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Promueve
Comisión Académica del Máster Propio en Gestión Social del Hábitat. Universidad de Sevilla
Apoyan
Grupos de investigación:
ADICI: Aula Digital de la Ciudad. HUM810. Responsable: Esteban de Manuel Jerez
AREA: Análisis Regional: Economía Andaluza. SEJ217. Responsable: Manuel Delgado Cabeza
CESPYD: Grupo de Investigación Coalición para el Estudio del Poder, la Salud y la Diversidad. HUM873.
Responsable: Manuel García Ramírez
DIE: Didáctica e Investigación Escolar. HUM319. Responsable: Rafael Porlán Ariza
GDRU: Grupo Geografía y Desarrollo Regional y Urbano. HUM177. Responsable: Rocío Silva Pérez
GIEST: Grupo de Investigación Estructuras y Sistemas Territoriales. HUM396. Responsable: Juan Francisco
Ojeda Rivera
GISAP: Grupo de Investigación Social y Acción Participativa. SEJ218. Responsable: Javier Escalera Reyes
Grupo Ecología de Sistemas Agrarios, Ganaderos y Forestales. RNM318. Responsable: Rocío Fernández
Alés
Maquetación y edición electrónica
Covadonga Varela Castejón
Imagen gráfica
Alejandro González
Sede científica y Redacción de Hábitat y Sociedad
Máster Propio en Gestión Social del Hábitat, Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad de Sevilla. Avda.
Reina Mercedes, nº 2. 41013 Sevilla. E-mail: [email protected]
Publica
Máster Propio en Gestión Social del Hábitat. Universidad de Sevilla
I.S.S.N.: 2173-125X
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Estructura editorial
Director
Esteban de Manuel Jerez, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Secretarios
Nicolás de Alba Fernández, Universidad de Sevilla, Dr. en Pedagogía
Antonio García García, Universidad Pablo de Olavide, Dr. en Geografía
Comité Editorial
Esteban de Manuel Jerez, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Juan Francisco Ojeda Rivera, Universidad Pablo de Olavide, Dr. en Geografía
Luis Andrés Zambrana, Universidad de Sevilla, Economista
Francisco F. García Pérez, Universidad de Sevilla, Dr. en Pedagogía
Vicente Manzano Arrondo, Universidad de Sevilla, Dr. en Psicología
Fernando Sancho Royo, Universidad de Sevilla, Dr. en Biología
Víctor Fernández Salinas, Universidad de Sevilla, Dr. en Geografía
Javier Escalera Reyes, Universidad Pablo de Olavide, Dr. en Antropología
Pedro Lorenzo Gálligo, Universidad Politécnica de Cataluña, Dr. Arquitecto
Consejo Asesor
François Audigier, Université de Genève, Suiza, Dr. investigador en Didáctica de las Ciencias Sociales
Horacio Capel Sáez, Universidad de Barcelona, Dr. en Geografía
Jaume Carbonell Sebarroja, Universidad de Vic, Barcelona, Director de Cuadernos de Pedagogía
Josefina Cruz Villalón, Universidad de Sevilla, Dra. en Geografía
Ramón Fernández Durán, Ecologistas en Acción, Dr. Ingeniero de Caminos
Carlos González Lobo, Universidad Nacional Autónoma de México, Dr. Arquitecto
Jaime López de Asiaín, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Enrique Ortiz, Ex-presidente de Habitat International Coalition, México, Arquitecto
Víctor Saúl Pelli, Universidad Nacional del Nordeste, Argentina, Arquitecto
Víctor Pérez Escolano, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Rafael Porlán Ariza, Universidad de Sevilla, Dr. en Ciencias de la Educación
Rocío Silva Pérez, Universidad de Sevilla, Dra. en Geografía
Ana Sugranyes, Secretaria General de Coalición Nacional para el Hábitat, Chile, Arquitecta
Francesco Tonucci, Investigador del Istituto di Psicologia del Consiglio Nazionale delle Ricerche, Roma
Florencio Zoido Naranjo, Universidad de Sevilla, Dr. en Geografía
Consejo de Redacción
Doraci Alves Lopes, Pontificia Universidad Católica de Campinas, Brasil, Dra. en Sociología
Nicolás de Alba Fernández, Universidad de Sevilla, Dr. en Pedagogía
Vicente J. Díaz García, Hábitat y Desarrollo, Las Palmas de Gran Canaria, Arquitecto
Antonio García García, Universidad Pablo de Olavide, Dr. en Geografía
José Mª López Medina, Universidad de Sevilla, Arquitecto
Marina Lora Chapela, Becaria del Máster en Gestión Social del Hábitat, Arquitecta
Alberto Matarán Ruiz, Universidad de Granada, Dr. en Ciencias Ambientales
Antonio Melo Montero, Universidad de Sevilla, Arquitecto
Luis Morales Carballo, Biólogo consultor, Sevilla
María Bernabela Pelli, Universidad Nacional del Nordeste, Argentina
Darinka Czischke, European Social Housing Observatory, Bruselas, Dra. en Sociología
Francisco José Torres Gutiérrez, Universidad Pablo de Olavide, Dr. en Geografía
Covadonga Varela Castejón, Becaria del Máster en Gestión Social del Hábitat, Arquitecta
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Comité Científico
Federico Aguilera Klink, Universidad de La Laguna, Dr. en Economía
Julio Alguacil Gómez, Universidad Carlos III de Madrid, Dr. en Sociología
Chantal Aspe, Université de Provence, Francia, Socióloga
Beatrice Borghi, Università di Bologna, Italia, Dra. en Historia
Antonio Cano Orellana, Universidad de Sevilla, Dr. en Economía
Inmaculada Caravaca Barroso, Universidad de Sevilla, Dra. en Geografía
Sergio Claudino, Universidade de Lisboa, Portugal, Dr. en Geografía.
Fernando Conde Gutiérrez del Álamo, CIMOP, S.A., Madrid, Sociólogo
Manuel Delgado Cabeza, Universidad de Sevilla, Dr. en Economía
Pablo Diáñez Rubio, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Mariana Enet, Universidad Nacional del Nordeste, Argentina
Eduardo García Díaz, Universidad de Sevilla, Dr. en Ciencias de la Educación
Luz Marina García Herrera, Universidad de La Laguna, Dra. en Geografía
Manuel García Ramírez, Universidad de Sevilla, Dr. en Psicología
Carlos Gabriel García Vázquez, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Philippe Haeberli, Université de Genève, Suiza, Dr. en Ciencias de la Educación
Jesús Leal Maldonado, Universidad Complutense, Dr. en Sociología
Rafael Lucas Ruiz, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Ricardo Marqués Sillero, Universidad de Sevilla, Dr. en Ciencias Químicas
Carolina Márquez Guerrero, Universidad de Sevilla, Dra. en Economía
Jaume Martínez Bonafé, Universidad de Valencia, Dr. en Pedagogía
Rosendo Mesías, Coordinador GTM/PDHL de La Habana Vieja, Cuba
Josep Mª Montaner Martorell, Universidad Politécnica de Cataluña, Dr. Arquitecto
Manuel Montañés Serrano, Universidad de Valladolid, Dr. en Sociología
José Mora Galiana, Universidad Pablo de Olavide, Dr. en Filosofía
Leandro del Moral Ituarte, Universidad de Sevilla, Dr. en Geografía
José Ramón Moreno García, Universidad de Sevilla, Arquitecto
Zaída Muxí Martínez, Universidad Politécnica de Barcelona, Dra. Arquitecta
Onofre Rullán Salamanca, Universidad de las Islas Baleares, Dr. en Geografía
Fernando Sabaté Bel, Universidad de La Laguna, Dr. en Geografía
Julián Salas Serrano, Universidad Politécnica de Madrid, Dr. Ingeniero
Domingo Sánchez Fuentes, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Rubén Sepúlveda, Universidad de Chile, Dr. Arquitecto
María Fernanda Pita López, Universidad de Sevilla, Dra. en Geografía
Xosé Manuel Souto González, Profesor de Secundaria, Universidad de Valencia, Dr. en Geografía
Raúl Vallés, Universidad de la República, Montevideo, Arquitecto
Isabela Velázquez Valoria, GEA 21, Madrid, Arquitecta
Carlos Verdaguer Viana-Cárdenas, Universidad Politécnica de Madrid, Arquitecto
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Nº 1, noviembre de 2010: Producción y Gestión Social del Hábitat
Coordinadores: Esteban de Manuel Jerez y Francisco F. García Pérez
PRESENTACIÓN DEL NÚMERO
p. 7-10
ARTÍCULOS MONOGRÁFICOS
Construyendo triángulos para la gestión social del hábitat. Esteban de Manuel Jerez
p. 13-37
La gestión de la producción social del hábitat. Victor Saúl Pelli
p. 39-54
Derecho a la ciudad, producción social y gestión participativa del hábitat. La promoción
de iniciativas comunitarias incluyentes en la Ciudad de México. Enrique Ortiz
p. 55-70
El derecho de la ciudad. Praxis de la utopía. Ana Sugranyes
p. 71-79
OTROS ARTÍCULOS
Metodologías participativas para la gestión social del hábitat. Jose María López Medina
p. 83-103
A produção e gestão da habitação de interesse social: estudo de caso no Brasil. Glacir
Teresinha Fricke; Jane Tassinari Fantinelli; Rosana Soares Bertocco Parisi
p. 105-120
Reflexiones sobre la enseñanza y la investigación tecnológica para la vivienda de las mayorías. Julián Salas
p. 121-131
Algumas experiências acadêmicas em habitação de interesse social na região sudeste do
Brasil: regularização fundiária em municípios entre as regiões metropolitanas de Campinas e São Paulo. Glacir Teresinha Fricke; Jairo Bastidas; Sergio Quaglia
p. 133-149
LED (Libros, Eventos, Debates)
XVI Encuentro de la Red Universitaria Latinoamericana de Cátedras de Vivienda
(ULACAV). Montevideo, 2010. Sharon Recalde; Marta Solanas; Raúl Vallés
p. 153-160
Objetivos y alcances de los Relatores Especiales sobre la vivienda adecuada de Naciones Unidas. Roberto Goycoolea Prado; Paz Núñez Martí
p. 161-167
Las “tomas” de tierras y el problema de la vivienda en Latinoamérica. Antonio Melo
p. 169-173
Jornadas de Arquitectura y Cooperación al Desarrollo. Esteban de Manuel Jerez; Manuel J. Martín Hernández
p. 175-179
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EVALUADORES DEL NÚMERO 1. NOVIEMBRE 2010.
PRODUCCIÓN Y GESTIÓN SOCIAL DEL HÁBITAT
Nicolás de Alba Fernández, Universidad de Sevilla, Dr. en Pedagogía
Doraci Alves Lopes, Pontificia Universidad Católica de Campinas, Brasil, Dra. en Sociología
Antonio Cano Orellana, Universidad de Sevilla, Dr. en Economía
Luis Castro Nogueira, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Dr. en Filosofía
Sergio Claudino, Universidade de Lisboa, Portugal, Dr. en Geografía.
Fernando Conde Gutiérrez del Álamo, CIMOP, S.A., Madrid, Sociólogo
Mariana Enet, Universidad Nacional del Nordeste, Argentina
Javier Escalera Reyes, Universidad Pablo de Olavide, Dr. en Antropología
Francisco F. García Pérez, Universidad de Sevilla, Dr. en Pedagogía
Rafael Lucas Ruiz, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Esteban de Manuel Jerez, Universidad de Sevilla, Dr. Arquitecto
Antonio Melo Montero, Universidad de Sevilla, Arquitecto
Juan Francisco Ojeda Rivera, Universidad Pablo de Olavide, Dr. en Geografía
Luisa Saavedra Jiménez, Trabajadora Social, Experto universitario en Metodologías participativas y ciudadanía.
Rubén Sepúlveda, Universidad de Chile, Dr. Arquitecto
Xosé Manuel Souto González, Profesor de Secundaria, Universidad de Valencia, Dr. en Geografía
Isabela Velázquez Valoria, GEA 21, Madrid, Arquitecta
Carlos Verdaguer Viana-Cárdenas, Universidad Politécnica de Madrid, Arquitecto
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Número 1 Noviembre 2010: Producción y Gestión Social del Hábitat
Coordinadores
Esteban de Manuel Jerez; Francisco F. Gracía Pérez
Presentación del número 1
Esteban de Manuel Jerez
Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad de Sevilla
Con este primer número, que tiene por tema monográfico la Producción y la Gestión Social del Hábitat, nace
el proyecto de la Revista Hábitat y Sociedad con el propósito de impulsar la creación de un ámbito interdisciplinar desde el que abordar de forma compleja la relación entre la sociedad humana y su hábitat. La interacción del ser humano con su entorno está transformando de forma acelerada la geosfera y la biosfera,
produciendo alteraciones climáticas y agotamiento de recursos. Al mismo tiempo, el acelerado proceso de
urbanización iniciado con la industrialización y las desigualdades sociales exacerbadas por este proceso están generando tensiones de diverso orden, presiones migratorias del campo a la ciudad y de los países periféricos a los centrales. La globalización económica, con la absoluta primacía de la dimensión financiera, de
naturaleza especulativa, sobre la economía y la sociedad, está provocando así mismo fuertes dualizaciones
sociales y territoriales. Con esta revista queremos contribuir a impulsar la difusión de artículos científicos
que aborden líneas de investigación y acción transformadoras en relación con estas problemáticas, de vital
importancia para el devenir de nuestra sociedad.
El paradigma de la producción y gestión social del hábitat se propone como modelo que viene a tratar de
equilibrar el desorden introducido por un mercado inmobiliario orientado a producir viviendas como objeto de
inversión antes que destinadas a cubrir una necesidad humana fundamental. La promoción de viviendas por
el mercado deja a éstas fuera del alcance de la mayor parte de la población. La promoción pública de vivienda resulta insuficiente para atender a la demanda no satisfecha por el mercado y desde los años ochenta, con el predominio de las políticas neoliberales, ha retrocedido hasta casi ser anecdótica. Ante esta situación, la población de los países en vías de industrialización resuelve por sí misma su necesidad de vivienda
generando fenómenos como los asentamientos humanos informales en las periferias de las ciudades. En
los países industrializados, que ya vivieron este fenómeno, emergen movimientos de protesta, como el español “V de Vivienda”, que denuncian que la vivienda es un derecho antes que una inversión especulativa,
los movimientos okupas o nuevas iniciativas sociales que promueven viviendas cooperativas con un fuerte
componente comunitario y autogestionario.
El paradigma de la Producción y Gestión Social del Hábitat surge en América Latina, para caracterizar estos
fenómenos autogestionarios informales, que generan soluciones insatisfactorias, y darles soporte técnico y
político. De este modo, se pretende generar soluciones más satisfactorias convirtiendo lo que es percibido
como problema, la informalidad, en parte de la solución. Aprovechando las capacidades de la población, a
través de su implicación activa en todo el proceso de producción y gestión, con nuevas políticas que apoyan
la autogestión, regulándola, dándole soporte técnico y facilitando el acceso al crédito, se generan soluciones
progresivamente más adecuadas. Este paradigma adquiere actualidad ahora en Europa, poniendo el énfasis más en la gestión que en la producción, para tratar de afrontar situaciones complejas desde el punto de
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vista social y habitacional, particularmente las derivadas de la gestión de los barrios producidos por las políticas sociales de vivienda de los años 50 a 70, de corte asistencialista y con un fuerte componente de segregación social, así como para promover la iniciativa social en la solución del problema de la vivienda e introducir principios de democracia participativa en el planeamiento urbano y territorial.
Este primer número aborda, a través de varios artículos, un acercamiento conceptual a estos temas a través
de aportaciones teóricas, metodológicas y de la presentación de casos.
La revista se abre –en su apartado monográfico- con un primer artículo de su director, Esteban de Manuel
Jerez, “Construyendo triángulos para la gestión social del hábitat”, en el que, apoyándose en el paradigma
del pensamiento complejo, aborda la definición de los conceptos de hábitat, hábitat social, producción y gestión social del hábitat, así como del modo en que estos temas pueden ser abordados desde la universidad
desde una perspectiva compleja, en la que interaccionan investigación, acción y educación, todas ellas en el
marco de un proyecto transformador.
A continuación, con carácter excepcional, aparecen dos textos procedentes de conferencias relevantes, para cuya publicación hemos solicitado autorización a sus autores, que son autoridades de referencia internacional como auténticos impulsores y constructores de este paradigma: Víctor S. Pelli y Enrique Ortiz. La
conferencia del arquitecto Víctor Pelli, “La gestión de la producción social del hábitat”, nuestro segundo artículo, se enmarca en el acto de apertura del Máster Propio en Gestión Social del Hábitat de la Universidad
de Sevilla. Acto con el que la comisión académica de este curso, promotora a su vez de esta revista, quiso
rendir homenaje a la trayectoria profesional, investigadora y teórica de este autor, que viene inspirando a
varias generaciones de profesionales del hábitat del ámbito latinoamericano. En su conferencia magistral,
Víctor Pelli funda los cimientos de la formación especializada en la producción y gestión social del hábitat,
introduciendo los conceptos clave y las estrategias que han de ser desarrolladas en la misma.
En tercer lugar publicamos la conferencia que impartió el arquitecto mexicano Enrique Ortiz en la Conferencia Internacional Sobre Urbanización y Desarrollo Comunitario en China en la Globalización. El autor, que
durante tantos años fuera presidente de Habitat International Coalition (H.I.C.), es maestro reconocido de
todos los que con él han desarrollado este campo de acción y reflexión durante más de cuatro décadas. En
su conferencia aborda los tres temas estratégicos desarrollados por los movimientos sociales urbanos: el
derecho a la ciudad, la producción social del hábitat y la gestión participativa del hábitat. Apoyándose en un
amplio estudio de más de cuarenta experiencias latinoamericanas, propone una matriz para sistematizar el
análisis de iniciativas de producción y gestión social del hábitat. El artículo incluye las fichas de tres casos
que son referencia internacional: la cooperativa de vivienda Unión de Palo Alto en México D.F., la primera
que registra en esta ciudad la propiedad a nombre de la cooperativa y establece un contrato de uso con los
cooperativistas; la experiencia de producción y gestión social integral del barrio de Cananea en Iztapalapa,
también en México D.F.; y la tercera, que describe el conjunto habitacional El Capulín en Naucalpán de Juárez, Estado de México, en la que destaca la relación entre gestión social y mejoramiento ambiental.
Ana Sugranyes, secretaria general de H.I.C., firma un artículo complementario del anterior “El derecho a la
ciudad: Praxis de la utopía”. Desarrolla el concepto de “derecho a la ciudad”, desde su construcción en
Francia, a final de la década de los 60, por el filósofo y sociólogo francés Henri Lefebvre, hasta su desarrollo
en la década de los 90, para articular propuestas políticas para el hábitat alternativas a la que se estaban
imponiendo desde el neoliberalismo en toda América Latina y el resto del mundo. Formula este derecho tal
y como se concretó en la Carta por el Derecho a la Ciudad promovida por H.I.C. y da cuenta de los logros
de los movimientos sociales ciudadanos que han promovido este derecho consiguiendo que sea incluido en
la Constitución de Ecuador, el Estatuto de la Ciudad, de Brasil, y la Carta por el Derecho a la Ciudad, del
Distrito Federal de México.
El artículo de José María López Medina, “Metodologías participativas para la gestión social del hábitat”, inicia la sección dedicada a otros artículos –que, en el caso de este primer número, completan el tratamiento
de la temática central- realizando un recorrido a través de las aproximaciones y confluencias, que se han
producido en este ámbito, de propuestas procedentes de la arquitectura y las ciencias sociales hasta configurar un rico panorama de metodologías de producción y gestión social del hábitat. Metodologías que han
ido asumiendo la Investigación Acción Participativa como paradigma de construcción de conocimiento y
transformación de la realidad que permite diseñar y gestionar procesos en los que intervienen técnicos de
diferentes disciplinas junto con los habitantes y los responsables de los diferentes sectores de la administración implicados. El artículo presenta una taxonomía de diferentes propuestas de diseño participativo y termina relacionando las recientes aportaciones del sociólogo español Manuel Montañés y la arquitecta argentina Mariana Enet.
El artículo firmado por las profesoras T. Fricke, J. T. Fantinelli y R. Soares, de la P.U.C. de Campinas (Brasil), “A produção e gestão da habitação de interesse social: estudo de caso no Brasil”, describe una experiencia de colaboración entre la universidad y una asociación civil, Proyecto Esperanza y Vida, en Saô José
de Rio Pardo, en Saô Paulo, para la producción de una vivienda de interés social diseñada con criterios bioclimáticos y tecnologías solares.
Julián Salas, que dirige la Cátedra UNESCO de Habitabilidad Básica de la Universidad Politécnica de Madrid, aborda en su artículo “Reflexiones sobre la enseñanza y la investigación tecnológica para la vivienda
de las mayorías”, la necesidad de plantear un paradigma de enseñanza de la arquitectura, como del resto
de las ciencias, que responda a las necesidades insatisfechas de vivienda adecuada para la mayoría de la
población mundial. Lo hace desde la constatación de que el paradigma dominante de enseñanza ofrece soluciones que no son aplicables a los contextos de precariedad económica y social. Desde esta constatación
aborda una reflexión sobre la investigación de las tecnologías posibles para dar respuesta a las necesidades habitacionales en contextos de precariedad, y desde aquí recupera los principios que inspiraron el programa de cooperación iberoamericana HABITED de CYTED que el propio autor fundara hace veinte años.
El artículo, firmado por la profesora T. Fricke, junto con J. Bastidas y S. Quaglia, titulado “Algumas experiências acadêmicas em habitação de interesse social na região sudeste do Brasil: regularização fundiária
em municípios entre as regiões metropolitanas de Campinas e São Paulo”, presenta dos casos de asesoría
técnica interdisciplinar, realizados por la Universidad de Saô Francisco, en materia de regularización parcelaria y que fueron llevados a cabo en los municipios de Itatiba y Amparo. Estos trabajos se enmarcan en las
posibilidades procedimentales contempladas por el Estatuto de la Ciudad y del Programa Nacional de Apoyo a la Regularización Parcelaria Sostenible. Estas interesantes experiencias muestran cómo es posible articular la función social de la universidad a través de proyectos de extensión universitaria, mediante acuerdos con las administraciones públicas municipales y las entidades vecinales que son las beneficiarias últimas de la intervención y que juegan un rol protagonista en todo el proceso. Esto ha permitido crear contextos de investigación y aprendizaje para profesores y estudiantes del área de arquitectura y urbanismo, derecho y pedagogía, al tiempo que se ha obtenido un beneficio social indudable.
La revista concluye con la sección L.E.D. (Lecturas, Eventos, Debates), en la que en cada número daremos
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cuenta, a través de artículos breves, de nuevas aportaciones bibliográficas de interés, eventos relacionados
con la temática de la revista y temas objeto de debate.
En la primera de las referencias, el equipo de la Unidad Permanente de Vivienda de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, de Uruguay, dirigido por el arquitecto Raúl Vallés, como coorganizador del XVI Encuentro de la Red Latinoamericana de Cátedras de Vivienda (ULACAV), elabora un artículo
que firman el propio profesor Vallés y las investigadoras S. Recalde y M. Solanas, en el que presentan los
objetivos de esta red universitaria y, particularmente, los de su último encuentro celebrado en Montevideo
del 7 al 9 de octubre de 2010, que ha tenido como tema monográfico “La Innovación Académica en la Formación para la Gestión Social del Hábitat”.
Los profesores de la Universidad de Alcalá de Henares R. Goycoolea y P. Núñez, haciéndose eco de la noticia de la renovación de la arquitecta brasileña Raquel Rolnik como Relatora Especial de Naciones Unidas
sobre una Vivienda Adecuada, elaboran un interesante artículo en el que comentan el trabajo realizado por
estas relatorías, desde su instauración en el año 2000, a través de sus informes anuales y sus misiones especiales a los países en los que se presentan denuncias de incumplimiento de estos derechos, entre ellos
España en 2006.
En la tercera de las reseñas, Antonio Melo presenta la publicación del último libro coordinado por Julián Salas, Las “tomas” de tierras urbanas en Latinoamérica hoy, ¿problema o solución?, editado por la Secretaría
General Técnica del Ministerio de Vivienda de España, y realizado por encargo de este ministerio a la Cátedra UNESCO de Habitabilidad Básica de la Universidad Politécnica de Madrid. El libro cuenta con un capítulo introductorio que elabora un marco teórico para entender el fenómeno de las tomas de tierras, compuesto
a partir de una selección de textos. Posteriormente se elabora un cuadro del presente de las “tomas”, realizado a partir de las encuestas cumplimentadas por 38 organismos de 20 países, que describe los diferentes
tipos, programas y ayudas que se plantean para dar respuesta a este fenómeno. El tercer capítulo presenta
tres casos muy diferentes: la toma de tierras guiada de Alto Trujillo (Perú), la mejora “casa a casa” y “caso a
caso” llevada a cabo en cuatrocientas viviendas precarias en Ciudad Sandino (Nicaragua) y la toma y desalojo del campamento Peñalolén en Santiago de Chile.
Este apartado se cierra con el artículo firmado por los profesores Manuel J. Martín y Esteban de Manuel sobre las “Jornadas de Arquitectura y Cooperación al Desarrollo” organizadas en la Escuela Técnica Superior
de Arquitectura de Sevilla los días 21 y 22 de octubre de 2010. Estas jornadas se han propuesto apoyar la
creación de espacios de colaboración entre las Escuelas de Arquitectura, las agencias de cooperación y las
ONG del sector del hábitat. Con ello se pretende impulsar la función social de la universidad en relación al
derecho a la vivienda y el hábitat adecuado, a través de la cooperación al desarrollo en esta materia. Con la
participación de expertos nacionales e internacionales y la presentación de comunicaciones, las jornadas
han abordado en primer lugar los principales retos que los problemas del hábitat plantean a la cooperación
al desarrollo y las respuestas que desde las Escuelas de Arquitectura, en colaboración con la sociedad civil
organizada y las administraciones públicas, se pueden dar a los mismos desde la docencia, la investigación
y la extensión universitaria.
ARTÍCULOS MONOGRÁFICOS
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Construyendo triángulos para la gestión social del hábitat
Esteban de Manuel Jerez
Resumen
Queremos plantear unas herramientas conceptuales que nos permitan mejorar tanto la comprensión de los fenómenos
del hábitat como de los procesos encaminados a su producción y gestión social. Para ello nos situamos en la tradición
del pensamiento complejo y desde ella integraremos las aportaciones realizadas por teóricos del hábitat social y de la
producción social del hábitat. Proponemos una serie de triángulos conceptuales construidos sobre relaciones dialógicas
y recursivas entre los elementos que lo componen. Con ellos nos acercamos a la comprensión compleja del hábitat, del
hábitat social, de la producción y gestión social del hábitat, y de la función de la universidad en relación con los tópicos
anteriores. Por último aplicamos estos conceptos a la interpretación de varios casos en los que hemos participado directamente.
Palabras clave
Hábitat; Producción social del hábitat; Urbs-Civitas-Polis; Gaia; Participación ciudadana; Complejidad.
Abstract : Constructing triangles for social management of habitat
We set out some conceptual tools that will improve both the understanding of the phenomena of habitat and the processes leading to its production and social management. To this end, we position ourselves in the tradition of complex
thought, and from this point we will integrate the contributions made by theoreticians of the social habitat and of the social production of habitat. We propose a series of conceptual triangles built on dialogical and recursive relationships between the elements of which it is composed. With these triangles, we approach complex understanding of the habitat, of
the social habitat, of the social production and management of habitat, and of the role of the university in relation with the
aforementioned topics. Lastly, we apply these concepts to the interpretation of various cases in which we participated
directly.
Key words
Habitat; Social Production of Habitat; Urbs-Civitas-Polis; Gaia; Citizen Participation; Complexity.
Recibido: 23/09/2010; aceptado: 04/11/2010
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Profesor Titular de Universidad. Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA), Universidad de Sevilla. Avda. Reina Mercedes, nº
2. 41013 Sevilla. E-mail: [email protected].
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en los que nos vamos a apoyar para aproximarnos
Hacia una perspectiva compleja del
hábitat
al hábitat de forma compleja:
Morin define la complejidad como "el tejido de
la dualidad en el seno de la unidad. Asocia dos
eventos, acciones, interacciones, retroacciones,
determinaciones, azares, que constituyen nuestro
mundo fenoménico" (Morin, 1990, p. 35). Frente a
1. El principio dialógico, que nos permite mantener
términos a la vez complementarios y antagonistas.
2. El principio de recursividad organizacional. Un
proceso recursivo es aquel en el cual los produc-
la complejidad el pensamiento trata de encontrar
tos y los efectos son, al mismo tiempo, causas y
elementos de orden y de certidumbre, de quitar
productores de aquello que los produce. La idea
ambigüedad, clarificar, distinguir, jerarquizar. Pero,
recursiva rompe la linealidad causa-efecto, pro-
como advierte este autor, tales operaciones corren
ducto-productor, estructura-superestructura, por-
el riesgo de producir ceguera si eliminan los otros
que todo lo que es producido “reentra” sobre aque-
caracteres de lo complejo. El pensamiento com-
llo que lo ha producido en un ciclo en sí mismo au-
plejo aparece allí donde el pensamiento simplificador falla pero integra todo aquello que pone orden,
claridad, distinción y precisión en el conocimiento.
Aspira a la multidimensionalidad, a la articulación
entre dominios disciplinarios quebrados por el
pensamiento disgregador.
Existe complejidad cuando hay un tejido interdependiente, interactivo entre las partes y el todo. Y
esto ocurre con casi cualquier situación natural y
cultural. Morin alerta, de que "los conocimientos
divididos no sirven más que para utilizaciones técnicas. No llegan a conjugarse para alimentar un
pensamiento que pueda considerar la situación
humana, en el seno de la vida, sobre la tierra, en
to-constitutivo, auto-organizador y auto-productor.
3. El principio hologramático, que establece que
no sólo la parte está en el todo, sino que el todo
está en la parte. Podemos enriquecer el conocimiento de las partes por el todo y del todo por las
partes, en un mismo movimiento productor de conocimientos. Este principio nos permite relacionar
un subsistema con un sistema mayor que lo incluye.
Apoyándonos en estos tres principios vamos a
construir triángulos relacionales que iremos proponiendo para comprender el hábitat, el hábitat
social, la producción social del hábitat y la relación
universidad-sociedad-hábitat.
el mundo y que pueda hacer frente a los grandes
desafíos de nuestro tiempo. No llegamos a integrar nuestros conocimientos en orden a conducir
GAIA, el triángulo del hábitat
nuestras vidas" (Morin, 2000, p. 13).
El hábitat como sistema complejo está llamado a
Postula la posibilidad y la necesidad de la unidad
constituirse en una macrodisciplina o transdiscipli-
de la ciencia: la física, la biología y la antropología.
na, tanto por la diversidad de disciplinas implica-
Una unidad no reduccionista, capaz de integrar las
das en su estudio como por la trascendencia que
alternativas clásicas de unidad-diversidad, azar-
tiene para el ser humano llegar a gestionarlo con
necesidad, cantidad-cualidad, sujeto-objeto, ho-
conocimiento y sabiduría. El camino hacia esta
lismo-reduccionismo. Una unidad compleja que
construcción transdisciplinaria pasa por establecer
enlaza el pensamiento analítico-reduccionista y el
relaciones de complementariedad entre disciplinas
pensamiento global de modo dialéctico. Para ello
que centran su atención en cada una de las partes
es preciso adoptar una perspectiva transdisciplina-
en las que es posible descomponer este objeto de
ria.
conocimiento.
Morin propone tres macroconceptos o principios
Para construir el triángulo de análisis complejo del
ción de la corriente del Golfo. La acción del hom-
hábitat nos apoyamos en la “hipótesis Gaia” del
bre sobre el hábitat está destruyendo hábitats na-
biólogo James Lovelock.
Este autor nos aporta
turales de numerosas especies llevándolas a la
una perspectiva compleja de la relación entre el
extinción y poniendo en riesgo amplias zonas ha-
medio físico, el biológico y el antropológico. Gaia
bitadas del planeta. Los litorales, los grandes del-
es el planeta vivo. La vida ha sido posible por unas
tas fluviales, archipiélagos enteros del pacífico, se
condiciones físico-químicas de partida, que a su
ven amenazados ante la subida del nivel del mar
vez han sido modificadas por la aparición de la vi-
originado por la fusión del hielo de los polos. Están
da. De modo que la vida desde su aparición ha ido
despareciendo en el Himalaya glaciares básicos
transformando su propio hábitat. A su vez estas
para el sostenimiento de millones de seres huma-
transformaciones han propiciado la aparición de
nos en el Tíbet. Se aprecia un recrudecimiento de
formas de vida crecientemente más complejas
fenómenos naturales devastadores como los ci-
hasta la aparición del ser humano. El triángulo de
clones y huracanes. Hoy, el nivel de conciencia
GAIA está formado por las interacciones entre el
social que se tiene sobre estos riesgos no se co-
medio físico-químico planetario, los seres vivos
rresponde con las acciones encaminadas a corre-
que componen la biosfera y el orden antropológico
girlas, probablemente por esa ceguera que denun-
que, como subsistema de la biosfera, introduce
cia Edgar Morin (2000 y 2002). La gestión global
una dimensión cultural. Proponemos este triángulo
del hábitat es uno de los retos del siglo XXI y va a
(Figura 1) para el análisis complejo de la relación
precisar conocimiento, voluntad y gestión valiente
entre la acción del ser humano, la biosfera y el
y eficaz. La cuestión es si seremos capaces de re-
medio físico planetario.
cuperar un equilibrio con la naturaleza. Ello implica
necesariamente una drástica disminución de nuestra huella ecológica. Y para ello la ecoeficiencia es
condición necesaria pero no suficiente. Es precisa
una nueva cultura. La cultura del consumismo es
incompatible con un planeta finito. Hoy emerge el
concepto de decrecimiento socialmente sostenible
para expresar este cambio (Manzano, 2006; Martínez Alier, 2008).
Figura 1: Gaia, el triángulo del hábitat. Fuente: Elaboración
propia.
Hoy sabemos que el hombre está produciendo
transformaciones de enorme alcance
sobre el
planeta vivo que afectan a la composición de la
atmósfera. El incremento de la proporción de CO2
en la atmósfera está induciendo artificialmente un
calentamiento global que a su vez puede ser precursor de una glaciación provocada por la altera-
El triángulo del hábitat social: URBS,
CIVITAS, POLIS
Williams Morris nos dejó una definición de arquitectura tan amplia que podemos considerarla como una definición de hábitat que incluye, además,
una llamada hacia la necesidad de su gestión social. El hábitat humano se genera por la interacción entre el hombre y el medio para satisfacer sus
necesidades de cobijo, de sustento y simbólicas.
En su definición está implícita la necesidad de que
la sociedad asuma, como en la polis griega, la
{
}
responsabilidad sobre las transformaciones en el
el punto de calificar como idiotas a aquellos que se
hábitat. Podemos considerar en este sentido a
desentendían de la POLIS, de participar en las
Williams Morris un predecesor de los teóricos de la
asambleas para tratar los asuntos colectivos. De
producción social del hábitat y del ecologismo pla-
su estudio se ocupan disciplinas como el derecho,
netario.
la politología, la filosofía política y la sociología.
La definición más completa y compleja de hábitat
Estas tres dimensiones, de la ciudad que enten-
social que conocemos la debemos al arquitecto
demos válidas para el hábitat social, sea rural o
argentino Víctor Pelli. Este investigador entiende el
urbano, se relacionan entre sí de modo dialógico y
hábitat social como un sistema de situaciones físi-
recursivo. Son complementarias y cualquier trans-
cas, sociales, económicas, jurídicas, políticas y
formación en una de ellas es causa de transfor-
simbólicas que están interrelacionadas, de forma
maciones en las otras. Con ellas construimos el
que un cambio en una de ellas afecta a las demás.
triángulo del hábitat social (Figura 2).
Como tal sistema forma parte a su vez de un sistema mayor con el que interacciona. Estas dimensiones del hábitat que propone Pelli podemos
agruparlas en las tres dimensiones que propone
Horacio Capel, extrapolándolas, y que están en las
raíces etimológicas de la ciudad: la URBS, la CIVITAS y la POLIS.
La URBS se refiere a la dimensión física, formal,
del hábitat. La arquitectura, el urbanismo, la geografía y la ecología urbana son las disciplinas que
se ocupan, fundamentalmente de nuestro medio
físico y natural, de la forma de la ciudad y de la ordenación del territorio. La CIVITAS es la raíz de la
Figura 2: El triángulo del hábitat Social. Fuente: Elaboración propia.
civilización. Nos remite a la sociedad que da ori-
Una transformación de la URBS, de la forma física
gen a la URBS y que expresa a través de ella su
de los asentamientos humanos y del territorio,
cultura, sus valores, su organización económica.
puede inducir o ser inducida por un cambio de la
De la civitas se ocupan disciplinas como la histo-
CIVITAS. Un cambio en la CIVITAS debido a un
ria, la economía, la antropología, la sociología y la
incremento poblacional, a un cambio en los modos
filosofía. La POLIS nos remite a la dimensión or-
de vida, en las necesidades sociales sentidas, en
ganizativa y administrativa de la vida en la ciudad
los valores, en las dinámicas económicas produc-
y en el territorio, a cómo se toman las decisiones
tivas o de inversión o en las necesidades simbóli-
sobre el mismo, a quiénes las toman, cómo se dis-
cas tiene su reflejo en un cambio en la URBS que
tribuye el poder. Debemos el concepto a los grie-
crece y se transforma para adaptarse a estas ne-
gos y lo asociamos al nacimiento de la democracia
cesidades y estos cambios. Pero también tratarán
de los ciudadanos, de aquellos que participaban
de expresarse mediante nuevas prioridades orga-
en la asamblea para hacerse responsables de las
nizacionales en la POLIS, por conflictos de interés
decisiones sobre los asuntos colectivos. Es el ám-
que deberán dilucidarse, por correlaciones de
bito de la gestión. Para los griegos de la época de
fuerza para conducir los cambios en una u otra di-
Pericles esta tarea era tomada muy en serio hasta
rección y que podrán inducir cambios en el orden
jurídico que regula las transformaciones en la
hábitat: las decisiones sobre el hábitat son res-
URBS. Determinadas formas de los asentamientos
ponsabilidad de todos los habitantes. Como decía
humanos y de la ordenación del territorio favore-
William Morris, son intereses demasiado vitales
cen la aparición de actividades económicas, de
como para dejarlos en manos de una minoría.
oportunidades de interacción social, de mayor
auto-organización. Las relaciones entre estos pares de conceptos que articulan este triángulo son
claramente recursivas y dialógicas. De modo que
quien quiera producir una transformación en el hábitat social puede iniciar la transformación en
cualquiera de estas dimensiones e inducir cambios
en las otras. Este es uno de los grandes potencia-
El triángulo de la producción y gestión
del hábitat (polis): Políticos, técnicos y
ciudadanos
“Por producción social del hábitat entendemos todos aquellos procesos generadores de espacios
habitables, componentes urbanos y viviendas, que
se realizan bajo el control de autoproductores y
les que tiene la acción sobre el hábitat.
otros agentes sociales que operan sin fines lucrati-
Ahora bien, si hoy tuviéramos que destacar una de
vos. Parte de la conceptualización de la vivienda y
estas dimensiones, sin duda nos decantaríamos
el hábitat como proceso y no como producto termi-
por la polis. Es preciso reconstruir la polis para re-
nado; como producto social y cultural y no como
cuperar la urbs (De Manuel, 2007). Para ello hace
mercancía; como acto de habitar y no como mero
falta que nuestra civitas valorice la responsabilidad
de todos hacia nuestro hábitat. Es preciso actualizar la polis griega. Es preciso que todos nos sintamos ciudadanos responsables de la polis, que
objeto de intercambio. Se da tanto en el ámbito rural como en el urbano e implica diferentes niveles
de participación social en las diversas fases del
proceso habitacional: planeación, construcción,
distribución, uso” (Ortiz, 2008, p. 31).
dediquemos tiempo, conocimiento y acción enér-
A los procesos en los que la sociedad en su con-
gica al reto de recuperar el equilibrio perdido en la
junto y los usuarios en particular adquieren un rol
urbs. La polis actual, en los países democráticos,
protagonista en la producción del hábitat les lla-
está tecnocratizada. Esto aleja a los ciudadanos
mamos, siguiendo a Enrique Ortiz, “producción
de ella y deja el juego de toma de decisiones al
social del hábitat”. A nivel mundial la mayor parte
arbitrio de promotores inmobiliarios, propietarios
de la población es autoproductora de su propio
del suelo y responsables de las políticas urbanas y
hábitat, con mucha frecuencia, al margen de la re-
de ordenación del territorio. Y en este juego pri-
gulación del estado y sin asistencia técnica. Lo es
man los intereses económicos particulares. Es ne-
por necesidad. El mercado ofrece productos fuera
cesaria la participación ciudadana para conseguir
de su alcance económico y el estado no suple es-
que las decisiones que se toman sobre el hábitat
tas carencias de forma suficiente. El concepto de
se realicen pensando en los intereses de la mayo-
producción social del hábitat surge en este contex-
ría de conseguir lugares más habitables, más ac-
to y es acuñado por técnicos que se acercan al es-
cesibles, más bellos, más identitarios, más armó-
tudio del fenómeno de la autoproducción de vi-
nicos con la naturaleza, más respetuosos del pa-
viendas, tratan de acompañarlos técnicamente y
trimonio material e inmaterial, menos segregados,
teorizan a partir de estas experiencias. Se implican
más complejos física, funcional y socialmente,
en el desarrollo de tecnologías constructivas y so-
más vivos. La participación ciudadana surge hoy
ciales apropiadas a estos procesos y apropiables
como una necesidad. Y es esta participación la
por los autoproductores. Así mismo se implican en
que da sentido a la expresión gestión social del
el análisis crítico de las políticas de hábitat y pos-
{
}
tulan políticas de apoyo a la autoproducción. En
nuestro contexto, si bien hemos tenido una gran
tradición de autoconstrucción, este fenómeno empieza a ser marginal. Sin embargo emergen iniciativas sociales que reclaman un protagonismo de la
sociedad en la toma de decisiones sobre el hábitat, tanto en las políticas urbanas como de vivienda, como en el desarrollo de planes y proyectos.
En la medida en que el énfasis se ubica en la toma
de decisiones durante el proceso y se reclaman
espacios de participación, aplicamos a estos pro-
Figura 3: El triángulo de la Gestión Social del Hábitat.
Fuente: Elaboración propia.
cesos el concepto de gestión social del hábitat.
Por Gestión Social del Hábitat entendemos, pues,
Las relaciones entre estos tres grupos de actores
todos los procesos tendentes a la producción o
son frecuentemente conflictivas por defender in-
transformación del hábitat existente en los que la
tereses o perspectivas enfrentados y tratarse de
iniciativa social tiene un papel activo en la toma de
grupos con diferente grado de poder de decisión.
decisiones.
En el modelo de producción del hábitat en el que
En la producción y gestión social del hábitat po-
el mercado es protagonista los usuarios pasan a
demos diferenciar tres grupos de actores entre los
tener condición de meros clientes y usuarios. Las
que podemos encontrar relaciones dialógicas y re-
decisiones sobre el modelo de ordenación territo-
cursivas (Figura 3).
rial las toman los gobiernos teniendo como interlo-
En primer lugar señalamos a los responsables po-
cutores principales a los promotores inmobiliarios.
líticos de la administración pública en los diferen-
Con ellos llegan a acuerdos de clasificación y cali-
tes escalones, desde el ámbito local, regional, es-
ficación del suelo que son recogidos en planes y
tatal o supra estatal. A ellos corresponde aprobar y
programas. Los técnicos desarrollan y dan forma
desarrollar programas de hábitat en sus diferentes
al hábitat siguiendo las instrucciones de quiénes
escalas: vivienda, urbanismo y ordenación del te-
toman las decisiones.
rritorio. Así mismo les corresponde tomar decisio-
El modelo de gestión social del hábitat pretende
nes sobre el modelo de desarrollo económico, po-
que sea la sociedad en su conjunto quien tome las
líticas sociales y culturales, sobre energía, movili-
principales decisiones sobre los modelos de orga-
dad y transporte. Son los responsables de velar
nización de los asentamientos humanos y el terri-
por el interés público.
torio. Ello implica un avance hacia formas de de-
En segundo lugar destacamos a los técnicos res-
mocracia participativa en la que se recupere la
ponsables de asesorar, diseñar y gestionar esos
condición de ciudadanía (Encina et al., 2003). Este
programas y proyectos, al servicio de la adminis-
modelo pretende crear espacios en los que las de-
tración o de otros actores (promotores privados o
cisiones se tomen conjuntamente entre adminis-
iniciativa social).
tración, técnicos y ciudadanos de forma equitativa.
En tercer lugar destacamos al conjunto de los ciu-
Políticos, técnicos y ciudadanos están llamados a
dadanos como usuarios demandantes de necesi-
construir el triángulo equilátero de la gestión social
dades en materia de hábitat, como promotores o
del hábitat, para lo cual han de compartir la volun-
como autogestores.
tad de hacerlo y estar dispuestos a iniciar un pro-
ceso de aprendizaje, dado que se trata de una in-
que la sociedad adquiere protagonismo real en la
novación que requiere aprender a gestionar la in-
toma de decisiones.
tersectorialidad y la interdisciplinariedad.
En la escala de la producción de vivienda hoy po-
De cómo sea la naturaleza de las relaciones que
demos distinguir tres modelos. El primero es el de
se establecen entre estos actores, así como del rol
promoción privada. En este modelo en el vértice
que juega cada uno de ellos, se desprenden dife-
ciudadano del triángulo se diferencian dos actores
rentes modelos de gestión social del hábitat, que
que juegan diferentes roles. De un lado el promo-
se corresponden con diferentes formas de pensar
tor inmobiliario y de otro el usuario. El promotor
y organizar la polis.
adquiere suelo, contrata técnicos que diseñan un
En la escala de ordenación del territorio y de plani-
plan y/o un proyecto, lo presenta a la aprobación
ficación urbanística, en las sociedades de merca-
de la administración para obtener las correspon-
do, en el triángulo de la gestión del hábitat, en el
dientes autorizaciones y licencias, contrata a una
vértice ciudadano, el papel protagónico lo tienen
empresa constructora y vende la vivienda como un
aquellos que tienen un interés económico directo,
producto de consumo. El promotor se relaciona de
en calidad de propietarios del suelo o de promoto-
forma dialógica con el usuario demandante de vi-
res inmobiliarios. Sin embargo, existen movimien-
vienda. Sus intereses son complementarios y an-
tos sociales que demandan participación en la to-
tagónicos simultáneamente. El promotor necesita
ma de decisiones sobre el hábitat en sus distintos
al comprador consumidor y éste a su vez al pro-
niveles, desde los que se movilizan para conseguir
motor que le ofrece la vivienda como producto. En
declarar como protegidos determinados espacios
este modelo el estado se limita a regular el merca-
de elevado valor natural o para cambiar el trazado
do, establecer las reglas de juego de la promoción
de una gran infraestructura viaria o de transportes,
de vivienda, conceder ayudas, en su caso a pro-
una central de producción energética, o una presa,
motores o compradores. Los potenciales deman-
a quienes demandan poder decidir sobre el mode-
dantes de vivienda por este sistema deben procu-
lo urbanístico a escala municipal o de barrio. Estos
rarse los recursos financieros necesarios para
grupos sociales entran en conflicto con los promo-
comprar la vivienda, normalmente mediante crédi-
tores de aquellas iniciativas sobre el hábitat que
to hipotecario. La forma de organización social en
consideran lesivas para el medio ambiente o para
las sociedades industriales, y, en particular, la
el interés general. Y con frecuencia se encuentran
forma de organizar el reparto de los recursos, de-
con que estas iniciativas privadas cuentan con un
ja, como decíamos, a un porcentaje elevado de la
fuerte respaldo político. Por tanto construir estos
población mundial fuera de la posibilidad de ac-
triángulos requiere un difícil proceso, y es aún más
ceder a una vivienda promovida por el mercado.
difícil si desde la administración pública no se tie-
Esta dinámica se ha visto enormemente potencia-
ne el convencimiento de que ello es necesario pa-
da en las últimas décadas en las que la produc-
ra mejorar la calidad de la toma de decisiones y su
ción de vivienda se ha orientado más a satisfacer
respaldo democrático. El triángulo de la produc-
la demanda de objetos de inversión que a la de-
ción y gestión social del hábitat se constituye
manda de viviendas para vivir.
cuando se crean espacios de participación y con-
Ante esta situación en las sociedades industriales
certación entre los diferentes actores, políticos,
con modelo de estado de bienestar, éste adquiere
técnicos y ciudadanos en el proceso de elabora-
el rol de promotor público para producir viviendas
ción de un plan o un proyecto de hábitat, de modo
sociales destinadas a aquellos que por sus ingre-
{
}
sos no pueden acceder a una vivienda de merca-
maneras. El autopromotor, ya sea individual o co-
do. Surge así la promoción pública de vivienda,
lectivo, puede acceder a un suelo de titularidad
muy importante tras la segunda guerra mundial,
pública, en régimen de cesión de uso o de propie-
incluso en regímenes como el franquista, y raquíti-
dad, puede conseguir ayudas financieras o sub-
ca a partir de los ochenta, con el predominio de las
venciones a fondo perdido y puede obtener apoyo
políticas neoliberales.
técnico a cargo del estado. El autopromotor con-
Existen varios modelos a través de los cuales el
trata ayuda para la construcción o actúa como
Estado puede jugar el rol de ayuda a los deman-
autoconstructor.
dantes de viviendas, desde la promoción pública
Un tercer rol del estado, que ha sido la vía mayori-
directa a los programas de ayuda para la rehabili-
tariamente empleada en España en las últimas
tación o la promoción cooperativa de viviendas.
décadas, es la de apoyo al mercado de la vivienda
Cada uno de estos modelos corresponde a una
a través de las fórmulas de viviendas protegidas o
visión política diferente de la sociedad.
de precio tasado. Esta vía ha permitido a promoto-
En el modelo de promoción directa es el Estado el
res privados acceder a suelos públicos en condi-
que se procura el suelo, contrata a los técnicos y
ciones ventajosas para promover y vender vivien-
empresas constructoras y establece un sistema
das con un precio limitado. Esta fórmula impide a
por el cual los potenciales demandantes de vivien-
los compradores la venta en el mercado libre en el
das pueden llegar a ser adjudicatarios de las mis-
plazo de 10 años. Pero transcurridos éstos, las vi-
mas. Surgen así los polígonos de vivienda o barri-
viendas entran de nuevo en el juego del mercado,
das sociales, normalmente en la periferia de las
con lo que el patrimonio público del suelo acaba
ciudades, donde el suelo es más barato, segre-
siendo transferido a manos privadas y facilita pro-
gando a la población de más bajos recursos. El
cesos especulativos diferidos.
acceso por parte de los ciudadanos a las viviendas
El tercer modelo de producción del hábitat es la
públicas puede ser en propiedad o en régimen de
autopromoción, que puede incluir o no la auto-
alquiler. En el primer caso ha sido frecuente recu-
construcción. Si el autopromotor tiene recursos, su
rrir a la fórmula de venta diferida, con periodos de
rol consiste en sustituir al promotor privado. Pro-
hasta cincuenta años. Hoy empezamos a percibir
motor y usuario coinciden y entonces el modelo,
los problemas de esta fórmula que hace que ba-
en lo demás, no difiere, salvo por su escala, del
rrios enteros pasen a propiedad de personas muy
referido para la promoción privada. Si no los tiene,
mayores, ya inactivas económicamente, y que han
puede acogerse a algún programa público de ayu-
de hacer frente al mantenimiento de edificios que
das.
han quedado obsoletos. Ambos modelos de pro-
Cuando las ayudas del Estado no existen o no son
moción pública tienen en común que asignan un
suficientes, y el mercado no ofrece viviendas ac-
rol pasivo a los usuarios. Y como consecuencia de
cesibles para una parte mayor o menor de la po-
