Revista de Geografía Espacios (Abreviatura según normas del ISSN: Rev. geogr. espacio) ISSN 0719-0573 Volumen 2 Número 3 Año 2 ©Derechos reservados Ediciones de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano Av. Condell 343, Providencia, Santiago de Chile Queda prohibida la reproducción total o parcial de los artículos sin la debida autorización, salvo para citas y comentarios. Diagramación: Marco Murúa Cabrera E-mail: [email protected] Fono: 78385084 Foto portada y contraportada: “Clases de Geografía en el aula y en terreno”, Chile. Autor: Marcelo Garrido. Impresión: ANDROS Impresores. Santa Elena 1955. Santiago Julio, 2012 Revista de Geografía Espacios Director: Dr. Marcelo Garrido Editor: Dr. Antonio Rivera Hutinel e-mail: [email protected] Comité Editorial: Dra. Ximena Valdés Dr. Milton Godoy Dra. Paula Raposo Dr. Raúl González Dr. Jerónimo Montero PhD(c) Miguel Villa Dra. Gabriela Raposo Dra(c). Pilar González Dra(c). Macarena Barahona Dra(c). Amparo Gallegos Comité Asesor Editorial: Dra. Sandra Fernández, Universidad de Concepción, Chile. Dr. Fernando Saavedra, FLACSO-México. Dra. Irene Molina, Universidad de Uppsala, Suecia. Dr. Efraín León, Universidad Autónoma de México. Dra. Helena Callai, Universidad de Ijuí, Brasil. Dra. Lana Cavalcanti, Universidad Federal de Goias, Brasil. Dra. Sonia Castellar, Universidad de San Pablo, Brasil. Dr. Nestor Kaercher, Universidad Federal de Rio Grande Del Sur, Brasil. Dr. Oscar Sobarzo, Universidad Federal de Rio Grande Del Sur, Brasil. Dr. Manoel Santana, Universidad Estadual de Rio de Janeiro, Brasil. Dr. Marcos Campos Souto, Universidad Estadual de Rio de Janeiro, Brasil. Dra. Diana Mulinari, Universidad de Lund, Suecia. Dra. Aida Aragao-Lagergren, Universidad de Uppsala, Suecia. Dr. Ruy Moreira, Universidad Federal Fluminense, Brasil. Dra. Beatriz Bustos, Universidad de Chile. Dra. María Laura Silveira, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Dr. Johannes Rehner, Pontificia Universidad Católica de Chile. Mg. Raquel Gurevich, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Revista de Geografía Espacios Se constituye como un medio para el desarrollo y divulgación de enfoques innovadores de la disciplina geográfica, tanto en términos de las apuestas teóricas como de las perspectivas metodológicas y técnicas utilizadas. Asume la denominación genérica de espacio relevando la necesidad de difundir el conocimiento referido a las formas múltiples y complejas que tiene el ser humano de relacionarse con su medio. En este sentido, la revista asume la importancia del espacio como indicador de una historia materializada y como expresión de las posibilidades del Ser en el mundo. Teniendo en cuenta que el espacio es un campo objetual de interés no sólo para geógrafos, esta revista convoca también a investigadores e interventores de disciplinas afines que trabajan desde perspectivas transdisciplinares. Es patrocinada por el Programa de Investigaciones e Intervenciones Territoriales (PIIT) de la Carrera de Geografía de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, con publicación bianual en los meses de Junio y Diciembre. Las instrucciones para el envío de trabajos se pueden encontrar en www.geoacademia.cl y/o ser enviados al e-mail del editor de la revista. La Revista publica artículos en los siguientes tipos de contribuciones: 1) Investigación, 2) Revisión, 3) Ensayos, 4) Metodologías, 5) Reseñas de Libros, 6) Foros de discusión y 7) Cartas al Editor. Los artículos son publicados en español o portugués con resumen bilingüe. Las contribuciones son sometidas a revisión del Comité Editorial y luego derivadas a dos revisores competentes en el área temática respectiva, a quienes se les hace llegar el artículo sin identificación de los autores. El resultado es comunicado a los interesados, indicando su aprobación, rechazo, o aprobación con modificaciones. El envío de un trabajo implica el compromiso por parte del autor o autores de que no haya sido publicado en otra revista ni esté en vías de ser publicado. El no cumplimiento de este requisito dejará al autor vetado para cualquier publicación futura. iv PRESENTACIÓN Presentamos el tercer número de la Revista “Espacios”, publicación, que como ya hemos señalado en números anteriores, pretende contribuir a la democratización y a la transferencia de los saberes espaciales que emanan desde el campo disciplinar de la Geografía y de otras Ciencias Sociales. De modo particular, este número presenta contribuciones desarrolladas en el marco del II Coloquio Internacional de Investigadores en Didáctica de la Geografía que fue organizado por la Universidad Academia de Humanismo Cristiano en conjunto con la REDLADGEO a comienzos de este año 2012, y que contó con el financiamiento del proyecto FONDECYT N°11100272. El comité editorial consideró prioritario posibilitar una convocatoria abierta a quienes participaron de dicho coloquio, de manera que pudiesen ser evaluados trabajos en esta área tan poco explorada en las revistas académicas de geografía que se editan en nuestro país. El fortalecimiento de los vínculos entre Pedagogía y Geografía es de vital importancia para el desarrollo de los conocimientos territoriales, paisajísticos, regionales, medioambientales y del lugar a nivel escolar. Durante mucho tiempo, estos fueron subvalorados o definitivamente, desconocidos por quienes se empeñaron en demostrar que la Geografía podría por sí misma lograr una consolidación de sus saberes (conceptos, procedimientos y actitudes) en el campo de las acciones cotidianas. Así entonces, muchos creyeron que los procesos de planificación, proyección o programación de/y sobre los espacios (con sus derivaciones aséptico-neutrales como el ordenamiento espacial) podrían desarrollarse sin una conexión fina con los procesos de socialización y endoculturación formalizadas que se dan desde y por la escuela. Es justamente en este espacio –la escuela– en donde se abren, se movilizan, se clausuran y se concluyen sentidos del ser espacial. Más aún, donde se reconocen, se validan y se legitiman las formas, los objetos, los flujos, las topologías y las acciones constituyentes del espacio. Esta es la razón por la que el diálogo con la Pedagogía se torna urgente y por la que la producción de puentes interpretativos/explicativos se vuelve un imperativo. En este número entonces, se pretende contribuir a este desafío de vínculo comunicando a través de ensayos, revisiones e investigaciones, diversas formas de comprender el fenómeno de la enseñanza y del aprendizaje geográfico, y de la situación espacial del proceso educativo. Se renuncia explícitamente a considerar el acto educativo en una lógica técnico-insv trumental y se anuncian nuevos intentos por reconsiderar a la experiencia espacial como el primer dispositivo de una educación emancipadora. Se valoran los procesos reflexivos en la acción docente como indicadores de potenciales transformaciones y se cuestionan los intentos pedagógicos por normalizar las disidencias territoriales. Se validan los procesos de construcción de cotidiano y se rompen los muros físicos de la escuela, para entenderla como un complejo multiescalar. De modo específico, los profesores Adriana Andreis y Adair Adams nos presentan un ensayo que rescata la importancia del diálogo entre el mundo académico, forjador de pensamientos y la escuela como entidad productora de cotidiano espacial. En este ejercicio, se exploran las necesidades de trabajo categorial que requiere la enseñanza de la Geografía y los desafíos que representa recuperar la experiencia cotidiana del espacio cuando los encuadres de sentidos son forjados, la mayor parte de las veces, fuera del mundo escolar. Por su parte, la profesora Ana Claudia Ramos Sacramento expone los principales hallazgos de una investigación centrada en las actuaciones del profesor en tanto mediador de los aprendizajes de los estudiantes. Utilizando un enfoque etnográfico logra adentrarse en los procesos de reflexión que los propios docentes desarrollan sobre su acción didáctica y el papel que le cabe a la conciencia en la construcción de aprendizajes espaciales. De manera innovadora, la profesora Maristela de Moraes nos presenta una investigación que usa como soporte narrativas literarias. Se propone la búsqueda de las categorías que podrían ser consideradas como relevantes para la disciplina geográfica escolar, intentando explorar en las densidades del discurso literario y su papel en la recomposición de los escenarios de la vida. De modo específico, se propone desde la construcción de imaginarios, un trabajo de aprendizaje sobre el cotidiano espacial que debe ser explorado, en condiciones de intervención pedagógica, desde perspectivas interdisciplinares. El profesor Omar Tobío, por su parte, intenta redibujar el rol que le cabe a la enseñanza geográfica en el establecimiento de conexiones particulares entre cultura cotidiana de los territorios y las geografías sobre las que se desarrollan y materializan los proyectos escolares. En este sentido, pone énfasis en las necesidades de recontextualización de los conocimientos geográficos para la definición de una agenda de intervención territorial que permita a los educadores superar ciertos obstáculos impuestos por una realidad fragmentada y segregada. vi Por otro lado, el profesor Alberto Gutiérrez explora en las potencialidades pedagógicas que tienen los estudios del territorio y que permiten pensar en una formación ciudadana situada. Desde esta perspectiva, se argumenta sobre la emergencia del ciudadano territorial, como una categoría que sistematiza y significa a un actor que produce y construye territorio en un contexto democrático de respeto a la diferencia y de reconocimiento de la pluralidad. Por último, el profesor Rafael Straforini, nos presenta los resultados de una investigación desarrollada con profesores de enseñanza básica que busca profundizar en los mecanismos de reflexión y en las modalidades de pensamiento que están a la base de las intervenciones pedagógicas. Se releva la dimensión espacio-temporal de los sistemas de pensamiento que articulan las acciones didácticas y curriculares, y se desarrollan acercamientos específicos a las dificultades que presentan los profesores para promover en sí mismos (y en los otros) raciocinios espaciales. Dr. Marcelo Garrido Pereira Director Santiago 30 de Julio, 2012 vii Índice Ensayo Formación ciudadana en perspectiva territorio: potencial pedagógico y reto didáctico para las ciencias sociales y la geografía. Alberto León Gutiérrez Tamayo 1-22 Investigación Geografía e literatura Maristela María de Moraes 23-40 Investigación A consciência e a mediação dos conhecimentos geográficos pelos professores em sala de aula Ana Claudia Ramos Sacramento 41-56 Investigación Alteridade e geografia escolar: uma leitura das práticas curriculares nos primeiros anos do ensino fundamental Rafael Straforini 57-72 Ensayo Enseñanza de la geografía: una agenda posible para la intervención en los territorios Omar Tobío 73-90 Ensayo Academia e escola e o ensino de geografía Adriana Maria Andreis & Adair Adams 91-106 Reseña de Libro Formação de professores: pesquisa e prática pedagógica em geografia Nataly Pérez Cisternas 107-109 Reseña de Libro Ensino de Geografia Verónica Salgado Labra 111-113 ix REVISTA DE GEOGRAFIA ESPACIOS Rev. Geogr. Espacios 2(3): 1-22 Universidad Academia de Humanismo Cristiano Ensayo Formación ciudadana en perspectiva territorio: potencial pedagógico y reto didáctico para las ciencias sociales y la geografía Educação para a cidadania em Perspectiva território: potencial pedagógico e desafio didático para as ciências sociais e geografia ALBERTO LEÓN GUTIÉRREZ TAMAYO1 1 Departamento de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Antioquia, Colombia. e-mail: [email protected] RESUMEN El propósito de este trabajo es fundamentar la formación ciudadana desde el potencial pedagógico de los estudios del territorio. Teóricamente este se ocupa de la constitución del ciudadano territorial como base de la ciudadanía orientada al fortalecimiento de la democracia. Operativamente se centra en el potencial pedagógico y el reto didáctico de los estudios del territorio para las ciencias sociales y la geografía. En efecto, se acepta que no se cuenta con el ciudadano requerido para afianzar la democracia. Se parte del supuesto que éste no nace siendo ciudadano territorial y que es necesario formarlo en contexto de manera consciente e intencionada para que ligado al territorio que habita, construye y semantiza, pueda desplegar junto a otros una ciudadanía renovada orientada al respeto por la diferencia, al reconocimiento de la pluralidad, a la construcción de convivencia y a la democracia. La finalidad del trabajo es contribuir al debate democrático latinoamericano, haciendo visibles las posibilidades pedagógicas y didácticas que otorga la formación ciudadana en perspectiva de los estudios del territorio, soportados en los enfoques de las ciencias de la educación, las ciencias políticas y la geografía crítica. La relación teórico-práctica de la formación ciudadana y los estudios del territorio es necesaria para dinamizar la enseñanza de la geografía y de las ciencias sociales. Palabras clave: Formación ciudadana, territorio, potencialidad pedagógica, reto didáctico, educación geográfica. 1 Gutiérrez Tamayo RESUMO O proposito deste trabalho é fundamentar a formação cidadã desde o potencial educativo que tem os estudos do território. Teoricamente, ele ocupa-se da constituição do cidadão territorial como a base da cidadania que se preocupa com o fortalecimento da democracia. Operacionalmente centra-se no potencial pedagógico e no desafio didático dos estudos do território para as ciências sociais e a geografia, ainda acreditasse que não temos o cidadão que precisamos para o fortalecimento da democracia. Supõe-se que ele não nasce sendo cidadão territorial e que é preciso forma-o em contexto, de forma consciente e intencionada para que ligado ao território que habita, constrói e semantiza possa implementar em conjunto com outros uma cidadania renovada, orientada ao respeito pela diferencia, ao reconhecimento da pluralidade, da construção de convivência e á democracia. O trabalho tem como finalidade contribuir ao debate democrático latino-americano tornando visíveis as possibilidades pedagógicas e didáticas que entrega a formação cidadã em perspectiva dos estudos do território, baseados nos enfoques das ciências da educação, as ciências políticas e a geografia crítica. A relação teórico- prática da formação cidadã e os estudos do território é necessária para dinamizar o ensino de geografia e das ciências sociais. Palavras-chave: Formação da cidadania, Território, Potencial pedagógico, Desafio didático, Educação geográfica. INTRODUCCIÓN de las ciencias de la educación y a la vez, conectado a la concepción de educación como proceso social, más que como encargo o hecho social. Como tal es intencionado y se basa en la instrucción, la educación y el desarrollo, en contexto, y posee una finalidad predeterminada tal y como se prevé desde la teoría de los procesos conscientes (Álvarez de Zayas 1998). Ello implica que además de definirse conscientemente en qué formar, la manera de hacerlo para adquirir conocimientos haciéndolos propios e incorporarlos y habilidades que permitan practicarlos, también se devela su finalidad. En particular, formar ciudadanos capaces de tejer el sueño democrático latinoamericano En este trabajo se sustenta la reflexión respecto a las potencialidades pedagógicas y los retos didácticos que ofrecen a la enseñanza de las ciencias sociales y de la geografía, los procesos de formación ciudadana en perspectiva de los estudios del territorio, fundamentada en la triangulación de los aportes teóricos que ofrecen las ciencias de la educación, las ciencias políticas y la geografía crítica. Se parte asumiendo que la formación aludida es un proceso ligado a la pedagogía en tanto ciencia fundante 2 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía que demanda del sistema educativo, es decir, de la escuela, por finalidad y encargo social, proponérselo e intencionarlo como imagen objetivo, a manera de proceso consciente, con la finalidad de construir y fortalecer este proyecto político. noción de territorio como construcción sociocultural e histórica, apoyados en los aportes de la geografía crítica. En particular, este territorio se concibe como resultado de la interacción dinámica, holística y compleja entre: 1) Materialidad (i.e. un sustrato geofísico en permanente transformación), 2) Dinamización sociocultural (i.e. gestada a partir de los usos y apropiaciones que la población realizada de la materialidad), 3) Nuevas simbologías, representaciones e imaginarios con los que la población semantiza la materialidad y la dinamización sociocultural y, 4) Las prácticas sociales que caracterizan los escenarios donde acontece el proceso de constitución del territorio y que protagonizan, al tiempo, la institucionalidad pública y privada, las subjetividades sociales y los conocimientos prácticos, a manera de saber empírico que ambas han acumulado en el tiempo y que, por la vía de la réplica, asumen como válido. Posteriormente, la argumentación se detiene en la interrelación democracia, ciudadano y ciudadanía apoyándose en las contribuciones de las ciencias políticas para gestar, como resultado novedoso, la noción de ciudadano territorial, fruto de los procesos de formación ciudadana referidos. La democracia como sistema político y posibilidad para alcanzar mejores niveles de vida y de bienestar general, requiere de ciudadanos capaces de vivir su ciudadanía. Más allá de ciudadanos cívicos, republicanos, comunitaristas o mestizos, cumplidores de sus deberes y en ejercicio de sus derechos, se precisa de ciudadanos democráticos, sociales, políticos y participativos, de manera activa y crítica, dispuestos a subvertir el orden, con capacidad para transformar la realidad cotidiana, arraigados fluidamente al territorio donde viven y luchan por materializar sus sueños. Estos ciudadanos territoriales no nacen: se hacen, se forman. La intencionalidad y finalidad centrales de la formación expuesta, la del ciudadano territorial, estará orientada al ejercicio de su ciudadanía territorializada para construir y fortalecer la democracia. Al asumir este territorio como objeto de estudio, adquiere la connotación de ser susceptible de enseñarse y, por tanto, de convertirse en contenido, medio y método de enseñanza, provocador de ambientes favorecedores del aprendizaje. Como tal, en medio del proceso de constitución del territorio, provenientes de las transformaciones sobre su materialidad, de las dinámicas socioculturales, las semantizaciones y las prácticas sociales inherentes, emergen potencialidades pedagógicas para incentivar al sujeto, a manera de estímulos externos y de motivaciones Para lograrlo y fortalecerlo teórica y metodológicamente se acude a la 3 Gutiérrez Tamayo internas, para aspirar a constituirse en ciudadano territorial vía procesos de formación ciudadana en perspectiva territorial, dispuestos a contribuir al posicionamiento y la vigorización del proyecto político democrático en América Latina. rar actitudes– y, desarrollar –otorgar habilidades prácticas– que permitan en conjunto, a partir del conocimiento, alcanzar la categoría del ser para hacer y transformar (Álvarez de Zayas 1998). Esta formación se encuentra en interacción con el proceso de enseñanzaaprendizaje, propios de la didáctica y de la pedagogía. Díaz & Quiroz (2005) complementan la noción asociando la formación con aprendizajes particulares, destrezas o habilidades como medios para alcanzar un ser integral, lo cual se logra por medio de los modelos pedagógicos que orientan la instrucción, el desarrollo y la educación en su relación sistémica, base de la teoría de los procesos conscientes planteada por Álvarez de Zayas (1998). La formación se da en contexto, como marco de referencia del proyecto político vigente, tanto desde la relación global-local, como desde el propio del sistema educativo considerado. De lo expuesto, surgen las potencialidades pedagógicas para la formación ciudadana en perspectiva de los estudios del territorio, ubicadas en el enfoque de la teoría de los procesos conscientes y, a la vez, el reto didáctico que ello implica, aplicables ambas a los procesos de formación en ciencias sociales y a los propios en geografía, de manera particular. 1. FORMACIÓN CIUDADANA EN EL MARCO DE LA TEORÍA DE LOS PROCESOS CONSCIENTES: Asumiendo el paradigma de las ciencias de la educación como enfoque teórico orientador, es posible considerar la educación como hecho, encargo y proceso social. Como hecho social, fundamentado en la sociología de la educación, teniendo la escuela como su escenario por excelencia. Como encargo social desde la filosofía de la educación y como proceso social, desde la pedagogía como ciencia fundante de las ciencias de la educación. Es en la pedagogía donde se sitúa la formación como proceso consciente, intencionado y contextualizado para instruir –brindar conocimientos–, educar –incorpo- En tanto tendencia pedagógica, los procesos conscientes surgen de los modelos desarrollistas sociales que mediante su estructuración como sistema abierto de relaciones dialécticas de las dinámicas instructivas, educativas y desarrolladoras, esboza un paradigma donde los sujetos no son ajenos a su proceso de enseñanza-aprendizaje, a su proceso educativo, ni a su proceso formativo y por ello precisamente, pueden y deben participar activa, crítica, plena y libremente en el desarrollo económico, político, social, tecnológico, ambiental y cultural de las nuevas sociedades del conocimiento (Álvarez de Zayas 1998). 4 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía En los procesos conscientes afincados en la teoría mencionada, confluyen dimensiones instructivas, educativas y desarrolladoras que interpretan dialécticamente los modelos pedagógicos tradicionales y convencionales, otorgándole valor a los aciertos que les son propios y, a la vez, formulando nuevos componentes para involucrar la escuela con la vida mediante la educación basada en problemas, la cual relaciona el proceso docente con la investigación, atendiendo las demandas propias de la actual sociedad del conocimiento. Así, la formación en este caso estará orientada por la pedagogía, con fundamento en bases teóricas que deben ser explícitas desde el orden filosófico, sociológico y psicopedagógico para que, de conjunto, dirijan la enseñanza y el aprendizaje (Díaz & Quiroz 2005). y se concreta en la escuela y, muy en particular, dirigida a los niveles básicos de la educación, orientada por la teoría de los procesos conscientes, para ampliar las posibilidades del conocimiento, aspirar a adquirir y ser un auténtico ciudadano territorial, en capacidad y dispuesto a actuar en escenarios democráticos, con el propósito de contribuir a gestar cambios y a transformar positivamente la realidad. Esta formación habrá de considerar al ser humano, hombre o mujer, como individuo y potencialmente, como ciudadano, más allá del estatus legal y mejor aún, en perspectiva actitudinal, política y crítica. No al ciudadano simplemente como perteneciente a la sociedad glocal, dado que no todos los seres humanos alcanzan la categoría de ciudadano (Santos 1998). Tendrá que ir más allá del aprendizaje del cómo y el para qué de la ciudadanía, adentrándose en la enseñanza y más aún, en el proceso de enseñanzaaprendizaje e identificando además el qué de la formación del ciudadano, de la ciudadanía y de la democracia, en contexto. No podrá solamente aspirar a generar ciudadanos cívicos, buenos y responsables, fieles al sistema político imperante y a la política pública educativa reguladora del sistema educativo vigente. Será en cambio su tarea complementar este carácter republicano del ciudadano, la ciudadanía y la democracia, haciéndolo además democrático, participativo, social, activo y, ante todo, político y crítico frente al establecimiento y las políticas públicas Por lo tanto, formar en un determinado campo del conocimiento es consecuentemente un proceso consciente e intencionado en tanto no solo define en qué hacerlo y cómo llevarlo a cabo sino, fundamentalmente, para qué se hace, su finalidad e intencionalidad. Formación ciudadana entonces, es entendida ante todo como proceso, en virtud a su nexo con la pedagogía como fundamento de las ciencias sociales, vinculada al carácter de proceso social de la educación, en relación directa con la sociología y la filosofía de la educación, con la psicopedagogía y la didáctica. A la vez, como proceso educativo que acontece no sólo, pero sí preeminentemente, en el sistema educativo 5 Gutiérrez Tamayo en que se sustenta, particularmente las alusivas al sistema educativo. Deberá concebirse en la escuela, por finalidad y encargo social, de manera prioritaria, pero no exclusiva. Tendrá que educar en y sobre la ciudadanía, el estatus de ciudadano, el proyecto político democrático, la sensibilidad crítica frente al proyecto político imperante y a las políticas públicas educativas que guían el sistema educativo (Pulgarín 2008). escuela consciente de que la persona es, en esencia, lo que la educación haga de ella, sabedora de que no se es, por naturaleza, lo que se debe ser sino que, mediante la formación, en el curso del devenir histórico, la persona asume la tarea de irse construyendo de manera interminable, procurando poder llegar a ser lo que en el trayecto, en el camino de la vida, va siendo: un ciudadano territorial, en este caso, dispuesto a ejercer la ciudadanía territorializada para construir y fortalecer la democracia. Una escuela que asuma que es en los primeros años de la vida donde podrá formarse al ciudadano en lo esencial, en aquello sobre lo cual en la edad adulta podrá pedírsele cuenta, aquello que se espera aplique en su acción, en su práctica individual y colectiva, en procura de transformar su realidad territorial en contexto, ubicada en el tiempo y en el espacio para reconocer características propias de la época histórica, identificar concepciones ideológicas en las que subyacen y, al menos, dibujar el escenario social, económico, político, cultural, ambiental, tecnológico y espacial que le enmarca. Los procesos de formación del ciudadano territorial por lo general, tienen en cuenta que todos los escenarios de socialización del individuo, (i.e. aquellos espacios donde se unan, actúen e interactúen con otros), pueden ser considerados espacios de formación: la familia, el barrio, la iglesia, la escuela, los medios masivos de comunicación social y la sociedad en general. Cada uno de ellos, a su manera, es un lugar para la formación ciudadana. Sin embargo, el de mayor incidencia, conforme al proyecto político vigente y en procura de preservar y fortalecer la cultura asumida como conjunto de valores, prácticas, hitos, mitos, costumbres y creencias es, sin duda, la escuela, el sistema educativo imperante. La tensión global-local que tiene como su principal efecto la globalización -proceso histórico que penetra y reformula todos los ámbitos de la sociedad incitando otras maneras de intervenir e investigar la realidad- está presente. El lugar ofrece al movimiento del mundo la posibilidad de su realización más eficaz, lo cual implica que el mundo, para hacerse espacio, depende de las potencialidades del lugar. En un Históricamente y desde la literatura generada al respecto, se atribuye a la escuela responder por la función en donde se habrá de formar los ciudadanos territoriales para el ejercicio de la ciudadanía territorializada en procura de construir y fortalecer el proyecto político democrático, en donde se ha de impartir la formación requerida. Una 6 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía momento determinado, se escogen lugares y se rechaza otros y en ese movimiento, se modifica el conjunto de los lugares, el espacio como un todo. Se devela así la relación de interdependencia entre lo global y local, escenario de la formación ciudadana. Gran parte de las tendencias derivadas de esta condición glocal contemporánea (Sánchez 2005) advierten sobre las nuevas exigencias, posibilidades y desafíos que el contexto le plantea a la formación ciudadana. En particular, aportándole pautas para lograr una visión más comprehensiva de las dinámicas que acontecen en la actualidad y motivando la búsqueda de alternativas de acción plausibles, que permitan la transformación progresiva de la sociedad. Afrontar esta realidad en la perspectiva de alcanzar mejor calidad de vida y mayores niveles de bienestar general demanda hoy, como opción posible, la consolidación, ampliación y profundización de la democracia, el respeto por lo público, la formación y el ejercicio de la ciudadanía y, como mínimo, la gestación de ciudadanos en el amplio sentido de la palabra. miento vigente. Velar por el cumplimiento de la función pública asignada a la estructura gubernamental del Estado y complementarla, sin competir con ella, mediante el adecuado ejercicio de la responsabilidad social. No basta con ser ciudadano clásico. Se requiere promover, innovar, preservar y transmitir una auténtica cultura democrática, soportada en ciudadanos territoriales dispuestos al ejercicio de la ciudadanía territorializada: un ciudadano, una ciudadanía, una democracia útil para la vida, para incrementar la calidad de vida y los niveles de bienestar general. 2. CIUDADANO EN EL ESCENARIO DE LAS CIENCIAS POLÍTICAS: El escenario latinoamericano, en la actualidad, está marcado por un hecho incuestionable: la democracia, en tanto proyecto político, ha emergido como “alternativa posible” (Gallardo 2007, p. 11) para alcanzar el bienestar colectivo y mejorar la calidad de vida. Como tal, precisa de ciudadanos dispuestos a construirla mediante el ejercicio de su ciudadanía; una ciudadanía renovada, más allá de la clásica (republicana, liberal o comunitarista), acorde a la realidad socio-histórica y política del territorio (Santos 1998). Ser ciudadano y ejercer la ciudadanía en un Estado democrático, en el escenario contextual recreado, requiere ser partícipe de los asuntos y escenarios de la democracia. Aprender, incorporar y fortalecer valores democráticos. Adoptar, practicar e innovar modos de vida, costumbres, maneras de ser y mitos típicos de los regímenes democráticos. Conocer, comprender y asumir posiciones críticas frente al estableci- Sólo si existen de un lado ciudadanos y del otro, ciudadanías actuando permanentemente, a manera de prácticas individuales, sociales y colectivas, la democracia será posible. Por ello, el 7 Gutiérrez Tamayo sujeto de la democracia es el ciudadano participante, aquél que además de ser humano -de derechos y deberes- alcanza la categoría de ciudadano, ejerce su ciudadanía y en la interacción con otros ciudadanos, contribuye a construir democracia. La principal obligación del ciudadano es participar en la construcción del Estado, en el fortalecimiento de la sociedad civil y en el ejercicio activo de la ciudadanía para edificar y mantener el anhelo democrático (Magendzo 2004). Este ciudadano, en el contexto latinoamericano, plenamente no existe y además, como no nace, entonces se hace en la interacción con otros, propiciada por los diversos espacios de socialización: la familia, el barrio, la iglesia, la escuela, la sociedad, los medios masivos de comunicación social, tutelados por el proyecto político vigente en el territorio que habita y al cual se debe la política pública educativa orientadora del sistema educativo. El déficit de ciudadanos en Latinoamérica es tan evidente e incuestionable como el propio de las ciudadanías democráticas. El resultado es obvio: no sólo experiencias democráticas deficitarias, sino con rasgos de fragilidades profundas. real: el ciudadano territorial (Gutiérrez 2010). Esta última alude al ciudadano que se forma, al ciudadano que no nace sino que se hace. Por el hecho de nacer en un determinado contexto, particularmente el democrático, los individuos tienen derechos inalienables los cuales les deben ser provistos. Nacer y vivir en un momento y lugar determinado, implica asumir una herencia moral portadora de prerrogativas como, por ejemplo, el derecho a una vivienda que le proteja de la lluvia, del calor y del frío. Derecho a la alimentación, derecho a la educación, derecho a la salud, derecho al trabajo, a la justicia y a la libertad. Es decir, derecho a una vida, a una existencia digna en marcos preestablecidos y deberes como respetar y acatar la ley, pagar los impuestos, contribuir al orden establecido. Ello no hace al individuo ciudadano, le hace titular de derechos y deberes, parte de una sociedad humana que, si se trata de una sociedad democrática, le debe asegurar su libertad de ser, hacer y pensar, le demanda y requiere el cumplimiento de los deberes que le son propios (Santos 1998). Por tanto, se existe como individuo, como ser humano. Ser ciudadano es una categoría que no viene dada, que se puede alcanzar, se conquista mediante la lucha cotidiana. Este ciudadano se forma. En la literatura sobre el tema, especialmente la que proviene de las ciencias políticas, concurren diversas concepciones clásicas de ciudadano: republicano, liberal, comunitario. Por otra, una emergente en Colombia: la de mestizo (Uribe 1998). También una más integral, contemporánea y adecuada al reto de construir la democracia Es evidente que aspirar a contribuir en la construcción del proyecto político democrático como sueño o ideal anhelado requiere, no sólo aspirar a alcanzar simplemente la categoría de ciudadano clásico. Es indispensable an8 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía pertenencia a una comunidad política particular, y la ciudadanía-como-actividad-deseable”, según la cual “la extensión y calidad de mi propia ciudadanía depende de mi participación en aquella comunidad” (Kymlicka & Wayne 1997, p. 6). Social, referido a los derechos sociales y al conflicto desatado por la mutua influencia entre ciudadanía y clase social (Marshall & Bottomore 1998), en tanto la calidad de vida social se constituye en condición favorable para el ejercicio de la ciudadanía y al tiempo, en su principal y más relevante objetivo dado que la “fortaleza del vínculo social contribuye a una mayor participación ciudadana” y existen experiencias documentadas para “suponer que ser ciudadano no se refiere tan solo a la política institucional, sino progresivamente a la vida social” (Lechner 2000, p. 25). Político, vinculado a los derechos políticos y al deber ser democrático, a la norma, a la legalidad, a los deberes y derechos, a la libertad, la igualdad (Marshall & Bottomore 1998), a la justicia (Rawls 1979, Habermas 1987), al pluralismo, a la posesión de una cultura política homogénea, heterogénea o fragmentada, de acuerdo con el grado en que se comparten los sistemas de creencias y valores que le fundamentan. En todo caso, por “encima de la ideología” (Sartori 2003, p. 91). Activos, porque le interesa menos la política institucional que el desarrollo de la sociedad motivado por la convivencia social, es decir, es más atento a la vida social que al sistema político, sin que ello signifique una helar otro tipo de ciudadano, acorde a la realidad contextual y territorial donde deberá poner en práctica su ciudadanía. La puesta, en este caso, es por el ciudadano territorial: democrático, participativo, social y político, de manera activa y crítica, dispuesto a ejercer una ciudadanía renovada -además de legal, actitudinal, política y crítica-, capaz de convivir en medio y a propósito de las diferencias, la diversidad y pluralidad propias de los humanos y del conflicto que ello implica, de manera connatural, al interrelacionarse, motivado para la convivencia en función de las relaciones interpersonales, el respeto por la diferencia, los liderazgos, la estima y la autoestima, el clima y la cultura societal. Ante todo, motivado para contribuir a la construcción del proyecto político democrático como ideal posible. Se asume democrático, dado que la fortaleza y la estabilidad de la democracia (Kymlicka & Wayne 1997) depende, en parte, de cualidades y actitudes de sus ciudadanos: sentimiento de identidad, capacidad de tolerar y trabajar con otros diferentes y deseo de participar en los asuntos de su interés. Participativo, porque está unido a lo que acontece, de tal forma que sus logros “constituyen una diferencia para él –y ellos–. Su fortuna está más o menos puesta en juego en las consecuencias de los sucesos. Por tanto hace todo lo que puede para influir en la dirección que tomen los acontecimientos presentes” (Dewey 1971, p. 112) y es el llamado a superar la “ciudadanía-como-condición-legal, es decir, la plena 9 Gutiérrez Tamayo despolitización sino una “ciudadanización de la política” en tanto los ciudadanos activos “participan activamente en los asuntos de la comunidad (…) se sienten responsables por el rumbo que tome el país” (Lechner 2000, p. 31). Y, críticos, en tanto posee la capacidad crítica propia de la reflexividad asociada a la praxis (Magendzo 1996, Freire 2005) que le hace ser consciente del fin de la existencia: “conquistarse, hacerse más uno mismo, y conquistar el mundo, hacerlo más humano” (Freire 2005). En suma, que promueve y orienta el ejercicio de una ciudadanía renovada, que procura de ser democrático y más humano. vación y estímulo para el ejercicio de la ciudadanía, dirigida a la construcción del proyecto democrático. Como tal, en ejercicio de su ciudadanía, este ciudadano está dispuesto a contribuir en la construcción del ideal democrático en donde existe, se palpa y ubica en un lugar, en un territorio, en un espacio geográfico delimitado, en una temporalidad dada. El valor del individuo que nace depende del lugar que habita. Por ello, el acceso a los bienes y servicios esenciales para una vida digna, tanto públicos como privados, dependerá de esta ubicación territorial, la cual, las más de las veces, implica desigualdades y exclusiones territoriales para obtener lo esencial que la vida demanda (Santos 1998). Es allí en donde