OS ARQUIVOS INSULARES
(Atlântico e Caraíbas)
APRESENTAÇÃO
Alberto Vieira
ARQUIVOS DO CARIBE
Berarda Salabarría: Archivos Históricos de Cuba
Delfina Fernández y Dolores Luque: El desarollo de los Archivos Historicos de Puerto
Rico
Roberto Cassa : Archivos Históricos de Santo Domingo
Luis Miguel García Mora: Fuentes para el estudio de Cuba y Puerto Rico en los
Archivos Españoles
ARQUIVOS DAS ILHAS PORTUGUESAS
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Pedro Medeiros : Os Arquivos da Região Autonoma dos Açores
Maria Fatima Araujo Barros Ferreira y Gastão Duarte Teixeira de Sousa
Jardim: Arquivo Regional da Madeira. A memoria insular portuguesa
Isabel Branquinho : Documentação sobre Madeira e Açores nos Arquivos de
Lisboa
Caterina Kozitcka: Os roteiros do Atlântico desconhecidos encontrados nas
Bibliotecas Checas
Rocio Casas de Bustos : Las Açores en la política de Felipe II Su
documentación en el Archivo General de Simancas
ARQUIVOS DAS CANÁRIAS
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María del Carmen Ruiz Benítez de Lugo Mármol: Fuentes Documentales de
Canarias. Provincia de Santa Cruz de Tenerife
Enrique Pérez Herrero: Los Archivos de la Provincia de Las Palmas. Su
importancia, valoración y centros
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Alicia Fernandez Padron /Manuel Martin Arencibia: Processo de Recuperacion
del Archivo Municipal de Arucas
Gloria Díaz Padilla : Los protocolos notariales gomeros a mitad de la centuria
decimonónica. Pasado y Presente.
José Manuel Hernández Hernández: La acción cultural de los Archivos
Municipales Canarios: utopía o evidente necesidad
Santiago Luxan Melendez y Juan Antonio Martínez de La Fe: La recuperación
de los Archivos de empresas canarias
Georgette M. Dorn : Documentación existente en la Biblioteca del congreso de
los Estados Unidos de América en relación con las islas del Atlántico.
A novidade do IV Colóquio Internacional das Ilhas Atlânticas(9 a 14 de Outubro em
Gran Canaria e Tenerife) foi o estabelecimento pela primeira vez, de um fórum de
debate sobre os arquivos insulares. A política arquivistica, a disponibilização e
divulgação dos núcleos documentais são agora motivo de debate nestes encontros.
Todavia, as especificidades deste tema levaram-nos a avançar com um volume distinto
de modo a que este apartado cumpra com plenitude a sua missão de divulgar e apoiar a
investigação histórica insular.
A valorização dos arquivos no contexto da política cultural é uma realidade recente nas
ilhas, o que contribuiu, certamente para o estado em que se encontra parte significativa
dos núcleos documentais. Hoje o repto que se coloca aos responsáveis por estas
instituições não é mais resgatar a documentação perdida, mas sim partir para a
valorização da disponível e apostar numa adequada política de incorporação dos núcleos
recentes, que materializam a nova realidade política emergente neste fim de século. Os
arquivos da autonomia ou da independência - para os novos países como Cabo Verde e
S. Tomé e Príncipe - são o principal desafio do momento.
No presente colóquio, de acordo com o percurso estabelecido pelo Instituto Tavera,
pretendeu-se fazer uma primeira abordagem da problemática arquivística em geral e
uma primeira tentativa de reorganização da informação documental de todos os
arquivos insulares das ilhas do Atlântico e do Caribe.
Foram ainda apresentadas algumas mais comunicações que aqui não se publicam
porque os seus autores não enviaram os originais para publicação. São elas:
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Margarita Vázquez de Parga: El sistema archivistico español
Carmen Sierra: El Cida y sus recursos de información documental
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Luis Gonzalez Duque: El Archivo Municipal de La Laguna: legado vivo de la
Historia de Canarias
Agora a porta está aberta para outras iniciativas, que num futuro poderão levar a
autonomização desta área, criando-se assim um fórum para os arquivos insulares, como
foi manifesto desejo dos presentes a este encontro. O desafio está lançado e resta-nos
aguardar pela sua evolução futura.
Funchal/Las Palmas. 1.12.95
Alberto Vieira
ARCHIVO NACIONAL DE CUBA. LOS FONDOS DE ARCHIVO DE LA
REPUBLICA DE CUBA (HASTA 1900)-DIRECTORIO
Berarda Salabarría
Si bien es cierto que el origen del actual sistema de archivos de la República de Cuba
podríamos encontrarlo en las Ordenanzas que los Reyes de España Felipe 11 y Felipe
111 dictaran para la protección y cuidado de libros y papeles, no fue hasta mediados del
siglo XVIII que Antonio Ma. Bucarely, por aquel entonces Gobernador de la Isla, diera
los primeros pasos en la organización de la documentación existente, para lo cual
promovió la creación de la primera Secretaría de la Capitanía General donde se
archivaban los documentos correspondientes a la gobernación civil y militar.
Más tarde se crearon los archivos de la Intendencia de Ejército y Real Hacienda de la
Isla de Cuba y del Consulado de Agricultura Industria y Comercio de la Habana por lo
que al finalizar el siglo XVIII, existían en el pais tres archivos oficiales.
En 1830 se pensó en reunir estos tres archivos en uno solo, para lo cual el Gobernador,
Teniente General D. Joaquín de Ezpeleta, elevó a las autoridades reales el expediente
formado al efectol quienes dieron su asentimiento y lo devolvieron acompañado por la
Real Orden No. 531 del 28 de enero de 1840 emitida por la entonces Reina
Gobernadora de España María Cristina de Borbón.
Esta Real Orden dió nacimiento al Archivo General de la Isla de Cuba, quinto Archivo
de América Latina, después de los de Argentina (1821), México (1823), Bolivia (1825)
y Brasil (1838).
Al momento de su creación este Archivo contaba con los documentos del Tribunal y de
la Contaduría Mayor de Cuentas, los procedentes de la aduana de New Orleans, de la
Louisiana, y los de la Isla de Santo Domingo, traídos para la Habana al cesar en estos
territorios a cominacion espanola.
Además a ese Archivo habían ingresado los documentos procedentes de San Agustín de
las Floridas, los que llegaron a Cuba en 1821 en la goleta norteamericana "Adelina",
cuando después de un litigio para apoderarse indebidamente de los mismos, el Gobierno
norteamericano se vió precisado a entregarlos a España.
A los documentos ya existentes, se adicionaron los papeles salvados del extinguido
Ejército de Costa Firme y los provenientes del archivo de Puerto Cabellol que habían
sido traídos de Santiago de Cuba en 1835, en la fragata francesa "Elizabeth" y que
contenían, entre otros documentos, comprobantes de distintas clases, revisión de víveres
del ejército y cuentas, desde 1817 hasta 1826. Muchos de estos documentos fueron
quemados, debido a su mal estado de conservación.
También ingresaron a este Archivo los documentos de la Real Audiencia de Puerto
Príncipe al establecerse la nueva Audiencia de la Capital de la Isla en la Habana.
Reclamados por el Jefe del Archivo, a principios de 1841 ingresaron en la Institución
los documentos sobre Realengos, enviados por la Contaduría de Ejército a la
Administración General Terrestre el 21 de enero de 1829.
Sucesivamente y hasta 1845 el Archivo recibió una buena cantidad de documentos que
fueron enriqueciendo sus fondos. En este propio año se recepcionaron algunos fondos
como son los de la Escribanía Mayor de Real Hacienda; Contaduría General de Ejército
y sus Cuentas; Cuentas de las Administraciones Principales de Cuba y Puerto Príncipe,
las de las cajas de la Habana, las de las administraciones subalternas de toda la Isla y las
de las corporaciones y establecimientos que las producían; las cuentas del Tribunal
Superior Territorial pertenecientes a un quinquenio y las del Tribunal Mayor
correspondientes a los años de 1731 a 1839.
Ya en 1846 se hacían esfuerzos para lograr una nueva ubicación para el Archivo, puesto
que las tres piezas que ocupaba en la Real Factoría de Tabaco resultaban insuficientes.
Aunque la aglomeración de papeles llevó a quemar regularmente aquellos documentos
que se consideraban "inútiles o de escaso valor para la tramitación de asuntos
importantes", los papeles continuaron aumentando, lo que unido a la estrechez del local,
obligó a trasladar el Archivo en 1856 para el tercer piso del convento de San Francisco.
Por Real Orden del 31 de octubre de 1857 se suprime el Archivo de la Real Hacienda y
se crea el que en lo adelante se denominará Archivo General de la Isla de Cuba "con los
expedientes y documentos innecesarios para el despacho de lo corriente ó que ya no
fuese preciso consultar, correspondientes á los ramos de Gobernación, Hacienda, Guerra
y Marina". Por tanto, es esta disposición la que hace surgir, a nuestro criterio, el archivo
histórico del país.
Grandes fueron las vicisitudes por las que pasaron los archivos de Cuba en este período.
El saqueo e incendio a que fue sometida la Habana por el corsario francés Jacques de
Sores en 1555, que prácticamente destruyeron los archivos que exístían desde la
fundación de la ciudad, fue una de las mayores desgracias acaecidas a los archivosZ
pero no la única; a esto se unió a lo largo de muchos años, las quemas periódicas de los
documentos; la destrucción de los mismos por el comején y la polilla, como fue el caso,
en 1829, del pequeño Archivo del Ministerio del Ejército y Real Hacienda de Santiago
de Cuba, cuyos documentos quedaron inservibles; los traslados de los documentos de un
local a otro en inadecuadas condiciones, como por ejemplo la mudada para el Castillo
de la Fuerza a cargo de los recogedores de basura; las inundaciones; los huracanes,
como el que asoló a Matanzas en el año de 1870 y que destruyó un buen número de
libros y legajos de importancia que se guardaban en el Archivo de la Junta Subalterna
de Sanidad de esa ciudad, y el de La Habana, en 1876, que dañó las paredes del
Archivo, dejó sin puertas la instalación y a las ventanas sin un solo cristal, a
consecuencia de lo cual penetró el agua afectando los documentos; a lo que podemos
añadir, entre otras cosas, la desidia y despreocupación de las autoridades en todo lo que
se refería a la situación de los archivos.
También conspiró contra la integridad de la documentación histórica de la Isla, la
extracción de parte importante de sus fondos por el gobierno español de aquella época.
En 1888, en cumplimiento de la Real Orden del 19 de abril, el Gobernador General
nombró al Sr. Cornejo de Villarroel, Archivero Bibliotecario y Abogado del llustre
Colegio de Madrid que a la sazón se encontraba en La Habana, para que seleccionara
los valiosos documentos que, sin pérdida de tiempo, habrían de enviarse al Archivo de
Indias por conducto del Gobernador de Cádiz.
Como resultado se enviaron a España ciento ochenta y cinco cajas que contenían dos
mil trescientos legajos, con los papeles de la Florida y Tierra Firme -esta última
comprende las Capitanías Generales de Guatemala y Venezuela-, todos documentos de
gran valor histórico entre los que se encontraban la correspondencia inédita de Florida
Blanca, tratados diplomáticos, noticias interesantes sobre la emancipación de las
colonias inglesas y expedientes curiosos relativos a la Inquisición, entre ellos el que
hubo de seguirse al médico milanés Esteban Curti, llamado El Brujo.
El 4 de junio de 1890 disponía el Gobierno de España, que para el enriquecimiento del
Museo y la Biblioteca de Ultramar radicados en Madrid, se le enviaran los legajos de
correspondencia de los gobernadores de Cuba con los de Yucatán. También se
remitieron a la Direccion General de los Asuntos de Ultramar del Ministerio de
Hacienda, documentos procedentes de la Comandancia General de Marina y Capitanía
del Puerto de la Habana y los del Estado Mayor GeneralX correspondientes a los años
1868 a 1883, así como ciento setenta y cinco cajones con documentos de la suprimida
Junta de la Deuda, relacionados con el servicio de las deudas creadas por la ley de 7 de
julio de 1882.
Más tarde, al cesar la dominación española sobre Cuba, el 10. De enero de 1899, fueron
trasladadas a España más de quinientas cajas de papeles que fueron ingresadas en
calidad de depósito en el Archivo Histórico Nacional, y luego remitidas al Archivo
Histórico de la Guerra que radica en Segovia.
La intervención norteamericana iniciada el 1ro de enero de 1899 hizo aún más difícil la
situación del Archivo, y al proclamarse la República neocolonial el 20 de mayo de
1902, el entonces denominado Archivos Nacionales pasó a depender de la Secretaría de
Gobernación y por decreto presidencial No. 386 de 20 de diciembre de 1904 cambió su
nombre por el de Archivo Nacional.
La incomprensión y el desprecio de las autoridades coloniales y neocoloniales hacia el
trabajo archivístico hizo que los documentos estuvieran ubicados siempre en lugares
inapropiados, hasta que en el año 1944 el amor y el tesón de su director Joaquín
Llaverías hicieron posible que por primera vez el Archivo de la Nación tuviera un
edificio digno.
La primera iniciativa de Llaverías al ocupar la jefatura del Archivo en el año 1922 fue,
aplicando los acuerdos del Congreso de Bibliotecarios y Archiveros de Bruselas, poner
en práctica los nuevos sistemas de catalogación e indización por fichas, clasificadas
cronológicamente por orden alfabético, de apellido o materias, a resultas de lo cual se
pusieron al servicio del público innumerables documentos hasta el momento ignorados,
entre los que se encontraban los de tres fondos de nueva creación: "Asuntos Políticos",
que trata fundamentalmente de las relaciones de España con Cuba y el resto de
América, y que abarca los siglos XVIII, XIX y XX; "Varios - Judicial", constituído con
las actuaciones civiles recibidas por diferentes donantes y la documentación donada por
Benigno Souza Rodríguez, compuesta por fotografías y láminas además de más de 10
000 mapas y planos con lo cual se elaboraron tres tomos de un catálogo que recogería
todos los mapas, planos, croquis y árboles qenealógicos existentes en el Archivo.
Se fundó la biblioteca de consulta con una gran cantidad de obras de Historia de Cuba,
así como con las publicaciones del gobierno tales como la Gaceta Oficial, informes,
estadísticas, aranceles, boletines, colecciones legislativas, periódicos varios,
presupuestoss etc.
A su gestión se debe también la promulgación de la Ley No.6 publicada el 7 de mayo de
1942 la cual estipulaba, entre otras cosas, cuáles documentos eran de utilidad publica,
considerándolos como parte del patrimonio nacional, a los efectos de impedir su
indebido comercio y evitar su destrucción o salida del territorio del Estado.
Años más tarde, en 1960, con el objetivo de preservar la documentación que comenzaba
a generarse, el Gobierno Revolucionario dispuso por la ley No.714, vigente en la
actualidad, entre otras cosas, que nadie está facultado para destruir documento alguno
sin autorización del Archivo Nacional, aunque lamentablemente esta disposición no
garantiza el completamiento progresivo y la actualización de nuestra documentación.
En nuestro país llamamos completamiento al reabastecimiento sistemático de los
archivos estatales con documentos de valor permanente que perdieron su vigencia
administrativa en los Organos de Gobierno, Organismos de la Administración Central
del Estado y otras instituciones.
Durante la etapa colonial esta actividad estuvo regulada mediante las Reales Ordenes,
las que determinaban las instituciones que debían entregar sus documentos al Archivo, y
en la forma en que debían hacerlo.
En la Neocolonia los documentos eran remitidos al Archivo Nacional por las Secretarías
o Ministerios, así como por los Gobiernos Provinciales y algunos Municipales. Esta
remisiones, aunque numerosas, eran desorganizadas, lo que si bien hizo crecer día a día
el volumen de documentos, la forma en que se recepcionaban, impedía ponerlos de
inmediato al servicio de los investigadores.
Así ingresaron, partir del 1ro de enero de 1899 al Archivo Nacional, una gran cantidad
de documentos valiosos, entre los que podemos significar los fondos de la Delegación
del Partido Revolucionario Cubano en Nueva York fundado por nuestro José Martí; los
expedientes de la Escribanías de los Sres. Francisco de Castro, Mariano Guás, Arturo
Galletti y Pedro Vidal Rodríguez; los correspondientes a la Secretaría de Gobernación;
al Archivo Civil de la Revolución de 1895; las actas de sesión celebradas por distintos
Ayuntamientos de la República; los expedientes del Ramo de Hacienda; el archivo
personal del patriota y colaborador de Martí, Juan Gualberto Gómez, así como
documentos de Antonio Maceo, entre otros .
Con recursos propios del Archivo fueron compradas, además, colecciones de cartas de
José Martí; documentos acerca de la conspiración de Vuelta Abajo y del comercio en la
Isla de Cuba a fines del siglo XVIII y los papeles que conservaba en Lisboa el Sr. José
Morales de los Ríos, referentes a la Guerra de los Diez años.
Actualmente el trabajo de completamiento de nuestros fondos se realiza de una manera
distinta, para lo cual se elaboran los documentos técnicos normativos que permiten
seleccionar, de toda la producción creciente de documentación, aquella de más valor.
Este trabajo comienza, pues, antes que el documento se produzca, eliminando lo que no
tiene valor y conservando sólo lo que tiene interés social, por lo que la eficacia del
sistema se traduce, entre otras cosas, en la selección de documentos de mayor calidad.
La actividad de completamiento incluye la determinación de las instituciones
consideradas fuentes de completamiento, la composición de los documentos que se van
a recepcionar y el asesoramiento a esas entidades. entre otras actividades.
La documentación que se atesora en el Archivo Nacional, está formada pordocumentos
originales y auténticos por lo que constituye cada uno de ellos una pieza única e
irremplazable.
En el edificio sede se atesoran más de 25 kilómetros lineales de documentos
depositados en 32 naves, los que se encuentran distribuídos en 626 fondos
documentales. Este es un dato aproximado, que solamente podrá ser precisado con la
culminación de la Guía General que en estos momentos estamos elaborando.
Los fondos y colecciones que constituyen nuestro acervo documental corresponden a
tres períodos históricos: el colonial, desde 1578 hasta 1898; el neocolonial, desde 1899
hasta 1958 y el período revolucionario desde 1959 hasta nuestros días, y son expresión
de la actividad estatal y privada que se ha desarrollado en Cuba desde la colonización
hasta la fecha.
Aunque como excepción poseemos un antiquísimo documento original de 1435 -carta
de privilegio por juro de heredad ascendente a 4500 maravedíes anuales, escrito en
pergamino, que a pesar de los años transcurridos se conserva en buen estado y fué
donado al Archivo en 1959-, los fondos más antiguos y de mayor volumen son los
Protocolos Notariales.
La obligatoriedad establecida por el Gobierno Metropolitano de dar carácter legal a todo
acto realizado por los habitantes de la Isla por medio de las escribanías y notarías,
posibilita que a través de estos Protocolos se pueda estudiar la sociedad cubana.
Estos Protocolos incluyen a 302 notarios, entre los que se encuentran los de la
escribanía de Regueyra -la más antigua que ha llegado a nosotros- y que posee un
documento fechado en diciembre de 1578. En esta escribanía actuaron los escribanos
más antiguos del país como Martín Calvo de la Puerta, Francisco Gaspar y Juan Pérez
de Borroto, así como también Juan Baptista y Nicolás Guilisasti.
Existen además cuatro escribanías del siglo XVII: Ortega (1633), Fornari (1638), Junco
(1640) Salinas (1646) y Pontón (1659).
La riqueza de datos que aparece en estos documentos permite tener un amplio
conocimiento de la vida en la etapa colonial, y hacer su reconstrucción fiel -a partir de
esas fuentes primarias- no sólo desde el punto de vista social, sino también económico,
político y religioso. En ellos está presente toda la gestión de compra y venta de la época
con la descripción y el valor de la mercancía, lo que nos habla de la oferta y la demanda
de los productos y del poder adquisitivo de la población.
Los testamentos; las cartas de dote; los contratos de compra de mercaderías, ricos en
descripciones de ropas, telas y moblaje de casas; los documentos de ventas de esclavos
con sus etnias y precios, sus enfermedades y condiciones físicas; la construcción de
casas; el desarrollo de las industrias azucarera, tabacalera y de la ganadería; los
contratos de oficios -que permiten conocer sus clases y salarios- y la construcción de
barcos en los astilleros, son documentos que reflejan no sólo la riqueza existente en
aquellos tiempos, el valor de la propiedad rústica y urbana, sino también el carácter y la
vida social del pueblo, sus intereses y su mentalidad.
La llegada de las flotas al puerto de la Habana para salir en conserva de la Armada para
los reinos de España, determina una explosión en las actividades de la Villa. Todo está
puesto en función de las flotas: los contratos por cumplir, el arrendamiento de casas
para alojar a los viajeros y otros servicios que requerían la permanencia temporal de los
viajantes y marineros en este puerto habanero, lo cual intensifica su vida social.
Cada suceso se va haciendo constar en los documentos que se otorgan y ayudan a
enmarcar la vida colonial; cada detalle está contenido en los protocolos, de ahí su
importancia para los investigadores, cuya única fuente de conocimiento para estos siglos
la constituyen esas manifestaciones de los vecinos y viajeros ante los escribanos y las
actas del Cabildo.
Los Protocolos de los siglos XVI, XVII y parte del XVIII están escritos en letra
procesal y procesal encadenada, por lo que al llegar al Archivo Nacional surgió la
necesidad de transcribirlos a la letra actual para hacer asequible a los investigadores ese
caudal de datos necesarios sobre cualquier aspecto de la actividad propia de los
primeros años de la colonia, sin requerir de ellos el dominio de la escritura paleográfica.
Esto exigió profesionales con un conocimiento especializado y para satisfacer esta
necesidad se inició en el Archivo Nacional la formación de paleógrafos; fue un profesor
exiliado español, el doctor Genaro Artiles, paleógrafo y archivero del Municipio de
Madrid, quien impartió el primer curso de esa disciplina; mástarde, a partir de los años
ochenta, se han ofrecido cursos de palegrafía española, por especialistas cubanos,
dirigidos no solamente a la formación de nuevos paleógrafos, sino también a ayudar a
aquellos investigadores que tienen necesidad de ese conocimiento.
En la actualidad el Archivo Nacional cuenta con un grupo de paleógrafos que trabaja en
la transcripción de los Protocolos Notariales. Hasta el ano de 1987 estas transcripciones
se hacían de forma literal, lo que resultaba lento y engorroso. De esta forma se
procesaron los documentos comprendidos entre 1587 y 1602, pero actualmente hemos
agilizado ese trabajo y se confeccionan fichas resúmenes, que después son
automatizadas, lo que además facilita la búsqueda de la información.
Nuestros paleógrafos han publicado materiales de gran importancia e interés, entre los
que se destaca un documento encontrado en los protocolos de Regueyra del año 1603,
publicado en el Boletín No.1 del Archivo Nacional de 1986, y que contiene la
descripción de un ingenio de transición, con un molino vertical de tres mazas del cual se
habla por primera vez en Cuba en 1618, en un informe de Juan de Villaverde al Rey,
desde la ciudad de Bayamo. Este trapiche vertical de tres mazas fue la innovación
tecnológica más importante operada en la producción azucarera en varios siglos, la cual
no es superada hasta la primera mitad del siglo XX, cuando se difunden los trapiches
horizontales.
Describe este documento el ingenio de Nuestra Señora del Rosario de Buenavista, uno
de los impulsados por el famoso préstamo de 40 000 ducados concedido por Real
Cédula del 24 de julio de 1600, del que fue su dueño Antonio de Rivera, quien recibió la
porción más alta de dicho préstamo por considerarse el ingenio mayor de Cuba. Refiere
el documento no sólo las medidas y descripciones exactas de las viviendas,
maquinarias, utensilios y esclavos, sino también el trato de los esclavos y programa de
siembras, manejo y producción, dando una visión lo más completa posible de la vida en
un ingenio.
Otros dos documentos muy interesantes fueron encontrados en los protocolos de
Regueyra el primero de los cuales trata sobre la venta de una botica de la ciudad de La
Habana por el Bachiller Francisco de Ugarte al boticario Francisco Díaz Guerra en el
siglo XVII. Su memoria nos deja conocer una botica de 1605: la relación de las
medicinas más usadas en aquel tiempo, buena parte de las cuales se compraban en
Nueva España, con sus precios; las cajas grandes de hierbas, drogas, redomas, botes,
armazón, recetarios y utensilios para la preparación de medicamentos. Este documento
fue transcripto y publicado en el Boletín No. 2 de 1989 del Archivo Nacional.
El segundo se refiere a la apertura del testamento cerrado que otorgaron los marqueses
de Montesclaros en la ciudad de los Reyes del Perú, el 26 de septiembre de 1614, ante
Pedro González de Contreras, escribano público de número de esa ciudad. Su
importancia estriba en que los otorgantes del mismo fueron don Juan Manuel de
Mendoza y Luna, tercer marqués de Montesclaros y de Castelvayuela, Virrey del Perú y
su mujer Ana Messía de Mendoza. El marqués, que fuera uno de los virreyes más
jóvenes de Nueva España -solo contaba 32 años cuando lo designaron para ocupar este
cargo el 19 de mayo de 1603-, y a quien se le atribuye una personalidad sumamente
atractiva, que destacábase por su arrojo y valentía, por su interés en las cuestiones del
gobierno y una vida personal intensa. Tomó posesión del virreinato del Perú el 22 de
diciembre de 1607 y cesó el 18 de diciembre de 1615. Ya de regreso a España, y pocos
días antes de llegar a la Habana, fallece en alta marla marquesa.
El propio virrey otorgó poder ante Juan Bautista Guilisasti, escribano público de la
Habana, a Don Rodrigo de Mendoza para que se hicieran las formalidades necesarias
para la apertura del testamento que, una vez cumplidas, fue abierto, leído y publicado.
Se depositó el cuerpo de la virreina en el altar mayor del convento de San Francisco,
junto al Evangelio.
Según consta en el libro primero de defunciones de españoles de la antigua parroquial
Mayor, el 11 de agosto de 1616, se enterró y depositó a la virreina doña Ana, que murió
en alta mar, sin firma ni nota alguna de que sus restos fueran reclamados y trasladados a
España.
El testamento resulta interesante por la categoría de los otorgantes, a lo que se une el
desconocimiento de las causas del fallecimiento de la virreina, que no aclaran las
informaciones tomadas a los testigos que venían en el viaje, y finalmente por el
acontecimiento que su entierro constituyó en esta ciudad, con la presencia de las más
altas personalidades de la misma. Este documento fue publicado en el Boletín No. 3 de
1989.
Otros fondos de no menor importancia como son los de Intendencia General de
Hacienda (1662-1899), Real Consulado de Agricultura, Industria y Comercio y Junta de
Fomento, (1779-1877), Consejo de Administración de la Isla de Cuba, (1860-1898),
Administración General de Rentas Terrestres (1764-1884), dan noticias del erario
recaudado por la administración colonial por derechos de importación y exportación,
por impuestos sobre la producción y comercialización del azúcar; nos informan sobre el
deslinde de terrenos, la construcción de vías terrestres y de canales de navegación;
fomento de las poblaciones, desarrollo de las operaciones bancarias y la aplicación de
los adelantos científicos a la agricultura y a la industria.
El Archivo de la Intendencia de Hacienda en Cuba, fué uno de los primeros que ingresó
en nuestra Institución cuando ésta fué fundada en 1840. Entre sus documentos se
pudieron encontrar interesantes materiales sobre el comercio con los distintos países de
América y de Europa; una cancelación de caudales remitidos desde Veracruz a la
Habana e Isla de Barlovento; inventario de los muebles y alhajas de los conventos de
Santo Domingo, San Francisco y San Juan de Letrán.También se encuentran en este
fondo documentos sobre contrabandos, corsarios, creación de líneas de correos,
monedas y patentes de invenciones, entre otros. Muchos de estos documentos llevan la
firma de importantes personalidades de la sociedad colonial como fueron los
Intendentes José Pablo Valiente, Alejandro Ramírez y Claudio Martínez de Pinillos,
conde de Villanueva.
La esfera de la política está igualmente contenida en nuestros documentos. Los fondos
Gobierno General (1633-1898), Gobierno Superior Civil(1746-1897), y
Correspondencia de los Capitanes Generales (1745-1887) comprenden gran parte de la
documentación generada por los instrumentos gubernativos instaurados por España en
nuestro país. Además, la colección de Reales Ordenes y Cédulas (1523-1898)
procedentes de la Capitanía General, y la de Documentos de la Administración Colonial
Española en las Floridas (1746-1880) recogen todas las disposiciones de la Corona
referentes a Cuba, la Louisiana y la Florida. Una parte importante de la documentación
de este último fondo, fué enviada a España en 1888.
Estos documentos nos informan sobre la administración del país, las construcciones
civiles y militares, la actividad de los cabildos, el nombramiento y la disposición de
funcionarios, el movimiento de corsarios y piratas, el traslado de tropas, la densidad de
población de la Isla y sus relaciones con Europa y el resto de América.
También el aspecto judicial de la Cuba colonial está ampliamente recogido en los
fondos que conservamos.
La documentación de la Audiencia de Santo Domingo, abarca de 1747a 1798
La Real Audiencia de Santo Domingo se puede considerar una institución clásica en
cuanto a la administración de justicia en América, por ser la primada. Su archivo fue
trasladado a la villa de Puerto Príncipe, en la costa norte de Cuba, luego de evacuar
España la Isla de Santo Domingo en 1800, por cederla a Francia como resultado del
Tratado de Basilea. Después su documentación pasó a la Audiencia Pretorial de La
Habana y es el Archivo Nacional su actual depositario.
En sus fondos podemos encontrar los autos sobre la fabricación de la cárcel de Santo
Domingo, el expediente de la Proclamación del Rey Fernando VII y la declaración de
guerra del Emperador francés Napoleón I, así como el inventario de los bienes de los
marqueses de San Felipe y Santiagos entre otros.
La Comisión Militar Ejecutiva y Permanente (1819-1898) es un fondo en el que se
hallan los documentos de causas por delitos políticos tales como la Conspiración de la
Escalera (1844) y la del Aguila Negra (1830).
Esta Comisión fué creada por el Capitán General Dionisio Vives. Su función era juzgar,
como tribunal de excepción, los delitos de infidencia y crímenes harto sangrientos,
sustrayéndolos de la jurisdicción ordinaria. La Comisión fue uno de los recursos
extremos a los que recurrió la metrópoli para evitar la pérdida de la colonia y
desapareció por decreto del Capitán General Domingo Dulce en los primeros meses de
1868.
El fondo Escribanía de Guerra (1779-1874) está conformado por 1173 legajos con la
documentación del juzgado del mismo nombre en el que se impartia la justicia en el
Ejército. Su funcionamiento estuvo regulado por las Ordenanzas de 1768 acompañadas
de un grupo de Reales Ordenes aclaratorias.
La Audiencia de Santiago de Cuba que abarca dos períodos: el colonial de 1870-1899 y
el de república de 1900-1934, aunque tiene documentación desde 1709; y la Real
Audiencia
Pretorial de la Habana (1838-1876), son fondos que conservamos y en los cuales el
investigador puede hallar las causas judiciales de su interés, a la vez que asuntos
administrativos, criminales y civiles.
El estudioso de las guerras de Independencia cubanas iniciadas en octubre de 1868 -con
su período de tregua y reinicio en el año 1895-, tiene en el Archivo Nacional infinidad
de documentos de obligada consulta para una valoración imparcial de este proceso. La
documentación privada y oficial de nuestros libertadores: Carlos Manuel de Céspedes,
Ignacio Agramonte, Calixto García, Antonio Maceo, Máximo Gómez, Vicente García,
se encuentra conservada en nuestros fondos y colecciones.
Un amplio grupo de diarios de campaña está depósitado en el Archivo Nacional, entre
los que se destacan el del general Máximo Gómez y los de Fermín Valdés Domínguez y
Bernabé Bouza.
En el fondo Gobierno de la Revolución de 1895 (1895-1905) tenemos los documentos
generados por el Consejo de Gobierno de la República en armas, tales como
nombramientos, certificaciones, informes, partes de operaciones militares y la
correspondencia establecida por dicho Gobierno. La problemática de la guerra en sus
más variados aspectos -táctica y estrategia militar, recaudaciones fiscales, recursos
bélicos y abastecimientos, recibo de expediciones- está claramente reflejada en sus
documentos.
La política de embargo de bienes a los "desafectos a la metrópoli" está recogida en los
documentos del Consejo administrativo de bienes embargados a infidentes (1830-1897).
En este fondo, llegado al Archivo en 1902 procedente de la Secretaría de Hacienda,
podemos encontrar los expedientes de los embargos realizados a los dirigentes
independentistas Carlos Manuel de Céspedes, Salvador Cisneros Betancourt, Miguel
Aldama y José Morales Lemus, entre otros muchos.
Especial importancia tiene el fondo Delegación del Partido Revolucionario Cubano en
New York (1895-1898), ya que guarda los documentos generados por la gestión de esta
entidad en la emigración y en su oficina central en la mencionada ciudad. La
correspondencia establecida por esta oficina con las agencias y subagencias, clubes y
asociaciones del partido, se halla recogida de forma organizada en este fondo. Esta
documentación fue depositada en 1906 en el Archivo por el primer Presidente de la
República Don Tomás Estrada Palma.
En el plano de la cultura en este período de la colonia es importante señalar la
conservación en nuestros depósitos de los documentos que forman el fondo Liceo
Artístico y Literario de La Habana (1844-1869). Esta institución fue fundada el 15 de
septiembre de 1844, con el objetivo de fomentar las letras y las bellas artes en nuestro
país.
El Liceo organizaba funciones dramáticas, conciertos, bailes, exposiciones, y además
contaba con una biblioteca y una galería de arte. Estaba dividido en diversas secciones,
tales como literatura y lengua, música, pintura, arquitectura y declamación. La exquisita
labor de fomento y propaganda que hicieron estas secciones del mejor arte de su epoca
y de épocas anteriores, hizo que fuera el Liceo de la Habana, en sus 25 años de
existencia el principal centro cultural de la Isla.
La documentación de este fondo, llegada al Archivo en 1912, está integrada, entre otros
documentos, por constituciones y reglamentos de la institución, actas de sus sesiones,
catálogos de sus exposiciones, obras musicalesy literarias.
Los materiales generados en las Asambleas Constituyentes del 1901, 1928 y 1940, se
encuentran en el Archivo agrupados en fondos que llevan sus respectivos nombres:
entre ellos se hallan expedientes sobre partidos políticos, diarios de sesiones, actas de
las discusiones, reglamentos, resoluciones y los expedientes personales de los
delegados.
Los documentos del fondo Secretaría de la Presidencia (1860-1962), fueron generados
por la institución del mismo nombre creada en 1902 y perduró todo el período de la
neocolonia. Tenía a su cargo lo concerniente a la promulgación y custodia de las leyes y
dependía directamente del jefe de Estado. En sus documentos podemos encontrar
información sobre la gestión económica y el acontecer político y social del país. En este
fondo se encuentran recopilados los datos que llegaban a Palacio enviados por las
distintas secretarías y ministerios, cuyo propósito era utilizarlos en la elaboración de los
mensajes que dos veces al año debía emitir el Presidente ante el Congreso.
El fondo Congreso de la República (1902-1958) abarca la documentación generada por
los Cuerpos colegisladores, Cámara y Senado, que constituían el poder Legislativo de la
Nación: las proposiciones y proyectos de leyes, los diarios de las sesiones y los libros de
actas en los que quedaban recogidas las discusiones de las distintas comisiones que
integraban ambos Cuerpos.
La cuestión económica en la Cuba mediatizada se refleja claramente en los documentos
de muchos de nuestros fondos. Las funciones relativas a la agricultura, fuente principal
de ingresoen nuestro país, fueron primeramenteasumidas por las secretarías de
Agricultura, Industria y Comercio; más tarde la de Agricultura, Comercio y Trabajo y
entre los años 1904 y 1934, por la de Agricultura y Comercio. Posteriormente esta
actividad fue atendida por el Ministerio de Agricultura. La documentación de las tres
primeras Instituciones se encuentra agrupada en un solo fondo.
El Instituto Cubano de Estabilización del Azúcar, órgano creado para que representara a
la industria azucarera cubana en conferencias internacionales y en negociaciones y
convenios azucareros, generó uno de los fondos (1931-1954) más importantes para el
análisis de la situación económica del país en esta etapa.
Otro fondo cuya consulta resulta interesante es el de la Comisión Nacional de
Estadísticas y Reformas Económicas (1913-1935), institución encargada de elaborar las
estadísticas generales de la República, cuyos documentos contribuyen a la comprensión
y análisis del comportamiento de la economia cubana en estos años.
En los libros que integran este fondo tenemos información estadística sobre población y
migraciones, instrucción pública y privada, comercio interior y exterior, tráfico
marítimo, fluvial y terrestre, comunicaciones, producción agrícola e industrial,
circulación monetaria, sanidad, higiene, beneficencia y otros muchos aspectos básicos
de la economía y la sociedad cubana.
En 1935, al desaparecer la Comisión, sus funciones pasan a ser ejecutadas por la
Dirección General de Estadísticas, organismo dependiente de la Secretaría de Hacienda,
fondo en el cual se encontrará la continuidad de la información sobre las estadísticas
oficiales de la nación.
La Comisión de Fomento Nacional (1942-1958) tuvo como finalidad atender y costear
las obras públicas de todo el país en lo que respecta a la construcción de caminos
vecinales, carreteras, mejoramiento de acueductos, puertos y otros. Esta Comisión era
autónoma y tenía personalidad jurídica propia. Sus documentos dan una visión
generalizadora de la situación de las construcciones estatales en el país antes del triunfo
de la Revolución. En 1960 sus funciones pasan a la Junta Nacional de Planificación,
más tarde Junta Central de Planificación, en la que el estudioso podrá hallar la
continuación de la información deseada y posiblemente datos de interés y aplicación
actual.
La Comisión Nacional de Propaganda y Defensa del Tabaco Habano (1927-1962) fue
creada el 12 de julio de 1927 y su objetivo era dirigir hacia todo el mundo la
propaganda de la calidad del tabaco cubano. Realizaba, además, el estudio de los
mercados y de las reglas del procesamiento del cultivo de esa planta, con vistas a
aumentar y mejorar la cantidad y calidad del tabaco exportable y recomendaba reformas
arancelarias para la comercialización del producto.
De las recaudaciones del Estado se ocupaba la Secretaría y Ministerio de Hacienda
(18971 962).
La primera fué creada en el año 1897, a finales del período colonial, y mantuvo su
vigencia hasta 1940, fecha en que cambió su nombre por el de Ministerio de Hacienda.
Este cambio de denominación no trajo consigo ninguna transformación en las funciones
de la entidad.
La documentación más importante de la generada por ambas entidades se encuentra en
nuestros depósitos.
El interesado en la situación de la educación en Cuba encontrará respuesta a sus
inquietudes en la colección Documentos sobre la Instrucción Pública (1730-1958). En
ella se agrupan los materiales procedentes de la Junta Superior de Instrucción Pública,
creada en 1863; de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, surgida en 1909
y de la Universidad de la Habana, cuya do-cumentación abarca desde 1949 hasta 1958.
Todo lo relacionado con las escuelas públicas, los distritos escolares, las academias,
institutos y escuelas normales, las escuelas de artes y oficios, las escuelas técnicas y la
Universidad, está reflejado en esos documentos. Este fondo incluye además documentos
referentes a la radiodifusión cultural, las misiones culturales, las publicaciones oficiales
de índole cultural y la creación y funcionamiento de instituciones dedicadas a la
educación física
Las relaciones de Cuba con el exterior estuvieron regidas en el período de la neocolonia
por diversas entidades. En anos de la Primera Intervencion norteamericana esta función
la cumplió la Secretaría de Estado y Gobernación (1899-1902), cuya documentación
trata fundamentalmente sobre cárceles y presidios, sanidad y beneficiencia, asuntos
políticos y consulares, ayuntamientos, orden público y propiedad literaria, entre otros.
Desde 1902 hasta 1908 estas funciones fueron asumidas por la Secretaría de Estado y
Justicia (19021 908).
A partir del año 1909 comienza a funcionar la Secretaría de Estado (1909-1940)
sustituída en 1940 por el Ministerio de Estado (1940-1959) cuya única función era
atender el complicado campo de las relaciones de la nación con el resto del mundo.
La documentación de estos organismos se conserva en el Archivo Nacional desde la
década del 60 y en ella se hallan los informes recibidos de las legaciones, embajadas,
consulados y oficinas comerciales cubanas en el exterior; los documentos surgidos de la
actividad de las representaciones diplomáticas y comerciales de otros estados en nuestro
país; los convenios y tratados firmados por el gobierno cubano, la documentación
relacionada con las visitas de jefes de Estado y funcionarios de diversos países, así
como los referentes a las delegaciones que en representación de Cuba salieron al
exterior.
Las operaciones comerciales realizadas por nuestro país, las conferencias en las cuales
participó, su actividad en organismos internacionales como la Liga de las Naciones y la
ONU, los problemas presentados por el Estado Cubano ante la corte Internacional de
Justicia de La Haya y otros muchos aspectos de la esfera de las relaciones exteriores,
son el tema de los documentos conservados en estos fondos
Posteriormente, por la ley No. 663 del 23 de diciembre de 1959, surge el Ministerio de
Relaciones Exteriores (1959-1977), cuyos documentos son fiel exponente de las
relaciones soberanas de nuestro país con el resto del mundo.
En el ano 1929 se dispone que se guarde en el Archivo Nacional, con carácter
provisional, el archivo de la Academia de la Historia, que constituye una preciosa fuente
para el análisis de varios aspectos de nuestra vida nacional.
La Academia de la Historia (1495-1961) fue creada por el Decreto No. 772 de 20 de
agosto de 1910 y estuvo adscripta a la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes
hasta julio de 1914, cuando es reconocida como una corporación oficial con
personalidad jurídica propia. Sus funciones fueron las de investigar, coleccionar,
adquirir, clasificar y presentar todos los documentos que contribuyeran al
enriquecimiento y reconocimiento de la historia cubana.
El fondo posee las actas de las sesiones de la Academia, los discursos, trabajos y
expedientes de los académicos y contiene, además, una variada documentación referente
a diversos acontecimientos históricos y documentos generados por personalidades
relevantes de nuestro país. Integra el fondo también una colección de copias de
documentos conservados en el Archivo de Indias, relativos a la conquista y colonización
de Cuba.
El Ministerio de Bienestar Social (1918-1961) fue creado por la Ley No. 49 del 6 de
febrero de 1959 y estuvo funcionando hasta agosto de 1961. Su principal función fue la
de desarrollar los estudios necesarios sobre las situaciones sociales capaces de pertubar
el bienestar de la comunidadl la familia y el individuo, con el fin de darles solución y
prevenirlos; vigilar y supervisar la organización, dirección, administración y
funcionamiento de las instituciones de asistencia sociall y estimular la organización y
desarrollo de las comunidades.
Los documentos de esta institución se recibieron en el Archivo Nacional en 1962,
procedentes de la Junta Central de Planificación, y son principalmente planes y
programas de asistencia social, solicitudes de ayuda económica, trámites de donaciones,
asignaciones en efectivo para becas, creación de comedores y entrega de viviendas,
entre otros. Como dato curioso podemos mencionar que entre ellos se encuentran los
documentos relacionados con la ayuda prestada por el Estado a los accidentados y
familiares de las víctimas de la explosión de "La Coubre".
La ley de Reforma Agraria promulgada el 17 de mayo de 1959, determinó la creación
del Instituto Nacional de Reforma Agraria ( 1872-1971 ).
Fue una entidad autónoma y con personalidad jurídica propia creada para repartir
equitativamente la tierra a los campesinos. Entre sus funciones estaba, además, la de
determinar las áreas y límites de las zonas de desarrollo agrario, así como disponer
investigaciones y estudios sobre problemas agrícolas, áreas cooperativas, de créditos y
servicios.
En el fondo se encuentran documentos tales como declaraciones juradas, censos,
registro de la propiedad, copias de escrituras, resoluciones, soluciones de títulos,
tasaciones, expropiaciones y otros.
El fondo Archivo de la Comisión Revisora y Liquidadora de los Haberes del Ejército
Libertador (1902-1903), contiene documentos acreditativos de los cargos y
nombramientos que tuvieron los ciudadanos durante la Guerra de Independencia y
planillas de la plantilla nominal del Ejército, donde aparece el acuerdo de que sea
liquidado o no como miembro activo, así como solicitudes de certificaciones de la
permanencia en el mismo. En él aparecen, por cierto, los expedientes de los 542
canarios que participaron en la guerra cubana y que fueron legitimados como
combatientes del Ejército Libertador y que constituyen alrededor del 70% de los
espanoles que combatieron en las filas del Ejército Mambí.
Aunque en su gran mayoría fueron soldados, cuatro llegaron a obtener el grado de
General y uno de ellos, Manuel Suárez Delgado, combatiente desde la Guerra de los
Diez Años, alcanzó el grado de Mayor General, con el que fué licenciado.
La Comisión Revisora de las listas del disuelto Ejército Libertador presidida por el
General Máximo Gómez, que generó este fondo, fue constiutída por el decreto 103 del
18 de agosto 1902.
Los datos que aquí se encuentran, así como los del fondo Documentos de la Inspección
General del Ejército Libertador (1898-1901) y Registro de Pasajeros (1866-1959) y
otros ya mencionados como Gobierno Superior Civil, Gobierno General, Secretaría de
Estado y Gobernación, Secretaría de Estado y Justicia, Ministerio de Estado y
Ministerio de Relaciones Exteriores, nos han permitido acometer investigaciones que
esclarecen aspectos importantes de la influencia española, incluída la canaria, en nuestra
nacionalidad.
De especial significación es el fondo Real Consulado de Agricultura, Industria y
Comercio y Junta de Fomento, que contiene extensa documentación sobre los
inmigrantes de las Islas Canarias, en la que se relata el proceso de su llegada a Cuba, las
vicisitudes y enfermedades sufridas y las muertes acaecidas durante la travesía. Estos
documentos nos hablan también de cómo, aunque inmigraban en calidad de colonos,
parte de ellos, en realidad, fueron sometidos a un sistema de semiesclavitud.
El estudio de la inmigración española a Cuba, a finales del siglo XIX y principios del
XX, demuestra que de los grupos de inmigrantes residentes, agrupados por
comunidades autonómicas, los canarios ocupan el tercer lugar, antecedidos por gallegos
y asturianos.
Esta inmigración canaria conformada principalmente por hombres solteros de alto
potencial productivo, en edades de entre 23 y 49 años, y cuya ocupación fundamental
fue la agricultura, se asentó en todas las provincias cubanas, principalmente en La
Habana y Las Villas y en esta última, con una abrumadora mayoría en la ciudad de
Cabaiguán.
Los referidos inmigrantes se agruparon para fundar las sociedades canarias en La
Habana desde el siglo pasado y en ellas realizaron diferentes tipos de actividades tales
como asistencia sanitaria, ayuda, instrucción, recreo, cultura, deporte y política.
La primera en fundarse fue la Beneficencia Canaria en el siglo XIX y posteriormente se
crearon la Asociación Canaria, el Liceo Gran Canaria, el Partido Buen Gobierno de
Socios de la Asociación Canaria y el Canaria Sporting Club.
La Asociación Canaria, fundada el 21 de febrero de 1916, ha sido la de mayor
importancia. A su amparo se creó la casa de salud Nuestra Senora de la Candelaria y un
número considerable de delegaciones en todo el país.
Sus fines, además de los ya mencionados, consistían en proporcionar auxilio a las
necesidades de repatriación y protección al inmigrante; contribuir a su realce y
progreso, así como desarrollar relaciones con otras colonias canarias de América. En
1942 se crea el Fondo de Protección al Socio Desvalido
Estaba estatuído que en caso de disolución de la Sociedad, su patrimonio se distribuyera
en ocho partes iguales, una de las cuales sería para la Casa de Beneficencia y
Maternidad de la Habana y las restantes, para cada una de las siete islas que conforman
el archipiélago canario. Los bienes inmuebles se venderían en subasta.
El paso de los inmigrantes ‘sisleños" por Cuba ha dejado su huella en todas las esferas
de la vida del país y se presume que su población y descendencia oscila en la actualidad
en alrededor de las 600.000 personas.
Ahora, en cuanto a los fondos personales, un valioso conjunto de documentos creados
por muchas de las principales personalidades cubanas de los siglos XIX y XX, se
conserva cuidadosamente en el Archivo Nacional.
Estos fondos personales tienen un uso social diferente al de los archivos institucionales,
pues su consulta permite un análisis desde el otro lado del poder, posibilitan la
destrucción de ciertos mitos y una valoración de personalidades hasta entonces
desconocidas o colocadas en un segundo plano,- y brindan al investigador una
posibilidad de complementación y de confrontación de lo oficial con lo no oficial.
Esta documentación, en la mayoría de los casos, se encuentra dispersa en varios de
nuestros fondos y colecciones, por lo que la institución se esfuerza en unificarla y
ponerla al servicio del público, mediante la elaboración de cátalogos y guías.
Entre los fondos personales que atesoramos se encuentran los de los libertadores
Máximo Gómez (1834-1934); Calixto García Iñiguez (1839-1968) y personalidades
como Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano {Ortodoxo) (1907-1960); Partido
Revolucionario Cubano (Auténtico) Ramón Grau San Martín (1917-1954); Cosme de la
Torriente Peraza (1818-1957); Conrado W. Massaguer Díaz (1777-1959); Emeterio
Santovenia (1752-1952) Familia Valle Iznaga (1606-1950) y Carlos Márquez Sterling
(1789-1960), entre otros.
También en algunas colecciones encontramos inmersos fondos personales, como es el
caso de Donativos y Remisiones, donde podemos encontrar el fondo personal de
Enrique José Varona, donado por su hijo en 1950; la documentación de la prestigiosa
pedagoga Ma. Luisa Dolz y Arango, de la cual se ha elaborado un catálogo para su
publicación y el copioso archivo personal de Orestes Ferrara. Al revisar los ficheros de
este fondo también el investigador encontrará referencias a documentos de Bachiller y
Morales, Cirilo Villaverde, del poeta esclavo Juan Francisco Manzano, de Gabriel de la
Concepción Valdés, de Brindis de Salas, de Ignacio Cervan tes, José Ma. Heredias
Felipe Poey, Unamuno y otras personalidades.
Además de la documentación del Archivo Nacional de Cuba, nuestro país cuenta con un
total de 681 fondos documentales distribuídos en 10.000 metros lineales y localizados
en 17 archivos provinciales y municipales pertenecientes a la Red Nacional de archivos
históricos. Esta Red está en constante crecimiento por cuanto están en proceso de
apertura distintas instituciones de archivo en todo el país.
Fondos tales como Ayuntamientos, Protocolos Notariales, Registro Mercantil y de
Asociaciones, Juzgados de diversas funciones, Tribunales y Audiencias, Colegios
Profesionales, Centrales azucareros, Compañías eléctricas, entre otros, son comunes en
nuestras instituciones de archivo.
En ocasiones la documentación de unos y otros archivos se complementa} esto se
explica por la tradición e importancia que han tenido determinadas regiones en la
historia del país y los vínculos desarrollados entre ellas.
El volumen de los fondos oscila notablemente en dependencia de la antigüedad e
importancia de las distintas localidades, de la preocupación que haya existido por la
preservación de su patrimonio, de las fechas de creación de los archivos, condiciones
físicas de los depósitos y las incidencias de conmociones nacionales como las guerras
de independencia.
Con relación a la fechas de la documentación (1569-1990) también hay una gran
variabilidad de una región a otra. Los acervos más antiguos corresponden a las
localidades fundadas en los primeros tiempos de la colonia.
Entre nuestra riqueza documental se encuentran también los mapas, planos y croquis
cuyo volumen asciende a unos 40.000 aproximadamente, de los cuales 2300
corresponden a mapas. Los mapas originales más antiguos que se conservan pertenecen
al siglo XIX, aunque hay reproducciones impresas de los siglos XVII y XVIII. Son
múltiples las temáticas y las áreas geográficas representadas en estos documentos. El
mayor volumen corresponde naturalmente a los mapas de Cuba.
Entre las joyas cartográficas que conservamos se encuentra la "Carta Marítima de la Isla
de Cuba", copia a color impresa en el siglo XIX del mapa editado en Madrid en el año
1783 por Juán López, pensionista de S.M.; la "Carta Geotopográfica de la Isla de Cuba"
de Don Esteban Pichardo~ realizada entre 1872 y 1879, donde se utiliza por primera vez
en Cuba la representación del relieve por el método de la máxima pendiente, y que
constituye en su orden la obra más importante de la época colonial.
Asimismo se destaca por su interés el primer Atlas Cubano confeccionado por Don
Rafael Rodríguez en 1841, dedicado a los condes de Villanueva. Todos estos mapas y
otros no menos importantes, aunque por razones obvias no citados, representan en sí
documentos de incalculable valor para el estudio y la investigación.
Los planos constituyen la mayor parte del volumen de las piezas que se conservan en la
Mapoteca. Las temáticas más representativas, aparte de los planos geográficos, son las
que se refieren a obras de ingeniería -puertos, caminos, carreteras, puentes, ferrocarilesy obras de arquitectura. Dentro de esta categoría, el documento más antiguo que se
conserva es un plano original de la ciudad y el puerto de La Habana, el cual data de
1747, realizado a mano y en colores. También son muy valiosos los planos de la capilla
de Nuestra Señora de Regla de 1814 y 1815; los planos de la Ciudad de la Habana
confeccionados en 1857 por José Ma. de la Torre y los de sus fortificaciones, además de
otras construcciones y edificaciones de gran valor arquitectónico e histórico.
Aunque el portador fundamental de nuestros documentos es el papel, poseemos una
magnífica colección de fotografías ascendente a 64.000 unidades entre las que se
encuentran las tomadas a los cuadros de los Capitanes Generales, así como las de los
presidentes cubanos desde la República en Armas hasta nuestros días, las de Carlos
Manuel de Céspedes y del Castillo y Francisco Vicente Aguilera, iniciadores de
nuestras gestas independentistas del siglo pasado. Como aporte curioso está la colección
de 21 estañotipos y una ferrotipia de fines de este mismo siglo.
Se coleccionan, además, postales, pinturas y grabados de diferentes materias y
personalidades entre las que se puede destacar la obra del caricaturista cubano Conrado
Massaquer.
Forman parte de los fondos del Archivo Nacional más de 1000 títulos de publicaciones
seriadas y 7600 libros y folletos que pertenecen a la biblioteca, entre los que se
encuentran publicaciones de inestimable valor por su contenido histórico y su
antigüedad. Los libros más importantes se refieren fundamentalmente a la temática
histórica. La Gaceta de Madrid, el Diario de La Habana, la Gaceta Oficial desde el siglo
XIX hasta nuestros días, una colección de Decretos y Reales Decretos y Cédulas, una
colección legislativa cubana de la colonia, la neocolonia y la época de la revolución, así
como una valiosa reserva de libros antiguos del siglo XVIII, son parte de este valioso
fondo. Lógicamente la biblioteca posee también diccionarios y enciclopedias, así como
publicaciones sobre archivología.
En cuanto a los fondos de los archivos de las instituciones de gobierno, organizaciones
de la administración central del Estado, asociaciones y otras dependencias, podemos
decir que la tipología documental de los mismos comprende memorias, informes de
investigaciones, balances anuales, actas, libros y acuerdos de la juntas directivas, entre
otros. El censo de archivos cubanos recién finalizado demostró que existen actualmente
en el país 150 archivos de este tipo.
Los archivos parroquiales que suman un total de 43 -según nuestro censo- y que abarcan
el período de 1607-1992 están constituídos por documentación que incluye libros de
Los archivos parroquiales que suman un total de 43 -según nuestro censo- y que abarcan
el período de 1607-1902 están constituídos por documentación que incluye libros de
bautismos, de nacimientos defunciones, matrimonios; divididos los más antiguos de
acuerdo con el origen racial de los individuos.
Se destacan de igual manera los archivos de otras denominaciones religiosas-bautistas,
adventistas-, que según la clasificación de archivos religiosos no católicos definida en el
censo, se cuantifican en 23, y los de las asociaciones fraternales como las logias
masónicas que comprenden un volúmen de 19 archivos. La documentación en uno y
otro caso se circunscribe a los libros de membresía, de las actas de sesiones, de tesorería
y cuentas y correspondencia en general.
DIRECTORIO DE ARCHIVOS CON DOCUMENTACION DE INTERES PARA
LA HISTORIA DE IBEROAMERICA (HASTA 1900)
ADMINISTRACION CENTRAL
[001] ARCHIVO DEL MINISTERIO DE EDUCACION
Fecha de Creación: 1902
Obispo No.160 No.160 e/San Ignacio y Mercaderes. Habana Vieja. Ciudad Habana
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Expedientes de trabajadores; 1900-1990
Resoluciones; 1900-1990
Circulares; 1900-1990
Expedientes Museables; 1900-1990
ADMINISTRACION DE JUSTICIA
[002] ARCHIVO DE LA DIRECCION PROVINCIAL DE JUSTICIA
Fecha de Creación: 1977
Maceo No.48 e/ Lucas Ortíz y Lico Cruz. Las Tunas. Prov.Las Tunas
tel.4-2093
Metros Lineales: 2.83
FONDOS Y COLECCIONES:
Expedientes de notarios; 1989-1990
Relación de emigrantes de la provincia; 1988-1990
Resoluciones de medios básicos,adjudicaciones, herencias, contratos privados; 19761990
Tomos de protocolos de los notarios de la provincia
Tomos de nacimientos; 1901 -1990
Tomos de matrimonios; 1899-1990
Tomos de defunciones; 1809-1989
Tomos de ciudadanía: 1903-1989
[003] ARCHIVO DE LA DIRECCION PROVINCIAL DE JUSTICIA
Fecha de Creación: 1976
Martí No.52 Sur e/ Raimundo de Pisa y Ernesto Valdés Muñóz. Sancti Spíritus. Prov.
Sancti Spiritus Metros Lineales: 3.84
FONDOS Y COLECCIONES: -Asociaciones; 1835-1990
[004] ARCHIVO DEL ESTADO CIVIL
Fecha de Creación: 1899
Calle Isabel Rubio No.118, Guane. Prov.Pinar del Río
Metros Lineales: 16
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos; 1899-1990
Libros de defunciones; 1899-1990
Libros de matrimonios; 1899-1990
Libros de ciudadanía; 1902-1960
[005]ARCHIVO DEL ESTADO CIVIL
Fecha de Creación: 1885 Estévez No.63. San Juan y Martínez. Prov.Pinar del Río
Metros
Lineales: 4
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos; 1897-1988
Libros de matrimonios; 1897-1988
Libros de defunciones; 1897-1988
Libros de ciudadanía; 1932-1963
[006] ARCHIVO DEL ESTADO CIVIL
Fecha de Creación: 1885
Rafael Trejo No.131 e/ Sergio Dopico y Celso Maragoto. Viñales. Prov.Pinar del Río
tel.9-3145
Metros Lineales: 3.59
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos; 1885-1988
Libros de ciudadanía; 1885-1988
Libros de matrimonios; 1885-1988
Libros de defunciones; 1885-1988
[007] ARCHIVO JUAN BAUTISTA VERMAY
Fecha de Creación: 1963
Ave 31 No10006 e/ 100 y 102. Ciudad Habana
tel.20-92-34
Metros Lineales: 191,2
FONDOS Y COLECCIONES:
Biblioteca Especializada"Alejandro Ramírez"
Libros(Arte y Literatura); 1947-1990
Laminarios(Arte); 1947-1990
Diapositivas(Arte); 1970-1990
Hemeroteca(Arte); 1947-1990
Archivo "Juan Bautista Vermay"
Fondo l(Bajas); 1863-1989
Fondo 11 (Graduados); 1928-1989
Fondo IlI(Colonia); 1863-1900
Fondo IV(República); 1901
1959 -Fondo V(Revolución); 1959-1989
Fondo Vl(Personalidades); 1863-1989
[008] ARCHIVO DE PROTOCOLOS
Fecha de Creación: ?
Cisneros No164. Camagüey
Metros Lineales: 6.50
FONDOS Y COLECCIONES:
Protocolos Notariales; 1945-1986
Registro de Presentaciones; 1932-1992
Registro de Comerciantes; 1986-1992
Registro de Establecimientos; 1890-1992
Registro de Sociedades; 1890-1992
[009] ARCHIVO DE PROTOCOLOS NOTARIALES
Fecha de Creación: 1863
Reloj No.367. Santiago de Cuba
tel.6349
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Protocolos notariales; 1900-1987
[010] ARCHIVO DE PROTOCOLOS PROVINCIAL
Fecha de Creación: ?
Cisneros No. 164. Camagüey
Metros Lineales: 5.75
FONDOS Y COLECCIONES:
Registro de presentaciones; 1932-1992
Registro de comerciantes; 1986-1992
Registro de establecimientos; 1890-1992
Registro de sociedades; 1890-1992
[011] ARCHIVO PROVINCIAL DEL REGISTRO CIVIL
Fecha de Creación: 1884
Heredia No.309 esq. a Calvario. Santiago de Cuba
Metros Lineales: 1071
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de defunciones; 1900-1989
Libros de matrimonios; 1900-1989
Libros de nacimientos; 1900-1989
Libros de ciudadanía; 1900-1989
[012] ARCHIVO DEL REGISTO DE LA PROPIEDAD
Fecha de Creacion: 1880
Calle 3ra. No.73, Minas de Matahambre. Prov.Pinar del Río
Metros Lineales: 1.95
FONDOS Y COLECCIONES:
Libro de Certificaciones; 1880-1059
Diario de Operaciones; 1980-1986
[013] ARCHIVO DEL REGISTRO CIVIL
Fecha de Creación: 1885
Camilo Cienfuegos No.165 e/ Martí y Miguel Calzada. Trinidad.
Prov.Sancti Spíritus
Metros Lineales: 34.48
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos de Trinidad; 1926-1990
Libros de nacimientos de Casilda; 1885-1974
Libros de nacimientos de Guaniquical; 1885-1984
Libros de nacimientos de Cabaiguán; 1926-1974
Libros de matrimonios de Trinidad; 1926-1990
Libros de matrimonios de Casilda; 1902-1974
Libros de matrimonios de Guaniquical; 1902-1984
Libros de matrimonios de Cabaiguán; 1901-1974
Libros de defunciones de Trinidad; 1927-1990
Libros de defunciones de Casilda; 1901-1974
Libros de defunciones de Guaniquical; 1901 -1984
Libros de defunciones de Cabaiguán; 1901 -1973
Archivo Pasivo; 1970-1990
[014] ARCHIVO DEL REGISTRO CIVIL
Fecha de Creación: 1885
Avenida 36 No.3515 e/35 y 37, Candelaria. Prov.Pinar del Río
Metros Iineales:55
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos; 1885-1988
Libros de defunciones; 1898-1988
Libros de matrimonios; 885-1988
Libros de ciudadanía: 1902-1967
[015] ARCHIVO DEL REGISTRO CIVIL
Fecha de Creación: 1885
Milanés No.29011 entre Santa Teresa y Zaragoza. Matanzas.
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Registros de nacimientos; 1885-1990
Registros de defunciones; 1885-1990
Registros de matrimonios; 1885-1990
Registros de ciudadanía; 1915-1949
[016] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD
Fecha de Creación: ?
Calle Estévez No.63, San Juan y Martínez. Prov.Pinar del Río
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES: -Tomos; 1880-1973
[017] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD
Fecha de Creación: ?
Independencia No.31 e/ Antonia Romeros y Hermanos García. Remedios. Prov.Villa
Clara
Metros Lineales: 2.32
FONDOS Y COLECCIONES:
Asientos de declaraciones de propiedad -Ayuntamiento de Remedios Oeste; 1880-1952
Ayuntamiento de Remedios Este; 1911 -1960
Ayuntamiento de Zulueta; 1918-1953
Ayuntamiento de Zulueta(Seccion de contratos agrícolas); 1922-1936
[018] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD
Fecha de Creación: 1786
Calle Martí No.127 e/ Capitán Mariano y Máximo Gómez. San Luis. Prov.Pinar del Río
Metros Lineales: 2.21
FONDOS Y COLECCIONES:
Registro de propiedades; 1880
[019] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD Y MERCANTIL
Fecha de Creación: 1984
Capitán Reyes No.62, San Cristóbal. Prov.Pinar del Río
Metros Lineales 0 92
FONDOS Y COLECCIONES:
Libro de fincas; 1894-1961
Libros de comerciantes; 1900-1964
Libros de establecimientos; 1900-1964
Libros de sociedades; 1900-1964
[020] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD Y PUBLICIDAD
INMOBILIARIA
Fecha de Creación: 1981
Calle Rafael Trejo No.131 e/ Sergio Dopico y Celso Maragoto, Viñales.
Prov.Pinar del Río
Metros Lineales: 2.0
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de fincas rústicas y urbanas; 1894-1963
Libros de arrendamientos; 1953-1961
[021] ARCHIVO DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD Y PUBLICIDAD
INMOBILIARIA
Fecha de Creación: 1880
Calle 36 No.3515 e/ 35 y37,Candelaria. Prov.Pinar del Río
Metros Lineales 10.85
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de inscripciones; 1880-1964
Libros de medios básicos de identidades: 1980-1988
[022] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL
Fecha de Creación: 1885
Calle Capitán Reyes No.62, San Cristóbal. Prov.Pinar del Río
Metros Lineales: 5.42
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos; 1885-1988
Libros de matrimonios; 1885-1988
Libros de defunciones; 1885-1988
Libros de ciudadanía; 1885-1988
[023] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL
Fecha de Creación: 1885
Calle Lugareño No. 361 esq. a Hnos. Agüero. Camagüey .tel. 9-3905 9-4977
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Tomos de nacimientos; 1885-1965
Tomos de matrimonios; 1885-1965
Tomos de defunciones; 1885-1965
Tomos de ciudadanía: 1908-1934
[024]ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL
Fecha de Creación: 1885
Calle Liberato D. Azcuy No.87 e/ Martí y Céspedes, La Palma
Prov.Pinar del Río Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos; 1884-1990
Libros de matrimonios; 1985-1990
Libros de defunciones; 1928-1990
Libros de ciudadanía; 1903-1990
[025] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL
Fecha de Creación: 1885
Calle 17 No.2208 e/ 22 y 241 Los Palacios. Prov.Pinar del Río
Metros Lineales: 3.25
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos; 1897-1988
Libros de matrimonios; 1898-1988
Libros de defunciones; 1897-1988
Libros de ciudadanías; 1902-1961
[026] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL
Fecha de Creación: 1885
Alameda No.12 e/ Ramón González Coro y Volcán. Pinar del Río
Metros Lineales: 16
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos; 1885-1989
Libros de matrimonios; 1885-1989
Libros de Defunciones; 1 885-1 989
[027] ARCHIVO DEL REGISTRO DEL ESTADO CIVIL
Fecha de Creación: 18?
San Francisco No.424 e/ Calvario y Carnicería. Santiago de Cuba tel.2-0230
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de nacimientos; 1900-1989
Libros de defunciones; 1900-1989
Libros de matrimonios; 1900-1989
Libros de ciudadanía; 1900-1989
[028] ARCHIVO DEL REGISTRO PROVINCIAL DE TOMOS DUPLICADOS
Fecha de Creación: ?
Calle Cisneros No. 164(bajos). Camagüey
Metros Lineales: 1.75
FONDOS Y COLECCIONES:
Camagüey
Tomos de nacimientos(norte); 1885-1965
Tomos de nacimientos(sur); 1934-1965
Tomos de nacimientos(camag. ); 1965-1992
Tomos de matrimonios(norte); 1885-1965
Tomos de matrimonios(sur); 1934-1965
Tomos de matrimonios(camag.); 1965-1992
Tomos de defunciones(norte); 1885-1965
Tomos de defunciones(sur); 1934-1965
Tomos de defunciones(camag. ); 1965-1992
Tomos de ciudadania(norte); 1908-1961
Tomos de ciudadanía(sur); 1934-1962
Florida
Tomos de nacimientos(norte); 1924-1971
Tomos de nacimientos(sur); 1940-1971
Tomos de nacimientos(Florida); 1971-1992
Tomos de matrimonios(norte); 1924-1971
Tomos de matrimonios(sur); 1940-1971
Tomos de matrimonios(Florida); 1971 -1992
Tomos de defunciones(norte); 1924-1968
Tomos de defunciones(sur); 1940-1970
Tomos de defunciones(Florida); 1971-1992
Tomos de ciudadanía(norte); 1924-1968
Tomos de ciudadanía(sur); 1940-1951
Nuevitas
Tomos de nacimientos; 1887-1992
Tomos de matrimonios; 1885-1992
Tomos de defunciones; 1885-1992
Tomos de ciudadanía; 1902-1949
Guáimaro
Tomos de nacimientos; 1900-1992
Tomos de matrimonios; 1899-1992
Tomos de defunción;1899-1992
Tomos de ciudadanía; 1905-1968
Sibanicú
Tomos de nacimientos; 1930-1992
Tomos de matrimonios; 1930-1992
Tomos de defunción; 1930-1992
Tomos de ciudadanía; 1930-1962
Santa Cruz del Sur
Tomos de nacimientos; 1885-1992
Tomos de matrimonios; 1885-1992
Tomos de defunciones; 1885-1992
Tomos de ciudadanía; 1903-1932
Cascorro
Tomos de nacimientos; 1885-1992
Tomos de matrimonios; 1885-1992
Tomos de defunciones; 1885-1992
Tomos de ciudadanía; 1902-1960
Esmeralda
Tomos de nacimientos; 1922-1992
Tomos de matrimonios; 1922-1992
Tomos de defunciones; 1922-1992
Tomos de ciudadanía; 1925-1965
Minas
Tomos de nacimientos; 1885-1992
Tomos de matrimonios; 1886-1992
Tomos de defunciones; 1885-1992
Tomos de ciudadanía; 1906-1992
Najasa
Tomos de nacimientos; 1977-1992
Tomos de matrimonios; 1977-1992
Sierra de Cubitas
Tomos de nacimientos; 1977-1992
Tomos de matrimonios; 1977-1992
Tomos de defunciones; 1991-1992
Sola
Tomos de nacimientos; 1908-1973
Tomos de matrimonios; 1908-1973
Tomos de defunciones; 1908-1973
Jlmaguayu
Tomos de nacimientos; 1978-1992
Tomos de matrimonios; 1978-1992
Altagracia
Tomos de nacimientos; 1885-1901
Tomos de matrimonios; 1900-1910
Tomos de defunciones; 1901-1909
Tomos de ciudadanía; 1900-1909
Palacio de Camagüey
Tomos de matrimonios; 1986-1992
Palacio de Guáimaro
Tomos de matrimonios; 1986-1992
Vertientes
Tomos de nacimientos; 1885-1992
Tomos de matrimonios; 1885-1992
Tomos de defunciones; 1885-1992
Tomos de ciudadanía; 1908-1968
Las Yaguas
Tomos de nacimientos; 1885-1901
Tomos de ciudadanía; 1908
Algarrobo
Tomos de nacimientos; 1901 -1973
Tomos de matrimonios; 1885-1973
Tomos de defunciones; 1885-1968
Tomos de ciudadanía; 1902-1966
Céspedes
Tomos de nacimientos; 1977-1992
Tomos de matrimonios; 1977-1992
Tomos de defunciones; 1991-2992
ADMINISTRACION LOCAL
[029] ARCHIVO DE LA DIRECCION MUNICIPAL DE LA VIVIENDA
Fecha de Creación: ?
Calle Francisco Cadabia No. 237 e/ Lino Pérez y
Colón 1Trinidad. Prov.Sancti Spíritus
Metros Lineales: 113.5
FONDOS Y COLECCIONES:
Censo Urbano; 1986
Expediente Básico de vivienda; 1960-1990
Registro de la Propiedad; 1880-1980
Actas de los Consejos de Dirección; 1989-1990
[030] ARCHIVO DE LA DIRECCION PROVINCIAL DE SERVICIOS
COMUNALES. SERVICIOS NECROLOGICOS
Fecha de Creación: 1900 10 de Octubre
s/n, e/ Caridad y Calzada de Regla. Regla. Ciudad Habana
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de enterramientos; 1889-1990
Registro de propiedades; 1965-?
[03 1 ] ARCHIVO DEL PODER POPULAR PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1926
Aguilera e/Pío Rosado y San Félix. Santiago de Cuba tel.6581 ext 17
Metros Lineales: 561
FONDOS Y COLECCIONES:
Gobierno provincial; 1868-1988
ARCHIVOS RELIGIOSOS NO CATOLICOS
[032] ARCHIVO DE LA ASOCIACION CONVENCION BAUTISTA DE CUBA
Fecha de Creación: 1981
Morell No.102. Diez de Octubre. Ciudad Habana
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Expedientes de pastores y líderes de la Denominación Bautista en Cuba; 1882-1990
Expedientes de iglesias,instituciones y departamentos; 1882-1990
Actas de las sesiones convencionales; 1907-1964
Libros de Actas de la Convención,Juntas Directivas, Departamentos e iglesias; 19051985
[033] ARCHI\/O DE LA IGLESIA BAUTISTA EL CALVARIO
Fecha de Creación: 1902
Dragones No.53 e/ Zulueta y Prado. Habana Vieja. Ciudad Habana
Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros Of iciales de Actas; 1 902-1 991
Libro Oficial de actas de la desaparecida Iglesia Bautista Getsemani Primera Iglesia
Bautista Cubana; 1883-1904
Libro de membresía; 1902-1991
[034] ARCHIVO DE LA IGLESIA DE SAN ANDRES DE GUABASIABO
Fecha de Creación: 1862
Miró No.122. Holguín. Prov.Holguín
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1862-1989
Libros de matrimonios; 1862-1989
Libros de defunciones; 1862-1989
Libros de confirmaciones; 1862-1989
[035]ARCHIVO DE LA IGLESIA DEL SANTISIMO SALVADOR
Fecha de Creación: 1514
J .Joaqu í n Palma No. 1 30. Bayamo. Prov.Granma
Responsable de la Institución: Jorge E. Palma
Metros Lineales: 6.08
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1847-1990
Libros de matrimonios; 1869-1990
Libros de defunciones; 1869-1897
Libros de Confirmaciones; 1928-1990
[036]ARCHIVO DE LA IGLESIA EPISCOPAL
Fecha de Creación: ?
Calle 6 No.273 e/ 11 y 13. Vedado. Ciudad Habana
Responsable de la Institución: Ma. Dolores Pérez Caballero
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
-Libros de bautismos; 1875-1991
-Libros de defunciones; 1907-1991
-Libros de matrimonios; 1901-1991
-Libros de confirmaciones; 1907-1991
[037] ARCHIVO DE LA IGLESIA SAN JOSE
Fecha de Creación: 1819
Miró No.122. Holguín . Prov.Holguín
Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de Bautismos; 1819-1989
Libros de matrimonios; 1819-1989
Libros de defunciones; 1819-1989
Libros de confirmaciones; 1819-1989
ASOCIACIONES FRATERNALES
[038] ARCHIVO DE LA RESPETABLE LOGIA MASONICA
Fecha de Creación: 1903
Lugareño No.311 e/ Martí y Hermanos Agüero. Camagüey
tel.9-4817
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Expedientes pasivos y activos; 1903-1916
Carta dispensa autorización para fundar la Logia de Camaguey; 1903
-Carta patente dando vigencia a la Logia "Unión"; 1880
Libro de actas No.1 de la Logia Popular Humanitaria "La casa del Padre"; 1913-1916
CENTROS DOCENTES
[039] ARCHIVO JUAN BAUTISTA VERMAY.ESCUELA DE ARTES PLASTICAS
SAN ALEJANDRO
Fecha de Creación: 1963
Ave 31 No 10006 e/100 y 102. Marianao. Ciudad Habana
Metros Lineales: 191.2
FONDOS Y COLECCIONES:
Bajas; 1863-1990
Graduados; 1928-1989
Colonia; 1863-1900
República; 1901 -1959
Revolución; 1959-1989
Personalidades; 1863-1989
Biblioteca
Biblioteca especializada Alejandro Ramírez
Libros de Arte y Literatura 1947-1990
Laminarios de Arte; 1947-1990
Diapositivas de arte; 1970-1990
Hemeroteca; 1947-1990
[040] ARCHIVO DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA
Fecha de Creación: 1728
San Lázaro y L. Vedado. Ciudad Habana
FONDOS Y COLECCIONES:
Expedientes docentes antiguos; 1728-1899
Expedientes administrativos antiguos; 1728-1899
Expedientes administrativos modernos; 1900-1990
Memorias; 1890-1980
ECLESIASTICOS
[041] ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE SAN ROSENDO
Fecha de Creación: 1688
Maceo esq. a Vélez. Pinar del Río Responsable de la Institución: Mario César Aguilar
Metros lineares
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1763-1988
Libros de matrimonios; 1773-1988
Libros de reconocimiento de hijos naturales; 1848-1853
Libros de status animarum; 1899
[042] ARCHIVO DE LA IGLESIA DE LA SAGRADA FAMILIA
Fecha de Creación: ?
Calle No.53 e/ 4 y 6, Vista Alegre. Santiago de Cuba Responsable de la Institución:
Pbro. José M. Herrera
Metros lineales
FONDOS Y COLECCIONES:
Libro de bautismos; 1691 -1991
Libro de matrimonios; 1692-1991
Libro de confirmaciones; 1692-1991
Libro de entierros; 1692-1991
[043]ARCHIVO DE LA IGLESIA DE SANTA LUCIA NUESTRA SENORA DE LOS
DOLORES
Fecha de Creación: 1701
Calle Santa Lucía no.704 esq. a Carnicería, Santiago de Cuba.
Prov.Santiago de Cuba tel. 2-4134
Responsable de la Institución: Pbro. Rafael A. López
Metros Lineales: 21
FONDOS Y COLECCIONES:
Libro de bautismos; 1804-1991
Libro de matrimonios; 1804-1991
Libro de defunciones; 1804-1965
[044] ARCHIVO DE LA IGLESIA DEL ESPIRITU SANTO
Fecha de Creación: 1652
Agramonte No.358 oeste e/ Puente y Llano. Sancti Spíritus.
Prov.Sancti Spíritus
Responsable de la Institución: José Fusiño
Metros Lineales: 7.30
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de negros; 1652-1895
Libros de bautismos de blancos; 1652-1895
Libros generales de bautismos; 1896-1990
Libros de matrimonios de blancos; 1652-1895
Libros de matrimonios de negros; 1652-1895
Libros generales de matrimonios; 1896-1990
Libros de confirmaciones de blancos; 1652-1895
Libros de confirmaciones de negros; 1652-1895
Libros de confirmaciones; 1896-1990
[045] ARCHIVO DE LA IGLESIA MUNICIPAL
Fecha de Creación: ?
Céspedes No.16 e/ Juana Romero y Martí. San Luis. Prov.Pinar del Río Responsable de
la Institución: Oscar Carcelán Díaz
Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismo; 1845-1990
Libros de matrimonio; 1845-1989
Libros de defunciones; 1845-1967
[046] ARCHIVO DE LA IGLESIA PARROQUIAL
Fecha de Creación: 1769
Avenida 32 No.3202, Los Palacios. Prov.Pinar del Río
Responsable de la Institución: Josef Bocktenk Tebroke
Metros Lineales: 5.70
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1769-1991
Libros de matrimonios; 1769-1 991
Libros de confirmaciones; 1848-1979
Libros de defunciones; 1769-1918
[047] ARCHIVO DE LA IGLESIA SAN EUGENIO DE LA PALMA
Fecha de Creación: 1804
Indepencia No.3 e/ Marcial Gómez y Honorato Castillo. Ciego de Avila.
Prov.Ciego de Avila tel.2-2372
Responsable de la Institución: Mario Mestril Vega
Metros Lineales 1 58
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1804-1991
Libros de matrimonios; 1 804-1 991
Libros de defunciones; 1804-1895
Libros de confirmaciones; 1855-1991
[048] ARCHIVO DE LA IGLESIA SAN MIGUEL
Fecha de Creación: ?
Avenida Camilo Cienfuegos. Manatí.Las Tunas
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libro de bautismos y confirmaciones; 1858-1985
Libro duplicado de bautismos; 1965-1985
Libro duplicado de matrimonios; 1951 -1973
Libro primero de matrimonio de blancos; 1863-1919
Libro de matrimonios; 1857-1952
Libro de pardos; 1859-1880
Libro de bautismos; 1857-1948
Libro de pardos de matrimonios; 1859-1880
Libro de entierros; 1860-1881
Libro de entierros; 1933-1935
[049] ARCHIVO DE LA PARROQUIA SAN MIGUEL DE CUBITAS
Fecha de Creación: 1800
Pedro Mesa No.34. Esmeralda. Prov.Camagüey
Responsable de la Institución: Pbro.Hector R. Meléndez Varona
Motroslino 45
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1864-1991
Libros de confirmaciones; 1915-1990
Libros de matrimonios; 1 866-1 991
Libros de defunciones; 192 1-1941
Libros de índices; 1864-1991
[050] ARCHIVO DE LA PARROQUIA CATEDRAL DE SAN CARLOS
BORROMEO
Fecha de Creación: 1693
Milanés y Sacristía. Matanzas. Responsable de la Institución: Pbro. Joaquín Rodríguez
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Registros de bautismos; 1693-1990
Registros de matrimonios; 1693-1987
[051] ARCHIVO DE LA PARROQUIA CATOLICA
Fecha de Creación: 1878
Calle Clodobeo Pedroso No.17, Las Martinas. Prov.Pinar del Río Responsable de la
Institución: Pbro. Rolando Lara Gutiérrez
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1896-1992
Libros de martrimonios; 1896-1990
Libros de defunciones; 1896-1899
[052] ARCHIVO DE LA PARROQUIA CATOLICA
Fecha de Creación: 1716
Calle José Martí No. 1 54J Mantua. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución:
Pbro. Rolando Lara Gutiérrez
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1783-1991
Libros de matrimonios; 1766-1990
Libros de defunciones; 1767-1898
[053] ARCHIVO DE LA PARROQUIA
Fecha de Creación: 1791
Agramonte No.60 A e/ Benito Morell y Callejón del Cura. Guáimaro. Prov.Camagüey
tel.8-2536
Responsable de la Institución: Ernesto Pacheco López
Metros Lineales: 1.98
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de blancos y españoles; 1791-1846
Libros de bautismos; 1846-1991
Libros de bautismos de color; 1791-1881
Libros de confirmaciones; 1836-1991
Libros de matrimonios; 1791-1
Libros de matrimonios de color; 1791-1868
Libros de defunciones; 1791-1895
Libros de defunciones de color; 1792-1868
[054]ARCHIVO DE LA PARROQUIA
Fecha de Creación: 1819
Paseo de Céspedes No.80 e/ Maceo y Cisneros. Jatibonico. Prov.Las Villas
Responsable de la Institución: Miguel A. Fernández
Metros Iineares
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de blancos; 1819-1991
Libros de bautismos de color; 1819-1912
Libros de matrimonios de blancos; 1820-1991
Libros de matrimonios de color; 1821-1912
Libros de defunciones de blancos; 1820-1938
Libros de defunciones de color; 1820-1907
Libros de reconocimientos paternos de hijos naturales; 1849-1882
Libros de confirmaciones; 1881 -1981
Libros de índices generales; 1819-1991
Files de expedientes matrimoniales; 1862-1991
[055] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE LA DIVINA PASTORA Y SAN PEDRO
APOSTOL
Fecha de Creación: 1800
Calle 68 No.702 e/ Ave 7 y 9. Surgidero de Batabanó. Batabanó.
Prov.Habana
Responsable de la Institución: Bartolomé Vanrell
Metros Linares 295
FONDOS Y COLECCIONES:
Bautismos o inscripciones; 1800-1991
Libros de defunciones; 1800-1907
Libros de matrimonios; 1800-1990
Expedientes matrimoniales; 1800-1990
[056] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SENORA DE LA
CANDELARIA
Fecha de Creación: 1668
Calle Luaces No. 55 e/ Academia y República. Camagüey
Responsable de la Institución: José Manuel García
Metros Lineales 5 30
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1668-1991
Libros de matrimonios; 1668-1991
Libros de defunciones; 1778-1919
[057] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SENORA DE LA CARIDAD
Fecha de Creación: 1795
Calle Céspedes No. 48 e/ A. Arango y M. Gómez, Nuevitas.
Prov.Camagüey tel. 4-2167
Responsable de la Institución: Pbro. Raúl E. Fernández
Metros Lineales: 3.49
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1794-1991
Libros de matrimonios; 1795-1991
Libros de defunciones; 1794-1846
Libros de confirmaciones; 1882-1991
[058] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SENORA DEL CARMEN
Fecha de Creación: ?
Aguilera No. 102 e/ José Antonio Saco y Paseo Martí. Florida. Prov.Camagüey
Responsable de la Institución: Juan de la C. García Rdguez
Metros linenles 3 AG
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1803-1991
Libros de matrimonios; 1814-1991
Libros de confirmaciones; 1926-1991
[059]ARCHIVO DE LA PARROQUIA
Fecha de Creación: 1791
Agramonte 60 A e/ Benito Morell y Callejón del Cura. Guáimaro. Prov.Camagüey
tel.8-2536
Responsable de la Institución: Ernesto Pacheco López
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de color; 1802-1869
Libros de Bautismos de blancos; 1836-1991
Libros de matrimonios de color; 1803-1879
Libros de matrimonios de blancos; 1804-1991
Libros de confirmaciones; 1911-1983
[060] ARCHIVO DE LA PARROQUIA
Fecha de Creación: 1775
Calle Humara No. 1 37,San Cristóbal. Prov.Pinar del Río
Responsable de la Institución: Claudio Ojeda
Metros Lineales 3 0
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de blancos; 1775-1909
Libros de bautismos de color; 1773-1909
Libros de matrimonios de blancos; 1777-1899
Libros de matrimonios de color; 1774-1899
Libros de defunciones de blancos; 1773-1908
Libros de bautismos generales; 1909-1991
Libros de matrimonios generales; 1901-1990
Libros de defunciones generales; 1909-1967
[061] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SAN JERONIMO
Fecha de Creación: ?
Francisco Vega No.172. Las Tunas.
Responsable de la Institución: Vicente Balaguer Gisbert
Metros Lineales 5.5
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de entierros de personas de color; 1867-1881
Libros de matrimonios de personas de color; 1787-1878
Libros de defunciones del Hospital Materno Las Tunas; 1905-1906
Libros de índices; 1882-1906
Libros de bautismos; 1868-1971
Libros de transcripciones de bautismos; 1887-1952
Libro de la Asociación Oficial de Actas; s/f
Libro de juramento(matrimoniales de la raza blanca); 1907-1911
Libros de bautismos de personas pardas,indios y morenos; s/f
Matrícula de la Parroquia de San Jerónimo; s/f
Libro de matrimonios y defunciones; 1877-1987
Libros de confirmaciones; s/f
[062] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SAN JOAQUIN
Fecha de Creación: ?
General García No.354 e/ Moncada y Maceo.San Luis. Prov.Santiago de
Cuba tel 8-2320
Responsable de la Institución: Arturo Niño Fernández
Metros Lineales: 24
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de morenos y esclavos; 1775-1991
Libros de defunciones; 1775-1991
[063] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SAN JOSE
Fecha de Creación: 1829
Avenida de los Mártires No.259 e/ Fernando de Zayas y Gonzalo de Quesada. Vigía.
Camagüey Responsable de la Institucion: Pbro. Mariano Torné Barrado
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1828-1991
Libros de matrimonios; 1829-1991
Libros de confirmaciones; 1829-1991
Libros de difuntos; 1830-1881
Libros de enmiendas de partidas; 1927-1991
Libros de bautismos(Minas); 1875-1914
Libros de índices; 1829-1936
[064] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SAN JOSE
Fecha de Creación: 1881
Avenida Libertad No.82. Puerto Padre.Las Tunas
Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libro de bautismos; 1950-1991
Libro de defunciones; 1881-1923
Libro de confirmación; 1883-1991
Libro de matrimonios; 1889-1991
[065] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DE SANTA ANA
Fecha de Creación: ?
General Gómez No.400. Camagüey
Responsable de la Institución: Pbro. Arturo Niño Fernández
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1756-1991
Libros de matrimonios; 1756-1991
Libros de defunciones; 1758-1910
[066] ARCHVO DE LA PARROQUIA DE SANTO CRISTO DEL BUEN VIAJE
Fecha de Creación: 1644
Villegas y Amargura. Habana Vieja. Ciudad Habana tel. 63-1767
Responsable de la Institución: Rev. P. Orlando Cejas
Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de blancos; 1702-1907
Libros de bautismos de pardos y morenos; 1702-1895
Libro de bautismos general; 1895-1991
Libro La Baraja de matrimonios y entierros de todas clases; 1692-1718
Libros de matrimonios de blancos; 1712-1911
Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1718-1854
Libros de matrimonios de pardos y morenos.Primero General;1854-1914
Libro de matrimonios general; 1914-1991
Libros de entierros de españoles,pardos,morenos e indios; 1710-1718
Libros de entierros de blancos; 1718-1900
Libros de entierros de pardos y morenos; 1718-1878
Libro de entierros general; 1900-1961
Libro de confirmaciones general; 1855-1991
[067] ARCHIVO DE LA PARROQUIA
Fecha de Creación: 1585
Francisco Javier Zerguera No.456 e/Fernando Hernández Echerri y R. M.
Villena.Trinidad. Prov.Sancti Spíritus
Responsable de la Institución: José M. Fernández
Metros Lineales: 2080
FONDOS Y COLECCIONES:
Parroquial Mayor(La Santísima Trinidad); 1585-1988
Parroquia San Francisco de Paula; 1824-1908
Parroquia Santa Elena de Casilda; 1864-1913
Parroquia de Río de Ay; 1798-1924
Parroquia de Palmarejo; 1745-1924
[068] ARCHIVO DE LA PARROQUIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS
DEL VEDADO
Fecha de Creacion: 1889
Línea e/ C y D. Vedado. Ciudad Habana
Responsable de la Institución: Isidoro Cañizares
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1892-1
Libros de matrimonios; 1892-1991
Libros de confirmaciones; 1896-1990
Libros de expedientes matrimoniales; 1892-1992
Libros de defunciones; 1892-1961
[069]ARCHIVO DE LA PARROQUIA DEL SANTO ANGEL CUSTODIO
Fecha de Creación: 1689
Compostela No.2 e/ Cuarteles y Chacón. Habana Vieja.Ciudad Habana
Responsable de la Institución: Mons. Carlos M. de Céspedes
Metros.lineares:
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de blancos; 1702-19?
Libros de bautismos de pardos y morenos; 1702-1897
Libros de matrimonios de blancos; 1694-19?
Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1693-1897
Libros de defunciones de blancos; 1692-1958
Libros de defunciones de pardos y morenos; 1692-1897
[070] ARCHIVO DE LA PARROQUIA EL BUEN PASTOR DE JESUS DEL MONTE
Fecha de Creación: 1689
Marqués de la Torre No.279 e/ Mangos y Quiroga.Ciudad Habana tel.9-2127
Responsable de la Institución: Pbro. Gerardo Moré del Río
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de pardos y morenos; 1689-1900
Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1689-1900
Libros de defunciones de pardos y morenos; 1689-1900
Libros de bautismos de españoles; 1689-1900
Libros de matrimonios de españoles; 1689-1900
Libros de defunciones de españoles; 1689-1900
Libros de confirmaciones; 1689-1991
Libros de bautismos general; 1901-1991
Libros de matrimonios general; 1901 -1991
Libros de defunciones general; 1901-1961
[071] ARCHIVO DE LA PARROQUIA LA PURISIMA CONCEPCION
Fecha de Creación: 1819
Avenida 56 No.2902 e/ 9 y 31. Cienfuegos.
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de extranjeros; 1820-1850
Libros de bautismos de blancos; 1820-1893
Libros de bautismos de pardos y morenos; 1819-1893
Libros de defunciones de extranjeros; 1824-1850
Libros de defunciones de blancos; 1821-1896
Libros de defunciones de pardos y morenos; 1821-1893
Libro de defunciones general; 1896-1899
Libros de confirmaciones de blancos; 1853-1900
Libros de confirmaciones de pardos y morenos; 1882-1898
Libros de confirmaciones general; 1900
Libros de matrimonios de extranjeros; 1824-1850
Libros de matrimonios de blancos; 1821-1908
Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1824-1908
Libros de matrimonio general; 1908-1990
[072] ARCHIVO DE LA PARROQUIA MAYOR
Fecha de Creación: 1652
Camilo Cienfuegos No.20 e/ José A.Peña y Parque. Remedios. Prov.Villa Clara
Responsable de la Institución: Aguedo García B. y R Fernández
Metros lineales:11.36
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de Bautismos de blancos; 1652-1990
Libros de Bautismos de negros; 1722-1905
Libro de Defunciones de blancos; 1763-1899
Libros de Defunciones de negros; 1777-1899
Libros de Matrimonios de blancos; 1701-1905
Libros de Matrimonios de negros; 1703-1905
Libros de Confirmaciones; 1742-1990
Libros de Matrimonios Generales; 1905-1990
Expedientes matrimoniales; 1905-1990
[073] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE CONSOLACION
Fecha de Creación: 1690
Calle 62 No.51021 Consolación del Sur. Prov.Pinar del Río
Responsable de la Institución: Carlos Portela
Metros Lineales 2.0
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1692-1992
Libros de matrimonios; 1692-1992
[074] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA ASUNCION
DE GUANABACOA
Fecha de Creación: 1607
División 331.Guanabacoa 11. Ciudad de la Habana
Responsable de la Institución: José María Martínez
Metros Lineales: 25.41
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1669-1991
Libros de matrimonios; 1661 -1991
Libros de defunciones; 1680-1915
Libros de confirmaciones; ¿-1990
Libro de nuevas partidas; 1920-1989
Libros de índices; 1607-1962
Libros de visitas oficiales pastorales; 1908-1972
Fajos de expedientes matrimoniales; 1800-1991
[075] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA CANDELARIA
Fecha de Creación: 1837
Calle 38 No.3807 e/ 33 y 35. Candelaria. Prov.Pinar del Río
Responsable de la Institucion: Mons. Adolfo Rodríguez H.
Metros linales:11.15
FONDOS Y COLECCIONES:
Expedientes de matrimonios; 1837-1988
Libros de matrimonios de blancos; 1837-191 6
Libros generales de matrimonios; 1916-1988
Libros de bautismos de blancos; 1837-1911
Libros de bautismos de morenos; 1837-1894
Libros generales de bautismos; 1905-1988
Libros de defunciones de blancos; 1837-1908
Libros de defunciones de morenos; 1837-1908
Libros de matrimonios de morenos; 1838-1894
Libros de bautismos de la Capilla de San Francisco Javier de Cayajabos; 1900-1988
Libros de matrimonios de la Capilla de San Francisco Javier de Cayajabos; 1894-1934.
[076]ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA CANDELARIA
Fecha de Creación: ?
Martí No.16 e/ Maceo y Goicuría. Morón. Ciego de Avila. Prov.Camagüey
Responsable de la Institución: José M. García
Metros Lineales: 4.70
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1774-1991
Libros de Confirmaciones; 1855-1991
Libros de Matrimonios; 1788-1991
[077] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA CARIDAD
Fecha de Creación: ?
Plaza de la Caridad. Avenida de la Libertad esq. a Sociedad Patriótica. Camagüey
Responsable de la Institución: Rev. Mariano Torné Barrado
Metros Lineales: 5
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1809-1991
Libros de matrimonios; 1809-1991
Libros de defunciones; 1809-1898
[078] ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA CARIDAD
Fecha de Creación: 1755
Céspedes No.207 e/Silvestre Alonso y Rafael Rio Entero. Sancti Spíritus
tel.2659
Responsable de la Institución: David Gustavo Vasallo
Metros Lineales: 6.50
FONDOS Y COLECCIONES:
Archivo de la Parroquia de la Caridad; 1755-1990
Archivo de la Parroquia de San Ignacio de Loyola; 1864-1990
[079]ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA GUADALUPE
DE A. ROJAS
Fecha de Creación: 1864
Calle 62 No.51021 Consolación del Sur. Prov.Pinar del Río
Responsable de la Institución: Carlos Portela
Metros Lineales: 2.0
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1864-1992
Libros de matrimonios; 1864-1983
[080]ARCHIVO DE LA PARROQUIA NUESTRA SENORA DE LA SOLEDAD
Fecha de Creación: ?
República No.254.Camagüey .tel 9-2392
Responsable de la Institución: Francisco García Pérez
Metros Lineales 9
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1795-1991
Libros de matrimonios; 1916-1991
Libros de defunciones; 1750-1918
[081] ARCHIVO DE LA PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA
Fecha de Creación: 1832
San Vicente e/ San Rafael y Santa Rita. Pueblo Nuevo.Matanzas
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos de pardos y morenos; 1832-1893
Libros de bautismos de blancos; 1832-1893
Libros de bautismos general; 1893-?
Libros de matrimonios de pardos y morenos; 1832
Libros de matrimonios de blancos; 1832-1913
Libros de matrimonios general; 1913-?
Libros de defunciones de blancos; 1832-1899
Libros de defunciones de pardos y morenos; 1832-1899
Libros de bautismos de hijos naturales; 1889
[082] ARCHIVO DE LA PARROQUIA
Fecha de Creación: 1761
Calle Francisco Rivera, Isabel Rubio.San Juan y Martínez .Pinar del Río
Responsable de la Institución: Oscar Francisco Galcerán Díaz
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1894-1992
Libros de matrimonios; 1897-1993
Libros de confirmaciones; 1897-1993
[083] ARCHIVO DE LA PARROQUIA SANTO CRISTO DEL BUEN VIAJE
Fecha de Creación: 1795
Eugenio Sánchez No. 271. Plaza del Cristo. Camagüey
tel.9-5565
Responsable de la Institución: Pbro. Osvaldo Cambra Casalás
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1795-1991
Libros de matrimonios; 1795-1991
Libros de defunciones; 1795-1898
[084] ARCHIVO DE LA PARROQUIA SANTO TOMAS APOSTOL
Fecha de Creación: 1765
Félix Pena No.308 e/ Trinidad y Habana. Santiago de Cuba
tel.2-4389
Responsable de la Institución: Pbro. Rafael Cos Salmón
Metros Lineales: 17
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1765-1991
Libros de matrimonios; 1765-1991
Expedientes matrimoniales; 1 765-1991
Libros de defunciones; 1765-?
[085] ARCHIVO DE LA PARROQUIAL DE SAN IDELFONSO
Fecha de Creación: 1602
Calle Manuel Lazo No.1 . Guane. Prov.Pinar del Río Responsable de la Institución:
Pbro. Rolando Lara Gutierrez
Metros lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1775-1988
Libros de matrimonios; 1776-1988
Libros de defunciones; 1775-1904
[086] ARCHIVO PARROQUIAL
Fecha de Creación: 1822
Calle Salvador Cisneros No.70. Viñales. Prov.Pinar del Río
Responsable de la Institución: Antonio Perujo Tiburcio Sanz
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Libros de bautismos; 1822-1988
Libros de matrimonios; 1824-1988
Libros de enterramientos; 1822-1961
[087] ARCHIVO DE LA SANTA BASILICA METROPOLITANA IGLESIA
CATEDRAL
Fecha de Creación: 1522
Calle Felix Pena e/ Heredia y San Basilio .Santiago de Cuba.Prov.Santiago de Cuba
tel. 8502
Responsable de la Institución: Pbro. Rafael A. López
Metros Lineales 34
FONDOS Y COLECCIONES:
Indice de bautismos; 1665-1991
Libros de bautismos; 1665-1991
libros de matrimonios; 1668-1991
Libro de confirmaciones; 1887-1991
Libro de defunciones; 1610-1885
Biblioteca; 1779-1991
ECONOMICOS: EMPRESAS Y ENTIDADES BANCARIAS
[088] ARCHIVO DEL BANCO NACIONAL DE CUBA
Fecha de Creación: 1950
Amargura 158 e/Cuba y Aguiar. Habana Vieja. Prov.Ciudad Habana
Tel.62-8011. Telex.1084
Metros Lineales 9
FONDOS Y COLECCIONES:
Carpetas y libros del Banco Nacional de Cuba; 1950-1988
Carpetas y libros de otros Organismos; 1918-1988
Documentos Manuscritos; 1869-1988
[089] ARCHIVO DE LA ORGANIZACION BASICA ELECTRICA
Fecha de Creación: ?
Máximo Gómez No. 38 e/ Gerardo Medina e Isabel Rubio. Pinar del Río
FONDOS Y COLECCIONES:
Documentos con los gastos de la Planta Eléctrica; 1953-1955
Carpeta con documentos contables de Hernández y Hermanos; 1957
Documento que hace referencia a certificaciones de carácter legal de la fundación de la
Compañía de Electricidad; 1892-1957
Carta de fecha 24 de agosto de Hernández y Hermanos S. en C. al Presidente del Banco
de Desarrollo Económico y Social de Pinar del Río sobre el desarrollo eléctrico a partir
de la medida dictada por el Gobierno Revolucionario en relación a la rebaja del fluído
eléctrico; 1959
Carta de fecha 22 de julio de Hernández y Hermanos S. en C. al Presidente de la
Comisión de Fomento Nacional adjuntando datos económicos y técnicos; 1959
Carta de fecha 7 de julio de la Companía Eléctrica de Occidente S.A. al Consejo
Nacional de Servicios Públicos del Ministerio de Comunicaciones informando datos
económicos; 1 960
Carpeta con datos históricos sobre construcciones hechas en los municipios de Pinar del
Ríol San Juan, Consolación del Sur, San Luis y Mantua; 1953-1957
[090] ARCHIVO TECNICO DE PLANOS Y PROYECTOS
Fecha de Creación: 1962
Zapata N0 1403 esq. a Carlos M. de Céspedes. Ciudad Habana
tel.79-2300
Metros lineales: 80
FONDOS Y COLECCIONES:
Proyecto de obras ya ejecutadas y típicos de vigencia actual; 1810-1990
[091]ARCHIVO DE LA UNIDAD PRESUPUESTADA MUNICIPAL DE DEPORTES
Fecha de Creación: 1977
Alturas de Vista Hermosa s/n. Ateneo Deportivo de Santiago de Cuba. Santiago de
Cuba
tel.1322
Metros Lineales: 93
FONDOS Y COLECCIONES:
Tarjetero histórico, invitaciones, diplomas y correspondencia; 1800-1991
Archivo jurídico; 1902-1991
ENTIDADES Y ASOCIACIONES RECREATIVAS, DEPORTIVAS, CULTURALES
E HISTORICAS
[092] ARCHIVO DE LA BIBLIOTECA ADRIANO Nl EVES
Fecha de Creación: 1982
Calle Constitución No.85 e/ Ave. Libertad y Máximo Gómez, Guáimaro.
Prov.Camagüey
Metros Lineales: 5.10
FONDOS Y COLECCIONES:
Documentos administrarivos; 1982-1991
Documentos históricos; 1800-1991
[093] ARCHIVO DE LA BIBLIOTECA CENTRAL RUBEN MARTINEZ VILLENA.
UNIVERSIDAD DE LA HABANA
Fecha de Creación 1728
San Lázaro y L. Vedado. Plaza. Ciudad de la Habana
tel.7-5573. telex.512210
Metros Lineales:?
FONDOS Y COLECCIONES:
Fondo General de Libros
Documentos Referativos; 1800-1989
Documentos Traducidos; 1981 -1990
Flujo Ascendente (Diplomas, Tesis); 1978-1990
Libros Raros y Valiosos; 1494-1959
[094] ARCHIVO DE LA CASA NATAL DE CARLOS MANUEL DE ESPEDES
Fecha de Creación: 1968
Maceo No.57, Bayamo. Prov.Granma
Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Documentos del Siglo XIX; 1819-1899
Documentos del siglo XX; 1902-1974
[095] ARCHIVO DE LA CINEMATECA DE CUBA
Fecha de Creación: 1960
Calle 23 No.1155 e/ 10 y 12. Vedado. Ciudad de la Habana
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Documentación sobre cine mundial; 1914-1988
Fondos de películas; 1895-1988
[096] ARCHIVO DEL MEMORIAL MAYOR GENERAL VICENTE GARCIA
Fecha de Creación: 1987
Calle Vicente García No.5. Las Tunas. Prov.Las Tunas
Metros Lineales 2
FONDOS Y COLECCIONES:
Documentos relativos a Vicente García; 1878-1939
Documento relacionado con Francisco Machado; 1898
Hoja de licenciamiento de Rafael Santana; 1855
Documento de la iglesia firmado por Salvador Manful; 1867
Cartas de personalidades; 1870-1944
[097] ARCHIVO DEL MUSEO CASA NATAL SERAFIN SANCHEZ VADIVIA
Fecha de Creaclón: 1989
Céspedes No.112 Norte. Prov.Sancti Spíritus
Metros Lineales: 7.40
FONDOS Y COLECCIONES:
Guerras de independencia; 1868-1898
[098] ARCHIVO DEL MUSEO DE ARTE COLONIAL
Fecha de Creación: 1967
Plácido No.74 esq. Avenida Jesús Menéndez.Trinidad. Prov.Sancti Spíritus
tel.2-5455
Metros Lineales: 3
FONDOS Y COLECCIONES:
Museo del Archivo Colonial; 1860-1990
[099] ARCHI\IO DEL MUSEO DE HISTORIA MUNICIPAL
Fecha de Creación: ?
Calle 32 e/ 33 y 35, Nueva Gerona. Prov.lsla de la Juventud
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Expedientes del Juzgado Municipal; 1882-1959
Expedientes del fondo personal Adolfo Kelm; 1902-1977
Hemeroteca; 1908-1959
[100] ARCHIVO DEL MUSEO DE LA CIUDAD
Fecha de Creación: 1967
Tacón e/ Obispo y O’Reilly. Habana Vieja. Prov.Ciudad Habana
Metros lineales:?
FONDOS Y COLECCIONES:
Actas del Cabildo; 1550-1955
Borradores de actas del Ayuntamiento; 1908-1947
Acuerdos y resoluciones de la JUCEI; 1963-1967
Acuerdos y resoluciones de la administración regional; 1967-1975
Acuerdos y resoluciones del Poder Popular; 1976-1990
Actas de acuerdos del Ayuntamiento; 1908-1947
[101] ARCHIVO DEL MUSEO EMILIO BACARDI MOREAU
Fecha de Creación: 1899
Aguilera y Pío Rosadoo Santiago de Cuba
tel.8-402
Metros Lineales: 21
FONDOS Y COLECCIONES:
Emilio Bacardí; 1868-1928
Federico Pérez Carbó; 1899-1944
Patriotas; 1840-1920
Administrativo; 1760-1920
[102] ARCHIVO DEL MUSEO HISTORICO NAVAL
Fecha de Creación: 1980
Avenida 60 y Calle 21. Cienfuegos. Prov.Cienfuegos
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Ceremonial marítimo; 1900
Diario de navegación del Manzanillo; 1943
Expediente de Capitanía del Puerto; 1956
Mapa de la batalla naval de Santiago de Cuba; 1920
Carta náutica; 1920
[103] ARCHIVO DEL MUSEO
Fecha de Creación: 1984
Calle 1 s/n esq. a Carretera Central. Calixto. Magibacoa. Prov.Las Tunas
Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Copias de poemas escritos por José Martí; s/f -Cartas de personalidades; 1879-1961
Proclamas del Comité Revolucionario Cubano; 1876
Acta de compra venta de los terrenos de la zona Omaja 2; 1918
Libreta de notas de veterano del Ejército Libertador; s/f -Bonos de M-26-7; s/f
Carné de la Colonia Española; s/f
[104] ARCHIVO DEL MUSEO MAXIMO GOMEZ
Fecha de Creación: 1986
Ave.Salvador Allende y Luaces.Plaza. Ciudad Habana tel.79-88-50
Metros Lineales: 4,3
FONDOS Y COLECCIONES:
Documentos de Máximo Gómez o relacionados con él; 1872-1905
Biblioteca
Investigaciones; 1990-1991
Libros; 1899-1991
[105] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1981
Calle 36 No.3920,Caimito. Prov.Habana
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Fotografías; 1864-1982
Folletos; 1926-1984
Documentos Históricos; 1 889-1 984
Boletines: 1960-1985
[106] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Calle Vista Alegre esq. a San Lázaro,Diez de Octubre.Ciudad Habana
FONDOS Y COLECCIONES:
Documentos relacionados con la Guerra de independencia; 1895-1924
Documentos varios relacionados con la sociedad cubana del siglo XIX; 1836-1897
Documentos varios relacionados con el movimiento obrero y la sociedad cubana; 19021951
Documentos relacionados con la educación en el territorio; 1938-1957
Documentos del período de lucha contra Batista; 1952-1958
Documentos varios correspondientes al período posterior al triunfo revolucionario en la
localidad; 1959-1985
Documentos relacionados con la lucha contra bandidos,Girón y los batallones de
milicias en el municipio; 1959-1964
Campaña de Alfabetización; 1961
Documentos relacionados con la ayuda internacionalista de la localidad; 1936-1986
Documentos relacionados con las asociaciones e instituciones culturales territoriales;
1913-1982
Documentos de personalidades e intelectuales de la localidad
Manuel Cofiño; 1981-1986
Raúl Roa; 1931-1980
Luis A. Vangüemert; 1975
Pastrana; 1937
Concepción Bosch; 1930
Herrera Fritot; 1937-1946
Anckerman; 1910
[107] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1981
Carretera Central No. 502 e/ Libertad y República, Florida. Prov.Camagüey
tel. 5-4262
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Prensa; 1832-1971
Folletos; 1936-1961
Volantes; 1927-1940
Reglamentos; 1926-1930
Boletines; 1948-1958
Diarios de campaña; 1895-1897
Listados; 1894-1897
Libros; 1935-1961
PLanos; 1884-1946
Cartas; 1939-1951
Fotografías; 1906-1980
Julio Alvarez Quijano; 1924-1980
[108] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1975
Calle Constitución No. 85 e/ Avenida Libertad y Máximo Gómez. Camagüey
Metros Lineales: 20
FONDOS Y COLECCIONES:
Expedientes de trabajadores; 1983-1991
Documentación histórica; 1842-1991
[109] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1982
Edificio 12 apto 1. Jimaguayú. Prov.Camagüey
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Colección de documentos históricos
Cartas; 1886-1897
Bonos; 1957-1970
Carnés; 1953-1965
Folletos y Plegables; 1961-1980
Periódicos; 1895-1957
Boletines; 1896-1926
Expedientes; 1975-1986
Fotos; 1960-1970
Otros documentos; 1898-1989
Sistema de documentación de Museos
Guión de Montaje; s/f
Registro de entrada; 1985-1991
Actas de donación; 1985-1991
Código de valores; 1980-1991
Inventario de Monumentos; 1989-1990
Inventario Auxiliar; 1991
Préstamos; 1989-1991
Inventario de objetos históricos; 1985-1991
I nventario de numismática; 1985-1986
Inventario de armas; 1985-1986
Inventario de ciencias naturales; 1988-1989
Inventario de arqueología; 1988-1991
Archivo administrativo; 1989-1991
Plan técnico-económico; 1985-1991
Planes de trabajo y actividades; 1989-1991
Plan de investigaciones; 1981-1995
Informes estadísticos; 1985-1991
Actas del consejo de dirección; 1990-1991
Convenios de trabajo; 1985-1991
Investigaciones históricas; 1986-1991
Investigaciones de fondos; 1986-1991.
[110]ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1982
Calle Marti No.92 e/ Cuartel y Rius Rivera. La Palma. Prov.Pinar del Río
Metros Lineales: 1
FONDOS Y COLECCIONES:
Fotos Históricas;
Partidas de bautismo; 1830
Escritura por venta de negros; 1781
Orden de nombramiento a juez; 1865
Planos de fincas; 1885
Planos del pueblo; 1874
Ordenes de ascenso; 1891-1893
Recibos de pago del Ayuntamiento; 1893
[111] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1982
Calle Martí No.31 e/ Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Sagua de Tánamo.
Prov.Holguín
Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Copias de Actas del Ayuntamiento; 1879-1884
Actas capitulares del Ayuntamiento; 1880-1940
Libros de Resoluciones ordinarias del Gobierno Revolucionario Local; 1959-1960
Orden del Jefe de regimiento P.Tamayo al comandante Atilano Delgado haciendolo
cargo del segundo Bon de Baracoa; 1898
Comunicaciones dirigidas al coronel Atilano Delgado; 1896-1898
Comunicación al subteniente Benito Luperón por el coronel jefe del segundo regimiento
de Baracoa P. Tamayo; 1898
Certificado a favor del sargento de sequnda Eliseo Delgado; 1900
[112]ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1982
Calzada de Güines No.19507 e/ Pepe Prieto y Gabriel. Rpto La Rosalía. Ciudad Habana
Metros Lineales: 5.50
FONDOS Y COLECCIONES:
Historia de San Miguel del Padron; 1797-1982
Biblioteca; 1519-1986
Hemeroteca; 1920-1989
Mapoteca; 1851-1988
[113] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1980
Calle Simón Bolívar No.423 e/F. Gómez Toro y Gustavo Izquierdo, Trinidad.
Prov.Sancti Spíritus
Metros Lineales: 2.70
FONDOS Y COLECCIONES:
Historia de Trinidad; 1818-1980
Hemeroteca; 1854-1989
Biblioteca; 1887-1989
[114] ARCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1982
Calle 13 No.919 e/6 y 8. Vedado. Ciudad Habana
Tel.3-7731
Metros Lineales ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Diploma de Conrado Massaguer,otorgado por la Escuela de Periodismo de la Habana;
1944
Billete del Banco español de la isla de Cuba; 1896
Carta de Juan Marinello al pintor Ramón Loy; 1975
Carta de Ramón Loy a Joaquín Llaverías; 1948
Carta firmada por Fernando Figueredo; 1900
Carta de Esteban Borrero a Mr Alexis Frye; 1900
Escritura de traspaso de propiedad de nina esclava; 1857
Escritura de propiedad de una pareja de esclavos; 1855
Matrícula de Ramiro \/aldés Daussá; 1927
Licencia para portar armas de fuego a favor de Ramiro Valdés Daussá firmada por
Antonio Gúiteras; 1933
Condecoración de Conrado Massaguer; 1951
Bono del Club revolucionario de Yucatán y Cuba; 1897
Recibo por donación Club "Oscar Primelles"; 1897
Recibo por donación de la Delegación de Cuba en New York; 1896
Carta de Gonzalo de Quesada; 1896
Título del Doctor Clemente Inclán; 1901
Contrato de la Compañía Asiática de la Habana; 1858
Cartas de Enrique José Varona; 1922-1929
Documentos personales de Pablo de la Torriente Brau; 1903-1931
Carne del Ala Izquierda Estudiantil; s/f
Libreta de telefonos de Eduardo Chibás; s/f
Historia clínica de José R. Rodríguez López; 1956
Boleta de notas académicas de Carlos Hernández(Chiqui); 1941
Carta de ciudadanía de Daniel Martín Labrandero; 1949
Diploma a H. de Blanck por 40 Aniv.de la Fundación del Conservatorio de música;
1925
Certificado de defunción de Esteban Borrero Echevarría; 1906
Orden "José Martí’ otorgada al Dr. Clemente Inclán Costa; 1953
Programa de Plaza de Toros; 1885-1886
Correspondencia de Máximo Gomez a Santos Fernandez; 1899-1902
Carta de Felipe Poey a Antonio Mestre; 1867
[115] ARCHIVO MUSEO MUNICIPAL POLIVALENTE
Fecha de Creación: 1982
Ave 31 No.4013 esq. a 42. Candelaria Prov.Pinar del Río
Metros Lineales: 6
FONDOS Y COLECCIONES:
Historia (Universal,de Cuba y local); ¿-1988
Documentos Museables; 1788-1982
Hemeroteca; 1951-1969
[116] ÀRCHIVO DEL MUSEO MUNICIPAL ROSA CASTELLANOS
Fecha de Creación: 1982
Edificio 6(apto 3) Cuatro Caminos. Najasa. Prov.Camagüey
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Planes de investigación del quinquenio; 1986-1990
Actas del Consejo de dirección; 1988-1991
Informes anuales del trabajo realizado por el Museo; 1984-1990
Actas del Consejo Técnico; 1988-1989
Actas de Comisión de Monumentos; 1984-1990
Libro de entrada y salida de préstamos y ventas relacionados con Gaspar Betancourt;
1884
Documentos que pertenecieron a Ramón Fonseca; 1896
Orden militar perteneciente a Rodolfo Parrado; s/f
Relación Nominal de Mambises que laboraban en los talleres de la zona; 1898
Propaganda relacionada con la resistencia cívica; 1958
Propaganda del periódico Sierra Maestra relacionada con el M-26-7; 1957
Hoja de licenciamiento del Ejército Libertador relacionada con Fabian Suárez
Hernández (mambí); 1898
Renta relacionada con Fabian Suárez Hernández; 1928
Folleto de versos sencillos de José Martí propiedad de Rolando Espinosa miliciano
muerto en el ataque a Playa Girón; 1961
Papel timbrado relacionado con la tropa de Ramón Fonseca (mambí); 1895
Agenda relacionada con Dioscoxides del Pino; 1974
Cédula relacionada con las votaciones de 1957; 1957
Propaganda de la Campaña de Alfabetización; 1961
Carta relacionada con ei Ejército Libertador; 1899
Fotos y datos biógráficos relacionados con Rafael Pino Recio(alfabetizador); 1961
Album de la Campaña de Alfabetización; 1961
Periódico Iconografía de la Guerra del 1895; 1895
Diploma relacionado con Rolando Espinosa López mártir de Playa Girón; 1961
Fotos relacionadas con Rodolfo Parrado (mambí)a. 939
Escritos relacionados con Rodolfo Parrado; 1861-1939
Nota para los talleres mambises relacionada con Ramón Fonseca (mambí); 1896
Carta relacionada con Hector Martí Cangas (mártir internacionalista); 1979
Libro del año relacionado con Dioscoxides de Pino; 1966
Documentos relacionados con Dioscoxides del Pino; 1917-1974
[117] ARCHIVO DEL MUSEO PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1982
Francisco Maceo Osorio No.55 e/ José Joaquín Palma y Donato Mármol. Bayamo.
Prov.Granma tel.42-412 Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Documentación de San Salvador de la Villa de Bayamo; 1567
Colección de documentos sobre mártires internacionalistas: 1972
[118] ARCHIVO DEL MUSEO PROVINCIAL IGNACIO AGRAMONTE
Fecha de Creación: 1955 Avenida de los mártires No. 2 e/ Ignacio Sánchez y Rotario,
Camagüey.
tel. 8-2425
Metros Lineales 1 3. 95
FONDOS Y COLECCIONES:
Ayuntamiento de Puerto Príncipe; 1719-1925
Tercer Cuerpo del Ejército Libertador; 1896-1898
Documentos; 1850-1930 -Mapas y planos; 1869-1932
Partituras musicales; 1860-191 2 -Publicaciones; 1833-1975
Archivo administrativo; 1941-1971
[119] ARCHIVO DEL MUSEO ROGELIO ROJAS TAMAYO
Fecha de Creación: 1982
Calle 4 No.4 e/ 15 y 17. Central Jesús Menéndez. Chaparra. Las Tunas
Metros Lineales: 2
FONDOS Y COLECCIONES:
Certificados; 1870-1980
Partida de bautismo de José Dominicis Vázquez; 1822
Documento relacionado con José Dominicis Vázquez; 1895
Cartas; 1885-1979
Contratos; 1919-1947
[120] ARCHIVO DE LA OFICINA DE ASUNTOS HISTORICOS
Fecha de Creación: 1964
Calle Linea No.1009 e/10 y 12. Vedado. Ciudad Habana
tel.3-9901 al 03
Metros lineales 44
FONDOS Y COLECCIONES:
José Martí Pérez,Fidel Castro Rúz, Juan Almeida Bosque, Raúl Castro Rúz, Camilo
Cienfuegos, Ernesto Guevara de la Serna, Frank País, Celia Sánchez, Gobierno de la
Seudorepública, Moncada, Lucha clandestina, Exilio, Ejército Rebelde, Causas, Otras
organizaciones; 1837-1992
Fondos Fotográficos; 1929-1990
Hemeroteca; 1929-1992
Biblioteca; 1954-1992;
Grabaciones; s/f
[121] ARCHIVO DE LA SOCIEDAD DE BENEFICENCIA DE NATURALES DE
CATALUNA
Fecha de Creación: 1840
Calle Consulado No.68 e/ Genios y Refugio. Habana Vieja. Ciudad Habana
Metros lineales
FONDOS Y COLECCIONES:
Registro de Asociados; 1840-1993
Libros de contabilidad; 1840-1993
Libros de actas de Juntas Generales y Juntas Directivas; 1840-1993
[122] ARCHIVO DE LA SOCIEDAD NATURALES DE GALICIA
Fecha de Creación: 1871
Calle Prado No. 458, Habana Vieja. Ciudad Habana
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Memoria Social; 1871-1991
Registro de operaciones diversas; 1915-1991
Registro de Asociados; 1924-1991
ESTATALES
[123] ARCHIVO HISTORICO
Fecha de Creación: 1971
Calle 41 No.4625. Nueva Gerona. Isla de la Juventud.
Metros Lineales: 30
[123] FONDOS Y COLECCIONES:
Juzgado de Instrucción; 1909-1965
Juzgado Municipal; 1904-1958
Juzgado IVlunicipal en funciones de Correccional; 1919-1956
Juzgado Correccional; 1904-1955
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción; 1903-1963
Juzgado de Instrucción y Correccional; 1904-1956
Juzgado de Primera Instancia; 1905-1955
Protocolos Notariales; 1911-1942
Colección de documentos compilados por Lolita Llagostera; 1905-1955
Mapoteca; 1880-1982
[124] ARCHIVO HISTORICO MUNICIPAL CAPITAN JOAQUIN LLAVERIAS Y
MARTINEZ
Fecha de Creación: 1975
Piro Guinart No.320 e/Rubén Mtnez Villena y Fernando Hdez Echerri.Trinidad.
Prov.Sancti Spíritus
Metros Lineales: 2.81
FONDOS Y COLECCIONES:
Ayuntamiento; 1724-1961
Gobierno Político Militar (colonia)1840-1890
Registro Mercantil; 1900-1959
Anotaduría de Hipotecas; 1855-1880
Registro de la propiedad; 1880-1957
Notaría Benigno Aguirre; 1919
Notaría Carlos Aguirre; 1953-1966
Notaría José Francisco Aguirre; 1939-1965
Notaría Nicolás Alfonso Rodríguez; 1926-1951
Notaría Manuel Néstor Aparicio; 1874-1910
Notaría Eduardo Betancourt; 1915-1921
Notaría Santiago Cabrera; 1918-1929
Notaría José Jacinto Cacho Sierra; 1940-1964
Notaría Manuel Oscar Copado; 1929-1952
Notaría Felix Dixchisón Chatrán; 1919-1922
Notaría Rafael Espinosa; 1927-1928
Notaría José María Fernández del Cueto; 1878-1885
Notaría Francisco Fernández Quevedo; 1910-1938
Notaría Francisco Fornia; 1952-1969
Notaría Antonio Franklin; 1913-1918
Notaría Francisco Iznaga Alejo; 1935-1956
Notaría Nicanor López Somoza; 1914-1931
Notaría Antonio J: Mauri; 1929-1946
Notaría Felipe Miranda; 1929-1934
Notaría Mauricio Monteaguado; 1924-1925
Notaría Desiderio Montorio; 1900-1912
Notaría Enrique Morán de la Torre 1932
Notaría Máximo Rodríguez León; 1940-1947
Notaría Cipriano Villafuerte; 1874-1889
Escribanía Manuel NestorAparicio; 1842-1873
Escribanía Felipe María Dominguez; 1828-1834
Escribanía José María Fernández del Cueto; 1857-1871
Escribanía Pedro José García; 1788-1790
Escribanía Tomás Herrera; 1740-1767
Escribanía Juan Matamoros; 1811 -1828
Escriban ía Pedro Matamoros; 1797-1809
Escribanía Francisco A. Muñoz; 1769-1792
Escribanía Joaquín Orizondo; 1829-1850
Escribanía José A. Pichardo; 1872-1873
Escribanía Blas Dionisio Piedra; 1809-1827
Escribanía José María Piedra; 1791-1808
Escribanía Antonio Ramirez Barroso; 1752-1776
Escriban ía José A. Silva; 1836-1838
Escribanía Cipriano Villafuerte; 1835-1873
Escribanía Real Marina; 1779-1862
Escribanía Varios; 1851-1856
J uzgado de Paz(colonia); 1796-1897
Juzgado de Primera Instancia(colonia); 1831 -1902
Juzgado Municipal(colonia); 1880-1906
Juzgado de Instrucción(colonia); 1893-1902
Juzgado de Inatrucción(neocolonia); 1902-1955
Misceláneas; 1838-1959
Registro Civil; 1936-1966
Registro Civil(Casilda); 1906-1968
Registro Civil(Trinidad); 1959-1966
Registro Civil(Guaniquical); 1936-1966
Mapoteca; 1836-1960
Fototeca; 1868-1989
[125] ARCHIVO HISTORICO MUNICIPAL JOSE ANDRES MARTINEZ-FORTUN
Y FOYO
Fecha de Creación: 1977
Andrés del Río No.16. Remedios. Prov.Villa Clara
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Registro de Asociaciones; 1888-1929
Delegacion de Veteranos de la Independencia en Remedios; 1925-1929
Antigua Anotaduría de Remedios; 1772-1880
Registro de la Propiedad de Remedios; 1855-1966
Registro Mercantil de Remedios; 1900-1967
Donativos y Remisiones; 1878-1986
Protocolos Notariales; 1695-1965
Juzgado de Primera Instancia; 1903-1953
Juntas Municipales Electorales; 1908-1960
Mapoteca; 1681 -1976
[126] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL
Fecha de Creación: ?
Calle Martí No.52 esq. a República. Camagüey.
Metros Lineales 3459
FONDOS Y COLECCIONES:
Jorge Suárez Cano; 1881 -1940
Juzgado de Instrucción del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1890-1898
Juzgado de Instrucción del Partido Judicial de Camagüey; 1899-1954
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Correccional del Partido Judicial de N
uevitas; 1912-1954 -Anotaduría de Hipotecas de Puerto Príncipe; 1734-1880
Ayuntamiento de Camagüey; 1899-1958
Registro de Asociaciones; 1872-1974
Instituto de Segunda Enseñanza de Puerto Príncipe; 1880-1898
Ferrocarriles de Cuba. 1899-1939
Abelardo Chapellí Marín; 1871-1952
Diputación Provincial de Puerto Príncipe; 1879-1898
Raúl Masvidal Marín; 1906-1960
N="JUSTIFY">Gobierno Provincial (Neocolonia); 1899-1958
Colección de documentos Centrales Azucareros; 1905-1975
Colegio de pedagogos de Camagüey; 1940-1960
Tribunal de Urgencia de Camagüey; 1934-1959
Cárceles y prisiones; 1928-1958
Junta Provincial Electoral de Camagüey(Revolución); 1959-1972
Audiencia de Puerto Príncipe; 1800-1892
-Alcaldías Ordinarias de Camagüey; 1804-1878
Alcaldías Mayores de Puerto Príncipe; 1850-1873
Tenencia de Gobierno del Partido Judicial de Puerto Principe; 1807-1871
Juzgado de Paz del Partido Judicial de Puerto Principe; 1865-1879
Juzgado General de Bienes de difuntos del distritde Puerto Príncipe; 1811-1853
Comisión Militar del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1855-1869
Intendencia de Ejército y Real Hacienda de Puerto Príncipe; 1815-1853
Juzgado Municipal del Partido Judicial de Camagüey; 1899-1934
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido Judicial de Ciego de Avila;
1910-1958
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido Judicial de Florida; 1933-1954
Juzgado de Primera Instancia e Instruccioón del Partido Judicial de Morón; 1884-1898
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción y Correccional de Santa Cruz del Sur; 19151954
Juzgado de Primera Instancia del Partido Judicial de Puerto Principe; 1890-1897
Juzgado de Primera Instancia del Partido Judicial de Camagüey; 1899-1958
Juzgado de Primera Instancia del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1873-1890
Juzgado de Instrucción del Partido Judicial de Camagüey(Revolución); 1859-1973
Club Rotario de Camagüey; 1945-1957
Colegio de Abogados de Camagüey; 1930-1958
Colegio Notarial de Camaqüey; 1876-1968
Instituto de Segunda Enseñanza de Camagüey(Neocolonia); 1899-1959
Colección de Documentos "Familia Agramonte"; 1830-1958
Audiencia de lo Criminal de Puerto Príncipe; 1892-1898
Gobierno Provincial de Camagüey; 1959-1961
Registro de Minas; 1886-1949
Audiencia de Camagüey; 1959-1976
Junta Municipal Electoral de Camagüey; 1935-1964
Juzgado Municipal del Partido Judicial de Camagüey; 1879-1898
Delegación del Juzgado Privativo de Vagos y Picapleitos de Puerto Príncipe y su
Jurisdicción; 1837-1838
Juzgado Eclesiástico de Puerto Príncipe y su Jurisdicción; 1801-1845
Tenencia de Gobierno de Nuevitas; 1846-1857
Juzgado de Artillería del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1845-1854
Juzgado Militar del Partido Judicial de Puerto Príncipe; 1836-1870
Subdelegación de Real Hacienda de la Provincia de Puerto Príncipe; 1854-1860
Juzgado de Hacienda de Puerto Príncipe; 1859-1870
Alcaldía Mayor del Partido Judicial de Nuevitas;1855
Colección de Documentos Guerra de Independencia; 1855-1858
Colección de Documentos Movimiento Obrero; 1940-1958
Gobierno Provincial de Puerto Príncipe; 1857-1898
Ministerio de Salubridad y Asistencia Social; 1922-1961
Colección de Documentos Familias Camagüeyanas; 1569-1710
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido Judicial de Morón; 1884-1956
Fondo Personal de Carlos Mueke Bertel; 1866-1947
Escuela Profesional de Comercio; 1930-1958
Partidos y Organizaciones Políticas; 1919-1959
Movimiento Estudiantil; 1915-1974
Movimiento Campesino; 1949-1968
Fondo Personal de Abel Marrero; 1868-1980
Colección de Documentos Guerra Civil Española; 1926-1939
Frente Camagüey; 1935-1986
Campaña de Alfabetización; 1961 -1986
Banco Agrícola Industrial; 1880-1886
Poder Local; 1965-1966
Junta de Coordinación,Ejecución e Inspección; 1961-1966
Instituto de Auxiliares de Aministración Rodolfo Martínez Esquivel; 1961-1970
Instituto de Administración y Comercio Cándido González Morales; 1959-1970
Protocolos Notariales
Juan José Acosta; 1779
Gerónimo Agudo; 1700
José Acosta Velazco; 1786-1787
José Antonio Alcántara; 1727-1763
César Alvarez Fuentes; 1915-1945
José Alvarez González -1888-1924
José María Alvarez González; 1846-1853
Juan Santiago de Bilbao; 1907-1920
José Facundo Barrero; 1820-1837
Manuel Alonso Ambudia; 1813-1916
Francisco Arredondo; 1814-1880
Jose de Avila Díaz; 1883-1892
José Rudecindo Barranco; 1799-1809
José Manuel Barranco; 1759-1806
Gaspar Barrero Gastell; 1910-1945
Manuel Barreto Dueñas; 1909-1915
Federico Castellanos; 1869-1910
Esteban Castellanos Guillén; 1777-1797
José Rafael Castellanos; 1807-1868
José Simón Castellanos; 1901-1912
Armando Arango; 1916-1945
Darío E. Castillo; 1913-1945
E. José Comas Zaldívar; 1916-1920
Alonso de Cordero; 1857-1862
Luis Manuel de Córdova; 1825-1839
Rafael Flores del Monte-1912-1915
Jesús Díaz Piña; 1811-1876
Santiago Don; 1836-1858
Eneas Freyre; 1911-1936
Omelio Freire Cisneros;1920;
Rafael G. Freire; 1916-1920
Alberto Freire Lloret; 1932-1933
Carlos Galán; 1874-1879
García Lanuza; 1905-1929
Arturo G. de Molina; 1906-1938
Juan Herrera Bautista; 1844
Julio Hodstman; 1914-1948
Francisco Huelga Ordóñez; 1728-1734
Esteban Iglesias; 1855-1882
Aurelio Izquierdo Machín; 1916-1925
Luis Leppy; 1912-1915
Protocolo de Marina; 1790-1865
Joaquín V. Martínez Díaz; 1909-1937
José J. Martínez Díaz; 1899-1909
Nicolás F. Martínez Fernández; 1808-1848
José Martínez Valdés; 1808-1848
Agustín de Miranda; 1846-1850
Crisanto Montero; 1920-1936
José Adriano Mora; 1782-1842
Juan Tomás Orelly; 1759-1864
Berenguer Polon Gomosena; 1904-1905
Francisco de Paula Plana; 1915
Ernesto Pérez Portela; 1907-1908
Francisco Pérez Vizcaí no; 1900-1940
Rafael del Pino; 1849-1870
Leopoldo Porro; 1919-1924
Real Hacienda; 1836-1857
Arturo Roca Silveira; 1900-1916
José Resurrección Rodríguez; 1840-1867
Jaleriano J. Canales; 1907-1920
Juan Ronquillo; 1840-1889
Ramón Roura Owen; 1906-1914
Socarrás; 1906-1920
Pedro G. Suvira; 1912-1920
José Tato Sánchez; 1911 -1916
Enrique Tomeu Adán; 1910-1936
José R. Romero; 1917-1920
Melchor de Silva; 1836-1871
Benjamín Agüero Pichardo; 1921-1945
José Alvarez Fuentes; 1922-1940
Jorge de la Torre Arredondo; 1921-1945
Manuel Tomen Varona; 1916-1945
Ricardo Ricardi; 1953
Diego Antonio de la Torre; 1735
José Ravelo; 1787-1798
Francisco León López; 1770-1777
Matías Arango; 1760-1761
Manuel Martínez Belséz; 1836-1837
Diego de la Torre Quesada; 1810-1811
Francisco de Quesada; 1761-1764
Enrique Morón de la Torre; 1908-1910
Julio Tomeo Adán; 1925-1931
Juan de Dios del Risco; 1790
Manuel Rodríguez Naplez; 1868
José de Varona Estrada; 1867
Agustín Hatuey Agüero; 1952-1971
Jorge Pijuán Suceda; 1952-1963
Actas del Consejo de Dirección; 1989-1991
I nformes anuales y mensuales; 1983-1991
Análisis e informes enviados a Cultura Provincial; 1989-1990
Informes Estadísticos; 1983-1990
Planes de Actividades del Archivo; 1987-1990
Evaluaciones Técnicas; 1976-1991
Evaluaciones Colectivas; 1986-1988
Informes de Restauración; 1986-1991
[128] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1976
Calle 27 No.5201 e/ 52 y 54. Cienfuegos.
tel.6957
Metros Lineales: 495.5
FONDOS Y COLECCIONES:
Registro Mercantil; 1900-1967
Ayuntamiento de Cienfuegos; 1830-1927
Juzgado de Primera Instancia; 1910-1957
Registro de Asociaciones; 1888-1976
Protocolos; 1820-1948
Higinio Esquerra; 1896-1914
Juzgado de instrucción; 1910-1961
Juzgado Correccional; 1944-1970
Documentos del Instituto de Segunda Enseñanza; 1936-1974
Documentos de la Alfabetización; 1961
Documentos de la Escuela Normal; 1946-1957
Juzgado Municipal Oeste; 1934-1956
Juzgado Municipal Este; 1935-1957
Hipotecas; 1871-1891
Documentos del Liceo; 1901-1917
[129] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1960
Maceo No.10 e/ Donato Mármol y José Martí. Bayamo. Prov.Granma
Tel. 42-2411
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Gobierno Municipal(Colonia); 1868-1901
Gobierno Municipal(Neocolonia); 1902-1958
Protocolos de escribanos; 1781-1889
Junta de Educación; 1889-1959
Asociación Cívica de Bayamo; 1943-1954
Asociación de veteranos; 1951-1960
Asociación de ganaderos; 1929-1944
Colección María Luisa Milanés; 1912-1982
Colección Teniente Coronel Estrada Mariño; 1895-1898
José E: Palma; 1918-1932
Juzgado de Primera Instancia; 1900-1915
JUCEI; 1961
Mapoteca; 1899-1958
[130] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1983
Maceo No.191 e/ Cables y Angel Guerra. Holguín
Metros Lineales: 29.67
FONDOS Y COLECCIONES:
Gerencia de Gobierno de la jurisdicción; 1752-1878
Alcaldía de barrios de Holguín; 1878-1898
Ayuntamiento de Holguín (neocolonia); 1899-1958
Protocolos Notariales; 1737-1947
Comisionado JUCEI; 1960-1965
Administración regional; 1966-1976
Tribunal de Urgencia; 1953-1958
[131] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1989
Joaquín de Agüero No.56(altos) e/ Francisco Varona y Adolfo Villamar.