ello se genera una cultura de dependencia, de
blación, ésta resuelve por sí misma el acceso a la
asistencia, que pervierte las relaciones entre ciu-
vivienda por sistemas denominados informales por
dadanos y administración.
estar al margen del mercado o del estado. El
En los modelos de apoyo a la autopromoción o
triángulo de actores se reduce a un solo vértice,
autoconstrucción, el Estado favorece un rol activo
generalmente. Es la autopromoción y autocons-
de los demandantes de vivienda. La administra-
trucción espontánea, de iniciativa individual u or-
ción puede apoyar al autopromotor de diferentes
ganizada colectivamente, mediante compra de
suelos baratos, normalmente sin servicios urba-
ción reproduce la sociedad en la que se inserta su
nos, o mediante ocupación ilegal del suelo (Salas,
acción en lugar de contribuir a cambiarla.1
2010). Es un sistema de producción y gestión so-
Estas acciones transformadoras desde la universi-
cial del hábitat en el que normalmente no intervie-
dad en relación al hábitat y su producción social
nen los técnicos y que puede tener diferentes cla-
precisan combinar dos líneas de acción. En primer
ses de insuficiencias como solución habitacional.
lugar, la necesaria revolución epistemológica que
Este modo de producción es mayoritario en gran-
supone la construcción de un ámbito interdiscipli-
des áreas de América Latina, África y Asia. Y es el
nario y transdisciplinario en torno al hábitat. La
que ha producido casi la mitad de lo construido en
universidad tiene que reorganizar el conocimiento,
Sevilla en el siglo XX.
reordenar el pensamiento, para comprender y pla-
Estos mismos modelos pueden aplicarse en rela-
nificar estrategias de acción en un mundo comple-
ción con la ordenación del territorio o la ordena-
jo. Ello implicará una reorganización de las áreas
ción urbana. Podemos encontrar ejemplos de
de conocimiento en torno a núcleos organizadores
construcción de triángulos equiláteros entre ciuda-
sistémicos como el hábitat y la emergencia de ta-
danos, técnicos y responsables de las políticas
lleres universitarios dedicados a estas problemáti-
públicas en todas las escalas. Pero la escala de
cas complejas e interdisciplinares.
barrio parece la más adecuada para la articulación
Y en segundo lugar requiere una perspectiva tam-
de procesos de participación ciudadana. En un ba-
bién compleja de las funciones de la universidad,
rrio convergen urbs, civitas y polis a una escala
para lo cual proponemos la construcción de un
humana, donde las relaciones sociales son de
triángulo de interacciones entre investigación, edu-
proximidad y conocimiento. Y desde esta escala
cación y extensión universitaria para impulsar su
se puede iniciar un debate sobre escalas mayores.
función transformadora.2
De esta manera es posible interrelacionar la función de la universidad como formadora de los téc-
El triángulo de las funciones de la
universidad en la producción y gestión
social del hábitat
¿Qué rol puede jugar la universidad en la produc-
nicos y profesionales del hábitat con la función de
construcción de conocimiento complejo, transdisciplinario, y la capacidad de hacer ambas cosas
insertándose en procesos de producción y gestión
ción y gestión social del hábitat? La respuesta a la
pregunta dependerá del concepto de universidad y
de su función social que se tenga. Compartimos
con la UNESCO e importantes autores del pensamiento crítico (Morin, 2002; Sousa Santos, 2010;
Manzano, en prensa) la perspectiva de que la Universidad está llamada a jugar una función de liderazgo en las transformaciones sociales necesarias
para afrontar los retos del presente, entre los que
los del hábitat ocupan un lugar relevante. En la
tensión en la que se debate la educación entre la
función adaptativa y la transformadora, optamos
por la segunda, a través de estrategias que rompan el círculo vicioso mediante el cual la educa-
1
Hoy la universidad se ve sometida a una presión sobreadaptativa que impulsa a conformar la enseñanza y la investigación
a las demandas económicas, técnicas y administrativas del
momento. La construcción de la sociedad del conocimiento,
entendida en clave economicista, que está detrás de la creación del Espacio Europeo de Educación Superior, presiona a la
universidad para incorporarse a la cultura empresarial e impulsar la transferencia de conocimiento hacia las empresas en
aras de aumentar su competitividad. Morin utiliza el concepto
de recursividad y el de holograma para comprender la compleja
relación que se produce entre universidad y sociedad, así como
entre cambio estructural y cambio personal, o, en su terminología, reforma del espíritu y reforma de la institución. Frente a
esta situación, Morin propugna la acción rompedora de grupos
ubicados en los márgenes de la academia como estrategia para romper el círculo vicioso por el cual la educación contribuye
a reproducir la sociedad tal y como es en lugar de contribuir a
transformarla.
2
Tanto Edgar Morin como la UNESCO coinciden en la necesidad de una revolución epistemólogica, o del pensamiento, que
impulse una reorganización de las áreas de conocimiento, hoy
excesivamente estancas, en el sentido de construcción de ámbitos de interdisciplinariedad y transdisciplinariedad.
{
}
social del hábitat a través de la extensión universi-
neamente se investiga, se aprende y se transfor-
taria (Figura 4).
ma una realidad de hábitat.
Las tres grandes olas de cambio sobre
el hábitat
Estos triángulos de análisis necesitan complementarse con una perspectiva temporal. La producción
social del hábitat es fundamentalmente de carácter
procesual, dinámica, y en el transcurso del tiempo
las relaciones que se establecen entre las dimensiones del hábitat y entre los actores van transforFigura 4: El triángulo de la función transformadora de la
Universidad. Fuente: Elaboración propia.
mándose a medida que se van produciendo accio-
Investigación, Educación y Extensión pueden
Por otra parte es preciso tener una perspectiva
constituir tres vértices de un triángulo complejo en
histórica amplia que nos permita entender los
la medida en que las relaciones entre estas tres
grandes procesos globales que han influido en la
funciones son dialógicas y recursivas. De este
producción social del hábitat así como anticipar los
modo es posible implicar a la universidad como
cambios que son deseables y posibles. Para ello
actor relevante en los procesos de estudio e inter-
nos resulta muy sugerente utilizar la metáfora que
vención sobre el hábitat. Y es posible hacerlo de
nos propone el sociólogo Alvin Toffler para enten-
forma compleja mediante la interacción de estas
der las tres grandes olas de cambio que sintetizan
tres dimensiones. Ante una misma demanda de
la evolución de la humanidad. Podemos obtener
asesoría técnica que llegue a la Universidad en
tres imágenes que nos muestran con claridad la
relación con una situación de hábitat, ésta puede
evolución en el modo de habitar que cada ola ha
responder diseñando acciones en las que se cons-
introducido. Antes de la primera gran ola de cam-
truye conocimiento implicando a los técnicos y pro-
bio, la que introdujo la agricultura, el hábitat de las
fesionales en formación, llevando esa demanda de
sociedades de cazadores recolectores práctica-
una situación real al aula y tomándola como opor-
mente no alteraba el entorno natural del que obte-
tunidad pedagógica, y en el marco de un convenio
nía lo necesario para vivir. Sin embargo ya identifi-
de colaboración con los actores sociales y las ad-
camos unas primeras acciones transformadoras
ministraciones implicadas en la situación, de modo
emprendidas por las sociedades humanas para
que se creen espacios de participación para la to-
procurarse cobijo, bien aprovechando cuevas, bien
ma concertada de decisiones sobre la situación de
construyendo chozas. Unas y otras satisfacían las
hábitat que ha generado la demanda de asesoría.
necesidades de esas sociedades. Y en unas y
Esto, desde nuestra experiencia, es posible hacer-
otras apreciamos ya la introducción de acciones
lo tanto en los cursos de grado como, de forma
simbólicas: las pinturas rupestres, las decoracio-
particularmente intensa, en los de postgrado. De
nes de las construcciones, por elementales que
este modo los equipos de profesores y estudiantes
sean, buscan satisfacer desde muy temprano este
implicados, junto con el resto de actores, pueden
tipo de necesidad. Pero la agricultura propicia la
verse inmersos en procesos en los que simultá-
aparición de civilización urbana, la construcción de
nes e interacciones.
asentamientos en emplazamientos estables que
irán complejizándose y darán lugar a las ciudades.
comenzándose un proceso urbanizador desenfre-
La agricultura y las ciudades representan un pri-
nado con movimientos migratorios del campo a la
mer salto significativo en el impacto del hábitat
ciudad (Fernández Durán, 2006). Si a principios
humano sobre el medio.
del siglo XIX sólo el 3% de la población mundial
La ciudad es la cuna de la urbs, de la civitas y de
vivía en ciudades, a finales del XX la población ur-
la polis. La civilización agrícola nos aporta los fun-
bana alcanzaba el 50%. En este proceso surgen
damentos del urbanismo, del diseño de ciudades,
las megaciudades, las metrópolis con millones de
de la civilización sustentada en la escritura y la
habitantes. El cambio es tan rápido que los esta-
transmisión, por este medio, del conocimiento, y,
dos carecen de capacidad para controlar el proce-
con él, de la economía y el comercio, de una cre-
so urbanizador. Surge el urbanismo como ciencia
ciente complejidad social y cultural, del surgimien-
preocupada por resolver los problemas de insalu-
to de la historia. Y nos aporta también el surgi-
bridad de las ciudades, tugurizadas en sus
miento de la polis, de la organización para decidir
núcleos históricos y con periferias donde se haci-
en común sobre los asuntos colectivos, dando ori-
naban los obreros que requiere la nueva actividad
gen a las tiranías y a la democracia. La civilización
industrial. El urbanismo del movimiento moderno
agrícola propició una primera red de ciudades, re-
en arquitectura, de base racionalista, preconiza la
lacionadas por rutas comerciales marítimas y de
separación de funciones en la ciudad en lugares
caminos. El hábitat empieza a adquirir una com-
para el trabajo, lugares para residir y lugares para
plejidad y un impacto sobre el territorio cada vez
el ocio, conectados por redes de infraestructuras.
más apreciable. La expresión simbólica empieza a
Esto dio lugar a la simplificación de la ciudad, a la
dejar construcciones con una huella perdurable
segregación funcional (Hall, 1996). Paralelamente
desde las megalíticas a las pirámides y los tem-
se produce la segregación social de la población
plos. Y ello empieza a requerir el surgimiento de
sobre el territorio en función de su nivel de renta.
profesionales especialistas capaces de dar res-
El siglo XX es el siglo también de la producción
puesta a necesidades crecientemente complejas.
masiva de vivienda de iniciativa pública, de los
La organización política se expresa a través de las
grandes conjuntos residenciales, que tratan de dar
ciudades estado, los imperios, los estados nacio-
respuesta a la demanda de vivienda obrera que no
nales... Pero durante mucho tiempo la arquitectura
podía ser atendida por el mercado.
será fundamentalmente arquitectura popular. Los
A escala planetaria, los países que lideran la in-
arquitectos sólo construyen para el príncipe, la
dustrialización toman el conjunto del planeta como
iglesia y los ricos mercaderes. La ciudad de la civi-
fuente de recursos materiales, de absorción de
lización agrícola es una ciudad compleja desde el
sus desechos y como mercado para sus produc-
punto de vista de las actividades que en ella se
tos. La industrialización es posible por la aplica-
producen y de su composición social. Las activi-
ción masiva de las energías fósiles, primero el
dades residenciales, artesanales, comerciales y
carbón y luego el petróleo, tanto para la fabrica-
simbólicas, comparten el espacio. El palacio del
ción de productos como para la movilidad de per-
noble y el del rico mercader conviven con las vi-
sonas y mercancías que se expande exponen-
viendas de las clases populares.
cialmente. Y la extracción de estos recursos junto
La segunda ola de cambio, la introduce la Revolu-
con las materias primas que requiere la industria
ción Industrial. El hábitat humano se transforma
textil y de fabricación de maquinarias y útiles de
desde entonces de forma acelerada y dramática
todo tipo empieza a enfrentar a la humanidad con
{
}
los límites del planeta que le da sustento. La civi-
las comunicaciones desde cualquier punto de la
lización industrial altera el clima, agota los recur-
geografía, en los países centrales, posibilita una
sos, disminuye drásticamente la superficie forestal,
incipiente recuperación del hábitat rural con un tí-
genera enormes desigualdades sociales, produce
mido, aún, movimiento inverso de la ciudad hacia
movimientos poblacionales masivos, y con ellos la
el campo por parte de artesanos, artistas, intelec-
aparición del hábitat informal, al margen de planifi-
tuales, productores de agricultura y ganadería eco-
cación, de la acción del mercado y del estado.
lógicas…
La tercera gran ola de cambio la introduce la Re-
Estas tres olas de cambio son de onda larga, de
volución de la Información que da inicio a la socie-
modo que hoy vivimos en un mundo en el que
dad del conocimiento. Estamos en transición hacia
persisten pequeñas sociedades de cazadores re-
la misma y es pronto para observar sus implica-
colectores, sociedades agrícolas en retroceso, so-
ciones en el hábitat, detectándose tendencias con-
ciedades industriales relocalizándose y emergen-
tradictorias. El acceso a la información y la comu-
tes sociedades del conocimiento, con sus respec-
nicación favorecen una organización territorial en
tivas formas de habitar, muchas veces en conflic-
red descentralizada. Pero, al constituirse como
to. El hábitat de las sociedades cazadoras recolec-
principal materia prima de las actividades econó-
toras de las selvas tropicales se ve amenazado
micas más pujantes, está demostrando un enorme
por las transformaciones introducidas en el hábitat
poder de acentuación de las desigualdades, con
para poner estas selvas en explotación agrícola o
sus plasmaciones territoriales.
ganadera o para extraer sus recursos energéticos
Se produce una deslocalización de las industrias
y minerales para la sociedad industrial. La socie-
de los países centrales hacia la periferia y comien-
dad del conocimiento, por su parte, reivindica la
za la transformación de estos paisajes incorporán-
conservación de estos enclaves de selva por su
dolos a actividades productivas intensivas en co-
función de regulación del clima y mantenimiento
nocimiento, al sector del ocio o residencial. El pro-
de la diversidad genética, materia prima funda-
ceso de globalización económica se caracteriza
mental de las actividades económicas emergentes
por situar al sector de inversión financiera al frente
de la sociedad del conocimiento.
de la economía (Stiglitz, 2002; Sampedro, 2002;
Los conflictos y desigualdades de la sociedad en
George, 2010; Morin, 2010; Díaz-Salazar, 2002).
transición a la sociedad del conocimiento provocan
Una red de “ciudades mundo” gobierna la econo-
desplazamientos masivos de poblaciones refugia-
mía desde sus citys de Londres, Nueva York, To-
das y de emigrantes económicos. La libertad de
kio, Frankfurt... Los núcleos históricos de las ciu-
movimiento de capitales que demanda la econo-
dades se recuperan y se reciclan como escenarios
mía de la sociedad de la información coexiste con
simbólicos propicios para la industria del turismo
limitaciones a la movilidad de mercancías y con
cultural produciéndose procesos de gentrificación
fronteras fuertemente protegidas al libre movimien-
que expulsan a los sectores populares. El modelo
to de personas. Grandes áreas de la geografía
de urbanismo anglosajón se impone, con los ba-
mundial parecen haber perdido interés desde el
rrios residenciales suburbanos y los macrocentros
punto de vista de la “economía mundo” y sus po-
comerciales. La ciudad se hace difusa expandién-
blaciones quedan abandonadas a su suerte. Son
dose por el territorio. Las costas de los países cá-
tiempos convulsos, de cambio, en los que la polis
lidos se urbanizan de forma masiva para satisfacer
se muestra débil para conducir el destino de la
el turismo de masas. El acceso a la información y
humanidad.
¿Qué está pasando con el hábitat?
ral. El clima mediterráneo subtropical permite una
Este marco de referencia que proponemos lo ve-
agricultura singular en Europa, a base de aguaca-
nimos utilizando en procesos de reflexión-acción
tes, chirimoyas, mangos… que, aun retrocediendo
en el aula con los alumnos de grado y postgrado,
ante el avance del Tsunami Urbanizador, se resis-
en materias específicas de hábitat o como trans-
te a desaparecer (Figura 5).
versal en otras, en procesos de educación, construcción de conocimiento y extensión universitaria.
En ellos combinamos la inmersión de los alumnos
en contextos reales con procesos de producción o
transformación social del hábitat en marcha. La
perspectiva compleja nos permite relacionar el
contexto local con los procesos globales, aprender
colaborando con asociaciones vecinales y entidades públicas. Nuestro ámbito geográfico de estudio e intervención se centra en el área metropolitana de Sevilla y en Marruecos, a través de proyectos de cooperación al desarrollo en hábitat. De
estas experiencias extraemos sintéticamente algunos casos que hemos tenido oportunidad de estudiar y en los que hemos podido intervenir en diferentes niveles que nos muestran un mosaico de
situaciones diversas que nos ilustran sobre qué
está ocurriendo con el hábitat. Los narramos, en
primera instancia, en un estilo literario, próximo al
relato, para facilitar la inserción en el contexto del
lector. Posteriormente aplicamos sintéticamente
los triángulos analíticos que hemos presentado en
la primera parte del artículo.
Figura 5: Cultivos subtropicales entre urbanizaciones. Fotografía del autor.
En esta playa, alejada del núcleo turístico municipal, hace treinta años se construyó una urbanización de vivienda colectiva con piscina y pista de
tenis, habitada mayoritariamente por turistas alemanes e ingleses. Durante muchos años era el
único núcleo urbanizado del Peñoncillo situado en
la ladera de una colina. En los últimos años Torrox
se ha extendido apoyándose en la carretera paralela a la playa y, en vísperas del estallido de la
burbuja inmobiliaria, se acometió un vastísimo
programa urbanizador de estas colinas.
Sunny Hills está urbanizado y deshabitado. El panorama hoy es desolador: promociones congela-
Bienvenidos a Sunny Hills3
das en plena construcción, el monte convertido en
Así reza el cartel publicitario de una malograda
parcelas por vender, algunas casas aisladas que
promoción urbanística del litoral andaluz. Ubicada
llegaron a construirse y que no se venden, alguna
en el término municipal de Torrox, entre el núcleo
vivienda habitada aislada, muy aislada. Los sínto-
de Torrox Costa y Nerja, unas colinas áridas do-
mas de deterioro de la urbanización son evidentes.
minan la larga playa del Peñoncillo, quizá la
Un trazado viario mal adaptado a la topografía su-
menos agraciada en varias decenas de kilómetros
fre los efectos de los corrimientos de tierras. Des-
a la redonda. Desde estas colinas se puede ob-
de los meandros de este viario se divisan caminos
servar la tensión entre el uso agrícola de los llanos
peatonales sin paseantes, grúas arrumbadas junto
y los barrancos y la promoción inmobiliaria del lito-
a estructuras sin terminar, barrancos vacíos serpenteados por calles asfaltadas e iluminadas (Fi-
3
Este relato viene sugerido por el impacto que me produjo
pasear este verano, veinte años después, por las colinas del
Peñoncillo, cuando empezaba a escribir este artículo.
gura 6).
{
}
do por una amalgama caótica de urbanizaciones,
infraestructuras viarias poco articuladas por las
que es difícil orientarse, en las que se suceden
promociones clónicas de viviendas, rotondas y
centros comerciales. Difícilmente podrán llegar a
ser barrios alguna vez, por su excesiva simplificación y segregación de usos, y es casi imposible
que aquí emerja una POLIS dada la dificultad de
encontrar espacios públicos de convivencia (FiguFigura 6: Urbanización sin edificar y en estado abandonado. Fotografía del autor.
ra 7). En ellos es difícil y, cuando menos, aburrido
El caso de Sunny Hills nos ilustra sobre los efectos
hábitat está formado por los promotores inmobilia-
del urbanismo salvaje de la última década en Es-
rios, los políticos locales, que ven en este modo de
paña. Casi la mitad de lo que se ha construido en
urbanización una forma de financiar sus adminis-
Europa lo ha sido en este país. Todo suelo no pa-
traciones locales a corto plazo, y los técnicos de
recía tener mejor destino que urbanizarse. Todo lo
las promotoras privadas y de las administraciones
que se construía se vendía en planos y pasaba de
que redactan y aprueban los proyectos. Los ciu-
mano en mano. Hasta que se detuvo la música y
dadanos quedan reducidos a la categoría de con-
nos dejó un paisaje de casas vacías con el cartel
sumidores.
pasear. El triángulo de actores que produce este
de (NO) SE VENDE, de urbanizaciones con las
calles terminadas para ofrecer parcelas que vender. Despilfarro de recursos materiales, paisajísticos y financieros. Paro masivo. Simultáneamente
más de la mitad de las familias españolas encuentran problemas para acceder a una vivienda. La
ley de la oferta y la demanda no ha estado dirigida
a satisfacer la necesidad de viviendas para vivir. El
mercado ha mostrado su ceguera, con la colaboración activa y/o pasiva de técnicos y responsables públicos de urbanismo en todos los niveles de
Figura 7: El triángulo del hábitat social de las urbanizaciones extensivas del litoral. Fotografía del autor.
la administración. El stock de más de un millón de
casas de reciente promoción sin vender está si-
El Informe Auken sobre el impacto de la urbaniza-
tuado donde no se necesitan para vivir, allí donde
ción extensiva en España en los derechos indivi-
las inversiones resultaban más atractivas, en el
duales de los ciudadanos europeos, el medio am-
litoral y en las coronas metropolitanas de las ciu-
biente y la aplicación del Derecho comunitario po-
dades. Esta CIVITAS de nuevos ricos y adorado-
ne de manifiesto que esta situación ha sido posible
res del becerro de oro ha producido una URBS
por una cadena de complicidades.
muy simple, monocultivo de viviendas, absoluta-
“El gran saqueo material de todos esos años, ge-
mente dependientes de los desplazamientos en
nerador de enormes fortunas y de daños irrepara-
coche para aprovisionarse en los centros comer-
bles, no habría sido posible si, paralelamente, no
ciales de lo preciso. El territorio se ha visto invadi-
hubiéramos incurrido en el gran saqueo de las
conciencias al que ahora denominamos „falta de
valores, ‟novorriquismo‟ y cosas semejantes, pero
que en los años opulentos, o que creíamos opulentos, estableció una férrea cadena de complicidades
entre estafadores y futuros estafados, vinculados
unos con otros por el sueño del dinero -sueño, luego, pesadilla para las víctimas- y por la confusión
entre bienestar y beneficio” (Argullol,R. 2009)
Ah!
Veamos el caso del área metropolitana de Sevilla,
que se ha consolidado en las últimas tres décadas
Figura 8: Proceso urbanizador del Aljarafe, en el Área Metropolitana de Sevilla. Fotografías de Luis A. Zambrana.
sin que haya sido posible aprobar un planeamiento
que la organice, pese a que se han redactado pla-
Estos nuevos habitantes han establecido en gene-
nes para la misma en los ochenta y los noventa.
ral muy pocos vínculos con los pueblos en los que
¿Por qué? De nuevo nos enfrentamos a la debili-
se ubican sus urbanizaciones. Su trabajo está en
dad de la POLIS. No ha habido voluntad política.
Sevilla, las compras y el ocio se reparten entre la
Los ayuntamientos se financian fundamentalmente
ciudad y los grandes centros comerciales ubicados
a través del urbanismo, mediante convenios, li-
en los nudos de las autovías. Buena parte de ellos
cencias, etc. Todos los municipios del área metro-
no se empadronan o tardan en hacerlo, por lo que
politana han competido entre sí por atraer a su
ni siquiera votan a sus alcaldes. El territorio de las
término las inversiones urbanizadoras. Para ello
metrópolis se compone de vías con rotondas, ur-
toda norma reguladora de rango supramunicipal
banizaciones, polígonos industriales y centros co-
es un obstáculo. Los alcaldes han tenido más po-
merciales. Es casi imposible recorrerlas a pie o en
der que la Consejería de Obras Públicas, respon-
bicicleta. Las redes de transporte público no han
sable de elaborar dicho plan. El resultado es que
sido previstas. Y la dependencia de una ciudad a
se ha construido mucha urbanización y poca ciu-
la que hay que acceder y de la que hay que salir
dad.
por tres únicos puentes acaba convirtiendo el sue-
La URBS resultante es un territorio desestructura-
ño en pesadilla: atrapados en los atascos para ir y
do. Una sucesión de urbanizaciones colgadas del
volver del trabajo (Figura 9).
viario local preexistente. La CIVITAS rural se ha
visto transformada por un aluvión de nuevos habitantes urbanitas que han venido al Aljarafe comprando el sueño de una casa propia adosada, con
jardín, a cinco minutos de Sevilla en urbanización
con piscina (Figura 8). Los carteles de las promociones venden un arquetipo de casa andaluza con
teja árabe. Sobre un fondo de viviendas clónicas
un cartel reza: “diferénciate" (si puedes, que añadiría el autor de la foto).
Figura 9: El sueño embotellado. Elaboración propia. Fotografías de Luis Andrés Zambrana y del autor.
{
}
Utilizando el tiempo libre en conducir para aprovi-
un informe urbanístico que fue presentado como el
sionarse, para llevar a los hijos a las urbanizacio-
libro blanco del Aljarafe, acabó solicitando a la
nes de sus amigos, a Sevilla, a las actividades ex-
administración una moratoria urbanística. Empre-
traescolares… al cabo de unos años, se ha visto
sarios, nuevos vecinos que han visto frustrado su
que este modelo no funciona y empieza a producir
sueño de un lugar para vivir, ecologistas, universi-
el movimiento de retorno a la ciudad por parte de
tarios, han creado una emergente polis ciudada-
aquellos que pueden.
nista antagónica de los intereses especulativos
En este contexto parece difícil que surja una
respaldados por las autoridades municipales ante
POLIS. Sin embargo, donde hay problemas de
la pasividad de la administración autonómica. En
hábitat surgen grupos dispuestos a organizarse
Sanlúcar La Mayor tuvimos la oportunidad de ase-
para afrontarlos. La plataforma Ah! (“Aljarafe habi-
sorar a un joven equipo de gobierno municipal que
table”) aglutina a activistas que demandan partici-
había ganado las elecciones tras liderar la oposi-
pación ciudadana para poner orden en el territorio.
ción a un salvaje plan municipal. Su consigna era
Asociaciones ecologistas y de defensa del patri-
hacer un planeamiento sostenible y participativo.
monio han tomado la iniciativa para proteger es-
En las mesas de participación surgió la propuesta
pacios de gran valor paisajístico, como la propia
de mantener el carácter rural de este municipio del
cornisa, proponiendo la creación de un parque ar-
segundo cinturón del Aljarafe, limitando los desa-
queológico paisajístico que permita conocer y di-
rrollos urbanísticos a lo necesario para el creci-
vulgar los importantes yacimientos dolménicos de
miento vegetativo de la población y para asentar
los primeros asentamientos humanos sobre estas
actividades productivas (Figura 11).
tierras de Sevilla (Figura 10).
Figura 10: Visita guiada al territorio dolménico donde la
iniciativa social promueve el Parque Arqueológico y paisajístico del Aljarafe (Sevilla). Elaboración propia. Fotografías del autor.
Figura 11: Construcción del triángulo de la gestión social
del hábitat en la elaboración del Plan General de Sanlúcar
La Mayor (Sevilla). Elaboración propia. Fotografías de Stefania Scamardi.
La crisis ha cogido al Aljarafe con más suelo en
Otra iniciativa ciudadana ha promovido la recupe-
promoción, a medio construir o construido vacío
ración del cauce del Río Pudio como espacio ver-
del que el mercado de la vivienda, orientado a la
de público articulador del Aljarafe. Por su parte la
inversión financiera, es capaz de absorber. La falta
Asociación de Empresarios del Aljarafe, viendo
de planificación ha llevado a una superoferta que
que las disfuncionalidades de este territorio afec-
se ha podido mantener mientras el espejismo es-
tan negativamente a las actividades productivas
peculativo no se ha roto. Hoy ya no es posible. Pe-
de sus asociados, tras financiar la realización de
ro mientras no se haga una lectura autocrítica, por
parte de las administraciones, de lo ocurrido y de
tándolas, mejorando los espacios públicos. Pero
su responsabilidad, difícilmente será posible ima-
no ha habido la previsión, ni el interés, de hacer un
ginar un escenario en el que la “nopolis” o “antipo-
plan municipal de vivienda de forma simultánea.
lis” actual pueda llegar a ser una ciudad compleja,
Como trasfondo de estas intervenciones subyacía
donde los ciudadanos puedan vivir, trabajar, dis-
la errónea idea de que para recuperar la ciudad
frutar su tiempo de ocio y moverse de forma sos-
histórica bastaba con conservar los edificios, o, al
tenible, paseando a pie o en bici hasta la parada
menos, la fachada de los edificios. Ello ha dado
del transporte público. Para ello habrá que crear
lugar por doquier a una ciudad museificada donde
espacios de participación y alentar las iniciativas
la mejora de la urbs ha ido de la mano de la
que en esta dirección surjan del movimiento ciu-
desecación de la civitas. Es muy expresiva en este
dadano.
sentido la cita que extraemos de dos antropólogos
Urban pa los ricos, desalojo pa los pobres
que han estudiado en su libro La ciudad silenciada
el casco antiguo norte de la ciudad:
Mientras esto ha ocurrido en los suburbios de cla-
“El casco antiguo trasunta la historia de una ciudad
se media de las ciudades, los centros históricos se
y, en cierto modo, encierra su especificidad, resu-
han visto atacados por procesos de gentrificación
me la sociedad que la habita, la cultura que la dife-
(Figura 12). Los inversores han comprendido que
rencia. Él conjuga y sintetiza la ciudad toda. Desde
el valor simbólico de estas áreas les presta gran-
nuestro punto de vista, no es tanto su monumenta-
des oportunidades para obtener beneficios eco-
lidad como el tejido social que lo ocupa y le da
nómicos.
sentido, lo que le otorga valor; protegerlo implica
salvaguardar sus edificios, pero también los espacios y usos sociales que le dan vida.”
(Cantero,
Escalera et al., 1999).
El área de San Luis-Alameda arrojaba al inicio del
Plan Urban, en 1994, unas cifras cuantitativamente alarmantes. Casi la mitad de las parcelas estaban ocupadas por edificios en ruina o eran solares. En estas circunstancias, en las que el capital
privado inversor no tenía interés por el barrio, hubiera sido fácil y económico conseguir un gran patrimonio municipal de vivienda y suelo.
Figura 12: Gentrificación en el Norte del Casco Antiguo de
Sevilla. Elaboración propia. Fotografías del autor.
No se hizo así. De este modo la inversión en espacio público sirvió como llamada al capital priva-
Áreas olvidadas de la ciudad, como el Norte del
do para entrar en el barrio. Y empezaron a llegar
Casco Antiguo de Sevilla, que en los años noventa
las inmobiliarias y con ellas los “asustaviejas” en-
fuera escenario de un Plan Urban europeo de re-
cargados de hacer realidad su sueño de inmue-
cuperación de zonas con necesidad de transfor-
bles libres de vecinos. “Se compran edificios con
mación física y social, han sido escenario privile-
vecinos dentro” se podía leer en algunos carteles.
giado de estos procesos. La administración públi-
La liberalización del alquiler de vivienda decretada
ca local, con financiación europea, ha invertido
por el gobierno nacional, eliminando derechos que
grandes cantidades en remozar la urbs, dotando a
protegían a los inquilinos, facilitó la tarea. Aun así
las calles de nuevas infraestructuras, repavimen-
se precisaba de una colaboración activa, en mu-
{
chas ocasiones, por parte de la administración lo-
}
POBRES".
cal, para declarar en ruina las casas de vecinos y
proceder a desalojarlas, tal y como ocurrió en la
calle Palacios Malaver, donde pude asistir asesorando técnicamente a los vecinos desalojados. Los
vecinos acamparon a la puerta de su casa exigiendo soluciones pero perdieron sus derechos.
Donde hay un problema la gente se organiza y reconstruye la POLIS. Este y otros casos hicieron
surgir respuestas ciudadanas. Se creó la “Liga de
Inquilinos La Corriente” para asesorar, con asistencia técnica, a los vecinos amenazados de desalojo. El barrio, que ya fuera reducto de la resistencia al levantamiento franquista, sigue siendo con-
Figura 14: Visita guiada a los corralones artesanales del
barrio de San Luis organizada por la Plataforma de Artesanos del Casco Antiguo (Sevilla). Fotografía del autor.
siderado el barrio rojo de la ciudad. Activistas jóvenes se han unido a los vecinos para salvar la
Los artesanos que trabajaban en los corralones
Casa del Pumarejo y crear un centro social auto-
del barrio, que han sufrido igualmente las presio-
gestionado desde el que presta sus servicios de
nes inmobiliarias, se han organizado en la
asesoramiento la Liga La Corriente (Figura 13).
P.A.C.A. (Plataforma de Artesanos del Casco
Antiguo) (Figura 14). Desde la Universidad hemos
colaborado con esta plataforma a través de la
asignatura Hábitat y Desarrollo, construyendo así
el triángulo de la función transformadora de la universidad. Los alumnos prepararon un informe para
solicitar la declaración de los corralones como
Bienes de Interés Cultural Etnográfico, en colaboración con el profesor Javier Hérnandez Ramírez,
del Departamento de Antropología Social. Así
mismo juntos organizamos una mesa redonda en
la Escuela de Arquitectura, en la que construimos
Figura 13: Activismo ciudadano en el Centro Social de la
Casa del Pumarejo (Sevilla). Elaboración propia. Fotografías del autor.
un triángulo con los actores implicados en la toma
de decisiones sobre el futuro de los artesanos en
el barrio. Estuvieron presentes el delegado de
Durante más de diez años el barrio ha presencia-
urbanismo, el director de la Oficina del Plan de
do acciones de activistas creativos que han orga-
Sevilla, la portavoz de la P.A.C.A. y expertos uni-
nizado "vía crucis" por los edificios del barrio va-
versitarios en patrimonio industrial. En la mesa se
ciados de vecinos por la especulación. En las fa-
llegó a principios de acuerdo y compromisos políti-
chadas, las estaciones se ilustraban con poesías
cos para garantizar la continuidad de los corralo-
alusivas. Una pintada callejera expresa cómo es
nes artesanales (Figura 15).
percibido por los vecinos activistas la acción pública: "URBAN PA LOS RICOS, DESALOJO PA LOS
Nosotros También Somos Sevilla
En los márgenes de la ciudad, allá dónde el mercado inmobiliario carece todavía de intereses, encontramos los llamados polígonos de vivienda social promovidos en la década de los setenta. De
esta POLIS, promoción pública directa de carácter
sectorial (sólo se actúa desde la política de vivienda) y asistencialista (los demandantes de vivienda
juegan un rol pasivo) surge en Sevilla un nuevo
tipo de URBS, los Polígonos de Viviendas en la
Figura 15: Construcción del triángulo de la Gestión Social
del Hábitat y de la Universidad transformadora para apoyar
el derecho a permanecer en el centro de los artesanos.
Elaboración propia. Fotografías del autor.
periferia que siguen las directrices de los C.I.A.M.
Los mayores son Polígono Norte y Polígono Sur,
que han tenido evoluciones bien diferentes. Polí-
Una polis está emergiendo allí donde el mercado
gono Sur se ha convertido en un gigantesco gueto,
está produciendo un cambio en la civitas, desalo-
aislado físicamente de la ciudad, donde viven
jando a los vecinos originarios y sustituyéndolos
50.000 personas (Torres, 2005). Se trata de un
por profesionales, estudiantes que comparten
conglomerado de cinco barriadas de vivienda co-
pisos, personas solas o en pareja que ocupan los
lectiva en régimen de alquiler o de propiedad dife-
minúsculos apartamentos que son la oferta domi-
rida. El estado proporcionó viviendas a las clases
nante. Y estas situaciones de conflicto son propi-
sociales más necesitadas, procedentes de corra-
cias para la colaboración entre universidad y mo-
les de vecinos de Triana, San Bernardo, de barria-
vimientos sociales y para que la universidad me-
das de autoconstrucción precarias y de asenta-
die, construyendo un triángulo, con las administra-
mientos chabolistas. Las promociones más dete-
ciones públicas responsables. La respuesta de las
rioradas han sido las de régimen de alquiler públi-
administraciones local y autonómica al problema
co. Se trata de la barriada Martínez Montañés, co-
de pérdida de población original, y por tanto, de
nocida en la ciudad como “Las Vegas” o, más di-
identidad, del barrio, ha venido a través de la de-
fusamente, como “Las Tres Mil”. Urbanísticamente
claración de un Área de Rehabilitación Integral
el barrio responde a los criterios los CIAM, con
que permite diseñar un programa de actuación en
conjuntos de bloques sobre pilotes y amplios es-
el que, mediante acuerdos con los propietarios de
pacios libres. La primera promoción, de 1978, está
inmuebles y ayudas públicas, se está llegando a
compuesta por 624 viviendas construidas con pan-
rehabilitar casas de vecinos con el compromiso de
tallas de hormigón y losas prefabricadas para el
mantener los contratos de alquiler. Es una iniciati-
forjado. Las viviendas resultan amplias y bien dis-
va de interés pero que ha tenido escaso éxito por
tribuidas, para los estándares sociales. Los co-
haberse emprendido tarde y en plena burbuja in-
mercios se debían concentrar en manzanas desti-
mobiliaria. Muchos propietarios han encontrado
nadas a este único fin.
tentadoras ofertas de compra que han considera-
Sin embargo falló la gestión. La administración se
do más atractivas que el programa. Ante un mer-
desentendió. Nunca se preocupó en las primeras
cado desaforado la capacidad reguladora de la
décadas de cobrar el alquiler ni de llevar un regis-
administración se ha visto muy limitada.
tro de los vecinos que realmente ocupaban las viviendas. El impacto en la CIVITAS de esta POLIS
{
}
paternalista, por una parte, y desresponsabilizada,
drogas, absentismo escolar, etc, genera un clima
por otro, ha sido demoledor (Figura 16).
de inseguridad ciudadana. Comienza la construcción del estigma de “Las Tres Mil”. Los servicios
urbanos empiezan a dejar el barrio. La línea de
autobuses urbanos, tras una serie de agresiones a
los conductores, decide interrumpir el servicio.
Tampoco llega el reparto de correos, la policía, ni
el servicio de limpieza pública. Los vecinos han
denunciado la situación a través de sus asociaciones. Cuando la situación de deterioro empezó a
ser alarmante las distintas administraciones sectoriales emprendieron iniciativas aisladas, de Asuntos Sociales, urbanísticas... con presupuestos ele-
Figura 16: El triángulo del hábitat social en Polígono Sur.
Elaboración propia. Fotografía del autor.
vados que no han dado resultados.
El barrio tiene un fuerte porcentaje de población
POLIS por iniciativa ciudadana. Las asociaciones
de etnia gitana, con formas de habitar propias,
vecinales se agrupan en la plataforma vecinal
muy apegadas al suelo y a la cultura de la fogata.
"Nosotros también somos Sevilla" que reclamó
Ha sido duramente castigado por el paro y la dro-
una estrategia global de intervención, intersectorial
ga en la década de los ochenta. Este detererioro
y participativa, con una autoridad única responsa-
social rápidamente se plasma en el aspecto físico
ble de todas las intervenciones de las diferentes
del barrio, la URBS. Los espacios libres se convir-
administraciones sectoriales. La situación llegó a
tieron en espacios de nadie, inseguros e insalu-
alcanzar tal impacto en la opinión pública que se
bres. Se produjo un proceso de chabolismo verti-
creó en el imaginario político la convicción de que
cal. Empezó el círculo vicioso de la exclusión so-
era necesario actuar de forma excepcional ante un
cial (Figura 17).
problema que se conceptualizaba, erróneamente,
Para romper este círculo vicioso, se rearma la
como tal.
La Empresa Pública del Suelo de Andalucía recibe
el encargo de comenzar las obras de regularización de la tenencia de las viviendas, apoyo e impulso a la creación y funcionamiento de las comunidades vecinales e inicio de las obras de rehabilitación de los edificios. Seguidamente, por acuerdo
entre la administración estatal, la autonómica y
municipal se constituye la Autoridad Única para el
Plan Integral de Polígono Sur, y se nombra a Jesús Maeztu comisionado. Se pone en marcha una
Figura 17: Círculo vicioso del hábitat social en Polígono
Sur. Elaboración propia. Fotografía del autor.
El deterioro de la situación social, con altas tasas
de desempleo, delinquencia, tráfico y consumo de
oficina técnica para coordinar el plan integral dirigida por Montserrat Rosa que pone en marcha un
proceso participativo para el diagnóstico y la redacción del Plan Integral para Polígono Sur, con
cuatro ejes de intervención: urbanismo y convivencia; salud comunitaria, intervención socioedu-
Aprendiendo de Larache: nosotros también somos medina
cativa y familiar, inserción sociolaboral; e iniciativa
económica (Comisionado para Polígono Sur,
2004).
Figura 19: El triángulo del hábitat social en Jnane Aztout,
Larache (Marruecos). Elaboración propia. Fotografías del
autor.
Figura 18: Construcción del triángulo de la Gestión social
del Hábitat en el Plan Integral de Polígono Sur. Elaboración
propia. Fotografías de S.U.R.C.O. y de los alumnos del
Máster en Gestión Social del Hábitat.
Mientras tanto, al sur del Estrecho de Gibraltar, en
Larache, ciudad de la costa atlántica de Marruecos, en las últimas décadas se está produciendo
un intenso proceso de migración desde el campo a
Este Plan Integral está construyendo el triángulo
de la Gestión Social del Hábitat (Figura 18) creando espacios de participación para los vecinos en
diversos escalones: desde la comunidad de usuarios de viviendas en los bloques, la constitución de
intercomunidades para gestionar espacios comunes entre bloques y las comisiones de barrio. Así
mismo están construyendo espacios de colaboración entre técnicos de las distintas áreas. Juntos,
vecinos, técnicos y responsables de la administración han hecho el diagnóstico y el documento de
estrategias del Plan Integral. Hoy se está actuando
simultáneamente en la rehabilitación de las viviendas (con la consultoría de S.U.R.C.O.), en programas de empleo y activación económica, en
educación, salud y acompañamiento social. Hoy la
falta de presupuesto, provocada por las presiones
financieras del F.M.I. y el Banco Central Europeo
sobre el gobierno español, arrojan enormes incertidumbres sobre el final de este proceso que empezaba a ser una referencia internacional de buena práctica sobre el hábitat.
la ciudad y desde la ciudad hacia Europa (CIVITAS). Esto ha dado lugar a un cinturón de bidonvilles
que
rodean
las
ciudades
consolidadas
(URBS). El estado marroquí lanzó en 2004 el Plan
Villes Sans Bidonvilles con el objetivo de declarar
las ciudades libres de chabolas en 2008 (POLIS).
Al tiempo, el boom inmobiliario especulativo (CIVITAS) ha llegado a la ciudad, que carece de plan
de ordenación urbana (POLIS). Uno de estos
bidonvilles, Jnane Aztout (Figura 19), de más de
ochenta años de antigüedad, ubicado como un
arrabal de la Medina, en la colina que domina el
puerto pesquero (URBS), se vio amenazado por
estos procesos especulativos (CIVITAS). (De Manuel, 2009; Ojeda y De Manuel, 2009)
En este contexto, por indicación del arquitecto
Youssef El Mrabet, asesor marroquí del programa
de cooperación de la Consejería de Vivienda de la
Junta de Andalucía en Larache, coordinado por el
arquitecto Francisco Torres, el grupo de investigación ADICI y la ONG universitaria Arquitectura y
Compromiso Social entran en contacto con los ve-
{
}
cinos del barrio y establecemos un acuerdo de
del primer curso de arquitectura de Sevilla.
asesoría técnica con dichos vecinos para el diag-
Los estudiantes de este taller integral de arquitec-
nóstico de la situación inicial y la elaboración de
tura han realizado levantamientos de todas las vi-
una estrategia de consolidación urbana y social
viendas del barrio. El grupo de investigación de
para el barrio. En este momento, julio de 2005,
geografía realizó un análisis territorial y paisajísti-
comienza un proyecto de investigación-acción par-
co, organizó un censo y el levantamiento de los
ticipativa con implicación docente mediante un
datos socioeconómicos de las familias. Con toda
proyecto de innovación educativa, a través del Au-
esta información se elaboró un diagnóstico y una
la de Arquitectura “Arquitectura, ciudad y desarro-
estrategia de intervención en el barrio que apostó
llo”.
por su transformación evolutiva partiendo del derecho de todos los vecinos a permanecer en el barrio.
Los vecinos, pescadores en su mayoría, están
plenamente insertados en la ciudad e identificados
con el lugar en el que viven y están muy organizados y cohesionados para defender sus derechos.
Esta organización más el conocimiento construido
conjuntamente sobre su realidad y la estrategia de
colaboración consiguiente, más el respaldo institucional de la universidad, permitió a los vecinos que
se les reconociera como interlocutores ante las au-
Figura 20: El triángulo de la función transformadora de la
universidad en Jnane Aztout, Larache (Marruecos). Elaboración propia. Fotografías de Stefania Scamardi.
toridades marroquíes e ir ganando progresivamente el respaldo de sus autoridades a un proyecto
que ha sido asumido por éstas como una acción
De este modo, partiendo de una demanda social,
piloto de transformación urbana participativa.
se inicia un proceso que pone en juego el triángulo
de la función transformadora de la universidad (Figura 20). Las universidades públicas de Sevilla, a
través de dos grupos de investigación, ADICI de
arquitectura y GIEST de geografía, y la ONG universitaria Arquitectura y Compromiso Social vienen desarrollando un proyecto integral de investigación, educación y transformación social, en colaboración con la widadiyat del barrio (la asociación vecinal) y la Delegación del Ministerio del Hábitat en Larache. Dicha acción, que se enmarca en
el Plan Nacional Villes Sans Bidonvilles y que ha
conseguido fondos complementarios de la coope-
Figura 21: El triángulo de la gestión social del hábitat en
Jnane Aztout, Larache (Marruecos). Elaboración propia.
Fotografías del autor y Stefania Scamardi.
ración española, se planteó como una aseso-ría
de acompañamiento técnico y social. En ella se
La clave en este proceso ha sido la construcción
han implicado grupos de profesores y estudiantes
del triángulo de la gestión social del hábitat (Figura
21). Los vecinos, de estar aislados y verse despro-
que tienen responsabilidad sobre el mismo.
tegidos y amenazados han pasado a ser actores
sentados en la mesa junto con los técnicos y las
Referencias
autoridades políticas.
AUKEN, Margrete. Informe sobre el impacto de la
Hoy el barrio de chabolas está en pleno proceso
urbanización extensiva en España en los dere-
de construcción y urbanización. La urbs ha cam-
chos individuales de los ciudadanos europeos, el
biado conservando la sabiduría de la vivienda po-
medio ambiente y la aplicación del derecho co-
pular que siempre tuvo el barrio. La civitas, punto
munitario. Bruselas: Parlamento Europeo, 2009.
fuerte de este barrio en inicio por su rica cultura
ARGULLOL, Rafael. El gran saqueo. El País, 12-
popular, también se ha transformado. En palabras
05-2009. Madrid.
del presidente de la widadiyat, el objetivo no era
BARBER, Santiago; FRENSEL, Victoria y ROME-
sólo acabar con las chabolas como hecho físico.
RO, MªJosé (Coords.). El Gran Pollo de la Ala-
Era preciso eliminar las chabolas de la mente. Y la
meda. Sevilla: El Gran Pollo de la Alameda,
polis se ha fortalecido. Los vecinos están más or-
2006.
ganizados y han tomado la iniciativa en la gestión
de los temas que quedan pendientes: negociar
BENEVOLO, Luciano. Introducción a la arquitectura. Barcelona: Gustavo Gili, 1992.
con la empresa suministradora el abastecimiento
ENET, Mariana. Herramientas para pensar y crear
de agua al barrio y completar la urbanización del
colectivamente en programas intersectoriales de
espacio público. Ha sido una experiencia en la que
hábitat. Córdoba: CYTED, 2008.
hemos aprendido todos los que en ella hemos par-
BORJA, Jordi y CASTELLS, Manuel. Local y Glo-
ticipado: estudiantes, profesores, vecinos y res-
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ciudad silenciada. Vida social y Plan Urbano en
Conclusiones
los barrios del Casco Antiguo de Sevilla. Sevilla:
Afrontar problemas globales y complejos como los
Ayuntamiento de Sevilla, 1999.
del hábitat requiere una reforma del pensamiento y
CAPEL, Horacio. A modo de introducción: los pro-
nuevas estrategias de gestión. Es un tema de co-
blemas de las ciudades: urbs, civitas y polis. Me-
nocimiento y de acción, científico y político. Es
diterráneo Económico, 2003, nº 3, p. 9-22.
preciso reconsiderar la relación de la sociedad con
COMISIONADO PARA POLÍGONO SUR. El Plan
su hábitat para llegar a un equilibrio entre natura y
Integral de Polígono Sur. Sevilla: Comisionado
cultura. Esto requiere algo más que información,
para Polígono Sur, 2004.
algo más que conocimiento, requiere sabiduría y
DE MANUEL JEREZ, Esteban. Participar para Re-
voluntad firme. El hábitat está llamado a convertir-
cuperar la Polis. In ENCINA, Javier et al.
se en un campo de conocimiento transdisciplinario
(coords.). La ciudad a escala humana. Sevilla:
y de acción intersectorial. Y la universidad, como
Ed. Atrapasueños, UNILCO y Universidad y
ámbito de construcción de conocimiento y de for-
Compromiso Social, 2008, p. 89-102
mación de profesionales del hábitat, tiene en este
DE MANUEL JEREZ, Esteban et al. Diseño de
campo una oportunidad de poner a prueba la in-
procesos educativos globales: Aula Sevilla-
teracción de sus funciones en colaboración con los
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Cita del artículo:
DE MANUEL JEREZ Esteban. Construyendo triángulos
para la gestión social del hábitat. Hábitat y Sociedad,
2010, nº 1, p. 13-37. <www.habitatysociedad.us.es>.
{
y
}
www.habitatysociedad.us.es
La gestión de la producción social del hábitat
Víctor Saúl Pelli
Resumen
Construir abordajes adecuados para la gestión de la producción social del hábitat pasa por reconocer la naturaleza
compleja del hábitat social en tanto sistema de situaciones en interacción con otros sistemas. Pasa igualmente por
asumir la complejidad de sus procesos de producción, fuertemente determinados en su concepción, desarrollo y resultados por la mayor o menor presencia de cada uno de los grupos de actores afectados y sus respectivos paradigmas
culturales. En este contexto la cuestión de la formación de los técnicos emerge como un vector fundamental de cara al
acierto en el enfoque de la producción del hábitat, cuyo nivel de complejidad puede exigir un tránsito no sólo desde la
actuación unidisciplinar a la transdisciplinar, sino hacia una gestión de naturaleza transectorial. Ello implica construir
modelos de gestión participativa y concertada que nos remiten, más allá del plano técnico y político, a un nuevo e ineludible grado de conciencia sobre las implicaciones sociales y ambientales de la producción del hábitat.
Palabras clave
Producción social del hábitat; Gestión de procesos; Acción pública; Transectorialidad; Participación; Concertación; Formación; Actores técnicos.
Abstract : Management of social production of habitat
The construction of adequate approaches for the management of social production of habitat depends upon recognition
of the complex nature of social habitat as being a system of situations in interaction with other systems and with other
situations. It equally depends upon the acceptance of the complexity of their production processes, which are largely determined in the design, development and results by the degree of presence of each group of actors involved and their
respective cultural paradigms. In this context, the question of technician training emerges as a fundamental vector with a
view to the skill and commitment of every actor in the approach of production of habitat, whose level of complexity can
demand a transfer not only from uni-disciplinary action into trans-disciplinary action, but also towards management of a
trans-sectorial nature. This implies constructing models of participative and harmonized management which refer us,
beyond the technical and political level, to a new and inescapable degree of awareness about social and environmental
implications of production of habitat.
Key words
Social Production of Habitat; Processes Management; Public Action; Transectoriality; Participation; Conciliation; Training; Technical Actors.
Recibido: 13/09/2010; aceptado: 15/10/2010

