DIFUSIÓN: FESTIVALES Y MUESTRAS Porque hay ojos que no ven... ¡Una ventana para ver el mundo!... Con esta frase se ha caracterizado, primero, al cinematógrafo, más tarde, a la televisión, al vídeo y a las más recientes tecnologías de la Comunicación... Pero... ¿qué universos se abren ante la mirada infantil, en esos grandes o pequeños ventanales que hoy son los medios de Comunicación audiovisual? Una queja, constantemente repetida a lo largo de más de cien años, ha sido la formulada con relación a lo que los medios de Comunicación Social ponen a disposición de los más jóvenes espectadores. Varios informes, entre ellos el elaborado por la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo1, presidida por Javier Pérez de Cuellar, nos recuerdan cómo la violencia gratuita, el sexismo, la caracterización estereotipada de personajes y situaciones y la exaltación al consumo... parecen ocupar un lugar privilegiado en lo que se produce y difunde a través de los medios de Comunicación Social. El texto del Artículo 17 de la Convención de los Derechos del Niño no hace más que acoger el llamado hecho en incontables foros para que los medios asuman, con responsabilidad, la difusión de información y materiales que promuevan el bienestar social, espiritual, moral, físico y mental de los niños. Pero, para algunos, tanto o más alarmante que la situación antes descrita, es lo que Roberto Aparici ha denominado totalitarismo invisible, consecuencia de la concentración de medios que se da a escala mundial y que, en su opinión, nos ofrece una sola manera de pensar y de entender los conflictos así como de representar la realidad2. 1 Nuestra diversidad creativa. Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo. París, UNESCO, 1995. 2 Roberto Aparici: Glocalizacion frente a globalitarismo, ponencia presentada al Summit 2000, Children, youth and the media beyond the Millennium, Toronto, Canada, 13-14 de mayo del 2000, (Academic Papers, CD-ROM). Unas pocas empresas, de pocos países, monopolizan para sí una versión parcelada del planeta, omitiendo o deformando aquello que escapa a los límites de su propio horizonte. Muy poco conoce un niño de cómo viven, sueñan y sienten los niños de un país vecino y, mucho menos, de un país distante. Es común que tampoco sepan cómo viven, sueñan y sienten los que, diferentes de él o de ella —étnica, religiosa y culturalmente— comparten su propio país. En nuestros países, el grueso de la programación infantil y juvenil, por no decir toda la programación, corresponde, de manera casi exclusiva, a producciones foráneas: filmes, seriales y dibujos animados norteamericanos y, en el caso de estos últimos, acompañados de otros de procedencia japonesa 3. Son contados los productos nacionales exhibido, los que son realizados, como norma general, con exiguos presupuestos y, excepcionalmente, de buena factura. Los países de Iberoamérica tienen una muy baja representación y escasa es también la proporción del resto del orbe, incluso de Europa. Resulta imposible, dadas las condiciones de mercado imperantes, ofrecerle a los niños una exhibición regular que incluya producciones de múltiples países. Una Cultura de Paz debería estar sustentada en el reconocimiento y respeto a ese gran calidoscopio de pueblos, costumbres y culturas que integran el paisaje humano. El no-reconocimiento explícito de otras realidades, lo ignorado o deformado por los medios, había sido ya un eje propuesto para la reflexión en Aetatis Novae. El silencio –dice la Instrucción Pastoral--, puede, así, hallarse impuesto de hecho a los individuos, los grupos ignorados por los medios de comunicación, la voz del Evangelio puede, también ella, encontrarse reducida al silencio sin ser apagada totalmente 4. 