Las Tunas
Metros Lineales: 25.17
FONDOS Y COLECCIONES:
Gobierno Municipal de Victoria de Las Tunas; 1900-1959
Central Chaparra; 1908-1958
Juzgado de Primera Instancia de Victoria de Las Tunas; 1914-1945
Gacetas Oficiales; 1921-1958
[132] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1969
Milanés No.38 e/ Matanzas y Jovellanos. Matanzas
tel.4212
Metros Lineales: 1336
FONDOS Y COLECCIONES:
Asociaciones; 1883-1960
Audiencias; 1892-1959
Gobierno Provincial; 1815-1933
Miscelánea de expedientes; 1750-1965
Secretaría de Obras Públicas; 1933-1940
Ministerio de Obras Públicas; 1940-1958
Tribunal de Urgencia; 1934-1958
Mapas y planos; 1905-1968
Bonifacio Byrne; 1823-1936
Colección de documentos de Juan Gualberto Gómez; 1887-1952
Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas; 1896-1984
Actas Capitulares; 1693-1958
Anotaduría; 1817-188?
Audiencia de Matanzas(Colonia); 1815-1902
Audiencia de Matanzas(Neocolonia); 1902-1950
Audiencia de Matanzas(Revolución); 1959-1969
Gobierno Provincial(Colonia); 1815-1902
Gobierno Provincial(Neocolonia); 1902-1958
Gobierno Provincial(Revolución); 1959-1966
Colegio Notarial de Matanzas(Neocolonia); 1902-1958
Colegio Notarial de Matanzas(Revolución); 1959-1969
Casa de Beneficencia(Neocolonia); 1902-1958
Secretaría de Agricultura; 1935-1940
Compañía de electricidad(Neocolonia); 1933-1958
Compañía de electricidad(Revolución); 1959-1964
Colegio de Arquitectos(Neocolonia); 1937-1958
Colegio de Arquitectos(Revolución); 1959-1964
Aduana de Matanzas(Revolución); 1959-1968
Aduana de Matanzas(Neocolonia); 1902-1956
Creche de Matanzas(Neocolonia); 1947-1957
Creche de Matanzas(Revolución); 1960-1961
Secretaría de Obras Públicas; 1903-1936
Colegio Pedagógico de Matanzas(Neocolonia); 1951-1958
Colegio Pedagógico de Matanzas(Revolución); 1959-1963
Registro Mercantil de Matanzas(Colonia); 1884-1901
Registro Mercantil de Matanzas(Neocolonia); 1902-1958
Registro Mercantil de Matanzas(Revolución); 1959-1966
Registro de la propiedad de Matanzas(Colonia); 1882-1897
Registro de la propiedad de Matanzas(Neocolonia); 1903-1937
Delegación de Veteranos de Matanzas(Neocolonia); 1926-1956
Delegación de Veteranos de Matanzas(Revolución); 1959-1960
Ministerio de Salubridad(Neocolonia); 1943-1951
Protocolos Notariales; 1858-1923
Ministerio de Recuperación de bienes malversados
Delegación Provincia de Matanzas(Revolución); 1959-1961
Ministerio de Hacienda(Neocolonia); 1944-1959
Ministerio de Obras Públicas(Revolución); 1959-1967
[133] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1964
Heredia No.302 esq. a Pío Rosado. Santiago de Cuba.
Metros Lineales: 1739
FONDOS Y COLECCIONES:
Protocolos Notariales; 1686-1899
Gobierno Provincial; 1813-1967
Juzgado de Primera Instancia; 1714-1933
Cámara de Comercio de Santiago de Cuba; 1886-1965
Juzgado de Instrucción del Norte; 1901-1954
Juzgado Municipal de Sagua de Tánamo; 1871-1964
Juzgado Municipal del Norte de Santiago de Cuba; 1880-1925
Juzgado Municipal del Sur; 1863-1947
Juzgado Municipal de Yateras; 1864-1907
Juzgado Municipal de Fray Benito; 1883-1902
Juzgado Municipal de Guantánamo; 1860-1912
Juzgado Municipal El Caney; 1871-1934
Juzgado Municipal de Holguín; 1864-1958
Juzgado Municipal de El Cristo; 1887-1960
Juzgado Municipal de Bayamo; 1940-1944
Juzgado Municipal de Baracoa; 1879-1960
Registro Civil de Santiago de Cuba; 1887-1921
Colegio de Ingenieros Agrónomos; 1936-1958
Compañía Ron Bacardí S.A; 1880-1960
Central Manatí Sugar Company; 1902-1960
General Francisco Leyte Vidal; 1892-1928
Audiencia de Oriente; 1827-1957
Juzgado Correccional del Norte de Santiago de Cuba; 1902-1954
Sociedad Colonia Española; 1895-1965
Anotaduría de Hipotecas; 1784-1880
Emilio Bacardí Moreau; 1890-1919
Francisco Argilagos; 1861-1965
[134] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1972
Avenida de Marta No. 161 e/ 7ma. y 9na. Santa Clara. Prov.Villa Clara
tel.71958
Metros Lineales: 114.0
FONDOS Y COLECCIONES:
Actas Capitulares; 1689-1907
Tribunal de Urgencia de Las Villas; 1934-1958
Registro de Asociaciones; 1880-1966
Colegio Provincial de Arquitectos; 1949-1964
Oficina Provincial de Agrimensura(Ledón-Uribe); 1837-1880
Censos de Población; 1919-1981
Juzgado de Primera Instancia de Santa Clara; 1846-1904
Ayuntamiento de Sagua la Grande; 1870-1956
Ferrocarriles de Sagua la Grande; 1858-1962
Archivo Personal de Manuel García Garófalo y Morales; 1830-1943
Haciendas Comuneras; 1858-1911
Protocolos Notariales de Sagua la Grande; 1867-1956
Gobierno Provincial; 1911 -1959
Fototeca; 1844-1981
Hemeroteca; 1919-1988
Biblioteca; 1853-1989
Mapoteca; 1896-1903
Donativos y Remisiones; 1855-1957
Colección de documentos del General José B. Alemán Urquía; 1891-1949
Colección de documentos del Movimiento 26 de Julio; 1956-1959
Colección de documentos del Ayuntamiento de Esperanza; 1881-1918
Colección de documentos del Centro de Veteranos de la Independencia(Delegación de
Santa Clara); 1911-1970
Colección de documentos de la Guerra del 95; 1896-1898
Colección de documentos del Registro Minero "Lago de Oro" de Motembo; 1933-1960
Colección de documentos del Centro de Veteranos de la Independencia(Delegación
Sagua la Grande); 1932-1943
Colección de documentos del Juzgado de Instrucción de Cienfuegos; 1890-1920
[135] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL MAYOR GENERAL SERAFIN
SANCHEZ VALDIVIA
Fecha de Creación: 1974
José Manuel García No.8 e/ Honorato del Castillo y Máximo Gómez. Sancti Spíritus
Metros Lineales: 39.93
FONDOS Y COLECCIONES:
Serafín Sánchez Valdivia; 1868-1967
Ayuntamiento de Sancti Spíritus (colonia); 1826-1899
Ayuntamiento de Sancti Spíritus (neocolonia); 1899-1958
Gobierno Revolucionario; 1958-1976
Federación Ganadera Espirituana; 1932-1960
Compañía Nacional de Alimentos de Sancti Spíritus; 1944-1959
Familia Valle Iznaga; 1837-1937
Registro Mercantil; 1900-1960
Manuel Francisco Aguilera Rodríguez; 1909-1935
Antonio Aballí Brunel; 1920-1922
Antonio Abad Cancio García; 1900-1919
Federico Antonio Carbonell Carbonell; 1917-1946
Juan Carbonell Virgut; 1870-1909
José Antonio Cazañas Abreu; 1923-1926
Benito Celorio Alfonso; 1913-1923
José Manuel de la Cruz Beci; 1919-1928
Fernando de la Cruz Chiner; 1930-1947
Ramón de la Cruz Pérez; 1900-1929
Pedro A. Díaz García; 1918-1945
José María Echemendía Cancio; 1918-1921
José María Echemendía (heredero); 1730-1876
José Agapito Ferrer Morejón; 1933-1947
José Antonio García López; 1936-1947
Bernabé García Madrigal; 1927-1933
Eugenio González Pérez; 1914-1930
Vicente Herrería Tejera; 1920-1935
Manuel T. Méndez Gómez; 1925-1947
Ricardo Ignacio Mandigutía López Regina; 1934-1947
Rubén J. Montero Beldarrín; 1944
Rafael Claudio Morales Díaz; 1920-1946
Emilio Morata Freyre; 1928-1948
Angel R. de la O. Roque; 1915-1918
Victoriano Rivas Méndez; 1921-1926
José Norberto Rodríguez Rincón; 1864-1899
Antonio G. Santamarina Rojas; 1929-1934
José María Serrano; 1768-1865
José Suárez Rivas; 1929-1934
Julio Héctor Smith Rilliot; 1915-1919
José F. Valdivia García; 1925-1947
Carlos Manuel Yara Ortega; 1937-1947
José Lilio Espinosa Martínez; 1937-1947
Martín Antonio Iglesias Abreu; 1927-1945
Pedro Armando de Lara Alvarez; 1922-1947
Antonio Cristóbal Márquez Pomar; 1927-1945
Arturo Santaló Pérez de Ituarte; 1910-1921
Eduardo J. Santaló Varela; 1929-1944
Donativos y Remisiones; 1827-1989
Hemeroteca; 1842-1989
Jose Ramón Alonso Gramatges; 1926-1947
Horacio Velazco López; 1923-1925
Haciendas Comuneras; 1715-1958
Ferrocarriles; 1857-1930
Tribunal de Urgencia; 1942-1958
Teatro Renacimiento; 1929-1940
Asociaciones; 1892-1960
Instituto Cubano de Radio; 1969-1975
Juzgado de Primera Instancia; 1941-1954
Mapoteca; 1860-1987
Juzgado de Instrucción; 1942-1960
Sandalio Romentería García; 1941 -1947
Susana Martínez Fortún; 1946-1947
Luis del Moral Noguera; 1945-1947
Antonio José Maoni Cortés.1945
Reinaldo Valle Valdés; 1945-1947
José Corrales Alvarez; 1947
[136] ARCHIVO HISTORICO MUNICIPAL
Fecha de Creación: 1987
Independencia No.63. Municipio Yaguajay. Sancti Spíritus.
Metros Lineales: 3
FONDOS Y COLECCIONES:
Compilación de datos históricos; 1850-1910
Hemeroteca; 1910-1988
[137] ARCHIVO NACIONAL DE CUBA. MINISTERIO DE CIENCIAS,
TECNOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE
Fecha de Creación: 1840
Compostela No.906 esq. a San Isidro. Habana Vieja. Ciudad Habana
tel.62-9470
FONDOS Y COLECCIONES:
Administración General de Rentas Terrestres; 1764-1884
Aduana de Cárdenas; 1846-1902
Aduana de la Habana; 1827-1898
Anotaduría de Hipotecas; 1638-1880
Audiencia de Santiago de Cuba(colonia); 1709-1899
Audiencia de Santiago de Cuba(neocolonia); 1835-1934
Audiencia de Santo Domingo; 1747-1847
Audiencia Pretorial de la Habana; 1798-1958
Ayuntamiento de Marianao; 1800-1899
Casa de Beneficencia y Maternidad de la Habana; 1711-1961
Comisión Militar Ejecutiva y Permanente; 1819-1898
Consejo de Administración de bienes embargados a infidentes; 1830-1897
Consejo de Administración de la Isla de Cuba; 1860-1898
Correspondencia de Capitanes Generales; 1745-1887
Delegación del Partido Revolucionario Cubano en Nueva York; 1895-1898
Dirección de Obras Públicas; 1842-1957
Documentos de la Administración Colonial en Cuba (colección); 1759-1898
Documentos de la Administración Colonial Española en las Floridas, Luisiana y otros
Territorios de Norteamérica (colección); 1746-1880
Documentos de la Hacienda Pública relativos a terrenos, realengos y baldíos(colección);
1705-1893
Documentos de la Inspección General del Ejército Libertador (colección); 1898-1901
Documentos sobre licencias para edificar pertenecientes al Ayuntamiento de La
Habana; 1865-1874
Escribanías -Manuel Baños; 1874-1891
Luis y José Ramón Pimentel-Cabello; 1834-1871
Cayetano y Eugenio Pontón; 1659-1879
Ramón Portocarrero; 1873-1893
Pedro y Vicente Rodríguez Pérez; 1835-1872
Ventura Ruíz Pérez; 1873-1892
Gabriel Salinas; 1646-1872
José A. Valerio; 1830-1872
Escribanía de Camara del Juzgado General de Bienes de Difuntos; 1749-1854
Escribanía de Gobierno; 1752-1872
Escribanía de Guerra; 1779-1874
Escriban ía de Marina; 1745-?
Escribanía Mayor de Real Hacienda; 1771-1865
Gobierno Autonómico; 1897-1898
Gobierno General; 1633-1898
Gobierno Superior Civil; 1746-1897
Junta Superior de Sanidad; 1817-1899
Juzgado de Primera Instancia de Guanabacoa; 1842-1886
Juzgado de Primera Instancia de Pinar del Río; 1818-1901
Intendencia General de Hacienda; 1662-1899
Liceo Artístico Literario de la Habana; 1822-1869
Negociado de bienes del Estado.Hacienda Colonial; 1707-1898
Ordenación General de Pagos; 1860-1898
Prisión de Mujeres de La Habana; 1880-1899
Prisión Nacional de Mujeres de Guanabacoa; 1885-1901
Protocolos Notariales -La Habana -Joaquín Abenza Molina; 1873-1866
José Amor Fernández; 1873-1874
Carlos Victoriano Amores Sanz; 1873-1891
Antonio Armengol; 1876-1894
Artillería e Ingenieros; 1811 -1874
José Salustiano Barreras; 1874-1891
Manuel Barreto; 1834-1880
Bienes de difuntos y escrituras; 1872-1855
Fernando Calves; 1873-1879
Elena de Castro; 1877-1883
Diezmos; 1788-1847
Juan Entralgo; 1823-1881
Francisco de Escobedo y sus continuadores Vicente Rodríguez Pérez y Manuel Padilla
de Aguila; 1835-872
Factoría de Tabaco; 1789-1828
Fornaris; 1638-1892
Pedro Galindo, continuador de Sánchez Segovia; 1894-1899
Arturo Galleti; 1753-1900
José María Gamboa; 1873-1892
Francisco García Garófalo; 1898-1905
Gabierno y su continuador Francisco de Castro Flaquer; 1762-1905
Mateo González; 1873-1890
[138]ARCHIVO NACIONAL DE CUBA ( continuación )
Fecha de Creación: 1840
Compostela 906 esq. San Isidro. Habana Vieja. Ciudad Habana
Metros Lineales 74
FONDOS Y COLECCIONES:
Luis J. Marín; 1859-1891
Manuel y Andrés Zamora; 1782-1855
Rodolfo Armengol; 1892-1899
Pedro José González; 1813-1814
Ricardo González; 1886-1887
M. Massía Serret; 1879
José María Montes; 1836-1847
Pedro Plutarco Renté; 1848-1887
José Alejo Sánchez Cabrera; 1873-1892
José Ramón Sánchez; 1814-1830
Francisco Sánchez Curbelo; 1813-1881
Protocolos Notariales de Jaruco; 1777-1875
Aurelio Núñez; 1903
Jacinto Villageliú; 1876-1895
Alfredo Villageliú e Irola; 1894-1905
Protocolos Notariales de Marianao
Esteban Quintana; 1894-1896
Protocolos Notariales de San Antonio de los Baños
Pedro Acevedo; 1858-1863
Silvestre Anglada; 1908
Nicolás Arias; 1859-1867
José Joaquín Leal; 1841 -1867
Mateo Leal; 1795-1840
Cayetano Martínez; 1871 -1879
Antonio Porto; 1859-1911
Mariano Porto; 1817-1856
Manuel Albaladejo; 1880-1893
J.Alexander Alfonso; 1790-1791
Manuel Barroso; 1779-1781
Esteban Lugo Benítez; 1882-1883
José Antonio Betancourt; 1873-1879
Juan Bolet Durán; 1887-1905
Bonifacio Domínguez; 1872-1896
Joaquín de la Fuente; 1818-1844
Toribio Franes; 1788-1789
José Govín; 1835-1837
Félix Lancís; 1820-1827
Juan Larrey; 1895-1896
José M. Martínez de Velazco; 1741-1770
José Reino Mella; 1854-1874
Antonio C. Méndez; 1830-1837
Clemente Mihoura; 1852-1877
Francisco Mihoura; 1828-1859
Manuel Morales; 1840-1863
Andrés Moreno; 1862-1864
Juan J . Naranjo; 1843-1846
Manuel Padrón; 1862
Antonio Pérez Zelonio; 1785
Bernabé del Portillo; 1867-1869
Manuel del Portillo; 1864-1867
Arturo Rabrés Linares; 1906-1907
Antero Rivas; 1906-1909
Leopoldo Rubine; 1873-1892
A. Sandoval; 1875-1878
J. Valdés Sotolongo; 1792-1803
Juan N. Valiente; 1870-1872
S. L. de Villavicencio; 1804-1849
Nicolás Vinageras; 1873-1887
Carlos Ximénez; 1786
Manuel Zambrana; 1850-1893
Fernando Ziscka; 1852-1868
Santiago J.Zubieta; 1811
Luis Zuriarraín; 1860-1883
Protocolos Notariales de Cárdenas
Carlos Acosta Spou; 1843-1858
Francisco de Paula Campos; 1879-1880
Higinio Ramos; 1882-1892
Antonio de Lago; 1895
Juan Larret; 1879-1894
Reino Mella; 1870
Pablo Ochoa; 1871 -1907
José Orts Giner; 1882-1892
Domingo Pérez Manso; 1862-1917
Emilio del Pino; 1862-1882
Ramón J. Rodríguez; 1861-1881
José de Salas; 1861-1865
Vicente Tormo; 1899-1909
Protocolos Notariales de Santa Clara
Protocolos Notariales de los Alcaldes Mayores y Ordinarios; 1695-1715
Antonio Berenguer Sed; 1861 -1908
Juan del Cañal; 1875-1883
José de Cañizares; 1770-1777
Augusto yJosé Nicolás Cabrera; 1762
Augusto Corredera; 1716-1725
J. A. García; 1739
Mateo Cárdenas; 1861 -1874
Eusebio Hernández; 1780
Francisco de Lara y Flores Robio; 1765-1768
Carlos Lezcano y Arredondo; 1887-1903
Antonio Peláez; 1874-1903
José María Peláez; 1854-1872
José A. Pichardo; 1840-1848
José del Puerto y Juan José Marrero; 1782-1795
Pedro Querol; 1873-1876
José Gabriel Quiñones; 1796-1850
-Joaquín Machado; 1790-1889
Joaquin Marrero; 1786-1823
José Rafael Marrero; 1790-1801
Joaquín Noriega; 1740-1769
Miguel Palacio; 1802-1833
Pedro Quiñones; 1846-1852
A. Rivadeneyra; 1722-1725
Martín Ruíz Palacios; 1844-1865
Manuel Lino Surí; 1834-1880
Antonio de la Torre Aday; 1880-1903
Real Audiencia Pretorial de la Habana; 1798-1958
Real Consulado de Agricultura,lndustria y Comercio y Junta de Fomento; 1779-1877
Reales Ordenes y Cédulas(colección); 1523-1898
Sección de Atrasos; 1889-1898
Secretaría de Estado y Gobernación; 1899-1902
Tribunal de Comercio; 1794-1869
Tribunal de Cuentas(Colonia); 1711-1888
Audiencia de Santa Clara; 1783-1953
Cárcel de Guantánamo; 1843Cárceles y Presidios; 1843-1954
Documentos compilados por el Colegio Nuestra Señora de Belén(Colección); 15501958
Documentos compilados por el Museo Nacional(Colección); 1558-1957
Documentos Eclesiásticos(Colección); 179?-1958
Documentos sobre asuntos políticos compilados por el Archivo Nacional(Colección);
1720-1954
Ferrocarriles de Cuba; 1844-1925
Gobierno de la Revolución de 1895; 18984-1905
Gobierno Municipal de Jaruco; 1886-1914
Instrucción Pública; 1730-1958
Jefatura de la Policía de La Habana; 1880-1905
Juzgado de Primera Instancia y Correccional de Guanajay; 1884-1923
Prisión de Matanzas; 1897-1949
Presidio de La Habana.1840-1938
Secretaría de Estado y Justicia; 1860-1908
Tribunal Supremo. 1886-1937
Academia de La Historia; 1495-1961
Audiencia de La Habana; 1820-1961
Biblioteca Hemeroteca; 1695
Bolsa de La Habana; 1898-1970
Colegio de Abogados de La Habana; 1891-196?
Convento de San Francisco de Asís; 1836-1965
Donativos y Remisiones; 1418-1973
Fototeca; 1870-1970
Mapoteca; SigloXVI-1960
Registro de Asociaciones; 1888-1961
Registro de Marcas y Patentes; 1881-1972
Registros Mercantiles; 1886-1987
Secretaría y Ministerio de Hacienda; 1897-1962
Secretaría y Ministerio de Gobernación; 1893-1959
Unión de Fabricantes de Tabacos y Cigarros de Cuba; 1886-196?
Miguel Aldama Alfonso; 1825-1880
Carlos Manuel de Céspedes y Castillo y Carlos Manuel de Céspedes y Quesada; 18191874
Documentos de la estancia de Maceo en Costa Rica; 1891-1902
Manuel Roque de Lara; 1847-1874
Bufete Carlos Luis y Rafael Azcárate y Rosell; 1884-1933
Tomás Estrada Palma; 1901-1906
Salvador García Ramos; 1825-1959
Máximo Gómez Báez; 1869-1946
Enrique Llaguno Ubieta; 1893-1951
Tirso Mesa García; 1897-1919
Emeterio Santovenia; 1752-1952
Familia Terry; 1832-1927
Cosme de la Torriente y Peraza; 1818-1957
Familia Valle Iznaga; 1606-1950
Carlos Márquez Sterling; 1789-1960
Conrado Walter Massaguer Díaz; 1777-1959
Jorge Quintana Rodríguez; 1523-1961
Julián Vivanco Díaz; 1779-1967
[139] ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL
Fecha de Creación: 1983
Calle Martí No.162 e/ Ciprián Valdés y Ave. Comandante Pinares.
Pinar del Río tel.22-06
Metros Lineales: 356.6
FONDOS Y COLECCIONES:
Audiencia de Pinar del Río; 1889-1956
Protocolos Notariales; 1775-1962
Juzgado de Primera Instancia(Colonia); 1777-1898
Actas Capitulares de Pinar del Río; 1858-1964
Educación; 1883-1965
Centrales Azucareros; 1921 -1963
Gobierno Provincial; 1858-1958
Asociaciones extinguidas; 1940-1987
Colegio Médico Municipal; 1951-1966
INSTITUCIONES CIENTIFICAS Y DE INVESTIGACION
[140] ARCHIVO DEL INSTITUTO DE LITERATURA Y LINGUISTICA.
MINISTERIO DE LA ClENCIAS, TECNOLOGIAS Y MEDIO AMBIENTE
Fecha de Creación: 1976
Salvador Allende No.710 e/Soledad y Castillejo. Centro Habana.Ciudad Habana tel. 75405
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Armando Leyva; 1904-1953
Archivo de Personalidades Cubanas; 1821-1968
Evelio Rodríguez Lendión; 1861-1917
Francisco González del Valle; 1841-1925
José María Chacón y Calvo; 1871-1969
José Enrique Varona; 1861-1955
Juan F.Sariol; 1895-1965
Mariblanca Sabas Alomá; 1929-1980
Nicolás Guillén; 1931-1978
Laura Mestre; 1903-1967
José María de Cárdenas y Rodríguez; 1845-1868
Familia Henríquez Urena; 1877-1972
José Antonio Ramos; 1886-1983
Mirta Aguirre; 1932-1988
Jorge Mañach; 1932-1960
Carolina Poncet; 1829-1964
Hermanos Urbach; 1890-1932
Jesús Castellanos; 1904-1907
PARTICULARES
[141] ARCHIVO DE KENIA AULET RODRIGUEZ DEL REY
Fecha de Creación: ?
Estrada Palma No.716 e/ La Sola y Línea del Oeste. Diez de Octubre. Prov.Ciudad de la
Habana
Metros Lineales: ?
FONDOS Y COLECCIONES:
Fotografía del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador(2da. División, Brigada 1); 1895
Fotografía del Teniente Coronel del Ejército Libertador Arturo Aulet Aymerich; 1898
Diario Memorias de la Guerra; 1895-1898
Nombramiento del Teniente Rogelio Rodríguez del Rey firmado por Máximo Gómez;
1897
Hoja de licenciamiento de Rogelio Rodríguez del Rey; 1899
Recorte de prensa sobre el fallecimiento de Rogelio Rodríguez del Rey; 1924
Documentos relacionados con los mártires del 9 de abril de 1958
Documentos pertenecientes a Roberto Casals; s/f -Fotos de Roberto Casals; 1952-1957
Correspondencia recibida por Reynaldo Aulet; 1948-1950
Fotocopia de la Revista Noticia de los Tribunales (relacionada con Roberto Casals); s/f
Carta abierta al Comité Ejecutivo firmada por Reynaldo Aulet y otros; 1954
Comunicación dirigida a Reynaldo Aulet por la Agrupación Martiana; 1954
Recortes de prensa relacionadas con los mártires del 9 de abril de 1958; ?
Album de recortes de prensa relacionados con los mártires; s/f
Fotografías de actividades efectuadas con motivo de la conmemoración del 9 de abril de
1958; 1959-1973
Fotografías de compañeros que participaron en las actividades del 9 de abril de 1958;
1959-1967
Poemas; 1967-1985
[142] ARCHIVO DE ROBERTO DE LOS REYES GAVILAN ALVAREZ
Fecha de Creación: ?
Milagros No.259 e/ Lawton y Armas. Lawton. Diez de Octubre. Ciudad Habana
Tel.98-8475
Metros Lineales:?
FONDOS Y COLECCIONES:
Fotografías del Comandante del Ejército Libertador Rodolfo de los Reyes Gavilán de la
Guardia; 1882-1902
Correspondencia recibida por Rodolfo de los Reyes Gavilán; 1898
Certificaciones referentes a la conducta de Rodolfo de los Reyes Gavilán; 1898-1902
Documentos oficiales de Rodolfo de los Reyes Gavilán; 1895-1919
Nombramientos; 1896-1899
Hoja de licenciamiento perteneciente a Rodolfo de los Reyes; 1899
Croquis y descripción de la trocha de Mariel-Majana realizados por Rodolfo de los
Reyes; s/f
Autobiografía de Rodolfo de los Reyes; s/f
Diario de guerra I y 11 parte; 1896
Album de fotografías de la familia Reyes Gavilán; 185?-1991
Fotografías; 1881-1896
Fotografías del Teniente del Ejército Libertador Arturo de los Reyes Gavilán Cuní ;
1872-1895
EL DESARROLLO DE LOS ARCHIVOS HISTÓRICOS DE PUERTO RICO
Maria Dolores Luque
La archivística histórica es una disciplina relativamente nueva en Puerto Rico, toda vez
que los repositorios destinados a salvaguardar el acervo documental del país nacieron en
este siglo. Hasta entonces, los expedientes inactivos se mantenían en las instituciones
que los originaban. Así, su preservación histórica quedaba a merced del celo de los
funcionarios encargados y de otras circunstancias de diversa índole, entre ellas las
derivadas del clima tropical.
El conflictivo proceso histórico insular, inscrito entre dos imperios- primero bajo
España y luego bajo los Estados Unidos- es pieza clave para entender la suerte aciaga de
buena parte de la documentación que nos permitiría recuperar aspectos relevantes de
nuestro pasado. También ayuda a explicar el tardío y lento desarrollo de los archivos
históricos, la dependencia en repositorios extranjeros para reconstruir los siglos
formativos de la sociedad puertorriqueña y, hasta cierto punto, los limitados recursos
que se les asignan hoy día.
A pesar de los formidables obstáculos que han entorpecido la consolidación óptima del
patrimonio documental, los diferentes archivos públicos y privados con que cuenta
Puerto Rico son importantes y conforman el apoyo principal que sostiene la dinámica
actividad historiográfica que cobró fuerza a partir de los años setenta. Pasemos, pues, a
examinar más detenidamente estos planteamientos.
Los siglos formativos
Puerto Rico desempeñó un papel estratégico de vital importancia para la defensa de los
intereses de la Corona española en América. Ubicado en el centro del arco antillano, de
todas las colonias del imperio español era, geográficamente, la más cercana a la
metrópoli. Además, dominaba parte de las rutas de acceso del océano Atlántico hacia el
mar Caribe, lo que hizo a la Isla presa apetecible para los enemigos del imperio. Como
consecuencia, España la convirtió en un bastión militar de primera magnitud. La ciudad
capital de San Juan fue una de las 10 plazas totalmente amuralladas y fortificadas que
hubo en América.
Durante los siglos 16 al 18 Puerto Rico vivió sometido a las incursiones de piratas y
corsarios. A pesar de las medidas defensivas que se tomaron, San Juan sufrió grandes
ataques por parte de los ingleses (1595,1598 y 1797) y de los holandeses (1625), que no
triunfaron en sus propósitos de apoderarse de la plaza pero destruyeron la ciudad
mediante el saqueo y el incendio. Así, desaparecieron importantes bibliotecas- como la
del Obispo Balbuena cuando ocurrió el ataque holandés- y los documentos de la
Capitanía General. El resto de la Isla no estuvo inmmune a las agresiones. La Villa de
San Germán, fundada en 1510, fue destruida por ataques de los indios y de piratas
franceses, al punto de que experimentó ocho asentamientos diferentes hasta que en el
último tercio del siglo 16 se estableció definitivamente en el lugar que hoy ocupa,
alejada del litoral.
Como en el caso de San Germán, otros núcleos de población localizados en las costas
eran víctimas de ataques constantes de indígenas y extranjeros, lo que obligaba a los
vecinos a mudar una y otra vez los poblados. Debido a tales percances no quedó en la
Isla rastro de la documentación de estos primeros asentamientos, al igual que había
sucedido con la de la capital. De otra parte, la gran mayoría de los colonos vivía
dispersa en los campos, por lo que los vínculos con la capital eran infrecuentes y laxos
debido a la distancia que los separaba. Además, hasta 1799 hubo sólo dos
ayuntamientos -San Juan y San Germán- de manera que el flujo de la documentación no
fue tan voluminoso como sucedió en la próxima centuria, cuando se multiplicaron los
municipios. Este panorama general hace comprensible que las fuentes documentales
originales pertinentes a los tres primeros siglos sean inexistentes en Puerto Rico y se
encuentren dispersas en archivos del exterior como los de España, México, Inglaterra,
Francia, Portugal y Estados Unidos.
Los archivos españoles, sin lugar a dudas, son los más importantes, particularmente el
Archivo General de Indias y el Archivo de Simancas. De particular interés resulta el
Archivo Nacional de México, puesto que ha permanecido casi inexplorado por la
mayoría de los estudiosos de la historia de Puerto Rico.
Como la Isla perteneció a la jurisdicción del virreinato de Nueva España, es
indispensable la consulta de este caudal documental tan importante para la historia de la
región del Caribe. La historiografía puertorriqueña ha circunscrito dichas relaciones al
estudio del situado, que era una remesa de dinero que con más o menos frecuencia se
enviaba desde México para el sostenimiento de las guarniciones militares en Puerto
Rico. Sin embargo, una ojeada a las someras descripciones que existen sobre el tema
nos permiten valorar cuán diversos y efectivos fueron los vínculos entre Puerto Rico y
el virreinato. En los fondos coloniales del Archivo se encuentran las series Reales
Cédulas (originales y duplicados), Correspondencia de Virreyes, Historia,
Correspondencia de Gobernadores y Marina, entre otros ramos, que tienen abundante
información sobre la Isla relacionada a los siglos 17, 18 y principios del 19. Casi todas,
excepto la serie Historia, tienen instrumentos de consulta.
Dichas series tratan asuntos tales como: Real Patronato (congruas, construcción de
iglesias y conventos, vacantes y nombramientos para el obispado); evangelización de la
región; relaciones comerciales; informe de los gobernadores sobre el estado de Puerto
Rico; asientos de esclavos; envío de prisioneros y desterrados a la Isla; reclamaciones
de vecinos; relación de los ataques enemigos a la plaza; moneda; movimientos
migratorios para repoblar provincias ultramarinas diezmadas por enfermedades o
amenazadas por poblamientos extranjeros; y relatos de expediciones geográficas. Pero
el aspecto más sobresaliente es el papel destacado de Puerto Rico en la geopolítica del
Caribe durante la época colonial, particularmente en las estrategias defensivas, como
por ejemplo, la de servir de puerto-base a la Armada de Barlovento. La documentación
brinda detalles sobre el estado de las tropas, fortificaciones, expediciones militares, etc.
El Archivo General de la Nación ofrece un reto a la imaginación y la curiosidad de los
historiadores de la geohistoria del Caribe y de la historia militar del imperio español.
De igual manera diversos archivos europeos cuentan con abundante referencias sobre
Puerto Rico relacionadas principalmente con las agresiones intercoloniales y el
comercio legal y de contrabando. Como sabemos, la Isla fue punto de contención de las
ambiciones de las potencias europeas -Inglaterra, Holanda, Francia y Portugalempeñadas en quebrar el exclusivismo español en América. La relación de los
pobladores isleños con los extranjeros fue ambivalente, si bien por un lado combatieron
valerosamente los ataques de los enemigos de la Corona, por el otro, la práctica del
comercio furtivo representó un alivio para la penuria económica que experimentaban.
Así, por ejemplo, en Holanda la Sección cartográfica del Algemeen Rijksarchief y la de
la Universidad de Leiden poseen magníficas colecciones de mapas de Puerto Rico del
siglo 17, período en que los holandeses atacan la Isla y sostienen un activo comercio en
la zona. Asimismo, la colección documental británica Calendar of State Papers,
Colonial Series, contiene testimonios sobre el contrabando entre las trece colonias
inglesas y Puerto Rico.
Desafortunadamente para este período desconocemos la documentación que pueda
encontrarse en los repositorios franceses y portugueses. Es una tarea que está por
emprenderse.
La colonia productiva
Al terciar el siglo 19, la implantación de las reformas borbónicas y los resultados de las
guerras de independencia en América ejercieron una profunda influencia en el
desarrollo político y socio-económico de Puerto Rico. Sin perder su condición de
baluarte militar, la Isla se transformó en una posesión productiva. Las concesiones
económicas de la metrópoli, otorgadas en gran medida para compensar las pérdidas que
había sufrido al desmoronarse el imperio en la América continental, reemplazó la
economía de subsistencia por una econocmía agro-exportadora basada en el
monocultivo, primero de azúcar y luego de café. Así, pues, Puerto Rico se convirtió en
una colonia competidora en el mercado internacional. Como consecuencia, hubo un
incremento demográfico, los antiguos poblados de la costa cambiaron sus fisionomías y
algunos de ellos se transformaron en hermosas ciudades. El interior montañoso se abrió
a la migración y a la fundación de núcleo urbanos. Se impulsó la educación, florecieron
las artes y la literatura.
Más importante aún, surgió en los puertorriqueños un profundo sentido de identidad
propia que tuvo resonancias ideológicas en cuanto a la relación con España. Es en este
contexto que se consolidó un poder estatal centralizador y regulador de todos los
aspectos de la vida colonial. En el ejercicio de tal autoridad se organizó la
administración pública y se crearon nuevas instituciones: la intendencia, la Audiencia,
la Diputación Provincial, los municipios, todas ellas emisoras y receptoras de
documentos.
Durante el siglo 19 cada una de dichas ramas del gobierno mantuvo sus propios fondos
ya que no hubo intentos de crear un archivo general de la Isla. En contraste con los
siglos anteriores, una parte de esta documentación se conservó. No obstante, otra se
perdió debido a las condiciones de los depósitos donde se almacenaban. Estos eran los
lugares más inapropiados -por lo regular, los sótanos, cobachas o el cielo raso de los
edificios- propicios para la proliferación de hongos e insectos que deterioraban
rápidamente los papeles. Además, las personas encargadas de la custodia -en la mayoría
de los casos funcionarios que eran aves de paso en la Isla- no tenían el aprecio de los
mismos o una conciencia clara de su valor histórico nacional.
Una nueva metrópoli
En 1898, Puerto Rico fue parte del botín que los Estados Unidos adquirieron al finalizar
la Guerra Hispanoamericana. A partir de esa fecha, se iniciaron profundas
transformaciones en el país. Las instituciones gubernamentales de la antigua metrópoli
fueron modificadas sustancialmente o desaparecieron y se intentó con muy poco éxito el
proceso de transculturación del país.
Estos cambios afectaron la conservación y preservación del acervo documental de la
Isla. El artículo 8 del Tratado de París ordenaba que los archivos y registros oficiales,
así administrativos como judiciales, pasaban a manos de los Estados Unidos. En 1899,
llegó a Puerto Rico Herbert Friedenwald, superintendente de la División de Manuscritos
de la Biblioteca del Congreso en Washington, con el propósito de hacer una evaluación
de los mismos. Al observar el estado de deterioro de la documentación, recomendó a las
autoridades militares que se transfiriera a la Biblioteca del Congreso parte del material
que ya no fuese de utilidad para la gestión del nuevo gobierno. De esta manera se
empacaron con destino a Washington un total de 2246 legajos, pertenecientes al
importante Archivo de la Capitanía General que estaba en Fortaleza (la residencia
oficial de los gobernadores españoles destacados en Puerto Rico). Los documentos que
se retuvieron en Puerto Rico fueron guardados en el edificio de la Intendencia.
En la Biblioteca del Congreso sólo retuvieron una tercera parte de la documentación,
pues se determinó que el resto todavía tenía utilidad administrativa. Se dispuso que se
devolvieran estos legajos a Puerto Rico. Debido a que las cajas estaban mal rotuladas,
durante la travesía quedaron abandonadas en un muelle de La Habana donde sufrieron
pérdidas ya que estuvieron expuestas a los azotes de un ciclón. En 1943, las cajas que
quedaron en custodia de la Biblioteca del Congreso fueron trasladadas a los Archivos
Nacionales en Washington y allí permanecieron hasta la década de 1970.
La creación del Archivo Histórico de Puerto Rico
Las primeras cuatro décadas del siglo 20 en la Isla se caracterizaron por un intenso
debate político y cultural. Fue un período de crisis y ambivalencias frente a la nueva
metrópoli que si bien por un lado representaba el progreso y modernización de la Isla,
por el otro regateaba la participación de los puertorriqueños en el gobierno propio y
amenazaba con la absorción cultural.
Como reacción a esto último los puertorriqueños buscaron en las raíces hispanas el
fortalecimiento de su identidad nacional. Uno de los medios fue el acercamiento a las
fuentes históricas para contestar preguntas fundamentales: ¿Quiénes somos? ¿Hacia
dónde vamos?
Desde 1903 la Legislatura insular creó el cargo de historiador de Puerto Rico, pero no
fue hasta el 1919 que aprobó la fundación del Archivo Histórico como sede del
historiador incumbente. A tales efectos, ordenó que el recién creado archivo tendría
como objetivo principal custodiar, ordenar, clasificar y catalogar todos los documentos
pertinentes al antiguo gobierno y capitanía general de Puerto Rico y demás organismos
del Estado, así como los de la Audiencia Territorial. Además, dispuso que el director
tenía el deber de trasladar al Archivo Histórico cualquier documento de carácter
histórico que se encontrase en los archivos municipales.
El archivo fue ubicado en un edificio que no reunía las condiciones necesarias para la
preservación de los documentos. Según revela la correspondencia del director dirigida a
las autoridades coloniales norteamericanas, el depósito -que se encontraba en el sótanotenía la instalación eléctrica defectuosa, las paredes estaban minadas de comején y
cuando llovía el agua penetraba y mojaba la documentación. No obstante, el gobierno
permaneció indiferente ante estos planteamientos. A tal extremo llegó la situación, que
en el 1926 ocurrió un lamentable incendio el cual destruyó gran parte de los papeles.
Los que se pudieron salvar fueron trasladados a la Universidad de Puerto Rico. Por
fortuna, quedaban los documentos de los archivos municipales que debido a las
limitaciones de espacio y las condiciones del Archivo aún no habían sido incorporados.
Otros fondos documentales todavía se encontraban en la Fortaleza y sobrevivieron el
desastre.
La década de los 30 marcada por la Gran Depresión Mundial sumió al país en una
desesperante pobreza, lo que explica que se paralizara cualquier intento de reconstruir el
Archivo Histórico. Las prioridades del gobierno se centraron en los programas de ayuda
económica a la población,
El proyecto populista
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial y los inicios de la Guerra Fría, se acentuó
el carácter estratégico-militar de la Isla en relación con el área del Caribe. Esto propició
que los Estados Unidos apoyaran un proyecto populista de iniciativa puertorriqueña el
cual entroncaba con los que ya para estas fechas arraigaban en América Latina. Puerto
Rico en el marco de la geopolítica caribeña de los Estados Unidos se convertió en
"vitrina de la democracia" y en "puente entre dos culturas". Como resultado, en 1952 se
aprobó por el Congreso norteamericano el texto de una Constitución que creaba el
Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Estos procesos tuvieron impacto en la vida
cultural del país. Dos hechos son pertinentes a nuestro trabajo: la creación del Archivo
General de Puerto Rico y la renovación de los estudios históricos, proyecto que
correspondió al Departamento de Historia de la Universidad de Puerto Rico. Como bien
ha señalado María de los Angeles Castro:
La Historia también entró en la órbita de modernización que gestaba para todo el país en
esa década el Partido Popular Democrático. La "nueva" escuela entendería la historia
como un proceso superando la visión aracaica del "catálogo genealógico"...Así comenzó
a cuajar un nuevo discurso histórico.
Se profesionalizó la disciplina histórica y uno de los medios para llevar a cabo el plan
fue la fundación, en 1946, del Centro de Investigaciones Históricas, adscrito al
Departamento de Historia. El Centro tenía la finalidad de apoyar la docencia y estimular
y promover la investigación histórica mediante el adiestramiento de un equipo de
historiadores y el acopio de un acervo documental.
Hoy día el Archivo General de Puerto Rico y el Centro de Investigaciones Históricas
son los repositorios documentales más importantes del país.
El Archivo General
La Universidad de Puerto Rico jugó un importante papel en la creación del Archivo
General, en 1955. El director del Departamento de Historia, Arturo Morales Carrión, fue
el autor de las bases para el establecimiento de dicho organismo. Inicialmente la ley
disponía que el Archivo dependería administrativamente de la Universidad de Puerto
Rico. Pero, un año más tarde, por orden ejecutiva, se determinó que el recién creado
Instituto de Cultura Puertorriqueña sería la entidad responsable del funcionamiento del
Archivo.
El Archivo General es el depositario oficial de todos los documentos públicos de Puerto
Rico, aunque recibe donaciones privadas y puede también adquirir colecciones
mediante compra. Cada agencia gubernamental y municipio tiene un administrador de
documentos, quien se responsabiliza de preparar un inventario y enviarlo al Archivero.
Este determina los que se incorporarán al repositorio. Actualmente el Archivo General
alberga 52,000 pies cúbicos de material de valor histórico.
Los fondos documentales del Archivo General
Los fondos documentales que están organizados y que tienen inventarios son los que
pertenecen a la administración colonial española del siglo 19. Estos son los siguientes:
Audiencia Territorial; Diputación Provincial; Intendencia; Protocolos Notariales; Obras
Públicas; Gobernadores Españoles; Municipios; Colecciones Privadas; Cartografía.
1.
Audiencia Territorial- Es un fondo documental muy amplio. Trata sobre la
creación e instalación de la Real Audiencia en Puerto Rico, en 1832, y contiene
abundante documentación sobre los casos judiciales de todos los pueblos de la Isla.
Además, comprende informes de visita de los gobernadores a los pueblos,
justificaciones de limpieza de sangre, censos de almas y electorales, fundacioness de
villas y ayuntamientos, nombramientos de alcalde mayores y corregidores.
2.
Diputación Provincial. Debido al carácter administrativo de esta institución, cada
ayuntamiento tiene un expediente, lo que en cierto modo suple la documentación que
por diversas razones han perdido los municipios a lo largo del tiempo. Se conservan los
libros de actas y acuerdos de la Diputación, que recogen el desarrollo de la vida
municipal, particularmente lo relacionado con instrucción pública, salud y hacienda.
3.
Protocolos Notariales. Por diposición de ley, al fallecer un abogado o cerrar un
bufete los protocolos notariales pasan a los tribunales y luego de un período de 60 años
se depositan en el Archivo General. Algunos de los libros datan de la última década del
siglo 18. Son la fuente primaria más importante para la historia socio-económica del
país. En ellos se encuentran las compraventa de tierras y esclavos, transacciones
comerciales, hipotecas, testamentos, contratos, estipulaciones matrimoniales. El fondo
está organizado por distritos, pueblos y notarios. También tiene una guía que provee
información sobre los años, número de volúmenes, y las condiciones en que éstos se
encuentran.
4.
Obras Públicas. Es el más voluminoso de todos los fondos, abarca desde el siglo
19 hasta las primeras décadas del 20. Consta de unas 4,000 cajas. Por las series que lo
integran se puede apreciar cuán inestimable es su valor. Entre ellas, se distinguen las
siguientes: edificios religiosos, obras municipales, carreteras y puentes, comunicaciones
y propiedad pública. Esta última comprende las peticiones y concesiones de tierras
hechas durante el siglo 19. Sobresale también la del catastro, que consta de 174
volúmenes en los que se describen detalladamente las tierras urbanas y rurales y quiénes
han sido los propietarios. Para los interesados, por ejemplo, en la historia urbana y en el
desarrollo de la infraestructura insular esta documentación es de consulta obligada.
Destaca la cantidad de planos y mapas que aparecen en cada una de las series,
aproximadamente alcanzan la cifra de 50,000. En 1989 se inició el proyecto de
automatización del Archivo, cuya primera fase se encaminó hacia la preservación y
divulgación de estos planos. La aportación económica del Colegio de Ingenieros y
Agrimensores ha contribuido a la tarea. Se le ha dado particular atención a la Serie de
Carreteras y Puentes debido a que es la de mayor interés para este grupo de
profesionales.
5.
Gobernadores Españoles- Fue el fondo documental que a principios del siglo 20
se trasladó a Washington y permaneció bajo la custodia de los Archivos Nacionales
hasta 1973, cuando fue devuelto al pueblo de Puerto Rico. Incluye siete series que son
de vital importancia para todo investigador: Asuntos Políticos y Civiles, Militares,
Navales, Eclesiásticos, Gubernamentales y Municipios. Como se puede observar, la
documentación abarca diversos temas y es de consulta obligada puesto que
complementa los demás fondos del Archivo.
6.
Municipios- En 1973, el Archivo inició un programa mediante el cual se
visitaron todos los pueblos de la Isla y se recogieron los documentos pertinentes al siglo
19 y primeras décadas del siglo 20 con el propósito de prevenir su deterioro y eventual
desaparición. Solamente las ciudades de San Germán, Ponce, Mayaguez, Caguas y
Vega Baja retuvieron la documentación debido a que las autoridades municipales
mantenían controles y condiciones adecuadas para su preservación. El volumen de
documentos varía con relación a cada pueblo. En su mayoría no tienen inventarios y
algunos están sin organizar. La temática es variada: padrones (esclavos, libertos,
jornaleros, tierra), reparto de subsidio, planillas de riquezas, relación de las milicias
urbanas, correspondencia general, los libros de actas del ayuntamiento y de las Junta
locales de instrucción pública, beneficencia y salud pública. Por lo mismo, resulta
imprescindible para el estudio de la historia económica, social, política e institucional de
Puerto Rico y el análisis comparativo de las diversas regiones de la Isla.
7. Colecciones particulares. Son de gran interés, pues proveen abundante
información sobre prominentes personalidades de la vida política y cultural
puertorriqueña. Además, arrojan luz sobre el trasfondo histórico en el cual se
desenvolvieron.
Otras colecciones. La colección cartográfica incluye mapas y planos desde los siglos 18
hasta el 20. El archivo de fotografías está integrado por colecciones privadas,
organizadas por temas y cuenta con una guía descriptiva. Por último, el Archivo de
Imágenes y Movimiento se inauguró en el 1992. Su objetivo principal es la adquisición,
conservación, difusión y fomento de las artes cinematográficas del país. Desde su
fundación ha restaurado alrededor de 25 películas, muchas de las cuales se han podido
exhibir en la televisión y en festivales cinematográficos de Puerto Rico y del extranjero.
La sala cuenta con equipo audiovisual que permite ver a los usuarios la película o el
documental que interesen.
Desde su creación el Archivo ha dedicado sus esfuerzos a ordenar y catalogar la
documentación pertinente al siglo 19. En cambio, la de siglo 20 permanece intocada.
Son varias las razones que explican esta situación, entre otras, podemos señalar la falta
de recursos económicos, de personal debidamente adiestrado y de espacio donde
organizar colecciones voluminosas.
El Archivo General no es una entidad autónoma. Como mencionamos, está supeditado
administrativamente al Instituto de Cultura Puertorriqueña, cuyas prioridades
presupuestarias no atienden adecuadamente las necesidades del Archivo ni la urgencia
de catalogar y preservar los fondos documentales. Es alarmante que de la totalidad de
documentos públicos que se producen sólo entre un 2 y un 10% se conservan. El resto
es destruido. Aún los que se salvan, son depositados, la mayoría de las veces, en lugares
inapropiados para su preservación ya que el Archivo carece de espacio para recibir el
caudal documental que generan anualmente las agencias del gobierno. En la actualidad
hay cerca de 12,000 pies cúbicos que esperan ser transferidos al Archivo.
A esta situación se añade que en Puerto Rico no existen programas académicos que
eduquen y adiestren a los archiveros. Sólo se ofrecen cursillos y adiestramientos de
corta duración. En general, el personal aprende mediante la práctica.
Los archiveros e investigadores del país no han permanecido indiferentes a tales
problemas. Conscientes de su responsabilidad de salvar el patrimonio cultural del país,
han unido esfuerzos para tratar de afrontar la crisis. Uno de los más notables fue la
creación de la Red de Archivos en octubre de 1988. Entre sus objetivos principales
están: buscar formas de concienciar a las autoridades gubernamentales y a la opinión
pública sobre la importancia de preservar las fuentes documentales y aunar esfuerzos
para compartir recursos y divulgar preceptos básicos de archivística que orienten a los
que sin ser archiveros profesionales han asumido la reponsabilidad de custodiar y
preservar documentos históricos.
Ante las dificultades que ha confrontado el Archivo, el Centro de Investigaciones
Históricas desempeña un papel crucial en el acopio de fuentes documentales que han
sirven de complemento a las del repositorio oficial.
El Centro de Investigaciones Históricas
Desde 1950 el Centro de Investigaciones Históricas inició un proyecto pionero de
localización y microfilmación de documentos pertinentes a la historia de Puerto Rico en
los archivos extranjeros. La búsqueda se inició en el Archivo General de Indias y en el
Histórico Nacional de Madrid, mas pronto se extendió a Cuba, México, Londres,
Francia, Dinamarca, Suecia y recientemente a los Estados Unidos. Este rico acervo
documental -integrado por colecciones de micropelículas, filmillas, fotografías,
fotocopias y transcripciones- abarca desde los siglos 16 al 20. Cada una de las
colecciones tiene una guía que facilita la consulta. Tomemos como ejemplo la
Colección de micropelículas.
Esta es una de las colecciones más importantes que el Centro custodia, pues contiene
más de 3,500 rollos de micropelículas. Se ha procurado microfilmar series que guarden
relación temática y secuencia cronológica, con el propósito de facilitar a los
investigadores fuentes lo suficientemente completas para llevar a cabo sus pesquisas. El
fondo está organizado de acuerdo con el archivo de procedencia de los documentos.
Como es lógico, entre ellos destacan los de las dos metrópolis: España y los Estados
Unidos.
Los documentos de España provienen de archivos tales como: la Biblioteca de la
Universidad de Barcelona; el Archivo Histórico Municipal de Barcelona, la Biblioteca
Nacional de Madrid, el Archivo de Simancas, el Archivo General de Indias y el
Histórico Nacional de Madrid. Merece destacarse la documentación procedente de estos
dos últimos archivos.
Del Archivo General de Indias, se encuentran, entre otras, las series relacionadas con los
juicios de residencia de los gobernadores (siglos 16 al 18), el situado, el comercio, las
fortificaciones y los asuntos eclesiásticos. Es una amplia documentación de gran riqueza
temática que permite reconstruir nuestro pasado desde diferentes ópticas.
En lo que respecta al Archivo Histórico Nacional se han microfilmado de la Sección de
Ultramar, la Serie de Fomento y los Mapas y Planos en su totalidad, además de
numerosos legajos de las Series de Gobierno, Real Hacienda y Gracia y Justica. Este
acervo del siglo 19 es un complemento muy importante para la documentación que
sobre ese período alberga el Archivo General.
Un aspecto medular del Archivo del Centro son los fondos documentales que provienen
de los Estados Unidos. Debido a que el Archivo General no ha podido organizar el
material relacionado al siglo 20, las micropelículas de los documentos custodiados en
diferentes repositorios norteamericanos -Biblioteca del Congreso, New York Public
Library, y la Universidad Berkeley- constituyen una fuente importantísima para el
estudio de esta centuria. El grueso de la documentación procede de los Archivos
Nacionales en Washington. Destacan los tres grandes "Records Groups" que tratan
exclusivamente sobre Puerto Rico: el del Negociado de Asuntos Insulares del
Departamento de Guerra, la Oficina de Territorios del Departamento del Interior y los
de la Administración para la Reconstrucción Económica de Puerto Rico. Hasta el
momento los temas que se han seleccionado para la microfilmación son los pertinentes
al desarrollo socio-económico de la Isla bajo el gobierno norteamericano Así, pues,
sobresalen los siguientes: emigración de puertorriqueños a los Estados Unidos,
desarrollo de la industria azucarera y los programas de rehabilitación económica durante
el período de la Depresión, los cuales fueron la base para el desarrollo industrial de
Puerto Rico a partir de la década de 1940.
Una de las adquisiciones más importantes son las planillas de los censos federales de
población de 1910 y 1920 y el de población y riqueza agrícola que hizo, en 1934, la
Administración para la Reconstrucción Económica de Puerto Rico. Esta trilogía es una
de las fuentes más consultadas del Centro por los interesados en la historia social,
económica y demográfica. En las planillas aparecen los nombres de las personas, edad,
raza, ocupación, nacionalidad, estado civil, religión, número de hijos y lugar de
residencia.
Otro fondo documental importante son las series del Departamento de Estado de los
Estados Unidos relacionadas con el área del Caribe. Así, por ejemplo, el Centro cuenta
con una abundante información sobre Cuba que data de 1855-1954. Incluye diversas
series de los Récords del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre los
asuntos internos de Cuba, como son los "Narratives Agricultural Reports", que ofrecen
un vasto inventario de la economía cubana.
De la documentación procedente de los archivos extranjeros cabe mencionar las cartas
de los cónsules franceses e ingleses enviados al Caribe. Por ejemplo, del Ministerio de
Asuntos Extranjeros de los Archivos Diplomáticos de París, se encuentra la
correspondencia consular del siglo 19 pertinente a Puerto Rico, La Habana y Saint
Thomas. Del Public Record Office de Londres, se suman a las cartas consulares los
informes sobre el comercio de esclavos.
No menos importante que la Colección de Micropelículas son las Colecciones
Particulares que custodia el Centro. Estas han sido donadas por individuos, familias o
corporaciones. Aunque la mayor parte consta de documentos originales, incluye
también fotocopias, micropelículas y transcripciones a maquinillas. Hasta el momento
el Centro cuenta con 22 colecciones particulares. Varias de ellas pertenecen a
destacadas personalidades de la política puertorriqueña del siglo 20, como la de Gilberto
Concepción de Gracia, quien fue fundador del Partido Independentista Puertorriqueño.
Recientemente, el Centro ha recibido algunas colecciones procedentes de la República
Dominicana, entre ellas, la de Santiago Michelena, los papeles del Dr. Roberto Cassá
relacionados con el movimiento obrero en Santo Domingo y una hermosa colección de
fotografías de la Central Romana, uno de los colosos azucareros del Caribe.
Es decir, que a lo largo de cinco décadas el Centro ha hecho un acopio de incalculable
valor de la documentación que sobre Puerto Rico y el Caribe se encuentra dispersa en
archivos de exterior. Este proyecto de microfilmación ha facilitado enormemente la
labor de los investigadores a la vez que ha fomentado los estudios comparativos sobre la
región del Caribe.
Los archivos históricos especializados
Durante las últimas décadas se han organizado diversos archivos históricos
especializados, como son el Archivo de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico,
el del Fideicomiso de Conservación, el Archivo de la Fundación Luis Muñoz Marín y el
Archivo Histórico de la Migración Puertorriqueña en la ciudad de Nueva York. Este
último reviste una importancia especial para la historia de Puerto Rico.
Desde principios de siglo 20 la emigración de puertorriqueños a los Estados Unidos ha
sido una constante. Pero a partir de la década de 1950, cuando comenzó el proceso de
industrialización de la Isla, el flujo migratorio alcanzó un nivel insospechado. Con el fin
de contrarrestar la alta densidad de población de la Isla y, en consecuencia, el
desempleo, el gobierno de Puerto Rico fomentó el éxodo. En 1947, se creó en la ciudad
de Nueva York la División de Migración, como una rama del Departamento del Trabajo
de Puerto Rico. Dicha División facilitó al migrante la tramitación de documentos
oficiales producidos en la Isla -actas de nacimiento, bautismo, matrimonio, etc.- y lo
ayudó a obtener ciertos servicios de las comunidades norteamericanas, en particular los
programas de beneficencia pública. Los datos vitales que se compilaron al ofrecer estas
ayudas han permitido llevar a cabo diversos estudios sobre las características de los
migrantes puertorriqueños y el proceso de su inserción en la sociedad norteamericano.
De aquí que el Archivo tenga un valor incalculable para los estudios históricos y
sociológicos sobre la comunidad puertorriqueña en los Estados Unidos.
Conclusión
La actividad archivística en Puerto Rico durante las últimas décadas denota una
profunda preocupación por la conservación de las fuentes documentales que va a la par
con la madurez de una conciencia histórica y un arraigado sentido de identidad. Este
esfuerzo ha hecho posible una renovación en la producción historiográfica del país que
se manifiesta en una rica y variada temática.
A partir de la década de 1970, despunta una nueva generación de historiadores cuyas
obras se destacarán por el análisis y la explicación de los procesos y el énfasis en los
aspectos socio-económicos del desarrollo histórico del país. La disponibilidad de fondos
documentales inaccesibles anteriormente -por ejemplo, los Fondos de Gobernadores
Españoles, Municipios y Protocolos Notariales del Archivo General de Puerto Ricopermitieron que estos historiadores incorporaran a sus investigaciones fuentes primarias
apenas utilizadas hasta entonces, como las planillas de riquezas, registros de jornaleros
y padrones de esclavos. Desde esta nueva perspectiva surgió una historia que develó
angulos insospechados de nuestra configuración como pueblo y permitió
interpretaciones originales y rectificaciones de nuestro pasado histórico. Así, por
ejemplo, temas como la institución de la esclavitud, el desarrollo del movimiento
obrero, el mundo social de las plantaciones adquirieron una gran relevancia en la agenda
de los historiadores.
El Centro de Investigaciones Históricas ha sido puntal en el desarrollo y fortalecimiento
del Programa Graduado del Departamento de Historia de la Universidad de Puerto Rico.
Su acervo documental es una rica cantera para los trabajos de los profesores y sirve de
base para las monografías y las tesis de Maestría y Doctorado de los historiadores en
ciernes. Además, el Centro genera su propios proyectos de investigación y
publicaciones. Entre éstas, se encuentra la revista Op. Cit. Uno de los objetivos
principales de dicha revista es divulgar las fuentes documentales disponibles en el
Centro y en otros archivos del país y del exterior. Además, ha contribuido a la
organización de importantes archivos: el Archivo Eclesiástico y el de la División de
Migrantes, en Nueva York.
Los archivos especializados, como el de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico
y el del Fideicomiso de Conservación, se han convertido en instituciones dinámicas que
mediante exposiciones y publicaciones contribuyen con un alto grado de
profesionalismo y excelencia a fomentar el conocimiento histórico.
A pesar de estos logros, los archiveros y los historiadores puertorriqueños están
conscientes de que aún queda un largo trecho por caminar. Es preocupación de todos la
indiferencia del gobierno de no dotar a los archivos -particularmente al Archivo
General- de los recursos suficientes para agilizar el proceso de preservación y
accesibilidad de los documentos y mantener estructuras físicas que aseguren unas
condiciones idóneas de trabajo para tan delicada y abnegada tarea.
Documentos de las Milicias en el municipio Diez de Octubre -Fotografías de los
primeros médicos milicianos; 1959
Expedientes de los batallones de las milicias del municipio Diez de Octubre; 1960-1962
Historia de las milicias de Diez de Octubre(l11 y 111 versión); 1993
Expediente de Miguel Galán Blanco, jefe de las milicias en la provincia Habana; 1959
Boletín Sierra Maestra; 1957
-Expediente de la columna no.1 del M 26-7, Brigada Angel Ameijeiras; 1959
DE LOS ARCHIVOS EN REPUBLICA DOMINICANA
Roberto Cassá
No es preciso insistir en la importancia que tiene la conservación de acervos
documentales para una comunidad. La misma reviste una doble dimensión: por una
parte, utilitaria, expresión de la institucionalización del estado y de la sociedad; más
allá, se trata de un requerimiento de cultura, componente de la reproducción prospectiva
de sentidos de cohesión.
En lo que toca a la conformación de archivos, ambas dimensiones han registrado
consuetudinariamente graves déficit en República Dominicana. La labor de archivística
histórica apenas comenzó hace unos sesenta años, pero los logros alcanzados se han
revertido. Hoy, como parte de la degradación inaudita de las funciones estatales y de los
vacíos en la sociedad, la situación acusa niveles de desastre, lo que no constituye un
fenómeno inédito. Valiosos fondos continúan sometidos a riesgos de destrucción o se
degradan de manera acelerada. No existen medios ni instrumentos descriptivos para la
ubicación de fondos y la determinación de su contenido, salvo en una parte de los que se
encuentran en el Archivo General de la Nación. La actual debilidad de la archivística no
hace sino culminar un sempiterno proceso de restringida emisión de documentos, de
ausencia de cuidado en su conservación y de destrucciones sistemáticas.
De la evaluación de la situación se derivan medidas dirigidas a detener la pérdida de
fondos de valor y a que los existentes se pongan adecuadamente al servicio de la
población y de los investigadores, en lo que respecta a ubicación, clasificación,
inventariado y reproducción.
Como el objetivo de mayores alcances de los archivos consiste en servir de memoria de
la colectividad, la evaluación se hará desde el ángulo de sus potencialidades para la
investigación histórica. A tal respecto, se establece un corte básico entre los períodos
previos y ulteriores a la fundación del estado dominicano, en 1844. En virtud del papel
estratégico de la documentación pública, este hecho significó un parteaguas en materia
de emisión de fuentes y de su conservación en el país.
Por lo tanto, hasta las primeras décadas del siglo XIX, grosso modo, la documentación
en el exterior tiene mayor importancia que la local, aunque desde fines del siglo XVIII,
fue cobrando peso la documentación localizada en depósitos dominicanos. La desigual
riqueza de los fondos locales en los diversos periodos, junto a las potencialidades de los
que se hallan en el exterior, constituyen referentes obligados para el trazado de las
estrategias de la investigación histórica.
Sinópsis de los emisores y fondos conservados hasta 1844
Hasta 1821, cuando se proclamó por primera vez la independencia nacional -abortada
por la subsiguiente invasión haitiana- la generalidad del material documental
conservado se encuentra en los archivos españoles, especialmente en el Archivo General
de Indias y en el Archivo General de Simancas. Aparte de los factores favorables para la
conservación en la península, debe tomarse en consideración que el centralismo
metropolitano propiciaba que la documentación más sustanciosa no permaneciera en la
isla. También en Francia e Inglaterra, sobre todo en el primer país, hay materiales de
importancia relativos a las relaciones entre las colonia francesa y española de la isla
durante los siglos XVII y XVIII y al involucramiento de Francia en la política del país
entre 1795 y 1809, incluyendo el gobierno de 1802-1808. El material existente en los
archivos ingleses se relaciona a la atención comercial que ese país prestó al país desde
fines del XVIII y a su participación directa en diversos episodios.
La importancia marginal que, en los hechos, concedieron las autoridades haitianas a lo
que denominaban "Partie de l’Est", entre 1822 y 1844, se expresó en la escasa emisión
de documentación pública en ese periodo. En los Archives Nationales de Port-auPrince, hasta donde se puede saber en la actualidad, es bastante reducido el material
dominicano.1
Como en otras demarcaciones del imperio español, en la colonia de Santo Domingo las
principales instituciones emisoras de documentos fueron las dependencias de la
administración pública. Resaltan la Real Audiencia, creada en 1511, junto a las oficinas
de la Real Hacienda y la tropa profesional que comenzó a operar a inicios del siglo
XVII. Fuera de estas instancias, en el centro administrativo únicamente sobresalieron
dos más: la Iglesia Católica, a través del Arzobispado y su Cabildo; y el Cabildo de
Santo Domingo, medio sempiterno de cohesión de la élite terrateniente criolla.
Adicionalmente a estos aparatos centrales, se encontraban, en primer término, los de
autoridad local, básicamente los alcaldes y los cabildos de las villas. El otro gran
conjunto lo conformaban los organismos de la Iglesia: las parroquias y las órdenes,
estas últimas con sus superiores en la ciudad de Santo Domingo.
No parece que hubiese otros focos importantes de emisión de documentación escrita a
lo largo de los siglos coloniales.En una población casi universalmente analfabeta, la
circulación de documentos competía básicamente a relaciones de autoridad y
transacciones legales o se confinaba al ámbito eclesiástico.
Hay razones para pensar que los estrictos criterios que pautaban el estamento
burocrático imperial no se aplicaron con escrupulosidad en el espacio insular. Aparte
del aludido centralismo metropolitano, esto explicaría la diferencia entre la abundante
documentación conservada en la península y la contrastante cuantía mínima conservada
en el interior del país. La burocracia colonial se caracterizó desde el principio por el
ejercicio de graves irregularidades, al amparo de la distancia que la protegía de los
intereses del centro. Aunque no existen informaciones explícitas en cuanto al desinterés
por conservar la documentación, este se puede derivar de los grados de precariedad en
que se desenvolvían las élites dirigentes. Cabría considerar, adicionalmente, el grado
rampante de incultura característico de la vida colonial, contrastante con los mitos tan
socorridos en la historiografía conservadora.
La síntesis tradicionalista ha aducido, para explicar la pérdida de fondos, los efectos
catastróficos de la cesión de la colonia a Francia por medio del Tratado de Basilea, en
1795. No cabe duda que este hecho tuvo consecuencias marcadas, pero no explica los
vacíos in situ de registros de las oficinas centrales. Basta traer a colación que los fondos
de la Audiencia trasladados a Cuba apenas arrancaban de la cuarta década del siglo
XVIII. Dado que Francis Drake destruyó los archivos en 1586 y que posteriormente no
se produjo ninguna otra ocupación enemiga de la ciudad amurallada, se comprueban
otras causas en la pérdida de la documentación pública durante casi siglo y medio. No
es casual, por lo demás, que no se conservaran muchas otras fuentes, lo que no puede
ser achacado con exclusividad a la acción de bucaneros, piratas, corsarios e invasores
haitianos. Todos ellos, ciertamente, tuvieron su elevada cuota destructiva en diversos
puntos de la isla, pero no puede absolutizarse al respecto. Hay indicios en demasía
acerca de la escasa estima de los españoles y dominicanos por el acervo documental
insular: por ejemplo, a raíz del traslado de los archivos coloniales a Cuba en 1796, se
señala la pérdida de numerosos documentos de la Iglesia a resultas de negligencia en la
catedral de La Habana.2
En síntesis, la pobre conservación de fuentes puede atribuirse a varios factores: en
primer término, los efectos de las deficiencias administrativas a lo largo del período
colonial; las incursiones enemigas de fines del siglo XVI y del conjunto del XVII; la
relativa dificultad de conservación de los papeles a causa del clima húmedo y la acción
de insectos;3 las guerras desencadenadas, desde los últimos años del siglo XVIII, por la
revolución haitiana y el Tratado de Basilea.4
A estos factores se agregó la inestabilidad de inicios del siglo XIX, producto de la
cesión a Francia. Al interrumpirse la soberanía española, algunas administraciones
fueron breves o se desenvolvieron en medio de guerras, despoblación y pobreza
extrema. Ninguna logró dar lugar a un proyecto estable, por lo que no resultaba factible
la organización de la documentación. Los franceses miraron siempre hacia Europa y los
haitianos carecían de los recursos para acometer la tarea.
La debilidad extrema del estado dominicano hasta aproximadamente 1880 constituyó un
ingrediente suplementario en la escasez de fuentes antiguas, agravado por la escasa
valoración social de las fuentes originales. Se han informado varias destrucciones de
fondos hasta inicios de este siglo, pero, en verdad, la práctica se mantiene en el
presente, aunque sobre fondos que no llaman la atención en igual forma.
Los cambios políticos acaecidos desde el inicio del siglo XIX trajeron consigo
innovaciones en los emisores de fuentes. En lo inmediato, aparecieron los registros de
Estado Civil y se amplió el funcionamiento de los notarios. Más adelante se
consolidaron los registros de los ayuntamientos, como antes dotados con libros de la
propiedad inmobiliaria. De igual manera, la modificación de la administración judicial
para acomodarse a la tradición francesa motivó que los nuevos juzgados se hicieron
importantes emisores.5 No obstante, la generalidad de la documentación inicial se
perdió, en lo que gravitaron destrucciones intencionales,6 o ha quedado dispersa, lo que
demanda una evaluación en detalle.
Así, desde el inicio del XIX se acrecentó el espectro de emisores de fuentes y la cuantía
de las conservadas, aunque siempre en cuantía limitada hasta 1844, año en que se creó
la República Dominicana y comenzó a cimentarse un sentimiento de cohesión a través
del estado nacional. A continuación se detallan las fuentes más importantes conservadas
en el país relativas a los procesos previos a la fundación del estado dominicano.
1.
Villas del Este: Bayaguana, Higüey, Monte Plata y El Seybo. Los dos primeros
archivos tienen catálogos, uno de ellos parcialmente publicado.7 El último es de
descubrimiento bastante reciente y aún no ha sido descrito, pero se reporta de mayor
importancia que los otros. Los centenares de legajos constituyen el conjunto más
apreciable de fuentes coloniales conservadas en el país. Aunque se remonta a la primera
mitad del siglo XVII, la documentación significativa se inicia en la última década de
dicha centuria. Como se detalla en el anexo Directorio, se trata de documentos que
informan fundamentalmente sobre la vida rural: inventarios de bienes (sobre todo de
hatos), testamentos y procedimientos de partición de herencias, actos de venta de tierras
y esclavos, obligaciones de tributos y capellanías.8 Aparte de esos documentos más
comunes se conservaron otros atinentes a conflictos sociales9 o provenientes de la
Audiencia y restantes instituciones centrales.10
La mayor conservación de fondos municipales en la región Este se explica por varias
razones: fue la zona menos afectada por incursiones de bucaneros y piratas y no fue
alcanzada por la invasión de J. J. Dessalines -jefe del estado haitiano- en 1805;11 a lo
anterior se agregó una sucesión de casualidades favorables, como la no ocurrencia de
incendios, accidentales o intencionales.12
2.
Fondos de la Iglesia. Sobresale, por una parte, el Archivo del Arzobispado,
contentivo de los fondos de la catedral. Como se explica en el Directorio, los materiales
de los siglos coloniales son relativamente escasos, con excepción de los registros
demográficos, pese a que el templo mayor no volvió a ser saqueado tras la invasión de
Drake.13 No deja de sorprender la escasa disposición o capacidad para la conservación
de sus documentos por parte de una institución como la Iglesia, pues parece que parte
considerable del material se encuentra en mal estado.
En segundo término, se encuentran los archivos parroquiales. Como se observa en la
selección del Directorio, contienen fundamentalmente información demográfica desde
fines del siglo XVIII o, más normalmente, desde las primeras décadas del XIX; de
seguro pocas parroquias (como Higüey) conservan información más temprana, aparte de
las dos de la ciudad amurallada.
3. Remisión del Archivo Nacional de Cuba. Es la sección Epoca Colonial del
Archivo General de la Nación, que tan solo consta de 29 legajos, básicamente de
la segunda mitad del XVIII.14 Con posterioridad se remitieron copias de otros
documentos de la Audiencia de Santo Domingo conservados en La Habana,
algunos de los cuales han sido editados.15
4. Protocolos notariales. Como series, se inician en las primeras décadas del
XIX,16 aunque incluyen, en pequeña monta, escrituras de la segunda mitad del
XVIII. La mayoría de los libros de notarios se hallan en el Archivo General de la
Nación (AGN), en tanto que otros han sido heredados por notarios en ejercicio o
han sido depositados en los juzgados de paz.
5.
Títulos de propiedad inmobiliaria. En el Archivo del Tribunal de Tierras, en sus
dependencias y en los archivos municipales -que normalmente constan de una sección
de Catastro, también se encuentran múltiples documentos relativos a la propiedad
inmobiliaria, sobre todo escrituras, expedidos por notarios o por autoridades
municipales y judiciales a partir de aproximadamente 1765, cuando se llevaron a cabo
las denominadas composiciones de títulos.17 Estos documentos se encuentran insertos
en diversos tipos de expedientes, generalmente formados en épocas posteriores. Los
fondos casi no han sido explorados, por lo que queda pendiente una labor de
determinación de las fuentes de importancia que contienen.18. Respecto a la
documentación relativa a la propiedad inmobiliaria, es de destacar que a inicios de este
siglo fue objeto de destrucciones sistemáticas y de falsificaciones masivas de parte de
notarios.
6.
Registro Civil. Existen oficinas en todas las ciudades, con varias
circunscripciones en las de cierta dimensión. Los primeros registros datan de la primera
década del siglo XIX, pero, como se observa en el Directorio, se generalizan décadas
después. Sólo una parte de los registros se encuentra en el AGN, fundamentalmente los
de Santo Domingo. Fueron trasladados a Port-au-Prince los más antiguos de varias
poblaciones del suroeste, vgr. Bánica, Azua, Las Matas de Farfán y San Cristóbal,
correspondientes a lapsos variados iniciados entre 1825 y 1832.19
7.
Archivo de José Gabriel García. Aunque su riqueza fundamental se refiere a la
segunda mitad del siglo XIX, no deja de contener materiales de importancia para
periodos previos. Por ejemplo, alberga parte de la correspondencia relativa a episodios
de la guerra fronteriza entre 1793 y 1795.
Sin duda la generalidad de varios de esos tipos de fuentes se encuentran en depósitos
hoy no inventariados, sobre los cuales habría que realizar una labor urgente de
ubicación y salvamento. Por ejemplo, en los archivos municipales existen importantes
fondos sobre la propiedad inmobiliaria. En los juzgados de paz, además del material
propiamente judicial y de los registros de Estado Civil, se conservan múltiples
protocolos notariales, generalmente sin cuidado alguno o, peor aún, sufriendo
destrucciones frecuentes.20
Las fuentes a partir de la Independencia
Fue únicamente tras la fundación del estado dominicano cuando comenzaron a formarse
y conservarse series de carácter gubernamental. Anteriormente los originales de los
documentos se remitían a las sedes del poder central, fuera Madrid, París o Port-auPrince, puesto que los archivos locales tenían una importancia accesoria. La práctica de
formar series continuas de documentos, como memorias de las oficinas y sus anexos,
decisiva en el acrecentamiento de la documentación pública, fue producto de los
requerimientos de un estado independiente.21
De todas maneras, en sus primeras décadas de existencia, el estado dominicano se
caracterizó por una precariedad extrema. Esto provocó -como se muestra en el
Directorio- que no se organizaran archivos públicos, sino, a lo sumo, depósitos
informes. Hasta fines de los años 60 la documentación gubernamental conservada es
reducida y sólo se encuentran algunas series de secretarías de estado, como Relaciones
Exteriores, Interior y Policía y Guerra y Marina,22 además de actas de los poderes
legislativos y las asambleas constituyentes.23
Aunque se llevaron muchos documentos, las autoridades españolas de 1861 a 1865
dejaron importantes fondos que fueron reunidos en una sección del AGN, la que cuenta
con catálogo publicado.24 La permanencia en el país de dichos papeles debió responder
a la aparición de un sentido de continuidad administrativa que a su vez daba cuenta del
paulatino afianzamiento de los lazos estatales.
Como parte de eso último, desde poco antes de 1870 comenzaron a conservarse de
manera regular los informes originales de las secretarías con los anexos y las series de
correspondencias y oficios. Para los años previos básicamente sólo se conservan los
informes de los incumbentes de las carteras, muchos de ellos publicados en las diversas
denominaciones de la Gaceta Oficial, hebdomadario vocero del Poder Ejecutivo, que
principió a aparecer en 1851.
Aun así, se mantuvo una situación irregular, expresada en destrucciones reiteradas de
documentación. Por ejemplo, durante la dictadura de los Seis Años de Buenaventura
Báez (1868-1873) se destruyó, posiblemente por consideraciones políticas o personales,
el principal depósito de documentos antiguos del gobierno, mayoritariamente
compuesto de fondos provenientes de los primeros años posteriores a la Independencia.
Parte de las deficiencias que tiene para la investigación la documentación del periodo en
cuestión se puede subsanar, en variados aspectos políticos y económicos, a través de la
correspondencia diplomática y consular de España, Francia, Gran Bretaña y Estados
Unidos; dichas series se acrecientan a partir del reconocimiento de la independencia
dominicana por parte de estas potencias.
Hacia 1880, al cesar las guerras intestinas y surgir un esquema más acabado de
administración, no sólo comenzó a acrecentarse la documentación gubernamental
conservada, sino también la de ayuntamientos, oficialías civiles, juzgados y notarías.
Aunque no se crearon nuevos depósitos ni se reorganizaron sustancialmente los
existentes, la mejoría de los servicios estatales coadyuvó a la conservación. La renovada
creación del cargo de archivero público en 1884 comenzó a tener un mímino de
consecuencias prácticas; aunque lejos de lo satisfactorio, permitió la congregación de
series en un depósito de la Secretaría de Interior y Policía.
No debe dejar de mencionarse que la injerencia estadounidense en el país, a través del
protectorado aduanero de 1905 hasta culminar en la dominación militar directa entre
1916 y 1924, hace que la documentación en National Archives de Washington sea de
relevancia. De todas maneras, en el país se han conservado materiales valiosos,25 que
incluyen porciones de la documentación de la dictadura militar estadounidense.26
El volumen de la documentación producida y conservada tendió a incrementarse en
forma sostenida, llegando a su clímax durante la dictadura de Trujillo (1930-1961).
Hasta la Independencia, cada uno de los fondos importantes, como máximo contienen
no muchas decenas de legajos, en los finales del XIX e inicios del XX se incrementan
hasta alcanzar unos pocos centenares de legajos, mientras que durante el régimen de
Trujillo se suman por miles. Esta multiplicación no fue ajena a que se produjera en el
periodo un proyecto despótico de corte capitalista, que, entre otras cosas, se expresó en
la centralidad de la élite intelectual. El grueso de la documentación de esas tres décadas
se originó en organismos del gobierno central, expresión de la centralización
consustancial al sistema político. A pesar del protagonismo exagerado del aparato
estatal, el contexto de modernización hizo que afloraran múltiples instituciones en la
sociedad. Con todo y el enorme progreso que se manifestó en la emisión y conservación
de fuentes no estatales, no todas las instituciones mantenían archivos y la mayoría
descuidaron la organización y conservación de sus fondos, tras perder utilidad
operativa.
Tras la muerte de Trujillo resulta equívoco efectuar un balance sobre los emisores de
fuentes. La restringida democratización política no se ha acompañado por
institucionalizaciones sólidas de los aparatos de la sociedad y del estado. Sin duda que
se han expandido las organizaciones sociales y, en la misma medida, los emisores de
fuentes. Pero, al mismo tiempo, no es difícil constatar la degradación de los criterios
acerca de la formación y la conservación de fondos. La destrucción de documentos ha
vuelto a ser una práctica corriente de la mayoría de instituciones. Sólo una minoría de
las del sector público cumplen con la ley que establece la remisión de los documentos
de más de cinco años al AGN.
En general, son escasas las oficinas que han creado archivos bien organizados, de los
cuales en el Directorio se presenta una muestra de algunos de los más importantes.
Igualmente, en la mayor parte de las empresas privadas se conserva tan sólo la
documentación que se juzga con valor utilitario, efectuándose periódicas destrucciones.
Las organizaciones sociales, como asociaciones profesionales, clubes, sindicatos o
cámaras empresariales, raramente han organizado archivos adecuados. Otro aspecto a
destacar radica en que, en no pocos casos, el acceso a esas fuentes está vedado para
quienes no tienen vínculos personales con directivos o propietarios.
Como consecuencia de la situación descrita, la conservación de documentación con
frecuencia se deriva de iniciativas personales. Es práctica común, que se extiende hasta
las alturas del poder, la formación de archivos personales paralelos, de mayor
importancia que los registros regulares de las oficinas; y no es raro que cuando un
directivo cesa sus funciones en una institución se lleve los papeles que considera de
utilidad para sus intereses. Ahora bien, pocas veces estos fondos quedan organizados
correctamente y posteriormente se destruyen, cuando se juzga que han perdido utilidad.
En lo que respecta a las personas que conservan documentos con sentido responsable,
no parece que su número se haya acrecentado en las últimas décadas. Todavía la
existencia de archivos privados parece incipiente, si se exceptúa a algunos historiadores
que han contado con determinados recursos, como los finados Emilio Rodríguez
Demorizi y Vetilio Alfau Durán. Pero, en estos casos, no se trata de archivos
personales, sino de archivos históricos, de especialistas de la investigación. En menor
dimensión se observa algo parecido en historiadores de provincia que han formado
archivos históricos, parcialmente con el fin de salvar acervos en riesgo de pérdida. Un
elemento accesorio a evaluar sería la justificación final de tal práctica, correlativa con el
desastre de los archivos públicos, ya que a veces los coleccionistas depredan fondos y
no los ponen al alcance de otras personas. Tampoco hay formas de acceso a los
eventuales acervos conservados por determinadas familias, sobre los cuales a menudo se
tienen noticias tras su destrucción por motivos variados, juzgados como carga molesta y
controversial.
Es común que muchos fondos se oculten, por asociarse a situaciones que interesa
mantener fuera del conocimiento público en la medida de lo posible. Al respecto, parece
existir un culto al secreto, correlativo a la fórmula conspirativa en que se desenvuelve
parcialmente la actividad política en el país; en otro sentido, esto es extensible a la
actividad empresarial.
Pese a las destrucciones intencionales, agravadas por la defectuosa o nula relación del
AGN con la sociedad, se ha podido detectar la existencia de una apreciable
documentación dispersa, cuya eventual utilización por parte de los investigadores
requeriría un sistemático trabajo de ubicación, catalogación, copiado y conservación.
Ahora bien, esto requeriría de una ardua labor, así como de vencer reticencias de
variados tipos e invertir sumas significativas de recursos, lo que actualmente no se hace
ni siquiera para la conservación de las fuentes que yacen en el AGN.
Organización de los archivos
En razón de lo antes expuesto, no fue casual que la organización de la archivística
histórica se dispusiera bajo la dictadura de Trujillo. Previamente tal concepto era
desconocido en el país, ya que el gobierno se limitaba a conservar documentos con
finalidad administrativa y utilitaria, pero nunca con un sentido historiográfico o de
acervo cultural. En 1935 se creó por ley el Archivo General de la Nación. Un par de
años después el AGN ya estaba en funcionamiento en la Secretaría de Guerra y Marina,
reuniendo la generalidad de fondos dispersos entre distintas oficinas centrales. En 1941
se pasaron los depósitos a un local dedicado al efecto en la calle Arzobispo Nouel.27 El
local actual fue inaugurado en 1954. Durante esos años se mantuvo una enérgica
captación de fondos dispersos en la geografía nacional. En conjunto, la creación del
AGN se acompañó de dispositivos cercanamente adecuados a lo que debe ser la tarea
archívistica, lo que carecía de precedentes en el país.
Por una parte, se incorporaron técnicos calificados, preparados fundamentalmente por
refugiados republicanos españoles. Casi siempre la dirección de la institución se
encontró en manos competentes, como los historiadores Emilio Rodríguez Demorizi y
César Herrera. El gobierno proveyó de fondos al organismo, lo que además de permitir
que se acometieran las labores de conservación e inventario contribuyó a que se
familiarizara un público restringido en aspectos de las fuentes históricas por medio del
Boletín del Archivo General de la Nación. Esta publicación periódica comenzó a
aparecer en 1938 y complementó la labor de difusión iniciada pocos años antes por
Clío, órgano de la Academia Dominicana de la Historia. Además de lo contenido en sus
respectivas revistas, el AGN y la Academia de la Historia hicieron ediciones de valiosas
fuentes, tanto de fondos locales como, sobre todo, del exterior.28
Las diversas tareas emprendidas permitieron, pues, poner al acceso del público corpus
documentales, lo que tenía precedentes limitadísimos, como las ediciones de Emiliano
Tejera en La Cuna de América, en la primera década del siglo, el cuarto tomo de la obra
de Delmonte y Tejada29 y los cinco tomos de documentos copiados en Sevilla por
Máximo Coiscou H.30 Por igual, en el AGN se puso al acceso del público un volumen
significativo de documentación inédita, buena parte con catálogos o índices.
Al respecto cabe considerar las características de la catalogación y descripción del
material. Aunque la mayor parte de los fondos del AGN están articulados a un sistema
de clasificación, su valor no pasa de orientador para la ubicación de materiales de
acuerdo a la cronología de las oficinas emisoras. Contados fondos llegaron a ser dotados
de verdaderos catálogos. En algunos casos, como los de la Secretaría de Interior y
Policía, probablemente la documentación más abundante, los ficheros o inventarios no
informan la ubicación física de los documentos. Dicho sistema se mantuvo hasta los
documentos emitidos entre 1950 y 1952. Con posterioridad, la documentación ingresada
al AGN únicamente consta de los índices que elaboran las instituciones estatales que
remiten sus fondos.
En virtud de las nociones más aceptadas acerca del proceso histórico, los trabajos de
edición y de clasificación de fuentes plasmaban agendas de corte político. Esto, sin
embargo, no dejó de tener su importancia, ya que puso en claro problemas debatidos
acerca de la historia política del XIX.
Más allá de esos planos de la síntesis político-militar-diplomática no se llevaban a cabo
investigaciones. Esto determinaba que el AGN operara como depósito pasivo para todo
aquello que no fueran materiales relativos a hechos relevantes de acuerdo a la
conceptualización de tal síntesis historiográfica. También operaba el supuesto de rescate
de los orígenes culturales hispánicos. Para ello, como los materiales existentes en el país
eran escasos, se organizaron misiones en los archivos españoles, a cargo de Fray
Cipriano de Utrera, Marino Incháustegui y César Herrera.
En síntesis, el AGN inició lo que podría calificarse de una labor necesaria en relación al
acervo de fuentes escritas, tanto en su centralización, conservación, catalogación y
edición. Por desgracia las actividades del AGN desde hace años se han caracterizado
por un deterioro catastrófico, lo que comporta varias vertientes. En la actualidad recibe
documentación de una minoría de las oficinas públicas y no recibe donaciones de
particulares. No se lleva a cabo ningún proceso de restauración de documentos,
quedando en letra muerta lo que debe hacer CENTROMIDCA, institución anexa creada
con apoyo de la Organización de Estados Americanos para microfilmar fondos. Desde
hace años el AGN no edita ninguna fuente. Hasta donde se ha podido establecer, desde
1961 no se ha preparado ningún catálogo o índice, hechas las excepciones de la
Fototeca y el fondo de la Comisión Nacional de Desarrollo.
Lo más grave es que se han reportado sustracciones de documentos, mutilaciones de
otros y destrucción por inadecuado manejo de documentos en mal estado. En algunos
fondos la situación llega a planos delicados. Es el caso de las colecciones de periódicos
del siglo XIX, a menudo sin otras copias, que se deterioran cada vez que se consultan,
no tomándose medidas de conservación, como la reproducción para consulta. Lo mismo
cabe observar respecto a fuentes antiguas. En algunos casos se han dispuesto medidas
de rescate sin consecuencia alguna, a no ser la prohibición fáctica de consulta de unos
cuantos fondos antiguos.31
Es notable que a la fecha el único otro archivo histórico sea el de Santiago. Es asimismo
excepcional lo logrado en la Universidad Autónoma, dando lugar a condiciones
correctas de conservación y catalogación orientadas en gran medida por criterios de
servicio a la comunidad. Todo lo descrito revela que no existe, tanto en la sociedad
como en el estado, conciencia acerca de la necesidad de la conservación y organización
de las fuentes. El Archivo Histórico de Santiago no pasa de una iniciativa aislada,
explicable por la fuerza del proyecto regionalista, y aun así en planos todavía incipientes
de desarrollo. El interés de reiterar dicho ejemplo en otras ciudades, como Baní, hasta
ahora no ha podido fructificar por falta de recursos. De la misma manera, aunque unas
pocas instituciones gubernamentales tienen buenos archivos, no se han aproximado a la
archivística histórica.
En fin de cuentas, hasta ahora la conservación de documentación en forma adecuada,
desde el punto de vista del servicio a la población, con excepción de contados archivos
como el de la UASD o el de Santiago, se circunscribe básicamente al AGN. La
generalidad de los otros acervos existentes que van más allá del simple depósito no
alcanzan la categoría de archivos históricos, pues están concebidos con fines
estrictamente administrativos. Es lo que se puede percibir en casos como el Palacio
Nacional, la Secretaría de Relaciones Exteriores o los ayuntamientos. La situación de
estos archivos públicos se caracteriza por desigualdades. En algunos existe un orden
aparente, acompañado de medidas adecuadas de conservación, como el de Relaciones
Exteriores. En cambio, otros de gran importancia para la historia económica, como los
del Tribunal de Tierras, se desenvuelven en extremo desorden, producto de las
conveniencias de intereses gravitantes, burocráticos o privados. Aun algunos bien
organizados, por razones obvias, no se encuentran libres de destrucciones o
sustracciones.
Con mayor razón, corresponde extender la observación hacia depósitos y archivos de
empresas y personas. Al encontrarse libres de toda regulación, se someten a frecuentes
destrucciones. Casi todos, por lo demás, carecen de mecanismos adecuados de
conservación. Una modificación del panorama de la archivística nacional requiere
resolver la relación entre el sistema oficial y legal y los depósitos privados: respetando
la propiedad de cada quien, se deben por igual demandar garantías de conservación y
organización, así como de acceso al público después de un plazo prudente tras la
emisión.
De tal falta de valoración social y de la ausencia de criterios de conservación y
protección, se deriva otro fenómeno nefasto: la venta de fondos al exterior. Un ejemplo
de las consecuencias de la falta de criterios acerca de la conservación de los repositorios
privados lo brinda el traslado a Puerto Rico, a través de una transacción metálica, del
Archivo del Bufete Peynado y Peynado, el mejor en su género.32 Lo dramático del caso
es que ese archivo se encontraba en proceso de pérdida, prácticamente abandonado por
algunos de los descendientes que lo tenían a su cargo;33 de tal manera, la adquiriente
Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, violando la ley dominicana y un
decreto expreso del Poder Ejecutivo, no dejó de realizar un servicio de rescate. Empero,
ese importantísimo fondo estará fuera del alcance de los investigadores dominicanos,
con excepción de aquellos que puedan trasladarse a Puerto Rico durante plazos más o
menos prolongados. Por una cuestión puramente legal, el gobierno dominicano está
obligado a demandar la devolución de ese fondo, aun sea como medio de que se
empiecen a aplicar reglas estrictas en materia de archivística que entorpezcan y
sancionen la acción de depredadores y negociantes desaprensivos.
En general existen restricciones difíciles de superar para tener acceso a una parte de
estos materiales, impedimento que se agudiza cuando no se trata de archivos del sector
público. Por tal razón, en la actualidad puede ser extemporáneo llegar a una conclusión
categórica sobre la magnitud de conjunto de fuentes primarias dispersas en oficinas,
empresas, instituciones privadas y personas. No obstante hay indicios de que son
bastante escasos los archivos bien organizados en manos de familias, intelectuales,
políticos, administradores o empresarios. Sólo algunas de las mayores empresas, por lo
visto, han emprendido una labor ajustada a requisitos mínimos de conservación y
organización.
Frente a los procesos de destrucción, degradación o sustracciones, se precisa de un
trabajo sostenido para detectar fondos dispersos, y no es descartable que aparezca un
cúmulo de material significativo todavía no reportado. Pero no hay lugar a demasiadas
ilusiones dada la escasa valoración social que se acuerda a los documentos en República
Dominicana. Finalmente, a la destrucción sistemática, como fenómeno sempiterno, se
ha agregado una relativa escasa emisión de documentos en variados aspectos de la vida
social, expresión de primitivismo, débil institucionalización y de usos culturales
premodernos en el conglomerado.
La formación de un sistema nacional de archivos compensaría no pocos componentes de
esa doble deficiencia, al poner al alcance de la población y de los investigadores
conjuntos documentales que abren perspectivas para el conocimiento renovado.
Propuestas posibles en búsqueda de soluciones
Cualquier estrategia de soluciones al problema que presenta el estado arriba descrito de
los archivos tiene que plantear como máxima prioridad la rehabilitación del AGN. Se
deben buscar los medios para detener su degradación y ponerlo en condiciones de
recuperarse para que garantice la conservación de sus fondos y desempeñe funciones
que respondan a demandas de la sociedad.
El valioso acervo del AGN continuamente pende de un hilo. Para ilustrar esa situación,
vale rememorar que hace unos años existió el proyecto de trasladarlo a un local
totalmente inadecuado, expresión de la consideración que merece a los burócratas. La
denuncia de algunos historiadores evitó el despropósito, que hubiera acarreado
destrucciones y un desorden colosal, perdiéndose mucho de lo logrado en la
clasificación.
Sin duda que la desastrosa situación del AGN no es aislada, aunque tiene connotaciones
que hacen que sea una de las oficinas de menor categoría dentro del organigrama
gubernamental. Basta indicar que continúa formando parte de la Secretaría de Estado de
Interior y Policía, lo que se ha tornado en una de las trabas para que se pueda realizar
cualquier acción con un mímino de significado. Como producto de dicho contexto, el
personal no se selecciona en base a aptitudes profesionales y devenga las escalas
mínimas de salarios del sector público.
Frente a tal contexto institucional, la solución no debería consistir en el traslado a otra
cartera, sino en el logro de la autonomía. Puesto que la sociedad no muestra la suficiente
sensibilidad respecto a este problema, el sector que en la actualidad reúne las mejores
condiciones para impulsar esa modificación es el conformado por los historiadores. Una
institución autónoma, dotada de los recursos financieros mínimos, tendría los medios de
definir políticas y, por lo menos, garantizar la conservación de los fondos. Lo crucial
estriba en que el AGN pase a ser regido con criterio profesional, comenzando por su
dirección, deseablemente designada por una junta directiva compuesta
mayoritariamente por historiadores.
En cualquier caso, para que cualquier progreso sea factible, la institución debe escapar a
las compulsiones políticas de la generalidad de las oficinas del sector público. Esto
implica, en primer término, criterios técnicos para el reclutamiento y remuneraciones
adecuadas. Aunque el país cuenta con el personal para desempeñar las tareas que
requiere la recuperación de la institución, es preciso detonar un proceso de actualización
en técnicas modernas, fundamentalmente las computarizadas. En la actualidad, lo poco
que se hace en el AGN se debe a la buena voluntad de contados empleados que han
dado muestras de devoción por encima de los bajos salarios que perciben y del caos
institucional. Pero se trata de una situación marginal que no puede detener los procesos
de degradación ni dar lugar a iniciativa alguna de efecto tangible, dadas la falta de
recursos materiales y la impronta de la descomposición global de las funciones técnicas
y administrativas del estado.
Es dudoso que en el corto plazo existan posibilidades del logro de autonomía o de
cualquier otro enmarcamiento institucional que proteja al AGN de interferencias
políticas o de la inercia burocrática. Primero deberá producirse una democratización en
el sistema político y una capacidad de presión del estamento de historiadores y personas
conocedoras de la historia. En lo inmediato, habría no más que una prioridad: detener la
destrucción y el deterioro generalizados de fuentes en todo el país, empezando por el
AGN.
No obstante, esa misma prioridad remite a una reformulación de la situación de la
archivística, pues, de lo contrario los alcances de un rescate de fuentes serían harto
limitados y circunstanciales. De ahí que, para el caso hipotético de que se logre tal
enmarcamiento institucional, se considera un conjunto de medidas para el mediano
plazo que pueden tener efectos redefinidores.
Ante todo se debe crear un sistema nacional de archivos, bajo coordinación del AGN.
Esto conlleva la formación de una red, en que todas las partes conserven su autonomía
operativa. Esto implicaría una relación institucional de los archivos públicos y hasta
cierto punto voluntaria de los privados. Habría que estudiar las condiciones mediante las
cuales todos los fondos queden sometidos a un sistema de reglas de conservación y
catalogación.
En vez de dar lugar a un reciclaje del centralismo, tal sistema debe conllevar la
formación de varios archivos históricos en los lugares en que las condiciones lo
permitan. En primer término, esto implica la transformación de depósitos de
importancia en verdaderos archivos de carácter histórico. En varias instituciones dicho
paso puede lograrse con relativa facilidad. En esa misma línea se debe aupar la creación
de archivos en áreas temáticas de importancia, como la agricultura, en que confluyan los
fondos de distintas instituciones y personas.
En segundo término, en el contexto de un sistema nacional, se torna factible la creación
de archivos históricos regionales -uno o dos, en las principales regiones-, encargados de
recoger la memoria en sus respectivas zonas y, por ende, con capacidad de incidir en la
recreación cultural. Se facilitaría enormemente la investigación acerca de los contextos
espaciales y temporales en que discurre la vida de la mayoría de la población, un
aspecto crucial en cualquier estrategia de desarrollo nacional. Esos archivos regionales
no debieran operar como dependencias del AGN, sino con autonomía, quedando
articulados con diversas instituciones regionales, como los ayuntamientos.
Por otra parte, los archivos regionales tendrían la facultad de concentrar, para los fines
de conservación y organización, todos los fondos dispersos en la demarcación
correspondiente. Sería óptimo que copiaran los fondos emitidos en las regiones que
reposan en el AGN, de forma que estén al alcance de los interesados de cada lugar. Hoy
día los investigadores locales están a menudo obligados a trasladarse a Santo Domingo,
lo que conlleva gastos elevados y pérdida de tiempo. Igualmente, deberían tener la
misión de rescatar fondos dispersos o en peligro de destrucción. Pero no deben operar
sobre la base de anular otras iniciativas de personas, instituciones o empresas, sino
contribuyendo a fortalecer en la sociedad criterios en la materia y, por ende,
estimulando la formación correcta de otros archivos.
Tanto en relación a archivos institucionales como regionales, en vez de pretenderse el
traslado íntegro de fondos al AGN, en lo adelante se debería fomentar la organización
de nuevos archivos sobre la base de una conservación de copias (que normalmente se
destruyen por problemas de espacio). Cuando en ciertos tipos de documentaciones no
existan copias, se debe proceder al copiado de dichos acervos.
En este esquema, el AGN debe quedar redefinido con la función de conservación de la
documentación que ya tiene. Puede fijársele una fecha límite, salvo para la
documentación que no pueda ubicarse con las debidas garantías en otros lugares. Por lo
tanto, debe favorecerse la formación de archivos institucionales, siempre que sea
posible, como medio de conservar la documentación de las décadas recientes.
Como el AGN debe seguir desempeñando una función preponderante en caso de
formación de un sistema nacional, conviene señalar algunas de las tareas a desplegar en
el caso de que se lo dote de autonomía y condiciones financieras y técnicas
imprescindibles. Como se ha enunciado, la cuestión primordial consiste en proceder a
detener con presteza el proceso de degradación y destrucción, procediendo a reproducir,
para uso del público, los fondos en mal estado o en riesgo de perderse, así como la
generalidad de colecciones hemerográficas.
Una segunda medida indispensable es el establecimiento de controles que eviten los
hurtos y las mutilaciones. Pese a la falta de aprecio por los "papeles viejos" en los
medios de coleccionistas, este problema reviste gravedad. Actualmente, el traslado de
fondos al AGN no ofrece ninguna garantía de conservación y puede resultar
contraproducente en caso de documentos que llamen la atención a coleccionistas, como
sucedió al Archivo de José Gabriel García, confiscado por decreto. Estas medidas deben
requerirse a todos los archivos públicos y a los privados de cierta importancia, habida
cuenta de que donde menos ocurren las referidas lacras es en el AGN.
En consecuencia, la formación del sistema de archivos debe tener como misión primaria
la de proteccción, previniendo que instituciones y personas físicas o morales destruyan
sus acervos. Y, en caso de que los propietarios no se avengan a garantías mínimas de
conservación y organización, se debe propiciar una corriente de traslados de los fondos
a archivos históricos.
Dentro de la misma perspectiva imaginaria, la tarea siguiente estriba en la confección, a
escala nacional, de diversos instrumentos de organización y descripción, en base a la
tecnología informática. El copiado de fondos podría relacionarse a esta labor, que
facilitaría la localización de materiales, potenciando la productividad de los
investigadores. Tal sistema no debiera quedar restringido al AGN, sino a todos los
archivos y depósitos que se incorporen al sistema, comprendiendo las reproducciones de
documentación existente en el exterior. Precisamente el copiado de documentación en el
exterior forma parte de las prioridades de esta propuesta. Empero, debe anotarse que un
volumen importante de copias se encuentra ya en el país, distribuidas en varias
colecciones, de lo cual no se ha ofrecido una información adecuada.34
Por último, hay que tratar de relacionar al público con la restructuración propuesta. La
vía más adecuada parece la edición de fuentes, tarea que ha experimentado un sensible
menoscabo tras el fallecimiento de Emilio Rodríguez Demorizi. En la actualidad el
criterio de edición debe corresponderse con demandas potenciales de la sociedad. Otros
mecanismos son necesarios para involucrar a la población en la estima y utilización de
los documentos. En tal sentido, cabe conectar el concepto de la archivística con el de la
"acción cultural".35 En esta línea se visualiza la realización de exposiciones sobre
tópicos que puedan llamar la atención, en las cuales se podrían combinar fotografías,
grabaciones y otros recursos museográficos, amén de los documentales, así como otros
medios: programas de video, conferencias y mesas redondas. Otra de las tareas a
derivarse de tal género de actividades podría ser un programa de testimonios orales,
medio de incorporar matices más vivos sobre procesos recientes y dar la palabra a
quienes no emiten documentos escritos. Tales actividades permiten replanteamientos
sobre temas y épocas, contribuyendo al desarrollo socializado de la reflexión.
Todas esas eventuales labores presuponen la restitución de la generación de
conocimiento como síntesis que confiere sentido social a la conservación del acervo
documental. Lograrlo supondría una modificación sustancial de los patrones sobre los
cuales ha funcionado la labor archivística pública desde su creación. En lo inmediato
conllevaría la eliminación de la impronta burocrática que norma el funcionamiento de
los archivos públicos, incluyendo el AGN, trocándola por una normativa cultural.
En función de dicho imperativo, el AGN y los restantes archivos históricos necesitan
contar con equipos de investigadores; además de acometer las labores documentalistas,
como la edición de fuentes o la preparación de catálogos y otros instrumentos
descriptivos, tales equipos se conformarían como generadores de conocimiento, en
colaboración con las universidades y centros de investigación. Lo sustantivo, en
cualquier caso, radicaría en la restitución de la investigación, como aconteció en los
años 70 y 80, cuando se lograron planos novedosos de síntesis historiográfica, no ajenos
a la labor de historiadores y sociólogos sobre fondos del AGN. La mayoría de los
investigadores contaron con el patrocinio de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD), cuando desplegó políticas de investigación, hoy satanizadas.
Potencialidades de los fondos
Lo anterior remite a una evaluación preliminar de las potencialidades de los archivos
existentes en el país para la investigación histórica. Sin duda que los mismos ofrecen
una vasta posibilidad de alternativas, aunque con restricciones, especialmente en el
periodo colonial.
En términos de fondos originales locales, la etapa colonial puede ser trabajada
básicamente a través del prisma de las relaciones sociales dentro de la vida rural.
Resulta factible ampliar facetas todavía poco conocidas acerca de las características de
la esclavitud y la actividad ganadera durante los siglos XVII-XIX. Aparte de los
archivos del Este, es imprescindible utilizar la documentación dispersa en las notarías y
en los registros de propiedad inmobiliaria. Estos últimos documentos, aunque solo se
generalizan desde fines del XVIII, arrojan una dimensión regional en todo el país y
permiten obtener planos novedosos acerca de variados aspectos económicos y sociales
en los siglos XIX y XX. Es el caso de la evolución de los sistemas de propiedad
territorial, temática que sigue envuelta en brumas, pese a las disquisiciones que ha
concitado.
En segundo lugar, está al alcance de la mano el abordaje de la evolución demográfica a
partir de finales del siglo XVI, un gran ausente en las elaboraciones historiográficas.
Los registros parroquiales permitirían conectar el examen de la población con vertientes
sociales. Tales estudios cobrarían solidez desde fines del siglo XVIII, pues los fondos
abarcan la generalidad del territorio.
La supervivencia de documentación municipal a partir de las primeras décadas del XIX
fortalece las posibilidades de investigaciones de historia regional y local. Hasta hoy, el
grueso de la bibliografía acerca de historia de provincias, regiones o ciudades reviste un
formato que articula lo político-narrativo36 con lo costumbrista.37 La explotación
combinada de variados tipos de fuentes permite la incorporación de las relaciones
económicas y sociales, las manifestaciones culturales, la vida cotidiana, etc. Existe un
terreno virgen para estos estudios, factibles a partir de inicios del XIX. Ya comienzan a
aparecer escritos contentivos de síntesis más actualizadas.38
En función de lo visto sobre las características de los fondos relativos a la segunda
mitad del siglo XIX en adelante, se puede aseverar que existe un extenso campo para
investigaciones. Determinados fondos aislados, bien explotados, serían suficientes para
acometer temáticas todavía no tratadas. Por ejemplo, con los expedientes del Tribunal
de Tierras se hace factible estudiar el proceso de formación del latifundio moderno.39
Múltiples facetas de movimientos sociales son susceptibles de conocerse en base a las
correspondencias de autoridades locales a sus superiores jerárquicos: de los alcaldes a
los ayuntamientos y gobernadores, de estos a la Secretaría de Interior y Policía.40
La simple revisión de varios de estos fondos implica incrementos significativos del
conocimiento, por lo que debe formar parte de toda estrategia consistente de
investigación. Esto incluye, por supuesto, síntesis relativamente convencionales de
historia económico-política.41 Un abordaje distinto resulta factible para temáticas sobre
las cuales, en principio, no existen fondos integrados; algunas de ellas revisten
importancia de actualidad, como el de la historia femenina, sobre la cual son todavía
mínimos los aportes con sustento en la erudición.42 La historia de los trabajadores y sus
organizaciones, por igual, reviste dificultades debido a la cuasi inexistencia de archivos
especializados sobre el tema, parcialmente compensada por el hecho de que en el AGN
se encuentra una vasta documentación repartida en varias secciones.43
Si bien es abundante el espectro de temáticas que pueden ser cubiertas en base a los
fondos del AGN, existen otros temas, incluso convencionales, que requieren la consulta
de archivos de acceso restringido. Es el caso, para sólo mencionar uno, de cualquier
estudio de las políticas públicas después de 1961, en base al Archivo del Palacio
Nacional.44 Igualmente, la historia política reciente se enriquecería notablemente de
ponerse a disposición de los investigadores los fondos privados, institucionales y
personales, que adicionalmente contribuirían a ampliar no pocas perspectivas de la
historia económica, social y cultural del presente siglo. Por ejemplo, el rescate de
archivos de empresas industriales está llamado a arrojar luces sobre el aspecto micro de
la actividad manufacturera, hasta ahora no tocado en la historiografía.
En resumen: existe en los archivos dominicanos material para historiar múltiples
aspectos de la vida de la colectividad, sobre todo en los últimos 150 años. La
factibilidad de que esto se lleve a cabo dependerá de la creación de un enmarcamiento
institucional adecuado para los depósitos del acervo documental y de la rehabilitación
de instancias de investigación, primordialmente en la universidad estatal. Solo
mediando el arranque de una dinámica de investigación en base a los materiales del
país, podría producirse una incorporación sistemática de los existentes en otros países.
DIRECTORIO DE ARCHIVOS DE REPUBLICA DOMINICANA
NOTA ACLARATORIA
Este Directorio debe entenderse como un esfuerzo preliminar por cuanto carece de
precedentes. Su objetivo radica en determinar, de manera genérica, la situación en que
se encuentra la conservación de las fuentes documentales. Completarlo, mediante el
registro del mayor número posible de fondos, requiere de una labor prolongada que
comprende la localización de archivos privados, que normalmente no se informan, así
como la visita a todas las instituciones centrales del estado y a las de cabeceras
municipales y provinciales. Deberá tomarse en cuenta un espectro mucho mayor de
fondos que el ahora consignado. Es el caso de hospitales, escuelas, oficinas judiciales,
agencias gubernamentales, o clubes y otras organizaciones recreativas. Por último, en
contraste con la descripción somera que ahora se presenta, es de desear que se logre un
reconocimiento minucioso de los fondos en cuestión.
En el presente Directorio se ha tratado, por una parte, de dar cabida a las principales
instituciones centrales del estado, radicadas en la ciudad de Santo Domingo. Mas, en
virtud de la dinámica burocrática, no siempre ha sido factible obtener la información
suficiente. En segundo lugar, se ha tomado una muestra de ciudades consideradas
representativas, a fin de mostrar los tipos de los principales fondos públicos y privados
detectados en sondeos preliminares. Las ciudades escogidas a ese respecto son Santiago,
Puerto Plata, La Vega, Cotuí, Baní y San Juan de la Maguana. En tercer lugar, se
incluye un número limitado de archivos municipales que por distintos motivos se juzgan
de importancia. Lo mismo sucede con la muestra de archivos parroquiales,
fundamentalmente tomados en cuenta en razón de la antigüedad de sus fondos.
Si bien no se ha tratado de hacer listas de otros tipos de archivos, por lo menos se
incluyen casos, a veces suficientemente representativos. Es el caso de los archivos
personales y, en considerable menor medida, de grandes empresas. Debe consignarse
que no pocos propietarios de archivos personales han expresado diversas formas de
reticencia a que se reporten. Se ha optado por atender esas peticiones. Por otra parte, se
ha decidido obviar los archivos personales reportados, cuyos propietarios resultan de
difícil acceso, a causa de su condición de dirigentes políticos, altos funcionarios
públicos o figuras del mundo empresarial.
Se ha hecho un ejercicio imaginativo con el fin de detectar el mayor número de archivos
personales o de diversos géneros de instituciones. Los resultados han sido limitados, lo
que puede atribuirse, ciertamente, al tiempo dedicado a tarea, pero no menos a recelos y
escasa organización que envuelven muchos fondos privados. Se ha podido detectar la
destrucción frecuente de este tipo de fondos, sea porque se juzgan molestosos por el
espacio que ocupan como por el temor a posibles implicaciones adversas; no pocos
descendientes consideran que la utilidad del material queda restringida al propietario
original.
Lo anterior no es sino una de las tantas manifestaciones de la situación catastrófica en
que se encuentra una porción considerable de los depósitos en el país, como ya se ha
explicado más arriba. Es lo que sucede con una buena parte de la documentación que
por ley queda fuera de la competencia del Archivo General de la Nación.
Es de desear que la confección de esta lista de archivos contribuya a colocar en agenda
la importancia que tiene la formación de un exhaustivo censo de archivos, o, por igual,
depósitos y registros, tarea que a su vez debe proseguirse con la catalogación del mayor
número posible de ellos. Además de poner los fondos al alcance de investigadores, esto
debería inscribirse en la adopción de medidas tendentes a su conservación.
Este Directorio hubiera tenido bastante menor información de no haberse contado con la
cooperación de muchas personas. En la mayoría de instituciones visitadas se recibieron
atenciones que sería prolijo detallar. Empero, es de justicia consignar que algunas
personas brindaron informaciones acerca del estado de la documentación en varios tipos
de instituciones y en las localidades del país visitadas. En el Archivo General de la
Nación se contó con la cooperación de Eddy Jáquez. En relación a los ayuntamientos,
fue vital la orientación de Ramón A. Delgado Bogaert. Para los documentos de la
Iglesia Católica, se recibió la amable atención de monseñor Rafael Bello Peguero; y en
lo concerniente a las órdenes religiosas se facilitó el trabajo gracias a la orientación de
José Luis Sáez. En las ciudades en que se hicieron sondeos se contó con el apoyo de los
siguientes amigos: Pedro Gómez y César Franco, en Santiago; Rafael Hernández y
Ricardo Moya, en La Vega; Rafael Brugal y Carlos Finke, en Puerto Plata; Manuel
Valera, en Baní; Ricardo Hernández, en Cotuí; y Leopoldo Figuereo y José A. Puello
R., en San Juan de la Maguana. A Raimundo González se debe lo fundamental de las
referencias anexas acerca de archivos españoles.
ARCHIVOS NACIONALES
1)
ARCHIVO GENERAL DE LA NACION (AGN)
Modesto E. Díaz, Santo Domingo.
(809) 533-1632.
Ramón Alberto Font Bernard.
Historia y cobertura legal
Fundado por la ley 912 de 1935. A los pocos meses se complementó la ley con un
reglamento. Al año siguiente tanto la ley como el reglamento fueron modificados. Su
antecedente más antiguo data de 1845, año siguiente a la creación del estado
dominicano, cuando se dispuso la creación de un archivo, sin efecto alguno. En 1847 se
ordenó la concentración de la documentación previa a 1821 en la Suprema Corte de
Justicia. Algunos de los ministerios creados en 1844 mantuvieron registros continuos
desde poco tiempo después, aunque los más antiguos fueron destruidos. Con el fin de
garantizar la conservación de los documentos emitidos por el Poder Ejecutivo, en 1859
se creó el cargo de archivero. Tal posición vino a tener efecto real en 1884, cuando fue
renovada su existencia. Entonces se reunieron fondos en la Secretaría de Interior y
Policía. Hasta 1930 existía otro depósito anexo a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Ese año se dispuso su traslado a la Secretaría de Estado de Guerra y Marina.
Tras su creación por ley, el AGN empezó a operar en un local provisional de la calle
Arzobispo Nouel. Publica el Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN), que
apareció de manera regular entre 1938 y 1962. Consta de doce depósitos principales y
de algunos otros, organizados básicamente de acuerdo a una clasificación de las
reparticiones gubernamentales.
Según el reglamento adjetivo de la ley 1085, de 24 de marzo de 1936 -que modifica la
del año anterior-, emitido por medio del decreto 1785, del 2 de enero de 1937, todas las
instituciones del estado están obligadas a remitir sus fondos al AGN, acompañados de
inventarios, cada cinco años. Aunque muchas dependencias no observan la disposición,
otras siguen trasladando sus fondos de reciente emisión. Han sido exonerados de
hacerlo, mediante disposición no localizada, el Poder Ejecutivo o Secretaría de Estado
de la Presidencia, así como la Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas, que cuentan
con sendos archivos. A ambas dependencias se les ha otorgado en los hechos la facultad
de remitir lo que consideren conveniente; empero, hasta donde es posible colegir, la
Presidencia nunca ha hecho remisiones de importancia y las Fuerzas Armadas dejaron
de hacerlo con posterioridad a 1950. Tampoco lo hace, después de 1945, la Secretaría
de Relaciones Exteriores, la que por igual cuenta con su archivo. Se encuentran
legalmente exceptuadas de enviar sus fondos las siguientes instituciones públicas: el
Tribunal de Tierras y sus dependencias centrales y locales, el Registro y Conservaduría
de Hipotecas, las oficialías de Estado Civil y los tribunales de Comercio. Se han
acordado plazos más largos de entrega al AGN de los documentos judiciales, y, aun así,
pocos tribunales cumplen con lo dispuesto.
Organización de los fondos
En el AGN han sido ubicados, de acuerdo al sistema de clasificación, los documentos
emitidos hasta aproximadamente 1950. Parte de la documentación posterior también
consta de inventarios, pero estos no se hallan integrados al sistema de clasificación.
Actualmente se procura llevar a cabo una reorganización de todos los depósitos a partir
de un sistema de numeración continua de los legajos; el mismo se ha completado en el
Deposito Uno, el cual consta de más de 8,000 legajos.
El aludido sistema de clasificación de la generalidad de la documentación en gran
medida no se corresponde con la actual organización del estado. Mucha documentación
reciente carece de cualesquiera guías descriptivas. Solo unos cuantos fondos constan de
ficheros y otros tipos de catálogos que informan acerca de todos los documentos: casos
del Archivo Real de Bayaguana, el Archivo Real de Higüey, la Sección de Relaciones
Exteriores en el siglo XIX, o el Epistolario de Carlos Nouel, entre otros. Algunos de
esos instrumentos descriptivos se han publicado en el Boletín del Archivo General de la
Nación (BAGN). Los otros tipos de índices no traspasan el plano cronológico más
somero.
Originalmente se establecieron diez secciones, a partir de una periodización política de
la historia dominicana, de reducidos alcances ya que la inmensa mayoría de la
documentación se inicia en la segunda mitad del siglo XIX, esto es a partir de la sección
ocho. Dichas secciones son: 1) Epoca Colonial, 1492-1795; 2) Colonia Francesa, 17951809; 3) Colonia Española, 1809-1821; 4) Independencia Efímera, 1821-1822; 5)
Ocupación Haitiana, 1822-1844; 6) Primera República, 1844-1861; 7) Anexión y
Restauración, 1861-65; 8) Segunda República, 1865-1916; 9) Ocupación Militar
Norteamericana, 1916-1924; 10) Tercera República, 1924 hasta el presente.
El sistema de clasificación, correspondiente al grueso de la documentación, ubicada en
doce depósitos, consta de las siguientes secciones:
1.
Oficinas legislativas. Donaciones. Miscelánea.
2.
Secretaría de Estado de Guerra y Marina. Jefe de Estado Mayor, Intendencia,
Hospital Militar, Centro de Enseñanza, Regimientos, Comandantes de Departamentos
del Ejército Nacional.
3.
Secretaría de Estado de Interior y Policía. Gobernadores, Dirección General de
Inmigración, Inspección en Junta Central Electoral, Turismo, Servicio de Seguridad,
Policía Municipal, Policía Nacional, Consejo Administrativo de Santo Domingo,
Ayuntamientos.
4.
Secretaría de Estado de la Presidencia. Dirección de Estadísticas, Dirección de
Presupuesto, Comisión de Servicio Público, Comisión de Pensiones.
5.
Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores. Legaciones, Consulados,
Viceconsulados, Embajadas.
6.
Secretaría de Estado de Tesoro y Comercio. Tesorería, Aduanas, Rentas
Internas, negociados, colecturías, Suministros, Contralor General, Bienes Nacionales,
Impuesto sobre la Renta, Administración de Hacienda, Comisión de Reclamaciones de
1917, Cámara de Cuentas.
7.
Secretaría de Estado de Agricultura. Agricultura, Colonización,Comercio,
Meteorología, Publicaciones, Riego, Juntas Protectoras de Agricultura, Trabajo,
Comercio, Industria y Agricultura, Industria, Estación Nacional Agronómica, Foresta,
Veterinaria.
8.
Secretaría de Estado de Comunicaciones y Obras Públicas. Correos y
Telégrafos, Dirección de Obras Públicas, Oficina Construcciones, Oficinas de Distritos,
Acueductos, Ferrocarril Central.
9.
Secretaría de Estado de Sanidad y Beneficencia. Laboratorio
Nacional.Hospitales, Manicomio, Leprocomio, Asilos, Dispensarios, Sanidad Nacional,
Sanatorios, Sala de Socorro.
10.
Secretaría de Estado de Educación Pública y Bellas Artes. Intendencias,
Inspecciones, Escuelas, Conservatorio, Museo Nacional, Universidad de Santo
Domingo.
11.
Oficinas Judiciales. Secretaría de Estado de Justicia. Suprema Corte de Justicia.
Procuraduría General, Cortes de Apelación, Procurador General de Cortes de
Apelación, Juzgados de Primera Instancia, Procuradores Fiscales, Juzgados de
Instrucción, Alcaldías.
Como producto de esa clasificación es que se han distribuido los principales fondos. Se
ofrece a continuación la ubicación física de los mismos en cada uno de los depósitos. Si
se omite el número de legajos de una parte del material se debe a que es información no
asequible.
Depósito Uno.
Secretaría de Estado de Interior y Policía, 1863-982. Constituye el grueso del depósito,
alcanzando el número de legajos la cifra tentativa de 5,027.
Senado, 1908-1929. Alrededor de 75 legajos.
Centro Dominicano de Promoción de Exportaciones, 1971-77. 310 legs.
Secretaría de Estado de Educación, 1908-1920. 333 legs.
Secretaría de Estado de Salud Pública, 1966-1979. 716 legs.
Secretaría de Estado de Turismo, 1979-1985. 377 legs.
Instituto Nacional de Aguas Públicas y Alcantarillados, 1979-87. 652 legs.
Junta Central Electoral, 1968-1984.
Universidad de Santo Domingo. Sin fechas.
Secretaría de Estado de Finanzas, 1961-76. 437 legs.
Dirección Nacional de Presupuesto, 1969-78. 157 legs.
Superintendencia de Bancos, 1938-1982. 350 legs.
Cámara de Comercio del Distrito Nacional, 1943-76. 412 legs.
Depósito Dos.
Secretaría de Estado de Educación, 1921-76.
Congreso Nacional.
Secretaría de Estado de Finanzas.
Secretaría de Estado de Interior y Policía.
Secretaría de Estado de Industria y Comercio. Cronológico, 1966-1975.
Depósito Tres.
Alcaldías.
Juzgados de Primera Instancia.
Juzgados de Paz.
Procuradoría General de la República, 1950-1955.
Secretaría de Estado de Justicia e Instrucción Pública. Desde 1845.
Depósito Cuatro.
Secretaría de Estado de Interior y Policía. Hay dos colecciones con las mismas
numeraciones. Una consta de 616 legajos, dividida en dos índices; la segunda colección
tiene unos 300.
Ayuntamientos.
Consejo Administrativo de Santo Domingo.
Gobernaciones.
Migración.
Junta Central Electoral.
Depósito Cinco.
Dirección Nacional de Estadísticas.
Secretaría de Estado de Trabajo, 1945-1952.
Partido Dominicano.
Consejo Administrativo de Santo Domingo.
Gobernaciones.
Secretaría de Estado de la Presidencia.
Depósito Seis.
Secretaría de Estado de Agricultura, 1908-1984.
Dirección de Riego.
Dirección de Migración, hasta 1928.
Dirección de Colonización.
Depósito Siete.
Protocolos Notariales, 1817-1960. Consta de los archivos de decenas de notarios entre
inicios del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Registro de Conservaduría de Hipotecas, 1911-20.
Secretaría de Estado de Finanzas.
Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, 1845-1940. (El índice llega hasta 1905.)
Incluye el área de Legaciones, con índices relativos a seis.
Secretaría de Estado de Industria y Comercio.
Depósito Ocho.
Consejo Estatal del Azúcar.
Secretaría de Estado de Guerra y Marina o Ejército Nacional, 1850-1950.
Depósito Nueve.
Universidad de Santo Domingo.
Documentos diversos no clasificados.
Documentos y copias de otros países.
Depósito Diez.
Secretaría de Estado de Salud Pública, 1919-1921 y 1951-1982.
Superintendencia de Bancos, 1970-1986.
Depósito Once.
Secretaría de Estado de Hacienda y Comercio.
Dirección de Aduanas.
Dirección de Rentas Internas.
Dirección del Impuesto sobre la Propiedad (o Renta)
Secretaría de Estado de Obras Públicas.
Secretaría de Estado de Fomento.
Secretaría de Estado de Economía y Comercio.
Cheques de las Obras del Estado.
Dirección de Telecomunicaciones.
Dirección de la Cédula de Identidad.
Contraloría General de la Nación.
Tesorería Nacional.
Depósito Doce.
Renovación de licencias de armas. (Se va a destruir).
Secretaría de Estado de Tesoro y Comercio (luego de Finanzas), 1930-1980.
Duplicados de periódicos y revistas.
Depósito de Pre-Archivo.
Fondos de reciente entrada en proceso de catalogación, de acuerdo a los criterios
aplicados en el Depósito Uno para su próxima distribución en distintos depósitos.
Dirección del Impuesto sobre la Renta. Más de 500 legajos.
Cámara de Cuentas. Unos 40 legajos.
Corporación Dominicana de Electricidad. Más de 200 legajos.
Secretaría de Estado de Interior y Policía, años 70 y 80.
Secretaría de Estado de Industria y Comercio, años 80.
Secretaría de Estado de Educación, años 80.
Juzgado de San Cristóbal, 1939-82. 744 legs.
Secciones especiales
Además del grueso de los fondos, existen otros que no se atienen a la clasificación de
oficinas estatales y a los que se acuerda valor especial por su antigüedad. En su mayoría
se localizan en el Depósito Especial, anexo a la oficina del director, y en el Depósito de
Pre-archivo. Casi todos constan de catálogos, partes de ellos publicados.
Epoca Colonial. 29 legajos, 1733-1795. Remisión del Archivo Nacional de Cuba en
1905 de documentos provenientes de la Real Audiencia de Santo Domingo,
mayoritariamente de Real Hacienda. En gran parte se encuentran en mal estado. Por otra
parte, el Archivo Nacional de Cuba remitió con posterioridad 29 tomos de fotografías
de la documentación emitida en Santo Domingo que conserva en sus fondos de
Audiencia de Santo Domingo y Asuntos Políticos.
Archivo Real de Bayaguana y Archivo Real de Higüey. El primero consta de 50 legajos.
Contienen transacciones de tierra, esclavos, ganado, obligaciones de tributos y
capellanías, testamentos, inventarios de hatos y bienes personales, así como
documentación oficial proveniente de la Audiencia y otras instancias. El documento
más antiguo data de 1606. Se encuentran desde hace años en proceso de restauración en
CENTROMIDCA.
Nacimientos, Matrimonios y Defunciones. Registros de Estado Civil de los siglos XIX
y XX. Los registros de nacimientos cubren los años 1807 a 1900, los matrimonios de
1824 a 1940, y las defunciones de 1830 a 1930.
Anexión a España. 38 legajos, 1861-1865. Documentación emitida por las autoridades
españolas durante ese periodo.
Colección García. Dividida en dos partes, una de manuscritos, de 12 legajos, y la otra de
cartas, de 50 legajos. Documentación pública y privada, casi toda del siglo XIX. De
gran importancia por haberla recopilado el historiador nacional José Gabriel García
cuando no existían archivos públicos organizados.
Colección Lugo. Documentos transcritos a inicios de siglo por Américo Lugo en
archivos de España y Francia. Casi toda se ha publicado en BAGN, años I-XXI (19381958) y en Documentación diplomática, Santiago, 1944.
Colección Herrera. Alrededor de 30 volúmenes. Documentos transcritos en archivos
españoles por César Herrera a fines de los años cincuenta. En su mayoría corresponden
a los años 1861-1865.
Correspondencia de Ulises Heureaux. Alrededor de 80 legajos. Cartas enviadas y
recibidas por el dictador, sobre todo en los años 90 del siglo XIX. Algunos legajos han
sido transcritos mecanográficamente.
Gobierno Militar. Parte de la documentación emitida por el gobierno militar de
ocupación de Estados Unidos entre 1916 y 1922. Organizado de acuerdo a reparticiones
oficiales.
Epistolario Nouel. Dos legajos de correspondencia dirigida a Carlos Nouel en la
segunda mitad del siglo XIX, relativa a aspectos políticos, eclesiásticos y comerciales.
Comisión Nacional de Desarrollo. 20 legajos correspondientes a sus primeros años de
existencia (1966-1970), cuando actuó como relevante foro de intereses corporativos.
Ordenado por la Marie France Balasse.
Remisiones y Donaciones. Contiene pequeños archivos privados o documentación
proveniente de donativos particulares en número superior a cincuenta. Algunos de estos
fondos revisten interés para aspectos diversos de la historia política nacional o de
algunas provincias.
Hemeroteca
Contiene colecciones parciales o completas de gran parte de las publicaciones
periódicas del siglo XIX y de las primeras décadas del XX. Existen más de 300 títulos
de periódicos en el inventario. Véase "Lista de publicaciones periódicas", BAGN, no.
107.
Algunas de las colecciones tienen índices analíticos, como el Listín Diario, 1915-1942.
Se mantiene al día en los diarios nacionales y en revistas de importancia, no así en
publicaciones periódicas de menos circulación.
