eficiência de implementação do programa, bem como dos seus reais efeitos sobre os beneficiários. Eis alguns exemplos de estudos que poderão ser gerados com a aplicação do sistema de rastreamento: Estudo do tempo de duração do benefício, definindo um período em que se dê a condição fundamental para que as famílias possam realmente se livrar da exclusão social; Reavaliação dos critérios de acesso e permanência no Programa; Esclarecimento sobre os detalhes dos impactos do Programa; Estudos socioeconômicos; 126 Estudos sobre custo e benefício do Programa; Estudos visando ao aprimoramento do Programa. Os instrumentos a serem utilizados para a implementação do processo de rastreamento periódico do programa Bolsa-Escola associada a outras políticas de combate à exclusão social podem ser explicitados desta forma: 1. Aplicação de um cadastramento dos beneficiários que coletará as informações quantitativas necessárias de todas as famílias do Programa; 2. Introdução dos dados em sistema informatizado, permitindo a retirada de relatórios estatísticos e individualizados; 3. Pesquisas quantitativas periódicas, por amostras ou censitárias, visando à atualização dos dados, posterior análise estatística dos resultados e efeitos do Programa; 4. Pesquisas qualitativas periódicas para a aferição de resultados a partir de indicadores de caráter subjetivo; 5. Estudos específicos e coleta de dados microeconômicos do ambiente social e econômico, no qual as famílias estão inseridas, bem como a evolução de tais dados. A periodicidade de aplicação de tais técnicas em princípio deve ser executada desta maneira: 1. Cadastramento: aplicado já no início do programa T0; 2. Sistema: ferramenta que permitirá o uso cotidiano dos dados; 3. Aferição: deve ser aplicada periodicamente, de preferência de seis em seis meses, a contar da data de início do benefício T1; 4. Aferição qualitativa: deve ser aplicada periodicamente, de preferência anualmente, a contar da data de início do benefício T1.2; 5. Estudo de ambiente: aplicado desde o início, renovado de ano em ano. É importante ressaltar que, conforme forem as especificidades e os recursos de cada local onde se dará o programa, a periodicidade de renovação de dados do rastreamento deverá ser repensada. Por fim, a implementação completa do rastreamento permitirá, em tempo hábil, a tomada de decisões por parte dos gestores, no intuito de melhorar e otimizar a Bolsa-Escola em seus aspectos gerenciais e técnicos. 127 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Por fim, há que se ressaltar também o fator cultural, muito forte no continente, para o sucesso de qualquer iniciativa que se leve a cabo nesses países. Diferenças lingüísticas, de costumes, de raça e relações tribais convivendo com a modernidade são alguns dos problemas a serem enfrentados na implementação de uma política de combate à pobreza e à exclusão social no continente. Como pôde ser visto nas diretrizes descritas anteriormente, uma das técnicas propostas, juntamente com a Focalização, a Intersetorialidade e a Rastreabilidade, é a Mobilização, ou seja, permitir aos beneficiários locais identificarem e expressarem suas demandas e potencialidades. Nesse momento, com certeza aflorarão as questões culturais a serem tratadas. A participação da comunidade local, de forma ativa, no planejamento e na gestão das políticas sociais, tais como a Bolsa-Escola, permitirão ajustes de forma e conteúdo, sem que isso configure um desvirtuamento dos princípios iniciais do Programa. AS PRIMEIRAS EXPERIÊNCIAS AFRICANAS Enquanto não se institui toda a proposta aqui descrita, algumas experiências não-governamentais de Bolsa-Escola estão sendo executadas no continente africano. São experiências viabilizadas por dois termos de cooperação técnica entre o Governo brasileiro, por meio da Agência Brasileira de Cooperação (ABC), e os governos de São Tomé e Príncipe e Moçambique. Envolve uma ONG brasileira, a Missão Criança, que desenvolve uma versão diferenciada do modelo governamental de Bolsa-Escola. Tal modelo consiste no financiamento das bolsas com recursos privados e de organismos internacionais. A mesma ONG implanta programa similar na Tanzânia, em parceria com outra organização não-governamental daquele país, a Ark Foundation. O projeto tem por objetivo, portanto, transferir a metodologia, a tecnologia e o conhecimento formulado e desenvolvido para outros países interessados. Destacam-se como objetos de cooperação e transferência os procedimentos técnicos e operacionais para seleção, cadastramento e monitoramento da situação socioeconômica das famílias beneficiárias, bem como o treinamento dos gestores. 