3 Aparici y Marí, al referirse al actual proceso de globalización neoliberal, señalan como, en el sector de las telecomunicaciones, estamos asistiendo a un proceso de concentración de capitales en pocas y poderosas transnacionales. La tríada constituida por Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, dominan completamente el sector, controlando el 90 % del total de programas emitidos en el planeta. (Cf.: Roberto Aparici y Víctor Marí: La educación para los medios en tiempos neoliberales, ponencia presentado al Forum International «Les jeunes et les médias, demáin». Problemátiques et perspectives, París, GRREM/UNESCO, 21-25 de abril de 1997, (documento J4/3/6, en diskettes para Word/PC). 4 Pontificio Consejo para los Medio de Comunicación Social: Instrucción Pastoral «Aetatis Novae» sobre las Comunicaciones Sociales en el vigésimo aniversario de Communio et Progressio, Ciudad del Vaticano, Librería Eurídice Vaticana, Colección Documentos Vaticanos, 1992, n. 4. No sin cierta dureza, el comunicador y educador argentino, Daniel Prieto Castillo 5, nos habla de determinadas formas de violencia presentes en los medios, y señala que no se corresponde con esa violencia explícita a la que generalmente se refieren investigaciones y discursos, cuando se habla de la relación de los públicos con la Comunicación masiva. Entendida como abuso, uso indebido, como acto contrario al derecho del otro, la violencia adopta, según él, otras formas más sutiles, y no por eso menos eficaces, que entronizan un modelo autoritario, vertical y unidireccional de Comunicación. Violencia hay, aún de buena fe, cuando se trivializa, se omite, se oculta, se excluye, se silencia, se ignora, se reduce al espectáculo, se impone... Poner al alcance del público infantil y juvenil opciones diferentes a las que acostumbran ver en las salas cinematográficas comerciales o en las habituales programaciones televisivas, ha sido una opción que ha movilizado a quienes consideran que, más allá del cerrado marco de los cine-clubes, la programación audiovisual debe ser un espacio de enriquecimiento espiritual, que ensanche el horizonte a los diferentes pueblos y culturas y, con ello, enriquecer gustos y hábitos, cuestionar estereotipos y acercarse a vastos sectores de la población. La organización de muestras y festivales nacionales o internacionales se enmarcan en estos empeños, a veces titánicos, emprendidos por iniciativa personal o de pequeños grupos, generalmente sin mayores recursos económicos, escaso apoyo de las instituciones oficiales y a contracorriente de los intereses de las grandes cadenas que controlan la exhibición. El saber sensibilizar y hacer alianzas, comprometer a entidades culturales nacionales y extranjeras, organizaciones internacionales y a los sectores públicos y privados forman parte de la estrategia básica a desarrollar para lograr un mínimo éxito de participación, sin aspiraciones de recuperación financiera. Junto al propósito de contribuir para transformar la acostumbrada dieta audiovisual6 y no ofrecer «más de lo mismo», otro de los anhelos de los promotores de estos eventos ha sido valorar y, en la medida de lo posible, incentivar las producciones locales o regionales. Reclamo habitualmente presente en cuanto foro de autoridades cinematográficas se ha realizado en la región y que 5 Daniel Prieto Castillo, «Medios de difusión colectiva y violencia contra la niñez», El niño y la imagen, La Habana, Red El Universo Audiovisual del Niño Latinoamericano, 1996, págs. 46-54. 6 Alberto Monteagudo: La dieta audiovisual, ponencia presentada al Cuarto Encuentro «El Universo Audiovisual del Niño y el Joven Latinoamericanos», durante el II Festival de Cine Infantil de Ciudad Guayana, Venezuela, 21 al 26 de mayo de 1991. choca con la inexistencia de políticas coherentes de integración y de apoyo a la producción endógena y a su difusión7. Estas actividades derivan del paradigma del «arte popular» que. según la clasificación de Masterman,8 consiste en discriminar no contra sino entre los medios. Se toma como modelo al cine y su lenguaje; de ahí que una intención común en todas ellas sea la de, utilizando las dimensiones planteadas por