El texto de este artículo ha sido elaborado a partir de la transcripción de la conferencia inaugural del Máster en Gestión Social del
Hábitat. Universidad de Sevilla, 12 de marzo de 2008.

Universidad Nacional del Nordeste (Argentina). Director del Instituto de Investigación y Desarrollo en Vivienda (IIDVI) y de la cátedra
Gestión y Desarrollo de la Vivienda Popular. E-mail: [email protected].
{
}
mación intelectual y profesional, tomar esas no-
Hacia una perspectiva compleja del
hábitat
ciones como soporte e ir acompañándolas de una
Buenas tardes.
cia de esta exposición. Estos comentarios no se-
Voy a empezar con algunas aclaraciones sobre el
proceso de elaboración de esta conferencia.
Inicialmente decidí encararla en torno a un tema
trama de comentarios que, en rigor, serán la esen-
rán explícitos en la mayoría de los casos; se van a
expresar, por lo menos, de cuatro formas. Una de
ellas será la selección misma de esas nociones de
específico, que se expresa en su título, y que en
base “conocidas por todos”, y su organización; és-
rigor se refiere a sólo una de las líneas temáticas
ta es por sí misma un comentario, y además cons-
del Máster que se está iniciando.
Pero por detrás de este título inicial, en una disertación ubicada en el punto de partida de lo que se
anuncia como un intenso trabajo académico de
preparación profesional, se hacía inevitable ir delineando simultáneamente el perfil del técnico apto
para ocuparse del tema, y algunas consignas clave para su formación. Por detrás del título inicial,
entonces, va a estar asomando este segundo
enunciado, que no es subtítulo, sino título de una
franja paralela de reflexión.
La cuestión de la formación del técnico
para la producción social del hábitat
Una segunda aclaración se refiere a la modalidad
adoptada para este recorrido. Se hacía difícil, en
particular desde mis distancias, allí en Argentina,
ubicar con suficiente claridad, aun con los datos
precisos que me hacía llegar el Director del
Máster, el perfil de la audiencia receptora de esta
conferencia, y calibrar en consecuencia el carácter
y tono de los argumentos a desarrollar. Más allá
de que podía suponer que iba a encontrarme aquí
con la mayoría de los alumnos del Máster y que,
en atención a ese dato, la conferencia debería tener un cierto sesgo didáctico. Sin olvidarme, por
otro lado, de que también tendríamos aquí a integrantes del cuerpo docente y a otras personas
igualmente calificadas.
Opté entonces por organizar las cosas en torno a
un conjunto de nociones que supuse que podía
dar por conocidas y transitadas en un espectro suficientemente amplio de niveles y modos de for-
tituye la estructura de esta conferencia.
Una segunda clase de comentarios serán los
ejemplos e ilustraciones que se intercalan, que por
cierto estarán lejos de ser neutros, si es que eso
es posible, e introducirán un determinado sesgo
de observación del objeto del que se está hablando. Son algo más que ejemplos ilustrativos.
En tercer lugar algunos comentarios serán sólo
preguntas que haré y me hago sobre las nociones
que se irán exponiendo, preguntas que, también,
estarán formuladas desde una particular forma de
ver las cosas, pero aun así abrirán un horizonte de
posibles respuestas suficientemente amplio como
para hacer lugar a la posición propia de cada uno
de los que las escuchan. Suelo pensar, adhiriendo
a una modalidad antigua y siempre vigente de comunicación y docencia, que las preguntas en torno
a un tema pueden ser más movilizadoras de la
atención y de la creatividad del oyente que las
afirmaciones que en forma taxativa pueda hacer la
persona que está hablando.
Y una cuarta forma de hacer comentarios, será, en
fin, la de expresarlos en forma directa como tales,
en el acompañamiento verbal de las proyecciones.
Y en esta versión escrita.
También me pareció conveniente aclarar que a lo
largo de la conferencia se irán señalando caminos
de exploración en temas y en campos laterales.
Serán ventanas abiertas, indicadores de ruta para
un esfuerzo de profundización que, si queremos
dar a esta disertación una extensión razonable y
una línea de intención suficientemente clara, que-
dará a cargo de aquellos entre los presentes que
mente representativos:
se interesen en hacerlo, si es que no lo han hecho
ya.
1. El hábitat social entendido como un sistema de
situaciones: físicas, sociales, simbólicas, jurídicas,
La caracterización del hábitat social
(Las nociones “conocidas por todos”)
políticas, económicas, ambientales; interrelacio-
Las funciones
Esta apreciación del hábitat social como sistema y
La producción del hábitat social, entendida como
la generación de nuevas situaciones, físicas o relacionales, mediante la construcción, transformación o eliminación de objetos físicos -edificios, piezas de infraestructura, conjuntos edilicios, ciudades, fracciones territoriales, redes- y/o de objetos
relacionales –sistemas de servicios, leyes, códigos
y normas de ordenamiento y categorización-, es
encarada, en la forma todavía predominante de
entender las cosas, con la consigna de asegurar,
en las nuevas situaciones a producir, el cumplimiento de funciones específicas, como las que se
listan a continuación, u otras equivalentes, en beneficio de un determinado usuario, o de un sector
social, o de la sociedad en su conjunto; con frecuencia, también en beneficio del promotor de la
acción.
El hábitat social entendido como:
 Estructura de protección;
nadas, interactuantes y coactuantes.
no como mera agregación de piezas implica que
cualquier acto de producción, eliminación o conservación de una parte o componente del hábitat
modifica el equilibrio, el funcionamiento y la calidad de todo el conjunto y afecta los de otros componentes, existentes o futuros.
Algunos fenómenos de formación urbana, típicos
en la región latinoamericana, son ejemplos expresivos del juego de causa-efecto entre las producciones puntuales de elementos “funcionales” y la
salud del conjunto:
 Los “barrios cerrados” y “country clubs” para
sectores con alto poder adquisitivo;
 Los asentamientos urbanos irregulares e ilegales de sectores sociales con mínimo poder adquisitivo y mínima inclusión social;
 Los “shopping centers” en la periferia de las
ciudades;
 Los desarrollos turísticos en conflicto con el
 Soporte;
crecimiento orgánico del sector de hábitat en
 Herramienta;
que se instalan;
 Escenario de vida;
 Los conjuntos habitacionales, de gestión públi-
 Expresión de identidad;
ca o privada, levantados allí donde hubo un te-
 Bien de cambio;
rreno disponible, en ciudades sin plan de desa-
 Patrimonio;
rrollo.
 Pueden agregarse otras y/o sustituirse estas.
Encarados como objetos a producir, su promotor
busca, en los modos convencionales de gestación
La naturaleza
y producción, que estos “fragmentos de hábitat”
El hábitat social presenta, sin embargo, rasgos en
cumplan las funciones convencionales, como las
su naturaleza que determinan los modos, los re-
que se listaron al comienzo, con poca y en algu-
caudos y los límites para el cumplimiento de aque-
nos casos ninguna atención a los efectos que
llas funciones; y condicionan también, consecuen-
pueda tener la presencia y la actividad de estos
temente, las estrategias y procesos de producción.
productos sobre el sistema general que las nuevas
He seleccionado cuatro de estos rasgos, fuerte-
situaciones van a pasar a integrar; a menos que la
{
}
atención a ese tipo de efectos sea impuesta por
piensa hacer hoy. Y hacia el futuro, como estruc-
las normas institucionales. Efectos que, en los ca-
tura modeladora de la vida y de la organización
sos que se enumeran aquí, casi sin excepción,
social por venir, condición presente, consciente o
suelen ser nocivos y desestructurantes, más allá
inconsciente, en toda acción de modificación del
de la evaluación de las razones que justifican su
hábitat.
producción y de la toma de posición que cada ac-
La producción de una situación nueva en el hábi-
tor social adopta sobre estas razones y sobre el
tat, supone, por un lado, una evaluación de lo exis-
hecho mismo y su utilidad.
tente, y también una decisión de realzar, negar,
2. El sistema-hábitat, entendido como una parte o
un subsistema dentro de sistemas mayores.
Una alteración de nuestro sistema-hábitat, como
puede ser la producción de cualquier nueva situación, modifica, a su vez, a los sistemas mayores, a
las relaciones con ellos, a los otros subsistemas
componentes de esos sistemas mayores y a las
relaciones con ellos (también, a la inversa, significa que las modificaciones y alteraciones en los
sistemas mayores y en los otros subsistemas plantean nuevos retos a la producción de nuevas situaciones en el hábitat social).
El hábitat social, en este juego, vive de, y en, un
intenso intercambio con el subsistema natural, y
está sujeto a sus alteraciones. Muchas de ellas,
como es tan notorio hoy, son a su vez consecuencias de los avances en la producción del hábitat
social y sus componentes, entendiendo que la
mayoría de estos componentes no son situaciones
y objetos inertes sino mecanismos de consumo y
desgaste de elementos y de estructuras naturales,
y de expulsión de residuos y energía sobre el ambiente natural. Esta interacción es probablemente
uno de los fenómenos globales más señalados y
puestos en evidencia en nuestro tiempo, por lo
que, sin dejar de resaltar su relevancia y prioridad,
no me extenderé en este punto.
3. El hábitat social entendido como señal o marca
en el tiempo. Hacia el pasado, como testimonio,
memoria y registro de la vida en la historia de la
sociedad que lo ocupó y de la que lo ocupa; en algunos casos severo condicionante de lo que se
minimizar, ignorar o transformar su valor; o compartirlo -un ejemplo muy elocuente, es la implantación del palacio de Carlos V en la Alhambra. Y por
otro, una intención de incidir en los pasos futuros
de conformación no solo del hábitat futuro sino
también de la sociedad futura.
Cuando la modificación del hábitat social es gestionada por los propios habitantes, puede leerse
como un acto de opción por un determinado patrón de vida y expresión de una determinada actitud frente a la estructura de la sociedad. Esto, no
sólo a través del producto concreto de la modificación sino también a través de la forma de llevarla
adelante, es decir, a través del proceso de producción de la nueva situación de hábitat, como se
verá más adelante.
Puede tratarse de simple alineamiento –lo hago
así porque así es lo que se hace siempre, y además es como lo hacen los vecinos- y de aceptación y afirmación del estado de cosas vigente o
pueden ser intentos de innovación y cambio. Un
ejemplo al límite son los propuestas habitacionales
de las comunidades hippies estadounidenses de
los años ’60, estrechamente identificadas con propuestas de nuevas formas de vida y, en definitiva,
con nuevas escalas de valores (Figura 1).
días.
En América Latina y en otras regiones periféricas
la ocupación ilegal de terrenos por familias en situación de pobreza para construir sus viviendas,
va acompañada de una evaluación política de la
factibilidad de una expulsión, evaluación hecha por
los ocupantes, por los propietarios y por la fuerza
pública, con conciencia de que en muchos casos
la mera expulsión es políticamente dificultosa o
Figura 1: Viviendas en cúpulas geodésicas, en “Drop City”,
Colorado, Estados Unidos, 1965. Foto: Clark Richert.
costosa, o impracticable, más allá de lo establecido por las normas legales.
La modificación del hábitat, en cuanto acto de
La producción de nuevas situaciones de hábitat
aporte al modelado de la sociedad futura, puede
como acción política puede ser operada desde los
ser también consecuencia de una acción de pura
poderes del Estado, desde la sociedad en su con-
supervivencia, por fuera del sistema jurídico y
junto, desde alguno de sus sectores, o desde un
normativo vigente, frente a la ausencia de otras
actor individual, por dentro o por fuera del sistema
opciones realmente accesibles dentro del plazo de
legal vigente.
una vida, por gente que en ocasiones extremas
La acción del Barón Haussmann en el París de fi-
expresa ese particular poder de que dispone quien
nes del siglo XIX (Figura 3) es una de las referen-
no tiene nada que perder (Figura 2).
cias emblemáticas de la producción del hábitat
como acción política desde los poderes del Estado, en la que es tan evidente (y explicitada) la evaluación hecha sobre lo preexistente (social y espacial) como la intención de organizar de una manera determinada el espacio urbano y la estructura
social del futuro.
Figura 2: Fragmento de la primera plana del diario Norte de
la ciudad de Resistencia, en la Provincia del Chaco, Argentina, en su edición del 12 de febrero de 2008, en los días y
en la ciudad en que se estaba preparando esta conferencia.
En el caso reflejado en la figura la acción específica sobre el hábitat mediante la ocupación de terrenos fue simultánea y en alguna medida coordinada con otras acciones de protesta y reivindicación ciudadana, poco espontáneas en este caso, y
Figura 3: El París del Barón Haussmann.
no del todo desvinculadas de una apreciación
consciente de las oportunidades “tácticas” brinda-
Lo que sigue es una digresión, no tanto en su te-
das por el proceso de elección de Gobernador en
ma, que es una extensión de lo que venimos vien-
la Provincia del Chaco, que se definía en esos
do, como en el relativamente mayor espacio que
{
}
se dedica aquí a la faz política de cualquier inter-
estrategia de trabajo para esa intervención y del
vención sobre el hábitat social y, sobre todo, la in-
escenario de formación del técnico para este tra-
cidencia que tiene este aspecto en el planteo de la
bajo.
Figura 4: El asentamiento irregular Villa 31, en Buenos Aires. Aproximadamente 3.000 familias en situación de pobreza y en
condición de ocupantes irregulares de terrenos del Estado, en un proceso de alrededor de 60 años. 15 hectáreas, aproximadamente, en medio de una de las zonas de mayor valor inmobiliario de la ciudad. Foto y datos del diario Clarín, Argentina,
2007. Las cifras y el perfil físico se han incrementado considerablemente desde entonces.
Como casi todas las otras “villas” de la América
 Un terreno incomparable para un desarrollo in-
latina, la Villa 31 de Buenos Aires (Figura 4) es
mobiliario, que convendría limpiar de ocupan-
una situación urbana y social, abierta e irresuelta,
tes;
que a criterio de los actores sociales involucrados
o interesados, incluidos los habitantes, cada uno
con su propia visión de las cosas y sus propios intereses, debe ser regularizada, es decir integrada
al sistema urbano, transaccional y legal vigente.
La discusión, real o latente, entre todos estos actores, es sobre cómo se entiende lo que sucede ahí,
y lo que le sucede a la ciudad como efecto de eso
 Un escondrijo de maleantes, una amenaza que
requiere intervención policial;
 Un campo propicio para desarrollar operaciones proselitistas;
 Un ámbito apto para servir como base operativa para el tráfico ilegal;
 Una concentración de gente en situación crítica
que requiere apoyo y contención;
que sucede ahí, y cómo, consecuentemente, se
 Un embrión de nuevo barrio que necesita asis-
entiende lo que se puede considerar regulariza-
tencia para consolidarse e integrarse al conjun-
ción. Según la visión de cada uno de esos actores
to urbano;
acerca de cómo deben ser las cosas, la Villa (utilizada aquí como ejemplo de la generalidad de los
asentamientos latinoamericanos) puede ser vista
como:
 Una anomalía urbana que debe ser eliminada,
o neutralizada;
 Una
evidencia
de
políticas
habitacionales
erradas o insuficientes;
 Un emergente de una estructura social brutal e
inequitativa;
 Un acto político de rebeldía y de presión popular;
 Un modo típico e imparable de conformación
de la ciudad latinoamericana;
rencia. Volvamos a la secuencia de caracterización de la naturaleza del hábitat social.
 El resultado de distintas combinaciones de los
anteriores.
Cada una de estas formas de entender lo que está
pasando, me permito reiterar, conduce a muy diferentes caminos de acción y a muy diferentes soluciones, con diferentes consecuencias, en el hábitat
4. El hábitat social entendido como estructura
coherente con los paradigmas culturales de una
determinada sociedad, o de un determinado grupo
social, y funcional a su propia versión de las
necesidades humanas.
general y en la sociedad.
El hábitat social no es un texto de lectura univer-
Este listado de reacciones y posturas frente a un
sal. En cada caso representa y es funcional a valo-
fenómeno singular, irregular pero típico y predomi-
res propios de la cultura que lo produce y ocupa, a
nante en Latinoamérica, es una expresión del en-
los modos que esa cultura ha desarrollado para
trecruzamiento entre los datos objetivos del caso y
relacionarse con su ambiente natural, e incluso al
los encuadres ideológicos de los actores involu-
estado de situación de esa cultura en un determi-
crados.
nado período: florecimiento, bonanza, decadencia,
Aquí es importante advertir que este mecanismo
confusión, catástrofe, violación, crisis. Podemos
también está presente, de manera generalmente
leer una ciudad, o un fragmento de hábitat, desde
menos visible y difícil de detectar, y un poco más
esta óptica.
acotada por las normativas vigentes, en las situaciones más formales y legales de producción del
hábitat.
El caso, así presentado, puede dar lugar a preguntas como las siguientes, un anticipo de aproximación al perfil del técnico, que se desarrollará más
adelante, hacia el final de la conferencia:
 ¿Qué papel le cabe al técnico en este escenario de tan diversos significados, interpretaciones e intencionalidades?: al diagnosticar; al
trazar una política; al diseñar un programa; al
planificar una acción; al trabajar con la gente.
Figura 5: Componente del hábitat residencial de los wichí
(o matacos), en el nordeste argentino (provincia de Formosa), hasta fines del siglo XIX.
En el caso de los wichí (Figura 5), “una «banda»
 ¿A qué clase de técnico?
se conceptualizaba como familia aunque superara
 ¿Un mismo técnico es apto para encarar un
el centenar de personas… la totalidad del espacio
trabajo con cualquiera de estas interpretacio-
que utilizaba y por el que circulaba a lo largo del
nes?
ciclo anual… ese territorio era en definitiva una
 ¿Es necesario (o es conveniente, y para quién)
gran vivienda que una enorme familia utilizaba
que este técnico tenga madurada una postura
completamente en un período largo de tiempo”
personal ante estas opciones?
(Braunstein, 1998). Ese espacio era su ámbito de
 ¿Qué debe saber hacer?
caza y de recolección de alimentos y de medica-
 ¿Qué debe saber ver?
mentos. Y también el de procesamiento de sus re-
 ¿Cómo debe ser su formación?
siduos. El ámbito productivo era coincidente con el
Lo retomamos, entonces, hacia el final de la confe-
ámbito doméstico.
{
}
La choza se abandonaba en cada desplazamiento
duría, con visión política en el diseño y en la ges-
dentro del ciclo anual de migración. Al volver al
tión, tanto del hábitat como del proceso de pro-
mismo lugar, un año después, había sido biológi-
ducción, adecuados a estas circunstancias.
camente absorbida por el medio natural, que pro-
En las situaciones de contacto entre culturas (con-
veía material nuevo para las nuevas construccio-
quista, evangelización, cooperación, ayuda, des-
nes. La propiedad del terreno y de la construcción
cubrimiento, fusión, aproximación, intercambio,
solo se entendía como apropiación circunstancial,
comercio, etc.), cuando la solución habitacional es
mientras se estaba asentado allí. No había cerra-
un instrumento y un capítulo de ese contacto, se
duras ni puertas: la protección y la seguridad des-
presenta el desafío, para cada uno de los protago-
cansaban en la capacidad defensiva del habitante,
nistas, y en particular para los que cuentan con
más que en su hábitat y, en mayor medida y, fren-
mayor poder, de reconocer y respetar las formas
te a otros niveles de agresión, quedaban a cargo
de vida del otro como otra cultura, con su propia
de la organización social.
escala de valores. Lo que es útil, bello, desecha-
La choza, como componente de un sistema amplio
ble, desagradable, ofensivo, sagrado, en una cul-
de hábitat doméstico, era satisfactoria y funcional
tura, puede no serlo en la otra (aunque no son in-
a los códigos de sus habitantes y de la sociedad
frecuentes, tampoco, las situaciones de fascina-
que estos integraban. Los que la habitaban no
ción cruzada). La versión más usual de ayuda en
eran “pobres” ni este concepto existía en esa cul-
la solución de necesidades habitacionales, entre
tura. Un cobijo más sólido, más amplio y “mejor
culturas distintas, aun en los casos de mejor dis-
equipado” que éste, pero desvinculado de su sis-
posición para brindarla, consiste en identificar las
tema original de hábitat y de producción, y sin lle-
formas de vida de la gente “ayudada” como lasti-
gar a estar plenamente inserto en el sistema de
mosas situaciones de degradación, y en “resolver”
hábitat y de producción de la organización social
las carencias de los “ayudados” con soluciones de
circunstancialmente contenedora, resulta, en la
hábitat propias de la cultura que está brindando la
ciudad moderna-occidental, miserable y un testi-
“ayuda”. Sin la debida actitud de apertura hacia
monio de exclusión.
1
diferentes escalas de valores, y la debida tarea de
Aun si se acepta que la asimilación de los pueblos
diálogo y negociación entre las dos culturas que
originarios a la cultura conquistadora es inevitable
entran en contacto a través de, entre otras cosas,
e irreversible (lo que, como sea, es materia de dis-
la donación, muchas veces inconsulta, de piezas
cusión, y un tema caliente desde hace 500 años
de hábitat, la vivienda, pensada quizá como solu-
en Latinoamérica), las enormes dificultades, para
ción (por ejemplo en los casos de cooperación in-
ellos, de entender y vivir -y en algunos casos
ternacional), termina sumándose a la lista de pro-
aceptar- esta transición, merecen ser contempla-
blemas.
das, además de con respeto humano y con sabi-
Aquí se hace necesario subrayar, en una referencia a las preguntas de hace un momento, que el
1
Sobre este punto interesa observar que en la fotografía se
dejan ver elementos (una rejilla para cama, una silla) que no
corresponden a la cultura wichí sino a la cultura que en ese
momento, fines del siglo XIX, los está desplazando, exterminando y/o sometiendo. Estos dos elementos mudos bastan
para ilustrar la pérdida de sentido y la precariedad de la choza,
una vez que ha sido desconectada de su sistema económico,
social y cultural de sostén y depositada como una reliquia, o un
botín, o a lo sumo como un accesorio nostálgico, en un ámbito
físico del que se ha apropiado la cultura invasora.
técnico, en el trabajo de producción de situaciones
habitacionales para o con culturas diferentes de la
suya, aparte de su capacitación específica, y de
una imprescindible afinidad con la intencionalidad
de la operación, necesita un especial adiestramiento, o un don, más bien las dos cosas, para
observar, escuchar, dialogar, entender y respetar,
modelos de proceso de producción
desde antes de trazar una línea. Y mientras la va
Desde un esquema teórico básico, en el juego del
trazando. Parecería que esto debe ser parte de su
mercado hay una sola forma de acceso a bienes y
adiestramiento.
a servicios: su adquisición, en distintas modalidades pero siempre dentro de las redes de un com-
Lo que ocurre, con relación a este tema, en
la acción pública de vivienda en nuestra
sociedad actual
Este escenario se reproduce de manera más difícil
de verificar, pero más frecuente, entre sectores de
una misma estructura social, en gran parte de las
acciones públicas de vivienda que transfieren las
pautas habitacionales en particular y culturales en
general, de los sectores a cargo de las decisiones
(funcionarios, profesionales) a los sectores “beneficiarios”, que cultivan sus propias versiones de
esas pautas, que tendrán dificultad y requerirán
tiempo y buen trato para adecuarse a las que les
impone su nuevo hábitat y que carecen de canales
para introducir sus criterios en la gestación de la
casa en la que van a vivir.
plejo mecanismo, que en casi todos los casos incluye el sistema monetario; el sistema normativo:
leyes, normas, reglamentos; el manejo de instrumentos de comunicación, como el lenguaje escrito; y otros elementos de un andamiaje indispensable, del que en teoría se supone que es accesible
a todos los ciudadanos.
En los países periféricos un importante porcentaje
de la población no tiene en los hechos acceso a
estos elementos, de los que el más evidente es el
dinero, aunque en rigor el problema no está, como
sabemos, en la carencia de dinero, sino en la carencia de situación social y adecuación cultural
que le permitan obtenerlo.
Esta situación da origen a un sistema paralelo de
acceso a bienes y servicios, entre ellos los que
El valor propio de los procesos de
producción del hábitat
conforman la vivienda, por fuera del mercado le-
Más allá de los cuatro enfoques de la naturaleza
misma sociedad. Este sistema irregular es la forma
del hábitat social revisados hasta aquí, una de las
concreta de acceso de los sectores en situación
líneas de intención de esta conferencia, puesta de
de pobreza a algún tipo de solución habitacional
manifiesto en su título y en varias acotaciones
-posibilidad que no les brinda el mercado regular-,
posteriores, es dirigir la atención también hacia los
aunque en una situación de insuficiencia esencial
procesos mismos de producción del hábitat, y ha-
para alcanzar los estándares que la sociedad oc-
cia el valor propio con que cuentan como factores
cidental-moderna-urbana tiene establecidos para
de modificación del sistema hábitat social y de los
considerar digna a una vivienda.
sistemas que lo incluyen, en particular el sistema
Lo concreto es que la ciudad latinoamericana se
social.
va construyendo por estas dos vías, coexistentes
La diversidad de las formas de producción del há-
dentro de un mismo ámbito. Sectores de ciudad
bitat residencial que coexisten en los países peri-
“reglamentaria” coexistiendo con sectores de
féricos adscriptos a la economía de mercado, en-
ciudad “no reglamentaria”.
tre los que se cuenta la casi totalidad de los lati-
de que esta coexistencia se expresa en un estado
noamericanos, es un ejemplo.
de fricción, tensión, inequidad, insalubridad e in-
galmente organizado, pero dentro del ámbito de la
2
No puede caber duda
seguridad a la vista, dañino y degradante no solo
Las tres formas de producción del hábitat
residencial en América Latina y los diversos
2
O, más crudamente, aunque con una quizá excesiva
simplificación de las cosas, “la ciudad legal y la ciudad ilegal”,
como es el título del libro de J.E. Hardoy y D. Satterhwaite.
{
}
para un sector en especial sino para el conjunto
En el caso, que se corresponde con la situación
social. Cuando esta situación es percibida como
real de nuestros países y con sus marcos institu-
problema a resolver, la sociedad en su conjunto se
cionales, de que la sociedad decida involucrarse
ve ante la necesidad, o la exigencia, de dar alguna
en la resolución de esta situación, se pone en
respuesta. Una de las respuestas es la de no dar
marcha un nuevo tipo de acción de producción
respuesta, no involucrarse –si alguien tiene pro-
social del hábitat. Este “tercer tipo” de acción está,
blemas, que los resuelva por su cuenta, dentro de
como las otras dos, y como cualquier otro “tipo” de
la ley-; si bien esta puede ser la postura íntima de
acción de producción del hábitat, sujeto a los dic-
numerosos sectores, particularmente los que
tados de la postura política-ideológica de los res-
cuentan con mayor poder, los hechos muestran
ponsables de las acciones. La figura siguiente (Fi-
que, en América Latina, es insostenible.
gura 6) intenta sintetizar esta situación.
Figura 6: Vías de producción de la vivienda popular en regiones periféricas con economía de mercado. Cada una de estas opciones genera prácticas diferentes de producción y de gestión, correspondientes a diferentes patrones ideológicos de relación social y a diferentes proyectos de sociedad, prácticas inductoras de diferentes pautas de relacionamiento en los actores
participantes, en particular en los habitantes.
Puede darse que los objetos resultantes del pro-
forma equitativa de actuación social o como re-
ceso de producción: las viviendas, los conjuntos
afirmaciones de un patrón de subordinación o so-
habitacionales, las situaciones espaciales, las
metimiento.
normas de uso, sean similares, a veces iguales,
entre uno y otro criterio de producción.
Pero los modos de producción por sí mismos tienen capacidad de introducir muy diferentes patrones de relación social entre los personajes involucrados y, según el modelo adoptado, actuar como
experiencias educativas, de ejercitación en una
Las decisiones, las acciones, la tarea técnica,
y el Técnico, en este escenario
Los cuatro enfoques de caracterización de la naturaleza del hábitat social presentados hasta aquí
(como sistema de situaciones interdependientes e
interactivas; como subsistema, coexistente e interrelacionado con otros subsistemas dentro de sis-
temas mayores; como registro, testimonio y pre-
vos de complejidad y los modos de abordaje en la
sencia del desarrollo pasado de la sociedad y
práctica convencional, centrada en las funciones
factor determinante de su desarrollo futuro; y como
de los objetos tangibles o intangibles que se busca
expresión e instrumento de un sistema cultural y
producir y en una concepción de corto alcance y
de su proceso de desarrollo), junto con el señala-
reduccionista de la complejidad de los problemas
miento del valor propio de los procesos de produc-
a resolver. En el primero se está suponiendo una
ción (como factor autónomo de generación de
conciencia mínima de ese grado de complejidad y
transformaciones), dibujan el escenario desde el
un nivel precario de capacidad de respuesta; en el
que en esta conferencia se va a considerar la
segundo se supone un grado más avanzado de
tarea de gestión (Figura 7).
conciencia de la complejidad de los casos a abordar, y un primer nivel de perfeccionamiento de la
respuesta técnico-conceptual. El tercer cuadro
(Cuadro 3) representa, con similar criterio de síntesis -lo que inevitablemente obliga a dejar fuera
acotaciones que serían claves en un análisis más
afinado-, los modos de abordaje que derivan de un
reconocimiento pleno de los datos de naturaleza
sistémica del hábitat y de sus efectos de compleji-
Figura 7: Los cuatro enfoques de caracterización de la naturaleza del hábitat social y los procesos de producción.
zación del desarrollo de nuevas iniciativas de producción del hábitat social, y también de la adopción, o puesta en evidencia, de un determinado
La expansión de la conciencia pública del hábitat
social como sistema vivo y como subsistema dentro de sistemas mayores, y consecuentemente de
marco teórico ideológico para la acción. Todo esto
con la consiguiente adecuación de las estrategias
de trabajo.
los efectos de cualquier alteración en un punto del
sistema sobre todo este andamiaje, genera de-
a) La producción convencional de situaciones
manda de nuevas estrategias para las acciones de
elementales de hábitat social.
producción, nuevas estrategias que a su vez implican modificaciones en las reglas de juego del trabajo técnico.
Esta forma básica de abordaje es típica de organizaciones relativamente elementales de gestión
pública o privada (Cuadro 1).
Este estado de conciencia descubre horizontes de
mayor complejidad, tanto en la conformación de
los problemas a abordar como en la producción de
decisiones y de acciones.
La secuencia recogida en los Cuadros siguientes
es una aproximación a las manifestaciones, en la
práctica, de este proceso de ampliación del horizonte de referencia para la producción de hábitat,
con la consecuente densificación de su complejidad.
Los dos primeros cuadros (Cuadros 1 y 2) representan, esquemáticamente, los niveles progresi-
Cuadro 1: Producción convencional de situaciones elementales de hábitat social.
{
}
En esta situación los problemas de producción del
de profesiones, en el mejor de los casos bajo una
hábitat son resueltos predominantemente según el
coordinación operativa elemental (Figura 8).
criterio del promotor -jefe municipal, empresario,
propietario- y el de sus técnicos todoterreno, si
cuenta con ellos y si acude a ellos. Es el caso de
una parte considerable de las acciones privadas,
regulares o irregulares, de producción de nuevas
situaciones de hábitat.
b) La producción convencional de situaciones
de hábitat social, con
apertura a su
complejidad técnica y conceptual.
El abordaje, para la producción de nuevas situaciones de hábitat, de problemas de mayor complejidad y mayor diversidad de componentes requiere, correlativamente, equipos de mayor diversidad
disciplinar para identificar, definir y resolver esos
problemas (Cuadro 2).
Figura 8: Distintos niveles de agrupamiento de disciplinas
en respuesta a un problema o a un propósito determinado.
La opción explícita por un marco conceptualideológico como basamento para la adopción
de una estructura de abordaje adecuada
En el enfoque todavía convencional de trabajo, al
que corresponden los dos cuadros precedentes,
Cuadro 2: Producción convencional de situaciones de hábitat social, con apertura a su complejidad.
cualquier acto de transformación del hábitat responde a dos originadores directos de definiciones
En esta forma de abordaje el incremento en la di-
y decisiones: el actor social responsable de la
versidad de disciplinas que intervienen en el dise-
acción y de sus productos, por un lado, y por otro
ño y en la gestión suele limitarse a una agregación
los organismos encargados de imponer la concep-
ción pública de los compromisos existentes entre
este enunciado requiere un ajuste sustancial de
la producción de nuevos componentes del hábitat
enfoques, métodos e instrumentos para la tarea de
y el conjunto, o sistema, en el que se enmarcan, y
producción del hábitat, en relación con los esque-
de poner límites y regular las acciones de produc-
mas convencionales. Quizá la más significativa,
ción. A su vez, en las decisiones del actor social
representativa y transformadora de las nuevas
responsable juegan dos componentes: el propósito
consignas de trabajo que derivan de este cambio,
funcional específico que se busca satisfacer con la
es la de gestión participativa y concertada, es
acción, por un lado, y por otro su adhesión a una
decir la gestión de la producción del hábitat me-
determinada escala de valores.
diante mecanismos de trabajo por consenso y/o
Es difícil, quizá imposible, concebir un proyecto de
acuerdo, instancias de convergencia de todos los
producción del hábitat social, deliberado o maqui-
principales actores involucrados, principalmente
nal, que no sea funcional a un determinado mode-
los habitantes, mecanismos aceptados y adopta-
lo de sociedad y de evolución de esa sociedad,
dos como única fuente admitida de decisiones
modelo que pone marco y orienta la concepción
conceptuales sobre las acciones a emprender.
del proyecto en sus objetivos y metas, en su me-
Con esta consigna el trabajo unidisciplinario y el
todología, en el perfil técnico de sus ejecutores y
trabajo pluridisciplinario -éste, en sus formas más
en las particulares formas de su práctica.
evolucionadas,
Y aquí cabe aclarar que en coherencia con estas
transdisciplinario-, que se desarrollan en el nivel
proposiciones, también para esta exposición se
técnico-profesional, pasan a ser plurisectoriales
consideró indispensable explicitar el modelo-
-intersectoriales o transectoriales-, es decir, un
marco de evolución social que nutre su intenciona-
trabajo conjunto entre todos los niveles sociales e
lidad y su desarrollo, al menos con algunos de sus
institucionales involucrados.3
rasgos más significativos:
La adopción de esta consigna asume, frente al
“Un modelo de desarrollo orientado a encaminar a
panorama generalizado de gestión de la produc-
la sociedad hacia un estado de distribución equita-
ción del hábitat social, la magnitud de un cambio
tiva, tanto de la riqueza económica e intelectual
de paradigma de concepción y de acción, e impli-
como del poder de decisión; hacia la construcción
ca fuertes modificaciones en las estructuras de
igualitaria de capacidad de protagonismo ciuda-
generación de iniciativas y de abordaje de proble-
dano mediante la evolución de la capacidad de
mas, como se representan en el Cuadro 3.
de
trabajo
interdisciplinario
o
movimiento y gestión social de la gente en déficit;
y hacia una relación, hoy muy lejana, de mutuo enriquecimiento con el ambiente natural”.
Enunciado que, en definitiva, sólo pone en valor
consignas instaladas en las Constituciones de
numerosos países del área latinoamericana, y
también en la enunciación del concepto de Desarrollo Humano propuesto por el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
3
La gestión participativa y concertada
El modelo-marco que se evoca sucintamente en
Aquí se emplea el término sector en su acepción de franja o
segmento social: habitantes, organizaciones gubernamentales,
organizaciones no gubernamentales, empresas, gremios, etc.
{
}
Cuadro 3: La producción de situaciones de hábitat social mediante una estructura de abordaje adecuada a una conciencia
amplia de la complejidad de los cambios.
El papel del técnico
 ¿Cómo debe ser su formación?
Retomo aquí, refiriéndolas a este planteo, las pre-
 O ¿En base a qué proyecto pedagógico se
guntas planteadas al final de la presentación del
forma este técnico?
caso de la Villa 31:
 ¿Qué papel le cabe al técnico en este escena-
La formación del técnico
rio de tan diversos significados, interpretacio-
Estas preguntas, como un corolario del recorrido
nes e intencionalidades?: al diagnosticar; al
que hemos hecho hasta aquí, están revelando par-
trazar una política; al diseñar un programa; al
ticulares necesidades de formación, referidas tanto
planificar una acción; al trabajar con la gente.
a los contenidos y métodos de trabajo profesional,
 ¿A qué clase de técnico?
como a las formas de aprendizaje.
 ¿Un mismo técnico es apto para encarar un
Una vez más, esta es una puerta a un amplio
trabajo con cualquiera de estas interpretacio-
mundo de conocimiento del que deberé limitarme
nes?
a apuntar una dirección de exploración, sintetizada
 ¿Es necesario (o es conveniente, y para quién)
que este técnico tenga madurada una postura
personal ante estas opciones?
 ¿Qué debe saber hacer?
 ¿Qué debe saber ver?
en los cuadros recogidos en la Figura 9.
Figura 9: La construcción de un espacio para el aprendizaje de la gestión. Transectoriales
{
}
Este nuevo grado de conciencia está, a su vez, in-
El compromiso
duciendo cambios cada vez menos eludibles en
Estos esquemas hablan de especiales requeri-
los repertorios técnicos y en las lecturas políticas
mientos metodológicos e instrumentales, y de
de la producción del hábitat. El técnico, ahora, se
complicaciones logísticas no despreciables, pero
encuentra frente al desafío de adecuarse a este
también representan una apertura indispensable,
panorama, complejo, diverso, inestable, exigente y
una vez que se acepta y se absorbe el nivel de
fascinante y de saber moverse en él con plena
conciencia a que ha arribado hoy la humanidad
idoneidad y con auténticas ganas de hacerlo.
sobre los efectos y significados de la producción
Bien, al Máster que se inicia: buena travesía, bue-
de cada nueva situación de hábitat.
nos frutos, y renovación constante.
La producción del hábitat tiene firmemente conso-
Muchas gracias.
lidada, desde largo tiempo atrás, como ha sido señalado en varios momentos de esta conferencia,
Referencias
su condición de tema técnico, y también su condi-
BRAUNSTEIN, José. La vivienda tradicional. In
ción de tema político. Quizá no sea exagerado, a
AGUILAR, F.; BRAUNSTEIN, J.; GONDAR, R.;
la luz de los datos del presente, y pensando en la
SEGHESO, S. Forma y función de las viviendas
formación del técnico a cargo, pretender consoli-
de comunidades indígenas wichí de la localidad
darla también como un tema de conciencia. Con-
de Las Lomitas. Informe de investigación. For-
ciencia del verdadero lugar donde están los límites
mosa, Argentina, 1998.
últimos de cada acción de producción del hábitat
HARDOY, Jorge E. y SATTERHWAITE, David. La
social, y de la posibilidad de incidir –para bien o
ciudad legal y la ciudad ilegal. Buenos Aires:
para mal- en la evolución, de signo positivo o de
Grupo Editor Latinoamericano, 1987.
signo negativo, de los sistemas propios, en especial el sistema social, y de los otros sistemas coexistentes, en especial el sistema natural. También, en última instancia, de la estructura global.
Cita del artículo
PELLI, Víctor S. La gestión de la producción social del
hábitat. Hábitat y Sociedad, 2010, nº 1, p. 39-54.
<www.habitatysociedad.us.es>.
{
y
}
www.habitatysociedad.us.es
Derecho a la ciudad, producción social y gestión participativa del hábitat. La pro
moción de iniciativas comunitarias incluyentes en la Ciudad de México
Enrique Ortiz
Resumen
Se realiza un primer acercamiento al contexto global, donde palabras como dominación, explotación o depredación confluyen en el cuestionamiento de la viabilidad misma del mundo que estamos construyendo (crisis financiera, ambiental,
energética, alimentaria, etc.). En segundo lugar, en el contexto regional latinoamericano, se plantean tres temas estratégicos: el derecho a la ciudad, la producción social del hábitat y la gestión participativa del hábitat. Se presenta por un
lado la experiencia integradora que están llevando a cabo diferentes organizaciones del movimiento urbano popular
consistente, entre otras cosas, en la elaboración y suscripción de la Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la
Ciudad. Por otro lado se muestran tres experiencias concretas ―La Cooperativa Unión de Palo Alto, Barrio Cananea y
Conjunto Autogestionario El Capulín― dedicadas desde hace mas de tres décadas a la producción y la gestión participativa del hábitat en el Estado de México. Son tres referentes históricos para la instauración de un sistema público de
apoyo a la producción social y a la gestión participativa del hábitat, que además ponga el acento en sistematizar, con las
nuevas herramientas de las que disponemos, los procesos de gestión de los organismos públicos para hacerlos capaces de administrar con eficacia la complejidad.
Palabras clave
Producción social del hábitat; Gestión social del hábitat; Derecho a la ciudad; Participación ciudadana.
Abstract: Right to the city, social production and participative management of habitat. The
promotion of inclusive community initiatives in Mexico City
An approach to the global context is first taken, where words such as domination, exploitation and predation converge in
the questioning of the very viability of the world we are building (financial crisis, environmental crisis, energy crisis, food
crisis, etc). In the second place, in the regional Latin American context, three strategic issues are considered: the right to
the city, the social production of habitat, and the participatory management of habitat. On one hand, there is the experience of integration which is being implemented by organizations of popular urban movement consisting of, among other
things, the preparation and signing of the Mexico City Charter for the Right to the City. On the other hand, three specific
experiences are shown: the Cooperative Union of Palo Alto, Barrio Cananea, and the Self-Governing Group El Capulin,
which have been dedicated to the production and participative management of habitat for more than three decades in the
State of Mexico. These are three historical references for the establishment of a public system of support for the social
production and participative management of habitat, which also pays attention to systematizing, with the new tools at our
disposal, the processes of management of public institutions to enable them to manage complexity effectively.
Key words
Social Production of Habitat; Social Management of Habitat; Right to the City; Citizen Participation.
Recibido: 13/09/2010; aceptado: 15/10/2010

El texto de este artículo corresponde a la transcripción de la conferencia internacional –con el mismo título- sobre urbanización y
desarrollo comunitario en China en la globalización (Shangai, China, junio de 2009).

Arquitecto. Miembro y ex presidente de Coalición Internacional para el Hábitat (HIC). E-mail: [email protected].
{
}
la naturaleza al centro de nuestra ética, semillas
Contexto global
de un nuevo proceso civilizatorio y de una cultura
Estamos inmersos en un tiempo de cambios pro-
a la vez universal y respetuosa de la diversidad.
fundos en las ideas, la tecnología, el modo de pro-
Procesos que conciben al mundo como espacio y
ducción de los bienes materiales y las formas de
patrimonio de todos y a nosotros, los seres huma-
relacionarse y de comunicarse.
nos, como especie, entes sociales y personas en
Tiempo contradictorio y paradójico en el que las
devenir que se perciben como sujetos activos y
tendencias a la acumulación y la concentración del
responsables en la construcción de una nueva so-
poder económico y el imperio global de las gran-
ciedad en armonía con la naturaleza.
des corporaciones incentivan nuevas respuestas
Esta nueva conciencia emergente, sustentada en
sociales, tecnológicas, productivas, espirituales,
múltiples experiencias innovadoras y transforma-
políticas y artísticas surgidas desde los lugares y
doras y en procesos crecientes de articulación de
la gente.
los afectados, se enfrenta a cuatro situaciones de-
Por un lado se consolidan nuevas formas de do-
rivadas del proceso de globalización económica
minación más abstractas y lejanas, que cuestionan
conducido por grandes intereses transnacionales,
la soberanía de los Estados y que impulsan proce-
el capital financiero y sus aliados en los gobiernos
sos de crecimiento que se hacen a costa de la de-
y los medios de comunicación.
predación de la naturaleza y de la explotación ex-
1. El empobrecimiento creciente de grandes ma-
trema de la gente.
sas de la población mundial, acompañado del
Procesos acelerados, tanto por el desorden mone-
despojo y destrucción de sus recursos: económi-
tario causado por la falta de valor real de la ma-
cos, naturales y culturales. Hechos que están
yor parte del dinero con el que se especula glo-
atrás del abandono del campo y de las migracio-
balmente a gran escala, a costa de las economías
nes masivas de impacto internacional.
más débiles, como por otros factores que conflu-
2. La exclusión:
yen en las múltiples situaciones críticas que hoy
 Económica: la desposesión y la pobreza extre-
ponen en cuestionamiento la viabilidad misma del
mundo que estamos construyendo: crisis financiera, que impacta ya gravemente en muchos campos de la economía global; crisis ambiental; crisis
energética; crisis alimentaria; crisis del agua; crisis
de producción (se producen y mercantilizan masivamente bienes superfluos y se cancelan posibilidades a la producción social de bienes básicos);
crisis de valores (competencia e individualismo
versus complementación y solidaridad). Conjunto
de situaciones que se potencian entre sí hasta generar lo que hoy puede considerarse una profunda
crisis civilizatoria. Pareciéramos estar inmersos en
un proceso suicida impulsado por un modelo inviable y sin futuro.
Por otro lado emergen iniciativas sociales muy vigorosas que tienden a recolocar al ser humano y
ma;
 Social: la negación de los derechos económicos (al trabajo digno y bien remunerado) y sociales (a la alimentación, la salud, la vivienda y
la educación de calidad);
 Política: la imposibilidad de incidir en las decisiones que nos afectan; la imposibilidad de participar y de ejercer los derechos ciudadanos;
 Cultural: la homogeneización impuesta como
proyecto de dominación y mercadeo que destruye las culturas y formas de vida locales;
 Psicológica: la pérdida de la autoestima.
3. La expropiación de los haberes y saberes de los
pueblos:
 De sus excedentes económicos;
 De los recursos existentes en sus territorios: el
agua, la biodiversidad, los bosques y los recur-
vido con eficacia los organismos financieros multi-
sos minerales y energéticos;
laterales y otros agentes vinculados a grandes in-
 De sus conocimientos y habilidades tecnológicas.
4. La destrucción de los colectivos mediante
normas y prácticas que:
 Individualizan los problemas y las soluciones;
 Dividen a las comunidades;
 Destruyen las prácticas comunitarias;
tereses económicos transnacionales, han tenido
un fuerte impacto en los procesos migratorios, la
urbanización, la estructura y el crecimiento desordenado de las ciudades latinoamericanas.
La desregulación que redujo los controles y el papel de los organismos públicos que intervienen en
la planeación y en diversas tareas del desarrollo
urbano; la privatización de todos los insumos y
 Atacan y buscan subordinar a los sindicatos,
procesos productivos del hábitat; la consecuente
las organizaciones sociales, las cooperativas y
subordinación de los derechos sociales a los in-
los movimientos sociales a los intereses eco-
tereses y derechos mercantiles del capital inmobi-
nómicos y políticos de los poderosos.
liario y del financiero internacional; la fragmenta-
En todos estos impactos juega un papel importan-
ción de las políticas públicas y la focalización de
te la manipulación ideológica y cultural. En conse-
los apoyos estatales; el deterioro planificado de los
cuencia, y en la lucha por defender sus derechos,
salarios y de su capacidad adquisitiva; la cancela-
sus raíces, su ser mismo, los pueblos deben incluir
ción de apoyos estatales a los enormes esfuerzos
la cultura como uno de los ámbitos estratégicos de
de los sectores populares por acceder a un lugar
acción, de resistencia y de construcción de alter-
adecuado donde vivir y autoproducir su vivienda;
nativas.
la individualización de los problemas y de las solu-
En esta lucha del siglo XXI, jugará un papel rele-
ciones que frena la producción social organizada y
vante la construcción de una nueva cultura basada
no lucrativa del hábitat… son expresiones de este
en:
impacto y constituyen factores que han llevado a
 El reconocimiento y respeto de la diversidad
cultural;
 La superación del aislamiento y la fragmenta-
concebir la vivienda como mercancía y las ciudades como paraíso para la especulación inmobiliaria.
ción (capaz de articular actores y solidaridades
El surgimiento reciente de regímenes de gobierno
y de actuar desde sus raíces locales y en sus
situados en el variopinto espectro de la izquierda
alcances globales);
latinoamericana ha llevado a cuestionar estos he-
 El manejo de lo cotidiano a partir del reconoci-
chos y, en casos muy relevantes, a plantear op-
miento de la complejidad como nuevo paradig-
ciones y generar instrumentos que rescatan len-
ma.
tamente el papel regulador del Estado y que abren
Una nueva cultura capaz de actuar con eficacia
posibilidades a la participación organizada de la
contra la depredación de la naturaleza y la pérdida
sociedad en la gestión del desarrollo urbano.
de soberanía social al impulsar niveles más altos
de conciencia ecológica y de participación organizada en la democratización de la gestión pública.
Temas estratégicos en la experiencia reciente latinoamericana
Ante las tendencias, impactos y retos que genera
Contexto regional
la globalización económica son muchos los colec-
Los efectos del proceso de globalización económi-
tivos (redes, movimientos sociales, foros perma-
ca y de las políticas neoliberales, que han promo-
nentes) que se plantean, tanto a nivel local como
{
}
nacional o internacional, la necesidad urgente de
ta el más alto nivel (decisión, control, cogestión)
poner en marcha experiencias transformadoras
tanto en la formulación, implementación, segui-
capaces de cimentar un cambio profundo que con-
miento y evaluación de las políticas públicas co-
tribuya a construir un mundo para todos.
mo en la planeación, presupuestación y control
Desde esta perspectiva y con base en una larga
de los procesos urbanos.
experiencia de más de 40 años en el desarrollo de
- Producción democrática de la ciudad y en la ciu-
proyectos comunitarios de producción y gestión
dad. Busca rescatar y fortalecer la capacidad
participativa del hábitat popular, se vienen impul-
productiva y la inserción de sus habitantes en la
sando en la región latinoamericana tres temas que
economía urbana, en especial de los sectores
se articulan entre sí para abrir nuevos cauces
populares, fomentando la producción social del
transformadores a la producción, gestión, uso y
hábitat y el desarrollo de actividades económicas
disfrute del hábitat humano:
solidarias y capaces de consolidar un hábitat
- El derecho a la ciudad;
productivo.
- La producción social del hábitat;
- Manejo sustentable y responsable de los recur-
- La gestión participativa del hábitat.
sos naturales, patrimoniales y energéticos de la
ciudad y su entorno. Persigue el uso socialmente
El derecho a la ciudad
responsable de los recursos. Implica el disfrute
Este nuevo derecho concibe a la ciudad como un
de todas las personas, comunidades o pueblos
sistema complejo que incluye tanto el ámbito pro-
de un ambiente sano que les permita desarrollar-
piamente urbano como su entorno rural. Se plan-
se en igualdad de condiciones y busca garantizar
tea como un derecho colectivo y persigue como
que el desarrollo urbano no se realice a costa de
objetivo una ciudad incluyente, solidaria, equitati-
las áreas rurales, de áreas de reserva ecológica,
va, participativa, productiva, sustentable, habitable
de otras ciudades y de las futuras generaciones.
y disfrutable para todos.
- Disfrute democrático y equitativo de la ciudad.
El derecho a la ciudad se construye a partir de los
Busca el fortalecimiento de la convivencia social
siguientes fundamentos estratégicos:
y el rescate, ampliación y mejoramiento de la
- Ejercicio pleno de la ciudadanía. Es la realización
función cultural, lúdica y recreativa del espacio
de todos los derechos humanos y libertades fun-
público.
damentales sin discriminación alguna, asegurando la dignidad y el bienestar colectivo, en condi-
La producción social del hábitat
ciones de igualdad, equidad y justicia. Todas las
Por producción social del hábitat entendemos to-
personas tienen derecho de encontrar en la ciu-
dos aquellos procesos generadores de espacios
dad las condiciones necesarias para su realiza-
habitables, componentes urbanos y viviendas que
ción económica, cultural, social y ecológica.
se realizan bajo el control de autoproductores y
- Función social de la ciudad, de la tierra y de la
otros agentes sociales que operan sin fines de lu-
propiedad. Se refiere principalmente a la distri-
cro. Promueve las capacidades autogestivas y de
bución y la regulación del uso del territorio y el
decisión de los participantes y da prioridad al va-
usufructo equitativo de los bienes, servicios y
lor de uso por encima del valor mercantil de las
oportunidades que la ciudad ofrece, priorizando
construcciones y espacios que genera.1
el interés público definido colectivamente.
- Gestión democrática de la ciudad. Implica la participación ciudadana en todos los espacios y has-
1
A partir de su promulgación en 2006 la Ley de Vivienda de
México reconoce la producción social de vivienda en estos términos.
Aquellas modalidades que se apoyan en procesos
organizada en la administración, mantenimiento,
autogestionarios colectivos, por implicar capacita-
uso y mejoramiento de los espacios públicos y de
ción, participación responsable, organización y so-
los equipamientos colectivos. Implica la interacción
lidaridad activa de los pobladores, contribuyen a:
corresponsable con los organismos públicos en-
- fortalecer las prácticas comunitarias, el ejercicio
cargados de proporcionar los servicios y una am-
directo de la democracia, la autoestima de los
plia participación en las decisiones referentes a la
participantes y una convivencia social más vigo-
planeación y ejecución de nuevos proyectos y ac-
rosa;
tividades destinadas a mantener y mejorar la cali-
- acrecentar la capacidad de gestión de los pobla-
dad de vida del colectivo.
dores organizados y su control sobre los proce-
Contempla también la formación permanente de
sos productivos del hábitat;
sus integrantes, la organización de actividades cul-
- derramar recursos en la comunidad en que se
turales y deportivas, el desarrollo y administración
desarrollan las acciones contribuyendo a poten-
de proyectos productivos y ambientales, la realiza-
ciar la economía de los participantes, de la co-
ción conjunta de actividades colectivas que garan-
munidad en que se ubican y de los sectores po-
ticen la convivencia, la seguridad y el desarrollo
pulares en su conjunto.
personal y comunitario de todos los integrantes de
Al situar al ser humano, individual y colectivo, al
la comunidad y su vinculación solidaria y activa
centro de sus estrategias, su método de trabajo y
con otras comunidades y con su entorno social.
sus acciones, pone en marcha procesos innovadores de profundo contenido e impacto transformador.
Al centrar las políticas de hábitat y los procesos de
planeación, diseño y producción habitacional en la
gente y no en el dinero, contiene el potencial de
hacer de la vivienda y de los asentamientos rurales y barrios populares productos socio-culturales
que reconocen tanto la diversidad y la riqueza
creativa y de vida de las comunidades como el valor de respetar las trazas urbanas históricas, formas de vida, aspiraciones y sueños de los grupos
sociales implicados.
Hacia una experiencia integradora en México
En la Ciudad de México, por iniciativa de organizaciones del movimiento urbano popular, venimos
perfilando y promoviendo ante el gobierno de la
ciudad varias iniciativas que buscan por un lado la
elaboración y suscripción de la Carta de la Ciudad
de México por el Derecho a la Ciudad y por otro la
realización de un programa demostrativo de producción y de gestión social del hábitat.
Ambas iniciativas están articuladas y se impulsan
y negocian en forma paralela, contando con la acción promotora de varios actores:
Gestión participativa del hábitat
La experiencia social y participativa de un colecti-
 Integrantes de las organizaciones urbanas populares;
vo en la producción de su hábitat abre amplias po-
 Funcionarios del gobierno de la Ciudad;
sibilidades para mantener y profundizar la organi-
 Organizaciones civiles de apoyo técnico;
zación comunitaria durante la fase de uso del con-
 La oficina para América Latina de la Coalición
junto habitacional o del asentamiento construido.
Internacional para el Hábitat.
Por gestión participativa del hábitat entendemos la
Y, adicionalmente, en el caso de la Carta:
acción consciente y responsable de la comunidad
 La Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal (ombudsman capitalino);
{
 El espacio de Derechos Económicos, Sociales
}
social de los recursos.
y Culturales (red civil autónoma de derechos
La siguiente matriz (Figura 1) sintetiza estos pro-
humanos).
pósitos al correlacionar el perfil de la ciudad que
El gobierno de la ciudad reconoce ambas propues-
queremos con los fundamentos estratégicos del
tas como iniciativas de la sociedad civil organizada
derecho a la ciudad esbozados más arriba.
y las apoya activamente en diversas formas.
Los renglones de la matriz expresan las aspiracio-
Tanto el proyecto de la Carta como el de produc-
nes sociales, las columnas, los campos de inter-
ción y gestión social del hábitat tienen como pro-
vención pública y acción social organizada que es
pósito último contribuir, mediante procesos y prác-
necesario activar para concretarlas.
ticas sociales, alternativos a la lógica del lucro, a la
Los nodos de la matriz identifican los cruces estra-
construcción de condiciones en las que prive la so-
tégicos a considerar en la formulación de los pla-
lidaridad, la justicia, la democracia ejercida desde
nes y programas y aquellos que definen campos
la base popular y la interacción sustentable con la
de intervención complementarios o de apoyo.
naturaleza.
También implican la interacción dialéctica entre la
sociedad organizada y los poderes públicos. Inter-
La Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la Ciudad
El proyecto que se viene conformando y debatiendo concibe a la ciudad y su entorno rural como un
sistema complejo en el que todas sus partes están
correlacionadas: los factores socio-culturales, los
económico-laborales y los físico-ambientales.
No se limita a considerar la ciudad como un espacio físico a planificar con propósitos económicos
modernizante para hacerla competitiva globalmente; se parte de un nuevo paradigma centrado en
las personas y comunidades diversas que habitan su territorio y en la viabilidad ecológica y económica de ese conglomerado en el corto y largo
plazos.
Busca estimular la participación activa de la sociedad organizada en el mejoramiento de sus condiciones de vida y en la activación de los cambios
que es necesario impulsar para construir una ciudad justa, viable y disfrutable para todos.
Se trata de cambios que desde el corto plazo mejoren la vida de los habitantes de la ciudad, principalmente la de los más débiles y vulnerables, y
que no pongan en riesgo la calidad de vida de las
generaciones futuras, lo que necesariamente implica un uso más racional y una mejor distribución
acción necesaria para garantizar la apropiación
social de los procesos de cambio y su conducción
corresponsable entre ciudadanía y gobierno.
En la matriz, en tanto expresión del derecho a la
ciudad como sistema complejo, podemos colocar
cualquier tema o actividad que tenga un impacto
territorial
para encontrar sus correlaciones con
otros campos de actividad y con la ciudad en su
conjunto.
De hecho la matriz puede verse como un holograma en el que su observación desde cualquier
ángulo nos conduce a visualizar su correlación con
el conjunto.
En la formulación de la Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la Ciudad hemos optado por
ordenar su parte sustantiva a partir de la ciudad
que queremos, esto es, de los renglones. Así al
cruzar con la primera columna (Ejercicio pleno de
la ciudadanía), cada aspiración social se traduce
en derechos (existentes y por conquistar), para
después avanzar, en las demás columnas, en la
identificación de las acciones que es necesario
implementar, en diversos campos de la gestión
urbana, para viabilizar su ejercicio y garantizar
progresivamente su cumplimiento.
Figura 1: El Derecho a la ciudad, un derecho complejo. Fuente: Elaboración propia.
La carta no se concibe como un programa, sino
dad y al manejo sustentable de los recursos
como una guía de navegación a largo plazo. En
económicos y ambientales;
ella se incluyen compromisos de los diversos acto-

Mejorar la calidad de vida y la convivencia so-
res para avanzar en su implementación. Se espera
cial tanto a lo interno de los conjuntos habita-
que sea firmada este año por el gobierno de la
cionales como en su entorno;
ciudad y los demás actores y que se le dé peso de

ley para impulsarla.
cipantes;

El Proyecto Comunitario de producción y
gestión social del hábitat
En forma paralela pero articulada por los mismos
actores que promueven la carta, se trabaja en el
diseño y gestión ante las autoridades de la ciudad
de un proyecto que busca aplicar los contenidos
del Derecho a la Ciudad a un conjunto de iniciativas comunitarias encaminadas a la producción y
gestión de unidades habitacionales en la Ciudad.
El proyecto se plantea como un proceso de contenido transformador que tiene como objetivos:

Integrar procesos organizativos y formativos de
alto nivel participativo;

Coadyuvar a construir organización social y
ciudadana;

Contribuir a la gestión democrática de la ciu-
Fortalecer la economía barrial y la de los parti-
Generar una nueva cultura solidaria y de apoyo
mutuo;

Rescatar el sentido de pertenencia e identidad
social.
Frente a las tendencias que se plantean al inicio
de este texto, el proyecto se propone fortalecer la
capacidad productiva y de gestión de los sectores
populares para que sean capaces de enfrentar con
mayor eficacia el embate de los grandes intereses
económicos e inmobiliarios que pretenden expropiar sus saberes, frenar sus iniciativas autónomas
e incluso desalojarlos (Figura 2).
Para alcanzar estos objetivos, el proyecto se
estructura en torno a propuestas alternativas a las
tendencias que hoy se imponen desde los centros
de poder corporativo que operan la globalización
económica.
{
Frente a las tendencias a:
La exclusión social
La competencia a ultranza
El individualismo y la destrucción de los colectivos
La homogeneización y el reduccionismo
El control autoritario y la imposición de formas de convivencia urbana
La pasividad y la dependencia que generan las políticas
compensatorias de la pobreza
La producción mercantil de la ciudad y de la vivienda
}
El proyecto plantea:
El desarrollo de procesos incluyentes que reconozcan e
incorporen la pluralidad e impidan la discriminación
La solidaridad y la ayuda mutua
La prevalencia de la organización, la comunidad y lo colectivo
El respeto y el fomento a la diversidad cultural y de opciones que de ella se derivan
La gestión participativa y democrática del hábitat
La inserción informada, productiva y responsable de los
pobladores en la planeación, producción y gestión de su
hábitat
La producción y la gestión social no lucrativa de la vivienda y el hábitat
La apropiación individual o corporativa privada del suelo y
La apropiación, uso y gestión colectiva del suelo, de los
otros bienes comunes
espacios públicos y de otros bienes comunes
El consumismo hegemónico y la mercantilización de todos
La producción, distribución y consumo basado en princi-
los satisfactores humanos
pios económicos solidarios
El deterioro ambiental y la depredación de la naturaleza
El manejo sectorizado y especializado de los componentes
del hábitat por los gobiernos o la empresa privada
La sustentabilidad ambiental, el uso responsable de los
recursos y la interacción respetuosa con la naturaleza
La gestión integral del hábitat por y desde la comunidad
organizada en vinculación con programas públicos mutuamente aceptados
La imposición de modelos de intervención tecnocráticos y
La planeación y el diseño participativo de opciones ade-
de prototipos únicos
cuadas a circunstancias y procesos sociales específicos
Figura 2: Alternativas que caracterizan al Proyecto Comunitario de Inclusión en la Ciudad. Fuente: Elaboración propia.
En base a estos lineamientos y a los fundamentos
estratégicos de la Carta por el Derecho a la Ciudad, se formuló un documento que detalla las características del proyecto, las acciones necesarias
para concretarlo y los compromisos que asumen
las personas, las familias y las organizaciones interesadas en ser parte de esta iniciativa algunas
con más de 2.000 participantes.
Más de veinte organizaciones sociales están involucradas a este proceso estudiando y debatiendo
Algunos referentes históricos de la
propuesta
Estos lineamientos se fundamentan en múltiples
experiencias concretas ya realizadas en América
Latina y particularmente en México. Experiencias
complejas que hemos venido registrando y sistematizando,2 y que incluyen varios de los componentes y lineamientos mencionados. En los Cuadros recogidos como anexos se presenta una sín-
el documento, organizando su ahorro y sus comisiones de trabajo, conociendo a fondo sus condiciones, posibilidades y capacidades y negociando
con las autoridades su acceso a suelo adecuado y
a los apoyos necesarios para realizar sus respectivos proyectos.
2
Con motivo del Foro Universal de las Culturas y del Foro Urbano Mundial, realizados en Barcelona, en 2004, HIC reunió y
sistematizó 45 casos regionales de producción y gestión social
del hábitat y publicó un libro en el que se presenta este trabajo
y fichas de otras regiones del planeta (Ortiz, E. y Zárate, L. De
la marginación a la ciudadanía. Barcelona: Hábitat Internacional Coalition / Forum Barcelona, 2004).
tesis de tres de estos casos.
rios para desarrollarse.
El primero de ellos, la Cooperativa Unión de Palo
Hoy buscamos que estas experiencias puntuales,
Alto, constituye un caso emblemático de lucha por
muchas de ellas premiadas por diversos organis-
el derecho a la Ciudad y el primer proyecto de
mos como “mejores prácticas”, sirvan como refe-
producción y gestión social de un conjunto habita-
rente para impulsar, conjuntamente con los movi-
cional cooperativo en la Ciudad de México. Por la
mientos sociales urbanos y otros actores opuestos
situación económica precaria de esta comunidad y
a las políticas mercantiles y homogeneizantes del
por la falta de instrumentos financieros programá-
neoliberalismo, no solo la realización de este pro-
ticos y administrativos adecuados a esta forma de
yecto demostrativo sino la instauración de un sis-
producción, se trata de un conjunto que se desa-
tema público de apoyo a la producción social y a la
rrolló en forma progresiva durante varios años.
gestión participativa del hábitat.
Esta y otras experiencias rurales y urbanas que
se realizaron a finales de los años 60 y la primera
Consideraciones finales
mitad de los años 70, fueron referente importante
La magnitud de las carencias sociales y la urgen-
en la formulación de las políticas, estrategias e
cia de dar soluciones a corto plazo son considera-
instrumentos que se integraron en el primer Pro-
ciones que orientan las decisiones mercantiles y
grama Nacional de Vivienda decretado en 1979.
políticas hacia soluciones tecnocráticas, general-
Una de las decisiones importantes que se deriva-
mente masivas y repetitivas, que buscan la efi-
ron de este Programa fue la creación del Fondo
ciencia y que ignoran los factores sociales y cultu-
Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO),
rales que dan sentido, diversidad y condiciones de
organismo encargado de financiar la vivienda de
convivencia a nuestras ciudades.
los sectores de más bajos ingresos del país, inclu-
¿Cómo resolver las contradicciones que impiden
yendo en forma prioritaria a los autoproductores
que la producción y la gestión participativa del há-
organizados.
bitat rural y urbano formen parte de las políticas
El segundo y tercer casos, Cananea y el Capulín,
de desarrollo urbano y regional?
desarrollados varios años más tarde, contaron ya
¿Cómo acotar los tiempos y darle escala a esta
con apoyos y financiamientos institucionales, lo
forma de producción y de gestión del hábitat?
que facilitó y acortó en mucho, pese a su comple-
No es ciertamente haciendo más de lo mismo, im-
jidad, los tiempos de realización de estos conjun-
poniendo modelos cerrados de intervención ni re-
tos.
produciendo masivamente unos cuantos prototipos
Se trata en los tres casos de proyectos entre los
y grandes conjuntos de casas o departamentos.
20 y 35 años de existencia que, a pesar de múlti-
Los caminos para abrir cauce a esta nueva forma
ples problemas que han debido enfrentar para
de producción y gestión del hábitat rural y urbano,
desarrollarse en un ambiente hostil, se mantienen
darle escala y eficacia, pasan por:
organizados y en constante proceso de mejora-

Reconocer el enorme potencial que esta forma
miento. Estas y muchas otras experiencias mues-
de producción y gestión social del hábitat tiene
tran la validez del planteamiento y el interés que
en la construcción de ciudadanía activa y res-
hoy moviliza a muchas organizaciones sociales y
ponsable, de una economía popular más fuer-
otros actores a reivindicar la producción social del
te, de condiciones ambientales más sanas y
hábitat como un sistema que cuente con los ins-
viables a largo plazo, de ciudades incluyentes,
trumentos y apoyos financieros y técnicos necesa-
seguras, habitables y disfrutables.
{




Diseñar y operar un sistema articulado de ins-
El reto es no sistematizar los productos (viviendas,
trumentos de apoyo, jurídicos, financieros, ad-
conjuntos, equipamientos, trazos urbanos) sino los
ministrativos, de inducción y de fomento orga-
procesos de gestión de los organismos públicos
nizativo y tecnológico que faciliten su desarro-
para hacerlos capaces de administrar con eficacia
llo.
la complejidad. Tenemos hoy las herramientas
Impulsar un sistema abierto y flexible de opcio-
necesarias para hacerlo.
nes programáticas que permitan responder a la
Ciudades y pueblos rurales más habitables y sus-
diversidad de condiciones, iniciativas y formas
tentables, una mayor diversidad de propuestas ur-
organizativas de la población participante.
banas y arquitectónicas, procesos participativos
Operar un sistema permanente de formación y
más vigorosos y propositivos, comunidades mejor
capacitación de los diversos actores involucra-
organizadas, mayores oportunidades de conviven-
dos, dando atención prioritaria a los aspectos
cia social y de fortalecimiento comunitario en lo
socio-organizativos y a la construcción de una
formativo, lo económico y lo cultural y cambios es-
nueva cultura cimentada en la solidaridad, la
tratégicos en las políticas públicas son algunos de
confianza y la ayuda mutua.
los resultados que es posible esperar de estos
Generar mecanismos participativos de planea-
procesos.
ción, seguimiento y evaluación que permitan
acumular experiencia y retroalimentar los procesos.