128 Transfere-se o conhecimento sobre a organização do sistema de pagamento aos beneficiários, o controle sobre o cumprimento das diretrizes operacionais do Programa e o acompanhamento da freqüência escolar das crianças. A execução do projeto se dá por meio do treinamento de equipes nos países para aplicar o Programa Bolsa-Escola. Esses treinamentos desdobram-se em várias atividades, tais como a capacitação nos procedimentos para a realização de pesquisa socioeconômica, na seleção e no cadastramento das famílias a serem beneficiadas com o Programa. A ONG Missão Criança, responsável técnica pela execução dos projetos-piloto, conta ainda com a parceria institucional e financeira do escritório da UNESCO no Brasil, na implantação e implementação do programa nesses países africanos. A UNESCO vem acompanhando e avaliando os resultados do projeto, além de financiar algumas bolsas. Em termos resumidos, a cooperação técnica consiste ainda em capacitar e sensibilizar os dirigentes escolares e professores, sensibilizar os membros adultos das futuras famílias a serem beneficiadas, bem como monitorar e avaliar a implementação dos projetos-piloto, para sua futura e pertinente ampliação. O primeiro projeto piloto está sendo executado em São Tomé e Príncipe, um país arquipélago de pequena extensão geográfica e pouca população. Localiza-se no Golfo da Guiné a 300 quilômetros da costa africana. Possui extensão territorial de 1.000 Km2 e uma população aproximada de 135.000 habitantes, segundo dados do Re l at ó r i o do De s e nvol vi me nt o Humano (PNU D, 1998). Sua economia é assentada no setor primário. Produz, fundamentalmente, cacau e café, exportados in natura. De acordo com o relatório de desenvolvimento humano de 1998, São Tomé e Príncipe possui índice de desenvolvimento humano (IDH) de 0.534, considerado baixo. Ocupa a 125 a em um ranking de 175 países. O órgão de estatística do governo de São Tomé e Príncipe estimou o seu PIB per capita em 234 dólares, em 1994. Após a independência, houve um grande esforço governamental em prol da escolarização dos habitantes das ilhas. Exemplo disso é a redução do analfabetismo. Em 1974, cerca de 80% da população não sabiam ler e escrever. Essa taxa caiu para 30% em 1990. Segundo dados 129 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza do Banco Mundial (1996), a taxa de escolarização no país é bastante elevada: 90% das crianças dos 6 aos 12 anos freqüentam a escola. Por outro lado, a taxa média de repetência é superior aos 30%. Há que se ressaltar que os gastos em educação primária são baixos, aproximadamente 0,4% do PIB. Os docentes possuem baixa qualificação. Por volta de metade do contingente de professores do ensino primário não possui formação específica adequada. Esse percentual sobe para 80% no ensino secundário. Por conseqüência, tem-se uma baixa qualidade do ensino, apesar dos esforços governamentais. Os índices de pobreza são altos. Em 1994, 46% da população estavam abaixo da linha de pobreza. A pobreza extrema atinge 35% dos habitantes. Os indicadores de saúde também são críticos. Todas as crianças do país são portadoras de algum tipo de parasita intestinal. A malária ou o paludismo atinge 87% da população e é responsável por metade da mortalidade infantil. Há um evidente quadro de insegurança alimentar, uma vez que 10% da população fazem apenas uma refeição diária. No máximo, 50% fazem apenas duas refeições por dia. De maneira geral, a ingestão de calorias diárias é inferior à média africana. O projeto em São Tomé e Príncipe atende atualmente a 100 famílias dos bairros mais pobres da capital, São Tomé. Neves, Milagrosa e Monte Café foram os bairros escolhidos para a implementação do Programa, financiado com recursos da UNESCO e do PNUD. Esses bairros foram escolhidos conforme os seguintes critérios para a focalização: menor renda dos moradores, maior grau de degradação do meio ambiente, menor nível de urbanização e saneamento, maior número de crianças no trabalho infantil, maior grau de doenças entre as famílias, menor cidadania formal e maior índice de mulheres chefes de família. A Bolsa-Escola em São Tomé é realizada em parceria com a UNESCO e com o Programa Alfabetização Solidária 90 . As mães atendidas com a Bolsa-Escola, se forem analfabetas, farão parte do Programa de alfabetização. É a integração de dois programas essenciais 90 O Programa Alfabetização Solidária é um programa brasileiro de combate ao analfabetismo administrado pela ONG Alfabetização Solidária, que conta com o apoio da UNESCO. 