Martínez de Toda9, alfabetizar mediáticamente, aunque el resto de sus dimensiones propuestas, esto es conciente, activo, crítico, social y creativo se combinan, en diversos grados, para estar también presentes, con énfasis en lo conciente y crítico. Si la dialéctica del acto de consumo genera un objeto para el sujeto y, consecuentemente, un sujeto para el objeto, la idea expresada por Marialva Monteiro parece encerrar la lógica que mueve a estos entusiastas cinéfilos: O filme só se realiza completamente quando é exhibido para o público, mas cada espectador dá ao filme uma interpretação diferente. Nisso está a riqueza de uma obra de arte. No en tanto, a reação do espectador vai depender da sua propia historia da vida e de seus conhecimentos sobre a linguagem do cinema e sobre o tema que filme aborda 10. La oferta que en este tipo de programas se pretende exhibir pasa, necesariamente, por los criterios de selección de sus responsables. Aunque en algunos de ellos aún predomina una actitud proteccionista en la que subyace el modelo hipodérmico11. Afortunadamente, los conceptos éticos y estéticos que 7 Ver, por ejemplo: Encuentro Regional de Alto Nivel sobre «Políticas Culturales Audiovisuales en América Latina y el Caribe»: Declaración Final, Ciudad México, 11-13 de marzo de 1991. Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica: La realidad audiovisual Iberoamericana, Caracas, Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, 1997. 8 Len Masterman: La enseñanza de los medios de comunicación, Madrid, Ediciones La Torre, 1993. 9 Jesús Martínez de Toda, SJ.: Metodología evaluativa de la educación la educación para los medios: su aplicación con un instrumento multidimensional, Roma, Pontificia Universitas Gregoriana, 1998. 10 11 Marialva Monteiro: A Escola vai ao Cinema, Rio de Janeiro, CINEDUC – RIOFILME, (s.f.) Luisa Speiky de Genolet, una de las fundadoras del Festival de Cine Infantil de Ciudad Guayana, en entrevista a la prensa aseveraba: El niño está rodeado constantemente de imágenes y no sabe cómo interpretarlas, las toma como las ve y no las comprende. Es absolutamente necesario alfabetizar al niño para que entienda cual es el lenguaje de la imagen para que pueda interpretarla y criticarla. Antes era un espectador pasivo y pasa a ser activo, con capacidad de discernir sobre lo que ve. priman se alejan de un Marcelino, Pan y Vino, tan caro a la concepción del filme ideal, planteada por Pío XII12 para coincidir con las más recientes valoraciones de Juan Pablo II: También en las películas de argumento no explícitamente religioso es posible encontrar auténticos valores humanos, una concepción de la vida y una visión del mundo abiertas a la trascendencia. (...) El cine es, pues, un instrumento sensibilísimo, capaz de leer en el tiempo los signos que a veces pueden escapar a la mirada del observador apresurado. Cuando se usa bien, puede contribuir al crecimiento de un verdadero humanismo y, en definitiva, a la alabanza que de la creación se eleva hacia el Creador.13 Del más clásico Walt Disney a la más moderna de sus secuelas, de Los 400 golpes14 a La Vendedora de Rosas15, pasando por un Spielberg o un, para nosotros desconocido realizador malayo, senegalés boliviano u holandés 16, las muestras dan cabida a la riqueza de conocimientos y satisfacciones, de saberes y placeres que el espectáculo audiovisual puede brindar17, sin desdeñar aquellas que desde lo afectivo e inconsciente, han rescatado como válidas autores como Alba Perdomo: «Cine que educa en Ciudad Guayana», El Guayanés, Ciudad Guayana, Venezuela, 24 de julio de 1998. 12 Pío XII desarrolla su concepto de film ideal en el «Discurso a los representantes de la industria cinematográfica italiana» (21 de junio de 1955), y en su «Discurso al Mundo Cinematográfico» (28 de octubre de 1955). Cf. OCIC-Cuba: Mundo cinematográfico, La Habana, diciembre 1955: 19-32 y 33-47, respectivamente). 