puede o no ser efectivamente ciudadano, en donde se concreta la práctica de su ciudadanía, en donde es posible la construcción democrática anhelada, en donde podrá o no contribuir, individual y colectivamente a mejorar los niveles de bienestar general siendo, como un todo, producto del territorio, desde el territorio y para el territorio. Además, requiere del lugar, del espacio geográfico semantizado para actuar como tal. El ejercicio de su ciudadanía también tendrá clara referencia territorial. Consecuentemente, igual acontecerá con la democracia. Este ciudadano territorial también posee perfiles cívicos. Es alternativo, más contemporáneo y enmarcado por el contexto. Activo, social, crítico, político y democrático. Capaz de ejercer la ciudadanía requerida para construir democracia. Resultante de la combinación entre estatus y actividad dado que, como conocedor y poseedor de instrumentos para la acción, está dispuesto para la transformación de la realidad ejercitando la ciudadanía. No es sólo un estatus, una condición básica, normativa y jurídica, es a la vez, una actividad que subvierte el orden injusto e inequitativo establecido, una manera de vivir en medio de la diferencia, una forma de actuar individual y colectivamente en marcos éticos (Magendzo 2004). Por ello, es este ciudadano quien semantiza el territorio, quien se arraiga fluida y libremente al lugar dotándolo de sentidos, encontrando moti- Resulta lógico a esta altura de la reflexión enfatizar en que debe ser un requisito colateral a lo expuesto, comprender la ciudadanía que ha de ejercer el ciudadano territorial, en particular la territorializada, para superar 10 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía la separación legal y actitudinal entre ciudadano y no ciudadano, proponiendo una concepción de ciudadanía que los integre y les permita dialogar. Lo exige también la necesidad de concebir el Estado de manera integral y así mismo, la urgencia de entender la ciudadanía en contexto, como producto de la experiencia, la formación y la interacción entre individuos y grupos de diversa índole presentes en la sociedad, en temporalidades y lugares determinados, a fin de alentar el propósito de continuar construyendo y haciendo posible un mundo más equitativo y justo. Es posible asumir la ciudadanía territorializada en función de la identidad, las pertenencias, los derechos, deberes y la participación, conjunto propio de la ciudadanía emergente y contextualizada que se aprende y es requerida por el ciudadano territorial: una ciudadanía para la vida. Complementariamente, puede entenderse como categoría legal, política, crítico-social y actitudinal alcanzable (Magendzo 2004). Legal, conforme lo establecen las normas vigentes. Política, en cuanto se otorga y ejerce particularmente en este ámbito. Crítico-social, en cuanto abarca la posibilidad de la transformación, más allá de derechos y deberes. Actitudinal, en cuanto es un valor que se incorpora a la conciencia y a la voluntad para ejercerse, reclamarse y dinamizarse. cos, culturales, económicos, ambientales y espaciales que acontecen y exigen replantear la ubicación en el mundo y la formación de quienes quieran participar en la vida democrática. Que entienden la globalización y sus implicaciones en relación con el nuevo concepto de ciudadanía: la ciudadanía de un mundo que se puede ver a través de las imágenes de los satélites, de la velocidad y del desplazamiento. Que ya no puede ser solamente la del Estado-nación y que ha de asemejarse a una ciudadanía fluida, no arraigada e inmóvil. Todo lo contrario: activa, dinámica, social, crítica y democrática, de base territorial, sin ataduras. Como tales, estas ciudadanías se aprenden, mientras que a los ciudadanos se les incentiva a formarse para que las ejerzan. Como estado del espíritu, hacen parte de la cultura. Por ello ni las ciudadanías, ni las categorías de ciudadanos comentadas, son dádivas. Al contrario, se constituyen en conquistas cotidianas, en luchas constantes por mantenerse, vigorizarse y extenderse (Santos 1998). La ciudadanía como algo más que la conquista individual, es una categoría política que se adquiere en la convivencia con otros, en sociedad. Tiene cuerpo propio y límites establecidos por las reglas de juego de la sociedad, los escenarios jurídicos y políticos vigentes. De ahí su carácter cambiante, transformador, dinámico, conforme a los contextos en donde se analice. Está asociada al respeto del individuo y a sus deberes como ley de la sociedad y mandato establecido e instituido, sin Se trata de ciudadanías que posibilitan la incorporación de valores, la norma y la política en individuos y colectivos que asumen y analizan los cambios sociales, políticos, tecnológi11 Gutiérrez Tamayo distinciones, que cobije y proteja a todos por igual dado que, para ser mantenida por las generaciones futuras, preservarse, tener efectividad real y ser fuente de auténticos derechos, debe ser una ley escrita, pública, de conocimiento generalizado, para que asegure lo pactado y permita, al vulnerarse, exigir su inmediato cumplimiento por las vías legales. ción, ordenamiento y transformación, o por el contrario su estancamiento. Las personas, ejerciendo debida y oportunamente su ciudadanía podrán, conforme sus intereses, semantizar el territorio, innovarlo y hacerlo propio, dotando al espacio de sentidos (Echeverría & Rincón 2001). El ciudadano territorial formado debida y adecuadamente, estará en capacidad y suficientemente motivado para ejercer su ciudadanía territorializada y con ello, aspirar a construir democracia: finalidad básica de su proceso formativo consciente e intencionado. El ciudadano ubicado en un lugar, genera con su accionar la ciudadanía concreta, territorializada, no una ciudadanía abstracta. El espacio vivido contiene desigualdades e injusticias que le hacen ser, en la práctica, un lugar sin ciudadanos por la imposibilidad de acceder a los bienes y servicios necesarios. Son espacios regulados por el mercado y por el Estado para servir al modelo económico (Santos 1998). El territorio, entendido como espacio geográfico usado, apropiado y construido, es decir, dotado de sentidos y producto de la transformación histórica efectuada por los sujetos que lo habitan, puede favorecer o imposibilitar el ejercicio de la ciudadanía por parte de los ciudadanos territoriales. Dependiendo del tipo de territorio que se considere, de sus potencialidades o de sus barreras, así serán los ciudadanos y el ejercicio de su ciudadanía. Este territorio estará caracterizado por diversos aspectos: geográficos, políticos, administrativos o fiscales, socio espaciales y culturales, aspectos ambientales, contextuales y tecnológicos. El ejercicio pleno de la ciudadanía posibilitará la dinamización del territorio: su apropiación, planifica- 3. TERRITORIO, CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL: APORTES DE LA GEOGRAFÍA CRÍTICA. Para deducir la noción de territorio no basta con recrear sus nexos con los términos asociados. Es necesario caracterizarlo mediante tres aspectos relevantes: la materialidad, que le otorga, desde la noción de espacio, concreción y soporte real a la producción sociocultural. La construcción sociocultural, que dota la materialidad de sentidos y, la semantización, producto de la relación dialéctica entre materialidad y construcción sociocultural, que lo hacen heterogéneo, simultáneo, conflictivo, flexible, móvil y cambiante, en el marco de fuerzas internas y externas. El espacio provee de materialidad al territorio, comportándose como continente de producciones socioculturales, donde se representa la significación de 12 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía las acciones humanas y se elaboran las diversas formas de conocimiento de la realidad. Es el escenario de la semantización. Se trata del componente físico para la construcción del universo cultural de las colectividades, donde se desatan las acciones individuales sociales, constituyéndose en marco de inscripción de la cultura y por tanto, una de sus formas de objetivación (Barbosa 2002, pp. 132-139). de acciones -igualmente artificiales-, no considerados aisladamente, sino como el escenario particular en el que ocurre y acontece la historia (Santos 2000, p. 97). En tanto la materialidad se dinamiza y transforma de manera continua, el sistema de objetos condiciona la forma en que se da el sistema de acciones. La materialidad puede asociarse al carácter del territorio como base de la reproducción social, de la producción de gente o como espacio vital (Echeverría & Rincón 2000, p. 20). En este caso, el territorio es el soporte material de la ocupación humana, con características de maleabilidad y ajustabilidad (Fals 2000, p. 23). Es una red física compleja, donde se construyen múltiples tramas a partir de la coexistencia simultánea de elementos internos y externos que se superponen, yuxtaponen o confunden, ocasionando modificaciones en la estructuración de la vida de la población, reflejada en su organización física, política, económica y social. Estos elementos, por la manera como se configura el territorio, pueden señalar posibilidades de integración y articulación sociocultural o peligros de ruptura del vínculo social. Ambos asuntos comprometidos, directamente, con la planeación para el desarrollo del territorio. La materialidad del territorio difiere del espacio semantizado, porque este la reúne junto a la vida que la anima. La materialidad se caracteriza por la superposición de sistemas naturales y actividades del hombre. De ahí que pueda vislumbrarse formada por un conjunto indisoluble, solidario y contradictorio de sistemas de objetos –cada vez más artificial– y de sistemas El territorio como materialidad se desarrolla, siendo susceptible de prefigurarse en términos de imagen objetivo, mediante procesos de planeación que convocan a actores que lo habitan, le dan vida y lo animan, movilizándolo, creándolo y transformándolo. Además, le otorgan múltiples sentidos derivados de las diversas maneras en que se construye socioculturalmente, en la perspectiva de la interacción social, las formas particulares de esa interacción y las influencias contextuales sobre tales formas (García 1976, p. 87). Además de materialidad se requiere, para generar y configurar el territorio, dotarla de los sentidos propios –semantización– de quienes la habitan. Estos sentidos se constituyen en una relación sociocultural que es marco de referencia de las identidades, de las representaciones sociales que se visibilizan en las prácticas sociales, catalogadas como acontecimientos que ponen en relación, a hombres y mujeres, con las condiciones materiales en que viven. Como tales, proponen también su ar13 Gutiérrez Tamayo ticulación y establecen, de este modo, las reglas del juego de la sociedad. Por ello, esos sentidos son una realidad social diversa, conforme la multiplicidad de reglas que pueden implementar las heterogéneas sociedades humanas. El territorio proporciona un parámetro de referencia para la constitución de la identidad y la representación social, que se proyecta simbólicamente en el universo cultural, significando ámbitos de autopercepción y autodiferenciación, resultado del proceso dialéctico entre la capacidad que tienen los diversos actores de reconocerse y de distinguirse de los otros, el cual surge del deseo de apropiación del territorio y de la consciencia que adquieren de su materialidad. Identidad y representación, así descritas, responden más a procesos socioculturales y sociopolíticos que a la historia o al espacio originario (Echeverría & Rincón 2000, p. 30). En la constitución de identidades y representaciones sociales, base de las prácticas sociales, resaltan como sus componentes, lo individual-subjetivo, con acento en el reconocimiento personal. También un reconocimiento externo, que implica al otro que es diferente y por último, la expresión de intereses sobre las cuales se construye sentido colectivo (Sánchez 2007, pp. 28-39). ca, rígida, ni inmutable. Las identificaciones, como resultado de esta relación dialéctica, son transitorias, fugaces, se forman y se disuelven, no están dadas, se construyen socioculturalmente (Sousa 1998, pp. 161-188). Al respecto coincido con Ortiz (1998, p. 24-42) y Martín-Barbero (2001, p. 17-29), quienes advierten acerca de dos significados opuestos del término “identidad” que inciden en la construcción sociocultural del territorio y, por tanto, en su concepción. Hasta hace poco, identidad aludía a raíces, raigambre, tiempo largo, memoria simbólicamente densa. En la actualidad, implica redes, flujos, movilidades, instantaneidad, desanclaje, a manera de raíces móviles o en movimiento, aquellas sin las cuales no se puede vivir y que, sin embargo, muchas de ellas impiden caminar (Ortiz 1998, p. 23). Es decir, los sujetos poseen referencias, pero no propiamente raíces que los fijan físicamente al territorio. Ello posibilita que los esfuerzos de la construcción sociocultural, en particular los asociados con los procesos productivos, culturales, de organización ciudadana, política y religiosa, logren mayor éxito cuando las interacciones visibles en las prácticas, se encuentren enraizadas territorialmente (Zermeño 1999, p. 184). El territorio se convierte en punto de referencia para el surgimiento de la práctica social. En ello intervienen impactos que continuamente la reestructuran desde lo económico, lo político y lo social. De ahí que la relación entre práctica social y territorio no sea estáti- Aunque se perciban cambios en la manera como los sujetos dan significado a sus territorios y constituyen identidades y representaciones que están a merced de las circunstancias (Pécaut 1999, pp. 8-35). Por tanto, son frágiles y transterritoriales (Martín14 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía Barbero 1998, p. 26). El territorio ofrece la posibilidad de significar las acciones humanas, es decir las prácticas sociales. Al tiempo, brinda opciones para elaborar diversas formas de conocimiento de la realidad societal, la vida que le habita y le dota de sentido, en medio del vaivén de las fuerzas económicas, políticas y sociales que implican los procesos que conducen la construcción sociocultural (Sousa 1998, pp. 85131). La época contemporánea sugiere que las ópticas para el análisis territorial deben conjugar la diversidad, la variabilidad, la inestabilidad y la múltiple coexistencia de órdenes, de tal modo que el surgimiento de identidades, vinculaciones, lazos y las mismas formas de habitar los territorios, estén atravesadas por movimientos y flujos que las relocalizan. adaptada al contexto territorial y, al tiempo, a aquella por medio de la cual la colectividad realiza, en la materialidad, sucesivas transformaciones histórico-culturales, representativas de las prácticas sociales acumuladas y de los valores culturales agregados (Echeverría 2001, p. 220). Ella se entiende mejor partiendo de que ocurre en la medida en que los individuos y los colectivos imaginan, representan, sienten y conciben el territorio de cierta manera y desde estas imágenes y representaciones, con su práctica social, lo construyen. A la vez, el territorio habitado marca estas maneras de imaginar, representar, sentir y percibir, es decir, determina orientaciones y formas de las prácticas sociales. Mientras la construcción sociocultural crea y modifica el territorio, este deja huellas e incide en el individuo, en la colectividad que lo habita y en las prácticas sociales que en él se desatan. En esta mutua incidencia, intervienen fuerzas internas, provenientes de las prácticas de los actores que operan sobre el territorio, habitándolo y estableciendo rituales, costumbres y fuerzas externas que contribuyen en su gestación mediante dinámicas que suceden en otras escalas y esferas sociales, regionales, nacionales y globales, las cuales impactan los distintos escenarios en los que el territorio se constituye. Esta dinámica dialéctica en la construcción de territorio desata procesos simultáneos y complejos, marcados por prácticas de “territorialización, desterritorialización y reterritorializa- La semantización emana de la relación dialéctica entre materialidad y construcción sociocultural, aludiendo a los sentidos emergentes que dan lugar al territorio en contextos donde acontecen relaciones de poder (Lopes de Souza 2009, p. 78). Así, la consideración del territorio como objeto de apropiación simbólica y real por parte de la colectividad, escenifica la posesión cultural que los grupos humanos despliegan mediante acciones que lo delimitan, marcan y significan (García 1976, p. 29 y 77). Nos referimos a la semantización como la transformación mediante la cual la materialidad del territorio modifica la actividad humana, haciendo que la organización social se estructure y cambie en función de ella, 15 Gutiérrez Tamayo ción” (García Canclini 1989, p. 288), que justamente dotan de otros significados las realidades, donde lo móvil, lo flexible, lo conflictivo, lo simultáneo y lo complejo es lo característico. En otras palabras (Ortiz 1998, p. 37), se estaría frente a la territorialidad dilatada, en virtud a que toda desterritorialización aparta el territorio del medio físico que lo aprisionaba, mientras que la reterritorialización lo actualiza como dimensión social. Tales procesos implican acomodaciones y conflictos que privilegian, por tanto, la deslocalización y la relocalización constante de las relaciones y las prácticas sociales que semantizan el espacio, dotándolo de nuevos contenidos, constituyendo así “otro territorio” (Ortiz 1998, p. 42). rialidad y la construcción sociocultural semantizada. 4. FORMACIÓN CIUDADANA Y TERRITORIO: POTENCIALIDADES PEDAGÓGICAS El territorio es común, por lo visto, a la democracia, al ciudadano y a la ciudadanía. Puede entenderse como conjunto de lugares y hecho simbólico en permanente movimiento, más que como un simple conjunto de objetos (Santos 1998). Asumir de manera integral el territorio implica, además de explorarlo como continente de producciones “socioculturales”, entenderlo como una red compleja, donde se construyen múltiples tramas a partir de la existencia simultánea de elementos internos y externos que se superponen, yuxtaponen o confunden, ocasionando modificaciones en la estructuración de la vida de la población, que se reflejan en su organización física, política, económica y social y que, por la manera en que configuran el territorio, pueden señalar posibilidades de integración y articulación sociocultural o peligros de ruptura del vínculo social (Sánchez 2005). Desde esta perspectiva, los procesos de semantización son impactados por dinámicas contextuales flexibles y fluidas que la determinan, en tanto no obedecen a una única causa. Por consiguiente, las prácticas territorializadas no están afincadas en un único patrón que dé cuenta de su esencia y naturaleza. Al contrario, se constituyen en medio de la diversidad, precisamente porque el territorio está en constante movimiento y se transforma, lo cual conlleva su construcción en marcos de estabilidad y consistencia y al tiempo, de contradicción, inestabilidad, indefinición y caos. Lo importante, en medio de esta producción incesante, es descubrir cuáles son las tendencias de las relaciones de poder allí presentes, para develar un nuevo orden sobre el cual se reestructure la relación entre la mate- El vínculo entre territorio y colectividad y la producción social que de allí se deriva, transforman tanto el territorio como a quienes lo habitan. Así, el territorio se particulariza por los grupos sociales que lo intervienen, haciéndolo parte de su devenir histórico. 16 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía Es resultado de los sentidos que estos le otorgan al espacio mediante las diversas territorialidades (Echeverría & Rincón 2000). La funcionalidad que tiene el territorio adquiere significado en la medida en que actúa como continente de las producciones culturales (Sánchez 2005), como marco de referencia de la construcción de la identidad social (Echeverría & Rincón 2000) y como objeto de apropiación simbólica por parte de la colectividad (García 1976) de la ciudadanía territorializada. Este territorio sugiere fuerzas ambivalentes que se expresan como prácticas sociales y territoriales que revelan otras interacciones entre los actores sociales, y entre estos con el territorio. Encuentros entre sistemas de objetos y sistemas de acciones (Santos 2000). En el territorio ocurren vinculaciones y desvinculaciones, exclusiones positivas o negativas que se confunden en medio de lo que es interno y externo regido por flujos y fijos, por verticalidades y horizontalidades (Silveira 2006). Estas aparentes contradicciones conforman los nuevos contenidos que dinamizan lo sociocultural, que toman forma y se nutren –o debilitan– de acuerdo con las continuas relaciones entre el contexto global y local. La relación de interdependencia entre territorio y ciudadanía adquiere carácter complejo a través del proceso dialéctico de transformación mutua. Tal proceso pone de manifiesto un movimiento que va en doble dirección: el territorio (Santos 2000), considerado como el espacio socialmente producido, el conjunto indisoluble de sistemas de objetos y sistemas de acciones, susceptible de ser gobernado, ordenado y administrado, modifica la actividad humana, es decir, la organización social se estructura y transforma en función de las modalidades de los sistemas productivos, adaptados al contexto territorial. A su vez, la colectividad lleva a cabo, en el horizonte territorial, sucesivas transformaciones histórico-culturales que son representativas del trabajo social acumulado y de los valores culturales agregados. Aspecto sobresaliente para entender mejor la interdependencia y la conformación mutua entre territorio y colectividad es que ésta se da en la medida en que los individuos imaginan, sienten y conciben el territorio de cierta manera y desde estas imágenes lo construyen. Los territorios que se habitan marcan formas de imaginar, sentir y percibir. Así, la relación entre individuo transformador y objeto transformado es bidireccional: aquél crea y modifica el territorio. Este deja huellas y transforma al individuo y a la colectividad que lo habita (Echeverría & Rincón 2000). Así las cosas, no es posible imaginar una ciudadanía que prescinda del componente territorial. El ciudadano es un individuo localizado, ubicado en un lugar, lo cual da paso a la ciudadanía concreta, no a la ciudadanía abstracta. En muchas ocasiones, el espacio vivido contiene desigualdades e injusticias que le hacen ser, en la práctica, un espacio sin ciudadanos, por la imposibilidad de acceder a los bienes y servicios necesarios. Son es17 Gutiérrez Tamayo pacios regulados por el mercado y por el Estado para servir al modelo económico y no al modelo cívico-territorial (Santos 1998). La localización de las personas en el territorio es casi siempre una combinación entre las fuerzas del mercado y las decisiones del Estado, representando en esencia por el gobierno. No es un asunto de la voluntad del individuo. Está determinado por la combinación de estas fuerzas. Por ello, la igualdad de los ciudadanos supone una accesibilidad semejante para todos los bienes y servicios esenciales para una vida digna. Ello presupone una ubicación territorial lejos del alcance del mercado, evitando que el modelo económico incremente, por ello, las desigualdades sociales que ha generado ya la distribución territorial. Las dificultades, desigualdades y exclusiones que genera la ubicación geográfica para ser ciudadano, habitualmente son duplicadas por la distancia política, dado que vivir en el centro o en la periferia no sólo genera distancias de los bienes y servicios necesarios para una vida digna, sino que, a la vez, es fuente del distanciamiento de las personas de sus opciones políticas. En este marco, otro escenario pareciera requerirse para hacer posible, en Latinoamérica, el proyecto democrático. la ciudadanía. Dependiendo del tipo de territorio que se considere, de sus potencialidades o de sus barreras, así será la ciudadanía y el comportamiento ciudadano de los individuos y colectivos que lo habitan y transforman. Este territorio podrá ser definido y caracterizado mediante la interdependencia y la simultaneidad de aspectos geográficos, políticos, administrativos o fiscales, aspectos ambientales, características socioespaciales y culturales. Estudiar el territorio implica asumirlo como espacio geográfico semantizado, usado, apropiado y construido socioculturalmente, producto de la transformación histórica efectuada por los sujetos; como escenario que favorece o imposibilita el ejercicio de A MODO DE PROVOCACIÓN De ahí emerge, su potencial pedagógico. De una formación ciudadana de “cara” y no de “espaldas” al territorio y a su estudio, adquiere la potencialidad de constituir el ciudadano territorial requerido para consolidar el proyecto político democrático, en virtud a la posibilidad real que tiene de construir y transformar su territorio, contribuyendo a la consolidación del proyecto político democrático. Ello implica que ser ciudadano vale la pena. Así las cosas, desde las exigencias propias de la teoría de los procesos conscientes, la formación ciudadana de “cara” al territorio encuentra su finalidad esencial: contribuir a la construcción consciente del proyecto político democrático. Si la opción posible para aspirar a mejorar el bienestar integral en América Latina es la democracia real, plural y transparente, debe construírsele para disfrutarla. Para ello se deberán incre18 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía mentar las estrategias y los recursos orientados a la gestación de ciudadanos democráticos, participativos, sociales, políticos, activos y críticos, capaces de emprender esta tarea, incentivados por la transformación positiva de sus realidades, por la aspiración motivante de alcanzar más y mejores niveles de desarrollo, por el estímulo de vivir mejor. A la vez, casi al tiempo, para crear e incorporar la anhelada ciudadanía como una manera de vivir, como un modo de relacionarse con otros en medio de las diferencias, del pluralismo y de la otredad, como una forma de atender y administrar los conflictos y construir espacios de convivencia pacífica. Ciudadanos territoriales ejerciendo debidamente su ciudadanía territorializada, constituyen la materia prima requerida para construir la democracia territorial. te detonante de ellas, requiere de una adecuada formación integral, de una debida e intencionada formación ciudadana que trascienda, incluyendo los derechos y los deberes, lo político y lo social, el estatus y la práctica. Que eduque, desarrolle e instruya. Que combine la enseñanza y el aprendizaje. Esto es, un proceso de formación ciudadana integral, elevado a la categoría de política pública educativa, cuyo sentido sea aportar a la transformación positiva del ciudadano territorial. Es la ciudadanía territorializada renovada, del lugar y del territorio en donde es posible escenificarla, del proyecto democrático que le es propio y que, además, posibilite luchar por el derecho a una vida decente, a obtener los bienes y los servicios necesarios para vivir dignamente y en paz. Estos procesos de formación ciudadana disponen, para la construcción y fortalecimiento de la democracia que anhela Latinoamérica, de una potente estrategia pedagógica que les nutra: la interdependencia entre ciudadanía y territorio o, dicho de manera más apropiada, la ciudadanía territorializada. Estos ciudadanos, localizados y apropiados del territorio, estarán en capacidad y tendrán suficiente conocimiento para actuar en él, para intervenirlo y transformarlo. Ello incrementará su arraigo dinámico y móvil, su sentido de pertenencia, su identidad como valor asociado al territorio y, por tanto, éste se convertirá en un estímulo más, una motivación adicional, un potencial apropiado para el accionar ciudadano y para el ejercicio de la ciudadanía. El territorio emerge como una razón más para ser ciudadano y ejercer la ciudadanía de manera que se oriente hacia la transformación positiva de la realidad. Lograr el ciudadano descrito, la ciudadanía anhelada y la apropiación territorial como ingredien- AGRADECIMIENTOS Este trabajo fue realizado gracias a los debates teórico-metodológicos generados en el seno de la red latinoamericana de didáctica de la geografía, REDLADGEO, de las apuestas pedagógicas y didácticas gestadas en lo referido a la enseñanza de las ciencias 19 Gutiérrez Tamayo sociales y la geografía al interior de los pregrados y posgrados que se ofrecen en la Universidad de AntioquiaColombia, UDEA y de los resultados de investigación sobre las temáticas relativas a la formación ciudadana, los estudios del territorio y sus nexos, lideradas por los grupos de investigación Medio Ambiente y Sociedad-MASO y Didáctica de la Educación SuperiorDIDES de la UDEA. El presente artículo fue presentado en el II Coloquio Internacional de Investigadores en Didáctica de la Geografía, organizado por la REDLADGEO y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, en Santiago de Chile, entre el 16 y 18 de Abril de 2012. torialidad. En: Espacio y territorios: razón, pasión e imaginarios (eds: Montañez G., Carrizosa, J., Suárez, N., Maiieciía, O.D. & Ludo, J.A.). Editorial Unibiblos, Universidad Nacional de Colombia. Bogota, Colombia. Pág. 217-250. Echeverría, M.C. & Rincón, A. (2000). Ciudad de territorialidades: polémicas de Medellín. Editorial CEHAP, 1era edición. Universidad Nacional de Colombia. Medellín, Colombia. 167 pp. Fals, O. (2000). Acción y espacio: Autonomías en la nueva República. Tercer Mundo Editores. Bogotá, Colombia. 99 pp. Freire, P. (2005). La educación como práctica de la libertad. (trad: Lilian Ronzoni). Siglo XXI Editores. 11ª edición, Madrid, España. 129 pp. Gallardo, H. (2007). Democratización y democracia en América Latina. Ediciones Desde Abajo. Bogotá, Colombia. 242 pp. BIBLIOGRAFIA García, J.L. (1976). Antropología del territorio. Taller de ediciones Josefina Betancor. Madrid, España. 350 pp. Álvarez de Zayas, C.M. (1998). Pedagogía como ciencia o epistemología de la educación. Editorial Félix Varela, La Habana, Cuba. García Canclini, N. (1989). Culturas hibridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Editorial Grijalbo, 1era edición. Ciudad de México, México. 391 pp. Barbosa, P. (2002). Apropiación simbólica del territorio. Revista Cuadernos Americanos 96: 132-139. Habermas J. (1987). Teoría de la acción comunicativa. Editorial Taurus. Madrid, España. 521 pp. Dewey, J. (1971). Democracia y educación. Una introducción a la filosofía de la educación. (Trad.: Luzuriaga, L.). Editorial Losada, Buenos Aires, Argentina. Díaz, A. & Quiroz, R. (2005). Educación, instrucción y desarrollo. Imprenta Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Kymlicka, W. & Wayne, N. (1997). El retorno del ciudadano. Una revisión de la Producción reciente en teoría de la ciudadanía. Ágora, Cuaderno de Estudios Políticos 7: 5-42. Echeverría, M.C. (2001). Descentrar la mirada: avizorando la ciudad como terri- Lechner N. (2000). Nuevas ciudadanías. Revista de Estudios Sociales 5: 25-31. 20 Formación ciudadana y la enseñanza de la geografía Lopes de Sousa, M.J. (2009). O território: sobre espaço e poder, autonomias e desenvolvimento. En: Geografia: Conceitos e Temas (Eds: Elias de Castro, I., da Costa Gomes, P.C. & Lobato Correa, R.). Editorial Bertrand. 11a edición. Río de Janeiro, Brasil. 352 pp. la escuela desde la enseñanza de las ciencias. (Eds: Pulgarin, M.R, Buitrago, C., Márquez, J.H., Parada, D., Quintero, D.L., Sanchez, L.E., Torres, L. & Ruiz, M.A.). Editorial Artes y Letras S.A.S. Medellín, Colombia. pp. 33-54. Rawls J. (1979). Teoría de la Justicia. (Trad: González, M. D.), Editorial Fondo de la cultura Económica. Ciudad de México, México. 549 pp. Magendzo, A. (1996). Curriculum, Educación para la Democracia en la Modernidad. Ediciones Antropos Ltda. Bogotá, Colombia. Sánchez, L.M. (2005). Fragmentación Social y Planeación Territorial: Plan de Ordenamiento Territorial Municipio de Medellín, Estudio de Caso Corregimiento San Antonio de Prado. Tesis de Magíster, Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, Medellín, Colombia. Magendzo, A. (2004). Cultura democrática. Formación ciudadana. Editorial Transversales-Magisterio. Bogotá, Colombia. Marshall, T. & Bottomore, T. (1998). Ciudadanía y clase social. Alianza editorial, 1ª edición, Madrid, España. Santos, M. (1998). O espaço do cidadão. Editorial Nobel, 4ta edición. São Paulo, Brasil. Martín-Barbero, J. (1998). Modernidades y destiempos latinoamericanos. Revista Nómadas 8: 20-34. Santos, M. (2000). La naturaleza del espacio: técnica y tiempo, razón y emoción. (Trad: Silveira, M.L.). Editorial Ariel. Barcelona, España. Martín-Barbero, J. (2001). Colombia: ausencia de relato y desubicaciones de lo nacional. En: Cuadernos de Nación. Imaginarios de Nación, pensar en medio de la tormenta (Martín-Barbero, J.). Ministerio de Cultura. Bogotá, Colombia. Sartori, G. (2003). ¿Qué es la democracia? (Trad: M.A. González & M.C. Pestellini). Editorial Taurus, Ciudad de México, México. Ortiz, R. (1998). Otro territorio: Ensayos sobre el mundo contemporáneo. TM editores. 2da edición. Santafé de Bogotá, Colombia. 220 pp. Sousa, B. (1998). Modernidad, identidad y cultura de frontera. En: De la mano de Alicia: lo social y lo político en la posmodernidad (ed: Sousa Santos, B.). Siglo del Hombre Editores. Bogotá, Colombia. 456 pp. Pécaut, D. (1999). Configuraciones del espacio, el tiempo y la subjetividad en un contexto de terror: el caso colombiano. Revista Colombiana de Antropología 35: 8-35. Silveira, M.L. (2006). El espacio geográfico: de la perspectiva geométrica a la perspectiva existencial. Revista GeoUSP espacio y tiempo 19: 81-91. Pulgarín, M.R. (2008). Hacia la integración del plan de área de ciencias naturales y sociales desde el estudio del territorio y la formación en competencias. En: Hacia el desarrollo de una actitud científica en Uribe, M.T. (1998). Órdenes complejos y ciudadanías mestizas: una mirada al caso 21 Gutiérrez Tamayo colombiano. Revista Estudios Políticos 12: 25-49. Zermeño, S. (1999). México: ¿todo lo social se desvanece?. Revista Mexicana de Sociología 61(3): 183-200. 