}
Cita del artículo:
ORTIZ Enrique. Derecho a la ciudad, producción social
y gestión participativa del hábitat. La promoción de ini-
Abrir espacios de interlocución y gestión co-
ciativas comunitarias incluyentes en la Ciudad de Méxi-
rresponsable Estado-sociedad organizada, pa-
co. Hábitat y Sociedad, 2010, nº 1, p. 55-70.
ra facilitar y revisar permanentemente la aplica-
<www.habitatysociedad.us.es>.
ción de las políticas y la operación de los programas.
La implementación de estos y otros instrumentos
y espacios participativos permitirá que el gran
desafío cuantitativo a resolver no dependa solo de
la producción masiva de grandes unidades habitacionales homogéneas sino de la multiplicación de
iniciativas sociales urbanas y habitacionales muy
diversas.
Anexos: Cuadros
Cuadro 1. Cooperativa de Vivienda “Unión de Palo Alto”
Ubicación: Km. 14.5 de la carretera México-Toluca. Cuajimalpa, Distrito Federal.
Antecedentes
La comunidad de Palo Alto se origina en la explotación de unas minas de arena en la periferia de la Ciudad
de México, por un grupo de migrantes del campo. Además de los bajos salarios que percibían, eran obligados a arrendar un pedazo de tierra para construir con sus propios medios, viviendas provisionales, mismas
que en caso de dejar el trabajo pasaban a ser propiedad del dueño de las minas.
A principios de los años 70, al terminarse la explotación de las minas (35 años después de haberse iniciado), la zona de Palo Alto quedó rodeada por asentamientos residenciales de lujo y el dueño trató de erradicar a sus antiguos trabajadores, con miras a cambiar el uso del suelo, aprovechando la magnifica ubicación
de los terrenos de Palo Alto.
Es entonces que los vecinos se organizan e inician una larga lucha para no ser expulsados a zonas periféricas más alejadas y menos habitables.
Tamaño de la población participante y beneficiaria
Doscientas treinta y siete familias fueron las originarias de la cooperativa, la cual actualmente cuenta con
aproximadamente 2.500 habitantes.
Aspectos innovadores
En lo socio-organizativo, Palo Alto fue la primera cooperativa de vivienda registrada en el DF, la primera en
plantearse la propiedad cooperativa (la propiedad del conjunto habitacional es de la cooperativa, la cual establece un contrato de uso con sus socios) y la primera en plantear un concepto integral de los diferentes
aspectos que constituyen un asentamiento humano.
Componentes del programa o proyecto (breve caracterización de cómo se articulan).
Viviendas, servicios y equipamientos
El primer paso fue resolver la amenaza de desalojo y adquirir la tierra. Las viviendas se construyeron por
razones estratégicas antes que los servicios y equipamientos. Una vez construida la primera fase de viviendas, se fueron introduciendo poco a poco las redes de alcantarillado y de agua potable, pavimento de las
calles y la electricidad.
Ya consolidado el asentamiento, se construyó una cancha de fútbol, una biblioteca, la capilla de la colonia,
se gestionó la construcción de una escuela ubicada en la cercanía, una lechería, una unidad de planificación familiar, un consultorio médico (el cual por falta de presupuesto de la delegación ahora funciona sólo
como dispensario), juegos infantiles y además una casa se destinó para funcionar como jardín de niños.
También se construyó una bodega para la cooperativa, el salón de asambleas, la tortillería, la tienda, la extinta productora de tabiques y recientemente se construyó con la colaboración del actual Gobierno del Distrito Federal un salón de usos múltiples, un área de cómputo con acceso a Internet para los jóvenes y un gimnasio.
Además se reservó un área para construir departamentos para los hijos de los socios, una parte de este
proyecto ya fue construida y está habitada.
{
}
Aspectos sociales y culturales
La participación de los habitantes ha sido muy importante, y en particular de las mujeres, quienes a lo largo
del proceso siempre han sido muy participativas, incluso son ellas las que más asisten a las asambleas.
En los aspectos educativos se han realizado campañas internas de alfabetización, se participa en los problemas de escolarización de los niños y adolescentes y se realiza un trabajo permanente de educación
cooperativa. Asimismo, se han organizado en distintos momentos grupos de teatro con miembros de la comunidad, que han representado momentos importantes de su historia para fortalecer su identidad entre las
nuevas generaciones.
En el campo de la salud, se ha trabajado tanto en la atención directa como en la prevención a través de
campañas de mejoramiento ambiental, higiene y nutrición.
Por decisión de la asamblea se organizó una comisión juvenil que trabaja con los varios cientos de jóvenes
y adolescentes de la comunidad.
Fortalecimiento económico de los participantes y/o sustentabilidad ecológica
Durante el proceso se han creado distintas actividades y empresas generadoras de ingresos, entre ellas
una tienda de la cooperativa, una tortillería y, durante la construcción, una productora de tabiques y un taller
de herrería para la construcción de las casas. Las ganancias se aplican a obras de beneficio común de la
cooperativa; además de generar empleos para algunos miembros de ésta.
En la fase de construcción los habitantes eran contratados para realizar tareas de albañilería, electricidad,
plomería, herrería y otros oficios, recibiendo un sueldo por su trabajo.
Contribución al desarrollo urbano
Esta experiencia, además de articularse en distintos proyectos de desarrollo y mejoramiento urbano orquestados por las autoridades de la ciudad, constituye un caso paradigmático de la lucha por el Derecho a la
Ciudad.
Logros y principales lecciones aprendidas
Principales impactos
La organización cooperativa ha demostrado ser un instrumento eficaz para el logro de resultados concretos
tanto para el propio grupo como para el impulso de esta forma de enfocar la acción habitacional en el país.
Algunos de los logros más significativos han sido:
- El abaratamiento de los costos de producción de su vivienda, al permitirles adquirir la tierra más barata,
comprar en forma masiva sus materiales, producir componentes de sus viviendas, racionalizar su construcción y realizar diversas tareas relacionadas con la gestión y administración de los proyectos y las
obras.
- Reforzamiento de la economía del grupo al generarse fuentes internas de trabajo.
- Superación de problemas sociales arrastrados por varias décadas: analfabetismo, insalubridad, alcoholismo, pasivismo, desintegración familiar.
- Canalización de asesoría técnica, vinculada directamente a la cooperativa en los campos social, financiero, arquitectónico, urbanístico, administrativo y contable, lo que ha permitido un manejo creciente de conocimientos técnicos en estos campos por los propios cooperativistas.
Cuadro 2. Cananea: Producción y gestión social de un barrio
Ubicación: Predio El Molino, Iztapalapa, México D.F., México.
Breve descripción del caso
Experiencia orientada a mejorar las condiciones de vida de familias de escasos recursos a través de programas de autoproducción de vivienda, abasto, salud, nutrición y de actividades educativas, ecológicas,
culturales, deportivas, infantiles y juveniles, principalmente con las mujeres de la comunidad.
Antecedentes
A principios de 1983, cuatro grupos de solicitantes se organizan a partir de la necesidad común de vivienda digna, para responder a la oferta de Fonhapo para desarrollar un conjunto de 2.000 viviendas,
mediante procesos de producción social organizada, en el predio El Molino, propiedad de este organismo.
Uno de los grupos participantes se conformó legalmente como Unión de Colonos, Inquilinos y Solicitantes de Vivienda (UCISV-Libertad A.C.). Sus integrantes fomentaron el ahorro para pagar el enganche del
terreno e iniciaron la gestión de un crédito con el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO), para financiar la adquisición de una parte del predio y la autoproducción de 1.087 viviendas.
Tamaño de la población participante y beneficiada
En forma directa, las 1.087 familias integradas al proyecto Cananea. Otras 1.000 familias en los restantes
tres grupos participantes y miles de habitantes en el entorno del Predio El Molino que no contaban con
servicios ni urbanización.
Aspectos innovadores
El proyecto maneja innovaciones principalmente en lo socio-organizativo y en lo tecnológico. Destaca la
articulación que se da entre gestión social, producción del hábitat, mejoramiento ambiental y fortalecimiento económico.
Componentes del proyecto (breve descripción de cómo se articulan)
El proyecto incluye, en cuanto al hábitat, adecuaciones del suelo, construcción de vivienda progresiva
(primera etapa 54 m2 y otro tanto previsto para crecimiento futuro), urbanización, saneamiento alternativo
y espacios recreativos, culturales, educativos y productivos.
En cuanto al componente social, se alcanzó un alto nivel de participación, organización y autonomía del
grupo. Desde el inicio, la comunidad ejerció el control del proceso y tomó las decisiones; administró los
recursos provenientes tanto de aportaciones externas y de crédito como de la movilización de diversos
activos de la propia comunidad; realizó la negociación con los demás actores y definió sus planes de acción.
Además, participó organizadamente en la formación de sus miembros y en la autoconstrucción de sus
viviendas, con recursos y trabajo en la adecuación del terreno, en la urbanización y en la habilitación de
espacios públicos. Posteriormente ha venido gestionando escuelas, iglesias, mercados, deportivos, biblioteca, centros culturales, cocinas populares y estancias infantiles.
De esta manera, se instalaron y desarrollaron proyectos de vivienda para más de mil familias que hoy
cuentan con una vivienda digna, comedores y desayunadores comunitarios, centros de desarrollo infantil,
{
}
manejados por madres de familia de la misma comunidad, espacios de atención a la salud y de capacitación de promotoras en salud alternativa. Recientemente (2008) esta y las otras 3 organizaciones que habitan en El Molino han habilitado cuatro áreas comunitarias baldías para el cultivo de hortalizas, contribuyendo así a mejorar la alimentación y la economía de las familias participantes y las condiciones ambientales de la zona.
A partir de experiencias como ésta, la organización social replicó este proyecto en otros lugares donde
ha desarrollado proyectos de educación abierta en primaria y secundaria para personas que trabajan. Ha
instalado bibliotecas comunitarias con espacios de trabajo con niños, jóvenes y adultos, en donde además de la consulta bibliográfica se les ayuda y orienta en las tareas. Además, hoy cuenta con espacios
culturales donde se promueven actividades de danza, baile de salón, rescate de costumbres culturales
de la comunidad; talleres de serigrafía, mimbre, cestería, chocolate artístico, arte con semillas, así como
de prevención de SIDA y contra las adicciones, sexualidad, autoestima, defensoría de los derechos de
los niños y los jóvenes, etc.
Han construido parques ecológicos y rescatado áreas verdes en diferentes colonias, instalando canchas
deportivas y áreas de juegos infantiles. También han promovido talleres para reciclar y reutilizar
desechos de plástico, papel y vidrio.
Aspectos organizativos
La organización opera bajo la forma legal de Asociación Civil, con asambleas por manzana que se reúnen cada ocho días y por sección cada mes, donde se deciden las soluciones a los problemas y se informa a las comisiones de Organización, Finanzas, Técnica, Cultura y Prensa, Ecología, Honor y Justicia, Mujeres, Abasto y Salud.
Las decisiones se toman, según el tipo de asunto, por consenso o por votación, para dar agilidad y legitimidad a los procesos. La asamblea conduce y da seguimiento a los procesos y analiza las cuentas que
rinden los responsables de cada actividad.
Logros y principales lecciones aprendidas
Para las mujeres fue una experiencia nueva, fue un triunfo y un logro personal y colectivo.
Los resultados del proyecto han tenido impacto en otras experiencias y tienen un alto potencial para
promover cambios en las políticas públicas.
La inserción de esta experiencia innovadora en la zona, ahora muy poblada, y el hecho de estar junto
con otras organizaciones fraternas en el predio, tiene una gran significación urbana, al constituirse en
una experiencia de alto impacto en temas como la producción social del hábitat, la gestión democrática
de la ciudad y la sustentabilidad ambiental y económica en comunidades de bajo ingreso.
Cuadro 3. Conjunto Autogestionario El Capulín
Ubicación: Naucalpan de Juárez, Estado de México, México.
Antecedentes:
Un grupo de obreros, empleados, artesanos y comerciantes ambulantes de bajos ingresos integraron, en
1988, la sección Tierra y Libertad de la Unión de Colonos, Inquilinos y Solicitantes de Vivienda Libertad
(UCISV-Libertad), organización social que para esas fechas había promovido varios proyectos habitacionales.
UCISV-Libertad recurrió al Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO) para gestionar un terreno de su propiedad denominado “El Capulín” y crédito para adquirirlo, urbanizarlo y para la edificación de
163 viviendas.
Tamaño de la población participante y beneficiaria:
En forma directa, 163 familias, alrededor de 1.000 habitantes; indirectamente miles de habitantes en el entorno de El Capulín y aguas abajo del arroyo que limita el predio en uno de sus lados.
Aspectos innovadores
El proyecto maneja innovaciones principalmente en lo socio-organizativo y en lo tecnológico. Destaca la articulación que se da entre gestión social, producción del hábitat, mejoramiento ambiental y fortalecimiento
económico.
Componentes del proyecto (breve descripción de cómo se articulan)
El proyecto incluyó, en cuanto al hábitat, adquisición y adecuación del suelo, construcción de vivienda progresiva (primera etapa 53 m2 y otro tanto previsto para crecimiento futuro), urbanización, saneamiento alternativo y espacios productivos.
Se estableció inicialmente una escuela primaria autogestionada para 420 alumnos (12 grupos), construida provisionalmente por la comunidad. Desde noviembre de 2005 cuentan con un nuevo edificio de 14 aulas, laboratorio, biblioteca y aula de cómputo. Cuentan también con espacios adaptados para atención de
preescolares y un club de la tercera edad, y reserva para áreas verdes, salón comunal y capilla.
En cuanto al componente social, se han alcanzado altos niveles de participación, organización y autonomía del grupo. Desde sus primeros pasos la comunidad ejerce el control del proceso y de las decisiones;
administra los recursos provenientes tanto de aportaciones externas y de crédito como de la movilización de
diversos activos de la propia comunidad; realiza la negociación con los demás actores y define sus planes
de acción.
Aunque por restricciones del organismo financiero se le impidió participar en tareas de autoconstrucción
de sus viviendas, la comunidad participó organizada y activamente con recursos y trabajo en la adecuación
de su terreno y la construcción de los muros de contención, la infraestructura alimentadora de agua al conjunto, las redes que alimentan la planta de tratamiento, la propia planta y el invernadero, las guarniciones y
aceras del conjunto y la escuela provisional.
En el proceso participativo destaca el papel de las mujeres como principales conductoras del proceso, de
la larga lucha para hacerlo posible y del proyecto productivo.
Dos componentes articulados dentro del proyecto son el ecológico y el económico. La planta de trata-
{
}
miento de aguas grises y negras permite obtener al final de un proceso de descomposición anaeróbica y de
filtraje biofísico aguas para riego. Esto llevó a construir y operar un invernadero que la comunidad destinó al
cultivo comercial de flores, generando además excedentes económicos para la organización, un empleo en
el mantenimiento de la planta y 20 potenciales en los cultivos. Existen cisternas individuales captadoras de
agua pluvial en las viviendas que apoyan la operación de la planta y ahorran costos.
En cuanto a su impacto urbano, además de la contribución a la sustentabilidad ambiental de la zona, el
proyecto incluyó la donación de un espacio para la escuela y para equipamiento deportivo que atiende necesidades barriales y constituye un ejemplo de alto impacto visual y organizativo en su entorno.
El componente aglutinador de esta experiencia son los procesos de capacitación, organización y gestión
participativa del conjunto de componentes y procesos.
Aspectos organizativos
La organización opera bajo la forma legal de asociación civil, se estructura a nivel vecinal por cuadras y actúa en base a comisiones permanentes como las de abasto, técnica, ecológica, finanzas, salud, educación,
cultura, deporte, prensa y propaganda, política, honor y justicia, archivo.
Se organizan también brigadas que integran personas de las diferentes comisiones. Ambas informan de
sus actividades a la comunidad cada 8 días en asambleas que se realizan desde hace 20 años los domingos.
Las decisiones se toman, según el tipo de asunto, por consenso o por votación para dar agilidad y legitimidad a los procesos. La asamblea conduce y da seguimiento a los procesos y recibe y analiza las cuentas
que rinden los responsables de cada actividad.
La comunidad ha movilizado diversos recursos sociales y financieros: ahorro, mano de obra, materiales y la
gestión. Obtuvo fondos públicos para el financiamiento del conjunto habitacional y, para la construcción de
la planta, recurrió a una combinación de recursos de crédito y a fondo perdido tanto federales como estatales y municipales.
Logros y principales lecciones aprendidas
Además de haberse producido las 163 viviendas y de construir y de manejar la escuela primaria, se cuenta
a la fecha con la planta de tratamiento, el invernadero y otros equipamientos operando.
La planta, además de proteger el medio ambiente, ya que no utiliza químicos, protege el manto freático, recupera recursos utilizados en el cultivo, utiliza poco espacio (160 m2) y no gasta energía.
Se ha dado un alto impacto en la vida de las mujeres participantes en el proceso (este caso fue escogido
para su registro en un video internacional presentado en Hábitat II).
La comunidad ha crecido mucho, no sólo por haber logrado sus objetivos habitacionales sino por el desarrollo de su capacidad negociadora y de gestión de un barrio y de un sistema de manejo de agua. Se fortalece la economía de la comunidad y se desarrolla la conciencia ecológica del grupo y se abren con ello
nuevas perspectivas.
{
y
}
www.habitatysociedad.us.es
El derecho a la ciudad. Praxis de la utopía
Ana Sugranyes
Resumen
El derecho a la ciudad fue formulado en defensa de los chabolistas en Francia a finales de los años 60. A partir de los
años 90, organizaciones civiles y foros internacionales en América Latina han retomado los valores de este derecho colectivo emergente para construir una propuesta de cambio y alternativa a las condiciones de vida urbana generadas por
las políticas neoliberales. El derecho a la ciudad propicia el ejercicio pleno de la ciudadanía y de todos los derechos humanos, la producción y gestión social del hábitat, la gestión democrática de la ciudad, a través de la participación de la
sociedad de forma directa; propugna la función social de la propiedad y de la ciudad, donde predomine el bien común
sobre el derecho individual de propiedad, lo que implica el uso socialmente justo y ambientalmente sustentable del espacio urbano. Ahora este derecho está incorporado en la Constitución de Ecuador, el Estatuto de la Ciudad en Brasil y
la Carta por el Derecho a la Ciudad en el Distrito Federal de México. Es una bandera política del “buen vivir” en ciudades de todo el mundo.
Palabras clave
Derechos colectivos; Derechos humanos; Participación ciudadana; Función Social de la Ciudad; Función Social de la
propiedad; Desarrollo sustentable.
Abstract: The Right to the City. Praxis of utopia
The Right to the City was formulated in defence of the slum dwellers’ claims in France at the end of the 1960s. Since the
1990s, many Latin American civil organizations and international forums have resumed the struggle for these emerging
collective rights in order to construct a proposal for change and an alternative to the current urban conditions created by
neoliberal policies. The Right to the City is based on the full recognition of citizenship and of human rights, the social
production and management of habitat, the democratic management of the city by means of the direct participation of
civil organizations. It advocates the social function of ownership of the city, where public wealth prevails over individual
property rights, which implies the urban space is to be used with social justice in a sustainable environment. Nowadays
this right is included in the new Constitution of Ecuador, the City Statute in Brazil, and the Charter for the Right to the City
in Mexico Federal District. It is one of the “well being” political banners in many cities all over the world.
Key words
Collective Rights; Human Rights; Citizen Participation; Social Function of the City; Social Function of Ownership; Sustainable Development.
Recibido: 13/09/2010; aceptado: 4/11/2010

Artículo basado en documentos de Ana Sugranyes y Charlotte Mathivet (vid. Sugranyes y Mathivet, 2010).

Datos de contacto: Ana Sugranyes, PhD General Secretary, Habitat International Coalition (HIC). Bueras 142, Of. 22. 8320135 Santiago, Chile. E-mail: [email protected].
{
}
En América Latina, en los Estados Unidos y, de
del derecho a la ciudad, concepto, idea, programa
forma dispersa en otras partes del mundo, el dere-
(y no solo eslogan) definido en el libro Le droit à la
cho a la ciudad es ahora una propuesta política de
ville,4 del filósofo y sociólogo francés Henri
cambio y alternativa a las condiciones de vida ur-
Le-febvre en 1968. Es la relación entre la pobreza
bana creadas por las políticas neoliberales. Según
urbana, la formulación intelectual crítica contra el
Purcell (2009), “el derecho a la ciudad de Lefebvre
sistema y el movimiento social de 1968 lo que re-
implica reinventar radicalmente las relaciones so-
troalimenta el derecho a la ciudad formulado por
ciales del capitalismo y la estructura espacial de la
Lefebvre.
1
ciudad”. Es así como Lefebvre (1968, 3ª ed. 2009,
Mirando a los diversos actores, y dentro de ellos a
p. 108) afirmaba que “el derecho a la ciudad no
los movimientos sociales que reivindican el dere-
puede concebirse como el simple derecho de visi-
cho a la ciudad en sus luchas, creemos que este
ta o de regreso a las ciudades tradicionales. Pue-
derecho sigue teniendo una importancia en la vi-
de formularse solamente como derecho a la vida
gencia del pensamiento de Lefebvre y de los que
urbana, transformada, renovada”.
2
han continuado con el tema después de él. Esta
Esta reformulación de la vida urbana propone ma-
vigencia y persistencia en el tiempo aparecen co-
yor equidad, donde la mayoría de los habitantes
mo su gran fuerza. Si bien en 1968 ha sido
logren ser felices y solidarios, generando y redis-
Lefebvre5 con sus escritos y debates en las aulas
tribuyendo los beneficios de la ciudad para todas y
sobre el derecho a la ciudad quien alimentó el mo-
todos. Somos conscientes de los desafíos de esta
vimiento estudiantil hacia la subversión y la rebel-
aspiración de justicia social; algunos la llaman
día contra el orden establecido, hoy son los movi-
quimera o ilusión. Nosotros la llamamos utopía in-
mientos sociales con la bandera del derecho a la
dispensable para otro mundo posible.
ciudad quienes se empoderan en sus luchas con-
En esta gran tarea de (re)inventar condiciones del
tra los efectos del sistema neoliberal, como la pri-
3
“buen vivir”, o “Sumak Kawsay” –como lo recla-
vatización de los espacios públicos, el uso mer-
man los indígenas andinos– es imprescindible
cantil de la ciudad, la predominancia de industrias
construir estrategias globales para crear otra ciu-
y espacios mercantiles o la fragmentación del es-
dad y otras relaciones humanas. Los movimientos
pacio urbano marcando nuevas barreras entre po-
sociales, como dijo Harvey (2009), juegan en eso
bres y ricos.
un importante papel a través de sus luchas coti-
Cuarenta y dos años después de la primera formu-
dianas por una sociedad más igualitaria, y especí-
lación del derecho a la ciudad es sorprendente
ficamente por una ciudad más justa.
que esta idea siga en pie y convoque a los movimientos sociales, académicos, organizaciones de
Génesis y evolución de este derecho
colectivo
Recordemos el contexto histórico de la aparición
1
Cita original en francés: «Le droit à la ville de Lefebvre implique de réinventer radicalement les relations sociales du capitalisme et la structure spatiale de la ville».
2
Cita original en francés: «Le droit à la ville ne peut se concevoir comme un simple droit de visite ou de retour vers les villes
traditionnelles. Il ne peut se formuler que comme droit à la vie
urbaine, transformée, renouvelée».
3
“Sumak Kawsay es quichua ecuatoriano y expresa la idea de
una vida no mejor, ni mejor que la de otros, ni en continuo desvivir por mejorarla, sino simplemente buena” (Tortosa, 2009).
la sociedad civil, tan heterogéneas, y en diferentes
partes del mundo. Ni tan sorprendente, ya que las
estrategias populares para luchar contra la lógica
de la globalización mercantil actúan desde lo local
con la perspectiva global del derecho a la ciudad.
Además del debate académico sobre el sentido
4
Vid. Lefebvre, 1968, Préface de R. Hess, S. Deulceux y G.
Weigand.
5
Y los situacionistas, entre otros. Para este debate entre
situacionistas y Lefebvre, vid. Simay, 2009.
político del derecho a la ciudad y de los aportes
pobreza. Frente a estas realidades, tenemos que
legales para llegar a justicializar este derecho co-
difundir nuevas miradas, que entiendan las singu-
lectivo emergente, también es importante articular
laridades locales, respeten la diversidad y recha-
las luchas, describiéndolas en función de cada
cen los efectos perversos que conllevan las imá-
contexto local, con una mirada global para generar
genes negativas creadas por el asistencialismo y
nexos, crear redes, y definir alianzas.
el discurso mediático.
Según Jordi Borja (2000), “el desarrollo y legitima-
Como lo afirma el autor uruguayo Raúl Zibechi
ción de los derechos ciudadanos dependerá de un
(2007, p. 8), “quienes estamos comprometidos con
triple proceso: i) cultural, de hegemonía de los va-
la causa de la emancipación y de los movimientos
lores que están en la base de estos derechos y
sociales, necesitamos promover reflexiones, análi-
explicitación de los mismos; ii) social, de moviliza-
sis y formulaciones teóricas que reconozcan y
ción ciudadana para conseguir su legalización y la
aborden estas “sociedades otras”, que las ciencias
creación de mecanismos y procedimientos que los
sociales del sistema tienen dificultad para visibili-
hagan efectivos; iii) político-institucional para for-
zar”. Y agrega que es por esto que “estamos ne-
malizarlos, consolidarlos y desarrollar las políticas
cesitados de pensamiento e ideas anclados en
para hacerlos efectivos”.
esas sociedades diferentes, no solo comprometi-
El mismo autor afirma que los actores principales y
dos con ellas sino formando parte de ellas” (ibíd.).
emergentes de este proceso no son las estructu-
Para entender las distintas facetas de estrategias
ras políticas tradicionales de poder (estado y parti-
y experiencias, cabe resaltar cuatro enfoques: las
dos políticos) sino grupos sociales, a veces muy
luchas populares contra la marginalización y los
heterogéneos.
desalojos; las iniciativas populares de empodera-
Desde hace veinte años, la Coalición Internacional
6
miento; la implementación del derecho a la ciudad
del Hábitat (HIC, de su sigla en inglés ) está invo-
a través del marco legal; la planificación y políticas
lucrada en este triple proceso, acompañando a
públicas.
movimientos y grupos sociales de diferente índole.
Estas estrategias están estrechamente articuladas
Hemos recogido muchas propuestas y experien-
entre ellas y tienen una lógica de continuidad en el
cias que ilustran la diversidad de estos actores en
tiempo desde la resistencia contra las violaciones
la construcción del derecho a la ciudad, a través
del derecho a la ciudad a las acciones hacia su
de conquistas, derrotas y rearticulaciones (en
implementación. De esta manera, gracias a estas
otras palabras: aciertos, errores y recomposicio-
iniciativas populares de luchas sociales sostenidas
nes de fuerzas). Buscamos documentar estrate-
durante décadas se ha logrado en varios países la
gias políticas que emanan de esta diversidad de
incorporación del derecho a la ciudad en los mar-
actores y que buscan incluir este enfoque de dere-
cos constitucionales y normativos como ya se ha
cho colectivo en las instancias de toma de deci-
logrado en Brasil, Ecuador, Bolivia y en la ciudad
sión. Es difícil mirar y entender los cambios, las
de México, pioneros en este gran desafío.
rebeliones y las propuestas que surgen de los ba-
A menudo las políticas públicas y la planificación
rrios y territorios. Cada una de estas expresiones
urbana se evidencian contrarias al derecho a la
corresponde a problemas distintos, de marginali-
ciudad y al buen vivir, acelerando y profundizando
dad, de delincuencia, de segregación, de auto-
los efectos negativos de la globalización mercantil.
construcción mal asistida, de estigmatización de la
A su vez, pueden ser instrumentos que generan
procesos de cambios, revirtiendo situaciones de
6
Para más información, ver el sitio <http://www.hic-net.org/>.
{
}
desigualdad e injusticia.
movimientos sociales, organizaciones, intelectua-
La diversidad de actores involucrados para alcan-
les, militantes y activistas muy diversos, pero to-
zar cambios es el reflejo de esta misma voluntad
dos buscando el cambio social, se reivindican co-
que expresaba Zibechi de dar a conocer las ideas
mo colectivo movilizado del movimiento por el de-
y las prácticas de los movimientos sociales, siem-
recho a la ciudad y ya no como parte de la clase
pre y cuando mantengamos el respeto a estos
obrera. Uno de los cambios más relevantes que se
movimientos, sin caer en el error de hablar en
han dado en estas últimas décadas es el recono-
nombre de ellos. Otro desafío es el de acompañar
cimiento del rol de la mujer dentro de estos proce-
a estos movimientos aportando las capacidades y
sos. Asimismo, es de suma importancia reconocer
los conocimientos respectivos. Conscientes de es-
la discriminación adicional hacia la mujer en el es-
tos retos, se expresa la diversidad de caminos
pacio público a la hora de construir ciudades más
emancipatorios hacia la efectividad del derecho a
equitativas.
la ciudad y la construcción de otra ciudad.
También es importante destacar el rol que el es-
Es fundamental reconocer y sacar partido de esta
pacio del Foro Social Mundial (FSM) ha facilitado
diversidad de pensar el derecho a la ciudad y de
para los movimientos sociales y para su articula-
actuar para implementarlo. Esto pasa por la articu-
ción en expresiones globales en torno a diferentes
lación y retroalimentación entre los actores así
derechos emergentes colectivos en el mundo, en-
como entre la teoría y la acción. El respeto de los
tre ellos la marcha mundial de las mujeres, la so-
procesos sociales, a través de una autocrítica
beranía alimentaria, los pueblos indígenas, los
permanente y una vigilancia de posibles usurpa-
afrodescendientes, los inmigrantes y ahora el de-
ciones del propósito inicial del derecho a la ciudad,
recho a la ciudad. Efectivamente, el FSM desde
puede evitar la tergiversación del discurso sobre
hace diez años ha facilitado estrategias globales
este derecho.
para que diferentes movimientos se conozcan, in-
Muchos cambios se han dado en el mundo entre
tercambien, aprendan y reanalicen su propia expe-
la aparición del derecho a la ciudad en las aulas
riencia a la luz de lo discernido en otros movimien-
del profesor Lefebvre y las formas actuales de
tos. Esto ha llevado a movimientos y redes a for-
reivindicaciones de los movimientos sociales ur-
mular Cartas, Declaraciones y Agendas para se-
banos. El sociólogo estaba convencido de que el
guir con la lucha por el derecho a la ciudad.
agente de cambio, la única clase social que podía
Los avances hacia el derecho a la ciudad enfren-
lograr efectivamente una transformación de la so-
tan ahora un momento decisivo. La ONU, que no
ciedad y entonces de la ciudad, de implementar el
se caracteriza particularmente por su apoyo a las
derecho a la ciudad, era el proletariado encabeza-
luchas sociales, internalizó el derecho a la ciudad,
do por la clase obrera. Así afirmaba (ob. cit., p.
en la convocatoria del Foro Urbano Mundial 5
108) que “solo la clase obrera puede ser el agente,
(FUM), en Río de Janeiro8. Ante este gran desafío,
portador, o soporte social de esta realización”.7 En
HIC colocó en esta feria urbana institucional y em-
2010, el escenario se ve diferente pues la clase
presarial el rol de la sociedad civil que viene sur-
obrera en el mundo globalizado neoliberal terciari-
giendo desde hace décadas. Si la ONU ha incor-
zado se ha visto relegada a un segundo plano, sin
porado el derecho a la ciudad en el FUM 5 es por-
el papel político que había tenido antes. Por eso,
que Brasil es el país en donde movimientos y or8
7
Cita original en francés: «Seule la clase ouvrière peut devenir
l’agent, porteur, ou support social de cette réalisation».
World Urban Forum 5: The Right to the City-Bridging the Urban Divide. Rio de Janeiro, Brasil, 22 al 26 de marzo de 2010:
<http://www.unhabitat.org/categories.asp?catid=584>.
ganizaciones sociales están construyendo este de-
bre la base de la idea de la ciudad como producto
recho desde hace más de veinte años. Sin embar-
cultural, colectivo y, en consecuencia, político. La
go, esta oficialización del derecho a la ciudad tam-
ciudad, como lo analiza Jordi Borja (2003), es un
bién conlleva peligros de instrumentalización de
espacio político, donde es posible la expresión de
estas luchas y del tema, que, por la diversidad de
voluntades colectivas, es espacio para la solidari-
sus estrategias y de actores, puede resultar fácil
dad, pero también para el conflicto. El derecho a la
de vaciar de su contenido de transformación de la
ciudad es la posibilidad de construir una ciudad en
ciudad y del sistema que la rige. En esta perspec-
la que se pueda vivir dignamente, reconocerse
tiva, la preparación del Foro Social Urbano, orga-
como parte de ella, y donde se posibilite la distri-
nizado por primera vez en Río a la par del espacio
bución equitativa de diferentes tipos de recursos:
institucional del FUM, ha marcado un hito impor-
trabajo, salud, educación, vivienda y recursos sim-
tante en estos esfuerzos de construir un movi-
bólicos, como memoria, participación y acceso a la
miento global por el derecho a la ciudad desde los
información.
movimientos sociales.
El derecho a la ciudad es “el derecho de toda per-
Para entender y apoderarse del
derecho a la ciudad9
El derecho a la ciudad no es una propuesta nueva.
Como se ha dicho, el término se difundió con
Henri Lefebvre analizando el impacto negativo sufrido por las ciudades en los países de economía
capitalista, con la conversión de la ciudad en una
mercancía al servicio exclusivo de los intereses de
la acumulación del capital.
sona a crear ciudades que respondan a las necesidades humanas”. Todo el mundo debería tener
los mismos derechos para construir los diferentes
tipos de ciudades que queremos. El derecho a la
ciudad, como lo ha recalcado David Harvey (2009)
–basándose en Lefebvre- durante el Foro Urbano
Mundial en Belém, “no es simplemente el derecho
a lo que ya está en la ciudad, sino el derecho a
transformar la ciudad en algo radicalmente distinto”.
Como contrapropuesta a este fenómeno, Lefebvre
construye una propuesta política que parte de la
ciudad para reivindicar la posibilidad de que la
gente volviera a ser dueña de la ciudad. Frente a
los efectos causados por el neoliberalismo, se
propone una nueva perspectiva política: la ciudad
ha sido tomada por los intereses del capital y así
ha dejado de pertenecer a la gente; a través del
derecho a la ciudad, Lefebvre aboga por “rescatar
el hombre como elemento principal, protagonista
de la ciudad que él mismo ha construido”. El derecho a la ciudad es entonces restaurar el sentido de
La reivindicación de la posibilidad necesaria de
crear otra ciudad se basa en los derechos humanos, y más precisamente en los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC). El fenómeno
de la ciudad es analizado y pensado en función de
la ciudadanía y del espacio público, con una visión
integral e interdependiente de los derechos humanos, para lograr la meta de recuperar la ciudad para todos sus habitantes. Cabe aclarar que el derecho a la ciudad no es un derecho más: es el derecho a hacer cumplir los derechos ya formalmente
ciudad, instaurar la posibilidad del “buen vivir” para
suscritos por los Estados en tratados internaciona-
todos y hacer de la ciudad “el escenario de en-
les e instrumentalizados en el marco legal y nor-
cuentro para la construcción de la vida colectiva”.
mativo de los países. Por eso el derecho a la ciu-
Asimismo, la vida colectiva se puede construir so-
dad se basa en una dinámica de procesos y de
conquistas, en las cuales los movimientos sociales
9
Vid. en Mathivet, 2010, p. 23.
son el motor garante de su cumplimiento.
{
}
La Carta Mundial por el Derecho a la
Ciudad
y la Ciudadanía”, convocado por la UNESCO. Este
Un paso fundamental en la construcción del dere-
tancia internacional en el tema de los derechos ur-
cho a la ciudad ha sido la elaboración de la Carta
banos. Ese mismo año las organizaciones brasile-
Mundial por el Derecho a la Ciudad10 articulada
ñas promovían la Carta de Derechos Humanos en
por Habitat International Coalition (HIC).
la Ciudad, antecedente civil del Estatuto de la Ciu-
Un conjunto de movimientos populares, organiza-
dad, que promulgaría años más tarde el gobierno
ciones no gubernamentales, asociaciones profe-
de Brasil.
sionales, foros y redes nacionales e internaciona-
Otro hito importante en el camino que condujo ha-
les de la sociedad civil, comprometidas con las lu-
cia la iniciativa de formular una Carta Mundial por
chas sociales por ciudades justas, democráticas,
el Derecho a la Ciudad lo constituyó la Primera
humanas y sustentables, construyeron una Carta
Asamblea Mundial de Pobladores, realizada en
Mundial por el Derecho a la Ciudad que busca re-
México en el año 2000, en la que participaron al-
coger los compromisos y medidas que deben ser
rededor de 300 delegados de organizaciones y
asumidos por la sociedad civil, los gobiernos loca-
movimientos sociales de 35 países. Bajo el lema
les y nacionales, parlamentarios y organismos in-
“Repensando la ciudad desde la gente”, se debatió
ternacionales para que todas las personas vivan
en torno a la concepción de un ideal colectivo que
con dignidad en las ciudades.
diera base a propuestas orientadas a la construc-
El proceso que dio pie a esta iniciativa se inició
ción de ciudades democráticas, incluyentes, edu-
dentro de las actividades preparatorias de la II
cadoras, habitables, sustentables, productivas y
Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre
seguras. Un año después, ya en el marco del pri-
Medio Ambiente que bajo el título de "Cumbre de
mer Foro Social Mundial (2001), se abriría el pro-
la Tierra” se realizó en Río de Janeiro, Brasil, en
ceso conducente a la formulación de la Carta. A
1992. El Foro Nacional por la Reforma Urbana
partir de entonces, y en ocasión de los encuentros
(FNRU) de Brasil, la Coalición Internacional para
anuales del Foro Social Mundial y de otros foros
el Hábitat (HIC) y el Frente Continental de Organi-
sociales regionales, se ha venido trabajando sobre
zaciones Comunales (FCOC) conjuntaron esfuer-
los contenidos y las estrategias de difusión y pro-
zos para redactar y suscribir en esa ocasión el
moción de la Carta.
Tratado sobre Urbanización “Por ciudades, villas y
En forma paralela a estas iniciativas de la socie-
poblados justos, democráticos y sustentables”.
dad civil, algunos gobiernos, tanto a nivel regional,
Como parte del proceso preparatorio de la Cumbre
como nacional y local, han venido generando ins-
de la Tierra, varios miembros de HIC organizamos
trumentos jurídicos que buscan normar los dere-
ese mismo año, en Túnez, el Foro Internacional
chos humanos en el contexto urbano. Destacan,
sobre Medio Ambiente, Pobreza y Derecho a la
entre los más avanzados a nivel internacional, la
Ciudad, en el que, por primera vez, delegados de
Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos
nuestra Coalición provenientes de diversas regio-
Humanos en la Ciudad, firmada hasta ahora por
nes del mundo debatimos sobre el tema. Unos
más de 400 ciudades, el Estatuto de la Ciudad de
años más tarde, en octubre de 1995, HIC participó
Brasil, decretado en julio de 2001; y, a escala lo-
en el encuentro “Hacia la Ciudad de la Solidaridad
cal, la Carta de Montreal y la Carta de la Ciudad
evento abrió de hecho la participación de esta ins-
de México por el derecho a la ciudad. Cabe desta10
Puede verse en
<http://www.hic-net.org/document.php?pid=2423>.
car también la inclusión reciente del derecho a la
ciudad en las constituciones de Ecuador y de Bolivia.
cios públicos domiciliarios y urbanos;
- derecho al transporte público y la movilidad urbana;
Las dimensiones y los componentes
del derecho a la ciudad
- derecho a la vivienda;
El derecho a la ciudad es:
- derecho a un medio ambiente sano y sostenible.
- el derecho a un hábitat que facilite el tejido de las
relaciones sociales;
- el derecho a sentirse parte de la ciudad (sentido
de cohesión social y construcción colectiva);
- el derecho a vivir dignamente en la ciudad;
- el derecho a la convivencia;
- el derecho al gobierno de la ciudad;
- el derecho a la igualdad de derechos.
Según la Carta Mundial del Derecho a la Ciudad,
este nuevo derecho es un derecho colectivo de los
habitantes de las urbes, basado en sus usos y
costumbres, en especial de los grupos vulnerables
y desfavorecidos, para que se les confiera legitimidad de acción y de organización hacia la libre
autodeterminación y un nivel de vida adecuado.
Se realiza el derecho a la ciudad cuando hay:
- ejercicio pleno de la ciudadanía y gestión democrática de la ciudad;
- función social de la ciudad y de la propiedad urbana;
- igualdad, no discriminación;
- protección especial de grupos y personas en situación de vulnerabilidad;
- compromiso social del sector privado;
- impulso de la economía solidaria y políticas impositivas progresivas;
- derecho al trabajo;
En resumen, la Carta Mundial por el Derecho a la
Ciudad basa su propuesta en tres ejes fundamentales:
- El ejercicio pleno de la ciudadanía, es decir el
ejercicio de todos los derechos humanos, que
aseguran el bienestar colectivo de los habitantes
y que promueven la producción y gestión social
del hábitat.
- La gestión democrática de la ciudad, a través de
la participación de la sociedad de forma directa y
activa en el planeamiento y gobierno de las ciudades, fortaleciendo las administraciones públicas a escala local, así como las organizaciones
sociales.
- La función social de la propiedad y de la ciudad,
donde predomine el bien común sobre el derecho individual de propiedad, lo que implica el uso
socialmente justo y ambientalmente sustentable
del espacio urbano.
Según Borja, el derecho a la ciudad es una respuesta estratégica, un paradigma frente a la exclusión social y a la segregación espacial generadas por el neoliberalismo. Es una reivindicación
para que la gente vuelva a ser dueña de la ciudad
y es un escenario de encuentro para la construcción de la vida colectiva.
- planificación y gestión social de la ciudad;
- producción social del hábitat;
- desarrollo urbano equitativo y sustentable;
Las estrategias de conquista del
derecho a la ciudad
- derecho a la información pública;
Basándose en la constatación de que actualmente
- libertad e integridad;
se han creado “ciudades sin ciudadanos”, el dere-
- participación política;
cho a la ciudad es la bandera de lucha para quie-
- derecho a la justicia;
nes han perdido el derecho a tener un espacio
- derecho a la seguridad pública y a la convivencia
digno para desarrollarse. El derecho a la ciudad
pacífica, solidaria y multicultural;
- derecho al agua, al acceso y suministro de servi-
contiene muchos derechos, lo que lo vuelve muy
difícil de exigir e implementar.
{
}
Para conquistar el derecho a la ciudad, es necesa-
ques de derecho a la vivienda adecuada y a la tie-
rio primero difundir el concepto y la propuesta de
rra, de producción (gestión) social del hábitat y de
cambio, articular los procesos de movilización so-
justicia social, HIC acompaña procesos y articula
cial e incidir en la formulación de políticas públi-
el intercambio de experiencias y análisis, que con-
cas. Este proceso se ha desarrollado de manera
templan el derecho a la ciudad como una bandera
amplia en varios países de América Latina, sobre
de lucha y una propuesta política de cambio.
todo en Brasil, México y Ecuador. El derecho a la
ciudad no es una propuesta que solamente haya
Referencias
tenido resonancia en esta región; tiene un carácter
BORJA, Jordi. Los desafíos del territorio y los de-
claramente global. Existen docenas de situaciones
rechos de la ciudadanía. La factoría, 2000, nº 10.
y experiencias, documentadas en distintos países
<http://www.revistalafactoria.eu/articulo.php?id=1
del mundo, que demuestran el derecho a la ciu-
42>. (Consultado el 15 de agosto de 2010).
dad, hacia “otra ciudad posible”.
El alcance de este desafío implica cambios estructurales profundos en los patrones de producción,
BORJA, Jordi. La ciudad conquistada. Barcelona:
Alianza Editorial. 2003.
HABITAT INTERNATIONAL COALITION et al.
consumo y en las formas de apropiación del terri-
Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad. 2005.
torio y de los recursos naturales. El derecho a la
<http://www.hic-
ciudad se refiere a la “búsqueda de soluciones
net.org/document.php?pid=2663>. (Consultado
contra los efectos negativos de la globalización, la
el 15 de agosto de 2010).
privatización, la escasez de los recursos naturales,
HABITAT INTERNATIONAL COALITION - AMÉ-
el aumento de la pobreza mundial, la fragilidad
RICA LATINA (HIC-AL). El Derecho a la Ciudad
ambiental y sus consecuencias para la supervi-
y la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad.
vencia de la humanidad y del planeta” (HIC-AL,
2006. <http://www.hic-
2006).
al.org/proyectos/derechoalavivienda/desc/derech
Tomando en cuenta la crisis global que vivimos
ociudad2.html>. (Consultado el 15 de agosto de
hoy día, que se concretó a raíz de la crisis del
2010).
mercado inmobiliario en las ciudades cunas del
HARVEY, David. El Derecho a la Ciudad como al-
modelo fordiano, Harvey (2009) afirma que “si esta
ternativa al neoliberalismo. Información resumida
crisis es fundamentalmente una crisis de urbani-
de la conferencia de David Harvey en el Foro
zación, entonces, la solución ha de ser en el mar-
Social Mundial 2009. 2009.
co de la urbanización, y ahí es donde la lucha por
el derecho a la ciudad es fundamental, puesto que
<http://www.hic-net.org/articles.php?pid=3107>.
(Consultado el 15 de agosto de 2010).
tenemos la oportunidad de hacer algo diferente”.
LEFEBVRE, Henri. Le droit à la ville. Paris: Anth-
Sí, existen alternativas al desarrollo urbano basa-
ropos, 1968, 3ième édition, 2009 (Trad. cast. El
do en la mercantilización, la privatización, el dete-
derecho a la ciudad. Barcelona: Península,
rioro de los vínculos sociales. El derecho a la ciu-
1978).
dad es una herramienta, una propuesta para lograr
MATHIVET, Charlotte. El derecho a la ciudad: cla-
la construcción de ciudades diferentes en donde
ves para entender la propuesta de crear “otra
todos puedan tener un lugar para vivir en dignidad.
ciudad posible”. In SUGRANYES, Ana y MATHI-
Habitat International Coalition (HIC) es parte de
VET, Charlotte (eds.). Ciudades para tod@s. Por
esta historia y de esta propuesta. Con sus enfo-
el derecho a la ciudad, propuestas y experien-
cias. Santiago de Chile: Habitat International
net.org/content/Ciudades%20para%20todos-
Coalition, 2010. <http://www.hic-
ESP.pdf>. (Consultado el 15 de agosto de 2010).
net.org/content/Ciudades%20para%20todosESP.pdf>. (Consultado el 15 de agosto de 2010).
NEHLS MARTÍNEZ, N., ORTIZ, E., ZÁRATE, L.
(comps.). El derecho a la ciudad en el mundo.
Compilación de documentos relevantes para el
TORTOSA, José Mª. Sumak Kawsay, Suma
Qamaña, Buen Vivir. Rebelión, 29-08-2009.
<http://www.rebelion.org/noticias/2009/8/90660.p
df>. (Consultado el 15 de agosto de 2010).
VELÁSQUEZ, Fabio (ed.). Conversaciones sobre
debate HIC-AL. Ciudad de México: Ediciones
el derecho a la ciudad. Bogotá: Gente Nueva
HIC-AL, 2008.
Editorial, 2007.
PURCELL, Mark. Le Droit à la ville et les mouve-
ZIBECHI, Raúl. Dispersar el poder. Los movimien-
ments urbains contemporains. Rue Descartes,
tos como poderes antiestatales. Santiago de Chi-
2009/1, nº 63 (Droit de cité), p. 40-60.
le: Editorial Quimantú, 2007.
SIMAY, Philippe. Une autre ville pour une autre
vie. Henri Lefebvre et les situationnistes. Rue
Descartes, 2009/1, nº 63 (Droit de cité), p. 17-26.
SUGRANYES, Ana y MATHIVET, Charlotte (eds.).
Ciudades para tod@s. Por el derecho a la ciudad, propuestas y experiencias. Santiago de
Chile: Habitat International Coalition, 2010.
<http://www.hic-
Cita del artículo:
SUGRANYES Ana. El derecho a la ciudad. Praxis de la
utopía. Hábitat y Sociedad, 2010, nº 1, p. 71-79.
<www.us.es.habitatysociedad.es>.
OTROS ARTÍCULOS
{
y
}
www.habitatysociedad.us.es
Metodologías participativas para la gestión social del hábitat
José María López Medina
Resumen
A partir de los años 60 del pasado siglo ha ido tomando cuerpo la perspectiva participativa como paradigma de análisis
y transformación de la realidad. En el terreno de la conformación del hábitat, los primeros intentos de plantear una arquitectura de corte participativo han ido evolucionando hacia enfoques interdisciplinares e intersectoriales. Ello ha desembocado en la noción de “Producción y Gestión Social del Hábitat” (PGSH), de origen latinoamericano, como paradigma emergente para intervenir en el hábitat desde una perspectiva compleja a través de procesos de participación y concertación entre actores. La construcción de un sistema de PGSH requiere dotarse de instrumentos metodológicos adecuados con su eje en la gestión de procesos participativos, una tarea que está siendo objeto de elaboración, en la que
confluyen el campo de las ciencias sociales y el de la producción del hábitat.
Palabras clave
Metodologías participativas; Participación; Hábitat; Gestión social del habitat.
Abstract : Participative methodologies for social management of habitat
From the 60s onwards, the participative perspective has embodied the paradigm of reality analysis and transformation.
The first attempts at creating participative architecture in the field of habitat conformation, have evolved towards interdisciplinary and intersectorial approaches. These have resulted in the notion of “Social Production and Management of Habitat”, originating in Latin America, as an emerging paradigm that intervenes in the habitat from a complex perspective
through participative and social agreement processes between actors. This system requires dedication to adequate
methodological tools and must be focused on participative process management; a new field where social sciences and
production of habitat converge.
Key words
Participative Methodology; Participation; Habitat; Social Management of Habitat.
Recibido: 13/09/2010; aceptado: 11/10/2010

