Linea de emergencia 0416HBRA Brazil: FIAN International Secretariat P.O. Box 10 22 43 D-69012 Heidelberg Tel: + 49 .6221 6530030 Fax: + 49 .6221 830 545 email: [email protected] http: www.fian.org 17.08.04 Campesinas y campesinos del ingenio Prado luchan por la tierra Desde hace más de siete años 280 familias de trabajadores rurales sin tierra de Pernambuco, noreste del Brasil, luchan por las tierras abandonadas del Ingenio Prado. En 1997, las familias ocuparon y cultivaron las tierras y cosecharon sus alimentos. Sin embargo, en 2003 las familias fueron violentamente expulsadas de estas tierras por una decisión judicial ilegal de la Justicia Provincial, sus viviendas, escuelas, iglesias, centro comunitário y cultivos fueron destruídos. Ellos también sufrieron acciones violentas de grupos paramilitares del propietario del Ingenio y de la Policia Militar de la Provincia. Actualmente, las familias viven a la orilla de una calle, sin condiciones para producir, a merced de donaciones particulares y de la ayuda alimentaria del gobierno, que es escasa y suministrada de manera irregular. Las tierras fueron expropiadas, por segunda vez en el 2003, por medio de un Decreto Presidencial. El propietario interpuso una medida judicial para anular el Decreto. Este proceso se encuentra ahora en la más alta instancia jurídica del Brasil, el Supremo Tribunal Federal (STF), el cual se ha demorado en casos similares dos años para tomar una decisión. Frente a esta situación, es muy importante escribir al Ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) para que agilize una decisión en relación con este proceso, para que el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agrária (INCRA) pueda dar seguimento a la expropiación del área. Por favor, escriba de manera cordial al STF. Envíe una copia al presidente del STF y otra a la Comisión Pastoral de la Tierra. Antecedentes El conflicto por las tierras del Ingenio Prado tiene lugar en la región conocida como Mata, en el Estado de Pernambuco, nordeste de Brasil. Esta región se caracteriza desde hace siglos por la economía de la caña de azúcar. El monocultivo de la caña es concentrador de tierra, de ingresos y de poder. La producción de caña utilizada para la producción de azúcar y alcohol- es dominada por una élite poderosa, que controla sectores del Estado, sobreexplota a los trabajadores y no respeta las leyes laborales. Con la crisis de la caña en los años 90, muchos productores se endeudaron y despidieron a sus trabajadores. Actualmente estas oligarquías han recobrado influencia en el gobierno brasileño que depende de la exportación de productos agrícolas para generar divisas. El fortalecimiento de los barones del azúcar crea nuevas dificultades para los campesinos que luchan por la tierra y el apoyo del Estado a la agricultura de subsistencia. En 1997, las 280 familias ocuparon las tierras improductivas del Ingenio Prado, Papicu, Taquara, Tocos y Dependência, en la municipalidad de Tracunhaém, estado de Pernambuco. El Estado brasileño, por medio del INCRA - Instituto encargado de la implementación de la reforma agraria - confirmó que las tierras son improductivas, y, en conformidad con la ley brasileña, el gobierno expropró las tierras para fines de reforma agraria. Sin Embargo, el Grupo João Santos, propietário de las tierras, recurrió a la justicia suspendiendo la expropiación. Las familias todavía vivían y producían en las tierras. El noviembre de 2003, la situación de las familias cambió radicalmente cuando la Justicia de Pernambuco, con el apoyo de la policía y de milicias privadas del terrateniente expulsaron a las familias de las tierras, destruyendo plantaciones, casas, matando animales, y ejerciendo todo tipo de humillaciones contra las familias. Desde noviembre de 2003, las familias están acampando a la orilla de la carretera, hombres, mujeres, niños y ancianos viven en barracas de plástico, sin acceso a tierras e impedidas de producir su alimento, dependiendo de las donaciones particulares y del gobierno. En junio de 2004 una Misión de Investigación de FIAN y La Via Campesina (LVC), en el marco de la Campaña Global por la Reforma Agraria, verificó las condiciones inhumanas en las que viven las familias. El noviembre del 2003, después del desalojo, el gobierno nuevamente expropió las tierras. Ante esto, el propietario