22 REVISTA DE GEOGRAFIA ESPACIOS Rev. Geogr. Espacios 2(3): 23-40 Universidad Academia de Humanismo Cristiano Investigación Geografía e Literatura Geografia y literatura MARISTELA MARIA DE MORAES1 1 Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul - UNIJUI/ RS (Brasil). e-mail: [email protected] RESUMO Este texto trata do imaginário e do espaço na obra “O Cortiço” de Aluísio Azevedo e “Vidas Secas” de Graciliano Ramos, em que abordo questões referentes à Literatura e a Geografia, o que é Literatura, como é trabalhada em sala de aula, e qual sua importância para o ensino. Busquei categorias geográficas que considero relevantes na significação do texto literário, que são usadas como categorias de análise. Os resultados da pesquisa permitem inferir que a Literatura é uma aliada do ensino no que diz respeito ao desenvolvimento do pensamento crítico do aluno sobre o mundo. A Geografia mostra-se parceira da Literatura, tendo em vista que as obras estão repletas de paisagens, espaços e lugares que, aliados ao imaginário, dão significado à narrativa. Defendo a possibilidade de um trabalho interdisciplinar entre a Literatura e a Geografia que ainda é bastante recente. Isso se pôde comprovar através de uma pesquisa desenvolvida como o apoio da FAPERGS em que se fez o levantamento do Estado da Arte da Pesquisa em Ensino de Geografia no Estado do Rio Grande do Sul, e em cuja busca nada foi encontrado que contemplasse um estudo entre Literatura e Geografia. Palavras-chave: Literatura, Imaginário, Geografia, Espaço, Ensino. RESUMEN Este texto trata del imaginario y el espacio en los libros “La barriada” de Aluisio Azevedo y “Vidas estériles” de Graciliano Ramos, en los que se abordan temas relacionados con literatura y geografía, lo que es la literatura, cómo se trabaja en el aula y cuál 23 De Moraes es su importancia para la enseñanza. Se buscaron categorías geográficas relevantes del texto literario, que se utilizan como categorías analíticas. Los resultados del estudio permiten inferir que la literatura es un aliado de la enseñanza en relación con el desarrollo del pensamiento crítico sobre el mundo del estudiante. La geografía aparece asociada a la Literatura, ya que las obras están llenas de paisajes, espacios y lugares, que aliados al imaginario dan sentido a la narración. Se defiende la posibilidad de un trabajo interdisciplinario entre literatura y geografía, que todavía es bastante incipiente. Esto se demostró a través de una investigación desarrollada con el apoyo de FAPERGS, en donde se hizo un levantamiento del estado del arte en la enseñanza de la geografía en el estado de Rio Grande do Sul, en cuya búsqueda no se encontró nada que contemplara un estudio entre Literatura y Geografía. Palabras clave: Literatura, Imaginario, Geografía, Espacio, Enseñanza. INTRODUÇÃO nesse grande desafio da educação que é o de construir conhecimentos. Ressalto, porém, que meu objetivo não é tornar a Literatura apenas pedagógica, deixando de lado o seu valor ficcional e estético e sim buscar o prazer, o lúdico aliado a um pensamento crítico. Para isso trabalho com duas obras da Literatura brasileira: “O Cortiço” de Aluísio Azevedo e “Vidas Secas” de Graciliano Ramos. Busco, através dessas duas grandes obras da Literatura brasileira, mostrar como nossos escritores através da linguagem literária não só promovem um prazeroso contato com uma narrativa que nos remete para o imaginário como também nos atinge com situações reais que o homem enfrenta, e que serve para refletirmos, assim como também nos posicionarmos. Com isso, não só adentramos na visão estética, inclusive, pela representação do espaço, como também pela visão crítica. Neste texto realçado a importância da literatura bem como a possibilidade interdisciplinar que ela permite. Para isso, discuto o que é Literatura, quais suas funções, assim como também trago algumas categorias da Geografia que entendo ser importantes para compreender o texto literário. Em seguida, trago um recorte de dois clássicos da literatura brasileira “O Cortiço” de Aluísio Azevedo e “Vidas Secas” de Graciliano Ramos analisando-os a partir das categorias geográficas estudadas. Instigada a discutir sobre a Literatura, sua importância e sua relação com o ensino, é que me proponho, ao mesmo tempo em que me desafio, a unir duas áreas do saber: Literatura e Geografia, com a ambição de construir um texto que discuta não só a importância da Literatura, mas de como a Geografia pode auxiliá-la e vice versa Ressalto, que quando trato das obras literárias, além de fazer uso de alguns aportes teóricos, também me 24 Geografia y literatura permito a interpretá-las. O que faço amparada na metodologia, qualitativa, que sustenta a pesquisa, pois esta considera a interpretação e, portanto, vem ao encontro do estudo proposto. Desta forma, esta investigação se propõe primeiramente a tecer um diálogo com os autores a respeito das abordagens pretendidas. Em seguida, volta-se para as obras focando a interpretação, e relacionando-as com as categorias geográficas escolhidas. Desta forma, ratifico que a interpretação se deu a partir da possibilidade subjetiva que o texto literário permite, como também através das categorias geográficas escolhidas que me permitiram levar em consideração alguns aspectos ao invés de outros. Saliento ainda, que a escolha da ordem das obras deu-se pelo critério temporal. Enquanto “O Cortiço” procurava mostrar o Brasil do século XIX retratando a situação do capitalismo, “Vidas Secas”, escrita na década de trinta, século XX, enfoca o problema da seca, bem como às condições de vida miseráveis a que estavam expostos o sertanejo brasileiro. que se interliga e que prende o leitor. Um conjunto de palavras que formam uma frase, um fragmento, muitas páginas. Através de uma relação sintática (estrutura das palavras) e semântica (significado das palavras) os fios vão se entrelaçando e dizem algo. Pode ser um simples recado ou uma notícia informativa, mas pode ser uma obra com seus cenários, suas personagens e suas histórias de vida. Assim, podemos chamar de texto um poema, uma pintura, um mapa, um romance ou uma peça teatral. Todos, independentes do gênero, fazem uso da linguagem escrita para se comunicar. Como não poderia ser diferente o texto literário também usa a linguagem escrita para se expressar, todavia, essa linguagem é diferenciada de outros gêneros. Para me aprofundar nas questões referentes ao texto literário, me apoio em D’onofrio (2004), um estudioso da Literatura que me ajudará conceituála. “A linguagem literária, por ser um sistema semiótico secundário que tem como significante o sistema linguístico, constitui-se num discurso conotado” (D’onofrio 2004, p. 13). A conotação poética se distingue de outros sistemas semióticos porque ela é sempre polissêmica, aberta a várias interpretações e isso a distingue. O texto literário é sempre plurissignificativo, isto é, a interpretação é dada de acordo com a subjetividade de cada leitor. O TEXTO LITERÁRIO Antes de tratar do texto literário farei uma breve reflexão a respeito do texto em sentido mais geral, isto é, abordagem da tessitura do texto. É possível comparar o texto a um tecido o qual é composto por um entrelaçamento de muitos fios, uma espécie de teia O leitor acolhe o texto de acordo com sua subjetividade, o que faz com que cada leitor interprete o texto lite25 De Moraes rário de maneira diferente. Contudo, ao mesmo tempo em que o texto permite essas diferentes interpretações, também possui um grande poder de persuasão que prende o leitor, principalmente pela maneira com que usa as palavras, o que faz com que seja esse o primeiro impacto do texto literário. A Literatura usa palavras comuns, mas as recria dando-lhes um efeito surpreendente. É através delas que o poeta chama atenção de seus leitores/ouvintes para realidade da vida. Outro fator importante é o de que o leitor se identifica com o texto pelo fato de o humano estar sempre procurando vivenciar algo novo, e a ficção permite experimentar sensações diferentes. seria história e não arte. O autor possui sim estruturas que o permitem construir o seu mundo de imaginação. Mas, esta não é surreal porque o autor sempre discorre sobre situações e problemas da humanidade. A partir dessas considerações sobre o que é Literatura me permito a introduzir as questões referentes ao Ensino de Literatura. No Ensino Fundamental a Literatura está atrelada a língua portuguesa, isto é, ela não está no currículo, e por isso tem de ser trabalhada junto com a língua, o que contribui para a sua deficiência. A Literatura passa então a ser usada, na maioria das vezes, para trabalhar a língua, o que faz com que perca seu verdadeiro sentido que é o de permitir que o aluno desenvolva o seu senso crítico e aprenda a entender o mundo através do prazer estético. No Ensino Médio essa situação muda, uma vez que ela se apresenta como disciplina e em virtude disso os documentos oficiais (PCN’s/OCNEM) fazem referência a seu estudo. De acordo com as Orientações Curriculares Nacionais do Ensino Médio (OCNEM) na LDBEN de 1996 foram lançados três objetivos que deveriam ser alcançados no Ensino Médio e que são eles: Contudo, para alguns autores a arte, e nesta inclui-se a Literatura, não pode ser compreendida objetivamente por ser expressão de uma personalidade subjetiva. O que rebate D’onofrio (2004) que considera o objeto artístico provido de estrutura, pois para ele a literariedade não está no fato de o texto não ser estruturado, e sim na especificidade de sua estrutura. Deixo claro, porém, que o texto literário é ficção, ou seja, imaginação de algo que não podemos dizer que é real, mas que possui uma verossimilhança com a realidade. A Literatura cria seu mundo autônomo do mundo de seu autor. Contudo, a ficção tem uma relação com o real, porque ninguém cria, escreve do nada, mas se essa narrativa se desse como se narra um fato acontecido, que se torna documentado “Consolidação e aprofundamento dos conhecimentos adquiridos no Ensino Fundamental, possibilitando o prosseguimento dos estudos; preparação básica para o trabalho e para a cidadania do educando, para continuar aprendendo, de modo a ser capaz de se adaptar com flexibilidade a novas condições 26 Geografia y literatura de ocupação ou aperfeiçoamento posteriores; aprimoramento do educando como pessoa humana, incluindo a formação ética e o desenvolvimento da autonomia intelectual e do pensamento crítico” (LDBEN 1996, art. 35, p. 11). Coutinho (1976) defende o estudo literário a partir dos gêneros. Ao fazer isso, se refere a um estudo que consiste na descrição de características, elementos que compõe a estrutura de cada gênero, sua organização interna, assim como também quais as evoluções que tiveram na Literatura universal e quais suas variedades principais. O ponto de partida do gênero é a motivação emocional, uma experiência humana. “Não há, pois, que negar a noção de gênero ou abandoná-la. Ela faz parte da literatura e constitui o núcleo da crítica e da teoria literária” (Coutinho 1976, p. 29). E diz mais: Contudo, de acordo com OCNEM (2006), tendo em vista que o primeiro objetivo diz respeito ao Ensino Médio como preparatório para o ensino superior e o segundo se refere como terminalidade, é no terceiro, e que engloba os outros dois, que se detém a Literatura, ou seja, ela visa o cumprimento deste item, isto é, contribuir para o desenvolvimento humano do aluno dando ênfase à autonomia intelectual e a criticidade sobre o mundo. “Em literatura, portanto, a ficção é um tipo de gênero narrativo e é empregado o termo para designar o romance, a novela, o conto, embora outras formas possuam qualidades da ficção: a fábula, a parábola, os contos e lendas folclóricos, e mesmo o drama” (Coutinho 1976, p. 31). Para atingir esse objetivo, Coutinho (1976), outro autor que discute sobre o texto literário, mais precisamente em sala de aula, afirma que a Literatura não deve ater-se basicamente ao estudo histórico da Literatura, com memorização de sumários, biografias de autor, e com isso deixar de lado o que realmente importa que é a obra, e a partir dela desenvolver o gosto pela leitura literária e a sua compreensão como Literatura, ou seja, é necessário valorizar suas funções como a estética e lúdica. “O problema da literatura tem sido nos últimos anos, objeto de intensa investigação e revisão no que tange ao método, tendo em vista resolver o conflito entre o estudo histórico e crítico da literatura nos currículos de humanidades” (Coutinho 1976, p. 25). Ao tecer essa abordagem o autor defende que ao priorizar o texto em si, e a partir dos gêneros, o estudante/ leitor se deparará com um menor número de obras o que permite que elas sejam mais bem analisadas, com mais profundidade. Além do mais, estimula o interesse pela leitura desenvolvendo a apreciação e favorecendo, assim, a ampliação dos horizontes intelectuais. Como se trabalha com o sentido da Literatura e não com a história ou biografia, permite que o aluno desenvolva o senso crítico e isso faz com que compreenda melhor o mundo. Acredito 27 De Moraes que trabalhar com a Literatura, nessa perspectiva do autor, não só estamos colaborando na formação de vida do aluno como também permitindo, através dela, que ele se reafirme como ser humano. A literatura no currículo auxilia o aluno em uma melhor compreensão do mundo assim como também permite uma maior consciência das mudanças que vimos enfrentando. O texto literário não pode ser considerado ultrapassado, isto é, como algo que não merece consideração e que não se insere nas tecnologias do momento, pois ele nunca perderá sua importância e sempre provocará sensações no leitor. Além do prazer estético, ele permite sentidos múltiplos em diferentes espaços e tempos. É por isso que as obras literárias resistem ao tempo e as mudanças. Daí sua importância para o ensino, na formação dos sujeitos. Não é apenas a capacidade de apreciação e crítica que se desenvolve, mas incentiva-se dessa maneira a criação individual, colocando-se o espírito do jovem no âmago do próprio fenômeno literário, constituído pelas obras-primas da Literatura nacional e universal. Na leitura diária, o educando adquire os segredos do ofício, da técnica, da arte literária, dos artifícios e convenções, dos materiais que se transformam em criação literária, além da terminologia específica para o tratamento crítico. É a experiência que se enriquece (Coutinho 1976, p. 26). O escritor tem a capacidade de transformar combinando a realidade com a percepção, isto é, o autor usa de elementos do meio, tais como a paisagem, o lugar, as personagens, mas dá vida a sua história com o sopro da imaginação. Desta forma, tanto o meio social influencia a obra de arte como também a arte influencia o meio. Assim, embora tenha frisado de que a Literatura é dada como ficção, também defendo que ela expressa a sociedade com seu aspecto social e seus problemas. Apesar de a Literatura ser ficção, fantasia, esta nunca é totalmente pura, ou seja, a Literatura refere-se constantemente à realidade. Ao ler uma obra literária nos deparamos com acontecimentos do cotidiano. Sendo assim, penso que a Literatura é de fundamental importância na formação do aluno, pois desenvolve a sua criatividade e a capacidade de criação além de tornálos leitores críticos. A Literatura é uma experiência que nos permite sentir, experimentar e ver a vida pelos olhos de outrem o que faz com que possamos vê-la de um ângulo diferente ao que estamos habituados, e sendo assim, possibilita refletir sobre o indivíduo e a sociedade. ESPAÇO, TEMPO E LUGAR Estamos inseridos no espaço e no tempo, assim como também sabemos ser impossível dissociá-lo um do outro, pois à medida que muda o tempo 28 Geografia y literatura muda também o espaço. Desta forma, cabe a nós estudá-los conjuntamente. A Geografia se caracteriza por estudar o espaço, contudo, isto não implica que o estudo se dê apenas sobre objetos fixos ou móveis, mas também sobre os sujeitos e suas ações. Baseados, nessas considerações, busco entender melhor o espaço, como também outras categorias que dele podem ser depreendidas. falar que o mundo é global, é no lugar que as relações acontecem, é nele que o homem vive e se constitui. Estudar e compreender o lugar para Callai (2009) significa entender o que acontece no espaço onde se vive para além de suas condições naturais ou humanas. O espaço construído é resultado da história das pessoas, dos grupos que nela vivem, como trabalham, se alimentam e usufruem do lazer. Isto resgata a identidade, e neste processo, é muito importante reconhecer os vínculos afetivos que ligam as pessoas aos lugares. Para Santos (1988), o espaço não é nem uma coisa, nem um sistema de coisas, e sim uma realidade relacional. É por isso que não é possível defini-lo sem relacioná-lo com outras realidades, isto é, a natureza e a sociedade, mediatizadas pelo trabalho. Desta forma, é impossível pensar o espaço sem a sociedade que o movimenta, que interage com ele. E a Geografia como ciência social tem preocupação em estudar o espaço e suas relações. Compreender o lugar em que vive, permite ao sujeito conhecer a sua história e conseguir entender as coisas que ali acontecem. Nenhum lugar é neutro, pelo contrário, é repleto de história e com pessoas historicamente situadas num tempo e num espaço, que pode ser o recorte de um espaço maior, mas por hipótese alguma é isolado, independente (Callai 2009, p. 84-85). “Não é o espaço, portando, como nas definições clássicas de geografia, o resultado de uma interação entre o homem e a natureza bruta, nem sequer um amálgama forma pela sociedade de hoje e o meio ambiente. O espaço deve ser considerado com um conjunto indissociável de que participam, de um lado, certo arranjo de objetos geográficos, objetos naturais e objetos sociais, e, de outro, a vida que os preenche e os anima, seja a sociedade em movimento” (Santos 1988, p. 10). Em meio às questões referentes ao lugar, ressalto a identidade que diz respeito à subjetividade do lugar, e mais propriamente as experiências vividas no cotidiano. Chamo a atenção para a identidade, pois essa relação estará presente nas obras literárias que serão estudadas neste texto dissertativo. O estudo do lugar é de extrema importância, pois embora possamos falar da globalização, isto quer dizer, Na visão de Cavalcanti (2008) a identidade é um fenômeno relacional. Seu aparecimento se dá na interação 29 De Moraes entre os indivíduos com os lugares, as formas de vida e os modos de expressão. O indivíduo vai se identificando com o lugar e adquire um sentimento de pertencimento que é construído com a familiaridade, a afetividade que tem com o lugar. ender melhor este conceito e em que implica. Para isso, busco interlocução em autores que discutem o assunto, e que podem me ajudar a situar este conceito. Também faço referência aos documentos oficiais, Parâmetros Curriculares Nacionais para o Ensino Médio (PCNEM, 2000), uma vez que esses também abordam o tema. “O lugar é, portanto, o habitual da vida cotidiana, mas, por outro lado, também é por onde se concretizam relações e processos globais. O lugar produz-se na relação do mundial com o local, que é ao mesmo tempo a possibilidade de manifestação do global e de realização de resistências à globalização” (Cavalcanti 2008, p. 50). Vale destacar, primeiramente, a abordagem que os PCNEM (2000) fazem a respeito da interdisciplinaridade e também da contextualização. Em uma proposta de reforma do currículo, esses documentos enfatizam que através da organização curricular por áreas que articulam a linguagem, a filosofia, as ciências naturais e humanas e as tecnologias, pretende-se contribuir para a superação do tratamento compartimentalizado do conhecimento escolar. Como expõe Callai (2009), a identidade é constituída de um conjunto de características que formam a feição de um determinado espaço. Estas podem ser: valores, costumes, tradições, são elementos, que juntos, formam a identidade do lugar. Todavia, ao se trabalhar com a identidade deve se levar em conta que as relações entre as pessoas e os lugares apresentam contradições. Não são harmônicas, ao contrário, são conflituosas, pois não são homogêneas e por isso permitem o diferente. O QUE É A INTERDISCIPLINARIDADE ENTRE A LITERATURA E A GEOGRAFIA Nesta perspectiva a interdisciplinaridade não visa, pois, a criação de outras disciplinas, mas usar dos conhecimentos de várias disciplinas para resolver um problema ou ainda compreender um fenômeno. De acordo com os PCNEM (2000), a interdisciplinaridade precisa ser entendida a partir de uma abordagem relacional, isto é, se propõe, através da prática escolar, que sejam estabelecidas interconexões entre os conhecimentos em uma relação de complementaridade ou ainda de convergência ou divergência. É importante para este estudo entender o que é a interdisciplinaridade. Para tanto, faz-se necessário compre- “Ao propor uma nova forma de organizar o currículo, trabalhando na perspectiva interdisciplinar e contextualizada, parte-se do pressu30 Geografia y literatura posto de que toda a aprendizagem significativa implica uma relação sujeito-objeto e que, para que esta se concretize, é necessário oferecer as condições para que os dois pólos do processo interajam” (PCNEM 2000, p. 22). lação” entre as ciências. As disciplinas precisam comunicar-se e para isso a interdisciplinaridade muito contribui. Contudo, é importante além de trazer a inclusão da interdisciplinaridade no currículo também abordar conceitos de interdisciplinaridade para que entendamos melhor qual a sua função no ensino. Nas reflexões de Morin (2003) a interdisciplinaridade nada mais é que uma cooperação e ainda reitera: Morin (2000, 2003) faz referência em seus estudos à questão interdisciplinar, e por isso acho importante trazê-lo para o debate. Em sua obra “os sete saberes necessários à educação do futuro”, Morin (2000), faz uma série de discussões a respeito da educação atual e da educação do futuro. O autor aponta que os saberes estão desunidos, compartimentados, enquanto que a realidade ou os problemas são cada vez mais interdisciplinares, globais. Sendo assim, de acordo com o autor, é necessário situar as informações no contexto para que tenham sentido. “Devemos “ecologizar” as disciplinas, isto é, levar em conta tudo o que lhes é contextual, inclusive as condições culturais e sociais, ou seja, ver em que meio elas nascem, levantam problemas, ficam esclerosadas. É necessário também o “metadisciplinar”; o termo “meta” significa ultrapassar e conservar. Não se pode demolir o que as disciplinas criaram; não se pode romper todo o fechamento: há o problema da disciplina, o problema da ciência, bem como o problema da vida; é preciso que uma disciplina seja, ao mesmo tempo, aberta e fechada” (Morin 2003, p. 105). “Os problemas fundamentais e os problemas globais estão ausentes das ciências disciplinares. São salvaguardados apenas na filosofia, mas deixam de ser nutridos pelos aportes das ciências” (Morin 2000, p. 40). Desta forma, as mentes formadas pelas disciplinas perdem a capacidade de contextualizar os saberes. Estes, quando fragmentados, fracionam os problemas, separam o que está unido. AS OBRAS “O Cortiço” é uma obra escrita por Aluísio Azevedo e foi lançado em 1890. O livro é composto de 23 capítulos, que relatam a vida em uma habitação coletiva de pessoas pobres que vivem em um cortiço na cidade do Rio de Janeiro. O romance é considerado por muitos estudiosos como peça- Essa fragmentação é sentida na escola, em que cada disciplina ensina o seu saber. Com isso, o aluno sente a dificuldade em contextualizá-lo. Para Morin (2003), há uma grande dificuldade em encontrar uma “interarticu31 De Moraes chave para o melhor entendimento do Brasil do século XIX. No entanto, ressalto que sendo obra literária, o romance não pode ser entendido como um documento histórico, mas é possível percebermos que as ideologias e as relações sociais presentes na obras eram muito parecidas com o que estava acontecendo na época no Brasil. A obra é narrada em terceira pessoa e está inserida no movimento naturalista, que leva em consideração os aspectos cognitivos e biológicos e defende que o homem sofre influências do meio social, assim como também do ambiente em que vive. A obra “O Cortiço” de Aluísio Azevedo foi considerada a expressão máxima do naturalismo brasileiro que buscava explicar o comportamento dos personagens com base na influência do meio, da raça e do momento histórico. O livro possui 23 capítulos, que relatam a vida em uma habitação coletiva de pessoas pobres - cortiço - na cidade do Rio de Janeiro. O romance possibilitou o entendimento do Brasil do século XIX. Porém, como obra literária, ele não pode ser entendido como um documento histórico da época. Mas, não há dúvida que podem ser estabelecidas relações com a história da época. Na narrativa, o espaço tem uma importância especial, pois se torna o principal personagem da obra. “Vidas Secas” é um romance escrito por Graciliano Ramos entre 1937 e 1938 e publicado, originalmente, em 1938. A obra é escrita em terceira pessoa e narra a história de uma família de retirantes do sertão brasileiro que vive em uma condição subumana, diante de problemas sociais como a seca, a pobreza, e a fome, e, em cosequência, vive diferentes sentimentos e emoções que os obriga a viver e a procurar meios de sobrevivência, criando, assim, uma ligação muito forte com a situação social do Brasil hoje. O livro possui treze capítulos até certo ponto autônomos, mas que se ligam pela repetição de alguns motivos e temas tais como a paisagem árida, os pensamentos fragmentados das personagens, a linguagem usadas por estes, assim como também as diferenças sociais. A obra é considerada pelos críticos um marco na Literatura brasileira e principalmente ao Modernismo brasileiro. Nos primeiros fragmentos temos a descrição da personagem de João Romão. A narrativa dá detalhes da ambição do mesmo que se aproveita do trabalho de Bertoleza para levar suas intenções a cabo. Nota-se que o desejo de enriquecer de João Romão é tratado como um propósito que pode ser considerado exagerado, pois age de forma desonesta e desumana, inclusive consigo, para atingir o que almeja. “João Romão foi, dos treze aos vinte e cinco anos, empregado de um vendeiro que enriqueceu entre as quatro paredes de uma suja e obscura taverna nos refolhos do bairro do Botafogo; e tanto economizou do pouco que ganhara nessa dúzia de anos, que, ao retira-se o patrão para a terra, lhe deixou, em pagamento de ordenados vencidos, nem só a venda com o que estava dentro, como ainda 32 Geografia y literatura um conto e quinhentos em dinheiro” [...] p. se aproximavam ao mesmo tempo em que se distanciavam. O segundo espaço, o sobrado aristocratizante do comerciante Miranda e de sua família, representava a burguesia ascendente do século XIX. A partir dessa abordagem pode-se pensar que o explorador vivia muito próximo ao explorado, daí a estalagem de João Romão estar junto aos pobres moradores do cortiço. Ao lado, o burguês Miranda, de projeção social mais elevada que João Romão vivia em seu palacete com ares aristocráticos e temia o crescimento do cortiço. Por isso, pode-se dizer que “O Cortiço” não é somente um romance naturalista, mas uma alegoria do Brasil, pois além de retratar a formação da cidade do Rio de Janeiro, também faz referência a mistura de raças, que é uma das características brasileiras. Porém, essa mistura se realiza como relações de poder, exclusão, ou seja, não se trata de uma miscigenação tranquila. Os espaços fictícios narrados na obra exploravam a exuberante natureza local como meio determinante. No que diz respeito ao fato de o cortiço e o sobrado estar tão próximos, remeto-me a muitas situações com a qual convivemos em que condomínios de luxo estão próximos a favelas, ou ainda, mansões próximas a vilas pobres. Mundos tão distantes e ao mesmo tempo tão próximos, que já se tornaram comum na sociedade de hoje. E que remete, inclusive, ao espaço de localização onde interesses definem os lugares. “Proprietário estabelecido por sua conta, o rapaz atirou-se à labutação ainda com mais ardor, possuindo-se de tal delírio de enriquecer, que afrontava resignado as mais duras privações. Dormia sobre o balcão da própria venda, em cima de uma esteira, fazendo travesseiro de um saco de estopa cheio de palha” [...] p. 7 Bertoleza também trabalhava muito para manter-se. Era negra e além de pagar a seu dono pela liberdade provisória, também juntava dinheiro para comprar sua carta de alforria. João Romão percebendo a carência de Bertoleza torna-se primeiramente seu amigo e depois seu amante na intenção de explorá-la. A partir de então Bertoleza começa a ser peça importante para que os desejos de João Romão se concretizassem. Como se tratava da formação da cidade do Rio de Janeiro é possível percebermos, através da personagem Bertoleza, a situação do negro enfrentada na época, isto é, quando não era explorada pelo seu dono o era pelas outras pessoas da sociedade. Azevedo trouxe para a discussão as dificuldades enfrentadas pelo negro e principalmente pela mulher negra que além de ser explorada ainda é submetida ao total descaso. Na obra temos dois espaços: o cortiço e o sobrado do Miranda. O casarão ficava, pois ao lado da venda de João Romão o que fazia com que formasse um contraste. Dois mundos que Contudo, João Romão estava decidido a ampliar as três casinhas a pon33 De Moraes revérbero das claras barracas de algodão cru, armados sobre os lustrosos bancos de lavar. E os gotejantes jiraus, cobertos de roupa molhada, cintilavam ao sol, que nem lagos de metal branco” [...] p. 15 to de transformá-las em um cortiço, e para isso não se importava em passar pelas piores privações o que permite perceber o quanto a cobiça pode transformar o ser humano. E ainda, à medida que o cortiço ia crescendo, outras necessidades iam surgindo que dessem conta da atual demanda, e assim a vila ia tomando ares de cidade. Como já fora referido a obra “O Cortiço” está inserida dentro da escola realista e naturalista. Nas palavras de Silva (2010) o naturalismo é uma extensão do realismo. Desta forma, faz uso de todos os princípios realistas como: a objetividade, a observação dos tipos humanos, a verossimilhança e a visão cientificista da existência. A ênfase do naturalismo está nos aspectos exteriores em relação aos seus atos, suas descrições físicas e o ambiente do qual fazem parte. “O naturalismo volta-se para os aspectos biológicos e cognitivos, por entre uma visão mecânica do homem, sujeito às da hereditariedade, as influências do meio social e do ambiente em que vive” (Silva 2010, p. 9). O autor naturalista tinha a intenção de provar, através da obra literária, como o meio, a raça e a história determinam o homem e o levam à degenerescência. Desta forma, Aluísio se propõe a mostrar que a mistura de raças em um mesmo meio desemboca na promiscuidade sexual, moral e na completa degradação humana. Mas, além dessas discussões, o livro também apresenta outras questões pertinentes para pensar o Brasil, e que ainda são atuais, como a imensa desigualdade social. O que permite uma aproximação com a obra “Vidas Secas” de Graciliano Ramos que também discute a questões sociais. “Justamente por essa ocasião vendeu-se também um sobrado que ficava a direita da venda, separados apenas por aquelas vinte braças... Comprou um tal Miranda, negociante português, estabelecido na Rua do Hospício com uma loja de fazendas por atacado” [...] p. 9 Aluísio Azevedo uniu na obra “O Cortiço” grupos humanos em um único coletivo. Nesse espaço foram descritos tipos sociais, “só que esses tipos apenas manifestavam-se como uma consequência do meio em que vivem, afinal, o grande personagem dessa história é na verdade a soma de tudo, ou seja, o cortiço. Os personagens sofrem influência direta do meio” (Silva 2010, p. 2). A descrição do cortiço é feita como se faz com qualquer outro personagem, isto é, minuciosamente, o que me leva a entendê-lo como um dos personagens do romance, senão um dos mais importantes. “E aquilo se foi constituindo numa grande lavandeira, agitada e barulhenta, com as suas cercas de varas, as suas hortaliças verdejantes e os seus jardinzinhos de três e quatro palmos, que apareciam como manchas alegres por entre a negrura das limosas tinas transbordantes e o 34 Geografia y literatura Nos próximos fragmentos temos uma descrição do cortiço onde é possível identificar uma comparação entres as pessoas do cortiço com animais. O autor trata o cortiço como um organismo vivo que cresce e expande suas raízes aumentando as forças daninhas de maneira a atingir o caráter de quem habita o seu interior. Aí está explícita a teoria naturalista de que o meio determina o homem. O que me remete a pensar sobre o lugar. O cortiço só tem vida por que as pessoas o habitam, são elas que o movimentam. O lugar/cortiço é o palco dos acontecimentos. Desta forma, baseado em Santos (2006, p. 230), pode-se inferir que “é o lugar que oferece ao movimento do mundo a possibilidade de sua realização mais eficaz. Para se tornar espaço, o Mundo depende das virtualidades do Lugar. Nesse sentido, pode-se dizer que, localmente, o espaço territorial age como norma”. Contudo, a força do lugar pode fazer com que não seja apenas palco, mas também sujeito que interfere na vida das pessoas que ali habitam, e coloca possibilidades e dificuldades. brasileiro. Em uma descrição minuciosa e cheia de emoções que descreve a fuga de uma família de retirantes, somos envolvidos nesta teia que é o texto, nos sentindo parte daquele meio. Escrita em terceira pessoa a obra de Graciliano Ramos mostra não só a realidade do sertanejo, como também os desafios enfrentados com a seca, e que reflete em uma sociedade esquecida e excluída. O romance foi escrito entre 1937 e 1938 e ainda se mantém atual. A abordagem que enfoca o descaso do governo com o nordeste, e o que poderíamos chamar de animalização do homem torna a obra uma das mais importantes da segunda fase do Movimento modernista, que trouxe à tona questões nacionais e regionais, o que possibilitou uma discussão sobre um dos sérios problemas enfrentados pelo Brasil, no caso da obra em questão, a seca (O período de 1922 e 1930 passava por definições no quadro político brasileiro. A arte também precisa ser revista, foi então que alguns artistas como Mario de Andrade, Oswald de Andrade, Tarsila do Amaral, entre outros, organizaram em 1922, a Semana da Arte Moderna, sendo, pois, esta a assimilação de tendências culturais e artísticas lançadas pelas vanguardas europeias no período que antecedeu a Primeira Guerra mundial. Esse evento marcaria o início do Modernismo Brasileiro. Período marcado, sobretudo, pela liberdade de estilo e aproximação com a linguagem falada, assim como também pela procura da novidade e da velocidade). “E naquela terra encharcada e fumegante, naquela umidade quente e lodosa, começou a minhocar, a esfervilhar, a crescer, um mundo, uma coisa viva, uma geração, que parecia brotar espontânea, ali mesmo, daquele lameiro, e multiplicarse como larva no esterco” [...] p. 15 Diferente da obra “O Cortiço”, “Vidas Secas” se dá no espaço rural. Nesta narrativa o leitor/ouvinte é convidado a percorrer o sertão nordestino 35 De Moraes Gostaria, primeiramente, de focar na oposição proposta pelo título vidas x secas. Enquanto a primeira nos passa ideia de renascimento, alegria, abundância, a segunda nos remete a tristeza, a falta. O próprio título já nos dá pistas da abordagem do autor. Assim, a terra que pode representar a vida é seca a ponto de representar a morte. E assim sendo, o homem que é a representação da vida se torna ‘seco’, isto é, não consegue viver como homem e mais parece bicho. meio. A obra relata a viagem de retirantes que há dias percorrem o sertão em busca de água e de alimento. O fato de terem sacrificado o papagaio para alimentar a família, deixa em evidência a cruel situação em que se encontravam. Além de estarem sem destino e sem esperança, também não possuíam alimentação, debilitados, pareciam não chegar a lugar algum. O lugar se torna na obra um dos fatores principais da degradação humana, mas não é o único motivo, pois se agrega a ele o fator social. “Compreender o lugar em que vive, permite ao sujeito conhecer a sua história e conseguir entender as coisas que ali acontecem” (Callai 2009, p.84). A terra não permite produzir devido à escassez da água, e as pessoas que ali vivem se tornam sobreviventes do meio. Ou seja, estão sujeitos as condições do meio, além de estarem esquecidos pela sociedade. A forte descrição me remete as ideias de Santos (1988), quando discute a apreensão cognitiva da paisagem, e que o texto literário reforça, uma vez que o leitor reproduz no imaginário essa paisagem descrita de acordo com sua subjetividade. “A dimensão da paisagem é a dimensão da percepção, o que chega aos sentidos. Por isso, o aparelho cognitivo tem importância crucial nessa apreensão cognitiva... Pessoas diferentes apresentam diferentes versões do mesmo fato” (Santos 1988, p. 22). “Na planície avermelhada os juazeiros alargavam duas manchas verdes. Os infelizes tinham caminhado o dia inteiro, estavam cansados e famintos. Ordinariamente andavam pouco, mas como haviam repousado bastante na areia do rio seco, a viagem progredira bem três léguas” [...] p. 9 “Ausente do companheiro, a cachorra baleia tomou a frente do grupo... ainda na véspera eram seis viventes, contando com o papagaio. Coitado, morrera na areia do rio, onde havia descansado, a beira de uma poça: a fome apertava demais os retirantes e por ali não existia sinal de comida” [...] p. 11 A partir desses dois fragmentos dou início à interpretação da obra. É possível, desde logo, percebermos que se trata de uma descrição de um espaço rural, mais precisamente de um lugar marcado pela seca. Contudo, esse espaço não contém só a paisagem física que é aparente, mas também há pessoas que o ocupam, o que nos permite dizer que há relação entre o homem e o A linguagem é outro fator que o diferencia. Nota-se que a família praticamente não conversava. Na passagem 36 Geografia y literatura em que o papagaio é sacrificado, sinhá Vitória usa como desculpa, o fato de o papagaio somente repetir o latido de Baleia. O que deixa transparecer que a família não possui diálogo. A comunicação se dava na maioria das vezes por gestos, onomatopéias e exclamações. A língua usada era tão animalesca que o cavalo a que estava montado o compreendia. Todavia, a linguagem era objeto de desejo de Fabiano que admirava a fala difícil de seu Tomás da bolandeira. Essa ênfase ao uso deficiente da língua também é um fator que os aproxima do animal. Tendo em vista, que a linguagem é um dos fatores que tornam o homem humano, a deficiência dela, faz com que nos aproximemos dos animais. O que leva a crer que esta foi à intenção do autor quando deu ênfase a essa dificuldade de expressão de Fabiano e sua família. Outra questão que pode ser inferida é o de que o silêncio também fala. O silêncio de Fabiano e sua família é um silêncio que grita, inclusive dentro de nós, pois nos põe em reflexão, nos angustia e nos fazer querer entender. Assim, é para Fabiano e sua família. Eles também querem entender esse mundo em que viver é muito difícil. das roupas. O que faz com que as mesmas saiam curtas e cheias de emendas. Desde já, a situação indica uma desigualdade que os diferencia dos outros participantes. Outro fator é o de que acostumados a andar com roupas folgadas e simples e o pouco uso de calçados, fazia com que tivessem dificuldades de se locomover devido às roupas e sapatos apertados. Também é possível perceber que o lugar tem relação de poder, que acua quem não o domina. “Não sentiam curiosidades, sentiam medo, e por isso pisavam devagar, receando chamar a atenção das pessoas. Supunham que existiam mundos diferentes da fazenda, mundos maravilhosos na serra azulada. Aquilo, porém, era esquisito. Como podia haver tantas casas e tanta gente? Com certeza os homens iriam brigar. Seria que o povo ali era brabo e não consentia que eles andassem entre as barracas? Estavam acostumados a agüentar cascudos e puxões de orelhas” [...] p. 74 Como se não bastasse, Fabiano sentia-se como se tivesse rodeado de inimigos. O desconforto era tamanho que se misturava à revolta, à alucinação. É notável que Fabiano não se sentia parte daquela sociedade, tudo o que queria era fugir, pois sentia-se angustiado com a situação em que se encontrava. Essa passagem me remete a Castrogiovanni (2009) quando diz que o espaço é todos. Essa afirmação faz do espaço um lugar do homem a que todos têm direito. O espaço permite, através do lugar, que as relações aconteçam e, portanto, pertencem a A festa de natal em que Fabiano e a família comparecem é mais um dos acontecimentos que o submetem a condições inferiores aos demais. Primeiramente os preparativos, em que Fabiano compra tecidos para a confecção de roupas para a família. Contudo, como o dinheiro é escasso, o tecido é comprado em quantidade insuficiente para o feitio 37 De Moraes todos, contudo nem sempre isso acontece e muitas vezes ele é seletivo, um elemento de exclusão. “Os espaços são também seletivos. Ao mesmo tempo em que podem acolher, podem excluir, dependendo das relações econômicas, da cultura, do acesso aos bens produzidos socialmente, e que muitas vezes são apropriados particularizadamente” (Callai 2009, p. 119). Para Fabiano, por exemplo, a afirmação de que o espaço é de todos não se concretiza, pois neste espaço descrito não há lugar para ele e sua família. de determinada área, para juntos pensar possibilidades e então ser possível a interdisciplinaridade. Percebo que é necessária essa não fragmentação, mas para isso a escola também tem que estar envolvida. Tenho plena consciência de o caminho é longo, mas que vale a pena percorrer. As possibilidades dos textos literários, que não são só romances, mas também contos, crônicas, poemas entre outros, são muitas. No estudo que fiz, estabeleci relações com a Geografia, mas outras áreas poderiam ser acolhidas. A partir das categorias geográficas, foi possível uma reflexão das relações entre o homem e o espaço e, principalmente, perceber a força do lugar. O quando ele influencia nas relações e o quanto é definidor. Contudo, De acordo com uma pesquisa desenvolvida como o apoio da FAPERGS em que se fez o levantamento do Estado da Arte da Pesquisa em Ensino de Geografia no Estado do Rio Grande do Sul, foi possível perceber a deficiência nos estudos que contemplem a interdisciplinaridade, o que permite pensar em possibilidades para que ela aconteça. CONSIDERAÇÕES FINAIS Reafirmo, a partir dessa pesquisa, o quanto a Literatura nos faz pensar, pois ela nos remete a muitas possibilidades. O imaginário é elemento indispensável na significação do texto, e diria mais, na vida, pois o mundo real é menor que o mundo da imaginação. Meu principal objetivo neste texto foi o de mostrar a importância da Literatura, uma vez que a considero muito importante na vida do sujeito, na sua formação, e na maneira de ver o mundo. Para isso, pensei em mostrar a possibilidade interdisciplinar da Literatura. Contudo, Ao longo do texto surgiram outras preocupações que me remetem a pensar em quais os auxílios que a escola oferece a esse professor? Penso que teríamos que discutir essas questões com a escola, e com os colegas. Levar para o grupo as inquietações, não só “Que isomorfismo poderíamos querer encontrar em coisas tão díspares quanto a crítica literária e a geografia uma vez que a Literatura é criação artística e a Geografia é,ou pelo menos pretende ser construção científica? A noção de localização espacial configurada no “lugar” aparece como o denominador comum no princípio dessa possível aliança” (Monteiro 2002, p. 13). 