130 no combate à exclusão social. Outro avanço foi a decisão do Governo de São Tomé e Príncipe de implantar o Programa em nível nacional com o financiamento oriundo de parte dos royalties da exploração do petróleo, recém-descoberto na costa do país. O segundo projeto-piloto está sendo executado em Moçambique, país que possui uma população de mais de 17 milhões, conformada em uma extensão territorial de 799.300 Km2. Está localizado na costa oriental da África austral. É a porta de entrada para seis países africanos do interior. Treze línguas principais, além do português, são faladas nessa nação. Sua economia concentra-se no setor primário, com destaque para as exportações de camarão, algodão, caju, açúcar e chá. Deve-se mencionar que, dentre seus recursos naturais, há potencial de energia hidroelétrica, gás, carvão, minerais e madeiras. Em 1998, o PIB per capita era de 236 dólares, muito próximo ao de São Tomé e Príncipe. A renda per capita do país é de US$ 210.00, de acordo com dados do Secretariado da UNCTAD. 91 Os dados educacionais são precários. Moçambique possui taxa de analfabetismo total de 56.8%. Ainda há evidente desequilíbrio entre os gêneros em relação ao número de analfabetos. Entre os homens, a taxa é de 40,3 % e entre as mulheres, de 71,2%. Em 1981, a taxa bruta de matrícula no Ensino Primário do Primeiro Grau alcançou quase 100%. Contudo, a crise econômica e a guerra reduziram drasticamente essa taxa para 54% em 1994. Atualmente, apesar de a taxa de matrícula tender para a recuperação, ainda se tem um pequeno índice de conclusão desse nível de ensino, que termina na 7ª série. As meninas representam 44% das crianças que ingressam na 1ª série, mas apenas 39% destas chegam à 5ª série, e uma pequena porcentagem consegue transitar para o Segundo Grau. O número de jovens que nunca estiveram na escola é bastante elevado. Cerca de 1/3 das crianças em idade escolar não está matriculado. A esperança de vida ao nascer é de 45,3 anos. A taxa de mortalidade infantil é bastante alta. Atinge 129,4 por mil nascidos vivos. 91 UNITED NATIONS CONFERENCE ON TRADE AND DEVELOPMENT. Statistical profiles of the least developed countries. New York : United Nations, 2001. 131 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza O projeto-piloto em Moçambique atende a 150 famílias da capital do país, Maputo, nos bairros Laulane, Mahotas e Albazine, escolhidos, basicamente, segundo, os mesmos critérios utilizados em São Tomé e Príncipe. A Bolsa-Escola em Moçambique tem seu financiamento dividido entre a entidade inglesa Parthenon Trust, um grupo de empresários negros brasileiros e a UNESCO. Também é realizada em parceria com o Programa Alfabetização Solidária. A terceira experiência-piloto é a da República Unida da Tanzânia. O país tem superfície de 945.086 km2. Sua população é de 31.270.820. É um dos países mais pobres do mundo. A economia depende da agricultura, responsável por 56% do Produto Interno Bruto (PIB). Provê 85% das exportações e garante emprego a 90% da força de trabalho. A topografia e as condições climáticas do país limitam sua área cultivável a 4% da terra. A indústria é responsável por 15% do PIB. O índice de desenvolvimento humano é de 0,421. O PIB per capita é de 580 dólares. O índice da população abaixo da linha da pobreza é de 51.1%. Cerca de 99% de sua população é formada por grupos étnicos nativos em mais de 130 tribos, dos quais 95% são Bantu, mas há ênfase menor nas divisões tribais do que outros países da África. O outro 1% é constituído de asiáticos, europeus e árabes. A taxa de analfabetismo no país é bastante alta. Do total da população, cerca de 67.8% são analfabetos. Essa experiência-piloto é executada por meio de parceria entre a Missão Criança e uma ONG Tanzaniana, a Ark Foundation, na capital do país, Dar es Salaam. A Bolsa-Escola nesse país atende a 100 famílias e também tem seu financiamento compartilhado entre a fundação inglesa Parthenon Trust e a UNESCO. Experiência pioneira, a Bolsa-Escola na Tanzânia atende 167 crianças com menos de 15 anos de idade. Eu finalmente posso mandar meus 5 netos para a escola todos os dias. Era muito difícil