Fototeca
Integra fotografías de instituciones oficiales, donativos dispersos y archivos de algunos
de los primeros fotógrafos del país, así como la serie de la Colección García. Se
encuentra ubicada en el Depósito Tres. Véase "Iconografía", BAGN, no. 106.
Mapoteca
Tiene alrededor de 300 mapas a partir del siglo XVIII, aunque de verdadero interés
sobre todo por la colección del siglo XX.
2)
ARCHIVO DEL PALACIO NACIONAL
Palacio Nacional, Moisés García.
686-4771.
William D’Acosta Ramírez.
Archivo del Poder Ejecutivo y sus dependencias inmediatas localizadas en el Palacio
Nacional. Organizado tras la construcción del actual local, en 1948. El acceso está
restringido al personal de alta jerarquía. Los investigadores y cualesquiera otras
personas deben proveerse de una autorización de la Secretaría Administrativa de la
Presidencia. En la actualidad no cuenta con instrumentos descriptivos a disposición de
los visitantes. No hay información sobre la cuantía de la documentación, pero sin duda
es abundante. Los fondos se encuentran ordenados en expedientes temáticos. Se han
reportado daños por razones presumiblemente políticas.
La documentación comienza a partir de 1924. Incluye originales o copias llegados al
Poder Ejecutivo emitidos por las diversas reparticiones oficiales, principalmente las
secretarías. Contiene el llamado Archivo Particular de Trujillo, que concluye en 1961,
ordenado por expedientes personales de funcionarios y personas que merecían la
atención del régimen. Existen expedientes especiales, relativos a temas delicados, como
el contingente expedicionario de Cayo Confites, Cuba, en 1947, o la matanza de
campesinos en Palma Sola, en 1962.
3)
ARCHIVO DE LA SECRETARIA DE ESTADO DE RELACIONES
EXTERIORES
Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, Av. Independencia.
535-6280.
Ana Aura Alvarez.
Organizado en 1940 por María Ugarte. De acceso restringido, debiéndose obtener
autorización del secretario o de la Presidencia. Después de concedido, no hay restricción
a ningún expediente. Carece de instrumentos descriptivos completos, salvo el fichaje de
visas o índices de algunas secciones. Consta de una sala principal, en que se hallan 300
archivadores, y de otras dos salas, en que aproximadamente hay el doble de material en
anaqueles. Tiene una sección de documentos valiosos, como diplomas de tratados. Los
fondos se encuentran organizados por expedientes sueltos, que combinan temática y
cronología. Los documentos más antiguos datan de 1866, pero en su gran mayoría son
posteriores a 1930.
El sistema de catalogación se divide en las siguientes secciones:
1.
Administrativa.
2.
Asuntos internacionales de estado.
3.
Relaciones políticas de estado.
4.
Disponible.
5.
Asuntos interiores de estado.
6.
Comercio, industria, agro y comunicaciones.
7.
Fiestas, conmemoraciones, monumentos.
8.
Publicidad y cultura.
Para el investigador las secciones más importantes son: la 2, que contiene política
internacional del gobierno dominicano, informes políticos, legislación, conflictos y
guerras; la 3, que incluye las relaciones con los gobiernos de otros países, los
consulados, agencias diplomáticas, congresos y conferencias internacionales por áreas,
tratados, régimen diplomático-consular, declaraciones; y la 5, con aspectos como
naturalizaciones, residentes extranjeros, migraciones y colonización, concesiones a
extranjeros, asuntos militares y eclesiásticos, actuaciones judiciales, etc.
Bajo estas y otras secciones se localizan la correspondencia de la cartera con otros
gobiernos e instituciones internacionales, la correspondencia de las embajadas y
consulados dominicanos, la de las embajadas en el país, textos de protocolos de
conferencias, acuerdos y tratados, visas, pasaportes, legalizaciones de documentos,
exoneraciones de organismos internacionales y la documentación en general relativa a
la política exterior.
3)
SALA DOMINICANA DE LA BIBLIOTECA CENTRAL DE LA
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO
Biblioteca de la UASD, Ciudad Universitaria.
533-9838.
Dato Pagán.
Durante mucho tiempo la Biblioteca de la hoy Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD) fue la más importante del país, haciendo las veces de Biblioteca
Nacional. En la Sala Dominicana se trató de compilar el mayor volumen posible de
materiales bibliográficos atinentes a la República Dominicana. Tiene diversos fondos de
documentación original.
Tesis. Colección íntegra, en principio, de las tesis de grado presentadas en la UASD,
desde su etapa inicial de reorganización en el siglo XIX, cuando se denominaba
Instituto Profesional. Tiene fichero, pero no cubre la totalidad de las tesis.
Archivo de Tulio Cestero. Fondo privado donado a la Universidad. El propietario fue un
connotado literato y diplomático. Consta de alrededor de 90 tomos y legajos de
documentos diversos y recortes de prensa, tanto dominicana como de países en que
estuvo en misión diplomática. No ha sido descrito.
Contiene una documentación diplomática que arranca desde inicios del siglo XX hasta
avanzados los años 40. Incluye copias de sus informes y de la correspondencia oficial
que recibía. Uno de los aspectos más útiles del fondo se deriva de la participación de
Cestero en la Comisión Nacionalista en Washington, durante la Ocupación Militar de
1916-24. Tiene correspondencia privada con intelectuales dominicanos y de otros
países.
Gráficos. Colección de mapas, grabados y planos en número indeterminado, en
principio sin índice.
Archivo Vertical. Contiene folletería y hojas sueltas, en gran volumen para los años
1930-1961, siendo a ese respecto un fondo único dado que por ley todos los autores e
instituciones tenían que remitir copias a esta biblioteca. Además la Sala cuenta en sus
fondos regulares con más de 1,500 títulos de folletos mayormente editados en el periodo
de Trujillo.
4)
ARCHIVO CENTRAL DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO
DOMINGO
Antiguo Hospital Marión, Ciudad Universitaria.
533-1620.
José Medina Soto.
Fundado en 1948 y reorganizado en 1966 por Celso Benavides. Aunque escasamente
conocido, tiene dimensión nacional debido a la continuidad de la institución y su peso
en la vida cultural del país, así como a que se trasladaron manuscritos anteriormente
ubicados en la Biblioteca Central de la Universidad. Representa un laudable modelo de
organización ya que mantiene al día un sistema de clasificación e inventarios.
En 1801 se estatuyó un archivo universitario, pero se perdió a causa de la invasión
haitiana de 1822. Desde la reapertura de la Universidad, en 1883, se creó un depósito,
pero carecía de criterios archivísticos.
El sistema de clasificación obedece a la estructura de la institución. Su organización se
conecta con un sistema de centralización de los fondos de las diversas dependencias de
la Universidad aprobado en 1974. Está dividido en tres secciones: pre-archivo, archivo
activo y archivo histórico. Cuenta con catálogos tanto en el archivo activo como en el
histórico. No hay restricción a los fondos, con excepción, en el archivo activo, de
algunas áreas del funcionamiento administrativo de la institución. Ha editado un Boletín
entre 1980 y 1986.
El archivo activo, con 108 archivadores, comprende el conjunto de documentos
emitidos hasta diez años atrás. Después de ese plazo se hace una selección para el
traslado al archivo histórico.
El archivo histórico está ordenado en legajos y libros, en número superior a mil.
Además de los documentos de la Universidad, incluye el conjunto de sus publicaciones,
así como materiales del movimiento estudiantil y algunos fondos relativos a la política
nacional a inicios del siglo XX. Aunque hay documentos del siglo XVIII, la serie más
antigua arranca de 1813. Con excepción de fondos extra-institucionales, la organización
es temática, en las siguientes áreas, las que se acompañan de fechas extremas en la
sección histórica:
1.Cláustro (1962-1977), 6 legs.
2.Consejo Universitario (1913-1980), 64 legs. y 80 libros.
3.Disposiciones Generales (1895-1965), 3 legs.
4.Estructura Universitaria (1813-1966), 28 legs.
5.Actividades Académicas (1918-1982), 135 legs.
6.Expedientes personales (1941-1978), 122 legs. y 300 libros.
7.Actividades financieras (1920-1981), 80 legs. y 30 libros.
8.Propiedades (1944-1966), 68 legs. y 6 libros.
9.Eventos (1930-1976), 60 legs.
10.Historial de la Universidad (1917-1977), 40 legs. y 200 libros.
11.Institutos (1971-1977), 9 legs.
12.Era de Trujillo (1930-1961), 19 legs.
5)
BIBLIOTECA NACIONAL
Plaza de la Cultura, calle César Nicolás Penson 169.
688-4086.
Elida Jiménez.
Colección Ortega Frier. Hasta donde se ha podido establecer, en la Biblioteca Nacional
el único fondo de manuscritos es el archivo personal de Julio Ortega Frier, adquirido
junto a su biblioteca. Esta colección contiene documentación de corte gubernamental
durante la dictadura de Trujillo, así como documentos provenientes del bufete de
abogados que dirigía, sobre todo relativos a actividades de compañías extranjeras. El
fondo no está organizado, ha sido posiblemente objeto de sustracciones, se encuentra en
pesimas condiciones de conservación y carece de instrumento descriptivo.
ARCHIVOS MUNICIPALES
Casi exclusivamente se trata de los fondos de los ayuntamientos. La situación de estos
se caracteriza por mala conservación, que a veces llega a deplorable, criterios obsoletos
de ordenamiento e inexistencia generalizada de instrumentos descriptivos. A menudo se
destruye material, sin remitirse al AGN. En su mayoría, únicamente conservan fondos
que no rebasan los 50 años, pues algunos de los ayuntamientos más importantes
hicieron remisiones al AGN en los primeros tiempos de su existencia.
En contraste, algunos ayuntamientos conservan registros que se inician en la segunda
mitad del siglo XIX ya que nunca cumplieron con lo dispuesto por la ley que dio lugar a
la creación del AGN o bien lo hicieron de manera parcial, conservando sobre todo los
libros de actas y resoluciones, con la finalidad de no perder documentos reguladores de
sus actividades, como ordenanzas o proventos impositivos. Como en el país hay 107
municipios no se ha podido hacer un inventario. A través de la muestra incluida se hace
patente la desigualdad en la calidad de la documentación que albergan. Es de observar
que en algunos municipios los archivos han sido destruidos, parcial o totalmente, o han
sufrido sustracciones. Aunque los tipos de fondos pueden ser diversos, dadas las
características apuntadas, lo que sobresale en casi todos los archivos municipales son
los libros de actas y los registros catastrales.
SANTIAGO
6)
ARCHIVO HISTORICO DE SANTIAGO
Restauración 124.
582-3801.
César Franco.
Unico de su tipo en el país, de significado en la vida cultural de la ciudad. Fundado en
1959 por Pedro Manuel Hungría y Román Franco, habiendo cabido a este último su
organización. Es una dependencia del Ayuntamiento de Santiago, pero goza de
autonomía funcional y cuenta con la cooperación de sectores de la sociedad. Está en
proceso de reorganización en un sistema computarizado.
Los documentos más antiguos datan de mediados del siglo XIX. Sobresalen las actas
del Gobierno Restaurador (1863-65), cuando la ciudad albergaba el gobierno nacional.
Tiene parte de la documentación antigua del Ayuntamiento no remitida al AGN, sobre
todo actas y resoluciones. Asimismo cuenta con fondos sobre propiedad inmobiliaria.
Posee manuscritos provenientes de los ayuntamientos de Monte Cristy y Puerto Plata,
otras dos ciudades de la región norte. Además ha recibido donaciones de archivos
privados. Todos los fondos tienen índices.
La hemeroteca contiene colecciones íntegras de varios periódicos locales, sobresaliendo
las de La Información y El Diario, ambas con índices analíticos computarizados.
Cuenta con una colección de planos. La fototeca reúne materiales de localidades
cercanas. El archivo de voces tiene alrededor de mil grabaciones a personas de la
región. Tiene biblioteca. Realiza exposiciones de fotografías con cierta regularidad.
Tendrá anexo un museo, en proceso de organización, contentivo de piezas
arqueológicas, armas, pinturas y muebles.
7)
AYUNTAMIENTO DE SANTIAGO
Av. Juan Pablo Duarte.
582-6611.
Los fondos más antiguos de la institución fueron transferidos en los años 40 al AGN y
luego otros al Archivo Histórico de Santiago. Empero, quedan fondos cuyo traslado
gestiona la última institución. Entre ellos sobresalen los Registros Catastrales de la
provincia, así como, para los últimos cincuenta años, actas, resoluciones,
correspondencia y registros de Tesorería.
8)
AYUNTAMIENTO DE BANI
Palacio del Ayuntamiento. Calle Sánchez.
522-3315.
En lo fundamental cotiene documentación reciente, ya que hace envíos de fondos cada
diez años al AGN. Por otra parte, muchos fondos se perdieron a causa de un incendio
acontecido en 1940. Entonces se perdieron los protocolos notariales que se iniciaban a
en la primera década del siglo XIX. Escasos protocolos notariales antiguos se
encuentran en el Juzgado de Paz.
Se divide en varias secciones, de acuerdo al organigrama de funcionamiento de la
institución. La sección de Secretaría, en 20 libros, contiene las actas y resoluciones del
cabildo, junto a su correspondencia regular. La sección de Sindicatura contiene la
documentación administrativa. Por otra parte, en el Museo del Ayuntamiento hay
legajos de documentos antiguos, como parte del epistolario de Francisco Gregorio
Billini y papeles de Máximo Gómez.
9)
AYUNTAMIENTO DE MONTE CRISTY
16 de Agosto 50.
579-2492.
Es uno de los archivos municipales que cuentan con documentación más antigua del
país. Se organizó en 1894 por Juan de la Cruz Alvarez, quien reunió materiales que se
inician en el periodo colonial. Contiene oficios, cartas, contratos, actas y resoluciones y
otros materiales que le confieren cierta dimensión de archivo histórico-político regional,
habida cuenta del papel de la ciudad en lo que hoy se denomina Línea Noroeste. Los
documentos más antiguos se encuentran deteriorados. Cuenta con un sistema de
clasificación alfabético-numérico. Tiene varias colecciones de periodicos locales y de
ciudades cercanas.
10)
AYUNTAMIENTO DE PUERTO PLATA
Separación 18.
586-2526.
Los documentos se ajustan a las características de los archivos municipales. Las series
comienzan alrededor de 1850, en particular los libros de actas. No se han hecho muchas
remisiones al AGN. Se han perdido no pocos materiales y los existentes corren el riesgo
de degradarse o ser destruidos. Aun así sigue siendo probablemente el depósito más rico
en su género, conteniendo materiales acerca de sanidad, educación, catastro, alumbrado,
agua y asuntos similares relativos a la administración municipal. Contiene
correspondencias de personajes de la historia nacional en la segunda mitad del siglo
XIX y las primeras décadas del XX. Conserva asimismo los protocolos de algunos
notarios del siglo XIX.
11)
AYUNTAMIENTO DE LA VEGA
Palacio Municipal. Independencia esq. Restauración.
573-8544.
Fundamentalmente consta de los libros de actas y resoluciones del Cabildo, así como
del Registro de Títulos.
12)
AYUNTAMIENTO DE SANCHEZ
Calle Libertad.
552-7233.
Esta ciudad portuaria tuvo peso económico durante el periodo 1890-1925. Hay
documentos a partir de 1880. El ayuntamiento nunca ha efectuado remisiones al AGN.
13)
AYUNTAMIENTO DE EL SEYBO
Calle M. D. Jiménez.
552-3411.
Esta población fue la más importante de la región Este hasta el auge de San Pedro de
Macorís, iniciado hacia 1885. La Conservaduría de Hipotecas es probablemente una de
las más importantes de las que se encuentran anexas a los ayuntamientos. Las series se
inician hacia 1890. No se han hecho remisiones al AGN.
14)
AYUNTAMIENTO DE SAN FRANCISCO DE MACORIS
27 de Febrero 87.
244-2862.
Esta población fue tomando importancia en las primeras décadas del siglo XX hasta
colocarse en la tercera por el número de habitantes. Se conservan fundamentalmente los
libros de actas desde fines del XIX.
15)
AYUNTAMIENTO DE SAN JOSE DE LAS MATAS
Av. San Juan 2.
578-1522.
Contiene documentos del periodo de Trujillo, cuando la demarcación abarcaba otras
localidades de la región, que hoy cuentan con sus respectivos ayuntamientos. Mucho
material se perdió por un incendio.
16)
AYUNTAMIENTO DE AZUA
Calle Duarte.
521-3302.
Esta ciudad fue la más importante del suroeste hasta inicios del siglo XX. Además de
libros de actas, en sus fondos se encuentran reproducciones de documentos del siglo
XVIII provenientes de autoridades y notarios de poblaciones del sur, como San Juan de
la Maguana, Hincha y Las Caobas; estas dos últimas hoy forman parte del territorio
haitiano, resultado de que sus habitantes tomaron refugio en Azua y puntos aledaños
desde los años finales del siglo XVIII. Hay, además, varios archivos notariales anexos,
siendo el más antiguo de ellos el de Angel Noboa. En estos libros los documentos
arrancan de la segunda mitad del XVIII, aunque los notarios que los integraron iniciaron
su trabajo a partir de 1830.
17)
AYUNTAMIENTO DE SAN JUAN DE LA MAGUANA
Avenida Independencia.
557-3668.
Gabriel Sandoval.
Contiene la serie completa de los libros de actas de la institución a partir de 1868. Otros
fondos en teoría han sido remitidos al AGN, donde no se los localiza, o han sido
destruidos.
18)
AYUNTAMIENTO DE MAO
Avenida 27 de Febrero 34.
572-3397.
Al igual que el anterior, conserva fundamentalmente las actas de la Sala Capitular
relativas a todo el lapso posterior a 1882, fecha de creación de la común.
ARCHIVOS DE OFICIALIA CIVIL
Otro tipo de archivos a escala municipal son las Oficialías de Estado Civil, los
esenciales para la historia demográfica reciente. Están anexos a los juzgados de paz.
Normalmente los fondos se inician en la segunda mitad del siglo XIX. Para citar uno de
los fondos más antiguos, de Puerto Plata, los nacimientos y matrimonios se inician en
1861 y las defunciones en 1869. Los registros de Santo Domingo, trasladados al AGN,
arrancan en 1807. En una parte de estos archivos el material se encuentra desordenado o
en mal estado y ha habido pérdidas por diversos motivos, como acción de insectos,
humedad, incendios, traslados descuidados.
Entre las localidades que cuentan con archivos de este tipo cabe mencionar a Baní,
Azua, Bánica, San Cristóbal, Higüey y Los Llanos. Se ha consignado que uno de los
mejores fondos era el de San Juan de la Maguana, pero quedó destruido en un incendio.
Dada la dinámica de estas oficinas, solo una parte acató la ley que estipula remisiones al
AGN.
Como varían muchas características de estos archivos, es de importancia llevar a cabo
diversas tareas: censarlos, con las fechas límite; evaluar su estado de conservación;
establecer criterios de conservación, dado que buena parte se encuentran en proceso
rápido de deterioro o destrucción; copiarlos e integrarlos a un registro nacional, que
debería también contener las informaciones parroquiales. Respecto a lo último, la
Iglesia Mormona ha hecho copiados de la generalidad de estos fondos, remitiéndolos a
su sede central en Estados Unidos.
ARCHIVOS JUDICIALES, BUFETES Y NOTARIAS
En todos los centros urbanos, principalmente las cabeceras provinciales, se encuentra
variada documentación judicial. Por una parte, existen juzgados de paz, de primera
instancia y de apelación. El aparato judicial se corona con la Suprema Corte de Justicia
y la Procuraduría General de la República. Accesoriamente se encuentra la judicatura
relativa a la propiedad de la tierra, que consta de dependencias regionales.
Aunque registros privados, los archivos de notarios forman parte del sistema judicial,
por lo que se depositan en los juzgados de paz en caso de no ser heredados por otros
notarios. Como fuente, los archivos notariales tienen especial importancia hasta inicios
del siglo XX, ya que antes de la ley de Registro de Títulos de 1920 casi todas las
transacciones de propiedades se hacían notarialmente. Esta ley permite actos de
inmuebles catastrados bajo firma privada ante notario. Fue, por ende, desapareciendo el
trabajo de los notarios en actos de venta. Desde hace unas décadas únicamente se hacen
testamentos, actos de convenciones y estipulaciones por mutuo consentimiento, al igual
que actos de venta no regidos por la ley de tierras, a fin de que el notario pueda expedir
copias.
Como existen juzgados en todas las provincias y municipios, sólo se informará acerca
de otros materiales en las provincias escogidas. Queda pendiente la determinación, en
censo exhaustivo, de la documentación efectivamente contenida en los diversos
juzgados del país.
SANTO DOMINGO
19)
ARCHIVO DEL TRIBUNAL DE TIERRAS
Av. Independencia esq. Enrique Jiménez Moya.
Incluye propiamente los fondos del Tribunal de Tierras así como de oficinas anexas. No
tiene la estructura de archivo abierto a los investigadores, ya que opera para fines
utilitarios. Reviste importancia, empero, pues sus fondos están exonerados de remitirse
al AGN. Abierto a los abogados que tratan aspectos de propiedad inmobiliaria. Otras
personas requieren de autorización del presidente del Tribunal de Tierras. Se encuentra
en estado caótico, a consecuencia de los procesos recientes de degradación del
funcionamiento de las instituciones estatales. Por ejemplo, los expedientes se hallan
fragmentados, y normalmente es difícil o imposible localizar información a menos de
contar con ayuda especial de un empleado de la oficina.
En sus expedientes los documentos más antiguos datan de la segunda mitad del siglo
XVIII, integrados estos en la documentación de las parcelas que se ha conformado en
virtud de la Ley de Registro de Títulos de 1920.
Consta propiamente de cuatro fondos o archivos: Tribunal de Tierras, dividido en cuatro
regiones: Distrito Nacional, Cibao, Sur y Este; Catastro; Registro de Títulos y Mensura.
Además hay un archivo en la Oficina del Abogado del Estado ante el Tribunal de
Tierras.
20)
OFICINA TRONCOSO Y CACERES
S. Sánchez 253.
689-2158.
Es uno de los escasos bufetes de abogados que data de muchas décadas. Debe contener
abundante material acerca de compañías nacionales y extranjeras.
SANTIAGO
21)
ARCHIVO NOTARIAL DE SANTIAGO REYNOSO
Duarte 48.
582-0748.
De importancia para aspectos de la historia económica e institucional de la provincia de
Santiago y otras aledañas. Recoge los protocolos de los siguientes notarios: Narciso
Román (1863-1878), Pedro M. Archambault (1878-1893), Joaquín Dalmau (18931916), José María Vallejo (1917-1930) y José E. Reynoso (1931-1954). Consta de 90
libros, a razón de uno por año. Los documentos más antiguos datan de la segunda mitad
del siglo XVIII. Una parte de los libros tienen índices.
22)
OFICINA J. M. CABRAL Y BAEZ
Cuba 58.
583-7211.
Federico Villamil y otros.
Es el bufete más antiguo e importante de Santiago. Fundado por el licenciado José
María Cabral a inicios de siglo, pasó luego a su hijo Marco Cabral. Los descendientes
de este último no ejercen la abogacía. Estructurado en base a expedientes de los clientes,
entre los cuales se cuentan las empresas más importantes de la ciudad. En principio no
está abierto al público. Se desconoce si existen instrumentos descriptivos y el volumen
de los fondos.
23)
OFICINA DE FEDERICO CARLOS ALVAREZ
Independencia 129.
247-3492.
Federico Carlos Alvarez hijo.
Es el segundo bufete de importancia de Santiago. Inaugurado por el licenciado Federico
Carlos Alvarez en la tercera década del siglo, es continuado en la actualidad por su hijo
del mismo nombre y por sus nietos. Ha cobrado relieve en las últimas décadas, siendo
hoy el principal bufete de la ciudad, por lo que contiene voluminosas documentaciones
de compañías.
24)
ARCHIVO NOTARIAL DE AULIO HERNANDEZ.
30 de marzo 3.
Aunque menos rico que el de Santiago Reynoso, contiene valiosos protocolos notariales
del siglo XIX. Al igual que los restantes del país, contiene contratos, testamentos, actos
de divorcio, protesto de documentos de comercio, inventarios de sucesiones de bienes
comunitarios y abiertos, contratos de prenda.
25)
ARCHIVO NOTARIAL DE PEDRO BORREL
L. Pichardo edif. 13.
583-8207.
Originalmente perteneció a Félix A. Rodríguez y contiene actos desde inicios del
presente siglo.
26)
JUZGADO DE PAZ DE LA PRIMERA CIRCUNSCRIPCION
Se encuentran los protocolos de los notarios Juan A. Minaya y Darío Mañón, ambos no
abogados, junto a algunos otros más recientes.
LA VEGA
27)
ARCHIVO NOTARIAL DE HUGO ALVAREZ
Sánchez casi esq. Juan Rodríguez.
573-2588.
Proviene de Francisco José Alvarez, padre del actual propietario, y parece ser el archivo
notarial más rico de La Vega.
28)
ARCHIVO DE LORENZO GOMEZ
Calle Padre Billini.
573-4393.
Porfirio José y Lorenzo Gómez.
Tiene tres generaciones de notarios dentro de la línea de herencia familiar.
Originalmente de Lorenzo Gómez, pasó a su hijo Porfirio Gómez y en la actualidad a
los propietarios.
29)
ARCHIVO DE ROBERTO ABREU
García Godoy 19 A.
573-2713.
Otro exponente de un nutrido archivo de abogado provincial, pero que básicamente
arranca en los años sesenta de este siglo.
BANI
30)
ARCHIVO DEL JUZGADO DE PAZ
Contiene protocolos notariales. Algunos se han destruido por intereses personales.
COTUI
31)
ARCHIVO DE SOCRATES NUÑEZ
Ramón Oviedo 58.
Los protocolos se inician en 1922, con los actos de Francisco Antonio Núñez, padre del
actual propietario. Fundamentalmente consta de actos de ventas, hipotecas y
testamentos.
MONTE CRISTY
32)
ARCHIVO DE FEDERICO JULIAO
Duarte 42.
579-2334.
Cubre documentación notarial desde inicios del siglo XX, relativa a Monte Cristy y
poblaciones aledañas.
PUERTO PLATA
33)
ARCHIVO DE CARLOS FINKE
Beller 51.
586-2444.
Conserva, además de los suyos, los protocolos notariales de Amiro Pérez (1924-1977) y
de Germán Ornes (década de 1930). En su archivo de abogado hay expedientes
organizados de una parte de las principales compañías industriales y comerciales de
Puerto Plata desde fines de la década de 1940. Por igual hay múltiples expedientes de
ganaderos, que incluyen resoluciones de los aspectos legales de la propiedad. El
propietario ha formado un archivo histórico, en proceso de reorganización, que, entre
otros fondos, cuenta con una parte de los papeles de Ricardo Limardo, un prominente
político de la ciudad.
SAN JUAN DE LA MAGUANA
34)
ARCHIVO DE JOSE A. PUELLO R.
Calle 19 de Marzo 8.
557-2343.
Contiene protocolos notariales desde la década de 1940 hasta la actualidad. No ha
incorporado protocolos de otros notarios. El propietario tiene además un número
limitado de documentos de carácter histórico.
35)
ARCHIVO DE ARTURO RAMIREZ F.
16 de Agosto 49-b
557-2263.
Los protocolos se inician en la década de 1940 y llegan a la actualidad.
36)
JUZGADO DE PAZ DE SAN JUAN DE LA MAGUANA
Se encuentran depositados varios archivos notariales, entre los cuales destacan los del
Lic. Angel Canó Pelletier, el licenciado José Humberto Terrero, el doctor Isaías Herrera
Lagrange y el de Manuel de Jesús Rodríguez Varona. Los tres primeros se inician
aproximadamente en la primera mitad de la década de 1940, mientras el de Rodríguez
Varona, no graduado de abogado, antecede a 1930. No se ha podido determinar si
incluyen protocolos previos de otros notarios.
ARCHIVOS INSTITUCIONALES PUBLICOS Y PRIVADOS
SANTO DOMINGO
37)
BIBLIOTECA DEL MUSEO DE LAS CASAS REALES
Calle Mercedes esq. Las Damas.
682-4202.
Eugenio Pérez Montás.
Institución especializada en el periodo colonial. No conserva originales, sino copias de
los archivos españoles, sobre todo del Archivo General de Indias, el Archivo General de
Simancas y el Archivo Histórico Nacional de Madrid. Una parte de los mismos fueron
traídos por Pedro Julio Santiago. Se conservan porciones de las colecciones
documentales de César Herrera y Marino Incháustegui. El mayor volumen ha sido
producto, en años recientes, de la misión dirigida por Vicente Rubio.
38)
BIBLIOTECA DEL MUSEO DEL HOMBRE DOMINICANO
Plaza de la Cultura, Pedro Henríquez Ureña.
687-3623.
Fernando Morbán Laucer.
Contiene una cuantía limitada de manuscritos de pioneros de la arqueología y la
antropología social en República Dominicana, como Narciso Alberty B.
39)
BIBLIOTECA DE LA CASA DE FRANCIA
Las Damas esquina El Conde.
685-0840.
Marie France Balasse.
Tiene copias microfilmadas de fondos del Ministerio de Asuntos Extranjeros de
Francia, en particular correspondencia diplomática y consular de la primera mitad del
siglo XX
40)
UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO HENRIQUEZ UREÑA
Autopista Duarte km. 51/2.
562-6601.
Vicerrector de Administración.
El archivo reúne la documentación relativa al historial de la institución, a partir de su
fundación en 1966.
41)
CORPORACION DOMINICANA DE ELECTRICIDAD
Av. Independencia.
535-1100.
Lesbia de León y Ana Socorro Salcedo.
Se trata de un caso excepcional de conservación de registros por una empresa pública.
Se refiere exclusivamente a temas administrativos, como concursos, contratos y
proyectos de desarrollo. Los documentos más antiguos datan de la década de 1920,
cuando fue creada la Compañía Eléctrica de Santo Domingo, antecesora de la actual,
propiedad estatal desde 1954. Tiene cerca de 300 archivadores de 4 gavetas y un
archivo de seguridad próximo a la planta de Timbeque, adonde se trasladan materiales
que han perdido vigencia operativa. El archivo está organizado de acuerdo a un manual
alfabético-numérico por asuntos. Por otra parte se lleva un cronológico de trámite y
archivo de la administración general. No hay acceso al público, salvo autorización.
42)
BANCO DE RESERVAS
Isabel La Católica 201.
688-2241.
Además de los propios registros, mantiene los de la sucursal del National City Bank,
adquirido por el gobierno dominicano en 1941 como paso accesorio de la fundación de
la institución. El National City Bank se estableció en el país a inicios del siglo XX y
tuvo la importancia de haber sido, durante décadas, depositario de los fondos de la
Receptoría General de Aduanas, medio por el cual los Estados Unidos mantuvieron el
protectorado financiero entre 1905 y 1940.
43)
BANCO CENTRAL
Calle Pedro Henríquez Ureña.
221-9111.
Como parte de la organización de esta institución, mantiene registros de sus actividades
internas desde su creación en 1947. Incluye expedientes sobre asuntos financieros,
endeudamiento externo, inversión extranjera, relaciones con organismos crediticios
internacionales y con el gobierno de Estados Unidos. Su consulta requiere permiso del
gobernador de la institución.
INSTITUTO NACIONAL DE ESTABILIZACION DE PRECIOS
Plaza de la Independencia.
561-0191.
Se conserva documentación variada de esta oficina estatal, a partir de su fundación en la
década de 1970. El depósito, al parecer, se encuentra en estado desorganizado.
45)
CAMARA DE COMERCIO Y PRODUCCION DEL DISTRITO NACIONAL
Arzobispo Nouel 206.
682-2688.
Milagros Puello.
La documentación original se inicia en los tiempos de la fundación de la institución, en
la segunda década del siglo. Además de actas y correspondencia, contiene
informaciones sobre empresas. No es abundante pues efectúa remisiones al AGN.
46)
ASOCIACION DE INDUSTRIAS DE LA REPUBLICA DOMINICANA
Av. Sarasota.
532-5523.
Fundada en 1962. Contiene documentos sobre el funcionamiento de la institución, así
como correspondencia con el gobierno acerca de aspectos legales y políticos. También
existen materiales sobre las empresas miembro. Está organizado a través de libros
cronológicos anuales.
47)
SOCIEDAD INDUSTRIAL DOMINICANA
Avenida Máximo Gómez 182.
565-2151.
Julio Aquino.
Este complejo agro-industrial, centrado en la producción de aceites vegetales, simboliza
la industria dirigida al mercado interno. El archivo incluye materiales desde su
fundación a fines de la década de 1930. Al igual que en toda compañía de
consideración, incluye estados financieros, correspondencia, actas, etc. Por su
naturaleza diversificada en múltiples rubros, tienen importancia los proyectos, estudios
y planes de desarrollo.
48)
BANCO POPULAR DOMINICANO
Avenida John F. Kennedy 20.
544-8000.
Se puede comparar a la anterior institución, en cuanto simboliza a la banca privada
nacional. El archivo contiene información a partir de la fundación de la empresa en
1962.
SANTIAGO
49)
CAMARA DE COMERCIO Y PRODUCCION DE SANTIAGO
Av. Las Carreras 7.
582-2556.
Iván Reynoso.
Dividido en archivo muerto y archivo vivo, el primero contentivo de documentación
emitida a partir de 1914. La institución desempeñó importantes funciones hasta 1960. El
archivo cuenta con las actas de su Consejo Directivo, la correspondencia, los sistemas
legales relativos al comercio y la industria, registro mercantil, correspondencia con
empresas del exterior, así como documentaciones de varios géneros de empresas
industriales que requerían la intervención de la institución, como las licorerías. Además,
contiene una colección completa de las memorias y otras publicaciones de la institución.
El archivo muerto consta de 160 cajas y el vivo de 10 archivadores. Carece de catálogo
por expedientes, pero cuenta con un Compendio de Fondos elaborado por Danilo de los
Santos. Actualmente se reorganiza, con el fin de poner todos sus fondos al alcance del
público. Por el momento, sólo hay acceso a las actas.
50)
SOCIEDAD AMANTES DE LA LUZ
Calle Las Carreras.
582-4058.
Natividad Peralta.
Institución cultural fundada en 1874 por Manuel de Jesús de Peña y Reynoso. Es la
sociedad en su género más antigua del país, de notable peso en la historia cultural de la
ciudad y la región. Hay publicada una reseña histórica, que informa sobre sus diversos
fondos: Valentina Peguero, Peña y Reynoso y la Sociedad Amantes de la Luz, Santiago,
1985.
Alberga en su biblioteca unas 25 colecciones de periódicos del siglo XIX y las primeras
décadas del XX, en gran parte compuesta de ejemplares únicos. Tiene, además, unos
175 títulos de revistas, muchas de las primeras décadas del siglo. Las revistas más
antiguas constan de índices analíticos. Por último, su colección de folletos y libros la
hace insustituible para el estudio de la historia social y cultural del país y la región.
Hay un número limitado de manuscritos raros, incluyendo originales de libros.
El archivo de la sociedad contiene series incompletas de actas y correspondencias de las
directivas, así como documentos financieros, todo a partir del mismo año de su
fundación.
51)
ALIANZA CIBAEÑA
Beller 127.
582-5220.
Originalmente se fundó como sociedad de artesanos, en los años 80 del siglo XIX. Es
tal vez la institución más antigua del país en su género. Hoy es una sociedad dedicada al
fomento de la cultura. Conserva, por ello, una valiosa biblioteca, en que sobresale la
colección de folletos. Aparte de los registros relativos a sus actividades, tiene
manuscritos que no se pudieron especificar por estar el edificio en reparación.
52)
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD CATOLICA MADRE Y MAESTRA
Carr. Duarte km. 1.5.
580-1962.
Colección de Marino Incháustegui. Papeles del fenecido historiador Marino
Incháustegui, en que sobresale el copiado de numerosos expedientes de archivos
españoles, especialmente el Archivo General de Indias.
Hemeroteca. Colecciones completas de periódicos de inicios de siglo XX, algunos de
ellos de Santiago.
Donaciones. Ha recibido algunos fondos en donación, todavía no abiertos al público,
entre los cuales se encuentra el archivo personal de Héctor Incháustegui Cabral.
COMPAÑIA ANONIMA TABACALERA
Duarte 9.
582-3151.
Es una de las empresas más antiguas de la ciudad, la que ha logrado destacado peso en
la vida regional. Conserva documentación a partir de su fundación, producto de la
fusión de dos compañías en 1905. Además del aspecto propiamente empresarial, los
materiales se refieren a la agricultura del tabaco y a aspectos variados de la vida social y
económica de la ciudad.
54)
J. ARMANDO BERMUDEZ Y CO.
España 38.
247-4852.
Es una de las empresas licoreras más importantes del país, y al igual que la anterior, ha
tenido considerable incidencia en la vida de la ciudad. La actividad de la familia en el
área se inició en el siglo XIX, pero es sólo con la creación de la compañía, en 1927,
cuando se establecieron los registros sistemáticos. Estos incluyen libros de contabilidad,
estados financieros, pago de impuestos, series de producción y correspondencia.
LA VEGA
55)
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL CIBAO
Aut. Duarte km. 1.
573-3863.
Conserva una porción del archivo personal de Mario Concepción, el principal
historiador de la historia de La Vega en las últimas décadas. La otra parte la conserva
Oscar Torres Petitón. Contiene materiales variados sobre aspectos de la vida vegana,
fundamentalmente en los últimos cien años. Los fondos en la Universidad no se
conservan adecuadamente y están en proceso de destrucción. No parece que haya
catálogo o inventario.
56)
SOCIEDAD LA PROGRESISTA
Calle Restauración. Parque Duarte.
573-7674.
Rafael Espínola.
La institución fue creada en el siglo XIX. Conserva documentación dispersa desde
entonces sobre su funcionamiento y actividades culturales, que incluyó un teatro. La
biblioteca aloja folletería de décadas previas.
57)
BIBLIOTECA MUNICIPAL GUIDO DESPRADEL Y BATISTA
Padre Adolfo esq. Padre Billini.
En su hemeroteca se conservan algunas colecciones de periódicos de inicios del siglo
XX.
PUERTO PLATA
58)
SOCIEDAD UNION PUERTOPLATEÑA
Mella 10.
586-6363.
Conserva los documentos corrientes de la entidad, fundada en el siglo pasado. Sobresale
el fondo del hospital Las Mercedes, bajo su administración. Partes de los fondos se
perdieron en un incendio reciente.
59)
SOCIEDAD CULTURAL RENOVACION
Duarte 41.
586-6240.
En la hemeroteca se conservan varias colecciones de periódicos del siglo XIX, tanto de
Puerto Plata como de otras localidades de la región.
ARCHIVOS HISTORICOS PARTICULARES
SANTO DOMINGO
60)
ARCHIVO-BIBLIOTECA DE EMILIO RODRIGUEZ DEMORIZI
Mercedes no. 317.
682-5849.
Clara Rodríguez Demorizi.
La colección bibliográfica del extinto historiógrafo es probablemente la más completa
del país. Consta además de documentación inédita, tanto en originales como copias.
Asimismo se señala la excepcional serie de publicaciones periódicas, en que se incluye
prensa haitiana del siglo XIX. Tiene manuscritos de libros y otros escritos. Se conservan
en sus fondos los archivos de Pedro Henríquez Ureña y Fray Cipriano de Utrera, de
importancia respectiva para la historia intelectual y para el el periodo colonial.
Al presente estos fondos no están al acceso del público. Existe el proyecto de crear una
"Casa del Escritor" en el local de que aloja este archivo-biblioteca, pero no ha
trascendendido si integrará sus fondos bibliográficos y documentales. No se conoce de
la existencia de instrumentos descriptivos.
61)
BIBLIOTECA DE VETILIO ALFAU DURAN
Cayetano Rodríguez 51.
682-5417.
Vetilio y Salvador Alfau
Además de su excelente colección bibliográfica, una de las mejores del país, contiene
una colección casi única de folletería y hojas sueltas. Incluye documentos originales de
variados aspectos de la historia nacional emitidos en la segunda mitad del siglo XIX y
en el primer cuarto del siglo XX. Por otra parte, contiene copias a máquina de miles de
documentos originales existentes en archivos nacionales y del exterior, así como las
fichas de trabajo del erudito historiador.
62)
FUNDACION CULTURAL DOMINICANA
José Ortega y Gasset.
566-3232.
Bernardo Vega.
Dada su especialización en historia moderna, especialmente del periodo de Trujillo, está
compuesto básicamente por reproducciones de expedientes de National Archives and
Record Administration, de Washington, así como de otros archivos de Estados Unidos.
Asimismo hay fotocopias de expedientes del Archivo del Palacio Nacional. Partes han
sido editados en diversos volúmenes de Bernardo Vega.
63)
ARCHIVO DE CAROLINA MAINARDI
Av. Francia.
689-7834.
Contiene los fondos dejados por Leovigildo Cuello, esposo de la propietaria, dirigente
político en los años 20 y luego una de las figuras prominentes del exilio anti-trujillista.
Ha incorporado el archivo de Angel Morales, por igual uno de los máximos dirigentes
del exilio. Este último fondo contiene correspondencia con Sumner Welles, subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos en los años 30.
Tiene una colección de fotos.
ARCHIVO DE ANTINOE FIALLO
Av. Rómulo Betancourt 1906.
473-6589.
Contiene varios fondos. El primero reúne papeles variados de la familia Billini. Dentro
de estos se encuentra parte de la documentación dejada por el presidente Francisco
Gregorio Billini y otros familiares, en especial consistente en correspondencia y
materiales políticos de las últimas décadas del siglo XIX. Anexo se encuentra el
material conservado por Hipólito Billini, hermano del anterior, básicamente relativo a
sus actividades mercantiles, pero que incluye documentos políticos desde inicios del
siglo XIX así como parte de la correspondencia de Francisco Xavier Billini. Por último,
se encuentran los papeles de Cristina Billini Morales, contentivos de materiales del
movimiento nacionalista (1916-1924), sobre todo cartas y volantes.
El segundo conjunto corresponde a la familia Fiallo, sobresaliendo los papeles del
licenciado Antinoe Fiallo Rodríguez, padre del propietario, y de su hermano Gilberto
Fiallo, contentivos de materiales relativos a la acción de núcleos intelectuales de fines
de los años 20 e inicios de los 30 de este siglo, así como a la lucha clandestina contra la
dictadura de Trujillo y de la Unión Cívica Nacional, organización política de la primera
mitad de la década de 1960. Hay, además, documentos conservados por Luisa López de
Fiallo, que incluyen los de Fabio Fiallo.
Por otra parte se incorporó un archivo perteneciente al lic. Miguel A. Gómez R., de la
Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios (1928-1933), así como de Acción
Cultural, agrupación de intelectuales existente en el mismo periodo que la anterior. Casi
todos los fondos constan de índices.
CASA DE FEDERICO HENRIQUEZ Y CARVAJAL
Sánchez 262.
689-3315.
Francisco A. Henríquez.
En primer lugar, contiene documentación dejada por Federico Henríquez Carvajal,
contentiva de correspondencia y materiales diversos sobre la cultura y la política en las
últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX. Cabe destacar las
correspondencias con Francisco Henríquez y Carvajal, Eugenio María de Hostos,
Santiago Guzmán Espaillat y Federico García Godoy; contiene también materiales
inéditos sobre el movimiento nacionalista. Otro fondo contiene los documentos
colectados por Enriquillo Henríquez García, hijo de Henríquez y Carvajal, que incluyen
documentación sobre la expedición de Cayo Confites y correspondencia con la Unión
Patriótica Haitiana. Por último, se encuentran documentos guardados por Francisco
Alberto Henríquez, de la tercera generación, historiador, relativos a la lucha interior y
exterior contra la dictadura de Trujillo.
66)
ARCHIVO DE EMILIO CORDERO MICHEL
César Nicolás Penson 4.
682-2509.
Está compuesto básicamente de papeles manuscritos y otros materiales emitidos por
agrupaciones del exilio y por los medios de izquierda en la primera mitad de los años
60. Contiene parte del archivo del Movimiento de Liberación Dominicana de New
York, correspondiente a los años 1959 a 1961. Sobresale, de igual manera, la
correspondencia personal en el contexto del Movimiento 14 de Junio en los años 60.
Otro fondo, formado por el padre del propietario, José Ramón Cordero Infante, reúne
correspondencia de Ulises Heureaux y papeles diversos del también presidente Horacio
Vásquez.
67)
ARCHIVO DE MANUEL DE JESUS MAÑON ARREDONDO
Respaldo Hatuey 1.
565-5210.
Aparte de documentos varios de procedencia local, el archivo está compuesto por copias
de documentos del Archivo General de Indias y de otros archivos del exterior. La mayor
concentración de materiales se refieren a historia urbana, especialmente de la ciudad de
Santo Domingo. Tiene un volumen significativo de folletería, así como colecciones de
fotografías.
68)
ARCHIVO DE JULIO G. CAMPILLO P.
El Recodo 8.
532-6965.
El propietario es especialista en genealogía, por lo que ha reunido materiales de familia
y formado amplios apuntes personales en la materia. Tiene una de las mejores
bibliotecas históricas del país.
69)
ARCHIVO DE FIDELIO DESPRADEL
Av. Paulo Tercero.
682-6386.
Comprende fundamentalmente una extensa documentación del Movimiento 14 de
Junio, en especial desde 1963 hasta su disolución en 1968. Contiene asimismo
materiales de otras organizaciones de izquierda. Tiene un índice que cubre todos los
expedientes, ordenados por temas.
70)
ARCHIVO DE RAFAEL BAEZ PEREZ
Calle Doctor Delgado.
689-3892.
Incluye documentación interna del Movimiento 14 de Junio y del Movimiento Popular
Dominicano, así como hojas sueltas, folletos y colecciones de prensa de dichas
organizaciones.
71)
ARCHIVO DE ROBERTO CASSA
Max Henríquez Ureña 85.
562-1426.
Principalmente contiene originales y copias relativos a los movimientos obreros y los
partidos de izquierda hasta los años de 1970. Esto incluye colecciones de periódicos,
entre ellos de organizaciones políticas y laborales. Asimismo contiene materiales sobre
la historia intelectual de los siglos XIX y XX. Recibió la donación del archivo de
Manuel Gil M., dirigente del Partido Nacionalista. También hay originales del Partido
Socialista (proyecto) y el Movimiento de Unidad Socialista, entidades que existieron
entre fines de los años 70 e inicios de los 80. Por último, tiene unas 200 entrevistas
grabadas a protagonistas de movimientos sociales y políticos desde los años de 1920
hasta los de 1970 y reproducciones de documentos de archivos dominicanos y de otros
países.
BANI
72)
ARCHIVO DE MANUEL VALERA
Duarte 47.
522-3772.
Al igual que otros, es producto de la preocupación por recopilar documentos diversos de
Baní y, en menor medida, de otras ciudades de la región sur, con el expreso propósito de
evitar que sean destruidos o se pierdan, dado el desorden que impera en diversas
instituciones. El propietario es especialista en historia demográfica regional y se ha
propuesto contribuir a la creación de un archivo provincial de Baní.
PUERTO PLATA
ARCHIVO DE RAFAEL BRUGAL
Antera Mota 43.
586-9010.
Está formado en base a documentos de la provincia de Puerto Plata. Hay documentos
públicos y privados, los primeros adquiridos con el fin de evitar su destrucción o
deterioro. Entre estos se cuentan partes de los libros de actas del Ayuntamiento de la
ciudad. Ha reunido materiales diversos sobre personajes e instituciones de Puerto Plata.
Conserva los protocolos íntegros del notario Leandro García, de los más antiguos de la
ciudad (años 1825-1860).
74)
ARCHIVO DE JOSE AUGUSTO PUIG
Circunvalación Norte 27.
586-2703.
Elvia Miller Vda. Puig.
Contiene materiales acerca de la historia de la ciudad. Recibió donación del archivo de
Pedro Spignolio y papeles de la familia de Gregorio Luperón. Entre los materiales más
importantes se encuentran registros demográficos de Puerto Plata, en originales o
copias. Sobresalen además expedientes acerca de los monumentos antiguos de la
provincia. El doctor Puig, fallecido hace unos años, fue un connotado opositor a la
dictadura de Trujillo, por lo que sus papeles incluyen materiales políticos de la época.
SAN JUAN DE LA MAGUANA
75)
ARCHIVO DE MAYOBANEX RODRIGUEZ
Santomé esquina Pedro J. Heyaime.
El propietario desempeñó funciones en el tren administrativo local, como gobernador
provincial y síndico, lo que contribuyó a que pudiera reunir un número considerable de
documentos.
76)
ARCHIVO DE LORENZO PIÑA PUELLO
Se considera la mejor colección de documentos de carácter históricos en la región. Se
desconoce dónde se encuentra en la actualidad.
ARCHIVOS ARZOBISPALES
77)
ARCHIVO HISTORICO DEL ARZOBISPADO
Palacio del Arzobispado de Santo Domingo. Isabel La Católica esq. Pellerano Alfau.
689-8676.
Amancio Escapa, vicario general.
Anteriormente era conocido como Archivo de la Catedral de Santo Domingo. No está
abierto al público, requiriéndose autorización del arzobispo. Distribuido en alrededor de
35 archivadores de cuatro gavetas. Actualmente no cuenta con instrumento descriptivo
pues se ha extraviado el que existía, confeccionado por Luis Rodríguez Guerra.
Contiene los documentos más antiguos del país, los registros demográficos de la última
década del siglo XVI correspondientes a la ciudad amurallada. Los anteriores fueron
destruidos por el corsario Francis Drake, en 1586. En gran parte la documentación
correspondiente al periodo colonial y parte del siglo XIX se encuentra en mal estado. La
cuantía de los fondos conservados se acrecienta a fines del siglo XIX, quizá por el celo
del arzobispo Meriño de organizar la correspondencia. Pero fue el arzobispo Nouel, en
la segunda década de este siglo, que comenzó a concebir la idea de un archivo, y fue
monseñor Beras, cuando era secretario del Arzobispado, en los años 40 este siglo, que le
dio forma plenamente organizada.
Se han hecho varias descripciones someras, siendo la más reciente la de Vetilio Alfau
Durán: "El Archivo de La Catedral", La Nación, 29 de enero de 1946. Desde el punto de
vista práctico la información de Alfau Durán carece hoy de validez pues el archivo fue
reorganizado hace unos 15 años por el entonces vicario Antonio Camilo. Los fondos
fueron reubicados desde cajas a archivadores metálicos.
Los registros de bautismos, óbitos y matrimonios se encuentran en gavetas especiales,
en gran parte con índices anexos. Los registros de bautismos constan de 50 libros, entre
1590 y 1892; los de óbitos y matrimonios se encuentran juntos, entre 1590 y 1601 y de
1610 a 1642; los más antiguos de matrimonios datan de 1644 y los de entierros de 1666.
En la organización previa los libros de bautismos, óbitos y matrimonios se localizaban
en el estante B, con un total de 80 cajas.
Estos registros incluyen los libros correspondientes de las cuatro parroquias en que se
dividía la ciudad de Santo Domingo hasta 1930, trasladados a causa del ciclón de San
Zenón: Santa Bárbara, San Carlos, San Antonio y El Carmen; las parroquias de Santa
Bárbara y San Carlos eran las únicas otras de lo que hoy es la ciudad durante el periodo
colonial. De la misma manera esta sección se ha nutrido de libros parroquiales antiguos
de El Seybo, Hincha, Higüey, Baní y otras poblaciones.
El antiguo estante A, dividido en 40 cajas, contenía la correspondencia del arzobispo
con el Vaticano, el gobierno dominicano y los párrocos.
En el antiguo estante C, de 80 cajas, se reunían materiales disímiles, que incluían, entre
otros, libros de las instituciones educativas, libros de capellanías, actas y resoluciones
del Cabildo Eclesiástico, expedientes matrimoniales, expedientes sacerdotales,
documentos pontificios, cartas pastorales, circulares y memorias de los arzobispos y sus
sustitutos.
Por último, hay un volumen considerable de fotos e impresos, antes localizados en el
estante D, de 40 cajas.
78)
ARCHIVO DEL ARZOBISPADO
Se encuentra en el mismo edificio que el Archivo Histórico del Arzobispado, pero este
se halla en la Cancillería del Arzobispado. Está integrado de documentación reciente, de
unos cuarenta años de antigüedad a lo sumo, que la institución considera vigente para
fines prácticos. Tiene unos 30 archivadores de cuatro gavetas cada uno. Tampoco consta
de instrumentos descriptivos. Algunos de los fondos más importantes son la
correspondencia oficial con la Santa Sede, el gobierno dominicano, las órdenes
religiosas y los párrocos, así como los Nombramientos con sus libros manuscritos y de
expediciones, los Decretos y los Matrimonios y Dispensas Matrimoniales.
ARCHIVOS PARROQUIALES
En todas las parroquias del país existen archivos, pero en su mayoría los fondos son de
procedencia reciente. Algunas parroquias, en cambio, han logrado conservar registros
demográficos desde la época colonial o inicios del siglo XIX. Se ha centrado la atención
en algunos de los fondos con documentación más antigua.
79)
ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTIAGO
Catedral de Santiago, Parque Duarte.
582-2563.
Contiene registros de bautizos, matrimonios y defunciones desde fines del siglo XIX.
Está en la actualidad integrado al archivo de la diócesis de Santiago, contentivo de
correspondencia con el arzobispo, los párrocos, instituciones de la ciudad y la provincia,
etc.
80)
ARCHIVO PARROQUIAL DE LA VEGA
Catedral de La Vega, Parque Duarte.
573-2601.
Carmen O. Peña.
También conocido como Archivo de la Catedral. Está compuesto básicamente, como los
demás, de actos de registro demográfico. Tiene la importancia de que La Vega cubrió
extensas zonas contiguas en tiempos anteriores. Además de los correspondientes al
obispado, contiene documentos civiles diversos relativos a la historia local y regional.
81)
ARCHIVO HISTORICO DE LA PARROQUIA DE BANI
Casa Parroquial, calle Sánchez (frente al Parque Central).
522-5892.
Jorge González Bonilla, presbítero canciller.
Al igual que los restantes, su importancia radica en los registros demográficos, de los
más antiguos del país, pues se inician en la segunda mitad del siglo XVIII. Como los
demás del género, consta esencialmente de los libros de bautismos, matrimonios y
óbitos.
Los libros de bautismos se inician en 1768 y llegan a la actualidad en forma íntegra; son
los únicos que tienen índices actualizados. Los obituarios tienen dos partes: la primera
cubre de 1771 a 1827 y la segunda arranca de 1845 hasta la actualidad. Los libros de
matrimonios se inician en noviembre de 1803 hasta la actualidad.
La documentación no demográfica en su mayor parte fue trasladada al Archivo
Histórico del Arzobispado y una parte que permaneció en este archivo fue destruida en
base a supuestos vinculados a la renovación institucional de los años 60.
82)
ARCHIVO PARROQUIAL DE BAYAGUANA
Iglesia del Santo Cristo de Bayaguana,
525-1482.
Lorenzo Vargas.
Contiene los registros demográficos más antiguos del país después de los existentes en
la catedral de Santo Domingo pues se inician en el siglo XVII, tras la fundación de la
villa. Los libros más antiguos se trasladaron al arzobispado. Los registros demográficos
que conserva se inician hacia 1902. Contiene asimismo papeles varios de la parroquia
desde un momento indeterminado.
83)
PARROQUIA SAN DIONISIO DE HIGUEY
Basílica. Calle A. Guerrero.
554-2291.
Contiene los registros demográficos más antiguos fuera de Santo Domingo. Además de
eje demográfico del extremo oriental, la población alberga un conocido santuario, por la
parroquia contiene información relativa a variados aspectos de la vida regional. Los
libros de bautizos comienzan en 1723.
84)
ARCHIVO PARROQUIAL DE YAMASA
Calle Principal.
525-0794.
Similar a los otros localizados en la porción oriental del país, aunque la aldea no existía
en el periodo colonial. Por eso los registros son más tardíos, iniciándose en la segunda
mitad del siglo XIX.
85)
ARCHIVO PARROQUIAL DE SAN JOSE DE LAS MATAS
Padre Espinosa 30.
578-8277.
Ramón Max Espinal.
Organizado antes de 1970. Tiene la importancia de que San José de las Matas era la
principal población durante el periodo colonial de la zona denominada La Sierra, de
bastante peso demográfico. Cuando fue fundada, la parroquia tenía jurisdicción, además
de La Sierra, sobre gran parte de lo que hoy se denomina Línea Noroeste, es decir el
conjunto del territorio al oeste de Santiago hasta el de la parroquia de Monte Cristy.
Además de las actas de bautismo, matrimonios y fallecimientos, contiene materiales
relativos a la vida económica, como manumisiones de esclavos.
86)
ARCHIVO PARROQUIAL DE PUERTO PLATA
Calle Separación.
586-2362.
Los libros de bautismo existen en las siguientes fechas: 1811-1821, 1826-1836, 18461857, 1877-1890, 1900-1918; las de matrimonios: 1868-1906, 1917-1924; y las de
defunciones: 1841-1858, 1867-1907.
87)
PARROQUIA INMACULADA CONCEPCION DE COTUI
Calle Mella, frente al parque Duarte.
585-2213.
Rafael Delgado.
Una de las más antiguas del país. Consta fundamentalmente de los actos de bautismos, a
partir de 1814 (115 libros), y los de matrimonios, a partir de 1844 (30 libros). Otros
documentos fueron trasladados al Archivo Histórico del Arzobispado.
ORDENES RELIGIOSAS
Los archivos de las órdenes actualmente existentes en el país no tienen materiales
antiguos debido a que todas ellas abandonaron el país después del Tratado de Basilea o
la ocupación haitiana. Con posterioridad a la Independencia, la inestabilidad política
dificultó la reimplantación de órdenes, al tiempo que Fernando A. Meriño, jefe de la
Iglesia en las últimas décadas del pasado siglo y los primeros años del presente, se
opuso exitosamente a su retorno por consideraciones de nacionalismo.
88)
ORDEN DE FRAILES MENORES CAPUCHINOS
Parroquia San Francisco de Asís.
Sabana Larga 12, Ensanche Ozama, Santo Domingo.
594-4684.
José María Guerrero.
La documentación se inicia desde la instalación de la orden, en 1909. Incluye
resoluciones de la curia provincial y vice-provincial, de las asambleas en América
Latina y de las conferencias de capuchinos en el Caribe, América Central y México.
Tiene tres archivadores divididos en expedientes personales y temáticos, sin indizar.
89)
ARCHIVO DE LA PROVINCIA DE LAS ANTILLAS DE LA COMPAÑIA
DE JESUS
Curia de la Casa Provincial.
Correa y Cidrón 28, Santo Domingo.
José Saco y José Luis Sáez.
Todavía está dividido en dos secciones: el Archivo de la Provincia (APA) y el Archivo
Histórico de la Provincia (AHA). El segundo está supuesto a integrarse al primero y se
encuentra bajo custodia de José Luis Sáez. Contiene documentación original a partir de
1936, fecha en que se reinstaló la orden en el país hasta el establecimiento de la Viceprovincia en 1961. Contiene sobre todo materiales de las parroquias de Dajabón y Loma
de Cabrera así como de la residencia del Santo Cerro, avanzadas de la orden, junto a
expedientes personales. Cuenta asimismo con copias de documentos de la sede central
de la Compañía en Roma, correspondientes al siglo XVIII. Tiene dos archivadores de
cuatro gavetas, en parte bajo inventario.
El Archivo de la Provincia comenzó a organizarse en 1963, a poco de establecerse la
sede vice-provincial, elevada a Provincia en 1968. Está catalogado por obras: colegios,
parroquias, seminario. También tiene expedientes personales, de vivos y difuntos, actas,
consultas y correspondencia oficial con Roma, los obispos y el gobierno dominicano.
Consta de 13 archivadores de cuatro gavetas, todos con sus correspondientes índices por
expedientes. El acceso requiere de autorización del provincial.
José Luis Sáez da cuenta de aspectos de los fondos en Los jesuitas en la República
Dominicana, 2 vols., Santo Domingo, 1988.
90)
ORDEN DE LOS PREDICADORES
Parroquia Santo Tomás de Aquino.
Av. Independencia 103, Santo Domingo.
689-7713.
Luis Oregui, vicario, y José Rodríguez, archivero.
Aunque la orden operó en el país entre 1510 y 1822, de esos siglos todos los
documentos se encuentran en la Provincia de España (centro y norte), en Roma y otros
archivos. Reinstalada en el país en 1954, sus fondos incluyen actos de los superiores,
correspondencias, reuniones de la provincia, destinos y la dirección del Liceo Ulises
Francisco Espaillat de Santiago. No tiene instrumentos descriptivos.
91)
SOCIEDAD DE MISIONES DEL SAGRADO CORAZON
Despradel 15, Los Prados, Santo Domingo.
566-6998.
Los documentos se inician en 1936, fecha en que la orden comenzó las actividades en el
país. Contiene expedientes de sus miembros, casi todos canadienses al inicio y ahora
muchos dominicanos, correspondencia con Roma y Quebec y los obispados del país, así
como expedientes por obras, con su historial correspondiente. Tiene cuatro archivadores
e índice alfabético-numérico por asuntos.
ANEXO
ALGUNOS ARCHIVOS EN EL EXTERIOR
ESPAÑA
Para los siglos coloniales, con excepción de los fondos arriba referidos, el grueso de la
documentación se encuentra en archivos españoles. En otros países comienza a
localizarse material de importancia desde el siglo XVIII, señaladamente en Francia a
causa de la importancia que para ella tenía la colonia de Saint Domingue. Respecto al
siglo XIX se encuentran abundantes fuentes en Inglaterra, Francia, España y Estados
Unidos. El material en Estados Unidos se prolonga a todo el siglo XX.
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS. Sevilla.
En lo fundamental los fondos se inician tras la creación del Consejo de Indias, en 1523,
aunque contienen materiales de Santo Domingo entre 1492 y 1821. Se localiza
principalmente en la sección Audiencia de Santo Domingo, dividida en partes secular
(civil y militar) y eclesiástica, con unos 2,300 legajos. Porciones de estos legajos se
refieren a Puerto Rico, Cuba y Venezuela. También es importante la sección Patronato,
relativa a la etapa antillana de la expansión española y la inicial de México, con unos
300 legajos. Otras secciones son Justicia, Indiferente General, Contaduría, Contratación,
Escribanía de Cámara, Estado y Casa de Alba. No tiene catálogos, sino inventarios
someros, con excepción de Patronato y Mapas y Planos.
ARCHIVO DE PROTOCOLOS DE SEVILLA.
Contiene información sobre transacciones comerciales entre España y Santo Domingo
desde la época de la conquista. Para Santo Domingo es de importancia durante el siglo
XVI. Sobresale la Escribanía de Alonso de Cazalla, que cubre el grueso de la primera
mitad del siglo XVI.
ARCHIVO DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA
Sobresale, para estos fines, la sección Tumbo de los Reyes Católicos (hasta 1515).
ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE SEVILLA
Debe contener información de la primera mitad del siglo XVI, mientras el obispado de
Santo Domingo fue sufragáneo del Arzobispado de Sevilla, lo que concluyó en 1544,
con la creación del Arzobispado de Santo Domingo.
ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS. Valladolid.
En la sección Reyes Católicos todavía se encuentra la mayor parte de la documentación
previa a la creación de la Real Audiencia de Santo Domingo, en 1511. Para la primera
mitad del siglo XVI son de importancia las secciones Guerra Antigua y Guerra
Moderna, con expedientes de servicios de personajes relevantes. Para el siglo XVIII
sobresale la sección Secretarías de Estado, debido a la pérdida de importancia del
Consejo de Indias, bajo Felipe V. También son de anotarse las secciones Consejo Real
de Castilla y Patronato Real. Sólo algunas secciones constan de catálogos.
ARCHIVO HISTORICO NACIONAL. Madrid.
En la sección Consejo de Castilla hay documentación de los siglos XVI y XVII. El siglo
XVIII básicamente se encuentra en Ministerio de Ultramar y el periodo de
Reincorporación a España, o Anexión, 1861-65, en Ultramar. Por último, cuenta con
una documentación pequeña en Inquisición. Hay catálogo somero.
BIBLIOTECA NACIONAL. Madrid.
En la sección Manuscritos se encuentran donaciones de oidores y otros funcionarios en
América de todo el periodo de dominación española. Hay catálogo actualizado.
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. Madrid.
Básicamente interesa la Colección Muñoz, contentiva de copias y originales de
documentos de los siglos XVI al XVIII. No pocos originales de los documentos
copiados se han perdido. Tiene catálogo.
ARCHIVO MILITAR. Segovia.
Debe contener datos de las unidades militares del siglo XVIII, cuando existió el
Regimiento Fijo de Santo Domingo.
ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGON. Barcelona.
En varias secciones se encuentra documentación de Santo Domingo, sobresaliendo la
Compañía de Barcelona, entidad que gozó de franquicias monopólicas a mediados del
siglo XVIII.
ARCHIVO DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES. Alcalá de Henares.
Por una parte contiene la documentación diplomática de los años 1821 a 1860 y, por la
otra, desde 1865 hasta aproximadamente 1950, que incluye la sección consular.
ESTADOS UNIDOS
NATIONAL ARCHIVES AND RECORD ADMINISTRATION. Washington.
Contiene series íntegras de la correspondencia diplomática y consular con República
Dominicana, que se inicia regularmente poco después de la independencia nacional, en
1844. Se ofrece en venta en microfilmes. Otra sección de importancia es la de Marina,
donde se encuentra la correspondencia del Gobierno Militar de Ocupación (1916-1922).
MARINES CORP HISTORICAL CENTER. Washington.
Dada la asignación del gobierno militar de 1916-22 a la Infantería de Marina, en este
archivo se encuentran materiales consignados por Bernardo Vega acerca de República
Dominicana. Entre ellos hay narraciones grabadas y expedientes personales de oficiales
y soldados.
BIBLIOTECA EISENHOWER. Abilene, Kansas.
Se encuentran correspondencias, memorandums y notas del presidente estadounidense,
casi todos de la década de 1950.
BIBLIOTECA JOHN F. KENNEDY. Boston.
Al igual que la anterior, relativa a actos gubernamentales de ese presidente
estadounidense. Los documentos más importantes se refieren a la fase final de la
dictadura de Trujillo y la transición hacia un nuevo sistema político.
BIBLIOTECA LYNDON B. JOHNSON. Texas.
Actas, memorandums y documentación diversa en que intervino el presidente de los
Estados Unidos, en especial relacionada con la invasión de 1965. Todavía hay material
parcialmente clasificado.
FRANCIA
ARCHIVES NATIONALES. Paris.
Se encuentran documentos variados sobre los siglos XVI al XIX y parte de la
documentación diplomática de los siglos XIX y XX.
MINISTERE DES AFFAIRES ETRANGERES. París.
Contiene la correspondencia diplomática y consular de Francia en los siglos XIX y XX.
BIBLIOTEQUE NATIONALE. París.
Manuscritos de libros y otros textos, sobre todo del siglo XVIII.
INGLATERRA
BRITISH MUSEUM
Se han reportado documentos de variados tipos.
FOREIGN OFFICE.
En el Public Record Office se la documentación diplomática desde mediados del siglo
XIX.
CUBA
ARCHIVO NACIONAL DE CUBA. La Habana.
Hay varios fondos con material procedente de República Dominicana. Sobresale la
sección Audiencia de Santo Domingo, con documentos sobre todo de la segunda mitad
del siglo XVIII. En la sección Asuntos Políticos hay bastante documentación oficial
posterior al Tratado de Basilea de 1795. Se debe ver también el Archivo de Máximo
Gómez.
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA
Aunque no se reportan hasta el momento manuscritos, contiene una colección de
folletos dominicanos de fines del siglo XIX e inicios del XX.
INSTITUTO DE LITERATURA Y LINGUISTICA. La Habana.
Archivo Personal de la Familia Henríquez Ureña. Contiene correspondencia de los
integrantes de la familia desde 1877 hasta 1973. También tiene originales de obras
literarias, ensayos, conferencias, etc. Está descrito: Marcia Castillo Vega, Catálogo del
Archivo Personal de la Familia Henríquez Ureña, Santo Domingo, 1994. Una parte
considerable de los fondos se ha editado recientemente: Arístides Incháustegui y Blanca
Delgado Malagón (comps.), Familia Henríquez Ureña. Epistolario, Santo Domingo,
1994.
HAITI
ARCHIVES NATIONALES. Port-au-Prince.
Contiene documentación dominicana de la primera mitad del siglo XIX, en especial del
periodo de la dominación haitiana (1821-1844). Gran parte de la documentación se ha
perdido o se encuentra en pésimo estado. Hasta donde se ha podido establecer, no hay
instrumentos descriptivos.
BIBLIOTECA DE LOS PADRES DE SAINT LOUIS GONZAGUE. Port-au-Prince.
Entre los materiales que contiene cabe destacar las colecciones de periódicos haitianos
de la primera mitad del siglo XIX. No se ha reportado la existencia de manuscritos
relativos a los dominicanos.
PUERTO RICO
ARCHIVO GENERAL DE PUERTO RICO
Contiene documentación dominicana, especialmente relativa a los emigrados de finales
de la primera década del siglo XIX. En la prensa puertorriqueña de fines del XIX e
inicios del XX colaboraron intelectuales dominicanos.
UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO. RECINTO DE RIO PIEDRAS
Centro de Investigaciones Históricas. Fondo Santiago Michelena. Donativo de la
familia Michelena, de origen puertorriqueño. Contiene información empresarial de las
compañías de la familia y otros materiales. Se encuentra en el Centro de Investigaciones
Históricas. Tiene catálogo.
Archivo del Bufete de Francisco J. Peynado. Reciente adquisición de la Escuela de
Derecho, en contravención con principios reconocidos en la materia. Es el más
importante de República Dominicana en su género durante las primeras tres décadas del
siglo XX. El bufete pasó a ser dirigido, desde fines de los años 20, por Julio Peynado,
hijo del fundador. Presumiblemente contiene más de 10,000 expedientes de clientes,
entre los cuales sobresalen compañías extranjeras. Está en proceso de catalogación y
aún no abierto al público.
1 Información de M. H. Trouillot, su antiguo director, febrero de 1979.
2Gilberto Sánchez Lustrino, "Los archivos dominicanos", Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN), I (1938), 3-13.
3 En varios juicios de residencia y visitas se tomaba control de la documentación, al advertirse la dificultad de su conservación durante cierto
tiempo. Información de Raimundo González.
4 A diferencia de los bucaneros y piratas, que aparentemente destruían toda la documentación que hallaban, los invasores haitianos
respetaban los archivos eclesiásticos; en cambio, en principio se esmeraron en destruir documentaciones gubernamentales, siguiendo la
tradición anti-esclavista.
5 Partes de los fallos durante el periodo de dominación haitiana han sido publicados por Ramón Lugo Lovatón, en "Sentencias penales de la
época haitiana, de 1822 a 1831", BAGN, desde XVI (1953), 329-353. Estas fuentes han sido usadas para reconstruir episodios políticos,
como el conato de sublevación contra el gobierno haitiano en 1823: Emilio Rodríguez Demorizi, "Apuntes y documentos. La revolución de
Los Alcarrizos", BAGN, III (1940), 136-142.
6 Fue el caso del incendio del Palacio de Justicia en 1928, lo que se atribuyó a Rafael Leonidas Trujillo, entonces jefe del ejército, con el fin
de borrar evidencias de actos delictivos de familiares.
7 Comienza en "Archivo General de Bayaguana, 1607-1920. Catálogo", BAGN, XX (1957), 156-174. Para una orientación sobre las
sucesivas partes publicadas del catálogo, véase Tobías Cabral, Indice de Clío y del Boletín del Archivo General de la Nación, Santo
Domingo, 1972, 134.
8 La autora de los catálogos hizo una descripción analítica de uno de los fondos: María Ugarte de Brusiloff, "El Archivo Real de
Bayaguana", BAGN, V (1942), 155-163.
9 Por ejemplo, "Insurrección de negros esclavos, 1812-1813", BAGN, IX (1946), 285-288. Se trata de un documento proveniente del
Archivo Real de Monte Plata.
10 Se han publicado selecciones de estos documentos: "Archivo Real de Higuey", BAGN, IX (1946), 157-172; "Archivo Real de
Bayaguana", BAGN, IX (1946), 173-190.
11 Del Directorio se puede inferir que no siempre los invasores haitianos de 1805 atacaron todos las oficinas u otros locales, como los de
templos parroquiales. No se registran destrucciones significativas en las invasiones haitianas de 1801 y 1822. Pero sí es posible que las
hubiera en las incursiones en zonas próximas a la frontera, entre 1844 y 1856.
12
En 1849, por ejemplo, se quemó por accidente el archivo de la Parroquia de San Carlos, todavía villa vecina de la ciudad
amurallada, hecho de consecuencias irreparables para la historia demográfica. Para referir un caso intencional, en 1900 se quemaron fondos
de mediados del XIX por ser "muy viejos", entre los que se citan las actas de la Junta Central Gubernativa, primer gobierno dominicano de
1844, así como las de la Asamblea Constituyente de San Cristóbal, del mismo año. G. Sánchez Lustrino, "Los archivos", 5-6; Eliseo Grullón,
"Acerca del Archivo Nacional", BAGN, VII (1944), 310-313.
13 Un primer inventario de los documentos existentes en la catedral está reproducido por Emilio Rodríguez Demorizi, "Apuntes y
documentos. Inventario de la Catedral de Santo Domingo", Clío, XIV (1956), 45-59; véase, además, a Vetilio Alfau Durán, "El Archivo de la
Catedral", La Nación, 29 de enero de 1946.
14 "Fondos del Archivo de la Nación, Documentos de la época colonial, 1733-1795," BAGN, VIII (1945), 8-22.
15 "Documentos del Archivo Nacional de Cuba", BAGN, XI (1948), 55-69, 160-167, 382-399; XII (1949), 25-37, 194-207, 326-339.
16 No se ha logrado establecer la causa de que no se localicen los libros de protocolos hasta la segunda década del XIX. Probablemente se
trasladaron a Cuba o a España, pero no hay informes de su existencia en archivos de esos países.
17 Explicación que se debe a comunicación de Raimundo González. Añade que la revisión de la comisión de composición que él realizó en
el Archivo General de Indias le permite concluir que anteriormente la generalidad de propietarios carecían de títulos.
18 Los estudios que se han publicado en base a ellos están concebidos desde un ángulo jurídico, aunque algunos contienen información
histórica. Véase, por ejemplo, Alcibíades Alburquerque, Títulos de los terrenos comuneros en la República Dominicana, Ciudad Trujillo,
1961.
19 "Registros del Estado Civil, 1807-1923", BAGN, XX (1958), 237-242.
20 Información de Manuel Valera.
21 Desde muy pronto se editaron partes de esos materiales. Para el área judicial, por ejemplo, véase Colección de las sentencias dictadas por
la Suprema Corte de Justicia de la República desde agosto de 1965 a la fecha, Santo Domingo, vol. I, (1875).
22 La más conocida, debido a la publicación de gran parte de su catálogo, es la serie de Relaciones Exteriores. Cubre gran parte de los
números del órgano del AGN, iniciándose en "Indice general de los libros copiadores de oficios de la Secretaría de Relaciones Exteriores",
BAGN, I (1938), 65-84.
23 Tal tipo de material, emitido entre 1844 y 1860, constituye el grueso de los volúmenes editados bajo dirección de Manuel A. Peña Batlle
en 1944 con motivo del centenario de la Independencia.
24 "Fondos de la Anexión a España, 1861-1865. Catálogo, Archivo General de la Nación, Sección G", BAGN, XIX (1956), 162-239, 260337.
25 Por ejemplo, al retornar la administración de Aduanas al Estado dominicano, en 1940, se recibió el archivo de la Receptoría General de
Aduanas, existente desde 1905 hasta ese año. Se encuentra en el AGN en unos 20 archivadores. La documentación propiamente financiera
yace en el Banco de Reservas, debido a la adquisión por este de la sucursal del National City Bank, que hizo las veces de agente fiscal
durante alrededor de 30 años. Véase Roberto Saladín. Historia del Banco de Reservas de la República Dominicana, 1941-1981, Santo
Domingo, 1982.
26 Como se observa en el Directorio, hay una sección del AGN que reúne una documentación de algunas de las reparticiones centrales entre
1916 y 1924. Aunque consta de catálogo, no parece que haya sido publicado. Los anexos de las secretarías de estado siguieron engrosándose
al igual que antes en los años previos.
27 Detalles adicionales sobre los precedentes se ofrecen en el Directorio.
28 Desborda las posibilidades de este escrito detallar el espectro de fuentes editadas en aquellos años, que es considerable. Baste señalar que
Emilio Rodríguez Demorizi, el principal compilador, editó decenas de volúmenes de fuentes. Para la época colonial destacan Relaciones
históricas de Santo Domingo, 3 vols., Ciudad Trujillo, 1942-1956; para la primera fase del Estado nacional, Documentos para la historia de
la República Dominicana, 3 vols., Ciudad Trujillo, 1944-1959. En la segunda mitad de los años 50 la Academia promovió la edición de
varias colecciones: entre otros véase de Marino Incháustegui, Documentos para estudio, 2 vols., Buenos Aires, 1957; del mismo autor,
Reales cédulas y correspondencia de gobernadores de Santo Domingo, 6 vols., Madrid, 1958.
29 Antonio Delmonte y Tejada, Historia de Santo Domingo, 4 tomos, Santo Domingo, 1892.
30 Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, Documentos históricos provenientes del Archivo de Indias, 5 vols., Santo Domingo, 19241929.
31 Hasta donde se puede juzgar, la labor tangible de Centromidca en relación al AGN se redujo a la reproducción de unas pocas colecciones
de periódicos del siglo XIX. Una parte de los microfilmes se han arruinado por la ausencia de criterios para su conservación.
32 El fondo ha sido ya descrito por Humberto García Muñiz, "El Bufete Corporativo Peynado y Peynado de la República Dominicana y su
importancia para los estudios caribeños", Río Piedras, Instituto de Estudios del Caribe, agosto de 1994.
33 Una nieta de Francisco J. Peynado propuso, con autorización de su padre, Julio Peynado, que el archivo se declarara patrimonio del
Estado. Josefina Peynado, "Mi oposición a la venta de la Biblioteca y Archivo de Francisco J. Peynado Huttlinger (Pancho), 1867-1933",
Listín Diario, 19 de octubre de 1992. Posiblemente por este alegato, el presidente Joaquín Balaguer emitió el decreto 334-92, del 16 de
noviembre de 1992, en que declara dicho fondo "riqueza histórica de la nación", prohibiendo expresamente su traslado fuera del país y
creando una comisión dirigida por el presidente de la Academia Dominicana de la Historia. Que se sepa, dicha comisión no ha dado ningún
paso ante la venta del acervo. Se agradece información al respecto a Emilio Cordero Michel.
34 En el Museo de las Casas Reales, por ejemplo, existen copias de grandes partes de las colecciones de Marino Incháustegui y César
Herrera, además de documentos copiados por Pedro Julio Santiago y la misión dirigida por Vicente Rubio, todos provenientes de España. La
Fundación Cultural Dominicana adquirió microfilmes de gran parte de la correspondencia diplomática estadounidense del siglo XX. En la
Casa de Francia hay copias de una parte de la correspondencia de la legación diplomática francesa en el país desde el siglo pasado.
35 José Manuel Hernández, "La acción cultural de los archivos municipales canarios: ¿utopía o evidente necesidad?". Comunicación al IV
Coloquio de Historia de las Islas del Atlántico, Gran Canaria y Tenerife, 9-14 de octubre de 1995.
36 No significa que dichos textos no contengan aportes. Al menos pueden útiles para derivar mecanismos del protagonismo de las élites
políticas regionales. Para diversos casos, véanse: Guido Despradel y Batista, Historia de la Concepción de La Vega, La Vega, 1938; José
Altagracia Robert, La evolución histórica de Barahona, Ciudad Trujillo, 1953; Miguel Angel Monclús, Historia de Monte Plata, Santiago, s.
f.
37 La literatura al respecto tiene más calidad, tal vez sobre todo por su connotación literaria. Hay antecedentes en forma de memorias, como
Emilio Joubert, Cosas que fueron, Ciudad Trujillo, 1936. Aparecen luego obras acabadas, sobresalientes en la historiografía nacional: por
ejemplo, Sócrates Nolasco, Viejas memorias, Santiago, 1941; Francisco Moscoso Puello, Navarijo, Ciudad Trujillo, 1956. Posteriormente se
desarrolló una abundante producción que, además de Santo Domingo, incluye a una buena parte de las poblaciones. Por ejemplo, Pedro R.
Batista, Santiago a principios de siglo, Santo Domingo, 1976; Felipe González López, Leyendas y tradiciones puertoplateñas, Ciudad
Trujillo, (1955); Sigfrido Objío, Baní, cosas antiguas, Ciudad Trujillo, 1958.
38 Entre otros se puede destacar el de José Antonio Sosa Jiménez, Hato Mayor del Rey, Santo Domingo, 1993. Entre sus aportes, este libro
contiene información abundante acerca del bandidaje político y social de inicios del siglo XX.
39 En base a otras fuentes, Pedro San Miguel ha trabajado la historia agraria del Cibao, medio de establecer generalizaciones para el resto del
país. Véase "The Dominican Peasantry and the Market Economy: The Peasants of the Cibao, 1880-1960", Tesis de doctorado en historia,
Universidad de Columbia, New York, 1987.
40 Ya se han efectuado levantamientos de porciones de esos materiales. Por ejemplo, Emilio Cordero Michel, María Filomena González y
quien esto escribe han fichado correspondencias sobre el bandidaje político a inicios del siglo XX y la resistencia rural a la intervención
militar norteamericana de 1916.
41 Ejemplos sobresalientes son los volúmenes de Jaime Domínguez sobre el proceso político posterior a la Independencia: vgr. el último de
ellos, La sociedad dominicana a principios del siglo XX, Santo Domingo, 1994.
42 Constituye la excepción a la regla la investigación realizada por María Angustias Guerrero en base a los ramos de Interior y Policía y
Trabajo del AGN: Tras las huellas. La mujer dominicana en el mundo del trabajo, 1900-1950, Santo Domingo, 1991.
43 Un resultado de su parcial revisión es mi libro Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana, Santo Domingo, 1990.
44 Quien ha tenido mayor oportunidad, por lo visto, de consultar dicho depósito es Bernardo Vega. Véase, por ejemplo, Trujillo y Haití, t. I,
Santo Domingo, 1986.
DE LOS ARCHIVOS EN REPUBLICA DOMINICANA
Roberto Cassá
No es preciso insistir en la importancia que tiene la conservación de acervos
documentales para una comunidad. La misma reviste una doble dimensión: por una
parte, utilitaria, expresión de la institucionalización del estado y de la sociedad; más
allá, se trata de un requerimiento de cultura, componente de la reproducción prospectiva
de sentidos de cohesión.
En lo que toca a la conformación de archivos, ambas dimensiones han registrado
consuetudinariamente graves déficit en República Dominicana. La labor de archivística
histórica apenas comenzó hace unos sesenta años, pero los logros alcanzados se han
revertido. Hoy, como parte de la degradación inaudita de las funciones estatales y de los
vacíos en la sociedad, la situación acusa niveles de desastre, lo que no constituye un
fenómeno inédito. Valiosos fondos continúan sometidos a riesgos de destrucción o se
degradan de manera acelerada. No existen medios ni instrumentos descriptivos para la
ubicación de fondos y la determinación de su contenido, salvo en una parte de los que se
encuentran en el Archivo General de la Nación. La actual debilidad de la archivística no
hace sino culminar un sempiterno proceso de restringida emisión de documentos, de
ausencia de cuidado en su conservación y de destrucciones sistemáticas.
De la evaluación de la situación se derivan medidas dirigidas a detener la pérdida de
fondos de valor y a que los existentes se pongan adecuadamente al servicio de la
población y de los investigadores, en lo que respecta a ubicación, clasificación,
inventariado y reproducción.
Como el objetivo de mayores alcances de los archivos consiste en servir de memoria de
la colectividad, la evaluación se hará desde el ángulo de sus potencialidades para la
investigación histórica. A tal respecto, se establece un corte básico entre los períodos
previos y ulteriores a la fundación del estado dominicano, en 1844. En virtud del papel
estratégico de la documentación pública, este hecho significó un parteaguas en materia
de emisión de fuentes y de su conservación en el país.
Por lo tanto, hasta las primeras décadas del siglo XIX, grosso modo, la documentación
en el exterior tiene mayor importancia que la local, aunque desde fines del siglo XVIII,
fue cobrando peso la documentación localizada en depósitos dominicanos. La desigual
riqueza de los fondos locales en los diversos periodos, junto a las potencialidades de los
que se hallan en el exterior, constituyen referentes obligados para el trazado de las
estrategias de la investigación histórica.
Sinópsis de los emisores y fondos conservados hasta 1844
Hasta 1821, cuando se proclamó por primera vez la independencia nacional -abortada
por la subsiguiente invasión haitiana- la generalidad del material documental
conservado se encuentra en los archivos españoles, especialmente en el Archivo General
de Indias y en el Archivo General de Simancas. Aparte de los factores favorables para la
conservación en la península, debe tomarse en consideración que el centralismo
metropolitano propiciaba que la documentación más sustanciosa no permaneciera en la
isla. También en Francia e Inglaterra, sobre todo en el primer país, hay materiales de
importancia relativos a las relaciones entre las colonia francesa y española de la isla
durante los siglos XVII y XVIII y al involucramiento de Francia en la política del país
entre 1795 y 1809, incluyendo el gobierno de 1802-1808. El material existente en los
archivos ingleses se relaciona a la atención comercial que ese país prestó al país desde
fines del XVIII y a su participación directa en diversos episodios.
La importancia marginal que, en los hechos, concedieron las autoridades haitianas a lo
que denominaban "Partie de l’Est", entre 1822 y 1844, se expresó en la escasa emisión
de documentación pública en ese periodo. En los Archives Nationales de Port-auPrince, hasta donde se puede saber en la actualidad, es bastante reducido el material
dominicano.1
Como en otras demarcaciones del imperio español, en la colonia de Santo Domingo las
principales instituciones emisoras de documentos fueron las dependencias de la
administración pública. Resaltan la Real Audiencia, creada en 1511, junto a las oficinas
de la Real Hacienda y la tropa profesional que comenzó a operar a inicios del siglo
XVII. Fuera de estas instancias, en el centro administrativo únicamente sobresalieron
dos más: la Iglesia Católica, a través del Arzobispado y su Cabildo; y el Cabildo de
Santo Domingo, medio sempiterno de cohesión de la élite terrateniente criolla.
Adicionalmente a estos aparatos centrales, se encontraban, en primer término, los de
autoridad local, básicamente los alcaldes y los cabildos de las villas. El otro gran
conjunto lo conformaban los organismos de la Iglesia: las parroquias y las órdenes,
estas últimas con sus superiores en la ciudad de Santo Domingo.
No parece que hubiese otros focos importantes de emisión de documentación escrita a
lo largo de los siglos coloniales.En una población casi universalmente analfabeta, la
circulación de documentos competía básicamente a relaciones de autoridad y
transacciones legales o se confinaba al ámbito eclesiástico.
Hay razones para pensar que los estrictos criterios que pautaban el estamento
burocrático imperial no se aplicaron con escrupulosidad en el espacio insular. Aparte
del aludido centralismo metropolitano, esto explicaría la diferencia entre la abundante
documentación conservada en la península y la contrastante cuantía mínima conservada
en el interior del país. La burocracia colonial se caracterizó desde el principio por el
ejercicio de graves irregularidades, al amparo de la distancia que la protegía de los
intereses del centro. Aunque no existen informaciones explícitas en cuanto al desinterés
por conservar la documentación, este se puede derivar de los grados de precariedad en
que se desenvolvían las élites dirigentes. Cabría considerar, adicionalmente, el grado
rampante de incultura característico de la vida colonial, contrastante con los mitos tan
socorridos en la historiografía conservadora.
La síntesis tradicionalista ha aducido, para explicar la pérdida de fondos, los efectos
catastróficos de la cesión de la colonia a Francia por medio del Tratado de Basilea, en
1795. No cabe duda que este hecho tuvo consecuencias marcadas, pero no explica los
vacíos in situ de registros de las oficinas centrales. Basta traer a colación que los fondos
de la Audiencia trasladados a Cuba apenas arrancaban de la cuarta década del siglo
XVIII. Dado que Francis Drake destruyó los archivos en 1586 y que posteriormente no
se produjo ninguna otra ocupación enemiga de la ciudad amurallada, se comprueban
otras causas en la pérdida de la documentación pública durante casi siglo y medio. No
es casual, por lo demás, que no se conservaran muchas otras fuentes, lo que no puede
ser achacado con exclusividad a la acción de bucaneros, piratas, corsarios e invasores
haitianos. Todos ellos, ciertamente, tuvieron su elevada cuota destructiva en diversos
puntos de la isla, pero no puede absolutizarse al respecto. Hay indicios en demasía
acerca de la escasa estima de los españoles y dominicanos por el acervo documental
insular: por ejemplo, a raíz del traslado de los archivos coloniales a Cuba en 1796, se
señala la pérdida de numerosos documentos de la Iglesia a resultas de negligencia en la
catedral de La Habana.2
En síntesis, la pobre conservación de fuentes puede atribuirse a varios factores: en
primer término, los efectos de las deficiencias administrativas a lo largo del período
colonial; las incursiones enemigas de fines del siglo XVI y del conjunto del XVII; la
relativa dificultad de conservación de los papeles a causa del clima húmedo y la acción
de insectos;3 las guerras desencadenadas, desde los últimos años del siglo XVIII, por la
revolución haitiana y el Tratado de Basilea.4
A estos factores se agregó la inestabilidad de inicios del siglo XIX, producto de la
cesión a Francia. Al interrumpirse la soberanía española, algunas administraciones
fueron breves o se desenvolvieron en medio de guerras, despoblación y pobreza
extrema. Ninguna logró dar lugar a un proyecto estable, por lo que no resultaba factible
la organización de la documentación. Los franceses miraron siempre hacia Europa y los
haitianos carecían de los recursos para acometer la tarea.
La debilidad extrema del estado dominicano hasta aproximadamente 1880 constituyó un
ingrediente suplementario en la escasez de fuentes antiguas, agravado por la escasa
valoración social de las fuentes originales. Se han informado varias destrucciones de
fondos hasta inicios de este siglo, pero, en verdad, la práctica se mantiene en el
presente, aunque sobre fondos que no llaman la atención en igual forma.
Los cambios políticos acaecidos desde el inicio del siglo XIX trajeron consigo
innovaciones en los emisores de fuentes. En lo inmediato, aparecieron los registros de
Estado Civil y se amplió el funcionamiento de los notarios. Más adelante se
consolidaron los registros de los ayuntamientos, como antes dotados con libros de la
propiedad inmobiliaria. De igual manera, la modificación de la administración judicial
para acomodarse a la tradición francesa motivó que los nuevos juzgados se hicieron
importantes emisores.5 No obstante, la generalidad de la documentación inicial se
perdió, en lo que gravitaron destrucciones intencionales,6 o ha quedado dispersa, lo que
demanda una evaluación en detalle.
Así, desde el inicio del XIX se acrecentó el espectro de emisores de fuentes y la cuantía
de las conservadas, aunque siempre en cuantía limitada hasta 1844, año en que se creó
la República Dominicana y comenzó a cimentarse un sentimiento de cohesión a través
del estado nacional. A continuación se detallan las fuentes más importantes conservadas
en el país relativas a los procesos previos a la fundación del estado dominicano.
1.
Villas del Este: Bayaguana, Higüey, Monte Plata y El Seybo. Los dos primeros
archivos tienen catálogos, uno de ellos parcialmente publicado.7 El último es de
descubrimiento bastante reciente y aún no ha sido descrito, pero se reporta de mayor
importancia que los otros. Los centenares de legajos constituyen el conjunto más
apreciable de fuentes coloniales conservadas en el país. Aunque se remonta a la primera
mitad del siglo XVII, la documentación significativa se inicia en la última década de
dicha centuria. Como se detalla en el anexo Directorio, se trata de documentos que
informan fundamentalmente sobre la vida rural: inventarios de bienes (sobre todo de
hatos), testamentos y procedimientos de partición de herencias, actos de venta de tierras
y esclavos, obligaciones de tributos y capellanías.8 Aparte de esos documentos más
comunes se conservaron otros atinentes a conflictos sociales9 o provenientes de la
Audiencia y restantes instituciones centrales.10
La mayor conservación de fondos municipales en la región Este se explica por varias
razones: fue la zona menos afectada por incursiones de bucaneros y piratas y no fue
alcanzada por la invasión de J. J. Dessalines -jefe del estado haitiano- en 1805;11 a lo
anterior se agregó una sucesión de casualidades favorables, como la no ocurrencia de
incendios, accidentales o intencionales.12
2.
Fondos de la Iglesia. Sobresale, por una parte, el Archivo del Arzobispado,
contentivo de los fondos de la catedral. Como se explica en el Directorio, los materiales
de los siglos coloniales son relativamente escasos, con excepción de los registros
demográficos, pese a que el templo mayor no volvió a ser saqueado tras la invasión de
Drake.13 No deja de sorprender la escasa disposición o capacidad para la conservación
de sus documentos por parte de una institución como la Iglesia, pues parece que parte
considerable del material se encuentra en mal estado.
En segundo término, se encuentran los archivos parroquiales. Como se observa en la
selección del Directorio, contienen fundamentalmente información demográfica desde
fines del siglo XVIII o, más normalmente, desde las primeras décadas del XIX; de
seguro pocas parroquias (como Higüey) conservan información más temprana, aparte de
las dos de la ciudad amurallada.
3. Remisión del Archivo Nacional de Cuba. Es la sección Epoca Colonial del
Archivo General de la Nación, que tan solo consta de 29 legajos, básicamente de
la segunda mitad del XVIII.14 Con posterioridad se remitieron copias de otros
documentos de la Audiencia de Santo Domingo conservados en La Habana,
algunos de los cuales han sido editados.15
4. Protocolos notariales. Como series, se inician en las primeras décadas del
XIX,16 aunque incluyen, en pequeña monta, escrituras de la segunda mitad del
XVIII. La mayoría de los libros de notarios se hallan en el Archivo General de la
Nación (AGN), en tanto que otros han sido heredados por notarios en ejercicio o
han sido depositados en los juzgados de paz.
5.
Títulos de propiedad inmobiliaria. En el Archivo del Tribunal de Tierras, en sus
dependencias y en los archivos municipales -que normalmente constan de una sección
de Catastro, también se encuentran múltiples documentos relativos a la propiedad
inmobiliaria, sobre todo escrituras, expedidos por notarios o por autoridades
municipales y judiciales a partir de aproximadamente 1765, cuando se llevaron a cabo
las denominadas composiciones de títulos.17 Estos documentos se encuentran insertos
en diversos tipos de expedientes, generalmente formados en épocas posteriores. Los
fondos casi no han sido explorados, por lo que queda pendiente una labor de
determinación de las fuentes de importancia que contienen.18. Respecto a la
documentación relativa a la propiedad inmobiliaria, es de destacar que a inicios de este
siglo fue objeto de destrucciones sistemáticas y de falsificaciones masivas de parte de
notarios.
6.
Registro Civil. Existen oficinas en todas las ciudades, con varias
circunscripciones en las de cierta dimensión. Los primeros registros datan de la primera
década del siglo XIX, pero, como se observa en el Directorio, se generalizan décadas
después. Sólo una parte de los registros se encuentra en el AGN, fundamentalmente los
de Santo Domingo. Fueron trasladados a Port-au-Prince los más antiguos de varias
poblaciones del suroeste, vgr. Bánica, Azua, Las Matas de Farfán y San Cristóbal,
correspondientes a lapsos variados iniciados entre 1825 y 1832.19
7.
Archivo de José Gabriel García. Aunque su riqueza fundamental se refiere a la
segunda mitad del siglo XIX, no deja de contener materiales de importancia para
periodos previos. Por ejemplo, alberga parte de la correspondencia relativa a episodios
de la guerra fronteriza entre 1793 y 1795.
Sin duda la generalidad de varios de esos tipos de fuentes se encuentran en depósitos
hoy no inventariados, sobre los cuales habría que realizar una labor urgente de
ubicación y salvamento. Por ejemplo, en los archivos municipales existen importantes
fondos sobre la propiedad inmobiliaria. En los juzgados de paz, además del material
propiamente judicial y de los registros de Estado Civil, se conservan múltiples
protocolos notariales, generalmente sin cuidado alguno o, peor aún, sufriendo
destrucciones frecuentes.20
Las fuentes a partir de la Independencia
Fue únicamente tras la fundación del estado dominicano cuando comenzaron a formarse
y conservarse series de carácter gubernamental. Anteriormente los originales de los
documentos se remitían a las sedes del poder central, fuera Madrid, París o Port-auPrince, puesto que los archivos locales tenían una importancia accesoria. La práctica de
formar series continuas de documentos, como memorias de las oficinas y sus anexos,
decisiva en el acrecentamiento de la documentación pública, fue producto de los
requerimientos de un estado independiente.21
De todas maneras, en sus primeras décadas de existencia, el estado dominicano se
caracterizó por una precariedad extrema. Esto provocó -como se muestra en el
Directorio- que no se organizaran archivos públicos, sino, a lo sumo, depósitos
informes. Hasta fines de los años 60 la documentación gubernamental conservada es
reducida y sólo se encuentran algunas series de secretarías de estado, como Relaciones
Exteriores, Interior y Policía y Guerra y Marina,22 además de actas de los poderes
legislativos y las asambleas constituyentes.23
Aunque se llevaron muchos documentos, las autoridades españolas de 1861 a 1865
dejaron importantes fondos que fueron reunidos en una sección del AGN, la que cuenta
con catálogo publicado.24 La permanencia en el país de dichos papeles debió responder
a la aparición de un sentido de continuidad administrativa que a su vez daba cuenta del
paulatino afianzamiento de los lazos estatales.
Como parte de eso último, desde poco antes de 1870 comenzaron a conservarse de
manera regular los informes originales de las secretarías con los anexos y las series de
correspondencias y oficios. Para los años previos básicamente sólo se conservan los
informes de los incumbentes de las carteras, muchos de ellos publicados en las diversas
denominaciones de la Gaceta Oficial, hebdomadario vocero del Poder Ejecutivo, que
principió a aparecer en 1851.
Aun así, se mantuvo una situación irregular, expresada en destrucciones reiteradas de
documentación. Por ejemplo, durante la dictadura de los Seis Años de Buenaventura
Báez (1868-1873) se destruyó, posiblemente por consideraciones políticas o personales,
el principal depósito de documentos antiguos del gobierno, mayoritariamente
compuesto de fondos provenientes de los primeros años posteriores a la Independencia.
Parte de las deficiencias que tiene para la investigación la documentación del periodo en
cuestión se puede subsanar, en variados aspectos políticos y económicos, a través de la
correspondencia diplomática y consular de España, Francia, Gran Bretaña y Estados
Unidos; dichas series se acrecientan a partir del reconocimiento de la independencia
dominicana por parte de estas potencias.
Hacia 1880, al cesar las guerras intestinas y surgir un esquema más acabado de
administración, no sólo comenzó a acrecentarse la documentación gubernamental
conservada, sino también la de ayuntamientos, oficialías civiles, juzgados y notarías.
Aunque no se crearon nuevos depósitos ni se reorganizaron sustancialmente los
existentes, la mejoría de los servicios estatales coadyuvó a la conservación. La renovada
creación del cargo de archivero público en 1884 comenzó a tener un mímino de
consecuencias prácticas; aunque lejos de lo satisfactorio, permitió la congregación de
series en un depósito de la Secretaría de Interior y Policía.
No debe dejar de mencionarse que la injerencia estadounidense en el país, a través del
protectorado aduanero de 1905 hasta culminar en la dominación militar directa entre
1916 y 1924, hace que la documentación en National Archives de Washington sea de
relevancia. De todas maneras, en el país se han conservado materiales valiosos,25 que
incluyen porciones de la documentación de la dictadura militar estadounidense.26
El volumen de la documentación producida y conservada tendió a incrementarse en
forma sostenida, llegando a su clímax durante la dictadura de Trujillo (1930-1961).
Hasta la Independencia, cada uno de los fondos importantes, como máximo contienen
no muchas decenas de legajos, en los finales del XIX e inicios del XX se incrementan
hasta alcanzar unos pocos centenares de legajos, mientras que durante el régimen de
Trujillo se suman por miles. Esta multiplicación no fue ajena a que se produjera en el
periodo un proyecto despótico de corte capitalista, que, entre otras cosas, se expresó en
la centralidad de la élite intelectual. El grueso de la documentación de esas tres décadas
se originó en organismos del gobierno central, expresión de la centralización
consustancial al sistema político. A pesar del protagonismo exagerado del aparato
estatal, el contexto de modernización hizo que afloraran múltiples instituciones en la
sociedad. Con todo y el enorme progreso que se manifestó en la emisión y conservación
de fuentes no estatales, no todas las instituciones mantenían archivos y la mayoría
descuidaron la organización y conservación de sus fondos, tras perder utilidad
operativa.
Tras la muerte de Trujillo resulta equívoco efectuar un balance sobre los emisores de
fuentes. La restringida democratización política no se ha acompañado por
institucionalizaciones sólidas de los aparatos de la sociedad y del estado. Sin duda que
se han expandido las organizaciones sociales y, en la misma medida, los emisores de
fuentes. Pero, al mismo tiempo, no es difícil constatar la degradación de los criterios
acerca de la formación y la conservación de fondos. La destrucción de documentos ha
vuelto a ser una práctica corriente de la mayoría de instituciones. Sólo una minoría de
las del sector público cumplen con la ley que establece la remisión de los documentos
de más de cinco años al AGN.
En general, son escasas las oficinas que han creado archivos bien organizados, de los
cuales en el Directorio se presenta una muestra de algunos de los más importantes.
Igualmente, en la mayor parte de las empresas privadas se conserva tan sólo la
documentación que se juzga con valor utilitario, efectuándose periódicas destrucciones.
Las organizaciones sociales, como asociaciones profesionales, clubes, sindicatos o
cámaras empresariales, raramente han organizado archivos adecuados. Otro aspecto a
destacar radica en que, en no pocos casos, el acceso a esas fuentes está vedado para
quienes no tienen vínculos personales con directivos o propietarios.
Como consecuencia de la situación descrita, la conservación de documentación con
frecuencia se deriva de iniciativas personales. Es práctica común, que se extiende hasta
las alturas del poder, la formación de archivos personales paralelos, de mayor
importancia que los registros regulares de las oficinas; y no es raro que cuando un
directivo cesa sus funciones en una institución se lleve los papeles que considera de
utilidad para sus intereses. Ahora bien, pocas veces estos fondos quedan organizados
correctamente y posteriormente se destruyen, cuando se juzga que han perdido utilidad.
En lo que respecta a las personas que conservan documentos con sentido responsable,
no parece que su número se haya acrecentado en las últimas décadas. Todavía la
existencia de archivos privados parece incipiente, si se exceptúa a algunos historiadores
que han contado con determinados recursos, como los finados Emilio Rodríguez
Demorizi y Vetilio Alfau Durán. Pero, en estos casos, no se trata de archivos
personales, sino de archivos históricos, de especialistas de la investigación. En menor
dimensión se observa algo parecido en historiadores de provincia que han formado
archivos históricos, parcialmente con el fin de salvar acervos en riesgo de pérdida. Un
elemento accesorio a evaluar sería la justificación final de tal práctica, correlativa con el
desastre de los archivos públicos, ya que a veces los coleccionistas depredan fondos y
no los ponen al alcance de otras personas. Tampoco hay formas de acceso a los
eventuales acervos conservados por determinadas familias, sobre los cuales a menudo se
tienen noticias tras su destrucción por motivos variados, juzgados como carga molesta y
controversial.
Es común que muchos fondos se oculten, por asociarse a situaciones que interesa
mantener fuera del conocimiento público en la medida de lo posible. Al respecto, parece
existir un culto al secreto, correlativo a la fórmula conspirativa en que se desenvuelve
parcialmente la actividad política en el país; en otro sentido, esto es extensible a la
actividad empresarial.
Pese a las destrucciones intencionales, agravadas por la defectuosa o nula relación del
AGN con la sociedad, se ha podido detectar la existencia de una apreciable
documentación dispersa, cuya eventual utilización por parte de los investigadores
requeriría un sistemático trabajo de ubicación, catalogación, copiado y conservación.
Ahora bien, esto requeriría de una ardua labor, así como de vencer reticencias de
variados tipos e invertir sumas significativas de recursos, lo que actualmente no se hace
ni siquiera para la conservación de las fuentes que yacen en el AGN.
Organización de los archivos
En razón de lo antes expuesto, no fue casual que la organización de la archivística
histórica se dispusiera bajo la dictadura de Trujillo. Previamente tal concepto era
desconocido en el país, ya que el gobierno se limitaba a conservar documentos con
finalidad administrativa y utilitaria, pero nunca con un sentido historiográfico o de
acervo cultural. En 1935 se creó por ley el Archivo General de la Nación. Un par de
años después el AGN ya estaba en funcionamiento en la Secretaría de Guerra y Marina,
reuniendo la generalidad de fondos dispersos entre distintas oficinas centrales. En 1941
se pasaron los depósitos a un local dedicado al efecto en la calle Arzobispo Nouel.27 El
local actual fue inaugurado en 1954. Durante esos años se mantuvo una enérgica
captación de fondos dispersos en la geografía nacional. En conjunto, la creación del
AGN se acompañó de dispositivos cercanamente adecuados a lo que debe ser la tarea
archívistica, lo que carecía de precedentes en el país.
Por una parte, se incorporaron técnicos calificados, preparados fundamentalmente por
refugiados republicanos españoles. Casi siempre la dirección de la institución se
encontró en manos competentes, como los historiadores Emilio Rodríguez Demorizi y
César Herrera. El gobierno proveyó de fondos al organismo, lo que además de permitir
que se acometieran las labores de conservación e inventario contribuyó a que se
familiarizara un público restringido en aspectos de las fuentes históricas por medio del
Boletín del Archivo General de la Nación. Esta publicación periódica comenzó a
aparecer en 1938 y complementó la labor de difusión iniciada pocos años antes por
Clío, órgano de la Academia Dominicana de la Historia. Además de lo contenido en sus
respectivas revistas, el AGN y la Academia de la Historia hicieron ediciones de valiosas
fuentes, tanto de fondos locales como, sobre todo, del exterior.28
Las diversas tareas emprendidas permitieron, pues, poner al acceso del público corpus
documentales, lo que tenía precedentes limitadísimos, como las ediciones de Emiliano
Tejera en La Cuna de América, en la primera década del siglo, el cuarto tomo de la obra
de Delmonte y Tejada29 y los cinco tomos de documentos copiados en Sevilla por
Máximo Coiscou H.30 Por igual, en el AGN se puso al acceso del público un volumen
significativo de documentación inédita, buena parte con catálogos o índices.
Al respecto cabe considerar las características de la catalogación y descripción del
material. Aunque la mayor parte de los fondos del AGN están articulados a un sistema
de clasificación, su valor no pasa de orientador para la ubicación de materiales de
acuerdo a la cronología de las oficinas emisoras. Contados fondos llegaron a ser dotados
de verdaderos catálogos. En algunos casos, como los de la Secretaría de Interior y
Policía, probablemente la documentación más abundante, los ficheros o inventarios no
informan la ubicación física de los documentos. Dicho sistema se mantuvo hasta los
documentos emitidos entre 1950 y 1952. Con posterioridad, la documentación ingresada
al AGN únicamente consta de los índices que elaboran las instituciones estatales que
remiten sus fondos.
En virtud de las nociones más aceptadas acerca del proceso histórico, los trabajos de
edición y de clasificación de fuentes plasmaban agendas de corte político. Esto, sin
embargo, no dejó de tener su importancia, ya que puso en claro problemas debatidos
acerca de la historia política del XIX.
Más allá de esos planos de la síntesis político-militar-diplomática no se llevaban a cabo
investigaciones. Esto determinaba que el AGN operara como depósito pasivo para todo
aquello que no fueran materiales relativos a hechos relevantes de acuerdo a la
conceptualización de tal síntesis historiográfica. También operaba el supuesto de rescate
de los orígenes culturales hispánicos. Para ello, como los materiales existentes en el país
eran escasos, se organizaron misiones en los archivos españoles, a cargo de Fray
Cipriano de Utrera, Marino Incháustegui y César Herrera.
En síntesis, el AGN inició lo que podría calificarse de una labor necesaria en relación al
acervo de fuentes escritas, tanto en su centralización, conservación, catalogación y
edición. Por desgracia las actividades del AGN desde hace años se han caracterizado
por un deterioro catastrófico, lo que comporta varias vertientes. En la actualidad recibe
documentación de una minoría de las oficinas públicas y no recibe donaciones de
particulares. No se lleva a cabo ningún proceso de restauración de documentos,
quedando en letra muerta lo que debe hacer CENTROMIDCA, institución anexa creada
con apoyo de la Organización de Estados Americanos para microfilmar fondos. Desde
hace años el AGN no edita ninguna fuente. Hasta donde se ha podido establecer, desde
1961 no se ha preparado ningún catálogo o índice, hechas las excepciones de la
Fototeca y el fondo de la Comisión Nacional de Desarrollo.
Lo más grave es que se han reportado sustracciones de documentos, mutilaciones de
otros y destrucción por inadecuado manejo de documentos en mal estado. En algunos
fondos la situación llega a planos delicados. Es el caso de las colecciones de periódicos
del siglo XIX, a menudo sin otras copias, que se deterioran cada vez que se consultan,
no tomándose medidas de conservación, como la reproducción para consulta. Lo mismo
cabe observar respecto a fuentes antiguas. En algunos casos se han dispuesto medidas
de rescate sin consecuencia alguna, a no ser la prohibición fáctica de consulta de unos
cuantos fondos antiguos.31
Es notable que a la fecha el único otro archivo histórico sea el de Santiago. Es asimismo
excepcional lo logrado en la Universidad Autónoma, dando lugar a condiciones
correctas de conservación y catalogación orientadas en gran medida por criterios de
servicio a la comunidad. Todo lo descrito revela que no existe, tanto en la sociedad
como en el estado, conciencia acerca de la necesidad de la conservación y organización
de las fuentes. El Archivo Histórico de Santiago no pasa de una iniciativa aislada,
explicable por la fuerza del proyecto regionalista, y aun así en planos todavía incipientes
de desarrollo. El interés de reiterar dicho ejemplo en otras ciudades, como Baní, hasta
ahora no ha podido fructificar por falta de recursos. De la misma manera, aunque unas
pocas instituciones gubernamentales tienen buenos archivos, no se han aproximado a la
archivística histórica.
En fin de cuentas, hasta ahora la conservación de documentación en forma adecuada,
desde el punto de vista del servicio a la población, con excepción de contados archivos
como el de la UASD o el de Santiago, se circunscribe básicamente al AGN. La
generalidad de los otros acervos existentes que van más allá del simple depósito no
alcanzan la categoría de archivos históricos, pues están concebidos con fines
estrictamente administrativos. Es lo que se puede percibir en casos como el Palacio
Nacional, la Secretaría de Relaciones Exteriores o los ayuntamientos. La situación de
estos archivos públicos se caracteriza por desigualdades. En algunos existe un orden
aparente, acompañado de medidas adecuadas de conservación, como el de Relaciones
Exteriores. En cambio, otros de gran importancia para la historia económica, como los
del Tribunal de Tierras, se desenvuelven en extremo desorden, producto de las
conveniencias de intereses gravitantes, burocráticos o privados. Aun algunos bien
organizados, por razones obvias, no se encuentran libres de destrucciones o
sustracciones.
Con mayor razón, corresponde extender la observación hacia depósitos y archivos de
empresas y personas. Al encontrarse libres de toda regulación, se someten a frecuentes
destrucciones. Casi todos, por lo demás, carecen de mecanismos adecuados de
conservación. Una modificación del panorama de la archivística nacional requiere
resolver la relación entre el sistema oficial y legal y los depósitos privados: respetando
la propiedad de cada quien, se deben por igual demandar garantías de conservación y
organización, así como de acceso al público después de un plazo prudente tras la
emisión.
De tal falta de valoración social y de la ausencia de criterios de conservación y
protección, se deriva otro fenómeno nefasto: la venta de fondos al exterior. Un ejemplo
de las consecuencias de la falta de criterios acerca de la conservación de los repositorios
privados lo brinda el traslado a Puerto Rico, a través de una transacción metálica, del
Archivo del Bufete Peynado y Peynado, el mejor en su género.32 Lo dramático del caso
es que ese archivo se encontraba en proceso de pérdida, prácticamente abandonado por
algunos de los descendientes que lo tenían a su cargo;33 de tal manera, la adquiriente
Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, violando la ley dominicana y un
decreto expreso del Poder Ejecutivo, no dejó de realizar un servicio de rescate. Empero,
ese importantísimo fondo estará fuera del alcance de los investigadores dominicanos,
con excepción de aquellos que puedan trasladarse a Puerto Rico durante plazos más o
menos prolongados. Por una cuestión puramente legal, el gobierno dominicano está
obligado a demandar la devolución de ese fondo, aun sea como medio de que se
empiecen a aplicar reglas estrictas en materia de archivística que entorpezcan y
sancionen la acción de depredadores y negociantes desaprensivos.
En general existen restricciones difíciles de superar para tener acceso a una parte de
estos materiales, impedimento que se agudiza cuando no se trata de archivos del sector
público. Por tal razón, en la actualidad puede ser extemporáneo llegar a una conclusión
categórica sobre la magnitud de conjunto de fuentes primarias dispersas en oficinas,
empresas, instituciones privadas y personas. No obstante hay indicios de que son
bastante escasos los archivos bien organizados en manos de familias, intelectuales,
políticos, administradores o empresarios. Sólo algunas de las mayores empresas, por lo
visto, han emprendido una labor ajustada a requisitos mínimos de conservación y
organización.
Frente a los procesos de destrucción, degradación o sustracciones, se precisa de un
trabajo sostenido para detectar fondos dispersos, y no es descartable que aparezca un
cúmulo de material significativo todavía no reportado. Pero no hay lugar a demasiadas
ilusiones dada la escasa valoración social que se acuerda a los documentos en República
Dominicana. Finalmente, a la destrucción sistemática, como fenómeno sempiterno, se
ha agregado una relativa escasa emisión de documentos en variados aspectos de la vida
social, expresión de primitivismo, débil institucionalización y de usos culturales
premodernos en el conglomerado.
La formación de un sistema nacional de archivos compensaría no pocos componentes de
esa doble deficiencia, al poner al alcance de la población y de los investigadores
conjuntos documentales que abren perspectivas para el conocimiento renovado.
Propuestas posibles en búsqueda de soluciones
Cualquier estrategia de soluciones al problema que presenta el estado arriba descrito de
los archivos tiene que plantear como máxima prioridad la rehabilitación del AGN. Se
deben buscar los medios para detener su degradación y ponerlo en condiciones de
recuperarse para que garantice la conservación de sus fondos y desempeñe funciones
que respondan a demandas de la sociedad.
El valioso acervo del AGN continuamente pende de un hilo. Para ilustrar esa situación,
vale rememorar que hace unos años existió el proyecto de trasladarlo a un local
totalmente inadecuado, expresión de la consideración que merece a los burócratas. La
denuncia de algunos historiadores evitó el despropósito, que hubiera acarreado
destrucciones y un desorden colosal, perdiéndose mucho de lo logrado en la
clasificación.
Sin duda que la desastrosa situación del AGN no es aislada, aunque tiene connotaciones
que hacen que sea una de las oficinas de menor categoría dentro del organigrama
gubernamental. Basta indicar que continúa formando parte de la Secretaría de Estado de
Interior y Policía, lo que se ha tornado en una de las trabas para que se pueda realizar
cualquier acción con un mímino de significado. Como producto de dicho contexto, el
personal no se selecciona en base a aptitudes profesionales y devenga las escalas
mínimas de salarios del sector público.
Frente a tal contexto institucional, la solución no debería consistir en el traslado a otra
cartera, sino en el logro de la autonomía. Puesto que la sociedad no muestra la suficiente
sensibilidad respecto a este problema, el sector que en la actualidad reúne las mejores
condiciones para impulsar esa modificación es el conformado por los historiadores. Una
institución autónoma, dotada de los recursos financieros mínimos, tendría los medios de
definir políticas y, por lo menos, garantizar la conservación de los fondos. Lo crucial
estriba en que el AGN pase a ser regido con criterio profesional, comenzando por su
dirección, deseablemente designada por una junta directiva compuesta
mayoritariamente por historiadores.
En cualquier caso, para que cualquier progreso sea factible, la institución debe escapar a
las compulsiones políticas de la generalidad de las oficinas del sector público. Esto
implica, en primer término, criterios técnicos para el reclutamiento y remuneraciones
adecuadas. Aunque el país cuenta con el personal para desempeñar las tareas que
requiere la recuperación de la institución, es preciso detonar un proceso de actualización
en técnicas modernas, fundamentalmente las computarizadas. En la actualidad, lo poco
que se hace en el AGN se debe a la buena voluntad de contados empleados que han
dado muestras de devoción por encima de los bajos salarios que perciben y del caos
institucional. Pero se trata de una situación marginal que no puede detener los procesos
de degradación ni dar lugar a iniciativa alguna de efecto tangible, dadas la falta de
recursos materiales y la impronta de la descomposición global de las funciones técnicas
y administrativas del estado.
Es dudoso que en el corto plazo existan posibilidades del logro de autonomía o de
cualquier otro enmarcamiento institucional que proteja al AGN de interferencias
políticas o de la inercia burocrática. Primero deberá producirse una democratización en
el sistema político y una capacidad de presión del estamento de historiadores y personas
conocedoras de la historia. En lo inmediato, habría no más que una prioridad: detener la
destrucción y el deterioro generalizados de fuentes en todo el país, empezando por el
AGN.
No obstante, esa misma prioridad remite a una reformulación de la situación de la
archivística, pues, de lo contrario los alcances de un rescate de fuentes serían harto
limitados y circunstanciales. De ahí que, para el caso hipotético de que se logre tal
enmarcamiento institucional, se considera un conjunto de medidas para el mediano
plazo que pueden tener efectos redefinidores.
Ante todo se debe crear un sistema nacional de archivos, bajo coordinación del AGN.
Esto conlleva la formación de una red, en que todas las partes conserven su autonomía
operativa. Esto implicaría una relación institucional de los archivos públicos y hasta
cierto punto voluntaria de los privados. Habría que estudiar las condiciones mediante las
cuales todos los fondos queden sometidos a un sistema de reglas de conservación y
catalogación.
En vez de dar lugar a un reciclaje del centralismo, tal sistema debe conllevar la
formación de varios archivos históricos en los lugares en que las condiciones lo
permitan. En primer término, esto implica la transformación de depósitos de
importancia en verdaderos archivos de carácter histórico. En varias instituciones dicho
paso puede lograrse con relativa facilidad. En esa misma línea se debe aupar la creación
de archivos en áreas temáticas de importancia, como la agricultura, en que confluyan los
fondos de distintas instituciones y personas.
En segundo término, en el contexto de un sistema nacional, se torna factible la creación
de archivos históricos regionales -uno o dos, en las principales regiones-, encargados de
recoger la memoria en sus respectivas zonas y, por ende, con capacidad de incidir en la
recreación cultural. Se facilitaría enormemente la investigación acerca de los contextos
espaciales y temporales en que discurre la vida de la mayoría de la población, un
aspecto crucial en cualquier estrategia de desarrollo nacional. Esos archivos regionales
no debieran operar como dependencias del AGN, sino con autonomía, quedando
articulados con diversas instituciones regionales, como los ayuntamientos.
Por otra parte, los archivos regionales tendrían la facultad de concentrar, para los fines
de conservación y organización, todos los fondos dispersos en la demarcación
correspondiente. Sería óptimo que copiaran los fondos emitidos en las regiones que
reposan en el AGN, de forma que estén al alcance de los interesados de cada lugar. Hoy
día los investigadores locales están a menudo obligados a trasladarse a Santo Domingo,
lo que conlleva gastos elevados y pérdida de tiempo. Igualmente, deberían tener la
misión de rescatar fondos dispersos o en peligro de destrucción. Pero no deben operar
sobre la base de anular otras iniciativas de personas, instituciones o empresas, sino
contribuyendo a fortalecer en la sociedad criterios en la materia y, por ende,
estimulando la formación correcta de otros archivos.
Tanto en relación a archivos institucionales como regionales, en vez de pretenderse el
traslado íntegro de fondos al AGN, en lo adelante se debería fomentar la organización
de nuevos archivos sobre la base de una conservación de copias (que normalmente se
destruyen por problemas de espacio). Cuando en ciertos tipos de documentaciones no
existan copias, se debe proceder al copiado de dichos acervos.
En este esquema, el AGN debe quedar redefinido con la función de conservación de la
documentación que ya tiene. Puede fijársele una fecha límite, salvo para la
documentación que no pueda ubicarse con las debidas garantías en otros lugares. Por lo
tanto, debe favorecerse la formación de archivos institucionales, siempre que sea
posible, como medio de conservar la documentación de las décadas recientes.
Como el AGN debe seguir desempeñando una función preponderante en caso de
formación de un sistema nacional, conviene señalar algunas de las tareas a desplegar en
el caso de que se lo dote de autonomía y condiciones financieras y técnicas
imprescindibles. Como se ha enunciado, la cuestión primordial consiste en proceder a
detener con presteza el proceso de degradación y destrucción, procediendo a reproducir,
para uso del público, los fondos en mal estado o en riesgo de perderse, así como la
generalidad de colecciones hemerográficas.
Una segunda medida indispensable es el establecimiento de controles que eviten los
hurtos y las mutilaciones. Pese a la falta de aprecio por los "papeles viejos" en los
medios de coleccionistas, este problema reviste gravedad. Actualmente, el traslado de
fondos al AGN no ofrece ninguna garantía de conservación y puede resultar
contraproducente en caso de documentos que llamen la atención a coleccionistas, como
sucedió al Archivo de José Gabriel García, confiscado por decreto. Estas medidas deben
requerirse a todos los archivos públicos y a los privados de cierta importancia, habida
cuenta de que donde menos ocurren las referidas lacras es en el AGN.
En consecuencia, la formación del sistema de archivos debe tener como misión primaria
la de proteccción, previniendo que instituciones y personas físicas o morales destruyan
sus acervos. Y, en caso de que los propietarios no se avengan a garantías mínimas de
conservación y organización, se debe propiciar una corriente de traslados de los fondos
a archivos históricos.
Dentro de la misma perspectiva imaginaria, la tarea siguiente estriba en la confección, a
escala nacional, de diversos instrumentos de organización y descripción, en base a la
tecnología informática. El copiado de fondos podría relacionarse a esta labor, que
facilitaría la localización de materiales, potenciando la productividad de los
investigadores. Tal sistema no debiera quedar restringido al AGN, sino a todos los
archivos y depósitos que se incorporen al sistema, comprendiendo las reproducciones de
documentación existente en el exterior. Precisamente el copiado de documentación en el
exterior forma parte de las prioridades de esta propuesta. Empero, debe anotarse que un
volumen importante de copias se encuentra ya en el país, distribuidas en varias
colecciones, de lo cual no se ha ofrecido una información adecuada.34
Por último, hay que tratar de relacionar al público con la restructuración propuesta. La
vía más adecuada parece la edición de fuentes, tarea que ha experimentado un sensible
menoscabo tras el fallecimiento de Emilio Rodríguez Demorizi. En la actualidad el
criterio de edición debe corresponderse con demandas potenciales de la sociedad. Otros
mecanismos son necesarios para involucrar a la población en la estima y utilización de
los documentos. En tal sentido, cabe conectar el concepto de la archivística con el de la
"acción cultural".35 En esta línea se visualiza la realización de exposiciones sobre
tópicos que puedan llamar la atención, en las cuales se podrían combinar fotografías,
grabaciones y otros recursos museográficos, amén de los documentales, así como otros
medios: programas de video, conferencias y mesas redondas. Otra de las tareas a
derivarse de tal género de actividades podría ser un programa de testimonios orales,
medio de incorporar matices más vivos sobre procesos recientes y dar la palabra a
quienes no emiten documentos escritos. Tales actividades permiten replanteamientos
sobre temas y épocas, contribuyendo al desarrollo socializado de la reflexión.
Todas esas eventuales labores presuponen la restitución de la generación de
conocimiento como síntesis que confiere sentido social a la conservación del acervo
documental. Lograrlo supondría una modificación sustancial de los patrones sobre los
cuales ha funcionado la labor archivística pública desde su creación. En lo inmediato
conllevaría la eliminación de la impronta burocrática que norma el funcionamiento de
los archivos públicos, incluyendo el AGN, trocándola por una normativa cultural.
En función de dicho imperativo, el AGN y los restantes archivos históricos necesitan
contar con equipos de investigadores; además de acometer las labores documentalistas,
como la edición de fuentes o la preparación de catálogos y otros instrumentos
descriptivos, tales equipos se conformarían como generadores de conocimiento, en
colaboración con las universidades y centros de investigación. Lo sustantivo, en
cualquier caso, radicaría en la restitución de la investigación, como aconteció en los
años 70 y 80, cuando se lograron planos novedosos de síntesis historiográfica, no ajenos
a la labor de historiadores y sociólogos sobre fondos del AGN. La mayoría de los
investigadores contaron con el patrocinio de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD), cuando desplegó políticas de investigación, hoy satanizadas.
Potencialidades de los fondos
Lo anterior remite a una evaluación preliminar de las potencialidades de los archivos
existentes en el país para la investigación histórica. Sin duda que los mismos ofrecen
una vasta posibilidad de alternativas, aunque con restricciones, especialmente en el
periodo colonial.
En términos de fondos originales locales, la etapa colonial puede ser trabajada
básicamente a través del prisma de las relaciones sociales dentro de la vida rural.
Resulta factible ampliar facetas todavía poco conocidas acerca de las características de
la esclavitud y la actividad ganadera durante los siglos XVII-XIX. Aparte de los
archivos del Este, es imprescindible utilizar la documentación dispersa en las notarías y
en los registros de propiedad inmobiliaria. Estos últimos documentos, aunque solo se
generalizan desde fines del XVIII, arrojan una dimensión regional en todo el país y
permiten obtener planos novedosos acerca de variados aspectos económicos y sociales
en los siglos XIX y XX. Es el caso de la evolución de los sistemas de propiedad
territorial, temática que sigue envuelta en brumas, pese a las disquisiciones que ha
concitado.
En segundo lugar, está al alcance de la mano el abordaje de la evolución demográfica a
partir de finales del siglo XVI, un gran ausente en las elaboraciones historiográficas.
Los registros parroquiales permitirían conectar el examen de la población con vertientes
sociales. Tales estudios cobrarían solidez desde fines del siglo XVIII, pues los fondos
abarcan la generalidad del territorio.
La supervivencia de documentación municipal a partir de las primeras décadas del XIX
fortalece las posibilidades de investigaciones de historia regional y local. Hasta hoy, el
grueso de la bibliografía acerca de historia de provincias, regiones o ciudades reviste un
formato que articula lo político-narrativo36 con lo costumbrista.37 La explotación
combinada de variados tipos de fuentes permite la incorporación de las relaciones
económicas y sociales, las manifestaciones culturales, la vida cotidiana, etc. Existe un
terreno virgen para estos estudios, factibles a partir de inicios del XIX. Ya comienzan a
aparecer escritos contentivos de síntesis más actualizadas.38
En función de lo visto sobre las características de los fondos relativos a la segunda
mitad del siglo XIX en adelante, se puede aseverar que existe un extenso campo para
investigaciones. Determinados fondos aislados, bien explotados, serían suficientes para
acometer temáticas todavía no tratadas. Por ejemplo, con los expedientes del Tribunal
de Tierras se hace factible estudiar el proceso de formación del latifundio moderno.39
Múltiples facetas de movimientos sociales son susceptibles de conocerse en base a las
correspondencias de autoridades locales a sus superiores jerárquicos: de los alcaldes a
los ayuntamientos y gobernadores, de estos a la Secretaría de Interior y Policía.40
La simple revisión de varios de estos fondos implica incrementos significativos del
conocimiento, por lo que debe formar parte de toda estrategia consistente de
investigación. Esto incluye, por supuesto, síntesis relativamente convencionales de
historia económico-política.41 Un abordaje distinto resulta factible para temáticas sobre
las cuales, en principio, no existen fondos integrados; algunas de ellas revisten
importancia de actualidad, como el de la historia femenina, sobre la cual son todavía
mínimos los aportes con sustento en la erudición.42 La historia de los trabajadores y sus
organizaciones, por igual, reviste dificultades debido a la cuasi inexistencia de archivos
especializados sobre el tema, parcialmente compensada por el hecho de que en el AGN
se encuentra una vasta documentación repartida en varias secciones.43
Si bien es abundante el espectro de temáticas que pueden ser cubiertas en base a los
fondos del AGN, existen otros temas, incluso convencionales, que requieren la consulta
de archivos de acceso restringido. Es el caso, para sólo mencionar uno, de cualquier
estudio de las políticas públicas después de 1961, en base al Archivo del Palacio
Nacional.44 Igualmente, la historia política reciente se enriquecería notablemente de
ponerse a disposición de los investigadores los fondos privados, institucionales y
personales, que adicionalmente contribuirían a ampliar no pocas perspectivas de la
historia económica, social y cultural del presente siglo. Por ejemplo, el rescate de
archivos de empresas industriales está llamado a arrojar luces sobre el aspecto micro de
la actividad manufacturera, hasta ahora no tocado en la historiografía.
En resumen: existe en los archivos dominicanos material para historiar múltiples
aspectos de la vida de la colectividad, sobre todo en los últimos 150 años. La
factibilidad de que esto se lleve a cabo dependerá de la creación de un enmarcamiento
institucional adecuado para los depósitos del acervo documental y de la rehabilitación
de instancias de investigación, primordialmente en la universidad estatal. Solo
mediando el arranque de una dinámica de investigación en base a los materiales del
país, podría producirse una incorporación sistemática de los existentes en otros países.
DIRECTORIO DE ARCHIVOS DE REPUBLICA DOMINICANA
NOTA ACLARATORIA
Este Directorio debe entenderse como un esfuerzo preliminar por cuanto carece de
precedentes. Su objetivo radica en determinar, de manera genérica, la situación en que
se encuentra la conservación de las fuentes documentales. Completarlo, mediante el
registro del mayor número posible de fondos, requiere de una labor prolongada que
comprende la localización de archivos privados, que normalmente no se informan, así
como la visita a todas las instituciones centrales del estado y a las de cabeceras
municipales y provinciales. Deberá tomarse en cuenta un espectro mucho mayor de
fondos que el ahora consignado. Es el caso de hospitales, escuelas, oficinas judiciales,
agencias gubernamentales, o clubes y otras organizaciones recreativas. Por último, en
contraste con la descripción somera que ahora se presenta, es de desear que se logre un
reconocimiento minucioso de los fondos en cuestión.
En el presente Directorio se ha tratado, por una parte, de dar cabida a las principales
instituciones centrales del estado, radicadas en la ciudad de Santo Domingo. Mas, en
virtud de la dinámica burocrática, no siempre ha sido factible obtener la información
suficiente. En segundo lugar, se ha tomado una muestra de ciudades consideradas
representativas, a fin de mostrar los tipos de los principales fondos públicos y privados
detectados en sondeos preliminares. Las ciudades escogidas a ese respecto son Santiago,
Puerto Plata, La Vega, Cotuí, Baní y San Juan de la Maguana. En tercer lugar, se
incluye un número limitado de archivos municipales que por distintos motivos se juzgan
de importancia. Lo mismo sucede con la muestra de archivos parroquiales,
fundamentalmente tomados en cuenta en razón de la antigüedad de sus fondos.
Si bien no se ha tratado de hacer listas de otros tipos de archivos, por lo menos se
incluyen casos, a veces suficientemente representativos. Es el caso de los archivos
personales y, en considerable menor medida, de grandes empresas. Debe consignarse
que no pocos propietarios de archivos personales han expresado diversas formas de
reticencia a que se reporten. Se ha optado por atender esas peticiones. Por otra parte, se
ha decidido obviar los archivos personales reportados, cuyos propietarios resultan de
difícil acceso, a causa de su condición de dirigentes políticos, altos funcionarios
públicos o figuras del mundo empresarial.
Se ha hecho un ejercicio imaginativo con el fin de detectar el mayor número de archivos
personales o de diversos géneros de instituciones. Los resultados han sido limitados, lo
que puede atribuirse, ciertamente, al tiempo dedicado a tarea, pero no menos a recelos y
escasa organización que envuelven muchos fondos privados. Se ha podido detectar la
destrucción frecuente de este tipo de fondos, sea porque se juzgan molestosos por el
espacio que ocupan como por el temor a posibles implicaciones adversas; no pocos
descendientes consideran que la utilidad del material queda restringida al propietario
original.
Lo anterior no es sino una de las tantas manifestaciones de la situación catastrófica en
que se encuentra una porción considerable de los depósitos en el país, como ya se ha
explicado más arriba. Es lo que sucede con una buena parte de la documentación que
por ley queda fuera de la competencia del Archivo General de la Nación.