38 Geografia y literatura quer trama “humana” está envolta nas malhas de diferentes espaços relacionais: social, político, econômico, cultural” (Monteiro 2002, p. 25). Convém esclarecer, que o imaginário é quem impulsiona o leitor/ouvinte. Por isso, ele é um aliado do texto literário e do ensino. As descrições sejam da paisagem árida de “Vidas Secas” ou da habitação desordenada em “O Cortiço” permitem recriar imagens, e a partir destas dar um sentido para o texto. Por isso, quando ressalto a importância da Literatura estou também ressaltando a importância do imaginário na formação do aluno. “Nossos literatos não só têm dado testemunho como denunciado, de modo claro e às vezes bem enfático, a injustiça social de que nos revestimos” (Monteiro 2002, p. 90). A Escola necessita, mais do que nunca, considerando o mundo global em que estamos inseridos, formar cidadãos críticos, reflexivos e autônomos. Então se faz necessário, nós professores, pensar além de nossa disciplina, isto é, pensar mais no todo. Mas para isso, precisamos partir da nossa área. Valorizar aquilo que melhor entendemos, porém sem menosprezar o conhecimento mútuo, que nos faz refletir, superar e aprender. A interdisciplinaridade é uma das maneiras de tornar a Literatura mais atraente, além de permitir a outras áreas do saber uma aprendizagem não fragmentada. Desta forma, defendi neste texto a importância da Literatura, como também a interdisciplinaridade através da relação estabelecida com a Geografia. Nesse sentido, penso que esse texto oferece alguma contribuição para a escola, principalmente para os professores de Literatura que veem suas questões abordadas e colocadas no rol das discussões como também para a Geografia que tem a possibilidade de fazer da Literatura sua aliada no ensino. Pois, na visão de Monteiro, AGRADECIMENTOS Este texto é um recorte de minha dissertação de Mestrado apresentada ao Programa de Pós-Graduação em Educação nas Ciências da Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul - UNIJUI/RS. Este trabalho foi apresentado no II Simpósio Internacional de Pesquisadores em Didática da Geografia, organizado pela REDLADGEO e Universidad Academia de Humanismo Cristiano, em Santiago, Chile, entre 16 e 18 de abril de 2012. “A trama representa a condição humana. A sua comunicação, o seu “tomar vida”, requer, forcosamente, a projeção dessa trama num dado espaço-tempo, um “palco”praticável concreto – em que qual39 De Moraes REFERÊNCIAS D´onofrio, S. (1990). Literatura Ocidental: autores e obras fundamentais. Editorial Ática. São Paulo, Brasil. Azevedo, A. (2008). O Cortiço. Editorial Ciranda Cultural. São Paulo, Brasil. D´onofrio, S. (2004). Teoria do texto. Prolegômenos e teoria da narrativa. Editorial Ática. São Paulo, Brasil. LDBEN (1996). Lei de Diretrizes e Bases da Educação. Brasília: MEC, BRASIL. Monteiro, C.A.F. (2002). O mapa e a trama: ensaios sobre o conteúdo geográfico em criações romanescas. Editorial da UFSC, Florianópolis, Brasil. PCNEM (2000). Parâmetros Curriculares Nacionais para o Ensino Médio: Linguagem, Códigos e suas Tecnologias. Ministério da Educação (MEC), Secretaria de Educação Média e Tecnológica (Semtec). Brasília: MEC/Semtec, Brasil. Morin, E. (2000). Os sete saberes necessários à educação do futuro. (Trad: da Silva, C.E.F. & Sawaya, J.). Editorial Cortez. Brasília, Brasil. OCNEM (2006). Orientações Curriculares para o Ensino Médio – volume 2 – . Linguagem, Códigos e suas Tecnologias. Ministério da Educação (MEC). Secretaria de Educação Básica. Brasília, Brasil, 135 pp. Morin, E. (2003). A cabeça bem feita. Repensar a reforma, reformar o pensamento. (Trad: Jacobina, E.). Editorial Beltrand Brasil. Rio de Janeiro, Brasil. Callai, C.H. (2009). Estudar o lugar para compreender o mundo. In:. Ensino de Geografia: práticas e textualizações no cotidiano. (Org: Castrogiovani, A.C.). Editorial Porto Alegre: Mediação, 7 edicion. Brasil. 2: 83-134. Ramos, G. (2010). Vidas Secas. Editorial Record. Rio de Janeiro, Brasil. Santos, M. (1988). Metamorfose do espaço habitado, fundamentos teórico e metodológico da geografia. Editorial Hucitec. São Paulo, Brasil. Callai, C.H. (2009). O lugar e o ensinoaprendizagem da geografia. In: La espesura del lugar: Reflexiones sobre el espacio en el mundo educativo (Org: Garrido, M.). Ediciones Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Santiago, Chile. Santos, M. (2006). A Natureza do Espaço: Técnica e Tempo, Razão e Emoção. Editorial Universidade de São Paulo. 4ta edicion. São Paulo, Brasil. Silva, F.A.F. (2010). Uma análise sobre a relevância do espaço como personagem na obra “O Cortiço”, de Aluísio Azevedo. Revela: Periódico de divulgação científica da FALS. Ano IV – n VIII – JUN/2010. Disponível em: http://www.fals.com.br. Acesso em: 27 Set. 2011. Cavalcanti, L.S. (2008). A geografia escolar e a cidade: Ensaio sobre o ensino de geografia para a vida urbana cotidiana. Editorial Papirus. Campinas, São Paulo, Brasil. Coutinho, A. (1976). Notas de teoria literária. Editorial Civilização Brasileira. Rio de Janeiro, Brasil. 40 REVISTA DE GEOGRAFIA ESPACIOS Rev. Geogr. Espacios 2(3): 41-56 Universidad Academia de Humanismo Cristiano Investigación A Consciência e a mediação dos conhecimentos geográficos pelos professores em sala de aula La conciencia y la mediación de los conocimientos geográficos por los profesores en sala de clases. ANA CLAUDIA RAMOS SACRAMENTO1 1 Pesquisadora do Grupo Educação e Didática da Geografia: práticas interdisciplinares. Universidad de Sao Paulo, Brasil. e-mail: [email protected] RESUMO Este trabalho tem como objetivo analisar se os professores em seus processos de trabalho têm consciência do seu papel de mediador no ato de ensinar e de aprender em Geografia, tendo como sujeitos sete professores de rede pública de ensino das prefeituras e estado do Rio de Janeiro e São Paulo. A questão central está fundamentada a partir do como os professores refletiam a respeito de suas aulas (dentro das suas condições reais de trabalho) e as características mais importantes. Sendo assim, queremos entender como os professores no processo de seu trabalho, buscam compreender o processo de mediação que orienta suas ações didáticas durante a aula e, como, o seu ato de ensinar se traduz nas concepções de aprendizagem sobre os fenômenos geográficos percebidos pelos alunos. A partir dessa perspectiva, a fundamentação metodológica foi organizada por meio da pesquisa etnográfica escolar que permitiu o desenvolvimento dos aspectos significativos tendo como instrumentos de pesquisa: Observação das aulas; Questionários e Entrevistas. Os conceitos principais que serão trabalhados são Consciência, Mediação e Educação Geográfica, pois permitem pensar sobre as suas práticas cotidianas, a partir da conscientização dos professores sobre seus atos didáticos. Palavras-chave: Didática da Geografia, Consciência, Mediação, Educação Geográfica. 41 Ramos Sacramento RESUMEN Este documento tiene por objeto examinar si los profesores en sus procesos de trabajo son conscientes de su papel como mediador en el acto de la enseñanza y el aprendizaje en Geografía, teniendo como sujetos siete docentes de la red pública de enseñanza de las municipalidades y de los estados de Río de Janeiro y San Pablo. La cuestión central se basa en cómo los profesores reflexionan sobre sus clases (dentro de sus condiciones reales de trabajo) y las características más importantes. Por lo tanto, se quiere entender cómo los docentes en el proceso de su trabajo, tratan de entender el proceso de mediación que guía sus acciones didácticas durante la clase, y como su acto de enseñar se refleja en las concepciones de aprendizaje de los fenómenos geográficos percibidos por los estudiantes. Desde esta perspectiva, la base metodológica se organiza a través de la investigación etnográfica en las escuelas que llevó al desarrollo de aspectos importantes que se tienen como instrumentos de investigación: Observación en sala de clases, cuestionarios y entrevistas. Los conceptos principales que serán trabajados son: Conciencia, Mediación y Educación Geográfica, pues permiten reflexionar sobre las prácticas cotidianas a partir de la concientización de los profesores acerca de los actos didácticos. Palabras clave: Didáctica de la Geografía, Conciencia, Mediación, Educación Geográfica. INTRODUÇÃO res, permitindo que os alunos articulem situações do cotidiano com os fenômenos e conceitos geográfico. Os professores constrói o conhecimento, por meio do seu ato consciente, sendo materializado na aula, como um processo de organização do seu trabalho: pensar, estruturar e mediar a melhor maneira de criar ou desenvolver sequencias que possibilite o aprendizado dos alunos. Dessa maneira, ao pensar sobre a disciplina específica, os professores manterem duas relações: com o saber em si e com o saber pedagógico. A partir disso, as diferentes formas de se ensinar se tornam possíveis, pois as condições para sua existência enquanto professores se concretizam ao tomar consciência de seu papel como mediador do conhecimento. A mediação é um processo pelo qual os professores buscam transpor os conhecimentos necessários para que os alunos compreendam o cotidiano. Pensando no Ensino de Geografia mediar os conhecimentos geográficos está vinculado ao conhecimento dos professo- Apresentaremos a noção de consciência, mediação ao articular como pensar as ações didáticas dos professores de Geografia a partir da pergunta 42 Consciência e mediação do conhecimento geográfico por professores sobre refletiam a respeito de suas aulas (dentro das suas condições reais de trabalho) e as características mais importantes sobre elas. Assim, a observação e a análise das transformações e as ações dos professores, como dos alunos são necessárias para que compreendamos suas funções na escola e o papel do ensino e de aprendizagem atual; a dinâmica natural na sala de aula, como uma interação dialética, fundamental na concepção do processo educativo, difícil de ser mensurado. A ETNOGRAFIA ESCOLAR COMO PROCESSO METODOLÓGICO DE TRABALHO Dentro da pesquisa qualitativa o foco será a abordagem etnográfica escolar, analítica de observação, cuja análise do trabalho será construída a partir da didática dos professores em sua prática cotidiana. Esta pesquisa busca descrever, compreender e interpretar os fenômenos educativos presentes no contexto escolar. De acordo com Franco & Ghedin (2008, p. 203): “[...] o enfoque da pesquisa centra-se no contexto de cada escola, vista como uma comunidade cultural que elabora sentido e significado para suas ações ao mesmo tempo em que condiciona e estabelece um conjunto de relações e práticas mediante os sujeitos que vivenciam sua realidade. A pesquisa etnográfica procura compreender como se dão essas relações em seu contexto e em que sentido revelam uma cultura construída com base na escola”. Alguns teóricos como Menga & André (1986), André (2000), Franco & Ghedin (2008), destacam que a pesquisa educacional tem produzido nos últimos trinta anos metodologias, que possibilitam pensar as concepções de abordagens qualitativas. A compreensão sobre pesquisa não é mais aquela calcada somente na descrição ou na tentativa de quantificar os dados, mas voltada também, e principalmente, para análise do grupo, da dialética do trabalho docente e da aprendizagem do aluno, mostrando o professor como um sujeito ativo no processo de construção do saber. Baseando-se em Franco & Ghedin (2008), a pesquisa qualitativa permite a compreensão do cotidiano como possibilidade de vivências únicas, impregnadas de sentido. O cotidiano passa a ser percebido dentro da escola de forma significativa, em que os seres humanos constroem sua existência, possibilitando o pensar e repensar de suas práticas vivenciadas ao longo de uma história. A etnografia tem como cunho permitir um processo de interpretação do outro, daquilo que os sujeitos de verdade são ligados a um modo de perceber o mundo do outro ou de treinar o olhar para aprender como as pessoas agem sobre algo. 43 Ramos Sacramento Usamos como instrumentos de pesquisa: Quando pensamos nesse ato consciente, temos como referência Marx & Engels (1987) que destacam como a consciência humana age quando há uma necessidade sobre algo que é material, algo que está na sua existência histórica, colocada pelas condições básicas da vida, pois sem ela o homem não vive. Condições essas estabelecidas quando o homem ao se relacionar com o outro, tem a necessidade de criar, construir e produzir coisas que não são aleatórias, mas propícias a um determinado fim. Dessa maneira, ele se permite estabelecer algumas relações que são pertinentes para construção histórica da sua vida e consequentemente da sua consciência humana. a) A observação – analisar e avaliar todos os objetivos caracterizados, as práticas didáticas construídas na sala de aula dos professores; b) Os questionários – conhecer mais sobre os alunos e os professores, em um primeiro momento. Eles foram organizados a partir das leituras realizadas para mostrar as características de formação, de didática e de aspectos culturais, que dentro das literaturas sobre didática; c) As entrevistas – analisar por meio das respostas, em que medida os professores tem consciência da sua atuação em sala de aula e como ocorre a mediação didática. Elas foram organizadas a partir dos questionários para ajudar a entender as ações didáticas dos professores. Essa produção, não é um fato qualquer, mas uma ação movida pela consciência, não uma imposta ou ideológica, mas como Marx & Engels (1987) destacam como uma consciência real sobre uma forma de agir com outro ser, uma relação social que interfere no seu ato de produção (aqui não estamos relacionando a produção de objetos em si), mas de sua própria vida perante o outro. O PAPEL DA CONSCIÊNCIA PARA A DIDÁTICA DOS PROFESSORES “[...] a consciência é pois um produto social e continuará a sê-lo enquanto houver homens. A consciência é antes de tudo, a consciência do meio sensível e de uma relação limitada com outras pessoas e outras coisas situadas fora do indivíduo que toma consciência; é simultaneamente a consciência da natureza que inicialmente se depara ao homem como força franca- Pensar a consciência no processo didático dos professores de Geografia é buscar refletir sobre o ato de ensinar como um ato produtivo do trabalho docente, pois a aula é a materialização esse trabalho que é planejado, organizado e mediado para os alunos durante o processo de ensino e de aprendizagem escolar. 44 Consciência e mediação do conhecimento geográfico por professores mente estranha, toda-poderosa e inatacável, perante a qual os homens se comportam de uma forma puramente animal e que os atemoriza tanto como aos animais, por conseguinte, uma consciência de natureza puramente animal (religião natural). Por outro lado, a consciência da necessidade de entabular relações com os indivíduos que o cercam marca para o homem a tomada de consciência de que vive efetivamente em sociedade” (Marx & Engels 1987, p.16). escolar, as diferentes formas de ensino e aprendizagem, como tanto outros elementos que estruturam a organização do seu trabalho. Devido à necessidade de se construir como um profissional docente, o ato de ensinar se torna a sua consciência, pois é a partir da sua formação inicial que o professor começa a se transformar e estabelecer uma conexão com a necessidade de saber lecionar. Ou seja, a consciência faz parte de um processo humano de relacionarse a medida em que ele toma consciência de um fato ou de uma coisa, ou de uma conseqüência, partindo de uma situação que é percebida ou não por ele. Desta maneira, a consciência é tomada por reflexões sobre as ações que os homens tem sobre si e sobre um determinado objeto ou lugar, no qual tende a racionalizar seu pensamento, sua memória, sua criação, de ir além daqui que foi imposto ou reproduzido para ele, pois suas ações são projetadas social e historicamente pela necessidade de sua produção. O PAPEL DA MEDIAÇÃO NA PRÁTICA DIDÁTICA DOS PROFESSORES A mediação é um processo importante para a organização do conhecimento pelos alunos. Mediar o conhecimento significa transmitir para o outro alguma coisa, mas na Educação, não é qualquer coisa e, sim, construir meios que possibilitem os professores a desenvolver estratégia e metodologias que promovam certa aprendizagem. Podemos dizer, que os mediadores são aqueles que criam maneiras de estimular a apropriação do conhecimento, elaborando ações que organizem as suas formas didáticas ao eleger o que devem ser mais importante para permitir que os mediados, os alunos, estruturem e organizem seu entendimento sobre um determinado assunto. A partir do momento, em que os professores mediadores tenham clareza de como estimular ou como usar determinados instrumentos para aprimorar Então, pensar a Educação Geográfica é importante para que o professor pense o seu papel na sala de aula e como trabalhar os conceitos, os conteúdos e os fenômenos geográficos com os alunos. Desta maneira, o ato consciente é estabelecido a partir do momento em que o professor percebe ou reflete a sua ação, a sua condição de trabalho, sobre o trabalho dos outros, o universo 45 Ramos Sacramento conteúdos, programar tarefas, criar condições de estudo dentro da classe, incentivar os alunos para o estudo, ou seja, o professor dirige as atividades de aprendizagem para os alunos a fim de que estes se tornem sujeitos ativos da própria aprendizagem”. novas formas de ensinar, ajudará no processo de ensino e de aprendizagem favorecendo o saber dos alunos. A ação docente está, portanto, relacionada aos objetivos pedagógicos e educacionais para desenvolvermos os conteúdos em sala de aula. Se tivermos uma prática que contribua para a evolução conceitual do aluno, refletindo sobre a realidade vivida pelo aluno, respeitando a sua história de vidas e contribuindo para que ele entenda o seu papel na sociedade: o de cidadão. Segundo ainda Rivera (2007, p. 39) “os pensamentos do professor deve estar atrelada às alternativas pedagógicas a por em prática para transformar a educação geográfica, devem ser também pertinentes com as transformações e dos protagonistas dos fatos”. Sendo assim, pensar a Didática como uma ciência que promove investigar e orientar a aprendizagem, requer principalmente dos professores, uma formação constante, uma reflexão das concepções teórico-práticas que envolvam o conhecimento das ações sociais e culturais na prática do cotidiano escolar. A CONSCIÊNCIA E A MEDIAÇÃO SOBRE AS AÇÕES DIDÁTICAS DOS PROFESSORES DE GEOGRAFIA Neste processo, é destacado como os professores se apropriam da forma do como mediar os conhecimentos, porque esta faz parte da compreensão em desenvolver meios de intervir sobre o pensamento do outro para articular o processo de ensino e de aprendizagem. O processo de ensinar e de aprender requer dos professores uma consciência sobre pensar em que atividades auxiliem na compreensão os conceitos ou os fenômenos que trabalhamos em sala de aula porque essas atividades precisam estar voltadas para o desenvolvimento mental do aluno que são orientados por meio dos símbolos e dos instrumentos que se materializam em forma de conteúdos, ou como diz Libâno (2009) se encontram forma de objetos de aprendizagem (conteúdos). Segundo o autor: “O objetivo primordial do professor na atividade de ensino é promover e ampliar o desenvolvimento mental de seus alunos, provendo-lhes Ao mediar o conhecimento, ele constrói meios que possibilitem sua relação com o aluno, perpassando pelo conhecimento didático-pedagógico que este possui e sobre o próprio conhecimento sobre a ciência em questão – no caso com a geografia escolar, como destaca Libâneo (2011, p. 91): “O papel do professor, portanto, é o de planejar, selecionar e organizar os 46 Consciência e mediação do conhecimento geográfico por professores os modos e as condições que assegurem esse desenvolvimento. Em termos práticos, significa o professor fornecer ao aluno as condições para o domínio dos processos mentais para a interiorização dos conteúdos, formando em sua mente o pensamento teórico-científico” (Libâneo 2009, p. 3-4). matéria, consolidação e aprimoramento dos conhecimentos e habilidades, aplicação e controle e avaliação dos resultados): a) Buscar a motivação por meio de interligar os conceitos e os conteúdos ao cotidiano; b) Participação dos alunos; Os professores, em seu ato de trabalho, precisam organizar meios que estimulem os desenvolvimentos cognitivos dos alunos. Para tanto, a construção se dá a partir do momento em que, os professores tomam consciência de como criar estratégias de aprendizagem para os alunos. O ato de ensinar está ligado a uma produção do conhecimento e não uma mera reprodução; a um agir prático e ideológico sobre a organização da aula, em articular a vida ligada à questão material, histórica e dialética que transforma as ações e as dinâmicas existentes de estruturar a sua práxis que é desenvolvida de acordo com seu envolvimento com a sala de aula, bem como sua formação docente. c) Fazer representações dos elementos trabalhados nas aulas, principalmente os da parte física; d) A possibilidade (dependendo se a escola tem infra-estrutura) de usar diferentes tipos de recursos didáticos como elemento da mediação do conhecimento geográfico, principalmente uso de mapas, cópias de texto, vídeos, livros didáticos. Ao destacarem como pensam as suas aulas e as suas características, esses elementos que aparecem em quase todas as respostas e os que mais nos chamaram atenção, apesar de algumas atividades individuais dos professores e das diferentes formas de mediação dos conteúdos. Podemos dizer que ao refletir sobre isso, foi difícil para os professores assumirem, pois eles fugiam das respostas. Durante as entrevistas foram realizadas algumas perguntas sobre como os professores refletiam a respeito de suas aulas (dentro das suas condições reais de trabalho) e as características mais importantes sobre elas. Os professores comentam sobre a motivação como um dos elementos importantes da sua aula. O que eles dizem sobre isso? Qual é o significado de motivar os alunos? Tem haver com a necessidade de fazer com que os alunos prestem atenção nas suas aulas, tenham Nessa perspectiva, podemos agrupar alguns elementos importantes destacados por eles (Para Libâneo (2007) a aula pode ser estrutura da seguinte forma: preparação e introdução da matéria, tratamento didático da nova 47 Ramos Sacramento vontade de estar ali. A professora 5 comenta que primeiro você tem que despertar a motivação, e eu acho a parte mais difícil. Por que é difícil? Porque você precisa utilizar metodologias que os professores durante as entrevistas não deixaram claros se conheciam ou não, mas percebemos as dificuldades de destacar os elementos pedagógicos. contato dos alunos com os conteúdos e com os conceitos, uma vez que estão relacionados aos conhecimentos prévios - ao que eles vivenciam ou os que eles tem referenciais. Os professores relatam temas dos conteúdos geográficos nos quais os alunos gostam de participar da aula, como destaca a professora 1: Por exemplo, quando você fala de terremoto, de vulcões é um tema que eles gostam muito, a primeira coisa que eles perguntam é se desenharão o vulcão, construir uma maquete, eles querem ter o contato com o concreto. Ou como comentou a professora 4, estou trabalhando sobre clima, sobre os fenômenos climáticos, os desastres que estão ocorrendo – fenômenos atípicos do clima. Usar coisas do dia-a-dia como o desastre que aconteceu em Friburgo. É importante analisar como os professores pensam as concepções didáticas de uma aula. Uma das características é a motivação do aluno para a construção do conhecimento escolar, pois é uma primeira leitura da realidade com os conteúdos e os conceitos a serem ensinados. Percebemos então que os professores buscam instigar os alunos por meio do seu cotidiano ou dando significado imediato ao tema tratado. A professora 4 destaca isso ao dizer que Os fenômenos geográficos estão caracterizados nas aulas e a preocupação em relacionar os conteúdos e os conceitos que permitam uma discussão com o cotidiano se torna um dos elementos didático-pedagógicos dentro do Ensino de Geografia, já que as representações do cotidiano relacionamse com elementos espaciais. É importante analisar é até que momento não se torna um simples comentário sobre um determinado tema ou se há de fato uma reflexão sobre os elementos do cotidiano. A partir das aulas assistidas, podemos dizer que acontecem os dois: momentos em que o cotidiano era um simples exemplo para facilitar o entendimento dos alunos sobre o tema proposto e em outros momentos, uma reflexão sobre como esses elementos “As características da minha aula são interligadas com o dia-a-dia, com coisas que fazem significado para eles, pelo menos eu busco sempre isso. Estou trabalhando sobre clima, estou trabalhando com fenômenos climáticos, os desastres que estão ocorrendo – fenômenos atípicos do clima. E usar coisas do dia-a-dia como o desastre que aconteceu em Friburgo”. Uma das formas de motivar os alunos é buscar fazer perguntas ou instigar com elementos do cotidiano. Os professores argumentam que ao trabalhar elementos do dia a dia se torna mais fácil que os alunos se interessem em prestar atenção na aula. O cotidiano passa a ser a forma mais direta no 48 Consciência e mediação do conhecimento geográfico por professores responder. E no caso, instigar essa participação. Faço perguntas, eu organizo tudo nesse sentido. Para eles participarem, mas nem sempre funciona assim”. humanos e físicos se interagem no espaço. Outra característica levantada pelos professores é em relação à participação do aluno, que está relacionada à construção das aulas pelos professores. Se a aula é centrada no professor ou se foco é os alunos. As ações didáticas precisam estar relacionadas a alguns fatores importantes: como os professores introduzem as aulas, como eles pensam as perguntas: é simples – de respostas curtas ou problematizadoras – que estabelecem uma reflexão dos alunos, ou em recursos didáticos que estimulem o conhecimento dos alunos e assim suas participações. Alguns desses elementos aparecem nas respostas dos professores como podemos relacionar o professor 6: Eu faço algumas perguntas referentes ao assunto, para dar uma sondada e saber de que maneira posso trabalhar. Posso trabalhar forçando mais a turma, ou de maneira mais light para não embaralhar a cabeça deles. Ou como relata a professora 7. As diferentes formas de abordagens são estratégias para se pensar como elaborar as ações para que os alunos sejam instigados a participarem das aulas. Para isso, os professores precisam estabelecer quais são suas metodologias, a fim de que possam manter uma aula dialógica. Durante as aulas, observamos que os professores de 1 ao 6 buscavam ir direto aos conteúdos e fazendo perguntas objetivas, perguntas instigadoras para que os alunos ficassem curiosos ou como o caso da professora 7, que sempre elaborava diferentes formas de promover a participação, por vezes fazendo perguntas, por outras, elaborando atividades como o enigma. Ou até fazer uma atividade com jogos ou começando com uma análise de uma imagem. Outra característica marcante é em relação à representação dos fenômenos, principalmente em forma de desenhos ou de esquemas. “Outra coisa a Participação. Eu faço tudo para que tenha participação do aluno, eu não gosto da aula palestra, aliás eu detesto aula palestra. Durante a aula, eu dei o enigma, eu fiz a pergunta do enigma e até o final da aula e eles tinham que responder. Então, teve aluno que ficou entre dois países, eu fiz eles prestarem atenção na aula para que pudessem respondêlo. Eu já organizei minha aula com essa finalidade e também despertar a curiosidade para perceber que eles precisavam ir ao livro para Esta representação seria a forma como os professores organizam a explicação sobre um determinado fenômeno, como fazer com que os alunos compreendam sobre aquilo que querem ensinar. Dentro do Ensino de Geografia é uma das formas mais tradicionais de representação espacial, pois é um elemento que não precisa de muitos recursos, já que você pode desenhar em 49 Ramos Sacramento qualquer lugar e em/com qualquer material. questão que sempre tem e porque não se resolve”. Além disso, o desenho ou esquema representa uma forma de realização de um registro de maneira a observar, descrever, analisar e sintetizar os fenômenos que podem ser trabalhados em sala de aula. Por exemplo, quando os professores desenham um rio, uma montanha, uma serra, os fenômenos climáticos ou mesmo, elementos sociais, os desenhos ou esquemas passam a ser para os professores uma maneira lúdica de aprendizagem para os alunos. A professora 4 analisa porque para ela o desenho faz parte da sua aula: O desenho passa a ser uma estratégia didática importante porque é uma forma de expressão sobre os temas e que possibilita aos alunos cognitivamente, desenvolverem as habilidades já descritas, buscando assim, a construção do conhecimento geográfico. Ao relatar sobre o clima, podemos representar as massas de ar, os tipos de chuvas, os tipos de nuvens, o que acontece num espaço urbano, como no caso relatado em Friburgo, e outros elementos que envolvem os fenômenos climáticos na natureza. “Procuro desenhar sempre, é uma coisa que dá certo: desenhar, tentar representar o que estou falando através do desenho. É o que eu mais uso e que dá certo. Eles gostam, por exemplo, eu trabalhei clima – os fenômenos das chuvas – chuvas fortes que causam alagamentos. Usei o exemplo de Friburgo, eu desenhei os acontecimentos, pois isso fixa muito. Isso até estimula porque eles querem também desenhar. O desenho ajuda muito e eu tento representar ao máximo isso... A coisa mais importante da minha aula é o que eu posso representar e o que os conceitos podem orientar a partir daí, por exemplo, voltando ao clima, falar sobre os problemas do comércio local, a influencia do clima nas questões econômicas, a questão do próprio hábito, o que você come, os cuidados que você tem que ter, as questões sociais, a própria política mesmo, o que o governo faz para minimizar essa A professora 5 tem as mesmas concepções da professora 4 ao destacar que: “Busco para motivar os alunos, atividades que tem a ver com eles. Algumas atividades que eles tenham que visualizar, identificar, desenhar, pintar, destacar alguma coisa que chame a atenção dele. Não só ficar fazendo perguntas maçantes, mas ter gráficos, desenhos. Eu gosto muito de desenhos e mapas para eles terem uma visão do que estão estudando”. Ela desenvolve atividades lúdicas para fazer com que os alunos compreendam os conteúdos da disciplina. Ao mesmo tempo, atividades desenvolvidas pelos alunos, a fim de analisar o processo de aprendizagem, quando eles representam o que entenderam das aulas. Percebemos durante as aulas assistidas que as atividades mais utiliza50 Consciência e mediação do conhecimento geográfico por professores das foram sobre fazer mapas, de pintar mais e de fazer alguns desenhos ou esquemas. Destacamos assim, as atividades desenvolvidas pela professora 1, por exemplo, sobre mapas e na prova da professora 7, que tinha que analisar e pintar os mapas. Seus usos estão diretamente ligados à prática didática do professor, ao saber usá-los como um meio para chegar ao conhecimento geográfico. Ao utilizar os materiais didáticos, o professor deve ter domínio do uso que fará e também ser seletivo na organização da aula. Um dos recursos de que os professores fazem uso, são as diferentes linguagens, na medida em que todos são responsáveis pela capacidade leitora e escritora do aluno e que já tem acesso aos textos, jornais, revistas científicas e internet. Contudo, não adianta fazer essas atividades se não tiverem a inteção de desempenhar um papel desafiador que promova o desenvolvimento cognitivo do aluno. Como analisamos durante as aulas, algumas atividades com desenho que tinham como objetivo a fixação dos conteúdos, sem, no entanto, apresentar um caráter problematizador. Em outros momentos, percebemos atividades com desenhos ou mapas que buscavam contextualizar o cotidiano e desafiar cognitivamente os alunos. Segundo Paganelli et al. (2007, p. 302), os desenhos são esquemas gráficos de organização da relação humana com o mundo. Assim, a realização destes tipos de atividades permitem os alunos expressarem aquilo que eles têm dificuldades de dizer. Podemos dizer que o professor, em sua prática pedagógica, tem consciência do papel que esses recursos desempenham em sala de aula. No entanto, para a apropriação do uso dessas linguagens, que possuem seus próprios códigos e suas formas de representação, são relacionadas às determinadas estratégias de aprendizagem que desenvolvam nos alunos a obtenção de um raciocínio lógico e a compreensão dos conceitos e conteúdos necessários para a construção do seu saber. Podemos analisar que os recursos mais utilizados pelos professores da pesquisa são: dos materiais mais tradicionais como quadro, giz, o livro didático, mapas ou Atlas, como aqueles considerados mais modernos, como fotocópias de textos, uso de jornais e revistas e os vídeos para passar os filmes ou documentários. É evidente que cada professor usa os recursos que tem dentro da escola, muitos tem dificuldades de trabalhar, pois na escola há problemas infra-estruturais. Outro elemento importante nas aulas dos professores, são os recursos ou materiais didáticos. Podemos dizer que o uso de materiais diversificados nas salas de aula, sempre foi uma referência na discussão de diferentes propostas de ensino, sendo propiciada pelas novas políticas educacionais no âmbito curricular, tem se alicerçado em um discurso de reforma educacional, o qual passou a ser sinônimo de renovação pedagógica, progresso e mudança (Fiscalrelli 2008). 