13 Juan Pablo II: «Cine, espiritualidad y cultura», alocución del Santo Padre, el 1° de diciembre de 1997, en el Vaticano, a los participantes en el Congreso Internacional sobre el tema, n.4, en Luis García Orso, SJ: Imágenes del Espíritu en el Cine, México, D.F., Obra Nacional de la Buena Prensa, A.C., Colección En Ruta, 2000:18-19. 14 Los cuatrocientos golpes. Dirección: François Truffaut, Francia, 1959, 93 minutos, B/N. Gran Premio de Dirección y Gran Premio OCIC en el Festival de Cannes, 1959. Otros Premios: Premio Meliès, Joseph Burstyn Award al mejor filme extranjero entregado por el Círculo de Críticos Cinematográficos de New York, Medalla de Honor del British Film Institute. Los cuatrocientos golpes –ha dicho Akira Kurosawa-- es uno de los más hermosos filmes que jamás haya visto. 15 La vendedora de rosas. Dirección: Víctor Gaviria, Colombia, 1998, 120 minutos. Tercer Premio Coral, Gran Premio OCIC, Premio Caracol Especial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Premio Glauber Rocha de la Prensa Extranjera en el 20º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, 1998. 16 Por sólo citar un caso, el Premio del Público Infantil en el Divercine 1999, fue otorgado al filme de El niño volador, director Ben Somnogaart, Holanda, 1999. 17 José Manuel Morán: «Interferencias dos Meios de Comunicação no nosso conhecimento», Intercom, Revista Brasileira de Comunicação, São Paulo, Vol. XVII, n.2, Julho-Dezembro de 1994. Germán Rey Beltrán18 o Valerio Fuenzalida19, en una relectura desprejuiciada de Bruno Bettelheim20. Sueños efímeros o realidades consolidadas, esfuerzos aislados e inconexos o intentos por crear redes de difusión y multiplicación; perdidas estrellas fugaces o luminosos puntos de encuentro con una mayor o menor estabilidad, estos festivales o muestras son otra de las variadas facetas de la gestión de nuevos ecosistemas comunicacionales, generados por, o generadores de, otras experiencias de Educomunicación. Si difícil es encontrar un catálogo de Festivales, más difícil es aún ubicar un registro de los dedicados, en Ibero América, al cine infantil y juvenil. Como hemos reiterado a lo largo de este informe, sólo a partir de los datos colectados, bosquejaremos un panorama que deberá ser completado con el aporte ulterior de nuestras Asociadas Nacionales. Algunas iniciativas se remiten a finales de la década del 80 e inicios de los años 90. Otras se hallan en pleno proceso de génesis y consolidación. En este trabajo nos referiremos a Cinema Criança, una muestra internacional de filmes para niños y jóvenes, que en la actualidad se integra a los festivales cinematográficos de la cosmopolita ciudad carioca; al Festival de Cine Infantil de Ciudad Guayana, en el Estado Bolívar de Venezuela; a DIVERCINE, espacio plural que se irradia desde la también plural Montevideo; a las muestras itinerantes del Prix Jeunesse, que han recorrido desde Santiago de Chile hasta La Habana; a Cine Mundo Chico, una de las más recientes experiencias de OCIC-Argentina; y otros dispersos intentos en Argentina, Brasil, Cuba y Bolivia, por lograr un sitio para la exhibición de obras realizadas desde, por y para la niñez y la juventud. Teniendo como centro el protagonismo del público infanto-juvenil, cada uno de estos eventos posee características distintivas. Cinema Criança, surge como lógica prolongación del trabajo de Educación Cinematográfica de CINEDUC, que a su vez ha apoyado actividades de producción en cine, video, televisión y otras publicaciones y talleres para la realización de filmes. Para CINEDUC, una extensión de su trabajo, comprometida con el cine brasileño, es el proyecto Escola vai ao Cinema. 18 Germán Rey Beltrán: «El gigante y la bella del dedal. La comprensión televisiva», en Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior: Seminario Recepción Activa; Niños y Medios de Comunicación Social, Santafé de Bogotá, Editorial Guadalupe, 1990. 