Es de desear que la confección de esta lista de archivos contribuya a colocar en agenda
la importancia que tiene la formación de un exhaustivo censo de archivos, o, por igual,
depósitos y registros, tarea que a su vez debe proseguirse con la catalogación del mayor
número posible de ellos. Además de poner los fondos al alcance de investigadores, esto
debería inscribirse en la adopción de medidas tendentes a su conservación.
Este Directorio hubiera tenido bastante menor información de no haberse contado con la
cooperación de muchas personas. En la mayoría de instituciones visitadas se recibieron
atenciones que sería prolijo detallar. Empero, es de justicia consignar que algunas
personas brindaron informaciones acerca del estado de la documentación en varios tipos
de instituciones y en las localidades del país visitadas. En el Archivo General de la
Nación se contó con la cooperación de Eddy Jáquez. En relación a los ayuntamientos,
fue vital la orientación de Ramón A. Delgado Bogaert. Para los documentos de la
Iglesia Católica, se recibió la amable atención de monseñor Rafael Bello Peguero; y en
lo concerniente a las órdenes religiosas se facilitó el trabajo gracias a la orientación de
José Luis Sáez. En las ciudades en que se hicieron sondeos se contó con el apoyo de los
siguientes amigos: Pedro Gómez y César Franco, en Santiago; Rafael Hernández y
Ricardo Moya, en La Vega; Rafael Brugal y Carlos Finke, en Puerto Plata; Manuel
Valera, en Baní; Ricardo Hernández, en Cotuí; y Leopoldo Figuereo y José A. Puello
R., en San Juan de la Maguana. A Raimundo González se debe lo fundamental de las
referencias anexas acerca de archivos españoles.
ARCHIVOS NACIONALES
1)
ARCHIVO GENERAL DE LA NACION (AGN)
Modesto E. Díaz, Santo Domingo.
(809) 533-1632.
Ramón Alberto Font Bernard.
Historia y cobertura legal
Fundado por la ley 912 de 1935. A los pocos meses se complementó la ley con un
reglamento. Al año siguiente tanto la ley como el reglamento fueron modificados. Su
antecedente más antiguo data de 1845, año siguiente a la creación del estado
dominicano, cuando se dispuso la creación de un archivo, sin efecto alguno. En 1847 se
ordenó la concentración de la documentación previa a 1821 en la Suprema Corte de
Justicia. Algunos de los ministerios creados en 1844 mantuvieron registros continuos
desde poco tiempo después, aunque los más antiguos fueron destruidos. Con el fin de
garantizar la conservación de los documentos emitidos por el Poder Ejecutivo, en 1859
se creó el cargo de archivero. Tal posición vino a tener efecto real en 1884, cuando fue
renovada su existencia. Entonces se reunieron fondos en la Secretaría de Interior y
Policía. Hasta 1930 existía otro depósito anexo a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Ese año se dispuso su traslado a la Secretaría de Estado de Guerra y Marina.
Tras su creación por ley, el AGN empezó a operar en un local provisional de la calle
Arzobispo Nouel. Publica el Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN), que
apareció de manera regular entre 1938 y 1962. Consta de doce depósitos principales y
de algunos otros, organizados básicamente de acuerdo a una clasificación de las
reparticiones gubernamentales.
Según el reglamento adjetivo de la ley 1085, de 24 de marzo de 1936 -que modifica la
del año anterior-, emitido por medio del decreto 1785, del 2 de enero de 1937, todas las
instituciones del estado están obligadas a remitir sus fondos al AGN, acompañados de
inventarios, cada cinco años. Aunque muchas dependencias no observan la disposición,
otras siguen trasladando sus fondos de reciente emisión. Han sido exonerados de
hacerlo, mediante disposición no localizada, el Poder Ejecutivo o Secretaría de Estado
de la Presidencia, así como la Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas, que cuentan
con sendos archivos. A ambas dependencias se les ha otorgado en los hechos la facultad
de remitir lo que consideren conveniente; empero, hasta donde es posible colegir, la
Presidencia nunca ha hecho remisiones de importancia y las Fuerzas Armadas dejaron
de hacerlo con posterioridad a 1950. Tampoco lo hace, después de 1945, la Secretaría
de Relaciones Exteriores, la que por igual cuenta con su archivo. Se encuentran
legalmente exceptuadas de enviar sus fondos las siguientes instituciones públicas: el
Tribunal de Tierras y sus dependencias centrales y locales, el Registro y Conservaduría
de Hipotecas, las oficialías de Estado Civil y los tribunales de Comercio. Se han
acordado plazos más largos de entrega al AGN de los documentos judiciales, y, aun así,
pocos tribunales cumplen con lo dispuesto.
Organización de los fondos
En el AGN han sido ubicados, de acuerdo al sistema de clasificación, los documentos
emitidos hasta aproximadamente 1950. Parte de la documentación posterior también
consta de inventarios, pero estos no se hallan integrados al sistema de clasificación.
Actualmente se procura llevar a cabo una reorganización de todos los depósitos a partir
de un sistema de numeración continua de los legajos; el mismo se ha completado en el
Deposito Uno, el cual consta de más de 8,000 legajos.
El aludido sistema de clasificación de la generalidad de la documentación en gran
medida no se corresponde con la actual organización del estado. Mucha documentación
reciente carece de cualesquiera guías descriptivas. Solo unos cuantos fondos constan de
ficheros y otros tipos de catálogos que informan acerca de todos los documentos: casos
del Archivo Real de Bayaguana, el Archivo Real de Higüey, la Sección de Relaciones
Exteriores en el siglo XIX, o el Epistolario de Carlos Nouel, entre otros. Algunos de
esos instrumentos descriptivos se han publicado en el Boletín del Archivo General de la
Nación (BAGN). Los otros tipos de índices no traspasan el plano cronológico más
somero.
Originalmente se establecieron diez secciones, a partir de una periodización política de
la historia dominicana, de reducidos alcances ya que la inmensa mayoría de la
documentación se inicia en la segunda mitad del siglo XIX, esto es a partir de la sección
ocho. Dichas secciones son: 1) Epoca Colonial, 1492-1795; 2) Colonia Francesa, 17951809; 3) Colonia Española, 1809-1821; 4) Independencia Efímera, 1821-1822; 5)
Ocupación Haitiana, 1822-1844; 6) Primera República, 1844-1861; 7) Anexión y
Restauración, 1861-65; 8) Segunda República, 1865-1916; 9) Ocupación Militar
Norteamericana, 1916-1924; 10) Tercera República, 1924 hasta el presente.
El sistema de clasificación, correspondiente al grueso de la documentación, ubicada en
doce depósitos, consta de las siguientes secciones:
1.
Oficinas legislativas. Donaciones. Miscelánea.
2.
Secretaría de Estado de Guerra y Marina. Jefe de Estado Mayor, Intendencia,
Hospital Militar, Centro de Enseñanza, Regimientos, Comandantes de Departamentos
del Ejército Nacional.
3.
Secretaría de Estado de Interior y Policía. Gobernadores, Dirección General de
Inmigración, Inspección en Junta Central Electoral, Turismo, Servicio de Seguridad,
Policía Municipal, Policía Nacional, Consejo Administrativo de Santo Domingo,
Ayuntamientos.
4.
Secretaría de Estado de la Presidencia. Dirección de Estadísticas, Dirección de
Presupuesto, Comisión de Servicio Público, Comisión de Pensiones.
5.
Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores. Legaciones, Consulados,
Viceconsulados, Embajadas.
6.
Secretaría de Estado de Tesoro y Comercio. Tesorería, Aduanas, Rentas
Internas, negociados, colecturías, Suministros, Contralor General, Bienes Nacionales,
Impuesto sobre la Renta, Administración de Hacienda, Comisión de Reclamaciones de
1917, Cámara de Cuentas.
7.
Secretaría de Estado de Agricultura. Agricultura, Colonización,Comercio,
Meteorología, Publicaciones, Riego, Juntas Protectoras de Agricultura, Trabajo,
Comercio, Industria y Agricultura, Industria, Estación Nacional Agronómica, Foresta,
Veterinaria.
8.
Secretaría de Estado de Comunicaciones y Obras Públicas. Correos y
Telégrafos, Dirección de Obras Públicas, Oficina Construcciones, Oficinas de Distritos,
Acueductos, Ferrocarril Central.
9.
Secretaría de Estado de Sanidad y Beneficencia. Laboratorio
Nacional.Hospitales, Manicomio, Leprocomio, Asilos, Dispensarios, Sanidad Nacional,
Sanatorios, Sala de Socorro.
10.
Secretaría de Estado de Educación Pública y Bellas Artes. Intendencias,
Inspecciones, Escuelas, Conservatorio, Museo Nacional, Universidad de Santo
Domingo.
11.
Oficinas Judiciales. Secretaría de Estado de Justicia. Suprema Corte de Justicia.
Procuraduría General, Cortes de Apelación, Procurador General de Cortes de
Apelación, Juzgados de Primera Instancia, Procuradores Fiscales, Juzgados de
Instrucción, Alcaldías.
Como producto de esa clasificación es que se han distribuido los principales fondos. Se
ofrece a continuación la ubicación física de los mismos en cada uno de los depósitos. Si
se omite el número de legajos de una parte del material se debe a que es información no
asequible.
Depósito Uno.
Secretaría de Estado de Interior y Policía, 1863-982. Constituye el grueso del depósito,
alcanzando el número de legajos la cifra tentativa de 5,027.
Senado, 1908-1929. Alrededor de 75 legajos.
Centro Dominicano de Promoción de Exportaciones, 1971-77. 310 legs.
Secretaría de Estado de Educación, 1908-1920. 333 legs.
Secretaría de Estado de Salud Pública, 1966-1979. 716 legs.
Secretaría de Estado de Turismo, 1979-1985. 377 legs.
Instituto Nacional de Aguas Públicas y Alcantarillados, 1979-87. 652 legs.
Junta Central Electoral, 1968-1984.
Universidad de Santo Domingo. Sin fechas.
Secretaría de Estado de Finanzas, 1961-76. 437 legs.
Dirección Nacional de Presupuesto, 1969-78. 157 legs.
Superintendencia de Bancos, 1938-1982. 350 legs.
Cámara de Comercio del Distrito Nacional, 1943-76. 412 legs.
Depósito Dos.
Secretaría de Estado de Educación, 1921-76.
Congreso Nacional.
Secretaría de Estado de Finanzas.
Secretaría de Estado de Interior y Policía.
Secretaría de Estado de Industria y Comercio. Cronológico, 1966-1975.
Depósito Tres.
Alcaldías.
Juzgados de Primera Instancia.
Juzgados de Paz.
Procuradoría General de la República, 1950-1955.
Secretaría de Estado de Justicia e Instrucción Pública. Desde 1845.
Depósito Cuatro.
Secretaría de Estado de Interior y Policía. Hay dos colecciones con las mismas
numeraciones. Una consta de 616 legajos, dividida en dos índices; la segunda colección
tiene unos 300.
Ayuntamientos.
Consejo Administrativo de Santo Domingo.
Gobernaciones.
Migración.
Junta Central Electoral.
Depósito Cinco.
Dirección Nacional de Estadísticas.
Secretaría de Estado de Trabajo, 1945-1952.
Partido Dominicano.
Consejo Administrativo de Santo Domingo.
Gobernaciones.
Secretaría de Estado de la Presidencia.
Depósito Seis.
Secretaría de Estado de Agricultura, 1908-1984.
Dirección de Riego.
Dirección de Migración, hasta 1928.
Dirección de Colonización.
Depósito Siete.
Protocolos Notariales, 1817-1960. Consta de los archivos de decenas de notarios entre
inicios del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Registro de Conservaduría de Hipotecas, 1911-20.
Secretaría de Estado de Finanzas.
Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, 1845-1940. (El índice llega hasta 1905.)
Incluye el área de Legaciones, con índices relativos a seis.
Secretaría de Estado de Industria y Comercio.
Depósito Ocho.
Consejo Estatal del Azúcar.
Secretaría de Estado de Guerra y Marina o Ejército Nacional, 1850-1950.
Depósito Nueve.
Universidad de Santo Domingo.
Documentos diversos no clasificados.
Documentos y copias de otros países.
Depósito Diez.
Secretaría de Estado de Salud Pública, 1919-1921 y 1951-1982.
Superintendencia de Bancos, 1970-1986.
Depósito Once.
Secretaría de Estado de Hacienda y Comercio.
Dirección de Aduanas.
Dirección de Rentas Internas.
Dirección del Impuesto sobre la Propiedad (o Renta)
Secretaría de Estado de Obras Públicas.
Secretaría de Estado de Fomento.
Secretaría de Estado de Economía y Comercio.
Cheques de las Obras del Estado.
Dirección de Telecomunicaciones.
Dirección de la Cédula de Identidad.
Contraloría General de la Nación.
Tesorería Nacional.
Depósito Doce.
Renovación de licencias de armas. (Se va a destruir).
Secretaría de Estado de Tesoro y Comercio (luego de Finanzas), 1930-1980.
Duplicados de periódicos y revistas.
Depósito de Pre-Archivo.
Fondos de reciente entrada en proceso de catalogación, de acuerdo a los criterios
aplicados en el Depósito Uno para su próxima distribución en distintos depósitos.
Dirección del Impuesto sobre la Renta. Más de 500 legajos.
Cámara de Cuentas. Unos 40 legajos.
Corporación Dominicana de Electricidad. Más de 200 legajos.
Secretaría de Estado de Interior y Policía, años 70 y 80.
Secretaría de Estado de Industria y Comercio, años 80.
Secretaría de Estado de Educación, años 80.
Juzgado de San Cristóbal, 1939-82. 744 legs.
Secciones especiales
Además del grueso de los fondos, existen otros que no se atienen a la clasificación de
oficinas estatales y a los que se acuerda valor especial por su antigüedad. En su mayoría
se localizan en el Depósito Especial, anexo a la oficina del director, y en el Depósito de
Pre-archivo. Casi todos constan de catálogos, partes de ellos publicados.
Epoca Colonial. 29 legajos, 1733-1795. Remisión del Archivo Nacional de Cuba en
1905 de documentos provenientes de la Real Audiencia de Santo Domingo,
mayoritariamente de Real Hacienda. En gran parte se encuentran en mal estado. Por otra
parte, el Archivo Nacional de Cuba remitió con posterioridad 29 tomos de fotografías
de la documentación emitida en Santo Domingo que conserva en sus fondos de
Audiencia de Santo Domingo y Asuntos Políticos.
Archivo Real de Bayaguana y Archivo Real de Higüey. El primero consta de 50 legajos.
Contienen transacciones de tierra, esclavos, ganado, obligaciones de tributos y
capellanías, testamentos, inventarios de hatos y bienes personales, así como
documentación oficial proveniente de la Audiencia y otras instancias. El documento
más antiguo data de 1606. Se encuentran desde hace años en proceso de restauración en
CENTROMIDCA.
Nacimientos, Matrimonios y Defunciones. Registros de Estado Civil de los siglos XIX
y XX. Los registros de nacimientos cubren los años 1807 a 1900, los matrimonios de
1824 a 1940, y las defunciones de 1830 a 1930.
Anexión a España. 38 legajos, 1861-1865. Documentación emitida por las autoridades
españolas durante ese periodo.
Colección García. Dividida en dos partes, una de manuscritos, de 12 legajos, y la otra de
cartas, de 50 legajos. Documentación pública y privada, casi toda del siglo XIX. De
gran importancia por haberla recopilado el historiador nacional José Gabriel García
cuando no existían archivos públicos organizados.
Colección Lugo. Documentos transcritos a inicios de siglo por Américo Lugo en
archivos de España y Francia. Casi toda se ha publicado en BAGN, años I-XXI (19381958) y en Documentación diplomática, Santiago, 1944.
Colección Herrera. Alrededor de 30 volúmenes. Documentos transcritos en archivos
españoles por César Herrera a fines de los años cincuenta. En su mayoría corresponden
a los años 1861-1865.
Correspondencia de Ulises Heureaux. Alrededor de 80 legajos. Cartas enviadas y
recibidas por el dictador, sobre todo en los años 90 del siglo XIX. Algunos legajos han
sido transcritos mecanográficamente.
Gobierno Militar. Parte de la documentación emitida por el gobierno militar de
ocupación de Estados Unidos entre 1916 y 1922. Organizado de acuerdo a reparticiones
oficiales.
Epistolario Nouel. Dos legajos de correspondencia dirigida a Carlos Nouel en la
segunda mitad del siglo XIX, relativa a aspectos políticos, eclesiásticos y comerciales.
Comisión Nacional de Desarrollo. 20 legajos correspondientes a sus primeros años de
existencia (1966-1970), cuando actuó como relevante foro de intereses corporativos.
Ordenado por la Marie France Balasse.
Remisiones y Donaciones. Contiene pequeños archivos privados o documentación
proveniente de donativos particulares en número superior a cincuenta. Algunos de estos
fondos revisten interés para aspectos diversos de la historia política nacional o de
algunas provincias.
Hemeroteca
Contiene colecciones parciales o completas de gran parte de las publicaciones
periódicas del siglo XIX y de las primeras décadas del XX. Existen más de 300 títulos
de periódicos en el inventario. Véase "Lista de publicaciones periódicas", BAGN, no.
107.
Algunas de las colecciones tienen índices analíticos, como el Listín Diario, 1915-1942.
Se mantiene al día en los diarios nacionales y en revistas de importancia, no así en
publicaciones periódicas de menos circulación.
Fototeca
Integra fotografías de instituciones oficiales, donativos dispersos y archivos de algunos
de los primeros fotógrafos del país, así como la serie de la Colección García. Se
encuentra ubicada en el Depósito Tres. Véase "Iconografía", BAGN, no. 106.
Mapoteca
Tiene alrededor de 300 mapas a partir del siglo XVIII, aunque de verdadero interés
sobre todo por la colección del siglo XX.
2)
ARCHIVO DEL PALACIO NACIONAL
Palacio Nacional, Moisés García.
686-4771.
William D’Acosta Ramírez.
Archivo del Poder Ejecutivo y sus dependencias inmediatas localizadas en el Palacio
Nacional. Organizado tras la construcción del actual local, en 1948. El acceso está
restringido al personal de alta jerarquía. Los investigadores y cualesquiera otras
personas deben proveerse de una autorización de la Secretaría Administrativa de la
Presidencia. En la actualidad no cuenta con instrumentos descriptivos a disposición de
los visitantes. No hay información sobre la cuantía de la documentación, pero sin duda
es abundante. Los fondos se encuentran ordenados en expedientes temáticos. Se han
reportado daños por razones presumiblemente políticas.
La documentación comienza a partir de 1924. Incluye originales o copias llegados al
Poder Ejecutivo emitidos por las diversas reparticiones oficiales, principalmente las
secretarías. Contiene el llamado Archivo Particular de Trujillo, que concluye en 1961,
ordenado por expedientes personales de funcionarios y personas que merecían la
atención del régimen. Existen expedientes especiales, relativos a temas delicados, como
el contingente expedicionario de Cayo Confites, Cuba, en 1947, o la matanza de
campesinos en Palma Sola, en 1962.
3)
ARCHIVO DE LA SECRETARIA DE ESTADO DE RELACIONES
EXTERIORES
Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, Av. Independencia.
535-6280.
Ana Aura Alvarez.
Organizado en 1940 por María Ugarte. De acceso restringido, debiéndose obtener
autorización del secretario o de la Presidencia. Después de concedido, no hay restricción
a ningún expediente. Carece de instrumentos descriptivos completos, salvo el fichaje de
visas o índices de algunas secciones. Consta de una sala principal, en que se hallan 300
archivadores, y de otras dos salas, en que aproximadamente hay el doble de material en
anaqueles. Tiene una sección de documentos valiosos, como diplomas de tratados. Los
fondos se encuentran organizados por expedientes sueltos, que combinan temática y
cronología. Los documentos más antiguos datan de 1866, pero en su gran mayoría son
posteriores a 1930.
El sistema de catalogación se divide en las siguientes secciones:
1.
Administrativa.
2.
Asuntos internacionales de estado.
3.
Relaciones políticas de estado.
4.
Disponible.
5.
Asuntos interiores de estado.
6.
Comercio, industria, agro y comunicaciones.
7.
Fiestas, conmemoraciones, monumentos.
8.
Publicidad y cultura.
Para el investigador las secciones más importantes son: la 2, que contiene política
internacional del gobierno dominicano, informes políticos, legislación, conflictos y
guerras; la 3, que incluye las relaciones con los gobiernos de otros países, los
consulados, agencias diplomáticas, congresos y conferencias internacionales por áreas,
tratados, régimen diplomático-consular, declaraciones; y la 5, con aspectos como
naturalizaciones, residentes extranjeros, migraciones y colonización, concesiones a
extranjeros, asuntos militares y eclesiásticos, actuaciones judiciales, etc.
Bajo estas y otras secciones se localizan la correspondencia de la cartera con otros
gobiernos e instituciones internacionales, la correspondencia de las embajadas y
consulados dominicanos, la de las embajadas en el país, textos de protocolos de
conferencias, acuerdos y tratados, visas, pasaportes, legalizaciones de documentos,
exoneraciones de organismos internacionales y la documentación en general relativa a
la política exterior.
3)
SALA DOMINICANA DE LA BIBLIOTECA CENTRAL DE LA
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO
Biblioteca de la UASD, Ciudad Universitaria.
533-9838.
Dato Pagán.
Durante mucho tiempo la Biblioteca de la hoy Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD) fue la más importante del país, haciendo las veces de Biblioteca
Nacional. En la Sala Dominicana se trató de compilar el mayor volumen posible de
materiales bibliográficos atinentes a la República Dominicana. Tiene diversos fondos de
documentación original.
Tesis. Colección íntegra, en principio, de las tesis de grado presentadas en la UASD,
desde su etapa inicial de reorganización en el siglo XIX, cuando se denominaba
Instituto Profesional. Tiene fichero, pero no cubre la totalidad de las tesis.
Archivo de Tulio Cestero. Fondo privado donado a la Universidad. El propietario fue un
connotado literato y diplomático. Consta de alrededor de 90 tomos y legajos de
documentos diversos y recortes de prensa, tanto dominicana como de países en que
estuvo en misión diplomática. No ha sido descrito.
Contiene una documentación diplomática que arranca desde inicios del siglo XX hasta
avanzados los años 40. Incluye copias de sus informes y de la correspondencia oficial
que recibía. Uno de los aspectos más útiles del fondo se deriva de la participación de
Cestero en la Comisión Nacionalista en Washington, durante la Ocupación Militar de
1916-24. Tiene correspondencia privada con intelectuales dominicanos y de otros
países.
Gráficos. Colección de mapas, grabados y planos en número indeterminado, en
principio sin índice.
Archivo Vertical. Contiene folletería y hojas sueltas, en gran volumen para los años
1930-1961, siendo a ese respecto un fondo único dado que por ley todos los autores e
instituciones tenían que remitir copias a esta biblioteca. Además la Sala cuenta en sus
fondos regulares con más de 1,500 títulos de folletos mayormente editados en el periodo
de Trujillo.
4)
ARCHIVO CENTRAL DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO
DOMINGO
Antiguo Hospital Marión, Ciudad Universitaria.
533-1620.
José Medina Soto.
Fundado en 1948 y reorganizado en 1966 por Celso Benavides. Aunque escasamente
conocido, tiene dimensión nacional debido a la continuidad de la institución y su peso
en la vida cultural del país, así como a que se trasladaron manuscritos anteriormente
ubicados en la Biblioteca Central de la Universidad. Representa un laudable modelo de
organización ya que mantiene al día un sistema de clasificación e inventarios.
En 1801 se estatuyó un archivo universitario, pero se perdió a causa de la invasión
haitiana de 1822. Desde la reapertura de la Universidad, en 1883, se creó un depósito,
pero carecía de criterios archivísticos.
El sistema de clasificación obedece a la estructura de la institución. Su organización se
conecta con un sistema de centralización de los fondos de las diversas dependencias de
la Universidad aprobado en 1974. Está dividido en tres secciones: pre-archivo, archivo
activo y archivo histórico. Cuenta con catálogos tanto en el archivo activo como en el
histórico. No hay restricción a los fondos, con excepción, en el archivo activo, de
algunas áreas del funcionamiento administrativo de la institución. Ha editado un Boletín
entre 1980 y 1986.
El archivo activo, con 108 archivadores, comprende el conjunto de documentos
emitidos hasta diez años atrás. Después de ese plazo se hace una selección para el
traslado al archivo histórico.
El archivo histórico está ordenado en legajos y libros, en número superior a mil.
Además de los documentos de la Universidad, incluye el conjunto de sus publicaciones,
así como materiales del movimiento estudiantil y algunos fondos relativos a la política
nacional a inicios del siglo XX. Aunque hay documentos del siglo XVIII, la serie más
antigua arranca de 1813. Con excepción de fondos extra-institucionales, la organización
es temática, en las siguientes áreas, las que se acompañan de fechas extremas en la
sección histórica:
1.Cláustro (1962-1977), 6 legs.
2.Consejo Universitario (1913-1980), 64 legs. y 80 libros.
3.Disposiciones Generales (1895-1965), 3 legs.
4.Estructura Universitaria (1813-1966), 28 legs.
5.Actividades Académicas (1918-1982), 135 legs.
6.Expedientes personales (1941-1978), 122 legs. y 300 libros.
7.Actividades financieras (1920-1981), 80 legs. y 30 libros.
8.Propiedades (1944-1966), 68 legs. y 6 libros.
9.Eventos (1930-1976), 60 legs.
10.Historial de la Universidad (1917-1977), 40 legs. y 200 libros.
11.Institutos (1971-1977), 9 legs.
12.Era de Trujillo (1930-1961), 19 legs.
5)
BIBLIOTECA NACIONAL
Plaza de la Cultura, calle César Nicolás Penson 169.
688-4086.
Elida Jiménez.
Colección Ortega Frier. Hasta donde se ha podido establecer, en la Biblioteca Nacional
el único fondo de manuscritos es el archivo personal de Julio Ortega Frier, adquirido
junto a su biblioteca. Esta colección contiene documentación de corte gubernamental
durante la dictadura de Trujillo, así como documentos provenientes del bufete de
abogados que dirigía, sobre todo relativos a actividades de compañías extranjeras. El
fondo no está organizado, ha sido posiblemente objeto de sustracciones, se encuentra en
pesimas condiciones de conservación y carece de instrumento descriptivo.
ARCHIVOS MUNICIPALES
Casi exclusivamente se trata de los fondos de los ayuntamientos. La situación de estos
se caracteriza por mala conservación, que a veces llega a deplorable, criterios obsoletos
de ordenamiento e inexistencia generalizada de instrumentos descriptivos. A menudo se
destruye material, sin remitirse al AGN. En su mayoría, únicamente conservan fondos
que no rebasan los 50 años, pues algunos de los ayuntamientos más importantes
hicieron remisiones al AGN en los primeros tiempos de su existencia.
En contraste, algunos ayuntamientos conservan registros que se inician en la segunda
mitad del siglo XIX ya que nunca cumplieron con lo dispuesto por la ley que dio lugar a
la creación del AGN o bien lo hicieron de manera parcial, conservando sobre todo los
libros de actas y resoluciones, con la finalidad de no perder documentos reguladores de
sus actividades, como ordenanzas o proventos impositivos. Como en el país hay 107
municipios no se ha podido hacer un inventario. A través de la muestra incluida se hace
patente la desigualdad en la calidad de la documentación que albergan. Es de observar
que en algunos municipios los archivos han sido destruidos, parcial o totalmente, o han
sufrido sustracciones. Aunque los tipos de fondos pueden ser diversos, dadas las
características apuntadas, lo que sobresale en casi todos los archivos municipales son
los libros de actas y los registros catastrales.
SANTIAGO
6)
ARCHIVO HISTORICO DE SANTIAGO
Restauración 124.
582-3801.
César Franco.
Unico de su tipo en el país, de significado en la vida cultural de la ciudad. Fundado en
1959 por Pedro Manuel Hungría y Román Franco, habiendo cabido a este último su
organización. Es una dependencia del Ayuntamiento de Santiago, pero goza de
autonomía funcional y cuenta con la cooperación de sectores de la sociedad. Está en
proceso de reorganización en un sistema computarizado.
Los documentos más antiguos datan de mediados del siglo XIX. Sobresalen las actas
del Gobierno Restaurador (1863-65), cuando la ciudad albergaba el gobierno nacional.
Tiene parte de la documentación antigua del Ayuntamiento no remitida al AGN, sobre
todo actas y resoluciones. Asimismo cuenta con fondos sobre propiedad inmobiliaria.
Posee manuscritos provenientes de los ayuntamientos de Monte Cristy y Puerto Plata,
otras dos ciudades de la región norte. Además ha recibido donaciones de archivos
privados. Todos los fondos tienen índices.
La hemeroteca contiene colecciones íntegras de varios periódicos locales, sobresaliendo
las de La Información y El Diario, ambas con índices analíticos computarizados.
Cuenta con una colección de planos. La fototeca reúne materiales de localidades
cercanas. El archivo de voces tiene alrededor de mil grabaciones a personas de la
región. Tiene biblioteca. Realiza exposiciones de fotografías con cierta regularidad.
Tendrá anexo un museo, en proceso de organización, contentivo de piezas
arqueológicas, armas, pinturas y muebles.
7)
AYUNTAMIENTO DE SANTIAGO
Av. Juan Pablo Duarte.
582-6611.
Los fondos más antiguos de la institución fueron transferidos en los años 40 al AGN y
luego otros al Archivo Histórico de Santiago. Empero, quedan fondos cuyo traslado
gestiona la última institución. Entre ellos sobresalen los Registros Catastrales de la
provincia, así como, para los últimos cincuenta años, actas, resoluciones,
correspondencia y registros de Tesorería.
8)
AYUNTAMIENTO DE BANI
Palacio del Ayuntamiento. Calle Sánchez.
522-3315.
En lo fundamental cotiene documentación reciente, ya que hace envíos de fondos cada
diez años al AGN. Por otra parte, muchos fondos se perdieron a causa de un incendio
acontecido en 1940. Entonces se perdieron los protocolos notariales que se iniciaban a
en la primera década del siglo XIX. Escasos protocolos notariales antiguos se
encuentran en el Juzgado de Paz.
Se divide en varias secciones, de acuerdo al organigrama de funcionamiento de la
institución. La sección de Secretaría, en 20 libros, contiene las actas y resoluciones del
cabildo, junto a su correspondencia regular. La sección de Sindicatura contiene la
documentación administrativa. Por otra parte, en el Museo del Ayuntamiento hay
legajos de documentos antiguos, como parte del epistolario de Francisco Gregorio
Billini y papeles de Máximo Gómez.
9)
AYUNTAMIENTO DE MONTE CRISTY
16 de Agosto 50.
579-2492.
Es uno de los archivos municipales que cuentan con documentación más antigua del
país. Se organizó en 1894 por Juan de la Cruz Alvarez, quien reunió materiales que se
inician en el periodo colonial. Contiene oficios, cartas, contratos, actas y resoluciones y
otros materiales que le confieren cierta dimensión de archivo histórico-político regional,
habida cuenta del papel de la ciudad en lo que hoy se denomina Línea Noroeste. Los
documentos más antiguos se encuentran deteriorados. Cuenta con un sistema de
clasificación alfabético-numérico. Tiene varias colecciones de periodicos locales y de
ciudades cercanas.
10)
AYUNTAMIENTO DE PUERTO PLATA
Separación 18.
586-2526.
Los documentos se ajustan a las características de los archivos municipales. Las series
comienzan alrededor de 1850, en particular los libros de actas. No se han hecho muchas
remisiones al AGN. Se han perdido no pocos materiales y los existentes corren el riesgo
de degradarse o ser destruidos. Aun así sigue siendo probablemente el depósito más rico
en su género, conteniendo materiales acerca de sanidad, educación, catastro, alumbrado,
agua y asuntos similares relativos a la administración municipal. Contiene
correspondencias de personajes de la historia nacional en la segunda mitad del siglo
XIX y las primeras décadas del XX. Conserva asimismo los protocolos de algunos
notarios del siglo XIX.
11)
AYUNTAMIENTO DE LA VEGA
Palacio Municipal. Independencia esq. Restauración.
573-8544.
Fundamentalmente consta de los libros de actas y resoluciones del Cabildo, así como
del Registro de Títulos.
12)
AYUNTAMIENTO DE SANCHEZ
Calle Libertad.
552-7233.
Esta ciudad portuaria tuvo peso económico durante el periodo 1890-1925. Hay
documentos a partir de 1880. El ayuntamiento nunca ha efectuado remisiones al AGN.
13)
AYUNTAMIENTO DE EL SEYBO
Calle M. D. Jiménez.
552-3411.
Esta población fue la más importante de la región Este hasta el auge de San Pedro de
Macorís, iniciado hacia 1885. La Conservaduría de Hipotecas es probablemente una de
las más importantes de las que se encuentran anexas a los ayuntamientos. Las series se
inician hacia 1890. No se han hecho remisiones al AGN.
14)
AYUNTAMIENTO DE SAN FRANCISCO DE MACORIS
27 de Febrero 87.
244-2862.
Esta población fue tomando importancia en las primeras décadas del siglo XX hasta
colocarse en la tercera por el número de habitantes. Se conservan fundamentalmente los
libros de actas desde fines del XIX.
15)
AYUNTAMIENTO DE SAN JOSE DE LAS MATAS
Av. San Juan 2.
578-1522.
Contiene documentos del periodo de Trujillo, cuando la demarcación abarcaba otras
localidades de la región, que hoy cuentan con sus respectivos ayuntamientos. Mucho
material se perdió por un incendio.
16)
AYUNTAMIENTO DE AZUA
Calle Duarte.
521-3302.
Esta ciudad fue la más importante del suroeste hasta inicios del siglo XX. Además de
libros de actas, en sus fondos se encuentran reproducciones de documentos del siglo
XVIII provenientes de autoridades y notarios de poblaciones del sur, como San Juan de
la Maguana, Hincha y Las Caobas; estas dos últimas hoy forman parte del territorio
haitiano, resultado de que sus habitantes tomaron refugio en Azua y puntos aledaños
desde los años finales del siglo XVIII. Hay, además, varios archivos notariales anexos,
siendo el más antiguo de ellos el de Angel Noboa. En estos libros los documentos
arrancan de la segunda mitad del XVIII, aunque los notarios que los integraron iniciaron
su trabajo a partir de 1830.
17)
AYUNTAMIENTO DE SAN JUAN DE LA MAGUANA
Avenida Independencia.
557-3668.
Gabriel Sandoval.
Contiene la serie completa de los libros de actas de la institución a partir de 1868. Otros
fondos en teoría han sido remitidos al AGN, donde no se los localiza, o han sido
destruidos.
18)
AYUNTAMIENTO DE MAO
Avenida 27 de Febrero 34.
572-3397.
Al igual que el anterior, conserva fundamentalmente las actas de la Sala Capitular
relativas a todo el lapso posterior a 1882, fecha de creación de la común.
ARCHIVOS DE OFICIALIA CIVIL
Otro tipo de archivos a escala municipal son las Oficialías de Estado Civil, los
esenciales para la historia demográfica reciente. Están anexos a los juzgados de paz.
Normalmente los fondos se inician en la segunda mitad del siglo XIX. Para citar uno de
los fondos más antiguos, de Puerto Plata, los nacimientos y matrimonios se inician en
1861 y las defunciones en 1869. Los registros de Santo Domingo, trasladados al AGN,
arrancan en 1807. En una parte de estos archivos el material se encuentra desordenado o
en mal estado y ha habido pérdidas por diversos motivos, como acción de insectos,
humedad, incendios, traslados descuidados.
Entre las localidades que cuentan con archivos de este tipo cabe mencionar a Baní,
Azua, Bánica, San Cristóbal, Higüey y Los Llanos. Se ha consignado que uno de los
mejores fondos era el de San Juan de la Maguana, pero quedó destruido en un incendio.
Dada la dinámica de estas oficinas, solo una parte acató la ley que estipula remisiones al
AGN.
Como varían muchas características de estos archivos, es de importancia llevar a cabo
diversas tareas: censarlos, con las fechas límite; evaluar su estado de conservación;
establecer criterios de conservación, dado que buena parte se encuentran en proceso
rápido de deterioro o destrucción; copiarlos e integrarlos a un registro nacional, que
debería también contener las informaciones parroquiales. Respecto a lo último, la
Iglesia Mormona ha hecho copiados de la generalidad de estos fondos, remitiéndolos a
su sede central en Estados Unidos.
ARCHIVOS JUDICIALES, BUFETES Y NOTARIAS
En todos los centros urbanos, principalmente las cabeceras provinciales, se encuentra
variada documentación judicial. Por una parte, existen juzgados de paz, de primera
instancia y de apelación. El aparato judicial se corona con la Suprema Corte de Justicia
y la Procuraduría General de la República. Accesoriamente se encuentra la judicatura
relativa a la propiedad de la tierra, que consta de dependencias regionales.
Aunque registros privados, los archivos de notarios forman parte del sistema judicial,
por lo que se depositan en los juzgados de paz en caso de no ser heredados por otros
notarios. Como fuente, los archivos notariales tienen especial importancia hasta inicios
del siglo XX, ya que antes de la ley de Registro de Títulos de 1920 casi todas las
transacciones de propiedades se hacían notarialmente. Esta ley permite actos de
inmuebles catastrados bajo firma privada ante notario. Fue, por ende, desapareciendo el
trabajo de los notarios en actos de venta. Desde hace unas décadas únicamente se hacen
testamentos, actos de convenciones y estipulaciones por mutuo consentimiento, al igual
que actos de venta no regidos por la ley de tierras, a fin de que el notario pueda expedir
copias.
Como existen juzgados en todas las provincias y municipios, sólo se informará acerca
de otros materiales en las provincias escogidas. Queda pendiente la determinación, en
censo exhaustivo, de la documentación efectivamente contenida en los diversos
juzgados del país.
SANTO DOMINGO
19)
ARCHIVO DEL TRIBUNAL DE TIERRAS
Av. Independencia esq. Enrique Jiménez Moya.
Incluye propiamente los fondos del Tribunal de Tierras así como de oficinas anexas. No
tiene la estructura de archivo abierto a los investigadores, ya que opera para fines
utilitarios. Reviste importancia, empero, pues sus fondos están exonerados de remitirse
al AGN. Abierto a los abogados que tratan aspectos de propiedad inmobiliaria. Otras
personas requieren de autorización del presidente del Tribunal de Tierras. Se encuentra
en estado caótico, a consecuencia de los procesos recientes de degradación del
funcionamiento de las instituciones estatales. Por ejemplo, los expedientes se hallan
fragmentados, y normalmente es difícil o imposible localizar información a menos de
contar con ayuda especial de un empleado de la oficina.
En sus expedientes los documentos más antiguos datan de la segunda mitad del siglo
XVIII, integrados estos en la documentación de las parcelas que se ha conformado en
virtud de la Ley de Registro de Títulos de 1920.
Consta propiamente de cuatro fondos o archivos: Tribunal de Tierras, dividido en cuatro
regiones: Distrito Nacional, Cibao, Sur y Este; Catastro; Registro de Títulos y Mensura.
Además hay un archivo en la Oficina del Abogado del Estado ante el Tribunal de
Tierras.
20)
OFICINA TRONCOSO Y CACERES
S. Sánchez 253.
689-2158.
Es uno de los escasos bufetes de abogados que data de muchas décadas. Debe contener
abundante material acerca de compañías nacionales y extranjeras.
SANTIAGO
21)
ARCHIVO NOTARIAL DE SANTIAGO REYNOSO
Duarte 48.
582-0748.
De importancia para aspectos de la historia económica e institucional de la provincia de
Santiago y otras aledañas. Recoge los protocolos de los siguientes notarios: Narciso
Román (1863-1878), Pedro M. Archambault (1878-1893), Joaquín Dalmau (18931916), José María Vallejo (1917-1930) y José E. Reynoso (1931-1954). Consta de 90
libros, a razón de uno por año. Los documentos más antiguos datan de la segunda mitad
del siglo XVIII. Una parte de los libros tienen índices.
22)
OFICINA J. M. CABRAL Y BAEZ
Cuba 58.
583-7211.
Federico Villamil y otros.
Es el bufete más antiguo e importante de Santiago. Fundado por el licenciado José
María Cabral a inicios de siglo, pasó luego a su hijo Marco Cabral. Los descendientes
de este último no ejercen la abogacía. Estructurado en base a expedientes de los clientes,
entre los cuales se cuentan las empresas más importantes de la ciudad. En principio no
está abierto al público. Se desconoce si existen instrumentos descriptivos y el volumen
de los fondos.
23)
OFICINA DE FEDERICO CARLOS ALVAREZ
Independencia 129.
247-3492.
Federico Carlos Alvarez hijo.
Es el segundo bufete de importancia de Santiago. Inaugurado por el licenciado Federico
Carlos Alvarez en la tercera década del siglo, es continuado en la actualidad por su hijo
del mismo nombre y por sus nietos. Ha cobrado relieve en las últimas décadas, siendo
hoy el principal bufete de la ciudad, por lo que contiene voluminosas documentaciones
de compañías.
24)
ARCHIVO NOTARIAL DE AULIO HERNANDEZ.
30 de marzo 3.
Aunque menos rico que el de Santiago Reynoso, contiene valiosos protocolos notariales
del siglo XIX. Al igual que los restantes del país, contiene contratos, testamentos, actos
de divorcio, protesto de documentos de comercio, inventarios de sucesiones de bienes
comunitarios y abiertos, contratos de prenda.
25)
ARCHIVO NOTARIAL DE PEDRO BORREL
L. Pichardo edif. 13.
583-8207.
Originalmente perteneció a Félix A. Rodríguez y contiene actos desde inicios del
presente siglo.
26)
JUZGADO DE PAZ DE LA PRIMERA CIRCUNSCRIPCION
Se encuentran los protocolos de los notarios Juan A. Minaya y Darío Mañón, ambos no
abogados, junto a algunos otros más recientes.
LA VEGA
27)
ARCHIVO NOTARIAL DE HUGO ALVAREZ
Sánchez casi esq. Juan Rodríguez.
573-2588.
Proviene de Francisco José Alvarez, padre del actual propietario, y parece ser el archivo
notarial más rico de La Vega.
28)
ARCHIVO DE LORENZO GOMEZ
Calle Padre Billini.
573-4393.
Porfirio José y Lorenzo Gómez.
Tiene tres generaciones de notarios dentro de la línea de herencia familiar.
Originalmente de Lorenzo Gómez, pasó a su hijo Porfirio Gómez y en la actualidad a
los propietarios.
29)
ARCHIVO DE ROBERTO ABREU
García Godoy 19 A.
573-2713.
Otro exponente de un nutrido archivo de abogado provincial, pero que básicamente
arranca en los años sesenta de este siglo.
BANI
30)
ARCHIVO DEL JUZGADO DE PAZ
Contiene protocolos notariales. Algunos se han destruido por intereses personales.
COTUI
31)
ARCHIVO DE SOCRATES NUÑEZ
Ramón Oviedo 58.
Los protocolos se inician en 1922, con los actos de Francisco Antonio Núñez, padre del
actual propietario. Fundamentalmente consta de actos de ventas, hipotecas y
testamentos.
MONTE CRISTY
32)
ARCHIVO DE FEDERICO JULIAO
Duarte 42.
579-2334.
Cubre documentación notarial desde inicios del siglo XX, relativa a Monte Cristy y
poblaciones aledañas.
PUERTO PLATA
33)
ARCHIVO DE CARLOS FINKE
Beller 51.
586-2444.
Conserva, además de los suyos, los protocolos notariales de Amiro Pérez (1924-1977) y
de Germán Ornes (década de 1930). En su archivo de abogado hay expedientes
organizados de una parte de las principales compañías industriales y comerciales de
Puerto Plata desde fines de la década de 1940. Por igual hay múltiples expedientes de
ganaderos, que incluyen resoluciones de los aspectos legales de la propiedad. El
propietario ha formado un archivo histórico, en proceso de reorganización, que, entre
otros fondos, cuenta con una parte de los papeles de Ricardo Limardo, un prominente
político de la ciudad.
SAN JUAN DE LA MAGUANA
34)
ARCHIVO DE JOSE A. PUELLO R.
Calle 19 de Marzo 8.
557-2343.
Contiene protocolos notariales desde la década de 1940 hasta la actualidad. No ha
incorporado protocolos de otros notarios. El propietario tiene además un número
limitado de documentos de carácter histórico.
35)
ARCHIVO DE ARTURO RAMIREZ F.
16 de Agosto 49-b
557-2263.
Los protocolos se inician en la década de 1940 y llegan a la actualidad.
36)
JUZGADO DE PAZ DE SAN JUAN DE LA MAGUANA
Se encuentran depositados varios archivos notariales, entre los cuales destacan los del
Lic. Angel Canó Pelletier, el licenciado José Humberto Terrero, el doctor Isaías Herrera
Lagrange y el de Manuel de Jesús Rodríguez Varona. Los tres primeros se inician
aproximadamente en la primera mitad de la década de 1940, mientras el de Rodríguez
Varona, no graduado de abogado, antecede a 1930. No se ha podido determinar si
incluyen protocolos previos de otros notarios.
ARCHIVOS INSTITUCIONALES PUBLICOS Y PRIVADOS
SANTO DOMINGO
37)
BIBLIOTECA DEL MUSEO DE LAS CASAS REALES
Calle Mercedes esq. Las Damas.
682-4202.
Eugenio Pérez Montás.
Institución especializada en el periodo colonial. No conserva originales, sino copias de
los archivos españoles, sobre todo del Archivo General de Indias, el Archivo General de
Simancas y el Archivo Histórico Nacional de Madrid. Una parte de los mismos fueron
traídos por Pedro Julio Santiago. Se conservan porciones de las colecciones
documentales de César Herrera y Marino Incháustegui. El mayor volumen ha sido
producto, en años recientes, de la misión dirigida por Vicente Rubio.
38)
BIBLIOTECA DEL MUSEO DEL HOMBRE DOMINICANO
Plaza de la Cultura, Pedro Henríquez Ureña.
687-3623.
Fernando Morbán Laucer.
Contiene una cuantía limitada de manuscritos de pioneros de la arqueología y la
antropología social en República Dominicana, como Narciso Alberty B.
39)
BIBLIOTECA DE LA CASA DE FRANCIA
Las Damas esquina El Conde.
685-0840.
Marie France Balasse.
Tiene copias microfilmadas de fondos del Ministerio de Asuntos Extranjeros de
Francia, en particular correspondencia diplomática y consular de la primera mitad del
siglo XX
40)
UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO HENRIQUEZ UREÑA
Autopista Duarte km. 51/2.
562-6601.
Vicerrector de Administración.
El archivo reúne la documentación relativa al historial de la institución, a partir de su
fundación en 1966.
41)
CORPORACION DOMINICANA DE ELECTRICIDAD
Av. Independencia.
535-1100.
Lesbia de León y Ana Socorro Salcedo.
Se trata de un caso excepcional de conservación de registros por una empresa pública.
Se refiere exclusivamente a temas administrativos, como concursos, contratos y
proyectos de desarrollo. Los documentos más antiguos datan de la década de 1920,
cuando fue creada la Compañía Eléctrica de Santo Domingo, antecesora de la actual,
propiedad estatal desde 1954. Tiene cerca de 300 archivadores de 4 gavetas y un
archivo de seguridad próximo a la planta de Timbeque, adonde se trasladan materiales
que han perdido vigencia operativa. El archivo está organizado de acuerdo a un manual
alfabético-numérico por asuntos. Por otra parte se lleva un cronológico de trámite y
archivo de la administración general. No hay acceso al público, salvo autorización.
42)
BANCO DE RESERVAS
Isabel La Católica 201.
688-2241.
Además de los propios registros, mantiene los de la sucursal del National City Bank,
adquirido por el gobierno dominicano en 1941 como paso accesorio de la fundación de
la institución. El National City Bank se estableció en el país a inicios del siglo XX y
tuvo la importancia de haber sido, durante décadas, depositario de los fondos de la
Receptoría General de Aduanas, medio por el cual los Estados Unidos mantuvieron el
protectorado financiero entre 1905 y 1940.
43)
BANCO CENTRAL
Calle Pedro Henríquez Ureña.
221-9111.
Como parte de la organización de esta institución, mantiene registros de sus actividades
internas desde su creación en 1947. Incluye expedientes sobre asuntos financieros,
endeudamiento externo, inversión extranjera, relaciones con organismos crediticios
internacionales y con el gobierno de Estados Unidos. Su consulta requiere permiso del
gobernador de la institución.
INSTITUTO NACIONAL DE ESTABILIZACION DE PRECIOS
Plaza de la Independencia.
561-0191.
Se conserva documentación variada de esta oficina estatal, a partir de su fundación en la
década de 1970. El depósito, al parecer, se encuentra en estado desorganizado.
45)
CAMARA DE COMERCIO Y PRODUCCION DEL DISTRITO NACIONAL
Arzobispo Nouel 206.
682-2688.
Milagros Puello.
La documentación original se inicia en los tiempos de la fundación de la institución, en
la segunda década del siglo. Además de actas y correspondencia, contiene
informaciones sobre empresas. No es abundante pues efectúa remisiones al AGN.
46)
ASOCIACION DE INDUSTRIAS DE LA REPUBLICA DOMINICANA
Av. Sarasota.
532-5523.
Fundada en 1962. Contiene documentos sobre el funcionamiento de la institución, así
como correspondencia con el gobierno acerca de aspectos legales y políticos. También
existen materiales sobre las empresas miembro. Está organizado a través de libros
cronológicos anuales.
47)
SOCIEDAD INDUSTRIAL DOMINICANA
Avenida Máximo Gómez 182.
565-2151.
Julio Aquino.
Este complejo agro-industrial, centrado en la producción de aceites vegetales, simboliza
la industria dirigida al mercado interno. El archivo incluye materiales desde su
fundación a fines de la década de 1930. Al igual que en toda compañía de
consideración, incluye estados financieros, correspondencia, actas, etc. Por su
naturaleza diversificada en múltiples rubros, tienen importancia los proyectos, estudios
y planes de desarrollo.
48)
BANCO POPULAR DOMINICANO
Avenida John F. Kennedy 20.
544-8000.
Se puede comparar a la anterior institución, en cuanto simboliza a la banca privada
nacional. El archivo contiene información a partir de la fundación de la empresa en
1962.
SANTIAGO
49)
CAMARA DE COMERCIO Y PRODUCCION DE SANTIAGO
Av. Las Carreras 7.
582-2556.
Iván Reynoso.
Dividido en archivo muerto y archivo vivo, el primero contentivo de documentación
emitida a partir de 1914. La institución desempeñó importantes funciones hasta 1960. El
archivo cuenta con las actas de su Consejo Directivo, la correspondencia, los sistemas
legales relativos al comercio y la industria, registro mercantil, correspondencia con
empresas del exterior, así como documentaciones de varios géneros de empresas
industriales que requerían la intervención de la institución, como las licorerías. Además,
contiene una colección completa de las memorias y otras publicaciones de la institución.
El archivo muerto consta de 160 cajas y el vivo de 10 archivadores. Carece de catálogo
por expedientes, pero cuenta con un Compendio de Fondos elaborado por Danilo de los
Santos. Actualmente se reorganiza, con el fin de poner todos sus fondos al alcance del
público. Por el momento, sólo hay acceso a las actas.
50)
SOCIEDAD AMANTES DE LA LUZ
Calle Las Carreras.
582-4058.
Natividad Peralta.
Institución cultural fundada en 1874 por Manuel de Jesús de Peña y Reynoso. Es la
sociedad en su género más antigua del país, de notable peso en la historia cultural de la
ciudad y la región. Hay publicada una reseña histórica, que informa sobre sus diversos
fondos: Valentina Peguero, Peña y Reynoso y la Sociedad Amantes de la Luz, Santiago,
1985.
Alberga en su biblioteca unas 25 colecciones de periódicos del siglo XIX y las primeras
décadas del XX, en gran parte compuesta de ejemplares únicos. Tiene, además, unos
175 títulos de revistas, muchas de las primeras décadas del siglo. Las revistas más
antiguas constan de índices analíticos. Por último, su colección de folletos y libros la
hace insustituible para el estudio de la historia social y cultural del país y la región.
Hay un número limitado de manuscritos raros, incluyendo originales de libros.
El archivo de la sociedad contiene series incompletas de actas y correspondencias de las
directivas, así como documentos financieros, todo a partir del mismo año de su
fundación.
51)
ALIANZA CIBAEÑA
Beller 127.
582-5220.
Originalmente se fundó como sociedad de artesanos, en los años 80 del siglo XIX. Es
tal vez la institución más antigua del país en su género. Hoy es una sociedad dedicada al
fomento de la cultura. Conserva, por ello, una valiosa biblioteca, en que sobresale la
colección de folletos. Aparte de los registros relativos a sus actividades, tiene
manuscritos que no se pudieron especificar por estar el edificio en reparación.
52)
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD CATOLICA MADRE Y MAESTRA
Carr. Duarte km. 1.5.
580-1962.
Colección de Marino Incháustegui. Papeles del fenecido historiador Marino
Incháustegui, en que sobresale el copiado de numerosos expedientes de archivos
españoles, especialmente el Archivo General de Indias.
Hemeroteca. Colecciones completas de periódicos de inicios de siglo XX, algunos de
ellos de Santiago.
Donaciones. Ha recibido algunos fondos en donación, todavía no abiertos al público,
entre los cuales se encuentra el archivo personal de Héctor Incháustegui Cabral.
COMPAÑIA ANONIMA TABACALERA
Duarte 9.
582-3151.
Es una de las empresas más antiguas de la ciudad, la que ha logrado destacado peso en
la vida regional. Conserva documentación a partir de su fundación, producto de la
fusión de dos compañías en 1905. Además del aspecto propiamente empresarial, los
materiales se refieren a la agricultura del tabaco y a aspectos variados de la vida social y
económica de la ciudad.
54)
J. ARMANDO BERMUDEZ Y CO.
España 38.
247-4852.
Es una de las empresas licoreras más importantes del país, y al igual que la anterior, ha
tenido considerable incidencia en la vida de la ciudad. La actividad de la familia en el
área se inició en el siglo XIX, pero es sólo con la creación de la compañía, en 1927,
cuando se establecieron los registros sistemáticos. Estos incluyen libros de contabilidad,
estados financieros, pago de impuestos, series de producción y correspondencia.
LA VEGA
55)
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL CIBAO
Aut. Duarte km. 1.
573-3863.
Conserva una porción del archivo personal de Mario Concepción, el principal
historiador de la historia de La Vega en las últimas décadas. La otra parte la conserva
Oscar Torres Petitón. Contiene materiales variados sobre aspectos de la vida vegana,
fundamentalmente en los últimos cien años. Los fondos en la Universidad no se
conservan adecuadamente y están en proceso de destrucción. No parece que haya
catálogo o inventario.
56)
SOCIEDAD LA PROGRESISTA
Calle Restauración. Parque Duarte.
573-7674.
Rafael Espínola.
La institución fue creada en el siglo XIX. Conserva documentación dispersa desde
entonces sobre su funcionamiento y actividades culturales, que incluyó un teatro. La
biblioteca aloja folletería de décadas previas.
57)
BIBLIOTECA MUNICIPAL GUIDO DESPRADEL Y BATISTA
Padre Adolfo esq. Padre Billini.
En su hemeroteca se conservan algunas colecciones de periódicos de inicios del siglo
XX.
PUERTO PLATA
58)
SOCIEDAD UNION PUERTOPLATEÑA
Mella 10.
586-6363.
Conserva los documentos corrientes de la entidad, fundada en el siglo pasado. Sobresale
el fondo del hospital Las Mercedes, bajo su administración. Partes de los fondos se
perdieron en un incendio reciente.
59)
SOCIEDAD CULTURAL RENOVACION
Duarte 41.
586-6240.
En la hemeroteca se conservan varias colecciones de periódicos del siglo XIX, tanto de
Puerto Plata como de otras localidades de la región.
ARCHIVOS HISTORICOS PARTICULARES
SANTO DOMINGO
60)
ARCHIVO-BIBLIOTECA DE EMILIO RODRIGUEZ DEMORIZI
Mercedes no. 317.
682-5849.
Clara Rodríguez Demorizi.
La colección bibliográfica del extinto historiógrafo es probablemente la más completa
del país. Consta además de documentación inédita, tanto en originales como copias.
Asimismo se señala la excepcional serie de publicaciones periódicas, en que se incluye
prensa haitiana del siglo XIX. Tiene manuscritos de libros y otros escritos. Se conservan
en sus fondos los archivos de Pedro Henríquez Ureña y Fray Cipriano de Utrera, de
importancia respectiva para la historia intelectual y para el el periodo colonial.
Al presente estos fondos no están al acceso del público. Existe el proyecto de crear una
"Casa del Escritor" en el local de que aloja este archivo-biblioteca, pero no ha
trascendendido si integrará sus fondos bibliográficos y documentales. No se conoce de
la existencia de instrumentos descriptivos.
61)
BIBLIOTECA DE VETILIO ALFAU DURAN
Cayetano Rodríguez 51.
682-5417.
Vetilio y Salvador Alfau
Además de su excelente colección bibliográfica, una de las mejores del país, contiene
una colección casi única de folletería y hojas sueltas. Incluye documentos originales de
variados aspectos de la historia nacional emitidos en la segunda mitad del siglo XIX y
en el primer cuarto del siglo XX. Por otra parte, contiene copias a máquina de miles de
documentos originales existentes en archivos nacionales y del exterior, así como las
fichas de trabajo del erudito historiador.
62)
FUNDACION CULTURAL DOMINICANA
José Ortega y Gasset.
566-3232.
Bernardo Vega.
Dada su especialización en historia moderna, especialmente del periodo de Trujillo, está
compuesto básicamente por reproducciones de expedientes de National Archives and
Record Administration, de Washington, así como de otros archivos de Estados Unidos.
Asimismo hay fotocopias de expedientes del Archivo del Palacio Nacional. Partes han
sido editados en diversos volúmenes de Bernardo Vega.
63)
ARCHIVO DE CAROLINA MAINARDI
Av. Francia.
689-7834.
Contiene los fondos dejados por Leovigildo Cuello, esposo de la propietaria, dirigente
político en los años 20 y luego una de las figuras prominentes del exilio anti-trujillista.
Ha incorporado el archivo de Angel Morales, por igual uno de los máximos dirigentes
del exilio. Este último fondo contiene correspondencia con Sumner Welles, subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos en los años 30.
Tiene una colección de fotos.
ARCHIVO DE ANTINOE FIALLO
Av. Rómulo Betancourt 1906.
473-6589.
Contiene varios fondos. El primero reúne papeles variados de la familia Billini. Dentro
de estos se encuentra parte de la documentación dejada por el presidente Francisco
Gregorio Billini y otros familiares, en especial consistente en correspondencia y
materiales políticos de las últimas décadas del siglo XIX. Anexo se encuentra el
material conservado por Hipólito Billini, hermano del anterior, básicamente relativo a
sus actividades mercantiles, pero que incluye documentos políticos desde inicios del
siglo XIX así como parte de la correspondencia de Francisco Xavier Billini. Por último,
se encuentran los papeles de Cristina Billini Morales, contentivos de materiales del
movimiento nacionalista (1916-1924), sobre todo cartas y volantes.
El segundo conjunto corresponde a la familia Fiallo, sobresaliendo los papeles del
licenciado Antinoe Fiallo Rodríguez, padre del propietario, y de su hermano Gilberto
Fiallo, contentivos de materiales relativos a la acción de núcleos intelectuales de fines
de los años 20 e inicios de los 30 de este siglo, así como a la lucha clandestina contra la
dictadura de Trujillo y de la Unión Cívica Nacional, organización política de la primera
mitad de la década de 1960. Hay, además, documentos conservados por Luisa López de
Fiallo, que incluyen los de Fabio Fiallo.
Por otra parte se incorporó un archivo perteneciente al lic. Miguel A. Gómez R., de la
Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios (1928-1933), así como de Acción
Cultural, agrupación de intelectuales existente en el mismo periodo que la anterior. Casi
todos los fondos constan de índices.
CASA DE FEDERICO HENRIQUEZ Y CARVAJAL
Sánchez 262.
689-3315.
Francisco A. Henríquez.
En primer lugar, contiene documentación dejada por Federico Henríquez Carvajal,
contentiva de correspondencia y materiales diversos sobre la cultura y la política en las
últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX. Cabe destacar las
correspondencias con Francisco Henríquez y Carvajal, Eugenio María de Hostos,
Santiago Guzmán Espaillat y Federico García Godoy; contiene también materiales
inéditos sobre el movimiento nacionalista. Otro fondo contiene los documentos
colectados por Enriquillo Henríquez García, hijo de Henríquez y Carvajal, que incluyen
documentación sobre la expedición de Cayo Confites y correspondencia con la Unión
Patriótica Haitiana. Por último, se encuentran documentos guardados por Francisco
Alberto Henríquez, de la tercera generación, historiador, relativos a la lucha interior y
exterior contra la dictadura de Trujillo.
66)
ARCHIVO DE EMILIO CORDERO MICHEL
César Nicolás Penson 4.
682-2509.
Está compuesto básicamente de papeles manuscritos y otros materiales emitidos por
agrupaciones del exilio y por los medios de izquierda en la primera mitad de los años
60. Contiene parte del archivo del Movimiento de Liberación Dominicana de New
York, correspondiente a los años 1959 a 1961. Sobresale, de igual manera, la
correspondencia personal en el contexto del Movimiento 14 de Junio en los años 60.
Otro fondo, formado por el padre del propietario, José Ramón Cordero Infante, reúne
correspondencia de Ulises Heureaux y papeles diversos del también presidente Horacio
Vásquez.
67)
ARCHIVO DE MANUEL DE JESUS MAÑON ARREDONDO
Respaldo Hatuey 1.
565-5210.
Aparte de documentos varios de procedencia local, el archivo está compuesto por copias
de documentos del Archivo General de Indias y de otros archivos del exterior. La mayor
concentración de materiales se refieren a historia urbana, especialmente de la ciudad de
Santo Domingo. Tiene un volumen significativo de folletería, así como colecciones de
fotografías.
68)
ARCHIVO DE JULIO G. CAMPILLO P.
El Recodo 8.
532-6965.
El propietario es especialista en genealogía, por lo que ha reunido materiales de familia
y formado amplios apuntes personales en la materia. Tiene una de las mejores
bibliotecas históricas del país.
69)
ARCHIVO DE FIDELIO DESPRADEL
Av. Paulo Tercero.
682-6386.
Comprende fundamentalmente una extensa documentación del Movimiento 14 de
Junio, en especial desde 1963 hasta su disolución en 1968. Contiene asimismo
materiales de otras organizaciones de izquierda. Tiene un índice que cubre todos los
expedientes, ordenados por temas.
70)
ARCHIVO DE RAFAEL BAEZ PEREZ
Calle Doctor Delgado.
689-3892.
Incluye documentación interna del Movimiento 14 de Junio y del Movimiento Popular
Dominicano, así como hojas sueltas, folletos y colecciones de prensa de dichas
organizaciones.
71)
ARCHIVO DE ROBERTO CASSA
Max Henríquez Ureña 85.
562-1426.
Principalmente contiene originales y copias relativos a los movimientos obreros y los
partidos de izquierda hasta los años de 1970. Esto incluye colecciones de periódicos,
entre ellos de organizaciones políticas y laborales. Asimismo contiene materiales sobre
la historia intelectual de los siglos XIX y XX. Recibió la donación del archivo de
Manuel Gil M., dirigente del Partido Nacionalista. También hay originales del Partido
Socialista (proyecto) y el Movimiento de Unidad Socialista, entidades que existieron
entre fines de los años 70 e inicios de los 80. Por último, tiene unas 200 entrevistas
grabadas a protagonistas de movimientos sociales y políticos desde los años de 1920
hasta los de 1970 y reproducciones de documentos de archivos dominicanos y de otros
países.
BANI
72)
ARCHIVO DE MANUEL VALERA
Duarte 47.
522-3772.
Al igual que otros, es producto de la preocupación por recopilar documentos diversos de
Baní y, en menor medida, de otras ciudades de la región sur, con el expreso propósito de
evitar que sean destruidos o se pierdan, dado el desorden que impera en diversas
instituciones. El propietario es especialista en historia demográfica regional y se ha
propuesto contribuir a la creación de un archivo provincial de Baní.
PUERTO PLATA
ARCHIVO DE RAFAEL BRUGAL
Antera Mota 43.
586-9010.
Está formado en base a documentos de la provincia de Puerto Plata. Hay documentos
públicos y privados, los primeros adquiridos con el fin de evitar su destrucción o
deterioro. Entre estos se cuentan partes de los libros de actas del Ayuntamiento de la
ciudad. Ha reunido materiales diversos sobre personajes e instituciones de Puerto Plata.
Conserva los protocolos íntegros del notario Leandro García, de los más antiguos de la
ciudad (años 1825-1860).
74)
ARCHIVO DE JOSE AUGUSTO PUIG
Circunvalación Norte 27.
586-2703.
Elvia Miller Vda. Puig.
Contiene materiales acerca de la historia de la ciudad. Recibió donación del archivo de
Pedro Spignolio y papeles de la familia de Gregorio Luperón. Entre los materiales más
importantes se encuentran registros demográficos de Puerto Plata, en originales o
copias. Sobresalen además expedientes acerca de los monumentos antiguos de la
provincia. El doctor Puig, fallecido hace unos años, fue un connotado opositor a la
dictadura de Trujillo, por lo que sus papeles incluyen materiales políticos de la época.
SAN JUAN DE LA MAGUANA
75)
ARCHIVO DE MAYOBANEX RODRIGUEZ
Santomé esquina Pedro J. Heyaime.
El propietario desempeñó funciones en el tren administrativo local, como gobernador
provincial y síndico, lo que contribuyó a que pudiera reunir un número considerable de
documentos.
76)
ARCHIVO DE LORENZO PIÑA PUELLO
Se considera la mejor colección de documentos de carácter históricos en la región. Se
desconoce dónde se encuentra en la actualidad.
ARCHIVOS ARZOBISPALES
77)
ARCHIVO HISTORICO DEL ARZOBISPADO
Palacio del Arzobispado de Santo Domingo. Isabel La Católica esq. Pellerano Alfau.
689-8676.
Amancio Escapa, vicario general.
Anteriormente era conocido como Archivo de la Catedral de Santo Domingo. No está
abierto al público, requiriéndose autorización del arzobispo. Distribuido en alrededor de
35 archivadores de cuatro gavetas. Actualmente no cuenta con instrumento descriptivo
pues se ha extraviado el que existía, confeccionado por Luis Rodríguez Guerra.
Contiene los documentos más antiguos del país, los registros demográficos de la última
década del siglo XVI correspondientes a la ciudad amurallada. Los anteriores fueron
destruidos por el corsario Francis Drake, en 1586. En gran parte la documentación
correspondiente al periodo colonial y parte del siglo XIX se encuentra en mal estado. La
cuantía de los fondos conservados se acrecienta a fines del siglo XIX, quizá por el celo
del arzobispo Meriño de organizar la correspondencia. Pero fue el arzobispo Nouel, en
la segunda década de este siglo, que comenzó a concebir la idea de un archivo, y fue
monseñor Beras, cuando era secretario del Arzobispado, en los años 40 este siglo, que le
dio forma plenamente organizada.
Se han hecho varias descripciones someras, siendo la más reciente la de Vetilio Alfau
Durán: "El Archivo de La Catedral", La Nación, 29 de enero de 1946. Desde el punto de
vista práctico la información de Alfau Durán carece hoy de validez pues el archivo fue
reorganizado hace unos 15 años por el entonces vicario Antonio Camilo. Los fondos
fueron reubicados desde cajas a archivadores metálicos.
Los registros de bautismos, óbitos y matrimonios se encuentran en gavetas especiales,
en gran parte con índices anexos. Los registros de bautismos constan de 50 libros, entre
1590 y 1892; los de óbitos y matrimonios se encuentran juntos, entre 1590 y 1601 y de
1610 a 1642; los más antiguos de matrimonios datan de 1644 y los de entierros de 1666.
En la organización previa los libros de bautismos, óbitos y matrimonios se localizaban
en el estante B, con un total de 80 cajas.
Estos registros incluyen los libros correspondientes de las cuatro parroquias en que se
dividía la ciudad de Santo Domingo hasta 1930, trasladados a causa del ciclón de San
Zenón: Santa Bárbara, San Carlos, San Antonio y El Carmen; las parroquias de Santa
Bárbara y San Carlos eran las únicas otras de lo que hoy es la ciudad durante el periodo
colonial. De la misma manera esta sección se ha nutrido de libros parroquiales antiguos
de El Seybo, Hincha, Higüey, Baní y otras poblaciones.
El antiguo estante A, dividido en 40 cajas, contenía la correspondencia del arzobispo
con el Vaticano, el gobierno dominicano y los párrocos.
En el antiguo estante C, de 80 cajas, se reunían materiales disímiles, que incluían, entre
otros, libros de las instituciones educativas, libros de capellanías, actas y resoluciones
del Cabildo Eclesiástico, expedientes matrimoniales, expedientes sacerdotales,
documentos pontificios, cartas pastorales, circulares y memorias de los arzobispos y sus
sustitutos.
Por último, hay un volumen considerable de fotos e impresos, antes localizados en el
estante D, de 40 cajas.
78)
ARCHIVO DEL ARZOBISPADO
Se encuentra en el mismo edificio que el Archivo Histórico del Arzobispado, pero este
se halla en la Cancillería del Arzobispado. Está integrado de documentación reciente, de
unos cuarenta años de antigüedad a lo sumo, que la institución considera vigente para
fines prácticos. Tiene unos 30 archivadores de cuatro gavetas cada uno. Tampoco consta
de instrumentos descriptivos. Algunos de los fondos más importantes son la
correspondencia oficial con la Santa Sede, el gobierno dominicano, las órdenes
religiosas y los párrocos, así como los Nombramientos con sus libros manuscritos y de
expediciones, los Decretos y los Matrimonios y Dispensas Matrimoniales.
ARCHIVOS PARROQUIALES
En todas las parroquias del país existen archivos, pero en su mayoría los fondos son de
procedencia reciente. Algunas parroquias, en cambio, han logrado conservar registros
demográficos desde la época colonial o inicios del siglo XIX. Se ha centrado la atención
en algunos de los fondos con documentación más antigua.
79)
ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTIAGO
Catedral de Santiago, Parque Duarte.
582-2563.
Contiene registros de bautizos, matrimonios y defunciones desde fines del siglo XIX.
Está en la actualidad integrado al archivo de la diócesis de Santiago, contentivo de
correspondencia con el arzobispo, los párrocos, instituciones de la ciudad y la provincia,
etc.
80)
ARCHIVO PARROQUIAL DE LA VEGA
Catedral de La Vega, Parque Duarte.
573-2601.
Carmen O. Peña.
También conocido como Archivo de la Catedral. Está compuesto básicamente, como los
demás, de actos de registro demográfico. Tiene la importancia de que La Vega cubrió
extensas zonas contiguas en tiempos anteriores. Además de los correspondientes al
obispado, contiene documentos civiles diversos relativos a la historia local y regional.
81)
ARCHIVO HISTORICO DE LA PARROQUIA DE BANI
Casa Parroquial, calle Sánchez (frente al Parque Central).
522-5892.
Jorge González Bonilla, presbítero canciller.
Al igual que los restantes, su importancia radica en los registros demográficos, de los
más antiguos del país, pues se inician en la segunda mitad del siglo XVIII. Como los
demás del género, consta esencialmente de los libros de bautismos, matrimonios y
óbitos.
Los libros de bautismos se inician en 1768 y llegan a la actualidad en forma íntegra; son
los únicos que tienen índices actualizados. Los obituarios tienen dos partes: la primera
cubre de 1771 a 1827 y la segunda arranca de 1845 hasta la actualidad. Los libros de
matrimonios se inician en noviembre de 1803 hasta la actualidad.
La documentación no demográfica en su mayor parte fue trasladada al Archivo
Histórico del Arzobispado y una parte que permaneció en este archivo fue destruida en
base a supuestos vinculados a la renovación institucional de los años 60.
82)
ARCHIVO PARROQUIAL DE BAYAGUANA
Iglesia del Santo Cristo de Bayaguana,
525-1482.
Lorenzo Vargas.
Contiene los registros demográficos más antiguos del país después de los existentes en
la catedral de Santo Domingo pues se inician en el siglo XVII, tras la fundación de la
villa. Los libros más antiguos se trasladaron al arzobispado. Los registros demográficos
que conserva se inician hacia 1902. Contiene asimismo papeles varios de la parroquia
desde un momento indeterminado.
83)
PARROQUIA SAN DIONISIO DE HIGUEY
Basílica. Calle A. Guerrero.
554-2291.
Contiene los registros demográficos más antiguos fuera de Santo Domingo. Además de
eje demográfico del extremo oriental, la población alberga un conocido santuario, por la
parroquia contiene información relativa a variados aspectos de la vida regional. Los
libros de bautizos comienzan en 1723.
84)
ARCHIVO PARROQUIAL DE YAMASA
Calle Principal.
525-0794.
Similar a los otros localizados en la porción oriental del país, aunque la aldea no existía
en el periodo colonial. Por eso los registros son más tardíos, iniciándose en la segunda
mitad del siglo XIX.
85)
ARCHIVO PARROQUIAL DE SAN JOSE DE LAS MATAS
Padre Espinosa 30.
578-8277.
Ramón Max Espinal.
Organizado antes de 1970. Tiene la importancia de que San José de las Matas era la
principal población durante el periodo colonial de la zona denominada La Sierra, de
bastante peso demográfico. Cuando fue fundada, la parroquia tenía jurisdicción, además
de La Sierra, sobre gran parte de lo que hoy se denomina Línea Noroeste, es decir el
conjunto del territorio al oeste de Santiago hasta el de la parroquia de Monte Cristy.
Además de las actas de bautismo, matrimonios y fallecimientos, contiene materiales
relativos a la vida económica, como manumisiones de esclavos.
86)
ARCHIVO PARROQUIAL DE PUERTO PLATA
Calle Separación.
586-2362.
Los libros de bautismo existen en las siguientes fechas: 1811-1821, 1826-1836, 18461857, 1877-1890, 1900-1918; las de matrimonios: 1868-1906, 1917-1924; y las de
defunciones: 1841-1858, 1867-1907.
87)
PARROQUIA INMACULADA CONCEPCION DE COTUI
Calle Mella, frente al parque Duarte.
585-2213.
Rafael Delgado.
Una de las más antiguas del país. Consta fundamentalmente de los actos de bautismos, a
partir de 1814 (115 libros), y los de matrimonios, a partir de 1844 (30 libros). Otros
documentos fueron trasladados al Archivo Histórico del Arzobispado.
ORDENES RELIGIOSAS
Los archivos de las órdenes actualmente existentes en el país no tienen materiales
antiguos debido a que todas ellas abandonaron el país después del Tratado de Basilea o
la ocupación haitiana. Con posterioridad a la Independencia, la inestabilidad política
dificultó la reimplantación de órdenes, al tiempo que Fernando A. Meriño, jefe de la
Iglesia en las últimas décadas del pasado siglo y los primeros años del presente, se
opuso exitosamente a su retorno por consideraciones de nacionalismo.
88)
ORDEN DE FRAILES MENORES CAPUCHINOS
Parroquia San Francisco de Asís.
Sabana Larga 12, Ensanche Ozama, Santo Domingo.
594-4684.
José María Guerrero.
La documentación se inicia desde la instalación de la orden, en 1909. Incluye
resoluciones de la curia provincial y vice-provincial, de las asambleas en América
Latina y de las conferencias de capuchinos en el Caribe, América Central y México.
Tiene tres archivadores divididos en expedientes personales y temáticos, sin indizar.
89)
ARCHIVO DE LA PROVINCIA DE LAS ANTILLAS DE LA COMPAÑIA
DE JESUS
Curia de la Casa Provincial.
Correa y Cidrón 28, Santo Domingo.
José Saco y José Luis Sáez.
Todavía está dividido en dos secciones: el Archivo de la Provincia (APA) y el Archivo
Histórico de la Provincia (AHA). El segundo está supuesto a integrarse al primero y se
encuentra bajo custodia de José Luis Sáez. Contiene documentación original a partir de
1936, fecha en que se reinstaló la orden en el país hasta el establecimiento de la Viceprovincia en 1961. Contiene sobre todo materiales de las parroquias de Dajabón y Loma
de Cabrera así como de la residencia del Santo Cerro, avanzadas de la orden, junto a
expedientes personales. Cuenta asimismo con copias de documentos de la sede central
de la Compañía en Roma, correspondientes al siglo XVIII. Tiene dos archivadores de
cuatro gavetas, en parte bajo inventario.
El Archivo de la Provincia comenzó a organizarse en 1963, a poco de establecerse la
sede vice-provincial, elevada a Provincia en 1968. Está catalogado por obras: colegios,
parroquias, seminario. También tiene expedientes personales, de vivos y difuntos, actas,
consultas y correspondencia oficial con Roma, los obispos y el gobierno dominicano.
Consta de 13 archivadores de cuatro gavetas, todos con sus correspondientes índices por
expedientes. El acceso requiere de autorización del provincial.
José Luis Sáez da cuenta de aspectos de los fondos en Los jesuitas en la República
Dominicana, 2 vols., Santo Domingo, 1988.
90)
ORDEN DE LOS PREDICADORES
Parroquia Santo Tomás de Aquino.
Av. Independencia 103, Santo Domingo.
689-7713.
Luis Oregui, vicario, y José Rodríguez, archivero.
Aunque la orden operó en el país entre 1510 y 1822, de esos siglos todos los
documentos se encuentran en la Provincia de España (centro y norte), en Roma y otros
archivos. Reinstalada en el país en 1954, sus fondos incluyen actos de los superiores,
correspondencias, reuniones de la provincia, destinos y la dirección del Liceo Ulises
Francisco Espaillat de Santiago. No tiene instrumentos descriptivos.
91)
SOCIEDAD DE MISIONES DEL SAGRADO CORAZON
Despradel 15, Los Prados, Santo Domingo.
566-6998.
Los documentos se inician en 1936, fecha en que la orden comenzó las actividades en el
país. Contiene expedientes de sus miembros, casi todos canadienses al inicio y ahora
muchos dominicanos, correspondencia con Roma y Quebec y los obispados del país, así
como expedientes por obras, con su historial correspondiente. Tiene cuatro archivadores
e índice alfabético-numérico por asuntos.
ANEXO
ALGUNOS ARCHIVOS EN EL EXTERIOR
ESPAÑA
Para los siglos coloniales, con excepción de los fondos arriba referidos, el grueso de la
documentación se encuentra en archivos españoles. En otros países comienza a
localizarse material de importancia desde el siglo XVIII, señaladamente en Francia a
causa de la importancia que para ella tenía la colonia de Saint Domingue. Respecto al
siglo XIX se encuentran abundantes fuentes en Inglaterra, Francia, España y Estados
Unidos. El material en Estados Unidos se prolonga a todo el siglo XX.
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS. Sevilla.
En lo fundamental los fondos se inician tras la creación del Consejo de Indias, en 1523,
aunque contienen materiales de Santo Domingo entre 1492 y 1821. Se localiza
principalmente en la sección Audiencia de Santo Domingo, dividida en partes secular
(civil y militar) y eclesiástica, con unos 2,300 legajos. Porciones de estos legajos se
refieren a Puerto Rico, Cuba y Venezuela. También es importante la sección Patronato,
relativa a la etapa antillana de la expansión española y la inicial de México, con unos
300 legajos. Otras secciones son Justicia, Indiferente General, Contaduría, Contratación,
Escribanía de Cámara, Estado y Casa de Alba. No tiene catálogos, sino inventarios
someros, con excepción de Patronato y Mapas y Planos.
ARCHIVO DE PROTOCOLOS DE SEVILLA.
Contiene información sobre transacciones comerciales entre España y Santo Domingo
desde la época de la conquista. Para Santo Domingo es de importancia durante el siglo
XVI. Sobresale la Escribanía de Alonso de Cazalla, que cubre el grueso de la primera
mitad del siglo XVI.
ARCHIVO DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA
Sobresale, para estos fines, la sección Tumbo de los Reyes Católicos (hasta 1515).
ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE SEVILLA
Debe contener información de la primera mitad del siglo XVI, mientras el obispado de
Santo Domingo fue sufragáneo del Arzobispado de Sevilla, lo que concluyó en 1544,
con la creación del Arzobispado de Santo Domingo.
ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS. Valladolid.
En la sección Reyes Católicos todavía se encuentra la mayor parte de la documentación
previa a la creación de la Real Audiencia de Santo Domingo, en 1511. Para la primera
mitad del siglo XVI son de importancia las secciones Guerra Antigua y Guerra
Moderna, con expedientes de servicios de personajes relevantes. Para el siglo XVIII
sobresale la sección Secretarías de Estado, debido a la pérdida de importancia del
Consejo de Indias, bajo Felipe V. También son de anotarse las secciones Consejo Real
de Castilla y Patronato Real. Sólo algunas secciones constan de catálogos.
ARCHIVO HISTORICO NACIONAL. Madrid.
En la sección Consejo de Castilla hay documentación de los siglos XVI y XVII. El siglo
XVIII básicamente se encuentra en Ministerio de Ultramar y el periodo de
Reincorporación a España, o Anexión, 1861-65, en Ultramar. Por último, cuenta con
una documentación pequeña en Inquisición. Hay catálogo somero.
BIBLIOTECA NACIONAL. Madrid.
En la sección Manuscritos se encuentran donaciones de oidores y otros funcionarios en
América de todo el periodo de dominación española. Hay catálogo actualizado.
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. Madrid.
Básicamente interesa la Colección Muñoz, contentiva de copias y originales de
documentos de los siglos XVI al XVIII. No pocos originales de los documentos
copiados se han perdido. Tiene catálogo.
ARCHIVO MILITAR. Segovia.
Debe contener datos de las unidades militares del siglo XVIII, cuando existió el
Regimiento Fijo de Santo Domingo.
ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGON. Barcelona.
En varias secciones se encuentra documentación de Santo Domingo, sobresaliendo la
Compañía de Barcelona, entidad que gozó de franquicias monopólicas a mediados del
siglo XVIII.
ARCHIVO DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES. Alcalá de Henares.
Por una parte contiene la documentación diplomática de los años 1821 a 1860 y, por la
otra, desde 1865 hasta aproximadamente 1950, que incluye la sección consular.
ESTADOS UNIDOS
NATIONAL ARCHIVES AND RECORD ADMINISTRATION. Washington.
Contiene series íntegras de la correspondencia diplomática y consular con República
Dominicana, que se inicia regularmente poco después de la independencia nacional, en
1844. Se ofrece en venta en microfilmes. Otra sección de importancia es la de Marina,
donde se encuentra la correspondencia del Gobierno Militar de Ocupación (1916-1922).
MARINES CORP HISTORICAL CENTER. Washington.
Dada la asignación del gobierno militar de 1916-22 a la Infantería de Marina, en este
archivo se encuentran materiales consignados por Bernardo Vega acerca de República
Dominicana. Entre ellos hay narraciones grabadas y expedientes personales de oficiales
y soldados.
BIBLIOTECA EISENHOWER. Abilene, Kansas.
Se encuentran correspondencias, memorandums y notas del presidente estadounidense,
casi todos de la década de 1950.
BIBLIOTECA JOHN F. KENNEDY. Boston.
Al igual que la anterior, relativa a actos gubernamentales de ese presidente
estadounidense. Los documentos más importantes se refieren a la fase final de la
dictadura de Trujillo y la transición hacia un nuevo sistema político.
BIBLIOTECA LYNDON B. JOHNSON. Texas.
Actas, memorandums y documentación diversa en que intervino el presidente de los
Estados Unidos, en especial relacionada con la invasión de 1965. Todavía hay material
parcialmente clasificado.
FRANCIA
ARCHIVES NATIONALES. Paris.
Se encuentran documentos variados sobre los siglos XVI al XIX y parte de la
documentación diplomática de los siglos XIX y XX.
MINISTERE DES AFFAIRES ETRANGERES. París.
Contiene la correspondencia diplomática y consular de Francia en los siglos XIX y XX.
BIBLIOTEQUE NATIONALE. París.
Manuscritos de libros y otros textos, sobre todo del siglo XVIII.
INGLATERRA
BRITISH MUSEUM
Se han reportado documentos de variados tipos.
FOREIGN OFFICE.
En el Public Record Office se la documentación diplomática desde mediados del siglo
XIX.
CUBA
ARCHIVO NACIONAL DE CUBA. La Habana.
Hay varios fondos con material procedente de República Dominicana. Sobresale la
sección Audiencia de Santo Domingo, con documentos sobre todo de la segunda mitad
del siglo XVIII. En la sección Asuntos Políticos hay bastante documentación oficial
posterior al Tratado de Basilea de 1795. Se debe ver también el Archivo de Máximo
Gómez.
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA
Aunque no se reportan hasta el momento manuscritos, contiene una colección de
folletos dominicanos de fines del siglo XIX e inicios del XX.
INSTITUTO DE LITERATURA Y LINGUISTICA. La Habana.
Archivo Personal de la Familia Henríquez Ureña. Contiene correspondencia de los
integrantes de la familia desde 1877 hasta 1973. También tiene originales de obras
literarias, ensayos, conferencias, etc. Está descrito: Marcia Castillo Vega, Catálogo del
Archivo Personal de la Familia Henríquez Ureña, Santo Domingo, 1994. Una parte
considerable de los fondos se ha editado recientemente: Arístides Incháustegui y Blanca
Delgado Malagón (comps.), Familia Henríquez Ureña. Epistolario, Santo Domingo,
1994.
HAITI
ARCHIVES NATIONALES. Port-au-Prince.
Contiene documentación dominicana de la primera mitad del siglo XIX, en especial del
periodo de la dominación haitiana (1821-1844). Gran parte de la documentación se ha
perdido o se encuentra en pésimo estado. Hasta donde se ha podido establecer, no hay
instrumentos descriptivos.
BIBLIOTECA DE LOS PADRES DE SAINT LOUIS GONZAGUE. Port-au-Prince.
Entre los materiales que contiene cabe destacar las colecciones de periódicos haitianos
de la primera mitad del siglo XIX. No se ha reportado la existencia de manuscritos
relativos a los dominicanos.
PUERTO RICO
ARCHIVO GENERAL DE PUERTO RICO
Contiene documentación dominicana, especialmente relativa a los emigrados de finales
de la primera década del siglo XIX. En la prensa puertorriqueña de fines del XIX e
inicios del XX colaboraron intelectuales dominicanos.
UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO. RECINTO DE RIO PIEDRAS
Centro de Investigaciones Históricas. Fondo Santiago Michelena. Donativo de la
familia Michelena, de origen puertorriqueño. Contiene información empresarial de las
compañías de la familia y otros materiales. Se encuentra en el Centro de Investigaciones
Históricas. Tiene catálogo.
Archivo del Bufete de Francisco J. Peynado. Reciente adquisición de la Escuela de
Derecho, en contravención con principios reconocidos en la materia. Es el más
importante de República Dominicana en su género durante las primeras tres décadas del
siglo XX. El bufete pasó a ser dirigido, desde fines de los años 20, por Julio Peynado,
hijo del fundador. Presumiblemente contiene más de 10,000 expedientes de clientes,
entre los cuales sobresalen compañías extranjeras. Está en proceso de catalogación y
aún no abierto al público.
1 Información de M. H. Trouillot, su antiguo director, febrero de 1979.
2Gilberto Sánchez Lustrino, "Los archivos dominicanos", Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN), I (1938), 3-13.
3 En varios juicios de residencia y visitas se tomaba control de la documentación, al advertirse la dificultad de su conservación durante cierto
tiempo. Información de Raimundo González.
4 A diferencia de los bucaneros y piratas, que aparentemente destruían toda la documentación que hallaban, los invasores haitianos
respetaban los archivos eclesiásticos; en cambio, en principio se esmeraron en destruir documentaciones gubernamentales, siguiendo la
tradición anti-esclavista.
5 Partes de los fallos durante el periodo de dominación haitiana han sido publicados por Ramón Lugo Lovatón, en "Sentencias penales de la
época haitiana, de 1822 a 1831", BAGN, desde XVI (1953), 329-353. Estas fuentes han sido usadas para reconstruir episodios políticos,
como el conato de sublevación contra el gobierno haitiano en 1823: Emilio Rodríguez Demorizi, "Apuntes y documentos. La revolución de
Los Alcarrizos", BAGN, III (1940), 136-142.
6 Fue el caso del incendio del Palacio de Justicia en 1928, lo que se atribuyó a Rafael Leonidas Trujillo, entonces jefe del ejército, con el fin
de borrar evidencias de actos delictivos de familiares.
7 Comienza en "Archivo General de Bayaguana, 1607-1920. Catálogo", BAGN, XX (1957), 156-174. Para una orientación sobre las
sucesivas partes publicadas del catálogo, véase Tobías Cabral, Indice de Clío y del Boletín del Archivo General de la Nación, Santo
Domingo, 1972, 134.
8 La autora de los catálogos hizo una descripción analítica de uno de los fondos: María Ugarte de Brusiloff, "El Archivo Real de
Bayaguana", BAGN, V (1942), 155-163.
9 Por ejemplo, "Insurrección de negros esclavos, 1812-1813", BAGN, IX (1946), 285-288. Se trata de un documento proveniente del
Archivo Real de Monte Plata.
10 Se han publicado selecciones de estos documentos: "Archivo Real de Higuey", BAGN, IX (1946), 157-172; "Archivo Real de
Bayaguana", BAGN, IX (1946), 173-190.
11 Del Directorio se puede inferir que no siempre los invasores haitianos de 1805 atacaron todos las oficinas u otros locales, como los de
templos parroquiales. No se registran destrucciones significativas en las invasiones haitianas de 1801 y 1822. Pero sí es posible que las
hubiera en las incursiones en zonas próximas a la frontera, entre 1844 y 1856.
12
En 1849, por ejemplo, se quemó por accidente el archivo de la Parroquia de San Carlos, todavía villa vecina de la ciudad
amurallada, hecho de consecuencias irreparables para la historia demográfica. Para referir un caso intencional, en 1900 se quemaron fondos
de mediados del XIX por ser "muy viejos", entre los que se citan las actas de la Junta Central Gubernativa, primer gobierno dominicano de
1844, así como las de la Asamblea Constituyente de San Cristóbal, del mismo año. G. Sánchez Lustrino, "Los archivos", 5-6; Eliseo Grullón,
"Acerca del Archivo Nacional", BAGN, VII (1944), 310-313.
13 Un primer inventario de los documentos existentes en la catedral está reproducido por Emilio Rodríguez Demorizi, "Apuntes y
documentos. Inventario de la Catedral de Santo Domingo", Clío, XIV (1956), 45-59; véase, además, a Vetilio Alfau Durán, "El Archivo de la
Catedral", La Nación, 29 de enero de 1946.
14 "Fondos del Archivo de la Nación, Documentos de la época colonial, 1733-1795," BAGN, VIII (1945), 8-22.
15 "Documentos del Archivo Nacional de Cuba", BAGN, XI (1948), 55-69, 160-167, 382-399; XII (1949), 25-37, 194-207, 326-339.
16 No se ha logrado establecer la causa de que no se localicen los libros de protocolos hasta la segunda década del XIX. Probablemente se
trasladaron a Cuba o a España, pero no hay informes de su existencia en archivos de esos países.
17 Explicación que se debe a comunicación de Raimundo González. Añade que la revisión de la comisión de composición que él realizó en
el Archivo General de Indias le permite concluir que anteriormente la generalidad de propietarios carecían de títulos.
18 Los estudios que se han publicado en base a ellos están concebidos desde un ángulo jurídico, aunque algunos contienen información
histórica. Véase, por ejemplo, Alcibíades Alburquerque, Títulos de los terrenos comuneros en la República Dominicana, Ciudad Trujillo,
1961.
19 "Registros del Estado Civil, 1807-1923", BAGN, XX (1958), 237-242.
20 Información de Manuel Valera.
21 Desde muy pronto se editaron partes de esos materiales. Para el área judicial, por ejemplo, véase Colección de las sentencias dictadas por
la Suprema Corte de Justicia de la República desde agosto de 1965 a la fecha, Santo Domingo, vol. I, (1875).
22 La más conocida, debido a la publicación de gran parte de su catálogo, es la serie de Relaciones Exteriores. Cubre gran parte de los
números del órgano del AGN, iniciándose en "Indice general de los libros copiadores de oficios de la Secretaría de Relaciones Exteriores",
BAGN, I (1938), 65-84.
23 Tal tipo de material, emitido entre 1844 y 1860, constituye el grueso de los volúmenes editados bajo dirección de Manuel A. Peña Batlle
en 1944 con motivo del centenario de la Independencia.
24 "Fondos de la Anexión a España, 1861-1865. Catálogo, Archivo General de la Nación, Sección G", BAGN, XIX (1956), 162-239, 260337.
25 Por ejemplo, al retornar la administración de Aduanas al Estado dominicano, en 1940, se recibió el archivo de la Receptoría General de
Aduanas, existente desde 1905 hasta ese año. Se encuentra en el AGN en unos 20 archivadores. La documentación propiamente financiera
yace en el Banco de Reservas, debido a la adquisión por este de la sucursal del National City Bank, que hizo las veces de agente fiscal
durante alrededor de 30 años. Véase Roberto Saladín. Historia del Banco de Reservas de la República Dominicana, 1941-1981, Santo
Domingo, 1982.
26 Como se observa en el Directorio, hay una sección del AGN que reúne una documentación de algunas de las reparticiones centrales entre
1916 y 1924. Aunque consta de catálogo, no parece que haya sido publicado. Los anexos de las secretarías de estado siguieron engrosándose
al igual que antes en los años previos.
27 Detalles adicionales sobre los precedentes se ofrecen en el Directorio.
28 Desborda las posibilidades de este escrito detallar el espectro de fuentes editadas en aquellos años, que es considerable. Baste señalar que
Emilio Rodríguez Demorizi, el principal compilador, editó decenas de volúmenes de fuentes. Para la época colonial destacan Relaciones
históricas de Santo Domingo, 3 vols., Ciudad Trujillo, 1942-1956; para la primera fase del Estado nacional, Documentos para la historia de
la República Dominicana, 3 vols., Ciudad Trujillo, 1944-1959. En la segunda mitad de los años 50 la Academia promovió la edición de
varias colecciones: entre otros véase de Marino Incháustegui, Documentos para estudio, 2 vols., Buenos Aires, 1957; del mismo autor,
Reales cédulas y correspondencia de gobernadores de Santo Domingo, 6 vols., Madrid, 1958.
29 Antonio Delmonte y Tejada, Historia de Santo Domingo, 4 tomos, Santo Domingo, 1892.
30 Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, Documentos históricos provenientes del Archivo de Indias, 5 vols., Santo Domingo, 19241929.
31 Hasta donde se puede juzgar, la labor tangible de Centromidca en relación al AGN se redujo a la reproducción de unas pocas colecciones
de periódicos del siglo XIX. Una parte de los microfilmes se han arruinado por la ausencia de criterios para su conservación.
32 El fondo ha sido ya descrito por Humberto García Muñiz, "El Bufete Corporativo Peynado y Peynado de la República Dominicana y su
importancia para los estudios caribeños", Río Piedras, Instituto de Estudios del Caribe, agosto de 1994.
33 Una nieta de Francisco J. Peynado propuso, con autorización de su padre, Julio Peynado, que el archivo se declarara patrimonio del
Estado. Josefina Peynado, "Mi oposición a la venta de la Biblioteca y Archivo de Francisco J. Peynado Huttlinger (Pancho), 1867-1933",
Listín Diario, 19 de octubre de 1992. Posiblemente por este alegato, el presidente Joaquín Balaguer emitió el decreto 334-92, del 16 de
noviembre de 1992, en que declara dicho fondo "riqueza histórica de la nación", prohibiendo expresamente su traslado fuera del país y
creando una comisión dirigida por el presidente de la Academia Dominicana de la Historia. Que se sepa, dicha comisión no ha dado ningún
paso ante la venta del acervo. Se agradece información al respecto a Emilio Cordero Michel.
34 En el Museo de las Casas Reales, por ejemplo, existen copias de grandes partes de las colecciones de Marino Incháustegui y César
Herrera, además de documentos copiados por Pedro Julio Santiago y la misión dirigida por Vicente Rubio, todos provenientes de España. La
Fundación Cultural Dominicana adquirió microfilmes de gran parte de la correspondencia diplomática estadounidense del siglo XX. En la
Casa de Francia hay copias de una parte de la correspondencia de la legación diplomática francesa en el país desde el siglo pasado.
35 José Manuel Hernández, "La acción cultural de los archivos municipales canarios: ¿utopía o evidente necesidad?". Comunicación al IV
Coloquio de Historia de las Islas del Atlántico, Gran Canaria y Tenerife, 9-14 de octubre de 1995.
36 No significa que dichos textos no contengan aportes. Al menos pueden útiles para derivar mecanismos del protagonismo de las élites
políticas regionales. Para diversos casos, véanse: Guido Despradel y Batista, Historia de la Concepción de La Vega, La Vega, 1938; José
Altagracia Robert, La evolución histórica de Barahona, Ciudad Trujillo, 1953; Miguel Angel Monclús, Historia de Monte Plata, Santiago, s.
f.
37 La literatura al respecto tiene más calidad, tal vez sobre todo por su connotación literaria. Hay antecedentes en forma de memorias, como
Emilio Joubert, Cosas que fueron, Ciudad Trujillo, 1936. Aparecen luego obras acabadas, sobresalientes en la historiografía nacional: por
ejemplo, Sócrates Nolasco, Viejas memorias, Santiago, 1941; Francisco Moscoso Puello, Navarijo, Ciudad Trujillo, 1956. Posteriormente se
desarrolló una abundante producción que, además de Santo Domingo, incluye a una buena parte de las poblaciones. Por ejemplo, Pedro R.
Batista, Santiago a principios de siglo, Santo Domingo, 1976; Felipe González López, Leyendas y tradiciones puertoplateñas, Ciudad
Trujillo, (1955); Sigfrido Objío, Baní, cosas antiguas, Ciudad Trujillo, 1958.
38 Entre otros se puede destacar el de José Antonio Sosa Jiménez, Hato Mayor del Rey, Santo Domingo, 1993. Entre sus aportes, este libro
contiene información abundante acerca del bandidaje político y social de inicios del siglo XX.
39 En base a otras fuentes, Pedro San Miguel ha trabajado la historia agraria del Cibao, medio de establecer generalizaciones para el resto del
país. Véase "The Dominican Peasantry and the Market Economy: The Peasants of the Cibao, 1880-1960", Tesis de doctorado en historia,
Universidad de Columbia, New York, 1987.
40 Ya se han efectuado levantamientos de porciones de esos materiales. Por ejemplo, Emilio Cordero Michel, María Filomena González y
quien esto escribe han fichado correspondencias sobre el bandidaje político a inicios del siglo XX y la resistencia rural a la intervención
militar norteamericana de 1916.
41 Ejemplos sobresalientes son los volúmenes de Jaime Domínguez sobre el proceso político posterior a la Independencia: vgr. el último de
ellos, La sociedad dominicana a principios del siglo XX, Santo Domingo, 1994.
42 Constituye la excepción a la regla la investigación realizada por María Angustias Guerrero en base a los ramos de Interior y Policía y
Trabajo del AGN: Tras las huellas. La mujer dominicana en el mundo del trabajo, 1900-1950, Santo Domingo, 1991.
43 Un resultado de su parcial revisión es mi libro Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana, Santo Domingo, 1990.
44 Quien ha tenido mayor oportunidad, por lo visto, de consultar dicho depósito es Bernardo Vega. Véase, por ejemplo, Trujillo y Haití, t. I,
Santo Domingo, 1986.
APROXIMACIÓN GENERAL A LOS FONDOS DOCUMENTALES
MANUSCRITOS CUBANOS DEPOSITADOS EN LOS ARCHIVOS
ESPAÑOLES.
Luis Miguel García Mora
Centro de Estudios Históricos, C.S.I.C./ Fundación Mapfre América.
La presente comunicación es producto de un proyecto más amplio que en la actualidad
está desarrollando la Fundación Mapfre América dirigido por Silvia Hilton e Ignacio
González Casasnovas y titulado Centro de Referencias Refmap. En el mismo se
pretende la localización y posterior puesta a disposición del investigador de cualquier
instrumento de investigación impreso que describa fuentes manuscritas, conservadas en
cualquier biblioteca o archivo del mundo y que sean de interés para la historia de
América entre 1492 y los principios del siglo XX. El primer fruto de este proyecto es la
publicación Fuentes manuscritas para la historia de Iberoamérica. Guía de instrumentos
de investigación, aparecida este mismo año, en la que se reúnen más de 3.700
referencias, de las que la biblioteca de la Fundación Mapfre posee sobre la 1.900. En la
actualidad el número de referencias asciende más de 4.100, de las que la biblioteca de la
Fundación dispone sobre las 2.200. Sobre el conjunto de estas referencias está elaborada
esta comunicación.
Pretendemos una aproximación general a los fondos cubanos más relevantes
depositados en los archivos españoles. La dilatada relación colonial de Cuba con España
y la importancia que esta relación tuvo en todos los ordenes, nos induce a pensar que en
la mayoría de los archivos históricos españoles podremos encontrar un documento que
directa o indirectamente haga referencia a Cuba. En esta comunicación sólo nos
centraremos en las colecciones documentales de mayor envergadura.
Nos proponemos diferenciar entre, las colecciones documentales públicas depositadas
en archivos públicos y las colecciones documentales privadas radicadas en archivos de
acceso público. Quizás los fondos del Archivo General de Indias sean los más
conocidos, por la importancia que este archivo tiene para los tres primeros siglos de la
historia de colonial de España en América. Por ello, nos centraremos más el siglo XIX
en donde Cuba, emancipado el continente americano, se convierte en la principal
colonia de la monarquía española. En esta determinación nos ratifica la cercanía del
centenario de la crisis de 1898, que puede animar a nuevos investigadores a abordar la
historia de Cuba de fines del siglo XIX.
1.- Colecciones documentales públicas en archivos públicos.
Sin lugar a dudas se pude catalogar al Archivo General de Indias como el más
importante del mundo con respecto a la historia de Hispanoamérica entre 1492 y 1825.
En sus distintas secciones se deposita un rico acervo documental solo en parte
explorado y del que tendrán que salir muchas de las futuras investigaciones históricas
que nos expliquen el pasado de América para comprender su presente.
Noticias sobre Cuba podemos encontrar en casi todas las secciones del Archivo, pero
nosotros sólo nos centraremos en describir aquellos fondos que por volumen de
información y por la calidad de la misma son los más relevantes.
De esta manera, la Sección Primera, Patronato, ofrece información para la Cuba del
siglo XVI. Allá encontramos en la serie 3ª, leg. 51, información de méritos y servicios
de descubridores y conquistadores, entre 1532 y 1600. En la misma sección, en la serie
5ª, papeles y cartas de buen gobierno, los legajos 177 y 178 se dedican a describir lo que
pasaba en Cuba entre 1514 y 1603.
Las secciones IV, Justicia y VI, Escribanía de la Cámara de Justicia, son
complementarias y si en el Archivo de Indias se encuentran separadas obedece a la
distinta procedencia de sus fondos. Mientras que los papeles de Justicia fueron
trasladados desde el Archivo de Simancas, los de la Escribanía provienen del antiguo
Consejo de Indias de Madrid.
Dentro de la sección IV, Justicia, interesan para Cuba los papeles de la serie titulada
Audiencia de Santo Domingo con un ámbito cronológico que va de 1515 a 1600. En la
primera parte de esta serie se recogen los autos vistos en las audiencias de Indias y que
fueron remitidos en apelación al Consejo Real de Indias. De esta parte nos interesan los
legajos 1-106. La segunda parte alberga los autos vistos en el Consejo de Indias y de
ellos nos conciernen los que van del 971 al 1003.
De la sección VI, Escribanía de la Cámara de Justicia, que como hemos dicho antes en
complementaria de la cuarta y por ello las tratamos de manera conjunta, nos vuelve a
atraer la documentación acomodada en la Audiencia de Santo Domingo. Los papeles se
dividen, según los asuntos que traten en pleitos, juicios de residencia a los empleados
coloniales y comisiones. Para el caso de Cuba, nos concierne concretamente el acervo
colocado bajo el epígrafe Gobernación de la Habana, que se corresponde con los legajos
número 36 al 118, abarcando información de 1574 a 1731.
La sección V del Archivo de Indias, Gobierno, quizás se la que más información sobre
Cuba disponga de todo el Archivo. Fue sobre la documentación de estos fondos sobre la
que se basó la publicación del Catálogo de los fondos cubanos del Archivo General de
Indias que se publicó en Sevilla entre 1929 y 1983. Dentro de la Sección V es la parte
de Cuba de la Serie Audiencia de Santo Domingo la que nos atañe. La documentación
de Cuba se divide en 4 epígrafes de acuerdo con el origen de la misma:
1.Documentación de Simancas, con una cronología que abarca de
1519 a 1701 y que se corresponde con los legajos número 99 al 154.
2.número 324 al 534.
Secretarías, con documentación entre 1601 y 1833, en los legajos
3.Registros, que viene a ser el Boletín Oficial manuscrito de
América, en donde podemos encontrar toda la legislación indiana. Los límites
cronológicos van de 1529 a 1816, correspondiéndose con los legajos del 1121 al 1125.
4.Consejo y Ministerios. Recoge documentación de 1558 al 1858 en
los legajos 1127 al 2279.
Para los interesados en la esclavitud en Cuba es de obligada consulta un grupo de
legajos de la serie Indiferente General, números 2729 al 2765, de la Sección V
agrupados bajo el título "Asiento de Negros", con documentación que va de 1536 al
1818.
La sección X, Ultramar, y la XI, Capitanía General de Cuba, del Archivo General de
Indias complementan los fondos instalados en la sección V, siendo a su vez estos
continuados por las series del ministerio de Ultramar depositadas en el Archivo
Histórico Nacional de Madrid. De la sección X, Ultramar, nos interesan los legajos que
van del 1 al 401 y que abarcan de 1745 a 1864.
La sección XI, Capitanía General de la isla de Cuba, comprende documentación
generada por esta Capitanía o por territorios que desde allí fueron gobernados como la
Luisiana y la Florida, Santo Domingo o las relaciones con México y el continente tras la
independencia. Por ello, aunque la serie de Capitanes Generales, 1766-1845 y legajos
1049 al 2266 y también el legajo 2350, es la que más directamente tiene que ver con
Cuba, en las otras series quizás también se puedan localizar documentos relevantes para
la historia de la grande antilla.
Nos quedan por reseñar tres últimas secciones del Archivo General de Indias con
documentación sobre Cuba. La sección VIII, Correos, tiene documentación cubana
referente a este ramo (diarios de navegación, correos marítimos y vapores correos,
correspondencia y expedientes) en la serie titulada Habana, con un ámbito cronológico
de 1764 a 1845, comprendiendo los legajos del número 256 al 331.
La sección IX alberga los papeles del Ministerio de Estado (lo que en la actualidad se
conoce con Asuntos Exteriores) que tienen que ver América. Es una documentación que
se complementa y continúa tanto con la depositada en el Archivo Histórico Nacional,
como con los fondos del Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores. De esta sección
novena nos interesa la documentación agrupada en la serie Santo Domingo que guarda
papeles de Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, Luisiana y Florida, en 19 legajos entre
1729 y 1834. Es una documentación fundamental para conocer la Cuba de fin de siglo,
de la Revolución Francesa y de la Independencia del Continente. Aunque el primer
documento de la serie está fechado en 1729, el grueso de la documentación parte de
1785, con algunos documentos anteriores que hacen alusión a la toma de La Habana por
los ingleses en 1762.
La sección XV, Tribunal de Cuentas, recoge los fondos americanos de este tribunal. En
la serie B, titulada Isla de Cuba, encontramos las cuentas de la administración colonial
de Cuba entre 1851 y 1887, catalogando la documentación a la partir de las 38 cabezas
de distrito en que estaba dividida la isla a mediados del siglo XIX.
No quisiéramos acabar estas referencias generales al Archivo de Indias sin decir algunas
palabras sobre un archivo privado, pero depositado por deseo expreso de sus dueños en
el Archivo de Indias. Nos referimos al Archivo del General Polavieja ubicado en la
sección de Diversos. La documentación, que se extiende cronologicamente entre 1876 y
1898, contiene informes de su actuación en Cuba y Filipinas, además de encontrarse
noticias sobre la guerra de Cuba: fotografías, recortes de prensa, telegramas, diarios de
operaciones, revistas políticas, correspondencia oficial, etc.
El Archivo Polavieja está dividido en 2 grupos Cuba y Filipinas, con un total de 502
documentos, 315 sobre Cuba (legajos 7 al 25) y 287 sobre Filipinas. Están organizados
por orden cronológico y temático. Aunque el grueso de la información se refiere a los
años de 1878-81 y 1890-92, en los que Polavieja fue Gobernador de Puerto Príncipe y
Gobernador General de la Isla de Cuba, también hay numerosos documentos entre estas
fechas y hasta 1898, producto de las profundas relaciones que Polavieja mantuvo con
distintos personajes y autoridades coloniales cubanas.
Los fondos americanos del Archivo General de Simancas son, indudablemente, de
menor importancia que los del Archivo de Indias, pero en gran medida completan la
documentación depositada en el archivo sevillano. Para el caso de Cuba la
documentación consignada en Simancas pertenece en su gran mayoría al siglo XVIII.
En la sección Secretaría de Marina, serie de asientos, podemos encontrar papeles sobre
la Compañía de Comercio de La Habana, que cubren algunas de las lagunas que sobre
esta Compañía tienen los documentos del Archivo de Indias, que recientemente han sido
catalogados. La información disponible abarca de 1720 a 1789 (Legs. 597 al 659). Otra
información de interés es la relativa a la toma de La Habana por los ingleses y su
posterior reconquista.
En la sección Secretaría de Guerra es quizás donde mayor información de Cuba
encontremos. La serie 104, titulada Cuba, nos ofrece aspectos como la correspondencia
con los capitanes generales de Cuba, informes sobre el estado de las fuerzas militares de
la isla y sobre la formación del regimiento fijo de Cuba. Comprende documentación de
1787 a 1800 (legs. 6840-6883). En la serie 117 del mismo fondo aparecen las hojas de
servicio de los militares que sirvieron en Cuba, entre 1786 y 1809 (legs. 7259-7265). A
partir de la información de esta serie podemos determinar la estructura y composición
de las distintas unidades que sirvieron en el ejército de Cuba como fueron los
Escuadrones de Dragones, Milicias Urbanas, Batallones de Voluntarios Blancos,
Batallones de Pardos y Morenos libres, etc. A su vez la documentación de esta serie se
culmina con la siguiente, serie 118, en donde ser recogen las revistas de inspección
pasadas a los ejércitos de Cuba entre 1787-1800 (legs. 7299-7300). También incluye
documentación de la toma de La Habana por ingleses en 1762.
Dentro de la extensa sección de Hacienda, la sub-sección Secretaría y Superintendencia
de Hacienda alberga documentación de fines del siglo XVIII (1764-1799, legs. 234250) sobre el establecimiento y rentas de la Intendencia de La Habana. Otra sub-sección
de Hacienda, Dirección General de Rentas, en su serie número 36 tiene información
sobre la industria y comercio del tabaco en Cuba entre 1726 y 1780.
Si para las primeros siglos de presencia española en Cuba son fundamentales los fondos
del Archivo General de Indias y Simancas, sin duda alguna el Archivo Histórico
Nacional dispone de la principal colección documental española para la historia de
Cuba, Puerto Rico y Filipinas en el siglo XIX. Allí están depositados, desde el año
1900, los fondos producidos por la administración del Ministerio de Ultramar entre
1863 y 1899, encontrándose alguna documentación de etapas anteriores que fue
integrada al archivo, procedente de los distintos organismos que entre 1790, año en que
desaparece la Secretaría de Despacho de Indias, y 1863 se habían hecho cargo de los
asuntos de Ultramar. Del análisis de los papeles del Ministerio de Ultramar se pude
reconstruir la evolución social, política y económica de las últimas posesiones del
imperio ultramarino español.
Los temas de guerra y diplomáticos no eran competencia exclusiva del Ministerio de
Ultramar y es por ello, que en la Sección de Ultramar de este archivo no se encuentra el
grueso de la información referente a la última guerra. Sus distintos fondos y series
contienen información sobre el período que complementa a la existente en los archivos
militares y del Ministerio de Asuntos Exteriores. La documentación de este archivo se
desperdigó más a partir de 1920, tras la aplicación de una real orden, por la que se
trasladaron algunos expedientes al Ministerio de la Guerra. Desconocemos el criterio
que los funcionarios del Ministerio de la Guerra aplicaron a la hora de requisar los
documentos de la Sección de Ultramar, pero principalmente se llevaron documentación
de expedientes relacionados con la Guerra de Independencia cubana (1895-1898),
algunos relativos a la Guerra de los Diez Años y distintos documentos relacionados con
incidentes políticos ocurridos entre 1878-1898.
La Sección de Ultramar está compuesta por 4 Fondos, Cuba, Santo Domingo, Puerto
Rico -estos dos últimos catalogados e inventariados-, y Filipinas, sin catalogar, así como
una Serie Adicional. El Fondo Cuba contiene más de tres mil legajos, escritos en
caligrafía de la época e impresos, y varios libros que ofrecen información sobre el
registro de documentos de las distintas series (de gran utilidad para aquellas que están
sin inventariar, por ser el único instrumento a través del que se puede acceder de una
manera más o menos sistemática al contenido de las series). Además también
encontramos colecciones de reales ordenes, información sobre los censos electorales de
1879 a 1886 y parte del expediente general de colonización asiática, entre otros asuntos
de menor interés.
Las principales series del fondo cubano de la Sección de Ultramar del Archivo Histórico
Nacional se encuentran en la actualidad en proceso de inventariado. La serie de
Fomento, inventariada al 100%, contiene 293 legajos (1833-1899) y alberga una
documentación referente a obras públicas y colonización; Hacienda consta de 727
legajos (1830-1900), hasta el momento se ha inventariado el 21% y su información es
de carácter fundamentalmente económico; Gobierno, contiene 1.095 legajos (18331901), inventariado el 10%, aportando datos fundamentalmente políticos; y Gracia y
Justicia, documentación de carácter legal, contiene 447 legajos (1824-1899), y en la
actualidad sólo se ha inventariado el 19%.
Dentro de la Sección de Ultramar se encuentra la Serie Adicional, llamada a
desaparecer, procedente de las Capitanías de Marina de diferentes puertos de América.
En el caso de Cuba encontramos documentación de distinto carácter, contenido y años.
Tras la evacuación de las tropas españolas y la retirada del gobierno, parte de la
documentación traída de la isla se depositó en este archivo y otra pasó al depósito de
guerra.
Esta serie contiene un poco de todo, desde correspondencia del siglo XVIII, a asuntos
de aduanas, y documentos relativos a la guerra de 1895-98: insurrección, telegramas de
guerra, partes, deportados, detenidos, correspondencia, asuntos de gobierno, de orden
público, comunicaciones de guerra, etc.
Otro gran repertorio documental se halla en el Archivo del Ministerio de Asuntos
Exteriores. La información de este archivo está dividida en dos grandes bloques:
Archivo Histórico y Archivo Renovado, cuyo límite cronológico entre ambos está fijado
en 1931.
Dentro del Archivo Histórico nos interesan las series de Correspondencia y Política
ambas complementarias. La serie Correspondencia, con un carácter más general al de la
serie Política, contiene documentación varia sobre Ultramar entre 1854 y 1890 (legajos
1260-1261). En la serie Política, debemos distinguir entre la subserie política exterior
que tiene información sobre Cuba desde 1891 a 1931 (legajos 1430-1432), y política
interior, donde bajo el epígrafe Ultramar y Colonias encontramos información sobre
Cuba en general entre 1824-1900 (legajos 2.905-2.951), papeles relacionados con los
antecedentes inmediatos y la Guerra de Independencia de Cuba (legajos 2.894-2.904) y
sobre la Guerra Hispano-norteamericana (legajos 2.881-2882).
El Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores nos ofrece la vertiente internacional del
colonialismo español en Cuba. Aquí se depositaron los distintos expedientes que los
funcionarios diplomáticos españoles elaboraban sobre las actividades de los
independentistas cubanos en el exilio, antes y después de iniciarse la guerra en 1895. En
la correspondencia diplomática nos indica la actitud mantenida por los distintos países
latinoamericanos, europeos y, en especial, de los Estados Unidos con respecto de Cuba.
Gran interés reviste la correspondencia enviada por los distintos agentes consulares
españoles al ministro de Estado español informándole del estado de la opinión pública
de cada país con respecto al conflicto hispano-cubano y posteriormente al hispanonorteamericano. Generalmente, esta correspondencia diplomática iba acompañada de
recortes, extractos de prensa y valoraciones emitidas por distintos periodistas
extranjeros que enriquecen la información de los agentes diplomáticos.
Por otra parte señalar que el Archivo de Asuntos Exteriores es donde se encuentran el
grueso de documentación cubana en España para el siglo XX. Dentro de la serie
correspondencia del Archivo Histórico destacar los epígrafes titulados Correspondencia
con embajadas y legaciones (1902-1930), Consulados (1899-1930) y Viceconsulados y
Consulados Honorarios (1899-1930). Luego en la serie Política hay información sobre
Cuba en el fondo Guerra Europea (1914-1818) y el en titulado Expulsión de españoles
(1913-1929).
A partir de 1931 los fondos cubanos se depositan en lo que se conoce como Archivo
Renovado. Allí encontramos una serie llamada Cuba con información sobre la isla entre
1931 y 1959. Finalmente señalar que algunos legajos del Archivo Renovado han sido
trasladados al Archivo General de la Administración. En ese archivo encontramos la
serie política interna, Cuba (1931-1959) y la serie Consulados (1931-1959).
El Archivo General Militar de Segovia es uno de los archivos que más información
contiene sobre la guerra Hispano-cubana-norteamericana. A pesar de estar catalogado e
inventariado, algunas secciones han sido enviadas a otros archivos militares de Madrid
y Guadalajara, hecho que dificulta su consulta.
La documentación del archivo está estructurada en cuatro secciones, que a su vez se
dividen en fondos cada uno de los cuales contiene diferentes series. Las cuatro
secciones contienen información militar sobre la guerra, aunque el grueso de la
documentación se halla en las secciones de Ultramar y Ultramar (B). En este archivo se
encuentran depositados 5.225 documentos sobre Cuba, de los cuales 2.767
corresponden al período de 1890-1899.
En la sección de Asuntos hemos localizado documentación desde 1893 a 1898, referida,
fundamentalmente, a voluntarios, movilizaciones, alistamientos, instrucciones, etc.
Dentro de esta sección es interesante la serie de Reclutamiento en la que se encuentran
los voluntarios enviados desde España y otros países como Argentina, en 1896, o
cuestiones relativas a los batallones de voluntarios.
En la sección de Ultramar el fondo Asuntos de Cuba y Puerto Rico, que comprende
varias series, es el que contiene información militar más interesante: operaciones de
campaña, diario de operaciones militares, movilizaciones, guerra con Estados Unidos,
desaparecidos, heridos ingresados en distintos hospitales, etc. Los fondos de está
sección se encuentran en la actualidad divididos al haber sido enviados al Servicio
Histórico Militar de Madrid y al Archivo Militar de Guadalajara.
En cuanto al fondo Material de Ingenieros hay que destacar los documentos sobre
Defensas y Artillería en general y Material de Acuartelamiento, que contienen junto a la
información oficial sobre avituallamiento, inventarios de materiales de guerra,
armamento, etc., otros informes sobre la evacuación de las tropas de Cuba en 1898 y de
la Comisión Liquidadora, en 1899.
La sección Ultramar (B) contiene 17 series. Las series que más nos interesan son Cuba
y Ultramar en General. La serie Cuba está compuesta por 1.402 documentos referentes a
los años que duró el conflicto. Esta documentación hace alusión a operaciones de
campaña, diferentes cuerpos del ejército español, voluntarios, insurrectos, órdenes,
política de guerra, colecciones de bandos de los gobernadores generales Emilio Calleja,
Arsenio Martínez Campos, Valeriano Weyler y Ramón Blanco, expedientes sobre
donativos, recortes de prensa sobre la intervención de Estados Unidos en la guerra,
enfermedades, hospitales, sanidad, rebelión de fuerzas españolas, expulsión de
extranjeros, así como correspondencia con militares.
En el Servicio Histórico Militar de Madrid, en la sección Ultramar se encuentran parte
de los documentos que han sido remitidos desde el archivo de Segovia. También tiene
fondos del denominado Depósito de la Guerra, fundado en 1810 y del antiguo museo y
biblioteca del cuerpo de ingenieros militares. Su documentación se completa con los
fondos cartográficos del Servicio Geográfico del Ejército, en donde el investigador
puede encontrar gran cantidad de mapas, en su mayoría del siglo XVIII, referentes a
fundación de ciudades, fortalezas, etc.
En la actualidad, los fondos del Servicio Histórico Militar están microfilmados pero sin
inventariar. En la serie Cuba están integrados documentos de carácter administrativo y
militar: suministros, armamento, avituallamiento en general, enfermos, fallecidos,
evacuación de tropas, etc., así como informes sobre la distribución de las tropas
españolas en algunas zonas y las medidas militares adoptadas para enfrentar la guerra
con Estados Unidos.
No hay diarios de operaciones, que quizá estén en el Archivo Militar de Guadalajara, ni
partes de guerra, tan sólo algunas comunicaciones que dan noticia sobre el estado de la
misma. Sí se encuentran algunos informes sobre operaciones militares terrestres y
navales, pero en su gran mayoría parece que están en el Archivo de Guadalajara, al que
todavía no se puede acceder.
También de carácter militar es la información contenida en el Archivo General de
Marina "Don Alvaro de Bazán" situado en el Viso del Marqués en la provincia de
Ciudad Real y en el Archivo del Museo Naval de Madrid. La organización del primero
de estos archivos en secciones generales y series en las que no se especifican ni los
países ni los años contenidos en la documentación hace más difícil la búsqueda,
localización y consulta. Tan sólo en la primera sección Archivo Histórico se encuentra
material a primera vista sobre la guerra de Cuba repartido en la serie Operaciones
Militares Navales y la serie Expediciones, Convoyes y Transportes: comprende noticias
de Filipinas y de América, informes sobre muertos, prisioneros y sobrevivientes, así
como documentación de la Escuadra de Cuba (1895-1898), campañas de Cuba y
Filipinas (1897-1902), firma del protocolo de la paz con Estados Unidos y algunos
combates como el de Santiago de Cuba o Cavite. De los 67 legajos de esta sección 10
están relacionados con Cuba.
La documentación de este archivo en cuanto a la guerra de España con Estados Unidos
se complementa con la depositada en el Archivo Museo Naval. En la sección
Manuscritos y Documentos se encuentra documentación relativa a la guerra hispanonorteamericana y algunas informaciones sobre operaciones del ejército español,
evacuación de la isla y la firma del protocolo de paz. Esta información puede ser
completada con los libros impresos, entre 1902 y 1908, referentes a dicha guerra,
escritos por norteamericanos, depositados en la biblioteca del Museo.
En este archivo, que posee una serie cartográfica sobre Cuba, 1745-1895, no hay mapas
militares de operaciones. Tampoco se encuentran diarios de campaña u otra información
referente a la guerra de Cuba.
Otro fondo interesante con respecto a Cuba que contienen los Archivos del Museo
Naval y del Archivo General de la Marina son la documentación de las distintas
expediciones científicas que fueron a América y estuvieron en Cuba. En este sentido
destaca la documentación generada por las expediciones de Ventura Barcaiztegui, entre
1790-1793 y la del Conde de Mopox y Jaruco a la Isla de Cuba entre 1796 y 1802.
En el Archivo Histórico del Banco de España en Madrid se encuentran fondos sobre
deuda pública, bancos, finanzas, las emisiones de billetes al Banco de Cuba, en 1898, la
correspondencia del gobernador del Banco de España de Cuba con el gobernador de la
isla y con el gobernador del Banco de España para efectuar un préstamo a Cuba en
1895, y otros expedientes relativos al anticipo de préstamos concedidos y créditos del
Banco de España con el Banco de Londres y el Banco de París, entre 1895 y 1898. En
general contiene información de carácter financiero relativa a Cuba en la segunda mitad
del siglo XIX.
Esta información está integrada en la sección de Secretaría, serie Comunicaciones,
Dependencias Oficiales, Particulares y Administración Interna del Banco, subserie
Ministerio de Ultramar.
La catalogación del archivo permite que se puedan localizar los documentos también a
partir de materias, fechas, nombres, etc.
El Archivo del Congreso de los Diputados es otro de los archivos españoles con fuentes
para la historia de Cuba. De este archivo cabe destacar la sección de Documentación
Parlamentaria que contiene dos series. En la serie Documentación Electoral en la que se
encuentran las actas electorales de los distintos procesos electorales celebrados en Cuba
entre 1878 y 1898, con sus resultados, incidencias e impugnaciones de los distintos
partidos políticos que tomaban parte en las mismas. Es una información
complementaria de la que sobre temas electorales contiene el Archivo Histórico
Nacional y el Archivo del Senado, de donde también se pueden obtener información
biográfica de los distintos senadores electos por las Antillas.
La serie General de Expedientes alberga los asuntos sometidos a las Cortes para su
estudio. En esta serie podemos encontrar algunos oficios de 1898 relativos a la
reclamación de billetes que se habían emitido para la guerra, un presupuesto general de
la guerra, de 1895 a 1898, así como el nombramiento de comisarios para la evacuación
de Cuba y Puerto Rico, repatriaciones, recompensas de guerra, asuntos relacionados con
el ejército, sanidad, piratería, etc.
Del Archivo del Palacio Real de Madrid nos interesa de manera principal la sección
Mayordomía Mayor que está integrada por la serie Asuntos Militares, que comprende a
su vez varias subseries: Guerra de Cuba y Filipinas, Guerra de Filipinas, Guerra de
Cuba y Puerto Rico, Sanidad, Ingenieros, Personal Militar, Intendencia, Personal Naval,
etc. Contiene 56 documentos del período comprendido entre 1895-98, desde cartas
privadas e informes oficiales a telegramas y recortes de prensa. En su gran mayoría es
correspondencia privada a la reina regente con los gobernadores generales de Cuba
Ramón Blanco y Arsenio Martínez Campos en las que se informa sobre la situación y
evolución de Cuba y la guerra. En esta correspondencia también aparece información
sobre insurrectos, estado del armamento, etc.
También se halla correspondencia diplomática remitida a la reina por los embajadores
españoles, en las que se notificaba la actitud tomada por otros países europeos ante la
guerra hispano-cubana.
En otra sección, Planos y Dibujos, hemos localizado un mapa parcial de Cuba con las
marchas y contramarchas de los generales del ejército libertador Máximo Gómez y
Antonio Maceo en 1895.
Otros dos archivos en los que el investigador podrá encontrar información sobre el
ultramar español son el Archivo del Consejo de Estado y la Biblioteca Nacional. En la
sección de Ultramar, compuesta de 100 legajos inventariados al 100%, del Archivo del
Consejo de Estado se han recogido, fundamentalmente, los informes sobre la
preparación de leyes y la aplicación de las mismas en el ámbito ultramarino. En la
mayoría de los casos, la documentación son las respuestas que el Consejo de Estado da
a las consultas planteadas por las autoridades ultramarinas, teniendo que buscarse los
orígenes de la consulta en la documentación del Archivo Histórico Nacional, en donde,
en ocasiones, también aparecen las respuestas del Consejo de Estado. Es por ello un
"archivo de último recurso" dado que, en palabras del archivero-jefe del Archivo del
Consejo de Estado, sus papeles son en muchos casos el último vestigio documental del
asunto al que se refieren.
El ámbito cronológico en que se sitúa la documentación del Archivo del Consejo de
Estado va de 1835 a 1903 teniendo interés sus fondos para la esclavitud, abolición,
medidas de colonización blanca y asuntos relacionados con la administración colonial
en general.
La Biblioteca Nacional de Madrid en su Sección de Manuscritos tiene una importante
colección de documentos americanos, pero, lamentablemente, son muy escasos los
dedicados a Cuba. En la documentación cubana de la Biblioteca Nacional podemos
distinguir entre los papeles de la segunda mitad del siglo XVIII y primeros años del
XIX. En estos años los temas que nos describe la documentación hace referencia a el
ejército de América (Colección de documentos provenientes de la biblioteca de Pascual
Gayangos), otros importante conjunto de papeles hace referencia a las actividades de la
orden de los mercedarios en Cuba y otros asuntos desperdigados por distintos
documentos como la toma de La Habana por los ingleses, fomento de la esclavitud y la
génesis de la industria azucarera a fines del XVIII.
La documentación del siglo XIX constituye el otro gran conjunto documental sobre
Cuba en la Biblioteca Nacional. Fundamentalmente son papeles que proceden del
archivo del historiador Justo Zaragoza quien se preocupó por la historia de Cuba en el
siglo XIX. Por ello en la sala de Manuscritos de la Biblioteca Nacional hay conjuntos de
documentos sobre las gobernaciones de los generales Concha, Serrano, Dulce,
Caballero de Rodas, entre otros.
También bajo el epígrafe de "Papeles relativos a Ultramar" nos encontramos un
conjunto de documentos de carácter político, que pertenecieron a Enrique Alonso
Sanjurjo. Son 37 documentos que van de 1820 a 1874, no sólo dedicados a Cuba, sino
también a Puerto Rico y Filipinas. De la biblioteca de Augusto Ulloa posee la Biblioteca
Nacional un fondo documental alusivo a los presupuestos de la isla entre 1840 y 1862.
Por otro lado, dentro de la documentación relativa al siglo XIX depositada en la
Biblioteca Nacional, destacan un conjunto de expedientes relativos a la represión de la
trata de esclavos, sobre la importación de culies chinos y distintas memorias sobre el
fomento de las obras públicas.
Sobre la guerra de 1895-1898, destacar que recientemente, en junio de 1992, la
Biblioteca Nacional ha comprado un conjuntos de documentos relativos al ejército de
Cuba entre 1895 y 1898. También debemos resaltar las colecciones de cartas y poesías
enviadas al periódico El Imparcial de Madrid con motivo de la guerra, así como una
transcripción de las conferencias mantenidas por las delegaciones española y
norteamericana que concluyeron con la Paz de París de 1898.
Por último nos gustaría señalar la importancia que para la historia de Cuba tienen
algunas de las colecciones documentales depositadas en la Real Academia de la Historia
en Madrid. De la colección de Juan Bautista Muñoz hay papeles diversos sobre Cuba y
su gobernación entre 1519 y 1555, que fueron producto de su obra dedicada a la
Historia del Nuevo Mundo. Además destacar de esta colección un informe de comercio
y navegación de la isla de Cuba de 1760, cartas del gobernador Diego Velázquez al rey
entre 1519 y 1522, así como una detallada relación del oro fundido en Cuba entre 153435.
Otra colección de la Real Academia de la Historia con fondos americanistas es la
Salazar y Castro. La información sobre Cuba es de poca importancia, limitándose a la
descripción de las genealogías de algunas familias importantes de Cuba como los
Alarcón, Pedroso, Rojas etc. genealogías que cubren entre 1550 y 1650.
Finalmente hay dos colecciones en la Real Academia de la Historia que esta en
exclusiva dedicada a Cuba. Nos referimos a la Colección Caballero de Rodas y
Fernández Duro. La colección Caballero de Rodas llegó a la Academia por donación de
la familia en 1922 y se compone de 7 legajos que contienen 2676 documentos. La
documentación recoge las actividades de los gobernadores generales de Cuba entre
1868 y 1881, años que se corresponden con las dos primeras guerras de independencia
cubanas: la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y la Guerra Chiquita (1879-1880).
Así estas dos guerras, como la política reformista que la Revolución de Septiembre y la
Primera República quisieron llevar a Cuba, son temas principales que se abordan en esta
documentación.
Otra fuente de gran importancia depositada en la Real Academia de la Historia para el
estudio de la Guerra de los Diez Años es la Colección Fernández Duro. Cesáreo
Fernández Duro fue secretario del gobierno superior civil de Cuba entre 1868 y 1869 y
su colección responde en parte a los papeles que se trajo consigo a la Península cuando
cesó de su cargo. Lo más interesante de los diez legajos que componen la colección y
que cubren los años de 1868 a 1870 es la información que ofrece sobre las actividades
del ejército independentista cubano, al incorporar la Colección Fernández Duro
documentos intervenidos a las fuerzas independentistas cubanas. Además de la guerra
vista desde la óptica independentista, la colección ofrece información sobre orden
público, operaciones militares del ejército español e informes sobre una posible anexión
de Cuba a los Estados Unidos.
No queremos terminar este apartado sobre las colecciones documentales públicas en
archivos públicos sin mencionar la posibilidad que desde 1994 tienen los investigadores
españoles y extranjeros de consultar un fondo del Archivo Nacional de Cuba del que
guarda copia microfilmada la Universidad de Salamanca. Se trata de los siete legajos del
Fondo Gobierno Autonómico compuesto por la documentación generada por la breve
etapa de autonomía política que vivió Cuba en 1898. El fondo tiene dos series, en orden
a los organismos que produjeron, Cámara de Representantes y Presidencia del Consejo
de Secretarios, en las que se da cuenta de los pormenores de las actividades de estas dos
instituciones del gobierno autonómico.