51 Ramos Sacramento De modo geral, a preocupação dos professores em utilizar os recursos ajuda na aprendizagem do aluno, como destaca a professora 5 promovam a curiosidade e o desejo de aprender. Apesar de sua escola ter problemas sérios com infra-estrutura, falta de mapas ou Atlas e só tem autorização para pedir fotocópias para as provas, a professora 5 buscava na medida do possível sempre trazer outros tipos de atividades, principalmente textos ou atividades em fotocópias, nas quais ela pagava para que os alunos pudessem ter outros tipos de trabalhos. “Eu penso, por exemplo, quando eu preciso de uma visualização, eu peço para pegar um livro, um mapa que me ajude a esclarecer o assunto. Porque para qualquer esquema você tem que ter um gráfico, um mapa. Na medida do possível eu peço para tirar uma cópia, dizendo que vai valer ponto. Também gosto de fazer isso na prova, para facilitar e ajudar o aluno a perceber o que estou tentando mostrar. Eu acho que fica mais fácil assim. Eu uso o livro quando tem umas atividades interessantes. Eu pesquiso muito, meu armário fica cheio de livro, buscando trazer o que é mais fácil, o que vai ser legal ensinar para eles. O que vai despertar mais interesse. Eu não pego só um livro, eu pego outros livros. Eu não tenho nem mais espaço para guardar livros”. A professora 7 tem várias possibilidades de uso de materiais ou recursos didáticos, devido à organização da escola que possui vários materiais ou salas para uso. Durante as aulas, notamos como ela utilizava os materiais, como ela planejava as aulas para que as atividades fossem elaboradas pelos alunos. “Estamos numa escola central, a maior escola de São Gonçalo, eu tenho muitas possibilidades. Eu tenho Xerox a disposição, além da infra-estrutura. É o material em si, que eu posso utilizar: filmes, o data-show para usar os slides do Power point. Eu tenho televisão na sala. Eu também tenho um pouco de conhecimento para manusear esses programas de internet. Assim, minha aula está sempre em desenvolvimento com algum instrumento. E eu crio jogos, algumas brincadeiras para incentivar mais a participação na aula. Não gosto de dar aula muito parada. Eu gosto de dar aula que eles participem, que debatam. Eu tenho possibilidades de uma sala ampla, de fazer um círculo, mas tem hora que tem estar enfileirados mesmo. A variedade de Os materiais ou recursos didáticos são importantes no processo de aprendizagem dos alunos. Eles são suportes para que os professores possam desenvolver atividades que envolvam o conhecimento. Sendo assim, utilizar um livro ou um mapa, dependendo como foi planejada a aula, se torna um instrumento importante na construção do conhecimento à medida que os professores desenvolvam suas aulas a fim de estimular a criatividade e os conhecimentos adquiridos pelos alunos e fazê-los transpor essa aprendizagem, ao realizar as atividades que 52 Consciência e mediação do conhecimento geográfico por professores estratégias, de técnicas, de possibilidades as quais possuo, são bem variadas. Na escola, eu costumo até fazer trabalho fora da sala de aula. Você quer dar uma volta no quarteirão, eu já fiz isso, mas hoje em dia, eu estou fazendo menos. Depois, eu planejo se tem a localização através do mapa, de exercício. Normalmente, os exercícios não são só do livro, escolho o que sejam mais pertinentes com relação ao trabalho”. construção do conhecimento, no nosso caso, da Geografia Escolar. A utilização de recursos ou materiais didáticos faz com que as aulas se tornem mais dinâmicas, que atraiam e mantenham os alunos atarefados e ao mesmo tempo motivados despertando a vontade de participar e prestar atenção na aula. Vimos em vários momentos quando os professores levaram cruzadinhas, jogos, atividades diferenciadas com uso de diferentes linguagens, como os alunos se motivavam para realizar as atividades ou para jogarem. Desta maneira, as participações dos alunos se tornavam mais ativas, pois havia materiais ou recursos didáticos. As múltiplas possibilidades de recursos ou materiais didáticos sabendo ser bem utilizados fazem com que a aprendizagem dos alunos se torne mais significativa, a partir do momento em que ao planejar as aulas os professores consigam mediar os conceitos e os conteúdos por meio de metodologias que contribuam para que sejam trabalhados, a parte cognitiva dos alunos, aproximando-os da percepção e da compreensão, sobre os fenômenos geográficos e para fixar também a aprendizagem. A Professora 4 apresenta diferente forma de pensar sobre o material ou o recurso didático, pois a escola onde leciona não tem esses recursos destacados pela professora 7. Além disso, ela acredita que os conhecimentos específicos explicados por ela se tornam fundamentais ao elaborar os tópicos correspondentes dos conteúdos a serem ministrados e organizados no quadro, não creditando que o uso de outros materiais podem efetivamente ser um meio para a aprendizagem. Nesse processo, o mediador, no caso, o professor, por meio da sua consciência, desenvolve oportunidades de mediar os instrumentos que foram inventados para facilitar o processo de comunicação e de espacialização dos conhecimentos das disciplinares escolares, com o objetivo de orientar uma aprendizagem significativa para o aluno. A partir do momento que o professor faz de sua atividade o ensinar, ele estabelece formas de articular as suas ações didático-pedagógicas à “Geralmente minha aula é quadro e giz mesmo. É estar organizando o conteúdo da forma mais simplificada possível, porque não há muitos recursos. Você pede para os alunos tirarem uma cópia, mas nem todos tiram. É muito chato isso, 53 Ramos Sacramento quem tira, fica zangado, porque você não consegue trabalhar sem o material. Você até prefere não usar mais. Acho um absurdo tirar do meu salário, pois o Governo ou a escola deveriam estar dando, pelo menos no que diz respeito ao material para ser trabalhado em sala de aula. Tem sala de vídeo, tem. Mas são muitos professores, você agenda, quebrou e dá tudo errado, você vai largando um pouco. Às vezes, eu prefiro não usar, porque dá muito problema”. professor trabalha de acordo com seus objetivos e de certa maneira, como são estabelecidas as aulas pelas Secretarias, como no caso de São Paulo, em que os professores são obrigados a usar a cartilha dos professores e o caderno do aluno. Podemos constatar que em seu processo de mediação, os professores apresentam dificuldade em pensar como os elementos didático-pedagógicos fazem parte do desenvolvimento de suas ações em sala de aula. Eles comentam sobre como poderia ser suas aulas, as suas interações com os alunos, pensam nos procedimentos em si, mas não tomam consciência ou mostram dificuldades de manifestar, então, esses conhecimentos que são visualizados por nós durante as observações na sala de aula. A professora comenta a forma como ela concebe sua aula, utilizando quadro e giz, pela falta de possibilidades de materiais ao lecionar no Estado. Ela argumenta um dos problemas ainda infelizmente comuns na Educação Pública Brasileira, a falta de infra-estrutura em várias escolas. Por essa falta, ela tem dificuldade ao pensar em usar vários tipos de materiais didáticos para mediar suas aulas, como ela mesma destaca. Primeiro porque ela não tem condições financeiras para comprar materiais ou de tirar fotocópias para todas as turmas que ela leciona. Segundo, pelas dificuldades pessoais, por não saber lidar com equipamentos mais tecnológicos, como o vídeo ou a internet, que não é só uma dificuldade dela, porém de outros professores. CONSIDERAÇÕES FINAIS Podemos dizer que os professores, em sua prática pedagógica, tem consciência do papel que esses recursos têm em sala de aula. Para tanto, a apropriação do uso dessas linguagens, que tem seus próprios códigos e suas formas de representação, faz-se necessários determinadas estratégias de aprendizagem que desenvolvam nos alunos a obterem um raciocínio lógico e a compreensão dos conceitos e conteúdos necessários para a construção do seu saber. Ao pensar no procedimento fundamental das suas aulas, os professores comentam basicamente três aspectos: contextualização dos conteúdos; explicação expositiva, organizando as relações do cotidiano e utilização dos materiais ou recursos didáticos. Cada 54 Consciência e mediação do conhecimento geográfico por professores Ao pensar no procedimento fundamental das suas aulas, os professores comentam basicamente três aspectos: contextualização dos conteúdos; explicação expositiva organizando as relações do cotidiano e utilização dos materiais ou recursos didáticos. Cristiano, em Santiago, Chile, entre 16 e 18 de abril de 2012. REFERÊNCIAS André, M. (2000). Etnografia da prática escolar. Editorial Papirus. 5ta edição. Campinas, São Paulo. Cada professor trabalha de acordo com seus objetivos e de certa maneira, como são estabelecidas as aulas pelas secretarias, como no caso de São Paulo, em que os professores eram obrigados a usar a cartilha dos professores e o caderno do aluno. Cavalcanti, L.S. (1998). Geografia, Escola e Construção de conhecimentos. Editorial Papirus. Campinas, São Paulo. Fiscarelli, R.B.O. (2008). Material didático: discursos e saberes. Junqueira & Marin Editora. Belo Horizonte, Brasil. O trabalho dos professores é mediar conhecimento ao aluno, desenvolvendo ações pertinentes na construção do ensinar as disciplinas escolares. Para isso, envolve-se no processo da consciência da sua formação e da sua experiência de trabalho que de certa maneira, é organizada a partir do que ele aprendeu nas disciplinas acadêmicas bem como no seu trabalho continuo do trabalho. Eles pensam, organizam e racionalizam os procedimentos a serem realizados na produção do seu trabalho. Franco, M.A.S. & Ghedin, E. (2008). Questões de método na construção da pesquisa em educação. Coleção Docência em formação. Séries saberes pedagógicos. Editorial Cortez. São Paulo, Brasil. Gasparin, J.L. (2002). Uma didática para a pedagogia histórico-crítica. Editora Autores Associados. São Paulo, Brasil. Libâneo, J.C. (2007). Didática. Editorial Cortez. São Paulo. Brasil. Libâneo, J.C. (2009). Teoria HistóricoCultural e metodologia de ensino: para aprender a pensar geograficamente. Anais de 12º EGAL. Montevideo, Uruguay. AGRADECIMENTOS Libâneo, J.C. (2011). Didática e trabalho docente: a mediação didática do professor nas aulas. In: Concepções e práticas de ensino num mundo em mudança: diferentes olhares para a didática (org: Libâneo, J.C., Suanno, M.V.R. & Limonta, S.V.). CEPED/Editora da PUC GOIAS, Goîânia, Brasil. 1: 85-100. Este trabalho foi apresentado no II Simpósio Internacional de Pesquisadores em Didática da Geografia, organizado pela REDLADGEO e Universidad Academia de Humanismo 55 Ramos Sacramento Marx, K. & Engels, F. (1987). La ideología alemana. Editorial Grijalbo. Ciudad de México, México. Menga, H.A.L. & André, M. (1986). Pesquisa em educação: abordagens qualitativas. Editora Pedagógica e Universitária. São Paulo, Brasil. 99 p. Paganelli, T.I., Pontuschka, N.N. & Cacete, N.H. (2007). Para ensinar e aprender Geografia. Editorial Cortez. 1ra edicion. São Paulo, Brasil. Rivera, J.A.S. (2007). El pensamiento del profesor de Geografía y el cambio pedagógico en la enseñanza geográfica. Boletim Paulista Geográfico 87: 23-44. 56 REVISTA DE GEOGRAFIA ESPACIOS Rev. Geogr. Espacios 2(3): 57-72 Universidad Academia de Humanismo Cristiano Investigación Alteridade e geografía escolar: Uma leitura das práticas curriculares nos primeiros anos do ensino fundamental Alteridad y Geografía Escolar: una lectura de las prácticas curriculares en los primeros años de educación básica. RAFAEL STRAFORINI1 Ateliê de Pesquisas e Práticas em Ensino de Geografia (APEGEO). Departamento de Geografia. Universidad Federal do Rio de Janeiro, Brasil. e-mail: [email protected] 1 RESUMO O trabalho tem por objetivo compreender o pensamento das professoras sobre o currículo de geografia dos anos iniciais do Ensino Fundamental. Para tanto, a pesquisa foi realizada utilizando as anotações contidas nos Registros de Classe de um grupo de professoras de uma escola pública do Rio de Janeiro, bem como entrevistas semi-estruturadas, seguindo o modelo metodológico apontado por Zabalza (1994) e Gvirtz & Larrondo (2008). Acreditamos que só compreenderemos o pensamento das professoras se nos colocarmos em seu espaçotempo de práticas pedagógicos e curriculares, em busca da compreensão da alteridade nesse nível de escolaridade. A análise dos “Registros” e das entrevistas nos revelou que mesmo após 14 anos de publicação das Diretrizes Curriculares Nacionais do Ensino Fundamental (1998), em que o componente curricular Estudos Sociais foi transformado em duas disciplinas independentes (Geografia e História), as práticas pedagógicas e curriculares continuam fincadas na tradição do ensino dos Estudos Sociais. Também verificamos o completo estranhamento aos documentos curriculares oficiais atuais, preservando continuidade em relação aos conteúdos curriculares propostos na antiga Educação Moral e Cívica, fundamentalmente no que diz respeito às datas comemorativas. Também identificamos incertezas no enquadramento de conteúdos emergentes, sobretudo aqueles ligados ao meio-ambiente e questões urbanas, que ora aparecem como de ciências, ora de geografia, ora de história, produzindo conflitos curriculares internos (Goodson, 2001). Por fim, identificamos que o raciocínio espacial não é almejado pelas professoras quando realizam as atividades diagnósticas junto aos alunos, e muito menos aparece sistematizado no planejamento e nas propostas de avaliação, limitando-se, na maioria das vezes as meras referências de datas comemorativas. Palavras-chave: alteridade, Geografia Escolar, anos iniciais do ensino fundamental; currículo, Registros de Classe. 57 Straforini RESUMEN El estudio tiene como objetivo comprender el pensamiento de las profesoras sobre el plan de estudios de geografía en los primeros años de Enseñanza Básica. Por lo tanto, la investigación se llevó a cabo utilizando anotaciones que figuran en los Registros de Clases de un grupo de profesoras de una una escuela pública en Río de Janeiro, así como entrevistas semi-estructuradas, siguiendo el modelo metodológico señalado por Zabalza (1994) y Gvirtz & Larrondo (2008). Se plantea que sólo se llegara a comprender el pensamiento de las profesoras si nos ponemos en el espacio-tiempo de sus prácticas pedagógicas y curriculares, en la búsqueda de la comprensión de la alteridad de ese nivel de escolaridad. El análisis de los “Registros” y de las entrevistas revelaron que incluso después de 14 años de la publicación de las Directrices Curriculares Nacionales de Educación Básica (1998), en la que el componente curricular de Estudios Sociales se transformó en dos disciplinas independientes (Historia y Geografía), las prácticas pedagógicas y curriculares siguen atascadas en la tradición de la enseñanza de los Estudios Sociales. También se puede ver la extrañeza completa de los actuales documentos curriculares oficiales, que preservan la continuidad con el plan de estudios ofrecido en una antigua Educación Cívica y Moral, sobre todo en lo que respecta a las fechas conmemorativas. También se identificaron las incertidumbres en el marco emergente de contenidos, en particular los relacionados con el medio ambiente y las cuestiones urbanas, que a veces aparecen como ciencia, desde la geografía o desde la historia, produciendo conflictos curriculares internos (Goodson 2001). Por último, encontramos que el razonamiento espacial no es deseado por las profesoras al realizar actividades de diagnóstico con los estudiantes y al parecer son mucho menos sistemáticos en la planificación y evaluación de las propuestas, limitándose, en la mayoría de los casos, a meras referencias de fechas conmemorativas. Palabras claves: Alteridad, Geografía Escolar, Primeros años de educación básica, Currículo, Registros de clase. INTRODUCCIÓN sentação que construímos a partir dos saberes e da cultura deste “espaçotempo” que ocupamos. A ALTERIDADE COMO CATEGORIA PROBLEMATIZADORA Acreditamos que nas pesquisas que tenham por objetivo compreender as práticas curriculares e cotidianas das professoras dos anos iniciais do ensino fundamental, principalmente no que diz respeito aos conteúdos e saberes que nós geógrafos chamamos de conteúdos geográficos, é premente que nos coloquemos no lugar desse ser outro – as professoras dos anos iniciais. Nesse sentido, a alteridade emerge como categoria fundante, tendo em vista que etimologicamente significa colocar-se ou Reconhecemos que a quase totalidade dos pesquisadores da Geografia Escolar no Brasil é formada por profissionais licenciados nessa área de conhecimento, logo, refletir sobre a Geografia Escolar nos anos iniciais do ensino fundamental a partir desse “espaçotempo” que ocupamos (universidade) é um desafio enorme porque, em primeiro lugar, precisamos nos colocar no lugar do outro, no entanto, sem abandonar todo sistema de repre58 Alteridad y Geografía Escolar constituir-se no lugar do/como o outro numa relação interpessoal. Segundo, Bezerra & Rosito (2011, p. 171): “A prática da alteridade está conectada aos relacionamentos entre indivíduos e grupos culturais, religiosos, científicos, étnicos, etc. Na relação entre os sujeitos, estão presentes aspectos holísticos da complementaridade e da interdependência, no modo de pensar, de sentir e de agir, onde o nicho ecológico e as experiências particulares são preservados e considerados, sem que haja a preocupação com a sobreposição, assimilação ou destruição dessas”. docente, para se fazer as seguintes problematizações: “O que nós geógrafos (licenciados e/ou bacharéis) conhecemos da geografia escolar dos anos iniciais para além daquilo que guardamos na memória a partir de nossas experiências de infância? É possível ressignificarmos nossos discursos sobre a Geografia Escolar dos anos iniciais a partir desse contato com o outro? Como o outro (os anos iniciais do ensino fundamental) pode nos levar ao reencontro conosco mesmo, isto é, de nossas próprias geografias? Metodologicamente, os pesquisadores devem buscar a alteridade a partir da condição de estranhamento, ou seja, para que se possa compreender o outro, é “necessário que se me apresentar como estranho – e o caminho para isso não é a empatia nem a identificação com ele. A alteridade existe, o outro existe porque existe um lugar exterior, uma dissimetria, condições que me vão permitir compreender o outro” (Chaluh 2008, p.45). Chaluh (2008, p.40), em sua tese de doutorado intitulada “Formação e alteridade: pesquisa na e com a escola” se apropria de Bakhtin para afirmar que só no momento em que percebi e em que senti que nos constituímos na relação com os outros, é que vi a importância da alteridade como fundamento de todo o desenvolvimento da minha pesquisa. Foi a partir da alteridade, do encontro com o outro, que a minha pesquisa começou a ter sentido para mim como pesquisadora. Assim, o serestar pesquisadora na escola implicou uma outra busca: quais os sentidos da presença de um pesquisador na escola? Quais os sentidos que teve para mim ser pesquisadora na escola? Quais os sentidos que teve para os outros a presença de uma pesquisadora na escola? Partimos do princípio que nas pesquisas dos anos iniciais baseadas na alteridade faz-se necessário que não nos limitemos ao estranhamento do que encontramos no cotidiano escolar desse nível de escolaridade a do nosso campo disciplinar e profissional (professores de geografia), mas num estranhamento nos liberte de nosso olhar demasiadamente abstrato para com esse nível de escolaridade, fruto da distância de nosso processo de formação e também de nossas práticas enquanto professo- Me aproprio das perguntas e inquietações da autora acima, e também da a constatação de Kensky (2001) sobre o papel da memória na prática 59 Straforini res e de pesquisadores. É preciso que tenhamos consciência de que passamos por uma formação disciplinar, o que resulta numa prática pedagógica, e numa forma de ver o mundo unidisciplinar. Pensamos e agimos sob a ótica da geografia ou, quando muito, respondemos a um exercício interdisciplinar via categorias e conceitos unicamente geográficos. Em contrapartida, as professores dos anos iniciais não passam por um processo de formação inicial centrado numa única área de conhecimento contemplada dentre as disciplinas escolares, e suas práticas caracterizam-se pela pluridisciplinaridade. Vale também ressaltar que a cultura escolar a partir do segundo segmento do ensino fundamental (6º ao 9º ano) é deveras diferente do primeiro segmento (1o ao 5º ano), a exemplo do arranjo do mobiliário das salas de aula, da decoração do pátio, do cardápio da merenda escolar, da rotina interna de horários, da relação professor-aluno, da institucionalidade escolar, da relação professorprofessor na sala dos professores, entre inúmeros outros pontos. possível questionar se tais pesquisas e pesquisadores não se enquadrariam naquilo que Goodson (1990, p.233) chamou de intelectuais que produzem e sistematizam um conhecimento científico e que definem o quê da geografia e como esse conhecimento previamente selecionado deve ser ensinado nas escolas? Ou ainda, se esses profissionaispesquisadores ao definirem o currículo de geografia para os anos iniciais não estariam impondo uma cultura e um conjunto de conhecimentos muito próprios da geografia dos demais níveis de escolarização. Esse é, então, o desafio que nos é apresentado enquanto pesquisadores das séries iniciais: partir da condição de estranhamento, mas, ao mesmo tempo, abandonar o olhar demasiadamente abstrato ou práticas cotidianas muito díspares (Azanha 1992) sobre esse segmento de ensino e, ao mesmo tempo, mergulhar na concretude do cotidiano de seus sujeitos praticantes, em busca dos elementos que possam servir como ferramentas para uma reflexão que realmente aproxime esses universos díspares, ou seja, a alteridade como um condicionante para a superação secular da dicotomia entre a geografia escolar dos anos iniciais e da geografia escolar dos demais níveis. Para os anos iniciais o estranhamento é ainda mais marcante, pois a geografia que se produz nas universidades e o processo de formação do licenciado em geografia não estão voltados e nem preocupados com as especificidades desse nível de escolarização. Evidentemente, há aqueles que se preocupam e pesquisam esse segmento, como bem demonstrou Pinheiro (2005) em seu livro intitulado “Catálogo de Dissertações e Teses”. No entanto, é Não buscamos na alteridade conteúdos curriculares específicos e distintos para cada um dos níveis de escolaridade, mas, o respeito pelo diferente, considerando que o rosto do outro nos convoca, nos interpela e nos convida, 60 Alteridad y Geografía Escolar revelando no rosto do outro o seu infinito. O outro é decisivo para minha identidade; é no seu rosto que muitas vezes encontro a minha própria identificação. A prática da escola excludente choca-se com este paradigma: é preciso ensinar a apreender o sentido e o infinito no rosto do outro; esta é a ética da alteridade: os alunos aprendem a respeitar o outro, a ver e perceber o rosto do outro. (Bezerra & Rosito 2011, p.174) fico escolar ou a matéria escolar. Para Goodson (1990, p.234), o contexto escolar é muito diferente do contexto universitário, pois o cotidiano e a cultura da construção/elaboração do conhecimento são muito diferentes. O que motiva um, não motiva o outro; o que é limite para um é desafio para o outro; a rigidez metodológica de um não é a mesma para o outro. Para o autor, muito do que se ensina na escola não se aprende na universidade; muito do que se aprende e produz na universidade não faz o menor sentido nas escolas e, assim por diante. Buscamos, a partir da alteridade, compreender o pensamento das professoras dos anos iniciais do ensino fundamental, principalmente no que diz respeito às suas práticas cotidianas e curriculares referentes à geografia. Para tanto, utilizamos as anotações impressas nos Registros de Classe de um grupo de seis professoras, bem como as narrativas colhidas em entrevistas semi-estruturadas como o objeto empírico de análise. Assim, buscamos atingir nosso objetivo a partir da triangulação conceitual-empírica de currículo, cotidiano escolar e Registros de Classe/ cadernos escolares. Se não há um único conhecimento geográfico, também podemos afirmar que não existe uma única cultura ou conhecimento geográfico escolar, pois a cultura escolar dos anos iniciais (1º ao 5º ano) é muito diferente da cultura escolar do segundo segmento do ensino fundamental (6º ao 9º ano), bem como do ensino médio. O debate sobre a formação do professor da educação infantil e dos anos iniciais não deve se restringir apenas à formação acadêmica, pois corremos sempre o risco de limitar a nossa análise a uma avaliação dos conteúdos programáticos específicos da disciplina Metodologia do Ensino de Geografia dos atuais currículos de pedagogia, responsáveis pela habilitação dos professores para atuarem nesse nível de escolaridade. Também corremos o risco de creditar à formação superior como o único meio de formação e de produção da identidade da profissão docente, IDENTIDADE E SABER DOCENTE NOS ANOS INICIAIS DO ENSINO FUNDAMENTAL É preciso entender que quando falamos de conhecimento geográfico, estamos falando de culturas muito próprias e específicas: o conhecimento geográfico acadêmico ou a disciplina acadêmica e o conhecimento geográ61 Straforini quando sabemos que ela é um dos muitos meios que o professor se apropria em sua formação. Pimenta (1999), influenciada sobre os debates na Educação sobre “saber docente”, “saberes escolar” e práticas pedagógicas trás importante contribuição para entender o processo de construção da identidade docente. Para a autora, a identidade se constrói a partir da significação social da profissão; da revisão constante dos significados sociais da profissão; da revisão das tradições. Mas também da reafirmação das práticas consagradas culturalmente e que permanecem significativas. Práticas que resistem a inovações porque prenhes de saberes válidos às necessidades da realidade. Do confronto entre as teorias e as práticas, da análise sistemática das práticas à luz das teorias existentes, da construção de novas teorias (Pimenta 1999, p.19). característica mais marcante é a heterogeneidade. O saber docente é, assim, saber social por ser adquirido no contexto de uma socialização profissional, onde é incorporado, modificado, adaptado em função dos momentos e das fases de uma carreira, ao longo de uma história profissional onde o professor aprende a ensinar fazendo o seu trabalho. Noutras palavras, o saber do professor não é um conjunto de conteúdos cognitivos definidos de uma vez por todas, mas um processo de construção ao longo de uma carreira profissional na qual o professor aprende progressivamente a dominar o seu ambiente de trabalho, ao mesmo tempo em que se insere nele e o interioriza por meio de regras de ação que se tornam parte integrante de usa “consciência prática” (Tardif 2007, p.14). Ainda para o autor, a essência do saber docente é sua condição plural, formado “pelo amálgama, mais ou menos coerente de saberes oriundos da formação profissional, de saberes disciplinares, curriculares e experenciais.“ (Tardif 2007, p.36). Shulman (1987) aponta que além dos saberes docentes acima expostos, o professor também trata com saberes relativos aos fins e metas da educação e dos contextos educacionais, com os conhecimentos dos alunos (da realidade dos alunos) e, por fim, o conhecimento pedagógico dos conteúdos. Esse último é para Shulman o mais importante deles, uma vez que não se resume ao conhecimento do conteúdo específico, tampouco ao exclusivismo pedagógico, mas sim Na perspectiva anunciada pela a autora acima, o saber docente emerge como um paradigma de investigação, a exemplo das pesquisas que vem sendo realizadas na Educação nas duas últimas décadas e também nas demais disciplinas que dialogam com a Educação, como a Prática de Ensino de Geografia, a Metodologia do Ensino de Geografia, entre outras. Para Tardif et al. (1991), o saber docente não se adquire exclusivamente na formação inicial, seja ela superior ou médio/pós-médio, uma vez que é plural; formado a partir da conjugação dos saberes oriundo da formação profissional, dos currículos, dos saberes das disciplinas e da própria experiência pedagógica, ou seja, sua 62 Alteridad y Geografía Escolar a construção de um tipo novo de conhecimento que pode ser denominado de conhecimento sobre o ensino de algo. Ele não advém exclusivamente dos cursos de formação e programas de formação continuada, pois é pessoal e fruto da interação de diferentes tipos de conhecimentos que se fundem em um conhecimento novo, a partir do dia-adia. Em outras palavras, um conhecimento que se produz no seu cotidiano, abrindo espaços nas escolas para o que Oliveira (2003) vem chamando de currículos praticados. No Brasil, a especificidade dos anos iniciais do ensino fundamental é marcada pelos seguintes entrecruzamentos: a jornada da professora com uma mesma turma é de 4 a 5 horas por dia; em que tem que cobrir os componentes curriculares de todas as áreas de conhecimento, imprimindo a multidisciplinariedade como sua marca; seu ambiente de trabalho é majoritariamente feminilizado; e seu papel frente aos outros sujeitos da educação, como supervisores, psicólogos, fonoaudiólogos, etc. é sempre de inferioridade. Em outros trabalhos, Tardif & Lessard (2007) apresentam uma preocupação no estudo da docência que se apresenta pertinente para “falarpensar” da geografia escolar dos anos iniciais: o perigo da abstração, uma vez que estando nós geógrafos-pesquisadores distante da cultura escolar específica que se realiza e se produz no primeiro segmento do ensino fundamental, pode-se elaborar questões equivocadas sobre a pedagogia, a didática, a tecnologia do ensino, o conhecimento, a cognição, a aprendizagem, etc. – sem levar em consideração fenômenos como o tempo de trabalho dos professores o número de alunos, suas dificuldades e suas diferenças, a matéria a cobrir e sua natureza, os recursos disponíveis, as dificuldades presentes, as relações com os colegas de trabalho, com os especialistas, os conhecimentos dos agentes escolares, o controle da administração, a burocracia, a divisão e a especialização do trabalho. (Tardif & Lessard 2007, p. 24) Nas pesquisas e nas reflexões sobre a geografia escolar dos anos iniciais é muito comum encontrarmos “críticas resolutas das visões normativas e/ ou moralizantes da docência”, ou seja, uma pesquisa que, ao fim e ao cabo, se limita a “falarpensar” no que a professora deveria fazer, ou então, em não fazer, e não “no que [elas] realmente são e fazem.” (Tardif & Lessard 2007, p.36) Nesse sentido, emerge a necessidade de fazermos aquilo que Alves (1998), chama de “mergulho no cotidiano dos professores”. Concretamente, isso significa que o pesquisador da geografia escolar dos anos iniciais deve evitar aplicar categorias oriundas de outros contextos, como a geografia escolar do segundo segmento do ensino fundamental e do ensino médio, ou então, a aquilo que Tardif (2007, p.15) chama de “sociologismo”, ou seja, atribuir significados unicamente às categorias analíticas sempre exteriores aos 63 Straforini professores e às escolas, tais como “as ideologias pedagógicas, as lutas profissionais, a imposição e a inculcação da cultura dominantes, a reprodução da ordem simbólica, entre outros.” nal. Ele foi concebido de modo a ser um instrumento de reflexão mais amplo do que as tradicionais cadernetas de classe, pois nele o professor deveria registrar cotidianamente quatro momentos: i) o da ação pedagógica: diagnóstico da turma, a proposta geral de trabalho, às necessidades percebidas no desenvolvimento do trabalho pedagógico com a turma e as revisões do planejamento pedagógico, ii) o momento das anotações diárias:, freqüências, conceitos, lançamento de atividades e conteúdos trabalhados com a turma, iii) o do registro individualizado para cada aluno, apontando seu desenvolvimento, rendimento nas atividades e de socialização e, iv) o do registro de reuniões com os responsáveis pelas crianças, lançando os assuntos tratados, a lista de presença, etc. Evidentemente que não se deve negar as impressões, as interpretações e os sentidos de um currículo prescritivo cravadas nos saberesfazeres dos professores, mas também “buscar a compreensão das formas cotidianas de criação de alternativas curriculares, tentando evidenciar as ‘artes de fazer’ daqueles a quem foi reservado o lugar da reprodução” (Oliveira 2003, p.68). O grande desafio posto por esse enfoque metodológico é redimensionar os discursos totalizantes positivistas, tão fortemente presentes nas práticas de pesquisa. Para Fernandes (2006), o objetivo da instituição do Registro de Classe por parte da Secretaria Municipal de Educação era a de que as anotações ali contidas se referissem diretamente a fatos vividos num determinado espaçotempo, isto é, que contivessem observações sobre questões relevantes a respeito das aprendizagens dos alunos, assuntos conversados com os responsáveis em reuniões, práticas pedagógicas dos professores, funcionamento da escola. Para a autora, esse documento foi tomando junto às professoras dos anos iniciais diferentes sentidos. Implementado juntamente com a organização curricular em ciclos, cuja máxima difundida era a de que tal or- OS REGISTROS DE CLASSE COMO “DOCUMENTOS FALANTES” O Registro de Classe foi implementado nas Escolas Municipais do Rio de Janeiro no início da década de 2000, juntamente com uma nova proposta de organização curricular, baseadas em ciclos de desenvolvimento escolar, marcada pela infância, préadolescência e adolescência. O objetivo do Registro era apoiar as ações das professoras na implementação do Primeiro Ciclo de Formação, composto por três anos de escolarização: o inicial (alfabetização), o intermediário e o fi64 Alteridad y Geografía Escolar ganização curricular tinha por objetivo único promover a aprovação continuada, o Registro de Classe passou a ser concebido pelas professoras muito mais como um documento de controle institucional daquelas que aderiam as mudanças então apresentadas, do que como um momento de reflexão na ação pedagógica. Assim, o Registro que inicialmente foi concebido como documento de reflexão do cotidiano escolar do professor, foi sendo travestido e reproduzindo as mesmas práticas de anotações dos velhos diários de classe. o olhar ameaçador do detentor do saber, o que poderia imprimir intenções e narrativas do cotidiano escolar específicas para esse objetivo. Quando começamos a fazer as “capturas” das narrativas que nos interessam dos Registros de Classe, as professoras autoras insistiam em nos perguntar: “mas isso que eu escrevi é mesmo interessante para uma pesquisa de faculdade?” A escola escolhida para a pesquisa com os Registros de Classe está localizada na zona Sul do Rio de Janeiro e é uma escola muito pequena, com apenas 10 turmas nos seus dois turnos (manhã e tarde). Os seus alunos são quase que exclusivamente filhos de porteiros e, sobretudo, de domésticas que trabalham nesse bairro da zona sul, mas que são moradoras do subúrbio da cidade ou de favelas próximas. Mesmo nessas condições desvirtuadas, consideramos o Registro de Classe como um importante e rico espaço narrativo sobre o pensamento curricular das professoras dos anos iniciais do ensino fundamental, ou seja, como verdadeiros “documentos falantes” do cotidiano escolar. Em primeiro lugar, porque diferentemente das pesquisas que trabalharam com diários de aula, a exemplo das pesquisas de Zabalza (1994) e Yinger & Clark (1985) que orientaram os professores a registrarem em seus diários tudo o que achavam interessante nas suas aulas, logo, imprimindo no texto o jogo relacional da negociação de expectativas entre o autor e a obra e depois entre o autor e o pesquisador; em nosso caso, temos um documento isento desse jogo relacional de autora e pesquisador, mas não o do institucional, ou seja, entre as suas autoras e a instituição em si. Logo, os Registros de Classe não foram escritos a pedido de um pesquisador externo, sob Concordamos com Zabalza (1994) de que os escritos dos professores não devem ser começo, meio e fim de uma pesquisa educacional qualitativa, mas entrelaçá-los também à entrevistas e observações das prática cotidianas de sala-de-aula desses professores. Como nosso objetivo é compreender o pensamento curricular de geografia das professoras dos anos iniciais, privilegiamos a “captura” dos dois primeiros momentos dos Registros de Classe: o da ação pedagógica e das ações diárias. No primeiro momento “capturamos” para cada um dos três períodos do ano letivo, todos os textos 65 Straforini presentes nos quadros: diagnóstico da turma, proposta de trabalho, necessidades percebidas no desenvolvimento do trabalho pedagógico com a turma, e revisões do planejamento pedagógico. No segundo momento, “capturamos somente os conteúdos revelados pelas professoras como sendo os pertencentes ao componente curricular geografia. professoras permanentes da escola. Optamos por transcrever na íntegra a parte relativa à parte “ação pedagógica”, que por sua vez se subdivide em outras duas partes – planejamento pedagógico (atividades diagnósticas, e propostas de trabalho) e replanejamento periódico (necessidades da turma, e revisões do planejamento pedagógico), conforme pode ser observado no quadro 1. Já para a parte dos Registros relativa às anotações diárias, foram transcritas as atividades e conteúdos que eram trabalhadas em sala de aula, relacionados ao ensino em Geografia, História e Educação Ambiental (quadro 2). A ALTERIDADE DA GEOGRAFIA ESCOLAR NOS ANOS INICIAIS REVELADA NOS REGISTROS DE CLASSE Foram transcritos os diários relativos ao período de 2004 a 2009 de seis Períodos Tabla N° 1: Excerto da transcrição das ações pedagógicas do Registro de Classe de uma professora, do primeiro período de 2005 Diagnóstico turma da A maioria da turma conhece o alfabeto e escreve o 1 nome com letra de imprensa maiúscula. Só dois alunos que já fizeram o CA escrevem com letra cursiva e já sabem escrever o nome todo e já sabem ler e escrever Proposta de trabalho Necessidades percebi- Revisões do das no desenvolvimen- planejamento to do trabalho pedagópedagógico gico com a turma Escrita do nome e reconhecimento na chamadinha; identificar 1 e última letra do nome; comparar o próprio nome com o nome do amigo (n. de letras, a 1 letra, a última letra); Trabalhar a identidade do aluno através da escrita do próprio nome. Turma que apresenta difi- Apresentação do culdade em aprender. So- alfabeto de divermente um grupo pequeno sas formas tem mais facilidade. Os conteúdos apresentados têm que ser trabalhados durante muito tempo para eles serem fixados. Especificamente um grupo está com dificuldade em aprender o alfabeto As transcrição dos Registros de Classe foram realizadas a partir da proposta de Zabalza (1994), que organizou um sistema de análise de dados levantados a partir de diários de aula da seguinte maneira: uma primeira leitura genérica de penetração global no campo, uma segunda leitura de iden- tificação dos tópicos e situações onde os dilemas dos professores surgiam e, finalmente, uma terceira leitura onde são estabelecidas relações semânticas e práticas entre cada um dos componentes dos dilemas e cada uma das fases de sua evolução. 