nuevamente entró con medidas judiciales para anular el Decreto. A pesar de que la primera medida judicial había sido negada por el Supremo Tribunal Federal (STF), el propietario presentó una segunda medida, que fue acepta por el STF. Trás de siete años de lucha, el proceso de expropiación se encuentra en la instancia máxima de la justicia brasilera. Se espera que el STF agilice la decisión, según la promesa hecha por su presidente a la Misión Internacional de FIAN y LVC. Además las familias esperan ser indemnizadas por las pérdidas de los desalojos ocurridos en 2003. El mandato de FIAN Brasil ratificó el Pacto Internacional de Derechos Humanos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, por lo tanto, está obligado a proteger y garantizar el derecho a alimentarse de las familias campesinas que luchan por las tierras del Ingenio Prado. El acceso y control de la tierra es de vital importancia para que las familias campesinas tengan un acceso garantizado a los alimentos. El Estado brasileño tiene los recursos (tierras) disponibles para garantizar este derecho y es inaceptable que se mantenga inmóvil, violando el derecho humano a alimentarse de las familias. Fin de la acción: 10.10.2004 Direcciones: Ministro Sepúlveda Pertence Supremo Tribunal Federal Praça dos Três Poderes, Brasília - DF – Brasil CEP.: 70175-900 Copias: Ministro Nelson Jobim Presidente do Supremo Tribunal Federal Praça dos Três Poderes, Brasília - DF – Brasil CEP.: 70175-900 Fax: 0055 61 2174129 Comissão Pastoral da Terra Rua Esperanto, 490 - Ilha do Leite 50070 - 390 - Recife – Pernambuco Brasil Fax.: 00 55 81 3222 2943 Email: [email protected] Fax: 0055 61 2174020 Traducción de la carta modelo: Excelentísimo Ministro, Por medio de la presente me permito compartir con Usted las preocupantes informaciones que he recibido sobre la situación de 280 familias campesinas, las cuales desde 1997 vivían en las tierras del Ingenio Prado, en el municipio de Tracunhaém, en Pernambuco. En noviembre del año pasado las familias fueron expulsadas violentamente de las tierras por policías militares del estado de Pernambuco y por paramilitares del grupo João Santos. Sus plantaciones fueron destruidas, les quemaron sus casas, las iglesias y templos fueron derrumbados, se dañaron escuelas y centros comunitarios, mataron animales y las fuentes de agua fueron envenenadas. Los daños incurridos a causa de las mencionadas acciones no han sido indemnizadas hasta hoy. Las familias perjudicadas viven desde noviembre del 2003 en campamentos de plástico al borde de la calle (PE-041), y debido a su precaria situación se encuentran impedidas para producir puesto, que se encuentran aprisionadas entre las cercas del propietario y la avenida. Estos grupos vulnerables actualmente dependen de la ayuda alimentaria del gobierno y de las donaciones particulares. He recibido denuncias según las cuales la entrega de esta ayuda alimentaria no solo es insuficiente, sino que además es suministrada irregularmente, lo cual agrava la precaria situación vivida por las famílias, llevando a los niños y ancianos a niveles inaceptables de desnutrición, y los convierte en víctimas constantes de epidemias e infecciones gastro-instestinales. Desde hace siete años las familias están esperando que las tierras sean expropiadas. Actiualmente el proceso de expropiación de las tierras para fines de la reforma agraria se encuentra en trámite ante ese honorable tribunal y está bloqueado por una medida de aseguramiento solicitada por el propietario. El honorable Tribunal ha tenido el asunto bajo su conocimiento por un tiempo aproximado de dos años. Tomo la libertad de escribirle a su excelencia, puesto que Brasil es un estado parte de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, de manera que ha asumido compromisos en el ámbito del derecho internacional, obligádose a proteger y garantizar los derechos a la alimentación, a la tierra y a la vida de las familias campesinas. Consideramos que el Estado brasilero cuenta con las condiciones para garantiztar estos derechos a su población. En razón de la precaria situación de las familias sin tierra y de los compromisos del estado brasilero, le solicito respetuosamente a su Excelencia que adopte las medidas posibles para: agilizar la adopción de una decisión en cuanto al mérito de la Medida de Aseguramiento