2.- Colecciones documentales privadas en archivos de acceso público.
Además de los archivos de carácter oficial, algunos de los personajes públicos que a lo
largo de su vida tuvieron relación con el Ultramar tomaron la precaución de conservar
documentos en archivo particulares que ofrecen al historiador una visión diferente y, en
muchos casos, más sincera de lo que verdaderamente ocurrió de la que nos dan los
archivos oficiales.
Un conjunto de archivos privados a disposición del historiador son aquellos que
originaron distintos ministros de Ultramar. Procediendo por orden cronológico nos
encontramos con el Fondo Documental de los hermanos León y Castillo depositado en
el Archivo Histórico Provincial en Las Palmas. A nosotros nos interesan los 29 legajos
que se refieren a la actividad pública de Fernando León y Castillo, Ministro de Ultramar
entre 1881 y 1883 y embajador de España en Francia en 1898, en el momento que se
discutía la Paz de París.
Del fondo documental de Fernando León y Castillo destacamos:
1.Legajo 3º : correspondencia oficial como Ministro de Ultramar (que se
extiende de 1874, en que Fernando León y Castillo era Subsecretario del Ministerio de
Ultramar, hasta 1884).
1892).
2.-
Legajo 11º: correspondencia varia sobre asuntos de Ultramar, (1881-
3.-
Legajo 12º : participación en la negociación de la Paz de París de 1898.
4.-
Legajo 19º: Reales decretos de Ultramar y Gobierno.
5.Legajo 26º: Copia de las deliberaciones de la Junta de Reformas de
Ultramar de 1866.
El segundo archivo de antiguos Ministros de Ultramar es el Archivo-Museo Víctor
Balaguer localizado en Vilanova i La Geltrú, provincia de Barcelona. Ministro de
Ultramar en dos ocasiones, cubre la información de Cuba entre 1868 a 1898.
Fundamentalmente el Archivo de Victor Balaguer contiene un amplio epistolario que
alcanza hasta 1898, entre Balaguer y distintos personajes cubanos y peninsulares
relacionados con la política colonial cubana. De toda ella desatacar los siguientes
legajos: 233 (Correspondencia particular con la Isla de Cuba), 307 (Correspondencia
oficial del Ministro de Ultramar con el Gobernador General de Cuba) 505
(correspondencia privada dirigida a Victor Balaguer sobre asuntos ultramarinos), 512
(correspondencia privada del Ministro de Ultramar). Además de esta interesante
correspondencia destacar algunos informes sobre bandolerismo, sobre relaciones
comerciales con los Estados Unidos, sobre la crisis azucarera y estudios sobre una
reforma de los aranceles antillanos.
El último archivo de antiguos Ministros de Ultramar es el Archivo Histórico de la
Fundación Antonio Maura. Maura fue ministro de ultramar de 1892 a 1894 y en su
mandato se intentó una reforma radical del sistema de colonial antillano que, sobre la
base de la descentralización administrativa, asegurase sobre cimientos más sólidos las
relaciones metrópoli-colonia. De esta manera, en este archivo se encuentra depositada la
documentación de carácter particular y oficial generada por el paso de Antonio Maura
por el Ministerio de Ultramar, entre diciembre de 1892 y marzo de 1894, siendo los
apuntes, cartas e informes relativos a la reforma colonial intentada por Maura los que
tienen más interés.
La información localizada hace referencia a diferentes asuntos internos de Cuba, Puerto
Rico y Filipinas. También se encuentran folletos e informes de prensa sobre diversos
aspectos de la gobernación española en estas islas: sociales, políticos y económicos. Los
fondos de interés para nuestro estudio son los siguientes: Correspondencia con Ultramar
(1893/94); Correspondencia con el Gobernador General de Filipinas (1893/94);
Correspondencia con las autoridades de Ultramar (1893/94); Política cubana (1893/94);
Trabajos de Ultramar (1893); Reformas Antillanas (1896), y Fondo Antonio Maura
(1860-1930). Destacar también los apuntes autógrafos y los distintos discursos que
Maura pronunció entre 1898 y 1899 en los que el antiguo Ministro de Ultramar
analizaba el conflicto del 98 contraponiéndola con las dificultades de realizar una
política colonial más moderna.
Quisiéramos terminar esta comunicación dando alguna información de otros archivos
privados abiertos al historiador interesado en la historia de Cuba. En Barcelona está el
Archivo Histórico de la Compañía Trasatlántica, empresa que desde 1861 monopolizó
el transporte marítimo oficial de España con Cuba a través del servicio de los vapores
correos a las Antillas. De sus fondos se han sacado importantes datos para conocer los
flujos de migración española a Cuba entre 1860 a 1898, así como el transporte de los
distintos contingentes militares que tomaron parte en las guerras de Cuba.
Finalmente señalar que en el Fondo del Museo Naval de la Diputación Foral de
Guipuzcoa se encuentran los diarios de navegación de la familia Acha, muy
relacionados con el transporte de mercancías a Cuba entre 1825 y 1874, siendo una
buena fuente para conocer el flujo del comercio colonial entre la Península y Cuba en el
siglo XIX.
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OS ARQUIVOS DA REGIÃO AUTÓNOMA DOS AÇORES
PEDRO PACHECO MEDEIROS
Pretende esta comunicação traçar um panorâmica geral da situação dos arquivos
públicos da Região Autónoma dos Açores(RAA), referindo a sua criação, especificidade
da autonomia nesta matéria, legislação e política regional existente. Salientam-se
também alguns fundos que, pelo seu "valor histórico-cultural", poderão interessar aos
investigadores
This communication intends to give a general picture of the RAA Public Archives,
referring its establishment, the peculiarity of autonomy in this subject, the existing
legislation and related regional policy. We give special attention to some Archive
groups that, due to their historical and cultural value, may be of particular interest to
researchers.
1.
Os arquivos da RAA
Os arquivos públicos da RAA, sediados nas três principais cidades do arquipélago,
Ponta Delgada, Angra do Heroísmo e Horta, foram criados, respectivamente, em 1931,
1948 e 1965. A implantação destes arquivos distritais inseriu-se no contexto da política
nacional de arquivos de então.
Em 1887 havia sido criada a Inspecção Geral de Bibliotecas e Arquivos Públicos,
entidade essa que exercia tutela sobre as bibliotecas e arquivos. Em 1912, "(...)
nomeado Júlio Dantas para o cargo de Inspector das Bibliotecas Eruditas e Arquivos,
lugar que ocupar durante trinta e quatro anos"(1).
Tendo-se apercebido que a política de centralização de todo o património documental
do Estado Português na Torre do Tombo, em Lisboa, era de todo inviável, não só pela
exiguidade das instalações, mas também devido a uma certa resistência por parte das
autoridades locais, que se recusavam a enviar para Lisboa a documentação de
incorporação obrigatória, optou por seguir uma política descentralizadora, criando arquivos públicos nas sedes de distrito, os quais se destinavam a recolher e a inventariar
os fundos documentais dispersos nas respectivas áreas geográficas.
No entanto, convém referir que cabia às Juntas Gerais ou às Câmaras Municipais a
execução dos projectos e a responsabilidade financeira dos mesmos(2).
É, portanto, no seguimento desta política que são criados os arquivos públicos no
arquipélago açoriano, nas três sedes de distrito. Assim, o Arquivo de Ponta Delgada
recolhia a documentação referente às ilhas de São Miguel e Santa Maria; o de Angra do
Heroísmo, a documentação das ilhas Terceira, São Jorge e Graciosa; o da Horta, a
documentação das ilhas do Faial, Pico, Flores e Corvo.
Pelo Decreto-lei n1/420.484, de 6 de Novembro de 1931(3), criado, anexo Biblioteca
Pública e dela fazendo parte para efeitos administrativos, o Arquivo Distrital de Ponta
Delgada. Os encargos financeiros cabem Junta Geral do Distrito, estando no entanto
directamente subordinado Inspecção Geral das Bibliotecas e Arquivos, tal como as
outras instituições congéneres do país. Conforme o consignado no decreto, são de
incorporação obrigatória os seguintes fundos:
Cartórios eclesiásticos;
Cartórios paroquiais;
Cartórios notariais;
Documentação dos extintos conventos ainda existentes na direcção e repartições de
finanças;
Processos cíveis, crime e orfanológicos findos;
Documentos provenientes das repartições extintas e serviços cessantes.
Curioso ser notar que, antes da criação oficial do Arquivo, já a Biblioteca Pública(4)
desta cidade recebia alguns fundos arquivísticos, como o caso do Arquivo do Tribunal
de Relação dos Açores, incorporado parcialmente em 1910, após a extinção desta
entidade, com a proclamação da República.
Instalada desde a sua fundação no extinto Convento da Graça(5), encontra-se
actualmente em fase de construção o futuro edifício (adaptação do antigo Colégio dos
Jesuítas de Ponta Delgada) no qual funcionar o a Biblioteca Pública e Arquivo.
Quanto ao Arquivo de Angra do Heroísmo, a iniciativa da sua criação partiu do Instituto
Histórico daquela ilha, fundado em 1944. Os esforços desenvolvidos por aquele
Instituto e pela Junta Geral do Distrito, que tomou sua responsabilidade os encargos
administrativos resultantes da instalação e funcionamento do arquivo, levaram à criação
do mesmo, através do Decreto-lei nº.36.842, de 20 de Abril de 1948(6) .
Foi convidado a dirigir os trabalhos de instalação e organização o então bibliotecárioarquivista da Biblioteca da Assembleia Nacional, Manuel C. Baptista de Lima. Como o
Palácio Bettencourt, imóvel cedido pela Junta para instalação do referido Arquivo se
encontrava ainda ocupado pela Esta o dos CTT de Angra do Heroísmo, ficou o mesmo a
funcionar provisoriamente no edifício da Escola Infante Dom Henrique.
Na sequência das obras de restauro, ampliação e adaptação do Palácio Bettencourt,
concluídas em 1957, foi criada uma Biblioteca Pública no Arquivo Distrital de forma a
rentabilizar o espaço. Assim, o Arquivo Distrital e a anterior Biblioteca Municipal
fundem-se numa só instituição(7) , cuja designação oficial passou a ser a de Biblioteca
Pública e Arquivo Distrital de Angra do Heroísmo(8).
O Arquivo da cidade da Horta foi criado pelo Decreto-lei nº 46.350, de 22 de Maio de
1965(9). Este diploma legal inicia uma nova etapa na criação de arquivos distritais,
muito embora uma boa parte deles não comece a funcionar de imediato(10), como o
caso do Arquivo da Horta. Aliás, o próprio diploma, salientando os esforços
desenvolvidos nos últimos anos, chama a atenção para o facto de tanto as bibliotecas
como os arquivos no nosso país estarem longe de cumprir a sua missão.
O Arquivo da Horta só iniciou as suas actividades a partir de 1977, data da criação da
Biblioteca Pública dessa cidade. Aliás, como vem expresso no decreto-lei acima
referido, propiciava-se a criação de bibliotecas públicas junto dos arquivos distritais,
como foi o caso de Angra do Heroísmo e de Ponta Delgada.
Com a "Revolução dos Cravos" em Abril de 1974, e, consequentemente, os movimentos
de descolonização dos territórios africanos, alteraram-se as relações institucionais entre
o continente português e os arquipélagos dos Açores e da Madeira.
A criação das regiões autónomas marca uma nova forma de relacionamento entre o
poder político nacional e os territórios insulares(11).
As aspirações autonómicas das regiões insulares, que remontam no caso dos Açores,
última década do século XIX, concretizam-se de uma forma mais plena em 1976, pois
para além da autonomia administrativa e financeira, essas regiões passam a ter
autonomia política, com órgãos de governo próprios; passam a dispor "(...) de um amplo
conjunto de poderes, entre os quais se destacam o de legislar, com respeito pela
Constituição e pelas leis gerais da República, sobre matérias de interesse específico para
a região que não estejam reservadas aos órgãos de soberania"(12). Entre outras
matérias, as regiões autónomas passam a administrar e dispor do seu património(13) .
Do ponto de vista da subordinação administrativa, os arquivos insulares passam a estar
directamente dependentes dos governos regionais, através das respectivas - secretarias no caso dos Açores, da Secretaria Regional da Educação e Cultura.
Esta nova realidade política implica o desaparecimento da anterior divisão
administrativa em distritos. Assim, os Arquivos perdem a designação de distritais,
muito embora na prática tudo se mantenha igual, tanto as áreas de jurisdição, como a
documentação de incorporação obrigatória(14).
2.
Legislação e política arquivística regional(15)
A existência de legislação referente aos arquivos essencial não só para uma política de
planeamento arquivístico, como constitui também um meio para que os arquivos
atinjam os seus fins.
Como atrás afirmámos, os Arquivos da RAA são serviços dependentes da Secretaria
Regional da Educação e Cultura (SREC), sob a superintendência da Direcção Regional
dos Assuntos Culturais (DRAC).
Assim, é de estranhar que a lei orgânica(16) desta Secretaria não foque especificamente
tantos os arquivos como o património arquivístico da Região. Ao longo do diploma, a
palavra "arquivo" aparece mencionada três vezes, duas das quais referindo-se ao próprio
arquivo corrente da Secretaria.
O único diploma legal que se refere explicitamente ao património arquivístico da
Região é o Decreto Regional nº.13/79, de 16 de Agosto de 1979(17) , decreto esse que
define o património cultural da RAA e estabelece as normas relativas à sua protecção.
A restante legislação regional por nós analisada referente aos quadros de pessoal das
Bibliotecas Públicas e Arquivos e ao estabelecimento dos prazos de conservação da
documentação de arquivo nos organismos da administração regional(18) . Neste último
ponto, convém salientar que a legislação produzida com o intuito de tornar mais
funcionais os serviços.
Após o acima exposto, resta-nos lançar a seguinte pergunta: existe ou não uma política
arquivística na Região?
Tanto quanto conseguimos deduzir, e tendo em conta a situação dos Arquivos da
Região, ou não existe política alguma, ou no caso de existir, tão ténue que não nos
apercebemos dela.
A DRAC tem como atribuições superintender os serviços dependentes da SREC na área
da cultura, definindo orientações e coordenando actividades. Assim, deveria funcionar
como órgão coordenador dos Arquivos da Região, papel esse que, na nossa perspectiva
pessoal, não tem assumido. A coordenação do sistema de arquivos fundamental, não só
para a concertação das políticas(19) a adoptar nos arquivos públicos da Região, como
também para procurar incluir no sistema os arquivos privados e os arquivos correntes
dos diferentes serviços da administração regional, promovendo um contacto mais
estreito entre as entidades produtoras da documentação e os arquivos definitivos.
Para além da existência de legislação que institucionalize e legalize o sistema e de um
órgão coordenador eficaz, dinâmico, conhecedor da realidade do que são os arquivos,
outros aspectos estruturais há a considerar. É preciso garantir os meios financeiros,
materiais e humanos(20) que possibilitem a realização de uma política regional de
arquivos. Os meios financeiros, recursos materiais e equipamentos devem ser
assegurados pelo Governo Regional, muito embora o recurso ao mecenato não seja uma
hipótese a desdenhar. Neste caso particular, através da legislação, devem ser concedidas
contrapartidas, nomeadamente de carácter fiscal, às entidades privadas que
eventualmente colaborem com o Governo.
As funções de um arquivo são: RECEBER, CUSTODEAR E SERVIR. Assim, só
podemos considerar que um arquivo cumpre os seus objectivos quando estas três
vertentes estão devidamente desenvolvidas. Não podemos considerar os arquivos como
meros armazéns de documentação, pois é fundamental que cumpram a sua função
social. Entendemos por "servir" todo o trabalho de organização de instrumentos de
descrição documental que permitam a recuperação da informação e facultem a
interacção entre a comunidade e o Arquivo. Muitas vezes, devido falta de instrumentos
de referência, o acesso aos fundos fica limitado a um número reduzido de pessoas, e
encontrar documentos passa a ser uma tarefa que exige tempo, paciência e muita
conversa com os funcionários.
É claro que numa perspectiva puramente economicista e imediatista, o papel da
arquivística é ridículo, pelo que, muitas vezes, investimentos nesta área são
considerados pela classe política como estéreis (21).
No entanto, é também verdade que um país ou região "(...) que negligencia a
informação e, como tal, os seus arquivos, põe em causa as suas origens, a sua identidade
e condiciona o seu desenvolvimento"(22) .
3.
Algumas fontes de história local
Não é fácil destacar, no conjunto dos acervos documentais da região, alguns fundos que,
pelo seu valor secundário (histórico-cultural), possam constituir fontes importantes para
os investigadores.
Somos de opinião que não compete aos arquivistas, enquanto profissionais da
informação, destacar este ou aquele fundo, pois cabe aos investigadores o trabalho de
selecção das fontes.
Por outro lado, seleccionar alguns fundos em detrimento de outros, é uma tarefa que
implica juízos de valor, tarefa essa sempre subjectiva, para qual não nos sentimos
preparados. No entanto, é um risco que temos que correr e, nesse sentido, esta
comunicação deve ser encarada como um pequeno contributo para a divulgação de
alguns dos fundos existentes na região.
Dado a inexistência de um "Guia dos Arquivos da Região Açores"(23), enviámos aos
Arquivos Públicos três questionários(24). No que concerne ao Arquivo de Angra do
Heroísmo, não obtivemos qualquer resposta. Quanto aos outros dois Arquivos da
região, o da Horta prontamente nos enviou as suas respostas e, em Ponta Delgada,
cederam-nos um guia (provisório) dos fundos documentais existentes naquela
instituição.
Para além da informação relativa aos três arquivos públicos, debruçar-nos-emos
também sobre o acervo documental da Universidade dos Açores, instituição na qual
trabalhamos.
Excluímos do âmbito do nosso trabalho, por razões óbvias, todo um conjunto de
instituições detentoras de arquivos históricos importantes, como é o caso, entre outras,
de algumas Câmaras Municipais, Misericórdias e Igrejas Paroquiais, que mantêm os
seus acervos nas respectivas instituições.
No que diz respeito à Universidade, encontram-se depositados nos Serviços de
Documentação dois arquivos de família (Brum da Silveira/José do Canto e Raposo
d’Amaral), e um arquivo pessoal (Mont’Alverne de Sequeira).
Este tipo de fundos, que se incluem no vasto conjunto dos arquivos privados, "(...) vãose assumindo cada vez mais como universo privilegiado para o estudo do homem nos
seus espaços, com as suas gentes"(25)
Uma das grandes dificuldades que se apresentam a quem tem de organizar um arquivo
de família é justamente o facto de estes serem constituídos por documentação
tipologicamente bastante heterogénea, onde as séries têm muitas vezes uma reduzida
expressão documental e uma organicidade nem sempre muito vincada(26). A "riqueza"
destas fontes é por demais evidente, pois muitas vezes complementam as informações
da documentação produzida institucionalmente.
Dos três fundos depositados na Universidade dos Açores, só o Arquivo Mont’Alverne
de Sequeira(27) se encontra organizado e disponível para consulta através de catálogo.
Médico e político açoriano, participou activamente no primeiro movimento autonomista
insular, tendo sido por duas vezes eleito para a Câmara dos Deputados. A série mais
importante deste fundo é justamente a "Correspondência Recebida", relativa, sobretudo,
ao período compreendido entre 1894 e 1906, que corresponde justamente ao
desempenho de actividades políticas. Para além desta série que testemunha o seu
percurso político, salientamos outra, constituída por um conjunto de manuscritos
relativos à sua produção literária e científica.
Os outros dois fundos depositados nos Serviços de Documentação, Arquivo Brum da
Silveira/José do Canto e Arquivo Raposo d’Amaral(28) (em fase de organização),
constituem um instrumento privilegiado para o estudo da família e da história
económica-social do Arquipélago nos últimos dois séculos. A documentação de
natureza económica permite, entre outras coisas, determinar as formas de exploração da
propriedade, as técnicas de cultivo, as relações entre proprietários e assalariados, enfim,
traçar todo um conjunto de novos "caminhos" ainda por "desbravar".
Quanto aos arquivos públicos, relembramos que são de incorpora o obrigatória os
fundos paroquiais, judiciais e notariais das respectivas áreas de jurisdição.
A cidade de Angra do Heroísmo, no espaço compreendido entre o século XVI-XIX,
exerceu uma hegemonia incontestável sobre as restantes ilhas dos Açores(29). Assim, o
Arquivo desta cidade contém no seu acervo fundos de várias instituições que detinham
poder de decisão ou estavam em contacto directo com o poder central. Chamamos a
atenção para os seguintes fundos: Capitania-Geral das Ilhas dos Açores(30); Mitra
(1535-1927)(31); Câmara Municipal da Praia da Vitória(32); Misericórdias de Angra do
Heroísmo, da Praia da Vitória e de S. Sebastião; Junta Geral do Distrito(33).
No Arquivo da Horta destacamos os fundos paroquiais, por estarem inventariados. Os
restantes fundos que constituem o acervo estão em fase de organização. De entre esses
salientamos: Governo Civil do Distrito da Horta, Misericórdia da Horta (inclui
documenta o que remonta ao século XVI), Grémio da Lavoura da Horta, Casa Bensaúde
(1868-1957) e a Colecção Thiers de Lemos(34).
No que concerne ao Arquivo de Ponta Delgada, encontram-se identificados até data 136
fundos, dos quais 58 são fundos paroquiais. No entanto, uma grande parte destes fundos
ainda não pode ser consultada, por ao estar inventariada, nem ser possível qualquer tipo
de recuperação da informação (conforme é salientado na página 7 do guia provisório
daquela instituição).
Assim, chamamos a atenção para os fundos da Junta Geral do Distrito Autónomo de
Ponta Delgada (1833-1976)(35); Provedoria dos Resíduos de Ponta Delgada ([15--][1863]) (36) e Paroquiais (1541-1892)(37).
Quanto aos arquivos do Tribunal de Relação dos Açores e do Governo Civil do Distrito
de Ponta Delgada, estão em parte acessíveis, nomeadamente, a série testamentos do
Tribunal de Relação e o chamado "arquivo histórico" do Governo Civil. A Colecção
Ernesto do Canto(38) e o Arquivo da Câmara Municipal de Ponta Delgada estão
também acessíveis através das respectivas relações de entrega da documentação.
No que diz respeito aos fundos Judiciais, em relação aos arquivos dos Tribunais de
Comarca, há cadastros para quase todas as séries, com registo dos processos e
respectivos intervenientes.
Os Notariais possuem quase todos relações de entrega da documentação e já se iniciou a
inventariação de alguns fundos. Acresce-se ainda que este grupo de arquivos, para além
dos instrumentos de descrição documental referidos, possui ainda, em alguns casos, um
"Guia do Tabelionado" e listagens abreviadas das etiquetas dos maços.
Os fundos Monásticos estão a ser reconstituídos à medida que decorre a inventariação e
consequente identificação das unidades de instalação.
4. Conclusão
Depois de tudo o que foi dito, resta-nos concluir que há um longo caminho a percorrer.
Em primeiro lugar, pensamos que se deve come ar pela legislação. Esta, deve estar
adequada realidade regional, definindo claramente o que deve ser considerado
património documental.
A lei deve abranger tanto os arquivos públicos como os arquivos privados e arquivos
correntes da administração regional, de modo a que possa iniciar-se um processo de
"Gestão Integrada da Documentação", que contemple o circuito desde o momento da
produção da documentação até à sua integração nos arquivos históricos. Assim, a
legislação para além de estabelecer os princípios de incorporação da documentação nos
arquivos públicos, deve também definir os prazos de conservação/eliminação da mesma,
assim como a competência dos organismos oficiais em matéria de gestão dos seus
documentos, incluindo o regime da sua comunicabilidade(39) .
Por outro lado, a lei deve estabelecer qual o órgão coordenador (órgão de gestão),
definindo as relações entre as diferentes instituições que compõem o sistema (rede
regional de arquivos). Paralelamente à acção legislativa, este órgão de gestão deve
delinear as políticas a seguir e acompanhar de perto a sua execução.
Pensamos ser fundamental a publicação de um Guia dos Arquivos da RAA que
contribua, simultaneamente, para a salvaguarda e divulgação do património arquivístico
da região, nem que para isso seja necessário recorrer a equipas móveis que efectuem um
trabalho de recolha por todo o arquipélago.
Nesse sentido, esperamos que esta comunicação seja um ponto de partida ou um
"despertar de consciências" para o muito que há a fazer nesta matéria.
ANEXO I QUESTIONÁRIOS ENVIADOS AOS ARQUIVOS PÚBLICOS DA RAA
MOD. 01- (Instituição)
1-
Identificação do Arquivo e área territorial abrangente
2-
Descrição do edifício (e anexos)
3-
Breve historial da instituição
4-
Meios humanos
5-
Condições de admissão à sala de leitura
6-Serviços prestados aos utilizadores
7-
Horário de atendimento ao público
8-
Outros dados relevantes
MOD. 02- (Fundos organizados)
1-
Identificação do Fundo
2-
Breve historial da entidade produtora da documentação
3-
Data de incorporação e regime legal (compra, doação ou depósito)
4-
Descrição genérica da documentação que constitui o fundo
5-
Datas extremas
6-
Nº e tipo de items (Lv, m , pt, rl, cx)
7-
Dimensão (m/l)
8-
Acessibilidade*** e comunicabilidade
9-
Outros dados que considere relevantes
Cada questionário deve corresponder a um fundo. Nos fundos paroquiais, caso seja
possível, faça um tratamento ao nível do Grupo de Arquivos, tentando apresentar uma
relação de todas as paróquias com as respectivas datas extremas da documentação.
**Caso seja possível, refira a temática geral, tipologia documental, organização e
estrutura do conjunto de documentos e respectivo estado de conservação
***Refira o(s) instrumento(s) de descrição documental existente(s)
MOD. 03- (Fundos por organizar)
1-
Identificação e breve historial da entidade produtora
2-
Descrição da documentação (estado de conservação, datas extremas, nº e tipo de
items, dimensão e, se possível, temática geral)
3-
Data de entrada no Arq.
4-
Outros dados que considere relevantes
NOTAS:
(1)
Manuel Real, Gestão do património arquivístico nacional, in: "2º Congresso Nacional de Bibliotecários, Arquivistas e
Documentalistas", Coimbra, Minerva, 1987, p.213
(2)
Ibid., p. 213
(3)
Diário do Governo, I série, nº258, 7 Nov. 1931
(4)
A primeira determinação governamental para a sua constituiçã0 remonta a 1834, mas só é criada legalmente em 1841, por
determinação expressa no artº 7, do Decreto de 10 de Dezembro de 1841, publicado no Diário do Governo nº300 de 20 de Dezembro de 1841
e pela Lei de 12 de Março de 1845, publicada no Diário do Governo nº63 de 15 de Mar o do mesmo ano; v. José de Almeida Pavão, A
Biblioteca Publica e Arquivo de Ponta Delgada. "Insulana". Ponta Delgada, Instituto Açoriano de Cultura, vol.48, 1992, p. 270-272
(5)
A Biblioteca Pública foi inicialmente instalada na ala nascente do convento, edifício onde funcionava também o ensino primário
e secundário de Ponta Delgada. Posteriormente, repartições de outros serviços também aí estavam instalados, como por exemplo, o Tribunal
Judicial da Comarca e a Conservatória do Registo Predial do Concelho. (Cf. João de Simas, Biblioteca Pública e Arquivo Distrital de Ponta
Delgada (1946-1948). "Anais das Bibliotecas e Arquivos". Lisboa, Inspecção Superior das Bibliotecas e Arquivos, vol.20, nº75-76, 1948,
p.82
(6)
Diário do Governo, I série, nº91, 20 Abr. 1948, p. 316-317
(7)
Decreto-lei nº40.574 de 16 de Abril de 1956
(8)
V. Manuel C. Baptista de Lima, Na inauguração da Biblioteca Pública e Arquivo Distrital de Angra do Heroísmo no Palácio
Bettencourt, Angra do Heroísmo, [s.n.] , [1957] , p. 3-5
(9)
Diário do Governo, I série, nº114, 22 maio 1965, p.718-724
(10)
Manuel Real, Op. cit. , p.215-216
(11)
História de Portugal, vol.8, Lisboa, Círculo de leitores, 1994, p.177
(12)
Eduardo Paz Ferreira, O poder autonómico, in: "Portugal vinte anos de democracia", Lisboa, Círculo de Leitores, 1994, p.106
(13)
Conforme o consignado no art.33, alíneas p) e q) do Estatuto Político-Administrativo da RAA, são consideradas matérias de
interesse específico os Museus, Bibliotecas e Arquivos, assim como a classificação, protecção e valorização do património cultural da região
(14)
Continuam a ser de incorporação obrigatória os fundos paroquiais, notariais e judiciais. No entanto, convém referir que estas
incorporações muitas vezes não respeitam os prazos estipulados pela lei, pois dependem da disponibilidade das Conservatórias, Cartórios,
Secretarias Judiciais e dos recursos humanos e físicos do próprio Arquivo.
(15)
Este ponto da presente comunicação tem por base um trabalho de grupo, elaborado conjuntamente com as colegas Maria de
Lurdes Rocha e Celeste Pereira Freitas, para a disciplina de Legislação e Noções de Direito para Arquivo, do plano curricular do Curso de
Especialização em Ciências Documentais, opção Arquivo.
(16)
Diário da República, I série B, supl., nº26, 1 Fev.1993 Paralelamente, é curioso notar que, na Região Autónoma da Madeira, no
Decreto Regulamentar Regional nº23/89/M, que aprova a orgânica da Secretaria Regional do Turismo Cultura e Emigração, o artigo 46º todo
ele dedicado ao arquivo regional, sendo definidas as atribuições do mesmo e as incorporações obrigatórias por lei. É interessante referir que,
para além da documentação de incorporação obrigatória nos arquivos distritais do país, prevê-se também a incorporação da documentação
proveniente dos serviços do governo e das autarquias locais da Região.
(17)
Diário da República, I série, nº188, 16 Ago. 1979
(18)
Salutamos esta preocupação com os arquivos correntes dos organismos da administração pública, uma vez que estes constituir o
as fontes da história do amanhã. Com esta legislação procura-se evitar a destruição aleatória da documentação, salientando-se as vantagens
funcionais e económicas da eliminação, após terem sido seleccionados os documentos que, pelo seu interesse histórico-cultural, sejam de
conservação permanente. Aliás, todo este trabalho preliminar, ao nível do arquivo corrente e intermédio, facilita o futuro ingresso da
documentação nos arquivos definitivos.
(19)
Quando falamos em concertação de políticas referimo-nos à normalização da terminologia, à elaboração de quadros de
classificação, enfim, a todo um conjunto de normas e procedimentos técnico-administrativos que permitam a uniformização de critérios no
tratamento dos fundos documentais da região.
(20)
No que concerne à formação de pessoal especializado, convém referir que a Universidade dos Açores tem realizado, por
iniciativa da Directora dos Serviços de Documentação Dr.ª M.ª da Graça Correia, cursos de especialização na área, concretamente em
1982/83 e 1993/94.
(21)
V. José Mattoso, O futuro dos arquivos em Portugal. "Cadernos BAD". Lisboa,
Associação de Bibliotecários, Arquivistas e Documentalistas, (2) 1992, p. 7-8
(22)
Maria João Pires de Lima, Os arquivistas, a formação, a profissão. "Cadernos BAD". Lisboa, Associação de Bibliotecários,
Arquivistas e Documentalistas, (2) 1992, p.22
(23 Não queremos deixar de referir que no Departamento de História da Universidade dos Açores se iniciou em 1978 um trabalho de
recenseamento dos fundos existentes no arquipélago, trabalho esse que infelizmente ainda não foi concluído. Trabalharam neste projecto
vários docentes do Departamento, efectuando a recolha da documentação, em fichas, dos arquivos por eles consultados.
(24)
Cada questionário destinava-se a um fim diferente. O modelo 1 era referente à instituições ( historial, meios humanos e
materiais); o modelo 2 recolhia informação relativa aos fundos organizados (essa informação deveria ser retirada dos inventários); o modelo
3 recolhia informação relativa aos fundos por organizar (v. anexo I). É com base na informação recolhida que agora podemos apresentar
dados relativos aos acervos dos arquivos públicos.
(25)
V. a comunicação apresentada por Pedro de Abreu Peixoto no V Congresso Nacional de Bibliotecários, Arquivistas e
Documentalistas.
(26)
V. Armando Silva, Arquivos de família e arquivos pessoais, in:"4º Congresso Nacional de Bibliotecários, Arquivistas e
Documentalistas", Braga, Associação Portuguesa de Bibliotecários, Arquivistas e Documentalistas, 1992, p. 273-274
(27)
Parte da documenta o que constitui este fundo (cerca de 1/3) já se encontra publicada. V. A. H. de Oliveira Marques, Francisco
de Carvalho Louro, Mont’Alverne de Sequeira: correspondência (1881-1931), Ponta Delgada, Instituto Universitário dos Açores, 1980
(28)
Estas famílias constituem dois bons exemplos de grandes Casas da elite terra-tenente do arquipélago. A família Brum da Silveira,
de origem flamenga, possuía uma importante casa vincular, com propriedades distribuídas por várias ilhas dos Açores (Faial, Pico, Terceira,
São Miguel). Fidalgos-cavaleiros da Casa Real desde a segunda metade do século XVII, padroeiros de algumas capelas e conventos,
desempenharam importantes cargos administrativos e militares. V. Marcelino Lima, Famílias faialenses, Horta, [s.n.], 1922, p. 135-186; M.ª
de Jesus dos Mártires Lopes, Epistolário de um açoriano na Índia: D. António Taveira da Neiva Brum da Silveira (1750-1775), Ponta
Delgada, Universidade dos Açores, 1983 A família Raposo d’Amaral tem um percurso diferente. Oriunda de uma camada social que não
pertencia propriamente à elite local, dedicaram-se inicialmente ao comércio. Nicolau M.ª Raposo (1737-1816) desenvolveu uma importante
actividade comercial com o Brasil, era armador e contratador dos dízimos reais, detinha o monopólio da venda do sal e possuía uma indústria
de salga de peixe e de carne. Os lucros provenientes desta actividade comercial eram investidos na compra de bens fundiários, o que permitiu
a consolidação da base económica e do prestígio social da família. V. Carlos Cordeiro, As relações comerciais de Nicolau Maria Raposo com
o Brasil(1775-1784), in: "Boletim do Instituto Histórico da Ilha Terceira", Angra do Heroísmo, Vol XLII, 1985, p.245-345
(29)
Recordamos que foi em Angra que o Corregedor teve o seu principal assento (a partir de 1514) e que são criadas nessa cidade as
sedes do Bispado (1534) e da Capitania Geral (1766) dos Açores.
(30)
Em 1983, a Biblioteca Pública e Arquivo de Angra do Heroísmo possuía um inventário dos fundos paroquiais e notariais.
Publica-se então roteiro provisório dos 348 livros que constituem o fundo, trabalho esse que viria a ser o ponto de partida para a elaboração
de um roteiro do Arquivo. V. Mariana Mesquita, Roteiro provisório dos livros da Capitania Geral das Ilhas dos Açores (...). Arquipélago,
Série Ciências Humanas, Ponta Delgada, Universidade dos Açores, 1983 (nº esp.), p. 237
(31)
Inclui o Arquivo do Cabido (1690-1920) do Bispado de Angra. Existe uma relação dos livros e maços que constituem este fundo.
(32)
Constituído por 214 lv. e 57 m v. Manuel C. Baptista de Lima, Op. cit., p.12
(33)
Incluí a documentação da Direcção de Obras Públicas (documentação anterior a 1900-494 pt., 583 lv, 99 m e 390 plantas).
Acrescentamos ainda que se encontram em fase de organização os fundos do Governo Civil e da Câmara Municipal da Praia da Vitória.
(34)
Documentação comprada por Thiers de Lemos Direcção de Finanças da Horta, em 1959, quando esta instituição vendeu 15
toneladas de papel a uma fábrica em São Miguel. Entre esta documentação encontram-se livros dos extintos conventos. A documentação da
Casa Bensaúde é imprescindível para a compreensão da história económica desta ilha, na 2ª metade do século XIX e 1ª metade do século
XX.
(35)
Inventário em fichas
(36)
Entidade à qual eram prestadas contas pela administração de vínculos e legados pios. Esta documentação foi incorporada
juntamente com a documentação do Tribunal de Relação. A recuperação da informação é efectuada através de um índice alfabéticotopográfico que contém o nome do instituidor vincular, nome do administrador à data de extinção, nº do processo e do maço.
(37)
Inventário informatizado em ARQBase (nível da série).
(38)
Ernesto do Canto (1831-1900) reuniu um vasto património documental, nomeadamente, parte da documentação da Alfândega de
Ponta Delgada (1620-1879), arquivos de várias famílias, designadamente, Canto e Castro, Borges Bicudo, Costa Chaves e Melo, livros de
conventos, tombos de testamentos, etc. V. Inventário dos livros, jornaes, manuscriptos e mappas do Dr Ernesto do Canto legados à Biblioteca
Pública de Ponta Delgada (Ilha de São Miguel), e entregues por sua viúva D. Margarida Leite do Canto.Évora, Minerva Commercial, 1905
(39)
V. Maria José da Silva Leal, Planeamento das redes de serviços de arquivo, in "Actas do VII Congresso da BAD", p. 123-124
ARQUIVO REGIONAL DA MADEIRA A MEMÓRIA INSULAR PORTUGUESA
Maria Fátima Barros
Gastão Jardim
1.
Introdução
É no contexto de uma nova historiografia insular que privilegia a História das Ilhas do
Atlântico, espaço marcado por singularidades e simultaneamente por vivências comuns,
e no intuito de divulgar o nosso património arquivístico e fomentar um renovado
conhecimento das fontes documentais, que apresentamos esta comunicação.
Este perspectivar da história insular evidencia naturalmente os fundos arquivísticos
regionais, pois eles conservam parte importante da informação que constitui a memória
viva destas regiões ou, como soe dizer-se, a sua memória colectiva.
O ARM é detentor de um espólio documental privilegiado e único para o estudo da
história e cultura atlântica portuguesa, nomeadamente do Arquipélago da Madeira, o
qual remonta ao século do povoamento insular. De facto, se pensarmos no
protagonismo assumido pela Madeira no povoamento do mundo atlântico, se atentarmos
na multiplicidade de contactos entre esta ilha e o reino, e posteriormente com as cidades
do Mar do Norte e do Mediterrâneo e, não menos importantes, nas interligações entre as
próprias ilhas atlânticas; se pensarmos ainda que a diocese do Funchal foi, durante
algum tempo, metrópole eclesiástica dos nossos domínios ultramarinos, então não
temos dúvidas em afirmar que estamos perante documentos preciosos para o estudo da
história e cultura insular portuguesa, posto que, a informação contida nos documentos
de arquivo está directamente relacionada com as funções e actividades desenvolvidas
por cada instituição produtora. Isto permite-nos, entre outros, constatar pontualmente o
interesse social, judicial e penal dos fundos Judiciais; do administrativo e militar dos
Governadores e Capitães Generais; do fiscal e aduaneiro da Provedoria e Junta da Real
Fazenda e da Alfândega do Funchal; do económico e jurídico dos Notariais; do político
e demográfico do Governo Civil; do institucional, cultural e educativo da Junta Geral do
Distrito do Funchal; e o religioso dos fundos eclesiásticos.
Porém esta informação, ligada às funções e actividades próprias de cada organismo,
multiplica-se de uma forma acessória e eventual ao referir-se a pessoas, acontecimentos,
lugares e circunstâncias, ao longo do tempo e do espaço.
Por isso, podemos afirmar que fundos tão homogéneos como os das Câmaras
municipais, com principal relevo para a Câmara Municipal do Funchal, onde se
destacam os livros de vereações, - os mais remotos do espaço atlântico, sublinhe-se, - de
posturas e os registos gerais, são riquíssimos em informações de todo o tipo relativas à
vida pública e privada, à religião, à política, à administração dos povos, ao direito, à
sociedade, à economia agrícola, pecuária e pesqueira, ao comércio, à indústria, aos
transportes, às comunidades políticas, sociais e religiosas, às mentalidades e à cultura do
arquipélago da Madeira.
Esta diversidade de informações é comum a outros fundos, como os Paroquiais, e em
outros absolutamente díspares por natureza, como são os Familiares, ricos em
informação variada, ainda que, como ocorre com os Eclesiásticos, as Misericórdias e as
Confrarias e Irmandades, grande parte da documentação se refira aos seus bens e posses
e à administração dos mesmos.
Convém mencionar ainda, o fundo da Polícia de Segurança Pública e a colecção "Diário
de Notícias", importantes para qualquer estudo da vida quotidiana madeirense nos
séculos XIX e XX.
Por conseguinte, todos estes fundos e as séries documentais que os compõem são de
utilização indispensável em qualquer monografia de cariz insular e atlântico, pela
abundância, preciosidade e variedade de suas informações.
Na apreciação do tema proposto pareceu-nos que o melhor seria dar a conhecer um
pouco desta instituição responsável pela custódia e divulgação deste património
documental, da sua criação e atribuições, dos seus serviços e actividades e, sobretudo,
despertar a atenção dos investigadores para a riqueza e diversidade dos seus fundos
documentais.
2.
Criação e dependência orgânica do ARM
O Arquivo Distrital do Funchal foi criado pelo decreto nº19952 de 27 de Junho de 1931,
com nova publicação rectificada em 30 de Julho, e visava , sobretudo, "recolher,
instalar, inventariar e facultar à consulta dos estudiosos os núcleos documentais
dispersos no respectivo distrito". O decreto nº20690 de 30 de Dezembro do mesmo ano,
estabeleceu as condições de funcionamento do arquivo recém-criado, ficando a sua
administração financeira a cargo da Junta Geral do Distrito do Funchal, mas
tecnicamente dependente da Inspecção Geral das Bibliotecas e Arquivos, integrada na
Direcção Geral do Ensino Superior e das Belas-Artes do Ministério da Instrução
Pública.
Importa referir que anteriormente, por imposição do decreto de 2 de Outubro de 1862 e
posterior portaria de 9 de Junho de 1886 foram incorporados nos Arquivos
Nacionais/Torre do Tombo valiosos fundos documentais pertencentes a algumas
instituições desta ilha, designadamente a Provedoria e Junta da Real Fazenda, a
Alfândega do Funchal, o Cabido da Sé e os Conventos de Santa Clara e Nossa Senhora
da Encarnação.
A Junta Geral, em Janeiro de 1932, instalou provisoriamente, o Arquivo numas
dependências do Palácio da Encarnação. Foi seu primeiro director João Cabral do
Nascimento, o qual, juntamente com o conservador Álvaro Manso de Sousa, havia
fundado em 1931 a revista Arquivo Histórico da Madeira que passou a assumir a
qualidade de órgão informativo do Arquivo Distrital.
Em Maio de 1933, por solicitação da direcção do Arquivo, a Câmara do Funchal
determinou a transferência das suas instalações para o Palácio de São Pedro, antiga
residência dos Condes de Carvalhal, ocupando presentemente, além daquele espaço, um
anexo próximo do dito palácio.
Através do decreto-lei nº287/80 de 16 de Agosto a subordinação administrativa do
Arquivo Distrital do Funchal foi transferida para o Governo da Região Autónoma da
Madeira, constituindo um organismo dependente da Secretaria Regional do Turismo e
Cultura no âmbito da Direcção Regional dos Assuntos Culturais, designando-se hoje
Arquivo Regional da Madeira.
3.
Funções e serviços
Compete ao ARM proceder à recolha , conservação, tratamento e divulgação da
documentação produzida por instituições e organismos públicos e privados, famílias ou
indivíduos da Região Autónoma da Madeira ou com ela relacionada, cujo valor
informativo e/ou probatório justifique a sua conservação permanente. É
obrigatoriamente incorporada no Arquivo Regional da Madeira a documentação:
Dos serviços do Governo e das autarquias locais da RAM;
Das conservatórias dos registos civil, predial, comercial e dos cartórios notariais;
Dos cartórios paroquiais;
Dos tribunais;
Dos serviços extintos;
Qualquer outra, cuja incorporação seja prescrita por disposição legal.
Como consequência destas atribuições temos que os fundos arquivísticos produzidos
por instituições e organismos da Região Autónoma da Madeira estão concentrados no
Arquivo Regional. Todavia, encontra-se muita documentação por incorporar, em virtude
de não haver um levantamento sistemático dos arquivos existentes, por um lado, e por
outro, em consequência da manifesta escassez de espaço com que se debate o ARM.
Para além da sala de leitura que possibilita a consulta de fundos e colecções e o acesso a
uma biblioteca de apoio, o ARM dispõe ainda de serviços de reprografia e de emissão
de certidões dos documentos de que é detentor, e sempre que solicitado, fornece
informações orais ou escritas, designadamente na área da genealogia.
As instalações integram também uma pequena secção de encadernação e restauro e
outra de microfilmagem.
Por outro lado, o ARM colabora na orientação de visitas de estudo e apoia iniciativas de
índole científica e cultural.
QUADRO DE CLASSIFICAÇÃO DOS FUNDOS DO ARQUIVO REGIONAL DA
MADEIRA(Em Junho de 1995)
Fundos Públicos
Datas extremas
livros
Administração do Concelho da Calheta
1836-1937
118
Administração do Concelho do Funchal
1834-1936
457
Administração do Concelho da Ponta do Sol
1834-1929
159
Administração do Concelho do Porto Santo
1834-1946
37
Administração do Concelho de Santa Cruz
1837-1942
134
Administração do Concelho de São Vicente
1843-1877
13
Alfândega do Funchal
1752-1958
294
Governadores e Capitães Generais
1683-1834
117
Governo Civil
1834-1975
907
Polícia de Segurança Pública
1866-1939
123
caixas
maços
pastas
10
1
548
2.570
1.1. ADMINISTRAÇÃO CENTRAL DELEGADA
225
313
1
peç
Provedoria e Junta da Real Fazenda
1775-1833
4
1836-1976
99
Câmara Municipal da Calheta
1760-1944
341
Câmara Municipal de Câmara de Lobos
1835-1934
258
Câmara Municipal do Funchal
1470-1940
1702
Câmara Municipal de Machico
1606-1895
155
Câmara Municipal da Ponta do Sol
1595-1934
357
Câmara Municipal do Porto Moniz
1866-1893
7
Câmara Municipal do Porto Santo
1705-1946
125
Câmara Municipal de Santa Cruz
1515-1951
380
Câmara Municipal de Santana
1874
1
Câmara Municipal de São Vicente
1801-1894
9
1.2 ADMINISTRAÇÃO DISTRITAL
Junta Geral do Distrito do Funchal
90
1.3 ADMINISTRAÇÃO LOCAL
3
24
48
1
3
3
1.4 JUDICIAIS
Juízo dos Órfãos*
s.XVI-XIX
Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas**
s.XV-XIX
Juízo Geral de Fora e Tribunais Comarcãos**
s.XVII-XX
112
16
137
153
1.229
1.5 NOTARIAIS
Cartórios Notariais
1551-1973
6.710
1538-1893
10.102
1837-1908
35
19
1.6 PAROQUIAIS
Cartórios Paroquiais
1.7 PESSOAS COLECTIVAS DE UTILIDADE PÚBLICA ADMINISTRATIVA
Escola Médico-Cirúrgica do Funchal
SUBTOTAL FUNDOS PÚBLICOS
22.660
2. FUNDOS PRIVADOS
2.1 ASSOCIAÇÕES
Associação do Coração de Jesus
1878-1887
1
1.953
17
5
891
2.668
Associação Humanitária dos Bombeiros Voluntários do Funchal
1889-1953
22
Associação de Socorros Mútuos dos Artífices Funchalenses
1896-1924
8
Associação dos Socorros Mútuos D. Filipa de Vilhena
1920-1947
24
Associação de Socorros Mútuos "O Futuro"
1925-1947
18
Associação de Socorros Mútuos Pedro Álvares Cabral
1917-1955
57
Associação de Socorros Mútuos dos Sapateiros Funchalenses
1896-1912
13
2.2 CONFRARIAS E IRMANDADES*
1579-1909
132
19
12
2.3 FAMÍLIAS
Bettencourt Mimoso
1544-1948
Bettencourt Perestrelo
1688-1916
3
Freitas Lomelino
s.XVI-XX
18
Ornelas Vasconcelos**
s.XVI-XX
10
Torre Bela
s.XV-XX
2.4 ECLESIÁSTICOS DIOCESANOS
1
1
33
14
Câmara Eclesiástica
1801-1839
2
Juízo do Resíduo Eclesiástico*
s.XVIII-XIX
2
Recolhimento do Bom Jesus da Ribeira
1662-1934
34
Convento de Nossa Senhora da Encarnação
1645-1895
35
Convento de Nossa Senhora das Mercês
1645-1895
7
Convento de Nossa Senhora da Piedade
1705-1710
1
Convento de Santa Clara
1634-1897
15
Convento de São Bernardino
1783-1832
1
1843-1969
3
Misericórdia da Calheta
1535-1885
34
Misericórdia do Funchal
1477-1922
761
2.5 ECLESIÁSTICOS MONÁSTICOS
2.6 ECLESIÁSTICOS REFORMADOS
Igreja Presbiteriana da Madeira
2.7 MISERICÓRDIAS
281
6
Misericórdia de Machico
1543-1560
1
Misericórdia de Santa Cruz
1620-1817
2
Misericórdia do Porto Santo
s. XIX
1
SUBTOTAL FUNDOS PRIVADOS
1.205
330
18
19
3. COLECÇÕES
3.1 DOCUMENTOS TEXTUAIS
Biblioteca "Dr. Nuno Porto"**
s.XVI-XX
3.000
Colecção "Diário de Notícias"
1821-1983
761
Documentos Avulsos**
1461-1932
12
Fragmentos*
s.XVIII-XX
52
Livraria dos Jesuítas*
s.XVI-XIX
376
3.2 DOCUMENTOS FIGURATIVOS
Colecção Cartográfica (mapas e plantas)
3.3 DOCUMENTOS AUDIOVISUAIS
s.XVII-XIX
16
Colecção Fotográfica (fotografias e postais)
4.4
SUBTOTAL COLECÇÕES
4.137
64
TOTAL
28.002
2.353
* Fundo ou Colecção por tratar.
** Fundo ou Colecção em organização.
5.
Caracterização dos fundos e colecções
FUNDOS PÚBLICOS
ADMINISTRAÇÃO CENTRAL DELEGADA
ADMINISTRAÇÕES DOS CONCELHOS
Conjunto constituído pelos fundos das administrações concelhias da Calheta (18361937), Funchal (1834-1936), Ponta do Sol (1834-1929), Porto Santo(1834-1946), Santa
Cruz (1837-1942) e São Vicente (1842-1877).
O administrador do concelho, cargo de nomeação régia e subordinado ao governador
civil, criado pelo decreto de 18 de Julho de 1835, veio substituir o antigo provedor do
concelho e teve como atribuições a superintendência das forças policiais, a fiscalização
das contribuições, da saúde, do cumprimento dos legados pios, a vigilância e inspecção
dos diversos estabelecimentos de piedade, beneficência e ensino público, o registo civil
e de testamentos, e o recrutamento militar.
Relativamente ao fundo da Administração do Concelho do Porto Santo interessa referir
que os seus livros estão misturados com os da Câmara e só quando procedermos a uma
nova inventariação será possível separá-los devidamente. Retiramos apenas aqueles cuja
procedência era evidente, tais como os livros do Registo Civil.
4.4
903
2.687
4.4
Os arquivos das Administrações dos Concelhos de Câmara de Lobos, de Machico e do
Porto do Moniz nunca foram incorporados e o de Santana desapareceu num incêndio
ocorrido em 1948.
ALFÂNDEGA DO FUNCHAL
A documentação da Alfândega do Funchal incorporada no ARM, remonta na sua
globalidade a 1834, existindo apenas um livro do século XVIII.
Encontra-se por organizar na sua quase totalidade e somente a série de processos de
navios entrados no porto do Funchal de 1934 a 1942, acondicionados nas referidas 225
caixas, se acham inventariados.
Neste fundo merecem especial destaque, por exemplo, o registo geral da Alfândega e o
registo de correspondência expedida e recebida desde 1834.
Não foi possível, de momento, contabilizar os maços de documentação avulsa.
Os documentos mais antigos da Alfândega, criada em 1477 - superintendida pela
Contadoria do Duque, senhor da Ilha, e depois de 1508 pela Provedoria da Real
Fazenda - desapareceram. O que deles restou foi incorporado nos AN/TT em virtude da
portaria de 9 de Junho de 1886. Totaliza o arquivo da Alfândega então transferido para
Lisboa 255 livros, o mais remoto dos quais data de 1727.
Supomos, porém, que parte da documentação alfandegária, encontra-se englobada no
arquivo da Provedoria e Junta da Real Fazenda do Funchal igualmente incorporada nos
AN/TT. Acrescente-se que na "Colecção Pombalina" do Instituto da Biblioteca
Nacional e do Livro de Lisboa, encontram-se também diversos livros da Alfândega do
Funchal.
GOVERNADORES E CAPITÃES GENERAIS
Esta documentação acha-se indevidamente inventariada com a proveniente do Governo
Civil, instituição apenas criada em 1835.
Dela, restam apenas um códice do século XVII e cerca de 38 livros datados de
setecentos, sendo os restantes do século XIX.
É fácil verificar o ostracismo a que foi votada a preciosa documentação desta instituição
criada logo após a União Ibérica de 1580.
O responsável pelo desaparecimento parcial deste espólio documental foi precisamente
o secretário geral do Governo Civil, Curado Campos, que, numa atitude inqualificável,
protagonizou, cerca de 1890, um lamentável "auto-de-fé" no calhau fronteiro ao edifício
da Alfândega - em cuja água furtada se guardava então este arquivo - fazendo queimar
toda a documentação dos séculos XVI e XVII e certamente também do século XVIII (in
Elucidário Madeirense, vol. I, p.387).
Um livro de correspondência do governador e capitão general José Correia de Sá (17591767) acha-se incorporado nos AN/TT no fundo da Provedoria e Junta da Real Fazenda
do Funchal.
Possuímos informações de que muitos documentos que constituíram o arquivo dos
Governadores e Capitães Generais param em mãos de particulares, alguns deles
comprados ao desbarato na Feira da Ladra em Lisboa.
Não será de excluir a hipótese de muita documentação ter sido usurpada aquando das
duas ocupações da Madeira pelas tropas britânicas no início do século passado. Basta
dizer, por exemplo, que o mapa da Madeira, levantado pelo engenheiro das obras reais
Bartolomeu João, em 1654, que seguramente se encontrava no Palácio de São
Lourenço, residência oficial dos Governadores e Capitães Generais, foi adquirido em
Londres, nos anos trinta do nosso século, por um súbdito britânico radicado na cidade
do Funchal, o Sr. Paul Alexander Zino.
Não é pertinente, de momento, estabelecer quaisquer considerações sobre o facto dos
governadores terem sido intitulados de "capitães-gerais", durante a União Ibérica, de
1580 a 1640, e, depois, de "capitães-generais" de 1640 a 1834, uma vez que as funções
inerentes a tal cargo permaneceram idênticas.
GOVERNO CIVIL
Instituição criada em 1835. Mantivemos neste fundo a documentação da Prefeitura da
Província - organismo que a precedeu logo após a restauração da monarquia
constitucional de 1834 - e de igual modo a da chamada Administração Geral, instituída
após a Revolução de Setembro de 1836, que perdurou até 1842. Tratam-se, em suma, de
alterações de denominações meramente circunstanciais, mantendo aquelas instituições
idênticas prerrogativas não obstante a mudança de designação. A figura de governador
civil, cargo de nomeação régia, superior magistrado administrativo do distrito e
imediato representante do Governo Central, foi definitivamente restabelecida em 1842,
sendo extinta apenas em 1976, com a implantação do regime autonómico.
Do seu arquivo salientamos as extensas séries de correspondência com os diversos
Ministérios, Administrações dos Concelhos, Câmaras Municipais e outras autoridades e
ainda as séries de processos de passaportes, de livros de registo de passaportes e de
listas de passageiros, fundamentais para o estudo da emigração madeirense.
Todavia, uma parte substancial deste fundo, com destaque para diversa legislação que
remonta a 1769, encontra-se ainda por incorporar no ARM, achando-se depositada na
Secretaria Regional das Finanças desde 1976, aquando da extinção do Governo Civil.
POLÍCIA DE SEGURANÇA PÚBLICA
Desde o século XV que o Funchal vinha sendo patrulhado, especialmente durante a
noite, pelos denominados quadrilheiros dirigidos por um alcaide, então apresentado pelo
capitão do Funchal, na sua qualidade de alcaide-mor, os quais estavam incumbidos da
vigilância das áreas populacionais. Somente em 1834, após a consolidação da
monarquia constitucional, foi criado um corpo policial efectivo cuja superintendência
esteve, primeiro, a cargo da Provedoria do Concelho e, depois, do organismo que a
substituiu, a Administração do Concelho.
Reestruturada por diversas vezes ao longo da segunda metade do século XIX, aquela
polícia civil passou a ser dirigida por um comissário e, mais tarde, já no nosso século,
foi designada Polícia de Segurança Pública. O seu arquivo foi incorporado em 1950
destacando-se do mesmo, entre outras espécies, vários processos de legados pios e os
livros de registo de casas de toleradas e de meretrizes de especial interesse para o estudo
da vida quotidiana da época.
PROVEDORIA E JUNTA DA REAL FAZENDA DO FUNCHAL
Organismo administrativo que superintendia a arrecadação fiscal dos direitos reais e
procedia ao pagamento das despesas do Estado.
Num primeiro momento, na década de 60 do século XV, foi criada a Contadoria do
Duque, senhor da Ilha, que dirigia os três almoxarifados existentes, um em cada
capitania, passando também a superintender a Alfândega do Funchal, instituída em
1477, estrutura aduaneira incumbida de arrecadar, no porto mais importante do
arquipélago, os réditos fiscais provenientes do comércio marítimo, ou seja, as dízimas
sobre as mercadorias importadas e exportadas.
Em 1508 é criada a Provedoria da Real Fazenda que fica a controlar toda a actividade
financeira da Coroa e o respectivo aparelho fiscal.
Em 1775 a Provedoria foi reestruturada e criada em sua substituição a Junta da Real
Fazenda dirigida colegialmente, entre outras entidades, pelo governador e capitão
general, pelo corregedor e pelo juiz de fora. Foi extinta em 1834.
O que restou do seu precioso arquivo foi transferido para a Torre do Tombo por
disposição duma portaria do Ministério do Reino datada de 9 de Junho de 1886,
totalizando 1636 códices.
No ARM existem apenas 4 livros desta instituição merecendo especial destaque o índice
do registo geral da Provedoria da Real Fazenda do Funchal.
ADMINISTRAÇÃO DISTRITAL
JUNTA GERAL DO DISTRITO DO FUNCHAL
Corpo administrativo criado em Julho de 1835, efectuou a sua primeira reunião em
Julho do ano seguinte, procedendo-se à sua instalação definitiva em Junho de 1837.
A documentação incorporada no ARM - proveniente do Governo Civil - remonta a
1836, verificando-se, porém, uma profunda lacuna a partir dos anos 80 do século
passado.
A incorporação mais recente realizou-se em 1992, sendo então transferida para o ARM
a custódia da documentação da Direcção de Serviços Industriais, Eléctricos e de Viação
desde o início do século até à sua extinção em 1976.
Falta, portanto, efectuar a incorporação da documentação produzida pelos outros
departamentos da extinta Junta Geral como sejam: Estação Agrária, Direcção das Obras
Públicas, Direcção Escolar, Intendência de Pecuária e Inspecção de Saúde.
ADMINISTRAÇÃO LOCAL
CÂMARAS MUNICIPAIS
Constituem este conjunto os fundos das Câmaras Municipais da Calheta (1760--1944),
Câmara de Lobos (1835-1934), Funchal (1470-1940), Machico (1606-1895), Ponta do
Sol (1595-1934), Porto do Moniz (1866-1893), Porto Santo (1705-1946), Santa Cruz
(1515-1951), Santana (1874) e São Vicente (1801-1894).
A documentação mais antiga da Câmara da Calheta, criada por carta régia de 1 de Julho
de 1502, desapareceu, embora o registo geral iniciado em 1760 contenha treslados de
vários documentos que remontam ao século XV.
O arquivo da Câmara Municipal de Câmara de Lobos, instituída em 1835, foi
parcialmente incorporado neste Arquivo Regional em 1990.
Também no que se refere à Câmara do Funchal, o seu registo geral, elaborado em 1517,
contém treslados de documentos que remontam a 1433. A colecção designada
Documentos Avulsos engloba originais pertencentes a esta Câmara, o mais antigo dos
quais data de 1461. Porém, merecem especial relevância as actas de vereações, datadas
de 1470, que se assumem como as mais remotas do espaço atlântico. O inventário deste
fundo só regista 1405 códices inventariados, mas existem livros numerados até o 1673 e
os restantes 29, para perfazer o total de 1702, não estão, nem inventariados, nem tão
pouco numerados.
Relativamente à Câmara de Machico, criada em meados do século XV, a vereação mais
antiga data de 1606 e o registo geral de 1637, tendo , lamentavelmente levado
descaminho, no século passado, o precioso tomo I, que remontava ao século de
quatrocentos.
Quanto à Câmara da Ponta do Sol, estabelecida por carta régia de 2 de Dezembro de
1501, a vereação mais antiga é de 1595 e o registo geral data de 1684.
Da Câmara do Porto do Moniz, criada em 1835, possuímos apenas 7 livros provenientes
do Governo Civil.
A documentação mais remota da Câmara do Porto Santo, instituída no século XV,
desapareceu em consequência dos diversos saques praticados por corsários, o mais
violento dos quais, efectuado pelos argelinos, ocorreu em 1617. A vereação mais antiga
data de 1705 e o registo geral de 1769. Não contabilizámos para este fundo os livros de
várias confrarias inclusos no mesmo.
Grande parte da documentação da Câmara de Santa Cruz, criada em 25 de Junho de
1515, igualmente desapareceu. Do século XVI existe apenas 1 livro de vereações
fragmentado e a vereação seguinte data somente de 1793. O registo geral remonta a
1733. Dos 380 livros pertencentes a este fundo, 149 não estão descritos, o mesmo
sucedendo com 3 caixas de documentos respeitantes a recenseamentos e recrutamentos
militares dos séculos XIX e XX.
A Câmara de Santana, estabelecida em 1835, recusou-se em 1932 a incorporar a sua
documentação no então Arquivo Distrital, e em Janeiro de 1948 o edifício camarário foi
completamente destruído por um incêndio. O único livro encontrado até agora é de
recenseamento militar e provém do Governo Civil.
O arquivo da Câmara de São Vicente, criada em 25 de Agosto de 1744, e igualmente o
da Administração do Concelho foram quase totalmente destruídos num tumulto popular
ocorrido em 12 de Abril de 1868. Possuímos apenas 9 livros, datados de 1801-1894,
faltando incorporar a documentação a partir de 1868.
De modo geral, destacamos nos fundos da administração local, entre outras espécies, os
livros de vereações, de posturas e os registos gerais, onde se encontram exaradas as
diversas determinações prescritas pela administração central e insular em tudo o que diz
respeito ao arquipélago da Madeira, nomeadamente ao comércio, à indústria, à
agricultura e, em suma, aos restantes aspectos do quotidiano social, económico e
político madeirense.
Acerca do valor informativo e documental destes arquivos afirmam o Padre Fernando
Augusto da Silva e Carlos Azevedo de Menezes no Elucidário Madeirense " o mais
importante e copioso repositório de informações e notícias que interessam à história
deste arquipélago encontra-se no arquivo da Câmara Municipal do Funchal, que contém
muitos e valorosíssimos documentos, sobretudo dos séculos XV, XVI e XVII..."
(Elucidário Madeirense, vol. I, p. 386).
JUDICIAIS
Não nos é possível apresentar uma relação completa e segura dos vários fundos que
compõem este grupo, pois esta documentação não está totalmente organizada nem
inventariada.
Para além do Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas e dos Juízos dos Órfãos, este
grupo de documentação judicial é constituído pelos fundos do Juízo Geral de Fora, dos
Tribunais Judiciais das Comarcas Ocidental e Oriental do Funchal, das Comarcas do
Funchal, de Santa Cruz, da Ponta do Sol e de São Vicente, dos Julgados e Juízes de Paz
de algumas freguesias deste arquipélago e ainda do Tribunal de Comércio do Funchal.
A documentação do Juízo Geral de Fora e das instituições que o substituíram - as
Comarcas Ocidental e Oriental, criadas em 1838, e os Tribunais das Comarcas do
Funchal, de Santa Cruz, da Ponta do Sol e de São Vicente, todos instalados em 1876 estimada em cerca de 85.000 processos judiciais, alguns dos quais, os mais antigos,
remontam ao fim do século XVII, encontra-se num estado caótico, em consequência
dum incêndio que deflagrou na torre do Palácio de São Pedro, onde se achava
arquivada, em Janeiro de 1947.
Foi possível apenas, até agora, proceder à classificação de 4.194 autos de inventários
orfanológicos, dos séculos XIX e XX, oriundos do Tribunal da Comarca de Santa Cruz,
acondicionados em 325 caixas, e efectuar um pré-tratamento de milhares de processos
cíveis e crimes, que foram guardados em cerca de 900 caixas.
Estes fundos, que se prolongam até meados do século XX, englobam ainda diversos
livros e documentos de carácter administrativo, consequentes do funcionamento dos
próprios tribunais. Diga-se que a documentação produzida desde o século XV até
grande parte de seiscentos desapareceu por completo.
O Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas foi um tribunal existente na antiga
organização judiciária portuguesa que tinha como principais atribuições zelar pelo
cumprimento das disposições testamentárias, prover sobre as capelas, hospitais,
albergarias e confrarias, e nos primeiros tempos, fiscalizava ainda toda a matéria
referente a órfãos.
Esta instituição foi extinta pelo decreto de 16 de Maio de 1832, contudo a cobrança dos
legados não cumpridos, de acordo com o decreto de 7 de Agosto de 1834, passou a ser
efectuada pela Santa Casa da Misericórdia do Funchal, para a qual transitaram os
respectivos autos das capelas, uma vez que um terço daqueles réditos reservava-se às
misericórdias dos distritos onde eram cobrados. Dos restantes dois terços, metade
destinava-se ao Hospital de São José e a outra metade à Santa Casa da Misericórdia de
Lisboa. Posteriormente, em 1842, os mesmos autos foram transferidos para a
Administração do Concelho do Funchal, a qual, não obstante haver-se promulgado a
desoneração dos encargos pios sobre bens vinculados, continuou, até aos anos setenta
do século passado, a proceder à tomada de contas das pensões não satisfeitas, anteriores
a 1860.
Da sua actividade fiscalizadora e judicial resultaram várias séries documentais, de que
destacamos os processos de tomada de contas de testamentos (séc XVII a XIX) e de
capelas (séc. XVI a XIX), onde encontramos múltiplas informações sobre a instituição
vincular neste arquipélago. Estes processos de tomada de contas de testamentos
encontram-se indevidamente misturados com os do Juízo do Resíduo Eclesiástico e
guardados em 281 caixas de folha zincada. Relativamente ao índice dos processos do
Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas, decidimos mantê-lo neste fundo apesar de
ter sido elaborado pela Misericórdia do Funchal, instituição que herdou o cartório deste
tribunal, conforme já referimos.
O Juízo dos Órfãos era igualmente uma antiga repartição judicial destas ilhas, tendo o
respectivo juiz a função de prover sobre os órfãos e suas fazendas, nomeadamente
registar em livro próprio quantos existiam na sua jurisdição e quais os seus bens,
verificar se os mesmos estavam bem geridos e consequentemente os correger; tinha
também a incumbência de mandar proceder ao inventário dos bens dos órfãos menores
de 25 anos, e de nomear tutores e curadores para os órfãos e menores que os não
tivessem, substituindo os pouco zelosos e castigando os culpados. O juiz dos órfãos
tinha ainda jurisdição em todos os feitos cíveis em que os órfãos fossem autores ou réus
até à sua emancipação.
No século XV existia um Juízo dos Órfãos em cada capitania da ilha da Madeira, um no
Funchal e outro em Machico. A partir do século XVI e após o estabelecimento das vilas
da Ponta do Sol, Calheta e Santa Cruz, o juiz dos órfãos de Machico tinha jurisdição na
vila de Santa Cruz e, por sua vez, o do Funchal exercia funções no concelho da Ponta do
Sol. Excepcionalmente, criou-se um Juízo dos Órfãos no concelho da Calheta,
certamente devido à sua grande extensão territorial. Mais tarde, com o surgimento dos
novos concelhos foram instituídos juizes dos órfãos em São Vicente, Câmara de Lobos,
Santana e Porto do Moniz.
Hoje existem no Arquivo Regional da Madeira 112 maços de processos desta
instituição, ainda não inventariados, que julgamos pertencer ao Juízo dos Órfãos do
Funchal. Noutros fundos do ARM encontrámos livros do Juízo dos Órfãos que
futuramente serão integrados nos respectivos núcleos, a saber: Câmara Municipal de
Câmara de Lobos - 1 ; Câmara Municipal da Ponta do Sol - 1; Câmara Municipal de
Santa Cruz - 5; Câmara Municipal do Funchal - 37; Administração do Concelho da
Ponta do Sol - 12. Nos fundos dos Tribunais Comarcãos existem também livros e
processos do Juízo dos Órfãos de várias localidades, ainda não inventariados.
Verificou-se, entretanto, que 42 maços incluídos nos 153 que constituem a
documentação ainda por tratar do Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas não
pertencem, na sua totalidade, a esta instituição. Efectivamente, grande parte dos
documentos que os compõem são processos de inventários do Juízo dos Órfãos, quase
todos do termo do Funchal, os mais antigos dos quais remontam ao século XVI.
NOTARIAIS
A documentação mais remota produzida pelos Cartórios Notariais desapareceu na sua
quase totalidade, restando apenas fragmentos do século XVI de vários notários da
Ribeira Brava e de um do Funchal, os quais, se encontram em mau estado de
conservação.
Do século XVII chegaram aos nossos dias variados fragmentos e dois livros de notas
completos, igualmente da Ribeira Brava.
Os quatro cartórios existentes no Funchal nos fins do século XVIII, que guardavam
documentação notarial dos séculos precedentes, foram completamente delapidados,
existindo séries completas só a partir de 1725, que prosseguem até ao século XX.
Quanto aos fundos notariais das localidades rurais o panorama é idêntico. Os livros
mais antigos dessas localidades estão datados dos seguintes anos: Calheta - 1840;
Câmara de Lobos - 1777; Machico - 1783; Ponta Delgada - 1784; Ponta do Sol.- 1734;
Porto do Moniz - 1838; Porto Santo - 1771; Ribeira Brava - 1694; Santana - 1838; Santa
Cruz - 1794; São Vicente - 1770.
Os Cartórios Notariais, incorporados no ARM desde 1932, são constituídos,
maioritariamente, por livros de notas e ainda por livros de notas para testamentos, de
aprovação de testamentos cerrados, de certidões de missas, de instrumentos e mais autos
fora das notas, de abertura de sinais e de protestos de letras.
Existem numerosos maços de documentos respeitantes aos livros de notas que não foi
possível, de momento, contabilizar.
PAROQUIAIS
O registo dos assentos paroquiais foi estabelecido na Madeira em 1538. Nesse ano, D.
Martinho de Portugal, arcebispo do Funchal, apesar de nunca ter estado na sua
arquidiocese, enviou à Madeira uma visitação eclesiástica constituída por Álvaro Dias,
capelão do prelado, e Jordão Jorge, ouvidor geral, com instruções expressas para se
proceder , sem delongas, à execução do registo dos assentos paroquiais. Esta diligência
surtiu efeitos imediatos, pois no referido ano, ou no seguinte, surgem de facto os
primeiros registos em algumas paróquias madeirenses.
Este conjunto de fundos compreende os livros de registo paroquial dos baptismos,
casamentos e óbitos provenientes dos cartórios paroquiais das 50 freguesias deste
arquipélago, num total de 6.387 livros, além de 25 livros pertencentes a diversas
paróquias relativos a receita e despesa das respectivas fábricas, provimentos, visitações
eclesiásticas e inventários.
De notar que existem 3690 duplicados das 41 freguesias rurais relativos ao período de
1860 a 1889, e que dispomos em microfilme dos registos paroquiais até 1911.
É evidente que esta documentação apresenta certas lacunas, tendo-se perdido
irremediavelmente, por circunstâncias diversas, determinados registos de algumas
freguesias, sendo o caso mais significativo o da freguesia de Santa Maria do Calhau
cujo arquivo paroquial desapareceu para sempre na catastrófica aluvião ocorrida em
1803.
Por outro lado, certos registos datados de quinhentos, como por exemplo os do Caniço e
da Ribeira Brava, chegaram aos nossos dias em virtude de terem sido oportunamente
copiados pelos respectivos párocos nos fins do século XVIII ou princípios do século
XIX, por já nessa época evidenciarem um degradado estado de conservação.
Escusado será referir a importância destes fundos para o estudo da população não só
madeirense mas também da comunidade nacional e estrangeira aqui radicada ou
flutuante, contendo também numerosas e pertinentes informações para o estudo da
história social e económica e da evolução da própria cidade do Funchal e vilas do
arquipélago madeirense.
PESSOAS COLECTIVAS DE UTILIDADE PÚBLICA ADMINISTRATIVA
ESCOLA MÉDICO - CIRÚRGICA DO FUNCHAL
A Escola Médico-Cirúrgica do Funchal foi criada na sequência do decreto de 29 de
Dezembro de 1836, que determinava que em cada uma das capitais dos "distritos
ultramarinos" houvesse uma escola Médico-Cirúrgica.
A Comissão Administrativa da Santa Casa da Misericórdia do Funchal instalou a escola
no hospital, no espaço que fora ocupado pela antiga enfermaria dos súbditos ingleses,
tendo iniciado a sua actividade em Outubro de 1837.
Nos seus setenta e três anos de existência, este estabelecimento de ensino formou 250
médicos, tendo sido extinto pelo decreto de 11 de Novembro de 1910.
A biblioteca da Escola Médico-Cirúrgica encontra-se hoje depositada parcialmente na
Biblioteca Municipal do Funchal e o seu acervo documental foi incorporado no Arquivo
Regional da Madeira, incluindo, entre outras espécies, livros de registo dos termos de
matrícula dos alunos e de parteiras, de actas do conselho da escola, de receita e despesa,
destacando-se neste espólio, cinco interessantes volumes de anatomia com gravuras do
corpo humano, algumas contendo indicações dos seus autores, data de impressão e
explicações em latim.
FUNDOS PRIVADOS
ASSOCIAÇÕES
Este conjunto de fundos é composto pelos arquivos da Associação Humanitária dos
Bombeiros Voluntários do Funchal e das Associações de Socorros Mútuos dos Artífices
Funchalenses, D. Filipa de Vilhena, O Futuro, Pedro Álvares Cabral e dos Sapateiros
Funchalenses e ainda da Associação do Coração de Jesus.
A documentação dos Bombeiros Voluntários do Funchal deu entrada no ARM a 11 de
Maio de 1957, a da Associação do Coração de Jesus em 1950 e a das restantes
associações, que se encontrava depositada nas instalações do Tribunal do Trabalho do
Funchal, foi incorporada a 15 de Março de 1995.
CONFRARIAS E IRMANDADES
CONFRARIAS
Tratam-se de fundos constituídos pelos livros e documentos produzidos pelas confrarias
das ilhas da Madeira e do Porto Santo.
Existem 75 livros e 11 maços, já inventariados no núcleo das confrarias. Retirámos,
porém para a presente contabilização, diversos espécimes incluídos indevidamente nos
seguintes fundos: Governo Civil - 24 (L), 1 (M); Administração do Concelho do
Funchal - 4 (L); Câmara do Porto Santo - 13 (L); Câmara da Ponta do Sol - 4 (L);
Misericórdia do Funchal - 1 (L). Restam ainda por descrever 5 livros que perfazem na
sua totalidade 126 códices. Nas caixas da Câmara da Ponta do Sol encontram-se vários
documentos de confrarias daquela freguesia e, por sua vez, no fundo do Governo Civil,
que ainda se acha por organizar no anexo do ARM, existem igualmente vários
documentos de confrarias.
Diga-se também que, no arquivo do Cabido da Sé, incorporado nos AN/TT, encontramse diversos livros de confrarias.
IRMANDADES - ORDEM TERCEIRA DE SÃO FRANCISCO
Trata-se de uma irmandade religiosa da Ordem de São Francisco de Assis constituída
por indivíduos leigos de ambos os sexos. A Ordem Primeira destinava-se aos irmãos
professos e a Ordem Segunda às professas do sexo feminino, as denominadas clarissas.
Acham-se incorporados no ARM apenas 6 livros desta irmandade.
Importa referir ainda, que encontra-se no arquivo da Provedoria e Junta da Real Fazenda
do Funchal, incorporado nos AN/TT, um livro desta instituição.
FAMÍLIAS
Os arquivos de família documentam a memória das famílias que os produziram ao
longo de gerações e oferecem aos investigadores um conjunto de informações
surpreendente pela sua diversidade e riqueza, sendo muitas vezes complemento das
informações obtidas nos arquivos públicos. Também se revelam pertinentes para a
reconstituição da História Regional, quer na vertente social e económica ou da
administração local, se pensarmos por exemplo, na importância assumida pelos vínculos
de morgados e capelas instituídos neste arquipélago.
Compõem este grupo vários fundos arquivísticos, como sejam os fundos das famílias
Bettencourt Perestrelo, Bettencourt Mimoso, Freitas Lomelino, Ornelas Vasconcelos e
Torre Bela.
O arquivo da família Bettencourt Mimoso integra documentos que abarcam os anos de
1544 a 1948, num total de 137 documentos, e o da família Bettencourt Perestrelo 388
documentos, datados de 1688 a 1916.
Quanto ao arquivo da família Freitas Lomelino, os documentos estão reunidos em 18
códices factícios, que abrangem os séculos XVI a XX.
O acervo da família Ornelas Vasconcelos contém documentos dos séculos XVI a XX,
estando a sua organização e inventariação numa fase terminal. Vários membros desta
família desempenharam importantes funções na administração pública, na vida política,
militar, religiosa e nas províncias ultramarinas, merecendo especial destaque o arquivo
pessoal de Agostinho de Ornelas Vasconcelos, eminente político e diplomata do último
quartel do século XVIII e inícios do século XIX, e o de seu irmão D.Aires de Ornelas,
arcebispo de Goa e primaz do Oriente. A título de curiosidade, diga-se que encontrámos
alguns documentos cujos intervenientes residem nas Ilhas Canárias, por exemplo, uma
escritura efectuada por D. Mariana Josefa Dable e seus filhos, da Ilha de Tenerife, e
correspondência com Frei Francisco Xavier da Silva, residente em Las Palmas (ARM,
Fam. Ornelas Vasconcelos, Cx.4, Docs. nº 106 e 107).
O fundo da família Torre Bela, incorporado a 2 de Maio de 1959, está também numa
fase de organização, sendo que alguns dos seus documentos remontam ao século XV.
ECLESIÁSTICOS DIOCESANOS
CÂMARA ECLESIÁSTICA
O arquivo da Diocese do Funchal encontra-se na Câmara Eclesiástica que funciona
junto ao Paço Episcopal.
Apenas dois livros deste arquivo foram, casualmente, incorporados no ARM, um
respeitante a "Mandados de dispensas matrimoniais e respectivos emolumentos" (18351839) e outro a "Matrículas de estudantes de Geometria, Filosofia, Retórica, Latinidades
e Gramática" (1801-1803).
JUÍZO DO RESÍDUO ECLESIÁSTICO
Tribunal privativo da Diocese do Funchal, pouco se conhece sobre a sua criação e
funcionamento. No que respeita à função de fiscalização do cumprimento dos
testamentos e legados pios, sabemos que era exercida paralelamente pelo juiz do
Resíduo Eclesiástico e pelo juiz dos Resíduos e Provedoria das Capelas, embora em
meses alternados.
Procedente desta instituição possuímos processos de tomada de contas de testamentos
que se encontram guardados em 281 caixas e indevidamente misturados com os
processos da mesma natureza do Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas, não
sendo possível neste momento contabilizá-los. Quanto ao índice dos processos
produzidos pelo Juízo do Resíduo Eclesiástico mantivemo-lo neste fundo apesar de
também - como aconteceu com o Juízo dos Resíduos e Provedoria das Capelas - ter sido
elaborado pela Misericórdia do Funchal, a qual recebeu os processos das duas referidas
instituições e ficou encarregue de tomar contas dos encargos aos testamenteiros e
administradores de capelas.
RECOLHIMENTO DO BOM JESUS DA RIBEIRA
Fundado pelo Dr. Simão Gonçalves Cidrão, arcediago da Sé do Funchal, este
recolhimento estava unicamente sujeito ao prelado da diocese não só no que dizia
respeito à sua direcção interna, como ainda à administração dos seus bens, não sendo
por isso uma ordem monástica.
Não sabemos exactamente a data da sua abertura, no entanto parece que somente em
1666 deram ali entrada as primeiras recolhidas, sendo o recolhimento aprovado pelo
bispo D. Gabriel de Almeida.
Desde 1910 o recolhimento é administrado e dirigido por uma comissão nomeada pelo
Governo Civil, estando actualmente sob a tutela da Diocese do Funchal.
O seu arquivo deu entrada no ARM no dia 26 de Agosto de 1961, e integra
documentação desde 1662 a 1934.
ECLESIÁSTICOS MONÁSTICOS
Constituem este conjunto os fundos dos Conventos de Nossa Senhora da Encarnação
(Funchal), de Nossa Senhora das Mercês (Funchal), de Nossa Senhora da Piedade
(Santa Cruz), de Santa Clara (Funchal), e de São Bernardino (Câmara de Lobos).
Estes conventos pertenciam à Ordem Seráfica ou Franciscana, a única implantada na
Madeira, e foram, juntamente com outras ordens religiosas, extintos pelo decreto de
1834, que também determinou o encerramento destes estabelecimentos religiosos.
Importa referir que no arquivo da Provedoria e Junta da Real Fazenda do Funchal,
incorporado nos AN/TT, encontram-se 17 livros dos seguintes conventos: São
Bernardino, São Francisco (Funchal), Nossa Senhora da Piedade, São Sebastião
(Calheta), Nossa Senhora da Porciúncula (Ribeira Brava).
Foram também transferidos para aquela instituição, de acordo com a referida portaria,
48 livros do Convento de Nossa Senhora da Encarnação e o precioso cartório do
Convento de Santa Clara, constituído por 28 livros e 16 maços o qual remonta ao século
XV e engloba uma parcela do arquivo particular do 1º e do 2º capitães-donatários do
Funchal. Do mesmo modo, no Arquivo Histórico do Ministério das Finanças, hoje na
Torre do Tombo, encontram-se os cadastros dos bens destes conventos franciscanos
madeirenses, com a excepção do de Nossa Senhora da Porciúncula, efectuados no
século passado.
Porém, grande parte dos arquivos da Ordem Seráfica desapareceram. Basta dizer que a
mais antiga documentação do Convento de São Francisco do Funchal, fundado em
1473, remonta apenas ao século XVIII.
ECLESIÁSTICOS REFORMADOS
IGREJA PRESBITERIANA DA MADEIRA
Também conhecida por igreja escocesa, foi fundada em 1842 estando hoje instalada na
rua do Conselheiro José Silvestre Ribeiro, junto ao Jardim Municipal.
O seu arquivo, incorporado em 1 de Fevereiro de 1989, compõe-se de um livro de
registo de nascimentos e baptismos, um de casamentos e outro de óbitos e
enterramentos.
MISERICÓRDIAS
Este grupo é constituído pelos fundos das Misericórdias do Funchal, da Calheta, do
Porto Santo, de Santa Cruz e de Machico, instituições pias que tinham a seu cargo a
assistência aos pobres, doentes, órfãos e necessitados em geral, administrando
paralelamente os seus bens, por vezes avultados, provenientes das doações piedosas.
O arquivo mais rico e abundante pertence à Misericórdia do Funchal, que possui
registos de 1477, anteriores à criação da sua confraria em 1508, sendo que em 1514
passou a superintender e administrar o Hospital do Funchal. Para além dos livros de
entrada de doentes, de foros, de inventários da Santa Casa, de testamentos e doações,
salientamos os volumes de receita e despesa, cujas folhas de rosto têm a particularidade
de se apresentar artisticamente iluminadas.
A Misericórdia da Calheta data de 1535, sendo a determinada altura muito activa e
próspera, mercê dos legados e doações que lhe eram feitos, o que se pode constatar nos
livros de registos e inventários de foros, de receita e despesa, e sobretudo, no tombo II e
no inventário dos bens efectuado em 1731, que contém referências a imagens, objectos
de ouro e prata, móveis e alfaias.
Da Misericórdia de Santa Cruz, fundada no início do século XVI, restam apenas dois
livros datados de 1620 a 1817, e da Misericórdia de Machico um livro, que abrange os
anos de 1543 a 1560, e inclui títulos de eleições, de defuntos e de inventários de bens.
Da Misericórdia do Porto Santo, existe apenas uma cópia oitocentista do respectivo
compromisso e o que resta do seu arquivo encontrava-se em 1966 na igreja paroquial do
Porto Santo (Eduardo C. N. Pereira, "Misericórdia do Porto Santo", in Arquivo
Histórico da Madeira, vol. XIV, p. 240).
COLECÇÕES
DOCUMENTOS TEXTUAIS
BIBLIOTECA "DR. NUNO PORTO"
Adquirida em 1960 ao bibliófilo Dr. Nuno de Vasconcelos Porto é constituída por cerca
de 3.000 volumes, relativos à História de Portugal e Universal, em perfeito estado de
conservação e luxuosamente encadernados. Trata-se por certo, no seu género, de uma
das mais preciosas bibliotecas particulares madeirenses que, em boa hora,
foi alienada ao ARM. Contém edições excepcionalmente raras, tais como "The Historie
of the Kingdom of Portugall to the Crowne of Castill", impressa em Londres em 1600
ou a edição de 1613 de "Os Lusíadas" de Luís de Camões.
COLECÇÃO "DIÁRIO DE NOTÍCIAS"
Esta preciosa colecção, quase toda constituída por periódicos da imprensa madeirense,
que pertenceu ao Diário de Notícias do Funchal, foi doada ao Arquivo Regional pela
administração daquele jornal em Maio de 1980.
De indiscutível importância para o estudo da História Insular nos séculos XIX e XX, é
composta por 248 títulos catalogados e inclui "O Patriota Funchalense", o primeiro
periódico publicado na Madeira em 1821. Compreende 761 volumes encadernados, o
mais recente dos quais data de 1983. Refira-se, porém, que algumas destas publicações
não são madeirenses como, por exemplo, o periódico britânico "The Illustrated London
News".
DOCUMENTOS AVULSOS
Compreende variada documentação procedente de diversas instituições, tais como a
Câmara do Funchal e a Misericórdia da Calheta, que, num futuro tratamento, passará a
integrar os respectivos fundos. Assumem particular relevo, por exemplo, as cartas régias
e bem assim os diplomas expedidos pelos antigos donatários da ilha, o mais recuado dos
quais data de 1461. Totalizam 1601 documentos catalogados, acondicionados em 12
caixas. Porém, muitas centenas de documentos encontram-se por tratar.
FRAGMENTOS
Dizem respeito a variada documentação, completamente mutilada, proveniente de
diversas instituições, a qual foi recolhida, provisoriamente, em 52 caixas. Os
documentos mais antigos são do século XVIII.
LIVRARIA DOS JESUÍTAS
Constituída por 376 volumes, na sua maioria impressos e em latim, supõe-se terem
pertencido à livraria do antigo Colégio de São João Evangelista do Funchal. Foi
encontrada, em péssimas condições, numa arrecadação da Junta Geral nos anos
sessenta.
DOCUMENTOS FIGURATIVOS
COLECÇÃO CARTOGRÁFICA (MAPAS E PLANTAS)
Compreende 16 documentos cartográficos sobre o arquipélago da Madeira, figurando
em alguns deles outras ilhas do Atlântico. Os mais antigos são do século XVII, porém,
de desenho pouco rigoroso. Destacam-se nesta colecção uma carta geo-hidrográfica da
Madeira levantada em 1842 mas só publicada em 1879 e ainda duas plantas da cidade
do Funchal: uma desenhada pelo capitão Skinner em 1775 e a outra traçada pelos
engenheiros Faria Maia, Adriano Trigo e Aníbal Trigo em 1894.
Diga-se, a propósito, que as plantas do Funchal mais preciosas, graças à rigorosa
precisão do seu levantamento, encontram-se fora da Madeira. Referimo-nos à de Mateus
Fernandes, desenhada cerca de 1570 e que se acha na Biblioteca Nacional do Rio de
Janeiro, e a outra, de não somenos relevância, traçada pelo Brigadeiro Oudinot em
1804, depositada no Instituto Geográfico e Cadastral de Lisboa, as quais constituem
dois documentos cartográficos de extraordinária importância para a história urbana da
cidade do Funchal.
DOCUMENTOS AUDIOVISUAIS
COLECÇÃO FOTOGRÁFICA (FOTOGRAFIAS E POSTAIS)
Composta por cerca de 4.430 negativos e algumas centenas de documentos fotográficos,
antigos e actuais, este conjunto iconográfico apresenta variados aspectos da arte sacra
existente nas igrejas e capelas do arquipélago, de diversos objectos e manifestações de
carácter etnográfico e ainda do valioso património urbano e rural edificado no território
insular, incluindo elementos que, infelizmente, desapareceram para sempre.
6.
Conclusão
O ARM detém cerca de cinco quilómetros lineares de documentação proveniente de
instituições quer públicas quer privadas do Arquipélago da Madeira, contabilizando-se
na actualidade (Junho de 1995) um total de 33.945 unidades de instalação das quais
28.002 são livros e 5.493 dizem respeito a caixas, maços e pastas. Destas quantidades,
correspondem a fundos públicos 28.172 unidades de instalação, 1.572 a fundos
privados, e a colecções 4.201 unidades de instalação, contabilizando-se ainda,
separadamente, um certo número de documentos especiais (figurativos e audiovisuais)
que somam 4.446 peças.
Esta massa documental coloca o ARM entre os arquivos históricos mais volumosos do
país.
A incorporação de outros fundos documentais (sendo o ARM muitas vezes solicitado
para tal), encontra-se gravemente limitada em face das suas reduzidíssimas instalações
que, de modo algum, os comportam. A solução (já prevista) passa pela construção de
um edifício de raiz destinado ao ARM, que albergue a documentação custodiada e a
passível de ser incorporada, a qual se prevê atingir, até o fim deste milénio, mais de dois
quilómetros lineares.
Considerando a globalidade dos fundos do ARM, quanto ao seu estado de conservação,
podemos afirmar que muitos documentos anteriores ao século XIX foram danificados
por bibliófagos ou pelo excesso de luminosidade, e também, pela acção cáustica da tinta
com que foram redigidos. No entanto, os dos séculos XIX e XX, cujo suporte - papel
industrial de baixa qualidade e frágil - não obstante serem mais recentes, evidenciam,
em alguns casos, problemas de conservação mais graves que os dos séculos anteriores.
Os ataques de fungos não são tão frequentes como seria de esperar, tendo em conta o
clima da Madeira, mas, por outro lado, a documentação é sujeita a valores de
temperatura e humidade relativa muito longe dos 17º C e dos 47 %, considerados como
valores ideais.
As formas de acondicionamento e de instalação da documentação, não são, de todo, as
mais correctas apesar de haver já uma aparente preocupação pela utilização de estantaria
de metal, verificando-se ainda a prática generalizada do acondicionamento das espécies
documentais com materiais não recomendados (caixas de cartão não alcalino, papel
ácido, etc.) extremamente prejudiciais à conservação dos documentos.
Em termos de organização e descrição documental, a situação não se afigura diversa. É
notória a necessidade de renovar critérios e práticas em função da evolução da
arquivística, nomeadamente delineando e concretizando um programa de tratamento
documental que passa por rever, completar e actualizar os instrumentos de descrição
existentes, como pela inventariação e classificação dos fundos ainda por tratar.
Neste trabalho, contou-se com a colaboração, realizada com o rigor e perfeccionismo
que o caracteriza, de Jorge Valdemar Guerra; colaboração preciosa, sem a qual a
presente comunicação seria ainda mais imperfeita.
Para finalizar, esperamos que, de algum modo, os tenhamos alertado para o melhor e o
pior a encontrar no ARM. Para o pior, existem soluções, para o melhor, esperamos que
possam desfrutá-lo, visitando-o. E já agora aproveitamos para lançar o seguinte alvitre:
porque não a realização de um Fórum de Arquivistas das Ilhas Atlânticas, espaço onde
se trocariam experiências, e se debateriam as políticas arquivísticas seguidas nestas
ilhas?
ALGUNS NÚCLEOS DOCUMENTAIS RELACIONADOS COM OS
ARQUIPÉLAGOS DOS AÇORES E DA MADEIRA EXISTENTES EM ARQUIVOS
E BIBLIOTECAS DE LISBOA
Isabel Branquinho
Este trabalho não passa de um esboço, à laia de farragoso exórdio, sobre a localização e
conteúdo de alguns núcleos documentais relacionados com os Açores e a Madeira,
existentes em arquivos e bibliotecas de Lisboa estando, por isso, totalmente aberto a
todo tipo de correcções, reformulações e aumentos que pessoas sabedoras tenham a
amabilidade de fazer.
ARQUIVOS NACIONAIS / TORRE DO TOMBO
Endereço: Alameda da Universidade
1600 Lisboa
Telefone: 7937212/21
Fax: 7937230
Horário — 2ª a 6ª feira: 10H00-19H30; sábado: 10H00-12H30
Seguem-se os principais núcleos da Torre do Tombo onde se pode encontrar
documentação de importância para o estudo da história dos arquipélagos dos Açores e
da Madeira. A ordem pela qual são apresentados os referidos núcleos é a que consta nos
Instrumentos de descrição documental, ANTT; Lisboa, 1992.
CARTÓRIO JESUÍTICO
Consultar o índice L 0304 da Sala dos Índices.
Exemplos de documentos existentes neste núcleo: "Alvará para serem pagos os padres
da Companhia do colégio da cidade do Funchal da ilha da Madeira" (Mç 39, nº 27);
"Confirmação aos padres da ilha Terceira para mandarem trazer o pão para o Reino para
se vender" (tem juntos vários requerimentos e um rol do trigo despachado em 1753)
(Mç 39, 84-90).
CHANCELARIAS RÉGIAS
As chancelarias de interesse directo para o nosso tema são:
D. Duarte (1433-1438); D. Afonso V (1438-1481); D. João II (1481-1495); D. Manuel I
(1495-1521); D. João III (1521-1557); D. Sebastião e D. Henrique (1557-1580); D.
Filipe I (1580-1598); D. Filipe II (1598-1621); D. Filipe III (1621-1640); D. João IV
(1640-1656); D. Afonso VI (1656-1683); D. Pedro II (1683- 1706); D. João V (17061750); D. José I (1750-1777); D. Maria I (1777-1816); D. João VI (1792-1826); D.
Pedro IV e D. Miguel; D. Pedro IV.
Existem índices onomásticos (Próprios) e Comuns para todas as chancelarias faltando,
no entanto, a indicação da data do documento.
Tipologia documental: padrões, confirmações gerais, doações, privilégios, apostilas,
ofícios e mercês, extinção de capelas, perdões, legitimações, etc.
CORPO CRONOLÓGICO
Veja-se: PEREIRA, Fernando Jasmins, Documentos sobre a Madeira no séc. XVI
existentes no Corpo Cronológico. Análise Documental. Vol I. Sumários. Vol. II.
Índices, Lisboa, 1990.
Para os Açores falta um trabalho deste género.
GAVETAS
O principal instrumento de trabalho para este núcleo é As Gavetas da Torre do Tombo,
C.E.H.U., 12 vols., Lisboa, 1960-1977. Nestes volumes encontram-se publicados os
documentos das Gavetas I-XXIII, sendo alguns deles referentes aos Açores e à Madeira.
NÚCLEO ANTIGO
Veja-se o excelente instrumento de trabalho: Inventário do Núcleo Antigo, AN/TT,
Lisboa, 1995. A documentação mais directamente relacionada com os Arquipélagos
encontra-se em:
2.
Contos de Lisboa / Contos do Reino e Casa
2. 1. Contabilidade Geral
2. 1. 2. Livro do sumário dos rendimentos das chancelarias e das alfândegas e
almoxarifados do Reino e Ilhas — 1511-[…]-1535
2. 3. 11. Despesas com gente de mar e de guerra e com navios
2. 3. 11. 1. Companhias e navios portugueses
Listas de gente de cavalo e de companhias de Vila Franca do Campo e seu termos. d.
2. 3. 11. 3. Registo de contas apresentadas por capitães e mestres de navios espanhóis
— 1582-1584; 1586
2. 5. Contas das Ilhas
5. 1. Ilha da Madeira
5. 1. 1. Capitania do Funchal
Almoxarifado do Funchal
Livro dos estimos do açúcar de 1494
Treslado de nomeações para diversos cargos, entre os quais dignidades da Sé — 15141516
Almoxarifado dos quartos/quintos
Rol dos produtores que pagaram o quarto a Benedito Morelli (1509-1511).
Funchal: Livro dos quartos (1504-1505); Livro dos quintos (1530)
Calheta: Livro dos quartos (1509); Livro dos quartos (1513-1514); Livro dos quintos
(1534)
Ponta do Sol: Livro dos quintos (1526); Livro dos quintos (1537) ; Ribeira Brava: Livro
dos quintos (1517); Livro dos quintos (1536)
Alfândega do Funchal
Receita e despesa (1505-1506); Livro de entradas e saídas (1523); Despesas das obras
da Alfândega Nova e pagamento aos operários (1515)
2.5. 1. 2. Capitania do Machico
Almoxarifado de Machico
Direitos do açúcar (1530; s. d.)
Alfândega de Santa Cruz
Livro de receita e despesa (1522-1523)
Livro de saída (1524)
2.
5. 2. Açores
Receita e despesa do almoxarife da Ilha de S. Miguel, João Tavares (1527)
3. Ementas da Casa Real
CONSELHO DA FAZENDA
Veja-se: O Conselho da Fazenda. Inventário, AN/TT, Lisboa, 1993. (L 0560)
1.1. 5. A administração dos bens dos Próprios da Coroa.
1.
1. 5. 1. Tombos e descrições de bens e direitos.
1.
1. 5. 1. 2. Tombo dos bens confiscados aos Jesuítas na Ilha do Pico e avaliação
dos respectivos foros (1819, Dez.) — 1 lv.
1.
1. 5. 3. A gestão dos bens dos Próprios da Coroa
1.
1. 5. 3. 1. Administração dos bens confiscados aos Jesuítas na ilha do Faial
(registo) (1760 Jan.-1783 Dez.) — 1 lv.
1.
1. 5. 3. 2. Administração dos bens confiscados aos Jesuítas na ilha de S. Miguel
(registo) (1769 Dez.-1796 Jan.) — 1 lv.
3.
Repartição das Ilhas e Mestrados das Ordens Militares
3.
1. O despacho jurídico-administrativo, patrimonial e financeiro
3.
1. 2. A doutrina fazendária
3.
1. 2. 1. Consultas sobre negócios das Ilhas, Ordens Militares e Obra Pia (registo)
(1741 Abr.-…-1774 Nov.) — 3 lv.
3.
1. 2. 2. Consultas sobre negócios das Ilhas, Ordens Militares, Obra Pia e Praça
de Mazagão (registo) (1777 Jul.-…-1813 Jul.) — 3 lv.
3.
1. 3. A promoção da política fazendária
3.
1. 3. 1. Provisões, ordens e despachos expedidos para oficiais e magistrados da
Fazenda (registo) (1776 Maio-1814 Jun.) — 1 lv.
3.
1. 4. O recebimento das rendas e direitos
3.
1. 4. 1. A contratação
3.
1. 4. 1. 1. Escrituras dos contratos de recebimento dos almoxarifados e
alfândegas das Ilhas dos Açores e Madeira, das Mesas Mestrais das Ordens Militares e
do Imposto das terças (registo) (1762 Ago.-1826 Jan.) — 1 lv.
3.
1. 5. As obrigações da Fazenda
3.
1. 5. 1. "Registos da Fazenda" (1778 Jun.-…-1827 Mar.) — 4 lv.
3.
1. 6. As despesas do Estado
3.
ilhas
1. 6. 1. Ordenados pagos pelos rendimentos dos almoxarifados e alfândegas das
3.
1. 6. 1. 1. Assentos de ordenados das ilhas da Madeira e Porto Santo (1756 Nov.1776 Jun.) 1 lv.
3.
1. 6. 1. 2. Assentos de ordenados das ilhas Graciosa, Pico e S. Jorge (registo)
(1757 Jan.-1768 Nov.) 1 lv.
3.
1. 6. 1. 3. Assentos de ordenados das ilhas de S. Miguel e Faial (registo) (1756
Out.-1772 Abr.) 1 lv.
3.
2. A gestão do expediente e controle dos documentos.
3.
2. 1. O expediente entrado.
3.
2. 1. 1. "Livros de Porta" (1775 Jan.-…-1809 Jul.) 3 lv.
3.
2. 3. O expediente distribuído pelos oficiais da repartição.
3.
2. 3. 1. Distribuição da redacção e cópia de diplomas e consultas sobre negócios
das Ilhas e Ordens Militares, e de África, Contos e Terças (registo) (1791 Jan.-1833
Jun.) 1 lv.
4.
Vedoria e Repartição da Índia e Armazéns / Repartição da Índia e Ordens.
4.
1. O despacho jurídico-administrativo, patrimonial e financeiro.
4.
1. 2. A doutrina fazendária.
4.
1. 2. 1. Consultas sobre a Índia e Armazéns, Ilhas e Ordens Militares (registo)
(1748 Dez.-…-1833 Abr.) 15 lv.
5.
Vedorias e Repartições de África, Contos e Terças, das Ilhas e Mestrados das
Ordens Militares, e da Índia e Armazéns.
5.
1. O despacho jurídico-administrativo, patrimonial e financeiro.
5.
1. 1. As fontes jurídicas e instruções administrativas recebidas.
5.
1. 1. 1. Decretos (1732-1799) — 10 mç.
5.
1. 1. 2. Avisos enviados para as Vedorias e Repartições de África, Contos e
Terças, das Ilhas e Mestrados das Ordens Militares, e da Índia e Armazéns (1741-1799)
— 6 mç.
5.
1. 2. A doutrina fazendária.
5.
1. 2. 1. "Consultas originais" (1649-1799) — 13 mç.
5.
1. 2. 2. "Lembretes de consultas" (1732-1799) — 30 mç.
5.
1. 3. Diversas matérias
5.
1. 3. 1. "Papéis obrados" (1705-1799) — 81 mç.
7.
1. 1. 2. 2. Bens de Hospitais e Misericórdias.
1. 1. 2. 2. 2. Relação e descrição de bens incorporados (1829 Dez.-1833 Abr.) — Cota:
Liv. 466.
Erário Régio
Contadoria da Corte e Província da Estremadura e Contadoria do Reino e Ilhas
Alfândegas
Outras Alfândegas do Reino e Ilhas: Angra do Heroísmo; Faial; Funchal; Graciosa;
Ponta Delgada.
CONSELHO DE GUERRA
Instrumentos de trabalho:
(L 0213) Avisos, consultas, livros de registo. Inventário Manuscrito.
(L 0215-219) Synopse dos decretos remettidos ao extincto Conselho de Guerra. Índice
manuscrito.
(L 220 A-220 F) SANTOS, H. Madureira dos Catálogos dos decretos do extinto
Conselho de Guerra na parte não publicada pelo General Cláudio de Chaby, 7 vols.
Lisboa, 1957-1968 (Separata do Boletim do Arquivo Histórico Militar).
(L 0221) Livro de registo(1640-1834). Inventário manuscrito.
DESEMBARGO DO PAÇO
Instrumentos de pesquisa: inventário manuscrito.
Para melhor compreensão deste núcleo veja-se: LOPES, José Manuel Louzada O
Desembargo do Paço (1750-1833), 2 vols., Lisboa, 1994.
No Vol. II. p. 2 e 3 da citada obra (item I. 1. 3.: Núcleo da Sala dos Índices do AN/TT)
pode ler-se: "Trata-se de instrumentos de acesso à documentação e de registos formados
por livros e ficheiros, a saber: a) Livros sobre a "Leitura de Bacharéis" (L 0259-L
0260); b) Livros das repartições do Desembargo do Paço com entrada por nome próprio
(L 0238-0242; L 0246-L 0254); c) Livros com entradas por comuns (L 0245; L 0255; L
0257; L 0258); d) Livro sobre a extinção de morgados e capelas (L 0258 A); e)
Diversos ficheiros (v. relação no cap. II); e os livros dos índices das chancelarias de D.
João V (L 0106-L 0136), D. José I (L 0137-L 0162), D. Maria I (L 0164- L 0186), D.
João VI (L 0187- L 0203) e D. Pedro IV (L 0204-L 0206) e o Suplemento aos Índices
(L 0163).
Do Item I. 1. 4. "Roteiros e inventários":
"— Diversos inventários avulso encadernados no L 0237 da Sala dos Índices do
AN/TT.
Rodrigues, Ana Maria "Inventário Geral dos Livros do Desembargo do Paço",
Memória, nº 1, 1989, p. 189-207.
LEAL, Maria José Silva; PEREIRA, Miriam Halpern Roteiro de Fontes da História
Portuguesa Contemporânea, Lisboa, INIC, 1984. (2 vol.)"
Do vol. I (pg. 165-183) item II. 4 — As tipologias documentais
Embargos, provisões para citar, agravos, aforamentos de baldios, inventários e tutorias,
cartas de legitimação, extinções de morgados ou capelas, cartas de doação, pautas,
partidos de médicos, naturalizações, cartas de emancipação, alvarás de fiança, cartas de
seguro, provas de direito comum, licença para usar arma de fogo…
Repartição da Corte e Estremadura e Ilhas: L 0246-0255/2
Próprios: L 0246-L 0254
Comuns: L 0255, L 0255/1, L 0255/2
Exemplos concretos de documentação: "Abadessa e mais religiosas e discretas do
Mosteiro de S. João Baptista" (1798), mç 68, nº 2; "Abadessa e religiosas do Convento
da Encarnação da cidade do Funchal" (1764), mç. 28, nº 18; "Açores: representação dos
moradores das ditas ilhas sobre nomeação de corregedor" (1762), mç. 2068, nº 65;
"Administradores e mordomos da Misericórdia da cidade do Funchal" (1796), mç. 1926,
nº 2; "Angra (cidade de): Isabel de Azevedo de Bettencourt institui capela na dita
cidade" (1801), mç. 2128, nº 89; "Bispo de Angra: contestação sobre o seu espólio"
(1775), mç. 2103, nº 37; "Nobreza e Povo da Vila da Água da Paz, Ilha de S. Miguel"
(1787), mç. 1987, nº 24; "Confrades da Confraria de S. Jorge e Irmãos do Santíssimo
Sacramento da Freguesia do mesmo Santo da Ilha da Madeira" (1767), mç. 999, nº 22;
"Curador Geral dos órfãos, dementes e ausentes da cidade de Angra" (1788), mç. 1789,
nº 21; "Custódio Provincial e mais religiosos da Custódia dos Menores observantes da
Ilha de S. Miguel" (1803).
MESA DA CONSCIÊNCIA E ORDENS
Cativos
Mamposteiros mores dos cativos de : (…), Ilhas de S. Miguel, Terceira e madeira (…).
Documentação incluída nos maços 1-18 (s. XVII-1832).
MINISTÉRIO DO REINO
Vejam-se na Sala dos Índices as cadernetas: C 0174-C 0254 — Decretamentos de
serviços (registos de documentos que referem pessoas que prestaram serviços nos
arquipélagos dos Açores e Madeira) e o inventário L 0382.
A partir do Inventário L 0382 obtemos os seguintes dados:
Governo do Porto e Angra: Câmaras Municipais dos Açores (1828-1833), 1 mç.;
Câmara Municipal do Porto (1832-1833), 1 mç.; Comissões diversas (1830-1833), 1
mç.; Papéis diversos (1828-1833), 2 mç.; Junta Consultiva (1831-1832), 1 mç.;
Prefeitura de Angra e sub-prefeitura de Ponta Delgada (1832-1833), 1 mç.; Ministério e
Comissão do Tesouro (1832-1833), 1 mç.; Requerimentos (1828-1833), 8 mç.;
Canhoneira nº 1, ofícios e mapas diários do comandante (1818), 1 mç.
Ultramar e Ilhas: Correspondência, representações e outros papéis diversos, 4 mç.;
Açores e Madeira: papéis diversos relativos a estas ilhas, 4 mç.
Livros e maços
Ilhas dos Açores: registo de providências administrativas (1798); Junta Provisória de
Angra: registo de actas (1828-1832), 13 mç.
Documentos que não vieram do Ministério do Reino
Compromisso da confraria do glorioso S. Roque na capela de Nossa Senhora do Faial
(1768), 1mç.
MINISTÉRIO DOS NEGÓCIOS ECLESIÁSTICOS E JUSTIÇA
Vejam-se os IDD’s: L 0380 (dactilografado) e C 0623/1-C0623/25.
Exemplos de documentação:
Mç. 1: Ordem de Cristo. Bispado do Funchal. Provimento de Igrejas (1827-1830). (65
docs.);
Mç. 23, nº 3: Documentos do reinado de D. Pedro II (Câmara do Machico);
Mç. 68, nº 4: Papéis Pombalinos: negócios das Ilhas Adjacentes (1766);
Mç. 134, nº 1-7: Governo Liberal: Junta Provisória dos Açores (1828);
Mç. 139, nº 1-3: Governo Liberal da Ilha Terceira (1828-1831);
Mç. 140, nº 1-8: Governo Liberal dos Açores;
Mç. 200, nº 1: Devassa contra o antigo Governador e Capitão General da ilha da
Madeira, João António de Sá Pereira (1776-1779);
Mç. 250: Ordem de Cristo. Bispado: provimento de igrejas (…) (1801-1824), (98
docs.);
Mç. 369, nº 6: Mapas de Estatística Criminal dos Açores (…) (1867-1873).
MINISTÉRIO DOS NEGÓCOS ESTRANGEIROS
Veja-se: FARINHA, Maria do Carmo Jasmins Dias, Os documentos dos Negócios
Estrangeiros na Torre do Tombo, Lisboa, 1990.
Correspondência do Governo com o Corpo Diplomático e com os Ministros
(correspondência da Regência em Angra):
(1832), Liv. 292
(1833), Liv. 293
Correspondência ostensiva externa (1833), Liv. 294
Correspondência reservada (1832-1833), Liv. 295
Correspondência reservada (1833), Liv. 296
Correspondência para as legações e para os consulados portugueses.
REAL MESA CENSÓRIA
Veja-se: Inventário Preliminar, Lisboa, 1994 (L 0572):
1.
4. 5. Controlo dos livros em circulação.
1.
4. 5. 1. Requerimentos para entrega de livros retidos nas Alfândegas na Casa de
Revisão ou na Secretaria da Mesa.
1.
4. 5. 1. 2. Livros vindos das ilhas dos Açores e Madeira.
Arquipélago dos Açores (1776-1824) — cx. 149.
Arquipélago da Madeira (1795-1816) — cx. 149.
Ilhas não especificadas (1769-1820) — cx. 149.
1.
4. .5. 10. Requerimentos para obtenção de licença de envio de livros.
1.
4. .5. 10. 2. Livros destinados às ilhas dos Açores e da Madeira
Arquipélago dos Açores (1769-1826) — cx. 146
Arquipélago da Madeira (1769-1826) — cx. 149
Ilhas não especificadas (1769-1820) — cx. 148
Relacionado com a Real Mesa Censória no núcleo do Desembargo do Paço:
•
Corte, Estremadura e Ilhas: Licenças para Impressão (1795-1796), mç. 1833;
Consultas, mç. 1593.
REGISTO GERAL DE MERCÊS
Este núcleo encontra-se inteiramente informatizado. Nele encontram-se uns milhares de
documentos
alvarás, apostilas, cartas de padrão, cartas de confirmação, cartas patente, certidões
negativas, decretos, portarias…
sobre os Açores e a Madeira.
D. Afonso VI; D. Pedro II; D. João V; D. José I; D. Maria I; D. JoãoV; D. José I; D.
João VI; D. Pedro IV; D. Maria II; D. Pedro V; D. Luís I; D. Carlos I; D. Manuel II;
Chancelaria; República; Ordens; Torre do Tombo.
Exemplos de documentos:
Carta Patente de Tenente-General da ilha da Madeira a Inácio da Câmara Leme.
12/04/1660. D. Afonso VI, Lv. 12, fl. 262.
Carta de mamposteiro-mor dos cativos da Ilha da Madeira a Manuel Gomes Bulhões.
18/05/1666. Chancelaria de D. Afonso VI, Lv. 8, fl. 13.
Carta de Provedor das Armadas e Naus da Índia nas Ilhas dos Açores a Manuel Canto e
Castro. 01/04/1678. D. Pedro II, Lv. 3, fl. 38.
Carta de Capitania e Governo da ilha de Porto Santo com sua jurisdição a Estevão de
Vasconcelos Perestrelo e Bettencourt. 21/03/1682. D. Pedro II, Lv. 4, fl. 356.
Carta de Escrivão da Câmara e Ouvidoria da Vila da Horta na Ilha do Faial a Manuel
Dutra de Medina. 28/11/1696. D. Pedro II, Lv. 10, fl. 5 v.
Carta de Escrivão do Almoxarifado e Alfândega da Ilha de S. Jorge (Açores).
27/03/1697. D. Pedro II, Lv. 10, fl. 6 v.
Alvará de Provedor da Fazenda dos Açores por 3 anos a Francisco de Almeida e Brito.
14/07/1699. D. Pedro II, Lv. 4, fl. 7v.
Provisão a Pedro de Melo de Alvim para Corregedor das ilhas dos Açores, servindo
nelas todo o tempo que exercitar o cargo de Conservador do Tabaco das mesmas ilhas.
11/01/1707. D. João V, Lv. 1, fl. 268v.
Carta de Corregedor das Ilhas dos Açores a António Ferreira de Macedo. 13/11/1729.
D. João V, Lv. 5, fl. 380.
Alvará a Diogo Bettencourt Perestrelo para Juiz dos Órfãos da Vila de Machico na Ilha
da Madeira. 05/06/1743. D. João V, Lv. 34, fl. 137.
Alvará de Secretário nas Ilhas dos Açores a Bartolomeu D. de Barros. 27/08/1766. D.
José I, Lv. 4, fl. 207.
Carta de ofício de Escrivão da Correição da Ilha da Madeira a Julião António de
Gamboa. 10/11/1781. D. Maria I, Lv. 11, fl. 185.
Carta Patente de Governador Capitão Geral das Ilhas dos Açores a D. Lourenço de
Almada, Conde de Almada. 15/07/1795. D. Maria I, Lv. 27, fl. 366.
Carta de confirmação de doações de bens. Vila do Porto na Ilha de Santa Maria, Açores.
25/06/1854. D. Pedro V, Lv. 5, fl. 50.
Carta a Jerónimo Moreira da Câmara Botelho Gusmão nomeando-o Juiz de 2ª Instância
para a Relação dos Açores. 13/12/1883. D. Carlos I, Lv. 1, fl. 10.
Alvará de Escrivão da Correição das Ilhas dos Açores, a João Mendes de Vasconcelos
(Fidalgo da Casa Real). 16/01/1645, T.T., Lv. 13, fl. 61v-62.
Alvará para que as religiosas do convento de Nª Sr.ª da Luz da Vila da Praia se possam
mudar para a cidade de Angra. 29/04/1652. T.T., Lv. 19, fl. 392-392v.
Alvará a Matias Rodrigues concedendo-lhe o benefício na Igreja de S. Bento do lugar
de Ribeira Brava da Ilha da Madeira. 26/02/1655. Ordens, Lv. 4, fl. 107 v.
Alvará a Francisco Pereira de Bettencourt para que possa servir os ofícios de escrivão
da Fazenda Real, nos Açores, Madeira e Espírito Santo, no impedimento de seu pai.
21/11/1658. Ordens, Lv. 12, fl. 223v-224.
Carta de confirmação na Capitania da Ilha da Madeira, por sucessão, a D. Maria de
Lencastre Vasconcelos da Câmara (Condessa de Castelo Melhor). 30/03/1662. Doações
da Chancelaria, Lv. 7, fl. 196v-206.
VÍNCULOS
Exemplos de documentos:
Calheta — 1545
Abreo (Izabel de) instituidora em 1545 na Villa da Calheta. Processo nº 1 (Funchal) —
1864.
Vila da Lagoa — 1520
Affonso (Catharina) instituidora em 1520, em Villa da Lagoa. Processo nº 16 (Ponta
Delgada) — 1865.
Vila Franca do Campo — 1653
Arruda (Manuel d’) instituidor em 1653, na Villa Franca do Campo. Processo nº 16
(Ponta Delgada) — 1865.
Ponta Delgada — 1572
Baldaia (Gaspar do Rego) instituidor em 1572, em Ponta Delgada. Processo nº 17
(Ponta Delgada) — 1864.
Vila Franca do Campo — 1553
Costa (João d’Arruda) instituidor em 1553, em Villa Franca do Campo. Processo nº 23
(Ponta Delgada) — 1867.
Horta — (?)
Lopes (Amador) instituidor em (?) na Horta. Processo nº 3 (Horta) — 1867.
Horta — 1754
Pereira (Manuel de Oliveira) e sua mulher Victoria da Luz, instituidores em 1754 na
Horta. Processo nº 1 (Horta) — 1864.
Ilha Terceira — (?)
Couto (Manuel Moniz Barreto do) administrador do vínculo instituído em (?) na ilha
Terceira. Processo nº 3 (Angra do Heroísmo) — 1862.
ALFÂNDEGA DE LISBOA
Instrumentos de pesquisa: L 0566
3. Casa da Índia
3.
6. Administração e tesouraria
3.
6. 1. Administração
3.
6. 1. 1. Matrícula dos cem soldados da ilha da Madeira para socorro do reino de
Angola.
ALFÂNDEGA DO FUNCHAL
Veja-se o IDD seguinte: RODRIGUES, Maria do Carmo Jasmins Pereira Alfândega do
Funchal, ANTT, 1968 (dactilografado):
Arrematação de mercadorias sem dono (1774-1806).
Livro caixa do rendimento (1777-1783).
Contribuição para faróis mil e quinhentos e escaler (1804-1841).
Despachantes e mercadorias despachadas (1828-1835).
Despachos (apontamentos diversos) (1813-1815).
Despachos livres de direitos (1826-1834). Despachos para saída (1773-1775).
Despachos e dízima da madeira (1769-1770). Diário dos despachos para entrada (18161818).
Direitos do açúcar e mais géneros do Brasil (1773-1774).
Direitos da cerveja e genebra (1818).
Distribuição dos guardas do número (1812-1833).
Dízima — fazendas e géneros vendidos em leilão (1766-1776).
Dízimas da madeira e mais géneros e despachos por saída (1768-1769; 1771-1772).
Dízimas da madeira e mais géneros — livro dos feitores do contrato (1771-1773).
Termos dos requerimentos para franquias. dos géneros que hão-de pagar o direito de
4%. (1777-…-1819).
Leilões (1777-1778; 1777-1779).
Licenças para barcos de pesca (1843-1849).
Matrículas dos homens que hão-de servir no Calhau: livro de termos (1796-1806);
livro das arqueações (1816-1841).
Mercadorias dizimadas em espécie (1777-…-1791).
Mercadorias entradas
abertura (1759-…-1834);
apontamento de (…);
•
carga para o reino e conquistas;
•
com a condição dos 4% (1708-…-1827).
Mercadorias entradas e saídas (1813-1815);
livro do fiel dos armazéns (manifesto da carga dos vinhos) (1819-…-1834);
da Casa do Selo (livro do selador) (1779-…-1824).
Mercadorias isentas de direitos para saída
exportadas para o reino e conquistas (1769-1773).
Mercadorias
juramentos e estimações relativas à sua origem (1814). Autos de tomadias de
mercadorias. Mesa Grande — fianças de despachos (1771-1776);
idem e arrematação de fazendas e géneros pertencentes à dízima (1752-1760);
fianças de navios para o reino e conquistas (1727-…-1774);
fianças de navios e despachos (1811-…-1829).
Navios
arqueações e avaliações (distribuição dos oficiais (1803-1831);
•
buscas (livro de termos) (1822-1827);
•
descarga (livro do feitor) (1775-…-1833);
•
entradas (1727-…-1834);
entradas: índice dos navios que descarregaram no porto do Funchal (1829-1831);
•
franquias (1768-1772);
•
juramentos aos capitães (1824-1825);
livros das cargas dos navios vindos do Brasil (1760-1767; 1802-1810);
manifestos das cargas de navios estrangeiros (tradução) (1823-…-1826);
•
matrícula de equipagem (1822-1824);
•
notificação aos capitães (1818-…-1833);
•
visitas a bordo (livro de termos (1742-…-1812).
Ordens à Alfândega, expedidas pelo serviço da Real Fazenda (1775-…-1833).
Pauta das avaliações de artigos de produção e indústria inglesa (1811). Pauta Geral da
Alfândega Grande de Lisboa (1782; 1836).
Pauta Geral e Inglesa pelas quais se devem regular as avaliações das mercadorias
despachadas na Alfândega (1834).
Provimentos dos oficiais da Alfândega (1816-1833).
Termos extraordinários (1818-1834).
Vinho — exportação (livro do feitor do embarque) (1789-…-1834).
JUNTA DO COMÉRCIO
Veja-se o índice L 0305 da Sala dos Índices.
Exemplos:
Mç. 301
Exportação do tabaco e sabão de Lisboa para as Ilhas, extraída dos bilhetes das guias
(1819).
Setúbal. Importação e exportação com as Nações e Ilhas (1819).
Exportação de Viana para as Ilhas. Importação das Ilhas na Figueira. Exportação da
Figueira para as Ilhas. Primeiro resumo (1819).
Exportação do Porto para a América e Ilhas. Primeiro resumo (1819).
Importação e exportação das Alfândegas que tem portos de mar com América e Ilhas.
Segundo resumo (1819).
Importação da América, África e Ilhas em Lisboa. Segundo resumo (1819).
Ilhas. Primeiro resumo de exportação de Lisboa pelo Consulado (1819).
Ilhas. Segundo resumo de exportação de Lisboa pelo Consulado (1819).
Mç. 302
Ilhas. Primeiro resumo (1821).
Ilhas. Segundo resumo. Exportação de Lisboa pelo Consulado (1821).
Importação e exportação das Alfândegas e portos de mar para o Brasil, África e Ilhas.
Segundo resumo (1821).
Alfândega do Porto. Importação da América e Ilhas (1821).
Mç. 303
Alfândega de Setúbal. Segundo Resumo (1824).
Segundo resumo de importação e exportação pelas Alfândegas de portos de mar com o
Brasil, África, Ilhas e Buenos Aires (1824).
Ilhas. Segundo resumo de exportação de Lisboa (1824).
Porto. Importação do Brasil e Ilhas (1824).
Importação do Brasil, África e Ilhas da Madeira e Açores em Lisboa (1824).
Mç. 308
Exportação de Lisboa para a Ilha de Santa Maria (1799).
Exportação de Lisboa para a Ilha Graciosa (1799).
Exportação de Lisboa para a Ilha da Madeira (1799).
Exportação de Lisboa para a Ilha Terceira (1799).
Exportação de Lisboa para a Ilha do Faial (1799).
Exportação de Lisboa para a Ilha de S. Miguel (1799).
Entrada da Ilha de S. Miguel em Lisboa (1799).
Exportação de Lisboa para a Ilha de Santa Maria (1800).
Importação da Ilha da Madeira em Lisboa (1800).
Exportação de Lisboa para a Ilha Graciosa (1800).
Exportação de Lisboa para a Ilha de S. Miguel (1800).
Exportação de Lisboa para a Ilha do Faial (1800).
Exportação de Lisboa para a Ilha Terceira (1800).
Mç. 307
Entrada Geral da América, África e Ilhas, pelos livros da Alfândega (…) (1831).
Porto. Exportação para o Brasil, África, Ásia e Ilhas (1831).
Primeiro resumo. Ilhas. Exportação de Lisboa pelo Consulado (1831).
Segundo resumo. Ilhas da Madeira e Açores. Exportação de Lisboa pelo Consulado (…)
(1831).
Importação das Ilhas, África e Brasil em o Porto (1831).
PROVEDORIA E JUNTA DA REAL FAZENDA DO FUNCHAL
Veja-se: RODRIGUES, Maria do Carmo Jasmins Pereira, Provedoria e Junta da Real
Fazenda do Funchal, ANTT, 1969 ( IDD dactilografado):
I — Alfândega (s. XVII-XIX);
II — Almoxarifado e alfândega (1761-1779);
III — Francisco de Andrada. Cartas (…) (1646-1738);
IV — Angola. Assentos dos 100 soldados (…) (1758);
V — Brasil. Assentos dos 50 soldados (…) (1735);
VI — Capela de João de Betencourt (1812-1826);
VII — Comissão da Fazenda (s. XIX);
VIII — Repartição do Concelho (s. XVIII-XIX);
IX — Avaliação das côngruas do Bispo do Funchal e das igrejas do Bispado (1775);
X — Contadoria Geral (s. XVII-XIX);
XI — Corporações religiosas (s. XVII-XIX);
XII — Correio Marítimo (s. XVIII-XIX);
XIII — Provedoria dos defuntos e ausentes (1767-1819);
XIV — Direitos (s. XVI-XIX); XV — Repartição do Erário (s. XVIII-XIX);
XVI — Erário Régio (s. XVIII-XIX);
XVII — Fortificação e defesa (s. XVIII-XIX);
XVIII — Repartição da Inconfidência (s. XVIII-XIX);
XIX — Junta da Real Fazenda (s. XVIII-XIX);
XX — Moeda (1664);
XXI — Navios (s. XVII-XIX);
XXII — Notário Joaquim José de Mendonça (1828-1829);
XXIII — Ofícios (1603);
XXIV — Ordinárias (1825-1830);
XXV — Documentação sobre a administração da Real Fazenda na ilha de Porto Santo
(1781-1792);
XXVI — Professores (1775-1814);
XXVII — Professores e substitutos (1770-1820);
XXVIII — Registo Geral da Fazenda e contos (1569-1775);
XXIX — Registo de títulos reais (1775-1825);
XXX — Registos diversos (1809-1840);
XXXI — Relação de livros da Fazenda e Alfândega (1514-1638); XXXII — Juízo dos
resíduos e capelas (1725-1834);
XXXIII — Governador José Correia de Sá. Registo de correspondência (…) (17591767);
XXXIV — Bula da Santa Cruzada (s. XVII);
XXXV — Secretaria (1785-1843);
XXXVI — Repartição do subsídio literário (s. XVIII-XIX);
XXXVII — Tesouraria (s. XVIII-XIX);
XXXVIII — Tesouraria das folhas (s. XVIII-XIX);
XXXIX — Tribunal da Junta (1775-1835);
XL — Registo dos bens de D. Guiomar Madalena de Sá e Vilhena (…) (1791-1809).
MANUSCRITOS DA LIVRARIA
Veja-se o IDD F 040. Exemplos:
Mss. nº 2663 — "História da Restauração da Ilha Terceira despois da felis acclamação
do Senhor D. João quarto Rei de Portugal, feita em o anno de 1641".
Mss. nº 2641 — "Ilhas dos Açores". (Aponta acontecimentos vários desde a sua
descoberta até 1710).
INQUISIÇÃO
Veja-se FARINHA, Maria do Carmo Jasmins Dias Os Arquivos da Inquisição, ANTT,
Lisboa, 1990:
Conselho Geral do Santo Ofício
in Correspondência recebida (1574 - 1628), Liv. 9: correspondência do bispo de Angra
Inquisição de Lisboa
Ilhas — Açores e Madeira (p. 205 de Os Arquivos da Inquisição)
Visitação em 1591 - 1593, por Jerónimo Teixeira Cabral
Denúncias
Lº 1 (Açores) — Liv. 786
Ratificações
Açores — Liv. 787
Madeira — Liv. 788
Registo da visita e de receita e despesa — Liv. 789
Relação dos culpados da ilha da Madeira — Liv. 789
Visitação em 1618 - 1620, por Francisco Cardoso de Torneo
Confissões e Reconciliações — Liv. 791
Denúncias
Lº 1 (1618 - 1619) — Liv. 792
Lº 2 (1619 - 1620) — Liv. 793
Ilhas (Açores), Alentejo e Beira (Guarda) em 1575 - 1576, por Marcos Teixeira (1º
deste nome)
Denúncias
Lº 1 — Liv. 794
Reconciliações — Liv. 796
CABIDO DA SÉ DO FUNCHAL
Vejam-se os IDD’s L 0491 e F 0078.
A — Livros
B — Documentos (34 maços)
I - Arquivo
II - Bispado
III - Bulas
IV - Cabido
V - Capelas (Administração e Fundação)
VI - Clérigos
VII - Confrarias
VIII - Fábrica
IX - Igrejas
X - Misericórdia, Santa Casa
XI - Partilhas, Cartas de
XII - Testamentos
XIII - Documentos não agrupados
XIV - Documentos que segundo um índice de 1803 não pertencem ao Arquivo do
Cabido
CONVENTO DE SANTA CLARA DO FUNCHAL
Ver L 0286 e F 0078.
CONVENTO DE NOSSA SENHORA DA ENCARNAÇÃO DO FUNCHAL
Ver L 0286
ORDENS MILITARES
Ordem de Cristo / Convento de Tomar
Tombo da Comenda da Ilha de Santa Maria, sendo comendador D. Jerónimo Coutinho
(1594). Cota actual : Liv. OC/CT 272 (cota antiga: Mç. 62)
ARQUIVO HISTÓRICO DO MINISTÉRIO DAS FINANÇAS
Endereço: v. Arquivos Nacionais / Torre do Tombo
Situação dos edifícios de institutos religiosos ao serviço do Estado e das Corporações.
Alguns exemplos:
Instituições masculinas
Localização — Invocação (Ordem)
Angra — Stº António dos Capuchos (S. Francisco); Nª Sr.ª da Graça; S. Francisco (S.
Francisco).
Horta — Colégio dos Jesuítas (Companhia de Jesus); Nª Sr.ª do Carmo (Carmelitas
Calçados); Nª Sr.ª da Glória; S. Francisco (S. Francisco); S. João Baptista.
Ilha de Santa Maria — S. Francisco (S. Francisco).
Lajens — S. Francisco (S. Francisco).
Ponta Delgada — Nª Sr.ª da Graça (Agostinhos Calçados); S. Francisco (S. Francisco);
S. João Evangelista (S. João Evangelista).
Vila da Calheta — S. Sebastião.
Vila Franca do Campo — S. Sebastião; Nª Sr.ª do Rosário.
Vila da Praia — Nª Sr ª da Luz; S. Francisco (S. Francisco); Mosteiro do Senhor Jesus
Crucificado.
Vila de Santa Cruz — Nª Sr.ª da Piedade (S. Francisco); S. Boaventura (S. Francisco);
S. Francisco (S. Francisco).
Vila de S. Roque — S. Pedro de Alcântara (S. Francisco).
Vila do Topo — S. Diogo (S. Francisco).
Vila das Velas — S. Francisco (S. Francisco).
Instituições femininas
Localização — Invocação (Ordem)
Angra do Heroísmo — S. Gonçalo (Urbanistas); S. Sebastião (Capuchas).
Funchal — Nª Sr.ª da Encarnação; Nª Sr.ª das Mercês; Stª Clara.
Horta — Nª Sr.ª da Glória.
Ponta Delgada — Nª Sr.ª da Conceição; Nª Sr.ª da Esperança (Franciscanas); Stº André.
Ministério da Fazenda
Alfândegas
Livro de registos, tomo 1. Cota: Liv. 3732.
Casa Real Viagens à Madeira e aos Açores. Cota: Cx. 6451.
Genealogias diversas. Cota: Cx. 7092.
Diversos Livro de foros da ilha do Faial e da Horta (1669-1718). Cota: XX/Z/80 (IV).
Livro de sumário de auto (inquirição). Horta (Faial). (1760-68). Cota: XX/Z/80 (I).
Santa Casa da Misericórdia (Horta). Actas de reuniões (1678-1703). Cota: XX/Z/80
(VII).
Testamento de António Vicente Peixoto (…). Ilha das Flores (1881). Cota: XX/Z/79
(VII).
Registos de baptismo referentes à ilha das Flores (1720). Cota: XX/Z/80 (V).
Autos de querela (Horta e Faial) (c. 1764-c. 1809). Cota: XX/Z/80 (II).
Registos de testamentos da freguesia do Capelo (Santíssima Trindade), concelho da
Horta, ilha do Faial (1782-1794). Cota: XX/Z/80 (III).