Arquitecto. Investigador del grupo ADICI (HUM-810). Datos de contacto: Surco Arquitectura SLP. C/ Honda de San Andrés, 26, 2º.
18010, Granada. E-mail: [email protected].
{
Presentación
Una de las bases del marco teórico del Máster en
Gestión Social del Hábitat de la Universidad de
Sevilla es el triángulo de la interacción de las tres
dimensiones del hábitat (De Manuel y otros, 2009,
p. 3):
“la URBS o configuración de la realidad física, de
la que se han ocupado tradicionalmente los urba-
}
Lo que aquí englobamos bajo la consideración de
metodologías participativas para la gestión social
del hábitat comprende una serie de métodos y
técnicas que provienen fundamentalmente de dos
grandes fuentes disciplinares. En unos casos,
emanan del mundo de la investigación social y son
válidas para cualquier objeto de estudio. En otros
casos provendrán de desarrollos teórico-prácticos
nistas; la CIVITAS o marco social, económico y
generados desde grupos de investigación relacio-
cultural, civilizatorio en una palabra, al que clási-
nados con el hábitat, normalmente con la arquitec-
camente se han dedicado las ciencias sociales; y
tura como disciplina inicial, pero en relación cada
la POLIS o marco político, referido a las relaciones
vez más estrecha con otras disciplinas y combi-
de poder que se establecen entre los actores que
nando técnicas propias con otras tomadas de las
intervienen en la ciudad, políticos, técnicos y ciudadanos (…). Estas tres realidades se interrelacionan y configuran el hábitat, de modo que cualquier
acción o transformación sobre una de estas dimensiones genera cambios en las otras”.
ciencias sociales.
Es grato observar, en ese sentido, que al menos
en algunos círculos profesionales y académicos se
está produciendo cierta confluencia de miradas y
Intervenir sobre una realidad compleja de dimen-
prácticas en torno al paradigma de la complejidad,
siones interrelacionadas requiere una interrelación
que empieza a desplazar al reduccionismo impe-
análoga entre campos de conocimiento. En ese
rante en las últimas décadas.
sentido la vinculación entre el hábitat y la sociedad
como apuesta investigadora se sitúa, en parte, en
la confluencia de las ciencias sociales y las disciplinas que inciden sobre la transformación del hábitat. Especialmente pertinente resulta la aplicación de la investigación participativa como perspectiva metodológica en los procesos de producción y gestión del hábitat, un territorio fronterizo
que sigue en construcción.
Desde ese ángulo, nos ha parecido oportuno
aprovechar la aparición de dos publicaciones relativamente recientes (Enet et al., 2008; Montañés
Serrano, 2009) para ensayar una serie de reflexiones al respecto de dicha confluencia de saberes,
ya que, si bien los trabajos de Manuel Montañés y
Mariana Enet proceden de ámbitos geográficos,
culturales y académicos distintos, presentan zonas
comunes que se inscriben dentro de nuestro campo de interés. Conviene señalar también que
nuestra reflexión se centrará en la esfera iberoamericana.
El enfoque participativo en las ciencias
sociales y en la producción del hábitat
Una interesante y reciente aportación teórica al estudio de las fronteras entre arquitectura y ciencias
sociales y, en particular, entre producción de vivienda y participación, es la tesis doctoral del arquitecto Vicente J. Díaz García, Participación ciudadana y vivienda (2008). Para acometer el estado de la cuestión V.J. Díaz propone un esquema
tridimensional donde sitúa las distintas aproximaciones teóricas o prácticas que, desde la arquitectura y las ciencias sociales, se han producido a la
vivienda y a la participación ciudadana (ob.cit.,
p. 21-47).
Tomando como base su exploración, hemos extraído las referencias que contienen el vector de la
participación desde un ángulo metodológico para
esbozar, de forma incompleta y apresurada, algunas de las corrientes de investigación-acción del
ámbito iberoamericano que nos pueden ser útiles
como fuentes metodológicas y que al menos nos
servirán para encuadrar los contextos profesiona-
humano y vinculada a la tradición latinoamericana,
les de las dos publicaciones que motivan esta re-
destaca la rama de la Habitabilidad Básica centra-
flexión.
da en la cooperación al desarrollo, impulsada por
1. La tradición latinoamericana vinculada a la pro-
J. Salas y F. Colavidas, como otra posible fuente
ducción del hábitat.
metodológica.
Sería ingenuo pretender reseñar en pocas líneas
En Barcelona, desde un ángulo centrado en las
siquiera una porción representativa de los grupos
ciencias sociales, cabe citar a O. Rebollo y H. Ca-
que han contribuido a construir conocimiento en
pel y los grupos promotores de la revista Scripta
materia de hábitat y participación en todo el conti-
Nova y el Máster en Metodologías Participativas
nente. Por citar sólo algunos ejemplos, podemos
para el Desarrollo Local. Y desde un ángulo más
mencionar los trabajos del IIDVi de V. Pelli en Re-
urbanístico-habitacional, el Laboratorio de la vi-
sistencia, E. Ortiz en México, el CEVE de H. Berre-
vienda del s. XXI, con J. Mª Montaner y Z. Muxí.
tta en Córdoba, Fundasal en El Salvador o todo el
En Sevilla hay que mencionar el equipo multidisci-
caudal de la experiencia cooperativista uruguaya.
plinar del Máster en Gestión Social del Hábitat de
Hay que destacar el papel que han jugado las re-
la Universidad de Sevilla, dirigido por E. de Ma-
des de expertos como contribución al intercambio
nuel, con vocación de investigación-acción, en el
y crecimiento de conocimiento y propuestas, como
que se inscribe el presente trabajo. Y en la Univer-
el subprograma Habyted de la red CYTED, ideado
sidad Pablo de Olavide, el Grupo de Investigación
e impulsado por J. Salas y, en particular al tema
Social y Acción Participativa y el curso experto en
que nos ocupa, su red temática XIV.F sobre tecno-
investigación participativa que coordinaron M. Ro-
logías sociales. O la Coalición Internacional para
sa y J. Encina, que contribuyeron a crear cierta
el Hábitat (HIC-AL), que desde el periodo de E.
escuela en Andalucía.
Ortiz vino a consolidar la noción de Producción
Por último, aunque nos hayamos limitado a rese-
Social del Hábitat, hoy convertida en un aglutinan-
ñar algunos grupos del mundo académico, fuera
te conceptual de todo ese universo de investiga-
del ámbito universitario también habría que seña-
ción-acción.
lar un buen número de procesos autogestionarios
2. En España, distintos grupos o redes de investi-
vinculados al hábitat que suponen una importante
gación-acción vinculados a la universidad con
fuente de conocimiento al respecto del tema que
práctica profesional en participación y hábitat.
nos ocupa. En la Biblioteca Ciudades para un Fu-
En Madrid existe un terreno fértil para esta temáti-
turo más Sostenible (CF+S)1 puede encontrarse
ca en círculos ligados a la universidad, donde ca-
abundante información sobre buenas prácticas en
be distinguir dos paradigmas. Desde el paradigma
sostenibilidad urbana.
de la complejidad y el desarrollo sostenible, existe
una red de docentes, profesionales e investigadores donde confluyen la escuela urbanística de C.
Verdaguer, I. Velázquez, A. Hernández Aja y otros
muchos, con la escuela sociológica de T. R. Villasante, M. Montañés, J. Alguacil, etc. ya implicada
en las experiencias democráticas más tempranas
como la remodelación de barrios de Madrid en los
Orígenes de la investigación participativa y
aportes metodológicos recientes
El campo de las metodologías participativas surge
de la confluencia de varias corrientes de pensamiento y acción, de las que aquí no pretendemos
dar cuenta de forma exhaustiva. En el libro que
luego pasaremos a comentar, Metodología y téc-
primeros 80. Y desde el paradigma del desarrollo
1
<http://habitat.aq.upm.es/>.
{
}
nica participativa (2009), Manuel Montañés esboza
ralelamente, el antropólogo español Andrés Mon-
un breve recorrido por algunos antecedentes de la
tes del Castillo llevó a cabo un estudio antropoló-
investigación participada (p. 40-43) comenzando
gico en una comunidad andina ecuatoriana apli-
por Kurt Lewin, a quien se debe el término “action-
cando la investigación participada, observando
research”; cuyo enfoque supuso la ruptura de la
cómo este proceder rompía la dicotomía observa-
distinción entre producción y aplicación de cono-
dor-observado, factor al cual atribuía la obtención
cimiento, con el acento en el equipo de investiga-
de una información mayor y mejor recopilada.
dores pero aún no en la población “objeto” de in-
Javier Encina ha señalado que la IAP nace de un
vestigación. Éste constituirá, posteriormente, el
enfoque transversal a la sociología, la antropolo-
auténtico salto epistemológico. En Francia encon-
gía, la pedagogía y la historia. El contacto del en-
tramos los trabajos de Henri Desroche y Charles
foque de Freire con la revisión crítica de la socio-
Delorme, que adoptan el término “recherche-
logía de O. Fals Borda (que tiene en España a
action”, en un enfoque que trata de proporcionar a
Jesús Ibáñez, Tomás Rodríguez Villasante y el
los actores la información resultante de la investi-
Colectivo IOE) y la revisión crítica de la antropolo-
gación para su autogestión de cara a la formula-
gía de Carlos Brandâo dio pie a la celebración del
ción de propuestas de acción. A lo largo de los
1er congreso de IAP en Cartagena de Indias en
años 80 y 90 se desarrolla la corriente latinoameri-
1977 (Encina et al., 2007, p. 373).
cana de la investigación participativa, que, bajo la
A partir de los trabajos de Jesús Ibáñez (1986, p.
influencia de Paulo Freire y el enfoque marxista
57-98) las metodologías participativas se han con-
del conocimiento (situado al servicio de la clase
figurado como una tercera perspectiva (dialéctica)
que lo produce), se trata de una perspectiva mili-
respecto a las concepciones clásicas de la investi-
tante por la mejora de las condiciones de vida de
gación social (distributiva y estructural). La pers-
los sectores desfavorecidos. Destacan especial-
pectiva distributiva está basada en el paradigma
mente los trabajos del sociólogo colombiano Or-
positivista y caracterizada por el empleo de técni-
lando Fals Borda, que propone cuatro pasos para
cas cuantitativas (estudia hechos objetivos, indivi-
la investigación: investigación colectiva, recupera-
duos, elementos); la perspectiva estructural, basa-
ción histórica, puesta en valor de la cultura popular
da en el paradigma etnográfico, pone el acento en
y comunicación multivocal. En España será Palo-
el uso de técnicas cualitativas (estudia relaciones,
ma López de Ceballos quien popularice el término
opiniones, elementos simbólicos), y la perspectiva
de “IAP” a partir de la publicación de Un método
dialéctica tiene su modelo metodológico caracte-
para la investigación acción participativa, con los
rístico en la investigación-acción participativa y su
Grupos de IAP (GIAP) en la base del proceso
técnica de referencia en la asamblea (estudia sis-
asumiendo el protagonismo en la formulación de
temas y se implica en procesos de cambio). Este
propuestas. En 1985 el antropólogo Greenwood ya
tercer paradigma responde a un enfoque democra-
había realizado en nuestro país una investigación
tizador en la gestión del conocimiento, mediante
participativa con los trabajadores de la factoría
procesos en los que los técnicos e investigadores
Fagor, y en 1998 desarrolló otra experiencia de
son actores junto con otros agentes sociales.2
investigación participada en un pueblo de CastillaLa Mancha, formando a un grupo de personas en
investigación-acción, que luego conformaron el
2
grupo dinamizador de un proceso comunitario. Pa-
T. R. Villasante (1993) propuso una cuarta, la perspectiva
práxica, que estudiaría los procesos complejos de discusiónacción con acento en la capacidad programática del lenguaje.
Junto a estas perspectivas de análisis de la reali-
por último, establecer las técnicas que se utilizan
dad, cabe distinguir distintos niveles de investiga-
en cada momento de la investigación.
ción que se expresan de forma distinta en cada
En este punto resulta clarificador el cuadro elabo-
una de ellas. El nivel epistemológico define las fi-
rado por Tomás Alberich (2002, p. 67) a partir de
nalidades de la investigación (para qué, para quié-
las propuestas de Jesús Ibáñez, Colectivo IOE y
nes). El nivel metodológico, en cambio, organiza
T. R. Villasante, que relaciona los distintos niveles
un conjunto de técnicas y las orienta en un deter-
y perspectivas de la investigación social (Cuadro
minado sentido. La utilización que hacemos de
1).
esa metodología podrá variar en función del nivel
epistemológico. Al nivel tecnológico corresponde,
ESTRUCTURAL
PERSPECTIVAS
DISTRIBUTIVA
NIVELES
TECNOLÓGICO
METODOLÓGICO
EPISTEMOLÓGICO
Cómo y con qué se hace
Por qué y cómo se investiga
Para qué, para quién
Función referencial del lenguaje
Pregunta-respuesta
Análisis estadístico
Técnicas CUANTITATIVAS
Estudia los elementos de la red
Conocimiento descriptivo
Función estructural del lenguaje
Conversación
Técnicas CUALITATIVAS
Análisis del discurso
Produce un conocimiento de la
estructura de la red
Conocimiento explicativo
Lo investigado como objetivo
Para producir un conocimiento censal, estadístico,
que quiere ser objetivo
Lo investigado como objeto
(al que se le pide que “hable”)
Para conocer opiniones,
sentimientos, conocimiento
subjetivo
DIALÉCTICA
IAP
Función pragmática del lenguaje
Asamblea
Construye la red
Conocimiento propositivo e implicativo para el investigador
Lo investigado como sujeto
(libera el decir y el hacer)
Para transformar y democratizar
Cuadro 1: Perspectivas y niveles de la investigación social. Fuente: T. Alberich (2002).
Más allá de esta distinción canónica de las pers-
considera los aportes metodológicos más recien-
pectivas de investigación, Tomás R. Villasante ha
tes distinguiendo entre procesos de ciclo corto,
propuesto una serie de saltos epistemológicos pa-
medio y largo.
ra distinguir los últimos avances en metodologías
participativas, que recoge bajo la denominación de
socio-praxis (Villasante, 2006), incorporando aportaciones del ecofeminismo, la cibernética de segundo orden o el paradigma de la complejidad. En
el siguiente cuadro (Cuadro 2) sintetiza los que
{
}
Ciclos y
Ciclo corto
Ciclo medio
Ciclo largo
Socio-análisis institucio-
Investigación acción participati-
Procesos con praxis trans-
nal
va
formadora
ámbitos
Rupturas
Enfoques
Métodos
Movimientos
Sistemas complejos y
transducción
Redes y conjuntos de acción
Tetralemas y enfoques
emergentes
Pautas y grupos operati-
Visualización de recursos y
Coordinación y priorización
vos
sustentabilidad
de satisfactores
Educación popular y re-
Redes de iniciativas democráti-
Ideas-fuerza de los foros
versiones
cas
sociales
Cuadro 2: Metodologías en que se basan las nuevas propuestas participativas. Fuente: T.R. Villasante (2006).
Una aproximación a la arquitectura desde
la investigación social
Debemos comenzar preguntándonos hasta qué
punto serían comparables el rol del investigador
social en una investigación participada y el rol del
arquitecto en una intervención participativa sobre
el hábitat. Desde la perspectiva profesional, en
ambos casos se trata de situaciones en que un
conocimiento experto hace uso de una metodología para ceder terreno al conocimiento vivencial de
la población en la tarea de construir, juntos, las
preguntas y las respuestas. En el primer caso, la
respuesta es la dirección del cambio social y, en el
segundo, un proyecto de transformación espacial.
Hasta ahí llevamos la comparación.
Dentro de la arquitectura, la tradición investigadora
se sitúa en las áreas histórico-artística y científicotécnica. Pero la arquitectura aún carece de un
acercamiento de la misma profundidad al mundo
de la investigación científico-social. Esto refleja el
hecho de que los paradigmas predominantes de
ejercicio profesional se han decantado por los vértices técnico y artístico, lo cual, tal como señalan
Romero y Mesías citando a Weber y Pyatock, “son
las dos caras de una misma moneda, ya que representan un enfoque positivista de cómo pensar y
concebir el diseño arquitectónico” (2004, p. 55).
Esta laguna resulta paradójica, cuando el cometido de los arquitectos se ubica en un campo de conocimiento aplicado, ya que es una investigación
para la acción, en este caso para la transformación espacial de un entorno social. Resulta entonces llamativo que los arquitectos no nos hayamos
aproximado de una forma más clara a la investigación social para dotarnos de instrumentos que nos
puedan ser útiles en una misión que es esencialmente transformadora.
A continuación volvemos a reproducir el anterior
cuadro de T. Alberich, insertando una cuarta columna que propone una interpretación a partir de
varios ejemplos de modos de producción del hábitat (Cuadro 3). Se realiza el ejercicio de adscribir
cada uno de ellos a la perspectiva de investigación
que parecería resultarle más próxima y referir a la
producción de vivienda las preguntas: ¿para qué,
para quién?, ¿cómo? y ¿con qué?
NIVELES
TECNOLÓGICO
Cómo y con qué
METODOLÓGICO
Por qué y cómo
EPISTEMOLÓGICO
Para qué, para quién
Ejemplos de modos de
producción de vivienda
Análisis estadístico
Conocimiento descriptivo
Lo investigado como
objetivo
Para producir un conocimiento que quiere
ser objetivo
Enfoque dominante:
La vivienda como
mercancía o como
servicio
Sondeos, estudios de
mercado.
Fuentes estadísticas, encuestas, vivienda mínima
El arquitecto recopila
información cuantitativa y diseña soluciones
estándar conforme a
situaciones “tipo”
Para el capital especulativo. Para el beneficio empresarial
Para los consumidores
Para responder a la
demanda de vivienda
social e impulsar el
sector construcción
Técnicas
CUALITATIVAS
Función estructural del
lenguaje
Análisis del discurso
Conocimiento explicativo
Lo investigado como
objeto.
Para producir conocimiento subjetivo
ESTRUCTURAL
DIALÉCTICA
PERSPECTIVAS
DISTRIBUTIVA
Técnicas
CUANTITATIVAS
Conversaciones sobre representaciones gráficas
en planos y perspectivas
y posterior trabajo de laboratorio del arquitecto.
El cliente-promotor
expone sus demandas
y el arquitecto las interpreta y propone
respuestas en ciclos
sucesivos de pruebaerror
Producción de vivienda en serie de
promoción privada
Promoción de vivienda pública
Enfoque dominante:
La vivienda como
objeto/
satisfactor simple
Para generar una vivienda a medida, y/o
una imagen de marca
Para el cliente privado
Ejercicio tradicional
de la profesión de
arquitecto
Para generar un producto de diseño. Para
el autor
La vivienda de autor
para clases mediasaltas
Para mejorar el parque
residencial existente
Para los usuarios
Programas públicos
de rehabilitación
Técnicas
PARTICIPATIVAS
Función pragmática
del lenguaje
Conocimiento propositivo e implicativo para
el investigador
Lo investigado como
sujeto
Para transformar y
democratizar
Asambleas, talleres de
creatividad, sociogramas…
Se construye el conocimiento entre técnicos y habitantes mediante metodologías
participativas
Para mejorar las condiciones de vida asociadas al hábitat
Para los ciudadanos
Enfoque dominante:
La vivienda entendida como proceso/
satisfactor sinérgico
Producción Social
del Hábitat
Ejemplo: el cooperativismo uruguayo
Cuadro 3: Hipótesis de interpretación de los niveles y perspectivas de investigación aplicados a la producción del hábitat.
Fuente: Elaboración propia a partir de T. Alberich (2002).
Lejos de pretender una clasificación totalizadora,
temente desarrollada. Veamos algunos de sus an-
este ejercicio tan sólo quiere ilustrar a través de
tecedentes.
algunos ejemplos cómo la práctica profesional
más extendida de los arquitectos ha tendido a
apoyarse en el paradigma positivista o en el enfoque cualitativo. La construcción de una perspectiva dialéctica ha sido formulada pero no suficien-
De la arquitectura participativa a la
Producción Social del Hábitat
Antecedentes: los pioneros de la “arqui-
{
}
tectura participativa”
En otro apartado aparece Nicholas Habraken con
Las primeras aproximaciones a un enfoque parti-
su sistema de soportes y unidades separables, un
cipativo en los países centrales se encuentran en
método que permite al arquitecto generar diseños
los trabajos de algunos arquitectos de los años 60.
en los que la construcción llega solo hasta un pun-
Vicente J. Díaz propone un esquema piramidal pa-
to (construcción de soportes: estructura, instala-
ra caracterizar las distintas versiones que se pro-
ciones…) y la concluye el usuario (particiones es-
pusieron en esta época de lo que se ha dado en
paciales). Aquí la participación tiene lugar en las
denominar arquitectura participativa (Díaz, 2008,
fases de construcción y diseño dentro de un marco
p. 137-238).
de decisiones ideado por el arquitecto.
El primer escalón enfrenta dos posturas ideológi-
También son clásicos los trabajos de Lucien Kroll
camente opuestas. Las megaestructuras, teoriza-
y Giancarlo Di Carlo. El conjunto residencial
das por Reyner Banham, parten de la premisa de
Matteotti (Di Carlo) es una decidida incorporación
eliminar los suburbios autoconstruidos y basan la
de los usuarios al proceso de diseño apoyándose
propuesta de participación en la mera elección en-
en técnicas de las ciencias sociales como entrevis-
tre soluciones habitacionales prefijadas, cuya
tas y grupos de discusión. Kroll, por su parte, in-
construcción en algunos casos la población se en-
trodujo una participación personalizada y “humani-
carga de completar. En el otro extremo, John Tur-
zadora” en lentos procesos de rehabilitación de
ner aboga por un sistema abierto en el que los
periferias urbanas deprimidas e incorpora la idea
usuarios pudieran elegir entre diversas opciones a
de una arquitectura potencial a completar por los
lo largo de todo el proceso de producción (Rome-
usuarios, similar a la de Habraken.
ro, 2004).
Por último tendríamos a Ralph Erskine, que inte-
Tomando elementos de la antropología, las mate-
gra varios de los planteamientos anteriores. Su
máticas y la incipiente computación, Christopher
obra emblemática es el conjunto Byker Wall, don-
Alexander genera un método para identificar pa-
de instaló una oficina técnica en la que trabajó con
trones espaciales o constructivos con la intención
la población decisiones de ubicación, tipo de vi-
de ponerlo a disposición de los usuarios para que
vienda, diseño y opciones de construcción.
puedan hacerse cargo del diseño desde la macro
Veamos dónde ponen el acento participativo estas
hasta la micro escala. La participación consistiría
primeras experiencias. Partiendo de un esquema
en la selección de patrones previamente identifi-
elemental del ciclo de producción habitacional re-
cados por el arquitecto. Por el contrario, Van Eyck
sumido en diseño, construcción y uso, el esquema
o Hertzberger no tratan de involucrar a los usua-
de la Figura1 indica en qué momentos se propicia
rios en el diseño sino en el uso, tratando de gene-
la toma de decisiones del usuario sobre su vivien-
rar espacios de una elevada flexibilidad y capaci-
da.
dad de transformación y apropiación.
Figura 1: Tramos participativos en las propuestas pioneras de arquitectura participativa. Fuente: Elaboración propia
a partir de V.J. Díaz (2008).
Aun cuando algunas de estas propuestas procuran
ro y Mesías (2004) para añadir dos aportaciones
involucrar al usuario en todo el proceso, hay que
posteriores a la década de los 60: el método por
señalar que prácticamente en todos los casos aún
Generación de Opciones, desarrollado por los es-
se manejaba un concepto de participación limita-
tadounidenses Hanno Weber y Michael Pyatock, y
do, en el que las decisiones del habitante se da-
el Método del arquitecto argentino Rodolfo Livings-
ban, antes o después, en un marco controlado por
ton.
el arquitecto. Se trata de propuestas muy intere-
El Método Livingston proviene de una extensa ex-
santes en su contexto pero, a juicio de Víctor Pelli,
periencia en reformas de viviendas unifamiliares
“con escasa o ninguna utilidad para el desarrollo
para sectores de clase media, si bien puede adap-
de estrategias equitativas de vivienda social en
tarse a otras situaciones3. El método organiza en
sociedades como las latinoamericanas” (Pelli,
una hoja de ruta una serie de encuentros entre el
2006, p. 138).
arquitecto y la familia, algunos de ellos en forma
El diseño participativo
de dinámicas o juegos, destinados a deslindar la
demanda inicial (formulada como satisfactor) de
Desde la perspectiva que interesa a esta reflexión
las genuinas necesidades y aspiraciones del clien-
debemos interpretar que cada uno de los arquitec-
te y, a partir de ahí, ofrecerle variantes de solución
tos citados utilizaba, si no un método, al menos
que respondan a su caso particular. De ese modo
una orientación metodológica con mayor o menor
enfrenta al cliente con su propio discurso y no con
grado de sistematización.
el del arquitecto, que se convierte en catalizador
No obstante según algunos autores las elabora-
del proceso. De ahí que se haya dicho que este
ciones que revisten con más claridad el carácter
método está emparentado con técnicas de la psi-
de propuesta metodológica serían el Lenguaje de
cología.
Patrones de Christopher Alexander y el Sistema
de Soportes de Nicholas Habraken. Para comple3
tar el recorrido por los métodos de diseño participativo tomaremos como base el trabajo de Rome-
De hecho ha sido aplicado a escala de política habitacional
en Cuba y posteriormente en Uruguay, creando cuerpos de
“arquitectos de la comunidad” que asisten a los sectores
populares autoproductores de vivienda.
{
}
El método por Generación de Opciones no tiene
cuyo contexto se construyen tanto las preguntas
un campo de aplicación tan específico. De hecho
como las respuestas. Ambos métodos recorren, en
es aplicable a procesos más complejos, en térmi-
su esencia, el proceso de diseño participativo des-
nos de actores y decisiones, trascendiendo la acti-
crito por Bela Pelli4 (Cuadro 5).
vidad del diseño arquitectónico. Al igual que en Livingston, el programa (las necesidades) se definen
Momentos
colectivamente en la etapa de construcción de cri-
1. Tareas previas
terios. La segunda etapa corresponde al desarrollo
2. Definición de necesidades y
prioridades, condicionantes y
recursos disponibles
Criterios de diseño
3. Diseño primeras propuestas
Alternativas de diseño
de opciones, que incorpora técnicas de investigación social como talleres, lluvia de ideas, etc. y
después trata de visualizar en matrices las distin-
4. Alternativas posibles
tas combinaciones de solución. Cuando la matriz
5. Revisión de alternativas i y ii
se refiera a opciones de diseño las casillas pueden
6. Aprobación diseño definitivo
ser esquemas, perspectivas, etc. Pero el método
también permite trabajar otros aspectos de la producción habitacional (organizativos, económicos,
Productos
Diseño definitivo
7. Documentación técnica
Documentación para ser aprobada
Cuadro 5: Momentos y productos del proceso de diseño
participativo. Fuente: Bela Pelli (2006).
etc.).
Limitándonos a los cuatro métodos referidos, cerraremos el apartado del diseño participativo intentando retratar su naturaleza metodológica desde el
ángulo de la investigación social, a partir de los roles de investigador e investigado, que extrapolaremos a los de arquitecto y usuario (Cuadro 4).
En cambio, el método de Patrones incorpora al
usuario en la toma de decisiones en un momento
posterior, seleccionando entre los patrones espaciales previamente identificados por el arquitecto
en un trabajo cercano a la etnografía. Y el sistema
de Soportes plantea construir un edificio inacabado para que lo termine el usuario, con lo cual podría diferir su capacidad de decisión hasta ese
Opciones
Livingston
predominante
Patrones
Perspectiva
Soportes
Métodos de diseño
Cuantitativa
Cualitativa
Dialéctica
Cuadro 4: Ubicación de métodos de diseño participativo en
las perspectivas de investigación social. Fuente: Elaboración propia.
momento y cabría incluso aplicarse en promociones de vivienda en que no se conozca a los futuros usuarios, lo cual abre un campo de aplicación
interesante pero escapa al tema que nos ocupa.
Hacia la gestión de procesos
Retomando la lectura histórica, las experiencias de
los años 60 abrieron campos de teoría y práctica
que en la década siguiente fueron siendo olvidados por la cultura oficial en los países centrales,
Obviamente cada uno de estos métodos es combinable con otros y es susceptible de verse enriquecido incorporando técnicas propias de otras
perspectivas. Pero para trazar esta tabla hemos
progresivamente invadida por el dominio del formalismo postmoderno, ligado a la difusión del
pensamiento neoliberal a partir de los 80. Pero en
regiones periféricas y especialmente en Latinoa-
tomado el criterio de asignar el enfoque dialéctico
a los métodos más netamente instalados en una
estrategia dialógica entre técnicos y usuarios, en
4
Bela Pelli. El diseño participativo en la gestión urbana.
Presentación el 18.10.06 en el Máster en Gestión Social del
Hábitat, Universidad de Sevilla.
mérica estos frentes de investigación fueron conti-
gado en el ámbito iberoamericano el subprograma
nuados por numerosos equipos técnicos y organi-
HABYTED de la red CYTED, que dedica su red
zaciones autónomas o institucionales.
temática XIV.F Técnicas Sociales a la Producción
Apoyadas en la idea de concebir la vivienda como
Social del Hábitat (2002-2005).
proceso, nacen en los 70 las políticas “no conven-
En palabras de Walter Kruk, “se trata entonces de
cionales” de vivienda, basadas en investigaciones
considerar la tecnología de la «producción de ob-
que buscaban incorporar al usuario en el proceso
jetos sociales» (por ejemplo cooperativas de auto-
de producción. Algunas de las primeras propues-
construcción por ayuda mutua) y de «procesos so-
tas limitan la participación del usuario a la fase de
ciales» (asunción de los derechos de la comuni-
ejecución de la vivienda, como el sistema de lote
dad y lucha por el acceso al poder de decisión
con servicios, la vivienda crecedera en sus diver-
ambiental), además de la «producción de objetos
sas versiones, sistemas de prefabricación popular,
físicos» (diseño de viviendas e infraestructura) y
etc. Estaríamos hablando de estrategias no tanto
de «procesos físicos» (sistemas constructivos,
de apoyo a como apoyadas en la capacidad popu-
etc.)” (Kruk, 2001, p. 112). Pedro Lorenzo comple-
lar de construir. Pero al mismo tiempo nacen plan-
tará el esquema señalando las cuatro áreas tecno-
teamientos más genuinos de asistencia a la auto-
lógicas de la producción de la ciudad: técnicas de
producción espontánea del hábitat, que no son
gestión, sociales, constructivas y económicas (Lo-
ajenos, por cierto, a las corrientes de pensamiento
renzo, 2005, p. 383). Esta visión de la producción
que han configurado la investigación social partici-
del hábitat pone de manifiesto cómo se ha ido con-
5
pativa.
figurando y asumiendo una perspectiva compleja
En unos y otros casos las tecnologías constructi-
del concepto de vivienda.
vas cobraron un protagonismo elevado en el dise-
Pelli resume de algún modo su trayectoria profe-
ño de la vivienda en tanto debían ser no sólo
sional en la frase: “empecé diseñando objetos y
apropiadas en términos económicos, ecológicos y
terminé diseñando procesos”. Esta imagen ilustra
culturales sino también fácilmente apropiables por
el desplazamiento que han experimentado la acti-
parte de los autoconstructores. Y ello condujo a
vidad y el rol de los arquitectos hacia paradigmas
proyectos y políticas habitacionales en función de
multidisciplinares y complejos de abordaje de los
estrategias de transferencia tecnológica.
problemas de hábitat. Con más precisión, Pelli se-
Pero en paralelo al desarrollo de tecnologías físi-
ñala dos “triples saltos” epistemológicos: por un
cas o constructivas, los profesionales del hábitat
lado, cómo ha pasado del diseño de objetos al di-
fueron incorporando tecnologías sociales que in-
seño de procesos y de ahí a la gestión de proce-
cluyen las metodologías participativas. En la difu-
sos. Y por otro, el tránsito del enfoque disciplinar
sión y elaboración colectiva de todo este cuerpo
al transdisciplinar y por último al enfoque transec-
de conocimiento cabe destacar el papel que ha ju-
torial (entre sectores técnicos, políticos y ciudadanos). Ambos saltos están relacionados: para los
5
Como señala Víctor S. Pelli, “comenzaron también a tomar
forma propuestas fuertemente influidas por hallazgos en otros
campos de trabajo y reflexión, como el de la educación popular,
el de la promoción comunitaria, el de la promoción de la salud,
o el de la extensión agropecuaria, que reconocen la necesidad
de replantear el criterio de acción social (en nuestro caso, el de
acción habitacional) sumando al aporte de recursos financieros
y técnicos dentro de procesos de resolución de necesidades la
cesión (o restitución) de espacios de poder a los propios
habitantes para que puedan hacerse cargo de los procesos
(…)“ (Pelli, 2006).
arquitectos, el tránsito de los métodos de diseño
participativo al diseño metodológico de procesos
de PGSH complejos y con múltiples actores no es
otro que el paso de la disciplina a la transdisciplina. Estamos hablando entonces de gestión participativa de procesos intersectoriales, lo cual termi-
{
}
na de dibujar el escenario de la propuesta de Ma-
trabajos de G. Romero, R. Mesías, la propia M.
riana Enet, que después pasaremos a comentar.
Enet o Bela Pelli en el IIDVi, una de las institucio-
Es en este contexto en el que hoy encontramos
nes con más recorrido en la sistematización de
revisiones complejas del concepto de diseño parti-
procesos participativos y modelos de gestión, de
cipativo que lo sitúan como un momento en el cur-
donde tomamos el siguiente esquema (Figura 2).
so de procesos de participación y concertación entre actores. Podemos destacar en este sentido los
Figura 2: El diseño arquitectónico como parte de un proceso participativo y concertado. Fuente: Pelli (2006).
Vemos entonces cómo ha habido líneas de inves-
concepto de Producción Social del Hábitat, que
tigación-acción, con origen disciplinar en la arqui-
debemos al ámbito latinoamericano.
tectura y el urbanismo, que han evolucionado hacia estrategias interdisciplinares para abordar procesos complejos e intersectoriales de intervención
sobre el hábitat. Estos procesos persiguen objetivos relativos a la organización espacial y funcional
de ámbitos urbanos en vías de transformación, entendiendo la vivienda como parte del entramado
sociocultural y económico, e implican la asignación
de actividades y recursos y la construcción participada de las decisiones que conduzcan a los objetivos deseados. Es decir, se trata de procesos de
transformación física y social que, si bien tienen su
eje en el hábitat, son muy próximos en los niveles
epistemológico, metodológico y tecnológico a la
investigación participada de las ciencias sociales.
La configuración de esta línea de pensamiento y
acción cristaliza hace más de una década en el
Emergencia de las políticas de Producción
y Gestión Social del Hábitat
En el plano político, según explica M. Enet, la PSH
surge después de sucederse distintas formas de
producción habitacional en Latinoamérica. El primero sería el concepto histórico comunitario o
modelo pre-capitalista, en el que yacía un concepto complejo de la vivienda, progresiva y vinculada
al entorno sociocultural. Al implantarse la concepción de la vivienda mercantilizada y ante el exiguo
alcance de las primeras políticas de vivienda terminada o “llave en mano”, amplios sectores de
población sin capacidad adquisitiva recurrieron a
autoproducir su vivienda como estrategia de supervivencia, ya sea de manera formal o informal.
Esta capacidad de autoproducción fue después
utilizada en políticas de vivienda de forma simplis-
ta y parcial en las primeras propuestas de vivienda
autogestionarias, individual u organizada, hasta
progresiva, pero con el acento puesto no en el
las promovidas por cooperativas, por ONGs u or-
proceso de acceso a la vivienda en términos com-
ganizaciones similares.
plejos sino en el futurible crecimiento del objeto-
La PSH aspira a constituir un tercer sistema de
vivienda (pre-vivienda o lote con servicios y sus
producción del hábitat que ha demostrado su ca-
variantes) y como estrategia de reducción de gas-
pacidad de generar soluciones viables donde no
tos. En los años 80 y 90 se sostuvieron políticas
alcanza el sistema de producción privada –que
de promoción, que prestaron apoyo técnico a los
atiende a sujetos individuales de crédito- ni el sis-
autoproductores de vivienda con cierto éxito, pero
tema de producción pública –hoy en claro retroce-
sólo como respuesta física y con escasa repercu-
so (Ortiz, 2007).
sión. Julián Salas (2005, p. 91) esquematiza la
En los últimos años se ha ampliado el alcance o la
evolución de las generaciones de políticas en la
precisión del término y tiende a hablarse de “Pro-
siguiente serie: “Dar vivienda a los pobres” (años
ducción y Gestión Social del Hábitat”, tal como se
60); Puesta en práctica de políticas no convencio-
tituló un encuentro nacional en México a finales de
nales de vivienda (70); Políticas de tolerancia
2007. Ciertamente esta perspectiva teoriza la in-
permisiva con los procesos informales en materia
tervención sobre el hábitat desde un enfoque
de hábitat (80); Nuevas estrategias facilitadoras
complejo que resulta conceptualmente generaliza-
para el acceso a viviendas dignas para todos
ble a otras latitudes y realidades socioeconómicas,
(1996, Hábitat II).
institucionales y culturales.
Sin embargo, en la actual manifestación del pro-
En ese sentido el predominio histórico de la idea
blema, la vivienda y el hábitat están muy vincula-
de “producción” se debe al fenómeno urbanizador
dos a otros factores de precariedad (empleo, sa-
espontáneo del ámbito latinoamericano. Pero en
lud, educación…), y la mayoría de los sectores so-
los países centrales, donde no existen sectores
ciales excluidos requiere de enfoques integrados
masivos de pobreza estructural ni existe tal impul-
que aborden todas las dimensiones de la exclu-
so de autoproducción habitacional, el uso especu-
sión. En respuesta a esta situación se formula, con
lativo financiero de la vivienda ha hecho que el sis-
vocación de enfoque sistémico, el concepto de
tema de producción privada haya experimentado
Producción Social del Hábitat, promovido por la
una verdadera hipertrofia en los últimos lustros,
rama latinoamericana de HIC (Habitat Internacio-
reduciendo progresivamente el papel del sistema
nal Coalition). Desde su formulación inicial -se
de producción pública y contribuyendo a margina-
viene empleando el término desde los años 70- ha
lizar las experiencias de producción social (por
habido varias interpretaciones de la PSH, que
ejemplo el extinto programa de autoconstrucción
varían en función del rol adoptado en el proceso
de la Junta de Andalucía o el modelo cooperativo).
por los autoproductores, los grupos técnicos de
En definitiva, la construcción correlativa de una mi-
apoyo y las instancias gubernamentales (Romero,
rada compleja sobre el hábitat en nuestro entorno
ob. cit.) En palabras de Ortiz, por PSH:
requiere asumir el paradigma conceptual y meto-
“entendemos todos aquellos procesos generadores
dológico de PGSH, por naturaleza adaptativo y
de espacios habitables, componentes urbanos y
contextual, pero desplazando el acento hacia la
viviendas, que se realizan bajo el control de auto-
gestión, lo que nos permite ubicarlo en nuestras
productores y otros agentes sociales que operan
sin fines lucrativos” (Ortiz, 2002).
Contempla modalidades desde las más netamente
claves de intervención, donde cobrará un mayor
protagonismo la articulación intersectorial de polí-
{
}
ticas para intervenir en sectores como la rehabili-
cada actor (…) admita la necesidad de que cada
tación de barriadas y centros históricos, los ámbi-
uno de los otros actores tenga injerencia en todos
tos urbanos marginados, el urbanismo participati-
los niveles de decisión y responsabilidad: injeren-
vo, la promoción de fórmulas cooperativas, etc. En
cia del habitante y de los profesionales sociales,
todos estos ámbitos existe, en nuestro continente,
por ejemplo, en la elaboración de los diseños de
todo un caudal teórico-práctico llamado a sentar
arquitectura (…)” (Pelli, 2006, p. 75). Este es de
las bases de la versión europea de la Producción y
hecho, como veremos enseguida, el principio me-
Gestión Social del Hábitat.
todológico propuesto por Montañés cuando se refiere a que todos los grupos participantes puedan
observar la observación de todos los grupos, in-
La necesidad de adquirir herramientas
metodológicas
cluida la del grupo investigador.
Tal como sostiene Enrique Ortiz, para hacer ope-
las aptitudes o capacidades, que concierne al ma-
rativo el enfoque de la PGSH es preciso crear e
incorporar herramientas metodológicas que resulten adecuadas a sus fines y sean susceptibles de
generalizarse en forma de políticas. Ello implica
dotarnos del repertorio instrumental de la investi-
Hecho este apunte entraríamos en la cuestión de
nejo de metodologías adecuadas en procesos de
gestión social del hábitat. Es este un campo que
se encuentra en construcción y recibe con enorme
interés las aportaciones de Manuel Montañés y
Mariana Enet.
gación participada aplicado al hábitat.
primer paso, reubicar el rol de los técnicos que
“Metodología y técnica participativa” de
Manuel Montañés
manejan saberes especializados en estos proce-
Manuel Montañés Serrano, uno de los autores de
sos. Teniendo la PGSH su eje metodológico en la
referencia de nuestro país en materia de investi-
participación intersectorial, los técnicos debemos
gación participativa, nos ofrece herramientas para
desarrollar tanto las aptitudes como las actitudes
abordar una estrategia de investigación participati-
adecuadas a este paradigma de actuación. Ambas
va de manera integral: desde su singular concep-
cuestiones están interrelacionadas desde el mo-
ción de la participación, pasando por su funda-
mento en que los instrumentos metodológicos,
mentación teórica y metodológica, hasta un reper-
como veíamos en el cuadro de Alberich, se deben
torio de técnicas encuadradas en el enfoque me-
a una determinada orientación epistemológica, ya
todológico propuesto.
que ésta influye en el rol que deben asumir los ac-
Montañés reivindica la denominación de investiga-
tores técnicos e institucionales en estos procesos.
ción participativa bajo una determinada forma de
El manejo correcto de las herramientas adecuadas
entenderla y ponerla en práctica. En la cita inicial
pasa entonces por un cambio de actitud que no
del libro, Jesús Ibáñez reflexiona sobre la natura-
responde tanto (o no sólo) a motivos éticos como
leza de la técnica y sugiere: “En vez de someter al
a una cuestión de coherencia metodológica. Víctor
objeto a juegos de pregunta/respuesta, conversar
Pelli es una de las voces que ha abordado este
con él”. Desde este momento ya aparece la idea
tema con más elocuencia. Tal como expresa en
de la conversación, que será el eje metodológico
uno de sus textos, “en el modelo participativo la
de la propuesta de Montañés como llave de la
consigna de elaboración de decisiones comparti-
creatividad social.
das y consensuadas diluye la especificidad de los
El libro se organiza en cuatro capítulos. El primero
campos de competencia: (…) es necesario que
comienza explorando las relaciones entre ontolo-
Es conveniente aclarar que ello comporta, como
gía, ideología, epistemología, teoría y metodolo-
-entre el científico social y la realidad grupal- que
gía, y defiende una perspectiva práxica de la pro-
Montañés propone sustituir por múltiples alterida-
ducción de conocimiento, dimensión a la que, sos-
des, ya que “todos somos otros de otros”. Aquí re-
tiene el autor, quedan supeditadas las anteriores
side uno de los aportes más significativos de la
toda vez que se ven modificadas por ésta.
propuesta: la estrategia participativa debe propi-
Partiendo de la idea de que producimos la realidad
ciar que todas las realidades grupales puedan par-
al observarla, existirán tantas realidades “objetiva-
ticipar en la producción de conocimiento sociocul-
das” como sujetos observadores. Pero, además de
tural, de manera que todas puedan observar la
observar la realidad, las personas tenemos la ca-
observación de todas, incluida la del grupo investi-
pacidad antropológica de “vernos viendo”. Esta fa-
gador.
cultad es la reflexividad, que será uno de los pila-
El segundo capítulo expone la fundamentación
res que justifican la estrategia metodológica pro-
teórica-metodológica de la estrategia a seguir para
puesta. Las múltiples realidades objetivadas que
la producción de conocimiento sociocultural. Mon-
existen no pueden nunca ser equivalentes, pero
tañés apuesta por una participación conversacio-
en virtud de la reflexividad pueden ser compatibili-
nal. La materia prima objeto de interpretación será
zadas. Para saber si la realidad que produce un
fundamentalmente discursiva, porque es el len-
investigador es compatible con la del grupo social
guaje el dispositivo más potente de que dispone-
del que dice dar cuenta, tiene que conversar con
mos para compatibilizar sentidos.
él “en un proceso de toma de decisiones que afec-
En cualquier caso, para que dicha compatibiliza-
ten a sus vidas”, la del grupo y la del investigador.
ción de realidades socioculturales se produzca, es
Esto implica romper la distinción clásica entre
necesario “propiciar una reflexividad de segundo
ciencia social teórica y aplicada. Pero además el
orden”, es decir, que permita pensar sobre lo ya
principio científico que legitima la investigación ya
pensado. Ello permitirá abrir nuevos interrogantes,
no descansa en la objetividad, sino en la reflexivi-
de manera que la producción participada de cono-
dad compatibilizada. Esto nos lleva a reconocer
cimiento “se encuentra en un inacabamiento per-
que la legitimidad científica de una investigación
manente”, que nos remite a la noción de estrategia
social pasa a recaer en el modo de proceder, es
(abierta) frente al programa (cerrado) (Morin,
decir, en tanto hayan participado o no en la pro-
2002, p. 80).
ducción de conocimiento de la realidad construida
La estrategia a seguir dibuja una espiral en la que
todos los sistemas observadores que puedan ver-
se habrá de cubrir cuatro fases en ciclos sucesi-
se afectados por las acciones que de ella se deri-
vos: conversación inicial, conversaciones en las
ven. Esto desplaza el paradigma participativo de la
redes, dialógica informativa y conversación pro-
demanda ética a la exigencia científica.
yectiva.
Antes enunciábamos los antecedentes de la inves-
Como punto de partida propone recurrir a una
tigación participada que recoge el autor, no tanto
muestra estructural, realizada en función de la
con un afán historicista como con la intención de
zona y el objeto de estudio, que tienda a la satura-
identificar orientaciones con que la IAP se ha lle-
ción discursiva. El análisis de discursos servirá pa-
vado a la práctica: en todos los casos, el grupo in-
ra comprobar hasta qué punto la muestra es com-
vestigador trata de propiciar que un grupo de po-
patibilizada y permitirá identificar realidades grupa-
blación no académico se convierta en sujeto de la
les emergentes. Sabremos si la interpretación de
investigación. Pero todos parten de una alteridad
lo dicho es correcta en las siguientes fases, en
{
}
tanto resulte útil para continuar propiciando con-
bastante completo de los instrumentos más recu-
versaciones y construyendo nuevas realidades
rrentes en la investigación participada. Éstas se
compatibilizadas. Para ello se procede a hacer de-
presentan clasificadas en función de su finalidad
voluciones, en las que se aconseja emplear sopor-
dentro del proceso: técnicas dinamizadoras, do-
tes complementarios al informe escrito, como los
cumentales, distributivas, estructurales, técnicas
audiovisuales. La construcción de nuevas catego-
implicativas y reflexivas y técnicas conversaciona-
rías generará identificaciones grupales, que tras-
les.
cienden la suma de los individuos. M. Rosa y J.
Al poner el acento en el rigor metodológico de una
Encina se refieren a ello como saltar de lo indivi-
estrategia de corte conversacional, la obra consi-
dual a lo colectivo (Rosa y Encina, 2005, p. 52).
gue desgranar con profundidad teórica y profusión
Ello requiere propiciar reflexiones de segundo or-
de ejemplos cómo diseñar y desarrollar una inves-
den. A continuación, a partir de una matriz proyec-
tigación participada apoyada en muestras discur-
tiva, se ha de elaborar el Plan de acción, mediante
sivas y especialmente cómo proceder a la produc-
técnicas implicativas y conversacionales que pro-
ción y análisis de discursos. En su globalidad, hay
picien un itinerario decisional.
que destacar la utilidad y el rigor de la propuesta
El tercer capítulo pormenoriza cómo se ha de pro-
como guía metodológica y técnica para quien se
ceder en el proceso investigador: identificar de
disponga a abordar una investigación participada.
dónde se parte, cuál es el síntoma inicial; el para
qué y para quién de la investigación, que estarán
interrelacionados; quiénes y en qué participarán;
delimitar en dónde se realizará y mostrar sus características como material para el debate; qué se
someterá a estudio (apartado que merecerá mención aparte); con qué técnicas se procederá; qué
estructura organizativa se adoptará; a dónde se
acudirá, a qué fuentes primarias y secundarias;
con qué recursos se contará y cuánto tiempo se
dedicará.
Respecto a qué se someterá a estudio, además de
mencionar las aproximaciones distributivas de la
investigación social clásica, el autor se detiene a
exponer con detalle cómo proceder a la interpretación de discursos, una de sus áreas de especialidad, ofreciendo una serie de orientaciones metodológicas, así como una pormenorizada explicación del cuadro sémico como instrumento para
identificar las distintas posiciones discursivas
sobre un objeto de estudio.
Por último, un cuarto capítulo se destina a organizar y describir un abanico de técnicas que, sin pretender ser exhaustivo, constituye un compendio
“Herramientas para pensar y crear en colectivo en programas intersectoriales de
hábitat” de Mariana Enet
Esta publicación es el resultado de una investigación colectiva dirigida por la arquitecta argentina
Mariana Enet, en un equipo que completan el arquitecto mexicano Gustavo Romero y la psicóloga
cubana Rosa Olivera.
En su introducción, Georgina Sandoval se refiere a
esta obra como un “texto/manual”. En este sentido, así como en el enfoque teórico y epistemológico, presenta elementos en común con el texto comentado de Manuel Montañés. Pero mientras éste
se sitúa en el ámbito académico o disciplinar de la
investigación social (y probablemente docente,
con el telón de fondo del máster de cuya dirección
forma parte), la propuesta de Mariana Enet tiene
un cariz más político y un contexto de aplicación
específico: el hábitat latinoamericano.
Su trabajo constituye un aporte a la construcción
de un sistema de Producción Social del Hábitat
capaz de configurarse como respuesta de escala
masiva al problema habitacional latinoamericano
en toda su complejidad. La operatividad de la PSH
requiere de un conjunto de instrumentos, en pala-
que todo individuo percibe y explica la realidad
bras de Enrique Ortiz, “capaz de fomentar la ac-
desde “un patrón cognitivo, sesgado por emocio-
ción convergente de diversas disciplinas, sectores
nes y determinado por intereses”, lo cual implica la
de la administración pública y actores sociales”.
necesidad de incorporar metodologías participati-
Su acento inicial se sitúa en la necesidad de inno-
vas.
var métodos y técnicas de evaluación desde un
Con una intención particularmente didáctica, a par-
enfoque participativo integral, que se concreta en
tir de su experiencia la autora aborda “los diez mi-
la propuesta de un Sistema integrado de Diagnós-
tos más comunes que frenan la participación”,
tico + Planificación + Monitoreo + Evaluación +
desgranando los prejuicios que se esconden de-
Comunicación.
trás de cada uno de ellos y proponiendo cambios
El marco conceptual de la investigación parte de la
de visión.
observación de que es muy difícil encontrar insti-
Enet propone un método abierto, flexible y adapta-
tuciones o profesionales que realicen metódica-
tivo para la evaluación “en proceso” de programas
mente una evaluación y planificación de sus ac-
y proyectos de hábitat, esto es, inserta dentro de
ciones, lo cual resulta inaceptable. El título del
un sistema de tecnologías que incluyen el
epígrafe central de este capítulo viene a expresar
diagnóstico, la planificación y la comunicación. Se
la motivación de este trabajo: Las transformacio-
trata de una tecnología en interacción con otras
nes claves en las políticas de producción social del
dentro de un sistema integrado.
hábitat requieren innovaciones en los métodos y
Este enfoque ha de entenderse en el contexto de
técnicas de evaluación, comunicación y toma de
la evolución de los métodos de evaluación de pro-
decisiones. Comienza señalando la necesidad de
yectos de hábitat, en la que cabe identificar tres
aprender a “desmirar” para mirar la realidad de
generaciones. La primera generación se desarrolla
otra manera y se pregunta por qué fallan las políti-
en las décadas del 50/70 y se atribuye a las eva-
cas que se vienen poniendo en práctica para res-
luaciones de corte cuantitativo realizadas por los
ponder al problema del hábitat. Hoy ya se habla de
gobiernos sobre las primeras políticas de vivienda;
construir una PSH con la gente, pero aún debe-
es una evaluación de resultados ex post. La se-
mos enfrentar la traducción de esta formulación
gunda puede ubicarse en los años 80 y supone
retórica en nuevos enfoques metodológicos capa-
una reacción por parte de las ONG al reduccio-
ces de producir nuevas políticas. Ello exige pre-
nismo de las evaluaciones gubernamentales; se
viamente una descentralización efectiva de com-
basa en enfoques cualitativos contando con la po-
petencias y recursos hacia lo local. Pero esa ges-
blación afectada pero no con las instituciones; son
tión local participativa e intersectorial requiere dis-
evaluaciones puntuales a lo largo del proceso. La
poner de las herramientas metodológicas adecua-
tercera generación comprende desde los años 90
das.
hasta la actualidad y se centra en el enfoque de la
La propuesta tiene sus referentes teóricos en el
PSH; es una evaluación continua para la gestión
análisis estructural, la visión sistémica y el enfoque
estratégica. Las nuevas generaciones apuestan
dialógico como marco para repensar el hábitat y
por integrar elementos metodológicos de otras
sus estrategias de cambio. En ese marco, la auto-
ramas de la ciencia para crear métodos propios y
ra converge, en otros términos, con la argumenta-
tienden a ampliar la participación no sólo a distin-
ción de Manuel Montañés, al afirmar que “toda ex-
tas disciplinas científicas y a la población afectada
plicación de un hecho es conflictiva”, de manera
sino también a los sectores implicados y su articu-
{
}
lación.
Resulta interesante y esclarecedor el cuarto capí-
La propuesta metodológico-técnica de Enet es
tulo, dedicado al relato de cuatro casos de aplica-
contextual, de manera que las herramientas se
ción del método, que revela la adaptabilidad a si-
crean colectivamente en el mismo proceso de
tuaciones de muy diversa naturaleza: desde distin-
transferencia en cada caso concreto. En ese sen-
tos tipos de programas y proyectos (habitaciona-
tido no se ofrece una receta lineal basada en eta-
les, planes integrales barriales, planes de em-
pas cerradas, sino “pistas” metodológicas basadas
pleo…) hasta proyectos de distinta escala, pasan-
en momentos abiertos interrelacionados, para que
do por variables como el momento de aplicación
cada grupo construya sus propias herramientas.
(al final del proyecto, al principio o en curso), el ti-
Se opera por ciclos de profundización de cinco
po de financiación, el modelo de gestión o el al-
momentos: aproximación, enfoque, diseño, prueba
cance de la aplicación del método en el desarrollo
y ajuste, y utilización de resultados “evolucionando
del proyecto (parcial o total).
hacia mecanismos cada vez más apropiados y
El quinto capítulo recoge unas conclusiones fina-
apropiables”. De ese modo se propone un modelo
les de entre las cuales recogemos la intencionali-
de proceso que avanza en forma de espiral, con
dad de una propuesta que, más que ofrecer un
sucesivas aplicaciones del sistema integrado de
método entendido como receta, subraya su carác-
herramientas propuesto. Definido el enfoque con
ter de transferencia, en tanto aspira a incrementar
todas las instancias posibles de la institución pro-
capacidades para la construcción colectiva de sus
motora, el momento de diseño se organiza a su
“herramientas para pensar y crear en colectivo”.
vez en fases de diagnóstico, planificación, monitoreo-evaluación y comunicación, que interactúan de
Observaciones finales
forma sistémica. Al diagnóstico inicial sigue una
A pesar de su distinta procedencia no son escasas
profundización en temas estratégicos, tal como
las coincidencias entre ambos planteamientos,
opera la investigación participada. A continuación
que de hecho comparten algunas fuentes teóricas.
se propone como instrumento para una planifica-
Por caminos diferentes, desde un plano científico y
ción participada e interactoral el método de Marco
otro político, ambos confluyen en la necesidad ine-
Lógico, ampliamente difundido por las agencias de
ludible de construir estrategias participadas: mien-
cooperación, por su cualidad de visualizar la vincu-
tras que Montañés justifica la necesidad de que
lación entre planificación estratégica y programáti-
una investigación social sea participada como
ca. Después se definirían participativamente los
premisa de rigor científico, Enet plantea que la
indicadores de metas, productos, resultados e im-
participación es el único enfoque metodológico
pacto para utilizarlos, no como dispositivos de eva-
posible para construir políticas habitacionales sol-
luación final, sino como instrumentos de ruta para
ventes.
la rectificación estratégica del proceso. El momen-
Si tratásemos de caracterizar ambos enfoques con
to de diseño concluye con la fase de comunica-
ayuda de la propuesta de Villasante (Cuadro 3)
ción, donde destaca el empleo de técnicas visua-
sobre las metodologías de las nuevas propuestas
les en papelógrafo. El cuarto momento, de prueba
participativas, la posición de Montañés, aun parti-
y ajuste, permite hacer emerger desajustes entre
cipando de varios de sus ángulos, podría acercar-
lo planificado y su puesta en práctica. Y concluye
se a los Procesos con praxis transformadora, que
el ciclo con la utilización de resultados o consoli-
sitúan la praxis como eje de procesos para la
dación en el empleo del método.
transformación social en ciclos de acción-reflexión-
acción, mientras que la propuesta de Enet se
describir los procesos participados.
aproxima más a la Coordinación y priorización de
Por último, no cerraremos esta reflexión sin aludir
satisfactores, influida por las Planificaciones Estra-
al nivel tecnológico. A este respecto existen multi-
tégicas Situacionales de Carlos Matus y el desa-
tud de técnicas a disposición de estos procesos,
rrollo a escala humana de Max Neef y Elizalde.
algunas nativas de la investigación social y asumi-
Nos parece oportuno señalar algunas coinciden-
das por equipos pluridisciplinares y otras más cer-
cias que nos permiten trazar una serie de rasgos
canas a la arquitectura, de las que puede encon-
metodológicos que caracterizan la naturaleza de
trarse una buena selección en Wates (2006), en
estos procesos, rasgos que la IAP viene dibujando
las que cobra relevancia la expresión gráfica6. “Las
desde hace tiempo, lo que da cuenta de la paulati-
técnicas tienen que ser fácilmente manejables y
na confluencia de enfoques a que hacíamos refe-
aprehensibles por la gente que participa en los en-
rencia en la introducción.
cuentros. Tienen que estar construidas con una
Como premisa, el rigor metodológico debe enten-
intención de transferencia de tecnología social”
derse aquí bajo la noción de método que Monta-
(Martín, 2008). En general las técnicas de partici-
ñés y Villasante (2002, p. 8) toman de Edgar Mo-
pación no deben entenderse y emplearse como
rin, según la cual el método es “lo que enseña a
instrumentos cerrados sino de forma creativa y al
aprender” (Morin, 1986, p. 35). Por método enten-
servicio de la investigación según su orientación
demos la orientación intencionada de un conjunto
metodológica. En ese sentido la imagen de las
de técnicas, pero esto no implica que el método
técnicas quizá no sería tanto la de una caja de he-
sea cerrado ni que su aplicación sea mecánica; al
rramientas como la de un conjunto de ingredien-
contrario, el método participativo es abierto y su
tes, de manera que pueden combinarse, adaptar-
aplicación es estratégica y no programática, tal
se o construirse expresamente para una situación
como explican tanto Montañés como Enet.
específica según el oficio del investigador. Así co-
Presenta además una estructura cíclica, aunque la
mo Montañés las organiza según su finalidad en
composición de los ciclos se concreta de formas
dinamizadoras, documentales, distributivas, es-
diferentes según el enfoque de la propuesta. Des-
tructurales, implicativas-reflexivas y conversacio-
de el punto de vista de la profundización en la re-
nales, Enet las introduce de forma transversal a la
flexividad Montañés propone el ciclo <conversa-
descripción de los pasos de su propuesta técnica
ción inicial, conversaciones en las redes, dialógica
en coherencia con el método propuesto.
informativa y conversación proyectiva>. Enet, to-
Ambas publicaciones suponen, en definitiva, apor-
mando como punto de partida la evaluación de
taciones de notable interés a la construcción de
proyectos construye el ciclo <diagnóstico, planifi-
las herramientas que requieren los modelos de
cación, monitoreo y evaluación, comunicación>,
gestión del hábitat de una sociedad en crisis, cre-
que se repite en ciclo inicial, ciclo de ajustes y ci-
cientemente compleja y necesitada de nuevas es-
clo de desarrollo colectivo. Se pueden encontrar
trategias de intervención.
esquemas similares en otros autores. En todos los
casos son ciclos que profundizan en complejiza-
Referencias
ción de análisis y propuestas y en la apropiación
ALBERICH, Tomás. Perspectivas de la investigación social. In VILLASANTE, Tomás R. et al.
del proceso por parte de la gente. Como proceso
cíclico y abierto se asocia a la figura de la espiral,
imagen a la que recurren numerosos autores para
6
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{
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Cita del artículo
LÓPEZ MEDINA, José Mª. Metodologías participativas
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2010, nº 1, p. 83-103. <www.habitatysociedad.us.es>.
{
y
}
www.habitatysociedad.us.es
A produção e gestão da habitação de interesse social: estudo de caso
no Brasil
Glacir Teresinha Fricke
Jane Tassinari Fantinelli
Rosana Soares Bertocco Parisi
Resumo
Este trabalho apresenta uma experiência brasileira de produção e gestão de unidade habitacional de interesse social
com enfoque em sustentabilidade e gestão participativa de universidade e comunidade. Está localizada na área rural de
São José do Rio Pardo, no Estado de São Paulo, Brasil e teve a parceria com a entidade Projeto Esperança e Vida que
trata de dependentes químicos (PEVI), além do apoio financeiro para o desenvolvimento do projeto, feita por um banco
brasileiro. Nela foi construída uma unidade em mutirão com materiais e tecnologias não convencionais. A inserção de
estratégias bioclimáticas e tecnologias solares na habitação mostram o compromisso da universidade com a concepção,
produção e também com a gestão de projetos que privilegiem a melhoria da qualidade de vida das populações pobres e
a sua integração social.
Palavras chave
Produção e gestão da habitação social; Sustentabilidade; Materiais e técnologias não convencionais.
Resumen: La producción y gestión de viviendas sociales: estudio de caso en Brasil
Este artículo presenta una experiencia brasileña de producción y gestión de una unidad de vivienda de interés social
con enfoque en la sostenibilidad y la gestión participativa entre universidad y comunidad. Esta unidad está situada en
una zona rural de São José do Rio Pardo, en São Paulo, Brasil, y se produjo a partir de la asociación de la entidad Proyecto Esperanza y Vida, que se encarga de la recuperación de dependientes químicos (PEVI), además del apoyo financiero para el desarrollo del proyecto por parte de un banco brasileño. Por un esfuerzo conjunto se construyó la vivienda
con materiales y tecnologías no convencionales. La integración de estrategias bioclimáticas y tecnologías solares en la
vivienda muestran el compromiso de la universidad con la concepción, la producción y también con la gestión de proyectos que primen la mejora de calidad de vida de las poblaciones pobres y su integración social.
Palabras clave
Producción y gestión de viviendas de interés social; Sostenibilidad; Materiales y tecnologías no convencionales.
Recibido: 20/09/2010; aceptado: 10/10/2010

Datos de contacto: Glacir Teresinha Fricke. Curso de Arquitetura e Urbanismo. Universidade São Francisco – Itatiba, SP / Pontifícia
Universidade Católica PUCMinas – Poços de Caldas, MG. E-mail: [email protected].

Datos de contacto: Jane Tassinari Fantinelli. Curso de Arquitetura e Urbanismo. Universidade São Francisco – Itatiba, SP / Núcleo
Interdisciplinar de Planejamento Energético – NIPE Universidade Estadual de Campinas – Campinas. E-mail: [email protected].