66 Alteridad y Geografía Escolar Tabla N° 2: Excerto da transcrição das anotações diárias do Registro de Classe de uma professora, do primeiro período de 2005 MESES ANOTAÇÕES FEV Calendário; Data comemorativa: carnaval [Obs: conteúdos exclusivos de letramento e matemática] MARÇO Datas Comemorativas: aniversário da cidade do RJ e dia da escola; Água: fonte de vida; Noções topológica [sem considerar as relações espaciais] ABRIL A importância da água; Datas comemorativas: Páscoa (símbolos, histórias bíblicas, nascimento de Jesus, multiplicação dos Paes, ressurreição e confecção de coelhinho); Dia do Livro: confecção de livro; dia do Índio; Tiradentes; Descobrimento do Brasil MAIO Datas comemorativas: 1 de maio, dia do trabalho, profissões; dia das mães. JUNHO Datas comemorativas: Dia do meio ambiente (lixo seletivo, dengue, natureza – animal e vegetal); dia de São João (brincadeiras, comidas típicas, festas juninas) categorias estes registros foram organizados por aqueles que os conceberam – notoriamente, as professoras não tiveram grande influência neste processo – e que tipo de reflexão este tipo particular de registro suscita em suas usuárias/autoras. A PRIMEIRA LEITURA: PENETRAÇÃO GLOBAL NO CAMPO DA PESQUISA A primeira leitura dos Registros de Classes serviu para nos apropriarmos daquela realidade docente específica: a escola em si, suas professoras e os elementos do cotidiano que consideramos dignos de nota ou de relevancia. No que tange à Geografia Escolar, especificamente, procuramos identificar a existência – ou não – de uma preocupação por parte das professoras em incluir a disciplina geográfica em seus planejamentos, e de efetivamente refletir a respeito da melhor maneira de trabalhar os conceitos espaciais em sala de aula com seus alunos do ensino fundamental. SEGUNDA LEITURA: IDENTIFICAÇÃO DOS TÓPICOS ONDE EMERGEM OS DILEMAS DAS PROFESSORAS: A segunda leitura do material colhido a partir dos Registros de Classe serviu para explorarmos um pouco mais o que as professoras com quem trabalhamos chamam de ‘Geografia’. Partindo do pressuposto que a Geografia Escolar é trabalhada em sala de aula por essas professoras com o mínimo de reflexão e de planejamento possíveis –pressuposto este obtido através da primeira leitura do material– foi importante para o objetivo deste esforço investigativo entender a maneira como estas professoras, individualmente e como conjunto docente, delimitam em Inicialmente foi necessária uma familiarização com a dinâmica envolvendo os Registros de Classe da rede pública de ensino do município do Rio de Janeiro, atentando principalmente à sua estrutura formal e à dinâmica de reflexão propiciada por eles. Em outras palavras, de que maneira e com quais 67 Straforini suas práticas o que é e o que não é considerado como sendo Geografia. Na verdade, é possível perceber nesta ação, ou melhor, neste conjunto de ações delimitadoras os dilemas das professoras em relação a Geografia Escolar: afinal de contas, o que é ‘Geografia’ para elas? O que, como, quem definiu o currículo de geografia? Como esse currículo prescritivo pode ser apropriado e praticado pelas professoras? confusão entre os limites da disciplina geográfica, com os limites da História e Ciências, confusão esta que é compreensível quando percebemos que no ensino fundamental – no ensino básico como um todo, mas principalmente no fundamental – existe uma proximidade epistemológica entre estas disciplinas, principalmente por temas de grande apelo contemporâneo, tais como a questão do ensino de educação ambiental e cidadania. Essa confusão, chamamos, a exemplo do que nos pede Zabalza (1994) de um dos “dilema das professoras”, em que estas muitas vezes atribuem o mesmo conteúdo programático relacionado à educação ambiental a diferentes disciplinas escolares em diferentes anos letivos. TERCEIRA LEITURA: AS RELAÇÕES ENTRE OS COMPONENTES DOS DILEMAS: A terceira leitura que realizamos sobre o material levantado nos possibilitou a formulação de duas hipóteses preliminares: a primeira trata da irrelevância que a Geografia Escolar apresenta nesta escola em detrimento do ensino de matemática e da língua portuguesa, como foi inferido durante a primeira leitura. Evidência deste fato é a quase total ausência à menção de conteúdo, dos conceitos estruturantes e empíricos da geografia (Corrêa 2000), aos seus conteúdos e ao raciocínio espacial na seção dos Registros de Classe denominada “ação pedagógica”, destinada ao diagnóstico do processo de aprendizagem dos alunos e planejamento e re-planejamento de suas práticas docentes. A análise preliminar dessas narrativas permitiu, mesmo que provisoriamente, nos colocarmos no espaçotempo dessas professoras e compreendermos as suas práticas à luz de seus contextos didáticos pedagógicos. Passados quinze anos da publicação dos PCN de Geografia para esse nível de escolarização, e quatorze anos da Publicação das Diretrizes Curriculares Nacionais para o Ensino Fundamental a geografia enquanto componente curricular continua ocupando espaço secundário no planejamento e na preocupação dos professores. Em nenhum momento foi encontrada uma menção se quer a conceitos espaciais nos escritos referentes ao diagnóstico da classe. Se é que isso pode nos confortar, esse não é um mal apenas da Geografia, mas também dos demais componentes A segunda hipótese que podemos formular é que, em muitos dos Registros das professoras se configurou uma 68 Alteridad y Geografía Escolar curriculares, como a História, Artes e Ciências. alocar mais recursos para as escolas que obtiverem as melhores posições no ranking de “qualidade”. Estas avaliações nacionais valorizam justamente as disciplinas que os órgãos supranacionais de financiamento valorizam, a saber: a língua materna (em nosso caso, a língua portuguesa), Matemática e Ciências. Parece-nos óbvio que as escolas públicas desesperadas por mais recursos irão se conformar com as diretrizes estabelecidas nesses sistemas de avaliação. Fica evidente a predileção pelas disciplinas Português e Matemática por parte das professoras em detrimento das outras disciplinas escolares, tanto durante a seção “ação pedagógica” quanto na seção “ações diárias”. Mesmo naqueles poucos conteúdos denominados nas ações diárias como geográficos, não parece ter havido em nenhum momento durante o processo de diagnóstico da aprendizagem uma atenção aos conceitos e à importância do raciocínio espacial para a formação dos alunos. Quanto aos conteúdos expressos no quadro relativo ao planejamento, identificamos aquilo que Gvirtz & Larrondo (2008, p.37) chamaram de “continuidade dos conteúdos relativos ao currículo anterior a uma dada reforma curricular”. Em se tratando de Geografia Escolar, os conteúdos registrados se quer se encaixam ao currículo oficial anterior aos PCN e da MultiEducação. Ou seja, nesse nível de escolarização o estranhamento entre aquilo que se produz na academia enquanto critica ao currículo prescritivo e ao currículo praticado é elevada à máxima potência. Mais de 90% dos conteúdos designados como geográficos e históricos continuam sendo as datas comemorativas. Há data comemorativa para tudo! Mas isso não significa que no ano seguinte a professora repetirá a comemoração dessa mesma data. Acreditamos que isso ocorre porque não sendo considerado como um componente curricular significativo, o currículo de geografia deixa de ser um produto oriundo de um planejamento e de uma Este aparente descaso com a Geografia Escolar revela uma tendência cada vez mais vigente da atuação dos grandes órgãos supranacionais de financiamento econômico que atrelam as políticas educacionais nacionais às suas demandas, sob o incentivo de maiores linhas de crédito e melhores taxas de juros para os Estados com os índices educacionais mais elevados. Estes índices, logicamente, são estipulados pelos próprios órgãos supranacionais de financiamento, e os interesses destes estão alinhados com os do sistema capitalista de produção. Este fenômeno se manifesta materialmente em nossos cotidianos escolares na forma das avaliações integradas em nível nacional como o Provinha Brasil e o IDEB, que tem como objetivos padronizar a educação escolar brasileira, quantificar a qualidade do seu ensino e mercantilizá-la para, desta maneira, 69 Straforini intenção curricular e se materializa em práticas marcadas pela instantaneidade dos contextos do cotidiano escolar: um sobejo de tempo no final do turno de aula que deve ser ocupado com algo para distrair os alunos, uma atividade mimeografada para descansar os alunos dos conteúdos exaustivos de matemática e língua portuguesa, esses sim presentes enquanto algo planejado, replanejado, refletivo e intencionalizado. Estamos chamando essa prática curricular de geografia mimeográfica! em 1997 que a questão ambiental é –ou deveria ser– pensada enquanto um tema transversal, ou seja, de domínio universal e que transpassa e pertence a todas as disciplinas escolares. Entretanto, é evidente que existem algumas disciplinas que se apropriaram com maior sucesso da temática ambiental e que, hoje em dia, possuem diferentes facetas atreladas aos seus conteúdos. As Ciências são um bom exemplo desta apropriação; a Geografia é outro. Por fim, encerramos esse texto não com uma resposta, mas com algumas questões a partir da alteridade revelada nesses documentos e que, com o auxílio da análise dos discursos presentes nas falas retiradas das entrevistas poderão nos ajudar a compreender melhor as práticas pedagógicas e curriculares neste nível de escolaridade: Sobre a arquitetura do tempo escolar (Viñao 2008, p.22), os Registros de Classe não só mostram que o tempo escolar é um tempo social, uma construção cultural e acadêmica, mas, ao mesmo tempo, desvela a vida cotidiana, a intra-história das instituições educativas e, sobretudo, reais do currículo praticado. - Que currículo queremos (nós e elas – as professoras) construir para os anos iniciais do ensino fundamental? Outra narrativa expressa nos registros é “conflito curricular” (Goodson 2001) dos conteúdos relativos à educação ambiental: pois ora aparecem como conteúdos de ciências, ora de geografia e ora como de educação ambiental. - Como a alteridade revelada nos possibilita pensar num projeto políticopedagógico em que não haja mais dicotomias entre as geografias escolares dos anos iniciais e dos demais segmentos do ensino? A educação ambiental é um tema que está em evidência, tanto na mídia quanto em pautas políticas e educacionais. Não coincidentemente, é também um tema que surge com bastante recorrência nos Registros de Classe, atrelado a uma série de disciplinas diferentes. Desde que os Parâmetros Curriculares Nacionais foram publicados - Devemos continuar pensando o processo de construção de conhecimento do raciocínio espaço-temporal nesse nível de escolaridade a partir de práticas disciplinares da Geografia e da História separadamente? 70 Alteridad y Geografía Escolar - Por que nós da Geografia queremos impor nossa disciplinaridade a uma prática pedagógica e curricular que é pluridisciplinar? Bezerra, A.A.C. & Rosito, M.M.B. (2011). Formação de profissionais que atuam em escolas de educação básica localizadas no semiárido brasileiro: uma contribuição aos estudos da alteridade nas políticas públicas. Ensaio: Avaliação e Políticas Públicas em Educação 19(70): 165-189. - A imposição de “nossa geografia escolar” não seria uma forma de eliminar uma cultura escolar / uma espistemologia da prática docente própria desse ser outro (as professoras dos anos iniciais)? Correa, R.L. (2000). Espaço: Um Conceito-Chave da Geografia. En: Geografia: conceitos e temas (orgs: Castro, I.E., Gomes, P.C. & Corrêa, R.L.). Editorial Bertrand Brasil. Rio de Janeiro, Brasil. - Como podemos contribuir para o processo de formação das professoras dos anos iniciais considerando as suas especificidades? Chaluh, L.N. (2008). Formação e alteridade: pesquisa na e com a escola. Tese (doutorado em Educação). Faculdade de Educação, Universidad de Campinas, São Paulo, Brasil. Fernandes, A.C.C. (2006). Avaliação, Registros De Classe e Professoras: escutamentos no CIEP Bento Rubião. Dissertação. (Mestrado em Educação). Faculdade de Educação, Universidad Federal Fluminense, Rio de Janeiro, Brasil. AGRADECIMENTOS Este trabalho foi apresentado no II Simpósio Internacional de Pesquisadores em Didática da Geografia, organizado pela REDLADGEO e Universidad Academia de Humanismo Cristiano, em Santiago, Chile, entre 16 e 18 de abril de 2012. Goodson, I. (1990). Tornando-se uma Matéria Acadêmica: Padrões de Explicação e Evolução. Teoria e Educação, Porto Alegre, n°2: 230-254. Goodson, I. (2001). Competições Curriculares: estudos ambientais versus geografia. In: O Currículo em Mudança: estudos na construção social do currículo (eds: Goodson, I.). Editora Porto. Porto, Portugal. BIBLIOGRAFIA Gvirtz, S. & Larrondo, M. (2008). Os cadernos de classe como fonte primária de pesquisa: alcances e limites teóricos e metodológicos para a sua abordagem. In: Cadernos à vista: escola, memória e cultura escrita (org: Mignot, A.C.V.). Editora da Universidade do Estado do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro, Brasil. Alves, N. (1998). O Espaço Escolar e suas Marcas: o espaço como dimensão material do currículo. Editorial DP&A. Rio de Janeiro, Brasil. Azanha, J.M.P. (1992). Uma idéia de pesquisa educacional. Editorial Edusp. São Paulo, Brasil. 71 Straforini Kensky, V.M. (2001). A vivência escolar dos estagiários e a prática de pesquisa em estágios supervisionados. In: A Prática de Ensino e o Estágio Supervisionado (coord: Piconez, S.C.B.). Editorial Papirus. Campinas. Brasil. boço de uma problemática do saber docente. Teoria & Educação. Porto Alegre. Pannonica 4: 215-233. Tardif, M. & Lessard, C. (2007). O trabalho Docente: elementos para uma teoria da docência como profissão de interações humanas. Editora Vozes. 3ra edición. Petrópolis, Rio de Janeiro, Brasil. Oliveira, I.B. (2003). Currículos Praticados: entre a regulação e a emancipação. Editorial DP&A. Rio de Janeiro, Brasil. Viñao, A. (2008). Os cadernos escolares como fonte histórica: aspectos metodológicos e historiográficos. In: Cadernos à vista: escola, memória e cultura escrita (org: Mignot, A.C.V.). Editora da Universidade do Estado do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro, Brasil. Pimenta, S.G. (1999). Formação de professores: identidade e saberes da docência. In: Saberes pedagógicos e atividade docente (org: Pimenta, S.G.). Editorial Cortez. São Paulo, Brasil. Pinheiro, A.C. (2005). O Ensino de Geografia no Brasil: catálogo de dissertações e teses. Editora Vieira. Goiânia, Brasil. Yinger, R.J. & Clark, C.M. (1985). Using Personal Documents to Study Teacher Thinking. Occasional serie nº 84). Published by the Institute for Research on Teaching, Michigan State University. Michigan, USA. Shulman, L.S. (1987). Knowlwdge and teaching: foundations for the new reform. Harvard Educational Review 57(1): 1-23. Tardif, M. (2007). Saberes Docentes e Formação Profissional. Editora Vozes. 8va edición. Petrópolis, Rio de Janeiro, Brasil. Zabalza, M.Á. (1994). Diários de Aula: contributo para o estudo dos dilemas práticos dos professores. Coleção Ciências da Educação 11. Porto Editora. Porto, Portugal. Tardif, M., Lessard, C. & Lahaye, L. (1991). Os professores face ao saber: es- 72 REVISTA DE GEOGRAFIA ESPACIOS Rev. Geogr. Espacios 2(3): 73-90 Universidad Academia de Humanismo Cristiano Ensayo Enseñanza de la Geografía: una agenda posible para la intervención de los territorios Ensino da geografia: uma possível agenda de intervenção nos territórios OMAR TOBÍO1 1 Grupo San Martín de Enseñanza de la Geografía. Centro de Estudios Geográficos, Universidad Nacional de San Martín, Argentina. e-mail: [email protected] RESUMEN Tomando como punto de partida la experiencia de enseñanza de la Geografía y de su implementación didáctica en un conjunto de escuelas del Área Metropolitana de Buenos Aires, se detallan las fortalezas y debilidades de los nexos existentes entre la cultura cotidiana en los territorios y diversas geografías en las que se encuentran enclavadas las escuelas y las propuestas de desarrollo económico y social de la matriz social general. Desde una perspectiva enmarcada en los estudios culturales, el objeto de este trabajo refiere a la disciplina geográfica y su enseñanza la cual, en tanto campo de conocimiento posible de ser recontextualizado en el ámbito escolar, supone una serie de prácticas ancladas en cultura política, las cuales serán analizadas en función de elaborar una “agenda” de intervención territorial. Esto implica el trabajo con temas geográficos previstos desde los diseños curriculares y desde las necesidades de los territorios en los que se desarrolla la actividad de los profesores de Geografía. Se detallará el nuevo papel que le puede caber a la enseñanza de la Geografía en este marco institucional en relación a la recomposición y fortalecimiento del vínculo vertical entre la cultura local y la cultura jurisdiccional y nacional. Se apunta también a detallar los obstáculos para el atemperamiento de la segregación social y geográfica evidenciada horizontalmente en los territorios en los que se encuentran las escuelas. Por último, se establece un bosquejo referido a la posibilidad de constitución de una red difusa de profesores para llevar adelante este conjunto de tareas. Palabras claves: Didáctica de la geografía, Estudios culturales, Política, Territorio, Red de profesores 73 Tobío RESUMO Tomando como ponto de partida a experiência de ensino de Geografia e de sua implementação didática de um conjunto de escolas da Área Metropolitana de Buenos Aires, detalhes os pontos fortes e fracos das ligações entre a cultura cotidiana nos territórios e em diferentes geografias nas que se encontram enraizadas as escolas e as propostas de desenvolvimento econômico e social da matriz social geral. De uma perspectiva enquadrada nos estudos culturais, o objeto deste trabalho relaciona-se com a disciplina de geografia e de seu ensino a qual, entanto campo de conhecimento possível de ser recontualizado no âmbito escolar, supõe uma série de práticas enraizadas na cultura política, as quais serão analisadas em função de elaborar uma “agenda” de intervenção territorial. Isto envolve trabalhar com temas geográficos esperados do desenho curricular e das necessidades dos territórios nos que se desenvolve a atividade de professores de Geografia. Ele irá detalhar o novo papel que pode caber para o ensino da Geografia neste quadro institucional relativo à reestruturação e fortalecimento do vínculo vertical entre cultura local e cultura e da jurisdição nacional. Ele também tem como objetivo detalhar os obstáculos para a têmpera de segregação social e geográfica evidenciado horizontalmente nos territórios em que as escolas estão localizadas. Finalmente, o estabelecimento de um esquema baseado na possibilidade de formação de uma rede difusa de professores para realizar este conjunto de tarefas. Palavras-chave: Ensino de geografia, Estudos culturais, Política, Território, Rede de Professores INTRODUCCION tucional que opere básicamente en dos niveles. El primero de dichos niveles está referido a lograr que las propuestas emanadas del mundo académico (alejadas de dogmatismo, regidas por la honestidad intelectual, articuladas por medio de la razón, y que incluyen, en algunos casos, la palabra de los docentes de Geografía que se desempeñan en las aulas) ingrese a los Estados jurisdiccionales a través de los diseños curriculares. El segundo de ellos remite a cómo se produce la apropiación de los contenidos emanados de algunos de los esos nuevos diseños curriculares de Geografía de algunas jurisdicciones de la Argentina por parte de los docentes de la disciplina. Este trabajo se orien- Las investigaciones y producciones académicas en el campo de la Geografía y de su enseñanza en Argentina van sedimentando y consolidando a dicho campo del conocimiento. Las líneas de trabajo en torno a curriculums, agendas de temas a enseñar, prácticas en las aulas, o formación docente en Geografía, entre otras, aportan conocimiento sustantivo pero, se entiende aquí que sólo por su propio peso y creciente relevancia no llegarán por sí mismas a impactar en las instancias institucionales estatales y políticas a menos que se realice un trabajo de articulación insti74 Enseñanza de la geografía e intervención de los territorios ta a analizar el segundo de los niveles mencionados. parte de los sectores sociales pobres y empobrecidos junto a la mirada “economicista” (i.e. entendiéndose a ésta como la percepción naturalizada de la pobreza, como un problema individual de quien lo padece dando lugar a la consolidación de una mirada que considera a las inversiones paliativas del Estado como inútiles, ineficientes, ineficaces y atravesadas por la corrupción) de los sectores mejor integrados socialmente, atraviesan al conjunto de la sociedad y se manifiestan con especial fuerza en las escuelas. Éstas, en este contexto, tienden a hallar debilitado su papel formativo en tanto no logran mayormente encontrar la manera de ayudar a los jóvenes a entender las raíces sociogeográficas del problema de la pobreza y la desigualdad como un fenómeno social que afecta a algunos individuos y colectivos, pero que no se explica sólo desde el comportamiento de estos últimos. En este sentido, este trabajo no se inscribe en términos estrictos dentro del campo de la didáctica o la enseñanza de la Geografía, sino en el de los estudios culturales, en este caso tomando como objeto de indagación la forma de apropiación de los resultados de la producción académica y reflexión en el campo de la Geografía y su enseñanza. Implica recorrer las dimensiones de la cultura política presente en el posicionamiento docente frente a estos saberes geográficos, los cuales forman parte de la matriz societal o del legado cultural. Esto supone, a su vez, observar cómo los diseños curriculares (en tanto guía, orientación, contextualización y puesta a punto de las discusiones en Geografía que conecta el mundo de esta disciplina con la labor docente en las aulas) juegan un papel de mediación entre los saberes geográficos presentes en la cultura vigente y los docentes. Por otra parte existe una tendencia en el sistema educativo a reproducir una segregación escolar, como consecuencia de otro tipo de segregaciones (culturales, económicas y territoriales) por más que los currículos jurisdiccionales apunten acertadamente en contrarrestar esas tendencias. En términos generales, este conjunto de procesos afectan y erosionan el lazo social. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA: LAS FALLAS EN LOS VÍNCULOS VERTICAL Y HORIZONTAL En el marco de un contexto de expansión económica de la Argentina en la segunda mitad de la década del 2000 en la que los niveles de desigualdad no disminuyeron a la par de dicho crecimiento. El escaso margen de aprovechamiento de los recursos del Estado para la asistencia social por Se torna entonces necesario explorar cuáles son los elementos intervinientes en el vínculo entre los currículos jurisdiccionales de Geografía y en una parte nada desdeñable del cuerpo 75 Tobío docente, formado en el marco de una matriz estadocéntrica y los problemas de las escuelas (sean ricas, pobres o de clase media), inscriptas territorialmente en función de articular un proceso de desarrollo, entendido este en su doble dimensión de producción de riqueza y de distribución equitativa de la misma. Este abordaje se realiza en función de pensar en actores empoderados, lo cual nos instala tanto en una dimensión política, además de la económica, para poder abordar al desarrollo. Esta tarea se realiza en función de poder intervenir en el fortalecimiento del lazo social. llegar a los territorios concretos las propuestas curriculares jurisdiccionales referidas al temario de la Geografía. La construcción de ciudadanía es tanto un déficit de los sectores más postergados como también de los más y mejor integrados, dado que este proceso supone tener conciencia de integrar una misma nación además y de saber cuales son los propios derechos y obligaciones. En efecto, se trata de considerarse parte del legado de una historia compartida en la que se inscriben valores y rasgos culturales comunes y con conciencia de una vinculación solidaria. Las geografías materiales pueden ser explicadas y comprendidas con la Geografía propuesta en los diseños curriculares. En efecto, gran parte de los territorios urbanos de las ciudades de Argentina –entre ellos muy especialmente el del Área Metropolitana de Buenos Aires- se encuentran atenazados por un doble juego de fuerzas: por un lado, las dificultades de los Estados Nacional, provinciales y municipales para llevar adelante planes articulados, efectivos y sostenidos en el tiempo de desarrollo social y por el otro la emergencia de esferas de poder territoriales semiautónomas respecto del Estado en aquellos espacios geográficos en los que éste no puede estar presente en toda su intensidad. En relación a la dimensión horizontal se necesita trabajar con los problemas derivados del encapsulamiento que tienden a sufrir las escuelas encerradas en sí mismas. La heterogeneidad social geografizada se expresa en la existencia de áreas segregadas a partir de los distintos niveles de acumulación de ventajas sociales por parte de los diferentes segmentos de la sociedad y esto se expresará en la creciente ausencia de mezcla social configurando territorios específicos con escuelas específicas. Todo esto, a su vez se sobreimprime en un contexto cultural signado por una creciente segregación basada en los rasgos étnicos y la procedencia extranjera (en especial el confinamiento territorial de poblaciones descendientes de pueblos originarios y de países limítrofes que habitan el área). Por lo tanto y de acuerdo hasta lo aquí afirmado, la enseñanza de la Geografía en las escuelas requiere ser abordada desde dos dimensiones: una vertical y una horizontal. En la dimensión vertical se parte de la idea por la cual es necesario hacer 76 Enseñanza de la geografía e intervención de los territorios Se torna, por lo tanto, fundamental fortalecer la escuela como un espacio de socialización, de generación de confianza, normas de reciprocidad y de constitución de redes sociales (en suma, de capital social) y de hibridación de culturas necesaria para impulsar el desarrollo del país. En simultáneo se requiere que las “otras” escuelas comiencen un lento proceso político y cultural a dejar de ser vistas como territorios exóticos, extraños y amenazantes. En suma: distintas geografías materiales pueden ser hilvanadas horizontalmente con docentes de Geografía que buscan romper el encapsulamiento a por medio de la utilización adecuada de los contenidos propuestos por la currícula jurisdiccional pensada en términos de vinculación vertical. territorios locales y cómo proponer en el territorio concreto, focalizado en la institución escuela, un trabajo con los actores locales que implique, desde la enseñanza de la Geografía, la construcción de ciudadanía como proyecto cultural nacional desde las instancias de gestión provincial y nacional incorporando la multiplicidad de voces. Esta tarea se encaró con un grupo de docentes quienes definen las distintas escalas de espacios políticos en los cuales es menester trabajar. La compleja agenda de trabajo que han construido los docentes que colaboraron en esta tarea ha intentado proponer un bosquejo de articulación de lo vertical con lo horizontal. Los análisis y conclusiones aquí presentadas son el resultado del trabajo conjunto de los integrantes del equipo de esta investigación del Grupo San Martín de Enseñanza de la Geografía, inscripta en el Centro de Estudios Geográficos de la UNSAM, en el marco de un Convenio con el Centro de Estudios para América Latina y la Cooperación Internacional (CeALCI) dependiente de la Fundación Carolina de España. Se trabajó con 9 docentes de Geografía que trabajan actualmente en el sistema educativo en el nivel secundario entre los meses de febrero de 2010 y julio de 2011. Esta tarea se enmarco en un trabajo de mayor envergadura que incluyó a ocho profesores de Historia, cuyas reflexiones y conclusiones se articularon con los de Geo- Todo lo dicho supone un específico posicionamiento docente frente al saber geográfico, que va más allá de lo meramente instrumental para constituirse en un ingrediente de un complejo proceso de política cultural. La pregunta central, entonces, es cómo llevar adelante dicha tarea. OBJETO A ESTUDIAR Y CONSTRUIR: LA AGENDA DE INTERVENCIÓN EN LOS TERRITORIOS Los desafíos a encarar remiten a cómo concebir el doble juego de llegada intensa y permanente del Estado Nacional y de los provinciales a los 77 Tobío grafía, totalizando un conjunto de 17 profesores (Tobío 2012). MARCO CONCEPTUAL El lazo social que la escuela intenta preservar en un contexto social que tiende a erosionarlo, supone una serie de elementos que lo constituyen: confianza en las relaciones interpersonales, posibilidad de asociarse, lograr una mayor conciencia cívica o tener presente una serie de valores éticos. En suma, lo dicho se aproxima a lo que Sen (2007), Kliksberg (2008) o Durston (1999, 2002), cada uno de ellos con sus respectivos matices, conceptualizan como capital social, tomando los trabajos pioneros de Putnam (1995), Coleman (1990) y Bourdieu (1985). OBJETIVOS El objetivo central de esta investigación estuvo orientado hacia la promoción del desarrollo efectivo de la cultura ciudadana de jóvenes que asisten a escuelas en el Conurbano Bonaerense y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, articulando lo local con los lineamientos de la matriz social propulsora de, entre otros, un temario específico de temas geográficos a desarrollar en las aulas. Asimismo es necesario tener en cuenta que los problemas de pobreza requieren procesos redistributivos de la renta a nivel nacional para generar una “fertilidad” suficiente a fin de que los proyectos de empoderamiento para la producción sean exitosos. Esta propuesta de redistribución del ingreso puede ser motivo de fuertes controversias y resistencias políticas por parte de los sectores sociales más concentrados de la economía argentina (que, como muchas otras latinoamericanas, se encuentra entre las más desiguales del planeta). Esta perspectiva de cultura política recoge las propuestas iniciales de Putnam (1995), las cuales, atendiendo a las razonables críticas que se le han realizado (Ríos Cázares & Río Figueroa 1999), ha sido importante para el desarrollo y resultados posteriores de esta investigación. Un objetivo específico consistió en identificar las fortalezas y debilidades de los nexos existentes entre la cultura cotidiana en los territorios en los que se encuentran enclavadas las escuelas y las propuestas de desarrollo económico y social presente en la agenda de temas emanados en los diseños curriculares correspondientes a la matriz social general. Un segundo objetivo específico se oriento hacia la identificación de los obstáculos para el atemperamiento de la segregación social y geográfica evidenciada horizontalmente en las escuelas. 78 Enseñanza de la geografía e intervención de los territorios Partiendo de la conceptualización del capital social, entendido como el conjunto de valores compartidos que promueven la cooperación social (Ocampo 2003), se optó por ponderar el planteamiento de Durston (2002), quien basándose en Putnam (1995), considera que las relaciones de confianza, conductas de reciprocidad y cooperación son las constitutivas de las relaciones sociales que definen al capital social. En este sentido, el capital social es aquello que permite que los individuos en situación de debilidad se agrupen para defender sus intereses y se organicen en apoyo a sus necesidades colectivas. En tal sentido se ponen en juego “las características de organización social tales como la confianza, las normas y las redes que pueden mejorar la eficiencia de la sociedad mediante la facilitación de acciones coordinadas” (Putnam 1995, citado por Millán & Gordon 2004: 725). mercado y es básicamente un mecanismo por el cual los intercambios están basados en obsequios y su correspondencia. La reciprocidad supone equidad en la disposición a equilibrar el intercambio y equidad en el trato. •Redes, conceptualizadas como los vínculos que se pueden sostener en el tiempo a raíz de que la confianza es correspondida (y no sólo aprovechada). La producción de lazo social y de cohesión social no constituyen un tema nuevo. Por el contrario, una larga tradición en el campo de las Ciencias Sociales, en particular de la Sociología desde el siglo XIX así lo demuestra, a través de la obra de, entre otros, Durkheim (1985), Weber (1998) y Marx & Engels (1987). Asimismo las conceptualizaciones sobre capital social en Antropología son un antecedente importante: tal es el caso, por ejemplo, de Marcel Mauss (2009). En esta definición, por lo tanto se encuentran tres componentes centrales del capital social, que son recuperados para esta investigación: En la década de 1980, Bourdieu conceptualiza al capital social como la totalidad de los recursos actuales y potenciales asociados a la red duradera de reconocimientos mutuos (Bourdieu 1980). En este sentido, el capital social alude a la totalidad de los recursos basados en la pertenencia a un grupo (Marrero 2006) remitiendo, por lo tanto, la conceptualización de Bourdieu hacia la diferencial capacidad de apropiación de trabajo social acumulado con el fin de obtener un rendimiento económico privado. Por lo tanto, el carácter •Confianza, entendida como la posibilidad de predecir la conducta de un actor independiente. Si es posible predecir una correspondencia por parte del otro, se entra, por lo tanto en una instancia de reciprocidad. •Normas de reciprocidad, entendidas como la posibilidad obtener logros para uno mismo y para los otros. La reciprocidad es una lógica ajena al 79 Tobío económico es opacado porque un bien económico puede expresarse en dinero, en objetos físicos o también en capital cultural (poseer en la casa una gran biblioteca, realizar inversiones culturales y educativas, asistir a distintos eventos artísticos, entre otras posibilidades). De este modo, la cultura es apropiada diferencialmente por los distintos actores con desigual capacidad económica, pero el mecanismo económico que generó condiciones para su peculiar distribución queda disimulado. Así, la combinatoria de capital económico con capital cultural permite generar capital social, también de manera diferenciada, dado que los grupos de pertenencia en un caso y en otro serán diferentes, siendo desigual el acceso a redes de intercambios en donde lograr poner en movimiento el capital económico y cultural acumulado. Dos son, por lo tanto, las dimensiones fundamentales del capital social desde la perspectiva de Bourdieu: la extensión de la red y el volumen del capital, los cuales, a su vez, requerirán de permanentes inversiones económicas para su sostenimiento y perpetuación en el tiempo. OPERACIONALIZACIÓN DEL MARCO CONCEPTUAL (BOSQUEJO DE LA AGENDA DE INTERVENCIÓN TERRITORIAL) El desafío del colectivo de docentes ha sido el de romper la inercia de la ilusión de formar individuos virtuosos aislados a través del adecuado trabajo de los contenidos del diseño curricular. Por otra parte, el desarrollo de formas capital social basadas en confianza y reciprocidad pueden derivar en organizaciones destructivas (delictivas, de narcotráfico, de “justicia por mano propia”), motivo por el cual, la escuela es un lugar clave para el adecuado trabajo del acervo cultural cívico de la matriz societal ínsita en los diseños curriculares. En efecto, allí se establece el marco del virtuosismo cívico y de la orientación deseable de las formas de capital social basadas en la confianza y reciprocidad. Así, las escuelas conectarían el mundo del virtuosismo cívico con la generación de capitales sociales en función de contribuir a la formación de sujetos políticos con vocación para la constitución de redes bajo la forma de compromiso cívico. De este modo, se puede ir bosquejando una agenda de intervención territorial definiendo espacios políticos en los cuales se combina la intervención vertical con la horizontal: Estas inversiones económicas suponen la constitución de un espacio de disputas. En él se dirimen fuerzas, se establecen disensos y se pueden desplegar consensos. En suma, se trata de un campo de fuerzas político. Este espacio político atraviesa instituciones y actores, siendo la escuela, los docentes y los alumnos un condensado de dicho entramado político, objeto de esta investigación. •En primer lugar, el tema recurrente en las discusiones con profesores del grupo en torno al sentido de la actual escuela secundaria son resignificados aquí: reintroducción de las com80 Enseñanza de la geografía e intervención de los territorios plejidades de la cultura letrada (que no se suele enseñar fuera de la escuela) a través del desarrollo de los contenidos del legado geográfico en el aula. Esto es: un espacio de trabajo en el aula de saberes básicos para la constitución de sujetos políticos lo que supone la implementación de las estrategias docentes orientadas al desarrollo del currículum en función de enseñar y aprender los saberes escolares necesarios para la vida política. Se trata, por lo tanto de una tarea de politización de los saberes, inscripta en el marco de la micropolítica. será, en primer lugar, el de transmitir el legado societal generacional promoviendo un conjunto de tareas en las que existe un acuerdo más o menos generalizado. Esta tarea, se denomina aquí como de macropolítica en tanto se trata de recreación del legado expresado en los currículums. Esto implica un proceso de repolitización, de reintroducción de la importancia de las virtudes cívicas en tanto posibilidad de construcción permanente (y preservación) de la esfera pública claramente separada de la privada •En tal sentido, en segundo lugar, se persigue la formación de liderazgos culturales en los estudiantes a largo plazo, lo que supone una actividad de política situada territorialmente (o mesopolítica) en la que se operacionalizan las disputas, disrupciones, consensos, presentes en el espacio más amplio de la cultura (la macropolítica) pero articuladas a nivel local o provincial y con proyecciones al nacional. El nivel de avance de esta red es a nivel de área metropolitana de Buenos Aires (un nivel intermedio entre el local y el provincial). El empoderamiento resultante combina saberes políticos, saberes técnicos y situaciones territoriales específicas. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN: LA AGENDA DE INTERVENCIÓN EN TRES PLANOS. Como ya se detalló, se definieron tres espacios de desarrollo de la agenda de gestión político-cultural: el de la micropolítica (en la que se resignifica en las aulas la enseñanza y aprendizaje de la cultura letrada y de los contenidos del legado cultural en Geografía), el mesopolítico (correspondiente a la política situada territorialmente) y el macropolítico (legado social que posibilita encuadrar los grandes temas de trabajo a nivel nacional) •En tercer lugar, si las escuelas son el ámbito de conexión entre la propuesta de virtuosismo ciudadano de la currícula y los capitales sociales de los estudiantes (preexistentes, o a promover o a crear) el papel de los docentes ANÁLISIS DEL ESPACIO DE LA MICROPOLÍTICA (AULAS) En el espacio de la micropolítica se analizan las nuevas formas de pro81 Tobío Cuadro Nº1. Bosquejo de la agenda de intervención territorial a partir de la definición de espacios políticos Espacio Carácter del espacio Objetivo central Micropolítica Resignificación de la (aulas) tarea de enseñanza de la cultura letrada y de los contenidos de Geografía como expresión concreta de la cultura política Enseñar y aprender saberes escolares de Geografía necesarios para la vida política Papel de los docentes Implementación de mecanismos de búsqueda de construcción de sentido social en las aulas en función de lograr la comprensión política de los procesos geográficos. Apropiarse y repensar los resultados de lo producido por la didáctica académica o “científica”. Mesopolítica (territorios) Se trata de política situa- Empoderamiento Formación de liderazgos culturales y poda territorialmente arti- (tanto de docentes líticos en los alumnos para el largo plazo culada a nivel local, pro- como de alumnos) vincial o nacional) Por medio de la enseñanza de los “saberes expertos” contextualizados en el aula Es la puesta en acto del activar la promoción de los liderazgos legado social de la culculturales y políticos en los alumnos. tura política Promoción de: • Control de gestión de políticos y buro cracias • Conocimiento de los entramados polí ticos y las dimensiones técnicas impli cadas en problemas locales • Identificación de prácticas paternalistas para la resolución de problemas Macropolítica (Estado) (Legado social de la cul- ( R e ) p o s i c i o n a - Trabajo sobre la propia práctica docente tura política expresado miento académico, evaluando el posicionamiento asumido al en currículums) cultural y político respecto y la posibilidad de modificarlo. El cambio de posición es en dos líneas: • De posicionamiento frente al curriculum (entender a los contenidos de la agenda geográfica como asépticos o entenderlos como parte de un campo de disputas). • De psosicionamiento frente a otros docentes del establecimiento educativo en el que se trabaja Transmisión del legado societal intergeneracional. Promoción de ideales compartidos presentes implícita o explícitamente en los diseños curriculares: • Lucha contra la corrupción • Lucha contra la pobreza • Lucha contra el uso privado de los bienes públicos ◘ uso privado del medio ambiente ◘ redes clientelares poner aprendizajes, problematizando en clave política los temas clásicos de la disciplina Geografía. Al analizar en la escuela cualquier problemática de la agenda social con implicancias geográficas –y que, por lo tanto, remite a esta disciplina escolar- se torna necesario construir un relato al interior de la ins82 Enseñanza de la geografía e intervención de los territorios titución en el cual los acontecimientos puedan ser mostrados en su desarrollo enlazándose unos con los otros y sin ser presentados como producto de rígidas determinaciones, sean estas económicas, culturales, naturales o de cualquier otro tipo. Los conflictos territoriales trabajados en las aulas, en realidad, son el resultando de otro abanico de conflictos de distinto orden y magnitud que a lo largo del tiempo van sedimentando en una compleja trama social. De este modo, tampoco existen dos problemas geográficos –con sus antecedentes y sedimentaciones históricas- que sean iguales. de los acontecimientos, tal como ya se señaló en otro trabajo (Tobío 2011b). Los profesores de Geografía con los que se trabajó en esta investigación admiten la necesidad de suficiente apertura para encontrarse con temas y cuestiones que en un primer momento no tenían planificado buscar. Necesitará estar preparado para toparse con “temas” y “cuestiones” que no intentaba buscar pero que, adecuadamente problematizados, contribuyen a los aprendizajes, tal como ya se señaló en otro artículo (Tobío, 2007). Un “río” en un mapa aislado no tiene sentido alguno. Su problematización política articula los contenidos esperados para el desarrollo de ese tema (que no se trata tanto de una exigencia curricular sino de un sedimento en los profesores que aprendieron el río memorísticamente y fuera de cualquier contextualización cultural y política). Si existe algo que pueda tornar útil y relevante para promover aprendizajes de la Geografía en las escuelas eso será entender que nada se repite en los actos humanos y sociales. La manera en la cual los actores definen su accionar y los contextos en los cuales realizan esta tarea, la definición de tácticas, de tanteos y la posibilidad (o no) de inscribirlos en determinadas estrategias dan espacio a observar imaginaciones y capacidad de inventar. Y esto vale tanto para los sectores subalternos en protesta o rebelión como para los sectores del capital que enfrentarán, neutralizarán o combatirán por diferentes medios esas expresiones sociales. De este modo, lo que los profesores puedan construir en las aulas no necesariamente necesitará una respuesta para prever una solución, sino plantear una complejidad que puede asentarse en algún sentido subterráneo, pero que para nada garantiza el carácter del desenlace Los profesores advirtieron que es necesario evitar agregarle perentoriedades ideológicas –lícitas, inevitables, necesarias, en cualquier profesor- para evitar victimizaciones, construcción de héroes o villanos (Véase Tobío 2011a, 2011b). Se trata, en suma, de entender cómo funciona el capitalismo monopólico en países periféricos en la Argentina, sin que esto asfixie a la palabra e intención de los actores y sin que uno mismo –con materiales provistos por el discurso de estos últimos- termine relatándolos o abogando por alguno de ellos. El planteo complejo de lo social en la Geografía escolar requiere del 83 Tobío planteamiento de dilemas como que no tienen una resolución unívoca, sino que sirven para ordenar los problemas en el aula. como red. Se trata, en suma de la definición estratégica para esos dos tipos de intervenciones en tanto articulación horizonta ANÁLISIS DEL ESPACIO DE LA MESOPOLÍTICA (TERRITORIOS) • Las tareas de carácter vertical “hacia arriba” son básicamente de reposicionamiento cultural, político e institucional docente a partir de la toma de conciencia de la propia situación. En el espacio de la mesopolítica se analiza el procedimiento por el cual se pone en movimiento el legado social de la cultura política. Este es el plano en el que los docentes formulan las estrategias para la generación de liderazgos culturales y políticos en los alumnos, pensando en el largo plazo. Esto supone comenzar el recorrido analítico sobre el objetivo central del colectivo docente en este plano: el producir empoderamientos. • Las tareas de carácter “hacia abajo” son las vinculadas a los logros en las aulas y los territorios desde la red de profesores. ANÁLISIS DEL ESPACIO DE LA MACROPOLÍTICA (ESTADO Y CURRÍCULOS JURISDICCIONALES) Como ya se ha señalado, la necesidad detectada por los docentes de volver a pensar los vínculos entre generaciones en función de proceder a la transmisión del legado cultural requiere recuperar lo heterogéneo, discontinuo y disruptivo en las escuelas. En este plano mesopolítico se deconstruyen los mecanismos de poder e implantar nuevas formas y procedimientos que operen en función de proyecto colectivos propios. Esto significa iniciar un camino de empoderamiento en términos cercanos a los planteados por Mejía & Awad (2003). Este conjunto de tareas de gestión de la cultura política implica una serie de “momentos” en la totalidad del proceso de definición de una estrategia global en la mediación cultural: La fuerte impronta empirista de la enseñanza la Geografía en la antigua formación de docentes pone de relieve las dificultades de estructurar una perspectiva política alejada de los juicios e impugnaciones pre políticas de aparición frecuente en el abordaje de temas de la agenda de las ciencias sociales escolares. La confección de la agenda de intervención docente daría espacio o margen a los profesores del nivel me- • El nudo central de la tarea de los docentes se encuentra en el desarrollo de los capitales sociales vinculados al empoderamiento y el de constituirse 84 Enseñanza de la geografía e intervención de los territorios dio puedan cumplir la doble tarea de transferir saberes geográficos y, desde allí, generar instancias emancipadoras en una línea similar a lo propuesto por Giroux (1998, 1998a, 2003, 2003a) y Apple (1997, 2002) en tanto se constituyesen primero ellos mismos en sujetos políticos. conflictivas expresadas en las configuraciones geográficas, se trata de aproximarse y entender los núcleos sobre los que se fundamenta lo político en cada aula de cada escuela, de cada territorio reconociendo sus especificidades y los hilos invisibles que las conectan. En la enseñanza de la Geografía se necesita reforzar la tarea de poner la atención en la centralidad de cada individuo como portador de derechos ciudadanos. En efecto, existe una relación entre la construcción -la producciónsubjetiva y la política como espacio de disputa y de diálogo, de enfrentamiento y de consenso. Cada alumno así, en el aula, puede constituirse en un sujeto político ubicado en una situación política concreta (lo que a él/ella le pasa en un territorio concreto en este momento preciso que no es sólo un hoy sino el producto de una serie de circunstancias históricas atravesadas por lo contingente). La propuesta de buscar un sujeto político reconoce el carácter de la subjetividad creada en el entorno de fluidez informacional y de incertidumbre en la vida física cotidiana en los territorios. También el sujeto político es él mismo el que se forma concientemente y no es modelado desde afuera, aunque son necesarias una serie de condiciones externas (contexto sociopolítico) como para que éste pueda desarrollarse. En efecto, para llevar este proceso de construcción de subjetividad se requiere de la ayuda externa y de una institución que rompa con lo cotidiano: esa será la escuela –de hecho esta ha sido siempre una de sus funcio- El problema central –más allá de las formas anticuadas de comunicación y propuesta de enseñanza aprendizaje de la formación inicial del profesorado- está constituido por una profunda despolitización en varios de los ámbitos de formación docente en tanto se produce una separación tajante entre el desarrollo de contenidos específicos disciplinares a enseñar, por un lado, de la dimensión del ejercicio de la ciudadanía de los docentes, por el otro. En efecto, éstos parecen no poder dar cuenta de la posibilidad de producir enunciados políticamente potentes a la vez que temáticamente relevantes orientados a la promoción de reflexión geográfica sobre amplias franjas de la población estudiantil. Politizar las relaciones -y observar desde una lectura de tramitación del poder en la propia trayectoria de cada docente por distintos mundos (de por sí politizados)- coadyuvará a realizar evaluaciones en el aula que se alejen del intento de control de los alumnos (véase también Tobío 2010b) sino, por el contrario, de poner en movimiento los componentes de su capital social. En suma, desde la enseñanza de la Geografía, desde el estudio de las 85 Tobío nes centrales- y cobra especial relevancia la enseñanza de la Geografía dentro de ella (Tobío 2010a). de la cultura de masas. Es decir, la escuela, que antiguamente fue un espacio de producción de hegemonía, ahora, a través de la conquista de ciertas condiciones de realización del pensamiento, puede constituirse en el lugar privilegiado de desarrollo de contra cultura o contrahegemonía en términos cercanos a los planteados por Giroux (1990). Ubicarse en el plano de la formación integral del alumno en tanto ciudadano, supone trabajar sobre las reglas necesarias para que el espacio político compartido pueda ser evidenciado y se pueda tomar conciencia de la posibilidad –fundada en un derecho- de intervenir en él. Si a través de la enseñanza de la Geografía en la escuela se puede introducir la idea de comenzar a comportarse como un ciudadano es porque esta institución es justamente un espacio social con reglas que requirió de un esfuerzo colectivo muy intenso construirlas. La búsqueda en la escuela del compromiso cívico o cultura cívica (propuesto por las currículas jurisdiccionales y también presente en el discurso de los profesores formados en la misma matriz societal que generó dichos documentos) pone en el centro de la discusión del colectivo de profesores el por qué en nuestro país no existe respeto por las instituciones. En efecto, de manera implícita o explicita, los diseños curriculares promueven asociatividad, interés por los asuntos públicos, y el despliegue de relaciones cooperativas e igualitarias, a la vez que con confianza. En ese punto se torna clave, entonces, pensar sobre cómo, desde los materiales que el mismo Estado está aportando, encarar la enseñanza de la Geografía en función de lograr una mirada alternativa a la predominante en la sociedad. Esto es así porque la escuela (y dentro de ella la enseñanza de la Geografía) sigue siendo el ámbito privilegiado para intentar la transmisión de un legado social de la cultura política compartido expresado en los currículums, aún cuando la escuela ya no sea el ámbito principal de producción de hegemonía cultural y política. CONCLUSIONES: HACIA UNA RED DIFUSA En la escuela, para lograr los objetivos orientados a impulsar el crecimiento equitativo, el desarrollo democrático, la consolidación de la ciudadanía y el desarrollo personal, se requiere llevar adelante un proceso de reintroducción de la cultura política para lo cual el temario de la Geografía es especialmente fecundo. Esto supo- El papel de los profesores de Geografía de este colectivo se propone como generador de experiencias que no se pueden producir en el seno de las familias, el barrio o las expresiones 86 Enseñanza de la geografía e intervención de los territorios ne, como se detalló, la construcción de una agenda para la intervención territorial que articula los niveles vertical y horizontal definiendo distintos espacios de acción política (micro, meso y macro). social orientado a la resolución de algún tema en particular. Por supuesto, no se descarta cualquier posibilidad de articulación con ONGs y con movimientos sociales que compartan los objetivos democráticos de esta red, pero el objetivo debería ser el de lograr financiamiento adicional sostenido a lo largo del tiempo por del Estado para los profesores del colectivo teniendo en cuenta el fuerte carácter de politización (sin burocratización) que asume esta tarea que, en estos momentos. En efecto, un rasgo de esta propuesta es su fragilidad. Ambos tipos de intervenciones (horizontal y vertical) pueden ser efectivamente implementadas, pero también estas acciones son muy vulnerables y corren peligro de desaparecer si no son acompañadas por decididas políticas de Estado. El Estado debería empezar a reconocer la importancia del trabajo no estandarizado como uno de los pilares de la educación actual, sin que esto obste, por supuesto, el proceso de enseñanza y aprendizaje de temas macro de incumbencia para todos los ciudadanos del país. En este sentido, esta tarea va desplegándose en formato de red difusa. En efecto, en la red difusa los integrantes de la misma se unen entre sí con el objetivo de transmitir información para todos los demás integrantes. La red difusa permite una movilidad más o menos rítmica entre sus integrantes para el logro de objetivos, que resuenan como similares si bien, estrictamente no se pueda asegurar que sean iguales, porque dependerá del propio posicionamiento, de las características del territorio en el que se encuentra cada integrante y de los temas de la agenda geográfica que se opte trabajar. Todos los integrantes son receptivos a los estímulos (novedades o informaciones) de la red. En la red no existe una cabeza o un centro, aunque sí pueda existir un entorno facilitador, como podría ser el marco institucional de la Universidad. Un elemento central de lo político, consiste en generar las condiciones para sentirse parte de un proyecto de transformación social compartida. Esto resultaba casi absolutamente imposible para la mayoría de los estudiantes y de los docentes hasta fines de la década de 1990 en la Argentina. No puede dejarse nunca de lado el marco histórico político en el que se desarrolla la vida de docentes, estudiantes y de los despliegues institucionales. El colectivo docente que aquí se formó no es una ONG, ni conviene que se constituya en tal dispositivo institucional, dado que se trata de profesores que están trabajando en las escuelas (y no realizan un trabajo adicional, sino que se reposicionan en relación al mismo, sin requerir en el futuro el desarrollo de una burocracia para poder desarrollarse), ni tampoco se trata de la conformación de un nuevo movimiento 87 Tobío Desplazarse de la idea de inclusión como simple convivencia física bajo el mismo techo del edificio escolar implica tener en claro que el Estado debe garantizar mejores condiciones edilicias, mayor cantidad de establecimientos, diseños curriculares democráticos sofisticados y obligatoriedad de la escolaridad media, pero que la pregunta sobre qué se hace pedagógicamente dentro del aula, los docentes no pueden seguir eludiéndola: realizársela forma parte de su responsabilidad profesional e intelectual. Y se necesita también para eso acompañamiento del Estado como expresión de la voluntad política de concretar los aprendizajes. AGRADECIMIENTOS El presente artículo fue presentado en el II Coloquio Internacional de Investigadores en Didáctica de la Geografía, organizado por la REDLADGEO y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, en Santiago de Chile, entre el 16 y 18 de Abril de 2012. BIBLIOGRAFÍA Apple, M. (1997). La defensa de las escuelas democráticas. En: Escuelas democráticas (comp: Apple, M. & Beane, J.). Editorial Morata. Madrid, España. La escuela, por lo tanto, puede a través de docentes adecuadamente posicionados, introducir el doble elemento de inestabilidad y provisoriedad en las pujas antagónicas que describen cada momento sociopolítico y articular este despliegue con los contenidos de Geografía en los currículos propuestos por distintas jurisdicciones. Desde la enseñanza de la Geografía en la escuela, en este sentido, se puede estar en condiciones de aportar elementos para disputarle el terreno de la definición de los antagonismos a los actores mercantiles o distintos tipos de corporaciones de interés. De este modo la Geografía escolar podría aportarle material a la escuela a fin de que ésta vislumbre pretender comenzar a ocupar un lugar central para la producción simbólica política en el plano de la cultura, espacio que perdió hace ya muchos años. Apple, M. (2002). Educar como Dios manda. Mercados, niveles, religión y desigualdad. Editorial Paidós. Barceloma, España. Bourdieu, P. (1985). The forms of capital. En: Handbook of Theory and Research for the Sociology of Education (ed: Richardson, J.). Editorial Greenwood Press. New York, USA. Bourdieu, P. (1980). Le capital social. Notes provisories. Actes de la Recherche en Sciences Sociales 31: 2-3. Coleman, J. (1990). Social capital. En: Foundations of Social Theory (ed: Coleman, J.). The Belknap Press of Harvard University Press. Cambridge, Massachusetts, USA. Coleman, J. (1988). Social capital in the Creation of Human Capital. The American Journal of Sociology 94: S95-S120. Supplement: Organizations and Institutions: Sociological and Economic Approaches to 88 Enseñanza de la geografía e intervención de los territorios the Analysis of Social Structure. Kliksberg, B. (2008). Pensamiento social estratégico. Una nueva mirada a los desafíos sociales de América latina. Editorial Siglo XXI. Buenos Aires, Argentina. Durkheim, É. (1985). La division del trabajo social. Editorial Planeta-Agostini. Barcelona, España. Marrero, A. (2006). La teoría del capital social. Una crítica en perspectiva latinoamericana. Arxius de Ciències Socials 14: 73-90. Durston, J. (1999). Construyendo capital social comunitario. Una experiencia de empoderamiento rural en Guatemala. Serie Políticas sociales Nº30. Ediciones de la CEPAL. Santiago, Chile. Marx, K. & Engels, F. (1987). La ideología alemana. Editorial Grijalbo. Ciudad de México, México. Durston, J. (2002). El capital social campesino en la gestión del desarrollo rural. Díadas, equipos, puentes y escaleras. Ediciones de la CEPAL. Santiago, Chile. Mauss, M. (2009). Ensayo sobre el don, forma y función del intercambio en las sociedades arcaicas. Katz Editores. Madrid, España. 269 pp. Durston, J. (2003). Capital social: parte del problema, parte de la solución, su papel en la persistencia y en la superación de la pobreza en América Latina y el Caribe. En: Capital social y reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe: en busca de un nuevo paradigma (comp: Atria, R., Siles, M., Arriagada, I., Robison, L.J. & Whiteford, S.). Publicación de las Naciones Unidas. Santiago, Chile. Cap 5: 147202. Mejía, M. & Awad, M. (2003). Educación popular hoy: En tiempos de globalización. Ediciones Aurora. Bogotá, Colombia. Millan, R. & Gordon, S. (2004). Capital social: una lectura de tres perspectivas clásicas. Revista Mexicana de Sociología 66(4): 711-747. Ocampo, J.A. (2003). Capital social y agenda de desarrollo. En: Capital social y reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe: en busca de un nuevo paradigma (comp: Atria, R., Siles, M., Arriagada, I., Robison, L.J. & Whiteford, S.). Publicación de las Naciones Unidas. Santiago, Chile. Cap 1: 25-32. Giroux, H. (1998a). La escuela y la lucha por la ciudadanía. Pedagogía crítica de la época moderna. Editorial Siglo XXI. Ciudad de México, México. Giroux, H. (1998b). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje. Editorial Paidós, Barcelona, España. Putnam, R. (1995). Bowling Alone: America’s declining social capital. Journal of Democracy 6: 65-78. Giroux, H. (2003a). Pedagogía y política de la esperanza. Teoría, cultura y enseñanza. Una antología crítica. Editorial Amorrortu. Buenos Aires, Argentina. Ríos Cázares, A. & Ríos Figueroa, J. (1999). Capital social y democracia: una revisión crítica de Robert Putnam. Política y gobierno 6(2): 513-528. Giroux, H. (2003b). La inocencia robada. Juventud, multinacionales y política cultural. Editorial Morata. Madrid, España. Sen A. (2007). Temas claves del siglo XXI. En: Primero la gente. Una mirada desde la 89 Tobío ética del desarrollo a los principales problemas del mundo globalizado (eds: Sen, A. & Kliksberg, B.). Ediciones DEUSTO. Barcelona, España. 322 pp. los saberes. Actas del 2º Congreso Internacional de didácticas específicas (comp.: Fioriti, G.). Universidad Nacional de San Martín, San Martín, Argentina. 1: 1-10. Tobío, O. (2007). La investigación en enseñanza de la Geografía: reflexiones en torno a la opción de “surfear”. En: La formación docente y la investigación en Didácticas específicas (comp: Fioriti, G. & Moglia, P.). Cuadernos del CEDE. Ediciones Universidad Nacional de San Martín, San Martín, Argentina. Pag: 131-136. Tobío, O. (2011b). Deus ex machina. Sobre despolitización y clausura de dilemas en la enseñanza de la Geografía. Revista Geográfica de América Central. Número Especial EGAL. San José, Costa Rica. Pág: 1-12. Tobío, O. (2011a). Comunicar Geografía, pensar la Nación. Diario Pagina 12, día 28-12-2011. Disponible en: www.pagina12.com.ar/diario/laaventura/26-184300-2011-12-28.html. Tobío, O. (2010a). Erosión de los poderes públicos, movimientos socioterritoriales y agenda de lo geográfico: volviendo a pensar la Geografía escolar en la Argentina. En: Itinerarios geográficos en la escuela: lecturas desde la virtualidad (comp.: Moreno Lache, N., Hurtado Beltrán, M.F.). Editorial Geopaideia. Bogotá, Colombia. Tobío, O. (2012). Territorio y desarrollo: un proyecto para la intervención –horizontal y vertical- en un contexto culturalmente heterogéneo. Proyecto CeALCI 15/10. Fundación Carolina. Serie de Avances de Investigacion nº67. Madrid, España. Tobío, O. (2010b). La evaluación en Geografía: notas sobre planteos dilemáticos y el papel de la subjetivación política. En: Poder, disciplinamiento y evaluación de Weber, M. (1988). Economía y sociedad. Editorial Fondo de Cultura Económica. Ciudad de México, México. 90 REVISTA DE GEOGRAFIA ESPACIOS Rev. Geogr. Espacios 2(3): 91-106 Universidad Academia de Humanismo Cristiano Ensayo Academia e escola e o ensino de geografía Academia, escuela y la enseñanza de la geografia ADRIANA MARIA ANDREIS1 & ADAIR ADAMS2 Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil. e-mail: [email protected] 2 Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil. e-mail: [email protected] 1 RESUMO Com a pretensão de convidar à reflexão acerca das relações entre a academia e a escola, recorremos à indagação sobre o cotidiano no ensino de Geografia como elemento para fornecer indícios da relevância desse debate. Fomentamos a discussão na perspectiva de considerar as possibilidades de uma interação dialógica. Utilizamos o cotidiano como conceito e categoria propondo pensar a vida e a educação escolar e, assim, apresentamos alguns elementos envolvendo a vinculação e a inseparabilidade entre a escola como mundo da experiência e academia como mundo teórico. Nessa pretensão que tem como pressuposto a relação dinâmica e dialética entre o viver e o pensar, constituímos a argumentação tomando as categorias e conceitos como objeto para a análise que vincula as produções teóricas e o cotidiano no ensino. Analisamos, então, o cotidiano como conceito e categoria, e, no contexto de sua relevância e pertinência espacial, o cotidiano no ensino de Geografia, evidenciado na produção teórica da academia. Para tensionar o debate, utilizamos como referência uma pesquisa realizada no RS e que visou constituir o estado da arte do ensino de Geografia na primeira década do século vinte e um. Ao final, apresentamos algumas constatações e desafios de uma educação geográfica e encaminhamos, reconhecendo a fundamentalidade da escola e da academia, ambas na perspectiva de qualificar a vida. Palavras chave: Educação, Conhecimento, Conceitos, Categorias, Espaço. 91 Andreis & adams RESUMEN Con la pretensión de invitar a la reflexión sobre las relaciones entre la academia y la escuela, se realizó una indagación sobre la enseñanza cotidiana de la geografia como un elemento para proporcionar evidencia de la importancia de esta relación. Se discute la posibilidad de una interacción dialógica entre academia y escuela. Se utiliza el cotidiano como concepto y categoría para proponer ideas sobre la vida y la educación en la escuela y así, presentar algunos elementos relacionados con la vinculación e inseparabilidad entre la escuela como mundo de la experiencia y la academia como mundo teórico. Esta pretensión presupone que la relación dinámica y dialéctica entre la vida y el pensamiento, constituyen los argumentos que tienen las categorías y conceptos como objeto de análisis que vincula la investigación académica y la enseñanza cotidiana. Se analiza lo cotidiano como concepto y categoría, y en el contexto de su relevancia y pertinencia espacial, el cotidiano en la enseñanza de Geografía se evidencia en el trabajo teórico de la academia. Para tensar el debate, se utiliza como referencia un estudio que tuvo como objetivo evaluar el estado de la técnica de la enseñanza de la Geografía en la primera década del siglo XXI. Finalmente, se presentan algunas conclusiones y retos de la educación geográfica, reconociendo la fundamentalidad de la escuela y la academia, ambas desde la perspectiva de cualificar la vida. Palabras clave: Educación, conocimiento, conceptos, categorías, espacio. aritmética, é de fato sempre vantajoso para o homem e constitui uma lei para toda a humanidade? Mas, por enquanto, isso é apenas uma suposição vossa. Admitamos que seja uma lei lógica, mas talvez não o seja, de modo algum, da humanidade. Talvez penseis, senhores, que estou louco? Permiti-me emendar o que disse. [...]” (Dostoievski 2000, p. 45-46, grifo nosso). INTRODUÇÃO “[...] Quereis, por exemplo, desacostumar uma pessoa dos seus velhos hábitos e corrigir lhe a vontade, de acordo com as exigências da ciência e do bom senso. Mas como sabeis que o homem não apenas pode, mas deve ser assim transformado? De onde concluís que à vontade humana é tão indispensavelmente ‘necessário’ corrigir-se? Numa palavra, como sabeis que tal correção realmente trará vantagem ao homem? E, se é para dizer tudo por que estais tão ‘certamente’ convictos de que não ir contra as vantagens reais, normais, asseguradas pelas conclusões da razão e pela A indignação do homem que no e do subsolo do mundo interpreta (Dostoievski 2000) é uma metáfora. Permite uma enunciação dialógica polifônica, como que de fora da vida, o que é possível na arte. A literatura permite esse afastamento para refletir sobre o per92 Relación academia, escuela y educación geográfica tencimento e estranhamento que desencadeia a reflexão. Ao fazê-lo, o personagem interroga e interroga-se acerca da vida e da ciência, abrindo este texto com o convite para pensar sobre a relação entre a academia e a escola, utilizando como elemento para fomentar o debate, a pesquisa sobre o cotidiano no ensino de Geografia. são dimensões concretas que estão na vida diária de todas as pessoas e que são, pela academia, teorizadas. O cotidiano é a abrangência que lembra que a escola e a academia precisam e podem sentar para conversar. Na educação, essa perspectiva de análise é fundamental, porque a justifica e permite compreender o processo educativo. O campo do ensino de Geografia escancara a relevância dessa análise porque a espacialidade é inerente à vida, numa dimensão concreta, mas também numa dimensão teórico-abstrata. Assim, na primeira parte do texto, apresentamos uma breve arguição acerca da relação entre a escola e a academia, tomando a distinção entre categorias e conceitos como referenciais. Enfoco o cotidiano como conceito e categoria, vinculador entre a vida e o mundo teórico, para tecer algumas considerações sobre as relações entre o ensinar da escola com o pesquisar da academia. A educação escolar assenta sua justificativa maior sobre a arguição no direito que a criança e o jovem têm, de ingressar no mundo comum, para, em perspectiva própria, reconfigurar a tradição, adiantando, desse modo, seu desenvolvimento, especialmente intelectual. Disso decorre a obrigação da geração adulta, de lhes oportunizar esse movimento que, em primeira e última instância, visa melhorar a vida como um todo. É importante, porém, frequentemente retomar o debate sobre o que a educação tem proposto e, especialmente, refletir como vem sendo pensada teoricamente e realizada, tendo em vista que se propõe e pode melhorar a vida, o cotidiano de cada sujeito. Algumas pesquisas podem oferecer indicativos das possibilidades e também das limitações dessas relações. Nesse sentido, na segunda parte do texto, utilizamos alguns dados de uma pesquisa desenvolvida no âmbito do Rio Grande do Sul/Brasil, que foi realizada com a pretensão de configurar o estado da arte do ensino de Geografia. Essa investigação científica permite depreender alguns indícios das preocupações dos pesquisadores sobre a relação dos conhecimentos conceituais no ensino de Geografia considerando o cotidiano dos sujeitos aprendentes. Ao encontro da relevância da teorização e abstração, elementos fundamentais na educação escolar, é que propomos este diálogo envolvendo a relação entre a academia e a escola. Utilizamos as categorias e os conceitos teóricos, na perspectiva da Geografia, para fundamentar o debate, pois auxiliam na reflexão que aproxima a dimensão do fazer na escola e na vida diária. Isso porque os conceitos e as categorias 93 Andreis & adams O foco neste texto não é o cotidiano da escola, mas a relação da escola com a academia. Também não nos dedicaremos às análises do processo de recontextualização dos conhecimentos, das diferenças entre o conteúdo produzido pela academia e o conteúdo trabalhado pela escola. Nesse sentido, é pertinente atentar à análise de Callai (2011a) que alerta não se tratar de mera simplificação gradativa de conteúdos conceituais. Neste texto. Propomos, sim, pensar sobre a interlocução que acontece entre academia e escola, e para isso utilizo a pesquisa sobre o cotidiano no processo de ensino de Geografia como indicativo. Referir-nos-emos, assim, às discussões da academia que impliquem reflexões que indiciem pesquisa dedicada a pensar o cotidiano no ensino de Geografia. A ACADEMIA E A ESCOLA A academia (Incluem-se pesquisadores vinculados ou não as universidades, teóricos da ciência e os teóricos do ensino, que investigam e publicizam expondo suas compreensões e sujeitando à crítica) e a escola (Refiro-me aos profissionais que a compõem diretamente como professores e gestores locais e regionais) querem a mesma coisa. Estão interessadas ambas em melhorar o processo de ensinar e aprender. Parece, porém, que, ao se enunciarem sobre o mesmo objeto, a educação, utilizam idiomas diferentes ou, pelo menos, seus sotaques distintos, dificulta compreenderem-se. Intercalando acusações mútuas e conversas truncadas, parece ainda que o viver e o fazer e as objetivações teóricas estão distantes entre si. Mas há um movimento que se esforça para dizer e fazer essa aproximação ou ao menos para pensar sobre esses ruídos. A academia vem se dedicando a discutir não apenas a vida na escola, mas com a escola. A escola, por sua vez, vem se esforçando para, não apenas entender o que a academia tenta dizer, mas para, também, dizer a sua palavra. Ainda assim, como professora e como pesquisadora, reconheço que o diálogo tem se mostrado difícil. São instâncias diferentes que têm papeis fundamentais e específicos que não podem ser confundidos e muito menos afastados. Atravessam-se mútua, dinâmica e dialeticamente, porque têm nos conceitos e categorias, que Para essa composição argumentativa, que utiliza o ensino de Geografia para pensar as relações entre a academia e a escola, apoio-mo-nos em pesquisadoras da Geografia como Helena Copetti Callai e Doreen Massey, da Filosofia como Mikhail Bakhtin, e da Sociologia como Michael Young. Esses interlocutores estão presentes no processo reflexivo, expressamente citados e, especialmente, como diálogo em diatribe (i.e. Gênero interno dialogado, construído habitualmente em forma de diálogo com um interlocutor ausente) e solilóquio (i.e. Trata-se de um diálogo consigo mesmo, ver Bakhtin 2005). 