ARQUIVO DISTRITAL DE LISBOA
Endereço: v. Arquivos Nacionais / Torre do Tombo.
Cartórios Notariais
Contratos de fretamento e obrigação, vendas de navios, etc.
BIBLIOTECA NACIONAL
Endereço: Rua Ocidental ao Campo Grande, 83
1751 Lisboa Codex
Telefone: 7935097, 7935046, 7935827
Horário — 2ª a 6ª feira: 9H30-19H30. Sábado: 9h30-17h30. A "Divisão de Reservados
encontra-se encerrada aos sábados.
Área de Manuscritos da "Divisão de Reservados"
CÓDICES
Alguns exemplos:
Açores
COD. 175 — Notícias eclesiásticas;
COD. 306; COD. 470-471 — Descobrimento das ilhas, governadores, genealogias, etc.;
COD. 472 — Descrição da ilha de S. Miguel em redondo pela costa do mar, começando
na cidade de Ponta Delgada para Leste (letra do s. XVIII);
COD. 475; COD. 550 — Breve notícia do Faial (original) (1739);
COD. 598 — Açores e Madeira. Extractos da obra "History of the Azores" por T. A,
capitão de dragões, redigido por J. J. Haydor (1821) (cópia de 1832);
COD. 599 — Mapa do rendimento da Alfândega de Angra do Heroísmo desde 1820 até
1834;
COD. 600; COD. 737; COD. 887 — Terramoto de 1563. Notícia dada pelo Padre
Manuel Furtado;
COD. 6585; COD. 7626 — Açores. Decretos que lhe dizem respeito (1645-1646)
Contos, terças e embaixadas;
COD. 7638; COD. 8570; COD. 8571 Luiz Gonçalves de Figueirôa, provedor da fazenda
processado em 1593. Perda do Galeão de Malaca no porto de Angra;
COD. 11077 — Ensaio sobre a corografia, costumes e governo dos açorianos (1824).
Madeira
COD. 303; COD. 306; COD. 472 — Lista das freguesias da ilha da Madeira feita no
ano de 1744; Lista dos governadores da ilha da Madeira (desde João Gonçalves Zarco
seu descobridor até Jorge de Sousa de Menezes - 1420 até depois de 1715)";
COD. 598 — Cultura da vinha - notas de 1832;
COD. 599; COD. 600 — Comércio de importação dos Estados de 1798 a 1828;
COD. 737; COD. 887 — Corsários franceses em 1556: armada de socorro. Castigo que
teve Gaspar Caldeira, Antão Luíz e o piloto Contreiras;
COD. 1324-25; COD. 1352 — Árvores de costados das famílias da ilha da Madeira 1764;
COD. 2686; COD. 6705 — Vestuários civis e militares (1817);
COD. 6705 — Descrição por Paulo Dias de Almeida. Com desenhos; COD. 6999 —
Arquipélago da Madeira. Documentos para a História das ilhas deste arquipélago;
COD. 7016; COD. 7017; COD. 7210; COD. 7626 — Madeira e Porto Santo. Decretos
que lhes dizem respeito (1645-1649);
COD. 7704-7706 — Cancioneiro e romanceiro do Arquipélago;
COD. 8022 — Colecção das ordens e providências militares, civis e económicas… na
ocupação pela força inglesa sob ordens de Clinton (mss in folio, chega a 1815);
COD. 8023; COD. 8391 — Registo da antiga Provedoria da Real fazenda, com algumas
notícias e sucessos da ilha da Madeira de 1419 a 1775, extinção da Provedoria;
COD. 10848; COD. 10926 — reflexões promovidas sobre o estado actual da ilha da
Madeira (1814)
COD. 10935 — Memórias sobre a creação e aumento do estado eclesiástico na ilha da
Madeira, s. d.
Instrumentos de descrição
Bibliotheca Nacional de Lisboa. Inventário. Secção XIII. Manuscriptos / [José António
Moniz]. — Lisboa: Biblioteca Nacional, 1896.
Abrange os códices 1-739.
Para os códices 741 a 850, existem na Sala de Leitura de Reservados catálogos em
fichas de formato internacional.
Para os códices a partir do COD. 11353, existe, também na Sala de Leitura de
Reservados, um catálogo dactilografado, ordenado topograficamente.
Os restantes códices desta colecção estão descritos, juntamente com a colecção de
manuscritos, num catálogo dicionário em fichas (autores, títulos e assuntos), incompleto
e antiquado.
Existe na Sala de Leitura de Reservados um catálogo em fichas, actualizado, com a
bibliografia corrente e edições relativas a esta colecção.
COLECÇÃO POMBALINA
Alguns exemplos:
Açores
Alfândega — PBA. 454, PBA. 458;
Angra. Provisão do Chantre — PBA. 461;
Bula da Cruzada — PBA. 632;
Câmara contra extracção de trigo (1768) — PBA. 632;
Câmbios (1787) — PBA. 462;
Colégios de Jesuítas — PBA. 641;
Colonos naufragados no Brasil — PBA. 159;
Colonos para o Pará — PBA. 159, PBA. 618;
Comércio — PBA. 456, PBA. 458;
Deportados para a Terceira (1810). Lista — PBA. 686;
Descrição das Ilhas — PBA. 105;
Governo de D. Antão de Almada (1766) — PBA. 616;
Ilha de São Miguel — PBA. 458, PBA. 475, PBA. 645, PBA. 649;
Idem. Armada do conde de Essex (1597) — PBA. 490;
Idem. Doações a D. Rodrigo da Câmara — PBA. 669.
Idem. Fazenda — PBA. 458.
Idem. Memorial de J. Medeiros da Costa e Albuquerque — PBA. 649; Ilha Terceira —
PBA. 93, PBA. 122, PBA. 686;
Idem. Deputados de 1810 — PBA. 686;
Idem. Descrição da ilha por António do Couto — PBA. 105;
Idem. Regimento do Governador — PBA. 122;
Idem. Terremoto — PBA. 686;
Luiz Mendes de Vasconcellos em S. Miguel — PBA. 645;
Moeda estrangeira — PBA. 466;
Monopólio de trigos — PBA. 455, PBA. 632;
Navegação livre — PBA. 456;
Ordenanças em S. Miguel — PBA. 475;
Passaportes. Lei — PBA. 453;
Pescarias — PBA. 464, PBA. 468;
Representações das Câmaras (1720) — PBA. 472, PBA. 632;
Terremotos — PBA. 686.
Ilha da Madeira
Administração eclesiástica — PBA. 458, PBA. 633;
Agravo de M. Gomes Camacho — PBA. 475;
Águas de rega. Pleito — PBA. 472;
Alfândegas — PBA. 454, PBA. 472;
Bispado do Funchal. Leis — PBA. 461;
Bispo contra Governador (1805) — PBA. 633;
Bispos do Funchal — PBA. 499;
Certamen Literário (1728) — PBA. 126;
Colonos para o Brasil — PBA. 458;
Comércio da Madeira e Açores — PBA. 458;
Conde de Vila Franca e Gonçalo Vaz — PBA. 644;
Contratos dos dízimos da Alfândega — PBA. 472;
Convenção de 1808 com os ingleses — PBA. 685;
Correspondência oficial (1763-65) — PBA. 458;
Curral das Freiras, freguesia nova — PBA. 463;
Curral d’El-Rei, prazo — PBA. 504;
Descrição Histórica da Madeira — PBA. 475;
Dinamarqueses comerciantes — PBA. 458;
Doação de Machico — PBA. 458;
Famílias nobres — PBA. 270, PBA. 271, PBA. 296;
Fazenda — PBA. 453, PBA. 454, PBA. 458, PBA. 460, PBA. 461, PBA. 462, PBA.
465, PBA. 466, PBA. 472;
Fome em Porto Santo — PBA. 459;
Fortificações — PBA. 458;
Galera Santo Ambrozio — PBA. 655;
Informação secreta: o que é a ilha e como deve portar-se o novo governador (17…) —
PBA. 526;
Ingleses contra espanhóis no mar — PBA. 656;
Ingleses ocupam a ilha — PBA. 651;
Idem. Restituição (1808) — PBA. 642;
Ingleses presos — PBA. 638;
Ingleses, questão de vinhos — PBA. 634;
Jesuítas. Colégios — PBA. 474, PBA. 475, PBA. 641;
Jesuítas. Ribeira Brava, pleito — PBA. 475;
Juiz do Povo processado — PBA. 457;
Juiz de resíduos — PBA. 461;
Naufrágio de ingleses e suecos (1774) — PBA. 459;
Nobiliários — PBA. 270, PBA. 271, PBA. 296;
Passaportes. Leis — PBA. 453;
Patrão-mor do Funchal — PBA. 465;
Pescarias — PBA. 464, PBA. 468;
Petições várias — PBA. 458;
Pipas aferidas — PBA. 466;
Presas marítimas — PBA. 460;
Prisão de homiziados — PBA. 647;
Propinas a diversos — PBA. 460;
Protesto de Balthazar Radich — PBA. 683;
Restituição pelos ingleses (1808) — PBA. 642;
Salinas — PBA. 464;
Terremoto de 1748 — PBA. 475.
Ilha de Porto Santo — PBA. 453, PBA. 459, PBA. 527.
Instrumentos de descrição:
Bibliotheca Nacional de Lisboa. Inventário. Secção XIII. Manuscriptos / [José António
Moniz]. — Lisboa: Biblioteca Nacional, 1889.
Contém um índice de assuntos e um índice de autores.
MANUSCRITOS AVULSOS
Alguns exemplos:
Açores
MSS. 5, nº 12; MSS. 16, nº 41; MSS. 30, nº 207; MSS. 31, nº 42; MSS. 35, nº 16; MSS.
43, nº 24; MSS. 207, nº 124; MSS. 224, nº 255-257; MSS. 225, nº 126-127.
Madeira
MSS. 27, nº 146; MSS. 30, nº 50-55, nº 195, nº 199, nº 223; MSS. 41, nº 31; MSS. 43,
nº 6, nº 8, nº 9; MSS. 45, nº 37; MSS. 72, nº 8; MSS. (ou PGS?). 73, Nº 6; MSS. 98, nº
122; MSS. 199, nº 91; MSS. 203, nº 46; MSS. 219, nº 29; MSS. 235, nº 44…
Instrumentos de descrição:
Para os manuscritos a partir do MSS. 250, nº 25, existe na Sala de Leitura de
Reservados um catálogo dactilografado, ordenado tipograficamente.
Os restantes manuscritos desta colecção estão descritos, juntamente com os códices,
num catálogo dicionário em fichas, incompleto e antiquado.
" Área de impressos da "Divisão de Reservados
Exemplos:
Res. 1472-74 A; Res. 1530 A; Res. 1591 A — Frank Dillon Sketches in the island of
Madeira (…), Londres, 1850; Res. 1734 (7) V;
Res. 2034; Res. 2131 (17) V — Manuel Caetano César de Freitas Representação ao
Supremo Governo Provisório da Ilha da Madeira(…), Lisboa, 1821;
Res. 2422 V — A report of the truth of the fight about the Isles of Açores, Londres,
1591;
Res. 2351 V — T. A. (captain Light Dragons) History of the Azores (…), Londres,
1813;
Res. 2518 V; Res. 2957 V; Res. 2963-64 V — Thomas Edward Bowdich Excursions
dans les isles de Madere et de Porto-Santo (…), Paris, 1826;
Res. 3205 (9) P; Res. 3205 (11) P — Sebastião José Xavier Botelho História verdadeira
dos acontecimentos da Ilha da Madeira (…), Lisboa, 1821;
Res. 3205 (14) P; Res. 3301 (3) P; Res. 4066 P — Antonio de Herrera Cinco libros de
Antonio de Herrera de la Historia de Portugal (…), Madrid, 1591; Res. 4156 P.
BIBLIOTECA DA AJUDA
Endereço : Ala Norte do Palácio Nacional da Ajuda
1300 Lisboa
Horário — 2ª a 6ª feira: 10H30-17H00
A consulta dos manuscritos da Biblioteca da Ajuda relacionados com a história dos
Açores e da Madeira encontra-se facilitada pelas referências contidas num inventário
manuscrito de autoria da Sr.ª Dr.ª Conceição Geada.
Transcrevem-se em seguida algumas cotas onde se podem encontrar documentos
relativos aos Açores e à Madeira:
Arquipélago dos Açores
44-XII-16; 44-XIII-8, 32, 52; 44-XIV-1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10
46-IX-11, 14; 46-XIII-23
47-VIII-2, 4, 6, 7, 8, 10, 14, 15, 16, 17
49-V-8
50-I-53; 50-III-11; 50-IV-1, 3; 50-V-22, 37, 39
51-II-15, 24, 26, 71; 51-IV-33; 51-V-17, 44, 71, 79, 84; 51-VI-19, 21, 25, 30, 42, 43,
45, 52; 51-VII-32, 46, 57; 51-VIII-4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 16, 17, 18, 19, 21, 22,
25, 26, 29, 30, 43; 51-IX-4, 7, 18, 23, 28, 33, 34, 38, 42; 51-X-1, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 19
52-IX-26
54-IV-34; 54-V-12; 54-VI-12; 54-VII-1, 2, 3, 6, 7, 9, 10, 14, 24; 54-VIII-19, 31, 36, 37,
38; 54-IX-6, 7, 10, 18, 24, 42, 45, 46, 47, 52, 53, 54; 54-X-2, 4, 7, 8, 9, 14, 17, 18, 20,
23, 31, 32, 33; 54-XI-1, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 13, 28, 29, 36, 38, 43, 45; 54-XIII-3, 4, 8, 15,
16, 17, 21, 22, 25, 28, 32
Madeira e Porto Santo
44-XII-16; 44-XIII-26, 32; 44-XIV-1, 2, 3, 6, 7, 8, 9, 10, 23
46-IX-11; 46-X-14; 46-XI-6, 12; 46-XIII-23
47-VIII-11, 16, 17, 18
49-III-56
50-I-31; 50-IV-1
51-II-13, 26, 70; 51-IV-33; 51-V-71, 79, 84; 51-VI-1, 2, 6, 7, 19, 21, 30, 40, 43, 46, 52;
51-VII-15, 32, 57; 51-VIII-4, 6, 7, 8, 9, 11, 15, 17, 18, 19, 21, 22, 26; 51-IX-6, 23, 31,
32, 33, 39; 51-X-1, 2, 4, 5, 7, 8, 28; 51-XI-34
52-IX-26
54-V-12, 24; 54-VI-12, 9, 53; 54-VII-1, 3, 9, 10, 46; 54-VIII-6; 54-IX-4, 5, 18, 37, 42,
45, 46, 47, 53, 56; 54-X-7, 9, 15, 17, 20, 31, 32, 33; 54-XI-3, 4, 6, 9, 10, 15, 23, 28, 38,
44; 54-XIII-3, 6, 15, 17, 22, 26, 32, 38, 44, 46
Veja-se também a cota 15-XII-28 (impresso): CORDEIRO, António, História Insulana
das Ilhas a Portugal sugeytas no Oceano Occidental, Lisboa, 1717.
ARQUIVO GERAL DA MARINHA
Localização: Instalações Navais de Alcântara
Praça da Armada
1300 Lisboa
Telefone: 3963461
Horário — 2ª a 6ª feira: 9H00-12H00; 13H30-17H00
Fundos documentais do Arquivo Histórico com interesse para o estudo da História dos
arquipélagos dos Açores e da Madeira:
A) Códices I
A. Livros provenientes do Arquivo Histórico Ultramarino
Direcção-Geral da Marinha
Registo de correspondência da 1ª Direcção. 1ª Repartição. Recrutamento marítimo.
Departamento do Centro, Norte, Sul e Açores (1860-62).
Registo de correspondência da 1ª Direcção. 1ª Repartição. Recrutamento Marítimo.
Departamento dos Açores (1861-63).
Comando-Geral da Marinha
Registo de entrada de navios e embarcações no Porto de Lisboa (1840-41; 1883-84).
Navios
Registo de derrotas do brigue Douro. Diário do comandante na viagem para as ilhas de
S. Miguel, Madeira e Cabo Verde e regresso pelas ilhas Brava, Faial, Terceira e S.
Miguel (1844-46).
V. tb. Diários Náuticos de vários navios.
Recibos das embarcações que levaram despachos para a ilha da Madeira, ilhas dos
Açores, Cabo Verde e Rio de Janeiro (1813).
A) Códices II
Aviação Naval
Centro de Aviação dos Açores (s. XX).
Comandos Navais
Comando da Defesa Marítima dos Açores (s. XX); Comando da Defesa Marítima da
Horta (s. XX).
B) Documentação Avulsa
Alfândegas: Funchal (1868-94), cx. 6;
Horta (1855-1908), cx. 6;
Ilha das Flores (1851), cx. 6;
Ilha Graciosa (1851), cx. 6.
Arsenal Naval e Militar da Ilha da Madeira (1836-37), cx. 13.
Associação Comercial dos Açores (1883-1908), cx. 49.
Associação Comercial do Funchal (1885-1903), cx. 49.
Câmaras Municipais.
Açores:
Angra do Heroísmo (1883-88), cx. 84;
Calheta (1883), cx. 84;
Corvo (1893), cx. 84;
Flores (1871-1883), cx. 84;
Graciosa (1883), cx. 84;
Horta (1867-96), cx. 84;
Lajes do Pico (1873-1877), cx. 84;
Santa Maria (1883), cx. 84.
Madeira: (1833-79), cx. 84.
Capitanias.
Açores:
Angra do Heroísmo (s/d-1839-1910), cx. 85; Calheta (1868), cx. 85; Corvo (1898), cx.
85; Horta - Faial (1840-1910), cx. 85/88; Pico (1864-1909), cx. 88; Ponta Delgada e
São Miguel (1839-1910), cx. 88/89; Vila das Velas (1851-58), cx. 89.
Madeira: Funchal (s/d-1838-1910), cx. 89/90; Machico (1900), cx. 90; Porto Santo
(1898), cx. 90.
Departamentos Marítimos.
Açores (1863), cx. 190.
Empresa Insulana de Navegação (s/d-1880-1909), cx. 218.
Empresa de Navegação para África, Açores e Algarve (1865-1905), cx. 221.
Entrada e saída de navios nos portos de: Angra (1832-1910), cx. 224/225; Cais do Pico
(1888-1910), cx. 227; Calheta-S. Jorge (1893-1905), cx. 227/228; Corvo (1884-1910),
cx. 229; Faial (1839-1910), cx. 231/232; Funchal (1838-1910), cx. 233/235; Graciosa
(s/d-1888-1908), cx. 236/237; Horta (1839-1910), cx. 237; Ilha das Flores (1890-1907),
cx. 237; Ilha do Pico (1893-98), cx. 237; Ilha das Flores e Corvo (1865), cx. 237; Lajes
do Pico (1905-10), cx. 237.
Escola de Pilotagem de Ponta Delgada (1895), cx. 307.
Estação de Saúde na Horta (1868-1910), cx. 316.
Estatística geral dos navios mercantes nacionais nas diferentes praças do Continente, do
Reino e Ilhas Adjacentes (1863-1874), cx. 323.
Expedições: Açores (1823-30), cx. 324; Ilha da Madeira (1823-32), cx. 324; Liberal
(1832-1833), cx. 324.
Governadores.
Açores: Faial e Horta, cx. 336.
Madeira, cx. 336.
Governos Civis.
Açores (s. XIX-XX), cx. 336.
Madeira (1844-91), cx. 337.
Ilha da Madeira (s/d-1800-1853), cx. 348.
Intendência de Marinha dos Açores (s/d-1834-1870), cx. 358.
Navegação. Vapor para a Madeira e Algarve (1873), cx. 461.
V. tb. Navios.
V. tb. Navios mercantes portugueses.
Porto Artificial do Faial (1884-1910), cx. 967;
Porto Artificial do Funchal (s/d-1860-1902), cx. 967;
Porto Artificial da Horta (s/d-1866-1906), cx. 967;
Porto Artificial de Ponta Delgada e Horta (s/d-1868-1910), cx. 967.
Santa Casa da Misericórdia dos Açores (1839-1840), cx. 1247.
Ultramar.
Açores (s/d-1823-1909), cx. 1339.
Madeira (1836-1909), cx. 1340.
Uniformes e fardamentos (s/d-1700-1910), cx. 1343/1344.
D) Sección de Cartografia
Portuguesas. Continente, Açores, Madeira (…) (1883-1982).
ARQUIVO HISTÓRICO MILITAR
Endereço: Museu Militar
Largo dos Caminhos de Ferro
1196 Lisboa Codex
Telefone: 8882131/9
Horário — 2ª a 6ª feira: 9H45-12H30; 14H00-17H00
A documentação encontra-se organizada em três conjuntos temáticos que se denominam
"divisões". A 1ª Divisão agrupa os documentos relativos às campanhas na Metrópole e
na Europa o os factos ocorridos em períodos intermédios. A 2ª Divisão divide-se em dez
secções: nove com documentação relativa a cada uma das antigas províncias
ultramarinas e uma que reúne documentos comuns a mais de uma de elas. A 3ª Divisão
reúne documentos de diversa proveniência. As três divisões agrupam vários fundos e
colecções arquivísticas que se designam genericamente por "secções".
Para o conhecimento cabal dos fundos documentais deste arquivo veja-se: Arquivo
Histórico Militar, Lisboa, 1978, e também "Índice onomástico, didascálico, temático e
toponímico dos trabalhos publicados nos primeiros 60 volumes [do Boletim do Arquivo
Histórico Militar]", Boletim do Arquivo Histórico Militar, LX, 393-460.
CENTRO DE ESTUDOS ARQUEOLÓGICOS DE ENGENHARIA MILITAR
Endereço: Travessa das Freiras, nº 2
Campo de Santa Clara
1100 Lisboa
Telefone: 8861151
Horário — 2ª a 6ª feira: 14H30-16H30
Os fundos documentais deste arquivo compõem-se essencialmente de cartas
geográficas, desenhos, mapas e plantas, fruto da actividade desenvolvida pela
Engenharia Militar.
Como instrumentos de pesquisa documental existem na Sala de Leitura cinco volumes
dactilografados com índices por assuntos, onde se inclui informação respeitante à
espécie documental em questão e cota:
Vol. I — Fortificações;
Vol. II — Carreiras de tiro, edifícios, edifícios militares, estabelecimentos, hospitais,
paióis, prédios militares, propriedades, propriedades militares, quartéis, servidões,
tombação;
Vol. III — Barras, cartografia, costas, hidrografia, triangulação;
Vol. IV — Divisão administrativa, divisão judicial, divisão militar, itinerários,
reconhecimentos, operações militares, transmissões;
Vol. V — Caminhos de ferro, canais, construção civil, estradas, hidráulica, pontes,
portos, urbanização.
Informação complementar e detalhada encontra-se nos ficheiros da Sala Leitura.
Alguns exemplos da muita documentação existente sobre os Açores e a Madeira:
nº 284 — "Planta do Porto de Angra com os castellos e baterias que fazem a sua defeza.
Levantada por ordem do Ill.mo Ex.mo Snr. Brigadeiro João Maria Xavier de brito. Em
Janeiro de 1822 pelo tenente-coronel Eng.º José Carlos de Figueiredo".
nº 286 — "Planta do Castello de S. João Baptista e a cidade de Angra, capitão das Ilhas
dos Açores feitas por ordem do Ilmº e Exmº Senhor Conde de S. Lourenço, Cappitam
General e Governador destas Ilhas pello Sargento Mor do Real Corpo de Engenheiros
José Rodrigo d’Almeida, em 1805".
nº 287 — "Planta das Forteficações e Bahías da Ilha do Fayal: levantada pelo Sarg.to
Mor do Real Corpo de Engenheiros Rodrigo de Almeida em 1804".
nº 1097 — "Carta esférica das Ilhas dos Açores copiada no Real Archivo Militar por
Pedro Celestino Soares, anno de 1826".
nº 1097/I — "Planta parcelar do forte da Arrochela na freguesia de S. Mateus da Vila da
Praia, Ilha Graciosa".
nº 1098 — "Planta e perfil d’uma muralha marítima na Villa de Povoação, Ilha de S.
Miguel" (9 Set. 1872).
nº 1101 — "Reconhecimento do terreno pelo qual deve passar a Estrada Central na Ilha
de S. Miguel (…)" (1841). Por Caetano Alberto Maia.
nº 1103 — "Costa da Ilha de S. Miguel desde Ponta Delgada até à Villa de Lagoa".
nº 1104 — "Perfil do projecto actual para conclusão e remate do molhe, mostrando as
prições e dimensões dos muros de abrigo do caes e terrapleno intermedios" (Junho de
1873).
nº 1105 — "Planta do edefficio do extinto convento de S. João em Ponta Delgada e das
obras que nelle se fiserão ou se projectão fazer, para servir de quartel ao Batalhão de
Caçadores nº 1. Por Jozé Maria da Silva Carvalho, Cappitão Engenheiro, Ponta Delgada
(3 Jun. 1838).
nº 1109 — "Projecto das alterações que deve soffrer a Igreja do extincto convento da
Conceição em Ponta Delgada, a fim de servir de Quartel-General, Por C. A. Maia,
Capitão do Corpo de Engenheiros em 1839".
nº 1110 — "Planta do actual Quartel de S. João na cidade de Ponta Delgada". (Ass.)
Francisco Maria Montano, Capitão do Estado-Maior de Engenharia. Ponta Delgada, 10.
Nov. 1863.
nº 1111 — "Projecto de Quartel Militar na cidade de Ponta Delgada, para um corpo de
seis companhias, feito em Novembro de 1863, por Francisco Maria Montano, Capitão
de Estado-Maior de Engenharia".
nº 1115 — "Planta do Paiol Geral da Ilha de S. Miguel pelo Capitão do Estado-Maior de
Engenharia Francisco Maria Montano, 1853". Copiado no Archivo Militar por J. E.
Penaguião, em 1853. Angra do Heroísmo, 6. Ago. 1853.
Arquivo Geral da Alfândega de Lisboa
Endereço:Rua do Terreiro do Trigo
1100 Lisboa
Telefone: 8865921
O núcleo mais directamente relacionado com os arquipélagos da Madeira e dos Açores
(e das Canárias) encontra-se inventariado sob o número 115, tanto por Bélard da
Fonseca como por Fernando António Fontes Martins. É um conjunto de 18 volumes
provenientes da "Alfândega Grande do Açúcar" que contêm "A reformação dos
Alfabetos dos primeiros seis extratos das coisas mais consideráveis do livro chamado
‘novo’ e o registo, com seus índices das provisões, alvarás, decretos, regimentos, etc.
em razão de se haverem queimado com os próprios livros de registo no incêndio que
houve na dita Alfândega depois do terramoto do 1º de Novembro de 1755, tudo
composto por ordem do Desembargador António da Costa Freire e mandado continuar
pelo Desembargador Francisco Xavier Porcille", na segunda metade do s. XVIII, com o
objecto de recuperar os registos e documentos básicos da Alfândega de Lisboa que se
perderam no terramoto de 1755.
Para os códices aduaneiros portugueses do séc. XIX guardados na Alfândega de Lisboa
v. Abrunhosa, João e Lima, Tomás Machado de, Códices Aduaneiros Portugueses do
séc. XIX guardados na Alfândega de Lisboa:
Angra do Heroísmo
Livro de contas correntes (1832-1840), 1 vol.;
Papéis avulsos (1839-1849), 2 vols.;
Livro de receita geral (1849-1847(sic)), 8 vols.;
Livro de rendimento (1853-1856), 2 vols.;
Livro de débito e crédito (1854-1855), 1 vol.
Faial, Ilha do
Receita e despesa (1833-1836), 4 vols.;
Escrituração dos ordenados mensais pagos aos empregados (1836-1838), 1 vol.;
Contas correntes dos direitos por entrada e saída (1836-1844), 2 vols.
Graciosa
Receita e despesa (1833-1859);
Receita e despesa do cofre da Recebedoria Geral (1834-1836), 1 vol.;
Rendimentos (1835-1836), 1 vol.;
Rendimento do Conselho (1835-1836), 1 vol.;
Livro do imposto do décimo (1836), 1 vol.;
Tabelas do Tribunal de Contas (1844-1846), 1 vol.;
Livro de direitos de entrada (1850-1851), 2 vols.;
Receita Geral (1850-1859), 9 vols.
Horta
Lançamento dos ordenados (1830-1840), 1 vol.;
Suplemento do livro das contas correntes dos direitos de entrada e saída (1839), 1 vol.;
Contas correntes de todas as receitas provenientes de Decreto de entradas e saídas
(1849-1851), 1 vol.;
Caixa das receitas (1851-1854), 2 vols.;
Receita (1852-1853), 1 vol.;
Caixa (1852-1853), 1 vol.;
Receita geral (1856-1858), 2 vols.;
Receita despesa geral (1858-1859), 1 vol.
Ponta Delgada
Receita e despesa (1833-1858), 13 vols.;
Contas correntes (1836-1844), 7 vols.;
Livro de ordenados (1836-1839), 3 vols.;
Receita e despesa geral (1838-1859), 5 vols.;
Imposto adicional nos géneros e mercadorias estrangeiras (1841-1842), 1 vol.;
Depósitos (1845-1847), 1 vol.
S. Jorge , Ilha de
Tribunal de Contas (1843-1859), 1 vol.;
Direitos de entradas de géneros e mercadorias (1848-1852), 3 vols.;
Receita geral (1849-1859), 12 vols.;
Receita geral classificada (1850-1856), 5 vols.
Funchal
Livro dos rendimentos dos direitos por entradas e saídas e despesa geral (1834-1838), 3
vols.;
Livro de pagamentos (1837), 1 vol.;
Tabelas de ofícios e cobranças enviadas ao tribunal de contas (1837-1860), 1 vol.;
Livro de direitos de entradas e saídas e despesa geral (1839-1842), 1 vol.;
Direitos de importações e exportações (1843-1845), 1 vol.;
Livro de rendimentos de direitos de importação e exportação e despesa geral (18451848), 1 vol.;
Receita geral classificada (1845-1859), 7 vols.;
Despesa geral (1848-1851), 1 vol.;
Livro de rendimentos por importação e exportação e despesa geral (1851-1858), 6 vols.
ARQUIVO HISTÓRICO DO TRIBUNAL DE CONTAS
Endereço : Avenida da República, nº 65 - r/c
1100 Lisboa
Telefone: 7935071, 7936011
Horário — 2ª a 6ª feira: 9H15-12H00; 14H15-17H00
O Arquivo Histórico do Tribunal de Contas encerra documentação de grande interesse
para o estudo da História Económica de Portugal (segunda metade do s. XVIII-primeira
metade do s. XIX).
O núcleo mais importante deste Arquivo é o do Erário Régio (1761-1834), com
documentos provenientes da Tesouraria-Mor, das Tesourarias Gerais e das Contadorias
Gerais da Corte, Províncias do Reino, Ilhas dos Açores e Madeira e Domínios
Ultramarinos. Para este núcleo é de consulta indispensável: MOREIRA, Alzira Teixeira
Leite, Inventário do Fundo Geral do Erário Régio, A.H.T.C., Lisboa, 1977, onde se
discriminam os seguintes pontos:
Contadoria Geral das Províncias do Reino e Ilhas dos Açores e da Madeira
Livros Mestre da Contadoria Geral das Províncias do Reino, Ilhas dos Açores e Madeira
(1762-1833), 17 vols.
Diários da Contadoria Geral das Províncias do Reino e Ilhas dos Açores e Madeira
(1762-1784), 15 vols.
A.— Cofre de Correntes
I.
— Províncias do Reino
Inventário das rendas na Contadoria Geral das Províncias destes Reinos e Ilhas dos
Açores e Madeira (1756-1762), 1 vol.
Livros de registo de folhas de ordenados expedidos pelo Conselho da Fazenda ou folhas
de assentamento de ordenados, ordinárias, juros e tenças impostas no rendimento dos
almoxarifados e alfândegas das Províncias e Ilhas dos Açores e Madeira (1762-1774), 3
vols.
Livros dos ordenados que se não pagaram e são depositados no Real Erário na
Repartição da Contadoria Geral das Províncias e Ilhas dos Açores e Madeira (17621781), 6 vols.
Livros de registo de ordens em forma de provisões e mandados que se expedem pela
Contadoria Geral das Províncias e Ilhas dos Açores e Madeira (…) (1764-1833), 15
vols.
Livro de registo de ordens expedidas no tempo dos franceses pela Contadoria Geral das
Províncias e Ilhas dos Açores e Madeira (Dezembro 1807-Setembro 1808), 1 vol.
Livros de registo de cartas de quitação assinadas por Sua Magestade que pela
Repartição das Províncias e Ilhas se passam aos Tesoureiros, recebedores e mais oficiais
do recebimento da Real Fazenda (1761-1785), 1 vol.
Livros da Porta ou Índice dos requerimentos e papéis que vem desta Contadoria Geral
das Províncias do Reino e Ilhas dos Açores e Madeira para ver e informar (1775-1834),
9 vols.
II.— Ilhas dos Açores e Madeira
Livros de registo do balanço da receita e despesa da Capitania das Ilhas dos Açores
(1820, 1824-1827), 5 vols.
Livro de registo de expediente das Ilhas dos Açores (1815-1834), 2 vols.
Livro de entrada das contas, consultas e informações da Junta da Real Fazenda da
Capitania das Ilhas dos Açores (1797-1807), 1 vol.
Pasta com vários cadernos pertencentes à Madeira e Açores sobre transacções de letras
(1804-1811), 1 vol.
Livro de registo do Juízo da Comissão de troca de Dinheiro das Ilhas dos Açores
segundo Alvará de 8 de Janeiro de 1795, (…) (1795), 1 vol.
Compêndio e mapa geral da Comissão de Troca da Moeda das Ilhas dos Açores em
execução do Alvará de 8/1/1795, extraído dos livros de escrituração que serviram na
dita Comissão (1795-1798), 1 vol.
Livro de registo de manifestos apresentados ao Juízo da Comissão de Troca da Moeda
das Ilhas dos Açores em execução do Alvará de 8/1/1795 (1795), 1 vol.
Livro de registo de entrada de contas, consultas e informações da Junta da Real Fazenda
da Ilha da Madeira (1775-1807), 3 vol.
Livro de registo de expediente da Ilha da Madeira (1825-1834), 2 vols.
Livro de registo de emprazamentos e foros de Próprios da Coroa nas Ilhas dos Açores e
Madeira (1826-1829), 1 vol.
Livro de registo de provisões e cartas régias dirigidas à Junta da Real Fazenda da Ilha da
Madeira (1808-1819), 1 vol.
Índice das provisões e cartas expedidas à Junta da Fazenda Real da Capitania da Ilha da
Madeira (1774-1789), 1 vol.
Livro de consultas e informes da Real Fazenda da Ilha da Madeira (1809-1820), 1 vol.
Livro de registo das letras sacadas sobre a Ilha da Madeira (1826-1828), 1 vol.
Livro de registo das letras sacadas pela Junta da Fazenda da Ilha da Madeira a favor da
Tesouraria do Real Erário (1770-1804), 1 vol.
Livro de registo de decretos, provisões, cartas régias e ofícios para a Junta da Fazenda
Real da Capitania da Ilha da Madeira (1775-1833), 5 vols.
Livro registo de decretos, alvarás, avisos e cartas régias expedidas pela Secretaria de
Estado e provisões do Real Erário participadas à Junta da Real Fazenda (1799-1822), 2
vols.
Livro de registo de ordens dirigidas à Junta da Real Fazenda da Capitania Ilhas dos
Açores ou Junta da Administração e Arrecadação da Real Fazenda das Ilhas dos Açores
(1781-1833), 3 vols.
B.— Cofre do subsídio literário
Livro de contas correntes da arrecadação e rendimentos do subsídio literário dos vinhos,
águas ardentes e vinagres das comarcas do Alentejo, Algarve e Ilhas Adjacentes (17731785), 1 vol.
C.— Cofre de cativos e igrejas vagas
Livro de registo de cartas e avisos expedidos pela Contadoria Geral das Províncias
destes Reinos e Ilhas dos Açores e Madeira respeitante aos Cativos (1775-1824), 1 vol.
D.— Cofre dos bens confiscados
Livro de registo de ordens, provisões e avisos expedidos pela Contadoria Geral das
Províncias, Açores e Madeira sobre as restantes dependências dos ex-jesuítas proscritos
(1802-1824), 1 vol.
Contadoria Geral das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos
Livro Mestre da Contadoria Geral das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos (18291833), 1 vol.
Livro Caixa de correntes da Contadoria das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos
(1829-1833), 1 vol.
Livro de registo de informações e representações (1831-1833), 1 vol.
Livro de registo de decretos, avisos, portarias e despachos (1828-1832), 1 vol.
Livro de registo de ofícios, portarias, provisões e avisos expedidos pela Contadoria
Geral das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos (1832-1833), 1 vol.
Livro de registo de ofícios e mais expediente respeitante à divida pública escriturada na
Contadoria Geral das Ilhas Adjacentes e Domínios Ultramarinos (1828), 1 vol.
Livros de registo de decretos, provisões, cartas régias e ofícios expedidos pela Junta da
Fazenda Real da Capitania da Ilha da Madeira (1831-1836), 2 vols.
Livro de registo de representações e informações particulares privativas da repartição do
Expediente das Ilhas Adjacentes (1831-1833), 1 vol.
Existem ainda documentos sobre as Ilhas nos seguintes núcleos:
Cartórios Avulsos. Como instrumento de pesquisa indica-se: MOREIRA, Alzira
Teixeira Leite, Cartórios Avulsos. Inventário Preliminar, Lisboa, 1981 (dactilografado).
Tesouro Público e Tribunal de Contas. MOREIRA, Alzira Teixeira Leite, Do Tesouro
Público ao Tribunal de Contas. Inventário preliminar dos núcleos existentes no AHTT
(1779-1933), Lisboa, 1981 (dactilografado).
ARQUIVO HISTÓRICO ULTRAMARINO
Endereço: Palácio da Ega
Calçada da Boa Hora, nº 30
1300 Lisboa
Telefone: 3638019
Horário — 2ª a 6ª feira: 13H30-19H00; sábado: 9H30-12H00
Códices e documentos avulsos referentes às Ilhas dos Açores e Madeira
CÓDICES:
Ver: FITZLER, M. A. Hedwig, "Códices do extinto Conselho Ultramarino", in
Inventário da Secção Ultramarina da Biblioteca Nacional, Lisboa, 1928.
Alguns exemplos:
Cód. 406 — Registo de Ordens e Ofícios para as diferentes autoridades das Ilhas dos
Açores, 1 vol. (1772-1800).
Cód. 504 — Registo de consultas relativas a negócios de serviço público (27/III/16356/XI/1636).
Cód. 523-Cód. 528 — Registo de Ordens régias, avisos e ofícios relativos ao governo
da Ilha da Madeira, 6 vol. (24/II/1753-30/XII/1839).
Cód. 529-Cód. 536 — Decretos, alvarás, ordens régias e mais papéis de serviço
remetido às diferentes autoridades das ilhas dos Açores (2/VIII/1756?66?-26/XI/1839).
Cód. 1162 — "Livro do Funchal" (1673), 1 vol. (O códice traz a nota seguinte:
"Encontrado no archivo do extincto Conselho Ultramarino em 12 de Abril de 1889. A.
Basto". O códice contem a correspondência que um comerciante dirigiu do Funchal para
Lisboa, Maranhão, Amsterdão, etc. (1673-1693).
Cód. 1169 — Índex do Livro IV das ilhas do Açores (1800-1803).
Cód. 1203 — "Observações sobre a Ilha de S. Miguel recolhidas pela Comissão enviada
à mesma Ilha em Agosto de 1825, por Luís da Silva Mouzinho de Albuquerque e seu
ajudante Ignácio Pitta de Castro Menezes. Lisboa, na Imprensa Régia, ano de 1826", 1
vol.
Cód. 1277 — Carta particular do Governador Manuel Saldanha de Albuquerque. Carta
dada a S. M. (…) (1751-1755).
DOCUMENTOS AVULSOS:
MADEIRA
Totais
datas extremas: 1562-1859
nº de caixas: 93
Instrumentos de pesquisa:
AHU, Inventário Preliminar da Madeira datas extremas: 1562-1859 e s/d
nº de caixas:49
CASTRO E ALMEIDA, Eduardo, Archivo de Marinha e Ultramar. Inventário, 2 vols.,
Coimbra, 1907-1909. (Vol. I: Madeira e Porto Santo, 1613-1819; vol. II: Madeira e
Porto Santo, 1820-1833).
datas extremas: 1739-1833
nº de caixas: 44
nº de documentos: 12846
AÇORES
AHU, Inventário Preliminar dos Açores datas extremas: 1607-1834
nº de caixas: 255
Cartografia e iconografia das Ilhas dos Açores e Madeira
CASTRO E ALMEIDA, Eduardo, Catálogo de Mapas, Plantas, Desenhos, Gravuras e
Aguarelas, Coimbra, 1908.
ACADEMIA DAS CIÊNCIAS DE LISBOA
Endereço: Rua da Academia das Ciências, 19 - 1º
1200 Lisboa
Horário: 2ª, 3ª 4ª e 6ª feira — 9H30-12H00 /14h15-17H00
5ª feira — 9H30-12H00
A Academia das Ciências de Lisboa encerra dois grandes núcleos documentais: a
chamada Série Vermelha também conhecida por "Documentos dos Frades" constituída
por manuscritos do fundo proveniente do antigo Convento de Nossa Senhora de Jesus e
a Série Azul composta pelos manuscritos que têm vindo a ser incorporados aos fundos
da instituição desde 1779 até hoje. São de destacar também as Memórias apresentadas à
Academia (s. XVIII-s. XIX) e uma colecção de legislação portuguesa compilada por
Francisco Manuel Trigoso de Aragão Morato.
Para consultar a Série Vermelha veja-se o seguinte instrumento de trabalho: Catálogo
de manuscritos, Série Vermelha, vol. I (nº 1- nº 499), Academia das Ciências de Lisboa,
Lisboa, 1978; Catálogo de manuscritos, Série Vermelha, vol. II (nº 500-nº 980),
Academia das Ciências de Lisboa, Lisboa, 1986.
Nestes dois volumes podemos encontrar referências a alguma documentação de
interesse para o tema que temos entre mãos.
Ex.:
Mss. nº 32 — "Colecção de Papéis, cartas e representações, etc.". "Reflexões sobre a
decadência da Ilha da Madeira e modo de a remediar"; Mss. nº 169 — Cópia de uma
carta;
Mss. nº 677 — "Memória sobre o dinheiro falso que tem corrido nas ilhas no anno de
1795, feita pelo Dezembargador António Luís Borges da Silveira";
Mss. nº 941 — "Descripção do Ilheo de Villa Franca do Campo na Ilha de S. Miguel".
A consulta dos fundos da Série Azul leva-nos em primeiro lugar às gavetas dos
ficheiros da biblioteca da Academia. Passo a referir alguns dos títulos encontrados:
Mss. nº 97 — "Alvará de Lei e Regimento para os Governadores e Capitães Generais da
Ilha da Madeira (s. XIX, cópia);
Mss. nº 488 — "Avisos para os Governadores e Capitães Generais das Ilhas da Madeira
e Porto Santo";
Mss. nº 648 — "Collecção de manuscritos importantes compilados pelo coronel J. P.
Cardoso Casado Giraldes na Ilha da Madeira (1814-1824)". "Memória sobre a Ilha de
Porto Santo, sua geographia, historia (…)". "Discurso sobre a Ilha da Madeira,
pronunciado na Sociedade dos amigos das Sciencias por Luiz António Jardim (…)";
Mss. nº 778 — Regulamento para a defesa da costa da Ilha de S. Miguel (…). 1820.
SOCIEDADE DE GEOGRAFIA DE LISBOA
Endereço: Rua das Portas de Santo Antão, 100
1100 Lisboa
Horário — 2ª a 6ª feira: 10H00-13H00; 15H00-18H00
Os fundos documentais mais importantes são:
Secção de Reservados
Secção de Cartografia
A consulta destes fundos pode ser feita mediante autorização.
A Sociedade de Geografia de Lisboa possui ficheiros com índices didascálico,
ideográfico e onomástico e alguns índices e catálogos publicados.
Exemplos:
"Bergantim Galgo" (1793) — documentação manuscrita.
"Escuna Andorinha" (1814-1822) — documentação manuscrita.
"Escuna Circe" (1817-1820) — documentação manuscrita.
"Escuna Ligeira" (1810-1823) — documentação manuscrita.
"Escuna Tetis" (1809-1813) — documentação manuscrita.
"Escuna Voadora" (1798-1825) — documentação manuscrita.
ARQUIVO HISTÓRICO DA CÂMARA MUNICIPAL DE LISBOA
Endereço: Paços do Concelho
Praça do Município
1194 Lisboa Codex
Horário: 2ª a 6ª feira — 14H00-20H00
Para obter dados relacionados com os Açores e a Madeira, ver:
Fundo Histórico
— Impostos e rendas
— Marco dos navios — Este núcleo é formado por 199 códices em que se regista a data
da entrada de navios nacionais e estrangeiros no porto de Lisboa, proveniência, carga,
receita e despesa do direito de entrada.
Cód. nº 1 a nº 60 — Livros de entradas de navios portugueses no porto de Lisboa (17721775-…-1834).
Cód. nº 61 — Livro primeiro do movimento dos navios nacionais e estrangeiros no
porto de Lisboa (1834-1835).
Cód. nº 62 — Livro segundo do movimento dos navios nacionais e estrangeiros no
porto de Lisboa (1835-1836).
Cód. nº 63 a nº 130 B — Livro das entradas do marco dos navios (1770-1837).
Cód. nº 131 a nº 195 — Livro de receita do marco dos navios (1772-1834).
OS ROTEIROS DO ATLÂNTICO DESCONHECIDOS ENCONTRADOS NAS
BIBLIOTECAS CHECAS
Katerina Kozicka
Roteiro é um tipo da literatura de marinharia que surgiu em consequência com as
necessidades de registar os dados de navegação, de carácter descritivo-técnico. Em
dependência com o desenvolvimento da técnica de navegação mudava-se o conteúdo
dos roteiros. Os mais primitivos que foram utilizados pelos navegadores do
Mediterrâneo mencionaram as distâncias entre os portos e outros lugares de importância
nas costas, verificados por estimativa, e os rumos indicados pela Bússola. Para além
disso descreveram as costas, as profundidades e naturezas do mar, baixos e outros
perigos, recomendaram os portos ou lugares de abastecimento.
Com o procedimento das navegações de descobrimentos ao mar livre, sem a terra em
vista, a técnica de navegação costeira deixou de ser conveniente. Foi necessário
começar a observar as estrelas às noites e o Sol de dia para, através dos cálculos,
adquirir os dados de latitudes. Assim foi iniciada a nova navegação chamada oceânica
ou astronómica e com ela surgiu um novo tipo do roteiro que ofereceu as novas
informações em relação às diferentes condições para a navegação. Continha os dados de
latitudes de importantes lugares nas costas marítimas, dos portos, baías e cabos, os
dados das distâncias, dos rumos verdadeiros e os valores da declinação magnética.
Descrevia o regime dos ventos e correntes dos oceanos e recomendava os ancoradouros
mais convenientes. Em comparação com o roteiro tradicional, o novo não descrevia as
costas inteiras mas apenas as partes ao longo das quais a navegação se realizou. Podia
também recomendar a altura mais conveniente para a navegação ou o curso diferente
em relação com os ventos e correntes diferentes ao longo do ano.1)
Alguns novos roteiros foram identificados numa fonte importante para a história das
viagens marítimas de descobrimento, quer dizer no manuscrito MS c 29, chamado
DEROTERO, que foi encontrado na Biblioteca de Dobrovský, administrada pela
Biblioteca do Museu Nacional, em Praga,2) e que representa o exemplar mais novo dos
sete Livros de Marinharia manuscritos e registados em português. Para além de uma
parte do relato sobre a viagem para as Filipinas empreendida em 1564 por Legazpi e
Urdaneta; de uma parte náutica inclusive as regras graficamente apresentadas de
carácter cosmográfico; e de uma parte que documenta os conhecimentos de então
referentes aos remédios recomendados para as doenças apanhadas a bordo; a maioria do
DEROTERO é constituída pelos roteiros que descrevem a costa ocidental da África, a
Carreira da Índia, a costa do Índico e o Oriente, a rota ao Mar das Caraíbas, Nova
Espanha e Peru, e inclui também um grupo dos roteiros de Flandres.3)
Dos roteiros incluídos no manuscrito de Praga e que contêm os dados de navegação
referentes à área do Atlântico vou referir-me, nesta comunicação, aos que descrevem a
costa ocidental africana, aos capítulos - Roteiro da ponta do Cabo Verde E toda Sua
Costa E conhecenças Entradas de baças E braças ate as Ylhas brauas (fls. 37r-72r),
Roteiro do Ryo das galinhas Ate o cabo das palmas por toda a costa da malageta (fls.
73r-79r) e Roteiro desta cidade de Lyxboa - pera a yndia E do cabo da esperança pera
todo o descuberto (fls. 1r-4r).
Quanto ao primeiro roteiro, descreve a navegação ao longo da costa ocidental africana a
partir da Península do Cabo Verde até ao Cabo da S.ta Ana que se encontra atrás do
actual Cabo de Sierra Leoa. A descrição detalhada está dedicada no roteiro à área do
Rio de Berbecim (do actual Salum River), da Península de Cabo Verde, dos Rios Joala,
Gâmbia, de São Pedro, de Casamansa, de S. Domingos (actual Rio de S.Cacheu), do
Cabo Roxo, da boca do Rio Grande (hoje Rio Geba), menciona as Ilhas de Jeta e
Bissau, o Arquipélago dos Bijagós e continua com a descrição dos pontos importantes
na costa do actual estado da Guiné e Serra Leoa até ao Cabo Ledo (Cape Sierra Leone)
e termina com as Ilhas Bravas (Banana Islands) que se encontram ao sudoeste da
Península Sierra Leone.4)
capítulo contém também uma menção sobre as povoações de Cacheu e Bogendo5) que
funcionaram como centros portugueses do comércio com os escravos, marfim, arroz,
etc., e sobre uma fortaleza que o rei português mandou construir para se resgatar o
oiro.6)
O roteiro contém as informações detalhadas sobre a costa marítima, os sinais que
indicam a presença de baías, cabos e ilhas, o aspecto do fundo do mar, a existência da
flora e fauna marítima, o acesso aos portos e suas profundidades, os baixos e outros
perigos. Não contém as informações sobre as latitudes nem as direcções do vento e das
correntes marítimas; não se encontram os dados sobre a distância e rumos entre os
pontos da costa.
Todo o texto está escrito em forma das instruções náuticas dirigidas ao leitor, apenas no
fim do roteiro encontra-se uma menção sobre a participação do autor na navegação que
de repente continua a escrever o texto na primeira pessoa sobre a sua própria
experiência durante o percurso.7)
O roteiro não está datado nem rubricado pelo autor. Comparando-o com os roteiros
portugueses da segunda metade do século XVI e do século XVII que descrevem a costa
ocidental africana8), tem semelhança nas primeiras páginas das folhas 37r-43r com o
Roteiro da Costa de Guiné que está incluído no capítulo Derrota do Cabo Verde, Rios
de Guiné, Serra Leoa, até aos Baixos de Sancta Anna, e Mina (fls. 31v-42v) que faz
parte do texto de António de Mariz Carneiro.9)
O texto do capítulo do DEROTERO é mais extenso do que o trabalho de Carneiro que
podia servir ao escrivão desconhecido como modelo para parafrasear a parte inicial do
roteiro de Praga. Entretanto pressupõe-se que serviu como modelo para os dois textos
outro roteiro desconhecido. Nas folhas 43r-48r está ainda conservada pelo menos a
estrutura do trabalho de Carneiro mas desaparece gradualmente até altura em que
quando outro escrivão utilizou como modelo para a transcrição provavelmente de algum
texto de outro trabalho desconhecido. Não é possível excluir a possibilidade de que o
escrivão-navegador começou a completar o texto partindo da sua própria experiência
adquirida durante a viagem a bordo.
A relação do capítulo do DEROTERO com o trabalho de Carneiro confirma o facto de
que o texto do roteiro contém os topónimos utilizados pela primeira vez por Carneiro.
Há alguns topónimos que não estão incluídos no texto de Carneiro mas sim no de
Donelha e Almada8). É de admitir, portanto, que o texto de algum destes autores não foi
desconhecido ao autor do roteiro de Praga.
Em comparação com este capítulo, as notas muito mais detalhadas sobre o comércio
encontram-se no Roteiro do Ryo das galinhas Ate o cabo das palmas por toda a costa da
malageta (fls. 73r-79v). Descreve a costa ocidental africana a partir da Península Sierra
Leone até ao Cabo das Palmas. Este roteiro é muito interessante quanto à variedade das
informações.
O roteiro é resumido na descrição de navegação ao longo da costa. Nas primeiras duas
folhas menciona apenas os Baixos de Santa Ana, a boca do Rio das Galinhas, continua
ao redor do Cabo do Monte e Cabo Mesurado até ao Rio Mesurado e Rio dos Cestos, e
termina com o Cabo das Palmas.10)
O roteiro contém informações sobre a costa, inclusive os cabos e as fozes dos rios, e
menciona os sinais especiais que indicam a aproximação. Contudo, não existem dados
sobre o fundo do mar, a flora e fauna, o acesso aos surgidouros e a profundidade.
Também não menciona as latitudes mas refere sobre as direcções do vento e correntes
marítimas, os baixos e outros perigos que podem acontecer durante a navegação.
Depois da introdução geográfica seguem as instruções por onde navegar em função do
tempo durante o ano. A partir do mês de Outubro até Fevereiro recomenda navegar ao
longo da costa há uma légua da terra, pois naquela altura os ventos sopram do
continente em direcção ao mar e as correntes marítimas seguem a costa em direcção ao
equador (trata-se da acção da Corrente Marítima de Guiné). Ainda, o autor alerta que se
o navio afastar-se há duas léguas da costa, vai ser apanhado pela corrente oposta que o
levará ao sudeste, quer dizer justamente ao contrário ao rumo do navio (o autor
menciona sobre o perigo da Corrente Equatorial Sul).11) Nos outros meses do ano
recomenda a navegar o mais longe possível da costa, pois nesta área há tormentosas,
chuvas e ventos.12)
Depois um autor desconhecido explica que não descreve a costa a partir do Cabo das
Palmas até ao Rio de Lagos, i.e. Costa do Marfim e Costa da Mina, ‘’por que he
nauegação que não cumpre a naos merchantes por ser nauegacam (sic) da carreira da
mina pera onde não nauegam senão armadas del Rej ...’’.13) Aqui o autor alude ao
monopólio do comércio do Rei com o oiro.14)
Igualmente não menciona a costa então chamada Costa dos Escravos situada entre o Rio
de Lagos e o Cabo Formoso, nem a costa que continua até à Angra d’El Rei porque
"sam costas e Rios e Resgates de todos conheçidos".15)
A parte seguinte do roteiro contém as informações sobre ‘’Resgates de cada Ryo e
dadiuas del Rey e de fidalgos.’’ Na introdução à parte comercial o autor apresenta a lista
das coisas em troca das quais é possível realizar o comércio: ‘’... a principal mercadoria
que as-de leuar ha-de ser ygo que se chamão buzios da yndia muita cantidade delle e
coral o mais que poderes e o mais //E o mais (sic) groso e manilha de latam das que vam
pera a mina algum vinta quatrem vermelho algum Ruam aluo alguma margarideta não
muita e com ysto se faz a armação e roupa e pedra’’.16)
Depois continua a enumerar a quantidade necessária de cada artigo destinado ao
comércio em Benim para ser trocado por panos. É interessante que no texto não há
nenhuma menção sobre a venda dos escravos, comércio local de uma grande
importância que se realizou entre Benim e Mina.
Segue a parte que indica o volume de um caravelão, quer dizer quanto de cada produto
destinado ao comércio com os membros da nação dos "yabus" possibilita levar um
caravelão. O texto apresenta os preços de cada produto, isto é quanto custa uma galinha
e quantas galinhas são necessárias para um pano em função da sua qualidade. Não
faltava a recomendação de que em cada missão comercial deve se oferecer um presente
ao representante mais alto do Povo. No fim da parte referente ao comércio com os
membros do tribo dos "yabus" aconselha a levar também um intérprete, "huma lingoa
omem ou molher que saiba muito bem falar a lingoa"17) , e que o navio deveria ser bem
reparado e preparado para a próxima viagem.
Outra parte do roteiro menciona o comércio no Rio Real, i.e. no rio actual de Calabar.
Segundo o escrivão desconhecido não se vende lá nada mais do que "escrauos e azeite e
ysteras" e que o artigo se troca por manilhas.
O último comércio do qual o roteiro se ocupa é acerca dos membros do tribo de
"anbous". O resgate realiza-se na ilha de Mocanbo a troco de manilhas de latão e de
cobre pelas quais é possível receber além das galinhas outros mantimentos como azeite
e malagueta vermelha.
No fim de todo o roteiro o autor começa a referir na primeira pessoa como "eu". Refere
que já não é necessário descrever toda a costa a partir do Cabo Formoso até Benguela,
pois trata-se da costa sem perigos. Entretanto, avisa apenas sobre dois lugares
problemáticos para a navegação. Até ao mesmo aconteceu-lhe que o seu navio
naufragou na angra de Nazaré. Segundo o autor outro lugar também perigoso é ao
aproximar-se ao Cabo de Lopo Gonçalves.
Os dois capítulos do DEROTERO em cima referidos estão acompanhados pelas
chamadas vistas da costa, na maioria dos casos sem qualquer comentário ao texto.
Apenas na fl. 61v encontra-se a inscrição Calaxaqua fuj e na fl. 62r Calaxaquafuj e
cagaluma. Outros desenhos dos relevos da costa vista do mar, coloridos a mão,
representam o Cabo do Monte (fl. 74v), as montanhas do Rio dos Cestos (fl. 75r), as
montanhas que indicam a presença do Cabo das Palmas (fl. 75v), e a Ilha de S. Príncipe
(fl. 79r).
Outro roteiro do manuscrito de Praga que se refere à área do Atlântico, embora
parcialmente, é intitulado Roteiro desta cidade de Lyxboa - pera a yndia E do cabo da
esperanca pera todo o descuberto (fls. 1r-4r). Trata-se do roteiro típico da chamada
Carreira da Índia ou Cabo da Rota18). Descreve a navegação de Lisboa ao redor da Ilha
da Madeira, passa pelas Ilhas das Canárias, quer dizer Ilha das Palmas. Depois, a
navegação recomendada continua, devido aos efeitos dos ventos do sudeste, ao Cabo de
Santo Agostinho. Outra mudança do curso realizou-se passando as Ilhas de Tristão da
Cunha donde foi possível navegar graças a vento ocidental até ao Cabo de Boa
Esperança.
A parte do roteiro que trata da descrição da navegação pelo Índico já não é tão
resumida. Depois de dobrar o Cabo de Boa Esperança menciona duas possibilidades da
navegação por dentro, i.e. pelo Canal de Moçambique ao longo da Ilha de Moçambique
em direcção às Ilhas das Comores, ou por fora, quer dizer ao longo da costa oriental da
Ilha de S. Lourenço. Segue a descrição da navegação ao redor do Cabo das Agulhas,
Cabo do Infante, Cabo Talhado, ao longo da Baía Fermosa, os Ilheus Chãos, a Ponta
Primeira da Terra do Natal, a Ponta Derradeira da Terra do Natal, a Terra dos Fumos,
Cabo das Correntes e Ilhas das Comores que são, no roterio de Praga, consideradas pela
Ilha de Camarão. O roteiro menciona os Ilheus Queimados que ficam perto da costa
ocidental da Índia e os Baixos de Pádua que se encontram ao norte do arquipélago das
Laquedivas.
O roteiro termina com a lista das latitudes dos portos de importância na costa ocidental
da Índia: Goa, Batecala, Cananor, Calecute, Cochim, Coulão, Travancor, Cabo de
Camorim e Ilha de Angediva.19)
Ao lado dos dados sobre as latitudes dos lugares convenientes à abordagem, o roteiro
contém também as indicações dos verdadeiros rumos e distâncias entre os portos, e da
direcção do vento. Não informa sobre as correntes marítimas e o fundo do mar. Para
além de uma referência sobre o Vasco da Gama e a sua segunda viagem à Índia (fl.3r),
no texto já não há outros dados sobre o piloto ou capitão de outra expedição, nem o
autor ou escrivão do roteiro.
Se compararmos o roteiro do manuscrito de Praga com os roteiros portugueses da
Carreira da Índia do século XVI e a primeira metade do século XVII20) é possível
concluir que o capítulo sobre a Carreira da Índia, encontrado no DEROTERO, é a cópia
do mesmo roteiro incluído nos Livros de Marinharia de João de Lisboa21) e André
Pires22). Estes três roteiros diferem-se na maioria dos casos nos dados referentes aos
rumos, às distâncias entre os portos e outros lugares, e as latitudes.
Para concluir, os roteiros acima referidos não contêm nenhum dado sobre o seu autor ou
escrivão nem a data. Os três roteiros foram transcritos pelo punho do mesmo autor
provavelmente na segunda metade do século XVI embora e a primeira do século XVII.
O roteiro da Carreira da Índia do manuscrito de Praga provém do capítulo dos Livros de
Marinharia de João de Lisboa e André Pires. O que diz respeito ao roteiro a partir da
Península do Cabo Verde até às Ilhas Bravas, a parte inicial foi parafraseada do capítulo
‘’Roteiro da Costa da Guiné’’ de autoria de António de Mariz Carneiro, entretanto
prossupõe-se que serviu como modelo para os dois textos outro roteiro desconhecido.
Quanto ao roteiro a partir da Península de Sierra Leone até ao Cabo das Palmas não foi
encontrado, por enquanto, semelhante a este, contudo é de destacar o seu carácter
comercial. O roteiro confirma o interesse dos navegadores à estas áreas que foi
exclusivamente comercial. Não devemos deixar de mencionar o facto de que os
referidos roteiros representam exemplos de roteiros oceânicos, no caso do roteiro da
Carreira da Índia roteiros atlânticos ou de navegação quanto aos outros dois roteiros que
demonstram as características transicionais entre os que se utilizaram no Mediterrâneo e
os Oceânicos.
REFERÊNCIAS
1)Vd. Avelino Teixeira da Mota, A arte de navegar no Mediterrâneo nos séculos III-XVII e a criação da navegação astronómica no Atlântico
e Índico, sep. Anais do Clube Militar Naval, Lisboa, 1957; idem, A evolução da ciência náutica durante os séculos XV-XVI na cartografia
portuguesa da época, Separata III - Secção de Lisboa, Agrupamento de Estudos de Cartografia Antiga, Junta de Investigações do Ultramar,
Lisboa, 1961, idem, Evolução dos roteiros portugueses durante o século XVI, Discursos e Comunicações, Estudos de Cartografia Antiga,
Coimbra, 1970, pp. 201-228; Luís M. de Albuquerque, Curso de História da Náutica, Coimbra, 1972, p. 257.
Derotero, manuscrito MS c 29, Biblioteca de Dobrovský, antiga Biblioteca de Nostitz, Praga. Comp. Josef Vítezslav Simák, Rukopisy
majorátní knihovny hr. z Nostitz a Rhienecka v Praze (Manuscritos da Biblioteca dos Condes de Nostitz e Rhieneck em Praga), Praga, 1910,
no. 118.
Vd. Josef Polisenský, Simona Binková, As fontes para a história dos descobrimentos portugueses na Checoslováquia, A Abertura do Mundo.
Estudos de história dos descobrimentos europeus, Lisboa, Editorial Presença, 1987, vol. II, pp. 183-189; Katerina Kozická, Um manual
português para os navegadores da segunda metade do século XVI da Biblioteca de Dobrovský (outrora Nostitz) em Praga, Ibero-Americana
Pragensia, XXI, Praga, 1987, pp. 175-177; idem, Outras fontes referentes à história de viagens de descobrimentos na Biblioteca de
Dobrovský em Praga, Ibero-Americana Pragensia, XXIV, Praga, 1990, pp. 279-287; idem, Uma notícia sobre a expedição de Legazpi para
as Filipinas achada em Praga, Ibero-Americana Pragensia, XXV, Praga, 1991, pp. 117-137; idem, O interesse pelo Novo Mundo do ponto de
vista dos navegadores na segunda metade do século XVI, Ibero-Americana Pragensia, XXVI, Praga, 1992, pp. 259-262; idem, A
repercussão da expansão atlântica nos documentos checoslovacos dos séculos XV-XVII, Actas do III Colóquio Internacional de História da
Madeira, Funchal, 1992, pp. 795-800; Simona Binková, Katerina Kozická, El dominio marítimo español en los materiales cartográficos y
náuticos de Praga, Suplemento de Anuário de Estudios Americanos, Tomo XLIX, No.1, Sevilla, 1992, pp. 47-54.
4)
No que se refere à toponímia da costa ocidental africana vd. Abel Fontoura da Costa, Descobrimentos portugueses no Atlântico e
na costa ocidental africana do Bojador ao Cabo de Catarina, Congresso do Mundo Português - Publicações, vol. II, tomo 1, Lisboa, Secção
de Congressos, 1940, pp. 243-286; Avelino Teixeira da Mota, Topónimos de Origem Portuguesa na Costa Ocidental de África. Desde o
Cabo Bojador ao Cabo de Santa Catarina, Bissau, 1950, comunicação para o Colóquio Internacional de Estudos Luso-Brasileiros, No. 17;
idem, A Descoberta da Guiné, Boletim Cultural da Guiné Portuguesa, vol. I, Bissau, 1946, No. 1 (pp. 11-68), No.2 (pp. 273-326), No. 3 (pp.
457-510); Africa Pilot, Part I, 10a. ed., London, 1939, Part II, 10a. ed., London, 1951, Part III, 10a. ed. London 1939.
5)
Vd. Derotero, ob. cit., fl. 41v.
6)
Vd. Derotero, ob. cit., fl. 71r.
7)
Vd. Derotero, ob. cit., fls. 70v, 71v, 72r.
8)
Vd. André Álvares d’Almada, Tratado breue dos Reinos de guine do cabo verde fto.. pollo capitão Andre alluares d’allmada
natural da cidade e Jlha do cabo verde cursado e pratiqo nas ditas partes. 1a. ed., Diogo Kopke, Lisboa, 1841, Biblioteca Nacional de
Lisboa, Fundo Geral, no. 297. Comp. André Álvares d’Almada, Tratado Breve dos Rios de Guiné do Cabo-Verde; Desde o Rio de Sanagá
até aos Baixos de Sta.Ana; de todas as Nações de Negros que há na dita Costa, e de seus Costumes, Armas, Trajes, Juramentos e Guerras,
2a. ed., Luís Silveira, Lisboa, 1946. André Donelha, A Descrição do Cabo Verde, Lisboa, Centro de Estudos de Cartografia Antiga, 1975.
António de Mariz Carneiro, Regimento de pilotos e roteiro da navegaçam e conquistas do Brasil, Angola, S. Thome, Cabo Verde, Maranhão,
Ilhas & Indias Occidentais, 1a. ed., 1642; 5a. ed., 1655, Biblioteca Nacional de Lisboa, Fundo Geral, no. 331. Francisco de Azevedo Coelho,
Descripção da Costa de Guiné desde Cabo Verde athe à Serra Lioa com todas as ilhas e rios que os brancos assistentes nella navegão.
Biblioteca Nacional de Lisboa, Fundo Geral, no. 307. Comp. Francisco de Lemos Coelho, Duas descrições seiscentistas da Guiné, ed.
Damião Peres, Lisboa, Academia Portuguesa da História, 1990, pp. 1-88. Francisco de Lemos, Discripção da Costa de Guine e situação de
todos os portos e rios della; e roteyro para se poderem navegar todos seus rios, feita pello capitam [...] em San Thiago de Cabo Verde no
ano de 1684. Biblioteca Nacional de Lisboa, Fundo Geral, no. 332. Comp. Francisco de Lemos Coelho, Duas descrições seiscentistas da
Guiné,ob. cit., pp. 89-250.
9)
António de Mariz Carneiro, Regimento de pilotos e roteiro da navegaçam e conquistas do Brasil, Angola, S. Thome, Cabo Verde,
Maranhão, Ilhas & Indias Occidentais., ob. cit., Roteiro da Costa de Guiné, fls. 31v-42v.
10)
Sobre a toponímia desta região vd. a nota no. 4.
11)
Comp. Max Justo Guedes, A Carreira da Índia-Evolução do seu Roteiro, Sep.-Monografias, no. 5, Lisboa, Museu de Marinha,
1984, pp. 7-20.
12)
Vd. Derotero, ob. cit., fl. 74r.
13)
Vd. Derotero, ob. cit., fl. 76r.
14)
Quanto à problemática do comércio na costa ocidental africana vd. William Blake,European Beginnings in West Africa, 14541578, London, 1937; Vitorino Magalhães Godinho, Os Descobrimentos e a Economia Mundial, Lisboa, Editorial Presença, 2a. ed., 19821984, vol. I, pp. 139-182, vol. II, pp. 145-158, vol. IV, pp. 161-166; Avelino Teixeira da Mota, Alguns aspectos da colonização e do
comércio marítimo dos portugueses na África Ocidental nos séculos XV e XVI, sep. Anais do Clube Militar Naval, 1976, pp. 677-710; Maria
Emília Madeira Santos, Viagens de ExploraçãoTerrestre dos Portugueses em África, Lisboa, Centro de Estudos de Cartografia Antiga, 1978;
idem, Contactos e caminhos comerciais na costa da Mina durante as duas primeiras décadas do século XVI, A Abertura do Mundo. Estudos
de História dos Descobrimentos Europeus, vol. II, Lisboa, Editorial presença, 1984, pp. 109-122; idem, Rotas Atlânticas, o Caso da
Carreira de S. Tomé Separata 226, Lisboa, Centro de Estudos de História de Cartografia Antiga, 1990.
15)
Vd. Derotero, ob. cit., fl. 76r.
16)
Vd. Derotero, ob. cit., fls. 76r-76v.
17)
Vd. Derotero, ob. cit., fl. 78r.
18)
Sobre a Carreira da Índia vd. Luís M. de Albuquerque, Escalas da Carreira da Índia, Separata CX, Coimbra, Centro de Estudos
de Cartografia Antiga, Separatas, 1978; Charles Ralph Boxer, The Tragic History of the Sea. 1598-1622, Cambridge, 1959; Max Justo
Guedes, A Carreira da Índia - Evolução do Seu Roteiro, ob. cit.; Artur Teodoro de Matos, Os Açores e a Carreira das Índias no Século XVI,
Estudos de História de Portugal- Homenagem a A. H. de Oliveira Marques, Lisboa, Estampa, vol. II, 1983, pp. 93-110; idem, As Escalas do
Atlântico no Século XVI, Separatas 197, Lisboa, Centro de Estudos de História e Cartografia Antiga, 1988; Joaquim Rebelo Vaz Monteiro,
Estudos Cartográficos de uma Viagem à Índia no Século XVI, Porto, Faculdade de Letras, 1970; idem, Uma Viagem Redonda da Carreira da
Índia (1597-1598), Coimbra, Biblioteca Geral da Universidade, 1985; Virgínia Rau et allii, Les Escales de la "Carreira da Índia"(XVeXVIIIe Siècles), Les Grandes Escales, vol. II, Les Temps Modernes, Bruxelles, Libraire Encyclopédique, 1972, pp. 7-28; Maria Emília
Madeira Santos, O Carácter Experimental da Carreira da Índia. - Um Plano de João Pereira Dantas, com Fortificação da África do Sul
(1556), Discursos e Comunicações, Coimbra, Estudos de Cartografia Antiga, 1970, pp. 59-112; José Augusto do Amaral Frazão de
Vasconcelos, Subsídios para a História da Carreira da Índia, sep. Boletim da Agência Geral do Ultramar, 1958-1959.
19)
Sobre a toponímia da Carreira da Índia vd. Africa Pilot, ob. cit.; Red Sea and Gulf of Aden Pilot, 9a. ed., London, 1944; West
Coast of Indian Pilot, 8a. ed., London, 1937; Dois Roteiros do Século XVI, de Manuel Monteiro e Gaspar Ferreira Reimão, Atribuídos a
João Baptista Lavanha, ed. Humberto Leitão, Lisboa, Centro de Estudos Históricos Ultramarinos, 1963; Livro de Marinharia de Bernardo
Fernandes, ed. Abel Fontoura da Costa, Lisboa, Agência Geral das Colônias, 1940; Roteiros Portugueses Inéditos da Carreira da Índia do
Século XVI, ed. Abel Fontoura da Costa, Lisboa, Agência Geral das Colônias, 1940.
20)
Rota de Portugal para a Índia, Livro de Marinharia de João de Lisboa, Tratado da Agulha de Marear, ed. Jacinto Ignácio de
Brito Rebello, Lisboa, Libanio da Silva, 1903, pp. 211-214; Roteiro da navegação daqui [Lisboa] para a Índia, Livro de Marinharia de
Manuel Álvares, ed. Luís M. de Albuquerque, Lisboa, Junta de Investigações do Ultramar, 1969, pp. 63-76; Regimento de Portugal para a
Índia. Da navegação, Livro de Marinharia de Bernardo Fernandes, ed. Abel Fontoura da Costa, Lisboa, Agência Geral das Colônias, 1940,
pp. 55-64; Navegação de Portugal para Goa, Roteiros portugueses inéditos da Carreira da Índia do século XVI, ed. Abel Fontoura da Costa,
Lisboa, Agência Geral das Colónias, 1940, pp. 99-107; Roteiro da carreira da Yndia, dos rumos a que se a-de gouernar em toda ella e dos
sinais que em toda esta viagem se acham e em que paragem são particulares, com as diferenças d’agulha feito por Vicente Roiz [Rodriques]
piloto-mor della, Roteiros Portugueze [sic] da Viagem de Lisboa à Índia nos séculos XVI e XVII, ed. Gabriel Pereira, Lisboa, Imprensa
Nacional, 1898, pp. 15-26; Roteiro da navegação da Índia e derrotas com a agulha ferrada debaixo da flor de lis e diferenças dela, e sinais,
correntes de água e ventos que em diversas paragens se achamm, Dois Roteiros do século XVI, de Manuel Monteiro e Gaspar Ferreira
Reimão, atribuídos a João Batista Lavanha, ed. Humberto Leitão, Lisboa, Centro de Estudos Históricos Ultramarinos, 1963, pp. 43-79;
Roteiro e advertências da navegação da Carreira da Índia, feito por Gaspar Manuel da Vila do Conde, por elle mesmo emendado, Roteiros
Portugueze [sic] da Viagem de Lisboa à Índia nos séculos XVI e XVII, ob. cit., pp. 40-60; Roteiro da navegação e carreira da Índia, com
seus caminhos & derrotas, sinaes & aguageis, & differenças da agulha: tirado do que escreueu Vicente Rodrigues & Dioguo Afonso Pilotos
antigos. Agora novamente acrescentado a viagem de Goa por dentro de São Lourenço, & Moçambique, e outras muitas cousa, e
advertências, por Gaspar Ferreira Reimão, cavaleiro do hábito de Santiago, & Piloto mor destes Reinos de Portugal, por el Rei nosso
senhor, 2.a ed., Abel Fontoura da Costa, Lisboa, Agência Geral das Colônias, 1939, pp. 7-60; Roteiro da navegação da carreira da Índia etc.
feito por Aleixo da Mota, Roteiros Portugueze [sic] da Viagem de Lisboa à Índia nos séculos XVI e XVII, ob. cit., pp. 93-139; Roteiro de
Lisboa à Índia, O Livro de Marinharia de André Pires, ed. Luís M. de Albuquerque, Lisboa, s.d., pp. 220-222.
21)
Livro de Marinharia de João de Lisboa, Tratado da Agulha de Marear, ob. cit., pp. 211-214.
22)
O Livro de Marinharia de André Pires, ob. cit., pp. 220-224.
LAS AZORES EN LA POLÍTICA DE FELIPE II. SU DOCUMENTACIÓN EN
EL ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS.
Rocio Casas de Bustos
La anexión del reino de Portugal a la Corona española va a determinar una serie de
circunstancias históricas que se ven reflejadas fielmente en la documentación existente
en el Archivo General de Simancas y, por ello, centramos el objetivo de nuestro trabajo
en desvelar la importancia y cuantía de la información que aparece en los fondos
simanquinos acerca de las islas portuguesas del Atlántico, dada la trascendencia que
tuvo su incorporación a la monarquía española, pues supuso para Felipe II la posibilidad
de dominar toda la orla atlántica de la Península Ibérica e Islas Canarias, en un
momento en que resultaba evidente que el destino del imperio hispano se decidiría en el
Atlántico1 . El simple hecho de que estas islas formaran parte de la ruta de la Carrera de
Indias 2 hace que su defensa se convierta en objetivo primordial dentro de la política
filipina 3. Pretendemos destacar el gran volumen de documentos que el Archivo de
Simancas puede aportarnos para el estudio de una época y un área geográfica que hasta
ahora no ha tenido un amplio tratamiento en la bibliografía existente, si exceptuamos las
obras monográficas de autores como Artur Teodoro de Matos o Avelino de Freitas de
Meneses 4, cuyos estudios se han nutrido de la abundancia y riqueza que los fondos de
Simancas reunen para la historia de las islas.
Desde que en 1580 se produce la anexión de ambos reinos peninsulares, el portugués aún manteniendo buena parte de sus propias instituciones 5 (el juramento de las Cortes
de Tomar en 1581 así lo aseguraba)-, queda incluido dentro de la administración
castellana, y como tal, recibirá el tratamiento institucional que afecta al resto de
regiones bajo dominio castellano. Así, las secciones documentales del Archivo General
de Simancas que desglosamos a continuación traducen los aspectos de carácter político,
militar y hacendístico que determinan el periodo que tratamos.
Asuntos políticos.
I- 1. Sección de SECRETARIA DE ESTADO
Pese a no constituir la sección que mayor volúmen de documentación recoge para
nuestro presente estudio, es quizá la más relevante, ya que, el Consejo de Estado es el
organismo que dicta las grandes líneas de actuación de la política emprendida por los
monarcas, con facultad para intervenir en los asuntos y ver las consultas de los otros
Consejos. Sus competencias eran muy amplias y no estaban sujetas a ningún
reglamento; sin embargo, atendía preferentemente a las cuestiones exteriores, tales
como paces, guerras, alianzas, relaciones, convenios, comercio, etc.
Por tanto, no es extraño que a la hora de efectuar la incorporación de la Corona lusa
dicho Consejo adquiera una indudable notoriedad, puesto que interviene al unísono en
todas las competencias arriba mencionadas. De hecho, los legajos que agrupan los años
de 1580 a 1582 son los más numerosos respecto al resto de años que trata la
documentación de esta sección para el periodo de Felipe II 6. Todo ello es el fiel reflejo
de la trascendencia que tenía la ascensión de este monarca al trono luso, pues no
significaba la incorporación de un reino más a los dominios de España, sino el segundo
mayor Imperio colonial de la época. En esta disminución del volúmen documental a
partir de 1582, influirá el hecho de que, en atención a la autonomía solicitada para el
Reino, Felipe II crea en esta fecha el Consejo de Portugal, aunque sólo lo convirtió en el
brazo ejecutor de las deliberaciones reales y, en realidad, el Consejo de Estado lusitano
fue un órgano que intervino muy poco en las actuaciones de gobierno.
Los documentos que integran esta sección tratan, entre otros asuntos, sobre: las
incidencias de la navegación de las armadas enviadas al ámbito portugués hasta su
definitiva integración bajo la Corona, el peligro de corsarios en las costas ibéricas, la
adopción de medidas contra los enemigos (en su mayoría de nacionalidad inglesa), las
disposiciones tomadas cada vez que se produce la pérdida de naos de Indias en la costa
portuguesa, las constantes noticias sobre la llegada de las flotas de América y de la
India, etcétera.
I- 2. Sección de SECRETARIAS PROVINCIALES
La documentación que recoge esta sección presenta muchas analogías, en cuanto a la
forma y los asuntos, con la de la Secretaría de Estado, ya que contiene las consultas del
órgano administrativo del reino de Portugal. Sin embargo, en comparación con la
abundante documentación referente a las Azores que encontramos en otras secciones las
referencias que apuntamos aquí resultan ciertamente escasas, pero no por ello carentes
de interés, puesto que incluyen información sobre las colonias lusas en América y
Oriente que no aparecen en otras secciones, lo cual consideramos necesario para un
mejor conocimiento del ámbito histórico portugués 7.
II.- Asuntos militares.
II- 1. Sección de GUERRA Y MARINA (o GUERRA ANTIGUA).
Está constituida por la documentación procedente de la secretaría del Consejo de
Guerra, cuya competencia estaba dirigida al ramo de guerra, y todas las cuestiones
relacionadas con ella, tal y como las judiciales, los problemas de presas y
contravenciones de tratados, por lo que, en muchas ocasiones, se asemeja al Consejo de
Estado, si bien, pudieramos decir que el de Guerra se convierte en el ejecutor militar de
las premisas proporcionadas por el de Estado.
Creemos que esta sección constituye el cuerpo documental de Simancas más importante
para el estudio de la historia del archipiélago de las Azores, dado que incluye infinidad
de noticias a lo largo de cerca de 400 legajos relativos al reinado de Felipe II. En torno a
esta documentación creemos poder definir dos momentos muy marcados en que el
protagonismo portugués es más evidente. Por una parte, la fecha de 1580 y los años
inmediatos a la anexión del Reino de Portugal y la definitiva incorporación de la
Terceira, último bastión fiel al Prior de Crato, y por otra, los últimos años de esta misma
década, cuando tras el desastre naval de la Armada Invencible la presión corsaria se
hace mayor sobre las costas atlánticas del imperio español, tratando de interceptar la
llegada de la flota de 1589, con importantes cantidades de oro y plata que tan necesarios
eran en ese momento para el monarca castellano.
En ambas épocas existe una preocupación común, como es la de proporcionar la mayor
seguridad posible a la navegación de la Carrera de Indias, centrando la actividad
defensora sobre las islas Azores y la banda atlántica al completo, pues se pretende armar
una flota permanente con un doble fín: defender el litoral y proteger los navíos venidos
de las Indias Occidentales y Orientales.
En los numerosos legajos que hacen referencia a esos primeros años de intervención
castellana en el Reino de Portugal, concretamente los años 1580 a 1583 8, se hace
patente el interés que despiertan las islas Azores en la política que se pondrá en marcha
a partir de este momento. Para la defensa de las Azores y la seguridad de las flotas de
Indias se pone en funcionamiento la compleja maquinaria del Estado para la utilización
de todos los recursos de que dispone.
Una serie de Juntas consultivas donde intervienen navegantes experimentados darán su
parecer sobre la importancia que tiene el archipiélago para el comercio de las Indias 9 e,
igualmente, tratarán el modo de mejorar la seguridad de las costas a ambos lados del
Atlántico, así como la navegación en América.
A este respecto, queremos destacar la especial atención prestada a la navegación a lo
largo de la costa de Brasil 10, que aparece en la documentación vinculada a la
preparación de la llamada Jornada del Estrecho de Magallanes, dentro de un claro
intento de hacer efectiva la influencia castellana en el sur del cono americano. La
disponibilidad de los puertos brasileños anima la ejecución de la expedición de
Magallanes, ya que se pone en marcha apenas se produce la unión de ambos reinos, para
así aprovechar los puertos atlánticos de Portugal y los conocimientos naúticos de los
marineros lusos.
Pero no sólo es la vertiente atlántica de los dominios de este vasto imperio la que
merece la atención especial de la Corona, sino que la navegación hacia Oriente, el otro
ámbito colonial heredado por la anexión, también habrá de seguir las nuevas pautas
promovidas desde la monarquía. Así sucede en el caso de la India 11, cuya navegación
también es objeto de estudio por parte de esas Juntas de navegantes consultadas por
Felipe II.
Igualmente se destaca en esta documentación los cálculos de tipo económico sobre el
gasto de sueldos y mantenimiento de las naves que se preparan para la defensa de
Azores y el "acompañamiento" de las flotas de Indias y propuestas para mejorar las
condiciones de navegación, e iniciar el envío de armadas, gente de guerra, pertrechos,
etc., bien, desde los puertos de Andalucía, bien desde los puertos del Cantábrico, donde
también se procede a la construcción de navíos que posteriormente serán enviados a
Lisboa.
A través de todos estos legajos podemos comprobar la extraordinaria organización de
recursos llevada a cabo desde la corona española, ya sea con el envío de gente de guerra
de todas clases, o de escuadras bien equipadas y dotaciones de gente de mar numerosa,
así como la fortificación de plazas 12.
Si por una parte las etapas de gran actividad bélica se traducen en abundancia de
documentación, los periodos de relativa paz también quedan reflejados por una cierta
escasez de noticias, tal como sucede tras la pacificación de la Tercera, cuando lo que se
está produciendo es una asimilación del territorio vecino y ya no es necesario activar
todos los medios militares de que dispone la Corona. En consecuencia, la
documentación que recoge referencias a las Azores en estos años intermedios de la
decada de los 80 es algo parca. Por otra parte, hay que tener en cuenta que, una vez
solucionada la insumisión azoriana, Felipe II se centra nuevamente en los graves
problemas que afectan a Flandes.
Asimismo, si durante 1587 y, sobre todo, 1588, los esfuerzos se centraron en la
preparación de la Armada para la "Jornada de Inglaterra", con el evidente protagonismo
de Lisboa como centro neurálgico de dichos preparativos, el año 1589 centra de nuevo
la atención sobre las islas Azores, donde se producirá la llegada de la flota de Nueva
España y Tierra Firme, cuyas naves se ven obligadas a desembarcar grandes cantidades
de plata en las Azores debido al peligro corsario y las tempestades que hacen zozobrar
las naos de la flota. Esta decisión genera nuevamente un incremento de documentación,
pues se hace necesario formar una armada que vaya al archipiélago a recoger y
convoyar, hasta su arribada última en Cádiz, la plata depositada en las islas.
Dentro de la política exterior desarrollada en este momento, tanto las islas del ámbito
portugués como las Canarias reciben ahora un nuevo impulso defensivo y mientras el
vértice azoriano recibe innumerables envíos de naves y pertrechos, el archipiélago
canario contará con un nuevo gobernador general -Don Luis de la Cueva Benavidesque intentará organizar la vida y defensa de estas islas con una mejor eficacia, puesto
que de la seguridad de este área también dependerá el correcto funcionamiento del
sistema de flotas. La atención a ambos archipiélagos seguirá caminos paralelos.
El año de 1589, que mencionabamos anteriormente, va a ser reflejado en una nueva
presencia de noticias sobre las Azores, ya que en esa fecha confluyen el debilitamiento
de la marina hispano-portuguesa con la presión corsaria más enconada a la espera de la
flota. Veremos la incidencia de las arribadas de las flotas de las colonias españolas de
América en las Azores y en qué forma se atiende a cuestiones tan importantes como la
pérdida de navíos en las costas portuguesas o las disposiciones tomadas ante el planeado
ataque de corsarios, caso de Drake a Lisboa.
Destacamos entre esta documentación las numerosas relaciones, o listados, de la
artillería que existe en los distintos castillos de la costa portuguesa, que ahora son
provistos de bastimentos desde España 13, así como las distintas islas que conforma en
archipiélago azoriano, donde llegan pertrechos de todo tipo a lo largo de este reinado.
2. LIBROS REGISTRO (Guerra Antigua).
Como complemento a los legajos de esta sección de Guerra Antigua queremos destacar
la existencia de una serie de libros de registro que recogen los numerosos
nombramientos efectuados para la gente de guerra destinada a Portugal, incluyendo en
ocasiones ordenes directas sobre la actuación que deben seguir.
A través de estos libros podemos comprobar cómo se va disponiendo las bases del
poder que sustentará la estabilidad del vasto imperio filipino. El nombramiento de
personas para Portugal es costante desde el primer momento, especialmente todo lo que
se refiere a los cargos que controlarán los envíos de tropas para el ejército. De esta
forma Felipe II ensaya una estrategia de centralización administrativa y reforzamiento
del sistema defensivo que cimentará su poderío político y militar en el archipiélago.
Pero no sólo se reunen en estos libros los nombramientos de individuos para ocupar los
cargos de dirección de tropas, navíos, etc, sino que también se atiende a las cuestiones
de fortificación (caso de la Tercera y el Castillo de Brasil), aspecto éste de trascendental
importancia, pues afecta tanto al litoral peninsular como al archipiélago portugués y
canario 14, y a esta tarea se dedica un elevado número de recursos. Asimismo, no es
infrecuente encontrar datos de tipo hacendístico, relativos a las cantidades pagadas a las
naves que participan en las jornadas militares; en otras ocasiones de trata de
nombramientos para evitar dispendios en la hacienda. III. Asuntos hacendísticos.
Son muy diversas las secciones del Archivo de Simancas que recogen documentación
de carácter hacendístico por lo que la referencia a los múltiples órganos que conforman
la organización de la Hacienda Real harían este trabajo interminable, por lo cual
apuntamos a pie de página un breve esquema orientativo 15 y nos centramos
directamente en los apartados siguientes:
III- 1. Sección de CONTADURIA MAYOR DE CUENTAS
Se trata del órgano fiscalizador de la Hacienda que lleva el control del gasto público y
presenta la pormenorización de las cuentas originadas por la actividad dirigida desde la
Corona. Su función estaba muy bien bien determinada: intervenir las cuentas de todos
los que hubieran tenido cargo de administrar una parte cualquiera de los caudales
públicos.
Constituye ésta una sección muy poco conocida, debido, fundamentalmente a la
dificultad de su consulta, ya que sólo hay un inventario muy poco detallado donde sólo
aparece un breve título seguido de las fechas aproximas que la documentación recoge,
pero en numerosas ocasiones este título no corresponde al contenido real de los legajos.
No obstante, consideramos de gran interés la cantidad de legajos que se refieren a las
Azores y a la jornada de Portugal, que nos permitirían hacer una valoración, paso a paso
de los esfuerzos dedicados por la Corona española a los preparativos en las islas.
Aquí podemos ver ya en la práctica lo que supone el apresto de navíos para la
realización de las disposiciones de la Corona, pues es muy distinto elaborar una teoría
ideal de defensa en que se incluya, por ejemplo, la utilización de 4 naos de 400
toneladas, que proceder a calcular los datos detallados que tal medida conlleva. Se hace
necesario disponer del dinero para pagar los sueldos de al menos 80 hombres en cada
una de esas naos, así como la cantidad de comida que han de llevar dependiendo del
número de días que durará la navegación, o las armas necesarias para artillar las naves.
Todo ello siempre que el Consejo de Hacienda permita disponer de ese caudal, ya que la
mayor parte de las veces se hace necesario acudir a préstamos de particulares. Todo lo
cual ha de quedar reflejado, hasta el último maravedí, en las cuentas de los pagadores
que encontramos en esta sección.
2. Sección de CONTADURIA del SUELDO.
La diferencia que señalabamos en el caso de la sección de Secretarías Provinciales
respecto a la de Estado, la encontramos también en la Contaduría del Sueldo, pues nos
proporciona menos ejemplos que el gran órgano fiscalizador constituido por la
Contaduría Mayor de Cuentas, sin embargo no por ello dejamos de destacar el hecho de
que se trata de una documentación referente al aspecto global de la contabilidad,
incluyendo copias de libranzas dadas por el Presidente del Consejo de Hacienda, de
gran importancia dentro del complejo sistema hacendístico instaurado con los Austrias.
Como consideración final, reiteramos la importancia de los fondos de Simancas para la
historia de las islas del Atlántico, cuya abundancia se debe al importante papel que
juegan las islas en la carrera comercial que se establecen entre las tierras de Oriente y
América y los puertos peninsulares de Lisboa y Sevilla, que pasan por las Azores en su
ruta de retorno, transformando el archipiélago en una importante pieza de soporte del
comercio ultramarino que no cesa de aumentar.
A través de esta documentación seguimos el desarrollo de los eventos que tienen lugar
en torno a este archipiélago, donde las naos de Indias se reagrupaban para, después de
haberse enfrentado a una serie de dificultades naturales, prepararse, de forma
concertada, a escapar o resistir la persecución de los corsarios que actuaban en todo el
area entre Azores y Cabo de S. Vicente. Angra funcionaba como un importante centro
de información de comercio ultramarino donde se obtenían noticias de la llegada de
armadas, los cargamentos que transportaban y el precio de ciertos productos.
Lamentamos la imposibilidad de ofrecer en esta ocasión el resultado completo de la
revisión de documentación que hemos realizado a lo largo de distintos periodos de
investigación, ya que su extensión supera ampliamente el espacio de que disponemos.
APENDICES
×ANEXO I.
I.
1. Sección de la SECRETARIA DE ESTADO.
Los legajos correspondientes a Portugal son los números 367 (1524) a 438
(1618), de los cuales, se refieren al reinado de Felipe II los legajos 396 a 434. La
correspondencia de legajos y años es la siguiente:
leg. 396 a 401: 1578 y 1579
leg. 402 a 428: 1580 y 1582
leg. 413 a 420: 1580 (exclusivamente)
leg. 429: 1583-1587
leg. 430: 1584
leg. 431: 1588-1589
leg. 432: 1590-1591
leg. 433: 1594-1595
leg- 435: 1596-1599
El contenido que aparece en los mismos es muy variado. Incluimos a
continuación, a manera de ejemplo, algunos folios del número 431, relativo a los
años 1588 y 1589.
Leg. 431.
fol. 1-4. "Lo suçedido al armada de su magestad de que es capitán general el
Marqués de Santa Cruz en la vatalla que dio a la armada de Françia que la traía
don Antonio en las yslas de las Açores".
fol. 4-14. Relación de navíos y bastimentos. (1587-1588).
fol. 14-17. Derrotero para la armada que fue a la expedición de Inglaterra.
(marzo 1588).
fol. 45. "Relación de los galeones, navíos, pataches y zabras, galeaças, galeras y
otros navíos que van en la felicísima armada que su Magestad ha mandado
juntar en el río de la ciudad de Lisboa, de que es capitán general el Duque de
Medina Sidonia y el porte dellos y la gente de guerra y mareante y los
bastimentos, armas, artillería, pólvora y otros pertrechos de guerra que llevan y
el tiempo para que los dichos bastimentos podrán servir."
fol. 81. Puntos de lo que es necesario en Portugal (castillos e artillería en ellos.)
fol. 117. Marcos de Aramburu. Reflexión sobre el peligro de corsarios en las
costas españolas y mejor forma de enviar las flotas.
fol. 166. Plata hallada en el mar y en la arena en la parte donde dio al través la
nao Nuestra Señora del Rosario.
fol. 170. "Lo que el almirante Marcos de Aramburu y Sevastián de Haro
havemos echo en Setuval y los que han escapado de la nao Nuestra Señora del
Rosario y la naves de Joan de Goyaz y Philipe Andino después que dexaron la
plata en la Terçera."
fol. 199. Sobre la llegada de las naos de la India.
I.
2. Sección de SECRETARIAS PROVINCIALES.
En esta ocasión se trata de Libros y no legajos.
Lº 1550. Cartas originales del Cardenal Archiduque, Virrey de Portugal a Su
Majestad sobre todo género de negocios del año de 1586.
Lº 1551. Cartas originales del Virrey de la India, personas públicas y otras
particulares de aquel país a Su Majestad sobre diversos negocios de 1587 a
1589.
Lº 1579. Registro de órdenes que dio Don Alvaro de Bazán Marqués de Santa
Cruz, Capitán General del Mar Oceano a los que servían bajo de sus ordenes
desde 1580 a 1587; entre ellas se hallan varias ventajas que concedió por
servicios.
__________
×ANEXO II.
II.
1. Sección de GUERRA Y MARINA.
Hemos revisado varios legajos de cada uno de los años que se integran en esta sección,
lo cual nos ha proporcionado infinidad de noticias. Debido a su extraordinaria cuantía,
se hace imposible la inclusión de todas ellas en este trabajo, por lo que hemos detallado
sólo algunas referencias de los primeros años de la anexión, con objeto de disponer de
ejemplos suficientes que nos ilustran sobre el contenido de los documentos, para
después, apuntar los legajos extremos dentro de cada año donde hemos consignado
documentación azoriana.
=Leg. 96 (1580)
fol. 178. Se solicita informe del Marqués de Santa Cruz sobre la importancia de las
Azores para el comercio de las Indias.
=Leg. 98 (1580)
fol. 224. Se organiza una escuadra para oponerse a la que los portugueses mandan a las
islas Terceras; se confía a D. Alvaro de Bazán, hermano del Marqués de Santa
Cruz.(también para la seguridad de las naves que vienen de las Indias. Mandan disponer
15 naos con 2.500 soldados, además de gente mareante, con artillería y municiones de la
Casa de la Contratación...)
=Leg. 104 (1580)
fol. 13,17,18,25,148. Expedición de D. Alonso de Bazán para las Azores a fin de
defender la flota de Indias. "...para el viaje de las Azores es menester buenas naos de
carena y estancas porque el golfo es grande y malo, de lo qual soy yo buen testigo y mi
hermano, porque lo abemos pasado muchas vezes, y para andar por costa qualesquier
naos pueden servir, aunque no ayan dado carena de algunos días a esta parte ..."
"...las chalupas se tomarán de las del Armada que están en orden y combendrá que sean
tres por poder embiar las dos estando sobre las Islas de los Açores esperando la flota a
descubrir y dar nueva de la armada que la está esperando, cada una por su parte y
quedar otra con la dicha Armada..."
=Leg. 106 (1580)
fol. 97: Lo que convendría enmendar en lo de las armadas de la India. Alvaro de
Bazán. "... haviendome informado de lo deste trato, comercio y navegación y por la
plática que tengo de las cosas de la mar y viajes que las naos hazen así a la Indias de
Portugal, como a las de Castilla y de la manera qeu se procede en las cargazones y
despacho de las armadas, he hecho el memorial que va con ésta, advirtiendo a v.md. que
son negoçios de mucha consideración por que como los oficiales que los tratan por los
Reyes son tan interesados de traer entre sí el manejo de máquinas semejantes siempre
dan a entender las ganancias y lo que se gasta lo van disimulando y embarazando para
que no se sepa, dando a entender a los Príncipes que les conviene y está muy bien ganar
ellos lo que ganarían las personas con quien se podría contratar cosas semejantes y
aunque por la forma que yo doi en el disminuir el tamaño de las naos ganará V.Mag. en
los cinco viajes que hazen de ordinario las naos que aora van a la India 409.800
cruzados, yendo las doze que en el memorial advierto, que en su lugar convendría hazer
por ser menos costosas y más manejantes que las que aora van que son de 600 toneladas
de Portugal, que hazen más de 1.200 de Castilla. Esta mudanza de naos contradirán los
oficiales que las despachan porque como la carga y aprovechamiento de V.Mag. por ser
especería es de peso y no volumen en las naos grandes pueden llevar mayores cámaras,
que ésto es causa de aprovechamiento a los maestres, pilotos y oficiales de las naos y al
ir y venir llevan en ellas mercadurías y cosas de ganancia que son más de volumen que
de peso y siendo las naos menores ternan en ésto la mitad menos de aprovechamiento ...
tener las naos en este rio de Lisboa no conviene pues se menoscaban y gastan más de
amarras con los tiempos tormentosos que en él ay que otras naos ganan y que sería
mejor tenerlas en el rio de Sacaven, que es dos leguas desta ciudad adonde con dos
cabos de esparto y dos hombres estarían seguras y sin menoscabarse, ni con riesgo de
perderse por no entrar allí mar que les pueda hazer daño y tner mucho abrigo que las
naos que usan por se tan grandes no pueden entrar en el dicho río ni tampoco dexarían
de entrar en los puertos de la Indias y hazer la navegación más a fín de estar allá el
verano por negociar y despacharse sin riesgo.. pues si entrasen en los puertos de la India
con más facilidad y sin riesgo harían la carga y descarga y tantear el tiempo de su
partida y navegación de manera que la puediesen hacer con más seguridad ... redundaría
ser más breves y menos peligro los viajes .. y siendo las naos de a 600 toneladas de
Castilla por que las de 1.200 que ahora navegan traen los inconvenientes ya dichos,
aunque pasando en este negocio más adelante y teniendo consideración a que traer naos
los Reyes de este reyno lo hazian y se ha de hazer para dos efectos: el primero y
principal es tener en pie el trato y comercio de la India que es de la importancia que se
dexa considerar pues si este faltase vendría este reyno en gran disminución. Lo otro es
por ganar los derechos que los reyes llevan de las especerías, drogas, pedrería y perlería
y otros géneros de mercadurías que vienen de aquellas partes ... mejor si se hallasen
mercaderes con quienes contratar que tomanse por su cuenta el navegar estas naos,
dandoselas V.Mag. hechas y aparejadas y que ellos ganasen los fletes ... fabricar y hazer
naos, que se podría hacer en Vizcaya, donde costarían la cuarta o quinta parte menos
que aquí por la abundancia de ay de leñame, clavazón y oficiales y sería de mejor garbo
que las que aquí se hazen ..."
fol. 143. Junta que tuvo el marqués de Santa Cruz en Lisboa en 26 de nov. 1580, sobre
las armadas que convendría hazer para la guarda de la folta de la India y Indias de
Castilla:
"Que se haga una armada de doze navíos que los quatro dellos sean de trezientas
a quatroçientas toneles de Portugal, que son setecientos u ochocientos de Castilla, y que
los otros quatro sean la mitad de menos porte y los otros quatro sean de ochenta a çien
toneles de Castilla, con la gente y artillería necesaria y que los seys de estos navíos
salgan de Lisbona por março y corran la costa de Portugal y Galizia y vayan a las Islas
de los Açores por fin de junio y los otros seys salgan de Cádiz por el mimso tiempo y
corran la costa del Algarve, cabos de Santa María y San Vicente y se hallen en las
dichas islas por fín de Junio adonde se an de juntar los dichos doze navíos debaxo de
una cabeça y correr las Islas de los Açores y tenerlas limpias de cosarios y vengan en
acompañamiento de las flotas de las dichas Indias los seys con las de Portugal y las
otras seys con las de Castilla hasta meterlas en los Rios de Lisbona y Sevilla y que se
entretengan en la mar por todo el mes de otubre en guarda de las dichas costas.
Que se tornen a armar siete u ocho galeras en este Reino con los cinquenta mil cruzados
que ay del subsidio para ellas y que estas atiendan en este Rio al despacho del armada
de la India y de verano a la guarda de la costa del Algarve.
Que se haga un fuerte sobre las islas de las Berlingas, que es doze leguas de Lisbona a
la bande de Galizia, por ser surgidero de cosarios y sería de grande importancia no
dexarles azer pie allí por que esperan en aquel surgidero, teniendo su atalaya en lo alto
de las dichas islas los navíos que vienen a Lisbona así de mar en fuera como de luego de
costa, y hecho el fuerte no podrían surgir allí los dichos corsarios y si viniesen dando
caça a algún navio se ampararían con el artillería del dicho fuerte el qual havría de tener
dos pieças de a quarenta quintales y dos sacres de xx quintales y otros dos de a doze y
tres artilleros y otros diez ombres de guarda y su alcayde.
Tratose que porque los cosarios que vienen a hazer daño a la costa de Portugal y Islas de
los Açores pasan a la costa de Guinea a hazer rescate de negros sería muy conviniente
de que en la dicha costa de Guinea hubiese dos galeotas de a veynte y dos bancos,
aunque al Proveedor Luis Cesar duda que se puedan sustentar bien allá y Tristán Baez
dize que andrarán muy bien y serán de mucho servicio.
Que en los navíos que tiene aquí el Rey podrá haver quatro o cinco para la armada y los
demás será menester buscarlos."
=Leg. 107 (1580)
fol. 42. Gasto del sueldo y mantenimiento de las doce naves que el Duque de MedinaSidonia prepara para la defensa de los Reinos de España, islas Azores y
acompañamiento de las flotas de las Indias.
=Leg. 109 (1581)
fol. 225. Armada al Estrecho de Magallanes.
"... que la armada se divida ... la otra parte se reserve para la Tercera, que es el todo, por
ser el paso de las flotas de la India y Indias..."
fol. 233. Consideraciones sobre si es necesario detenerse en Brasil en la jornada del
Estrecho de Magallanes.
fol. 240. Relación del camino que ha de seguir: "Saliendo de Sanlucar al sur oeste a las
islas de Canaria, de allí al sur sur oeste por entre las islas de Cabo Verde, de allí al sur
sur oeste hasta 5 grados y de llí al sur hasta la linea. De allí al sur y sur sur oeste hasta
veinte grados, que es el este sur este con la capitaní del SpirituSanto, ciento y treinta
leguas de la costa del Brasil. De allí por el sur oeste hasta veinte y tres grados, que es el
este sur oeste con Cabo Frío y Rio de Janeiro, en el Brasil, cinquenta leguas. De allí por
el sur oeste hasta el Estrecho.
Esta relaçión se a hecho de la navegaçión que la armada del Estrecho a de llevar y según
ella no paresçe que a de ir muy apartada de la Costa del Brasil ...."
fol. 268, 269, 274, 279, 281. Depósito de plata en la isla de Madera.
fol. 381. Copia de dos capítulos de la instrucción que se dió a Don Pedro de Valdés para
lo que a de hazer con el armada que lleva a su cargo.
"Y llegadas las naos de la India Oriental, que siempre suele ser antes que las
occidentales, o quando os paresçiere combenir según tuvieredes los avisos, pasareis
adelante no sólo de la Isla Terçera, pero de todas las Islas de los Açores por la derrota
que an de venir para asegurar y limpiar aquella Carrera de corsarios y advertir a las
flotas que vinieren de las Occidentales del estado que tuviere lo de la isla Terçera,
embiando ansimismo a encontrarlas si os paresçiere çien leguas antes alguna caravela
con los avisos que combiniere darles, porque en caso que la Isla Terçera no estuviese a
la saçón en nuestra ovediençia no vayan a tomar puerto en ella por el incombiniente que
desto les podría subçeder y sigan y vayan por su derrota derecha a entrar en Sanlucar de
Barrameda como lo acostumbrarn hazer.
Y demás dello, quando vieredes que es tiempo de venir la dicha armada de la India y las
otras de Tierra Firme y Nueva España yreis a pasar como esta dicho con la dicha
armada todas las Islas a encontrarlas para que no estando la Isla Terçera a nuestra
devoçión y servicio las podais avisar que no toquen ni entren en ella y de donde las
topareredes encaminareis la armada de la India a Lisboa y las de Tierra Firme y Nueva
España a Sanlucar, procurando de venir asegurando las unas y las otras hasta ponerlas
en salvo y seguridad, según vieredes combenir y os paresçiere, adviertiendo que siempre
viene muy más temprano la de la India y que en este caso aveis de procurar de
encaminarla y asegurarla y desde donde vieredes que lo está bolver a hazer lo mismo a
las de Tierra Firme y Nueva España y si por caso viniesen todas juntas lo qual es de
creer que no arán usareis en encaminarlas y asegurarlas cada una a la parte que a de
veinr de lo que os paresçiere combenir trayendo junta esa armada, adviertiendola para
asegurarlas según lo que más combiniere y que todo venga con recaudo y no les pueda
subçeder incombiniente ni resçivir ningún daño de cosarios a que se a de tener el
principal fin como cosa de que redundaría tanto incombiniente con qualquier navío que
lo Dios no permita tomasen de las dichas armadas pues para obiarlo y asegurarlo vais
con la dicha armada."
fol. 407. Salida de la Armada hacia el Estrecho de Magallanes.
fols. 431 a 441. Todos ellos proporcionan interesantísima información sobre navegación
y seguridad en las costas a ambos lados del Atlántico.
fol. 448 a 471. "Copias de los despachos que lleba Diego Flores para las yslas de la
Madera y Cabo Verde y las partes del Brasil, que se despacharon por los del consejo de
Portugal."
fol. 451. Relación de la navegación que se a de hazer para la costa del Brasil y de los
puertos que ay en ella.
"... Han de partir a fin de octubre, o 15 de noviembre a más tardar, porque para llegar a
Brasil han menester dos meses y medio o tres y hasta el Estrecho es necesario un mes y
medio o más y conviene que esto sea en tiempo que el sol ande en la banda del sur
cuando se pasa, que es marzo en adelante, sin las nieve y tormentas ... invernar en los
puertos de Brasil para esperar el verano qeu viene, de septiembre en adelante.
La derrota ordinaria de esta armada es ir a la Madeira o Canarias y de ahí a Cabo Verde,
después a Cabo de Santo Augustinho y después corriendo la costa conforme a la orden
que llevan.
El monzón de Brasil por el estrecho a la entrada de diciembre y todo Enero poder
embocar el estrecho con la fuerza del verano.
Grados
6 y medio - Paraiba
7 y un tercio - Tamaraqua, a 12 leguas de Paraiba, puerto para navíos pequeños.
8 - Fernanbuco
8 y medio - Cabo de Santo Augustinho
10 y un tercio - Rio de San Franciso
13 - Baya Tinhare
15 -
Ylheos de Lucas
16 -
Porto Seguro
20 - Spiritu Santo
22 un tercio - Baya Fermosa
23 -
Rio de Janeiro
24 -
San Vicente de Martín Alfonso de Sousa
25 y medio - Cananea
28 - Ylha de Santa Catalina
40 y medio - San Mathias
fol. 452. "... sobre el puerto más recomendable para invernar el armada, dicen que el de
Rio de Janeiro, por ser muy bueno y tener muchas comodidades y buena vecindad y
abundancia de carnes y harina de pan y agua; no se dañarían las naos con la broma que
suele haber en los puertos de mar y los franceses y corsarios acuden más de ordinario
allí y por que desde él se puede acudir a la necesidad de la banda norte ..." (también
tratan sobre la muerte del Gobernador de Brasil y la forma en que se deberá tratar este
asunto)
fol. 457. Construcción de galeones en Vizcaya para la guarda de la carrera y costa de
Indias, ordenado desde Lisboa.
fol. 458. Carta al gobernador de Brasil, relativa a la invernada de la Armada y jornada
del Estrecho de Magallanes.
1582: legajos 129 a 140
1583: legs. 141 a 157
1584: legs. 159 a 173
1585: legs. 176 a 182
1586: legs. 185 a 195
1587: legs. 196 a 215
1588: legs. 219 a 243
1589: legs. 244 a 275
1590: legs. 280 a 315
1591: legs. 318 a 343
1593: legs. 371 a 398
1594: legs. 398 a 422
1595: legs. 423 a 450
1596: legs. 451 a 480
1597: legs. 481 a 510
II.
2. LIBROS REGISTRO DE GUERRA ANTIGUA.
Los libros relativos al reinado de Felipe II son cerca de 50 y en todos ellos podría
encontrarse alguna referencia a las Azores. Con objeto de abreviar tal extensión, sólo
apuntamos los folios que consideramos tienen cierta significación para nuestro estudio.
Lº 34- 2º (1578-1580)
Nombramiento de Fernán Alvarez de Toledo, Duque de Alba, como Capitán General
del ejército que se junta para entrar en Portugal. (fol. 401)
Lº 35 (1579-1586)
Nombramiento de Bernabé de Pedroso como veedor y contador de la artillería de Lisboa
y su comarca. (168-169).
Lº 36 (1580-81)
Gastos de Alonso Rodríguez en Tomar y Lisboa. (239).
Título de capitán ordinario de mar a Juan Ramos, piloto mayor de la Carrera y Guarda
de las Indias.) Servicio bajo Pero Menedez de Avilés, Cristobal de Eraso y Diego Flores
de Valdés (a Magallanes). 12 junio 1581. (271-272).
Nombramiento de Cristóbal Díaz Laso como pagador y tenedor de bastimentos de la
armada que se junta para ir a la isla Tercera. (292-293).
Cantidades debidas a las naves de la armada de Portugal y sueldos de los reformados en
dicho ejército y armada. Detalle de sus nombres. (307-313).
Cantidades pagadas a naves que han ido a las islas Azores. (329-330).
Título de contador y veedor de las obras y fortificación del puerto de Setúbal. (333335).
Lº 38 (1582-84)
Relación de dinero para la paga del ejército del Reino de Portugal del mes de agosto de
1582 (2-3,57,86..... siguen las pagas de diferentes meses de 1582, 1583). Puede verse la
localización de las distintas compañías empleadas en esta campaña, así como las
cantidades pagadas a quienes llevaron y trajeron despachos hacia y desde las islas.
Cantidades debidas a las urcas "osterlingas" de la armada de las Azores y sueldos de su
gente mareante. Sus patrones. (97).
Título de contador de la gente de guerra de la isla de San Miguel al capitán Agustín
Iñiguez. (193).
Título de maestro de campo de diecisiete compañías en la isla de San Miguel a Agustín
Iñiguez de Zárate. 17 mayo 1583. (202).
Relación de dinero para pagar a los tercios que van a las islas Terceras. Nombres de
tercios con sus capitanes. 244-246.
Lº 40 (1584-86)
Título de médico y cirujano de la gente de guerra en la isla Tercera al licenciado Lucas
Losa de Salamanca. (145-146).
Nombramiento de Antonio Hurtado de Mendoza como cabo de ocho pataches y ocho
zabras que debe llevar a Lisboa. (305-306).
Título de Proveedor General de la Armada en el Reino de Portugal a Francisco Duarte.
307-311.
Lº 42 (1584-87)
Nombramientos de castellanos en castillos portugueses. (33-34,37-38,231).
Lº 43
Instrucción a Alonso de Vargas, Comendador de Socobos, "para lo que se os a
encargado de mi servicio en Portugal". (314-315).
Lº 49 (1588-1589). (Practicamente todo él está dedicado a Portugal).
Nombramiento de Francisco de Toledo como Maestre de Campo de la Infantería
española de Portugal. (31).
Nombramiento del capitán Martín de Bertendona como cabo de escuadra de ocho naves
levantiscas de Portugal. 31-32.
Nombramiento del bachiller Vizconte como cirujano de la Armada de Portugal.
Nombramiento del licenciaco Zárate como cirujano de la Armada de Portugal(34).
Instrucción a Juan Alonso de Guzmán el Bueno, Duque de Medina Sidonia, Capitán
general del Mar Océano, sobre el repartimiento de las presas. (61-63).
Título e Instrucción al Duque de Medina Sidonia. (Por muerte del Marqués de Santa
Cruz. Son 16 los puntos de la instrucción.) (111-116).
Alonso de Bazán, capitán general de las galeras. (402-403).
Nombramiento temporal de Esteban de Ibarra como proveedor general de las armadas
de Ato Bordo en el Reino de Portugal. (424-426).
Sueldos de maestres, contramaestres y guardianes de galeones y zabras de la Corona de
Portugal. (475-476).
Lº 50
Nombramiento provisional de Juan de Cea Mariño como teniente de Capitán General de
Artillería en Portugal. (16-17).
Id. doctor Fernán Ruiz Lóbrego, como auditor general de la gente de guerra de Portugal.
(21).
Titulo e instrucción de Capitán General de la gente de guerra del Reino de Portugal a
Pedro Enríquez, Conde de Fuentes. (22-23).
Nombramiento provisional del capitán Nuño Orejón como teniente de Capitán General
de Artillería en Portugal. (57).
Lº 56 (1589-1590)
Nombramiento de castellanos en puntos de la costa Portuguesa: Lisboa (7-8, 10-12),
Cascaes (132-133), Coimbra (134-135), Viana do Castelo (178-179).
Lº 59 (1590-1592)
Nómina para gente de guerra de las islas Azores. (224-225).
Nombramiento de Antonio de Puebla como maestre de campo de la gente de guerra de
las islas Azores. (246-248).
Alférez Diego de San Vicente como capitán de la compañía de infantería de Pedro
Enríquez en la isla Tercera. (248-249).
Lº 63 (1592-1594)
Nombramiento de Pedro de Lumbreras como teniente de Capitán General de artilleria
de las Azores. (77-78).
Lº 68 (1592-1595)
Revisión de cuentas en la isla Tercera. (21-30).
Título e instrucción a Juan de Silva, Conde de Portalegre como capitán general de la
gente de guerra del Reino de Portugal. (34-46).
Isidro Fernández pagador y tenedor de bastimentos, armas y municiones de la gente de
guerra de la isla Tercera. (336-337).
Lº 71 (1595-1596)
Comisión a Diego Montero de Cavalho y Miguel Ponce para averiguar delitos y
comportamiento de los oficiales reales de la isla Terceira. (69-78).
Nombramiento de Francisco de la Ruda y Acuña como pagador y tenedor de
bastimentos de la isla de San Miguel. (117-118).
Capitán Antonio Centeno como maestro de campo de la gente de guerra de las islas
Azores (146-147)
Manuel Carvallo como pagador de la gente de guerra en la isla de Madeira. (171-172).
Lº 75 (1596-1597)
Francisco de Aduna, veedor de las islas Azores. (155-161).
Lº 77 (1596-1598)
Relación de armas y municiones entregadas a Luis de Ribera, maestre de campo y a
Juan de Pisa, sargento mayor de la isla Tercera. (196-198).
Alejo de Cisneros, mayor domo de artillería de la isla Tercera. (207-209).
Lº 86 (1598-1600)
Nombramiento e instrucción al capitán Diego de Miranda Quirós como castellano del
castillo de Brasil en la isla Tercera. (158-164).
Nombramiento e instrucción a Cristobal de Moura, Marqués de Castel-Rodrigo, como
capitán general del Reino de Portugal. (245-260).
Ampliación de la instrucción a Diego de Miranda Quirós, castellano del castillo de
Brasil en la isla Tercera. (269-270).
Instrucción sobre las fortificaciones y castillos de la Ribera de Lisboa. (292-293).
______________
×ANEXO III
III.
1. Sección de CONTADURIA MAYOR DE CUENTAS.
Primera Epoca:
Leg. 1751.- Cuentas fenecidas de carabelas y barcones que sirvieron para la
Armada de Portugal. 1581-1582.
Segunda Epoca:
Leg. 490.- Asuntos del Armada del Marqués de Santa Cruz. Cuentas de bastimentos de
Portugal.- Asientos de Capitanes de Infantería. 1579-1587:
Relación de los bastimentos que se entregaron a los maestres de la armada de Tierra
Firme de Miguel Eraso y Aguilar en 1587 para provisión de las seis galeras que fueron
en conserva de la dicha flota. (2 a Santo Domingo, 2 a la Habana, 2 a Tierra Firme).
Bastimentos enviados a Lisboa.
Naves que sirvieron en la armada de 1583. Todo sobre bastimentos, municiones,
víveres, cargos con sus capitanes ...
Leg. 491.- Cuentas de bastimentos de la Armada que salió de la Isla Tercera.- Id. de
pagadores de la Armada. 1581-1583:
Sueldos, pertrechos, certificaciones de todos los pagos efectuados. Cargo y data de
provisiones y pertrechos proporcionados desde diversas partes de la Península.
Leg. 494.- Cuentas de Francisco Portillo, pagador general del ejército y Armada de su
Magd. Cargos de bastimentos a capitanes y Maestro de naos que sirvieron en la Armada
de su Magd. 1580-1583.
Leg. 498.- Cuentas de Gerónimo de Aranda, pagador del ejército y Armadas de la Isla
Tercera. Cuentas del Pagador Martín de Arriaga. 1582-1597.
Leg. 505.- Cuentas del sueldo de la Infantería española que se juntó para la empresa de
la isla Tercera. Cargos de pertrechos de guerra a los capitanes y maestres de naos. 15821593.
Leg. 516.- Libranzas y recaudos del Mayordomo del Artillería. Relación de bastimentos
a capitanes y maestres que fueron de la Isla Tercera. Asientos. 1579-1597.
Leg. 517.- Cuentas de Gerónimo de Aranda, pagador del ejército de las Islas Terceras,
de los que fueron a la empresa. 1582-1584.
Leg. 518.- Cuentas de los que sirven en el ejército y armada en las Islas Terceras.
1582-1583.
Leg. 519.- Asientos del capitán general y oficiales de la Isla Tercera. Id. para la
conducción de provisiones de Gibraltar. 1583-1591.
Leg. 520.- Cuentas de pagadores de gente de guerra y bastimentos de artillería de
las Islas Terceras. 1583-1595.
Leg. 521.- Cuentas de las dos Armadas de la Isla Tercera de bastimentos y pertrechos.
1580-1584.
Leg. 522.- Cargos a maestres de naos de municiones y bastimentos. Alonso de Inesta.
Cargos de bastimentos. Cargos de maravedís para la armada de la Isla Tercera. 15801597.
Leg. 526.- Cuentas de bastimentos, municiones y pagos a la gente de guerra de las
islas Terceras. 1583-1592.
Leg. 527.- Cuenta particular que se tiene con el Capitán General, Ministros y Oficiales,
marineros y personas particulares que sirven en la Armada y ejército para la empresa de
la Isla Tercera. Cuenta de Gonzalo Ribero, Mayordomo de artillería y municiones de la
isla Tercera. 1583-1584.
Leg. 528.- Cuentas del pagador Martín Ruiz de la gente de guerra, obras y
fortificaciones de la Isla Tercera. Cuentas de la Armada de Andalucía. 1582-1584.
Leg. 542.- Cuentas de tenedores de bastimentos. Asiento de oficiales, artilleros y gente
de guerra en la Isla Tercera. 1579-1595.
Leg. 773.- Cuentas y libranzas y recaudos de Juan de Haro del despacho que fue a la
Isla Tercera. Cargos y cuentas de los maestres de las naos que fueron a la Tercera.
Leg. 1158.- Pagadores de la Armada.
Mulas y caballos llevados a la Tercera por Cristobal de Atienza. 1582 a 1584. -Antonio
Ronco, capitán de la nao nombrada Sancta María de la Costa. Maravedís, bastimentos,
municiones y otras cosas que recibió los años de 1582 y 1583, sirviendo en las armadas
de la Tercera de que fue Capitán el Marqués de Santa Cruz.
Leg. 1159.- Pagadores de la Armada de la Tercera. 1583.
Leg. 1160.- Id. 1583.
Francisco de Lorriaga. Cargo y data de artillería de fundición de Portugal. Víveres para
distintas naves. Diferentes cuentas de navíos de estos años.
Leg. 1164.- Id.
Gaspar Gonzalez, maestre de la nao S.Miguel, que salió de Andalucia a la campaña de
Portugal. 1583.
Leg. 1185.- Naves que participaron en la jornada de Portugal 1580.
Zabras para la jornada de Portugal 1579-80; mulas y caballos que se desembarcaron en
la isla de San Miguel; Armada que fue a la Tercera a cargo de Lope de Figueroa. 80-83
Leg. 1187.- Naves y artillería 1574, 1580, 1588. Diferentes personas que sirvieron en el
ministerio de la artillería del reino de Portugal, 1580-81.
"Cuentas de Domingo de Garate por la nave nombrada la Madalena de que fue maestre
Martín Ruyz de Bidaçaval, una de las de la esquadra de Juan Martínez de Recalde, que
sirvió a su magestad en la jornada que hizo el marqués de Santa Cruz a las Islas de los
Açores el año de ochenta y siete y en el 58 el duque de Medina Sidonia a la costa del
reino de Inglaterra y armadas que trajo Alonso de Baçán para guarda de las costas de
España ..."
Estevan de Ibarra y cuentas de julio 589 11 caravelas que se aprestaron en la ría de
Lisboa para llevar dos compañías de soldados a las islas Terceras, jornales de
carpinteros y calafates ....
Tercera Epoca:
Leg. 2510.- 3.- Las naves y navíos de la armada de Su Majestad. 1579-1581.
III.
2. Sección de CONTADURIA DEL SUELDO. Segunda Serie.
Leg. 25.- Armada del Oceano. asientos del capitán general y demás personas de dicha
Armada. 1583 en adelante.
Leg. 26.- Cargos contra maestres y despenseros de la naos y con otros particulares que
sirvieron en dicha armada. 1587.
Leg. 28.- Cargo y data de Francisco de Paredes, pagador de la armada y ejército 1588 en
adelante.
Leg. 29.- Cuentas fenecidas con comisarios de la proveeduría y otras personas de dicha
armada. 1589 en adelante.
Legajos 273 a 296.- Armada de Inglaterra. (Incluye datos de todo tipo de las naves de
esta época.)
1.La política de Felipe II a lo largo de estos años ha sido ampliamente tratada por la bibliografía y aquí sólo queremos incidir en un hecho
básico como es, que la actuación sobre el marco marítimo será el factor que permita al monarca español hacer frente a su compleja política
exterior en el ámbito europeo, marcada por los conflictos en los Países Bajos.
2.El archipiélago de las Azores desempeñó una función esencial debida principalmente a su situación geográfica, ya que la necesidad de
escalar en las Azores en el viaje de retorno provoca un área de actuación de corso y piratería, en un espacio que constituye el vértice de un
triángulo comprendido entre el Sudoeste de la Península Ibérica, las Canarias y las Azores, cuyo dominio resultará vital para la Corona
castellana.
3.MARTIN ACOSTA, Emelina: El dinero americano y la política del Imperio. Madrid, Ed. Mapfre, 1992. pp. 143-200. En esta obra se
analiza al detalle cómo la llegada de los tesoros americanos a través de esa Carrera de Indias condicionará el desarrollo de la historia del
reinado de Felipe II.
4.De entre todas los estudios dedicados por dichos autores a la historia de las Azores, destacamos estas dos obras, que consideramos más
directamente relacionadas con el tema que nos ocupa en el presente trabajo: MATOS, Artur Teodoro de: As Açores e a carreira das Indias
no seculo XVI. [s.l.],[s.n.], 1983. Separata de: Estudos de Hª de Portugal. Vol.II. P. 95-110. MENESES, Avelino de Freitas de: As Açores e o
dominio filipino: 1580-1590. Angra do Heroismo: Instituto Hª da Ilha Terceira, 1987.
5.SANTAELLA STELLA, Roseli: O Dominio Espanhol no Brasil durante a Monarquia dos Filipes: 1580-1640. São Paulo 1993. En su tesis
doctoral, esta autora analiza la forma en que Portugal fue agregado al sistema polisinodial de Consejos, que permitió a los Austrias conducir
los designios de su vasto Imperio, así como la intervención política española en el Portugal metropolitano y sus colonias.
6.Ver Anexo I.
7.
Ver anexo I. Este fondo se confirma especialmente rico para el siglo XVII, sin embargo, no hemos querido completar nuestro
análisis sin incluir aquí las breves referencias halladas para el reinado de Felipe II.
8.Ver Anexo II. Solamente para estos años disponemos del siguiente número de legajos:1580: legajos 96 a 109.1581: 109 a 1211582: 122 a
1401583: 141 a 158.
9.Anexo II. Legajo 106. Marqués de Santa Cruz en Lisboa.
10.Ver Anexo II. Legajo 106 y 109.
11.Ver anexo II. Leg. 106 y 109.
12.En este anexo II aparecen múltiples ejemplos de fechas en que se está tratando la fortificación de plazas portuguesas.
13.Leg. 110 - fol. 15 y siguientes. Muestran el continuo trasiego de artillería de unos puertos a otros.
14.Los numerosos nombramientos expedidos para el archipiélago portugués tienen su correspondencia en el caso de las islas Canarias, que
aparecen igualmente incluidas en esa política defensiva de Felipe II.
15.Organos directivos: Sección de Consejo de Hacienda " " Consejo y Juntas de Hacienda Organos contabilizadores: Sec.Contadurías
Generales (Ingresos) " Contaduría del Sueldo (Gastos) Organos fiscalizadores: Sec. de Contaduría Mayor de Cuentas
LAS FUENTES DOCUMENTALES EN LOS ARCHIVOS DE CANARIAS:
PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE
Mª del Carmen Ruíz Benítez de Lugo Mármol
"El archivo atrapa....Está organizado para ser leído y comprendido por numerosas
personas; intenta anunciar y crear un pensamiento, modificar un estado de cosas con la
exposición de una historia o de una reflexión. Se ordena y se estructura según sistemas
más o menos fácilmente descifrables, y, sea cuál fuere la apariencia que reviste, existe
para convencer y transformar el orden de los conocimientos."
Los archivos nacen con el lenguaje escrito y las sociedades organizadas. Sus
documentos son producto del desarrollo de unas funciones y unas actividades propias, y
que se conservan en un principio como garantía de unos derechos, es su valor primario
o administrativo, y en segunda y última instancia con fines históricos. Por tanto la
conservación de esos testimonios escritos se considera hoy en día como algo primordial
en cualquier país moderno, pues esos testimonios también ejemplifican y dan constancia
de la transparencia democrática de la institución o personas que los producen.
Tradicionalmente los profesionales de los archivos incidían de forma especial en esa
función de conservación que debe realizar todo archivo, junto con la recogida de
documentación que supone la formación de éste. En la actualidad a estas funciones
tradicionales hay que añadir la difusión de sus fondos y servicios, con la cuál logramos
que los archivos alcancen esa proyección social que les corresponden como centros de
custodia y conservación de nuestro Patrimonio Documental, parte indiscutible de
nuestro Patrimonio Histórico, pero a la vez tan olvidado y relegado de él.
El principal objetivo que se plantea hoy en día el archivero, es romper con el
aislamiento y la falta de comunicación entre el archivo y el ciudadano. La mayoría de
los ciudadanos ignoran no sólo la función de los archivos, sino incluso su propia
existencia. Por lo tanto esa función de difusión de sus fondos y servicios se considera
actualmente prioritaria y básica para lograr así una concienciación a nivel no sólo de la
Administración sino del público en general, de la necesidad de la protección y defensa
de nuestro Patrimonio Documental.
La defensa del Patrimonio Documental es algo tangible y queda reflejado en la
legislación que en materia de Patrimonio Documental y Archivos se ha desarrollado en
nuestro país, a partir de la Constitución de 1978 y de la transferencia a las Comunidades
Autónomas de las competencias en materia de archivos. Esta realidad y la problemática
que lleva aparejada fué objeto de nuestro estudio en la ponencia presentada en las II
Jornadas de Documentación en Canarias, sobre el Patrimonio Documental y los
Archivos de Canarias. A ella nos remitimos.
Según la legislación vigente, forman parte del Patrimonio Documental "los documentos
de cualquier época, generados, conservados o reunidos en el ejercicio de su función por
cualquier organismo o entidad de carácter público, por las personas jurídicas en cuyo
capital participe mayoritariamente el Estado u otras entidades públicas y por las
personas privadas, físicas o jurídicas, gestoras de servicios públicos en lo relacionado
con la gestión de dichos servicios" (art.49.2) " los documentos con una antigüedad
superior a los cuarenta años" que no teniendo el carácter de públicos, hayan sido "
generados, conservados o reunidos en el ejercicio de sus actividades por las entidades y
asociaciones de carácter político, sindical o religioso y `por las entidades,fundaciones y
asociaciones culturales y educativas de carácter privado" (art.49.3) . Y por último, todos
los documentos de más de cién años, así como cualquier otro documento, que no
estando recogido en lo anteriormente expuesto, merezca dicha consideración a criterio
de la Administración del Estado (art. 49.4 y 49.5) .
Centrándonos ya en nuestra Comunidad Autónoma el preámbulo de nuestra ley
autonómica deja bién claro su espíritu: " La presente Ley se propone la custodia,
conservación,inventario,protección y difusión del Patrimonio Documental de Canarias,
a través del Sistema Canario de Archivos" .
Somos conscientes de que el marco jurídico es fundamental para el logro de una veraz
protección de nuestro Patrimonio Documental, y si bién nuestra ley adolece de un
Reglamento para su adecuado desarrollo, si se han llevado a cabo una serie de
actuaciones, que aunque desconexas, van haciendo cambiar nuestro panorama en
materia de patrimonio documental y archivos, nada alentador hasta el momento.
En este sentido cabe resaltar la realización del Censo de Archivos, contemplado en
nuestra ley, en su artículo 20: "El Gobierno de Canarias procederá a la confección de un
censo de archivos y fondos documentales constitutivos del Patrimonio Documental
Canario, en cada una de las islas"
El Censo de Archivos de nuestra Comunidad Autónoma se ha realizado siguiendo las
directrices del Centro de Información Documental de Archivos (C.I.D.A.), dependiente
del Ministerio de Cultura, y cuya creación se regula por la Orden de 7 de agosto de
1978. EL CIDA reúne la información documental y bibliográfica relativa a archivos
españoles y extranjeros con el fin de difundirla a nivel nacional e internacional. Entre
las funciones que se le asignan hay que destacar la redacción y publicación del Catálogo
del Patrimonio Documental de nuestro país, así como toda la información relacionada
con los fondos documentales custodiados en nuestros archivos. El Censo de Archivos es
la herramienta de trabajo utilizada para la elaboración de ese catálogo del Patrimonio
Documental que nos permitirá un control de dicho Patrimonio, tratando así de evitar su
desaparición.
Las ventajas que presupone, además del control de los fondos documentales, es la
difusión del Patrimonio Documental Canario, puesto que toda la información recavada
se volcará en la base de datos CARC- censo-guía de los archivos españoles- , y su
consulta se realizará a través de los PIC- puntos de información cultural- distribuidos
por toda la geografía nacional, y conectados con Sudamérica, diferentes universidades
extranjeras, el Instituto Cervantes etc..