para mim mandá-los para escola sem nenhuma assistência, pois tenho 72 anos de idade, minha filha morreu de aids, deixando 5 crianças sob meus cuidados e nenhum dinheiro. Antes da implementação do programa Bolsa-Escola, as crianças assavam mandioca no mercado 132 local três vezes por semana para ajudar nossa família. A educação não é importante se não se tem algo para comer. Agora a Bolsa-Escola me ajuda a mandar e manter as crianças na escola todos os dias, pois sei que elas terão comida em casa. Janeth Emmanuel (avó de cinco crianças com idades entre 6 e 13 anos). Os três projetos acima descritos são uma parceria entre uma Organização Não Governamental e o Governo brasileiro e tem por objetivo ampliar o Programa Bolsa-Escola para o exterior e dar continuidade à prestação de cooperação técnica bilateral aos países de menor desenvolvimento relativo. É uma iniciativa de implementar projetos pilotos que, em médio prazo, possam vir a ser ampliados. O objetivo da experiência é influenciar a política publica, além de criar uma rede de cooperação para promover, difundir e expandir a idéia, adaptando-a a cada realidade econômica e cultural, enfim uma contribuição do Brasil ao continente africano. 133 6. CONCLUSÃO O que o mundo social fez, o mundo social pode, armado deste saber, desfazer. Em todo o caso é certo que nada é menos inocente que o laissez-faire: se é verdade que a maioria dos mecanismos econômicos e sociais que estão no princípio dos sofrimentos mais cruéis, sobretudo os que regulam o mercado de trabalho e o mercado escolar, não são fáceis de serem parados ou modificados, segue-se que toda política que não tira plenamente partido das possibilidades, por reduzidas que sejam, que são oferecidas à ação, e que a ciência pode ajudar a descobrir, pode ser considerada como culpada de não dar assistência à pessoa em perigo. (Pierre Bourdieu, 1997).92 As políticas sociais e econômicas implementadas até hoje contribuíram pouco para a redução da pobreza, da desigualdade e da exclusão social. O grande crescimento econômico ao longo do último século confirma esta afirmação. O mundo se industrializou, se urbanizou e transformou radicalmente as suas estruturas econômicas e sociais, entretanto, em muito pouco melhorou os seus índices sociais. Até os anos 70, o crescimento econômico era um instrumento distributivo. Aumentando a riqueza e espalhando-a em toda a sociedade, reduzindo a pobreza. A tendência era a de uma contínua redução na desigualdade social e conseqüente eliminação da pobreza, se nestas condições fossem mantidas as taxas positivas de crescimento. O mundo caminhava para a justiça social. 92 BOURDIEU, P. A miséria do mundo. Petrópolis: Editora Vozes, 1997. p. 735. 135 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza Porém, nas últimas duas décadas, percebe-se uma mudança nesses vetores. A riqueza passou a crescer para cima, como um cone, concentrando-se em uma pequena parcela da população, deixando a outra parte à margem, condenada à pobreza. Chegamos ao final do século em um mundo onde nunca houve tanta riqueza, mas a pobreza não recua e a distância entre ricos e pobres aumenta. A tendência neste início do século XXI é de um contínuo aumento da desigualdade social, do acirramento do quadro de pobreza. E há o risco de uma brecha tão grande entre ricos e pobres que, em breve, ocorrerá em cada país um crescimento separado, e uma possível partição da espécie humana em dois grupos distintos, que já não se sentirão semelhantes entre si. Depois de cem anos de elevado e contínuo crescimento, com exceção de curtos períodos de recessão, nem o desenvolvimentismo, nem o socialismo conseguiram construir um mundo sem pobreza. O atual modelo de desenvolvimento está ampliando as desigualdades e construindo uma humanidade partida. A estratégia de luta contra a pobreza precisa por isso ser modificada. Já não há idéias que ofereçam uma utopia geral para toda a sociedade, e já não parece haver uma base de apoio político para construir qualquer das utopias tradicionais. A base para a superação da pobreza não será feita com as alianças apenas políticas, mas, sim, em um bloco composto por aqueles que tenham o entendimento e o compromisso com a abolição da pobreza. O que unifica aqueles que se propõem a lutar contra a pobreza não é um partido político, nem mesmo uma ideologia política, mas, sim, um sentimento ético. A estratégia para o enfrentamento do problema da pobreza