Datos de contacto: Rosana Soares Bertocco Parisi. Curso de Arquitetura e Urbanismo. Pontifícia Universidade Católica PUCMinas
– Poços de Caldas, MG. E-mail: [email protected].
{
}
Abstract: The production and management of social housing: a case study in Brazil
This paper presents a Brazilian experience in the production and management of a social housing unit with a focus on
sustainability and participatory management between members of university and of community. This unit is located in a
rural area of São José do Rio Pardo, in São Paulo, Brazil, and was produced under partnership with the “Esperança e
Vida” (Hope and Life) Project (PEVI) which takes on the recuperation of chemical dependents, together with financial
support for the development of the project on the part of a Brazilian bank. A house was built as a joint effort with unconventional materials and technologies. The integration of bioclimatic strategy and solar technology in housing shows the
University's commitment to the design, production and also to the management of projects that place value on the improvement of the quality of life of the poor and their social integration.
Key words
Production and Management of Social Housing; Sustainability; Non-convenctional Materials and Technologies.
to de tal pesquisa consiste não apenas na sua
Introdução e Justificativa
abrangência, mas, sobretudo na questão metodo-
Segundo dados da ONU, as previsões mundiais,
lógica que, dentro do conceito mais amplo de ne-
em 2007, apontavam para um maior número de
cessidades habitacionais, trabalha com uma dis-
pessoas vivendo nas cidades do que no campo.
tinção básica entre dois segmentos: o déficit habi-
Portanto, a demanda por recursos e serviços au-
tacional e a inadequação de moradias (Brasil,
mentaria sensivelmente.
2005).
No Brasil, os dados do Instituto Brasileiro de Geo-
A questão habitacional no Brasil, principalmente
grafia e Estatística–IBGE (IBGE, 2007) mostram
no que tange às classes menos favorecidas, apre-
que mais de 80% da população mora nas cidades.
senta-se como uma das grandes preocupações
Os levantamentos realizados pelo Ministério das
por parte dos governos federal, estadual e munici-
Cidades (Brasil, 2005) indicam que o déficit habi-
pal. Há então que se buscar formas para a solu-
tacional brasileiro atinge 8,0 milhões de domicílios.
ção desse problema, já que é o expressivo contin-
Em dados percentuais são as regiões Nordeste e
gente da classe trabalhadora que carece de habi-
Sudeste que concentram a maior parte do déficit,
tações dignas: pessoas que ocupam a maior par-
com incidência de 39,4% e 32,4%, respectivamen-
cela dos empregos na agricultura, no setor de
te. Aos índices apresentados deve-se acrescentar
abastecimento, distribuição e comércio, indústria e
que cerca de 12 milhões de domicílios são caren-
construção civil, ou seja, nos setores produtivos do
tes de infra-estrutura, e além de que, cerca de
país. Há nas três esferas de poder, o consenso de
84% do déficit habitacional está concentrado nas
que uma das maneiras para se minimizar o pro-
famílias com renda mensal de até três salários mí-
blema é o investimento maciço na produção e ges-
nimos, equivalente à U$ 889,56. Os dados estatís-
tão de habitações de interesse social -HIS (Fricke,
ticos apresentados pelo Ministério das Cidades fo-
2006).
ram produzidos a partir da pesquisa Déficit Habi-
Porém, até hoje o maior contingente da população
tacional no Brasil – Municípios selecionados e mi-
de baixa renda constrói por conta própria, sem o
crorregiões geográficas, feita em parceria com a
acompanhamento de um profissional da área da
Fundação João Pinheiro, de Minas Gerais. O méri-
construção civil, muitas vezes por falta de capitali-
zação e de acesso ao crédito para financiamento
São apresentadas alternativas viáveis e possíveis
habitacional. Como resultado disso, a produção é
para a disseminação do conceito de habitação
de edificações sem qualidade construtiva, em te-
digna.
rrenos que, via de regra, são inadequados às
construções. A situação existente pode ser altera-
Projeto CRESCER
da através da aprovação da Lei n° 11.888, sancio-
O projeto CRESCER –Construir e REsgatar com
nada pelo Presidente da República do Brasil, em
Sustentabilidade a Cidadania E a Reinserção So-
24 de dezembro de 2008 (Brasil, 2008), na qual
cial- está implantado em um sítio na área rural de
está assegurada às famílias de baixa renda a as-
São José do Rio Pardo, SP. É propriedade da co-
sistência técnica pública e gratuita para o projeto e
munidade terapêutica denominada Projeto Espe-
a construção de habitação de interesse social.
rança e Vida (PEVI), que realiza o tratamento para
Nesse sentido, os profissionais da área da cons-
homens portadores de dependência química (dro-
trução civil darão a sua contribuição para a popu-
gas e álcool).
lação mais carente para produzir moradias mais
O projeto foi desenvolvido entre agosto de 2007 e
adequadas.
julho de 2010 e contou com os recursos financei-
Diante desse cenário, diversas pesquisas, projetos
ros do Instituto HSBC Solidariedade, uma ONG
e experiências vêm sendo realizados a fim de co-
vinculada a uma instituição bancária brasileira que
laborar com a redução do déficit habitacional e, ao
fomenta projetos sociais e educacionais. Dentre as
mesmo tempo, o dos impactos ambientais gerados
atividades realizadas no CRESCER constam a
pelas construções convencionais, caracterizadas
implantação de uma olaria para a produção de
pelo consumo excessivo de recursos naturais
Bloco de Terra Compactada –BTC’s- (Barbosa,
(desde água, areia, até enormes quantidades de
2002a e 2002b) e adobes, além da construção de
madeira, etc), pela demanda por matéria-prima in-
uma Casa de Apoio, habitada pelos homens em
dustrializada (como cimento, telhas de fibro-
tratamento no PEVI.
cimento, argamassas, tintas, etc) e pela geração
Seu projeto arquitetônico foi concebido como uma
de resíduos (provenientes do desperdício de mate-
unidade de habitação de interesse social e rece-
riais), além de privilegiarem a gestão da produção
beu a denominação de “Casa de Apoio” já que,
de tais habitações. No setor da construção civil
durante o dia, serve de apoio ao projeto
vem ocorrendo uma crescente difusão de concei-
CRESCER, abrigando simultaneamente, o escritó-
tos e princípios sustentáveis, que por vezes pro-
rio para a comercialização do material produzido
movem o retorno às formas de construção antigas
na olaria e, também, como moradia dos referidos
e a combinação de utilização de materiais e tecno-
dependentes químicos em tratamento e para os
logias contemporâneas com materiais de reuso e
que prestam serviços de apoio à mencionada co-
métodos construtivos não-convencionais (Parisi et
munidade terapêutica.
al., 2007)
Um dos pressupostos iniciais para a construção da
No que diz respeito ao processo de gestão, as
Casa de Apoio foi sua localização: um lugar visível
parcerias interinstitucionais e público-privadas vêm
e de fácil acesso, na entrada do sítio do PEVI
se mostrando como promissoras. Por esta razão,
(Figura 1). A intenção foi a de dar visibilidade aos
o presente trabalho aborda um estudo de caso im-
blocos de terra produzidos pela comunidade de
plantado no município de São José do Rio Pardo,
internos, promovendo a sua divulgação.
Estado de São Paulo, Brasil, o Projeto CRESCER.
{
}
Figura 1: Localização da Casa do Projeto CRESCER ao lado da entrada do Projeto PEVI e bem próxima do leito da rodovia SP207. Fonte: Adaptado de www.wikipedia.com.pt; www.googlemap.com e Parisi, R. e Baptistela, J.E., 2010.
O projeto CRESCER compreendeu três etapas
principais. A primeira tratou da proposta do proje-
O projeto da Casa de Apoio
to arquitetônico, desenvolvida em conjunto com a
A Casa de Apoio, inicialmente projetada com
comunidade terapêutica em tratamento. A segun-
56,00m² foi construída com a ampliação prevista
da, paralelamente com a primeira, tratou da sensi-
de mais 35,00m², perfazendo um total de 91,00m²,
bilização das equipes das universidades, formada
distribuídos em 3 dormitórios, 1 banheiro, 1 sala e
por professores e alunos das instituições parcei-
cozinha conjugadas, uma varanda de recep-ção e
ras, bem como a comunidade terapêutica, para a
uma varanda de serviços. Nas imagens da Figura
produção dos adobes e BTC’s. A terceira parte do
2 observa-se o projeto arquitetônico inicialmente
projeto contemplou a execução da obra e toda a
proposto, e o construído, assim como a simulação
infraestrutura para o funcionamento da Casa de
em maquete eletrônica das duas propostas.
Apoio, com ênfase na sustentabilidade ambiental.
Na Figura 3 são vistas as maquetes eletrônicas
Finalizando é apresentado todo o processo da
das etapas de construção e o ciclo sustentável
construção e o ciclo de sustentabilidade ambiental
projetado para o Projeto CRESCER.
adotado nesse projeto.
Figura 2: As duas plantas e perspectivas da Casa de Apoio do projeto CRESCER, respectivamente, sem ampliação e com ampliação. Notar na moradia ampliada os dois dormitórios de dimensões iguais, o contíguo à varanda frontal e o contíguo a varanda de fundo. Fonte: GEAHAS, 2009.
Figura 3: Etapas da Construção e Ciclo de construção sustentável. Fonte: Luz, T., 2010.
Implantação da Construção da Casa de
Apoio
Para a execução da obra foram planejadas diversas etapas:
- A primeira tratou da produção dos tijolos –
adobes e BTC’s- que seriam utilizados na construção da Casa de Apoio;
- Durante a etapa seguinte foi realizada a execução da obra –desde a fundação até os acabamentos;
- Por fim, foram implantados os sistemas de tratamento de esgoto alternativo (tratamento por
evapotranspiração) e o aquecimento da água para o chuveiro através de um sistema de aquecimento solar (SAS), o sistema de irrigação por go-
{
}
tejamento no teto verde, além do reaproveita-
ticipantes chegaram a produzir 1.300 unidades de
mento da água de chuva.
BTC’s por dia (Figura 4).
Para o sucesso da gestão e produção comparti-
Ao mesmo tempo, a produção dos adobes aconte-
lhada foi necessário o envolvimento das pessoas
cia lentamente: cerca de 100 a 200 tijolos por dia.
em tratamento na comunidade terapêutica durante
Ficou evidente a resistência dos participantes para
o processo de produção dos adobes e BTC’s para
a produção dos adobes, já que o processo era
a execução da edificação. Para tanto foram reali-
manual, individual, demorado e mais desgastante
zadas oficinas e gincanas de sensibilização, que
que a produção dos BTC’s prensados. Com isso, a
objetivaram mostrar a importância da produção do
Casa de Apoio, que teria um dos dormitórios er-
maior número de peças em curto espaço de tempo
guido com a utilização de adobes, empregou ape-
a fim de viabilizar mais rapidamente a construção
nas os blocos prensados. Os adobes produzidos
da denominada Casa de Apoio.
foram posteriormente utilizados no balcão divisor
dos ambientes de estar e cozinha da habitação,
O controle técnico e a produção dos adobes e BTC’s
A qualidade do material produzido foi verificada
quinzenalmente, com o envio de lotes de peças ao
Laboratório de Mecânica de Solos da Universidade São Francisco, parceira do projeto para a realização de ensaios laboratoriais. Tanto na produção
dos tijolos, quanto na elaboração dos ensaios foram observadas as Normas Brasileiras NBR 8491
(ABNT, 1984) e NBR 8492 (ABNT, 1984), que
dizem respeito à fabricação de tijolos maciços de
solo- cimento (BTC’s) e aos métodos de ensaio e
determinação da resistência à compressão e da
absorção da água desses tijolos.
das universidades parceira, cedeu ao PEVI, em
regime de empréstimo, uma prensa alemã para a
produção dos BTC’s. Assim, durante a primeira
etapa, com o funcionamento das duas prensas
a
prensa
adquirida
também para possíveis encomendas
Quando a produção de BTC’s atingiu a marca das
10 mil unidades as obras da Casa de Apoio foram
efetivamente iniciadas. Durante a etapa de produção dos tijolos e da construção da Casa de
Apoio percebeu-se que a rotatividade de residentes no PEVI dificultava o processo de construção.
A mencionada rotatividade é decorrente do fato de
que alguns residentes abandonam o tratamento da
dependência química, além daqueles que concluem o mesmo. Tal fato provocava a substituição
dos responsáveis pela equipe de execução dos
tijolos, resultando na morosidade da sua produção. Observou-se que, para os novos participan-
A PUC-Minas, campus de Poços de Caldas, uma
manuais,
servindo de amostra do processo realizado e,
pelo
Projeto
CRESCER e a pertencente à PUC-Minas, os par-
tes da comunidade terapêutica, houve uma menor
motivação em função da falta de conhecimento
das vantagens e benefícios para o meio ambiente
do processo de fabricação dos adobes e BTC’s
em relação aos tradicionais tijolos queimados.
Figura 4: Etapas do processo de fabricação dos adobes e blocos de terra compactada. Fonte: GEAHAS, 2007.
Execução da obra
e responsabilidades que os mesmos possuem na
comunidade terapêutica. Ainda que houvesse ofi-
No que diz respeito à execução da obra, o pro-
cinas mensais temáticas para a sensibilização
blema da rotatividade de residentes do PEVI pas-
desses residentes, com a participação de alunos
sou a retardar o processo de construção, tornando
das universidades parceiras nesta etapa do proje-
necessária a contratação de mão-de-obra especia-
to, o número de homens efetivamente envolvidos,
lizada. Constatou-se que as pessoas em tratamen-
não ultrapassava um terço dos membros da co-
to permaneciam pouco tempo na obra para apren-
munidade terapêutica, ou seja, de 9 a 10 homens.
derem sobre o processo construtivo da Casa de
A Figura 5 mostra as imagens do início da cons-
Apoio. O tempo disponibilizado era de apenas
trução da unidade de moradia denominada “Casa
duas horas no período da manhã e uma hora no
de Apoio”, onde foram empregados tijolos cerâmi-
período da tarde, o que fazia com que não se
cos queimados e uma parte tijolos provenientes de
comprometessem com o processo de construção
demolições já que a utilização dos BTC’s, não é
da edificação.
recomendada para alicerces, pois, por não serem
O principal motivo para o curto período dedicado à
queimados, se tornam suscetíveis à umidade.
construção pode ser atribuído às outras atividades
Figura 5: O gabarito, a concretagem da sapata corrida e o assentamento da alvenaria armada empregando os BTC’s. Fonte:
Parisi, 2008.
Por se tratar de uma unidade de habitação insta-
cução utilizou-se a laje de concreto leve com o
lada em uma comunidade terapêutica, houve a
emprego de EPS (poliestireno) num dos dormitó-
possibilidade de se implantar um projeto inserido
rios e no outro dormitório foi usada a lajota
dentro dos princípios de ciclo de construção sus-
cerâmica, no lugar do EPS para proceder às ava-
tentável (Cimino, 2003). Assim, a cobertura previu
lia-ções térmicas da unidade habitacional, antes
a implantação de um teto verde, integrada à um
da colocação do teto verde vivo.
sistema de captação de água de chuva, apoiados
Através das avaliações de desempenho térmico
sobre dois corpos de lajes executadas em concre-
dos dois sistemas de cobertura presentes nesta
to, devidamente impermeabilizadas. Em sua exe-
habitação, realizadas no período de 25 de maio à
{
}
10 de dezembro de 2009, foi possível observar
amplitude aos cômodos, acompanhando a incli-
preliminarmente o sistema de cobertura proposto
nação de 28% dos dois corpos de laje.
ainda sem o teto verde.
Outra decisão importante ocorrida na obra foi a
Com a colocação do acabamento do telhado com
construção do tanque para tratamento de esgotos
teto verde vivo está previsto um novo monitora-
(especificamente das águas cinzas e negras) atra-
mente no mesmo período climático para a avalia-
vés do sistema de evapotranspiração. A Casa de
ção e comparação da redução da carga térmica e
Apoio está situada na zona rural e, caso não hou-
da temperatura no interior da edificação.
vesse sido implantado o sistema de tratamento, tal
Na cobertura outra particularidade executada diz
esgoto correria “a céu aberto” em vala comum até
respeito ao forro. Uma vez que o telhado com-
desaguar no rio Fartura, que corre próximo do lo-
preenderia lajes inclinadas e independentes, op-
cal. Observam-se nas imagens (Figura 6) a seguir
tou-se por não colocar um forro horizontal como
as etapas de construção do tanque e seus detal-
habitualmente se emprega nas moradias do Brasil.
hes construtivos.
Com isso, os “pés direitos” mais altos deram maior
Figura 6: O tanque de evapotranspiração para o tratamento do esgoto da Casa de Apoio (1-saída do esgoto; 2-espaço vazio
para anaeróbica; 3-entulho; 4-brita; 5-cascalho e areia; 6-pneus; 7-concreto) e os detalhes construtivos do mesmo. Fonte:
GEAHAS, 2009 e Luz, T., 2010.
Com a cobertura implantada, foram realizados os
Em seguida, foi iniciada a atividade para a pintura
trabalhos para a confecção dos acabamentos da
da edificação com tintas produzidas à base de te-
construção (Figura 7). Internamente, a habitação
rra, através das técnicas disseminadas por Car-
recebeu chapisco e massa grossa convencionais,
valho (2007), cujo processo cativou os residentes
conservando-se na sala uma parede com BTC’s
do PEVI e os acadêmicos das universidades par-
aparentes. As aberturas colocadas na construção
ceiras. A unidade de habitação foi pintada em re-
(vitrôs, janelas e portas), bem como azulejos,
gime de mutirão, com extensiva participação de
louças de banheiro e pia da cozinha foram prove-
residentes e voluntários do PEVI, além dos pro-
nientes de demolições. Optou-se por deixar as ins-
fessores e alunos das universidades.
talações elétricas aparentes para evitar geração
de resíduos com cortes nas paredes.
Figura 7: A execução das esquadrias, colocação da rede hidráulica e pintura da moradia. Fonte: GEAHAS, 2009.
Com tal atividade, restaria para finalizar a cons-
a partir do óleo de mamona (Ricinus communis,
trução a execução do sistema de proteção da co-
L.) que seria utilizada para a impermeabilização
bertura, o telhado verde vivo e, em seguida, insta-
das lajes e preparação da mesma para a coloca-
lação do sistema de captação de energia solar
ção de cobertura verde leve, a exemplo da empre-
(Figura 8). No que diz respeito à cobertura, preli-
gada na edificação construída no campus da USP
minarmente foram estabelecidos contatos com o
em São Carlos, SP. No entanto, não foi possível
fornecedor de resina impermeabilizante fabricada
utilizar a resina em função do seu alto custo.
Figura 8: Processo de construção do teto verde: impermeabilização, colocação da terra e plantio da cobertura vegetal. Fonte:
GEAHAS, 2009.
Outros esforços foram empreendidos no sentido
quando foram também concluídos os serviços de
de viabilizar a cobertura verde leve, agregando-se
pintura da unidade.
à mesma um caráter diferencial que garantisse o
possibilidade do reaproveitamento das águas de
A obra como referência alternativa e
sustentável
chuva. Foi adotado, portanto, um sistema de im-
A Casa de Apoio foi concluída e entregue à comu-
comportamento pleno do sistema adotado e a
permeabilização utilizando uma manta vinílica de
8mm, com solda nas emendas (Figura 8). A finalização da proteção da cobertura e instalação do
telhado verde foi realizada com a participação de
acadêmicos da PUC-Minas e residentes do PEVI,
nidade no dia 05 de junho de 2010 (Figura 9). A
inauguração contou com a presença de todos os
envolvidos no projeto, bem como as autoridades
locais e regionais.
{
}
Figura 9: Imagens da Casa de apoio, após a sua conclusão. Fonte: GEAHAS, 2010.
Destacam-se no processo, os esforços para que a
Ocorreram dificuldades durante o processo de
construção da Casa de Apoio fosse realizada
planejamento e projeto desta habitação, porém,
dentro daquilo que se preconiza como ciclo de
houve também ganhos para que a Casa de Apoio
construção sustentável (Satler, 2003), conforme a
do Projeto CRESCER se transformasse em re-
Agenda 21 para a Construção Sustentável (CIB,
ferência, não só para os residentes do PEVI, mas
1999). Procurou-se empregar desde a gestão do
também para a região onde está implantada.
projeto arquitetônico até a finalização da obra ma-
A unidade de habitação vem atraindo a atenção de
teriais que gerassem menores impactos ao meio
diversos segmentos, de clubes de serviços e
ambiente, buscando-se a combinação das tecno-
membros da sociedade que, sensibilizados pela
logias à base de terra com sistemas industrializa-
causa em benefício da comunidade, reconhecem
dos e de baixo consumo energético e baixo impac-
a importância das práticas sustentáveis que se
to ambiental. O custo desta unidade por metro
consolidaram dentro da entidade. Representantes
quadrado chegou a R$ 416,85 (reais) ou U$
da Prefeitura Municipal de Poços de Caldas, cida-
225,35 (dólares), no qual estão embutidos, além
de localizada à 62 km, estiveram no local e se
dos gastos relativos à produção da habitação, os
convenceram em implantar projeto e processo de
custos para a instalação dos equipamentos que
gestão semelhante naquele municipio (Figura 10).
fornecem o abastecimento de água, a captação e
Com a experiência do projeto CRESCER, a idéia
o tratamento de esgoto e rede de energia elétrica
de que uma construção com terra é feia ou é des-
já que a edificação foi implantada no sítio onde
tinada aos pobres vem sendo desmistificada na
não havia as mencionadas redes de abastecimen-
região onde esta edificação está implantada.
to.
Figura 10: Alunos das universidades envolvidas e comunidade terapêutica participantes do Projeto Crescer no início e na
conclusão da obra. Na imagem do centro a identidade visual criada pelos alunos. Fonte: GEAHAS, 2009 e 2010.
Avaliação Energética da Casa de Apoio
A utilização das fontes de energia e os usos finais
O sistema de iluminação
na moradia estão associados, além dos preços
Para o sistema de iluminação do Projeto CRES-
dos energéticos e dos equipamentos criados para
CER foi adotado o uso de lâmpadas fluorescentes
o seu uso, a fatores como as necessidades bási-
compactas de 15 W, colocadas em cada cómodo.
cas de energia da família, os níveis de renda, os
A experiência de pintura com tinta de terra natural
padrões sócio-culturais e a diversidade climática.
nas paredes internas da moradia mostrou-se inefi-
Também são importantes o tamanho da família
ciente quanto ao nível de iluminância necessária
e/ou número de usuários, os hábitos de consumo
(NB 5313), embora o teto seja branco. Está previs-
e as características de suas habitações.
to, portanto, o clareamento da pintura das mesmas
A inserção do sistema de iluminação de alta efi-
para a obtenção da melhoria do conforto visual.
ciência energética e de sistemas de aquecimento
O Quadro 1 a seguir mostra os equipamentos
solar de água nas unidades habitacionais demons-
eletroeletrônicos existentes na moradia e a baixa
tra uma nova forma de tratar a habitação de in-
potência dos mesmos. O refrigerador, no entanto,
teresse social no Brasil. Nelas se inclui, além do
por ser antigo (doado) e possuir uma tecnologia
conforto, o benefício proporcionado pela economia
ultrapassada é um alto consumidor de eletricidade.
feita na conta de energia, cujo excedente pode ser
No Brasil, os programas governamentais de troca
usado em outros investimentos para a melhoria da
de refrigeradores antigos, por novos e eficientes,
qualidade de vida. As edificações projetadas sob a
estão voltados prioritariamente para conjuntos ha-
luz de pressupostos sustentáveis pretendem de-
bitacionais e não para entidades assistenciais,
monstrar que também as parcelas menos favore-
como é o caso da Casa de Apoio do Projeto
cidas da população têm o direito e o privilégio da
CRESCER.
conquista de uma moradia construída com qualidade e conforto ambiental.
item
Equipamentos
Quantidade
a
Iluminação*
10 unidades x 15W
c
Televisor 2“ LCD
1
d
Ferro
1
e
Ventilador
2
f
Radio
1
g
Tanquinho
1
h
Chuveiro
1
i
Refrigerador (antigo)
1
j
Fogão 4 bocas
1
l
Bomba d’água
1
Potência (W)
1500
100
1000
100
50
300
4500
200
gás
1CV
* Luminária fluorescente compacta nas sala/cozinha, 3 dormitórios, 1 sanitário, área de serviço e varanda. Fonte: Projeto CRESCER
Quadro 1: Iluminação e Equipamentos existentes na Casa de Apoio. CRESCER.
{
O sistema de aquecimento termossolar
}
introduziu os principais conceitos e benefícios da
racionalização do uso da energia (comportamento
Para o aquecimento de água foi definido que os
de uso de equipamentos elétricos). No uso da
coletores solares atenderiam somente ao banho. A
energia solar para o aquecimento de água sanitá-
tecnologia adotada foi a de coletores fechados, fa-
ria, os enfoques principais se concentraram nos
bricados pela indústria brasileira, regulamentos e
cuidados para o funcionamento e manutenção da
etiquetados pelo Instituto Nacional de Metrologia e
tecnologia, como a limpeza dos coletores solares.
Qualidade Industrial (INMETRO). Foram projeta-
A escada de ferro construída junto à edificação vi-
dos para serem instalados na cobertura da edifi-
sou dar acessibilidade aos reservatórios de água
cação. Para isto a casa foi posicionada na direção
(fria e quente), ao sistema termossolar e aos cui-
Norte.
dados com o teto verde. Tais eventos podem ser
Na Casa de Apoio uma palestra da universidade
observados na Figura 11 a seguir.
Figura 11: Uma das coordenadoras do Projeto CRESCER em curso de capacitação para uso e manutenção da tecnologia solar
e a escada de acesso ao sistema. Fonte: GEAHS, 2009.
Os estudos foram realizados para o dimensiona-
O reservatório de água quente possui uma capa-
mento do sistema termossolar no atendimento de
cidade de 200 litros, constituído em aço inox, iso-
uma demanda de 6 pessoas.
lamento de poliuretano e perda específica de
As negociações mantidas com o fabricante de
energia de 0,17 kWh/mês/l. Seu fabricante partici-
equipamentos termossolares (doação) permitiram
pa do programa de etiquetagem do INMETRO.
a colocação de duas placas coletoras de 1m x
Os reservatórios de água fria e quente foram insta-
1,30m, com as seguintes características: peso de
lados na torre projetada e construída junto à co-
23kg cada; material da superfície absorvedora em
bertura verde. O suprimento de água é feito atra-
alumínio; vidro de 3mm; produção média de ener-
vés de poço artesiano situado em cota superior à
gia por coletor de 106 kWh/mês; eficiência energé-
20m da unidade construída. O armazenamento da
tica média de 58,8 %; Classificação A no Progra-
água fria foi feito em reservatório de 1000 litros
ma Brasileiro de Etiquetagem e Selo PROCEL de
(caixa d’água em PVC). O da água quente em re-
Eficiência Energética). As placas foram assentes
servatório de 200 litros, sem resistência elétrica
sobre uma estrutura de ferro afastadas 20 cm da
(Figuras 12 e 13).
cobertura verde do telhado, ficando com uma inclinação total de 26° (latitude do local 21° mais
5°).
Figura 12: Coletor solar instalado na cobertura, com ângulo superior à latitude do local, e a torre construída para o reservatório térmico e o de água fria. Fonte: GEAHS, 2010.
Figura 13: As placas solares foram fixadas sobre um suporte metálico no teto verde e a escada metálica, para a acessibilidade
à manutenção, foi colocada na face esquerda do prédio. Fotos: GEAHAS, 2010.
Para um banho diário de 8 minutos, com um con-
A radiação mensal obtida na simulação, para a
sumo mínimo diário de água de 6,6 l/min (NBR
orientação Norte e inclinação do coletor solar de
15.569) o valor obtido para a Casa de Apoio foi de
26°, foi de 1824,02 kWh/m², como mostra o Qua-
264 litros diários, e o consumo anual de água
dro 2 a seguir.
quente foi de 7920 litros.
Quadro 2: Insolação total em horas por mês e temperatura ambiente (°C) mensal em São José de Rio Pardo; e
radiação total incidente no coletor solar para orientação Norte e inclinação de 26° obtidos pelo Dimensol 1.1.
Fotos: Os autores, 2010.
A redução do consumo de eletricidade
Isto significa que o ganho de energia em um ano é
de 2.544 kWh (2 placas x 12 meses x106 kWh). A
A produção anual de energia do coletor solar doa-
radiação anual incidente em W/m², observada na
do pelo fabricante é de 106 kWh/mês por placa.
Figura 14, mostra que é no mês de junho (inverno)
{
}
o menor valor, de 500 W/m², representando 7,65%
tica nesta data na região. No mês de março, no
do total incidido. Os meses de dezembro e feverei-
entanto, a radiação é a mais elevada, de 600
ro também apresentam uma radiação menor em
W/m².
função da alta precipitação de chuvas, caracterís-
Figura 14: Radiação anual total incidente em W/m², no plano de inclinado calculado para a cidade de São José do Rio Pardo,
com latitude de 21°, simulado no Programa Dimensol 1.1.
Como estratégia para aumentar a economia de
interesse social em Contagem, MG (Fantinelli,
energia da moradia, o controle de acionamento da
2006) mostraram que a economia de energia elé-
resistência elétrica do chuveiro é feito manualmen-
trica é maior quando o usuário faz o controle de
te através de uma chave de comando instalada no
acionamento da resistência elétrica no próprio
quadro de distribuição elétrica (estudos realizados
chuveiro. O aquecimento da água no boiller mos-
em
trou-se antieconômico para o morador)
2000
em
experiência
piloto
do
MME-
Eletrobrás-PROCEL, com instalação de sistemas
termossolares em 100 unidades de habitação de
Figura 15: Simulação realizada com o Programa Dimensol 1.1 para a obtenção da economia de energia na Casa de Apoio do
Projeto CRESCER.
A economia de energia elétrica obtida com a subs-
são possíveis de serem conquistadas mesmo
tituição do uso do chuveiro elétrico pela água
quando se substituem os materiais convencionais
quente das duas placas solares na Casa de Apoio
por materiais e tecnologias não convencionais e
pode ser visto na Figura 15. São nos meses de
sustentáveis. Aponta-se ainda a questão relativa
maio, junho e julho os maiores consumo de ener-
ao consumo energético. A escolha dos materiais,
gia. No entanto, a economia com a substituição da
a orientação da edificação em relação ao norte, a
eletricidade pelo aquecimento solar se mantém ao
tipologia e forma do projeto, a execução do teto
longo do ano. A economia no mês de junho é de
verde, o aproveitamento da água da chuva para
62,2% (inverno brasileiro), no mês de julho é de
irrigação do teto verde e o tratamento de esgoto
65% e no de agosto de 70,3% (consumo de eletri-
por sistema alternativo, são fatores determinantes
cidade de 175kWh sem solar e de 52kWh com
para a geração de economia em relação a um sis-
solar).
tema convencional. O projeto representa a muda-
Através desta experiência foi possível constatar
nça de conceito em relação aos requisitos energé-
que a inserção de estratégias bioclimáticas e tec-
ticos que tradicionalmente têm sido empregados
nologias solares na habitação mostram o com-
no Brasil, seja em relação à substituição de lâm-
promisso das universidades parceiras com a con-
padas incandescentes por lâmpadas eficientes
cepção, produção e também com a gestão de pro-
(compactas) e a substituição de chuveiros elétri-
jetos que privilegiem a melhoria da qualidade de
cos por coletores termossolares para o aqueci-
vida das populações pobres e a sua integração
mento da água sanitária, com notável redução no
social.
consumo de eletricidade. Mesmo quando se observa que tenha ocorrido o emprego de tintas com
Considerações Finais
terra com uma baixa reflexão a edificação de-
Ao buscar um caminho alternativo para a produ-
monstrou desempenho satisfatório. A análise de
ção e gestão da habitação de interesse social foi
todo o processo infere que é possível através de
apresentada proposta implantada no Brasil, de-
ações conjuntas desenvolver a gestão da produ-
monstrando que produção de habitação envolven-
ção da habitação de interesse social com baixo
do grupos distintos da sociedade é possível e re-
consumo de energia e menor impacto ambiental.
quer a disposição e comprometimento contínuos
Quando se envolvem parceiros diversos em um
dos envolvidos. Ainda que os interesses sejam di-
mesmo projeto, é recomendável que não se dis-
versos, o fim último deve ser a produção e a quali-
tancie de objetivos como os da capacitação,
dade da moradia. A valorização e o engajamento
aprendizado, resgate de cidadania e a dissemi-
dos futuros moradores estão diretamente relacio-
nação de tecnologias, características desejáveis
nados à dignidade que o processo de conquista e
no trabalho ora apresentado.
participação possibilitam. O emprego da terra na
fabricação dos tijolos ecológicos e das tintas,
assim como de materiais alternativos e reaprovei-
Referências
tados representam a quebra dos tabus relativos à
ASSOCIAÇÃO BRASILEIRA DE NORMAS TÉC-
qualidade da habitação. O enfrentamento dos pro-
NICAS. NBR 8491. Tijolo Maciço de Solo Cimen-
blemas, a busca de soluções e a participação as-
to. Especificação. Rio de Janeiro: Cópia impres-
seguram aos envolvidos durante o processo de
sa, 1984.
produção da habitação que a solidez e a qualidade
ASSOCIAÇÃO BRASILEIRA DE NORMAS TÉC-
{
}
NICAS. NBR 8492. Tijolo Maciço de Solo Cimen-
on Sustainnable Construction. Rotterdam: CIB
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CIB (International Council for Research and Innovation in Building and Construction). Agenda 21
Cita del artículo
FRICKE, Glacir T.; FANTINELLI, Jane T.; PARISI, Rosana S.B. A produção e gestão da habitação de interesse social: estudo de caso no Brasil. Hábitat y Sociedad,
2010, nº 1, p. 109-120. <www.habitatysociedad.us.es>.
{
y
}
www. habitatysociedad.us.es
Reflexiones sobre la enseñanza y la investigación tecnológica para la
vivienda de las mayorías
Julián Salas
Resumen
El trabajo pretende un acercamiento inicial a los contenidos y formas de abordar la enseñanza de la arquitectura y la
edificación desde el primer mundo, para paliar las necesidades de las “mayorías”, o lo que es equivalente, los peligros
de la enseñanza desde los enfoques de las “minorías” cuando se intentan transferir a los países en desarrollo. El autor
aborda algunos aspectos cruciales de la tecnología pertinente en sus aplicaciones a los problemas del hábitat de “los sin
vivienda”, propugnando que dicha tecnología: debe comprometerse con la “necesidad”; precisa de investigación específica para la resolución de problemas acuciantes (“investigación-acción”); y debe permitir la libre utilización de sus resultados. Finaliza el trabajo comentando algunos aspectos del Subprograma CYTED XIV: Tecnologías para viviendas de
interés social, aún válidos, según el autor, pese a los lustros transcurridos desde su inicio.
Palabras clave
Vivienda de bajo coste; Investigación-acción; Tecnología apropiable; Docencia apropiada; Transferencia de resultados.
Abstract: Think on the education and the technological investigation for the housing of the majorities
This paper aims to bring together the contents and forms of approaching the teaching of architecture and construction
from the point of view of the first world, to mitigate the needs of the “majority”; or what is equivalent, the dangers of
teaching from the point of view of the “minorities” when they try to transfer their approach to the developing countries.
The author tackles some crucial aspects on the application of technology to the habitat issues of the “homeless”, proposing that this technology: must be committed with the “necessity”; requires specific research for urgent problems’ solution
(“research-action”); and must allow freely use of its results. He finalises its work commenting some aspects of the
CYTED XIV Subprogram: Technologies for social interest housing, still applicable in spite of the time passed since it
started.
Key words
Low cost housing; Action-Research; Appropriable Technology; Appropriate Teaching; Results Transfer.
Recibido 23/09/2010; aceptado: 29/11/2010

Ingeniero industrial, Director de la Cátedra UNESCO en Habitabilidad Básica de la Universidad Politécnica de Madrid, Escuela Técnica Superior de Arquitectura. E-mail: [email protected].
{
}
parte de los profesionales de la arquitectura no se
Por una enseñanza de la arquitectura
para la humanidad
les. Las califican de “indignas”, para dejar claro
La arquitectura dominante, la que se enseña en
que no son resultado de su profesión y ven en
nuestras escuelas y facultades del llamado Primer
ellas la razón del “problema” en lugar de las semi-
Mundo, se conforma a partir de fenómenos obser-
llas de la “solución”.
vados en países “desarrollados” que cuantitativa-
reconocen en este tipo de soluciones habitaciona-
¿Imaginan como materia académica unos “Princi-
mente constituyen el “caso particular”, por lo que
pios de Astronomía” que únicamente tratasen de
resulta intrínsecamente inaplicable al “caso gene-
la Tierra o incluso sólo del sistema solar? La evi-
ral”, si realmente se pretenden paliar necesidades
dencia material y espacial invalida extrapolar del
fundamentales de la humanidad, que son prepon-
“caso particular” al “caso general”. Ocurre al ense-
derantes en los países “subdesarrollados”.
ñar economía, ingeniería, medicina, agricultura... y
El axioma anterior sintetiza el alegato que sigue en
lamentablemente no son legión los profesionales
pro de una enseñanza diferenciada, así como de
verdaderamente conscientes de las barreras que
la necesidad de generar y difundir conocimientos
el origen occidental–desarrollado impone a su
desde el “caso general” para las necesidades
ciencia, técnica o profesión.
cosmopolitas. No es plausible la consecución de
Jorge Hardoy, en su trabajo Repensando la Ciu-
principios y leyes aplicables a todos y en todo
dad del Tercer Mundo, afirmaba:
lugar, por no ser legítimo construir una teoría ge-
“A pesar de que en la actualidad el mundo cuenta
neral sobre casos particulares.
con más profesionales arquitectos, planificadores e
Hacemos nuestra una premisa que, por obvia, no
ingenieros capacitados para trabajar en áreas ur-
necesita defensa: son muchos más los habitantes
banas que nunca antes en la historia, esos profe-
en países catalogados como subdesarrollados que
sionales tienen poca o ninguna repercusión en el
en los desarrollados. Son más los que ni se bene-
mejoramiento de las condiciones de los grupos de
fician ni gozan de la arquitectura que los que habitan viviendas en las que hayan intervenido –aun
en la forma más elemental imaginable– profesionales de la arquitectura. Naciones Unidas para el
Hábitat recuerda que: “Hoy, por cada habitante del
mundo desarrollado que vive en ciudades, dos lo
hacen en ciudades del Tercer Mundo, y para el
año 2030 esta proporción se duplicará, será de
cuatro a uno”.
Que la arquitectura dominante se gesta y pretende
dar respuestas al “caso particular”, no cabe duda.
También el urbanismo, la construcción, las estructuras, las instalaciones... conforman sus propuestas desde el “caso particular”. Que éstas no se
aplican al “caso general”, puede palparse en la
realidad formal y espacial de las periferias y barrios marginales del Tercer Mundo, que cobijan a
más de la mitad de la humanidad. Por ello, gran
menores ingresos” (Hardoy, 1985).
Esos profesionales y los colegios o instituciones
que los representan –también en el Tercer Mundo,
lo que es más preocupante- se muestran renuentes a enfrentarse a sus nuevos roles. Existen tareas fundamentales, que asumen en parte los
nuevos profesionales en el sector informal, en instituciones de la sociedad civil organizada o de
cooperación para el desarrollo, consistentes en
asesorar y trabajar con grupos populares; son los
otros profesionales a los que el sector informal reconoce como actores importantes de dinamización
de la construcción y el desarrollo de la ciudad.
Por otra parte, los gobiernos locales requieren con
insistencia administradores y planificadores urbanos con capacidad para trabajar y negociar con la
sociedad organizada, comprometidos en “la construcción de abajo hacia arriba”. Se tiene constan-
cia de lo mucho que, en Latinoamérica especial-
tectura de Madrid1.
mente, han realizado en las últimas décadas los
Si el lector ha llegado hasta aquí, perdonará el si-
profesionales involucrados en las organizaciones
lencio sobre nuestra fuente inspiradora. Leyendo a
sociales: han diseñado viviendas, caminos, calles
Dudley Seers, director del Instituto de Estudios
y áreas de juego; han instalado agua potable,
para el Desarrollo de Sussex, Inglaterra, nos im-
energía eléctrica y alcantarillado; han revitalizado
pactó su trabajo The Limitations of the Special
barrios; han hecho frente a las emergencias por
Case en el que afirma:
terremotos, inundaciones, ciclones...; han articula-
“(…) la economía dominante, enseñada en las uni-
do respuestas durante graves crisis económicas y
versidades, se construye a partir de fenómenos
conflictos armados; han impartido cursos y propor-
observados en los países «desarrollados» (los que
cionado formación profesional; han formulado pro-
constituyen precisamente el «caso particular»), por
puestas y estudios de desarrollo; han ofrecido ha-
lo que, en consecuencia, es inaplicable al caso general, el de los países «subdesarrollados»” (Seers,
bitabilidad básica a los invasores de terrenos; han
1963).
apoyado el tejido productivo barrial; han planteado
y difundido problemas y soluciones factibles para
la ciudad; han creado espacios de diálogo y negociación con las administraciones públicas; han diseñado y ejecutado proyectos sociales con financiación nacional, internacional y multilateral...
De la toma de conciencia de la situación que se
comenta, a actuar en consecuencia, hasta sumergirse en un proceso de “desaprendizaje de la pro-
La crítica de Seers ponía en cuestión demasiadas
cosas para que fuesen atendidas todas, pese a
que lo que implícitamente proponía hace cinco décadas no era otra cosa que darle carta de naturaleza a una nueva disciplina: la “Economía del
Desarrollo”, una apostasía académica entonces y
una disciplina curricular clásica hoy.
fesión”, en el que se afanó John F. Turner al en-
Por una tecnología comprometida con
la necesidad
contrarse de frentón con la realidad de las invasio-
La industrialización “posible” de la vivienda lati-
nes de tierras por autoconstructores peruanos en
la década de los sesenta, media un largo trecho
rico en matices. Pese a la radicalidad de las propuestas de Turner, nos sigue pareciendo recomendable en este contexto la lectura de su obra,
aunque nos encontremos más cerca de Víctor Pelli
cuando afirma que:
“(...) si bien puede ser discutible si es o no Arquitectura lo que se construye y lo que se hace para
resolver la pobreza habitacional, de lo que no hay
duda es de que en este trabajo –en el caso general- hacen falta arquitectos” (Pelli).
noamericana (Salas, 2000), que pretendió ser una
reflexión, documentada y realizada sobre el terreno, aspiraba a transferir ideas y soluciones del
Norte al Sur y fundamentalmente del Sur al Sur,
defendiendo, que para afrontar soluciones de vivienda de muy bajo presupuesto en Latinoamérica
hay que evitar que la inteligencia y la voluntad se
ahoguen en océanos de datos y teorías que explican demasiado y que esclarecen tanto como aprisionan en algún estrecho corsé interpretativo.
Creímos que describir herramientas y realizacio-
Arquitectos que trabajen para paliar las necesida-
nes eficaces podría revelarse como un ejercicio
des más perentorias que sintetizamos como “habi-
sinérgico de interés. Nos vimos abocados a este
tabilidad básica”, capaz de colmar las carencias
recurso, en parte, ya que las teorías sobre la in-
esenciales de cobijo que tenemos todas las personas, lo que constituye el eje vertebrador de la
formación que impartimos en la Escuela de Arqui-
Cursos de Especialización de la Universidad Politécnica de Madrid
(ETSAM) en Cooperación para el Desarrollo de Asentamientos Humanos en
el Tercer Mundo, que se encuentran en su XIV edición: <http://www.cuhabupm.es/>.
1
{
}
dustrialización de la vivienda posible ni abundan,
Nuestra matización a esta reflexión consistiría en
ni han abierto caminos fructíferos en los últimos
que para estos supuestos 40 ó 50 años, mientras
tiempos. Frente a resultados insatisfactorios de
que el Tercer Mundo recorre el largo, tortuoso e
sus estrategias, en ocasiones desastrosas, los
incierto camino tecnológico hasta el hipotético
técnicos hemos esgrimido coartadas que van des-
asalto a la “industrialización sutil” (Salas, 1997), no
de el carácter impredecible de la realidad a la su-
vislumbramos nada tan útil y tangible, con todas
puesta o real pusilanimidad de los políticos, que,
nuestras dudas, como la “industrialización posi-
en opinión de los técnicos, se asustan ante dosis
ble”. En un contexto de necesidades vitales abru-
prescritas de remedios, naturalmente amargos.
madoras optamos por ser contemporáneos antes
En el ámbito de las técnicas constructivas para la
que modernos.
vivienda de interés social, Latinoamérica vive un
gran parón, una especie de calma chicha en la
aportación de ideas, alternativas, soluciones tangibles…; una especie de boicot de ofertas para
CYTED2: investigación tecnológica para la vivienda de los “sin vivienda”
una demanda gigantesca, solvente pero de bajo
Vigencia de una propuesta de hace cinco
lustros…
poder adquisitivo. Decía cantando Mercedes Sosa
Durante 1986, y siguiendo la metodología del Pro-
que no corren buenos tiempos para la poesía;
grama Ciencia y Tecnología para el Desarrollo
tampoco para la prosa, añadiríamos nosotros. En
(CYTED, 1987), se elaboró el documento de ba-
esta atonía generalizada de la que sólo emergen
ses del Subprograma XIV: Tecnologías para Vi-
algunos profesionales e instituciones singulares,
viendas de Interés Social, tras visitar 86 centros de
sólo: el convencimiento obstinado que proporciona
investigación-acción de 14 países latinoamerica-
el contacto in situ con la magnitud; el dramatismo
nos, realizar 173 entrevistas documentadas y re-
de la necesidad; el haber palpado encomiables re-
coger la reseña de 254 áreas temáticas de investi-
sultados de “industrialización posible” y conocido
gación. Finalmente, se estructuró la propuesta (ver
fracasos de soluciones tecnológicas que no repeti-
Figura 1) en forma de cuatro tomos y un total de
ríamos, hicieron que nos mantuviésemos perseve-
1.200 páginas con los siguientes capítulos:
rantes en el empeño de alumbrar el trabajo men-
-
cionado (Salas, 2000), que pretendía ofrecer tec-
Introducción y acotaciones a la tecnología para
viviendas de interés social.
nologías libres –en el sentido de no estar hipote-
-
Datos y aportaciones relevantes sobre el tema.
cadas por patentes- y comprometidas con la nece-
-
Reseña de instituciones y proyectos vigentes
sidad.
en Latinoamérica.
La propuesta que sostenemos en La industrializa-
-
Propuesta de estructuración del Subprograma
ción “posible” de la vivienda latinoamericana coin-
CYTED XIV: Tecnologías para viviendas de in-
cide en parte, sólo en parte, con Ugo Pipitone
terés social.
cuando afirma:
“El subdesarrollo es un castillo que no se rinde ante un largo asedio, sino sólo por asalto; o sea, en
tiempos históricos restringidos. Obviamente, 40 ó
50 años pueden parecer mucho tiempo en la vida
de un individuo; en la historia de las naciones es,
generalmente,
(Pipitone, 1999).
poco
más
que
un
parpadeo”
2
Nos referiremos en todo momento al Programa CYTED, en lo
que podíamos denominar Primera Época –entre su creación en
1985 y 1995- en la que no se camuflaba o escondía la “D” del
desarrollo, ya que, de ser su objetivo baluarte la aplicabilidad
de sus resultados al “desarrollo” de Latinoamérica, ha pasado a
considerar este objetivo como un lastre para la consecución de
pretender resultados “competitivos y de excelencia internacional”.
vo excepciones, con programas financiados que
racionalicen el esfuerzo y coadyuven a resolver la
gravísima problemática de vivienda existente.
Coincidiendo con la recomendación –que era simultánea en el momento de la propuesta- de la
Cuarta Conferencia General de ONUDI "(…) el fortalecimiento de las capacidades tecnológicas es
requisito para la adquisición y la aplicación de tecnología importada y para el desarrollo de tecnología del país"-, se propuso y ratificaríamos hoy como prioridad global, la necesidad de: “crear, consolidar y/o reforzar las capacidades científicas y
tecnológicas existentes en tecnología para viviendas de interés social, ya que se estima como una
tarea de la más alta prioridad”.
Figura 1: Portada del Informe de Estructuración del Subprograma CYTED. XIV: Tecnologías para viviendas de interés social.
Dos propuesta de estudios de apoyo al
Subprograma CYTED XIV
La temática del Subprograma presenta una serie
El documento finalizaba con un capítulo de pro-
de particularidades que se trataron de poner de
puestas,
reproduciremos
manifiesto en el documento al que nos estamos
textualmente –ya que pese a los lustros transcurri-
refiriendo. En base a las características e implica-
dos entendemos que prevalece gran parte de su
ciones socioeconómicas del tema, se proponía
interés. Las conclusiones de ese arduo trabajo se
acometer el estudio y elaboración de los siguien-
ordenaron en forma de los siguientes apartados:
tes trabajos aplicados, de apoyo al Subprograma
a. Justificación de una prioridad previa;
XIV, que nos siguen pareciendo urgentes:
b. Propuesta de elaboración de dos estudios de
-
que
más
adelante
Diseño de nuevas fórmulas y/o adecuación de
apoyo al Subprograma XIV;
los sistemas de financiación de viviendas de
c. Estructuración del Subprograma: siete proyec-
interés social a las particularidades constructi-
tos de investigación.
vas del Área: autoconstrucción, ayuda-mutua,
sitio-servicios,
Una prioridad previa
Los centros de investigación y desarrollo y, más
asentamientos
espontáneos,
otras.
-
Programa para la formación de profesionales a
ampliamente, el conjunto de la infraestructura de
todos los niveles en la especialidad de tecno-
I+D que se ocupan en Iberoamérica de tareas re-
logías para viviendas de interés social y asen-
lacionadas con "tecnología para vivienda de inte-
tamientos populares (programa que hoy expli-
rés social" muestran, en general, una gran debili-
citaríamos como enseñanza a varios niveles
dad estructural, concluíamos entonces, y nos
para la dotación de “Habitabilidad Básica” y
aventuramos a pensar que se han deteriorado aún
para la “Mejora de Tugurios”).
más hoy. Por otra parte, los escasos recursos
económicos destinados a apoyar actividades cien-
Siete proyectos de investigación-acción
tífico-tecnológicas en estos temas no cuentan, sal-
La propuesta final de estructuración del Subpro-
{
}
grama XIV se concretó en la recomendación de
de empleo del cemento portland. Caracterización
abordar la puesta en funcionamiento paulatino de
tecnológica de adiciones y de hormigones a base
siete proyectos, que, en opinión del autor, cum-
de cementos con adiciones.
plían en forma simultánea dos características: ser
(Propuestas elaboradas en diciembre de 1986).
social y económicamente necesarios; contar en el
En el Subprograma Tecnologías para viviendas de
Área con masa crítica de personal y conocimientos
interés social en Latinoamérica participaron 112
suficientes y la posibilidad fundada de obtener re-
grupos de 17 países y fue en opinión de la CEPAL
cursos para su desarrollo.
“(…) el mayor esfuerzo de investigación-acción
Los proyectos seleccionados fueron:
jamás realizado en materia de hábitat popular en
XIV.A. Tecnologías para la construcción a base de
América Latina y el Caribe”.
madera: caracterización de maderas; optimación
de su empleo (durabilidad y pirorresistencia); soluciones constructivas a base de componentes de
madera.
XIV.B. Elementos, componentes y sistemas constructivos para su empleo en viviendas crecederas
y/o mejorables mediante autoconstrucción o ayuda
mutua: en situación urbana, en el ámbito rural.
XIV.C. Tecnologías para la construcción a base de
tierra: optimización del empleo de tierra (resistencia, comportamiento ante la humedad, tratamiento
Transferencia de tecnología en el sector del hábitat popular
Acotaciones a la tecnología pertinente
El tema merece algunas acotaciones previas que
se estiman pertinentes sobre qué entender por
tecnología en este contexto. Sin entrar en mayores
matizaciones, ofrecemos como definición de tecnología la propuesta por Ortega y Gasset:
“La técnica es el esfuerzo para ahorrar esfuerzo.
Aquello a lo que dedicamos el esfuerzo a inventar
de paramentos, etc.). Soluciones específicas cons-
y ejecutar un plan para: asegurar la satisfacción de
tructivas y estructurales para su utilización en zo-
las necesidades elementales; lograrlo con el míni-
nas con alta sismicidad potencial.
mo esfuerzo; crear objetos que no hay en la natu-
XIV.D. Desarrollo, experimentación y evaluación
raleza y caminar con ella –con la técnica- hacía la
de tecnologías apropiadas para la mejora y conso-
vida buena y la emancipación humana”. Y termina-
lidación de asentamientos populares espontáneos.
ba Ortega ratificando que la técnica “[…] debe de
Construcción y valorización de soluciones habitacionales y servicios comunitarios.
XIV.E. Desarrollo de acuerdos de compatibilización, coordinación y de prestaciones funcionales
de elementos, subsistemas y sistemas constructivos, para viviendas de interés social, mediante
tecnología libre a base de elementos prefabricados y utilizando la capacidad instalada en el área.
XIV.F. Soluciones de cubiertas a base de elementos ligeros realizados prioritariamente mediante
materiales y/o subproductos locales capaces de
sustituir las placas usuales (asbesto-cemento o
zinc).
XIV.G. Optimización de procesos de producción y
estar siempre al servicio de lo propiamente humano” (Ortega y Gasset, 1952).
La definición anterior se materializa cabalmente, a
modo de ejemplo, en los aportes del trabajo
desarrollado durante décadas por el colombiano
Álvaro Ortega, aunando de forma magistral tecnología y función social de la arquitectura, y que personalmente concretaría en el legado universal de
las placas de techo “gran onda, teja canaleta o canalonda”, resultado de su trabajo de tesis doctoral
en Harvard (1945) con Walter Gropius. Trabajos
recogidos en el libro Alvaro Ortega. Prearquitecturas del bienestar (Ortega, 1998), injustamente ignorado en Latinoamérica (véanse Figuras 2 y 3).
El concepto de transferencia en este ámbito
Existen multitud de definiciones de lo que es o no
transferencia tecnológica; su bondad depende del
contexto y circunstancias en las que han de utilizarse. El ámbito al que se circunscribe este trabajo
es nítido: el hábitat popular en su acepción más
amplia, abarcando, en cualquier caso, tanto los
productos (físicos, tangibles) como los procesos
utilizados para su consecución (organizativos, soFigura 2: Portada del libro sobre la obra de A. Ortega, editado por la Colección SOMOS–SUR de la Editorial Escala
de Colombia (1998).
ciales, de formación…), así como la transferencia
y difusión de procesos innovadores y/o de los productos imprescindibles.
No entendemos la tecnología como la define el
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: “(…) conjunto de conocimientos propios de
un oficio mecánico o arte industrial”. Tampoco nos
identificamos con los que la consideran como conjunto de máquinas, herramientas o equipos materiales -lo que llamaríamos hoy hardware-, pese a
las connotaciones de prestigio, modernidad y progreso que suele concitar este posicionamiento en
el sector de producción de viviendas. Valoramos
Figura 3: Ilustraciones en el libro mencionado (de A. Ortega), de los principios que inspiraron el trabajo para incrementar el canto de la sección transversal de las placas al
objeto de eliminar la estructura portante en las viviendas
de muy bajo coste.
muy positivamente como tecnología del hábitat
popular, aspectos de organización de obra, planificación integral, racionalización de procesos, programación de suministros... aspectos blandos de
Igualmente notables nos parecen las aportaciones
la tecnología, que en su conjunto se acerca a lo
del arquitecto brasileño João Filgueiras Lima,
que se entiende como software, para los que pre-
“Lelé” (Salas, 2000), generoso en tenacidad y ge-
ferimos acuñar un nuevo barbarismo: “ordware”.
nio creador, que llegó a construir más de doscien-
El “ordware” no es otra cosa que la materialización
tas escuelas prefabricadas en Río de Janeiro por
del orden en lo general y en lo particular, en lo
año entre 1984 y 1988 y que recientemente “pro-
grande y en los detalles. El orden como fuente de
ducía” hospitales bellos y funcionales en el Centro
racionalización
de Tecnología da Rede SARAH de Salvador de
desechos, coordinación de oficios… No es una
Bahía. Esta auténtica fábrica de vanguardia, con
meta fácil en el mundo de la construcción. Para
capacidad para construir anualmente hospitales
que el personal y los equipos funcionen al uní-
para recibir hasta cuatrocientas nuevas camas,
sono, hay que poner los medios y no desfallecer.
empresa difícilmente concebible en el Primer
Se necesitan: puestos de trabajo estables, forma-
Mundo y aún más impensable en las coordenadas
ción profesional continua, órdenes escritas y pre-
de Brasil.
cisas, salarios dignos... Asignamos una gran im-
de
tareas,
minimización
de
{
}
portancia al “ordware” en los procesos de raciona-
da por equívoca y conceptualmente nociva. No
lización del hábitat por la escasa inversión mone-
conocemos tecnología alguna que, en forma gené-
taria que requiere en relación a la altísima rentabi-
rica y a priori, merezca tal calificativo. Ninguna
lidad que puede obtenerse de su aplicación. El
tecnología merece tal denominación si antes no se
“ordware” nos parece un primer paso obligado pa-
ha contrastado su validez e idoneidad en un de-
ra alcanzar y transitar por la industrialización posi-
terminado contexto. En el sector del hábitat popu-
ble (Salas, 2000).
lar en Latinoamérica, se ha abusado del empleo
Como síntesis de lo anterior, y sin llegar a formu-
de esta denominación. La concurrencia de algunas
larla como definición cerrada, entendemos por
características consideradas emblemáticas (el
tecnología habitacional la “combinación de proce-
empleo intensivo de materiales autóctonos; la utili-
sos, materiales, equipos y conocimientos destina-
zación de mano de obra semi-voluntaria o
dos a la producción de viviendas”.
sub-remunerada; la participación activa de los
Aceptamos, sin entusiasmo, la expresión transfe-
usuarios...) ha sido, en no pocos casos, razón su-
rencia tecnológica. Estaríamos más conformes
ficiente para adjudicarle la categoría de “apropia-
con denominarla pura y llanamente: compra-venta
da” a una tecnología, marginando otros criterios de
de tecnología. En cualquier caso, el mercado de
gran importancia (relación costo/calidad; durabili-
tecnologías nace de la desigualdad existente entre
dad de lo ejecutado; minimización del desperdicio
los que la poseen respecto de los que no la tienen.
de materiales; facilidad de apropiación; posibilidad
La transferencia surge mayoritariamente de las di-
de utilización en escalas diversas, etc.).
ferencias entre países desarrollados y subdesarrollados. Proponemos diferenciar entre transferencia
vertical de tecnología, cuando el trasvase se hace
desde el ámbito de la teoría al de la práctica (de la
universidad, centro de investigación… a la empresa) y transferencia horizontal, cuando se realiza
entre diferentes sectores productivos, diferentes
países, o, incluso, entre empresas del mismo
sector.
Nos parece plenamente vigente en los sectores de
producción del hábitat en su sentido más amplio
(planeamiento urbano, habitabilidad básica, vivienda, producción de materiales y componentes,
transporte, servicios...) el concepto de código genético de las tecnologías, en el sentido que lo
acuñó K. Reddy al afirmar:
La necesaria búsqueda de otros materiales
y otras aplicaciones
Si nos referimos al material más cosmopolita y
emblemático de la edificación, el cemento, hay
que dejar claro que su consumidor mayoritario es
el llamado sector informal. La Associaçâo Brasileira
de Cimento Portland (ABCP, 2007) asegura que
desde 1990 hasta 2006 el consumo de cemento en
Brasil ha sido siempre superior en el sector informal
–al que llaman sector formiga- que en el formal.
Cemex, por su parte, anunciaba en México, en
2007, que:
“(…) la empresa ratifica su compromiso con la autoconstrucción lanzando al mercado su nuevo producto «Cemento Tolteca» en bolsas de 25 kilogramos. Ello hay que enmarcarlo en el reconoci-
“que toda opción tecnológica parece disponer de
miento del crecimiento del consumo informal de
un código genético, de tal forma que cuando en
cemento que actualmente supera el 55% del mer-
condiciones favorables consigue implantarse dicha
cado cementero del país” (Cemex, 2007).
tecnología en un nuevo medio, tiende a reproducir
las condiciones socioculturales en las que se gestó” (Reddy, 1978).
Rechazamos la denominación tecnología apropia-
Su Director General, Dimitri Papalexopoulos, Gerente General de “Cementos Titán”, en la reunión
internacional de la CEMENT en el año 2008, afir-
(Salas y Oteiza, 2008) puede afirmarse que:
maba:
“[…] No hay nada que hacer, la producción de ce-
 La repercusión porcentual del capítulo “Cons-
mento siempre supondrá emisiones de dióxido de
trucción” en el precio final de la vivienda es
carbono. No se pueden cambiar las leyes de la
mayor cuanto menor es su presupuesto.
química, no podemos esperar cambios espectaculares en la disminución de las emisiones. Las compañías productoras estamos nerviosas ante las re-
 La repercusión porcentual del capítulo “Materiales” en el total de la “Construcción” aumenta
cuanto menor es el presupuesto total y el nivel
gulaciones futuras” (Papalexopoulos, 2008).
Tienen sobradas razones para estarlo.
de desarrollo del país en el que se realice, lle-
La crucial importancia del consumo de materiales
gando a valores extremadamente dispares:
básicos de construcción por los “sin vivienda”
13,32% en el sector formal de los países desa-
queda implícita en los siguientes datos: a los 2.220
rrollados; 31,55% en el sector formal de Lati-
millones de toneladas de producción mundial de
noamérica; y 49,00% en el sector informal del
cemento en 2005, China aportó 1.000 MTn, India
Tercer Mundo (Ver Figura 4).
130 MTn y Estados Unidos 99 MTn.
En forma muy concisa y como conclusiones de
trabajos realizados en la “Cátedra UNESCO”
100%
M UN D O D ESA R R OLLA D O
(M D )
P A ISES EN VÍ A S D E D ESA R R OLLO
(P VD )
P A ISES M EN OS
D ESA R R OLLA D OS
15%
80%
33,33%
31,08%
33,33%
52,59%
60%
70%
40%
15%
(Viviendas
mínimas,
resultado de
proyectos de
cooperación
internacional)
26,33%
(Valores
medios de las
cuatro
realizaciones
de viviendas
en
Latinoamérica
presentadas)
0%
33,33%
(Caso de
Madrid,
viviendas en
altura en la
periferia Sur
de Madrid)
20%
OTROS GASTOS (costes financieros, honorarios, difusión, beneficios promotora)
CONSTRUCCIÓN
SUELO URBANIZADO
Figura 4: Ejercicio de aproximación a la cuantificación de la repercusión del coste de construcción en el precio final de lo
construido en tres supuestos muy diferentes. Fuente: Salas y Oteiza (2008).
Durante la segunda mitad del pasado siglo, y aún
ternacional han permitido que algunos componen-
hoy, los procesos de industrialización y las cre-
tes, y en especial las placas de asbesto-cemento y
cientes posibilidades de comercio y transporte in-
las de zinc, se generalizasen de forma masiva en
{
}
todas las latitudes. Estos componentes de origen
temáticamente estos materiales y elementos
industrial, fáciles de transportar, manejar, colocar y
en las reglamentaciones de construcción me-
sustituir -lo cual no es poco- tienen, además, una
diante el concepto de niveles de exigencia.
alta apreciación social entre los sin recursos, como
-
Reforzar los vínculos entre las actividades de
símbolo de acceso a nuevas formas de cobijo.
investigación competitiva de ámbito nacional o
Desde nuestras coordenadas puede resultar inad-
internacional con necesidades específicas del
misible para muchos, pero la chapa de zinc, pese
sector no estructurado.
a sus graves puntos débiles, que los tiene, sigue
siendo una excelente solución de techos elemen-
-
Ayudar a difundir y formular normas y especificaciones para materiales locales.
tales.
Pese a los muchos años transcurridos, los autores
En este contexto, resulta ejemplarizante la “cana-
estiman vigentes en plenitud las recomendaciones
leta” o placa “gran-onda” ya aludida anteriormente,
de ONUDI, y consideran plausible concitar el de-
ya que mediante el diseño de su sección transver-
bate y la reflexión entre investigadores y técnicos
sal se consiguió triplicar su inercia respecto de la
del sector sobre los grandes retos que ha de
placa “onda normal”, y por ende, aumentar consi-
afrontar la industria de materiales básicos de edifi-
derablemente su capacidad resistente a flexión. La
cación ante las ingentes necesidades actuales.
canaleta, que vuela entre apoyos siete metros con
un canto de tan sólo 30 cms. se desarrolló pen-
Referencias
sando en la vivienda de los “sin recursos”, tratando
ABCP. Memoria de la Associaçâo Brasileira de
de conseguir un elemento universal de manejo
manual, que consiguiese de forma simultánea cu-
Cimento Portland. São Paulo, 2007.
CEPAL. Alojar el Desarrollo: Una tarea para los
brir luces amplias con elementos de mercado de
asentamientos humanos. Documento LC/L906.
manejo manual.
CONF.85/3. In Actas de la Reunión CYTED: Ibe-
Para estimular y mejorar el desarrollo del sector
roamérica ante Hábitat II. Madrid: Ministerio de
“informal” de materiales de construcción, ONUDI
Fomento, 1996.
(1995) proponía hace tres lustros, entre otras, las
HARDOY Jorge E. Repensando la ciudad del
recomendaciones que siguen y que en su momen-
Tercer Mundo. Buenos Aires: IIED–América Lati-
to comentamos en Materiales de Construcción
na, 1985.
(Salas, 1995):
-
Reconocer la importancia de la producción de
elementos y materiales de construcción del
-
Bogotá: Escala, 2003.
ORTEGA y GASSET, José. Meditación de la téc-
sector “informal” y prestar pleno apoyo a los
nica. Charla en Buenos Aires, 1952. Madrid:
proyectos encaminados al desarrollo de este
Alianza, 2000.
sector.
-
ORTEGA, Álvaro. Prearquitecturas del bienestar.
PAVITT, Keith & PATEL, Pari. The international
Facilitar, en proyectos de construcción estata-
distribution and determinants of technological ac-
les, el empleo de materiales de construcción
tivities. Oxford Review of Economic Policy, 1998,
producidos por el sector no estructurado.
vol. 4, nº 4, p. 35-55.
Alentar la aceptación y, en su caso, la elabora-
PIPITONE, Ugo. Siete argumentos (sin una teoría)
ción de normas y especificaciones que permi-
para salir del subdesarrollo. Claves de Razón
tan el empleo de materiales y elementos pro-
Práctica, 1999, nº 92, p. 40-45.
ducidos por el sector “informal” y englobar sis-
REDDY, Kumar. Background and Concept of
Appropiate Technology. Documento UNIDO,
Conferencia en India, 1978.
SALAS, Julián y OTEIZA, Ignacio. La industria de
materiales básicos de construcción, ante las in-
Babelia. Madrid, 24 de junio de 2000.
SALAS, Julián. La industrialización “posible” de la
vivienda latinoamericana. Bogotá: Escala, 2000.
SEERS, Dudley. The Limitations of the Special
gentes necesidades actuales de edificación. Ma-
Case. Instituto de Estudios para el Desarrollo de
teriales de Construcción, 2008, vol. 58, p. 129–
Sussex, 1963.
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SALAS, Julián. CYTED: Programa de Ciencia y
Tecnología para el Desarrollo: Subprograma XIV:
Tecnologías para Viviendas de Muy Bajo Coste.
Cuatro tomos mimeografiados. Madrid: ICI, 1987.
SALAS, Julián. Producción flexible versus producción masiva: arquitectura para grandes necesidades. a+t, 1997, nº 10, p. 22-33.
SALAS, Julián. Formas de la Necesidad. EL PAÍS,
Cita del artículo
SALAS, Julián. Reflexiones sobre la enseñanza y la investigación tecnológica para la vivienda de las mayorías. Hábitat y Sociedad, 2010, nº 1, p. 121-131.
<www.habitatysociedad.us.es>.
y
}
www.habitatysociedad.us.es
Algumas experiências acadêmicas em habitação de interesse social na
região sudeste do Brasil: regularização fundiária em municípios entre
as regiões metropolitanas de Campinas e São Paulo
Glacir Teresinha Fricke
Jairo Bastidas
Sergio Quaglia
Resumo
O déficit habitacional brasileiro é de mais de 8 milhões de moradias, cifra alarmante para um pais em desenvolvimento.
Estudou-se Itatiba e Amparo, localizadas entre Campinas e São Paulo. Este trabalho apresenta o relato de duas experiências desenvolvidas pelo CEUr (Universidade São Francisco): O "Projeto Casa e o “Projeto HabitAmparo”. Estas
intervenções possibilitam vários esclarecimentos: evidenciam os descompassos dos processos e convertem-se em alicerces conceituais para sua aplicação em contextos análogos. Inferiu-se uma metodologia que subsidia os processos
de regularização fundiária e melhoramento de habitação. Concluiu-se, que, a atuação das prefeituras e a participação
comunitária são decisivas na solução de problemas associados às questões de Habitação. Por outra parte, os estudos
revelam o impacto das ferramentas advindas do Estatuto da Cidade. Também, não é possível negligenciar o marco
criado para a elaboração do Plano Nacional de Habitação, que proporciona subsídios prospectivos para a abordagem
criteriosa desta seara do conhecimento.
Palavras chave
Regularização fundiária; Segregação espacial; Interdisciplinaridade; Habitação.
Resumen: Algunas experiencias académicas en materia de vivienda social en el
sureste de Brasil: regularización del suelo en los municipios entre las regiones metropolitana de Campinas y São Paulo
El déficit habitacional en Brasil es de más de 8 millones de viviendas, una cifra alarmante para un país en desarrollo. Se
estudiaron Itatiba y Amparo, ubicadas entre Campinas y São Paulo. Este trabajo presenta la historia de dos experiências llevadas a cabo por el CEUR (Universidad San Francisco): El "Proyecto Casa” y el “Proyecto HabitAmparo". Estas
intervenciones permiten varias aclaraciones: evidencian los desajustes de los procesos y se convierten en bases conceptuales para su aplicación en situaciones similares. Se estructuró una metodología que sustenta los procesos de regularización del suelo y mejoramiento de viviendas. Se concluye que las acciones de los gobiernos locales y la participación comunitaria son cruciales en la solución de problemas relacionados con asuntos de vivienda. Por otro lado, los
estudios muestran el impacto de las herramientas provenientes del Estatuto de la Ciudad. Además, no podemos pasar
por alto el marco de referencia creado para la Elaboración del Plan Nacional de Vivienda, que proporciona apoyo prospectivo para el enfoque riguroso de esta línea de conocimiento.
Palabras clave
Regularización del suelo; Segregación espacial; Interdisciplinaridad; Vivienda.
Recibido 20/09/2010; aceptado: 24/10/2010

Datos de contacto: Glacir Teresinha Fricke. Curso de Arquitetura e Urbanismo. Universidade São Francisco – Itatiba, SP / Pontifícia
Universidade Católica PUCMinas – Poços de Caldas, MG. E-mail: [email protected].

Datos de contacto: Jairo Bastidas, Universidade de Brasília – UnB, Brasil / Universidade São Francisco – Itatiba. Rua Alexandre Rodrigues Barbosa Nº. 45. Bairro Centro. Itatiba, SP, Brazil. CEP 06140-000. E-mail: [email protected].