El proyecto de elaboración del Censo de Archivos de Canarias, se ha llevado a cabo
desde la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, en quién
recaen las competencias en materia de archivos de la Comunidad Autónoma, y en
colaboración con el Ministerio de Cultura. Para el área de los archivos de la Iglesia y
privados de otra índole, se ha contado con la colaboración de la Fundación MapfreGuanarteme.
Los trabajos de campo han sido coordinados y dirigidos por los directores de los
archivos históricos provinciales, en su provincia correspondiente, procediéndose a la
contratación de censadores con la formación archivística adecuada en cada una de las
islas.
La recogida de información se ha efectuado con el modelo de impreso del CIDA, que a
través de los P.I.C. nos ofrecerá los siguientes datos:
nombre, dirección y teléfono del archivo
clasificación del archivo
tipo de archivo dentro de la calsificación
relación general y orientativa de materia de los fondos del archivo
servicios del archivo: restauración, reprografía etc..
títulos publicados: catálogos, guías, inventarios....
relación de los fondos del archivo indicando el volumen, las fechas extremas que
comprende la documentación y si están inventariados y catalogados.
Por otra parte el censo se ha llevado a cabo en diferentes fases. Se comenzó el año 1993
por la realización de los censos de los archivos municipales de las islas capitalinas,
Tenerife y Gran Canaria. A continuación se contrató el personal necesario para
confeccionar el censo de archivos municipales de las islas periféricas, uno por isla.
Pararelamente, y en colaboración con la Fundación Mapfre-Guanarteme, comenzamos
la tarea en los archivos de la Iglesia, para concluir con los archivos privados.
En las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro se han censado también los archivos
de los Cabildos Insulares. Por falta de tiempo nos es imposible valorar los resultados, lo
cuál haremos en otra ocasión.
Trataremos de plasmar estas fases en diferentes apartados. Sí queremos dejar constancia
de que no pretendemos con esta ponencia hacer una relación de los fondos
documentales custodiados en los diferentes archivos canarios, lo que además sería
bastante tedioso para una exposición. Lo que pretendemos es hacer una valoración de
esos fondos documentales en lo que se refiere a su nivel de organización, tipologías
documentales, características de sus instalaciones, estado de conservación y un tema
prioritario y ampliamente problemático tal y como hemos podido constatar, el acceso a
dichos fondos documentales.
ARCHIVOS MUNICIPALES
El archivo municipal está formado por " el conjunto de documentos que ha generado y
genera el Ayuntamiento en el transcurso de su gestión, conservados y organizados por
los propios administradores ".
Durante muchos años con los archivos municipales ha ocurrido como con el resto de los
archivos. Se les daba valor a los documentos históricos, y se les consideraban más
"depósitos de papeles" que otra cosa.Hoy en día, y desde que se tiene en cuenta la
formación del archivo desde el momento que se genera el documento en el archivo de
gestión u oficina, ante la necesidad de encontrar la documentación como medida
ineludible para una adecuada gestión administrativa de la institución, comienza a
abandonarse esa inclinación hacia la conservación única de los documentos históricos, y
se aborda la necesidad y práctica de la organización del archivo municipal como tal, sin
diferenciar entre archivo administrativo y archivo histórico.
Es el Grupo de Trabajo de Archiveros de la Comunidad de Madrid quien afrontó de
forma seria y racionalizada la organización de los archivos municipales, en unas
jornadas anuales que han permitido redactar y publicar estudios y manuales referidos al
tema, que han hecho realidad la elaboración de herramientas de trabajo fundamentales
para acometer la organización de estos archivos, tales como el cuadro de organización
de fondos de archivos municipales, sobre el cuál nos hemos basado para la elaboración
de los censos de los archivos municipales de nuestras islas.
Tratando de dar un orden a esta exposición para su mejor comprensión, con la
información recogida trataremos de conocer las fuentes documentales que se conservan
en estos archivos, a través de la valoración de diferentes tipologías documentales.
El tipo documental es la expresión de las diferentes actuaciones de la Administración
reflejadas en un determinado soporte y con unos mismos caracteres internos específicos
para cada uno, que determinan su contenido. Los tipos documentales se derivan de las
funciones desarrolladas por los órganos de las instituciones. Cada función se refleja en
uno o varios tipos documentales. Los tipos documentales junto al órgano o la función
productora de los mismos originan las series.
Por otra parte nos interesa dejar constancia del nivel de organización de estos fondos
documentales, muy a la par con las características de sus instalaciones, que a su vez nos
marcarán la pauta para la comprensión de su estado de conservación.
Por último haremos especial hincapié en la problemática del acceso a estos fondos
municipales, muy en relación a su vez, con su organización, características de sus
instalaciones y estado de conservación.
TENERIFE
De los 31 municipios de la isla, hemos censado 28 archivos municipales. A los tres
restantes nos ha sido imposible su acceso por su lamentable estado de organización.
Hay que hacer una aclaración de tipo histórico en lo que respecta a la evolución de estas
instituciones en el caso concreto de Canarias y que se vé reflejada en su documentación.
Hasta la Constitución de 1812 los vecinos pobladores de una misma isla formaban un
municipio único, que hacía las veces de villa o de ciudad a la vez que abarcaba todo el
ámbito insular, en lo que respecta a las islas de realengo. Así desde el punto de vista
administrativo La Laguna es Tenerife e, inversamente, Tenerife es La Laguna.
La planta de la administración municipal en Canarias data entonces de 1812. Hasta ese
momento la isla se dividía en partidos judiciales bajo la jurisdicción de alcaldes
pedáneos. Sin embargo desde el siglo XVII, (La Orotava-1642) y el XVIII algunos
lugares obtienen la consideración de villas exentas, lo que les confiere determinada
autonomía judicial, no se había establecido aún la separación de poderes, y representa el
precedente de la autonomía municipal plena.
El cuadro de organización de fondos utilizado para la realización del censo, tiene en
cuenta las funciones y series de los archivos que conservan documentación del Antiguo
Régimen. Establece tres secciones en la documentación generada por el Ayuntamiento.
La primera referida a los órganos de gobierno. La segunda donde se comprenden todos
los documentos procedentes de secretaría , y la tercera y última donde está incluído
todo lo referente a la hacienda de la institución. A su vez estas secciones se subdividen
en diferentes subsecciones, con sus series documentales correspondientes.
Entrando ya en materia, los documentos de más antigüedad que se conservan en los
archivos municipales de Tenerife están fechados en 1496 y corresponden a Reales
Cédulas custodiadas por el Archivo Municipal de La Laguna.
Este archivo por tanto merece mención aparte no sólo por lo dicho anteriormente, lo
cuál explica su cuadro de clasificación de fondos tan peculiar e impactante en lo que se
refiere a la riqueza de su documentación, sino también porque es una excepción por la
atención que ha recibido por parte de las autoridades municipales, que sin duda
alentadas por la acción de las instituciones culturales, los investigadores y hoy en día
por la profesionalidad de su archivero, han hecho de este archivo un modelo a seguir por
el resto de los ayuntamientos.
Custodia este archivo además de la documentación procedente del antiguo Cabildo de
Tenerife (municipio- isla) , alguna del Gobierno de los Adelantados, así como del
Corregimiento y Alcaldía Mayor de la Isla, y como es natural la del propio
Ayuntamiento de La Laguna. Este archivo, como heredero del Antiguo Régimen, es el
que más documentación conserva de éste período. Destacaremos la rica serie de Reales
Cédulas, fechadas entre 1496 y 1816, y la muy completa serie de Libros Capitulares
desde 1497, e Inspección Militar desde 1555.
La valoración de las fuentes documentales de los archivos municipales la
acometeremos de forma global, dada la enorme cantidad de tipologías documentales que
generan estas instituciones, fiel reflejo de sus funciones y actividades que han ido
aumentando con el paso del tiempo. Por todo ello, y siguiendo el cuadro de clasificación
de fondos elegido, el del Grupo de Trabajo de Archiveros de la Comunidad de Madrid,
de las tres grandes secciones en que divide la documentación generada por el
ayuntamiento, hemos seleccionado algunas tipologías que se repiten de forma constante
a lo largo del tiempo, que se conservan en la mayoría de estas instituciones, y que
creemos que son relevantes de cara a la investigación histórica.
Las tipologías seleccionadas son entonces:
De la sección Órganos de Gobierno, las Actas
De la sección Secretaría, la documentación generada por el Pósito Municipal y lo que
se refiere a Quintas.
De la sección de Hacienda, los Presupuestos del ayuntamiento.
Antes de entrar de lleno en ello si queremos hacer una aclaración en cuanto a los datos
que aquí se ofrecen. Debido a diferentes factores que luego estudiaremos, nivel de
organización, dificultades de acceso a estos archivos, etc.., la información que
presentamos es la que se nos ha permitido y hemos podido recavar, no descartando la
posibilidad de que exista algo más, pero desde luego en el momento de la realización
del censo no asequible.
El Acta es la relación oficial escrita de lo tratado o acordado en las Sesiones de la
Corporación Municipal o de sus Comisiones y que extiende el Secretario para dar fé.
Una vez transcrita al Libro de Actas puede expurgarse. De ahí que en la mayoría de los
ayuntamientos lo que se conserva son estos libros de actas.
El Libro de Acta es un instrumento público solemne, que contiene las Actas extendidas
por el Secretario para dar fé de los asuntos tratados y de los acuerdos adoptados en las
sesiones celebradas por la Corporación. Estos libros si se conservan de forma definitiva,
y son fundamentales para el conocimiento y estudio de la institución. Su valor histórico
entonces es incalculable.Como dato curioso , la mayoría de las veces estos libros de
actas no se encuentran en el archivo sino que están en manos del Secretario, en su
propio despacho.
Las actas más antiguas que se conservan son las del antiguo Cabildo-municipio de La
Laguna fechadas en 1497, un año después de su institución como tal. Del siglo XVII no
se conservan actas en ningún ayuntamiento, dado que como ya hemos apuntado los
municipios no se instituyen como tales hasta la Constitución de 1812. Sin embargo si
aparece documentación definida como tal antes de esa fecha, en el siglo XVIII en
algunos lugares que deben haber iniciado cierto movimiento de segregación del
municipio- cabildo aunque sólo fuera en el terreno judicial (alcaldes pedáneos). (tabla
1)
En lo que se refiere a la documentación generada por los Pósitos Municipales la
valoración es la que sigue. En primer lugar expresar que estos Pósitos Municipales
tienen sus orígenes en la Edad Media. Los Pósitos Agrícolas, desde su inicial carácter
de entidades que en épocas de escasez garantizaban el suminstro de pan a la población
rural y el cereal a los agricultores, hasta el papel que representan en el momento actual,
como ayuda financiera para las necesidades puntuales de la población local, han
experimentado modificaciones diversas.
Los pósitos no se establecen de forma simultánea en todas las localidades. El
establecimiento de pósitos o alhóndigas es un proceso que comienza a finales del siglo
XVI, y se prolonga durante el siglo XVII. Es un jalón más, junto con el establecimiento
de parroquias, en la consecución de la autonomía municipal. Es revelador que el edificio
del pósito en la práctica totalidad de los municipios albergaron las Casas Consistoriales,
hasta que ya en el siglo XX se construyen edificios de nueva planta, lo cuál ha supuesto
el derribo de los anteriores.
La documentación más antigua generada por los pósitos corresponde al año 1593, y se
conserva en el archivo de Los Silos. De los 28 archivos censados se conservan libros de
pósito en 18. (tabla 2)
Hay que hacer una aclaración con respecto a la identificación de las tipologías en la
documentación más antigua, donde los libros del pósito recogen tanto acuerdos, como
cuentas, deudores etc, es decir información de lo más diversa. Más adelante si están
bién definidas las tipologías: libros de obligaciones del pósito, de entrada y salida tanto
de dinero como de grano, etc...
Como conclusión hacer constar la enorme pérdida que ha sufrido la documentación de
los pósitos, pérdida en la que no están ajenos factores como desastres naturales, pero
sobretodo la falta de conciencia por parte de las autoridades municipales que consideran
esta documentación más ajena a ellos, no dándole la importancia que en realidad tiene.
Como fuentes para la historia local su importancia es muy notable en diversos aspectos:
producción agrícola, estudios sociales, económicos, toponimia etc...
La documentación referente a Quintas, desde hace unos años es muy utilizada para la
elaboración de diversas investigaciones históricas. Las diferentes tipologias, tales como
actas de reclutamiento, expedientes de quintas, oficios de quintas y expedientes de
prófugos, contienen información variada y rica: relación de nombres, residencia,
profesión, declaración de soldados, prófugos, excluidos ,exceptuados del servicio
militar, países de destino, año de partida, comparecencia familiar, nivel de instrucción ,
etc....Con todo ello se podrán elaborar trabajos de emigración, demografía, estudios
sociales, etc..
Esta documentación se conserva de forma muy completa en casi todos los archivos a
partir del siglo XIX. Sólo el Archivo Municipal de La Laguna conserva documentación
en materia militar más antigua: la que se refiere a inspección militar fechada en 1555,
sin que esto signifique que hablemos de una continuidad tipológica.
De los 28 archivos censados conservan documentación de Quintas, 26. Hay que tener en
cuenta que esta es una función del Gobierno Militar que realizan los ayuntamientos.
(tabla 3)
Los presupuestos de los ayuntamientos generan gran cantidad de documentación.Se
reflejan en diferentes tipologías documentales, y al ser documentación sometida a
fiscalización y de la que depende la gestión del ayuntamiento, necesitan conservarla.
Pero sólo 23 de los ayuntamientos censados custodian en su archivo documentación
referida a los presupuestos, si bién hay que apuntar que esta documentación junto con la
de quintas, con el paso del tiempo y por ocupar mucho espacio, no se expurga en la
mayoría de los casos, pero sí queda relegada, y por lo tanto su localización es
dificultosa.
Tenemos constancia de reitaradas disposiciones de instancias superiores, la más antigua
9 de agosto de 1937, donde se ordena la entrega de cuentas y presupuestos municipales
con más de 10 años , por considerarse "ütiles tan sólo para cuestiones de estadística".
Ello nos refleja la poca consideración hacia esta documentación, fundamental para
acometer el estudio de cualquier institución ya que en función de los presupuestos, de su
aumento o disminución, se refleja, la mayor o menor actividad del propio ayuntamiento.
(tabla 4)
En lo que respecta a las islas menores la valoración de sus fondos es la que sigue:
En la isla de La Palma se han censado 13 archivos de los 14 municipios de dicha isla.
Al de San Andrés y Sauces nos fué imposible su acceso por estar "empaquetado" para
su traslado aún por determinar.
La Palma, como municipio- isla, conserva en el archivo municipal de Santa Cruz de La
Palma un gran volumen de documentación del Antiguo Régimen que se refiere a todos
los términos de la isla antes de su segregación en 1812. A pesar de ser conquistada antes
que Tenerife, ha perdido gran parte de sus fondos documentales por la invasión de los
franceses en 1553.
El libro de actas de más antigüedad corresponde a 1554, del antiguo Cabildo. Se
conserva un libro de actas anterior a la propia constitución de los municipios como
tales, procedente de Los Llanos de Aridane, fechado en 1773, que refleja las reformas
de Carlos III (1766) que introdujeron unos incipientes órganos de gobierno municipal
en Canarias. Sólamente un municipio conserva actas desde su fundación en 1812, Mazo.
El resto las conservan desde bien avanzado el siglo XIX, o bién desde el XX. (tabla 5)
De Quintas y Milicias lo más antiguo es de Santa Cruz de La Palma de 1823.
(tabla 6)
Del Pósito se conserva documentación histórica en 4 archivos. En el de Santa Cruz de
La Palma desde 1560. Dos del siglo XVIII, Mazo y Puntagorda; Los Llanos de 1882.El
resto del siglo XX. (tabla 7)
La serie que se conserva de forma más completa de las estudiadas, es la de
Presupuestos. La más antigua, Fuencaliente de 1824. En S/ Cde La Palma no se
conservan presupuestos hasta 1836. (tabla 8)
Como conclusión, excepto la documentación histórica del Antiguo Régimen, el resto ha
desaparecido en casi su totalidad.
La Gomera presenta un panorama desolador. De las series seleccionadas el documento
más antiguo es de 1867, presupuesto ordinario de Vallehermoso. Caso muy impactante
el de la capital de la isla, que no conserva documentación anterior al siglo XX. Hay
ayuntamientos con total ausencia de documentación de series tan importantes como las
referidas a expedientes de remplazo. (tabla 9)
De El Hierro la documentación más antigua que conserva es de 1894, y corresponde a
documentación de la Banda de Música del Ayuntamiento de Valverde. Hay que tener en
cuenta que en 1899 se produjo un incendio que acabó con la totalidad de la
documentación anterior a esa fecha.
Frontera conserva documentación desde 1912, cuando se crea el municipio como
trámite burocrático imprescindible para la constitución de un Cabildo en una isla. Hay
que hacer constar que nos referimos a los Cabildos Insulares restablecidos en esa fecha,
como órganos de gobierno insular. Por todo ello su actividad como municipio en las
primeras décadas es muy escasa, lo cuál se refleja en la documentación. (tabla 10)
Una vez hecha la valoración de las tipologías documentales seleccionadas, pasaremos a
estudiar el nivel de organización en que se encuentran los archivos municipales.
Todo ayuntamiento produce una documentación generada por sus actividades y
funciones. Esa documentación se produce siguiendo un orden natural, y por lo tanto
nace ya clasificada. El problema es que ese orden natural se pierde pues los funcionarios
como "manipuladores" de esos documentos, no atienden a esa clasificación original y
desorganizan la documentación.
La realidad es tal que estos documentos ni siquiera llegan a constituirse en archivos,
sino en meros depósitos de papeles. Ni que decir tiene que no se llevan a efecto las
transferencias documentales pertinentes, considerando como tales no un simple traslado
de documentación, sino un traslado, previo estudio y valoración de los documentos y su
posterior expurgo, de tal manera que sólo se conserve la documentación seleccionada.
Está claro que para conservar hay que eliminar.
El resultado de todo ello es que cuando llega al "archivo"- depósito de papeles, una
nueva remesa de documentación, en el peor de los casos se "expurga" la más antigua,
sin ningún criterio científico de valoración y selección, y en el mejor de los casos, como
no existe una previsión en el espacio para la instalación de los documentos se mezclan
todas las secciones e incluso series documentales. La solución suele consistir en retirar
la documentación más antigua hacia los altillos de la estantería. El mecanismo del
desorden se completa cuando los funcionarios "bajan" o "suben" en busca de
expedientes archivados. Colocan la caja sobre la mesa-si la hay- y sacan varios
expedientes, que normalmente no volverán a su caja, ni la caja la vuelven a colocar en
su estantería. Rápidamente se acumulan cajas y expedientes formando torres de precario
equilibrio. Periódicamente, cuando se constata la necesidad de imponer un orden, se
retiran las cajas, se arrinconan, pero no se restablece el orden y la desorganización se ha
consumado
Con respecto a la clasificación sólo 6 ayuntamientos de Tenerife siguen la clasificación
del Grupo de Archiveros de Madrid. Uno más la lleva a cabo con la documentación a
partir del año 1975. El resto siguen unas clasificaciones "sui generis" en las que se suele
diferenciar entre archivo histórico y archivo administrativo. Uno de ellos la hace "por
materias", muy significativo , pues la persona encargada del archivo lo es también de la
biblioteca. Otras veces se dá carta blanca a un investigador, por lo general "local" que
organiza los fondos según la conveniencia de sus investigaciones.
Pero la situación más kafkiana de la inercia de los procedimientos burocráticos es la de
un archivo municipal que durante cierto tiempo , un trabajador que siempre ha estado
ligado a los servicios culturales del ayuntamiento en cuestión, fué encargado del
Archivo como "castigo político" según sus propias palabras. Con la pretensión de
realizar un buén trabajo se informó de las técnicas archivísticas. Impuso a los
funcionariosla obligación de cumplimentar las "hojas de remisión de fondos" cuando
"bajaban" la documentación al archivo. Hoy ya no está esa persona, ni nadie que se
encargue de éste. Los funcionarios siguen "bajando" la documentación; los documentos
se apilan en el depósito, pero con sus hojas de remisión.
Con respecto a la descripción de los documentos, excepto en los archivos bién
organizados, se pueden encontrar diversas casuísticas. Por lo general se realiza por
medio de contratos a personas sin la formación adecuada, y sin previamente haberse
procedido a la organización del archivo. Como resultado de ello, se confeccionan
instrumentos de descripción que ni siquiera cuentan con algo tan imprescindible como
es la signatura topográfica, con lo cuál es imposible la localización de los documentos.
Sin embargo si hay archivos en la isla de Tenerife en los que se respeta los principios de
la Archivística. Coinciden invariablemente con los que cuentan con personal que los
atienda y con la formación archivística adecuada. En este sentido hacer referencia a la
labor realizada por el Archivo Municipal de La Laguna que ha desarrollado una
importante labor de formación con la realización de cursos y otras actividades, que está
viendo su rentabilidad en la formación de un grupo de trabajo de archiveros municipales
, que junto con otras iniciativas y otros profesionales está haciendo posible un cambio
en toda la situación planteada.
En este sentido la propia realización del Censo, ha hecho tomar conciencia a muchos
ayuntamientos de la necesidad de acometer la organización de sus fondos, y de proceder
a la contratación del personal con la formación adecuada. (tabla 11)
En el resto de las islas la situación es la siguiente. La Palma tiene sólamente dos
archivos que podríamos considerar organizados con personal a su cargo, aunque en uno
de ellos por temporadas, pero se ha logrado mantener el archivo organizado. A pesar de
la enorme importancia del Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma, que cuenta
con un inventario para la documentación considerada histórica, su estado de
organización es deficiente y su acceso muy complicado.
La Gomera presenta una situación muy deficiente sin ningún archivo debidamente
organizado, ni personal a su cargo, lo cuál está generando una continua pérdida de
documentación.
El Hierro, en cuanto a su organización hay que ensalzar el esfuerzo del Ayuntamiento
de Valverde, y de su Secretario que ha hecho posible no sólo la debida organización de
su archivo, sino incluso su informatización. Ejemplo que en breve, según nos han
informado su Secretario, llevará a la práctica el archivo del Ayuntamiento de Frontera,
en este momento en lamentable estado.
En cuanto a las instalaciones de estos archivos son en general precarias. Los depósitos,
tal y como habíamos apuntado son almacenes. En algunos la estructura amenaza ruina.
Los documentos conviven con los más variopintos inquilinos: señales de tráfico,
comestibles, trajes de carnaval, todo tipo de material de oficina etc..A menudo existen
varios depósitos como sede de los archivos.Sin embargo los archivos que están más ó
menos organizados, sino tienen las instalaciones más adecuadas por lo menos son
dignas, y sino se plantean el tenerlas. Por lo general la organización del archivo trae
consigo la pretensión, sino realidad, de unas adecuadas instalaciones.
Ya habíamos apuntado la relación existente entre la conservación de los fondos y las
instalaciones Sin unas adecuadas instalaciones sería muy difícil una buena conservación
de los documentos. Así los daños producidos pòr unas inadecuadas condiciones
ambientales y de instalación traen consigo la aparición de hongos, insectos, acidez del
soporte. Los locales que albergan los archivos, se dividen entre "archivos de azotea" o
archivo palomar, y archivo de cochera o bodega. Los dos tipos son igualmente
peligrosos. La azotea por los cambios bruscos de temperatura, los sótanos por la
humedad y falta de ventilación.
Pero en la conservación de los fondos inciden otros factores. En primer lugar hay que
atender a la propia actividad de las instituciones y el consiguiente proceso de génesis
documental. El proceso de división municipal en las islas es muy reciente, y se llevó a
cabo de manera vacilante. Algunos municipios (Punta del Hidalgo, Taganana) tienen
una vida efímera; otros (EL Rosario) se constituyen, desaparecen como entidades
administrativas, y vuelven a constituirse más adelante. Debemos suponer que el
funcionamiento, en sus primeras épocas, con sus modestísimos presupuestos no generó
gran actividad, que habría de traducirse en documentación.
Otra causa de pérdida de documentos según se ha podido constatar, son los desastres
naturales o provocados por la acción intencionada de los hombres. Es raro el archivo
que no ha ardido en alguno de los momentos de la atormentada vida española. En
Tenerife podemos destacar los incendios de La Orotava, El Sauzal, Granadilla etc..
Garachico sufrió un temporal en la década de 1850 que llevó en casi su totalidad el
archivo. Granadilla perdió sus fondos históricos en el derrumbe del Convento de San
Francisco en 1963....
Otras veces es la simple ignorancia o barbarie la causa de la pérdida. Por orden de algún
alcalde se han tirado a la basura libros viejos- actas plenarias y libros de pósitorescatados posteriormente por un funcionario. En alguna ocasión por la desidia de la
administración en el cuidado y control de estos archivos, la documentación es
"conservada" por personajes relevantes de la localidad, que por su cargo o interés tienen
acceso a estos archivos, que sin control alguno extraen los documentos de ellos, y no los
devuelven. Esto lo hemos podido constatar a la hora de estudiar los archivos privados
familiares, que la mayoría de las veces responden mejor a la nomenclatura de archivos
privados-públicos, públicos-privados o archivos de rapiña como los hemos definido en
alguna otra ocasión.
También desde las más altas instancias de la Administración Pública se han generado
destrucciones documentales. Así debemos señalar las campañas promovidas por los
gobiernos civiles para el reciclaje de papel, que implicó elaboración de inventarios, y
"expurgos".
En otro orden de cosas y entrando en el sangrante tema de la accesibilidad de los
archivos municipales, en los últimos años los archiveros hemos reivindicado en toda
ocasión la doble función de los archivos: reunir y conservar la documentación por una
parte, y de otra difundirla a través de la elaboración de los instrumentos de descripción
adecuados y otras actividades que revelan la función social de los archivos. El archivo
tal y como se considera hoy en día debe cumplir una función social: de testimonio, de
información administrativa, ciéntifica e histórica.
Para el cumplimiento de esa función social es ineludible hacer posible el acceso a sus
fondos. En los últimos tiempos toda la legislación referente al Patrimonio Documental y
Archivos deja bién patente ese espíritu "liberalizador" de libre acceso. Pero existe lo que
Romero Tallafigo define como "fronteras técnicas o archivísticas"
Está claro que es imposible acceder aunque la ley lo permita, a archivos que no están
organizados, y que no cuentan en tonces con los instrumentos de descripción adecuados.
Está claro que la figura del archivero es imprescindible para la consecución de estos
objetivos. Ya comprobábamos anteriormente la interrelación entre archivo organizado y
personal cualificado a su cargo. Ahora ahondamos aún más, archivo organizadopersonal cualificado-archivo accesible.
Estas dificultades en el acceso las hemos podido comprobar incluso como censadores,
que a veces nos han llevado a situaciones surrealistas. Copiando literalmente de la
Memoria de unos de los censos donde se relata lo siguiente: " No se encuentra la llave
del archivo. Espero durante dos horas mientras se producen cruces de llamadas entre las
oficinas. Por fin, uno de los empleados marcha a su casa para ver si la encuentra. Al
cabo de unos minutos aparece con la llave: se la había dejado olvidada en el bolsillo de
la camisa, y puesta a lavar ésta, la llave había quedado en el interior de su lavadora". Sin
comentarios.
En otros casos han sido los propias personas encargadas del archivo quiénes han
presentado toda serie de dificultades para la realización del censo. Afortunadamente las
menos. Quienes si son muy reacios son algunos Secretarios, siempre coincidente con los
archivos peor organizados y en lamentable estado de conservación e instalación.
Si nosotros hemos encontrado dificultades actuando "oficialmente", con credenciales
incluso, imaginamos la situación en que se encuentran los investigadores, a no ser que
seas amigo, conocido o pariente de algún político o funcionario.
Como conclusión, los archivos deben cumplir tres funciones esenciales de cara a la
sociedad: garantizar los derechos de los ciudadanos conservando y custodiando la
documentación; hacer posible una adecuada y eficaz gestión administrativa de la
institución, y permitir a todo el que quiera la investigación para mantener la memoria,
en este caso del municipio. Difícilmente se atenderá la primera y segunda cuestión en
archivos desorganizados. En cuanto a la última responderemos con un hecho
incontrovertible: prácticamente en la gran mayoría de los ayuntamientos se ha podido
obtener un dato tan elemental como la fecha de fundación del municipio. Sin
testimonios escritos no es posible hacer historia.
Expresar la enorme labor de los realizadores del Censo de Archivos Municipales:
Emilio Alfaro Hardisson - Tenerife-, Jaime Arteaga- La Gomera-, Teresa Ruíz- El
Hierro- y Armando González- La Palma-. También nuestro agradecimiento a todo el
equipo de trabajo del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, quienes
han hecho posible en gran medida la realización de este estudio.
ARCHIVOS DE LA IGLESIA
La elaboración del Censo de los archivos de la Iglesia se ha llevado a cabo en
colaboración con la Fundación Mapfre-Guanarteme.
Las actuaciones llevadas a cabo en la provincia de Tenerife se han centrado en el
Archivo Diocesano y los archivos parroquiales de la isla de Tenerife, no pudiendo
acometer la realización del censo de las islas menores de nuestra provincia, tal y como
fué nuestra intención en un primer momento.
La metodología de trabajo ha consistido en primer lugar en la contratación de una
persona con la formación archivística adecuada, que ha hecho realidad este censo. Por
otra parte y para facilitar y hacer posible el acceso a estos archivos, se informó por
escrito a los diferentes párrocos, y se le facilitó a la persona que realizó el censo una
autorización por parte de la Iglesia, para llevarlo a cabo.
Desde el punto de vista técnico, se estableció un cuadro de clasificación de fondos de
los archivos parroquiales, a partir del estudio e identificación de las diferentes tipologias
documentales, lo cuál nos permitió establecer un organigrama de estas instituciones.
Para llevar a efecto la recogida de datos se elaboró un impreso acorde con la
información que queríamos recavar:
Fecha
Breve historia del archivo
Tipología del archivo
Descripción de fondos y colecciones
Instrumentos de descripción
Otras publicaciones
La información se completaba con una Memoria donde se hacían constar las incidencias
en el desarrollo del trabajo, así como otro tipo de información referente al estado de
conservación de los documentos, características de su instalación etc..A esta Memoria
se adjunta un apéndice fotográfico, ya que consideramos que "una imagen vale más que
mil palabras".
Hay que hacer constar la colaboración inestimable de D. Julio González, director del
Archivo Diocesano, quién nos facilito el acceso a las diferentes parroquias cuando
surgía algún tipo de problema, así como a los diferentes parrocos que con su atención
han hecho posible la realización de este trabajo.
La toma de datos la llevó a cabo Mª Victoria Méndez Arozena, quién ha desarrollado un
magnífico trabajo de recogida de información, y lo que es más importante, con su
entusiasmo que ha logrado transmitir a los párrocos, muchos de ellos han tomado
conciencia de la importancia de la documentación que custodian, hasta tal punto que se
han planteado la adecuada organización de su archivo y a su vez han descubierto la
riqueza de sus fondos, cuyo desconocimento en general era palpable.
Como conclusión entonces el censo realizado se ha centrado en los 38 archivos
parroquiales de la isla de Tenerife y el Archivo Diocesano.
Entrando ya en materia, hay que decir que una de las consecuencias de la reforma
tridentina fué el resurgimiento de la "diócesis", con su obispo al frente. Hasta el
Concilio de Trento el obispo- cabildo era la forma de gobierno principal de la diócesis,
de ahí que en ese cabildo se haya concentrado toda la documentación propia de la
diócesis en la Edad Media. Con Trento el obispo comienza a tener personalidad propia,
y la diócesis gira en torno a él como tal. De esta manera también la parroquia
comenzará a ser la institución "urbana y moral" de la diócesis, organizándose como
institución propia.
La diócesis y la parroquia generarán entonces una documentación, que no se conservará
en el archivo catedral, sino en las propias instituciones y es de esta manera como nacen
los archivos diocesanos y parroquiales.
ARCHIVO DIOCESANO DE TENERIFE
La Diócesis de Tenerife se erige, a petición de Fernando VII, por el Papa Pío VII el 1º
de febrero de 1818. Se señala como sede la parroquia de los Remedios de La Laguna. El
27 de agosto de 1819 el monarca confirma la creación de la nueva diócesis dotando el
culto de la Catedral y su personal.Hasta ese momento existía solamente una diócesis
para toda Canarias.
Se le adjudicaron las islas de Tenerife, La Palma La Gomera y El Hierro. El 3 de agosto
de 1859 se suprime la Diócesis y se nombra Administrador Apostólico al Obispo de
Canaria y la Catedral queda como Colegiata. El 27 de febrero de 1877 se restablece la
Diócesis.
El archivo diocesano tiene como función custodiar la documentación que se genera por
la actividad del obispo, de su diócesis y de su parroquia.
El documento más antiguo que custodia el Archivo Diocesano de Tenerife data de 1504.
¿ Que tipo de documentación custodia el archivo diocesano?. (tabla 12)
La relación del obispo con su diócesis, su clero y sus fieles, y sus relaciones pastorales,
han dejado constancia en diferentes tipologías documentales. Así la documentación
correspondiente al Clero que custodia este archivo, abarca un volumen de 10 cajas,
referida a materias tales como sacerdocio, culto, licencias para predicar y confesar,
expolios de bienes y seminarios.
Por otra parte hay que hacer mención a la documentación de carácter parroquial
reflejada en los expedientes matrimoniales, bautismos: bautismos de adultos y
correcciones y entables de partidas, tributos y rentas, actas de visitas pastorales, partidas
de defunciones. Mención aparte merecen los Padrones Parroquiales por su gran
volumen, unas 23 cajas. Esta documentación se conserva desde fechas muy antiguas, no
pudiendo constatar las fechas exactas debido a su estado de organización y descripción.
La institución de Capellanías y las Fundaciones Pías dejan constancia de las
diferentes fórmulas jurídicas de los beneficios de las parroquias. Se conservan de ellas
unas 272 cajas con fechas posteriores a 1710.
El fondo matrimonial es bastante amplio, unas 600 cajas aproximadamente, con fechas
entre 1615 y la actualidad.
La acción de gobierno y unidad de la diócesis está también presente en los fondos de
este archivo con cierta relevancia. Así los documentos referidos a Curia y Secretaría
del Obispado, abarca los siglos XIX y XX en unos 110 libros.
Existen otras tipologias documentales típicas de .los archivos diocesanos que están
presentes en este Centro, pero su relación se haría interminable.
Con respecto a fondos no eclesiásticos conservados en el archivo diocesano, los hay en
relación con diferentes instituciones tales como la Universidad de La Laguna.
Documentación de gran relevancia por su valor histórico, es la referida a Conventos y
Centros de Beneficencia, producto de la desamortizaciricon, de gran volumen y sin
datar por las dificultades antedichas.
En lo que se refiere a donaciones y legados, custodia este archivo, diferentes archivos
privados de gran importancia histórica tales como el Van- devalle que abarca
documentación de los siglos XVIII y XIX. Así mismo el archivo del Conde Sietefuentes
en fase de organización.
Por todo lo dicho anteriormente el Archivo Diocesano de Tenerife es de gran
importancia tanto por el volumen de sus fondos, como por el valor histórico de la
información contenida en sus documentos.
LOS ARCHIVOS PARROQUIALES
La parroquia según el Código del Derecho Canónico es una porción del territorio
diocesano con su iglesia especial, pueblo determinado y rector propio, que tiene la cura
de las almas de aquel pueblo en aquel territorio.
La parroquia entonces es una institución con una producción documental bien definida.
Por una parte los documentos producidos por ella en el desarrollo normal de sus
actividades: crecimiento y desarrollo demográfico; administración de sus bienes;
actividades pastorales desarrolladas por el párroco; relaciones con las autoridades
eclesiásticas: obispo, curia diocesana, arciprestes, organismos nacionales y civiles. De
otra parte la documentación recibida en la parroquia y emanada de las instituciones y
organismos referidos anteriormente. Pero también hay que hacer constar la presencia de
otros fondos no parroquiales en estos archivos. Esto queda verazmente reflejado en el
cuadro de clasificación de fondos establecido para los archivos parroquiales. (tabla 13)
Teóricamente la antigüedad del archivo parroquial debería coincidir con la parroquia
cuyos fondos documentales conserva. El primer documento de un archivo parroquial
debería ser entonces el documento de erección de la parroquia. Pues bién, de los 38
archivos parroquiales censados sólo conservan su documento de erección 4: Cristo
Salvador de la Matanza, San Fernando de Santiago del Teide, San Juan Degollado de
Arafo y San Antonio Abad de Arona.
En otro orden de cosas, las disposiciones del Concilio de Trento constituyen el punto de
partida oficial de los archivos parroquiales porque obligaba a los párrocos a "llevar,
anotar, conservar y custodiar diligentemente cuantos libros fueran necesarios para
constancia y testimonio del ejercicio de sus ministerios"
Estas funciones tuvieron su reflejo en cuanto producción documental se refiere, en la
elaboración de los libros parroquiales o registros sacramentales. Estos libros recogen
las actas de bautismos, matrimonios, defunciones y confirmaciones. A ellos hay que
añadir los libros borradores de partidas, los expedientes matrimoniales y las minutas de
notas marginales.
Los libros sacramentales se encuentran en todas las parroquias censadas.
Hay que hacer una aclaración con respecto a los libros de confirmaciones que están
ausente en muchas de ellas. Esto es debido a que las confirmaciones se apuntaban en
una nota marginal del libro de bautismo. Si tenemos en cuenta que el obispo se
trasladaba a confirmar a una zona y no volvía hasta 20 ó 30 años después, donde se
confirmaba desde el recién nacido hasta una persona mayor, es lógico que esto
sucediese.
El libro de bautismo más antiguo que se conserva en las parroquias de la isla data de
1530 y corresponde a la iglesia de Sto. Domingo de La Laguna cuando se constituía
como Parroquia de los Remedios . (tabla 14)
El primer libro de bautismo coincide con la fecha de inscripción de cada parroquia. Hay
que hacer notar en algunos casos la gran diferencia de tiempo que transcurre entre la
fecha de fundación de algunas parroquias, y la fecha de inscripción de las mismas.
(tabla 15)
Los datos que se reflejan en ellos han ido evolucionando a lo largo del tiempo. En el
siglo XVI apenas se constataba el nombre del bautizado y sus padres y la fecha del
bautismo y nacimiento. Siempre se ha destacado el nombre del Ministro con todos sus
títulos y el del padrino. Asi mismo se especifica si se puso Oleo y Crisma. Más tarde
fueron aumentando los datos: apellidos, vecindad, abuelos . En el margen izquierdo las
anotaciones posteriores del matrimonio.
Los libros de matrimonio tienen una estructura similar a los de bautismo y también
han variado con el tiempo. El libro de matrimonio más antiguo que se conserva es del
año 1549 , y corresponde a la parroquia de San Santiago del Realejo Alto. (tabla 16)
Como documentación complementaria a éstos y como consecuencia de su tramitación,
se producen los expedientes matrimoniales que tienen por finalidad la de proteger al
matrimonio contra los peligros de la irreverencia y nulidad. Estos expedientes están
presentes en todas las parroquias censadas.
Los libros de defunciones han sufrido en su elaboración también diversos cambios. En
diversas épocas se dió mucha importancia a la otorgación o no de testamentos, siendo
en algunos casos los únicos que se anotaban. A partir del siglo XVIII se comienza a dar
más importancia al hecho demográfico. Esto es del todo interesante de cara a la
investigación histórica, y hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de hacer valoraciones
demográficas.
Los libros de más antigüedad que se conservan son los correspondientes a la parroquia
de Dulce Nombre de Jesús de la Guancha, y datan de 1607. Del siglo XVI no se
conserva ningún libro. (tabla 17)
Los libros de confirmaciones más antiguos datan de 1526: Parroquia de la Concepción
del Realejo Bajo, muy anterior a la fecha de su fundación. Esto es debido a que existían
lo que se denominaba "ermitas con derecho a pila", es decir que tenían la facultad de
impartir sacramentos, sin tener aún el reconocimiento de parroquias. De ahí que
custodien estas parroquias, reconocidas posteriormente como tales, documentación
referente a los libros sacramentales, anterior a su fecha de fundación. (tabla 18)
La valoración histórica de los Libros Sacramentales es enorme si tenemos en cuenta que
se consideran las únicas fuentes demográficas veraces hasta la aparición de los registros
civiles. Por otra parte también contienen un alto valor para los estudios de genealogía e
historia local por la cantidad y riqueza de los datos que sobre las personas registradas se
consignan en ellos.
Otra de las series documentales más interesantes y más constantes en los archivos
parroquiales son los Libros de Fábrica. En estos libros se anotan los gastos e ingresos
de la fábrica de la parroquia. La partida de gastos incluye los honorarios de los maestro
de las obras, de los artistas y los gastos de construcción de las capillas, construcciones
del templo, adquisición de imágenes, mobiliarios etc...Todo ello nos permite conocer la
evolución histórica del templo.
Aparecen en todas las parroquias censadas, excepto en la de Sta. Ana de Candelaria. De
las 38 parroquias, 22 Libros de Fábrica son posteriores a la fecha de inscripción de la
parroquia, 12 anteriores y sólo 3 coinciden con la fecha de inscripción. No se conservan
de forma completa. (tabla 19)
Con respecto a su valoración como fuentes para la historia, salta a la vista la
importancia y el interés para los historiadores del arte, pues a través de estos libros
sabemos los autores de las obras artísticas, ya sean del templo o de su mobiliario. En
ellos podemos encontrar las copias de las escrituras de contratación para la realización
de las diferentes obras, con la cantidad de información que ello conlleva. También es
muy importante desde el punto de vista económico, pues las iglesias poseían su propio
patrimonio. La gestión y administración de éste produce documentación muy rica en
datos tales como: producción agraria, rendimiento, precios etc..
En los libros de diezmos y tazmías se llevaba la contabilidad del régimen tributario de
las parroquias. Su aparición en nuestros archivos es muy rara, conservándose sólo en
dos de ellas: Santa Úrsula (1720-1755) y la Peña de Francia del Puerto de la Cruz (
1823-1826).
Su valor histórico es económico pero de gran importancia pues a través de estos libros
se puede estudiar la producción agraria y pecuaria de nuestros pueblos.
En lo que respecta a la documentación generada por Hermandades y Cofradías no
suele agruparse en una tipología. Por lo general son libros donde se recogen las reglas y
estatutos de estas hermandades y cofradías. Las cuentas de la hermandad o cofradía se
llevaban en libros aparte por los mayordomos, y muchos de ellos quedaban en sus
manos. De ahí la presencia de ellos en diferentes archivos privados.
Estos libros aparecen en todas las parroquias censadas. Llama la atención la escasa
presencia de ellas, en las inscritas a finales del siglo XVIII en la zona sur de la isla,
donde al parecer se perdió la tradición de su fundación. (tabla 20)
La cantidad de Hermandades y Cofradías que aparecen en las parroquias está en función
de su tamaño.Así en las parroquias de mayor población, hay una mayor presencia,
repitiéndose con más frecuencia la del Santísimo Cristo y la de la Misericordia.
Esta documentación es muy importante desde el punto de vista económico pero también
para la historia del arte, por los inventarios de los patronatos; así como para los estudios
de beneficencia y asistencia social, funciones desarrolladas por muchas de ellas.
También es muy interesante lo referente a pleitos entre cofrades, pagos de deudas,
tributos.
Los libros de visitas y mandatos, aunque son más propios de los archivos diocesanos,
no faltan en los parroquiales con cierta densidad de población. De ahí que sólo
aparezcan en 13 parroquias de las censadas. Se pueden encontrar de varias formas,
libros de visitas, libros de mandatos y los dos juntos.
En este libro se recogen las visitas tanto del Obispo como del Vicario Visitador, que
suele ser más frecuente, teniendo en cuenta que en nuestro caso la sede del obispado se
encontraba en Gran Canaria, Recogía las irregularidades en la gestión y administración
de la parroquia, así como las visitas a Hermandades y Cofradías.
Otro tipo de documentación que aparece de forma regular es la generada por la
institución de las Capellanías, así como los Testamentos. Es curioso que las parroquias
custodien tal cantidad de testamentos, pero hay que tener en cuenta que en ellos se
contienen la relación de bienes que el testador deja a la parroquia, siendo para la
parroquia un documento infalible para cualquier reclamación. (tabla 21)
La institución de las capellanías reflejan los bienes y tributos que se pagan a la
parroquia a cambio del rezado de misas, que a su vez queda plasmado en el cuadrante
de misas, documento de gran curiosidad. Al igual que ocurría con las cofradías y
hermandes, la institución de capellanías dejó de realizarse de forma regular a finales del
siglo XVIII, en el sur de la isla. (tabla 22)
El resto de la tipología documental de los archivos parroquiales no aparece con tanta
regularidad como las descritas anteriormente. Con respecto al volumen de
documentación que se conserva en relación a las tipologías documentales, fué toda una
sorpresa constatar que el mayor volumen corresponde a la documentación referente a
Hermandades y Cofradías, y no a los Libros Sacaramentales, como intuíamos. Si bién
hay que tener en cuenta que estas Hermandades y Cofradías generan una mayor
cantidad de tipologias documentales. Quizás ahí se encuentra la explicación. ( gráfica
23)
En alguna parroquia hemos encontrado documentación totalmente ajena a ella. Que
sirva de ejemplo Sto Domingo de La Laguna con documentación referente a la guerra
civil; San Marcos de Tegueste de La Alhóndiga y el Realejo Bajo del Molino Harinero.
Pero por lo general y dada las instruciones claras recibidas por los párrocos, las
tipologías documentales se repiten en todas ellas y son una constante a lo largo del
tiempo.
En lo que se refiere al estado de conservación de los docuemntos custodiados en estas
parroquias consideramos que es bueno en la gran mayoría de las parroquias. Sólo en
seis de ellas se puede considerar malo. Los agentes que producen el deterioro son los de
siempre : humedad, químicos: tintas ferrogálicas y bibliófagos. Hay que hacer resaltar
los daños por la acción de las tintas.
El nivel de organización e instalación en que se encuentran actualmente los archivos
parroquiales de Tenerife es el siguiente:
15 archivos parroquiales están más o menos bién organizados
11 lo están de forma regular
12 muy mal organizados
Con respecto a la instalación de los mismos, se pueden considerar 16 como bién
instalados, 13 regular y 9 muy mal, con la documentación incluso por los suelos.
Muchos de los párrocos a propósito de la elaboración del censo aseguraron que
trasladarían el archivo a un lugar más adecuado y procederían a su organización. Para
ello , se les facilitó el cuadro de clasificación de fondos y nos comprometimos a
enviarles los resultados del censo.
En lo que toca a la elaboración de instrumentos de descripción por parte de las
parroquias, sólo 6 de ellas cuentan con algunos índices de la documentación que
custodian.
Con respecto al personal que atiende estos archivos, la mayoría están custodiados y
atendidos por los propios párrocos. Sólo en algunas parroquias había una persona que
ayudaba al párroco, en forma de secretario en las tareas de despacho.
Com ejemplo de organización, instalación e instrumentos de descripción, ofreciendo por
tanto un inmejorable servicio al público, la Parroquia de la Concepción de Santa Cruz
con el Padre Moor al frente, así como la de Sta. Úrsula Mártir en la localidad de Sta.
Úrsula.
Con todo lo expuesto nadie duda del interés y valor histórico de la documentación
custodiada en los archivos parroquiales. Los investigadores por tanto querran utilizar
todo ese material para sus estudios e interpretaciones. Pero de todos es sabido las
dificultades de acceso a estos archivos.
Los archivos parroquiales son propiedad de la Iglesia y por lo tanto privados, por lo cuál
el acceso a sus fondos es rentrigido, pero dado el interés cultural de su documentación
su acceso no debe estar limitado.
El Código de Derecho Canónico permite el libre acceso a los investigadores, con
limitaciones sobre la docuentación de caracter reservado.
Por otra parte la ley de Patrimonio Histórico Español considera que los documentos
generados por instituciones religiosas forman parte del Patrimonio Histórico a partir de
los 40 años. La ley de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias, así mismo
contempla su inclusión el el Patrimonio Documental Canario de este tipo de
documentos a partir de los 45 años.
En la práctica desde luego existen dificultades para el acceso a estos archivos.Como
protagonistas del censo el acceso a los archivos y la colaboración de los párrocos fué
buena, pero siempre habiendo tomado contacto con ellos y adaptánmdonos a su horario.
Los investigadores también encuentran estas dificultades a la hora de acceder a estos
archivos, muchas veces agravada por la actitud de algún párroco que se considera
"obispo" en su parroquia.
De todas maneras creemos que existen otros problemas mayores tal y como la
dispersión goegráfica de estos archivos, el abandono en que se encuentra la
documentación "vieja", el recelo de ciertos párrocos a que se conozca el estado en que
se encuentra esa documentación y la ausencia casi total de inventarios y guías.
Con respecto al primer problema planteado, la Iglesia ya se ha percatado de ello y se
tiende a la concentración de la documentación en los Archivos Diocesános, al menos
para la de más de 100 años.
En este sentido en nuestra isla se ha desarrollado una labor muy importante con la
microfilmación de todos los Libros Sacramentales de la Diócesis, que se encuentran al
servicio del público en el Archivo Diócesano,
Por otra parte esta concienciación archivística de La Iglesia, también se ha reflejado en
una mejora de las instalaciones sobre todo en los Archivos Diocesanos. En nuestro caso
el Archivo Diocesano de Tenerife es un claro ejemplo de ello, donde se está
procediendo a la adecuada organización e instalación de sus fondos.
Pero se debe ir más alla con la elaboración de unos instrumentos de descripción, pues
sin ellos es practicaqmente imposible el acceso a la información contenida en los
documentos.
Como punto final hacer mención del reglamento de los archivos eclesiásticos españoles
que es un reconocimiento a la problemática y dificultades en que se encuentran los
archivos de la Iglesia, y un cauce que trata de resolver gran parte de ellos. Creemos que
con la simple aceptación de la realidad y con medidas que regulen la consecución de
unos objetivos, es posible resolver toda la problemática planteada..
ARCHIVOS PRIVADOS
El Censo de los archivos privados, ha sido la última fase del Censo de Archivos de
Canarias y por lo tanto se ha visto muy mediatizado por el tiempo.
Por todo ello sólo ha podido acometerse en dos archivos, sin embargo sus
consecuencias han sido, si cabe, en la inmediatez más importantes que para el resto de
los archivos.
Si consideramos que los archivos privados están compuestos por documentos que
provienen de individuos y personas jurídicas privadas ya sean familias, asociaciones,
fundaciones, empresas etc.. nos encontraríamos con diferentes tipos según la
procedencia de sus fondos. Tendríamos que diferenciar entonces en una primera
aproximación, los archivos de empresas e instituciones y cualquier entidad privada, de
los archivos familiares.
Su importancia es relevante por varios aspectos. En primer lugar por la información
contenida en ellos. Los archivos privados son un complemento claro de la información
contenida en los archivos públicos, máxime cuando la mayoría de los archivos de
nuestras instituciones se encuentan en el estado de desidia y abandono que hemos
podido constatar con la realización del Censo.
Por otra parte, por la enorme variedad de tipos de documentos que custodian. En este
sentido es en los archivos familiares donde más variedad aparece entre sus fondos
documentales. Así podemos encontrar desde documentación de carácter patrimonial,
documentos genealógicos y heráldicos, documentos de carácter personal , hasta los
denominados documentos de función, que provienen del ejercicio de las diferentes
actividades desarrolladas por un individuo, tanto públicas como privadas.
Los archivos privados censados han sido, un archivo de empresa, el de Hamilton y Cia.
y un archivo familiar, el de la Casa de Nava- Marqués de Villanueva del Prado.
El Archivo de Hamilton y Cia. es el prototipo de archivo de empresa, lo cuál se
aprecia por las tipologías documentales que se han podido identificar. El fondo se
compone de 540 libros y 356 legajos que abarcan un período cronológico entre los años
1819 y 1985. Las series más destacables son: gastos del Puerto (1819 ); cargos y abonos
(1821-1831); libros de existencias; pedidos y cuentas de vino (1875-1920); copiadores
de cartas ( 1891-1961) y una gran cantidad de correspondencia. (tabla 24)
Su valor histórico es muy importante para el estudio social y económico de un período
cronológico importante para la economía canaria. Según A. Guimerá Ravina que ha
estudiado en profundidad esta documentación: "Si observamos con detenimiento la
evolución del activo de Hamilton entre 1883 y 1930, podemos delimitar una serie de
subperíodos que se corresponden perfectamente con la dinámica general de la economía
canaria...."
Este archivo y como consecuencia del la realización del censo, ha sido cedido por la
empresa al A. H. P. de Santa Cruz de Tenerife. En este momento se está procediendo a
su organización, clasificación y descripción para su posterior puesta al público.
El otro archivo censado, el de la Casa de Nava se encuentra custodiado en la Real
Sociedad Económica de Amigos del Pais. Es el prototipo de archivo custodiado por una
institución cultural que entre sus actividades se dedica a la recogida de fondos
documentales con la problemática que esto entabla , pues la mayoría de las veces por
falta de medios económicos y personal cualificado, estos fondos se relegan, no se
organizan y por lo tanto no están al servicio del público. Este no es el caso.
Este archivo custodia todo tipo de documentación de un archivo familiar, ya definida
anteriormente. A través de ella se aprecia la evolución de la historia de la familia, que a
partir de 1665 ostenta el título de marqueses de Villanueva del Prado, dada a D. Tomás
de Nava Grimón, "primer caballero que tituló en la Ysla de Tenerife; y antes que él no
había en las Canarias, más título que el Conde de La Gomera y el Marqués de
Lanzarote..."
La documentación abarca un período entre 1535 y 1879. A través de su inventario
apreciamos la riqueza de sus fondos. (tabla 25)
Como conclusión la realización del censo de archivos privados nos ha hecho apreciar la
importancia de estos archivos para el Patrimonio Documental de Canarias, tan
maltratado y saqueado en algunas ocasiones. Pero lo que es más importante, ha tenido
unas consecuencias inmediatas de gran importancia para la conservación de este
Patrimonio, como es haber iniciado un proceso de sensibilización en los dueños de estos
archivos, de la importancia histórica de la documentación que conservan, y que se ha
visto concretado en la cesión al Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife
del ya mencionado Archivo Hamilton, y en estos últimos días con la consecución de
otra cesión, la de unos de los archivos familiares más importantes de Canarias: el
Archivo Zárate- Cólogan.
Este archivo está constituido por la agregación de diversos fondos familiares como
resultado de sucesivos enlaces matrimoniales entre las familias patricias y comerciantes
del valle de La Orotava, entre las que destacan los Valois y los Cólogan.. Se compone
de alrededor de 300 libros de contabilidad en todas sus variantes, y un número aún por
determinar de correspondencia, documentación genealógica, judicial y personal, que
ocupa unos 50 ml., y abarca desde 1530 hasta casi la actualidad. Su valor histórico es
incalculable y fundamental para la historia del comercio.
Creemos que estas cesiones de archivos privados a centros especializados, es la única
forma de evitar la pérdida de este tipo de archivos, que de otra manera se disgregarían o
desaparecerían para siempre. El archivero hoy en día no puede permitirse una actitud
pasiva ante el reto de la conservación de nuestro Patrimonio Documental. Todo lo
contrario, debe salir en busca de él, controlarlo, saber donde está, como se encuentra y
tratar de recuperarlo y ponerlo al servicio del público en general. Es esa función social
del archivo la que en una sociedad democrática como la nuestra debe imperar.
TENERIFE
ACTAS PLENARIAS
S. XV
SIGLO XVIII
SIGLO XIX
SIGLO XX
San Cristóbal 1497*
Puerto de la Cruz 1772
S/C de Tenerife. 1803
Güímar 1901
S. Miguel de Abona 1798
Tegueste 1812
La Guancha 1910
Los Silos 1814
Vilaflor 1924
El Tanque 1818
Granadilla 1924
Icod 1822
Fasnia 1924
Sta. Úrsula 1843
Arico 1924
Arafo 1843
El Sauzal 1932
S. J. de la Rambla 1850
Buenavista del N. 1862
Garachico 1868
El Rosario 1874
Adeje 1876
La Victoria 1877
Santiago del Teide 1886
Tacoronte 1890
Guía de Isora 1883
La Orotava 1884
*Corresponden al antiguo Cabildo.
FUENTE: Elaboración propia.
TENERIFE ACTAS DEL PÓSITO
MUNICIPIO
S.XVI
S.XVII
S.XVIII
S.XIX
ARICO
19
BUENAVISTA
1646
GARACHICO
1855
LA GUANCHA
19
GÜÍMAR
ICOD DE LOS VINOS
1834
1597
LA LAGUNA
1618
LA OROTAVA
1866
EL ROSARIO
SAN MIGUEL (Pósito de Vilaflor)
S
19
1596
SANTA ÚRSULA
1805
SANTIAGO DEL TEIDE
19
EL SAUZAL
19
LOS SILOS
1593
TACORONTE
19
EL TANQUE
1620
TEGUESTE
19
LA VICTORIA
19
FUENTE: Elaboración propia.
TENERIFE EXPEDIENTES DE REEMPLAZOS.
MUNICIPIO
S. XIX
ADEJE
S.XX
1940
ARAFO
1804
ARICO
1875
ARONA
1924
BUENAVISTA
1936
FASNIA
GARACHICO
1907
1856
GRANADILLA
1964
LA GUANCHA
1886
GUÍA DE ISORA
1885
GÜÍMAR
ICOD DE LOS VINOS
1900
1855
LA LAGUNA
LA OROTAVA
1897
PUERTO DE LA CRUZ
1820
EL ROSARIO
1933
SAN MIGUEL
1827
SANTA ÚRSULA
1846
SANTIAGO DEL TEIDE
1934
EL SAUZAL
1934
LOS SILOS
1817
TACORONTE
1858
EL TANQUE
1930
TEGUESTE
1831
LA VICTORIA
1879
VILAFLOR
1940
FUENTE: Elaboración propia.
TENERIFE PRESUPUESTOS
MUNICIPIO
S.XIX
ADEJE
1845
ARAFO
1845
S.XX
ARICO
1978
ARONA
1930
BUENAVISTA
1837
FASNIA
1881
GARACHICO
1928
GRANADILLA
1963
LA GUANCHA
1975
GUÍA DE ISORA
1922
GÜÍMAR
1845
ICOD DE LOS VINOS
LA LAGUNA
1837
LA OROTAVA
1841
PUERTO DE LA CRUZ
1837
EL ROSARIO
1935
SAN MIGUEL
1845
SANTA CRUZ DE TENERIFE
1840
SANTA ÚRSULA
1844
SANTIAGO DEL TEIDE
1926
EL SAUZAL
1950
LOS SILOS
1933
EL TANQUE
1935
TEGUESTE
1840
LA VICTORIA
1893
VILAFLOR
1950
FUENTE: Elaboración propia.
LA PALMA ACTAS PLENARIAS
MUNICIPIO
S.XVI
S.XVIII
BARLOVENTO
S.XIX
1884
BREÑA ALTA
1912 *
BREÑA BAJA
1833
FUENCALIENTE
1837
GARAFÍA
1886
LOS LLANOS DE ARIDANE
S.XX
1773
MAZO
1812
EL PASO
1846
PUNTAGORDA
1887
PUNTALLANA
1883
SANTA CRUZ DE LA PALMA
1554
TAZACORTE
1925
TIJARAFE
1974
FUENTE: Elaboración propia.
LA PALMA ACTAS DEL PÓSITO
MUNICIPIOS
S.XVI
S.XVIII
S. XIX
S.XX
BARLOVENTO
1907
BREÑA ALTA
1906
BREÑA BAJA
1923
FUENCALIENTE
1983
GARAFÍA
1935
LOS LLANOS
MAZO
1882
1775
EL PASO
PUNTAGORDA
PUNTALLANA
1970
1737*
1950
SANTA CRUZ DE LA PALMA
1560**
TAZACORTE
1950+
TIJARAFE
1949
*LIBRO DE ENTRADA DE GRANO.
**CUENTAS DEL PÓSITO.
+LIBRO DE OBLIGACIONES DEL PÓSITO.
FUENTE: Elaboración propia.
LA PALMA PRESUPUESTO ORDINARIO
MUNICIPIOS
S. XIX
S.XX
BARLOVENTO
1904
BREÑA ALTA
1951
BREÑA BAJA
1934
FUENCALIENTE
1824
GARAFÍA
1883
LOS LLANOS
1848
MAZO
1846
EL PASO
1837
PUNTAGORDA
1867
PUNTALLANA
1881
SANTA CRUZ DE LA PALMA
1836
TAZACORTE
1925
TIJARAFE
1913
FUENTE: Elaboración propia.
LA GOMERA ACTAS PLENARIAS
MUNICIPIO
S.XIX
S.XX
AGULO
1905
ALAJERÓ
1925
HERMIGUA
1880
SAN SEBASTIÁN
1973
VALLE GRAN REY
1924
VALLEHERMOSO
1945
EXPEDIENTES DE REEMPLAZOS
MUNICIPIO
S.XIX
AGULO
S.XX
1919
ALAJERÓ
1880
HERMIGUA
1882
SAN SEBASTIÁN
1920
VALLE GRAN REY
VALLEHERMOSO
PRESUPUESTOS ORDINARIOS
MUNICIPIO
S.XIX
S.XX
AGULO
ALAJERÓ
HERMIGUA
1955
1875
SAN SEBASTIÁN
1970
VALLE GRAN REY
1923
VALLEHERMOSO
FUENTE: Elaboración propia.
1867
LA GOMERA ACTAS PLENARIAS
MUNICIPIO
S.XIX
S.XX
AGULO
1905
ALAJERÓ
1925
HERMIGUA
1880
SAN SEBASTIÁN
1973
VALLE GRAN REY
1924
VALLEHERMOSO
1945
EXPEDIENTES DE REEMPLAZOS
MUNICIPIO
S.XIX
AGULO
1919
ALAJERÓ
1880
HERMIGUA
1882
SAN SEBASTIÁN
VALLE GRAN REY
VALLEHERMOSO
S.XX
1920
PRESUPUESTOS ORDINARIOS
S.XIX
MUNICIPIO
S.XX
AGULO
ALAJERÓ
1955
HERMIGUA
1875
SAN SEBASTIÁN
1970
VALLE GRAN REY
1923
VALLEHERMOSO
1867
FUENTE: Elaboración propia.
EL HIERRO ACTAS PLENARIAS
MUNICIPIO
S.XIX
FRONTERA
VALVERDE
EXPEDIENTES DE REEMPLAZOS
S.XX
1912
1899
MUNICIPIO
S.XIX
S.XX
FRONTERA
1913
VALVERDE
1901
ACTAS DEL PÓSITO
MUNICIPIO
S.XIX
S.XX
FRONTERA
1990
VALVERDE
1964
PRESUPUESTOS ORDINARIOS
MUNICIPIO
S.XIX
S.XX
FRONTERA
1950
VALVERDE
1900
FUENTE: Elaboración propia.
TENERIFE ORGANIZACIÓN DE ARCHIVOS
Municipio
Tipo de organización
Personal
Adeje
Organigrama
Un archivero. Alterna con biblioteca.
Arafo
Cuadro de Archiveros de Madrid
Sí. Un archivero.
Arico
Ninguna
No
Arona
Sólo desde 1975
Sí. Un archivero.
Buenavista del Norte
Ninguna
No
Candelaria
Ninguna
No
Fasnia
Ninguna
No
Garachico
Cuadro de Archiveros de Madrid
Sí. Un archivero.
Granadilla
Ninguna
No
La Guancha
Espacial
No
Guía de Isora
Sólo una serie: Obras partic.
No
Güímar
Cuadro de Archiveros de Madrid
Sí. Un archivero
Icod de los Vinos
Ninguna
No
La Laguna.
Fondo histórico: materias, herencia del siglo
pasado.
Sí. 2 Archiveros. 1 Ayudante
Fondo administrat.: Cuadro de Archiveros de
Madrid
La Matanza de Acentejo.
Ninguna
No
La Orotava.
Cuadro de Archiveros de Madrid
1 Archivero, 2 Ayudantes
Puerto de la Cruz
Fondo histórico/administra-tivo, éste último,
Cuadro de Archiveros de Madrid.
2 Archiveros
Los Realejos
No se pudo determinar
1 Archivero
El Rosario
Admón gral. (2 subsecc.) Admón financiera.
1 Archivero que alterna con la bibliot
San Juan de la Rambla
Ninguna
No
San Miguel de Abona
Ninguna
No
Santa Cruz de Tenerife.
3 Secciones: Clases, Personal y Obras.
1 Archivero, 2 ayudantes de archivo.
Santa Úrsula
Sección Histórica/Administrativa.
No
Organización parcial.
Santiago del Teide
Ninguna
No
El Sauzal
Relativa clasif. Espacial según Organigrama
No
Los Silos
Cuadro de Archiveros de Madrid
1 Archivero
Tacoronte
Ninguna
No.
El Tanque
Establecida por un investigador.
No
Tegueste
Por materias.
A tiempo parcial, alterna con bibliotec
La Victoria
Espacial
Sí. 1 Animador Cultural
Vilaflor
Archivo muerto/Archivo Vivo
No
FUENTE: Elaboración propia
ARCHIVO DIOCESANO
FECHAS EXTREMAS
TO
CULTO Y CLERO
S.F.
7
CURIA Y SECRETARÍA
S.XIX - XX
11
EXPEDIENTES DE BAUTISMO
1840 - 1930
61
EXPEDIENTES MATRIMONIALES
1560 - 1956
78
PADRONES PARROQUIALES
S.F.
23
CAPELLANÍAS
1710 - 1893
27
FUNDACIONES PIADOSAS
1883 - 1965
89
LEGADO : VAN DE VALLE
S.XVIII - XIX
34
LEGADO : CONDE DE SIETE FUENTES
-
-
TIPOLOGÍA
Tabla 14: Libros de Bautismos
Parroquia
FECHA
INSC
FECHA
INIC.
Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna)
1530
1530
Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista)
1531
1531
Nº U.I.
Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana)
1540
1540
Ntra Sra.de la Concepción (Orotava)
1540
1540
Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo)
1540
1540
San Santiago (Realejo Alto)
1542
1542
Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna)
1547
1547
Santa Ana (Garachico)
1553
1553
San Pedro (El Sauzal)
1554
1554
Santa Úrsula (Adeje)
1569
1569
San Marcos Evangelista (Icod)
1569
1569
San Pedro Apóstol (Vilaflor)
1576
1576
Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria)
1592
1592
Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz)
1594
1594
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos)
1603
1603
Santa Catalina Mártir (Tacoronte)
1604
1604
Santa Ana (Candelaria)
1604
1604
San Marcos Evangelista (Tegueste)
1606
1606
San Pedro (Daute/Garachico)
1606
1606
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
1610
San Pedro Apóstol (Güimar)
1610
1610
Cristo Salvador (La Matanza)
1614
1614
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula)
1614
1614
1623
1623
San Bartolomé (Tejina)
1626
1626
San Antonio de Padua (El Tanque)
1630
1630
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz)
1631
1631
San Juan Bautista (Arico)
1639
1639
San Antonio de Padua (Granadilla)
1665
1665
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
1680
San Juan Bautista (Orotava)
1681
1681
Ntra. Sra. De la Luz (Guía)
1738
1738
San Andrés Apóstol (San Andrés)
1747
1747
San Juan Degollado (Arafo)
1795
1795
San Joaquín (Fasnia)
1796
1796
San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona)
1796
1796
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha)
San Antonio Abad (Arona)
1796
1796
San Francisco de Asís (Sta. Cruz)
1868
1868
TABLA 15:FECHA DE INSCRIPCIÓN
S. XVII
S. XVIII
S. XIX
) 1530
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos) 1603
Ntra. Sra. De la Luz
(Guía) 1738
San Francisco de Asis (Sta. Cruz de Tenerife)1868
) 1531
Santa Catalina Mártir (Tacoronte) 1604
San Andrés Apóstol
(San Andrés 1747
40
Santa Ana (Candelaria) 1604
San Juan Degollado
(Arafo) 1795
540
San Marcos Evangelista (Tegueste) 1606
San Joaquín (Fasnia)
1796
San Pedro (Daute/Garachico) 1606
San Miguel Arcángel
(San Miguel de Abona)
1796
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
San Antonio Abad
(Arona) 1796
o) 1540
1547
San Pedro Apóstol (Güimar) 1610
Cristo Salvador (La Matanza) 1614
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula) 1614
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha) 1623
San Bartolomé (Tejina) 1626
San Antonio de Padua (El Tanque) 1630
ria) 1592
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De
la Cruz) 1631
) 1594
San Juan Bautista (Arico) 1639
San Antonio de Padua (Granadilla) 1665
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
San Juan Bautista (Orotava) 1681
Fuente: Elaboración propia
CUADRO DE CLASIFICACIÓN DE FONDOS DE ARCHIVOS PARROQUIALES
1.
FONDOS DOCUMENTALES
2.
Libros Sacramentales
3.
Libros de Bautismos
4.
Libros Matrimoniales
5.
Libros de Defunciones
6.
Libros de Confirmaciones
7.
Expedientes Matrimoniales
18.
22.
8.
Libros de Fábrica
9.
Diezmos
10.
Testamentos
11.
Fundaciones Pías
12.
Hermandades y Cofradías
13.
Libro de Visitas
14.
Padrones Parroquiales
15.
Bulas
16.
Capellanías
17.
Correspondencia
LEGADOS Y DONACIONES
19.
Instituciones
20.
Asociaciones Piadosas
21.
Privados
COLECCIONES
23.
Colecciones Documentales
24.
Colecciones Bibliográficas
Acta Apostólicae Sedis
Boletín Oficial del Obispado
Boletín Oficial del Estado
Tabla 16: Libros de Matrimonios
Parroquia
FECHA INSC
FECHA INIC.
Nº U.I.
Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna)
1530
1566
20
Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista)
1531
1593
6
Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana)
1540
1592
7
Ntra Sra.de la Concepción (Orotava)
1540
1568
13
Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo)
1540
1583
8
San Santiago (Realejo Alto)
1542
1549
10
Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna)
1547
1586
20
Santa Ana (Garachico)
1553
1567
9
1554
1565
5
Santa Úrsula (Adeje)
1569
1665
5
San Marcos Evangelista (Icod)
1569
1589
10
San Pedro Apóstol (Vilaflor)
1576
1575
11
Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria)
1592
1735
2
Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz)
1594
1593
20
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos)
1603
1603
6
San Pedro (El Sauzal)
Santa Catalina Mártir (Tacoronte)
1604
1604
9
Santa Ana (Candelaria)
1604
1665
4
San Marcos Evangelista (Tegueste)
1606
1767
5
San Pedro (Daute/Garachico)
1606
1606
2
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
1573
7
San Pedro Apóstol (Güimar)
1610
1612
11
Cristo Salvador (La Matanza)
1614
1625
7
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula)
1614
1617
7
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha)
1623
1667
4
San Bartolomé (Tejina)
1626
1667
7
San Antonio de Padua (El Tanque)
1630
1643
3
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz)
1631
1631
12
San Juan Bautista (Arico)
1639
1649
5
San Antonio de Padua (Granadilla)
1665
1665
8
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
1681
6
San Juan Bautista (Orotava)
1681
1681
9
Ntra. Sra. De la Luz (Guía)
1738
1738
7
San Andrés Apóstol (San Andrés)
1747
1747
4
San Juan Degollado (Arafo)
1795
1796
3
San Joaquín (Fasnia)
1796
1796
4
San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona)
1796
1796
3
San Antonio Abad (Arona)
1796
1796
4
San Francisco de Asís (Sta. Cruz)
1868
1868
5
Tabla 17: Libros de Defunciones
Parroquia
FECHA INSC
FECHA INIC.
Nº U.I.
Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna)
1530
1647
22
Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista)
1531
1667
7
Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana)
1540
1690
5
Ntra Sra.de la Concepción (Orotava)
1540
1635
17
Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo)
1540
1651
10
San Santiago (Realejo Alto)
1542
1657
9
Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna)
1547
1628
26
Santa Ana (Garachico)
1553
1643
13
San Pedro (El Sauzal)
1554
1666
5
Santa Úrsula (Adeje)
1569
1608
5
San Marcos Evangelista (Icod)
1569
1630
16
1576
1608
5
Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria)
1592
1735
5
Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz)
1594
1670
38
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos)
1603
1759
6
Santa Catalina Mártir (Tacoronte)
1604
1750
7
Santa Ana (Candelaria)
1604
1675
5
San Marcos Evangelista (Tegueste)
1606
1666
3
San Pedro (Daute/Garachico)
1606
1804
1
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
1789
4
San Pedro Apóstol (Güimar)
1610
1660
11
Cristo Salvador (La Matanza)
1614
1654
5
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula)
1614
1666
10
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha)
1623
1607
4
San Bartolomé (Tejina)
1626
1671
5
San Pedro Apóstol (Vilaflor)
San Antonio de Padua (El Tanque)
1630
1695
3
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz)
1631
1664
18
San Juan Bautista (Arico)
1639
1659
4
San Antonio de Padua (Granadilla)
1665
1693
9
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
1680
6
San Juan Bautista (Orotava)
1681
1681
17
Ntra. Sra. De la Luz (Guía)
1738
1738
7
San Andrés Apóstol (San Andrés)
1747
1747
5
San Juan Degollado (Arafo)
1795
1796
3
San Joaquín (Fasnia)
1796
1796
4
San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona)
1796
1796
4
San Antonio Abad (Arona)
1796
1796
5
San Francisco de Asís (Sta. Cruz)
1868
1803
14
Tabla 18: Libros de Confirmaciones
Parroquia
FECHA INSC
FECHA INIC.
Nº U.I.
Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna)
1530
1617
7
Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista)
1531
1859
3
Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana)
1540
1871
4
Ntra Sra.de la Concepción (Orotava)
1540
1604
3
Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo)
1540
1526
4
San Santiago (Realejo Alto)
1542
1605
2
Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna)
1547
1577
11
Santa Ana (Garachico)
1553
1794
10
San Pedro (El Sauzal)
1554
1626
1
Santa Úrsula (Adeje)
1569
1732
1
San Marcos Evangelista (Icod)
1569
1604
12
San Pedro Apóstol (Vilaflor)
1576
1584
10
Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria)
1592
1738
7
Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz)
1594
1601
4
1603
1633
1
Santa Catalina Mártir (Tacoronte)
1604
1877
2
Santa Ana (Candelaria)
1604
1734
4
San Marcos Evangelista (Tegueste)
1606
1818
1
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos)
San Pedro (Daute/Garachico)
1606
1804
5
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
1776
2
San Pedro Apóstol (Güimar)
1610
1671
1
Cristo Salvador (La Matanza)
1614
1616
3
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula)
1614
1618
4
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha)
1623
S.XX
San Bartolomé (Tejina)
1626
1794
3
San Antonio de Padua (El Tanque)
1630
1794
3
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz)
1631
1633
9
San Juan Bautista (Arico)
1639
11679
9
San Antonio de Padua (Granadilla)
1665
1759
5
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
1745
9
San Juan Bautista (Orotava)
1681
Ntra. Sra. De la Luz (Guía)
1738
S.XX
San Andrés Apóstol (San Andrés)
1747
1889
3
San Juan Degollado (Arafo)
1795
1804
6
San Joaquín (Fasnia)
1796
1804
3
San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona)
1796
1804
1
San Antonio Abad (Arona)
1796
San Francisco de Asís (Sta. Cruz)
1868
1873
1
Parroquia
FECHA INSC
FECHA INIC.
Nº U.I.
Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna)
1530
1662
4
Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista)
1531
1733
1
Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana)
1540
1662
9
Ntra Sra.de la Concepción (Orotava)
1540
1604
6
Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo)
1540
1532
6
San Santiago (Realejo Alto)
1542
1591
4
Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna)
1547
1541
18
Santa Ana (Garachico)
1553
1605
60
San Pedro (El Sauzal)
1554
1661
2
Santa Úrsula (Adeje)
1569
1610
3
San Marcos Evangelista (Icod)
1569
1796
25
Tabla19: LIBROS DE FÁBRICA
San Pedro Apóstol (Vilaflor)
1576
1568
5
Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria)
1592
1610
6
Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz)
1594
1580
8
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos)
1603
1574
2
1604
1612
1
Santa Ana (Candelaria)
1604
1678
1
San Marcos Evangelista (Tegueste)
1606
1530
3
San Pedro (Daute/Garachico)
1606
1605
7
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
1544
3
San Pedro Apóstol (Güimar)
1610
1600
3
Cristo Salvador (La Matanza)
1614
1614
9
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula)
1614
1615
4
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha)
1623
1596
2
San Bartolomé (Tejina)
1626
1803
4
San Antonio de Padua (El Tanque)
1630
S.XX
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz)
1631
1830
3
San Juan Bautista (Arico)
1639
1785
19
Santa Catalina Mártir (Tacoronte)
San Antonio de Padua (Granadilla)
1665
1665
1
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
1584
3
San Juan Bautista (Orotava)
1681
1641
3
Ntra. Sra. De la Luz (Guía)
1738
1677
2
San Andrés Apóstol (San Andrés)
1747
1781
1
San Juan Degollado (Arafo)
1795
1856
1
San Joaquín (Fasnia)
1796
1796
1
San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona)
1796
1820
10
San Antonio Abad (Arona)
1796
1673
2
San Francisco de Asís (Sta. Cruz)
1868
1874
3
Parroquia
FECHA INSC
FECHA INIC.
Nº U.I.
Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna)
1530
1629
29
Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista)
1531
---
---
Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana)
1540
1630
6
FUENTE: Elaboración propia
Tabla 20: HERMANDADES Y COFRADÍAS
Ntra Sra.de la Concepción (Orotava)
1540
1560
18
Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo)
1540
1590
34
San Santiago (Realejo Alto)
1542
1584
11
Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna)
1547
1567
107
Santa Ana (Garachico)
1553
1606
8
San Pedro (El Sauzal)
1554
1601
4
Santa Úrsula (Adeje)
1569
1661
12
San Marcos Evangelista (Icod)
1569
1684
25
San Pedro Apóstol (Vilaflor)
1576
1606
3
Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria)
1592
1609
12
Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz)
1594
1664
18
1603
1579
7
Santa Catalina Mártir (Tacoronte)
1604
1602
16
Santa Ana (Candelaria)
1604
---
---
San Marcos Evangelista (Tegueste)
1606
1614
1
San Pedro (Daute/Garachico)
1606
1602
6
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
1600
8
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos)
San Pedro Apóstol (Güimar)
1610
1600
1
Cristo Salvador (La Matanza)
1614
1617
8
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula)
1614
1625
17
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha)
1623
1596
10
San Bartolomé (Tejina)
1626
1702
5
San Antonio de Padua (El Tanque)
1630
---
---
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz)
1631
1723
5
San Juan Bautista (Arico)
1639
1665
22
San Antonio de Padua (Granadilla)
1665
1626
6
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
1643
7
San Juan Bautista (Orotava)
1681
1681
6
Ntra. Sra. De la Luz (Guía)
1738
1710
8
San Andrés Apóstol (San Andrés)
1747
1747
5
San Juan Degollado (Arafo)
1795
1804
1
San Joaquín (Fasnia)
1796
1804
2
San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona)
1796
1796
4
San Antonio Abad (Arona)
1796
---
---
San Francisco de Asís (Sta. Cruz)
1868
---
---
Parroquia
FECHA INSC
FECHA INIC.
Nº U.I.
Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna)
1530
1575
26
Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista)
1531
1678
2
Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana)
1540
1552
3
Ntra Sra.de la Concepción (Orotava)
1540
1542
11
Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo)
1540
1664
2
San Santiago (Realejo Alto)
1542
1646
5
Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna)
1547
1539
12
Santa Ana (Garachico)
1553
1780
2
San Pedro (El Sauzal)
1554
1595
8
Santa Úrsula (Adeje)
1569
1750
1
San Marcos Evangelista (Icod)
1569
1703
8
San Pedro Apóstol (Vilaflor)
1576
1590
8
FUENTE: Elaboración propia
Tabla 21: TESTAMENTOS
1592
1610
10
Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz)
1594
1508
12
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos)
1603
1570
4
Santa Catalina Mártir (Tacoronte)
1604
1600
13
Santa Ana (Candelaria)
1604
---
---
San Marcos Evangelista (Tegueste)
1606
1669
2
San Pedro (Daute/Garachico)
1606
1550
2
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
1566
8
San Pedro Apóstol (Güimar)
1610
1645
7
Cristo Salvador (La Matanza)
1614
1618
15
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula)
1614
1641
27
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha)
1623
1617
17
San Bartolomé (Tejina)
1626
1603
2
San Antonio de Padua (El Tanque)
1630
---
---
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz)
1631
1682
1
San Juan Bautista (Arico)
1639
1637
6
San Antonio de Padua (Granadilla)
1665
1669
4
Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria)
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
1677
3
San Juan Bautista (Orotava)
1681
1647
6
Ntra. Sra. De la Luz (Guía)
1738
1674
4
San Andrés Apóstol (San Andrés)
1747
1628
2
San Juan Degollado (Arafo)
1795
1725
1
San Joaquín (Fasnia)
1796
1797
1
San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona)
1796
1796
1
San Antonio Abad (Arona)
1796
1837
1
San Francisco de Asís (Sta. Cruz)
1868
1803
1
Parroquia
FECHA INSC
FECHA INIC.
Nº U.I.
Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna)
1530
1632
2629
Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista)
1531
1666
1
Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana)
1540
---
---
Ntra Sra.de la Concepción (Orotava)
1540
1545
11
FUENTE:Elaboración propia
Tabla 22: CAPELLANÍAS
Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo)
1540
1605
11
San Santiago (Realejo Alto)
1542
1605
11
Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna)
1547
1600
43
Santa Ana (Garachico)
1553
1617
16
San Pedro (El Sauzal)
1554
1664
5
Santa Úrsula (Adeje)
1569
1647
6
1569
1628
19
San Pedro Apóstol (Vilaflor)
1576
1638
8
Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria)
1592
1677
3
Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz)
1594
1512
5
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos)
1603
1604
2
Santa Catalina Mártir (Tacoronte)
1604
1621
8
Santa Ana (Candelaria)
1604
---
---
San Marcos Evangelista (Tegueste)
1606
---
---
San Pedro (Daute/Garachico)
1606
1671
3
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
1733
4
San Pedro Apóstol (Güimar)
1610
1614
3
San Marcos Evangelista (Icod)
Cristo Salvador (La Matanza)
1614
1668
3
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula)
1614
1668
5
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha)
1623
1667
5
San Bartolomé (Tejina)
1626
---
---
San Antonio de Padua (El Tanque)
1630
---
---
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz)
1631
1663
6
San Juan Bautista (Arico)
1639
1670
3
San Antonio de Padua (Granadilla)
1665
1647
3
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
1680
3
San Juan Bautista (Orotava)
1681
1687
6
Ntra. Sra. De la Luz (Guía)
1738
1739
3
San Andrés Apóstol (San Andrés)
1747
---
---
San Juan Degollado (Arafo)
1795
---
---
San Joaquín (Fasnia)
1796
1826
1
San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona)
1796
---
---
San Antonio Abad (Arona)
1796
1836
1
San Francisco de Asís (Sta. Cruz)
1868
---
---
FUENTE: Elaboración propia
Tabla 22: CAPELLANÍAS
Parroquia
FECHA INSC
FECHA INIC.
Nº U.I.
Ntra Sra. de Los Remedios (La Laguna)
1530
1632
2629
Ntra Sra. de Los Remedios (Buenavista)
1531
1666
1
Ntra. Sra.de Las Nieves (Taganana)
1540
---
---
Ntra Sra.de la Concepción (Orotava)
1540
1545
11
Ntra Sra.de la Concepción (Realejo Bajo)
1540
1605
11
San Santiago (Realejo Alto)
1542
1605
11
Ntra Sra.de la Concepción (La Laguna)
1547
1600
43
Santa Ana (Garachico)
1553
1617
16
1554
1664
5
Santa Úrsula (Adeje)
1569
1647
6
San Marcos Evangelista (Icod)
1569
1628
19
San Pedro Apóstol (Vilaflor)
1576
1638
8
Ntra. Sra. de la Encarnación (La Victoria)
1592
1677
3
Ntra Sra.de la Concepción (Sta. Cruz)
1594
1512
5
San Pedro (El Sauzal)
Ntra. Sra. De la Luz (Los Silos)
1603
1604
2
Santa Catalina Mártir (Tacoronte)
1604
1621
8
Santa Ana (Candelaria)
1604
---
---
San Marcos Evangelista (Tegueste)
1606
---
---
San Pedro (Daute/Garachico)
1606
1671
3
San Juan Bautista (S.J. de La Rambla)
1610
1733
4
San Pedro Apóstol (Güimar)
1610
1614
3
Cristo Salvador (La Matanza)
1614
1668
3
Santa Úrsula Mártir (Santa Úrsula)
1614
1668
5
Dulce Nombre de Jesús (La Guancha)
1623
1667
5
San Bartolomé (Tejina)
1626
---
---
San Antonio de Padua (El Tanque)
1630
---
---
Ntra. Sra. De la Peña de Francia (Pto. De la Cruz)
1631
1663
6
San Juan Bautista (Arico)
1639
1670
3
San Antonio de Padua (Granadilla)
1665
1647
3
San Fernando Rey (Santiago del Teide)
1680
1680
3
San Juan Bautista (Orotava)
1681
1687
6
Ntra. Sra. De la Luz (Guía)
1738
1739
3
San Andrés Apóstol (San Andrés)
1747
---
---
San Juan Degollado (Arafo)
1795
---
---
San Joaquín (Fasnia)
1796
1826
1
San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona)
1796
---
---
San Antonio Abad (Arona)
1796
1836
1
San Francisco de Asís (Sta. Cruz)
1868
---
---
FUENTE: Elaboración propia
ARCHIVO HAMILTON.
SERIES
LEGAJOS
FECHAS EXT.
Gastos del puerto (en inglés)
1 libro
1819
Cargo y abono
2 libros
1821 1831
"Duelas y arcos de hierro espedidos (sic) y vasos
fabricados"
1 libro
1848 1905
Correspondencia: entrada
135 legajos
1910 1932
Correspondencia: salida
89 legajos
1890 1932
Cash Payments-pagos caja
24 libros
1916 1956
Sundry sales book
71 libros
1916 1955
Libros existencias pedidos y cuentas de vino
16libros
1875 1920
Balance de caja
6 libros
1909 1945
Diario (journal)
84 libros
1900 1940
Mayor
53 libros
1900 1945
Copiadores de cartas (copy books)
66 libros
1891 1961
Inventarios diversos
8 libros
s. XX
Depósito gral. diario
9 libros
1920 1939
Lloyds: certificaciones
4 libros
1909 1920
Petty cash
6 libros
1909 1922
Facturas
69 libros
s. XX
FUENTE:Elaboración propia
TABLA 25 ARCHIVO CASA DE NAVA. Marqueses de Villanueva del Prado
CASA DE NAVA
NOBLEZA Y SERVICIOS
I
1535
NOBLEZA Y SERVICIOS
II
1646-1860
NOBLEZA Y SERVICIOS
III
1698-1820
PATRONATO PROVINCIA DE S. AGUSTÍN
IV
1648-1814
CARTAS FAMILIARES
V
1651-1868
JOVEL-GRIMÓN
VI
1558-1809
ALVARADO- BRACAMONTE
VII
1623-1788
LLARENA
VIII
1660-1792
LLARENA-ALGUACILAZGO MAYOR DE TENERIFE
IX
1643-1808
SALAZAR DE FRÍAS
X
1655-1879
CASA DE NAVA Y ALIANZAS
AGUILAR-PONCE DE LEÓN
PORLIER
BENÍTEZ DE LUGO
PÉREZ DE BARRADA
CASA DE NAVA: VI Marqués de Villanueva del Prado
PRODUCCI
ONES
LITERARIAS
XI
1787-1819
TRABAJOS GENEALÓGICOS
XII
S.F
ASUNTOS
POLÍTICOS
Aldea de San Nicolás
XIII
1700-1824
Personería General
XIV-XV
1788-1814
Montepío de Labradores
XVI
1788-1814
OBISPADO DE TENERIFE
XVII
1782-1820
JARDÍN BOTÁNICO
XVIII
1788-1820
JUNTA SUPREMA DE CANARIAS
XIX-XXII
1808-1819
UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA
XXIV-XXVII
1710-1837
FUENTE: Elaboración propia
1.-Farge, Arlette: La atracción del archivo. Edicions Alfons El Magnánim. Institució Valenciana D’Estudis i Investigació. Valencia, 1991
2.-Gallego Domínguez, Olga. López Gómez, Pedro: Introducción a la archivística. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco.
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8.- Benito Fernández, Soledad y otros: Manual del Alcalde. Banco de Crédito Local de España. Madrid, 1986.
9.- Cortés Alonso, Vicenta: Manual de Archivos Municipales.2ª ed. ANABAD. Madrid, 1989.
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18.- A:H. P. de Santa Cruz de Tenerife. Mancomunidad Interprovincial. Comisión Permanente. C 48
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22.- González Sánchez, Julio: Obispos y Vicarios Capitulares de la Diócesis de Tenerife. Inédita.
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26.- González Sánchez, Julio: ob.cit.
27.- Rubio Merino, Pedro: ob. cit
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29.- Ley 3/1990 de Patrimonio Docuemntal y Archivos de Canarias. art.1º ( B.O.C. nº 27, de 2 de marzo).
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31.- Fernández Catón, José María: Ob.cit.
32.- Ruíz Benítez de Lugo Mármol, Mª del Carmen: privados en Canarias VII Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote. En
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33.- Guimerá Ravina, Agustín: 1837-1985. Hamilton y Cia. Santa Cruz de Tenerife, 1989.
34 .- Archivo de la Casa de Nava. T 2º. Nobleza y servicio. doc 2º.
35.- Guimerá Ravina, Agustín: Burguesía extranjera y comercio Atlántico: La empresa comercial irlandesa en Canarias (1703-1771). Santa
Cruz de Tenerife, 1985
LOS ARCHIVOS DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS SU IMPORTANCIA,
VALORACIÓN Y CENTROS.
ENRIQUE PÉREZ HERRERO
ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL LAS PALMAS
1- INTRODUCCIÓN
Escriptura es cosa que aduze todos los fechos a remembrança: e porende los escriuanos,
que la han de fazer, ha menester que sean buenos e entendidos. (Partida 2-IX-VIII)
Hasta el presente no se ha hecho una valoración completa de los archivos canarios ni,
por consiguiente, del Patrimonio Documental de la Provincia de Las Palmas. Con ello
no pretendemos confundir el animo del lector con la esperanza de encontrar en las
páginas subsiguientes la respuesta a este vacío, que cada vez se hace más imperdonable.
La verdadera historia de los archivos canarios y la personalidad de sus fondos aún está
por nacer, aunque podemos decir con cierta ilusión que su gestación ha nacido bajo esta
pluma, pluma modesta pero esperanzada, que sólo espera contar con la tinta y el tiempo
suficiente para ver madurar el fruto.
En este trabajo pretendemos avanzar en el camino, valorando y comentando el estado de
ciertos archivos y sus fondos: los municipales, los parroquiales y el Archivo Histórico
Provincial. Por lo tanto, queda fuera de estas aulas un grupo numeroso de archivos de
otras titularidades, de los que nos ocuparemos en otro momento. Se han elegidos los tres
tipos de archivos mencionados, tomando como base el deseo de conocer los centros
principales en los que se custodia documentación de interés para la investigación
histórica, aun a sabiendas de que existen otros archivos muy importantes para la
confección de la historia más inmediata.
En definitiva, estas líneas tienen como objetivo principal, no el único, ofrecer al
historiador una visión de conjunto de los principales archivos existentes en la Provincia,
algunos de ellos más bien depósitos de documentos que centros archivísticos. La
valoración del estado de los archivos estudiados, lo que nos dará las necesidades a
implantar, los logros obtenidos hasta la fecha y las deficiencias, no podría faltar para
con ello contribuir al conocimiento pleno del estado real en el que se inscribe nuestro
Patrimonio Documental.
Unas conclusiones resolverán teóricamente los puntos deficitarios detectados, y
ayudarán para marcar una política archivística general, ya de responsabilidad de
políticos y administradores, que no tanto de archiveros e investigadores.
Mas todo ello no tendría explicación alguna si antes no dedicásemos algunas líneas a
justificar la importancia que los documentos tienen, a comprender la importancia de los
archivos, a aclarar que la Historia no es posible sin los dos primeros postulados y a
demostrar la necesidad de valorar el Patrimonio Documental de cara a su conocimiento
exacto y puntual.
LOS DOCUMENTOS, LOS ARCHIVOS Y LA HISTORIA
La importancia de los documentos y la necesidad de su conservación:
No es la primera vez que en aulas similares a la presente traemos a colación la
importancia que el Patrimonio Documental representa para las sociedades que
directamente describe y para los pueblos y sus gentes a nivel general. Asimismo, ya
hemos hecho hincapie en el espíritu de intranquilidad que ha eclosionado recientemente
en defensa de la integridad física, control, difusión, uso y disfrute de los testimonios
escritos, productos éstos emanados del afán del hombre por dejar constancia permanente
de sus relaciones, de sus derechos adquiridos, de sus obras y vidas. Igualmente nos
hemos detenido en la importancia que los documentos tienen como perfectas
manifestaciones meditadas de la voluntad del hombre, originadas por lo que hoy se
viene denominando fenómeno de la comunicación, como solución estimable para la
transmisión de los derechos adquiridos, como eficaces herramientas para la consecución
del procedimiento administrativo, como "remembrança de las cosas passadas"36, y, en
definitiva, para fijar los mensajes lingüísticos, a todas luces procesos acústicos
temporales, perecederos e irrepetibles.
A nadie (o a casi nadie) se le escapa ya la importancia y el interés de los documentos.
Por tanto, hay que conceptuar al Patrimonio Documental Canario como la memoria de
nuestra comunidad, como el sedimento fosilizado de su historia, como el archivo
definitivo de nuestro recuerdo. Así, quien la destruye, quien la cercena o, simplemente,
quien la oculta premeditadamente o indirectamente por ausencia o retardo en su difusión
o dificultosa accesibilidad, atenta contra la comprensión de nuestro devenir37.
No obstante el reconocimiento generalizado sobre la importancia de los documentos y
sobre la necesidad de su conservación, poco se ha hecho al respecto, por lo que no
debemos considerar anacrónicas las palabras, tristes palabras, que D. Antonio López
Botas escribió en 1879 refiriéndose a los archivos canarios, los cuales
"desgraciadamente yacen hoy, en su mayor parte, hacinados sin orden y concierto en
olvidadas localidades, siendo pasto del tiempo, del polvo y de la polilla... como si los
intereses generales de la Provincia, del Municipio y de las familias no mereciesen sino
olvido e indiferencia"38. Este lamento se podría hacer extensible a hoy, como en los
archivos municipales, salvo honrosas excepciones laguneras, en la mayoría de los
archivos parroquiales, etc., que siguen en un letargo e inmovilidad peligrosos.
El archivo, centro de conservación:
Los documentos necesitan un marco idóneo en el que residir, organizarse y servir a las
administraciones, a los administrados y a la investigación. Y este marco no es otro que
el archivo, entendido siempre bajo el trinomio de institución, continente y contenido.
Trinomio cuya existencia nos transmite el concepto verdadero y único del significado de
la palabra, pues de adolecer simplemente de alguno de estos tres soportes, el trinomio se
descompensa y fenece por lo tanto, y el concepto de archivo desaparece, se volatiliza,
dando paso a alguna otra cosa, como por ejemplo, depósito de papeles, almacén con
documentos sin ningún futuro y productividad, etc., pero nunca archivo, como es
corriente y ofensivo escuchar en boca de los responsables de algunas administraciones
públicas.
Por tanto, podemos seguir pensando que el archivo es la única solución posible, no sólo
para la conservación material de la masa documental de un país, región comunidad,
localidad o institución, sino también para algo igualmente fundamental e ineludible,
como es su organización y uso, dado que el patrimonio documental no es cosa inerte o
lujo banal, sino todo lo contrario. Este aserto nos lo demuestra la propia Historia, por
cuanto nos habla de la tradición milenaria en la búsqueda de una fórmula que permita
alcanzar la solución adecuada para el buen recaudo y acondicionamiento de los
documentos, que no es otra que el Archivo.
La usanza, la norma, la costumbre de conservar los documentos nos vienen a probar la
necesidad de mantenerlos como pruebas fehacientes de los derechos adquiridos, como
instrumentos insustituibles para la defensa de los intereses, y como herramientas de
gestión necesarias para la validez de la actuación pública, económica, administrativa y
cultural. De ello emana la utilidad de su conservación, rendimiento que se manifiesta a
través de la dilatada vida de los archivos, vida que corre paralela y cercana a la
aparición de los documentos, al menos desde el momento en que surge la necesidad de
su conservación. Sólo a través de su historia y evolución, podremos comprender que no
es una creación graciosa o caprichosa, sino algo pragmático y eficaz. En resumen, la
Historia nos viene a demostrar que la necesidad de los archivos para conservar los
documentos producidos es un hecho que hay que admitir, y que la legislación antigua y
contemporánea sobre este extremo no persigue más que reglamentar e institucionalizar
una situación ya creada.
Y volviendo la vista a Canarias, en concreto a las Ordenanzas de la Real Audiencia
(1531, copia de 1775), podemos comprobar este deseo cuando en ellas leemos que "en
la Audiencia ay una sala contigua a la del Acuerdo compuesta fuera de ella a donde se
ponen y guardan los procesos terminados en todas instancias conforme a las Leyes del
Reyno... y que para buscar y sacar los pleytos del archivo se ha de entender con el
archivero... y ha de estar muy limpia la pieza del archivo"39. Estas disposiciones no
lograron el deseo pretendido de concienciar a los responsables de nuestros archivos en
la necesidad imperiosa de su conservación y orden, pues los siglos se sucedieron sin
comprender su alta conveniencia social y su personalidad de puente de unión entre lo
pasado, lo presente y lo por venir. Y volviendo a la pluma de López Botas leemos con
desasosiego que "el Archivo General del Tribunal de la Audiencia se halla en tal estado,
que la mayor parte de los protocolos se hallan reducidos a polilla, desencuadernados,
repelados o incompletos, sin guardarse siquiera en ellos el orden de fechas; y en local
tan poco aparente, tan poco ventilado y tan desaseado, que causa dolor y vergüenza"40.
Si traemos a colación el ejemplo de este riquísimo archivo, no es por ninguna otra razón
que la sincera y alegre de poder decir hoy que dicho fondo se ha salvado de la
incertidumbre y del olvido tras su transferencia, catalogación, ordenación y descripción
(ésta en vías de terminarse) al Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. No podemos
decir lo mismo de otros archivos, que siguen en el mismo lamentable estado que hace
años, como si el tiempo y la evolución no los afectase para nada, por lo que, por el
momento, no queremos ni nombrarlos.
El interés público reclama actuaciones conducentes a realizar lo no acometido hasta el
momento, y son nuestras autoridades, corporaciones y responsables en esta línea de
cosas a los que incumbe trabajar con ilusión y empeño para rescatar el patrimonio
documental del olvido, para ponerlos al uso de cuantos lo reclamen, para subsanar las
faltas, para evitar que el desorden y los males que aquejan a nuestros archivos no
aumenten día a día y para que no se sigan destruyendo testimonios cargados de
recuerdos, de comprobaciones y de enseñanzas.
Al margen del abandono sintomático, más por razones de incuria que de
convencimiento, desde tiempos remotos se han venido disponiendo normas, leyes,
reglamentos, recomendaciones, etc., para el buen gobierno de los archivos y para la
defensa de los documentos, sin haber alcanzado los frutos apetecidos41. Sólo recordar
dos de las leyes que inciden crucialmente al presente en el mundo de los documentos y
de los archivos, como lo son la Ley del Patrimonio Histórico Español42 y la Ley del
Patrimonio Documental y Archivos de Canarias43, ambas de interés indudable para la
defensa, conservación y organización del Patrimonio Documental Canario.
El archivo, centro de investigación y estudio:
No sólo los archivos se han de entender como centros de custodia y de permanencia de
documentos, testimonios de las actividades y de la vida de los hombres, sino que
además han de cumplir un beneficio social de estudio y de investigación. En otras
palabras, han de ser útiles a las sociedades que describen, bien para rememorar el
pasado o bien para testimoniar una relación entre administrados y administración. La
finalidad de los archivos no alcanza su máximo nivel hasta que no se proyecta hacia el
exterior, fin pragmático que justifica y da valor a los otros objetivos, como lo son la
recogida de la documentación útil como parte de los bienes culturales de un país, la
conservación segura y ordenada de los fondos recibidos, la organización inteligente de
sus fondos con arreglo a la estructura genética de los documentos, la descripción de los
mismos para posibilitar su uso de cara a la información, y la difusión de su contenido
para que la gente sepa de sus existencia y de los recursos que se le ofrece. Todo ello, por
tanto, no se explica si no se persigue un fruto último, como lo es el uso y la
investigación de los documentos custodiados. El uso de los documentos se hace posible
sólo a través de los archiveros, pues su oficio no se comprende en toda su extensión si,
además de custodiar y organizar los documentos, no "guardan los papéles para dár
cuenta de ellos quando se necessiten"44. Este fin utilitario de nuestro Patrimonio
Histórico justifica todas las medidas de protección, que "sólo cobran sentido si, al final,
conducen a que un número cada vez mayor de ciudadanos pueda contemplar y disfrutar
las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo"45. Y de este criterio
renovador nace la moderna definición de archivo, que va a suplantar al antiguo concepto
de mero "lugar público donde se guardan los papeles e instrumentos originales, en que
se contienen los derechos del Príncipe y particulares, dándoles mayor fe y autoridad la
circunstancia del lugar"46, por el lugar custodio de documentos y, además, centro de
investigación: "Se entiende por archivos el conjunto orgánico de documentos o la
reunión de varios de ellos, completos o fraccionados, producidos, recibidos o reunidos
por las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, con fines de gestión
administrativa, información o investigación histórica, científica o cultural"47.
Este fin no se logra si antes no se han realizado las operaciones anteriores, previas a la
localización y consulta de los documentos. Un archivo con fondos no organizados y no
descritos es un archivo mudo, ciego, inservible, que oculta información y reduce, por no
decir impide, la investigación. Y tanto es así, que uno de los criterios a la hora de elegir
el nivel de descripción es la demanda de los investigadores. Los usuarios condicionan la
elaboración del instrumento de información, ya que a ellos va dirigida la descripción de
los documentos. A la Administración le basta con poder localizar el documento, pero al
investigador no le es suficiente, ya que precisa una información más completa,
exhaustiva. El archivero, pues, es un servidor del usuario de los archivos. Para él
trabaja.
De estas aseveraciones entresacamos la siguiente conclusión: la investigación justifica
la organización de los fondos, su aséptica conservación e instalación y su oportuna
descripción; y los archivos así organizados posibilitan el uso de los documentos para la
investigación de nuestro pretérito. Es un binomio cuyos elementos se necesitan
mutuamente para justificar un todo.
Los archivos se convierten, de tal suerte, en "silos y talleres para la ciencia en general y
para la Historia en particular"48. Silos en los que no se pueden entremezclar los granos,
lo que en Archivística se conoce bajo el término de "principio de procedencia", ni
permitir la entrada a roedores y otros agentes destructores (bibliófagos, humedad, fuego,
robo). Los archivos se constituyen en la memoria de los pueblos, memoria olvidadiza
que necesita de un auxiliar para hacerla fija, permanente y duradera, por lo que "fue
menester que fuesse fallada scriptura, porque lo que antes fuera fecho, non se oluidase,
e supiessen los ome por ella las cosas"49. Esta condición fue reconocida desde antiguo,
al igual que la necesidad de dejar por escrito los actos en evitación de su desaparición,
ya que la "antiguedad de los tiempos, es cosa que faze a los omes oluidar los fechos
passados"50. No es infrecuente leer en los preámbulos de muchos documentos la
benignidad de dejar constancia por escrito de las relaciones humanas, en especial, de las
transmisiones patrimoniales, con éstas u otras palabras similares: "ea que fiunt in
tempore a memoria elabuntur nisi scripture beneficio perhennentur"51. Los
historiadores se sirven precisamente de esa prudencia en dejar los testimonios inmersos
en soportes más o menos permanentes, pues sólo a través de ellos pueden conocer,
comprobar, cotejar e incluso corregir la Historia de nuestros antepasados, que da vida a
la nuestra o, al menos, nos la explica. Este extremo queda perfectamente claro en la Ley
del Patrimonio Documental y Archivos de Canarias, pues se considera a los archivos
como "la memoria de las mismas (de las instituciones y de las personas de nuestra
comunidad) y como tal deben estar al servicio de los ciudadanos, tanto en el ámbito de
la gestión administrativa, como en el de la investigación histórica y la actividad
cultural"52. Y una vez dentro de su articulado, el Título Cuarto defiende la consulta
libre de los archivos constitutivos del Sistema Canario de Archivos y el acceso a la
información en ellos contenida (art. 26), salvo en los casos regulados
reglamentariamente.
Los historiadores son auténticos arqueólogos de la palabra y del pensamiento; buscan
sus huellas fosilizadas en el pergamino y en el papel, fósiles que se encuentran
decantados en los depósitos de los archivos; y las herramientas que emplean para su
localización y valoración no son otras que los instrumentos de descripción que los
archiveros ponen a su alcance. Los archivos custodian y conservan el patrimonio
documental, los archiveros los organizan y ofrecen a los investigadores, y éstos valoran,
critican y analizan la información en ellos contenida para la reconstrucción de nuestro
pasado olvidado. Por ello vemos que los archivos están estrechamente ligados a la
investigación histórica, y que los archiveros, los fondos documentales y sus
correspondientes instrumentos de descripción juegan un papel inexcusable en el
desarrollo de la información. Los archivos deben, por lo tanto, facilitar a los usuarios y
público en general los catálogos, inventarios, ficheros y bibliografía actualizados para
resolver cualquier trabajo de búsqueda de datos, tanto para el investigador como para la
consecución de las tareas administrativas, que cada vez requieren, éstas últimas, un
mayor apoyo por parte de los archivos administrativos, de los intermedios o generales y
de los históricos o definitivos. La Historia no puede resolverse sin acudir a los archivos.
No es suficiente un conocimiento superficial o aproximado de un país, de una región o
de un pueblo, por lo que es obligado consultar e interpretar los documentos de la época
y del lugar que se pretende estudiar, testimonios escritos que nos ilustran de las
costumbres, de la legislación, de las actividades comerciales, de las creencias religiosas,
de los movimientos de población, de las actividades políticas y de un larguísimo
etcétera. No es difícil comprender, por lo tanto, que los archivos se hacen
imprescindibles por ser depósitos de información, que pacientes y silenciosos esperan el
momento de prestar importantes servicios al investigador que con cautela los visita, los
consulta, los usa.
Por otra parte, la integración de los archivos en la vida administrativa y cultural, la
modernidad de la metodología y de los instrumentos de descripción, obligan a los
archiveros a abandonar su erudición de otras épocas para dedicar su tiempo y esfuerzos
a las innumerables tareas de gestión y de organización de sus centros de trabajo. De
gestión, porque cada vez más el archivero se ve arrastrado por las labores
administrativas a que se le obliga (contactos con la Administración de que depende;
confección y defensa de los presupuestos anuales, etc.); y de organización, pues de él
dependen las programaciones y proyectos a desarrollar (exposiciones documentales,
servicios educativos, adecuación de los locales a las modernas soluciones de
conservación, instalación, vigilancia y seguridad, microfilmación y digitalización de
fondos, etc.). Por desgracia, cada vez más, se ve arrastrado por la actividad y la
agitación de la vida moderna, que aumenta la producción documental y el número de
transferencias, todo lo cual ha de asimilar con rapidez y exactitud para poder ofrecer un
exacto y pronto servicio.
Si los archivos son centros de investigación histórica, los archiveros se encuentran ante
una doble responsabilidad. De una parte, se han de esforzar en la organización y control
de los fondos de que son custodios; de la otra, deben ser auténticos asesores de los
usuarios que requieran de sus consejos y orientaciones. De este contacto entre ambos
profesionales, se genera un evidente enriquecimiento mutuo. El archivero, a través de
este relación productiva, alcanza a comprender las necesidades de los investigadores y
la evolución o cambio que sufren la metodología y los objetivos historiográficos,
cambios cualitativos que habrán de alcanzar eco en los instrumentos de descripción. Por
contra, el investigador halla en el archivero un guía óptimo para localizar los
documentos que le son necesarios, y un asesor en la búsqueda de temas de investigación
arropados por abundante documentación, o para ponerse en guardia ante las dificultades
y desilusiones que supone una línea de investigación a desarrollarse sobre una o unas
fuentes documentales fragmentarias y sin la continuidad suficiente para la comprensión
del tema a dilucidar53.
Es más, no son sólo puntos de conservación y guarda de documentos y centros de
investigación, sino también lugares de estudio y de preparación de estudiantes
universitarios y de futuros historiadores. Los podemos conceptuar como auténticos
gimnasios donde adquirir una profunda preparación sobre paleografía, diplomática,
sigilografía y otras ciencias auxiliares de la Historia. Por ello, los archivos deben estar
preferentemente próximos a las Universidades, mimar a sus profesores y atraer a sus
alumnos, pues éstos son mayoritariamente los visitantes asiduos a las salas de
investigación de los archivos, aserto que estadísticamente se puede demostrar.
El archivo y la tradición oral:
No hay que olvidar otra tradición de transmisión, quizá más antigua, pero más fungible
y manipulable, como es la oral. En un primer momento, se identifica como el vehículo
de las leyendas, por lo que es repudiada por los eruditos humanistas e historiadores
academicistas, quienes sólo ven la verdad de los hechos en la letra impresa. Bien es
verdad que esta modalidad de fuente informativa tuvo su importancia y se mantuvo viva
hasta hace poco54. No obstante, el deseo y la necesidad de convertir las noticias orales
en algo tangible y perdurable, tras la desaparición del emisor o cifrador, obligó desde
antiguo a volcarla en un soporte material permanente, a través de unos signos gráficos o
códigos que representaran los objetos y conceptos abstractos (pictografías e ideogramas)
o los sonidos y fonemas cargados de significado (alfabeto fonético). De tal suerte,
emitido el mensaje, desaparecido el emisor o emisores, permanece la noticia, que puede
ser comprendida en cualquier momento y lugar, duplicada con toda exactitud e, incluso,
transportada a largas distancias sin temor a modificaciones de cualquier índole. El
documento escrito suplanta y anula al documento oral, convirtiéndose el primero en la
perfecta memoria de los pueblos, concepto que se mantiene en la actualidad pues,
aunque hayan cambiado los soportes, no ha sido sustituido por otra solución más eficaz.
La historiografía oral actual (diríamos que de moda hoy) reconoce la importancia de la
fuente oral, pero la congela de inmediato para su manejo y control, primero en cinta
(entrevista) y luego en papel (transcripción o registro del discurso). Se convierte el
mensaje lingüístico en estructura material, en documento escrito. En otras palabras, se
convierten las señas fonéticas o sonoras portadoras de información emitidas por un
emisor, en un código gráfico soportado por un canal material permanente. A la postre, el
documento tradicional aparece de nuevo al final del proceso, con lo que prepondera la
afirmación de todos conocida de que "sin documentos (los escritos evidentemente) no
hay historia". Y este documento tradicional final es el único medio sobre el que ejercer
el análisis crítico esperado. Katia Braum considera la benignidad del documento escrito
obtenido, pues es el acceso más común al documento oral, ya que presenta tres ventajas
a considerar: facilita el trabajo de análisis de contenido, es un testimonio tangible del
trabajo realizado y es una manera de mejorar la entrevista gracias a los detalles
complementarios que suscita la relectura de la primera versión55.
Para terminar, decir que la tradición oral se convierte en tradicional por reconversión,
con lo que llegamos al punto de partida de estas disquisiciones. No obstante, toda
expresión oral recogida en cualesquier de los soportes materiales posibles se conceptúa
como documento por la Ley 3/1990, del Patrimonio Documental y Archivos de
Canarias y, por tanto, su lugar de residencia conveniente es el archivo: "Se entiende por
documento... toda expresión en lenguaje oral o escrito, natural o codificado, recogida en
cualquier tipo de soporte material, incluidos los mecánicos o magnéticos".
NECESIDAD DE LA VALORACIÓN DEL PATRIMONIO DOCUMENTAL
Desconocimiento del Patrimonio Documental Canario:
Llegados a este punto, una vez comprendida la utilidad de los documentos y la
necesidad de los archivos como perfectos laboratorios de historia, vemos que queda
plenamente justificada la obligatoriedad de valorar y conocer nuestro patrimonio para, a
renglón seguido, proceder al diseño de un programa archivístico de control y
descripción de los fondos documentales que lo configuran, sea cual sea su titularidad,
cronología, ubicación y estado de conservación, instalación y accesibilidad.
¿Conocemos con detalle todos estos extremos?. ¿Podemos informar al investigador
dónde se encuentran las fuentes documentales que le son de interés para elevar a tesis
las hipótesis que le mueve en sus investigaciones?. La respuesta se nos presenta fácil.
No se pueden facilitar las fuentes documentales hasta sus últimas consecuencias,
simplemente porque se desconocen. Por tanto, la primera medida a adoptarse es la de
fijar en el espacio y en el tiempo los fondos documentales, como los pecios y
yacimientos en las cartas arqueológicas o las hospederías en las rutas de viaje, si se me
permite el símil. Por el contrario, el investigador en archivos carece de esta orientación
a la hora de proceder a la confección de su programa de estudio, por lo que se ve
desorientado a la hora de consultar los archivos, los fondos y las colecciones. El norte
de su buen rumbo lo ha de ir analizando constantemente para no ir a la deriva, ya que no
se le brinda la posibilidad de apoyarse en una exacta carta de navegación en la que se le
señalen los puertos y los bajíos, es decir, los archivos con la documentación que precisa
en su investigación y los que no aportan documentación relevante para lo mismo. Esta
orientación, denominada carta arqueológica por unos (los conservadores de museos),
inventario histórico-artístico por otros (historiadores del arte), está perfectamente
nombrada y definida en el ámbito del patrimonio que nos ocupa (el documental), y que
no es otra que el llamado Censo de los Archivos.
A nadie se le escapa ya que a la hora de diseñar una política archivística, comunitaria en
nuestro caso, se ha de contar de antemano con el conocimiento exacto de la realidad del
campo de actuación, lo que nos lo ofrece el simple pero no fácil hecho de conocer la
personalidad que caracteriza a los archivos radicados en el área de la acción, entre cuyos
aspectos cabe señalar la localización, la titularidad, los fondos, el volumen, el estado, la
organización, la accesibilidad y demás información que se precise pertinente. El censo
de archivos es la herramienta que nos ofrece estos datos.
El censo de archivos:
El censo anunciado viene a llenar las lagunas de información y a evitar el
desconocimiento lamentable sobre nuestros archivos y fondos. El censo pretende
localizar y describir en su conjunto cada uno de los archivos existentes, como un mapa
de minería señala los centros mineralógicos y su producción. El censo de archivos, en
otras palabras, es un instrumento de descripción no propio de ninguna de las edades de
los archivos, que nos ofrece una valoración global del patrimonio documental de un
país, región, comunidad autónoma, localidad, etc., dependiendo del alcance que se le
quiera dar. Nos facilita una primera aproximación a la masa documental producida,
recibida y conservada por las diferentes administraciones y entidades públicas o
privadas. Como instrumento de descripción que es, ofrece al usuario de forma
sistemática, aunque no de forma exhaustiva, los archivos y sus secciones, series, datas
crónicas extremas, entre otros datos, todo lo cual ofrece una primera información sobre
las fuentes documentales susceptibles de ser consultadas. No obstante lo dicho, el censo
es algo más, pues se puede conceptuar como medida de control; como solución eficaz
de cara a la conservación, información y valoración del patrimonio documental; como
herramienta imprescindible para la confección de otros descriptores; y como
instrumento político, muy en boga éste último en la actualidad56.
El censo de archivos se puede definir como un "instrumento de control y difusión,
actualmente automatizado, que permite reunir y coordinar la información sobre archivos
y fondos documentales que forman el Patrimonio Documental, y sobre su
accesibilidad"57. Según el "Mapa de necesidades culturales", de acuerdo con los datos
obtenidos del Censo de Archivos del Ministerio de Cultura, existen en España más de
33.500 archivos censados, generados por un amplio espectro de organismos y entidades
públicas y privadas en el desempeño de su actividad58. Tristemente sólo dos de los
archivos canarios, los Históricos Provinciales, están incluidos en este elevado número,
por lo que quedan fuera del censo prácticamente la totalidad de los archivos canarios,
ausencia que se intenta remediar en parte al presente.
El censo de los archivos canarios:
En Canarias, desde el año de 1894 hasta la actualidad, se han producidos varios intentos
de censos, aunque ninguno de ellos alcanzó los resultados apetecidos, bien por ausencia
de constancia en la culminación de los proyectos, bien por haber sido intentos simples
carentes de un criterio unificador o de diseño operativo59. No obstante, no fueron los
esfuerzos improductivos, ya que favorecieron la sedimentación de un estrato potente de
conciencia sobre el que se erigiría más tarde el verdadero censo, es decir, el censo
supeditado a una estructura racional y definida de antemano, a unos plazos de actuación,
a una coordinación e inspección, y apadrinados por organismos oficiales de máxima
competencia. En 1994, la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de
Canarias inició el censo del Patrimonio Documental en las siete islas, aunque por
razones obvias nos vamos a referir exclusivamente a las actuaciones desarrolladas en la
provincia de Las Palmas (Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura). El proyecto, en su
primera fase, se inició con el censo de los archivos municipales, esos gran ignorados.
Para ello se contrató a tres censoras, una por isla60, coordinadas por el director del
Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. El cuestionario de recogida de datos fue el
diseñado por el C.I.D.A., dada su proyección universal a través de la base de datos del
Ministerio de Cultura consultable desde cualquier terminal informática de los Puntos de
Información Documental (P.I.C.)61.
Igualmente se han censado los parroquiales, aunque solamente los de la isla de Gran
Canaria por el momento. Este segundo censo ha sido subvencionado por la Fundación
Mapfre Guanarteme, en la misma línea de trabajo y de coordinación que en los
anteriores62.
A estos archivos censados hay que sumar el Archivo Histórico Provincial de Las
Palmas, que fue el primero, hace ya algunos años, que recibió esta atención , y se
incluyó en la base de datos del Ministerio de Cultura, consultable por los Puntos de
Información Cultural.
No obstante, quedan otros muchos por censar, aunque se recogen en el proyecto general,
como los archivos de los Cabildos Insulares, los de la Administración Central Delegada
y los judiciales (salvo el de la Delegación de Gobierno de Canarias y el del Tribunal
Superior de Justicia en Canarias, por haber sido transferidos en su totalidad al Archivo
Histórico Provincial de Las Palmas, en cuyo censo se incluyen), los del Gobierno de
Canarias, el Archivo Catedralicio y el Diocesano (para los cuales no se nos facilitó la
preceptiva autorización), los particulares y familiares (de inmediata confección, de
prosperar conversaciones y contactos), los institucionales como el del Museo Canario,
Gabinete Literario, Sociedad Económica del País, los de los heredamientos de aguas
(que los hay muy interesantes e importantes), los de asociaciones y fundaciones, los
archivos de empresas, etc.
Esta primera aproximación de la masa documental de nuestros fondos en modo alguno
ha de ser el objetivo final y último, sino el punto de arranque para seguir profundizando
en la comprensión de la personalidad de nuestros documentos y archivos. Se habrá de
continuar el camino con la confección de otros descriptores más profundos, como las
guías (descripción de los archivos y sus secciones), los inventarios (ídem de las series
documentales), los catálogos (ídem de los documentos) y los índices o entradas rápidas
a la información (localización de sustantivos o expresiones substantivadas con fuerte
carga informativa63). Si bien, el censo es responsabilidad de la Administración, los
instrumentos de descripción citados los han de confeccionar los profesionales, los
archiveros.
LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS
LA PROVINCIA Y SU TERRITORIO:
La provincia de Las Palmas es una de las dos que constituyen la Comunidad Autónoma
de Canarias. Las Palmas es la provincia occidental de la Comunidad, y está formada por
las islas de Gran Canaria (1.560,10 km2), Fuerteventura (1.659,71 km2) y Lanzarote
(845,90 km2), con una superficie total de 4,065,71 km2. Está dividida en 34 municipios,
de los que 21 corresponden a la isla capitalina de Gran Canaria (Agaete, Agüimes,
Artenara, Arucas, Firgas, Gáldar, Ingenio, Las Palmas de Gran Canaria, Mogán, Moya,
San Bartolomé de Tirajana, San Mateo, San Nicolás de Tolentino, Santa Brígida, Santa
Lucía de Tirajana, Santa María de Guía, Santa Cruz de Tejeda, Telde, Teror,
Valsequillo, Valleseco), 6 a la Fuerteventura (Antigua, Betancuria, La Oliva, Pájara,
Puerto del Rosario, Tuineje) y 7 a la de Lanzarote (Arrecife, Haría, San Bartolomé,
Teguise, Tías, Tinajo, Yaiza).
El número actual de habitantes en la provincia es de 832.447, acaparando Gran Canaria
el mayor porcentaje de población, siguiendo Lanzarote y Fuerteventura.
POBLACIÓN DE DERECHO REFERIDA A 1 DE ENERO DE 1994[29.Datos
facilitados por la Delegación Provincial de Las Palmas del Instituto Nacional
deEstadística.]
GRAN CANARIA
FUERTEVENTURA
LANZAROTE
Agaete 5.461
Arrecife
Antigua
2.714
Agüimes
17.513
Haría 3.164
36.783
Artenara
1.142
6.284
A rucas
*
San Bartolomé
9.156
La Oliva
Teguise
9.279
Pájara 6.055
Firgas 6.152
Tías
9.817
Gáldar 22.081
Tinajo 3.615
Tuineje
7.599
Ingenio
22.884
Yaiza 3.296
Mogán 10.772
Moya 8.388
Las Palmas de G.C
371.787
S. Bartolomé de Tirajana
34.098<>
San Nicolás de Tolentino
8.409
Santa Brígida *
Santa Lucía
36.831
Santa María de Guía *
Tejeda 2.441
Telde 84.078
Teror 11.276
Valsequillo
7.136
Valleseco
4.457
San Mateo
*
(*) No se dispone de cifras a 1/01/1994.
[MAPA DAS ILHAS]
PROVINCIA DE LAS PALMAS
Presunción es intentar demostrar la utilidad de los archivos municipales como centros
de información de cara, al menos, a la historia local, por ser tema ya hartamente tratado.
No obstante, no queremos dejar pasar la oportunidad para hacer constar que la
confección del censo y su valoración nos permitirá evaluar, en primer lugar, la
documentación conservada y, en segundo lugar, la documentación esperada y no
hallada, lo que nos habla evidentemente de información perdida por una u otras causas.
Desafortunadamente, en la mayoría de los municipios, se ha perdido documentación por
desidia, falta de conciencia hacia el patrimonio documental, accidentes, reciclaje de
papel, guerras, inundaciones, riadas, incendios, termitas, etc. El esmero en la
conservación de lo que queda, por lo tanto, ha de ser más fuerte y de mayor
responsabilidad, en evitación de que desaparezca la documentación que ha escapado
incólume a los hechos luctuosos mencionados.
La identidad del municipio está constituida esencialmente por su pasado, pasado que se
perpetúa y se hace vivo a través de los documentos que de él hablan. No es difícil
comprender que este tipo de documentación haya sido defendida desde antiguo por la
formulación legal al respecto que, desde antiguo hasta nuestros días, se ha venido
sucediendo con idénticas finalidades. Probablemente la primera disposición legal sobre
estos archivos haya que encontrarla en la Pragmática del 9 de junio de 1500, en la que
se especifica que se pongan "a buen recaudo" las escrituras y demás documentos
generados por los concejos. Desde ese momento se fue sucediendo un sinnúmero de
disposiciones particulares a estos archivos, que duraron hasta el siglo XX, en que se les
somete a la legislación general sobre Patrimonio Documental65. De todo ello podemos
comprender no sólo su propia existencia, sino también el interés que en todo momento
han supuesto y suponen para nuestro tesoro artístico, su importancia como testimonios
eficientes de las actividades administrativas que configuran nuestro país, como
constancia irrefutable de los derechos adquiridos por los ciudadanos, y como eco de un
pasado no olvidado precisamente por la existencia de documentos que de él nos habla y
a él nos permite acercarnos.
Los ayuntamientos son las instituciones político-administrativas que conservan los
fondos documentales más antiguos de su municipio, sin olvidar a los archivos
parroquiales. Por otro lado, es frecuente encontrar, a nivel nacional, documentación
ajena a los mismos por haberse hecho cargo de la documentación producida por
instituciones desaparecidas. Este caso no es frecuente en nuestra Provincia, aunque sí se
da en el archivo de Puerto del Rosario (Fuerteventura), que conserva documentos del
Consejo, de la Junta Local y de la Jefatura Local del Movimiento, documentación sobre
Señales Marítimas y de otras titularidad de la Administración de Justicia.
Así pues, los archivos municipales son la memoria insustituible de los ayuntamientos
que los han producido y el espejo que sabe captar de forma permanente las vicisitudes
de la vida de los municipios, de sus corporaciones y de sus gentes. Y la calidad de
dichas vicisitudes va en consonancia con la cantidad de los fondos conservados. Es por
ello por lo que se hace necesaria, u obligada en caso de desidia concejil, su
conservación. Y si fuese necesario "que hagan arca donde esten los privilegios y
escrituras del Concejo á buen recaudo, que á lo ménos tengan tres llaves, que la una
tenga la Justicia, y la otra uno de los Regidores, y la otra el Escribano del Concejo, de
manera que no se puedan sacar de allí"66. Buen ejemplo a tenerse en cuenta. Si el
archivo es el cerebro, y su forma de recuerdo no es otra que los documentos, llegamos a
la conclusión inmediata de que según éstos vayan aumentando, a igual ritmo irá
creciendo su memoria. Es decir, a mayor número de metros lineales de documentación,
mayor capacidad cognoscitiva, y viceversa. Cuanto más completos son los archivos,
más amplia es la información sobre el devenir del municipio.
Una doble vertiente se puede encontrar en estos archivos, personalidad que no
encontramos en otros tipos, como en los eminentemente históricos con documentación
fenecida administrativamente. El archivo municipal es un órgano de gestión
administrativa, pero también es un centro de investigación histórica. Pero lo genuino es
que no se produce distinción entre una y otra documentación. Ésta se produce como un
fluir ininterrumpido que se genera como herramienta administrativa, y que va
adquiriendo valor histórico prácticamente sin darse cuenta, sin la necesidad de la
existencia de un hito temporal que le adjudique una u otra calificación, pues es en estos
archivos donde con mayor rigor se produce y se mantiene uno de los principios de la
Archivística, que no es otro que el reconocimiento de la unidad de la documentación y
su no parcelación en documentos administrativos y en documentos históricos. Como
muy bien dice Heredia Herrera "todos los fondos producidos por la administración son y
serán historia de la institución, participando lo administrativo de lo histórico y
viceversa"67. En verdad, parcelar los documentos en dos grandes grupos cronológicos
(los vivos y los muertos) no tiene ninguna lógica, salvo la intención de delimitar unos
derechos y unas obligaciones siempre marcados por cierta temporalidad o caducidad
administrativa.
La riqueza de los fondos municipales es enorme. Tanto es así que sería tarea imposible
en las presentes líneas pretender abarcar la totalidad de la exuberancia en información
que nos brindan los fondos de los archivos municipales. Valgan varios ejemplos para
intentar justificar lo expresado.
Los libros de actas del Ayuntamiento Pleno, de las Comisiones Municipales
Permanentes y de las Comisiones Informativas Especiales nos ilustran sobre todos lo
tratado, discutido y acordado en las sesiones celebradas por la corporación, autenticadas
con la rúbrica del alcalde y el sello del ayuntamiento. Se tratan de instrumentos públicos
solemnes de custodia permanente, del máximo interés por contener en sus páginas todo
lo relativo a la actividad municipal y los documentos que éstos producen. A este interés
hay que sumar otro de no menor importancia, como es el hecho de que las actas
mencionadas dan información contenida en muchos documentos y expedientes que no
se conservan. Es general el cuidado que muestran los secretarios por la custodia de los
libros de actas y la despreocupación por la conservación del resto de la documentación
municipal (al menos en la provincia que nos ocupa). Tanto es así, que se suele
recomendar su microfilmación como medida oportuna para salvaguardar la información,
al menos, ante cualquier evento no deseado.
El padrón de habitantes es un tipo documental que nos ofrece riquísima información
sobre los habitantes del término, su número, nombres de los cabezas de familia y
profesión, fechas de nacimiento, nombres de calles, etc. Se trata de documentos
imprescindibles para estudios demográficos, genealógicos, estudio de profesiones,
índice de natalidad, etc. Ello justifica, como en el caso anterior, que sea tipología
documental no expurgable, sino de custodia permanente.
Los expedientes personales de los trabajadores al servicio del ayuntamiento no se
pueden olvidar, dado que reflejan las incidencias de la vida laboral de cada uno ellos.
Cada uno de estos expedientes aporta abundantes datos sobre la vida y méritos del
titular, con datos del nacimiento, estudios realizados, contrato de trabajo, cambios en la
situación familiar, partes de enfermedades y accidentes y un largo etc. Máxime si
alcanzó renombre social, político, económico, profesional o fama de otra índole.
Los expedientes de obras mayores, tan del gusto de historiadores del arte y urbanistas,
nos ilustran de las obras nuevas, de sus ampliaciones y demoliciones, cambios de
titularidad y similares. Su consulta es la forma adecuada para comprender las corrientes
y modas arquitectónicas que se jalonan a lo largo de la urbe. Gracias a este tipo
documental conocemos la paternidad de los emblemáticos edificios de la ciudad de Las
Palmas, y la obra de los grandes arquitectos de los siglos XIX y XX, que
engrandecieron arquitectónicamente esta ciudad capitalina, como Laureano Arroyo,
Rafael Masanet Faus, Fernando Navarro, Miguel Martín-Fernández de la Torre, entre
otros.
Los expedientes anuales de festejos son testimonios fehacientes del solaz de la
población y de cuantas conmemoraciones se celebraron en la localidad. Por ellos
conocemos el júbilo por la mayoría de edad de Isabel II (1844), los actos en el cuarto
centenario del Descubrimiento de América (1892), el campeonato ciclista en la ciudad
de La Laguna (1913), carnavales y piñatas, sobre compañías de ópera, cines, circos y
bailes sociales, etc.
Para estudios económicos destacan los expedientes de presupuesto ordinario y
extraordinario, los libros de actas de arqueo, los libros de caja, los diarios de
intervención de ingresos y de gastos, los expedientes de modificación de créditos, los
expedientes sobre impuestos municipales y tasas, etc.
Esta cita de tipologías concretas no es más que una muestra para a través de ellas poder
señalar la riqueza informativa que se atesora en los archivos municipales, auténticas
minas para el investigador que, con la paciencia suficiente, sepa enhebrar tal cúmulo de
información. Y pasando de las tipologías documentales a una sinopsis temática,
podríamos citar, sin pretensión de agotarlos, los siguientes: cementerios,
amillaramientos, beneficencia, calamidades públicas, elecciones municipales,
instrucción pública, quintas y reemplazos, sanidad, inventarios de bienes municipales,
etc.
Por todo ello, los archivos municipales son insustituibles e imprescindibles para la
historia local y sus conexiones con el mundo que les rodea, e inalienables e
inembargables por formar parte del Patrimonio Documental Español.
ESTADO DE UNA SITUACIÓN DESEABLE:
La legislación vigente relativa al Patrimonio Documental y Archivos nos indica por sí
misma el marco deseable en el cual se debe inscribir el legado documental y los
archivos de la Comunidad Autónoma de Canarias.
La Ley 3/1990, de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias, nos define cómo
debe ser un archivo: "Se entiende por archivo el conjunto orgánico de documentos o la
reunión de varios de ellos, completos o fraccionados, producidos, recibidos o reunidos
por las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, con fines de gestión
administrativa, información o investigación histórica, científica o cultural". Para mayor
abundamiento, también define el archivo como institución: "Asimismo, se entiende por
archivo los centros que institucionalmente recogen, conservan y sirven para los fines
mencionados, los conjuntos de documentos"68.
Estas definiciones hablan por sí mismas, ya que resumen en su contexto qué es un
archivo, para qué sirve, cuál es su finalidad, qué es lo que debe custodiar en sus
instalaciones y cómo se debe tratar la documentación que atesoran. Por otro lado, la Ley
del Procedimiento Administrativo de 1958 ordenaba que "los expedientes se guardarán
y registrarán en orden riguroso de incoacción en asuntos de homogénea naturaleza"69,
imperativo que no queremos olvidar, aunque dicha ley haya quedado obsoleta por la
aprobación de la ley sobre lo mismo de 199270. Estos son los puntos claves, de
cumplirse, para poder considerar a una red de archivos operativa y que cumple con
todos sus cometidos y finalidades propuestos.