exige por isso uma base ética. Uma base ética que, em primeiro lugar, não continue vendo a redução da pobreza como conseqüência do aumento da riqueza, nem mesmo como o resultado de uma melhor distribuição da renda, que não beneficia os realmente pobres porque só ocorre entre os que estão incluídos no setor moderno do processo produtivo. A luta contra a pobreza tem que ser feita na ótica da pobreza e não na ótica da economia. Para fazer isto, o bloco ético tem que olhar o mundo na ótica dos excluídos. Ver o mundo como os que têm acesso à educação e os que 136 não têm, os que têm acesso aos serviços preventivos e curativos na saúde e os que não têm, os que se sentem seguros e os que vivem na insegurança. O mundo tem que ser visto, entendido e enfrentado com os olhos dos excluídos: as crianças sem futuro, especialmente aquelas que estão fora das escolas, em geral trabalhando; as mulheres excluídas sobre as quais mais pesam as conseqüências da pobreza e da violência doméstica; os doentes sem atendimento médico quando necessitam; os desempregados permanentes. Por isso mesmo, argumenta Pierre Sané, Subdiretor-Geral para Ciências Sociais e Humanas da UNESCO, que ao instante de estabelecer as metas do desenvolvimento para o novo Milênio, as Nações Unidas fixou como a mais importante meta a redução à metade, nos próximos 15 anos, do número de pessoas que vivem na extrema pobreza. Todavia, esta meta, ainda que sumamente louvável por si, não encerra a questão da pobreza. Com efeito, este objetivo não será alcançado com facilidade e, mesmo que o seja, o problema da miséria continuará intacto: poderemos seguir tolerando a perpetuação da pobreza? pergunta e adverte Sané. É preciso, diz ele, colocar a questão em termos muito diferentes. Enquanto se continuar abordando a pobreza como um déficit quantitativo natural incluindo o qualitativo o qual é preciso reparar, não se logrará mobilizar a vontade política necessária para reduzí-la. A extrema pobreza só acabará no dia em que se reconhecer que ela constitui uma violação aos direitos humanos, e que, por conseguinte, for declarada sua abolição. Importa saber agora o porquê e o como. Diz então Sané que, se se define a pobreza em termos relativos, ela se mostrará inesgotável e incurável, porque seremos obrigados a aceitá-la indefinidamente e a gastar recursos e mais recursos para reduzí-la sem cessar. Daí a necessidade de proclamar sua abolição, o que significaria introduzir o reconhecimento do direito aos pobres. No entanto, ela não desapareceria de forma milagrosa ou por arte de ensalmo, mas se criariam as condições para que a causa abolicionista se erigisse em prioridade das prioridades por ser do interesse comum de todos. A aplicação do princípio da justiça e o rigor do direito postos a serviço dessa causa são forças extremamente potentes. Foi assim 137 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza que se conseguiu abolir a escravidão e combater o colonialismo e o apartheid. Importa salientar e advertir que a pobreza está desumanizando a metade dos habitantes de nosso planeta em meio a uma indiferença generalizada, enquanto que a escravidão e o apartheid foram rechaçados e combatidos. 93 As grandes revoluções foram feitas do Estado para a Sociedade e da Nação para o Local. Certamente que é a vontade nacional que assegura uma velocidade maior na erradicação da pobreza, quando as soluções se espalham, executadas localmente, mas com o apoio e a decisão nacional. Mesmo quando sejam necessárias decisões no mais alto nível da administração nacional, a maior parte das ações simples exige o envolvimento direto local. Para isto, a justiça social deve ser pensada como a diretriz mais fundamental a ser incorporada ao desenvolvimento sustentável. As políticas sociais, um meio para a ampliação e consolidação dos direitos sociais, devem levar em conta toda as complexidades regionais e específicas dos tipos de pobreza, tanto econômicas quanto culturais. Uma política de consolidação dos direitos sociais tem de atacar necessariamente os diversos tipos de pobreza, tais como a pobreza de renda, a pobreza derivada da falta de escolaridade, a pobreza de acesso a infor mações com conteúdo, a pobreza cultural e a pobreza da participação política, dentre outras. Devem levar em conta, da mesma forma, os diversos tipos de pobres, bem como os elementos que caracterizam tal pobreza. Essa identificação é um instrumento para a concentração de recursos naquele segmento em que são mais urgentes as ações. Pode-se imaginar escalas de diferenciação dos tipos de pobres, como, por exemplo, a presença, em um extremo negativo, de pessoas que passam fome e, no extremo positivo, de crianças, filhos da classe média baixa, sem acesso aos microcomputadores. Comem, vão à escola, têm algum tipo de lazer, mas ainda são analfabetos digitais. Em resumo, é preciso ter políticas tanto de combate à fome, quanto para viabilizar aos mais pobres o acesso aos 93 SANÉ, P. Abolir la pobreza no es una utopia, sino todo lo contrario... Paris: UNESCO, 2002. (mimeografado). 