Datos de contacto: Sergio Quaglia. Universidade São Francisco – USF, Brasil. Rua Alexandre Rodrigues Barbosa No. 45. Bairro
Centro. Itatiba, SP, Brazil. CEP 06140-000.E-mail: [email protected].
{
}
Abstract: Some academic experiences in social housing in southeastern Brazil: land
regularization in the metropolitan areas between cities of Campinas and São Paulo
The housing deficit in Brazil is of more than 8 million homes, an alarming figure for a developing country. We studied
Itatiba and Amparo, located between Campinas and São Paulo, Brazil. This work presents the story of two experiments
carried out by CEUR (São Francisco University): The "House” Project and the "HabitAmparo” Project. These interventions lead to various explanations by showing the disproportion of the processes which are converted into conceptual
foundations for application in similar situations. A methodology is structured that underpins the process of regularization
and improvement of housing. It is concluded that actions of local governments and community participation are crucial in
solving problems associated with housing issues. On the other hand, the studies show the impact of the tools originating
from the City Statute. Furthermore, we should not overlook the point of reference created with the drafting of the National
Housing Plan, which provides subsidies for the strict approach of this line of research.
Key words
Agrarian Regularization; Spatial Segregation; Interdisciplinarity; Social Housing.
No item quatro são aduzidas as principais conver-
Introdução
gências e divergências encontradas nas
Em pleno começo do século XXI o Brasil é um dos
sessorias interdisciplinares dos dois processos
países que paulatinamente está se afastando do
analisados. Na parte final, à guisa de conclusão,
grupo das nações subdesenvolvidas. Mas este ró-
frisaram-se algumas considerações que sintetizam
tulo não significa necessariamente que o território
a importância das discussões sobre habitação no
brasileiro esteja norteado pelas condições desen-
território brasileiro.
as-
volvimentistas do primeiro mundo. De modo con-
está imerso num contexto de infindáveis desigual-
O quadro da irregularidade e o direito à
moradia
dades em diferentes áreas, que representam obs-
A cidade é um espaço onde comparecem múlti-
curas incertezas para sua população. Dentre es-
plas realidades, caracterizadas por marcantes de-
sas um dos assuntos estruturais é o que diz res-
sigualdades e contrastes. Na atualidade, estas
peito à questão habitacional.
nuances não estão necessariamente atreladas à
Este trabalho versa sobre a prioridade que repre-
dimensão ou escala dos assentamentos urbanos,
senta este quesito, em especial, sobre a regulari-
podendo ser encontradas tanto em regiões metro-
zação fundiária. Para melhor entendimento das
politanas quanto em cidades de menor porte (Bas-
informações relatadas, o presente trabalho está
tidas, 2003).
dividido em 4 partes. Na primeira parte foi elabo-
Segundo o IBGE, atualmente, no território brasilei-
rado um sucinto arcabouço teórico que pretende
ro mais de 80% da população se concentra nos
corroborar a pertinência da temática de assuntos
núcleos urbanos. O crescimento acelerado e de-
associados à habitação de interesse social. No
sordenado das cidades deixa em evidência um
item dois são explanados os contextos dos muni-
dos mais graves problemas de habitação das últi-
cípios de Itatiba e Amparo e seus assentamentos
mas décadas. Este quadro não é apenas fruto das
objetos de estudo. No item três são citados os
incipientes políticas habitacionais, mas também da
procedimentos metodológicos, as análises e os
falta de opções satisfatórias e accessíveis do mer-
resultados nos quais a intervenção foi alicerçada.
cado imobiliário (Maricato, 1996; Alfonsin, 1997).
traposto, o solo descoberto pelos lusitanos ainda
Destarte, as pessoas são obrigadas a conviver em
tuação mudou. O Estatuto mune aos municípios
situação de exclusão espacial e precariedade so-
de um instrumental para implementar uma política
cial. Em resposta a estas assertivas a população
urbana (Rolnik, 2004). Antes de caracterizá-lo vale
mais carente tem sido pressionada a apelar a
a pena salientar que para a legislação brasileira,
vários mecanismos que forneçam soluções reais
amparada na noção civilista do direito de proprie-
de moradia e reivindiquem a verdadeira função
dade individual e irrestrito, unicamente o registro
2
social da terra.
do imóvel em cartório é constitutivo de proprieda-
Segundo o Banco Mundial 70% das unidades ha-
de (Fernandes, 2002; Rolnik, 2004).
bitacionais que são produzidas nos países sub-
Os instrumentos que o Estatuto da Cidade criou
desenvolvidos são ilegais. Alfonsin (2006) afirma
para resolver problemas advindos da irregularida-
que entre 30 a 50% das propriedades no território
de fundiária no Brasil são: a) usucapião especial
brasileiro ocupam de forma irregular o espaço ur-
de imóvel urbano (individual ou coletiva); b) con-
bano. Diante do cenário de crise generalizada de
cessão de direito real de uso (individual ou coleti-
moradia, existe uma proliferação de diferentes
va); c) zonas especiais de interesse social; d) con-
maneiras de ocupação irregular. As formas de ile-
cessão especial de uso para fins de moradia (indi-
galidade mais comuns dizem respeito a acesso ao
vidual ou coletiva) (Fernandes, 2002). Em maior
solo e construção informal de moradia (Fernandes,
ou menor grau, todas estas medidas induzem o
1998). As circunstancias elencadas contradizem o
desenvolvimento urbano.
artigo 6 da Constituição da República Federativa
No contexto atual, perante o crescimento dos qua-
do Brasil que contempla o direito à moradia digna3
dros de ilegalidade no espaço urbano, o poder pú-
como direito social.
blico dos municípios tem se inclinado por aderir a
No intuito de evitar o crescimento deste panorama
três modos de Regularização Fundiária: a) como
muitos municípios incentivam programas relativa-
regularização jurídica dos lotes; b) como urbani-
mente recentes visando a regularização de assen-
zação do assentamento c) como regularização ur-
tamentos precários e irregulares. Cronologicamen-
banística. Acredita-se que esta última forma talvez
te, este movimento iniciou-se quando na década
seja a mais eficiente e abrangente para atingir re-
de 1990 vários municípios organizaram programas
sultados, pois fornece maiores possibilidades na
de regularização fundiária, mas seu grande equí-
hora de adequar as áreas ilegalmente ocupadas
voco foi carecer da devida estruturação, isto é,
com a legislação urbanística e pondera, ao mesmo
não estiveram ancorados a uma lei federal de de-
tempo, a necessidade de que a legislação seja
senvolvimento urbano (Rolnik, 1997). Abordada
mais condescendente a fim de buscar uma melhor
deste modo, os efeitos foram insubstanciais e
interação na cidade (Alfonsin, 2006).
pouco alentadores.
Por outra parte, o Ministério das Cidades alerta
Mas nos últimos anos pela intermediação do Esta-
que para viabilizar a reposta à moradia popular é
tuto da Cidade (Lei nº 10.257 de 2001) esta si-
indispensável pensar também no entendimento do
problema
2
É preciso enfatizar que alguns indivíduos dos setores da
sociedade que ostentam maiores recursos econômicos,
também se valem de meios igualmente irregulares para a
ocupação do solo urbano.
3
A definição de moradia digna abrange: instalações sanitárias
adequadas para a habitabilidade atendidas por serviços
públicos essenciais como: água potável, esgoto, energia,
iluminação, coleta de lixo, pavimentação, transporte e com
acesso a equipamentos sociais básicos de interesse coletivo.
habitacional
a
partir
do
“déficit
habitacional e a inadequação de moradias”. Deste
ponto de vista, estas feições nos fornecem
subsídios no sentido de que é prioritário observar
ao déficit por reposição e melhoria do estoque de
moradias, pois neste cenário estão inscritas
{
muitas
das
moradias
em
condições
}
de
ções em cada lugar, isto é, primeiro Itatiba e na
precariedade no Brasil (Pereira et al., apud
seqüência Amparo. De modo posterior, tentou-se
Ministério das cidades, 2005) Assim, este último
articular as questões relevantes da realidade ana-
parágrafo elucida a outra vertente do problema.
lisada dos assentamentos. Em primeiro lugar, será
fornecido um quadro geral dos municípios e a ca-
Contexto geral
racterização morfológica dos bairros analisados.
Pelo geral, a resposta ao problema de moradia ou
melhoramento
dos
assentamentos
existentes
Os municípios de Itatiba e Amparo
apenas está subscrita às grandes áreas urbanas,
Itatiba é um dos 19 municípios que integram a
especialmente, as regiões metropolitanas. Isto é
Região Metropolitana de Campinas –cuja área te-
decorrência que possuem diretrizes de planeja-
rritorial ocupa 3.348 km², o que corresponde a
mento e execução de políticas. Este panorama
0,04% da superfície brasileira e a 1,3% do territó-
pouco tem se transformado nos anos recentes.
rio paulista (Figura 1). Segundo os dados do Cen-
Entretanto, a aprovação do Estatuto da Cidade
so de 2000 do IBGE, a população de tal Região
(Lei nº 10.257 de 2001) simultaneamente ao Pro-
compreende 2,3 milhões de habitantes, o equiva-
grama Nacional de Apoio à Regularização Fundi-
lente a 1,40% da população nacional e a 6,3% da
ária Sustentável desenvolvido em 2003 são apon-
estadual. O município conta, atualmente, com cer-
tados como uma das estratégias a serem adota-
ca de 100 mil habitantes. O município possui uma
das para a viabilização do combate ao déficit habi-
área de 325 km² e representa 0,13% da área do
tacional. Esta operacionalização permite a partici-
Estado de São Paulo. É possível afirmar que tem
pação de cursos, faculdades, universidades ou
uma área urbana pequena, diferente de outros
mesmo associações de classe que atuam na área
municípios da região, sendo 26,12 km², menor que
do urbanismo como prestadores de assistência
10% e uma área rural de 298,88 km². Está dividido
técnica acessível e de qualidade (Fernandes, in
em 79 bairros, sendo que desses 18 são conside-
Fernandes e Alfonsin, 2004).
rados loteamentos irregulares ou clandestinos.
O projeto CASA –Itatiba- e HABITAMPARO –
Amparo é um dos 645 municípios do Estado de
Amparo-, objetos de estudo deste artigo, se aco-
São Paulo (Figura 1). O município pertence à mi-
plam nesse contexto para possibilitar que os mo-
croregião que leva o mesmo nome, que por sua
radores do assentamento San Francisco e do Ja-
vez está inserida na mesorregião de Campinas.
guari, respectivamente, possam evadir a insegu-
Na atualidade é um dos 11 municípios paulistas
rança que produz a ilegalidade e informalidade. As
considerados Estância Hidromineral. Segundo da-
parcerias foram, estabelecidas entre as Prefeituras
dos censitários de 2000 (IBGE), a cidade de Am-
dessas duas cidades e a Universidade São Fran-
paro abriga uma população de 60.404 habitantes,
cisco.
sendo que 43.157 (aproximadamente 72%) moram
É preciso salientar que, em função da abordagem
na área urbana.
inédita deste trabalho, são precárias as fontes bi-
A organização administrativa desta cidade abran-
bliográficas extensas. Esclarecidos estes pontos
ge 60 bairros totalmente constituídos e distribuídos
preliminares, nos próximos itens nos debruçare-
nos seus 446.009 km2 de área. Em 1999, Amparo
mos diante dos assuntos relativos às intervenções
possuía 23 loteamentos irregulares, cifra que au-
em si. A apresentação do trabalho obedecerá a
mentou para 36 loteamentos em 2006. Calcula-se
uma descrição, segundo a cronologia das atua-
que, atualmente, cerca de 8000 imóveis estão em
situação de irregularidade. Nessas áreas vivem
em condições precárias aproximadamente mais de
10.000 pessoas. Observe-se que a cobertura dos
serviços públicos prestados pelas concessionárias
atinge apenas 60 % dos domicílios.
Os municípios arrolados têm a particularidade de
possuir um tamanho de população similares. Identifica-se que sofrem dos processos de informalidade e ilegalidade, referidos nos parágrafos precedentes, e tem como denominador comum uma localização estratégica. Isto é, ficam distanciados a
escassos quilômetros das regiões metropolitanas
Figura 2: Vista do bairro San Francisco, Itatiba, SP, Brasil.
Fonte: Arquivo Prefeitura de Itatiba.
de São Paulo e Campinas. Por esta condição, a
O assentamento Jaguari, analisado pelo projeto
área destes municípios é passível de ser vista
HABITAMPARO, está localizado a uma distância
também como alternativa de subsidio para a solu-
de 23,50 km do centro da cidade de Amparo (Figu-
ção de moradia de áreas em expansão.
ra 3). Sua paradoxal localização (próximo ao município de Morungaba) suscita uma série de implicações, pois sugere a utilização dessa localidade
especialmente para o acesso de serviços públicos
como: saúde, educação, comércio, cultura, recreação, lazer, etc.
Figura 1: Localização das cidades de Itatiba e Amparo.
<http://phyzweb.hypermart.net/amparo/amparop4.htm>.
(Accesado 28/08/2010).
Os loteamentos
O bairro San Francisco, objeto de estudo do projeto CASA, foi implantado numa área intermediária
entre o centro e as regiões perimetrais da cidade
de Itatiba (Figura 2). Esta posição privilegiada
permite inferir a facilidade de acesso e deslocamento de seus moradores aos diferentes equipamentos e infra-estrutura quase completa da cidade.
Figura 3: Aerofoto do bairro Jaguary, Amparo, SP, Brasil.
Fonte: Arquivo Prefeitura de Itatiba.
Grosso modo, a evolução urbana dos bairros
mencionados obedece à efetivação da ocupação
antes de sua consolidação e aprovação junto às
Prefeituras. Paralelamente, evidenciaram-se vendas irregulares e contínuas dos lotes. Algumas até
hoje são motivo de discórdia. Esta dinâmica da
{
}
ocupação, caminhando nos limiares entre o apa-
malha. A malha urbana conformada por 29
rentemente legal e o ilegal sugere um curso, ao
quarteirões parte de um princípio de organização
mesmo tempo, atípico e irreversível. Os problemas
orgânica, o traçado foi rebatido num lote com for-
se agravaram quando a variável abandono e des-
ma acidentada e de grande declividade (Figura 4).
caso administrativo tomaram conta na decada dos
Possui atributos como: assimetria, medidas aleató-
80.
rias, predominância de linhas curvas com poucos
Caracterização espacial dos bairros San
Francisco e Jaguari
Para uma descrição mais ponderada da situação
atual dos assentamentos apelamos à metodologia
das categorias morfológicas estruturais de Trieb e
Schmidt (1980), citados por Kohlsdorf (1996). Optou-se por utilizar apenas uma das seis categorias,
condizentes com os objetivos propostos, a saber:
a) Categoria planta baixa: a estrutura interna do
espaço construído.
elementos de composição. Esta estrutura se assemelha tangencialmente às tradicionais configurações de favela no Brasil. Tipo de parcelamento.
A subdivisão interna dos quarteirões é balizada
pela clássica divisão racionalista, sendo que comparecem múltiplas medidas de lotes. Relação de
cheios e vazios. Há predominância de áreas ocupadas ao invés de áreas livres: públicas (ruas) e
particulares (pátios), isto é, a taxa de ocupação é
alta. A maioria das casas oscila entre térrea e dois
pavimentos.
Planta Baixa (Itatiba / San Francisco): Tipo de
Figura 4: Planta urbana do bairro San Francisco, Itatiba. Fonte: Elaboração própria.
Planta Baixa (Amparo/Jaguari): Tipo de malha. O
cos. Tipo de parcelamento. A subdivisão dos
traçado com 15 quarteirões obedece a princípios
quarteirões é com formas regulares, sendo que os
racionalistas, a malha está implantada num lote
modelos mórficos predominantes são os lotes de
que possui forma irregular, onde se evidencia sua
dimen-sões 12x25m e 6x25m. Relação de cheios
formação a partir de leis geométricas primárias
e vazios. Neste quesito, verifica-se a predominân-
(Figura 5). Possui constantes atributos como: si-
cia de áreas livres: públicas (ruas) e particulares
metria, paralelismo, predominância de linhas retas
(pátios) sobre as áreas ocupadas pelas edifica-
e poucos elementos de composição. Estas feições
ções (taxa de ocupação baixa). A maioria das
denotam que no empreendimento houve certo tipo
construções é térrea, situação que favorece a
de planejamento, diferente de algumas favelas
sensação de permeabilidade e as condições de
que obedecem a princípios irregulares e labirínti-
luminosidade.
Figura 5: Planta urbana do bairro Jaguari, Amparo. Fonte: Elaboração própria.
{
}
Referidos estes aspectos é necessário mencionar
impreterível o envolvimento da comunidade bene-
que a principal discrepância dos objetos de análise
ficiada, ao longo de todo o processo. A participa-
corresponde a sua escala urbana e quantidade de
ção comunitária é fundamental, pois legitima os
propriedades. O bairro San Francisco quase quin-
compromissos assumidos e, ao mesmo tempo, es-
tuplica ao loteamento de Amparo, isto é, o primeiro
tabelece regras e prazos para o cumprimento das
possui 1.745 e o segundo 342. Esta condição aca-
metas traçadas.
rretou maiores dificuldades por questões operacionais, em especial, no que diz respeito ao inves-
Etapa de Levantamentos
timento de tempo nos levantamentos e materiali-
O trabalho de campo foi acertado de modo perió-
zação das informações.
dico. Metodologicamente apelou-se a um reconhecimento visual preliminar do parcelamento com
Metodologia
o objetivo de conferir alguns dados indiretos (gráfi-
Optou-se pela execução dos projetos CASA e
cos e escritos) para, de maneira posterior, coletar
HABITAMPARO em várias etapas metodológicas
as informações individualizadas das unidades re-
que, a sua vez, se converteram em princípios nor-
sidenciais e dos lotes.
teadores destas experiências: a) aproximação;
Esta fase do trabalho teve duas atividades princi-
b) levantamentos socioeconômicos e arquitetôni-
pais: a) o levantamento de questões cadastrais
cos; c) tramitação jurídica d) implementação de
sobre a população residente; e b) o levantamento
programas sócio-educativos.
arquitetônico do assentamento. A primeira ação
subsidiou-se numa entrevista semi-estruturada
Etapa de aproximação
com tópicos diferenciados e respostas pontuais,
A formalização das parcerias entre a prefeitura de
acertada com a Prefeitura, direcionada ao levan-
4
Itatiba, a FINEP , bem como a parceria junto à
tamento de dados quantitativos e diversos elemen-
prefeitura de Amparo, ambas com a Universidade
tos relativos à habitabilidade das unidades familia-
São Francisco foi possível no período compreen-
res. Adicionalmente, recolheu-se a documentação
dido entre 2004 e 2007, respectivamente. No pro-
para comprovação da propriedade de cada imóvel.
jeto CASA, com duração de dois anos, participa-
A atividade de levantamento arquitetônico foi reali-
ram os cursos de Arquitetura e de Direito do Câm-
zada de maneira tradicional, isto é, apelando à
pus de Itatiba. Já o projeto HABITAMPARO, que
medição das casas e, imediatamente, transferindo
registrou uma vigência de três anos contou, além
as informações para desenhos em papel sulfite.
dos cursos de Arquitetura e Urbanismo e Direito,
Esta atividade subsidiou-se também em registros
com a participação do Curso de Pedagogia, para o
fotográficos. Visando a mensuração e agilização
desenvolvimento dos Projetos Sociais.
de trabalhos posteriores os dados coletados foram
Uma vez consolidadas as circunstâncias adminis-
sistematizados em bases de dados e programas
trativas do acordo e definido o caráter das inter-
de desenho por computador. As plantas arqui-
venções pactuou-se de modo unânime que era
tetônicas digitalizadas de cada propriedade foi um
dos produtos entregue à comunidade.
4
“A FINEP atua em consonância com a política do Ministério
da Ciência e Tecnologia (MCT), em estreita articulação com o
Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e
Tecnológico (CNPq). Enquanto o CNPq apóia prioritariamente
pessoas físicas, por meio de bolsas e auxílios, a FINEP apóia
ações de CT&I de instituições públicas e privadas”.
<http://www.finep.gov.br/o_que_e_a_finep/formas_atuacao.asp
?codSessaoOqueeFINEP=3>. (Acessado 28/08/2010).
Etapa de tramitação jurídica
Para a regularização fundiária do loteamento a
ocorrência desta fase é posterior à fase de levantamentos. Nesta etapa, o projeto analisa a docu-
mentação e, se necessário, solicita outras infor-
mencionados.
mações adicionais que facilitem o processo de legalização junto ao Poder Judiciário. Criou-se o “kit
As assessorias interdisciplinares
judicial” que será o material que permitiu a judicia-
Em geral, todo processo de regularização fundiária
lização. Destarte, baseados em uma avaliação cri-
e melhoramento de habitação está permeado por
teriosa dos moradores e do local decidiu-se pela
prazos
elaboração de uma proposta de aplicação de um
(Bastidas, 2003). Nossa intervenção não se afas-
ou vários dos instrumentos criados para a regula-
tou destas determinantes, pois grande maioria das
rização fundiária.
propriedades foram levantadas em Itatiba e Ampa-
dilatados
e
relativamente
onerosos
ro e fornecidos os projetos de melhoras construti-
Etapa de implementação de programas
sócio-educativos
vas em Itatiba. Porém, em função de diversos en-
As necessidades derivaram das questões detecta-
A seguir, apresentam-se os dados levantados e
das nos questionários, assim como das solicita-
analisados que permitem a compreensão dos es-
ções específicas das Prefeituras e das constata-
tágios atuais de cada uma das fases arroladas.
ções da equipe técnica na área de estudo. Os
Destarte,
programas abrangem formações que possibilitam
mesma seqüência dos três eixos estruturadores
o desenvolvimento individual (geração de renda,
desta intervenção sendo nomeadas a partir deste
educação) e coletivo (ambiental) dos atores do
momento como assessorias: urbanística, jurídica e
projeto. Entretanto, um passo precedente é a con-
sócio-educativa.
traves, a totalidade não foi atingida.
organizaram-se
as
informações
na
solidação e/ou fortalecimento da organização comunitária.
Assessoria urbanística
É necessário mencionar que a coordenação de to-
Para os projetos CASA e HABITAMPARO esta
das as fases foi realizada pelas equipes Técnicas
fase teve dois momentos concomitantemente
Administrativas das Prefeituras dos municípios de
desenvolvidos, a saber: a) o levantamento dos da-
5
6
Itatiba e Amparo, os professores e técnicos da
dos demográficos, socioeconômicos e de proprie-
Universidade São Francisco. Os levantamentos
dade dos imóveis; e b) o levantamento arquitetôni-
7
foram executados pelos estagiários dos cursos
co das residências e dos lotes localizados na área
de estudo. A maioria das situações que se preten-
5
Além dos autores também participaram os seguintes
docentes: Andrea Buchidid Loewen, Cláudia Maria Lima
Ribeiro, Renata Baesso Pereira, Miriam de Lourdes Noronha
Motta Melo, Armando Lopes Moreno Junior, Alencar de Melo
Junior, Erci Belgini, Maria de Fátima Luknajenko e Camila
d’Ottaviano.
6
Os técnicos envolvidos foram: Alexandre Torricelli, Marcus
Massak, Priscila Meireles e André Penteado Tramontin.
7
Participaram os seguintes discentes: Alan Nascimento Neto,
Christiane Arruda Rolfsen, Daniel Maciel, Danilo Araes Franco
Lima, Dirceu da Silva Daiera, Emily Campolongo Ordine,
Fernanda Aparecida de Souza, Iara Franco Rizzi, Jussara
Theodoro da Silva, Karina Vedovello da Costa, Leandro
Aparecido Melo NunesMara Rúbia Golo Ferreira, Fabiana
Matuoka, Mônica Pires Farinha, Silvia Oliveira Ledo, Érica
Viviane Messias, Guilherme Sichler Suzan, Marília Toledo,
Murilo Soldeira Silva, Renata Matsumoto Bárbara Oriani,
Bianca Atique, Marília Toledo, Bárbara Puccineli e Maria
Guadalupe Àlvarez Zavalla (curso de Arquitetura e Urbanismo);
Anie Elise Bello Fallani e Sandra Eli Aparecida Gritti (curso de
Direito); Patrícia Príncepe, Renata de Godoy Torso, Tatiana
Moura Garcia Paulo, Laís Jaqueta Bernardes, Lívia Simões e
Solange Aparecida Marcondes do Amaral (curso de
de explicitar está baseada na interpretação das
percepções do cotidiano dos moradores recolhidas
em forma de depoimentos pontuais (entrevistas) e
da mensuração dos dados e avaliações das casas.
Quanto ao levantamento dos dados demográficos,
o primeiro item abordado diz respeito às cidades
de origem. Verifica-se que os lugares de procedência das pessoas componentes dos núcleos
familiares são heterogêneos. Os assentamentos
possem uma grande parte de migrantes dos esta-
Pedagogia).
{
}
dos de Minas Gerais e São Paulo, especialmente,
tetônico podem ser apresentadas as seguintes
das cidades contíguas aos municípios de Itatiba e
considerações. Por motivos procedimentais os as-
Amparo como: Morungaba, Atibaia, Bragança
sentamentos de Itatiba e Amparo foram divididos
Paulista, Jundiaí e Pedreira. Como circunstância
em 29 e 13 quarteirões de acordo com nomencla-
paradoxal conferiu-se que no Bairro Jaguari de
tura alfabética e a subdivisão interna foi numérica.
Amparo são poucas as pessoas nascidas no mu-
Este procedimento precedeu a visitação das resi-
nicípio.
dências e permitiu conferir in loco os levantamen-
Em contradição à peculiar ocupação dos assen-
tos topográficos fornecidos pelas Prefeituras.
tamentos subnormais por populações predominan-
O número de lotes que consta no cadastro da Pre-
temente infantis, nestes casos ressaltamos que
feitura de Itatiba é de 1745 no bairro San Francis-
são majoritárias as faixas etárias dos indivíduos
co, já no Bairro Jaguari de Amparo
com idade acima dos 12 anos. Estas representam
propriedades. No San Francisco apenas o 7,5%
praticamente o 50% da população total dos lotea-
dos lotes estão vazios, que
mentos. A menor concentração de pessoas encon-
tuação de consolidação e alta densidade. O qua-
tra-se na faixa das pessoas acima de 60 anos.
dro do Jaguari mostra um esvaziamento do lotes
Em relação à atividade econômica da população
quase três vezes maior. Em ambos os casos, os
ativa, a maioria dos chefes de família possui
loteamentos estavam submetidos a um processo
vínculo empregatício com registro em carteira e o
paulatino de desmembramento espacial da pro-
desenvolvimento de outras atividades como per-
priedade. Isto é, as unidades não conservam seu
tencentes ao mercado de autônomos, “bicos”, etc.
tamanho inicial prejudicando ainda mais suas des-
Há uma parcela pequena de moradores que rece-
favoráveis condições originais.
be aposentadoria. Para a época dos levantamen-
Por outra parte, em Itatiba o bairro San Francisco
tos existia uma taxa de desemprego em São Paulo
é provido de infra-estrutura completa: rede de
que oscilava entre 5,0% a 7,0% e outra. Nos as-
água e esgoto, iluminação, ruas asfaltadas, coleta
sentamentos está taxa era um pouco maior em
de lixo, transporte urbano e equipamentos tais
vista da baixa escolaridade dos moradores.
como escola, posto de saúde, centro comunitário.
Dentro dos assentamentos foi identificado um
A situação é diferente no bairro Jaguari, onde
leque copioso de ofícios e profissões inseridas
comparecem a maioria dos problemas das favelas,
sempre nos diversos setores da economia primá-
especialmente no que diz respeito à cobertura de
ria. Cabe salientar que, os empregos associados a
serviços públicos e infra-estrutura. A incipiência
atividades como: agricultura, construção, comércio
material das casas e de poucas áreas de lazer; ou
e iniciativas públicas e privadas, a maioria destes
quando existem não tem manutenção, são regis-
(aproximadamente 65%) estão concentrados em
tradas nos dois assentamentos estudados. Uni-
Itatiba e Morungaba. A renda mensal familiar osci-
camente em casos rarefeitos existem condições
la entre 1,5 a 2,0 salários mínimos legais vigentes.
extremas de adversa habitabilidade e confinamen-
Tratando-se de um assentamento irregular, esta
to de pessoas.
última situação não pode ser catalogada como atí-
Nos bairros, o espaço que permite a interação so-
pica, pois, em muitas ocasiões foi revelada a ren-
cial é a rua. A inexistência de um sistema articula-
da coletiva do núcleo. Isto é, a somatória dos salá-
do de espaços públicos (parques, praças e
rios dos integrantes da família.
calçadas) com atributos que favoreçam a inte-
Por outra parte, quanto ao levantamento arqui-
gração dos moradores somada à tênue definição
existem 342
demonstra uma si-
dos limites reais dos lotes com relação aos es-
privilegiado 12% reúne as suficientes. Também foi
paços públicos possibilitou a “privatização” paula-
feita uma categorização, associada à desoneração
tina de algumas áreas do loteamento. Os casos
de impostos, com relação às áreas construídas
mais destacados surgem nas esquinas e em seto-
para determinar a sistematização em três faixas:
res adjacentes às áreas de preservação (rio). Esta
até 70 m2 (74,67% de edificações), entre 70 e 90
situação evidencia até que ponto o direito indivi-
m2 (13,33% de edificações) e acima de 90 m2.
dual fragilizou o direito coletivo.
Pelo diagnóstico de habitabilidade das edificações
Os dois assentamentos são predominantemente
constatou-se que, grande parte das moradias do
residenciais, sendo que também são identificáveis
projeto CASA tem problemas em vários dos itens
outros tipos de usos e funções de forma dissemi-
analisados. A priori, a principal questão esteve re-
nada e esporádica. Entre estes prevalecem, em
lacionada a que as edificações encontram-se im-
ordem decrescente de hierarquia, as propriedades
plantadas em lotes com declividade acentuada e
com os seguintes usos: comercial, religioso, edu-
as soluções dos proprietários, com estruturas mal
cativo e atendimento social e de saúde. Do ponto
dimensionadas, não foram as adequadas. No pro-
de vista morfológico, no loteamento identificaram-
jeto HABITAMPARO está abordagem da habitabi-
se vários tipos de configurações as mais freqüen-
lidade, por questões operacionais, foi tangencial-
tes são as casas térreas e construções de um
mente abordada.
andar.
Finalmente, nesta etapa de assessoria urbanística,
Em função da grande quantia de edificações no
foram
bairro
recorte
a) correção e atualização de informações dos le-
quantitativo, isto é, tomou-se uma amostra de 75
vantamentos, dados cadastrais e atualização do
casas. Este obedeceu ao interesse por participar e
levantamento fotográfico; b) elaboração dos me-
teve certa aleatoriedade. A abordagem das
moriais descritivos e propostas de urbanização do
avaliações das unidades habitacionais do San
projeto visando a melhoria da infra-estrutura do
Francisco
pós-
bairro e adequação do loteamento à legislação vi-
ocupação (Abiko; Ornstein, 2002) Esta esteve
gente (considerando também a destinação de
baseada
foram
áreas livres, institucionais e de lazer); e c) elabo-
morfologia,
ração do projeto para a preservação das APAS
distribuição e dimensionamento das casas; b)
(áreas de proteção ambiental), APP’S (áreas de
condições higiênicas dos espaços; c) conforto
preservação permanente), recuperação da mata
ambiental (térmico, luminoso e acústico); d)
ciliar existente no loteamento e proposta de um
instalações e equipamentos instalados; e e)
parque linear como intervenção paisagísticas. O
matérias e características técnico construtivas.
item c apenas vale para o projeto HABITAMPARO,
Além disso, foram adotados alguns critérios de
pois no bairro San Francisco não existe proximi-
classificação das habitações. Quanto ao seu grau
dade com um tipo de cenário similar para salva-
de habitabilidade para verificar as deficiências nos
guardar.
San
Francisco
foi
em
contemplados
foi
alicerçada
certos
na
feito
na
avaliação
atributos
entrevista:
um
a)
que
itens mais importantes da construção e definir se a
construção
era:
precária,
insatisfatória
ou
desenvolvidas
questões
referidas
a:
Assessoria jurídica
suficiente. Evidenciou-se que o 64% pertence ao
Esta etapa esteve atrelada à assessoria urbana,
grupo mais frágil, na seqüência o 20% estão
portanto, subsidiou-se no processamento da das
alocadas no patamar de insatisfatórias e o
informações coletadas. No projeto CASA, o grau
de aprofundamento desta experiência esteve mais
{
}
focada em questões de escopo instrumental. Da
em decorrência da posse a mais de 15 anos e que
amostragem de 74 edificações observou-se que
o usucapião ordinário seria aplicável no resto dos
55 edificações tinham registro; sendo que em
casos, já que ostentam escrituras de parte ideal
30,90 % ainda permanecia em nome da empresa
acordada.
loteadora e em 69,1% constava de terceiros adqui-
A condução das ações de caráter individual foi
rentes. Embora, em nenhum dos casos tenha sido
viabilizada pela criação de um “kit judicial”. Esta
constatada averbação de construção, todos os lo-
pasta de documentos entregues à Prefeitura reú-
tes tiveram implantada uma edificação. Observou-
ne: 1. Caracterização do Possuidor e do Imóvel; 2.
se uma enorme
heterogeneidade de situações
Cópias dos Documentos Coletados; 3. Histórico do
dominiais dos atuais ocupantes dos imóveis,
Loteamento; 4. Carta de Anuência da Prefeitura do
que não podem ser desconsideradas, devendo
Município de Amparo; 5. Cartas de Anuência dos
se admitir como comprovação da propriedade
Confrontantes; 6. Memorial Descritivo do Lote; 7.
não unicamente a certidão de propriedade, mas
Planta Cadastral do Lote; 8. Cópia da Lei Munici-
também as diversas formas documentais portadas
pal Nº 3.321/2007 - Instituição da Zona Especial
pelos ocupantes.
de Interesse Social – Zeis da NUP Do Jaguary
No projeto HABITAMPARO foi recolhida a docu-
(NUP-6A);
mentação de mais da metade dos imóveis do
92221220080343537/2008 (CREA 060177512-0)
bairro e determinadas várias classificações que
e
subsidiariam a parte da legalização das proprieda-
5060726538).
des. Verificou-se que até 65% possuem título de
No processo foram detectados certos descompas-
propriedade sem vinculo com documento original
sos, que não são sui generis, devido às várias difi-
emitido pelo loteador, 35% tem o titulo referido
culdades advindas da natureza do trabalho de ex-
com vínculo e o restante tem um título emitido em
tensão. Se, por uma parte, durante a execução a
nome do titular pelo loteador original. Com relação
receptividade e os resultados parciais foram satis-
ao tamanho da propriedade 55% possuem área de
fatórios, não é possível negligenciar que prazos
2
Art
Nº
9.
Cópia
da
Art
92221220080367320/2008
nº
(CREA
até 250 m e 45% área maior que essa cifra. Apli-
mais dilatados interferiram diretamente nas tarefas
cando a variável tempo de posse, o quadro revela
planejadas. Mas, por serem questões pontuais
que o 50% exerce a posse mansa e pacífica há
não serão elencadas, apenas resta afirmar que em
mais de 10 anos, 19% exercem a posse entre 5 a
todas as circunstancias cada problema teve a pre-
10 anos, 26% exercem a posse há menos de 5
visão de uma ação para mediar na solução ou
anos e 5% não estavam em situação indefinida,
equacionamento.
pois o não era possível possuir o tempo de exer-
É importante enfatizar que a regularização fundi-
cício de posse definido baseado nos documentos
ária e o melhoramento de habitações têm desdo-
apresentados.
bramentos imprevisíveis e irrestritos. Assim, os
O cruzamento dos anteriores dados permitiu iden-
números descritos apresentam informações fun-
tificar que tipo de usucapião individual era possível
damentais para as futuras ações administrativas
utilizar nos processos perante a justiça
(Cy-
e legislativas a serem desenvolvidas pelas Pre-
mbalista; Rolnik, 1997). Inferiu-se que 60% das
feituras, visando a aproximação à cidadania. En-
propriedades estão inscritas na usucapião urbano,
tretanto, cabe refletir se, por exemplo, as famílias
2
pois tem lotes menores que 250 m . Quase um
que não foram contempladas pelos projetos CASA
terço está amparado pela usucapião extraordinário
e HABITAMPARO, em função de questões pon-
tuais, e as prefeituras permitirão a continuidade do
completou o módulo básico e um módulo profis-
processo de regularização fundiária? Além disso,
sionalizante.
é inadiável a criação de instrumentos práticos para
A outra ação prevista foi o assessoramento técni-
garantir a permanência da comunidade para que
co para formação de uma cooperativa dos mora-
não sejam preteridos pela especulação imobiliária.
dores do bairro. A cooperativa visa criar condições
Assessoria Sócio-educativa
de organização entre os moradores (mutirões, a
obtenção de financiamento para a aquisição de
Acredita-se que esta fase permitirá a concretiza-
material empregado nas obras, etc.). Além disso,
ção do projeto de legalização nos planos sociais,
será possível uma capacitação nos diversos ní-
educativos, ambientais, etc. No quesito da escola-
veis, articulando uma organização social de tra-
ridade do núcleo familiar detecta-se que tanto no
balho dos componentes da cooperativa. A primeira
bairro San Francisco, quanto no Jaguari pelo me-
obra neste sentido foi a promoção de reuniões
nos um terço da população possui o primeiro grau
com moradores interessados.
incompleto. Nesta ordem de idéias, as pessoas
De modo análogo, no Bairro Jaguari (990 habitan-
que tem como formação final o segundo grau re-
tes) adiantou-se a articulação de ações que procu-
presentam menos de um quarto da população. A
raram: o trabalho junto à Associação de Morado-
taxa media de analfabetismo das duas comunida-
res e a qualificação da comunidade.
des é relativamente baixa (aproximadamente
O robustecimento da Associação de Moradores
4,5%), se comparada à média do Brasil que em
previu dissímeis etapas. Em primeiro lugar verifi-
2009 estava em 9,8%.
cou-se a situação de regularidade e identificação
No caso do bairro San Francisco, em função do
da necessidade de viabilizar para sua regulariza-
contingente populacional (8000 pessoas) foram
ção. Foram criadas comissões de trabalho, para o
propostas duas ações. Um curso de capacitação
acompanhamento do processo. O diagnóstico des-
do Canteiro-Escola que teve como finalidade a
ta circunstância terminou na regularização da
qualificação de mão-de-obra, visando fornecer aos
Associação perante os órgãos públicos e cartório.
moradores os conhecimentos necessários para
A partir deste ponto, alavancou-se a efetiva parti-
aplicar melhorias da própria moradia. Este curso
cipação dos moradores na associação e nos pro-
esteve composto de dois níveis: a) Básico (Módulo
cessos de sua representação (foram delineadas
1): formação geral esteve estruturado numa re-
as diretrizes para a realização da Assembléia para
visão de matemática aplicada à construção civil e
eleição, aprovação de novo estatuto, julgamento
um mini-curso sobre o planejamento da economia
das contas das diretorias, etc.), em fim envolvi-
familiar; e b) Profissional (Módulos de 2 a 6): que
mento nos processos sucessórios e administrati-
propendeu pela formação profissionalizante em
vos da Associação. Este passo foi crucial porque
atividades que envolvem os fundamentos da cons-
também subsidiou o encaminhamento de ações
trução civil. Esta parte envolveu diversas especia-
junto aos órgãos competentes e a resposta da de-
lidades, a saber: leitura de plantas, fundação, exe-
fensoria pública sobre sua participação no patrocí-
cução de alvenaria, execução de telhados, exe-
nio dos processos individuais de regularização
cução de reboco, assentamento de azulejos e
fundiária encaminhados.
pisos, execução das instalações elétricas, hidráuli-
Algumas ações que conjugam a organização co-
cas e esgotamento sanitário. O Curso, desenvolvi-
munitária e educação foram esboçadas. Destaca-
do em módulos, teve boa acolhida e previu a en-
se a educação não-formal direcionada a organi-
trega de um certificado de conclusão ao aluno que
{
}
zações sociais que fornece procedimentos para a
coleta das memórias dos moradores do Jaguarí.
Simultaneamente salientou-se a formação de multiplicadores para a implementação do programa
“Direitos e Deveres”, com a finalidade de que as
atividades da associação possam acontecer de
forma constante e democrática.
Por outra parte, com escopo educativo-ambiental
foram implementadas diversas oficinas de: reciclagem, pintura, informática, etc. (Figura 6). Estas
foram ministradas pelos estagiários e/ou professores. O público que freqüentou estas atividades foi
geralmente a população infantil do bairro Jaguari e
áreas adjacentes. As aulas tiveram o intuito de caracterizar alternativas de geração de renda e educa-ção ambiental, direta ou indireta, para as pessoas do bairro.
Na educação ambiental foram implementadas as
seguintes ações: a) Reciclagem do lixo; b) Oficina
de mosaico a partir do lixo recolhido; c) Oficina de
fabricação de tinta à base de terra. As três oficinas
partem do principio de aproveitar o material usado
originário do próprio local, isto é, o bairro Jaguari.
Os trabalhos desenvolvidos pelos alunos foram
executados nas instalações da Associação de Moradores.
Figura 6b: Resultado das atividades desenvolvidas nas
oficinas. Fonte: Arquivo CEUr (Universidade São
Francisco).
Quanto às oficinas para capacitação de moradores
foi ministrado um curso de inclusão digital. A Universidade São Francisco viabilizou a parte operativa desta oficina, pois doou alguns computadores e
equipamentos. A organização do material para
este mini-curso foi formatada como um curso básico em informática. É importante salientar que, em
face da finalização do projeto alguns moradores,
se dispuseram a dar continuidade ao processo de
inclusão digital para os próximos interessados.
Tradicionalmente, a assessoria sócio-educativa
tem uma complexidade expressiva e certa defasagem com relação às outras assessorias. Mas é
considerada essencial neste tipo de projetos de
extensão, pois os processos de regularização fundiária e melhoria das edificações, entendidos como propostas que trazem segurança da posse da
terra e habitabilidade, não procuram apenas sua
concretização material, mas a criação de um conjunto de estratégias de desenvolvimento e independência.
Nos assentamentos, objeto de estudo desta intervenção, é possível elucidar que foi fundamental a
participação das comunidades envolvidas, em especial Amparo, pois são as principalmente afeta-
Figura 6a: Resultado das atividades desenvolvidas nas
oficinas. Fonte: Arquivo CEUr (Universidade São
Francisco).
das e auferirão os benefícios e as obrigações junto
à sociedade. Quando as comunidades conhecem
e se integram aos processos, como primeiras interessadas, além de saber as limitações de um re-
lativamente longo e entravado processo judicial
vel mencionar uma sem mencionar a outra e vice-
constroem elos para a plausível articulação de
versa. Em hipótese, o problema da falta de mora-
ações que propendam pela melhoria de qualidade
dia seria resolvido considerando conjuntamente
de vida em outras áreas.
estas variáveis.
O projeto CASA prezou no sentido de prover regu-
Para encerrar o tópico das consultorias interdisci-
larização tanto construtiva, quanto fundiária. A
plinares é importante asseverar que apelando a
concretização da transferência legal da titularidade
todos os tipos de assessorias explanadas para a
dos lotes amplia a obtenção de prerrogativas e in-
regularização fundiária dos assentamentos e
corporação de direitos de cidadão. Embora o pro-
melhoramento das edificações, as cidades de Ita-
jeto tenha planejado objetivos ambiciosos, este
tiba e Amparo viabilizaram a recomposição da
não conseguiu sua efetivação total, isto é, a entre-
malha urbana. Preliminarmente, estes instrumen-
ga da documentação para obter a titularidade do
tos possibilitaram a circunscrição de ocupações de
imóvel. Nesse caso, as principais circunstâncias
unidades habitacionais que não são compatíveis
que obstaram os objetivos foram: a) a falta de in-
com áreas de preservação, de mananciais, de uso
teresse do governo de Itatiba em firmar outras
comum do povo e áreas de risco. Mas, parte des-
parcerias junto aos órgãos pertinentes para finali-
sa discussão será ampliada no item derradeiro
zar o processo legal; b) o incipiente envolvimento
deste texto.
da comunidade nas reuniões e a inexistência de
uma Associação de Moradores organizada e mobi-
Considerações finais
lizada.
Não obstante as cidades menores não sofram das
O projeto HABITAMPARO obteve avanços signifi-
dificuldades dos grandes centros urbanos, nestes
cativos em relação ao projeto CASA. Uma das ex-
conglomerados também comparecem múltiplas
plicações para este ocorrência surge a partir da
nuances que representam entraves no seu desen-
ampliação da equipe técnica, pois além dos cursos
volvimento. Entretanto, não são apenas de nature-
de Arquitetura e Urbanismo e Direito, a inclusão
za física, mas também tem escopo governamental.
da Pedagogia proveu um maior grau de compro-
Na prática, isto significa falta de diretrizes institu-
misso da comunidade, identificação e apropriação
cionais capazes de nortear seu progresso8. A
do trabalho executado. A totalidade dos produtos
atuação da Universidade São Francisco que deli-
foi entregue individualmente a cada morador e à
neou as parcerias que resultaram nos projetos de
Prefeitura Municipal de Amparo para que sejam
extensão CASA e HABITAMPARO tentaram rever-
encaminhados ao Poder Judiciário. A estreita re-
tem essa lógica e reergueram as balizas para
lação
melhorar a qualidade de vida dos moradores dos
comunidade/Universidade
possibilitou
a
constante troca de informações. Esta foi decanta-
bairros analisados.
da pela constante fiscalização da comunidade e
Vale a pena salientar que o tipo de precariedade,
da Prefeitura, através de reuniões periódicas entre
especialmente construtiva9, encontrada em Itatiba
todos os atores submersos no processo.
Os resultados obtidos permitem inferir uma metodologia que subsidia conceitualmente os processos de regularização fundiária e melhoramento de
habitação social. No Brasil, a questão habitacional
está atrelada à questão fundiária, pois é impossí-
8
Este problemática se considerada isolada do contexto não
teria graves repercussões, mas quando vista à luz de incertezas operacionais e financeiras, atreladas à dimensão dos municípios ganha proporções incomensuráveis.
9
Importante acrescentar que a questão habitacional no Brasil
apresenta deficiências não apenas no que toca a políticas habitacionais efetivas, mas também em relação à oferta de tecnologias. Nesta área ainda impera o processo artesanal de construção, de qualidade questionável e custos altos. Verifica-se
também que o desperdício é atestado pela quantidade de ma-
{
e Amparo difere da pobreza de São Paulo e
10
}
receber o peso de ser considerada uma política
Campinas . Alguns estudos urbanos e demográfi-
habitacional. Isto, porque uma aceitação implícita
cos recentes apontam que o crescimento das
da sociedade deste tipo de ações, além de gerar
grandes cidades também esta sendo dissolvido
precedentes desvirtuados, permite o robusteci-
não apenas nas áreas metropolitanas, mas em
mento da criação de um círculo vicioso. No âmbito
áreas adjacentes. Nesta assertiva radica a im-
brasileiro também se deve focar a atenção em que
portância dos pequenos núcleos urbanos para
qualquer forma de legalização obriga paralelamen-
responder ao problema habitacional e de regulari-
te à articulação de ações com as outras políticas
zação fundiária.
sociais e urbanas locais e regionais como:
Em síntese, a análise explanada dos dois projetos
melhorias na unidade habitacional, espaço publi-
revela que existem certos descompassos que me-
co, dotação de postos de saúde, educação cultura
recem uma elucidação mais aprimorada. Surge a
e esportes, canalização de córregos, complemen-
inquietação de porque, sendo dois projetos que
tação de redes infra-estrutura, programas de ge-
possuem
finalidades
ração de emprego e renda, etc. Na mesma pers-
semelhantes um dos supracitados mostrou resul-
pectiva dessas últimas ações deve ser possível
tados mais expressivos. Para esclarecer este pon-
propiciar pela disseminação das informações con-
to é necessário apelar a esclarecimentos em três
cernentes à legislação, a capacitação de lidera-
direções: a Interdisciplinaridade, a consolidação
nças e a consolidação de organizações comunitá-
da relação com a comunidade e as parcerias inte-
rias.
rinstitucionais.
Finalmente, ressaltemos que mesmo tendo con-
As parcerias interinstitucionais entre as Prefeituras
hecimento de que qualquer investimento de recur-
de Itatiba e Amparo e a Universidade São Francis-
sos das administrações municipais, estaduais ou
co (CEUr) mostram a função social das entidades
federais é precedido por um processo de legali-
educativas. Acredita-se que deste prisma, o con-
zação dos assentamentos, esse não pode ser pa-
hecimento não fica restrito ao ambiente universitá-
liativo, nem fruto de interesses políticos. Os pro-
rio, mas serve para alavancar processos de trans-
gramas implementados, sobretudo, devem ser
formação no intuito de permitir a inclusão sócio-
coerentes com a Constituição brasileira com a fi-
espacial, isto é, recuperar o autêntico direito da
nalidade de garantir os direitos fundamentais dos
cidade para todos. Mas, ao mesmo tempo, não é
cidadãos, em especial, o direito à moradia.
o
mesmo
escopo
e
possível negligenciar a atuação dos governos locais e a participação dos habitantes dos assenta-
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téria-prima que sai da obra sob forma de entulho, chegando a
representar o 30% na execução.
10
Trata-se de um gênero de escassez de recursos menos
concentrado, pois nas cidades que ostentam maior densidade
os contrastes resultam mais gritantes. Mas, esta afirmação não
significa a negação das outras feições identificadas em
assentamentos subnormais. De modo contraposto, é possível
afirmar que, no sentido da segregação sócio-espacial, estamos
lidando com nuances análogas.
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1, p. 133-149. <www.habitatysociedad.us.es>.
LED (Libros, Eventos, Debates)
{
y
}
www.habitatysociedad.us.es
XVI Encuentro de la Red Universitaria Latinoamericana de Cátedras de
Vivienda (ULACAV). Montevideo, 2010
Sharon Recalde
Marta Solanas Domínguez
Raúl Vallés
Resumen
La Red Universitaria Latinoamericana de Cátedras de Vivienda reúne a docentes y estudiantes de diversos países de la
región interesados en potenciar su accionar a través de la reflexión sobre temas comunes, tendiendo a mejorar la formación en la producción y gestión social del hábitat en diversas carreras. Con este fin, anualmente se realizan encuentros de cátedras de vivienda, oportunidad en que se debate sobre temas específicos previamente determinados. El presente informe ilustra sobre las actividades, contenidos y conclusiones del XVI Encuentro realizado en Montevideo, Uruguay, en octubre de 2010, la Innovación Académica en la Formación para la Gestión Social del Hábitat.
Palabras clave
Innovación académica; Formación; Gestión social del hábitat.
Abstract : XVI Meeting of the Latin American University Network of Housing
Departments. Montevideo | 2010
The "Latin American University Network of Housing Departments" gathers together lecturers and students from a variety
of countries of the region interested in enhancing their actions through reflection on common issues, and tend to improve
training in social production and management of habitat in diverse university courses. To this end, the "Latin American
University Network of Housing Departments" meets annually, this occasion being an excellent opportunity to debate previously determined specific issues. The following report illustrates the activities, contents and conclusions of the "XVI
Meeting of the Latin American University Network of Housing Departments " held in Montevideo, Uruguay, in October
2010, titled Academic Innovation in Training for Social Management of Habitat.
Key Words
Academic Innovation; Training; Social Management of Habitat.

Mg. Arq. Planificación Urbana y Territorial en países en desarrollo. Universidad de la República (UDELAR). Facultad de Arquitectura
(FARQ). Uruguay. Unidad Permanente de Vivienda (UPV). Red de Asentamientos Humanos Hábitat y Vivienda (REAHVI). Datos de
contacto: Br. Artigas 1031. Montevideo. E-mail: [email protected].

Mg. Arq. Gestión Social del Hábitat. Universidad de la República. Facultad de Arquitectura. Uruguay. Unidad Permanente de Vivienda. Datos de contacto: Br. Artigas 1031. Montevideo. E-mail: [email protected].

Arq. Universidad de la República. Facultad de Arquitectura. Uruguay. Unidad Permanente de Vivienda. Datos de contacto: Br. Artigas 1031. Montevideo. E-mail: [email protected].
{
}
La Red ULACAV, entonces, es un ámbito para
Red ULACAV
Esta Red está integrada por académicos latinoamericanos que abordan en forma permanente la
producción y gestión social del hábitat de manera
interdisciplinaria, a través de actividades de docencia, investigación y extensión, llevadas a cabo
desde cátedras de grado y posgrado, institutos,
centros de investigación, secretarías y otras dependencias universitarias.
Se entiende la vivienda y el hábitat como el lugar
que cobija espacialmente al ser humano y permite
discutir lo que se está haciendo, en la función
específica de docencia en Vivienda (contenidos,
metodologías, instrumentos utilizados). Es una
instancia de acción colectiva de gestión para instalar el tema del Hábitat social en la Universidad
en un esfuerzo de convencer a los otros sobre el
interés de la temática de Vivienda. Es un ámbito
para intercambiar información y experiencias sobre otras actividades relacionadas con el tema del
Hábitat social (investigaciones, trabajo de campo,
extensión, etc.) en relación a la enseñanza.
la estructuración física, psíquica y social de su
entorno y ser personal. Sin embargo, se constata
Encuentro Montevideo, 2010
que grandes sectores de la sociedad mundial ca-
Los días 7, 8 y 9 de octubre de 2010 se desarrolló
recen de viviendas adecuadas, observándose el
en la Facultad de Arquitectura de la Universidad
desarrollo creciente de graves conflictos deriva-
de la República (UDELAR) el XVI Encuentro de la
dos de la crisis habitacional, especialmente en los
Red Universitaria Latinoamericana de Cátedras
segmentos de mayor precariedad y vulnerabili-
de Vivienda, organizado por la Unidad Permanen-
dad.
te de Vivienda de la Facultad de Arquitectura y la
Muchos académicos de Latinoamérica sostienen
Red de Asentamientos Humanos, Hábitat y Vi-
que el mejor aporte para superar efectivamente el
vienda de la UDELAR. En esta oportunidad el
problema radica en capacitar al máximo en este
tema del Encuentro fue la Innovación Académica
tema a jóvenes generaciones que transitan por la
en la Formación para la Gestión Social del Hábi-
universidad en su trayectoria hacia la adquisición
tat.
de títulos profesionales. Por lo antedicho en el
Se propuso reflexionar a partir de experiencias
1
er
Encuentro de la Red en 1995, se asumió el
innovadoras en la formación académica de grado
compromiso de impulsar en las universidades el
y posgrado, propuestas y aportes teóricos para
estudio y preparación sobre estos temas y pro-
enriquecer la mirada sobre los procesos de ges-
blemas.
tión social del hábitat partiendo de considerar es-
Por lo tanto es intención de esta Red facilitar a
tos procesos necesariamente interdisciplinarios,
sus miembros el conocimiento de los cursos de
evolutivos, participativos, concertados e inciertos.
acción exitosos que con mayor o menor eficacia
Se adoptó el concepto “innovación académica”
llevan a cabo los actores sociales de la gestión
sustituyendo a “innovación pedagógica”, porque
habitacional en Latinoamérica para la resolución
la primera involucra a la segunda, tratando de no
de las problemáticas antes señaladas, contribu-
dejar de lado otros componentes que hacen a la
yendo al conocimiento y libre ejercicio de los de-
formación de estudiantes, en una relación de en-
rechos a la ciudad y la vivienda por parte de todos
señanza-aprendizaje en el ámbito universitario,
los ciudadanos sin discriminación social alguna.
que implica las tres funciones tradicionales de
Se busca intensificar en los ámbitos universitarios
enseñanza, investigación y extensión. No se bus-
las actividades de enseñanza, investigación y
caron necesariamente innovaciones absolutas en
extensión en vivienda y hábitat social.
la temática, pero sí originales en cuanto a su apli-
debate, actividad principal del mismo. Fueron
cación a la realidad académica y a los procesos
ofrecidas dos conferencias en relación a las lí-
participativos de toma de decisiones para la Ges-
neas propuestas.
tión Habitacional, que contribuyen a dar cuenta de
La primera conferencia, “La enseñanza de la ges-
nuevas realidades o nuevas aproximaciones a
tión social del hábitat. Experiencias de innovación
viejas realidades.
educativa”, impartida por el Dr. Arq. Esteban de
Manuel Jerez (España), planteó un enfoque conceptual y pedagógico sobre el que se sustentan
las experiencias de trabajo concreto llevadas a
cabo durante el proceso de varios cursos, que
describió. Realizó reflexiones sobre el concepto
de innovación, de educación (educación problematizadora y pensamiento complejo) y sobre la
formación de profesionales que tendrán un rol en
los procesos de producción social del hábitat,
proponiendo que deberán adquirir una perspectiva compleja del hábitat y una mirada “poliética”
con responsabilidad social.
Las experiencias descriptas fueron las siguientes:
- Introducción de contenidos transversales de
hábitat y gestión social del hábitat en asig-
Apertura del Encuentro. En la imagen: Arq. Raúl Vallés.
UPV-FARQ-UDELAR; Arq. Jorge Di Paula. REAHVIUDELAR; Arq. Gustavo Scheps. Decano FARQ-UDELAR;
Arq. Marta Giró. Secretaria General ULACAV.
naturas gráficas, desde 1996.
- Taller integral de arquitectura: El Aula “Arquitectura, ciudad y desarrollo”. Desde 1999.
A partir de esta premisa se definió abordar el
- Asignatura electiva “Hábitat y Desarrollo”, des-
tema, en primera instancia, desde dos líneas:
de 2004.
- Aula en contexto real, haciendo referencia a
- Aprendiendo de Larache. Seminario-talleres,
experiencias realizadas en relación con el me-
2005-06 y 2006-07.
dio.
- Máster en Gestión Social del Hábitat, desde
- Aula en contexto virtual, como alternativa al aula
2008.
tradicional, a través del uso de las Tecnologías
La segunda conferencia tuvo como título “El uso
de la Información y Comunicación (TICs).
de las TICs en el proceso de conocimiento” y fue
Participaron a través de las ponencias presenta-
impartida por la Dra. Cristina Contera (UDELAR,
das representantes de universidades de Argenti-
Uruguay). Esta conferencia desarrolló el tema de
na, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, Méxi-
la innovación académica necesaria en el contexto
co y Uruguay. Estuvieron presentes durante el
actual del conocimiento y el aporte posible de las
encuentro, compartiendo las actividades, docen-
TICs a los procesos de innovación. Disertó sobre
tes y estudiantes de Argentina, Brasil, Chile, Es-
la sociedad de la información, la sociedad del co-
paña, Paraguay y Uruguay.
nocimiento y sobre las sociedades del aprendiza-
El Encuentro se estructuró en un bloque expositi-
je para reflexionar luego sobre las “Comunidades
vo, que tuvo como objetivo lanzar temas para el
virtuales de aprendizaje e innovación educativa”.
{
}
Planteó la necesidad de realizar una innovación
La Síntesis de Ponencias pretendió capitalizar los
crítica a través de la revisión de los supuestos
aportes de cada una de ellas, además de esta-
educativos actuales, incorporando a partir de ahí
blecer las temáticas recurrentes e innovaciones
cambios radicales no sólo en las modalidades de
presentadas. Un enfoque pedagógico fue expues-
enseñanza sino, y sobre todo, en la vida cotidiana
to en algunas de las ponencias, en algunos casos
de los estudiantes, en los métodos de enseñanza,
como tema central y en otros como fundamenta-
en la concepción y diseño curricular, en los recur-
ción de experiencias concretas. Se presentaron
sos educativos, en la evaluación de los aprendi-
experiencias de cursos aislados, articulación de
zajes. Planteó que la innovación no es la incorpo-
cursos (de grado y posgrado) y carreras comple-
ración ni el uso per se de las TICs, sino determi-
tas. La mayoría de las experiencias descritas tie-
nados usos de estas tecnologías, lo que genera
nen que ver con trabajos de campo en contextos
dinámicas de innovación, información y mejora de
de precariedad, lo que llamamos aula en contexto
la enseñanza y el aprendizaje. Recomienda partir
real. En estos casos se busca contrastar la teoría
del reconocimiento de su potencial educativo co-
con la realidad, vincular el discurso con la acción
mo facilitadores de nuevas formas de concebir la
y actuar sobre la realidad. Otros temas abordados
producción y la distribución de saberes, de ges-
en menor medida son la relación de la enseñanza
tionar el conocimiento.
con la investigación y la interdisciplina. Se planteó
innovación también a través de propuestas de
abordaje de nuevas temáticas. El uso de las TICs
en los procesos de formación fue abordado de
manera marginal, valorándose la propuesta de
crear un espacio de formación permanente y fortalecer la Red ULACAV facilitando el intercambio
continuo y no sólo durante los encuentros anuales.
El Encuentro Virtual de Aulas en contexto fue una
Conferencia del Dr. Arq. Esteban de Manuel Jerez
propuesta de trabajo en un nuevo espacio de intercambio utilizando la Plataforma EVA (Espacio
La innovación deseable parte de concebir modelos de formación híbridos o mixtos, de proponer
innovaciones no sólo en lo instrumental sino
también en lo cultural y político, de perturbar las
mentes y las estructuras que limitan e imposibilitan. En este sentido la interinstitucionalidad y la
interdisciplina favorecen el escenario innovador;
por tanto la Red ULACAV es un ámbito fértil para
la gestación de una comunidad virtual de aprendizaje.
Otros insumos para la reflexión aportados fueron
la Síntesis de las Ponencias presentadas a este
encuentro y el Informe sobre el Primer Encuentro
Virtual de Aulas en contexto.
Virtual de Aprendizaje de UDELAR), realizado
previamente al encuentro en Montevideo, con la
idea de experimentar el uso de las TICs, con la
participación de los siguientes cursos y facultades:
- Taller Libre de Proyecto Social (TLPS). Facultad
de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires.
- Gestión y Desarrollo de la Vivienda Popular.
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo,
Universidad del Nordeste, Argentina.
- Taller Vivienda Social y Ciudad. La Vivienda
Social en contextos de precariedad: una apro-
ximación al caso de Santa Rosa de Lima, Santa
los procesos y los propios procesos de enseñan-
Fe. Facultad de Arquitectura, Universidad del Li-
za-aprendizaje.
toral, Argentina.
Los productos que se obtuvieron son: fichas in-
- Viviendo al Margen. El espacio público en con-
formativas de cada curso que participó, materia-
textos de precariedad. Curso Interáreas y Ex-
les aportados por cada uno de ellos, una plata-
tensión. Facultad de Arquitectura, Universidad
forma común de trabajo en funcionamiento y un
de la República, Uruguay.
trabajo en red en marcha.
- Proyecto de Extensión Arquitectura y Comuni-
Por otro lado, a partir de esta experiencia piloto
dad y Cátedra de Proyecto Arquitectónico-
surgieron múltiples interrogantes, especialmente
Vivienda de interés social. Curso de Arqui-
dirigidos al futuro, cuya respuesta contribuirá a
tectura y Urbanismo. Universidade Feevale, No-
potenciar el trabajo ya realizado y fortalecer la
vo Hamburgo (RS), Brasil.
Red ULACAV. Se trata de cuestionamientos téc-
- Máster en Gestión Social del Hábitat. Universidad de Sevilla, España.
nicos, sobre herramientas virtuales a utilizar, y
también pedagógicos, relativos a los contenidos y
Durante su presentación se describió la propuesta
actividades o tareas a realizar en conjunto por
y los resultados obtenidos además de plantear
parte de los distintos integrantes de la iniciativa
interrogantes respecto al proceso desarrollado.
con el reto que esto significa. En respuesta a al-
El objetivo del Encuentro Virtual fue poner en
gunos de estos cuestionamientos, luego del En-
práctica una experiencia novedosa al mismo
cuentro, un grupo de estudiantes tomó la ini-
tiempo que compartir, durante los meses previos
ciativa de continuar con el intercambio de acti-
al Encuentro, diferentes instancias en los cursos
vidades a través de un grupo virtual en Facebook.
que participaban de la misma y de esta forma:
A partir de todos estos disparadores se desarro-
coordinar algunos objetivos de trabajo, realizar
llaron los Talleres de Estudiantes y Docentes.
actividades comunes, compartir los resultados de
Los estudiantes comenzando a debatir
En el Taller de Estudiantes se realizó la pre-
propuso la utilización de esta herramienta como
sentación de las diversas experiencias de trabajo
forma de experimentar los beneficios del uso de
de cada grupo asistente, en plenario. Esta activi-
las TICs en el trabajo en red.
dad fue compartida por docentes y estudiantes de
Luego se discutió en grupos sobre los dos ejes
la Universidade Feevale de Novo Hamburgo, Bra-
propuestos. Se recogieron los aportes en un ple-
sil, conectados a través de video conferencia. Se
nario, realizándose un resumen de las principales
{
}
ideas. La discusión de los estudiantes se centró
realizados en relación a los aspectos que se co-
en la reflexión sobre las experiencias de trabajo
mentan a continuación.
en campo, considerando los aportes de esta rela-
Se plantea el marco desde el cual parte la inno-
ción con la población a su proceso de formación.
vación, incorporando: comunidades de aprendiza-
En esta instancia se expresó que el trabajo en
je, una perspectiva ético-política, el marco de los
contexto real permite una percepción directa y
derechos humanos, una visión crítica y compleja,
sensible y en consecuencia un aprendizaje más
considerando siempre el contexto actual latinoa-
real, objetivo y comprometido. Un profesional que
mericano de transformaciones estructurales.
trabaja en contexto real deberá actuar con res-
Se propone avanzar en la innovación desde tres
ponsabilidad ciudadana, de una forma ética, y
dimensiones: definición del objeto, metodologías
deberá contar con la capacidad de enfrentar lo
específicas y transferencia de conocimiento bidi-
incierto y reconocer a los otros actores. Un do-
reccional con los pobladores.
cente deberá reunir estas características y tener
La producción social del conocimiento es necesa-
experiencia de trabajo directo, facilitar el inter-
ria para el abordaje de la producción social del
cambio entre estudiantes y la sociedad y fomentar
hábitat; por tanto ámbitos para la innovación se-
el trabajo interdisciplinario y no sólo multidiscipli-
rán: organizaciones sociales, organismos públi-
nario.
cos, distintos niveles de la escolarización, orga-
En cuanto al Aula en contexto virtual, se reflexio-
nismos gremiales de profesionales.
nó respecto a las posibilidades de intercambio de
Algunas acciones propuestas para lograr innovar
información y de experiencias que genera, así
fueron: realizar alianzas con distintos actores,
como la oportunidad de sistematizar producciones
construir vínculos y gestión calificantes, desarro-
diversas, el conocimiento de contextos diferentes.
llar una “ecología de saberes”, tomar conciencia
Este intercambio permite, además de aproximar-
del papel auxiliar del técnico en los procesos par-
se a la construcción colectiva de conocimiento y
ticipativos, comprometer a los actores competen-
su socialización, repensar el propio trabajo.
tes en los procesos, desarrollar programas de
Se concluyó que el compromiso institucional,
responsabilidad social universitaria, potenciar la
académico, social y político es necesario desde
inteligencia emocional, sacar la temática de la
una perspectiva de derecho socio-habitacional-
producción social del hábitat de la marginalidad
ambiental. Se debe enfocar desde una mirada
académica para favorecer la articulación y diálogo
sistémica, en todos los niveles de la enseñanza y
con otros ámbitos.
con la participación del Estado, por ende con ca-
Se propusieron metodologías concretas para fo-
pacidad de negociación, transformación e interac-
mentar la innovación, entre las cuales se conside-
ción. Se propone instalar fuertemente el paradig-
raron: incorporar instrumentos híbridos de apren-
ma de producción social del hábitat en las univer-
dizaje presencial, virtual y real; estimular la pre-
sidades y generar espacios de actuación que in-
sencia de estudiantes en las diferentes institucio-
tegren enseñanza, extensión e investigación, utili-
nes y organizaciones sociales y empresariales
zando herramientas que estén al alcance de toda
vinculadas; desarrollar aprendizaje a través de la
la sociedad.
construcción de aprendizaje significativo y de
La pauta de discusión para el Taller de Docentes
grupos de trabajo; promover el aprendizaje en
se centró también en Aula en contexto real y Aula
procesos de extensión universitaria, aprendizaje y
en contexto virtual. Se pueden resumir los aportes
servicios; invertir el proceso de aprendizaje: trans-
formar y luego reflexionar; construir los problemas
Para finalizar las actividades se realizó un taller
y soluciones con la comunidad; avanzar en la
conjunto de docentes y estudiantes donde se
acreditación de cursos interdisciplinarios; aplicar
compartieron las conclusiones de ambas instan-
las TICs a nuevos enfoques pedagógicos y para-
cias.
digmas del aprendizaje; promover la plataforma
Moodle; potenciar la relación virtual de las cátedras.
Debate de docentes. Fuente: Servicio de Medios Audiovisuales. FARQ-UDELAR
Complementando las actividades específicas del
las sedes serán la Universidad Austral de Valdivia
Encuentro se realizó previamente al comienzo
(Chile) en 2011 y la Universidad Católica de Cór-
oficial del mismo la actividad Vivienda y Ciudad:
doba (Argentina) en 2012. El eje temático para el
un recorrido por Montevideo, visitando Cooperati-
Encuentro XVII de Valdivia será: “Estrategias de
vas de Vivienda con la participación de los docen-
inserción y ampliación de la temática en los currí-
tes y estudiantes participantes. Esta experiencia
cula desde una perspectiva interdisciplinaria”.
es un referente internacional sobre procesos de
Son muchos los retos que desde nuestras Uni-
gestión social del hábitat y por tanto es de espe-
versidades enfrentamos a la hora de contribuir a
cial interés de los visitantes extranjeros. El reco-
dar solución a la problemática habitacional. Oca-
rrido incluyó experiencias de cooperativas de
siones de intercambio y debate, como la que fue
ayuda mutua y ahorro previo de distintas épocas
relatada, potencian el aporte que cada una en su
y el intercambio de impresiones con sus usuarios.
ámbito puede realizar. La Red ULACAV, en la
La Asamblea de la Red tuvo dos sesiones para la
medida en que vea fortalecido su accionar, gene-
definición de aspectos administrativos y estatuta-
rará ámbitos permanentes de formación para los
rios, planificación de actividades futuras y com-
futuros profesionales que participen en los proce-
promisos de participación de los integrantes, con
sos de gestión social del hábitat. Este es uno de
el fin de promover un permanente y más profundo
los desafíos asumidos, que deberá estar susten-
intercambio entre las cátedras e iniciar acciones
tado en una revisión de los supuestos educativos
hacia el Encuentro XVII.
actuales, de los modelos de enseñanza pertinen-
Para los próximos Encuentros se estableció que
tes para la formación de los profesionales idóneos
{
para desempeñarse en la comunidad.
}
UDELAR, Uruguay).