n° 24.764/04, para que garantice al INCRA la posibilidad de continuar con la expropiación y la adjudicación de las tierras que se encuentran mencionadas en el Decreto de Expropiación de 25 de noviembre del 2003, Publicado en el Diario Oficial de la Unión, Sección I, página 64, nº 230 de 26 de noviembre del 2003; determinar la indemnizacion material y moral de las familias por los daños y prejuicos causados mediante los despojos adelantados el 03.07 y el 01.11.03 por el Estado de Pernambuco en la Usina Santa Teresa; determinar al INCRA que de forma urgente, regularice el suministro de alimentos a las familias que se encuentran en los campamentos, hasta que se encuentren debidamente asentadas en condiciones de producir para alimentarse. determinar al Estado de Pernambuco que, de forma urgente, provea servicios de salud, educación y transporte adecuados a la comunidad. Por favor manténgame informado de las medidas que se adopten a este respecto. Respetuosamente, Sírvase informar al secretariado internacional de FIAN de cada respuesta de Sus cartas Ministro Sepúlveda Pertence Supremo Tribunal Federal Praça dos Três Poderes, Brasília - DF - Brasil CEP.: 70175-900 Excelentíssimo Ministro, Gostaria de partilhar com Vossa Excelência as informações preocupantes que estou recebendo sobre a situação das 280 famílias camponesas que, desde 1997 viviam nas terras do Engenho Prado, no município de Tracunhaém, em Pernambuco. Em novembro do ano passado, as famílias foram violentamente expulsas por polícias militares do Estado de Pernambuco e milícias privadas do Grupo João Santos, tendo suas plantações destruídas, casas queimadas, Igrejas e Templos derrubados, escolas e centros comunitários postos ao chão,animais mortos e fontes de água envenenadas. As perdas que tiveram não foram indenizadas até hoje. As famílias vivem, desde novembro de 2003, sob barracas de plástico(lonas pretas), à margem da estrada (PE-041), impedidas de produzir,visto que estão espremidas entre o arame farpado do proprietário e a estrada, dependendo de ajuda alimentar do governo e de doações particulares. Tenho recebido denúncias de que a entrega desta ajuda alimentar além de insuficiente também é fornecida de forma irregular, o que agrava a precária situação vivida pelas famílias, levando crianças e idosos ao nível inaceitável de sub-nutrição, vitimas de constantes epidemias e doenças gastroinstestinais. Há sete anos, as famílias esperam pela desapropriação das terras. Atualmente o processo de desapropriação das terras para fins de reforma agrária tramita neste Egrégio Tribunal, e está bloqueado por um Mandado de Segurança impetrado do proprietário. O Egrégio Tribunal tem levado em média dois anos para decidir sobre questões envolvendo esta questão. Tomo a liberdade de escrever a Vossa Excelência, pois o Brasil é Estado Parte dos Pactos Internacionais de Direitos Humanos da Organização das Nações Unidas (ONU) e, desta forma, assumiu compromissos no âmbito do direito internacional de proteger e garantir os direitos à alimentação, à terra e à vida das famílias camponesas. Consideramos que o Estado brasileiro tem as condições de garantir estes direitos à sua população. Em razão da situação precária das famílias sem terra e dos compromissos do Estado brasileiro, solicito respeitosamente que Vossa Excelência tome todas as medidas possíveis para - - agilizar a tomada de decisão quanto ao mérito do Mandado de Segurança n° 24.764/04, para que possa garantir ao INCRA dar continuidade à desapropriação e imissão de posse das terras que se encontram no Decreto de Desapropriação de 25 de novembro de 2003, Publicado no Diário Oficial da União, Seção I, página 64, nº 230 de 26 de novembro de 2003; determinar a indenização material e moral das famílias pelos prejuízos com os despejos ocorridos em 03.07 e 01.11.03 cometidos pelo Estado de Pernambuco e a Usina Santa Teresa; determinar ao INCRA que, de forma urgente, regularize o fornecimento alimentar às famílias acampadas até que estejam devidamente assentadas e em condições de produzir para alimentaremse; determinar ao Estado de Pernambuco, que de forma urgente, forneça serviços de saúde, educação e transporte adequadas à comunidade. Por favor, mantenha-me informado das medidas que forem tomadas. Respeitosamente, cc. Ministro Nelson Jobim, Presidente do Supremo Tribunal Federal