94 Relación academia, escuela y educación geográfica são elementos da vida, as ferramentas do pensar, do educar. nado campo do conhecimento, fundadas nessa generalidade. Esse estranhamento não é aqui pela primeira vez notado, muito menos é a primeira vez que é anotado. Ao contrário, muito se diz (especialmente pela escola) das diferenças que são inerentes à natureza dessas dimensões no campo da educação e também muito se escreve (especialmente na academia). No interior da própria comunidade científica há diferentes interpretações em relação aos conceitos e categorias, por exemplo. Apesar das dificuldades, isso é positivo porque sinaliza que a constituição dos conhecimentos é dialógica, sempre em construção, e que ao menos esse pressuposto está posto, qual seja, o diálogo é condição para pensar e mudar. E o diálogo envolve os conceitos e categorias, porque neles residem os objetos da ciência, por isso da academia e da escola. Nessas dimensões está a relação. Como acabamentos sempre provisórios de compreensões, abarcam elementos que os caracterizam, peculiarizam e que permitem que sejam entendidos pela sociedade como um todo. São apreendidos de modo singular por cada pessoa, porque contém elementos comuns que permitem sua identificação, que pode ser mais elementar ou mais elaborada teoricamente. Uma categoria constitui um conceito, porque apreende uma generalidade, mas contém uma distinção. Sua especificidade reside na sua capacidade de provocar relações que são peculiares a cada sujeito. Embora sempre se constituindo, conceito é uma compreensão que chegou até aqui, até aquele espaço/tempo com uma caracterização que lhe peculiariza. Categoria é uma possibilidade de análise a partir daquele conceito. É como um ponto a partir do qual se pode realizar uma análise. Uma instância de interpretação que sugere partir de alguns referenciais que podem ser específicos em determinado campo do conhecimento. Pode ser entendida como um ponto a partir do qual é realizada uma análise, tomando alguns pressupostos que se relacionam com o que é específico da área. É uma perspectiva para a realização da análise, no caso da Geografia, da análise espacial. Nesse campo do conhecimento, têm-se, então, categorias como território, região, paisagem e lugar, entre outras. Conceitos e categorias abraçam variáveis da vida e compõem-se como objetos da educação, por isso são as ferramentas da academia e da escola. Essas dimensões concretas têm uma confluência teórica que acolhe maior escala de análise e por isso permitem o entendimento entre interlocutores em um nível maior de abrangência. Embora cada sujeito compreenda de modo singular, a maior abrangência abre para interpretações com parâmetros outros, diferentes, novos. Categorias e conceitos são intepretações acordadas pela comunidade científica de um determi95 Andreis & adams E por que é importante entender conceito e categoria para pensar sobre a escola e a academia? Porque a escola e a academia que tem no processo educativo seu objeto, tratam da dimensão do mundo teórico. A escola existe porque existem os conhecimentos e, devido aos conhecimentos, é que ela existe. E não há escola sem a academia porque esta se dedica a pensar sobre a constituição dos conhecimentos. O que se chama de conhecimento fora da escola se trata de outra coisa. Trata-se de informação interessada na ação concreta, mesmo que efêmera e superficial. Escola poderia ter como sinônimos as palavras conhecimento e inclusão, e, como antônimos, as palavras abandono e sufocamento. Não é um conhecimento qualquer, mas um conhecimento que permita a inclusão, o ingresso do sujeito no mundo comum (Young 2007). Diferentemente do conhecimento dos poderosos, esse é o conhecimento poderoso que “referese ao que o conhecimento pode fazer, como, por exemplo, fornecer explicações confiáveis ou novas formas de se pensar a respeito do mundo” (Young 2007, p. 1294). “As escolas são lugares onde o mundo é tratado como um “objeto de pensamento” e não como um “lugar de experiência”. Disciplinas como História, Geografia e Física são as ferramentas que os professores têm para ajudar os alunos a passarem da experiência ao que o psicólogo russo, Vygotsky, se referiu como “formas mais elevadas de pensamento”” (Young 2011, p. 615). Isso porque, se for para repetir a experiência cotidiana, não se precisa da escola, alerta Young (2011). Se for para a academia se restringir a sistematizar repetindo o que a escola faz, não precisa existir. Paralelamente, a tentativa de cópia do conteúdo acadêmico pela escola é um esforço inútil. Lidam ambas, com objetos de pensamento, com conceitos sistematicamente relacionados, com possibilidades que estão no “conhecimento poderoso”, como denomina Young (2007), o conteúdo teórico-conceitual, que é das suas especificidades. Esse mundo teórico trabalha com o conhecimento como exterior ao aprendente. Os processos de constituição na academia e na escola são específicos, mas o que têm em comum é o trabalho com o conteúdo teóricoabstrato. É um conhecimento teórico conceitual necessário, fundamental, é condição para provocar significações outras. Mas para que aconteça o engajamento de todos os envolvidos é necessário que o mundo teórico possa ser relacionado com o mundo da vida do sujeito. Isso porque: “Todas as tentativas teóricas de alcançar a existência-evento real a partir do interior do mundo teórico são sem esperança; não é possível do interior da cognição em si no mundo conhecido teoricamente para alcançar 96 Relación academia, escuela y educación geográfica o mundo real em sua singularidade e irrepetibilidade” (Bakhtin 2010, p. 58). Partindo da ação-ato e não da sua transcrição teórica, há uma abertura voltada para seu conteúdo sentido, que é inteiramente admitido e incluído desde o interior de tal ato, já que o ato se desenvolve realmente no existir” (Bakhtin 2010, p. 58). O existir é cotidiano que pode ser entendido como um “acabar juntos”, como propõe Massey (2008), reconhecendo que “o global é tão concreto quanto o é o lugar local” (p. 260). Isso é válido para o pesquisador da academia que, por isso, deve ter relação de identificação com a escola, e é válido, também, na escola, onde professor e aluno, para compreenderem conceitos e categorias, precisam ser atravessados por essas dimensões teóricas. No que se refere à aprendizagem de conhecimentos na escola, esse movimento intelectual é um processo construído pelo aprendente. Mas no ato pedagógico proposto pelo professor deve contemplar, de modo consciente e intencionado, a oportunidade para que esse ato cognitivo seja provocado. Pensar é sempre um processo para o qual o sujeito se autoconvoca e “implica interrogar e ouvir, experimentar posicionamentos, combinando uns e desmascarando outros” (Bakhtin 2005, p. 95). Essa ação eminentemente intelectual é dependente das relações que são provocadas intencionadamente por cada envolvido nesse diálogo. E essas relações podem ser realizadas porque “compreender um signo consiste em aproximar o signo aprendido de outros signos já conhecidos; em outros termos, a compreensão é uma resposta a um signo por meio de signos” (Bakhtin 2004, p. 33-34). É nessa perspectiva que o cotidiano interessa nesta discussão. Cotidiano é um conceito de compreensão usual e também acadêmica. Utilizado corriqueiramente nas relações espontâneas, é discutido pela Filosofia, Sociologia, História, e também na Geografia, abraçando as especificidades de cada campo do conhecimento. É apreendido pela Geografia porque cotidiano se realiza como espacialidade, porque diz da dimensão do social, da coexistência do humano e do não humano (Massey 2008). As fronteiras do vivido e do concebido são totalmente dependentes da espacialidade. Desconsiderá-la pode ser aproximado da loucura quando não há relação dos significantes com os significados. Ou, ainda, implica perda de referenciais concretos e abstratos, fundamentais para viver a vida. Ensinar Geografia como propõe Callai (2011a), é uma possibilidade de “desenvolver modos de pensar que envolvam a dimensão espacial”. Por isso, O cotidiano é, então, na perspectiva da compreensão, condição para o processo de ressignificação. “[...] 97 Andreis & adams “formar pensamento espacial pode ser um argumento para estudar os conteúdos. Estes, por seu lado, podem ser os argumentos para desenvolver o pensamento espacial.” (p.16). assim como é impossível e indesejável separar a vida escolar da academia. Seu atravessamento é inerente as suas naturezas, o que implica considerar a relevância das distintas abrangências. Cotidiano é, assim, o conteúdo da Geografia espacializado porque sua condição é a espacialidade. Uma espacialidade que reconhece o tempo como a dimensão da mudança, como propõe Massey (2008). É um conceito que conflui, apreendendo o que se relaciona com o dia a dia do sujeito independentemente do grau de identificação e pertencimento. E, na medida em que abraça todas as variáveis com as quais o sujeito interage tem o espaço como condição e como possibilidade. É também uma categoria porque abre uma perspectiva de análise espacial que se relaciona com a compreensão do sujeito na dimensão do mundo que vive. É, por isso, categoria e conceito, caro ao ensino de Geografia. A vida e o ensino escolar são vivências que se realizam concretamente. Efetivam-se numa relação de interdependência com o mundo teórico, mas, diferentemente do mundo teórico, se realizam como urgência, porque, de qualquer modo, acontecem. Nesse contexto é que se evidencia a importância de pensar sobre as pesquisas no âmbito da academia, a qual pode dispender de maior dedicação à reflexão teórica no que se refere ao cotidiano no ensino de Geografia. Para tensionar a reflexão sobre a relação entre o viver e o ensinar e as pesquisas na academia –o que implica reconhecer a relevância dos conhecimentos conceituais e das categorias–, analisamos a consideração do cotidiano dos sujeitos da escola nas discussões da academia. Nessa perspectiva, é fundamental à academia, que se dedica especificamente a pensar sobre os conhecimentos, pensar sobre a pesquisa que realiza, no referente às reflexões sistemáticas realizadas que consideram o cotidiano no ensino de Geografia. Ensinar exige ter clara a finalidade da escola. Ensinar Geografia exige reconhecer a espacialidade vivida e conceitual. Ao discutir o ensinar Geografia, é importante que a academia tenha presente esse pressuposto da vida como espacializada, ou seja, do cotidiano como condição e possibilidade do aprender e, também, da possibilidade de análise conceitual do mundo teórico na perspectiva da espacialidade. O COTIDIANO NO ENSINO DE GEOGRAFIA Para pensar sobre a dedicação à pesquisa que considera o mundo da Não é possível nem desejável separar o cotidiano do ensino escolar, 98 Relación academia, escuela y educación geográfica vida, o mundo vivido ou o cotidiano nas pesquisas da academia sobre o ensino de Geografia, tomamos como referência uma pesquisa realizada. Obviamente, todas as pesquisas têm limitações. Além de resultar de escolhas contextuais que representam parcialmente uma interpretação da realidade, também dizem de um pesquisadorautor que tem interesses, desejos, endereço e endereçamento. Ainda assim, a pesquisa que tomo como referência serve como indicativo para desencadear uma análise a partir das reflexões sistemáticas publicadas e que discutem o cotidiano no ensino de Geografia na perspectiva de que as publicações, em geral, representam as produções realizadas no âmbito da academia. obras catalogadas apresentam dados informacionais como autoria, título e tipo de trabalho, referência completa, resumo e palavras-chave desde que constassem no texto, forma de divulgação, formação acadêmica e atuação profissional. Estes últimos dados foram buscados no curriculum lattes disponibilizado on line, embora alguns não tenham sido localizados. Considerando que não foi realizada uma análise do conteúdo dos textos publicados, utilizamos, aqui, as enunciações dos autores sob a forma de títulos e subtítulos, para depreender ideias gerais acerca do que envolve a análise por eles proposta. No período pesquisado, entre 2001 e 2010, em relação à temática ensino de Geografia no RS, foram publicadas no total em torno de dezoito obras na forma de livros. O grupo envolvido na pesquisa constatou serem em número de seis os livros publicados individualmente. Doze livros são publicações organizadas por dois ou mais autores, em obras que abrigam diversos autores que configuram o formato de capítulos de livros. Essas produções sob a forma de capítulos computam sessenta e nove produções. Cabe salientar que em duas obras estão apresentadas a maior parte das produções na forma de artigos como capítulos de livro. Um destes livros é composto por dezenove artigos e o outro por quinze, assim sendo, em duas obras estão concentradas em praticamente cinquenta por cento das publicações em livros, A pesquisa, da qual tomamos elementos para esta discussão (ver agradecimentos), teve como finalidade constituir o estado da arte da pesquisa sobre o ensino de Geografia no RS na primeira década do século vinte e um. Nesse sentido, foram realizadas catalogações das produções em anais, periódicos, teses e dissertações (em programas de pós-graduação em Educação e Geografia), livros e capítulos de livros. Para esta discussão, utilizo apenas as constatações encontradas em livros e capítulos de livros, enfocando, assim, o caráter das publicações impressas em editoras no RS. Cabe salientar que não foi realizada uma análise de seu conteúdo textual, apenas um fichamento, pontuando identificações das publicações. As fichas das 99 Andreis & adams como capítulos de livros no RS no período pesquisado. Há alguns autores que se destacam nessas produções. Helena Copetti Callai é autora de dois livros e de outros doze capítulos de livros. Antônio Carlos Castrigiovanni e Nestor André Kaercher destacam-se cada um pela produção de nove capítulos de livros cada um, além de participarem da organização de algumas dessas produções. Nos títulos gerais das dezoito obras, não há referência direta às palavras mundo da vida, mundo vivido ou cotidiano, bem como não é possível depreender diretamente que a obra tenha a pretensão de discutir o cotidiano no processo de ensinar Geografia. No entanto, tanto professores como pesquisadores, em geral, sabem que têm que levar em conta as experiências e o conhecimento anterior que os alunos levam para a escola, pois é o que os motiva inicialmente (Callai 2011a, 2011b, Young 2010). É presumível, assim, que o conteúdo de pelo menos alguns dos textos que compõem as publicações –mesmo que não conste enunciado no tema sob forma de título ou subtítulo–, devam ter contemplado o cotidiano dos envolvidos no processo educativo, como pressuposto para oportunizar o ensino e para acontecer a aprendizagem. É possível afirmar que em sete capítulos de livros aparece evidenciada a pretensão do autor de se referir à vida dos sujeitos envolvidos no processos de aprender. “O movimento hip hop no bairro Restinga: da prática profissional à descrição fenomenológica” (Laitano 2003), “ou mato ou morro (ou floresta, ou capoeira...): reflexões e práticas de educação ambiental no sul da mata atlântica” (Schirmer & Baldauf 2003), “a geografia é o nosso dia a dia” (Kaercher 2003a), “separatismo: autonomia x autoritarismo ou através da fala dos adolescentes questionamos o senso comum” (Kaercher 2003b), “a cidade nas aulas de Geografia” (Schaffer 2003), “práticas geográficas para lerpensar o mundo, converentendersar com o outro e entenderscobrir a si mesmo” (Kaercher 2007) e “da cotidianidade do tempo meteorológico à compreensão de conceitos metodológicos” (Rossato & Da Silva 2007). São esses os textos nos quais é possível, pela manifestação apresentada no título, depreender a preocupação do autor em reconhecer o cotidiano, a vida do sujeito como fundamental no ensinar e no aprender. E assim depreende-se que oferecem à escola uma discussão teórica sobre o cotidiano no ensino de Geografia. Todas as publicações das quais é possível depreender uma preocupação com o cotidiano no ensino de Geografia estão concentradas em capítulos de três obras. As obras que compõem o universo da pesquisa, como um todo, têm uma referência direta ao ensinar Geografia, portanto, podem conter uma compreensão do processo educativo como relacionado ao cotidiano dos 100 Relación academia, escuela y educación geográfica sujeitos aprendentes. Reiteramos que, aqui estão apresentados os textos que enunciam diretamente a pretensão do autor em expressar como tema da sua argumentação a vida do sujeito no ensino de Geografia nos livros e capítulos. Mas como não foi realizada uma análise do conteúdo dos escritos, essas constatações servem apenas como um indicativo geral. A reflexão e a possibilidade de mudança são dependentes ações cognitivas em processos que acontecem internamente. São, porém, dependentes da provocação que vem do exterior. É importante, então, reconhecer que as pesquisas realizadas pela academia são fundamentais para intencionalmente provocar as reflexões pela escola. Nesse sentido, é possível alertar que as pesquisas podem se aproximar mais da escola, para se fazer entender pela escola e, também, para, além de convidar, ensinar a escola a se pronunciar. Outro aspecto geral que pode ser comentado é o fato de que nos textos como capítulos de livros, e mesmo nos livros, poucas produções enunciam clara e previamente o referencial teórico, do qual se servem na reflexão proposta. Paralelamente, de alguns autores não foi possível localizar seu nome e outras informações no curriculum lattes talvez por terem modificado seu nome ou sobrenome ou porque se afastaram da academia. A questão é que terá que ser a academia quem deverá desencadear esse processo interrogativo num movimento que se proponha ir ao encontro da escola, que provoque e convoque a escola. Isso porque a escola vem se realizando em espaços e tempos com uma dinâmica bastante restrita ao préestabelecido (horas-aula, salas, disciplinas, turmas em diferentes escolas com as quais os professores na maior parte das vezes trabalham). Na iminência da ação imediata, a escola tem mais limitações para acionar seu horizonte reflexivo sistematicamente. Esses elementos, por sua representatividade como generalidade e por serem apenas indiciais, não devem servir para concluir, pois isso conduziria a conclusões apressadas. Como dizem respeito a uma pequena parcela da produção bibliográfica como pesquisa, em um estado do Brasil, servem para fomentar o debate. Sua importância reside no fato de potencializar a discussão sobre a relação entre a vida/experiência/fazer e a teorização/categorias/ conceitos/pensar e entre a academia/ pesquisar e a escola/ensinar, considerando o cotidiano no ensino de Geografia. Mas uma aproximação entre a academia e a escola exige que ambas modifiquem o tom das suas enunciações. Algumas vezes esse tom é interrogativo-acusatório-defensivo, afirmativo-peremptório-exclusivo, numa forma que acaba dificultando a interlocução. Outro aspecto ao qual cabe a academia atentar diz respeito as palavras utilizadas. O nível conceitual, 101 Andreis & adams ao menos inicialmente, deve ser simples (no sentido de mais próximo da linguagem cotidiana da escola), para ser compreendido pela escola. Isso permitirá que aconteça um entendimento que rompa com as barreiras e que irrompa como diálogo. Para ocorrer o processo de significação, é necessário que se entenda o que o outro enuncia, para daí abrir possibilidade de atravessamento e transformação. hecimento, deixando-a se pronunciar, mas provocando a ressignificação. A capacidade de dialogar, como na análise na qual Bakhtin (2005) se refere à perspectiva polifônica em Dostoievski, serve para pensar-se como pode acontecer esse movimento entre a academia e a escola. Colocar “[...] o homem em situações extraordinárias que o revelam e provocam, aproxima-o e põe em contato com outras pessoas em circunstâncias extraordinárias e inesperadas, justamente com a finalidade de experimentar a ideia [...]” (Bakhtin 2005, p. 105). Apoio-mo-nos em Bakhtin para ratificar a importância da atribuição de sentido como processo singular, único e irrepetível a ser construído pelo sujeito. Apenas assim se sentirá responsável por que Para esse movimento, é fundamental reconhecer o outro para poder com o outro dialogar. No contexto do conteúdo teórico (como categorias e conceitos) e metas comuns, bem como dos diferentes papeis da academia e da escola, é que a perspectiva dialógica deve ser deliberadamente considerada. “Eu, como único eu, não posso nem sequer por um momento, não ser participante da vida real inevitável [...] eu preciso agir a partir do meu lugar único, mesmo que se trate de um agir apenas internamente” (Bakhtin 2010, p. 98). Talvez seja possível dizer que a academia deva ser a responsável por chamar, por convidar a escola ao diálogo, uma vez que seu papel é dedicado à reflexão sistemática. Mas para isso será necessário mudar a forma pela qual acontece a interlocução. CONSIDERAÇÕES FINAIS O território da escola, o do professor e o da academia são específicos (Callai 1998), mas são todos imprescindíveis. Inseparáveis e sempre em constituição se mantêm nessa permanente transformação, porque têm em comum o desejo de uma educação geográfica, como propõe Callai (2011b). Se nela estivermos interessados, é fundamental a aproximação entre a academia e a escola para a melhoria do ensino, A possibilidade é sempre o diálogo como movimento aberto, mas que tem que ser provocado e intencionado, por isso não pode ser uma conversa à toa, mas um diálogo prospectivo. Fazendo-se entender pela escola, promover um diálogo genuíno que reconheça a escola como capaz de produzir con102 Relación academia, escuela y educación geográfica na perspectiva de contemplar a vida, o cotidiano dos sujeitos da escola. Ao encontro desse interesse comum, algumas indagações são pertinentes: É possível afirmar que nos últimos anos tem sido citada pela academia e pela escola uma pretensão de realizar uma educação geográfica (Callai 2011b). Também vem ocorrendo um processo reflexivo e uma mobilização da Geografia no que se refere à pesquisa acerca do seu objeto, ensino e aprendizagem. Evidenciam-se ainda alguns importantes desafios aos quais academia e escola precisam estar atentas. A academia pode dar mais abertura à escola e esta pode comprometer-se mais com a reflexão e a sistematização das práticas, até mesmo para sua própria inscrição epistemológica. É preciso implicar maior grupo de pessoas envolvidas na área do ensino de Geografia na pesquisa, refletir sobre o paradigma que tem alicerçado a análise geográfica, discutir compreensões acerca de conceitos e categorias e refletir sobre o que vem mudando no ensino e na aprendizagem. São desafios que se encontram com as indagações que podem aproximar academia e escola e melhorar o processo educativo. Quais (outras) perguntas podem e devem ser feitas? Dentre o que já considera nas indagações, o que se precisa rever? A academia pensa sobre o outroescola ou com o outro-escola? Como a escola interpreta a academia? Quem se pode/deve convidar/convocar-ouvir/ deixar se pronunciar? Como podem os papéis de pesquisador e professor se entrecruzar? Nessa discussão, utilizamos as categorias e os conceitos como elos para o debate sobre as relações entre a academia e a escola, porque é o conhecimento que liberta, é ele quem abre para compreensões outras. Lança para além, para dimensões abrangentes e que, por isso, permite interpretações outras que vêm ampliadas, como movimento inerente à vida em sociedade. A generalidade é que permite como que de fora olhar e pensar sobre a vida. Isso corrobora à educação escolar a relevância dos conceitos e das categorias. Seu valor está na conexão com a vida. Esta é o mundo cotidiano que é espacializado. Uma compreensão da dimensão dinâmica dos limites, fronteiras e horizontes abstratos, dos entendimentos que a pessoa constrói acerca das coisas, das pessoas e das ações, mas que não prescinde dos objetos e ações concretas que compõem a espacialidade. As constatações parciais e preliminares da pesquisa sobre o estado da arte do ensino de Geografia no RS evidenciam que se está em lento processo de tradução e interpretação mutua na relação entre a academia e a escola. No entanto, parece que ainda a escola, temerosa, espreita a academia e esta parece ainda olhar pela fresta da porta, sem entrar efetivamente na escola. Nesse sentido, cabe dizer que o diálogo abraça, sempre, dentre todas, a melhor 103 Andreis & adams que, como se sabe, é a mãe de todos os vícios” (Dostoievski 2000, p. 46. grifo nosso). possibilidade de encontrar alternativas e o menor risco de ser extremista, este é sempre perigoso. Diálogo supõe abertura não para convencer o outro, mas para juntos interrogarem-se e arguirem em torno da melhor alternativa, ao menos provisoriamente. AGRADECIMENTOS O homem do subsolo (Dostoievski 2000), ao responder a sua autoindagação sobre a vida cotidiana, reconhece essa necessidade da educação baseada nos conhecimentos conceituais ou conteúdos como condição para a vida cotidiana como sociedade. Permite, assim, depreender a fundamental importância da academia como propositora da reflexão e da escola como co-laboradora na constituição do mundo comum, onde se oportuniza à nova geração a compartilhar o melhor viver. Esta pesquisa foi financiada pela Fundação de Amparo à Pesquisa do Rio Grande do Sul – FAPERGS, edital de Cientometria. Contou com a coordenação da Dra. Helena Copetti Callai e com a participação das pesquisadoras: Camila Benso, graduada em Geografia pela UNIJUÍ/RS, ex-bolsista PIBICCNPq, Adriana Maria Andreis, doutoranda em Educação nas Ciências pela UNIJUI/RS, bolsista CAPES –PROSUP/Cursos Novos e das mestres em Educação nas Ciências que receberam bolsa FAPERGS em 2011 durante a realização do mestrado, Maristela Maria da Moraes e Paulina Lozano Mesías. “[...] Concordo: o homem é um animal criador por excelência, condenado a tender conscientemente para um objetivo e a ocuparse da arte da engenharia, isto é, abrir para si mesmo um caminho, eterna e incessantemente, ‘para onde quer que seja’. Mas talvez precisamente por isto lhe venha às vezes uma vontade de se desviar, justamente por estar ‘ condenado’ a abrir esse caminho, e talvez ainda porque, por mais estúpido que seja um homem direto e de ação, ocorre-lhe às vezes que o caminho vai quase sempre ‘ para alguma parte’ e que o principal não está em saber para onde se dirija, mas simplesmente em que se dirija, e em que a criança comportada, desprezando a arte da engenharia, não se entregue à ociosidade destruidora, Os autores agradecem o apoio financeiro para estudos de graduação através de a alocação de bolsas de estudo de “Programa de Suporte à PósGraduação de Instituições de Ensino Particulares” (PROSUP), modalidad Cursos Novos, CAPES, Brasil. Este trabalho foi apresentado no II Simpósio Internacional de Pesquisadores em Didática da Geografía, organizado pela REDLADGEO e Universidad Academia de Humanismo Cristiano, em Santiago, Chile, entre 16 e 18 de abril de 2012. 104 Relación academia, escuela y educación geográfica REFERÊNCIAS práticas e reflexões (Orgs: Castrogiovanni, A.C., Callai, H.C., Schaffer, N.O. & Kaercher, N.A.). Editora da UFRGS e AGB seção Porto Alegre. Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil. p. 87-98. Bakhtin, M. (2004). Marxismo e filosofia da linguagem. Editora Hucitec, 6a Edição. São Paulo, Brasil. Kaercher, N. (2007). Práticas geográficas para lerpensar o mundo, converentendersar com o outro e entenderscobrir a si mesmo. Em: Geografia, Práticas Pedagógicas para o Ensino Médio (Orgs: Castrogiovanni, C., Kaercher, N. & Rego, N.). Editorial ARTMED. Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil. Bakhtin, M. (2005). Problemas da poética de Dostoiévski. Editorial Forense Universitária. Rio de Janeiro, Brasil. Bakhtin, M. (2010). Para uma filosofia do ato responsável. Pedro e João editores. São Carlos, São Paulo, Brasil. Callai, H.C. (1998). O território do professor no espaço da aprendizagem. VI seminário internacional de alfabetização e educação científica. Anais. Editora da UNIJUI. Ijuí, Rio Grande do Sul, Brasil. p. 65-70. Laitano, G.S. (2003). O movimento hip hop no bairro Restinga: da prática profissional à descrição fenomenológica. Em: Um pouco do mundo cabe nas mãos. Geografizando em educacao o local e o global (Org.: Rego, N., Aigner, C., Lindau, H. & Pires, C.). UFRGS Editora. Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil. p. 229-258. Callai, H.C. (2011a). A geografia ensinada: o desafio de uma educação geográfica. In: Formação de professores: conteúdos e metodologias no ensino de geografia (Eds: Morais, E. & Moraes, L.). Editora Vieira. 1a Edição. Goiânia, Brasil. Massey, D. (2008). Pelo espaço. Editorial Bertrand Brasil. Rio de Janeiro, Brasil. Rossato, M. & Da Silva, D. (2007). Da cotidianidade do tempo meteorológico à compreensão de conceitos metodológicos. Em: Geografia, Práticas Pedagógicas para o Ensino Médio (Orgs: Castrogiovanni, C., Kaercher, N. & Rego, N.). Editorial ARTMED. Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil. Callai, H.C. (2011b). Educação geográfica: reflexão e prática. Editora da UNIJUI. Ijuí, Rio Grande do Sul, Brasil. 320 p. Dostoievski, F. (2000). Memórias do subsolo. Editora 34. São Paulo, Brasil. Kaercher, N.A. (2003a). A geografia é o nosso dia a dia. Em: Geografia em sala de aula: práticas e reflexões (Orgs: Castrogiovanni, A.C., Callai, H.C., Schaffer, N.O. & Kaercher, N.A.). Editora da UFRGS e AGB seção Porto Alegre. Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil. p. 11-22. Schaffer, N.O. (2003). A cidade nas aulas de geografia. Em: Geografia em sala de aula: práticas e reflexões (Orgs: Castrogiovanni, A.C., Callai, H.C., Schaffer, N.O. & Kaercher, N.A.). Editora da UFRGS e AGB seção Porto Alegre. Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil. p. 111-118. Kaercher, N.A. (2003b). Separatismo: autonomia x autoritarismo ou através da fala dos adolescentes questionamos o senso comum. Em: Geografia em sala de aula: Schirmer, C.L. & Baldauf, C. (2003). Ou mato ou morro (ou floresta, ou capoeira...): reflexões e práticas de educação ambiental 105 Andreis & adams no sul da mata atlântica. Em: Um pouco do mundo cabe nas mãos. Geografizando em educacao o local e o global (Org.: Rego, N., Aigner, C., Lindau, H. & Pires, C.). UFRGS Editora. Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil. p. 259-273. Young, M.F.D. (2007). Para que servem as escolas?. Educação e Sociedade 28(101): 1287-1302. Young, M.F.D. (2011). O futuro da educação em uma sociedade do conhecimento: o argumento radical em defesa de um currículo centrado em disciplinas. Revista Brasileira de Educação 16(48): 609-623. 106 REVISTA DE GEOGRAFIA ESPACIOS Rev. Geogr. Espacios 2(3): 107-109 Universidad Academia de Humanismo Cristiano Reseña de libro Formação de professores: pesquisa e prática pedagógica em geografia Izabella Peracini Bento & Karla Annyelly Teixeira de Oliveira (Organizadoras). Editora da PUC Goiás (2012), 172 págs. Goiânia, Brasil. NATALY PÉREZ CISTERNAS1 1 Magíster(c) en Geografía, Universidad Federal de Goiás, Goiânia, Brasil. e-mail: [email protected] Actualmente, la formación de profesores es una temática ampliamente discutida en el ámbito de la educación, las preguntas por la profesión, la profesionalidad y la profesionalización docente, se encuentran en debate mundialmente. Los profesores nos encontramos en el centro de la discusión, pues ya no sólo es importante nuestra formación inicial sino que también la formación continuada, ya no sólo somos importantes por formar estudiantes en la enseñanza escolar sino que también lo somos porque somos formadores de formadores. En esta lógica, el presente libro viene a proponernos nuevas o viejas discusiones con nuevas miradas, que nos darán ciertas respuestas y a la vez nos generarán más de alguna inquietud frente a lo que sucede con nuestras propias prácticas. Como resultado del V Foro del Núcleo de Ensino e Pesquisa em Educação Geográfica (NEPEG) realizado en el año 2010 en la ciudad de Caldas Novas, estado de Goiás - Brasil, surge este libro, que tiene como objetivo discutir sobre los desafíos, caminos y vicisitudes que deben recorrer tanto docentes como estudiantes durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Geografía en Brasil, pero que puede ser adaptado a otras realidades de educación geográfica en Latinoamérica. Como un modo de ingresar a esta discusión, las organizadoras presentan al iniciar el libro un texto introductorio sobre la metodología del enfoque constructivista, denominada Aprendizaje Basado en Problemas. Esta metodología parte del análisis de escenarios 107 Pérez Cisternas geográficos reales, desarrollando en el estudiante habilidades para dar soluciones comprometidas, creativas e innovadoras. De esta manera, fomenta la interacción entre profesor-estudiante de forma tal de generar aprendizajes significativos. forma, se intenta complejizar lo que sucede en estos niveles de enseñanza, sin apuntar a individualidades sino que más bien, procura complejizar las problemáticas que enfrentan los profesores de estos niveles y trata de encontrar ciertas soluciones. El cuarto texto tiene como objetivo central discutir como el pensamiento de los profesores sobre el currículum de Geografía se va materializando a la largo del tiempo en sus prácticas cotidianas. El quinto y último texto de esta primera parte, discute los desafíos que deben enfrentar los profesores de Geografía en Brasil, que son llamados a dar aula en la enseñanza básica, considerando que éstos formalmente sólo tienen habilitación para impartir clases a partir de sexto año básico. Pensando en esas dificultades, los autores proponen metodologías de enseñanza de la Geografía para la enseñanza básica, como forma de colaborar con la formación de profesores de los cursos de Pedagogía y Licenciatura en Geografía. La primera parte del libro es denominada A formação do professor de geografía e os desafios da sala de aula, y se compone por cinco artículos que responden a esta temática discutida en el V Foro NEPEG. El primer artículo propone una discusión a partir de los datos oficiales entregados por el Ministerio de Educación de Brasil (MEC) sobre las instituciones de formación superior en el área de Geografía y sus deficiencias en cuanto a la formación inicial y la poca inversión en formación continua del profesorado ligado a este ámbito. El segundo artículo plantea que la práctica supervisada y la práctica progresiva de enseñanza son componentes curriculares significativos en los cursos de licenciatura en Geografía. Desde esta perspectiva, indaga en las concepciones sobre la práctica, sobre el concepto de profesor-reflexivo, los saberes y la metodología de los proyectos en la formación de profesores. En el tercer artículo se desarrolla una crítica frente a lo poco trabajada que son las temáticas geográficas en la enseñanza básica, aun cuando en el currículum oficial de la educación secundaria de Brasil, la Geografía sea una disciplina importante e independiente de Historia. De esta La segunda parte del libro es compuesta por dos textos. El primer texto se centra en las vivencias de dos investigadoras (M.B. de Morais y E.I. da Silva) a partir de sus pasantías de doctorado en el extranjero. Desde esta perspectiva, describen los significados y posibilidades que otorga esta experiencia a un investigador para desde ahí presentar las actividades realizadas, los principales resultados y la importancia de estas pasantías para la formación profesional. En el segundo texto, los autores relatan su experiencia en la or108 Formação de professores: pesquisa e prática pedagógica em geografia ganización y desarrollo de dos cursos propuestos por el Núcleo de Ensino e Pesquisa em Educação Geográfica (NEPEG). Estos cursos fueron: “As representações cartográficas e o ensino de Geografia” y “Oficinas de ensino de Astronomia para Geografia”. De esta forma, plantean los objetivos, los contenidos y las metodologías trabajadas, además de los resultados y la evaluación por parte de los participantes del mismo. Es posible percibir que muchas de las discusiones aquí abordadas llaman al análisis y reflexión de las prácticas utilizadas por aquellos que trabajan en el aula, lo que abre nuevas interrogantes y presenta también, nuevas salidas. De esta forma, el libro es un aporte a la formación de profesores. 109 REVISTA DE GEOGRAFIA ESPACIOS Rev. Geogr. Espacios 2(3): 111-113 Universidad Academia de Humanismo Cristiano Revisión de libro Ensino de Geografia Sônia Castellar y Jerusa Vilhena. Editorial: Editora Cengage Learning, Coleção Ideias em Ação. São Paulo, Brasil. 166 pág. Año: 2010. . VERÓNICA SALGADO LABRA1 1 Escuela de Educación. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. e-mail: [email protected] El texto Ensino de Geografía estructurado por las autoras Castellar y Vilhena nos presenta una reflexión metodológica que apunta a desarrollar contribuciones en el ámbito de la enseñanza de la geografía en una perspectiva constructivista, para lo cual señalan una serie de recomendaciones didácticas que apuntan a vincular el quehacer cotidiano de los y las docentes con discusiones teóricas que se relacionan con la incorporación de conocimientos previos, la construcción de conceptos científicos y la relación con la realidad socio-espacial. ciencia geográfica, puesto que mientras van estableciendo reflexiones metodológicas para incorporar al aula, recogen interesantes discusiones sobre el papel del docente y sobre cómo enseñar apuntando al desarrollo de aprendizajes por parte de los estudiantes más allá de la memorización y la descripción de espacios determinados. Mientras avanza el texto, es interesante percibir cómo es mantenida una reflexión dialéctica entre enseñanza y aprendizaje, la que es articulada con una fundamentación de las acciones didácticas que son señaladas en cada uno de los capítulos, a partir de la revisión de qué es aquello que los estudiantes podrían y deberían aprender a través del uso de acciones como las que se proponen. En este sentido, el texto es enriquecedor tanto para quienes buscan Dicha vinculación teoría-práctica dota de originalidad y significación al texto, siendo un material interesante para docentes de aula y futuros profesores que tengan la responsabilidad de enseñar contenidos relacionados con la 111 Salgado Labra nutrirse de ejemplos e ideas para la enseñanza de la geografía, pero también para aquellos que se interesan por indagar en los aportes que éstos recursos pueden hacer para el aprendizaje de temas espaciales y la relación con la acción docente que es promovida a partir del uso de uno u otro recurso didáctico. Lo anterior es reforzado por una reflexión en torno a la importancia de trabajar la construcción de conceptos centrales y específicos de la ciencia geográfica y la relación que éstos tienen con la vida cotidiana de los y las estudiantes, y en este contexto se establecen algunas indicaciones metodológicas útiles para trabajar la construcción de conceptos espaciales, sin caer en la reiterativa aula expositiva, la repetición y la memorización, sino trabajando a partir de las conceptualizaciones que los sujetos educandos han construido en la relación que a diario establecen con el entorno. El texto se compone de ocho capítulos, cinco de los cuales están destinados a trabajar diferentes recursos para enseñar geografía, comprobando que ésta puede ser vinculada a un sinnúmero de estrategias didácticas, abriendo posibilidades y diversificando las maneras en que los y las docentes concretizan su accionar educativo en este ámbito. Así, los y las docentes pueden obtener una serie de ejemplificaciones para trabajar con comics, resolución de problemas, trabajo por proyectos, incorporación de imágenes y uso de cartografía entre otros, recursos que son siempre organizados en función del desarrollo de contenidos, conceptos y comprensión de procesos espaciales, sin particularizar el sólo uso del recurso. De esta manera, Ensino de Geografia es un texto que invita a la reflexión sobre las prácticas educativas proponiendo un desplazamiento de las estrategias didácticas basadas en la poca reflexión sobre el aprendizaje y es un aporte para que docentes responsables por la enseñanza de los contenidos espaciales incorporen metodologías que estructuren procesos de construcción de aprendizaje en relación con los conocimientos previos de los estudiantes, lo cual establece nuevas perspectivas para los docentes, quienes podrán incorporar miradas más amigables y significativas para sus prácticas diarias en la escuela. Junto con la propuesta de dichos recursos, las autoras establecen lineamientos metodológicos que permitirían establecer una enseñanza de la geografía basada en una comprensión social del espacio geográfico y entendiendo que los sujetos que aprenden han construido una espacialidad a partir de la relación empírica que establecen con el medio situando en un papel central esta construcción para la generación de aprendizajes. Durante el desarrollo del texto, las autoras han incorporado no sólo las discusiones mencionadas a nivel teórico, sino también indicaciones prácticas que como hemos dicho, permiten que los y las docentes se apoyen en él en una búsqueda de diversificación de sus 112 Ensino de Geografia estrategias didácticas y también cuando requieran profundizar las reflexiones que realizan en torno a cómo enseñar en una relación armónica con quien y qué se enseña, estableciendo lineamientos para vincular la teoría con la práctica, proponiendo secuenciaciones didácticas que van a permitir a los y las docentes entender con mayor profundidad la riqueza de las recomendaciones propuestas. 113