138 computadores e à rede mundial de comunicação. Vencer barreiras econômicas, culturais e educacionais.A erradicação da pobreza compreende o aumento da renda e a garantia de acesso aos bens e serviços essenciais para todos. É preciso enfatizar que o combate à exclusão social deverá ser levado adiante em uma nova agenda. Essa não poderá se furtar a consolidar em sua implementação a ampliação dos direitos políticos, sociais e civis. Sem algum destes elementos não se estará combatendo de maneira efetiva as mazelas sociais. A questão não é simples. O problema é complexo e urgente. As conseqüências da formação de um mundo subterrâneo, da exclusão de milhares de famílias dos direitos políticos, civis e sociais gerou problemas estruturais e de difícil solução para a vida cotidiana. Parece crescer cada vez mais o consenso de que esta situação deve ser combatida. Em outras palavras, o tema está pautando a agenda política mundial. Porém, até agora o que se tem visto são ações fragmentadas, não eficientes e reducionistas. São poucas as exceções. Na maior parte das vezes, as políticas sociais têm se demonstrado ineficientes e ineficazes. Uma agenda de combate à pobreza e à exclusão social que atinja o mundo subterrâneo deve considerar os três direitos fundamentais civis, políticos e sociais para a consolidação de uma sociedade pelo menos liberal e aberta. Dar acesso às crianças que ainda não se encontram na escola ou foram excluídas dela é um imperativo ético. E a Bolsa-Escola é um incentivo social, uma remuneração que mobiliza as famílias pobres, especialmente as mães. Mantendo-se a política por vários anos, evitando a descontinuidade e a fragmentação das ações, especialmente até o final do segundo grau, reduz-se o risco de os jovens continuarem na extrema pobreza e também a probabilidade de caírem na exclusão social quando adultos. Para alcançar a meta fundamental de reduzir a pobreza é preciso aprimorar as políticas públicas. Um dos graves problemas na efetivação de tais políticas é sua falta de integração e articulação das diferentes ações. Se os recursos de combate à pobreza e ampliação dos direitos sociais forem aplicados de for ma não-integrada e sem um fino acompanhamento e avaliação dos seus efeitos e seus resultados, tendem 139 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza a ser insuficientes. É preciso avaliar e corrigir rumos. Essas ações permitirão o aprimoraras políticas sociais e mensurar seus verdadeiros efeitos na resolução dos problemas. Há muitas formas de conceber um programa social. A mais tradicional entende que os governos e a sociedade devam doar algo. Por outro lado, pode-se imaginar que na maioria das vezes o ideal é estabelecer uma troca. Esta concepção per mite quebrar o assistencialismo, responsabilizar o beneficiário, aumentar sua autoestima, tornado-o construtor dos benefícios que obtém. Essa concepção está na origem da formulação da Bolsa-Escola. O pronunciamento do Presidente brasileiro, Fernando Henrique Cardoso, na Reunião de Cúpula de Estocolmo sobre Governança Progressista, em fevereiro de 2002, expressa a vontade de poder contribuir com o continente africano a partir da ampliação do Programa Bolsa-Escola para o continente: Existe a possibilidade de que o Bolsa Escola seja levado a diferentes partes do mundo, especialmente a países afetados pelo trabalho infantil. Uma espécie de Plano Marshall Social de alcance social global, esta iniciativa poderia eliminar o trabalho infantil, fortalecer a educação entre os pobres, bem como garantir renda e outros benefícios indiretos a essas famílias. A expansão desse programa não seria difícil, se novos passos fossem dados envolvendo as lideranças mundiais tanto do setor público quanto do setor privado. Um Bolsa Escola de alcance global não está fora das possibilidades geradas pela riqueza mundial. Para resgatar todas as 250 milhões de crianças sem escola no mundo, mediante uma contribuição mensal de US$ 40 às suas famílias pobres, seria necessária uma soma total de US$ 40 bilhões. Para prover em média US$ 20 mensalmente por família às 90 milhões de crianças fora da escola na África, seriam necessários aproximadamente US$ 7,3 bilhões. 