19 Valerio Fuenzalida: «La producción de una TV infantil de calidad», Signo y Pensamiento, No. 24, Santafé de Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 1994. 20 Bruno Bettelheim: Psychanalyses des contes de feés, París, Robert Laffont, 1976. De otro lado, del Festival de Cine Infantil de Ciudad Guayana nacen los videoclubes escolares y un programa de capacitación a maestros y bibliotecarios. En DIVERCINE, los participantes del Plan DENI-Uruguay encuentran un ámbito de reconocimiento social en el cual ponen a prueba sus capacidades de valoración estética. Sus organizadores han promovido una iniciativa para estimular la producción en cine de animación. Tiene como meta expandirse hacia otros países de la región. Las presentaciones del Prix Jeunesse, inicialmente pensadas para aquellos vinculados a la producción audiovisual o a la investigación de las audiencias, saltan las barreras profesionales e idiomáticas y abarcan a quienes debían ser sus públicos naturales: los niños y los adolescentes. Con una modalidad participativa cercana a las dinámicas propuestas por Jaime Carril21 y a la inspiración humanista del Padre Henk Hoekstra22, Cine Mundo Chico, en Argentina, quiere trascender lo puramente cinematográfico y se concibe como un ámbito de crecimiento humano. Desde, por y para... Las muestras de producciones hechas por niños y jóvenes no hacen más que reconocer sus derechos a la expresión, a la Comunicación y a la participación, y propiciar un diálogo intra e intergeneracional, multi e intercultural. Si el filme sólo se realiza completamente cuando es exhibido, una natural derivación de este aserto, válida para muchas de las experiencias propias de talleres de Educación para la Comunicación con énfasis en las dimensiones alfabetizado mediáticamente, creativo y social es, precisamente, la propia exhibición de lo producido. El ya clásico documental de Ignacio Agüero Cien niños esperando un tren23, testimonio de la labor de Educación Cinematográfica desplegada por Alicia Vega en los barrios populares de Santiago de Chile, nos muestra, en emotivas 21 Jaime Carril: Video grupal: manual del monitor, Santiago de Chile, Fundación Educacional San Roberto Bellarmino. 22 P. Hoenk Hoekstra: Cine y Espiritualidad. Un modelo educacional para explotar la espiritualidad en las historias cinematográficas, Quito, Organización Católica y Caribeña de Comunicación (OCLACC), 1999. 23 Cien niños esperando un tren, Director: Ignacio Agüero, Chile, 1988, 80 minutos. Primer Premio Coral en la categoría documental en el Décimo Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. secuencias, la inauguración de una exposición con los trabajos ejecutados por los pequeños. Réplicas de juguetes ópticos que, para asombro de los padres, sus hijos conocen y saben pronunciar sus complicados nombres, fotogramas dibujados y secuencias de storyboards de narraciones individuales o colectivas, encuentran sitio en la parroquia como espacio socializador. Cuando se cuentan con mayores recursos de filmación o grabación en video, mostrar lo realizado ante el grupo escolar, familiar, comunitario, etc., es, de por sí, una exigencia. Ello, por varias razones, algunas de las cuales señalaremos, sin agotarlas ni jerarquizarlas: a) Como espacio que contribuye al reforzamiento de la autoestima de los «realizadores. b) Porque es un elemento para dinamizar las relaciones en la familia, la escuela y los otros ámbitos en los que acontecen las experiencias. c) Es una práctica que devela el mundo de necesidades, expectativas, temores, anhelos y esperanzas de los niños y jóvenes. d) Esa visión que, desde la perspectiva infantil, adolescente o juvenil, se tiene sobre determinado tema, puede llevar a la movilización de acciones en los diferentes espacios familiares, escolares, comunitarios, etc. e) Porque puede generar espacios y procesos de re-conocimiento, inter e intra generacionales, multi e interculturales, abarcando esferas que trasciendan el nivel local, para insertarse en experiencias de alcance regional o