La definición de un archivo municipal no ha de ser diferente a las ofrecidas por las
normas jurídicas generales, pero, no obstante, los especialista y archiveros municipales
tienden, por preferir, una definición particular a estos centros. Así cabe decir "que un
Archivo Municipal está formado por el conjunto de documentos que ha generado y
genera el Ayuntamiento en el transcurso de su gestión, conservados y organizados por
los propios administradores"71, que no es otra que la aplicación en el terreno municipal
de la definición que Cortés Alonso ofrece para el concepto general de archivo72.
Atendiendo a esta definición de archivo, y como producto lógico resultante, se puede
definir el documento municipal como "todo escrito que está intitulado, dado y
refrendado por el Concejo (Ayuntamiento), por algunos de sus miembros y oficiales (en
su nombre o por razón del cargo), por otra persona ajena al Concejo, que haya sido
elegida para representarlo o por la propia Comunidad"73, definición que, por ser
oportuna, acepta sin reparos Cayetano Martín74.
Estas palabras nos expresan el cómo ha de ser un archivo. Nos referimos a las
expresiones vistas de "conjunto orgánico de documentos" y de "conjunto de
documentos..., conservados y organizados por los propios administradores". En cambio,
no nos ilustran sobre el procedimiento a seguir para alcanzar esa situación tan loable,
pero, por desgracia, no lograda en innumerables ocasiones. Es la Archivística la que se
va a encargar de hacer realidad lo pretendido, entendida ésta como la disciplina (para
algunos ciencia) que se ocupa de los aspectos teóricos y prácticos de los archivos y del
tratamiento archivístico de sus fondos. Entre dichos aspectos sobresale con cierto
orgullo merecido la organización, que no es otra cosa que la suma de dos fases,
totalmente diferenciadas aunque estrechamente vinculadas, como lo son la clasificación
y la ordenación. La clasificación es la adaptación de un fondo a la estructura jerárquica
de la institución generadora, lo que permite tener una masa documental perfectamente
distribuida, en cuya distribución cada sección, serie, expediente y unidad documental
ocupan el lugar que le corresponde genéticamente. Es decir, la clasificación es el cauce
inteligente de la labor archivística, y permite, según todo lo dicho, dar una estructura
lógica al fondo con lo que favorecer la localización racional de los documentos a
utilizar, bien por motivos de gestión administrativa, bien por razones de investigación.
Y la herramienta que lo materializa es el llamado por todos cuadro de clasificación, que
se define como "instrumento de consulta que refleja la organización del fondo
documental y aporta los datos esenciales de su estructura (denominación de secciones y
series, fechas extremas, etc)"75.
En la archivística municipal (es una expresión, no un intento de defender una
archivística propia de estos centros), el cuadro de clasificación se encuentra
perfectamente normalizado y definido en un cuadro común, por lo tanto, valedero para
todos los archiveros de este campo76. Esta universalidad en el empleo de un único
cuadro de clasificación tiene su explicación. El aislamiento de los archivos municipales
y la búsqueda en solitario, por parte de sus archiveros, de soluciones archivísticas a
idénticos problemas no tiene razón de ser. A idénticas metas, a similares fondos
documentales y a objetivos administrativos y de investigación parecidos, iguales
soluciones y remedios. A los archiveros compete la búsqueda de un esquema de cuadro
de clasificación único, y al político corresponde la aplicación, en los centros de que es
responsable, de esta herramienta primera de control de la documentación77. Los
primeros parecen haber obtenido el éxito apetecido; los segundos no parecen, por el
momento, haberse dado cuenta de su existencia, al menos, en los municipios canarios,
como se verá a continuación.
Pero no es suficiente recoger, conservar y organizar, sino que hay que facilitar y
difundir los fondos mediante su descripción, para que el gestor administrativo o el
investigador puedan recuperar el o los documentos de su interés, con los que realizar un
acto administrativo o una investigación histórica. Describir en archivos supone acercar
el contenido de los fondos a los usuarios, facilitarles la información en ellos inmersa,
sin la necesidad de recurrir a la lectura sistemática del fondo documental. Un fondo sin
descriptores es una masa inerte, muda e inservible, para ser usada e investigada.
El archivo alcanza su más alta razón de existir en el momento en que se convierte en útil
para sus tres usuarios principales: administración, administrados o ciudadanos e
investigadores. L as tareas y responsabilidades vistas hasta el momento no cobran
verdadero significado si no tienen una proyección social para la cultura y para el
desarrollo y testimonio de las actividades del hombre. Un archivo perfectamente
conservado, organizado y descrito no redunda en beneficio del grupo humano en el que
se inscribe, no vale para nada, si no abre sus puertas y ofrece al uso los documentos que
atesora. El archivo es un centro útil, vivo, abierto, necesario, que ha de facilitar la
consulta de sus fondos con lo que posibilitar el derecho de los ciudadanos a la consulta
del Patrimonio Documental, de acuerdo con la normativa vigente.
Este pequeño preámbulo no persigue hacer ciencia de los archivos, sino que pretende
crear simplemente un ambiente propicio a la formulación de la interrogación siguiente:
¿La red de archivos municipales de las islas de la provincia de Las Palmas cumplen con
estos ruisitos y objetivos?. Veámoslo.
ESTADO REAL DE LA CUESTIÓN:
La situación de los archivos de los 21 municipios de la isla de Las Palmas de Gran
Canaria, los 7 de Fuerteventura y los 6 de Lanzarote, sin exclusión de ninguno de ellos,
se caracteriza por un abandono y por una falta de conciencia relativos a la importancia
del Patrimonio Documental, amén de una despreocupación casi total por el recto
procedimiento administrativo, que en manera alguna se puede desarrollar sin la
presencia de archivos ágiles en los que custodiar y organizar su respectivas
producciones documentales, día a día cada vez más voluminosa.
Se puede decir, sin temor a equivocarse uno en exceso, que la gestión documental
municipal apenas sobrevive más allá del nivel de oficina o, por otro nombre, de los
archivos de gestión. Una vez cumplido el documento y el expediente con su finalidad
puramente administrativa, pasan al archivo central de la institución (en el mejor de los
casos), perdiendo por ello no sólo su vigencia, sino también su valor informativo, tanto
para el administrado como para la investigación, por falta de un seguimiento y control
que los haga localizables y útiles. Harto frecuente es encontrar situaciones alarmantes
por no poderse localizar para su consulta tal o cual expediente, por el simple hecho de
haber sido transferido, con todas las características de irregularidad inimaginables, al
archivo central, en la actualidad llamado injustamente "archivo histórico municipal",
pues no son más que un rimero de papeles sin organización alguna y sin responsable
directo conocido.
Esta situación se alcanza por la falta de personal adecuado, por la carencia de
infraestructura y medios oportunos, por la inexistencia de toda posibilidad de su
difusión e investigación, por la falta de los preceptivos instrumentos de descripción de
fondos, por la existencia de locales deficientes y por la preocupación escasa en la
conservación oportuna de los fondos documentales, tanto física como orgánicamente.
No obstante, hay que reconocer que se ha despertado recientemente una honorable
preocupación por la adecuación (por no decir rescate) de los archivos de los municipios,
aunque este desvelo no ha alcanzado aún sus frutos esperados. Una preocupación no es
suficiente, pero sí, al menos, es un punto de arranque para lograr "a posteriori" una
política archivística operativa y coherente.
Ante esta situación se nos plantea un reto, no para resolver un estado a todas luces
mejorable, pero sí para hacer pública una situación conocida por todos, aunque
silenciada por la mayoría, como cómoda solución para no responder a la exigencia
inmediata de proceder a una actuación casi de salvamento para interrumpir, al menos, el
declive por el que discurren los archivos de nuestras corporaciones. En las presentes
líneas, nos proponemos dar a conocer los archivos municipales canarios, a través de la
aportación de una información real y sopesada del estado físico de dichos depósitos, con
una doble intención. Por un lado, la de hacer patente el abandono que desgraciadamente
define al patrimonio documental municipal de la provincia en cuestión, y de la
necesidad de rescatarlo del olvido y concienciar, al tiempo, que los documentos son tan
merecedores de conservación y de respeto como sus hermanos más considerados, como
lo son los bienes inmuebles, muebles, arqueológicos y demás bienes histórico artísticos
en general.
Por otro lado, para servir de orientación de la personalidad de estos depósitos en cuanto
a calidad y cantidad se refiere. Por supuesto, esto no es lo único que se habrá de hacer,
pero sí lo primero para concienciar a los responsables de las necesidades de dotar a sus
archivos de cuantas medidas sean precisas para que cumplan sus objetivos, como lo son
la recogida y custodia de documentos, su instalación oportuna, la descripción
conveniente y su uso correcto por parte de la Administración, administrados e
investigadores de la historia de su localidad.
Estos quejumbres, que pudieran parecer muy locales, son casi universales, pues los
archivos municipales (y los de otras titularidades también) han venido siendo centros
cerrados e inaccesibles para todo tipo de consulta, en la que incluimos a la propia
institución productora ante la imposibilidad de localizar un documento concreto en un
momento determinado. Se ha dicho, y con evidente acierto, que los archivos están
supeditados a un movimiento pendular (de estar cerrados a cal y canto, a estar abiertos
de par en par sin ningún control de consulta y de los ingresos de nueva
documentación78). Ambos extremos han ocasionado una situación incontrolable, y han
motivado silenciosas pérdidas irrecuperables de nuestro patrimonio documental, con la
consiguiente perdida de información y de testimonio de cara a nuestra Historia. Y si a
esto añadiésemos otros motivos como inundaciones, ataques piráticos, incendios (como
el del Ayuntamiento de Las Palmas en 1842) y otros actos luctuosos79, podremos
comprender el material sacrificado y destruido, aunque no su cuantificación, al menos
hasta que todo el Patrimonio Documental Canario se encuentre censado y valorados sus
resultados.
No obstante, los tiempos que corren han supuesto el inicio de una sentida preocupación
por los archivos, tanto a nivel continente como de su contenido, pasando de ser "los
grandes olvidados", a ser centros de atención por parte de los políticos y
administradores responsables, como medida de atracción de seguidores y votantes. El
camino iniciado es lento pero continuo, y ya se empiezan a ver los primeros
movimientos en defensa de los archivos y sus documentos, como la construcción de
nuevos locales (Las Palmas de Gran Canaria, Telde), o la mejora de los ya existentes.
Las perspectivas son sugestivas, pero es mucho el camino a recorrer y grandes las
inversiones a realizar.
Pero veamos estadísticamente el estado real de la cuestión, a través del estudio y
contraste del censo recientemente realizado.
A).- Falta de personal técnico:
La tónica general es la ausencia en las plantillas de los ayuntamientos de archiveros que
organicen, describan y sirvan los fondos documentales. Y si los hay, no son
especialistas en la materia, sino simples funcionarios que comparten obligatoriamente
tareas propias de sus destino laborales con la responsabilidad de intentar organizar, en
ratos sueltos en la mayoría de los casos, el archivo a ellos encomendados.
Solamente el 62% de los ayuntamientos en la isla de Gran Canaria cuentan con un
archivero, sinónimo de simple encargado del archivo, lo cual suponen en dígitos que
sólo trece municipios cuentan con personal para estas labores y los ocho restantes
carecen de archivero o "encargado". En un municipio se conoce al encargado (no me
atrevo denominarlo archivero) simplemente por "el niño".
En cuanto a la titulación académica del personal adscrito a los archivos, es también una
situación lamentable. Las titulaciones son las siguientes:
TITULACIONES DEL PERSONAL ADSCRITO A LOS ARCHIVOS
MUNICIPALES DE LA ISLA DE GRAN CANARIA
Licenciados universitarios(Teror, Telde)................... 2
Con grado medio (Las Palmas y ............................................................. 2
Auxiliares administrativos a tiempo parcial (Agaete, Arucas, Mogán, Moya, Santa
Lucía, San Mateo, San Nicolás de Tolentino) ............................................................. 8
Sin estudios (peón) (San Bartolomé de Tirajana)........................................................ 1
Archivos carentes de cualquier tipo de personal.......................................................... 8
En cuanto a las islas menores, la situación no es mejor. En Fuerteventura, el 83,3% de
los archivos municipales están encomendados a auxiliares administrativos a tiempo
parcial de su jornada. Sólo el municipio de Puerto del Rosario cuenta con archivero por
oposición.
En Lanzarote el declive es alarmante, pues lo tristemente generalizado es la ausencia de
personal (en toda la extensión de su significado) destinado en los archivos (85,7%).
Únicamente el municipio de Teguise cuenta al presente con archivera.
El porcentaje global resultante en la provincia de Las Palmas es el siguiente:
PERSONAL ADSCRITO A LOS ARCHIVOS MUNICIPALES EN LA PROVINCIA DE LAS
PALMAS
Archivos carentes de personal....................................................... 14
41,2%
Archivos con aux. administrativos a tiempo parcial...................... 13
38,2%
Archivos atendidos por licenciados universitarios........................ . 4
11,7%
Archivos atendidos por personal de grado medio................... ....... 2
5,9%
Archivos atendidos por personal sin estudios............................ .... 1
3.0%
B).- Dimensiones de los locales destinados a archivo:
En cuanto a la dotación de infraestructura, la situación no es mucho mejor. Las
instalaciones o el archivo continente no suelen ser las apropiadas, sino que la norma es
aprovechar habitaciones, insalubres en muchos casos, del edificio del ayuntamiento,
cuando no pasillos o rincones sin posibilidad de otras utilizaciones. El estado de los
locales destinados a archivo es preocupante. Como no deseamos juzgar personalmente
estos extremos, dejo al Derecho Administrativo Provincial y Municipal de 1876 para
que nos indique de cómo ha de ser el estado adecuado de los locales, aunque con ciertas
apreciaciones entre paréntesis que nos vuelvan a la realidad. Hace más de un siglo (119
años) se exigía que "han de elegirse para la custodia de sus papeles las piezas que
tengan mejores condiciones de conservación (en la actualidad, salvo excepciones, son
inhóspitas e inservibles); y como toda precaución es poca tratándose de los documentos
de un archivo (hoy no parecen preocupar tanto), conviene evitar las humedades en todas
direcciones (en la actualidad, sí preocupan pero no se tratan de evitar sea cual sea su
dirección), y por medio de una limpieza periódica y frecuente (se desconoce el empleo
de la escoba o del aspirador en las dependencias vistas y censadas) precaver los estragos
que en ellos causan la polilla y otros enemigos, ocasionando a veces por culpable
descuido perjuicios y pérdidas irreparables (los bibliófagos parecen ser constantes,
llegándose incluso a precintar un archivo repleto de termitas para evitar su
proliferación). Los legajos no deben tocar las paredes del edificio (esto suele ser verdad,
pues están en el suelo sin más), porque se impide la ventilación, y excusado nos parece
recomendar que importa mucho no escasear las precauciones contra los incendios"80.
Los metros cuadrados destinados a archivos fluctúan entre los 7 y los 212 mts2,
viéndose, por lo tanto, una enorme diferencia entre los municipios de la isla.
METROS CUADRADOS DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA
PROVINCIA DE LAS PALMAS
GRAN CANARIA
7 mts2: Santa Brígida.
10 mts2: Valsequillo.
16 mts2: Artenara.
17 mts2: San Nicolás de Tolentino.
20 mts2: Moya.
26 mts2: Valleseco.
27 mts2: Agaete.
28 mts2: Arucas.
37 mts2: Gáldar.
39 mts2: Telde (el depósito censado.)
40 mts2: Firgas.
57 mts2: Santa María de Guía.
61 mts2: Tejeda.
62 mts2: Agüimes.
64 mts2: Santa Lucía de Tirajana.
89 mts2: San Mateo.
90 mts2: Teror.
99 mts2: Mogán.
148 mts2: Las Palmas de Gran Canaria.
149 mts2: Ingenio.
212 mts2: San Bartolomé de Tirajana.
LANZAROTE
16 mts2: Haría.
18 mts2: Yaiza.
19 mts2: Tinajo.
24 mts2: San Bartolomé.
38 mts2: Tías.
53 mts2: Teguise.
63 mts2: Arrecife.
FUERTEVENTURA
26 mts2: Betancuria.
29 mts2: La Oliva.
40 mts2: Tuineje.
42 mts2: Antigua.
72 mts2: Puerto del Rosario.
99 mts2: Pájara.
C).- Carencia de medios materiales:
Todo archivo para ser operativo necesita de una serie de herramientas de trabajo para
poder llevar a buen fin las labores encomendadas. No basta con colocar las unidades
archivonómicas en sus puntos de instalación, sino que, además, se ha de proceder a su
organización (clasificación y ordenación), a su descripción (guía, inventarios, catálogos,
índices de entrada rápida a la información) y a su difusión (consulta por la
Administración e investigación por parte del historiador). Para todo ello se requiere
contar, además de personal competente, con unas herramientas de trabajo con las que
poder realizar todo lo expuesto. Estas herramientas de trabajo no son de excesivo coste,
por lo que su ausencia se debe a una falta de interés más que a una carencia de
presupuesto. Máxime cuando, una vez hecha la inversión (no gasto), no es necesario ni
oportuno invertir anualmente nuevos fondos, salvo, claro está, cuando se pretenda
ampliarlos o mejorarlos.
Estas herramientas de trabajo son, hoy en día, sencillas y casi habituales ya a toda
administración. Sólo se requiere un ordenador (o en su defecto una máquina de
escribir), una fotocopiadora y, para mayor abundamiento, un lector de microfilm. No
obstante, la Administración Local de la provincia que nos ocupa parece no haber
descubierto aún que las técnicas modernas de trabajo son aplicables a sus archivos y a
sus fondos documentales, aunque sí a otros niveles administrativos, pues es notorio que
muchos negociados, en concreto los recaudatorios, ya cuentan con soportes
informáticos.
De los 21 municipios de la isla de Gran Canaria, sólo seis cuentan con máquina de
escribir (Arucas, Gáldar, Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana,
Teror y Valleseco), uno con fotocopiadora (Gáldar), uno con ordenador (Valleseco) y
uno con lector de microfilm (Gáldar). Es sintomático que estos medios de trabajo sólo
se reparten entre seis municipios, de lo que resulta que quince carecen de toda
herramienta de trabajo.
De Lanzarote y Fuerteventura no tenemos datos fidedignos, aunque sabemos que sólo
Teguise (Lanzarote) cuenta con ordenador y scanner, e intuimos que los restantes, hasta
12 archivos, o no cuentan con ningún tipo de medios materiales o, a lo sumo, disponen
de una máquina de escribir.
Los medios de instalación, dada la línea general caracterizada por la poca preocupación
y las escasas inversiones, no nos ha de asombrar si la tónica general es la de uso de
estantería metálica fija. Sólo en tres archivos (San Bartolomé de Tirajana, Las Palmas
de Gran Canaria y Puerto del Rosario) se ha instalado estantería móvil. No obstante, se
van tomando iniciativas aún no cumplidas en la instalación de estantería compacta o
móvil, como en el caso del Ayuntamiento de Telde, que al presente está construyendo
un nuevo local moderno donde ubicar su archivo central, en la actualidad dividido en
dos depósitos.
D).- Accesibilidad a la investigación:
Si la difusión de los fondos y el acceso a la información es otro de los elementos que ha
de definir todo archivo, se comprueba fácilmente que este aspecto tampoco es un
elemento que caracterice a los archivos de la Administración Local; unas veces por falta
de personal que pueda atender a los lectores, otras por carencia de los más elementales
instrumentos de descripción y otras por falta de espacio físico donde acomodar a los
investigadores. Se puede afirmar que las salas de lectura y de investigación no existen.
Lo más corriente es que, llegado el caso, se instale al lector en las mesas de los propios
funcionarios o en mesas adyacentes adquiridas para otros menesteres, pero que se
aprovechan para estas circunstancias.
Sólo el archivo de Arucas sobresale de la generalidad, al menos en 1991, ya que contaba
con 80 plazas para investigadores, plazas que se comparten con los lectores de la
biblioteca. Sigue, ya muy por debajo, el ayuntamiento de Tejeda con seis asientos. El
resto, o no posee o dispone de una o dos solamente.
Todo ello se comprueba fácilmente en el número de usuarios que en el año de 1991
(único período de que disponemos datos ofrecidos por los propios ayuntamientos, y sólo
relativos a la isla de Gran Canaria) han consultado los fondos documentales
municipales. La relación es la siguiente:
LECTORES EN 1991 EN LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE
GRAN CANARIA81
Datosofrecidos por los secretarios de los ayuntamientos recogidos en una encuesta
realizada por la Viceconsejería de Cultura y Deportesen 1992.]
0 lectores
Agaete - Santa María de Guía - Valsequillo
1 lector
Artenara - Santa Brígida - Valleseco
2 lectores
Firgas - Gáldar - Ingenio - Santa Lucía - San Nicolás de Tolentino Santa Cruz de Tejeda
3 lectores
Mogán - Moya
4 lectores
Telde - San Mateo
5 lectores
Agüimes
6 lectores
San Bartolomé de Tirajana
8 lectores
Las Palmas de Gran Canaria
10 lectores
Teror
15 lectores
Arucas
E).- Valoración de los fondos en metros lineales:
La valoración de los metros lineales de los fondos de los archivos municipales de la
Provincia de Las Palmas es aproximada, dado que, en la mayoría de ellos, los
documentos y archivadores se encuentran instalados en líneas simples y dobles en las
estanterías, en el suelo en confuso montón o aprovechando cualquier hueco susceptibles
de recibir documentación.
METROS LINEALES DE DOCUMENTACIÓN DE LOS ARCHIVOS
MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS:
ISLA DE GRAN CANARIA
39 mts.Santa Cruz de Tejeda
45 mts. Valsequillo
66 mts. Artenara
78 mts. San Nicolás de Tolentino
89 mts. Santa Brígida
97 mts. Arucas
100 mts. Moya
115 mts. Telde (Sólo censado uno de los dos
depósitos).
122 mts. Santa María de Guía
125 mts. San Mateo
126 mts. Santa Lucía de Tirajana
144 mts. Valleseco
175 mts. Firgas
200 mts. Gáldar
200 mts. Mogán
203 mts. Teror
442 mts. Agüimes
475 mts. Ingenio
1.310 mts Las Palmas de Gran Canaria
2.343 mts. San Bartolomé de Tirajana
2.453 mts. Agaete
METROS LINEALES DE DOCUMENTACIÓN DE LOS ARCHIVOS
MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS:
ISLA DE FUERTEVENTURA
62 mts. Antigua
112 mts. Betancuria
199 mts. La Oliva
208 mts. Tuineje
270 mts. Pájara
359 mts. Puerto del Rosario
ISLA DE LANZAROTE
54 mts. Tinajo
82 mts. Yaiza
105 mts. San Bartolomé
130 mts. Haría
139 mts. Teguise
415 mts. Arrecife
469 mts. Tías
De lo que obtenemos un total de 11.551 mts. lineales de documentación municipal
custodiada en los 34 municipios grancanarios, repartida en la siguiente forma: 8.947
mts. lineales en la isla de Gran Canaria, 1.394 mts. lineales en Fuerteventura y 1,210
mts. lineales en Lanzarote.
F).- Falta generalizada de instrumentos de descripción:
La documentación sin el apoyo de los instrumentos de descripción, en toda la gama de
sus niveles descriptivos, no es abordable ni aprovechable para su uso, análisis e
investigación, ya que no hay entradas con las que valorar y seleccionar la información
contenida en las series documentales. Son, por tanto, fondos no descritos, anónimos y
ciegos, y sólo comprendidos por la paciente lectura de toda la masa documental.
Hay archivos que poseen inventarios e índices, que pueden ser útiles en determinados
momentos, pero no son los adecuados para cumplir la finalidad esperada y correcta.
Suelen ser relaciones de entrega de documentación o listados carentes de toda norma
archivística. En muchos casos, sólo comprensibles y utilizables por el funcionario que
los confeccionó, dado su carácter personal.
La primera condición que se ha de acometer antes de proceder a la confección de los
instrumentos de descripción es la organización de los fondos, es decir, su clasificación,
ordenación y correcta instalación, pues ¿cómo se podría describir un fondo si no
conocemos de antemano las series documentales que lo conforman y sus respectivas
personalidades?. Dicha organización crea el nivel de descripción más elemental, pero el
de mayor importancia, como lo es el Cuadro de Clasificación de Fondos, sin el cual los
siguientes niveles descriptivos no son posibles. Desgraciadamente, a pesar de la
necesidad de los cuadros de clasificación, que reproducen la estructura orgánica de la
institución, de la cual los archivos han de ser eco y fiel reflejo, no es práctica frecuente
ni conocida por los archiveros municipales, salvo en casos contados y aislados.
En resumidas cuentas, la descripción de los fondos municipales está por hacer, no sólo
para que sirvan de información de cara a la Administración que los han generado, sino
también de cara a su utilización por parte de los administrados que los necesiten como
testimonio de su actos y derechos y por los investigación de nuestro pasado histórico.
Algunos archivos, haciendo gala de iniciativa propia y despreciando la experiencia de
profesionales en archivística municipal, han optado en discurrir por derroteros propios
poco recomendables, como informatizar sus documentos mediante un criterio
cronológico sin tener en cuenta el respeto a la unidad documental (que lo es el
expediente administrativo). Es el caso de los archivos de Valleseco y Artenara.
En Lanzarote y Fuerteventura tampoco existen descriptores de fondos en el verdadero
sentido moderno de la palabra.
G).- Antigüedad de los documentos:
La antigüedad de los documentos es un dato que interesa a los investigadores,
simplemente para eludir la visita de aquellos archivos que no contienen información
sobre el período que estudian. Por otra parte, la comprensión de las fechas extremas de
los archivos municipales nos hablan de posibles pérdidas de fondos documentales.
En la isla de Gran Canaria, todos los archivos municipales comienzan en el siglo XIX,
menos uno, el de Gáldar, cuyo documento más antiguo se data en el año de 1749. En
Lanzarote, sólo dos tienen documentación anterior al siglo XIX, como Teguise (1627) y
Arrecife (1798). En Fuerteventura, el municipio con documentación más antigua es
Betancuria (1813) y Pájara (1832).
FECHAS DE LOS DOCUMENTOS MÁS ANTIGUOS EN LOS ARCHIVOS
MUNICIPALES DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS
GRAN CANARIA
1749. Gáldar
1811. Firgas
1811. Teror
1816. Moya
1817.Agüimes
1821. Santa María de Guía
1823. Telde
1825. Arucas
1833. Artenara
1833. Las Palmas de G. C.
1835. Mogán
1835. Ingenio
1837. San Mateo
1842. Valleseco
1845. Valsequillo
1850. Agaete
1850. S. Cruz de Tejeda
1870. S. B. de Tirajana
1870. S. N. de Tolentino
1871. Santa Brígida
1894. S. Lucía de Tirajana
LANZAROTE
1627. Teguise
1798. Arrecife
1802. Tinajo
1830. Haría
1837. San Bartolomé
FUERTEVENTURA
1868. Tías
1874. Yaiza
1813. Betancuria
1832. Pájara
1835. Puerto del Rosario
1872.Tuineje
1875. La Oliva
1897. Antigua
H).- Cuadro de clasificación de fondos:
En líneas anteriores ya nos hemos referido a estos instrumentos de descripción, por lo
cual no vamos a incidir en el tema desde un punto teórico. Pero sí vamos a dedicar un
tiempo para ver cómo se encuentran los archivos municipales de la Provincia en esta
actividad. Adelantando acontecimiento, vemos que el empleo de cuadros de
clasificación, como medio para organizar la documentación (controlarla, localizarla y
servirla), no es frecuente ni conocido. Su demostración es sencilla.
En la isla de Gran Canaria, 14 archivos no emplean ningún cuadro de clasificación
(66,7%)82, 4 conocen y siguen el cuadro de clasificación promocionado por el Grupo
Municipal de Archiveros Municipales de Madrid (19%)83 y 3 emplean un cuadro un
tanto "sui generis" que, en absoluto, se acerca a la práctica archivística (14,3%)84.
Estos últimos merecen que nos detengamos brevemente para explicar en qué consiste su
personalidad, más cercana de la alarma y de la preocupación, que de la enseñanza y del
aprovechamiento. Son archivos que no han adoptado ningún tipo de clasificación, pues
han prescindido de ella totalmente, y se han preocupado en "ordenar cronológicamente"
sus fondos. De tal guisa, las secciones no han sido respetadas y las series se han
convertido en simples períodos anuos, cuyo hilo conductor es la data crónica. Por tanto,
ni se respeta el principio de procedencia, ni la unidad documental del expediente como
reflejo del acto administrativo. Al parecer, lo único que se ha valorado ha sido la
temporalidad del documento simple, sin relacionarlo ni siquiera con su antecedente (por
el que se justifica), ni con sus subsecuentes (que originan y justifican a la vez). Las
técnicas modernas de la informática incluso han sido aplicadas, como en el caso de
Valleseco, a esta nueva modalidad de intentar controlar una masa documental.
Las islas de Fuerteventura y de Lanzarote no escapan de la norma vista en la isla
capitalina. En Fuerteventura, cinco archivos municipales desconocen cualquier tipo de
clasificación85 y sólo uno lo aplica y defiende (Puerto del Rosario). En Lanzarote
encontramos idéntica situación: cinco carecen de cuadro de clasificación86, uno sigue el
del Grupo de Municipal de Archiveros de Madrid (Teguise) y otro (Haría) cuenta con
un cuadro desarrollado por los propios funcionarios del Ayuntamiento.
Y si los datos parciales vistos por islas los unimos para obtener la globalidad de la
Provincia, los resultados son preocupantes: el 70,58% de los archivos municipales de la
misma carecen (no usan, no conocen) de cuadro de clasificación, de lo que se deduce
que el patrimonio documental correspondiente no está custodiado en auténticos
archivos, sino en simples depósitos en los que se hacinan los documentos; el 17,64% sí
conoce y emplea el cuadro de clasificación87; y el 11,76% opta bien por una
organización improcedente, bien por un cuadro excesivamente particular.
Esta valoración, no obstante, nos aporta una conclusión positiva. Los archivos
municipales dotados con plaza de archivero técnico cuentan con cuadro de clasificación,
y los adscritos a otros tipos de categorías profesionales no aplican este instrumento de
trabajo, pues su bagaje de conocimientos está ocupado evidentemente por otras
disciplinas y otras preocupaciones que las puramente archivísticas, por lo que suelen
pergeñar sin resultado alguno en todos los casos.
I).- Procedimiento para solucionar la precaria situación descrita:
Detectadas y especificadas las deficiencias que caracterizan a los archivos municipales
de la Provincia, surge la legítima preocupación para resolver la situación y encauzar esta
parte de nuestro patrimonio documental, no sólo para evitar el declive en que se
encuentra, sino también para rescatarlo de cara a un uso eficiente, tanto para la
Administración como para la investigación.
La única solución posible inmediata es la de actuar a nivel centro, ya que cada
municipio es el responsable directo del patrimonio que atesora, al margen de una
política archivística general que recomiende (por no decir, obligue) el recto tratamiento
de la masa documental repartida por nuestra geografía. Es el municipio el que ha de
conservar su patrimonio, como primer responsable del mismo. Si bien son los
secretarios de los ayuntamientos los máximos responsables del archivo a su cargo, son
los profesionales de archivos (archiveros) los únicos que podrán, por saber, tratar los
documentos según marcan los principios de la Archivística.
Por ello, pensamos que la primera medida a tomar, a nivel centro, como antes
apuntábamos, es el nombramiento de un archivero (1ª necesidad). Será este profesional
el que se encargue de realizar las tareas propias de la profesión, como lo son la
transferencia y el expurgo, la clasificación y la ordenación, la descripción de los
documentos a su cargo y el servicio de los mismos, tanto para la administración
productora, como de cara a los usuarios e investigadores exógenos (1ª consecuencia).
Una vez culminadas estas labores, surgirá una segunda consecuencia lógica: la
necesidad de un archivo continente adecuado para albergar el archivo contenido, con lo
que se crea ya una verdadera institución cultural. Como resultado final, se obtiene lo
que se pretende alcanzar, es decir, tener controlado y organizado el fondo documental
generado y recibido por el ayuntamiento en cuestión (3ª consecuencia).
En resumen, la necesidad de la figura del archivero se hace inexcusable en los archivos
municipales. Es la primera piedra sobre la que levantar la obra, y es precisamente
donde, por razones administrativas y de presupuesto no comprensibles, se pretende
ahorrar. Grave error.
Gráficamente el procedimiento para el control de los archivos municipales, tratados
independientemente, podría ser el siguiente:
[ESQUEMA]
DESCRIPCIÓN SUCINTA DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES:
La descripción particular de cada uno de los archivos refleja la situación vista en
septiembre de 1995. Algunos archivos se encuentran realizando mejoras o proyectos de
adecuación, que, por no estar culminados, no se detallan por desconocerse su realidad
final.
ISLA DE GRAN CANARIA
AGAETE.
Local: consta de un depósito en buenas condiciones con tres ventanas sito en la tercera
planta del propio Ayuntamiento. La documentación, en archivadores de cartón y sueltos,
se reparte entre una estantería fija y el suelo. Desordenado. Sin medidas de seguridad ni
cuadro de clasificación. En la actualidad no se está haciendo ninguna labor archivística.
Ha desaparecido documentación por incendio y por expurgo irregular. Tiene objetos
decomisados por la policía. Un auxiliar administrativo se encarga de colocar la
documentación que llega de las diferentes oficinas.
Accesibilidad: necesidad del permiso que concede el Secretario. El investigador
autorizado cuenta con absoluta libertad para buscar, extraer y consultar los documentos.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ Antonio de Armas, 1. 35480 - Agaete. Tfno.: 928/89-80-02.
AGÜIMES.
Local: consta de dos habitaciones limpias en el sótano del propio edificio del
Ayuntamiento. Una solo ventana. La documentación está toda colocada en estantería
fija. Un funcionario se encarga del archivo cuando tiene tiempo. Existe un inventario
realizado en 1945. No se está haciendo labor archivística.
Accesibilidad: necesidad del permiso que concede el Secretario. El investigador
autorizado cuenta con absoluta libertad para buscar, extraer y consultar los documentos.
Los funcionarios tiene acceso libre y directo a los fondos.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ Joaquín Artiles, 1. 35260 - Agüimes. Tfno.: 928/78-41-00.
ARTENARA.
Local: consta de una habitación, sin ventana ni aireación, en la primera planta del
edifico del Ayuntamiento. La puerta de acceso está rota. Un incendio, al parecer
provocado, lo destruyó completamente el 11 de octubre de 1895. Sin medidas de
seguridad. Guarda, junto con los documentos, material de los festejos populares y botes
de pintura. Todos los documentos están instalados en archivadores de cartón y en
estantería fija. No se está haciendo labor archivística alguna. La documentación tiene
una ordenación cronológica. Existe un inventario realizado en 1905.
Accesibilidad: necesidad del permiso que concede el Secretario. El investigador
autorizado cuenta con absoluta libertad para buscar, extraer y consultar los documentos.
Los funcionarios tienen acceso directo y libre a los fondos.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Avda. Matías Vega, 1. 35350 - Artenara. Tfno.: 928/65-84-57.
ARUCAS.
Local: consta de una habitación en muy malas condiciones, con goteras, humedad y
escasa ventilación, en la sede de la Casa de Cultura, antiguo edificio del Ayuntamiento.
Los documentos colocados en cajas de cartón y en estantería fija están al presente
protegidos con unos plásticos para evitar que se mojen con las lluvias. Sin medidas de
seguridad. Un auxiliar administrativo, cuando tiene tiempo, se dedica a "poner un poco
de orden". Una parte de la documentación fue clasificada en época anterior, cuando el
archivo contaba con un contratado en calidad de archivero. En la actualidad, no se
realiza ninguna labor archivística. Cuenta con varios inventarios realizados en 1927,
1932 y 1936.
Accesibilidad: necesidad del permiso que concede el secretario. El investigador es
atendido por el funcionario de turno.
Horario: de 9h a 13h.
Dirección: c/ Gourié, 3. 35400 - Arucas. Tfno.: 928/60-11-74.
FIRGAS.
Local: consta de una habitación sucia, húmeda, sin ventana ni ventilación, en las
dependencias de la Policía Municipal, y fuera del propio edificio del Ayuntamiento. La
documentación se encuentra en estantería fija, en el suelo, en forma de legajos y en
montones de documentos sueltos. Se ha llegado a un estado tal de abandono, que la
documentación de nuevo ingreso se tira directamente al suelo, donde se amontona
entremezclada con objetos de la Oficina de Tráfico. No se realiza ninguna labor
archivística. Inexistencia de personal destinado, ni en ratos libres y fugaces, al archivo.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. La documentación está tan
desordenada que el acceso es prácticamente imposible.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Plaza de San Roque, s/n. 35430 - Firgas. Tfno.: 928/62-52-36.
GÁLDAR.
Local: consta de dos habitaciones no muy adecuadas por su escasa ventilación,
existencia de puntos de humedad, altura excesiva de sus estanterías, situadas en la
planta baja del edificio del Ayuntamiento. Se trata de una edificación antigua de estilo
canario con los consiguientes problemas de adaptación a un uso administrativo
moderno. Se encuentra en organización interrumpida atendiendo a la contratación por
temporadas de su personal. Cuenta con descriptores parciales. Se está procediendo a su
microfilmación. Sin medidas de seguridad.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario, Alcalde o Concejal de Cultura.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Plaza de Santiago, 1. 35460 - Gáldar. Tfno.: 928/88-16-86.
INGENIO.
Local: consta de una sola habitación en el sótano del edificio del Ayuntamiento en
precarias condiciones por su suciedad, desorden, polvo. Tiene dos puertas de ingreso,
una de las cuales conecta directamente con el garaje de Protección Civil. La estantería
es fija repleta de documentación, que también se reparte por el suelo junto con material
viejo de oficina y papelería a espera de ser empleada. No obstante, no se ha apreciado
humedad. Carece de personal y el que por razones se destina a labores momentáneas lo
considera como un castigo laboral. La bibliotecaria hace a veces de archivera, pero sin
compromiso alguno. Se pretende trasladar a otro enclave.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Los funcionarios tienen entrada
libre.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ Candelaria, 1. 35280 - Ingenio. Tfno.: 928/78-30-37.
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.
Local: consta de tres depósitos muy alejados entre sí. Un depósito sito en la planta baja
del edificio del Ayuntamiento, antiguo edificio de un hotel adaptado a su nuevo
cometido. Cuenta con estantería móvil casi repleta de documentos y alguna que otra por
el suelo. El segundo depósito, con la documentación más antigua, se encuentra en el
edificio del antiguo Ayuntamiento en una situación muy precaria por su abandono,
suciedad, peligro de incendio por inadecuada instalación eléctrica y contaminado por
termitas. Se han realizado microfotografías espantosas de la colonia de termitas en plena
labor de deglución documental muy didácticas y aleccionadoras. Por ejemplo, de un
expediente de una antigua fábrica de chocolate, sólo han quedado las grapas y una
fotocopia realizada con la técnica del amoníaco. El Ayuntamiento ha fumigado el
edificio al completo para combatir la plaga, cuyos resultados desconocemos. El tercer
depósito lo constituye unas habitaciones en el antiguo Castillo de Mata, que fue sede de
la Legión. La documentación se reparte entre el suelo y una estantería metálica oxidada.
Sin medidas de seguridad en ninguno de ellos. Tres contratados laborales se ocupan del
archivo. La documentación más antigua (desde comienzos del siglo XIX hasta
mediados del XX) se encuentra perfectamente instalada, protegida, descrita y
consultable en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas.
Accesibilidad: sólo es consultable la documentación custodiada en el primer depósito
mencionado y los libros de actas, que conserva el Secretario en su propio despacho.
Estos últimos han sido microfilmados por el Archivo Histórico Provincial y
consultables en su sala de investigación.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ León y Castillo, 270. 35005 - Las Palmas de Gran Canaria. Tfno.: 928/2427-84.
MOGÁN.
Local: consta de una habitación en el propio Ayuntamiento y dos más en un edificio
cercano. Son depósitos desordenados y prácticamente abandonados, en los que se
entremezcla la documentación con objetos decomisados por la Policía. Los documentos
se reparten por unas estantería de hierro muy oxidada y el suelo. En ocasiones un
auxiliar administrativo se ocupa del archivo, fundamentalmente para buscar y ordenar
los boletines oficiales. No se está haciendo labor archivística alguna.
Accesibilidad: necesaria la autorización del Secretario, que sólo concede cuando un
auxiliar administrativo puede acompañar al investigador.
Horario: según posibilidades de contar con un auxiliar acompañante.
Dirección: c/ General Franco, 11. 35140 - Mogán. Tfno.: 928/56-93-50.
MOYA.
Local: consta de una habitación de reducidas dimensiones en la primera planta del
edificio del Ayuntamiento. La documentación se encuentra enlegajada y suelta en una
estantería fija. Parte de los libros de Intervención se encuentran en una especie de
sobretecho inaccesible. Un auxiliar administrativo se encarga a ratos de poner un poco
de orden. No se realiza labor archivística. Cuenta con algunos descriptores realizados en
1938, 1948 y algunos índices incompletos sin fecha de realización.
Accesibilidad: necesidad de autorización del Secretario.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ Miguel Hernández, 13. 35420 - Moya. Tfno.: 928/62-00-02.
SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA.
Local: consta de dos depósitos, uno sito en Santiago de Tunte y el otro en Maspalomas.
Son habitaciones con escasa ventilación, sin medidas de seguridad. La documentación
se encuentra físicamente bien instalada en archivadores y en estantería, que es fija en el
depósito de Tunte y móvil en el de Maspalomas. Carece de personal adecuado, ya que el
depósito de Tunte está controlado por un peón de mantenimiento y el de Maspalomas
por un vigilante de escuela. Sólo Tunte cuenta con una especie de inventario general.
Accesibilidad: necesidad de autorización del Alcalde. El investigador disfruta de acceso
libre y directo a los fondos.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Plaza de Santiago, s/n (Tunte). Plaza de la Constitución, 1 (Maspalomas).
35290. Tfno.: 928/12-74-02.
SAN MATEO.
Local: consta de una habitación en bastante buen estado, aunque con cierta humedad, en
el sótano del edificio del Ayuntamiento. Sin medidas de seguridad. No hay
documentación en el suelo. La estantería es fija. Los funcionarios tienen acceso directo
y libre a los fondos, y suelen tomar café en una mesita que existe para tal menester en
un rincón del archivo. No se está haciendo labor archivística, aunque está "arregladito y
curioso". Presenta cierta organización. Un auxiliar administrativo se preocupa de vez en
cuando del archivo.
Accesibilidad: necesidad de autorización. El investigador autorizado disfruta de acceso
libre y directo a los fondos.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Plaza de Santa Ana, 3. 35320 - San Mateo. Tfno.: 928/66-13-81.
SAN NICOLÁS DE TOLENTINO.
Local: consta de dos habitaciones ciegas, una en buenas condiciones, la otra en pésimas
con documentos sueltos, abandonados y sucios. La estantería es fija. Un auxiliar
administrativo se encarga de colocar en la estantería la documentación de nuevo
ingreso, pero sin realizar ninguna otra labor archivística. Existen inventarios parciales.
Accesibilidad: necesidad de autorización del Secretario. El investigador autorizado
disfruta de acceso libre y directo a los fondos.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ General Franco, 28. 35470 - San Nicolás de Tolentino. Tfno.: 928/89-2305.
SANTA BRÍGIDA.
Local: se trata de un pasillo sin ningún tipo de puerta, en la segunda planta del
Ayuntamiento, carente de toda condición para archivo. La estantería es de madera y
acristalada.. Sin medidas de seguridad. No se está haciendo ninguna labor archivística,
aunque hay cierta intención de adecuar una habitación y proceder a su arreglo
definitivo. No existe personal adscrito a este servicio.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta
de acceso libre y directo a los fondos. Los funcionarios tienen acceso libre.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ Manuel Hernández Muñoz, 21. Santa Brígida. Tfno.: 928/64-14-30.
SANTA LUCÍA DE TIRAJANA.
Local: consta de tres habitaciones, una en la primera planta y dos en la segunda del
edificio antiguo del Ayuntamiento. No reúne condiciones, con humedades, sin medidas
de seguridad. Una auxiliar administrativa vigila con su sola presencia el edificio, y
atiende las consultas del personal del Ayuntamiento y de los investigadores, sin realizar
labor archivística. Los boletines oficiales sí están ordenados y controlados.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta
de acceso libre y directo a los fondos. Los funcionarios tienen acceso libre.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ Leopoldo Matos, 2. 35280 - Santa Lucía de Tirajana. Tfno.: 928/79-80-06.
SANTA MARÍA DE GUÍA.
Local: consta de una habitación en malas condiciones, con humedades, goteras,
suciedad y abandono, sita en la primera planta de un colegio público. Las ventanas
tienen algunos cristales rotos. La estantería es fija y la documentación se reparte entre
ésta y el suelo. Actualmente carece de archivero y de personal de otra categoría
administrativa, pero hace años hubo personal contratado para su organización. No se
está haciendo labor archivística.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta
de acceso libre y directo a los fondos. Los funcionarios tienen acceso libre.
Horario: de 9h. 13h.
Dirección: Carretera de la Atalaya, 1. 35450 - Santa María de Guía. Tfno.: 928/88-2150.
TEJEDA.
Local: consta de tres pequeñas habitaciones sitas en la segunda planta del edificio del
Ayuntamiento, con goteras y humedad preocupantes. La documentación no se encuentra
organizada, y se reparte por una estantería de hierro y apilada en montones en el suelo.
Sin medidas de seguridad. Un auxiliar administrativo se ocupa en ratos libres de intentar
poner un poco de orden y control.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta
de acceso libre y directo a los fondos, busca, consulta y guarda la documentación. Los
funcionarios tienen acceso libre.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ Nuestra Señora del Socorro, s/n. 35360 - Tejeda. Tfno.: 928/65-80-01.
TELDE.
Local: consta de dos depósitos. Sólo ha se ha podido censar uno de ellos, el más actual.
Queda, pues, por censar, el de documentación más antigua y de mayor volumen, pero su
estado de accesibilidad y orden lo ha hecho imposible por el momento. Este depósito,
según se dice, está pendiente de traslado y de organización. Estanterías fijas, sin
medidas de seguridad. Existe un proyecto bastante avanzado de construcción de un
archivo municipal en condiciones. El depósito censado, que es más bien un archivo de
gestión, está atendido por un funcionario del Ayuntamiento que ordena e intenta
controlar la documentación, especialmente los boletines oficiales. El depósito no
censado está atendido por un contratado que al presente está organizando la
documentación a su cargo con arreglo al cuadro de organización de fondos del Grupo de
Archiveros Municipales de Madrid.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado es
atendido por el encargado del archivo.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ Inés Chemida, s/n. 35200 - Telde. Tfno.: 928/69-81-52.
TEROR.
Local: se trata de un edificio moderno, exento, de una sola planta, para uso exclusivo
del archivo municipal. Se apercibe cierta humedad ambiente. Estantería fija. Las
ventanas está protegidas por rejas y la puerta de ingreso cuenta con una cancela de
metal. Tiene extintores de mano. La documentación está toda en estantería, sin
documentación por el suelo. Las unidades de instalación vistas son archivadores y
legajos con balduque. El fondo está todo organizado conforme al cuadro de
clasificación del Grupo de Archiveros Municipales de Madrid. Se está realizando el
inventario general. Cuenta con un archivero de titulación universitaria que reparte su
horario con otras labores administrativas.
Accesibilidad: el archivero atiende al investigador.
Horario: de 9h. a 14h.
Dirección: c/ Padre Cueto, 2. 35300 - Teror. Tfno.: 928/63-00-75.
VALSEQUILLO.
Local: consta de una habitación en la primera planta del edificio del Ayuntamiento. No
reúne condiciones ni como depósito ni como lugar de trabajo. Está totalmente
desordenado, abandonado, sucio; es un verdadero caos. La documentación se reparte a
capricho por la estantería fija y en el suelo, en archivadores, en documentos sueltos y en
cajas de cartón. La escasa organización de tiempos pasados se está, poco a poco,
perdiendo. Todo el mundo puede entrar a su libre albedrío. Sin medidas de seguridad.
No se está haciendo, como se puede comprender, ni la más mínima labor archivística.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. El investigador autorizado disfruta
de acceso libre y directo a los fondos. Los funcionarios tienen acceso libre.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ León y Castillo, 1. 35217 - Valsequillo. Tfno.: 928/70-50-11.
VALLESECO.
Local: consta de una habitación en la primera planta del edificio del Ayuntamiento,
bastante limpia, aseada y sin humedades. Toda la documentación se encuentra instalada
en estantería fija. La documentación ha sido organizada por orden cronológico e
informatizada bajo este criterio. Sin medidas de seguridad. La entrada a la
documentación se realiza a través de la base de datos resultante, siendo el año del
documento que se solicita el descriptor principal de entrada.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario. Las peticiones de documentos por
parte de los investigadores se hacen directamente al Secretario.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ León y Castillo, 10. 35340 - Valleseco. Tfno.: 928/61-82-32.
ISLA DE LANZAROTE
ARRECIFE.
Local: consta de una sola habitación en el semisótano del edificio moderno del
Ayuntamiento. Es de reducidas dimensiones, con escasa luz, insuficiente ventilación y
huellas de haberse producido goteras por el agua de la lluvia. Sin medidas de seguridad.
Es paso obligado para acceder al cuarto en el que se encuentran las palancas generales
de luz y fuerza del edificio y de las llaves de paso del suministro del agua. Tiene
estantería fija aún no repleta de documentación. En el archivo se suele guardar objetos
de las ferias populares, mesas de oficina inservibles pero inventariadas y similares.
Posee inventarios parciales. Al presente, parece haber reclamado la atención y el interés
de la Coorporación, en tantose está estudiando la fórmula para su adecuación y
organización.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Avda. Vargas, 1. 35500 - Arrecife . Tfno.: 928/81-27-50.
HARÍA.
Local: consta de una habitación en el edificio del Ayuntamiento. Es de pequeñas
dimensiones, tiene estantería de madera totalmente ocupada por documentación por lo
que ésta se prolonga por el suelo. Sin medidas de seguridad y con escasa ventilación. Al
presente, se están clasificando los fondos por los propios funcionarios municipales, que
siguen unas directrices que en nada se asemejan a las elaboradas por el Grupo de
Archiveros Municipales de Madrid.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Plaza de la Constitución, 1. 35520 - Haría. Tfno.: 928/83-50-09.
SAN BARTOLOMÉ.
Local: consta de dos habitaciones en la segunda y tercera planta de la Torre del Reloj
del Ayuntamiento, que está coronada por un palomar, por lo que no es infrecuente
encontrarse dentro del archivo plumas, excrementos y alguna que otra paloma con afán
de investigar. La documentación se reparte por la estantería fija y por el suelo, no
siempre enlegajada. En general, presenta un estado deplorable.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Plaza de León y Castillo, 8. 35550 - San Bartolomé.
TEGUISE.
Local: se trata de un edificio antiguo que ha sido rehabilitado para archivo municipal.
Estantería fija. Su estado general es bueno e incluso deseable. Ejemplo a seguir por el
resto de los municipios de la isla. Cuenta con fotocopiadora, equipo informático,
deshumidificador y lector de microfilm. Una archivera nombrada por el Ayuntamiento
se ocupa del archivo, labores que comparte con otras culturales y exposiciones. Posee
instrumentos de descripción de parte de la documentación.
Accesibilidad: libre.
Horario: de 9h. a 13,30h.
Dirección: c/ Carnicería, 8. 35530 - Teguise. Tfno.: 928/84-54-67.
TÍAS.
Local: consta de una habitación en buenas condiciones, aunque de reducidas
dimensiones. Tiene estantería móvil, con toda la documentación bien enlegajada,
aunque carece de cuadro de clasificación. Tiene extintor de mano.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: c/ Libertad, 50. 35572 - Tías. Tfno.: 928/83-35-57.
TINAJO.
Local: consta de dos habitaciones, una de ellas con claras señales de humedad y
suciedad. Escasa ventilación. Estantería fija. Un auxiliar administrativo comparte sus
labores propias con las de archivo y Secretaría. Se ha comenzado el inventario general.
Sin medidas de seguridad.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Plaza de San Roque, 1. 35560 - Tinajo. Tfno.: 928/84-00-21.
YAIZA.
Local: consta de una habitación de reducidas dimensiones, de escasa ventilación y con
falta de limpieza. La estantería es fija y se encuentra totalmente repleta de
documentación, por lo que ésta se prolonga por el suelo y se acumula encima de una
mesa. Carece de medidas de seguridad.
Accesibilidad: necesidad del permiso del Secretario.
Horario: el propio del Ayuntamiento.
Dirección: Plaza de los Remedios, 1. 35570 - Yaiza.
ISLA DE FUERTEVENTURA
ANTIGUA.
Locales: consta de una habitación con mucha humedad y en pésimas condiciones. La
documentación se reparte en estantería metálica fija, en el suelo y sobre una mesa.
Existe una pequeña habitación en peor estado si cabe, que no ha podido ser censada
debido a la gran cantidad de material viejo que impedía físicamente el acceso y a la
recogida sistemática de datos.
Accesibilidad: necesario permiso del Secretario.
Horario: L-V: de 8,30h a 14,30h. S: de 9h. a 12h.
Dirección: Plaza de la Iglesia, 1. Antigua. Tfno.: 928/87-85-01.
BETANCURIA.
Locales: consta de una habitación de pequeñas dimensiones, limpia, ventilada y
luminosa. La documentación se encuentra en archivadores de plástico, lo cual no es
recomendab le por obvias razones. Sin medidas de seguridad, salvo un extintor de
mano. Al parecer, se pretende mejorar la instalación y la organización de los fondos
cuando se presenten las oportunidades precisas.
Accesibilidad: necesario permiso del Secretario.
Horario: L-V: de 8h a 15h. S: de 9h. a 12h.
Dirección: c/ Amador Rodríguez, s/n. Betancuria. Tfno.: 928/87-80-92.
LA OLIVA.
Locales: consta de tres habitaciones con estantería fija. En general, buenas condiciones.
Sin sistemas de seguridad. Un auxiliar administrativo comparte sus labores propias con
las del archivo.
Accesibilidad: necesario permiso del Secretario.
Horario: L-V: de 8,30h a 14,30h. S: de 8h. a 12h.
&sp;
PÁJARA.
Locales: consta de tres habitaciones. Una de ellas en muy mal estado, humedad,
suciedad, escasa ventilación y falta de espacio, lo que impide, esto último, el empleo de
una escalera de mano para alcanzar a las baldas más altas, por lo que es preciso "trepar"
incómodamente y con el riesgo consiguiente. Las otras dos habitaciones se encuentran
en mejor estado, pero tampoco excesivo o ejemplar.
Accesibilidad: necesario permiso del Secretario.
Horario: L-S: de 9h a 14h.
Dirección: Plaza de la Regla, s/n. Pájara. Tfno.: 928/16-14-83.
PUERTO DEL ROSARIO.
Locales: consta de cuatro habitaciones, dos de ellas en el propio Ayuntamiento, y las
dos restantes en los sótanos de la Biblioteca Municipal, junto a un aljibe de agua, con el
que comparte pared. Tiene estantería móvil en el depósito principal que se encuentra en
el Ayuntamiento. En el resto, estantería fija. El archivo cuenta con archivero municipal
por oposiciones, quien ha comenzado a organizar los fondo convenientemente y según
es deseable. Posee instrumentos de descripción parciales.
Accesibilidad: necesario permiso del Secretario. El investigador es atendido por el
archivero.
Horario: L-V: de 9h. a 13h.
Dirección: c/ Fernández Castañeyra, 2. 35600 - Puerto del Rosario. Tfno.: 928/85-0110.
TUINEJE.
Locales: consta de una habitación en el sótano del edificio del Ayuntamiento, a la cual
se accede por una escalera estrecha y excesivamente pendiente, lo que dificulta
enormemente el traslado de la documentación. Escasa ventilación y luminosidad, tanto
natural como artificial, lo que, junto con la existencia de cucarachas, arañas y cartones
en las zonas de circulación interior, cualquier consulta se convierte en desagradable,
peligrosa y desaliñada.
Accesibilidad: necesario permiso del Secretario.
Horario: L-V: de 8,30h a 14,30h. S: de 9h. a 12h.
Dirección: Plaza de San Miguel, 1. Tuineje. Tfno.: 928/16-40-45.
CONCLUSIONES RELATIVAS A LOS ARCHIVOS MUNICIPALES:
Atendiendo a todo lo expuesto anteriormente, se llega a las siguientes conclusiones:
1.- El estado real de la cuestión no coincide en absoluto con el estado deseable.
2.- Carencia de archiveros que se ocupen de los fondos municipales, salvo excepciones
muy contadas. La solución de esta carencia supondría erradicar en gran medida los
problemas que caracterizan a la mayoría de estos archivos. Como solución, se habría de
instar a los ayuntamientos a dotar plazas de archiveros superiores (facultativo) y
técnicos (ayudante), ya que las otras categorías administrativas (auxiliares
administrativos) no son las adecuadas para el control de los archivos municipales,
aunque ésta sea la práctica consuetudinaria en los archivos canarios.
3.- Unificar las oposiciones a archivero municipal y crear los dos niveles (facultativo y
ayudante) con lo que erradicar la rutina de cubrir las plazas de los archivos con otras
categorías administrativas.
4.- Mantener una formación permanente por parte de los Ayuntamientos de sus
archiveros profesionales.
5.- Carencia en casi todos los municipios de la infraestructura propia y característica de
todo archivo (espacio, estantería, medidas de seguridad, control, etc.). La única solución
posible es la construcción inmediata de edificios convenientes, o, al menos, de depósitos
oportunos, en los que ubicar correctamente los fondos documentales municipales. En
otras palabras, construir verdaderos archivos.
6.- Carencia de medios. Aquellos archivos que cuentan con ordenador no lo emplean
para la informatización de sus fondos, sino como instrumentos de simple escritura.
7.- Los instrumentos de descripción documental, en el más amplio sentido de la palabra,
brillan por su ausencia, o son incompleto y antiguos.
8.- Recomendar e instar al empleo del cuadro de clasificación único en todos los
archivos, y establecer criterios homogéneos en el diseño de los instrumentos de
descripción, a fin de facilitar la labor a desarrollar y la búsqueda de la información por
los usuarios de estos archivos.
9.- Imposibilidad de atender convenientemente a los investigadores por no contar con
salas de lectura, descriptores, archiveros y personal cualificado que los orienten, y por
no existir un horario permanente fijo de apertura y consulta.
10 .- Necesidad de que la Administración Local se mentalice de la importancia y de la
necesidad de estos centros. La característica principal o generalizada en la que hasta el
presente vienen inscribiéndose estos centros es, salvo excepciones, la de un desinterés y
abandono por parte de los municipios desde antiguo, ya que no han recibido la atención
deseada para cumplir la misión a ellos encomendada y de ellos esperada. Dichos
archivos carecen de personal cualificado y suficiente, de las más mínimas
infraestructuras y medios, de los correspondientes instrumentos de descripción y, por
supuesto, de la posibilidad de cumplir el fin social, administrativo y de investigación de
los que se consideran merecedores.
11.- Práctica consuetudinaria es la de transferirse series documentales desde los
archivos de gestión al central sin los correspondientes y preceptivos boletines de entrega
y sin el cotejo de la masa documental transferida, tanto por parte del remitente como por
parte del receptor, en el caso de existir. Por ello, a la hora de buscar un documento, la
única solución posible es la de sumergirse en los fondos, sin los más mínimos elementos
de búsqueda, esperando poderlo localizar con la única referencia del recuerdo de donde
lo colocó el encargado del servicio en ese momento. Si la propia institución no es capaz
de acceder al documento, más difícil lo será para el investigador.
12.- Sería recomendable y conveniente que por parte de la Administración Local se
dictasen recomendaciones y normas para que los gestores de la documentación
respetasen la clasificación, la ordenación y la conservación de las series documentales
en su conjunto y de los expedientes administrativos en particular. Igualmente se hace
necesario regular los expurgos y las transferencias documentales desde las dependencias
del Ayuntamiento al Archivo Central, que en la realidad se caracterizan por ser lo más
irregular inimaginable.
13.- Diseñar unas directrices generales para, a partir de ellas, elaborar el Reglamento de
los Archivos Municipales Canarios.
14.- Sería recomendable igualmente llevar a cabo una política archivística de inspección
con la que mirar por el buen estado de los archivos y de sus fondos, y expropiar
temporalmente (art. de la Ley 3/90) en tanto no se garantice su buena instalación y
control.
15.- Desarrollar la Ley 3/1990, de 22 de febrero, de Patrimonio Documental y Archivos
de Canarias y aplicarla de inmediato, pues motivos existen para ello.
16.- Publicación de los censos de los archivos municipales.
CUADRO RESUMEN DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA
DELAS PALMAS:
MUNICIPIO
ARCHIVERO/ENCARGADO
TITULACIÓN
MTS2
MEDIOS
ESTANTERIA
MTSLINEAL
DESCRIPTOR
D
Agaete
No/Sí
Aux.Adminis.
27
Ninguno
Fija
2.453
No
18
Aguimes
No/No
Nadie
62
Ninguno
Fija
442
Sí(de 1945)
18
Artenara
No/No
Nadie
16
Ninguno
Fija
66
Sí(de 1905)
18
Arucas
No/Sí
Aux.Adminis.
28
MQ.escribir
Fija
97
Sí(de 1927,
1932 y 1936)
Firgas
No/No
Nadie
40
Ninguno
Fija
175
No
18
Gáldar
Sí/No
Grado Medio
37
FC-MQ-LF
Fija
200
Sí
17
Ingenio
No/No
Nadie
149
Ninguno
Fija
475
No
18
Las Palmas
de Gran
Canaria
No/Sí
Grado Medio
148
MQ.escribir
Fija+Comp
1310
No
18
Mogán
No/Sí
Aux.Adminis.
99
Ninguno
Fija
200
No
18
Moya
No/No
Nadie
20
Ninguno
Fija
100
Sí(antiguo)
18
S. Bartolomé
de Tirajana
No/Sí
Sin estudios
212
MQ.
escribir
Fija+Comp
2343
Sí(parcial)
18
San Mateo
No/Sí
Aux.Adminis.
89
Ninguno
Fija
125
No
18
San Nicolás
de Tolentino
No/Sí
Aux.Adminis.
17
Ninguno
Fija
78
Sí(parcial)
18
Sta Brígida
No/No
Nadie
7
Ninguno
Fija
89
No
18
Sta. Lucía de
Tirajana
No/Sí
Aux.Adminis.
64
Ninguno
Fija
126
No
18
Sta. Maria
de Guía
No
57
Ninguno
Fija
122
No
18
Santa Cruz
de Tejeda
No/Sí
Aux.Adminis.
61
Ninguno
Fija
39
Sí(parcial)
18
Telde
Sí/No
Licenciado
39
Ninguno
Fija
115
Sí(parcial)
18
Teror
Sí/No
Licenciado
90
MQ.escribir
Fija
203
Sí(parcial)
18
Valsequillo
No/No
Nadie
10
Ninguno
Fija
45
No
18
Valleseco
No/No
Nadie
26
MQ.-OR.
Fija
144
Sí(cronológ.)
18
CUADRO RESUMEN DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA
DELAS PALMAS:
MUNICIPIO
ARCHIVERO/ENCARGADO
TITULACIÓN
MTS2
MEDIOS
ESTANTERIA
MTSLINEAL
DESCRIPTOR
Arrecife
No/No
Nadie
63
Ninguno
Fija
415
Sí(parcial)
Haría
No/No
Nadie
16
Ninguno
Fija
130
No
San
Bartolomé
No/No
Nadie
24
Ninguno
Fija
105
No
Teguise
Sí/No
Licenciada
53
TV,Video,FC,
OR,
MQ,Scanner,
LF
Fija
139
Sí(parcial)
Tías
No/No
Nadie
38
Ninguno
Fija+Comp
469
No
Tinajo
No/Sí
Aux.Adminis.
19
Ninguno
Fija
54
No
Yaiza
No/No
Nadie
18
Ninguno
Fija
82
No
CUADRO RESUMEN DE LOS ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA PROVINCIA
DELAS PALMAS:
MUNICIPIO
ARCHIVERO/ENCARGADO
TITULACIÓN
MTS2
MEDIOS
ESTANTERIA
MTSLINEAL
DESCRIPTOR
D
Antigua
No/No
Nadie
42
Ninguno
Fija
62
No
18
Betancuria
No/Sí
Aux.Adminis.
26
MQ.escribir
Fijq
112
No
18
La Oliva
No/No
Nadie
29
Ninguno
Fija
199
No
18
Pájara
No/No
Nadie
99
Ninguno
Fija
270
No
18
Puerto del
Rosario
Sí/No
Licenciado
72
MQ.escribir
Fija+Comp
359
Sí(parcial)
18
Tuineje
No/No
Nadie
40
Ninguno
Fija
208
No
18
TV: televisión; FC: fotocopiadora; OR: ordenador; MQ: máquina de escribir; LF: lector
de microfilm; COMP: estantería compacta.
LOS ARCHIVOS PARROQUIALES
LOS ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA DIÓCESIS DE CANARIAS
LA DIÓCESIS DE CANARIAS. TERRITORIO Y ARCIPRESTAZGOS:
La Comunidad de Canarias se divide territorialmente en dos provincias civiles,
correspondiendo a cada una de ellas, con idéntica extensión y límites, una diócesis,
ambas sufragáneas de Sevilla. La Diócesis de Canarias (Canariensis-Rubicensis) y la
Diócesis de Tenerife (Nivariensis) o San Cristóbal de La Laguna (Sancti Christophori
de Laguna). La segunda se escindió de la primera por bula de erección de uno de
febrero de 1818 (Pío VII), por motivos, entre otros, de dar mayor atención espiritual a
los fieles de las islas orientales, laboriosa ya por el crecimiento demográfico
experimentado y por las dificultades en las comunicaciones con Gran Canaria, sede del
obispado insular en aquel entonces.
Se entiende por diócesis al territorio eclesiástico cuya administración se delega a un
obispo, denominación que no hay que confundir con el de "parrochia", sinónimo de
diócesis en otros tiempos. Los concilios visigóticos designaron indistintamente con uno
u otro nombre el territorio confiado a un obispo. Fue a partir de 1234, con la
promulgación de los Decretales de Gregorio IX, cuando fue adquiriendo preponderancia
el término de diócesis para significar el área de acción del obispo, concepto
terminológico que se mantiene en la actualidad.
A su vez, la diócesis se divide territorialmente en parroquias88 cuya jurisdicción
espiritual ejerce el párroco, actividad que queda reflejada en libros y documentos, es
decir, en el archivo parroquial. Según el Código de Derecho Canónico, se define el
concepto como "una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la
Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano se
encomienda a un párroco, como su pastor propio"89, comunidad que se caracteriza por
poseer un carácter eminentemente territorial90. Varias parroquias próximas entre sí
pueden unirse en grupos peculiares, denominados arciprestazgos, con el objeto de
facilitar la cura pastoral mediante una actividad común91; y varios de éstos, a su vez, en
zonas pastorales, al frente de las cuales figura el vicario episcopal, agrupaciones
denominadas también vicarías.
La Diócesis de Canarias fue erigida de forma canónica y solemne por Benedicto XIII,
por bula de siete de julio de 1404, con sede inicial en la isla de Lanzarote (Diócesis de
San Marcial de Rubicón), aunque no tardaría en ser transferida por Sixto IV a la ciudad
de Las Palmas en 1483. Anterior a la Diócesis de Canarias existió la Diócesis de Telde
(Teldensis), fundada por Clemente VI en 1351, y que no perduró más allá de la última
década del siglo. Muchas dudas suscita este primitivo obispado de Telde92, de efímera
duración y de origen aún no bien conocido, aunque tuvo mucho que ver, sin duda, con
la primera época colonizadora. Lo que sí es verdad, es que la creación de la diócesis de
Rubicón supuso la tácita desaparición del obispado de Telde.
La diócesis consta, según la nueva división, de 19 arciprestazgos (9 en 1967), de los que
corresponde uno a la isla de Lanzarote (arciprestazgo de Lanzarote), otro a la de
Fuerteventura (arciprestazgo de Fuerteventura), y el resto a la isla de Gran Canaria,
repartidos nueve en la ciudad de Las Palmas de Gran Canarias (arciprestazgos de San
José, de Guiniguada, de Centro Ciudad, de Guanarteme, de La Isleta, de Ciudad Alta 1,
de Ciudad Alta 2, de San Vicente de Paul y de San Lorenzo), y ocho entre los pueblos
del interior (arciprestazgos de Arucas, de Santiago de Gáldar, de Teror, del Centro Isla,
de Telde, de Agüimes, del Sur 1 y de Vecindario).
El número total de parroquias de la diócesis de Canarias es de 153, de las que diez se
ubican en el arciprestazgo de Fuerteventura, catorce en el de Lanzarote, nueve en el de
San José, cinco en el de Guiniguada, ocho en el de Centro Ciudad, cinco en el de
Guanarteme, seis en el de La Isleta, cinco en el de Ciudad Alta 1, seis en el de Ciudad
Alta 2, cuatro en el de San Lorenzo, tres en el de San Vicente de Paul, diez en el de
Arucas, once en el de Santiago de Gáldar, diez en el de Teror, diez en el del Centro Isla,
catorce en el de Telde, once en el de Agüimes y seis en el del Sur 1 y seis en el de
Vecindario.
La relación de parroquias, con especificación del arciprestazgo, fecha de erección y
localidad, es la siguiente93:
ARCIPRESTAZGOS
PARROQUIAS
LOCALIDAD
ERECCIÓN
FUERTEVENTURA
Santa María de Betancuria
Betancuria
1581/09/08
Nuestra Senora de regla
Pájara
1711/10/11
San Miguel
Tuineje
1790/12/17
San Diego de Alcalá
Gran Tarajal
1943/03/19
San Marcos
Tiscamanit
1915/10/01
Santa maría de la Antigua
La Antigua
1785/09/11
Santa Ana
Casillas del Angel
1790/12/08
Nuestra Senora del Rosario
Puerto del Rosario
1906/02/02
Santo Domingo
Tetir
1777/01/24
Nuestra Senora de Candelaria
La Oliva
1711/04/11
San Ginés de Clemont
Arrecife
1798/06/25
Nuestra Senora de Guadalupe
Teguise
1455
LANZAROTE
San Andrés y Ntra. Senora del Socorro
Tao-Tiagua
1943/03/28
San Cristo de las Aguas
Guatiza y Mala
1915/05/10
Nuestra Senora de la Encarnación
Haría
1631/03/09
San Francisco Javier
Yé
1943/03/28
San Roque
Tinajo
1796/06/05
San Bartolomé
San Bartolomé
1796/04/02
Nuestra Senora de la Candelaria
Tías
1796/09/05
Ntra. Sra. los Remedios y San marcial
Yaiza y Femés
1728/08/20
San José Obrero
Santa Coloma-Arrecife
1961/12/08
Nuestra Senora del Carmen
Valterra-Arrecife
1972/03/25
San Antonio María Claret
Alta Vista-Arrecife
1972/03/25
Santa María de la Vega
Arrecife
1972/03/25
SAN JOSÉ
San Cristóbal
San Cristóbal
1941/10/01
(Capital)
San José
San José
1938/02/27
San Juan Bautista
San Juan
1942/01/17
San Francisco Javier
Hoya de la Plata
1969/03/19
Santa Clara Virgen
Barriada de Zárate
1969/04/01
Nuestra Senora de Fátima
Barriada Pedro Hidalgo
1971/02/11
Santa Teresa de Jesús
San Cristóbal
1978
Nuestra Senora de los Remedios
Casablanca 1
1971/02/11
(pendiente de denominación)
El Lasso
?
GUINIGUADA
San Roque
San Roque
1939/01/01
(Capital)
San Nicolás de Bari
San Nicolás
1939/05/02
San José Artesano
Lomo Blanco
1971/02/11
Nuestra Senora del Rosario de Fátima
El Batán
1961/02/06
San Francisco de Sales
Barriada de S. Francisco
1976/02/06
CENTRO CIUDAD
San Agustín*
Vegueta
1852/09/15
(Capital)
Santo Domingo
Vegueta
1841/08/04
*
San Francisco de Asís
Triana
1840/06/16
San Bernardo y San Telmo
Triana
1849/08/20
Corazón de María
Los Arenales
1939/01/01
Santa Teresa del Nino Jesús
Los Arenales
1939/01/01
Santa Catalina
Ciudad Jardín
1939/01/01
Santa María del Mar
El Lugo
1990/12/13
GUANARTEME
Sagrada Familia
Alcaravaneras
1943/03/19
(Capital)
Santa Maria del Pino
Santa Catalina
1939/01/01
San Pablo
Santa Catalina
1939/11/24
Santisimo Cristo Crucificado
Guanarteme
1943/03/19
Nuestra Senora del Pilar
Guanarteme
1938/01/29
LA ISLETA
Nuestra Senora de la Luz*
Puerto
1900/10/01
(Capital)
San Pedro
Las Puntillas
1940/12/15
Nuestra Senora del Carmen
Puerto
1938/01/15
*
*
San Pío X
La Isleta
1958
El Salvador
Nuestra Isleta
1969/11/08
Nuestra Senora de Fátima
Las Coloradas
1974/08/15
CIUDAD ALTA 1
Santa Isabel de Hungría
Escaleritas
1961/12/08
(Capital)
San Antonio María Claret
Las Chumberas
1961/12/08
Espíritu Santo
Buena Vista
1969/04/01
Nuestra Senora del Atlántico
Feria del Atlántico
1980/09/08
Ascensión del Senor
Las Torres
1969/02/10
CUIDAD ALTA 2
sagrados Corazones
Schamánn
1961/01/01
(Capital)
Nuestra Senora de los Dolores
Schamánn
1961/01/01
Nuestra Senora de la Paz
Rechoyas Bajas
1969/04/01
María Madre de la Iglesia
Cruz de Piedra
1973/11/?
San Antonio de Pauda
El Polvorín
1939/03/19
Santa Cruz
Miller Bajo
1969/02/10
SAN LORENZO
San Lorenzo*
San Lorenzo
1681
(Capital)
La Milagrosa
Altos de San Lorenzo
1943/03/19
San Antonio Abad
Tamaraceite
1937/12/08
Nuestra Senora de la Encarnación
Tenoya
1937/12/08
San Vicente de Paul
Lomo Apolinario
1941/09/08
San Esteban Protomártir
La Paterna
1969/04/01
(Capital)
Cirsto Rey
Vuelta de los Tarahales
1969/04/01
ARUCAS
San Juan Bautista*
Arucas
1515/04/18
(Pueblos del Interior)
Nuestra Senora del Carmen
Santidad
1943/03/19
Nuestra Senora del Rosario
La Goleta
1943/03/19
San Isidro Labrador
Montana Cardones
1915/10/01
San Pedro
Banaderos
1891/08/02
Nuestra Senora del Pilar
Casablanca de Firgas
1934/03/19
San José de la Montana
Trapiche
1938/01/02
SAN VICENTE DE PAUL
*
San Andrés y San Felipe
Banaderos
1949/03/19
Nuestra Senora de la Candelaria
Moya
1515/04/18
San Bartolomé
Fontanales
1915/10/01
SANTIAGO GÁLDAR*
Santa María de Guía*
Guía
1533
(Pueblos del Interior)
San Pedro
Atalaya de Guía
1943/03/19
Santiago Apóstol
Gáldar
1487
San Isidro Labrador
San Isidro de Gáldar
1943/03/19
Nuestra Senora de la Concepción
Agaete
1594
San Pedro
Valle de Agaete
1943/03/19
San Nicolás de Tolentino
S. Nicolás de Tolentino
1783/02/09
Nuestra Senora de Fátima
Montana de Gáldar
1963
San Francisco de Asís
Tres Palmas
1943/03/19
San José de la Montana
Montana Alta
1940/04/10
San José
Caideros
1940/03/01
*
*
*
TEROR
San Roque
Firgas
1845/01/19
*
Nuestra Senora del Pino
Teror
1503
(Pueblos del Interior)
Sagrado Corazón de Jesús*
Arbejales
1940/06/09
Nuestra Senora de las Nieves
El Palmar
1943/03/19
San Vicente Ferrer
Valleseco
1846/11/22
San Luis Gonzaga
Valsendero
1943/03/19
San Matías
Artenara
1782/04/09
Santo Domingo de Guzmán
Juncalillo
1928/10/10
Nuestra Senora del Socorro
tejeda
1639
*
La Milagrosa
La Solana
1943/03/19
CENTRO ISLA
La Inmaculada Concepción
Tafira Alta
1848
*
San Juan Crisóstomo
Tafira Baja
1943/03/19
Pueblos del Interior
Santa Brígida
Santa brígida
1583
San José y San Juan Bautista
Monte Coello
1943/03/19
*
*
Santo Cristo
Atalaya de Santa Brígida
1943/03/19
Ntra. Sra. de la Virgen del Madronal
Madronal
1943/03/19
San Mateo
San Mateo
1800/10/28
Santa Mónica
Utiaca
1943/03/19
San Bartolomé
Lagunetas
1915/10/01
*
María Auxiliadora
Arinez
1943/03/19
TELDE
La Inmaculada Concepción
Jinámar
1940/04/10
(Pueblos del Interior)
San Juan Bautista*
Telde
1487
San Isidro
La Pardilla
1949/03/19
San Gregorio
Telde
1848/03/05
Santo Cura de Ars
Melenara
1943/03/19
Nuestra Senora de las Nieves
Lomo Magullo
1943/03/19
San Roque
Valle de San Roque
1941/03/01
San Miguel
Valsequillo
1800/10/14
*
San Juan Bautista
Tenteniguada
1943/03/19
San José de Las Longueras
Las Longueras
1969/03/19
San Pedro
Éjido
1965
San hermenegildo Mártir
Valle de los Nueve
1969/04/01
Nuestra Senora de Fátima
El Calero
1969/04/01
Santa Rita de Casia
Ojos de Garza
1969/04/01
AGUIMES
Nuestra Senora de la Candelaira
Ingenio
1815/11/30
*
Nuestra Senora del Buen Suceso
Carrizal
1907/01/01
(Pueblos del Interior)
San Sebastián
Aguimes
1602
San Miguel
Temisas
1915/10/01
Santa Lucia
Santa Lucia
1814/09/19
San Bartolomé
S. Bartolomé de Tirajana
1590/03/10
El Salvador
Risco Blanco
1943/03/19
San José
Fataga
1928/02/01
*
*
*
Santo Cristo
Ingenio
1969/03/19
San José Artesano
Cruce de Arinaga
1969/03/19
Nuestra Senora del Pino
Playa de Arinaga
1971/08/15
SUR 1
Santísima Trinidad
Tablero
1949/03/19
(Pueblos del Interior)
Santa Agueda
Arquineguín
1943/03/19
San Antonio
Mogán
1814/05/14
San Fernando
Maspalomas
1982/07/15
El Salvador(Templo Ecuménico)
Playa del Inglés
?
San Agustín
Playa de San Agustín
1992/12/08
VECINDARIO
San Nicolás de Bari
Sardina
1915/10/01
(Pueblos del Interior)
Arcángel San Rafael
Vecindario
1943/03/19
Santa Cruz
Castillo del Romeral
1943/03/19
San Juan Evangelista
Cruce de Sardina
1969/04/01
San Juan Mártir
Doctoral
1969/04/01
*
*
Nuestra Senora de Fátima
Aldea Blanca
* Archivos parroquiales censados por ser su erección anterior a 1900 inclusive.
LOS ARCHIVOS PARROQUIALES:
Toda institución pública o privada y toda administración realizan una actividad, del tipo
que le corresponda, que ha de manifestar y proyectar a través de un conducto físico
permanente y transmisible, que evidencie la acción realizada. Este conducto no es otro
que el documento o testimonio material del acto realizado en el ejercicio de sus
funciones, bien sea en lenguaje natural, convencional o en cualquier otra expresión
gráfica, sonora o en imagen. La Iglesia Católica, entendida como gobierno o
administración general del Sumo Pontífice, concilios y prelados, genera, para
manifestarse y para dejar constancia de sus decisiones y actos, una serie de documentos
muy particulares a sus fines; es decir, una documentación sujeta a una tipología muy
concreta. Al mismo tiempo, comprendió la necesidad de conservar los documentos, en
aras al buen gobierno y conducción de las almas y para la recta administración temporal
de sus bienes. Los archivos eclesiásticos, entre los que se incluyen los parroquiales, son
las instituciones que recogen y agrupan dichos fondos. El conjunto de estos fondos
forma parte del patrimonio histórico y artístico de la Iglesia y, como dice la
Constitución Apostólica Pastor Bonus, el patrimonio documental se ha de custodiar en
archivos, que deben constituirse en cada lugar, y encomendarse a encargados
competentes para que no se pierda94.
Por tanto, los archivos de las parroquias son los depósitos en los que se conserva y
custodia la documentación que dicha institución genera o recibe en cumplimiento de su
servicio pastoral. Son la memoria fehaciente de la parroquia, memoria que, desde el
momento de su erección, nos habla de su devenir, actividades e incidencias propias. El
poder civil les concede, además de la personalidad vista, el carácter de registros
públicos, por contener de forma oficial asientos y apuntamientos sobre la existencia,
estado civil y condiciones de las personas. Y tanto es así que en España, hasta 1870, el
único medio de prueba del estado civil lo constituían únicamente los libros registros
parroquiales. Es más, el párroco, con indubitable autoridad para expedir documentos
con valor fuera y dentro del ámbito de su demarcación apostólica, posee potestad para
validar y autenticar los documentos y certificados testimoniales por él signados con el
sello parroquial95.
De tal suerte, el párroco se convierte en archivero; primero por obligación, por ser
responsable de un archivo; y después por necesidad, para poder controlar con
efectividad el fondo que custodia, usa y acrecienta, por la simple realización de su labor
pastoral. La pugna se suscita en que no recibe una verdadera preparación en
Archivística, ya que esta disciplina no se encuentra incluida en los planes de estudios en
los seminarios españoles96. Tampoco existía ni existe un manual de archivística
1992/12/08
eclesiástica, por lo que los conocimientos sobre esta materia, escasos evidentemente, los
recibía el futuro párroco por medio de los manuales de Procedimientos y Formularios,
de Teología pastoral y Práctica parroquial (enseñan los deberes del párroco, siendo el
archivo un elemento insustituible para el gobierno pastoral) y de Arqueología
eclesiástica (ilustra sobre Bellas Artes, y el archivo es un tesoro documental que el
párroco ha de cuidar, manejar e investigar). Al menos, recibía un cierto acercamiento al
mundo de los archivos y los documentos. Ese estado de cosas hace que el párroco, a
nivel general, comprenda la importancia de los archivos, asuma su responsabilidad en
su diligente conservación, reconozca la información histórica en ellos guardada, pero no
más. No quedan preparados para realizar una labor archivística bien entendida, salvo
por una preparación posterior de iniciativa personal. Excepciones hay dignas de
galardón, no obstante. Y si a esto sumamos la simultaneidad de las tareas propias del
párroco, el orden de prioridades relega a los últimos puestos la dedicación al archivo. La
generalidad de los párrocos se contentan con lograr un cierto orden en la documentación
de trámite, como los últimos años de los libros sacramentales, por cuanto necesitan
expedir certificados de los mismos y asentar la administración de los sacramentos. Lo
que no es muy comprensible es la ausencia de una archivística eclesiástica frente a otra
civil, ésta muy desarrollada y conocida, como si forzosamente los principios y objetivos
de una y otra fueran diferentes. Otra cosa sería hablar de una diplomática civil y otra
eclesiástica, dada las diferencias tipológicas generadas por ambas administraciones. No
faltan verdaderos intentos de resolver la ausencia de la archivística eclesiástica,
entendida ésta como una zona especializada dentro de una disciplina general, la
Archivística97
Forma parte del Patrimonio Documental, en su doble vertiente de ser documentos
generados por un organismo gestor de servicios públicos, y por poseer testimonios con
una antigüedad superior a los cuarenta años98. En concreto, el Patrimonio Documental
Canario también está formado por "los documentos, recogidos o no en archivos, con una
antigüedad superior a los cuarenta y cinco años, producidos o recibidos en el ejercicio
de su función por las entidades eclesiásticas, a salvo de lo previsto en los Convenios
entre la Santa Sede y el Estado Español y los órganos de las diferentes confesiones
religiosas radicadas en las Islas Canarias"99. El Convenio suscrito entre el Gobierno de
Canarias y la Iglesia Católica en esta Comunidad sobre Patrimonio Histórico de la
Iglesia en Canarias vuelve a hacerse eco de esta integración, ya que ambas partes no
sólo consideran que el Patrimonio Documental de la Iglesia Católica de Canarias es
parte importantísima del acervo cultura de Canarias, aunque de evidente titularidad
eclesiástica que no se cuestiona (se ratifica), sino que también reconocen que forma
parte del Patrimonio Histórico de Canarias100.
En definitiva, la documentación de que venimos hablando dará origen al archivo
parroquial. Y éste reflejará la vida social, económica, demografía, espiritual, vínculos
familiares, etc., a través de sus documentos y libros, especialmente de los sacramentales
o registros parroquiales, libros de fábrica, jocalías y cabreos, libro de Statu Animarum,
y un largo etcétera.
Desde antiguo la Iglesia se preocupó en defender y conservar sus documentos y, por
extensión, sus archivos. Pero, en realidad, hasta el Concilio de Trento (1545-1563), con
la organización de la curia diocesana, los archivos eclesiásticos, en concreto los
diocesanos, no van a alcanzar el interés histórico y el volumen documental que de ellos
cabría esperar. La Iglesia, comprendiendo con mayor amplitud la importancia de la
conservación de sus fondos, comienza a instalarlos y a ordenarlos convenientemente en
función del servicio que de ellos pueda recibir. Los archivos de los cabildos reclaman
dependencias propias en las catedrales, y se hace necesaria la figura del archivero para
el control de la masa documental que va aumentando día a día. La función práctica de
estos depósitos se hace patente, pues se convierten en útiles para la entidad a la que
pertenecen, como testimonios verídicos de los derechos adquiridos, aunque la
consideración de fuentes para la Historia no la van a adquirir hasta finales del siglo
XIX, función primordial que se defiende y procura en la actualidad. Poco a poco van
apareciendo reglamentos, normas, recomendaciones, códigos, etc., para el buen
gobierno de los archivos eclesiásticos101.
En el área que al presente nos interesa y ocupa (los archivos parroquiales de la
Provincia de Las Palmas exclusivamente), las normas básicas aplicables se pueden
reducir al Concilio de Trento, Código de Derecho Canónico, las disposiciones de la
Conferencia Episcopal Española, el Reglamento de los Archivos Eclesiásticos
Españoles, la legislación civil general sobre Patrimonio Documental y el Convenio de
colaboración, ya mencionado, suscrito entre el Gobierno de Canarias y la Iglesia
Católica en Canarias. Esta cita de normas legales, disposiciones y convenios,
individualmente tratados, enmascaran los problemas jurídicos, teóricos y prácticos que
ocasiona la coincidencia de dos administraciones con legislaciones propias (estatal y
canónica) que tienen por objetivo idénticos bienes, el Patrimonio Histórico Español102.
Dado que no tratamos en conjunto toda esta inconmensurable riqueza cultural, sino unos
centros archivísticos muy concretos, eludimos su tratamiento. Bien sabemos que esto no
lo es todo, pero no pretendemos entrar en disquisiciones, sino simplemente ofrecer unos
apuntes para la comprensión del cómo y del porqué de este tipo de archivos. No
obstante, nos contentaremos con citar dos disposiciones que por su importancia merecen
recordarse, aunque sea nominalmente: la circular de Mons. Ragonesi dando normas para
la conservación, custodia, uso y descripción documental de los archivos eclesiásticos
(21-07-1914); y la del nuncio Tedeschini, sobre reorganización de los archivos de la
Iglesia (01-10-1929).
Es un hecho el que los archivos parroquiales se institucionalizaron por el Concilio de
Trento103. Se legisla sobre la vida parroquial con minuciosidad; pero lo que más
reclama nuestra atención es cuando se dice que el párroco ha de anotar en un libro todo
cuanto se estime pertinente para constancia de su ministerio, libro que ha de conservar
con toda diligencia. Con ello nacen los llamados libros sacramentales, que son
auténticos registros con el significado moderno del concepto, y comunes a todas las
parroquias. Son los libros de bautismos, matrimonios, defunciones y confirmaciones.
Asimismo surgen otros libros no menos importantes, como los de fábrica, cofradías,
hermandades, visitas, etc.
El Código de Derecho Canónico promulgado por vez primera en 1917 y renovado en
1983 por S.S. Juan Pablo II, se convierte en ayuda para la organización y otros extremos
del archivo parroquial, a falta de normativas específicas sobre el tema. Es lástima que la
renovación de 1983 no haya dedicado mayor esmero en lo que se refiere a la
conservación y organización de los fondos documentales de la Iglesia. Prácticamente no
amplia y ni mejora el Código de 1917. Hace mas hincapie en los archivos diocesanos y
catedralicios, que en los parroquiales.
Y refiriéndonos en exclusiva al archivo parroquial, el Código es algo ambiguo por
cuanto lo define como "estantería o archivo donde se guardan los libros parroquiales,
juntamente con las cartas del Obispo y otros documentos que deben conservarse por
motivos de necesidad o de utilidad" (Canon 535,4). Como complemento a esta parca
descripción física de archivo continente, no vamos a encontrar otras descripciones que
la amplíen o mejoren, salvo escasas recomendaciones, como la que aconseja que el
archivo ha de ser "conveniente y apto" (Canon 1.284,9). Igual acontece con las
prescripciones para la conservación de los documentos. Se responsabiliza al párroco
para que los guarde "diligentemente" (Canon 535,1), en especial los libros parroquiales
más antiguos (Canon 535,5). Es de notar que se considera importante la custodia
diligente de los fondos del archivo, por cuanto se encomienda la comprobación de la
buena guarda de los mismos al Obispo diocesano (Cánones 491,1 y 535,4) y, por si
fuera poco, también al arcipreste, quien vigilará que se cumplimenten y guarden
adecuadamente (Canon 555,1,3º). Tan manifiesto cuidado por estos fondos, se haya o
no logrado (el censo de los archivos lo dirá), no es sino un claro exponente de la
importancia que presentan estos registros eclesiásticos, que, además, no se pueden
falsificar, ni alterar, ni destruir ni ocultar (Canon 1391). Y poco más nos ilustra el
referido Código al respecto, aunque, como decíamos más arriba, parece preocuparse
más por los archivos diocesanos (Cánones 486, 487, 488, 491 y 1.283) y por los
archivos secretos (Cánones 489, 490, 1.133 y 1.139).
En el campo de la descripción documental, vemos que ésta es obligada, y que se
responsabiliza al Obispo diocesano para "que se hagan inventarios o índices en doble
ejemplar, uno de los cuales se guardará en el propio archivo, y el otro en el archivo
diocesano" (Canon 491,1).
Los tipos de documentos que ha de conservar el archivo parroquial, los encontramos en
menciones muy repartidas por todo el Código. En general, se defiende la custodia de
cuantos documentos se refieran a la parroquia (Canon 486,1), y en concreto los libros
parroquiales, es decir, los de "bautizados, de matrimonios y de difuntos, y aquellos otros
prescritos por la Conferencia Episcopal o por el Obispo diocesano" (Canon 535,1). Es
obligación del párroco, no sólo conservarlos, sino cumplimentarlos diligentemente. Ha
de anotar sin demora en el libro de bautismos el nombre y otros datos personales del
neófito (Canon 877,1); en el registro matrimonial, los nombres de los cónyuges, del
asistente, de los testigos y la fecha y lugar de celebración (Canon 1.121,1); en el libro de
difuntos, el entierro culminado (Canon 1.182); y en el libro de confirmaciones, "que ha
de guardarse en el archivo parroquial", todos los datos pertinentes de la administración
de éste sacramento (Canon 895). Quedan fuera del ámbito parroquial, el registro de los
matrimonios celebrados en secreto, cuya custodia corresponde al archivo secreto de la
Curia (Canon 1.133). Los libros de bautismos contienen una información mixta, ya que
en ellos se habrá de anotar el dato de la confirmación y el referido al estado canónico
del feligrés por razón de su matrimonio (Canon 1.122,1).
Al margen de estos libros, cabe citar otros, como los libros de estipendios o de misas
(Canon 955,3-4); los libros de contabilidad (rentas, pagos y cobros, inversiones,
préstamos, entrada y salida de caudales, presupuestos, etc.) propios de la parroquia y
necesarios para la defensa y administración de sus bienes (Canon 1.284); los inventarios
exactos y detallados de los bienes eclesiásticos recibidos por el administrador o párroco
al tiempo de iniciar su función (Canon 1.288); las actas de la bendición de la iglesia y
de los cementerios, de las que se guardarán "un ejemplar en la curia diocesano, y otro en
el archivo de la iglesia", iglesia parroquial en nuestro caso (Canon 1.208); los
inventarios o índices del archivo (Canon 491,1), etc. En definitiva, el archivo parroquial
está constituido por todos "los libros parroquiales, la documentación histórica, las obras
bibliográficas que en él se conservan, y toda aquella documentación moderna que se
recibe en la parroquia, o que en la misma parroquia se produce, y que vaya orientada
hacia la vida de la comunidad parroquial, formada por el pastor y sus fieles; toda esta
documentación, íntegra y en forma ordenada, debe ingresar anualmente en el archivo
parroquial"104.
Un esfuerzo muy importante, de brillo indudable, fue la aparición del Reglamento de los
Archivos Eclesiásticos Españoles, aprobado en la Conferencia Episcopal Española el 26
de febrero de 1976105. En resumen, podemos señalar que corresponde a los Obispos el
regular los archivos de sus respectivas Diócesis, archivos que no tienen el único fin de
la simple y tradicional custodia, sino que abren ya sus puertas y ofrecen sus fondos a la
investigación. Se define una sencilla red de archivos formada por los archivos
Diocesano, Catedralicio, Parroquiales, del Seminario y los de cualquier otra institución
dependiente de la Diócesis. Se apunta la posibilidad de la concentración de los fondos
eclesiásticos en un único centro, si ello fuese motivo y justificación para una mejor
conservación y una más amplia y ágil accesibilidad. Esta iniciativa la juzgamos no sólo
recomendable, sino también deseable, al menos, para los archivos parroquiales
dispersos por la geografía de nuestras islas, y no en todos los casos atendidos con un
conveniente trato archivístico, aunque siempre con cariño y respeto. No está ausente el
deseo (no hecho realidad por el momento) de la aplicación de las nuevas técnicas de
reproducción y difusión en la creación de un archivo central de microfilms, donde
duplicar los documentos más importantes. El Reglamento no pasó por alto,
afortunadamente, temas importantes como los relativos al personal archivero,
movimiento de fondos, instrumentos de descripción, conservación y restauración,
expurgo, sistemas de clasificación y ordenación, instalaciones y servicios, accesibilidad,
etc. Aparte del aplauso merecido que dedicamos al Reglamento, y en defensa de los
archivos parroquiales, cabe la reflexión de considerarlos muertos por la transferencia de
sus fondos con más de 100 años de antigüedad al archivo diocesano o al archivo
centralizado correspondiente. Los archivos parroquiales, pues, se van a ver descargados
de su documentación histórica para convertirse en simples "archivos de gestión".
Evidentemente, es una medida (de llevarse a cabo) que favorece la investigación por
concentración documental y asegura su mejor instalación, conservación, servicio y
dedicación de su personal.
La concentración propuesta ya se ha iniciado en algunas diócesis, como en la de
Albacete, Avila, Barcelona, Bilbao, Burgos, Ciudad Real, etc. En la Diócesis de
Canarias no se ha iniciado una concentración sistemática de fondos parroquiales en el
Archivo Diocesano, aunque nos consta que éste guarda algunos documentos extraídos
de determinadas parroquias.
Es importante subrayar la trascendencia que tuvo, para la revitalización y dignificación
de los archivos eclesiásticos, la creación de la Asociación de Archiveros Eclesiásticos
en 1969 y la aprobación de sus Estatutos en 1988. Los objetivos de la Asociación son
claros y enérgicos: reunir solidariamente a los archiveros eclesiásticos, contribuir a la
buena conservación y organización de los archivos de la Iglesia, promover las
actividades científicas y profesionales de sus asociados, fomentar la colaboración y
cooperación entre los centros a su cargo, promover reuniones para el estudio y
desarrollo de sus actividades y representar a los asociados ante la Conferencia Episcopal
Española y ante los organismos internacionales y nacionales. Todo ello supone una
madurez de organización, de objetivos y de intereses, todo lo que redundará
evidentemente en el control de los archivos de la Iglesia Católica.
En Canarias, el Patrimonio Documental Eclesiástico ha reclamado un convenio de
colaboración106 entre el Gobierno Autonómico y la Iglesia, supeditado a las normas de
la Constitución Española, al Estatuto de Autonomía y a los acuerdos entre el Estado
Español y la Santa Sede. Ambas partes reconocen que el patrimonio de la Iglesia es
parte importantísima del acervo cultural de Canarias, y que la titularidad exclusiva
corresponde a la Iglesia. El objeto del convenio es buscar la colaboración de ambas
partes en la protección y conservación de los bienes de titularidad eclesiástica
integrantes del Patrimonio Histórico de Canarias, a través de una Comisión Mixta, entre
cuyas responsabilidades tiene la de buscar ayuda económica y técnica, que
mayoritariamente se pretende obtener del Gobierno de Canarias y de otros organismos,
casi siempre dependientes de la Administración Pública. De ello se deduce que la
responsabilidad de la conservación depende del esfuerzo económico del Gobierno, ya
que entendemos, tras la lectura de su articulado, que la Iglesia sólo aporta los bienes a
conservar. Como contrapartida garantiza su exhibición al público en museos y su
accesibilidad individual al investigador, siempre y en cuanto no se reduzca con ello su
disposición para el uso litúrgico, o sea perjudicial para su conservación. En resumidas
cuentas, el compromiso de la Iglesia se reduce a autorizar e inspeccionar cualquier
acción que el Estado pueda acometer, como restauración, inventarios y censos,
préstamos de objetos a exposiciones temporales, etc.; es decir, estar informada de
cualquier acción que pueda afectar a la conservación o valor del patrimonio cultural de
la Iglesia en Canarias.
LOS ARCHIVOS PARROQUIALES Y LA HISTORIA:
A nadie se le escapa ya la creencia de que los archivos parroquiales constituyen la
fuente primordial, y diríamos que casi única, del conocimiento de la actividad
comunitaria de la parroquia. Veamos porqué. El archivo es la memoria del grupo social
que describe. El documento es una solución eficaz para la perdurabilidad de los actos y
de los derechos adquiridos, entendido todo ello como la perpetuación de las acciones y
del lenguaje humanos, que por otra manifestación (el mensaje lingüístico, por ejemplo)
perecerían una vez emitidos o se olvidarían con el transcurrir del tiempo, que en su
huida arrastra cualquier recuerdo o pensamiento no fosilizado en la materia, soporte
sustentante (papel o pergamino) y soporte sustentado (tinta), como diríamos en nuestra
jerga profesional.
No cabe duda del interés de los documentos parroquiales, de su importancia para
comprender el ya largo devenir de nuestros pueblos, y de su utilidad para las sociedades
que describen, bien por ser herramientas del acto administrativo, bien por instruirnos en
actividades pretéritas. Por tanto, el archivo parroquial es la extensión de la memoria, y
nunca mejor dicho, de los parroquianos, es el sedimento fosilizado de su historia, de su
pensamiento, de su vida llena de ilusiones y esperanzas, unas materiales y otras
espirituales, por lo que su perfecta conservación y uso equivale a un aumento de su
recuerdo, como si poseyera un almacén de conocimientos que le permitiera saber de
dónde procede, sus raíces como hoy se dice, y hacia a dónde va. El documento escrito
es, como colofón de lo hasta aquí dicho, el archivo definitivo de nuestra memoria. Estos
conceptos los recoge la Ley del Patrimonio Documental y Archivos de Canarias107,
cuando dice que "los archivos contienen los testimonios de las actividades de las
instituciones y de las personas de nuestra comunidad. Son la memoria de las mismas".
El uso de los fondos de los archivos parroquiales ha evolucionado exageradamente,
pasando de un uso estrictamente práctico, de constancia, administrativo, por la
expedición de certificados, a otro más elevado, de investigación, sin por ello
menospreciar el primero, tan necesario para la vida cotidiana. En efecto, en los
entrepaños de los casi siempre nobles anaqueles que se reparten entre sacristías, coros y
demás dependencias parroquiales, con libros y documentos en aparente orden, los datos
demográficos se agolpan presurosos por escapar de los balduques que los aprisionan, y
manifestar que los índices de mortalidad y de natalidad, por ejemplo, han descendido, o
que los matrimonios prefieren otras bendiciones menos sacrosantas pero de más débiles
ataduras, u ofrecernos lazos y parentescos para con ellos fornecer genealogías, tan de
actualidad.
En verdad, los libros sacramentales aportan a la investigación innumerables datos sobre
los parroquianos fieles: sus vecindades y naturalezas, nombre de sus padres, edades de
los intervinientes en el sacramento, nombres de testigos, estado civil, profesiones
incluso, datos todos ellos insustituibles (a no ser en todo caso por los archivos
municipales) para el estudio de la población de un lugar y tiempo determinados,
pulsando las fluctuaciones de los nacimientos, defunciones y matrimonios. Recuérdese
que en España, hasta 1870, no existieron los registro civiles, por lo que las fuentes
demográficas anteriores al citado año se encuentra únicamente en los registros
parroquiales de bautismo, matrimonios y defunciones. Los investigadores de la
demografía canaria anterior a 1870 sólo cuentan, pues, con esta documentación como
única fuente de información registral. Los libros de bautismos nos indican la natalidad
producida, la fecundidad matrimonial y la edad de los progenitores, el número de hijos
por matrimonio, la tasa de crecimiento y las relaciones amorosas fuera del matrimonio,
ilegitimidad según los códigos decimonónicos, o de filiación no matrimonial según la
legislación actual vigente. Los libros de defunciones nos ofrecen la edad media de la
vida del hombre en una época determinada y el índice de mortalidad, estudios que, para
ser exactos, habrán de ir acompañados de otros relativos a edades y sexos, que
asimismo nos ofrece la documentación de estos archivos parroquiales. Los libros de
matrimonios, como cabe esperar, nos ilustran sobre la nupcialidad y su coeficiente,
sobre la edad y naturaleza de los contrayentes, nombres de los padres y testigos, etc.
Pero no todo ha de ser demografía. La Historia del Arte también encuentra socorro y
ayuda en estos archivos. Los libros de fábrica nos dan a conocer la evolución artística de
la iglesia como edificio. Nos facilitan los gastos ocasionados en la obra, en reformas,
mejoras y añadidos del templo; las nóminas pagadas a los alarifes, orfebres, carpinteros,
maestros-pintores, arquitectos, aparejadores y contratistas, pues son libros que, al igual
que los anteriores, perduran en la actualidad.
Y las almas no podían faltar en este cúmulo de información riquísima. Los libros de
Statu Animarum se ocupan de analizar la espiritualidad de la feligresía, de la moralidad
pública, la asiduidad a misa y el cumplimiento pascual. Quizá sean producto de una
subjetividad más que de una objetividad pero, en resumidas cuentas, institucionalizado
y reglamentado por la Curia.
Los libros de visitas levantan acta de la presencia del obispo o de su delegado en la
parroquia. Tienen un carácter de inspección y de control a título de régimen interno de
la Iglesia para, con estas presencias, animar a conservar las buenas costumbres, corregir
las malas, comprobar el estado del templo parroquial y de sus enseres y comprobar las
cuentas de fábrica y las rentas, diezmos y tazmías. Todo quedaba reflejado en el libro,
con inclusión del inventario de los objetos muebles vistos y de las incidencias y temas
tratados, ofreciendo una riquísima información muy completa de la parroquia visitada.
Y con el resto de las tipologías ocurre lo mismo. En cualesquiera de los casos, el
historiador, el sociólogo, el diplomatista, el paleógrafo, el sigilógrafo, el historiador del
arte, el estudioso de la demografía, el historiador local, el cronista, etc., tiene visita
obligada a esta red de archivos.
TIPOLOGÍA DOCUMENTAL DE LOS ARCHIVOS PARROQUIALES:
Una de las llaves para introducirse científicamente en un fondo archivístico es,
indudablemente, tener ciertos conocimientos sobre tipología documental. Dicho así
parece innecesario, y más humanístico que práctico. Pero la verdad es otra muy
diferente. Quien tiene conocimiento amplio sobre los tipos documentales, de antemano
puede hacer una selección de las series documentales que necesita consultar por conocer
el tipo de información en ellas contenidas. Con ello va directamente a la información de
su interés, y no pierde tiempo en escarceos inútiles. Se entiende por tipo documental a
las unidades documentales producidas por un mismo organismo en el desarrollo de una
competencia concreta, regulada por una norma de procedimiento y cuyo formato,
contenido informativo y soporte son homogéneos108. En otras palabras, son
documentos cuyas características externas (soportes sustentantes y sustentados) e
internas (cláusulas concatenadas del discurso diplomático) son idénticas a todos ellos,
aunque supeditado todo ello a los cambios que ocasionan la evolución diplomática y las
técnicas de escritura. Así, el libro de defunciones está formado por un número
determinado de documentos ordenados bajo una secuencia cronológica, que sólo se
diferencian en el nombre y circunstancias personales, fecha y lugar del finamiento, si
testó, causa de la muerte, etc.
Por otro lado, las tipologías nos hablan en todo momento de las series documentales, las
que, a renglón seguido, nos permiten construir el cuadro de clasificación o relación
entre la documentación de archivo y los niveles administrativos productores de la
mismas, o viceversa, según sea el orden de conocimiento. Una vez alcanzada la
clasificación de la masa documental dispar en agrupaciones de documentación
homogénea, se podrá acometer la tarea subsiguiente de descripción documental
inevitable y fundamental, como lo es el inventario. A partir de este momento tenemos,
desde el punto de vista del archivero, controlado el fondo. Ya podemos deambular con
conocimiento de causa por ese piélago de fácil navegación y con rumbo conocido. Lo
incierto ya no es posible; un mejor conocimiento sí, a través de una descripción más
exhaustiva, que se reserva a las series más importantes por su información, por su
cronología, por su rareza, por su unicidad y por su trascendencia, entre otras razones. A
partir de este momento, del conocimiento pleno y exacto de los tipos documentales
propios y acostumbrados de los archivos parroquiales, ya podremos emprender otras
acciones, como, por ejemplo, la reunión de estos fondos en el archivo diocesano
correspondiente o archivo concentrado, uno de los objetivos planteados en el
Reglamento de Archivos Eclesiástico al que antes nos referíamos, o la microfilmación
selectiva y siempre sistemática de determinados fondos. Y por supuesto, al acceso
directo al dato concreto.
Nos surgen ahora unas preguntas. ¿Los archivos parroquiales de la isla de Gran Canaria
cuentan con cuadros de clasificación? ¿Tienen sus fondos organizados (clasificados,
ordenados y descritos)? ¿Se conocen, por tanto, los tipos documentales? ¿Se repiten los
mismos fondos en todos ellos o existen diferencias?. El censo realizado nos contesta a
todas estas preguntas, al cual nos remitimos aunque no incluimos por razones de
espacio y de objetivos. La contestación es negativa a las tres primeras preguntas. La
cuarta pregunta podríamos resolverla diciendo que sí existen diferencias, cuya
explicación quizá esté en el mayor o menor esmero en la conservación o al no haber
sufrido incendios, inundaciones y otros hechos luctuosos accidentales o forzados
(ataque piráticos, guerras...).
Los tipos documentales que el censo realizado recientemente nos aporta se reduce al
siguiente listado. Pretendemos con ello conocer globalmente la personalidad de los
fondos de estos archivos para que sirva a la confección de un cuadro de clasificación
único para todos ellos.
TIPOS DOCUMENTALES DE LOS ARCHIVOS PARROQUIALES
A
Antiphonario (partituras), libro
Arreglo de sillas, libro de
Asociaciones piadosas, libros de
I
Inquisición, documentos sobre
Inventarios
B
Bautismos, libro de
Bautismos, libro índices
Biblioteca auxiliar (algunas interesantes)
Boletín oficial del obispado
Bulas de Gregorio XV y Benedicto XIV, libro de
M
Mandatos y legados, libros de
Mandatos, libros de
Matrimoniales, libros
Matrimonios, libros índices de
Matrimonios reservados, libros de
Matrimonios, libros de
Memorias, libreta de
Misa, libros cuadrantes de
Misas Pro Populo, libros de
C
Capellanías, libros cuadrantes de
Casamientos, libros de
Cementerio, libro del
Cementerio, libros de propiedades de sepulcros
Colecturía, libros de
Conferencias para sacerdotes, libro de
Confirmaciones, libros de
Consejos y consentimientos para matrimonios, libro de
Constituciones sinodales del obispo Muro de 1497
Constituciones, libros de
Contabilidad moderna, libros registro de
Crónica parroquial, libro de
0
Obras y restauraciones de templos, documentación sobre
Oficios del provisorato, circulares y correspondencia
D
Defunciones, libros de
Defunciones, libros índices de
Diario de la Virgen, libro
Dispensas matrimoniales, libro de
P
Padrón parroquial o matrícula, libros
Patronatos Virgen del Pino, libros del
Pósito de San Bartolomé,
Primeras comuniones, libro registro de
Privilegios de sentarse los canónicos en sillas, carpeta con
Programas de fiestas (siglo XX)
Protocolos de testamentos
E
Entierros, libros de
Erección de la parroquia, libro de la
Ermita de los Reyes, libro de la
Ermitas, legajo de
Escrituras, libros de
Expósitos, libro de
R
Reconocimientos, libros de
Relaciones, libro de
F
Fábrica, libros de cuentas de
Funerales, libro de
S
Sacramentales castrenses, libros
Sepelios, libro de
Sermones y homilías
Statu Animarum
G
Genealogías, libros de
T
Tributos y escrituras
H
Hermandades y cofradías, libros de
V
Varios y sin clasificar
Visitas, autos de
Visitas y mandatos pastorales, libros de
Estas son las series documentales vistas y ordenadas por orden alfabético encontradas
en los archivos parroquiales canarios censados. Pero no es lógico ni conveniente ofrecer
una ordenación alfabética, como si de materias independientes se tratase. Hay que lograr
una estructura inteligente que las clasifique y ubique en un conjunto, cuyos elementos
se encuentren relacionados entre sí, obteniéndose una figuración armónica y
homogénea, pero al mismo tiempo respetando las individualidades que lo conforman.
Ya se han realizado trabajos sobre tipologías documentales y clasificaciones de los
archivos parroquiales con resultados diferentes109.
En unos, los más (historiadores e investigadores), se prefiere una ordenación temática
independiente, fácilmente alfabetizable; en otros, los menos (archiveros y
diplomatistas), una clasificación funcional. Si partimos del hecho de que la parroquia
carece de una estructura orgánica jerárquica y compleja que la divida o parcele en
diversas aéreas de responsabilidad, por ser el párroco el único administrador
responsable, tanto en lo espiritual como en lo material, queda fuera de lugar diseñar un
cuadro de clasificación atendiendo a un sistema orgánico, tan propio de la
administración civil e incluso eclesiástica, pero de otros niveles. Teniendo en cuenta el
principio de procedencia, llegamos a la conclusión de que todos los tipos documentales
emanan del párroco, sin ninguna distinción jerárquica, salvo la de ser más o menos
interesantes o importantes, con lo que tendríamos, al final, una ordenación temática
simple. Es decir, una oficina con un solo administrador (el párroco) y con una única
dependencia administrativa (la oficina parroquial generadora y receptora de
documentos).
En cambio, sí sería posible una clasificación funcional, basada en las funciones
desempeñadas por cada uno de los documentos, emanados todos de la diversidad de
cometidos del párroco, entre las que vemos labores administrativas comunes propias de
cualquier organismo (gestión económica, de mantenimiento, registros, etc.) y labores
administrativas específicas, por las que se diferencia de cualquier otro (la
administración de los sacramentos, culto parroquial, etc.).
Pilar Gay110 hace una distribución tripartita de los documentos: Gobierno,
Administración General, y Administración de Bienes Materiales/Hacienda.
Posteriormente, Rogelio Pacheco111 propone la agrupación de la documentación
parroquial en cuatro grupos: documentos fundacionales y nombramiento del personal;
documentos de carácter espiritual, documentos de carácter económico/ administrativo,
fundaciones y cofradías. El camino para el estudio definitivo de los tipos documentales
parroquiales y su clasificación, con estos trabajos, está comenzado y posiblemente
cercano a su meta.
Sobre estos esquemas, y partiendo de los tipos documentales encontrados en las
parroquias de la isla de Gran Canaria, estamos trabajando al presente para obtener un
cuadro de clasificación único para las parroquias de nuestra provincia, que se incluirá en
la publicación del censo de los archivos parroquiales.
ESTADO REAL DE LA CUESTIÓN:
Uno de los objetivos del IV Coloquio Internacional de Historia de las Islas del Atlántico
fue sin duda la ilusión, por necesaria, de poder presentar el censo de los archivos
parroquiales con documentación anterior al año 1900, documentación que se vino a
designar bajo el nombre de documentación histórica. Bajo este prisma, se realizó el
censo de estos archivos en la isla de Gran Canaria cuya fecha de erección de su
parroquia correspondiente fuese anterior a 1900, soslayándose, por tal motivo, 124
archivos de parroquias creadas posteriormente a este fecha. Las islas de Lanzarote y
Fuerteventura quedaron, por razones presupuestarias, fuera del proyecto presente,
aunque se espera acometer en breve.
En general, estos archivos se podrían describir bajo una misma definición, por estar
todos cortados por el mismo patrón: estantería de metal fija o armario en sacristías,
casas parroquiales, coros y dependencias similares; carencia de instrumentos de
descripción; ausencia de salas de investigación en las que recibir adecuadamente a sus
asuarios; conservación e instalación de la documentación expuesta a los más mínimos
peligros, etc. Pero lo que más nos llama la atención son las escasas posibilidades de
consulta e investigación, en todo momento sujeta a un horario (en general) muy
reducido y supeditado a los propios quehaceres de los párrocos archiveros, que van
desde dos horas a la semana hasta un caso en que el archivo está abierto 26 horas a la
semana. Con ello vemos que las prescripciones de facilitar la documentación
eclesiástica a la investigación propuesta en el Reglamento de los Archivos Eclesiásticos
no ha sido, hasta el momento, de aplicación en la isla. Uno de los principios básicos y
generales del Reglamento especifica que el archivo eclesiástico no se ha de limitar a la
custodia y conservación de los documentos, sino que además "debe abrir su campo a
una misión cultural e investigadora, disponiendo la documentación para que pueda ser
consultada"112, sin que ello obste a las medidas restrictivas en cuanto al acceso,
investigación y publicación, en defensa del bien común e individual de las personas y de
la propia institución.
Los metros lineales totales de documentación de los archivos parroquiales creados antes
de 1900 es de 446 mts. Dada la extensión lineal total, el proyecto de centralización de
los fondos parroquiales en un único centro, digamos que en el Archivo Diocesano, no es
una labor ni complicada, ni costosa, ni comprometida, aparte de su completa y puntual
descripción previa a la realización del proyecto, labor no compleja en exceso, siempre y
en cuanto se reduzca a un nivel de inventario y no a catálogo o inventario analítico, lo
que siempre se podrá acometer una vez cumplida la concentración.
La Diócesis de Tenerife, de creación más reciente que la de Canarias, pero más
avanzada que la nuestra en cuestiones de protección documental, ha realizado la
microfilmación de todos los registros parroquiales, esfuerzo ejemplar que ha de ser
imitado sin tardanza en la isla de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, por dos
razones. La primera, asegurar la información, al menos, ante cualquier riesgo imprevisto
que pudiera menoscabar los fondos documentales. La segunda, la de facilitar el acceso a
los datos sin necesidad de exponer la integridad física de los citados libros
sacramentales a los riesgos que ello conlleva, como la abrasión, la manipulación
inadecuada y otras razones extrínsecas de degradación mecánica.
CONCLUSIONES RELATIVAS A LOS ARCHIVOS PARROQUIALES:
1.- Es urgente terminar el censo de los parroquiales desde 1901 hasta 1995 en la isla de
Gran Canaria.
2.- Es urgente realizar el censo de los parroquiales en las islas de Lanzarote y de
Fuerteventura.
3.- Publicación inmediata de los censo de los archivos parroquiales.
4.- Animar a la concentración de los archivos parroquiales, siempre en cuanto dicha
reunión mejore el control, la conservación y la accesibilidad o servicio.
5.- Microfilmar todos los libros sacramentales y libros de fábrica, en principio, en
beneficio de un servicio más aséptico y una mejor protección y salvaguarda de dichos
tipos documentales, dado su uso frecuente y solicitud de fotocopias, todo lo que, por
manejo, menoscaba la conservación física de los documentos.
6.- Preparar a los párrocos, mediante cursos o charlas, en Archivística General, tanto
teórica como práctica, con lo que ilustrarles en el tratamiento documental.
7.- Es urgente mejorar la accesibilidad y uso de los archivos parroquiales de cara a la
investigación.
CUADRO RESUMEN DE LOS ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA ISLA
DEGRAN CANARIA
(ANTERIORES A 1900)
Arciprestazgos
Parroquias
Localidad
FechaErección
Documen-to
+Antiguo
Mts2 Metroslinealesdocu-menta-ción
Horasapertura a lasemana
CENTRO CIUDAD(Capital) San AgustínSanto DomingoSan Francisco de AsísSan
Bernardo y San Telmo
Las PalmasLas PalmasLas PalmasLas Palmas
1852/09/151841/08/041840/06/161849/08/20
1842166418211775 ????
23,5024,501422
125205
LA ISLETA(Capital) Nuestra Señora de la Luz
6,25 22
12
SAN LORENZO(Capital)
12
La Isleta
1900/10/01
San Lorenzo San Lorenzo 1681 1640 ?
ARUCAS(Pueblos del Interior)
San Juan BautistaSan PedroNtra. Señora de
Candelaria
ArucasBañaderosMoya
1515/04/181891/08/021515/04/18
151518781515
?1714 22715 833
1885
10
SANTIAGO DE GÁLDAR(Pueblos del Interior) Santa María de GuíaSantiago
ApóstolNtra. Sra. de la ConcepciónSan Nicolás de Tolentino
GuíaGáldarAgaeteSan Nicolás de Tolentino 1533148715941783/02/09
1565150615111721 ?26?10 1524,50119,60
8,30652
TEROR(Pueblos del Interior)
San RoqueNuestra Señora del PinoSan Vicente
FerrerSan MatíasNuestra Señora del Socorro
FirgasTerorVallesecoArtenaraTejeda
1845/01/1915031846/11/221782/04/091639 18451558173516791635
12??4?
6,50241168,80
Tardes ?)6No existe(?)Todos losdías (?)
CENTRO ISLA(Pueblos del Interior)
La Inmaculada ConcepciónSanta
BrígidaSan Mateo
Tafira AltaSanta BrígidaSan Mateo 184815831800/10/28
184115831800
?412 8,5515,4111 2262
TELDE(Pueblos del Interior) San Juan BautistaSan GregorioSan Miguel
TeldeTeldeValsequillo
14871848/03/051800/10/14 149717531670
362322
22308,65
792
AGÜIMES(Pueblos del Interior)
Nuestra Señora de CandelariaSan SebastiánSanta
LucíaSan Bartolomé IngenioAgüimesSanta LucíaSan Bartolomé de Tirajana
1815/11/3016021814/09/191590/03/10
1815150618141537 15131210
12,3031517,40
62022
SUR 1(Pueblos del Interior) San Antonio Mogán 1814/05/14
3
1814 12
8
EL ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE LAS PALMAS "JOAQUÍN
BLANCO"
LA NECESIDAD DE LOS ARCHIVOS HISTÓRICOS PROVINCIALES:
De todos es conocido que los Archivos Históricos Provinciales surgieron como
resultado de una necesidad que se venía gestando desde tiempos remotos. En un primer
momento, los ayuntamientos comprendieron la necesidad de recoger la documentación
de carácter provincial bajo el nombre de Archivo de Provincia, preocupación
compartida por la Administración a indicación de las propias provincias, que
reclamaban socorro, dado que por sí mismas eran incapaces e insuficientes para resolver
el problema de la recogida y conservación de la masa documental que les recaía, cual
amenaza insoslayable.
En Galicia, esta situación menesterosa está bien estudiada. De tal forma, la Junta del
Reino de Galicia se ve obligada a pedir a la Corona la "formación en cada capital de un
archivo para la recogida de las notas de los escribanos, como medio de atajar los
inconvenientes que se sucedían"113.
La documentación se agolpa, bien por la desaparición de antiguas instituciones tras el
fenecimiento del Antiguo Régimen, bien por la incorporación al Estado de
documentación eclesiástica tras la Desamortización. El Estado va adquiriendo una
documentación que no puede asimilar con resultados convenientes. Se atraganta con la
documentación procedente de los conventos, hospitales y monasterios desamortizados,
con la documentación de los suprimidos corregimientos provinciales y, porqué no
decirlo también, con la propia documentación que genera y no sabe dónde guardar. En
definitiva, toda esta documentación, buscando un hueco donde recalar, se va reuniendo
y centralizando en Madrid, primero en la Academia de la Historia, después en el
Archivo Histórico Nacional creado en 1866. Para el control de toda esta masa
documental se tuvo que crear un cuerpo técnico y específico, el Cuerpo de Archiveros,
Bibliotecarios y Anticuarios (más tarde Arqueólogos), el cual asumió el cuidado y la
responsabilidad de la mayor parte del tesoro artístico, bibliográfico, documental y
artístico de la Nación.
Mas estas medidas no resolvieron el problema creado, y no hicieron olvidar la necesidad
de instituir en provincias centros operativos en los que recoger, conservar y organizar el
gran caudal documental que preocupaba e, incluso, entorpecía. Mientras tanto, el
Archivo Histórico Nacional iba creciendo y las provincias se iban desinflando en igual
proporción. Se producen intentos para justificar y crear lo que luego se habrían de
llamar Archivos Históricos Provinciales. Las opiniones fueron muchas y dispares, pero
todas coinciden en que con la creación y puesta en marcha de estos nuevos archivos se
evitarían los despojos y las destrucciones cometidos, se podría mejor organizar y
controlar el Patrimonio Documental Español y se evitaría la salida de la documentación
de su lugar de origen, de los puntos de procedencia, lugares donde alcanza su verdadero
significado y sentido, donde se entiende, estudia y aprovecha. En definitiva, el campo
estaba abonado para la creación de esta red de archivos. En 1931 se crean los Archivos
Históricos Provinciales para recoger los protocolos notariales centenarios, para lo que se
nombre en cada provincia una Junta de Patronato con el fin de estimular la creación de
dichos archivos114. A partir de esta fecha, fueron surgiendo los tan esperados centros.
En 1957115, el Ministerio de Justicia estima conveniente y autoriza a los Registradores
de la Propiedad para que entreguen a estas instituciones los libros de Contaduría de
Hipotecas. Determinaciones concretas como ésta se van a ir sucediendo, en cuya línea
se encuadra una Orden del Ministerio de Hacienda, por la que se ordena la transferencia
de los fondos de más de veinticinco años de antigüedad de este Departamento a los
Archivos Históricos Provinciales116. De tal suerte, éstos van tomando cuerpo y
centralizando entre sus muros la documentación de administraciones diversas. Una vez
más, pasados unos años, se van a manifestar en defensa de la documentación de
fenecido valor administrativo que asfixiaba a los archivos de la Administración Civil
del Estado, Ministerios, Direcciones Generales y demás organismos, agobio que
indolentemente provocó la destrucción de parte de la documentación oficial, tanto
histórica como de plena vigencia administrativa. En 1969117, por tales motivos, se
dispone que la documentación producida por los servicios provinciales de la
Administración Central o Institucional sea concentrada en los Archivos Históricos,
adquiriendo éstos, por lo tanto, una nueva personalidad, la de Archivos Provinciales de
la Administración Civil o de Intermedios, a imagen y semejanza del Archivo General de
la Administración Civil (Alcalá de Henares). Esta potestad de recoger y concentrar toda
la documentación generada por la Administración del Estado en un único centro por
provincia, medida beneficiosa para la investigación y consulta, es reconocida
posteriormente en la Ley del Patrimonio Histórico Español118.
Hay que recordar que la tendencia hacia una concentración en los Archivos Históricos
Provinciales de la producción documental generada en su ámbito geográfico, es una
medida muy conveniente desde varios puntos de vista. El primero, por ser una eficaz
solución para el mejor control, uso y disfrute, bajo un mismo esfuerzo, de un patrimonio
no diseminado. El segundo, por facilitar la información y la investigación al agrupar en
un único laboratorio de historia el material oportuno.
Medidas de concentración podemos rastrear a lo largo de la historia de los archivos
españoles. Ya en 1588 se denota una preocupación por el control de los fondos
documentales y archivos, no evidentemente a través de la realización del censo, pero sí
mediante la práctica de la concentración en un único depósito, el Archivo de Simancas,
de los documentos dispersos por la geografía peninsular119. Intentos de concentración
se han visto en otras administraciones, como en la municipal, que, según la Circular de
la Dirección General de Administración de 1945120, se podrán trasladar estos archivos
locales a los Archivos Provinciales "para procurarles un acondicionamiento más
perfecto y facilitar su examen al mayor número posible de estudiosos". En esta línea se
manifiesta claramente el "Reglamento de los Archivos Eclesiásticos Españoles", por
cuanto aconseja la concentración de estos archivos en un único centro "a fin de facilitar
la investigación y asegurar su mejor instalación, conservación, servicio y dedicación del
personal"121, en este caso en el Archivo Diocesano o archivo concentrado.
La concentración, pues, es oportuna, si seguimos al preámbulo del decreto citado de
1969, para garantizar la conservación de los documentos, para descongestionar las
oficinas públicas y agilizar la actuación administrativa y para facilitar la información e
investigación científica.
En las comunidades autónomas, con idéntico espíritu de conservación y control, son sus
archivos generales los encargados de acumular orgánicamente la masa documental
producida. En Canarias, el Archivo General será el encargado de "recoger, conservar y
servir toda la documentación de las instituciones propias de la Comunidad Autónoma de
Canarias en el ejercicio de sus funciones". Y por si fuera poco, además "recopilará, en el
soporte adecuado, la documentación histórica de interés obrantes en los demás archivos
de Canarias"122. Vemos que el intento de concentrar la documentación en un único
depósito llega hasta las últimas consecuencias, ya que se pretende incluso proceder a la
reproducción de archivos enteros, pues prácticamente todos tienen documentación
histórica de interés para Canarias (Archivos Históricos Provinciales, archivos
municipales, parroquiales, Diocesano, Catedralicio, Sociedad de Amigos del País,
archivos particulares, Gabinete Literario, Museo Canario, de instituciones, etc.). Como
vemos, prepondera la investigación y la conservación sobre cualquier otra razón,
aunque sin que por ello tengan que perder las entidades la propiedad sobre sus
respectivos archivos, que siempre se instalarán de forma independiente en el archivo
centralizado o concentrado, según la terminología de la Iglesia, o intermedio e histórico,
según la Administración Civil.
La concentración de los documentos quizá no sea una medida política de cara al
concepto de Patrimonio Histórico, que defiende la permanencia de los bienes de los
pueblos en el mismo ámbito geográfico en que se generaron: pero no se justifica por ser
poco aprovechado por sus herederos (en el caso del Patrimonio Documental, al menos),
pues o bien reclama poco su atención, o no se comprende por no ser un objeto bello y
atractivo por contemplación directa (como una escultura, un lienzo, un edificio, un resto
arqueológico, etc.), salvo en el caso de captarlo a través del intelecto y la razón,
activados por un aprendizaje anterior impartido en centros de enseñanza superiores y
Universidades.
En la actualidad creemos ver una tendencia al coleccionismo, más que a la creación de
verdaderos archivos, de ciertas instituciones en su afán de recoger determinados fondos,
que no les corresponden desde el punto de vista legal, pero que sí les interesan por ser
campo de su investigación. Ejemplo de ello muy difundido es el afán de las Facultades
de las Universidades españolas en recoger archivos para el uso personal de profesores y
alumnos dilectos.
Mas esto no lo es todo. Una nueva carga y responsabilidad se les habrá de adjudicar (el
Archivo Histórico de Las Palmas no iba a ser menos) al suscribirse los convenios entre
el Ministerio de Cultura y las Comunidades Autónomas sobre la gestión de los archivos
de titularidad estatal. Por el convenio entre el Estado y la Comunidad Autónoma de
Canarias123, los ingresos del Archivo Histórico de Las Palmas se podrán ver
acompañados por fondos generados por esta Comunidad, en calidad de depósitos como
propietaria o mandataria de un tercero, posibilidad que se recoge asimismo en la Ley del
Patrimonio Histórico Español (art. 63,2).
Concretando, la misión de estos archivos es la de recoger, custodiar, organizar y servir
toda la documentación o patrimonio documental de carácter provincial, tanto público
como privado, para investigarlo, disfrutarlo y transmitirlo a nuestros herederos.
EL ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE LAS PALMAS "JOAQUÍN
BLANCO124:
Acabado de estrenar el año de 1947, el Excmo. Sr. Gobernador Civil de Las Palmas de
Gran Canaria, en calidad de Presidente del Patronato Provincial para el fomento de los
Archivos, Bibliotecas y Museos, se dirigió al Ministerio de Educación Nacional para
trasladarle una comunicación del Presidente del Cabildo Insular, D. Matías Vega
Guerra, en el que renovaba su deseo y preocupación por la creación de un Archivo
Histórico en esta Provincia, con el fin de salvaguardar el Patrimonio Documental.
Tan generosa colaboración tendría más tarde su apetecido fruto. El Ministerio de
Educación Nacional, por Orden de 20 de septiembre de 1948125, creaba el Archivo
Histórico Provincial de Las Palmas de Gran Canaria. A él habrían de pasar "los
Protocolos notariales de más de cien años de antigüedad..., la documentación histórica
de las Audiencias y Juzgados, de las Delegaciones de Hacienda y de otras dependencias
oficiales de la provincia", extremos que, con idénticas palabras, se indican un año antes
en el Decreto de 24 de julio de 1947126. Asimismo, podrá recoger en depósito, para su
mejor custodia, conservación y estudio, cuanta documentación histórica le entreguen las
corporaciones, organismos y particulares que lo deseen.
En un primer momento, asentó sus reales en la calle Murga 42, junto al Instituto de
Higiene. Ironía de la vida fue éste su primer asentamiento, dado su estado precario de
salud; quizá fuese premonición de que a partir de aquel entonces se velaría no sólo por
mejorar su estado, sino por aumentar sus fondos. Fuese lo que fuese, su desarrollo fue
en aumento y su trato cada vez mas cuidadoso. De aquí, instalación a todas luces
transitoria, pasó a la Casa de Colón, primera institución cultural de la provincia, donde
permanecería, aun cambiando de ubicación, hasta el año de 1987, fecha en que salió de
ella para abrigarse en edificio propio. Remodelaciones posteriores hicieron oportuno
volver al peregrinaje en busca de nuevos espacios, aunque ya sin salir de la Casa de
Colón. Emprendió viaje en bisectriz para recalar en las dependencias del ángulo opuesto
que dan a la Plaza del Pilar Nuevo, en su esquina próxima a la trasera de la Catedral.
Quizá ya la tranquilidad de haber encontrado ubicación, si bien aún no definitiva pero sí
ciertamente duradera, hizo posible la ordenación de sus fondos de forma sistemática.
El ingreso de fondos documentales no estuvo exento de ciertas particularidades y
anécdotas, humorísticas unas, tristes otras. El fondo primordial del Archivo Histórico
Provincial viene constituido por los protocolos notariales centenarios de la Provincia. A
este fondo notarial primigenio se sumó el archivo histórico de la Real Audiencia. Había
nacido el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Dos meses después, el que
podríamos llamar lote fundacional del Archivo, se vio aumentado con la incorporación
de los protocolos centenarios de la isla de Lanzarote. El 28 de enero de 1952, el Museo
Canario entregó los protocolos de Fuerteventura que poseía por entrega del
Ayuntamiento de Antigua, que a su vez llegó a disfrutar por depósito de la Audiencia,
cuando el único escribano que existía en aquella isla fue trasladado a Guía de Gran
Canaria.
Se abrió al público el 15 de enero de 1950 bajo la dirección de D. Benjamín Artiles
Pérez, su primer director. En 1956, D. José de la Cámara y Peña, Inspector de la Zona
Sur de la Dirección General de Archivos y Director del Archivo de Indias, visitó las
islas para traer al Archivo de las Palmas dos importantes series documentales: los
documentos judiciales relativos a Canarias que se atesoraban en la Audiencia de
Territorial de Sevilla (Fondo Canario) y el fondo procedente de conventos y hospitales
desamortizados, depositados en aquel entonces en la Delegación Provincial de Hacienda
de Santa Cruz de Tenerife. Por constituir Las Palmas provincia aparte, era lógico que tal
documentación revirtiera a su localidad de origen. Poco a poco los fondos fueron
creciendo. El Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria entregó el archivo particular de
D. Fernando León y Castillo, el de D. Juan León y Castillo y el de D. Leopoldo Matos y
Massieu, personalidades que ya tienen cabida dentro de la historia de C
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