140 Pagando-se em média por mês US$ 20 por família, US$ 5,2 bilhões seriam necessários para trazer à escola 64 milhões de crianças em 41 dos países pobres altamente endividados (HIPCs). Com relação à América Latina, com US$ 3,6 bilhões, a educação e a libertação do trabalho infantil poderiam ser assegurados para 22 milhões de crianças que hoje não estão na escola. Isso envolveria pagar US$ 40 mensais por família. A Rede para a Governança Progressista poderia adotar o Programa Bolsa Escola como contribuição para uma globalização ética. Como o desenvolvimento econômico por si só não erradica a pobreza, a expansão do Bolsa Escola poderia ser uma forma de quebrar o círculo vicioso que perpetua a pobreza onde, de geração em geração, cada criança pobre está condenada a tornar-se um adulto pobre, de quem por sua vez nascerão crianças pobres, perpetuando o ciclo. Investindo-se em educação, é possível construir a tão necessária ponte entre ricos e pobres, de forma que possamos ter no século XXI a esperança de viver em uma sociedade melhor e mais igualitária. 94 Também a Unesco, como organismo das Nações Unidas na área de educação e cultura, vem, desde as primeiras experiências de BolsaEscola iniciadas no Brasil, avaliando e acompanhando os impactos e efeitos do Programa junto às famílias mais pobres. Mais do que isso, tem divulgado a experiência em outros países e defendido também a proposta de troca da dívida por Bolsa-Escola, como afirma o seu representante no Brasil, Dr. Jorge Werthein: elas (as experiencias de Bolsa-escola) de fato podem ajudar na luta maior da Unesco hoje que é a de garantir educação de qualidade para todos. Estamos tentando agora levar essa proposta, por intermédio da Unesco em Paris, à Cúpula das Nações Unidas (...). A proposta que formulamos para entrar na agenda do Diálogo entre as Culturas e as Civilizações, 94 CARDOSO, F. H. Pronunciamento feito na Reunião de Cúpula de Estocolmo sobre Governança Progressista, fevereiro de 2002. 141 BOLSA-ESCOLA: Educação para enfrentar a pobreza ou de forma mais específica entre as nações pobres e ricas, envolve a troca de parte da dívida externa dos países pobres por Bolsa-Escola. Estou cada vez mais seguro de que será somente por intermédio da solidariedade entre as nações, que será possível construir estratégias duradouras de combate à pobreza. 95 É neste sentido que o Brasil, país com a população mais expressiva de afrodescendentes em todo o mundo, que reconhece o sistema escravocrata de negros africanos como crime contra a humanidade e que tem entre seus principais objetivos o combate à pobreza e a exclusão social, propõe uma espécie de reparação da indignidade da escravidão, um imperativo ético para o nosso povo. É importante ser mais audaz, contribuir para que o continente africano supere a sua condição de pobreza. Com esta vontade é que o Brasil começa a repensar seu papel no sentido de intercambiar experiências, cooperar tecnicamente como os países africanos na implantação de programas de combate à exclusão, principalmente a Bolsa-Escola. A África, como o Brasil, infelizmente, ainda é um Continente onde a Bolsa-Escola é necessária, assim como as bolsas que permitem assimilar conhecimentos necessários ao seu desenvolvimento autosustentável. É preciso relevar o papel protagônico da educação das crianças pobres na estratégia de combate à exclusão social e no rompimento do círculo geracional da pobreza. A História se encarregará de mostrar que este é um bom caminho, descoberto há 15 anos e implementado há 7 anos por brasileiros, preocupados com as contradições centrais de nossa sociedade e dispostos a encontrar soluções para seus problemas. 95 WERTHEIN, J.; CUNHA, C. da. Op. Cit. p. 27. 142 BIBLIOGRAFIA ADATO, M.; COADY, D.; RUEL, M. Operation evaluation of Progresa from the perspective of beneficiary promotors, school directors, and health staff: final report. Washington, D.C.: International Food Policy Research Institute, 2000. ALBER, J. Le origine del Welfare State: teorie, ipotesi, e analisi empirica. 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