internacional. f) Por su valor vocacional, no enfatizado en las primitivas experiencias de Educomunicación y que, dado el papel que los procesos comunicacionales tienen y tendrán en el mercado de trabajo, la Comunicación de hoy y del mañana se convierte en un elemento adicional a considerar. Se trata, por tanto, de liberar espacios que propicien el vuelo de las potencialidades y capacidades de las nuevas generaciones. Estar «en sintonía» con los niños es el lema proclamado por UNICEF en los Días Internacionales de la Radio y la Televisión a favor de los Niños24, y no debería ser 24 En la carta que con fecha 14 de julio del 2000, Willian Hetzer, Jefe de Televisión, Radio y Comunicación Electrónica de la División de Comunicaciones de la UNICEF, dirigiera a los profesionales de los medios, se lee: La UNICEF y el Consejo Internacional de la Academia Nacional de Artes y Ciencias para la Televisión celebran cada año el Día Internacional de Radio y Televisión a favor de los Niños, para ofrecer un día en el cual las emisoras de todo el mundo puedan entrar «en sintonía con los niños», transmitiendo programaciones de calidad sobre los niños y para los niños. Este año el Día es de importancia especial ya que el UNICEF está haciendo un llamado a las emisoras de todo el mundo para ayudar a los niños a entrevistar a los líderes del mundo frente a las cámaras y micrófonos. Con la ayuda de ustedes, los niños podrán plantear un sólo un «slogan» para aquellas fechas elegidas por una entidad internacional e incluidas en el almanaque. Sin desdeñar este tipo de jornadas de sensibilización, esta debe ser, más que la preocupación, nuestra ocupación cotidiana. Como se ha insistido, en nuestras sociedades «adultocéntricas», una pluralidad de voces permanece silenciada o deformada. Las de la infancia y la juventud forman parte de ese gran coro de ausentes. Para los más jóvenes habitantes del planeta, el ejercicio de la libertad de pensamiento, opinión y expresión, suele permanecer confinado a una «tierra-delnunca-jamás. El ya referido informe Nuestra Diversidad Creativa sostiene que muchas de las respuestas a los desafíos que enfrenta la humanidad pueden venir y vendrán de los jóvenes mismos, a condición de que tengan la posibilidad de expresarse. Puntualiza en la necesidad de ayudarles a construir un mundo más acorde con los valores multiculturales y con la necesaria Comunicación intercultural25. Las iniciativas tendentes a mostrar lo elaborado por niños y jóvenes, más allá del contexto escolar y comunitario en el que se circunscribe la experiencia, y llama la atención de sectores más amplios, a escala local, nacional e internacional, es coincidente con el propósito de: ... (Él) reconocimiento de la dignidad y derechos de todas las personas, sin discriminaciones ni silenciamientos, en sus identidades culturales y en sus situaciones y necesidades concretas (...) como partícipes activos en la construcción de una historia que tiene que ser el conjunto dinámico, multifacético y pluralmente expresado de todas las historias: individuales, comunitarias y sociales.26 Afortunadamente hay, y en proporciones crecientes, otros grupos de personas e instituciones que, sin el ánimo profético de Isaías, comparten la esperanza de que reto a los dirigentes mundiales: que consideren los derechos de la infancia como el núcleo central de su trabajo. 25 Nuestra diversidad creativa. Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo, Capítulo 6 «Los niños y jóvenes», París, UNESCO, 1995. 26 DECOS/CELAM: Cultura de la Imagen y Pastoral de la Comunicación, Santafé de Bogotá, noviembre de 1998:75-76. Remitimos, también a: Víctor Contreras, SJ: «Nuevos rostros en Santo Domingo», en III Asambleas Nuevos rostros para una comunicación solidaria, Quito, Servicio Conjunto De Comunicación; 1994.Conjuntas Continentales OCIC-AL, UCLAP, Unda-AL: nuestros niños verán lo que nunca se había visto y comprenderán lo que nunca habían oído...27 27 Isaías, 52,15.