Además de los Arquitectos Recalde, Solanas
y Vallés, el Comité Organizador del XVI Encuentro de la Red ULACAV estuvo confor-
Nota sobre fuentes de información

Para el punto “Red ULACAV” se tomaron
mado por los Arquitectos María del Huerto
contenidos de la página web:
Delgado y Jorge Di Paula.
<www.redulacav.org>.


Información complementaria, sobre la red y
Sobre lo discutido en el taller de estudiantes
anteriores Encuentros pueden ser consulta-
se tomaron conceptos del resumen elabora-
dos en: <www.redulacav.org>.
do por Joaquín Deon, estudiante del Seminario de Trabajo Social y Hábitat, Escuela de
Trabajo Social, Carrera de Geografía. Uni
Cita del artículo
RECALDE, Sharon; SOLANAS, Marta; VALLÉS, Raúl.
versidad Nacional de Córdoba, Argentina.
XVI Encuentro de la Red Universitaria Latinoamericana
Sobre lo discutido en el Taller de Docentes
de Cátedras de Vivienda (ULACAV). Montevideo, 2010.
se tomaron conceptos de los apuntes de los
Hábitat y Sociedad, 2010, nº 1, p. 153-160.
Arquitectos Marta Giró (Universidad del Nor-
<www. habitatysociedad.us.es>.
deste, Argentina) y Jorge Di Paula (REAHVI,
{
y
}
www.habitatysociedad.us.es
Objetivos y alcances de los Relatores Especiales sobre la vivienda adecuada de Naciones Unidas
Roberto Goycoolea Prado
Paz Núñez Martí
Resumen
El 24/09/2010 Naciones Unidas prorrogó por tres años el mandato de Raquel Rolnik, “Relatora Especial sobre una vivienda adecuada como elemento integrante del derecho a un nivel de vida adecuado y sobre el derecho de no discriminación a este respecto”. Ningún periódico de mayor tirada español recogió la noticia. Tienen razón, difícilmente la continuidad o cese de un miembro de un organismo internacional es algo destacable. Pero tampoco hicieron ninguna mención al contenido de su último informe, pese a tratar un tema que nos incumbe: la dramática situación habitacional de los
más de 200 millones de migrantes en el mundo. Algo similar ocurrió con los anteriores informes. Es una oportunidad
desaprovechada, pues son documentos básicos para lograr entender qué sucede hoy con el hábitat. Ante este desconocimiento o desinterés, el objetivo de este artículo es dar a conocer los objetivos y alcances de la señalada Relatoría
Especial.
Palabras clave
Derecho a la vivienda; Derechos humanos; Relator especial; Discriminación habitacional; Naciones Unidas; Consejo de
Derechos Humanos; Miloon Kothari; Raquel Rolnik.
Abstract : Aims and scopes of the Special Rapporteurs of United Nations on
suitable housing
On 24/09/2010, United Nations extended, by three years, the mandate of Raquel Rolnik, “Special Rapporteur on adequate housing as an integral component of the right to an adequate standard of living, and on the right to nondiscrimination in this context”. None of the main Spanish newspapers picked up the news. Not surprising, since the continuation or termination of the contract of an officer of an international organization is hardly remarkable. However, no
mention of the content of her latest report was made, despite dealing with an issue that concerns us: the dramatic
housing situation of more than 200 million migrants worldwide. Something similar happened with the earlier reports. It is
unfortunate that this happens, because they are basic documents towards attaining the understanding current habitat.
Given this ignorance and disinterest, the aim of this paper is to present the objectives and scope of the aforementioned
Special Rapporteur.
Key Words
Right to Housing; Human Rights; Special Rapporteur; Housing Discrimination; United Nations; Human Rights Council;
Miloon Kothari; Raquel Rolnik.

Datos de contacto: Roberto Goycoolea Prado, Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Geodesia, Universidad de Alcalá. C/ Santa
Úrsula 8. 20801 Alcalá de Henares, Madrid. E-mail: [email protected].

Datos de contacto: Paz Núñez Martí, Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Geodesia, Universidad de Alcalá. C/ Santa Úrsula
8; 20801 Alcalá de Henares, Madrid. E-mail: [email protected].
{
}
Las principales actividades de la Relatoría Espe-
Introducción1
cial para el Derecho a una Vivienda Adecuada
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU2
son: a) recibir informaciones sobre casos específi-
creó en 2000 la “Relatoría Especial sobre una vi-
cos de violaciones del derecho a la vivienda; b)
vienda adecuada como elemento integrante del
pedir aclaraciones a los gobiernos, por medio de
derecho a un nivel de vida adecuado y sobre el
apelaciones urgentes y cartas de alegaciones; c)
derecho de no discriminación a este respecto”. Su
hacer misiones oficiales en los países para inves-
función es examinar, monitorear, aconsejar e in-
tigar la situación del derecho a la vivienda; d) pre-
formar sobre la situación del derecho a la vivienda
sentar un informe anual al Consejo de Derechos
en el mundo, así como promover asistencia y
Humanos de ONU, en Ginebra, y otro a la Asam-
cooperación a los Gobiernos para garantizar mejo-
blea General en Nueva York, que aborden temas
res condiciones de la vivienda y estimular el diálo-
específicos o relaten las misiones realizadas.
go con las demás dependencias de la ONU y otras
Aunque el trabajo de la Relatoría Especial no se
organizaciones internacionales con el mismo fin.
limita exclusivamente a la elaboración de los in-
Los relatores forman parte de los llamados “Pro-
formes anuales indicados en el último punto del
cedimientos Especiales” del Consejo de Derechos
párrafo anterior, al realizar también documentos
Humanos, que reúne mecanismos adoptados por
específicos para apoyar a quienes trabajan en la
el Consejo para monitorear determinados temas o
consecución del Derecho a la vivienda,3 son éstos
países. Hoy hay 30 relatorías temáticas y 8 para
los que presentan mayor interés informativo y
países específicos. Estos expertos no representan
práctico.
a sus países, al ser su independencia esencial
El objetivo de las notas que siguen es dar un pa-
para desarrollar el mandato de forma libre. Tam-
norama general del trabajo realizado por la Relato-
poco forman parte de la estructura asalariada de
ría Especial, considerando que el conjunto de sus
las Naciones Unidas y tienen un mandato de tres
informes otorga uno de los panoramas globales
años, con la posibilidad de una única reelección.
más completos tanto de la situación jurídica del
El trabajo del relator no es remunerado, pero reci-
Derecho a la vivienda como de su cumplimiento.
be apoyo en materia de recursos humanos, logísticos y asistencia para investigaciones por parte del
Los Relatores Especiales
Alto Comisionado para los Derechos Humanos,
Hasta el momento la ONU ha nombrado dos Rela-
con sede en Ginebra.
tores para dirigir la Relatoría Especial sobre una
vivienda adecuada. Para no generar suspicacia
1
Información tomada principalmente del portal oficial de la
Relatoría
Especial
para
una
vivienda
adecuada…
<http://www.derechoalavivienda.info/es/por-dentro/o-que-faz-arelatoria/>.
2
El Consejo de Derechos Humanos sustituye desde 5/03/2006,
como parte del proceso de reformas de la ONU emprendido por
Koffi Annan, a la Comisión de Derechos Humanos, establecida
en 1946, desacreditada repetidamente por diferentes delegaciones que denunciaron que estaba sesgada a favor de los
intereses estratégicos de Estados Unidos. El Consejo cuenta
con 47 miembros independientes con nombramientos trianuales que actúan supervisando la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos por sus Estados Partes. Fija
“las normas por las que se rige la conducta de los Estados,
pero también actúa como foro en el que todos los países, grandes o pequeños, los grupos no gubernamentales y los defensores de los derechos humanos de todo el mundo pueden expresar sus inquietudes”.
<http://www2.ohchr.org/spanish/bodies/chr/index.htm>.
sobre la orientación y objetivos de su trabajo, el
Consejo de Derechos Humanos ha procurado,
como en el caso de sus homólogos de otras áreas,
buscar expertos en la materia que centren su ejer-
3
Por ejemplo, cabe mencionar la guía “¿Cómo actuar en proyectos que involucren desalojos forzosos?”, Guía que, por un
lado, “resume lo que las normas internacionales determinan
sobre desalojos forzosos provocados por proyectos públicos y
privados de infraestructura y urbanización” y, por otro, contiene
orientaciones e indicaciones a todos los involucrados, con el fin
de que “tales proyectos sean desarrollados de acuerdo al derecho a la vivienda adecuada de las comunidades por ellos afectadas”. Documento disponible en:
<http://issuu.com/unhousing/docs/guia_espanol>.
cicio principalmente en el ámbito académico. En la
Ciudades. También ha sido colaboradora en orga-
Relatoría Especial que nos ocupa, los dos profe-
nizaciones civiles tales como el Instituto Polis.
sionales que han ocupado el cargo cumplen con
este requisito, compartiendo además el ser arqui-
Informes
tectos y, aunque suponemos que esto es más
Los informes anuales de los Relatores Especiales
anecdótico que una condición, el haber realizado
constituyen la parte fundamental y más visible del
estudios de postgrado en Estados Unidos.
mandato encomendado por la ONU y son de dos
El primer Relator Especial fue el indio Miloon
tipos: a) “enfoques” (aproximaciones o informes
Kothari. Su mandato fue establecido inicialmente
generales), donde se analiza una situación especí-
por la Comisión de Derechos Humanos en abril de
fica respecto al derecho a la vivienda a escala
2000. Cuando el Consejo de Derechos Humanos
mundial, y b) “misiones”, en los que se informa del
sustituyó a la Comisión (2006), el mandato fue
resultado de la visita realizada por el Relator Es-
confirmado y prorrogado hasta fines de 2008.
pecial a un país específico para estudiar el grado
Kothari es un arquitecto con amplia experiencia en
de cumplimiento de los acuerdos internacionales
el área del derecho a la vivienda y a la tierra y tra-
sobre el acceso a una vivienda adecuada.
baja activamente en distintos frentes para promo-
a. Los informes generales surgen a propuesta de
ver la realización de los derechos económicos,
los Relatores Especiales, con la aprobación del
sociales y culturales. Kothari se formó en el Institu-
Consejo, o a propuesta del propio Consejo, como
to Pratt de la Universidad de Columbia (Nueva
el mandato realizado en 2002 a M. Kothari para
York) y en la Universidad Maharaja Sayajurao (Ba-
que preparase un estudio sobre la vivienda ade-
roda, India), y ha trabajado como profesor invitado
cuada y la mujer. En diciembre de 2007 el Conse-
en diversas universidades e instituciones.
jo, teniendo en cuenta los estudios realizados has-
El segundo y actual Relator Especial es Raquel
ta ese momento, definió con mayor claridad las
Rolnik. Inició su mandato en mayo del 2008. “Re-
tareas encomendadas a los Relatores Especiales.
conociendo con aprecio” la labor realizada por la
La petición es pertinente porque resume las tareas
Relatora Especial en su primer mandato, el Conse-
que de uno u otro modo conciernen a cualquier
jo de Derechos Humanos de Naciones Unidas de-
estado, institución y persona que esté implicada
cidió, el pasado 24 de septiembre de 2010, prorro-
en el mejoramiento de las condiciones de la habi-
gar su mandato por un periodo de tres años (NU
tabilidad mundial:
A/HRC/15/L.13). Rolnik es arquitecta y urbanista
- Promover la plena efectividad del derecho a una
con más de 30 años de experiencia en planea-
vivienda adecuada como parte del derecho a un
miento y gestión urbanística, trabajando activa-
nivel de vida adecuado.
mente en la implementación y evaluación de polí-
- Identificar las mejores prácticas, así como los
ticas públicas de vivienda y urbanismo. Es profe-
problemas y obstáculos a la plena efectividad del
sora de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo
derecho a una vivienda adecuada, y determinar
de la Universidad de São Paulo, autora de diver-
las deficiencias de protección a ese respecto.
sos libros y artículos sobre temas relacionados con
- Hacer especial hincapié en las soluciones prácti-
la ciudad y aporta su experiencia gubernamental
cas en relación con el ejercicio efectivo de los
como directora de la Secretaría de Planeamiento
derechos relacionados con el mandato.
de la ciudad de São Paulo y Secretaría Nacional
- Aplicar una perspectiva de género, incluso de-
de los Programas Urbanos del Ministerio de las
terminando los elementos de vulnerabilidad es-
{
}
pecíficos del género en relación con el derecho a
Una vez que es conocedora de una denuncia, la
una vivienda adecuada y a la tierra.
Relatoría entra en contacto con el gobierno del
- Facilitar el suministro de asistencia técnica.
país implicado. Dependiendo de la respuesta, el
- Trabajar en estrecha cooperación con otros ór-
Relator Especial envía la solicitud de misión al
ganos dedicados a la consecución del Derecho a
Consejo para realizar un estudio sobre el país en
la vivienda, evitando toda duplicación innecesa-
cuestión. En todos los casos, la misión debe ser
ria.
aprobada por el país visitado; lo que no siempre
De uno u otro modo, todos los informes generales
ocurre o se hace con reticencia, como ocurrió en la
hasta ahora presentados –diez- abordan estos
visita del Relator Especial a España en 2006.6
puntos, tanto de manera general como desde en-
Las repercusiones efectivas de estos informes de-
foques específicos. El conjunto de los temas hasta
penden mucho de la voluntad política, ya que no
ahora tratados por los Relatores Especiales, reco-
siempre se reconocen las conclusiones ni aplican
gidos en el Cuadro adjunto (Cuadro 1) muestran la
las recomendaciones aportadas. Pero, indepen-
voluntad de la ONU de estudiar el derecho a la
dientemente de sus resultados, lo que sí han teni-
vivienda desde diversas perspectivas. Como per-
do todos estos informes es una importante reper-
sonas interesadas en los temas habitacionales
cusión mediática en los países en los que se reali-
estos informes son documentos a tener en consi-
zan, al dar una visión general del problema de la
deración, ya que resumen de manera clara y sinté-
vivienda, y suelen poner en entredicho o matizar
tica lo que está sucediendo a nivel mundial en la
las proclamas oficiales. Sin ir tan lejos, esto ocurrió
materia que nos ocupa. Pese a todas las razona-
con el informe sobre España. El Gobierno, más
bles consideraciones y matizaciones que se pue-
que tomar nota de la situación descrita por M.
dan hacer a los documentos surgidos de los orga-
Kothari (A/63/275), se dedicó a defender las bon-
nismos internacionales –especialmente la necesi-
dades de su política habitacional. El tiempo, sin
dad que tienen los autores de mantener enfoques
embargo, le ha dado la razón al experto de ONU.
y discursos “políticamente correctos”– entendemos
Entre otros problemas observó “que factores eco-
que los Relatores Especiales han logrado mante-
nómicos y financieros, entre los que cabe mencio-
ner la independencia que se les supone, presen-
nar la especulación generalizada, han tenido efec-
tando sus resultados sin maquillajes. De ahí que
tos negativos en el derecho a una vivienda ade-
4
animamos a consultarlos.
cuada en España. Lo elevado de los precios y la
b. El otro tipo de informe que desarrollan los Rela-
falta de parques de vivienda pública, en particular
tores Especiales son los que resumen los resulta-
de viviendas de alquiler, han afectado a grandes
dos de sus “misiones” a países específicos. Por lo
sectores de la población”. También señaló que
general estos estudios surgen de denuncias sobre
“uno de los elementos más significativos de la polí-
5
tica de vivienda de España, en comparación con la
violaciones del derecho a una vivienda adecuada.
de otros países de la Unión Europea, es la priori4
Los informes están disponibles en la página oficial del Alto
Comisionado para los Derechos Humanos de ONU:
<http://ap.ohchr.org/Documents>; pero es más sencillo acceder
desde el apartado ¿Qué hace la relatoría?/Informes, en la página Web “La vivienda es un derecho humano” de la Relato-ría
Especial
sobre
una
vivienda
adecuada:
<http://www.derechoalavivienda.info/>.
5
Bajo el mandato de R. Rolnik se han articulados procedimientos sencillos para efectuar estas denuncias, que incluso
pueden
ser
enviadas
a
título
particular:
<http://www.derechoalavivienda.info/es/contacto/como-fazer-
dad que se ha asignado en los últimos decenios al
modelo de la propiedad de la vivienda mediante
distintos instrumentos, tales como la política impo-
uma-denuncia/>.
6
Según informó Observatori DESC, el Gobierno español tardó
más de dos años en aceptar la visita en misión oficial de M.
Kothari: <www.descweb.com>.
sitiva y los planes de vivienda pública”. Ante ello el
en la identificación de los sectores de la población
Relator Especial recomienda reflexionar “seria-
excluidos socialmente por temas de vivienda y
mente sobre el funcionamiento del mercado, el
realiza un llamamiento para su protección. En con-
modelo de propiedad de la vivienda y su posible
creto, los fuertes flujos migratorios que se están
efecto negativo en las posibilidades de vivienda
produciendo en la actualidad acentúan el incum-
económica, y será preciso que el Estado interven-
plimiento de este derecho y propone una serie de
ga en el mercado”.
recomendaciones sobre la manera de garantizar y
El último informe de la actual Relatora Especial
mejorar el disfrute por los migrantes del derecho a
(presentado el 09/08/2010) profundiza aún más en
la vivienda.
el tema, pero esta vez a escala global. Se centra
AÑO
“ENFOQUES”
“MISIONES”
2001
Definición del mandato y objetivos
2002
Discriminación y efectos de la globalización
Territorios palestinos ocupados; Rumanía; México
2003
Agua; Mujeres
Perú; Afganistán
2004
Desalojos forzados
Kenia; Brasil
2005
Población sin techo; Mujeres
Camboya; Irán
2006
Mujeres
Australia; Líbano e Israel; España
2007
Orientaciones sobre desalojos
África del Sur; Canadá
2008
Visión del primer mandato. Justicia y áreas de
trabajo del 2º mandato
2009
Crisis financiera; Cambio climático
Maldivas; Afganistán, México, Perú y Rumanía (Seguimiento)
2010
Efecto de los grandes eventos en la consecución
del derecho a la vivienda
EEUU; Kenia, Brasil y Camboya (Seguimiento)
Cuadro1: Informes de los Relatores Especiales sobre una Vivienda Adecuada. Fuente: ONU, Oficina del Alto Comisionado
para los Derechos Humanos.
grantes, los desalojados o desplazados por catás-
Consideraciones finales
trofes o la especulación inmobiliaria…-, el dere-
No es este el lugar para realizar un estudio deta-
cho a la vivienda adecuada es hoy por hoy pura
llado de los distintos informes de los Relatores
entelequia.
Especiales sobre de la situación mundial sobre el
Ante ello, cabe hacer una valoración de los objeti-
acceso a una vivienda adecuada en el mundo.
vos y alcances de la labor realizada por los Rela-
Cabe señalar, eso sí, que el panorama descrito
tores Especiales sobre una vivienda adecuada.
es realmente preocupante. En síntesis, pese a los
Ciertamente, no es una pregunta sencilla, tanto
avances detectados en algunos países o regio-
por su alcance como por las muchas áreas en
nes, el derecho a la vivienda lejos está de ser un
que se desenvuelven los Relatores Especiales.
derecho efectivo; es más, para grandes colectivos
Pese a ello, consideramos que es posible expo-
de la humanidad, especialmente los social, eco-
ner cuatro consideraciones generales que de al-
nómica y jurídicamente más vulnerables -esos
gún modo responderían la pregunta planteada.
2.000 millones de pobres, mayoritariamente muje-
a. De manera bastante generalizada la labor de
res, que viven con menos de 2€ al día, los mi-
los Relatores Especiales ha sido internacional-
{
}
mente reconocida o, cuando menos, sus informes
una mirada más comprensiva donde este derecho
suelen estar presentes de manera positiva en las
aparece como elemento fundamental de los De-
relaciones documentales de expertos e institucio-
rechos Humanos. Es decir, se ha tomado con-
nes dedicadas al mejoramiento del hábitat. Por su
ciencia de que el cumplimiento del Derecho a la
propia orientación, estos informes se utilizan so-
vivienda –proporcionar a cada ser humano una
bre todo para mostrar la problemática habitacional
vivienda adecuada– no es suficiente para tener
mundial y para contextualizar las situaciones loca-
una vida digna. El cambio en la denominación de
les. Por otra parte, las matizaciones que los Go-
las Relatorías Especiales no deja duda sobre esta
biernos de los países estudiados suelen hacer de
reorientación conceptual. En 1993 la Comisión de
las conclusiones de los Relatores Especiales
Derechos Humanos designó a Rajindar Sachar
muestran que realmente se tratan los asuntos
como Relator Especial sobre el fomento de la rea-
más sensibles de las políticas habitacionales; lo
lización del derecho a una vivienda adecuada.7
cual, en sí, constituye un mérito de los Relatores
En cambio la Relatoría Especial creada en 2000
Especiales y de la forma de elegirlos. Esto no
considera el Derecho a la vivienda como “elemen-
significa que no haya críticas. Estas apuntan so-
to integrante”, pero no exclusivo, del Derecho a
bre todo a la difícil (para algunos nula) transposi-
un nivel de vida adecuado. Cabe señalar que este
ción que tienen sus recomendaciones a las legis-
cambio de perspectiva en la concepción del papel
laciones particulares y al cumplimiento efectivo de
de la vivienda en la consecución de una vida ade-
las mismas.
cuada, también lo ha asumido Naciones Unidas
b. El hecho de que los Relatores dependan del
en las recomendaciones sobre el enfoque de las
Consejo de Derechos Humanos y no de alguna
políticas
institución que actúe en la construcción efectiva
HABITAT. Desde su fundación en 1978 ha pasa-
del hábitat, como podría ser el Centro para los
do de exigir que las políticas habitacionales se
Asentamientos Humanos de la propia ONU –UN-
centren en la eliminación de los tugurios, propor-
HABITAT-, condiciona y orienta la mirada así co-
cionando cobijos dignos, a recomendar que las
mo los objetivos de los estudios e informes, cen-
políticas habitacionales se aborden desde la
trados sobre todo en cuestiones jurídicas más
perspectiva del Derecho a la ciudad con la finali-
que en análisis del estado “material” de los asen-
dad de lograr ciudades más justas y habitables.8
tamientos humanos. Esto explicaría también por
De hecho, existe un interés por parte de la Rela-
qué las recomendaciones suelen centrarse en
toría en visibilizar los problemas contemporáneos,
aspectos legales más que urbanos o arquitectóni-
realizando informes pertinentes al momento histó-
cos. Lo cual no supone un demérito para el traba-
rico en el que se encuentre el derecho a la vivien-
jo de los Relatores Especiales, pues diversos or-
da.
ganismos -como la Coalición Internacional del
d. La conclusión más evidente y comprometedora
Hábitat, la Asamblea de los Pueblos o la propia
de los distintos informes de los Relatores Espe-
ONU- han puesto de manifiesto la importancia de
ciales la expresó con claridad R. Sachar, respon-
habitacionales
realizadas
por
UN-
la seguridad jurídica como uno de los elementos
esenciales de la habitabilidad básica.
c. La visión de Naciones Unidas sobre el Derecho
a la vivienda ha ido cambiando desde su consideración como un derecho autónomo a incluirlo en
7
Por la profundidad en que se abordan los temas tratados y
sobre todo por estar escritos en un lenguaje directo y claro,
poco común en los documentos internacionales, resulta instructivo detenerse en este informe:
<http://daccessddsny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G93/140/91/P
DF/G9314091.pdf?OpenElement>.
8
Para un panorama general del tema, vid. Núñez Martí y
Goycoolea Prado, 2010.
sable de la Relatoría sobre Vivienda anterior a la
actual que nos ocupa. En su informe de 1993 se-
Referencias
ñala9: “Pese a que existe una amplia base legal
en apoyo del derecho a la vivienda, como se de-
NÚÑEZ MARTÍ, Paz y GOYCOOLEA PRADO,
mostrará en este informe, y a pesar del acuerdo
Roberto. Cambios de paradigmas en la forma
general entre los especialistas en derechos hu-
de intervenir en los asentamientos humanos de
manos en el sentido de que las condiciones de
UN-HABITAT. De “la vivienda es mi derecho” a
vivienda y de vida siguen empeorando en todo el
“ciudades armoniosas”. Jornadas de Arquitectu-
mundo, es una realidad que el derecho a la vi-
ra y Cooperación al Desarrollo. Sevilla: Univer-
vienda y las atribuciones que este derecho impli-
sidad de Sevilla, 2010, p. 49-58.
ca siguen teniendo sólo un interés marginal y
constituyen un aspecto en gran parte inexplorado
Cita del artículo
de los derechos humanos”. De ahí que el propio
GOYCOOLEA PRADO, Roberto; NÚÑEZ MARTÍ, Paz.
R. Sachar -como también lo harán los posteriores
Objetivos y alcances de los Relatores Especiales sobre
Relatores Espaciales - se plantease como uno de
la vivienda adecuada de Naciones Unidas. Hábitat y
los principales objetivos de su mandato “demos-
Sociedad, 2010, nº 1, p. 161-167.
trar, sobre la base de la información disponible, la
<www.habitatysociedad.us.es>.
necesidad urgente de una acción por parte de
todo el sistema de las Naciones Unidas–es decir,
de todos los países que la integran – en relación
con el derecho a la vivienda”. Aquí, como bien
sabemos, queda mucho por hacer.
9
R. Sachar fue Relator Especial de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de la
Comisión de Derechos Humanos de ONU. El informe de 1993
llevaba por título “Realización de los derechos económicos,
sociales y culturales”:
<http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/0/5ff5958d8d3
a3ccb80256766004e082c?Opendocument>.
{
y
}
www.habitatysociedad.us.es
Las “tomas” de tierras y el problema de la vivienda en Latinoamérica
Antonio Melo
Resumen
Se trata de un trabajo que recoge de forma detallada las muy diversas realidades bajo las que se produce y
materializa el complejo fenómeno de las “tomas” de tierras en Latinoamérica. El libro comienza con una recopilación de textos de Nora Clichevsky, Edésio Fernandes y Mike Davis que componen las bases conceptuales de este informe. Se ofrece una visión del presente de las “tomas” a través del análisis de los datos
obtenidos mediante una encuesta de veinte preguntas, realizada a diferentes organismos pertenecientes a
18 países latinoamericanos; así como mediante la inclusión de tres casos de estudio: el programa de “ocupación guiada” de Alto Trujillo (Perú), la mejora “caso a caso y casa a casa” de cuatrocientas viviendas precarias en Ciudad Sandino (Nicaragua) y la “toma” y desalojo del “Campamento Peñalolén” en Santiago de
Chile. El informe concluye con una serie de comentarios, deducciones, conclusiones y tres anexos con información pormenorizada sobre el tema en estudio: bibliografía, vocabulario específico, valores sobre la situación de la población tugurizada y centros de análisis sobre asentamientos informales.
Palabras clave
Toma de Tierras; Asentamientos informales; Desalojos; Regularización; Consolidación urbana.
Abstract: Land “seizures” and the housing problem in Latin America
This work sets out in detail the very diverse realities under which it produces and embodies the complex
phenomenon of land "seizures" in Latin America. The book begins with a collection of texts by Nora Clichevsky, Edesio Fernandes and Mike Davis which makes up the conceptual basis of this report. A current vision
of “seizures” is offered through analysis of data obtained by means of a 20-question survey, conducted in different organizations belonging to 18 Latin American countries; as well as by the inclusion of three case studies: the program of "guided occupation" of Alto Trujillo (Peru), the improvement "case by case, house by
house" of four hundred shacks in Ciudad Sandino (Nicaragua) and the "seizure" and the eviction of " Peñalolén Camp" in Santiago de Chile. The report concludes with a series of comments, deductions, conclusions
and three appendices with detailed information on the subject of study: bibligraphy, specific vocabulary, and
values on the status of the slum population and centres of analysis on informal settlements.
Key words
Land Seizures; Informal Settlements; Eviction; Regularization; Urban Consolidation.

Profesor de Construcciones Arquitectónicas II. Datos de contacto: Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación, Universidad
de Sevilla. Avda. Reina Mercedes, 4A, 41012 Sevilla. E-mail: [email protected].
169
{
SALAS, Julián (director). Las “tomas” de
tierras urbanas en Latinoamérica hoy
¿problema o solución? Madrid: Secretaría
General Técnica del Ministerio de Vivienda,
España, Centro de Publicaciones, 2010.
246 p.
}
vestigadora del CONICET Nora Clichevsky aporta
su visión sobre el submercado ilegal de la tierra,
las formas de acceso al suelo y sobre los aspectos
cuantitativos del hábitat popular en América Latina. Del abogado, investigador y urbanista brasileño Edésio Fernandes se reproducen algunos textos sobre la regularización de la tenencia de las
Nos encontramos ante un informe encargado por
tierras tras las “tomas”, incluyéndose un interesan-
el Ministerio de Vivienda español a la Cátedra
te cuadro resumen con los aciertos y desaciertos
UNESCO de Habitabilidad Básica en la Universi-
en los procesos de regularización de las “tomas”.
dad Politécnica de Madrid (ETSAM). Dicho informe
Del sociólogo y teórico urbano estadounidense Mi-
es el resultado de un intenso trabajo en equipo di-
ke Davis, autor de Planeta de Ciudades Miseria
rigido por el Dr. Julián Salas Serrano, investigador
(Madrid: Ediciones Akal, 2007), se incluyen algu-
experto en cooperación y gran conocedor de la
nas partes de dicho libro. El capítulo primero de
realidad latinoamericana (ha sido Coordinador In-
esta publicación concluye con unos textos extraí-
ternacional del Subprograma CYTED "Tecnologías
dos del Informe Mundial sobre Asentamientos
para viviendas de interés social en Latinoaméri-
Humanos de 2003, The Challenge of Slums (Lon-
ca"). También cabe destacar que es autor de cinco
don: Earthscan Publications Ltd., 2003).
libros, entre ellos, Contra el Hambre de Vivienda:
En el segundo capítulo se ofrece una visión del
soluciones tecnológicas latinoamericanas (Bogotá:
presente de las “tomas” a través de la transcrip-
Escala, 1993) y La Industrialización Posible de la
ción y análisis de los datos obtenidos mediante
Vivienda en Latinoamérica (Bogotá: Escala, 2000),
una encuesta de 20 preguntas, realizada a diferen-
así como de más de un centenar de artículos y
tes organismos (38 respuestas en total) pertene-
trabajos científicos.
cientes a 18 países. Cabe destacar la información
Este trabajo recoge de forma diferenciada las muy
aportada sobre legislación y programas de ayuda
diversas realidades bajo las que se produce y ma-
para regularización o consolidación de asenta-
terializa el complejo fenómeno de las “tomas” de
mientos informales. En la encuesta se planteaban
tierras en Latinoamérica. Se estructura en cuatro
siete opciones posibles ante las “tomas”: expulsio-
capítulos: 1. Recopilación de textos sobre el pasa-
nes, desalojos, tolerancia, reconocimiento, regula-
do reciente de las “tomas” en Latinoamérica; 2. El
rización, consolidación e integración urbana de los
presente de las “tomas”; 3. Tres casos, tres aspec-
sectores informales. El informe aporta un intere-
tos de “tomas” en Perú, Nicaragua y Chile; 4. Co-
sante análisis de los datos obtenidos: la regulari-
mentarios, deducciones y conclusiones. Al final del
zación suma más del 30,52% de las respuestas y
informe se incluyen tres anexos: Anexo I, Informa-
sólo cuatro países (Costa Rica, Ecuador, El Sal-
ción complementaria sobre las “tomas” de tierras
vador y Venezuela) no la consideran; el 17,87%
en América Latina; Anexo II, Glosario de términos
corresponde a la opción de la integración urbana
y expresiones relacionados con las “tomas”; Anexo
de los sectores informales; los desalojos constitu-
III, “Tomas” y tugurios, problemas universales en
yen el 8,42% de las contestaciones, y en lo refe-
franco crecimiento.
rente a las expulsiones es destacable que figura
El libro comienza con un capítulo donde se recopi-
en última posición con un 4,21%. De los datos
lan los textos que componen las bases conceptua-
aportados por las encuestas cabría afirmar que los
les de este informe. La profesora argentina e in-
organismos responsables de los temas de vivien-
da se inclinan fuertemente y de manera positiva
precarias en Ciudad Sandino (Nicaragua). Esta lo-
hacia el reconocimiento de la realidad como pro-
calidad se ubica en el extremo oeste de la capital
blema y solución de las “tomas”, ya que si se su-
de Nicaragua, a unos 12 kilómetros, y contaba en
ma regularización, integración y consolidación se
mayo de 2001 con 23.000 familias asentadas. Con
llega al 66,26% del total.
este trabajo se busca aportar criterios que permi-
En el capítulo tres se incluye el estudio detallado
tan realizar de la forma más objetiva posible la se-
de tres casos: el programa de “ocupación guiada”
lección de beneficiarios para el mejoramiento habi-
de Alto Trujillo (Perú), la mejora “caso a caso y ca-
tacional mediante donaciones externas. Se parte
sa a casa” de cuatrocientas viviendas precarias en
de la siguiente premisa: la “pobreza es heterogé-
Ciudad Sandino (Nicaragua) y la “toma” y desalojo
nea” aunque los barrios o tugurios parezcan ser
del “Campamento Peñalolén” en Santiago de Chi-
“homogéneamente pobres”. Con este enfoque del
le.
problema quedan descartadas las soluciones idén-
El primer caso se ubica en Trujillo, una ciudad de
ticas para cualquier situación por su nula capaci-
la costa norte de Perú, con una población aproxi-
dad de respuesta válida y útil a una situación real
mada de 804.000 habitantes en el área metropoli-
de pobreza. La metodología para distribuir las
tana. La gran demanda de vivienda por parte de la
ayudas pasó por determinar en primer lugar el es-
población con menos recursos está incrementada
tado general del parque habitacional de ciudad
por la fuerte migración procedente del interior del
Sandino, analizando: el estado físico de las vivien-
departamento y desde otras regiones del norte.
das, el grado medio de hacinamiento, la dotación
Esta demanda no puede ser atendida por la débil
de servicios de infraestructura y las áreas vulnera-
gestión local, lo que hace que las invasiones de
bles por restricciones físicas (fallas sísmicas,
tierras se incrementen. Ante esta situación se
zonas inundables, áreas de actividad volcánica,
desarrolla el Plan de Ocupación Guiada de Alto
paso de cables de alta tensión). Se realizó un es-
Trujillo habilitando tierras en este sector situado a
tudio de la legalidad de las parcelas y se creó un
unos 7 kilómetros del centro de la ciudad. Se otor-
Comité de Selección y Seguimiento del Proyecto.
ga un título de propiedad con la condición de vivir
El proceso de selección se efectuó en cuatro fa-
permanentemente en el barrio y cooperar en las
ses: difusión e información, valoración de la preca-
obras de consolidación, incluyendo la construcción
riedad, evaluación del tipo “pasa o no pasa” y eva-
de la vivienda. Una vez adjudicada la parcela se
luación técnica personalizada.
organiza la población para el acondicionamiento
El tercer y último caso aportado es la descripción y
viario y la construcción de letrinas y pozos de
las enseñanzas de la “toma” y desalojo del Cam-
agua. A partir de ahí, y dependiendo de la capaci-
pamento Peñalolén en Santiago de Chile. Puede
dad económica de la familia, se consolida y desa-
leerse en el libro que esta toma “realizada el 5 de
rrolla progresivamente la construcción de la vi-
julio de 1999 por más de 10.000 personas organi-
vienda con ayudas institucionales cuando esto es
zadas que ocuparon un terreno de 23,45 has. fue
posible. En definitiva, el objetivo prioritario consiste
un hecho de gran repercusión, que el autor ha se-
en adelantarse, en la medida de lo posible, a las
guido de forma directa desde su inicio, durante el
“tomas” espontáneas excluyendo terrenos no ade-
proceso de consolidación del «campamento»
cuados y reservando el espacio suficiente para los
(1999-2003): fases de negociación, desalojo y
equipamientos.
traslado (abril de 2006), hasta su actual transfor-
El segundo ejemplo consiste en la mejora “caso a
mación en lo que será el «Parque Comunal de
caso y casa a casa” de cuatrocientas viviendas
Peñalolén», en fase de ejecución (2008)” (Salas,
{
}
2010, p. 190). De este caso se estudia y expone,
aspecto reseñable es la constatación de la apari-
desde el estado del arte en la materia y el análisis
ción reciente de todo un conjunto de normativas
de la toma hasta las fases finales de desalojo,
en relación con los asentamientos precarios y las
realojo y nuevo uso del terreno. Resultan muy in-
“tomas” en la práctica totalidad de los países. Se
teresantes en el apartado sobre las conclusiones y
destaca lo variable del porcentaje de zonas tuguri-
enseñanzas algunos de los aspectos que destaca
zadas en los países estudiados en el presente in-
el autor: “la celeridad con la que se autodotaron
forme, desde el 80,9% en Nicaragua hasta el 2%
los pobladores de habitabilidad básica”, así como
en Cuba, pasando por el 36,6% de Brasil o el
el proceso de evolución de “una solución habita-
8,6% de Chile. Puede concluirse de este trabajo
cional autoconstruida a una vivienda ejecutada”
que ante las “tomas” siempre aparecen tres nive-
(Salas, 2010, p. 204). Se puede considerar como
les de actuación: municipal, federal y estatal. Los
inédito en Latinoamérica el proceso que se dio en
municipios no suelen contar con atribuciones para
el desalojo del Campamento Peñalolén, denomi-
regularizar, pero juegan un papel esencial junto a
nado por el autor del informe como la “autodes-
las autoridades federales o estatales en materia
trucción” por la propia familia autoconstructora, al
de gestión y en los acercamientos a la población.
objetivo de recuperar partes, instalaciones, etc. del
Por último, desde la Cátedra UNESCO y el ICHaB
cobijo para un posterior segundo uso o una posi-
se propone que se preste especial atención a las
ble venta.
dos primeras etapas del proceso de “tomas”: elec-
El capítulo cuatro se divide en tres apartados:
ción del suelo y parcelación, por ser el germen bá-
Comentarios, Deducciones y Conclusiones. Entre
sico para la posterior regularización o integración
los comentarios se encuentra la consideración de
urbana de los sectores informales.
que las “tomas” constituyen el inicio de lo que pos-
El informe concluye, como se ha dicho, con tres
teriormente serán los asentamientos irregulares,
anexos. El Anexo I contiene información detallada
que en Latinoamérica albergan al 31,9% de la po-
por países sobre: centros dedicados al estudio de
blación, con lo que se deduce que es una realidad
los asentamientos informales, páginas web reco-
compleja que forma parte tanto del problema como
mendadas por los autores de las fichas de países,
de la solución. Resulta muy interesante la afirma-
referencias bibliográficas recientes sobre el tema
ción que los redactores del informe hacen en el
estudiado y reseñas de textos recomendados por
punto 7 de los comentarios: “la historia y desarrollo
los autores del informe. Especialmente interesan-
de las «tomas» de tierras, su situación actual y la
te, por lo clarificador para quienes no estén fami-
evolución de las políticas y programas de los dife-
liarizados con el vocabulario que se utiliza, es el
rentes gobiernos hacia ellas, ponen de manifiesto
Anexo II: “Glosario de términos y expresiones re-
que la única fuerza capaz de proporcionar aloja-
lacionados con las «tomas»”. En concreto, si bus-
miento a los más necesitados, a la escala que es
camos el término “toma”, nos encontramos que no
necesaria, está en manos de los propios afecta-
es utilizado con el significado que recoge el Dic-
dos. La administración pública no tiene, actual-
cionario de la Real Academia Española. En el úl-
mente, capacidad ni recursos para dotar a todos
timo Anexo, “«Tomas» y tugurios, problemas uni-
los pobladores necesitados de Latinoamérica de
versales en franco crecimiento”, se incluyen varias
alojamiento digno y de las mínimas condiciones de
tablas con los valores de la población tugurizada a
habitabilidad solamente a base de programas de
nivel mundial. Se puede ver que el valor aproxi-
vivienda. Para conseguirlo, es imprescindible con-
mado de la inversión necesaria per cápita para
tar con la participación de los necesitados”. Otro
mejorar las zonas de vivienda precaria en Lati-
noamérica y el Caribe en el periodo comprendido
importancia de las primeras etapas de las “tomas”
entre 2005 y 2020 sería de 1.200 USD Las inver-
y de la participación de los pobladores en la solu-
siones de mayor cuantía serían para los capítulos
ción de sus propios problemas.
de la construcción de vivienda básica (472 USD) y
la provisión de infraestructuras de red (235 USD);
para compra y transmisión del suelo se estiman
unos 34 USD y por último para planificación y supervisión y para la generación de capacidad 339
USD. Con este último dato se puede deducir la
Cita del artículo
MELO, Antonio. Las “tomas” de tierras y el problema de
la vivienda en Latinoamérica. Hábitat y Sociedad, nº 1,
noviembre de 2010, p. 169-173.
<www.habitatysociedad.us.es>.
{
y
}
www.habitatysociedad.us.es
Jornadas de Arquitectura y Cooperación al Desarrollo
Esteban de Manuel Jerez
Manuel J. Martín Hernández
Resumen
La Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla ha organizado unas jornadas internacionales sobre Arquitectura
y Cooperación al Desarrollo los días 21 y 22 de octubre de 2010. En ellas se han dado cita personas de referencia nacional e internacional pertenecientes a las agencias de cooperación española y andaluza, de la Dirección General de
Arquitectura de la Junta de Andalucía, del mundo universitario y de las ONG del sector del hábitat. Las Jornadas han
servido para crear de una red de Escuelas de Arquitectura españolas que tendrá por objetivo impulsar la cooperación
internacional al desarrollo desde la universidad, en investigación, docencia y extensión universitaria, a través de la participación en proyectos sobre el terreno, en colaboración con las agencias de cooperación y las ONG.
Palabras clave
Hábitat; Cooperación; Desarrollo; Arquitectura; Formación e investigación.
Abstract: Conference on Architecture and Development Cooperation
The School of Architecture of Seville held an international conference on Architecture and Development Cooperation on
21 and 22 October, 2010. Members of national and international renown were invited from Andalusian and Spanish cooperation agencies, from the Department of Architecture of the Junta de Andalucía, from academia, and from NGO of the
habitat sector. The conference helped create a network of Spanish Schools of Architecture whose aim is to promote international development cooperation from the university, in research, teaching and continuing university education
through participation in field projects in collaboration with cooperation agencies and NGO.
Key words
Habitat; Cooperation; Development; Architecture; Training and Research.

Profesor Titular de Universidad. Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA), Universidad de Sevilla. Avda. Reina Mercedes, nº
2. 41013 Sevilla. E-mail: [email protected].

Datos de contacto: Escuela de Arquitectura de Las Palmas. Campus de Tafira. 35017 Las Palmas de Gran Canaria. E-mail:
[email protected].
{
}
En el mundo actual más de mil millones de perso-
consciente de que debe estar atenta a las necesi-
nas viven en condiciones precarias, en tugurios,
dades sociales de su tiempo, empieza en los últi-
favelas, bidonvilles… en viviendas deficientes, sin
mos años a abrir un hueco a la cooperación inter-
acceso a servicios básicos como el agua o la elec-
nacional al desarrollo y a crear estructuras ade-
tricidad, en condiciones de extrema vulnerabilidad
cuadas para ello, de modo que pueda aprovechar-
ante movimientos sísmicos o fenómenos atmosfé-
se su potencial de construcción de conocimiento,
ricos. Naciones Unidas, a través de la comisión
educación y transferencia en este campo. En el
UN-HABITAT, quiere hacer frente a estos retos y
dominio de la arquitectura, como en otros, surgen
dedica la primera semana de octubre a reflexionar
líneas de investigación, docencia y transferencia
sobre el estado de la cuestión y sensibilizar a la
de conocimiento vinculadas a la cooperación in-
población para conseguir la voluntad política ne-
ternacional al desarrollo. Así encontramos que la
cesaria para dar solución a estos problemas. Tras
Junta de Andalucía fue pionera en nuestro país al
dos conferencias Mundiales del Hábitat (Vancou-
crear en 1988 su programa de cooperación inter-
ver 1976, Estambul 1996) y numerosos encuen-
nacional desde la Dirección General de Arquitectu-
tros y conferencias nacionales, podemos concluir
ra. Posteriormente el Ministerio de Asuntos Exte-
que, pese a ciertos avances, la magnitud del pro-
riores impulsó en 1992 el Programa CYTED
blema sigue siendo enorme y la voluntad política
(Ciencia y Tecnología para el Desarrollo), dentro
para afrontarlo aún débil. Los objetivos de milenio
del cual se insertó el programa XIV de vivienda de
se plantean como meta reducir en cien millones
interés social, que impulsó la creación de redes de
los mil millones de habitantes que viven en chabo-
cooperación y programas de investigación lati-
las. Es un paso claramente insuficiente.
noamericanos en este campo. En paralelo en
Ante este contexto, ¿qué respuestas podemos dar
América Latina surgieron redes educativas como
a estos retos sociales desde la arquitectura, y más
ULACAV (Unión Latinoamericana de Cátedras de
específicamente, desde las escuelas de arquitec-
Vivienda), que en octubre pasado celebró su XVI
tura?
Edición en Montevideo, en las que se impulsa la
introducción de asignaturas de grado y de postgrado, interdisciplinares, vinculadas a la producción social del hábitat, en las que se han venido
formando arquitectos y trabajadores sociales para
especializarse en esta materia. Por otra parte se
han constituido redes sociales de ONGs de profesionales y entidades cívicas, articuladas en torno a
HIC (Coalición Internacional del Hábitat), que han
tenido por objeto la lucha por el derecho a la vivienda y a la ciudad. Todo esto nos habla de un
panorama en el que arquitectos y otros profesiona-
Entendemos que como universitarios y profesiona-
les vienen desde los años 70 trabajando en de-
les estas cuestiones no sólo no deben sernos aje-
sarrollar conceptos, métodos, marcos teóricos y
nas sino que deberían tener un lugar prioritario en-
estrategias de acción desde los que abordar el de-
tre nuestras preocupaciones. La universidad,
recho a la vivienda y a la ciudad. Uno de los con-
ceptos desarrollados es el de la necesidad de
provocar un encuentro entre escuelas de arquitec-
adecuar las tecnologías al contexto (tecnologías
tura, agencias de cooperación internacional y or-
apropiadas) y las necesidades de los habitantes,
ganizaciones no gubernamentales con vistas a la
que en gran proporción son autoconstructores
colaboración entre ellas para afrontar los retos del
(tecnologías apropiables). A este esfuerzo se su-
hábitat en el presente, todo ello a lo largo de los
man iniciativas de cooperación impulsadas por las
cuatro módulos en que se dividieron las jornadas.
Agencias Especializadas en Cooperación (AECID,
El primer módulo, “Retos del hábitat: La coopera-
AACID…), administraciones autonómicas, provin-
ción al desarrollo como respuesta”, fijó el marco de
ciales y locales, con programas pioneros como el
los debates, a partir de las intervenciones de Ma-
impulsado por la Consejería de Obras Públicas y
nuel Iglesias-Caruncho y Ana Sugranyes. Algunas
Vivienda, y multitud de ONG especializadas, como
de las conclusiones que podríamos reseñar giran
fundación CEAR, Arquitectos Sin Fronteras, Arqui-
en torno a la insistencia en que el protagonista de
tectura y Compromiso Social, Ingeniería Sin Fron-
todo el proceso deba ser siempre el país en desa-
teras, etc.
rrollo receptor de las ayudas, pues no solo conoce
sus necesidades sino también sus aspiraciones;
en ese sentido se procurará la eficacia de la
cooperación buscando su convergencia y coherencia con otras políticas internas y externas de
desarrollo. Es importante además realizar distinciones entre los países beneficiarios de ayudas,
cuantificando debidamente sus límites y entendiendo las relaciones que deberían existir entre la
eficacia de dichas ayudas y los problemas de gobernanza, evitando sobre todo donaciones destinadas a intereses ajenos al propio desarrollo.
Con estos antecedentes, y conocedores de que en
varias Escuelas de Arquitectura españolas están
surgiendo iniciativas paralelas para introducir la
cooperación al desarrollo en la docencia, la investigación y la extensión universitaria, la Escuela
Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, con el
decidido apoyo de la Junta de Andalucía, ha organizado durante los días 21 y 22 de octubre de
2010, unas “Jornadas de Arquitectura y Cooperación al Desarrollo” con el objetivo de, entre otros,
reunir a una serie de personas interesadas provenientes del ámbito universitario, de administracio-
Por otro lado, si los retos a que se refiere el título
nes públicas o de organizaciones de la sociedad
de este primer debate implicaran una gestión so-
civil, para escuchar sus experiencias y debatir sus
cial del hábitat, esto significaría realizar lecturas de
ideas en torno a la cooperación al desarrollo en
la realidad desde la complejidad que suponen las
materia de arquitectura y hábitat. Se trataba así de
múltiples miradas políticas, civiles o económicas
{
}
realizadas desde los pueblos protagonistas de es-
cualquier caso, como se insistió más de una vez,
tos procesos, destinadas a redefinir la gestión co-
no se aprendería a cooperar sin cooperar.
lectiva del territorio o el derecho a la ciudad, como
Planteando temas como la necesidad de aprender
modos de canalizar y administrar de una forma
a trabajar con el otro, o que el sur y el norte no son
más efectiva las ayudas y su propio desarrollo.
realidades que se puedan abordar desde las mis-
En el segundo módulo, y a partir de las reflexiones
mas estrategias, se hablaba aquí de un nuevo pa-
de Luis González Tamarit, se leyeron una serie de
radigma al que las escuelas de arquitectura espa-
comunicaciones en torno a diversas “experiencias
ñolas no están acostumbradas. Dicho paradigma
en cooperación sobre el terreno”. Se hizo así evi-
tiene que ver con el trabajo en situaciones comple-
dente el modo como la cooperación internacional
jas donde hay que aprender, sobre todo, a diseñar
abarca un amplio abanico de actividades que van
procesos, y no tanto productos. Este fue el tema
de la acción concreta en la producción de nuevos
de discusión en algunas comunicaciones y en la
hábitats a la intervención sobre el patrimonio (en-
posterior mesa redonda, donde se destacó la ne-
tendiendo este concepto en su acepción más am-
cesidad de, al menos, “abrir una puerta” en la Uni-
plia como todo lo construido y no solo lo histórico-
versidad a la sensibilización en estos temas, y,
artístico), pasando por procesos de formación y
decididamente, de la conveniencia de una deter-
difusión, fomento y gestión de los múltiples proce-
minada profesionalización de postgrado para los
sos a que dan lugar estas experiencias. Los invi-
técnicos interesados en estos procesos. En ese
tados a la mesa redonda posterior fueron convo-
sentido, y ante la realidad de que en algunas es-
cados para tratar de la posible colaboración entre
cuelas de arquitectura se intenta, no sin cierta
Agencias de Cooperación, Universidades y ONG.
oposición, desarrollar trabajos de curso e incluso
Como conclusión, y ante la hipótesis de normar o
de fin de carrera en torno al hábitat y el desarrollo
reglamentar dicha colaboración, el encendido de-
o a la arquitectura como proceso, es por lo que se
bate derivó a que el encuentro –si se produjera–
llegó a proponer una gestión unitaria de estos te-
se desarrollara del modo más natural posible, sin
mas para todas las escuelas interesadas y el fo-
imposiciones que desactivaran procesos de por sí
mento de una red específica de colaboración.
complejos y a veces desazonadores.
El tercer módulo giró en torno a la “formación para
la cooperación al desarrollo en hábitat y arquitectura”, siendo Pedro Lorenzo Gálligo quien estableció en su conferencia-marco las diversas estrategias de una doble formación, tanto para el hábitat
como para la cooperación al desarrollo. Entendiendo el hábitat, por tanto, como motor de desarrollo, su producción social autogestionada implicaría la necesaria formación no solo de quienes
cooperan sino también de quienes reciben las
ayudas, una preparación, por lo tanto, de técnicos,
El cuarto módulo sirvió para preguntarnos acerca
administradores y usuarios, capacitados así para
de la “investigación socialmente necesaria en ma-
la gestión, la organización o la resolución tecnoló-
teria de hábitat”, siendo Julián Salas Serrano
gica y económica de los problemas del hábitat. En
quién realizó las reflexiones necesarias a partir de
su experiencia en la coordinación del subprograma
ra qué y cómo cooperar en materia de hábitat y
“Vivienda de Interés Social” dentro del Programa
arquitectura?” La respuesta a la tercera pregunta
CYTED. Nos expuso así las múltiples tecnologías
se fue contestando a lo largo de las conferencias,
de alta cualidad arquitectónica que nos permiten
comunicaciones y debates de los módulos restan-
apuntar hasta qué punto es importante para noso-
tes. Pero a la vista de lo tratado en las Jornadas,
tros aprender a aprender de lo que se hace en
la mejor respuesta a las dos primeras seguramen-
otros lugares, desde desarrollos de investigación-
te sería: para aprender nosotros mismos a habitar.
acción que llamaríamos también cooperación
La principal implicación de estas jornadas ha sido
sur-sur, y evitando de paso cierto colonialismo que
el fortalecimiento de vínculos entre profesores, in-
Sugranyes llegó a apreciar en algunas interven-
vestigadores y grupos de cooperación al desarrollo
ciones a lo largo de las Jornadas.
de las Escuelas de Arquitectura de Las Palmas de
Por ello, se insistió en que la investigación debería
Gran Canaria, Madrid, Barcelona, La Coruña, Va-
ser multidisciplinar y colectiva, interviniendo todas
lladolid, San Sebastián, Valencia y Sevilla. Un pri-
las partes en la misma red a que se aludió hablan-
mer objetivo de esta red va a ser impulsar la crea-
do de la formación. Desgraciadamente, hubo coin-
ción de tribunales específicos de Proyectos de Fin
cidencia en la mesa redonda final en que, en rela-
de Carrera que aborden la temática de la Coope-
ción con la pregunta de “¿qué investigación es ne-
ración al Desarrollo, en el ámbito local e interna-
cesaria para impulsar el desarrollo de los asenta-
cional. Un segundo objetivo será la organización
mientos humanos?”, los temas posibles no se in-
en las Palmas de Gran Canarias de un congreso
cluían aún en los catálogos de temas prioritarios o
internacional sobre esta materia.
de excelencia. En cualquier caso, y a pesar de todo, se trataría de adaptar las metodologías de investigación en estos campos a los procedimientos
Referencias
normales en cualquier centro de I+D, solicitando
OBITER. Actos y Eventos de la Escuela Técnica
que los temas propios sean incluidos en aquellos
Superior de Arquitectura. Universidad de Sevilla.
catálogos de prioridad. No hay que olvidar tampo-
<http://obiter.us.es/index.php?option=com_seyret
co, como no se dejó de insistir, que durante los
&Itemid=2&catid=40>.
procesos de investigación estaremos también
aprendiendo tecnologías, recursos e instrumentos
capaces de ser aplicados aquí.
Cita del artículo:
Como conclusión final deberíamos volver a la me-
DE MANUEL JEREZ, Esteban y MARTÍN HERNÁNDEZ,
sa redonda con que se cerraba el primer módulo
de las Jornadas y recordar su título: “¿Por qué, pa-
Manuel J. Jornadas de Arquitectura y Cooperación al
Desarrollo. Hábitat y Sociedad, 2010, nº 1, p. 175-179.
<www.habitatysociedad.us.es>.
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